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CONCEPTOSDE MATEMATICA
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$ 3.200.—APOSTOL T. M., Análisis matemático ......... .........................................................................................................APOSTOL T. M., Cálculos - 2 tomos.
Tomo I - Introducción con vectores y geometría analítica ................. ................................Tomo II - Cálculo en varias variables con aplicaciones a las probabilidades y al análisis vectorial
BELLAAAN R, Introducción al análisis de matrices ...................... ...................................................................DIEUDONNE, J, Fundamentos dol moderno análisis .......................................................................................DUBREIL P, y DUBREIL-JACOTIN M. L., Lecciones de álgebra moderna .................................HOCKING J, y YOUNG G., Topología ............................ !............................................................................LONGLEY W. R. - SMITH P. F. y WILSON W A., Geometría analítica y cálculo infinitesimal ..PAIGE L. J. y SWIFT J. D., Elementos do álgebra lineal ..*...............................................................REES P. K. y SPARKS F. W., Algebra ..............................................................................................................SPARKS F. W. y REES P„ K., Trigonometría plana .........................................................................................SUPPES P. y HILL S., Curso de lógica matemática ..................................................................................WELLMAN B. LEIGHTON, Geometría descriptiva técnica ............................................................................IN BREVE:BIGARD, CRESTEY y GRAPPY, Problemas d algebra general.MESERVE, Introducción a la matemática.MILLER y FREUD, Probabilidad estadística para ingenieros.MODE, Elementos de probabilidad y estadística.PETERS M. y SCHAAF W. L., /Matemática, una ciencia moderna (2 tomos).PETERS M. y SCHAAF W. L., Algebra, una ciencia moderna (2 tomos).WEINBERGER, H. F., Primer curso de ecuaciones diferenciales parciales.
3.200.—3.200.—2.800.—2.400.—2.800.—3.040.—3.640.—2.800.—2.320.—2.100.—3.2C0.—2.560.—
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TEMAS MODERNOS EN LIBROS MODERNOSBARCELONA - BUENOS AIRES - MEXICO
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FUNDAMENTOS DE GEOMETRIAC.R. Wylie Jr.
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fundamentos deEl versado catedrático de la Universidad de Utah brinda una obra que debe ser conocida por cuantos deseen penetrar en la geometría por el camino del razonamiento.La fundamentación metodológica de este apasionante estudio permite enlazar coherentemente los clásicos axiomas euclidianos con los desarrollados en las geometrías modernas.
CimiJUp.
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Sumario: El método axiomático. Geometría euclidiana. La geometría de cuatro dimensiones. Geometría hiperbólica plana. Un modelo eucli- diano de geometría hiperbólica.
i SOCIEDAD ANONIMA SAN JOSE 157 T. E. 330U8/0W9
DE MATEMATICADE MATEMATICAAÑO I! OCTUBRE - NOVIEMBRE - DICIEMBRE 1968 N? 8
Recorte el talón y envíelo a nuestra Administración, Güemes
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CARTA AL LECTORCONCEPTOS Con Ja aparición del número 8 de CONCEPTOS DE
MATEMATICA se cumple su segundo año de vida. Creemos haber realizado las finalidades que nos habíamos propuesto y que enunciáramos en el número 1:CONCEPTOS nace con la finalidad de llevar, informa*
ción al docente, toda la que pueda y la mejor que consiga” “CONCEPTOS aspira a ser un vínculo entre los docentes, quiere la efectiva colaboración de los mismos y tiene la seguridad de conseguirla. No aspira sólo a tener suscriptores —lo cual es muy importante— sino también a conocer sus ideas, sus necesidades, los resultados de su experiencia personal. Ello será muy valioso porque sabemos que muchos docentes tienen soluciones originales para muchas cuestiones y que su difusión beneficiaría a todos”. Estos conceptos siguen siendo tan válidos hoy como hace dos años y seguirán constituyéndose en las normas que orientarán nuestra futura labor. ° La realización del Primer Simposio Nacional sobre la Enseñanza de las Ciencias (Biología, Física, Matemática y Química), realizado en la Ciudad Universitaria de Córdoba entre el 16 y el 19 de octubre fue, a nuestra manera de ver, el hecho más importante ocurrido en nuestro país en los últimos tiempos en cuanto se refiere a la enseñanza de la matemática, tanto por las recomendaciones votadas cuanto por la comunicación establecida entre los docentes. El kiosko de CONCEPTOS DE MATEMATICA fue particularmente visitado por los participantes que nos hicieron llegar su voz cíe estímulo, lo que agradecemos sinceramente.° Esperamos que las recomendaciones votadas en el Simposio en lo referente a nuestra disciplina, junto a la experiencia recogida de los cursos pilotos, a las opiniones de la Subcomisión Argentina de la CIEAEM y a las de la Comisión Nacional para la Enseñanza de la Matemática sirvan para aclarar el panorama y para que la Secretaría de Estado de Cultura y Educación pueda establecer con claridad cómo habremos de manejarnos en el futuro.° Le pedimos al lector renueve su suscripción con prontitud devolviéndonos de inmediato el formulario impreso en la revista junto con el correspondiente giro postal o bancario. Será ésa una manera de evitarnos dificultades en la normal aparición de la revista, lo cual, como es sabido, es una de nuestras principales preocupaciones.
Lo saluda muy atentamente
DE MATEMATICAPUBLICACION TRIMESTRAL
Redacción y Administración:Gücmos 4629, Piso 8?, Dopto. B.
Depósito:Fernández Blanco 2045 - Buonos AiresCONCEPTOS DE MATEMATICA
Diroctor - Editor
JOSÉ BANFI
♦Asesores: José Babini, Juan I. Blaquíer,
Frcdérique Papy, Gcorges Papy, Luis A. Santaló.
Rodadores: Raúl A. Chiappa, Emilio De Ceceo, Juan C. Dalmasso, Haydée Fernández, Atilio Piaña, Elsa Sabbattiello, Andrés Valeiras y Cristina Verdagucr de Banfi.
Dibujarte: Arquitecto Julio R. Juan.
Suscripción anual: Argentina m$n. 800; Exterior, 4 dólares o el equivalente en moneda de cada país. Los giros postales •> sobre bancos de Buenos Aires, deben ser extendidos a nombre de CONCEPTOS DE MATEMATICA.
Ejemplar suelto: mSn. 275.Númoro atrasado: m$n. 350.
Suscripción 1969: m$n. 900 Exterior: 4 dólares
CONCEPTOS DE MATEMATICA Güemes 4629, 8° - B
Buenos Aires
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LOCALIDAD -f Lugares do venta: En nuestra sede, Fernández Blanco 2045, Buenos Aires y en Librería y Editorial Alsina, Perú 127; Librería y Editorial El Ateneo, Florida 340; Librería del Colegio, Alsina y Bolívar; Librería General de Tomás Pardo, Maipú 618; Librería Resio, Callao 621; Librería Santa Fe, Santa Fo 2427, Buenos Aires; Librería del Azul, San Martín 472, Azul; Librería "Erasmo", San Martín 3330, Mar del Plata; Librería El Universitario, H. Yrigoyen y San Juan, Corrientes.
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♦fImpreso en COGTAL
Rivadavia 767, Capital
EL PROXIMO NUMERO:La lógica en términos de conjuntos. — ¿Cómo establecer programas do matemática. — Preparación para el análisis matemático, conjuntos.
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La teoría do
INTERES GENERAL Concesión N? 8205m c • -
3 < «/>5 FRANQUEO PAGADO Concesión N? 2687Firma j
EL DIRECTOR\ 3
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¿SABIA UD. QUE... UN HOMBRE DE GENIOHaremos conocer hoy algunas opiniones
de destacados matemáticos y pensadores que, creemos, deben ser conocidas por todos los que se interesan por los problemas del conocimiento.
1. Debemos admitir humildemente que si el número es sólo producto de nuestro espíritu, el espacio posee, aun fuera de nuestro espíritu, una realidad a la que a priori no podemos prescribirle por completo nuestras leyes (GAUSS, Werke, Gotingen, 1901).
2. Creo también que la distinción entre concepto e intuición puede reducirse a lo siguiente: Es un concepto todo objeto .? que puede ser definido nominalmente; a la intuición pertenece todo objeto que debe ser definido mediante postulados, o mediante abstracciones, es decir, todo objeto que no sabemos definir nominalmente “(BURALI - FORTI), Sur les cliffé- rents méthodes pour la definition clu nombra reel, París, 1900.
3. Los signos de negativo o de imaginario son cosas de convención o de uso; pero lo negativo y lo imaginario llegan por virtud de la idea y el movimiento de evolución que le es propio, obligando a la notación a acomodarse a ella, y al espíritu a seguirla, aunque le cueste (COUR- NOT, Considérations, 1S72).
4. La exigencia actual hacia nosotros mismos se ha vuelto sutilmente distinta y ya no nos satisfacemos con las “demostraciones” de tal o cual matemático del pasado. Debido a los sucesivos jaques de nuestra intuición natural, nuestro rigor se ha vuelto voluntariamente puritano. El empleo del lenguaje conjuntista y la progresiva algebrización de toda la matemática, son dos caracteres esenciales de nuestra ciencia, ligados a esa voluntad de unidad y de rigor (LICIINEROWICZ, París 1967).
5. Lo que ha hecho que sea más fácil razonar demostrativamente en matemáticas es, en buena parte, debido a que en este caso la experiencia puede garantizar el razonamiento en todo momento, como también ocurre con las figuras de los silogismos. Pero en la metafísica y en la moral, este paralelismo de las razones y
de las experiencias ya no se encuentra; y en física, las experiencias exigen inquietudes y gastos (LEIBN1Z, Nuevos ensayos).
6. La axiomática de Euclides - Idilbert se basa en las nociones de longitud, ángulo, triángulo. Oculta maravillosamente la estructura vectorial del espacio a punto tal que la noción de vector ha permanecido ignorada durante muchos siglos. El hecho de que un triángulo sea mitad de un paralelogramo no ha impedido que se acentuara durante más de veinte siglos el estudio detallado de alturas, medianas, mediatrices y bisectrices de los triángulos, los casos de’ igualdad de triángulos, y las relaciones métricas en el triángulo. Se veía al triángulo, ’ pero no al paralelogramo que hubiera podido conducir a los vectores (G. CHOQUET, L’enseignemant de la geómétrie, París, 1964).
7. Los principios de esta teoría —el análisis— son deducidos, como los de la mecánica, de un muy pequeño número de hechos primordiales, de los cuales los geómetras no consideran en absoluto la causa, pero que admiten como resultantes de observaciones comunes y confirmadas por todas las experiencias (FOURIER, Oeuvres, 1835.
8. Un análisis abstracto, que se haga sin ningún examen sintético del problema propuesto, está expuesto más bien a sorprendernos que a iluminarnos (D. BER- NOULLÍ, Memorias de la. Acardemia de Berlín, 1735).
9. En análisis, se llama expresión simbólica. o símbolo a toda combinación de signos algebráicos que no significa nada por sí misma, a la cual se le confiere un valor diferente del que debe tener natu- lalmente. Asimismo, se ilaman ecuacio*
simbólicas a las que tomadas al pie de Ja letra e interpretadas según las dones generalmente establecidas, inexactas o no tienen sentido, pero de las cuales se pueden deducir resultados tos, modificando y alterando según reglas fijas, o bien estas mismas ecuaciones o los símbolos que encierran (CAUCPIY, Cours d'analyse algébriqae)
B. RUSSELL (Inglaterra)
TRES RASIONES, DOS RECUERDOS, UNA CARTA.
Tres pasiones, simples pero irresistiblemente fuertes, han gobernado mi vida: el ardiente deseo de amor, la sed de conocimiento y una inmensurable piedad por los sufrí mientos de la humanidadr.
Así se expresa Bertrand Russell en el encabezamiento de su autografía, cuyo primer tomo, que cubre el periodo 1672-1914, acaba de aparecer en Londres. ¿Es necesario ver en Russell a un excéntrico, como ha escrito cierto crítico con respecto a este volumen en el cual el autor, alternativamente se denigra a sí mismo y reconoce que tiene conciencia de su genio. Para Jiosotros, el testimonio de un hombre que se ha apasionado por la matemática, y que es un escritor de talento, merece atención, especialmente cuando relata recuerdos sobre sus trabajos o sobre los sabios con los que ha podido intercambiar ideas.
Junto a sus recuerdos, Bertand Russell nos entrega igualmente cartas escritas o recibidas por él De una carta de Cantor, en visita a Londres el 19 de septiembre de 1911/ publicamos la mayor parte.
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G.W.matemática que experimenté en ese momento, subsistió en mí y determinó el curso de mis trabajos ulteriores.
Hallé más difíciles los principios del álgebra, quizás a causa de una mala enseñanza Se me hacía aprender de memoria que “el cuadrado de la suma de dos números es igual a la suma de sus cuadrados aumentada en el doble de su producto.” No tenía la menor idea de lo que eso significaba y como no podía recordar las palabras, el profesor me ponía el libro en la cara, lo que de ninguna manera estimulaba mi intelecto. Después de los primeros pasos en álgebra, sin embargo, las demás cosas fueron como sobre ruedas. Hallé placer en impresionar por mi saber a un nuevo maestro. Cierta vez, a los trece años, tuve un nuevo preceptor, hice girar una moneda y él me dijo: “¿Por qué gira la moneda? Le respondí: “Porque le he aplicado una cupla de fuerzas con mis dedos.” “¿Qué sabéis, pues, sobre las cuplas?”, preguntó. “¡Oh, sobre las cuplas lo sé todo!” le respondí con aire de suficiencia.
Mi abuela siempre temió que tuviera surmemge y se arreglaba para limitar rigurosamente mis horas de estudio. De allí resultó que me habituara a trabajar escondido en mi habitación, con velas, tomado a mi escritorio, en camisón de noche durante las frías veladas, presto a soplar la
REVELACION DE LA MATEMATICA
A los once años comencé el estudio de Euclides, con mi hermano como preceptor. Fue uno de los grandes acontecimientos de mi vida, tan deslumbrante como el primer amor. No había imaginado que en ella pudiera haber algo tan delicioso para la gente. Cuando hube aprendido la quinta proposición, mi hermano me dijo que generalmente se la consideraba difícil; sin embargo, no había encontrado en ella absolutamente ninguna dificultad. Fue la primera vez que se hizo claro para mí que podía tener alguna inteligencia. Desde ese momento hasta que con Whitehead concluimos nuestros Principia Mathematica, —tenía entonces treinta y ocho años— la matemática se constituyó en mi principal preocupación y en mi mayor fuente de satisfacción. No obstante, como toda satisfacción no proseguiría sin dificultades. Se me había dicho que Euclides demostraba cosas y yo me sentí fuertemente contrariado porque él comenzada por axiomas. Al principio rehusé aceptarlos hasta que mi hermano no me hubiera dado alguna buena razón para hacerlo, pero él me dijo: “Si no lo aceptas, no podremos ir más lejos'’, y como yo deseaba ir más lejos, los admití con repugnancia y provisoriamente. La duda acerca de los fundamentos de la
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ide 1900 fue la más alta cúspide de mi vida En ese momento llegue a decirme que entonces, por fin, yo había hecho algo que valia la, pena, y tenía la sensación ele que debía cuidar de no dejarme puesto negro sobre blanco. Envié tículo a Peano para los comienzos de octubre, me puse a redactar The Principes of Mathematics, obra para la cual ya había hecho numerosos ensayos infructuosos. Las partes III, IV, V y VI del libro, tal cual fueron publicadas, las escribí durante ese otoño. En esa época, también escribí las partes I, II y III, pero tuve que volver a escribirlas más tarde, de manera que el libro no alcanzó su forma definitiva antes de mayo de 1902. Cada día de octubre, noviembre y diciembre, escribía diez páginas y terminé el manuscrito el último día del siglo, con tiempo para escribir una carta jactanciosa a Héléne Thornas sobre las 200.000 palabras que acaba de concluir.
El Congreso fue un recodo en mi vida intelectual, pues en él volví a encontrar a Peano. Ya lo conocía de nombre y había visto algunas de sus obras, pero no me había tomado el trabajo de asimilar a fondo sus notaciones. Durante las discusiones del Congreso observé que él era mucho más preciso que cualquiera, y que invariablemente obtenía lo mejor en cualquier discusión en que se embarcara. Al pasar los días, decidí que ello ocurría debido a su lógica matemática. Logré que me diera todas sus obras, y tan pronto finalizó el Congreso me retiré a Fernhurst para estudiar tranquilamente cada palabra escrita por él o sus discípulos. Se volvió claro para mí que su notación aportaba una herramienta de análisis lógico tal que yo la investigué durante muchos años y que estudiándola en Peano, adquiriría una técnica de trabajo nueva y potente que, desde hacía mucho tiempo, deseaba emprender. Desde fines de agosto, todos los trabajos de Peano se habían vuelto familiares. Dediqué el mes de septiembre, a extender sus métodos a la lógica de las relaciones. Retrospectivamente, me parece que cada uno de los días de ese mes fue caluroso y soleado. Los Whitehead residían con nosotros en Fem- hurst y yo les expliqué mis nuevas ideas. Cada noche la discusión terminaba en alguna dificultad, y cada mañana encontraba que la dificultad de la noche precedente se había resuelto por si misma mientras yo dormía. Fue un período de embriaguez intelectual. Mis sensaciones se parecían a las que se experimenta después de haber escalado una montaña en la bruma cuando, la cima alcanzada, la bruma se disipa y el país se vuelve visible a cincuenta kilómetros en todas direcciones. Durante años, había tratado de analizar las nociones fundamentales de la matemática, tales como el orden o los números cardinales. De repente, en el lapso de algunas semanas, descubrí lo que parecían ser respuestas definitivas a los problemas que me habían desconcertado durante a,ños. Y después, mientras descubría las respuestas, introduje una nueva técnica matemática, gracias a la cual dominios hasta entonces abandonados a la imprecisión de los filósofos fueron conquistados para la precisión de una formulación exacta. Intelectualmente, el mes de septiembre
vela y a enfundarme en el lecho al menor ruido. Detestaba el latín y el griego, pensaba que sería necesario ser totalmente estúpido para aprender lenguas que nadie hablaba. Prefería la matemática a todos los otros estudios, pero, después de la matemática, me gustaba la liistoria.
No teniendo con quien compararme, ignoré durante mucho tiempo si era mejor o peor que los otros muchachos. No obstante, recuerdo que, una vez, mi tío Rollo, despidiéndose de Jowct, el maestro de Ba- lliol, en la puerta de su casa, decíale “Oh. marcha verdaderamente muy bien”, y reconocí, por*más que no pueda decir cómo,
se refería a mi trabajo. Tan pronto comprendí que era inteligente, me
fijé el objetivo de realizar algo importante en el dominio intelectual, en todo lo que pudiera, y, durante toda mi juventud no dejé que ningún obstáculo se interpusiera en el camino de ese ambicioso proyecto.
inejante, y apareció, gracias a un análisis logico, que naoia analogía con la antigua contradicción ue los griegos sobre E¿Dimé- nides el Cretense, que decía que todos los cretenses eran mentirosos. Puede obtenerse una contradicción enteramente análoga a la de Epiménides dando a una persona un pedazo de papel en el que esté escrito: JLa proposición escrita al dorso es falsa; la persona devuelve el papel y halla en la otra cara: “la proposición escrita al dorso es falsa”. Parece indigno del hombre ocupar el tiempo en esas futilezas, pero ¿que podía hacer? Había algo que claudicaba puesto que tales contradicciones eran inevitables partiendo de las premisas ordinarias. Fútil o no, la cuestión era un problema. En todo el segundo semestre de 1901, supuse que la solución sería fácil, pero al final de ese período, concluí que era un asunto grueso. Decidí, pues, terminar The Principies of Mathematics, dejando la solución en suspenso. En el otoño retomamos a Cambridge, donde había sido invitado a dictar lógica matemática durante dos semestres. Esas conferencias contenían lo esencial de Principia Mathematica, pero sin ningún método que permitiera eliminar esas contradicciones.
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En julio de 1900, en el marco de la exposición universal, se realizó en París un Congreso Internacional de Filosofía. Whitehead y yo decidimos concurrir al congreso y acepté la invitación de leer en él una comunicación. Nuestra llegada a París fue marcada por un reencuentro algo tumultoso con el eminente matemático Emile Borel. Carey Thornas le había pedido a mi esposa Alys que le trajera doce baúles vacíos que había dejado en Inglaterra. Borel le había pedido a Whitehead «pie trajera consigo a su nieta la que se desempeñaba como maestra en Inglaterra. Había un gentío en la Estación Norte, y no teníamos más que un boleto de registro para todo los equipajes. El de la nieta de Borel apareció de inmediato, y el nuestro poco después, pero, de los baúles de Carey, sólo aparecieron once. Mientras esperábamos al duodécimo, Borel perdió la paciencia, me arrebató de las manos el boleto de los equipajes, y se fue con su nieta y su única valija, dejándonos en la imposibilidad de reclamar tanto los baúles de Carey como nuestros propios equipajes. Whitehead y yo nos apoderamos de las maletas una por una, usándolas como arietes para atravesar el círculo de empleados. Estos se vieron tan sorprendidos que la maniobra fue exitosa.
LAS PARADOJAS
.A lines uel segundo trimestre del año escolar, Aiys y yo retornamos a Fernnurst, aoncte me ¿>use a trabajar en la elaboración de la construcción deductiva de la matemática que resulto ciespues nuestra obra Principia Mathematica. Pensaba que el trabajo estaba cerca de su conclusión, pero en el mes de mayo tuve un chasco intelectual casi tan grave como el chasco sentimental que tuve en lebrero Cantor había prooado que ya no había número mas grande y me parecía que el número ae todas las cosas del
UNA CARTA DE GEORG CANTOR■
Al honorable Bertrand Russell, Trinity College, Cambridge, 19 de setiembre de 1911, Ü2 Nevería Square, South Kensington, Londres
Señor y estimado colega:
Por la señora Margaret Corbet Ashby os puedo enviar esta carta. Resido aquí durante una semana, más o menos, con mi hija María, probablemente hasta el 24 de setiembre, día en que, sin duda, partiré hacia París, igualmente por una semana y para volver luego a casa. Sería en gran placer si pudiera acompañarnos a París. Allí podríamos reencontrarnos con Poincaré, lo que formaría un “trío”, rudamente hermoso.
En lo que me concierne, sin duda sabéis que soy demasiado hereje en muchos dominios científicos y también en muchos temas literarios; asi, para no citar más que
mundo debía ser el más grande de los números posibles. Examiné, en consecuencia, con minuciosidad ia demostración de Cantor y traté de aplicarla a la clase de tocias las clases existentes. Eso me condujo a las clases que no son elementos de si mismas y a plantear la cuestión de saber si la clase de todas esas clases es, o no es, elemento de sí misma. Comprobé que cada respuesta arrastraba consigo su contradicción. Al principio, supuse que sería capaz de superar muy fácilmente esta contradicción y que, probablemente, había algún error insignificante en el razonamiento. Sin embargo, progresivamente se volvió claro que ése no era el caso. Burali Forti ya había descubierto una contradicción se-
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fmorado de esa abominable momia, a me
que este hechizado por ella. También comprendo en su totalidad la oposición de Poincaré y nie siento honrado por ella, por más que él no haya jamás tenido la idea de honrarme, de ello estoy seguro. Si él quizás, espera que le responda para defenderme, comete, sin ninguna duda, un
PROBLEMATICA DE HOYdos: yo soy “baconiano” en el problema Bacon-Shakespeare y soy completamente adversario del viejo Kanty quien, a nu parecer, ha hecho tanto mal y ha descaiga- do tantos malos golpes contra la liloso- fía y aun contra la humanidad, como podéis verlo fácilmente en los más extravagantes desarrollos de la metafísica en Alemania entre todos los que lo han seguido, como en Fichtc, Sclielling, Hegel, Hci- bart, Schepenhauer, Hartmamn, Nietzsche, etc. etc.; hasta nuestros días. Jamas he podido comprender cómo y por qué pueblos tan honorables y razonables como lo son italianos, ingleses y franceses pudieron seguir a ese filisteo capcioso que era tan mal matemático.
Y ahora, Poincaré está totalmente ena
nos
Consideraciones finales'F. GONSETH
(Suiza)
que toda materia de enseñanza debe ser examinada bajo los tres siguientes aspectos:
Debe examinarse primeramente desde el punto de vista del alumno. No es necesario comentar mucho lo que significa esta primera exigencia. Limitémonos a subrayar aquí un aspecto: es necesario que se reúnan las condiciones objetivas y subjetivas para que dicha materia pueda ser asimilada. En particular, es necesario que el alumno haya alcanzado el nivel de desarrollo a falta del cual la materia que se enseña queda fuera de su alcance. Es necesario, además, despertar su interés, sin el cual la enseñanza queda casi sin acción. Jamás se subrayará bastante que una enseñanza que no despierta ni retiene el interés de los alumnos es comparable con un mecanismo al que ninguna fuente de energía conservaría el movimiento.
Toda materia de enseñanza se debe examinar luego desde el punto de vista del maestro. Este debe tener la sensación de corresponder a las verdaderas necesidades del alumno, aun si éste no tiene conciencia de ellas. Pero eso no basta; es necesario que su enseñanza le satisfaga a él mismo, para sí mismo; es preciso que pueda tener interés en ella de por sí y no sólo pensando en el bien de los alumnos.
Es necesario, en fin, que el conjunto de materias de una enseñanza sea apreciado desde el punto de vista de la autoridad, pues de ella dependen, a fin de cuentas, las decisiones que fijan los fines a los cuales deberán responder las elecciones.
En la práctica, naturalmente es al maestro a quien se pedirá que pueda colocarse en cada uno de esos tres puntos de vista.
Esto dicho, retornemos a la extraordinaria voluntad de renovación que ha existido y que inspira las enseñanzas del nivel secundario, muy particularmente en matemática. Lo que no puede dejar de impresionar, es que se trata de un fenómeno contagioso, que no se detiene en las fronteras
gran error.Pienso que él es diez años menor que
yo, pero he aprendido a esperar siempre, y ahora preveo claramente que en esta querella, yo no seré él vencido. De la misma manera, para los pequeños desacuerdos entre Ud. y yo, estoy seguro que desparecerán del todo después de
versación...
Nuestro coloquio sobre la coordinación de Ja enseñanza de la física y de Ja matemática va a concluir. Las conclusiones que ahora he de presentar serán su último episodio. ¿Pero iremos a pensar que él también señalará el fin de la discusión sobre el tema al que acabamos de dedicar tan sincera atención? ¿Hemos llegado a esclarecer el conjunto de problemas que nos fueron planteados? Seria muy presuntuoso afirmarlo; estoy seguro que ninguno de vosotros lo soñaría.
Entonces, ¿habrá sido vano nuestro esfuerzo? Estoy igualmente seguro de que cada uno de nosotros, incluso el menos optimista, se cuidará, se defenderá, de caer en tamaño escepticismo. Pudiera ser que no todos nosotros seamos exactamente del mismo parecer en la apreciación de los resultados que podríamos colocar en nuestro activo. Sin embargo, una cosa es cierta: nuestro coloquio, por el curso que ha tomado, por las ocasiones y por las convergencias que en él se han manifestado, implica cierto número de enseñanzas cuya importancia no podría negarse. Una vez más, no es necesario esperar que podamos juzgarlas todos exactamente de la misma manera. Debo, pues, formular conclusiones válidas a la vez para todos. No me aventuraré siquiera a hablar en nombre de los que en lenguaje “únese*uiano” se podrían llamar los tres “iniciadores” de este encuentro. Llevare solo la responsabilidad de las reflexiones que ahora voy a someteros. Espero, no obstante, no perder de vista que estamos aquí para buscar un sendero de armonía y no para ocupar, unos frente a otros, posiciones irreductibles.
Más de una vez me ha ocurrido, hablando de la enseñanza de la matemática en el nivel secundario, colocar como principio* Discurso final pronunciado oor el renombrado lóqico y
matemático suizo en el Coloquio Internacional sobre la reforma y la coordinación de las enseñanzas do la matemática y la física, <“uc se realizó en Lausana, en enero de 1967.. que hoy orcemos en versión de la profesora Cristina Verdaguer de Banfi.
una con-a
Georg CANTOR
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Ningún hombre puede ser un buen maestro a menos que tenga sentimientos de cálido afecto hacia sus discípulos y un deseo genuino de enseñarle lo que él mismo cree valioso....
Lo que un maestro debe intentar primeramente es provocar en sus alumnos —si la democracia ha de sobrevivir— el tipo de tolerancia que surge del intento de comprender a quienes son diferentes de nosotros. Es, quizá, un impulso humano natural contemplar con horror y disgusto las maneras y costumbres diferentes de aquellas a las que estamos acostumbrados. Las hormigas y los salvajes ejecutan a los extraños. Y aquéllos que nunca han viajado, ni física, ni mentalmente, encuentran dificultad en tolerar las extrañas maneras y creencias de otras naciones y otras épocas, de otras sectas y otros partidos políticos. Este tipo de intolerancia ignorante es la. antitesis de una visión civilizada y es uno de los peligros más grandes a que está, expuesto nuestro superpoblado múñelo ....
El maestro, como el artista, él filósofo y el hombre de letras, solamente puede realizar su trabajo en forma, adecuada si se siente como un individuo dirigido por un impulso creador interno, no dominado ni encadenado por una autoridad, externa.
B. RUSSELL, Unpopular Essays, 1950.
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el iionui uel espíritu luinumo’'. Pero tam- bieu íes corresponde exigir que ia ense- uaiiza escolar ue la matemática su va también para ía rormacion cíe touas capas técnicas que necesita una sociedad moderna.
A ella retorna (después de la información) el derecno, la capacidad cíe optar por tai o cual tipo de escuela —en particular, por un tipo de escuela donue se aprenda a valerse de la matemática como un instrumento irreemplazable. .Llego incluso a pensar que le corresponde decidir el exigir, por ejemplo, que las enseñanzas de matemática y de física estén coordinadas en la medida de lo posible y por prioridad.
Lo he dicho; no tengo, no puedo tener la intención de enumerar y de evaluar aquí el conjunto de exigencias que es necesario equilibrar con las que el maestro tiene el derecho de emitir por su propia cuenta. Lo que acaba de decirse basta, no obstante, para que se comprenda claramente que sólo a la matemática le corresponde considerar la sustancia matemática, cualquiera sean, por otra parte, el valor, el esplendor o la novedad, no proporciona las garantías de una enseñanza valedera de la matemática.
Las mismas observaciones anteriores pueden también proporcionar la explicación de un hecho desconcertante a primera vista (sobre el cual ha insistido particularmente DELESSERT): que se pueda proponer de buena fe tantas soluciones diferentes del problema de la enseñanza de la matemática en el nivel secundario, diferentes entre ellas y, sin embargo, cada una coherente de por sí. Lo que ocurre es que cada uno evalúa a su manera las exigencias que se deben satisfacer y que ella establece entre ellas un equilibrio basado sobre esta evaluación. Por lo que se, es de importancia fundamental tomar clara conciencia de este último hecho. Lleva mucho más lejos que la simple elección de una forma de enseñar. Creo justo, incluso hasta indispensable, tratarlo con un poco más de hondura. Por otra parte, me será posible ir al encuentro de la enseñanza de la física a la que hasta ahora apenas he aludido.
Para ello vuelvo a la distinción que hice entre un primer y segundo aspecto de la nueva matemática. Bajo el primero, ordené la investigación y el estudio de estructuras matemáticas tales como los espacios
cieincmuics ue su enseñanza el espjritu y ios inüCUUOS uc 1U iiueva lilcUcinau^a.
listo cucho ¿no convendría agregar sin tardanza que las precedentes observaciones no implican ninguna critica nacía ei maestros ¿íno es libre, perfectamente libre, de Hacer funcionar al máximo el impacto del progreso de la matemática en su enseñanza, incluso en la escuela secunuauar ¿i\o habría una irritante injusticia en poner siquiera en duda el valor de la actitud abierta de que el ha dado prueba? Pero ¿tiene toda la liborlau para adoptar esa acudías lie ahí todo el problema, be acordará, pienso, en poner fuera de duda el siguiente principio: nacía limitará la libertad clel maestro para hacer valer en su enseñanza lo que él juzga mejor, salvo las exigencias a respetar en el nivel de los alumnos y de las autoridades. Seria demasiado largo señalar todo lo que comprenden las exigencias de parte del alumno y de parte ue la autoridad. Todos saben que las actitudes de un alumno para recibir tales o cuales materias de enseñanza y para apropiarse de tales o cuales formas de presentarlas, obedecen a ciertas leyes de crecimiento y de maduración. Ciertamente, estas leyes no son tales que no se pueda tener ninguna acción sobre ellas. Se puede favorecer, por ejemplo, e incluso acelerar el proceso de maduración mediante un conjunto de incitaciones apropiadas. Pero, ¿hasta qué punto se puede hacerlo sin correr ningún riesgo? La respuesta es asunto de estudio y experiencia. Es natural, es deseable que el maestro participe ele este estudio. Pero —¿es necesario subrayarlo?— no se trata ele una cuestión propia de la matemática estructural. Volveré luego, desde un punto de vista menos estrictamente pedagógico, sobre este aspecto de las cosas.
Por otra parte, nadie podría olvidar que está en la naturaleza misma de la matemática no ser solamente una disciplina racional, sino también una disciplina aplicable a la realidad. Esta realidad va, además, desde las actividades más cotidianas a las investigaciones más diversificadas y a las técnicas más avanzadas. Se alcanza aquí el punto de vista de la autoridad exigiendo que la enseñanza de la matemática incorpore también esa finalidad. Corresponde a las autoridades decidir si quieren crear institutos de altas investigaciones matemáticas, o si la matemática sólo se estudiará para
2?) Ubica una metodología (método axiomático, formalización, etc.) de la que se espera, en esta nueva perspectiva, una
solución del problema de la funda-
de tal o cual país o de tal o cual agrupación de países. De esto, es una prueba el carácter internacional de este coloquio.
Con mayor o menor agudeza, la tendencia de esta renovación, digamos incluso de esta revolución, es la misma dondequiera, unitaria y sistemática: se trata de hacer valer y prevalecer la idea de estructura (de estructura matemática, por supuesto) hasta en los grados más elementales de la enseñanza matemática. Se puede preguntar cuáles son las causas de esto. ¿Son las mismas en todas partes? Se puede dudarlo, especialmente si se ha tomado parte en los primeros esfuerzos intentados en ese sentido. Tiendo a recordar aquí la actividad de la Comisión Internacional para el Progreso de la Enseñanza Matemática. Por el incansable esfuerzo de GATTEGNO y durante muchos años ha mantenido sus memorables sesiones en los cuatro ángulos de Europa. En particular me oueda el más vivo recuerdo de un colonuio donde se reunieron en Melun, en 1950, durante toda una semana muchos de loe rm«* lmv tienen manifiesta influencia. CT-TOOTTET. DTEU- DONNE, LTCT-TNEROWTC7. PTAGET, SERVAIS, efe. Pero nada deiaha entonces prever oue las mesHoncs suscitadas con cierta serenidad en esa ocasión podrían día provocar un interés tan general apasionado.
Preguntándome luego cuáles podían las causas de semejante evolución, tenía la intención de plantear una cuestión todavía más precisa: ¿deben buscarse esas causas a nivel del alumno, del maestro o de las autoridades?
Me imagino muy bien que así la cuestión pueda parecer mal planteada. Las causas verdaderamente determinantes, dirá, deberán buscarse en otra parte, fuera del cuadro así fijado. Los hechos que gobiernan todo están ubicados al nivel de la investigación. En menos de un siglo, la matemática ha sufrido una profunda tación, quizá convendría incluso decir que han cumplido una metamorfosis. ¿Es posible indicar su sentido con algunas palabras? Muy sumariamente esbozada, la tamorfosis se presenta bajo dos aspectos principales:
l9) Libera y destaca una matemática de las estructuras subyacentes de alguna manera en las matemáticas de la antigüedad.
nueva mentación.
Los últimos episodios de la investigación acerca de los fundamentos no permiten afirmar que, en cuanto al segundo aspecto se refiere, la metamorfosis haya ya alcanzado su término. No por ello las ganancias adquiridas en el primero quedan menos aseguradas.
Y bien, se me dirá, si se trata verdade- lamente de una metamorfosis, ¿no es comprensible, no es fatal, que todo matemático se sienta frustrado si no se halla en situación de tomar parte en ella, de cerca o de lejos? ¿Y' no es justo que haga todo lo necesario para no quedar al margen de una evolución tan determinante?
Habiendo colocado así los hechos decisivos a nivel de la investigación y su progreso, no por ello queda menos intacta la siguiente cuestión: ¿en qué medida pueden proyectarse esos hechos sobre la enseñanza de la matemática a nivel secundario? Henos aquí conducido a las distinciones que luciéramos hace un instante: ¿es al nivel del alumno, clel maestro, o al de las autoridades donde súbitamente se ha revelado justo y aun necesario apelar a las matemáticas más modernas? La respuesta no deja ninguna duda: es a nivel del maestro. Sin vacilar hemos dicho hace un instante que el maestro debe ser capaz de colocarse tanto en el punto de vista de los alumnos cuanto en el de las autoridades. ¿Le servirá de pretexto para declarar que colocándose en su propio punto de vista, el maestro, por eso mismo, no podría dejar de tener en cuenta los demás? Eso significaría hablar contra el más claro buen sentido. Por su propia cuenta —y es preciso alabarlo— el maestro se sentirá frustrado si ñanza lo mantiene apartado de la metamorfosis que ocurre en la matemática. Pero no es jpensando tan sólo en sus alumnos que le molestará la distancia que separa a algunas de las materias que enseña, y la forma en que las enseña, comparado con lo que podrían ser con el esclarecimiento estructural. Es en sí mismo donde
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se producirá cierta caída de interés por algunos de los capítulos tradicionales y por ciertas formas de presentarlos. Y su prooio deseo le llevará a hacer valer hasta en las partes
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ticular, Ja matemática se vuelve indispensable tanto en Ja primera como en la segunda de esas funciones. Paso a paso, por otra parte, lo mismo sucede para todas las demás disciplinas científicas y técnicas. En la práctica, el matemático no querrá ni podrá renunciar a la doble carga de esas dos funciones complementarias. Deberá, pues, asumir, al mismo tiempo, la carga de una metodología que le de derecho a ello. Pero ¿cómo podrá hacerlo si, persiguiendo la reconstrucción sistemática de la matemática estructural en un horizonte específico, es decir, separado, ha cortado los puentes con los demás órdenes del conocimiento: ¿No suscita así un problema metodológico de los más arduos, digamos incluso un problema filosófico ante el cual el mismo estará desarmado?
Más breve y netamente, he aquí lo que me parece indispensable subrayar: la evolución de las matemáticas hacia una matemática de las estructuras es, todo lo hace pensar, irreversible. Al problema de desarrollar la matemática así “metamorfosea- da” puede superponerse el problema de fundamentarla inmediatamente, de una vez por todas, en su aspecto específico. Está, sin embargo, por demostrar que se puede alguna vez darle una solución completa y ne vartelur. Si se la lograra, el matemático debería tomar a su cargo otro problema: el de proveer una metodología, una metodología de sus vínculos con las otras disciplinas. Y sobre todo, actuando desde ahora como si estuviera asegurada de antemano una solución de esos dos problemas, el matemático viene posición filosófica cuya autenticidad tá establecida. ¿Pero le es todavía posible ocupar otra al respecto? Ño sustento por mi cuenta ninguna duda al respecto. Es posible desarrollar una metodología de la investigación (una metodología denominada abierta) en la cual el problema de la fundamentación pueda ser intemretado como un problema de reelaboración. Gracias a ese sesgo metodológico, puede desarrollarse sin trabas una matemática de las estructuras, conservando sus vínculos naturales tanto desde el lado subjetivo como desde el lado objetivo.
Es verdad que en el marco de una metodología semejante, la pedagogía queda en libertad de evaluar según las finalidades de su enseñanza la parte que corrcs-
vectoriales o los grupos (para no citar más que dos ejemplos). Una investigación semejante puede muy bien desarrollarse a partir de las matemáticas tradicionales, en el marco de la geometría, el álgebra o el análisis clásico. Ella puede también realizarse según el modo axiomático, estando axiomáticamente fundamentada una disciplina cuando se ha podido reunir cierto grupo de enunciados justos, de los cuales todos los demás enunciados justos de la disciplina no serán más que consecuencias. Bajo este primer aspecto la matemática estructural no necesita otro fundamento que las matemáticas clásicas. Están, como ellas, fundadas en ellas.
Se pasa al segundo aspecto cuando se pretende fundamentar la matemática estructural por sí misma, mediante el intermediario, por ejemplo, de una teoría de conjuntos, ella misma previamente fundamentada. Se sabe que, para evitar ciertas paradojas, se ha procedido a la axiomati- zación de la teoría de conjuntos, y ello en diversos ensayos sucesivos. Claro es que, en semejante proceso de fundamentación, el axioma es totalmente distinto que hace un instante, porque nada permite de antemano tenerlo por un enunciado justo. ¿Puede una empresa tal ser conducida legítimamente de modo definitivo? ¿Puede ser puesta totalmente fuera de duda la metodología donde se la recoge? No es este el lugar para debatirlo. Sin embargo, me parece indispensable preguntarse qué lugar ocupará la matemática en el campo del conocimiento si ella jamás llegará a estar así fundamentada en su especificidad estructural. Es necesario darse cuenta bien que ella habrá roto entonces lazos naturales con dos formas de los conocimientos a los cuales, de ningún modo, sería cuestión de renunciar, a saber:
A. Genética c históricamente, la matemática se presenta antes que nada una elaboración discursiva de nuestras estructuras naturales (y subjetivas, tales como las que se relacionan con el tiempo, el espacio, etc.).
B. Aparece también en nuestras actividades naturales, prolongadas por la técnica y la investigación científica, como el instrumento privilegiado del conocimiento preciso del mundo objetivo. Es subjetiva en A y objetiva en B. Para la física, en par-
poncle a la intuición, a la experiencia y al sistema . No desembocará, pues, en una enseñanza modelo y enmarcada, sino en una pluralidad de enseñanzas, todas las que deberán tenerse por valederas si ponden a lo que se tiene el derecho de esperar.
Acaso se juzgue que he estado equivocado al lanzar a la discusión términos de posiciones filosóficas ocupadas por u otros. De cualquier manera, ¿no llega demasiado tarde la aclaración de
una disciplina el primer fruto que se pueda recoger al abordar el estudio de la misma. Además, ocurre lo mismo con la metodología de un grupo de disciplinas o con la metodología de la investigación en general. No puede ser más que el producto de una estudiada reelaboración de las estructuras intencionales y operado- nales de la investigación activa. No se apoya sobre evidencias inmediatas, sino más bien sobre el éxito o el fracaso de ciertas concepciones, de ciertas interpretaciones y de ciertas opiniones. Es análoga a la reflexión que se revela capaz de aclarar y de orientar la acción que la ha originado. Tampoco debe asombrar que el sentido de la autenticidad metodológica difiera del sentido común que casi todos poseemos. Por el contrario, es necesario aceptar como un hecho experiencial que él sea tan molesto para hacerlo adoptar no siendo más que la idea de una doctrina objetiva, es decir, provista de garantías controlables (bien entendido que para aquellos que se toman el trabajo) — y mucho más todavía, para proponer un esbozo que pueda ser reconocido como tal.
Todo esto explica que la idea directriz de este coloquio no haya sido de una confrontación y una depuración metodológica previa de donde surgieran las lí- r-esa directrices de una confrontación de las enseñanzas de la matemática y la física. Esta idea no era ya dejar en libertad a los matemáticos, por una parte, y a los físicos, por la otra para fijar entre ellos y por sí mismos sus intenciones, sus programas y sus métodos, eximiéndolos de ordenar entre ellos sus conclusiones respectivas. La idea directriz, por el contrario, era que, no pudiendo partir de una base metodológica justa y común a la vez, y para evitar las discusiones sin salida, era necesario valorar la exigencia más concreta y más inmediata: la de la coexistencia obligada de las diferentes enseñanzas y, por consiguiente, la de su necesaria coordinación. La misma salvaguardia de las mentes jóvenes que se deben formar, ¿no lo es a precio? Era invocar el espíritu de solidaridad contra el espíritu de sistema, oponer lo humano a lo convencional.
Esta idea, que hubiéramos querido directriz, ¿ha resultado la dueña del juego? Los que lo esperan pueden tener, des-
res-
unos
esas posiciones filosóficas? Creo necesario explicarme. Para los maestros de matemática y de física, la apreciación de la situación que tiene hoy, la apreciación de lo que es necesario esperar, de lo que es necesario tener v de lo que es necesario hacer, es de lo más difícil. La toma de conciencia de los hechos previos y de los planes filosóficos anteriores es uno de los elementos decisivos. Es lo único que puede iluminar las razones de tales o cuales tomas de posición; allí es justamente donde debe actuar la reflexión para establecer el verdadero alcance de lo que está en juego en la renovación de las enseñanzas que actualmente se realizan. Pero si así ocurre, ¿por qué no haber intentado antes que nada obtener una comunidad de puntos de vista en ese nivel? Una vez establecido el acuerdo, ¿no habría sido más fácil entenderse sobre lo demás? Pienso, en efecto, que un acuerdo sobre las modalidades de una enseñanza no puede ser más que precaria sino está garantizada por una metodología comúái. Y es porque pienso también que el esfuerzo de renovación no puede hallar sus garantías más seguras más que vinculándose a una justa metodología de la investigación, siendo, por otra parte, el primer testimonio de la justeza de una metodología su capacidad para dar cuenta de la investigación más eficaz. Y no obstante, permanezco convencido que si hubiéramos buscado para comenzar entendemos acerca de una metodología igualmente admisible para todos, no habríamos llegado a ello. El tiempo necesario para una investigación semejante nos hubiera faltado del todo. Pero, sobre todo, un horizonte metodológico no es nunca un horizonte de primera línea. Es necesario andar para alcanzar un terreno científico de cierta profundidad. Tampoco es la metodología de
!
ia ocupar una
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como
T
I12 13
vación de la enseñanza debiera intentarse, quizá con éxito, la aplicación de un principio semejante.
Ciertamente, desde hace mucho tiempo el campo de la investigación ya se la ha abierto en su totalidad. Pero es posible
todavía más lejos y con mayor amplitud. La vida en sociedad no es posible más que si todas las actividades que participan de ella están bien vinculadas y bien coordinadas. ¿No es infinitamente tranquilizador pensar que incluso en la más vasta de las perspectivas un principio de coordinación podría día a día asumir la función de un principio de exactitud?
de luego, la peor de las decepciones. En la tarde del miércoles, los matemáticos, por una parte, los físicos, por la otra, habían redactado sus recomendaciones. El espíritu de novedad estaba aliado en ellos a cierta moderación. Pero las verdaderas dificultades, las que implica fatalmente la situación, se revelaron el lunes, en el momento de la confrontación de los programas correspondientes. El desarrollo de estos últimos, tal como fueron imaginados, significaría un desencuentro de unos 18 meses. En esas condiciones, la coordinación pareciera irrealizable. ¿Iremos a quedarnos en eso?
En lo que me concierne, mi única sorpresa consistió en comprobar con que nitidez se habían perfilado los obstáculos. Presentí que se los volvería a encontrar, tarde o temprano. No había enseñado durante cuarenta años entre la enseñanza secundaria y la superior y colaborado en la redacción de diversos manuales sin tomar conciencia de ello. Tal como me pareció entonces, lo digo sin ambages, el mayor obstáculo era simplemente el tiempo perdido.
El Simposio
a EnseñanzaNacional para
de las Cienciasver
Córdoba, 1968)
Cerca de millar y medio de profesores acudieron al Primer Simposio Nacional sobre la Enseñanza de las Ciencias, realizado en la Ciudad Universitaria de Córdoba entre el 16 y el 19 de octubre por convocatoria del Instituto Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias (INEC) con el auspicio de la Secretaría de Estado de Cultura y Educación, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y la Universidad Nacional de Córdoba. Esta asistencia multitudinaria es, a nuestro entender, uno de los mayores logros del Simposio; no es nada fácil que se dé la oportunidad de que los docentes de todo el país puedan cambiar impresiones acerca de su quehacer; haberlo logrado tiene que tener consecuencias provechosas para todos.
A las 10 y 30 del día 16 se realizó la reunión constitutiva, haciendo uso de la palabra el presidente del Comité Ejecutivo del Simposio, profesor Angel Hernáiz, para referirse a los objetivos del mismo, el profesor Luis R. Silva y el doctor Abra- ham Fischler, asesor del INEC. A las 19 se realizó la inauguración oficial con discursos del presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, doctor Bernardo A. Houssay, del Rector de la Universidad de Córdoba y del Subsecretario de Cultura y Educación a cargo de la Secretaría.
Los temas especiales: 1. Enseñanza de las Ciencias: objetivos y métodos; 2. Contenidos fundamentales de cada ciencia en los diferentes niveles, ciclos y orientaciones de la enseñanza; 3. Formación y perfeccionamiento de profesores de ciencias, y 4. Evaluación de la enseñanza de las ciencias, fueron tratados primero en re
uniones generales y luego en reuniones por asignatura, lo que permitió proponer recomendaciones que finalmente fueron tratadas y votadas en sesión plenaria.
Circunscribiéndonos a matemática, en el primer tema, el relator, profesor Roberto P. J. Hernández se refirió jos de Rosario Russo sobre objetivos generales y particulares en la enseñanza de las ciencias, y sobre método, informe y análisis y recursos didácticos en la enseñanza de la matemática; de Irma R. C. de Cáceres, y de Josefina B. Cosentino, sobre objetivo y método; de Theodolina B. de Romero Fónseca, sobre método heurístico; de Jorge Boscli, sobre coherencia pedagógica y coherencia estructural en los planes de estudio de la matemática para el ciclo medio; de Raquel L. de Las- ry, sobre cursos experimentales, y sobre asistencia científica del profesor; de María A. Ferrari y Asunción López Henri- quez, sobre una experiencia en el Colegio Nacional de Buenos Aires; de los profesores de la Escuela de ciclo básico de la Universidad Nacional del Sur, y de las profesoras María Meier, María L. L. de llizzollo y María A. P. de Forestello, sobre cursos experimentales; de Mauricio Epelbaum, sobre una experiencia en la Escuela Industrial Superior de la Universidad del Litoral; de Norma M. Roldán, sobre enseñanza de la trigonometría esférica; de Luis A. Santaló, sobre promoción de nuevas experiencias y ensayos metodológicos; de Ana O. Barrios y Susana C. de Lops, y de Eleonor C. de Notrica, sobre guías de trabajos prácticos; de Nelly V. de Tapia, y de Nelly M. C. Prefumo, sobre medios y técnicas auxilíales modernas; de Celina L. de Andrieu, María A. Crespi, Irma Dumrauf, Estela
PROPOSICIONES FINALES CON RESPECTO A LA ENSEÑANZA DE LA
MATEMATICA1*> La matemática es una actividad ina
lienable del espíritu humano. Todo niño tiene el derecho de ser formado en ella.
En un mundo cambiante, conviene que esta formación despierte y desarrolle en primer término las aptitudes de acción intelectual más bien que la mera acumulación de conocimientos.
3*-1 La matemática evoluciona cada vez más hacia una ciencia general de las estructuras. Estas les confieren un considerable poder de aplicación, información y unificación. El conocimiento y el dominio de esas estructuras, su utilización para comprender la realidad son los verdaderos objetivos de la enseñanza de la matemática.
traba-a
Al día siguiente, sin embargo, debía producirse una sorprendente revirada. Un principio y un hombre fueron los agentes benéficos. El principio era, naturalmente, el de la coexistencia, de la unión obligada de los docentes de matemática y de física. Una vez formulada (con la nitidez que, muy simplemente, logró la señora GRIVET) y una vez conscientemente adoptado, ese principio hizo valer sus consecuencias inevitables. El hombre fue el presidente de la sesión del viernes, M. E. BAURMANN, que había pasado la noche buscando los elementos de una solución valedera. Nuestro coloquio pudo avanzar así a sus conclusiones.
¿Cómo serán acogidas?? ¿Plallarán favorable? ¿Ejercerán acción en profundidad? Sería presuntuoso pensar que pudieran cerrar el debate. No obstante,
paso cierto en la dirección justa.Permítaseme expresar una impresión del
todo personal: el desarrollo de este coloquio representa para mí una experiencia cuyo alcance supera en mucho sus fines inmediatos. Me ha hecho comprender que en la práctica, y paso a paso, un principio coordinador puede suplir a un principio de exactitud. Ahora bien, no sólo en la
4° Algunas de esas estructuras tienen carácter elemental; existiría interés en servirse de ellas desde la infancia.
5;-1 Cierto número de estructuras más elaboradas debieran estar adquiridas al término de los estudios secundarios.
6,?< La realización de un nivel valedero exige una formación matemática y pedagógica apropiada de los maestros.
7'-1 La reforma de la enseñanza matemática debe ser considerada como un fenómeno permanente. Esto implica una formación continua de los maestros apoyada sobre una continua investigación pedagógica.
8^ En ese dominio, se vuelve indispensable una eficaz colaboración en plano mundial. Es urgente fundar un organismo internacional para la enseñanza de la matemática.
eco
marcan un
I
í!reno-
1514
*7 •,r
En el tercer terna, el relator inspector ílellmut Renato \V. Vólker, estudió la composición y características del personal dedicado a la enseñanza de la matemática, los centros de formación de profesó
la formación científica y profesio-
O. de González Baró, Nocmi C. de Goy- tia y Lidia D. de Villcmur, sobre diversos tópicos.
El relator recomendó que se contemple la reestructuración total de los programas, ateniéndose al objetivo de la disciplina y teniendo en cuenta el espíritu científico que la motiva; será menester precisar una estructura pedagógica coherente que tenga en cuenta que los métodos intuitivos, inductivos y experimentales, muy i lientos en una primera etapa, deben sólo manifestarse como molivadorcs del dis
matemático propiamente dicho. Se considera altamente aconsejable la realización de cursos experimentales sobre las bases arriba expuestas y ajustados a criterio dinámico y evaluados en todas sus etapas. Se aconsejan investigaciones especiales y experimentación con medios auxiliares. materiales concretos de representación y técnicas didácticas modernas, siempre asegurando el rigor del concepto matemático. Se recomienda, además, auspiciar la asistencia técnica a los profesores, designar auxiliares de inspección para colaborar con ellos y buscar el apoyo de profesores altamente calificados para experiencias concretas.
El relator del segundo tema, doctor César A. Trejo, se refirió a lo que considera debe ser un ciclo básico de tres años y, más sucintamente, a los cursos de años superiores. Se refirió a la necesidad de realizar urgentemente el análisis de la coherencia interna de los planes. Cree en la conveniencia de programas breves, acaso sintéticos, pero minuciosamente fundamentados y motivados. Cree que hay indudable opción en favor del enfoque conjuntista, usando desde el comienzo los conceptos como cauces de ordenación, incluso antes de su introducción explícita. Las estructuras algebraicas serán muy eficientes como pautas ordenadoras y coherentes. Se refirió luego a los trabajos presentados por la Escuela Normal “J. P* Eringles” de San Luis y la Escuela Argentina Modelo de la Capital Federal.
ORIENTACION-
de una teoría
de conjuntosres ynal, la formación científica del magisterio; la situación en que se desempeñan las tareas del profesor de ciencias; el ejercicio adecuado de la docencia; el perfeccionamiento docente; el papel de la universidad; información complementaria; los becarios y el entrenamiento del personal auxiliar docente.
En el cuarto tema, se estima que la evaluación final debe resultar de la aplicación de diversas técnicas como observaciones causales de conductas espontáneas, interrogatorios, entrevistas, exámenes, pruebas objetivas y de ensayo de respuestas restringidas, etc. Se considera
objetivos de la evaluación del rendimiento escolar los siguientes: servir co
instrumento de control pedagógico y administrativo; como instrumento de selección, de manera que el profesor pueda graduar la enseñanza, conocer y corregir deficiencias metodológicas y conceptuales, informarse sobre el aprovechamiento y ayudar a los alumnos, que deberían lograr pautas para autoelevarse y estimular su afán de superación. La familia tendría información periódica, clara v exnlícita, y la escuela podría evaluar el rendimiento docente y de los alumnos, diagnosticando sobre el progreso de la enseñanza y la validez de planes y programas,, orientando a los alumnos y seleccionándolos para determinadas actividades científicas; la sociedad aprovecharía mejor las inversiones, satisfaría las demandas de recursos humanos v garantizaría capacidad técnica, idoneidad y grado de preparación de los graduados.
Las recomendaciones votadas pasaron a una Comisión de Estilo para su redacción final; cuando lleguen a nuestro poder tendremos el gusto de informar a nuestros lectores.
conve-LAURENT SCEIWARTZ
(Francia)curso
AXIOMATICA Y FOftMALIZACION. cación se les dará. Entonces, a partir de fórmulas de base, A, B,. .. , traduciendo en hechos los axiomas planteados, se podrá encontrar otros por el juego de los conectivos lógicos: y, o, no, sea A y B (escríbese A A B), A o B (escríbese A V B) no A (escríbese ~ A). Otras fórmulas, S¡ A, entonces B (escríbese A => B), por ejemplo, conducirán a las precedentes; aquí: (~ A) V B.
En teoría de conjuntos, se puede partir de fórmulas x = y, x 6 y y de los símbolos V ("para todo"), =t ("existe"). El ciado matemático más complicado debe entonces poder expresarse con la ayuda de fórmulas que contienen esas solas fórmulas y esos solos símbolos. Esto, independientemente de toda significación particular atribuida a los símbolos: por ejemplo, se podría leer x 6 y "x es igual a t/" y x y "x es elemento de y" lo que tra bien que las reglas a adoptar, que la axiomática a elegir, son grandemente arbitrarias.
Demos, por ahora, algunos ejemplos de esta formalización asignando a los símbolos = y 6 la significación habitual. La frase "E es vacío" se escribirá:
V x, x Z Een la que Z es la abreviatura de ~ (x 6 E). Toda frase con una sola letra (aquí E) se escribirá pues con cierto número de letras mudas, variables cuantificadas (aquí x), y la letra libre E.
Otro ejemplo: la frase "E es un conjunto de dos elementos" se escribirá:
rl * ~ y ((.v 6 E) A ([/ 6 E) A (x =;= tj))A (V z 6 E : {z = x) V (z = y))
en la que la primera parte expresa que E tiene por lo menos dos elementos; la segunda, por la escritura V z £ E, sobrentiende una implicación y puede
Para una primera iniciación en la geometría, es muy necesario recurrir a la intuición. La superficie de una naranja, por ejemplo, permite concebir qué fera, la superficie de un estanque, si no hay viento, da una ¡dea de lo qué plano. Si nos detuviéramos allí, sería imposible decidir cuáles propiedades de la esfera o del plano son verdaderas y cuáles falsas. Es necesaria una construcción lógica de la geometría; eso supone, al comenzar, la formulación precisa de axiomas a partir de los cuales se vuelva posible deducir ciertas propiedades, enunciar teoremas.
Tal es la condición de existencia de toda matemática bien hecha, y la teoría de los conjuntos no escapa a dicha ley del género. Sin embargo, resulta curioso comprobar que la opinión de los' matemáticos sobre este asunto, ha vacilado durante mucho tiempo. A comienzos de siglo, Bo- rel y Hadamard todavía intercambian cartas de tono muy vivo, particularmente sobre las "paradojas de la teoría de los conjuntos", pero, por no haber precisado bien cuál era la axiomática de partida, su opinión no podía conducir a mucho.
Todavía hoy, en una primera iniciación, será necesario recurrir a la intuición, definir "ingenuamente" a los conjuntos como colecciones. Incluso, será mejor no hablar de "teoría de conjuntos" sino simplemente de un vocabulario o de una gramática. . . La cuestión queda abierta acerca del nivel en que será oportuno fundamentar correctamente, desde el punto de vista lógico, una teoría de conjuntos: esto supone que se señalan axiomáticamente cuáles son los objetos de la teoría, cuáles los símbolos que se emplearán y qué signifi-
un
es una es-
como es un
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mues-
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símbolos tendrán significaciones especiales bien precisadas a priori, y tales que todos los primeros axiomas de la teoría de conjuntos, se verifiquen en [M]; [M 3], sobre la existencia de conjuntos infinitos, nada se aceptará axiomáticamente en [M]; esta existencia no se podrá decidir en [M], de modo que, en el marco de la matemática habitual, es decir, del exterior del modelo, será posible probar que, en [M], no hay conjunto infinito.
Con estas notaciones, escribiremos engica, disponemos de una cantidad de letras, por ejemplo, xlt xs. .., xn,... (no suponiendo esta última notación ya construida la teoría de los naturales escritos como subíndices). La serie de axiomas (xx = Xi; x2 =
. . . , contrariamente e laapariencia es menos fuerte que el axioma único (V x, x = x). En efecto, éste último implica la serie precedente cuando, para deducirlo de esta serie, sería necesario poder hacerlo con un número finito de fórmulas, lo que es ¡mposjble, pues de xx = Xj;
deduce
[M]:plazada porV z : (z G E) V (z = X) V (z = y) [p £ /i; q G n, r G n, ..w G n]
Ejemplos: Puesto que 5 = 2° + 22, podemos escribir [2 £ 5, 0 £ 5]
o también: [5 == -¡0,2}-]Puesto que 64 = 2°:
[6 £ 6 4] y también [6 4= -jó}-]
No hay ningún inconveniente en agrupar los cuantificadores al comienzo, lo que nos da la versión definitiva:a x) (1 y) o z) ((x G E) A (y & E) A (* =s= y)) A ((z £ E) V (z = x) V (z = y)
Luego de este ejemplo, se concibe fácil- la formalización completa de
Xo, . . ., Xl: •— xn,
imente que toda una teoría matemática se volvería rápidamente inextricable; expresar que G es el producto cartesiano de E por F = E X F requeriría una veintena de cuantificadores y ocuparía toda una página. Nadie escribirá una teoría matemática en esa forma por más que sea indispensable saber que se lo puede hacer.
Cuando se escriben tales fórmulas, no preocupa saber si son verdaderas o falsas. La cuestión de lo verdadero y de lo falso no tendrá sentido más que cuando se enuncien los axiomas de la teoría. La última fórmula escrita no tiene más que una letra libre, E-, y al hacerla preceder por V E, se convertiría en una proposición con ninguna letra libre, "todo conjunto de dos elemen- tos", que podría elegirse como axioma y
sería verdadera (aún si en la teoría
PROPIEDADES DEL MODELO.CONSTRUCCION DEL MODELO.
no se Verifiquemos entonces, que los primeros axiomas de la teoría de conjuntos, también se verifican en [M].
Conjunto vacío. Cero es el único natural que no admite desarrollo diádico no vacío; en [M], la fórmula [x G 0] es falsa para todo x.
Conjunto de un sólo elemento. [■{/?}■] existe en [M], puesto que existen naturales que son potencias de 2; aquí 2P.
Conjunto de dos elementos. Sean dos naturales distintos: p =!- <7; [\p, C7 J-] existe en. el natural 2P + 2q. Observación: era indispensable precisar que p =jr q, pues 2P + 2P ' 1, y en [M], [-¡p, p\ = ip} = 2”]
Axioma de extensionalidad. En [M], dos objetos que tienen los mismos elementos, son ¡guales, lo que se escribe
[T 77?, V 7?, (771 = 7? ?=**=* (T X (x G m *± X G n)))]
Desde el exterior de [M] esto significa: la descomposición diádica de un natural, es única, teorema conocido.
X'* — Xo; . • •/' --- X»,Xo \ i — Xn i ]• Como únicos objetos del modelo, toma
mos los naturales 0,1,2,. .., n,. .., de la matemática habitual y conservamos las significaciones tradicionales de y, o, no, igual a (que se escribe siempre =). Sin embargo, para evitar toda confusión entre las fórmulas en el modelo y las fórmulas en la matemática habitual, escribiremos las primeras entre corchetes. De ese modo [3] designa un objeto en [M], en tanto que 3 designa al natural conocido; [p = q] expresa la igualdad de dos objetos en [M], mientras que p = q expresa la igualdad de dos naturales.
LO FINITO Y EL INFINITO.
Fuera de esta última observación, nada hemos dicho todavía sobre la noción de conjunto finito o conjunto infinito. No podemos contentarnos con la intuición simplista de que un conjunto es finito si es posible contar sus elementos; en efecto, los naturales no son estudiados más que a partir de las propiedades de los cardinales finitos; la noción de infinito debe, pues, fundamentarse sin recurrir a los cardinales.
La definición, que es sin duda la mejor, se enuncia así: "E es un conjunto infinito si y solamente si existe una biyección de E sobre una de sus partes, distinta de ella misma". Lo que expresa la fórmula
Lo que diferenciará a [M] de la matemática habitual, es la significación especial que asignaremos al signo £. Esta significación no puede ser elegida de cualquier manera debido a las tres condiciones impuestas al modelo. En efecto, si pusiéramos: [77? £ 7?] significa m ^ ?i, no se verificaría uno de los primeros axiomas de la teoría de conjuntos: en [M] no habría conjunto vacío. Si pusiéramos: [?7? £ ??] significa 77? < 7?, existiría un conjunto vacío, que sería cero, pero ya no se verificaría otro axioma importante, el de la existencia del conjunto de un sólo elemento; [6] verifica [6 £ 7, 6 £ 8], pero no existe ningún objeto [a] en [M] tal que [6] sea el único objeto del modelo que verifique
entoncesen que ella se inserta tuviera entonces pocas posibilidades de ser interesante). Si los axiomas se eligen al principio, las reglas de la enumeración lógica, que no enumeraremos aquí, nos permiten decidir cuáles
verdaderas y cuáles falsas, y entonces habremos demostrado teoremas. Quedarán fórmulas indecidibles, por ejemplo, en la teoría clásica de conjuntos no se puede decidir sobre la fórmula "E es un conjunto de dos elementos"; se sabe que existen conjuntos que tienen más o menos de dos elementos. En una teoría sin axiomas sobre = y £. la fórmula V x, x = x se vuelve ¡ndecidible, puesto que es verdadera en el modelo clásico si = significa igual, falsa si = significa elemento de. Es previsible, por otra parte, que en una teoría pobre en axiomas, casi todas las fórmulas resultarán inde- cidibles; aún en una teoría con muchos axiomas, como la teoría de conjuntos, las fórmulas indecibles están "en aplastante ma yoría".
(1 F), (1 f) : (F CE) A (F =- E) A f)es una biyección de E sobre F) en la que F C E y la última expresión entre paréntesis podrían ser completamente formalizadas.
No hay que discutir la existencia o la no existencia de un conjunto infinito en nombre de la intuición que se tuviera de él. En la teoría clásica de conjuntos, la existencia de conjuntos infinitos es aceptada en axiomas; un axioma entre los demás que supondremos bien elegidos, de manera tal que ese axioma del infinito pueda ser colocado en último término.
Esto supuesto, y colocándonos en el marco de la matemática habitual, construiremos un modelo [M] que responda a las tres condiciones siguientes: [MI], sus objetos y sus símbolos serán tomados de la matemática habitual y, por tanto, estarán sometidos, para nosotros, a la jurisdicción de las reglas de tratamiento que nos son familiares; [M 2] no obstante, en el interior del modelo [Mj, esos objetos y esos
son
1?
Inclusión y conjunto de las partes: Pordefinición:
[77? Cn^(V a* (x G tu => x & n))]Tomemos [5 = -{0,2}-]; las partes de [5]
son 0, 2o, 22, 22 + 2o; el conjunto de las partes [5] se escribe, pues, [P 5 = = -jO, 1, 4, 5\], es decir, P 5 = 2° + 21 + + 24 + 25 = 51. Fácilmente, se ve que siempre existe el conjunto de partes.
Par. Para definir un par, adoptamos la definición corriente:
[6 £ a].Estos dos ejemplos bastan para mostrar
que la construcción del modelo [M] es delicada, lo que la riqueza y la complejidad de la teoría de conjuntos dejaba prever Emplearemos el siguiente resultado: "todo natural diferente de cero admite un desarrollo diádico único"; dicho de otra manera, a todo natural ?? corresponde una única serie finita de naturales, p, q, r,..., tales que se puede escribir:
(*,</) = ^ *\t -U-, y} }■Agreguemos todavía una observación
sobre el reemplazo eventual de una axioma único tal como (V x, x = x) por una serie infinita de axiomas. En toda construcción ló-
w, distintos, que contiene la propiedad fundamental de!v par?i = 2p + 2q 4- 2r + ... + 2*® (*, !/) = tj1)
18 719
ff i?n¡i■
!o bien x = y y entonces x =x? = {/ = {/' o bien x r|= 1/ y entonces .t = x‘ e y = y' Distingamos los dos casos:
1? Si x = í/, (.t, s) = -{]x 1-, *¡ \x, x 1 }■
Sea, por ejemplo:
17 = -{(1,0), (2, 3)9 u^o) = ]n¡( ii,o^¡-=
= *¡2,3^ = 12][(2,3) = «¡m, ] 2, 3 |- [■ =
= ]4, 12}- = 2* + 2»-= 4112]
Por consiguiente [/ = 2‘2 + 2,u2] es la aplicación considerada y definida en el modelo por la terna:
[m, n,/]=(6, ll#2,s + 2‘>12)]
CONCLUSION.
La verificación de todos los resultados clásicos de la teoría de conjuntos se podría proseguir de la misma manera. Sin embargo, sabemos que el desarrollo diádico del natural n distinto de cero comporta un número finito de potencias de 2 (cuyos exponentes son, por otra parte, estrictamente inferiores a n). De ello resulta que en el modele, un objeto [n] no tiene por elementos más que un número finito de objetos [/;, q, ..., ti?].
Dicho de otra manera, desde el exterior del modelo, verificamos que en [M] no existe ningún objeto infinito; pero, en el seno del mismo modelo, no demostramos nada de eso.
En efecto, el caso contrario, sería a partir sólo de los axiomas precedentes (que hemos verificado, o que suponemos haberlo hecho); ahora bien; esos axiomas son los mismos que en la teoría clásica de conjuntos ¡en la cual no se muestra la no existencia de conjuntos infinitos} Vemos por ello que no se puede ciertamente, a partir de los axiomas usuales de la teoría de conjuntos sin axioma del infinito, probar le existencia de un conjunto infinite, sin lo que se lo probaría en el seno de [M] puesto que los axiomas son los mismos; por tanto, a fortiori, se habría probado para [M] por el exterior; ahora bien, para [M], probamos por el exterior que no hay conjunto infinito.
Se sabe también que en la teoría de conjuntos (con infinito o sin él), no existe conjunto de todos los objetos. Aquí, un conjunto de todos los objetos "sería" el mismo IN, pero IN no es un objeto de TAA].
De modo que la construcción del modelo rÁA] adquiere su significación: poner en evidencia para nosotros en nuestra matemática habitual, el carácter del axioma del infinito.
tría.
!r
\x}, !*)■}•
Euclidiana\x}}:<y por tanto (x, x \ — 1 x', x'}*— x — x
2? Si x -\z y, (x, y) = y')^ \xK \x,y} = -¡U-'f, i* t/n
y la última igualdad implica:O bien \ x \ = -{x1} sea x = x? y por consiguiente ] x\ y }■ = -j-V, H'\ Por tanto y = y\ puesto que sabemos ya
que x = x\O bien \x} = ix', y'}, lo que implica
x = y1 —X, e implicaría una contradicción con x zz y, aquí supuesta.
Mostraremos, en un ejemplo, que sabríamos calcular fácilmente una cupla en [M]. Sea [(3, 5)]; en efecto: [{3} = 8| y [ -j c,5f- = 8 + 32 = 40 i ]; por consiguiente:
f(3, 5) = ] 8, 40 I- = 2S + 2‘° == 1 050 935 628 032]
Producto cortesiano. Nos contentaremos con verificar, en un ejemplo, que sabemos definir un producto tal:
[2X3 = -¡(.v, y) x 6 2 e y 6 3[] Sabemos que: [2 = -j 1 3 = f 0,1 [ ]Los pares de [2X3] son:
Í(1,0) = -M 1 M 1,0 I j- = 1 2,3} = 12][d,d = }in, n,u}-= -¡n^ = 4]
(Bélgica) W. SESVAIS¡
VI. ORDEN LINEAL6.1. Sobre un par -j a,b f, hay dos órde
nes totales estrictos ] (a,b) l, -j (b,a)En un conjunto de tres elementos o más,
se pueden definir más de dos órdenes totales estrictos.
Cuando se recorre una recta en un sentido, se la provee de un orden total natural. Esta observación conduce a admitir el axiomaO/ Tocia recto está provista ele dos órdenes totales recíprocos.
Estados dos órdenes, llamados naturales, están dados desde que se da la recta.
Cada uno de ellos determina su recíproco.
A partir de este axioma, se definen: recta orientada, semirrecta abierta o cerrada, intervalo abierto, cerrado (segmento), semi- abierto, contorno poligonal, parte convexa del plano, envolvente convexa de una parte, con aplicaciones a los polígonos elementales.
6.2 El vínculo entre los dos órdenes naturales de una recta y los dos órdenes naturales de otra, está asegurado por el axioma02. Una proyección paralela de una recta sobre otra transfiere un orden natural ele la primera sobre un orden natural de la segunda o, toda proyección paralela ele una recta orientada sobre otra, es una función creciente o decreciente.
Cada uno de los dos órdenes naturales de una recta es isomorfo a uno de los dos órdenes naturales de otra recta.
Los axiomas Ot y Oo se verifican en el modelo de 4 elementos.
Sea una recta A en la cual a < b < cSi d no pertenece a A, las proyecciones
sobre A del par (Z?, el) según las direcciones de las rectas ad y cd dan los pares (bj a) y (b, c) que pertenecen, respectivamente, a los dos órdenes naturales de A. Por consiguiente, por composición de proyecciones paralelas, se puede aplicar objetivamente una recta sobre sí misma, de suerte que la imagen de un orden natural sea el orden recíproco.
Los dos órdenes naturales de una recta son isomorfos.
6.3 O.i. Si se considera la proyección de una recta orientada sobre una recta paralela,, el orden obtenido sobre ésta es el mismo cualquiera sea la dirección de proyección.
Este axioma, verificado en la figura, no es válido en el modelo de 4 elementos.
Aporta algo nuevo.
»
Por consiguiente:[2 X 3 = {4, 12}-= 4112]
Es fácil verificar aquí que [2X3 =!= 3X2]; en efecto, de la misma manera que más arriba se hallaría:[3X2 = *¡(0,1), (1,1)}- = -i 10,4 \ z=z 1040
A título de ejercicio, nos proponemos verificar que:
[(2X3)X4 = -¡21C + 22°, 2,09C + 2n00¡- [2X(3X4) = -¡22 + 21S, 22 + 2|00S}-]
Se definen rectas orientadas x^aralelas, del mismo sentido o de sentido contrario.
A partir del axioma 03, es fácil establecer que en toda recta hay infinitos puntos.
En la recta, por lo menos hay dos puntos distintos, a y b (A3). Además, por lo menos existe un punto u exterior a la recta ab (A«). Se construye el punto v tal que uv ¡| ab y bv || au.
Basta construir una sucesión de proyecciones paralelas, como se indica en la figura.
y por consiguiente:[(2X3)X4 =!= 2X(3X4)]
Aplicación. Aquí, también, nos contentaremos con mostrar con un ejemplo como definiremos una aplicación. Calcularemos para ello una terna: el objeto de partida, cqüí [m] sea, por ejemplo, [6=-{l, 2\], el objeto de llegada, aquí [n] sea, por ejemplo. 111] = ] 0, 1,3}-], y el objeto-grafo, aquí [fj, construir a partir de los pares cuyo primer objeto descrito es [ni] y tomando e.l segundo en [ni.
V> •
20 *
r,.rv . _ 'W / -I
Los pares equipolentes a (a, a!) determinan el vector de la traslación.
6.3. Cuando se compone un par de traslaciones, se obtiene una traslación cuyo vector es, por delinición, la suma de los vectores de las traslaciones dadas.
Cuando ab es proyectante, los puntos d y b\ c y el' se contunden y subsiste la equipolencia anterior.
Ei punto mecho de un segmento se proyecta en el punto medio de la proyección de dicho segmento.
Las diagonales de un paralelogramo se cortan en su punto medio. Una proyección paralela del plano sobre una recta trans- lorma un vector del plano en un vector de la recta.
La suma de dos vectores tiene por por- yección la suma de sus proyecciones sobre ia recta.
Por proyección paralela se construye la mitad, la enésima parte de un segmento.
6.Ü. Una dilatación transforma dos pares equipolentes en pares equipolentes, puesto que un paralelogramo tiene por imagen otro paralelogramo.
Una dilatación transforma un vector en otro vector, y la suma de un par de vectores en la suma de sus imágenes..
El grupo de las traslaciones se transforma en sí mismo mediante toda dilatación.
8.7. Si una dilatación intercambia dos puntos, intercambia los puntos de a pares y transforma un vector en el vector opuesto. Por definición, es una simetría central.Su centro es el punto medio de los segmentos que unen los puntos con sus imágenes respectivas. El conjunto de las traslaciones y las simetrías centrales es un grupo para la composición.
Se reconoce sin esfuerzo que, en una dilatación que no es idéntica, todas las trazas son, o bien paralelas, o bien concurrentes en un mismo punto c.
En el primer caso, la dilatación es, por definición, una traslación; en el segundo,
homotecia de centro c.La transformación idéntica es considera
da como traslación: toda recta es una traza paralela a sí misma; y como homotecia: todo punto del plano es intersección de trazas.
7.6. El conjunto de homotecias que admiten un mismo punto como centro, es
grupo para la composición.7.7. Es fácil ver que si la compuesta
de dos traslaciones tiene im punto fijo a, también tiene otro b (Basta tomar b exterior a la traza de a). Es, por tanto, la transformación idéntica.
Por consiguiente, la compuesta de dos traslaciones es una traslación. El conjunto de las traslaciones del plano es un grupo para la composición.
VIII. GRUPO DE LOS VECTORES
5.1. Una parte A del plano es equipolente a otra B, si hay una traslación que transforma A en B.
Como las traslaciones constituyen un grupo, la equipolencia es una relación de equivalencia: la designaremos con t.
5.2. Una traslación transforma un par de puntos (a. b) en otro par (a\ b’) equipolente: (a, b) ? (a’, b'). La clase de los pares equipolentes al par (a\ b'), es, por
»+definición, un vector, el vector ab.
En toda traslación, los pares determinados por los puntos y sus imágenes respectivas, son todos equipolentes.
Si a < b en el orden elegido en la recta ab, se tiene, sucesivamente b < c, c < r/, ..., de modo que los dos puntos de la sucesión a < Z> < c < d < ... no pueden coincidir.
;i,
Se tiene, evidentemente: ac = ab + be La notación vectorial
VII. GRUPO DE LAS DILATACIONES una2 es, pues, una ma
nera ele x^resentar las traslaciones; la posición de las mismas corresponde a la adición vectorial.
El conjunto de los vectores, dotado de la adición, es un grupo isomorfo al grupo de las traslaciones.
Los dos grupos son conmutativos.Se consideran, luego, los subgrupos en
gendrados por uno o por un par de. vectores.
7.1. Sobre la base de situaciones concretas: sombras chinescas, ampliaciones fo- togr á f i c a s, proyección cinematográfica, traslación de una puerta corrediza, los alumnos son inducidos a considerar las dilataciones.
Definición: una dilatación es una biyec- ción del plano en la que la imagen de una recta es otra recta paralela.
La Inyección idéntica es una dilatación.7.2. Por construcción, de rectas para
lelas, se establece que una dilatación está determinada cuando se conocen dos puntos y sus imágenes. Una dilatación que tiene dos puntos fijos es la transformación idéntica.
com-
j
un
8.4. Hay una sola traslación que lleva un punto fijo o del plano a un punto o dado.
Por definición, la suma de dos puntos, a y b, es el punto c tal que
oc = oa + abEl plano con origen, dotado de una
adición, es un grupo conmutativo isomorfo al grupo de las traslaciones o al de los vectores.
Se estudian los subgrupos engendrados por un punto o por un par de puntos.
b
- ---------- <Ca IX. SIMETRIA AXIAL Y GRUPO AFIN
7.3. Admitimos un solo axioma de existencia.
D. Hay, por lo menos, una dilatación en la cual dos puntos dados, a y b, tienen por imagen clos puntos distintos dados, a y b\ pertenecientes a una recta paralela a la recta ab.
De 7.2 se deduce que esta dilatación es única.
7.4. Es evidente que el conjunto de las dilataciones del plano, dotado de la composición, es un grupo.
En efecto, las biyecciones del plano forman grupo y el paralelismo es una relación de equivalencia.
7.5. En una dilatación, la recta que une un punto con su imagen es invariante; se la denomina traza de la dilatación.
Dos dilataciones recíprocas tienen la misma traza.
9.1. La simetría que tiene por eje una recta A y la dirección de D (secante de A) es la biyección del xplano en la cual un punto x y su imagen x pertenecen a una recta de dirección, D, siendo m punto medio de [x x] un punto de A.
'ir-’-V-6OL9 C*C
acu8.5. En una proyección paralela sobre
una recta, dos pares equipolentes tienen por imágenes pares equipolentes.
En efecto, si (a, b) T (c, el), la traslación
ac transforma b en el.Esta traslación da por imágenes de a y
¡y los puntos e y f de las rectas cc y eld\ Se tiene \a by) T (ef) y los x>untos e y f
están sobre una paralela a ceV.Por tanto: (e,J) t (c, el’).De donde, por transítividad: (a\ b’) T
{c\eV).
tíb 5
En efecto, en los paralelogramos se tiene; (a, a ) t (b, by) (b, b') || (c, c )De donde, j>or transí tividad (a, a ) t (b, b’)
i
>>22
íLos puntos de A son fijos; las rectas de
la misma dirección que D, se confunden con sus imágenes.
En una simetría axial, la imagen de recta es otra recta. La proposición es evidente cuando la recta xy es paralela al eje A, pues la imagen de xy se obtiene me
diante la traslación de vector 2 xm.Cuando xy corta a A en C, sea ij el si
métrico de y; la homotecia de centro c que transforma x en y, da como imagen de x’ al punto y' tal que la recta yy” es paralela a xx* y que el punto medio de m de [xx’\ tiene por imagen el punto medio n de [{///’] ubicado en la recta A.
Por consiguiente, [/” = y\ y la imagen de la recta xy es la recta xy.
9.2. Por composición de dilataciones y de simetrías sucesivas, se engendran las trasformaciones afines, que constituyen un grupo.
La compuesta de un par de simetrías que tienen ejes paralelos y la misma dirección, es una traslación.
La compuesta de un par de simetrías que tienen ejes secantes, cada uno de los cuales pertenece a la dirección de la otra simetría, es la simetría que tiene por centro el punto de intersección de los ejes (Simetrías axiales conjugadas).X. GRADUACION DE LA RECTA
10.1. Una recta D, dotada de un origen o y de la adición de puntos, es un grupo (Do, +). Este grupo es conmutativo.
Además, si la recta está orientada, se puede ordenar el grupo.
10.2. En el grupo (D0, +), consideremos el subgrupo engendrado por un punto u. distinto del origen o.
Este subgrupo es una graduación de la recta designada (Dou, +).
Basta destacar que una dilatación transforma a dos pares equipolentes en pares equipolentes, y a una recta orientada en otra recta orientada.
segmento, se divide a este último en dos segmentos equipolentes, y se considera el segmento al que pertenece x.
Se lo divide en dos segmentos equipolentes, y así sucesivamente.
Un binario limitado permite anotar este programa de ©iteraciones geométricas hasta un momento dado. Se admite que se pueda continuar indefinidamente; se obtiene así un binario ilimitado.
Un punto de una de las divisiones sucesivas origina dos desarrollos binarios; los otros puntos, uno solo.
Recíprocamente, un dado a priori, determina un programa de subdivisiones y de sucesivas elecciones de segmentos encajados.
El grupo de vectores del plano, dotado de esta multiplicación por los números reales, se convierte en un espacio vectorial real de dos dimensiones, isomorfo con respecto al espacio vectorial del plano.
12.2. La construcción anterior edifica simultáneamente Ja geometría afín del plano, el cuerpo de Jos números reales y el espacio vectorial real de dos dimensiones. Introduce progresivamente los axiomas, mostrando con modelos que aportan una información nueva y deduciendo las consecuencias importantes de cada aporte.
El camino geométrico seguido hace intervenir desde el principio transformaciones del plano y los grupos que eventualmente constituyen.
Son las propiedades de los grupos de traslaciones y de homotecias los que sirven de sostén intuitivo y lógico a la presentación del cuerpo de los números reles.
una
XI. CUERPO DE LOS NUMEROS REALES
11.1 La adición y la multiplicación do números binarios se definen a partir de la composición de las traslaciones y de las homotecias.
La adición de puntos en (Dou, -b) servirá para definir la adición de sus abscisas, la suma de éslas es, por definición, la abscisa de la suma de los puntos. Se sigue que el conjunto de las abscisas es un grupo imitativo para la adición.
Por definición, la compuesta de un par de homotecias. tendrá por razón el producto de sus razones (en el orden de composición).
El conjunto de las abscisas no nulas es un grupo para la multiplicación. Se determina que es conmutativo.
11.2. Finalmente, puesto que toda homotecia, comprendida la nula, transforma la suma de un par de vectores en la suma de sus imágenes, la multiplicación de las abscisas es distributiva con respecto a su suma.
El conjunto de las abscisas de los puntos de una recta graduada cualquiera, dotado de la adición y de la multiplicación, es un cuerpo independiente de la recta elegida, denominado cuerpo de los números reales.
XII. EL ESPACIO VECTORIALREAL PLANO12.1. En el plano, dotado de origen o,
eí producto de un punto a por un número oc es el punto b, imagen de a en la homotecia de razón ocy centro o.
El grupo de los puntos del plano con origen, dotado de la multiplicación por los números reales, es un espacio vectorial.
Si se opera con respecto a otro origeno y si se tiene oa = ó’d, la imagen b* de a, en la homotecia de centro o* y razón oc estal que ob = ob*.
El vector ob obtenido se denomina pro
ducto de lvector oa por el número <*. Se■4
escribo ob —
binario ilimitado,
con-
C. Axioma de continuidad.
La intersección de los segmentos encajados obtenidos por las sucesivas divisiones en dos segmentos equipolentes, continuadas indefinidamente, comprende un solo punto.
Se considera que dos binarios ilimitados que determinan el mismo punto x de ou, son iguales.
Se les denomina abscisa del punto x con respecto al origen o y al punto unitario u.
10.5. Por proyección paralela, una graduación de una recta tiene por imagen una graduación de la recta sobre la cual se proyecta.
Con respecto a esa graduaciones, un punto y su imagen tienen la misma abscisa (Teorema de Tales).
10.6. En una homotecia de centro o, dos puntos distintos de o, tq y u. son imágenes de Xy y x . que tienen la misma abscisa en las gradaciones determinadas por o y m,, o y u¿.
Esta abscisa común es la razón de la homotecia.
Para que a todo número binario corresponda una homotecia de centro o, se deberá admitir que el binario nulo 0,000... es la razón de la homotecia degenerada constante que aplica todo punto del plano sobre el centro o.
10.7. En una homotecia no constante c una traslación, una graduación de una recta tiene por imagen una graduación de
'la recta tginsfo'P'ada.Con respecto a esas graduaciones, un
punto y su imagen tienen la misma abscisa.
XIII. PERPENDICULARIDAD
13.1. La geometría métrica se construye en el seno de la geometría afín, ya formulada, mediante la noción de perpendicularidad de dos direcciones.
La consideración de cuadriculados conduce a admitir los siguientes axiomas:
Pi. En el conjunto de direcciones del plano, hay una relación simétrica: la perpendicularidad.
Po. Toda dirección dada del plano tiene una sola dirección que le es perpendicular.
P3. Dos direcciones perpendiculares cualesquiera son distintas (antirreflexiüidad).
13.2. Dos rectas son perpendiculares si pertenecen, respectivamente, a dos direcciones perpendiculares.
De los axiomas se deduce:Dos rectas perpendiculares son secantes.Por todo punto dado, hay una perpen
dicular a una recta dada y sólo una.
i
u3ü0lu
Se admite el axioma de Arquí- XIV. SIMETRIAS AXIALES ORTOGONALES
10.3. me des:
Arq. Para todo punto x de la recta ou, existe un número entero n tal que
a:6]n«*, (n + 1) u]o también, el conjunto de los intervalos ]nu, (n f 1) u], para n&Z es una partición de la recta ou.
10.4.
14.1. Una simetría de eje A se dice ortogonal si su dirección es perpendicular al eje A. Tal simetría está dada por su eje.
Aplicando las propiedades de la simetría afín (9.1) a la simetría axial ortogonal, se tiene:
Una simetría axial ortogonal transforma una recta en otra recta.
Dado un punto x de ou, hay un segmento [nu, (n + 1) u] que lo contiene.
Para precisar la posición de x sobre ese cc, oa.
24 25
1 i*-'
i: ¡
simetría axial ortogonal o la composición de una sucesión de un número impar de simetrías ortogonales.
Se demuestran las siguientes pro
no es una
Fácilmente se establece la conmu tatu- ridad considerando simetrías axiales ortogonales.
Las rotaciones del mismo centro constituyen un grupo conmutativo.
La inversa de un movimiento es un movimiento.
La composición de un par de movimientos es un movimiento.
El conjunto de movimientos es un grupo para la composición.
15.3. Es evidente que la transformación idéntica deja fija a toda semirrecta.
Experimentando con un calco, hallamos que es el único movimiento que tiene esa propiedad.
Admitimos el axioma:I. El único movimiento que (Jeja invariante una semirrecta dada en el plano es la transformación idéntica.
De este axioma resulta que hay un solo movimiento que transforma una semirrecta dada [ax en otra semirrecta dada [by.
En efecto, si [ax = [by, la propiedad es verdadera en virtud de I. Si no, sea 5 un movimiento que lleva [ax sobre [by.
Si 5* es un movimieto que opera del mismo modo, el movimiento S-1 o 8’ deja invariante a la recta [ax.
Se tiene, pues: 5-1 o 5’ = 1 de dondeDe esto se deduce que todo movimiento
es una traslación o una rotación, y que una rotación está determinada por una semirrecta que parte de su centro y la imagen de dicha semirrecta.
La composición de dos rotaciones del mismo centro es otra rotación del mismo centro.
Las rotaciones del mismo centro constituyen un grupo.
Ningún movimiento puede ser una simetría axial ortogonal.
En efecto, una simetría tal tiene una recta fija, y la sola traslación o rotación que tiene por lo menos una recta fija, es la trasformación idéntica.
La compuesta de un par de simetrías ortogonales de ejes paralelos es una traslación, que es idéntica si los ejes son iguales.
La compuesta de dos simetrías axiales ortogonales cuyos ejes son perpendiculares es la simetría cuyo centro es el punto de intersección de los ejes (son simetrías axiales conjugadas). Para todo par de puntos, sólo hay una simetría axial ortogonal que los intercambia.
14.2. Pegando una hoja de papel según una recta que pasa por el origen común a dos semirrectas, se las puede hacer coincidir.
Admitimos el axioma:B. Hay una simetría axial ortogonal que
intercambia dos semirrectas de origen común.
Basta postular la existencia; más adelante, en 16.2 se establecerá la unicidad.
16.2. piedades:
Un movimiento inverso que simetría axial ortogonal es la compuesta de una simetría tal con una rotación traslación.
XVII. ISOMETRIASo una
17.1 Una isometría es un movimiento o un retorno.
El conjunto de las isometrías es un grupo para la composición.
Los movimientos constituyen en ellas un semigrupo.
Un conjunto E se dice isométrico con respecto a un conjunto E’ si hay una homo- tecia que transforma E en E\
La relación de isometría es una equivalencia.
17.2. La clase de equivalencia de los segmentos isométricos a un segmento dado, es la longitud de los mismos.
Dado un segmento [ab] y una semirrecta fox*, hay un solo movimiento 5 que lleva la semirrecta [ab sobre la [ox.
Hay también un solo movimiento inverso SI que transforma [ab en [ox*. Como SI es el compuesto de 8 por la simetría ortogonal de eje [ox, en las dos isometrías 8 y O el punto b tiene la misma imagen c sobre la semirrecta [ox.
De donde, dados un segmento [ab] y una semirrecta [o.r, existe un punto c y sólo uno de [ox tal que [oc] sea un isométrico con [ab].
A partir de la relación de las longitudes, se define su suma, cuyas propiedades se siguen de la traslación de los pares sobre la recta. Si la recta está graduada, se obtiene la medida de una longitud como número real positivo o nulo.
De inmediato se introducen la definición de la circunstancia y sus propiedades elementales con respecto a las simetrías, las rotaciones y las traslaciones.
17.3. Las clases de equivalencia de los ángulos isométricos con respecto a un ángulo dado es la abertura de dicho ángulo. Cuando dos figuras son isométricas por movimiento, se dicen directamente isométricas.
Como los movimientos forman un grupo, la isometría directa es una relación de equivalencia.
Hay un solo movimiento inverso que transforma una semirrecta dada gunda semirrecta dada.
Un movimiento inverso que admite un punto fijo por lo menos, es una simetría axial ortogonal cuyo eje pasa por ese punto fijo.
::en una se-;•
í■
En el axioma B (14.2), la simetría axial ortogonal es única. Su eje es llamado bisectriz del ángulo de las semirrectas.
Una simetría axial ortogonal transforma una simetría ortogonal en otra simetría ortogonal.
Por consiguiente:La simetría axial ortogonal transforma;1. La mediatriz de un segmento en la
mediatriz de la imagen de ese segmento;2. Dos rectas perpendiculares en dos
rectas perpendiculares;3. La bisectriz de un ángulo en la bi
sectriz de la imagen.16.3. La composición de rotaciones del
mismo centro es conmutativa.Sea la rotación ct que transforma [oa en
oh, y la rotación g2 que lleva [ob a [oc.
XV. MOVIMIENTOS
15.1. La compuesta de un par de simetrías ortogonales cuyos ejes tienen por lo menos un punto común es, por definición, una rotación.
Un punto común a los dos ejes es fijo; se lo llama centro de la rotación.
Si hay un segundo punto fijo, la rotación •es la transformación idéntica.
Una simetría central es una rotación.Dado un par de semirrectas [ax* [by, se
puede hallar una compuesta de simetrías axiales y ortogonales que transforma [ax en [by.
Hay, pues, una traslación o una rotación que transforma una semirrecta dada en otra semirrecta dada.
15.2. Se construyen las imágenes de un dado conjunto de puntos por composi- ciones de simetrías axiales ortogonales. Deslizando sobre el plano un calco del conjunto inicial, se halla que se lo puede hacer coincidir con cada imagen obtenida por la composición de un número par de simetrías. Esta experiencia nos conduce a Ja definición.
Un movimiento es la composición de una sucesión de simetrías axiales ortogonales en número par.
Por consiguiente:La transformación idéntica es un movi
miento.Las traslaciones y rotaciones son movi
mientos.
8’=8j
: a
3
XVI. MOVIMIENTOS INVERSOS
Si se designa por 8i, 82, 83 las simetrías ortogonales que tienen, respectivamente por eje la bisectriz del ángulo < aob,
50 — obla bisectriz S3 del ángulo < boc se tienen
51 — §2 0 8i e>2 := §3 0 5s52 0 Si = Sn ° Su Su 0 Si = Su 0 Si
16.1. Cuando un conjunto de puntos no alineados E se transforma en el conjunto E' por una simetría otorgonal, el calco de E no puede ser llevado a coincidir con E’ más que haciéndolo volver sobre el plano. I.o mismo ocurre cuando se obtiene E’ a partir de E mediante un número impar de simetrías axiales ortogonales.
Esta experiencia nos conduce a la definición:
Un movimiento inverso del plano es una
yiDe donde:'
.
2(726
!
4 í
■
-los ángulos orientados de las rotaciones dadas.
El conjunto de los ángulos orientados, dotados de la adición, es un grupo conmutativo isomorfo con el grupo de rotaciones del mismo centro arbitrario.
XVIII. GRUPO DE LOS ANGULOS ORIENTADOS
I Democracia y estadística18.1. Sea una rotación ü en la que loa y [ob tienen por imágenes a [od y I ob\ respectivamente.
■ioiiPor definición, los pares ([oa, [ob) y
([oa\ [ob’) son directamente isométricos.
Demostraremos que ocurre lo mismo con los pares ([oa, [od) y[ob, [ob’) (i)
i J. R. PASCUA!, IBARRA (España)
XIX.
tiEste primer estudio de la geometría eu- clidiana se completa con la introducción del producto escalar y del grupo de las semejanzas engendrado por las isometrías y las homotecias.
Esta modesta exposición sólo pretende ejemplo de presentación heurís
tica de una de las cuestiones que los profesores consideran como una de las más áridas en el tratamiento didáctico. Se trata de la introducción de las nociones de estadística que figuran en los programas del quinto año del bachillerato español. No se encontrará, pues, novedad en el contenido ni aún en los métodos de enseñanza. No se trata más que de una experiencia hecha en clase, de un ejemplo de la ñera de guiar al alumno en el proceso de aprendizaje. Igualmente, se ha tenido en cuenta el principio general según el cual, en ese nivel, la enseñanza debe, superar el estrecho marco de la materia enseñada no para asegurar al alumno una formación especializada sino más bien una formación. general.
liemos realizado esta experiencia el año ¿jasado siguiendo una idea del profesor Kendall y sacando provecho, por una vez, de hecho de disponer de una clase numerosa (50 alumnos).
Los muchachos estaban habituados a realizar en clase mediciones directas con motivo de los trabajos prácticos. En esta oportunidad, teníamos necesidad de conocer la medida en centímetros de la longitud del p.zarrón, pero el metro que usábamos habitualmente para esos trabajos había sido voluntariamente “extraviado”. ¿Qué hacer? Frente a esta situación, los alumnos sugirieron el uso de una medida estimada “a vuelo de pájaro”. Entonces, el profesor les propuso votar ñor la mejor elección de esa medida. El voto sería libro, vale decir, cada alumno emitiría libremente su sufragio, sin dejarse influir por la opinión de otros camaradas. Para ello, a partir de ese momento, estaba prohibida la comunicación entre ellos. Se les aconsejó únicamente actuar por comparación con otras medidas ya conocidas
por ejercicios anteriores. Cada uno anotará su parecer en un papel.
Cuando los votos han sido recogidos, tenemos un colectivo, es decir un conjunto de valores numéricos. En ese momento es necesario el escrutinio que, en nuestro caso, llamaremos inventario de los datos obtenidos. Se encargan dos alumnos de ese trabajo, y se llega, luego de una ordenación conveniente, a preparar el siguiente cuadro, que llamaremos distribución estadística. El número de votos obtenidos por cada valor de la variable estadística, es su frecuencia
ij1
ser unb
<¿
XX. CONCLUSIONcvo10
La presentación dada de la geometría requiere 16 axiomas introducidos progresivamente con una base intuitiva.
Se logra así una elaboración genética que familiariza al alumno poco a poco con el contenido de cada grupo de axiomas y su alcance.
Variadas interpretaciones subrayan la independencia de los axiomas.
Las dilataciones, los vectores y los números reales son vistos en estrecha vinculación, antes que las nociones métricas de longitud y de ángulos.
Los grupos de transformaciones intervienen constantemente como herramientas de construcción. Las equivalencias correspondientes a los distintos grupos, sirven para definir las nociones geométricas fundamentales: vectores, longitudes, ángulos orientados, como clases de equivalencia.
Un estudio semejante, con variaciones, se hace en los tres primeros años de la enseñanza secundaria, con alumnos de 12 a 15 años.
Ellos disponen, así, en los umbrales del ciclo superior, de todo el equipo de nociones que vuelve natural la exposición hecha por el camino real, más abstracto, basado en los axiomas del cuerpo de los reales, del espacio vectorial real y del espacio vectorial euclidiano. Estos axiomas pueden, pues, ser propuestos sin riesgos a mentes preparadas para comprenderlos y estimar toda la economía racional que implica su empleo.
Sea Q’ la rotación que transforma [od •en [ob.
La semirrecta [oa es transformada en [o/; por la rotación Q o ¿P
Por la conmutatividad
n o fi = fi o n’
ma-
!
f:EscrutinioXl
1,30 II 241,32 I 1
La rotación que transforma [oa en [ob lleva a [oa’ sobre [ob\
Por tanto, los pares '(1) son directamente isométricos.
La clase de pares directamente isométricos con un par ([oa, [o, b) se llama ángulo orientado de esos pares; lo designaremos
1,35 III 31,38 II 2l ' 1,40 1III 4•*-1,42 mí 41,43 III 31,45 IIIII 5i
1,48 II 21,50 III 3
i; III1,52 3• ,1,53 lili 4([oa, [ob) muí
imiii1,54 61,55 7En una rotación, se tiene, pues
([o a, [oa) = ([ob, (c/tí)
Las semirrecta con origen en el centro y sus respectivas imágenes, determinan el mismo ángulo orientado, llamado ángulo de la rotación.
18.2. Se demuestra que dos rotaciones de igual ángulo orientado y de centros o
—>■
y o son transformadas por la traslación oo.
A la compuesta de un par de rotaciones, .corresponde un ángulo orientado independiente del centro de rotación. Por definición, este ángulo orientado es la suma de
I1,60 1
50
¿Qué valor adoptaremos como más probable después de los resultados de nuestra elección?
Si tuviéramos en cuenta al que ha tenido el mayor número de votos, deberíamos elegir 1,55 que obtuvo 7, pero súbitamente se oye la protesta de la clase que se apoya en el hecho de que la cantidad de votos diferentes de esa medida es mucho mayor y también en que ese valor parece demasiado grande a la mayoría de
!
¡
)2928
1comprenden que apartándose en un sentido, cumplen de cierta Ja misión de evitar que la ax>reciación se desvíe, en sentido contrario. Todos desempeñan su papel en la vida en sociedad.
Si no poaemos emplear la media de las discrepancias ¿cómo podremos apreciar el
ce la clase. Es necesa-
con exceso maneraen el tiro al blanco, la destreza, el grado
de precisión será tanto mayor cuando se concentran los datos del colectivo alrededor de la mira, es decir, del valor medio Obtenido o, lo que resulta lo mismo, cuando la dispersión sea más pequeña.
Una primera medida de esta dispersión nos da la diferencia entre los dos valores extremos, es decir, 1,60 — 1,30 = 0,30 m, diferencia llamada extensión, pero, resulta claro que esta medida no es muy precisa, porque considera sólo dos valores particulares y no tiene en cuenta a los demás.
Por analogía con el cálculo de la media, que ha permitido elegir el valor central 1,47, los alumnos pregonen calcular la media de todas las discrepancias. He aquí el cálculo.
4,0531,35los alumnos Incluso, algunos de ellos que lo han dado, ahora la encuentran, vista la opinión general, equivocada. A ese valor particular de la variable estadística que corresponde a la mayor frecuencia, le daremos el nombre de modo o dominante de la distribución, pues es, diremos, “el que se produce más”. Pero, en nuestro caso, —los modos no son siempre perfectos- puede representar a la colectividad, porque en buena democracia, “es necesario respetar el derecho de las minorías”
Eos alumnos proponen, entonces, elegir un valor más central. Pero, ¿cuál? El que está situado en el punto medio de la distribución, es decir, el valor 1,45, que deja 7 valores debajo de él y justamente el mismo número encima. Este valor valor central con respecto a los datos, pero ¿lo es también con respecto a los votos? No, debemos subrayar que el dato 1,54 figura con frecuencia 6, en tanto que 1,32 sólo ha sido elegido por un alumno. Entonces, será necesario encontrar el valor que deja el mismo número, no de simples datos, sino de frecuencia a ambos lados. Este valor central es 1,48 y por ese motivo lo llamaremos mediana, de la distribución. Su frecuencia en la distribución es de dos, y con respecto a él, 24 alumnos han elegido valores inferiores y otros 24, valores sux>eriores. De ese modo se ha respetado el derecho de las minorías, pues, evidentemente, este valor o “mediana” permanecerá inalterable si, por ejemplo, cambiáramos las frecuencias entre sí de 1,45 (cinco) y de 1,30 (dos) o si efectuáramos otros cambios más importantes, convenientemente elegidos.
2,7621,385,6041,405,6841,424,2931,437,25í,45 52,9621,48 graao ue precisión
eliminar los signos negativos y para ello, ios alumnos proponen considerar sólo los vaiores aosolutos üe las discrepancias, la discrepancia media. Pero, en la práctica se pretiere hallar la media de los cuadrados de las discrepancias, llamada varianza de la distribución y extraer enseguida la raíz cuadrada de la varianza, que se denomina discrepancias-tipo o patrón y signa con la letra £, que nos da la medida de la dispersión de la distribución. Calculémosla:
4,5031,504,56 no31,52no6,1241,539,2461,54
10,8571,551,6011,60
73,3850se de-73,38
- = 1,4676_^_ 1,47 mes un50
A xLfXifi AÍ!f:X|Ahora se acepta, y ya x>or unanimidad,
este valor como la medida más probable de la longitud del pizarrón. En efecto, el metro x>erdido reaparece ahora, y se verifica que la medición directa nos da el mismo resultado, lo que j)rovoca gran alegría en el espíritu de los muchachos.
Es curioso observar en la distribución lograda por los alumnos como se introduce, como sin quererlo, factores subjetivos ajenos a la experiencia realizada, lo que es frecuente en la vida cotidiana. Aquí, por ejemx>lo, las medidas redondas, que terminan en cero o en cinco, son relativa mente más frecuentes; existe, además, una tendencia favorable a las cifras pares; etc. Pero, felizmente, esos factores extraños no intervienen de manera susceptible de cambiar los resultados.
Habiendo obtenido como medida correcta el valor 1,47, cada alumno experimenta espontáneamente la necesidad de apreciar en cuánto se ha equivocado en su evaluación particular. La medida unánimemente aceptada, 147, no ha sido dada por nadie. Todos se han equivocado, unos más, otros menos. Podemos calcular esos errores, que naturalmente estarán afectados por signos diferentes según el sentido del error, por defecto o por exceso. Llamaremos a esos errores discrepancias con respecto a la media. Gracias a esta discrepancia, cada alumno sabe ahora, cuál ha sido su destreza, su grado de precisión, en la apreciación que hizo,. Pero, ¿cómo medir la destreza de la clase? Se comprende que como
Axí Ax,2 Axrfi
2.60 - 0,17 0,0289 0,0578 1,32 - 0,15 0,0225 0,0225 4,05 -0,12 0,0144 0,0108 2,76 -0,19 0,0081 0,01625.60 -0,07 0,0049 0,0196 5,68 -0,05 0,0025 0,0100 4,29 -0,04 0,0016 0,0048 7,25 - 0,02 0,0004 0,0020 2,96 +0,01 0,0001 0,0002 4,50 +0,03 0,0009 0,0027 4,56 + 0,05 0,0025 0,0075 6,12 +0,06 0,0036 0,0144 9,24 + 0,07 0,0049 0,0294
. 10,85 +0,08 0,0064 0,0448 1 1,60 +0,13 0,0169 0,0169
50 73,3S
0,2596
XifiXj fi
1,30 21,32 11,35 31,38 21,40 4I, 42 4J, 43 31,45 51,48 21,50 31.52 31.53 41.54 61.55 7
-0,17-0,15-0,12-0,09-0,07-0,05-0,04-0,02+0,01+0,03+0,05+0,06+0,07+0,08+0,13
-0,34 -0,15 -0,36 -0,18 -0,28 -0,20 -0,12 -0,10 +0,02 +0,09 +0,15 +0,24 +0,42 +0,56 + 0,13
2,6021,301,3211,32
i 4,0531,352,7621,385,6041,405,6841,424,2931,43•'i7,2551,452,9621,484,5031,50
V 4,5631,526,1241,539,2461,54
7 10,851,551,601,60 1
1,60-0,1250 73,38 0,2596
= — 0,0024 - 0Axx = —V De esto resulta, por tanto, que en nuestro problema, la mediana representa a la colectividad mejor que el modo. Pero todavía no nos satisface plenamente. El resisto que debemos a todas las ooiniones emitidas, nos obliga a dar a caáa valor un peso proporcional al número de votos que ha obtenido. Ello se obtiene con la media aritmética, o simplemente la media de la distribución. Después de haber recordado ejemplos más evidentes, se llega al siguiente cálculo de la media.
0,12 - = 0,005192-£2 = -5050:
El cálculo nos ha dado un valor prácticamente nulo. ¿Por qué? Nos damos cuenta, ahora que hemos calculado partiendo de un valor cercano a la media, que era exactamente 1,466; si hubiéramos trabajado con ese valor, el resultado hubiera sido exactamente cero, propiedad fundamental de la media que será preciso no olvidar. Se dan ejemplos simples de esa propiedad; tener conciencia de ello alivia un poco la decejpción de aquellos alumnos que estaban descorazonados xior la gran discrepancia de su evaluación, pues ahora
f= V 0,005192 = 0,07 m
a ¿Qué significación daremos a dida de la dispersión? Los alumnos consideran que Jas buenas evaluaciones tienen,
respecto a la media, una discrepancia inferior o igual a la discrepancia tipo
x — J < Xi <x + £ mientras que los valores exteriores a ese intervalo deben ser considerados erróneos.
(Sigue en la pcíg. 46)
■
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1 7TF?;v'- •Xif,f.Xi
2,6021,301,321,32 1
31i •30
I:
0. Por tanto, en el universo IR:]x:x+ 1 = x \ = 0
io que significa lo mismo que:^üx + l = x
Trátase, es claro, de una condición universal, equivalente a las condiciones x = x; x- ^ 0, etc. El conjunto que le corresponde es, por tanto, el propio universo IR, esto es:IR = -jx:x + 1 > = -jx:x = x¡- = ...
De modo que: El conjunto definido por una condición universal, es el universo.
Consideremos ahora en IR la ecuación 2x -b 3 = x. Es fácil ver que existe un numero real x y uno solo que verifica esta condición: el número —3. Somos así llevados a escribir:
LO DIDACTICO
lógica en términos
de conjuntosAnálogamente:0 = -jx:x =•= x¡- = -jx:x- < O}- = ...De modo que: En un universo dado, a
toda condición en una variable le corresponde un conjunto: el conjunto de los elementos que verifican esa condición. En particular las condiciones universales corresponden al universo y las condiciones
imposibles corresponden al conjunto vacío.Obsérvese que, recíprocamente, a todo
conjunto corresponde, por lo menos, una condición x £ A.
Conviene observar, también, que un conjunto definido por la indicación de sus elementos, está, en realidad, definido por una condición disjuntiva. Por ejemplo:■¡3, 5, 9J- = -jx:x = 3 V x = 5 V x = 9}-
Observación. En el lenguaje común, el universo y el conjunto vacío, son designados, respectivamente, por las palabras todo (= todas las cosas) y nada (= ninguna cosa). Pero, es claro que estas palabras tienen significado relativo, esto es, dependiente del universo considerado. Así también, en el lenguaje matemático, el significado de “conjunto vacío” depende del universo de (pie se trata; por ejemplo, una cosa es un conjunto vacío cíe números (“ningún número”), otra un conjunto vacío de personas (“ninguna persona” die”), etcétera.
3. Relación de inclusión.Consideremos la proposición: x es mamífero => x es vertebrado,
que se traduce en. el lenguaje común por:Todo mamífero es vertebrado.
La condición “x es mamífero” corresponde al can junto de los mamíferos v la condición “x es vertebrado” corresponde al conjunto de los vertebrados. Designemos, respectivamente, con M y V a estos dos conjuntos (que suponemos definidos). De este modo, la proposición anterior se puede escribir
x £ M => x £ VEsto es: Todo individuo que vertenezca
a A/, pertenece también a V. Este hecho se expresa diciendo que el conjunto M está contenido en el conjunto V y escribiendo:
MCV
:
J. SEBASTIAO E. SILVA (Portugal)
1. Conjuntos definidos por condiciones. Ya nos hemos ocupado de la noción de junto y vimos que sólo en casos especiales (conjuntos finitos poco numerosos) junto puede ser definido por la condición de los elementos que lo constituyen.
Exceptuados esos casos, un conjunto es generalmente definido por medio de condición (o propiedad) que se verifica en todos los elementos del conjunto y sólo en ellos. Tal condición siempre puede ser expresada bajo la forma de una expresión proposicional con una variable libre. Consideremos, por ejemplo, en el universo IN, la expresión proposicional.
x es múltiplo de 3 A es múltiplo de 5 que expresa la propiedad de un número x de ser al mismo tiempo múltiplo de 3 y de5. Verifican esta condición los números 15, 30, 45 ...; no la verifican los números 3,6, 12, 17, 30 ... No obstante, el conjunto de todos los números naturales que verifican tal condición, es infinito. Designemos ese conjunto con “A”. Para indicar que A es el conjunto definido por la referida condición, se escribe simbólicamente:
bien “conjunto de los elementos x tales que que”. Claro está que, en este caso, la letra x es una variable aparente, tal como en el caso de los cuantifieadores.
De suerte que:Dos condiciones equivalentes definen el
mistno conjunto. Dos condiciones no equivalentes definen conjuntos distintos. En otras palabras: La equivalencia de condiciones se traduce en la identidad de conjuntos.
Otros ejemplos:1. En el universo IR, las inecuaciones
2t—1>0 y t>V2, son equivalentes, esto es, tienen el mismo conjunto de soluciones. De modo que la equivalencia
2t - 1>0 <=> t>% se traduce en la identidad de conjuntos:
^t:2t - 1>0¡- = ^¡t:t>V2¡-II. Análogamente, se tiene:
x= — 2x — 3 = 0 <=> (x-1)2 == 4 y, por tanto:\ x; x2 - 2x - 3 = 0 } = •{ (x - l)2 =
= •¡—1,3 'rIII. Las condiciones x (x—2) = 0 y
x (x +2) =0 no son equivalentes; definen, por tanto, conjuntos distintos:
|x:x(x-2) = 0j- =H0,2K ■jx:x (x -b 2) =0¡- =-¡0-2!-
IV. En el universo de las figuras geométricas, la propiedad de ser triangulo equilátero equivale a la propiedad de ser triángulo equiángulo. Esto equivale a decir que las dos propiedades definen el mismo junto de figuras.
2. Conjuntos con un solo elemento y conjunto vacío.
Consideremos, en el universo IR, la condición x -b 1 >x.
^x:2x + l = x¡- = -¡-3¡-y a decir que el conjunto de las soluciones de la ecuación 2x -b 3 = x tiene un único elemento o que es un conjunto singular Obsérvese que, en el lenguaje común, la palabra “conjunto” implica una idea de pluralidad, vale decir que un conjunto tiene, por naturaleza, más de un elemento. Pero como se sabe, la matemática necesita un lenguaje propio, al mismo tiempo cómodo y riguroso que muchas veces se aparta del lenguaje común. Es necesario, también,observar lo siguiente:
En matemática, una cosa es un conjunto singular y otra el elemento que forma ese conjunto.
Por ejemplo, una cosa es el conjunto -j—3¡- y otra el número —3. De suerte que podemos escribir:
—3 £ -j—3}-, pero no —3 = -j—3J-Consideremos ahora en IR la condición
x 4- 1 = x. Trátase, como se ve, de una condición imposible; no existe ningún número que la verifique, lo mismo que no existe ningún número que verifique la condición x =!= x, etc. Pues bien, por comodidad ele lenguaje, se conviene en decir que el conjunto de los elementos que verifican una. condición imposible es el conjunto vacío (o el conjunto sin ningún elemento). Trátase, como se ve de una convención matemática que alarga el significado usual de la palabra “conjunto”. Por ejemplo, en lugar de decir que no hay fósforos en una caja, se puede decir que la caja está vacía, o también que el conjunto de fósforos de la caja es vacío.
El conjunto vacío de un determinado universo se suele designar con el símbolo
1. En la traducción so conserva la palabra singular on lugar de unitario que se usa comúnmente. (N. de R.)
COll-
un con-
una
I
o na-
A = -¡x: x es múltiplo de 3A x es múltiplo de 5}-
lo que se lee: “A es el conjunto de los elementos x tales que: x es múltiplo de 3 A X es múltiplo de 5”.
Claro está que el mismo conjunto puede ser definido por cualquier condición equivalente a la primera, por ejemplo, la siguiente:i í. x es múltiplo de 15visto que los números que verifican una son exactamente los números que verifican la otra. Por tanto, también será:
con-
A = -¡x: x es múltiplo de 15}\ se lee tam-en la que el símbolo -jx:
32 33
iI
6-? i1 -t4—-*{2;5]---->
tos, que son los siguientes:0, m, <21, 13}-, <4>, U,2[, <1,3>, •i 1,4 1-, 12,31, 12,41-, 13,41, 1 1,2,3 K1 1,2,4 r, U,3,41, -j2,3,4}■, \1,2,S,4\.
Se tiene, por ejemplo, -¡1,4}- C 1 1,3,4 V, no U,41 C 1 1,2,31- ni -¡1,2,3!- C
ta de B. En este caso, escribiremos A C B A A =í= B
Por ejemplo, el conjunto de los mamíferos está contenido estrictamente en el conjunto de los vertebrados, dado que exis- tn vertebrados que no son mamíferos.
Podemos, pues, escribir:M C V A M =!= V
Otro ejemplo: se sabe que todo múltiplo de 6 (por ejemplo 6, 12, 18, ...) es también múltiplo de 3, pero hay múltiplos de 3 que no son múltiplos de 6 (por ejemplo 3, 9, 15, ...). Por eso, si designamos con Mc el conjunto de los múltiplos de 6 y con M3 el conjunto de los múltiplos de 3, tenemos:
f -1 C4(vodtbiajdcri)
/íl/<<■
pero|— 2, jc[ está representado por el segmento de extremos correspondientes a —2 y re, pero excluyendo el segundo extremo, etc.
Obsérvense las siguientes conclusiones (estrictas):[2,5] C J 1,6] ; ]2,5 ] C [2,5]]2,5[ C ]2,o], J2,5[ C [2,5 [, etc.
Pero, no es verdad que:[—2,jt[ C [2,5] , [2,5] C [-2,7t][2,5] C J2,5], etc.
•a.] 1,3,4Fio i
. 5. Intervalos limitados en IR. Consideremos dos números reales cuales
quiera, por ejemplo, 2 y 5. En matemática, se usan las siguientes convenciones:
[2,5] = -¡x:2 ^ x < 5}]2,5[ = ]x:2 < x < 5¡- [2,5[ = -jx:2 < x < 5}- ]2,5] = -jx:2 < x ^ 5J-
Esta situación puede ser indicada por medio del diagrama adjunto, en el que se representan el conjunto M y el conjunto V. El punto a indica un elemento de M (por tanto, de V) y el punto b indica un elemento de V que no pertenece a M. (en verdad, existen vertebrados que no son mamíferos).
De modo general, dícese que un conjunto A está contenido en un conjunto B, cuando todo elemento de A es también elemento de B. indicase este hecho escribiendo A C B. De modo que, por definición, se tiene:
A C B si y sólo si x £ A => x £ B La relación así definida entre conjuntos
es llamada inclusión. Como se ve, una inclusión entre conjuntos traduce una implicación (formal) entre condiciones.
En vez de decir “A está contenido en B”, también se puede decir “A es un subconjunto de B”, o “A es una parte de B”.
Dados dos conjuntos, A y B, puede ocurrir que, al mismo tiempo, se tenga A C B y B C A. En este caso, todo elemento de A es elemento de B, y viceversa; en otras palabras, A y B están formados por los mismos elementos; son, pues, el mismo conjunto, lo que se expresa escribiendo A = B. Se tiene imes:
A C B A B C A <=> A = B Por ejemplo, todo triángulo equilátero
es equiángulo, y viceversa. Luego, si designamos con T0i al conjunto de los triángulos equiláteros y Tca al conjunto de los triángulos equiángulos, tendremos, en geometría enclidiana:Tei C Tca y TCa C Tfeij luego TcJ = Tea
De otro modo, ya vimos que la identidad entre conjuntos traduce la equivalencia entre condiciones, esto es, se tiene
A = B si y solo sí x £ A < => x £ BSi A está contenido en B, pero B no está
contenido en A, dícese que A está contenido estrictamnte en B, o, también que es un subconjunto estricto o una parte estric-
siendo IR el universo.Por tanto, según la convención del pá
rrafo 2, [2,5] es el conjunto de todos los números reales tales que 2 ^ x ^ 5, y análogamente en los otros casos. Por ejemplo, se tiene:
2 G [2,5], 5 £ ]2,5[, 3 £ [2,5], 3,27 £ [2,5], * £ [2,5] 4 £ ]2,5[, 3,27 £ [2,5],etcétera.
pero:2¿]2,5],5¿]2,5], 1¿[2,5], 1,99 £ [2,5],0 ¿[2,5], -3 ¿[2,51,5,001 ¿[2,5], etc.
Los conjuntos [2,5], ]2,5[, [2,5[ y ] 2,5] llamados intervalos de extremos 2 y 5,
siendo [2,5] cerrado (porque le pertenecen los extremos), ]2,5[ abierto (porque no le pertenecn los extremos, [2,5[, abierto a la derecha (porque no le pertenece el extremo derecho) y ]2,5], abierto a la izquierda (porque no le pertenece el extre-
izquierdo). Todos estos conjuntos son, evidentemente, infinitos, esto es, tienen infinitos elementos.
Lo que se acaba de decir para los números 2 y 5, se extiende a cualquier par de números reales, a y b tales que a<b. Por ejemplo, [—2, tt[ es el intervalo de extremos —2 y tí abierto a la derecha, o sea, el conjunto de todos los números reales x tales que — 2 ^ x < jt.
Se sabe cómo los números reales pueden ser representados por los puntos de una recta (aunque este asunto será considerado más adelante con mayor rigor).
En estas condiciones, es fácil ver que el intervalo [2,5] está representado por el segmento de recta de extremos correspondientes a 2 y 5; a su vez, el intervalo
M0 C M3 A Mc =!= M3 Dícese que A contiene a B cuando B
está contenido en A. Para indicar que A contiene a B se escribe A!) B. De modo que, por definición, se tiene:
ADB <=> B C A
6. Intervalos ilimitados en IR. Consideremos un número real cualquie
ra, por ejemplo 3. En matemática, se han adoptado las siguientes definiciones:
x:x ^ 3 x:x > 3 t[3, + co [ = -j
]3, +'«[ = { en el universo IR.
IPor ejemplo:
\ {M3 D Mc, Tc1 D T Puede ocurrir que, dados dos conjuntos,
A y B, ninguno de ellos esté contenido en el otro. Por ejemplo, si designamos con Mc al conjunto de los múltiplos de 5, no podemos escribir M5 3 Ms, porque hay múltiplos de 5 que no son múltiplos de 3 (por ejemplo 5) y múltiplos de 3 que no son múltiplos de 5 (por ejemplo 3).
Esta situación está indicada en el diagrama adjunto.
etc. —[}; -tooca5i Q
FxgHLos conjuntos [3,-H oo [ y ]3,+ co[
intervalos de extremos ó yson llamados(leer ‘más infinito”), siendo el pri
mero cerrado a la izquierda y el segundo, abierto a la izquierda. Representando a los números reales por los puntos de una
costumbre, el intervalo la semi-
+ 00; son
recta, como es[3, 4- oo [ está representado por rrecta de origen correspondiente a 3, situada a la derecha de esse punto; a su
el intervalo ] 3, + co [ está represen- la misma semirrecta, menos el
estos intervalos son
í movez,lado pororigen. Como se ve, ilimitados a la derecha, esto es, no existe ningún número real que sea mayor que todos los elementos del intervalo. De este modo, el símbo 4- co no designa ningún número real y tío está representado por ningún punto de la recta.
Análogamente, se tiene:]— co, 3] = -jx:x ^ 3[] — co, 3[ = -jx:x < 3¡-
dice que ] — co,3] y ]— co, 3[ son
4. Subconjuntos de un conjunto finito.Cuando se da un conjunto finito, muy
numeroso, es posible indicar todos sus subconjuntos (o partes). Para ello, podemos, por ejemplo, comenzar por el conjunto vacío, considerar después los conjuntos con un solo elemento, enseguida los conjuntos con dos elementos, y así sucesivamente, hasta el conjunto total (que podemos formar como universo). Por ejemplo, es fácil reconocer que el conjunto de los números •¡1, 2, 3, 4} tiene a lo sumo 16 subconjun-
y seintervalos de extremo — oo (leer “menos infinito”) y 3, siendo el primero, cerrado a la derecha y el segundo, abierto a la de-
3534••'
: •
Debe anotarse también la propiedad: Cualquiera sea el conjunto A, en un uni
verso U, se tiene:
rocha. El símbolo — no designa ningún número real; sirve apenas para indicar que los intervalos son ilimitados a la izquierda. La representación geométrica es análoga a la del caso anterior.
Naturalmente, lo que se acaba de decir para el número 3, se extiende a todo número real.
Finalmente, se acostumbra a designar con ] — co, co[ al conjunto IR (de todos los números reales) y a llamar intervalo de extremos — co, +oo (esto es ilimitado a. la derecha y a la izquierda). Su representación geométrica es toda la recta.
7. Propiedades de la relación de inclu-
menor y premisa mayor) y la conclusión es lli.
Cuando, dados tres conjuntos A, B, C, se tiene A C B y B C C, se puede escribir para indicar ese hecho:
!
<ua2¿*0 C A C U
S. Intersección de dos conjuntos.Consideremos estas dos condiciones:x es estudiante, x es menor de 18 años.La primera corresponde al conjunto de
los estudiantes, que designaremos con E, y la segunda al conjunto de los menores de 18 años, que designaremos con M. Consideremos, ahora, la conjunción de las condiciones dadas:x es estudiante A x es menor de 18 añosEstá claro que le corresponde el conjunto
de los estudiantes menores de 18 años, esto es, los individuos que pertenecen al mismo tiempo a E y a M. Diremos que este conjunto es la intersección de E con M y lo designaremos con E D M.
IACBCC
Análogamente para más de tres conjuntos.
Debe observarse, también, que la relación de pertenencia, representada con “£” no tiene ninguna de las referidas propiedades. Por ejemplo, sea P un punto, r una recta que pase por P y R el conjunto de todas las rectas del espacio. Tenemos en-
P 6 r A r 6 R(esto es: “P es un punto de r y r es una recta”; pero es claro que de ello no podemos concluir que
P 6 R (esto es, que “P es una recta”)Esto muestra cómo es necesario distin
guir la relación de pertenencia de la inclusión; de lo contrario, podríamos incurrir en paralogismos dd tipo de los siguientes:
“Esta hola es azul; azul es un color; luego esta bola es un color ’.
“Pedro y Pablo son apóstoles; los apóstoles son doce; luego, Pedro y Pablo son doce**.
Estos mismos ejemplos ponen en evidencia la necesidad de distinguir los tipos lógicos. De este modo, una bola es un individuo; azul es una propiedad definidora de un conjunto de objetos y, por tanto, el conjunto de los colores puede considerarse un conjunto de tipo 2.
Aún más, dados dos conjuntos, A y B, cualesquiera y un elemento a, por la propia definición de la relación C, se tiene:
a 6 A A A C B => a 6B
.a^_______ :___
II. Consideremos los intervalos [—2,3] y [1,5]. Es fácil ver que
0 i ¿ 3 S-2■K
«- * Fís.q<-
1—2,3[ n [1.5] = [1,3[sión.Cuando decimos simplemente “inclusión”,
nos referimos a inclusión lata. Por lo visto en el párrafo 3 se obtiene:
1) ACA, cualquiera sea el conjunto A.2) A C B A B C A => A = B. Exprésase 1) diciendo que la inclusión
es reflexiva.Exprésase 2) diciendo que la inclusión
es antisimétrica (en sentido lato).Peso, también, se tiene la propiedad3) Si A C B y B C C, entonces A C B. En efecto, las fórmulas A C B y B C C
significan, respectivamente:
Análogamente:]—2,3] fl ] 1,5] = ] 1,3], etc.
III. Sean ahora los intervalos [—2,1] y [3,5]. Claro es que no hay ningún número que pertenezca al mismo tiempo a los dos, esto es, ningún número x tal que
-2 < x < 1 'A 3 ^ x ^ 5 Por consiguiente, la intersección de los
dos intervalos es el conjunto vacío, esto es[-2,1] n [3,5] = 0Análogamente, se tendrá:[-2,1] n U>3] = 0, etc.
IV. De inmediato, se ve que:-¡1,2,3¡- fl -{2,3,5,7 \ = -¡2,31-,-¡1,2¡- fl -¡3,4}- = 0, etc.
V. Designemos, en general, con Mn al conjunto de los múltiplos de un número natural n. Se tiene entonces:
Ma [] M» = M„esto es: La intersección del conjunto de los múltiplos da 3 con el conjunto de los múltiplos de 5 es el conjunto de los múltiplos de 15.VI. La intersección de dos circunferencias contenidas en un mismo plano está constituida por dos puntos, por un solo punto o por ninguno (conjunto vacío), conforme que la distancia entre sus centros sea menor, igual o mayor que la suma de los radios.
:?
! 'br-
x 6 A => x 6 B y x £ B => x 6 CLuego, por la propiedad transitiva de la implicación, se tiene:
x £ A=> x £ C lo que significa: A C C Por ejemplo, designemos con M, V y A,
respectivamente, el conjunto de los mamíferos, el conjunto de los vertebrados y el conjunto de los animales. Entonces:
I. M C V (todo mamífero es vertebrado) II. VC A (todo vertebrado es un animal)
111. MCA (todo mamífero es un animal) Esta situación está representada en el
diagrama adjunto.
j\\ i
De modo general:Definición: Dados dos conjuntos, A y
B„ se llama intersección de A con B (y se representa con A fl B) al conjunto de todos los entes que pertenecen al mismo tiempo a A y a B, esto es, en escritura simbólica:
I:
A fl B = -jx:x £ A A x £ Bj-También se llama intersección a la ope
ración que, aplicada a los conjuntos A y B, da como resultado A f] B. Como se ve, esta operación traduce, en el lenguaje de los conjuntos, la operación lógica de conjunción; de modo que la intersección es también una operación lógica.
Otros ejemplos:Designemos, respectivamente, con fí,
L y (), el conjunto de los rectángulos, el conjunto de los rombos y el conjunto de los cuadrados. Es fácil ver que:
Q = R fl L
lo que significa que los cuadrados son tangidos que también son rombos.
HK
Este hecho origina un nuevo tipo de silogismo, diferente del anterior. Por ejemplo, sea II el conjunto de los hombres y M el conjunto de los seres mortales (conjunto que suponemos definido). Podemos, entonces, formar el silogismo:
Pedro £ II, II £ M Pedro £ M O sea, en lenguaje común:Pedro es hombre, todos los hombres son
mortales, luego, Pedro es mortal*\
I.1 A° r V
k 3-n C ---sA S h-0,De este modo, la transítividad de la inclusión no es más que la traducción fiel de la transitividad de la implicación. En particular, la deducción de III a partir de I y II es un silogismo, en el que las premisas son I y II (respectivamente, premisa
a/o:
rec- Q. n Cz * 0 Fk?.ioi
3736
I;
’
diüiduos menores de 18 años, que designa- rmos con M. La propiedad contraría (“x no es menor de 18 años”) corresponde al conjunto de los individuos con edad igual o superior a 18 años. Pues bien, este último conjunto es llamado complemento de M y es designado simbólicamente por CM.
En 111, V y VI se presentan pares de conjuntos sin elementos comunes, cuya intersección es, por tanto, vacía. Pues bien:
Definición: Se dice que dos conjuntos, A y B, son disjuntos cuando no tienen ningún elemento común o sea, cuando Af|B es igual a 0.
De este modo, el concepto de “conjuntos disjuntos” traduce el concepto de “condiciones incompatibles”.
9. Unión de dos conjuntos.Consideremos de nuevo las condicionesx es estudiante, x es menor de 18 años.
a las que corresponden los conjuntos E y M, y pasemos ahora a considerar las disjunción:
x es estudiante V x es menor de 18 años.Está claro que esta condición correspon-
al conjunto de individuos que o son estudiantes, o son menores de 1S años, o son aiíibas cosas, esto es, pertenecen por lo menos a uno de los dos conjuntos E y M. A este conjunto se lo llama unión de E con M y se lo designa con E U M. De modo general.
PROBLEMAS■
'!PROBLEMAS PROPUESTOS
Sin tratar de efectuar las ponten- cias, clasificar los siguientes números en forma creciente:
16. Las chapas de patentes: Pablo observó las nuevas y brillantes chapas de patentes. Los tres amigos había ido juntos a renovar las patentes de sus automóviles, y estaban charlando. “Es una tontería cambiar las chapas cada año”, dijo. ‘'Cuando comienzo a recordar mi número, debo cambiarlo”.
“El mío también”, concordó Ricardo, “pero hay algo raro que he notado esta vez en nuestros números. Tu primera cifra es la misma que la última de Pedro y tu última es la misma que la primera de él, y ambas tienen las mismas cifras en el medio”.
“Y hay algo más”, exclamó Pedro. “Mi número es igual a la suma de los números de ustedes”.
Afortunadamente, los tres tenían chapas donde figuraban números de cuatro cifras.
¿Cuál era el número de la patente de Ricardo?
17. Gauss demostró que pueden construirse con regla y compás los polígonos regulares, cuyo número n de lados es primo de la forma 2k + 1. Un historiador de la matemática, probablemente por razones tipográficas, señala las condiciones anteriores diciendo que n — 1 debe ser potencia de 2. ¿Es cierta o no esa afirmación? En todo caso, probarlo (propuesto por el señor J. Babini).
PROBLEMAS RESUELTOS1. (i) Valor absoluto de una cifra es
el que la cifra tiene por sí misma, sin tener en cuenta la posición que ocupa en el número. Valor relativo es el correspondiente a la posición que ocupa.Suma de valores absolutos:
2 + 4 + 2 + 3 + 5=16Suma de valores relativos:2 + 40 + 200 + 3000 + 50000 = 53242(ii). Si u es el valor absoluto de la cifra
de las unidades y d, el de las decenas, será: lOu + d el número pedido y lOu + d, el invertido; por tanto
lOd + u - (lOu + d) = 45lOd + u - lOu - d =45
10.•cbn'Jbdcjls ó
y.*
0,2*, (-2)5, (—2)7; (—2)'1; (—2)°; (-2)3, (—2)2
V OAUri .{■ 11. Sea un círculo de centro O y radio R; AB es un diámetro del mismo. Por A y B se trazan dos cuerdas paralelas, AC y BD. Por O se trazan las perpendiculares OE y OF a AC y BD, respectivamente. Se pide:
19 ¿Están alineados los puntos E, O, F.29 Demostrar que AEOA = AOFD39 Deducir que AC = BD49 Los tres puntos C, O, D ¿están ali
neados?12. En un plano cartesiano ortogonal,
se dan los puntos A (0,3), B (4,0) y C (5/4,0). Hallar las ecuaciones de las bisectrices del ángulo BAC.
*.•/i¿tufi at
FlG.42En general:Definición: En un universo dado, U,
llámase complemento de un conjunto A y represéntase con CA «d conjunto de todos los individuos (elemento de U) que no pertenecen a A. Simbólicamente
CA = -jx: x 6 A¡-De este modo, el pasaje de un conjunto
a su complemento es una operación lógica sobre conjuntos, que traduce la operación lógica de negación. Pero, es evidente que el resultado de esta operación depende del universo fijado.
Ejemplos:I. En el universo de los cuadriláteros, el complemento del conjunto Q (cuadrados) es el conjunto de los cuadriláteros que o no son rectángulos o no son rombos (o no son ni una ni otra cosa). En el universo de las figuras geométricas, el complemento de Q es el conjnnto de todas las figuras que no son cuadrados.II. En el universo de los números naturales (IN), el complemento del conjunto de los números pares, es el conjunto de los números impares. En el universo de los números reales (IR), el complemento del conjunto de los números pares es el conjunto de todos los números reales que o no pertenecen a IN o son impares.
La noción de conjunto complementario puede generalizarse del siguiente modo:
Definición: Dados dos conjuntos, A y B, llámase complemento de B con respecto a A al conjunto de los elementos de A que no pertenecen a B. Desígnase este conjunto con A\B.
Es evidente que:A\B = AU^B CA =: —U\a
:
\*«13. Descomponer en productos la expresión:
E = cos2x + cos4x — cos3xLuego resolver la ecuación E = O
14. ¿Sabe Ud. que dentro de 7 años, entre los dos tendremos 63 años?
—¿Es éso verdad? Lo que yo sé es que cuando Ud. tenía mi edad actual, Ud. tenía el doble de la edad que yo tenía entonces.
¿Qué edad tienen ambas hoy?15. El viejo soldado: El abuelo de
Juan era un viejo soldado, muy veterano, que se alistó en 1890. Relataba alguna de sus aventuras, y Juan lo contemplaba absorto. Después de un episodio particularmente interesante, el muchacho interrumpió: ¡Qué notable! ¿Pero qué año era?
El anciano tomó un billete de su bolsillo. “Te lo diré si eres capaz de descubrirlo”, respondió. ‘Si intercambias las cifras 2? y 49 formarás una fecha posterior en 99 a la que estoy mencionando”.
Juan no pudo responder mentalmente, pero ¿qué diría Ud?
i! M 'E UM . FV&.44
Definición: Dados dos conjuntos, A y B, se llama unión de A con B al conjunto de todos los entes que satisfacen la condición de pertenecer a uno por lo menos de los conjuntos A y B. Simbólicamente:
;
•|
A U B = -j x:x 6 A V x & B }■Otros ejemplos:
I. Sean, nuevamente, R el conjunto de los rectángulos y L el conjunto de los rombos. Entonces, es fácil ver que R U L es el conjunto de Jos paralelogramos que tiene los lados o ángulos iguales (o ambas cosas).
Es claro queII.[-2,3] U [1,5] = [-2,5][-2,3] U ]3,5] = [-2,5], etc.
III. Véase inmediatamente que:-{1.2,3}- U -¡3,4} = i 1,2,3,4},{5} U -¡2,7} = -¡2,5,7}, etc.
10. Complemento, de un conjunto. Consideremos, en el universo de las per
sonas, la propiedad “x es menor de 18 años”, a la que corresponde el conjunto de los in-
í
:
;
(Sigue en la pag. 46) •!
3938 :
!
;'
9d - 9u = 45 9 (d-u) = 45
el — u =5
(*-2) (x2 — 3x + 1) Los espacios restantes pueden expresarse como en la Fig. 3 escribiendo las familias con televisión y sin radio ni tocadiscos en la forma:
Se tiene así el triángulo constructor del trapecio AOB, con la condición:
OA - OB < AB < OA + OB => (2) AD BC
— < AB <------b — =>r+1 r+1
í (x) =(x — 2) (2x + 1)
Para, todos los valores de x distintos de 2, f(x) toma el mismo valor que la función:
xa - 3x + 1
Pero O sea
El número pedido es 83
d + u == 11
2d= 16; d = S; u =3AD BC
24-x- (9 — x) - (10-x)= 24 - x 9 + x - 10 + x = 5 + x
v semejantemente con los otros.Puesto que el número total de familias
es 40:x + (10 —x) + (9 —x) + (5 — x)
+ (5 + x) + (6 + x) + (2 + x) = 40
Luego: x + 37 = 40 x = 3
r + 1 r+1AD-BC= (r + 1) AB < AD + BC (3)
g(x) =2x + 1
g(x) — 1/5 para x 2 en función de los datos, resulta de (1) por ser:G. Lazerge (estudiante)
J. Tarwopolsky5. Un diagrama de Vcnn ayuda a anali
zar la información.
CD2. (i) V2. \'5 = VIO
(ii) A= V2. V5 + V2=V2 (V5 + 1)
— + 1 = r + 1 => CD+AB= (r + 1) ABABAD - BC < CD + AB < AD + BC
Puede probarse que si existe uno de los triángulos, AOB o COD, existe también el otro.
En el primer caso, supongamos resuelto el problema; sea el trapecio ABCD:
T representa el conjunto de familias aparato de televisión, lt a las que tienen radio y P, a las que poseen tocadiscos. Es difícil escribir en el diagrama que 9 tienen televisor y tocadiscos, porque es el conjunto TCP que cubre dos especios del mismo (Fig. 1)
conB== V5. V2 - V2 = V2 (V5 — 1)
V5 + 1)
V5 - 1
A V2(V5+1)(SÍÍ)- = G. Lazerge (estudiante)
9. Construir un trapecio dadas las diagonales y 2 lados.
Hay que considerar tres casos, según que se conozcan: a) las diagonales y los lados
bases; b) las diagonales y las bases; c) las diagonales, una base y un lado no base.
En las figuras, las líneas gruesas son los datos.
Resolveremos el primer caso, el más difícil. El segundo es casi análogo al primero y el tercero es inmediato.
En el segundo, por la semejanza de los
B V2(V5-1)
(V5+ 1) (V5 + 1)
V5 - 1 ( V5 — 1) ( V5 + 1)V5 + l)a 3+V5
BAV5 + 1(iv) 8
noDe4 2
0*G. Lazerge (estudiante) AB||CDSiendo ABCD un cuadrilátero convexo,
BC y AD se cortan en un punto O interior al trapecio; por tanto, ninguno de los segmentos OB, OC, OD, O A es nulo. [2]
[1]■ \ :• -Y:.-'vi jP
1 — senx + 1 4- senx 2K 3. A =
x a los elementos del conjunto con lo que resulta fácil llegar
(]. + senx) (1 — senx)1 — cos2a — 1 + cos-b
1 - sen-x Llamemos T fl R Q P, a la Fig. 2.
De la semejanza de los triángulos COD y AOB y por tratarse de segmentos podemos tomar CD > AB [3]
Se tiene:OC OD CD
B=:cos-a — cos2b — cos-a + cos2b b) a)
[4]= r^lcos2a — cos2b
sen-x (1 — sen-'x)
cos-x (1 — cos-x) sen-'xccs-’x
OB OA AB Luego:
OC = r.OB A OD = r.OAC =
[5]por otra parte, por [2] y [5], es:
BC = OC + OB = r.OB + OB == (r + 1) OBAD = OD + OA = r.OA + OA == (r + 1) OATomemos, ahora, las medidas de estos
segmentos respecto de un dado segmento unidad u, y sean, [1].*. fmed AC = a, med BD = b, med BC = d
[SI[med AD = d’, med OA = x, med OB = y
De [51, [6] y [7], se obtiene: med OC = r y, med OD = rx d = (r + 1) y, d’= (r + 1) x
triángulos AOB y COD se tiene:
OC OD CD= 1[6]cos-x sen-x
D = sen-x + cos'-x + 2senxcosx + sen-'x + cos2x — 2senxcosx
=: 2sensx + 2c*os5x = 2.
(1)OB OA AB
= > OC = r.OB AOD = r. OA
Entonces BC = OC + OB = r.OB + OB = (r + 1) OB
CD = OD + OA = r.OA + OA = (r + 1) OA
[7]
J.J. 13ERUTI
4. Para x==2, la expresión es indeterminada de la forma 0/0.
Numerador v denominador son divisibles por x — 2, obteniéndose
i
ADBC(2) [91OB =------ ; OA =
r + 1= >
[10]r + 140
41í
i
I
Consideremos también las siguientes vec- Esta última ecuación prueba que el pa- ralelogramo mencionado no puede ser rectangular y que el trapecio pedido no puede ser isósceles porque es d > d9 y a ^ h.
Poniendo, para abreviar P =: d2 - d'2, Q = a2 - b2AP>Q [21]
en [20J, resulta: r-1
BIBLIOGRAFIAi lores:7.~: Vec t (CA) b = Vect (DB)
x = Vect (OA), y = Vect (013)En virtud de [5J y [9| se tiene:
ry == Vect (CO), = Vect (DO) [131y en los triángulos COA y DOB es, respectivamente:
Vecit (CA) =: Vect (o7\) + Vect (CO)
Vect (DB) = Vect (OB) + Vect (DO) o sea lll], [12] y [13J:
[11 jen los diccionarios que se comentan problemas interesantes y biografías de los matemáticos antiguos y modernos. Algu-
de las definiciones pueden diferir de las que usamos comúnmente, pero conviene advertir que no siempre hemos adoptado las definiciones más modernas. En ambos libros, abundan los ejemplos referidos a matemática aplicada.
La seria presentación de ambos libros, la claridad de los gráficos permiten, fácilmente, recomendar estas obras a nuestros lectores.
T. ALARIC M1LLINGTON y W. MI- LLINGTON, Dictionanj of Mathematics, 260 pg., CASSELL & Co. Ltd., Londres
[12!
i
1966.: ñas3 •
QJ. BENDICK, M. LEV1N, con el asesora- miento de L. SIMON, Mathematics Illus- traten, Dictionanj, 230 pg., KAYE & WARD, Londres, 1966.
No es nada frecuente la aparición de diccionarios de matemática por el hecho de ser más bien escaso el número de personas que los usan habitualmente. A lo dicho, agregúese ahora el extraordinario desarrollo de nuevos conceptos matemáticos en los últimos tiempos y lo rápidamente que envejecen otros para señalar la aventura que significa la edición de diccionarios de matemática que pueden volverse “obsoletos” en muy poco tiempo. Menester, pues, es apreciar el esfuerzo de quienes han tomado a su cargo esta ardua tarea que, estimamos, ha de resultar provechosa para los docentes que dominen el inglés.
Se trata, por supuesto, de obras elementales y sintéticas que vienen a llenar el vacío provocado por la escasez de trabajos semejantes en nuestro idioma: por ello no vacilamos en decir que resultarán valiosas para los profesores secundarios de matemática, que tienen que tener en cuenta la experiencia revolucionaria de que son parte, en la cual muchas de las creencias tradicionales, aceptadas como verdades por muchas generaciones, se ven cuestionadas cada vez más. Por ello, los autores se han preocupado por emplear con precisión el lenguaje de la matemática moderna y por desarrollar cuidadosamente el significado de los términos necesarios l^ara explicar simplemente ideas complejas o para mostrar las relaciones de las ideas matemáticas.
Por todo lo dicho, la escritura de un diccionario matemático sólo puede realizada por quienes, como los autores de ambas obras, tienen amplio conocimiento de las técnicas de la enseñanza y conocen ampliamente las nuevas ideas que están fermentando en el mundo de la matemática de nuestros días. No faltan
— => rP - P = rQ 4- Q=> P
r (P-Q) = P + Q =>P-Q
f + I
[22]P + Q
Substituyendo este valor de r en [10] se obtiene:
!
a = x + ry [141 I(P-Q)d’ (P-Q)d Cristina Verdaguer de Banfi
P. R. MASINI, R. C. PATEL y D. J. PATIL, Cálcalo diferencial e integral, 35 pág., PUBLICACIONES CULTURAL S. A., México, 1967.
El sólo hecho de que el doctor Luis A. San taló se haya decidido a hacer la sión castellana de esta obra es una prueba concluyente de los valores de la misma y de la utilidad que tendrá para los pro- iesores argentinos enfrentados a la sidad de disponer de material para dar cumplimiento a la enseñanza de estos te-
recientemente incorporados a los programas de la escuela secundaría argentina.
No se trata de que este libro responda exactamente a esos programas; en verdad sirven para mucho más e incluso pueden ser usados con provecho en los primeros cursos universitarios, pero como lo que abunda no daña, el profesor secundario podrá usarlo con beneficio para la satisfacción de sus necesidades.
En el prólogo, R. P. Boas, Jr., define exactitud las características de la
“Ocupa una posición intermedia entre el rigor presuntuoso que aparece en muchos textos de cálculo moderno y el frívolo desprecio por el rigor que envicia a muchos otros. Puede emplearse para un curso cuyo objetivo sea mostrar la utilidad del cálculo tanto en física como en astronomía... También puede ser utilizado para un curso de matemática más riguroso, puesto que contiene definiciones precisas y enunciados exactos de los teoremas, así como demostraciones correctas
b = rx + y Mediante los dos productos escalares
"■4 “4 “4 “4
a X a y b X b, obtenemos:
[a2 = x2 + r2y2 + 2 rx X y
[15] [2-3]2P 2P
con lo cual queda resuelto el problema.
CONDICIONES DE POSIBILIDAD.«V
i [16¡ El problema tiene solución si existen los triángulos AOC y BOD constructores del trapecio, para lo cual deben cumplirse las relaciones [4] y las clásicas desigualdades:
|OC - O A < AC <OC + O A
(OD - OB <BD < OD + OB fry — x < a < ry + x
=eH[rx — y < b < rx + y
estas últimas resultan de [S | y [9]. Reemplazando en [24] los valores de r, x, y, de [22] y [23],se obtiene respectivamente:
(P + Q) d-(P-Q) d’<2aP<< (P + Q) d + (P-Q) d’
(b2 = r2x2 + y2 + 2 ry X x—4 *4 —4 —4
por ser x xy = y X x, resulta: a2 — b2 = (r2 — 1) (y2 — x2)Esta ecuación y [10J dan el sistema: f(r + l)=d’ i (r + l)y==d ((r2 — 1) (y2x2) = a2 - b2 Para r = 1, en esta última ecuación es
a = b y de [5] se obtiene OC = OB, OD =: OA, lo cual prueba que las diagonales BC y AD se cortan mutuamente en partes iguales, el trapecio pedido, en este caso es un paralelogramo. Por otra parte substituyendo en la última ecuación del sistema [1S] los valores de a* e y de las dos primeras, obtenemos:
d2 — d’2
’av ver-
[17]i! ^ nece-
[181 =>mas
[24]
i.
[251(P + Q) d’-(P-Q) d < 2 b P << (F+ Q) d’ + (P-Q) d
Ejemplo:a. — 10 u; b .—• 7 u; d —1 lo u; d* — 11 u. Efectuados los cálculos se verifican las
desigualdades [25]: h vh 1742 < 2080 < 2908 la 2?: 910 < 1456 < 2500.Las fórmulas [23 ] prueban que la solu
ción es única.
(r2-l)------ i— a2 — b2 ~>(r + l)2
r-1-------- (d2-d’2) = a2 — b2Y + 1
coní obra:[19]
Para d-z d’ se tiene, [4], r-1 a2 - b2
---- >Q [20] serr + 1
° Donde, como es sabido, Vect (CA) es rs la clase de los segmentos orientados equipolentes con CA, representante de de la clase.
d2 — d’2Alicia La Menza
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NOTICIASmediante ejemplos, ejercicios y gráficos muy bien realizados que atrayendo Ja atención del niño, permiten enseñarle provechosamente muchas cosas sobre juntos, muchas más de lo que se podría esperar de un libro de menos de setenta páginas.
El libro de Rodda está dedicado a los números y, nos parece algo menos logrado en cuanto a su uso para la enseñanza primaria, tal vez porque pensamos que algunos de los temas que se consideran no tienen su justo lugar allí. Hay, no obstante, un serio intento de realizazr eficaz obra de divulgación y el libro es interesantísimo para el lector medio. Trata de los números y considera los sistemas de numeración —hindo-arábigo, romano, egipcio antiguo, maya— con los cuales muestra la manera de operar. Otros temas que se consideran son: modelos numéricos, números cuadrados, > triangulares, triángulo de Pascal, cuadrados mágicos, las distintas bases numéricas —diez, doce, dos— realizando operaciones y dando ejemplos, aritmética modular, modelos cíclicos, métodos prácticos de computación, práctica de la multiplicación por el mé- tood de Gelosio, del siglo XV, o como lo hacían los egipcios o con el ábaco, etc. No vacila en desenterrar procedimientos antiguos si estima que con ellos logrará atraer más fácilmente la atracción del lector. Se completa el folleto con situaciones numéricas de frecuencias, predic- tibilidad y probabilidad, muy interesantes e ingeniosos.
Lackie se refiere a actividades e ideas experimentadas en escuelas en los últimos tiempos, destinadas a proporcionar a los alumnos oportunidades para hacer investigaciones propias. Enseña a construir prismas y pirámides y a examinar sus elementos; se refiere también a paralelas, ángulos, circuios, triángulos, tetraedros, cuadriláteros, simetría, áreas, volúmenes, congruencia, semejanza, sólidos regulares. Todo ello tratando de vincularlo con las modernas ideas de conjuntos y estructuras, pero, sobre todo, haciendo que el alumno sea el verdadero motor del libro, puesto que debe responder a muchas cuestiones que se le plantean y que,’ poco valdrían sin su intervención.
de los mismos, siempre que es posible”.Este libro contiene los siguientes ca
pítulos: Números; Funciones; Fundamentos y problemas del cálculo; Límites y continuidad; Derivadas; Aplicaciones geométricas y físicas de la derivada; Integración; Funciones logarítmica, exponencial y potencial; Primitivas; Aplicaciones geométricas de la integral; Ecuaciones diferenciales elementales, y se completa con ocho apéndices, Bibliografías y Respuestas a ejercicios.
El doctor Santaló no se ha limitado meramente a hacer una correcta traducción del libro; le ha agregado más de 180 problemas y ejercicios que no figuran en la edición original, pero que los autores, advertidos de su importancia, los han acogido tan favorablemente que han decidido incluirlos en la próxima edición norteamericana.
Como en todas las obras de esta editorial, la presentación es impecable y para facilitar la tarea de los lectores en la localización v retención duradera de los distintos temas, el libro ha sido impreso a tres colores, con lo cual resulta más interesante y didáctica.
1. Hemos recibido un III. a)Operaciones con números racionales; b) Triángulos iguales; c) Triángulos con las medidas de la serie de Fi-bonacci.
IV. a)División de racionales; b) Circunferencia; c) El rectángulo áureo.
V. a)Potenciación de racionales; b) Posiciones de dos circunferencia y una circunferencia y una recta; c) Gnomon áureo.
VI. a) Distributividad de la potenciación; b) Angulo inscripto y seminscripto; c) Tangente a una y dos circunferencias.
VII. a) Producto y cociente de potencias; b) Figuras circulares; c) Trazado de tangentes.
VIII. a) Potencia de potencia; b) Simetría central; c) Distancia de un punto a una recta.
IX. a) (a + b).(a—b); b) Lugares geométricos; c) Inscripción de circunferencias de proporciones áureas recíprocas.
X. a) (a+b)2; b) Alturas, medianas, media- trices y bisectrices; c) Trazado de tangentes en un triángulo isósceles áureo.
XI. a) (a—b)2; b) Polígono convexo; c) Suma de ángulos de un polígono.
programa para una escuela de profesorado en artes plásticas, que nos envía la señora Susana H. M. de Gigante, en cuya redacción se ha tenido en cuenta el nivel del alumno que ingresa, el enfoque actual para la aplicación de conceptos matemáticos de interés para la plástica. Se dan instrucciones di- tláeticas para presentar la materia como unidad, sin dejar de lado la abstracción. Se indica la necesidad de aplicar el método axiomático, y del método deductivo, como aplicación de conceptos geométricos a relaciones armónicas y proporciones áureas, reconociendo en circunstancias la importancia de la inducción, para lo cual se someterá al alumno o situaciones creativas. A la intuición del alumno se unirá la guía del profesor en la investigación de ciertos conceptos, tratando de emplear al lenguaje simple, universal y preciso del álgebra.
Por considerarlo de interés general, resumiremos estos programas
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TERCER AÑO! I. a) Radicación de racionales; b) Polígonos
convexos; c) Pentágono regular.II. a) Propiedades de la radicación; b) Cua
drilátero convexo; c) Estrellas áureas.III. a) Productos y cociente de raíces; b) Pa-
raielogramo; c) Figuras recíprocamente áureas.
IV. a) Producto y cociente de raíces; b) Rectángulo; c) Rectángulos áureos.
V. a) Raíz de raíz; b) Rombo; c) Divisiones áureas de un rectángulo áureo.
VI. a) Raíz de potencia y potencia de raíz; b) Cuadrado; c) Gnomon áureo.
VII. a) Radicales semejantes; b) Trapecio y trapezoides; c) Inscripción de rectángulos áureos.
VIII. a) Introducción de factores; b) Romboide; c) Líneas de fuerza.
XI. a)Operaciones con radicales; b) Superficies de polígonos y poliedros; c) Superficies de cuerpos redondos.
PRIMER AÑOI. a) Conjuntos; b) Número natural; c) Pun
to, recta y plano.II. a) Igualdad de conjuntos. Pertenencia 9
inclusión; b) Números concretos homogéneos, complejos e incomplejos; c) Figura y espacio geométrico.
III. a) Unión, intersección, diagramas de Venn; b) Suma y resta de números naturales; c) Semirrecta, segmento y semiplano.
IV. a) Operaciones entre conjuntos; b) Suma algebraica; c) Angulos y sus medidas.
V. a) Ejercitación de las operaciones con juntos; b) Multiplicación de enteros; c) Operaciones con segmentos y ángulos.
VI. a) Complemento de un conjuntó; b) División de números enteros; c) División de segmentos o de ángulos por un número natural.
VII. a) Inclusión; b) Rectas paralelas y perpendiculares; c) Angulos formados por dos rectas cortadas por una tercera.
VIII. a) Número racional; b) Perpendicularidad y paralelismo; c) Relación armónica y proporción aúrea.
IX. a)Factor común; b) Perpendicularidad y paralelismo; c) Simetría axial.
Julio fí. Juan
J KENNEDY. Understanding Sets, 65 pág.; G. W. RODDA, Understanding Nwnber, 91 pág., L. LACKIE, Understanding Shapes & Solíds, 60 pág., TITO- MAS NELSON AND SONS LTD., Londres, 1967.
No se trata, por supuesto, de libros de texto. Son, más bien, notas, ejercicios y problemas destinados ¿ introducir al alumno en el campo de la matemática, en los cursos superiores de la escuela primaria y enseñarles el significado de ciertos términos que posteriormente puedan necesitar para expresar sus ideas con mayor precisión.
Deben, pues, aprender a combinar conjuntos, a compararlos, a determinar relaciones, y a emplearlos para la resolución de problemas, acertijos y otras cuestiones. Los niños tienen desde muy pequeños la noción de conjunto y muchas veces realizan lo que matemáticamente se denomina unión. El trabajo se prosigue con la observación de relaciones y operaciones entre conjuntos, todo ello
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con-
CUARTO AÑOI. a) Razón de dos números; b) Teorema de
Tales; c) Construcciones.II. a ) Cálculo de términos en proporciones; b)
Triángulos semejantes; c) Semejanza en triángulos áureos.
III. a)Razones iguales; b) Semejanza de polígonos; c) Espiral áurea.
IV. a) Proporciones; b) Bisectriz interior de un triángulo; c) Aplicación a la espiral áurea.
V. a) Expresiones periódicas; b) Análisis de triángulos rectángulos en una espiral ondeada de relaciones áureas; c) Gnomon áureo.
VI. a) Número irracional; b) Alturas de triángulos semejantes; c) Espiral de dos, tres y cinco centros de ritmo.
SEGUNDO AÑOI. a) Suma y resta de racionales; b) Trián
gulos; c) Rectángulo áureo y espiral áurea II. a)Multiplicación de racionales; b) Trián
gulo isósceles; c) Composición con triángulos.
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vista destinada a divulgar sus actividades y otros problemas de la matemática actual; su corresponsal en nuestro país será la profesora Irma DUMRAUF, de La Plata.
Auguramos larga y fructífera vida al nuevo colega.
3. El Instituto Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias (INEC) anuncia la publicación de las re- comedaciones propuestas y los trabajos o relatos principales del Primer Simposio Nacional realizado entre el 16 y el 19 de octubre en la ciudad Universitaria de Córdoba. Dicha publicación será remitida a los docentes que la soliciten al profesor Angel Hérnáiz, Rivadavia 1917, Buenos Aires.
VIII. .i) Estructura del sistema (Z,b) teorema de Pitágoras; c) Aplicaciones.
IX. a) Operaciones con números reales; b) Serie dinámica de triángulos armónicos; c) Divisiones armónicas en rectángulos armónicos.
X. a) Raíz cuadrada; b) Equivalencia de polígonos; c) Aplicaciones del concepto de equivalencia.
XI. a) Transformación de figuras; b) Equivalencias; c) Area de figuras planas.
XII. a) Inscripciones en la circunferencia; b) Poliedros y cuerpos redondos; c) Prismas, áureos.
XIII. a) Superficies de poliedros y cuerpos redondos; b) Rectángulos subarmónicos; c) Prismas subarmónicos.
2. El Centro Belga de Pedagogía de laMatemática, que dirige nuestro asesor G.PAPY ,anuncia la aparición de NICO, rc-
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(Viene de la pág. 31)En el ejemplo estudiado, la media fue
x = 1,47 y la discrepancia-tipo £ = 0,07. Por consiguiente, el intervalo de las buenas evaluaciones es: 1,40 < xi < 1,54. Se observa que 34 evaluaciones, o sea el 68 % del conjunto, están comprendidas. Se observa también que los alumnos que lian elegido el modo, han dado una evaluación errónea.
A continuación de esta lección, se puede usar el mismo ejemplo para definir otros conceptos tales como los cuartiles, las frecuencias acumuladas, el polígono de las frecuencias, las frecuencias agrupadas, los histogramas, así como para que se conciba la noción de muestra o para introducir los importantes y delicados problemas de inferencia estadística. Sería preciso, por ejemplo, preguntar a los alumnos: ¿qué se debiera pensar en el caso de que no hubiera coincidencia entre la medida proporcionada por la media de las evaluaciones y la medida directa realizada con el metro? Responderían, sin duda, que el número de
alumnos, es decir, de evaluciones, no ha sido suficientemente grande. Nueva cuestión. ¿Y si subsiste el desacuerdo aun cuando el número de evaluaciones fuera elevado? O bien: si la evaluación fuera hecha en otra clase ¿se revelaría un desacuerdo del mismo tipo con la medición directa? Sería necesario concluir que el instrumento usado, el metro en nuestro caso, es defectuoso, lo que constituye ya una cierta iniciación en la teoría de las muestras y en el problema del control de la calidad.
Es ventajoso el hecho de que los alumnos hayan creado de entrada la jioblación sobre la que han trabajado. Eso da un carácter de realidad concreta a resultados tales como el valor medio que, sin ello, sería abstracción pura. Una evaluación correcta de la longitud del pizarrón resulta de las evaluaciones falsas dadas por los mismos alumnos. El alcance y el valor práctico de los métodos estadísticos son así iluminados. Se lia despertado el interés de los alumnos por estos estudios.
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(Viene de la pág. 38) siendo U el universo. Por ejemplo, si A fuera el conjunto de
los portugueses y B el conjunto de las personas que saben leeer, A\B será el conjunto de los portugueses que no saben leer.
(Continuará)
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Las cinco centrales de punta ubicadas en Malaver, Remedios de Esca
lada, La Matanza, Gutiérrez y Berisso, con una potencia total instalada de 140 000 kW, significan un importante aporte a la red de distribución en las horas de máxima demanda de energía eléctrica.
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SERVICIOS ELECTRICOS DEL GRAN BUENOS AIRES S. A.
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7.244.897 dólares
Es la cifra exportada por IBM Argentina durante el año 1967 a 85 países de 5 continentes.Mano de obra argentina y la participación de 600 empresas proveedoras locales, produjeron las máquinas para procesamiento de datos que durante los últimos 7 años fueron exportadas por valor de 26.000.000 de dólares, dando a conocer y prestigiando la Industria Argentina en el mundo entero.
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Av. R. Sáenz Peña 933 — Buenos Aires La Plata - B. Blanca - Rosario • Santa Fe
Córdoba - Mendoza - Tucumán