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INTRODUCCIÓNLa salud del Macho Ross debe ser manejada correctamente. En el presente artículo describimos la manera de elevar al máximo el rendimiento de la parvada al minimizar o prevenir las enfermedades de las aves mediante buenas prácticas zootécnicas, de bioseguridad y bienestar para las aves.

Es esencial detectar desde un principio las enfermedades mediante la supervisión y el registro (“monitoreo”) con regularidad de los parámetros de producción, así como de las prácticas de prevención y tratamiento de los problemas de salud, para poder implementar en la granja un programa efectivo de control. Debemos revisar cuidadosamente los parámetros obtenidos comparándolos contra los objetivos de la compañía. Es necesario que el personal veterinario entrenado realice una investigación minuciosa cuando los parámetros monitoreados no satisfagan las metas establecidas

VACUNACIÓNJunto con un buen programa de bioseguridad, un calendario adecuado de vacunación puede ser muy efectivo para controlar las enfermedades endémicas y las posibles amenazas que acechan a la operación. Todo programa de vacunación se debe desarrollar consultando a los médicos veterinarios especialistas en aves.• Basar los programas de vacunación tomando en cuenta

las enfermedades que existen en la localidad y la disponibilidad de vacunas.

• Implementar los programas de vacunación de tal manera que cada ave reciba la dosis adecuada de vacuna.

• Seguir las recomendaciones del fabricante en lo que se refiere al manejo y el método de administración de las vacunas.

• Entrenar adecuadamente a los vacunadores para manejar y administrar los biológicos.

• Realizar con regularidad auditorías del manejo y las técnicas de administración de las vacunas, asi como las respuestas posvacunales, como medidas críticas para controlar los desafíos y mejorar el rendimiento.

• Cambiar frecuentemente las agujas, los aplicadores y/o los frascos de vacuna para ayudar a reducir la contaminación con las bacterias del medioambiente.

• Elevar a niveles óptimos la ventilación y el manejo posterior a la vacunación, especialmente durante la reacción inducida por las vacunas.

No debemos depender solamente de la vacunación para proteger a las parvadas contra los desafíos de enfermedad y las prácticas deficientes de manejo. La vacunación es

MANEJO DE LA SALUD DEL MACHO REPRODUCTOR PESADO MODERNOKelli H. Jones, DVM, MAM, ACPVProfesor Asistente de Clínica, Medicina Aviar, Departamento de Biopatología y Medicina Poblacional, Colegio de Medicina Veterinaria, Universidad Estatal de Mississippi, EE.UU.

más efectiva cuando minimizamos los desafíos mediante programas de bioseguridad y manejo bien diseñados e implementados.

PUNTOS QUE REQUIEREN ESPECIAL ATENCIÓN DESPUES DE REALIZAR PRÁCTICAS DE MANEJO O VACUNACIONES

Sitios de Administración de VacunasHay que examinar los sitios de administración de las vacunas. para asegurar que se hayan aplicado en el lugar correcto y a la dosis adecuada. Por ejemplo, las vacunas activas contra el cólera aviar y contra la viruela, que se administran en la membrana del ala, deben dejar una reacción o “prendimiento” (véase la Figura 1). Este examen se debe efectuar inmediatamente después de la vacunación, repitiéndolo posteriormente para observar las reacciones tisulares. Si la vacunación es inadecuada el prendimiento será mínimo o tal vez no se presente.

Figura 1: Prendimiento de una Vacuna Aplicada en la Membrana del Ala

El monitoreo del prendimiento de la vacuna es una manera sencilla de evaluar la precisión de un programa de vacunación. El momento más correcto para evaluar el prendimiento es de 5 a 7 días después de la vacunación, debiendo observar por lo general una reacción de 0.25 a 0.50 cm. La norma para asegurar la inmunización correcta de una parvada es de 40 a 50 aves con un mínimo de 95% de precisión de la administración.La administración y la dosis son críticas. Los aplicadores de dos punzones (véase la Figura 2) son extremadamente efectivos, siempre y cuando se siga una técnica correcta de administración.La colocación adecuada es en la parte inferior del ala, al centro

Junio2009

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+Figura 4: Infección Bacteriana Secundaria en una Articulación

Enfermedades Inducidas por VacunasLas vacunas demasiado virulentas o “calientes”, pueden inducir realmente la enfermedad (como artritis viral o cólera aviar). Tal vez sea necesario vacunar a los machos con una vacuna más suave que a las hembras, especialmente contra el cólera. Los machos sometidos a restricción alimenticia severa tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades inducidas por las vacunas. El manejo brusco de los machos durante la vacunación y/o la captura también incrementa las posibilidades de enfermedades inducidas por vacunas. Evite atrapar o acarrear a los machos tomándolos por una pierna o un ala (véase la Figura 5).

Figura 5: Manejo Incorrecto de las Aves

TraumatismoEl manejo inadecuado de las aves es una fuente importante de traumatismos. Debemos supervisar al personal encargado de realizar las vacunaciones y la captura de las aves, para evaluar su nivel de experiencia. Además, el equipo utilizado para manejar o atrapar a las aves debe estar en buenas condiciones (véase la Figura 6). Es necesario considerar también las condiciones climáticas durante el manejo, la captura y el transporte de los animales.

+de la membrana. Debemos estar seguros de evitar inyectar los músculos del ala, en cuyo caso el prendimiento puede ser excesivo. También es importante impedir el contacto del aplicador con las plumas, pues éstas pueden eliminar la vacuna de los punzones durante la administración.

Figura 2: Vacunación a través de la Membrana del Ala Usando un Aplicador de Dos Punzones

Infecciones Bacterianas SecundariasLa higiene durante la vacunación es extremadamente importante. Si no se cambian las agujas, los aplicadores y los frascos con suficiente frecuencia, puede ocurrir contaminación ambiental, reacciones tisulares y/o prendimientos excesivos de la vacuna (véase la Figura 3).

Figura 3: Sitio de Vacunación Infectado en la Membrana del Ala

Cambie las agujas o los aplicadores con frecuencia durante la vacunación de una parvada y no rellene los frascos de vacuna, pues esto puede causar contaminación. Por ejemplo, es frecuente que los frascos de vacuna contra el cólera aviar o los aplicadores se contaminen con Staphylococcus si no se siguen estos pasos. Si las bacterias ingresan al torrente sanguíneo, se desarrollará una infección sistémica y contaminaciones bacterianas secundarias, especialmente en las piernas (véase la Figura 4).

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El monitoreo debe incluir la inspección de la parvada en busca de signos de enfermedad intestinal como tránsito rápido del alimento, heces sueltas o sanguinolentas, poca uniformidad en la parvada, incrementos en la mortalidad, ganancias de peso inadecuadas y/o infecciones bacterianas secundarias.

Figura 7: Ciegos Sanguinolentos: Coccidiosis (Eimeria Tenella)

El uso de amprolio y la suplementación con vitaminas pueden ayudar a reducir los efectos negativos del control inadecuado de la coccidiosis, particularmente con E. tenella y E. maxima. La administración de una solución concentrada de amprolio a la dosis de 10 onzas por galón durante 2 a 3 días consecutivos a partir del Día 10 posvacunación, puede servir para amortiguar la reacción sin interferir con el desarrollo de la inmunidad.Se sugiere la suplementación con vitaminas hidrosolubles y particularmente con las liposolubles (A, D, E y K) durante 3 a 4 días después de la administración de amprolio. En situaciones de enfermedad intestinal, como por ejemplo un brote de coccidiosis, disminuye la absorción de vitaminas a causa del daño tisular asociado con la reacción posvacunal.

Histomoniasis (cabeza negra)El principal agente causal de esta enfermedad es el protozoario Histomonas meleagridis y en pollos se transmite principalmente mediante la ingestión de huevecillos infectados del gusano cecal. Es por ello que la estrategia clave para el control de la cabeza negra consiste en reducir al gusano cecal (N. del T.: Heterakis gallinarum) que es el vector primario. La desparasitación consistente, temprana y frecuente con productos bencimidazólicos ayudará a reducir la exposición al gusano cecal y a sus huevecillos, así como a las histomonas que éstos acarrean. También se recomienda aplicar medidas de bioseguridad como eliminar la cama vieja, y limpiar y desinfectar el galpón con el objeto de reducir las poblaciones del vector.Véase el Boletín de Aviagen Technical Update, Vol. 1 (Junio de 2005), redactado por los Dres. Suzanne Young y Jim Dawe, para obtener mayor información sobre los programas de desparasitación.Los signos clínicos consistentes en depresión, plumas erizadas y descarga cecal con color alterado, se desarrollan de 7 a 12 días después de la infección. Las lesiones en el hígado (véase la Figura 8) se presentan como áreas circulares deprimidas, similares a un tiro al blanco y altamente variables, hasta de 1 cm de diámetro, pudiendo haber además inflamación de los ciegos con paredes engrosadas y posiblemente un contenido con centro caseoso, según se muestra en la Figura 9.

El manejo incorrecto de las aves puede causar:• Fracturas óseas.• Daño en articulaciones, músculos y tendones.• Reactivación de enfermedades o infecciones previas..

Figura 6: Equipo para Transporte de Machos

PROBLEMAS COMUNES DE SALUD

Durante el Período de Desarrollo (de 0 a 22 semanas)

CoccidiosisLos pollos son susceptibles a la coccidiosis a cualquier edad. Eventualmente, la exposición genera inmunidad por lo que el objetivo en un programa de reproductoras es lograr una exposición temprana controlada, lo cual se logra vacunando a las aves contra la coccidiosis al día de edad. Las aves se exponen a coccidias vivas, potencialmente patógenas, cuando se les aplican las vacunas contra la coccidiosis.

En reproductoras pesadas, los principales problemas son los causados por Eimeria acervulina, E. maxima, E. tenella y E. necatrix. Existen diferencias entre estas especies con respecto a su sitio de multiplicación en el tracto intestinal y en el número de ciclos reproductivos para generar inmunidad.

Desarrollo de inmunidad protectora• 2 ciclos reproductivos→E. acervulina y E. maxima.• 3 ciclos→E. tenella (véase la Figura 7).• Más de 4 ciclos→E. necatrix.

El desarrollo de la inmunidad correcta depende de varios factores incluyendo el control de parámetros de manejo tales como la calidad de la cama y la ventilación, y la atención cuidadosa para minimizar la presencia de enfermedades inmunosupresoras concurrentes (como enfermedad de Marek, enfermedad de Gumboro, anemia infecciosa y reovirosis). La nutrición adecuada y el manejo de la restricción alimenticia desempeñan un papel crucial, toda vez que la restricción del alimento estimula el consumo de material de cama y, por ende, la ingestión de ooquistes.

La investigación de las condiciones de campo mediante el monitoreo cuidadoso de las reacciones posvacunales, cuando alcanzan su máxima expresión, de 2 a 6 semanas de edad, ayudará a evitar reacciones excesivas y problemas futuros.Lo más común es utilizar sistemas para calificar las lesiones. Las calificaciones normales en las aves vacunadas no deben ser superiores a +2.

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Figura 8: Lesiones en el Hígado

Figura 9: Material Caseoso en el Ciego

Ante la sospecha de histomoniasis, es necesario enviar aves al laboratorio de diagnóstico para diferenciarla de otras infecciones como salmonelosis y coccidiosis.

La nitarsona (Histostat) está aprobada para la prevención de la cabeza negra en Estados Unidos, aunque en la mayoría de los otros países no existen fármacos registrados para el tratamiento de esta enfermedad.

Se ha identificado a la coccidiosis causada por E. tenella como factor contribuyente, de tal manera que las estrategias de prevención y control de esta coccidia son también importantes. Algunas empresas han tenido éxito con varios programas como la inclusión de sal en los pisos de tierra (solamente granular y grado alimenticio para uso animal). Al igual que con la coccidiosis, la suplementación con vitaminas, particularmente las liposolubles (A, E, D3 y K) es una buena práctica ante la presencia de enfermedad intestinal.

Véase el Boletín de Aviagen Technical Update, Vol. 2 (June 2005) escrito por el Dr. Kelli Jones, donde encontrará mayor información sobre la cabeza negra.

Laringotraqueítis (LT) InfecciosaEl agente causal de la laringotraqueítis infecciosa es un virus herpesαrespiratorio altamente contagioso que afecta a pollos y otras aves. Ingresa al organismo casi siempre por la vía ocular o a través de la porción superior del tracto respiratorio.

Signos Clínicos• Boqueo (véase Figura 10).• Tos• Descarga nasal u ocular (véase la Figura 11), lagrimeo y/o

expectoración de moco teñido con sangre.• Las lesiones son traqueítis (véase la Figura 12) con o sin

moco teñido con sangre, conjuntivitis y sinusitis.

Figura 10:SignosdeEnfermedadRespiratoria

Figura 11: Lagrimeo (Descarga Ocular)

Figura 12: Traqueítis

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La laringotraqueítis tiene implicaciones económicas pues se asocia con mortalidad y disminución en la producción de huevo inducida por este virus. Si existe la enfermedad en el área, la vacunación durante el levante es esencial para la protección.

Lo más común es que las aves reproductoras reciban una vacuna elaborada con virus activo modificado, sometido a pasajes en cultivo de tejidos (CT), lo que constituye un virus vacunal muy atenuado que tiene un riesgo mínimo de diseminarse entre las aves susceptibles. La vacunación se realiza aplicando una gota en el ojo (véase la Figura 13) a las 4 semanas de edad, repitiendo la dosis a las 10 semanas de edad en las áreas de alto desafío.

Figura 13:VacunaciónporGotaOcular

En caso necesario se puede utilizar la vacuna para ayudar a limitar la diseminación de un brote, aunque en este caso solamente se podrá proteger a las aves que aún no se hayan infectado con el virus virulento.

En las áreas donde la laringotraqueítis infecciosa es prevalente, algunos clientes están administrando otro tipo de vacuna elaborada con virus activo modificado, en el agua de bebida, aproximadamente a las 4 semanas de edad. Este virus se cultiva en embriones de pollo (vacunas CEO, por sus siglas en inglés), pero estos virus vacunales son menos estables y más virulentos que los elaborados en cultivo de tejidos, por lo que pueden revertir fácilmente a la virulencia. Se ha demostrado que las vacunas elaboradas en embrión de pollo pueden ser la fuente de muchos brotes de laringotraqueítis, por lo que se deberá tener mucha precaución al utilizar estas vacunas en reproductoras.

Gusanos IntestinalesLos gusanos intestinales pueden ser redondos (nemátodos), planos (tenias o platelmintos), cecales (véase la Figura 14) y capilarias (N. del T.: en forma de cabellos) y se diagnostican comúnmente durante la necropsia de pollas de reemplazo, machos jóvenes y reproductores pesados adultos.

Figura 14: Gusanos Cecales

Los signos clínicos que se observan comúnmente en caso de infestación con el gusano cecal incluyen plumaje erizado, retraso del crecimiento, cloacas empastadas y aves pálidas. Las infestaciones severas con gusanos intestinales pueden causar diarrea, mala absorción de los nutrientes, enteritis y otras enfermedades infecciosas incluyendo a la cabeza negra causada por Histomonas meleagridis.La limpieza de los galpones (casetas o naves) y el uso de cama nueva para cada parvada ayudarán a minimizar la exposición a estos gusanos intestinales. Se sugiere aplicar un programa preventivo de desparasitación durante el levante de las aves reproductoras, para reducir la incidencia y la severidad de estas infestaciones.Los productos efectivos para el tratamiento solamente se pueden conseguir mediante receta emitida por escrito por el médico veterinario para el uso “extraetiqueta” de estos medicamentos. Se deberá tomar en cuenta el beneficio económico del tratamiento antes de aplicarlo, especialmente si las parvadas están ya en producción. Es importante utilizar un programa de monitoreo que incluya el examen de intestinos a la necropsia para monitorear la efectividad del programa antiparasitario. Las aves con el sexo no bien definido constituyen candidatos ideales para los chequeos de gusanos. Realice siempre un tamizado de la materia fecal para poder detectar a los nemátodos del género Capillaria, pues de lo contrario resulta difícil observarlos (véase la Figure 15).Consulte el Boletín de Aviagen Technical Update, Vol. 1 (Junio de 2005), escrito por los Doctores Young y Dawe, para mayor información sobre productos efectivos y programas de desparasitación.

Figura 15: Tamizado de Heces para el Diagnóstico de Capillaria

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Infecciones de Piernas y Articulaciones con StaphylococcusLa infección con Staphylococcus o estafilococosis, se refiere a una variedad de enfermedades de las aves causadas por Staphylococcus aureus, que es la única especie de este género que tiene importancia en avicultura.

Los brotes de cojera o claudicación por Staphylococcus generalmente se asocian con prácticas de manejo que causan estrés y/o traumatismo en articulaciones y tendones (véanse ejemplos en las Figuras 16 y 17). Estas infecciones tienden a presentarse con más frecuencia durante los siguientes cuatro períodos de la vida de los reproductores:• De 0 a 2 semanas - La onfalitis y la necrosis de la cabeza del

fémur con frecuencia se relacionan con contaminación del huevo o de la planta de incubación y con procedimientos menores al nacer, como recorte del dedo.

• De 4 a 6 semanas - Infecciones secundarias de las articulaciones del tarso y la rodilla, después de reacciones posvacunales o coccidiosis, a causa de daño intestinal que permite el paso de bacterias al torrente sanguíneo, para luego asentarse en estas articulaciones.

• De 10 a 20 semanas - Infección secundaria de las articulaciones del tarso y la rodilla, por el estrés asociado con vacunación, restricción alimenticia y madurez sexual. Factores como aglomeración, distribución deficiente del alimento y espacio insuficiente de comedero exacerban estos problemas.

• De 24 a 30 semanas - Infecciones de las articulaciones del tarso y la rodilla, así como abscesos del cojinete plantar, secundarios al estrés asociado con la movilización de las aves, la unión entre machos y hembras, y el inicio de la producción de huevo. La agresión del macho y lesiones asociadas con el equipo de comederos, nidos y pisos de rejilla o“slats”, también contribuyen al desarrollo de infecciones por Staphylococcus durante este período.

Las pérdidas económicas en machos reproductores generalmente se deben a infecciones en articulaciones o tendones, conducentes a reducir la uniformidad y la ganancia de peso, menor movilidad y capacidad de apareamiento, así como a una disminución general en la capacidad de las aves afectadas para competir con las demás.

Figura 16: Inflamación de la Extremidad

Figura 17: Cojinete Plantar Infectado e Inflamado

En todos los casos de infección bacteriana de huesos y articulaciones, la respuesta al tratamiento con antibióticos es de deficiente a variable, pues estos gérmenes se localizan en un sitio con poca vascularización, donde logran multiplicarse porque los mecanismos de defensa inmune tienen ahí poco efecto.

Las medidas preventivas incluyen: • Manejo del estrés (por ejemplo, evitar densidad excesiva

de población, restricción alimenticia y agresividad entre las aves).

• Manejo del medioambiente (como eliminar equipo y objetos filosos, promover el ejercicio, reducir al mínimo la altura de los pisos de rejilla o “slats”, manejar la cama y la calidad del agua).

• Monitoreo de los programas de vacunación y salud (supervisar y controlar la coccidiosis, utilizar programas adecuados de vacunación, asegurar una buena bioseguridad en la planta de incubación y en la granja, garantizar la higiene al manejar las vacunas y el equipo de vacunación).

Además el lector podrá encontrar programas específicos y lineamientos zootécnicos en las guías de manejo de reproductoras proporcionadas por los proveedores primarios de pie de cría.

Para obtener mayor información sobre las infecciones por Staphylococcus en reproductoras pesadas, véase el Artículo Aviatech Vol. 1, Nº 1 (Octubre 2001), escrito por los Dres. Carolyn Miller y Eric Jensen.

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Abscesos en la Médula Espinal (Osteoartritis Vertebral)Los brotes de abscesos espinales o en la columna vertebral causados por la bacteria Enterococcus cecorum en machos reproductores pesados jóvenes constituyen una enfermedad bien identificada, distinta de los abscesos espinales esporádicos y de otras patologías de la columna vertebral descritas con anterioridad. Los niveles de mortalidad son variables, pero pueden ascender hasta el 20%, debido a la alta tasa de desecho de las aves afectadas. La morbilidad en una parvada puede llegar hasta el 50% o más.El establecimiento clínico ocurre alrededor de las 6 a 12 semanas de edad y suele durar en la parvada de 4 a 6 semanas. Este problema se puede reconocer mediante la cojera o claudicación característica y otros signos clínicos, especialmente el arqueo del dorso, parálisis y la presencia de aves sentadas sobre los tarsos, según se observa en la Figura 18. La Figura 19 ilustra cómo cuando un absceso crece, comprime la médula espinal de las aves afectadas, lo que causa los signos clínicos característicos.

Figura 18: Presentación Típica de Aves Afectadas

Figura 19: Abscesos Causantes de Compresión en la Médula Espinal

La confirmación se realiza a la necropsia mediante el hallazgo de los abscesos típicos en la médula espinal, además del aislamiento y la identificación de E. cecorum en el laboratorio. Estos abscesos se pueden ver fácilmente durante la necropsia, en la región donde se aproximan los pulmones a los riñones, a lo largo de la columna vertebral, según se muestra en la Figura 20.

Figura 20: Abscesos al Nivel de la Unión entre Pulmones y Riñones

Existen métodos sólo limitados para la prevención y el tratamiento de este problema, pues todavía no se alcanza a comprender completamente por qué se presenta. Mientras no sepamos más sobre los abscesos de la médula espinal en machos reproductores jóvenes, puede ser prudente prestar mucha atención a la salud intestinal y minimizar o modificar los procedimientos que pudieran causar lesiones leves en el dorso de estas aves. Se ha demostrado que E. cecorum es extremadamente sensible a la penicilina y la virginiamicina, pero una vez que ocurre la infección en la espina dorsal, la penetración de los antibióticos es muy deficiente. Tal vez resulte de ayuda el tratamiento de una parvada sólo al aparecer los primeros signos.

Durante el Período de Producción (de 23 a 64 semanas)

Cólera AviarPasteurella multocida es la bacteria responsable de esta enfermedad, que consiste en una septicemia aguda o crónica de las aves. Su prevalencia es mayor al final del verano y durante el otoño y el invierno.

Es frecuente que no se observen los signos clínicos de la septicemia aguda pues la mortalidad avanza rápidamente. En los casos de infección crónica, los signos clínicos y las lesiones aparecen de manera más localizada (como ocurre con la inflamación de las barbillas [véase la Figura 21], los senos faciales, las articulaciones de piernas y alas y los cojinetes plantares). El tracto respiratorio es otro sitio común de implantación de las infecciones crónicas (véase la Figura 22).

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Figura 21: Inflamación de las Barbillas

Fotografía del Dr. H. John Barnes

Figura 22: Neumonía

Fotografía del Dr. H. John Barnes

El cólera aviar es una de las enfermedades más costosas en muchas operaciones de reproductoras pesadas a causa de la mortalidad, las pérdidas en la producción y la presencia de infecciones localizadas persistentes. Debido a ello se vacuna a casi todas las parvadas de este tipo en Estados Unidos; no obstante, incluso en las aves vacunadas el cólera puede ser problema, especialmente si el tipo de vacuna, la técnica o las prácticas de higiene son inadecuadas.

El cólera aviar generalmente se presenta después de algunos días o semanas de la vacunación, para luego disminuir temporalmente y reaparecer en forma crónica luego de transferir la parvada a la nave de producción y durante el pico de postura.

El enfoque debe ser reducir el desafío de cólera en el campo y aplicar la vacunación correctamente durante el período de desarrollo. Debido a que otras especies pueden albergar a la bacteria causal, todo programa efectivo de control debe incluir la eliminación de roedores y de otros hospederos potenciales como gatos, zorrillos y otros mamíferos.Los programas de control también deben incluir vacunas,quepuedenservivasomuertas.

Es necesario monitorear los títulos de anticuerpos posvacunales, toda vez que éstos tienden a declinar después de 40 a 50 semanas si se utilizan vacunas muertas. Las vacunas vivas ofrecen protección contra varios serotipos, pero es necesario inyectar individualmente a cada ave. Todas las vacunas vivas tienen la posibilidad de inducir cólera aviar bajo ciertas circunstancias y parece que los machos son más susceptibles a este problema que las hembras. Póngase en contacto con su proveedor de vacuna para recibir apoyo técnico y para lograr resultados óptimos, evitando posibles problemas secundarios.

Se deben realizar cultivos y pruebas de sensibilidad antes de aplicar un tratamiento, pues se ha reportado cierta resistencia a los antibióticos de uso común. La terapia antibiótica efectiva debe frenar la mortalidad dentro de 24 horas.

Para obtener mayor información sobre el cólera aviar en reproductoras pesadas, véase el boletín Ross Tech “Protección de las Reproductoras Pesadas contra el Cólera Aviar” (Junio de 1996), redactado por el Dr. John Glisson.

Ácaro del NorteLas infestaciones con el ácaro del norte en parvadas comerciales pueden variar desde una ligera molestia hasta un problema económico severo. Estos ácaros pueden reducir la producción en más de 2%, causar pérdida de peso y reducir el consumo de alimento.

Es común que estos ácaros sean introducidos a las parvadas a través de pájaros silvestres y roedores, y por lo general se les observa en los meses más fríos del año. La mejor forma de controlar la infestación por ácaros es mediante su detección temprana, realizando monitoreos de rutina.

El área de la cloaca es el sitio típico de la infestación, aunque en el caso de los machos la distribución es más difusa y por lo general llega hasta los tarsos. Los ácaros son animales muy pequeños, de color marrón o rojo claro y se les puede observar fácilmente arrastrándose sobre las aves. Sus excreciones por lo general se apelmazan en los cañones de las plumas, mismas que tienen apariencia sucia (véase la Figura 23). El tratamiento suele implicar la aplicación de compuestos químicos o plaguicidas en las aves, nidos, pisos de rejilla, cama y demás áreas del galpón.

Figura 23: Ácaros

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CONCLUSIÓN

Es crucial saber qué esperar, a qué edad y cómo detectar situaciones anormales en la parvada. Cuando se observen problemas en las aves reproductoras o cuando se sospeche su presencia, es importante conseguir la asesoría de un médico veterinario lo más pronto posible. Al investigar la causa de la enfermedad, se debe tener cuidado al asociar a una bacteria o un virus que se aíslen a partir de la parvada infectada como causa de la enfermedad, pues muchas bacterias o virus apatógenos también se pueden aislar de aves sanas.

El mejoramiento continuo de la salud del macho dentro de una operación de reproductoras requiere llevar buenos registros y tomar muestras a lo largo de la vida de las parvadas y durante todo el proceso de producción. Además, resulta de gran ayuda mantenerse al día con respecto a los problemas de salud locales y regionales, preparándonos así para lo inesperado.

El reconocimiento de los problemas de salud puede incluir varios pasos. Al diagnosticar una enfermedad, planear e implementar una estrategia de control, es importante recordar que mientras más profunda sea la investigación más completo será el diagnóstico. Resulta crítico reconocer una enfermedad lo antes posible.

Machos de RepoblaciónUn problema importante relacionado con la repoblación de machos es la transmisión de enfermedades preexistentes a una parvada desprotegida. La bioseguridad es de gran importancia, especialmente cuando los machos de repoblación se distribuyen en varios sitios, procedentes de un lugar común. Las enfermedades

asociadas más comúnmente con los machos de repoblación son cólera aviar, micoplasmosis, infestación por ácaros, laringotraqueítis infecciosa y salmonelosis. Es importante llevar a cabo monitoreos de laboratorio y de campo para diagnosticar estas enfermedades antes de introducir los machos nuevos.

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Notas

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Notas

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