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Introducción a la psicología de Jung Frieda Fordam Lo religioso en la obra de C. G. Jung A) Deslindar lo religioso de lo psicológico En el alma humana se nos presentan varios hechos posibles: la magia, la superstición, la religión… y en los tres campos entran simultáneamente datos como tendencias, desviaciones, etc., que forman el mundo psicológico. Psicología y religión vertientes de un mismo sujeto, el color o dibujo de una misma fotografía. Muchos no han sabido distinguir entre el hecho psicológico del fenómeno religioso vital y la realidad objetiva del ese mismo hecho, es el gran mérito de la posición jungiana. Aunque Dios no existiera, el hecho de su creencia y de su adoración es un factum psicológico. La psicología ante la religión “Dios no tiene éxito en una humanidad psíquicamente desnutrida” dice Jung, la poca salud psíquica, dificulta la verdadera religiosidad, la auténtica religiosidad aporta al hombre un sentido de vida, una valoración axiológica positiva de lo doloroso, una esperanza vital frente a la angustia, un sentirse hermano y en lucha contra el egoísmo, que indudablemente habrán de reforzar los mecanismo psicológicos de defensa ante la frustración. Estudia la psicopatología religiosa: la imago de Dios y su relación con la imago paterna Da una idea del mundo religioso no como huida del mundo sino como el fruto y el punto máximo de la perfección de la vida La fe ante la psicología

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Introducción a la psicología de JungFrieda Fordam

Lo religioso en la obra de C. G. Jung

A)Deslindar lo religioso de lo psicológicoEn el alma humana se nos presentan varios hechos posibles: la magia, la superstición, la religión… y en los tres campos entran simultáneamente datos como tendencias, desviaciones, etc., que forman el mundo psicológico. Psicología y religión vertientes de un mismo sujeto, el color o dibujo de una misma fotografía. Muchos no han sabido distinguir entre el hecho psicológico del fenómeno religioso vital y la realidad objetiva del ese mismo hecho, es el gran mérito de la posición jungiana. Aunque Dios no existiera, el hecho de su creencia y de su adoración es un factum psicológico.

La psicología ante la religión

“Dios no tiene éxito en una humanidad psíquicamente desnutrida” dice Jung, la poca salud psíquica, dificulta la verdadera religiosidad, la auténtica religiosidad aporta al hombre un sentido de vida, una valoración axiológica positiva de lo doloroso, una esperanza vital frente a la angustia, un sentirse hermano y en lucha contra el egoísmo, que indudablemente habrán de reforzar los mecanismo psicológicos de defensa ante la frustración.

Estudia la psicopatología religiosa: la imago de Dios y su relación con la imago paterna Da una idea del mundo religioso no como huida del mundo sino como el fruto y el punto

máximo de la perfección de la vida

La fe ante la psicología

Jung, comprende que la fe es superior a las capacidades humanas, pero se pueden verificar los cambios que en la psicología opera la gracia divina, pero nopuede provocar la gracia ni impedirla

El proceso religioso de la humanidad, que proyectaba al inicio lo divino en realidades materiales, no disminuye en absoluto la realidad vital de la re-ligación a un poder superior, Jung no teme encontrarse con problemas que entrañan implicaciones para la religión, la verdad no se puede oponer a al verdad

En el hombre existe una urgencia de entrega a algo. Urgencia que, como el mismo Jung insinúa se puede traducir en “adoración” de un partido, de una persona humana o de cualquier otro ser más o menos aprehensible. El “ateísmo” moderno no es la contraprueba arqueológica de la inexistencia de Dios. Todo ser humano necesita a Dios

B)Valores religiosos de la psicología jungianaAnte las exigencias dolorosas de la religión hay que declinar las tendencias egoístas, que el hombre evade normalmente de tres maneras: no cumple las exigencias, traduce su ardor a lo político y nacional, o cumple exteriormente pero omite lo interior. La verdadera religión es ponerse en su auténtico puesto –ser lo que se e s en verdad- ante Dios y ante los hombres y reaccionar según ese puesto para eso puede ayudar la piscología:

Aceptar nuestro inconsciente, nuestra sombra, vernos como realmente somos, escuchar nuestra aparente virtud “tamizada” por la persona, ver cómo nos proyectamos sobre los demás, es una obra psicológica que ayuda a la consecución de la verdadera religión.

La religión es una posición vital ante la divinidad, cuando el hombre se entusiasma como la parte humana de lo religioso, corre el riesgo de que lo humano se le hunda y se quede sin nada. Dar a conocer en que consiste la verdadera religión será un bien.

La psicoterapia jungiana lleva a la distención psicológica. A evitar represiones que pueden venir de una mirada equivocada del hombre que desprecie lo material

Varios problemas de tipo estrictamente religioso son analizados en su vertiente psicológica por Jung: el problema de la soledad del corazón, de la conversión, del deseo de encontrar el sentido de la vida a los 40 años, de la paz y la conciencia, de la caridad en el juicio del prójimo. El valor terapéutico de la confesión y su ayuda al paciente

Conversaciones con JungEntrevista con Richard I. Evans

El inconsciente: ArquetiposPara Jung, el hombre nace con un esquema d conducta que se expresa mediante un arquetipo, el inconsciente colectivo es una aglomeración de esas imágenes típicas que podemos llamar arquetipos, no son imágenes creadas intelectualmente, están siempre allí y producen ciertos procesos en el inconsciente que se podría comparar con los mitos, la mitología es la expresión de una serie de imágenes que se formulan la vida de los arquetipos, las manifestaciones de todas las religiones, son enunciados de los procesos mitológicos internos, que son, a su vez, necesarios, porque el hombre no es completo si no es consciente de esta dimensión de la realidad. Para Jung, los gnósticos se ocuparon del tema de los arquetipos. En nuestros días mantenemos una cosmovisión, una filosofía concreta; pero en nuestro inconsciente mantenemos otra distinta. Algunos movimientos espontáneos o reacciones inconscientes se realizan a través del arquetipo correspondiente, un “llamado” que nos impulsa a hacer algo inesperado, no racionalizado, es una fuerza que nos puede súbitamente dominar.

Los arquetipos no se hacen; son, nacemos con un esquema, somos un esquema, una estructura que ha sido prestablecida por los genes, es un orden biológico de nuestro funcionamiento mental, es completamente inconsciente y solo pueden verse sus efectos. Por ejemplo el arquetipo anima expresa el hecho de que el hombre detenta una minoría de genes femeninos, el anumus es una imagen masculina que yace en la mente de las mujeres.

El inconsciente: conceptualizaciones generalesEl sueño es la manifestación del inconsciente vista desde el inconsciente, el sueño manifiesta al inconsciente, si se escucha al inconsciente se es menos neurótico, si uno es inconsciente con respecto a cosas que debería ser consciente, entonces usted está disociado. Existe el inconsciente personal y el colectivo-

El concepto persona es parcialmente el resultado de las exigencias que detenta la sociedad. Por otro lado, es un compromiso entre lo que uno quiere ser y lo que uno pretende aparentar, así la persona es un cierto sistema de conducta complicado y que es en parte dictado por la sociedad y en parte dictado por las esperanzas y deseos que cada uno cultiva.

El “Yo” representa la personalidad real, el “ego” posee un conocimiento más completo.

Cuando hablamos de “sí mismo” no se debe entender “yo mismo”, cuando hablamos de “si mismo” hablamos de personalidad y es más completo que el Yo porque el Yo sólo está constituido por lo consciente, nunca es uno consciente totalmente de “sí mismo” porque en el ocurren procesos inconscientes, el Yo es un término que designa toda la personalidad.

Mandala es una forma arquetípica, último exquadra circulae, el círculo en el cuadro, es un símbolo universal que expresa la deidad o el sí mismo, aunque el sí mismo no se identifica con Dios sino que son dos cosas distintas. Es el arquetipo de orden interno, un esquema que sirve para ordenar un cosmos de los aspectos complicados de nuestra psique. Es el símbolo de la totalidad, es toda la personalidad

Respuesta a JobC. G. Jung

El dogma de la AsunciónLos motivos indudablemente poderosos de la declaración del dogma son el movimiento popular al respecto y sus necesidades psíquicas. En los casos de las apariciones marianas, la mayoría de veces los niños son quienes tiene estas visiones, lo que podía dar a pensar que en tales casos actúa siempre el inconsciente colectivo.

La declaración del dogma de la Asunción, no modifica la concepción católica de la fe, los argumentos histórico-críticos no están a la altura del dogma; El punto de vista protestante parece haber sucumbido a un historicismo racionalista y haber perdido la capacidad de comprender al Espíritu Santo, el cual opera en lo más oculto del alma, por ello, este punto de vista no puede asentir a una revelación ulterior del drama divino. Para el entendimiento no psicológico el dogma es una petra scandali pero se apoya en prefiguraciones, de las que no se puede prescindir y en la tradición oral de más de mil años.

Las consecuencias de la declaración pontificia no pueden escamotearse, y hacen que el punto de vista quede abandonado al odium de una simple religión de varones que no conoce ninguna representación

de mujer. Lo femenino exige una representación tan personal como lo masculino. Los símbolos dogmáticos y las alegorías hermenéuticas han perdido su sentido para el protestantismo racionalista. El protestantismo prosigue su disputa con las corrientes espirituales de cada época.

Psicología y ReligiónC. G. Jung

El dogma y los símbolos naturalesNosotros llevamos todo el pasado, escondido en los sótanos del rascacielos que es nuestra conciencia racional. Sin esos estratos inferiores nuestro espíritu se halla en el aire; la verdadera historia del espíritu no se conserva en los libros doctos, sino en el organismo vivo, anímico, de cada individuo.

En el sueño del paciente se presenta la cuaternidad como el símbolo más elevado del culto religioso tal como lo había creado lo inconsciente. En su sueño la “voz” se revela como representante esencial y aun categórica del inconsciente, un inconsciente que se presenta en parte ajeno, o al menos de difícil propiedad, como para llamarlo “mi” inconsciente o “mi” psique, a menos que el “yo” se considere inmerso en una realidad superior el “sí mismo”.

La pisque abarca una extensión harto mayor a la conciencia, ciertos contenidos psicológicos proceden de una psique más amplia que la conciencia, con frecuencia entrañan un análisis, una comprensión o un saber superiores al que la conciencia sería capaz de producir, el término apropiado para estos acontecimientos es intuición.

El dogma es el contacto con esas ideas que no fueron inventadas nunca, nacieron cuando la humanidad no había aprendido aún a emplear el espíritu como actividad que se ajusta a fines. Antes de que los hombres aprendieran a producir pensamientos, los pensamientos les vinieron. No pensaron, sino que percibieron su función espiritual. El dogma se asemeja a un sueño que refleja la actividad espontánea y autónoma de la psique objetiva, de lo inconsciente. El dogma constituye una expresión del alma más completa que una teoría científica, pues esta última sólo es formulada por la conciencia. El dogma no se basa solo en principios abstractos, sino que se sirve de la forma dramática del pecado, de la penitencia, del sacrificio y de la salvación logrando expresar el proceso vivo de lo inconsciente. El dogma es siempre resultado de muchos espíritus y de muchos siglos, la experiencia individual es, justamente en su pobreza, vida inmediata, cálida sangre roja que pulsa hoy las venas de los hombres. Quien busque la verdad, la encontrará más persuasiva que la mejor de las tradiciones. Y la vida inmediata es siempre individual, pues el individuo es el sustentáculo de la vida. Todo cuanto proceda del individuo es, en cierto modo, único y, por ello, pasajero e imperfecto; en especial cuando se trata de productos anímicos espontáneos, como los sueños y otras cosas semejantes.

COMENTARIOMe parece que a lo largo de los escritos de Jung, aparece con toda claridad la distinción metodológica sobre el objeto propio de la psicología, Jung traza magistralmente las fronteras y el alcance de

psicología en relación a la religión, no deja duda sobre el objeto propio de la psicología: el hecho religioso, la psicología no puede juzgar sobre la objetividad de lo creído, sobre el objeto de fe, está fuera de su alcance, no le corresponde hacer esos juicios.

Por otra parte, se mira en Jung el espíritu de un verdadero científico, consciente con toda claridad del misterio humano y de los límites científicos y humanos de su comprensión, Jung mira la realidad fundamental de su pensamiento: inconsciente, como inabarcable o incognoscible en su totalidad, por lo tanto, Jung está esencialmente abierto a las realidades trascendentes, impulsado por la maravilla que le causa la realidad, en su belleza; hacia la aceptación de una realidad más allá de las estrechas fronteras de la ciencia. En su rechazo al espíritu de un racionalismo histórico, podríamos otra razón para ir más allá, primero más allá del propio racionalismo, pero también más allá de la ciencia, más allá del presente y más allá de lo humano. En su análisis del papel del dogma en el mundo católico es iluminador, al abrir una explicación de éste a otra realidades no abstractas, no racionales, que explican y reflejan de manera más completa a la realidad humana.

Desde éste equilibrio metodológico y podemos decir desde este objetivismo científico, Jung aporta magistralmente el dato psicológico para abordar el tema de una religiosidad psicológicamente sana y a la vez los criterios posibles de evaluación de la misma. Las patologías de la religiosidad, son un tema importantísimo y abordado modernamente desde esta mirada profunda de Jung, que se convierte en nuestro mundo psicológico moderno como imprescindible para abordar las enfermedades psicológicas de la religiosidad y los criterios de evaluación de la salud.

En este sentido Jung hace un análisis muy profundo desde la psicología del lugar de la religio en la psicología humana, sus raíces antropológicas en el ser humano y en su historia.

El tema del inconsciente colectivo parece un aporte inigualable de Jung a la comprensión del hombre y de su psiqué y de su historia.

Sin embargo me pregunto si la mirada metodológica de Jung es una clara limitación de las fronteras de la ciencia psicológica o pudiera ser una mirada psicologista de la realidad, especialmente surge esta pregunta en los textos en los que desarrolla temas de la fe, como la cuaternitas, el papel de Satán, el dogma, la Trinidad etc.

Por otra parte los arquetipos son una parte muy central de la teoría de Jung, una puerta para que la comprensión de la psique no quede encerrada en el racionalismo y en la individualidad, de alguna manera las explicaciones de Jung nos convencen de la presencia de lo “arquetípico”, en la vida humana y la imposibilidad de reducirlos a la sola razón conceptual, por otra parte para Jung tiene unas raíces en la historia de la humanidad, son las estructuras biológicas del pensamiento, a veces parecieran reducirse a una carga genética o a una disposición físico-biológica, pero ¿son solo eso?, ¿son los hechos originarios, o la presencia actual por vía genética? ¿son modificables, en cuanto experiencias humanas?. Algunos de ellos pudiera pensarse, tienen elementos de naturaleza, más que de experiencia humana, sería bueno ahondar en el tema.

Por último en el análisis del dogma y la religión, pareciera Jung tratar al mundo y la religión como un individuo que tiene proceso psicológicos como los de un individuo, ¿Quién es el modelo? ¿El individuo o la colectividad, la entera historia humana?