jueves santo san damian

4
JUEVES SANTO_ETAPA SAN DAMIÁN 1 La cena del Señor Amarte y servirte con caridad atenta La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo. La Santa Teresa de Jesús Podemos comenzar preguntando que se celebra hoy. Se intenta que digan que es día del amor fraterno, la institución de la Eucaristía… Como, seguro que no lo dirán, se intentara sonsacar y llevar al personal hacía el tema del amor fraterno. Para ello, se puede preguntar cuál es la señal que distingue a los cristianos y, seguro, la respuesta mayoritaria será la cruz. Entonces, proponemos quien quiere ser crucificado (se pueden tener preparados unos clavos y un martillo). Nadie, creo, dirá que él y, entonces, volvemos a preguntar. Lo que se trata es demostrar como lo que distingue o debe distinguir a un cristiano debe ser el signo del amor. La cruz es signo del cristiano por razón del amor que Cristo nos mostró al dar su vida por cada uno de nosotros y, sobre todo, por amor. En este momento se muestra una toalla y se lanza a alguno de los presentes. Al hacerlo, si no surge una reacción verbal por parte del que recibe la toalla se le puede preguntar directamente: ¿Qué es eso?, ¿Para qué sirve?, ¿Qué tiene que ver con nuestro tema?.... Después, se invita para que la vayan pasando de unos a otros, de manera que pueda establecerse un pequeño diálogo o reflexión acerca del significado de la toalla arrojada entre los participantes. Pasado un tiempo conveniente y antes que comience el aburrimiento, con el último que tiene la toalla se establece una conversación que puede ir sobre cuantas revoluciones han oído hablar: la revolución francesa, la revolución rusa, la revolución industrial… ¿Y de la revolución de la toalla? En ese momento se pasa a anunciar el evangelio del lavatorio de los pies, presentando a su vez un video sobre el lavatorio. QUE EL AMOR SE DA Y NO DICE NADA, COMO DON QUE FUE, ASÍ SE REGALA, QUE EL AMOR COMPARTE SIN ESPERAR NADA. EL AMOR SE ENTREGA Y LUEGO SE CALLA, EL AMOR ESPERA, ES PACIENTE Y NO SE ENFADA, ES HUMILDE Y TODO CONTAGIA.

Upload: franfrater

Post on 12-Apr-2017

252 views

Category:

Spiritual


0 download

TRANSCRIPT

JUEVES SANTO_ETAPA SAN DAMIÁN 1

La cena del Señor

Amarte y servirte con caridad atenta

La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es

ver si amamos a nuestro prójimo.

La Santa Teresa de Jesús

Podemos comenzar preguntando que se celebra hoy. Se intenta que digan que es día del amor fraterno, la institución de la Eucaristía… Como, seguro que no lo dirán, se intentara sonsacar y llevar al personal hacía el tema del amor fraterno. Para ello, se puede preguntar cuál es la señal que distingue a los cristianos y, seguro, la respuesta mayoritaria será la cruz. Entonces, proponemos quien quiere ser crucificado (se pueden tener preparados unos clavos y un martillo). Nadie, creo, dirá que él y, entonces, volvemos a preguntar.

Lo que se trata es demostrar como lo que distingue o debe distinguir a un cristiano debe ser el signo del amor. La cruz es signo del cristiano por razón del amor que Cristo nos mostró al dar su vida por cada uno de nosotros y, sobre todo, por amor.

En este momento se muestra una toalla y se lanza a alguno de los presentes. Al hacerlo, si no surge una reacción verbal por parte del que recibe la toalla se le puede preguntar directamente: ¿Qué es eso?, ¿Para qué sirve?, ¿Qué tiene que ver con nuestro tema?.... Después, se invita para que la vayan pasando de unos a otros, de manera que pueda establecerse un pequeño diálogo o reflexión acerca del significado de la toalla arrojada entre los participantes.

Pasado un tiempo conveniente y antes que comience el aburrimiento, con el último que tiene la toalla se establece una conversación que puede ir sobre cuantas revoluciones han oído hablar: la revolución francesa, la revolución rusa, la revolución industrial… ¿Y de la revolución de la toalla?

En ese momento se pasa a anunciar el evangelio del lavatorio de los pies, presentando a su vez un video sobre el lavatorio.

QUE EL AMOR SE DA Y NO DICE NADA, COMO DON QUE FUE, ASÍ SE REGALA,

QUE EL AMOR COMPARTE SIN ESPERAR NADA. EL AMOR SE ENTREGA Y LUEGO SE CALLA,

EL AMOR ESPERA, ES PACIENTE Y NO SE ENFADA, ES HUMILDE Y TODO CONTAGIA.

JUEVES SANTO_ETAPA SAN DAMIÁN 2

¿Amamos a los demás? ¿Queremos que nos alaben esa actitud de amor? ¿Compartimos?, ¿Esperamos algo a cambio?, ¿Cómo demostramos la humildad?

Desde la perspectiva de ser franciscano, ¿cómo se puede ser humilde con el prójimo?, ¿Qué hacía Francisco con sus hermanos?

Este es el texto de apertura de lo que, en el Evangelio de Juan, se llama el libro de la gloria. Imaginemos la situación:

1Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre, después de haber amado a los suyos del mundo, los amó hasta el extremo.

Todo se inicia de un modo solemne. Es la cena de la celebración de la Pascua. Jesús domina la escena, sabe que algo grande va a ocurrir… y quiere celebrarlo con sus amigos.

2Durante la cena, cuando el diablo había sugerido a Judas Iscariote que lo entregara, 3sabiendo que todo lo había puesto el Padre en sus manos, que había salido de Dios y volvía a Dios, 4 se levanta de la mesa, se quita el manto, y tomando una toalla, se la ciñe. 5Después hecha agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y secárselos con una toalla que llevaba ceñida.

Les va a proponer una revolución, la del servicio. El servicio que él solicita, lavar los pies, brota del amor. No hay ni señores ni siervos, ni superiores ni inferiores. Hay sólo hijos de un mismo Padre. Jesús realiza un trabajo de esclavos para mostrarnos que Dios, el Padre, su Padre, le envía a decirnos que todos somos hermanos.

La siguiente escena se desarrolla en absoluto silencio. Solo vemos la sucesión de los gestos. Jesús comenzará a hablar cundo Pedro intenta impedir que le lave los pies.

6Llegó, pues, a Simón Pedro el cual le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies?

7Respondió Jesús: Lo que yo hago no lo entiendes ahora, lo entenderás más tarde.

Contempla a Jesús y a Pedro, intenta imaginar los pensamientos que pasan por su mente y su corazón.

Imagínate dialogando con Pedro.

Imagínate a Jesús de rodillas ante ti pidiéndote que le dejes lavarte los pies…

Podemos imaginar las miradas, los dos rostros que se encuentran: Jesús y Pedro. Es un momento sagrado. Un gesto de servicio es un gesto religioso, de hondo sentido. La vocación a servir es la más religiosa…

Tomando la dinámica de los corazones que hemos tenido durante la mañana reflexiona sobre lo siguiente:

JUEVES SANTO_ETAPA SAN DAMIÁN 3

Piensa en las personas que te han servido, ¿Cómo has acogido su servicio? ¿Permites que otros te laven a ti los pies? ¿Te dejas ayudar?

Piensa en ti ¿Sirves? ¿Cómo es tu manera de lavar los pies a tus hermanos? ¿Sirves a todos por igual? ¿Cómo es tu estilo de lavar los pies?

¿Hay alguna persona que no quisieras que te lavase los pies o a quien no quisieras lavárselos? Pide a Jesús que te ayude.

No parece, por tanto, que sea un deseo de humillación ante los discípulos. Jesús no se abaja sino que asume una función de hospitalidad: aquella cena es su cena con los suyos.

12Cuando les hubo lavado los pies, se puso el manto, se reclinó y les dijo: ¿Entendéis lo que os he hecho? 13Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien. 14Pues si yo, que soy maestro y señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies. 15Os he dado ejemplo para que hagáis lo que yo he hecho.

Jesús comparte con sus discípulos los secretos de su corazón. Los Apóstoles saben que algo importante va a ocurrir. Jesús quiere revelarse, revelarnos, un secreto. Es la profundidad de su amor a la humanidad. Sin embargo, los Apóstoles, están fuera de combate, le escuchan a medias; a ellos solo les preocupa quien será el mayor y ostentará el mando del grupo. El poder tiene más atractivo que el amor.

Ver mis actitudes.

¿Qué me preocupa?

¿Dónde busco a Jesús?

16Os aseguro que el esclavo no es más que el amo, ni el enviado, más que el que lo envía. 17Si lo sabéis y lo cumplís, seréis dichosos.

Se pone de manifiesto la necesidad de pasar del dicho al hecho; de lo contrario, la fidelidad con el maestro seria ilusoria.

Volviendo otra vez a Pedro, este sabe que ni siquiera un esclavo hebreo podía lavar los pies a otro hebreo. Además, ya antes, Pedro había proclamado su fe en el santo de Dios (Jn 6, 69), no puede tolerar que Jesús le sirva: Tú… a mí. Se entiende la reacción ante Jesús.

8Replica Pedro: No me lavaras los pies jamás. Le respondió Jesús: Si no te lavo, no tienes que ver conmigo. 9Le dice Simón Pedro: Señor, no solo los pies, sino las manos y la cabeza.

JUEVES SANTO_ETAPA SAN DAMIÁN 4

La acción de Jesús es el don de sí mismo que pronto va a realizar entregándose a la muerte. Su gesto es figura del suceso inminente, bajo su aspecto de desposesión de sí mismo. Y como el símbolo escogido es al mismo tiempo un rito de hospitalidad, indica que a través de su muerte Jesús conducirá a sus discípulos al lugar donde él mismo se encuentra.

Ahora se dirige al grupo, pero no para explicarles el misterio de lo que ha hecho. Sino que, a partir de su gesto, ilumina lo que les corresponde hacer luego a sus discípulos. No un gesto exterior a imitar, sino, como un don que engendra el comportamiento futuro de los discípulos: al obrar de esa manera, les concederá poder obrar lo mismo que él.

Todos, a la luz del gesto de Jesús, deben aprender que significa amar, ser siervos y enviados.

¿Entendéis lo que os he hecho? 13Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien. 14Pues si yo, que soy maestro y señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies. 15Os he dado ejemplo para que hagáis lo que yo he hecho. 16Os aseguro que el esclavo no es más que el amo, ni el enviado, más que el que lo envía. 17Si lo sabéis y lo cumplís, seréis dichosos.

Mira la imagen… Además de Jesús y Pedro, ¿Qué más ves?

En la imagen vemos, junto a Pedro y Jesús, una copa y un pan. El evangelista nos habla de una cena pero, el pan y el vino no aparecen como ocurre en los otros Evangelios.

Estamos llamados a vivir estas dos dimensiones de la Eucaristía, estos dos acontecimientos: el lavarnos los pies y la celebración. En esto reconocerán que sois mis discípulos en el amor que os tengáis unos a otros. Este amor, ternura, misericordia, compasión, caridad…dado, recibido y compartido, es lo

que celebramos en la Eucaristía para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.

¿Cómo relacionas eucaristía y lavatorio?

El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para

contentar a quienes amamos.

Santa Teresa de Jesús.