Erasé una vez, una niña traviesa que siempre vestía con una Caperucita Roja. Un día conoció a un lobo y se hicieron amigos.

¡Qué rico!

Surgió el amor entre la niña y el animal y pasados unos años se casaron.

Cada día se reunían para robarle dinero a la abuela e ir a comprar golosinas y chocolate.

bella y bestia tuvieron una hija.

Los padres son felices sabiendo que su hija está a salvo. Blancanieves está contenta también por los momentos tan especiales que le regalan sus pequeños acompañantes.

La abuela, en realidad una bruja llamada maléfica, se vengó de todo el dinero que le robaron la pareja y la hizo una maldición al bebé: a los dieciséis años se comería una manzana roja que la dormirá para siempre.

Para que eso no ocurriera padre y madre deciden que unos hermanos enanitos protejan y cuiden a su hija Blancanieves.

Más tarde la vieja se muere y se deshace la maldición. Todo el mundo vivió tranquilo y feliz para siempre.