juan mateos - la oracion

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Trascripcin del cassete: RELIGIN Y FE

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Ha escrito tres de los mejores y ms sugerentes comentarios a nivel internacional de los evangelios de Mateo, Marcos y Juan, llenos de novedades interpretativas, que brillan por su solidez filolgica y por su originalidad. En 1980 se traslad a Granada y en 1990 a Crdoba, donde pas los ltimos trece aos de su vida.

Deja iniciada la edicin del diccionario GriegoEspaol del Nuevo Testamento, que llevaba a cabo con la colaboracin del Grupo del Anlisis Semntico de la Universidad Crdoba. Falleci en Mlaga el 23 Septiembre del 2003.

y Religin y Fe F e

A ut or : JU A N M A TE O S S. J.

"R eli gi n y Fe "

Juan Mateos, mi embro de la Compaa de Jess, curs estudios en Francia, Austria, Lbano, Irak y Roma, ciudad donde obtuvo el doctorado en Ciencias eclesisticas orien tales. Fue catedrtico de Liturgia en el Pontificio instituto Oriental y Profesor invitado del Pontificio Instituto Bblico en diversas universidades de Europa, Asa, frica y Amrica del Norte. Su principal aportacin en el campo de los estudios bblicos ha siclo la traduccin castellana del Nuevo Testamento y es coautor con Lus Alonso Schkel, de una traduccin de la Biblia (Nueva Biblia Espaola, ed. Cristiandad 1975).

Juan Mateos lvarez S.J.

Desgrabado por: Dr. Aldo Uribe

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Trascripcin del cassete: RELIGIN Y FE

Es una trascripcin del cassete homnimo de la Coleccin: De viva voz. n 1 Fundacin psilon. Editorial El Almendro Crdoba - Espaa

ADVERTENCIA

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Juan Mateos lvarez S.J.

Los subrayados, resaltados coloreados, enmarcados y todo tipo de destacado o cualquier otro modo de llamar la atencin del lector sobre partes del texto corresponden al intento de transmitir, de alguna forma, los matices y nfasis de la voz del autor de esta charla para insinuar la importancia de lo que va diciendo

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Trascripcin del cassete: RELIGIN Y FE

La oracin, unidad y entregaEn los libros que tratan de la oracin y que quieren fundamentarse en el Evangelio, se buscan los pasajes donde Jess ora y esto les da, pues una dificultad muy grande, ya que Jess ora poqusimo en los evangelios de manera que, en el Evangelio de Mateo el Seor ora dos veces, una con motivo de la multiplicacin de los panes y la otra en el huerto de Getseman, y esto es muy poco, verdad? Si queremos tomar como modelo la oracin de Jess, resulta poqusimo, poqusimo. En el evangelio de Marcos, ora tres veces, las dos que dije y otra antes cuando estaba en Cafarnan. En el evangelio de Lucas nueve veces, en el evangelio de Juan, el verbo orar no aparece. Entonces nos encontramos frente a notable dificultad y los autores de los libros sobre la oracin, que quieren basarla en la de Jess, se ven en un problema para poder decir algo, adems el texto en cuestin no trasmite nada sobre el contenido de dicha oracin. Nunca se dice en los evangelios que Jess orase todos los das, nunca. Entonces aqu tenemos un gravsimo problema. Es que la oracin no es tan importante como hemos dicho, es que no es tan esencial para la vida cristiana como siempre se ensea?. Es que aqu, lo primero que hay que hacer es distinguir, dos modos de oracin. Uno es la Oracin de Unin y el otro es la Oracin de Peticin. Cuando los evangelios dicen que Jess ora, significan siempre la oracin de peticin, siempre. Esto lo veis, por ejemplo en el texto de Mateo cuando dice: cuando oris no seis palabreros como los pagamos, que piensan que cuanto ms hablen ms caso les van a hacer. No, vosotros no, porque vuestro Padre sabe muy bien lo que necesitis antes que se lo pidis de manera que orar significa pedir algo, entonces el verbo orar en los evangelios significa pedir a Dios algo concreto, y eso es lo que significa cuando dice que Jess or. como pasa en Getseman. En Getseman, Jess le pide al Padre que aquella copa o cliz pase lejos de ah eso es una peticin.

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Juan Mateos lvarez S.J.

Pero hay otra oracin mucho ms profunda que es la oracin de unin y esta oracin est dada con el don del Espritu. El Seor, cuando hacemos este compromiso que hemos visto, el Seor nos da su Espritu. El Espritu es el ser mismo de Dios. El ser de Dios que se nos comunica, es su fuerza, su amor, su vida, por lo tanto, cuando tenemos el Espritu estamos, quedamos ontolgicamente unidos con el Seor. Profundsimamente, hasta la raz de nuestro ser, estamos unidos con l. Y esta es la unin que es permanente, no es ocasional como una oracin de peticin que se dice cuando hace falta pedir algo, no, es permanente, profunda y digamos indestructible, mientras nosotros no renunciemos a todo eso y deshagamos nuestro compromiso, cosa que no hacemos nunca. Esta habitacin del Espritu en nosotros es lo que llamamos, en otro lenguaje, el estado de gracia, todo eso, la salvacin concedida, el perdn concedido, la experiencia de Dios en nosotros todo esto es. Y esta unin, es la base de la oracin fundamental del cristiano. Como esto es un hecho, esta presencia en nosotros del Espritu que es la presencia del Padre y del Hijo, porque todo se realiza al mismo tiempo, nosotros para orar, no tenemos ms que darnos cuenta, tomar conciencia de esta realidad que llevamos adentro. Nada ms. De manera que la oracin cristiana de unin consiste en darse cuenta: Seor ests conmigo! Y ya est.ya estamos en oracin!. Esta oracin no necesita palabras, puede usarlas por supuesto, pero no las necesita. Es saber, conocer, experimentar su presencia, y ya est, es decir, si pensamos que el Seor est a nuestro lado, sera volver la cabeza y darse cuenta de que estamos con l. Ya est! y ese contacto digamos, del Seor con nosotros, basta para estar en oracin, no hace falta ni decirle nada, pero podemos decirle muchas cosas, si queremos hablar con l de lo que queramos, podemos alabarlo, darle gracias, decirle cunto lo queremos, por supuesto, todo lo podemos hacer pero no es necesario tampoco. Esta es la oracin profunda, la oracin, digamos, que est siempre a nuestra disposicin, siempre, no tenemos ms que darnos cuenta de eso, que el Seor est conmigo, aqu, ahora, dentro mo, ya el cmo y el donde depende de la imaginacin de cada uno, a uno le gustar pensar que est en su corazn, al otro que est a su lado, como quiera, eso ya es indiferente, eso ya es imaginacin el caso es que l est con nosotros, por lo tanto, me doy cuenta, y ya estamos en oracin, no hay ms.

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Por eso, como esto depende del don del Espritu, los evangelistas no la nombran siquiera, est tan claro que desde que el Espritu de Dios baja sobre Jess y despus el Seor nos lo comunica a nosotros, tenemos a Dios dentro de nosotros, que esto no hace falta ni decirlo. por eso los evangelistas no tratan de la oracin de Jess ni de la oracin del cristiano veis? Tratan de la peticin, pues en ciertas ocasiones tambin hay que pedir, pero desde este estado de oracin, esto no necesitan decirlo, es evidente para ellos. Es la base de la existencia cristiana, esta unin con el Seor que est dentro de nosotros. Hubo en los tiempos antiguos una gran controversia sobre la oracin y fue en el siglo IV, cuando cierto monje llamado Evagrio, defini a la oracin como: la unin de la mente con Dios. Queran explicar unos textos, uno de Lucas y otro de San Pablo. San Pablo dice en la 1 Carta a los Tesalonicenses dice orad sin pausa, lo cual significa que no dejen de orar. Claro, no que estn orando todos los minutos del da, est claro, que no dejen de orar, pero en fin, esto tambin en Lucas el Seor pronunci aquella parbola del juez injusto y la viuda, para que no se cansaran, y orasen siempre claro que siempre no significa a cada momento ni pasarse el da orando. Es decir se desorbitaron las dos frases y entonces Evagrio, que era ciertamente un exagerado, dijo:Hay que estar por lo tanto siempre en oracin, las 24 horas del da, si es posible. Y como la oracin es la unin de la mente con Dios, por lo tanto1 es una atencin intelectual a Dios durante todo el da. Naturalmente, Evagrio2 que era monje, conclua que nadie que est mezclado con negocios de esta tierra, empezando por ganarse la vida, puede orar continuamente y como l considera que esto es condicin esencial para ser cristiano perfecto, por lo tanto, nadie puede ser cristiano perfecto, mas que el monje que no tiene otra cosa que hacer y se pasa todo el da con la mente fija en Dios.

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Yo pienso que tendramos que explicitar que es una atencin intelectual insertando la palabra la oracin: y por lo tanto la oracin es una atencin intelectual ...etc. 2 Evagrio Pontico

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Ellos autorizaban un trabajo manual, como era fabricar cestos, que eso lo hacan mecnicamente, no les entretena la mente y mientras fabricaban, mientras tejan los mimbres, estaban pensando en Dios. Esta propuesta de Evagrio suscit la reaccin indignada de San Basilio Magno. Evagrio era monje palestino y san Basilio, que fund muchos monasterios, era Obispo de Cesarea, en Asia Menor. San Basilio dijo que no tena sentido lo que deca Evagrio, que la unin con Dios no se hace con la mente, esa unin que es la oracin, sino se hace con la intencin, con la orientacin de la vida y condenaron a Evagrio como hereje. Un autor francs, amigo mo, ya muerto, con ochenta y tantos aos, profundamente espiritual, profesor del Instituto Oriental de Roma, donde yo enseaba tambin, con el cual he hablado mucho mientras viva, ste public un magnfico artculo donde trata esta cuestin y adems trata de cmo se enfoc este hecho en la tradicin cristiana. Y l que era un hombre doctsimo escogi tres autores diferentes. Uno que se llamaba Afraates. A Afraates le llaman el sabio persa, era un, 3 no s que, presbtero u Obispo no me acuerdo, no s, o monje talvez, del siglo IV en Mesopotamia, es decir Irn o Irak de ahora. Este hombre que ha dejado unas obras muy estimables, dice exactamente lo mismo que deca Basilio: que la oracin es la unin de la intencin con Dios. La unin continua de la intencin, de la orientacin o del enfoque de nuestra vida hacia Dios.

Afraates o Afrates: (?-?, c. 345) El ms antiguo de los Padres de la Iglesia de Siria, es San Afraates, llamado "el Sabio persa" por los escritores sirios posteriores. Muy poco es lo que conocemos sobre su vida, De sus escritos podemos concluir que naci en el paganismo y que, al convertirse, abraz la vida religiosa o de asceta. Poco tiempo despus aparece ya cual figura prcer dentro de la Iglesia de Siria. Escritor sirocristiano, fue autor de 23 breves tratados de teologa y moral y es fuente de la historia del cristianismo en Persia. Afraates fue obispo probablemente, y quiz en el monasterio de San Mateo, cerca de Mosul. Sobre la duracin de su vida y la fecha de su muerte no tenemos dato alguno preciso.

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Este Afraates era de la tradicin siria. l no saba griego, no saba latn. Luego analiz a Orgenes, que era de Alejandra, griego. El escribe en griego y es el gran pensador griego del siglo III, Orgenes exactamente igual que Afraates sin conocerse y despus analiz a San Agustn que era latino, que no saba griego que era de Hipona que est en frica del Norte y all es Obispo Agustn, con total independencia de los otros dos autores, afirma exactamente lo mismo. La oracin continua es la orientacin de la vida hacia Dios. Con esto, con la obra de San Basilio Magno y la coincidencia de la tradicin entera en este punto, podamos pensar que la cosa acab ah. Pues no acab, porque eso, del que el nico estado de perfeccin es el del monje, eso le gustaba a los monjes y entonces tomaron (dice cogieron) [lo que eran] las obras de Evagrio, que estaba condenado como hereje, y [siempre] le cambiaban el ttulo y el nombre del autor, y as las obras de Evagrio, con nombre falso, se fueron difundiendo [extendiendo] por todos los monasterios de oriente y occidente y viene esa pretensin [esta presuncin], que cristaliz despus en el Derecho Cannigo de que, el estado religioso es el estado de perfeccin. Y viene de ah, viene de Evagrio...... Por que ya dijimos que la perfeccin cristiana es la capacidad de amar a todos [al otro], la universalidad del amor. Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre del cielo, por que l no discrimina entre los hombres sa es la nica perfeccin y no hay otra otra regla. De manera que ser ms perfecto el que ms se acerque a ese amor universal, sea monje o no sea monje, esto es completamente secundario sea religioso o no sea religioso. No hay ms criterio que ese. Pero en fin, como siempre nos gusta ponernos flores, pues Evagrio nos vino de perilla. No!, es la unin del Espritu y la unin que nos da el Espritu es el enfoque de la vida hacia el amor y esto es lo que nos une con Jess, y la oracin consiste en tomar conciencia de esta realidad, estamos siempre unidos con l porque el Espritu que es la respuesta a nuestro compromiso, que potencia precisamente nuestro compromiso de entrega por el bien de la humanidad y entonces eso es lo que nos une, esa es la oracin continua que se hace conciente cuando queramos.

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Aqu tenemos que tratar un punto y es que de ordinario la oracin se hace difcil, porqu? Porqu siendo tan sencilla se hace tan difcil?, y se ora poco, porqu? porque hay miedo a Dios. y esta es la realidad. Hay miedo, y el miedo se basa en una falssima idea de Dios. Nosotros a Dios, todava, incomprensiblemente, pero todava como el Dios juez, el Dios exigente, como el Dios que lleva cuenta de nuestros fallos esta es nuestra idea de Dios! El Dios que nos va a juzgar y como siempre tenemos conciencia de no estar a la ltima, que tenemos, que nunca somos totalmente coherentes con el compromiso que hemos hecho, siempre nos encontramos en falta y nos da miedo o vergenza presentarnos ante Dios porque tambin nosotros hacemos a menudo de nuestro compromiso una ley. Fijaos, el gran peligro, digo, uno de los grandes peligros, del rgimen de ley es que la ley nos pone un ideal, t tienes que ser as, y naturalmente uno no llega, es un ideal externo, adems igual para todos, porque la ley, como es sociolgica, pone el mismo ideal para toda persona, con lo cual, la observancia de la ley despersonaliza, porque yo suprimo en m todo lo que es peculiar y me ajusto a un marco que es comn. Que est hecho como un comn denominador, entonces, como la ley te pone un ideal que no corresponde en realidad a tu persona, por ms que quieras no puedes alcanzarlo. Entonces nos consideramos culpables, culpables. Lo que hay que hacer es barrer la mentalidad de la ley, barrerla por completo. Tambin puede ser que nosotros nos hayamos fabricado nuestro ideal que no sea el de la ley. Nosotros ya sabemos cul es nuestro ideal de santidad, como decimos, notemos que el Seor nunca, en ninguno de los cuatro evangelios exhorta a la santidad Nunca porque la santidad est dada con el Espritu. Por eso San Pablo llama a los cristianos, los santos, es decir los consagrados por el Espritu Esa es la santidad. Santidad significa parecerse al Seor. Y el parecido nos lo da el Espritu y desde ah vamos adelante. Nunca exhorta a la santidad. Nosotros nos hacemos con nuestra imaginacin, con nuestras frustraciones, con nuestros defectos, con todo eso nos hacemos un ideal de cmo tenemos que ser, entonces cogemos nuestra personalidad, un poco entreverada de bueno y malo, la cogemos, le vamos quitando todos los gajos malos, le ponemos una aureola encima: este que deba ser yo!, con lo cual nos creamos un ideal artificial que en el fondo lo que refleja es nuestra ambicin, en el fondo nuestra frustracin, porque no nos aceptamos como somos.

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Y claro, ese ideal que es puramente ilusorio tampoco resulta accesible. Estamos siempre frustrados, es que yo no llego, es que yo soy infiel. Un sentimiento continuo de culpa y con eso nos resulta dificilsimo acercarnos al Seor porque naturalmente nosotros proyectamos en Dios ese reproche que nos hacemos a nosotros, por lo tanto l tambin me reprocha por que yo no suficientemente fiel. Todo esto hay que quitarlo. Todo! Hay que suprimir todos estos ideales artificiales que nosotros nos hacemos, Es que no hay que tener ningn ideal?. El Seor en el pasaje de la samaritana veis? la samaritana va a buscar agua al pozo de Jacob. Esa agua es smbolo un signo de la ley juda, ella va con su cubo, cada da tiene que ir porque esa ley no la satisface. Entonces el Seor le habla de otra agua, le dice: El que beba de esa agua tendr siempre sed; el que beba del agua que yo voy a darle no tendr nunca sed, porque esa agua se le convertir dentro en un manantial que salta dando vida definitiva. De manera que hay dos aguas: El agua de la ley nunca satisface y de hecho en este pasaje El Seor o San Juan, est desmintiendo una mxima famosa del libro del Eclesiasts cuando dice hablando de la ley, de la sabidura de la ley: l que me coma tendr ms hambre, l que me beba tendr ms sed. Es esa insatisfaccin continua que produce el rgimen de la ley que te propone un ideal externo que no corresponde. El Seor dice, el que beba agua de esta no tendr nunca sed. Devora, por as decir, uno de los grandes principios espirituales del Antiguo Testamento. Nunca! porque ese agua es interna, l nos da ese agua que es el Espritu, es smbolo del Espritu. Pero ese agua no es ya algo externo sino que se convierte en nosotros ya es nuestro- en un manantial que salta dando vida. Definitiva, vida eterna. De manera que ya, el principio de vida es interior y entonces ese manantial riega nuestra tierra. La tierra de cada uno el manantial es el mismo, el Espritu es el mismo, es el espritu de Jess que se nos ha comunicado, pero las tierras son diferentes, cada no tiene la suya, cada uno dar la flor que corresponde a su tierra, no habr dos iguales, y nosotros no sabemos siquiera cual va a ser la flor, por eso no hay un ideal preconcebido. El Espritu nos potencia y saca a la luz posibilidades que nosotros no conocamos pero que estaban en nosotros, por eso nunca podemos saber cual va a ser nuestra maduracin, nunca lo sabremos porque

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inesperadamente sale a luz otra faceta de nuestro ser que no conocamos antes, es la labor del Espritu. Ese agua del Seor que va regando nuestra tierra y la va haciendo fructificar en toda su extensin, cosa que antes no pasaba. Por eso dejamos abierto nuestro desarrollo, nuestro ideal. No tenemos ideal concreto, lo nico que queremos es corresponder continuamente a esta prctica del amor, a que el Espritu nos impulsa. Con eso, el fruto final, el desarrollo final de la persona, no, ya saldr, ya ir saliendo! No lo sabemos porque no conocemos siquiera en nuestras propias posibilidades. Veis la diferencia? El ideal ese concebido a priori atormenta lo atormenta y lo hace infeliz! Porque siempre se encuentra incapaz de llegar a ese ideal, porque es artificial, es puramente artificial, en cambio el Seor que nos da vida de excelencia, nos dice: no te preocupes, ya ir saliendo, ya ir saliendo, tu tierra particular dar su flor particular, que no la conoces todava. Por eso hay que evitar todos esos ideales falsos que ponemos delante de los ojos que nos hacen infelices, y pensamos siempre que somos infieles, no, no es eso! Es que no podemos ser fieles as eso es imposible porqu?, porque la meta propuesta es inalcanzable, est claro y adems menos mal, porque nos mutilara, si nosotros alcanzramos esa meta, nos mutilara! Fijaos una cosa a propsito de la imitacin de los santos que a veces tambin nos hemos puesto como modelo, quiero ser como san fulano de tal, o santo mengano de cual, siempre personas realmente cristianos a fondo Pero en el evangelio de Juan, al final, Pedro que ha metido la pata varias veces negando a Jess, ve la fidelidad de Juan, el discpulo amado, que no lleva nombre. El Seor le dice a Pedro, por fin, algo que le dice a los otros al principio del evangelio, se lo dice a Pedro al final: sgueme, sgueme, porque todava no lo haba seguido. Y entonces Pedro al ver pasar al otro discpulo que era fidelsimo, el fidelsimo!, le dice: Seor y ste qu? El quiere de alguna manera encontrar seguridad, en parecerse, en seguir el camino del otro que es seguro y Jess le dice: y a ti qu te importa, t sgueme a m. l es el nico modelo! El nico modelo es el Seor. El inagotable modelo! El modelo del Hijo de Dios. No tenemos, que tambin eso nos da tormento, son ideales que nos ponemos adelante: es que yo que santa fulana o san fulano hacan

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Mirad: el nico modelo es Jess que es la plenitud del hombre, el hombre Dios, el Hijo de Dios, Por eso descartemos todos esos falsos ideales todos! y nos encontraremos tranquilos, en paz, porque, fjense: porqu dice el Seor: l que beba de esta agua no tendr nunca sed? porque cada acto de amor es algo redondo que se cumple. El agua que es el Espritu nos lleva a practicar el amor, nos incita a eso, no a acomodarnos a una norma o seguir o verificar tal o cual rasgo en nuestro rostro espiritual, no, nos lleva a practicar el amor y un acto de amor queda terminado en s mismo, satisface siempre. Cuando uno hace algn acto de amor queda pleno, queda lleno, no!, no queda con esa angustia de no, no todava me falta. No, es que ya no falta nada, est hecho, claro, se presentar otro y seguiremos haciendo, pero [sobre] todo con una enorme paz, porque cada acto tiene una grandsima plenitud humana. Por eso, esta agua cuya accin es incesante, sin embargo no deja ninguna sed, porque se va satisfaciendo a medida que hago. Y esta es vida, ninguna otra. Y claro ya con esto hemos eliminado un gran obstculo para presentarnos delante de Dios, estas infidelidades artificiales que nos creamos nosotros con nuestros falsos ideales,No hay ideales! Hay fidelidad al Espritu, desarrollo del Espritu! Seguir ese impulso que ya es nuestro, fijaos,[quizs] se ha convertido dentro de nosotros. El Espritu est en nosotros y ya es nuestro espritu tambin. Es El Espritu del Padre y el Espritu de Jess y es nuestro espritu, y este es el que vivificando y potenciando seguir basta y est es y ya con ese espritu que nos pone inmediatamente en conexin con el Seor, porque es su mismo Espritu y con el Padre porque es el mismo Espritu del Padre, eso ya nos hace presentarnos ante l con la caracterstica tpica cristiana que la Carta a los Hebreos llama la parresa. Ya no hay timideces, porque no nos presentamos ante un juez, nos presentamos ante un padre. Ya hemos definido lo que es Padre: el que por amor nos ha comunicado su propio Espritu.

[Disclpame que desde aqu creo que me he perdido y no se bien que escribiste tu y que escrib yo]Ya Dios para nosotros-fijaos que voy a decir una barbaridad:- no es El Seor es El Padre y listo.

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La palabra seor tiene dos maneras de entenderse: la antigua es aquel que tiene sbditos; esa queda eliminada por Jess. Seor no es el que tiene sbditos por que El dice en la cena, en el Evangelio de Juan: vosotros me llamis Maestro y seor y hacis muy bien por que lo soy, y un poco mas tarde dice: yo no os llamo siervos sino amigos de manera que l es Seor pero eso no significa que tiene siervos, tiene amigos. Entonces ha cambiado el sentido de la palabra seor y entonces Seor en el Nuevo Testamento, particularmente en el evangelio de Juan, significa no aquel que tiene sbditos, por debajo de s sino aquel que no tiene a nadie por encima de s. Seor es sinnimo de absoluta libertad, el totalmente libre, porque por que no tiene a nadie por encima. Por eso deca Dios ya no es Seor, en el sentido antiguo claro, Jess no es Seor en el sentido antiguo como no es Rey en el sentido antiguo. Rey es el que domina. El no domina, El reina dando vida O sea ha cambiado el significado de los trminos, por eso l quiere que nosotros seamos tambin seores. En el lavado de los pies, lo que hace El es hacerse siervo para dar a ellos la categora de Seores. El que tiene un siervo que le lava los pies es un seor, de manera que, l se hace un siervo para levantarlos a su misma categora, a la de hombres libres, de la total libertad, porque ya Dios no manda, el Padre no manda, Jess no manda, no se impone, es todo una comunicacin de vida, y una comunin de vida. Cuando Jess dice: yo hago la voluntad de mi Padre, o yo cumplo el designio de mi Padre, no es por obediencia, es por identificacin. No s si hemos notado que en los evangelios, los cuatro, nunca aparece la palabra obediencia.jams, nunca. Esto no es que lo afirme yo, claro, basta mirar la lista de las palabras., la palabra obediencia no aparece nunca, no pertenece al vocabulario de Jess nuestro Seor, porque Dios mismo ya no manda, El comunica vida es que hay una identificacin con l, de manera que ya no estamos destinados a obedecer a Dios, sino a ser como Dios, fijaos qu cambio. Obedecer supone esa inferioridad, esa diferencia de categora, ya no, l no quiere esa diferencia, nos ha comunicado su vida, somos hijos suyos entonces lo que l quiere es que nosotros seamos como l.

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La gloria y el orgullo del padre, es que el hijo se parezca a l, est claro. por eso ya no es obedecer a Dios, sino parecerse al Padre. Este [Seor ] es el nuevo testamento, esta es la nueva [religin,] relacin, es la tremenda diferencia con la espiritualidad del Antiguo Testamento, porque Dios es puro amor. Puro amor! Juan, en la Primera Carta lo expresa as: Dios es luz y en l no hay tiniebla alguna, la luz es la vida, el amor, la alegra, la salvacin, todo eso junto. Dios es puramente positivo, en l no hay el ms mnimo elemento negativo, en l no hay tinieblas alguna, es decir, nuestro acercamiento al Seor, tiene que ser con una confianza tal, con una alegra, con un saberse querido sin condiciones, repito sin condiciones. Dios me quiere sin condiciones y esto lo dice Pablo, muy claramente, captulo V de la Carta a los Romanos: cuando nosotros ramos pecadores, cuando ramos enemigos, cuando ramos dbiles y no podamos salir del estado en que nos encontrbamos, entonces Dios mand a su Hijo, as demostr Dios el amor que nos tiene. Dios no nos quiere porque nosotros seamos buenos, no, nos quiere porque l es bueno, porque el es bueno y quiere a todos, a todos, buenos y malos! Precisamente, ese fue uno de los terremotos que ocasion Jess frente a la teologa oficial farisaica. Los fariseos decan: Dios quiere a los buenos y odia a los malos, entonces claro, yo, que quiero ser como Dios, amar a los buenos y odiar a los malos, y as estaban, claro. Y los malos son los que no cumplen con la ley, como yo cumplo. La ley discrimina siempre. En cuanto hay leyes y normas, se crea la divisin, porque estn los buenos los que cumplen la ley y los que no las cumplen son los malos, por eso para la unin de la humanidad haba que abolir la ley. Est el observante que desprecia al otro condena al otro [el condenado que espera] y es que ya se siente justificado. Y la ley adems< como ya hemos dicho no es garanta ninguna de unin con Dios La unin es el Espritu. por eso cuando el Seor invita a su mesa a los pecadores, es que pecador en el lenguaje del evangelio, no significa lo que para nosotros, que es una persona que ha cometido un pecado, no, pecador es, el que vive sin ley, el descredo, el irreligioso, este es el pecador el que no tiene religin. [este es el pecador] y el Seor les invita a su mesa como amigos a esos los condenados por la sociedad, a esos los excluidos por los santos, por los observantes, mostrando que Dios quiere tambin a esos, que quiere

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a todos. Esto fue una de las cosas por las que seguramente, tuvo la oposicin feraz de los fariseos que quisieron matarlo, los buenos queran matarlo, los observantes queran matarlo. Porque mostraba su amor a los malos. Dios nos quiere sin condiciones, tal como somos, en el estado en que nos encontremos, l siempre tiende la mano, siempre. Nosotros podemos cogerla o no cogerla, pero por su parte, no hay discriminacin ninguna. Dice: no yo es que como hoy he sido mejor yo hoy voy no! no por Dios! No, no, no! todos los das, siempre nos recibe, siempre nos quiere, siempre nos anima, nos comunica vida.siempre! Naturalmente Dios, el Padre, vamos a hablar en lenguaje cristiano, Dios nuestro padre, quiere que nosotros crezcamos, est claro, por lo tanto ese estado en que nos encontramos, que puede que no sea, digamos, muy avanzado con la espiritualidad de la fe, bien, l nos acepta, nos acepta para que despus crezcamos, como el maestro de escuela coge al nio que no sabe nada, no sabe leer, no sabe nada y lo acepta tal como es, naturalmente no para dejarlo en su ignorancia, sino para poco a poco irle enseando a leer y todo lo que le haga falta, de eso lo mismo hace l pero nos acepta siempre con la sonrisa permanente convenzmonos, de eso. Nos quiere tanto que mand a su Hijo que dio su vida por nosotros. Qu ms puede hacer, qu ms demostracin incondicional de amor por nosotros. Por lo tanto, cuando queramos orar no tengamos excusas [vergenza], no tengamos nunca la sospecha de que l puede fruncir el seo, nunca jams, nunca, nos quieren tanto el Padre y el Hijo y nos lo demuestran con el don del Espritu. Por eso la oracin es tal fcil para un cristiano pero ests como ests, triste o alegre, habiendo sido ms fiel, menos fiel, habindote portado mejor o peor [pero] siempre Seor ya se que tu vienes (o vives). Y aqu estoy. Y Quiero estar contigo y te digo que he metido la pata, No pasa nada! Realmente el progreso, uno de los ndices, del progreso en la vida cristiana es esta cada vez mas continua conciencia de que el Seor est con nosotros, de manera que nuestro estar con l, no es un estar con l, digamos, humillados o contritos, no, no, no, es como el amigo con el amigo, si creemos lo que dice, estamos con nuestro gran amigo el amigo fidelsimo el que nunca nos va a fallar y por lo tanto lo tratamos con la misma confianza con que se trata a un amigo.

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Seor hoy tengo tiempo, quiero echar un rato contigo. Seor hoy no tengo tiempo, tengo que salir, por esto y por esto, maana quiero charlar un rato contigo, con esa misma confianza con que uno tratara con un amigo que lo entiende todo, lo entiende perfectamente, con esa misma sencillez de vocabulario. No empezar con frases altisonantes, como se habla con un compaero. l es nuestro amigo, l es nuestro compaero y colaborador en el trabajo. Mira Seor que hoy tengo algo difcil, chame una mano. Como un amigo no, claro que la mano del Seor vale tanto, vale tanto. l penetra adems todo nuestro ser, nuestro corazn, nuestra mente, puede ayudarnos de tantas maneras. Pidmosle tranquilamente, hablemos con l, tranquilamente, como con el amigo ms entraable que podamos tener. Por eso ningn miedo, quitemos todos esos fantasmas. Hace, el ao pasado ya, perdnenme que lo diga pero, tuvieron ustedes el libro El horizonte humano que escribimos hace un ao y medio. En ese libro hay un captulo que se llama: El Dios de Jess, que lo cuidamos enormemente porque era decisivo. Si no se entiende ese captulo, si no se entiende quin es Dios para nosotros, no vivimos nuestro cristianismo. Ese captulo El Dios de Jess es lo que ms ha, conmocionado digamos a la gente. Hace unos das me deca un psiclogo que haba una seora, no s si lo he contado, creo que no, una seora belga que tena, que estaba en una comunidad cristiana muy opresora, que le echaban en cara su conducta, no s que, que estaba, la pobre, hecha polvo. El psiclogo le dio este libro y le dijo: lase usted este captulo. Volvi a los dos das: se termin el problema. Porque queran convencerla de que Dios no la aceptaba, era fundamental. Las dos grandes premisas sobre las que fundar, digamos, o hacer avanzar nuestro entendimiento del cristianismo es: 1- Que Dios era Padre y no es juez, que Dios nos quiere sin condiciones, y la 2- que el pecado no consiste en transgredir una norma, sino ofender, hacer dao a alguien. Si nosotros nos liberamos de los antiguos conceptos del Dios severo, por un lado y del pecado como que no he cumplido esto o lo otro, pecar es, cometer un pecado es hacer dao a alguien de alguna manera, eso es, no

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hay nada mas, hacer dao! Si nosotros asimilamos eso, nos liberaremos pronto, si no nos liberamos de esto, todava no hemos entendidos, no tendremos nunca paz nunca! Y si no tenemos paz no podemos orar, con lo fcil que es! A no ser que est seco que no se qu que no s Siempre se puede hablar con el Seor. Siempre! No necesitamos discursos sublimes ni sentimientos profundos, aunque no tenga sentimientos, se que el Seor est mi lado. Y [si, si, que esa presencia suya vaya penetrando en nuestra vida, eso ser ah un ndice de nuestro desarrollo espiritual. Esa es la Oracin de Unin. Hay otra oracin que es la de Peticin, Esta ya no es continua, esta es ocasional; cuando hace falta algo, pues se pide. Tambin nace del Espritu, es el amor por los dems, el que nos lleva a la oracin de peticin de manera que naturalmente no podemos limitarnos a la oracin, de manera que la oracin de peticin debe acompaar a nuestra actividad y de alguna manera suplirla cuando no podamos ya hacer nada. Hay cosas que no estn a nuestro alcance y querramos hacer pero no podemos, entonces viene la oracin y que expresa nuestro amor a esa persona que no podemos traducir en obras. Las dos provienen del Espritu y es que una y otra corresponden precisamente a las dos clases de amor. Lo insinubamos ayer o anteayer, pero lo voy a desarrollarla para un poco ahora. Dije que hay dos clases de amor, un amor de identificacin y un amor de entrega. Los dos son producto del Espritu. El Padre se entrega, se comunica, se vuelca en el Hijo, el Hijo es la personificacin del Padre en cuanto se ha dado. Todo lo que tiene el Hijo procede del Padre, de manera que el Padre es el puro amor de entrega, veis? l se entrega, se da, se comunica El Hijo todo lo ha recibido del Padre. El no va a devolverle al Padre lo que ha recibido, sera ridculo. Entonces cul es el amor del Hijo por el Padre si no es de entrega? Es de identificacin. El Hijo es igual al Padre, igual, como lo dice el evangelio: el Padre y Yo somos uno solo y entonces el Hijo tiene su amor de entrega tambin y se entrega a los hombres, y da su vida por nosotros, hasta all llega su amor, y all comunica su Espritu, nos comunica su propio ser, su propia vida, su propia fuerza que es el Espritu y entonces nosotros recibimos eso, esa vida, esa fuerza, pero nosotros no vamos a devolvrsela de manera que nuestro amor a l no es de entrega, es de identificacin. Ser como l,

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como el Hijo es como el Padre, as nosotros somos como Jess y claro con eso tambin somos como el Padre es tambin nuestra identificacin con l. Y nosotros nos damos en la entrega a los otros hombres y as es la cadena de amor. El bien que procede del Padre, de quien todo procede, se vuelca en el Hijo, el Hijo en los hombres y los hombres de unos a otros. El amor es como una onda que se produce en un estanque, se tira una piedra y viene la onda siempre hacia afuera, hacia fuera..! nunca volver! va hasta el lmite. As es el amor, es una onda progresiva a partir del centro y que se expande. De manera que hay dos clases de amor. Por eso cuando nosotros expresamos, (y son cosas que han entrado bastante, pero que conviene que entendamos bien) yo me consagro a Dios, no, eso se dice pero no! No corresponde a la idea del evangelio. El Seor nos consagra a nosotros veis? y la consagracin nuestra es el don del Espritu. Ser sagrados, ser santos es tener el Espritu de Dios, por eso la nica criatura capaz de santidad, es el hombre. Luego llamamos santo a un templo, digo: una iglesia, un rosario, bueno que son apreciaciones. Santidad es participacin en el Espritu de Dios, los dems son objetos que usamos para expresar nuestra fe, nuestra devocin, que no tienen funcin ninguna en s. Somos nosotros los que los consagramos y nosotros podemos desconsagrarlos maana; lo que no significa ms que decir que esta copa o cliz la destinamos a la misa. Por que nosotros la destinamos, y luego el da que nos parezca la desdestinamos y la mandamos a un museo, supongo. Las cosas no son santas, santo es el Espritu y el hombre que tiene el Espritu, por eso es Dios el que nos santifica o nos consagra, es decir nos asume en su esfera. Pero nosotros nos consagramos a los dems, ah si porque ah es cuando nos entregamos. De manera que el objetivo, un aspecto de la vida cristiana, digamos, un aspecto individual y personal que existe, naturalmente, es parecernos lo ms posible. El amor de identificacin con Jess y con el Padre y como deca antes no ya obedecer a Dios sino de ser como l. Parecernos a l, porque ya no somos siervos, sino somos hijos. Esta es nuestro gran modelo, por eso dejemos ya todas esas fases antiguas: yo soy nada, soy el

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pecador, yo soy un miserable. No, eso no. Eso no tiene sentido, tenemos el Espritu de Dios, tenemos su presencia en nosotros, somos hijos suyos. qu dignidad humana! Qu alegra tan tremenda! Qu dignificacin del hombre! No, que no llegamos nosotros a ser coherentes del todo con lo que? Pues muy bien, ya lo sabemos, entonces importa, y no importa las dos cosas, eso lo sabemos y lo sabe el y se lo decimos y procuramos ir adelante, l nos animar a ir adelante, nunca desanimarnos, nunca humillarnos, l no quiere, no! l no quiere que nos humillemos ante l. No! l quiere que nos parezcamos a l, Por eso de este amor de identificacin nace la oracin continua, la oracin de unin del amor de entrega, que tambin nace del Espritu que es del amor de entrega a los dems, de darnos, de trabajar por la paz, como deca la bienaventuranza. De esto nace la oracin de peticin, de hecho, cuando Jess ve que los discpulos estn fuera de camino, que cuando l ha tenido una actividad en Cafarnan, aprovecha el pueblo de Cafarnan y los discpulos tambin para querer nombrarlo lder popular, que se oponga a las instituciones establecidas, Jess se va afuera de la ciudad, se va a un lugar desierto y reza y ora y pide al Padre porque le est fallando la obra, porque esos hombres que estn deslumbrados por la posibilidad de un triunfo poltico y claro si esto le falla..! Pide por ellos. Lo mismo despus de lo de los panes. En el primer episodio de los panes, que es a los judos, de la distribucin a los judo se produce un movimiento popular, en el evangelio de Juan; tanto que lo buscaban para hacerlo rey y Jess ora porque estn todos fuera de camino, para que no fracase su obra. Y en Getseman, Pues claro, l ve el fracaso total con el pueblo judo a quien tanto quera, por eso le dice al Padre Padre, si es posible que cambie este plan, porque as este pueblo va a la ruina y el Padre no contesta, no puede cambiar el plan porque si Dios forzara a los hombres dejara de amarlos, el amor no se impone, el amor se propone, se ofrece, pero nunca se impone. Termino con esta anotacin, por eso como Dios es amor Dios es dbil. Siempre hemos dicho que Dios es omnipotente, en qu sentido es omnipotente? Que puede hacer lo que quiera, sin embargo el Seor le pide... Fijaos la idea de la omnipotencia un poco infantil que podemos tener en la cabeza, choca con la idea de la bondad de Dios.

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Si Dios es omnipotente, porqu hay tanta gente que sufre?, tanto inocente que muere de hambre porque? Entonces si Dios es omnipotente es que no es bueno, porque si fuera bueno, remediara todo. Y s Dios es bueno, y creo que esto lo tenemos clarsimo, entonces no puede ser omnipotente en el sentido ese que le damos, no puede ser, porque esto no hay manera de solucionarlo y entonces decimos Dios es amor, amor y el amor es potentsimo y el Amor infinito es omnipotente. Pero el amor necesita ser aceptado, si el amor no se acepta se queda absolutamente desarmado, impotente totalmente. Pensemos que uno puede estar locamente enamorado de otra persona, que deseara darle todo, incluso su vida. Y que la otra dice no me interesa. Todo ese fervor, amor todo queda completamente frustrado por la negativa. El amor es relacin y para la relacin hacen falta dos, si uno tiende la mano y el otro no la coge, todo mi cario, mi afecto mi ayuda, todo queda frustrado y esto es Dios. Como Dios es amor no puede imponerse, el amor que se impone no es amor. El amor puede relacionarse solo con otro amor, una respuesta de amor si encuentra no amor, no puede hacer nada si se impone, no crea amor por supuesto, destruye al amor. Por eso Dios es omnipotente como amor, todo todopoderoso, y todo dbil como amor, porque el amor est a merced de la respuesta del otro. Por eso nosotros que hemos recibido esa prueba de amor, es decir el Espritu que se nos ha comunicado, que por lo tanto que una vez, ya hemos agarrado la mano de Dios que se nos ofreca, la mano de ese Seor, por eso nos ha dado su amor, continuemos respondiendo a ese amor para nosotros identificndonos con l, con su persona y con su obra, por eso entregndonos a los dems la primera basado la unin que es la oracin profunda y la comunin del Espritu. Y la segunda la entrega a los dems basada en el impulso del mismo Espritu.

Saber vivirLa palabra latina religin en casi todas partes se dice que proviene del verbo religar que significa estar ligado a Dios.

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Pero eso no me parece muy seguro, a pesar de que es una interpretacin de muchos autores cristianos. Y es que en latn antiguo religin deriva no del verbo religar sino de releer. Con eso se indica el escrpulo de volver siempre a lo mismo. Si uno toma los grandes diccionarios antiguos de Latn, por ejemplo el Tesaurus de Forchelini, dice que religin significa miedo, pavor. De manera que el concepto pagano de la palabra religin, era tener miedo a la divinidad. Por eso en el siglo II al cristianismo no se lo llamaba religin sino filosofa. Y es que filosofa era el arte de vivir bien. Tener una recta conducta era entonces, una filosofa. La misma vida monstica, en sus comienzos, se llam filosofa. Filosofa, para los antiguos, no era como ahora, la especulacin del pensamiento. Era la expresin del amor a una vida de sabidura. Este trmino se aplicaba a los que saban un oficio o ciencia o se destacaban en algo: As el atleta era sabio porque se destacaba en su actividad. El artesano lo era porque saba hacer su arte; lo mismo el filsofo: saba vivir. El filsofo quera vivir de una manera humana, digna y justa. De manera que nunca se llam religin al cristianismo primitivo. Es ms, dos escritores eclesisticos de esa poca, San Justino, mrtir, y Atengoras que escriban informes para el Emperador bizantino, decan que los paganos acusaban a los cristianos de ser ateos,4 pues no tenan templo, ni casta sacerdotal, ni ritos particulares, ni sacrificios. Los llamados cristianos, decan, no tienen nada de estas cosas, luego son ateos. Fijaos que es lo ms opuesto que se pudiera pensar sobre una presunta religin nueva. Tened en cuenta el abismo que excav el cristianismo en medio de la mentalidad religiosa de aquellos tiempos. Pero en los siglos III y IV el cristianismo comienza a asumir categoras religiosas ajenas a su origen y construye templos e iglesias.

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Sin embargo el cristianismo no tiene ms templos que los propios cristianos y su comunidad. El templo es donde est el Espritu de Dios; donde Dios resplandece es en la persona que tiene el Espritu, que tiene el amor a Dios y a sus hermanos. Hablar de templo con referencia a una catedral o una capilla no es un lenguaje cristiano. Y as muchas cosas se fueron adaptando: Al final del siglo III se dijo que el obispo era sacerdote. Y en el siglo IV se acept que los presbteros tenan un carcter sacerdotal. Son asimilaciones a categoras religiosas, por ejemplo la casta sacerdotal. Se adoptan ms adelante ceremonias con ritos fijos que no existan anteriormente, se organiza el ao litrgico, por imitacin del ao litrgico judo. Todo esto constituye lo que yo he llamado el experimento religioso del cristianismo que dura hasta nuestros das.

Un Dios ambiguoEl cristianismo sigue vivo pero su religiosidad va decayendo. Ha sido una poca demasiado larga, no necesaria, y no tiene que durar para siempre. Recordemos, Jess no vino al mundo a instituir ritos, slo a predicar el amor. Entonces decimos que religin, en el concepto antiguo, es miedo a la divinidad; es temor a un Dios ambiguo, que parece que compite con el hombre, que parece que quiere al hombre y por otro lado coarta su libertad. Este hombre se encuentra totalmente inerme ante un Dios que puede usar su omnipotencia y su clera contra l, ante quien se encuentra desorientado. Lo nico que le interesa es cmo puede hacer para lograr que su Dios le sea propicio. Ese es el gran problema de la religin. Traduzcamos eso a nuestra antigua mentalidad: Me salvo o me condeno?, Dios me quiere o me castiga? Y fijaos que en nuestros clsicos, ese era el dilema: Loco debo

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ser si no soy santo. Porque lo que nos amenazaba era el infierno. O te salvas y vas al cielo o te condenas y vas al infierno! Ese Dios, ya lo he dicho, es ambiguo; el Dios de las religiones ms primitivas era muy ambiguo. En el Antiguo Testamento, segn dice la Biblia, Dios le orden a Moiss que tomara la espada y degollara a todos los israelitas que haban adorado al becerro de oro. Llama a tus incondicionales, le dijo, y repasa el campamento de un lado a otro cortando el cuello a todos los que han adorado al becerro de oro Es Dios mismo quin dice eso! Caramba! Qu Dios tan extrao, verdad? De manera que es un Dios que se ofende fcilmente, un Dios que rechaza al hombre. Pero, a veces dice que ama al hombre como una madre ama a su hijo. Es un Dios muy ambiguo. El Dios del Antiguo Testamento tiene cosas preciosas y otras verdaderamente escalofriantes. Y entonces, claro, ante un Dios as, si uno es creyente el problema durante toda su vida es: Yo tengo que ganarme a ese Dios para que no me arruine y me condene para siempre! El hombre queda paralizado Si se es su problema, esto es gravsimo, es su suerte eterna y por lo tanto no tiene ms que hacer en su vida que eso. Lo importante, toda la vida de esa persona es: Haber si consigo agradar a mi Dios, que me mire con favor y por fin me salve del infierno. No tiene tiempo de amar al prjimo, claro, porque lo importante es su suerte eterna. Esta es la tragedia de la religin y de all derivan infinidad de cosas. Por ejemplo, la creacin de mediadores. Ya dijimos el otro da cuales eran las dos caractersticas del sacerdocio antiguo, pagano. Sacerdote era el que estaba ms cerca de la divinidad. Por su dedicacin, por su consagracin, por lo que sea. Y por otra parte, era el que posea la ciencia divina; como estaba tan cerca de Dios, l poda interceder por m para que me mire con favor. Y entonces, yo me someto al mediador para obtener el favor de Dios. l es el que conoce, el que tiene la ciencia sagrada y l me dar las migajas que

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quiera. Si yo quiero saber algo de Dios tengo que consultar al experto, al que sabe, y esto es otra clase de sumisin desde el punto de vista del saber. Estas son las caractersticas del sacerdote primitivo Eso se ha terminado para el cristianismo, porque el estar ms o menos cerca de Dios no depende de mediadores, ni de ninguna consagracin ni de dedicacin exclusiva. Es slo de la calidad del amor que uno tenga. Un amor ms intenso y universal. Dios es amor universal, amor que da vida; entonces cuanto ms vida comuniquemos nosotros, cuanto mejor relacin humana instalemos, ms cerca estaremos de l, seamos hombre o mujer, viejo o joven, consagrado o no consagrado, esto es indiferente. La ciencia fundamental sobre Dios, es conocer su amor, y eso viene por la experiencia interna del Espritu, no nos lo ensea nadie, lo tenemos adentro: Es el gran saber, la ciencia ms profunda. Saber que Dios es amor porque sentimos ese amor. Poder decirle a Dios Padre porque nos sentimos hijos.

Fin del oficio sacerdotalCon la venida del Seor Jess qued suprimido el sacerdocio antiguo. As lo dice la carta de Pablo a los Hebreos: Los sacerdotes judos (se usa este smbolo, pues no es ms que un smbolo), los sumos sacerdotes judos eran mortales, tenan que venir uno detrs de otro, haba una sucesin. Como nuestro Sumo Sacerdote, Jess, es inmortal, se acab, es el ltimo. No necesita a nadie despus. Esta es la argumentacin de Pablo a los hebreos. Precisamente, el Seor entr en un santuario no hecho por mano de hombre, sino en algo eterno, en el cielo mismo entr. Ese es el gran santuario.

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Estas, y otras mas, son metforas o smbolos de Pablo para decirnos del sacerdocio eterno de Jess, el nico sacerdote. Todo esto se acepta: La muerte de Jess, la entrega de Jess que es la mxima expresin de su amor, es a su vez el acto supremo para la humanidad. Con esto ha reconciliado a Dios con los hombres. El perdn es un hecho, insiste Pablo a los hebreos, ya no hace falta el sacrificio para el perdn de los pecados, todo lo expiatorio ha concluido. Pero la religin llevaba a eso, al intermediario, claro: Quin puede recomendarme a ese Dios ambiguo que no s si me quiere o no me quiere? Este, el otro, determinado santo o advocacin, esa angustia tremenda que crea la religin. Y luego tambin Como puedo yo agradar a ese Dios? Pues matando en m lo que pueda no gustarle, y as viene la asctica, a ver si me gano a fuerza de sacrificios que Dios me acepte y me perdone, sin saber, pobre de nosotros, que Dios nos quiere siempre porque es nuestro Padre. Cuando todos nosotros (el gnero humano) ramos pecadores, ramos dbiles y no podamos salir de ese estado, Dios mand a su hijo al mundo, demostrando el amor que nos tiene. (Estos son conceptos de Pablo en su carta a los romanos) Nos eligi porque ramos malos, esa es la calidad de su amor. Dios es as. El Dios de la religin es falso, ese Dios ambiguo que me censura, que me pone condiciones es falso, completamente falso.

Amor de padre y de madre.El amor de Dios que no pone condiciones es amor paterno y materno. Aunque lo llamamos Padre, la aceptacin sin condiciones de sus hijos, nos hace recordar a la madre. Ella no los rechaza jams simplemente porque son sus hijos, no porque sean buenos o malos. Se alegrar si son buenos, sufrir si son malos, pero la aceptacin es siempre incondicional.

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Por eso siempre, seamos mejores o peores, mediocres o regulares, buenos o excelentes, siempre podremos decir: Seor, yo s que siempre me amas. Que me aceptas como soy. Es el amor de madre. El amor paterno es de estmulo, para crecer en virtud, para llegar a ser como el padre, segn palabras de Mateo: Sed perfectos como vuestro Padre del cielo es perfecto. Perfecto significa no la perfeccin en el sentido asctico, sino amar a los hermanos sin exclusin. Vuestro Padre es el que manda la lluvia sobre buenos y malos, y hace salir el sol sobre justos e injustos. Dios no hace distinciones, no discrimina a nadie, a todos ama. Esto es comunicar vida: Lluvia y sol son dos elementos indispensables para una cosecha abundante. Es el alimento para la vida del hombre. Dios no toma un criterio moral para designar su objetivo, todos estamos comprendidos en su amor paterno y materno. Sed perfectos, insisto, quiere decir: amad a todos, del todo. Ese es el estmulo, el amor del Padre. No basta slo con el amor de la madre porque lleva a la desidia y a la pereza: Bueno, como Dios me acepta as como soy, me basta con eso. No, no basta! Es necesario el amor que estimula y este es el del Padre. Parcete ms a tu padre. Ve subiendo, ve subiendo Que caes, que vuelves a caer? No importa!

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Aqu est el amor de tu madre que recibes siempre. Vuelve a empezar y busca el estmulo de tu padre. Esto es lo nuestro: El doble aspecto del amor de Dios. Pero esto no lo sabamos. Pensbamos: Yo tengo que ganarme el amor de Dios! Y ah vena la mortificacin, mal interpretada. La palabra mortificacin es una traduccin latina del griego (captulo III de la Carta a los colosenses) que quiere decir extirpar. No quiere decir morir. En latn, mortificar es morir o dar muerte. Nosotros hemos traducido como que la mortificacin es una muerte lenta. Lo que dice Pablo es que todo lo que haya de terreno, de bajas inclinaciones en nosotros hay que extirparlo. Es como el que tiene un cncer, hay que extirparlo para poder vivir. No se trata de un ejercicio de dolorismo,5 en absoluto. Si uno tiene un tumor, rpidamente lo extirpa. Pues si tenemos un tumor espiritual hay que extirparlo para poder vivir, para tener plenitud de vida. Esto es lo importante, conservar la vida plena.

Ni sagrado ni profanoPero an tiene ms aspectos a considerar esto de la religin. La religin divide al mundo en dos sectores distintos, lo sacro y lo profano:

El sector de Dios, que es lo importante:

que si la oracin, que el recogimiento, que la huda del mundo, todo eso.

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y la vida civil, que no importa mucho.Ver nota II pgina 20

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Es curioso lo de la huda del mundo, cuando en la oracin de Jess (Juan 17), este le dice al Padre: Yo no te pido que los saques del mundo. Sino que los preserves del malo (esto es la tentacin del poder y del dinero).6 Sin embargo, nosotros hemos preconizado la huda del siglo o del mundo. En qu texto evanglico se basa eso? Jess pidi a su Padre por nosotros, que no nos saque del mundo, que vivamos en l. Presrvalos del malo: en el evangelio de Juan ste es Satans y el poder del dinero que es lo que domina al mundo, lo que crea la desigualdad humana, lo que hace a unos dependientes de otros, causa de la opresin. En medio del mundo, pero con amor y cario! Nosotros tenemos que amar a nuestra tierra, tambin a nuestra poca: son las dos dimensiones, espacio y tiempo a las que hay que amar. Es que unos quieren a Aragn, otros a Murcia, otros a Extremadura, y todos a Espaa. Pero ya todos al mundo entero. Esto es lo nuestro, el mundo entero. Disponemos de una parcelita de ese mundo, pero nuestro amor no puede limitarse a esa pequeez. Tambin debemos amar a nuestra poca que es la otra dimensin. Por muy diferente que nos parezca sobre todo para personas de cierta edad que viven en un ambiente algo cerrado, las cosas cambian muy de prisa. Bueno, uno podra decir: a m esta clase de msica no me dice nada, pero comprendo que a otros les guste. No es necesario hacerse rockero a los 70 aos. Bueno, mire Ud, a m eso no me va, pero acepto esta poca. Si eso es lo que la juventud elige, bueno, duro con ello. Es decir, no encerrarse en un pasado, no evadirse de una cronologa. No! Tenemos que ver y amar nuestro espacio y nuestro tiempo. Esto es lo que Jess quiere de nosotros, esta sociedad comprensiva. En cambio, la religin divide su inters en dos partes, ya lo dijimos: lo sagrado (el local de la iglesia, la santa misa, el rosario en la6

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mesa camilla, los catorce martes de San Antonio. Est muy bien, pero si Ud. se encierra all, nadie entra, vive Ud. solo. Y los dems qu pasa ..? No seor! Jess vino a tirar abajo esa dicotoma, que no es real. La vida es una sola y no se puede dividir. Es la vida humana y all est Dios. Ese es el terreno de Dios y es tambin nuestro terreno

Por eso el otro da, hablamos brevemente del culto, y decamos: el culto antiguo se haca en un local determinado, con unos ritos determinados. Esto es humillante, porque subraya la distancia entre Dios y el hombre. Humilla al hombre, de ah esos gestos de arrodillarse. Ustedes saben que por ejemplo, el Concilio de Nicea, Primer Concilio General de la Iglesia, prohibi arrodillarse desde Pascua hasta Pentecosts, porque es el tiempo de la resurreccin. Para el resto, el Concilio no dispuso nada. De manera que durante ese tiempo, no debemos arrodillarnos. Resurreccin significa estar de pie. Entonces, todos esos gestos que humillan deben dejarse de lado. Porque arrodillarse es smbolo de disminuir la propia estatura. (Yo soy poco, yo no soy nada, yo soy un pecador).

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Este es el culto antiguo, con ese Dios que exiga siempre la adulacin de sus fieles, la alabanza continua, diciendo miles de veces que es tan bueno, tan poderoso. Un Dios que no se cansa de exigir. Ese culto en el cual siempre se subraya la distancia:

Dios es el omnipotente,

el supremo, el inaccesible, el diferente.

Y yo soy un gusano, una hormiga, un pecador.

Todo eso humilla al hombre e impide su crecimiento. (A veces exagero un poco, en los rasgos; no importa porque ya sabemos lo que quiero decir. En fin, hay rasgos as, son formas de hablar.) Pero Jess, vino a terminar con todo eso. En el culto segn Jess: Qu es el templo?: El lugar donde resplandece la gloria de un Dios. Donde resplandece la gloria de nuestro Dios? Su gloria es el amor. Donde hay amor? en una persona humana. La gloria de Dios no est en una catedral, est en el corazn del hombre. Jess es el prototipo, el hombre-Dios, tiene la plenitud del Espritu, El es el templo por antonomasia, santuario del Dios vivo.

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Y todos nosotros, en cuanto tenemos dentro el espritu y lo manifestamos, es decir, en cuanto brilla en nosotros ese amor que es la gloria de Dios, somos templos vivos. Somos templo y no hay ms templo que ese. Y esto lo mismo, dentro de una catedral, que en la avenida de la Constitucin. Qu es el culto a Dios? Ya lo decamos antes brevemente. Dar culto a Dios es honrar a Dios. Cmo se honra a Dios, a nuestro Dios, que es el Padre? (Juan, en el cap. IV no lo llama Dios sino Padre) El Padre busca adoradores que le den culto con espritu, que es amor y verdad; con amor verdadero, con amor fiel, con amor hasta el fin. El culto a Dios es buscar la Qu es Dios? Es espritu, dinamismo de amor. Cul es nuestro culto? Querer ser como l: dinamismo de amor en el mundo. Que nos parezcamos cada vez ms a El. Y este culto, en lugar de humillar al hombre, lo hace crecer, lo levanta. Nos parecemos cada vez ms a nuestro Padre. Este es el culto de la vida ordinaria: ir practicando el amor. Amor es todo lo que ya hemos dicho: semejanza con El .

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comunicar vida, alegra, paz, libertad y solidaridad.

Todo esto es AMOR. Respeto, agrado, mejor relacin humana. Ese es nuestro culto, y no hay otro. Lo elemental, lo rudimentario de la humanidad era el culto antiguo: deba ser en un templo de material. Cuando lleg la plenitud de los tiempos, cambi todo. Mientras ramos nios nos trataban y actubamos como tales. Cuando lleg la mayora de edad, nos dimos cuenta: ahora somos hijos de Dios. Por eso, como tantas veces he dicho: en nuestra Fe (ya no hay religin), no se trata de obedecer a Dios sino de parecernos a l. Dios no manda sino que nos da un espritu dentro que nos permite elevarnos.

Un rival para el hombreY esto, claro, tira abajo tambin otra de las enormes dificultades que presentaban todas las religiones. Y es que Dios era el rival del hombre. Esta es la gran crtica que se ha hecho tambin a la religin catlica. Los pensadores no catlicos o no cristianos, siempre han dicho: la religin impide el desarrollo del hombre. Pone por encima de ste una instancia que lo humilla. El hombre nunca puede llegar a lo que querra ser porque los dioses son sus rivales. Ejemplo de esto es la religin griega: si el hombre era feliz, los dioses lo castigaban, no podan tolerar esta felicidad, que era patrimonio de ellos. Incluso, en nuestro Antiguo Testamento, yo he querido buscar alguna interpretacin satisfactoria en el texto del Gnesis, cuando Dios habla del rbol del conocimiento del bien y del mal: no sea que coma del fruto del rbol y se haga como Yo. Este Dios no quera que el hombre

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fuera como El era rival del hombre. Para afirmar su poder y omnipotencia necesitaba humillar al hombre. Esto es tremendo, quiere decir que siempre estaremos coartados por ese Dios. Y de hecho podemos decir: Mirad, todo Dios es opresor. Todo Dios impide el desarrollo del hombre, excepto uno: Un Dios que sea fuente de vida, que quiera comunicarse y hacer al hombre igual a l. Este es el nico Dios no opresor. Todos los dems subrayan el abismo que hay, la trascendencia y la humildad entre Dios y su creatura. Esta es la revelacin de Jess, no con palabras sino con hechos. Dios es la fuente de vida, vida y amor es lo mismo. Donde hay vida es que hay amor, por el contrario donde no hay amor no hay vida, el que vive fsicamente, sin amor, es un muerto en vida. La palabra Dios est muy desgastada: si a uno le preguntan, cree usted en Dios? habr que contestar de que Dios est usted hablando? Uno puede decir yo creo en Dios pero qu idea de Dios tengo yo? Probablemente la idea que tiene usted de Dios en la cabeza no es la que yo acepto, por eso la palabra Dios est desgastada, no sabemos ya lo que significa. Cuando pensamos en su amor de madre, estamos indicando que es fuente de vida: quien por amor comunica su propia vida. En nuestra imaginacin pensamos en una fuente o torrente inagotable de vida (amor) que quiere comunicarse al mundo, a la humanidad para irla levantando a su propio nivel. Este es el nico Dios no opresor, que no se pone por encima del hombre, que no se sienta en un trono elevado, sino que est por debajo del hombre para levantarlo: ste es el Dios nico. Es lo que Jess hizo al lavarles los pies a los discpulos. l se puso por debajo de ellos para levantarlos hasta su nivel. El que era el Seor les dio a ellos la categora de seores tomando el papel de criado. (El que lavaba los pies en aquellos tiempos era un esclavo o una mujer: los seres despreciados de la sociedad.) Y El se pone a los pies de ellos para levantarlos. Fijaos lo que dice Juan, varias veces: (son palabras de Jess) el que me ve a m est viendo al Padre Lo que Jess hace es lo que hara el

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Padre, de manera que ambos se ponen por debajo del hombre para elevarlo a su altura. Esto es contra toda religin. Quin poda pensar as del Dios del cielo, omnipotente, trascendente, incomparable? El Dios de Jess lo que hace es ponerse por debajo del hombre. Esto es un cambio radical. Caen todas las jerarquas celestes. Fijaos que la religin, de una manera o de otra, siempre ha legitimado las tiranas. Por qu? El dios de la religin es:

el del trono celeste, su divina majestad, el todopoderoso, el que lo puede todo. A su arbitrio todo puede Es quien dirige los hilos de

cambiar. la historia. Entonces, quin se parece ms a Dios? El que en la tierra tenga ms poder. Por eso los emperadores bizantinos (Constantino y sucesores) se llamaban vicarios de Dios Si Dios es el dueo del universo, el que dispone de la vida y de la muerte, quin se parece ms a l? El Emperador. Por eso las religiones siempre han legitimado a las tiranas. Sin embargo no hay quien explique esas cosas porque la historia va por su lado, pero en fin El faran de Egipto era el hijo del sol. Quin poda disentir con el Faran si era una divinidad? Nadie. Ese Dios es la consagracin del poder absoluto.

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En tiempo ms modernos, las monarquas absolutas de Europa, lo eran por derecho divino, se deca. Hasta Napolen, un no creyente, quiso que lo coronara el Papa de Roma, (aunque despus decidi coronarse a si mismo). An en tiempos casi actuales, nuestro caudillo Franco, lo era por la gracia de Dios, segn deca en las monedas de la poca. De ah, entonces, las grandes crticas que recibi la Iglesia Catlica a fines del siglo 18 del autor alemn Fauerbach, de Voltaire y tantos otros, tenan gran fundamento; sin embargo ninguno de ellos conoci al verdadero Dios. Conocieron a las iglesias de su tiempo, aliadas con los dspotas que gobernaban. Marx tuvo muchos errores, pero era dueo de una intuicin tremenda: No se poda tolerar en su poca y en su tierra la pobreza y la discriminacin en que viva la sociedad humana; haba que marchar hacia una sociedad de iguales. En esto Carlos Marx pensaba como un buen cristiano. Estos hombres no podan consentir a las iglesias, paganas o cristianas, porque luchaban por la humanidad. Todo el que se preocupaba sinceramente por el bienestar y el crecimiento del hombre, denostaba el dominio religioso porque impeda el progreso social.

Desconocan a JessSin embargo a estos grandes crticos les falt conocer el verdadero rostro de Jess. Slo saban del Dios propuesto por las iglesias, que proponan un Dios inadmisible, rival del hombre. El ateismo creci ante lo inaceptable de ese Dios. Algunos dirn que yo he definido duramente a la religin, de una manera anti humana. Es que me bazo en la definicin etimolgica antigua de la palabra y en la realidad de las religiones. Slo hay dos concepciones en este tema:

Una es la religiosa ya explicada; la otra es la fe de Jess:

una fe integradora, secularizante,

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Trascripcin del cassete: RELIGIN Y FE

que vive en el siglo, en la historia, en el mundo, que es fermento en la nueva maza. Esta es nuestra fe!

Nuestro culto es la vida y la presencia de nuestro Dios es un amor universal en tiempo y espacio. Es el amor extendido an al enemigo. Este es el gran factor de cambio, la llamada comunidad cristiana.Se dice que slo un 10 a 15 % de espaoles asiste a Misa, y parece muy poco. Pues yo afirmo que si este pequeo grupo tomara conciencia de lo que es ser cristiano en cuanto factor de cambio, sera una fuerza arrolladora. Pero claro, si nuestra preocupacin principal es si hoy me toca abstinencia de carne, o si me falta un misterio del rosario, si slo este mundo pequeito me une con Dios dejando afuera a los hermanos, no habr ningn cambio.

Mi unin con Dios es el contacto de amor con los dems.Recordamos viejas lecturas recomendadas, como el Kempis (Imitacin de Cristo) cuando dice: Cada vez que fui con los hombres, volv menos hombre. Esto el una blasfemia!7 El amor existe si hay relacin humana. El ser humano se desarrolla si hay relacin positiva. Eso es lo que el seor nos dice. Cmo Kempis de la universidad de Pars se atrevi a escribir sus mximas! Todo esto parece muy piadoso. Slo es muy religioso, pero nada cristiano. Digamos tambin que la religin se refugia en el Dios-solucin. Por eso, en los pases que sufren miseria e iniquidades hay mucha religin y an7

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Juan Mateos lvarez S.J. supersticin. Si me duele la muela, que Dios me quite el dolor, si no tengo trabajo, que Dios me lo consiga, etc. Dios quiere que el hombre se desarrolle. Lo que antes era mercanca divina, ahora es humana: Si me duele la muela, voy al dentista. Si no tengo trabajo, voy a una agencia. Ya no hay que recurrir a Dios para todo; el hombre en situacin de miseria fsica y moral, todo lo espera de Dios. Qu quiere el Seor Jess al respecto? Potenciar al hombre para que vaya solucionando sus problemas. Dios es Padre y nos ama mucho. Por eso nos escucha tambin, por supuesto. No nos desprecia. Pero l desea que la humanidad aprenda a encontrar soluciones por s misma. Si tenemos trastornos fisiolgicos o enfermedades, no busquemos todo en la oracin, no confiemos slo en el milagrito. Confiemos en un buen mdico, que est preparado. Al final la relacin con Dios no puede ser la de un mendigo. Cuando uno oye en las liturgias orientales repetir incesantemente Kyrie elison!, Kyrie elison!, Kyrie elison! Seor ten piedad!, Seor ten piedad!, otros telogos, orientales tambin, decan: Es una liturgia de mendigos. Yo creo que ese Kyrie elison, est mal traducido. Quiere decir Seor aydanos!, muestra tu misericordia con obras! Es mucho ms digno.

El Seor no quiere pordioseros; slo hombres libres y responsables.

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NOTA ISplica en favor de los cristianos,Atengoras (aos 177-178) compuso una Splica en favor de los cristianos, escrito que envi a los emperadores Marco Aurelio Antonino y su hijo Lucio Aurelio Cmodo. En dicha Splica defiende a los cristianos de las tres principales acusaciones que contra ellos se lanzaban desde la parte pagana: atesmo, antropofagia e incesto. Con respecto al ateismo escribe: Los cristianos no son ateos. Aunque no crean en los dioses, creen en Dios. Son monotestas. La utilidad de su religin, lo demuestran por las obras (Sp. l. 11). Los cristianos, por lo mismo que son monotestas, no son politestas. No tienen, pues, sacrificios como los paganos, y no creen en los dioses. Ni siquiera adoran el mundo, que es una obra de arte superior a cualquier dolo, sino que adoran a su Creador. [] He mostrado, pues, suficientemente que no somos ateos : admitimos un solo Dios, increado, eterno, invisible, impasible, incomprensible, inmenso, que slo puede ser alcanzado por la razn y la inteligencia, rodeado de luz, de belleza, de espritu, de fuerza inexplicable. Por l ha sido hecho el universo, y ha sido ordenado y se conserva, por medio de su Verbo. [] Entre nosotros fcilmente podris encontrar gentes sencillas, artesanos y viejecitas, que si de palabra no son capaces de mostrar con razones la utilidad de su religin, muestran con las obras que han hecho una eleccin buena. Porque no se dedican a aprender discursos de memoria, sino que manifiestan buenas acciones: no hieren al que los hiere, no llevan a los tribunales al que les despoja, dan a todo el que pide y aman al prjimo como a s mismos. Ahora bien, si no creyramos que Dios est por encima del gnero humano, podramos llevar una vida tan pura?

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NOTA IILa mortificacinA propsito de dolorismo, hay que detenerse un momento en la llamada mortificacin. Los cristianos la conciben de ordinario como un sufrimiento, dolor o abstencin que uno se impone libremente, una tortura lenta y continua Veamos el fundamento bblico de la palabra. El verbo mortificar aparece una sola vez en el Nuevo Testamento, en la Carta a los Colosenses, En el texto griego, el verbo significa sencillamente matar, y el pasaje es el siguiente: Si habis resucitado con Cristo, buscad lo de arriba, donde est Cristo sentado a la derecha de Dios; estad centrados arriba, no en la tierra. Moristeis, repito, y vuestra vida est escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es vuestra vida, con l os manifestaris tambin vosotros gloriosos. En consecuencia, extirpad (=matad) lo que hay de terreno en vosotros: lujuria, inmoralidad, pasin, deseos rastreros y la codicia, que es una idolatra; despojaos de todo eso: clera, arrebatos de ira, inquina, insultos y groseras... Dejad de mentiros unos a otros... (Col 3,19). Este es el pasaje de la mortificacin. Se refiere a la vida de resucitados que ya est en nosotros. La norma y la aspiracin del cristiano no proceden de este mundo, sino del reino donde Cristo vive. Posee dentro una vida que no es fruto terreno y debe vivir segn ella, esperando el memento en que se manifestar plenamente, en unin con Cristo. Vivir de esa vida es la salud del hombre. Quedan en nosotros tumores que la impiden? Hay que extirparlos, no cortndolos poquito a poco ni cauterizndolos a fuego lento, sino con un cambio radical que los elimine de la conducta. Esta es la famosa mortificacin cristiana: vivir con salud, no tolerar enfermedades, expelerlas lo antes posible. Y ese modo de vida no tiene nada que ver con el melindre o el escrpulo. El prrafo que precede inmediatamente al citado ms

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arriba describe un modo de proceder que san Pablo condena: Si moristeis con a lo elemental del mundo porqu os sometis a reglas como si an vivierais sujetos al mundo? no tomes, no pruebes, no toques de cosas que son todas hechas para el uso y consumo segn las consabidas prescripciones y enseanzas humanas. Eso tiene fama de sabidura por sus voluntarias devociones, humildades y severidad con el cuerpo; no tiene valor ninguno, sirve para cebar el amor propio (Col 2,20-23). Si comparamos los dos pasajes, parece que san Pablo desdea las minuciosas prcticas ascticas, recomendando, en cambio, un enrgico viraje en la conducta, que destierre las actitudes depravadas. En estos pasajes se habla de vida, no de sufrimiento. La muerte de los bajos instintos permite un despliegue mayor de la vida en el hombre. Mortificacin, por tanto, en su verdadero sentido, es un concepto negativo, como desinfeccin o desintoxicacin, y su finalidad es que la salud rebose. Para san Pablo es claramente una metfora y nunca pudo pensar que sus lectores la entendieran de otro modo. En nuestro tiempo se expresara en trminos de operacin quirrgica: si tenis tumores de esos, operaos, fuera con ellos! En la vida ordinaria, una vez conseguida la salud bsica, cada uno ha de tener cuidado de no exponerse al fro o no comer lo que le sienta mal. De ese estilo es la precaucin habitual del cristiano; como hombre sensato, no puede poner en peligro la vida que lleva dentro; cada uno ver lo enfermizo que es o las propensiones que tiene. Toda vida de este mundo lleva consigo una lucha contra los grmenes de muerte, lo mismo la vida fsica que la moral. En todo hace falta teraputica y profilaxis, siempre buscando el propio bien. Nadie ha odiado nunca a su propio cuerpo (Ef 5,29) y el cristiano menos que nadie, pero quiere que est sano, limpio y dcil al Espritu; por eso lo mantiene en su papel de servidor de Dios, para que no se convierta en cuerpo de pecado (Rom 6,6) o en cuerpo de muerte (ibd. 7,24). No debera decirse mortificar el cuerpo o dos sentidos, que son obra de Dios, sino usarlos con santidad y respeto (1 Tes

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4,4), y para eso eliminar del ser fsico y psicolgico las propensiones al mal, a la enfermedad y a la decadencia. Estos son los llamados pecados capitales, que se resumen en las tres ambiciones 8 tienen por raz comn el egosmo inconsciente e ininteligente, la anticaridad, que roe, como una lepra esencial, la imagen de Dios en el hombre. La operacin podr ser penosa, pero su resultado es la salud y la alegra. El atleta se somete a entrenamiento, con esfuerzo y sudor, para mantenerse en forma. El cristiano tiene que vigilar sobre lo que daa a la vida de Dios en l. Podr ser que los comienzos sean penosos, pero nunca llevan a la tristeza. El cuidado de la salud es un lmite creativo, no opresor. No se trata de limitar por limitar, pues el cristiano est llamado a la libertad; se trata de conservar gil la libertad. As lo entenda san Pablo: Todo me est permitido, pero yo no me dejar dominar por nada (1 Cor 6,12). Adems del entrenamiento del atleta, son lmites creativos la sobriedad del conductor o el ejercicio del artista, aspectos todos de la fidelidad a la propia misin o ideal. La disciplina positiva se llama ejercicio; la negativa, abstencin; ambas facetas estn en funcin de la finalidad perseguida. El amor de Dios antecedente a toda bondad humana, revelado por Cristo, parece excluir las intenciones expiatorias que se asocian a veces a los ejercicios ascticos. La reconciliacin con Dios est efectuada; solamente queda al hombre abrirse a esa gracia. Dios no est irritado, no exige satisfaccin por los pecados, sino que el hombre los reconozca y confe; l nunca rehsa su perdn. La obsesin con el pecado no es cristiana, Dios es propicio al hombre y lo perdona sin regateos. Cuando un pecador se le acerca, nunca exige Cristo una satisfaccin, le basta la fe (Mt7,2; Lc7,36); en algunos casos amonesta que no se vuelva a las andadas (Jn 5,14; 8,11), explicitando el contenido de una conversin sincera el cristiano vive del Espritu, y no est bajo la ley del pecado (Rom 8,2); su ascesis mira a la libertad y a la alegra de una vida exuberante, no es un penoso arrastrarse para salir del fango, que fue lavado por el bautismo. Y si alguno resbala, no hay8

El prestigio, el poder, y el dinero.

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que desanimarse: Tenemos un defensor ante el Padre, Jess, el Mesas justo que expa nuestros pecados; y no slo los nuestros, sino tambin los del mundo entero (1 Jn 2,1-2). En el primer captulo hemos tratado del renegar de s y de la renuncia. Ambos trminos combaten sutiles idolatras: el primero, la deificacin del yo; el segundo, la de cualquier otra criatura. La mortificacin, en cambio, es el cuidado de la salud as adquirida. El renegar de s, afirmando el nico Dios, durar siempre; la renuncia, mientras haya alicientes de esta tierra; la mortificacin puede llegar a ser superflua; incluso debera serlo lo antes posible. Sera seal de salud robusta, de vida sin trabas. Juan Mateos: Cristianos en Fiesta Ed. Cristiandad. Madrid 1975. Pgs. 231-235

NOTA I IILas dos esferasDecir religin y separar mentalmente un sector de la existencia del resto de la vida es todo uno; y eso aunque se sostenga que la religin ha de reflejarse en la vida. En la concepcin religiosa Dios y el hombre habitan en planos paralelos, y entre ellos se interponen los siete cielos de la trascendencia divina, para usar antiguos smbolos. Toda la preocupacin del hombre sincero era agradar a ese Dios de lo alto, pero la mirada, al levantarse, perda de vista al hombre compaero. A lo ms, poda el prjimo servir como trampoln para saltar hasta lo trascendente. Aunque el budismo tiene ms de filosofa que de religin, permtasenos recordar la conmiseracin enseada por Buda, una de las grandes figuras de la humanidad. Para l, toparse con el dolor humano constituy una experiencia decisiva, y recomend vivamente la compasin para con todos. Pero la subordinaba a la iluminacin, la consideraba un medio, como la barca que se deja, una vez alcanzada la otra orilla. La encarnacin del Hijo de Dios ha hecho caducar la concepcin religiosa. El hombre pensaba que para llegar a Dios

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tena que salir de su propia esfera. Cristo forz las dos paralelas a una increble convergencia; y no fue levantando la paralela terrestre, sino bajando la celeste: Inclin el cielo y baj, haciendo que el cielo tocase la tierra. El es el punto de interseccin, y una vez encontradas, las dos lneas corren juntas, trenzadas, indistinguibles. Dios entra en la historia humana y en ella aparece como uno de tantos (Flp 2,7), camina junto con el hombre, como hacia Emas, y no se le distingue hasta el momento de la epifana. Buscando al hombre encontramos a Dios, y conversando con Dios nos tropezamos con el hombre. Es inexacto hablar de una dimensin vertical y otra horizontal en el cristianismo; la lnea que parte de Cristo es unidimensional, como un arroyo cuya agua trasparenta la tierra y refleja el cielo al mismo tiempo. Pero esa lnea no permanece a ras del suelo, se va levantando insensiblemente a medida que el dinamismo de la resurreccin elimina la gravitacin del pecado. Por eso tampoco pueden separarse fe y amor, fraterno. El cristianismo es un amor animado por la fe. Una fe podra ser sincera, pero sin amor a los dems no sera cristiana: Ya puedo tener una fe que mueva montaas; si no tengo amor, no soy nada (1 Cor 12.2). El amor mutuo es la energa de la fe (G1 5,6). es la verdad de la vida (Ef 4,15) En el cordn de la existencia, trenzado de divino humano, podr destellar ms, segn las ocasiones, uno u otro elemento, pero nunca puede faltar la percepcin del conjunto. Este entrelace responde a lo que llaman los autores clsicos ser contemplativos en la accin es decir, actuar penetrados de fe, embebidos de presencia.

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A Dios ya no se llega verticalmente , si queremos decir con esto que para encontrarlo no hay que despegarse de la tierra; l se ha instalado entre los hombres (2 Cor 6,16). No hacen falta astronautas a lo divino, sino hombres que escarben en el rastrojo, all se encuentra el tesoro; mercaderes afanados en su negocio, para encontrar la perla;

caminantes que acepten la compaa del forastero y lo inviten a casa;

de echen la red;

un

pescadores que escuchen el consejo extrao y mujeres que pregunten a un

hortelano. Aqu se encuentra, por tanto, un criterio para distinguir si el espritu que anima a una persona es cristiano o no: separa a Dios del hombre? Esta es la piedra de toque de toda religiosidad. Sabemos por el Nuevo Testamento que Dios conserva su libertad para interpelar directamente al hombre; baste citar como ejemplo la conversin de san Pablo (Hch 9,3-6), y que el hombre puede tener experiencias interiores (Ef 1, 18-19; 3,18-19). Pero quien busca una relacin con Dios sin referencia y diramos, dependencia de su actitud con el prjimo, por muy cristiano que sea su vocabulario y por muchas prcticas de piedad que observe, no es todava cristiano, vive en la religin.Juan Mateos: Cristianos en Fiesta Ed. Cristiandad. Madrid 1975. Pgs. 235-237.

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NOTA IV IVDos observacionesPero hay que hacer dos observaciones.

La primera es que muchos grupos cristianos se encuentran todava de hecho en el estadio religioso; por ejemplo, en cuanto a la necesidad de espectculo litrgico, de devocin dulzona, de imgenes de mal gusto, de novenas con peticiones rastreras. El inters de ellos y el bien de la Iglesia y del mundo piden que salgan de esta situacin. Pero hay que considerar que no saben otra cosa y que la angustia en que viven no les permite nada diferente. Sera cruel, anticristiano y antidivino privarlos de lo que tienen, ofenderlos y ofrecerles un pan que no pueden masticar. No hay que resignarse simplemente, sin embargo. Si el nio tiene hambre, hay que darle leche; pero poco a poco el maestro, consciente de su misin, tiene que plantar la inquietud en el nimo del alumno para estimularlo a obrar por s mismo. Por el momento, ha de alimentarlo con lo que puedan triturar sus encas, pero al mismo tiempo ha de ir formando a la Iglesia para el servicio de la humanidad. En el servicio mismo, empezado quiz sin conviccin, al sentirse cooperador de Dios en la ayuda al ms necesitado que l, puede descubrir a un Dios que no sea simplemente panacea. Sino alguien que merece ser amado por s mismo, no como recurso, ni siquiera como caudillo. La segunda observacin atae tambin al realismo. Aunque el cristiano comprenda ser voluntad de Dios que el hombre crezca y vaya arreglando sus problemas por s mismo, sabe tambin que para muchos de ellos las soluciones estn todava lejos. Esto justifica la peticin a Dios. De hecho, se le pide que llene un hueco, porque el hueco es real, hay que llenarlo y no hay nadie capaz. Es un aspecto de nuestra humildad. La diferencia con la mentalidad religiosa consiste en que no se recurre a Dios por dejadez ni por miedo a la responsabilidad, sino por resultar imposible tomrsela. Conociendo el designio sobre el hombre y excluyendo todo espritu mercenario,

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confesamos cndidamente nuestra impotencia, reconociendo que, en el caso concreto, l es nuestro nico refugio; y l lo sabe. Juan Mateos: Cristianos en Fiesta Ed. Cristiandad. Madrid 1975. Pgs. 249-251

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