juan el apóstol

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Juan El Apóstol

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  • Juan el Apstol

    Juan el Apstol (hebreo Yohanan, el Seor esmisericordioso) fue, segn diversos textos neotestamen-tarios (Evangelios sinpticos, Hechos de los Apstoles,Epstola a los Glatas), uno de los discpulos ms desta-cados de Jess de Nazaret, nativo de Galilea, hermanode Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo. Su madre podraser Salom. Era pescador de ocio en el mar de Gali-lea, como otros apstoles. La mayora de los autores loconsidera el ms joven del grupo de los Doce. Proba-blemente viva en Cafarnan, compaero de Pedro. Jun-to a su hermano Santiago, Jess los llam Bny-r'em (arameo), Bny R'am (hebreo), que ha pasado porel griego al espaol como Boanerges, y que signicahijos del trueno, por su gran mpetu. Juan pertenecaal llamado crculo de dilectos de Jess que estuvo conl en ocasiones especiales: en la resurreccin de la hijade Jairo, en la transguracin de Jess, y en el huerto deGetseman, donde Jess se retir a orar en agona ante laperspectiva de su pasin y muerte. Tambin fue testigoprivilegiado de las apariciones de Jess resucitado y de lapesca milagrosa en el Mar de Tiberades.Segn el libro de los Hechos de los Apstoles,Pentecosts encontr a Juan el Apstol en espera orante,ya como uno de los mximos referentes junto a Pedro dela primera comunidad. Juan acompa a Pedro, tanto enla predicacin inicial en el Templo de Jerusaln (donde,apresados, llegaron a comparecer ante el Gran Sanedrnpor causa de Jess), como en su viaje de predicacin aSamara.La mencin del nombre Juan, antecedido por el deSantiago y el de Cefas (Simn Pedro), como uno delos pilares de la Iglesia primitiva por parte de Pablo deTarso en su epstola a los Glatas es interpretada por lamayora de los estudiosos como referencia de la presenciade Juan el Apstol en el Concilio de Jerusaln.Las polmicas que sobre l se abatieron y an se aba-ten (en particular, si Juan el Apstol y Juan el Evange-lista fueron o no la misma persona, y si Juan el Aps-tol fue autor o inspirador de otros libros del Nuevo Tes-tamento, como el Apocalipsis y las Epstolas jonicas -Primera, Segunda y Tercera-) no impiden ver la tremen-da personalidad y la altura espiritual que a Juan se ad-judica, no slo en el cristianismo, sino en la cultura uni-versal. Muchos autores lo han identicado con el disc-pulo a quien Jess amaba, que cuid de Mara, madrede Jess, a pedido del propio crucicado (Stabat Mater).Diversos textos patrsticos le adjudican su destierro enPatmos durante el gobierno de Domiciano, y una pro-longada estancia en feso, constituido en fundamento de

    la vigorosa comunidad jonica, en cuyo marco habramuerto a edad avanzada. A travs de la historia, su gu-ra ha sido asociada con la cumbre de la mstica experi-mental cristiana. Su presencia en artes tan diversas co-mo la arquitectura, la escultura, la pintura, la msica, laliteratura, y la cinematografa es notable. La Iglesia cat-lica, la ortodoxa, y la anglicana entre otras, lo celebran endistintas festividades (ver cha).El guila es probablemente el atributo ms conocido deJuan, como smbolo de la devoradora pasin del espri-tu que caracteriz a este hombre.[1][2]

    1 Precisiones sobre fuentes y alcan-ces

    Juan el Apstol, al igual que la mayora de las persona-lidades de la primera comunidad cristiana, no se vericaen fuentes del siglo I que no sean los escritos neotesta-mentarios. La mayor parte de la informacin con que secuenta en nuestros das sobre Juan el Apstol surge de laaplicacin del mtodo histrico-crtico (es decir, el pro-ceso cientco de investigar la transmisin, desarrollo yorigen de un texto) a fuentes primarias, que consisten endiferentes pasajes del Nuevo Testamento y en otros mate-riales considerados apcrifos por las distintas confesionescristianas. A esto se suma el anlisis de documentos de lapoca patrstica, que incluyen tradiciones tanto escritascomo orales provenientes de las diversas comunidades yescritores cristianos, tradiciones que a veces dieren en-tre s.La complejidad de una sntesis sobre Juan el Apstolviene dada por la cantidad de antecedentes especulativosexistentes sobre su gura para lograr una amalgama detodo lo valioso que contienen las diferentes aportaciones.De hecho, slo se puede obtener una apreciacin correctade los problemas planteados respecto de Juan y de susposibles soluciones si se considera la diversidad deenfoques. Ya Adolf von Harnack (1851-1930), telogoluterano alemn que contribuy a la llamada bsquedadel Jess histrico, puntualiz que el Evangelio quelleva el nombre de Juan es uno de los mayores enigmasdel cristianismo primitivo.[4]p. 11Aos despus, el telogo y catedrtico protestanteCharles Harold Dodd (1884-1973) refrend el comen-tario anterior diciendo que, si comprendemos a Juan,habremos comprendido qu era realmente el cristianismoprimitivo.[4]p. 11

    1

  • 2 2 JUAN EN SUS INICIOS: LA VOCACIN DE LOS HIJOS DE ZEBEDEO

    El P 66 (papiro Bodmer 66), hallado en Egipto, present unfenmeno nuevo, considerado inalcanzable antes de su descu-brimiento. Catalogado como papiro de Categora I segn la cla-sicacin de Aland y Aland,[3]p. 101, se trata de un Evangelio de Juan conservado en forma de cdi-ce (libro) casi completo, datado de 200 d.C. aproximadamente,y con un primer folio (que se observa en la imagen) en el queconsta la sobreinscripcin del nombre del Evangelio.[3]pp. 87 y89Se lo atesora en la Biblioteca de Cologny, en Ginebra, Suiza. Losalcances precisos de la autora del Evangelio de Juan formanparte de un conjunto de problemas identicados bajo el nombrede cuestin jonica, objeto de debate por parte de los especia-listas.

    Por su parte, el exgeta y catedrtico catlico RaymondEdward Brown (1928-1998) destac que la brillanteoriginalidad de los muchos y excelentes comentarios eningls y alemn referidos a Juan, sumada a la abundantebibliografa peridica sobre el Evangelio de Juan, hanhecho que los estudios jonicos adquieran una emba-razosa frondosidad. Ms an, Brown seal en 1966que, en el apogeo de la crtica liberal de nales del sigloXIX y comienzos del siglo XX, pocos crticos aceptabansiquiera una ligera conexin entre el Evangelio de Juany Juan hijo de Zebedeo. En cambio prosigui Brown,despus de la segunda guerra mundial se plasm lo quese denomin nueva visin de los escritos jonicos,que presenta muchos puntos de contacto con la visintradicional del cristianismo. As, el Evangelio de Juanse rehabilit de la crtica que lo consideraba gnstico,y algunos crticos volvieron a sugerir que en todo ellotiene algo que ver Juan, hijo de Zebedeo.[4]p. 24

    Por lo tanto, este artculo incluye en su desarrollo di-ferentes fuentes primarias fcilmente identicables: pa-sajes del Nuevo Testamento, apcrifos neotestamenta-

    rios y, para algunos puntos, escritos patrsticos que pue-dan brindar informacin adicional proveniente de algu-nos Santos Padres (Ireneo de Lyon, Papas de Hierpolis,Justino Mrtir, Melitn de Sardes, Clemente de Alejan-dra, Jernimo de Estridn, etc.) o de escritores eclesis-ticos (Orgenes, Tertuliano, Eusebio de Cesarea, etc.) delos primeros siglos del cristianismo. En simultaneidad conlas fuentes primarias y, en mayor grado, al tratar puntoscontrovertidos, se introducen mltiples y variadas fuen-tes secundarias de anlisis e interpretacin, incluyendolas opiniones de autores de diferentes confesiones cristia-nas (catlicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos, etc.)como as tambin algunas opiniones agnsticas. Las ma-yores aportaciones vienen dadas por las escuelas ingle-sa/norteamericana y alemana, aunque no se circunscri-ben a ellas, siendo por ejemplo destacables para algunostemas los aportes de escritores vinculados a las iglesias deOriente o a la escuela francesa. La participacin de auto-res de religiones no cristianas en el anlisis de Juan el hijode Zebedeo es exigua en comparacin con los anteriores.A diferencia del anlisis de la persona de Juan el Apstolen s, su impacto en la cultura es fcilmente vericable,particularmente en fuentes generales de la historia del ar-te.

    2 Juan en sus inicios: la vocacinde los hijos de Zebedeo

    Juan, quien luego sera apstol de Jess de Nazaret, espresentado en las Sagradas Escrituras como uno de losdos hijos de Zebedeo, hermano de Santiago y compaerode Simn Pedro (Lucas 5:10). Los tres Evangelios sinp-ticos lo sitan inicialmente como pescador de Galilea, cu-ya vocacin por el seguimiento de Jess irrumpe a orillasdel lago de Genesaret, situndose Juan entre sus primeroscuatro discpulos.[5]

    Vista de Kinnereth, nombre hebreo del Mar de Galilea. Se tra-tara del paisaje en cuyo marco creci Juan el Apstol.

    Bordeando el mar de Galilea, (Jess) vioa Simn y Andrs, el hermano de Simn,

  • 3largando las redes en el mar, pues eran pes-cadores. Jess les dijo: Venid conmigo, y oshar llegar a ser pescadores de hombres. Alinstante, dejando las redes, le siguieron. Cami-nando un poco ms adelante, vio a Santiago,el de Zebedeo, y a su hermano Juan: estabantambin en la barca arreglando las redes; y alinstante los llam. Y ellos, dejando a su padreZebedeo en la barca con los jornaleros, sefueron tras l.Marcos 1:16-20

    La palabra jornaleros indica una retribucin a sueldopor un trabajo. Esto permite inferir que Zebedeo, padrede Juan y Santiago, dentro de la modestia de un pesca-dor de Galilea, tena un cierto desahogo econmico: erapropietario de redes (Mateo 4:21), sin duda, de algunasbarcas, y tena jornaleros para sus faenas.El anlisis comparado de textos de los Evangelios sinpti-cos parece indicar que la madre de Juan fue Salom, unade las mujeres que siguieron a Jess durante su vida p-blica (cf.Marcos 10:37) hasta su muerte. Si se cotejan lospasajes referidos a la muerte de Jess,[6] en Mateo 27:56(Entre ellas estaban Mara Magdalena, Mara la madrede Santiago y de Jos, y la madre de los hijos de Zebe-deo) y en Marcos 15:40 (Haba tambin unas mujeresmirando desde lejos, entre ellas, Mara Magdalena, Ma-ra la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salom,que le seguan y le servan cuando estaba en Galilea[...])se puede inferir que Salom sera la esposa de Zebedeo ymadre de Santiago el Mayor y de Juan.[Nota 1]

    Por el Evangelio de Lucas se sabe que entre Pedro, Juany Santiago, tenan al menos establecida un cierta socie-dad de pesca pues, como se detalla ms adelante, erancompaeros:

    Cuando (Jess) acab de hablar dijo aSimn: Boga mar adentro y echad vuestrasredes para pescar. [...] Y, hacindolo as,pescaron gran cantidad de peces de modoque las redes amenazaban romperse. Hicieronseas a los socios de la otra barca para quevinieran en su ayuda.[...]Al verlo Simn Pedro,cay a las rodillas de Jess, diciendo: Aljatede m, Seor, que soy un hombre pecador.Pues el asombro se haba apoderado de l y decuantos con l estaban, a causa de los pecesque haban pescado. Y lo mismo de Santiago yJuan, hijos de Zebedeo, que eran compaerosde Simn.Lucas 5:4.6-10

    Por la forma de ejercicio del sacerdocio en esa poca, nose descarta que Zebedeo pudiera ser levita,[7] con una ca-sa de paso en el barrio de Jerusaln habitado por esenios

    o en sus cercanas, y quiz con otra propiedad en Galilea,mientras la pesca en el lago podra ayudarle al sosteni-miento familiar. Se ha considerado que una empresa depesca de mediana envergadura podra ser proveedora depescado al propio Templo de Jerusaln. En efecto, el marde Galilea, que an no siendo de grandes dimensiones esel principal reservorio de agua dulce de la regin, se con-virti en un centro de pesca de gran importancia para elmundo judo. Es razonable que los judos dieran prefe-rencia al pescado capturado por pescadores judos frenteal pescado suministrado por los gentiles, ya que el prime-ro garantizaba el cumplimiento de los preceptos rabni-cos de pureza alimentaria, evitando tratamientos quepudiesen tornar el alimento en impuro.[8]

    De hecho, el mar de Galilea se caracteriz por albergardiversos emprendimientos pesqueros, que involucra-ban no slo a las familias de los pescadores sino tambina los trabajadores contratados, a los proveedores de ma-terias primas y de otros productos, a los procesadoresde pescado, a los empacadores y a los transportistas.[9]

    Resultan de particular inters los trminos utilizados porel Evangelio de Lucas: [...] hicieron seas a sus socios(metachoi) del otro barco [...]; [...] Santiago y Juan, hi-jos de Zebedeo, eran compaeros (koinnoi) con Simn,es decir, haba un sentido de comunin previo a la exis-tencia del grupo de los Doce, una especie de relacincooperativa establecida entre la familia de Jons (padrede Simn Pedro), y la de Zebedeo (padre de Santiago yJuan), que podan permitirse tener asalariados en su n-nima.En resumen, se desprende que Zebedeo no era un simplepescador, sino que posea barcas, redes y daba trabajoa diversos jornaleros, lo que haca posible que sus hijospudieran dejarlo para seguir ms estrechamente a Jess.La vocacin de Simn Pedro y Andrs, Santiago y Juanpresenta una forma semejante en los tres Evangeliossinpticos. Se omite probablemente la comunicacinprevia entre Jess y quienes seran los primeros discpu-los, como tambin el proceso psicolgico resultante deese trato. Segn el Evangelio de Juan, el primer contactohabra tenido lugar en el Jordn (Juan 1:35-42). Andrsy otro discpulo cuyo nombre no se menciona, hastaese momento discpulos de Juan el Bautista, mantienenuna primera conversacin con Jess. Algunos estudiososcomo Alfred Wikenhauser (1883-1960) y Raymond E.Brown (1928-1998) sostienen que ese discpulo cuyonombre no aparece era el propio Juan.[10]pp. 105-106;[4]pp. 286-287

    Jess se volvi, y al ver que le seguan lesdice: Qu buscis? Ellos le respondieron:Rabb que quiere decir, 'Maestro' dndevives? Les respondi: Venid y lo veris.Fueron, pues, vieron dnde viva y se quedaroncon l aquel da. Era ms o menos la horadcima. Andrs, el hermano de Simn Pedro,

  • 4 4 UNO DEL CRCULO DE DILECTOS

    era uno de los dos [...] que haban seguido aJess.Juan 1:35-40

    De ser precisa la interpretacin de Wikenhauser y deBrown, Juan el Apstol habra sido discpulo de Juan elBautista antes de seguir a Jess de Nazaret.Ya desde el comienzo del ministerio pblico de Jess,Juan, hijo de Zebedeo, forma parte de un grupo selecto.Por ejemplo, a la salida de la sinagoga, Juan y Santiago,se dirigen a la casa de Pedro y Andrs, donde presenciancomo Jess cura a la suegra de Pedro que padece ebre(Marcos 1:29-31).

    3 Uno de los Doce

    San Juan el Apstol (c. 1517), por Hans Holbein el Joven(14981543), maestro renacentista del retrato. La obra se en-cuentra en el Museo de Arte de Basilea, Suiza.

    Los tres pasajes evanglicos que hacen alusin a la institu-cin de los Doce Apstoles mencionan a Juan (Marcos3:17; Mateo 10:2; Lucas 6:14). Pero el evangelista Mar-cos hace una referencia particular, quiz debida al mpetude los hijos de Zebedeo:

    [...]Santiago y su hermano Juan, hijos deZebedeo, a quienes puso el sobrenombre deBoanerges, es decir, hijos del trueno[...].Marcos 3:17

    A diferencia de Simn, hijo de Jons, a quien Jess le mo-dica su nombre por el de Pedro en seal de dominio, nohay modicacin del nombre de los hermanos Zebedeo,pero s una calicacin que algunos autores argumentanposteriormente con el pasaje nico de Lucas, en el que sehace referencia a una mala acogida en un pueblo sama-ritano. La hostilidad de los samaritanos contra judos ygalileos era proverbial. Los samaritanos eran considera-dos cismticos. Jess se dirige a Jerusaln por el camino

    ms directo, por Samara, en lugar de ir por los caminosms frecuentados: por la costa occidental o por el Jordnabajo.[11] Sin embargo, al buscar hospedaje, no es recibi-do.

    [...](Jess) se arm en su voluntad deir a Jerusaln, y envi mensajeros delantede s, que fueron y entraron en un pueblo desamaritanos para prepararle posada; pero nole recibieron porque tena intencin de ir aJerusaln. Al verlo, sus discpulos Santiago yJuan, dijeron: Seor, quieres que digamosque baje fuego del cielo y los consuma? Perovolvindose, (Jess) los reprendi y se fuerona otro pueblo.Lucas 9:52-56

    Segn Leal, los dos hermanos Santiago y Juan justica-ran as el apelativo de hijos del trueno que le dieraJess.[11] l no aprueba ese celo demasiado humano, pe-ro ese mpetu bien canalizado podra ser un medio ecazpara la obra pretendida por Jess.El acadmico estadounidense Alan Culpepper destacael signicado dado por el telogo alemn Otto WilhelmBetz (1917-2005) a las expresiones Boanerges e hijosdel trueno. El trmino Boanerges pertenece a unatradicin temprana, que provendra incluso del mismoJess, puesto que la comunidad cristiana primitiva notendra ningn inters en dar a sus pilares ese tipode nombres. As tambin, Jess habra llamado a losdos hermanos hijos del trueno, no como un apododespectivo, sino como una promesa de lo que llegaran aser.[12]p. 40La sugerencia dice Culpepper de que el nombre, comoen el caso de Pedro, sea una promesa o una previsinde la grandeza que alcanzaran los hijos de Zebedeo esmuy meritoria. Dndoles el nombre de Boanerges,Jess habra anunciado que Santiago el Mayor y Juanse convertiran en hijos del trueno, testigos valientescomo voces del cielo.[12]p. 40

    4 Uno del crculo de dilectosContrariamente a las costumbres de la poca, segn lascuales los discpulos elegan a los maestros que los guia-ran, el Evangelio seala que es Jess quien elige a susdiscpulos: Nome habis elegido vosotros a m, sino queyo os he elegido a vosotros (Juan 15:16). Y Jess elige asu vez, dentro del grupo de los doce Apstoles, a un crcu-lo ms restringido de slo tres (a veces cuatro), quieneslo acompaan en situaciones especiales. Ellos son SimnPedro, Santiago y Juan, a quienes en alguna ocasin sesuma Andrs.

  • 5La resurreccin de la hija de Jairo (1871), por Vasili Polenov.Juan el Apstol es representado como un joven, en claroscuro, ala izquierda del cuadro.

    Siempre segn los Evangelios, Juan, junto con Pedro ySantiago,acompaa a Jess:

    a la casa del jefe de una sinagoga, Jairo, a cuya hijaresucita: Al llegar a la casa, no permiti entrar conl mas que a Pedro, Juan y Santiago, al padre y a lamadre de la nia (Lucas 8:51; tambin en Marcos5:37);

    cuando sube a la montaa para transgurarse: Jesstom consigo a Pedro, Santiago y Juan y los llev aellos solos a un monte alto (Marcos 9:2; tambin enLucas 9:28);

    al monte de los Olivos, donde frente al imponentetemplo de Jerusaln pronuncia su discurso sobre eln de la ciudad y del mundo (Marcos 13:3), ocasinen que se suma Andrs.

    Esta situacin de relieve hace comprensible que Juan to-me la iniciativa para mantener posiciones de privilegio:

    En ese momento, Juan tom la palabra ydijo: Maestro, hemos visto a uno que hacauso de tu nombre para echar fuera demonios,y le dijimos que no lo hiciera, pues no te siguejunto a nosotros.Lucas 9:49 (tambin en Marcos 9:38)

    As mismo, resulta entendible que Juan y Santiago (Mar-cos 10:35-41), en conjunto con su madre, quieran asegu-rarse una colocacin distinguida:

    Entonces se le acerc la madre de loshijos de Zebedeo con sus hijos, y se postrcomo para pedirle algo. l le dijo: Ququieres? Ella le dijo: Manda que estos doshijos mos se sienten, uno a tu derecha y otroa tu izquierda, en tu Reino. Replic Jess:No sabis lo que peds. Podis beber lacopa que yo voy a beber? Ellos le dijeron:

    S, podemos. l les dijo: Mi copa, s labeberis, pero sentarse a mi derecha o a miizquierda no es cosa ma el concederlo, sinoque es para quienes est preparado por miPadre. Al or esto, los otros diez se indignaroncontra los dos hermanos.Mateo 20:20-24

    Jess aprovecha la ocasin para ensear que, entre sus se-guidores, ninguno debe hacer sentir su dignidad,[11] sinoque debe obrar como el servidor de los dems, de la mis-ma forma que l vino a servir y no a ser servido.Inmediatamente antes de la Pasin, se encuentra nueva-mente a Juan el Apstol formando parte del crculo dedilectos de Jess en dos oportunidades especiales:

    Cuando Jess lo escoge a l y a Pedro pa-ra realizar los preparativos para la ltimaCena pascual:

    Lleg el da de los zimos, en el que sehaba de sacricar el cordero de la Pascua; y(Jess) envi a Pedro y a Juan diciendo: Id ypreparadnos la Pascua para que la comamos.Lucas 22:7-8

    Agona en el Jardn (1460), de Andrea Mantegna. NationalGallery, Londres. En la pintura, Jess ora en agona en el huertode Getseman al inicio de su Pasin, mientras Pedro, Santiago yJuan son vencidos por el sueo.

    Cuando, en el monte de los Olivos, Jessse retira a orar en agona por los padeci-mientos y muerte que se avecinan:

    Fueron a la propiedad, cuyo nombrees Getseman, y les dijo a sus discpulos:Sentaos aqu mientras yo hago oracin.Tom consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y

  • 6 5 EN LA PRIMERA COMUNIDAD CRISTIANA

    comenz a sentir pavor y angustia. Y les dijo:Mi alma est triste hasta el punto de morir;quedaos aqu y velad.Marcos 14:32-34

    Finalmente, encontramos a Juan y Santiago el Mayor,mencionados indirectamente como hijos de Zebedeo,formando parte del grupo restringido de discpulos testi-gos del ltimo signo realizado por Jess ya resucitado: suaparicin a orillas del lago de Tiberades y la pesca mila-grosa. Se trata de la nica referencia en el Evangelio deJuan a los dos hijos de Zebedeo, ubicada en el eplogodel evangelio.

    Cristo en el lago de Tiberades (hacia 1575-1580), delTintoretto. Galera Nacional de Arte, Washington D.C.

    Despus de esto, se manifest Jess otravez a los discpulos a orillas del mar deTiberades. Se manifest de esta manera.Estaban juntos Simn Pedro, Toms llamadoel Mellizo, Natanael, el de Can de Galilea,los de Zebedeo y otros dos de sus discpulos.Simn Pedro les dice: Voy a pescar. Lecontestaron ellos: Tambin nosotros vamoscontigo. Fueron y subieron a la barca peroaquella noche no pescaron nada. Cuando yaamaneci estaba Jess en la orilla; pero losdiscpulos no saban que era Jess. DjolesJess: Muchachos, no tenis pescado? Lecontestaron: No. l les dijo: Echad la reda la derecha de la barca y encontraris. Laecharon, pues, y ya no podan arrastrarla porla abundancia de peces.Juan 21:1-7

    5 En la primera comunidad cristia-na

    Luego de la Pascua de resurreccin y de la Ascensin deJesucristo, el Libro de los Hechos de los Apstoles regis-

    tra a Juan, como el segundo apstol despus de Pedro, enespera de Pentecosts junto con otros.

    Entonces se volvieron a Jerusaln desde elmonte llamado de los Olivos, que dista poco deJerusaln, el espacio de un camino sabtico.Y cuando llegaron, subieron a la estanciasuperior, donde vivan. Pedro, Juan, Santiagoy Andrs; Felipe y Toms; Bartolom yMateo;Santiago de Alfeo, Simn el Zelotes y Judasde Santiago. Todos ellos perseveraban en laoracin, con un mismo espritu en compaade algunas mujeres, de Mara, la madre deJess, y de sus hermanos.Hechos 1:12-14

    Mientras que, al momento de la eleccin de los Doce,los Evangelios de Mateo y de Lucas citan a Juan el Aps-tol en cuarto lugar (Mateo 10:2; Lucas 6:14), y el Evange-lio de Marcos lo reere en tercer lugar (Marcos 3:16-17),posteriormente Lucas lo llega a colocar en su Evangelioen segundo lugar (Lucas 8:5; Lucas 9:28), desplazandoen el orden incluso a su hermano mayor, Santiago. Msan, inmediatamente antes de Pentecosts los Hechos delos Apstoles lo sitan tambin en el segundo lugar des-pus de Pedro (Hechos 1:13). Esto parece poner de ma-niesto el reconocimiento que Juan el Apstol ya habaganado para entonces dentro de la primera comunidadcristiana.[12]pp. 28-29 y 48[13]

    El trabajo apostlico junto a Simn Pedro parece inten-sicarse desde entonces, pues Juan aparece acompan-dolo en varios pasajes de los Hechos de los Apstoles. Elpasaje que narra la curacin del tullido de nacimiento, eldiscurso de Pedro al pueblo, la comparencia de Pedro yJuan ante el Gran Sanedrn y el asombro del tribunal su-premo de Israel ante estos dos Apstoles constituye unode los pasajes ms emblemticos del Libro de los He-chos de los Apstoles (ver: Hechos 3:1-4:22):

    Pedro y Juan suban al Templo para laoracin de la hora nona. Haba un hombre,tullido desde su nacimiento, al que llevabany ponan todos los das junto a la puerta delTemplo llamada Hermosa para que pidieralimosna a los que entraban en el Templo. ste,al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en elTemplo, les pidi una limosna. Pedro j enl la mirada juntamente con Juan, y le dijo:Mranos. l les miraba con jeza esperandorecibir algo de ellos. Pedro le dijo: No tengoplata ni oro, pero lo que tengo te lo doy: ennombre de Jesucristo de Nazaret, levntate yanda. Y tomndole de la mano derecha lolevant. Al instante cobraron fuerza sus pies ytobillos y de un salto se puso de pie y andaba

  • 7[...] Todo el pueblo le vio como andaba yalababa a Dios [...]; le reconocan , pues l erael que peda limosna sentado junto a la puertaHermosa del Templo, y se quedaron llenos deestupor y asombro por lo que haba sucedido.Como l no soltaba a Pedro y a Juan, todo elpueblo, presa de estupor, corri donde ellos alprtico de Salomn.Hechos 3:1-11

    Al comparecer al da siguiente, Pedro y Juan muestrantal valenta al declarar ante los jefes, ancianos y escribas,Ans, Caifs y Jonatn, Alejandro y cuantos pertenecena la estirpe de los sumos sacerdotes, que estos quedanmaravillados, sabiendo que se trata de hombres sin ins-truccin ni cultura.

    Entonces se dijeron: A n de que estono se divulgue ms entre el pueblo, amenac-mosles para que no hablen ya ms a nadie eneste nombre. Les llamaron y les mandaronque de ninguna manera hablasen o enseasenen el nombre de Jess. Mas Pedro y Juan lescontestaron: Juzgad si es justo delante deDios obedeceros a vosotros ms que a Dios.No podemos nosotros dejar de hablar de losque hemos visto y odo.Hechos 4:17-20

    Algunos autores han analizado la falta de cultura seala-da en el pasaje de los Hechos de los Apstoles como argu-mento en contra de la presunta autora del Evangelio deJuan por parte del Apstol.[14]p. 37Sin embargo, esa condicin de su juventud no pareciser bice para una excelente capacidad de comunicacinfrente al pueblo y al Gran Sanedrn, cuyos miembros que-daron maravillados.[15] Por otra parte, el Evangelio fueescrito no menos de medio siglo despus, ya que no sepuede pensar en una composicin anterior a los ltimosaos del siglo I.[14]p. 42;[Nota 2]

    La oracin nal del pasaje de los Hechos de los Apsto-les, puesta en labios de Pedro y de Juan conjuntamente,contiene una forma de expresin que se reiterara en losescritos jonicos. Si se compara la frase manifestada porPedro y Juan con el pasaje de la I Epstola de Juan, puedeverse su similitud:

    Otra aparicin explcita de Juan tiene lugar acompaan-do a Pedro en el evangelizacin en Samara, fechada porla Escuela bblica y arqueolgica francesa de Jerusaln(cole Biblique et Archologique Franaise de Jrusalem)entre 34 y 45.

    Al enterarse los Apstoles que estabanen Jerusaln de que Samara haba aceptadola Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y aJuan. Estos bajaron y oraron con ellos paraque recibieran el Espritu Santo.[...] Ellos,despus de haber dado testimonio y haberpredicado la Palabra del Seor, se volvierona Jerusaln evangelizando muchos pueblossamaritanos.Hechos 8:14-15.25

    Al yuxtaponer el pasaje de Lucas 9:54 (sealadoms arri-ba), en el que Juan y Santiago ofrecen hacer bajar fuegodel cielo para consumir a un pueblo samaritano, con el pa-saje de Hechos 8:14-15.25 (tambin escrito por Lucas),en el que Juan proclama la Buena Noticia a los samarita-nos, Alan Culpepper sugiere que Lucas estara indicandoun cambio marcado en el temperamento de Juan. Segnlas Escrituras, el apstol ya no busca hacer bajar fuegosobre los cismticos samaritanos, sino que ora para quereciban al Espritu de Dios, tal como lo seala Hechos8:15.[12]p. 48En apoyo de esta opinin se cuenta con el pasaje propiodel Evangelio de Juan, en el que Jess mantiene un lar-go dilogo con una mujer samaritana (Juan 4:4-42), unapercopa indiscutiblemente propia de la tradicin joni-ca. Raymond E. Brown reconoce que slo en el Evan-gelio de Juan se menciona un ministerio de Jess enSamara,[4]p. 419lo cual habra sido imitado despus por el propio apstol.Antes de la Pascua de 44 y segn los Hechos de los Aps-toles, Herodes Agripa I ordena decapitar a Santiago, her-mano de Juan (Hechos 12:1-2). Esa persecucin contralos cristianos provoca quiz la dispersin momentnea delos Apstoles fuera de Palestina, que se sita por esa po-ca. No sera improbable que Juan migrara por un tiempohacia otras localidades, quiz a Asia Menor. Carece deconsistencia cronolgica la teora de algunos crticos so-bre la muerte de Juan en ese tiempo, ya que Pablo de Tar-so lo encuentra nuevamente en Jerusaln,[11][12]pp. 48-49[16] como se detalla en la seccin siguiente.

    6 El Concilio de Jerusaln y el si-lencio posterior

    Existe la opinin generalizada entre los exgetas acer-ca de la participacin de Juan en las deliberaciones delConcilio de Jerusaln (hacia el ao 48 a 50) a las cualeshace referencia la epstola a los Glatas.[12]pp. 48-49[16] En esta ltima, Pablo de Tarso reere literalmente:

    [...] y reconociendo la gracia que mehaba sido concedida, Santiago, Cefas y Juan,que eran considerados como columnas, nostendieron la mano en seal de comunin a

  • 8 7 SUS LTIMOS AOS, EN LOS ESCRITOS PATRSTICOS

    Pablo el Apstol, de Rembrandt. leo sobre lienzo ubicado en elMuseo de Historia del Arte de Viena. El apstol de los gentileshace referencia al nombre Juan en su Epstola a los glatas.

    m y a Bernab: nosotros nos iramos a losgentiles y ellos a los circuncisos.Epstola de Pablo de Tarso a los Glatas 2:9

    Los Hechos de los Apstoles no proporcionan informa-cin posterior alguna acerca de Juan el Apstol lo cual,segn Culpepper,[12]p. 49puede ser interpretado de tres formas:

    1. como seal de su desaparicin fsica (sinembargo, cabra preguntarse por qu losHechos de los Apstoles mencionaranel martirio de Santiago el Mayor, y nola muerte o el presunto martirio de Juanel Apstol, si este hubiera ocurrido enel plazo de tiempo abarcado por eselibro);[Nota 3]

    2. como presuncin de que ya no se encon-traba en la lista de los principales lderesde la Iglesia; o

    3. como evidencia de que ya se haba tras-ladado a otra comunidad cristiana.

    La interpretacin de que Juan el Apstol muri mrtir enPalestina un poco ms adelante, entre los aos 60 y 70d.C., tendra como principal supuesto testigo a Papas deHierpolis. Se dice que Papas narr en el segundo librode su obra que los dos hijos de Zebedeo fueron muertospor los judos. Eusebio de Cesarea, que utiliz el libro

    de Papas, no dice nada al respecto. Pero en un manus-crito de los siglos VI-VIII hay un extracto de la HistoriaCristiana, compuesta en Panlia hacia el ao 430 por Fi-lipo de Side. En l se lee: Papas arma, en el segundolibro, que Juan el Telogo y Santiago, su hermano, fue-ron muertos por los judos. Idntica noticia procedente,sin duda, de la misma fuente aparece en un manuscritode las Crnicas de Georgio Hamartolo (siglo IX): Pa-pas, obispo de Hierpolis, que haba visto a aqul (Juanel Apstol), cuenta en el segundo libro de las palabras delSeor, que fue muerto por los judos, cumplindose as,en l y en su hermano, la profeca de Jess (Marcos 10,38-39). Este ltimo cronista, a diferencia de Papas, si-ta la escena del martirio en feso, y en tiempo posterioral regreso de Patmos (en el ao 96).[Nota 4]

    Pero, segn el telogo alemn Wikenhauser, la informa-cin atribuida a Papas es ms que dudosa.[10]pp. 20-23El solo ttulo de Telogo que se adjudica a Juan elApstol es un ttulo que solo se usmuchoms tarde en laIglesia griega. Ya esto demuestra que no estamos en con-diciones de saber qu fue realmente lo que escribi Pa-pas. Y no es casualidad que Ireneo de Lyon y Eusebio deCesarea, habiendo ledo detenidamente su obra, no hicie-ran mencin de este pasaje. Si realmente hubieran encon-trado en Papas lo que dice Filipo de Side, seguramente lohabran aprovechado como argumento excelente a favorde su tesis de la residencia de Juan el Apstol en feso.Hoy, ningn historiador serio se atreve a desacreditar aIreneo de Lyon y a Eusebio para favorecer una hiptesisde Filipo de Side, cuya obra se reduce a la de un compi-lador carente de discernimiento crtico. Esta posicin escompartida por otros autores que, an teniendo en cuentala antigedad de ciertas tradiciones litrgicas que aludenal martirio temprano de Juan el Apstol, las consideranerrneas.[17]

    Sobre la hiptesis a favor de la muerte temprana de Juanpor martirio, se destaca la obra de Marie-mile Bois-mard (1916-2004).[18] Este libro presenta una cantidadde elementos de inters: algunos de ellos se mencionanms adelante.

    7 Sus ltimos aos, en los escritospatrsticos

    Respecto de los aos que siguieron a los acontecimien-tos narrados en los Hechos de los Apstoles, la tradicinapostlica ms antigua est de acuerdo en ubicar el mi-nisterio de Juan el Apstol en feso, con un perodo deexilio en la isla de Patmos.Las hiptesis de diferentes autores modernos son de loms variadas: desde aquellos que maniestan que noexiste evidencia directa alguna de la presencia de Juanen feso (fundamentando su postura, por ejemplo, enla ausencia de referencias a Juan por parte de Pablo ensu carta a los Efesios), hasta aquellos que sostienen que

  • 7.1 Tesis sobre el enfrentamiento de Juan el Apstol con Domiciano dominus et deus 9

    Juan fue fundador de la Iglesia de feso (considerandoque ya exista una comunidad cristiana en feso a lallegada de Pablo), pasando por quienes postulan quePablo de Tarso y Juan el Presbtero (ver ms adelante)fundaron comunidades separadas.[19]pp. 270-271

    Ireneo de Lyon, mrtir

    Ireneo de Lyon (ca. 130 - ca. 202) escribi sobre Juan,discpulo del Seor en varias oportunidades, identicn-dolo con el discpulo a quien Jess amaba y haciendo re-ferencia a su permanencia en feso hasta los tiempos delemperador Trajano:

    [...]Por n Juan, el discpulo del Seorque se haba recostado sobre su pecho (Jn21:20; 13:23), redact el Evangelio cuandoresida en Efeso[...][20]Ireneo de Lyon

    [...]todos los presbteros de Asia que,viviendo en torno a Juan, de l lo escucharon,puesto que ste vivi con ellos hasta el tiempode Trajano. Algunos de ellos vieron no sloa Juan, sino tambin a otros Apstoles, aquienes han escuchado decir lo mismo.[21]Ireneo de Lyon

    Finalmente la Iglesia de Efeso, fundadapor Pablo, y en la cual Juan permaneci hastalos tiempos de Trajano, es tambin testigo de

    la Tradicin apostlica verdadera.[22]Ireneo de Lyon

    Ireneo suele dar a este Juan el ttulo de discpulo delSeor (ms de quince veces), ttulo que en singular noaplica a ningn otro. En otro pasaje de su obra pareceaplicarle el ttulo de apstol.[23]

    7.1 Tesis sobre el enfrentamiento de Juanel Apstol con Domiciano dominus etdeus

    Estatua del emperador Domiciano representado como el nuevoAugusto. Museo del Vaticano, Roma.

    A nes del siglo I, feso era la tercera o cuarta metr-poli del Imperio Romano, despus de Roma, Alejandra,y quiz Antioqua. Su nmero de habitantes se estimabaentre 180.000 y 250.000, segn los autores.[19]p. 17Era un centro estratgico para el comercio y lascomunicaciones hacia oriente. Junto con el culto aArtemisa,[19]pp. 19-29el culto imperial era un aspecto muy signicativo de lavida en feso en tiempos de Juan.[19]pp. 30-36Por entonces, el culto a los emperadores haca nfasis enla dinasta Flavia: Vespasiano, Tito y Domiciano.[24] Elnivel del culto imperial impuesto llegaba a ocasionar mo-lestias, incluso entre los latinos. Se conserva un poema delescritor Marco Valerio Marcial, en el cual l hace alusin

  • 10 7 SUS LTIMOS AOS, EN LOS ESCRITOS PATRSTICOS

    a la ruptura del hbito de llamar con el ttulo de seor aDomiciano: non est hic dominus, sec imperator (MartialX, 72). Domiciano fue sealado por los escritores cris-tianos antiguos como el segundo emperador romano enperseguir a los cristianos, luego de Nern.[25]

    Muchos investigadores coinciden en la hiptesis deque el Apocalipsis fue escrito durante el gobierno deDomiciano como reaccin a la intolerancia religiosa delemperador.[26] Mientras que el emperador se haca lla-mar Domitianus dominus et deus (seor y dios Domi-ciano), el Apocalipsis responda: , , (Yo soy el Alfay la Omega, principio y n, dice el Seor -Apocalipsis1:8-), y manifestaba as una conviccin que ya apare-ca bien explicitada dos dcadas antes: un solo Seor(Efesios 4:5).[Nota 5] La tensin tambin se maniesta envestigios de la poca, como el Grato de Alexmenos des-cubierto en el Palatino, que sugiere la representacin ensorna de un cristiano adorando a un asno crucicado.Tertuliano (ca. 160 ca. 220), en su De praescriptio-ne haereticorum XXXVI, asent que Juan padeci sinmorir el martirio en Roma, en una caldera de aceitehirviente.[27][Nota 6] Segn este relato milenario de la Igle-sia, el martirio habra tenido lugar aproximadamente en-tre los aos 91 y 95, en las cercanas de la Puerta Latina(Porta Latina), en los Muros Aurelianos. Juan habra sa-lido ileso. El emperador Domiciano habra consideradoeste prodigio como una especie de magia y, no animn-dose a intentar otra clase de ejecucin, habra desterradoa Juan a la isla de Patmos.[28]

    Martirio de San Juan en la Puerta Latina (1641-1642), porCharles Le Brun. Iglesia Saint-Nicolas du Chardonnet, Pars.

    An cuando algunos revisionistas contemporneos mini-

    mizan el carcter persecutorio de Domiciano tanto en laarena poltica como en la religiosa,[29] los historiadoresTcito y Suetonio mencionan en sus obras una escaladade persecuciones hacia el nal del gobierno de aquel em-perador, particularmente hacia oponentes que detentabanalgn poder o dinero. Ambos historiadores identican elmomento crtico de esas persecuciones en algn puntoentre 89, ao de la supresin de la revuelta de Saturnino, y93.[30][31] Segn Suetonio, aquellos de los que el empera-dor sospechaba eran declarados culpables de corrupcino de traicin. Entre los escritores eclesisticos, Eusebiode Cesarea cita a Melitn, obispo de Sardes (c. 170)[32]y a Tertuliano. ste ltimo seal que Domiciano casiigual a Nern en crueldad,[33] palabras que historiado-res como Brian W. Jones consideran retricas, mientrasque los escritores cristianos no.[Nota 7]

    El destierro de Juan el Apstol desde feso a la isla dePatmos (donde segn Ireneo de Lyon fue escrito el Librodel Apocalipsis),[34] y la ejecucin del senador Tito Fla-vio Clemente son ejemplos de la falta de libertad religiosaque habra tenido lugar en esa poca. Segn el historiadorDion Casio (67.14.1-2), Domitila y Flavio Clemente fue-ron acusados de atesmo y condenados: Flavio Clementefue ejecutado y Domitila desterrada a Pandateria.[35]pp.504-506Como seala el historiador y jurista espaol Jos Orlandis(1918-2010),[36] la acusacin de atesmo en la historiadel Imperio Romano reri con frecuencia la negacin aadorar a los dioses romanos en general y a reconocer elorigen divino del emperador en particular.[Nota 8] Luegodel asesinato de Domiciano el 18 de septiembre de 96,Juan habra retornado a feso. La permanencia de Juanel Apstol en feso es conocida asimismo por Clementede Alejandra (hacia el ao 200), quien reere que Juan,despus de la muerte del tirano (Domiciano), regres dela isla de Patmos a feso.[37]

    7.2 Tesis sobre el martirio de Juan elApstol

    Al igual que sucede con otras tradiciones orales o escritasrelacionadas con personas de tiempos antiguos, no exis-ten pruebas documentales o arqueolgicas de que el epi-sodio del martirio de Juan el Apstol no seguido de muer-te haya tenido lugar en Roma, o en feso, o que sea el re-sultado de una elaboracin posterior.[38] Tampoco exis-ten evidencias directas que lo descaliquen, por lo cualtodo se resume a hiptesis y argumentaciones a favor yen contra, segn los autores. Sin embargo, hay una cues-tin subyacente al tema del martirio de Juan en s: es elcumplimiento de la frase proftica de Jess a los dos hijosde Zebedeo: La copa que yo voy a beber, s la beberis ytambin seris bautizados con el bautismo con que yo voya ser bautizado. Esto fue investigado por Marie-mileBoismard, quien profundiz en numerosos elementos pa-trsticos y litrgicos de inters.[18][Nota 9]

  • 7.3 Yo, Juan: por los caminos del Apocalipsis 11

    7.3 Yo, Juan: por los caminos del Apo-calipsis

    Juan el Evangelista en Patmos (siglo XVII), acompaado porsu joven ayudante Prcoro. Museo de Arte del Estado en NizhniNvgorod, Rusia.

    El Apocalipsis da detalles escasos pero no irrelevantesacerca de su autor: su nombre es Juan (Apocalipsis1:1,Apocalipsis 1:4, Apocalipsis 1:9, Apocalipsis 22:8). Elautor se incluye entre los profetas (Apocalipsis 22:9) y seatribuye varios ttulos genricos, tales como siervo deDios (Apocalipsis 1:1) y hermano y compaero en la tri-bulacin del grupo al que se dirige (Apocalipsis 1:9). Supresencia en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:9) fue la pro-bable consecuencia de un destierro impuesto por las auto-ridades romanas. Las cartas que enva a las siete iglesias(Apocalipsis 2:1-3:22) maniestan que era muy conocidopor los cristianos de Asia y que, dentro de las comuni-dades cristianas, gozaba de una autoridad indiscutida. Apartir del siglo II se repiten dos preguntas sobre el autordel Apocalipsis:

    Cul fue la relacin entre este Juan dePatmos y Juan el Apstol?

    Fue el vidente del Apocalipsis tambinautor del Evangelio de Juan y de las eps-tolas jonicas?

    La autora del Apocalipsis en los siglos II a IV Lasrespuestas tradicionales gozan de una considerable anti-gedad. En el siglo II, el autor desconocido del apcri-fo Hechos de Juan,[39] Papas de Hierpolis (c.69-c.150)

    y Justino Mrtir (100/114-162/168) en su Dilogo conTrifn atribuyen el Apocalipsis a Juan el Apstol. Jus-tino Mrtir, al comentar el texto simblico de la resurrec-cin como renovacin de la Iglesia por mil aos despusde la persecusin romana (Apocalipsis 20:4), escribe:

    Haba un hombre con nosotros, cuyonombre era Juan, uno de los apstoles deCristo, quien profetiz, por una revelacin quese hizo para l, que quienes creyeran en Cristoviviran mil aos [...].[40]Justino Mrtir, Dilogo con Trifn VXXXI,4

    Clemente de Alejandra, autor del Pdagogus

    Desde mediados del siglo II hasta mediados del siglo IIIaparece esta misma conviccin en los padres y escrito-res de Oriente: Melitn de Sardes (muerto hacia 180),citado por Eusebio,[41] Clemente de Alejandra (c.150-211/7),[42] y Orgenes (185-254) en su Comentario sobreel Evangelio de Juan.[43]

    Occidente tampoco es ajeno a esta tendencia: el Prlogoantimarcionita a Lucas, Ireneo de Lyon en su Adversushaereses IV, 30, 4,[44] Hiplito de Roma,[45] y Tertulianoen su Adversus Marcionem 3.14 y 4.5[46] son ejemplosde la atribucin del Apocalipsis a Juan el Apstol.A partir del siglo III surgen repentinamente algunas vo-ces discordantes. En Occidente son escasas y poco inu-yentes: el presbtero romano Gayo y los logos (es de-cir, los negadores del Logos jonico). En Oriente, por el

  • 12 7 SUS LTIMOS AOS, EN LOS ESCRITOS PATRSTICOS

    contrario, los adversarios del origen apostlico del Apo-calipsis son ms importantes. El ms serio entre ellos esDionisio de Alejandra (muerto hacia 264/65), que com-bate el milenarismo y sus excesos, hereja basada en elreinado demil aos que semenciona en Apocalipsis 20:1-6. Como el libro del Apocalipsis, de cuya interpretacinliteral nace el milenarismo, tiene fuerte aceptacin en laIglesia primitiva, Dionisio busca apoyo para descalicarel Apocalipsis en una escrupulosa comparacin del len-guaje, estilo y pensamiento de este libro con los del Evan-gelio de Juan y de la I Epstola de Juan, concluyendo queslo el Evangelio de Juan y la I Epstola de Juan son obrade Juan el Apstol, mientras que el Apocalipsis habrasido escrito por Juan el Presbtero (ver ms adelante eneste artculo).[47] Los adversarios del milenarismo aco-gen con entusiasmo la opinin del ilustre obispo, y asse suman en aquel momento al rechazo del Apocalipsisdistintos obispos de Siria y de Asia Menor. Se produceentonces la negativa de la escuela de Antioqua a acep-tarlo como apostlico, y la Iglesia siria en su conjunto lorechaza todava en la actualidad. Como resultado, que-da como argumento serio contra la paternidad literariadel Apocalipsis por parte de Juan el Apstol su omisinde la Vulgata siria. Varias listas cannicas de las iglesiasorientales omiten el Apocalipsis, y muchos manuscritosgriegos anteriores al siglo IX no lo incluyen.Sin embargo, debido a la inuencia de Atanasio de Ale-jandra (c.296-373), se fue estableciendo en Oriente cier-ta unanimidad y, cuando los milenaristas decrecieron, ellibro del Apocalipsis recobr el lugar que le asignaron lostestimonios de los Padres ms antiguos. En contraste, enOccidente nunca surgieron dicultades serias, y el Apo-calipsis, junto con el Evangelio de Juan y las tres Epstolasjonicas, fueron aceptados como obra del apstol Juan.

    La autora del Apocalipsis desde el siglo XVI Hastael siglo XVI no se alza ninguna objecin contra esta con-viccin comn.[48] Entonces Erasmo de Rotterdam ponede nuevo en duda la identidad del autor de Apocalipsis,del Evangelio de Juan y de las epstolas. Para Martn Lu-tero, el Apocalipsis no es apostlico ni proftico. A partirdel siglo XVIII va creciendo el nmero de investigadoresque niegan el origen apostlico del Apocalipsis y su rela-cin con el Evangelio de Juan. Segn el Comentario B-blico San Jernimo",[48] actualmente, la mayora delos exgetas catlicos y algunos protestantes mantienenla doble opinin tradicional. Un pequeo grupo de no ca-tlicos rechaza el origen apostlico del Apocalipsis, pe-ro sostiene que este libro fue redactado por el autor delEvangelio de Juan. Por otra parte, algunos piensan que elapstol Juan escribi el Apocalipsis, pero no el Evange-lio de Juan. Finalmente, varios crticos niegan que existarelacin alguna entre el hijo de Zebedeo y el Apocalipsiso el Evangelio de Juan y atribuyen ambas cosas a dis-tintos autores apenas conocidos. Ugo Vanni, concienzu-do investigador del Apocalipsis en ms de un centenarde trabajos y miembro de la Ponticia Comisin Bblica,

    Retrato de Erasmo de Rotterdam realizado por Hans Holbein elJoven en 1523. Erasmo puso en tela de juicio la identidad delautor del Libro del Apocalipsis.

    arma que el texto del Apocalipsis tiene un renamientoliterario propio y una capacidad simblica del todo suya,diferente de la tcnica simblica adoptada en el CuartoEvangelio.[49] Vanni considera que Juan el Apstol es asu vez el evangelista, mas no el autor directo del Apoca-lipsis: el autor del Apocalipsis no es Juan, el apstol y elevangelista sino un discpulo perteneciente a la gran igle-sia de Juan, el cual quiere hacer revivir, en su presente, unmensaje que l (el autor real) atribuye al gran fundadorde la iglesia de Juan.[49]

    Similitudes y diferencias entre el Apocalipsis y elEvangelio de Juan Una serie de indicios internos pa-recen relacionar entre s el Apocalipsis y el cuarto evan-gelio, al menos en el sentido de que los dos libros tienenalgn origen comn. Es de notar, por ejemplo, que variosdetalles no aparecen en ningn lugar del Nuevo Testa-mento fuera de estas dos obras: Jesucristo es presenta-do como Cordero en el Evangelio de Juan (Juan 1:29;Juan 1:36) y 28 veces en el Apocalipsis, pero con diferen-tes palabras griegas; su nombre es Palabra de Dios, esdecir, el Verbo (Juan 1:1; Apocalipsis 19:13); la ima-gen de la esposa recuerda al pueblo de Dios (Juan 3:29;Apocalipsis 21:2-9;Apocalipsis 22:17); la vida es simbo-lizada por medio del agua en expresiones como agua vi-va (Juan 4:10) y agua de la vida (Apocalipsis 7:17;Apocalipsis 21:6; Apocalipsis 22:1-17).

  • 7.3 Yo, Juan: por los caminos del Apocalipsis 13

    Sagrario (1789) de la Iglesia Parroquial de los Santos Giles yLeonard en Peilstein, cerca de Viena (Alta Austria). Ubicado enel altar mayor de estilo neoclsico, presenta al Cordero de Diosdueo del Libro de los Siete Sellos (Apocalipsis 5:1-8). Ademsdel Apocalipsis, el nico lbro del Nuevo Testamento en el queJesucristo es presentado como Cordero de Dios es el Evangeliode Juan.

    Por otra parte, se ha de admitir que son muchos los deta-lles que separan ambas obras. Se suele insistir en las dife-rencias de lenguaje y de perspectiva escatolgica. Mien-tras el griego del Evangelio de Juan es sencillo y habi-tualmente correcto, el del Apocalipsis es prdigo en so-lecismos y forzamientos de la lengua griega. En cuanto altema del ms all, el Apocalipsis est dominado por elpunto de vista y los smbolos de la tradicin apocalptica,la cual espera en un futuro que traer consigo la salva-cin prevista por Dios para su pueblo. El Evangelio, encambio, se muestra muy independiente de la visin apo-calptica y considera la salvacin casi siempre como yaposeda por el creyente. Algunos trminos que son cen-trales en el Evangelio (ver ms adelante) apenas si apa-recen en el Apocalipsis; de hecho, varios no aparecen enabsoluto: por ejemplo, el verbo creer (98 veces en elEvangelio de Juan, nunca en el Apocalipsis) y el trminofe (4 veces en el Apocalipsis, nunca en el Evangelio deJuan), por citar dos ejemplos.[50]

    En qu sentido son jonicos los escritos joni-cos Todos los datos anteriores son una muestra quepermite entender por qu los exgetas han adoptadoposiciones tan divergentes. El estado fragmentario denuestros conocimientos impide proponer hoy una solu-cin categrica desde un punto de vista racional. Msan si se considera que la gran mayora de los biblistas ehistoriadores concuerda hoy con Ireneo de Lyon en que elApocalipsis fue escrito durante la persecucin que tuvolugar al nal del gobierno de Domiciano.[29][36][48][49]Esta datacin volvera a la redaccin del Libro delApocalipsis casi contempornea de la del Evangeliode Juan. Considerando distintas evidencias internas yarqueolgicas, el escriturista Rivas concluye: entre losinvestigadores se sostiene, de manera muy generalizada,que el Evangelio fue escrito en la ltima dcada del sigloI, o a ms tardar en los primeros aos del siglo II.[14]

    En efecto, la existencia del P 52 (papiro 52, datado de125 d. C. aproximadamente) desestima la jacin defechas ms tardas para la redaccin del Evangelio deJuan.[3]pp. 85 y 87

    Ms all de la posibilidad latente de una pseudonimia, talcomo expresa Vanni,[49] no hay tampoco razn para sos-pechar de la argumentacin de Robert H. Charles: el autordel Apocalipsis nos habra dejado su nombre real. Trasexaminar la hiptesis de la pseudonimia, Charles conclu-ye perentoriamente que no existe la ms pequea pruebaen favor de la hiptesis de que el Juan del Apocalipsis seaun pseudnimo,[51] y esta argumentacin clsica perma-nece hasta hoy.[48]

    El testimonio tradicional que arma el origen apostlicode todos y cada uno de los escritos jonicos es tan anti-guo y tan abundante que no resultara serio desconocerloo descartarlo por completo. Parece muy difcil explicarcmo pudieron equivocarse todos los testigos ms impor-tantes de los siglos II y III. Las escasas pero signicativascoincidencias entre el Apocalipsis y el Evangelio de Juanparecen exigir al menos cierto origen comn para amboslibros. Por otra parte, las mltiples diferencias muestranla dicultad de que el Apocalipsis y el Evangelio de Juanhayan podido ser escritos por el clamo de una misma ynica persona.En espera de una solucin ms concreta podra resultarimportante la sugerencia ponderada de algunos autoresmodernos de distinta extraccin (por ejemplo, los escri-turistas Charles K. Barrett,[52] Franois-Marie Braun,[53]y Andr Feuillet[54]) que se resume en los siguientes pun-tos. Segn las fuentes cristianas de los siglos II y III, Juanel Apstol habra sido la gran autoridad cristiana de Asiahacia nes del siglo I a punto tal que, como bien sea-la el espaol Jos Orlandis, en razn del testimonio deesas fuentes, las iglesias de Asia llegan a considerar a Juancomo su propio Apstol.[55] A pesar del disenso de laescuela de la Iglesia siria respecto del Apocalipsis, la in-uencia de Juan habra llegado a tal punto que las igle-sias asiticas se resistieron durante mucho tiempo a uni-car su disciplina con la de las restantes iglesias, alegandoque su uso estaba sancionado por la autoridad de Juan elApstol, que lo haba introducido en ellas.[36] Por lo tan-to, l habra inspirado esos materiales jonicos, quiza travs de una vigorosa escuela localizada en feso,pero la redaccin y reelaboracin de esos escritos podrahaber sido llevada a cabo por distintos discpulos suyos,familiarizados con el pensamiento del apstol. Al tratarms adelante los temas referidos a Juan el Presbtero y alautor de Evangelio de Juan, se ver que esta postura pa-recera hoy la ms madura. Para aqullos que, siguiendola mentalidad de los antiguos, consideran autor a aquellapersona cuyas ideas se plasman en un papiro y no tanto alescribiente, la predicacin de Juan el Apstol sera el ejeinspirador de los escritos jonicos de nes del siglo I.

  • 14 8 JUAN EL APSTOL Y JUAN EL PRESBTERO

    7.4 Juan el Apstol: un consejo para todos

    San Jernimo, obra de Caravaggio (1571-1610)

    Jernimo de Estridn (c. 340 420) tambin conoci elrelato del martirio de Juan en el caldero de aceite en Ro-ma y de su destierro en Patmos, pues lo reere en su Com-mentariorum in Evangelium Matthaei XX, 23, al explicarel pasaje en que Jess predice a los dos hijos de Zebedeoque beberan el mismo cliz que l.[56]

    Pero San Jernimo escribe adems que Juan, en su an-cianidad, no poda ir por su pie a las reuniones de loscristianos, y los discpulos lo llevaban en una silla a lasasambleas de los eles de feso. Su consejo era siempreel mismo: Hijitos, amaos los unos a los otros. Cuan-do le preguntaron por qu repeta siempre la frase, Juanrespondi: Porque se es el mandamiento del Seor y, silo cumpls, lo habris hecho todo.[57] Jernimo tambinhace referencia a la larga vida de Juan y a su muerte enfeso a comienzos del siglo II.

    8 Juan el Apstol y Juan elPresbtero

    No carece de importancia un dato que aporta el histo-riador de la Iglesia Eusebio de Cesrea, a principios delsiglo IV. Eusebio informa sobre una obra en cinco vol-menes del obispo Papas de Hierpolis (fallecido hacia elao 120), hoy perdidos. All, Papas habra mencionadoque l no lleg a conocer a los Apstoles, pero que recibila doctrina de aquellos que haban estado prximos a losApstoles. Tambin se reri a personas que haban sidodiscpulos del Seor, citando los nombres de Aristin

    y de un tal presbtero Juan. As lo expresa Eusebio deCesarea:

    Eusebio de Cesarea

    [...] Papas, segn el prlogo de sustratados, no se presenta a s mismo de modoalguno como oyente y como testigo ocular delos sagrados apstoles, sino que ensea haberrecibido lo referente a la fe de boca de quieneslos haban conocido.[58]Eusebio de Cesarea

    Luego, Eusebio cita el texto de Papas al que acaba dehacer referencia:

    [...] si me sala al encuentro alguno quehaba tratado con los presbteros (ancianos),le preguntaba curiosamente cules fuesen losdichos de los ancianos: qu dijeron Andrs,Pedro, Felipe, Toms, Santiago, Juan , Mateo.Y qu dicen Aristin y el presbtero Juan,discpulos del Seor.Eusebio de Cesarea, op. cit.

    Finalmente, Eusebio agrega de su propia cuenta este co-mentario:

    Se ha de observar que en estas palabras in-cluye dos veces el nombre de Juan. La primeravez junto con Pedro, Santiago, Mateo y losdems apstoles [...] Pero luego, estableciendouna distincin de lenguaje, coloca a otro Juan

  • 15

    entre aquellos que estn fuera del nmero delos apstoles, anteponiendo a un tal Aristin,al cual llama expresamente presbtero. Demodo que por estos dichos se comprueba laverdad de la historia de los que dicen quenen Asia hubo dos personas que llevaron elmismo nombre de Juan, que en feso hay dossepulcros, y que todava se dice que ambosson de Juan [...][59]Eusebio de Cesarea

    Eusebio llega a su conclusin de que Papas hace unadistincin entre dos personas distintas y que ambas llevanel mismo nombre Juan: una est citada entre nombresde apstoles que coinciden con nombres del grupo delos Doce, y otra reere el nombre de un presbtero.Segn seala el telogo alemn Wikenhauser, Eusebiotiene al primero de estos dos personajes por autor delEvangelio de Juan, y se inclina a atribuir al segundo lapaternidad del Apocalipsis; pero crticos independientescontemporneos, apartndose en esto de Eusebio, atri-buyen la composicin del cuarto Evangelio al presbteroJuan.[10]pp. 17-19

    La distincin entre un presbtero Juan y Juan el Aps-tol fue extendida en Europa Occidental por San Jerni-mo, basado en la autoridad de Eusebio. La EnciclopediaCatlica considera que la distincin no cuenta con unabase histrica: ni Ireneo de Lyon, ni ningn otro escritoranterior a Eusebio, tuvieron conocimiento alguno de unsegundo Juan en Asia. Asimismo, la Enciclopedia Cat-lica sostiene que la palabra presbtero slo puede en-tenderse como apstol.[60]

    Por otra parte, J. Ratzinger incorpora esta hiptesis comoposible.[7] De esta informacin y de otros indicios anes,se desprende que en feso hubo una especie de escuelajonica, que remontaba su origen a una gura identi-cada en el Evangelio de Juan con el discpulo a quienJess amaba. Es posible que esa escuela jonica haya te-nido como base a Juan el Apstol, a quien Ireneo deLyon,[20] Justino Mrtir,[61] y otros varios Padres de laIglesia acreditan haber habitado en feso. Adems, contcon la autoridad de un presbtero Juan. As lo expresaRatzinger:

    Esta informacin es verdaderamente dignade atencin; de ella y de otros indicios anes,se desprende que en feso hubo una especie deescuela jonica, que haca remontar su origenal discpulo predilecto de Jess, y en la cualhaba, adems, un presbtero Juan, que erala autoridad decisiva. Este presbtero Juanaparece en la Segunda y en la Tercera Carta deJuan (en ambas, 1,1) como remitente y autor,y slo con el ttulo de el presbtero (sinmencionar el nombre de Juan). Es evidente

    que l mismo no es el apstol, de maneraque aqu, en este paso del texto cannico,encontramos explcitamente la enigmticagura del presbtero. Tiene que haber estadoestrechamente relacionado con l, quiz llega conocer incluso a Jess. A la muerte delapstol se le consider el depositario de sulegado; y en el recuerdo, ambas guras se hanentremezclado nalmente cada vez ms. Encualquier caso, podemos atribuir al presbteroJuan una funcin esencial en la redaccindenitiva del texto evanglico, durante la cuall se consider indudablemente siempre comoadministrador de la tradicin recibida del hijode Zebedeo.[7]Joseph Ratzinger

    9 La gura del Discpulo Amadopor el Seor

    En el Evangelio de Juan aparece en varias ocasiones ysin revelar jams su verdadero nombre, una gura queno se verica en ningn otro escrito del Nuevo Testa-mento: la del discpulo a quien Jess amaba ( , tambin mencionado como segn aparece en Juan 20:2).(1) El Discpulo Amado aparece recostado sobre elpecho de Jess, durante la ltima Cena, preguntndolequin es el discpulo que le va a entregar:

    Cuando dijo estas palabras, Jess se turben su interior y declar: En verdad, en verdados digo que uno de vosotros me entregar.Los discpulos se miraban unos a otros, sin sa-ber de quin hablaba. Uno de sus discpulos,el que Jess amaba, estaba a la mesa al ladode Jess. Simn Pedro le hizo una sea y ledijo: Pregntale de quin est hablando. El,recostndose sobre el pecho de Jess, le dijo:Seor, quin es? Le respondi Jess: Esaquel a quien d el bocado que voy a mojar.Y, mojando el bocado, le tom y se lo dio aJudas, hijo de Simn Iscariote.Juan 13:21-26

    (2) Asimismo, el Discpulo Amado se presenta al piede la cruz, junto a la madre de Jess:

    Jess, viendo a su madre y junto a ella aldiscpulo a quien amaba, dijo a su madre:Mujer, ah tienes a tu hijo. Luego dijo aldiscpulo: Ah tienes a tu madre. Y desdeaquella hora el discpulo la acogi en su casa.

  • 16 9 LA FIGURA DEL DISCPULO AMADO POR EL SEOR

    Detalle del Discpulo Amado, reclinado sobre el pecho deJess, en el cuadro La ltima Cena (1625-1626), leo deValentin de Boulogne. Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma.La gura del Discpulo Amado reclinado sobre el pecho deJess ha sido sumamente tratada en las artes pictricas.

    Juan 19:26-27

    (3) El Discpulo Amado es quien, al igual que SimnPedro, corre hacia el sepulcro vaco:

    El primer da de la semana fue MaraMagdalena de madrugada al sepulcro cuandotodava estaba oscuro, y vio la piedra quitadadel sepulcro. Ech a correr y lleg donde Si-mn Pedro y donde el otro discpulo a quienJess quera y les dijo: Se han llevado delsepulcro al Seor, y no sabemos dnde le hanpuesto. Salieron Pedro y el otro discpulo,y se encaminaron al sepulcro. Corran losdos juntos, pero el otro discpulo corri pordelante ms rpido que Pedro, y lleg primeroal sepulcro. Se inclin y vio las vendas en elsuelo; pero no entr. Lleg tambin SimnPedro siguindole, entr en el sepulcro y violas vendas en el suelo, y el sudario que cubrisu cabeza, no junto a las vendas, sino plegadoen un lugar aparte. Entonces entr tambin elotro discpulo, el que haba llegado el primeroal sepulcro; vio y crey, pues hasta entoncesno haban comprendido que segn la Escritura

    Jess deba resucitar de entre los muertos.Juan 20:1-9

    (4) Tambin se encuentra al Discpulo Amado al ladode Simn Pedro durante la aparicin de Jess resucitadoante sus discpulos a orillas del Mar de Tiberades:

    Cuando ya amaneci, estaba Jess en laorilla; pero los discpulos no saban que eraJess. Djoles Jess: Muchachos, no tenispescado? Le contestaron: No. El les dijo:Echad la red a la derecha de la barca y en-contraris. La echaron, pues, y ya no podanarrastrarla por la abundancia de peces. Eldiscpulo a quien Jess amaba dijo entoncesa Pedro: Es el Seor. Cuando Simn Pedrooy es el Seor, se puso el vestido - puesestaba desnudo - y se lanz al mar. Los demsdiscpulos vinieron en la barca, arrastrando lared con los peces; pues no distaban mucho detierra, sino unos doscientos codos.Juan 21:4-8

    (5) Posiblemente, el Discpulo Amado muere a unaedad muy avanzada, pues entre sus seguidores corre lavoz de que no morira nunca:

    Pedro se volvi y vio siguindoles detrs,al discpulo a quin Jess amaba, queadems durante la cena se haba recostadoen su pecho y le haba dicho: Seor, quines el que te va a entregar? Vindole Pedro,dijo a Jess: Seor, y ste, qu? Jess lerespondi: Si quiero que se quede hasta queyo venga, qu te importa? T, sgueme.Corri, pues, entre los hermanos la voz de queeste discpulo no morira. Pero Jess no habadicho a Pedro: No morir, sino: Si quieroque se quede hasta que yo venga.Juan 21:20-23

    Raymond E. Brown sugiere adems la identicacin delDiscpulo Amado con el discpulo annimo que apare-ce en otros pasajes del Evangelio de Juan,[4]pp. 118-119por ejemplo:

    Cuando Jess se encuentra con los dos primeros dis-cpulos, Andrs y un discpulo annimo, ambos sa-lidos de la escuela de Juan el Bautista:

    Al da siguiente, Juan se encontrabade nuevo all con dos de sus discpulos.Fijndose en Jess que pasaba, dijo: He ahel Cordero de Dios. Los dos discpulos le

  • 9.1 Caractersticas que identican a este Discpulo Amado 17

    oyeron hablar as y siguieron a Jess. Jess sevolvi, y al ver que le seguan les dijo: Qubuscis? Ellos le respondieron: Rabb - quequiere decir, Maestro - dnde vives? Lesrespondi: Venid y lo veris. Fueron, pues,vieron dnde viva y se quedaron con l aquelda. Era ms o menos la hora dcima. Andrs,el hermano de Simn Pedro, era uno de losdos que haban odo a Juan y haban seguido aJess.Juan 1:35-40

    Cuando Pedro y otro discpulo conocido del SumoSacerdote entran por mediacin de ste ltimo a lacasa de Ans, donde se inici el interrogatorio a Je-ss antes de su muerte (Juan 18:15-16; ver comen-tario ms adelante).

    9.1 Caractersticas que identican a esteDiscpulo Amado

    Segn Cornelis Bennema,[62] el trato entre el Discpu-lo Amado y Jess de Nazaret en el Evangelio de Juanparece implicar una relacin de conanza, lealtad y per-manencia (es decir, una relacin estable, rme). Esas ca-ractersticas haran del Discpulo Amado un testigo ca-licado del mismo Evangelio de Juan. Por otra parte, elDiscpulo Amado se maniesta como alguien muy per-ceptivo respecto de la persona de Jess: es el primeroen reconocerlo en el mar de Tiberades, luego de la re-surreccin. Siempre segn Bennema,[62] el Evangelio deJuan pone en evidencia otras caractersticas del Discpu-lo Amado, a travs de su interaccin con otras personas:

    El Discpulo Amado supera a los dems discpu-los en el grado de condencia con Jess (en la ltimaCena, recibe la condencia respecto de quin es elApstol traidor, condencia que no reciben los de-ms discpulos). El mismo Simn Pedro reconoce elnivel de condencia del Discpulo Amado con Je-ss y lo respeta, pues le pide al Discpulo Amadoque le pregunte a Jess quin es el traidor.

    El Discpulo Amado supera en lealtad incluso aSimn Pedro, pues no niega a Jess durante su Pa-sin. Sin embargo, an despus de que Pedro nega-ra conocer a Jess, sigue guardando respeto por l.En efecto, el Discpulo Amado llega primero a latumba de Jess, pero espera a Pedro antes de entrar,posiblemente en seal de consideracin.

    El alto nivel de conanza del cual es depositario elDiscpulo Amado involucra incluso la postura dela madre de Jess. Desde el momento en que Je-ss crucicado indica al discpulo a quien l ama-ba: Ah tienes a tu madre, el Evangelio de Juanexplicita que, el discpulo la recibi en su casa, lo

    cono de Poganovo, de nes del siglo XIV, representando conjun-tamente a Mara, madre de Jess y a Juan el Apstol. El posiblevnculo familiar de la madre del Seor con el apstol Juanfue utilizado como argumentacin a favor de la identicacinde Juan como Discpulo Amado.

    cual implica no slo la aceptacin de tal encargo porparte del Discpulo Amado, sino adems la acep-tacin implcita del discpulo por parte de la madrede Jess.

    Se podra, por lo tanto, resumir la personalidad del Dis-cpulo Amado como la de una persona con vnculosml-tiples, leal, creble, conable y perceptivo. Pero, quin esel Discpulo Amado?No se puede asegurar que haya sido la modestia lo queindujo a este testigo presencial a no referirse a s mismocon el propio nombre, porque constantemente llama laatencin sobre el amor de dileccin que Jess le tena.Una solucin posible sera que el Discpulo Amado sehaya referido a s mismo como el otro discpulo y quesus seguidores hayan incorporado al Evangelio de Juan laalusin al Discpulo Amado.La solucin comnmente aceptada desde el siglo II y has-ta el desarrollo de la crtica bblica a mediados del sigloXIX fue que el Discpulo Amado, garante del Evange-lio de Juan, era Juan el Apstol, el hijo de Zebedeo. Apartir el siglo XVIII comienza a difundirse el uso del m-todo histrico-crtico en lugar de mtodos de ndole es-trictamente religiosa para construir un conocimiento ve-

  • 18 9 LA FIGURA DEL DISCPULO AMADO POR EL SEOR

    ricable de Jess de Nazaret. Este mtodo fue utilizadoparticularmente para interpretar el Evangelio de Juan engeneral y la gura del Discpulo Amado en particu-lar. Ms an, se propusieron signicados alternativos delDiscpulo Amado con los que se busc superar las posi-bles debilidades que los crticos argumentaban haba en laidenticacin con Juan el Apstol. No se trataba de un te-ma menor, pues representaba indirectamente un desafoa la misma autora del Evangelio. Este proceso, reservadoen principio a los estudiosos, demand dcadas. Con losaos, las distintas hiptesis esgrimidas sobre la identidaddel Discpulo Amado como alguien distinto a Juan elApstol mostraron a su vez sus debilidades, mientras quese edicaron nuevas hiptesis sobre el proceso de redac-cin del Evangelio que, en la opinin de muchos, enmar-caba el grado de responsabilidad del Discpulo Amadoen el mismo.

    9.2 Juan el Apstol como Discpulo Ama-do

    9.2.1 Argumentos externos patrsticos y apcrifos

    Jean Colson (1913-2006) analiza el nivel de respaldootorgado por los escritores cristianos ms antiguos ala identicacin de Juan el Apstol como DiscpuloAmado.[63][Nota 10] La interpretacin de las referenciasde los Padres de la Iglesia no es unnime (por ejemplo,Joseph Newbould Sanders pone en duda algunas referen-cias de los Padres Apostlicos,[64] y Richard Bauckhamse opone a la interpretacin del Discpulo Amado co-mo Juan el Apstol en Ireneo de Lyon),[65] pero es ma-yoritaria a favor de la hiptesis que presenta a Juan elApstol como el Discpulo Amado.Entre los Padres de la Iglesia que mencionaron al Dis-cpulo Amado se destaca Ireneo de Lyon. Ireneo no di-ce que se trate del hijo de Zebedeo: siempre reere elnombre de Juan como discpulo del Seor (ms de15 veces). Se podra objetar que, dado que Juan es men-cionado nicamente como discpulo y no como aps-tol, su identidad estara en duda ya que los apstoles sonindicados con ese ttulo. Sin embargo, una lectura cui-dadosa de todo el texto de Ireneo permite inferir que, almencionar Ireneo la gura de Juan, el discpulo del Se-or que se reclin sobre su pecho, se reere inequvocay consistentemente al apstol Juan.[10]p. 11En efecto, Ireneo menciona:

    [...]todos los presbteros de Asia que,viviendo en torno a Juan, de l lo escucharon,puesto que ste vivi con ellos hasta el tiempode Trajano. Algunos de ellos vieron no sloa Juan, sino tambin a otros Apstoles, aquienes han escuchado decir lo mismo.[21][...]Por n Juan, el discpulo del Seor quese haba recostado sobre su pecho (Jn 21:20;13:23), redact el Evangelio cuando resida en

    Efeso[...][20]Ireneo de Lyon

    La frase de Ireneo: ... no solamente vieron a Juan, sinotambin a otros apstoles... implica directamente queIreneo, al mencionar a Juan, se reere a un apstol, esdecir, al hijo de Zebedeo. R. A. Culpepper,[12]p. 124quien no reconoce a Juan hijo de Zebedeo como Disc-pulo Amado, seala sin embargo que resulta difcil du-dar de que Ireneo, al mencionar a Juan el discpulo delSeor, se reera a otro que no sea Juan el Apstol. AIreneo de Lyon se suman ciertos matices de Eusebio deCesarea[66] y, con mayor nfasis, el apcrifo Hechos deJuan que identica al apstol Juan como aqul que sereclin sobre el pecho de Jess en la ltima Cena.El apcrifo Hechos de Juan,[67] datado de la segundamitad del siglo II, insiste en los detalles ya conocidos porlos evangelios cannicos que reeren la personalidad delapstol. Narra la vocacin de Juan y su hermano Santia-go al apostolado (Hechos de Juan 88:2, paralelo de Mar-cos 1:19), como tambin el episodio de la Transgura-cin (Hechos de Juan 21 y 90; paralelos de Mateo 17:1-9). El gesto de reclinarse sobre el pecho de Jess durantela ltima Cena, que se atribuye al Discpulo Amadoen Juan 13:23, se seala en los Hechos de Juan 89, comosi se tratara de una actitud habitual de Juan el Apstol.Es posible que los Hechos de Juan sean anteriores a losescritos de Ireneo de Lyon, de Tertuliano y de otros es-critores que aparecen como testigos de esas tradiciones.Por esa razn, los Hechos de Juan no podran nunca serdeudores de las obras de otros autores.

    Orgenes (185-254), identic a Juan, hijo de Zebedeo como elDiscpulo Amado, autor del Evangelio homnimo y del Apo-calipsis.

  • 9.2 Juan el Apstol como Discpulo Amado 19

    El escritor Orgenes (185-254), principal referente teo-lgico del cristianismo hasta Agustn de Hipona, apuntauna y otra vez:

    Juan, el hijo de Zebedeo, dice en suApocalipsis[...] [...]Una vez ms, en su des-cripcin del Logos de Dios en el Apocalipsis,el Apstol y Evangelista (y el Apocalipsis leda tambin el ttulo de profeta) dijo que viola Palabra de Dios en el cielo abierto[...] [...]Qu vamos a decir de l, que se apoy en elpecho de Jess, a saber, Juan, que dej unEvangelio, a pesar de confesar que l podrahacer tantos que el mundo no los contendra?Pero tambin escribi el Apocalipsis [...].[43]Orgenes, Comentario sobre el Evangelio deJuan

    Muchos acadmicos que no aceptan la opcin de Juanel Apstol como Discpulo Amado han desconsidera-do las evidencias patrsticas mencionadas. Esta tendenciafue puesta en evidencia recientemente por el profesor Do-nald Carson.[68][Nota 11] En efecto, alguna falta de explici-tacin por parte de varios Padres de la Iglesia en la identi-cacin plena de Juan, el hijo de Zebedeo, o de Juanel Apstol con Juan el discpulo o con el DiscpuloAmado, se ha de contrastar con la sugestiva ausencia to-tal de referencias explcitas de los restantes candidatos aDiscpulo Amado por parte de los mismos Padres (verms adelante).

    9.2.2 Argumentos fundados sobre el anlisis ex-terno comparado

    Algunos argumentos a favor de la identicacin de Juanel Apstol con el Discpulo Amado surgen del anlisiscomparado entre el Evangelio de Juan, los Evangelios si-npticos y los Hechos de los Apstoles,[10]pp. 23-28;[53][68][69][70][71][72][73][74][75][76][15][77][78][79][80] y puedenresumirse brevemente en los siguientes puntos:

    1. La manera vvida y pormenorizada con que elEvangelio de Juan describe las escenas, y sus expre-sas armaciones, ponen de maniesto que su autorintelectual primario (es decir, quien lo predic ini-cialmente) fue un testigo presencial de los suce-sos (Juan 1:14; Juan 19:35; Juan 21:24), uno de losms ntimos de Jess, seguramente un apstol. Jesstena tres apstoles a los cuales distingui: Pedro,Juan y Santiago o Jacobo (Marcos 5:37;Marcos 9:2;Marcos 14:33). Pedro se diferencia del DiscpuloAmado, porque aparecen claramente identicadoscomo personas distintas (Juan 13:23-24; Juan 20:2-10; Juan 21:20). Santiago el Mayor (traducido a ve-ces como Jacobo) tampoco puede ser el Discpu-lo Amado, porque muri tempranamente (Hechos

    12:1-2), mientras que el Discpulo Amado lleg,por su longevidad, a adquirir fama de inmortalidad(Juan 21:23).

    Curacin del lisiado. El fresco, inspirado en el pasaje de losHechos de los Apstoles en el que Pedro y Juan sanan al lisiadoen la puerta del templo, fue realizado en 1425 por Masolino daPanicale (13831440) y se encuentra en la Capilla Brancacci,en Santa Maria del Carmine, en Florencia. En el Evangelio deJuan, el Discpulo Amado aparece junto a Pedro en 6 de las7 veces que es mencionado. La amistad registrada entre Pedroy el Discpulo Amado se asemeja a la que, en el libro de losHechos de los Apstoles, se verica entre Pedro y Juan.

    1. El Discpulo Amado particip de la ltimaCena a la cual, segn los Evangelios sinpticos, tu-vieron acceso los Doce (Marcos 14:16-17;Mateo26:19-20), los Apstoles (Lucas 22:13-14).

    2. El Discpulo Amado y Simn Pedro llevaronuna amistad abierta (Juan 13:23-25; Juan 20:2-9),que en el libro de los Hechos de los Apstoles se po-ne de maniesto en el trabajo apostlico conjuntode Pedro y Juan, tanto en la predicacin en Jerusaln(Hechos 3:1-9) como en la predicacin en Samara(Hechos 8:14-15). El nico vnculo con el ministe-rio de Jess en Samara relatado por el Evangelio deJuan parece encontrarse en la predicacin de Pedroy Juan el Apstol en los Hechos de los Apstoles.

    P. Parker,[81] y otros autores crticos de la postura queinterpreta que Juan el Apstol es el Discpulo Amado

  • 20 9 LA FIGURA DEL DISCPULO AMADO POR EL SEOR

    (por ejemplo, R. A. Culpepper[12]pp. 75-76), implican que los argumentos centrados en el anlisiscomparado del Evangelio de Juan con los otros evange-lios da lugar a ciertos cuestionamientos hermenuticos,es decir, de interpretacin. As, el Evangelio de Juan nohace referencia a ninguno de los pasajes sinpticos de loscuales Juan el Apstol fue testigo privilegiado (la resu-rreccin de la hija de Jairo, la Transguracin de Jess,el discurso en el Monte de los Olivos o la plegaria de Je-ss en el huerto de Getseman), ni hace referencia a uncrculo de dilectos, ni tampoco menciona una relacinentre Pedro y Juan. Estas crticas son argumentacionesedicadas sobre la base de pruebas negativas: el hechode que el Evangelio de Juan no haga referencia a ningnpasaje que tuviera a Juan como testigo privilegiado nopermite aseverar que no lo fuera; por lo tanto, esas cr-ticas no son cientcamente concluyentes. Pero los crti-cos se preguntan cules son los elementos con que cuentaun lector del Evangelio de Juan para interpretar la guradel Discpulo Amado a partir de esa sola lectura, sinnecesidad de recurrir a los Padres de la Iglesia o a losEvangelios sinpticos para descifrar su identidad.

    9.2.3 Argumentos fundados sobre el anlisis in-terno del Evangelio de Juan

    Presencia en la ltima Cena P. Parker funda bue-na parte de sus crticas en que la identicacin del hi-jo de Zebedeo como Discpulo Amado depende ex-cesivamente de los Evangelios sinpticos, que aseguranque slo los Doce estuvieron presentes en la ltimaCena.[81] Indirectamente, esta postura sostiene la hipte-sis de la independencia total del Evangelio de Juan conrespecto a los Evangelios sinpticos, y arma que las si-militudes con estos podran explicarse satisfactoriamentepor la tradicin oral y por las ideas difundidas en el am-biente religioso en que se hallaba el Evangelista.En efecto, el Evangelio de Juan, no hace expresa men-cin de la presencia exclusiva del grupo de los Doceapstoles en la ltima Cena, la cual aparece nicamenteen los Evangelios sinpticos. Este silencio acerca del gru-po de los Doce en el Evangelio de Juan es usado comoargumento para sugerir que, en la ltima Cena, no sola-mente habran estado presentes los Doce sino tambinotros discpulos, y que el Discpulo Amado podra nopertenecer al grupo de los Doce. Nuevamente, se tratade una argumentacin sobre una prueba negativa y, por lotanto, meramente especulativa. La debilidad de esta argu-mentacin radica en que, en el mismo Evangelio de Juan,no aparece mencionado en la ltima Cena ninguna per-sona que no sea un apstol (Simn Pedro, Felipe, Toms,Judas Iscariote, y Judas no el Iscariote que es unaprobable referencia a Judas Tadeo). Ms an, el Evange-lio de Juan hace uso de un trmino clave: elegir, comodistintivo del escogimiento del grupo de los Doce porparte de Jess:

    Jess les respondi: No os he elegido yoa vosotros, los Doce?...Discurso del Pan de Vida en Juan 6:69

    Llamativamente, en la ltima Cena del Evangelio deJuan, vuelve a aparecer el verbo elegir, sugiriendo quetambin para ese Evangelio solamente estaban presen-tes los Doce, los Apstoles:

    No me habis elegido vosotros a m,sino que yo os he elegido a vosotros, y os hedestinado para que vayis y deis fruto y quevuestro fruto permanezca.Discurso de la ltima Cena, en Juan 15:16

    Ausencia de un Grupo de Dilectos en el Evange-lio de Juan Crticos como Parker atacan el argumentoque reere la preferencia de Jess por los tres discpulosPedro, Santiago y Juan.[81] Esta preferencia no apareceen el Evangelio de Juan, en el que no se hace referenciaalguna a un crculo de apstoles dilectos dentro del grupode los Doce.Quienes sustentan que Juan el Apstol sera el Discpu-lo Amado,[74] sostienen que el autor del Evangelio deJuan habra conocido a alguno o a varios de los Evan-gelios sinpticos (particularmente el de Lucas y/o el deMarcos)[83] y que, eventualmente, podra haber utiliza-do esos materiales (o haberlos dado por supuestos) paracomponer su obra. Por ejemplo, la nica mencin directae inesperada de los hijos de Zebedeo en el Evangelio deJuan, sin haberlos presentado previamente (a diferenciade los dems Apstoles, que son introducidos en variosotros pasajes previos) implica que los lectores del Evan-gelio de Juan conocan perfectamente quienes eran loshijos de Zebedeo, ya sea por el acceso a los Evangeliossinpticos, ya porque la comunidad en la que se escribiel Evangelio de Juan saba muy bien de quienes se trataba.Ms an, cuando el Evangelio de Juan menciona al grupode los Doce (slo en 4 oportunidades: Juan 6:67; Juan6:70-71; Juan 20:24), lo hace al pasar sin hacer nuncauna introduccin a su signicado, lo que parece dar porsupuesto su conocimiento por parte de los lectores delEvangelio. De hecho, estas menciones tienen anidadcon los Evangelios sinpticos y podran tener su ori-gen en alguna de las fuentes utilizadas por estos.[14]p. 237

    Por su parte, en todo el Evangelio de Juan jams sonmen-cionados los apstoles Santiago y Juan.[84] En ese marco,cabe preguntarse si tendra sentido exigir al Evangelio deJuan la referencia al crculo de dilectos, aquel grupodentro de los Doce constituido por los discpulos pre-feridos por Jess (Pedro, Santiago y Juan). Cmo hacerreferencia a un crculo de cuyos tres miembros no fue-ran mencionados dos? Por las mismas razones, en el caso

  • 9.2 Juan el Apstol como Discpulo Amado 21

    Imagen del P 75 (papiro 75) que muestra el nal del Evangeliode Lucas y el comienzo del Evangelio de Juan.[3]pp. 91 y 101El P 75 es un cdice (libro) datado aproximadamente de 175-225 d. C. Segn la clasicacin de Aland y Aland,[3]p. 335es un papiro de Categora I. Incluye los Papyrus Bodmer XIV-XV y abarca vastas secciones de los evangelios citados. Constitu-ye el manuscrito ms antiguo encontrado que mantiene unidos ados evangelios y fue interpretado como evidencia de que las co-munidades cristianas primitivas ya manejaban estos materialescomo una unidad. Perteneci a la Fundacin Bodmer de Cologny(Ginebra). En 2007, fue donado a la Biblioteca Apostlica Va-ticana donde se conserva.[82]

    de que las comunidades en las cuales se difundi el Evan-gelio de Juan tuvieran acceso a alguno de los Evangeliossinpticos, el autor del Evangelio de Juan no tendra ra-zn para reiterar pasajes como el de la Transguracin deJess, relatado por los tres Evangelios sinpticos, en loscuales apareciera ese crculo de dilectos como testigosprivilegiados.

    Conocimiento del Sumo Sacerdote Llama la aten-cin el pasaje en el cual un discpulo annimo entra enla casa de Ans por ser conocido del Sumo SacerdoteCaifs, e incluso obtiene permiso para que Simn Pedro

    haga otro tanto.

    Seguan a Jess Simn Pedro y otro dis-cpulo. Este discpulo era conocido del SumoSacerdote y entr con Jess en el atrio delSumo Sacerdote, mientras Pedro se quedabafuera, junto a la puerta. Entonces sali el otrodiscpulo, el conocido del Sumo Sacerdote,habl a la portera e hizo pasar a Pedro.Juan 18:15-16

    Segn Jernimo de Estridn en su epstola 127, 5(ad Principiam), Juan el Apstol era conocido del su-mo sacerdote.[85] Raymond E. Brown sugiere la iden-ticacin del Discpulo Amado con este discpuloannimo.[4]pp. 118-119Esto suscita tambin dicultades para la identicacin deJuan el Apstol. Cmo podra el hijo de Zebedeo, unpescador de Galilea, ser conocido del Sumo Sacerdote?Segn Drum, existe una parfrasis del Evangelio de Juan(la llamada Metabole kata Ioannou) escrita por el grie-go Nonnus de Panopolis, que data de la primera mitaddel siglo V, en la cual ya se identicaba al discpulo sinnombre del pasaje anterior como un joven pescador.[86]De all se sugiri que la empresa pesquera de los Zebedeopodra involucrar la provisin de pescado a Jerusaln y altemplo (o a la casa del Sumo Sacerdote) como posiblesdestinos del producto.Por otra parte, un manuscrito del siglo XIV o XV, His-toria passionis Domini, informa que el llamado Evangeliode los Nazarenos contena la misma explicacin: En elEvangelio de los Nazarenos, se da la razn por la cualJuan era conocido del Sumo Sacerdote. Como era el hi-jo del pobre pescador Zebedeo, el haba llevado con fre-cuencia pescado al palacio de los sumos sacerdotes Ansy Caifs.[87] Algunos estudiosos que mantienen una pos-tura crtica preeren suponer que el Discpulo Amadodebera tener conocimiento del Sumo Sacerdote por tra-tarse de un personaje hipotticamente vinculado al tem-plo, cuya identidad no resulta explcita hasta hoy. Brian J.Capper sugiere que el Discpulo Amado sera un aris-tcrata, miembro sacerdotal de un barrio asceta, situa-do en la prestigiosa colina suroeste de Jerusaln, quienhabra sido antrin de Jess en la ltima Cena.[88]

    Posible vnculo con Mara, madre de Jess En unpasaje referido a la crucixin de Jess, dice el Evangeliode Juan:

    Junto a la cruz de Jess estaban su madrey la hermana de su madre, Mara, mujer deClops, y Mara Magdalena.Juan 19:25

  • 22 9 LA FIGURA DEL DISCPULO AMADO POR EL SEOR

    A partir del texto surge la pregunta: quin era la herma-na de su madre? En su obra La muerte del Mesas, Ray-mond E. Brown ofrece un posible cuadro comparativo delas mujeres que aparecen en la escena de la crucixin enlos distintos evangelios, a n de tratar de aclarar la cues-tin de la identidad,[6] cuadro que se resume en la Tabla1. Brown parte de un supuesto al que considera verosmil:de que Juan 19:25 trata de 4 mujeres que se citan en laprimera columna de la Tabla 1, interpretacin que, segnCulpepper,[12]p. 8asume la mayora de los intrpretes. En efecto, segnBauckham y Rivas el texto del Evangelio de Juan permiteentender que estas mujeres eran dos, tres o cuatro, segnse coloquen los signos de puntuacin.[89]p. 204-205;[14]p. 496;[Nota 12]

    Crucixin (1873), de Evgraf Semenovich Sorokin. El llamadoStabat Mater (la Madre estaba) es un tema en el arte cris-tiano que representa a Mara, madre de Jess, durante la cru-cixin de su hijo. En este tipo de representaciones, Mara estcasi siempre de pie, a la derecha de Jess (es decir, a la izquierdadel cuadro), y Juan el Apstol, tambin de pie y a menudo contnica roja, a la izquierda del crucicado.[90]

    La madre de Jess (su madre) aparece solamente enel Evangelio de Juan. Mara Magdalena aparece en todaslas escenas de crucixin, con excepcin del Evangeliode Lucas. Tambin aparece con notable frecuencia otramujer llamada Mara, a la cual Mateo y Marcos iden-tican a travs de sus hijos Santiago y Jos/Joset. Hayprobabilidades de que esta Mara sea la misma personaa la que Juan se reere como Mara de Cleops (steltimo hara referencia al nombre del marido segn latradicin cristiana o del padre.[91][92]

    Finalmente, en Marcos y Mateo aparece otra mujer men-cionada por su nombre: Salom. En Mateo 20:20 apa-rece como la madre de los hijos de Zebedeo la mismamujer que Marcos identica como Salom. Si se in-terpreta que las mujeres citadas por los evangelistas son

    las mismas, se podra inferir que Salom era, no solo lamadre de los apstoles Santiago y Juan, sino tambin lahermana de la madre de Jess. Sin embargo, el mismoBrown en la obra citada, y Culpepper sealan que el ries-go de realizar esta inferencia es evidente, pues dependede la suposicin de que los evangelistas estn nombrandoa las mismas mujeres, aunque con diferentes formas deidenticacin.[12]pp. 9 y 74Segn Culpepper,[12]p. 9, esta interpretacin implicara que Juan el Apstol se-ra sobrino de Mara, la madre de Jess. Esto apoyara lahiptesis de Juan como Discpulo Amado ya que ayu-dara a explicar, desde un punto de vista meramente hu-mano, por qu Jess habra conado su madre al Aps-tol. A favor de esta interpretacin se hallara la idea deque el Evangelio de Juan, que vel el nombre de Juan elApstol, tambin habra velado el nombre de su madreSalom. Contra esta identicacin, se han dado muchasotras interpretaciones del nombre Salom que en nadase relacionan con la hermana de su madre (por ejemplola interpretacin de Sivertsen de que Salom formaraparte de la familia de Jos deNazaret, y no de la deMara,madre de Jess).[93]

    R. Bauckham no coincide con Brown en cuanto a los pa-ralelismos entre los Evangelios.[89][Nota 13] Los versculoscitados en la Tabla 1 contribuyeron al origen de la llama-da hiptesis de las Tres Maras, largamente discutidaen la historia del cristianismo.Las interpretaciones de las identidades de estas mujeresexceden los alcances de este artculo e incluyen argu-mentos que involucran tanto los principios de diferentesconfesiones cristianas como elementos lolgicos e his-tricos. El pasaje se presta para muy diferentes anlisisy razonamientos. Por ejemplo, Richard Bauckham tomadistancia del argumento de Brown al comentar que lasidenticaciones de la Tabla 1 presentan un sustentoracional exiguo, ya que los Evangelios sinpticos esta-blecen que muchas mujeres (que seguan a Jess desdeGalilea) estaban presentes al momento de la crucixin yque los nombres Mara y Salom eran muy comunesentre las mujeres judas de Palestina.[89]p. 210Para Bauckham, Salom est ausente de la escena enJuan 19:25.[89]p. 237En cualquier caso, conviene no perder de vista que enningn momento el Evangelio de Juan se reere a laexistencia de un parentesco carnal entre la gura delDiscpulo Amado y la madre de Jess. Independien-temente de que ese parentesco haya existido o no, elEvangelio parece estar mucho ms interesado en sealara los ojos del lector el surgimiento de un vnculo deorden espiritual entre estos dos personajes (aunque elconcepto catlico de la maternidad espiritual de Marasobre cada creyente es un desarrollo posterior, ya queaparece en Oriente con Jorge de Nicomedia en el sigloIX, como comenta Brown).[4]p. 1331-1332

  • 9.2 Juan el Apstol como Discpulo Amado 23

    Siempre segn Raymond Brown,[4]p. 124la posibilidad de que el apstol Juan fuese sobrino deMa-ra, madre de Jess, podra ayudar a explicar sus relacio-nes con el sacerdocio (v. gr., Caifs) pues Mara tenaparientes en la familia sacerdotal segn el Evangelio deLucas: Mara era pariente de Isabel (Lucas 1:36), quienestaba casada con el sacerdote Zacaras (Lucas 1:5).

    La Casa de la Virgen Mara, restaurada sobre los restos arqueo-lgicos encontrados en 1891 en la colina de Panaya Kapulu, a 8km de Seluk (feso).

    Independientemente de estos puntos de anlisis crtico,existen otras derivaciones apologticas y populares de lascuales Raymond Brown cita algunas.[4]pp. 1329-1330Los versculos de Juan 19:25-27 referidos a la madre deJess y al Discpulo Amado quiz hayan iniciado la tra-dicin cristiana segn la cual Juan el Apstol, cuando setraslad a feso, habra llevado consigo a Mara, madrede Jess. Los restos de la Casa de la Virgen Mara, al surde la ciudad, son considerados por los cristianos ortodo-xos en general como el lugar donde habran vivido.[12]p.65Esta tradicin lleva consigo el aval de la beata msticaAnne Catherine Emmerich (1774-1824), quien describia la perfeccin la casa sin haber visitado jams el lugar, yantes de que se realizara el descubrimiento arqueolgicode sus restos a principios de la dcada de 1890.[94]

    La existencia de un silencio llamativo A p