Juanel Bautista

Su misión

» Los evangelios sinópticos presentan a Juan el Bautista como el “precursor" de Jesús.

» El cuarto evangelio lo presenta diciendo en palabras del Bautista:

"Yo bautizo con agua pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen:

él viene detrás de mí, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia« (Jn 1,27)

¿Quién es?

JUAN EL BAUTISTA

no es la luz (1,8) es testigo del Cordero de Dios (1,29.36)

no es el Cristo, ni Elías, ni el profeta (1,21: 3,28)

es revelador de la dignidad mesiánica de Jesús a Israel (1,31)

es testigo de la verdad (5,33; 10,41)

El Bautismo

» En una alusión al bautismo de Jesús, Juan el Bautista dice haber visto al Espíritu descendiendo sobre Jesús en la forma de una paloma (1,32).

» Su testimonio es tan eficaz que dos de sus propios discípulos, cuando lo oyen, deciden seguir a Jesús (1,35-37).

» El mismo papel de testigo está expresado en la imagen atribuida al Bautista en Jn 3,29. En el texto se lo compara con el amigo del novio que está allí, oye la voz del novio y se llena de alegría.

» Aunque se trate de una comparación referida a una situación muy concreta tomada de la tradición judía, el Bautista sigue siendo el testigo fiel que da testimonio de la verdad, como lo afirman 5,33 y 10,41.

» El papel que juega el Bautista en el cuarto evangelio no puede explicarse a partir de las tradiciones conocidas en la primera generación cristiana acerca de su persona y de su relación con Jesús.

» Juan el Bautista fue mirado por sus seguidores como un personaje escatológico, como un Elías que ha vuelto a la vida; que, así como había sido arrebatado misteriosamente al cielo, del mismo modo había retomado a la tierra.

en Sinópticos

» Mateo dice que Juan no quería bautizarlo y opuso resistencia (Mt 3,13-17)

» Marcos afirma que lo bautizó sin ningún problema (Mc 1, 9- 11)

» Lucas lo menciona de pasada, casi como no queriendo contarlo (Lc 3, 21- 22)

» Cada evangelista tuvo en cuenta los destinatarios a quienes escribía, y los problemas particulares de la comunidad a la cual se dirigía.

en Juan

» Juan, por su parte, calla el episodio ignorándolo» Como los seguidores y discípulos de Juan enseñaban

que su maestro era la luz que vino a iluminar este mundo, el cuarto evangelista aclara que en realidad «Él no era la luz, sino el testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre» (1, 8-9).

» También aclara que no era el Mesías, ni Elías, ni el profeta esperado (1, 19-24), ni hizo milagros (10,41);

Lo cual muestra que había gente que pensaba esto.

» Cuando se compuso el cuarto evangelio, en Efeso, su autor eliminó el relato del Bautismo. Solamente lo supone, cuando cuenta que Juan el Bautista vio venir a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo»

Así deberíamos anunciar el evangelio nosotros: tomar los hechos que leemos en la Sagradas Escrituras, y si para los demás son incompresibles, no repetirlos como están, sino más bien hacerlos carne, amoldarlos a nuestra vida, asimilarlos, y sólo después difundirlos, convertidos en testimonio de amor.