josé garcía ocejo bajo la invocación de midasdespedida, es el regocijo de la adúltera que desea...

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. .... Gerardo Laveaga José García Ocejo Bajo la invocación de Midas E s inútil que intente nuevos temas, que pruebe con la violencia, la nostalgia o la desesperación: todo lo que toca el pincel de José García Ocejo queda erotizado. Su pintura ha sido destinada -¿Tal vez condenada?- a la voluptuosidad. Como si quisiera escapar de este sino, el artista busca monstruos mitológicos, ascetas, ma· sacres, demagogos ... cualquier cosa que le devuelva su libertad. Pero es inútil: las serpientes que brotan de la cabeza de su Medusa parecen regocijarse al descender por el cuello de la mujer y su Fakir, por más esfuerzos que hace, no despierta el menor propósito de continencia. La sensualidad llena, reboza, se derrama. Por eso, a García Ocejo hay que aproximarse con cautela. Pensemos en su Maternidad, por ejemplo. La nobleza se transforma, se desvanece hasta dejar su sitio a la concupis· cencia; ímpetus embozados y nada más. ¿Y qué es su Ventana si no un escapara· te para observar al voyeur? Hasta La nave en que te irás, ese barroco preludio de despedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a lo prohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma, hace alardes de un panteísmo arrebatador y, sin embargo, se repite una y otra vez. Se repetirá siempre. La más ingenua de sus cariátides se vuelve un pretexto para denunciar pasiones reprimidas. A semejanza del legendario Rey de Frigia, García, Oeejo ha quedado atrapado en el sortilegio con el que nos pretendía hechizar. \) 33 .

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Page 1: José García Ocejo Bajo la invocación de Midasdespedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a lo prohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma,

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Gerardo Laveaga

José García Ocejo

Bajo la invocación de Midas

Es inútil que intente nuevos temas, que pruebe con la violencia, la nostalgia o ladesesperación: todo lo que toca el pincel de José García Ocejo queda erotizado.

Su pintura ha sido destinada -¿Tal vez condenada?- a la voluptuosidad. Como siquisiera escapar de este sino, el artista busca monstruos mitológicos, ascetas, ma·sacres, demagogos... cualquier cosa que le devuelva su libertad. Pero es inútil: lasserpientes que brotan de la cabeza de su Medusa parecen regocijarse al descenderpor el cuello de la mujer y su Fakir, por más esfuerzos que hace, no despierta elmenor propósito de continencia. La sensualidad llena, reboza, se derrama. Por eso,a García Ocejo hay que aproximarse con cautela. Pensemos en su Maternidad, porejemplo. La nobleza se transforma, se desvanece hasta dejar su sitio a la concupis·cencia; ímpetus embozados y nada más. ¿Y qué es su Ventana si no un escapara·te para observar al voyeur? Hasta La nave en que te irás, ese barroco preludio dedespedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a loprohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma, hace alardes de un panteísmoarrebatador y, sin embargo, se repite una y otra vez. Se repetirá siempre. La másingenua de sus cariátides se vuelve un pretexto para denunciar pasiones reprimidas.A semejanza del legendario Rey de Frigia, García, Oeejo ha quedado atrapado en elsortilegio con el que nos pretendía hechizar. \)

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Page 2: José García Ocejo Bajo la invocación de Midasdespedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a lo prohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma,

Mujer. 1988. Óleo/tela. 80 x 60 cm

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Page 3: José García Ocejo Bajo la invocación de Midasdespedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a lo prohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma,

". 31 x 43 cm-- 1989. Técnica mixta,larzán,

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Page 4: José García Ocejo Bajo la invocación de Midasdespedida, es el regocijo de la adúltera que desea el adiós para entregarse a lo prohibido. Angustiado, el pintor innova, transforma,

Ventana, 1987, Óleo/tela 30 x 21 cm

Fakir, 1987. Óleo/tela, 80 x 60 cm

Orador, 1989.Tinta a color,

50 x 35 cm

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