jeffey r. holland - cristo y el nuevo convenio

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    CRISTOY

    EL NUEVO

    CONVENIO.El mensaje mesinico del Libro de Mormn.

    JEFFREY R. HOLLAND .

    Esto es una copia de seguridad de mi libro original en papel, para mi uso

    personal. Si ha llegado a tus manos, es en calidad de prstamo, de amigo a

    amigo, y debers destruirlo una vez lo hayas ledo, no pudiendo hacer, en

    ningn caso, difusin ni uso comercial del mismo.

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    CONTENIDO

    Prefacio ............................................................................................................ 4Reconocimientos ............................................................................................. 5

    ASEVERACIN1. "El nuevo convenio, a saber, el Libro de Mormn" .................................. 7

    ANTECEDENTE2. Se ha de rasgar el velo de incredulidad ..................................................... 11

    ANTICIPACIN3. Tres testigos antiguos: Nefi ........................................................................ 194. Tres testigos antiguos: Jacob ...................................................................... 315. Tres testigos antiguos: Isaas ..................................................................... 386. "Sabamos de Cristo" ................................................................................ 487. Smbolos y figuras: La ley de Moiss ...................................................... 678. Smbolos y figuras: Todas las cosas son smbolos de Cristo ..................... 789. El Padre y el Hijo ...................................................................................... 87

    EXPIACIN10. La Expiacin ........................................................................................... 94

    APARICIN11. Cristo en el Nuevo Mundo: Da primero .................................................. 11812.Cristo en el Nuevo Mundo: Da segundo ................................................. 13113.Cristo en el Nuevo Mundo: Da tercero y siguientes ............................... 142

    DESPUS14.El don celestial y los pecados del mundo ................................................. 14615.Un corazn embargado de tristeza ............................................................ 14816.Los tres testimonios de Moroni: Un clamor de fe, esperanza y caridad .. 151

    AFIRMACIN17. Testimonio ................................................................................................ 159Apndice A: Los ttulos de Cristo ................................................................... 163Apndice B: Referencias a Isaas en el Libro de Mormm ............................ 165Apndice C: El Padre y el Hijo: Un comentario doctrinal de laPrimera Presidencia y los Doce Apstoles ..................................................... 166Apndice D: Comparacin entre el sermnen el templo y el Sermn del Monte ............................................................... 172

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    REFACIO.

    El material comprendido entre las cubiertas de este libro ha sido el resultado de variosaos de estudio personal de un tema apreciado por m desde los das de mi misin: lapresencia central y persuasiva de Cristo (y las magnficas enseanzas sobre l) que

    aparecen desde la primera hasta la ltima pgina del Libro de Mormn. Debido a queste ha sido un proyecto de naturaleza personal, es importante comprender desde unprincipio lo que este libro no es.

    Por un lado, no se trata de un libro erudito en el sentido tradicional de una voluminosafuente de material y una exhaustiva documentacin. Esta obra no contiene prcticamentenada de eso, simplemente porque al compilar estas ideas y registrar estos pensamientoscasi no he ledo material de ningn tipo, ni erudito ni de otra clase, con excepcin delLibro de Mormn. All donde he empleado una fuente externa, la he citado en una notafinal, como ocurre con los pasajes de las Escrituras. Un libro diferente (y me apresuro a

    reconocer que probablemente un libro mejor) sera aquel que hiciera referencia a todo ya todas las personas, de dentro o fuera de la Iglesia, que alguna vez hayan dicho algosobre estos pasajes de Escritura; pero ste no es el caso aqu.

    Tena algo ms personal en mente. Este libro es ms una reflexin sobre las Escriturasque una obra de erudicin. Siempre que fue posible dej que las Escrituras hablaran pors mismas sin ningn comentario personal. De vez en cuando los pasajes son bastantelargos, pero el incluirlos ha sido una decisin consciente por la que no me disculpo.Siempre que sea posible, preferira que el lector se centrara directamente en el lenguajedel Libro de Mormn ms que en el lenguaje de cualquier otra persona que hable sobrel. Al decir esto no excuso ningn pensamiento ni escrito mos que carezcan de valor.

    Hasta una obra que no tiene la intencin de ser erudita debe an ser interesante en sussuposiciones e inteligente en sus observaciones, y espero que este esfuerzo no se quedecorto en ninguna de ambas categoras.

    Este libro tampoco es un resumen de todas las citas importantes de los libroscannicos que pudieran arrojar algn tipo de luz sobre el tema en cuestin. Desde unprincipio se concibi para ser un estudio de la contribucin que el Libro de Mormnhace a nuestro entendimiento de Cristo, y no una revisin de los dems libros cannicosde la Iglesia sobre un tema concreto. Por norma, he intentado no utilizar casi ningn otrorecurso de las Escrituras, pero en ocasiones resultaba esencial la referencia a uno de los

    restantes libros cannicos, por lo que, cuando pareci ser particularmente necesario,emple el pasaje correspondiente. Sin embargo, en su mayor parte ste es un retrato dela visin del Libro de Mormn sobre Cristo, y se trata nicamente de la visin del Librode Mormn.

    No creo que nadie lo vea as, pero hago hincapi en que este libro no es un sustitutode la lectura del Libro de Mormn. De hecho, alguien podra elaborar un argumentopersuasivo respecto a que no debera escribirse ningn libro sobre el Libro de Mormn,

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    especialmente si la lectura de este tipo de obras secundarias se convirtiera en unaalternativa a quedarse inmersos en el propio libro de Escrituras. Ninguna persona queescriba bajo las limitaciones de su propio entendimiento, y a pesar de la ayuda recibidade los cielos, podra jams comenzar a duplicar o capturar el esplendor espiritual de larevelacin ms extensa y definitiva de esta dispensacin. El autor se apresta a reconocer

    este hecho, y que la cortedad de ste o cualquier otro libro escrito sobre el Libro deMormn es evidencia de la veracidad de este ltimo.Las nicas justificaciones reales que he hallado para la elaboracin de esta obra son

    que el estudio de Cristo y Sus enseanzas en el Libro de Mormn me resultaronmaravillosamente gratificantes, y que un libro tal pueda conducir a alguien ms a hallarsus propias reflexiones sobre la magnfica representacin del Maestro que contiene estegran testimonio Suyo de los ltimos das. A pesar de lo limitada que pueda ser lacontribucin de este libro, ruego que sirva de ayuda y estmulo para leer el Libro deMormn y que nunca se convierta en un obstculo para ello.

    Por ltimo, este libro no es un producto del Consejo de la Primera Presidencia y delQurum de los Doce Apstoles, ni es una declaracin doctrinal realizada por o para LaIglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das. Yo soy el nico responsable porla publicacin de esta obra y slo a m se pueden atribuir los errores y limitaciones quepueda contener. Slo espero que stos sean relativamente pocos y perdonables.

    JEEFREYR. HOLLAND

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    RECONOCIMIENTOS.

    Deseo dar las gracias a Randi Greene y Janet Morley, mis secretarias de los ltimos aos en SaltLake City, Utah, y Solihull, Inglaterra, respectivamente, cuyo talento y amabilidad pusieron adisposicin de la correccin y clarificacin de mis propios y primitivos esfuerzos con el procesador detexto con que elabor los primeros borradores de este manuscrito. Desde entonces, Randi ha donado desu propio tiempo y ha estado dispuesta a hacer esto mismo con los borradores posteriores en los querealic muchas labores de edicin y rescrib algunas partes. Ella ha orquestado con gran destreza losmuchos procedimientos logsticos y de revisin que forman parte de la labor y del proceso para que unmanuscrito de este tipo llegue a manos del editor en su forma final. Estoy en deuda con ella por suhabilidad, su lealtad y su buena disposicin en la realizacin de este proyecto.

    Me siento agradecido a mis hermanos de la Primera Presidencia y del Qurum de los DoceApstoles, quienes me bendicen con su hermandad, me ensean en nuestras reuniones de consejo y meaniman a compartir las doctrinas del Evangelio restaurado. El presidente Boyd K. Packer me ha dadoconsejos particularmente tiles con relacin a este manuscrito, mejorndolo ms de lo esperado, auncuando no sea tan bueno como debiera.

    Deseo dar las gracias tambin a mi presidente de misin, el lder Marin D. Hanks, el primero endarme a conocer la profundidad del Libro de Mormn y la majestuosidad de Cristo que se esconde ensus pginas. No s de ninguna otra persona que ame el Libro de Mormn ms que el lder Hanks, ni denadie que haya enseado de l con mayor poder y conviccin.

    Tambin me siento agradecido a cierto nmero de compaeros de la Universidad Brigham Young,en concreto a los anteriores y recientes decanos de Educacin Religiosa, Daniel H. Ludlow, Robert J.Matthews y Robert L. Millet, quienes me han animado mucho con esta obra, han realizado sugerenciasvaliosas y han puesto a andar al autor cuando pareca que el proyecto no estaba progresando. El decanoMillett fue especialmente amable al poner manos a la obra con lo que jams se debera obligar asoportar a un amigo: la lectura del manuscrito en cada una de sus primitivas formas de borrador. Estoyen deuda con l por su cuidadosa lectura de un texto tan incompleto y por su informada respuesta tanto

    a los problemas como a las posibilidades del mismo. En fechas posteriores, los hermanos Ludlow yMatthews me concedieron el beneficio de sus singulares aos dedicados a la redaccin y la edicin deestudios sobre las Escrituras.

    El profesor Donald W. Parry fue de una ayuda incalculable con el captulo de Isaas, y de formagenerosa comparti conmigo las reflexiones de su propia investigacin, as como sus escritos sobre estetema. Edward Brandt ofreci unos antecedentes extremadamente tiles en relacin al captulo de la leyde Moiss. A ellos y a todos los dems que han contribuido con su estmulo y han ayudado de cualquierforma, bien al principio o al final, les expreso mi aprecio.

    Es casi seguro que este proyecto de estudio personal no habra desembocado en la edicin de unlibro sin el empuje y la persuasin de Eleanor Knowles, primero, y de Sheri Dew, despus, ambas deDeseret Book Company. Quiero expresarles mi agradecimiento tanto a ellas como a Ronald A. Millett

    y a sus equipos de edicin, diseo y produccin, especialmente a Jack Lyon y Kent Ware.Y como en todas las cosas, mi mayor deuda es para con mi esposa, Pat, y nuestros tres hijos, que

    siempre son y han sido mi motivacin, mi solaz y mi inspiracin. Ellos han deseado la publicacin deeste libro ms que yo, y me siento agradecido por su devocin al Salvador, a las Escrituras y a m.

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    inmortalidad y la vida eterna. Los momentos ms sagrados de la relacin del hombre con la divinidadhan estado siempre enmarcados por la realizacin de tales convenios. Al poco de haber sido expulsadosdel jardn de Edn, se ensearon a Adn y Eva los principios del Evangelio, tras lo cual hicieronofrendas y sacrificios, as como convenios sagrados con Dios, comenzando con sus propios bautismos.Casi de manera inmediata, Satans intent desmerecer esos convenios divinos y aguar la fidelidad de laprimera familia, teniendo xito en parte cuando convenci a Can de que hiciera convenio con l deobrar grandes maldades, en vez de servir rectamente a Dios el Padre. Y as ha sido el mundo desde esemomento: las fuerzas del mal compitiendo con el poder del bien por la lealtad de los hijos de Dioshacia los convenios.

    UN NUEVO CONVENIO.Para ayudar a Sus hijos e hijas a recordar las promesas que le hicieron, y ciertamente para ayudarles

    a recordar las promesas que se hicieron a s mismos, Dios ha ordenado que se registre la naturaleza y elsignificado de dichos convenios. En ese proceso, los textos y documentos que preservan tales promesashan recibido tambin el nombre de "convenios". De hecho, las palabras testamento y convenio sonprcticamente sinnimas en su uso teolgico. La definicin latina de testamentum es: "Un conveniocon Dios, escritura sagrada". De este modo, el Antiguo y el Nuevo Testamento, como comnmente les

    llamamos, son testimonios o testigos escritos (la palabra latina testis quiere decir "testigo") de losconvenios entre Dios y el hombre en diversas dispensaciones. Es ms, tales convenios siempre abordanel tema principal entre un Dios perfecto e inmortal y un hombre mortale imperfecto: por qu estnseparados y cmo pueden volver a reunirse. La raz latina de la palabra convenio es convenire, "acordar,decidir en unin". En resumen, todos los convenios, todos los testamentos y todos los santostestimonios dados desde el principio han sido esencialmente sobre un mismo aspecto: la expiacin deJesucristo, la reconciliacin preparada para cada hombre, mujer y nio que reciba el testigo, eltestimonio de los profetas y apstoles, y honre los trminos de esa reunificacin, de ese convenire oconvenio cuya figura central es siempre el sacrificio expiatorio del Hijo de Dios.

    Pero aun con los repetidos esfuerzos por ensear estas verdades y reafirmar estas promesas, Dios nosiempre ha visto a Sus hijos volverse al Evangelio de Su Hijo, y ha dicho en nuestra poca: "Y todo el

    mundo yace en el pecado, y gime bajo la oscuridad y la servidumbre del pecado". Por largo tiempo, elmundo actual no se ha vuelto a l, no ha aceptado la expiacin de Jesucristo, no ha recibido la voz deSus profetas, no ha hecho convenios ni ha obedecido Sus mandamientos, ni siempre le ha recordado niha reivindicado las promesas de la exaltacin en el reino de los cielos.

    As es que nos ha ofrecido un ltimo convenio, nos ha dado un ltimo testamento, como parte de Suesfuerzo definitivo en favor del hombre cado. Nos ha ofrecido uno de los ltimos testimonios escritosdel amor y la misericordia que nos extiende por ltima vez, hablando en trminos de dispensacin. Taly como lo vio un profeta del Libro de Mormn, Dios est enviando obreros a la via por ltima vez, y"entonces viene la estacin y el fin". Ese testamento y testigo definitivo, ese "nuevo convenio" ofrecidopor ltima vez a los hijos de los hombres, es el mensaje del Libro de Mormn.

    Ningn otro registro ensea ms sobre la promesa de Dios a los hombres de los ltimos das. Estas

    promesas se centran en Su Hijo Unignito, en "los mritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesas...[quien] interceder por todos los hijos de los hombres; y los que crean en l sern salvos".

    La labor de los hijos de Dios en estos ltimos das de la historia del mundo es la de proceder con una"fe inquebrantable en l, confiando ntegramente en los mritos de aquel que es poderoso para salvar...teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres... deleitndoos en lapalabra de Cristo", y "[perseverando] hasta el fin. sta es la senda; y no hay otro camino, ni nombredado debajo del cielo por el cual el hombre pueda salvarse en el reino de Dios".

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    Ningn otro libro nos ayuda a hacer esto tan bien. Ningn otro libro ha sido jams producido deforma divina y protegido nicamente para este propsito. No se ha escrito ningn otro libro con unavisin tan plena de la futura dispensacin a la cual terminara por llegar dicho registro. Igual queMoroni se expresan prcticamente todos los profetas del Libro de Mormn: "He aqu, os hablo como sios hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estis. Pero he aqu, Jesucristo me os ha mostrado, yconozco vuestras obras".

    El hecho de que la mayora de este libro proceda de un perodo anterior al nacimiento de Cristo, elhecho de que se trate del registro de un pueblo otrora desconocido, el hecho de que reafirme laveracidad y la divinidad de la Biblia hasta donde sta se halla traducida correctamente, el hecho de queel Libro de Mormn revele reflexiones inspiradoras y profundas doctrinas sobre Jess que no se hallanen ninguna parte del canon bblico (ni en ningn sitio de la cristiandad moderna), son algunas de laspocas razones por las que se le debe considerar el texto religioso ms notable jams revelado desde quelos escritos del Nuevo Testamento fueran compilados hace casi dos milenios. De hecho, en su papel derestaurador de las verdades bblicas claras y preciosas que se haban perdido, a la par que aadecentenares de nuevas verdades sobre Jesucristo y prepara el camino para una completa restauracin deSu Evangelio y para el da triunfante de Su retorno milenario, se puede considerar al Libro de Mormncomo el texto religioso ms importante y destacable jams dado al mundo. El profeta que tradujo el

    libro y que luego dio su vida por la veracidad de su mensaje, dijo que "era el ms correcto de todos loslibros sobre la tierra, y la clave de nuestra religin; y que un hombre se acercara ms a Dios al seguirsus preceptos que los de cualquier otro libro".

    Y as es. El Libro de Mormn es la clave de nuestra religin principalmente porque es el testigo msextendido y definitivo que tenemos del Seor Jesucristo, nuestro Alfa y Omega, la Verdadera Via, elObispo y el Pastor de nuestra alma, la Piedra Angular, la Piedra Central del ngulo del Evangelioeterno. Cristo es nuestra salvacin y el Libro de Mormn declara inequvocamente este mensaje almundo. En su comunicado de fe, esperanza y caridad en Cristo, el Libro de Mormn es el "nuevoconvenio" de Dios a Sus hijos, por ltima vez.

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    CAPITULO DOS.SE HA DE RASGAR EL VELO DE INCREDULIDAD.

    Tal y como se dijo antes, la mayor parte del registro del Libro de Mormn procede del perodoanterior al nacimiento de Jess en la mortalidad. No es de extraar, entonces, que una de las

    contribuciones especiales de este libro sea el conocimiento que contiene sobre el majestuoso papel delCristo premortal. Cristo, en Su papel de Jehov as como en el de Jess, es uno de los mensajesprincipales de este libro sagrado.

    Los eruditos Santos de los ltimos Das consideran la unin del palo de Jos con el de Jud, tal ycomo profetizara Ezequiel, como una de las grandes contribuciones del Libro de Mormn, yciertamente lo es. Sin embargo, en cuanto a la reunin de diferentes registros, es igualmente importantereconocer lo que el Libro de Mormn hace por unir el Antiguo con el Nuevo Testamento de una formaque, generalmente, no se reconoce como tal y que, de hecho, en ocasiones otras tradiciones religiosascontemplan como algo imposible.

    Muchos estudiosos de la Biblia han tenido dificultad para reconciliar la teologa y la visin de laDeidad que exhibe el Antiguo Testamento con las que posteriormente se hallan presentes en el NuevoTestamento. Salvar esta obvia distancia es tambin otra gran contribucin inestimable realizada por untercer testamento: El Libro de Mormn. Este nuevo convenio enlaza los mundos religiosos deMalaquas y Mateo no slo al ocupar el vaco existente entre ambos libros (comenzando 600 aos antesde Cristo y finalizando 400 aos despus de l) sino, ms importante an, al reunir los textos delAntiguo y Nuevo Testamento en la continuidad de la doctrina que se ensea y la imagen que setransmite de la Divinidad. Resulta entonces evidente que el papel central del Cristo premortal, mortal ypostmortal (resucitado) en el Libro de Mormn es el hilo conductor que enlaza todas las enseanzas ytradiciones de salvacin del antiguo convenio con las del nuevo.

    La preordinacin de Cristo, Su divinidad premortal, la poca y las circunstancias de Su venida, ascomo las tantas particularidades de Su misin y mensaje, se ensearon de forma abundante a lo largode toda la historia del Libro de Mormn. Aproximadamente en el ao 74 antes de Cristo, Amulek dijo asus conciudadanos de Ammonah: "Me parece imposible que ignoris las cosas que se han habladoconcernientes a la venida de Cristo, de quien nosotros enseamos que es el Hijo de Dios; s, yo s quese os ensearon ampliamente estas cosas antes de vuestra disensin de entre nosotros". Los captulosdel tres al diez de este libro muestran cun "ampliamente" se ensearon estas verdades entre los nefitasantes del nacimiento de Cristo; mas el lector del Libro de Mormn debiera considerar primero unregistro anterior y ms notable que esos.

    EL HERMANO DE JARED.Uno de los ms grandes profetas del Libro de Mormn carece de nombre en el registro que

    documenta su notable vida. Se le identifica nicamente como "el hermano de Jared". Aun as, la

    revelacin que se despleg ante sus ojos fue tan extraordinaria, que su vida y legado se han convertidoen sinnimos de audacia, consumacin y fe perfecta.Durante la dispersin acaecida tras los hechos de la torre de Babel, el pueblo de Jared lleg hasta

    "ese mar que separa las tierras", donde plantaron sus tiendas en espera de ms revelacin en cuanto acmo cruzar el vasto ocano. All aguardaron por esa direccin divina durante cuatro aos, pero pareceque lo hicieron de forma demasiado despreocupada, sin orar ni ejercer la fe. Entonces se produjo esteextraordinario encuentro: "El Seor vino otra vez al hermano de Jared, y estaba en una nube, y hablcon l. Y por el espacio de tres horas habl el Seor con el hermano de Jared, y lo reprendi porque nose haba acordado de invocar el nombre del Seor".

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    Resulta difcil imaginar cmo puede ser una reprimenda del Seor durante tres horas, pero elhermano de Jared la soport. Tras un arrepentimiento y oracin inmediatos, este profeta buscnuevamente la gua, tanto para la jornada que se les haba asignado, como para los integrantes de esahazaa. Dios acept su arrepentimiento y de forma amorosa le dio ms direccin para esta misincrucial.

    Para realizar la travesa del ocano, las familias y sus rebaos necesitaran barcos semejantes a los

    que haban construido para un anterior viajepequeos, ligeros, algo ovalados, navios idnticos endiseo por arriba y por abajo, capaces de permanecer a flote aun cuando volcasen a causa de las olas.Estos "ajustados" artilugios eran, obviamente, de un diseo y capacidad sin precedentes realizado bajola direccin de Aquel que gobierna los mares y los vientos para que pudieran navegar con "la ligerezade un ave sobre el agua".

    A pesar de su diseo milagroso y de su meticulosa construccin, estos barcos tenan una limitacinimportante y, aparentemente, insalvable: una embarcacin tan ajustada no permita que los navegantestuvieran luz alguna.

    "El hermano de Jared... clam de nuevo al Seor, diciendo: He aqu, oh Seor, he obrado segn melo has mandado; y he preparado los barcos para mi pueblo, y he aqu, no hay luz en ellos. Vas apermitir, oh Seor, que crucemos estas grandes aguas en la obscuridad?".

    Entonces se recibi una respuesta extraordinaria e inesperada del creador del cielo y de la tierra, yde todas las cosas que en ellos hay, el mismo que audazmente declarara a Abraham: "Hay para Diosalguna cosa difcil?".

    "Y el Seor dijo al hermano de Jared: Qu quieres que yo haga para que tengis luz en vuestrosbarcos?". Entonces, como si una pregunta semejante de la omnipotente Deidad no fuera suficiente, elSeor procedi a enumerar los mismos problemas que el hermano de Jared conoca bastante bien, y ledijo: "He aqu, no podis tener ventanas, pues seran hechas pedazos; ni llevaris fuego con vosotros,porque no os dirigiris por la luz del fuego.

    "Pues he aqu, seris como una ballena en medio del mar; porque las inmensas olas estallarn contravosotros...

    "Por tanto, qu deseas que prepare para vosotros, a fin de que tengis luz cuando seis sumergidosen las profundidades del mar?".

    Era evidente que el hermano de Jared estaba siendo probado. Dios haba hecho Su parte, habaproporcionado unos barcos nicos y en condiciones de navegar para cruzar el ocano. Haba realizadouna brillante obra de ingeniera y la parte ms difcil del proyecto de construccin haba terminado.Ahora el Seor quera saber qu iba a hacer el hermano de Jared con los detalles ms pequeos.

    Tras lo que sin duda fue un momento de profunda reflexin, el hermano de Jared acudi al Seor,quizs dubitativo, mas no con las manos vacas. En un tono claramente de disculpa, le dijo: "He aqu,oh Seor, no te enojes con tu siervo a causa de su debilidad delante de ti... Oh Seor!, ten piedad de my aparta tu ira de este pueblo, y no permitas que atraviese este furioso abismo en la obscuridad; sinomira estas cosas que he fundido de la roca".

    Cosas. El hermano de Jared apenas saba cmo llamarlas. Sin duda alguna, rocas no sonaba muyinspirado. Al lado de la magnfica obra del Seorlas impecablemente diseadas y maravillosamentenicas barcazasel hermano de Jared realiz su contribucin en forma de piedras; y mientrascontemplaba las brillantes naves que el Seor haba proporcionado, ste se convirti en un momento degenuina humildad.

    Se apresur a decir: "Y s, oh Seor, que t tienes todo poder, y que puedes hacer cuanto quieraspara el beneficio del hombre. Por tanto, toca estas piedras con tu dedo, oh Seor, y disponas para quebrillen en la obscuridad; y nos iluminarn en los barcos que hemos preparado, para que tengamos luzmientras atravesemos el mar.

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    "He aqu, oh Seor, t puedes hacer esto. Sabemos que puedes manifestar gran poder, que parecepequeo al entendimiento de los hombres".

    Tras toda esta autodegradacin, la fe del hermano de Jared se hizo aparente de inmediatode hecho,sera mejor que dijramos transparente, a la vista del propsito para el cual se emplearan las piedras.Era obvio que Jehov hall algo sorprendente en la infantil inocencia y en el fervor de la fe de estehombre. "He aqu, oh Seor, t puedes hacer esto". En cierto sentido, puede que no haya en las

    Escrituras una expresin de fe ms poderosa. Es casi como si el hermano de Jared estuviera animando aDios, envalentonndole, confortndole. No fue un: "He aqu, oh Seor, estoy seguro de que puedeshacer esto". Tampoco fue un: "He aqu, oh Seor, t has hecho muchas cosas mayores que sta". Apesar de lo incierto que estuviera el profeta en cuanto a su propia habilidad, no tena duda algunarespecto al poder de Dios. sta no fue sino una declaracin enrgica y sin pizca de vacilacin. Setrataba de dar un poco de nimo al que no lo necesitaba, pero que ciertamente debe haber estadoimpresionado por ello. "He aqu, oh Seor, t puedes hacer esto".

    Lo acontecido despus se halla entre los ms grandes momentos de la historia escrita, y por seguroque entre los mayores momentos de fe que se hayan registrado, pues situ al hermano de Jared entre losms grandes profetas de Dios para siempre jams. Cuando el Seor extendi Su mano para tocar laspiedras una por una con el dedoaccin que equivale a una respuesta innegable a la imperiosa fe de

    este hombre, "fue quitado el velo de ante los ojos del hermano de Jared, y vio el dedo del Seor; yera como el dedo de un hombre, a semejanza de carne y sangre; y el hermano de Jared cay delante delSeor, porque fue herido de temor".

    El Seor, viendo que el hermano de Jared haba cado al suelo, mand que se levantara y le pregunt:"Por qu has cado?". La respuesta: "Vi el dedo del Seor, y tuve miedo de que me hiriese; porque nosaba que el Seor tuviese carne y sangre".

    Entonces se produjo esta maravillosa declaracin por boca del Seor: "A causa de tu fe has visto quetomar sobre m carne y sangre; y jams ha venido a m hombre alguno con tan grande fe como la quet tienes; porque de no haber sido as, no hubieras podido ver mi dedo. Viste ms que esto?".

    El hermano de Jared respondi: "No; Seor, mustrate a m". Tras este extraordinario intercambio, yantes de recibirse toda la revelacin, el Seor hizo frente, una vez ms, a la fe del hermano de Jared con

    una pregunta sumamente intrigante: "Creers las palabras que hablar?", le pregunt. No le dijo:"Creers las palabras que ya he hablado?", sino que la peticin fue mucho ms rigurosa: "Creers laspalabras que hablar?".

    La fe preparatoria se forma con las experiencias del pasado lo conocido, lo cual proporciona unabase para la creencia; mas la fe redentora debe con frecuencia ejercerse orientada hacia experienciasfuturaslo desconocido, con lo que se concede una oportunidad para lo milagroso. La fe rigurosa, laque mueve montaas, la fe como la del hermano de Jared, precede al milagro y al conocimiento. ltena que creer antes de que hablara Dios. Tena que actuar antes de que se hiciera aparente la habilidadpara completar la accin. Tena que comprometerse por adelantado a toda la experiencia, antes inclusodel primer segmento de su realizacin. La fe consiste en aceptar de forma incondicional y poranticipado cualesquiera que sean las condiciones que Dios pueda requerir tanto en el futuro cercano

    como en el distante.La fe del hermano de Jared era completa y, comprometindose a las palabras que Dios todava iba a

    pronunciar, respondi: "S, Seor".'Entonces el Seor retir el velo de los ojos del hermano de Jared y se mostr por completo a este

    hombre incomparablemente fiel."He aqu, yo soy el que fue preparado desde la fundacin del mundo para redimir a mi pueblo. He

    aqu, soy Jesucristo. Soy el Padre y el Hijo. En m todo el gnero humano tendr vida, y la tendreternamente, s, aun cuantos crean en mi nombre; y llegarn a ser mis hijos y mis hijas.

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    "Y nunca me he mostrado al hombre a quien he creado, porque jams ha credo en m el hombrecomo t lo has hecho. Ves que eres creado a mi propia imagen? S, en el principio todos los hombresfueron creados a mi propia imagen.

    "He aqu, este cuerpo que ves ahora es el cuerpo de mi espritu; y he creado al hombre a semejanzadel cuerpo de mi espritu; y as como me aparezco a ti en espritu, aparecer a mi pueblo en la carne".

    COMPRENSION DE LA EXPERIENCIA DEL HERMANO DE JARED.Antes de examinar las verdades doctrinales que se ensean en este encuentro divino, ser til

    destacar dos aspectos aparentemente problemticos, los cuales parecen tener soluciones razonables yaceptables.

    La primera consideracin surge de las dos preguntas que el Seor hizo al hermano de Jared: "Porqu has cado?" y "Viste ms que esto?". En la teologa de los Santos de los ltimos Das, es unapremisa bsica el que Dios "sabe todas las cosas, y no existe nada sin que l lo sepa". Las Escrituras,tanto antiguas como modernas, estn repletas de esta afirmacin de omnisciencia. Sin embargo, confrecuencia Dios ha hecho preguntas a los mortales, generalmente como una forma de probar su fe,medir su honradez o aumentar su conocimiento.

    Por ejemplo, le dijo a Adn en el jardn de Edn: "Dnde estabas t?", y posteriormente pregunt aEva: "Qu es lo que has hecho?". Aunque es un Padre omnisciente que claramente saba la respuesta aambas preguntas, pues poda ver dnde estaba Adn y haba visto lo que haba hecho Eva, resultaevidente que las preguntas eran para el beneficio de Sus hijos, proporcionando a Adn y Eva laresponsabilidad de contestar de forma honrada.

    Posteriormente, durante la prueba de la fe de Abraham, el Seor le pregunt repetidas veces dndeestaba, a lo cual el fiel patriarca responda: "Heme aqu". El propsito de Dios no era obtenerinformacin que ya conoca, sino consolidar la fe firme de Abraham durante la ms difcil de todas laspruebas a las que un padre tuvo que hacer frente. Dios suele hacer tales preguntas con frecuencia,particularmente a la hora de calcular la fe, la honradez y la plena medida del albedro, otorgando a Sushijos la libertad y la oportunidad de expresarse de forma tan reveladora como lo deseen, aun cuando lsepa la respuesta a Sus propias preguntas y a las de los dems.

    El segundo asunto que requiere un breve comentario se origina en la exclamacin del Seor: "Yjams ha venido a m hombre alguno con tan grande fe como la que t tienes; porque de no haber sidoas, no hubieras podido ver mi dedo". Y luego: "Y nunca me he mostrado al hombre a quien he creado,porque jams ha credo en m el hombre como t lo has hecho".

    La posible confusin se produce aqu al ser conscientes de que muchos (y puede que todos) de losprincipales profetas que vivieron antes que el hermano de Jared haban visto a Dios. Entonces, cmose entiende la declaracin del Seor? .Podemos hacer a un lado las conversaciones cara a cara de Adncon Dios en el Jardn de Edn debido al estado paradisaco y previo a la Cada tanto del entorno comode la relacin. Adems, se pueden entender las restantes visiones de Dios que tuvieron los profetas,como las de Moiss e Isaas en la Biblia, o las de Nefi y Jacob en el Libro de Mormn, puesto que

    sucedieron tras esta experiencia del hermano de Jared.Pero antes de la poca del hermano de Jared, el Seor se apareci a Adn y "[al] resto de los de suposteridad que eran justos" en el valle de Adn-ondi-Ahmn tres aos antes de la muerte de Adn. Ytambin tenemos a Enoc, quien claramente dijo: "Y vi al Seor; y estaba ante mi faz, y habl conmigo,as como un hombre habla con otro, cara a cara". Damos por sentado que el resto de los profetas entrela Cada y la torre de Babel vieron a Dios de idntico modo, incluyendo a No, quien "hall gracia antelos ojos de Jehov" y "con Dios camin"; idntica frase a la empleada para describir la relacin deEnoc con el Seor.

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    Este tema ha sido bastante tratado por los escritores Santos de los ltimos Das y hay variasexplicaciones posibles, cualquiera de las cualeso todaspuede arrojar luz sobre la gran verdad deeste pasaje. No obstante, sin revelacin o comentario adicional sobre el asunto, toda conjetura no esms que eso y por tanto es inadecuada e incompleta.

    Una posibilidad es que se trate de un simple comentario hecho en el contexto de una dispensacin yque, como tal, se aplica nicamente al pueblo de Jared y a los profetas jareditas, es decir, que Jehov

    nunca antes se haba revelado a ninguno de estos videntes y reveladores. Obviamente, esta teora tieneserias limitaciones cuando se contrasta con las expresiones "jams" y "nunca". Es ms, pronto nosdamos cuenta de que Jared y su hermano son los padres de su dispensacin, los primeros a quienesDios podra haberse revelado en esa poca.

    Otra sugerencia es que la referencia a "hombre" es la clave del pasaje, dando a entender que el Seor jams se haba revelado a los impuros, a los incrdulos o al hombre temporal, terrenal y natural. Laimplicacin es la de que slo aquellos que se han despojado del hombre natural, slo aquellos que no sehan contaminado por el mundo, es decir, slo a los santos (como Adn, Enoc y ahora el hermano deJared) se les concede este privilegio.

    Algunos creen que el Seor quera decir que nunca antes se haba revelado al hombre en tal grado ohasta ese punto. Esta teora sugiere que las apariciones divinas a profetas anteriores no haban sido con

    la misma "plenitud", que nunca antes se haba retirado el velo para proporcionar una revelacincompleta de la naturaleza y el ser de Cristo.Otra posibilidad indica que sta fue la primera vez que Jehov se haba aparecido e identificado a S

    mismo como Jesucristo, el Hijo de Dios, interpretndose el pasaje como: "Y nunca me he mostrado[como Jesucristo] al hombre a quien he creado". Esta posibilidad se ve reforzada por una lecturadiferente del posterior comentario editorial de Moroni: "Por lo que, teniendo este conocimientoperfecto de Dios, fue imposible impedirle ver dentro del velo; por tanto, vio a Jess".

    Todava otra interpretacin de este pasaje es que la fe del hermano de Jared era tan grande que noslo vio el dedo y el cuerpo espiritual del Jess premortal (algo que presumiblemente muchos otrosprofetas tambin haban visto), sino tambin algn aspecto diferente y ms revelador del cuerpo decarne, sangre y hueso de Jesucristo. Exactamente cul pudo haber sido la comprensin que tuvo el

    hermano de Jared de la naturaleza temporal del futuro cuerpo de Cristo, es algo que no est claro; peroJehov le dijo: "A causa de tu fe has visto que tomar sobre m carne y sangre", y Moroni manifestque Cristo se le revel en esa ocasin "segn la manera y a semejanza del mismo cuerpo con que semostr a los nefitas". Algunos piensan que literalmente significa "el mismo cuerpo" que veran losnefitas, un cuerpo de carne y hueso. Una postura ms fuerte sugerira que slo fue la semejanzaespiritual del cuerpo futuro. Al hacer hincapi en que se trat de un cuerpo espiritual el que fuerevelado y no ningn precursor especial que simulara carne y hueso, Jehov dijo: "Este cuerpo que vesahora es el cuerpo de mi espritu... y as como me aparezco a ti en el espritu, aparecer a mi pueblo enla carne". Moroni tambin afirm esto al decir: "Jess se mostr a este hombre en el espritu".

    Una explicacin finaly, en cuanto a la fe del hermano de Jared se refiere, la ms persuasivaes lade que Cristo estaba dicindole: "Nunca me he mostrado al hombre de esta manera, sin mi voluntad,

    movido nicamente por la fe del que contempla". Por norma, el Seor invita y recibe a los profetas a Supresencia, pero slo con Su autorizacin. Por otro lado, el hermano de Jared parece haberse lanzado lmismo hacia el velo, no como un invitado inoportuno, pero tcnicamente como uno que no haba sidoinvitado. Jehov dijo: "Jams ha venido a m hombre alguno con tan grande fe como la que t tienes;porque de no haber sido as, no hubieras podido ver mi dedo... Jams ha credo en m el hombre comot lo has hecho". Obviamente, el Seor mismo estaba enlazando esta fe sin precedente con una visintambin sin precedente. Si la visin misma no fuese excepcional, entonces tendran que serlo la fe y lamanera en que se recibi la visin. La nica forma de que la fe pudiera ser tan notable era gracias a su

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    habilidad para llevar al profeta, sin estar invitado, all a donde otros slo haban podido llegar con laautorizacin de Dios.

    ste parece ser el entendimiento que Moroni tiene de la circunstancia cuando ms adelante escribi:"Y debido al conocimiento [el cual vino como resultado de la fe] de este hombre no se le pudo impedirque viera dentro del velo. Por lo que, teniendo este conocimiento perfecto de Dios, fue imposibleimpedirle ver dentro del velo; por tanto, vio a Jess".

    Podra ser ste uno de esos ejemplos provocadores (con la salvedad de que sta es una experienciareal y no hipottica) que cualquier telogo podra citar en un debate sobre el poder de Dios. A veces losestudiantes de religin preguntan: "Puede Dios crear una roca tan pesada que l mismo no puedalevantar?". O: "Puede Dios esconder algo de tal forma que no pueda encontrarlo?". Pero uno podrapreguntar algo mucho ms conmovedor e importante: "Es posible tener una fe tan grande que nisiquiera Dios pueda resistirse a ella?". En un principio uno se inclina a decir que ciertamente Diospodra obstaculizar una experiencia semejante con tan slo desearlo, pero el texto sugiere lo contrario:"[A] este hombre no se le pudo impedir que viera dentro del velo... Fue imposible impedirle ver dentrodel velo".

    Puede que ste sea un caso sin precedentes del deseo, la voluntad y la pureza de un hombre mortaltan cercanos a la norma celestial, que Dios no pudo sino honrar su devocin. Qu declaracin doctrinal

    tan notable sobre el poder de la fe de un mortal! No se trataba de un mortal etreo, inalcanzable yselecto, sino que era ste un hombre que primero se olvid de invocar al Seor, alguien cuyas mejoresideas se centraban a veces en las piedras, alguien que ni siquiera tiene nombre en el libro que hainmortalizado esta experiencia sin precedente. Con esta fe no debiera sorprendernos que el Seormostrara muchas cosas a este profeta, visiones que seran relevantes para la misin de todos losprofetas del Libro de Mormn y para los acontecimientos de la dispensacin de los ltimos das en laque el libro saldra a la luz.

    LA VISTA DENTRO DEL VELO.Despus de que el profeta penetrara el velo para contemplar al Salvador del mundo, no se le puso

    lmites para ver el resto de lo que revelaba el mundo eterno. De hecho, el Seor le mostr "todos los

    habitantes de la tierra que haba habido, y tambin todos los que haba de haber; y no los ocult de suvista, aun hasta los cabos de la tierra". El respaldo y la fuente del privilegio para una experiencia tanextraordinaria fue, una vez ms, la fe del hermano de Jared, pues "el Seor no poda ocultarle nada,porque saba que el Seor poda mostrarle todas las cosas".

    Esta visin de "todos los habitantes de la tierra que haba habido, y tambin todos los que haba dehaber... aun hasta los cabos de la tierra" fue similar a la concedida a Moiss y a otros profetas. Sinembargo, en este caso se escribi en detalle y fue sellada. Moroni, que tena acceso al registro de estavisin, escribi en sus planchas "las mismas cosas que vio el hermano de Jared". Posteriormentetambin l las sell y las escondi una vez ms en la tierra antes de su muerte y de la destruccin de lacivilizacin nefita. Moroni escribi en cuanto a esta visin concedida al hermano de Jared: "Jams semanifestaron cosas mayores que las que le fueron mostradas al hermano de Jared".

    Aquellas planchas constituyen la porcin sellada del Libro de Mormn que Jos Smith no tradujo.Es ms, permanecern selladas, tanto literal como figuradamente, hasta que generaciones futuras"ejerzan la fe en m, dice el Seor, as como lo hizo el hermano de Jared, para que se santifiquen en m,entonces les manifestar las cosas que vio el hermano de Jared, aun hasta desplegar ante ellos todas misrevelaciones".

    La plena medida de esta visin sin precedente e insuperable"jams se manifestaron cosasmayores"todava est por conocer. Pero considere lo que s conocemos del transcurso de la recepcinde esta experiencia, considere qu ocurri aproximadamente dos mil aos antes del nacimiento de

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    "Y cualquier cosa que persuada a los hombres a hacer lo bueno" es de Cristo. Lo bueno sloprocede de Cristo.

    Los que no crean en las palabras de Cristo tampoco le creeran a l en persona. Los que no creen en Cristo no creen en Dios el Padre, quien le enva. Cristo es la luz, la vida y la verdad del mundo. Cristo revelar "cosas mayores", "cosas grandes y maravillosas", conocimiento escondido

    "desde la fundacin del mundo" a los que rasguen el velo de la incredulidad y acudan a l. Los creyentes deben invocar al Padre en el nombre de Cristo "con un corazn quebrantado y un

    espritu contrito" si es que quieren saber "que el Padre se ha acordado del convenio que hizo" con lacasa de Israel.

    Las revelaciones de Cristo a Juan el Revelador "sern manifestadas a los ojos de todo el pueblo"en los ltimos das, aun cuando estn a punto de cumplirse.

    Cristo manda a todos los cabos de la tierra que vayan a l, crean en Su Evangelio y se bauticen enSu nombre.

    Las seales seguirn a quienes crean en el nombre de Cristo. El que es fiel al nombre de Cristo, en el ltimo da "ser enaltecido para morar en el reino

    preparado para l desde la fundacin del mundo".Acompaa a esta revelacin una splica a todo el que algn da la reciba. Cristo clama al lector delos ltimos das que penetre ms all de los lmites de la fe superficial:

    "Venid a m, oh gentiles, y os mostrar las cosas mayores, el conocimiento que se ha ocultado acausa de la incredulidad!.

    "Venid a m, oh casa de Israel, y os ser manifestado cun grandes cosas el Padre ha reservado paravosotros desde la fundacin del mundo; y no han llegado a vosotros por motivo de la incredulidad!.

    "He aqu, cuando rasguis ese velo de incredulidad que os hace permanecer en vuestro espantosoestado de iniquidad, y dureza de corazn, y ceguedad de mente, entonces las cosas grandes ymaravillosas que han estado ocultas de vosotros desde el principio del mundo, s, cuando invoquis alPadre en mi nombre, con un corazn quebrantado y un espritu contrito, entonces sabris que el Padre

    se ha acordado del convenio que hizo con vuestros padres, oh casa de Israel".El Libro de Mormn se basa en la disposicin de los hombres y mujeres para "[rasgar] ese velo de

    incredulidad" y poder contemplar las revelacionesy la Revelacinde Dios. Puede que el hermanode Jared no tuviera una gran fe en s mismo, pero su creencia en Dios no tena parangn alguno, y ahes donde reside la esperanza para todos nosotros. Su fe careca de dudas y de lmites.

    "Y s, oh Seor, que t tienes todo poder, y que puedes hacer cuanto quieras para el beneficio delhombre. Por tanto, toca estas piedras con tu dedo". Desde la declaracin de estas palabras, el hermanode Jared y el lector del Libro de Mormn cambiaran para siempre. De una vez y para siempre sedeclar que la gente con retos comunes y corrientes poda partir el velo de la incredulidad y entrar enlos reinos de la eternidad. Y Cristo, el que fuera preparado desde la fundacin del mundo para redimir aSu pueblo, permanecera en toda Su gloria en los lmites de ese velo, preparado para recibir a loscreyentes y mostrarles "cun grandes cosas el Padre ha reservado" para ellos al final del camino de la fe.

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    CAPTULO TRESTRES TESTIGOS ANTIGUOS: NEFI

    La forma que el Seor tiene de ensear y ratificar, especialmente cuando hay un convenio de pormedio, siempre ha proporcionado ms de un testimonio. Su admonicin ha sido siempre la de que "por

    boca de dos o tres testigos se decidir todo asunto". De hecho, cuando el Libro de Mormn estaba parasalir a luz bajo la mano inspirada del profeta Jos Smith, se profetiz que "por el poder de Dios semostrarn [las planchas]... Y en boca de tres testigos se establecern estas cosas; y el testimonio de tres,y esta obra, en la cual se mostrar el poder de Dios y tambin su palabra de la cual el Padre, y el Hijo, yel Espritu Santo dan testimonio; y todo esto se levantar como testimonio contra el mundo en elpostrer da".

    Esos tres testigos fueron Oliver Cowdery, David Whirmer y Martin Harris, cuya experiencia seregistra en los anales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, y cuyo testimonioest grabado para siempre en las pginas iniciales del Libro de Mormn, donde permanecer hasta quelamanitas, judos y gentiles se convenzan de que Jess es el Cristo, el Eterno Dios. A estos hombres,quienes a pesar de otras crisis de fe fueron a la tumba ratificando sus testimonios de los orgenes

    divinos del Libro de Mormn, se les conoce en el vocabulario de los Santos de los ltimos Dassimplemente como "los tres testigos".

    Siguiendo con este mismo principio de los convenios, resulta interesante destacar que hubo otrostres testigos previostestigos especialesno slo de los orgenes divinos del Libro de Mormn, sinotambin de la Divinidad misma, y stos fueron Nefi, Jacob e Isaas; y no es coincidencia que sustestimonios aparezcan de forma tan evidente al comienzo de este antiguo registro.

    Sus testimonios, por lo que sabemos, acceden al Libro de Mormn procedentes de las planchasmenores de Nefi. La frase para un sabio propsito aparece en el libro al menos en seis ocasiones enreferencia a la creacin, escritura y preservacin de las planchas menores. Un sabio propsitoel msobviofue el de compensar por la futura prdida del manuscrito de 116 pginas que el profeta JosSmith tradujo de la primera parte del compendio que Mormn hizo de las planchas mayores de Nefi.

    Pero existe otro "sabio propsito" para incluir estas planchas menores en el material altamenteeditado que constituira el Libro de Mormn. En Doctrina y Convenios 10:45, el Seor declar a JosSmith: "He aqu, hay muchas cosas grabadas en las planchas [menores] de Nefi que dan mayor claridada mi evangelio".

    Siguen sin conocerse toda la informacin y los detalles contenidos en esas primeras 116 pginas delmanuscrito, pero lo que s se conoce es que gran parte de esa "mayor claridad" del Evangelio que seencuentra en las enseanzas de las planchas menores de Nefi procede de las declaraciones personalesde estos tres grandes testigos profticos del Jesucristo premortal: Nefi, Jacob e Isaas. Estas tres vocesdoctrinales y visionarias aclaran desde el comienzo mismo por qu el Libro de Mormn es "otrotestamento de Jesucristo".

    Al hablar de la preparacin especial que recibieron los tres para recibir y ensear esta "mayorclaridad" del Evangelio, Nefi revel la cualificacin ms persuasiva de todas: haban visto al Jesucristopremortal.

    "Y ahora yo, Nefi, escribo ms de las palabras de Isaas, porque mi alma se deleita en sus palabras.Porque aplicar sus palabras a mi pueblo, y las enviar a todos mis hijos, pues l verdaderamente vio ami Redentor, tal como yo lo he visto.

    "Y mi hermano Jacob tambin lo ha visto... por tanto, transmitir las palabras de ellos a mis hijos,para probarles que mis palabras son verdaderas. Por tanto, ha dicho Dios, por las palabras de tresestablecer mi obra".

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    Nefi concluy diciendo: "Mi alma [y podra haber dicho las almas de los tres] se deleita encomprobar a [nuestro] pueblo la verdad de la venida de Cristo... que salvo que Cristo venga, todos loshombres deben perecer".

    Uno podra discutir de forma convincente que el propsito principal para registrar, preservar y,posteriormente, traducir las planchas menores de Nefi fue el proporcionar el testimonio de estos trestestigos a la dispensacin del cumplimiento de los tiempos. Sus escritos constituyen un total de 161 de

    las 169 pginas de las planchas menores. Para cuando se lee a Nefi, Jacob e Isaas en estas primeraspginas, uno establece un firme cimiento de lo que Nefi llam "la doctrina de Cristo"; un cimiento quese conforma perfectamente con la pgina del ttulo del Libro de Mormn. Tras leer a estos tres testigosen las planchas menores de Nefi, el lector sabe al menos dos cosas: que Jess es el Cristo, el Hijo delDios Viviente, y que Dios guardar Sus convenios y promesas con el resto de la casa de Israel.

    Estos dos elementos constituyen los dos objetivos principales del Libro de Mormn y sonprecisamente los temas introductores empleados por Nefi, Jacob e Isaas.

    Obviamente, sera interesante que un da alguien pudiera encontrar las 116 pginas perdidas delmanuscrito original del Libro de Mormn, aunque el contenido de esas pginas no podra ser msimportante ni ms fundamental para el propsito del libro que las enseanzas de estos tres profetas quese hallan registradas en las planchas menores.

    Como centinelas ante la puerta del libro, Nefi, Jacob e Isaas nos admiten en la presencia del Seoren las Escrituras.

    LEHI.La enseanza y el testimonio de otro testigo que, en gran medida, se perdi en ese primer material

    manuscrito, procede de Lehi, padre de Nefi y Jacob. De hecho, el primer libro de ese material traducidollevaba por ttulo el "Libro de Lehi". Afortunadamente, Nefi registr partes significativas de lasenseanzas de su padre en su propia relacin de las planchas menores, y esa perspectiva de laexperiencia de Lehi contribuye a la perspectiva del lector sobre el Salvador del mundo. El primercaptulo de 1 Nefi comienza con la visin de Lehi de "Uno que descenda del cielo, y vio que suresplandor era mayor que el del Sol al medioda". En esta visin, el Cristo premortal, acompaado de"otros doce", condujo a Lehi hacia un libro que le mand leer. El libro hablaba de "muchas cosasgrandes y maravillosas", entre las que se inclua la clara declaracin de "la venida de un Mesas ytambin la redencin del mundo". De esta forma, en los primeros versculos del primer captulo delprimer libro del Libro de Mormn, tropezamos de bruces con el tema central.

    Aunque sus coetneos en Jerusaln rechazaron su mensaje, Lehi prosigui con sus profecas de "unMesas, o, en otras palabras, un Salvador del mundo.

    "Y tambin habl concerniente a los profetas: del gran nmero que haba testificado de estas cosasreferentes a este Mesas de quien l haba hablado, o sea, de este Redentor del mundo.

    "Por lo tanto, todo el gnero humano se hallaba en un estado perdido y cado, y lo estara parasiempre, a menos que confiase en este Redentor".

    Incluidos en la visin de Lehi sobre la venida de Cristo a la mortalidad haba muchos detallesreveladores en cuanto al tiempo exacto de Su venida y la misin de Juan el Bautista, quien "bautizaraen Betbara, del otro lado del Jordn", al Mesas mismo al comienzo de Su ministerio. "[Y] despus dehaber bautizado al Mesas con agua, vera y dara testimonio de haber bautizado al Cordero de Dios,quien quitara los pecados del mundo". Lehi tambin vio en la visin que mataran al Mesas y que"resucitara de entre los muertos y se manifestara a los gentiles", proporcionando la primera de ms deochenta referencias a la Resurreccin en el Libro de Mormn. Tal y como haba aprendido el hermanode Jared antes que l, Lehi vio y aprendi lo que aquel vio y aprendi por poder, "que recibi por la feque tena en el Hijo de Dios".

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    Si se trataba de una de esas visiones brevemente registradas o de algn otro tipo de magnficamanifestacin personal de Cristo, no lo sabemos; mas Lehi habl de una singular experienciareveladora del Hijo de Dios cuando testific a sus hijos cerca ya del fin de sus das: "Pero he aqu, elSeor ha redimido a mi alma del infierno; he visto su gloria, y estoy para siempre envuelto en losbrazos de su amor".

    Este testimonio preliminar de Lehi en cuanto al nacimiento, la misin, la muerte y la divinidad del

    Salvador del mundo, sirve de presentacin entre el Seor y el lector en las primeras veinte pginas delLibro de Mormn. Puesto que este impresionante material, aunque bastante limitado, procede delregistro que Nefi hizo de la visin de su padre, se puede suponer sin temor a equivocarse que habramuchas ms de estas profecas mesinicas en las primeras 116 pginas perdidas del manuscritotraducido.

    EL PARECER DE NEFI SOBRE LA VISION DE LEHI.A pesar de lo limitado del material de Lehi, estamos en deuda con l y con su experiencia como

    visionario por el efecto reflexivo que sus revelaciones tuvieron en su hijo Nefi, pues fue el deseo deste ver, or y saber de las cosas que su padre haba visto lo que le condujo a sus magnficasmanifestaciones personales. Con el deseo de recibir tales revelaciones por s mismo, y creyendo que

    Dios poda darle a conocer esas mismas cosas, Nefi se hallaba meditando en su significado cuando fuellevado en visin; momento en el que, "porque [crey] en el Hijo del Dios Altsimo", se le mostr "unhombre que desciende del cielo... el Hijo de Dios".

    Con cierto detalle idntico al que recibi el hermano de Jared al comienzo de la dispensacinjaredita, Nefi obtuvo informacin similar sobre el futuro de su pueblo al comienzo de la dispensacinnefita. En una amplia visin del futuro de la rama fructfera de Jose, cuyo vstagos se estabanextendiendo "sobre el muro", Nefi fue guiado por el Espritu del Seor (y por ngeles enviados con talpropsito) para ver la vida y el ministerio del Salvador, una visin que recibi porque "[crey] en elHijo del Dios Altsimo".

    Consideremos cun extensas y detalladas fueron las enseanzas doctrinales que recibi Nefi: Nazaret sera la ciudad de la concepcin de Cristo.

    La madre del Salvador sera "una virgen, ms hermosa y pura que toda otra virgen". La virgen, madre del Hijo de Dios, sera "llevada en el Espritu", concibiendo y dando a luz

    "segn la carne". El nio que naci de la virgen sera "el Cordero de Dios, s, el Hijo del Padre Eterno". La madre de ese nio todava sera virgen tras Su alumbramiento. El nacimiento, la vida, la muerte, la expiacin y la resurreccin de Cristo (identificados en la

    visin de Nefi del rbol de la Vida) eran elementos relacionados entre s del amor que Dios derramaba"ampliamente en el corazn de los hijos de los hombres", el cual era "ms deseable que todas lascosas... el de mayor gozo para el alma... el ms grande de todos los dones de Dios".

    Jess sera bautizado por Juan el Bautista, y el Espritu Santo descendera del cielo en la forma de

    una paloma. Cristo ministrara "con poder y gran gloria" entre los hijos de los hombres, muchos de los cuales

    caeran "a sus pies y lo [adoraran]". Cristo escogera "a otros doce" para ayudarle, los cuales se llamaran "apstoles". Se reuniran las multitudes. Cristo sanara a los enfermos y a aquellas personas "afligidas con toda

    clase de males, y con demonios y con espritus impuros". El Cordero de Dios sera apresado por el pueblo y "juzgado por el mundo", para luego ser

    "levantado sobre la cruz e inmolado por los pecados del mundo".

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    En la poca de la crucifixin habra (en el Nuevo Mundo) relmpagos, truenos, terremotos, unvapor de tinieblas y "toda clase de ruidos estrepitosos", junto con montaas cadas, llanuras quebradasy ciudades ardiendo y hundindose en el mar.

    Tras la crucifixin, el Cordero de Dios descendera "del cielo" y se aparecera a la gente en "latierra de promisin".

    Escogera a "doce discpulos" para ministrar a la descendencia de Lehi en el Nuevo Mundo como

    subordinados de los Doce Apstoles del Viejo Mundo. Los doce nefitas recibiran el Espritu Santo, seran ordenados y sus vestidos seran"emblanquecidos en su sangre" a causa de "su fe en el Cordero de Dios".

    El Salvador prometera hacer llegar a los gentiles en los ltimos das "mucho [del] evangelio"enseado en el Nuevo Mundo, el cual sera "claro y precioso".

    En un principio, la Biblia contendra "la plenitud del evangelio" y sera conocida como "el libro delCordero de Dios". Posteriormente, su integridad doctrinal sera violada y muchas de sus doctrinas"claras y preciosas" se perderan.

    La aparicin y las enseanzas de Cristo en el Nuevo Mundo seran registradas, escondidas y dadasa conocer en el Libro de Mormn, compensando as (junto con las dems revelaciones de los ltimosdas) la prdida de las verdades bblicas.

    Saldran a la luz "otros libros" por el poder del Cordero de Dios. Estos otros registros de los ltimos das "(Doctrina y Convenios, y la Perla de Gran Precio)

    estableceran, junto con el Libro de Mormn, la veracidad del primero (la Biblia), todo lo cualmanifestara "a todas las familias, lenguas y pueblos que el Cordero de Dios es el Hijo del Eterno Padre,y es el Salvador del mundo; y que es necesario que todos los hombres vengan a l, o no sern salvos".

    Los que sean salvos deben venir "conforme a las palabras" de Cristo, palabras que se daran aconocer en el Libro de Mormn y la Biblia, los cuales seran "reunidos en uno solo; porque hay unDios y un Pastor sobre toda la tierra".

    Durante Su primer advenimiento en el meridiano de los tiempos, Cristo y Su mensaje serandeclarados a todas las naciones, primero a los judos y luego a los gentiles. Durante Su segunda venida,

    en los ltimos das, invertira este orden, aparecindose y declarando Su mensaje primero a los gentilesy luego a los judos; para que de este modo "los ltimos [sean] los primeros, y los primeros [sean] losltimos".

    Cristo se manifestara a los gentiles de los ltimos das "tanto en palabra, como tambin en poder,real y verdaderamente, para quitar sus tropiezos".

    Si los gentiles se arrepienten y no endurecen sus corazones contra el Cordero de Dios y losconvenios que ha hecho con Sus hijos, entonces sern "contados entre los de la casa de Israel; y sernpara siempre un pueblo bendito sobre la tierra prometida, y ... ya no [sern confundidos]".

    La obra de Cristo entre los gentiles sera "una obra grande y maravillosa entre los hijos de loshombres" una obra "sempiterna" que conducira a la paz y a la vida eterna por un lado, o a ladestruccin temporal y espiritual por el otro.

    En los ltimos das no habra "ms que dos iglesias", la iglesia del Cordero de Dios y la iglesia deldiablo. Finalmente, los que no perteneciesen a la iglesia de Cristo seran, por decisin o por omisin,reclamados por la otra.

    Aunque sus nmeros seran pocos y sus dominios pequeos, los miembros de la iglesia delCordero de Dios, llamados "santos", estaran esparcidos sobre toda la superficie de la tierra.

    La "madre de las abominaciones" reunira a las multitudes sobre la faz de la tierratodas lasnaciones de los gentiles"para combatir contra el Cordero de Dios".

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    En respuesta, el poder de Cristo descendera sobre los miembros de Su iglesia, "el pueblo delconvenio del Seor", y estaran armados con "su rectitud y el poder de Dios en gran gloria".

    Bajo la direccin de Cristo, "la obra del Padre" comenzara en preparacin de "la va para elcumplimiento de sus convenios que l ha hecho con su pueblo que es de la casa de Israel".

    Esta notable y detallada visin del ministerio de Cristo, desde Su nacimiento, ministerio ycrucifixin en el Viejo Mundo, hasta Su aparicin y enseanzas en el Nuevo Mundo, as como Su papel

    en la restauracin de todas las cosas en los ltimos das, es tanto ms impresionante al proceder, comolo hace, de las primeras treinta pginas del Libro de Mormn, una concisa presentacin del lector alobjetivo central del libro en su declaracin de que Jess es el Cristo.

    Siguiendo la tnica de los mltiples testimonios mencionados anteriormente, Nefi acompa estamagnfica visin con un segundo testimonio proftico y personal, en colaboracin con los antiguosprofetas Zenoc, Neum y Zens, respecto al "mismo Dios de Israel" al cual los hombres "huellan bajosus pies" considerando como nada la pureza de Su vida y no prestando atencin a la voz de Susconsejos.

    EL TESTIMONIO PROFETICO DE NEFI.Tras reiterar que Cristo vendra 600 aos despus de que Lehi y su familia partieran de Jerusaln,

    Nefi profetiz que un mundo hostil, "a causa de su iniquidad, [juzgara a Cristo] como cosa de ningnvalor; por tanto, lo azotan, y l lo soporta; lo hieren y l lo soporta. S, escupen sobre l, y l lo soporta,por motivo de su amorosa bondad y su longanimidad para con los hijos de los hombres".

    Al recurrir a la historia del Antiguo Testamento e incluir las palabras de tres profetas que de otromodo seran desconocidos, Nefi subraya de manera intensa la doctrina revelada al hermano de Jared:que Cristo es Jehov, el Dios del Antiguo Testamento, as como Jess, el Salvador del NuevoTestamento.

    Con anterioridad, Nefi haba reprendido a sus hermanos rebeldes recordndoles que los hijos deIsrael haban sido guiados fuera del cautiverio por "el Seor su Dios, su Redentor, [yendo] delante deellos, conducindolos de da y dndoles luz de noche". Ahora, una vez ms identific ese papel del

    Salvador en el Antiguo Testamento y lo combin con el nuevo."Y el Dios de nuestros padres, que fueron llevados fuera de Egipto, fuera de la servidumbre, y aquienes tambin preserv en el desierto, s, el Dios de Abraham, y de Isaac, y el Dios de Jacob seentrega a s mismo como hombre... en manos de hombres inicuos para ser levantado, segn laspalabras de Zenoc, y para ser crucificado, segn las palabras de Neum, y para ser enterrado en unsepulcro, de acuerdo con las palabras de Zens, palabras que l habl tocante a tres das de tinieblas,los cuales sern una seal de su muerte que se dar a los que habitaren las islas del mar, y msespecialmente dada a los que son de la casa de Israel".

    Tras recordar las manifestaciones de la reaccin de la tierra ante la crucifixin, tal y como le fueronreveladas en su gran visin, Nefi cit al profeta Zens:

    "Ciertamente el Seor Dios visitar a toda la casa de Israel en ese da; a algunos con su voz a causa

    de su rectitud, para su inmensa alegra y salvacin, y a otros con los truenos y relmpagos de su poder,por tempestades, por fuego, por humo y vapores de tinieblas, y por el hendimiento de la tierra ymontaas que se levantarn...

    "Y se hendern las rocas de la tierra; y a causa de los gemidos de la tierra, muchos de los reyes delas islas del mar se vern constreidos a exclamar por el Espritu de Dios: El Dios de la naturalezapadece!".

    Nefiy Zens, que entenda claramente que Cristo es el creador y el padre de la tierra, aadiesta maravillosa reflexin en cuanto a por qu la creacin reaccion de forma tan violenta a la

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    crucifixin. El Dios de la tierra estaba siendo crucificado; era el benefactor de la creacin, el "Dios dela naturaleza", quien padeca en la cruz, y la naturaleza no iba a recibir esta injusticia de forma pasiva,sino que reaccion con un quejido y una pena totales. Reaccion con convulsin, ira y duelo.

    Los que contribuyeron al juicio de la crucifixin, los que "[apartaron] sus corazones, desechandoseales y prodigios, y el poder y la gloria del Dios de Israel", seran por un tiempo "fustigados portodos los pueblos" y vagaran y pereceran, convirtindose en "un escarnio y un oprobio", aborrecidos

    entre todas las naciones.Mas cuando llegara el da en que volvieran sus corazones al Santo de Israel, todo cambiara:"Entonces l se acordar de los convenios que hizo con sus padres... y toda la tierra ver la salvacindel Seor... Toda nacin, tribu, lengua y pueblo sern bendecidos".

    En este contexto de los profetas, las profecas y los convenios del Antiguo Testamento que seranrestaurados, Nefi cit dos captulos completos de Isaas que recalcan el ministerio del Salvador, y luegohizo un comentario importante (y nico) sobre un versculo bien conocido, aunque no siempre biencomprendido, del libro de Deuteronomio, en el cual Moiss haba escrito:

    "Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantar Jehov tu Dios; a l oiris..."Y Jehov me dijo:... Profeta les levantar de en medio de sus hermanos, como t; y pondr mis

    palabras en su boca, y l les hablar todo lo que yo le mandare.

    "Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que l hablare en mi nombre, yo le pedir cuenta".En respuesta a esta declaracin, Nefi explic que Cristo era aquel de quien profetiz Moiss, y

    explic: "Yo, Nefi, os declaro que este profeta de quien habl Moiss ser el Santo del Israel; por tanto,juzgar con justicia...

    "Y rpidamente se acerca el tiempo en que los justos han de ser conducidos como becerros de lamanada, y el Santo de Israel ha de reinar con dominio, y fuerza, y potestad, y gran gloria.

    "Y recoge a sus hijos de las cuatro partes de la tierra; y cuenta a sus ovejas, y ellas lo conocen; yhabr un redil y un Pastor; y l apacentar a sus ovejas, y en l hallarn pasto".

    En este pasaje, Nefi no slo se hizo eco de las palabras de Moiss y las aclar, sino que al hacerlotambin presagi los escritos mesinicos de Malaquas y Juan el Amado, haciendo hincapi en el hecho

    de que los profetas de todas las pocas haban enseado temas comunes del Evangelio, hasta el puntode haber un lenguaje revelado e imgenes comunes a todos ellos en algunas de sus enseanzasmesinicas.

    De hecho, Nefi senta tal unidad en la hermandad de los profetas, que de forma generosa incluy ensu texto porciones importantes de los escritos de su hermano menor, Jacob, y de Isaas, el profeta delAntiguo Testamento.

    Con estos dos profetas y sus testimonios como teln de fondo, Nefi escribi sobre la venida de Jessentre Su propio pueblo: "Cuando llegue el da en que el Unignito del Padre, s, el Padre del cielo y dela tierra, se manifieste l mismo a ellos en la carne, he aqu, lo rechazarn por causa de sus iniquidades,y la dureza de sus corazones, y lo duro de su cerviz.

    "He aqu, lo crucificarn; y despus de ser puesto en un sepulcro por espacio de tres das, se

    levantar de entre los muertos, con salvacin en sus alas; y todos los que crean en su nombre sernsalvos en el reino de Dios. Por tanto, mi alma se deleita en profetizar concerniente a l, porque he vistosu da, y mi corazn magnfica su santo nombre".

    Nefi profetiz sobre la resurreccin del Mesas, la subsiguiente destruccin de Jerusaln y elesparcimiento de sus habitantes, incluyendo su azote "por otros pueblos, por el espacio de muchasgeneraciones". Mas las promesas del Libro de Mormn a los judos son tan inigualables comoexplcitas. Nefi destaca que este azote cesar y dar comienzo la restauracin de Israel en aquel da enque "sean persuadidos a creer en Cristo, el Hijo de Dios, y la expiacin, que es infinita para todo el

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    gnero humano; y cuando llegue ese da en que crean en Cristo, y oren al Padre en su nombre, concorazones puros y manos limpias, y no esperen ms a otro Mesas, entonces, en esa poca, llegar el daen que sea menester que crean estas cosas.

    "Y el Seor volver a extender su mano por segunda vez para restaurar a su pueblo de su estadoperdido y cado. Por tanto, l proceder a efectuar una obra maravillosa y un prodigio entre los hijos delos hombres".

    Esa obra maravillosa incluir el que reciban el Libro de Mormn "para convencerlos de que nodeben esperar ms a un Mesas que ha de venir, pues no ha de venir otro... porque no hay sino unMesas de quien los profetas han hablado, y ese Mesas es el que los judos rechazarn... su nombreser Jesucristo, el hijo de Dios".

    Una vez ms, realizando una conexin entre el Antiguo y el Nuevo Testamentoque serafundamental para la comprensin proftica y la reconciliacin de los judosNefi destac que elmismo poder que salv al antiguo Israel de las serpientes venenosas e hizo manar agua de la roca enMeriba, era el poder para salvar almas eternas. Y escribi tanto al Israel antiguo como al moderno:"No hay otro nombre dado debajo del cielo sino el de este Jesucristo, de quien he hablado, mediante elcual el hombre pueda ser salvo".

    "PARA QUE NUESTROS HIJOS SEPAN".En este pasaje fundamental, Nefi hizo hincapi en lo efmero de la ley y destac la vida que hay en

    Cristo, la misma leccin que ha escuchado cada generacin de los hijos de Israel. Esta declaracincategrica del propsito del Libro de Mormn merece ser citada en su totalidad:

    "Por tanto, [estos escritos] irn de generacin en generacin mientras dure la tierra..."Porque nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros hijos, as

    como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con Dios; pues sabemos que es por lagracia por la que nos salvamos, despus de hacer cuanto podamos;

    "Y a pesar de que creemos en Cristo, observamos la ley de Moiss, y esperamos anhelosamente ycon firmeza en Cristo, hasta que la ley sea cumplida.

    "Pues para este fin se dio la ley; por tanto, para nosotros la ley ha muerto, y somos vivificados enCristo a causa de nuestra fe; guardamos, empero, la ley, a causa de los mandamientos."Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y

    escribimos segn nuestras profecas para que nuestros hijos sepan a qu fuente han de acudir para laremisin de sus pecados...

    "Por tanto debis inclinaros ante l y adorarlo con todo vuestro poder, mente y fuerza, y con todavuestra alma; y si hacis esto, de ninguna manera seris desechados".

    Nefi prosigui su testimonio destacando que despus de que Cristo se hubiera levantado de losmuertos, se mostrara a los nefitas. A pesar de la terrible destruccin que acompaara a la Crucifixin,los fieles, los que "esperan anhelosamente con firmeza en Cristo, aguardando las seales que sondeclaradas, a pesar de todas las persecuciones, he aqu, son ellos los que no perecern.

    "Mas el Hijo de Justicia se les aparecer; y l los salvar, y tendrn paz con l hasta que hayantranscurrido tres generaciones, y muchos de la cuarta generacin hayan fallecido en rectitud".

    No obstante lo cansado de su corazn por este testimonioen dos ocasiones habl del dolor y laangustia de su alma al contemplar la destruccin de los inicuosreafirm a modo de resumen en unsoliloquio maravilloso que Cristo no hara nada excepto aquello que fuera para el beneficio del mundo;"porque l ama al mundo, al grado de dar su propia vida para traer a todos los hombres a l".

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    Puede que ningn otro pasaje del Libro de Mormn transmita con mayor claridad la amplitud deldon de Cristo para todas las personas como lo hacen los escritos de Nefi. El don se concederalibremente y no le sera negado a nadie que viniera a participar de esa misericordia y salvacin:

    "He aqu, acaso exclama l a alguien, diciendo: Aprtate de m? He aqu, os digo que no; antes biendice: Venid a m, vosotros, todos los extremos de la tierra, comprad leche y miel sin dinero y sin precio.

    "He aqu, ha mandado l a alguno que salga de las sinagogas, o de las casas de adoracin? He aqu,

    os digo que no."Ha mandado l a alguien que no participe de su salvacin? He aqu, os digo que no, sino que la ha

    dado gratuitamente para todos los hombres; y ha mandado a su pueblo que persuada a todos loshombres a que se arrepientan...

    "Porque l hace lo que es bueno entre los hijos de los hombres; y nada hace que no sea claro para loshijos de los hombres; y l invita a todos ellos a que vengan a l y participen de su bondad; y a nadie delos que a l vienen desecha, sean negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres; y se acuerdade los paganos; y todos son iguales ante Dios, tanto los judos como los gentiles".

    LA DOCTRINA DE CRISTO.En un maravilloso testimonio final a su pueblo, as como a las generaciones futuras de la ltima

    dispensacin, Nefi dio fin a sus profecasincluyendo las relativas a la futura venida del Libro deMormny concluy sus escritos, y toda una vida de enseanza con "unas pocas de las palabras...acerca de la doctrina de Cristo".

    Aunque una frase como "la doctrina de Cristo" podra emplearse de forma ms apropiada paradescribir cualquiera de las enseanzas del Maestro, o todas ellas, no obstante se podra denominar deforma ms correcta a todas esas amplsimas y hermosas expresiones esparcidas a lo largo y ancho delLibro de Mormn, el Nuevo Testamento y las Escrituras de los ltimos das, como "las doctrinas deCristo". Fjese en que Nefi emple claramente esta expresin en singular, pues a la conclusin de sutestimonio final, y posteriormente en la propia declaracin del Salvador a los nefitas durante Suaparicin a ellos, el hincapi se hace en un sentido preciso y singular de la doctrina de Cristo,

    especficamente en aquella parte que el profeta Jos Smith declar ser "los primeros principios yordenanzas del Evangelio".La "doctrina de Cristo" tal y como la ense Nefi en su discurso grandioso y recapitulativo, se

    centra en la fe en el Seor Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo por inmersin, la recepcin deldon del Espritu Santo y la perseverancia hasta el fin. Esta declaracin no intenta abarcar todo el plande salvacin, todas las virtudes de una vida cristiana y las recompensas que nos aguardan en losdiferentes grados de la gloria celestial. En esta declaracin no se tratan los oficios del sacerdocio, lasordenanzas del templo ni muchas otras doctrinas verdaderas.

    Todas son importantes, mas, tal y como se emplea en el Libro de Mormn, "la doctrina de Cristo" essimple y directa; se centra exclusivamente en los primeros principios del Evangelio incluyendo unaexpresin de nimo para perseverar, persistir y seguir adelante.

    De hecho, el impacto de "la doctrina de Cristo" reside en su claridad y sencillez. Nefi saba que seraas, y escribi: "Os hablar claramente, segn la claridad de mis profecas".El seguir al Hijo (fe en el Seor Jesucristo). El llamado de Nefi, citando la voz premortal de Cristo

    mismo, se extiende a todos los que seran discpulos de Cristo y seguidores de Su doctrina, obedientes alos primeros principios y ordenanzas del Evangelio. Tener fe en el Seor Jesucristo significa, endefinitiva, creer en l, confiar en l, obedecerle y seguirle.

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    "Seguidme", nos manda la voz de Cristo mediante Su declaracin a Nefi, "y haced las cosas que mehabis visto hacer". Puede que ste sea el llamado del Evangelio ms sencillo y claro de todos, laesencia de la vida cristiana expresada a travs de sus trminos ms comprensibles.

    Pero, para que el lector no confunda sencillez con facilidad, Nefi realiz la siguiente pregunta:"Podemos seguir a Jess, a menos que estemos dispuestos a guardar los mandamientos del Padre?".

    Tras destacar que Jess era "Santo", Nefi hizo hincapi en que, no obstante, l "se [humill] ante el

    Padre" y a travs de Su fiel obediencia dio testimonio de que guardara todos los mandamientos sinimportar lo angosto y estrecho del camino. Mediante esta fe, Cristo dio Su ejemplo a toda lahumanidad.

    "Y dijo a los hijos de los hombres: Seguidme".El carecer de hipocresa y engao ante Dios (arrepentimiento). El llamado de Nefi a tener fe en

    Cristo y seguirle sera persuasivo y memorable si hubiera acabado ah, mas no lo hizo, sino quecontinu enseando que "[seguir] al Hijo con ntegro propsito de corazn, [significa actuar] sin accinhipcrita y sin engao ante Dios, sino con verdadera intencin, arrepintindoos de vuestros pecados,testificando al Padre que estis dispuestos a tomar sobre vosotros el nombre de Cristo". Este llamado ala fe, a la obediencia y al discipulado no es una abstraccin vana ni un principio de teologa quequedaba colgando en un discurso a la deriva, sino que se trata de una invitacin a abrazar el Evangelio

    plenamente y de forma completa. La fe, por definicin, conduce al arrepentimiento, a una forma devivir nueva y decidida.

    "Por tanto, haced las cosas que os he dicho que he visto que har vuestro Seor y Redentor", dijoNefi. Y esto slo se puede hacer con un corazn puro y arrepentido. "Con sus labios me honran, perosu corazn lejos est de m", le dijo Cristo a Jos Smith cuando el mundo viva en tinieblas y apostasa.

    De esta forma, Nefi recalc que podemos seguir al Hijo nicamente al arrepentirnos y perseverar enese arrepentimiento. Seguir a Cristo y tener una fe verdadera y eficaz en l requiere de este plenopropsito de corazn, mediante el cual actuamos sin hipocresa ante los hombres y sin cambio anteDios, "sino con verdadera intencin, [arrepintindonos de nuestros] pecados".

    Esta doctrina del arrepentimiento es tan crucial que el Padre mismo habl al respecto. Tras ladescripcin que Nefi hace de la humildad, la obediencia y el ejemplo de Cristo al ser bautizado,registr:

    "Y el Padre dijo: Arrepentos, arrepentos y sed bautizados en el nombre de mi Amado Hijo".Se ha dicho antes que, en gran medida, la voz del Padre se ha limitado en las Escrituras a presentar a

    Su Hijo Amado y expresar Su complacencia con l, pero este versculo del estilo de Nefi es reveladoren el sentido de que nos concede una perspectiva ms amplia del Padre de lo que suele registrar elcanon bblico.

    De hecho, el lector est intrigado con la poca y el lugar de este poderoso mandamiento dearrepentirse, expresado por el Padre mismo. Lo dijo el Padre directamente a Nefi en el momento enque recibi esta revelacin sobre "la doctrina de Cristo"siglo VI a. de C.o fue pronunciado en elescenario del bautismo de Cristo en el ro Jordn, en el meridiano de los tiempos?. En caso de haber

    sido dicha durante el bautismo de Cristo, entonces esta declaracin es una de las cosas claras ypreciosas que se perdieron del Nuevo Testamento; y si fue confiada a Nefi, entonces su papel como"testigo" es mucho mayor de lo que podamos haber apreciado. Este ltimo parece ser el caso, puesNefi escribi en el versculo siguiente: "Y adems, vino a m la voz del Hijo", en vez de ser unaexperiencia que sugiera el momento del bautismo de Cristo en el meridiano de los tiempos. Encualquier caso, la repeticin de este mandamiento de seguir al Hijo mediante el arrepentimiento y elbautismo proceda del Padre mismo, una de las pocas declaraciones identificadas como tal en lasEscrituras.

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    embargo, la doctrina de la perseverancia fiel es infinitamente seria y se declara aqu como un principiobsico del Evangelio en boca del Dios y Padre de todos nosotros. "Perseverar hasta el fin" es unelemento integral de la doctrina de Cristo, y sin l sera mejor no haberle conocido.

    Tras estas invitaciones a ejercer fe en el Seor Jesucristo, arrepentimiento, bautismo y la recepcindel don del Espritu Santo, Nefi volvi a pedir de forma elocuente la perseverancia y la persistencia.Todo lector del Libro de Mormn se maravilla por el siguiente resumen de los primeros principios del

    Evangelio, uno de los muchos pasajes verdaderamente majestuosos del libro!: "Y ahora bien, amadoshermanos mos, despus de haber entrado en esta estrecha y angosta senda, quisiera preguntar si yaqued hecho todo. He aqu, os digo que no; porque no habis llegado hasta aqu sino por la palabra deCristo, con fe inquebrantable en l, confiando ntegramente en los mritos de aquel que es poderosopara salvar.

    "Por tanto, debis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza yamor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, si marchis adelante, deleitndoos en la palabra deCristo, y perseveris hasta el fin, he aqu, as dice el Padre: Tendris la vida eterna".

    Nefi comparti el siguiente y sucinto testimonio en esta maravillosa nota de fe y esperanza, gracia yesfuerzo, este santo decreto de continuar adelante con nuestra determinacin mientras confiamostotalmente en el poder de Cristo para salvarnos: "Y ahora bien, amados hermanos mos, sta es la senda;

    y no hay otro camino, ni nombre dado debajo del cielo por el cual el hombre pueda salvarse en el reinode Dios. Y ahora bien, he aqu, sta es la doctrina de Cristo, y la nica y verdadera doctrina del Padre, ydel Hijo, y del Espritu Santo, que son un Dios, sin fin. Amn".

    Su pblico, al igual que algunos coetneos, deben haber tenido miradas burlonas al or una doctrinatan simple. "Ser acaso sta 'la doctrina de Cristo'?", pudieron haberse preguntado. "Es ste elmensaje? Son stas las 'buenas nuevas'?".

    Nefi contest a sus mudas preguntas. "Amados hermanos mos, supongo que estaris meditando envuestros corazones en cuanto a lo que debis hacer despus que hayis entrado en la senda. Mas heaqu, por qu meditis estas cosas en vuestros corazones?".

    No tenan de qu preocuparse, no era tan complicado como pareca. Tan slo tenan que acatar loscon frecuencia mencionados primeros principios y ordenanzas, y entonces perseverar en ellos con dos

    grandes salvaguardas, dos fuentes indefectibles de direccin divina. Al "seguir adelante" tenan que"[deleitarse] en la palabra de Cristo; porque he aqu, las palabras de Cristo [les diran] todas las cosasque [deberan] hacer". Luego deben vivir fieles a las impresiones del Espritu Santo, el cual les "[dir]todas las cosas que [deben] hacer".

    A continuacin se repiti por tercera vez la declaracin: "sta es la doctrina de Cristo". Si lacongregacin de Nefi no poda entender, era porque "no [pedan ni llamaban]... [y deban] perecer enlas tinieblas".

    No es sta una enseanza fcil ni caprichosa, sino clara y sencilla. Para algunos no es conveniente,ni siquiera cmodaespecialmente la parte del arrepentimiento, pero es muy clara y preciosa. Ladoctrina de Cristo no es complicada, sino profunda, hermosa y decididamente clara y completa.

    En este momento culminante de su vida, Nefi se detuvo, pues el Espritu le prohibi decir ms "acausa de la incredulidad, y la maldad, y la ignorancia y la obstinacin de los hombres". Algunos deestos hombres estaban, presumiblemente, entre su congregacin ms inmediata, aunque un grannmero de ellos iba a nacer ms tarde en la dispensacin de Nefi y en la nuestra propia. stos "noquieren buscar conocimiento, ni entender el gran conocimiento, cuando les es dado con claridad, s, contoda la claridad de la palabra", se lament. Por stos que endurecen sus corazones contra el EsprituSanto y desechan las palabras de Cristo, or l continuamente de da y ba su almohada con suslgrimas, de noche.

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    Pero cobr esperanza con su mensaje, creyendo que incluso las palabras escritas en debilidad seranhechas fuertes por el contenido mismo que ilustraban, pues sus palabras "hablan de Jess, y lospersuaden a creer en l y a perseverar hasta el fin, que es la vida eterna... Me gloro en mi Jess", dijo,"porque l ha redimido mi alma del infierno".

    Con "gran fe en Cristo" Nefi declar su amorliteralmente, su "caridad", el amor puro de Cristopor su pueblo, por los judos y los gentiles; mas por ninguno de stos poda tener esperanzas "a menos

    que se reconcilien con Cristo y entren por la puerta angosta, y caminen por la senda estrecha que gua ala vida, y continen en la senda hasta el fin del da de probacin". En resumen, no poda teneresperanza por ninguno de ellos a menos que abrazaran "la doctrina de Cristo".

    Como uno de los tres primeros testigos escogidos para que el lector del Libro de Mormn conozca aCristo, Nefi ofreci belleza y poder en su testimonio final. Es un gran culmen para un registro escrito, yun epitafio perfecto para una vida fiel:

    "Y ahora bien, mis amados hermanos, y tambin vosotros los judos y todos los extremos de la tierra,escuchad estas palabras y creed en Cristo; y si no creis en estas palabras, creed en Cristo. Y " si creisen Cristo, creeris en estas palabras, porque son las palabras de Cristo, y l me las ha dado; y ensean atodos los hombres que deben hacer lo bueno...

    "Cristo os manifestar con poder y gran gloria que son sus palabras; y ante su tribunal nos veremos

    cara a cara, vosotros y yo, y sabris que l me ha mandado escribir estas cosas, a pesar de midebilidad...

    "Y ahora bien, amados hermanos mos, todos los que sois de la casa de Israel, y todos vosotros, ohextremos de la tierra!, os hablo como la voz de uno que clama desde el polvo: Adis, hasta que vengaese gran da".

    Ciertamente, ese da vendr, y si el lector no lo comprende ahora, se dar cuenta entonces de que elLibro de Mormn es ciertamente un registro de las "palabras de Cristo".

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    CAPTULO CUATRO.TRES TESTIGOS ANTIGUOS: JACOB.

    Cuando Nefi se aproximaba al fin de su vida, su papel como profeta y su deber como registradorfueron transferidos a su hermano ms joven, Jacob, quien haba sido bien preparado para la tarea desde

    una edad temprana, habiendo recibido el refinamiento espiritual que en ocasiones procede nicamentede la tribulacin y las pruebas. Por ser el primer hijo de Lehi y Sarah nacido tras su partida deJerusaln, conoci el rigor fsico y las demandas espirituales de la vida en el desierto. "T has padecidoaflicciones y mucho pesar en tu infancia", le dijo su padre. "No obstante... conoces la