j. - revista de la universidad de méxicoleÓn felipe, el ciervo. editorial grijalbo. méxico, 1958....
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angustia existencial ante el tiempo, constante sobrecogedora a todo lo largo de estelibro, en poemas como "La Fuente", "l\1utra", "¿No hay salida?"; los fondos, urgencias y búsquedas del lenguaje, esa metafísica desconcertante de la creación, enese milagroso texto revelador de la validez humana de la poesía de Paz, que es"El Río'" la problemática social y la imprecación en "El Cántaro Roto", dondeal mismo tiempo aparecen la trágica violencia y la soledad del paisaje y la historia mexicanos; y la endurecida, hiriente yal fin triunfante victoria del amor de lapareja humana que copula y se trasciende, sobre la muerte, las guerras y el exterminio, en el último poema "Piedra deSol", inagotable y tempestuoso, lleno demúltiples símbolos y de una oscura corriente como la vida, cuya sola presenciaen este libro basta para comunicarle definitiva jerarquía estética.
Pero el hombre que acepta su destinoy su compromiso detrás de estos temas noes un ente puramente abstracto, sino unser histórico y real, envuelto por la aventura de nuestro tiempo, en batalla obstinada por conquistar su verdad o su absoluto,una criatura terrestre y americana queatraviesa los enigmáticos paisajes de supaís natal o las ciudades de otro mundopenetradas por el sombrío paso de lasedades, pero cuya vivencia es una y semejante a la grandiosa vivencia universalde todo hombre. Un ser que existe y sereafirma por el símbolo y plenitud delamor, asistido por la gloria y potencia delcuerpo y los sentidos, como los seres que""e desnudaron y amaron -por defenderIluestra porción eterna-, nuestra raciónde tiempo y paraíso".
LEÓN FELIPE, El ciervo. Editorial Grijalbo.México, 1958. 131 pp.
Es fácil descubrir que la fuente de inspiración, el impulso que llevaba a LeónFelipe hacia el poema en la mayor partede sus libros anteriores era la indignación,la ira. Sumergido en la realidad más inmediata, el poeta dejaba brotar librementeestos sentimientos y, aprovechando comonadie lo había hecho hasta entonces lasposibilidades increpativas .del español, elevaba la blasfemia, el grito hasta la poesía,insuflando a ésta todo el vig-or la desesperación de aquélla. Sin embargo, a pesar de esta indignación, o, mejor, por medio de .ella, a través de ella, León Felipeparecía animado de un franco impulsoteísta. Se quejaba, gritaba, pero ante alguien.
-Pero . .. ¿dónde está Dios ... dÓ'ndeestá Dios!'
En el pico de la orac·ión . ..y en elmbo de la blasfemia.
Decía por ejemplo. en el epígra fe de FlpOfta maldito. (Antología Rota.)
Ahora en El {'ÍI'r~·u. e"te ql últi.llo librode poemas, escrito "al fin de la jarnada",para decirlo con sus mismas palabras,León Felipe renuncia a la ira y a la blasfemia, renuncia a la indignación para, viejo, triste, .sabio, desolado, pero siempresincero y generoso, conmovernos, sobrecogernos con un adolorido y terrible mensaje de escepticismo total. Al final delcamino, el poeta no sólo desea la llluerte.nO s6lo renuncia a toclo, pide la destnlc-
ción total, el regreso a la Nada. Ya nogrita. interroga:
¿a qué se juega aq'uí?
¿Para que sirve la fuerza l1'elnenda dela-I1I01'?
Y no espera respuesta, confía, sabe queésta será tan sólo el silencio y en él cree,a él se entrega:
Todo es ~ttla prisión.y la nada también . .. La nada:el Infinito encarceladoen el cero vacío y absoluto . ..
Va más allá aún: lleva su desesperaciónhasta dudar, con temor, también de estaN ada y entonces la pide pal'a sí:
Seiíor del Grnesis '\1 el Viento. te lo- áevildvo todo:
la arcilla .JI el soplo que me diste . ..Vuélveme al silencio y a la sombra,al sueño sin retorno, a la Nada infinita . ..N o me despiertes más.
Dice en el último y desgarrador poemadel libro.
. El ciervo resulta así una especie ele testamento, la con fesión final, la palabraúltima de un hombre que ha buscado yse ha buscado, que se desespera y se queja por lo que ha encontrado y al final seresigna, pero sin olvidarse de consignarsu dolor. Libro terriblemente sincero ypor esto mismo también terriblemente sobrecogedor. El cien'o parte de un sentimiento muy personal, casi confesional, intimista, para trascender este ámbito ytransmitir un mensaje común, universal,extraído de la suma de las experienciasde un hom breo
No debe ser otra la función de la poesía.
J. G. P.
BENITO PÉREZ GALOÓS, DOlía Perfecta.Nuestros Clásicos. Imprenta Universitaria. México, 1958. 236 pp.
La inclusión de un título de Benito Pérez Galdós como sexto número de la colección Nuestros Clásicos, hoy que afortunadamente el nombre de este novelistavuelve a ser colocado junto a el de losmás grandes autores que se han acercadoa este género, después de un hreve lapsode tiempo en el que fue relegado a uninmerecido segundo término, parece totalmente acertada.
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Como Balzac, como Dickens, Galdóspertenece sin lugar a dudas a la estirpede los grandes inventores de realidad. Semejante al inagotable caudal de un río,su obra ofrece una imagen total, completa de la España del siglo XIX. Una trasotra las innumerables novelas de Galdós,a las que deben agregál'seles los EpisodiosNacionales, que en cierta forma las continúan y completan, nos sumel'gen en unmundo abigarrado y compacto, sorprendiéndonos con la fuerza de los personajes.la eficacia de la caracterización, el poderevocativo y descriptivo de la prosa y, sobre todo, la formidable fuerza vital, elinmenso poder creativo que el autor hadesplegado en su elaboración.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Stendhal o Dostoyewsky, porejemplo, no basta con leer dos o tres novelas de Galdós para advertir el valor de su .obra. Galdós es una totalidad. Adquiereimportancia cuando podemos percihi r elextraordinario impulso creativo que éstaimplica. Es imposible encerrarlo en uno odos títulos capitales. N o es un novelistade situaciones, .de conflictos "claves"; yalo hemos dicho: es un F1'tundo. Como acertadamente resume Max Aub, en el prólogo de esta edición, Galdós no intentaponer en relación al lector con un tipoespecial de personajes o de situaciones, selimita a crear. Es un narrador objetivo,al que le basta con lograr que sus caracteres ex'ÍStan.
Desde este punto de vista la presenteedición de Doña Perfecta debe ejerce]'fundamentalmente la función de una invitación, un punto de arranque, de partida, para sumergirse en la lectura de laobra del novelista.
Creemos que la indudable fuerza deesta narración, en la que el autor ha sabido retratar con admirable justeza no sóloa un grupo de personajes, interesantes ensí mismos, sino a todo un tipo determinado de sistema social, hasta llevar la tramaa un final trágico y violento, amargo yterrible, permitirá que esta función secumpla.
J. G. P.
MILLAR BURRo""s, Los rollos del Mar Muerto. Sección de Obras de Historia. Fondode Cultura Económica. México, 1958.442pp.
"Dar una idea cabal y definitiva de loque son los rollos del Mar Muerto, explicar por qué han provocado tanta conmoción, y señalar el grado de su importancia", es la oifícil tarea que el antor lle\':lal cabo en este libro.
Millar Burrows era director de la Escuela Norteamericana de InvestigaciónOriental en Jerusalén. por los revueltosdías en que los rollos fueron vendidos porlos beduinos que los hahían hallado en lI'l ade las cuel'as ele la de"olaela región deOUlllran. a orilla" oel Mar Mnerto. Y fue¿'~I esa in"tit lIl'i('lIl. hace :lprlJxil1lad:llllt'nlt'once aijos, donde se enfrentó por primera\'ez a los problemas que plantean los viejos pergaminos escritos en hebreo ~rcaico.
J3urrows trata el tema sin perderse enla erudición árida ni recurrir al ,ensacionalisl110 trivial. Fiel a su plan de exponercuestiones graves en estilo ameno, su traba jo no está dirigido a los especialistas,aunque se basa en las más rigurosas compmbaeiones de la arqueíll()gi:l v la paleo-
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oTafía. Y asi muestra cómo la ciencia pusofin a "la guerra de los rollos", po: lomenos en lo que a su edad se refiere,aclarando que datan aproximadamentedel primer siglo antes de Cristo.
J uzgando objetivam~nte sobre el asunto Millar Burrows aSIenta que estos do-, .. , . .cumentos nos permltlran un mejor conocI-miento del judaísmo precristiano, .y q;,ctodo lo que ·es importante para. el. Ju.dalsmo, lo es también para el cnstlanlsmo.Por lo tanto "al enriquecer nuestro conocimiento del judaísmo durante el períodoen que el cristianismo surgió, los. rollosdel Mar Muerto nos han proporclOnadoun material que nos permite conocer mejor el Nuevo Testamento y. el cris.tianismo primitivo". En esto consiste su lmportancia real. Pero en cuanto al supuestopeligro que pued~n correr l?s. fundamentos de la fe cristiana, categoncamente lodescarta. Pues si es verdad que hay enlos Evangelios ideas y expresiones que sehan encontrado, casi textualmente, en loslibros doctrinarios que figuran en los ¡'ollos del Mar :Muerto, esto no quiere decir,
I . .. .,
acaso, sino que el cnstla1l1smo naClo enel seno de la comunidad judía por el tiempo en que la secta esenia, a la que probablemente pertenecieron los famosos documentos, florecía en el seno de la mismacomunidad.
A. R. N.
LEOPOLDO ZEA, América en la historia. Fon
do de Cultura Económica. (Publicacionesde Dianoia). México, 1957. 278 pp.
En rigor, este libro constituye la coronación de las reflexiones ele Zea -Dosetapas dI'! !,rnsamiento rn Hispanoa'l1'Iérica. (1949) Y A'I11.érica. como concirncia(1953)- sobre América y su historia.Pero el tema del libro es más ambiciosoque el de aquéllos: Zea, en esta nuevaobra, no se limita a preguntar por el sentido de la historia de América en cuantotal, por el ser y por la conciencia del hombre americano, sino que intenta ver estamisma historia y este mismo hombre enrelación con la historia, sin más. En otrostérminos, por primera vez en forma sistemática y dejando a un lado el punto devista de una América desde drntro, Zease plantea el problema de la historia deAmérica como parte de la historia universal. América como algo original, si.pero no como algo aislado sino en su engarce con la historia de los otros continentes. No se trata de la historia particular de América sino de este continenteen la historia general.
¿En qué consi ste esa histor·ia universal?La historia es una invención occidental,responde Zea. En efecto, por historia seentiende en nuestros días la historia delos pueblos de Europa occidental. quienespor su capacidad de expansión. por suimponer formas sociales. políticas. económicas e ideológicas al resto del mundo.han hecho y hacen historia 'lllIi·l'crsal.
La afirmación del occidente en la historia, sin embargo, ha sido posible porque al mismo tiempo lleva implícita unanegación: la de los pueblos no occidentales. En otros términos: la expansión, elhrillo, la universalidad de Occidente tienecomo fundamento, como punto de apoyo,la de~aparición del campo de la historiade los pueblos no occidentales: los puebos de Asia, Afri a e Jbcl"o:lmérica. El
dominio de los pueblos de Occidente sefinca sobre la servidumbre de los pueblosmarginales. Zea nos recuerda la dialécticadel amo y del esclavo de Hegel.
La problemática del libro está planteada en los términos anteriores. Ahora bien,¿por qué caminos nuestra historia nos haconducido fuera de la historia universal?Zea nos dice: lberoamérica está constituida por valores -aquéllos de la tradiciónhispana- que han sido excluidos de lacultura y de la civilización modernas deOccidente. España misma, en la actualidad, no participa en la historia del moderno Occidente. Son dos mundos en radicaloposición; sin embargo, uno de ellos .esya el triunfador, quien hace "historia universal"; el otro, que pertenece al pasado,es un mundo al margen de la historia denuestro tiempo.
En opinión de Zea, la oportunidad única que tiene Ibeoramérica de integrarsea la historia de Occidente se ofrece asi:una Iberoamérica que sea ella misma original, que conservando lo más valioso desu tradición sepa adaptarlo a las exigencias de la modernidad. Formar parte de lahistoria, pero desde y con nuestras particulares circunstancias; solucionar conun sentido moderno nuestros problemas,'pero sin olvidarnos del pasado. Nuestropuesto en la historia está asegurado cuando tal cosa sea una realidad. Es n'lás; lacultura occidental se verá grandementeenriquecida con una nueva aportación: lahumanidad de América Ibera.
La multitud de ideas que hay en estelibro -el valor que tienen para cualquieramericano- garantizan el interés de sulectura. No obstante, me atrevo a afirmarque los análisis de Zea "planean", por asídecirlo, sobre una realidad histórica queno se agota como "historia de las ideas".En otras palabras, el libro de Zea pareceinvitar a que se le integre con un estudiode la estructura real histórica que supone, pero que deja sin tocar. Quiero decirque para conocer la historia de América,su significado, su evolución, sus tendencias, es preciso -absolutamente fundamental- elaborar al lado de la "historiade las ideas" de América la "historia real"de América.'
V.·F.O...,
JOSÉ FERRATER MORA, Diccionario de F;ilosofía, B:uenos Aires: Editorial Sudamericana (Cuarta edición), 1958,- 1481 pp.
~ .
He aquí una obra _en cuyas. d!Onsas páginas no es posible hallar uii~ .sola que nohaya..exigido una pareja tens.iónde lucidez, de-- rigurosa precisión 'y de síntesis.Se trata ele la cuarta edición de un cliccionario filospfico .que ha estado siendorcelaborado desde 1941.
Los prólogos sucesivos del diccionarioescritos, el primero, en La Habana, en1941; el segundo, en Santiago de Chile,en 1944; el t·ercero, en Bryn Mawr, Pennsylvania, en 1950; y el cuarto, en París,en 1958, transparentan lacónicamente unafán de superación, por un lado, y testimonian el desarrollo de una conscienciaautocrítica, por otro. ,
Esta obra de José Ferrater Mora hasido -y ha de seguir siendo en futurasediciones- una empresa individual, personalísima, de la que él es responsableúnico y para cuya realización ha tenidoque consagrar una extraordinaria capacidad de esfuerzo de trabajo.
Entre la tercera y la cuarta edición hayunas diferencias que el autor llama simplemente "novedades": 762 artículos nuevos; 239 artículos reescritos y 189 artículos ampliados. Y hay que mencionar labibliografía en varios idiomas que Ferrater ha puesto al día, la revisión del sistema de llamadas de conceptos, el Cuadrosinóptico -bien hecho- Y la Tabla cronológica que, dividida por siglos, comienza con el griego Tales y termina COll elargentino R Frondizi.
Abrase el Diccionario de Filosofía enla página 349 y hojéeselo hasta la 353:son las dedicadas al artículo "Diagramas".con casi cuarenta ilustraciones que -dicho sea de pasada- el mismo Ferratertrazó originalmente valiéndose de dim.esy quarters norteamericanos. Y léase atentamente lo que ha escrito nuestro autorsobre la historia y sentido de estas figuraciones desde Porfirio hasta la fecha:se advertirá la vastedad del saber vaciad~en esas páginas indicadas aquí al azar,así como la claridad de la exposición vla riqueza de referencias bibliográfica~.
¿ Como se las ha arreglado FerraterMora para llevar al cabo él solo una obracomo el Diccionario de FilOSOfía al parque iba escribiendo otros libros e infinitos artículos y dando cursos y conferencias a lo largo de casi toda la extensión del Hemisferio? ¿ Cómo ha podidosintetizar tan adecuadamente lo sintetizado y evitar tan discretamente lo evitado?
En sus "Advertencias" dice Ferrater:"Salvo en los casos en los que bajo laapariencia de rigor se hubiese caíclo enpedantería, se ha tenido en cuenta la distinción entre el uso y la mención de lossignos." (Pág. 13) Pero no hay que entender esta salvedad literalmente: es sólo una expresión del horror a la pedantería que ha presidido la composición deesta obra. Y el diccionario da amplia evidencia de que se ha evitado ese viciono insólito entre filósofos.
Entre las páginas 717 y 719 Ferraterpresenta una síntesis muy clara de supropia doctrina filosófica bajo el títulode "Integracionismo".
Pensada y escrita en varios países elelNuevo Mundo, la obra de Ferrater abunda en artículos sobre pensadores ano-Ioe iberoamericanos. El' dicciollario. tOi'lo demás, no se circunscribe a lo marcadamente occidental sino que está enriquecido con precisiones sobre el pensamientode Oriente. .
Esta obra de Ferrater Mora constituyela aportación hispánica a la .lexicoo-rafíafilosófica universal de este siglo, a~ortación que entre todas la de su género, o('upa muy honroso puesto.
H. R.-A