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RAMN FUENTES ITURBE: Luces y sombras de un rebeldeAUTOR: JUAN LIZRRAGA TISNADO Mazatln, Sin. Noviembre de 2009 NDICE Presentacin................................................................................................................2 1. Magia, rebelin y astucia......................................................................................4 Las dos fuentes de Ramn F. Iturbe y su religiosidad infantil..............................4 Temprano peregrinar hacia la capital...................................................................7 La Aurora de Mazatln.......................................................................................9 Vienen los ferrelistas! La juventud en armas con Madero................................11 El sitio y la primera toma de Culiacn.................................................................16 Lucha con Obregn, por Carranza y contra Huerta.............................................23 Segunda toma de Culiacn y sitio de Mazatln...................................................26 Lealtad al constitucionalismo y a Carranza.........................................................34 2. La gloria del poder y el infierno de la derrota..................................................40 Primera batalla poltica: Gobernador Constitucionalista de Sinaloa..................40 La educacin del pueblo, mximo monumento a la Revolucin........................44 El relevo por Eliseo Quintero y el Plan de Agua Prieta......................................50 La fortuna a la sombra del poder poltico............................................................57 Derrota militar y exilio en Los ngeles..............................................................64 La indulgencia del presidente Lzaro Crdenas..................................................71 Segunda batalla poltica: diputado federal por el cooperativismo.....................76 El Frente Constitucional Democrtico Mexicano, ultraderechista?..................82 Campaa para gobernador en el almazanismo y viaje a Japn...........................91 La ltima guardia en honor a sus restos mortales................................................97 3. La presencia de la mujer...................................................................................103 Mujeres en la revolucin y el Estado mayor de Iturbe..................................103 Marina Soto y la madre de Lupe........................................................................107 Mercedes Acosta, centro de la familia nuclear: ................................................109 Luisa Marienhoff, capitana del amor y de la fraternidad universal..................116 4. Ramn F. Iturbe, cultura, religiosidad y humanismo....................................120 Filosofa y poltica.............................................................................................120 Cristiandad y cosmovisin religiosa..................................................................123 Esoterismo y naturismo.....................................................................................127 5. En conclusin: En verdad fue General de la Revolucin?..........................132 Fuentes consultadas...............................................................................................137 Anexo. Ramn Fuentes Iturbe en grficas..........................................................140

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PRESENTACIN La estatura histrica y el valor humano del general Ramn Fuentes Iturbe no han sido justipreciados en su verdadera dimensin. La audacia con que acometi las batallas militares en que particip desde su muy temprana juventud, y el fervor y la lealtad caractersticos de los actos polticos de su madurez, rayan en la leyenda y en la novela; su vida personal, impregnada de misterio y de los ms puros y positivos valores sociales, son ejemplos para la juventud actual. La inquietud por hurgar en la vida del general, inici desde 1993, por las razones anotadas. Se presenta aqu un ensayo anecdtico en el que a veces se recurre al dilogo. No es el objetivo convencer a nadie de que las ideas o los actos de Iturbe eran correctos o merecen ser condenados. Tampoco hay un inters o propsito estrictamente acadmico, aunque pudiera parecerlo, por la formacin del autor. Se trata de hacer pblicos, de divulgar, hechos y ancdotas del personaje para que cada quien emita el juicio que ms le plazca o el que considere pertinente. Las bases de la estrategia con que se estructur el trabaj las proporcion el propio biografiado: en una de sus muchas entrevistas concedidas a la prensa, explic que la Revolucin est ya bastante bien contada y analizada. Si usted ve el parte de una batalla puede conocer todos los movimientos de los adversarios y enterarse del nmero de bajas y dems detalles de esta especie. Sin embargo, la ancdota, que no figura en esos partes, es una pieza esencial para entender la poca. La ancdota es viva. Comunica mucho ms que las cifras bien alineadas. Por eso yo he preferido contarle ancdotas, decirle cmo ramos, cmo pensbamos. Tambin influy la experiencia que se tiene sobre la historia de vida como una forma del mtodo narrativo y el conocimiento de la elaboracin del ensayo anecdtico. Igualmente est presente el oficio periodstico que se ejerci durante casi dos dcadas: el reportaje y la crnica histrica, armados con profusin de datos, producto de la revisin de documentos y de entrevistas, mezclados para convertirse en una red de ensayos que constituyen el ensayo general. Son conversaciones, relatos, del sujeto principal o de personas directamente involucradas en su vida y en el contexto que rode su actuar, desde fines del siglo XIX hasta 1980. El ejercicio hermenutico, en sentido ortodoxo, est ausente, sin embargo, hay una gran carga de subjetividad en la seleccin y discriminacin de los datos (los hechos, los personajes) y en el orden seguido tanto cronolgico como temtico, sin demrito de la veracidad de fechas y nombres. 2

Iturbe fue un hombre de luces y sombras. Como todo ser humano, fue un ente complejo, unidad y diversidad, un homo sapiens-demens-fabers, por ello aqu se expone su individualidad, y autonoma, pero tambin la identidad del joven de clase humilde con el momento que le toc vivir, al participar, con voluntad y conciencia, en el movimiento armado que hace cien aos sacudi al pas, hecho igualmente complejo y controvertido como el propio Iturbe. Por la forma en que se estructur el trabajo, podra dividirse en dos partes, una cronolgica biogrfica que incluye los dos primeros captulos, y otra temtica, en la cual se abordan asuntos con los cuales se identific y a la vez identifican a Ramn F. Iturbe. En el primer captulo se ofrecen datos del primer accionar de Iturbe en la vida, su traslado a Culiacn, donde influenciado por las enseanzas de Madero, tanto polticas como espiritistas, particip en el primer brote revolucionario de Sinaloa, en su casa, para ser ms especfico; luego en las primeras batallas y en casi todos los combates que se sucedieron durante la Revolucin, donde hace manifiesta su lealtad a Madero, a Carranza y a su nico jefe inmediato, lvaro Obregn. En el segundo captulo se describen sus batallas polticas y por la vida, como gobernador y como diputado federal; su compromiso con la educacin del pueblo y con el cooperativismo como movimiento reivindicador; sus fallidas batallas militares electorales y exilios, hasta su muerte en un hospital militar. En el captulo tres se da cuenta de la participacin de la mujer, presente con Iturbe en el campo revolucionario y en su vida personal: sus esposas y sus hijas. Justamente, de su vida personal trata el cuarto captulo: su formacin cultural, su religiosidad y espiritismo, su alma de poeta, su timidez y audacia, que termina con un apartado, a manera de conclusin titulado En verdad fue un general de la Revolucin?, pues su vida no se asemeja a la de la mayora de los personajes sobresalientes de la Revolucin Mexicana.

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1. MAGIA, REBELIN Y ASTUCIA Las dos fuentes de Ramn F. Iturbe y su religiosidad infantil Ramn F. Iturbe naci el 7 de noviembre de 1889 en Mazatln, Sinaloa. Personalmente, Iturbe neg haber nacido en la sindicatura de Siqueros, en respuesta a una pregunta especfica que le hizo don Hctor R. Olea (1993, 168) y la versin oficial afirma que vino al mundo en el nmero 50 de la calle San Germn (despus Francisco Caedo y hoy Canizales)1. El 12 de enero de 1890, el presbtero Don Miguel Elizondo con licencia del seor Cura y Vicario Don Miguel Lacarra, en la Santa Iglesia Parroquial de Mazatln bautiz solemnemente y puso el Santo leo y Sagrado Crisma, a un nio a quien dio el nombre de Jos Ramn. Sus padrinos: Bentura Herrn y Petra Ochoa. Hijo natural de Refugio Iturbe, su padre fue un seor apellidado Fuentes, de origen chileno, quien lo registr a su nombre, pero la familia del seor Fuentes no acept al nio ni a la madre. Conserv en la vida cotidiana el apellido de su padre, ms empez a firmarse Ramn F. Iturbe, para evitar que el apellido se extinguiera, a peticin de un hermano de su madre que no tuvo hijos y que se crea el ltimo de los Iturbe, pues era el nico varn de la familia. Beatriz y Refugio, fueron dos medias hermanas mayores que Ramn; despus de l nacera Arturo, de apellido Sicairos. Al paso de los aos, la familia Fuentes visit a Ramn para pedirle que usara este apellido, pero l se neg a hacerlo y as, en la F. Qued1

La direccin donde naci se indica en su biografa de la pgina del Congreso del Estado de Sinaloa: http://www.congresosinaloa.gob.mx/murodehonor2/ramon_iturbe.htm. Los distintos nombres de la calle se exponen en la pgina http://www.vivemazatlan.com/index.php/Historias/Historia-ydesarrollo-del-servicio-electrico-en-la-ciudad-de-Mazatlan.html.

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escondida la primera fuente de Ramn. Entonces uno se pregunta, cul es la segunda fuente?: Ramn, en el idioma de los ezkaros, significa fuente,2 le explic cierto da Ramn F. Iturbe al escritor colimense Juan Macedo (1984, 61) camino a Cosal. De manera que soy una doble fuente, agreg sonriente. De su infancia en Mazatln, Luisa Marienhoff y Mireya Iturbe, 3 narran la siguiente ancdota: Doa Refugio Iturbe haca cuajada preciado antojo casero, la cual se cort de pronto y para remediar las cosas orden: Busquen a Ramn. Debe haber pasado por aqu, la mir y se le antoj, por eso se cort. Dnsela a probar y luego que la menee un rato para que se componga. As se hizo. La cuajada se compuso. Un hecho comn en tierras sinaloenses. Comn, s, pero tambin una seal en la que se dibujaba el magnetismo y la fuerza mental de Ramn, un nio delgado, larguirucho de apenas siete aos de edad que aparentaba ms de diez, no solamente por su acelerado crecimiento fsico, sino tambin por su religiosidad y su carcter de observador agudo de la naturaleza y de todo cuanto le rodeaba. Su religiosidad la manifestaba en los trazos constantes que haca de figuras semejando a la cruz cristiana, smbolo de vida desde tiempos remotos, aunque no en sus visitas al templo. Sus ojos negros, ligeramente oblicuos, que descansaban sobre una nariz sentada en una boca grande, contemplaban fija, interrogativamente, al mundo. Religiosidad y filosofismo eran en Ramn, a tan temprana edad, fe y accin.2 3

Su origen es germnico y significa protector, sensato. La primera, su segunda esposa, rescata datos biogrficos de Iturbe en su novela La Revolucionaria (Marienhoff, 1959), y la segunda, hija de general, fue entrevistada en Cuernavaca en 1993.

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El contexto temporal remite a la ltima dcada del siglo XIX. Hasta Mazatln llegaban noticias periodsticas desde la ciudad de Mxico que informaban de los milagros de Teresa Urrea, nacida en Ocoroni y a quien sus padres trasladaron de nia a Cabora, Sonora, donde curaba por medio de la sugestin y la hipnosis. La Santa de Cabora, como la nombraron, sufra ataques epilpticos seguidos de estados de coma por tres das, hecho que la volva ms enigmtica para sus seguidores. Tal era su fama que los vecinos de Tomochic, Chihuahua se rebelaron contra el gobierno y visitaron a la santa. El pueblo fue aniquilado, segn lo narr el subteniente Heriberto Fras Alcocer, partcipe involuntario y testigo de los actos de barbarie cometidos por la soldadesca. Los indios del Ro Mayo tambin se sublevaron al grito de viva la santa de Cabora!. En el ltimo decenio decimonnico se respiraba en Mxico una paz precedida de hechos militares y polticos que aos antes conllevaron a la reorganizacin nacional y a la reeleccin presidencial de Don Porfirio Daz al grito de no reeleccin proclamado en el Plan de Tuxtepec. La revuelta tuxtepecana se convirti en gobierno local en la persona de Francisco Caedo, quien triunf con las dos terceras partes de los votos contra Andrs L. Tapia, candidato de la entonces imposicin. A ms de ser popular, Caedo era amigo de don Porfirio Daz. Don ngel Viderique, originario de Guanajuato, al frente de la Banda de Msica del Estado, alegraba a la multitud que se congregaba en la plaza principal de Culiacn, donde estren La Valentina y La Adelita 4, que luego los revolucionarios sinaloenses llevaran a todo Mxico para convertirlas en4

La Adelita no es hija legtima de la revolucin, es la hija adoptiva que, con su hermana La Valentina, constituy la dualidad emocional y romntica de aquella, Ramn R. Richard. (Flores Villela, 1990, 344)

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himnos de la Revolucin. Eran melodas salidas del pueblo, como Heraclio Bernal, El Abandonado, El Cuervo.

Temprano peregrinar hacia la capital A Ramn le dola que su madre trabajara en los menesteres ms humildes para mantenerse. Le dola tambin someterse por un bajsimo jornal a la ruda labor del campo. Tena que trabajar como hombre, de sol a sol, para cobrar como nio. Junto a la rebelda contra esta situacin, en su mente se incubaba el ideal de hacer fortuna, de ser rico. Quera estudiar, pero empez a trabajar en el almacn de un cuado, esposo de la hermana mayor, porque ste le ofreci mandarlo a la escuela si se iba con l a trabajar. Y tuvo que hacerlo para sostener a su madre y a sus tres medios hermanos. La familia sali de Mazatln rumbo al centro del Estado para radicar un tiempo en el rancho El Obispo, por el antiguo Camino Real, de ah se traslad a Salsipuedes, donde pas parte de su infancia, estuvo en Oso, en Quil y el peregrinar fren un poco en Alcoyonqui de donde luego partira a Culiacn por instancias del cuado. A los catorce aos de edad, Ramn F. Iturbe se haba desempeado como mandadero, dependiente de tienda de abarrotes, vendedor de mercancas de poco valor, trabajador de artculos de cueros para arreos de montar y otras actividades parecidas. De chico, Iturbe oy decir a una viejecita que quien consiguiera hacerse de un cinturn de cuero de len y se lo pusiera sobre la piel, bajo la ropa, jams tendra miedo de nada. l lo consigui y se lo pona. Sugestin o magia, el uso de este cinturn lo hizo ser valiente, arrojado por toda su vida y

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cuando pasado el tiempo le elogiaban su valor en la batalla revolucionaria, explicaba que todo se lo deba al cinturn de len. En Culiacn conoci la escuela. Curs hasta el tercer o cuarto ao de primaria, a la sombra del maestro Tello de Meneses. Aprenda de prisa, con avidez y en su ansia por aprender ingres al Seminario Conciliar de Sinaloa. Deba cubrir una cuota de dos pesos con cincuenta centavos al mes y al serle imposible cubrir la colegiatura, llor amargamente en los viejos portales del Seminario, hacindose la siguiente interrogacin: Dios mo!, por qu los pobres no podemos estudiar como los ricos? Aprendi a leer y se convirti en un lector voraz! La meditacin acompaaba a la lectura. Por horas y horas clavaba su mirada al cielo. Mientras estudiaba las propiedades de las hierbas medicinales y astronoma y su influencia sobre los seres, observaba sin cansancio los fenmenos de la vida material y espiritual, los fenmenos del cosmos y realizaba toda clase de experimentos. Combinaba ese estudio con el trabajo. En Alcoyonqui, a duras penas levant un comercio de abarrotes. Instal su tienda. Contrat un dependiente para que la atendiera mientras l ambulaba por diferentes zonas realizando transacciones comerciales entre los campesinos, con quienes haca sus primeros ensayos con hipnotismo curativo que le atraa enfermos y pobres agradecidos, porque no acostumbraba cobrarles, aunque el hipnotismo le llam la atencin poco tiempo, pues se opuso siempre a que se enajenara la voluntad de las personas, aun cuando se utilizara en beneficio de ellas mismas. En cambio, atrajo ms su inters el magnetismo humano y su influencia en la curacin.

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En estas excursiones por los campos aledaos a Culiacn pudo comprobar que sus manos se enriquecan con el maravilloso don de la curacin magntica. Su alma contemplativa, su mente interrogadora, su ansia de saber y sus contactos directos con la injusticia y la desigualdad social, hicieron de l tierra frtil para que brotara la semilla del cambio revolucionario que a lo largo del pas se gestaba.

La Aurora de Mazatln Al final del siglo XIX, el liberal Juan Jacobo Valads prest insustituibles servicios mdicos a la sociedad sinaloense y quiso que sus hijos estudiaran medicina en Guadalajara. stos, sus hijos Juan y Francisco, al igual que Juan Jacobo, instalaron en Mazatln la Botica Central, en cuyo traspatio Juan Jacobo gustaba de reuniones en las cuales se disertaba sobre asuntos literarios. Cultos personajes, que luego lo seran de la poesa, del periodismo, de la administracin, se daban cita en las tertulias. Entre estos: Manuel Bonilla, Esteban Flores, Jos Berumen, Amado Nervo, Martiniano Carvajal, Vicente Gonzlez, ngel Beltrn, Juan Sarabia, Jess Gmez, Manuel Manzo, destacando entre ellos Jos Ferrel Flix, primo hermano de Juan y Francisco Valads, quien pese a su corta edad haba sido soldado, comerciante, marino conspirador, tribuno y amanuense. La tertulia llev a la fundacin de la Sociedad Aurora y en la trastienda de la botica las reuniones literarias y sociales se hacan con ms frecuencia y comenz a participar en actos cvicos, en funciones con fines patriticos, de

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caridad o con propsitos artsticos, con el talento destacado de Ferrel, quien haba nacido en Sonora y que, por ocasiones, se ausentaba de las tertulias. Francisco Valads, al tiempo que acrecentaba sus ideas, se asociaba con el acaudalado empresario Andrs Avendao y con la idea de crear una empresa editorial funda la sociedad mercantil Valads y Compaa Sucesores, la cual compr a Miguel Retes el peridico El Correo de la Tarde. La botica se convirti en Droguera Central y funcion en un edificio que por la calle Belisario Domnguez, entonces Principal, construy el ingeniero Francisco Guarneros, esposo de Cristina Ferrel, edificio donde tambin se instal el peridico, una librera y talleres de grabado, encuadernacin y rayado de papel. El Correo de la Tarde dej de ser una simple gacetilla literaria de informacin local. Se convirti en un peridico de opinin. Francisco Valads consult al periodista Jos Ferrel y finalmente ste le recomend a Heriberto Fras, quien en 1906 lleg a Mazatln para hacerse cargo de la direccin del peridico. Heriberto Fras enriqueci la tertulia que se convirti en una pea donde se discuta de poltica. Fras mantena correspondencia con Francisco I. Madero, iniciada como un intercambio de publicaciones. En El Correo del puerto se publicaba La sucesin presidencial de Madero y en La Opinin de Coahuila se daba a conocer La Rebelin de Tomochic, de Fras. Adems, Fras se comprometi a vender el libro de Madero en Mazatln y de aqu a todo el Estado de Sinaloa. (Valads, 1985, 45-58).

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Fue as como un ejemplar de La sucesin presidencial lleg a manos de Iturbe, quien desde ese momento se convirti en un soldado de la antirreeleccin y en un maderista convencido, difusor elocuente y entusiasta de las ideas de don Francisco I. Madero, quien lo cautiv no solamente por sus ideales polticos, sino tambin por su espiritismo: despus sera un fervoroso lector del Manual Espirita, que el apstol Madero escribi en 1911 con el pseudnimo de Bhima, uno de tantos libros de cabecera de Iturbe.

Vienen los ferrelistas! La juventud en armas con Madero Al Sr. Gobernador interino Lic. Eriberto Zazueta, Culiacn. Con profunda pena acabo de recibir telegrama de Ud. En que me participa el fallecimiento del seor gobernador general Francisco Caedo. Haga usted que se le tributen los honores que corresponden a su alta jerarqua.- Porfirio Daz. La anterior fue la respuesta del presidente de Mxico a la comunicacin antes recibida del gobernador interino de Sinaloa al anunciarle la muerte de don Francisco Caedo, ocurrida el 5 de junio de 1909, quien estuvo al frente del Estado por 32 aos, merced a arreglados interinatos. Con los honores correspondientes, Caedo fue sepultado el 8 de junio y el 14 del mismo mes se convoc a elecciones, que deban realizarse el 8 de agosto para que el vencedor terminara el periodo de Caedo el 26 de septiembre de 1912. El da de las elecciones, domingo por la maana, los habitantes de Culiacn vieron asombrados entrar a la ciudad a un joven alto y moreno al frente de un grupo de rancheros que llegaban a votar. Ah vienen los ferrelistas!, se oa por todas partes. Eran los rancheros de Alcoyonqui

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entusiasmados y convencidos por Ramn F. Iturbe de que una nueva era se acercaba para ellos y para Sinaloa. El porfirismo estaba por caer. Haba que votar contra Diego Redo, el candidato continuador de Porfirio Daz en Sinaloa y a favor de Jos Ferrel Flix, el candidato del pueblo opositor. Iturbe as lo entenda. Sus observaciones sobre el porfiriato le hacan concluir que los mtodos no eran los adecuados para el desarrollo cvico de Mxico, del pueblo sinaloense que en esta contienda, al dar su voto por el ferrelismo, se enfrent abiertamente al presidente Porfirio Daz mediante el rechazo de la candidatura de Diego Redo para gobernador del Estado. Los resultados fueron frustrantes. En el distrito del cual era cabecera Culiacn, donde se tena una lista de 7 mil votantes, el candidato oficial obtuvo 9 mil 399 votos, contra slo 804 de Jos Ferrel Flix. Fue una votacin fraudulenta, inflada a favor de Redo. El proceso electoral fue un fraude en todo el pas, donde las condiciones de existencia eran cada da ms miserables para la mayora de la poblacin que da a da se rebelaba contra el gobierno sempiterno de Porfirio Daz y su sistema de acabar con la oposicin mediante el asesinato selectivo, como ocurri con Gabriel Leyva Solano el 13 de junio de 1910, en la Villa de Sinaloa. Entusiasmado por las enseanzas de Madero en La Sucesin presidencial, Iturbe no vacil en atender al llamado del Plan de San Luis, promulgado en Texas, a donde Madero haba huido de la prisin que sufra en San Luis Potos. Ante el fraude electoral ocurrido en todo el pas, Madero llam a levantarse en armas a las 6 de la tarde del 20 de noviembre de 1910. Un grupo de jvenes temerarios atendi el llamado.

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Iturbe relata que fue uno de los primeros que se levantaron en armas en Sinaloa. Sus razones eran muy claras: El pueblo tena hambre y sed de justicia y quera terminar con su miseria a travs de las reformas que propona Madero. Adems deseaba un cambio de gobierno que acabara con la dictadura de Porfirio Daz, causa de nuestra situacin. En esos tiempos un pen del campo reciba el pago para toda su familia, un almud de maz y un cuartern de frijol (unos cuatro kilos) para la semana. Su sueldo era de tres reales diarios (treinta y siete centavos) trabajando de sol a sol en Sinaloa y en Jalisco 18 centavos. Haba das en que solamente comamos tortillas con agua de chile y cebollas. La pobreza era espantosa. Fue el motor de la Revolucin. Los peones eran tratados como animales por los ricos hacendados. (Tirado, 1982). Entonces, el 20 de noviembre de 1910, al lado de otros jvenes intrpidos e idealistas Juan Banderas, sinaloense, y Agustn Beltrn y Conrado Antuna de Durango, deba levantarse en armas en Culiacn. Tan joven era Iturbe, que para los dems conjurados era apenas un chamaco. El golpe en Culiacn fracas a causa de una denuncia. Tenamos que reunirnos en mi casa (calles Coln y Corona). El plan era que yo tomara la penitenciaria echando fuera a los presos, para lo cual estaban comprometidos los celadores y la guardia. Los otros deberan capturar al gobernador del Estado Diego Redo durante un baile. Es Iturbe quien relata los hechos: En mi casa escondamos las armas. A las once de la noche que yo llegu not que haba luz por la nica puerta que daba a la calle. La casa debera estar cerrada y mi obligacin era dar una contrasea. Cuando entr

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no haba nadie, ni mis amigos ni el parque. Los haban aprehendido. De pronto se me aparecieron en la puerta cuatro policas. Yo les apunt con mi pistola y ellos se barrieron por el suelo hacia fuera y escaparon. Cerr la puerta inmediatamente y le puse una tranca. Estaba rodeado. Haba una salida por detrs, pero tambin estaba cubierta. Sin embargo, pude escapar. De all sali la leyenda de que yo tena pacto con el diablo. Lo que pas fue lo siguiente: haba luna llena y se proyectaban las sombras muy oscuras. En el lado de atrs haba una cocina a cuya sombra brinqu. Los policas estaban pendientes de que yo saliera a la calle y yo decid irme por el lado donde se formaba aquella sombra. Escap protegido por la mancha negra, saltando bardas. Cuando ellos entraron a mi casa yo ya no estaba all, me haba esfumado misteriosamente, segn dijeron ellos. (Tirado, 1982). Una vez lejos de la casa, Iturbe huy por el monte hacia Alcoyonqui, donde tena un compadre. Lo perseguan por toda la zona y cuando lleg a Alcoyonqui ya lo haban buscado por all policas disfrazados. Un compadre lo escondi en el monte y desde el pueblo le llevaban la comida. Despus se dirigi a un riachuelo. Los miembros del Comit Antirreleccionista le enviaron una carabina y parque. Anduvo escondido cerca de un mes, hasta que consigui un gua a quien arm y siguieron su viaje rumbo a Durango, donde se encontr con sus compaeros Banderas, Antuna y otros. Ya en el Estado de Durango hicieron su primer reclutamiento (17 hombres). Con ellos tomaron Tamazula, Durango, donde ley junto a un kiosko y a manera de adoctrinamiento, el Plan de San Luis, firmado por Madero. Despus tomaron Chacala, un pueblo minero. Ya para entonces tenan 180 hombres. Las damas de Chacala le regalaron una bandera que

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tena, de un lado, la imagen de Hidalgo y, del otro, la Guadalupana. Iturbe ya practicaba el espiritismo, pero era catlico y creyente en la virgen de Guadalupe. Yo no era el jefe absoluto, no habamos decidido quin debera mandar y ramos en realidad cuatro jefes, pero las damas me hicieron el regalo a m, dijo Juan Banderas era un hombre impulsivo y quiso tomar el mando absoluto. Tuvimos un disgusto y por poco nos damos de balazos. Le propuse que nos separramos, consultando la voluntad de la tropa para que siguieran al que ellos eligieran. As lo hicimos y todos se vinieron conmigo. Beltrn prefiri irse con Banderas, Antuna me sigui a m. Tomamos rumbo a Topia. As, con grandes sacrificios, hechos y leyendas, se fueron formando mis fuerzas. (Tirado, 1982). Tuvieron las primeras revueltas. Entonces no sabamos fusilar. El seor Madero nos comunicaba a todos su espritu de bienhechor. Ni fusilbamos ni nada. Le aseguro que nuestras tropas no se llevaron de aquellos pueblos ni un sarape. (Reyes, 1966). Madero reconoci stas y otras proezas (como su habilidad para reunir rebeldes) y el 22 de mayo de 1911, desde Chihuahua, le otorg a Ramn F. Iturbe el grado de general brigadier del Ejrcito Liberador. Cmo era Madero? pregunt Beatriz Reyes Nevares a Iturbe ms de 50 aos despus de estos sucesos: Era el revolucionario por excelencia. Porque ser revolucionario no equivale a empuar un fusil y dispararlo. Para serlo se necesitan ideas. Se requiere un deseo muy grande de transformar las cosas e implantar la justicia. Y el seor Madero tena esto. Se le ha reprochado que no tuviera aspiraciones

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de reforma social. Me consta que las tuvo. Dicen que su origen (con aquello de que su familia era muy rica) le impeda comprender el drama del campo. Le asegur que s lo comprendi. Lo que pasa es que l saba que no era posible una modificacin instantnea del orden establecido. Haba que proceder gradualmente. Y no le dieron tiempo. (Reyes, 1966, 38). El 27 de agosto de 1963, relata: el apstol de la democracia, de alma pura y transparente, de ideas filosficas orientalistas, nos dira: lo hecho, bien hecho est. Sin ser fatalista nos deca que la ley se cumple, que todo se paga, si no en la misma existencia, en otra, pues crea en la reencarnacin y supervivencia del espritu para m era un iluminado, que llevaba siempre el bien en su corazn.5

El sitio y la primera toma de Culiacn Muy pronto se crearon mitos en torno a Iturbe, los cuales se acrecentaron al paso de los aos, como el denominarlo el general de mil batallas, que nunca fue vencido. Ante la periodista Beatriz Reyes Nevares, el general Iturbe desmiente tal situacin: Al principio de mi carrera tuve dos derrotas y las dos me las propin un coronel de nombre Luis G. Morelos a quien admir mucho. Fueron derrotas que ni coraje me dieron, por lo tcnicas y estrategias correctas. Acciones admirables de mi adversario. Al poco tiempo, Morelos fue mi prisionero y yo me lo llev a mi cuarto. Quera conversar con l. No es frecuente que se tenga un respeto as por el enemigo.5

Discurso pronunciado el 27 de agosto de 1963, en el desayuno que ofrecieron los supervivientes civiles y militares de la Revolucin Mexicana al presidente Adolfo Lpez Mateos.

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Sin embargo, es lo que se debe hacer. Cuando el enemigo lo merece, por qu comportarse con l en forma poco comedida? Aquel Morelos vala mucho. De veras vala. (Reyes, 1966, 38). El coronel Morelos fue el ltimo en rendirse durante la toma y sitio de Culiacn, el 2 de junio de 1911. Hctor R. Olea relata de la siguiente manera el relevante hecho militar: El 20 de mayo de 1911, los maderistas dieron principio a una reconcentracin de fuerzas para atacar la capital del Estado. Ms de 4,000 revolucionarios pusieron sitio a la plaza comandados por Ramn F. Iturbe, Juan M. Banderas, Herculano de la Rocha, Claro G. Molina, Gregorio L. Cuevas, Jos Mara R. Cabanillas, Mateo de la Rocha y los comandantes de guerrillas: Cndido Avils, Conrado Antuna, Martn Elenes, Hilario Narvez, Agustn Beltrn, Antonio M. Franco, Cipriano Alonso, Francisco Quintero, Antonio Chaires Flix, Mauro Valenzuela, Cruz Medina, Daro Medina, Francisco Ramos Obeso Arnoldo de la Rocha y Eduardo y Miguel Armenta, adems de mujeres: Clara de la Rocha y Valentina Ramrez. (Olea, 1993, 43). El mismo historiador sinaloense explica que la guarnicin de Culiacn estaba a cargo de 400 porfiristas; 160 soldados y rurales al mando del mayor Agustn del Corral, los federales al mando del general Higinio Aguilar y el coronel Luis G. Morelos y 100 rurales del estado al mando del capitn Ignacio Herrera y Cairo. El 25 de mayo qued cerrada la ciudad y los revolucionarios comenzaron el ataque. La lucha fue cruenta y finalmente favoreca a los revolucionarios. Con nimo de triunfador, el primero de junio, a las 4 de la maana, Iturbe perpetr la siguiente hazaa:

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El general Higinio Aguilar, al mando de 300 soldados defenda su cuartel en la casa de la Moneda. Yo, con doce compaeros (acompaado del mayor Agustn del Corral) entr al edificio sin medir las consecuencias, para pedirle su rendicin, en una de las treguas del combate. Habl con l y le ped que depusieran las armas. Me contest que slo acatara las rdenes del gobernador Diego Redo. De all encamin mis pasos seguido de mis hombres armados, hasta la casa frontera al Palacio de Gobierno, donde se me dijo que se alojaba el gobernador porfirista. No lo encontr en su residencia y volv nuevamente a la Casa de la Moneda, a insistir en mis demandas. Algunos soldados federales, vindome nuevamente en la ratonera, comenzaron a gritarle al general en alta voz: No lo deje salir, mi general! Moriremos todos contest con aplomo, porque el edificio ser volado si no salimos dentro de media hora! Y ese golpe de audacia hizo que el anciano militar se rindiera con sus trescientos hombres. Das despus me entreg su espada de gala, que yo quise conservar como un recuerdo de mi juventud revolucionaria. (Olea, 1993, 47). Desde el 30 de mayo de 1911, en la madrugada los maderistas arreciaron los ataques a la ciudad por todas las posiciones. El primero en rendirse a instancias de Iturbe, fue el general Aguilar. Despus, Herrera y Cairo. El 31 se rindi la ciudad. Hasta el 2 de junio el coronel Morelos, al saberse la renuncia de Porfirio Daz y recibir la promesa de que se le perdonara la vida.

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En esta ocasin s hubo saqueos, incendios de fbricas y fusilamientos. El mismo 30 de mayo fue fusilado, en la fbrica de La Aurora, por tropas del general Iturbe, Camilo Beltrn, encargado de las caballeras del palacio de Gobierno, acusado de hacer resistencia a los maderistas. Antes, el 21 de mayo fue incendiado el chalet de los Gmez por el barrio de La Vaquita y luego el primero de junio la fbrica de hilados y tejidos El Coloso de Rodas. Iturbe aclar respecto al ltimo hecho: Yo haba establecido mi cuartel general primero en El Barrio y despus en La Aurora Nuestros soldados, sin mediar ninguna orden de mi parte, lo hicieron por iniciativa propia, como respuesta a la terquedad de los defensores de Culiacn por no aceptar nuestras proposiciones de paz. Ante lo inevitable, yo di instrucciones de que se pusiera salvo parte de las existencias de la fbrica sin que posteriormente el fuego fuera dominado. El pueblo mismo ayud a los soldados (Olea, 1993, 50). Uno de los fusilamientos caus controversia nacional, el del general Morelos. No se respet el acuerdo y promesa de perdonarle la vida. La duda nunca fue despejada totalmente, pero a Juan Banderas se le sigui un proceso judicial y el general Iturbe hizo pblica su versin de lo ocurrido. Iturbe sostuvo que l mismo seal a Morelos su propia habitacin como hospedaje y le dijo al recibirlo como su prisionero. A usted debo, coronel, las dos primeras lecciones de tctica militar que he recibido: cuando me derrot en Las Milpas y en Tamazula. Aqu ser mi husped, en mi propio cuartel. Con las plticas con usted aprender mucho. (Olea, 1993, 51). Martn Elenes, ayudante de Iturbe, lo vigil dos das (estuvo 2, 3, 4 y 5 de junio), el 5 de junio le entreg a Morelos al soldado Mateo de la Rocha por

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rdenes de Juan Banderas. La seorita Amalia G. Rivas y otras personas entrevistaron a Iturbe y a Banderas pidindole la vida del coronel federal. El 6 de junio, a las 11 de la maana, inici la junta revolucionaria a la que asistieron Banderas, Iturbe, De la Rocha, Smano, Carlos Vega, Jos Mara Meza, Blas Borboa y Luis Banderas. Se discuti el fusilamiento a las 9:45 de la noche lo fusilaron. El asunto lleg a los tribunales. El 15 de enero de 1912 ante el Juez de Distrito, licenciado Manuel N. Nagore, Iturbe declar: En aquella poca slo haba en Culiacn dos jefes revolucionarios que pudieron dictar la orden de fusilamiento: Banderas y yo. Sobre el particular ya rend mi declaracin ante el procurador (licenciado Manuel) Casteln Fuentes y creo que esa declaracin ya consta en autos en el juzgado primero de Distrito. Como quiera que sea, me parece que la declaracin que debe dar mayores luces en este asunto es la que puede rendir el mismo ejecutor de la orden de fusilamiento (Agustn Beltrn, jefe de la escolta y Mario Quinez, jefe de la escuadra, segn Martn Elenes). (Olea, 193, 53). Banderas fue detenido y enjuiciado en Mxico por el fusilamiento del coronel Morelos. Fungi como su defensor el licenciado Jos Vasconcelos y como testigos de cargo el doctor Enrique Gonzlez Martnez, Genaro Estrada, el general Aguilar, Ana Mara Espino viuda de Morelos, Iturbe, el mayor Elenes y Adela G. de Rivas. El 3 de junio Diego Redo renunci como gobernador y el Congreso del Estado nombr en su lugar al licenciado Celso Gaxiola Rojo, que entreg el poder el 7 de agosto al general Banderas. Se hizo un simulacro de eleccin y

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el 27 de septiembre tom posesin como gobernador el profesor Jos Mara Rentera. El movimiento revolucionario triunf y Madero esper las elecciones para ocupar la presidencia la cual asumi el 6 de noviembre. Madero entreg los mandos del ejrcito a Victoriano Huerta Mrquez. El 28 de noviembre se public el Plan de Ayala, donde Emiliano Zapata acus a Madero de haberse dedicado a satisfacer ambiciones personales; violando la soberana de los Estados; burlando el sufragio; entrando en contubernio con los cientficos hacendados feudales y caciques; ahogando en sangre a los pueblos que piden justicia; imponiendo a Pino Surez como vicepresidente y a los gobernadores de los Estados contra la voluntad del pueblo; conculcando las leyes y la Constitucin de 1857; conduciendo al pas a la ms horrorosa anarqua; y pretendiendo establecer una dictadura ms oprobiosa que la de Porfirio Daz. Sostena que Madero deba ser derrocado, y proclamaba a Pascual Orozco como jefe, y en su defecto, a l mismo, a Emiliano Zapata. Heberto Sinagawa explica que con el rompimiento entre Madero y Zapata, el general Juan M. Banderas se alz con el Plan de Ayala, y los zapatistas dominaron rpidamente gran parte del Estado, y en marzo 27 de 1912 el seor Rentera renunci a su cargo de gobernador por graves interferencias de ministros del seor Madero. Se sucedieron 4 gobernadores interinos y se dio el caso de que dos no aceptaran la gubernatura. Pero el zapatismo fue derrotado lenta pero inexorablemente y el ltimo en caer fue Fortunato Heredia, que impuso prstamos forzosos en Los Mochis y se dirigi a San Jos de Gracia con la clara intencin de hacerse de oro y plata. El

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general Iturbe defendi la plaza de Culiacn del ataque zapatista el 10 de abril de 1912 y sucesivamente derrot a Antonio Franco, Francisco Quintero y otros; se intern en territorio chihuahuense combatiendo a los orozquistas y desapareci. (Sinagawa, 1986, 224). Los combates entre los zapatistas y las tropas de Iturbe en Sinaloa duraron de febrero a mayo de 1912. Aqullos iniciaron su lucha en Mocorito, tomaron Guadalupe los Reyes, Concordia, El Verde, Siqueros y el Roble. Atacaron San Ignacio y Villa de Sinaloa y el 4 de abril de 1912 muri en combate contra ellos Nstor Pino Surez, coronel de las fuerzas rurales, hermano del vicepresidente Jos Mara. Posteriormente, Iturbe fue comisionado a Chihuahua, donde pele contra los orozquistas. Al terminar esta primera fase de la revolucin, Madero llam a Iturbe para darle un puesto en su gobierno, pero ste le dijo que un militar tan ignorante como l, sin escuela, no podra servirle adecuadamente, y le pidi que lo mandara a estudiar ingeniera civil en una academia militar de los Estados Unidos, para prepararse y serle ms til. Madero lo mand becado pero bien poco dur este retiro a la vida privada: en febrero de 1913 ocurri la decena trgica y a la muerte de Madero, Iturbe regres a Mxico en junio y platic con lvaro Obregn para mostrarle su disposicin de luchar por el bando constitucionalista en apoyo a Venustiano Carranza y en contra de la usurpacin de Victoriano Huerta.

Lucha con Obregn, por Carranza y contra Huerta

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lvaro Obregn, sonorense que haba sido simpatizante de Madero, fue presidente municipal de Huatabampo por las filas antirreleccionistas y se incorpor a la lucha armada contra las fuerzas de Orozco. Ante los sucesos del cuartelazo en la Ciudadela, inmediatamente se lanza a la lucha contra el usurpador Huerta desde la frontera con Estados Unidos, concretamente en Nogales, donde se le incorpora Iturbe. El 26 de marzo de 1913, un grupo de militares reunidos en la Hacienda de Guadalupe, municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, emiti un Manifiesto a la Nacin, en el que expresaban su posicin ante los acontecimientos que se vivan en la Ciudad de Mxico y que provocaron la muerte del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente Jos Mara Pino Surez, y la instauracin del gobierno del general Victoriano Huerta. En la misma Hacienda de Guadalupe, 54 aos despus, en la ceremonia de conmemoracin del hecho, Iturbe habl sobre su gran significado histrico: el haber dado un programa y trazado una ruta de accin a la unnime protesta popular que conmovi a la Repblica, al ser conocida la infamia de Victoriano Huerta. Este documento tambin constituye una extraordinaria leccin de valenta ciudadana. En un momento crucial de nuestra historia, dio al pueblo una bandera de lucha que enarbol en alto el entonces gobernador Constitucional de Coahuila de Zaragoza, proclamado por el Plan de Guadalupe como Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista. (Iturbe, 1967) lvaro Obregn se adhiri al Plan y reconoci como jefe del movimiento al gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza.

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Iturbe, procedente de Los ngeles, California, lleg a Nogales, Sonora, y se present al general en jefe lvaro Obregn, quien le proporcion 80 hombres y le dio el mando de las fuerzas con que penetr a Sinaloa el 17 de junio de 1913. Qu ocurra en el Estado en torno a la traicin de Huerta y el asesinato de Madero? lvaro Obregn describe as la situacin: El gobernador de Sinaloa, seor Felipe Riveros, que haba reconocido a Huerta y que, posteriormente, fue destituido y reducido a prisin por orden del mismo usurpador, haba logrado evadirse y obtener del seor Carranza se le reconociera como gobernador de Sinaloa, y por aquellos das se diriga a aquel Estado. En Sinaloa, era jefe de las operaciones el general Ramn F. Iturbe, quien tena su Cuartel General en San Blas desde donde dirigi las operaciones del Estado. Los grupos que andaban levantados en armas en aquel Estado, eran ya numerosos, siendo los principales jefes rebeldes los ciudadanos Mezta, Cabanillas, Rocha, Carrasco, Flores y algunos otros. (Obregn, 1959, 82). Antonio Bonifant Armenta, distinguido navolatense, entonces

compaero de armas de Iturbe, comenta que se empezaron a correr rumores de que al llegar ste a San Blas siendo general desde 1911 del Ejrcito Libertador de Madero, iba a pretender ser el jefe supremo de los constitucionalistas, por lo cual dijo al gobernador Riveros: Seor, no quiero que me reconozcan ningn grado, slo pido que al presentarse la primera columna federal enemiga, me mande usted a combatirla con los elementos que tenga ms desorganizados, es decir, algunas guerrillas as, sin elementos

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y mal disciplinados, no obstante de que ya se haba atacado la ciudad de Sinaloa, sin poderla tomar. (Iturbe, 1971, 35). Bonifant describe emocionado el ataque suicida de Topolobampo en que las fuerzas de Iturbe derrotaron en forma desastrosa a las huertistas. Iturbe haba ordenado el fusilamiento de los federales detenidos, porque saba de algunas fechoras cometidas por ellos en el sur de Sinaloa y porque no era posible cargar con los prisioneros, pero cuando el general se acercaba a ellos, el verlo, como una cosa instintiva del destino, se quitaron el sombrero y gritaron a voz en cuello: Viva Madero! en recuerdo al fervor maderista de Iturbe. No se les fusil y se integraron con los heridos a la retaguardia. Respecto a esta batalla, la hoja de servicios de Iturbe hace notar que se dispuso desde luego atacar con 300 hombres el puerto de Topolobampo defendido por el coronel federal Valdivieso con 450 soldados y protegidos por el caonero Tampico. Al cabo de tres das de asaltos se apoder de la plaza el 30 de agosto de 1913, tomando 82 prisioneros y muriendo el coronel Valdivieso a consecuencia de las heridas que sufri; el resto fue obligado a embarcarse. (Mientras esto suceda, el coronel federal Miguel Rodrguez amenazaba San Blas, Sinaloa, con dos columnas, una de 200 hombres al mando del mayor Olague sobre la que triunf el Tte. Coronel Manuel Mezta en el cerro del Sufragio, y otra de 300 hombres que al mando directo de Rodrguez desalojaba a Felipe Riveros de San Blas). Conseguido el triunfo de Topolobampo concentr sus fuerzas a San Miguel para hacer frente a Rodrguez; pero ste evadi el encuentro para embarcarse e ir ms tarde a Culiacn

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Por stas y otras operaciones militares, el 16 de septiembre Iturbe fue nombrado jefe de las Operaciones Militares en el Estado de Sinaloa por el general Obregn. El 24 de septiembre envi tropas a fin de recuperar la poblacin de Los Mochis. Despus concentr sus fuerzas para atacar la plaza de Sinaloa (hoy de Leyva), la cual tom despus de tres das de reidos combates. Ese da, el 24 de septiembre Carranza pronuncia un brillante y emotivo discurso en Hermosillo con una proyeccin ideolgica comparable al plan de Guadalupe, en el cual supo recoger y expresar las inquietudes y los anhelos profundamente arraigados en el pensamiento y en el corazn del pueblo. (Iturbe, 1967). Venustiano Carranza no slo reconoci el grado de brigadier otorgado por Madero a Iturbe, sino que el 28 de octubre de 1913 lo asciende a general de brigada. Con esta nueva graduacin, el general se apresta para la toma de Culiacn, como segundo jefe del General lvaro Obregn.

Segunda toma de Culiacn y sitio de Mazatln con Obregn El 23 de noviembre de 1913, Obregn envi un telegrama a Carranza en el cual le informaba del sitio y toma de la capital del Estado de Sinaloa. Explica que lleg a Culiacn y procedi a tomar posiciones, y al establecimiento de puestos avanzados y de vigilancia, y orden que, con las debidas precauciones, se acamparan sus fuerzas. El general Iturbe, con el celo y actividad que le son reconocidos, cuidaba empeosamente del exacto cumplimiento de las disposiciones (Obregn, 1959, 91).

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El cuartel general de las fuerzas constitucionalistas se estableci en El Palmito, entonces distante aproximadamente un kilmetro de la ciudad y el da 8 de noviembre reuni a todos los jefes para darles a conocer el plan de operaciones. Presentes: el gobernador Felipe Riveros, los generales Iturbe, Manuel Mezta y Macario Gaxiola, tenientes coroneles Miguel A. Antnez, Francisco R. Manzo, Gustavo Garmendia, Carlos Flix, Antonio A. Guerrero y Antonio Norzagaray, y mayores Emilio T. Cecea, Alfredo Breceda, Juan Jos Ros, Esteban Baca Caldern Camilo Gastlum, Juan Jos Mrigo y Pablo Quiroga. El primer asalto se inici a las 4 de la maana del da 10 de noviembre, cuando hicieron sus movimientos iniciales las columnas de Hill y Gaxiola dirigidas personalmente por Iturbe, explica Hctor R. Olea, quien sintetiza: El coronel federal Miguel Rodrguez defendi la ciudad con 2 mil soldados y bastante artillera, logr salir con slo 1,200 y despus de una tenaz persecucin ordenada por el general Iturbe, le dio alcance el general Diguez en Quil (Olea, 1993, 104). Durante los combates, el general Iturbe se mantuvo constantemente en la lnea de fuego, dando muestras de una energa y actividad inquebrantables; sin descuidar ningn detalle, recorra siempre las posiciones avanzadas, celoso de que nuestras tropas guardaran la actitud que les corresponda. (Obregn, 1959, 97). Tal actuacin no obedeca solamente a la promesa de amor, que le hizo a su novia Mercedes Acosta, de tomar Culiacn. Era un jefe nato y as lo ilustra Martn Luis Guzmn:

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En lo militar (Iturbe) acababa de hacerle ver a Obregn que no hurtaba la jerarqua de general del Ejrcito Constitucionalista: Iturbe saba mandar, disponer, obrar y triunfar, segn lo demostr multitud de veces durante el ataque a esa misma ciudad donde ahora estbamos. Nadie, en efecto, ignoraba que en la toma de Culiacn aparte la jefatura de lvaro Obregn haba habido un herosmo tranquilo y de autntico linaje guerrero: el de Gustavo Garmendia; una bizarra tenacidad, la de Diguez; y, descollando sobre todo, una indiscutible capacidad de jefe de jefe valeroso: la de Iturbe. Despus de la batalla, a Obregn le faltaron elogios para exaltar la conducta del joven general de Sinaloa. (Guzmn, 387). El optimismo embargaba a los constitucionalistas sinaloenses. Los jefes militares y civiles invitaron a Carranza para que desde Hermosillo visitara Sinaloa, lo cual acept y lleg a la capital el 22 de enero, acompaado de su estado mayor. Se hicieron grandes manifestaciones de adhesin la ciudad se engalan con arcos triunfales y cuando lleg al saln rojo del Palacio de Gobierno, lo recibieron tres bellas seoritas vistiendo los simblicos trajes de la Libertad, de la Ley y de la Justicia (Olea, 1993, 110). En un acto oficial, hicieron uso de la palabra el gobernador Riveros y Ramn F. Iturbe en nombre del gremio militar, entre otros. Carranza fue objeto de banquetes, velada literaria y hasta apadrin la boda de Iturbe y Mercedes en Culiacn, antes de partir en febrero, hacia Hermosillo y de ah rumbo a Nogales, acompaado del general Obregn, quien recibi en Estacin Santa Ana un telegrama del general Iturbe comunicndole que el buque caonero Tampico se pona a las rdenes de la revolucin.

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El da 23 de marzo, el general Obregn recibi otro telegrama de Iturbe, procedente de Culiacn, comunicndole que el teniente coronel Gregorio Osuna, comandante militar del distrito sur de Baja California, a bordo del vapor Bonita se incorpor al gobierno constitucionalista en el puerto de Altata. Sinaloa y Sonora eran terrenos asegurados por los constitucionalistas, con excepcin de los puertos de Guaymas y Mazatln. Mientras se combata en Guaymas, las fuerzas de Sinaloa continuaban el asedio de Mazatln, aunque sin poder establecer un sitio efectivo, debido a los pocos elementos con que contaban los jefes de aquellas fuerzas, que lo eran el general Juan Carrasco y el coronel ngel Flores, por lo que se limitaban a hostilizar constantemente a la guarnicin federal de dicho puerto. (Obregn, 1959, 107). En Culiacn, el general Iturbe, jefe de las fuerzas de Sinaloa, eficazmente ayudado por el coronel Eduardo Hay, como jefe de su Estado Mayor, se ocupaba tambin, con toda actividad, en dar la mejor organizacin posible a los distintos cuerpos de tropas que tena en aquella plaza, y que se alistaban para marchar al Sur. Mientras se preparaba el sitio de Mazatln, Obregn resolvi continuar su avance sobre Guadalajara, Jalisco. Dej el puerto de Mazatln sitiado por tres mil revolucionarios que disponan de cinco caones y tres ametralladoras, al mando de Iturbe y de otros subalternos. El siguiente dilogo telegrfico entre Obregn e Iturbe, da testimonio de lo ocurrido en Mazatln: De Obregn a Iturbe, 17 de mayo:

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Teniendo que marchar para el Sur, hoy, quedar usted, como verbalmente se lo haba ordenado, con las brigadas de Sinaloa, conservando el sitio que tenemos puesto a la plaza de Mazatln. Cuando se reciba la remesa de parque, se terminen las reparaciones del caonero Tampico, que desde ayer est a flote, y quede cortada la comunicacin entre Manzanillo y Guadalajara, dar a usted orden para que ataque la plaza sitiada, para as no tener que sacrificar la gente que tendramos que perder si se atacara ahora. No tengo que hacer a usted ninguna recomendacin especial, porque el celo con que siempre ha sabido usted cumplir con sus deberes es una garanta de acierto. Hago a usted presentes mi atenta consideracin y aprecio. (Obregn, 1959, 123).

De Iturbe a Obregn, 11 de agosto: Hnrome comunicar a usted haber tomado posesin de esta plaza (Mazatln), despus de cinco das de combate, habiendo hecho al enemigo trescientos muertos, ms de quinientos heridos, trescientos prisioneros y capturando muchas armas y parque. Entre prisioneros, un coronel y diez oficiales que, conforme con la ley de 25 de enero, fueron pasados por las armas. Ya dar a usted detalles. Sigo recogiendo dispersos. Resto enemigo embarcose. Felicito a usted, en nombre de la brigada que me congratulo en comandar, por este nuevo triunfo. (Obregn, 1959, 154).

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Los revolucionarios entraron a Mazatln el 9 de agosto de 1914. Obregn reconoce a Iturbe y a sus fuerzas: Dbese hacer observar que la toma de Mazatln se llev a cabo solamente con las fuerzas con que el general Iturbe haba sostenido el sitio de dicho puerto, en virtud de que no lleg el refuerzo ordenado al general Salvador Alvarado, por los motivos que este jefe expuso al general Iturbe, y que aparecen consignados en el parte detallado que Iturbe rindi con fecha 11 de septiembre, y el cual se inserta ms adelante, explica Obregn (1959, 156) y un brevsimo resumen del parte sobre la toma de Mazatln enviado a Obregn por Iturbe el 20 de agosto, informa lo siguiente: Las prdidas que tenemos que lamentar, son: Muertos:. Que forman un total de 222 hombres. Los heridos se distribuyeron como sigue: Que forman un total de 257 hombres. Por su parte, el enemigo, adems de los 400 prisioneros que le hicimos, perdi mucha gente en la sorpresa de La Redonda y dej sembrado de cadveres el Malecn de Olas Altas, pudiendo estimarse que el nmero total de sus muertos, asciende a 400 hombres, entre los cuales se encuentran: un coronel y 17 oficiales que fueron recogidos prisioneros con las armas en la mano, y a quienes se les aplic la ley de 25 de enero de 1862, pasndolos por las armas. Los heridos que el enemigo se llev al evacuar la plaza suman cerca de 500, segn informes dignos de crdito. El comportamiento de las fuerzas de mi mando fue brillante: todos, sin excepcin, se batieron con denuedo y soportaron las fatigas con gran abnegacin.

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Para estmulo de los defensores de la legalidad, que militan en las filas del glorioso Ejrcito Constitucionalista, y para mayor honra de los que integran la Brigada de Sinaloa, que es a mis rdenes y tengo la honra de comandar, adjunto remito a usted la lista nominal, con expresin del Cuerpo y Arma en que sirvieron, de los Cc. jefes y oficiales que, en mi concepto, y salvo la mejor opinin de usted, merecen premio por su comportamiento durante este hecho de armas. La Brigada de Sinaloa felicita a usted por haberle dado las instrucciones generales que le permitieron alcanzar esta nueva y sealada victoria, y con la satisfaccin del deber cumplido, tengo el honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinacin y respeto. (Obregn, 1959, 188-196).

Sobre lo anterior, Obregn hace una observacin contundente: Todo comentario sobre este hecho de armas, que tanto realce ha dado a las armas constitucionalistas, saldra sobrando; ya que el parte rendido por el general Iturbe detalla tan bien las operaciones desarrolladas; y el nmero de muertos y heridos, en relacin con los combatientes, son la mejor prueba del arrojo de nuestras tropas. Digna de encomio, tambin, es la modestia del general Iturbe, cuando al terminar su parte, dice: La brigada de Sinaloa felicita a usted por haber dado las instrucciones generales, que le permitieron alcanzar esta victoria... El xito tan completo alcanzado se debi al valor y acierto del general Iturbe y los jefes subalternos, que tan hbilmente lo secundaron, as como a la disciplina y valor de los oficiales y tropa, y no a instrucciones mas, que

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ninguna influencia podan tener, dada la distancia a que me encontraba y al desconocimiento que tena, en detalle, de los hechos que se desarrollaban. (Obregn, 1959, 196). El parte de Iturbe es muy amplio y minucioso, sin embargo, no relata la incorporacin a la revolucin en Mazatln de estudiantes normalistas procedentes de la ciudad de Mxico. Francisco Peregrina (1980, 6-7) narra la ancdota en la revista Presagio con el ttulo Estudiantes normalistas a las armas!: un pasaje revolucionario, Entre los jvenes se encontraba Gabriel Leyva Velzquez, futuro gobernador y amigo de Iturbe; de los otros, algunos murieron en combate y hubo quienes posteriormente alcanzaran celebridad como militares, abogados y maestros. Seala Peregrina que durante el sitio del puerto, los constitucionalistas tenan su cuartel general en Los Otates y las avanzadas en la Casa de las Palomas, finca ruinosa que contaba con una pieza destechada, construida sobre el mdano de la Playa Norte, ms o menos donde est el Hotel de Cima Los estudiantes de la Escuela Normal de Profesores de Mxico venan a bordo de dos carruajes desde la metrpoli con el plan determinado de levantarse en armas contra Huerta y en cada pueblo simulaban llamamientos para combatir a los americanos que en conflicto con Huerta estaban posesionados de Veracruz. En Mazatln lograron su propsito: el 7 de mayo se dirigieron de la catedral al campo revolucionario donde el general Iturbe les dio la bienvenida y les asign un modesto lugar en las filas del ejrcito constitucionalista.

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Los estudiantes eran: Adolfo Cienfuegos (y Camus), Benito Ramrez (Garca?), Tefilo lvarez Borboa, Gabriel Leyva Velzquez, Rubn Vizcarra (Campos), Roberto Acevedo Glvez, Damin Alarcn, Albino Vargas, Agustn Tapia, Gerardo Martnez, Fernando torres Vivanco, Gregorio Lozano Saavedra, Horacio Castilleja, Elas Corts y Juan Jos Ortega.

Lealtad al constitucionalismo y a Carranza Huerta renunci a la presidencia el 15 de julio de 1914 y el 20 de agosto el Ejrcito Constitucionalista hace su entrada triunfal a la ciudad de Mxico. Se iniciaba una nueva etapa en el proceso revolucionario.

Aparentemente se daba fin a la guerra, sin embargo muy al contrario, se abri el escenario hacia una nueva contienda al presentarse la escisin de los caudillos: Villa y Zapata tenan su propio proyecto de nacin, distinto al de Carranza, quien intent negociar con el primero y le pidi la rendicin al segundo. En la noche del 27 de septiembre se celebr una Junta de jefes constitucionalistas en el Cuartel General de Blanco en la ciudad de Mxico, en la cual estuvo presente Obregn. Se acord, entre otros asuntos, nombrar en comisin, para que fuera a Aguascalientes a tratar con los jefes de la Divisin del Norte, a los siguientes generales: lvaro Obregn, Ramn F. Iturbe, Guillermo Garca Aragn, Ernesto Santos Coy, Ramn V. Sosa, Jess Trujillo y coronel Luis Santoyo.

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En octubre de 1914, Carranza organiza una convencin de lderes revolucionarios. Zapata y Villa no estuvieron de acuerdo en que se realizara en la ciudad de Mxico y se traslad a Aguascalientes. A consideracin de Obregn la Convencin fue un fracaso, pues Villa qued investido de una aparente legalidad, y esto dio margen tambin a que muchos de los jefes, que sin la Convencin hubieran permanecido leales a la Primera Jefatura, defeccionaran y se incorporaran a Villa aparentando sostener al gobierno de la Convencin, representado por el general Eulalio Gutirrez. En la Convencin se decret el cese de Venustiano Carranza como Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la Nacin, al igual que el cese del general Francisco Villa, como jefe de la Divisin del Norte y se nombr Presidente Provisional de la Repblica al general Eulalio Gutirrez, por un perodo de veinte das, tiempo que se juzg suficiente para que la Convencin se trasladara a Mxico y all ratificar dicho nombramiento por un nuevo perodo en favor de Gutirrez, o se nombrara nuevo presidente. Para esas fechas, el general Iturbe haba sido nombrado jefe de la 3 Divisin del Ejrcito del Noroeste, cuya jurisdiccin comprenda el Estado de Sinaloa, la parte Sur del Estado de Sonora, que no haba sido controlada por las fuerzas de Maytorena y el Territorio de Baja California. El Gobernador de Sinaloa, Felipe Riveros, asumi una actitud marcadamente afecta al villismo. Para evitar una ruptura de consecuencias, Iturbe haba mandado desarmar los batallones 1 y 5 de Sinaloa, en el puerto de Topolobampo, que eran los ms importantes elementos con que poda

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contar Riveros para hacer armas contra el Gobierno Constitucionalista y obtuvo de Riveros, al mismo tiempo, la promesa de que permanecera leal a la Primera Jefatura de la Revolucin. A pesar de todo, el Gobernador haba renunciado el 20 de noviembre, declarando su adhesin al villismo, por lo que inmediatamente fue batido por las fuerzas leales, al mando del general Iturbe, quien le inflingi una completa derrota en las cercanas de Culiacn, donde el Gobernador rebelde abandon armas, municiones y dinero, mientras la gente que lo haba secundado se dispers en distintas direcciones Iturbe inform a Obregn que, despus de destrozar completamente a los enviados de Riveros, haba salido al frente de una expedicin de mil hombres con rumbo a la Baja California y haba derrotado por completo a la guarnicin maytorenista, que se encontraba en el puerto de La Paz, Baja California, el 8 de diciembre e 1914, y regres luego con su expedicin al Estado de Sinaloa. La Hoja de Servicios de Iturbe enlista las batallas en que ste particip contra los villistas en Sinaloa y norte de Nayarit, desde el inicio de 1915 y hasta septiembre del mismo ao, en que es nombrado Jefe de las Operaciones Militares en Jalisco y Colima. Antonio Nakayama resume en el siguiente prrafo dichos combates: En enero, la situacin de los constitucionalistas en el territorio de Tepic se puso difcil y el general Juan Dozal tuvo que abandonarlo, dejndolo en poder de las tropas de Rafael Buelna y obligando a Juan Carrasco a replegarse hacia Sinaloa. Por otra parte, la Columna Expedicionaria de Sinaloa tuvo que partir rumbo a Sonora al mando de ngel Flores, as que Iturbe se dirigi a Tepic, donde tuvieron lugar los picos combates entre los

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hombres de Buelna y de Carrasco. El general Jos Mara Cabanillas fue obligado por los villistas a desalojar Cosal, por lo que Iturbe se desplaz a ese lugar, donde derrot a Carlos Real, y de all retorn al sur en virtud de que los soldados de Buelna amenazaban a Mazatln, peligro que desapareci cuando fueron derrotados y obligados a replegarse de nuevo a Tepic, donde continuaron de nuevo los combates que culminaron con la victoria decisiva de los constitucionalistas. Iturbe volvi a la zona de Sinaloa, ocup la plaza de El Fuerte y en Bacamacari, Mocorito derrot a los villistas al mando del general Macario Gaxiola, terminando as con el peligro de que aquellos causaran ms intranquilidad en el estado. (Nakayama, 1975, 226). Iturbe entreg la comandancia de la Tercera Divisin del Ejrcito del noroeste al general Manuel M. Diguez y tom posesin de la Jefatura de las Operaciones Militares en Jalisco y Colima el 25 de septiembre de 1915. El general Iturbe llega a la capital de Jalisco con sus soldados sinaloense a fin de apresurar la persecucin de los restos de las partidas villistas que seguan sus correras por los pueblos del Estado. Nombr pagador del Estado Mayor de la Jefatura de Operaciones y luego obsequi un revlver al joven Jos C. Valads, quien consideraba a Iturbe un individuo excepcional que enseaba a vivir y amar la revolucin Los triunfos de Carranza se extienden por toda la geografa nacional. La revolucin, en su etapa constitucionalista, entra en una nueva fase dentro de la cual Iturbe vislumbra la oportunidad de convertirse en el primer gobernador constitucional de Sinaloa y hacia esa meta encamina sus pasos. A la distancia, Iturbe emite juicios sobre Carranza y Obregn. Frente al presidente Adolfo Lpez Mateos, dice el 7 de agosto de 1963:

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El seor Carranza fue todo un carcter en su firmeza de proceder, con los pies sobre la tierra, teniendo un profundo conocimiento de los hombres. No estuvo de acuerdo con Madero en cuanto a lo que llam debilidad, refirindose a sus transacciones y condescendencias para con los enemigos jurados de la Revolucin, como fueron todos los altos jefes del Ejrcito Federal, a quienes dej todo el poder de las armas en cumplimiento del Tratado de Ciudad Jurez. En cambio, Carranza no quiso dejar piedra sobre piedra de aquel ejrcito corrompido y que fuera la perdicin del apstol, traicionndolo e inmolndolo con el crimen ms execrable. Carranza fue todo un estadista y su inexorable firmeza en lo que consideraba deba ser, rayaba en una extrema rigidez. Yo creo que el amor, aun en su ms alto sentido de justicia, tiene siempre alguna flexibilidad. Carranza no la tena ni para salvar la vida de un familiar o aun la suya propia si para ello hubiera tenido que ceder ante alguna pretensin deshonrosa. Nos ense a no claudicar cuando del cumplimiento del deber se trata. Para hablar del seor Carranza, de nuestro Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista, habra que escribir muchos libros y stos ya fueron escritos por los ms capacitados para hacerlo. (Iturbe, 1963) Tres aos ms tarde, en 1966, Beatriz Reyes Nevares le arroja la pregunta directa: Y cmo era Carranza? Era la inflexibilidad en persona. La rectitud. Se propona una meta e iba derecho a ella, sin reparar en los obstculos. Y su meta era la legalidad, de modo que su valor histrico es inconmensurable. Yo admir mucho a Carranza, sobre todo despus de su discurso de Hermosillo. Es una pieza que

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debera difundirse. Una verdadera declaracin revolucionaria. (Reyes, 1966, 38). Qu opina usted de Obregn? Era un gran estratega. Tena una virtud: la economa de hombres. Nunca arriesgaba a nadie intilmente. Villa era lo contrario y en cambio tena sobre Obregn la cualidad de la rapidez. Sus desplazamientos eran fulgurantes, a base de caballera. A don lvaro le gustaba ms la infantera. Creo que del choque de estos dos criterios naci la victoria obregonista de Celaya. Es uno mesurado y calculador; el otro, todo arrojo y violencia (Reyes, 1966, 38). Ante Lpez Mateos tambin habl del sonorense: Qu podra decir de Obregn? Fui de sus fuerzas del Cuerpo del Ejrcito del Noroeste. Lo vi de cerca y observ cmo reaccionaba en el peligro, en los momentos ms crticos. Nunca alardeaba de su valor. Nos deca siempre: El general que no siente miedo es peligroso porque no toma las precauciones requeridas. Se levantaba muy temprano y le gustaba explorar y conocer la situacin personalmente, tanto del terreno como del enemigo. Era intuitivo y su caracterstica, contraria a la de Villa, era la de ahorrar la sangre de sus soldados. Jams lo derrotaron. Ha sido famosa su frase: Que se mutilen los hombres, pero que no se mutilen los principios. Finalmente tuvo gran predileccin por el campesinado. Los obregonistas siguen rindiendo culto a su memoria y manteniendo encendida la lmpara votiva de su admiracin y lealtad a quien fuera su jefe. (Iturbe, 1963).

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2. LA GLORIA DEL PODER Y EL INFIERNO DE LA DERROTA Primera batalla poltica: Gobernador Constitucionalista de Sinaloa Venustiano Carranza convoc al Congreso Constituyente, realizado de diciembre de 1916 a enero de 1917, en un intento ms por terminar con la lucha armada y volver al orden legal. Se destacaron, en los extremos, dos corrientes, una moderada identificada con Carranza y la otra progresista con Obregn. En el centro haba una gran diversidad de posiciones que iban de la extrema derecha al ultraizquierdismo. Por Sinaloa figuraban como diputados propietarios: Pedro Rosendo Zavala, Andrs Magalln Ramrez, Carlos M. Esquerro, Cndido Avils Inzunza y Emiliano C. Garca Estrella; como suplentes: Juan Francisco Vidales, Jos C. Valads, Mariano Rivas, Primo B. Beltrn y Antonio R. Castro. El 5 de febrero, se promulg la constitucin en Quertaro. En Sinaloa, Iturbe fue comisionado por Carranza para que visitara Japn, Rusia y algunos pases europeos en los primeros meses de 1916. La comisin se frustr, tal parecer porque se originaron conflictos diplomticos por la invasin de Villa a Columbus. En qu consista la comisin? Se ignora a ciencia cierta. Un cablegrama procedente de San Francisco California informa que el peridico japons. Kokumin-Shimbun, publica que el 1 del presente mes (marzo) El sr. Ramson Turbe (?) (SIC, incluso interrogantes) se declara que es Enviado Especial del Gral. Carranza con una misin para el Japn. Dicen que a las preguntas de las autoridades americanas contest que no poda hablar de la misin que tiene para el Japn. (Archivo Histrico Genaro Estrada de la SRE).

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Se presume que estudiara y traera informacin sobre la forma en que se llevaban los asuntos militares en los pases a visitar, quiz con la posibilidad de que luego esos conocimientos se utilizaran en la Secretara de Guerra y Marina de Mxico, entonces y hasta abril, a cargo del general Obregn. Regresa a Mxico en junio de 1916. En el tiempo estipulado present su candidatura para gobernador de Sinaloa. Carranza, quien al igual que Obregn apoyaba a ngel Flores, le pidi que cancelara su postulacin. Le respondi: lo siento, pero ya estoy comprometido con mi pueblo (Reyes, 1954, 54) y se registr como candidato del Partido Liberal Progresista para contender contra el mencionado general ngel Flores, el licenciado Enrique Moreno Prez, de Mocorito; el general Manuel A. Salazar El Chango, de Concordia, el general Manuel Mezta, duranguense. Obtuvo una visible mayora de votos. Iturbe fue electo para el periodo del 27 de septiembre de 1917 al 26 de septiembre de 1920. Sin embargo, la XXVII Legislatura otorg la protesta legal el 26 de julio por entrega que le hizo el gobernador provisional general Ignacio L. Pesqueira. En la discusin del dictamen el diputado Miguel L. Cecea, representante del distrito de El Fuerte, basndose en que todava se hallaba vigente la Constitucin local de 1894, haba manifestado que, si bien el general haba triunfado en los comicios, se encontraba incapacitado por no llenar el requisito de la edad (tena 27 aos y para asumir el mando, por ley, deba tener 30). Venustiano Carranza, en su primer informe de Gobierno rendido a la nacin el 1 de septiembre de 1917, explica la situacin sobre el caso Sinaloa, de la siguiente manera:

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"En el estado de Sinaloa la eleccin de Gobernador, que favoreci al general Ramn F. Iturbe, dio lugar a un conflicto que, afortunadamente, se conjur a tiempo, desistiendo de su actitud aquellos mismos que orillaron al Estado a una crisis. El ayuntamiento de El Fuerte suscribi un manifiesto en que desconoca al Gobernador electo, basndose en que, en su concepto, la declaratoria del Congreso Local haba violado la Constitucin de Sinaloa. Los Ayuntamientos de Ahome, Guasave y Mazatln se adhirieron al de El Fuerte, y, en tales circunstancias, el Congreso del Estado acord dirigirse a los Poderes de la Unin, a fin de que, en cumplimiento del artculo 122 de la Constitucin, se prestasen a los Poderes Locales los auxilios del caso. El Ejecutivo de mi cargo tom las medidas que crey pertinentes, y la situacin mejor desde luego. El general de divisin lvaro Obregn ofreci su mediacin al Gobierno del Estado con los Ayuntamientos para solucionar el conflicto, y, previa la autorizacin que obtuvo del gobierno de mi cargo, celebr conferencias con el Ejecutivo de aquella Entidad Federativa, as como con los Ayuntamientos inconformes, consiguiendo que todos stos depusieran su actitud y reconocieran expresamente la autoridad del Gobernador. Con esto ha concluido la intranquilidad en Sinaloa, volviendo el Estado a su vida normal. (Cmara de Diputados, 2006, 10). La situacin se complic al grado de que el congreso orden, el 4 de julio de 1917, que los poderes del Estado se trasladarn a Mazatln. Finalmente, la XXVII Legislatura local expidi una nueva constitucin firmada a las 6:30 de la tarde del 25 de agosto gracias a la cual Iturbe tom posesin legal del gobierno. Eran diputados del congreso: Ingeniero Emiliano Z. Lpez, Pedro L. Gavica, Arnulfo Iriarte, Diego Peregrina, Genaro Noris, Serapio

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Lpez, Flix A. Mendoza, Leopoldo A. Dorado, Susano Tiznado, Manuel Mara Siz, Julio E. Ramrez, Alfonso Leyzaola, Miguel L. Cecea y Fernando Martnez. Su gobierno fue muy agitado y no termin su periodo. Pidi una primera licencia del 7 de agosto al primero de diciembre de 1919 en que fue sustituido por Eliseo Quintero; retoma el poder de la ltima fecha al 31 de diciembre y ante una nueva licencia, sin regreso, ocupa el cargo Miguel L. Cecea. Iturbe present ante la citada XXVII Legislatura, con fecha del 14 de marzo, su primer informe de gobierno correspondiente al periodo transcurrido del 15 de septiembre de 1917 al 15 de marzo de 1918. De entrada, se propuso mejorar la administracin pblica, para lo cual dispuso que todos los empleados del Gobierno concurrieran al Colegio Civil Rosales, cuando menos una hora diaria, para hacer estudios de Espaol, Tenedura de Libros, Aritmtica Mercantil, Mecanografa, Taquigrafa y Economa Poltica, en el concepto de que la asistencia a los cursos es obligatoria, por lo menos a dos de ellos, y de que las calificaciones seran tomadas en cuenta para los ascensos y promociones. Como los empleados, en su mayora, no correspondieron a los buenos propsitos del ejecutivo, se giraron rdenes terminantes para que asistieran puntualmente a los cursos o fueran sustituidos por personas competentes e ilustradas. Al inicio de la gestin hubo problemas derivados del movimiento revolucionario. En algn momento se acentu la crisis agrcola con la consecuente falta de alimentos. Iturbe inform que durante su gobierno Sinaloa se convirti en un verdadero granero para la Repblica, por sus cosechas abundantes, ms abundantes que nunca. Se realizaron elecciones

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para las presidencias municipales durante las cuales se registraron problemas en algunos municipios, especialmente en Mazatln. Hubo una epidemia de viruela, propagada por gente procedente de Nayarit, ante la cual se tomaron medidas preventivas, a pesar de no contar con presupuesto. Tambin correspondi a Iturbe enfrentar una pandemia de gripe o influenza espaola. A su llegada a esta entidad, la gripe hispana ya llevaba algunos meses de haber aparecido en Mxico, y aunque este hecho era conocido por las autoridades y la poblacin, no se le haba dado la importancia debida y, por lo tanto, no se haban tomado las precauciones necesarias. Pronto se habran de constatar las consecuencias, pues, en un lapso de alrededor de un semestre, el flagelo afect a gran parte de la poblacin del estado y los muertos alcanzaron la cifra de 20 mil. (Valds, 2002, 41). En Guasave ocurri el siguiente incidente: el 6 de noviembre, por razones de orden e higiene pblica, acord el Ayuntamiento que los chinos se retiraran a vivir en un lugar alejado del resto de la poblacin, para que no ejercieran el comercio. Iturbe se opuso para evitar peticiones de amparo y gestiones diplomticas, asuntos exclusivos del gobierno de la Repblica, y porque haba un Tratado de Amistad, Comercio y Navegacin del 30 de junio de 1900 entre Mxico y el Imperio de la China. Se cerr el incidente.

La educacin del pueblo, mximo monumento a la Revolucin Desde la ptica del gobernador, plasmada en el informe, la situacin actual de la Instruccin Pblica es un tanto ms halagadora que cuando tuve la honra de leer ante vosotros mi ltimo informe. Sin embargo, a pesar de los

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esfuerzos hechos para mejorar el servicio de la instruccin popular esfuerzos que todos vosotros conocis los resultados han sido poco favorables en virtud de trabajos de reorganizacin de otra ndole y de la crisis econmica que afortunadamente pudo conjurarse a tiempo; pero que, en el momento de decidir sobre el asunto de Instruccin, se hallaba en su apogeo. (Iturbe, 1917). El 20 de septiembre Iturbe present un proyecto sobre Instruccin Pblica, elaborado en sus bases ms generales por la Junta Pedaggica y con fecha 29 de diciembre qued promulgada la ley respectiva6 que previene que la instruccin depende del Gobierno del Estado y no de los Ayuntamientos. Se cre la Direccin General de Educacin, desde el primero de enero de 1918 y se giraron importantes circulares para determinar bien y claramente la intervencin que a los Ayuntamientos y al Estado corresponde en la organizacin escolar. Econmicamente las escuelas dependan todava de los municipios, los cuales, por carencias de recursos econmicos se haban abstenido de abrir todas las escuelas necesarias para la educacin del pueblo y en muchos casos se vean en la penosa necesidad de no pagar puntualmente los salarios del personal docente de sus planteles. Ante las bases econmicas tan inseguras sobre que descansaba la Instruccin Pblica del Estado, las condiciones tcnicas no pueden ser muy favorables. Se impona, por tanto, la necesidad de concentrar la Instruccin Pblica bajo la inmediata direccin y vigilancia de la Direccin General del Ramo, en los trminos que se haban proyectado.

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La Ley Orgnica de Educacin Primaria del 29 de diciembre de 1917, un adelanto para la poca.

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Iturbe puso especial atencin al hospicio Francisco I. Madero, donde curs sus primeros y nicos estudios y que hubo de abandonar por falta de recursos econmicos. Era una institucin particular fundada para beneficio de los hurfanos de la revolucin a la cual igual que al primer alumno bautiz con el nombre del apstol de la revolucin. Explica que de cierta manera, el hospicio dependa tambin de la Direccin General de Educacin Pblica, y estaba dando ya magnficos resultados, gracias al apoyo recibido por la Cmara de Diputados, que le concedi una subvencin de 17 mil 781 pesos anuales, cantidad que sirvi para ayudar a cubrir los gastos ms urgentes, con lo que quedaba as asegurado el porvenir de ciento veinte asilados, que encontraran en dicho establecimiento las armas necesarias para luchar honradamente por la vida. Por cuanto a la instruccin primaria y superior, si bien es cierto que se han logrado grandes ventajas durante los pocos meses del gobierno, tambin es verdad que este servicio dejan an mucho que desear. Y si os digo esto, no es nicamente para hacer alarde de franqueza, sino para recordar en vuestro ofrecimiento y reiterar el mo de trabajar con ahnco para levantar entre todos el monumento ms grandioso de un gobierno emanado de la revolucin: el monumento eterno a la educacin de las masas. (Iturbe, 1917), La educacin secundaria, preparatoria y profesional se imparta en el Colegio Civil Rosales, que despus de sufrir mucho durante la pasada revolucin, entr en un perodo de auge, gracias a la hbil direccin del doctor Bernardo J. Gastlum, quien seleccion al profesorado y estudi las medidas ms convenientes para satisfacer las necesidades del Estado, con programas de estudios sujetos a la crtica de personas de reconocida aptitud.

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Adems, por conducto de la Secretara de Gobierno, present algunos proyectos ms, tales como el que tiende a la organizacin de la Universidad de Sinaloa, concedindole su autonoma; y el de la ley Orgnica un asunto de verdadera importancia, de cuyo resultado est pendiente toda la intelectualidad sinaloense. (Iturbe, 1917). El presupuesto con que se contaba era tan bajo que el gobierno tuvo algunas dificultades para cubrir las pensiones de los jvenes sinaloenses Antonio Yuriar y Jos Salazar, que estudiaban en la Escuela Forestal de Mxico, pensionados por el Estado. Segn los informes rendidos por los Ayuntamientos, funcionaban en el Estado 186 escuelas elementales, con organizacin perfecta en su mayora. En el puerto de Mazatln funcionaban regularmente dos escuelas superiores, una de nios y otra de nias, y en su gestin se establecieron en Culiacn los cursos de sexto ao para nias y quinto ao para nios. Solamente en las ciudades de Mazatln y Culiacn han existido escuelas nocturnas para obreros, dos en la primera ciudad y tres en la segunda, servidas por cinco maestros y teniendo en total una asistencia de 350 obreros por trmino medio. El personal docente est integrado por cerca de 400 empleados, entre los que se cuentan algunos profesores normalistas. El total de educandos que acuden a las escuelas asciende a 17,531, siendo 7,842 nios y 9,689 nias. Para remediar todos los males de que adolece el ramo de Instruccin Pblica, puso a consideracin de la Cmara algunos proyectos de Ley, entre los que se cuenta uno de ampliacin al presupuesto de egresos.

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Para terminar la parte del informe en el rubro de la Instruccin Pblica, mencion el hecho de que, durante el ltimo ao de 1917, se adquiri para el estado en la suma de $14,625.00 oro nacional, el edificio llamado La Gran Duquesa, que entonces ocupaba la Escuela Morelos de Mazatln. La suma en cuestin fue pagada por el gobierno federal como abono a la deuda que tiene reconocida a favor de Sinaloa. Se elige a la XXVIII legislatura del Congreso de Sinaloa que estuvo en funciones del 15 de septiembre de 1918 al 14 de septiembre de 1920, la cual qued integrada por los siguientes diputados: Miguel L. Cecea, Fernando B. Martnez, Rosendo Olea, Carlos Castro, Serapio Lpez, Eliseo Quintero, Epitafio Osuna, Jos Arce Lizrraga, Alfredo Ibarra, Leopoldo a. Dorado, Andrs Magalln, Adolfo V. Rivera, Pedro Czares, Genaro Noris y Pedro L. Gavica. Ante esta Legislatura, Iturbe rinde otro informe de actividades durante el periodo comprendido del 15 de marzo de 1918 al 16 de septiembre del mismo ao. Anuncia la solicitud para nuevas municipalidades de las comunidades de Los Mochis, Quil, Villa Unin, Pnuco y Cacalotn y sobresale la atencin que el Gobierno del Estado pone en el combate a los vicios del juego y la embriaguez arraigados en el pueblo y que tenan un carcter endmico en toda la Repblica. Argumenta el informe: Habrn de pasar todava algunas generaciones antes de que se desarraiguen estos males del pueblo mexicano. Personalmente, este Ejecutivo no tiene gran fe en las disposiciones prohibitivas y s gran confianza en la

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educacin, la prdica y el ejemplo para hacer desaparecer estos vicios. En vista de que el juego se practicaba da a da en forma ms descarada, este Ejecutivo se vio obligado a recordar a las autoridades municipales las disposiciones consignadas en el Cdigo Penal que prohben los juegos de azar; al mismo tiempo se recomend que principiaran una tenaz y enrgica campaa contra el juego, y si bien no se ha extirpado el mal, cuando menos se ha conseguido que no se practique en la forma en que vena hacindose. La Junta organizadora del VI Congreso Mdico Nacional ha dado principio en todo el pas una campaa contra el alcoholismo y desde luego este Ejecutivo ha secundado sus nobles propsitos dictando las medidas que pueden dar un buen resultado en Sinaloa. (Iturbe, 1918). Tan grave se consideraba este mal que se gir una circular a los ayuntamientos para que cooperaran en la forma que crean ms conveniente a combatir el vicio de la embriaguez; se dict un acuerdo a todos los departamentos gubernativos para que en sus reglamentos fijaran como motivo inmediato el cese a todo empleado que acostumbre bebidas embriagantes y la Direccin de Educacin gir circular al profesorado advirtiendo que la embriaguez, aunque no sea consuetudinaria, se tendra como motivo de destitucin de empleo. Incluso, haba un proyecto para combatir la embriaguez a travs del cine, para lo cual haba arreglos con empresas cinematogrficas de la capital de la Repblica. En este periodo, el 27 de agosto de 1918 para ser ms preciso, fue fusilado Arturo Butchart. Iturbe explic a Hctor R. Olea cmo se suscitaron los hechos:

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Butchart era de mi escolta siendo yo gobernador. En unin de otro oficial falsificaron vales mos a la Tesorera (que yo pagu despus). Al consignar el hecho a las autoridades judiciales los metieron a la crcel. Junto con otros oficiales, se levantaron, echaron fuera a todos los presos, aprehendieron al jefe de la guarnicin, saquearon el comercio, tomaron un tren y estaban cargando todo en el tren. Pude reunir entretanto unos soldados. El jefe de la guarnicin, coronel Regino Gonzlez, de las fuerzas del general Carrasco, se escap de donde lo tenan preso y se me present con ocho hombres. El coronel Carlos Espinosa, que acababa de llegar con 25 hombres, los atac en la estacin y los derrot, cayendo prisionero Butchart, entre otros y fue fusilado. Su familia era muy amiga ma. (Olea, 1993, 171-172).

El relevo por Eliseo Quintero y el plan de Agua Prieta Los enemigos estaban prestos para la sublevacin contra el gobierno de Iturbe lo que en parte fue causa de que no terminara en septiembre de 1920, pero con el argumento de hacer gestiones a favor de las finanzas del estado, el 7 de agosto de 1919 pidi licencia al Congreso para viajar a Mxico. La estancia se prolong hasta diciembre y su ausencia fue cubierta por el diputado y mayor Eliseo Quintero Figueroa. Cmo ocurri este cambio? Cuauhtmoc Cortez explica que el mayor Quintero era un hombre de las confianzas de Iturbe. Prcticamente lo hizo candidato y diputado por Badiraguato sin consentimiento expreso. Quintero no acept la propuesta, pero en mayo de 1917 se encontr con la novedad de que ya era diputado electo.

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Al terminar el periodo constituyente aade Cortez fue propuesto de nuevo para diputado por eleccin popular, en esta ocasin por un partido formado en Badiraguato. Le comunicaron la noticia de su postulacin y como ya me haba gustado el manejo de la cuchara les dije que estaba bueno. Ya me haba amansado un poco (Cortez, 1979,26), se sinceraba Eliseo. Lo ms sorprendente estaba por llegar: de diputado se convirti en gobernador interino del Estado del 7 de agosto al 1 de diciembre de 1919. Quintero le explic a Cuauhtmoc Cortez cmo ocurrieron los hechos: Y esto fue una mera casualidad dijo con energa. Fueron las circunstancias del momento las que permitieron llegara al gobierno sin tener mritos propios. Estaba un da en el Congreso sesionando cuando lleg Iturbe a pedir permiso para salir a la capital al arreglo de asuntos relacionados con las finanzas estatales, pues la tesorera estaba en bancarrota, pidiendo asimismo le nombraran al general Juan Carrasco como interino. ste se encontraba en Mazatln como comandante militar. El presidente del Congreso le dijo que no podan nombrar a Carrasco. Ante la negativa, Iturbe pidi entonces le nombraran al coronel Sols, que era el presidente municipal de Mazatln, pero tambin fue rechazada esa propuesta. El presidente del Congreso le seal que haba un militar dentro de la cmara y ese nico militar era Eliseo. Pero el general no dijo nada y se fue. Al da siguiente por la maana recibi Eliseo una tarjeta del general invitndolo a un paseo por San Lorenzo. Ya en el camino le dijo del viaje a la ciudad de Mxico para entrevistarse con don Venustiano Carranza y tratar el asunto de algunos fondos que el Estado tena con el gobierno federal. Yo exijo un militar

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para que se quede en mi lugar y el nico militar del Congreso es usted. Mi objetivo es pedirle que acepte. Est usted loco, mi general! No. No lo estoy. Estoy perfectamente de la cabeza!. Entonces cmo se atreve usted a proponerme un cargo de alto nivel cuando conoce bien mi capacidad y mis posibilidades! Yo no estoy dispuesto a levantar la carga que no puedo. Mis fuerzas no me lo permiten y no puedo hacerlo. Al da siguiente, al llegar al Congreso, ya se conoca su decisin ante el general. Se realiz una junta para pedirle cambiara de parecer. Es usted diputado! Acept como tal y protest cumplir con sus deberes y las labores del Congreso El Congreso, por lo tanto, lo nombra a usted gobernador durante la ausencia del general. Pues si ustedes me lo imponen, vamos a compartir las

responsabilidades y el ridculo. Lo vamos a repartir en tres: en el Congreso porque me nombran; en el general porque entrega a quien no debiera; y en mi por aceptar. (Cortez, 1979, 26). Dur cuatro meses en su interinato y en ese tiempo siempre busc el imperio de la ley en una situacin poltica difcil por la lucha entre grupos y aspirantes al poder que haban surgido a raz de la revolucin que an no conclua. Iturbe regresa a Sinaloa y asume el poder hasta el 31 de diciembre de 1919, pero intempestivamente presenta a la Cmara de Diputados un permiso para separarse del gobierno por tiempo indefinido. Ya no retorna. El diputado

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Miguel L. Cecea cubre el perodo del 31 de diciembre de 1919 al 20 de abril de 1920. Jos Mara Figueroa sostiene que Obregn y ngel Flores, sus enemigos irreconciliables, no lo dejaban vivir y gobernar en paz. Luego, muerto Carranza en mayo de 1920, de quien ya era amigo y se haba convertido en su protector poltico, lo dejan desguarnecido a merced de los que tenan en este tiempo el sartn por el mango. Su encono y diferencias abismales con lvaro Obregn surgieron de su espritu rebelde, que no transiga con menoscabos a sus bien ganados mritos militares. Un poco o mucho de egolatra; pero as era el hombre y nadie se lo pudo quitar. Iturbe se sinti dolido cuando Obregn fue nombrado jefe de la Primera Divisin del Noroeste. Consideraba que tena ms derechos para ello que el sonorense, por su antigedad en las armas, por las batallas libradas y por haber sido uno de los primeros soldados ascendidos al grado de general. (Figueroa, 1989, 70). Cercana la sucesin presidencial, Venustiano Carranza pretendi imponer la candidatura del ingeniero Ignacio Bonillas, contra la de lvaro Obregn y la de Pablo Gonzlez. Otra vez el fantasma de la guerra civil se cierne sobre Mxico y en especial sobre Sinaloa, por estar tan cerca de Sonora. Ante la postura de Carranza, el general Plutarco Elas Calles renuncia al gabinete y junto con un grupo numeroso de revolucionarios Obregn entre ellos suscriben, el 23 de abril de 1920, el Plan de Agua Prieta, desconociendo el gobierno de Carranza. Iturbe, en una extensa carta a Obregn, le comenta: No salgo yo de mi asombro al ver que usted, con su nombre y su prestigio, que han sido para mi

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tan estimados, apoye la injusticia y la sinrazn y desde Mazatln lanz un manifiesto al pueblo sinaloense donde afirma: Me corresponde tambin, en mi carcter de gobernante, electo por el pueblo, con licencia del H. Congreso para hacerme cargo de la Jefatura de Operaciones en el Estado, excitar patriticamente y con entusiasmo a los buenos hijos de Sinaloa a que, siguiendo el sendero del ms alto patriotismo, aporten el mayor contingente que est en sus manos a fin de que el orden y la tranquilidad pblica se restablezcan para bien de todos y alcanzar el verdadero progreso de los pueblos Sinaloenses: la lucha nos espera, a la lucha hasta vencer!. (Nakayama, 1975, 228). Los generales abandonaron a Carranza y empezaron a sumarse al obregonismo, e Iturbe, impotente para luchar contra las defecciones, tuvo que abandonar el pas y refugiarse en los Estados Unidos de Amrica donde residi hasta 1929 en que regres para sumarse a los jefes militares ob