ISSN: 2215-2768

Enero de 2018 Número 32

Reportes del CEMOAN Estudios de Medio Oriente y África del Norte CEMOAN

Escuela de Relaciones Internacionales - Universidad Nacional Heredia, COSTA RICA

CEMOAN

Estudios de Estudios de Medio Oriente y África

del Norte

cemoan.org

N o cabe la menor duda que la crisis política generada a partir del descubri-miento de casos graves de corrupción contra el gobierno del general retirado Otto Pérez Molina, que finalmente acabó con renuncias e incluso prisión pro-

visional, no finalizó con las elecciones generales que tan solo unos meses después le da el triunfo a un comediante y a un partido compuesto por políticos defenestrados. Muchos vieron con incredulidad o asombro el voto guatemalteco (1) de apoyo a Esta-dos Unidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas que condenaba la decisión de ese país de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, así como la posterior dis-posición guatemalteca de unirse -contra la voluntad internacional- a Washington y trasladar la representación diplomática a Jerusalén, ciudad que actualmente se en-cuentra en medio de la controversia que provoca la ocupación y anexión de la parte oriental de la ciudad por Israel desde la guerra de 1967. Habiendo Guatemala roto su neutralidad en el diferendo y tomado parte activa a favor de Israel, muchas voces no cesaron de preguntar ¿por qué?, para más tarde advertir las consecuencias. Partiremos de enunciar estas a partir de lo que han señalado mu-chos expertos. Estas se pueden resumir en tres:

El cambio de embajada de Guatemala en Israel, un tiro en el pie a la política exterior guatemalteca

Julio Abdel Aziz Valdez

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nutrición. La agricultura de subsis-tencia se combina con la produc-ción de cardamomo que es des-arrollada por pequeñas unidades familiares y medianos agricultores, no por grandes corporaciones co-mo sucede con la caña de azúcar o la palma de aceite. Los impactos económicos han sido menosprecia-dos por el Estado mismo, y se ver-ían a partir de las peticiones de au-mento de aranceles de las exporta-ciones de cardamomo para media-dos del año con la celebración del Ramadan. Por otro lado, existen otras exportaciones de productos manufacturados menor cuantía que igualmente va a repercutir en la disminución del empleo.

Al asumir un bando en la disputa en

Medio Oriente por parte del Estado de Guatemala, se imposibilita el opinar en forma neutral y hace vul-nerable la posición de Guatemala en cuanto a las naciones que abier-tamente están apoyando la posi-ción Palestina en el concierto inter-nacional, empezando por todos los países árabes y luego por aquellos donde existe una mayoría de po-blación musulmana ejemplo Indo-nesia y Turquía, que ya se han pro-nunciado al respecto. Esto compro-mete la participación de Guatema-la en instancias a nivel multilateral en las que necesita del apoyo de otras naciones que no están preci-samente en la red de dependencia diplomática norteamericana. La repulsa internacional es similar a la vivida en 1980, cuando el 31 de enero una dudosa intervención po-licial termina con el incendio de la embajada de España dejando como saldo la muerte de 37 personas.

Consecuencias económicas. Actual-

mente Guatemala produce carda-momo que, según el viceministe-rio de integración y comercio ex-terior en su informe al 7 de di-ciembre del 2016, representa en el año 2015 exportaciones de US$243.3 millones de dólares y hasta el mes de agosto 2016 de US$156.7 millones de dólares (2), lo que implica para la economía nacional la posición 13 dentro del total de 136 productos exporta-dos por Guatemala al Mundo, con una participación de menos del 2.3%. Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos como los principales im-portadores. Cuando Guatemala intentó trasladar la embajada en 1994, estos países árabes amena-zaron con boicotear las exporta-ciones del aromático (3) bajo el argumento que dicha decisión “afectaba la posición de Palesti-na” en la mesa de negociaciones con Israel y justificaba lo que para ese entonces, como ahora, eran las acciones ilegales y criminales del Estado de Israel. Dichas ame-nazas bastaron para dar marcha atrás con dicho traslado. Hay que puntualizar que Guatemala y su presidente Ramiro de León Carpio adujo en su momento las mismas razones que el actual presidente. Según el Banco de Guatemala y otros expertos, el cultivo del car-damomo representa una fuente de ingresos para aproximadamen-te medio millón de campesinos en el norte de país que, por cierto, cuentan con los niveles más altos de pobreza, analfabetismo y des-

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Este hecho aisló al Estado hasta que seis años después se instauró un go-bierno democrático que asumió su res-ponsabilidad. Lo acontecido con el traslado de la embajada de Guatemala a Jerusalén hace retroceder la política internacional 27 años, cuando la parti-cipación de Guatemala en instancias a nivel internacional era rechazada no por un sentimiento antisemita (4) sino por la presión diplomática, no solo de países árabes que apoyaban los es-fuerzos de negociación de la paz y por-que no decirlo por fortalecer, al menos diplomáticamente, la posición Palesti-na. Guatemala al asumir un bando, ha dicho que su voz -al igual que la de su par norteamericana- ya no está a favor de una negociación de paz, sino abier-ta y decididamente favoreciendo la posición israelí. Esta es la cosecha fi-nal de las inversiones en política local que el gobierno de Israel ha hecho con negocios que favorecen a políticos lo-cales, becas y viajes a la “única demo-cracia de Medio Oriente”.

Lo que resulta obvio para muchos países que se extrañaron del voto de ese país cuyo nom-bre es difícil de pronunciar en inglés, francés, alemán y chino, es la siguiente pregunta: ¿por qué? ¿Por qué un país que tiene poca relevan-cia a nivel internacional, que a lo mucho des-taca por la procedencia de la Premio Nobel de la Paz 1992 Rigoberta Menchú y por su can-tante más famoso, al menos en el mundo his-pano hablante, Ricardo Arjona, y solamente resuena cuando junto con Honduras y El Sal-vador “destaca” como las naciones más vio-lentas del mundo entero, más violentas que la mayoría de países del África Subsahariana (eso sin mencionar Medio Oriente sumido en varios conflictos armados), decide utilizar su voto en Naciones Unidas, donde todos son reconocidos “teóricamente” como iguales, y

da un espaldarazo al actual gobernante norteamericano y luego al Estado de Isra-el en ese orden? Regresemos a la pregun-ta y esta encuentra en el caso de Guate-mala con cuatro aspectos indispensables para ahondar en el análisis a saber:

Deuda histórica 1: Esta respuesta nos regresa a Centroamérica del con-flicto armado en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, donde la conflictividad social y el avance de ideologías específicas que ali-mentaban esa conflictividad logra-ron ubicar a la región en uno de los escenarios más importantes del conflicto entre el Oeste y el Este, entre la influencia norteame-ricana y la soviética, aspecto que ha sido abordado por decenas de historiadores y cientistas sociales. En aquellos años de conflictos ar-mados las naciones proveedoras de armas y asistencia específica jugaron un papel muy importante. Podemos dividirlas en dos, las que jugaron un papel por razones ide-ológicas y las que desempeñaron un papel por razones netamente comerciales. Israel en específico jugo un papel comercial, no había intereses específicos en la región por ello vendió su producto como lo hacía con otras naciones, en la Nicaragua de los Somoza y en el Salvador antes de la ofensiva de 1980 y no digamos Guatemala de los generales-presidente, específi-camente después de 1974, cuando comenzaron a fraguarse algunos planes para recurar el territorio de Belice que estaba en disputa con el Reino Unido.

A partir de 1979, cuando triunfan los sandinistas en Nicaragua y des-

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incluso por encima del norteameri-cano que además en forma abierta ejercía un embargo por denuncias de violaciones a los derechos humanos (5). Es descartable com-pletamente la idea de que el apoyo israelí al esfuerzo de guerra del Es-tado guatemalteco haya sido pro-ducido como parte del agradeci-miento por el voto a favor de la creación de su Estado en 1948. Se trata de algo que esta complemen-te fuera de enfoque en tanto que, todas las armas, aviones de trans-porte y demás material de guerra se pagó en términos de mercado, tal asistencia vital se llevó a cabo en términos concretos y hasta con el visto bueno de los norteamerica-nos, pero la lectura histórica in-fluenciada por la ideología que in-tenta dar una explicación a los em-bates de la semi-historia predomi-nante que se enfoca más en la vic-timización y no en términos milita-res.

Deuda histórica 2: Guatemala vota a

favor de la Resolución 181 de Na-ciones Unidas del año 1947, que fue usada para declarar la indepen-dencia de Israel y por ello Guate-mala ha adquirido “un compromiso con aquella nación”. Es claro que este argumento usado en la discu-sión local es el peor de todos, pues demuestra la enorme ignorancia que hay sobre el contenido de tal resolución (6) que plantea la crea-ción de un Estado árabe y uno jud-ío, ambos definidos en términos étnicos. El primero ha sido inviabili-zado por la consolidación del Esta-do que más allá de su definición religiosa asumió como ideología de Estado, valga la redundancia, el

pués de 1980 cuando la guerrilla hace tambalear el gobierno de El Salvador, Estados Unidos asume que su papel en el conflicto cen-troamericano debería ser más ac-tivo, se arma en Nicaragua todo un ejército contrarrevolucionario y en El Salvador se arma al ejérci-to nacional a tal grado que, según muchos analistas, para la segunda ofensiva del FMLN de 1989 este país recibía un millón de dólares al día en insumos y asistencia mili-tar.

Por su parte Guatemala, era un caso especial, según el libro escrito por el Capitán Oscar Platero, el go-bierno norteamericano había de-cidido no dar asistencia militar porque esta nación “estaba ame-nazando a su aliado Inglate-rra” (por el tema de Belice) pero por otro lado, la amenaza guerri-llera era menor que la alcanzada en las otras dos naciones centroa-mericanas, de ahí que Israel prácticamente se queda solo con un cliente en la región, es de su-poner que siendo este también aliado norteamericano, hubo una tercerización de la asistencia mili-tar sin carácter ofensivo solo de-fensivo, nada de aviación de gue-rra o artillería pesada solo armas de infantería e inteligencia que fue en el caso de Guatemala un factor clave en la neutralización de la guerrilla que en menos de una década fue desarticulada.

Al concebirse que el conflicto a dife-rencia de Nicaragua y El Salvador hubiera sido ganado por el ejérci-to guatemalteco prontamente él y sus simpatizantes asumen que ha sido el apoyo israelí el factor clave

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una muestra de buena voluntad para mostrar su arrepentimiento por defenestrar al comisionado de la CICIG con la impunidad que es financiado y apoyado políticamen-te por el gobierno norteamericano meses antes, o como dicen algunos para poder negociar, sin compro-miso, la posibilidad lejana de que Trump deje de ocupar a dicha co-misión (7) favoreciendo los proce-sos legales contra la corrupción. Esto a todas luces se ve improba-ble.

Por su parte, el gobierno de Israel ha desarrollado una dinámica relación comercial con Guatemala donde prevalece un comercio de armas que ha disminuido después de fina-lizado el conflicto armado en 1996. En otras áreas como es el turismo y la construcción, el traslado de la embajada no representa un incre-mento de las relaciones económi-cas por lo que no hay más que ga-nar. Cabe hacer la aclaración que el volumen de la balanza de comercio con países árabes está por encima de las relaciones comerciales con Israel. Sin embargo, la discordancia en esta relación –que es la más grande de la política de relaciones internacionales guatemaltecas- resulta ser que teniendo una gran importancia la demanda del carda-momo para el desarrollo del agro guatemalteco, las relaciones di-plomáticas tanto con Arabia Saudi-ta, Jordania y Emiratos Árabes Uni-dos son casi inexistente, (8) a tal grado que no existen embajadas. Esto en parte es responsabilidad de la labor de lobby de Israel, la inep-titud local cuya visión para los ne-gocios sigue siendo monocromáti-

sionismo. Por otro lado, es claro que dicha resolución establece que Jerusalén debe ser adminis-trada por el Consejo de Adminis-tración Fiduciaria de las Naciones Unidas. Son risibles las argumen-taciones de algunos políticos e intelectuales guatemaltecos que justifican el apoyo a una parte de la resolución mientras se desdice el resto de la misma. Es claro que esta lectura de la resolución parte de una ignorancia acérrima. Cabe agregar que estas posiciones des-califican -con la misma vehemen-cia que cualquier político sionista- todas las demás resoluciones que se produjeron en el marco de la ocupación ilegal producida poste-rior a 1967.

Apoyo a la decisión tomada por Do-

nald Trump: una infinidad de ana-listas han coincidido en afirmar que dicha decisión no formaba parte de la política exterior de Es-tados Unidos mostrada en otros gobiernos de carácter republicano como fue los Bush padre e hijo o Reagan, sin mencionar a los demócratas, que se habían man-tenido cautos con el traslado de embajada porque sabían que ello comprometía su posición en el mundo árabe y musulmán y por-que de esa forma renunciarían a su función de mediadores que se ve reforzada por la enormidad de recursos que destinan para el área. El gobierno de Guatemala emite su voto, sin ser parte de una negociación con el Gobierno Norteamericano por lo que no hubo concesiones por ejemplo en materia migratoria, es más como

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del Armagedón, pero los cristianos que apoyen a Israel sobrevivirán (11). La resignificación del concepto sionis-ta como ideología política adquiere con los evangélicos el significado de línea de interpretación de la historia e incluso de proyección del futuro. Esta visión se muestra en forma clara con las declaraciones llevadas a cabo por la Alianza Evangélica de Guate-mala en el marco de la decisión to-mada por el mandatario así: "una ac-titud apegada a la Biblia y congruen-te con la amistad histórica con el pue-blo de Israel" (12). Es tal la reacción ante la situación que muchos evangé-licos han opinado en las redes socia-les que esta decisión “acelera la bata-lla de Armagedón”, lo que propiciaría el fin del mundo y la segunda venida de Cristo. Esta visión alcanza niveles de fundamentalismo que son comple-tamente incongruentes con la exis-tencia de Estado laico.

Por otro lado el actual presidente Jimmy Morales -que es un evangélico practi-cante- ha identificado en la población evangélica como su base de apoyo electoral y esta a su vez asume que él es su representante más idóneo. El reconocimiento de la ciudad de Jeru-salén como capital del Estado de Isra-el implica el reconocimiento de todo un continuo histórico, por lo tanto la política guatemalteca que había al-canzado una separación con la reli-gión a finales del siglo XIX con su re-forma Liberal, ahora retrocede más de cien años en cómo define su políti-ca interior.

cos en cuanto a privilegiar la rela-ción con Estados Unidos de Amé-rica, y también y porque no decir-lo a las limitaciones de aquellos países que no han visto las poten-cialidades de la región para su propia política exterior.

La religión y su apuesta en la política

internacional guatemalteca: final-mente esta fue la principal razón ya que no admite ni discusión y menos explicación racional. Ac-tualmente Guatemala posee una las tasas de crecimiento más alto de población evangélica en todo el continente y que ronda un 45% (9) de la población, igualando casi a la población católica (que es la población prevaleciente en toda Latinoamérica por herencia hispá-nica) y con un dinamismo mostra-do en su crecimiento que puede proyectar que, en los próximos 10 o 20 años fácilmente pueden su-perar a los católicos. Es importan-te señalar este fenómeno ya que el desarrollo del protestantismo guatemalteco en particular se sus-tenta en el sionismo-cristiano (10) más cercano a la tendencia pente-costal que representa al menos el 75% de la población evangélica en el país.

El sionismo cristiano se plantea sobre la base de siete postulados: Her-menéutica literal, Los judíos con-tinúan siendo el pueblo elegido de Dios, los judíos tienen derecho divino sobre la tierra de Medio Oriente, Jerusalén es la capital exclusiva de los judíos, el templo judío debe ser reconstruido, los árabes son los enemigos del pue-blo de Dios, el fin del mundo lle-gará pronto en la gran batalla

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por el Estado salvadoreño que eran los aliados de Norteamérica (6) http://www.un.org/es/peace/palestine/2003/ch2.pdf (7) http://www.cicig.org/index.php?page=mandato la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guate-mala (8) https://www.embassypages.com/guatemala_es a pesar de contar con relaciones diplomáticas con los tres mayores importadores de cardamomo no existen embajadas de ellos en Guatemala, países árabes sola-mente Egipto y Marruecos actualmente cuentan con representación diplomática y ninguno de ellos figura como socio comercial, a nivel consular hay represen-tación guatemalteca en Jordania, y Líbano, nueva-mente este segundo tampoco aparece como socio comercial, esta pobre representación habla de una pobre relación contradictorio con el nivel de inter-cambio comercial o con las posibilidades que ello re-presentaría.

Notas (1) http://www.prensalibre.com/guatemala/politica/guatemala-vota-a-favor-de-ee-uu-en-la-onu-en-decision-sobre-jerusalen (2) http://www.mineco.gob.gt/sites/default/files/Integracion%20y%20comercio%20exterior/cardamomo.pdf (3) http://export.com.gt/estadisticas-de-exportacion/ para enero del 2017 según estadísti-cas de la asociación guatemalteca exportadora de productos no tradicionales el total de las exporta-ciones de cardamomo fue de US$45 millones lo que coloca a este como el producto número cua-tro de los productos de exportación tradicionales, (4) El concepto Antisemita ha sido redefinido para calificar a la tendencia política que objeta las políticas e ideología sionista (5) Valga hacer la aclaración estas no fueron más que las cometidas por contrarevolucionarios ni

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Consejo Asesor Internacional

Zidane Zeraoui, Instituto Tecnológico de Monterrey Juan Cole, Universidad de Michigan

Paulo Botta, Centro de Estudios del Medio Oriente Contemporáneo, CEMOC Jorge Alberto Amaya, Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Victoria Fontan, Universidad de Duhok

Escuela de Relaciones Internacional ■ Universidad Nacional Rosmery Hernández Pereira, Directora

Sobre el Autor Julio Abdel Aziz Valdez es profesor de antropología

en la Universidad de San Carlos de Guatemala