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4to libro de poemaseditado por Michaux Editorial

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  • A LV E R T O D E M A R I

    IPANEMA

  • Alverto De Mari / IPANEMA

    OTROS LIBROS DEL AUTOR: OTRO MUNDO(2009)/ARN(2011)/ EL LIBRO DE LOS

    TERREMOTOS (2013)

    EDICIN TOTAL: ALVERTO DE MARI

    CONTACTO: [email protected] FACEBOOK: ALVERTO DE MARI MICHAUX EDITORIAL

    TODOS LOS DERECHOS ESTN TORCIDOSAGUANTE LA FLIA!

    Michaux Editorial

  • La vanguardia que encabezamos ha desaparecido,

    triunfamos.

    El arte debe incomodarte.

    Fin del comunicado.

    Segu haciendo lo que estabas haciendo.

  • 7Fue terrible. la noticia le cay como un bal-de de agua cida. El drama que se vivio en ese hospital, esa noche, es algo que difcilmente se le olvide a quien lo presenci. Con crudeza y decisin, el medico le comunico la noticia tan temida. Tena algo de esperanzas pero el medi-co se encargo de derrumbarlas. Todo en vano, todos llorando, a los gritos. La noche iniciaba su largo minuto de silencio. Desesperado le pre-gunt al medico si era definitivo el resultado, si poda pensarse en algo mas; pero no, el medico fue tajante:

    -Estas completamente curado,lo siento.

    Y se march.

  • 81DiscutForcejeExhib y pruebNunca logre tener la razn en nada Ninguna disputa fue ganadaNo me retir victorioso de ninguna mesa ni habitacinLos que enfrente tampoco lo hicieronNinguno demostr tenerlaNinguno me venciLos hombres empatan cero a cero toda la vidaIgnoran lo que falta.El ladrn parece ser experimentado y muy hbil.

    2Aqu cerca, delante mo, el libro de las cosas que pesanRotunda negacinComo si no tuviera dedosEl hombre se espa demasiado y despus no lo soportaHabr que nacer de nuevo y bloquear el nichoRociar el alma con lo importante que se alejaQue se olvido de m, dejndome en la estacin inseguraTodo este exceso de equipaje lo arrojare a las vas para que la brutalidad se encargueSiniestro espectculo que solo vern mis valijas sanas y salvasQue nadie osara levantar

    3Estoy en la vida. De la misma forma en que una aguja est en la vida. Como un rbol hermoso est en la vida y se muere en la vida. La muerte solo cabe aqu, en la vida. Los ojos que miran el desastre sern la envidia de la belleza que viene a ocuparse del aspecto ciego e impenetrable, de la vida. Deci-mos que vemos porque nos han explicado el significado con palabras que han tenido que explicarnos antes. El orden es nuestro accidente, jugamos demasiado y se nublo, hagamos las alas con lo primero que hallemos en el suelo.

  • 94So que besaba con exagerada pasin a una mujerNo se destacaba por la belleza, fue la pasin lo que me hizo recordarlaTena rasgos simples su rostro, ninguna forma desentonabaNo hubo historia previa, mucho menos una presentacinEl sueo dur lo que el besoNo podra precisar los granos de arena que durNi el porque despert fuera de la cama

    5NO HAY UN LUGAR ELEGIDO PARA UN POEMA.No existe ese espacio nico donde todo se desarrolla en post de una perfeccin.40 palabras ordenadas inescrupulosamente pueden ser tu paraso o tu inodoro.No esta eso que llamamos precisin, momentoEl tren no paraSomos Nosotros los que nos tiramos bajo l, constantementeY sobrevivimos.Sobreviviremos siempreno hay elegidos ni iluminadosAlguien invento a las musas y fueron sacrificadas.En el mundo no hay nada que no merezca estar en el mundoLo que hay son lastimados, siHay lastimados,Y recompensas, si,

    Secretas recompensas

    6Mientras los vacos se cansanY las iglesias se cierran con maderas infranqueablesAlguien, en el fro, lee la palabra imaginadaQue jams se hizo carne

  • 10

    Un estudio sin procedencia clara revel lo siguiente acerca de las almas, los cuerpos y los ojos: -hay ojos que slo miran almas y ojos que solo miran cuerpos-hay ojos que ven ambas cosas pero no lo hacen con la misma eficiencia y se presentan diferen-cias considerables de calor en las zonas clave-las almas que no dejan verse por ningn me-dio, las almas tristemente discapacitadas, se atan al cuerpo de tal forma que quedan pega-dos para siempre; all su visibilidad es posible, aunque tergiversada y notoriamente decada.-los ojos que slo pueden ver cuerpos tienen un alto porcentaje de ceguera, aun con la luz pre-sente y con el sol despierto.-los ojos ciegos de luz no slo ven las almas como nadie lo hace, sino que todo lo que escu-chan, tocan y sienten es alma, la gran alma uni-ficada se sirve perfecta en el rayo de luz cons-tante que ha dejado de brillar-los ojos ciegos de luz no presentan rastros de envidia, esto aumenta la calidad en forma nota-ble del dote privado que poseen-a diferencia de los ojos que slo pueden ver cuerpos, los ojos que slo quieren ver cuerpos sufren estadas tormentosas; huelgas de almas en sus parpados, almas que en seal de protesta se atan a las lagrimas que estos derraman rara vez; las mas tcticas e inteligentes bloquean todo egreso de esta sustancia, que gradualmen-te se va acumulando para nunca salir de all y

  • 11

    secarse para siempre.-las almas que no dejan verse tienen posibilidad de redimirse con ms facilidad que los ojos que solo quieren ver cuerpos; estos ltimos presen-tan una extraa habituacin a los sutiles mto-dos de tortura empleados por las almas que se rebelan. -los cuerpos que deciden desprenderse del alma no son aptos para la visin de ningn ojo y queda a su absoluto riesgo el juego que se inicia.-para las almas que buscan desprenderse del cuerpo solo queda un silencio y una lejana que evidencia la absoluta incapacidad de estudio y de acercamiento a este factor que al da de hoy, sigue manifestndose oculto y vedado.-a pesar de todas las refutaciones, el estudio llego a la conclusin de que la diferencia entre querer y poder es de posicin: querer se en-cuentra antes; conciente o no, la voluntad deli-nea y configura todas las posibilidades siguien-tes a su aparicin.-por ultimo dir que hay un equilibrio, roden-dolo todo, vido de que se lo encuentre.

  • 12

    7Me pone triste despedirte.Me extingo momentneamente en un saludo que nunca aca-ba de concluir.Soy el espa de este gran sentido que se nos niegay nos brota silenciosojunto con la palabra que no pudimos imaginarnos.Me alejan de la condicin humana y del merito de sobrevi-viente que he adquirido,todas estas llaves sin terminar que te entrego,como smbolo de lo que no habitamos.Hicimos honores a todas las bestias villanas ya todas las paredes.Cumplimos con distincin y perfeccin,el rol del silencio y la distancia.

    8Si soy pared no la pintes ni decoresNo intentes moverla ni atravesarlaMucho menos derribarlaSi soy pared, esperaSi soy pared tmalo con calma,Y ponete el mejor casco que encuentres

    9Hare una observacin: en ninguna palabra, por ms perfec-tamente mezclada que est con otras palabras, se creara un espacio nuevo, un espacio fuera del lenguaje, por as decirlo. A conformarse con los sentidos y con la barriga que late fuer-te all arriba, amigos. Somos deformes en la luz, aun ms en la oscuridad. Ya demasiado violada esta nuestra dimensin, continuemos la ficcin y olvidemos lo inalcanzable.Har una segunda observacin: la ficcin lo acepta todo.

    10Dentro de la granadaHay otra granada de emergencia

  • 13

    La de adentro explota cuando la primera se rindeSi esta granada se rinde es por que ha llegado el momentoDe inventar los mtodos exactosEl problema es que, al parecer, de la maquina no ha salido ningn pjaro.

    11Entran sin preguntarAll acampan los invitadosNo traen luz en sus ojosLas cosas las traen por otro ladoDurmiendo bajo un rbol abiertoDelinean las cosas del futuroAll es cuando arriban ms y msLes sobra lugar para armar sus infinitos refugiosAll disean la resistenciaLa resistencia es lo primero que aprenden en su vidaLlevan el genio que soporta la sangre del mundoLlevan la fuerza de las cosas que no existen

    12De cada 10 cosas que escribo.Cinco ocultan todo y no dicen nadaUna vale la pena (pero para qu?).Tres son una reverenda mierda cobarde, hipcrita, mentiro-sa, mediocre, frgil, impotente, sucia y aborrecible.Y una es como esto.Un misterio, como un clavo en el cielo. Un botn en un de-sierto. Un signo de pregunta sediento de su oracin. Esto, neutro, que se yo. Esto. Cero. Espacio. Silencio.Esto. Todo el dolor que tu imaginacin aguante, que tu bos-tezo prolongue. Esto. Que si no era escrito daba igual. Esto, un ahorro de tinta que no ser, una cloaca literaria.Esto. Yo, no sabiendo que decir y extendindome en un acto intil. Esto, tu complicidad que llego hasta ac.Nuestro lazo inseparable con la enfermedad.

  • 14

    Es el paraso caminar de tu mano suave, con bodegones llenos de amor en cada poro. Des-cubrir el paisaje al unsono, patos y gatos felices nos abren el paso. La lluvia tentada quiere caer, pero ni ella sabe dnde esta. Nos sentamos en la hierba que palpita al ritmo de nuestro encanto y silbamos alegres melodas que el agua danza a nuestros pies. El sol reza que esto no acabe nun-ca, un Dios nuevo sale de cada bocanada de aire.Los reflejos envidian nuestra materialidad, vini-mos a estrellar todos los imposibles.Abro la canasta que contiene nuestro alimento y extraigo el pan del cielo, los sabores privados que sol se han guardado para este momento.Lejos de toda aquella luz, arrinconado en una sombra tentadora, la v. Ella me miro. La abr. Ella se dej. La beb y arrase todo a mi paso, de mi salio el hedor miserable de una poca, vomit a los patos y a los gatos que huyeron junto con la gente que para ese momento ya estaban en sus casas bajo llave pidiendo ayuda. Mi amor se hun-di en el estanque, el pan se llen de hongos y yo no mire ms nada. Ebrio de realidad, me volv antecedente humano y el vapor oloroso de mi cuerpo histrico creo el nuevo cielo bajo el que caminan los seres que no saben. Luego fui capturado y el mundo continu su imagen. Yo me cure la resaca de los tiempos pero el cielo nuevo an no se gestara.

  • 15

    13Baj la escalera y me encuentro con una botella. Espero al lado del stano junto con un gato blanco que se asusta cuando me ve. No se qu espero, el gato tampoco lo sabe. Yo supongo que l espera algo, pero puede no ser verdad. La escalera continua pero yo me detuve ac. Dentro de la botella hay una escalera diminuta, hay gente que baja, no hay nadie que la suba. All dentro no hay gatos que esperan ni stanos. Mientras bajan escriben cartas, luego las arrojan y empiezan otra. Cuando se agota la tinta suben en busca de ms, no se ve a dnde suben, la botella termina y ya no se ve . Una fuerte dictadura.

    14Me da bronca no tener inspiracin. No me inspira nada de lo que me rodea. Lo que esta dentro mo tampoco me inspi-ra nada. Viajando en colectivo tampoco, caminando por la calle. Dnde se llevaron las palabras preciosas, las grandes imgenes? En m todo es una repeticin, imposible que sepa como hago para soportar mi realidad interna, creo que otro se hubiera suicidado hace tiempo. Mi gran propsito y meta es olvidarme de todo. Olvidarme la clave maestra. El poeta no hace la poesa, la poesa no la hace nadie. El poeta quie-re respirar con un poco ms de calma, mientras se araa el espritu con uas plateadas y deformes. El poeta va progre-sando y se vuelve un acadmico de la poesa o un borracho de la poesa, no son bien vistos los puntos medios. Me queda poco tiempo para decidirme. Luego de desatarme, seria bue-no mirar, mirar como me apago o mirar como vencen los remedios y se fortalecen los venenos, esos que nos curan, sin que nos demos cuenta. Esos venenos que se leen, que im-portan solo en ese mbito, cuando lo leo, cuando alguien me lo muestra en su comodidad de papel, de cuadro, de pieza teatral o musical.Sino es todo incomodo, la fuerza incomoda la carne, la carne incomoda a los ojos que vomitan. No chorrean, no escupen, vomitan, vomitan por que no lo esperamos, por que no lo

  • 16

    impulsamos por Motus propio. Nos volvemos planos y la hora del milagro nunca llega. Tocamos las cabezas peladas de la especie en busca de la hueca, esa que nos permita me-ternos dentro y esconder nuestro pasado, presente y futuro. El hombre descompone su forma tantas veces que no alcan-za una sola vida. Para que la rata se vaya, no debe haber ms madera que roer.

    15La indiferencia es el cetro que alberga todo el fro de la especie. Hoy cen los ojos que no me miraronMaana creo que cenar lo mismoAs es que voy desapareciendoPara unirme al mundo de los cuerpos invisibles

    16Muchos hablan de escrituraEscritura por aquEscritura por allTextos que son, sol por estar escritosMuchos atribuyen a la escritura un cerebro que no pose.Un alma que empieza en otro lado.Sol los mas precisos logran arrastrar a esta alma,Pero siempre mal herida, a la superficie donde la escritura es.Mi ambicin, mi insomnio, es el texto mentalEl texto mental que degollamos con el estiloQue desmembramos con las imgenes que no nos pertenecenEl que sacrificamos al entornoEl texto que destrozamos con vergenza y con miedoAquel que no sobrevive a ninguno de los prejuicios que son su dictaduraEl loco texto que solo extasa o dueleEl que enterramos en silencio bajo el caos inevitable,En forma de escritura.

  • 17

    17Esta todo usado, pens; entonces decidi entrar al horno. Grande fue su sorpresa cuando al salir de l, un idioma nue-vo se le abalanzo pidindole explicaciones: no me es nece-saria esta lucha!; quiero que me devuelvas y me archives como todas las cosas que ignoraste y que ignoraras! si quie-res sufrir, usa tu propio cuerpo, yo no tengo la culpa de tu necesidad incurable ni de esos pelos que se te caern tarde o temprano. Aquellas fueron las frases que le gritaba mientras lo sacuda sin violencia, de un lado para otro y con el abso-luto cuidado de no dejar huellas. Una vez que el idioma se largo, se sent a reflexionar sobre lo ocurrido: no hay peor envidia que la que se le tiene a las cosas inmateriales pens, mientras se prenda un cigarrillo, procurando de esparcir lo ms perfectamente posible el humo por absolutamente todo el aire que lo rodeaba.

    18Hay una damajuana donde nadan hombres transparentes.En sus nucas tienen escrita la palabra Cero.Se ren y se ahogan sin distinguir entre ambas acciones.Afuera la gente celebra rindose una risa diferente. La damajuana es de un material incompatible con los hom-bres.Es por eso que nunca se vaciar y no habr incidentes que lamentar.

    19Aqu falta historia!. Esquiven el golpe de la espada mientras aprenden a usar la propia.Antao, la gente, antes de aprender la subsistencia propia, deba especializarse en como anular la existencia ajena.En algunos sitios todava es as, la historia se acostumbra a ciertos lugares y se asienta.Aun despedazados y hambrientos, la historia les pertenece, la viven, es un elemento activo.Mi letra me asusta, no hay registros de historia en ella, no me

  • 18

    muevo, solo continuamos; sub vivimos.La historia ya sabe de matanzas, de conquistas, de la tinta de oro y de grandes injusticias. Nada nuevo podemos ofrecer.El cielo cruza los brazos y mira para arriba; nadie quiere re-emplazarlo.Detuvimos la historia para acelerar la desaparicin.Pertenecemos a una hoja en blanco, ubicada en el margen de otra hoja en blanco

    20Voy a disparar contra los cretinosLos stiros y estafadoresContra esos locos que amarran toda cosaEse mar ya est turbulento y no los quieroLa vida es correcta sin ellosLes disparare riendo y cuando caigan reir msExigir el reconocimiento merecido y sofisticare los mtodos para hacerloDisparare la bala ms tremenda contra estas llaves del des-armeLa moral puede hacer sus excepciones.Disparare urgente contra el enemigo.Planeo hacerlo hoy.AHORAAunque es demasiado temprano para el suicidio.

    21A ver. Repaso mi biblia personal. Repaso la biblia de los ani-males. Entro enteramente en la biblia del sexo, en la biblia de los bosques. Los dinosaurios no tenan biblia, nosotros esta-mos ms cuidados. Me alegro de tener proteccin y de sen-tirme seguro. Tomo sopa todos los das y me miro al espero, la biblia me sonre en todas mis cruces, mis poros respiran biblias y papeles que quisieron ser parte de biblias. Las enfer-medades modifican los pasados, el mar antes de leer la biblia no tenia sal. Hoy ellos aceptan que los llamen tierra y por la vejez avanzada que presentan, ya no leen.

  • 19

    As es como haremos: nos pondremos a su altura. Secues-traremos a los cientficos especializados en destruccin, a todos los tcnicos en materia de catstrofe y seguridad mundial. No los seduciremos con ofertas, no podemos perder tiempo; nues-tra misin es ponernos a la altura y eso haremos. Se empleara la tortura eficaz, no queremos ms violencia que la que necesi-tamos. Pronto estarn al servicio nuestro, nos empezaremos a achicar. Como ya dije antes, la intencin es ponernos a su altura.Primero intentaremos negociar, no con ellos, claro, sino entre nosotros. Buscaremos una salida a este gran conflicto que se nos presentara como primer obstculo: que objetivo ser con-veniente destruir primero?Arrasaremos con todas las mansiones, con las casas donde go-biernan. Con armas nucleares bombardearemos las islas que compraron, levantaremos barricadas en los bancos que pulve-rizaremos, nos subiremos a los monumentos para tenerlos en la mira. Organizaciones mundiales sern reducidas a cenizas. Parlamentos, campos militares, de la institucin policaca hare-mos solo un magro recuerdo. Todo bosque o va de escape ser interceptada y controlada por nuestra fuerza, los empujaremos al suicidio, les haremos ver como su puo rendido se abre su-plicando piedad; piedad que ellos no tuvieron y que nosotros no tendremos. En los refugios, los pueblos bajo tierra podrn descansar hasta que todo este asunto termine. Son pocos pero despiadados y capaces de todo, estos cerdos que soltaran la fuerza. Sufriremos bajas de todo tipo, ellos darn lucha sin tre-gua, la lucha que no dieron nunca, conocern la dimensin de lo intenso y verdaderamente vital. Meses, incluso aos pasaran hasta que definitivamente sean barridos por la misma furia y demencia atroz que ellos, a lo largo de la historia, encomen-daron a los obreros construir. Los que mandan no merecen ni siquiera el mar para descansar, eliminaremos todo rastro que quede de ellos, incineraremos todas las armas con las que los hemos vencido, los pueblos saldrn de los refugios; los cientfi-cos, tcnicos, recuperaran la libertad y nosotros recuperaremos la altura.

  • 20

    22Es chica la posibilidad de que algo nuevo pase en mi cabeza grande.Nada nuevo va a pasar.Pues all ya ocurre todo, acontece, pasa, deambula todo.Todos all ya estn en guerra.Las especies de todo tiempo, las ruinas nuevas y viejas.All estn hace tiempo, todos.Armados y desnudos, pisando solo un gran cementerio que se va volviendo alto.La acumulacin nunca fue ni ser material.El lugar es escueto, casi que la sangre no tiene para donde salpicarse.No hay espacio para nada ni nadie , pero all ya estn todos.

    23Acudo a la letra para articular la composicin que excede el espacio que habito.Acudo a ella, porque la vaca que llora dentro mo, olvido el destino que le tocabaAcudo en su ayuda, para no atender la desesperacin, que me seduce desnuda.Acudo, al tiempo que distrae, a la forma que me tiene com-pasin.Acudo a m, como un ltimo recurso valido.Acepto todas las derrotas y la vigilia de los aos que me que-dan.Acepto el dolor porque este me ha aceptado, y no es poca cosa.

    24El vaso de agua reposa tranquilo en la biblioteca recin pin-tada. Mientras adoro al gato que duerme en el sof, mi tela desmembrada absorbe la humanidad que algn da supe tener. Porqu aburro al mundo de esta manera? No puedo, no pueden, no podemos saberlo. Quizs debamos practicar ms, nuestros esfuerzos debern ser reconocidos en algn

  • 21

    momento. Yo veo que el mundo esta en mis pies y junto a l: fotos de esqueletos y de bebes que nacen de una sangre que se ensucia mientras cae. Quise saber ms y me frenaron, me suspendieron en la habitacin ms fra del palacio que sol existi para que lo imagine, para que lo anhele, para que sepa que no existe, as como la tinta que ingenuamente pens que escribira los milagros, los tontos espacios que se gestan por error del diablo.Soy un hombre ms y es tiempo de contar una historia gran-de, lo de ahora no es nuevo, este resentimiento hacia mis he-rramientas son todo lo que tengo; este ojo de poemas mins-culos se pierde entre los libros que no han sabido lidiar con el ladrillo. El movimiento no generado se expande de cerebro en cerebro, sigue su paso por el mo y esa es mi derrota, el mvil hacia la locura del dios que se que tengo, que pienso que tengo y que excava. Con sus brazos de serpiente muerta excava incansable en esa nube dura que solo recibe y espe-ra. Y qu es lo que espera? Una forma hundida, un cadver pesado con el olor de las flores nuevas. No reencarnaciones ni resurrecciones, solo cadveres que puedan caer pesados y constantes, los pedazos de un cielo que se haya aburrido de estar tan arriba y que se aventure en las internas cuevas donde los ngulos se deforman y cumplen el legado.Por eso estoy sentado y todos los hombres se sientan. De mi ego no quedara nada y sepan que ninguna botella nos em-briagara lo suficiente cuando al beberla pensemos seriamen-te en nuestra liviandad al caer.Una vez despert y el mundo era ms chico que de costum-bre, yo en realidad soaba que el mar escriba sobre m y mi soledad en ese mundo mas chico, ese mundo que me mira-ba mientras lo pisaba, que me gritaba mientras respiraba. Yo nunca supe que quiso ese mundo de m, sus manos no me to-caron jams pero senta el enojo. El agua caa en los mismos paisajes que yo crea haber habitado. Tenia miedo de que el mundo se inunde y yo me ahogu al lado de un espejo ntido en el que pudiera ver mi expresin de pnico violeta, que lo ultimo que vea sea mi mirada cerrarse, la mirada del mundo

  • 22

    mismo cerrarse.Por suerte nada de eso paso, fue inmaterial, porque como dije antes, yo estaba despierto.

    25Escrito surrealista. Existencia surrealista. Huevos que se quiebran antes de llegar al infierno. Infiernos que se eterni-zan gracias al polvo que se cae de nuestras manos incapaces de cirugas. Maquinas que desarrollan rganos superiores y dinmicos, posibles jugos ya coquetean con la miel subida y conmigo. He llegado a m. Por deterioro animal o por exceso de ciencia, he llegado a m. Por astucia de lo negro, por cobar-da de lo celeste, he llegado a m. Que queres levantar con palabras? He llegado a m sin armas, con escudos que se me caern de las manos apenas ingrese en la arena. He llegado a m viendo como todos lloran y como todos lloran. Hablo de los 2 llantos. Hablo de lo doble en toda piedra, en todo todo.

    26A verVoy a apagar el mundoNecesito renovar la azcar que envuelve el siniestro auraTardare bastante en prenderloDormir una siestaDebatir con que infierno seria conveniente despertarmeUna vez que lo decidaYa estPrender el mundo de vueltaMe apagar en silencio para que nadie se espanteDisfrutare estar apagadoEs un placer que escasos segundos me duraLo aprovecharMe untare de cartas no jugadas Hablare en pasado y futuro para siempreTodo con tal de no mirarEl pattico rincn,donde me espero.

  • 23

    Estamos; mejor dicho, estoy, en un gran tubo de ensayo(no es mi tarea hacer cargo a todos).El lquido en el que flotamos son los cuer-pos de otros que han estado.Es aqu cuando la gran tragedia indestruc-tible serena su impacto.Conocer nuestro destino nos acerca a la condicin de mago.Nadie aqu habla del presente, de la condi-cin de estar presente.Hablo de que nos estn preparando con las mejores materias primas del mercado.En el lquido, la paciencia no necesita nin-guna plegaria.An no ha terminado la primer noche de experimentos.

  • 24

    27Se disparan con borradores los hijos de la aguja/ temen lo que todos tememos/ pero pelean con las armas que un in-fierno privado forja/ recin cuando caen es cuando tienen el permiso de mirar a los ojos/all se ve la secta de la que cuel-gan las antenas del mundo/ladramos y mordemos como los perros/devastador es no tener su memoria/se ren de las gue-rras que han ganado pero aun ms de las que han perdido/sus voluntades son como el horno que quema todo pan/a pesar de ser mortales daan mas que cualquier Dios/pues a ellos puedo verlos/acribillndome en la historia.

    28Hay una rutina potica. Espacios que se repiten, palabras, fragmentos que parecen calcados de un mismo rostro. Cues-ta mucho desprenderse de una estatua, los continentes se mueven demasiado despacio. Por eso hay que a decapitar, donde haya una cabeza nada podr prosperar. No escriba-mos lo que esta ledo, eso que leste es futuro y futuro es una palabra que conocemos demasiado, hasta el hartazgo. Espe-ra ver al muerto moverse, el filo hundirse, la sangre detener-se. Luego quiero que busques al indicado para beberse esa sangre que ser tuya, que ser la sangre del mar que has des-plazado, que has elegido cambiar por otro. El dolor no ser ms tesoro ni mapa, el dolor solo ser dolor. Nada mas que decirte, esto ya lo has ledo seguramente y no es mi intencin rellenarte, sino detenerte.

    29Comer sobre el cuerpo explotadotodo el amor que te excedi.Yo eliminar de mi cuerpo las dos letras malditas,y de m harn una estatua,que no colapsara nunca.

  • 25

    No produzco ms de lo que sufro. As funcio-no. Sufro un poco, produzco, incinero lo inaceptable y me dejo impecable. Sufro un poco ms; produzco, vuelvo a incinerar y vuelvo a dejarme impecable. No todo es tan montono y sencillo; el fuego con el que quemo mi dolor ya no es el mismo, mas bien dira; ya no quema como antes. Quemar con trucos viejos no es lo mo, cranme, el fuego esta perdiendo en la misma medida en la que todos perdemos. Es la dic-tadura para acabar con el shock, con lo que viene de afuera y llego demasiado tarde; no hay tesoros en esta produccin; la nica victoria esta en lo que dejo ir.

  • 26

    30Si escribiera lo que realmente me pasa, lo que realmente pienso; mi poesa seria una obra maestra, una pieza nica de la miseria. Sera admirada, galardonada e incluso sera objeto de coleccin. Sera exhibida tras los mismos cristales donde se exhiben las cosas miserables. Todo esto es tentador, es cierto, pero no, seguir as, ocultando. Mi oro, mi ms ab-soluta y profunda miseria seguir perteneciendo a la esfera privada. Desde aqu la veo, intacta, reluciente, parece recin nacida, no ha sido dotada para el acto de envejecer, su vi-talidad acaba con la ma pero parece no importarle. Le es indistinto que la de a conocer o no, nada alterara su fuerza y la suave destruccin, que sin darse cuenta, nos propicia a ambos.

    31Soy yo el atado. El sol es el esperma de otro sol. Los amantes se abrazan y fornican ciegos en las montaas que otro hom-bre ha perdido. Lo escrito es la columna vertebral del tiempo, el cncer de la araa que an mantiene su fuerza; la fuerza que a todo barco le falta. Soy yo mi meta, mi espa automti-co, la decisin que todas las vidas han tomado. Primero hay que desarmar el tronco, succionar el ala y beber la arena so-brante como sedientos de una lejana. Las estaciones conti-nan la labor como si fueran rehenes de una belleza tortuosa que las atrae, el gran engao del limbo. Pronto necesitar dos ojos ms y dos brazos menos, las piernas estn bien como estn, mi ombligo gira tan rpido que me convence de que este aroma es fiel y duradero. Las manos escriben solas lo que la cobarda neuronal ha sentenciado, mi amor por lo perdi-do no se equipara con mi odio hacia todo lo encontrado. La sangre como una atadura que aun no deserta de todas las guerras que sostiene, por orgullo, porque recin ha nacido, por que no puede ser, por que debe haber algo mas, por que as no puede terminar.

  • 27

    32Desde principios inmemorables se utiliza el humor. En todo contexto, situacin, la capilaridad del humor ha ido aumen-tando su grado con el correr de la historia y el gran abanico de acontecimientos de todo tipo ocurridos. Humor en la guerra, el humor funerario y el humor de los soldados que desertan desnudos. Humor de todas las edades, humor sin risa y sin humanos, humor que solo corroe, humor como atentado y depresin. El humor siempre estuvo a mano y lo seguir estando, el prximo imperio mundial se levantara gracias al humor, su definitiva cada tambin ser gracias a l. Humor cuando hay solo silencio, humor que es la inco-modidad con el espacio, humor como el pnico de nuestra imperfeccin.

    33Descripto y cremado, EL TODO ya no acepta mas pieles.Las mieles que emanaban las presencias hoy son visiones ad-judicadas al mejor postor.Las mitades pujan por la nica corona; la corona de la aten-cin.Esta atencin lo es todo; aunque no sepas de lo que te estoy hablando.Tu atencin me sigue y me alegra que juegues a no pertene-certe.Ojala fuera suficiente, ojala alcance para remover lo negro del hueso; lo granulado del Dios.Espero que cometas el acto absurdo de reciclar los das que perdiste, de llorar como debes llorar las penas que niegas, el miedo de los ojos que te avergenzan.Construye con ganas y conviccin, sin olvidar ninguna pieza ni engranaje, con todo el odio de tu frustracin y el dulce encantado de los fragmentos, el colosal arrepentimiento que vendr.

  • 28

    Cuando llego a la casa, el sweater estaba tirado en el mismo lugar donde lo haba dejado, nada se haba modi-ficado. l tena pocas ideas en la cabeza y se encargo de no emplearlas en ese momento de reencuentro. Se saco la ropa y se tiro a dormir. Aquel haba sido un fin de semana movido, las olas y las cruces se repitieron en todos los mo-mentos que acompaaron el movimiento de su cuerpo, aquellas horas cruciales. El objetivo trazado por l hace ya varios meses no haba tenido un final feliz; se acercaba, se acercaba pero nunca terminaba de concretarlo. Las voces que lo alejaban de l eran muchas, es cierto, tuvo que lidiar con la sangre de todos y de todas. Nadie, absolutamente nadie lo apoyaba en esta carrera que haba emprendido, con la resignacin del decepcionado sin cura.Borrarse la cara absolutamente iba a ser su grito de libera-cin, la obra que estimaba como bisagra en la historia de los hombres; ya haba pensado en todo.Se vea como una especie de vengador de la especie, como un mrtir enviado a resucitar el espritu de los hombres, que a pesar de los defenestradotes juicios que hacia caer sobre ellos, amaba con locura y valenta. La cara seria el objeto a borrar, el objeto a prescindir. Deca que ella era el resumen de la maquina, la espada y el escudo al mismo tiempo; y que sin ella no tendramos mas nada que defen-der y mas nada que atacar y; por lo tanto, iniciaramos una vida nueva en plena armona con la naturaleza y sus seres con cara; seres preparados para tener cara, seres que ya ha-ban tenido su entrenamiento y preparacin en todo este asunto de tener cara. Para l, solo el hombre careca de las facultades y no era digno de poseer rostro, cara, contornos que lo representen ante cualquier prjimo.An no estando en sus planes daar a nadie- ya que l seria el voluntario para iniciar al hombre en esta nueva mani-festacin- se fue quedando solo gradualmente; el que lo escuchaba hua o lo intentaba calmar, para luego desapa-recer para siempre de su vida. De hecho, los ms amorosos

  • 29

    y pegados a l de su entorno, fueron los que quisieron en-cerrarlo como si fuera una bestia peligrosa, una amenaza latente para la integridad fsica e intelectual de una socie-dad absolutamente escptica y atrozmente espantada. Pese a esto jams dudo en dar un paso al costado, aquello era su vida y a pesar de no tener ms hombres que lo apoyaran, l contaba con la presencia de los elementos que siempre considero a su lado. Aire, fuego, tierra y agua eran los nom-bres de los integrantes de su nica familia, de sus seres que-ridos mas necesitados. Cada uno cumplira una funcin diferente en su idea, ninguno quedara librado al azar; los exprimir al mximo de sus capacidades.A lo largo de los aos que le tomo el delineamiento exacto del mtodo que utilizara para borrarse la cara, tuvo que tener varias consideraciones al respecto; la primera: l de-ba olvidarse de la gente para siempre. Nadie iba a poder volver a verlo con normalidad, esa normalidad que l de-testaba desaparecera y con ella todo tipo de relacin. La segunda consideracin importante era desarrollar una ri-gurosa practica cientfica en cuanto a las cantidades exac-tas de fuego y agua que deba mezclar para no morir en el intento; con el agua sola no se poda borrar la cara, con el fuego solo l morira; el porcentaje exacto de agua y fuego reunidos en una sola unidad daran como resultado una cara excelentemente borrada. Con la tierra l elaborara una firme mascara que preparara su cara para el aconte-cimiento y con el aire eliminara las partculas restantes de humanidad que queden de su rostro borrado.Bueno, como he adelantado, no todo saldra de la mejor manera para l. Ser breve y solo dir que despus de haber tenido la cara llena de la mezcla exacta de agua y fuego, l solo pudo borrarse los ojos. De una manera armnica y exacta, fue lo nico que pudo borrarse. El todavia vea, eso fue lo ms frustrante. Aun con una capa de piel adelante, l lograba ver todo a su alrededor.Adjudico dicha falla al hecho de no haber estudiado con profundidad la sensibilidad de ciertas reas a la mezcla

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    empleada. Iba a ser muy difcil que lo haga, casi imposible; no estaba en sus planes experimentar con gente muerta ni con gente viva, salvo l. Con los animales no seria lo mis-mo y tampoco estaba dispuesto a infundirles ningn tipo de dao. La prueba sobre su propio rostro seria arriesgar-lo todo; sin tener una idea cercana de las dosis que deba emplear, su cara podra reducirse a cenizas en un instante y aquello no era lo que deseaba. Solo quera borrarla. So-porto el fracaso y lo asumi, ya vera mas adelante lo que podra hacer. Era una tarde de invierno pero l empez a sentir calor, se quito el sweater y se dispuso salir a la calle a exponer al mundo sus ojos borrados; no eran poca cosa. Ni bien cru-zo la puerta, hallo lo macabro: el mundo caminaba con la cara borrada. Todos, absolutamente todos los rasgos facia-les haban desaparecido de las personas, estaba anonadado, no poda entender lo que pasaba, no poda ser que eso este pasando. Se le empez a revolver el estomago como si all mismo se estuviera librando una guerra. Empez a vomi-tar agua, agua limpia, su vomito era una catarata de agua perfecta e incolora, la locura estaba cerca; la gente comen-z a verlo con extraeza, esa boca, esa nariz, esas orejas, esos contornos no eran normales. Un fin del mundo men-tal, un suicidio dispuesto a nacer, en el caba toda metfora. No soportando aquel paisaje y ms enfermo que nunca, se dispuso volver a su casa con el pnico de no saber con que se encontrara all adentro. El mundo se haba convertido en la sirena de una ambulancia que nunca llega.Cuando llego a la casa, el sweater estaba tirado en el mismo lugar donde lo haba dejado, nada se haba modificado. l tena pocas ideas en la cabeza y se encargo de no emplear-las en ese momento de reencuentro. Se saco la ropa y se tiro a dormir.

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    34La carne que puede ms que la carneLa carne que ridiculiza a los huesosLa carne que se empapa con el movimientode la sangre que queremos aquietarla carne que se impone y triunfala carne que cree en absolutamente todola carne que no para de darla carne dueala carne cerebral

    35La terrible necesidad de escribir cosas grandiosas, me tiene aqu. En el centro del movimiento que no ha sido preparado para proceder.Arriba mo esta el eclipse que no soporto, la estrategia trunca de mi sangre. Al finalizar estar escrito mi nombre y yo lo borrare. Las agujas sern necesarias para recordarme que no puedo tras-cender, que esta lengua que nos es comn se esta quedando ciega, que hay huelga en los sentidos y superpoblacion en el cerebro.Una dictadura, un genocidio a gran escala no alcanza. Esta la distancia en juego.

    36Esta mirada sin atrs ni adelante,La descripcin precisa de un paraso raro.La tela a travs de la que miroTiene varias dimensiones.Mis ojos aprenden despacioY con miedo vivo,Las bellezas negadas.

    37Bebemos todos juntosNos embarazamos unos a otros

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    La realidad esta en esas burbujas que empujamos suavemen-te hacia nuestros estmagosEl resto es automticoNos amamos automticamenteDesarmamos los alfabetosPedimos perdnNos remos de la escasa graciaProvocamos pnico en los que nos parieron Respondemos y generamos respuestasComemos las tripas de los que no piensanAsaltamos la idea solo para vender el botn a los que las que-maranSubimos a los rboles que ya no soportan nuestro pesoDespertamos los apetitos que no es conveniente despertarCaminamos el cementerio equivocadoCelebramos en las fiestas absurdasHacemos seas invisibles con las manos(las seas que trgicamente tallaron la condicin humana).Volamos en los planos de los que luego solo podemos hablarVamos y venimos en el infierno de ansiedad indomable que sonoramente se reproduce en cada suspiro que intentamos domar con nuestro lazo de herosmo fracasadoEstatuas para el lenteBlancos para las multitudesQuietos como la alfombra de un palacio nuevo y hermoso que nadie habitaSaltamos con la escarapela roja y chorreando

    Todo automticamente

    Concientes de que no es as, de que no debe ser as.Caminamos crudos por las trampas que ya sabemos de me-moria

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    Atencin!Interrumpan la transmisin

    Cancelen los progresosTu imagen y tu piano perdern la herencia

    No esperes la siguiente vozAcepta la atadura

    Entrgate a lo ajenoEl programa queda suspendido

    Hablara l y seremos nadaSusurraremos cuando l decidaQuedarse quieto no ser difcil

    Nuestro movimiento depende del dedoEscuchen y aten a los animalesFlameen la bandera sin color

    Embellzcanse miserablementeSintense ustedes y sienten a su lengua

    Se interrumpe este absurdo milagro unos instantes

    HAY CADENA CEREBRAL

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    38La gente habla y piensa por que ha adquirido un lenguaje.Despus el lenguaje habla por si solo, deja de necesitar a la gente.La gente somete al lenguaje, lo abraza con conviccin estran-guladora.Nada nos dominara ni nos dir que hacer, gritan.El lenguaje se libera de toda fuerza ejercida sobre l, contra l. La gente desesperada arroja ms lenguaje sobre el lenguaje dominador.El lenguaje siempre va adelante, triunfa, renace de cualquier muerte.El llanto de la gente hierve de impotencia mientras el lengua-je intacto nos mira desde una distancia que jams se altera.Explotan los cascos de lenguaje sumndose a las filas vence-doras e invictas de la historia.

    39Los cielos que miran al hombre cumpliendo su labor son los mismos cielos que cubren todo el aspecto. La lucha de ellos no incumbe al hombre, el cielo se siente debajo de toda remisin. Sin aprovecharse de su condicin y con absoluta cautela, educa la sangre prxima, para no caer en el error. La inmortalidad es el peso que le impide caer en la tierra so-bre la que se regala. Esta tristeza que fue mutando en mortal veneno es la que el cielo entrega en forma de lluvia. No es para asustarse, estamos en la era del amor. El cielo llueve para abajo y para arriba. La insegura es la nuestra, la que va para arriba, es por eso aun respiramos, bajo el interminable dolor, del que an nos ama.

    40Me sub encima tuyo y le hice el amor a tus miedosVos le hiciste el amor a los mosLuego del acto, nuestros miedos volvieron a endurecerseNos volvimos blandos y robustos

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    Hicimos de cuenta que el frasco jams se tocoLo lindo de hacerte el amor es que nadie se entere de elloEl sueo es la desesperacin salindose de nuestras escamas palpitantes de nada.Hay un escenario que nos espera, la sombra me repite un contacto que no comprendoUna a una las piezas del agua se desarman para siempre.El ayer prepara la roca.Siento al miedo hacerme el amor y es como si jams nos hu-biramos tocado.

    41Nadie sabe que hay detrs de un loco, nos da pnico. Nadie calcula la cantidad de nios que explotaron ah adentro de-masiado rpido, demasiado exageradamente. No es nuestra habilidad escuchar a estos nios que nos gritan, cada da ms decepcionados, desde adentro. La razn por la que gritan es el sentimiento de preservacin, el instinto lo llamara YO. No les es agradable ver explotar a sus iguales; tampoco les es agradable ver a travs de las pieles a todos esos cuerpos plagados de nios explotados, aquellos son los gritos que la naturaleza no preserva. En fin, lo que nos queda es la pre-vencin. Por eso, cuando sientas que un nio va a explotar, pregntale que opina de su propia vida, de sus aos en un cuerpo que le fue encomendando contra su voluntad, indaga sobre su razn y su amuleto. Ponte en su lugar, serenamente, solo unos instantes; no queremos ms derramamiento de es-pritus del que ya tenemos, tuvimos y tendremos.

    42Un ojo cerrado guarda la felicidad,en un paraso de complicada ubicacin.Al abrirse, el ojo se abrillanta y la felicidadse ve sacudida por la luz del pecado.Servimos para lo justo; se justifica el vaco,cmodo con su ubicacin.

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    Empezamos con el resultado abajo. El acto de nacer son veinte goles en nuestra contra.como hombres, nacemos en desventaja, nacemos derro-tados. Igual todo no termina ah, el partido es largo y hay posibilidades de dar vuelta la historia. Em-pleamos todas las estrategias posibles, sucias, des-leales, muchas veces no sabemos que hacer cuan-do tenemos la pelota en los pies. Eso pasa siempre. Comer sin el hambre no nos favorece, lo que nos derrota nos espera bajo su arco con total tranqui-lidad. Pero como ya dije, la ventaja no siempre es irremontable. Todo depende de nuestra destreza, tctica, tcnica y de movimiento, a la hora de ol-vidar. Pequeos olvidos son los que necesitamos para achicar la desventaja. Las primeras veces qui-zs necesitemos ayuda externa, luego se va soltan-do y convirtiendo en habito, es ah cuando lo que nos derrota empieza a dudar. Su ventaja se acor-ta y nosotros contra atacamos con olvidos que lo vuelven diminuto, en una cancha que nunca altera su dimensin. Ya llegando al final del partido, si hicimos bien lo que tenamos que hacer, es el pro-pio cuerpo el que, desinteresadamente nos otorga todo tipo de olvidos, sin que tengamos que hacer demasiado. Es ah, el glorioso momento donde, con el partido empatado, entra la muerte para cla-var la pelota en el ngulo y darnos la victoria.

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    Cierto da llegara en que la humanidad se decida a enviar una carta a dios.La oracin no ha resultado ser un correo confiable.Yo estoy dispuesto a ofrecerme como voluntario para redactarla.No lo tratara de dios, sino de vos, y seria algo as:

    Vos, el que apunta a todos, tan solo para que te apun-ten, cuando carajo vas a traer la maqueta termina-da? Muchos viven todava, estn bajo tierra. Nunca te vi por ac, casi nunca me acuerdo de vos. Me ofrec porque aqu hay mucha fiebre. No desaparece lo que nunca existi y aunque tu vanidad te lo impida creer: t mascara es la ms fea de todas. Quiero pedirte solo dos cosas. Una ser fcil, no te costara ningn esfuer-zo: jams respondas y por favor, una imagen con el recuerdo de lo que nunca fuimos.

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    Cuando escribo sospecho de todosIncluso de vos, amor

    De los nombres que aprendTengo una msica enemiga dentro mo

    De ella no sospechoYa la se enemiga

    Ya la se buitreEl carcter se bate a duelo y pierde

    Todo se bate a dueloSospecho

    Parece todo una gran actuacinSelecciono realidades que anestesien

    Las preparoLes paso el plumero y las examino

    Y a la fila con las otrasMe gustara colgar este poema

    Como si fuera un cuadroExhibirlo en el museo de la mierda que hacemos para nada

    La sospecha acorta todos mis intentos literariosLa sospecha no hace al escritor

    De eso no me queda ninguna duda

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    Escrib en un papel la palabra incertidumbre. La razn fue un experimento que tena planeado hace bastante tiempo. Dicho estado es permanente en m, la intencin era llegar a la exorcizacion total del tan indeseado visitante. El objetivo era que toda mi in-certidumbre, rociada sutilmente con desesperacin, fuera absorbida por el papel donde dicha palabra fue escrita. Lo deje sobre la mesa y me largue de casa. Lle-gue a las pocas horas sin mucha esperanza de nada. Mis expectativas fueron decepcionadas, en parte. Si bien la incertidumbre continuaba recubriendo cada centmetro de piel, el papel tenia otra apariencia. Pa-labras como oscuridad, nacimiento, aluvin, nie-bla, permanencia y absoluto aparecieron escritas en la hoja. Lo que me llamo la atencin es que dichas palabras estaban escritas exactamente con mi letra, como si yo hubiera sido la persona que las escribi. Mi estado total de incertidumbre se vio desplazado por el cansancio, el cansancio de habitar me invadi hasta los limites del hasto. Aquella magia no me ayu-do, contine con este cansancio que aun llevo como si fuera una maldicin. Un cansancio de era acabada, como si yo fuera un gran papel al que ya no le entra ni una sola palabra ms.

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    43Todo alrededor se esta suicidando. Que bella alegra la de esta maana, cuando vi que los caracoles que he plantado, maduraron. Dedico estas alegoras a la muerte, maldita la hora que te reconoc lejos, maldito el tiempo que te acuna. Es la hora de la palabra que no libera, la palabra que atraganta pero que no libera. Como miembros de varias prisiones te-nemos obligaciones imposibles de obviar, de subestimar. No es necesario que probemos las innumerables capas de miel que se esconden en este siglo que el dolor decora. No es nece-sario que conozcamos demasiado estas varices que son nada ms que el tiempo jugando con la nica ilusin que le queda al gusano. Por el amor de dios, por todo el amor de las pie-dras que solas rompen las cabezas que nos sobran. Por todo esto y por todo aquello, no asistir, no aceptare la hipocresa de aceptar la invitacin fulminante. No beber mientras me beben, despus si, pero lo hare con estilo. El Apocalipsis se acelera, ya esta maquillado y pronto saldr a escena. Arremo-lino la barba de la cobarda, la que crece a un ritmo tremendo e incontrolable. No puedo saltar esto, no puedo calcular la cantidad de sangre, que retenida, me expulsa del universo.

    44Es prximo. Las almas son prximas. El cerrojo que contiene la estructura es prximo. Estoy maniatado por proximida-des. La historia no puede imaginarse. No pasa nada y esa es nuestra comedia. Los locos diminutos contra las horas di-minutas. Nada esta escrito. Entre humanos, todo se puede perdonar. Solo entre humanos.

    45Esos pjaros ya no creen el cuento del nido, la fabula atroz de la supervivencia.Esos pjaros ya lidian con el cemento y las grandes torres, erigen lentamente y con la precisin de un vuelo, sus pri-meras instituciones. Aquellos pjaros ya no aceptan que los pinten por devocin al arte. Solo aceptan oro, materiales para

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    sus mansiones alejadas de todo rbol. La naturaleza ve caer su paradigma, y sufre, estos pjaros ya no creen en nada ni en nadie. Apenas se comunican entre ellos, sus mensajes son como un fuego corto y tmido que se vuelve azul cuando ya no hay nada ms que decir. Los pjaros ya no echan de menos a sus ramas, da igual que se vuelvan piedra o arroz, todo ha perdido el valor. Lo nico que hacen es pintar sobre un lienzo con la palabra suicidio en su centro.

    46Tengo un veneno raro e incomprensibleLos hombres pasan con los ojos cerrados por delante moHasta han llegado a invisibilizar mi ausencia.Veo el cementerio claro, latenteHay una maldicin que en mis sueos corrobore inacabableHay una religin dentro de mi jaulaLa religin que yo encabezoY en ella no resucita nadie

    47En mi apuro por adelantarme, por huir hacia lo nuevo, olvi-de un soldado. En sus ropas me parecio leer la palabra pre-sente; no podra asegurarlo, la letra era ilegible.Me dio soledad y lo espere; le ped disculpas y me dijo que siga mi camino y que despus me alcanzara. Le dije que no concluira el trayecto sin l y que lo esperara en un punto medio. Eso hice y aqu estoy. Espero que no se demore de-masiado.

    48Somos gente con imaginacin, o no? Entonces imagine-mos, construyamos un rincn donde la literatura no entre, donde nada entre mas que la imaginacin que se despren-de de la literatura en el mayor grito de independencia de la poca. Por favor, permitamos que esto ocurra, dejemos de obstruir los carriles donde la irrealidad va y viene desco-

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    nocida. Ahoguemos la literatura, la palabra creativa, no la necesitamos, la inventamos por que no encontrbamos los fsforos, pero ya esta, ac estn los fsforos, ac todava esta la literatura, pero no ms. Cuando veas en el techo a los pe-rros rabiosos que te llaman, que te atraen, que te dicen que la literatura es un hecho probable, ignralos, haz de ellos una experiencia de realidad, la literatura no debe interceder en absoluto. Un caballo te hablara al odo y no debes tomar eso como un hecho literario, hblale, escchalo, seguro te dir donde el mapa deja de servirte y el sitio adecuado donde de-bes tirarlo. Hazme caso, no dudes, ni siquiera cuando ests parado frente a la catarata que hierve en su interior el nuevo mundo. Las gotas corrern en tu rostro hasta que no nece-sites mas que la realidad, esa que algn da recuperaremos, solo para volver a tirar.

    49Cuantas veces vi 10 centavos tirados en el piso y no los levan-te: son solo 10 centavos, no vale la pena. De la misma ma-nera pienso que deje pasar muchas cosas de esa manera, al estilo 10 centavos. Lo peor es que muchas veces, arrepentido de ignorarlos, volva a buscarlos, pero ya se lo haban llevado. Me pongo triste cuando pienso la fortuna que hubiera acu-mulado, mi hambre seria de otra cosa y no de esta que ya no aguanto, que ya me canso, que me aburre, que no me ofrece nada. Ahora no encuentro 10 centavos en ningn lado, mis cuentas siguen menos cero y disminuyendo, mis ojos solo miran al piso, buscando lo diminuto que no aparece ; y todo por 10 centavos.

    50Hay ansiedad donde debera ir todoTodo no tiene su espacioPorque hay ansiedadTodo contina postergndoseHace fila afuera el todo que no tengo dentro moPor que hay ansiedad

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    Pronto no sabre que escribirDespus olvidare que escribaLa escritura habr sido la ms fugaz de las juventudesLa ansiedad ser todoLos millones de aos luz que separan cada lnea de este poema Son la guerra perdidaPero no ser la ltima, de eso estoy seguroPerder muchas ms

    51Para mi inmole literario falta muchoVoy creando el espacioMis falsos ocanos son la sealCuando pellizco el tiempoCuando me veo cobardeEs cuando sueno realmenteNadie lo escucha pero suenoEn mi cabeza yo se que suenoSueno y nadie atiendeComo un tumor que se levanta del sueloPara aclarar las aguas primerasSueno en las frutas que se alejan del hambreY en el hambre que es solo hambreBuscando un nuevo cuerpo Para destrozar despacio

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    Olvidate que yo hago lo que quieroCuro y golpeo.Sano y abro el pajaroSoy peligroso bajo la mesa y santo si se me envenena con comi-da del maana

    Si mi cerebro no brilla cierro el castilloY castro a los caballosEndurezco la roca para que me vean los que habitan la estrella que seala mi silencio.

    Olvidate,ya fui madre y penitenciaY no me detendre hasta ser agujero y utero

    No me detendre hasta que el mecanismo grite de incapacidad y la risa nefasta se extienda como un universo aparte

    Mi objetivo sera que la lucha de los vertigos no sea en vano, Que al salir de la arena se duplique nuestra habilidad para matar y para olvidar el tiempo que nos mata

    Arresten a ese codo que acaricia mi animal,y ejecutenlo en las alturas !

    Asi, los pasos se daran solos,Ejecucion tras ejecucion,Al dolor se le caeran los miembrosY el miedo,Sin saber donde ir,temblara de inexistencia hasta morir

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    No somos lindos ni ingeniosos. No cumpliremos la misin ni realizare-mos las utopas que trazo nuestra desesperacin. No somos elegidos. No seremos leyenda ni cancin. Pro-bablemente desaparezcamos muy pronto y no seremos recordados por las inteligencias venideras. No hi-cimos nada grande ni nada mediano. No somos hroes y ni siquiera servi-mos para villanos. Pero estamos ac y tenemos un hambre galopante y ra-diactiva que devastara al sol hasta extinguirlo...y no es poca cosa.

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    El servicio metereologico universal anuncia para los prximos 40 millones de aos, una lluvia ininterrumpida de gente, de seres humanos. As lo pronostica el tiempo y la cantidad de cemen-terios que fueron defraudados. La cifra asciende a ms de 500 trillones de cuerpos humanos que descendern del cielo con la violencia del silen-cio detectado. No habr paraguas que resista, la Tierra soportara el diluvio con resignacin y malicia. Las toneladas de cuerpos caern sobre cuerpos, jams una extincin ser tan irnica. No resistir ningn refugio, incndienlos o incn-diense ustedes mismos, no queremos sembrar el pnico: los cuerpos apuntaran a cuerpos. Ningn animal ser afectado, pues tienen la inmunidad de la nica justicia. Los cuerpos caern desnu-dos, por lo que queda segura la permanencia de la raza humana, 100 kms bajo tierra, danzando en el infierno del que nunca tuvo que haber sa-lido.

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    Tuve tanto miedoTanto respeto al miedo

    Tanta jerarqua a mi respetoTanta atencin a mis jerarquas

    Que ya no tengo nada

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    Tocamos fondo, pero, Qu es estar en el fondo? De-bemos temer los fondos?Los fondos son superficies que no aprovechamos. Hay superficies que son fondos para algunas altu-ras. No hay nada definitivo en lo que es materia de fondos.En muchos fondos se cimientan los nuevos cielos que aspiramos como superficie definitiva. Pero nos falta paciencia con el movimiento de intercambio constante de estos planos.Tocar fondo o tocar el cielo con las manos. As, con el miedo en el ombligo, presionamos las flechas errneas. La superficie, ignorada, no hace mucho para hacerse notar y se resigna, sin mostrarnos nada.Por qu no tocamos esta superficie? Por qu igno-ramos su materialidad y su tiempo?No la consideramos y ella nos suelta, por que as lo ordenamos y lo creemos, sin darnos cuenta del error.Por eso, jams subestimes un fondo ni te encandiles demasiado con un cielo. Debajo de ese fondo puede esconderse un nuevo cielo y en la ambicin por subir a ese cielo puede estar el ms oscuro de los fondos. Pulverizar las direcciones y no ignorar que todo se encuentra a una superficie de distancia.

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    La mugre pica. El suelo pica. Este aire manso y tranquilo que reza que me vaya, pica. La ciencia pica al mismo tiempo que me rasca. El cielo pica y muerde. Esos nios sordos que allan de noche no pican y yo los cacheteo hasta que piquen, la ar-tificialidad del hecho pica y devasta. Los gatos en celo pican hasta la desesperacin. Tu amor hmedo y pedregoso no pica tanto pero tu amor nocturno pica como una catarata de arena cayendo en mi herida de agua turbia. Lo que pica no duele ni molesta, lo que pica requiere atencin y yo estoy harto de las siluetas que me infligen obediencia. 2 mas 2 no pica tanto,1 mas 1 pica bastante, pero 0,5 duele.

  • 50

    Todos todava caminan, la gente esta viva, la gente tarda en morir. Hay muchos que caminan, nadie se cae, tam-poco nadie se levanta. Todos caminan igual, sin sentir las piernas, todos imitan los pasos de los que son premiados y portan la dicha casi exclusiva del caminar perfecto. Todo esto ocurre en la calle, aunque no es el nico sitio donde la gente camina. La gente camina dentro de sus casas, cami-nan dentro de las mesas, caminan en las camas. El nico lugar prohibido para dicha prctica es el bao, all la gente vuela o se arrastra, nada ms. Lo cierto y curioso de la naturaleza de los caminantes es qu no les alcanza una sola accin, necesitan hablar mientras caminan. Aunque la gran mayora lo hace sin la ayuda eficaz de la lengua, las voces trazan la gua que se acopla perfectamente con los universos en disputa: el de la calle y el de las casas.La gente que le tiene miedo a la calle, camina y habla en su casa, all se gesta un transito diferente. No hay riesgo de accidentes o de dolores medios. La gente que sufre, hace eso, se dedica a sufrir, se especializa y perfecciona en el sufrimiento. Lo hacen con pasin, se sientan y sufren en el silln, decididos, desperdician toda el agua que les queda en aquella tarea que los deja sin dormir estaciones enteras. As se gana una guerra, piensan, desean creer. Lo cierto es que son la bandera blanca ms sucia, la paz de tumba ms grande. En las casas solo hay medallas de bronce y todava no se enteran. Suicidan a la dinamita, toman de rehn a todo lo que quisieron ser. Con este pa-norama todava caminan, con f en lo que ya conocen inevitable.

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    Sentado en un colectivo abarrotado de multitud. En mi silencio interior hay ojos que sospechan de mi forma, que celan mi silueta inexistente. Hay floreros invisibles en sus carteras, tendrn que brillar mas si quieren que les de el asiento. Ancianos que no quieren sentarse sino caerse para no levantarse, es dura la realidad pero blandos los huesos que no aguantan ninguna recta salvo la ultima. En la gran curva peligrosa me vi agobiado y el primer diente cedi. En las te-rribles esferas me sent ajeno y mi dentadura gravito, se inde-pendizo de mis encas. Caan al piso y bailaban en mi boca las armas de mi tribu nefasta. La multitud que me rodeaba no me socorra, miraban con vergenza como mi verdad era descubierta. Despus cayeron mis brazos y mi bolso con poemas; esos que hablan de mis cadas, de mis cadenas ocul-tas en la sucesin de hechos que predico y adelanto; poemas con palabras que no vienen a mi, sino que son secuestradas de las grandes mansiones impecables del plano mediocre, del plano residuo. Nadie recoga mis partes, ni siquiera para arrojarlas del vehiculo. Me transforme en un espectculo por el que nadie ira a pagar. Se acercaba el final del recorrido y el desarme no cesaba; mi sangre joven comenz a caer prolija sobre los baldes de los hombres de blanco, ya no me perte-neca. Lo mismo pas con mis rganos que en seguida fue-ron aislados del ambiente por los mismos hombres. Mi piel triguea nadie la quiso, estos canbales modernos son otra cosa. Ninguna palabra es la que fue al comienzo. Forjar es un suicidio inmediato, en esta, la era del tiempo. El colectivo termino su recorrido; me haba transformado en fragmentos inutilizables para la civilizacin. Solo espere que alguien me pise los ojos para acabar con todo. El momento no llegaba.Mi sangre ya estaba en otras venas y el momento no llegaba, mi hgado le daba 500 litros ms de crdito a otro y el mo-mento no llegaba.De pronto zaz!. Ya vea la mitad.Mi ojo giro hacia arriba y lo vi.Mi condicin de ateo fue removida esos 10 segundos que duraron su minuto de silencio

  • 52

    Un pintor dibuja un pez, para que est nade en el mar seco de nuestras visiones.Un pintor se seca para que el pez lo devore y nues-tras visiones tengan una segunda oportunidad.Un pez dibuja la visin de un pintor, para que lo seco desaparezca.El pez, el pintor y la visin son 3 cosas separadas, sin relacin alguna.Lo desaparecido dibuja sobre nosotros la visin des-esperada de la necesaria unin

  • 53

    Todas las civilizaciones han estado aqu y han jugado el juego de la verdad. Ninguna partida concluyo antes de tiempo, tal es el peso de las ataduras macabras.Las reglas las hizo el topo, el nico topo que sabe.-Quiero un juego en el que todos ganen y aqu todos pierden exclama ofuscadala civilizacin del espanto, mientras las damas del presente fis-calizan con su mueca de paz mas terrible.-Vencer a mi oponente, al juego y a las reglas- vocifera con fuerza la civilizacin del hambre. Dicho esto su oponente se levanta y se retira, las fiscales anotan con tinta invisible sobre el papel blanco inmutable, las victorias parciales. Todas las civilizaciones han definido su suerte en este juego y aun son muchas las que aguardan en el espacio que vendr, la oportunidad para ser parte de la parcela.Las damas del presente despiden con nostalgia y tristeza tan-to a ganadores como a perdedores, pues es muy difcil que se vuelvan a ver.

  • 54

    VEO LA FOTO DE UN HOMBRE QUE HA MUERTO EN LA PORTADA DE UN LIBRO; Y NO HAY NADA MAS FRIO QUE EL HOMBRE. UN HEROE ES UN HEROE Y UN HEROE MUERTO ES UN HEROE, PERO QUE ESTA MUERTO; Y NO HAY NADA MAS FRIO QUE EL HOM-BRE. NO LAMENTAMOS NI INTENTAMOS RESUCI-TAR, ADMIRAMOS A LA PIEDRA PERO SOLO POR SUS PALABRAS; CUANDO ESTAS DEJAN DE PESAR, LA PIE-DRA VUELVE AL SUELO DE DONDE HA SIDO LEVAN-TADA; Y NO HAY NADA MAS FRIO QUE EL HOMBRE.NOS ADELANTAMOS A ESTE FRIO MIENTRAS VIVI-MOS, SABIENDO EL FRIO QUE VENDRA DESPUES DE QUE DEJEMOS DE HACERLO. LA FRAGILIDAD NO ESTA EN NUESTRA MATERIALIDAD, SINO EN ESTE FRIO QUE SE AGRANDA EN CADA SUCESO VIVIDO.INVOCANDO LA MAGIA DE LAS AUSENCIAS, QUISE TRAER UN HOMBRE A LA VIDA; FUE LA HUMANI-DAD MISMA LA QUE ME LO HA IMPEDIDO. NADA MS CALIENTE Y TERRIBLE QUE ESTA VERDAD; Y NO HAY NADA MAS FRIO QUE EL HOMBRE.

  • 55

    A la poesa, primero, hay que darle respiracin boca a boca para traerla.No por que haya vivido antes, as como la ves, jams ha a es-tado antes.La boca como un cielo, har nacer la poesa que surgir como amenaza en su forma perfecta.Con esta amenaza se convive y se suea, a ella no se le puede soltar la mano.Por brujos y descuidados, nos castigaremos cuando la amena-za duerma.Y solo cuando ella despierte y todava no haya abierto los ojos: la esclavizaremos.Mi flor inmoral, como conjuro maldito, ser la causa y razn del retroceso de las letras.El lenguaje ser apagado y el esclavo, finalmente, recuperara su libertad.

  • 56

    Perseguido, detestado y repudiado por toda la so-ciedad, fue enterrado Harry: El Abortador del DesamorA lo largo de su vida aborto de un golpe en el vien-tre seco y sin dolor, el embarazo de unas 1345 muje-res. Harry posea un don especial; poda detectar las panzas carentes de amor, los orgenes indeseados.Una vez aplicado el golpe certero en el vientre, estos se desinflaban como si nunca hubiera habido nada, el feto no mora ni desapareca, era como si el feto nunca hubiera estado ah, tal era el efecto del golpe. Todo esto jams genero consecuencias ne-gativas fsicas o psicolgicas en ninguna mujer. Un dato curioso es que ninguna volva a quedar emba-razada del padre de ese hijo que Harry se encargaba de anular.Harry fue capturado en su casa, justo cuando le daba clases de educacin sexual a su hijo adoles-cente.En el juicio ninguna de las mujeres afectadas decla-ro en su contra y las nicas palabras que menciono Harry fueron : Nacer debe ser un acto proveniente del amor.Fue condenado a muerte y a su entierro acudieron unas 1345 personas.

  • 57

    El mundo esta teniendo un orgasmo en este pre

    ciso momento. Lo estoy sintiendo como si fuera

    propio.

    No me pidan precisin ni intensidades. Es el

    mundo el que acaba. Aunque nadie rezo por ello,

    el mundo esta acabando.

  • Este y todo el catlogo de Michaux podes encontrarlo en la FLIA: FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE.

    Impreso y encuadernado artesanalmenteen el tallerLa Noche InciertaNo se donde es ni cuando fue.Mucho menos se quien lo hizo.