IntroducciónTomar el desayuno en Londres y, cuatro horas más tar-de, comer en Nueva York era algo totalmente impensa-ble hace algunos años. Hoy podemos hacerlo: bastacon viajar en un avión supersónico, como el Concorde,para atravesar el Atlántico más rápido que el sonido.Hace años, tendríamos que hacer este viaje en barco ytardaríamos semanas en completar el recorrido.

¿Impresionado con los avances en el mundo deltransporte? Entonces presta atención, porque tengobuenas noticias para ti.

También ha habido grandes avances en el campodel desarrollo humano. Lo que antes se habría tardadomucho tiempo en aprender, hoy se presenta en forma-to de libro relativamente corto y fácil de entender.

En tus manos tienes ahora uno de estos libros. Lalectura de estas páginas puede transformar tu vida parasiempre. Y fíjate que digo «puede»; no te estoy garan-tizando que lo consiga, porque no es suficiente simple-mente leer. Si lo fuera, bastaría con que leyéramos laBiblia para garantizarnos el paraíso.

Pero la lectura de este libro, junto con la compren-sión del material que contiene y su aplicación al vivirdiario, puede traer resultados sorprendentes a tu vida.

En él se analizan y simplifican ideas complejas enrelación a la esencia del éxito personal y profesional.El conocimiento que te presentamos lo he extraídotanto de mis vivencias personales —de mi éxito como

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individuo y como médico— como de los últimos des-cubrimientos en el campo del desarrollo humano. En-tre las técnicas que utilizamos citaré: el aprendizajeacelerado, el pensamiento lateral, la gestalt, la Progra-mación Neurolingüística (PNL) y otras.

Todo lo que encontrarás en este libro tiene por fi-nalidad apoyarte para que mediante tu potencial trans-formes tus sueños en realidad. Las instrucciones, lasmetáforas y las historias son instrumentos que sirvenpara incorporar a tu estructura psicológica los princi-pios comunes a las personas de éxito.

Desde esta perspectiva, incorporamos en cada ca-pítulo una Ley universal. Es universal porque funcionaen cualquier lugar: en casa, en el trabajo, en tu ciu-dad, en cualquier parte del universo donde te encuen-tres, independientemente de las circunstancias.

Las leyes no son resúmenos de los capítulos, sino«unidades de enseñanza» independientes. Te ofrecenuna alternativa, una manera poética de retener el sig-nificado más profundo del conocimiento que te pre-sentamos.

El libro que tienes en tus manos es sencillo y com-plicado al mismo tiempo. Los hechos más complejos,

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El éxito es apenas

una cuestión de suerte.

Pregúntaselo si no a

cualquier fracasado.

EARL WILSON

cuando se analizan sistemáticamente, son en realidadmás sencillos de lo que parecen.

De modo que este es un libro sencillo de leer y queofrece complejos resultados. Si te lo propones con se-riedad, te encontrarás con varias sorpresas, porque es-tarás capacitado para hacer más con menos.

Casi estamos llegando al final de la Introducción yquiero resaltar un aspecto muy importante para ti: Heescrito este libro para que se leavarias veces.

La repetición es la madre delaprendizaje. Así, los principios deléxito te servirán como una medi-tación. Tendrás ocasión de refle-xionar acerca de las cualidadesque caracterizan a las personasque tienen éxito y conseguir queformen parte de ti. Cada vez quereleas este material, algo nuevosurgirá. Recibirás, con cada lec-tura, aquello que más necesitesen cada momento.

Suelta las amarras y prepára-te para un viaje fasci-nante rumbo a un lu-gar en el que pasarás elresto de tu vida, o de tufuturo.

Amor y sabiduría

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Mis ideas sonpoderosasporqueno me

pertenecen.Son elsentidocomún

organizado.

STEPHEN COVEY

- 1 -LAS LEYES BÁSICAS DEL ÉXITO

Aprender con el Universo

El tiempo es el más persistente de los maestros,aunque, por desgracia, acabamatando a todos sus discípu-los. Puedes tener como únicomaestro el tiempo y atenerte alas consecuencias de la de-mora, o acelerar el procesoutilizando la experiencia ajena.

El maestro de los maestros es, sin duda, el pro-pio Universo. Si consigues incorporar a tu es-tructura psicológica las Leyes Universales, algu-nas de las consecuencias de ello serán el éxito yla sabiduría.El Universo es pura inteligencia. Ordenado, inca-paz de crearse a sí mismo, lo rigen leyes inmu-tables y soberanas. Son leyes absolutas en suesencia, interdependientes en su aplicabilidad,independientes del tiempo, dependientes de laintención y la conciencia divinas presentes encada uno de nosotros.

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LA «DIFERENCIA»QUE MARCA LA DIFERENCIA

Mira a tu alrededor: el lugar en elque te has sentado para leer estelibro, el ambiente, las personas,

los objetos. Piensa en tus condiciones devida actuales, en el trabajo, la salud y elocio. Piensa en tus amigos, en las cosasque cada uno de ellos ha conquistado, ytambién en los demás en general, en laspersonas con quienes hayas tenido algúncontacto. Piensa en personajes de éxito,gente famosa a la que admires, y recorrecon tu mente la imagen de todos ellos y supatrón de vida, hasta los detalles más pe-queños. Procura comprender por qué ad-miras a esas personas.

Ahora mira dentro de ti. Intenta percibir cómo te

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Fig. 1

Segundo 5.000 $

Primero 15.000 $

sientes en este preciso momento. ¿Qué ha sido deaquellos sueños durante tantos años atesorados? ¿Loshiciste todos realidad? ¿Sólo en parte? ¿Los has «ar-chivado»? ¿Los transformaste en opciones más «rea-les»? ¿Los has pospuesto en espera de una ocasión máspropicia? ¿O aún aparecen, en determinados momen-tos, entre tus pensamientos más íntimos? ¿Te sientessatisfecho con lo que has conseguido en la vida? ¿An-helas más? ¿Crees en tus oportunidades? ¿Qué te falta,en resumidas cuentas, para que puedas decir que hastenido éxito?

Una persona exitosa no es muy distinta de aquellaque no consigue lo que quiere enla vida.

La distancia es mucho máspequeña de lo que parece. El éxi-to se mide en centímetros. Ob-serva la figura 1, por ejemplo,que representa la llegada de unacarrera de caballos. El primeroen llegar a la meta ganó un pre-mio de quince mil dólares, mien-tras que el segundo se llevó sólocinco mil. ¿Quiere eso decir queel primer caballo corrió tres ve-ces más rápido que el segundo?¡Claro que no! En realidad, si tu-viéramos en cuenta la diferenciaentre los dos caballos a la llegaday la distancia de la carrera,¿cuánto más rápido tendría que

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Peca poracción, no

por omisión.

COMANDANTE

ROLIM AMARO

haber corrido el segundo caballo para superar el pri-mero? ¡Casi nada!

Eso significa que una pequeña diferencia en el ren-dimiento marca una gran diferencia en el resultado.Una semana después, todo el mundo recordará el nom-bre del caballo vencedor y habrá olvidado el del se-gundo clasificado. ¡Aunque la diferencia entre los dos

fue mínima!

En la vida ocurre lo mismo: unprofesional que esté ganando tres vecesmás que otro no va tres veces más rápi-do, ni trabaja tres veces más ni tiene eltriple de conocimientos o de inteligen-cia que su compañero. La diferencia esmínima, pero es la «DIFERENCIA»QUE MARCA LA DIFERENCIA.

Si preguntara a distintas personas qué es el éxitopara ellas obtendría un conjunto de respuestas distin-tas. Por eso daremos una definición que sirva para to-dos: ¡El éxito es conseguir lo que quieres!Es algo distinto de la felicidad, que vendría a ser

querer lo que ya se ha conseguido. Para ser feliz no ne-cesitas muchas cosas, basta con estar satisfecho con loque tienes; es una cuestión de aceptación mental.

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Nada te impide que quieras o ambiciones otras co-sas. El problema viene cuando la gente asocia la felici-dad con el éxito; entonces se habla en estos términos:

—Cuando sea adulto, seré feliz.—Cuando acabe los estudios, seré feliz.—Cuando me case, cuando los hijos nazcan, cuan-

do estudien, cuando se casen, cuando nazcan los nie-tos, cuando me jubile…

Y así la vida pasa como un gato que camina sobreun tejado de cinc caliente: sólo se siente el calorcillo.

Este libro no se propone enseñarte a ser feliz: esaes una cuestión, o una decisión, que atañe a cada cual.Pero sí vamos a hablar de la ciencia del éxito.

Parte de lo que vamos a presentarte está basado enlos estudios del investigador Napoleon Hill, quien fuecontratado por Andrew Carnegie (probablemente elhombre más rico del mundo en su época) para una ex-traña tarea. Carnegie encontró al joven Napoleon Hill,que entonces tenía diecinueve años, durante una fies-ta, y en seguida le ofreció un trabajo: un trabajo de in-vestigación que duraría 25 años y con el cual queríaaveriguar qué tenían en común las personas con éxito.El joven se lo pensó durante una semana y, finalmente,decidió aceptar la oferta. Cuando terminó su trabajo,Napoleon Hill sabía cuáles eran las características delas personas con éxito.

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Así pues, el éxito se convirtió en una ciencia. Túpuedes estudiar y aprender cómo tener éxito en lavida. Este libro te ofrece esa oportunidad.

Cuenta los triángulos de la figura 2. ¿Cuántos hay?He oído respuestas de todas clases, desde los que dicenque hay 10 a los que afirman que hay 150. Primero, in-tenta resolverlo tú solo.¿Los has contado todos? La gran mayoría de lec-

tores no identifican la totalidad de los triángulos. Siquieres cotejar tu respuesta, consulta la figura 2A (p.18).

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Fig. 2

Un ejemplo sencillo como este nos enseña quesiempre es posible mejorar en la vida, no importa elgrado de éxito que hayamos alcanzado. Apenas utiliza-mos el cinco por ciento de nuestra capacidad cerebral.Einstein, probablemente, no utilizó ni el diez por cien-to: se estudió su cerebro hasta el menor detalle, y nofue posible encontrar diferencias con el de un idiota.Así pues, la diferencia no está en la anatomía y sí en laprogramación. Si comparamos el cerebro humano conun ordenador, comprobaremos que no es el hardware(el equipo en sí) lo que hace a un individuo más inteli-gente que otro, sino el software (los programas que eje-cuta).

Dicen que las personas como Eins-tein ya nacen siendo genios. No es ver-dad. Habrá ciertamente quien nazcacon una potencialidad mayor. Pero sisólo nos servimos del tres o el cuatropor ciento de nuestra capacidad men-tal, basta con aprovechar un poco me-jor nuestros recursos para conse-guir alcanzar o sobrepasar lainteligencia de quien haya nacidocon mayor potencialidad. Esta es la«diferencia» que marca la diferen-cia.

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En la figura hay 36 triángulos:∑ 10 sencillos: AGF, AGB, BGH, BHC, CHI, CID,DIJ, DJE, EJF, EFA.

∑ 10 dobles: AFB, BIC, CJD, DFE, EGA, AHB,BGC, CHD, DIE, EJA.

∑ 10 triples: ABE, ABC, BCD, CDE, AED, BIE,ACJ, BDF, CEG, ADH.

∑ 5 quíntuples: ABD, BCE, CAD, DBE, ACE.∑ 1 en la parte superior de la letra «A».

Lo importante es aprender a pensar de una mane-ra directa. Y eso es posible. Nuestros cursos, diseñados

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Fig. 2

a partir de las nuevas tecnologías de aprendizaje, ob-tienen resultados evidentes en poquísimo tiempo: en-señamos el proceso, no el contenido. Por decirlo con unametáfora, explicamos el proceso de la masticación y lagente escoge a continuación lo que quiere comer. Cual-quiera puede aprender a aumentar tremendamente sucapacidad mental: basta con conocer la tecnología ade-cuada para conseguirlo.

Observa la figura 3. ¿Qué ves? Muchas veces no seve, sobre todo al mirar la imagen por primera vez, queahí hay un perro dálmata. Procura identificarlo por timismo y confirma el resultado con la figura 3A (pági-na 24). El perro se nos presenta en la imagen de la mis-ma manera que las oportunidades en la vida: sólo sonvisibles para ojos bien despiertos.

En Estados Unidos, en 1929, durante la gran de-presión, el dinero desapareció del mercado. ¿Cómo eraposible si el gobierno seguía fabricando billetes? Ocu-rrió que desapareció de las manos de muchos para ir aparar a las de pocos. Los pocos que creyeron que gana-rían dinero con la depresión, lo ganaron; los que cre-yeron que lo iban a perder, lo perdieron.

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El éxito es conseguirlo que quieres.

La felicidad, esquerer lo que ya has

conseguido.

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Fig. 3

Fig. 4

La palabra crisis, en chino, tie-ne dos significados: peligro yoportunidad. Es cosa tuya quela consideres como un peligro ouna oportunidad. Cuando oigashablar de crisis, haz un peque-ño ejercicio mental: marca lasdos eses con rayas verticales. Yquedará así: ¡CRI$I$! Cambia,¿verdad? Las crisis tambiénsirven para crear dinero, éxito yprosperidad.

Tienes en la vida lo que has escogido. Y tu mentees tan poderosa que te dará lo que le pidas. El proble-ma viene cuando no se ha aprendido a utilizar el cere-bro de la mejor manera posible. Cuando compras unaparato electrónico, te dan un manual de instruccio-nes y te las arreglas para hacerlo funcionar. Pero connuestro cerebro, que es el «aparato» más sofisticadoque existe en la Tierra, no nos dan ningún manual.Tenemos que aprender a usarlo por el método de«probar y equivocarse», y paso a paso. Los que apren-den, triunfan en la vida; los demás se quedan atrás,marcando el paso.En la figura 4 (p. 20) hay una vaca. Si aún no has

conseguido verla, observa la figura 4A (p. 24). Es másdifícil ver la vaca que el perro. Con todo, una vez lahas visto, ya no es posible dejar de verla.Así funcionan también las oportunidades. Tal vez

resulte difícil detectarlas, pero una vez vistas son pan

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comido. Las oportunidades están en la vida para servistas; están ahí, frente a nuestros ojos.A mucha gente le gusta lamentarse: si tuviera más

estudios, si hubiera ido a la Universidad, si hubierahecho el doctorado…Thomas Edison, inventor de la lámpara de in-

candescencia y del fonógrafo entre otras cosas, estu-dió durante tres meses, hasta que su profesora loechó de clase alegando que era oligofrénico y que notenía inteligencia para estudiar. Y dejó de estudiar.Pero hoy casi todo lo que hacemos depende directa oindirectamente de sus descubrimientos. Henry Fordestudió hasta segundo curso desecundaria y después fundó lacompañía Ford. Cambió el pa-radigma del transporte y se con-virtió en uno de los hombresmás ricos del mundo. El cono-cimiento que no se aplica no esun factor de éxito.Nuestro cerebro tiene que

aprender a ver las oportunida-des, pues en la educación tradi-cional no nos han entrenadopara hacerlo. Los actuales planesde estudios se centran en losproblemas y no en las solucio-nes.

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Laignoranciaes la causa

de lamayoría dedesgraciasdel mundo.

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Fig. 3A

Fig. 4A

Del mismo modo que hacambiado la percepciónque tenías de las figuras 3 y4, puedes cambiar tambiéntu modo de percibir elmundo. Y no sólo eso. Lasoportunidades en la vida sepresentan de la misma ma-nera que el perro y la vacaen estas figuras. Lo obviosólo es obvio para el ojopreparado.

¿Cuál es tu opinión?

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