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21 El MUNDO. MIÉRCOLES 25 DE NOVIEMBRE DE 2009 OTRAS VOCES > TRIBUNA / DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO Se celebra hoy en todo el mundo una jornada de concienciación y repulsa de la conducta machista criminal Matar a Hipatia en el siglo XXI MIGUEL LORENTE ACOSTA H n'A1'lA ya no es una mujer, nunca fue sólo una mujer, sino la repre- sentación de que no había razo- nes para la desigualdad. Y por ello 111 asesinaron. Hipati" rompió con los moldes de finales del siglo N y principios del V, y dedicó su vi- da al conocimiento y a J¡¡ filosofía. FIJe admi- rada por muchos de sus contem- poráneos, pero también desper- tó las críticas y el rechazo de una parte de la sociedad que veia con temor que una mujer consiguie- ra ese estatus y, sobre todo, que lo desarrollara en un ámbito pú- blico hasta alcanzar una posición influyente. Hipatia fue asesinada cuando contaba 60 aÍlos, lo cual indica que su muerte no iue producto de un enfrentamiento puntual nacido de la critica a su conduc- ta, sino la consecuencia de un proceso que culminó cuando se entendió que su vida tenia que ser limpiada con SU muerte. Con ella se buscó acabar con lo que se entendía que era un proble- ma, y mandar un mensaje a la sociedad para evitar que pudie- ra servir de ejemplo. En una ac- ción claramente aleccionadora, después del crimen fue descuar- tizada. Cuando se llega a una conclu- sión de ese tipo, el tiempo sólo aporta razo- nes para construir el argumento con el que acabar con el problema. Así ocurrió con Hi- patia y su relación con Ores tes, que fue en· tendida como un ataque a los adversarios del prefecto romano, pero no respondieron fren- te a Orestes, lo lúcieron contra Hipatia, por· que para ellos el verdadero problema no era la política del prefecto, sino que tuviera a una mujer como asesora. Si se analizan las circunstancias que en· volvieron el asesinato de Hipatiu, nos encon- tramos con tres elementos fundamentales: por un lado, la conducta apartada del rol de mujer en esa época; por otro. la percepción de que dicha conducta perjudicaba a quienes acabaron con su vida y suponia un mal ejem- plo; y en tercer lugu, la necesidad de justifi- car la muerte alrededor de una conducta ne- gativa, que en el caso de Hipatia pasó por acusaciones de brujeria y magia negra, como destaca la investigadora Maria Dzielska. Hoy, 16 siglos después, Hipatia ya no es una mujer, pero sigue viva en muchas otras que rompen con los moldes establecidos por unas r ferencias culturales que continúan distribuyendo tiempos, espacios y roles en función del género, y que, de alguna mane- ra, exponen a las mujeres a la aprobación y crítica del contexto social y de los hombres con los que establecen una relación. Y por ello siguen siendo asesinadas; así de terrible, asi de simple Ya pesar del tiempo transcurrido desde el asesinato de Hipatia, al analizar hoy, los ele- mentos que envuelven los homicidios conse- cuencia de la violencia de género. vemos que después de más de I .SOO años siguen siendo los mismos: las mujeres cuestio- nan y se enirentan al agresor (casi el 50% de los homicidios se producen alrededor de la ruptu- ra), el hombre percibe que esta conducta supone un ataque o un perjuicio para él (se ve cuestio- nado públicamente como hom- bre o ,<le quitan la casa, la paga y los niños») y la necesidad de jus- tificar la muerte en la propia ac- titud de las mujeres, que son considerad<ls como :<malas espo- sas, malas madres o malas muje- res» (nunca se mata a la amadi- sima esposa). La violencia contra las muje- res no es nueva, pero esta cir- eunstancia no resta responsabi- lidad a su abordaje en el mo- mento actuaL Todo lo contrario, la eleva porque es en esa dimen- sión histórica donde alcanza to- do su significado y donde pode- mos encontrar las claves para su solución. El problema no esta en StAN H),CKADUI si los autores visten tünk-,), capa o pantalones, sino en cuáles son los objetivos y la motivación de esas conducta. y qué Jos sustenta para que hayan podido permanecer en el tiempo a pesar de la gravedad de su resultado. Si nos aproximamos a lo que la sociedad española piensa sobre la violencia de géne- ro, quizá podamos entender mejor la situa- ción. Según un estudio sociológico rea!rlado por el Ministerio de Igualdad Gunio de 2009), un 8,4% de la población piensa que la vio- lenc!a contra las mujeres es inevitable o aceptable en algunas circunstancias, un 5% que hay agresiones justificadas, un 36,5% que la culpa es de las mujeres por prolongar la convivencia con el agresor, mas de un 60"10 que la violencia se debe al alcohol, a proble- mas psicológicos o que se da en niveles cul- turales bajos, y un 10% considera que el hombre ag,Tesivo resulta más atractivo. De alguna manera, los estudios renejan que aún e.xisten elementos suficientes para hacer del recurso a la violencia una posibilidad, que después será integrada sobre las referencias culturales que la presantan como algo inevi- table, justificable, aceptable o producto de in- terferencias externas, cuando no de la pro- pia mujer. El día 25 de noviembre es un dia para lla- mar la atención sobre esta realidad: la de la violencia visible y la de sus causas ocultas; un día para hacer del debate conciencia, y de la conciencia acción, pues sólo el conoci- miento y la critica que despierte podrán cam- biar las causas que acabaron con la vida de Hipatia en el año 415, las mismas que hoy, en pleno siglo XXI, lo hacen con la de tantas mujeres. Si tras la muerte de la filósofa de Alejan- dría se hubiera conmemorado un día anual para buscar la participación decidida de la so- ciedad en el cambio del marco de las relacio- nes sociales entre hombres y mujeres, ha- briamos celebrado 1.593 días, que habrian supuesto casi cuatro años y medio de relle- :tión. Sin duda muy poco en los de 15 si- glos transcurridos para d tener la inercia de un tiempo que empuja con la decisión de quienes quieren perpetuar la situación. Por eso hoy tenemos un dia para la conmemora- ción'f 364 para la acción. Hay que quitarle tiempo al tiempo cuando ha sido la Historia quien ba secuestrado a la igualdad. (Gracias G.) Miguel Lorente ACO-'itn es delegado del Gobiemo Violencia de Gé.nero. Una cuestión prioritaria en todos los países ARNOLD A CHACÓN E L illl D1: SEPTIlI:MBRE el mundo se despertó con nuevos informes de violencia atroz contra mujeres. En Guinea, los boinas rojas (Guardia presidencial) a mujeres de todas las edades. En grupos, blandiendo armas y con una brutalidad tal que muchas de las que no fueron asesinadas inmediatamente murie- ron poco después a causa de sus lesiones. Ni la escalA ni el alcance de esta violencia son nuevos. Durante la última década, dos han violado y mutilado a mujeres en la República Democrática del Congo como par- te de una estrategia deliberada y coordinada para destruir a las comunidades civiles. Y la violencia basada en el género no está limita- da a zonas en guerra o regiones en conflicto. La niñ s y las mujeres están en el punto de mira por razón de se. o en cada momento de LS vidas: d e el feticidio femenino hasmla ¡nadecua a atención sanitaria y nutricional, el matrimonio infantil. el tráfico, los asesina- tos de honor, aquel otro relacionado con la do- te y el abandono y mtraci.smo de las viudas, y no es ésta una enumeración exhaustiva. Esta violencia es una pandernia mundiaL No conoce barreras de etnia, raza, clase social, re- ligión, nivel educativo ni fronteras internacio- nales. El único elemento común es que las víc- timas son sel&cionadas porque son mujeres. Desde 1991, el mlmdo ha reservado los 16 días entre el 25 de noviembre (Día internacio- nal para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) y el 10 de diciembre (Día internacio- nal de los Derechos Humanos) para subrayar la idea de que la violencia cometida contra la mujer a CallSél. de su sexo es una vulneración fundamenta! de los derechos humanos. Esta violencia no es cultural: es criminal. Es el pro- blema de todas y cada una de las naciones, y requiere una respuesta acorde con In gravedad de estos crimenes. Los ataques a mujeres no pueden achacar- se a unos pocos autores aberrantes. Más bien, estas formas de violencia surgen de la arraig'ada y duradera inferior condición de las mujeres y las niñils en todo el mundo. Para poner fin a la violencia -tratando tanto las cau- sas como los sintomas- es necesario que no sólo aumentemos la persecución de los auto- res sino que trabajemos para conseguir la completa igualdad de la mujer en cada área de la vida. La violencia de género no es sólo asunto de mujeres: es un desafio mundial a los derechos humanos y la segwidad. Como problema in- ternacional, requiere soluciones internacio- nales. Y Estados Unidos está comprometido en trabajar con Gobiernos, instituciones mul- tilaterales y un amplio abanico de socios pri- vados -desde activistas y defensores hastH ,u- pervivientes y lideres de In socied<\d civil- -pa- ra poner fin A la' impunidad de los que cometen estos crímenes y a egurar la plena aplicación de las leyes que reconOCen la igual- dad de la mujer y su derecho de e.111r libre de violencia. Además, trabajamos para promover la im- plicación de los hombres en poner fin a la vio- lencia Del mismo modo, pedimos a lideres re- ligiosos que incorporen estos mensajes, tan coherentes con todos los credos, en 'íJS activi- dades y programas. Y ayudamos a garanti:zar que los niños y las niñas en todas las naciones puedan acceder a una educación de alta cali- dad, de forma segura yen igualdad de condi- ciones, que enseñe el valor intrínseco de cada petsona. La Secretaria Clinton ha hecho d cues- tión una alta prioridad para la politica e,'<teríor estadounidense, y la Administración Obama también está comprometida con poner fin a la violencia contra la mujer en Estados Unidos, donde demasiadas muje ' todavía sufren ma- los tratos y abusos. . Las mujeres san la clave del progreso y la prosperidad en el sigloXXJ. Cuando están marginadas y maltratadas, Humanidad nO puede progresar: Cuando s les conceden sus derechos y la igualdad de oportunidades en la educación, la atencióo sanitaria, el empleo y ia participación política, redunda muy positiva- mente en sus familias, sus comunidades y sus naciones. Es hom de que el fin de la violencia contm la mujer sea una prioridad para lodo_ nosotros. Arnold A.. Chacón es eal.l1rgado de T1('<JóCios de la E:nn'>ja<Ja de EsIDdo< Unido><

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21 El MUNDO. MIÉRCOLES 25 DE NOVIEMBRE DE 2009

OTRAS VOCES

>TRIBUNA / DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Se celebra hoy en todo el mundo una jornada de concienciación y repulsa de la conducta machista criminal

Matar a Hipatia en el siglo XXI MIGUEL LORENTE ACOSTA

Hn'A1'lA ya no es una mujer, nunca fue sólo una mujer, sino la repre­sentación de que no había razo­nes para la desigualdad. Y por

ello 111 asesinaron. Hipati" rompió con los moldes de finales

del siglo N y principios del V, y dedicó su vi­da al conocimiento y a J¡¡ filosofía. FIJe admi­rada por muchos de sus contem­poráneos, pero también desper­tó las críticas y el rechazo de una parte de la sociedad que veia con temor que una mujer consiguie­ra ese estatus y, sobre todo, que lo desarrollara en un ámbito pú­blico hasta alcanzar una posición influyente.

Hipatia fue asesinada cuando contaba 60 aÍlos, lo cual indica que su muerte no iue producto de un enfrentamiento puntual nacido de la critica a su conduc­ta, sino la consecuencia de un proceso que culminó cuando se entendió que su vida tenia que ser limpiada con SU muerte. Con ella se buscó acabar con lo que se entendía que era un proble­ma, y mandar un mensaje a la sociedad para evitar que pudie­ra servir de ejemplo. En una ac­ción claramente aleccionadora, después del crimen fue descuar­tizada.

Cuando se llega a una conclu­sión de ese tipo, el tiempo sólo aporta razo­nes para construir el argumento con el que acabar con el problema. Así ocurrió con Hi­patia y su relación con Orestes, que fue en· tendida como un ataque a los adversarios del prefecto romano, pero no respondieron fren­te a Orestes, lo lúcieron contra Hipatia, por· que para ellos el verdadero problema no era la política del prefecto, sino que tuviera a una mujer como asesora.

Si se analizan las circunstancias que en·

volvieron el asesinato de Hipatiu, nos encon­tramos con tres elementos fundamentales: por un lado, la conducta apartada del rol de mujer en esa época; por otro. la percepción de que dicha conducta perjudicaba a quienes acabaron con su vida y suponia un mal ejem­plo; y en tercer lugu, la necesidad de justifi­car la muerte alrededor de una conducta ne­

gativa, que en el caso de Hipatia pasó por acusaciones de brujeria y magia negra, como destaca la investigadora Maria Dzielska.

Hoy, 16 siglos después, Hipatia ya no es una mujer, pero sigue viva en muchas otras que rompen con los moldes establecidos por unas r ferencias culturales que continúan distribuyendo tiempos, espacios y roles en función del género, y que, de alguna mane­ra, exponen a las mujeres a la aprobación y crítica del contexto social y de los hombres

con los que establecen una relación. Y por ello siguen siendo asesinadas; así de terrible, asi de simple

Ya pesar del tiempo transcurrido desde el asesinato de Hipatia, al analizar hoy, los ele­mentos que envuelven los homicidios conse­cuencia de la violencia de género. vemos que después de más de I .SOO años siguen siendo

los mismos: las mujeres cuestio­nan y se enirentan al agresor (casi el 50% de los homicidios se producen alrededor de la ruptu­ra), el hombre percibe que esta conducta supone un ataque o un perjuicio para él (se ve cuestio­nado públicamente como hom­bre o ,<le quitan la casa, la paga y los niños») y la necesidad de jus­tificar la muerte en la propia ac­titud de las mujeres, que son considerad<ls como :<malas espo­sas, malas madres o malas muje­res» (nunca se mata a la amadi­sima esposa).

La violencia contra las muje­res no es nueva, pero esta cir­eunstancia no resta responsabi­lidad a su abordaje en el mo­mento actuaL Todo lo contrario, la eleva porque es en esa dimen­sión histórica donde alcanza to­do su significado y donde pode­mos encontrar las claves para su solución. El problema no esta en

StAN H),CKADUI si los autores visten tünk-,), capa o pantalones, sino en cuáles son los objetivos y la motivación de esas conducta. y qué Jos sustenta para que hayan podido permanecer en el tiempo a pesar de la gravedad de su resultado.

Si nos aproximamos a lo que la sociedad española piensa sobre la violencia de géne­ro, quizá podamos entender mejor la situa­ción. Según un estudio sociológico rea!rlado por el Ministerio de Igualdad Gunio de 2009), un 8,4% de la población piensa que la vio­

lenc!a contra las mujeres es inevitable o aceptable en algunas circunstancias, un 5% que hay agresiones justificadas, un 36,5% que la culpa es de las mujeres por prolongar la convivencia con el agresor, mas de un 60"10 que la violencia se debe al alcohol, a proble­mas psicológicos o que se da en niveles cul­turales bajos, y un 10% considera que el hombre ag,Tesivo resulta más atractivo. De alguna manera, los estudios renejan que aún e.xisten elementos suficientes para hacer del recurso a la violencia una posibilidad, que después será integrada sobre las referencias culturales que la presantan como algo inevi­table, justificable, aceptable o producto de in­terferencias externas, cuando no de la pro­pia mujer.

El día 25 de noviembre es un dia para lla­mar la atención sobre esta realidad: la de la violencia visible y la de sus causas ocultas; un día para hacer del debate conciencia, y de la conciencia acción, pues sólo el conoci­miento y la critica que despierte podrán cam­biar las causas que acabaron con la vida de Hipatia en el año 415, las mismas que hoy, en pleno siglo XXI, lo hacen con la de tantas mujeres.

Si tras la muerte de la filósofa de Alejan­dría se hubiera conmemorado un día anual para buscar la participación decidida de la so­ciedad en el cambio del marco de las relacio­nes sociales entre hombres y mujeres, ha­briamos celebrado 1.593 días, que habrian supuesto casi cuatro años y medio de relle­:tión. Sin duda muy poco en los de 15 si­glos transcurridos para d tener la inercia de un tiempo que empuja con la decisión de quienes quieren perpetuar la situación. Por eso hoy tenemos un dia para la conmemora­ción'f 364 para la acción. Hay que quitarle tiempo al tiempo cuando ha sido la Historia quien ba secuestrado a la igualdad.

(Gracias G.)

Miguel Lorente ACO-'itn es delegado del Gobiemo p~nll<l Violencia de Gé.nero.

Una cuestión prioritaria en todos los países ARNOLD A CHACÓN

EL illl D1: SEPTIlI:MBRE el mundo se despertó con nuevos informes de violencia atroz contra mujeres. En Guinea, los boinas rojas (Guardia

presidencial) \~olaron a mujeres de todas las edades. En grupos, blandiendo armas y con una brutalidad tal que muchas de las que no fueron asesinadas inmediatamente murie­ron poco después a causa de sus lesiones.

Ni la escalA ni el alcance de esta violencia son nuevos. Durante la última década, sotd.~­dos han violado y mutilado a mujeres en la República Democrática del Congo como par­te de una estrategia deliberada y coordinada para destruir a las comunidades civiles. Y la violencia basada en el género no está limita­da a zonas en guerra o regiones en conflicto. La niñ s y las mujeres están en el punto de mira por razón de se. o en cada momento de

LS vidas: d e el feticidio femenino hasmla ¡nadecua a atención sanitaria y nutricional, el matrimonio infantil. el tráfico, los asesina­tos de honor, aquel otro relacionado con la do­te y el abandono y mtraci.smo de las viudas, y no es ésta una enumeración exhaustiva.

Esta violencia es una pandernia mundiaL No conoce barreras de etnia, raza, clase social, re­ligión, nivel educativo ni fronteras internacio­nales. El único elemento común es que las víc­timas son sel&cionadas porque son mujeres.

Desde 1991, el mlmdo ha reservado los 16 días entre el 25 de noviembre (Día internacio­nal para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) y el 10 de diciembre (Día internacio­nal de los Derechos Humanos) para subrayar la idea de que la violencia cometida contra la mujer a CallSél. de su sexo es una vulneración fundamenta! de los derechos humanos. Esta violencia no es cultural: es criminal. Es el pro­blema de todas y cada una de las naciones, y requiere una respuesta acorde con In gravedad de estos crimenes.

Los ataques a mujeres no pueden achacar­se a unos pocos autores aberrantes. Más bien, estas formas dive~as de violencia surgen de la arraig'ada y duradera inferior condición de las mujeres y las niñils en todo el mundo. Para poner fin a la violencia -tratando tanto las cau­sas como los sintomas- es necesario que no sólo aumentemos la persecución de los auto­

res sino que trabajemos para conseguir la completa igualdad de la mujer en cada área de la vida.

La violencia de género no es sólo asunto de mujeres: es un desafio mundial a los derechos humanos y la segwidad. Como problema in­ternacional, requiere soluciones internacio­nales. Y Estados Unidos está comprometido en trabajar con Gobiernos, instituciones mul­tilaterales y un amplio abanico de socios pri­vados -desde activistas y defensores hastH ,u­pervivientes y lideres de In socied<\d civil- -pa­ra poner fin A la' impunidad de los que cometen estos crímenes y a egurar la plena aplicación de las leyes que reconOCen la igual­dad de la mujer y su derecho de e.111r libre de violencia.

Además, trabajamos para promover la im­plicación de los hombres en poner fin a la vio­lencia Del mismo modo, pedimos a lideres re­ligiosos que incorporen estos mensajes, tan coherentes con todos los credos, en 'íJS activi­dades y programas. Y ayudamos a garanti:zar que los niños y las niñas en todas las naciones puedan acceder a una educación de alta cali­

dad, de forma segura yen igualdad de condi­ciones, que enseñe el valor intrínseco de cada petsona.

La Secretaria Clinton ha hecho d cues­tión una alta prioridad para la politica e,'<teríor estadounidense, y la Administración Obama también está comprometida con poner fin a la violencia contra la mujer en Estados Unidos, donde demasiadas muje ' todavía sufren ma­los tratos y abusos. .

Las mujeres san la clave del progreso y la prosperidad en el sigloXXJ. Cuando están marginadas y maltratadas, Humanidad nO puede progresar: Cuando s les conceden sus derechos y la igualdad de oportunidades en la educación, la atencióo sanitaria, el empleo y ia participación política, redunda muy positiva­mente en sus familias, sus comunidades y sus naciones.

Es hom de que el fin de la violencia contm la mujer sea una prioridad para lodo_ nosotros.

Arnold A.. Chacón es eal.l1rgado de T1('<JóCios de la

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