instituto nacional de la mujer inam informe de...

216
1 INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER INAM INFORME DE INVESTIGACIÓN MUJER RURAL HONDUREÑA SU ROL EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES, INCIDENCIA EN EL MEJORAMIENTO DE CONDICIONES DE VIDA Y EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Dra. Margarita Oseguera de Ochoa Consultora Fotografía 1. Eva Argentina Andino de Villa Santa, Jamastran, El Paraíso. Corta ramas de izote, materia prima que utiliza para producir papel orgánico, Diciembre 2002 Tegucigalpa M.D.C. Junio 2003

Upload: phungkhanh

Post on 12-Oct-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER INAM

INFORME DE INVESTIGACIÓN

MUJER RURAL HONDUREÑA SU ROL EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS AGROPECUARIOS Y

ARTESANALES, INCIDENCIA EN EL MEJORAMIENTO DE

CONDICIONES DE VIDA Y EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE

Dra. Margarita Oseguera de Ochoa

Consultora

Fotografía 1. Eva Argentina Andino de Villa Santa, Jamastran, El Paraíso. Corta ramas de izote, materia prima que utiliza para producir papel orgánico, Diciembre 2002

Tegucigalpa M.D.C. Junio 2003

2

“Si en el desarrollo de un país se olvida implicar a las mujeres, es

como hacer volar a un pájaro con una sola ala”. Adriaan Van dis

“Ningún país puede promover su desarrollo si se excluye de los

planes y programas a la mitad de la población conformada por las

mujeres”. PNUD

Fotografía 2. Mujeres de la Empresa Cooperativa La Sureñita,

Choluteca, Enero 2003

3

EQUIPO DE INVESTIGACION

Margarita Oseguera de Ochoa (Responsable de la Investigación)

Rosario Ramírez

Contribución en

Levantamiento de información bibliográfica

Mirian Zulema Ochoa

Sandra Argentina Cambur

Contribución

Levantamiento de información de campo

Liliana Fernández

Anubia Navarro

Gladis Morales

Adelina Avila

Leoncia Solórzano

Rolando Meléndez

Apoyo Secretarial

Ana María Bran Guevara

4

RECONOCIMIENTOS

En la realización de esta investigación se contó con el valioso aporte de un

considerable número de personas e instituciones quienes en forma

espontánea facilitaron la consulta, especialmente en términos de

organización de las visitas, introducción a las entrevistas y talleres,

acompañamiento a la movilización y facilitación de información.

Agradecimiento especial a las Mujeres campesinas, indígenas y negras que

en forma espontánea y voluntaria respondieron a las entrevistas, los

grupos focales, los estudios de caso, compartiendo con nosotras su

tiempo, sus experiencias de vida, como personas y como miembros de

organizaciones.

A los Proyectos PROSOC/SAG, PESA Programa Especial para la Seguridad

Alimentaria de la FAO/SAG, al INA, INE, PRAF, AFE/P.A.A.R, DIGEPESCA,

DICTA, PRONADERS, FOPRIDEH, UNISA, HACER, ATUTO, ACTA, IICA,

Proyecto Guayape, Escuela Agrícola Panamericana, CIPE Consultores, a

los equipos técnicos de esas instituciones, a la Cooperativa Cuyamel,

Caritas de Olancho, FAMA Olancho, La Sureñita, FOMUR Federación

Olanchana de Mujeres rurales, EACPAC Empresa Asociativa Campesina de

Productores Agropecuarios para el desarrollo de Cuyamel, Confederación

de Mujeres Campesinas, CODIMCA, AHMUC, a sus líderes un especial

reconocimiento, sin sus aportes esta investigación hubiese sido muy

limitada. Al Instituto Nacional de la Mujer, por su confianza y apoyo.

A Leoncia Solórzano, Blanca Julia Mejía, Belsahi Herrera, Juana Julia

Rodríguez, Concepción Betánco, Adelina Avila, Ing. Gladys Morales, Ing.

Rolando Meléndez, Ing. Jorge Garay Pacheco, Ing. Eduardo Durón, , Ing.

Liliana Fernández, MSc. Mayra Falck, Lic. Carlos Andrés Zelaya y Lic.

Anubia Navarro, que nos acompañaron en el trabajo de campo.

5

TABLA DE CONTENIDO

Concepto Página

Presentación 10

Capítulo I. Contexto Nacional de la Investigación 14

Capítulo II. Marco Teórico Conceptual 30

Capítulo III. Caracterización General de la Situación de las 46

Mujeres de la zona rural, en un contexto de

Análisis de género.

Capítulo IV. Resultados de la Investigación 89

Conclusiones 150

Recomendaciones 161

Estrategia de Intervención 171

Bibliografía 177

Anexos: 188

1. Metodología de Investigación 189

2. OPDs que ofrecen Servicios de Desarrollo Empresarial

y crédito a las MIPYMES 213

6

CUADROS

1. Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza

2. Cuadro No. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas

3. Cuadro No. 3 Oferta Nacional de Trabajo

GRAFICAS

1. Gráfica No. 1 Productoras Agrícolas

2. Gráfica No. 2 Caracterización de la Vivienda Rural

3. Gráfica No. 3 Hectáreas de Tierra Entregadas desde 1983-2002

4. Gráfica No. 4 Titulación de Tierras 1983-2002. Comparación por

Género

7

SIGLAS

ACTA Agencia de Cooperación de Ticinio y

Asociados

AECI Agencia Española de Cooperación Internacional

AFE Administración Forestal del Estado

AHMUC Asociación Hondureña de Mujeres

Campesinas

AHPROCAFE Asociación Hondureña de Productores de Café

BANADESA Banco Nacional de Desarrollo Agrícola

BID Banco Interamericano de Desarrollo

CCD Comisión Cristiana de Desarrollo

CIENIL Cooperativa Regional de Petateras Lenca

CIPE Consultores Centro de Investigación, Planeación y Evaluación

CODA Consejo de Desarrollo Rural

CODIMCA Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina

COPROMAZSH Cooperativas Procesadoras de Marañón de la zona sur de

Honduras

DICTA Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria

DIGEPESCA Dirección General de Pesca

DINADERS Dirección Nacional de Desarrollos Rural Sostenible

DOC Denominación de Origen Controlado

ERP Estrategia para la Reducción de la Pobreza

FAO Organización de las Naciones Unidas para

la Agricultura y la Alimentación

FEHMUC Federación Hondureña de Mujeres Campesinas

FHIA Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

FHIS Fondo Hondureño de Inversión Social

8

FIDE Fundación para el Desarrollo Empresarial

FLACSO Facultad Latinoamericana de Ciencias

Sociales

FONAPROVI Fondo Nacional de Producción y Vivienda

GEPA Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer

Mundo

IDH Indice de Desarrollo Humano

IHCAFE Instituto Hondureño del Café

IHAH Instituto Hondureño de Antropología e Historia

IICA Instituto Interamericano de Cooperación

para la Agricultura

INAM Instituto Nacional de la Mujer

INA Instituto Nacional Agrario

INE Instituto Nacional de Estadísticas

INFOP Instituto Nacional de Formación Profesional

JICA Agencia de Cooperación Japonesa

MIR Mujer Intibucana Renovada

MIPYME Micro, Pequeña y Mediana Empresa

MOPAWI Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia

NBI Necesidades Básicas Insatisfechas

OIT Organización Internacional del Trabajo

ONG Organización no Gubernamental

OPDs Organizaciones Privadas de Desarrollo

OPS Organización Panamericana de la Salud

PEA Población Económicamente Activa

PEGAH Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño

PESA Programa Especial para la Seguridad Alimentaria

PNM Política Nacional de la Mujer

PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

9

PIOM Rural Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural

PRAF Programa de Asignación Familiar

PROMICRO Promoción Microempresarial

PRONADEL Programa Nacional de Desarrollo Local

PRONADERS Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible

PROPAITH Programa de Promoción y Rescate de la Producción

Artesanal Indígena y Tradicional

PROSOC Proyecto de Desarrollo Rural del Sur Occidente

SAG Secretaría de Agricultura y Ganadería

SANAA Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y

Alcantarillados

SERNA Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente

TLC Tratado de Libre Comercio

TRAMIL Programa Centroamericano de Investigación Aplicada a la

Medicina Tradicional

10

PRESENTACION

El siglo XXI ha traído el desafío de realizar cambios sustantivos en la

forma en que se ha venido manejando el problema de la pobreza que afecta

especialmente a la mujer rural, buscando nuevos enfoques de desarrollo y

métodos de intervención social, en los que se incluya a la mujer como

actora activa del desarrollo en igualdad de condiciones y oportunidades

que el hombre.

Esta investigación forma parte del Plan Estratégico 2002-2006 del

Instituto Nacional de la Mujer INAM, que contempla la urgencia de contar

con información actualizada de carácter cualitativo, sobre la contribución

de la mujer al mejoramiento de las condiciones de vida de la familia y al

desarrollo nacional.

La aprobación de la Política Nacional de la Mujer, Política para la Equidad

de Género en el Agro Hondureño y de la Estrategia de Reducción de la

Pobreza, han alertado al INAM sobre la necesidad de contar con

información actualizada y pertinente sobre las formas en que se

desenvuelve la mujer rural y las expresiones de la pobreza en la mujer.

La investigación se orientó hacia los siguientes objetivos:

1. Realizar una identificación de la situación de la mujer rural,

dimensionar sus aportes a la producción, transformación y

comercialización de productos agropecuarios y de otras actividades

productivas generadoras de ingresos, en camino hacia el logro de la

11

equidad de género y la problemática que enfrenta como actora del

desarrollo rural sostenible.

2. Conocer con mayor profundidad las diversas realidades, escenarios,

necesidades y aspiraciones de las mujeres rurales en Honduras.

La investigación se centra en la mujer rural, económicamente activa, su rol

en la reproducción social y su inserción en diferentes procesos productivos

agropecuarios, forestales, artesanales, etc. Se aborda a la mujer a nivel

individual, en la familia, en la comunidad o formando parte de

organizaciones.

Se identifican las estrategias diseñadas para enfrentar la pobreza,

incluyendo la diversidad de actividades económicas en que la mujer rural

se involucra. El estudio incluye información sobre los rubros productivos,

micro y pequeñas empresas que la mujer rural ha constituido para obtener

ingresos, las posibilidades y limitaciones de las MIPYMES dirigidas por

mujeres y los emprendimientos exitosos.

A lo largo del documento se logra visualizar que el trabajo doméstico sigue

siendo la principal tarea de las mujeres rurales, así como la reproducción

de la fuerza de trabajo, sigue enfrentada a la problemática que genera el

patrón cultural machista, que la sitúa en una posición subordinada y de

subvaloración de sus aportes al desarrollo. Un alto porcentaje de las

actividades en que se ha involucrado para superar la pobreza han sido de

subsistencia.

En los resultados de la investigación se exponen experiencias de mujeres

que están buscando alternativas a esas condiciones de subordinación,

12

especialmente de orden productivo y organizativo, han logrado construir

estrategias para redistribuir los tiempos en la casa, sin que

necesariamente signifique cambios en las relaciones de poder con el

compañero o esposo, dejando menos tiempo para algunas tareas,

reasignando responsabilidades entre los demás miembros del hogar,

intentando modificar los roles tradicionales, de conformidad a las nuevas

demandas de tiempo que exigen las tareas productivas generadoras de

ingreso. Algunas mujeres rurales han adquirido independencia económica,

nuevas responsabilidades y ocupaciones.

Las mujeres consultadas hacen valoraciones sobre sus necesidades,

aspiraciones, limitaciones, posibilidades y la problemática que enfrentan

en la búsqueda de una inclusión activa en la economía del país, en sus

diversos contextos y escenarios. El tema del reclamo al Estado por acceso

al crédito para organizar pequeñas empresas, la asistencia técnica, acceso

a la tierra en condiciones de equidad, se hizo presente a lo largo de toda la

investigación.

Este estudio se basa en el enfoque de la Nueva Ruralidad y el Desarrollo

Sostenible como el marco teórico que la mayoría de las instituciones están

adoptando, tanto porque prioriza lo participativo, sistémico e incluyente,

como por los métodos y estrategias de intervención comunitaria, su énfasis

en la búsqueda de opciones a los problemas que tradicionalmente ha

enfrentado la mujer rural, acceso a educación, capacitación, recursos para

la producción, tierra, asistencia técnica, crédito.

Las mujeres rurales indudablemente están enfrentando los desafíos de un

mundo cambiante que las obliga a revisar su realidad, sus relaciones con

13

los sistemas productivos, su entorno y a buscar alternativas. Algunas

instituciones están intentado incidir en este propósito.

La idea de seguir trabajando en la agricultura como generadora de

ingresos, está siendo redefinida por algunas mujeres, especialmente por

las limitadas posibilidades de tener acceso a la tierra. La alternativa más

viable para ellas es crear pequeñas empresas no agrícolas, trabajando en

casa o saliendo por períodos cortos, como la mejor alternativa para ampliar

su contribución al ingreso familiar. La Política Nacional de la Mujer

plantea la necesidad de “potenciar la participación de las mujeres en la

producción destinada a los mercados nacionales e internacionales”.

Pese a que la mayoría de las mujeres rurales que han formado pequeñas

empresas, todavía no están en condiciones de competir en los mercados,

algunas cuentan con experiencias valiosas buscado espacios locales para

comercializar sus productos. Las mujeres más experimentadas reconocen

que entrar en una estrategia de desarrollo exige capacitación,

empoderamiento económico y la posibilidad de acceso y control de los

medios de producción.

Este documento contiene información sobre las limitaciones y

posibilidades de la mujer rural para encontrar, en igualdad de condiciones,

alternativas a la pobreza; está estructurado en cuatro partes, inicialmente

se presenta el contexto de la investigación y el marco teórico conceptual,

para luego dar paso a los resultados de la investigación y los hallazgos más

importantes, concluye con un análisis de propuestas.

14

I. EL CONTEXTO NACIONAL DE LA INVESTIGACION

1.1. La población rural y sus características

Aún con el acelerado crecimiento urbano, el 51% de la población

hondureña está ubicada en la zona rural, concentrada en unas 4,300

comunidades con más de 200 habitantes, y unos 23 mil pequeños caseríos

con menos de 200 habitantes, dispersos en todo el país (SANAA, 2003)1.

Un alto porcentaje tiene problemas de vías de comunicación, carreteras en

mal estado y falta de teléfono, ubicadas en las laderas de las montañas, en

suelos de vocación forestal.

Las comunidades rurales hondureñas muestran diferencias, generalmente

de orden étnico y geográfico, su población está vinculada productivamente

y a diferentes escalas, al uso de los recursos agrícolas, forestales, mineros,

artesanales o a los recursos marinos y costeros, como medios para la

sobrevivencia; en estos procesos la mujer desempeña un rol fundamental.

Fotografía 3. Caserío del Departamento de Intibucá. Enero 2003

1 SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Documento Cobertura de Agua y Saneamiento. Tegucigalpa: 2003.

15

Lo rural productivo en Honduras se ha caracterizado históricamente por

un contraste entre la presencia de grandes empresas agrícolas, grandes

extensiones de tierra subutilizadas y la pequeña producción agrícola en

microespacios de subsistencia; en ellos las mujeres se desenvuelven en

condiciones de marginalidad, pobreza, explotación, racismo, maltrato físico

y discriminación por género.

El sector rural aporta el 70% de las divisas del país, según datos del INE2,

destacándose los rubros del café, banano, palma africana, carne, etc. El

INE calcula un total de 330.000 productores/as, 122,000 son medianos

productores o finqueros; de éstos, un 72% cultivan café, el 71% hortalizas,

un 57% tabaco, 43% fríjol, 40% maíz y un 40% tubérculos. Los sistemas

agrícolas en Honduras están constituidos por una diversa gama de

productos. La mujer rural se desenvuelve en casi todos esos procesos

productivos, especialmente en la corta de café, hortalizas, procesamiento

del tabaco, cultivo de granos básicos, atención al huerto, etc.

La producción de las pequeñas parcelas se destina una parte para el

consumo, aquí la mujer decide cuanto y como usarla y, otra para la venta,

bajo el control casi exclusivo de los hombres. Un importante porcentaje de

la producción se realiza en pequeños valles con alta distribución de

parcelas y en laderas en pequeñas parcelas de subsistencia, con una

importante dinámica interactiva familiar.

La producción agropecuaria genera empleo a más del 40% de la población

económicamente activa, cifra que podría elevarse al considerar en las

estadísticas el aporte de la mujer. Del total de mujeres en edad de trabajar

en el sector rural, que excede al millón de personas, únicamente 30 mil 2 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa:2002

16

fueron consideradas en la categoría de productoras, PRONADERS (2002)3.

Este subregistro estadístico del trabajo de la mujer en la agricultura limita

las posibilidades para que acceda a programas de distribución de tierras y

otros beneficios, como se explica a lo largo de este documento.

El mayor potencial de desarrollo del país se encuentra en la zona rural,

con recursos hasta ahora inexplorados, subutilizados o manejados

inadecuadamente: forestales, marinos, mineros, suelos de vocación

agrícola, etc., muy poco se reconoce la verdadera capacidad económica y

humana que posee el sector rural para impulsar el desarrollo. Aún con la

crisis económica, el poco acceso a la tierra en calidad y cantidad, sigue

existiendo un importante esfuerzo productivo. La mujer en este contexto

forma parte de procesos agrícolas y no agrícolas generadores de ingresos,

que están contribuyendo a producir alimentos.

Históricamente la zona rural ha sido calificada y hasta estereotipada, más

por sus limitaciones que por sus aportes a la economía del país;

negándosele a la población campesina e indígena el reconocimiento como

productores de alimentos y otros bienes. Se ha demostrado que aún con

grandes limitaciones y la reducida e inconstante cooperación institucional

para el sector pequeño productor agrícola, los campesinos, campesinas y

los/las indígenas siguen sembrando, especialmente granos básicos. “Lo

rural desde esta nueva dimensión paradigmática tiene un potencial

inmenso, positivo y ético inherente a su propia esencia; esa potencialidad

como fuerza propulsora encierra una enorme gama de oportunidades”4.

3 PRONADERS. Documento Marco. Tegucigalpa: 2002 4 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa:2002

17

Descuidar este sector es poco estratégico para la economía del país y

puede provocar desmotivación para luchar más consistentemente por

crecer, innovar y generar nuevos productos para el mercado, buscar

opciones de largo plazo para potenciar las capacidades locales e impulsar

el camino hacia el desarrollo. El enfoque de la Nueva Ruralidad enfatiza

que “las comunidades indígenas y campesinas siguen desempeñando un

rol preponderante en la economía de los países latinoamericanos”.

Fotografía 4. Comunidad del sur del Departamento de Lempira. Enero 2003

1.2. Las expresiones de la pobreza rural

Honduras tiene actualmente una población que alcanza los 6.7 millones de

habitantes. Empezó el nuevo siglo con uno de los ingresos per cápita más

bajos de América Latina valorado en US$ 1, 142 y un Índice de Paridad del

Poder Adquisitivo de USA$ 2,453 para el año 20015.

5 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2002. Tegucigalpa: 2003.

18

Tiene una base productiva mayoritariamente agropecuaria entre laderas y

valles, una economía altamente vulnerable a las fluctuaciones en los

precios internacionales y a los efectos de los fenómenos climatológicos,

especialmente huracanes y sequías. Honduras es uno de los países

latinoamericanos que distribuye en forma menos equitativa la riqueza que

genera. Un 24.3% de los habitantes vive con un dólar al día y un 45.1% lo

hace con dos dólares al día, los mayores niveles de pobreza se ubican en la

zona rural.

De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por el

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo6, Honduras se ubica en la

posición 116 de 173 países analizados, un desarrollo humano medio, nivel

comparable solo con Egipto, Gabón y Nicaragua. Con una reducción de su

economía de 1.9% en 1999 generado por el impacto del Huracán Mitch,

situación que no ha podido superar.

Se calcula que el 75%7 de los hogares rurales son pobres, viviendo de la

explotación de pequeñas parcelas agrícolas ubicadas mayoritariamente en

laderas, con carencia de tierra en cantidad y calidad suficientes, por lo que

se produce un lento crecimiento económico y como consecuencia un bajo

ingreso per cápita, que afecta el mejoramiento de condiciones de vida para

las familias rurales.

La pobreza rural tiene sesgo de género, según datos proporcionados por el

INE, existe una alta incidencia de pobreza crónica especialmente en la

mujer rural. Las estadísticas muestran un incremento de la pobreza en las

mujeres de 53.2% a 60.4% entre los años 1991 y 1999, en cambio entre

6 PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002 7 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001.

19

los hombres la situación fue menor, de 34% a 38.4%, la información

muestra una tendencia progresiva negativa en relación a la pobreza; estos

resultados están vinculados con la falta de acceso y oportunidades para la

mujer rural, que la marginan al límite de la sobrevivencia. Estudios

recientes de la Población Económicamente Activa femenina rural muestran

que la mujer se vincula en actividades de poca remuneración, como mano

de obra familiar gratuita o como asalariada temporal.

En términos generales solamente un reducido porcentaje de población

rural cuenta con las condiciones necesarias para integrase activamente a

los procesos de desarrollo, tal como se observa en el cuadro número 1.

Cuadro No. 1 Pobreza Rural

Según Método de la Línea de Pobreza

Método de

las NBI

Pobres No pobres

Una o más NBI Pobreza Crónica

55%

Pobreza Inercial

11%

Ninguna NBI Pobreza

Reciente

19%

Integrados

Socialmente

15% Fuente: INE, en base a cifras de la XXVI EPHPM,

Utilizando la integración de los métodos Línea de Pobreza

y Necesidades Básicas Insatisfechas NBI, a nivel rural

El Informe de Desarrollo Humano de Honduras 20028 registra, que en la

zona rural hondureña existe casi un millón y medio de hondureños bajo

8 PNUD. Informe de Desarrollo Humano de Honduras 2002.

20

condiciones de pobreza humana, careciendo de los elementos esenciales

para lograr el desarrollo de sus capacidades como seres humanos. Los

departamentos con mayores privaciones son Santa Bárbara 38.3%,

Lempira 36.6%, Ocotepeque 32.1%, Intibucá 32.1% y Copán 30.5%. El

enfoque de género del Indice de Pobreza Humana IPH, muestra a Santa

Bárbara con una mayor incidencia de privación en las mujeres 45.6% e

Intibucá con 35.5%, determinado por el aislamiento de las comunidades y

factores de carácter económico y cultural.

Otro tema de análisis son las organizaciones comunitarias, que a pesar de

su importancia, únicamente el 24% de los productores/as pertenecen a

algún grupo organizado según datos del INE (2002)9, lo que hace suponer

que la mayoría de los problemas que genera la producción en pequeña o

micro escala se resuelven aisladamente, volviéndolas altamente

vulnerables. La dispersión de las viviendas, comunidades y otros factores,

ha provocado actitudes poco propicias a la formación de organizaciones o

asociaciones productivas en el sector rural, especialmente de mujeres.

Según datos del PNUD (2000)10 existen cuatro tipologías de productores y

productoras a nivel nacional, en su mayoría pobres, con similares

características en todos los departamentos del país, representando

aproximadamente 2.6 millones de personas, ubicadas en 238 municipios11

(cuadro No. 2).

9 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001. 10 PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2000. Tegucigalpa: 2000 11 PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000.

21

Cuadro no. 2

Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas

Tipología %

Precaristas,

campesinos/as sin

tierra

21 %

Campesinos/as

pobres con tierra

45.2 %

Campesinos/as

finqueros/as

intensivos

29 %

Cooperativas y

empresas

asociativas

4.8 %.

Fuente: Datos del PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000

La atención gubernamental para la pequeña producción rural es reducida,

inconstante y selectiva; especialmente en algunas regiones poco accesibles

del país, lo que ha traído como consecuencia una progresiva reducción en

las cosechas, deterioro de los recursos naturales, especialmente forestales

y, una limitada capacidad de gestión que ha retrasado el desarrollo del

sector.

Las mujeres productoras han tenido muy poco acceso a tecnologías

apropiadas, la mayoría enfrentan condiciones económicas limitadas para

producir, comprar semillas mejoradas, transformar, almacenar y

comercializar sus productos; sumado a esto, reciben un apoyo

22

institucional desarticulado, tanto del Estado como de las ONGs. A esta

situación se suma un inadecuado manejo y aprovechamiento de la

cooperación externa, por la vía de los programas y proyectos de desarrollo

por parte de las comunidades. En buena medida este problema ha sido

generado por los mismos técnicos, que generalmente desconocen las

particularidades de la dinámica socio-productiva rural y el enfoque de

género, para abordar los problemas que afectan el desarrollo.

Con frecuencia, las instituciones se conforman con una débil participación

de la población y de las autoridades locales en la toma de decisiones,

quedando por fuera el diseño de una visión y un plan estratégico de largo

plazo, que posibilite al sector rural articular una salida viable al desarrollo.

En términos generales, las causas y el impacto de la pobreza en la mujer

rural, están relacionadas con el marginamiento de los procesos

productivos generadores de ingreso, el lento crecimiento de la economía

rural y el bajo nivel del ingreso per cápita y su desigual distribución.

Asimismo de los factores de la producción, el bajo nivel de escolaridad y la

baja productividad.

La pobreza está referida también al deterioro de los recursos naturales que

afectan directamente a la mujer, el acceso a recursos energéticos, al agua

no contaminada y a las debilidades de los gobiernos locales para planificar

procesos de desarrollo sostenible. El desarrollo de actividades de

subsistencia en suelos de vocación forestal, guarda una relación directa

con la elevada pobreza en las áreas rurales. (ERP 2001)12.

12 Gobierno de la República. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, un compromiso de todos por Honduras, Tegucigalpa, agosto 2001.

23

La pobreza es “un síndrome situacional en el que se asocia el

infraconsumo, desnutrición, precarias condiciones de las viviendas, bajos

niveles educacionales, malas condiciones sanitarias, una inserción

inestable en el aparato productivo, actitud de desaliento, poca integración

en los mecanismos de integración social, etc.” (INE 2002)13

La mujer quiere salir de la pobreza, superarla significa para ella dejar de

ser subordinada, buscar la igualdad, la equidad y el acceso al poder; como

lo han expresado algunas mujeres consultadas en esta investigación.

“Erradicar la pobreza es salir del mundo de las carencias, pero también es

llegar a tener cierto control sobre los recursos y cierto poder de decisión en

el hogar, en el gobierno local y en el Estado, construir la ciudadanía, como

seres humanos plenos con derechos y saberes. Por eso reducir la pobreza

con equidad de género es un gran desafío”14.

1.3. La mujer rural como actora del desarrollo

Existe actualmente consenso sobre la necesidad impostergable de reducir

la pobreza que enfrenta la mujer rural, el gobierno de la República ha

diseñado una Estrategia en la que se señala la necesidad de vincularla

activamente con la planificación del desarrollo, en todos los niveles y en el

largo plazo; estimulando su ingreso a procesos económicos sostenibles de

generación de ingresos, e impulsando políticas sectoriales de conformidad

a las necesidades específicas de las mujeres que buscan con afán salir de

la pobreza. Surge entonces la necesidad de cerrar la brecha entre lo que se

promulga y planifica y su ejecución.

13 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001 14 Núñez Gabriela. Pobreza y Género un desafío para la Estrategia de la Reducción de la Pobreza. Discurso Inaugural Seminario Taller sobre Género Y Pobreza. Tegucigalpa: 2001.

24

Para que la mujer pueda desempeñar su papel como actora de desarrollo

es necesario aumentar su capacidad productiva, teniendo acceso al

capital, recursos, crédito, tierras, tecnología, información, capacitación y

asistencia técnica.

Se conocen las condiciones de vida y trabajo de la mujer rural,

especialmente su responsabilidad en la reproducción de la fuerza de

trabajo rural, su desempeño en la producción de alimentos, especialmente

de granos básicos, verduras y frutas, aún cuando las condiciones en que

realiza los procesos productivos son generalmente difíciles, con altos

niveles de marginamiento, violencia y exclusión. “El aporte invisible de las

mujeres posibilita la reproducción y mantenimiento de la fuerza de trabajo

familiar y contribuye en forma poco reconocida a la economía global del

país”15.

Se ha comprobado que la mujer es altamente productiva por la dinámica

que permanentemente le toca desempeñar en el hogar y fuera de el, su

intervención en la generación de ingresos es determinante para el

sostenimiento de la familia. “Su productividad y rentabilidad en manos del

capital se transforma en fuente de ganancias” Dierkxsenz W.16, es una de

las razones de su alto empleo en la producción agroindustrial y la maquila,

por esta razón también es normalmente explotada, maltratada y mal

pagada en esos espacios laborales.

Pese a que los datos estadísticos registran una participación reducida de

las mujeres en actividades generadoras de ingreso, de un censo a otro se

observa un importante crecimiento del número de mujeres a cargo de

15 Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. Fundación Arias, San José:1995. 16 Dierkxsenz, Wim. Cuadernos de Ciencias Sociales, FLACSO. San José: 1990.

25

negocios, pequeñas empresas agrícolas y microempresas no agrícolas, con

un crecimiento a tasas anuales del 12%17 en agricultura y por encima del

25% en la pequeña y en la microempresa no agrícola, en forma organizada

o individual.

Aún cuando esos registros censales no ofrecen una cobertura total sobre el

trabajo de la mujer, a nivel de país se ha observado un incremento gradual

del registro de la PEA femenina, de 27% en 1990 a un 38% en el año 2000,

mostrando una tendencia de 1.0 unidades porcentuales por año

aproximadamente.

La Encuesta Agrícola Nacional 200118 registra 48,540 mujeres productoras

agrícolas, que representan un 9.7% del total del país, divididas en cuatro

grupos:

a) 27,299 son productoras de granos básicos, mayoritariamente

dedicadas a producir maíz, de ellas 5,222 cultivan fríjoles, 1,782

maicillo;

b) Un 39% están dedicadas a cultivos permanentes, especialmente al

café y en menor medida a productos tales como naranja, banano,

cacao, palma africana, etc.

c) Solamente un 3% se dedica a la silvicultura, explotación de bosques

de coníferas y latifoliados.

17 INE. XVI Censo de Población y Quinto de Vivienda. Tegucigalpa : 2002. 18 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002.

26

d) 2% se dedican a cultivos anuales, igualmente a productos tales como

cebolla, chile dulce, tomate y papa.

La siguiente gráfica ilustra comparativamente estos datos.

Gráfica No.1 Productoras Agrícolas

PRODUCTORAS AGRICOLAS SEGUN DEDICACION HONDURAS 2000-1.

No. PRODUCTORAS "VISIBLES" = 48,540

56%

3%

39%

2%

Granos BasicosCultivos AnualesSilvicultorasC. Permanentes

Fuente: INE, Encuesta Agrícola Nacional, AFE-COHDEFOR. Honduras 2001

En el año 2002, había 1,233.675 mujeres rurales a nivel nacional, 590,000

fueron registradas por el INE (2002)19 como económicamente activas PEA,

de las cuales:

• 46,000 estaban vinculadas directamente al sector primario

(realizando diversas actividades agrícola)

• 272,000 estaban ubicadas en el sector secundario y terciario,

19 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002

27

• 102,000 eran asalariadas,

• 118,000 trabajaban por cuenta propia y

• 52,000 ejercían ocupaciones sin remuneración.

No se contabilizan en las estadísticas 643,675 mujeres, probablemente por

problemas de recopilación de datos, por tratarse de niñas o mujeres

ancianas que están fuera de la actividad productiva o, por falta de una

verdadera visibilidad del trabajo de la mujer.

La presencia de las mujeres a cargo de empresas agrícolas es muy

limitada, sólo representan el 6% del total de productores/as agrícolas. La

producción no agrícola en pequeña escala es el área donde las mujeres

encuentran mayores opciones, según los resultados de esta investigación.

Unas 311,000 mujeres están incorporadas a pequeños negocios a nivel

nacional, según los datos del INE, aunque de acuerdo a nuestras

observaciones y consultas el número podría ser mucho mayor.

La mujer rural ha luchado por un mayor reconocimiento de su rol como

actora del desarrollo y un tratamiento igualitario por parte del Estado y de

los dueños de los medios de producción. En Honduras históricamente se

registran una serie de acontecimientos y movimientos sociales

encaminados a romper con los lazos de subordinación y marginamiento,

como lo comprueban los reclamos y protestas que el movimiento de

mujeres organizado ha mantenido por tener derecho a tierra para cultivo,

por reformar las políticas agrarias y otras políticas discriminatorias hacia

la mujer, por una legislación igualitaria y justa.

28

Un rol fundamental lo ha desempeñado el Movimiento de Mujeres, a partir

de cuyas luchas se han generado cambios de orden normativo y de

intervención institucional: generación de leyes y políticas, creación de

unidades especializadas en género en las Instituciones del Estado y en el

Congreso de la República para que se tomen en cuenta sus propuestas.

Desde hace más de 50 años las mujeres luchan por acceso a la tierra,

atención del Estado y los beneficios que ofrece el desarrollo. La Federación

Hondureña de Mujeres Campesinas FEHMUC, abrió el camino de la

organización de la mujer rural, entre ellas; la Asociación Nacional de

Mujeres Campesinas ANAMUC, el Consejo para el Desarrollo Integral de la

Mujer Campesina CODIMCA y otras, hasta la conformación de la

Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, que las aglutina. Estas

organizaciones introducen un nuevo debate en el tema de la mujer rural, el

desarrollo y la necesidad de realizar reformas sustanciales en la forma de

legislar, de administrar y de luchar contra la pobreza de la mujer,

haciéndose escuchar en el espacio gubernamental.

La Creación del Instituto Nacional de la Mujer y la aprobación de la

Política nacional de la Mujer, así como otras leyes a favor de la mujer,

como la Ley contra la Violencia Doméstica, han venido a fortalecer las

iniciativas organizativas en la lucha por la igualdad de condiciones y

oportunidades para la mujer rural en Honduras. El INAM como ente

coordinador por parte del Estado, está desempeñando un rol estratégico en

los procesos de posicionamiento del tema equidad de género e igualdad de

oportunidades para la mujer rural en las iniciativas de Estado.

29

Actualmente también existe mayor interés de algunos países cooperantes

por apoyar el financiamiento a iniciativas a favor de búsqueda de mejores y

mayores oportunidades para la mujer, PNUD ha sido uno de esos

organismos que desde la década del 80 ha venido apoyando la

consolidación de Políticas y Programas para incorporar a la mujer rural al

desarrollo. Igualmente importantes son los compromisos contraídos por el

Estado a nivel internacional, para legislar y apoyar el desarrollo de la

mujer.

Uno de los compromisos más importantes de esos acuerdos, es combatir

las limitaciones, barreras y obstáculos para promover el adelanto y la

potenciación de la mujer, promover su independencia económica.

Erradicar la carga persistente de la pobreza que recae sobre ella y combatir

sus causas estructurales.

Garantizar el acceso de las mujeres rurales en condiciones de equidad de

género a los recursos económicos, incluidos la tierra, el crédito, la ciencia y

la tecnología, la capacitación, información, las comunicaciones, y los

mercados. La liberación del potencial productivo de la mujer rural es

esencial para interrumpir el ciclo de la pobreza, a fin de que pueda

compartir plenamente los beneficios del desarrollo y disfrutar del producto

de su propio trabajo.

30

II. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

2.1 La Nueva Ruralidad y el rol de la Mujer

El desarrollo rural como concepto y como práctica, es un proceso en el

tiempo, que facilita la promoción y fomento de oportunidades a la

población rural pobre, especialmente a la mujer, en el ámbito productivo,

humano, social y ambiental.

Diversos enfoques y modelos de desarrollo rural han sido aplicados a lo

largo de décadas en el país, intentando elevar los niveles de productividad

en el campo para acelerar el desarrollo, pero los resultados han sido muy

pobres. La mayoría de estos enfoques excluyó a las mujeres rurales como

actoras del desarrollo en su más amplia expresión; la intervención de la

mujer se ha reducido a un mejoramiento de su desempeño en el ámbito

doméstico. De haberse incluido a la mujer rural en las grandes decisiones

y propuestas productivas agropecuarias, los resultados hubiesen sido

diferentes, en consideración a las capacidades que la mujer ha

demostrado, para emprender procesos sostenibles en diferentes ámbitos.

Los modelos y enfoques de desarrollo adoptados durante más de medio

siglo, no tomaron en cuenta el rol que de hecho ha cumplido la mujer

rural en los sistemas productivos agrícolas, no se le reconoce como

productora agrícola, por consiguiente ha estado excluida del diseño,

implementación y beneficios de los grandes programas agropecuarios:

acceso a tierra, asistencia técnica, crédito y otros.

En la década de los 90 se institucionalizó la propuesta del PNUD del

Desarrollo Humano Sostenible, como una iniciativa más amplia para

31

buscar alternativas a la pobreza generalizada y en la que se plantea la

inclusión de la mujer, bajo los principios de equidad, sostenibilidad,

productividad, participación y seguridad humana. Este enfoque continúa

vigente y un importante número de programas y proyectos se basan en el.

Surge en este mismo marco el enfoque de la “Nueva Ruralidad”20 como una

alternativa a la crisis del desarrollo rural y a la poca efectividad de los

otros modelos. La propuesta se sustenta teóricamente en un ordenamiento

sistémico, que valora las diversas determinaciones que intervienen en las

condiciones de vida de la población rural; así como en políticas abiertas,

participativas y democráticas, que impulsan el desarrollo humano como

objetivo central, el fortalecimiento de la democracia y la participación

ciudadana. “Un crecimiento económico con equidad, valorando al ser

humano como un ser integral que ejercita y promueve sus capacidades”21.

Este modelo sugiere un nuevo impulso al desarrollo local, a las

comunidades y municipalidades rurales, mediante la aplicación de

metodologías participativas de intervención que posibilitan los procesos

autogestionarios, la autoafirmación y el posicionamiento necesarios para el

protagonismo de los pueblos. Lo rural se valora desde esta nueva

dimensión paradigmática con limitaciones y oportunidades, potenciando

estas últimas.

Al construir nuevas estrategias para el desarrollo rural con un enfoque y

una lógica de género, se posibilita una mayor comprensión de la

producción-reproducción de las pequeñas unidades productivas: quién

hace, por cuanto tiempo, qué, quién decide, cuáles son las expectativas de

20 IICA/ CIDER. Nueva Ruralidad. Serie Documentos Pedagógicos 003, San José, Costa Rica: 2001. 21 Op. Cit.

32

sus miembros, quiénes concentran los beneficios, qué implicaciones tiene

la división del trabajo existente, etc. Al mismo tiempo facilita la

delimitación adecuada de los grupos de población con los que se quiere

trabajar, al considerar las variables de edad, etnia, etc., asociadas al

análisis de género.

El enfoque de la Nueva Ruralidad es una de las bases fundamentales del

Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible PRONADERS y sus

proyectos, en momentos en que la reconversión productiva es una

prioridad para el país ante los Tratados de Libre Comercio, cuya

implementación se avecina. Precisa entonces revertir el problema de la

pobreza, ajustar los procesos agropecuarios y potenciar las capacidades de

las MIPYMES. El análisis de género y los ajustes que de él se derivan, ha

sido asumido por la mayoría de las instituciones públicas y ONGs,

vinculadas al desarrollo rural, al menos en el discurso; lo que amplia las

posibilidades de identificación de alternativas económicas para las

organizaciones productivas, cooperativas, pequeñas empresas o grupos

familiares dirigidos por mujeres; en función de sus intereses, habilidades y

potencialidades.

La inclusión de los intereses de la mujer como base fundamental del

desarrollo rural, representa un gran salto histórico para el país,

reconociendo que es un proceso de largo alcance, está sirviendo de

referente para buscar la democratización de las relaciones sociales en el

campo, la participación ciudadana, lograr la equidad en el acceso a

recursos, servicios, beneficios; intentando recuperar años de

discriminación y alcanzar niveles de equidad en el ejercicio del poder. Hoy

día, no es posible ni tolerable formular alternativas al desarrollo rural, sin

que se otorgue a la mujer el papel que le corresponde como actora; en

33

igualdad de derechos, condiciones y oportunidades, sin maltratos por

hacer valer sus capacidades.

2.2. Posicionamiento de la Mujer Rural Frente al Desarrollo

En el presente siglo la inclusión y posicionamiento de la mujer en los

procesos de desarrollo es un tema que forma parte del diseño de las

políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo. El

tema género en el debate del desarrollo, es no sólo una necesidad ética

sino económica. Es abundante la evidencia empírica sobre los problemas

que plantea la marginación de la corriente principal del desarrollo, de un

50% de la población conformada por mujeres, y los altos costos que

significa renunciar a por lo menos una buena parte del potencial de este

recurso humano. Tomar conciencia y reconocer el papel y el valor de la

mujer en la sociedad rural es un paso crucial en la búsqueda de nuevas

estrategias de desarrollo, enriquecidas con visiones de equidad y

perspectiva de género22.

La búsqueda de alternativas a los problemas que enfrentan las mujeres

rurales ha estado respaldada por los cambios que en las últimas décadas

se han dado a nivel mundial, al impacto negativo que ha generado el

modelo económico neoliberal en los países pobres. Por estar sometidas a

una doble condición de marginalidad, enfrentar mayores niveles de

pobreza y discriminación, se busca promover su participación plena y

efectiva a la vida económica, social, política y cultural del país.

El tema del desarrollo rural ha vuelto emerger como un tema central en el

replanteamiento del modelo de desarrollo, se ha vuelto a retomar el rol de 22 IICA-CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000.

34

la economía campesina en el abastecimiento de alimentos y la importancia

de la mujer en las alternativas de desarrollo. Se reconoce la capacidad

productiva de la mujer para impulsar y dirigir procesos de desarrollo, la

habilidad para entrar en propuestas de cambio e innovación, la

responsabilidad que tiene para honrar sus deudas y compromisos.

“Es imposible hoy día pensar en un crecimiento acelerado y en un

desarrollo equitativo, sin plantearse la igualdad de oportunidades entre

hombres y mujeres. La inclusión del enfoque de género, es hoy no sólo una

necesidad ética, sino también económica. (Plan de Gobierno 2002-2006)23.

La inclusión de la mujer rural en el desarrollo, es sin duda un elemento

esencial de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el

desarrollo. En Latinoamérica a pesar de la subvaloración de la

participación femenina en el mercado de trabajo, en las estadísticas

oficiales, en las últimas décadas, el número de mujeres que ingresa a la

fuerza laboral ha crecido más rápido que el de los hombres”24.

“Existen claras evidencias de que las transformaciones mundiales en

curso, que unos perciben como las consecuencias de la globalización

económica y otros como un verdadero cambio de época, no son sólo de

origen económico, sino que tienen como uno de sus principales ejes,

precisamente el cambio de relaciones entre los géneros. Este cambio lleva

consigo profundas transformaciones sociales”25. Es necesario comprender

la importancia estratégica de la aportación e integración de las mujeres al

desarrollo rural, la necesidad de registros estadísticos adecuados para

cuantificar su participación económico-productiva.

23 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, Tegucigalpa, 2001 24 IICA CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000. 25 IICA – CIDER. Op. Cit.

35

Desde la Conferencia Mundial del año Internacional de la Mujer,

celebrada en México en 1975, se planteó no sólo la importancia de la

participación económica, sino también política, como una de los

requerimientos para integrar a la Mujer al Desarrollo; se definieron

medidas concretas que fueron retomadas en las Cumbres Mundiales

subsecuentes. Algunas de estas medidas estaban orientadas a promover la

información y el ejercicio de los derechos ciudadanos de las mujeres,

garantizar el derecho al voto y la elegibilidad de las mujeres a cargos de

responsabilidad pública, así como promover su amplia incorporación en

todos los niveles de toma de decisiones.

En 1985, durante la tercera conferencia mundial en Nairobi, la evaluación

de la Situación de la Mujer, reflejó un escaso cumplimiento en las metas

anteriormente propuestas y concretamente en materia de participación.

Por esta razón se logró traer de nuevo el tema al debate y como resultado

se crearon leyes que hoy día sirven de referente para las mujeres, que

tratan de superar los problemas que genera la marginalidad.

Fotografía 5. Seminario Taller de consulta.

San Nicolás Santa Bárbara. 2003

36

En esta conferencia, se aprobó el documento “Estrategias de Nairobi

Orientadas Hacia el Adelanto de la Mujer”, enfatizando la importancia de

fortalecer la participación y el liderazgo, y resaltando la necesidad de

impulsar un trabajo conjunto entre los gobiernos, las organizaciones no

gubernamentales, el mundo académico y otros actores; que puedan

promover la participación de las mujeres en la formulación de políticas y

decisiones para el desarrollo.

La IV Conferencia Mundial celebrada en Beijing en 1995 exhorta una vez

más a los gobiernos, sociedad civil y comunidad internacional, a tomar

medidas estratégicas con relación a aspectos de especial preocupación, se

plantea nuevamente la desigualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio

del poder y en la adopción de decisiones a todos los niveles; señalando la

falta de mecanismos suficientes para promover el adelanto de la mujer y la

falta de respeto, promoción y protección a los derechos humanos.

El proceso de establecimiento de una agenda internacional para el avance

en la equidad de género, impulsado por las Naciones Unidas; ha sido

acompañado por otras iniciativas regionales. Entre ellas destacan las

Cumbres Interamericanas celebradas en Miami en 1994 y la de Santiago

de Chile en 1998, las que han incluido compromisos explícitos de los

gobiernos dirigidos a aumentar la presencia de las mujeres en posiciones

de poder.

En el ámbito nacional, los compromisos derivados de la firma de estos

convenios internacionales, ha facilitado la creación de un marco legal e

institucional para impulsar acciones en la búsqueda de la equidad de

género (o la igualdad de oportunidades), así como la apertura de “cuotas”

de participación política de la mujer en los organismos de gobierno.

37

La Ley de Igualdad de Oportunidades propone reducir los obstáculos de

orden jurídico, político, sociocultural y económico, que limitan la

participación de las Mujeres en los espacios públicos, fortalecer su

liderazgo y las prácticas asociativas. Esta Ley ha sido el marco para la

definición de nuevas políticas orientadas a incrementar los beneficios para

la mujer, elevar sus niveles de productividad y eficiencia en el trabajo y su

participación en los procesos productivos y en el desarrollo comunitario.

La Secretaría de Agricultura y Ganadería formuló una Política para la

Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999-2015, que fue aprobada

por el Consejo de Desarrollo Agrícola (CODA) en marzo del año 2000,

siendo la instancia responsable de su implementación la Dirección

Nacional de Desarrollo Rural Sostenible DINADERS. La misma contempla

la necesidad de asegurar a las mujeres rurales mayor igualdad en los

beneficios estatales y la cooperación para el desarrollo. Esta Política se

articula a la Política Nacional de la Mujer del INAM. Su objetivo es

“Institucionalizar y operacionalizar, a partir de planes sectoriales agrícolas,

un proceso que permita el fortalecimiento y la ampliación de

oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de

condiciones a las mujeres rurales, a fin de reducir al año 2015 la brecha

de género existente en el agro hondureño”26

Para la implementación de esta política en los Programas y Proyectos

dirigidos al sector rural, la Secretaría de Agricultura y Ganadería elaboró

un Plan Estratégico con el objetivo de “Impulsar la incorporación del

enfoque de género como eje transversal a nivel programático, estructural y

26 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Tegucigalpa: 1999.

38

operativo de los diferentes proyectos de la DINADERS, dentro del marco

conceptual del desarrollo humano sostenible con perspectiva de género y

la construcción de una nueva Ruralidad, basados en los ejes de equidad,

sustentabilidad, productividad y empoderamiento”27.

Este Plan Estratégico se propone concretar la ejecución de la Política,

convirtiendo el enfoque de género en un eje transversal de los proyectos

que se desarrollen para la zona rural. Se trata de una visión de largo plazo,

enmarcada en intereses estratégicos, por tanto contempla la inclusión de

la mujer rural en una perspectiva de desarrollo diferente a la que hasta

hoy se ha impulsado.

La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente formuló la Política de

Equidad de Género 2000-2015 la que expresa: “Es impostergable la

participación plena de la mujer en la toma de decisiones relacionadas con

los recursos naturales, la energía, gestión ambiental, la conservación de

los suelos, la biodiversidad, el cambio climático, el ordenamiento

territorial, la protección de cuencas y en general con todas las medidas

encaminadas a la prevención de la contaminación y la reducción de la

vulnerabilidad del ambiente y cumplir con los compromisos suscritos por

Honduras, orientados a la eliminación de las distintas formas de

discriminación de la mujer”28.

La importancia de estas Políticas para la mujer rural estriba en el

reconocimiento de la necesidad de respetar su protagonismo como actora

del desarrollo, mediante el fomento e incremento de su participación social

27 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Plan Estratégico de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 2002-2006. Tegucigalpa: 2002. 28 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente. Política de Equidad de Género 2000-2005 , Tegucigalpa: 2000.

39

y productiva de largo alcance, lo cual significa un gran avance al menos a

nivel propositivo para la búsqueda de la equidad y la democracia. Otro reto

no menos relevante, es la promoción de Políticas encaminadas a la

remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan

las mujeres para lograr una participación más equitativa.

2.3 La mujer rural frente a procesos productivos

En las últimas dos décadas, a raíz de la agudización de la pobreza cobró

fuerza la implementación de proyectos de generación de ingresos

exclusivos para mujeres rurales, como la cría y cuidado de especies

menores, transformación de alimentos, elaboración de artesanías,

comercialización de bienes de consumo familiar y producción de

productos alimenticios en pequeña escala; como una prolongación de las

actividades que tradicionalmente ha desarrollado la mujer en el ámbito

doméstico. Una sobrecarga de trabajo que corre el riesgo de quedarse en la

reproducción y sostenimiento de las condiciones de marginamiento de la

mujer rural.

Actualmente, sin embargo, es posible observar mujeres rurales (pocas

todavía), vinculadas a pequeñas empresas en rubros no tradicionales, con

algún potencial económico y una dinámica productiva relativamente

sostenible.

Las mujeres rurales en el escenario actual, tienen relativamente más

opciones para convertirse en promotoras activas del desarrollo y receptoras

de sus beneficios. En esta investigación se logró contabilizar 53 actividades

productivas diferentes realizadas de manera individual o colectiva. En ellas

se aprecia un abanico de motivaciones, desde las optimistas, tesoneras,

40

con visiones de la vida y del trabajo de largo alcance, que exigen un

tratamiento diferente por parte del Estado y de las ONGs, en relación a su

involucramiento en los procesos de desarrollo; hasta las que se mantienen

a la expectativa, dependiendo de las ofertas que se le presentan. Entre las

primeras existen las que buscan trascender el espacio privado e

incursionar en el público ganando posiciones de liderazgo en la comunidad

y fuera de ella.

Un número creciente de mujeres se están vinculando a iniciativas locales e

institucionales de desarrollo, tanto en organizaciones de carácter

comunitario, como en proyectos productivos generadores de ingreso. Las

mujeres salen de su casa para capacitarse, algunas son seleccionadas

como enlace de las instituciones por el nivel que logran adquirir, sin que

ello signifique que se haya modificado las relaciones de poder en el interior

de la familia o la comunidad; con algunas excepciones, los roles

tradicionalmente asignados, se mantienen dentro de los estereotipos,

atendiendo construcciones genéricas.

Fotografía 6. Mujer alfarera Lenca, líder de la Comunidad de La Arada, Departamento de Valle. Enero 2003

41

2.4. Políticas del Estado que involucran a la mujer rural

Así como se requiere una política integral para abordar el tema género, se

requieren políticas diferenciadas para tratar el tema de las mujeres

rurales. “Un reto muy importante es la promoción de políticas

encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género,

todavía enfrentan las mujeres para tener una participación más equitativa,

se tiene que partir de la nueva visión de la nueva Ruralidad y de la

equidad de género de las mujeres rurales, para presentar luego los

elementos políticos conceptuales y programáticos necesarios para la

implementación de propuestas alternativas”29.

2.4.1 Política Nacional de la Mujer

La institución responsable de la implementación de la Política Nacional de

la Mujer, es el Instituto Nacional de la Mujer, creado por Decreto No. 232-

98 el 11 de Febrero de 1999. Este Instituto tiene la responsabilidad de

“formular, promover y coordinar la ejecución y el seguimiento de la Política

Nacional de la Mujer y la integración de la misma al desarrollo sostenible,

así como los planes de acción que la operativicen”.

La Política Nacional de la Mujer: Primer Plan Nacional de Igualdad de

Oportunidades, promueve la creación de condiciones favorables para

superar las brechas de desigualdad que existen entre mujeres y hombres,

la promoción de oportunidades equitativas y el avance social, político,

económico y cultural de las mujeres.

29 IICA/CIDER. Género y la Nueva Ruralidad, 2000.

42

Como se explica a lo largo del documento, históricamente las mujeres han

contribuido de manera determinante a los procesos de generación de

bienes y servicios para la sociedad en el ámbito reproductivo y en el

sostenimiento de las economías de subsistencia; participando, aunque de

forma minoritaria, en sectores dinámicos de la economía.

La PNM reconoce que la problemática social y económica de las mujeres

rurales es compleja y multicausal, que demanda estrategias estatales de

carácter integral y sostenido, que deben partir del reconocimiento de las

mujeres como sujetas activas del desarrollo; con derecho a participar en

los procesos de formulación y ejecución de políticas socioeconómicas,

orientadas a crear condiciones favorables para mejorar la vida de las

mujeres, su acceso a la propiedad y su posición como actoras del

desarrollo.

La PNM se propone: formular, ejecutar y evaluar propuestas atendiendo

las necesidades y demandas de las mujeres; diseñar y ejecutar programas

y proyectos de formación para fortalecer las capacidades de producción y

comercialización de las mujeres en áreas tradicionales y no tradicionales;

incluyendo el comercio electrónico, negociación y aspectos jurídicos;

buscar la equidad de género en el acceso, uso y control de los recursos

productivos, reconociendo la condición histórica de desigualdad que

enfrentan las mujeres; vigilar porque se amplíe la cobertura y mejora de la

calidad y el acceso de las mujeres a los servicios de agua, energía eléctrica,

telefonía y radiocomunicaciones; implementar un sistema de titulación

expedito para asegurar la propiedad de la vivienda, la tierra u otros bienes

a nombre de la mujer y de la pareja, tal como lo dispone la Ley de Igualdad

de Oportunidades para la Mujer.

43

2.4.2 Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999 -

2015

Fue formulada para ejecutarse en un período de 16 años por las

instituciones del Sector Público Agrícola: SAG, INA, AFE-COHDEFOR,

IHCAFE, SERNA, BANADESA, IHMA, FONAPROVI, bajo la coordinación de

la SAG como ente rector de las políticas del sector; cada institución

institucionalizará la perspectiva de género en todas las acciones que se

realicen para el desarrollo del sector agrícola y de la población rural.

La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño se articula

con la Política Nacional de la Mujer, bajo la coordinación del INAM, es

dirigida a la población agrícola rural. La factibilidad de su implementación

depende de la articulación de sus lineamientos en el marco de acción

previsto en planes y políticas de gobierno. Se prevé la ejecución de

proyectos que incorporen efectivamente a las mujeres al proceso de

producción, organización, comercialización y desarrollo empresarial;

especialmente en aquellos rubros que presenten potencialidades de

desarrollo.

Los Principios de la Política son: igualdad de las personas en el área rural,

sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, promoción de las

personas de modo que participen en el proceso de desarrollo y se

beneficien con él, eficiencia y eficacia en el desarrollo de acciones en busca

de la equidad de género y el desarrollo productivo del sector agrícola.

El objetivo general de la misma es institucionalizar y operacionalizar, a

partir de las actuales políticas y planes sectoriales agrícolas; un proceso

44

que permita el fortalecimiento y la ampliación de las oportunidades

económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a

las mujeres rurales; a fin de reducir al ańo 2015 la brecha de género

existente en el agro hondureño.

Los ámbitos de acción de la política son: Fortalecimiento institucional,

Información estadística y no estadística para el sector agrícola, acceso y

control de los recursos productivos básicos, sector de la agroexportación

tradicional y no tradicional, manejo sostenible de los recursos naturales,

derechos y participación en la toma de decisiones y desarrollo humano

sostenible.

Esta Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, se refiere a

la ausencia y presencia de las mujeres en los procesos económicos y

sociales en la zona rural, “intenta corregir la ausencia de las mujeres en

aquellos lugares públicos en que están presente los hombres”.30 Hoy día,

“cuando se intenta conseguir el objetivo de la inclusión es cuando se

descubre que la contrapartida de esta ausencia es la presencia de las

mujeres”31, la subvaloración del trabajo de la mujer empieza a ser

conocido.

En el año 2001 el Gobierno de la República presentó un Plan Estratégico

para la implementación de esta Política dividido en tres partes:

Construcción de una institucionalidad multisectorial para la Nueva

Ruralidad, Fomento e incremento de la participación social y productiva de

30 Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género, 1991. 31ASTELARRA, JUDITH. Veinte anos de políticas de igualdad de oportunidades en España. (Conferencia Reducción de la Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Genero). Managua: 2002.

45

las mujeres en el área rural, Participación Social y Política de hombres y

mujeres en forma equitativa y democrática.

El objetivo que se alcanzará al año 2015 es: “una ampliación de las

oportunidades para el desarrollo de la mujer rural”; a dos años de haberse

iniciado el proceso de implementación, los logros que se visibilizan están a

nivel de capacitación e incentivación a las mujeres rurales, para la

creación de pequeñas actividades productivas generadoras de ingreso, en

los proyectos adscritos a PRONADERS.

La política está en proceso de implementación a través de las diferentes

instancias adscritas a la SAG. En las consultas realizadas no quedó claro

cómo con las acciones que se realizan en PRONADERS, mediante la

ejecución de 15 Proyectos, se superará la desigualdad en el acceso a los

recursos productivos, cómo se transformarán los mecanismos que

sostienen las relaciones de desigualdad. Los proyectos se quedarán cortos

si no transcienden el enfoque productivo de cuantificación de acciones,

dada la magnitud de la realidad del desarrollo que es necesario impulsar.

Si no se orienta el rumbo de estos procesos hacia una transformación de la

mujer rural como actora del desarrollo, los logros serán muy limitados.

“El empoderamiento humano desde la perspectiva de género, no sólo trata

de encaminar a las mujeres a un mundo práctico y simbólico, sino a

generar la capacidad de transformar, criticar, reconstituir y re-significar la

vida. Para dar pasos en este sentido se necesita de la priorización de los

intereses prácticos y estratégicos de género”32. Esta es la importancia del

fortalecimiento de liderazgos en las mujeres rurales.

32 Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género. 1991.

46

III. Caracterización General de la Situación de las

Mujeres Rurales

Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional

e Estadísticas INE en el año 200133, la población femenina en el país

alcanzó una cifra de 3,304,386 que constituye el 50.6% del total nacional,

concentrándose en el área rural, 1,233,675 mujeres. La tasa de

crecimiento poblacional se estimó en 2.64. Los departamentos que tienen

una ligera diferencia a favor de la población femenina son Cortés y

Francisco Morazán.

La mayoría de las mujeres llevan sobre sus hombros más del 50% de la carga familiar.

“Únicamente un tercio del trabajo femenino es remunerado y el 34% de la fuerza laboral

femenina participa en el sector informal de la economía en condiciones difíciles, con

salarios inferiores al mínimo”34.

Fotografía 7. Mujeres líderes del Municipio de San Lucas. El Paraíso, elaboran el reloj de las 24 horas de la mujer rural. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, Seguridad Alimentaria, 2002

33 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 34 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, capítulo V, Profundización de la Democracia y la Gobernabilidad, (numeral H, Equidad de Género). Tegucigalpa: 2001.

47

Fotografía 8. Reloj de las 24 horas de la mujer rural, San Lucas El Paraíso. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, 2002

Las mujeres rurales trabajan un tercio más de horas que los hombres,

pero reciben una décima parte de los ingresos de éstos, según resultados

de una consulta realizada a mujeres por el Proyecto PESA de la Secretaría

de Agricultura y Ganadería.

De hecho las mujeres rurales no constituyen una población homogénea, se

vinculan a procesos productivos muy diversos de conformidad a factores

de edad, estado civil, respaldo familiar, escolaridad, etnia, etc. La mujer

joven sin niños ni cónyuge o dependientes, tiene una relativa movilidad

para buscar trabajo fuera de la comunidad, la mujer joven con cónyuge y

con hijos e hijas pequeños/as, tiene más limitaciones para incorporarse a

trabajos remunerados fuera de casa35.

Las mujeres mayores de edad con hijas adolescentes u otros familiares

adultos en casa, tienen más oportunidades de incorporarse activamente a

iniciativas de desarrollo individual o local; según lo observado en esta

35 Chiboga, M. R. Grynspan y L. Pérez. Mujeres de Maíz. San José: IICA, 1996.

48

investigación, las mujeres de tercera edad, dependiendo de su estado de

salud, son generalmente activas y contribuyen con el trabajo de la casa.

Fotografía 9. María de Jesús Sánchez, anciana de 94 años Remienda una cortina, Tapahuasca, San Lucas, El Paraíso,

Diciembre 2002

Una gran mayoría de mujeres rurales jóvenes dejan los y las hijos/as

generalmente con la madre, para buscar empleo fuera de su comunidad y

proveer ingresos al hogar. Casi todas las familias rurales tienen al menos

un miembro de la misma trabajando como asalariado/a lejos de casa,

como estrategia de sobrevivencia.

En términos generales las mujeres experimentan desigualdad en el acceso

al trabajo, bajos salarios, inestabilidad, discriminación en la selección y

promoción, poco poder de negociación con los empleadores; esta situación

se produce generalmente por la falta de conocimiento de ésta, sobre las

leyes que la protegen y sus derechos como trabajadora.

Las madres solteras enfrentan una mayor incidencia de pobreza, en el año

2002 en Honduras existían 129,188 hogares con jefatura femenina (INE

49

2002)36, que tienen una pobreza mayor (66%) que el nivel de pobreza que

tienen los hogares con jefatura masculina (58%).

El mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales deberá

empezar por romper las desigualdades de género, haciendo énfasis en las

necesidades, intereses y aspiraciones de las mujeres. La Política para la

Equidad de Género en el Agro Hondureño publicada por la Secretaría de

Agricultura y Ganadería (2002), maneja el discurso que las mujeres

constituyen un recurso humano fundamental para el desarrollo del Sector

Agrícola por lo que habrá que apoyarles en sus iniciativas.

3.1. Situación educativa

El país presenta en términos generales, grandes limitaciones educativas

en la zona rural. Según datos del INE37, el 29% de la población rural es

analfabeta no existiendo una mayor diferencia en cuanto a género. Los

mayores índices de analfabetismo en la población femenina, se presentan

en la población mayor de 35 años, las mujeres de 19 a 35 años de edad

son las que poseen mayor escolaridad (7 años), en comparación con el

resto de la población. Los años de estudio promedio que cursa la mujer

rural son 4.4 lo que representa una escolaridad ligeramente mayor que la

de los varones.

A comienzos de los años 60, el porcentaje de mujeres analfabetas en

Honduras era mayor que en los hombres, pero a comienzos de los 70, la

relación se invirtió, siguiendo un ritmo lento pero constante del 2 al 4%

36 INE. Vigésimo Tercera Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002 37 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002

50

(INE 2001)38, actualmente esta tendencia sigue presentándose. En el área

rural, las reducciones han sido bastante pronunciadas llegando a

alcanzar, en el caso de las mujeres, cifras entre un 10 y un 15% de

incremento de alfabetas. Esta información revela una mejoría importante

en el nivel educativo de la mujer que había estado siempre por debajo de

los porcentajes del hombre. Con frecuencia el incremento en los niveles

educativos en las mujeres conlleva un impacto positivo en el bienestar de

las familias.

El aumento en la incorporación de la mujer al sistema educativo formal, se

muestra en los últimos datos estadísticos del INE39, las mujeres han

tenido un mejoramiento significativo en los últimos 30 años, la tasa de

matricula combinada (primaria, secundaria y terciaria) en el año 2002 era

de 57.8%, la tasa de alfabetismo de 69.4% con 4.4 años de escolaridad

promedio. En términos comparativos la situación educativa de la mujer

rural va mejorando, se espera que el incremento de sus niveles educativos

contribuya a revertir la tendencia de pobreza observada actualmente.

En la década del 90, la participación de la mujer en el proceso de

desarrollo aumentó comparativamente en relación a las décadas

anteriores. En esta investigación se logró confirmar (mediante las

entrevistas), que la incorporación de la mujer al trabajo productivo

generador de ingresos, tiene como uno de sus objetivos más importantes

contar con recursos para la educación de los hijos e hijas, además del

mejoramiento de la alimentación y la salud familiar.

38 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 39 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002

51

“Haciendo Pichinguitos he logrado educar a mis hijos a nivel de educación

secundaria, el mayor ya entró a la Universidad Pedagógica” (Entrevista a

Clara González, artesana de Yarumela, La Paz).

Fotografía 10. Señora Clara González, Comunidad de Yarumela, La Paz.

Producción Artesanal de objetos de barro. Noviembre 2002

Sobre la calidad de la educación y la inclusión del enfoque de género en el

sistema educativo formal, la Secretaría de Educación ha iniciado reformas

tanto en el sistema de enseñanza, elaboración de un nuevo currículo para

todos los niveles y la elaboración de nuevos materiales educativos que

contemplen de manera transversal la igualdad entre mujeres y hombres;

así mismo se esta tomando en cuenta la eliminación de estereotipos sobre

ambos géneros.

La Secretaría de Educación tiene pendiente la resolución del problema de

mejoramiento de la calidad de la educación en la zona rural, el ausentismo

de los y las profesores/as, programar los períodos de clases en épocas que

52

coincidan con las posibilidades reales de participación de la niñez que vive

en la zona rural y que participan activamente en los procesos de siembra,

cosecha, corta de café y otros.

3.2. Condiciones de salud

El logro de la salud es otro factor que influye en las condiciones de vida de

la mujer. A pesar que las mujeres rurales actualmente tienen menos hijos

que sus madres, persisten los altos niveles de natalidad. Según la

Secretaría de Salud40, la tasa de fecundidad en Honduras es de 4.1, lo que

contribuye a mantener vulnerable la salud de la mujer.

El comportamiento reproductivo de las mujeres rurales se ha caracterizado

por el inicio de la maternidad a edades muy tempranas. Según la Encuesta

Nacional de Epidemiología y Salud Familiar de 199641, entre 14 y 18 años

promedio las adolescentes inician la tarea de ser madres, arriesgando no

sólo su salud, sino la de sus niños o niñas, limitando también sus

oportunidades de educación. La atención prenatal y al parto siguen siendo

insuficientes en la zona rural.

La mujer rural adolescente tiene poco acceso a programas de educación

sexual que le permitan valorar los riesgos y la responsabilidad que contrae

con la maternidad, tanto para el niño o la niña que nace como para su

persona. Así mismo es importante considerar los efectos en su autoestima,

cuando por la maternidad temprana se ve limitada a continuar su proceso

de formación y desarrollo como persona.

40 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001 41 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiología y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001

53

Lograr las condiciones de salud para la mujer rural y su familia es parte de

la búsqueda del desarrollo, de contar con una vida digna en el contexto

rural en el que les toca vivir.

Fotografía 11. Madre Adolescente Comunidad La Patastera, San Lucas, El Paraíso 2002

3.3. Vivienda y servicios básicos

El tema de la vivienda y los servicios básicos en Honduras ha sido

ampliamente estudiado. El 72.90%42 de comunidades rurales a nivel

nacional disponen de sistemas de agua, el 35.47% con cloración, una

cobertura real de letrinas del 67.00%, servicio de alcantarillado mínimo y

únicamente un 15% posee alumbrado eléctrico.

En el Análisis de Satisfacción de Necesidades Básicas, realizado por el INE

en su Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares 200243, se

destacan las siguientes cifras para el área rural:

42 SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Cobertura de agua y saneamiento. Tegucigalpa: 2003. 43 INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.

54

• Honduras cuenta con 1,308,019 viviendas en el área rural, de las

cuales el 82% son propias. En el área urbana la vivienda alquilada

es 7 veces superior que en el área rural.

• El 45% de las viviendas están construidas de adobe, 48% poseen

piso de tierra. La vivienda rural es relativamente pequeña, con un

promedio de 2.9% cuartos y 5.1 personas por casa.

• Más del 65% de las viviendas no tienen acceso a la electricidad,

utilizando como alternativas energéticas, velas, ocote, candil o

lámparas de gas.

• 33% no cuentan con servicio sanitario, utilizando como alternativa,

letrinas con pozo negro o ningún tipo de eliminación de excretas

(Gráfica No2).

• Una de cada cinco personas en el país vive en condiciones de

hacinamiento.

Estudios realizados por la OPS han advertido que las condiciones de la

vivienda influyen en la salud de las personas. El piso de tierra, la falta de

agua potable y de servicios sanitarios se relacionan con ambientes

contaminados propensos a generar alta frecuencia de infecciones

gastrointestinales, el mal de chagas, y otras enfermedades.

55

Condiciones de la Vivienda Rural

Fotografía 12. Viviendas rurales. Departamento de Valle, enero 2003

La mujer y los/las niños/as, que pasan una buena cantidad de tiempo en

casa, están expuestos a ambientes fríos y húmedos y en otros extremos a

ambientes calurosos y polvorientos, por falta de condiciones adecuadas en

la vivienda.

Cocinar con leña es otro factor de riesgo para la salud de la mujer, los

niños y ancianos/as que pasan en constante contacto con el humo,

contraen afecciones en las vías respiratorias; actualmente más del 90% de

la población rural cocina en fogón, lo cual incide también en el deterioro

del medio ambiente.

Las condiciones de acceso a servicios básicos ha mejorado en el área rural,

pero aún persiste un gran porcentaje de familias viviendo en condiciones

precarias que afectan su salud y calidad de vida. (Encuesta Epidemiológica

y Salud Familiar 2001)44.

44 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001

56

Gráfica No.2 Caracterización de la Vivienda Rural

CARACTERISTICAS DE LA VIVIENDA RURAL EN HONDURAS

31.80%

60.50%51.80%

84.70%62.10%

Eergia Electrica

Inodoro, Letrina

Llave detro de laVivienda/Propiedad

Piso de Tierra

Cocina con Lena

Fuente: Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar 2001

3.3 Oferta de Trabajo y acceso a fuentes de empleo

El 51% del total de la población nacional está en edad de trabajar (tasa de

participación), en el caso de las mujeres rurales la oferta de trabajo es muy

reducida, según los datos estadísticos (22.5%) en comparación a la del

hombre (75.7%), igualmente su participación en la PEA, 277,683 en

relación a 960,084 de los hombres (INE 2002)45. El cuadro No.3 ofrece el

detalle.

45 INE. Vigésimo Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002

57

Cuadro No.3 Oferta Nacional de Trabajo

Características

Principales de la

Oferta de

Trabajo

Total

Nacional

Total

Urbano

Total

Rural

Población total 6,697,916 3,064,487 3,633,429

PET

Hombres

Mujeres

4,806,513

2,315,062

2,491,450

2,305,135

1,047,359

1,257,776

2,501,378

1,267,703

1,233,674

PEA

Hombres

Mujeres

2,444,807

1,649,802

795,005

1,207,040

689,718

517,322

1,237,761

960,084

277,683

Ocupados/as

Hombres

Mujeres

2,351,078

1,593,045

758,033

1,135,344

646,763

488,581

1,215,734

946,282

269,452

Desocupados/as

Hombres

Mujeres

93,729

56,758

36,972

71,696

42,955

28,741

22,033

13,803

8,231

Tasa

Participación

Hombres

Mujeres

50.9

71.3

31.9

52.4

65.9

41.1

49.5

75.7

22.5 Fuente: INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.

Los datos anteriores hacen suponer que la mujer está aportando poco a la

economía del país, si los mismos se comparan con las 1, 233,674 mujeres

58

en edad de trabajar. Evidentemente existe un problema de subregistro,

pues solamente las maquilas y la agroindustria de exportación han

incorporado a los procesos productivos, más de 150.000 mujeres rurales.

La mujer rural busca contar con ingresos sostenibles, pero su acceso a la

tierra y a los mercados de bienes y servicios agropecuarios siguen siendo

muy limitados; la situación no ha cambiado sustancialmente desde que se

aprobó la Ley de Modernización Agrícola en 1992, en la que se estipula el

acceso a la tierra para la mujer. Esta situación la ha inducido cada vez

más a depender de los mercados de trabajo asalariado; las agroindustrias

y los cultivos de exportación que demandan mano de obra menos

calificada. Estos mercados de trabajo se han convertido en una opción

laboral que crece, demandando mujeres para realizar trabajos delicados

como la manipulación de la fruta, es el caso de los cultivos de exportación,

bananos, melones, sandías, etc., especialmente en los Departamentos de

Cortés, Comayagua, Choluteca y Valle.

Las maquilas están requiriendo mano de obra femenina joven en

cantidades considerables, lo cual está generando la migración rural-rural,

rural-urbana y rural-semiurbana. Una cantidad considerable de mujeres

campesinas se han trasladado a las ciudades para trabajar en las

maquilas como es el caso de Choloma y Villanueva en el departamento de

Cortés, aún cuando los ingresos sean bajos y se carezca de seguridad

social.

Las ramas de actividad económica donde se concentra más empleo, como

ocupación principal son: agricultura 38%, comercio 21%, industria 15%,

lo que hacen un total del 70% de la población económicamente activa. El

47% de los y las ocupados/as se vinculan a los procesos productivos como

59

asalariados/as y el 41% por cuenta propia; los ingresos promedio de las

personas ocupadas a nivel nacional son de Lps. 2,854 por mes, Lps. 3,807

en el área urbana, Lps. 1,800 en el área rural (INE 2002)46. La estructura

de la población hondureña es predominantemente joven e incide en que

cada persona ocupada tenga que mantener un promedio de 2.7 personas

(tasa de dependencia).

3.5. Participación de la Mujer en la generación de empleo.

En negocios agrícolas relativamente grandes, la participación de la mujer

rural es muy limitada, solamente el 5% de los productores agrícolas, son

mujeres. Según datos del Censo Nacional, la producción no agrícola en

pequeña escala es el área donde encuentran mayores opciones para

incursionar de manera independiente y generar empleo. A nivel nacional

sólo un 38% de las mujeres en edad de trabajar aparece efectivamente

incorporada al mercado de trabajo. La comercialización es unos de los

factores determinantes para la sostenibilidad de las actividades

productivas en las que se involucra la mujer rural y es uno de los aspectos

en los cuales presenta más debilidad.

Por su parte, los servicios comunales, sociales o personales representan

un total de 16.746 negocios de los cuales, 5.551 pertenecen a mujeres y

11.195 a hombres. En transporte, almacenamiento y comunicación, 981

negocios son de mujeres y 3.058 de hombres. Estos datos ilustran la

desigual participación de los géneros en actividades productivas

generadoras de ingreso en áreas de servicios comunales, transporte,

46 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002.

60

almacenamiento y otras, pero también dan cuenta cómo la mujer está

abriendo brecha en el tema de la empresa, aunque sea en pequeña escala.

La Política Nacional de la Mujer47 señala: “Las mujeres rurales se vinculan

a la producción, transformación y comercialización de productos

agropecuarios, acuícolas, forestales, artesanías, etc., para atender

especialmente las necesidades de alimentación, educación, salud,

vestuario de los y las hijas e hijos. En sus diferencias socioeconómicas y

étnicas, el aporte de la mujer constituye un bastión humano fundamental

en la búsqueda del desarrollo rural, como lo evidencia su creciente

participación en el ámbito económico- productivo”.

3.6 Acceso al Crédito

Las mujeres en general y especialmente las rurales, han tenido una débil

cobertura del crédito institucional o formal y un fuerte predominio del

informal, principalmente debido a la falta de acceso a garantías que

respalden el pago porque éstas suelen estar en poder de los hombres. Muy

pocas instituciones han dispuesto fondos para ellas con excepción de

ONGs financieras que ofrecen créditos solidarios, el PRAF, BANADESA y

otras, que en los últimos años han otorgado pequeños créditos para

grupos de mujeres, interesadas en la creación de Micro, Pequeñas y

Medianas Empresas MIPYMES.

Una importante cantidad de micronegocios de mujeres son tiendas de

consumo, para suplir el déficit que tiene la zona rural de acceso a los

mercados, especialmente de alimentos, considerado por ellas como uno de

los problemas que enfrenta la población rural.

47 INAM. Política Nacional de la Mujer. Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades 2002-2007. Tegucigalpa: 2002

61

Fotografías 13. Mujeres rurales de La Paz y La Esperanza que han obtenido crédito para sus

Micronegocios, tienda de consumo y panadería. Diciembre 2002

Para el Banco Nacional de Desarrollo BANADESA, principal banco del

Estado que ofrece créditos a la población rural, las mujeres constituyeron

durante los últimos años el 8.7%48 de la cartera de préstamos, con montos

promedio de Lps. 40.000 para grupos organizados de 10 personas, lo cual

representa en términos comparativos apenas un 10% del promedio que se

asigna a los hombres, reflejando claramente el problema de la

discriminación y marginamiento de la mujer rural en el acceso al crédito.

Hoy día la Confederación de Mujeres Campesinas plantean la importancia

de romper este techo y han logrado algunos avances.

Algunas ONGs Financieras cuentan con fondos de crédito especiales para

generación de pequeñas empresas lideradas por mujeres. El acceso al

crédito es muy importante para las mujeres rurales que no cuentan con

recursos propios para emprender actividades productivas, con fines de

mejoramiento de ingresos y de la calidad de vida para ellas y su familia.

48 PRONADERS. Proyectos de Desarrollo Rural Bajo Tutela del PRONADERS. Tegucigalpa 2001

62

3.7 Participación de la Mujer en Micro, Pequeñas y Medianas

Empresas

Un 52%49 de las microempresas rurales y urbanas en Honduras con

tamaño de menos de 5 personas tienen como propietaria a una mujer. La

microempresa es una ocupación mayoritariamente de mujeres. El 94% de

ellas lo hace bajo la forma de autoempleo, y el 57% se ubica en el estrato

de subsistencia. El 69% de las mujeres ocupadas laboran en el comercio

minorista u otros servicios, una cuarta parte se ubica en la manufactura y

solo un 6% en la dirección de procesos agrícolas.

El comercio minorista es el sector mas importante en la generación de

empleo para las mujeres, significando en el país un 29% del empleo

femenino (233 mil mujeres). 12% de las mujeres laboran como artesanas

y operarias. El 54% se encuentran en las edades plenamente activas,

entre 25 y 49 años. Las mujeres mas jóvenes con menor experiencia

representan el 31% de las mujeres ocupadas, tienen ingresos y jornadas de

trabajo menores pero crecientes y sin mayores diferencias con los

hombres. Los ingresos laborales y las jornadas declinan a partir de los 50

años. (PROMICRO/OIT 2002)50.

Con frecuencia las mujeres rurales jóvenes son contratadas para elaborar

productos que requieren habilidad, presteza y resistencia para soportar

largas jornadas de trabajo como es el caso de la fabricación de puros,

elaborados con hojas de tabaco, tal como se ilustra en la fotografía No. 14.

49 OIT. Proyecto Centroamericano de Apoyo a Programas de Microempresas. San José: 2002. 50 PROMICRO/OIT. La mujer Microempresaria en Honduras. Tegucigalpa: 2002

63

Fotografía 14. Mujeres del Departamento de Copán

por generaciones han elaborado puros.

De las mujeres que se incorporaron al mercado de trabajo como

trabajadoras independientes en el año 2001, el 93% correspondía a formas

de autoempleo, tanto en el ámbito agrícola como el no agrícola. El 60% de

las mujeres auto empleadas se ubican en el estrato de subsistencia, lo que

significa que el 92% de las auto empleadas manejan negocios de escasa

productividad. Un 31% de las mujeres microempresarias son jefas de

hogar (OIT 2002).

El 13% de las mujeres rurales se catalogan como trabajadoras familiares

no remuneradas (103 mil mujeres), el sector más grande de éstas está

ubicado en las actividades agrícolas, según el estudio de la OIT. Este dato

está referido igualmente a la falta de reconocimiento y valoración del

verdadero aporte del trabajo de la mujer rural.

De las mujeres rurales que se vinculan a procesos productivos, sea

agrícolas y/o ganaderos, muy pocas han podido participar en grupos

organizados. Uno de los factores determinantes, según las mujeres

64

consultadas, es la cantidad de tiempo que les ocupa el oficio doméstico

que les limita salir de casa; otro es el alto nivel de subordinación, la

actitud poco receptiva de los hombres para que ellas participen en

actividades que impliquen salir y vincularse con otras personas. La

mayoría de las mujeres que hoy están participando en organizaciones,

pasaron por grandes luchas internas y conflictos en el hogar para

integrarse a los grupos.

Solamente un 13.6% de mujeres rurales aparecen registradas en las

estadísticas incorporadas al sistema cooperativo nacional. Según el último

Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria51, para el año 2001 había

unas 4,500 mujeres cooperativistas vinculadas al trabajo de la tierra, dato

sumamente bajo en comparación con los niveles de participación de la

mujer en la lucha por la tierra.

3.8 Incorporación a procesos productivos

Diversas investigaciones han confirmado que las difíciles condiciones de

trabajo de la mujer rural guardan relación con la falta de acceso a los

servicios básicos. Una gran cantidad de tiempo y esfuerzo invertido en el

trabajo doméstico se debe a la falta de agua, energía eléctrica, leña, etc.

Las actividades agrícolas en las que participa la mujer son muy poco

reconocidas, igualmente lo es la crianza de los hijos e hijas y el cuidado del

hogar.

La mujer rural enfrenta problemas de pobreza y discriminación singulares,

probablemente más agudos que los de las mujeres que viven las zonas

urbanas, tiene grandes desafíos para emprender el camino hacia su propio 51 INA Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria. Tegucigalpa: 2001.51

65

desarrollo y el de su entorno. Les ha tocado asumir un rol protagónico en

la reproducción social, apoyando o dirigiendo la producción agrícola de

subsistencia muchas veces sola.

“La falta de recursos productivos y de capital, de capacitación, información

y participación en la toma de decisiones políticas y económicas genera el

progresivo empobrecimiento de las mujeres y de los hogares dirigidos por

éstas. Existe un reducido acceso y control de las mujeres sobre la tierra y

los servicios para la producción, como: comercialización, almacenamiento,

entre otros”52.

La PNM también sostiene que “los esfuerzos por elevar la productividad del

trabajo que realizan las mujeres y el mejoramiento de la competitividad de

sus pequeñas empresas, son aún deficitarios, es necesario realizar

acciones que permitan el ejercicio de los derechos económicos de la mujer

y la reducción de los índices de pobreza desde una perspectiva de igualdad

de oportunidades entre géneros”.

Los factores que producen y reproducen la pobreza a nivel rural, afectan

tanto a hombres como a mujeres, pero por razones de índole histórico-

social, cultural, de subordinación y marginamiento, repercuten en mayor

medida en la mujer.

La carencia de tierra en cantidad y calidad suficiente para las mujeres, se

convierte en un factor relevante; el bajo potencial productivo y el deterioro

ambiental son también agravantes, que ligados al limitado acceso a

tecnología apropiada, al crédito suficiente y oportuno, agua y por supuesto

52 INAM. Política Nacional de la Mujer, Capítulo Economía y Pobreza. Tegucigalpa: 2002

66

información sobre mercados; repercuten en un bajo nivel productivo de las

familias y un reducido nivel de ingresos.

Esta situación es planteada por la Política para la Equidad de Género en el

Agro Hondureña, en estos términos: “Desde un punto de vista operacional,

el problema de la inequidad de género se expresa en la falta de

correspondencia entre el nivel de contribución de las mujeres rurales al

desarrollo agrícola y rural y su desigual participación en los beneficios y en

el acceso a las oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales”.

(PEGAH 2000)53.

Este problema tiene larga historia, el ajuste estructural impulsado por el

Estado en la década de los ochenta, impactó fuertemente en la población;

se produjo un incremento de la pobreza. Las mujeres asumieron gran

parte de las responsabilidades sociales que en cierta medida, dejaron de

ser atendidas por el Estado, salud, educación y otros servicio y el paso del

Huracán Mitch, empeoró la situación y por consiguiente la de la mujer

rural.

Otro factor importante que ha impactando negativamente en la mujer rural

y que en gran parte es generado por la crisis económica que se volvió

crónica, es la constante migración del campo, especialmente de hombres

hacia los centros urbanos y semiurbanos del país y hacia los Estados

Unidos, dejando a la mujer con la carga de la familia. Esta situación es

cada vez mas frecuente, presionando a la mujer a incorporarse a

actividades asalariadas o promoviendo pequeños negocios de subsistencia

para compensar la caída de los ingresos familiares.

53 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña. Tegucigalpa: 2000.

67

Sobre la colaboración al ingreso familiar de los emigrantes hacia los

Estados Unidos, consultamos en la investigación a varias mujeres que

presentaron la situación, algunas manifestaron que su compañero les

envía poco, que no ajusta para cubrir todas las necesidades de la familia,

por lo que tienen que trabajar en diferentes actividades, otras han

mejorado las viviendas con las remesas recibidas y algunas no han

recibido apoyo porque sus maridos se casaron y se olvidaron de la mujer y

los/las hijos/as.

En la mayoría de las comunidades que entraron en la investigación, se

encontró que por lo menos una persona por familia, generalmente hombre,

ha salido en busca de empleo, algunos apoyan económicamente pero no

regresan, tocándole a la mujer la responsabilidad de terminar la crianza de

los hijos e hijas.

La idea de que es el hombre quien únicamente sostiene la familia dio paso

a que los más importantes beneficios de la cooperación para el desarrollo

se hayan canalizado para él, dejando a la mujer como beneficiaria

indirecta en la mayoría de los casos. Hoy la mayoría de las agencias de

cooperación internacional están planteando un tratamiento más igualitario

y nuevas estrategias de intervención para el apoyo a la mujer rural.

Algunas mujeres consultadas en la investigación han explicado que existen

instituciones, que llegan a las comunidades mostrando un mayor

reconocimiento de su trabajo y su rol en el sostenimiento de la familia,

con mayores oportunidades de capacitación y de participación en

pequeños proyectos productivos. Se mencionan, PROSOC, PRONADEL,

PESA, PROLANCHO. Estos vinculan a la mujer rural en actividades

relacionadas con agroindustria, elaboración de artesanía, ebanistería,

68

corte y confección, tiendas de consumo comunitarias, silos metálicos,

ventas de productos en pequeña escala y otras.

Estas mujeres están adquiriendo nuevas experiencias, seguramente no son

la mayoría, pero están buscando alternativas para enfrentar la pobreza;

generalmente de una manera distinta a lo que ha venido haciendo el

hombre vinculado a la tierra. Su compromiso con la vida las hace buscar

constantemente estrategias, especialmente para darle de comer a la

familia.

El 100% de las mujeres que se consultaron en esta investigación

aseguraron que invierten todos los ingresos que obtienen de las

actividades productivas, en atender las necesidades de la familia; lo cual

supone un fuerte cuestionamiento al supuesto papel del hombre como

único proveedor en el hogar.

Las tendencias de la atención institucional hacia la mujer rural, con

frecuencia se han sustentado en enfoques desarrollistas y paternalistas,

ella como reproductora de roles domésticos, reforzando las condiciones de

desigualdad. Por décadas las mujeres rurales en casi todo el país han

recibido asistencia de programas y proyectos con ese enfoque, tanto de

parte del Estado como de ONGs, con muy pobres resultados.

En uno de los recientes talleres de capacitación del Proyecto PESA en San

Lucas, El Paraíso; un grupo de mujeres realizó un análisis sobre los

problemas que enfrentan, destacándose la falta de recursos económicos y

de empleo, las dificultades para sostener la producción de la parcela, falta

de agua para riego; el problema del machismo de los hombres que no les

69

permiten ser libres para capacitarse, movilizarse y buscar otras

alternativas de vida, etc.

Fotografía15. Situación de la Mujer desde su perspectiva.

Proyecto PESA, San Lucas, El Paraíso. Enero 2003

Un considerable número de mujeres consultadas en esta investigación a lo

largo del país, manifestaron la aspiración de aprender corte y confección.

Las que ya han sido capacitadas, expresaron que los conocimientos y las

experiencias adquiridas les han dado la apertura y la motivación de

incursionar en nuevas actividades.

Este ha sido el caso de los actuales grupos de mujeres bordadoras de

Guajiquiro en el Departamento de la Paz, que fueron primeramente

capacitadas en corte y confección y actualmente han emprendido con éxito

una pequeña empresa de bordados y, a algunas mujeres jóvenes les ha

servido para trabajar en las maquilas.

70

Fotografía 16. Manteles Bordados. Mujer de Guajiquiro, La Paz. Diciembre 2002

El saldo de estas experiencias se cuantifica y cualifica en términos de

aprendizaje, las mujeres han tenido la oportunidad de encontrarse con

personal técnico capacitado y facilitadores/as, la posibilidad de entrar en

procesos de capacitación, recibir asistencia técnica y económica, de

interactuar con mujeres que enfrentan los mismos problemas y compartir

vivencias, la experiencia de buscar formas de reordenamiento de los

tiempos, reconocerse con capacidades, destrezas y creatividad. A través de

estas opciones se les ha abierto la oportunidad de incorporarse a nuevos

proyectos y nuevas formas de asociación, una mujer entrevistada

manifestó: “Si no fuese por esas oportunidades, difícilmente las mujeres

saldríamos de la casa”.

El problema que se presenta en términos de desarrollo de la mujer rural

con equidad, con este tipo de proyectos, es la reproducción y

sostenimiento de las condiciones de marginamiento; no se trata de realizar

más actividades que sobrecarguen de trabajo a las mujeres, sino de

generar en la mujer y en la familia, las capacidades para un verdadero

desarrollo integral y sostenible con equidad e igualdad de condiciones.

71

Muchos proyectos no tienen claro este enfoque, lo que limita la

sostenibilidad de las acciones que emprenden en el área rural.

Algunas mujeres, muy pocas todavía, que han logrado salir de la

subordinación y el marginamiento, hoy forman parte de movimientos de

mujeres a nivel nacional, de organizaciones comunitarias y de asociaciones

productivas, de bienes y servicios, aportando al desarrollo rural.

En las zonas estudiadas se encontró a instituciones que lamentan no

haber obtenido una respuesta más participativa por parte de la mujer

rural a los proyectos. En términos generales el problema tiene que ver con

las limitantes planteadas. En la Investigación encontramos algunos

proyectos interesados en redefinir las estrategias de intervención

comunitaria y el enfoque de género, para ser consecuentes con los

mandatos de las políticas agrícolas, pero no siempre cuentan con los

equipos técnicos capacitados y comprometidos para realizar esta

facilitación, por lo que el papel orientador del desarrollo se reduce a tareas

y pequeños proyectos puntuales.

Las mujeres son emprendedoras, luchan por sacar adelante su familia,

buscando oportunidades de obtener ingresos de una manera

independiente, necesitando capacitación y una orientación clara para tener

mayor acceso y control de los recursos productivos. La meta para ellas es

mejorar los niveles educativos para las hijas y los hijos y tomar sus

propias decisiones dentro de la familia y en el medio que les rodea.

En esta investigación se encontró que muchas mujeres han tenido la

oportunidad de capacitarse, porque llegaron a acuerdos con el compañero

de hogar y las hijas mayores quienes asumieron temporalmente el cuidado

72

de la familia; según las entrevistadas el hombre cambia de opinión cuando

visualiza que los resultados van a ser positivos para la economía de la

familia. El cambio cultural se produce lentamente, por lo que es necesario

valorar los tiempos y plazos para obtener resultados sostenibles.

La contribución activa de la mujer rural al combate a la pobreza, obliga a

repensar estrategias institucionales de intervención comunitaria, el

hombre deberá participar también de procesos de concienciación sobre el

tema género y desarrollo; algunos proyectos como PESA, ya lo están

haciendo, aunque por lo reciente de la iniciativa todavía no se pueden

medir resultados, pero el proceso está resultando interesante y de gran

importancia para las mujeres.

Sobre este tema Judith Astelarra54 considera que “los cambios no se

producirán si los hombres no cambian también”. Se trata de reconocer el

valor de la mujer, las dramáticas e injustas condiciones en que con mucha

frecuencia, cumple su papel de madre, de compańera, productora,

ciudadana y de constructora de vida, familia y sociedad.

“El desarrollo rural tiene rostro de mujer”, es un mensaje del Programa

Nacional de Desarrollo Local de Honduras PRONADEL, como un

reconocimiento al aporte de la mujer rural a la reducción de la pobreza y

un recordatorio que la mujer constituye el 51% del total de la población

nacional. El proceso de posicionamiento de la mujer rural como actora de

desarrollo está obligando a replantear las formas tradicionales de enfrentar

la pobreza en Honduras.

54 Astelarra, Judith. Veinte años de Políticas de Igualdad de Oportunidades en España. (Conferencia Reducción de Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Género). Managua: 2002

73

Fotografía 17. Mujer indígena Lenca, San José, Guajiquiro

Febrero 2003

La mujer rural que está incursionando en la formación de pequeñas

empresas, muchas de ellas artesanales, enfrenta grandes problemas para

entrar al mercado nacional e internacional en condiciones competitivas,

por falta de capacitación, crédito, asistencia técnica, acceso a la tierra, etc.

El gran desafío de las mujeres rurales que luchan por combatir la pobreza

es lograr interactuar en un modelo de desarrollo económico basado en una

economía de mercado globalizado, economías abiertas, competitivas y

tecnificadas, que buscan calidad, cantidad y diversificación de productos;

para la mujer rural este entorno económico es complejo y desconocido,

solamente en condiciones de cooperación y formando cadenas productivas

y alianzas estratégicas, podrá convertirse en una oportunidad.

Honduras ha entrado en la economía abierta, ha suscrito y está por firmar

otros convenios (TLC), para formar parte de alianzas comerciales con

varios países; en consecuencia, le toca prepararse para competir con

productos de alta demanda, con calidad y diversificación, sean

agropecuarios, artesanales o de servicios. La reconversión productiva está

siendo una prioridad para el país. Existen mujeres rurales que están

74

acumulando experiencias en esta dirección, pero aún no están preparadas

para competir en forma sostenible en el mercado internacional.

Fotografía 18. Alimentos Procesados, Mujeres organizadas de La Esperanza, Intibucá. Enero 2003

Este es un momento oportuno para que las mujeres rurales, bajo

condiciones de igualdad reciban apoyo, para que se preparen a ingresar a

los mercados internacionales. Existen valiosas experiencias sobre

diversificación productiva y mejoramiento de la calidad en casi todos los

departamentos del país, que se pueden potenciar a través de estrategias

que tengan en cuenta las necesidades diferenciadas de las productoras

rurales.

La mayoría de las mujeres rurales están viendo como se modifica el mundo

en que se desenvuelven, algunas aprendiendo a darle valor a su trabajo,

elevando su autoestima, mejorando sus ingresos. La presencia

institucional en la zona rural ha facilitado la apertura de nuevos espacios

para las mujeres y promovido alguna vinculación con los distintos sectores

de la economía.

Al potenciarse las capacidades de la mujer rural como actora de desarrollo

y mejorar su condición integral, no sólo se estará contribuyendo a

75

aumentar la productividad y por lo tanto la competitividad y la viabilidad

económica del país, sino que se aseguran cambios de vida dignos para las

nuevas generaciones, al fortalecer en los hijos e hijas sus capacidades para

salir de la pobreza.

Podríamos afirmar que la mayoría de mujeres rurales han acumulado

lecciones aprendidas en los diversos proyectos, experiencias que han

permitido iniciar nuevas formas de emprendimiento y relacionamiento

humano, valorar sus propias capacidades personales, elevar su autoestima

y vinculase a diversos procesos productivos generadores de ingreso.

3.9 Tenencia de la tierra

Una de las mayores expresiones de la desigualdad de género en Honduras,

ha sido el derecho al acceso a la tierra. La inseguridad en la tenencia de la

tierra, especialmente para los y las pequeños/as productores/as, es un

problema que ha generado conflictos y frenado el desarrollo agrícola del

país. La mujer ha dado y sigue dando la lucha por el derecho a la tierra y a

la búsqueda de alternativas a la pobreza, éste es uno de los más

importantes propósitos de la Confederación de Mujeres Campesinas.

El acceso a la tierra es hasta hoy día, limitado y discriminatorio,

entendiéndose como acceso a la propiedad debidamente legalizada con

control sobre la misma para que la mujer disponga de ella de conformidad

a sus intereses y necesidades.

Uno de los resultados más importantes de las luchas de las mujeres

rurales tanto campesinas como indígenas, ha sido la inclusión explícita de

la mujer en las Leyes Agrícolas. La Ley de Modernización Agrícola de 1992

76

señala que la mujer tiene derecho a la tierra en igualdad de condiciones y

oportunidades que el hombre. La Política para la Equidad de Género en el

Agro enfatiza la importancia de la inclusión de la mujer rural como

beneficiaria del apoyo estatal e institucional en general.

La implementación de estas Leyes ha requerido cambios en las estrategias

y los mecanismos institucionales para el sector rural, capacitación a

funcionarios y personal técnico. Los logros de estos esfuerzos no se

cuantifican ni cualifican actualmente, pero han sido diseminados por la

constante movilización del personal de las instituciones, sin una

focalización expresa y sin medir el impacto social, lo que ha dado como

resultado una débil aplicación del articulado legal.

Hace falta además que las mujeres rurales conozcan estas leyes y velen

por su aplicación. Una gran mayoría de las consultadas en la

investigación, después de muchos años de aprobadas la Leyes y Políticas

no han hecho uso de ellas para su beneficio por desconocimiento de las

mismas.

La Ley de Modernización del Sector Agrícola55 en su artículo No 79,

designa a hombres y mujeres como beneficiarios/as, con igualdad de

derechos. Las mujeres pueden ser adjudicatarias de tierra si son solteras

mayores de 16 ańos o casadas o en unión de hecho; en este caso, si la

pareja lo solicita, el título de propiedad puede salir a nombre de ambos.

No obstante, los resultados concretos en la adjudicación de tierras para

beneficio de la mujer, siguen siendo limitados.

55 SAG. Ley de Modernización del Sector Agrícola. Tegucigalpa: 1992

77

Según datos proporcionados por el Instituto Nacional Agrario (2002)56,

desde el año 1983 a diciembre del 2002 se otorgaron 47,303 títulos

equivalentes a 345,816.98 hectáreas a mujeres y 140,124 títulos y

974,035.67 hectáreas a hombres, en 16 departamentos del país, como se

detalla en las gráficas 3 y 4. Lo anterior significa que las mujeres

solamente tuvieron acceso al 25.2% del total de títulos y al 26% de las

hectáreas adjudicadas.

GRAFICA 3

Hectáreas de Tierra entregadas desde 1983 a Diciembre 2002

HECTAREAS DE TIERRAS ENTREGADAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

ATLANTID

A

COLON

COMAYAGUA

COPAN

CORTES

CHOLUTECA

EL PARAIS

O

FCO.MORAZAN

GRACIAS A D

IOS

INTIB

UCA

LA P

AZ

LEMPIR

A

OCOTEPEQUE

OLANCHO

SANTA BARBARA

VALLEYORO

SECTOR INDEPENDIENTEHOMBRES HectareasSECTOR INDEPENDIENTEMUJERES Hectareas

Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002

56 INA. Registros Estadísticos. Tegucigalpa: 2002

78

GRAFICA 4

Titulación de Tierras 1983-2002 comparación por Género

TITULACION DE TIERRAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

14,000

16,000

18,000

20,000

ATLANTID

A

COLON

COMAYAGUA

COPAN

CORTES

CHOLUTECA

EL PARAISO

FCO.MORAZAN

GRACIAS A D

IOS

INTIB

UCA

LA PAZ

LEMPIR

A

OCOTEPEQUE

OLANCHO

SANTA BARBARA

VALLE

YORO

SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Titulos

SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Titulos

Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002

En 1992 se constituyó un comité nacional para la incorporación de la

mujer al uso de la tierra, con el objetivo de programar y coordinar las

actividades necesarias para dinamizar el proceso, así como el acceso al

crédito, a la asistencia técnica, con fines productivos. Se acordó adjudicar

tierras a grupos de mujeres, analizar y adecuar los diferentes mecanismos

de crédito de acuerdo a las necesidades de las mujeres, sin embargo, los

cambios no han sido los esperados.

Hoy día continúan los reclamos de las Organizaciones de Mujeres

Campesinas, por incumplimiento de esos acuerdos, las mujeres rurales

siguen teniendo limitaciones para acceder a la tierra y otros beneficios que

se derivan.

79

La Confederación de Mujeres Campesinas sigue demandando al INA el

cumplimiento de la Ley en términos de:

• Titulación de tierras

• Dotación de tierras

• Asistencia técnica y capacitación

• Crédito agropecuario

• Apoyo a comercialización de los productos.

3.10 Acceso a crédito para las mujeres rurales

Muy pocas mujeres rurales han tenido acceso al crédito para agricultura,

siendo coincidente con el reducido acceso a la tierra y a los bienes

productivos. La institución a la que suelen acudir es el Banco Nacional de

Desarrollo Agrícola BANADESA, generalmente los préstamos que solicitan

las mujeres son por montos pequeños, los cuales no resultan rentables

porque incrementan los costos de operación y por ende son menos

atractivos para los bancos; además, una limitante significativa ha sido la

falta de garantías formales que los bancos exigen que las mujeres no

pueden cumplir.

Las mujeres que se han interesado en obtener créditos bancarios han

enfrentado limitaciones, derivadas del analfabetismo, poca claridad para

identificar alternativas de producción viables, rentables y adaptadas a sus

condiciones, falta de seguridad para incursionar en nuevas actividades

productivas, falta de tiempo para participar en grupos o asociaciones

productivas (Concepción Betanco)57 .

57 Entrevista a Concepción Betanco, presidenta de la Junta Directiva de la Confederación de Mujeres Campesinas. Febrero 2003

80

En la práctica las mujeres que tienen poca tierra, o no la tienen, o no

están asociadas, no pueden cumplir con las condiciones establecidas por

los bancos u otras instituciones que ofrecen créditos. No usan crédito

formal por falta de elegibilidad, siendo la barrera principal la falta de

garantías. Una situación distinta se encontró en la Cooperativa La

Sureñita, las mujeres consultadas afirmaron que actualmente tienen más

posibilidades de obtener créditos por montos considerables, debido al

capital que tienen invertido en la producción de marañón.

Según datos proporcionados por las organizaciones de mujeres

campesinas, las principales actividades que demandan crédito son:

• Adquisición de insumos para la producción

• Adquisición de equipos para mejorar la producción

• Compra de productos para la comercialización (pequeños negocios)

• Recursos para cubrir emergencias familiares.

3.10.1 Bancos Comunales y Cajas Rurales de Ahorro y Crédito

Considerando las limitaciones de acceso al crédito con la banca privada y

estatal, se han creado las Cajas Rurales y los Bancos comunales y

aprobado la Ley que regula las OPDs Financieras que facilitan apoyo

crediticio a la población, con respaldo económico internacional.

Los Bancos Comunales son la modalidad de intermediación financiera no-

bancaria más conocida a nivel nacional, que opera en áreas rurales entre

pobladores de bajos recursos. Considerando las facilidades para tener

acceso, las mujeres rurales han encontrado en ellos la posibilidad de

81

iniciar sus pequeños negocios. Son entidades promovidas por ONG's con

fondos de la cooperación internacional.

De mantenerse la tendencia de crecimiento, para finales del año 2003

habrán unos 600 Bancos Comunales en todo el país, manejando ahorros

con un valor de Lps. 20 millones aproximadamente que beneficiarían a

unas 18,000 personas en las comunidades más pobres.

3.10.2 Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CR)

Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito son empresas comunales integradas

y gestionadas por familias rurales, que ofrecen servicios financieros a sus

socios y personas particulares. Constituyen una de las modalidades de

intermediación financiera no bancaria más importante, con presencia en la

mayoría de los departamentos del país. Se amparan en el Decreto

Legislativo No. 201-93 del 13 de Octubre de 1993 "Ley de Cajas de Ahorro

y Crédito Rural"58. A mediados del año 2,000 habían unas 3,000 cajas en

las áreas más pobres del país, integradas por unos 65,000 miembros,

manejando un capital de Lps 14 millones, para un promedio de Lps 5,900

por caja.

La mayoría de las mujeres consultadas en la investigación, conocen los dos

sistemas de crédito y ahorro y muchas se mantienen vinculadas a uno de

ellos de manera activa. Reconocen su importancia como alternativa a las

necesidades comunitarias tanto productivas como de orden familiar, pocas

mujeres todavía tienen cuentas de ahorro, distinguiéndose porque pagan

más rápido los préstamos que los varones, aún con montos similares.

58 Honduras. Congreso Nacional. Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural. Decreto Legislativo No. 201-93, 13 Octubre 1993. Tegucigalpa: 1993

82

3.11 Acceso a Capacitación

La capacitación y los servicios de asistencia técnica agrícola dirigida a las

mujeres rurales, se iniciaron en los años cincuenta, según datos del

Instituto Nacional Agrario, estos fueron ejecutados por medio de la

Secretaría de Recursos Naturales, el INA y complementados por el Instituto

Nacional de Formación Profesional INFOP.

En 1980 se creó en el Programa Nacional de Extensión Agropecuaria de la

SAG, una sección de cooperación con la mujer y la juventud rural, la cual

posteriormente se orientó a la parte productiva. Hoy día la cooperación

internacional y las ONGs, han ampliado esta oferta, superando el aporte

del Estado en la implementación de programas y proyectos de desarrollo

rural con una mayor inclusión de la mujer en procesos de capacitación.

Al posibilitarse la inclusión de la mujer en procesos de capacitación y

desarrollo se espera a mediano y largo plazo, una reconversión de la crisis

rural. La Estrategia gubernamental de Reducción de la Pobreza ERP

también plantea la necesidad de invertir en capital humano, en el

fortalecimiento de la mujer, para elevar el nivel de ingresos y la

diversificación de la producción a nivel nacional.

Algunas mujeres rurales se están capacitando actualmente para

trascender las actividades tradicionales, especialmente producir y procesar

alimentos; se han vinculado a una amplia gama de rubros, algunas con

inversiones a nivel de capital fijo (infraestructura) y capital circulante, con

fondos de préstamos para: procesar carne de cerdo, sembrar marañón,

83

plátanos, camarón, ampliar el rubro artesanal en calidad y nuevos

diseños, procesar lácteos, construir silos, etc.

Otras, la mayoría, trabajan en forma individual, con inversiones

personales, o con préstamos de menor cuantía que obtienen a través del

Estado, de ONGs, o de prestamistas. Los rubros son variados, desde la

compra y venta de pescado, elaboración de casabe, flores de tusa, papel

orgánico, cultivo de flores naturales, etc. En todos los casos las mujeres se

capacitan y siguen atendiendo la crianza de los hijos e hijas y los

quehaceres de la casa.

Los temas de capacitación más frecuentes se han orientado a preparar a la

mujer para que incursione en nuevas actividades productivas o fortalezca

las que conoce, incorpore calidad, nuevos diseños, etc., en la elaboración

de artesanías de barro con diferentes formas y colores, elaboración de

envasados de frutas, encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa,

jabones, shampoo, procesamiento de semillas y tubérculos, medicina

natural, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos,

bordados, café orgánico, elaboración de papel orgánico, procesamiento de

lácteos, procesamiento de alimentos, medicina natural curativa y

preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves criollas, cerdos y

otras especies menores, tiendas de consumo, tejidos, bordados,

elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, pesca y

comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco, tule,

yute, etc.

La mayoría de las mujeres rurales participan en los procesos de

capacitación con entusiasmo e interés, para muchas han marcado una

nueva etapa en sus vidas, elevando su autoestima.

84

La mujer rural es:

Luchadora, esposa o compañera, madre y productora agrícola, cría ganado

y cultiva, cosecha, elabora, comercializa y prepara los alimentos. La mujer

rural cultiva productos para el consumo familiar y colabora en la

producción de cultivos comerciales, con frecuencia carece de tierra y

trabaja únicamente como asalariada. Las mujeres rurales también son

extensionistas agrícolas, especialistas agropecuarias y empresarias, lo que

evidencia su aportación esencial al desarrollo rural.

3.12 Las mujeres indígenas

Las mujeres indígenas constituyen un importante sector de la población

rural hondureña. Actualmente existen ocho grupos étnicos reconocidos:

Lencas, Tolupanes, Garífunas, Misquitos, Pech, Tawuahkas, Chortis e

Isleños (comunidades negras de habla inglesa), constituyendo una rica

diversidad étnica dispersa a lo largo del territorio nacional, que representa

un promedio de medio millón de habitantes.

Las poblaciones Garífunas se ubican al norte del país en 53 comunidades,

los Misquitos en 84 comunidades en el departamento de Gracias a Dios;

los Lencas en 612 comunidades en los departamentos de La Paz, Valle,

Intibucá, Lempira y Ocotepeque; los Pech (Payas) con 1,600 habitantes

ubicados en Olancho y Gracias a Dios; los Tawahkas (Sumos) en 7

comunidades en el Patuca, Olancho; los Xicaques (Tolupanes) en 143

85

comunidades en los departamentos de Yoro y Francísco Morazán; los

Chortis con 3,500 habitantes en Copán y Ocotepeque.

Las poblaciones indígenas en su mayoría enfrentan graves problemas de

pobreza, practican una economía de subsistencia basada principalmente

en el cultivo de maíz, frijoles, yuca, papa y plátanos. Las principales

fuentes de ingreso provienen de la venta de una parte de su producción en

los mercados locales, algunos aprovechan en pequeña escala, productos

no maderables de los bosques, extraen resina de pino, plantas

medicinales.

Actualmente la mayoría de las etnias se encuentran en una fase de

ladinización, pese a ello, en algunas comunidades Lencas del

Departamento de Lempira, particularmente en Goascotoro, se ha iniciado

un proceso de reivindicación de la etnicidad; al norte del país, el pueblo

Garífuna (incluyendo Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Caribe),

logró que la UNESCO reconociera su cultura como patrimonio de la

humanidad, como una medida para mantener sus tradiciones.

En esta investigación consultamos a las mujeres indígenas lencas

ubicadas en los departamentos de La Paz, Lempira, Santa Bárbara,

Intibucá, Valle y a las Garífunas de Atlántida y Colón, acerca de su nivel

organizativo, su contribución a la economía rural y manejo de los recursos

naturales.

Las mujeres indígenas comparten junto a las campesinas y negras,

similares problemas de marginamiento y exclusión; aunque su situación

de rezago es generalmente más aguda. Según estudios realizados por la

Secretaría de Salud, los padecimientos físicos de estas mujeres son

86

mayormente de origen infeccioso y parasitario, vinculados a la falta de

agua potable, viviendas en mal estado, entornos insalubres, etc.

Varias ONGs como La Comisión Cristiana de Desarrollo CCD y el Programa

TRAMIL para Centroamérica, están facilitando procesos que fortalezcan el

uso comunitario de plantas medicinales en los Departamentos de Intibucá,

La Paz y Santa Bárbara con las mujeres lencas y en los departamentos de

Atlántida y Colón con las garífunas, con fines de mejoramiento de las

condiciones de salud. En Centro de Investigación TRAMIL Centroamérica

ha realizado estudios sobre los conocimientos de las mujeres indígenas en

relación al manejo de los recursos naturales, manejo y reproducción de

plantas medicinales, salud reproductiva, embarazos, alumbramiento,

concepción, mitos y ritos propiciatorios de la fertilidad, herbolaria,

prácticas y procedimientos ginecológicos, con el propósito de recuperar las

tradiciones y el conocimiento de las poblaciones indígenas y la función que

cumplen en las comunidades.

Las terapeutas indígenas son mujeres reconocidas en las comunidades

rurales por su pericia en el tratamiento de enfermedades y en la atención a

partos, la Secretaría de Salud ha reconocido su labor en las zonas más

aisladas del país, algunas han sido capacitadas. Su importancia radica en

la actitud de servicio que asumen, sean parteras, yerberas, sobadoras,

curanderas, hoy representan uno de los bastiones donde con mayor fuerza

se conserva el conocimiento indígena. El aporte de estas mujeres a la

salud de la población, resuelve en parte el problema de la falta de acceso

al sistema oficial de salud y al encarecimiento de los servicios médicos.

La mujer indígena es una trabajadora activa y silenciosa, su aporte a la

economía familiar ha estado por siglos invisibilizado con muy pocos

87

cambios a lo largo del tiempo, hoy día existe un mayor conocimiento de

esta situación, en parte por el aporte institucional. Trabajan la agricultura,

en tareas de siembra y de recolección de cosecha, cría de animales

domésticos, elaboración de artesanías, tejidos de vistosos colores, etc.

Actualmente las poblaciones indígenas lenca están recibiendo mayor

asistencia externa.

Fotografía 19. Mujer indígena Lenca, tejedora de pañuelos de lana Comunidad de San José, Departamento de la Paz. 2002

Un grupo de mujeres lencas de Quebrada Honda en Intibucá, se han

organizado para detener el deterioro de los recursos naturales en la zona,

bajo la dirección de la Alcaldía Municipal. Aprovechando ese espacio

colectivo, discuten sobre los problemas de las sequías, la escasez de agua,

leña, la pérdida de los animales silvestres y su impacto en las condiciones

de vida. Han decidido retomar las costumbres ancestrales sobre el cuidado

de la naturaleza. La mujer indígena es apreciada por los conocimientos

que posee acerca de la utilización sostenible de los recursos naturales, la

conservación de suelos, agua, manejo de plagas y conservación de los

recursos naturales.

88

Participan en actividades comunitarias y en los rituales, casi siempre

dirigidos por los hombres. Un estudio realizado con las mujeres lencas en

el ańo 2000 (Oseguera M. y Torres C.)59 destacó que en aquellas

comunidades que presentan un alto grado de expulsión migratoria, las

mujeres indígenas son las que en general se quedan a cargo de la familia.

Las líderes que han recibido capacitaciones sistemáticas por parte de

ONGs, han ampliado los márgenes de acción pública, por lo que es más

frecuente hoy encontrar mujeres indígenas formando parte de directivas

comunales.

La población lenca es y ha sido muy industriosa, a lo largo del tiempo ha

generado una producción artesanal muy variada, arraigada en sus

tradiciones y rituales, lo cual representa una gran riqueza para Honduras.

Algunas instituciones cooperantes les acompañan a recuperar las

tradiciones, otras hacen énfasis en la seguridad alimentaria, en el

fortalecimiento a la producción artesanal, entre ellas: la Comisión

Cristiana de Desarrollo CCD, el PRAF, FAO Lempira Sur, Programa

Especial de Seguridad Alimentaria PESA, FOPRIDEH, CIPE Consultores y

otras.

59 Oseguera de Ochoa, Margarita y Torres, Corina. Biodiversidad y Comunidades Indígenas Lencas en Honduras. Tegucigalpa: 2001.

89

Fotografía 20. Mujer Indígena de Goascotoro, Intibucá, Cultivos de Plantas Medicinales en el Huerto. Enero 2003

IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACION

4.1 Participación de la Mujer Rural en la Producción Agrícola

Se ha comprobado que la mujer rural desempeña un rol fundamental en la

producción agrícola en pequeña escala, especialmente en granos básicos,

pero este aporte ha sido muy poco reconocido. La mujer rural por lo

general no administra la producción agrícola, a menos que ella sea la

dueña o responsable directa cuando el hombre emigra o se queda viuda.

Comparte las tareas con los hijos e hijas y otros miembros de la familia.

Muchas mujeres solas con acceso a tierra para cultivo, que tienen hijos e

hijas pequeńos/as, se ven obligadas a contratar fuerza de trabajo que les

ayude en la atención de la parcela. La siembra demanda generalmente un

trabajo igualmente compartido del hombre y la mujer, aunque éstas

realicen además las tareas de la casa.

90

Según un testimonio de una mujer campesina (Maria Ochoa comunidad

Valle de Angeles), “Las mujeres de por aquí realizamos el mismo trabajo que

el hombre, porque la mujer agarra el azadón y trabaja a la par del hombre,

luego de haber hecho el oficio de la casa y hace el trabajo de la casa

después de venir de trabajar con el hombre en el campo, ahora las mujeres

hacen hasta sus propios abonos, son mujeres organizadas que se agrupan y

hacen hasta ese trabajo”.

La agricultura en cualquier escala que sea, demanda el empleo de un

importante esfuerzo físico, aunque no siempre las actividades productivas

demandan una gran cantidad de mano de obra. Muchas mujeres

desarrollan la fuerza necesaria para atender el trabajo de la parcela, igual

realizan otras actividades productivas, elaboración de artesanías, crianza

de aves, cerdos, conejos, procesamiento de alimentos, etc. Estudios

realizados por el IICA y la FAO han constatado el importante aporte de la

mujer en las actividades de poscosecha como el transporte,

almacenamiento en silos o en trojas, el secado, la selección, el empaque y

otras tareas.

La participación de la mujer no esta restringida a cultivos específicos ni a

cultivos para el autoconsumo, en la investigación se constató que la mujer

incursiona en todo tipo de cultivos y algunas ya están pendientes de lo que

demandan los mercados de las ciudades. Las mujeres del Municipio de

Valle de Angeles por ejemplo, cultivan hortalizas como tomate, chile,

cebolla, repollo, pepinos, rábano, remolacha, lechuga y otros productos,

porque tienen mucha demanda en Tegucigalpa; la mayoría vende

directamente en la ciudad o a otras mujeres intermediarias que tienen

puestos de venta en los mercados de la capital.

91

Generalmente la mujer rural a diferencia del hombre, prefiere vender

directamente en sus comunidades a los consumidores y en ocasiones a los

compradores que llegan a las localidades, porque invierte menos tiempo en

el proceso, se les facilita el transporte y el pago es inmediato, pero enfrenta

el agravante de vender a precios mas bajos que los del mercado, porque

generalmente no conoce sobre éstos ni como calcularlos.

En esta investigación se constató que los precios de los productos son

asignados por referencia de los precios locales, sin contabilizar el trabajo

personal invertido. Estas formas de venta limitan la posibilidad de la mujer

a recibir precios justos por sus productos, limitándola a mejorar los

ingresos de la familia, manteniéndola en la sobrevivencia. Las mujeres

rurales productoras no tienen acceso a información sobre precios ni a

espacios de negociación para vender sus productos; esta situación no es

de su exclusividad, forma parte del marginamiento que enfrenta la

población rural en su conjunto.

El trabajo de la mujer rural en la agricultura, no es justamente

remunerado o no se remunera en ninguna forma, no se contabiliza, ni se

valora socialmente. Algunos programas y proyectos de instituciones

públicas y privadas reproducen y legitiman esta situación, al manejar el

trabajo de las mujeres productoras agrícolas de una manera marginal,

asignándoles pocos recursos de apoyo y excluyéndolas de los programas de

asistencia técnica. La Política para la Equidad de Género en el Agro hace

referencia a esta problemática.

En las actividades pecuarias en pequeńa escala se da el patrón del trabajo

compartido entre el hombre y la mujer, la mujer apoya en el ordeño, el

cuidado y la alimentación de los animales. La ganadería menor ha sido y

92

es una actividad que atienden las mujeres. Según las consultadas, los

hombres son los que reciben las capacitaciones sobre ganadería que

ofrecen la Secretaria de Agricultura y Ganadería y otras instituciones, pero

ellas también atienden el ganado.

En la avicultura es la mujer junto a los menores de la casa, la responsable

de la alimentación de las aves y la recolección de los huevos y es quien

exclusivamente se encarga de la venta de las gallinas y los huevos. Cuando

se trata de producciones avícolas más grandes, destinadas al comercio, las

mujeres se asocian con otras, usan galpones grandes y un tratamiento

tecnificado para aves, sean ponedoras o de engorde. En el Valle de

Jamastran en el Departamento del El Paraíso, las mujeres consultadas

han tenido éxito en la crianza de gallinas; han recibido capacitación,

asistencia técnica y financiamiento del Proyecto PRODERCO de la SAG, las

mujeres se encargan de todo el proceso de atención de las aves, solamente

acuden a los hombres para que construyan los galpones.

Históricamente la mujer rural ha participado en la producción agrícola,

pero la dimensión de su aporte no ha sido valorada ni registrada en las

estadísticas tal como se alude a lo largo de este documento. Hoy día se

percibe más interés por parte del Estado en conocer los problemas de

marginamiento y exclusión que enfrenta la mujer rural vinculada a

actividades agrícolas, por el impacto negativo que tiene para el desarrollo.

La inequidad de género en el agro se expresa mayormente en la falta de

correspondencia entre su nivel de contribución al desarrollo agrícola y

rural y la desigual participación en los beneficios y el acceso a

oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales.

93

Debido a la inequitativa distribución de la tierra en Honduras, la mayoría

de la población rural únicamente tiene acceso a parcelas de reducido

tamaño, estas se han distribuido en mayor número a los hombres. En esta

investigación se constató que estas pequeńas unidades de producción

agropecuaria son vitales para enfrentar las necesidades de alimentación de

la familia. Es en estas parcelas donde se produce buena parte de los

alimentos que se consumen a nivel nacional que generalmente no se

venden por excedente sino por la necesidad de comprar otros bienes para

la sobrevivencia, o por falta de condiciones para almacenar. Las mujeres

dedicadas a la producción de granos básicos del Valle de Jamastrán,

lamentan que no están recibiendo el apoyo necesario por parte del Estado

para salir adelante.

Un estudio realizado por Brenda Kleysen y Fabiola Campillo (1996)60 sobre

la importancia del trabajo de las productoras de alimentos en 18 países de

América (entre ellos Honduras), encontró que las estadísticas oficiales

sobre empleo, no reflejan en su exacta dimensión la participación de la

mujer en el sector agropecuario. En efecto, las estimaciones surgidas de la

investigación revelan que su participación es dos a cinco veces superior a

lo que muestran las estadísticas nacionales.

Otro estudio realizado por el BID y el IICA en 199661, sobre Las

Productoras Agropecuarias afirma, que las pequeñas unidades de

producción agropecuaria son simultáneamente unidades de producción

económica y de reproducción social. La supervivencia familiar exige llevar

a cabo todas las tareas involucradas en ambas funciones.

60 Kleysen Brenda y Fabiola Campillo. Productoras de Alimentos en 18 Países de América Latina y el Caribe. Perspectivas, Género y Desarrollo Rural. 1997 61 Kleysen, Brenda. Ed. Productoras Agropecuarias en América del Sur. San José: BID/IICA, 1996.

94

Las mujeres lencas de Intibucá son reconocidas porque siembran papa,

entre otros cultivos comestibles y medicinales; es frecuente que ellas sean

las responsables de todo el proceso productivo, hasta su comercialización.

Los tubérculos como la yuca que producen las mujeres garífunas del norte

del país, para elaborar el casabe, son con frecuencia cosechados por ellas

mismas, ocupándose también de su procesamiento y venta.

En el cultivo de algunas plantas textiles como la palma de junco, la fibra

de tule y la siembra de frutales fuera del predio de la casa, la participación

de las mujeres es limitada, pero es ella por tradición junto a los niños y

niñas, la responsable del proceso de recolección y procesamiento hasta la

elaboración de objetos. Algunas mujeres consultadas en la investigación,

aún no se reconocen a sí mismas como trabajadoras agrícolas, consideran

que su trabajo en la agricultura es un aporte complementario de escaso o

ningún valor, entre sus responsabilidades no contabilizan el tiempo

dedicado a la parcela. Es probable que no exista ninguna mujer rural en

Honduras que no sepa cómo se prepara la tierra, siembra y cosecha los

alimentos, considerando la permanente vinculación que tiene con el

proceso productivo.

En varias regiones del país la producción de granos básicos ha entrado en

crisis, por el poco acceso a la tierra y a la asistencia técnica, limitados

recursos para la siembra y el alto grado de deterioro de los suelos, los

cambios climáticos y la falta de agua; las cosechas se han reducido

sustancialmente, departamentos que otrora eran los que abastecían el

mercado nacional, hoy no producen lo suficiente ni para consumo local.

Esta situación puede cambiar si se ponen en práctica condiciones

favorables, por ejemplo, en algunas comunidades de los municipios del sur

95

del departamento de Lempira se registra en los últimos años un

incremento importante en la producción de maíz, por los cambios que se

están implementando en los métodos de siembra en ladera y el control de

las quemas en los campos de cultivo.

Según datos proporcionados por las campesinas y los/las agrónomos/as

que laboraron con el Proyecto Lempira Sur, hoy en manos de la Secretaría

de Recursos Naturales, existe relación entre el uso de la técnica del manejo

del rastrojo, consistente en la recuperación y mantenimiento de la

vegetación natural en las laderas para retener el suelo y la humedad y la

siembra de maíz en laderas entre los arbustos (guachipilin y aceituno);

dando como resultado un incremento en el rendimiento por manzana de

tierra cultivada. La participación de la mujer en estas actividades de

manejo de la parcela es muy importante, conoce la técnica de conservación

(rastrojo) y valora sus beneficios, tanto por el incremento de la producción

como por la disponibilidad de leña.

“La adopción de tecnologías de manejo de suelos como no quema, labranza

mínima, barreras vivas, distanciamiento de siembra, manejo de rastrojos,

ha contribuido al incremento de la producción y la productividad de los

pequeños y medianos productores en los Municipios del sur de Lempira.

Alrededor de 1,000 familias lograron incrementar sus rendimientos

promedio en maíz de 21 quintales a 48 quintales, en parcelas de dos

manzanas; en fríjol de 6 quintales a 14 quintales en parcelas de media

manzana” (Lempira Sur 2000)62. Durante el levantamiento de la

información se logró observar a grupos de mujeres en las parcelas,

recolectando maíz y extrayendo leña.

62 FAO. Lempira Sur 1994-1998, Informe de Experiencia. Tegucigalpa: 2000

96

Fotografía 21. Parcela de Maíz con rastrojo. Sur de Lempira. Enero 2003

Las diferentes formas de inserción de la mujer al sector agrícola ya han

sido estudiadas anteriormente, Martínez y Rosales63 registran seis

tendencias mas frecuentes de inserción de las mujeres a la producción

agrícola, en esta investigación hemos corroborado que se mantienen

vigentes:

1. Trabajo en forma individual o colectiva para el autoconsumo

familiar o de subsistencia (producción de hortalizas y frutas,

pecuaria de especies menores), aportando una proporción

significativa a la ingesta alimentaria familiar. El trabajo colectivo se

vincula a la Reforma Agraria.

2. Apoyo al trabajo agrícola del esposo o compańero de hogar quien es

el responsable principal de la actividad.

63 63 Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. San José: Fundación Arias,1995.

97

3. Realización de tareas en la producción, procesamiento y

comercialización en pequeńa escala, individual y colectiva.

4. Participación en actividades forestales: recolección de leńa, frutas,

fibras naturales, plantas medicinales y similares, que al ser

transformadas en alimentos, medicamentos y otros, representan

ingresos monetarios para la familia. La generación de ingresos es

reducida.

5. Proletaria rural o asalariada. La participación de las mujeres es

significativa en las empacadoras de bananos (52% son mujeres),

gana salarios inferiores al de los hombres en jornadas de 12 horas.

6. Miembras de cooperativas agrícolas en el marco de la Ley de

Reforma Agraria. Su participación ha sido limitada, en 1989 solamente

un 15.4% eran mujeres.

4.2 La mujer rural vinculada a otros rubros agrícolas.

La caficultura ha sido uno de los primeros espacios de empleo de la mujer

rural, desempeñando un rol muy importante en el período de corte de la

fruta. Según datos proporcionados por el Informe sobre Desarrollo

Humano Honduras 200264, la participación laboral femenina en el cultivo

de café representa aproximadamente el 60%. El café forma parte del sector

agro exportador tradicional, se produce generalmente en pequeñas

parcelas.

64 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002

98

Las mujeres rurales también se incorporan como asalariadas en las

plantas empacadoras de banano y camarón y en las plantaciones de melón

y sandía, representando el 40%. La fuerza de trabajo de la mujer es

apreciada especialmente en el volteo de frutas, recolección y empaque.

Las mujeres desarrollan en pequeńa y mediana escala agroindustrias

caseras, generalmente derivadas de las actividades agrícolas. En la

investigación se encontró a mujeres que elaboran productos de sábila en

los departamentos de Santa Bárbara y El Paraíso, ellas mismas siembran

la planta, la cuidan y recolectan las hojas para elaborar shampoo y

enjuagues para el pelo.

4.3 Huertos Familiares y Seguridad Alimentaria

El huerto familiar es un espacio productivo de extraordinaria importancia

para la familia rural hondureña, ha sido el entorno que por naturaleza ha

acompañado la vivienda y ha dado vida al campo. En adecuadas

condiciones de suelos, agua y clima, se convierte en un valioso

complemento de la dieta alimenticia de la población rural. Constituye un

espacio productivo altamente apreciado por la mujer en el que invierte

gran parte de su tiempo.

“El huerto es como un refugio para disipar los problemas cotidianos”,

según testimonio de una mujer entrevistada.

99

Fotografía 22. Mujer Campesina en su huerto, una forma De riego por goteo. Santa Bárbara. Enero 2003

Los huertos, como pequeńas unidades de producción, se desarrollan en los

alrededores de las viviendas bajo el cuidado de la mujer y los menores, la

cosecha es generalmente utilizada para el consumo familiar. Un huerto

puede albergar vegetales, legumbres, plantas medicinales, flores, frutas,

ganadería menor, conejos, cerdos, aves, etc.

Los cultivos más comunes que se observan en los huertos a nivel nacional,

son las musáceas, cítricos y mangos; la otra parte del huerto, la

conforman los animales domésticos, siendo la gallina la más común. La

cría de cerdos y ganado vacuno ha disminuido sustancialmente por la

alimentación y los espacios que requieren y por la precariedad de las

condiciones económicas de la familia. Fotografías 23. Vivienda sin huerto por falta de agua. Huerto reducido al límite. Enero 2003

100

En algunas regiones del país, particularmente en el departamento de Valle

los huertos habían casi desaparecido en la época en que se levantó la

información de campo (Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero), en otros

departamentos como el sur de Francisco Morazán, algunos municipios de

El Paraíso y Choluteca, este espacio productivo se redujo sustancialmente

a unos cuantos árboles frutales, como resultado de los prolongados

veranos y la falta de agua para regar.

La situación es resentida por las mujeres consultadas ya que ello limita

las posibilidades de sostenibilidad alimentaria de la familia y la pérdida de

una tradición.

El factor agua para la vida de la población rural, debe ser objeto de mayor

atención por parte de los organismos competentes del Estado,

considerando la progresiva reducción de este elemento y sus fuentes, en la

zona rural; el agua es un recurso vital para el desarrollo.

Mantener la siembra de hortalizas, verduras, frutas, flores, tubérculos,

plantas medicinales, granos básicos en pequeńa escala, papas y otros

comestibles responde generalmente a ecosistemas con mayor incidencia de

lluvias y a la intervención de Programas y Proyectos de desarrollo rural que

invierten en infraestructura para riego.

La variedad de los cultivos depende también de las zonas ecológicas del

país, la yuca por ejemplo que utilizan las mujeres garífunas para elaborar

el casabe se produce en mejores condiciones en la zona atlántica.

101

Fotografía 24. Plantación de yuca

Comunidad de Corosal, Atlántida. Diciembre 2002

El cultivo del huerto en condiciones adecuadas beneficia directamente a la

familia, es una ayuda para la alimentación y cuando se presenta una

buena cosecha se vende. Los ingresos obtenidos suelen ser administrados

por la mujer.

Este espacio productivo complementa la alimentación de la familia, cuando

se dan las condiciones de calidad de suelo, acceso al agua para riego,

condiciones climáticas adecuadas, herramientas e insumos agrícolas,

tecnología apropiada. Según estudios realizados por la FAO, existe relación

entre la calidad de vida de las familias que tienen huertos con abundantes

y diversos productos y las que no lo tienen.

El huerto que históricamente acompañó muchas viviendas rurales en

Honduras, se está perdiendo en varias regiones del país, especialmente en

el Sur, parte del Centro y de Oriente. Casi todos son temporales como se

observó en esta investigación, dependen del agua de lluvia para

sostenerse, muy pocas plantas resisten las sequías prolongadas. Esta

pérdida es uno de los problemas más graves que afectan a la población

rural y su economía. Bajo las condiciones actuales de escasez de agua,

casi 7 meses al año, es difícil que esta alternativa alimentaria, se convierta

102

en una opción para la población rural, a menos que se realicen grandes

inversiones para instalar sistemas de riego y mejoramiento de la calidad

del suelo. Muchos huertos solo existen en épocas de invierno.

Fotografía 25. Vivienda aldea Municipio de Nacaome, Valle. La mayoría de las viviendas de la zona no tenían huerto en Enero 2003

Este espacio productivo ha sido de mucho interés para las mujeres

rurales, por la necesidad de contar con alimentos de acceso inmediato

para la familia; una enorme cantidad de recursos económicos y humanos

se han invertido con este propósito, pero los resultados han sido muy

reducidos. Las mujeres rurales son protagonistas en el tema de la

seguridad alimentaria, enfrentando además de las condiciones de pobreza

y pobreza extrema, los problemas que se derivan de la escasez de

alimentos íntimamente vinculada a la escasez de agua, tanto para riego

como para consumo humano. El Estado, la FAO y otras agencias de

cooperación internacional, siguen buscando alternativas que viabilicen el

tema del huerto, por considerarlo básico en relación al acceso de alimentos

para la familia rural pero no se logran resultados de largo plazo, por las

condiciones anteriormente apuntadas.

El Proyecto Lempira Sur, en el Departamento de Lempira, inició

operaciones en 1988 con el propósito de restaurar la capacidad productiva

103

de una de las zonas más afectadas por la pobreza, poniendo énfasis en los

mecanismos de protección y aprovechamiento de los recursos hídricos y en

la formación de conciencia sobre los efectos en los sistemas productivos y

el manejo adecuado de los recursos naturales.

En 1995 la orientación de este Proyecto se centró en la finca y la

microcuenca, incorporando como eje central a la familia y la comunidad.

La meta fue mejorar la disponibilidad y el acceso de la población a los

alimentos básicos. Hoy día se puede observar un considerable número de

mujeres de esa zona, vinculadas directamente a la producción de granos

básicos, lácteos, hortalizas, alimentos procesados, artesanías en barro,

silos de metal y otros. Venden y compran productos en las comunidades

fronterizas con la Republica de El Salvador.

Fotografía 26. Mujeres del Municipio de Olocingo, Lempira Comercializando productos con El Salvador, cruzando el Río Lempas. Enero 2003

Algunas agroindustrias caseras de alimentos envasados extraen los

insumos de los huertos y la producción de la parcela; elaboran

especialmente encurtidos que tiene alta demanda en las comunidades,

especialmente en el verano cuando escasea el alimento; por ello se ha

convertido en una actividad que genera ingresos para la mujer. La mayoría

104

de las pequeñas empresas de envasados son de subsistencia, de

autoempleo, no están registradas oficialmente ni tienen control de calidad.

Algunas mujeres del sur del Departamento de Lempira están vendiendo

estos productos en la frontera con El Salvador, con buena demanda.

Este departamento sigue siendo señalado como uno de los más pobres del

país con un bajo índice de desarrollo humano y menor índice de

potenciación de género; sin embargo, los aspectos observados en esta

investigación, en siete municipios del mismo (Cololaca, Guarita, San Juan

Guarita, Mapulaca, Tomalá, Candelaria y Tambla, reflejan una situación

diferente en lo relativo a la reactivación de actividades productivas.

El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria en Honduras PESA,

con el apoyo de la FAO y la Agencia Española de Cooperación

Internacional AECI, está promoviendo un proceso comunitario para

asegurar la alimentación en los Municipios de San Lucas, San Antonio de

Flores y Morolica, al sur oriente del país, con el propósito de aumentar la

disponibilidad de alimentos mejorando el acceso a los mismos, incidiendo

en los sistemas de producción con el uso de tecnologías sostenibles y el

manejo adecuado de los recursos naturales.

Este programa ha involucrado activamente a la mujer en el cultivo de

huertos, el procesamiento de alimentos, y la ganadería menor,

capacitándolas sobre estos aspectos, así como también sobre la

problemática local y el tema mujer y desarrollo.

105

Fotografía 27. Mujer Campesina de San Lucas, El Paraíso. Participando en recolección de hortalizas. Fotografía de PESA

Una de las dificultades más graves que enfrentan las mujeres rurales son

los bajos índices nutricionales, especialmente en los niños y niñas,

derivado de las condiciones de pobreza y pobreza extrema. En los últimos

años en Honduras se han tenido que importar alimentos por los limitados

resultados de las cosechas y la producción en general, encareciendo la

canasta básica. El tema de la alimentación ha ocupado a expertos e

involucrado a muchos proyectos, sin que hasta hoy se hayan visto

resultados significativos.

Por casi 50 años la FAO ha intentado posicionar el tema de la distribución

de tierra para producir alimentos en los gobiernos de todo el mundo, los

objetivos más importantes han sido que los países produzcan suficientes

alimentos para la población, con calidad y en la cantidad necesaria. La vía

ha sido la inclusión de la mujer rural en la diversificación de huertos

familiares, asistencia técnica a la producción de granos básicos, etc. para

abaratar el costo de los alimentos. En Honduras también se han hecho y

se siguen dando estos esfuerzos como lo constatamos en los

departamentos de Lempira y El Paraíso.

106

Fotografía 28. Mujeres Campesinas, madre e hijas de San Lucas, El Paraíso. Se capacitan en producción de hortalizas en su huerto. Dic. 2002

4.4 VINCULACION DE LA MUJER RURAL A ACTIVIDADES NO

AGRICOLAS GENERADORAS DE INGRESO

Un considerable número de mujeres rurales al no tener acceso a la tierra

para agricultura y a sus bajos rendimientos han tomado la decisión de

formar pequeñas empresas, la mayoría de ellas de subsistencia, como

alternativa para generar ingresos; es a través de éstos que se busca cubrir

las necesidades de la familia: mejoramiento de viviendas, la escuela y

colegios.

La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las

oportunidades, está facilitando que la mujer rural hondureña acceda a

nuevos conocimientos, destrezas y habilidades; no sólo motivada por los

alimentos y bienes de consumo para la familia, sino porque valora es costo

de oportunidad para su propio desarrollo. El manejar sus ingresos, tomar

las decisiones sobre qué hacer con ellos, le está permitiendo a la mujer

rural elevar su autoestima.

107

Muchas mujeres rurales están organizadas o están intentando hacerlo. Se

les encuentra vinculadas a una amplia gama de rubros, algunas con

inversiones considerables de capital fijo (infraestructura) y capital

circulante, con fondos de préstamos que han pagado o están pagando,

como La Sureñita que procesa semillas y pasas de marañón, las que

procesan carne de cerdo, las que siembran y comercializan camarón en el

mercado internacional, las alfareras Lencas, las que procesan lácteos,

construyen silos, etc.

Otras con menores inversiones y préstamos pequeños, elaboran pan,

dulces, compran pescado, elaboran casabe, confeccionan flores de tusa,

papel orgánico, cultivan flores naturales, etc., también incursionando en

actividades que les generen ingresos, generalmente módicos, pero que

contribuyen a elevar un poco sus niveles de desarrollo humano.

Las actividades más comunes que realizan las mujeres que se consultaron

en esta investigación fueron: elaboración de artesanías de barro con

diferentes formas y colores, elaboración de envasados de frutas,

encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, champúes,

procesamiento de semillas y tubérculos, siembra y venta de flores

naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de

papel orgánico, procesamiento de lácteos (quesos y mantequilla),

elaboración de alimentos (rosquillas, dulces, comida, rosquetes, tajaditas

de plátano, casabe), medicina natural curativa y preventiva, silos para

almacenar granos, cría de aves, tiendas de consumo, tejidos, bordados,

elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, comercialización de

pescado, elaboración de artesanías de junco y yute, etc.

108

Fotografía 29. Galpón para Gallinas ponedoras. El Paraíso Fotografía 30. Gallinas Ponedoras. El Paraíso.

Grupos de mujeres de Villa Santa. Enero. 2003

La valoración del trabajo de la mujer en el campo es parte fundamental en

la búsqueda de alternativas para combatir la pobreza, como actora de

desarrollo, merece un trato justo en el acceso a la tierra y otros medios de

producción.

4.5 OTRAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

GENERADORAS DE INGRESOS

4.5.1 Alfarería Lenca

La mujer lenca tiene una trayectoria de varios siglos en la elaboración de

cerámica y utensilios de barro. Las alfareras lencas se ubican en los

departamentos del sur, centro y occidente del país, en donde el barro es

un bien altamente considerado por su utilidad en la alfarería. Las mujeres

han transmitido de generación en generación los procedimientos para la

elaboración de vasijas de diferentes tamaños, estilos, acabados y colores.

Existe una cierta especialización por zonas geográficas de las alfareras a

nivel nacional.

109

“En Honduras la alfarería de tipo tradicional prehispánica es una actividad

eminentemente femenina, desarrollada en la región central, occidental y en

la costa pacifica de Honduras, amplia área de asentamiento del pueblo

Lenca: Goascorán, Guajiquiro, Camasca, La Campa, La Arada, y muchos

otros. Actualmente enfrenta el problema de apropiación por parte de

particulares de los terrenos de donde se extrae la arcilla”65

La fabricación de alfarería es esencialmente manual, utilizando como

materiales la arcilla, agua, una mesa de trabajo, horno y leńa. Existen

varias técnicas para la elaboración de objetos: vaciado orbital, enrollado

sencillo, enrollado compuesto, enrollado orbital sencillo y compuesto,

moldeado convexo, moldeado cóncavo, moldeado plano, oloteado,

vueleteado, alisado, raspado. Otras técnicas complementan el acabado,

pulido o bruńido, engobe, impresión total y parcial, incisión, acanalado,

pastillaje, chiches, trenzado, cenefas, pintura negativa, manchado o

chorreado, pintura monocromada positiva, pintura bicromada positiva,

pintura polícroma positiva. Todos los objetos son quemados, en hornos o

al rás del suelo.

Existen vetas de arcilla en varias regiones del país que se distinguen por

su color café rojizo muy intenso, debido a la presencia de óxido de hierro;

cuando el objeto es horneado adquiere un color anaranjado oscuro;

también existe barro de otros colores como el negro, que le da una vistosa

particularidad a los objetos. Las mujeres transportan la arcilla en la

cabeza, algunas utilizan bestias de carga, carretas de bueyes o carros,

cuando se trata de grandes cantidades. En la tradición lenca, se cree que

las fases lunares y el clima influyen en la calidad del barro, cuando hay

65 Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.

110

luna nueva o luna llena piensan que el barro no sirve porque “toda la

tierra está en movimiento”. Los meses de octubre y noviembre son

considerados los mejores para extraer el barro porque la tierra esta

húmeda, aunque hoy día esta tradición ha cambiado, pues elaboran

productos durante todo el año.

También elaboran vasijas de barro para transporte de líquidos como el

cántaro, para conservación de alimentos como la tinaja, el apaste para

servicio, el jarro cafetero, las ollas para cocinar sobre el fuego, el sartén, el

comal, etc., estos artículos conforman la alfarería utilitaria. También se

fabrican vasijas ceremoniales como el incensario y el candelero, y vasijas

para adorno con diferentes diseños. Históricamente la producción de

objetos de barro estuvo dirigida al mercado campesino e indígena, con la

llegada de artículos de plástico y aluminio a la zona rural se está

sustituyendo la tradición del barro.

Hoy día muchas mujeres alfareras están elaborando objetos decorativos

con variados diseños, han mejorado la calidad y los acabados para su

venta a nivel nacional e internacional; comunidades completas se han

involucrado y están saliendo adelante con la elaboración y venta de estos

productos. Algunas instituciones y personas han apoyado estas iniciativas

como el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, el Instituto de

Turismo, la cooperación Suiza, ACTA de Honduras y otras.

Las mujeres lencas de San José, Guajiquiro, han mantenido el estilo

arqueológico, tradicional, predominando el uso de engobes rojos,

anaranjados, blancos y cremas, negro chorreado con tintes vegetales.

Elaboran colgantes, ollas e incensarios, similares a los que hacían los

antepasados mayas.

111

Las mujeres de Yarumela, Departamento de Comayagua, han desarrollado

con mucha calidad, el estilo de la imaginería religiosa, elaboran

“nacimientos navideños” completos, en diferentes tamaños, de vistosos

colores, aplican pintura de aceite para destacar los detalles que tienen las

figuras. Hacen iglesias y fachadas de casas, siguiendo la línea colonial

religiosa.

En Goascorán, Paso Hondo, El Carreto y otras aldeas aledañas en el

departamento de Valle, las mujeres se han especializado en hacer gallos de

diferentes colores y tamaños, desde hace unos 40 años.

Las mujeres de La Campa son afamadas por sus cántaros, jarros y ollas

finamente trabajadas, recubiertos con engobe rojo, con dibujos realizados

con engobe blanco. Las de Guajiquiro producen tinajas, ollas, comales,

incensarios y han ido integrando nuevas piezas con inspiración

arqueológica. Utilizando la corteza del ocote logran una coloración negra

especial y han recuperado el uso de la técnica del “chorreado”.

Las mujeres de la Arada han evolucionado incorporando decoración que

recupera figuras antropológicas y de la naturaleza. Desde 1986 se formó

una organización de alfareras denominada MAGU que, ha logrado

destacarse por la producción de piezas arqueológicas y contemporáneas,

con asistencia técnica antropológica. Estas artesanas han recuperado

distintas técnicas, la alfarería en negro y la decoración al negativo. Han

diversificado la producción con decoraciones vistosas y sobrias, que están

teniendo demanda a nivel nacional e internacional.

112

En 1989 se formó la Asociación Regional Alfarera Lenca, con el apoyo de

PROPAITH y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, cuenta con

personería jurídica, tiene una membresía de 150 alfareras de los siguientes

departamentos: Valle: La Arada, Paso Hondo, Rinconada; Francisco

Morazán: Ojojona, Santa Ana, Guerizne; La Paz: San José de Guajiquiro,

Comayagua: Yarumela, El Porvenir; Intibucá: Cofradía y Lempira: La

Campa

PROPAITH les ha capacitado de forma continua sobre diferentes temas:

mejoramiento y diversificación de la producción, acabados, nuevos

diseños, fomentándoles la elaboración de piezas de inspiración

arqueológica. Actualmente desarrollan cuatro líneas de producción:

arqueológica, tradicional, contemporánea y navideña, por la calidad y

belleza de las piezas que elaboran, existe demanda a nivel nacional y con

frecuencia internacional; esta última se realiza a través de instituciones

que tienen los contactos y conocen los procedimientos de exportación.

En la investigación de campo no se encontraron mujeres alfareras que

comercialicen en forma directa a nivel internacional, hace falta un camino

por recorrer todavía, considerando las implicaciones de carácter técnico,

idioma, conocimiento de normas, reglas, exigencias de calidad, diseños,

etc., que requiere el mercado internacional; las mujeres consultadas

estuvieron de acuerdo con la forma actual de venta de sus productos, no

se sienten preparadas para hacerlo ellas mismas.

Todas las organizaciones de alfareras cuentan con un capital mínimo de

operación y un puesto de venta local para comercializar los productos, con

la ayuda de las instituciones mencionadas; han participado en ferias

nacionales e internacionales. Aunque no se lograron registrar los montos

113

de los ingresos que perciben, la mayoría de las mujeres entrevistadas

consideran que el dinero que reciben por concepto de ventas, les está

sirviendo para salir adelante con su familia, mejorar la vivienda, enviar los

hijos e hijas a la escuela y colegio, comprar ropa, medicinas y alimentos.

Todas las alfareras consultadas se sentían contentas con el trabajo.

“La producción artesanal constituye una opción válida por razones

económicas y socioculturales. Genera un reforzamiento de la identidad

cultural étnica y nacional. Además, representa una importante fuente

alternativa de ingresos en algunas zonas rurales y posee una dimensión

familiar y comunitaria muy importante, contribuyendo a evitar la

migración hacia las zonas urbanas y la disgregación familiar, étnica y

social. Para muchas mujeres y madres, es una digna alternativa de trabajo

y fuente de ingresos”66.

Fotografías 31. Mujeres Lencas de la Comunidad de La Arada, Valle. Alfarería MAGU. Enero 2003

66Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.

114

Fotografías 32. Alfarería Lenca, Imaginería Religiosa. Yarumela,La Paz

115

Fotografía 33. Alfarería Lenca de Guajiquiro, La Paz

4.5.2. Elaboración de artesanía de tule

Otra de las tradiciones importantes de la cultura indígena Lenca, es la

elaboración manual de productos derivados del junco y el tule que realiza

la mujer. El arte de tejer esteras o petates de tule es común en el área

centroamericana, transmitido y conservado por mujeres artesanas.

Las esteras fueron y son utilizadas por los Mayas y Lencas y otras culturas

indígenas, como camas y alfombras para sentarse, comer y socializar; su

importancia se registra en murales, códices, tallados en piedra, como el de

la casa del pueblo Popul Nah en Copán Ruinas. Actualmente, el petate

sigue siendo utilizado por un considerable número de pobladores rurales

en todo el país. El Departamento de Santa Bárbara ha sido históricamente

el gran productor de petates de tule elaborados por mujeres, la comunidad

de El Níspero concentra el mayor número de petateras activas.

La elaboración del petate conlleva un trabajo complejo, desde el cultivo de

la planta en lugares adecuados, hasta el trabajo con la fibra: partir,

116

blanquear, secar y tejer. La fibra la cultivan los hombres de las

comunidades y las mujeres la procesan, la tiñen con tintes vegetales como

el palo de brasil, la yuquilla, la saca tinta y otras; la combinación de

colores le da al petate más vistosidad. Para tejer un petate una mujer

experimentada se demora 2 o 3 días, utilizando únicamente las manos,

una piedra plana y una aguja de madera. Las petateras han respetado las

técnicas tradicionales de preparación de la fibra y el tejido y su forma de

producción a través de la familia. Actualmente están incorporando nuevos

diseños y colores.

En el presente ha bajado la producción de petates, debido a que la

producción de tule se ha reducido y a los cambios en patrones de vida con

la introducción del colchón de algodón. Sin embargo se han incorporado

otros productos como bolsos para mujer, manteles individuales para mesa

de comedor, cubre maceteros, alfombras, caminos de mesa con motivos

tradicionales o modernos, vaseras, carteras, petates para cuna, cojines,

etc. que están siendo bien recibidos en el mercado local.

La ONG PROPAITH, ha colaborado para que las mujeres se organicen en

una Cooperativa Regional de Petateras Lencas: CIENIL, integrando a 4

comunidades productoras: El Níspero, Sinaí y Santa Cruz. Se han

asociado 80 artesanas, cuentan con Personería Jurídica desde 1997. Las

artesanas, con el tiempo, han ido introduciendo nuevos diseños, como el

teñido de la fibra y de la técnica del calado; la comercialización se realiza

en el espacio local. Estas mujeres elaboran productos de especial belleza y

calidad, el problema que enfrentan es de acceso a mercados y por

consiguiente a ingresos adecuados a los costos de producción y

sostenibles.

117

Fotografías 34. Mujeres en proceso de extracción de Tinte. Productos de Tule. Santa Bárbara. Dic. 02

4.5.3 Elaboración de Artesanías de junco

Las artesanías de junco también procede de Santa Bárbara, uno de los

departamentos con mayor tradición lenca. El primer producto que se

elaboró fueron los sombreros de junco y palmilla, han sido famosos por su

belleza y durabilidad. Se conoce que esta tradición viene

aproximadamente desde hace dos siglos, según datos de la Municipalidad

de Santa Bárbara, en 1884 se reportaron 327 hombres y 629 mujeres que

elaboraban sombreros, produciendo unos 17.000 unidades al año.

Las comunidades que trabajan el junco son: Ceguaca, La Arada, San

Francísco, Concepción del Sur, Santa Rita y la cabecera departamental

Santa Bárbara. Esta industria fue floreciente hasta los años 50, cuando se

logró exportar a Centroamérica, hoy día se sigue produciendo, pero en

menor cantidad, debido en parte a la disminución de las ventas,

ocasionadas por los cambios en los patrones de consumo, (el hombre

prácticamente dejó de usar sombrero). Actualmente se calculan una

25,000 artesanas del junco, elaborando una amplia gama de productos.

118

Las comunidades de Santa Rita, Los Bancos y Ceguaca se han

especializado en cultivar el junco para venderlo a las mujeres artesanas.

La técnica del enrollado aparentemente fue introducida en los años 70 por

artesanos del Ecuador. Los sombreros más finos son producidos por

mujeres en las comunidades de San Francisco de Ojuera, Los Bancos y

Ceguaca. En Ilama se producen cestas y sombreros de palma. La Arada se

ha especializado en producir objetos de junco enrollado. En los años 80 se

introdujo el teñido de las fibras con tintes químicos y la realización de

distintos motivos.

PROPAITH e IHAH, promovieron la organización de la cooperativa regional

COMARAL, con 60 afiliadas de La Arada y Ocotal; cuentan con su

personería jurídica. Actualmente la cooperativa funciona con buen suceso

y ha incrementado el número de socias. La producción con la técnica de

enrollado se ha diversificado, introduciendo una línea de motivos

arqueológicos y arte rupestre.

La combinación de colores ha cambiado hacia gamas más sobrias y

naturales, de conformidad a la demanda internacional. La institución

facilitadora trajo un experto para capacitar sobre combinación de tintes,

preparación de fibras y teñido, lo que ha mejorado visiblemente la calidad

y resistencia de los colores.

En los sombreros se introdujeron nuevos diseños de ala ancha y se

capacitó a las artesanas para darles un acabado diferente, los sombreros

de mujer se han adornado con cintas y flores.

Actualmente las artesanas buscan la comercialización directa y precios

justos, la promoción de los productos a nivel nacional e internacional, pero

119

hasta la fecha les ha faltado una estrategia de mercado y apoyo

institucional con este propósito; a pesar de que se cuenta con productos

de calidad y belleza que pueden venderse en cualquier mercado. Algunas

artesanas han participado en ferias nacionales e internacionales,

disponen de catálogos para promocionar los productos y una etiqueta para

autentificación del mismo: DOC (Denominación Orígen Controlado).

Han recibido capacitación en análisis de costos y beneficios,

administración y mercadeo. Tienen un puesto de venta en la Comunidad

de La Arada, sede de la Cooperativa.

Los productos de junco enrollados son de gran belleza, se destacan, las

tortilleras, individuales, aislantes, paneras, cesta con anillos para

servilletas, azafates, cofres, porta cepillos, carteras, violeteras, juegos de

junco enrollado para paseos campestres, sombreros, juegos de cestas,

porta lentes, portalápices, ganchos para el pelo, etc.

Fotografías 35. Mujeres artesanas de Santa Bárbara y sus productos. Enero 2003

120

Artesanía Junco típica de Santa Bárbara

4.5.4. Elaboración de flores y otros objetos de tusa

La elaboración de flores con diferentes materiales como papelillo, papel

china, papel lustroso y otros, tiene una larga historia en los pueblos de

Honduras, tanto para adornar las viviendas como para elaborar coronas y

ramos para honrar a los difuntos.

En el sur y centro del país ha existido una mayor tradición de elaboración

de flores de papelillo y recientemente de tusa. Hoy día una considerable

cantidad de mujeres dispersas en las comunidades rurales elaboran flores

de tusa por encargo, con presteza, calidad y belleza. En el departamento

de Santa Bárbara, en Nueva Celilac, las mujeres han desarrollado una

producción importante; reflejo de la imaginería tradicional, flores,

ramilletes, trenzas, coronas, muñecas, animales, decoraciones navideñas,

etc.

Algunas personas opinan que el uso de la tusa para elaborar flores viene

desde tiempos prehispánicos, por la importancia que el maíz tenía para la

vida de la población.

121

Las artesanas utilizan preferentemente la tusa blanca, las mujeres la tiñen

con anilina o pinturas especiales para obtener colores brillantes, con los

cuales elaboran un producto multicolor de fuertes contrastes. Las

artesanas de Nueva Celilac elaboran una gran variedad de flores, animales,

ángeles, figuras humanas, etc.

En las comunidades de Sabana Grande, Opimuca, Manzanillo, Tule e

Infiernitos, desde hace 20 años se empezó a producir flores, coronas y

arreglos diversos con flores de tusa. Actualmente las mujeres venden la

flor sin pintar a la empresa ATUTO, quién define el precio de cada flor; las

ha capacitado, les facilita la materia prima, controla la calidad de los

productos y los comercializa en el mercado internacional. La tusa

presenta distintos tonos de color natural, blanco, amarillo, morado, café, lo

que permite combinaciones de colores, han incorporado ingeniosamente

las semillas de árboles y arbustos silvestres a las flores de tuza, dándole

una vistosidad especial.

Las mujeres de las comunidades que elaboran las flores no participan en

la elaboración final de los arreglos: coronas, ramos, etc., ni comercializan a

nivel internacional. Cuando tienen un excedente de flores (que es poco

frecuente), ellas mismas lo venden directamente en los mercados y tiendas

de artesanías en Tegucigalpa, una del grupo sale a vender.

Por el carácter informal de la vinculación con la empresa que les solicita

las flores, no se genera ningún compromiso laboral, ni existe protección

del Estado para ellas. Están sometidas a jornadas de trabajo agotadoras;

cuando los pedidos son grandes y con tiempo limitado, las mujeres suelen

trabajar hasta altas horas de la noche y al día siguiente siguen trabajando.

122

Las artesanas han recibido capacitación para elaborar diferentes tipos de

flores que venden casi todo el año. Desde el año 1996 contaron con el

apoyo de PROPAITH y el IHAH, han formado una Cooperativa Regional

COMIFLOR, que se inició con 22 artesanas, actualmente cuenta con

Personería Jurídica. Han sido capacitadas en nuevos diseños y teñido con

tintes vegetales. En esta actividad participan sólo mujeres de todas las

edades, con el apoyo de algunos niños, han logrado incorporarse

activamente en la elaboración de flores de tusa, no sólo por sus

habilidades manuales, sino porque pueden combinan la actividad

artesanal con el oficio de la casa. En la investigación de campo pudimos

observar que en casi todas las casas de las aldeas seleccionadas, las

mujeres elaboraban flores, el diseño y el control de calidad lo define y

realiza la empresa a través de su personal técnico que es quién las

contacta en las comunidades.

Las mujeres productoras solamente intervienen en una parte de la cadena

productiva como mano de obra barata, el resto del proceso, el acabado, lo

realiza la empresa comercializadora. Muy pocas de ellas conocen cómo son

exportadas las flores, que han confeccionado desde sus pequeñas

comunidades, hacia los mercados internacionales.

En Nueva Celilac se formó la Cooperativa Regional CIFMAL, con el apoyo

de PROPAITH, con 30 artesanas. Han recibido capacitación en tintes

vegetales. Tanto la COMIFLOL como la CIFMAL han protegido sus

productos con el sello y la etiqueta DOC, ambos grupos han tenido

financiamiento y comercializan sus productos a través de sus tiendas

locales o mediante su participación en ferias locales o nacionales, ellas

administran sus ingresos.

123

Fotografía 36. Niñas, niños y Adolescentes de las comunidades de Sabanagrande participan activamente en la elaboración de flores de tusa. Noviembre 2002.

4.5.5. Siembra y Comercialización de Flores Naturales

Es una actividad realizada especialmente por mujeres rurales,

generalmente en zonas templadas con abundante agua. Las comunidades

ubicadas en las montañas aledañas a la capital Tegucigalpa,

especialmente de la montaña La Tigra, han tenido como tradición la

siembra de flores para la venta, realizada en pequeños predios próximos a

las viviendas. Las mujeres seleccionan las semillas o los tallos y ellas

mismas siembran de manera tradicional, con ayuda de los demás

miembros de la familia; las flores más comunes son los claveles,

cartuchos, margaritas, hortensias, pompones, vara de San José, búcaros,

reinas, inmortales, etc.

Con la apertura de las ferias de los sábados en Tegucigalpa han ampliado

los mercados, venden también en Danlí, Comayagua y algunas llegan

hasta San Pedro Sula, esta ha resultado una buena fuente de ingresos, por

lo que actualmente la mayoría de las familias se dedican a la siembra y

venta de flores. En el Piliguín por ejemplo se dan las condiciones propicias

para la producción, dependiendo de la extensión de la parcela sembrada

124

así son los ingresos; una gran mayoría son pequeñas unidades por lo que

la producción no les ajusta más que para la sobrevivencia. Con el

incremento del costo de vida, una importante cantidad de hombres se

desplazan a diario a la capital o a sus alrededores para asalariarse,

aprovechando la cercanía y las facilidades de transporte en bus.

Con ello han dejado prácticamente a las mujeres al mando de la

producción de flores. Algunas de las consultadas mencionaron que

obtienen ingresos variados, por semana un promedio de 250 Lempiras, en

días festivos como Día de la Madre, Día de Difuntos, etc., las ventas

pueden alcanzar los 4.000 Lempiras semanalmente.

Fotografías 37. Producción de flores naturales con métodos tradicionales. El Piliguin, Noviembre 02

125

Por el carácter familiar de la producción de flores, las mujeres trabajan

individualmente sus parcelas y realizan simultáneamente toda la faena de

la casa. Han hecho intentos por hacer viveros comunales, sin buenos

resultados. El INFOP, IICA, JICA les ha prestado alguna cooperación.

Muestran interés por recibir más asistencia técnica para mejorar la

producción, porque las flores tienen buen mercado y el retorno del dinero

es relativamente rápido.

En los Departamentos de Intibucá y Santa Bárbara se encontraron grupos

de mujeres dedicadas a la siembra de flores, con cierta tecnificación; han

recibido apoyo económico del PRAF y asistencia técnica de la FHIA para la

siembra de predios no mayores de una manzana, utilizando semillas

importadas de claveles y rosas, que requieren fumigación cada 4 días.

Estos grupos han enfrentado problemas de comercialización, por lo que los

ingresos no son constantes.

4.5.6. Elaboración de Rosquillas y Pan

Las rosquillas forman parte de la tradición alimenticia de la población

hondureña, muy probablemente se producen en todas las comunidades

rurales del país, pero se destacan algunas regiones por la calidad y la

cantidad orientada a la venta, como el Municipio de Sabanagrande, en el

departamento de Francisco Morazán, Juticalpa en Olancho, Danlí en El

Paraíso y San Marcos de Colón, en Choluteca.

La elaboración de rosquillas se produce en pequeñas empresas familiares,

algunas contratan hasta 10 operarias. Su elaboración demanda de las

mujeres una considerable inversión de tiempo, por la preparación previa

de los ingredientes; teniendo la ventaja de que la mayoría de la materia

126

prima se encuentra en todas las comunidades rosquilleras (maíz, cuajada

o queso), en la investigación se encontró que algunas productoras

compran los insumos a sus propios familiares.

Las productoras usan recetas que se han transmitido de generación en

generación; generalmente no acceden a crédito ni asistencia técnica. La

mayoría venden el producto en su propia casa, en forma ambulante o en

puestos de venta en las mismas comunidades; eventualmente exportan,

especialmente a los Estados Unidos, por la demanda que tienen en la

Comunidad Latina.

En su mayoría estas pequeñas empresas no llevan libros de cuentas,

control de gastos, ni de ganancias, no incluyen además el costo de la

fuerza de trabajo, el tiempo invertido, poniéndo en riesgo su sostenibilidad.

Por el tipo y la forma en que se realiza la producción de rosquillas, las

mujeres consultadas en esta investigación no pertenecen a ninguna

organización de mujeres, consecuentemente, están aisladas de las

organizaciones de mujeres, desconocen las leyes y sus derechos y

enfrentan grandes limitaciones para potenciar su propio desarrollo como

mujer.

El Programa de Asignación Familiar PRAF y otras instituciones, han

favorecido la creación de micro empresas de panadería con pequeños

montos de crédito, en sus áreas de influencia, con el propósito de llenar

una demanda local de alimentos y de proporcionar una opción de ingresos

para la mujer, pero por su pequeña dimensión no constituyen una

alternativa a largo plazo para mejoramiento de condiciones de vida, ni son

una opción de desarrollo; las mujeres que participantes se reparten al día

127

Lempiras 40.00 cada una. Con frecuencia las que elaboran rosquillas

trabajan de manera independiente.

Fotografías 38. Mujeres de Intibucá, Olancho y El Paraíso, elaboran pan y rosquillas como principal actividad generadora de ingresos. Enero 2003.

4.5.7. Actividades Acuícolas

En la investigación no se encontró suficiente información sobre las

actividades que involucran a la mujer rural en la pesca con fines de

mejoramiento de ingresos, sin embargo se conoció a algunas que viven

cerca de ríos y lagunas, que pescan por cuenta propia para consumo

familiar.

La mujer Garífuna no pesca, a pesar de su vinculación directa en la

comercialización y procesamiento de este producto; esta actividad por

cultura y división del trabajo la realizan los hombres. Algunas mujeres

garífunas han acompañado a los hombres a la captura directa de pescado

128

en mar abierto, pero no es la costumbre. Los pescadores traen el producto

a la playa y del resto se encargan las mujeres, ellas compran el pescado

con fondos provenientes muchas veces de préstamos a altos intereses. La

venta de pescado fresco es para buena parte de las familias garífunas la

única fuente de ingreso, por lo que la mayoría de ellas suelen ser muy

pobres.

Por lo estacionario de la actividad no siempre pueden proveerse de

pescado, ello las obliga a buscar otras fuentes de empleo. La venta de pan

de coco que era otra importante actividad generadora de ingreso, se ha

reducido sustancialmente, por una enfermedad denominada

“amarillamiento letal del coco ALC”, que destruyó casi todos los cocoteros

de la zona atlántica del país.

Las mujeres que cultivan camarón y otras especies acuáticas en la zona

Sur del país, se han organizado en cooperativas, en las que participan

también hombres. La comunidad de Playa Grande, en el Departamento de

Valle, cuenta con un grupo de mujeres líderes que deciden sobre los

destinos de la organización, poseen lagunas de mediano tamaño, conocen

la actividad y se vinculan directamente a la producción.

Sacan buenas cosechas que venden principalmente en El Salvador, lo que

les ha permitido mejorar las condiciones de vida que fueron seriamente

afectadas con el paso del Huracán Mitch que además de destruirles sus

viviendas, enseres domésticos, animales y la cosecha de camarón; afectó

también la infraestructura de las lagunas.

129

Fotografía 39. Mujeres de Playa Grande, Valle, cultivan y producen camarón formando parte de una

Cooperativa. Diciembre 2002.

El problema mayor que afrontan es la falta de tecnificación para mejorar

las especies, la conservación del producto y el acceso a otros mercados.

4.5.8. Fabricación de Artesanías de Tuno

En esta investigación no se visitó la Mosquitia hondureña, sin embargo, el

Instituto Hondureño de Antropología facilitó la siguiente información sobre

las mujeres misquitas que viven en las riberas del Río Patuca, dedicadas a

la elaboración de artesanías de tuno: Las mujeres fueron capacitadas por

la Iglesia Morava y la ONG MOPAWI en los años 70, para realizar

actividades artesanales que les permitieran obtener algunos ingresos

monetarios. Iniciaron elaborando cuadros y tarjetas decorativas, mediante

la técnica del collage, que consiste en hacer figuras con pequeños pedazos

de tuno de diferentes colores y tamaños, utilizan también la corteza de

árbol de hule y del higuero.

Unas 160 mujeres ubicadas en las comunidades de Wampusirpe, Kurpa,

Tukru, Bilalmuk, Pimienta, Panzana, Nueva Esperanza y Kraosirpe, se

dedican a la fabricación de artesanías de tuno, con vistosos diseños y

130

colores inspirados en el arte rupestre. Estas se han organizado para

mejorar la producción y la comercialización denominada “Tunu Mairin

Asla”, en lengua misquita. Estas mujeres son acompañadas por una

promotora enlace facilitada por MOPAWI, quienes también les apoyan en la

comercialización.

Las mujeres Tawahkas elaboran hamacas, bolsos y cestas colgantes

llamadas “uslún”, con materiales de la zona, distintas clases de bejucos y

corteza de árboles, el uso de cobijas y prendas de vestir se mantiene entre

los y las poblbadores/as más tradicionales. Con el apoyo de PROPAITH y

otras instituciones crearon La Asociación de Artesanas Tawahkas, con el

objeto de mejorar la producción y ampliar el acceso al mercado.

La comercialización directa representa muchas dificultades derivada de la

lejanía de la zona respecto a la capital, además del acceso a las

comunidades por medio de cayucos, los costos de la movilización son

altos.

4.5.9. Elaboración de Shampoo y Enjuagues de Pelo

Es esta una de las nuevas actividades que actualmente está realizando la

mujer rural, organizadas en microempresas. Las mujeres de El Paraíso

han sido capacitadas por la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano,

para la fabricación de shampoo y enjuagues de cabello que también están

elaborando en los Departamentos del Occidente del país, en Intibucá y

Santa Bárbara.

Es una actividad productiva con demanda, y venta a nivel local y en las

ciudades del país, accesible en varios supermercados; cuentan con

131

autorización de la Secretaría de Industria y Comercio. El producto lo

elaboran con extracto de sábila, planta que ellas cultivan en pequeños

predios cerca de sus viviendas; En las comunidades de El Paraíso

inicialmente sembraban en huertos caseros, actualmente han comprado

predios. Tienen sus propios locales de trabajo.

La asistencia técnica de la Escuela Agrícola Panamericana les ha ayudado

a elaborar productos con calidad, buena presentación y manejo de

registros contables. En vista que la materia prima principal la obtienen de

la propia localidad, la ampliación de las áreas de siembra, el conocimiento

de la técnica y los procedimientos de mercado, tienen posibilidades de

sostenibilidad.

No se tuvo acceso a información sobre ingresos y cada cuánto los reciben

las involucradas, pero por lo que se pudo observar en su estilo de vida, que

las condiciones económicas de estas mujeres son relativamente favorables.

Fotografías 40. Siembra de sábila y productos elaborados: shampoo y enjuagues de pelo. El Paraíso. Febrero 2003

4.5.10. Procesamiento de Alimentos

Las actividades más comunes que realizan las mujeres en este rubro son:

Elaboración de embutidos y mermeladas de frutas. Generalmente se trata

132

de pequeñas empresas dirigidas por ellas, utilizando principalmente los

productos que obtienen de huerto, para la elaboración de embutidos de

vegetales, mermeladas, salsa de tomate y especies, productos que tienen

buena acogida en los mercados local y regional.

Los vegetales envasados (encurtidos) forman parte de la dieta de la familia

rural, que las mujeres rurales preparan empíricamente; pero existen

grupos productivos que han sido capacitados con técnicas y

procedimientos que ayudan a la conservación y a presentarlos

adecuadamente.

En las comunidades del Departamento de Lempira, próximas a la frontera

con El Salvador se tiene demanda del producto desde ese país. Los precios

de venta son bajos, cada unidad tiene un valor de L. 25.00 limitando la

posibilidad de crecimiento de estas pequeñas empresas que además de ser

temporales, dependen de cosechas generalmente de invierno.

Las mermeladas se producen en varios departamentos del país, se observa

que cada vez mejoran la calidad y la presentación del producto, se

elaboran con frutas de temporada, generalmente mora, guayaba, mango, y

otras de buen sabor. Se venden a nivel local, pero ya pueden encontrarse

en supermercados de las ciudades grandes, lo que les abre la posibilidad

de crecer.

133

Fotografía 41. Mujer de Gualcinse, Lempira. Elabora envasados con productos del huerto, los vende en la localidad y en las comunidades de la frontera con El Salvador. Enero 2003

Producción de Plantas Medicinales

Esta actividad productiva la realizan generalmente las mujeres indígenas

lencas, consultamos a las que viven en el Departamento de Intibucá, por

ser el departamento mayor productor de plantas medicinales a nivel

nacional. Se registraron 46 especies de plantas medicinales, pero no todas

son procesadas para la venta, sino que son conservadas como parte de su

reserva cultural. Actualmente la mayoría son sembradas en los huertos

caseros, pero en algunas comunidades están cultivando predios especiales

con el apoyo de la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD.

Los cultivos siguen los procedimientos tradicionales de siembra y cosecha,

actualmente las mujeres se están capacitando para elaborar esencias que

se venden en la ciudad de La Esperanza. Por lo reducido de la actividad y

el bajo precio de estos productos, los ingresos percibidos no logran ser

alternativa para mejorar los ingresos de las familias.

El valor especial de esta actividad productiva es la recuperación del

patrimonio cultural indígena.

134

4.5.12. Procesamiento y Comercialización de Semillas de Jícaro

Esta actividad es realizada por grupos de mujeres de la Comunidad de El

Guayabo en el Departamento de Valle, el jícaro es un arbusto común en

esa zona, las semillas de su fruto, molidas se utilizan para hacer bebidas

refrescantes. Las mujeres realizan todo el proceso productivo, desde el

corte de la fruta hasta su venta en bolsas.

En este rubro enfrentan dos problemas: garantizar materia prima a futuro,

pues ellas no siembran el jícaro, ya que es una especie que crece silvestre,

en la zona y la posibilidad de tener acceso al agua para lavar la semilla.

Este grupo de mujeres está siendo apoyado por PRONADEL, venden el

producto en los alrededores de la comunidad y en Choluteca, en donde

tiene demanda, por ser uno de los alimentos que forman parte de la dieta

alimenticia de la población de la zona sur. La producción se realiza en

pequeñas cantidades por lo cual los ingresos son reducidos, teniendo que

combinarla con otras actividades productivas, especialmente la

elaboración de pan.

Fotografías 42. El jícaro es un arbusto que crece naturalmente en la zona sur del país, cuya semilla se extrae para refresco. Enero 2003

135

4.5.13. Elaboración de Casabe

Es propio de la población garífuna, las mujeres son las encargadas de su

elaboración, son generalmente las responsables directas del sostenimiento

del hogar, considerando que una importante cantidad de hombres han ido

emigrando hacia los Estados Unidos o a trabajar en barcos

internacionales.

El casabe es uno de los alimentos más importantes para la población

garífuna del norte del país, se elabora con harina de yuca, siguiendo un

procedimiento ancestral. Las plantaciones de yuca son comunes de la

zona, es el cultivo por excelencia de este grupo poblacional, se siembra en

los alrededores de las comunidades, con frecuencia por las mismas

mujeres que procesan, pero como las cosechas son reducidas, compran

también en el mercado local.

En las Comunidades de El Corozal y Sambo Creek, cuentan con una

organización apoyada por CODIMCA. La elaboración de casabe consume

considerable cantidad de tiempo; las mujeres invierten hasta tres días a la

semana para prepararlo empezando por la recolección de la yuca, hasta su

fase final, que realizan con gran presteza y calidad. Esta actividad la

realizan generalmente las mujeres mayores de la familia, semanalmente

trabajan unos 20 quintales de yuca y de cada quintal sacan 30 hojuelas,

que es el producto final.

La comercialización se hace principalmente en la ciudad de La Ceiba, pero

también venden a otras regiones del norte como en las Islas de la Bahía;

existe interés de exportar a los Estados Unidos a través de un

intermediario, pero esa idea no se ha concretado formalmente. Pese a que

136

es un producto muy elaborado que requiere una buena inversión del

tiempo, laborable de las mujeres, es un alimento que se vende a bajo

costo, cada hojuela tiene un valor en el sitio de L. 12.00, fuera de la

comunidad se puede vender hasta por L. 16.00. Los ingresos que obtienen

son bajos y por consiguiente contribuyen muy poco a mejorar las

condiciones de vida de las familias, por esta razón las mujeres se

involucran en otras actividades como la venta de comidas y pescado fresco.

Las mujeres de estas comunidades mantienen su organización activa,

cuentan con su propio local para realizar actividades de capacitación, para

sesiones y diversas actividades sociales. Anteriormente recibieron apoyo de

ONGs, ala hora de levantar la información no contaban con cooperación.

Fotografía 43. Mujer garífuna muestra el procedimiento para la elaboración de casabe. Corosal

2003.

4.5.14. Procesamiento de Café

La participación de las mujeres en las actividades productivas del café

tiene larga historia, han sido principalmente encargadas de la cosecha de

los granos junto a los niños y las niñas, pero generalmente no son dueñas

de las parcelas, trabajan como jornaleras. La participación en el

137

procesamiento del grano ha sido inducida principalmente por la Asociación

Hondureña del Café APROCAFE, especialmente en el Occidente del país.

Actualmente están siendo capacitadas para entrar a la producción de café

orgánico en pequeñas parcelas, dirigidas por ellas. En la investigación de

campo se consultó a las socias de la Cooperativa San Rafael, Intibucá,

afiliadas a la Red Comal que tiene su sede en Siguatepeque. Cuentan con

sus propios cultivos pero también compran café para tostar, unas 50

libras a la semana; han recibido apoyo de la Cooperación Sueca para la

compra de equipo. El café molido empacado en bolsas se vende en

Siguatepeque. Igualmente se consultó a mujeres del Departamento de

Lempira que están procesando el café para vender en bolsas. Las

producciones son relativamente pequeñas pero se están abriendo mercado,

especialmente en el norte del país.

La siembra y procesamiento de café orgánico ha cobrado interés en los

últimos años a nivel mundial, por lo que experiencias como estas podrían

dar buen resultado para las mujeres rurales de las zonas occidental,

central y oriental del país. Poder tener acceso a la tierra es el punto de

partida.

Fotografía 44. Las mujeres de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, comercializan café en bolsas.

138

4.5.15. Elaboración de Papel Orgánico

Es una de las actividades productivas más recientes que realiza la mujer

rural en varias regiones del país, introducida por los proyectos para

ampliar las posibilidades de obtención de ingresos para la familia. Su

elaboración demanda un largo procedimiento, desde la selección del la

planta con la cual se va a trabajar, hasta la preparación de las tablas para

el secado.

Existen varios tipos de papel, diferenciados por la textura, grosor y color

que le da la variedad de plantas y cortezas utilizadas, tales como el

gazpacho de la caña de azúcar, piñuela, amate, la hoja de valeriana, el

izote, la penca del plátano, etc., que colectan normalmente en los

alrededores de las viviendas. Las hojas se cortan en trozos pequeños, se

cocen a fuego lento y seguidamente se lavan, prosigue colocarlas en tinas

con cloro para obtener un color más parejo y después las licuan; con la

pasta lista la pasan a moldes con el tamaño deseado y se colocan en una

mesa para secado.

Es una actividad no tradicional muy interesante que han aprendido

mujeres de varias regiones del país; el papel es utilizado para hacer sobres,

flores, floreros, decorar objetos, etc. Pese a lo novedoso de la actividad y la

calidad del producto que se extrae, actualmente no tiene un canal de

comercialización ágil, a no ser que sea a través de los propios proyectos de

Cooperación en ferias, por lo cual no es una fuente constante de ingresos

para las mujeres involucradas.

139

El mercado es limitado, teniendo en cuenta el potencial que tienen las

mujeres para producir. El precio de cada hoja de papel es de L. 10.00,

pero ya elaborado como tarjetas pueden venderlo hasta por L. 25.00.

Fotografías 45. Mujer artesana capacitada para elaborar papel orgánico. Paraíso, enero 2003

140

4.5.16. Bordados

El Departamento de La Paz ha sido conocido por la calidad de los bordados

que realizan las mujeres. En la investigación se conoció la experiencia de

los grupos organizados de mujeres del municipio de Guajiquiro, que

elaboran y bordan manteles y vestidos de mujer con un buen acabado.

Han sido capacitadas por ONGs. Actualmente comercializan sus productos

en la misma zona y en ferias artesanales, las ventas no son constantes por

lo que las posibilidades que esta actividad se convierta a corto plazo, en

alternativa sostenida de ingresos, es poco posible.

Por la calidad de productos que las mujeres elaboran, podrían participar

en cadenas productivas de más largo alcance, aún con las limitaciones de

acceso a los centros urbanos.

Fotografía 46. Bordados de Guajiquiro, La Paz, 2003

4.5.17. Tejidos

La elaboración de tejidos forma parte de la tradición cultural de la mujer

Lenca, especialmente del departamento de Intibucá; son conocidos los

141

pañuelos de vistosos colores que las mujeres confeccionan en telares de

madera tradicionales, utilizando lanas que traen generalmente de

Guatemala. En casi todas las comunidades consultadas en ese

departamento, se encontraron a mujeres experimentadas en la elaboración

de pañuelos de diferentes tamaños, colchas, bolsas, etc. y más de una

vivienda tenía su propio telar.

Con el apoyo de algunas instituciones como PROPAITH y el IHAH, hoy día

se han dado a conocer más estos tejidos y existen Proyectos que intentan

apoyar a las indígenas para ampliar su producción. Hasta la fecha la

elaboración de tejidos ha sido una actividad que las mujeres han realizado

para abastecer a la familia y vender para subsistir, pero cuentan un

importante potencial, experiencia y voluntad de trabajo, que puede

facilitar la apertura de un proceso de producción y comercialización más

amplio, que redunde en el mejoramiento de la calidad de vida de esas

mujeres y sus familias.

4.5.18. Tajaditas de Plátano

Es una actividad productiva con demanda local realizada en varias

regiones del país, en la investigación se consultó a una microempresa de la

comunidad de Quebrada Larga: “Nueva Esperanza”, en el Departamento de

El Paraíso, que está formada por 8 mujeres, tienen tres años de existir. El

plátano lo obtienen en la propia comunidad, cuentan con una parcela

prestada, pero con las ganancias han comprado un predio para tener su

propia plantación. La producción máxima es 1,000 bolsas de tajaditas por

semana.

142

Fotografía 47. Tajaditas de plátano empacadas para venta. Quebrada Honda. El Paraíso. 2003

El producto lo venden en la zona y en la ciudad de Danlí, en empaque de

dos tamaños que comercializan a L. 3.00 y a L.10.00, Una de las

iniciadoras de la actividad recientemente fue invitada a participar en la

Primera Exposición Latinoamericana de Empresas Campesinas en la

ciudad de Santiago de Chile, en la cual vendió el producto con buen

suceso. Esta experiencia le dado fortaleza, confianza y están

periódicamente ampliando la producción. Cuentan con local propio pero de

reducido tamaño.

Las jornadas de estas mujeres se extienden desde las 4.00 a.m hasta las 8

p.m, y los ingresos que reciben se gastan en su totalidad en atender las

necesidades de la casa. Esta pequeña empresa, con adecuado apoyo

técnico y financiero tiene buenas posibilidades de crecimiento.

143

4.5.19. Construcción de Silos metálicos para almacenar granos

básicos

La construcción se silos metálicos como alternativa productiva generadora

de ingresos, no ha sido tradicionalmente una actividad de mujeres, las

capacitaciones para su fabricación se han ofrecido especialmente para los

varones; sin embargo, en los últimos años grupos de mujeres se han

dispuesto incursionar en esta actividad en varias regiones del país; hoy se

conoce a varias mujeres rurales con pericia para producir no solo silos

sino además cazuelejas para hornear pan y otros utensilios para la casa.

Los silos son particularmente importantes para almacenar granos básicos,

es frecuente verlos formando parte del entorno de las viviendas de los

pequeños valles del centro, oriente y occidente del país; aunque con la

reducción de las cosechas en algunas regiones, se corre el riesgo de que su

producción disminuya o llegue a desaparecer. En la investigación se

encontró a una mujer en la Comunidad de Olosingo, en el Departamento

de Lempira, que dirige una pequeña empresa de construcción de silos,

manejando la técnica con gran habilidad.

Fotografía 48. Mujer microempresaria de silos. Olosingo, Intibucá. 2003

144

Por la calidad del producto que elabora tiene gran demanda en la región,

ha logrado construir hasta 200 silos para un sólo pedido. Esta mujer

además de dedicarse a esta actividad, realiza el trabajo doméstico y hasta

elabora pasteles para la venta. Según la documentación consultada,

existen otras experiencias de grupos de mujeres en otros departamentos

como en Yoro dedicadas a la elaboración de silos metálicos.

4.5.20. Procesamiento de semillas de Marañón

“Mejorar sobre la marcha, cambiar el individualismo, mejorar los niveles

educativos, apropiarse de nuevos conocimientos en materia de trabajo,

organización y administración de la fuerza laboral, y aumentar la auto

estima, fueron los primeros problemas que tuvimos que enfrentar en la

Sureñita”. Testimonio de mujer líder, Diciembre 2002.

Entre 1978-1984, el Instituto Nacional Agrario INA promovió una masiva

siembra de plantas de marañón, logrando incorporar 2,809.2 hectáreas,

con un promedio de 131 árboles por hectárea, o sea 368 mil árboles.

Organizó 74 grupos que representaban 1,525 productores. El INA retiró el

apoyo y lo retomó la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) y otras

entidades, comienzando por animar a las mujeres a mantener sus grupos

y concretar pequeñas empresas para dedicarse a tareas productivas. Casi

el 50% de las socias de la empresa son madres solteras.

En vista de la intensidad del trabajo, el tiempo que demandó a las mujeres

esta actividad productiva y la necesidad de obtener el fruto para trabajar,

las mujeres tuvieron que realizar una reunión con los hombres en

Namasigue para que las apoyaran, especialmente solicitaron un

145

acompañamiento solidario y la garantía de contar con la fruta del marañón

cuya producción está en manos de ellos.

“Muchos hombres se enojaban con nosotras porque sus compañeros se reían

de ellos porque su mujer estaba en el centro de trabajo y ellos en la casa.

Mi esposo me dijo: !Que bien, yo en la casa y mi mujer en la cooperativa!.

Pero lo convencí que él como productor y yo como procesadora de la semilla

de marañón podríamos mejorar y aceptó. Además dono un terreno para

impulsar el cultivo”.

“El principio no fue fácil, pero pronto nuestros maridos nos ayudaron a halar

el material para construir las plantas procesadoras y comenzar a desarrollar

este proyecto. Fue una experiencia importante, porque además de la unión

en la casa se logro la unión en el trabajo. Al principio ganaba poco, de 100

a 150 lempiras, al mes, que era poco, pero soñábamos con ganar dólares”.

(Testimonio de Eloisa de Jesús Obando. Enero, 2002). Ahora ganan de 80

a 100 lempiras diarios. Comenzaron procesando 80 quintales de semilla,

actualmente son 2.700 quintales.

En marzo de 1985 comenzó el proyecto de procesamiento de pasas de

marañón con el fin de generar empleos e ingresos a un conjunto de

mujeres campesinas: “3 de Octubre”, “10 de Julio”, “Astros del Sur”,

“Corazón de Jesús” y “Libertadores del Sur”. Desde un inicio se buscó la

autogestión y autosostenibilidad del proyecto.

La Sureñita transforma el llamado falso fruto del marañón para

comercializarse en el mercado nacional con mercado internacional en

Alemania, Francia y Bélgica. Obtuvo su personería jurídica el 2 de Octubre

de 1992, con 55 asociadas distribuidas en cinco grupos pre cooperativos,

146

quienes trabajan en tres plantas procesadoras de semillas y fruto del

marañón, cuentan un documento privado de compra-venta del terreno de

las oficinas principales. El proceso que se sigue para elaborar es el

siguiente:

• Recolección de la fruta en la finca

• Limpieza y clasificado

• Lavado y almacenamiento

• Horneado en aceite

• Despulpado

• Dorado para despergaminación

• Despergaminado

• Desinfección

• Almacenado en recipientes de plástico

• Adición de sabores

• Embasado en bolsas plásticas

• Pesado, sellado

• Comercialización

Las cuatro organizaciones de mujeres citadas, crearon el Comité

Coordinador de Cooperativas Procesadoras de marañón de la Zona Sur de

Honduras (COPROMAZSH). La creación de este Comité permite una visión

de conjunto de las cuatro empresas cooperativas, el diseño de políticas

administrativas, supervisión y evaluación en materia de producción,

control de calidad, comercialización y educación.

La Fundación Ebert Stiftung, representada por el Señor A. Friedrich

Kramme - Stermose, buscó el mercado alemán mediante el apoyo de la

147

Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer Mundo GEPA; antes

de los primeros envíos hacia Alemania, se llevaron muestras para

promover el producto. Fue a partir de 1994 cuando entraron a la

producción comercial fuerte.

“Ahora que el proceso está en marcha, nosotras nos hemos mirado

amenazadas por los empresarios, hay gente que está interesada inclusive

en comprar nuestras empresas y no miramos voluntad política de parte del

Estado de Honduras para ayudarnos”. (Testimonio Belsahí Herrera, enero

2003)

En materia de precios, las cooperativas llevan control de sus costos de

producción y luego investigan los precios con los compradores de

Alemania, con GEPA, por ejemplo. Para el futuro, las mujeres piensan

comprar tierras para ampliar su pequeña plantación de marañón, ya que

tienen 5 hectáreas en La Sureñita, Azacualpa, y una en La Constancia,

donde esta la cooperativa Paz y Unión, pero hay mucha competencia, ya

que de Nicaragua y El Salvador vienen a comprar la fruta de marañón a los

hombres, con el riesgo de quedar desabastecidas. Durante 1999, hubo 5

exportaciones a Europa.

Para Alemania exportaron 40.400 kilogramos por un valor de US$275,779

y a Costa Rica 4,924 kilogramos por un valor de US$29.008 para un total

de las exportaciones, al 30 de noviembre de 1999, de 45,324 kilogramos

por un valor de US$304,787. Desde el año 2.000 exportan a Bélgica, con

el apoyo de Osfam. En esta investigación no se logró obtener datos

actualizados sobre la cartera que maneja la cooperativa por políticas de la

misma, ni a cuanto asciende los beneficios económicos para cada socia.

148

La venta en el mercado local se realiza mediante acuerdo con la

Comercializadora Hondureña, propiedad del Señor Guillermo Aguilera,

quien al 30 de noviembre de 1999 había vendido más de 18 mil libras de

almendras, el 20% de la producción total. A la fecha la Sureñita sigue

vendiendo localmente a través de esta misma empresa con quien están

satisfechas.

La Cooperativa ha dispuesto la suma de 532 mil lempiras para el

mejoramiento de 116 viviendas de las mujeres participantes en el proyecto,

construcción de 90 letrinas, 10 hornos de gas propano para la eliminación

del consumo de leña donde no exista energía eléctrica y un horno eléctrico

en las plantas de La Sureñita, donde hay fluido eléctrico.

Ha realizado obras de beneficio comunitario, financió el pago de mano de

obra para la construcción de ramplas en las comunidades de Azacualpa,

La Constancia y San Agustín en los ríos y quebradas que quedaron

incomunicadas, después el huracán Mitch.

Esta cooperativa de mujeres ha demostrado solidez por lo que tiene acceso

a ofertas de préstamos en la banca privada, en dólares, las puertas están

abiertas para futuros créditos. Actualmente cuenta con una membresía de

115 afiliadas.

149

Fotografías 49. Procesamiento de la semilla de marañón. La Sureñita. Choluteca. Enero 2003.

Según datos del PNUD. “El país registró una mejora del índice de desarrollo

relativo al género, al pasar de 0.600, en 1998, a 0.633 en el 2002...Los

progresos registrados en la equidad de género en el país, así como en sus

diferentes departamento, están asociados a un aumento en la escolaridad

de las mujeres, a un incremento de su participación en la fuerza laboral y al

aumento en los ingresos por trabajo, entre otras causas”67.

67 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002.

150

CONCLUSIONES

1. Los hallazgos de la investigación ilustran sobre los cambios que se

están produciendo en la mujer rural, asociado no sólo a su trabajo

en la producción de granos básicos, atención al huerto y la

ganadería menor para enfrentar la sobrevivencia. Se encontró una

mujer que además de asumir la reproducción social, está buscando

formas de aportar al ingreso de la familia y a la economía del país,

mediante la realización de una amplia diversidad de actividades

agrícolas y no agrícolas.

2. En el campo hombres y mujeres han seguido pautas y expectativas

sociales, cumplido roles sociales que les han sido asignados y son

puestos en práctica de acuerdo a normas, leyes, prescripciones y

estereotipos; actualmente se cuestiona la vigencia estos roles,

formando parte importante de las discusiones y luchas de los

movimientos de mujeres.

3. La mujer rural posee una diversidad de perfiles, con condiciones,

intereses y necesidades distintas. Existen desigualdades en los

niveles de desarrollo y la participación productiva en las diferentes

regiones del país, tanto de orden geográfico, demográfico, étnico,

educativo, posibilidades de acceso a la tierra y a los medios de

producción. Las necesidades e intereses de las artesanas Lencas del

centro, sur y occidente del país por ejemplo, son diferentes a los de

las mujeres garífunas del atlántico norte.

151

4. Los obstáculos que impiden que las mujeres rurales participen

ampliamente en la economía son de índole estructural, lo que obliga

a revisar todo el sistema socioeconómico y buscar soluciones

integrales, bajo el criterio que las mujeres no serán las únicas

beneficiarias. La continuidad de los procesos democráticos servirá

como base para ir afianzando los conceptos de equidad de género.

5. La concentración de mujeres en los estratos más pobres de la

sociedad constituye una barrera operativa que supera el ámbito

específico de la mujer, se remonta a una limitación más estructural

como es el desconocimiento, sobre como reducir la pobreza. Muchas

de las políticas sectoriales, que introducen las modificaciones

necesarias para focalizar a la mujer no son suficientes para producir

un impacto definitivo en su productividad y calidad de vida.

6. En el país existen avances en materia de diseño de políticas y de

estrategias, se reconoce que se están dando las primeras bases para

incorporar a la mujer en las políticas sectoriales, pero en la

investigación de campo, no se encontró suficientes evidencias sobre

los resultados de su implementación. Se busca la igualdad de

condiciones para la mujer rural, pero persisten las dificultades

para que las leyes y políticas así como las medidas de

implementación y las estrategias emitidas puedan traducirse en

acciones concretas de desarrollo con equidad, es necesario

esclarecer cómo cerrar la brecha entre esas políticas y su

implementación, cambiar el enfoque de desarrollo incorporando el

mejoramiento cualitativo en la vida de las mujeres.

152

7. De los múltiples problemas que pueden identificarse para avanzar

en el proceso de inserción de la mujer rural al desarrollo, se

visualizan como fundamentales: la necesidad de concienciar a los

gobiernos y a la sociedad en general sobre el verdadero rol de la

mujer rural y de su ubicación en los sectores más pobres; el otro se

refiere a vacíos evidentes de información estadística que aseguren

un seguimiento a la eficiencia de la aplicación de las políticas.

8. Los esfuerzos por apoyar a la mujeres rurales tanto desde el Estado,

como la Cooperación Internacional, ONGs, etc. han tenido un corte

más paternalista-asistencialista que un interés por potenciar sus

capacidades de la mujer rural, estimulándola a luchar por eliminar

la desigualdad de género, uno de los principales obstáculos para que

potencie sus capacidades como actora de desarrollo; cambiar a este

último enfoque llevará tiempo todavía.

9. Un número importante, no contabilizado, de mujeres rurales a nivel

nacional, se ha involucrado en pequeńos proyectos productivos bajo

un enfoque institucional asistencialista; pequeños, poco sostenibles,

algunos reproducen su condición de marginalidad, no sólo porque

son de subsistencia, sino también por el enfoque con que se

socializan. Algunas de estas experiencias han resultado negativas

por no haber partido de los propios intereses y oportunidades de la

mujer, ello las ha desanimado para participar nuevamente en

organizaciones y proyectos con una perspectiva más amplia

económica y políticamente, como la lucha por el acceso a la tierra, u

otros factores de la producción, el acceso al crédito y la asistencia

técnica, etc. Esto ha limitado el desarrollo de sus capacidades,

creatividad e independencia.

153

10. El INAM bajo el amparo de una serie de Leyes y Políticas de

Estado y con el apoyo de la cooperación internacional, está

buscando abrir los espacios a la mujer rural como actora del

desarrollo. La Política Nacional de la Mujer, Políticas Públicas con

Equidad de Género para la Reducción de la Pobreza 2002, Política

para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Política de

Equidad de Género 2000-2005, la Ley para el Desarrollo Rural

Sostenible están reforzado el tema de la inclusión de la mujer rural

al desarrollo.

11. Existe una creciente participación de la mujer en actividades

productivas generadoras de ingreso, más que una respuesta a

momentos de extrema necesidad, tiene un carácter estructural y

permanente, lo que debe ser considerado en la formulación y

aplicación de políticas públicas. Muchos proyectos de generación de

ingresos siguen esquemas tradicionales, tanto a nivel de gobierno

como de la cooperación externa, no están ayudando lo suficiente a

potenciar las capacidades de la mujer como actora de desarrollo, no

transcienden en la búsqueda del bienestar a mayores niveles de

desarrollo.

12. El trabajo doméstico que realiza la mujer rural sigue pesando

y limitando a la mujer el desarrollo pleno de sus potencialidades,

tiene un valor incalculable en términos de desarrollo del capital

humano. No se logra sin embargo contabilizar la contribución

femenina al crecimiento económico ni al desarrollo sostenible; este

hecho se refleja en el diseño e implementación de políticas a nivel

154

macro, en la reticencia a aceptar la importancia económica y social

de insertar a la mujer en los planes de desarrollo.

13. Las mujeres rurales necesitan tierra y quieren decidir sobre lo

que producen. La Secretaría de Agricultura y Ganadería SAG, el

Instituto Nacional Agrario INA, conocen esta situación, pero el

proceso de entrega de tierras a las mujeres rurales sigue siendo

lento y en cantidades minoritarias por lo cual continuarán en

desventaja comparativa con los hombres, los indicadores expuestos

en el documento confirman esta situación. Las mujeres organizadas

que han logrado algunos predios con el Instituto Nacional Agrario

para siembra, hasta la fecha muy pocas; ellas toman decisiones y

trabajan directamente, contratan a hombres como mano de obra

para que realicen ciertas actividades como la limpieza del terreno.

El elemento cultural sigue siendo determinante, en las actividades

agrícolas.

14. En la investigación se encontró a mujeres que consideran su

contribución a la producción agrícola, complementaria y marginal; la

mayoría de estas mujeres prefieren no involucrarse directamente en

la toma de decisiones sobre agricultura para no alterar la relación

con la pareja. Sigue considerándose importante al decidir la

participación en proyectos productivos generadores de ingreso,

elaborar o procesar productos alimenticios, artesanales o

incursionar en proyectos de ganadería menor, una forma de

reproducir los roles tradicionales reproductivos. En la investigación

se encontró a muchas mujeres que prefieren formar pequeñas

empresas sin tener que salir de casa pera no enfrentar el rechazo de

sus compañeros de hogar, optimizando al máximo su tiempo.

155

15. La diversificación de las pequeñas parcelas y los huertos, no

han ofrecido en el tiempo, el suficiente seguimiento y monitoreo a la

calidad de los productos que se cosechan, ni sobre los resultados de

la misma. Ha faltado análisis con las mujeres rurales, sobre el uso

concreto y sostenido de los productos alimenticios del huerto y la

parcela para consumo de la familia y por consiguiente, los cambios

en la dieta alimenticia y la nutrición, que le son consecuentes. Hace

falta más análisis, profundizar sobre el tema con las mujeres

rurales, sobre el problema de la pérdida del huerto en amplias

regiones del país.

16. El objetivo principal de la vinculación de las mujeres rurales a

la producción agropecuaria, acuícola o artesanal es producir o

comprar alimentos para la familia, lo que le ha dado el crédito de

responsable directa de la seguridad alimentaria. La mayoría de las

familias rurales son numerosas, espacios de convivencia de una o

más familias nucleares, unidas por lazos de parentesco.

17. Una importante cantidad de mujeres rurales al no tener acceso

a la tierra para agricultura, o al tenerla en cantidades mínimas, o de

mala calidad, han generando proyectos productivos alternativos a la

agricultura, con asistencia institucional o sin ella, formando

pequeñas empresas; con el producto de las cuales están comprando

alimentos para la familia, mejorando sus viviendas, enviando los

hijos e hijas a la escuela, colegios e incluso a la universidad. El

incremento en la escolarización de las niñas conducirá a un cambio

sostenido en los procesos de mejoramiento de la calidad de vida en el

área rural.

156

18. Muchas mujeres rurales que participan en procesos

productivos generadores de ingresos con algún nivel de ganancia y

ahorro, han pasado por los procesos de capacitación que se

señalaron al principio y les ha tocado sortear una serie de

vicisitudes frente a sus familias y comunidades, derivadas de la

subvaloración, discriminación y la falta de confianza. Aún cuando en

la mayoría su nivel educativo no trasciende la educación primaria,

algunas han logrado desarrollar capacidades para el manejo de la

producción, manejando tecnologías no tradicionales, como aquellas

que elaboran shampoo, acondicionadores, nuez de marañón y otros

productos.

19. Bajo las condiciones actuales en que las mujeres rurales

atienden las pequeñas empresas significa una sobrecarga de trabajo,

por la atención a las responsabilidades domésticas y las de

producción. Muy pocas han logrado incorporar a la familia,

especialmente a los varones, a los quehaceres de la casa para liberar

el tiempo de ellas e incrementar sus capacidades productivas.

20. Aunque el estado civil no es una condición para que la mujer

se involucre en procesos productivos no agrícolas, generadores de

ingresos, existe un alto porcentaje de mujeres que participan

activamente en estos procesos que son: solteras, viudas,

abandonadas por los maridos o compañeros de hogar.

157

21. La aplicación de las políticas hacia la mujer rural se han

centrado en la promoción de actividades productivas generadoras de

ingreso de menor tamaño, de manera individual o colectiva; la

asistencia técnica y pequeños montos de crédito, están orientados

hacia los roles domésticos y reproductivos de las mujeres, mas que a

una capacitación amplia y sostenida socio empresarial y técnica.

Persisten las limitaciones a nivel de aplicación de políticas, para

tomar en cuenta a la mujer como sujeto fundamental del desarrollo,

más allá de sus roles domésticos, reproductivos o productivos

secundarios que tradicionalmente se le asignan.

22. La mayoría de empresas de las mujeres rurales son pequeñas,

de subsistencia, que dan empleo a más de medio millón de personas,

pero funcionan con muchas carencias para entrar en mercados

nacionales e internacionales; bajo esas condiciones no tienen

posibilidad de entrar en esta competencia. La apertura de los

mercados internacionales con productos de mayor calidad y bajo

costo, pone en peligro estas empresas, trayendo como consecuencia

un incremento del desempleo y por consiguiente el agravamiento de

la pobreza.

23. Existe un pequeño grupo de mujeres rurales que ha

desarrollado pequeñas empresas con alguna capacidad instalada,

con potencial de crecimiento, disponibilidad de materia prima a nivel

local. Son personas hábiles en los procesos productivos que generan,

que podrían elevar su nivel de competitividad con el apoyo estatal, es

el caso de las empresas de la Cooperativa la Sureñita, de las

alfareras Lencas, las artesanas del junco y tule de Santa Bárbara y

las que siembran y comercializan camarón, que han logrado algún

158

nivel de crecimiento y ventas locales e internacionales, pero

vulnerables en su sostenibilidad.

24. Muy pocas mujeres rurales, las menos, han creado medianas

empresas con instalaciones propias, contado con asistencia técnica y

crediticia sostenida, con una visión de desarrollo de largo alcance,

con una importante calidad y novedad de los productos que en

algunos casos les está permitiendo incursionar en mercados

competitivos, no sólo a nivel local o nacional, sino que están saliendo

a Centroamérica, Norteamérica y Europa. Indudablemente estas

experiencias que a veces involucran comunidades rurales enteras,

están provocando cambios importantes no sólo en la mujer misma,

que está valorándose más sus capacidades y potencialidades, sino a

nivel familiar. La vinculación a procesos productivos exitosos

generadores de ingresos, les está obligando a replantearse el tema

del manejo del tiempo en el hogar y a buscar alternativas. Con

frecuencia las mujeres ganan más que los hombres, lo que les ha

dado mayores oportunidades para que sean tomadas en cuenta.

25. La incursión de la mujer rural en la comercialización de sus

productos, con apoyo institucional, está reforzando su capacidad de

negociación. Existen ejemplos de grupos organizados de mujeres

rurales que han desarrollado una experiencia y habilidad como

productoras y negociadoras, es el caso de la Sureńita en Choluteca,

de las alfareras de San José, Yarumela, La Arada y otras

comunidades en los Departamentos de La Paz y Valle, de las floristas

de tusa de las aldeas del Municipio de Sabanagrande, las tejedoras

indígenas de Intibucá, las que elaboran jabones, shampoo,

acondicionadores, medicinas naturales, en diversas zonas del país

159

como en El Paraíso, Francisco Morazán, Santa Bárbara, Intibucá,

Lempira, Copán, las que trabajan el junco y el yute en Santa

Bárbara.

26. Todas las mujeres entrevistadas invierten sus ingresos

principalmente la seguridad alimentaria de la familia, vestuario,

medicinas, educación de los hijos e hijas y vivienda. Existe interés

en capacitarse para mejorar la calidad de sus productos y por

consiguiente los ingresos. El tema de ampliación del mercado y

conocer sus reglas, está presente en todas las demandas de las

mujeres productoras.

27. Existen casos de organizaciones productivas de mujeres que

están contribuyendo económicamente en el desarrollo de la

comunidad, en el mejoramiento de escuelas, instalación de sistemas

de agua, protección de los recursos naturales, mejoramiento de

caminos, apertura de tiendas de consumo a precios cómodos, etc. La

mujer, por la necesidad que tiene de ver resueltos los problemas

centrales de sobrevivencia, cuando tiene oportunidad contribuye con

recursos económicos o participando en diversas actividades a un

nivel más amplio que el de su propio hogar, para mejorar los

servicios comunitarios.

28. La verdadera valoración del trabajo de la mujer rural y su

contribución económica, requiere disponer de datos del costo

específico de cada una de las actividades que ella realiza. Existen

proyectos que hoy día están haciendo mediciones del aporte

económico del trabajo de las mujeres rurales mediante la

metodología de “uso del tiempo”, tanto en la esfera productiva como

160

en la reproductiva; se trata de una contabilización matemática de los

minutos destinados para el desarrollo de las actividades en un día

típico, haciendo diferencias por la estacionalidad de la producción

agrícola. El cálculo se realiza por medio del “costo de oportunidad”,

que otorga una remuneración al tiempo destinado a las actividades

domésticas, su relación de costo en la esfera productiva, como

cuenta propia en la misma localidad.

29. La Estrategia para la Reducción de la Pobreza, formulada por

el gobierno, no contempla una propuesta específica para atender la

realidad de la mujer rural, señala en términos generales el

mejoramiento de la equidad y seguridad en el acceso a la tierra, la

importancia del desarrollo sostenible, el mejoramiento de la

competitividad de las pequeñas empresas rurales y el mejoramiento

de las condiciones sociales del área, pero no ofrece mayores

especificaciones sobre cómo la mujer rural va a ser beneficiada con

la propuesta.

30. El gobierno creó recientemente el Programa Nacional de

Competitividad para hacerle frente a su aportación en el marco de

los Tratados de Libre Comercio TLC, pero las mujeres rurales tienen

grandes limitaciones para entrar en esos mercados competitivos que

exigen productos de calidad altamente diversificados. La estrategia

de competitividad contempla identificar áreas geográficas con

potencial para exportación, la creación de competencias, estimular el

encadenamiento entre las pequeñas y las grandes empresas para

ampliar la exportación; creación de Centros de Innovación

Tecnológica, búsqueda de certificación y el mejoramiento constante

de la calidad de los productos hondureños, posicionar al país a nivel

161

internacional con sus productos, realizar alianzas con Centros de

Educación Superior para formar especialistas. Las mujeres rurales

que han formado pequeñas empresas en su mayoría no están

preparadas para participar en procesos competitivos.

RECOMENDACIONES

1. El Estado deberá contemplar más claramente, en la planificación del

desarrollo, la inclusión de la mujer en una dimensión integral. Una

estrategia de desarrollo no puede prescindir de la mujer en todos los

niveles, su inserción requiere de un conocimiento amplio sobre las

diferentes actividades económicas en que se involucra, identificar y

eliminar las barreras que impiden su acceso a las acciones de

política.

2. Es necesario incrementar la participación y la representación de la

mujer en la vida política, ya que esto se traduce generalmente en

cambios positivos para las mujeres en todas las demás esferas de la

sociedad. El INAM congruente con su Plan Estratégico 2002 – 2006,

deberá seguir promoviendo un amplio y sostenido proceso de

capacitación, con la concurrencia de otras instituciones

gubernamentales, ONGs y las Organizaciones de Mujeres

Campesinas, sobre los temas de participación social y política de la

mujer; que le permita discernir sobre la importancia de involucrarse

en la toma de decisiones y vincularse concientemente a procesos de

desarrollo de largo alcance.

162

3. Las mujeres deben estar presentes activamente en la construcción

de las propuestas dirigidas a ellas, especialmente cuando se trata de

políticas, planes, programas, proyectos y estrategias de

implementación así como en su ejecución, seguimiento y evaluación.

Buscar el desarrollo de sus capacidades, acceso a los recursos

productivos y garantizar su participación en la toma de decisiones,

para alcanzar reivindicaciones que las inscriban en un proyecto de

transformación de largo alcance.

4. Cuando las políticas se dirigen a la unidad familiar, minimiza a la

mujer porque la figura masculina termina tomando las decisiones,

manteniendo la subordinación y el marginamiento, por lo que “es

necesario disponer de medidas que permitan compensar las

desventajas históricas y sociales que impiden al hombre y a la mujer

actuar en igualdad de condiciones, la equidad lleva a la igualdad; el

empoderamiento es imprescindible para alcanzar esta equidad e

igualdad de género”. (Política de Equidad de Género 2000-2005). El

Estado está llamado a proveer las condiciones necesarias para que

las Leyes sean conocidas por las mismas mujeres, se cumplan y

permitan a la mujer rural un verdadero proceso de inserción al

desarrollo. El Estado deberá vigilar que el enfoque de género esté

presente en los programas y proyectos que se ejecuten para

impulsar el desarrollo del país.

5. Es necesario continuar con los cambios en los enfoques de los

servicios de asistencia técnica, capacitación, crédito, ofrecidos por el

Estado, la cooperación externa y las ONGs. Potenciar la capacidad

de la mujer rural para que entre de una manera más directa en los

procesos de desarrollo, no sólo está demandando la equidad en el

163

acceso a recursos, servicios, beneficios y poder, sino un cambio en la

forma de relacionamiento entre personas, que redunde en el

fortalecimiento a los procesos democráticos. Es necesario que se

tome en cuenta el nivel, la naturaleza y las especificidades del

trabajo femenino, que no le considere sólo por sus necesidades

inmediatas, sino que se busque producir efectos a largo plazo.

6. Es necesario identificar los obstáculos a la participación de la mujer

en la toma de decisiones, buscar tecnologías y nuevas estrategias

que permitan agilizar las tareas de la mujer rural, a fin de que ésta

pueda disponer de más tiempo para participar en actividades

educativas, económicas, sociales y políticas. Promover a la mujer

asignando recursos y posicionándola en las estrategias de desarrollo.

7. Debe superarse la idea que el trabajo agrícola no es trabajo de

mujeres y que por ello la mujer no necesita acceder a la tenencia de

la tierra. La mujer tiene derecho a que se le faciliten predios de

tierra de calidad y en cantidad para desarrollar procesos productivos

rentables destinados al mercado nacional e internacional; desde

luego que participa en estos espacios.

8. Los fondos de crédito deben responder a las necesidades de

financiamiento en función de diferentes opciones de producción e

ingreso de la mujer rural. Perfeccionar la capacitación de las

mujeres en aspectos relacionados con el manejo de cuentas y

comercialización.

9. Es necesario crear un ambiente político más favorable para las

empresas de mujeres, el intercambio entre redes, capacitación de

164

género para quienes toman decisiones, recolección de información y

estadísticas desagregadas por sexo. Promover desde el INAM

instancias de diálogo entre las mujeres y los que toman decisiones

políticas.

10. Las mujeres rurales requieren apoyo de instituciones

educativas y de investigación agropecuaria como el CURLA/UNAH,

la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, la Escuela Nacional

de Agricultura, el IICA el CATIE y otras, que les ayude a investigar

y orientar los procesos productivos, de mercadeo, y desarrollar

programas y proyectos sostenibles en el manejo y aprovechamiento

de los recursos forestales.

11. Las mujeres rurales también requieren asesoría de expertas,

para orientar el logro de sus intereses estratégicos. El INAM podría

definir una estrategia en esta dirección.

12. Es necesario crear un sistema de información, contar con un

registro de datos y actividades relevantes, para darle seguimiento a

las acciones emprendidas por el Estado y las ONGs sobre la

implementación de las políticas y estrategias que favorecen a la

mujer rural.

13. Considerando el surgimiento de pequeñas empresas de

mujeres con sus propias particularidades, algunas de ellas

elaborando productos de calidad y con posibilidades de exportación,

habrá que retomar el tema del fortalecimiento, fomento y

consolidación de estas actividades, valorar el aporte de la mujer

165

empresaria y elevar su nivel de competitividad como alternativa para

el desarrollo.

14. Los técnicos facilitadores de las Instituciones deberán contar

con conocimiento sobre el enfoque de equidad género para el

desarrollo rural. Con frecuencia las instituciones carecen de recurso

humano especializado y sensibilizado en la temática, que manejen

información sobre la situación de la mujer rural y conozca las

políticas que se han formulado para posicionarla en el marco del

desarrollo.

15. Debe promoverse el fortalecimiento de organizaciones

comunitarias con programas de capacitación sostenidos, para que

incrementen sus posibilidades de negociación política y económica y

su capacidad para la formación de alianzas estratégicas y redes

colaborativas.

16. En el momento actual pocas pequeñas empresas de mujeres

rurales pueden participan en el Programa Nacional de

Competitividad, salvo si se les incluye en las estrategias del gobierno

para el sector MIPYMES, acceso a servicios financieros y no

financieros, a información, capacitación técnico-empresarial de

conformidad a los requerimientos diferenciados de las mujeres,

alternativas de financiamiento e inversión a largo plazo, innovación

tecnológica, diversificación de productos, estudios de calidad,

mercado y el desarrollo de estrategias sostenidas de comercialización

a nivel nacional e internacional, pudiendo participar en cadenas y

redes empresariales. Por tratarse de pequeñas empresas pero con

potencial para entrar en una dinámica económica altamente

166

competitiva, habrá que hacer investigaciones especiales del potencial

de cada una de ellas.

17. Es necesario tomar en cuenta la propuesta del gobierno de

potenciar el sector productivo que entrará en los Tratados de Libre

Comercio, ha priorizado los sectores productivos: agroindustria,

forestal, muebles de madera, turismo, textiles, entre las cuales se

podrían ubicarse algunas pequeñas empresas de mujeres, haciendo

alianzas con empresas competitivas, de conformidad a sus

capacidades. Actualmente el gobierno a través de la Secretaría de

Industria y Comercio y FIDE están formulando la Política de las

MIPYMES mediante un proceso de consulta, con el propósito de

fortalecer este sector de la economía, valorando el importante rol que

desempeñan en la generación de empleo y en la producción del país.

18. Es importante que se realice un estudio específico sobre cómo

las pequeñas empresas de mujeres pueden aprovechar las

disposiciones a favor de las micoempresas en Honduras, para elevar

su nivel de competitividad en función de su inclusión en los tratados

internacionales.

19. Para ofrecer una intervención institucional estatal y privada

sostenida, coordinada, que de seguimiento a la aplicación de las

políticas a favor de la mujer rural, sería importante considerar la

creación de una instancia que podría llamarse Consejo de Política de

la Mujer Rural o una Dirección General de Promoción de la Mujer

Rural, funcionando bien en el INAM, la SAG o en otra institución

estatal, contando con la participación activa de las organizaciones

de mujeres campesinas e indígenas a nivel nacional, tanto las de

167

orden social como productivo, con la asesoría del INAM, con el

acompañamiento de ONGs; sus funciones serían las de dar

seguimiento de cerca a la implementación de las políticas aprobadas,

preparar la formulación de otras, dar seguimiento a planes,

programas y proyectos específicos a favor de las mujeres rurales,

avanzar con la incorporación de la perspectiva de género en los

programas de desarrollo municipal y en los proyectos de asistencia

técnica municipal, así como promover la integración del enfoque de

equidad de género en políticas, planes, programas y proyectos

socioeconómicos del Estado. Ofrecer el servicio de información sobre

redes de colaboración internacional hacia la mujer rural, promover

el proyecto de desarrollo en áreas fronterizas recientemente creado

por el gobierno. Esta instancia deberá desempeñar un estratégico en

el proceso de involucramiento de la mujer rural al desarrollo del

país.

20. Existe la necesidad de contar con un Plan detallado de

Ejecución de las Políticas para la mujer rural, que identifique las

verdaderas capacidades institucionales para viabilizar y sostener la

formulación y aplicación plena de todas las Leyes y Políticas que se

han formulado y se formulen para impulsar el desarrollo, de la

mujer rural, en su más amplia dimensión. Que de seguimiento a la

transversalidad del enfoque de género en las decisiones y acciones

de las instituciones vinculadas al sector publico agrícola, a la

incorporación del concepto género en los sistemas de información.

21. La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las

oportunidades educativas impulsado por el sistema educativo

nacional, facilitaría a la mujer hondureña acceso a nuevos

168

conocimientos, destrezas y habilidades, no solo para asegurar

alimentos a la familia sino para su propio desarrollo como persona.

22. Es necesario establecer proyectos acelerados para la

alfabetización de las mujeres rurales en los que se incluya planes de

formación integral adecuados a sus necesidades, para darles mayor

posibilidad de incorporarse al desarrollo nacional.

23. Es necesario socializar más ampliamente las experiencias de

mujeres rurales que han logrado resultados sostenidos en los

procesos productivos. Existe potencial en algunos grupos de mujeres

(muy pocos) para entrar en procesos de competitividad y en

mercados internacionales, las mejores prácticas están en aquellas

organizaciones que han tenido una capacitación amplia, un

seguimiento y evaluación constante de los procesos y experiencias.

24. Es necesario elevar en nivel de competitividad. La mayoría de

los problemas que enfrentan actualmente las pequeñas empresas de

las mujeres rurales tiene que ver con la baja productividad, con la

escasa disponibilidad de instrumentos financieros adecuados a sus

necesidades, con el limitado acceso a mano de obra calificada, a una

tecnología actualizada que les permita mejorar sus procesos

productivos, la calidad de sus productos y a mejorar la capacidad de

gestión.

25. Es necesario elevar el nivel de empresarialidad. Honduras no

tiene desarrollada una cultura empresarial que viabilice y dinamice

el proceso de desarrollo de las MIPYMES elevándola a niveles de

competitividad. Pese a la importancia que tiene el sector para la

169

economía del país y la gran cantidad de población que absorbe, este

sector no mantiene una estrategia de crecimiento, de organización,

innovación, de coordinación interinstitucional, es necesario revertir

esta situación para entrar en la nueva dinámica económica en la que

el país está inmerso.

26. Considerando que la presencia de las mujeres a cargo de

negocios agrícolas relativamente sostenibles, es muy limitada

todavía (solamente son el 5% de los productores agrícolas, según

datos del Censo Nacional), pero con un importante potencial de

desarrollo, es necesario definir estrategias institucionales, con el

apoyo de la cooperación internacional, para potenciar estas

capacidades en todos los departamentos del país.

27. Es necesario realizar estudios diferenciados por estrato

productivo, realizar una clasificación de MIPYMES de mujeres. Al ser

sectores tan vulnerables, su situación se modifica rápidamente, es

necesario realizar seguimientos anuales, las Encuestas del INE son

fundamentales, con adecuados diseños maestrales hacia el sector

MIPYME.

28. Apoyar la generación de economías de escala, aprovechando al

máximo los beneficios que la aglomeración sinérgica pueda facilitar.

Si estas pequeñas empresas siguen actuando individualmente

difícilmente pueden crecer en las condiciones actuales del entorno

competitivo. Es necesario fomentar la asociatividad para diversos

fines, asesorías técnicas, mercados, compra de insumos, desarrollo

de sistemas de información, modernos métodos gerenciales,

exportar, etc. Integrarse a clusters, distritos industriales y otros.

170

Crear una masa crítica de PYMES con capacidad competitiva que

sirvan de modelo para motivar e incentivar a otras microempresas de

mujeres a dar el salto a la competitividad, que no se perpetúen en la

subsistencia, convertirse en alternativa a la pobreza.

29. Las pequeñas empresas de mujeres rurales requieren

soluciones innovadoras, iniciativas estratégicas, acompañamientos

de ONGs calificadas, capacitadas, que les permita reforzar su

crecimiento. Es necesario implementar un Plan Estratégico de

Capacitación para socializar las mejores prácticas. Alianzas

estratégicas para incorporar a una variedad de entidades

relacionadas e interesadas, que podrían poner a disposición recursos

humanos y financieros para innovarlas, ayudarles a entrar a

mercados en condiciones competitivas.

30. Es conveniente la formulación e implementación de una

política macroeconómica y social basada en la producción con

enfoque de género, políticas reproductivas para mejorar las

condiciones productivas y de trabajo doméstico, políticas para la

reproducción de la fuerza de trabajo, que faciliten el acceso a la

educación salud, empleo. Se trata de un enfoque de política sobre la

participación de la mujer como actora activa del desarrollo.

171

ESTRATEGIA DE INTERVENCION PARA EL DESARROLLO

DE LA MUJER RURAL HONDUREÑA

Presentación

Los resultados de la investigación destacan que existe en el país una

significativa participación de mujeres rurales en actividades productivas

generadoras de ingreso, que benefician directamente a la familia. Mujeres

emprendedoras con voluntad de trabajo, que demandan una mayor

inclusión en el desarrollo rural, alfabetización, capacitación en aspectos

de orden social, equidad de género, liderazgo, prácticas asociativas,

conocimiento de leyes que protejan los derechos de las mujeres y otras.

Requieren además formación en aspectos económicos, asistencia técnica,

financiera, acceso a la información para la toma de decisiones,

capacitación en gestión empresarial, mercadeo, y otras materias que

refuercen sus capacidades para incorporarse con éxito en el proceso

productivo.

La propuesta de estrategia, surge de los hallazgos de la investigación y de

la valoración de la importancia que tiene la participación de las mujeres

en el desarrollo nacional. Su objetivo es aportar a la creación de

oportunidades sociales, económicas y políticas para que la mujer rural se

beneficie de las oportunidades que ofrece el desarrollo rural, en

condiciones de equidad de género; tomando en cuenta las especificidades

del trabajo femenino, sus necesidades diferenciadas inmediatas y de largo

alcance. En términos generales, un ambiente propicio favorable al logro de

la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

172

Esta Estrategia se enmarca dentro de la Política para la Equidad de

Género en el Agro Hondureño, la Política Nacional de la Mujer, el Programa

Nacional de Desarrollo Rural Sostenible, el Plan Nacional de Gobierno

2002-2006, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, el Programa

Nacional de Competitividad.

LA ESTRATEGIA

La Estrategia se sustenta en dos ejes:

1. Fortalecimiento de la capacidad de desarrollo de la mujer en el

marco de la búsqueda de un balance genérico en la distribución de

las oportunidades: culturales, educativas, de capacitación, de

formación, comprensión de su rol en la sociedad y del incremento de

sus capacidades para ocupar espacios en toma de decisiones en la

vida política y en el ámbito local.

2. Promoción de su independencia económica a través de una mayor

apertura de acceso a la tierra de calidad y en la cantidad acorde a

sus necesidades, a los fondos de crédito y a la asistencia técnica,

para desarrollar procesos productivos rentables destinados al

mercado nacional e internacional mediante la generación

empresarial; como medio para hacerle frente a la pobreza que recae

mayormente sobre ella.

173

Lineamientos de la Estrategia El Problema La Estrategia

La mujer rural enfrenta

situaciones de discriminación

y de exclusión social,

económica y política por

razones de género.

Promover la búsqueda de las condiciones

necesarias para potenciar a la mujer rural como

actora del desarrollo, en igualdad de

condiciones y oportunidades que el hombre, a

través de:

La vigilancia en la aplicación de Leyes, Políticas

y Programas, buscando la eliminación de los

obstáculos que dificultan su participación

activa, en todas las esferas de la vida pública y

privada.

La aplicación de las Leyes relativas al acceso a

la tierra, a los servicios, al crédito y demás

oportunidades que ofrece el desarrollo, en

condiciones de equidad de género.

El fomento y la supervisión de la eliminación de

aspectos discriminatorios por razones sexistas,

étnicas o sociales en el sistema de educación

formal y no formal, en el marco de la educativo

nacional.

La promoción y elaboración de programas de

enseñanza y material didáctico, para la

educación formal y no formal, teniendo en

cuenta los intereses y necesidades específicas

de la mujer rural.

La formulación de programas de educación que

promuevan el desarrollo de sus capacidades

para la actividad productiva, aumentando la

174

capacitación técnica para la elaboración de

productos de calidad, el mejoramiento de la

administración, gestión y comercialización de

sus productos.

Las mujeres rurales se

concentran mayormente en

los estratos poblacionales

más pobres.

A través de la cooperación del Estado, las

Agencias Internacionales de Desarrollo, las

ONGs, promover la creación de programas

innovadores que reconozcan y fortalezcan el

papel decisivo de la mujer rural como

generadora de ingresos para la familia,

apoyándola con estrategias de empoderamiento

para la toma de decisiones.

Establecer un entorno interinstitucional, que

permita desarrollar políticas, programas y

mecanismos que favorezcan la incorporación de

la mujer rural a los servicios del desarrollo en

forma coordinada: crédito, asistencia técnica,

capacitación, información, etc.

Adoptar medidas de política, estrategias y

líneas de acción, para fortalecer la pequeña y

mediana empresa rural dirigida o promovida por

mujeres. Apoyándoles en aspectos de gestión

empresarial, contabilidad, mercadeo,

certificación de calidad, redes de

comercialización, etc.

Aprovechar los servicios de las OPDs

Financieras (véase anexo 2), promover el

desarrollo de nuevos instrumentos de servicios

financieros, con mayor cobertura y facilidades

para que las mujeres rurales tengan un mejor

175

acceso a recursos financieros para desarrollar

sus empresas.

Facilitar el acceso a la información tecnológica y

a la promoción de mecanismos de fomento a la

innovación.

Crear mecanismos de carácter educativo y de

capacitación, específicos para la mujer

productora para el fomento de la cultura

empresarial.

Integrar a las mujeres rurales, sus perspectivas

y conocimientos, en la adopción de decisiones

en materia de ordenación de los recursos y en la

formulación de políticas y programas de

desarrollo sostenible, particularmente las

destinados a atender y prevenir la degradación

ambiental y la conservación de los recursos

naturales.

Propiciar la integración de redes de cooperación

entre las empresas de las mujeres rurales.

Adecuar el marco institucional y jurídico a los

mecanismos que faciliten la incorporación de

mujeres empresarias.

Apoyar y facilitar la promoción, organización de

enlaces empresariales, ferias y exposiciones

nacionales, regionales e internacionales.

Sistematizar las experiencias de redes

empresariales de mujeres u otros mecanismos

176

que existan o hayan existido en Honduras;

como marco de referencia para la incorporación

de las mujeres rurales a los mercados

internacionales (TLC, PPP, etc.).

Promover la capacitación del personal con base

de conocimientos sobre la realidad de la mujer

rural y el enfoque de género, para habilitarlo en

la prestación de servicios especializados para

las mujeres rurales productoras/empresarias.

Grupos de mujeres con posibilidades de desarrollo

empresarial identificados en la investigación:

• Asociación Regional de Alfarería Lenca (Departamentos de Valle,

Francisco Morazán, Comayagua, La Paz, Intibucá y Lempira)

• COMIFLOL: Cooperativa Regional (Sabanagrande, flores de tusa)

• CIFMAL: Santa Bárbara (flores de tusa)

• Grupos de mujeres productoras de papel orgánico (Departamentos

de El Paraíso y Valle)

• Cooperativa de mujeres para el procesamiento y comercialización del

marañón (Choluteca)

• Cooperativa productora de camarón (Valle)

• COMARAL: Artesanías en junco

• Grupos de mujeres productoras de shampoo, jabones y enjuagues

(Santa Bárbara, El Paraíso)

• Grupos de mujeres bordadoras (La Paz y Cortés)

• Grupos de mujeres indígenas tejedoras (Intibucá)

177

B I B L I O G R A F I A

- ALFARO, MARIA CECILIA. Develando el Genero; Elementos

Conceptuales Básicos para Entender la Equidad. Costa Rica:

Unión Mundial para la Naturaleza, 1999. 38 p.

- ARISPE, LOURDES Y OTROS. Las Mujeres y la Sustentabilidad del

Desarrollo, Administración y Protección del Medio Ambiente.

Guadalajara: BID/CEPAL/UNIFEM, 1994. 43p.

- ASTELARRA, JUDITH. Veinte anos de políticas de igualdad de

oportunidades en España. (Conferencia Reducción de la

Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Genero).

Managua: 2002.

- BALAKRISHNAN, REVTHI. Reorientación de la economía del hogar para

el desarrollo rural en los países en desarrollo: Un método de

capacitación para la transferencia de tecnología. Roma: FAO,

1994. 50 p.

- CALLEJAS, CECILIA. Perfil situacional de la mujer rural en Honduras.

San Salvador: FAO, s.f. 10 p.

- CEPAL. Mujer Rural, Escolaridad y Empleo en el Istmo

Centroamericano. Santiago de Chile: 2002. 97 p.

- CODEHUCA. Genero: Acceso a los recursos y uso sostenible de la tierra

(Memoria Seminario Taller). San José, C.R.: Dic. 1997. 53 p.

178

- CHIBOGA, MANUEL, REBECA GRYNSPAN y LAURA PEREZ E. Mujeres

de maíz. San José, C.R.: IICA, 1996. 384 p.

- ESTRATEGIA NACIONAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE; Tercera

propuesta concertada. Tegucigalpa:

ALIDE/PAGS/CONADES/OEA/PNUD, 2001. 183 p.

- FAO. Lempira Sur 1994-1998. Informe de Experiencias. Tegucigalpa:

2000.

- FAO. La Mujer en las Comunidades Pesqueras; Orientaciones. Roma:

1989. 63p.

- FAO. Mujeres en la Silvicultura Comunitaria. Roma: 1990. 44p.

- FAO. Programas de Promoción y Capacitación Campesina para la

Incorporación de la mujer al Proceso Productivo. Honduras;

resultados y recomendaciones del Proyecto. Roma: 1994. 40 p.

- FUNDACIÓN COVELO. Diagnóstico de la MIPYMES. Tegucigalpa: 2002.

- GEILFUS, FRANS. Estrategias campesinas; marco de análisis para el

desarrollo rural. Tegucigalpa: IICA, 2002. 378p.

- GUERRERO, LILIANA. Diagnostico de la micro, pequeña y mediana

empresa en Honduras. Tegucigalpa: Comisión Nacional de la

Micro, Pequeña y Mediana Empresa, 2002. 54 p.

179

- GUILLÉN SOTO, MARITZA. Diagnostico operativo sobre la mujer

hondureña. Tegucigalpa: SECPLAN, 1996. 88p.

- GTZ. Instrumentos, prioridades y estructuras institucionales para el

fomento de la micro, pequeña y mediana empresa: la

experiencia en Honduras (Cuadernos de Trabajo). Tegucigalpa:

PRLOMYPE/GTZ, 2000. 68p.

- HACIA UN ENFOQUE DE GENERO; Descubriendo Juntos el Camino.

Panamá: ASOCODE, 1998. 15 p.

- HONDURAS: Breve Caracterización de la Situación de Género en el País.

Tegucigalpa: Genero y Cooperación Internacional en Centro

América, s.f.

- HONDURAS: CONGRESO NACIONAL. Ley de Cajas de Ahorro y Crédito

Rural. Decreto Legislativo No. 201-93. Octubre 13, 1993.

- HONDURAS: CONGRESO NACIONAL. Ley de Igualdad de

Oportunidades para la Mujer, Decreto No. 34-2000.

Tegucigalpa: INAM, 2000. 58p.

- HONDURAS: CONGRESO NACIONAL. Ley para el Desarrollo Rural

Sostenible. La Gaceta Oficial de la República de Honduras.

Viernes 5 de Mayo del 2000. No. 29. 163. p. 1-4.

- HONDURAS. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, Un

compromiso por Honduras. Tegucigalpa: 2001. 123 p.

180

- HONDURAS. GOBIERNO DE LA REPUBLICA. Hacia la Transformación

Nacional. (Reunión grupo Consultivo para Honduras).

Tegucigalpa: 2003. 77p.

- HONDURAS. PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA. Plan de Gobierno

2002-2006, un compromiso con Honduras. Tegucigalpa: s.f.

- HONDURAS. PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA/PRAF/PNUD/ASDI.

Memoria del Seminario taller sobre genero y pobreza.

Tegucigalpa: 2001.

- IICA/CIDER, Género y Nueva Ruralidad. San José, C.R.: IICA/CIDER,

2000. 106 p.

- IICA/CIDER. Nueva Ruralidad. San José, C.R.: 2001. Documentos

Pedagógicos 003.

- IICA, ed. Nueva Ruralidad. San José, C.R.: IICA/CIDER, 2001. 110p.

- IICA. Pasos Potenciales de las Mujeres Rurales Hacia el Siglo XXI. San

José, C.R.: 1998. 86 p.

- INSTITUTO NACIONAL AGRARIO. Censo de Cooperativas de la Reforma

Agraria, 2001. Tegucigalpa: 2002.

- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Anuario estadístico de

Honduras 2001. Tegucigalpa: 2002.

181

- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA. XVI Censo de Población y V

de Vivienda. Tomos 1 y 2. Tegucigalpa: 2002.

- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Encuesta Agrícola Nacional.

2001-2002. Tomo I Cultivos anuales. Tegucigalpa: 2002.

44p.

- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Encuesta de granos básicos.

Tegucigalpa: 2001 – 2002.

- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Programa de encuesta de

hogares. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares.

(Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001. 62p.

- INSTITUTO NACIONAL DE la mujer. POLITICA Nacional de la Mujer.

Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades. 2022-

2007. Tegucigalpa: 2002.

- INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER. Políticas públicas con equidad

de genero para la reducción de la pobreza. Tegucigalpa:

ASDI/UNDP, 2002. 5p.

- KARREMANS, JAN A.J., RICARDO RADULOVICH y ROSSANA LOK, eds.

Turrialba: CATIE, 1993.

- KAWAS, CELINA y MELBA L. ZÚÑIGA. Perfil de la Mujer Hondureña.

Tegucigalpa: ACDI, 1991. 45 p.

182

- KEYSEN, BRANDA y FABIOLA CAMPILLO. Productoras de Alimentos en

18 Países de América Latina y El Caribe. Perspectivas, Género y

Desarrollo Rural. 1997.

- KEYSEN, BRENDA, ed. Productoras Agropecuarias en América del Sur.

San Jose, C.R.: BID/IICA, 1996. 398p.

- LINGEN, ANNET. Diagnostico de Genero; Guía para los Responsables de

Política. Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países

Bajos, Dirección General de Cooperación Internacional, 1994.

63 p.

- LOPEZ, DELIA ARMIDA. Brecha sin Tregua: Genero y Condiciones de

Vida de la Mujer Hondureña. Tegucigalpa: Secretaria de

Planificación, Coordinación y Presupuesto, 1994. 186 p.

- MARTINEZ, MARIA ANTONIA Y SARA ELISA ROSALES. El Acceso de la

Mujer a la Tierra en Honduras. San José, C.R.: Fundación

Arias para la Paz y el Progreso Humano, 1995. 172p.

- NÚÑEZ, GABRIELA. Pobreza y Genero; Un desafió para la Estrategia de

Reducción de la Pobreza. Discurso Inaugural Seminario-Taller

sobre Genero y Pobreza. Tegucigalpa: 2001.

- OGM/CCND-HONDURAS/RUTA III. Participación de la mujer en el

desarrollo forestal de Honduras. Tegucigalpa: 1995. 65 p.

183

- OIT. Proyecto Centroamericano de Apoyo a Programas de

Microempresas. La mujer microempresaria en Honduras. San

José, C.R. : CONAMIPYME/PROMICRO/OIT, 2002. 67 p.

- OSEGUERA DE OCHOA, MARGARITA y CORINA TORRES DE MIDENCE.

Biodiversidad y Comunidades Indígenas y Lencas en Honduras.

Tegucigalpa: 2001. 99 p.

- PADEMUR. Descubriendo rostros de pobreza. Panamá:

ASDI/PADEMUR, s.f. 86p.

- PAULI, LILIANA DE, ed. Mujeres: Empoderamiento y Justicia

Económica. México: UNIFEM, 2002. 157 p.

- PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano: Honduras 2002.

Tegucigalpa: 2002. 240p.

- PRAF/PNUD. Sistematización de la Experiencia del Componente Genero

y Pobreza: La Experiencia del Trabajo con la Asociación de la

Nueva Esperanza. s.p.i. 14 p.

- PRODEMHON. Las Mujeres en el Desarrollo. Taller de Planificación

Estratégica de la Mancomunidad de Municipios de la Botija y

Guanacaure (Mambocaure). s.p.i.

- PROLANCHO. En Olancho, con la gente, con el Mitch y con el pisto.

Editor Pierre de Zutter. Olancho: 2002. 311p.

184

- PROMICRO/OIT. La Mujer Microempresaria en Honduras. Tegucigalpa:

2002.

- PRONADERS. Documento Marco. Tegucigalpa: 2002.

- PRONADERS. Proyectos de Desarrollo Rural Bajo Tutela de

PRONADERS. Tegucigalpa: 2001.

- PRONADERS. Plan estratégico. Tegucigalpa: 2001.

- PROYECTO GCP/HON/O18/NET. Informe sobre la experiencia de

Lempira Sur, 1994-1998. Tegucigalpa: SAG/FAO/Gobierno de

Honduras, s.f. 88p.

- PUERTO GOMEZ, MARGARITA,comp. Apuntes sobre genero y desarrollo

rural. Tegucigalpa: UPNFM/SAG, 2002. 130p.

- RIVAS, RAMON D. Pueblos indígenas garífunas de Honduras (una

caracterización). Tegucigalpa: Guaymuras, 2000. 492p.

- RODRÍGUEZ, GUISELLE, NARDA MELÉNDEZ, ENMA VELÁSQUEZ y

MARIA SHARA FUENTES. tomándole el pulso al género:

Sistemas de Monitoreo y Evaluación Sensibles a Genero. Costa

Rica: Unión Mundial para la Naturaleza, 1999. 48 p.

- SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Cobertura de

Agua y Saneamiento. Tegucigalpa: 2003.

185

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Dirección General de

Desarrollo Agrícola Integral. Proyecto Fortalecimiento Social y

Productivo a las Mujeres y Jóvenes Garífunas en la Bahía de

Tela. Tegucigalpa 1999. 18 p.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Experiencia de

participación ciudadana en el Sur de Lempira. Tegucigalpa:

SAG/FAO/GOBIERNO DE HOLANDA, 2002. 39p.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Ley de Modernización

del Sector Agrícola. Tegucigalpa: 1992.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Lineamientos de

política sectorial. Tegucigalpa: Mesa agrícola de Honduras,

2002.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Mejoramiento del

Hogar y de la Producción en la Finca; Estudio de Casos en

Lempira. Tegucigalpa: 2002. 66p.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. PRONADERS.

Documento marco del programa nacional de desarrollo rural

sostenible. Tegucigalpa: 2000. 25p.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Plan estratégico de la

Política para la equidad de genero en el agro hondureño 2002-

2006. Tegucigalpa: 2002. 47p.

186

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Política para la

Equidad de Genero en el Agro Hondureño. Tegucigalpa:

UPEG/SAG, 1998. 59 p.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERÍA. Reglamento General de

la Ley para el Desarrollo Sostenible. La Gaceta Diario Oficial

de la República de Honduras. Martes 6 de Septiembre 2002.

- SECRETARIA DE AGRICULTURA Y GANADERIA. Reorientación de la

Agricultura Comercial Hondureña. Informe final. Tegucigalpa:

ECONOSUL, 2001. 155p.

- SECRETARIA DE EDUCACIÓN. Plan de Acción y Estrategia 2002-2006.

Tegucigalpa: 2002. 92 p.

- SECRETARIA DE ESTADO, DESPACHO PRESIDENCIAL. Reorientación

de la política social, focalización y coordinación. Tegucigalpa:

2002. 51p.

- SECRETARIA DE PLANIFICACIÓN, COORDINACION Y PRESUPUESTO.

Brecha sin Tregua: Género y Condiciones de Vida de la Mujer

Hondureña. Tegucigalpa: 1994. 186p.

- SECRETARIA DE PLANIFICACIÓN, COORDINACIÓN Y PRESUPUESTO.

Fondo de Población de las Naciones Unidas, Dirección General

de Estadística. Conceptos Básicos sobre Población, Genero,

Empleo y Pobreza. Tegucigalpa: 1996.

187

- SECRETARIA DE RECURSOS NATURALES Y AMBIENTE. Política de

equidad de genero 2002 – 2005. Tegucigalpa: 2000.

- VALLE DE SUAZO, MARIA ORFILIA. La Mujer Campesina como

Elemento de Desarrollo Integrado en la Republica de Honduras,

Centro América. Panamá: Universidad de Panamá: 1981.

123 p. Tesis.

- VAN VLIET, COREN. Religión, Gender and Local Identity: a Study on

Local Responses to Development the three Villages in the south

of Lempira, Honduras. Holanda: Wageningen Agricultural

University, 1998. 131 p.

- WATTEL, J. Y OTROS. Financiamiento Rural para Familias

Campesinas en Honduras. Tegucigalpa: Guaymuras, 1992.

95p.

- WALTER, COR. J. y OTROS. Financiamiento rural para familias

campesinas en Honduras; experiencias populares con el

manejo de programas de crédito rural. Tegucigalpa: Centro de

Estudios para el Desarrollo Rural, Universidad Libre de

Ámsterdam, 1992.

- ZÚÑIGA, MELBA LUZ Y BESSIE DE PAZ. Mujer, Agricultura y

Desarrollo. Preparativos IV Conferencia Mundial de la Mujer,

Igualdad, Desarrollo y Paz. Tegucigalpa: UNISA/FAO/AID,

1994. 93 p.

188

ANEXOS

189

ANEXO 1

METODOLOGÍA DE INVESTIGACION

Partiendo de los objetivos de la investigación, la consulta se centró en la

contribución de las mujeres rurales a los sistemas agropecuarios de las

pequeñas unidades de producción y el de las mujeres que se han

vinculado directamente en procesos productivos diversos, generadores de

ingresos, sus aportes a la economía familiar y las posibilidades de

inserción al desarrollo rural sostenible.

La premisa de la investigación fue, que todas las actividades que realizan

las mujeres rurales son económicas, que sirven para satisfacer las

necesidades de la familia, desarrolladas en la esfera reproductiva y

productiva, muchas de ellas generadoras de ingresos.

El Punto de Partida

La investigación se inició con una amplia compilación y revisión

bibliográfica sobre la temática de la mujer rural, en diversos contextos y

desde diferentes perspectivas de análisis, enfocando el interés hacia su

aporte al desarrollo rural sostenible. El punto de referencia fue siempre la

Política Nacional de la Mujer PNM, la Política para la Equidad de Género

en el Agro Hondureño y la Política de Igualdad de Oportunidades para la

Mujer Rural, PIOM Rural.

Se consultó la información estadística de los últimos cinco años disponible

en el Instituto Nacional de estadísticas INE, incluyendo la Encuesta

Agrícola Nacional hasta el año 2002, la Encuesta de Granos Básicos, la

190

Encuesta de Hogares, información sobre vivienda, población y pobreza.

Datos sobre titulación de tierras compilados por el Instituto Nacional

Agrario INA y otros contemplados en los Informes de Desarrollo Humano

de Honduras del PNUD.

La consulta a fuentes secundarias se realizó para conocer como ha sido

abordado el tema de la mujer rural, las orientaciones teóricas y

metodológicas y los resultados de otras investigaciones sobre el tema.

Población Estudiada

La información primaria se recogió a través de entrevistas a las mujeres

rurales, campesinas, indígenas y negras, en diferentes regiones del país,

procurando tener una muestra representativa de la diversidad cultural y

de actividades productivas en que la mujer se involucra. Se les abordó en

sus hogares, huertos, en Centros de Capacitación, Centros de Trabajo, en

Casas Comunales, Oficinas de las Organizaciones, etc. Se visitaron unas

70 comunidades rurales, muchas de ellas ubicadas en zonas inhóspitas y

poco accesibles. Se consultó a un promedio de 600 mujeres rurales.

Se entrevistó a mujeres que han participado en procesos de capacitación

sistemática que hoy sirven de facilitadoras, a parejas que han roto los

esquemas tradicionales y que participan apoyando los procesos de

autovaloración y cambio de otras mujeres y hombres.

La consulta fue individual y grupal. La selección de las mujeres se hizo de

manera intencional, buscando aquellas que están haciendo la diferencia a

nivel nacional o que siguen la tendencia tradicional de inserción

productiva, con los siguientes criterios:

191

• Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico, dedican

buena parte de su tiempo a la siembra de granos básicos y al huerto

familiar y las que,

• Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico y el

huerto. Se dedican a proyectos productivos generadores de ingresos

y a la venta de servicios.

• Mujeres rurales vinculadas a actividades agropecuarias que han

participado en capacitaciones ofrecidas por diferentes instituciones,

consultándose también a las que no han sido capacitadas en los

últimos años. Todas aportando a la seguridad alimentaria de la

familia.

• Mujeres rurales que han recibido capacitaciones para insertarse en

procesos productivos diversos, vinculadas a actividades generadoras

de ingreso: artesanías, procesamiento de alimentos, pecuarias,

avícolas, pesca, etc.

• Mujeres rurales en actividades de servicio

Se seleccionaron de manera intencional mujeres organizadas con

experiencias productivas exitosas, otras en proceso de consolidación y

mujeres no organizadas. Se tomo en cuenta su vinculación a

organizaciones de primer y segundo nivel como la Confederación

Hondureña de Mujeres Rurales, su inclusión en programas y proyectos

productivos promovidos por instituciones Estatales como la Secretaría de

192

Agricultura y Ganadería, la Cooperación Internacional, ONGs, y mujeres

independientes que no han recibido apoyo.

Se convocó a las mujeres para que con sus propias voces ofrecieran sus

percepciones de la realidad socioeconómica en la que viven y sus

perspectivas como productoras. Se entrevistó al personal de campo de los

proyectos promovidos por instituciones y organizaciones nacionales e

internacionales, sobre las metodologías de intervención comunitaria, en el

interés de conocer como se está logrando el involucramiento de las

mujeres rurales a los procesos de cambio y las formas en que se aplican

las Leyes y las Políticas.

Técnicas e Instrumentos para recolección de Información

En la consulta se utilizaron instrumentos que facilitan la obtención de

información cualitativa, como la entrevista semiestructurada, grupos

focales, estudio de casos, con el objeto de conocer desde la propia vivencia

de las mujeres, su simbología, valoraciones sobre su problemática, la

diversidad de roles que realiza, los límites del tiempo, sus espacios y las

condicionantes para incorporarse activamente a los procesos de desarrollo

rural.

La metodología de investigación seleccionada, especialmente la entrevista

en profundidad y la observación participante, facilitó encontrar la relación

entre lo manifiesto y lo que la realidad o su entorno mostraba, una mujer

interactuando en un ámbito diferenciado, más halla de su “cocina”. El

proceso metodológico seleccionado permitió conocer las expresiones del

nuevo perfil de las mujeres rurales vinculadas actualmente en los procesos

de desarrollo rural.

193

Se utilizó la técnica de grupo focal para consultar a las organizaciones de

mujeres rurales que tienen una importante trayectoria. Se realizaron cinco

jornadas en diferentes regiones del país, Corosal, Atlántida, San Nicolás y

Concepción en Santa Bárbara, Choluteca, El Guayabo, Valle. El trabajo en

grupo facilitó la discusión sobre los temas productivos, familia, pobreza y

alternativas de desarrollo, etc, permitió una interacción dinámica entre las

participantes. El debate fue conducido por moderadoras (del equipo de

investigación) apoyadas de una guía de preguntas.

Se estimuló a las participantes para que respondieran a preguntas

abiertas de fácil comprensión para que las mujeres socializaran sus

conocimientos, opiniones e inquietudes. Se convirtió además es un espacio

educativo para quienes participaron.

El tiempo destinado a cada grupo dependió del nivel de motivación de las

participantes, cada jornada duró un promedio de seis horas y en un caso

ocho horas. Para procesar la información se utilizó la técnica de análisis de

contenido.

El levantamiento de la información de campo se completó con el filmado

(20 horas) de las entrevistas y de las actividades productivas realizadas por

las mujeres, así mismo se hizo un registro fotográfico.

La consulta a las comunidades rurales permitió conocer de cerca la

diversa y rica participación de las mujeres en procesos productivos, tanto

las actividades generadoras de ingresos como las que se realizan para el

autoconsumo, su incidencia en la economía familiar y local, su

194

participación en la toma de decisiones sobre el rumbo de la vida en el

hogar.

Zona Geográfica

El trabajo de campo se realizó en 12 departamentos del país: Atlántida,

Colón, Comayagua, Choluteca, Francisco Morazán, El Paraíso, Intibucá,

La Paz, Lempira, Olancho, Santa Bárbara y Valle. Se consideró la

importancia de contar con una representación de grupos de mujeres

campesinas, indígenas y negras diseminadas en esos departamentos,

abarcando los cuatro puntos cardinales. Se visitaron comunidades

costeras del norte y sur del país, de los departamentos del centro y

fronterizas con Nicaragua y El Salvador, un recorrido de aproximadamente

tres mil kilómetros.

Las zonas geográficas fueron seleccionadas en base a:

• Variedad de sistemas agroecológicos

• Diversidad de actividades productivas

• Diversidad de grupos étnicos

• Existencia de economías de pequeña producción

• Presencia de Instituciones facilitando procesos económicos y

sociales

195

Consulta a Mujeres Rurales

Diferentes Contextos de País

Departamento de El Paraíso Departamento de Colón

Departamento de La Paz

Departamento de Atlántida

Talleres de Consulta

Se realizaron 4 talleres con mujeres rurales de diferentes organizaciones y

contextos geográficos. Previo se definieron los criterios y el ordenamiento

del proceso, de tal manera que se lograse la mayor participación posible.

196

Se tomaron en cuenta las particularidades organizativas y aspectos

culturales de las mujeres, necesarios para lograr mejores resultados.

El ordenamiento fue el siguiente:

1. Identificación de las diferentes organizaciones campesinas a

consultar, su representatividad a nivel local, regional y nacional,

zona geográfica, lo organizativo y experiencias productivas.

2. Para la selección de las participantes, se solicitó a las organizaciones

de mujeres rurales, invitar a sus dirigentas, con capacitación y

vínculos directos con la producción agrícola u otras actividades

generadoras de ingreso; que tuviesen una rol activo y presencia

política organizacional.

3. Se decidió realizar estos talleres en zonas geográficas que reunieran

criterios de prioridad en los planes de crecimiento económico del

país, que representara la problemática de la mujer rural en

diferentes contextos y culturas.

Los talleres se llevaron a cabo en:

1. Comunidad del Guayabo en el departamento de Valle.

Lugar: Vivienda de la Sra. Graciela Alcerro

Fecha: 27 de Diciembre 2000

Numero de Participantes: 20

2. Ciudad de Choluteca.

Lugar: Oficinas Administrativas de la Sureñita

197

Fecha: 30 de Diciembre 2002.

Numero de Participantes: 36

3. Comunidades de Corozal y Sambo Creek en el Departamento de

Atlántida.

Lugar: Centro de Usos Múltiples Comunidad de Corozal

Fecha: 6 de Enero 2003.

Numero de Participantes: 40

4. Comunidades de San Nicolás y Concepción Sur en el departamento

de Santa Bárbara.

Lugar: Salón Parroquial

Fecha: 10 y 11 de enero 2003.

Numero de Participantes: 110

Es importante destacar que en la realización de los talleres de Corozal y

Santa Bárbara el equipo de investigación se hizo acompañar de 2

mujeres facilitadoras de COHDINCA quienes desempeñaron un papel

muy importante en la introducción del proceso de consulta, por tratarse

de mujeres de cultura negra e indígena.

Objetivos de los talleres:

• Identificar la percepción que las mujeres tienen sobre su aporte al

sistema productivo agrícola y a la economía familiar.

• Propiciar la discusión y el análisis sobre los aportes de la mujer

rural a la economía familiar mediante la realización de actividades

productivas generadoras de ingreso no agrícolas.

198

• Experiencias organizativas y posibilidades de desarrollo de la mujer

rural.

• Identificar el grado de conocimiento y aplicabilidad de las Leyes a

favor de la mujer, por parte de las participantes en los talleres.

Proceso de implementación:

Se utilizó una metodología participativa que permitiera reconstruir algunas

experiencias de las mujeres, y, conocer su participaron en proyectos

productivos, de capacitación, o de asistencia técnica.

Cada taller fue desarrollado en un día, las mujeres se incorporaron por

la mañana temprano, las que venían de lugares lejanos se presentaron

con un día anticipación. La mayoría de las organizaciones hicieron

presentaciones de sus productos y los respectivos procesos de elaboración.

Programa de Trabajo de los Talleres:

- Bienvenida

- Presentación de las participantes

- Presentación y discusión de los objetivos de la Investigación

- Charla introductoria para abordar colectivamente los temas de

consulta

- Análisis en grupos de 6 participantes con apoyo de una

facilitadora en cada grupo.

- Plenaria

- Conclusiones

199

- Visita a las Comunidades donde se realizó el taller, viviendas,

entornos, etc.

Para ampliar la información de los talleres, se realizaron entrevistas a

algunas mujeres líderes aprovechando su presencia en las jornadas. Todo

el proceso de los talleres fue registrado mediante filmados, grabaciones y

fotografías.

Resultado de los Talleres:

Los talleres facilitaron el registro de las formas en que la mujer rural está

visibilizando sus condiciones de vida y de trabajo, marginamiento,

subordinación y posibilidades de cambio. Se convirtieron en espacios de

reflexión y acercamiento entre las participantes, posibilitando un análisis

conjunto de cómo mejorar en el futuro. Los talleres permitieron obtener

información sobre las expectativas que las mujeres rurales tienen del

trabajo institucional, sus necesidades concretas y de orden político

participativo, así como su rol en el desarrollo del país.

El objetivo previsto de conocer la opinión de la mujer rural sobre las

nuevas leyes que la benefician, se logró parcialmente dado que las

mujeres participantes en los talleres pese a su rol como dirigentas de

organizaciones, desconocen los aspectos importantes de estas leyes

aunque en su mayoría saben que existen.

Los Talleres fueron realizados con éxito, por la actitud de colaboración que

todas las mujeres invitadas mostraron, la información recabada constituyó

una base importante para el análisis de la realidad de las mujeres rurales

en Honduras.

200

Mujeres organizadas Comunidad de El Guayabo. Mujeres líderes de La Sureñita. Choluteca Dic. 02

Departamento de Valles. Diciembre 2002

Taller San Nicolás, Santa Bárbara, Enero 2003 Taller Concepción, Santa Bárbara, Enero2003

Taller Mujeres Garífunas de Corosal y Sambo Creek, Departamento de Atlántida. Enero 2003

201

ANEXO

MUJERES ENTREVISTADAS LEVANTAMIENTO DE INFORMACION DE CAMPO POR DEPARTAMENTO

ATLÁNTIDA

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD

PRINCIPAL ASOCIACION/APOYO

INSTITUCIONAL SIXTA MARTINEZ COROZAL CULTIVO Y

PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

JUANA ISABEL GARCIA

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

LILIAN LOPEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

BRIGIDA VALDES COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

FLORESNCIA WILLIAMS

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

ANDREA GUITY COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

LEONCIA CHAVEZ

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE

SIEMPRE UNIDAS

ADOSTA GAMBOA

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

VICTORIA FERNÁNDEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SOCIAL MUJERES

CARMEN FERNÁNDEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SOCIAL MUJERES

ONDINA MARTINEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SOCIAL MUJERES

BASILIA CABALLERO

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

LORENA CABALLERO

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

VERÓNICA SUAZO

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

DARLIN PALACIOS

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

ANATOLIA GUITY

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

SATURNINA MIGEL

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

202

FLAVIA BERNARDEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

LUCILA GUITY SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

AMERICA LOPEZ SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

MARIANA DAVID SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

JUANA DAVID SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

NICASIA LOPEZ SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

MARIA MAGDALENA ZAPATA

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

MARIA GIL VALERIO

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

RUTH FERNÁNDEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

ODALMI FERNÁNDEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

ONY SILVIA CHAVEZ

SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

MARCELA MARTINEZ

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

TELMA LETICIA LOBOS

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

ALEJANDRA MARTINEZ

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

VICENTA FERNÁNDEZ

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

OLIVIA ORTEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

VICENTE GARCIA COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

OLIVIA ORTEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

VTE GARCIA COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

JULIA SUAZO COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

DAYONI R. GUITY

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

DALMY FERNANDEZ

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE

CODIMCA

203

YUCA: LEONCIA SOLÓRZANO

COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

NATALIA GUITY COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA

C O L O N

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

HONORIA VASQUEZ

LUCINDA, BALFATE

SIEMBRA DE YUCA. PESCA ARTESANAL EN EL RIO

CODIMCA

C O M A Y A G U A

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

ALBINA GIRON EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE

ALFARERIA: OLLAS, MACETERAS

ALFARERIA LOS PINOS

EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE

ALFARERIA LENCA PROPAITH

C H O L U T E C A

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

ROSIBEL DE JESÚS MUÑOZ

MANASIGUE PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

LA CONSTANCIA

ELVIA MENDEZ SANTOS

MANASIGUE PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

LA CONSTANCIA

MARIA DE LOS SANTOS MUÑOZ

EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

COOPERATIVA PAZ Y UNION

ANA ESPERANZA GOMEZ

EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

COOPERATIVA PAZ Y UNION

ADALENYS CRUZ SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

COOPERATIVA PAZ Y UNION

BELSAHI HERRERA EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

NUEVA ESPERANZA

ELOISA DE JESÚS OBANDO

EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

NUEVA ESPERANZA

204

MARLENE CRUZ FUNEZ

SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

NUEVA ESPERANZA

DOMINGA GUIDO SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

NUEVA ESPERANZA

F R A N C I S C O M O R A Z A N

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

JUANA JULIA RODRÍGUEZ

OFICINA AMUC- TEGUCIGALPA

AGRICULTURA, CAJAS RURALES

AMUC

MARIA CONCEPCIÓN BETANCO

TEGUCIGALPA COORDINADORA NACIONAL

CONFEDERACIÓN DE MUJERES CAMPESINAS

MARIA JANETH MEJIA

CERRO GRANDE, VALLE DE ANGELES

TIENDA DE CONSUMO, HUERTO FAMILIAR

AUXILIO MUNDIAL

MARIA CARLOTA OCHOA

MONTANA GRANDE, SANTA LUCIA

CULTIVO DE HORTALIZAS Y MAIZ, VENTA DE CARRETERA

REINA ZEPEDA EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES MARIA LUISA ARAUJO

EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES

MARIA COELLO LAINEZ

EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES

MARGARITA GODOY

EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES

ROSARIO ARAUJO ARAUJO

EL PILIGUIN CULTIVO DE MARGARITAS Y FLORES DELA ESTACION

GLADYS LOPEZ AZACUALPA, REITOCA

CULTIVO DE PAPAS, MANZANILLA, HORTALIZAS

ADELINA AVILA SABANAGRANDE COORDINADORA ARTESANIAS: FLORES DE TUSA

ATUTO

EDUARDO DURON SABANAGRANDE GERENTE ATUTO EXPORTACIÓN DE ARTESANIAS

ATUTO

GABRIELA CIVILA ORTEGA

OPIMUCA, LA VENTA

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA

ATUTO

MARIA INES ORTEZ

OPIMUCA, LA VENTA

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA

ATUTO

CANDIDA ROSA ORTEZ

OPIMUCA, LA VENTA

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.

ATUTO

DAISY CARRASCO LA CANADA, LA VENTA

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.

ATUTO

MARIA VALERIA FUNEZ

SABANAGRANDE ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA

ATUTO

205

I N T I B U C A

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

MARIA SANTOS DIAZ

LA ESPERANZA COMERCIALIZADORA DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES

PRAF

ISABEL GOMEZ LA ESPERANZA COORDINADORA ASOCIACIÓN DE MUJERES INTIBUCANAS

RENOVADAS MARIA MARICELA MENA

BARRIO SANTA CLARA, LA ESPERANZA

PANADERIA PRAF

URSULA SÁNCHEZ VASQUEZ

SANTA CATALINA

CULTIVO DE CLAVELES Y FLORES DE LA ESTACION

F I A

ELEUTERIA MEJIA JESÚS DE OTORO TOSTADORA DE CAFÉ APROCAFE, COOPERATIVA SAN

RAFAEL ISIDORA GARCIA JESÚS DE OTORO TOSTADORA DE CAFÉ APROCAFE,

COOPERATIVA SAN RAFAEL

ESPERANZA REYES CULTIVO MAIZ, FRIJOLES, PAPAS, REPOLLOS, FRESA

APROCAFE, COOPERATIVA SAN

RAFAEL NAPOLEÓN AMADOR

LA ESPERANZA APOYO A ACTIVIDADES FAMILIARES

SG/PROSOC FAPRIN

ESPERANZA MEZA LA ESPERANZA CULTIVO DE FRESAS SG/PROSOC FAPRIN

L E M P I R A

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

RAFAELA MELCHOR QUELEPA ESCUELA DE CAMPO: MANEJO DE RECURSOS NATURALES, AGRICULTURA ORGANISA, HORTALIZAS.

PROYECTO LEMPIRA SUR

CLEMENTINA DE CRUZ

EL ROBLON PREPARA Y VENDE ESPECIAS, MEDICINAS NATURALES Y CAFÉ MOLIDO

PROYECTO LEMPIRA SUR

TIMOTEO CRUZ ALEMAN

EL ROBLON PROYECTO LEMPIRA SUR

ALBA ORTEGA OLISINGO-GUARITA

PRODUCTORA DE LECHE, QUESO Y MANTEQUILLA

PROYECTO LEMPIRA SUR

206

MARGARITA CASTILLO

LA ALONDRA, GUALCINCE

HUERTO FAMILIAR, EMBASADOS/ CRIA DE AVES

PROYECTO LEMPIRA SUR

MARIA AMPARO MELENDEZ

GUANIGIQUIL, LA VIRTUD

FABRICACIÓN DE SILOS

PROYECTO LEMPIRA SUR

O L A N C H O

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

LUBINA MARTINEZ LA AVISPA, OLANCHO

FOGONES DONA JUSTA (PROMOTORA)

PROYECTO SAG/GUAYAPE

LUISA VICTORIA RUIZ

LA CONCEPCIÓN, OLANCHO

ELABORACIÓN Y VENTA DE

ROSQUILLAS

PROYECTO SAG/GUAYAPE

REINA CÁLIZ DE MIRALDA

JUTICALPA, OLANCHO COORDINADORA FOMUR

FOMUR

MARIA JUSTINA ALVAREZ

PULPERÍA , VENTA DE ROPA USADA

30 DE ENERO. ANACH

SANDRA MEZA LA HOYA, JUTICALPA

CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS

ING. JOVANNI BOBADILLA

JUTICALPA ASISTENCIA TÉCNICA PROYECTO AFE/PAAR

AFE/PAAR

TRINIDAD FELIPA EUCEDA

SANTA MARIA DEL REAL

CLUB DE AMAS DE CASA CLUB DE AMAS DE CASA

ING. LIZZETE BALTODANO

CATACAMAS MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO CATACAMAS

MUNICIPALIDAD DE CATACAMAS

GUILLERMINA GUIFARRO

COLONIA LA UNION

CRIA DE AVES, CULTIVO Y VENTA DE ACHOTE,

ELABORACIÓN Y VENTA DE DULCES

E L P A R A I S O

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

MARIA ELENA LOPEZ

LA MONTANA, SAN LUCAS

HUERTO FAMILIAR/GANADO

VACUNO

PESA/FAO/ SAG

FIDELINA RODRÍGUEZ

LA MONTANA, SAN LUCAS

HUERTO FAMILIAR, AVES ZAMORANO

ANTONIA RODRÍGUEZ

LA MONTANA, SAN LUCAS

HUERTO FAMILIAR ZAMORANO

207

ROGELIA DONES SAN LUCAS ARTICULOS DE CANAMO: CARTERAS, PANTALLAS, ADORNOS.

PESA/ FAO / SAG

IRIS JIMÉNEZ MANDASTA, SAN ANTONIO DE FLORES

MOLINO DE MAIZ PESA / PRONADEL

IRMA PEREZ APALIPI, SAN ANTONIO DE FLORES

CAJA RURAL AMOR Y FE PESA

MARIA DE JESUS SANCHEZ

TAPAHUASCA, SAN LUCAS

CULTIVO Y VENTA DE CAFÉ

PESA/ SAG

DILIA CACERES SANCHEZ

TAPAHUASCA, SAN LUCAS

CAFÉ Y HUERTO FAMILIAR, AGRICULTURA,

PESA / SAG

EVA ARGENTINA ANDINO

VILLA SANTA, DANLI

PAPEL ORGANICO: TARJETAS, SOBRES, FLOREROS

PROSOC

ANA NUNEZ VILLA SANTA, DANLI

CRIA DE GALLINAS Y CERDOS

PROSOC

ENA ESPERANZA BECERRA

QUEBRADA LARGA, DANLI

TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO

PROSOC

REINA MARGARITA SOSA

QUEBRADA LARGA, DANLI

TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO

PROSOC

DELFA RAMONA SIERRA

QUEBRADA LARGA, DANLI

TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO

PROSOC

MATILDE RODRÍGUEZ

EL OBRAJE CULTIVO Y VENTA DE MAIZ Y FRIJOLES. ELABORACION DE ROSQUILLAS Y PAN.

AMUC

MARCIA MARINA RODRÍGUEZ

EL OBRAJE CULTIVO Y VENTA DE MAIZ , FRIJOLES Y YUCA, ROSQUILLAS.

GRUPO LA UNION, AMUC

FRANCISCA AYESTAS

EL OBRAJE CULTIVO DE FRIJOLES FEMUC

L A P A Z

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

MARIA DAISY MARADIAGA

YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

MARIA EDITH VALLADARES

YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

BLANCA AZUCENA GONZALES

YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

CLARA GONZALES YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

ROSA CASTILLO YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

JUANA ELVIA MARTINEZ

CASERIO LOS PUENTES, OPATORO

TEJIDOS Y BORDADOS POR ENCARGO,

CANASTAS

PROSOC Y SAG, GENECAN, 2000

PROFA. LUDOVINA YARUMELA MAESTRA GRUPO COMIBOL

208

DE LUQUE SAN JOSE,

GUAJIQUIRO ASLFARERIA LENCA GRUPO COMIBOL

TRAMIL

S A N T A B A R B A R A

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

JUANA FUNEZ NEJAPA CODIMCA MARIA HENRIQUEZ HERNÁNDEZ

SAM JERÓNIMO CODIMCA

ONEIDA DUBON SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

URSINA ROMERO SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

JESUCITA LOPEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

FILOMENA MARTINEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

ELIGIA ZAVALA SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

FLORENCIA RODRÍGUEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

ELBERTA PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

FLORIDA TEJEDA SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

RAMONA BOBADILLA

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

DEISY LIDIA PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

CANDIDA HERNÁNDEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

BLANCA NIEVE PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

RAMONA NÚÑEZ SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS

LAS ROSAS, CODIMCA

209

SAN NICOLAS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

DELIA ISABEL NIÑEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

DOMITILA HERNÁNDEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

LAS ROSAS, CODIMCA

NORA QUINTANILLA

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TRABAJO EN JUNCO Y TULE

NUEVO AMANECER

DILORES FUNEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TRABAJO EN JUNCO Y TULE

NUEVO AMANECER

ZOILA HERNÁNDEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TRABAJO EN JUNCO Y TULE

NUEVO AMANECER

CARMEN ALVARADO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TRABAJO EN JUNCO Y TULE

NUEVO AMANECER

LIDIA PAZ SAN NICOLACITO

GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS

FE Y ESPERANZA

MARIA CONCEPCIÓN MEMBRENO

SAN NICOLACITO

GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS

FE Y ESPERANZA

ESTHER FUNEZ REYES

SAN NICOLACITO

GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS

FE Y ESPERANZA

SONIA MARICELA BENITEZ

SAN NICOLACITO

GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS

FE Y ESPERANZA

JUANA NÚÑEZ SAN NICOLACITO,

NEJAPA

HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ

FE Y ESPERANZA/CODIMCA

XIOMARA MEMBRENO

SAN NICOLACITO

HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ

FE Y ESPERANZA

SARA LUCIA ALVARADO

SAN NICOLACITO

HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFE

FE U ESPERANZA

ABELINA REYES SAN NICOLACITO

CULTIVO DE FRESAS NUEVA ESTRELLA

ELY DAYSI ORELLANA

NUEVO CELILAC

ARTESANIA JUNCO, HAMACAS

NUEVA ESTRELLA

IRMA ARGENTINA RODRÍGUEZ

SAN NICOLAS NUEVA ESTRELLA

MARIBEL SORTO SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE SOMBREROS

NUEVA ESTRELLA

MARIA HERNÁNDEZ

SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

SUPERACION

ANABEL DUBON GARCIA

SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

SUPERACION

JULIA LOPEZ SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

BRISAS DEL CAMPO

210

GLORIA ESPERANZA RIOS

SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

BRISAS DEL CAMPO

FLORENTINA LOPEZ

SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

BRISAS DEL CAMPO

SANTOS CABALLERO

EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE

DIOS ES AMOR

LUCILA FUNEZ EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE

DIOS ES AMOR

SOTERA DUBON EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE

DIOS ES AMOR

CATALINA MEMBRENO

EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE

DIOS ES AMOR

ANITA ALVARADO EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE

DIOS ES AMOR

MARIA ESPERANZA LOPEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS

NUEVO AMANECER

IRMA ARACELI BENITEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS

NUEVO AMANECER

ERCILIA HERNANDEZ

TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS

NUEVO AMANECER

ROSA ROMERO DUBON

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

BRISAS DEL CAMPO

LUCITANA HERNÁNDEZ

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

MARIA VICTORIA DUBON

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

ALICIA PERDOMO EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

JACQUELINE ROMERO

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

BENEDICTA DUBON

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

TERESA SÁNCHEZ EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

ELSI MARILY ALVARADO

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

NOLVIA LUCINDA DUBON

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

NIEVES CANALES EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, TRABAJANDO UNIDAS

211

COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

AIDA JESÚS SANTA CRUZ

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

JOSEFA CABALLERO

EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

TRABAJANDO UNIDAS

MARIA ESPERANZA LOPEZ

SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO

BRISAS DEL CAMPO

MARIA PAOLA CORTES

SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO

BRISAS DEL CAMPO

EDILMINA SORTO SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO

DOMINGA VEGA SAN NICOLAS, NUEVO CELILAC

SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE MAIZ, FRIJOLES Y HORTALIZAS.

FE Y ESPERANZA, CODIMCA

PETRONA ERAZO Bo. LA LIBERTAD, SANTA BARBARA

PREPARACIN Y VENTA DE ESPECIAS Y DE COMIDAS CASERAS.

NUEVO AMANECER CODIMCA

FIDELINA MEJIA SAN NICOLAS MEDICINA NATURAL, ELABORACIÓN DE SHAMPOO Y ACONDICIONADORES DE PELO. PANADERIAS.

MUJERES SAN NICOLAS, CODIMCA

APOLINARIA VILLANUEVA

CAPULIN, NUEVO

CELILAC

GRANOS BÁSICOS, VIVEROS DE CAFÉ Y PLANTAS ORNAMENTALES. ELABORACIÓN DE HAMACAS, COSTURA.

BRISAS DEL SOL, CODIMCA

TERESA DE JESÚS PEREZ

GUAYABITO HUERTO FAMILIAR: CANA, PINA, YUCA, ÁRBOLES FRUTALES.

NUEVOS HORIZONTES CODIMCA

LASTENIA CASTRO Bo. EL JILOTE, SANTA BARBARA

MEDICINA NATURAL, HORTALIZAS

AMOR Y PAZ, ZAMORANO

KENSY CAROLINA VALLE

SAN NICOLAS ELABORACIÓN DE DESINFECTANTES. CONFECCION Y VENTA DE ROPA.

CODIMCA

V A L L E

N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD

PRINCIPAL ASOCIACION/APOYO

INSTITUCIONAL MARIA MAGDALENA LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA

SIALMAGUL UBALDINA MANZANARES

LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL

MARIA VENTURA GUTIERREZ

LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL

DOMITILA LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL

MARIA DE LOS ANGELES LEON

EL CHIFLON, NACAOME

ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS

212

FIBROSAS DORIS GUEVARA EL CHIFLON,

NACAOME ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS

PROYECTO PEP-PRONADEL

MARTHA LUZ POSADA

EL CHIFLON, NACAOME

ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS

MARIA GEORGINA RODRÍGUEZ

EL GUAYABO, SAN FRANCISCO DE

CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

MARIA VALERIA FUNEZ

PLAYA GRANDE

SIEMBRA, PESCA Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

MARIA SANTIAGO MARTINEZ

PLAYA GRANDE

SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

CANDIDA ROSA CÁLIX

PLAYA GRANDE

SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

GRACIELA ALCERRO PLAYA GRANDE

SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

GLADYS ONEIDA CRUZ

PLAYA GRANDE

MARIA ANTONIA RODRIGUEZ

EL GUAYABO, SAN

FRANCISDCO DE CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

CLEMENTINA CRUZ EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

CLAUDIA EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

IRIS NÚÑEZ EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

DIONISIA ORTEGA EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

213

ANEXO 2 OPDs QUE OFRECEN SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL

Y CREDITO A LAS MIPYMES

No. INSTITUCIÓN FOPRIDEH TIPO DE APOYO COBERTURA 1 Asesores para el Desarrollo

ASEPADE

Crédito, Asistencia Técnica

Atlántida, La Paz, Choluteca,

Francisco Morazán.

2 Asociación Cristiana de Desarrollo Integral – ALFALIT

Microempresas

Rurales

El Paraíso, Francisco Morazán,

Atlántida.

3 Asociación de Desarrollo Comunitario de Oriente de Honduras – ADECOH

Capacitación

Olancho, El Paraíso,

4 Asociación San José Obrero ASJO Educación Choluteca

5 Asociación de Instituciones Evangélicas de Honduras AIEH

Educación Vocacional

Cortés

6 Asociación Hondureña para el

Desarrollo de la Juventud y la Mujer Rural – AHDEJUMUR

Varios

Francisco Morazán, Olancho,

Yoro, Cortés

7 Asociación Hondureña de Desarrollo – AHDE

Varios Lempira, Olancho, Atlántida, Colón

8 Asociación de Investigación para el Desarrollo Ecológico y

Socioeconómico – ASIDE

Capacitación, Asistencia Técnica

Cortés, Yoro, Atlántida, Comayagua

9 Asociación de Desarrollo Social y Asistencia de Honduras – ADESAH

Asistencia Técnica

Francisco Morazán, Intibucá

10 Alianza para el Desarrollo Rural de Honduras – ALDERH

Varios Varios

Valle, Choluteca, El Paraíso, Comayagua, La Paz,

Francisco Morazán

11 ADRA – OFASA de Honduras Varios Francisco Morazán

12 Centro de Desarrollo Humano CDH

Capacitación Técnica, Crédito, Asistencia

Técnica, Productividad

Francisco Morazán

13 Centro de Estudios y Promoción

de Desarrollo CEPROD Capacitación,

Asistencia Técnica,

Producción

Cortés, Francisco Morazán

14 Centro Asesor para el Desarrollo de Recursos Humanos de

Capacitación Ocupacional, Mercadeo

El Paraíso, Francisco Morazán, Cortés

214

Honduras CADERH

15 Comisión Cristiana de Desarrollo – CCD

Crédito Rural Alternativo

Ocotepeque, Puerto Lempira, Valle, Santa Bárbara

16 Centro de Investigación, Planeación y Evaluación

CIPE Consultores

Asistencia Técnica

Francisco Morazán

17 Centro San Juan Bosco CSJB Asistencia Técnica Atlántida

18 CARE Honduras Crédito,

Asistencia técnica

A Nivel Nacional

19 Centro de Comunicación Popular de Honduras – CENCOPH

Varios Francisco Morazán

20 Centro Cristiano de Emergencia y Desarrollo Integral Vida Eterna

CCEDIVE

Crédito a Microempresarios

Educación Pequeña Industria

Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán,

Choluteca

21 Centro de Estudios de Investigación para el Desarrollo

de Honduras – CEIDH

Capacitación

Departamento de Colón

22 Cooperación Técnica Nacional CTN

Educación La Paz, Intibucá, Yoro, Colón

23 Fundación Horizontes de Amistad – FHA

Varios

Cortés

24 Federación de Desarrollo Comunitario de Honduras

FEDECOH

Varios

Lempira, Francisco Morazán

25 Familia y Medio Ambiente FAMA Educación, Crédito El Paraíso, Francisco Morazán

26 Fundación Hondureña de Rehabilitación e Integración del

Limitado – FUHRIL

Capacitación, Asistencia Técnica,

Crédito

Francisco Morazán, Valle

27 Fundación Hondureña de

Desarrollo Integral Comunitario – FUNDHICOMUN

Asistencia Técnica y

Financiera a Microempresarios

Francisco Morazán,

Choluteca, El Paraíso

28 Fundación Hondureña para el

Desarrollo de la Mujer FUNHDEMU

Capacitación, Crédito Francisco Morazán

29 Fundación Internacional para la

Asistencia Comunitaria FINCA

Crédito a

Microempresas

Copán, Choluteca,

Comayagua Cortés, Santa Bárbara, Valle,

La Paz, Colón, Ocotepeque Francisco Morazán

215

30 Grupo Juvenil DION Educación a Microempresas,

Crédito

Distrito Central

31 Hermandad de Honduras Desarrollo Empresarial, Capacitación,

Asistencia Técnica, Crédito

Ocotepeque, Lempira, Copán

32 Instituto Hondureño de Desarrollo Rural – IHDER

Administración Empresas Rurales,

Créditos

Distrito Central, Intibucá

33 Instituto para el Desarrollo

Hondureño – IDH

Capacitación,

Asistencia Técnica, Crédito

Francisco Morazán,

Comayagua, Olancho, El Paraíso

34 Instituto Hondureño de Estudios y Desarrollo Integral de la

Comunidad – INHDEI

Varios

Santa Bárbara, Olancho, Comayagua, La Paz,

Francisco Morazán

35 Katalysis/Honduras Compañeros en Desarrollo

Asistencia Técnica, Capacitación,

Monitoreo, Evaluación a Microempresas

Olancho, Yoro, Cortés,

36 Mosquitia Pawisa Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia

(MOPAWI)

Capacitación, Asistencia Técnica

Gracias a Dios, Colón, Olancho

37 Organización para el Desarrollo

Empresarial Femenino – ODEF

Capacitación,

Asistencia Técnica, Crédito

Cortés, Santa Bárbara, Yoro

38 Proyecto Aldea Global – PAG

Educación

Comayagua, Ocotepeque

39 PLAN en Honduras

Educación

Copán, Lempira, Francisco

Morazán, Choluteca, La Paz, Santa Bárbara, Comayagua

40 VISION Mundial Internacional

Educación, Crédito

Copán, Francisco Morazán, Ocotepeque, Cortés,

Lempira, Intibucá, Valle, Choluteca, Yoro.

41 World Relief de Honduras WRH Crédito, asistencia técnica

Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán,

Comayagua, Choluteca.

Fuente. Elaboración propia con información de FOPRIDEH, Directorio de Instituciones Afiliadas. Tegucigalpa: 2000

INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER Colonia Lara, Avenida Benito Juárez, No. 3701, Edificio de AHPROCAFE. TELÉFONOS: 221-3637, 221-4832, 221-4835 FAX: 221-4827

E-MAIL: [email protected] DE INTERNET: www.inam.gob.hn