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Comparación Social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en
pacientes fibromiálgicos
Chapter · June 2005
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Esteban Jiménez Pina
University of Valencia
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INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERTD I P U T A C I Ó N P R O V I N C I A L D E A L I C A N T E
ArtículosResumen
a laPremios Ayuda
Investigación2002 (Edición 2004)
© Instituto Alicantino de Cultura “Juan Gil-Albert” y los autores
ISBN: 84-7784-469-0
Depósito Legal: A-352-2005
Realización:
INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERTD I P U T A C I Ó N P R O V I N C I A L D E A L I C A N T E
Artículos Resumen
a laPremios Ayuda
Investigación2002 (Edición 2004)
CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
NOELIA BARBERÁ PASCUALTópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
ANA PAULA CID SANTOSCasas de acogida en la provincia de Alicante. Contexto histórico e internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
ESTEBAN JIMÉNEZ PINAComparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos . . . . . . 55
M.ª DOLORES PERALES POVEDALa influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
MANUEL RODRÍGUEZ MACIÁLa Festa d’Elx y la identidad de la ciudad . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
M.ª TERESA SÁNCHEZ ALBARRACÍNEl viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
LORENZO M. VIDAL GUARDIOLALa guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Índice
CIENCIAS EXPERIMENTALES Y TÉCNICAS
ANA MAGDALENA CARRASCO ABADIdentificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
JOAQUÍN COS CÓRCOLESDesarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización . . . . . . . . . . . 181
JOSÉ ESCOLANO CARRASCODesarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
AITOR FORCADA ALMARCHAIctiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
MIRIAM OLIVER ALBERTEfecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
CLARA OLIVER NAVARRETE et al.Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334
Índice
M.ª TERESA RIQUELME TORRESInfluencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358
TESIS DOCTORALES
LORENA AMORÓS BLASCOEl abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 410
ROSARIO ASENSIO RUIZLos americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474
VICENTE CARBONELL PASTORConsideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535
JESÚS HERRANZ BELLIDOUn estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante . . . . 576
CARMEN VIVES CASESLa violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 617
Índice
Noelia Barberá Pascual
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de
Vicente Núñez y su laberinto de luz
El trabajo por el cual obtuve la Ayuda a la Investigación
en la convocatoria 2002 respondía al título «Tópicos
clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los
años cuarenta». Tenía el propósito de realizar un acercamien-
to a esos topos universales que tienen su origen en la poesía
clásica grecolatina y que en mayor o en menor medida han
mantenido su presencia en la lírica de todas las épocas.
La década histórica en la que nos centramos no se carac-
teriza por una afinidad estética, sino que debido a la cercana
guerra de 1936 y la diáspora que hubieron de sufrir los prin-
cipales autores del 27, los años cuarenta manifestaron la pre-
valencia de una estética caracterizada por el testimonialis-
mo, primero existencial y al cabo de un tiempo sociopolítico,
vinculado a la realidad inmediata. De este modo, el ejercicio
poético se convirtió en un instrumento puesto al servicio de
la voluntad de cambio social, según la proclama celayiana
que entendía la poesía como «un arma cargada de futuro».
Sin embargo, a pesar de la enorme presencia del testimo-
nialismo en estos años, existen ciertos autores que alientan
una poesía caracterizada por el aristocratismo artístico y el
8 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
centralizaron esta línea estética se radicaron en Andalucía,
convertida también en tópico temático habitual. Así, surgen
revistas como Cántico y Caracola que canalizaron predomi-
nantemente esta producción.
Nuestro trabajo no supone un estudio somero y generali-
zado de toda esta etapa poética, sino un acercamiento al tra-
tamiento personal que estos poetas de primera generación
de postguerra realizan de esos temas universales que han
sido una constante a lo largo de la tradición literaria, pero
que han tenido épocas donde la capacidad de apropiación
ha sido mayor, y otras que han generado con más facilidad
realidades simbólicas propias.
Para un mejor análisis de la aparición de estos temas co-
munes decidimos centrar la atención en Vicente Núñez, un
poeta cordobés que a nuestro juicio reúne todos los requi-
sitos para ser considerado un epígono de esta estética de
introspección y de clasicismo, pues mantiene un perfecto
equilibrio entre el empleo de tópicos procedentes de la tra-
dición clásica y su voluntad de creatividad para moldearlos
y dotarlos de un tratamiento muy personal. Es por ello que
al título inicial apostillamos el subtítulo «El caso de Vicente
Núñez y su laberinto de luz».
Noelia Barberá Pascual
9ÍNDICE
La obra de este autor, aun no pudiéndose clasificar den-
tro de la primera generación de postguerra, desde el punto
de vista estético reúne esos aspectos esenciales que permi-
ten ver al poeta como un caso de afinidad electiva con esos
focos culturalistas de postguerra que conectan más todavía
con la más inmediata preguerra.
Dentro de la producción poética publicada por el autor,
que analizamos en el trabajo, podemos advertir cómo Vicen-
te Núñez enlaza el intimismo culturalista al estilo de poetas
como L. Cernuda o P. García Baena, con una recreación esteti-
cista que le hace ver el mundo con todo su esplendor y toda
su belleza, sobre todo en la figura de la naturaleza que cobra
un importante protagonismo, no sólo como escenario que
contempla la relación amorosa, sino como verdadero motor
del poema y generador de los más diversos sentimientos.
Este esteticismo trae también consigo un amor a la palabra
que puede percibirse en la rigurosidad expresiva que logra
en todos los poemas, además de la preocupación métrica y
rítmica que no abandona en ninguno de sus versos, consi-
guiendo así una lírica exquisita, con una brillantez estilísti-
ca y formal. Al mismo tiempo se adivina también un cierto
misticismo sensualista, que compagina rasgos de la liturgia
cristiana con los provenientes de las religiones grecolatinas.
10 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
Vemos, por tanto, cómo esta poesía se aleja de las corrien-
tes mayoritarias de la época y conecta con esa generación
primera después de la contienda que fija su atención más
que en el manifiesto social, en la expresión armónica de la
vida.
Así, acotando el objeto de estudio a un autor concre-
to, aunque no cualquiera, como demuestran las afinidades
estilísticas con los grupos emergentes de los años cuaren-
ta, se puede analizar la utilización de tópicos –amor como
«taeter morbus», ruinas como «vestigia» de la Edad de Oro,
brevedad de la rosa, entre otros– y establecer qué grado de
equilibrio existe entre la Antigüedad clásica y las poéticas
contemporáneas, o la herencia del pasado y la originalidad
personal.
Al iniciar nuestro trabajo surgió la triste noticia del falleci-
miento de Vicente Núñez, el 22 de junio de 2002, por lo que
su producción quedaba definitivamente cerrada con obras
tan relevantes como Elegía a un amigo muerto, 1954; Los
días terrestres, 1957; Poemas ancestrales,1980; Ocaso en Po-
ley,1982; Epístolas a los ipagrenses, 1984; Teselas para un mo-
saico, 1985; Himnos y texto, 1989, Sonetos como pueblos, 1989
y La gorriata, 1990. En estos poemarios se centra la investiga-
ción, por estar editados en un fragmento de libro unitario y
Noelia Barberá Pascual
11ÍNDICE
tener una estructura analizable. Se dejan, por tanto, de lado
las composiciones que figuran como inéditas en antologías
y recopilaciones de versos sobre el autor, y que no se han
publicado hasta ahora como un libro independiente, pues lo
que nos interesa estudiar es la continuidad en sus aspectos
temáticos, significativos, expresivos y métricos, y estos poe-
mas descolgados no tienen la autonomía suficiente para ser
considerados un estadio en la carrera poética de Núñez.
Uno de los problemas con los que hemos tenido que lu-
char todo el tiempo ha sido la escasez de referencias críticas
que existían sobre este autor en concreto, debido tanto a su
personalidad, como a ciertas circunstancias de producción
de su obra. Frente a la abundante bibliografía sobre el pe-
ríodo y los poetas del medio siglo, se encuentra otra mucho
más escasa sobre Vicente Núñez. Aunque existen antologías
que realizan esbozos productivos de su obra, pero se echaba
en falta un acercamiento que englobara toda su producción
poética, insertando al poeta en un estilo estético determina-
do, y poniendo de manifiesto los rasgos más sobresalientes
y llamativos de su ejercicio poético, como es el tema de los
tópicos universales.
El trabajo está organizado, por tanto, en tres bloques prin-
cipales:
12 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
El primero de ellos consiste en un marco generacional en
el que insertar al poeta cordobés, poniendo de relieve dos as-
pectos que nos parecían capitales para enmarcar la obra de
Núñez dentro del panorama poético que le corresponde. En
primer lugar, se realiza un recorrido por las principales líneas
estéticas que comenzaron a desarrollarse tras la guerra civil.
Como ya hemos dicho, las tendencias garcilasistas y neoclá-
sicas se mezclaban con una poesía amorosa convencional,
en directa oposición a una línea de rehumanización espa-
dañista, con fuerte afirmación religiosa, o no. Sin embargo,
a estas corrientes hegemónicas que durante mucho tiempo
se han considerado las únicas del momento, hay que añadir
dos disidencias que circulan por los mismos derroteros de
renovación, nos referimos a los grupos Postismo y Cántico,
que desde hace varios años la crítica ha comenzado a reco-
nocerles su importancia sobre todo a éste último como pi-
lares básicos que sostienen la poesía que comenzaría a partir
de 1960.
En torno a la década del 50 los autores empiezan a ha-
cerse eco de la tenue liberación cultural y política del régi-
men franquista, que llevó consigo una especie de búsqueda
de la libertad, y dio como resultado una lírica que supera los
postulados de la poesía social mediante una mayor atención
Noelia Barberá Pascual
13ÍNDICE
a lo personal e intimista. Las antologías de Francisco Ribes,
Poesía última, 1963 y de J. Batlló, Antología de la nueva poe-
sía española, 1968 ayudaron a proclamar definitivamente su
importancia.
Sin embargo, la obra de Vicente Núñez no puede ser del
todo entendida si no es a la luz de la producción poética
que se lleva a cabo en la región andaluza, pues son múlti-
ples los aspectos de su poesía que devienen de ese apego
que el autor siempre ha mostrado a su tierra natal. Así, el se-
gundo apartado de la introducción se dedica a explicar las
principales cuestiones que afectan a la poesía de esta zona
geográfica, y también a las características de esta lírica, que
se diferencian de las del resto de España. En esta segunda
generación de postguerra los poetas andaluces tienden más
a particularizar las dimensiones trascendentales, mezclando
la meditación, la sensualidad y el vitalismo, llegando, incluso,
a un barroquismo que aúna comunicación y belleza expre-
siva. J. M. Caballero Bonald, A. Duque, M. Victoria Atencia, M.
Mantero y F. Quiñones, entre otros, son algunos de los auto-
res que se pueden citar, contemporáneos al poeta cordobés.
El siguiente bloque, ya protagonizado por Vicente Núñez,
supone una semblanza del autor, en la que se plantean, en
primer lugar, algunos datos biográficos que deben ser teni-
14 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
dos en cuenta para entender su trayectoria poética. Estas vi-
vencias han ido configurando la actitud personal que Núñez
tuvo hacia la literatura, y el modo de enfrentarse a ella. Sen-
tirse inclinado a escribir poesía es para él un don, pero al mis-
mo tiempo un mandato, de ahí su enojo al estar obligado
a responder a las necesidades que ésta le impone. Vicente
Núñez considera que él no ha elegido estar a merced de la
poesía, sino que ésta, incapaz de vivir con autonomía, tiene
que revelarse en alguien: «la escritura nos domina porque
el dominio del amor y de la muerte todavía no tiene una es-
critura estatuida y codificada». Así, el poeta la acoge, pero
con fastidio, pues no hacerlo sería renunciar a la parte más
esencial de su persona, de ahí se justifica la decisión del au-
tor de encarar su vida hacia el aspecto que más le interesaba,
él mismo, y en él se forma su poesía.
Estos aspectos hacen que el poeta se le pueda considerar
como a un excéntrico de la literatura, pues ha preferido reco-
rrer todo su camino en solitario para mantenerse fiel a sí mis-
mo y a su criterio de la poesía. Cuando una persona prefiere
conservarse al margen de ese juego, lejos de la centricidad, lo
más fácil para la sociedad es neutralizarlo o ignorarlo como
veremos, la crítica intenta neutralizarlo al incluirlo dentro del
grupo Cántico. Pero lejos de todas estas circunstancias se en-
Noelia Barberá Pascual
15ÍNDICE
cuentra el poeta, feliz en su soledad, en su libertad y en la
totalidad de su tiempo. Él es responsable de la marginación
que ha sufrido, porque nunca le ha importado asumir ese ca-
rácter, curioso y extraño, o cumplir una «función decorativa»
dentro del panorama cultural.
El esbozo biográfico acaba con la referencia a dos revis-
tas andaluzas, Caracola y Cántico, en las que el poeta tuvo
una activa participación, que le valió el reconocimiento y la
identificación con la estética que estos cauces poéticos re-
presentaban.
Caracola no sólo supone para el autor un episodio bio-
gráfico, sino que abrió los horizontes poéticos del autor, per-
mitiéndole conocer las líneas en las que se iba encauzando
la poesía de la época. Además, su condición de ayudante de
dirección le ofreció la oportunidad de conocer a grandes
personalidades literarias que le ayudarían tanto en la con-
fección de su poesía como en su publicación. Sin embargo,
al carecer Caracola de una línea poética marcada, siendo el
eclecticismo su signo de identidad, impidió que los poetas
que allí se reunían fuesen identificados con una vertiente de
la poesía de la época, algo que sí ocurre con Cántico.
16 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
El grupo de poetas que se conocen bajo el distintivo de
Cántico tomaron el nombre de la revista que encauzó esta
estética emergente, y que apareció en 1947.
Si nos ajustamos sólo a la contribución de Núñez a esta
revista, su pertenencia es más que dudosa, pues sólo cola-
bora en tres números, ya en su segunda época. Pero si, por
el contrario, tomamos al grupo no como revista, sino como
estética influyente, es más probable porque hemos querido
situar al poeta dentro del marco temporal y espacial en el
que surgió, aduciendo las similitudes que tiene con poetas
reconocidos de su época, pero además intentamos dejar cla-
ro que nos encontramos ante un ejemplo de poeta que, si
no deslindado totalmente de sus raíces, sí es bastante inde-
pendiente en la creación de su universo poético. Por tanto,
hacemos hincapié en la aportación que cada revista supone
para la persona y la poesía de Vicente Núñez, y concluimos
con la consideración del poeta no como un epígono de una
revista ni identificado con un estilo poético derivado de un
grupo lírico, sino como un autor con carácter propio y perso-
nalidad literaria sólidamente establecida, capaz de dotar de
originalidad temas universales y tradicionales, al estudio de
lo cual se dedica el siguiente bloque.
Noelia Barberá Pascual
17ÍNDICE
El tercer apartado propone unas claves para entender la
obra de Vicente Núñez, a través del análisis de los principa-
les universos temáticos que sobresalen en cada uno de sus
poemarios, intentando también hacer hincapié en las cons-
tantes estilísticas, que permiten ver la obra del poeta como
un claro exponente de su época.
En lo referente a la tópica, llama la atención el hecho, no
sólo de rescatar del olvido temas que recuerdan a los autores
del 27 o a los poetas del siglo XVI y XVII, como Rioja, Arguijo
o R. Caro, sino que en muchos casos esos referentes son con-
tradictorios dentro de un mismo poema, como ocurre con el
amor, que al mismo tiempo que significa vida también supo-
ne la muerte como «taeter morbus»; o la poesía y la literatu-
ra, que además de ser el motor de la existencia es también la
esclavitud del poeta, que lo domina a su voluntad y antojo.
Por todo ello, ni los poemas pueden tener sólo una vía de
interpretación, ni el autor puede ser considerado heredero
de una sola tradición lírica.
Una de las cuestiones que sí permanecen inmunes a lo
largo de toda la obra de Núñez es su creencia en la comu-
nicación, cuando es originada por la subjetividad. En los
poemas no aparece nada que no ha pasado por el filtro de
lo personal, la palabra escrita es antes palabra sentida. Así,
18 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
todo tiene un carácter autobiográfico e intimista, que no nos
debe llevar a engaño, pues como el mismo poeta reconoce,
la poesía es impostura, y conduce por territorios en los que
no se sabe ni de dónde se viene ni a dónde se va.
Esta poesía íntima también está relacionada con las cosas
más esenciales del mundo, ya que el ambiente elegido para
evocar sentimientos y sensaciones es la naturaleza más coti-
diana, el paisaje bucólico más exuberante. De todo esto de-
jará total constancia en sus versos, a través de un detallismo
descriptivo, cuyo fin no es otro que el acercamiento entre esa
naturaleza y la expresión de la misma, entre las palabras y las
cosas. Esa identidad también lleva al poeta a fundirse en un
cosmos superior, donde se alcanza el absoluto conocimiento
y la ansiada eternidad. Por tanto, su fórmula consiste en la
fijación en las trivialidades de nuestro entorno, porque sólo a
partir de lo sencillo se obtiene la trascendencia que nos libra
de la muerte y del espantoso olvido.
Todo ello nos va a revelar la tensión dialéctica que se es-
tablece entre la voluntad creadora del poeta y los designios
que la poesía le impone. Esta pugna constante muestra que
en muchas ocasiones el autor es un simple transmisor de las
imposiciones de la inspiración. Esa dualidad también se man-
tiene entre la poeticidad y la prosificación. Ambas se combi-
Noelia Barberá Pascual
19ÍNDICE
nan de tal modo que no es posible generalizar diciendo que
la obra del poeta tiende más a una tendencia que a otra. Lo
que sí está claro es que como ocurre en la poesía contempo-
ránea, los poemas se desligan en gran medida del tamaño
fijo del verso, de la rima y de la estrofa comunes, establecien-
do el eje principal en el conjunto de la obra entendida como
unidad poética.
Todos los poemarios cuentan con un estilo diferente, no
es posible encasillarlos , pero sí se percibe una voluntad de
obtener mayor perfección y menor referencialidad a medida
que avanza en sus publicaciones. Por todo esto podríamos
decir que Vicente Núñez ha ido ganando en madurez y per-
diendo en emoción directa con los tópicos, sin abandonar en
ningún caso su propósito de emocionar y sus deseos de que
el lector comparta ese mundo lírico que a él le ha invadido
por completo.
La primera obra del autor, Elegía a un amigo muerto no
puede ser calificada como una mera composición de juven-
tud. Las características que sobresalen, tanto temáticas como
estructurales, revelan que este poema largo encaja perfecta-
mente en la evolución de su poesía, y que contiene además
la mayor parte de las claves que ayudarán a entender su uni-
verso filosófico y simbólico.
20 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
Uno de los universos temáticos que hacen ya su aparición
en la Elegía y que no abandonará el poeta en toda su trayec-
toria poética es la preeminencia de la naturaleza. Aunque la
muerte es lo que anima a la voz poética al canto, la aparición
de los recursos naturales en el poema es igualmente impor-
tante, de modo que se considera el fin de la vida como una
fusión con todos los elementos de la naturaleza. El estado
del amigo muerto ya no se puede definir en términos rea-
les, sino que es algo que escapa a los sentidos y que Vicente
Núñez se afana en describir. Vemos, pues, ya de entrada una
dualidad con respecto a la muerte, que por un lado produ-
ce amargura, como a cualquier ser humano, por la pérdida
de un ser querido, pero por otro, causa envidia la fusión con
la naturaleza que el poeta desea poder experimentar, como
símbolo unívoco de la plenitud y del conocimiento. Este afán
por identificarse con la naturaleza viva y reveladora se mani-
fiesta claramente en el empleo del léxico.
Esta tendencia a cobijarse en las cosas sencillas que deri-
van de la naturaleza, al mismo tiempo que comportan una fi-
losofía de vida también pueden ser un refugio alejado de las
tristezas del mundo. En este sentido se puede ver una afini-
dad con los planteamientos poéticos de Vicente Aleixandre
cuyo vitalismo es fruto de la lucha diaria con la vida, que es lo
Noelia Barberá Pascual
21ÍNDICE
que precisamente le hace amarla. Así, Núñez, conocedor de
las pesadumbres que ocasiona el día a día, manifestadas en
este poema con la muerte del amigo, prefiere adoptar una fi-
losofía vitalista, donde la naturaleza es el principio de todo, y
en cuyo manto se guarece el poeta para soportar los envites
cotidianos.
Otro de los tópicos que sobresalen en este poemario es
el ansia de muerte. Sin embargo, dentro del ciclo natural que
supone el cosmos del autor el fin de la vida no es el fin de
la existencia, sino más bien el tránsito hacia otra nueva, la
querencia apresurada por unirse eternamente con ese otro
mundo natural que supone la muerte. Se trata de una visión
panteísta del mundo que lleva a un fin que es la obtención
de una comunión plena de los cuerpos con la naturaleza.
En el segundo libro Los días terrestres la recreación de la
naturaleza tiene de nuevo importante presencia, utilizándo-
la tanto para descubrir a la amada en estos términos, como
para presentarla como reflejo del estado de ánimo del poeta;
así, encontramos tanto la desolación por la ausencia del ser
querido, como la alegría, al estar ya en compañía.
Es reseñable también en este poemario el despertar de
los sentidos del poeta, pues todos los recuerdos pasados
que se rescatan en los poemas están expresados mediante
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Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
alguno de los cinco sentidos humanos, ya sea el oído, el olfa-
to, la vista, el gusto o el tacto.
La cuestión temporal es otro de los temas en los que Vi-
cente Núñez está especialmente preocupado. La evocación
que el poeta lleva a cabo en Los días terrestres sobre su mundo
infantil y juvenil podría entrar dentro de esa estela de obras,
que han caracterizado a varios poetas andaluces, como J. R.
Jiménez, con Platero y yo, y L. Cernuda con Ocnos.
Finalmente, el amor es también un tópico omnipresente
en el libro, unas veces visible como principal pilar que so-
porta el poema, otras como aromo que lo impregna todo. En
efecto, en cada uno de los poemas se pueden ir descifrando
los primeros sentimientos que mueven la sensibilidad del
poeta, así como los lugares clave para ello.
Estamos, pues, ante un despertar del amor, y su desarrollo
en diferentes fases.
Tras el largo paréntesis de casi veinte años que Vicente
Núñez realiza en su carrera poética, vuelve de nuevo a la ac-
tualidad con una serie de poemas escritos ente 1955 y 1970,
recogidos con el nombre Poemas ancestrales. Temáticamen-
te, los poemas surgen como sentimientos que brotan del
alma de cualquier ser humano. Se trata de una especie de
diario íntimo donde el autor ha ido vertiendo sus inquietu-
Noelia Barberá Pascual
23ÍNDICE
des a lo largo de quince años. Así, desaparece ese anhelo de
recuperar de la memoria el tiempo pasado, y la comunica-
ción poética se establece desde el presente. Uno de los te-
mas que se introducen en este poemario está relacionado
con el culturalismo que predominó en la poesía durante la
década de los años cuarenta. Se trata del tema clásico de
las ruinas, como «vestigia» de la Edad de Oro, que aparece
esencialmente tratado desde dos puntos de vista; en el pri-
mero, las ruinas suponen un paisaje desde donde el poeta
reflexiona sobre otro tema o desarrolla su propio soliloquio.
En segundo lugar, las ruinas son también el objeto alrededor
del cual gira el poema, es decir, el «koinoi topoi» deja de ser
un mero pretexto para hablar de otra cosa, y se sitúa en un
primer plano, siendo el principal tema de la composición.
El universo temático del paso del tiempo, tan caracterís-
tico en poetas de todas las épocas es tratado por Núñez en
este poemario desde dos puntos de vista: la del agobio por
ese tiempo que no vuelve, que pasa inexorablemente, según
el tópico «irreparabile tempus fugit»; y también la concep-
ción particular, en la que el futuro es todo aquello que está
en aras de volver, la esperanza en el retorno del pasado, de
todo eso que ha sucedido ya, como modo de apaciguar la
angustia producida por el paso del tiempo.
24 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
El tema del amor aparece también en Poemas ancestrales
unido a esa dualidad a la que el poeta nos tiene acostumbra-
dos, que al mismo tiempo que proyecta diferentes matices
sobre un tópico, se percibe una contradicción y una pugna
entre sentidos. Así, en un primer momento, el amor va uni-
do al fracaso, el poeta está convencido de que nunca va a
poder disfrutar de la compañía de la amada, porque una ter-
cera persona ha aparecido en sus vidas haciendo imposible
la unión de ambos. Sin embargo, ese fracaso se desvanece
por otro lado al descubrirse abiertamente la explosión de
alegría y felicidad que ocasiona el amor correspondido. De
este modo, el amor es uno de los cauces para llegar a la felici-
dad, para tener esperanza en la vida, a pesar de sus múltiples
acechos. Esa alegría de vivir le llevará a contemplar el mundo
con agrado, exaltando las cosas bellas que encuentra a su
paso.
Quizás el sentir más generalizado en el libro es la emoción
que el poeta siente ante el paisaje, lo cual le lleva a mostrar-
nos estampas verdaderamente misteriosas y culturalistas,
sobre todo por esas naturalezas muertas que esperan una
aparición deseada, un hálito de vida, que nunca llega, y que
nos recuerda esa recreación esteticista que la mayoría de
poetas de esta índole pretendieron llevar a cabo.
Noelia Barberá Pascual
25ÍNDICE
En este poemario, no obstante, no se trata tanto de un
descriptivismo exacerbado, como hasta ahora habíamos
visto, sino que ahora se da paso a una descripción animista
de la naturaleza, o a una deriva, que lleva el curso poético
por derroteros dispares, sin centrar la atención más que en
el objeto, tema del poema, alrededor del cual la expresión y
el lenguaje utilizado resultan la única fuente de interés, pues
el razonamiento que parece estar formulándose no es tal, es
sólo la imagen instantánea, la estampa intemporal.
Vicente Núñez consigue también con Poemas ancestrales
acercarse a la tradición de la poesía meditativa, de enorme
raigambre, y que afecta directamente a un poeta apreciado
y estudiado por el autor como es Luis Cernuda. En muchas
de las composiciones alcanza un alto grado reflexivo y de
indagación existencial, motivado por diferentes realidades,
pero llevado siempre a la más absoluta experiencia personal
y a la más estricta relación con el yo lírico.
Dos años después de la publicación de Poemas ancestra-
les sale a la luz Ocaso en Poley, quizás el libro más conocido
de Vicente Núñez, por el que obtuvo en 1982 el Premio de la
Crítica.
Refugiado ya en su exilio interior, el poeta se centra en
esta obra en esas visiones que conforman su mundo real y
26 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
cotidiano de su Aguilar de la Frontera natal. En este poema-
rio se consolida el cambio en la manera de poetizar del autor,
aspecto que se desarrolla más ampliamente en libros poste-
riores.
El planteamiento temático que se despliega en este li-
bro gira en torno a una zona crepuscular que se describe,
de muerte y de sombras, donde todas las visiones están te-
ñidas de esa oscuridad propia; el mundo que refleja no es,
además, estrictamente presente, sino que todo se reviste de
un paisaje arcaico, para acentuar más aún esa acción futura,
esa esperanza en la llegada de un porvenir. Habla desde el
pasado para referirse al presente, y darnos la seguridad de
que existe un futuro.
La declinación y la muerte son las temáticas fundamen-
tales sobre las que se asienta Ocaso en Poley. No obstante,
de acuerdo al constante deseo del poeta de desviar los en-
casillamientos y burlar las expectativas, la muerte no tendrá
sólo un tratamiento en el libro, sino que además de mezclar-
se con otras temáticas, encontramos, incluso, procedimien-
tos contradictorios. El fin de la vida es visto como inevitable
final al que irremediablemente todos estamos abocados,
pero también es el lugar ansiado al que se llega a través del
Noelia Barberá Pascual
27ÍNDICE
crepúsculo y el dolor por el desengaño amoroso, como paso
intermedio, enriquecedor y productivo.
Posee Ocaso en Poley otra temática alejada, aunque no
escindida, de su planteamiento poético de amor, vida, muer-
te. Nos referimos al recurso metapoético que en varias oca-
siones se ve planteado en estos poemas. La explicación que
Núñez trata de realizar de su poesía en algunos de sus versos
puede parecer incoherente con respecto al tema general de
la obra, sin embargo, creemos que este recurso es una con-
secuencia directa de esa desconfianza que el poeta siente
por el lenguaje como mecanismo para transmitir los senti-
mientos, y por lo cual entra de lleno en las tradiciones poéti-
cas de la indecibilidad o de la indeterminación, que pueden
ser entendidas como continuadoras de la línea no simbolista
del Modernismo, o como cristalización típicamente posmo-
dernista.
En la estela de esta gran obra que es Ocaso en Poley Vi-
cente Núñez publica en 1984 y en 1985 dos poemarios que
suponen una continuación de ese nuevo universo temático
y psicológico que ha supuesto un cambio en su trayectoria.
Nos referimos a Epístolas a los ipagrenses y Teselas para un
mosaico. En ambos la característica principal es la recapitu-
lación de sucesos o de aspectos importantes en su vida, en
28 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
ocasiones por la vía de la meditación y la reflexión, partiendo
de esos conceptos que siempre le han interesado, y que no
tienen forma física, como el amor, el ser, la muerte, el alma,
etc. El punto de partida es la subjetividad, la narración de ca-
pítulos aislados que han marcado su existencia, aunque no
del modo más hermético y enigmático, sino intuyéndose en
todo momento que la voz lírica es la del propio autor.
El curso poético continúa con la escasa referencialidad
que habíamos visto en Ocaso en Poley, ausencia de descrip-
ción y de detallismo expresivo, fruto de esa desconfianza
que sostiene en el lenguaje para dar vida a los sentimientos
que evoca. Sin embargo, a pesar de que los temas universa-
les continúan se puede percibir que el ambiente en el que
se desarrollan las reflexiones es cotidiano, aparecen los de-
corados naturales y rurales que tanto afectan a la persona
del poeta. De modo que universalidad y concreción se mez-
clan para ofrecer una tensión que se extiende por estas dos
obras.
A los temas que ya forman parte del universo creativo
del autor, como son el amor, las reflexiones metapoéticas o
la muerte como indudable destino se mezclan también mo-
mentos donde se hace más patente el culturalismo del autor,
y, por tanto, la influencia que recibe de autores no sólo con-
Noelia Barberá Pascual
29ÍNDICE
temporáneos, sino también adscritos a la tradición literaria.
Estos momentos cargados de esteticismo se envuelven en
un ambiente bohemio, donde aparecen una serie de perso-
najes extraños que dan lugar a una especie de mito que se
mezcla con el pasado remoto y con la literatura, dando lugar
a un conjunto indescifrable donde todo es relativo.
En 1989 Vicente Núñez publica un nuevo poemario, Him-
nos y texto, que incluye, además de las diez composiciones
poéticas, una parte en prosa titulada «El suicidio de las litera-
turas». Los Himnos son un conjunto de poemas con un tema
común, los árboles. El autor recurre al tono meditativo, que lo
vincula de nuevo a esa tradición de poesía de la meditación
que caracterizó la lírica de Miguel de Unamuno y de Luis Cer-
nuda, entre otros, donde el lenguaje supone sólo el medio
a través del cual el pensamiento se desarrolla en todas sus
posibilidades dentro de los poemas. El poeta abandona esa
recreación paisajística y no se detiene en describir la reali-
dad objetiva que lo circunda, sino que el yo lírico se presenta
ahora desnudo y directo.
Himnos y texto supone, en fin, la más clara expresión de la
pasión que invade al poeta y la fogosidad que lo desborda.
Sin embargo, este sentimiento no es siempre de alegría, pues
el tono elegíaco aparece también, fruto del fracaso que sien-
30 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
te al ver rechazadas sus aspiraciones de comunión perpetua
con la naturaleza y con los árboles.
El árbol representa la armonía del cosmos, la serenidad
que caracteriza a la esencia y la tranquilidad de ser superior
conceptualmente al resto del universo, de ahí que el poeta
se afane en conseguir ese estado a cualquier precio. Sin em-
bargo, para acceder a esa plenitud el ser debe despojarse de
todo, renunciar a todo aquello que esté relacionado con el
mundo en el que vive, porque en él ninguno de sus anhelos
puede convertirse en realidad.
En todo el libro se puede advertir el tono melancólico
que anuncia el fracaso al que está abocado el propósito del
poeta, de comunión con la naturaleza, ya que como recono-
ce desde el principio, cualquier intento de identificarse con
el cosmos natural, teniendo la literatura como único medio,
es inviable.
En su filosofía de vida, Núñez ha pretendido siempre hacer
que la poesía y la existencia pertenezcan a una misma igual-
dad, pero en todos los casos la realidad le ha mostrado que esa
ilusión está abocada al fracaso, que la palabra escrita adolece
de la agudeza para representar su vida, para constatar esa dis-
persión del ser que de un modo tan preciso ha caracterizado
el poeta en sus poemarios, y especialmente en estos Himnos.
Noelia Barberá Pascual
31ÍNDICE
Las dos últimas publicaciones de Vicente Núñez que son
estudiadas en el trabajo varían sustancialmente la dirección
con respecto a Himnos y texto.
En Sonetos como pueblos de 1989 y en La gorriata, de
1990 el autor vuelve a realizar una incursión en lo estricta-
mente poético, donde el tono reflexivo que predominó an-
teriormente da ahora paso a una mayor espontaneidad, a un
tratamiento de los temas más personal y referencial, que nos
recuerda sus primeros libros en los que él mismo aseguraba
estaban escritos desde la otra azotea del ser.
En ambos poemarios se procede a una recuperación de
todos esos lugares comunes en los que el autor ha incidido
desde su juventud, y que se han manifestado a lo largo de su
trayectoria poética: el amor, la poesía, la sensorialidad, el pai-
saje, etc. Ninguno resulta novedoso a estas alturas de su vida,
aunque en su expresión siempre surgirá algún aspecto origi-
nal que sorprende al lector y aleja el tono de la monotonía y
la repetición. Estos temas ya han pasado a formar parte de la
tópica personal del autor y se consideran en estos dos libros
geografías visitadas que son ahora objeto de homenaje.
El recorrido por la temática de Vicente Núñez en su obra
poética nos ha revelado las claves para entender una época
histórica cargada de estéticas encontradas. La utilización de
32 ÍNDICE
Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz
este autor de tópicos universales nos ha permitido ver cómo
esa tradición clásica, que pasa por la generación del 27, está
totalmente presente en los autores que inician una rehuma-
nización poética en los años 40 a través del esteticismo y el
culturalismo propio de sus poéticas. Sin embargo, por ser Vi-
cente Núñez un poeta que inicia su carrera literaria en la dé-
cada de los 50 nos permite ver el futuro de esa corriente lite-
raria que se enfrentó al testimonialismo, y que no es otro que
el de una lírica sustentada en las bases clásicas, pero abogan-
do constantemente por una originalidad y una personalidad
arraigada que denotan el grado de madurez de unos artistas
capaces de fusionar no sólo temáticas y estéticas, sino uni-
versos filosóficos y culturales, que dan como resultado una
poesía digna de relevancia por su papel de pilar que susten-
ta la gran diversidad de corrientes que comenzarán a aflorar
a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Con todo ello consideramos logrado con creces nuestro
propósito de estudiar el tratamiento personal de los tópicos
universales («Koinoi topoi») por parte de algún cultivador
de esta tradición poética, heredero al cabo de la cultura gre-
colatina.
Noelia Barberá Pascual
33ÍNDICE
Introducción, metodología y objetivos
En 1993 las Naciones Unidas definieron la violencia
contra las mujeres como: “Todo acto de violencia ba-
sado en el género que tiene como resultado posible o
real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amena-
zas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea
que ocurra en la vida pública o en la privada.”
En los últimos años se ha venido dando un cambio fun-
damental en las diversas declaraciones internacionales que
ofrecen, al respecto, un marco normativo para la actuación
de los gobiernos del mundo, y que debe reflejarse en las po-
líticas nacionales.
Por primera vez en 1993, se reconoció la violencia contra
las mujeres como un abuso contra los Derechos Humanos.
Posteriormente, la Declaración de las Naciones Unidas sobre
la Violencia contra la Mujer, la Conferencia Internacional so-
bre la Población y el Desarrollo, la IV Conferencia Mundial so-
bre la Mujer, en Beijing 1995, y la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia, del mismo
año, fueron ratificadas por la mayoría de los gobiernos.
Ana Paula Cid Santos
35ÍNDICE
La violencia basada en el género produce costos financie-
ros y sociales, que en un país como Canadá se han calculado
en 1.600 millones de dólares por año, en los que incluye la
atención médica y la pérdida de productividad. Según el In-
forme sobre el Desarrollo Mundial, publicado por el Banco
Mundial en 1993, la violencia se sitúa entre las principales
causas de la pérdida de años de vida entre mujeres
La O.M.S. en su informe anual de 2002 alerta y establece
diferentes pautas para la erradicación de este problema de
salud pública que tan graves efectos tiene para el bienestar
de tantas familias de todo el mundo. Una de sus recomenda-
ciones aconseja elaborar estudios sobre la respuesta local a
la violencia de género, para establecer así mecanismos más
eficaces.
En España, el año 1997 marca un punto de inflexión a par-
tir del cual el problema de la violencia emerge en la agenda
mediática con fuerza y obliga a actuaciones políticas más
contundentes. Varios hechos se sumaron. Por una parte, el
papel de las organizaciones de mujeres que venían denun-
ciando las cifras de criminalidad. Por otra, el impacto que
ocasionó la aparición en la Televisión andaluza de una mujer
denunciando malos tratos, que días más tarde fue brutal-
36 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
mente asesinada por su marido, con quien compartía casa
por orden judicial.
El I Plan de Acción contra la Violencia Doméstica se ela-
boró en 1998 y tuvo vigencia hasta el 2000, el II Plan Integral
contra la Violencia Doméstica (2001-2004) fue aprobado en
Consejo de Ministros del 11 de mayo de 2001.
En la actualidad se encuentra en elaboración el borra-
dor de la Ley Integral sobre la violencia de Género, que el
actual gobierno de España quiere llevar al parlamento para
su aprobación.
Dentro de todos los recursos que se ponen en marcha
para detener esta lacra, se encuentran en un lugar destaca-
do las denominadas casas de acogida para mujeres maltra-
tadas, que son una respuesta a la necesidad de encontrar un
refugio de urgencia por parte de muchas mujeres, ante una
situación de violencia. Las mujeres acuden a estos centros
tras soportar años de maltrato, pierden su entorno social, y
han de empezar una nueva vida, la mayoría de ellas con me-
nores a su cargo.
El objetivo general de este trabajo se ha centrado en des-
cribir la situación de estos centros en la provincia de Alicante.
Sus objetivos específicos son: definir la tipología de las casas
Ana Paula Cid Santos
37ÍNDICE
de acogida, su proceso de creación, la infraestructura de que
disponen y estudiar los recursos humanos que se destinan a
este sector en nuestra provincia.
Objeto del estudio: El trabajo de campo realizado por
esta investigación ha cubierto todas las casas de acogida
abiertas en la provincia de Alicante.
Metodología: Se han visitado todas las casas de acogida
de la provincia y se ha entrevistado al personal directivo de
cada centro, entre los días 23 de marzo y 5 de abril de 2004.
En las entrevistas personales, se ha pasado un cuestiona-
rio con preguntas abiertas sobre el funcionamiento de las
casas (en el que se ha tenido en cuenta la participación en
tareas, dinámicas internas, servicios y prestaciones) que ha
sido respondido por los responsables de cada centro, gracias
a la colaboración del Instituto de la Mujer de Alicante y la Di-
rección General de la Mujer de la Generalitat Valenciana, que
han dado luz verde a esta investigación.
Con respecto a los recursos humanos de las casas de aco-
gida, se ha incluido a las personas que realizan una labor
específica en estos establecimientos. En este sentido, se han
considerado los siguientes indicadores: número de trabaja-
doras, situación laboral, funciones, cualificación profesional,
horarios, personal de apoyo y otras colaboraciones.
38 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
En cuanto a la infraestructura, se han tenido en cuenta
las características materiales y espaciales; se ha estudiado su
ubicación, el tipo de edificio, dependencias, distribución del
espacio, equipamiento y seguridad. Previamente al trabajo
de campo, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de
los trabajos internacionales realizados y publicados sobre las
casas de acogida, así como de los trabajos de ámbito nacio-
nal publicados en España. La búsqueda se realizó en bases
de datos internacionales, utilizando las palabras claves: shel-
ter, battered, women.
Dado que en la búsqueda no aparecieron artículos con
referencia a la situación de las casas de acogida en España,
para identificar las investigaciones llevadas a cabo sobre
la situación en el país, se ha utilizado el buscador Google y
las palabras clave: casas de acogida y mujeres maltratadas.
Además, se ha contado con la información extraída de la
Hemeroteca del Instituto de la Mujer. Se han obtenido tres
estudios de ámbito nacional sobre las casas de acogida para
mujeres maltratadas: el último data de 1996. No se ha encon-
trado ninguna publicación que trate específicamente sobre
el tema objeto de este trabajo. Para los antecedentes histó-
ricos se han consultado fuentes del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social y el libro Beneficencia i Sanitat en els muni-
Ana Paula Cid Santos
39ÍNDICE
cipis valencians que, a través de investigaciones y consultas
en el Archivo Municipal de Alicante, aportan luz sobre lo que
puede considerarse el origen de estas casas.
¿Cómo surgen las casas de acogida?
La lucha para erradicar la violencia contra las mujeres co-
mienza en la década de los setenta. En estos años, en los Es-
tados Unidos cada 30 segundos una mujer era golpeada por
su compañero, cónyuge o ex-marido, y un tercio de las muje-
res víctimas de homicidios eran asesinadas por sus propios
maridos o amantes. En el 80% de los casos la policía había
sido llamada al menos una vez, para intervenir en las situa-
ciones de violencia doméstica antes de que se desencadena-
ra el crimen. El maltrato a las mujeres y los abusos a meno-
res se consideraban ya entonces el mayor problema social, y
los estudios se centraban en interpretar el significado social
de la violencia en la familia, sus causas y las estrategias para
combatirla.
El movimiento de casas de acogida no sólo fue una pri-
mera respuesta a la violencia doméstica; su objetivo estraté-
gico consistía en cuestionar el modelo familiar vigente y se
planteaba como tarea definir las formas familiares donde no
40 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
existía violencia y donde se había completado la ruptura con
un modelo patriarcal.
Los objetivos comunes compartidos por las casas de aco-
gida creadas en ese momento eran: promover un ambiente
de cuidados y seguridad para las mujeres maltratadas y sus
hijos; ofrecerles soporte emocional y asesoramiento socio-
psicológico; proveer información sobre los derechos legales
de las mujeres; dar asistencia en las comparecencias ante los
juzgados; aportar opciones de vivienda, y explorar objetivos
y direcciones a tomar en una vida futura.
El movimiento de casas de acogida para mujeres maltra-
tadas que surge en estos años, estuvo muy influenciado por
los sectores feministas que tomaron la iniciativa y la orga-
nización de muchos de estos centros. Cuando se planteó el
desarrollo de estos servicios, el objetivo no era sólo ayudar
a las mujeres, sino construir espacios y organizaciones que
mantuvieran los valores de participación e igualdad en to-
das las personas. Muchas casas de acogida adoptaron una
estructura colectivista y no jerárquica. Las normas fueron mi-
nimizadas y las decisiones eran tomadas por consenso. Las
residentes participaban activamente en el desarrollo de los
programas que se llevaban a cabo. Dado que se potenciaba
la auto-ayuda, antiguas residentes eran animadas a volver
Ana Paula Cid Santos
41ÍNDICE
como trabajadoras para dar soporte y servir como modelos
de mujer que habían conseguido tener el control sobre sus
vidas. Estas casas encontraron pronto problemas para su fi-
nanciación y la lentitud del proceso de consenso les llevó a
contradicciones entre los valores a mantener y la práctica del
día a día. No sólo ofrecían refugio a las víctimas de la vio-
lencia sino que llamaron la atención pública sobre la difícil
situación que estas personas tenían que soportar.
La razón por la que la violencia doméstica emerge en este
momento histórico concreto (los años setenta) como pro-
blema social, se hallaría en el hecho de la mayor presencia
de las mujeres en el mercado laboral, y de su mayor poder
en las esferas legal y cultural. A esto se añadiría el declive
de la institución familiar como instrumento de dominación
femenina. También se une a ello la fuerza del movimiento
feminista, que ha elegido atacar el punto débil, y no el fuerte,
de la dominación masculina.
En 1982 se habían creado en los Estados Unidos 300
centros de acogida y se había reconocido el “síndrome de la
mujer maltratada” dentro de la Clasificación Internacional de
Enfermedades. El movimiento de casas de acogida para mu-
jeres maltratadas representó uno de los movimientos que
más rápidamente se expandieron a través de toda la nación
42 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
desde la guerra de Vietnam. A medida que la sociedad fue
tomando conciencia del problema, las agencias federales,
estatales y locales del estado de bienestar empezaron a ha-
cerse cargo y financiar estos centros; lo que no dejaba de ser
un triunfo, ya que daba la posibilidad de acceder a mayo-
res fuentes de financiación y hacía crecer la visibilidad de las
mujeres maltratadas ante la sociedad. Pero también se pagó
un precio, pues la financiación estatal supuso abandonar el
tipo de organización colectivista y de democracia directa en
aras de una mayor profesionalización y burocratización.
La situación en España
En España, la génesis de estas instituciones es diferente
a la de otros países desarrollados, pues comienzan a crear-
se en 1984, y parten de la experiencia de los modelos que
ya estaban en funcionamiento en Europa, en concreto In-
glaterra y Francia. Las casas de acogida en España se crean
directamente por los Ayuntamientos y las comunidades au-
tónomas. Son veinte años de experiencia. Sin embargo, se ha
escrito muy poca literatura científica al respecto. Existen en
la actualidad más de 125 centros de acogida.
La inversión anual en centros es de 1,8 millones de euros.
La mayor parte de esta financiación proviene del impuesto
Ana Paula Cid Santos
43ÍNDICE
sobre la renta. Hay una gran variación en la financiación de
estos programas de acogida, algunos cuestan 30.000 euros,
otros se financian con 126.000 euros. Las cifras que se ma-
nejan en ocasiones engloban tanto a los centros de aco-
gida como a los albergues, a los pisos tutelados y pisos de
emergencia que, en principio, tienen diferentes objetivos. La
Comisión del Parlamento Europeo para los Derechos de las
Mujeres recomendaba en 1987 una plaza por cada 10.000
habitantes. En España hay una por cada 310.000 habitantes,
según datos de 1998.
El primer trabajo que se publica en España data de 1982
y es anterior a la puesta en marcha de este tipo de centros.
En ese momento, se recogían 1.300 denuncias mensuales de
malos tratos. Las mujeres tras la denuncia volvían al hogar fa-
miliar; no existían soluciones de emergencia. Este informe se
elaboró tras la visita a diferentes centros en Inglaterra y Fran-
cia. En el Reino Unido existía ya entonces una Federación Na-
cional de refugios para mujeres maltratadas que agrupaba
a 200 casas entre Inglaterra, Escocia y País de Gales. La fina-
lidad de este informe realizado por el Instituto de la Mujer
era que sirviera como documentación básica para aquellas
instituciones y organismos españoles que estuvieran intere-
44 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
sados en la creación de casas de acogida para mujeres mal-
tratadas.
Seis años más tarde, en 1992, el Instituto de la Mujer publi-
ca un informe en el que se recoge la experiencia de 25 casas
que ya están trabajando en distintas poblaciones españolas.
Es un amplio estudio con una metodología cuanti-cualitati-
va. En él, se realiza un análisis del perfil socioeconómico, tan-
to de la mujer maltratada como del maltratador, y del tipo de
maltrato que llega hasta estos centros. Se recoge, así mismo,
datos sobre la infraestructura, localización, funcionamiento y
equipo de trabajo de los centros. Se analizan los puntos crí-
ticos y los fuertes que en ese momento se encuentran, y las
autoras proponen al final del mismo, un nuevo modelo de
referencia, basándose en los datos obtenidos. En este trabajo
también se confrontaron experiencias con casas de acogida
situadas en Estocolmo, Londres y Bruselas.
El último trabajo de ámbito nacional que se ha encon-
trado corresponde a 1996. Recoge información a través de
cuestionarios de cincuenta casas de acogida en todo el terri-
torio español. Este informe hace especial hincapié en la he-
terogeneidad que existe entre las casas de acogida en lo re-
ferente a la gestión, capacidad, medios económicos, equipos
de profesionales, recursos y criterios de admisión. Mantiene
Ana Paula Cid Santos
45ÍNDICE
que no existe una situación análoga en todas las Comunida-
des Autónomas y aboga por unificar criterios.
De este trabajo se extraen algunos datos de especial rele-
vancia. Son los siguientes:
• Sólo el 46% de la muestra es un servicio exclusivo para mu-
jeres maltratadas. El 54% restante acoge a mujeres con di-
ferentes problemas.
• Un 28% se gestiona por los ayuntamientos, el 26% por Co-
munidades Religiosas, el 14% Asociaciones de mujeres, el
4% la Confederación de Asociaciones de Vecinos (C.A.V.E.)
y el 28% restante es gestionado por diferentes institucio-
nes.
• El 56% no realiza ninguna actividad específica con las mu-
jeres y los niños. Un 32% realiza talleres de Cerámica, Corte
y Confección. En el 12% se realiza terapias grupales o indi-
viduales.
En cuanto a su dependencia económica:
• El 76% está financiado total o parcialmente por ayunta-
mientos.
• El 12% exclusivamente por Comunidades Religiosas.
• Un 12% diferentes Organismos e Instituciones.
• Ninguna está financiada por asociaciones de mujeres.
46 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
En este trabajo se plantea que el 60% de las mujeres que
residen en una casa de acogida, vuelve con el maltratador.
Desde ese año de 1996 no se tiene constancia de ningún
otro trabajo de ámbito nacional que evalúe la situación en la
que se encuentran las casas de acogida.
La situación de las casas de acogida en la provincia
de Alicante
Atendiendo a la tipología establecida en la orden del 17
de febrero de 2003, en la provincia de Alicante existen:
– Una casa de acogida con carácter de emergencia.
– Seis centros de acogida.
En la siguiente relación se denomina a cada casa por la orga-
nización que la gestiona, y refleja alguna de sus características:
• Emaus:
Organización fundada por el sacerdote católico francés
Abbé Pierre, miembro de la resistencia durante la segunda
guerra mundial. Diputado entre 1947-1951. Ardiente defen-
sor de los derechos humanos, especialmente el derecho a la
vivienda.
Director general en España es Francisco Nadal Ivus.
Asociación estatal laica.
Ana Paula Cid Santos
47ÍNDICE
Centro de acogida: Casa con amplio jardín situado a las
afueras de un núcleo urbano de 16.000 habitantes, en la Ma-
rina Baixa.
Capacidad máxima para 8 mujeres y 9 niños.
• Adoratrices Esclavas de Santísimo Sacramento
y de la Caridad
Fecha de constitución: 1 de enero de 1857. Organización
de ámbito estatal que trabaja con colectivos de mujeres, dro-
godependientes, personas reclusas y ex reclusas.
El centro que gestiona en Alicante está en funcionamien-
to desde 1988.
Centro de acogida: Dos pisos unidos dentro de un com-
plejo religioso, en pleno casco urbano de Alicante ciudad.
Capacidad máxima para 9 mujeres y 11 niños, de 0 a 7
años.
• Mensajeros de la Paz
Fundada en 1972 por el sacerdote Ángel García Rodrí-
guez, es “una organización de carácter laico progresista”, se-
gún el Directorio ONGD 2000, de la coordinadora de ONGs de
España.
48 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
Gestiona la casa de emergencia constituida por dos pisos
unidos. Se encuentra situada dentro de un gran bloque de
viviendas, en un barrio de la periferia de la ciudad de Alican-
te.
Capacidad para 6 mujeres y 6 niños. Admiten adolescen-
tes, pero en el caso de los varones se valora su posible admi-
sión en la casa.
• Mujeres por la Democracia
Federación de ámbito estatal, dirección Génova 13.
Fecha de constitución: 10 de agosto de 1992.
Colectivos de atención: jóvenes, mujeres y personas con
minusvalías.
Gestiona una casa de acogida formada por dos pisos uni-
dos dentro de un bloque pequeño de viviendas. Situado en
el núcleo urbano de una población de 50.000 habitantes en
la Vega Baja.
Capacidad para 4 mujeres y 8 niños. Los niños son admi-
tidos hasta los 14 años.
• Gesmed (Gestión Socio-sanitaria del Mediterráneo)
Según informa en su página web, “surge con el objetivo
de desarrollar la gestión socio-sanitaria del Grupo Imedes
Ana Paula Cid Santos
49ÍNDICE
como respuesta a las nuevas necesidades generadas en un
mercado de rápido crecimiento: los servicios de atención a
personas. Ayuda a domicilio, residencias de personas ma-
yores, discapacitados, menores, mujeres maltratadas y otros
programas de acción comunitaria dirigidos a colectivos con
necesidades específicas”.
Tiene un convenio hasta el año 2006.
Gestiona un centro de acogida situado eano de Alicante
ciudad.
Capacidad para 9 mujeres y 18 menores. En principio no
hay límite de edad para los menores, pero se valora en cada
caso. El límite está en los 14 años para los varones, pero se ha
saltado esta condición con frecuencia.
• Fundación Nuestra Señora del Carmen
Es un Patronato, cuyo presidente es el alcalde de la loca-
lidad donde está ubicada, que posee 6.000 habitantes y está
situada en el interior de la comarca de la Marina Alta.
Casa de acogida: Edificio antiguo anexo a una residencia
de ancianos.
Capacidad máxima de 7 plazas para niños y 7 para muje-
res. Por la proximidad con la residencia no se admiten niños
mayores de 8 años.
50 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
• Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor.
En 1870 se convierte en Congregación religiosa. Desde
entonces intervienen en barrios periféricos, zonas donde se
ejerce la prostitución, atención a adolescentes y jóvenes en
situación de riesgo, madres solteras y mujeres maltratadas.
Casa de acogida: Dos pisos unidos dentro de un complejo
religioso, situado en el núcleo urbano de la ciudad de Alican-
te.
Capacidad para 13 mujeres (6 en un piso y siete en otro).
Se admiten menores de 18 meses.
Total de plazas en la provincia de Alicante:
• Para mujeres: 56.
• Para niños: 66.
• Total de ingresos anuales: 158 mujeres y 202 menores.
(últimos datos, de 2002).
Conclusiones
Tras analizar las respuestas que se han obtenido de las
diferentes entrevistas, este estudio llega a las siguientes con-
clusiones:
• Las últimas leyes y órdenes establecidas por la Generalitat
Valenciana con respecto a las casas de acogida unifican
Ana Paula Cid Santos
51ÍNDICE
criterios en cuanto a la organización y funcionamiento de
estos centros.
• Se han establecido los mecanismos de coordinación ade-
cuados para el rápido acceso a las casas de acogida de
aquellas mujeres que cumplen los criterios. El 83 % de estas
mujeres y sus hijos llegan a las casas a través de los Centros
24 Horas y de los Servicios Sociales municipales.
• Las organizaciones y el personal directivo que gestiona es-
tos centros mantienen diferentes criterios en cuanto a las
causas y soluciones de la violencia de género.
• No existe en la provincia de Alicante un centro exclusivo
para mujeres maltratadas que atienda a estas mujeres de
manera integral. Tampoco hay viviendas tuteladas, que es
una de las tipologías estipuladas por la ley.
• Atendiendo a los modelos establecidos las casas de acogi-
da de Alicante responden a los modelos de servicio social y
de bienestar familiar.
• El 30% de los ingresos en estos centros son mujeres, con o
sin cargas familiares, que carecen de recursos, y el motivo
de su ingreso no es la violencia. Por malos tratos ingresa el
51,21 %.
52 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
• Solo una minoría de las mujeres que sufren violencia acce-
den a las casas de acogida. Ingresan al año un total de 158
mujeres y 202 menores.
• El perfil socio-económico y educativo de las mujeres que
acceden a estos centros es bajo. Casi el 44% no ha obteni-
do el graduado escolar.
• Las mujeres inmigrantes, por su mayor precariedad socio-
económica, ocupan en la actualidad casi el 50% de las pla-
zas en estos centros.
• Las casas de acogida son un recurso limitado en el tiem-
po, que requiere de una red muy amplia de servicios de la
comunidad para que las mujeres y sus hijos puedan tener
una salida adecuada y consigan la autonomía deseada.
• El déficit de guarderías, el difícil acceso a una vivienda y
la precariedad laboral son los problemas que se destacan
como más importantes; son recursos que siguen sin estar
al alcance de estas mujeres, a pesar de que en los trabajos
y estudios de los años ochenta ya se alertaba sobre la cues-
tión.
• La carencia de estos medios externos a las casas (guarde-
rías, vivienda, trabajo…) disminuye la eficacia de este re-
curso.
Ana Paula Cid Santos
53ÍNDICE
• Las casas de acogida se encuentran, por lo general, insufi-
cientemente financiadas, lo que repercute en su funciona-
miento.
• Se desconoce el número de mujeres que consiguen reha-
cer sus vidas de una forma autónoma, después de pasar por
los programas de intervención de una casa de acogida.
54 ÍNDICE
Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional
Esteban Jiménez Pina
Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación
en pacientes fibromiálgicos
Introducción
Aunque la comparación social y su conceptualiza-
ción como proceso cognitivo resultante de la inte-
racción con otros fue iniciado por Festinger (1954),
sus desarrollos posteriores y su aplicación en el ámbito de
la Psicología Social de la Salud ha cobrado especial interés
en las últimas décadas (Affleck et al., 1987; Taylor et al., 1990).
Goethals y Darley (1977) ya expusieron explícitamente que
cuando percibimos una situación amenazante la compara-
ción con otros podría tener fines adaptativos. Por su parte,
Gibbons y Gerrard (1991) describen la comparación social
como un proceso que se enmarca entre las diferentes formas
de afrontamiento utilizadas ante el padecimiento de una si-
tuación estresante como es la enfermedad.
Consideramos que el dolor crónico y, concretamente el
síndrome fibromiálgico, por sus particulares características
de estrés, incertidumbre y amenaza, es un marco idóneo
para el estudio del proceso de comparación social y su rela-
ción con otras formas de afrontamiento.
56 ÍNDICE
Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos
Objetivo general
Conocer las relaciones que se establecen entre la compa-
ración social, el afrontamiento y, los resultados adaptativos
en términos de salud y bienestar psicológico en pacientes
de fibromialgia.
Procedimiento
Para llegar al objetivo dividimos nuestro trabajo de inves-
tigación en dos partes:
La primera parte abarca una revisión bibliográfica en la
que queremos conocer el estado actual de la investigación
de la comparación social en dolor crónico. Se describe el pro-
cedimiento de revisión, los resultados obtenidos y las con-
clusiones.
La segunda parte plantea un proyecto de investigación
para conocer la relación entre el proceso de comparación
social -en sus distintos tipos, aspectos que se comparan y
referentes-, los distintos tipos de afrontamiento y, los resulta-
dos adaptativos en términos de impacto en salud y bienes-
tar psicológico en pacientes de fibromialgia. Para ello, plan-
teamos objetivos específicos y sus hipótesis y describimos
el método por el cual vamos a llevar a cabo la investigación
empírica.
Esteban Jiménez Pina
57ÍNDICE
Resultados
Nos muestran el perfil sociopsicológico de la enferma de
fibromialgia de la provincia de Alicante, así como las relacio-
nes entre comparación social, estrategias de afrontamiento,
percepción de amenaza, estado de ánimo y adaptación a la
enfermedad. Obtenemos conclusiones sobre el perfil de las
enfermas, su afrontamiento y su adaptación.
58 ÍNDICE
Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos
M.ª Dolores Perales Poveda
La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración:
1875-1923
Desde 1983, la mayor parte de los estudios realizados
en España sobre masonería se llevan a cabo bajo la
dirección del Centro de Estudios Históricos de la Ma-
sonería Española (CHEME) que coordina y dirige el profesor
Ferrer Benimeli. Esto supone que en España resulte habitual
lo que desde hacía tiempo tenía lugar en otros países como
Bélgica, Italia o Francia, en los que se venían realizando es-
tudios de carácter histórico, dedicados a la masonería y sus
implicaciones sociales, ideológicas, políticas culturales... En
España, desde la década de los 80, en diversas universidades
se están llevando a cabo una serie de estudios, que preten-
den profundizar en la composición sociológica de las logias,
planteándose hipótesis de trabajo en las que se cuestiona
aspectos tales como la influencia determinante de las logias
en la sociedad y en la evolución política de su tiempo, la rea-
lidad de la masonería como fenómeno de la historia socio-
política o la interacción entre sociedad y masonería.
La revolución de 1868 y los cambios políticos que llevó
aparejados, supuso que la masonería española dejase de ser
perseguida, lo que permitió al amparo de la nuevas Leyes de
Asociación, un resurgir de la misma después de tantos años
60 ÍNDICE
La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923
de trabas y persecución gubernamental. En el período com-
prendido entre 1868 y 1899, la fachada mediterránea se con-
virtió en una de las zonas de la península española de mayor
expansión masónica, y más concretamente las comarcas va-
lencianas del sur, con Alicante a la cabeza, experimentaron
un importante proceso de auge y expansión, propiciado en
buena medida, por la propaganda que supuso la elección
en 1876 del jefe del partido liberal Práxedes Mateo Sagasta
como Gran Maestre del Gran Oriente Español. Durante este
periodo, hemos podido constatar a partir de la documenta-
ción extraída del Archivo Nacional de Salamanca que se crea-
ron cuatro logias para la ciudad de Alicante, y once reparti-
das en todo el territorio de la provincia. Además de las logias,
varios organismos masónicos entre los que cabe destacar el
Capítulo Lucentino y la Cámara de caballeros Kadoch.
Sigue siendo bastante común asociar a la masonería tan-
to a objetivos de control nacional e internacional, como al
poder político y económico. Ha contribuido a ello, el llamado
“secreto masónico”, impulsado tanto por los enemigos de la
Orden del Gran Arquitecto del Universo, como por sus miem-
bros, lo que complica la posibilidad de conocer el influjo real
que la masonería pudo ejercer en la sociedad de su tiempo.
M.ª Dolores Perales Poveda
61ÍNDICE
En el caso de Alicante, hemos podido comprobar que las
logias, conformadas por una mesocracia muy vinculada en
lo político a las diferentes facciones del partido republicano,
formaron parte de un tejido asociativo que en la segunda
mitad del siglo XIX, se mantendría como un plano interme-
dio entre los individuos y sus relaciones personales y entre
el Estado y sus instituciones, desempeñando un doble papel:
como apoyo y protección al individuo y a la vez como ins-
trumento de control de las respuestas y comportamientos
contrarios a los intereses y estabilidad del sistema que pu-
diera generar determinados sectores de la sociedad. Hemos
de considerar al respecto, que la masonería decimonónica,
lejos de asumir el papel “revolucionario” y de subversión del
orden que tradicionalmente se le ha venido adjudicando,
hará eco de propuestas abocadas a la creación de un mo-
delo de Estado organicista, que trate de armonizar la acción
individual, la social y la del Estado, teniendo siempre como
referencia un orden de valores en el que, la libertad, la pre-
ponderancia del individuo, la búsqueda del conocimiento y
el valor de lo universal habrán de ser la piedra angular. Para
ello, se dedicaron algunas tenidas a fomentar el sentido crí-
tico de sus asistentes, buscando consolidar la conciencia de-
mocrática de sus adeptos. Con esta mentalidad, los masones
62 ÍNDICE
La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923
alicantinos pusieron en marcha campañas contra la pena
de muerte, la esclavitud, y la prostitución reglamentada. De
igual modo, las logias femeninas, -en el caso de Alicante la
Cámara de Adopción creada por la Constante Alona- sirvie-
ron para que un número considerable de mujeres de clase
media, unidas por su heterodoxia, hiciesen causa común en
la defensa de la libertad, del progreso y de la razón.
La fe en la educación como motor de cambio en la socie-
dad respondía a una idea generalizada de los liberales de la
época y será precisamente en las reformas pedagógicas y en
la defensa de un sistema educativo ajeno a los presupuestos
de toda religión, donde mayormente influirían los núcleos
intelectuales. En Alicante, las logias y los círculos de libre
pensamiento, haciendo causa común, no solo pusieron en
marcha numerosas campañas en pro de la enseñanza laica y
de la educación femenina, sino que además, crearon cuatro
escuelas laicas, y una escuela destinada a instruir a las clases
trabajadora que estuvo vinculada exclusivamente a la logia
Constante Alona .
La participación de la masonería en la realidad de su
tiempo estuvo además marcada por una individualización
del masón que instalándose en las propias estructuras del
sistema, interferirá en muchos casos en actitudes y en ideas
M.ª Dolores Perales Poveda
63ÍNDICE
abocadas al bien general. En la esfera de lo económico, dos
instituciones claves para la modernización económica de
nuestra ciudad –La Caja Especial de Ahorros y la Cámara de
Comercio –, fueron proyectos promovidos e impulsados por
Eleuterio Maisonnave, iniciado en 1876 en la logia Constante
Alona con el nombre simbólico de “Pericles”, además los Con-
sejos de Administración de ambas instituciones a su crea-
ción, contaron con la presencia de hombres de élite en la vida
masónica alicantina: Amando Alberola, Manuel Ausó Monzó
y Ausó Arenas, Primitivo Carreras, José Guardiola, Francisco
Linares Such y José Gacia Soler entre otros.
De igual modo, el Ayuntamiento de Alicante entre 1887
y 1895 contaría con la presencia de varios masones alican-
tinos, periodo coincidente con el inicio de remodelación ur-
banística, que si bien en Alicante estuvo siempre a remolque
de los intereses de la burguesía local, la conciencia crítica
de urbanistas y pensadores se enfrentó a la incapacidad de
ciertas sociedades para modernizar la ciudad en base a los
nuevos criterios higienistas que nos iban llegando de Euro-
pa. Además, la creación de un nuevo cementerio con un es-
pacio destinado al enterramiento civil y la puesta en práctica
de medidas higiénico-sanitarias para el mantenimiento de la
salubridad pública daban muestras de interés por dotar a la
64 ÍNDICE
La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923
ciudad de una amplia oferte de servicios e infraestructura, a
pesar de las limitaciones propias de los Ayuntamientos res-
tauracionistas.
Los miembros de la Orden, hicieron notar además su pre-
sencia en buen número de sociedades de acometido cultu-
ral: El Ateneo de Alicante, la Sociedad de Escritores y Artistas,
la Sociedad Iris o la Sociedad económica de Amigos del país
y ocuparon cargos de dirección y de fundación en la mayor
parte de periódicos alicantinos de ideología progresista: Las
Germanías, La Unión Democrática, El Liberal, El Porvenir, El
Republicano, El Crisol....
Al igual que muchas de las asociaciones del siglo XIX, las
logias fueron espacios de asociación capaces de canalizar
las corrientes culturales que en Europa ya estaban surgien-
do. Hemos podido comprobar, la presencia que mantuvie-
ron en todas aquellas estructuras que fueron claves para el
poder socioeconómico, pero además, en aquellas otras que,
de un modo u otro condujeron el proceso de construcción
cultural. Ello se tradujo frente al ostracismo imperante, en un
impulso de apertura intelectual y de cambio de mentalidad
en los alicantinos. Obviamente, un proceso largo, complejo, y
no exento de tensiones, pero la masonería alicantina no per-
maneció al margen y supieron desempeñar un doble papel,
M.ª Dolores Perales Poveda
65ÍNDICE
como apoyo y en muchos casos dando protección al indivi-
duo y a la vez como instrumento de control de las respuestas
y comportamientos contrarios a los intereses y estabilidad
del sistema que pudiese generarse por el desarrollo de de-
terminados sectores de la sociedad.
66 ÍNDICE
La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923
La representación de la muerte y asunción de la Virgen,
que todos los 14 y 15 de agosto se celebra en Elche,
se ha convertido desde hace varios siglos en la fies-
ta de la ciudad. A este carácter festivo de la representación
entiendo que se debe fundamentalmente el secreto de su
supervivencia a lo largo del tiempo. En muchos lugares de
Europa, también de América, hubo representaciones de si-
milares características, que con el paso del tiempo fueron
desapareciendo. A pesar de todo, la fiesta de Elche permane-
ció debido al arraigo popular que se manifestó en la defensa
que el Concejo de la Villa llevó a cabo de su fiesta. La fiesta es
una celebración comunitaria y en ella se reconoce la propia
comunidad, interiormente, y también ante los otros.
A lo largo del presente trabajo he tratado de exponer
cómo a través de las manifestaciones cultuales y festivas en
honor a la Patrona, y especialmente de la representación del
Misterio de Elche, se ha proyectado a través del tiempo la
vida de la ciudad y el papel que han jugado en la configura-
ción de su identidad. Las fiestas, y especialmente la represen-
tación de “La Festa”, son la representación de la ciudad.
68 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
El presente trabajo titulado: “La Festa d’Elx i la identitat de
la ciutat” lo he dividido en los capítulos siguientes :
Introducción
I) El calendario festivo ilicitano.
II) Los orígenes de la fiesta de la Asunción en Elche.
III) La Fiesta del Corpus y la representación del Misteri.
IV) La Festa manifestación del poder local
V) La leyenda de la Venida de la Virgen y la identidad de
Ilici.
VI) El patronazgo de Nuestra Señora de la Asunción, ma-
nifestación de la identidad de la comunidad: Las ro-
gativas origen del patronazgo.
VII) La función del patronazgo en la actualidad.
En la introducción he querido poner de manifiesto el ca-
rácter festivo de la representación, pues sin esta dimensión
festiva, entendida en el más amplio sentido de la palabra, no
podemos tener una visión cabal de la representación de la
fiesta y el sentido comunitario que la misma adquiere. Así
como he pretendido contextualizar la fiesta de Elche en la
tradición de la fiesta de la Asunción en la Iglesia y en las di-
versas representaciones asuncionistas que se han llevado a
cabo en otros lugares. Afirmar la identidad no significa pro-
fundizar las diferencias con los otros, pues no existe valor
Manuel Rodríguez Maciá
69ÍNDICE
humano que no se pueda compartir. Profundizar en la iden-
tidad significa descubrir la universalidad de aquellos valores
que afirmamos. En ocasiones, se ha visto la representación
del Misterio de Elche, como un hecho extraordinario, único,
pero en definitiva marginal. Es necesario, sin olvidar las parti-
cularidades propias, recuperar el entorno propio de la Festa
para descubrir sus valores más profundos.
En el primer capítulo se trata de la particularidad del ca-
lendario festivo ilicitano.
La representación del Misterio es el eje del ciclo festivo,
pero, además de las representaciones de los días 14 y 15 de
agosto y de los actos cultuales y festivos que tienen lugar en
esos días tales como la Procesión, la mañana del dia 15, la “roà”
que se lleva a cabo desde la caída de la tarde del 14, hasta la
hora de la procesión el día de la Virgen, la Nit de l’Albà, la no-
che del 13. Hay que considerar también que durante todo ese
mes de agosto, dedicado a la fiesta de la Asunción de la Virgen;
se celebran la prueba de voces del día 6 de agosto, la prueba
del ángel, la tarde del día 10, las salves que es como popular-
mente se conoce la octava de la Asunción, o el acto de despe-
dida del mes la noche del 31. Pero la fiesta de la Asunción se
repite a lo largo del año. Entre estas festividades cabe destacar
la celebración de la Venida de la Virgen, fiesta que se celebra el
70 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
29 de diciembre, enmarcada en pleno ciclo navideño, y que re-
memora la leyenda de la aparición de la imagen de la Patrona
en las playas del Tamarit, portadora de la consueta o directorio
de la representación de la Festa. Se describe la celebración de
la fiesta en la actualidad teniendo en cuenta las innovaciones
habidas en los últimos años. También se narra una breve his-
toria de la misma. Sobre esta fiesta se va a incidir con mayor
profundidad en el capítulo quinto.
La proyección de la Fiesta de la Asunción es constante en
otras fiestas marianas y así ocurre con la de la Purísima. El
día de la festividad se solía sacar en procesión la imagen de
la Patrona, aunque tal procesión no se celebra actualmente,
se conservan algunas tradiciones y se analizan también los
símbolos de esta fiesta de la Inmaculada, que se han introdu-
cido en la iconografía del Misterio de Elche, así como la rela-
ción existente entre estas dos fiestas por medio de la capilla
de música de la Parroquia de Santa María y que se ocupaba
en la representación del Misterio. También se aportan datos
de interés sobre la antigüedad de esta fiesta en Elche, y del
arraigo popular de la misma reflejada en diversas canciones
populares que con motivo de este trabajo se han podido re-
cuperar.
Manuel Rodríguez Maciá
71ÍNDICE
La presencia de la Fiesta de la Asunción se manifiesta
también en la fiesta cristológica por excelencia, la de la Pas-
cua de Resurrección. Además de tratar de la antigüedad de
la procesión de Pascua en la ciudad de Elche, se analiza el
protagonismo de la Virgen de la Asunción en esta procesión.
También se describe la celebración de la vigilia de Pascua tal
como se celebraba antes de la reforma litúrgica del Papa Pío
XII, y que contenía unos elementos de teatralidad que tenían
como objeto la aclamación de la Patrona. La vigilia de Pascua
era como una representación abreviada del acto de la Asun-
ción del día 15 de agosto. La particularidad de esta fiesta en
Elche se relaciona con celebraciones semejantes que he po-
dido presenciar en otras localidades tanto españolas como
italianas. En este apartado de la fiesta de Pascua se aporta el
dato hallado en el archivo municipal de Elche del bocaporte
del camarín de la Patrona realizado por el pintor Manuel Pé-
rez el año 1850.
También se señalan otras manifestaciones festivas, tales
como las del Copatrón de Elche, S. Agatángelo, algunas ce-
lebraciones de la Semana Santa, además de la ya citada de
Pascua, y otros festividades en las que la imagen de la Patro-
na adquiere el protagonismo.
72 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
En los capítulos segundo y tercero he tratado de estable-
cer los orígenes de la tradición de la Festa.
En el segundo capítulo comento los orígenes de la festivi-
dad de la Asunción en Elche.
Después de señalar la centralidad de la fiesta de la Asun-
ción, me pregunto cuál es el origen de esta fiesta en Elche, al
hacerlo no me refiero solamente al origen de la representa-
ción tal como ahora la conocemos, sino a lo que entiendo ha
sido una laguna hasta ahora en los estudios sobre el Misterio,
el estudio de los orígenes de la fiesta de la Asunción en El-
che. Hemos de tener en cuenta que el Misteri se represen-
ta como conmemoración de la Fiesta de la Asunción y por
tanto hemos de considerar la presencia de esta fiesta en la
liturgia de la Iglesia. En el contexto de esta liturgia nace la
representación del Misterio. La dimensión litúrgica le da un
sentido de globalidad a la Festa y la hace convertirse en un
rito comunitario. Para la pervivencia del Misteri a lo largo del
tiempo, ha sido fundamental su celebración en un contexto
litúrgico. El Misterio se ha vivido como una celebración co-
munitaria y, como tal, como una realidad viva.
Junto al estudio de la tradición de la Iglesia concretada en
la liturgia de las iglesias tanto de Oriente como de Occiden-
te, y en las tradiciones asuncionistas (los llamados apócrifos),
Manuel Rodríguez Maciá
73ÍNDICE
se plantea en este apartado la documentación existente so-
bre el origen de esta fiesta en Elche, teniendo en cuenta que
las noticias sobre dicha festividad son anteriores a las de la
representación de la Festa y que se remontan al siglo XIII.
También se aportan datos sobre la relación entre esta fiesta
y la de la de la Parroquia del Salvador, la parroquia más an-
tigua de la ciudad de Elche después de la de Santa María, y
lugar en el que en algunas ocasiones se ha representado el
Misterio cuando no fue posible realizarlo en Iglesia de San-
ta María. El capítulo se completa con el estudio y la aporta-
ción de documentación de representaciones iconográficas
de la Asunción en localidades vecinas a Elche y en manifes-
taciones festivas de la Asunción vigentes en la actualidad o
ya desaparecidas. Entre estas manifestaciones iconográficas
desaparecidas cabe destacar la que existía en la capilla dedi-
cada a la Asunción en la Parroquia de S. Martín de Callosa del
Segura, así como la de la Iglesia de Santa María de Alicante,
templo también dedicado a la Asunción.
En el tercer capítulo trato de la relación entre la represen-
tación del Misterio, que con el tiempo se ha convertido en la
fiesta de la ciudad, y la celebración del Corpus Christi que era
la gran fiesta de la antigua villa de Elche.
74 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
En la primera parte del capítulo se lleva a cabo una bre-
ve referencia a la historia litúrgica de esta fiesta incidiendo
en sus orígenes en la prehistoria de la misma y que habría
que remontarla al siglo V. Tras analizar la ordenación de esta
fiesta en el siglo XIII, se hace hincapié en cómo la fiesta del
Corpus se desarrolla en la Europa de las ciudades, en plena
efervescencia de las mismas, y por tanto podemos hablar de
esta festividad como una fiesta eminentemente urbana.
La celebración de la fiesta del Corpus nace de un poder
centralizado, como es el de la Iglesia, por lo que a pesar de
las particularidades de cada país, de cada localidad, existe en
todas ellas una gran similitud. Esta fiesta se convierte en un
lugar de encuentro de las manifestaciones culturales, pues
se transmiten una serie de elementos de una ciudad a otra.
Podemos decir que la fiesta del Corpus crea una interrela-
ción cultural entre las ciudades de Europa. Así pues, muchos
de los elementos iconográficos de la procesión del Corpus
son los mismos en las diversas ciudades europeas.
Especial atención se presta a la celebración del Corpus en
la ciudad de Valencia. De hecho para algunos historiadores
el origen de la decisión papal en el siglo XIII de universali-
zar esta fiesta tiene su origen en el suceso de “los Corporales
de Lluchent”, hecho considerado milagroso y ocurrido en el
Manuel Rodríguez Maciá
75ÍNDICE
antiguo Reino de Valencia. De otra parte el desarrollo de la
fiesta del Corpus en Valencia se convierte en el modelo que
se va a seguir en el resto de las ciudades del antiguo Reino.
A imitación de la celebración de la de Valencia se celebra,
dentro lógicamente de las posibilidades, la de Elche, al igual
que ocurre en otras ciudades como Orihuela, Alicante, Mo-
rella, Xàtiva, Gandia... Se analiza la celebración actual en la
ciudad de Elche y tal como se celebraba en siglos anteriores
La fiesta del Corpus tuvo en Elche su máximo esplendor
durante los siglos XV y XVI siendo la gran fiesta de la ciudad.
La fiesta de la Asunción iría adquiriendo relevancia especial
a partir de la mitad del siglo XVI, ya en los últimos años de
este siglo empieza a ser considerada la fiesta principal de
la ciudad. También en este caso, al desplazar la fiesta de la
Asunción a la del Corpus, se demuestra la centralidad mario-
lógica del calendario ilicitano. De todos modos todavía du-
rante los siglos XVII y XVIII la fiesta del corpus se continuaría
celebrando con gran esplendor. Un documento de especial
importancia para conocer el modo en que en estos siglos se
realizaba esta fiesta en Elche nos la proporciona el relato de
Cristóbal Sanz al describirnos en “Las Excelencias de la Villa
de Elche” los festejos que se celebraron con motivo del ha-
llazgo de una hostia consagrada que había sido robada. En
76 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
su narración nos dice que aquellos festejos se realizaron tal
como se efectuaba la fiesta del Corpus cada año.
La suplantación en la primacía de la fiesta del Corpus
por la de la Asunción nos conduce a llevar acabo algunas
reflexiones sobre la relación entre la celebración de la re-
presentación de la Festa y la del Corpus. La posibilidad de
encontrar los orígenes de la representación del Misterio de
Elche en el contexto de la procesión del corpus. Sabido es
la importancia que la celebración de los misterios adquie-
ren en el contexto de esta celebración. La representación de
los misterios de la fe y de su encarnación en la vida de los
santos tiene su culminación en el misterio eucarístico. No es
pues extraño contemplar la representación del misterio de
la Asunción de María en el contexto de esta fiesta y así ocurre
en varias ciudades, Toledo, Viterbo...
En el caso de Elche analizamos las noticias del racional de
la villa de Elche en el que se nos narran los misterios que en
la fiesta del Corpus se representaban y entre ellos hay algu-
nos que por su temática parece que se trata de la represen-
tación de la Asunción de María.
También podemos establecer la relación entre estas dos
fiestas en el uso de ciertos artefactos que se utilizan en la re-
presentación de la Festa y que se utilizaban en las represen-
Manuel Rodríguez Maciá
77ÍNDICE
taciones de los misterios del Corpus, como son los casos de
la “Magrana de l’Angel” y de la llamada “Ressèlica” o Aracoeli.
Otro punto de relación que se establece es la de la ca-
pilla de música de la Iglesia de Santa María. La capilla ade-
más de actuar en la representación del Misterio lo hacia en
las solemnidades religiosas más importantes del calendario
litúrgico, entre ellas, claro está, la del Corpus. De hecho del
primer maestro de capilla que conocemos, Lluís Vic, sabemos
que sus emolumentos los recibía tanto de la fábrica de Santa
María y del Concejo Municipal como de la Cofradía del San-
tísimo Sacramento que se ocupaba de la organización del
Corpus y la Octava, cofradía de la que fue mayordomo.
Sobre la existencia de esta cofradía se aportan algunas
sugerencias a la luz del estudio de los sínodos de la diócesis
de Orihuela. Del mismo modo se aportan noticias sobre la
celebración de otros misterios ya desaparecidos en iglesias
de la diócesis en el contexto de la festividad del Corpus, así
como la presencia de personajes propios de la procesión del
Corpus en la procesión de la Venida de la Virgen durante el
siglo XIX.
Se ha puesto también de manifiesto el protagonismo del
Concejo Municipal en esta fiesta.
78 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
El cuarto capítulo está dedicado a la Festa y su vincula-
ción con el poder local.
El tema comienza hablando de cómo el espacio propio
de la Festa es la propia ciudad. La celebración del Misterio
desde sus orígenes está vinculado a la ciudad. La mayor par-
te de la representación se lleva a cabo en el interior del tem-
plo de Santa María, que por otra parte es el punto referencial
más importante de la ciudad. Pero además de la significación
de Santa María como hito urbano, hemos de tener presen-
te que el escenario del Misterio ocupa una parte de la calle,
como es el del breve espacio existente entre la ermita de San
Sebastián, lugar en el que se inicia la procesión de entrada, y
la Parroquia de Santa Maria. Y no solamente eso, la procesión
de la mañana del 15 de agosto por las calles de Elche, trans-
forma toda la ciudad en el escenario de la representación.
La ciudad de Elche adquiere en ese acto la conversión en la
ciudad de Jerusalén, lugar en el que la tradición en la que se
basa el Misterio de Elche sitúa el lugar en el que transcurrie-
ron los últimos días de María. Sobre la comparación entre la
ciudad de Elche y la de Jerusalén, un tema repetido en la lite-
ratura sobre la ciudad, presento un apéndice en este trabajo
en el que efectúo un recorrido desde el primer documento
en el que aparece, a principios del siglo XVII, hasta los auto-
Manuel Rodríguez Maciá
79ÍNDICE
res contemporáneos, pasando lógicamente por los de inspi-
ración en el movimiento romántico.
Al tratar de los orígenes de la celebración de la Festa se
hace referencia a la vinculación que existía con los miembros
más destacados de la pequeña nobleza de la ciudad, vincula-
das al Concejo Municipal. Se plantea cómo desde mediados
del siglo XVI, el Concejo Municipal se vincula con la Festa al
atender la demanda de ayuda económica que solicita la Co-
fradía de Nuestra Señora de la Asunción y el compromiso de
que la ayuda se consiga todos los años.
El protagonismo del concejo Municipal en la representa-
ción de la Festa, aumentará cada vez más. Actuaciones tales
como la iniciativa de pedir a Roma un jubileo perpetuo du-
rante la Octava de la Asunción, o bien la preocupación que
el Consejo Municipal manifiesta por dar a conocer la Festa
fuera de las fronteras locales ya a finales del siglo XVI, son
elementos que ponen de manifiesto esta vinculación del
Concejo Municipal con la representación.
La fama de la que ya en aquellos años goza la Festa d’Elx
también tendrá repercusiones en la ordenación urbana de la
ciudad, lo que implica la toma de decisiones de la autoridad
local, así como la regulación de las mercaderías, sobre todo
de los productos alimenticios ante el gran número de foras-
80 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
teros que ya en los años finales del siglo XVI acudían a Elche
con motivo de su fiesta.
La creciente vinculación del poder local con la Festa tendrá
su punto culminante en la decisión tomada por el Concejo el
año 1609 de hacerse cargo plenamente de su celebración, y
la creación de un sistema impositivo local para sufragar los
gastos de la misma. La creación de estos tributos pondrá de
manifiesto la lucha entre el Concejo Municipal y la autoridad
del Señor de Elche. En la Festa se expresa el deseo de afianzar
el poder local. En el mismo capítulo se hace constancia de lo
que entiendo que hasta ahora es el documento eclesiástico
más antiguo en el que se habla del Misteri: la referencia en
el informe al Papa, correspondiente a la visita “ad limina” que
realiza a el Obispo D. José Esteve.
También el Concejo de la Villa defendió la representación
de la Festa ante la autoridad eclesiástica. Sobre esta cuestión
se aportan datos sobre las decisiones de los sínodos dioce-
sanos de Orihuela en los que se tiende a poner en práctica
los decretos disciplinarios del Concilio de Trento, así como
disposiciones hasta ahora no conocidas de obispos de la
diócesis tendentes a prohibir las representaciones en el in-
terior de las iglesias. Se analizan también la relaciones con la
Manuel Rodríguez Maciá
81ÍNDICE
autoridad eclesiástica después del rescripto de Urbano VIII,
que garantiza la celebración de la Festa.
La fiesta es la manifestación más plena de la comunidad
y a través de ella queda reflejada la situación en la que vive
la población, así en los libros del Concejo Municipal quedan
reflejadas mediante las restricciones que se aplican a La Fes-
ta las penurias que padecen los vecinos de la villa y el campo
de Elche.
La epóca de crisis que atraviesa la fiesta de Elche se vis-
lumbra ya a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, se
acentuará a lo largo del XIX. En los presupuestos que duran-
te aquellos años se votan en el Ayuntamiento de Elche se
refleja la depauperada situación de la hacienda como conse-
cuencia de la lamentable situación en la que se encuentra la
población. Tal vez el hecho que mejor revela la situación por
la que aquellos años atraviesa la Festa sea la decisión muni-
cipal de suprimir la capilla de música. Los motivos que para
ello aduce la decisión del Concejo indican claramente cuál
era la situación de extrema pobreza en la que se encontraba
la población.
Los avatares políticos del siglo XIX se manifiestan a través
de la Festa y se hace referencia a los primeros años del sexe-
nio revolucionario, así como a la Primera República.
82 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
También se estudian las inquietudes que surgen en los
primeros años del siglo XX por impulsar la Festa y que ten-
drán su resonancia en el Ayuntamiento a partir del año 1912.
Las diversas iniciativas que durante aquellos años se llevan a
cabo y que desembocan en la creación de la “Junta Protec-
tora de la Festa de Elche”, el año 1924. Entre las labores que
llevó a cabo aquella Junta hay que destacar las reformas en
la representación del Misteri y en las que tuvo un papel des-
tacado D. Óscar Esplá. Sobre la intervención probablemente
más importante de las que se tomaron, la restauración de la
Judiada, escena que se había suprimido desde el siglo XVIII,
se aporta en el presente trabajo un artículo de Rafael Mitjana
de principios del siglo XX ,que me parece de sumo interés
para mejor conocer el alcance de dicha restauración.
Especial atención se presta a las circunstancias en que se
desarrolla el Misteri en el período de la IIª República. La deci-
sión de las autoridades locales durante aquellos años y sobre
todo la posición que adoptan los diversos grupos políticos
representados en el Ayuntamiento , para ello se ha realizado
un extenso trabajo en la documentación de las actas de las
sesiones municipales.
La representación del Misterio se interrumpe como con-
secuencia del incendio de la Iglesia de Santa María en febre-
Manuel Rodríguez Maciá
83ÍNDICE
ro de 1936 y la posterior guerra civil. Hasta el año 1942 no se
volvería a representar el Misterio.
Se analiza el periodo de los primeros años de la dictadura
y las decisiones que se adoptaron respecto al Misteri entre
las que cabe destacar la creación de la “Junta restauradora
del Misterio y sus templos”, decisión en la que tuvo un papel
destacado Eugenio D’Ors. También se analizan las tensiones
habidas entre los miembros de esta junta y los de la Corpora-
ción Municipal, tensiones que ocultaban en muchas ocasio-
nes intereses políticos distintos, aunque claro está, revestidos
del interés de cada cual por cómo preservar mejor la Festa.
El desenlace de aquellas tensiones tuvieron como resul-
tado la decisión del gobierno de crear el Patronato Nacional
del Misterio de Elche, el año 1947. No fueron ajenas algunas
personalidades locales en la creación de esta institución. Con
ello se producía el máximo nivel de intervención del Estado
en la Festa.
Restaurado el sistema democrático en España, se despier-
ta un gran interés por las tradiciones festivas y eso mismo
ocurre con el Misterio de Elche. Desde los primeros momen-
tos de la recuperación del autogobierno valenciano se mani-
fiesta por parte del Consell el interés por la Festa. Transferidas
las competencias de cultura del Estado Central a la Generali-
84 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
tat Valenciana, le corresponde a ésta la gestión del Patronato
del Misterio. El capítulo finaliza analizando la posición tanto
de la Generalitat como del ayuntamiento de Elche, la cola-
boración existente concretada en los presupuestos y tam-
bién en diversas actuaciones ,entre ellas, la declaración del
Misterio como Patrimonio Oral de la Humanidad, así como
también las tensiones entre ambas instituciones presentes
a lo largo de estos años, al igual que antes ocurría con el Es-
tado Central, lo que en definitiva indica la realidad viva de la
Festa.
En el capítulo quinto se plantea el origen de la leyenda
de la Venida de la Virgen y la posterior fiesta como manifes-
tación de la defensa de la identidad de la ciudad.
De entre todas las manifestaciones cultuales y festivas
en honor de la Patrona, esta de la Venida, es después de la
fiesta de agosto la que goza de un mayor calor popular, a la
vez que expresa de una manera bien patente la distinción
de la ciudad de Elche entre los demás pueblos vecinos, y la
convierte en una de las manifestaciones más propias del pa-
tronazgo. La leyenda “Sòc per a Elx”, que según la tradición
estaba inscrita en el arca en la que estaba depositada la ima-
gen, lo refleja con toda claridad. El pasaje que también for-
ma parte de la leyenda de cómo la Patrona fue conducida
Manuel Rodríguez Maciá
85ÍNDICE
por unos bueyes hasta la misma villa de Elche, dirimiendo de
este modo el pleito por su posesión entre los pueblos veci-
nos abunda en la misma idea. Un pasaje, de otra parte, recu-
rrente en muchos otros relatos de apariciones, y sobre el que
se trata en este capítulo, aportando también la novedad de
algún relato poco conocido que difiere en parte de la versión
más popularizada.
Se plantea el origen de la celebración de esta fiesta que
se empieza a solemnizar en los primeros años del siglo XIX
en acción de gracias por haberse librado la ciudad de una
epidemia de peste. Se describe la evolución de esta fiesta
hasta llegar al año 1865, en el que adquiere la estructura bá-
sica que tiene actualmente. También en aquella ocasión las
fiestas tuvieron una especial solemnidad en acción de gra-
cias por haber cesado la epidemia de cólera que afectaba
a la población. El carácter popular de este agradecimiento
se manifestaba también en unas letrillas y que se recogen
en el presente trabajo. Además de hacer referencia a algunas
celebraciones de esta fiesta de especial interés, se describe
el modo en que dicha fiesta se celebraba con anterioridad, al
menos durante el siglo XVIII, celebración de la que práctica-
mente se desconocía todo.
86 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
Se analiza también la leyenda y la pretensión de unir la
venida de la Virgen con la conquista cristiana de la ciudad,
según los diversos relatos que se han transmitido. También
se analiza la relación de la imagen de María con el mar, se
relaciona con las diversas apariciones de imágenes en pa-
recidas circunstancias y se ponen ejemplos de tales hechos
en pueblos vecinos. Entre estas tradiciones merece especial
atención por su similitud la leyenda de la venida de la Virgen
de la Asunción a la ciudad de Porto, toda vez que el lugar
en el que se venera la imagen pertenecía a la casa de Aveiro
vinculada con el señorío de Elche .
Otro de los aspectos que cabe destacar es el origen litúr-
gico de esta fiesta de Maria en pleno ciclo de Navidad ,y se
apunta la posibilidad de que en su origen fue un traslado
de la festividad de la de la Expectación del Parto. Los indi-
cios que se vislumbraba de ello aparecen con mayor claridad
después de analizar uno de los relatos que se cuentan de la
Venida de la Virgen. Sobre el particular se analiza el arraigo
de esta devoción en la diócesis de Orihuela en los años en
los que se origina esta leyenda.
Se concluye este capítulo apuntando la posibilidad de
que tal leyenda surgiese como modo de defender la identi-
dad de la ciudad de Elche, su vinculación con la antigua colo-
Manuel Rodríguez Maciá
87ÍNDICE
nia romana disputada aquellos años por la ciudad de Alican-
te. También en este caso el análisis de los relatos de la Venida
son sumamente reveladores.
Por último, se pone de manifiesto cómo esta defensa de
la ciudad se ha perpetuado a través del tiempo en la litera-
tura de los sermones vinculados con las fiestas de la Patrona,
presentando piezas oratorias desde el siglo XVIII hasta casi la
mitad del siglo XX, y en la que los oradores sagrados solían
poner la Venida de la Virgen a Elche como prueba de predi-
lección entre los demás pueblos y como culminación del pa-
sado glorioso de la ciudad. En definitiva, la creación de una
leyenda, la celebración de una festividad marcada desde sus
orígenes por la defensa de la identidad de la ciudad y en la
que se revela claramente la función del patronazgo .
En el capítulo sexto, se estudian las rogativas, como ori-
gen de ese patronazgo, y cómo el patronazgo ayuda a forjar
la imagen de la comunidad.
El Patrón, la Patrona en este caso, se convierte en símbolo
de la comunidad. La celebración de su fiesta se convierte en
simbolo de la comunidad y por medio de ella se manifiesta
su identidad. En la ciudad de Elche esta característica adquie-
re una dimensión especial al convertirse la representación
de su fiesta en un punto referencial no solo de la comunidad
88 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
local, sino de todo el pueblo valenciano. El patronazgo es
también un elemento de distinción entre los demás pueblos
vecinos.
Otro aspecto que no podemos olvidar al tratar del patro-
nazgo es la función de protección que comporta sobre la
comunidad. Esta institución tiene una función práctica a la
hora de solventar los problemas ya sean de orden individual
como colectivos. Se estudian algunas manifestaciones en las
que se ha manifestado esta protección individual concreta-
da en hechos prodigiosos, curaciones milagrosas etc., funda-
mentalmente la creencia entre los vecinos de Elche de que
quien trabaja en la Festa no puede sufrir una muerte violen-
ta. Los actos de culto a la Patrona tienen en muchos casos
esta intención ya sea la demanda de protección, o bien la de
acción de gracias por el favor recibido.
Al tratar de la protección a toda la comunidad adquiere
especial significación la manifestación de las rogativas. De
una parte este acto litúrgico nos ayuda a conocer la historia
de nuestras villas y ciudades, y en este caso concreto la de la
ciudad. En Elche tenemos constancia escrita de la celebra-
ción de rogativas desde el siglo XIV. A lo largo de los siglos
XVII y XVIII la imagen de la Patrona de la ciudad adquiere un
relieve especial en dichos actos. Sin duda, la petición que con
Manuel Rodríguez Maciá
89ÍNDICE
más frecuencia se suele repetir a lo largo de los siglos es la
que tiene por objeto la petición de lluvia y en este sentido
se analizan algunas de las rogativas, como las que tuvieron
lugar el año 1725 en la que se manifiesta la tensión entre el
clero y el Ayuntamiento de la ciudad, o la celebrada el año
1738 en la que se representa por medio de la imagen de la
Patrona, la relación entre el Concejo de la Villa y la institución
política de la Universidad de S. Juan.
Otros de los motivos de las rogativas consistían en la pe-
tición de protección ante las epidemias padecidas por la po-
blación, y en este sentido, además de estudiar varios ejem-
plos en diferentes épocas, se analiza, la realizada el año 1648
y celebrada el 14 de agosto. La remisión de la epidemia fue
atribuida a la intervención de la Virgen de la Asunción, lo que
fue determinante en el afianzamiento del patronazgo en la
ciudad de Elche y el motivo por el que se decidió el trasla-
do de la imagen desde la ermita de S. Sebastián, donde se la
veneraba, hasta la Parroquia de Santa Maria. Sobre este par-
ticular se aporta como novedad la intervención del Obispo
Juan de Osta el año 1649 con motivo de su visita pastoral a
dicha Parroquia de Santa María.
En ocasiones la celebración de las rogativas no tenía
como objeto la petición de protección ante las epidemias
90 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
o las consecuencias de los fenómenos de la naturaleza (las
tempestades, las largas sequías, etc.). También quedan refle-
jados en la petición comunitaria situaciones de orden social
o político. así cabe señalar la rogativa celebrada el año 1766
con motivo de las revueltas que en aquel años tuvieron lugar
en muchos lugares de España, y que en Elche tomó especial
significación en la lucha contra el poder señorial. También se
invoca a la Patrona para librarse del poder feudal.
Entre estas peticiones cabe destacar la que se lleva a cabo
a la Patrona a comienzos del siglo XX en demanda de la paz,
en unos momentos en los que se inician las guerras colonia-
les. Sobre el particular se aportan algunas letrillas populares
que se cantaban en aquellos años.
El concepto del patronazgo está directamente relaciona-
da con la efectividad de esta protección. La idea del patro-
nazgo siempre implica una realidad práctica. En las rogativas
se manifiesta claramente cómo en este caso la Patrona for-
ma parte integrante de la vida de la comunidad. Interviene
en las situaciones criticas socorriendo a la comunidad y pro-
tegiéndola de los males futuros.
Se finaliza con una reflexión sobre la función que dicho
patronazgo cumple en la actualidad.
Manuel Rodríguez Maciá
91ÍNDICE
Se trata de responder a la pregunta por el sentido que
en una sociedad secularizada como la nuestra tiene hablar
de una institución como la del patronazgo. Se analiza alguna
manifestación de rogativas llevada a cabo en años recientes
y se plantea el papel que la institución del patronazgo cum-
ple en la actualidad, y el papel del mismo en la definición de
la identidad de la comunidad. Se estudian diversas manifes-
taciones de tipo político en pleno siglo XX, en concreto la po-
lémica originada por la segregación del término municipal
de Elche el año 1947, y el uso que el Ayuntamiento de Elche
hizo en aquel momento de la tradición de la leyenda de la
Venida de la Virgen. Así como la proyección que la ciudad
tiene a través de la Festa en diversos momentos de especial
significación política a lo largo del siglo XX y en el presente.
No podemos olvidar lo que significó el Misterio como punto
de referencia de la pervivencia de la cultura valenciana a lo
largo de tantos años de ostracismo. De igual modo que no
podemos olvidar la significación de la declaración del Mis-
teri como Patrimonio de la Humanidad, no solo como pro-
yección de la ciudad, sino por lo que tal declaración puede
suponer en lo relativo a valorar y a conocer mejor las culturas
de otros pueblos que carentes de bienes materiales, no nos
han podido legar grandes monumentos en piedra, pero sin
92 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
embargo nos ofrecen la manifestación espléndida de sus tra-
diciones orales, sus leyendas, sus cantos, sus fiestas. La Festa,
pues, al tiempo que fortalece la identidad de la comunidad
la hace ser más universal.
Para la realización del presente trabajo se ha realizado
una intensa labor de investigación en archivos, estudio de
textos literarios, litúrgicos, teológicos. Por lo que respecta al
trabajo en archivos, además de consultar el del Ayuntamien-
to de Elche y el de la Parroquia de Santa María, quiero des-
tacar el realizado en el del Obispado de Orihuela, así como
en el Parroquial de S. Juan de Elche, por cierto, con libros pa-
rroquiales muy poco consultados. También quiero destacar
la información obtenida en los fondos de la Diputación Pro-
vincial de Alicante También se ha prestado especial atención
a las tradiciones y leyendas transmitidas oralmente. Para la
obtención de muchos datos han sido necesarias entrevis-
tas personales con muchas personas vinculadas a la Festa,
así como la recolección de una serie de canciones populares
hasta ahora desconocidas.
De otra parte, se ha de tener presente que los hechos
cultuales y festivos, aquí estudiados, aunque ahonden sus
raíces en el pasado, son, en muchos casos, realidades vivas,
presentes en la comunidad actual, y, por tanto, se ha valo-
Manuel Rodríguez Maciá
93ÍNDICE
rado dichas celebraciones tal y como se llevan a cabo en la
actualidad, teniendo en cuenta la pervivencia de la tradición
y los factores de innovación.
En el transcurso de la investigación se han tenido presen-
tes las manifestaciones cultuales y festivas similares de otras
comunidades. La fiesta de la Asunción hunde sus raíces en
los primeros siglos de las comunidades cristianas, primero
de oriente, y luego muy pronto extendidas al mundo occi-
dental; la fiesta de Elche es parte de una tradición arraiga-
da en muchos pueblos. De otra parte, la representación del
misterio de Elche está íntimamente ligada al teatro religioso
de la época medieval y del renacimiento, y muy especial-
mente, por su temática asuncionista, a las representaciones
de las catedrales de Tarragona, de Castellón, de Valencia o
de otros lugares de Europa como los misterios que se repre-
sentaban en Montouban o en York, representaciones asun-
cionistas que también arraigarán en las tierras de América.
Se ha tenido en cuenta esta tradición universal en la que se
enmarca el misterio de Elche, la representación de la Festa
como manifestación de la comunidad local es un ejemplo
de que lo más propio es lo más universal. De modo especial,
por ser un tema escasamente tratado he querido conside-
rar aquellas manifestaciones asuncionistas que se celebran
94 ÍNDICE
La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad
o en otros tiempos se celebraban en comunidades vecinas,
este es el motivo por el que he añadido un apéndice sobre
la fiesta de la Asunción y el Misterio que se representaba en
Jumilla, y que considero de la mayor importancia ya que nos
puede ayudar a conocer aspectos poco tratados en la fiesta
de Elche, además de aportar datos que abren la investiga-
ción sobre otras representaciones en diversas ciudades de la
provincia de Alicante.
Manuel Rodríguez Maciá
95ÍNDICE
M.ª Teresa Sánchez Albarracín
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela
y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
Entre las importantes transformaciones que las cate-
drales españolas van a experimentar a partir de la se-
gunda mitad del siglo XVIII, sobresale el abandono de
una de sus más controvertidas funciones, su uso generaliza-
do como lugar de enterramiento colectivo, al ser prohibido
en 1787 por real decreto de Carlos III.
D. José Tormo, obispo de Orihuela, en 1782 escribía a su
majestad intentando precaver los tristes sucesos experimen-
tados en las iglesias de su diócesis, con motivo del intolera-
ble hedor de los cuerpos sepultados en ellas. Deseando en-
contrar un remedio eficaz, esperaba que el Rey, o su ministro
el Conde de Floridablanca, dictase una pronta y conveniente
resolución; especialmente por la reciente desgracia sucedida
en la parroquia de Villafranqueza, cuya iglesia casi nueva se
vino al suelo de repente, sin otro accidente que el hecho de
haber falseado los cimientos por las bóvedas de los sepulcros,
que no permitían dar firmeza a la obra. El prelado aducía ade-
más, hechos tan significativos como el olor insoportable que
con frecuencia determinaba, y de manera especial durante
los días de verano, la interrupción de la misa, pues incluso las
gentes de estómago mas fuerte se veían precisadas a salir
M.ª Sánchez Albarracín
97ÍNDICE
de la iglesia debido al olor que el continuo enterramiento de
cadáveres provocaba en el interior de los templos.
Era obvio el perjuicio que las mismas iglesias experimen-
taban en sus fábricas y adornos, pues los vapores que exha-
laban las sepulturas quitaban lucimiento al dorado de los re-
tablos, y empañaban las alhajas de plata y oro, los cálices, las
lámparas y candeleros, siendo necesario un gasto y cuidado
continuos para mantenerlos con el debido aseo y decencia.
Las contundentes palabras que el obispo de la diócesis
oriolana exponía a su majestad, en espera de una rápida res-
puesta que solucionara la cuestión, demuestran el acuciante
problema que afligía a los templos durante siglos. La intro-
ducción de la costumbre de enterrar a los cristianos dentro
de ellos, había intentado convertir la muerte en un suceso
menos terrible. Considerar que los sufragios y oraciones de
los fieles eran de mayor efectividad por la cercanía a los di-
funtos, había propiciado que el antiguo ritual romano, con-
sistente en sepultar a los muertos en cementerios situados
fuera de la ciudad, llevase siglos en desuso.
Durante la época ilustrada surge una nueva preocupación:
la salud pública y las medidas necesarias para su preserva-
ción. Científicos y médicos dan a conocer las teorías higienis-
tas y la importancia de la pureza del aire. Entre las llamadas
98 ÍNDICE
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
de atención hacia un nuevo orden podemos incluir sin duda
la protagonizada por D. José Tormo en Orihuela, pero fue la
epidemia sufrida por la villa de Pasajes (Guipúzcoa) en 1781,
lo que determinó la necesidad de evitar en el futuro las fu-
nestas consecuencias del aire fétido y corrompido que se
respiraba en muchas iglesias. Sucesos que instaron al aná-
lisis y posterior variación de una práctica arraigada durante
siglos, cuyas graves y nefastas consecuencias era necesario
erradicar.
La opinión, que a instancias de Carlos III, fue solicitada
por el Consejo de Ministros a prelados y miembros de uni-
versidades y academias españolas, obtuvo como resultado
unos informes que apoyaban claramente las ilustradas in-
tenciones del Gobierno. Merecen destacarse los resultados
ofrecidos por la Academia de la Historia, cuyos principales
miembros (José de Guevara Vasconcelos, José Miguel de Flo-
res, Gaspar Melchor de Jovellanos, Antonio Mateos Murillo,
Francisco Cerdá Rico, Domingo Fernández de Campomanes,
y Manuel de Abad y Lasierra) estaban de acuerdo en que la
perniciosa costumbre de enterrar en las iglesias no era más
que una corruptela de la antigua disciplina eclesiástica.
Tras una exhaustiva recopilación de los principales escri-
tos relativos a cementerios, sepulturas y ritos funerales; dis-
M.ª Sánchez Albarracín
99ÍNDICE
cursos histórico-canónicos sobre los lugares destinados para
sepulturas de los Católicos desde el tiempo de Cristo hasta
nuestros días, sobre la disciplina de la Iglesia acerca de los
entierros fuera y dentro de los templos, y variedades que en
esto ha habido; antiguos códigos y leyes del Reino en este
punto…; tuvo especial importancia el análisis que Guevara
Vasconcelos realizó sobre el manuscrito del presbítero y mé-
dico madrileño Francisco Bruno Fernández: Disertación físi-
co-legal sobre los sitios y parages que se deben destinar para
las sepulturas. La finalidad de esta didáctica obra era restau-
rar la observancia de la antigua disciplina eclesiástica, y dar
a conocer los perjuicios que acarreaba para la salud pública
la costumbre de enterrar los cadáveres de los fieles en las
iglesias parroquiales.
La inhumación de los difuntos, además de un acto de hu-
manidad, constituía una de las siete obras de misericordia
predicadas por la Iglesia. La costumbre de enterrar en los
templos y en los camposantos vecinos fue práctica genera-
lizada hasta el siglo XIX. El espacio urbano era compartido
cotidianamente por vivos y muertos, y el cementerio parro-
quial había sido durante más de seis siglos centro de la vida
colectiva, lugar para la plaza pública y mercado, sitio habitual
de reunión…
100 ÍNDICE
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
En una sociedad mucho menos sensible a los asuntos de
higiene pública que la del Siglo de las Luces, la situación pudo
sobrellevarse, aún cuando fuera necesario realizar mondas
cada vez más frecuentes para hacer sitio a los nuevos difun-
tos. El crecimiento demográfico del siglo XVIII, que no ofreció
un aumento paralelo del número de parroquias, hizo intole-
rable la vieja y arraigada costumbre y obligó a buscar una
solución al problema, ya que aunque el derecho prohibió en-
terrar en los templos, en la práctica las iglesias continuaban
siendo auténticos cementerios.
Conocemos el patronazgo de algunas de las capillas si-
tuadas en las naves laterales de la Catedral de Orihuela, y el
empleo que de las criptas del subsuelo se realizó durante los
siglos comprendidos entre la Edad Media y Moderna. Para
ello nos ha resultado de gran ayuda el compendio que sobre
la historia de Orihuela realizó D. Joseph Montesinos Pérez
Martínez de Orumbella. El conocido historiador fue un fer-
viente y asiduo cronista del acontecer oriolano hasta bien
acabado el siglo XVIII, y por ello su crónica resulta de gran
interés para actuales investigaciones.
La importancia concedida al despojo mortal, y su diferen-
te adscripción a la escala social tenía un claro reflejo en el
interior de los templos. La aristocracia y alta burguesía os-
M.ª Sánchez Albarracín
101ÍNDICE
tentaban durante generaciones el derecho a que sus cuer-
pos fueran depositados en sepulcros, situados en los sótanos
abovedados de las capillas laterales a la nave mayor. Gene-
rosas aportaciones económicas a la edificación o embelleci-
miento del templo, los había convertido en patronos de estas
capillas donde con frecuencia los miembros vivos de la fami-
lia oían misa, situados sobre las losas de sus difuntos. Alter-
nando con estas capillas particulares, en las que actualmente
todavía podemos analizar escudos o signos distintivos de los
antiguos propietarios, existían otras cuya titularidad corres-
pondía a cofradías y hermandades. En sus bóvedas eran en-
terrados los cofrades, pertenecientes a la burguesía media y
artesanal.
Como no siempre se podía optar a una capilla con ente-
rramiento propio, dado su elevado coste, a cambio de una
limosna anual se adquiría el derecho a ser enterrado en los
sótanos abovedados de las iglesias. La limosna era más ele-
vada cuanto más cercana al altar mayor estuviese la sepultu-
ra, dado que el cuerpo estaría mas protegido por su cercanía
a la eucaristía durante el sacrificio diario de la misa.
El crecimiento demográfico del siglo XVIII convierte a las
iglesias parroquiales en peligrosos focos de infección, origen
de importantes perjuicios para la salud. El espíritu empren-
102 ÍNDICE
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
dedor de Carlos III se encaminó a renovar el equipamiento
de las ciudades según las ideas imperantes en el Siglo de las
Luces. Fue así como los lugares de enterramiento se convir-
tieron en uno de los principales problemas a resolver, espe-
cialmente si tenemos en cuenta la preocupación que surge
por la pureza del aire. Los informes requeridos por el rey, por
fin dieron lugar el 3 de abril de 1787, a la promulgación de
una real cédula ordenando restablecer el uso de cemente-
rios fuera de las poblaciones.
Todo aquel orden, que respecto a la muerte imperaba en
el interior de los templos, llegaba a su fin. La estratificación
social, que tradicionalmente relegaba a los menos afortuna-
dos económicamente a las sepulturas mas alejadas del altar
mayor, desaparecerá; las advocaciones y devociones de las
diversas capillas irán experimentando cambios; el suelo del
templo compuesto por losas practicables o “tumbales”, daría
paso a la implantación de un pavimento nuevo y totalmente
renovado.
Ahora bien, conocido es que los cambios son lentos, y
como tantos otros, éste fue también un proceso paulatino.
La orden de Carlos III necesitó de una nueva pragmática
dictada por su sucesor Carlos IV. Cuestiones económicas, y
la actitud contraria que el clero y los ciudadanos manifesta-
M.ª Sánchez Albarracín
103ÍNDICE
ban respecto al destierro que para los difuntos suponían las
nuevas pautas establecidas, retrasaron considerablemente
su puesta en vigor.
Una solución intermedia fue la construcción de campo-
santos anexos a las iglesias. En Orihuela, para las parroquiales
de Santa Justa y Rufina y de Santiago Apóstol conocemos su
existencia y funcionamiento hacia 1790; pero para la Cate-
dral o parroquial del Salvador, resultó imposible la creación
de un camposanto anexo. La compra con esta finalidad, por
parte de la Fábrica Mayor, de una casa para dedicar su solar a
lugar de enterramiento, y la aparición de problemas ocasio-
nados por la enorme cantidad de agua existente en el sub-
suelo, harían inviable el proyecto.
Se suceden diferentes propuestas de ubicación de un ce-
menterio general para las tres parroquias de la ciudad. Las
disposiciones legislativas exigían su situación extramuros,
un espacio ventilado, en alto, ni cerca ni muy lejos de la po-
blación, y que no conllevara grandes dispendios o elevados
costes. La necesaria colaboración entre los cabildos eclesiás-
tico y civil no llegaba a materializarse, siendo una de las prin-
cipales causas que dilataron temporalmente el cumplimien-
to de las órdenes reales.
104 ÍNDICE
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
A pesar de todo, la preocupante epidemia de fiebre ama-
rilla que se extendió desde Cádiz en los primeros años del
siglo XIX, afectando a ciudades tan próximas como Alicante
y Cartagena, impulsó e hizo posible aunar voluntades para
que Orihuela contara desde unas fechas tan tempranas
como son los años de 1805-1806, con un cementerio general
o común situado extramuros de la ciudad.
Tengamos en cuenta que todavía en 1833 el número de
pueblos sin cementerio excedía al de los que lo tenían, y no
fue hasta el último tercio de la centuria cuando su construc-
ción se generaliza.
Son las circunstancias expuestas las que nos impulsan al
análisis del proceso que dio lugar a la construcción de un
cementerio para la ciudad de Orihuela que, siguiendo los
dictámenes de la ley, fue construido fuera de la población y
distante de todo caserío, en lugar elevado, seco y ventilado.
Pero a pesar de su ubicación, y de la clara tendencia centrí-
fuga experimentada por la muerte, su vinculación con la Ca-
tedral se mantiene intacta, ya que a diferencia de muchos
cementerios dependientes exclusivamente del cabildo mu-
nicipal, el de nuestra ciudad (siguiendo también en esto a la
real cédula de 1787) hizo recaer su construcción sobre los
caudales de las fábricas de las tres iglesias parroquiales exis-
M.ª Sánchez Albarracín
105ÍNDICE
tentes. La Catedral o iglesia parroquial del Salvador por cons-
tituir la Fabrica Mayor, duplicó la suma monetaria con que
había de contribuir; y de igual modo, la jurisdicción y cabeza
rectora fue asumida desde los inicios hasta la actualidad por
el Deán de la misma.
106 ÍNDICE
El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús
El presente trabajo tiene, aparte de otros muchos se-
cundarios, dos objetivos principales. Por un lado, res-
catar del olvido lo que supuso la última guerra colo-
nial librada por España, la que se dio en llamar guerra de Ifni,
olvidada y vetada en los medios de comunicación desde
que acabó oficiosamente allá por 1958 hasta casi nuestros
días. Por otro lado, con este trabajo se pretende también ver
cómo va llegando a Alicante la información que genera la
guerra, o sea, ver cómo se percibió el conflicto desde nuestra
provincia. Para ello, y a través de doce capítulos, se ha indaga-
do en el conflicto utilizando bibliografía (la referente al tema
en cuestión es verdaderamente escasa), rastreando informa-
ción en internet, hablando con veteranos de la contienda,
etc. Y todo ello con la finalidad de comparar luego toda esa
información con la que, y a través de la prensa, iba llegando
a la sociedad alicantina, analizando así las divergencias exis-
tentes entre la percepción que del conflicto se tenía aquí y
lo que, en realidad, estaba ocurriendo en África. El periódico
escogido para analizar la evolución de las noticias que van
llegando del África Occidental Española durante el tiempo
que dura la guerra ha sido el diario Información, por ser éste
108 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
el más importante diario a nivel estrictamente provincial y
ser, además, el más fácil de seguir en las hemerotecas al guar-
darse en ellas todos los ejemplares del mismo en relativa-
mente buen estado. Y es que si en aquella época, finales de
los años cincuenta, había un diario de carácter provincial de
referencia en Alicante, ese era sin duda el diario Información.
Por tanto, nada mejor que seguir las evoluciones del mismo
para analizar al detalle las impresiones que el conflicto iba
dejando entre los lectores alicantinos.
En resumidas cuentas, lo que se pretende es desempolvar
un conflicto que, aunque no hace mucho tiempo que estalló,
se ha olvidado casi por completo, y, de forma paralela, anali-
zar las noticias que acerca de la guerra van llegando a nues-
tra provincia a través de su periódico más emblemático, el
diario Información. De esta forma se puede comparar lo que
de verdad está aconteciendo en los territorios españoles del
África Occidental con la información que, una vez depurada
y debidamente manipulada por los ideólogos del Régimen,
llega a los lectores alicantinos. No obstante, la guerra, por to-
dos los motivos que aparecen expuestos en el trabajo, cons-
tituyó un enorme ridículo para el Régimen. Un ridículo que
motivó, durante la contienda, una manipulación y un oculta-
miento de datos muy fuerte, y tras finalizar la misma, el desa-
Lorenzo M. Vidal Guardiola
109ÍNDICE
rrollo de una operación implacable destinada a hacer olvidar
el conflicto y a desterrarlo de todos los manuales de historia
de España. Es por ello que a la guerra de Ifni se la ha llamado
de varias formas: la guerra secreta, la guerra que nunca exis-
tió, la guerra ignorada, la guerra olvidada, etc. Pero la guerra
sí existió, y en ella murieron varios centenares de españoles
que merecen, al menos, un recuerdo. Como se dice al final
del trabajo, la guerra de Ifni fue una guerra para olvidar, pero
que ni mucho menos conviene olvidar.
Pues bien, como se ha dicho antes, el trabajo se estructura
en torno a doce capítulos, más una breve introducción. El pri-
mero de ellos lleva por título ¿Dónde está Ifni?, y con él lo úni-
co que se pretende es poder ubicar en el mapa un territorio,
español hasta 1969, del que mucha gente no tiene ninguna
referencia, desconociéndose por completo su situación exac-
ta. Situado en costa occidental marroquí, frente a las islas Ca-
narias, concretamente a la altura del paralelo 29º 33’ N y del
meridiano 10º 04’ W, el territorio de Ifni tenía 1500 kilómetros
cuadrados, no alcanzando los 60.000 habitantes ni tan siquie-
ra en los momentos de más concentración demográfica. Su
capital, Sidi Ifni, situada en la costa, era la ciudad más impor-
tante del territorio, un territorio que vivía básicamente de una
pobre agricultura, la ganadería y la pesca. Con una topografía
110 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Ifni, Sáhara Español y Cabo Juby tal y como aparecen en un atlas
escolar de los años 50.
Lorenzo M. Vidal Guardiola
111ÍNDICE
abrupta, las comunicaciones con el interior del territorio se
hacían muy difíciles. Además, el clima es semidesértico, exis-
tiendo no obstante una gran diferencia entre el litoral y el
interior, siendo el primero mucho más seco que el segun-
do. Así pues, y tras situar a Ifni en el mapa y dar unas breves
pinceladas sobre su tipo de clima, de economía y orografía,
queda claro el poco valor que el territorio representaba, casi
como todos los territorios que a España le tocaron en suerte
tras los repartos coloniales que de África se llevaron a cabo a
principios del siglo XX. Tampoco tenía apenas valor estraté-
gico. Casi se puede decir que tan sólo tenía valor emocional.
Y es que los africanistas del Régimen no querían abandonar
África, no querían perder los últimos reductos del añorado
imperio. Se aferraban a un clavo ardiendo, a un sueño impo-
sible.
El segundo capítulo se titula Antecedentes históricos, y en
él se hace referencia a los tratados y acuerdos que daban de-
recho a la posesión del territorio de Ifni por parte de España.
Por defender el contenido de estos tratados y los derechos
que éstos otorgaban a España, el Régimen se vio abocado,
de nuevo, a una guerra en África. Con los tratados interna-
cionales en la mano no había discusión, y el territorio era es-
pañol a todos los efectos. Esto, y con razón, no se cansaría
112 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
de repetirlo Franco durante el tiempo que duró el conflicto.
Pero claro, todas las potencias coloniales tenían también de-
rechos reconocidos y acuerdos firmados que legitimaban su
presencia en numerosas partes de África, y todas ellas iban
perdiendo en aquellos años sus posesiones a velocidad de
vértigo. En plena era descolonizadora, esos acuerdos firma-
dos hacía años, incluso tal vez siglos, y la mayor parte de las
veces bajo coacción o soborno a las autoridades indígenas
locales, se estaban convirtiendo uno tras otro en papel moja-
do. España se resistía a admitirlo, pero el vendaval descoloni-
zador era imparable y barría África de norte a sur durante los
años cincuenta y sesenta. Era cuestión de tiempo que aca-
base llevándose por delante también los restos del antiguo
imperio español que tanto añoraba Franco.
Muy a grosso modo se puede decir que la presencia es-
pañola en la región de Ifni se remontaba hasta el año 1476,
cuando allí se estableció un puerto pesquero, orientado
también al tráfico de esclavos. Se fundó en la costa una pe-
queña ciudad llamada Santa Cruz de Mar pequeña, pero el
enclave fue abandonado en 1524 debido a los ataques de
los bereberes. Pero en 1860, ya en plena época colonizado-
ra, y ante el interés por la zona que otras potencias venían
mostrando, España consiguió el derecho de instalar una fac-
Lorenzo M. Vidal Guardiola
113ÍNDICE
toría pesquera allí donde se suponía que debió estar situada
la ciudad, pues su ubicación exacta se desconocía. Una pe-
queña playa y un pueblecito llamado Sidi Ifni constituían el
enclave escogido. Pero la zona, al principio, no tenía ningún
valor ni comercial ni estratégico y el dominio colonial que-
dó reducido a una inscripción en un papel. Así pues, no sería
sino hasta el año 1934 cuando se ocuparía efectivamente le
territorio. Fue entonces cuando el gobierno de la República
envió a Ifni al coronel Capaz, consiguiéndose una ocupación
pacífica del mismo tras adelantarse a los franceses, quienes
también pretendían la zona. Pero en 1956, y de forma sor-
presiva, Marruecos consigue su independencia respecto de
España y de Francia. España reconocerá sus fronteras, pero
sólo en la parte norte, la del antiguo protectorado. Ifni, Tar-
faya (territorio situado al sur de Ifni, justamente encima del
Sáhara Occidental) y el propio Sáhara quedaron, pues, fue-
ra de las negociaciones. El gobierno de Madrid alegó, como
así era, que Ifni había sido cedido a perpetuidad, y que los
sultanes de Marruecos jamás habían extendido su soberanía
hasta el sur del río Draa, o sea, la frontera norte de Tarfaya.
Pero daba igual, porque el Istiqlal, partido nacionalista ma-
rroquí, presionará al Sultán Mohamed V para que reclame
por todos los medios a España Ifni y el Sáhara. Así, en Ifni co-
114 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
menzarán a desarrollarse, al principio lentamente y sin hacer
ruido, algunas actividades independentistas, pero no se les
prestó atención y éstas fueron vistas en principio con cierta
simpatía por parte de España, pues sólo iban dirigidas, por el
momento, contra los franceses. Pero muy pronto, y como era
de suponer, estas actividades también irán dirigidas contra
los intereses de Madrid en la zona, produciéndose a partir de
entonces ataques esporádicos contra los españoles en Ifni y
zonas circundantes. Estos ataques esporádicos irán convir-
tiéndose poco a poco en organizados y generalizados por
parte de miembros del Ejército de Liberación, claramente
relacionados con Rabat, hasta que en la noche del día 23 de
noviembre de 1957 se produce el intento de invasión a la
japonesa de Ifni por parte de dichas fuerzas irregulares que
acaba por desencadenar, finalmente, la guerra.
Es precisamente esa simpatía que muestra España en un
principio a los grupos independentistas marroquíes la que
hace que más y más activistas proindependencia vayan en-
trando y acomodándose en territorio español. Y es que des-
de Madrid, como se puede apreciar a lo largo del trabajo, se
pensaba erróneamente que los marroquíes sólo querían la
independencia respecto de Francia. Nunca se imaginó Fran-
co que Mohamed V, quien le adulaba casi a diario en la pren-
Lorenzo M. Vidal Guardiola
115ÍNDICE
sa, también pretendiese independizarse de España. Cuando
finalmente se dio cuenta era demasiado tarde. Fue entonces
cuando la actitud de la prensa hacia Marruecos cambió casi
radicalmente. La palabra “desagradecido” irá apareciendo
cada vez más en las páginas de la prensa para hacer referen-
cia a Rabat y a su rey. Las excelentes relaciones que Franco
presumía tener con los países árabes en general y con Ma-
rruecos en particular quedaban en evidencia. La sensación
era la de que a Franco le habían traicionado, por no decir
que se habían reído de él. El “licenciamiento” de la Guardia
Mora constituyó tan sólo una anécdota, pero dejaba claro
que algo estaba cambiando en las relaciones Madrid-Rabat
tras el estallido del conflicto. Este grave fallo de previsión y
de estrategia a nivel internacional que cometió Franco fue
una de las muchas cosas que obligó a silenciar y censurar el
conflicto, pues el ridículo era más que evidente.
Francia advertía a España de lo que estaba ocurriendo en
el África Occidental y le ofrecía repetidamente operar con-
juntamente en el área, pero Franco, por orgullo, se negaba
una y otra vez. Franco, y esto se ve muy claramente en la pren-
sa de la época, pensaba que su acción colonial era ejemplar
en África, mucho mejor que la francesa, la cual era criticada
hasta la saciedad en los periódicos. Las comparaciones en-
116 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
tre ambos tipos de colonialismo son casi diarias en la pren-
sa, ensalzando el español y criticando duramente el francés.
Franco presumía de ello y pensaba, equivocadamente, que
los marroquíes nunca, o al menos no a corto plazo, querrían
independizarse de España. Pero se equivocaba. Todo esto, y
como no podía ser de otra forma, tendrá que ser rectificado
tras el comienzo de la contienda.
A finales de 1957 se produce un ataque generalizado con-
tra las posiciones españolas en todo el territorio de Ifni. Algu-
nas guarniciones del interior caen, otras se defienden como
pueden, y la capital del territorio, Sidi Ifni, es salvada in extre-
mis. Ya venían produciéndose incidentes en la zona española
desde hacía meses, pero nada se dice de ellos en la prensa,
pues se supone que las posesiones españolas son una bal-
sa de aceite y que incidentes sólo hay en las francesas. Ade-
más, la simpatía que las autoridades españolas mostraban
a los independentistas marroquíes hizo que estos hiciesen
campaña libremente en zona española y predispusieran, sin
encontrar apenas impedimentos pues se suponía que sólo
querían luchar contra los franceses, a los indígenas en contra
de Madrid. Así, una especie de “quinta columna” preparaba a
su antojo la subversión. La ceguera y falta de previsión de las
autoridades españolas ante estas maniobras quedaron cla-
Lorenzo M. Vidal Guardiola
117ÍNDICE
ramente de manifiesto. Un motivo más para echar tierra al
conflicto una vez pase y se calme la situación.
Una vez lograda la independencia por parte de Marrue-
cos en 1956, estaba claro que Mohamed V querría más. Fir-
mó los acuerdos con Francia y España pero sus ambiciones
iban más allá. Las teorías del Gran Marruecos estaban en su
pensamiento y nada le frenaría. Para lograr sus propósitos se
sirvió del Ejército de Liberación, grupo de guerrilleros en teo-
ría desligados de la monarquía marroquí pero que servían
claramente a sus intereses. De esta forma, el rey conseguía
mantener una fuerza de choque teóricamente desligada de
su gobierno, o sea, que no le creaba conflictos diplomáticos,
y que a la vez mantenía ocupados a los elementos más faná-
ticos del independentismo. Y es que el monarca alauita no
podía reconocer estar detrás del Ejército de Liberación, pues
acababa de firmar los acuerdos por los que lograba la inde-
pendencia en 1956 y, al menos en teoría, ya había logrado lo
que buscaba. Pero sólo en teoría. En 1958 los soldados del
Ejército Real sustituyeron a los guerrilleros del Ejército de Li-
beración en las trincheras de Ifni, haciéndose con la mayor
parte del territorio, aunque aún no oficialmente. Muy proba-
blemente a cambio del alto el fuego en Ifni, la región de Tar-
faya también pasó a manos marroquíes. Además, en 1969 se
118 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
hicieron con Ifni ya de manera oficial y en 1975 con el Sáhara
Occidental. Las maniobras y estrategias marroquíes fueron,
qué duda cabe, perfectas, mientras que desde Madrid se caía
en el ridículo una y otra vez.
Pues bien, las causas exactas que llevan al estallido del
conflicto en 1957, aparte de las que muy someramente he-
mos visto aquí, quedan perfectamente reflejadas en el tercer
capítulo del trabajo que, como no podía ser de otra forma,
lleva por título Las causas de la guerra.
El estallido del conflicto propiamente hablando, es decir,
lo que ocurrió en la noche del 23 de noviembre de 1957, es
analizado al detalle en el cuarto capítulo, Estalla la guerra. La
invasión general se efectuó, efectivamente, en la madrugada
del día 23 de noviembre. Se dieron los primeros combates en
los arrabales de Sidi Ifni llegando los invasores incluso hasta
el aeropuerto y a ocupar posiciones en el monte Bu-al-Alam,
a las afueras de la ciudad, quedando la capital prácticamente
cercada durante unas noches. Mucho peor les fueron las co-
sas a los destacamentos situados en el interior del territorio:
Tiugsa, Tennin de Amelú, Telata de Isbuía, Tiliuin, Tamucha,
Bifurna, Jameiduc, Tabelcut, Mesti, Sidi Boria, Sidi Uarsig y Ug
Gug. Los cuatro primeros fueron cercados consiguiendo re-
sistir por tener guarnición suficiente, por lo que las partidas
Lorenzo M. Vidal Guardiola
119ÍNDICE
de guerrilleros tuvieron que conformarse con mantener el
cerco siguiendo el mayor número de atacantes en dirección
a la capital, que era su principal objetivo. En cambio, los ocho
destacamentos restantes fueron tomados por una fuerza
muy superior en número aniquilando a sus componentes
o haciéndolos prisioneros. Las líneas telefónicas y las comu-
nicaciones terrestres quedaron inmediatamente cortadas
y los fortines cercados. A pesar de los numerosos casos de
heroísmo personal y abnegado sacrificio que por parte de
la guarnición de la ciudad se dieron para acudir en ayuda de
los compañeros atrapados en los destacamentos del interior
del territorio, tanto por vía terrestre como aérea, éstos no pu-
dieron ser inmediatamente liberados. Los cercos se prolon-
garon incluso semanas a pesar de los esfuerzos por evitar
bajas innecesarias. Con todo, pacientemente se irían liberan-
do uno a uno, quedando Telata para el final, pues no se pudo
liberar hasta bien entrado el mes de diciembre.
La táctica de los invasores fue perfecta, tratando de apro-
vechar el efecto sorpresa para lograr consumar la invasión.
De haber tomado la capital, que habría sido como lanzar a
los europeos al mar, lo más probable es que jamás se hubie-
se recuperado el territorio. Y ellos lo sabían. Por suerte la re-
120 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
acción española fue, dentro de lo que cabe, rápida y eficaz, y
la capital, aunque con dificultades, pudo ser salvada.
Ese ataque fue calificado por el Régimen como de sorpre-
sa, cuando, y como queda claro en el trabajo, eso resultaba
absolutamente imposible de creer. El ejército no fue capaz
de hacer frente a unas simples, como se decía en la prensa
de aquellos años de forma claramente despectiva, “partidas
de bandoleros”, y fue copado en la capital del territorio. El ri-
dículo fue grande y el ejército puesto en franca evidencia.
Había que justificarlo de alguna forma, y se optó por afirmar
que el ejército había sido cogido por sorpresa, despreveni-
do. Pero viendo lo que estaba ocurriendo en el norte de Áfri-
ca, incluso los incidentes y el avance del independentismo
que tenían lugar en los dominios españoles, afirmar que el
ataque fue una sorpresa es poco menos que una temeridad.
Estaba cantado, pero resulta que el ejército español estaba
en unas condiciones de abandono y de ruina tales que no
podía hacer frente a ningún enemigo, por pequeño que éste
fuese. Todo ello provocó que, por ejemplo, la noticia del ata-
que del día 23 no apareciera en la prensa española sino has-
ta el día 27. Y es que el estado de estupefacción que se vivió
en Madrid debió de ser impresionante. Había que moldear
la noticia, manipularla, dársela a los lectores ya masticada. Y
Lorenzo M. Vidal Guardiola
121ÍNDICE
eso, lógicamente, llevaba tiempo. El asunto se solventó con
una simple y escueta nota del ministerio del Ejército. Había
que admitir que el, en teoría fuerte y glorioso ejército es-
pañol, había sido acorralado por elementos del Ejército de
Liberación, esos mismos elementos a los que en los perió-
dicos se tildaba de simples partidas de mercenarios y bando-
leros. Además, había que reconocer que Marruecos, a quien
tanto había ayudado España, armando incluso a su nuevo
y flamante Ejército Real (quien a su vez armaba al Ejército
de Liberación) atacaba a España después de los favores que
ésta le había hecho. Franco quedaría en ridículo. Por eso, nin-
guna de estas dos circunstancias se reconocerá en la prensa.
Y también por eso, las noticias llegaban con tanto retraso a
la península, pues había que censurarlas y esconder todas
estas circunstancias casi kafkianas que se estaban dando
en el A.O.E. A saber: el ejército español puesto en evidencia
por unas bandas de guerrilleros, armadas éstas además con
armamento cedido por España a Marruecos tras conseguir
éste su independencia. La censura, si el Régimen no quería
quedar en entredicho, era obligada. Y la censura y reescritura
de las noticias llevaba tiempo.
Es precisamente ese mal estado del ejército español, el
cual contaba con armamento obsoleto, la mayor parte del
122 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
mismo procedente de los arsenales utilizados ya en la gue-
rra civil, el tema abordado en el quinto capítulo del trabajo:
Nuestro ejército ante el conflicto. En la prensa de la época, y
como era de suponer, se hablan maravillas de nuestro ejér-
cito. Pero todo era una gran mentira. No pocos historiado-
res que se han acercado al tema se han sorprendido al ver
cuál era el estado en el que se encontraba el ejército espa-
ñol en aquellos años, sobre todo si se tiene en cuenta que el
Régimen franquista se apoyaba en el estamento castrense,
el cual constituía su auténtico germen y basamento funda-
mental. La aviación era ridícula. La componían básicamen-
te viejos aviones alemanes de la Segunda Guerra Mundial
(Junkers, Heinkels, etc…), además en número muy escaso,
encontrándose en un estado poco más que regular, y ar-
mados con un arsenal, a veces incluso de fabricación casera
o artesanal, que en la mayor parte de las ocasiones ni fun-
cionaba ni daba en blanco. Lo mismo ocurría con la Arma-
da, es decir, pocos barcos, muy antiguos y equipada con un
armamento que dejaba mucho que desear. Sólo una anéc-
dota: en una de las operaciones de bombardeo de posicio-
nes rebeldes situadas en el interior del territorio por parte
de unidades de la Armada situadas en alta mar participaron
diversos buques, entre ellos los cruceros Canarias, Méndez
Lorenzo M. Vidal Guardiola
123ÍNDICE
Núñez y Almirante Cervera. Aparte de que muchos de sus
disparos no hacían blanco o, simplemente, no llegaban a ex-
plosionar, el memorable crucero Canarias, gloria de la flota,
no pudo volver a su base con el resto de unidades al habér-
sele abierto unas grietas en las sentinas por el efecto de los
disparos efectuados. Increíble. Las unidades de infantería no
se salvaban tampoco. Mal equipadas, sin material adecuado,
y con un armamento en pésimo estado que, en muchas oca-
siones, era más antiguo incluso que el propio de las bandas
oponentes, demasiado hicieron con mantener la capital, Sidi
Ifni, en manos españolas. Y eso que el ejército se comportó
magníficamente durante toda la campaña, dando muestras
de un valor inaudito y de una capacidad de sacrificio y ab-
negación que hoy extrañaría. Los actos heroicos fueron casi
diarios, y se perdieron vidas que, con un ejército en media-
nas condiciones, se podrían haber evitado perfectamente. El
problema venía de arriba, del estado de abandono en que el
gobierno mantenía al ejército. Los soldados no hicieron lo
que pudieron, hicieron más. Pero el ejército estaba en la rui-
na más absoluta. Hasta el recién creado cuerpo paracaidista,
flor y nata del ejército por aquellas fechas, contaba con un
material que no le hacía justicia. El caos y la desorganización
reinaron en un ejército que estaba completamente oxidado,
124 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
agarrotado. Los ejemplos son numerosos: se transportaron
cocinas de leña a un desierto donde no hay árboles, se dio
preferencia a los transportes militares olvidándose de la in-
tendencia, se embarcaban armas estibándolas en el fondo
de los cargueros con el consiguiente nerviosismo por recu-
perarlas al llegar los transportes a Ifni, no existían medios de
vuelo y bombardeo adecuados para el territorio, se carecía
por completo de unidades blindadas y de los imprescindi-
bles helicópteros que, siendo idóneos para operar en un es-
cenario de vaguadas, valles, quebradas y altiplanos, habrían
ahorrado muchas vidas y penalidades. La lista es muy larga, y
el ejército, por mucho que la prensa, como vimos, se empeñe
en ocultarlo, no estaba en condiciones de combatir, y mucho
menos en África. Pero así y todo se salvó Sidi Ifni y se aco-
metieron posteriormente con éxito operaciones destinadas
a rescatar a los que, en las posiciones que habían quedado
cercadas en el interior del territorio, resistían heroicamente
los embates guerrilleros. El territorio ya nunca se recuperó
y se perdió para siempre, cediéndolo “gentilmente” al Ejérci-
to de Liberación. Y es que el ejército español, como ya se ha
dicho, no estaba en condiciones ni siquiera de recuperar un
territorio que era más pequeño que la provincia de Alicante.
Lorenzo M. Vidal Guardiola
125ÍNDICE
De esta manera, se optó por defender a ultranza una línea
de unos 10-12 kilómetros en torno a la capital, cavándose
fosas, nidos de ametralladoras, pozos para tiradores, fortifi-
cándola además mediante una trinchera de triple alambrada
minada, llenándose también la ciudad de parapetos y sacos
terreros. Este operativo se concibió para reforzar eficazmente
Sidi Ifni, dejando el resto del territorio como tierra de nadie,
estimando el gobierno que por él no valía la pena perder ni
una sola vida más; todo en espera de “verlas venir”.
Pues bien, como ya se ha dicho, tras salvar in extremis la
capital del territorio, lo más urgente era reforzar y asegurar
inmediatamente la defensa de la misma y lanzarse posterior-
mente, sin perder ni un segundo, a rescatar a los cercados
en las posiciones del interior. Estas primeras operaciones de
cierta envergadura son las tratadas en el capítulo sexto del
trabajo, Las primeras operaciones, comparando lo que en és-
tas acontece con lo que va llegando a la prensa provincial.
Así, se empiezan ya a constatar varias cosas interesantes: el
gobierno se resiste, por todo lo ya citado anteriormente, a
admitir que en Ifni hay una guerra en marcha. La palabra
“guerra” no se nombra para nada. Como mucho se habla de
“incidentes” o “sucesos”. El secretismo era máximo. Si no se
admite que hay guerra, tampoco se puede, en buena lógica,
126 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
reconocer que hay demasiadas bajas. Se reconocen algunas,
pero el ocultismo es grande. Tampoco se reconocerá que
Marruecos está detrás del Ejército de Liberación, con la con-
secuencia de enmendarle la plana constantemente a Moha-
med V. Por supuesto, tampoco se reconocerá que se ha aban-
donado la mayor parte del territorio y que no hay intención
de recuperarlo, a la vez que las acciones del ejército parecen
ser todas victoriosas, cuando en realidad no era así. Era una
guerra muy cruel, corta pero intensa, en la que hubo muchas
bajas y en la que las penalidades que tuvieron que soportar
los pobres soldados españoles fueron extremas, claramente
impropias de un ejército medianamente moderno.
De esta forma, y tras asegurar definitivamente Sidi Ifni, ya
desde los primeros días empezaron a organizarse columnas
de socorro con órdenes precisas. Una de ellas, luego la más
conocida, fue la del teniente Ortiz de Zárate, que trató de lle-
gar al fuerte de Telata de Isbuía costase lo que costase. Du-
rante el asedio, murió el brillante oficial y varios soldados, to-
mando el mando el sargento de su sección Juan Montcada,
que mantuvo firme el asedio con el mismo espíritu y valentía
que lo habría hecho el infortunado teniente. Esa sección fue
liberada días más tarde por las fuerzas del autóctono Grupo
de Tiradores de Ifni y de la Legión.
Lorenzo M. Vidal Guardiola
127ÍNDICE
Mapa del territorio de Ifni. Año 1957.
128 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Durante este primer período de la guerra hubo de todo
en las operaciones militares: acontecimientos dolorosos
como el de Ait-Usugum, nombre de una aldea de Ifni donde
murieron el teniente paracaidista Polanco y muchos de sus
hombres y, el día 7 de diciembre, el de Tennin de Ammelú,
otra operación con bajas. Pero también hubo victorias com-
pensatorias, como el salto paracaidista sobre Tiliuin, donde
se copó al enemigo por la retaguardia. La operación del salto
paracaidista sobre Tennin de Ammelú se concibió para cor-
tar la entrada de tropas y pertrechos que desde Goulimin pe-
netraban por el sur, interponiendo una fuerza de choque en
medio y descongestionando la presión que, sobre el desta-
camento cercado de Telata de Isbuía, ejercían las bandas del
Ejército de Liberación que habían invadido la región.
Pero el mayor éxito de todas estas operaciones que se
llevaron a cabo rápidamente durante las primeras semanas
del conflicto fue, sin duda, su resultado final, o sea, la total y
definitiva liberación de todos los destacamentos sitiados en
el interior del territorio, que era lo que realmente interesaba.
Recuperar el territorio ya sería otro cantar, tan complicado y
costoso que finalmente nunca se llevaría a cabo.
Después de rescatar a los sitiados en las guarniciones del
interior del territorio, la siguiente fase de la guerra, y aunque
Lorenzo M. Vidal Guardiola
129ÍNDICE
no se pretendía ni mucho menos recuperar el territorio per-
dido, consistiría en despejar dicho territorio de enemigos,
para lo cual se planearon y ejecutaron las operaciones Netol,
Gento, Siroco, Pegaso y Diana, cuya duración abarcó hasta el
final de la contienda, un final sin fecha fija y, por supuesto,
no declarado, pues tampoco se había declarado oficialmen-
te ninguna guerra. Ese periodo de tiempo que va, aproxi-
madamente, desde diciembre de 1957 a febrero de 1958,
es abordado exhaustivamente en el trabajo a lo largo de los
capítulos séptimo y octavo, titulados respectivamente Se
buscan héroes y Navidades’57. A lo largo de estos dos exten-
sos capítulos se abordan, aparte, claro está, de la evolución
propia de la guerra y las operaciones acaecidas, dos aspec-
tos singulares dentro de la misma: por un lado la búsqueda
que el Régimen lleva a cabo para intentar encontrar héroes
en el conflicto, operación importante pues se le ofrece a la
sociedad modelos a seguir y a la vez se les da algo de lo que
poder sentirse orgullosos en el marco de la gris sociedad de
la época. Y es que, visto que la guerra no se puede ocultar, el
gobierno se decide a manipularla y usarla a su antojo. Es cier-
to que durante la guerra hubo numerosos héroes y acciones
heroicas. No obstante, muchas veces la falta de medios y de
material adecuado en nuestro ejército sólo podía suplirse
130 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
con este tipo de acciones. Pero el Régimen usó a estos héroes
en su propio beneficio, hablando de ellos constantemente
en la prensa, haciéndose eco de sus biografías, dando a la
sociedad, en definitiva, un modelo a seguir de español ideal
fabricado en los despachos de los ideólogos del Régimen en
base a las desinteresadas y heroicas acciones de estos mili-
tares españoles que fueron encumbrados a la categoría de
héroes nacionales durante el conflicto. Dos fueron principal-
mente los militares españoles que fueron elevados a tal ca-
tegoría: el joven teniente Ortiz de Zárate, en torno al cual se
creó una auténtica aureola de leyenda, y el alférez de com-
plemento Francisco Rojas Navarrete, en teoría primer alférez
de la Milicia Universitaria caído en acción de guerra (aunque
en realidad fue el tercero) y del cual toma el nombre la base
militar alicantina de Rabasa. La imagen de Rojas Navarrete,
joven y universitario caído en acción de guerra, se explotó
machaconamente en la prensa como modelo ideal a seguir
por la juventud española, especialmente la universitaria. Por
otro lado, y además de esta búsqueda de héroes y modelos
a seguir que lleva a cabo el Régimen, también se orquesta
otra maniobra de carácter publicitario-propagandístico que
pasó a ocupar las portadas de la prensa provincial durante
las Navidades del año 1957. Se trataba del envío a Ifni de un
Lorenzo M. Vidal Guardiola
131ÍNDICE
aguinaldo navideño dirigido a las tropas que allí combatían,
compuesto de productos típicos de la Navidad (turrones, li-
cores, etc.) recogidos y organizados por la Falange, que venía
a simbolizar el que toda España estaba con sus soldados, que
se acordaba de ellos. Por supuesto, la provincia de Alicante
también contribuyó a engordar este aguinaldo enviado a
África, pudiéndose ver detalladamente en el trabajo los pro-
ductos con los que nuestra provincia colabora en el envío. En
definitiva, se pretendía demostrar que toda España era una
piña y que se seguían desde la península todas las evolucio-
nes de nuestras tropas en el A.O.E. Nada más lejos de la rea-
lidad. El aguinaldo llegó tarde y algo mermado, y las noticias
que se seguían en la península y que hacían referencia a la
evolución de nuestros soldados en África eran manipuladas
sistemáticamente, endulzadas, y siempre haciendo referen-
cia a victorias españolas y nunca a las grandes dificultades
que allí se estaban viviendo.
Pero además de ésta del aguinaldo, otra gran operación
propagandística se llevó a cabo durante las Navidades del
año 57. Lo mejorcito del panorama artístico español por
aquellos años fue enviado a Ifni para actuar ante los solda-
dos. Carmen Sevilla, Gila, etc. aparecieron, obviamente, en
todos los medios de comunicación (periódicos, NO-DO, etc.)
132 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Carmen Sevilla, en Ifni, rodeada de paracaidistas
en las Navidades de 1957
Lorenzo M. Vidal Guardiola
133ÍNDICE
actuando ante nuestras tropas en la noche de fin de año de
Ifni. Dar sensación de tranquilidad y de tenerlo todo bajo
control en las posesiones españolas del norte de África era
el objetivo que se perseguía. Pero en Ifni únicamente esta-
ba controlada la capital del territorio, aunque eso nunca se
diría en ningún medio de comunicación. La guerra, una vez
visto que resultaba imposible de ocultar, se manejó y mani-
puló para así ofrecer de la misma en la península una imagen
distorsionada que nada tenía que ver con lo que realmente
ocurría en los territorios españoles del A.O.E. Noticias de la
guerra está claro que llegaban a la península, pero de aque-
lla forma.
En el capítulo noveno del trabajo, que lleva por título La
guerra languidece, se aborda la información que del conflic-
to va llegando a la península en los meses inmediatamen-
te posteriores a las Navidades del año 57. En el tiempo que
va desde enero de 1958 hasta, aproximadamente, el mes de
marzo del mismo año, la guerra ya está más o menos estabi-
lizada. El ejército español se ha replegado definitivamente
sobre la capital del territorio, Sidi Ifni, y partiendo de ésta se
lanzan expediciones de vigilancia y control sobre el resto del
territorio, con el teórico objetivo de limpiar el mismo de “par-
tidas de bandoleros”. Las operaciones militares destinadas a
134 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
tal fin se suceden en Ifni (Siroco, Pegaso, etc.) y, por supuesto,
se siguen produciendo bajas. Sin embargo, la información
que llega a la península en general y a Alicante en particular
exhibe una realidad muy diferente. Se pretende dar la sensa-
ción de que la guerra prácticamente ha terminado. De que el
territorio de Ifni vuelve a estar bajo control y de que la guerra
ha concluido victoriosamente. Se difunde a la vez una ima-
gen idílica de Ifni, casi como un paraíso en el que no haya
pasado nada. Los editoriales y los titulares en este sentido
proliferan en la prensa. Una vez explotadas propagandística-
mente las actuaciones de los famosos en la noche de fin de
año en Ifni y el envío del aguinaldo por las mismas fechas, da
la sensación de que el gobierno ya ha cumplido con la obli-
gación de informar acerca de lo que estaba aconteciendo en
el A.O.E. Por supuesto, lo ha hecho manipulando la informa-
ción, adulterándola con epítetos victoriosos y tranquilizado-
res. La guerra no se podía ocultar y, ya que tenía que informar
necesariamente acerca de ella, lo haría, qué duda cabe, a su
manera. A lo largo del capítulo se analiza precisamente eso,
cómo, a la vez que la guerra languidece en Ifni, ésta langui-
dece también, y más rápido aún, en la prensa. Los sucesivos
ridículos producidos en los dominios españoles obligan al
gobierno a censurar el conflicto si el Régimen no quiere que
Lorenzo M. Vidal Guardiola
135ÍNDICE
todas sus vergüenzas, que son muchas, queden al descubier-
to. Así, Ifni, poco a poco, va desapareciendo de los periódicos.
Se notaría mucho si el tema desapareciese repentinamente,
había que hacerlo de forma gradual pero inexorable. En la
segunda mitad de 1958 la operación concluye satisfactoria-
mente y la palabra Ifni, al menos hasta 1969, es prácticamen-
te “desterrada” de los medios de comunicación. El Régimen,
gracias a los acuerdos recientemente firmados con los Esta-
dos Unidos, comenzaba a levantar cabeza y a respirar más
holgadamente. Dichos acuerdos legitimaban y asentaban
definitivamente al Régimen franquista y le daban cierta re-
levancia a nivel internacional. Ahora, precisamente ahora, no
le convenía al gobierno de Madrid dar publicidad a lo que
había pasado en Ifni y en el Sáhara. Y más todavía teniendo
en cuenta que Washington había estado apoyando descara-
damente a Rabat.
Pues bien, toda esta divergencia de información que se
vivía en esta época en España respecto a lo que en verdad
ocurría en tierras africanas y lo que desde Madrid se preten-
día que se percibiera en la península es el objeto de estudio
de este noveno capítulo del trabajo. La intención de Madrid
es, pues, clara: dar por terminada, informativamente hablan-
do, la guerra para, después, olvidarla definitivamente, pues
136 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
representaba un borrón en el que debía ser impoluto expe-
diente del Caudillo. El análisis de las noticias que llegan a la
provincia a través de su diario estrella, el diario Información,
es en este capítulo, como no podía ser de otra forma, intenso.
La comparación con lo que de verdad está pasando en Ifni,
obligada.
El décimo capítulo aborda dos temas que pueden ir per-
fectamente ligados: por un lado, la conversión en provincias
de los territorios de Ifni y del Sáhara, y por otro la entrega a
Marruecos del territorio de Tarfaya o Cabo Juby. Y es que en
1958, y una vez pasada la tormenta en Ifni, Madrid decide
convertir en provincias los territorios africanos de Ifni y del
Sáhara, muy probablemente para intentar demostrar a Ma-
rruecos que no estaba dispuesto a hacerle más concesiones
y que los territorios que aún conservaba Madrid en el A.O.E.
pasaban a estar más unidos que nunca a la península. Pero
nada cambió. La descolonización era imparable y el convertir
a estos dos territorios africanos en provincias, como si fueran
Burgos o Tarragona, no impidió que éstas, al cabo de unos
años, se integrasen en Marruecos. Fue más que nada un ges-
to de orgullo de Franco frente al gobierno de Rabat, ante el
cual se sentía engañado o, cuando menos, estafado. Acaba-
ba de otorgarle la independencia de la parte norte del país
Lorenzo M. Vidal Guardiola
137ÍNDICE
que controlaba España y, muy probablemente para conse-
guir un alto el fuego más o menos honroso en Ifni, le había
traspasado también a Marruecos la zona norte del Sáhara, o
sea, el territorio de Tarfaya. El gobierno de Madrid pretendía
demostrar que ya no estaba dispuesto a hacer más concesio-
nes a un país que pedía más y más y declaró provincias es-
pañolas de pleno derecho a Ifni y al Sáhara, con la intención
de dejar claro que no estaba dispuesto a deshacerse de ellas
tan fácilmente.
Además, y ligado a esto, se produjo la entrega de Tarfaya
al reino alauita. Antes de nada, y respecto al citado territorio
de Tarfaya, hay que decir que de entre todos lo territorios
españoles del A.O.E. fue en este precisamente donde la pre-
sencia alicantina fue más notable. No obstante, y como bien
queda reflejado en el décimo capítulo del trabajo, Tarfaya (o
Cabo Juby) fue el escenario de conflicto al cual fue enviado
el 1º Batallón Expedicionario del Regimiento de Infantería
San Fernando nº 11, originario de nuestra ciudad. Sus 830
componentes, la mayoría de la provincia de Alicante, se deja-
ron la piel en aquel territorio, ofreciendo inequívocas mues-
tras de un gran espíritu de abnegación y sacrificio. Su gesta,
como ocurre con todo el conflicto en general, se mantiene,
desgraciadamente, en el “limbo” del olvido. La presencia de
138 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
alicantinos en el territorio de Ifni propiamente dicho durante
el tiempo que dura el conflicto es más difícil de cuantificar.
Las trabas que los estamentos militares ponen a la hora de
facilitar este tipo de informaciones hacen que las agrupacio-
nes de veteranos del conflicto se conviertan en los auténti-
cos referentes a la hora de indagar sobre estos asuntos. Así, y
una vez consultadas asociaciones de veteranos como las de
Sabadell, San Vicente del Raspeig, etc., la cifra de alicantinos
presentes en Ifni durante la guerra, aunque no es fija, no va-
ría mucho de la que ofrece una asociación respecto a la que
ofrece tal otra. De esta forma, en las Banderas Paracaidistas,
auténticos protagonistas del conflicto junto con la Legión, se
hallaban enrolados alrededor de 40-50 soldados originarios
de nuestra provincia. Si a esto unimos los alrededor de 10-
15 que estaban encuadrados en el Tercio y la decena que,
aproximadamente, se hallaban destinados en otros cuer-
pos (policía territorial, etc.), el número total de alicantinos
presentes en Ifni durante la contienda debió de ascender a,
como mucho, unos ochenta. Esta es al menos la cifra en la
que se mueven las asociaciones de veteranos consultadas.
De todas formas, lo que está claro es que, aunque sin duda
en Ifni hubo presencia alicantina, el grueso de la misma estu-
vo destinada un poco más al sur, concretamente en Tarfaya o
Lorenzo M. Vidal Guardiola
139ÍNDICE
Cabo Juby, territorio que quedó a partir de entonces ligado
para siempre a la historia de nuestra ciudad y a la de su ex-
tinto Regimiento de San Fernando.
Pues bien, la entrega de Tarfaya a Marruecos en 1958, de-
cidida en la Conferencia de Cintra (de la cual se ha dicho que
fue secretísima y que sin embargo en el diario Información es
abordada sin tapujos), muy probablemente sirvió para con-
seguir un alto el fuego que evitase una derrota, por no decir
debacle española, en Ifni. Tal vez, aunque esto nunca se sabrá,
esta entrega de Tarfaya fuese unida a la entrega de Ifni diez
años después a cambio de evitar la derrota total en el enclave
español y de mantener la españolidad de Ceuta y Melilla. La
teoría es arriesgada pero, viendo la evolución posterior de los
acontecimientos, sus piezas parecen encajar. Lo que es cier-
to es que Tarfaya, al igual que ocurrirá después con Ifni, son
entregadas a Marruecos justo cuando el ejército ha hecho el
esfuerzo de mantenerlas en manos españolas. Se guerrea, se
restablece el orden y, sorpresivamente, cuando se ha logra-
do dicho objetivo, es cuando se entregan los territorios. Si se
pensaban entregar finalmente, se podía haber hecho antes y
ahorrarse así la pérdida de vidas humanas y de sufrimientos.
Pero si se decide pelear por los territorios, tendrían que ha-
ber sido mínimamente consecuentes y mantener la decisión
140 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
hasta las últimas consecuencias, manteniendo los territorios
en manos españolas el mayor tiempo posible. Sin embargo,
se hizo todo al revés. Se lucha a cara de perro en unas condi-
ciones infrahumanas para después, cuando se ha hecho un
ímprobo esfuerzo por alcanzar los objetivos trazados, se en-
trega el territorio a aquellos que hasta hacía pocos días eran
el enemigo. ¿Qué cara debió de quedárseles a los soldados
españoles que, tanto en Ifni como en Tarfaya, se dejaron la
piel para defender la españolidad de dichos territorios una
vez vieron que, “ganada” la guerra y restablecido el orden,
son ambos territorios entregados dócilmente a Marruecos,
intentando además que todas las instalaciones estén en per-
fecto estado para cuando lleguen los nuevos dueños, antes
enemigos? Los ridículos españoles, como vemos, se sucedían
en Marruecos uno detrás de otro. Más motivos para endure-
cer la censura que, en torno al conflicto, se estableció y que
ha llegado, prácticamente, hasta nuestros días. Madrid no era
consecuente con sus decisiones. Franco debía de estar com-
pletamente anonadado y confundido, siendo sus decisiones
consecuentes con tal estado. Y es que Marruecos, país con-
siderado por España como hermano (esta impresión es fá-
cil de percibir solamente viendo los titulares de la prensa en
fechas anteriores al conflicto), estaba atacando sin ningún
Lorenzo M. Vidal Guardiola
141ÍNDICE
miramiento a los españoles en Ifni y en el Sáhara. El asom-
bro y sensación de haber sido engañados que se debía tener
en Madrid tuvo que ser monumental. Si a eso añadimos que
el, en teoría, gran aliado y protector de la España de Franco,
los Estados Unidos, estaban situándose al lado de Marruecos
durante la contienda, prohibiendo incluso a España el uso
del material bélico de ayuda que le había donado hacía es-
casas fechas, se comprende el estado de estupefacción que
debió reinar en los despachos gubernativos de la capital de
España a finales de 1957. Aunque ello no es excusa, podría
explicar perfectamente las decisiones erróneas, sin sentido y
completamente contradictorias que, desde Madrid, se toma-
ron para intentar resolver el conflicto destapado en el A.O.E.
Ese conjunto de decisiones totalmente desacertadas, unido
a un complejo de inferioridad tremendo, y a la posesión por
parte de España de un ejército hiperatrofiado y con material
propio de un museo de antigüedades, hizo que el desastre
y el ridículo fuesen inevitables. Era como si Franco hubiese
perdido todo interés por mantener un ejército operativo,
cuestión que parecía no importarle desde que acabó la gue-
rra civil. Daba la sensación de que para él los militares habían
pasado a ser simplemente un poder interno donde asentar
su política pero sin dejarlos intervenir en ella.
142 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Pues bien, este estado de cosas reinante en Madrid y en
el A.O.E por estas fechas, unido a las informaciones que, en
torno a la conversión en provincias de Ifni y del Sáhara y a la
retrocesión de Tarfaya, van llegando a Alicante a través de su
prensa, conforman el objeto de análisis fundamental de este
décimo capítulo.
El undécimo lleva por título El amigo americano y la para-
noia comunista. En éste, y a través de las noticias aparecidas
en la prensa, se tratan las maniobras que desde Madrid se
llevan cabo para intentar atraerse a los Estados Unidos du-
rante la contienda. Como ya se ha dicho, tras los acuerdos
hispano-norteamericanos de 1953 Franco no tenía ninguna
duda de que Washington era un aliado incondicional. Pero se
equivocaba de pleno. Los Estados Unidos, tras dichos acuer-
dos, tenían a España atada de pies y manos y ya le habían
sacado al Régimen todo aquello que querían (bases, etc.).
Ahora las redes de la casa Blanca habían fijado su próximo
objetivo en Marruecos, país que le ofrecía a Washington las
mismas, o tal vez más, ventajas estratégicas que le ofrecía Es-
paña. Rabat pasaría ahora a ser el aliado fiel de Washington.
Los Estados Unidos tenían que elegir y lo hicieron. Para de-
cepción de Franco, Washington se posicionó al lado de Ma-
rruecos durante la contienda, llegando incluso a prohibir el
Lorenzo M. Vidal Guardiola
143ÍNDICE
uso del material de ayuda americano por parte de España en
Ifni. Y Franco no podía protestar, pues los acuerdos de 1953
poco menos que le habían sacado de pobre. Más motivos
para endurecer la censura en torno a todo lo que rodeó el
conflicto de Ifni. Pero España no se conformó y pretendió,
hasta el último momento, forzar el alineamiento de los Esta-
dos Unidos junto a España en la guerra contra el Ejército de
Liberación, argumentando, astutamente, que en éste había
presencia comunista, directamente relacionada con Moscú.
Así, y durante las primeras semanas de conflicto, las noticias
aparecidas en la prensa y que hacen referencia a la existen-
cia de comunistas infiltrados entre las bandas que atacan los
territorios españoles son abundantes. Algunos de estos titu-
lares, como vemos en el trabajo, son tremendistas. Se intenta
buscar pruebas que relacionen al Ejército de Liberación con
Moscú. Incluso se llega a afirmar que en Ifni se estaba vivien-
do un estadio más dentro de la guerra fría, asegurando que
salvar Ifni era tanto salvar todo el flanco sur de la defensa del
bloque occidental. Hábilmente, los dirigentes del Régimen
jugaron la única carta que, en plena guerra fría, se podía ju-
gar si se quería contar con el apoyo norteamericano: intentar
demostrar que el adversario estaba relacionado con el co-
munismo internacional.
144 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Los titulares de la prensa en este sentido abundan duran-
te este periodo, intentando aportar pruebas que demostra-
sen dicha presencia comunista entre las filas del Ejército de
Liberación. Pero la teoría no se sostenía. Los Estados Unidos
sabían perfectamente que no existía tal presencia entre los
rebeldes marroquíes. La carta estuvo bien jugada, pero no
salió bien. A las pocas semanas, los titulares que denuncia-
ban presencia comunista en Ifni y en el Sáhara van desapare-
ciendo paulatinamente. Era ridículo. En efecto, al Ejército de
Liberación le apoyaba de forma encubierta una superpoten-
cia. Pero no era la Unión Soviética. Era la otra. Pero todo esto,
lógicamente, nunca se admitirá abiertamente en la prensa,
aunque a veces se deje entrever. El prestigio del Caudillo es-
taba en juego. Engañado por Marruecos, no se podía admitir
que también los Estados Unidos le dejasen en evidencia.
Son precisamente todos estos titulares y noticias que a
través de la prensa intentan demostrar que los Estados Uni-
dos son firmes aliados de España en la guerra y que la Unión
Soviética tiene intereses en África del Norte los que son ana-
lizados y comentados detalladamente en este undécimo ca-
pítulo, penúltimo del trabajo.
A lo largo del último capítulo, el número doce, se hace re-
ferencia a la entrega definitiva del territorio de Ifni a Marrue-
Lorenzo M. Vidal Guardiola
145ÍNDICE
cos en 1969, aportando a continuación algunas conclusiones
que, y unidas a alguna que otra opinión particular, cierran el
trabajo.
En este último capítulo puede verse nítidamente cómo, la
operación trazada por los ideólogos del Régimen para hacer
olvidar de forma definitiva el conflicto a causa de los tremen-
dos ridículos que durante éste se produjeron, se culmina con
éxito. Y es que desde mediados-finales de 1958, la informa-
ción relativa a Ifni ha desaparecido completamente de los
periódicos. La palabra Ifni ha sido poco menos que vetada
en los medios de comunicación. Los ridículos que España ha
ido haciendo de forma consecutiva durante el tiempo que
dura el conflicto se han unido para conformar uno de tales
dimensiones que había que ocultar como fuese. La guerra
es cierto que no fue muy larga, pero causó centenares de
muertos españoles y, aunque sólo sea por eso, se merece un
recuerdo. Sin embargo, todas las Historias de España publi-
cadas desde finales de los cincuenta hasta, prácticamente,
los años ochenta, obvian completamente el tema. Algunas
de estas obras, que cuentan con miles de páginas, no dedi-
can al conflicto ni una sóla línea.
No obstante, en 1969, y aunque de forma muy fugaz y lo
más escueta posible, Ifni vuelve a las portadas de los periódi-
146 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
cos para anunciar que deja de ser territorio español. Sorpre-
sivamente, con nocturnidad y alevosía, cuando en mejor es-
tado se encuentra la ciudad de Sidi Ifni, y cuando Marruecos
apenas está haciendo presión para recuperarla, la colonia es
entregada a Marruecos. Por eso es por lo que no resulta para
nada descabellado pensar que el alto el fuego de 1958 inclu-
yese, a parte de la entrega inmediata de Tarfaya, la entrega
definitiva de Ifni diez años después, o sea, en 1968, retrasán-
dose hasta 1969 por las dificultades que España tiene, como
se ve claramente reflejado en la prensa, para evacuar a todo el
personal del enclave. La entrega del territorio en 1969 coincide
en el tiempo con el contencioso entre España y Gran Bretaña
a causa del asunto Gibraltar, lo cual lleva a alargar un poco
más en el tiempo, aunque sólo sea un par de días, la última
aparición de Ifni en la prensa. Y es que se compara la actua-
ción de España en Ifni con la de los británicos en Gibraltar,
destacando la caballerosidad hispana para con el territorio
africano frente a la posición inamovible que muestran los
británicos respecto al peñón. Es un juego de palabras que
no lleva a ninguna parte pues, como se dice en el trabajo, la
situación de Ifni no era comparable con la de Gibraltar. La
comparación adecuada habría sido entre Gibraltar por un
Lorenzo M. Vidal Guardiola
147ÍNDICE
lado y Ceuta y Melilla por otro, pero ésta, por supuesto, no se
hará en la prensa. No interesa.
Sea como fuere, y cuando nadie se lo imaginaba, Ifni es
retrocedido a Marruecos. El penúltimo ridículo español en
África (el último será la cobarde huida española del Sáhara
en 1975, abandonando a su suerte a todos los habitantes del
territorio sin querer saber nada de ellos) se había consuma-
do.
Así, y a modo de resumen “resumidísimo”, del conflicto de
Ifni se pueden extraer dos conclusiones generales (aparte de
todas las ya comentadas a lo largo del trabajo y, especialmen-
te, en su último capítulo). En primer lugar hay que decir que
la censura a la que se vio sometida la guerra y todo lo que la
rodeó se hizo especialmente patente no cuando el conflicto
estaba en pleno apogeo sino a partir de cuando éste acabó.
Ocultar la existencia de una guerra en África resultaba poco
menos que imposible. Por ello, el Régimen se limitó a infor-
mar del mismo en la prensa de la forma más escueta posible.
Todas las noticias publicadas en los periódicos son positivas.
Siempre se habla de victorias españolas y de relativa tran-
quilidad en el territorio. Se usan frías notas emitidas por el
ministerio del Ejército para dar cuenta de las operaciones
llevadas a cabo por el mismo, y se ensalzan los hechos de ar-
148 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
mas mediante epopeyas dignas de los más valientes héroes.
Estaba claro que si el gobierno se veía obligado a informar
sobre la guerra, lo haría pero a su manera. Toda la informa-
ción que llega está adulterada. Todas las maniobras propa-
gandísticas que se realizan, tales como el envío del aguinal-
do o la actuación de los famosos en las Navidades de 1957
van encaminadas a ese fin. Apenas se informa del número de
bajas acaecidas en combate y, cuando se hace, las cifras no
corresponden con las auténticas. No se habla de guerra, por
tanto no se pueden reconocer muchas bajas. Tampoco se re-
conoce que la mayor parte del territorio se ha abandonado.
En definitiva, se puede decir que el gobierno se ve abocado
a informar sobre el conflicto, pero lo hace a su manera, des-
cribiendo una situación que no se correspondía con la que
se vivía en Ifni. Y es que la auténtica censura vino después,
cuando el conflicto acabó. Entonces, y de forma forzosa, la
guerra sí será olvidada por completo. El Régimen empeza-
ba a asentarse definitivamente y el conflicto constituía un
enorme ridículo que había que esconder. Y así se hizo. Será
entonces cuando expresiones como “la guerra ignorada”, “la
guerra olvidada”, “la guerra secreta”, etc. adquieran su autén-
tica razón de ser.
Lorenzo M. Vidal Guardiola
149ÍNDICE
En segundo lugar, y como tantas veces ya se ha dicho,
esta censura y olvido forzado que en torno a la contienda se
generó, vinieron motivados por el ridículo hecho por España
en su ex-colonia, ridículo en el que se cayó por varios moti-
vos: Marruecos, país con el que el gobierno español presu-
mía de tener excelentes relaciones (al igual que con el resto
del mundo árabe) y al que tantas facilidades se le había dado
para conseguir su independencia en 1956, resultaba que
era quien nos atacaba en Ifni, prestando apoyo encubierto
a un Ejército de Liberación armado casi en su mayor parte
con las armas que España había cedido a Marruecos tras su
independencia. Además, este Ejército de Liberación, tratado
despectivamente en la prensa acusándolo de ser un simple
“grupo de bandoleros” o “partida de forajidos”, había sido ca-
paz de arrinconar a todo un ejército, en teoría occidental y
moderno, en la capital del territorio, estando incluso al borde
de una victoria total y aplastante. El estado casi total de ruina
y abandono en el que se hallaba inmerso el ejército español
por aquellas fechas constituía otra razón más para echar tie-
rra encima al conflicto. El resultado fue que no se pudo man-
tener en manos españolas un territorio más pequeño que
la propia provincia de Alicante. Además, y por si esto fuera
poco, otro de los aliados de los que presumía Franco, o sea,
150 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
nada más y nada menos que los Estados Unidos, también le
dieron la espalda y apoyaron descaradamente a Marruecos
durante la guerra. Todo esto, unido también al hecho de que
se tuvo que pedir al final ayuda a Francia para finiquitar el
conflicto después de todas las críticas que al colonialismo de
París se venían vertiendo en la prensa, hizo que la situación
de ridículo fuese una bola inmensa que podía hacer mucho
daño al Régimen si salía a la luz pública. La censura en torno
a la guerra era, pues, inevitable.
Pues bien, todo esto, debidamente ampliado con ayuda
de los numerosos ejemplares de prensa que de la época se
conservan en varias hemerotecas alicantinas, con el apoyo
también de la bibliografía sobre el tema que, aunque escasa
y muy limitada, existe sobre el tema, y con la aportación de
algunos comentarios realizados por veteranos del conflic-
to, es lo que conforma el cuerpo central de un trabajo que,
como ya se ha dicho, pretende echar un poco de luz sobre un
acontecimiento que forma parte de la historia de España y
que sin embargo está olvidado desde hace tiempo. Un acon-
tecimiento, además, en el que muchos soldados se dejaron
la vida injustamente. Al mismo tiempo, y de forma paralela,
se ha intentado captar la sensación que en la provincia de
Alicante se tenía acerca del conflicto, analizando a fondo los
Lorenzo M. Vidal Guardiola
151ÍNDICE
datos que en torno al mismo llegaban a través de su diario
de referencia a nivel provincial, el diario Información.
Ya para finalizar, tan sólo cabe decir que la guerra de Ifni,
qué duda cabe de ello, fue una guerra para olvidar, pero pre-
cisamente por ello no conviene olvidarla. Por el contrario,
merece ser rescatada para la historia de España pues, indis-
cutiblemente, y para bien o para mal, forma parte de la mis-
ma.
152 ÍNDICE
La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante
Ana Magdalena Carrasco Abad
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
1.- Introducción
Actualmente estamos viviendo una rápida transición
desde el confort momentáneo de un largo pero fi-
nito y completo genoma hacia un nuevo universo
proteómico de gran complejidad, pues un único gen puede
originar diferentes productos proteicos que a su vez, pueden
sufrir variadas modificaciones post-traduccionales. La Cien-
cia Proteómica nos permite abordar esta gran complejidad
poniendo a nuestra disposición la combinación de técnicas
genéticas, químicas y moleculares.
La Ciencia Proteómica se define como la Genómica Fun-
cional a nivel de proteínas cuyo objetivo es el estudio del
Proteoma.
El Proteoma es el conjunto de proteínas expresadas por
un genoma. Es un concepto dinámico, pues este conjunto de
proteínas expresadas por un genoma en un momento dado
y bajo determinadas condiciones es cambiante.
Para llevar a cabo el trabajo de Identificación de proteínas
palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cerevisiae hemos he-
cho uso de dos potentes herramientas proteómicas:
154 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
–Electroforesis Bidimensional, capaz de separar proteí-
nas con gran poder de resolución a partir de complejos ex-
tractos proteicos.
–Espectrometría de Masas, en concreto el MALDI-TOF,
capaz de identificar las proteínas previamente separadas por
laelectroforesis bidimensional.
1.- La electroforesis bidimensional es una técnica que
se lleva a cabo en dos etapas o dimensiones. En la primera
dimensión, también llamada isoelectroenfoque (IEE), las pro-
teínas se separan en función de su punto isoeléctrico (pI). El
pI de una proteína se define como el pH en el que la carga
neta de la proteína se anula.
En la segunda dimensión las proteínas se separan en fun-
ción de su peso molecular (Mw).
Para llevar a término el isoelectroenfoque, la muestra se
embebe en un estrecho gel de poliacrilamida al 3-4% que
contiene un gradiente de pH inmovilizado (IPG), la IPG se so-
mete a una diferencia de potencial que obliga a las proteínas
a migrar a lo largo del gradiente de pH hasta ubicarse en una
zona en la que el pH sea idéntico al pI de la proteína, donde
la carga neta de la proteína se anula y se detiene la migra-
ción.
Ana Magdalena Carrasco Abad
155ÍNDICE
Una vez terminada la primera dimensión se procede a la
segunda dimensión, donde las proteínas se separan en fun-
ción de su peso molecular, es una SDS-PAGE convencional.
2.- La segunda potente herramienta proteómica que va-
mos a utilizar es la Espectrometría de Masas, en concreto el
MALDI-TOF. Cualquier esctrómetro de masas consta básica-
mente de 3 partes:
a) La fuente iónica, donde se ionizan los péptidos.
b) El analizador masa/carga (m/z).
c) El detector.
En el caso del MALDI la fuente iónica ioniza los péptidos
por irradación con energía láser. Los péptidos ionizados pe-
Figura1: Representación esquemática de la migración de las proteínas
durante la electroforesis bidimensiona
convencional. +1ª D (IEE)
+
-2ª D (SDS-PAGE)
-
156 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
netran en un campo eléctrico confiriéndoles aceleración
para posteriormente entrar en el tubo de vuelo libre, ausente
de campo eléctrico, donde se determina el tiempo de vuelo
del péptido que nos dará la relación masa/carga del mismo.
El conjunto de las relaciones masa/carga de todos los pépti-
dos de la proteína conforman la huella peptídico de la pro-
teína, que se introduce en las bases de datos y nos devuelve
la identidad de la proteína.
El trabajo llevado a cabo pretende abordar el estudio de
unas proteínas que sufren una modificación post-traduccio-
nal por adición de un lípido. Las modificaciones lipídicas de
las proteínas son:
Figura 2: Representación esquemática de la topología de membrana de
proteínas modificadas por lípidos.
-M
pared celular
citoplasma
Ana Magdalena Carrasco Abad
157ÍNDICE
–Miristoilación, modificación co-traduccional sobre un
residuo de glicina mediante enlace amida en el extremo N-
terminal.
–Prenilación, modificación post-traduccional sobre resi-
duo de cisteína mediante enlace tioéter y en el extremo C-
terminal.
–Palmitoilación, modificación post-traduccional (al igual
que la prenilación) sobre residuo de Cisteína (al igual que la
prenilación) pero mediante enlace tioéster, con la propiedad
única frente a las otras modificaciones lipídicas de ser un en-
lace reversible confiriendo a la célula el potencial de con-
trolar el estado de modificación de la proteína.
El proceso de palmitoilación de proteínas tiene lugar so-
bre dos grandes grupos de proteínas:
–las proteínas de membrana, tanto homotópicas como
politópicas y donde la función de la palmitoilación todavía
permanece desconocida.
–las proteínas hidrofílicas, donde la palmitoilación es un
mecanismo de localización subcelular de las proteínas que
las sufren. La palmitoilación puede tener lugar como una
única modificación de la proteína o sobre proteínas previa-
mente modificadas por lípidos (miristoilación y prenilación).
158 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
2.- Objetivos
Con estos antecedentes, los objetivos del presente traba-
jo son:
1. Puesta a punto de la electroforesis bidimensional.
2. Puesta a punto del marcaje metabólico in vivo con ácido 3H-Palmítico en S. cerevisiae.
3. Identificación de proteínas palmitoiladas.
3.- Resultados
3.1. Separación de proteínas de Saccharomyces cerevisiae
mediante electroforesis bidimensional
Para abordar el primero de los objetivos propuestos, la
puesta a punto de la electroforesis bidimensional es necesa-
rio poner a punto de manera coordinada pero independien-
te de:
• Preparación de la muestra, entendiéndose por tal su solu-
bilización, desnaturalización y finalmente reducción.
• soelectroenfoque, que como hemos comentado antes de-
penderá de la longitud de la tira y del intervalo de pH de
la misma.
– Preparación de la muestra: Trabajamos con muestras
de naturaleza muy hidrofóbica y altamente reducible, pues el
Ana Magdalena Carrasco Abad
159ÍNDICE
enlace tioéster responsable de la unión del ácido palmítico a
la proteína se reduce. Por otra parte estamos utilizando una
técnica reductora y donde las proteínas hidrofóbicas presen-
tan gran dificultad para entrar en los geles de poliacrilamida.
Tras múltiples ensayos conseguimos llegar al compromiso
en el que utilizamos concentraciones de agente reductor,
DTT en nuestro caso, de 10 mM, asegurando una migración
de las proteínas diferencial e independiente al mismo tiem-
po, que conserva la integridad del enlace tioéster.
–Isoelectroenfoque:S3
El aspecto más critico fue poner a punto la etapa de IEE,
además de la preparación de la muestra. Tras múltiples inten-
tos establecimos las condiciones de electroforesis para esta
primera dimensión en función de la longitud y del intervalo
de pH y que de forma global se resume en la figura.
Una primera etapa en la que se aplica un voltaje constante
de 300 voltios durante una hora con el objetivo de arrastrar
primeramente las sales de la muestra. La segunda etapa se
le aplica un voltaje creciente durante dos horas hasta alcan-
zar los 4000 voltios. La tercera etapa consiste en aplicar un
voltaje constante de 4000 voltios hasta alcanzar un número
160 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
de voltios totales final que dependerá de la naturaleza de la
muestra, del intervalo de pH y de la longitud de la tira. Una
vez ha dado fin la tercera etapa se puede dar por finalizada la
2D-PAGE, sin embargo hay una cuarta etapa donde se aplica
un voltaje constante de 500 voltios para evitar la difusión de
las proteínas.
Figura 3: Representación esquemática de la etapa de IEE. S1: 300V
durante 1 hora, para eliminar iones y otros contaminantes cargados;
S2: Subida lineal de voltaje hasta alcanzar los 4000 V, durante 2 horas;
S3: 25000 V a 4000 V/h. S4: Se mantienen 500 V hasta que se detiene el
IEE, para prevenir la difusión de las proteínas.
del intervalo de pH y que de forma global se resume en la figura.
300 V
500 V
S4
S1
S3
S2
VOLTAJE
Ana Magdalena Carrasco Abad
161ÍNDICE
Figura 4.- Electroforesis bidimensional de un extracto proteico total de
Saccharomyces cerevisiae llevados a cabo utilizando distintos rangos
de pH y distintas condiciones de IEE: A, B y D.-S1: 300V durante 1 hora,
S2: 4000 V, durante 2 horas; S3: 25000 V a 4000 V/h. SDS-PAGE: 10%PAA.
C, E y F.-S1: 300V durante 1 hora, S2: 4000 V, durante 2 horas; S3: 18000
V a 4000 V/h. SDS-PAGE: 10%PAA. A y B y C.- Tiras de 11 cm. D, E y F.-
IPG de 7cm. Todos los geles se tiñeron con Coomasie a excepción del gel
B que se tiñó con Plata.
5 8
A
5 8
3 6 5.5 6.7
3.9 5.1 4.7 5.9
B
DC
FE
162 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Se lleva a término a bajas temperaturas y la segunda di-
mensión a bajos voltajes, favoreciendo la entrada en el gel
de las proteínas más hidrofóbicas.
3.2. Condiciones de marcaje con [3H]-Palmítico in vivo
Nuestro objetivo es la detección del proceso de palmi-
toilación mediante electroforesis bidimensional. Para llevar-
lo a cabo, comenzamos poniendo a punto las concentracio-
nes de ácido palmítico tritiado necesario, para ello crecimos
Figura 5.- La cepa W303-1A, crecida en medio SD en fase exponencial,
se incubó durante 2 h en presencia [3H]-Palmítico en una concentración
final de a.-20 μCi/ml; b.- 50 μCi/ml; c.-100 μCi/ml. La fluorografia del
extracto proteico total se obtuvo tras SDS-PAGE y 10 días de exposi-
ción.
a b c
210134 86
40
32
18
Ana Magdalena Carrasco Abad
163ÍNDICE
distintos cultivos con concentraciones crecientes de tritio,
obtuvimos los extractos totales de los distintos cultivos, los
sometimos a SDS-PAGE y posterior fluorografía. Tras 10 días
de exposición la autorradiografía mostraba este aspecto.
Por tanto el proceso de palmitoilación es un proceso fi-
siológico y que se puede detectar mediante marcaje isotó-
pico. Escogimos el marcaje de 100μCi/ml, pues la intensidad
de la banda nos puede asegurar que al desdoblarse en sus
componentes en la 2D-PAGE podríamos detectar la señal de
una proteína aislada. Pero al reproducir las condiciones de
crecimiento y marcaje con 100μCi/ml no conseguimos de-
tectar la señal de la palmitoilación, a menos que el tiempo
de exposición de la autorradiografía superara los 3 meses,
lo que hacía el proyecto inviable. Tras repetir el ensayo con
concentraciones de ácido palmítico tritiado superiores de
200 μCi/ml y obtener el mismo resultado hizo plantearnos
que la cantidad de tritio fuera suficiente, pero que quizás la
incidencia del proceso de palmitoilación en la célula es de-
masiado bajo para poder ser detectado. En este punto nos
planteamos buscar unas condiciones de crecimiento que in-
crementen la proporción de proteínas palmitoiladas.
Consecuentemente, nos planteamos someter las células
a una eliminación abrupta de glucosa, dado que en la biblio-
164 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
grafía se describe que las células sometidas a una elimina-
ción abrupta de la fuente de carbono quedan retenidas en
distintas fases del ciclo celular y se detienen los procesos de
transcripción y traducción. La posterior adición de la glucosa
al medio de cultivo reactiva los procesos de transcripción y
traducción. De este modo, nuestra nueva estrategia es elimi-
nar abruptamente la glucosa y adicionar posteriormente la
fuente de carbono y el ácido palmítico tritiado simultánea-
mente, para que se reactive el crecimiento y la síntesis pro-
teica y con ésta los procesos de modificación post-traduc-
cional.
Antes de llevar a cabo el ensayo de marcaje isotópico, rea-
lizamos unos ensayos de crecimiento bajo las condiciones
descritas que se recogen en este gráfico, donde podemos
observar como las células crecidas en distintos medios de-
tienen su crecimiento al eliminar la glucosa del medio y la
posterior adición de la misma tras doce horas de ayuno con-
lleva la reactivación del crecimiento.
Tras llevar a cabo el marcaje isotópico bajo las condicio-
nes comentadas, en las que se somete el cultivo a un estrés
metabólico por eliminación abrupta de glucosa y posterior
adición simultánea de la glucosa y el ácido palmítico tritia-
do sobre cultivos con una concentración de 2-3x106 céls/ml
Ana Magdalena Carrasco Abad
165ÍNDICE
en los que se reactiva su crecimiento y crecen hasta alcanzar
una concentración de 107 céls/ml, se obtiene el extracto ce-
lular, se solubiliza la muestra ,se somete a 2D-PAGE, posterior
fluorografía y la autorradiografía resultante tras un mes de
exposición es la que se muestra.
Esta es la primera vez que conseguimos detectar la marca
radiactiva que presumiblemente corresponden a proteínas
palmitoiladas. Es verdad que debemos admitir la posibilidad
de que esta marca sea consecuencia del metabolismo del
ácido graso marcado.
Figura 6: Evolución del crecimiento de un cultivo de la cepa W303-1A en
medio carente de fuente de carbono (YP, SD). Tras 12 horas de ayuno se
adiciona glucosa al 2% en el medio reactivándose el crecimiento celu-
lar. y con él las rutas de transducción de señales.
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
1,4
5 10 15 20 25 30 35 40
Tiempo (h)
Medio Rico
Medio Mínimo
D.O.600nm
Glucosa (2%)
166 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Otras figuras de autorradiografías son las resultantes de
un fraccionamiento celular, donde se obtiene una fracción
enriquecida con proteínas de membrana y otra fracción enri-
quecida con proteínas solules o citosólicas, ambas en rangos
de pH entre 5 y 8.
Figura 7: Fluorografía de un extracto total de proteínas marcadas in
vivo con [3H-palmítico] durante dos ciclos de duplicación, y separadas
mediante electroforesis bidimensional. Las condiciones de IEE fueron:
S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v. IPG de 11 cm
y SDS-PAGE al 10%PAA..
210
134
82
42
32
pH 5 pH 8
Ana Magdalena Carrasco Abad
167ÍNDICE
Figura 8: Fluorografía de un extracto total de proteínas marcadas in
vivo con [3H-palmítico] (100 μCi/ml) durante dos ciclos de duplicación,
y separadas mediante electroforesis bidimensional. Las condiciones de
IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v, S4-
99h. 2 meses de exposición. El número de spots recortado para MALDI-
TOF se indica con números.
pH 5 pH 8
1
2
33
2
4
5
20
9
67
8
10
11
1213/1
15/16
17
17/1
20
2223
2526 27
24
28
29
210
134
86
42
32
18
Es notable el mayor ruido de fondo que aparece en la
fracción de membrana, este mayor ruido de fondo aparece
de manera sistemática en todos los experimentos. Las pro-
168 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
teínas no se pueden separar bien debido a su elevada hidro-
fobicidad y las dificultades técnicas que ello plantea.
210
134
86
42
32
pH 5 pH 8
31 31
32
3334
35 2
3
3637
9
39
38
1
402
30
10
Figura 9: Fluorografía de una fracción de proteínas de membrana
marcadas in vivo con [3H-palmítico] (100 µCi/ml) durante dos ciclos
de duplicación, y separadas mediante electroforesis bidimensional.
Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a
4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposición. El número de spots re-
cortado para MALDI-TOF se indica con números.
Ana Magdalena Carrasco Abad
169ÍNDICE
Figura 10: Fluorografías de distintas fracciones de proteínas citosólicas
marcadas in vivo con [3H-palmítico] (100 µCi/ml) durante dos ciclos
de duplicación, y separadas mediante electroforesis bidimensional.
Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a
4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposición. El número de spots re-
cortado para MALDI-TOF se indica con números.
1
1
1 1
2
2
2 222
2/243 25 29
42
24 24
4042
210
134
86
42
pH 5 pH 8
1
2 1 3944
45
10
210
134 86
42
pH 5 pH 8
170 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Llegados a este punto de la investigación nos abordaban
dos grandes interrogantes:
– Asumiendo que la señal que estamos detectando se
debe al proceso de palmitoilación entonces, ¿el proceso de
palmitoilación que estamos detectando es debido al estrés
metabólico al que hemos sometido los cultivos durante el
marcaje isotópico o por el contrario, bajo las condiciones de
crecimiento descritas hemos conseguido reactivar el creci-
miento y con este aumentar la incidencia del proceso de pal-
mitoilación?
– Por otra parte, tenemos que confirmar que la señal ra-
diactiva detectada se debe al proceso de palmitoilación y no
es consecuencia del metabolismo del propio ácido graso. Lo
primero que nos planteamos para estudiarlo es confirmar
la presencia del enlace tioéster, responsable de la unión del
ácido palmítico a la proteína. Con este fin se someten los ge-
les electroforéticos a un tratamiento con hidroxilamina, que
es un álcali medio capaz de escindir selectivamente el enlace
tioéster y consecuentemente en los geles podemos apreciar
una disminución de la intensidad de las bandas radiactivas.
Con este fin construimos una cepa en la que se insertó
el plásmido YEp 51 que sobrexpresa Ras2 bajo el control del
promotor de la galactosa GAL10.
Ana Magdalena Carrasco Abad
171ÍNDICE
Ras2 es una proteína ampliamente descrita que se palmi-
toila. De este modo, se creció la cepa bajo las condiciones del
marcaje metabólico y se sobrexpresó Ras2, se obtuvo el ex-
tracto total, se inmunoprecipitó Ras2, se sometió a SDS-PAGE
y este es el aspecto de la autorradiografía tras la fluorografía
del gel, se puede observar la banda correspondiente a Ras2 y
su desaparición tras el tratamiento con hidroxilamina.
Figura11: Clonación del gen de levadura RAS2 bajo el control del pro-
motor GAL10. El vector de levadura Yep51 contiene el origen de replica-
ción ColE1 y el den de ß-lactamasa para facilitar su propagación en E.
Coli. Además contiene el gen LEU2 de levadura .
YEp51-RAS2GAL10
RAS2
Leu2ORI(Col E1)
Ampr
ORI (2�)
T
172 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Para ubicar la banda en el gel se realizó previamente una
inmunoprecipitación del extracto total, posterior Western
blott y detección inmunológica. También se realizó el trata-
miento con hidroxilamina sobre extracto total, donde po-
Figura 12: La proteína Ras2 se expresó en la cepa W303-1A, se sometió
a estrés por eliminación de fuente de carbono y se marcó con [3H]-Pal-
mítico. Tras la inmunoprecipitación de Ras2p con el anticuerpo yC-19
se sometió a SDS-PAGE. A. Control de carga de la muestra inmunopre-
cipitada (a/f y b/g) y B. Control de carga del extracto total (c/h y d/i).
En C se localiza Ras2p mediante análisis Western. En D se muestra la
fluorografia tratada con Tris-HCL 1M (f) o con NH2OH 1M (g) corres-
pondiente a Ras2p inmunoprecipitada, mientras que en E se muestra
la fluorografía correspondiente al extracto total de proteínas sin tratar
(h) o tratado con NH2OH 1M (i)
A B C D E
a b c d e f g h i
Ras2p
210 134
86
42
32
210 134
86
42
32
Ana Magdalena Carrasco Abad
173ÍNDICE
demos apreciar una disminución global de la intensidad de
la señal radiactiva pero no desaparece ninguna banda, con
esto parece ser que el tratamiento con hidroxilamina es efi-
caz cuando hablamos de muestras con una única proteína
pero deja de serlo sobre extractos totales.
A la izquierda tenemos los controles de carga.
Utilizamos esta misma cepa para someterla a distintas
condiciones del marcaje metabólico, posterior inmunopre-
cipitación de Ras2, SDS-PAGE y finalmente fluorografía. Las
figuras A y B corresponden a un marcaje metabólico en con-
diciones fisiológicas, C corresponde a un marcaje bajo estrés
metabólico. Se puede apreciar como bajo las condiciones de
crecimiento descritas de ayuno de la fuente de carbono la
intensidad de la banda Ras2 es mayor.
De este modo podemos concluir que estamos detectan-
do la señal de palmitoilación y además es específica como se
demuestra con el tratamiento de hidroxilamina. Además las
condiciones del marcaje producen un aumento de la tasa de
palmitoilación fisiológica.
3.4. Identificación de proteínas palmitoiladas.
Una vez detectadas las proteínas palmitoiladas sobre un
gel bidimensional mediante la señal de la autorradiografía,
174 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
se recortan las manchas y se someten a una digestión con
tripsina, una endoproteasa que corta por lisina y arginina.
Posteriormente, el digerido tríptico se introduce en el espec-
trómetro de masas, el MALDI-TOF, y nos da la huella peptí-
dica de la proteína. Esta parte del trabajo ha sido llevada a
cabo en el Instituto de Biomedicina en colaboración con el
Dr. Juan José Calvete donde he participado activamente. Este
es un ejemplo de huella peptídico, es la enolasa.
Se han detectado 197 manchas que presumiblemente
corresponden a proteínas que se encuentran palimitoiladas.
De todas las proteínas detectadas, sólo un porcentaje relati-
vamente bajo han podido ser identificadas, 87 proteínas, no-
sotras justificamos este hecho ya que estamos detectando
la señal radiactiva que no tiene el por qué ser proporcional
a la cantidad de proteína presente en el gel, así que proba-
blemente estemos detectando proteínas presentes en el gel
en cantidades inferiores a fentomoles que es el límite de de-
tección del MALDI , resultando una cifra final de 45 proteínas
distintas.
Ana Magdalena Carrasco Abad
175ÍNDICE
Spot Proteína Identificada Nº Acceso NCBI
Mw pI
Proteínas que participan en Metabolismo Energético1 Piruvato descarboxilasa 4109 60074.2 5.832 Enolasa 119337 46914.4 5.673 Fructosa Bisfosfato aldolasa 113626 39621.0 5.514 Gliceraldehido-3-Fosfato
deshidrogenasa3720 35732 6.5
5 3-Fosfoglicerato Kinasa 129930 44738.6 7.1122 Aldehido deshidrogenasa
activada por MgP54115 54414.5 5.32
26 Glucosa-6-Fosfato 1-deshidrogenasa
P11412 57521.8 5.92
28 Piruvato kinasa P00549 54544.9 7.5631 F1-ATPasa subunidad 2144519 54794 5.537 Alcohol deshidrogenasa M38456 36823.3 6.2638 Aldehido deshidrogenasa
citosólicaU56604 5457.6 5.4
45 Triosa fosfato isomerasa J01366 26795.6 5.74Proteínas que participan en Metabolismo Aminoácidos6 Metiltetrahidrofolato
homocisteína metiltransferasa
730018 85860.3 6.07
10 Acetohidroxiácido Isómero Reductasa
957238 44384.7 9.06
11 Glutamato deshidrogenasa específica de NADP
171594 49582.3 5.55
24 Homocisteína Metil-transferasa
P05694 85860.3 6.80
29 Cistationina- -liasa P31373 42542.3 6.0639 O-Acetilhomoserina/ Acetilse
rinasulfhidrilasaU17243 48671.9 5.98
43 Glutamato deshidrogenasa M10590 49582.2 5.55Proteínas implicadas en la Motilidad o Estructura celular 15 Hof1p 6323675 76207 9.135 Actina L00026 41689.9 5.44Proteínas que participan en los procesos de Transcripción y Traducción7 Factor de Elongación 416935 93289.7 5.9223 Proteína de unión a Poli-A P04147 643445.5 5.7125 Seril-tRNA sintetasa P07284 53309.9 5.8
176 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Proteínas implicadas en procesos de Señalización9 G-beta like protein 1730231 348016 5.8Proteínas implicadas en proceso de Meiosis18 ORF YOR195w 2132082 95380.8 4.8219 Emi2p 6320724 55921 5.9Proteínas implicadas en procesos de Oxidación/Reducción8 Gre2p 6324421 38170 5.812 COX1/OXI3 1334435 90322 9.720 Thioredoxina reductasa 1 P29509 34238.3 5.69Proteínas que participan en Metabolismo de Nucleótidos27 Adenilosuccinato liasa Q05911 5451.0 6.0132 Rnr4p 6321619 40055 5.1Proteínas Ribosomales33 Proteína ribosomal L10e 171806 33718 4.734 Proteína ribosomal S0B X94607 27962.6 4.68Proteínas que actúan como Chaperonas13 SSA2 123624 69470.3 4.9514 SSA1 417149 69657.6 5.0030 Heat Shock 70 M25395 66601.9 5.3241 ORF YKL 073w 1587570 99572 5.2Proteínas que participan en el Metabolismo de Lípidos21 Esterol 24-C-metiltransferasa P25087 43431.1 5.5416 FMS1 6323662 57806 5.4Miscelánea36 YOR081c 2132876 84717 9.240 Yhb1p 1362285 44647 5.944 RGP1 Z48179 75317.8 5.6117 ORF YLR028c 1709914 69657.6 5.0042 ORF YBR011c Z35880 32299.7 5.36
Tabla 1: Listado de proteínas palmitoiladas tras someter a las células a
un estrés metabólico.
De todas estas proteínas, destacamos un grupo de 9 pro-
teínas clásicamente citosólicas y que las hemos identificado
tanto en la fracción de citosol como en la de membrana, pro-
teínas como la enolasa, fructosa-bisfosfato aldolasa, trio-
Ana Magdalena Carrasco Abad
177ÍNDICE
sa fosfato isomerasa, piruvato descarboxilasa, alcohol
deshidrogenasa, 3-fosfoglicerato quinasa, gliceraldehí-
do-3-fosfato deshidrogenasa, Etf1p y SSA1. Pero nosotras
no hemos sido las primeras que hemos descrito este grupo
de proteínas en membrana, sino que ya han sido descritas
como integrantes de pared celular de levaduras como Candi-
da albicans y Saccharomyces cerevisiae. Los autores apuntan
la posibilidad de que estas proteínas, debido a su abundan-
cia, han quedado atrapadas en la red de quitina y glucano
en el proceso de formación de la pared celular, pero muchos
proponen la posibilidad de la existencia de rutas de secre-
ción alternativas aún hoy desconocidas.
Nosotras hoy proponemos la palmitoilación como una
posible ruta de secreción capaz de modificar la ubicación
subcelular de las proteínas que la sufren.
Por último nombrar las proteínas ribosomales L10 y
S0B, proteínas citosólicas que hemos identificado en la frac-
ción de membrana y que tienen la capacidad de transferir el
grupo palmitato sobre un grupo sulfhidrilo de un residuo de
cisteína, ¿podrían ser una palmitoiltransferasa?
178 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
3.5. Estrategia en la identificación de proteínas que participan
en los ciclos de palmitoilación-despalmitoilación.
Por último resaltar la utilidad de la técnica como estrate-
gia para identificar proteínas que participan en los ciclos de
palmitoilación-despalmitoilación. Así recientemente Roth y
col han descrito la primera palmitoil-transferasa (PTasa) co-
nocida, la proteína AKR. Por tanto una cepa deficiente en el
gen que codifica para la PTasa sufriría un cambio en el proce-
so de palmitoilación. De este modo sometimos la cepa salva-
je y la mutante a un marcaje metabólico, posterior extracto
total, 2D-PAGE y fluorografía, como se puede apreciar en la
figura el cambio del patrón de palmitoilación celular es no-
table.
El hecho de que una cepa delecionada de una PTasa pro-
voque un importante cambio del patrón radiactivo detecta-
do apoya con firmeza que la señal detectada se deba a la
palmitoilación.
Ana Magdalena Carrasco Abad
179ÍNDICE
Figura 13: Fluorografías de extractos totales proteínas marcadas in
vivo con [3H-palmítico] (100 μCi/ml), tras someter a las células a estrés
metabólico, durante dos ciclos de duplicación, y separadas mediante
electroforesis bidimensional. Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h
S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposi-
ción. A. Cepa mtAKR. B. Cepa W303-1A.
A B
210134 86
42
32
180 ÍNDICE
Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae
Joaquín Cos Córcoles
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos
electroópticos de polarización
1.- Memoria de resultados del proyecto
Desarrollo de técnicas experimentales y de simula-
ción de dispositivos electro-ópticos de polarización.
Estudiantes: Joaquín Cos Córcoles, Daniel Puerto
García, Jose Ángel Velasco Sánchez, Rafael Díaz-Pavón Avi-
lés.
Tutores: Ignacio Moreno, Mª del Mar Sánchez.
Dept. Ciencia y Tecnología de los Materiales. Univ. Miguel
Hernández.
2.- Objetivos
En este proyecto hemos realizado un estudio sobre algu-
nas propiedades de modulación de la polarización, y su me-
dida experimental. Los objetivos concretos que se indicaron
en la solicitud de este proyecto son los siguientes:
1. Puesta en marcha de una cámara digital.
1.1 Montaje y configuración de una cámara digital.
1.2 Calibración de la respuesta frente a diferentes pa-
rámetros:
1.2.1 Calibración de la respuesta frente a la longitud
de onda de la luz (λ).
182 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
1.2.2 Calibración de la respuesta frente al offset y la
ganancia de la cámara.
2. Realización de un software para análisis de sistemas de
polarización de la luz.
2.1 Realización de librerías básicas.
2.2 Aplicación de las librerías a moduladores electro-
ópticos y filtros de multicapas.
3. Realización de un interferómetro de Michelson.
4. Medida de las propiedades de polarización de un dis-
positivo electro-óptico.
4.1 Calibración de la modulación de fase.
2.2 Calibración de la modulación de irradiancia.
El desarrollo de cada uno de estos puntos se describe en
la memoria presentada a continuación
3.- Memoria, métodos y técnicas utilizados
en la realización
A continuación se detallan y explican los puntos desarro-
llados en este proyecto.
Joaquín Cos Córcoles
183ÍNDICE
3.1 Puesta en marcha de una camara digital
3.1.1 Montaje y configuración de dos cámaras digitales.
Para la realización del proyecto hemos utilizado dos cá-
maras digitales, la primera, una cámara de fotos digital de
marca Fujifilm de 2.3 megapixels, y la segunda una webcam
de la marca Philips ToUcam Pro (figura 1). Para la cámara de
fotos digital ha sido necesaria la instalación del software Pic-
ture Shuttle 3.3. que permite la adquisición de las fotos des-
de la cámara al ordenador. Para el control y adquisición de
imágenes a través de la webcam hemos utilizado el software
Philips VLounge 1.1 y Ulead Photo Express 2.0. La figura 2
muestra este software captando un patrón de interferencias
usado para medir la fase de un dispositivo de cristal liquido.
3.2 Realización de un software para análisis de sistemas
de polarización de la luz
En este apartado hemos realizado un software para la
simulación de los fenómenos de polarización de la luz y su
aplicación a sistemas moduladores electro-ópticos. Este soft-
ware ha sido utilizado en la comprobación de los resultados
obtenidos en la realización de un interferómetro de Michel-
son y en la Medida de las propiedades de polarización de un
dispositivo electro-óptico.
184 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
Figura 1. Cámara digital Philips ToUcam Pro
Figura 2. Software Ulead Photo Express 2.0, captando un patrón de
interferencias.
Joaquín Cos Córcoles
185ÍNDICE
3.2.1 Realización de librerías básicas
La parte inicial del software para el análisis de sistemas
de polarización consiste en la realización de unas librerías
básicas en C++ para el control de matrices de Jones. Las ma-
trices de Jones son un formalismo útil para la descripción de
los fenómenos de polarización de la luz. El tipo de matrices
programadas serán:
• Matrices entrada-salida a los dispositivos ópticos.
• Matriz de un polarizador lineal.
• Matriz de un desfasador lineal.
• Matriz de un rotor de polarización.
• Rotación en un plano de los elementos anteriores.
A continuación, la figura 1 muestra el menú del programa
desarrollado. En el se muestran las opciones para indicar el
estado de polarización de la luz incidente. Se muestra cómo
el programa permite introducir elementos de polarización
tales como polarizadores lineales, desfasadores y rotores. De
manera automática el programa proporciona el estado de
polarización y de irradiancia de la luz de salida del sistema.
186 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
3.2.2 Aplicación al diseño de filtros birrefringentes
Una vez realizadas estas librerías básicas de elementos
ópticos de polarización, éstas se han empleado para la reali-
zación de un programa informático para el diseño de filtros
ópticos birrefringentes. Estos filtros están constituidos de
múltiples capas de material ópticamente anisótropo, y cons-
tituyen un tipo de filtro ampliamente utilizado en las tecno-
logías de visualización de imágenes (displays), así como en
los sistemas de multiplexado de longitud de onda emplea-
dos en los sistemas de comunicación óptica.
Figura 3. Menú del programa de simulación desarrollado
Joaquín Cos Córcoles
187ÍNDICE
La figura 4 muestra el programa de simulación desarro-
llado, el cual permite superponer múltiples capas, tanto de
polarizadores como de desfasadores, en una orientación y
espesor arbitrario. El programa, una vez diseñado el filtro,
permite visualizar la respuesta espectral, es decir, la transmi-
sión en función de la longitud de onda, tal y como muestra
la figura 4.
Figura 4. Programa de simulación de filtros ópticos birrefringentes.
188 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
3.3 Realización de un interferómetro de michelson
El interferómetro que hemos utilizado es un interferó-
metro de Michelson, consistente en un cubo divisor de haz
y dos espejos. El principio de funcionamiento de éste es la
interferencia producida por dos haces que recorren caminos
diferentes (figura 5). Tal y como se indica en la figura, el
haz proveniente del emisor incide en el divisor de haz y
se subdividen dos haces iguales pero de dirección perpendi-
cular. A continuación tras reflejarse en los espejos, los haces
se recombinan en el cubo. Si la distancia recorrida por cada
uno de los dos subhaces es diferente los dos haces interfie-
Espejo
Espejo
Cubo divisor
Cámara digital
Figura 5. Esquema de un interferómetro de Michelson
Joaquín Cos Córcoles
189ÍNDICE
ren con diferente condición de fase. La figura 6 muestra una
fotografía del interferómetro puesto en marcha, mientras
que la fig. 2 muestra las franjas de interferencia obtenidas al
ser iluminado con un láser de He-Ne.
Este interferómetro se utiliza para calibrar las propieda-
des de modulación de fase del dispositivo electro-óptico de
cristal líquido. Al introducir el dispositivo en uno de los bra-
Figura 6. Interferómetro de Michelson
190 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
zos del interferómetro, éste introduce una fase adicional que
se mide analizando el interferograma a la salida del interfe-
rómetro. A la salida colocamos la cámara digital analizada en
el apartado 1, para la toma de medidas de las interferencias.
3.4 Medida de las propiedades de polarización de dispositivos
electro-ópticos de cristal líquido.
El último objetivo propuesto es la calibración de un dis-
positivo modulador de cristal líquido utilizando las técnicas
desarrolladas en los apartados anteriores.
3.4.1.- Calibración de amplitud y fase de un dispositivo LCD
pixelado
Los dispositivos electro-ópticos de cristal líquido (CL) es-
tán adquiriendo una creciente importancia por su versatili-
dad y bajo coste. En particular los dispositivos de visualización
(displays) de cristal líquido. Estos dispositivos son fabricados
en un gran número de materiales, predominantemente com-
puestos orgánicos sintéticos y naturales, que carecen de un
punto de fusión en el sentido estricto de la palabra: cuando
se calientan, en lugar de pasar de sólidos a líquidos, atravie-
san un estado intermedio, que recibe el nombre de cristal
líquido. Las moléculas en este estado de suelen encontrar su
Joaquín Cos Córcoles
191ÍNDICE
posición de mínima energía colocándose de forma aproxi-
madamente paralela, agrupándose en conjuntos llamados
dominios, y cada dominio poseen direcciones diferentes.
La mayoría de las propiedades de los CL tienen su origen
en la fuerte anisotropía que ofrecen sus moléculas: la magni-
tud de un parámetro determinado depende de la dirección
Figura 7. Esquema del dispositivo de calibración macroscópica de un
cristal líquido
192 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
en que se realice la medida. Así, por ejemplo, la mayor parte
de los CL presentan dos índices de refracción netamente di-
ferenciados n0 (índice de refracción ordinario, es decir el que
ve el vector campo eléctrico asociado a la onda luminosa que
atraviesa el CL cuando está situado en cualquier dirección
contenida en el plano normal al eje óptico de la molécula) y
ne (índice extraordinario, o sea, con el campo eléctrico para-
lelo al eje óptico de la molécula). Además podemos observar
como las propiedades eléctricas y magnéticas de los CL resi-
den también en la anisotropía de las moléculas. Respecto a
una excitación externa de tipo eléctrico, el material respon-
derá con dos permitividades dieléctricas distintas.
En este trabajo en concreto hemos utilizado un LCD ne-
mático que tienen un orden preferencial de largo alcance se-
gún una dirección determinada; no presentan, sin embargo,
ordenación en el plano normal a dicha dirección: los ejes de
las moléculas se sitúan de forma aproximadamente paralela
entre sí, pero sus posiciones relativas no están predetermi-
nadas. Existe una sola fase nemática y aparece a altas tem-
peraturas. Se usan de manera generalizada en aparatos de
proyección de imágenes. Estos aparatos suponen una alter-
nativa de coste moderado para la adquisición de modulado-
Joaquín Cos Córcoles
193ÍNDICE
res pixelados, con aplicaciones en campos como el procesa-
do de imágenes, la óptica difractiva o la óptica adaptativa.
Generalmente el fabricante no proporciona al usuario in-
formación sobre los parámetros físicos del dispositivo (tales
como la orientación del director del cristal líquido en la pan-
talla, el ángulo de giro de las moléculas, o la birrefringencia
del material) que determinan las propiedades de modula-
ción del dispositivo. Por esta razón se han propuesto en la
Figura 8. Red de difracción y polarizador anterior al modulador
194 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
literatura técnicas para su determinación experimental [1].
Posteriormente, mediante un ajuste de dos parámetros de
modulación es posible determinar con gran precisión las
propiedades de modulación del dispositivo en cualquier
configuración de polarización del sistema [2]. Este estudio
ha permitido obtener configuraciones de polarización de los
dispositivos LCD que proporcionan modulación bien pura de
fase, o bien pura de amplitud [3]. El procedimiento propues-
to en estos trabajos requiere la utilización de varias longitu-
des de onda para caracterizar unívocamente los parámetros
físicos del dispositivo.
En este trabajo hemos adoptado un punto de vista alter-
nativo consistente en estudiar la acción macroscópica del
LCD sobre el estado de polarización, sin atender a los valores
de los parámetros microscópicos que determinan esta ac-
ción. Este tipo de planteamiento fue propuesto por Yamuchi
y Eiju en la Ref. [4]. Aquí proponemos una variante de la técni-
ca de medida que permite hacer una caracterización precisa
y completa macroscópica del LCD, tanto de sus propiedades
de transmisión como de la modulación de fase. Esta técnica
macroscópica presenta como principales ventajas el necesi-
tar una sola longitud de onda, y el poder emplear el sistema
de coordenadas de laboratorio, en lugar del sistema propio
Joaquín Cos Córcoles
195ÍNDICE
del LCD. La figura 7 muestra una fotografía del sistema ópti-
co construido, donde podemos ver en el centro la pantalla
LCD que se ha utilizado. La figura 8 muestra un detalle del
polarizador lineal que se ha empleado.
Adjunto a esta memoria se presenta el trabajo presenta-
do en la 3a Reunión Española de Optoelectrónica “Optoel´03”,
celebrado en la Universidad Carlos III de Leganés, Madrid, los
días 14 a 16 de Julio de 2003, y que es un resumen exhausti-
vo del procedimiento propuesto. También adjunto se incluye
el póster que se presentó en dicha reunión científica.
Figura 9. Dispositivo LCD monopixel.
196 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
3.4.2.- Caracterización de un dispositivo LCD monopixel
en función de la longitud de onda.
Por otra parte, paralelamente al trabajo anterior, se ha rea-
lizado la caracterización de otro dispositivo LCD en función
de la longitud de onda (λ). En este caso se trata de un dispo-
sitivo LCD monopixel de la marca Jenoptics, como el que se
muestra en la figura 9.
El montaje consiste en una fuente de luz blanca (en la que
consideramos la banda de longitudes de onda en el rango
de 400 a 750 nm) que incide sobre un primer polarizador, a
continuación se sitúa el dispositivo LCD, y a la salida de éste
un segundo polarizador, que tiene una polarización igual o
perpendicular al primero. Por ultimo un espectrofotómetro
de la marca StellarNet INC conectado a un ordenador permi-
te medir en tiempo real los valores de irradiancia transmitida
para cada longitud de onda.
Mediante un generador de funciones, podemos controlar
la señal eléctrica enviada al LCD, y podemos variar la fase de
la luz transmitida, variando ésta de forma distinta para cada
longitud de onda. De esta manera la salida de la luz tras pa-
sar por el segundo polarizador no es constante, y puede con-
trolarse mediante la tensión eléctrica aplicada.
Joaquín Cos Córcoles
197ÍNDICE
3.5 Filtros ópticos de selección de longitud de onda multicapas
de materiales birrefringentes.
Finalmente hemos trabajado en el desarrollo de filtros
ópticos multicapas aprovechando la propiedad de la birre-
fringencia que posee un material de uso común como es el
papel celo. Esto nos ha permitido obtener filtros con una res-
puesta deseada en frecuencia (longitud de onda) y con un
coste de fabricación notablemente menor que otros filtros
multicapa fabricados con otros materiales más caros.
Figura 10. Esquema de un filtro Lyot-Ohman de 4 estados.
198 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
En primer lugar, hemos realizado un estudio de los filtros de
Lyot-Ohman. Estos filtros están formados por medios anisótro-
pos compuestos en una serie de cristales desfasadores y pola-
rizadores. Estos cristales están orientados con un ángulo azi-
mutal de 45° respecto al eje del polarizador y van aumentando
su grosor de forma proporcional d, 2d, 4d, 8d, etc. Entre cada
2 cristales situamos un polarizador con su eje de transmisión
paralelo al eje coordenado vertical. Además situamos también
dos polarizadores, uno a la entrada del sistema y otro a la salida,
con la misma orientación del eje de transmisión que el resto de
polarizadores. La figura 10 muestra un esquema de un filtro de
Lyot-Ohman con 8 segmentos.
Otro tipo de diseño, más útil por cuanto pueden reali-
zarse solamente con materiales desfasadores, son los filtros
conocidos como filtros birrefringentes de Solc. Existen dos
tipos Ref. [5]
–Filtros de Solc alternados: Están compuestos por sucesi-
vas capas de material ópticamente anisótropo, cuya orienta-
ción toma ángulos +θ y -θ en capas sucesivas.
–Filtros de Solc con giro: Están compuestos por sucesivas
capas de material anisótropo, pero la orientación de cada
capa va creciendo proporcionalmente desde la primera a la
ultima, desde 0º hasta 90º.
Joaquín Cos Córcoles
199ÍNDICE
En muchos casos los filtros operan cuando se sitúan entre
dos polarizadores lineales.
Hemos realizado filtros de este tipo utilizando propieda-
des ópticas de un material de uso común como es el políme-
ro presente en el celo.
Hemos realizado una caracterización óptica de las pro-
piedades de birrefringencia del polímero del celo, y poste-
riormente lo hemos utilizado para la realización de filtros de
Solc.
La figura 11 muestra la transmisión de 8 capas de celo
dispuestas paralelas, cuando se colocan entre 2 polarizado-
Polarizadores Paralelos 8 capas
0.00
0.10
0.20
0.30
0.40
0.50
0.60
0.70
0.80
0.90
1.00
1.10
400 450 500 550 600 650 700 750 800 850 900
Longitud de onda (nm)
Irrad
ianc
ia n
orm
aliz
ada
45-45
-45--45
Figura 11. Transmisión de 8 capas de celo situadas entre polarizadores.
200 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
res lineales. Las medidas se han tomado con el espectro-fo-
tómetro mencionado anteriormente.
Como podemos comprobar un aumento en el número de
capas que forma cada cristal genera un selección en longitud
de onda cada vez más angosta, tal y como predice la teoría.
Este hecho nos permite hacer el filtro todo lo selectivo
que queramos con solo añadir un mayor número de cristales
formados a su vez cada uno con un mayor número de capas
al conjunto que conforma el filtro ya existente.
Figura 12. Transmisión de un filtro de Solc alternado.
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
400 450 500 550 600 650 700 750
Longitud de onda (nm)
Inte
nsid
ad re
lativ
a tra
nsm
itida
ExperimentoSimulacion
Joaquín Cos Córcoles
201ÍNDICE
La figura 12 muestra el resultado experimental de la trans-
misión de un filtro de Solc alternado, que da una respuesta
centrada en el color verde del rango electromagnético visible.
3.6 Futuro desarrollo.
El objetivo final que pretendemos es la combinación de
ambos proyectos, para que así nos permita generar filtros
ópticos multicapa de material birrefringente que, además de
poseer un banda de paso lo suficientemente estrecha para
un determinada longitud de onda, nos permita, gracias a
la acción del LCD de un único píxel, cambiar la longitud de
onda para la cual el filtro es paso banda, es decir generar fil-
tros selectivos en longitud de onda.
3.7 Referencias.
[1] J. A. DAVIS, D. B. ALLISON, K. G. D’NELLY e I. MORENO, “Ambiguities
in measuring the physical parameters for twisted nematic
liquid crystal spatial light modulators”, Opt. Eng. 38, 705-
709 (1999)
[2] A. MÁRQUEZ, J. CAMPOS, M. J. YZUEL, I. MORENO, J. A. DAVIS, C. IEMMI,
A. MORENO y A. ROBERT, “Characterization of edge effects in
twisted nematic liquid crystal displays” Opt. Eng. 39, 3301-
3307 (2000)
202 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
[3] A. MÁRQUEZ, C. IEMMI, I. MORENO, J. A. DAVIS, J. CAMPOS y M. J. YZUEL,
“Quantitative prediction of the modulation behavior of
twisted nematic liquid crystal displays”, Opt. Eng. 40, 2558-
2564 (2001)
[4] M. YAMAUCHI y T. EIJU, “Optimization of twisted nematic li-
quid crystal panels for spatial light phase modulation”,
Opt. Comm. 115, 19-25 (1995)
[5] P. YEH, “Optical waves in layered media”, John Wiley & Sons
(1987)
4.- Conclusiones
El trabajo desarrollado a completado y superado los ob-
jetivos propuestos en la solicitud de esta ayuda. El trabajo
realizado está siendo ya utilizado como parte de los conte-
nidos, tanto teóricos como experimentales, de la asignatura
“Laboratorio de Opto-electrónica”, que los profesores Ignacio
Moreno y Mª del Mar Sánchez imparten en las titulaciones
de Ingeniería de Telecomunicación e Ingeniería Técnica de
Telecomunicación de la Universidad Miguel Hernández.
Los resultados obtenidos han sido ya publicados en el li-
bro de actas de la Reunión Nacional de Optoelectrónica ce-
lebrada el verano pasado en la universidad Carlos III de Ma-
drid. En este momento estamos elaborando una publicación
Joaquín Cos Córcoles
203ÍNDICE
en forma de artículo científico en una revista de carácter in-
ternacional.
El trabajo desarrollado ha puesto las bases sobre la cual
los estudiantes podrán completar la realización de un pro-
yecto fin de carrera con el que completar sus estudios de In-
geniería de Telecomunicación.
En Elche a 24 de marzo de 2004
Joaquín Cos Daniel Puerto
Jose Ángel Velasco Rafael Díaz-Pavón
Vto. Bno.
Ignacio Moreno Mª del Mar Sánchez
Catedrático de Escuela Universitaria Titular de Escuela Universitaria
204 ÍNDICE
Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización
José Escolano Carrasco
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión
acústica
1. Justificación y objetivos
Mi interés en las líneas de transmisión acústi-ca (LTA) se puso de manifiesto hace un año, cuando observé ciertos experimentos que se
estaban realizando con la misma en el Laboratorio de Electroacústica de la Escuela Politécnica Superior de al Universidad de Alicante. La sencillez del sistema, jun-to con las escasa proliferación de estos altavoces, des-pertó una inquietud que pronto se convertiría en germen del presente trabajo. Más tarde, en conversaciones con mi director del proyecto, Basilio Pueo, descubrí que las líneas de transmisión, al contrario que las clásicas ca-jas cerradas o Bass Reflex, no estaban comple tamente modeladas a partir de circuitos equivalentes de la teoría electroacústica. Tras la búsqueda del último modelo pro-puesto, que apareció en la revista del Audio Engineering Society, volumen del año 2001, surgió la idea de validar el mismo experimentalmente y, a ser posible, introducir alguna mejora tras el análisis crítico de los resultados.
206 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
En coherencia con los conocimientos de cajas acústi-cas adquiridos durante los estu dios, he considerado que el aire alrededor de la salida de la línea se comporta como una impedancia de radiación y, en consecuen-cia, he insertado el modelo del mismo a baja frecuencia como “carga” sobre la que la salida de la línea disipa potencia acústica. La presión, en este caso, se obtiene a partir de la velocidad volumétrica que atraviesa dicha resistencia.
Considerando que en un trabajo fin de carrera como el presente, en el que se tratan diversas disciplinas como la física mecánica, acústica, la teoría de circuitos eléctri-cos y el tratamiento de la señal, he hecho un gran es-fuerzo por mantener el rigor y la coherencia a lo largo del trabajo. Un ejemplo de ello es el desarrollo y particulari-zación de la ecuación de Webster para la geometría de la línea de transmisión. Sin embargo, el planteamiento del circuito equivalente del altavoz dinámico no supone un aporte fundamental, tan sólo es una herramienta de la que hago uso para obtener resultados sustanciales. El contexto indicará si el resultado ha sido incluido como parte del rigor y la cohesión del discurso o bien si se trata de una novedad que aporta el trabajo.
José Escolano Carrasco
207ÍNDICE
En este sentido, ofrezco lo que, en mi opinión y la de mi director de proyecto, son las principales contribucio-nes del proyecto al modelo de la línea de transmisión acústica.• En el capítulo 3, he comprobado como se puede particu-
larizar la ecuación de Webster, tradicionalmente usada como modelo de bocinas, para la línea de transmisión acústica. He derivado, a partir de ella, el valor de los elementos del circuito equiva lente LC y he acotado el margen de frecuencias en los que el modelo es válido.
• En el capítulo 4, he desarrollado una matriz singular de parámetros de transmisión que sintetiza las n unidades LC en las que se divide la línea. De este modo, el cua-dripolo planteado, que es independiente del número y la naturaleza de las sec ciones, puede ser simulado fá-cilmente.
• En el capítulo 5, ha obtenido la presión que genera la boca de la línea como pro ducto complejo de la veloci-dad volumétrica que atraviesa los límites del recinto y la aproximación en baja frecuencia de la impedancia acústica de radiación de un pistón al final de un tubo. En los modelos de la bibliografía técnica, el acopla-miento mecánico acústico se considera ideal.
208 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Parte de los resultados del presente trabajo han sido presentados en los siguientes congresos:• “Advanced electric lumped model of a Transmission
Line Loudspeaker System”, III European Congress on Acoustics, Forum Acusticum, Sevilla, September 2002.
• “Influence of the perfomance parameters in a Trans-mission Line Loudspeaker System”, III European Con-gress on Acoustics, Forum Acusticum, Sevilla, Septem-ber 2002.
• “Modelo eléctrico avanzado para la simulación de lí-neas de transmisión acústica”, XXVII Simposium Na-cional de la Unión científica Internacional de Radio, UR-SI2002, Madrid, Septiembre 2002.
2. Formulación del modelo de línea de transmisión
acústica
En este apartado se desarrolla un modelo teórico vá-lido para la LTA. De manera progresiva se pretende dar una visión global de la génesis a la solución planteada en el presente trabajo. Considerando como punto inicial el desarrollo de Webster para bocinas, se muestran las
José Escolano Carrasco
209ÍNDICE
evoluciones y modificaciones pertinentes hasta llegar a un modelo más completo y específico.
2.1. La ecuación Webster de la bocina
En esencia, una bocina consiste en un tubo de sec-ción variable con un generador de presión o altavoz. El altavoz se sitúa en un extremo, llamado garganta, de la misma sección que el diafragma del altavoz. En el otro extremo, de mayor sección, se encuentra la boca. De-pendiendo de la forma en que varía la sección desde la boca hasta la garganta, se obtiene un valor de impedan-cia de radiación al diafragma. De esta manera, la impe-dancia de radiación puede disminuir, ofreciendo un valor de resistencia equiparable al que ofrece al aire, y así se obtiene mayores valores de eficiencia en un amplio ran-go de frecuencias.
Webster (nota 1) se interesó en conocer los valores de impedancia que cargan al diafragma por mediación de una bocina. Definió la impedancia acústica como la relación entre la presión y el volumen desplazado y citó una analogía entre la corriente y la velocidad volumétrica o flujo. Tras una serie de desarrollos sobre la impedan-cia, introduce la ecuación diferencial para las bocinas
210 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
(1)
donde p es la presión instantánea, t es el tiempo, c es la velocidad del sonido, x es la distancia en el eje de la bocina y S(x) es la sección transversal para la posición x, como describe la figura 1.
Webster obtiene como solución a la ecuación (1) una serie de funciones de transformación de impedancia bili-neal particularizando para variaciones de sección distin-tas; en su caso, encontró solución para tubos cilíndricos, bocinas cónicas y exponenciales.
Figura 1: Relación de superficies en una bocina genérica
∂2p
∂t2= c2
[1
S(x)∂
∂x
(S(x)
∂p
∂x
)],
José Escolano Carrasco
211ÍNDICE
El desarrollo seguido por Webster parte de las premi-sas de la existencia de ondas 1P (nota 2) como solución a la ecuación planteada.
2.2. Modelo eléctrico con elementos concentrados
yuxtapuestos
Sin duda, el aspecto más relevante de este trabajo es la propuesta de un modelo electroacústico de la LTA. Para ello, es conveniente mostrar en primer lugar el mo-delo sin absorbente. El modelo adoptado que sirve como base es el de la bocina de sección constante.
Locanthi describe el método para obtener el circuito equivalente de una bocina. Gen eralmente, la sección de una bocina es proporcional a la de la garganta S0 me-diante alguna función analítica, de x con lo que se defi-nen las secciones
(2)(3)
donde Sm es la sección de la boca (mouth, en in-glés).
S(x) = S0f(x)Sm = S0f(l),
212 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
A partir de la ecuación Webster (1), se aplica la ecua-ción de superficie (2)
(4)
Integrando respecto el tiempo t
(5)
Expresando la ecuación (5) en forma de diferencias finitas se llega a la expresión
(6)
Resulta más sencillo partir de un circuito y demostrar que se aproxima a la ecuación de partida. Se propone el siguiente circuito
∂
∂x
[1ρ0
S0f(x)∂p
∂x
]dx =
1ρ0c2
S0f(x)∂2p
∂t2dx.
∂
∂x
[1ρ0
S0f(x)∫
∂p
∂xdt
]dx =
1ρ0c2
S0f(x)∂p
∂tdx.
1Δx
[S0f(xn + 1/2)
ρ0
∫(pn+1 − pn)dt +
S0f(xn + 1/2)ρ0
∫(pn−1 − pn)dt
]
=1
ρ0c2S0f(xn)
(∂p
∂t
)n
Δx.
José Escolano Carrasco
213ÍNDICE
Figura 2: Circuito equivalente de la bocina
Examinando la figura 2 se obtiene la expresión que define la asociación de elementos LC para una malla n
(7)
En analogía movilidad, la intensidad puede tomarse como presión. Sustituyendo in por p en (7) y comparando el resultado con (6), se puede identificar los valores de los elementos eléctricos del circuito de la figura 2
(8)
(9)
(10)
1CM(n+1/2)
∫(in−1 − in)dt +
1CM(n−1/2)
∫(in−1 − in)dt = LMn
∂in∂t
.
LMn =S0f(xn)Δx
ρ0c2
CM(n−1/2) =ρ0Δx
S0f(xn+1/2)
Vn+1/2 = −S0f(xn+1/2)ρ0Δx
∫(pn−1 + pn)dt
= −S0f(xn+1/2)ρ0
∫∂p
∂xdt.
214 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Teniendo en cuenta las consideraciones de continui-dad
(11)
(12)
En la garganta f(0) = 1, entonces la impedancia in-dicada por (12) es mayor que S2
0. Por lo tanto, la impe-dancia de la bocina debe ser modificada por el factor S2
0 para cumplir la condiciones de contorno en la garganta
(13)
(14)
donde LAn es el valor de compliancia acústica y CA(n+1/2)
es el de masa acústica, en analogía movilidad, de la n-ésima división, teniendo en cuenta que el subíndice (n + 1/2; hace referencia a los elementos en paralelo.
En cualquier punto de de la bocina, la impedancia ca-racterística queda definida de la siguiente manera
Vn+1/2 =S0f(xn+1/2)
ρ0ρ0u = S0f(xn+1/2)u
Vn+1/2
in=
S0f(xn+1/2)up
.
LAn =1S2
0
LMn =f(xn)Δx
ρ0c2S0
CA(n+1/2) = S20CMn =
ρ0S0Δx
f(xn+1/2),
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215ÍNDICE
(15)
ya que para valores suficientemente pequeños de ∆x, se cumple
El area de la boca se define como Sm = S0 f (l).
Figura 3: Circuito equivalente completo de un sistema altavoz-
bocina
Lógicamente, la impedancia de terminación calcula-da debe ser multiplicada por S2m/S20 para proporcionar una adecuada terminación a la boca de la bocina.
2.3. Obtención del modelo de una línea de transmisión
acústica a partir del modelo de bocina
En este punto se introduce el concepto de línea de transmisión acústica (LTA). Las líneas de transmisión
Z−1A0 (x) =
√LAn
CA(n+1/2)=
√f(xn)ρ0c2S0
f(xn+1/2)ρ0S0
=f(xn)ρ0cS0
,
√f(xn)f(xn+1/2) = f(xn).
216 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
acústica son un tipo de caja acústica abierta, en la que la onda de presión generada en la parte posterior del diafragma atraviesa un tubo relleno de material absor-bente, de tal manera que la suma de ambas radiaciones permite conseguir una extensión de la respuesta en baja frecuencia hasta un tercio de octava. Debido a la natu-raleza de este tipo de sistemas, se puede suponer sin falta de rigor, que una LTA sin absorbente tiene el mismo comportamiento, con algunas modificaciones, que, una bocina.
Figura 4: Esquema de una LTA sin absorbente
Es conveniente en este punto reseñar las diferencias fundamentales de una LTA re specto de una bocina1. La respuesta global de una LTA se compone de la
suma de dos respuestas distintas. La bocina sólo emi-te por la boca.
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217ÍNDICE
2. En la LTA, desaparece la cavidad existente entre dia-fragma y bocina ya que S(O) = SD.
El primero de los puntos conlleva la aparición de una impedancia de radiación en la parte perteneciente al al-tavoz. En cuanto a la radiación que aparece en la parte posterior, ya que no se considera en la bibliografía con-sultada o se da un valor constante, en este apartado no se tendrá en cuenta.
El hecho de que el altavoz esté inmerso en la LTA, provoca que no exista una cavidad entre el diafragma y el recinto, con lo que la compliancia que surge en las bocinas no tiene sentido en este modelo. Además, esto hace innecesaria la aparición del transformador, ya que la relación entre velocidades volumétricas en ambas ca-ras del diafragma son las mismas. El transformador sólo tiene sentido cuando existen cámaras de compresión, donde la superficie de salida de dicha cámara es menor que la del diafragma.
A partir de dichas consideraciones se presenta una primera aproximación del modelo de una LTA
La figura 5 es un circuito de elementos acústicos, don-de cada división de la línea toma los siguentes valores de masa y compliancia acústica
218 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
(16)
(17)
donde S0 y Sn son el crea de la garganta y de cada una de las secciones relativas a cada n-ésima división, KS es la relación entre ambas creas y ∆x es la longitud de cada una de las secciones.
La impedancia de radiación del altavoz viene incluida en RAS Y CAS. Teniendo presente que se trata de un mo-delo en analogía movilidad, RAS es el paralelo de RAD y RARspreaker. Por la misma razón CAS es el paralelo de CAD y CARpeaker, donde éstas son las inversas de MAD y MARspeaker
respectivamente.Por otra parte, resulta necesario especificar el número
de unidades elementales que se deben practicar sobre
Ln =S0KSΔx
ρ0c2=
SnΔx
ρ0c2=
Vn
ρ0c2= CAn,
Cn =ρ0Δx
S0KS=
ρ0Δx
Sn= MAn,
Figura 5: Modelo acústico de una línea de transmisión sin
absorbente los siguientes valores de masa y compliancia acústica
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219ÍNDICE
la longitud total de la LTA. El tamaño de cada elemento debe ser tal que una señal tonal apenas cambie de fase en la salida respecto a la entrada. Por esta razón, la lon-gitud de onda máxima que se debe considerar es de
La discretización de la línea permite que cualquier tipo de variación que sufra la sección pueda ser modelada con independencia de la geometría que se desee adop-tar. El grado de similitud ante una geometría arbitraria viene dado, lógicamente por el número de secciones.
2.4. Adición al modelo los efectos del material absorbente
Aunque no existe un modelo completamente acep-tado de la LTA, en la literatura técnica de ingeniería de sonido, se han publicado estudios acerca de la variación de una serie de parámetros que permite modificar la res-puesta tanto de nivel de presión como de impedancia. En el apartado anterior puede observarse como la longitud y la relación entre areas de diafragma y del recinto influye directamente sobre la respuesta del sistema. Otro pa-rámetro conocido en la influencia de la respuesta, es el uso de material absorbente en el interior de la línea.
λmax
10≤ Δx.
220 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Una de las consecuencias que tiene el uso de este tipo de recinto acústico, es que la LTA, como cualquier recinto abierto por un extremo y cerrado por el otro, po-see unas frecuencias en las que ZM0 visto por el altavoz, tiende a infinito, situadas en
(19)
donde l es la longitud de la línea. Cuando se produ-cen dichas frecuencias, en la garganta e produce un ni-vel mínimo de presión, mientras que en la apertura de la boca, se produce un máximo. La consecuencia es una serie de ondas estacionarias en dichas frecuencias, ca-racterizadas por un desfase de 90° entre los extremos.
f =(n− 1)c
2ln > 0,
Figura 6: Representación de los primeros modos de una LTA
José Escolano Carrasco
221ÍNDICE
Este fenómeno puede ser aprovechado al fijar la lon-gitud de la LTA en un cuarto de on da de la frecuencia de resonancia del altavoz. Este proceso, también llamado sintonización, reduce la frecuencia en la se produce el cortocircuito acústico (nota 3).
Cuando la onda anterior y posterior de la LTA se unen a esta frecuencia, lo hacen con un desfase de 90°, lo cuál evita su cancelación y por tanto, cortocircuito acústi-co. En consecuencia, las LTA se diseñan con longitudes l = .λr/4, donde ∆r es la longitud de onda de la frecuencia de resonancia del altavoz. Lógicamente, también se con-sidera la posibilidad de sintonizar la línea a frecuencias relacionadas armónicamente con la de resonancia.
Por otra parte, dichas frecuencias modifican la res-puesta global con la aparición de picos de presión lo suficientemente relevantes como para la respuesta del sistema no pueda ser considerada como plana. Con el fin de amortiguar dichos picos se introduce un nuevo pa-rámetro: el material absorbente.
Diversos experimentos denotan que, aunque el au-mento de material absorbente aplana la frecuencia, con-tribuye en un aumento de la frecuencia de corte, lo que obliga a una solución de compromiso. Un aumento con-
222 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
siderable de dicho material conlleva la absorción com-pleta de la radiación posterior y el comportamiento del sistema resulta equivalente al de una caja cerrada, con el consiguiente aumento de la frecuencia de corte.
El parámetro que resulta más cómodo es el densidad de empaquetamiento D, definida como la relación entre la masa de material absorbente y el volumen donde se situa, en éste caso, el volumen de la LTA.
Según los estudios realizados por Augspurger, el ma-terial absorbente se caracteriza sobre el modelo de la figura 5 copio una resistencia acústica de valor variable en paralelo con el elemento capacitivo de cada una de las secciones en las que se divide la LTA.
Figura 7: Modelo acústico de una línea de transmisión con
absorbente
Dicho modelo queda representado en la figura 7. El parámetro Rn, que representa la resistencia acústica, no
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223ÍNDICE
es un parámetro tan directo como lo son Cn y Ln (ecua-ciones (17) y (16)), ya que no existe una función que determine la relación entre la densidad de empaqueta-miento D y Rn.
2.5. Adición al modelo la radiación de un pistón circular rígido
Tras el estudio de los diferentes modelos, una de las primeras apreciaciones que se puede realizar es que no aparecen datos completos relativos a las impedancias de radiación. Como se ha mencionado anteriormente, la res-puesta de un sistema con las características de una LTA está compuesta por la contribución de dos niveles de pre-sión distintos. Por tanto, aparecen dos elementos radian-tes en el modelo, uno para el altavoz y otro para la boca.
El modelo anterior de la figura 7, es una ligera modifi-cación del propuesto por Augsperger, que no incluía las impedancias de radiación. Sólo en el modelo de una bo-cina se men ciona la impedancia de radiación, pero sólo a altas frecuencias, y únicamente situado en la boca.
Una de las principales aportaciones de este trabajo es la de presentar un modelo completo de una LTA que incluye como elemento radiante el de un pistón situado al final de un tubo en la boca del sistema.
224 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Tras el estudio y desarrollo de un modelo computa-cional, aparece la necesidad de incluir una impedancia de radiación situada en la boca. Para evaluar el compor-tamiento del altavoz en la línea, se elige el modelo de un pistón situado al final de un tubo, cuya impedancia viene dada por
(20)
donde δ = 0,6133, es una constante propia de la ex-presión y a es el radio del pistón. La ecuación (20) posee la misma forma que la de un pistón en pantalla infinito, pero con distintos valores. La impedancia de radiación describe la oposición que ejerce el medio sobre el flujo de aire a ser expelido en la boca de la LTA.
A partir de los modelos de las figuras 5 y 7 y de la mo-dificación comentada en el presente apartado, se pre-senta el modelo completo propuesto en la figura 8.
ZAR = 4δ2 ρ0c
πa2+ jδ
ρ0ω
πa,
Figura 8: Modelo completo de una línea de transmisión acústica
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225ÍNDICE
3. Simulación de líneas de transmisión acústica
El cálculo de las funciones que determinan el compor-tamiento de sistemas electroacústi os complejos, como las LTA es un proceso complicado y tedioso, tanto para ambos niveles de presión sonora como para la impedan-cia eléctrica. Dada la capacidad actual de los sis temas informáticos, se propone un método para la obtención de la respuesta global del sistema con baja carga computa-cional y resultados excelentes.
Es necesario desarrollar el modelo matemático de cada una de los componentes que intervienen en los ele-mentos finitos en los que se divide la LTA.
Figura 9: Situación de las impedancias de radiación en una LTA
En la figura 9 se muestra la distribución de estos ele-mentos. Cada unidad es susceptible de ser caracteriza-
226 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
do como un cuadripolo, es decir, como una matriz que proporcione una relación entre las variables de entrada y salida. Éstas variables, situadas en los extremos de cada uno de los elementos finitos caracterizados, son las presiones, Pi y P0, y velocidades volumétricas, Ui y Uo.
Dada la disposición en cascada de dichos elementos, el modelo de cuadripolos de transmisión, como el mos-trado en la figura 10, resulta adecuado.
Figura 10: Modelo de cuadripolo para modelización de los
elementos finitos de una LTA.
Sea el modelo de ecuaciones de cuadripolos de trans-misión descrito por las ecuaciones (21) y (22)
(21)
(22)
donde cada una de las variables se define mediante las ecuaciones
Ui = A · Uo + B · (−po)pi = C · Uo + D · (−po),
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227ÍNDICE
(23)
(24)
(25)
(26)
que como cualquier sistema de ecuaciones, susceptible de ser representado en la forma matricial.
La ventaja principal que ofrece este tipo de cuadripo-los es, que para disposiciones en tascada, se obtiene un único cuadripolo como resultado de multiplicar consecu-tivamente cada una de las matrices de los cuadripolos que caracterizan las divisiones que se realiza sobre la LTA. Es decir,
(27)
Para el presente modelo, se caracteriza como cuadri-polo unitario el modelo de la figura 11
A =Ui
Uo
∣∣∣∣po=0
B =Ui
−po
∣∣∣∣Uo=0
C =pi
Uo
∣∣∣∣po=0
D =pi
−po
∣∣∣∣Uo=0
.
(Ui
pi
)=
(Ai−1 Bi−1
Ci−1 Di−1
) (Ai Bi
Ci Di
) (Uo
−po
).
228 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Figura 11: Cuadripolo unidad genérico de una LTA
Aplicando las definiciones (23), (24), (25) y (26) al modelo de la figura 11, se obtiene el siguiente sistema
(28)
La expresión anterior ya está preparada para trans-formarla en una matriz genérica aplicando la propiedad (27)) sobre la ecuación (28). El resultado es un cuadripo-lo [ln] que modela los n elementos LCR en cascada y se ilustra en la figura 12.
(Ui
pi
)=
(jω Li
Ri− ω2LiCi + 1 jωLi1
Ri+ jωCi 1
) (Uo
−po
).
Figura 12: Modelo del sistema con matriz de cuadripolo reducido
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229ÍNDICE
Obtenido el cuadripolo genérico, se calcula el nivel de presión ejercido por el altavoz y por la boca.
4. Estudio experimental del cambio en los parámet ros
A continuación se presentan las medidas realizadas tanto de niveles de presión como de impedancia eléctri-ca de entrada variando los principales parámetros que se han definido a lo largo del proyecto: longitud de la línea 1, relación entre secciones S0/SD y densidad de empaquetamiento del material absorbente D. Además, el proyecto presenta una serie de simulaciones con las mismas características para el altavoz y dimensiones de la LTA.
4.1. Longitud de la línea
En teoría, sintonizar una línea de transmisión a su frecuencia λ/4 es elegir una longitud cuatro veces menor que la asociada a la resonancia mecánica del altavoz que aloja. Sin embargo, con el fin de evaluar el compor-tamiento de la misma cuando su longitud es menor, se han restado longitudes de tal modo que entre una lon-gitud y la anterior, exista una diferencia de un tercio de octava en sus frecuencias de ajuste.
230 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
En las figuras 13 a), b) y c), puede apreciarse como para una relación de secciones y densidad de empa-quetamiento constantes, la influencia del cambio de lon-gitudes, se refleja en la posición de las frecuencias de resonancia y por ende, de su distancia relativa. El com-portamiento se caracteriza por una disminución confor-me la longitud crece. Por otra parte, la posición de las resonancias se desplazan hacia bajas frecuencias. Para las frecuencias λ/4, se observan mínimos de presión en la respuesta del altavoz y máximos para la boca.
Al mismo tiempo, conforme aumenta la longitud, la relación entre las amplitudes de los dos picos a frecuen-cias de resonancia disminuye. En caso de que la longi-tud tendiese a infinito, las distancias relativas entre fre-cuencias lo harían a cero y disminuiría la diferencia de los niveles de presión, siendo ambas radiaciones iguales y sin interferirse. En tal caso, el altavoz se encontraría en condición de pantalla infinita.
En el otro caso extremo, es decir, si la longitud dismi-nuyese tendiendo a cero, au mentaría la distancia entre la frecuencia de resonancia y los armónicos, con ten-dencia a infinito. En este caso, se trataría de un altavoz radiando libremente.
José Escolano Carrasco
231ÍNDICE
Figura 13: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de So/SD = 2, 2, D = 0 kg/m3 y a) l = 1,04 m, b) l = 1,31 m, c) l
= 2,62 m. Altavoz (continua), boca (discontinua).
Al igual que ocurre con los niveles de presión, la im-pedancia eléctrica de entrada debe reflejar las modifica-ciones realizadas sobre la longitud de la línea. El módu-
232 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
Figura 14: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de So/SD = 2, 2, D = 0 kg/m3 y a) 1 = 1, 04 m, b) l =
1, 31 m, c) l = 2,62 m.
ΩΩ
Ω
lo la impedancia refleja máximos en las frecuencias de resonancia, donde la primera posición coincide con la resonancia mecánica del altavoz. Como puede obser-
José Escolano Carrasco
233ÍNDICE
varse en las figuras 14 a), b) y c), la distancia relativa de las frecuencias de resonancia disminuye inversamente con el aumento de la longitud. Por otro lado, el módulo de la resonancia asociada al altavoz aumenta cuando la línea decrece, mientras que el modo λ/4 y armónicos disminuye. Como ya se ha mencionado para la presión, en el límite, sí la longitud tiende a cero, el módulo de la resonancia del altavoz sería máxima y nulos los modos de resonancia, es decir, se encontraría radiando en con-dición de pistón libre.
Es importante hacer notar que el primer pico de impe-dancia sufre un ligero desplaza miento a bajas frecuen-cias conforme aumenta la longitud de la línea. Dicho desplazamiento supone un hecho inesperado, ya que la frecuencia de resonancia es una característica que no debería modificarse puesto que la línea no “encierra” al altavoz, modificando la com pliancia del sistema. Una po-sible explicación es que el aire situado en el interior de la LTA se añada a la masa mecánica del altavoz, provo-cando una disminución en su frecuencia de resonancia, al igual que ocurre con la técnica de masa añadida en radiadores pasivos.
234 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
4.2. Relación de secciones
La relación entre las superficie de diafragma y la sec-ción de la línea revela un control significativo sobre el
Figura 15: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de l =
1, 04 m, D = 0 kg/m3 y a) So/S
D = 2, 2, b) S
o/SD = 3, c) S
o/S
D = 5. Altavoz
(continua), boca (discontinua).
José Escolano Carrasco
235ÍNDICE
control de las amplitudes de los niveles de presión a las frecuencias de resonancia.
En las figuras 15 a), b) y c), puede apreciarse como, para una longitud y densidad de empaquetamiento cons-tantes, el aumento de la sección de la LTA permite dismi-nuir la diferencia de nivel a las frecuencias λ/4. En cuan-to a la posición de las frecuencias de resonancia, dicho aumento supone un desplazamiento relativo de dichos picos de nivel de presión y una translación conjunta ha-cia bajas frecuencias.
Si la sección de la LTA tendiese a infinito, las frecuen-cias tenderían a unirse en una única frecuencia de re-sonancia, caso en el que el altavoz se encontraría en situación de pistón en pantalla infinita.
Como puede comprobarse, este comportamiento es similar al que ofrece la variación de la longitud en la lí-nea.
Mientras que este parámetro no supone una novedad respecto a las variaciones que introduce la modificación de la longitud, la relación de secciones se muestra deter-minante para la impedancia eléctrica de entrada. Como puede observarse en las figuras 14 a), b) y e), cuanto mayor es la sección de la línea respecto al altavoz, ma-
236 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
yor es la magnitud de la impedancia para la resonancia del altavoz fs y menor para el resto de modos propios. Si la longitud de la línea controla la posición conjunta de
Figura 16: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de l = 1, 04 m, D = 0 kg/m3 y a) S0/SD = 2, 2, b) SO/SD
= 3, c) So/SD = 5.
ΩΩ
Ω
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237ÍNDICE
la resonancia mecánica del altavoz y de las frecuencias λ/4, la relación So/SD varía la distancia en frecuencia en-tre ellos. En las figuras 16 a), b) y c), a medida que So aumenta, los máximos tienden a unirse en la frecuencia de resonancia del altavoz, la cuál se desplaza a alta fre-cuencia, mientras que las λ/4 lo hacen a bajas frecuen-cias. Esto confirma lo expuesto anteriormente respecto al caso extremo de que la sección tendiese a infinito, ya las resonancias tenderían a una única frecuencia, la de resonancia del altavoz, caso en el que aparece el fenó-meno de pistón en pantalla infinita.
4.3. Densidad de empaquetamiento
Quizá sea le parámetro más importante, ya que “mo-dela” la curva de niveles de presión e impedancia. Ade-más es éste el parámetro que permite diferenciar una LTA de un altavoz en un tubo resonante o de ondas pla-nas.
Partiendo de una línea de sin absorbente, se va au-mentando la cantidad de material absorbente por unidad de volumen interno para conseguir las densidades de empaque tamiento D deseadas.
238 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
En las figuras 18 a), b), c) y d), se observa el resulta-do de las medidas en laboratorio para cuatro densidades distintas de empaquetamiento. Dichas figuras muestran que el ma terial absorbente no modifica la posición de la frecuencia de resonancia λ/4 ni armónicos de forma apreciable. El efecto que tiene D está relacionado con el aplanamiento progresi vo de los picos provocado por las resonancias conforme aumenta la cantidad de material absorbente.
La radiación en la boca sufre una disminución con-siderable conforme D aumenta, lo que equivale a una menor contribución en el nivel de presión sonora global. Como ya se ha mencionado, la radiación en la boca es la responsable de una extensión de la respuesta, es ra-
Figura 17: Relación entre D y RAn
para n = 100
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239ÍNDICE
Figura 18: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de l = 2,62 m, S0o/SD = 2,2 y a) D = 0 kg/m3, b) D = 1,5 kg/m3, c) D = 3 kg/m3, d) D = 8 kg/m3. Altavoz (continua), boca
(discontinua).
240 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
zonable pensar que conforme D aumenta, el ancho de banda del sistema será menor. Por tanto, es necesario llegar a una solución de compromiso entre el rizado de la respuesta y su ancho de banda.
Al observar las figuras 19 a), b), c) y d), la información que ofrece la impedancia eléctrica de entrada respecto a las frecuencias de resonancia de la línea es la misma que en presión, es decir, conforme D aumenta, el módulo de dichas frecuencias se ve reducido. Quizás de forma algo más notable, se observa cierto desplazamiento a bajas frecuencias de las frecuencias λ/4, pero este de-cremento apenas es relevante.
La información más importante que ofrece la impe-dancia eléctrica de entrada es la referida a la frecuen-cia de resonancia mecánica del altavoz. Se observa un desplazamiento a bajas frecuencias, no obstante el módulo apenas sufre una reducción de amplitud. En el caso extremo de una D lo suficientemente elevada, la frecuencia A/4 y sus armónicos desaparecerían, y sólo se mantendría la frecuencia de resonancia mecánica del altavoz, dando lugar a una respuesta igual que la de caja cerrada.
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241ÍNDICE
Figura 19: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de l = 2,62 m, So/SD = 2,2 y a) D = 0 kg/m3, b) D = 1,5
kg/m3, c) D = 3 kg/m3, d) D = 8 kg/m3.
ΩΩ
ΩΩ
242 ÍNDICE
Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
5. Conclusiones
En este apartado se presentan las conclusiones del trabajo, algunas de las cuáles son de carácter docente, es decir, derivadas de la puesta en práctica de los co-nocimientos adquiridos durante la carrera, y otras que proceden de las aportaciones singulares que se han pre-sentado en el proyecto.• El desarrollo de un modelo teórico que permita conocer
las características que de finen un sistema electroacús-tico parte del análisis y comprensión de los circuitos eléctricos. Se define como electroacústica la parte de la acústica que pretende sis temas acústicos con circui-tos eléctricos. Debido a que la mayoría de los aparatos acústicos poseen parte mecánica, el modelado de sis-temas mecánicos mediante cir cuitos eléctricos es una parte fundamental de la electroacústica.El uso tradicional de estos circuitos ha permitido definir a los transformadores co mo elementos de acoplo entre la parte eléctrica, mecánica y acústica. Esto conduce a realizar en un único circuito una modelización comple-ta de todos los aspectos que fundamentan un sistema electroacústico completo. Por tanto, el conocimiento
José Escolano Carrasco
243ÍNDICE
adquirido tanto en Análisis de Circuitos como Electro-acústica ha resultado funda mental para el análisis y desarrollo de sistemas electroacústicos completos.Una línea de transmisión, como sistema electroacús-tico, es susceptible de ser mod elada como un circuito con parte eléctrica, mecánica y acústica.
• El uso de cajas acústicas como solución al problema del cortocircuito acústico se fundamenta en la manipu-lación del pico de resonancia inherente a los altavoces de bobina móvil. La posición frecuencial de este pico determina la eficiencia de un sistema electroacústico a bajas frecuencias. El fundamento de este trabajo se basa en conocer cual es el comportamiento de una lí-nea de transmisión acústica, cuya característica princi-pal es la eficiencia a bajas frecuencias. Dicha mejora reside en la desaparición de la cavidad resonante, la cuál provoca en otros diseños una merma en la res-puesta a dichas frecuencias.
• La bibliografía consultada indica los parámetros funda-mentales para el diseño de líneas de transmisión acús-tica, la longitud l, la relación entre el área del diafragma y el de la línea So/SD y la densidad de empaquetamiento D. Este trabajo pretende demostrar no sólo su influen-
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Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
cia en la respuesta del sistema, sino en qué aspectos se modifica ésta. Para esto, tanto las medidas de nivel de presión como de impedancia demuestran como la variación individual de cada uno de estos parámetros permite ajustar el sistema a una solución adecuada.
• A partir del modelo de LTA, la búsqueda de una so-lución óptima para el desarrollo de la simulación ha permitido definir el modelo del recinto como una “caja negra”, donde a partir de los datos referentes a presión y velocidad volumétrica en las inmediaciones del dia-fragma se obtiene la salida en la boca de la línea. Dicha “caja negra” es susceptible de ser modelada a partir de cuadripolos RLC, y donde, además, la disposición en cascada de los mismos hace adecuado el uso de los cuadripolos de transmisión.Dicha aportación reduce notablemente el cálculo ya que evita resolver un sistema de n ecuaciones para la presión y otros tantos para la velocidad volumétrica. El modelar la LTA como una matriz de tamaño 2 x 2 resul-tado de la multiplicación de n matrices del mismo tama-ño, simplifica notablemente el tiempo de cómputo.
• Las experiencias conocidas sobre líneas de transmi-sión acústica paseen como nexo común el uso de sec-
José Escolano Carrasco
245ÍNDICE
ciones cilíndricas en el diseño del recinto. Una de las preten siones de este trabajo ha sido el determinar cual es la influencia de la forma de la sección, motivo por el cuál se ha optado por uso de otro tipo de sección con-trario al habitual, es decir, las secciones rectangulares. Tanto a nivel de simulación como de experimentación, ambos tipos de secciones presentan las mismas carac-terísticas.
• Una de las limitaciones encontradas a la hora de validar las medidas experimentales surge en la incorrecta ali-neación de los módulos. El resultado se percibe como varia ciones distintas a las esperadas de una LTA, pro-vocando rizados que dificultan aún más la obtención de una respuesta lo más plana posible.
• De la observación crítica de los resultados, se deduce que es necesario introducir algún elemento, quizá de carácter no lineal, para modelar el ligero cambio de los valores de los picos a baja frecuencia.
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Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica
1. Arthur Gordon Webster (1862-1923). Graduado en Física por la
universidad de Harvard en 1885. Realiza los cursos de doctorado
en Berlín bajo la tutela de Hermano von Helmholtz. Desarrolla
inves tigaciones tanto en el campo de la física como de las matemáticas.
En sus innumerables contribuciones a la ciencia, destacan las investi-
gaciones pioneras en el campo de la acústica, en las cuales desarrolla
el primer dispositivo capaz de medir la intensidad absoluta del
sonido (el fonómetro).
2. Un campo acústico 1P es aquel donde la presión depende
únicamente de una única coordenada, espacial. Esto permite definir
como onda 1P a la solución de la ecuación de onda que dependa de
una única coordenada espacial.
3. Fenómeno que sufre un altavoz debido a la omnidireccionalidad
de las bajas frecuencias, de tal manera que un determinado tono
emitido por una parte del diafragma cancela en fase a la misma
señal producida en la otra zona del diafragma. Este motivo obliga a
la aparición de cajas acústicas, para evitar la adicción destructiva de
las señales emitidas por ambas caras del diafragma y así extender el
comportamiento de filtro paso alto que caracteriza a los altavoces.
José Escolano Carrasco
247ÍNDICE
Aitor Forcada Almarcha
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat,
efecto de la protección y tamaño del área protegida
1. Introducción y objetivos
Los mares y océanos del mundo, a pesar de una opinión
muy generalizada sobre su inagotabilidad, tienen una
capacidad limitada para soportar agresiones e impac-
tos, y solo disponen de un número limitado de recursos que
podamos extraer. Existe la posibilidad de llevar a las pobla-
ciones a un estado en el que no sean capaces de regenerarse
y se agoten.
Los refugios naturales históricamente ayudaron a mante-
ner las pesquerías debido a que estaban demasiado profun-
dos, demasiado lejos, o poco accesibles para los aparejos de
pesca existentes. En la actualidad, sin embargo, las reservas
naturales son menos efectivas o han desaparecido con el in-
cremento del esfuerzo pesquero y la mejora de las tecnolo-
gías pesqueras.
Las reservas marinas en la actualidad, son una nueva he-
rramienta para la gestión de las pesquerías y el ecosistema.
Con ellas, están completamente protegidas de la pesca y
otras formas de explotación e impactos todas las especies si-
tuadas dentro del área especificada. Intentan proteger la es-
Aitor Forcada Almarcha
249ÍNDICE
tructura y composición del ecosistema, a la vez que soporta
actividades humanas compatibles con la protección, como
ecoturismo, educación, buceo,… además de ayudar a una
mayor apreciación y conocimiento general de los ecosiste-
mas marinos por parte del público en general. Las reservas
marinas, además, sirven de zonas de referencia para evaluar
los impactos producidos en el resto del litoral.
Las Áreas Marinas Protegidas están incrementando su
aceptación como una herramienta práctica para preservar la
biodiversidad marina y gestionar las pesquerías costeras. Así
se muestran útiles tanto para la administración, como para
los científicos, pudiéndose conseguir objetivos muy distin-
tos con una misma herramienta de gestión.
La protección de zonas marinas ha sido potenciada des-
de diferentes ámbitos administrativos, cada uno con sus pro-
pias necesidades y sus peculiares características. Ante esta
situación, el intercambio de experiencias, el conocimiento
mutuo de los gestores de las áreas protegidas y la posibi-
lidad de planificar iniciativas de interés común se revelan
como imprescindibles para dotar de la necesaria coherencia
al sistema de áreas marinas protegidas de nuestro litoral.
Las reservas marinas pueden proporcionar: i) sitios de
referencia para determinar impactos pesqueros, y de cual-
250 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
quier otro origen, sobre los ecosistemas marinos; ii) lugares
de seguimiento para distinguir influencias naturales y an-
tropogénicas sobre la variabilidad de los stocks; iii) lugares
de experimentación con perturbaciones mínimas para la
investigación de pesquerías en: comportamiento, factores
ambientales, relaciones interespecíficas y mortalidad natu-
ral, iv) lugares para el desarrollo de educación ambiental así
como para potenciar otras actividades económicas de tipo
no pesquero (Bohnsack, 1999).
A su vez, las Áreas Marinas Protegidas, en contraposición
de lo que ocurre en las áreas explotadas, pueden asegurar
para las pesquerías: i) la protección de la calidad genética
frente los efectos perjudiciales selectivos de la pesca; ii) una
mejor protección frente al colapso del stock por la pesca o
por la falta de reclutamiento natural; iii) una regeneración
más rápida en caso de colapso del stock; iv) mantener las
pesquerías de especies raras, tales como las de fácil captura
o las que dependen de la estructura de sexos de la pobla-
ción; v) un lugar de protección para los individuos adultos
con alta capacidad reproductora; vi) un aumento de la bio-
masa en zonas de pesca adyacentes debido a la dispersión
de larvas; vii) ofrecer un área de reclutamiento que permita
el crecimiento de juveniles para su posterior emigración a
Aitor Forcada Almarcha
251ÍNDICE
zonas explotadas y también la renovación de reproductores
en el Área Marina Protegida. Todo ello dependiendo de la
movilidad y capacidad de cada especie (Holland et al. 1993;
Kenchington 1995; Bohnsack, 1999; Bordehore 2000; Chia-
ppone y Sealey 2000).
La protección de zonas marinas ha sido potenciada des-
de diferentes ámbitos administrativos, cada uno con sus pro-
pias necesidades y sus peculiares características. Ante esta
situación, el intercambio de experiencias, el conocimiento
mutuo de los gestores de las áreas protegidas y la posibi-
lidad de planificar iniciativas de interés común, se revelan
como imprescindibles para dotar de la necesaria coherencia
al sistema de áreas marinas protegidas de nuestro litoral.
Aunque han sido numerosas las actuaciones en materia
de protección marina en el litoral español mediante el uso
de reservas marinas, los estudios previos y de seguimiento
científico de los resultados de las mismas son más bien es-
casos. Sirva de ejemplo la Comunidad Valenciana, con unos
420 Km. de perímetro litoral, ya que representa una de las
regiones autónomas con más actuaciones en dicha materia
(Belda y Jover, 1992; Ramos y McNeil, 1994) con el estableci-
miento de 3 reservas marinas (Tabarca, Columbretes y Cabo
de San Antonio).
252 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
La Reserva Marina de la Isla de Tabarca, ha sido objetivo de
numerosos proyectos del grupo investigador. Entre ellos, al-
gunos financiados por la UE como “Ordenación de la Reserva
Maria de Tabarca”, otros por la Conselleria de Cultura, Educa-
ció i Ciencia “Estudio de la ictiofauna demersal y pelágica de la
Reserva Marina de Tabarca: biología, ecología y biogeografía”,
por la Secretaría General de Pesca Marítima - M.A.P.A. “Segui-
miento científico de la reserva Marina de Tabarca”, y otros por
el Ayuntamiento de Alicante como “Estudio del ecosistema
de la pradera de Posidonia oceánica de la Reserva Marina de
Tabarca” y “Estudio del Medio Terrestre y Marino de la Isla Pla-
na o Nueva Tabarca, para su declaración como paraje natural”.
Todos y cada uno de estos proyectos, han contribuido a la
publicación de numerosos trabajos que hacen referencia a
esta reserva marina: Mas i Miralles y Bayle, 1991; Ramos y Ba-
yle, 1991; Ramos et al. 1992a; Ramos et al. 1992b; Albeza et
al. 1995; Antón et al. 1995. No obstante y hasta el presente,
muchos de los resultados obtenidos del seguimiento de las
reservas marinas del litoral valenciano, a excepción de los
datos procedentes de la Reserva Marina de Tabarca, siguen
sin hacerse públicos, por lo que se desconoce la efectividad
de éstos, ni el beneficio real de las inversiones realizadas.
Aitor Forcada Almarcha
253ÍNDICE
La falta de estudios sobre la ictiofauna del Cabo de San
Antonio, y de su estado y evolución a lo largo del tiempo, ha-
cen imposible la valoración y evaluación de las características
de esta pequeña reserva marina. Es por ello, que el presente
trabajo intenta abrir una vía de investigación ya aplicada en
la otra reservas marinas de la provincia de Alicante.
La Reserva Marina del Cabo de San Antonio y la de Tabar-
ca, cobran especial importancia debido a que se encuentran
próximas a localidades donde las actividades económicas
más importantes son la pesca y el turismo. Entre Denia y
Jávea se localiza la primera de ellas, y muy próxima a Santa
Pola la segunda. Es por ello, que la ictiofauna de estos luga-
res poseen gran valor para la pesca de la comunidad local,
además de ser un enorme atractivo y reclamo para turistas y
amantes del buceo deportivo. Esta última actividad supone
grandes aportes económicos para las localidades circundan-
tes, pero implica también un impacto sobre el medio, por lo
que se requieren normas que la regulen y estudios que valo-
ren sus posibles impactos y potencialidades, como los ya rea-
lizados en la Reserva Marina de Tabarca (Esteban et al., 1999).
Un estudio sobre la ictiofauna de ambas reservas marinas,
como el realizado en el presente estudio, posee gran tras-
cendencia sobre las actividades arriba mencionadas, siendo
254 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
todas ellas de gran importancia económica para la provin-
cia alicantina. Además, la evaluación de medidas de gestión,
como por ejemplo el tamaño del área a proteger, completará
igualmente el vacío existente en algunos conocimientos so-
bre el efecto de las reservas marinas en la comunidad íctica.
Mediante este trabajo, se pretende evaluar principalmen-
te, el “efecto reserva” sobre el poblamiento de peces del Cabo
de San Antonio y la Isla de Tabarca. El conocimiento de la
ictiofauna presente en ambas reservas, permitirá evaluar el
estado de las mismas: abundancia de reproductores, poten-
cialidad de exportación de biomasa a pesquerías adyacen-
tes, uso como área de reclutamiento,… Además, la compa-
ración entre ambas áreas protegidas y éstas, con otras zonas
que no lo estén, permitirá evaluar el efecto de protección, y
realizar un análisis sobre el efecto que causa el tamaño de la
reserva sobre el poblamiento íctico. Para ello, este estudio se
centrará en:
• Evaluar el efecto de las medidas de gestión aplicadas, en
términos de número de especies, diversidad, abundan-
cia, y biomasa.
• Analizar el efecto de la protección sobre la estructura de
tallas.
Aitor Forcada Almarcha
255ÍNDICE
• Analizar la sensibilidad a la protección de diferentes pa-
rámetros indicadores, atendiendo a diferentes agrupa-
ciones tróficas y espaciales.
Figura 1. Mapa de situación de la zona de estudio. Esquema de la
Reserva Marina del Cabo de San Antonio y de la Reserva Marina de
Tabarca.
256 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
• Estudiar la variabilidad temporal de la ictiofauna y su in-
teracción con las medidas de protección.
• Evaluar la variabilidad del poblamiento íctico a diferen-
tes escalas espaciales.
• Analizar la influencia del hábitat sobre el poblamiento
íctico.
• Analizar el efecto del tamaño de la reserva marina sobre
la ictiofauna.
2. Material y métodos
La zona de estudio está ubicada en el SE Ibérico, en la pro-
vincia de Alicante (Figura 1). En dicho sector, con un contorno
costero de unos 120 Km., se han escogido cuatro zonas: dos
áreas marinas protegidas (la Reserva Marina del Cabo de San
Antonio y la Reserva Marina de Tabarca) y dos áreas control
(Jávea y Altea).
La caracterización de ictiofauna en zonas protegidas re-
quiere el uso de métodos de estimación no destructivos. Se
evita así el daño a la comunidad íctica, como también el evi-
tar afectar a las evaluaciones posteriores del efecto reserva.
Las técnicas basadas en censos visuales cumplen este requi-
sito, además, poseen una serie de características que propor-
cionan ciertas ventajas: los datos son fáciles de obtener, no
Aitor Forcada Almarcha
257ÍNDICE
requiere trabajo posterior de laboratorio, es relativamente
barato, permite la obtención de numerosas variables (com-
posición de especies, abundancia y talla), no altera las po-
blaciones estudiadas y puede ser usado en cualquier tipo de
hábitat (Christensen y Winterbottom, 1980; Bohnsack y Ban-
nerot, 1986; Bortone et al., 1991; García-Charton et al., 2000).
Existen diversas formas de realizar dichos censos visuales,
pero a la hora de evaluar distintos gradientes espaciales de
abundancia íctica sobre comunidades mediterráneas, es
idóneo el uso de transectos de 50×5 m. La estimación de la
abundancia de cada especie se realizó empleando clases de
abundancias (se determinaron 9 para el presente estudio: 1
/ 2-5 / 6-10 / 11-30 / 31-50 / 51-100 / 101-500 / <500), para
evitar así errores de conteo y homogeneizar la varianza en
cada estimación (García-Charton et al., 2000).
Atendiendo a los hábitos alimenticios de las especies en-
contradas en el estudio, se puede realizar una clasificación
de las mismas en cuatro categorías tróficas (Bell y Harmelin-
Vivien, 1983): carnívoras micrófagas, carnívoras mesófagas,
carnívoras macrófagas y herbívoras. Igualmente, según la
distribución que presentan en el espacio, se puede realizar
una clasificación de las especies en seis categorías de ocupa-
ción espacial (Harmelin, 1987): especies pelágicas erráticas
258 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
muy móviles y gregarias, especies pelágicas relativamente
sedentarias, especies demersales con movimientos vertica-
les medios, especies demersales de movimientos verticales
cortos, especies demersales sedentarias y especies crípticas
muy sedentarias.
Se han analizado el número de especies, índice de diver-
sidad, abundancia y biomasa del conjunto del poblamiento
íctico, así como la abundancia y la biomasa existente en cada
una de las categorías de las dos clasificaciones anteriores
y de 13 especies, escogidas por su importancia ecológica y
económica.
3. Resultados y discusión
3.1. Variabilidad Espacial del Poblamiento Íctico
En el estudio cualquier sistema, se plantea la necesidad
de elegir a priori la escala de observación. Sin embargo, se-
gún la escala empleada para ello, los patrones y procesos do-
minantes, y su jerarquía cambian (Kumar et al., 2002). Por ello,
preestableciendo la escala de observación, algunos aspectos
importantes del sistema pueden pasarse por alto, y la des-
cripción resultante de la organización jerárquica del mismo
puede ser inadecuada (Peterson y Parker, 1998). Trabajos an-
teriores (Levin, 1992) muestran que no hay una única escala
Aitor Forcada Almarcha
259ÍNDICE
en la que los fenómenos ecológicos deban ser estudiados,
ya que los sistemas suelen mostrar características variables
dentro de un rango espacial, temporal y de organización.
Una comunidad que parezca inestable en escalas espacia-
les pequeñas, puede ser estable cuando se observa con una
escala espacial más grande (Sale, 1980; Anderson et al., 1981;
Frost et al., 1988; May, 1989; Galzin, 1987; Rahel, 1990; Nilsson
y Grelsson, 1995; Fowler-Walker y Connell, 2002). La utiliza-
ción de varias escalas espaciales ha recibido considerable
atención por diversos autores (Connell y Sousa, 1983; Dayton
y Tegner, 1984; Wiens et al., 1986; Myers et al., 1995; Underwo-
od y Chapman, 1996, 1998).
La variabilidad natural se asocia con la heterogeneidad
espacial y temporal inherente en los ecosistemas (Kolasa y
Pickett, 1991), y debe ser considerada desde un punto de
vista multiescalar (Levin, 1992). Entre todos los factores que
pueden contribuir a la variabilidad natural, la complejidad
del hábitat parece ser una de las causas más importantes a la
hora de explicar el patrón observado en la estructura de los
poblamientos ícticos, habiendo sido estudiado este aspec-
to ampliamente, tanto en arrecifes tropicales de coral (Luc-
khurst y Luckhurst, 1978; Galzin y Legendre, 1987; Roberts y
Ormond, 1987; McCormick, 1994; Kingsford, 1995; Tolimieri,
260 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
1995; Caley y St. John, 1996; Jennings et al., 1996; Ault y Jo-
hnson, 1998a, 1998b; Connell y Kingsford, 1998; Friedlander
y Parrish, 1998; Tolimieri, 1998; Holbrook et al., 2000; McCla-
nahan y Arthur, 2001) como en sistemas rocosos templados
(Livingston, 1984; Choat y Ayling, 1987; Jones, 1988; Holbrook
et al., 1990; Connell y Jones, 1991; Carr, 1989; García-Rubiés y
Macpherson, 1995; Levin y Hay, 1996; Tupper y Boutilier, 1997;
Gillanders y Kingsford, 1998; Jenkins et al., 1998; Macpherson,
1998; Anderson y Millar, en prep), y más concretamente en
fondos infralitorales del Mediterráneo occidental (García-
Charton y Pérez-Ruzafa, 2001; Letourneur et al., 2003; García-
Charton et al., 2004).
En este aspecto, muchos estudios han mostrado que la
estructura del hábitat se ha considerar como un atributo fí-
sico o biológico, ya que ofrece recursos como alimento (Jo-
nes y Andrew, 1992), y puede modificar los efectos de preda-
ción sobre peces proporcionando refugio (Connell y Jones,
1991; Hixon y Beets, 1993; Caley y St. John, 1996; Beukers y
Jones, 1997; Tupper y Boutilier, 1997; Steele, 1999)., así como
influir en procesos de reclutamiento (Jones, 1984; Carr, 1989;
Doherty, 1991; Leving, 1993; Harmelin-Vivien et al., 1995; Ste-
ele, 1997) y posrt-reclutamiento (Jones, 1991), constituyendo
Aitor Forcada Almarcha
261ÍNDICE
un factor a tener en cuenta en la variabilidad espacial de los
poblamientos ícticos.
Un aspecto importante para entender la distribución es-
pacial con respecto a las características del hábitat, es reco-
nocer que los patrones observados dependen de la escala
espacial de observación (Andrew y Mapstone, 1987; Wiens,
1989; Tolimieri, 1995; Chesson, 1998; Sale, 1998). Existen di-
versos estudios sobre patrones espaciales de distribución de
peces en diversas escalas espaciales, que abarcan desde me-
tros hasta cientos o millones de kilómetros (Choat y Ayling,
1987; Doherty, 1987; Fowler et al., 1992; Tolimieri, 1998; Ault y
Johnson, 1998a; Connell y Kingsford, 1998; García-Charton y
Pérez-Ruzafa, 2001; Connell, 2002). La importancia de la es-
tructura del hábitat en la distribución de poblamientos de
peces a pequeña escala se ha puesto de manifiesto en múl-
tiples estudios, tanto en áreas templadas (Connell y Jones,
1991; Norton, 1991; Holbrook et al., 1992; Lowry y Suthers,
1999; García-Charton y Pérez Ruzafa, 2001; Anderson y Mi-
llar, en prep) como en tropicales (Luckhurst y Luckhurst, 1978;
Grigg, 1994; McGehee, 1994; Jennings et al., 1996; Chaba-
net et al., 1995; Ault y Johnson, 1998a; Friedlander y Parrish,
1998), por lo que el uso de aproximaciones multiescalares es
la forma más idónea para realizar una interpretación real de
262 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
patrones de distribución cuando se consideren escalas espa-
ciales grandes (García-Charton et al., 2004).
La variabilidad del poblamiento íctico atribuible a los
cambios en la estructura del hábitat, puede confundir a los
estudios centrados en detectar, explicar o predecir los efec-
tos de los factores antrópicos. Por ello, conocer esta variabili-
dad natural puede ayudar a separar la influencia del hábitat
de otras fuentes de variación, como el efecto de medidas de
protección (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1999; García-
Charton et al., 2000b). Si se quiere identificar correctamen-
te el “efecto resera”, los diseños de muestreo y seguimiento
han de abarcar una replicación considerable, tanto en el es-
pacio como en el tiempo (García-Charton et al., 2000b). Sin
embargo, otros estudios no han logrado distinguir diferen-
cias claras en el poblamiento de peces comparando zonas
protegidas y no protegidas, considerando diferentes escalas
espaciales (Cole et al., 1990; Letourneur, 1996; Sluka y Sulli-
van, 1998; La Mesa y Vacchi, 1999; Paddack y Estes, 2000) o
temporales (Francour, 1994; Edgar y Barrett, 1997, 1999). Es-
tos resultados reflejan la existencia de otros factores (físicos
y/o biológicos) que interaccionan con el mecanismo de la
protección y de las reservas marinas, enmascarando los efec-
tos de la protección (Charton et al., 2004). Además, enfatizan
Aitor Forcada Almarcha
263ÍNDICE
la necesidad de estudiar los efectos de la protección a una
escala espacial pequeña con la intención de integrar toda
la variabilidad existente en las áreas consideradas y llevar a
cavo correctos análisis y conclusiones lógicas sobre todas las
áreas incluidas en el modelo. En el presente estudio, se ha
considerado la heterogeneidad causada por la complejidad
del hábitat a través de una perspectiva multiescalar, con la in-
tención de evitar confundir los efectos de la protección con
la variabilidad introducida por la estructura del hábitat. La in-
corporación de factores anidados en la replicación espacial
(Ej. diferentes sitios separados cientos de metros donde los
peces son censados en distintos transectos situados al azar),
incrementa la capacidad de interpretar la heterogeneidad
espacial observada en las poblaciones de peces a diferentes
escalas espaciales (Andrew y Maptone, 1987; García-Charton
et al., 2004; Sánchez-Jerez, enviado). Además, datos comple-
mentarios sobre variables físicas o biológicas se han recopi-
lado con la idea de separar los efectos de la protección con
los de estas variables.
Todas las áreas estudiadas presentaban un hábitat simi-
lar en los puntos de muestreo. Éste es un fondo infralitoral
predominantemente rocoso, combinado con manchas de
pradera de Posidonia oceanica donde se intercalan, de forma
264 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
esporádica, algunos claros de arena. A pequeña escala espa-
cial (sitio y localidad), atendiendo a las variables ambientales
analizadas, no se ha podido observar una ordenación clara
de las muestras. Sin embargo, sí se realiza una diferenciación
de la estructura del hábitat entre las distintas áreas estudia-
das. Principalmente, son la cobertura de pradera y de roca las
que dominan sobre el resto de variables en dicha diferencia-
ción, siendo ambas inversamente proporcionales (ya que la
arena mostró una cobertura muy pequeña). Otras variables
que influyeron de forma importante en el mayor nivel es-
pacial considerado, fueron el número de bloques y grandes
bloques, pero no afectaron a la diferenciación entre áreas.
En general, las variables ambientales mostraron mejor co-
rrelación con la biomasa que con la abundancia del pobla-
miento íctico estudiado. La abundancia se correlaciona con
variables ambientales distintas según la escala espacial con-
siderada. Sin embargo, la cobertura de pradera participa de
forma importante en todas las escalas, y su correlación au-
menta con las mismas. Por otro lado, la correlación existente
entre la cobertura de roca y la abundancia no parece ser de-
pendiente de la escala espacial. La verticalidad máxima, por
el contrario, participa de forma importante en la distribución
de abundancia y biomasa del poblamiento íctico a escalas
Aitor Forcada Almarcha
265ÍNDICE
espaciales pequeñas. A lo largo de las diferentes escalas, las
variables que siempre se han correlacionado con la biomasa
han sido la cobertura de pradera y la gestión, excepto a la
menor escala, donde la última variable no participó. Ambas
muestran con la biomasa, una correlación creciente con la
escala espacial.
Estos resultados son en parte coincidentes con los ob-
servados por otros autores también en el Mediterráneo (Le-
tourneur et al., 2003), pero empleando análisis canónico de
correspondencias (CCA), donde los factores condicionan el
patrón de la densidad de peces son, la presencia de macroa-
lgas, pradera de Posidonia oceanica y cobertura de arena. Sin
embargo, en otros trabajos realizados mediante el uso de
regresiones múltiples (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998),
se observa que gran parte de la variación de la abundancia
total (39.4%) se explica con el incremento de la cobertura de
roca, y el número de grandes bloques. Aquí no se ha tratado
la influencia del hábitat sobre otras variables biológicas, ta-
les como el número de especies o la diversidad. Sin embar-
go, según otros trabajos, ambas responden a cambios en la
estructura del hábitat a escalas espaciales pequeñas. El nú-
mero de especies es mayor en zonas con alta cobertura de
pradera y con alto número de bloques, mientras que la diver-
266 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
sidad responde moderadamente a incrementos de la hetero-
geneidad (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998). Además, la
profundidad máxima es igualmente determinante en parte
de la variabilidad de todas estas variables biológicas, como
se cita en otros estudios (Bell, 1983; Harmelin, 1990; Meekan
y Choat, 1997; Brook, 2002; Letourneur et al., 2003), no obser-
vado en el presente trabajo posiblemente, al escaso rango
que ha alcanzado dicho factor en el muestreo. Por otro lado,
se ha de considerar que algunos autores han puesto de ma-
nifiesto el papel de otros parámetros estructuradores del há-
bitat, como la rugosidad (Bell y Galzin, 1984; García-Charton
y Pérez-Ruzafa, 1998) y las cavidades o agujeros (Friedlander
y Parrish, 1998; Ruitton, 1999; Ruitton et al., 2000).
Todos estos resultados, parecen indicar que el hábitat em-
pleado por los peces de fondos infralitorales rocosos, no es
escogido al azar. Y teniendo en cuenta que la configuración
de estos fondos, se muestran como un conjunto de manchas
de diferentes sustratos dispuestas jerárquicamente en el es-
pacio (Ros et al., 1985), se podría explicar la alta variabilidad
que ciertas variables biológicas presentan entre sitios, me-
diante la relación que guardan con las diferentes caracterís-
ticas de la estructura del hábitat obtenidas a dicha escala. Sin
embargo, a mediana escala no todas estas variables suelen
Aitor Forcada Almarcha
267ÍNDICE
presentar diferencias, no existiendo gran variabilidad de las
mismas al nivel de localidad, resultado contrario al obtenido
por otros autores (Choat y Ayling, 1987; Anderson y Rusell, en
prep).
Los cuatro descriptores generales del poblamiento íctico
–número de especies, diversidad, abundancia y biomasa–
mostraron diferencias significativas al nivel de sito, mientras
que sólo el primero de ellos lo hizo al de localidad.
También debe prestarse atención a las categorías trófi-
cas, ya que cada tipo de fondo incluido dentro de una ma-
triz rocosa proporciona recursos específicos para especies
más o menos especializadas (García-Charton y Pérez-Ruzafa,
2001): Mullus surmuletus, Pagrus pagrus, Symphodus cinereus
en fondos arenosos. Symphodus rostratus, Symphodus ocella-
tus, Diplodus annularis y Sarpa salpa en fondos donde apare-
ce la pradera, mientras que otras especies (Chromis chromis,
Symphodus tinca, Thalassoma pavo, Serranus scriba, Sympho-
dus mediterraneus, Apogon imberbis, Diplodus vulgaris y Sym-
phodus roissali) son claramente más abundantes en sustra-
tos exclusivamente rocosos. En relación a todas la variables
biológicas consideradas (número de especies, abundancia
y biomasa) sólo las especies mesófagas mostraron siempre
diferencias entre sitios, presentando una alta heterogenei-
268 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
dad a pequeña escala. Las presas de estas especies suelen
ser poliquetos, anfípodos y otros pequeños crustáceos, es-
tando en su mayoría muy estrechamente ligadas al tipo de
sustrato, por lo que sus predadores guardan relación indirec-
ta con el tipo de hábitat. Sin embargo, las especies macrófa-
gas presentan el patrón totalmente contrario, no mostrando
diferencias entre sitios. Esto se deberá posiblemente a que
sus presas, normalmente peces, cefalópodos y crustáceos
decápodos, son muy móviles, por lo que los macrófagos no
guardan una relación tan estrecha con el hábitat. Las espe-
cies herbívoras, han de estar obligatoriamente ligadas al
hábitat, sin embargo, solo muestran en la diferencias entre
sitios en su abundancia. Esta categoría se compone de una
sola especie, Sarpa salpa, la única considerada herbívora en el
Mediterráneo, alimentándose de algas y, principalmente, de
la fanerógama marina Posidonia oceanica (Verlaque, 1990).
Las especies micrófagas se alimentan de partículas en sus-
pensión en la columna de agua, por lo que en principio no
deberían mantener relación alguna con el hábitat ya que se
consideran de hábitos pelágicos. La alta variabilidad obser-
vada en su abundancia y biomasa a pequeña escala, pueden
deberse al carácter esporádico de las mismas.
Aitor Forcada Almarcha
269ÍNDICE
Las principales comunidades infralitorales mediterráneas
albergan poblamientos de peces que mantienen cierto gra-
do de especificidad. De este modo, las extensas praderas de
Posidonia oceanica y los fondos rocosos tienen en común un
buen número de especies, pero asimismo en ambas viven
especies exclusivas, a la vez que otras especies tienen prefe-
rencia por uno u otro tipo de fondo (Francour y Le Direàc’h,
1994; García-Rubies y Macpherson, 1995; Harmelin-Vivien et
al., 1995; Vigliola et al., 1998; García-Charton y Pérez-Ruzafa,
2001; Vigliola y Harmelin-Vivien, 2001). Existen diversos mo-
tivos por los que una especie puede estar ligada a una deter-
minada estructura de hábitat, dependiendo de la morfolo-
gía (Douglas y Matthews, 1992; Wainwright y Richard, 1995),
tamaño del cuerpo, movilidad, comportamiento (Ebersole
1980; Bruggeman et al., 1994) estructura social (Forrester
1991; Ruxton et al., 1995), limitación sensorial (Perry y Pianka,
1997) y capacidad de aprendizaje (Marcotte y Browman
1986; Csányi y Dóka 1993; Gimenez-Casalduero et al., 1999).
Por otra parte, algunas de estas especies muestran cambios
ontogénicos en sus preferencias por uno u otro tipo de hábi-
tat (Mary et al., 2000; Chiappone y Sullivan-Sealey, 2000).
El trabajo de García-Charton y Pérez-Ruzafa (2001), per-
mitió identificar las preferencias que mantienen sobre el
270 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
hábitat algunas de las principales especies de peces del in-
fralitoral rocoso mediterráneo. Así, Serranus scriba, Chromis
chromis, Symphodus tinca y Symphodus mediterraneus son
más abundantes en zonas con muy alta cobertura de roca, y
de sustrato complejo caracterizado por alto número de blo-
ques y/o verticalidad. Rugosidad es la variable relacionada
con Apogon imberbis y Symphodus roissali. Diplodus vulgaris,
Diplodus puntazzo y Sarpa salpa se relacionan con el número
de bloques. Diplodus sargus y Thalassoma pavo se asocian
con sustratos rocosos. Mullus surmuletus es más abundante
con mayores coberturas de arena, y Symphodus ocellatus con
las de Posidonia oceanica.
Sin embargo, de las 13 especies analizadas, algunas (Boops
boops, Diplodus sargus, Diplodus vulgaris, Epinephelus margi-
natus, Sparus aurata y Symphodus tinca) no mostraron dife-
rencias a pequeña escala en su abundancia, y parte de las
mismas (Boops boops, Epinephelus marginatus y Sparus au-
rata) tampoco en su biomasa. Esto se explica posiblemente,
por la capacidad de flexibilidad que presentan en la utiliza-
ción de los distintos hábitats, permitiendo adaptarse a los
recursos existentes, resultando así en una disminución en la
competencia.
Aitor Forcada Almarcha
271ÍNDICE
Tabla 1. Abundancia media (ind./250 m2 ± error típico) de las especies muestreadas en las 4 áreas de estudio.
EspeciePROTEGIDO CONTROL
San Antonio Tabarca Javea Altea
AHEP Atherina hepsetus 9.88 ± 6.70 22.11 ± 10.96 37.53 ± 14.83 5.96 ± 3.70
AIMB Apogon imberbis 2.56 ± 0.74 7.94 ± 1.82 8.14 ± 2.11 3.14 ± 1.09
BBOO Boops boops 10.07 ± 4.02 35.84 ± 17.70 12.35 ± 8.73 4.01 ± 3.23
CCHR Chromis chromis 94.43 ± 16.08 223.46 ± 40.98 145.78 ± 18.38 119.67 ± 23.82
CJUL Coris julis 24.84 ± 1.94 17.63 ± 2.77 28.84 ± 2.28 20.78 ± 1.68
DANN Diplodus annularis 1.25 ± 0.28 7.40 ± 1.07 2.43 ± 0.51 4.74 ± 0.92
DCER Diplodus cervinus 0.06 ± 0.03 0.37 ± 0.10 0.01 ± 0.01 0
DDEN Dentex dentex 0.11 ± 0.05 0.53 ± 0.19 0.09 ± 0.04 0.07 ± 0.04
DLABDicentrarchus labrax
0.15 ± 0.11 0.11 ± 0.04 0 0
DPUN Diplodus puntazzo 0.41 ± 0.09 0.81 ± 0.14 0.20 ± 0.05 0.23 ± 0.06
DSAR Diplodus sargus 5.10 ± 0.55 7.53 ± 0.87 6.83 ± 1.33 5.73 ± 0.90
DVUL Diplodus vulgaris 11.59 ± 0.91 37.98 ± 8.47 15.93 ± 2.01 22.05 ± 2.39
EAEN Epinephelus aeneus 0 0.07 ± 0.07 0 0
ECOS Epinephelus costae 0.07 ± 0.06 0.07 ± 0.05 0 0
EENCEngraulis encrasicolus
0 0 5.56 ± 3.19 0.49 ± 0.50
EMAREpinephelus marginatus
0.19 ± 0.06 1.23 ± 0.21 0.02 ± 0.02 0.01 ± 0.01
GCRU Gobius cruentatus 0 0 0.01 ± 0.01 0
LAMI Lichia amia 0 0.01 ± 0.01 0 0
272 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
EspeciePROTEGIDO CONTROL
San Antonio Tabarca Javea Altea
LBER Labrus bergylta 0 0.01 ± 0.01 0 0
LMER Labrus merula 0.53 ± 0.08 0.98 ± 0.13 0.31 ± 0.06 0.31 ± 0.07
LVIR Labrus viridis 0 0.10 ± 0.04 0.05 ± 0.04 0.02 ± 0.02
MHEL Muraena helena 0.01 ± 0.01 1.12 ± 0.99 0.04 ± 0.02 0.02 ± 0.02
MRUB Mycteroperca rubra 0 0.02 ± 0.02 0 0
MSUR Mullus surmuletus 0.91 ± 0.18 0.19 ± 0.06 0.69 ± 0.17 1.83 ± 0.66
MUGI Mugillidae 0.51 ± 0.16 0.17 ± 0.07 0.33 ± 0.15 0.06 ± 0.04
OMEL Oblada melanura 8.22 ± 1.94 41.86 ± 9.32 2.19 ± 0.99 4.57 ± 1.38
PAGR Pagrus pagrus 0.28 ± 0.12 0 0.32 ± 0.11 0.07 ± 0.04
PERY Pagellus erythrinus 0.12 ± 0.07 0.01 ± 0.01 0.25 ± 0.08 0.06 ± 0.04
PINC Pomadasys incisus 0 0 0 0.07 ± 0.04
PPHY Phycis phycis 0 0 0.01 ± 0.01 0
SAUR Sparus aurata 0.21 ± 0.06 0.02 ± 0.02 0.01 ± 0.01 0.05 ± 0.02
SCAB Serranus cabrilla 0.48 ± 0.10 0.02 ± 0.02 1.60 ± 0.19 0.12 ± 0.04
SCANSpondyliosoma cantharus
0 0 0.28 ± 0.26 0.01 ± 0.01
SCINSymphodus cinereus
0.41 ± 0.18 0.05 ± 0.03 0.37 ± 0.24 0.06 ± 0.03
SDODSymphodus doderleini
0.02 ± 0.02 0.04 ± 0.02 0.02 ± 0.02 0.04 ± 0.02
SDUM Seriola dumerilii 0 0 0 0.49 ± 0.50
SFLE Spicara flexuosa 0.04 ± 0.04 0 0 0
SMAE Spicara maena 0.10 ± 0.10 5.54 ± 3.92 4.77 ± 2.28 0.05 ± 0.05
Aitor Forcada Almarcha
273ÍNDICE
EspeciePROTEGIDO CONTROL
San Antonio Tabarca Javea Altea
SMEDSymphodus mediterraneus
0.22 ± 0.06 0.25 ± 0.06 0.40 ± 0.07 0.26 ± 0.07
SMELSymphodus melanocercus
0.09 ± 0.04 0.32 ± 0.25 0.19 ± 0.06 0.12 ± 0.05
SNOT Scorpaena notata 0 0 0.01 ± 0.01 0
SOCESymphodus ocellatus
4.10 ± 0.63 7.33 ± 1.35 1.53 ± 0.32 3.60 ± 0.58
SPIL Sardina pilchardus 0 0 1.85 ± 1.86 0
SPOR Scorpaena porcus 0.01 ± 0.01 0 0.06 ± 0.03 0.02 ± 0.02
SROI Symphodus roissali 0.84 ± 0.14 0.48 ± 0.09 0.46 ± 0.11 0.64 ± 0.11
SROSSymphodus rostratus
0.06 ± 0.03 0.33 ± 0.07 0.15 ± 0.06 0.41 ± 0.10
SSAL Sarpa salpa 7.21 ± 1.75 42.41 ± 8.50 7.85 ± 1.76 21.33 ± 4.95
SSAU Synodus saurus 0 0 0.02 ± 0.02 0
SSCRI Serranus scriba 3.80 ± 0.32 2.95 ± 0.28 1.91 ± 0.21 2.44 ± 0.30
SSCRO Scorpaena scrofa 0 0 0.01 ± 0.01 0
SSMA Spicara smaris 0 2.10 ± 1.49 0 0.25 ± 0.25
SSPHSphyraena sphyraena
0.01 ± 0.01 0.04 ± 0.04 0.01 ± 0.01 0
STIN Symphodus tinca 3.40 ± 0.41 7.06 ± 0.70 2.62 ± 0.29 3.25 ± 0.37
STYP Syngnathus typhle 0 0 0 0.01 ± 0.01
SUMB Sciaena umbra 0.30 ± 0.13 1.70 ± 0.43 0.59 ± 0.26 0.15 ± 0.06
TMEDTrachurus mediterraneus
0 0 0 0.01 ± 0.01
TPAV Thalassoma pavo 1.73 ± 0.27 28.09 ± 7.90 5.58 ± 1.06 2.85 ± 0.45
274 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
Se puede concluir que la variable de la estructura del hábi-
tat más importante en la distribución, tanto de la abundancia
como de la biomasa del poblamiento íctico estudiado, es la
cobertura de pradera de Posidonia oceanica. Además de ser
la variable gestión, igualmente importante en la biomasa del
poblamiento de peces. Sin embargo, no se ha de olvidar que
también la cobertura de pradera es la variable que genera
la diferenciación de la estructura del hábitat en las distintas
áreas. Esto es debido a que la cobertura de esta fanerógama
es superior en la Reserva Marina de Tabarca y en Altea, tenien-
do ambas valores medios similares. Lo mismo ocurre entre a
reserva Marina del Cabo de San Antonio y Jávea, pero con co-
berturas inferiores. Encontramos así un área control con una
estructura de hábitat similar para cada una de las áreas mari-
nas estudiadas, y al nivel del factor protección, se logra dismi-
nuir la influencia del hábitat ya que los valores medios de co-
bertura se igualen entre las áreas protegidas y las control. Los
controles juegan un papel importante a la hora de identificar
el efecto de las medidas de gestión, por lo que su elección se
ha de realizar prestando especial atención al hábitat. Una so-
lución a la hora de testar en un mismo modelo dos AMP con
características del hábitat distintas, es el emplear controles
con características similares para cada una de ellas, como se
Aitor Forcada Almarcha
275ÍNDICE
ha realizado en el presente estudio. Trabajos anteriores han
permitido desarrollar técnicas matemáticas para sustraer el
efecto del hábitat sobre el poblamiento íctico a través de re-
gresiones múltiples (García-Charton, 1995).
Los resultados del presente estudio muestran la conve-
niencia del uso de diseños multiescalares a la hora de eva-
luar los efectos de la protección, para que éstos no sean con-
fundidos con la variabilidad debida a la heterogeneidad del
hábitat. Propone además, tener en cuenta algunos factores
biológicos y físicos con la intención de asegurar le eficiencia
de una AMP en términos de biodiversidad íctica. Los reque-
rimientos del hábitat de los peces varían entre especies y, a
menudo también, a lo largo de su ciclo vital, por lo que en
muchos casos no todos estos tipos de hábitat pueden prote-
gerse con un única reserva marina. Por ello, la configuración
espacial de los diferentes hábitats dentro de una reserva, y
entre diferentes reservas a lo largo de una escala espacial
mayor, puede afectar a como los recursos marinos respon-
den al diseño de un área marina protegida.
3.2. Evaluación del Efecto de la Protección
Ninguno de los parámetros poblacionales considerados
muestran el patrón propuesto por las hipótesis de trabajo
276 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
iniciales, donde éstos muestran valores superiores en las
áreas marinas protegidas.
La riqueza específica no ha mostrado respuesta a la pro-
tección, siendo ausentes las diferencias entre los valores ob-
servados a escalas espaciales altas. Estos resultados concuer-
dan con los obtenidos por otros estudios similares (Bell, 1983;
Jouvenel, 1992; Roberts y Polunin, 1992; Harmelin et al., 1995;
Dufour et al., 1995; Letouneur, 1996) los cuales no encuen-
tran diferencias significativas entre reservas marinas y áreas
sin protección (Russ, 1985; Francour, 1989; 1991a; 1991b). En
el presente estudio, la presencia exclusiva de algunas espe-
cies objetivo en las áreas protegidas (Dicentrarchus labrax y
Epinephelus costae) parecen ser compensadas por otras que
aparecen únicamente en las áreas control. Esto es debido,
posiblemente, al sesgo de la metodología empleada para
detectar especies crípticas sedentarias (Harmelin-Vivien
et al., 1985) como Syngnathus typhle, Phycis phycis, Gobius
cruentatus, Scorpaena notata y Scorpaena scrofa; o la presen-
cia anecdótica de especies pelágicas muy móviles, como han
sido Engraulis encrasicolus, Lichia amia, Seriola dumerili, Spi-
cara flexuosa, Sardina pilchardus y Trachurus mediterraneus.
Incluso, alguna de estas diferencias en la presencia de algu-
nas especies (Pomadasys incisus y Spondyliosoma cantharus)
Aitor Forcada Almarcha
277ÍNDICE
pueden ser debidas a las diferentes características biogeo-
gráficas existentes a lo largo de la provincia de Alicante (Sch-
midt, 1912). En cualquier caso, la presencia de estas especies
ha sido observada generalmente a la menor escala espacial,
y no muestran un patrón constante a lo largo del tiempo y
el espacio.
La abundancia media nunca mostró diferencias significa-
tivas entre niveles de protección, y ni siquiera mostró siem-
pre valores mayores dentro de las áreas protegidas. La pre-
sencia de especies erráticas preferentemente planktófagas,
de hábitos gregarios (Atherina hepsetus y Chromis chromis)
anulan los efectos de la protección sobre la abundancia me-
dia del poblamiento íctico. La distribución espacio-temporal
de estas especies está determinado, principalmente, por la
distribución del zooplancton (Hamner et al., 1988), lo cual
explicaría en parte los resultados obtenidos en este paráme-
tro. Sobre los estudios donde se han observado algunas di-
ferencias, la abundancia en las áreas marinas protegidas fue
dos o tres veces superior a la de las áreas control (Bell, 1983;
Polunin y Roberts, 1992; Francour, 1994; Harmelin et al., 1995;
Rakitin y Kramer, 1996; Wantiez et al., 1997). Sin embargo, en
otros casos la abundancia total fue superior fuera de las re-
servas marinas; e incluso considerando únicamente especies
278 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
objetivo, la densidad de alguna de ellas no es siempre ma-
yor dentro de las áreas marinas protegidas (Bell, 1983; García
Rubiés y Zabala, 1990). Estas discrepancias aparecen, princi-
palmente, cuando es considerado algún tipo de replicación
espacial y temporal.
El índice de diversidad de Shannon-Wiener, aplicado so-
bre los poblamientos ícticos, tampoco se mostró influencia-
do por el efecto de la protección. Aunque éste, al igual que
otros índices de diversidad, han sido utilizados con frecuen-
cia en estudios de gestión y conservación ambiental (Magu-
rran, 1989), son medidas que pierden información (tal como
la identidad de la especie), dependiendo en gran medida
del tamaño de muestra (Noss, 1990) y de las proporciones
relativas de cada especie presente en la muestra (Margalef,
1980). Como en el caso de la abundancia, este parámetro
esta muy influenciado por la presencia de especies erráticas
de hábitos pelágicos y gregarios, como las mencionadas an-
teriormente. En consecuencia, los resultados pueden resul-
tar vagos e imprecisos en relación con el estudio del efecto
de la protección sobre la ictiofauna litoral. Estos resultados,
concuerdan con los obtenidos por otros autores en estudios
similares (Bell, 1983; García Rubiés y Zabala, 1990; Jouvenel,
1992).
Aitor Forcada Almarcha
279ÍNDICE
La biomasa, parámetro que conjuga la talla de los indi-
viduos con su abundancia, tampoco resultó con diferencias
significativas entre niveles de protección, y aunque los valo-
res absolutos siguen el patrón considerado por la hipótesis
propuesta, no siempre se dieron los valores mayores dentro
de las áreas protegidas. Varios son los trabajos que reflejan
en sus resultados un aumento de la talla media de las po-
blaciones y/o de la talla modal del poblamiento en las lo-
calidades protegidas, especialmente si se trata de especies
objetivo de la explotación pesquera. Este aumento de la talla
–y por tanto, de la biomasa– es uno de los principales efectos
derivados de la protección y la subsecuente disminución de
la mortalidad por pesca (Bohnsack 1982; Plan Development
Team, 1990).
En cuanto a las especies, se ha comprobado que no to-
das responden de igual modo a los efectos de la protección,
siendo aquellas más vulnerables a la pesca las que mostra-
ron unas diferencias mayores entre reserva y control, en tér-
minos de abundancia y biomasa.
Los resultados cualitativos obtenidos en este estudio
concuerdan con los obtenidos en trabajos similares realiza-
dos en otros puntos del Mediterráneo (Bell, 1983; Harmelin,
1987; García-Rubiés y Zabala, 1990; Francour, 1991a, 1991b,
280 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
1992; Harmelin et al., 1995). Algunas de las especies muy
vulnerables a la explotación, como Dicentrarchus labrax y
Epinephelus costae fueron observadas únicamente en las
áreas protegidas, además de otras observadas sólo en Ta-
barca (Epinephelus aeneus, Mycteroperca rubra y Labrus ber-
gylta). Por otro lado algunas como Epinephelus marginatus
o Dentex dentex, aparecieron con mayor frecuencia también
en las reservas marinas. Este hecho se deriva directamente
de la disminución de la mortalidad por pesca dentro de la
localidad protegida, y representa una de las consecuencias
más inmediatas de la protección (Bohnsack, 1982; Roberts y
Polunin, 1991). La diferencia existente entre estas especies y
las restantes, se debe con toda probabilidad, a la mayor sen-
sibilidad de alguna de ellas a cualquier tipo de explotación
pesquera, pero principalmente a la pesca submarina (Chau-
vet, 1991). Numerosos estudios muestran como la presión
pesquera en zonas no protegidas provoca la disminución de
la abundancia, número de especies y talla media de las po-
blaciones de grandes serránidos, e incluso provoca cambios
en su distribución y comportamiento (Craik, 1981; Bohnsack,
1982; Goeden, 1982; Russ, 1985; Russ y Alcalá, 1989; Roberts y
Polunin, 1993; Bohnsack et al., 1994; Watson y Ormond, 1994;
Sluka, 1995; Sluka y Sullivan, 1996; Sluka et al., 1997).
Aitor Forcada Almarcha
281ÍNDICE
Además de las especies objetivo que son beneficiadas
claramente por la disminución de la mortalidad por pesca
(Plan Development Team, 1990), otras especies como Oblada
melanura, Thalassoma pavo, Chromis chromis y Sarpa salpa,
pueden verse favorecidas indirectamente, además, por el in-
cremento de los recursos tróficos dentro de la reserva marina.
En este sentido, algunos estudios evidencian los efectos de
la protección en las cadenas tróficas (ver Pinnegar et al., 2000
para una revisión) y demuestran el incremento de la produc-
tividad primaria y secundaria en reservas marinas (Babcock
et al., 1999). El aumento de los recursos tróficos puede dar-
se, por ejemplo, a través del incremento en la producción de
huevos y larvas; de hecho, ha sido documentada la predación
de Oblada melanura sobre huevos de Epinephelus maginatus
en la Reserva Marina de las Islas Medas (NW del Mediterrá-
neo) (Zabala et al., 1997), siendo observado también o un in-
cremento en la predación de Thalassoma pavo en nidos de
Chromis chromis en la Reserva Marina de Tabarca (J.T. Bayle,
comunicación personal). No obstante, la abundancia media
de alguna de estas especies cambian a lo largo del tiempo, y
su densidad y distribución pueden ser explicadas sobretodo,
por la distribución del plankton (Hamner et al., 1988).
282 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
Inequívocamente podemos afirmar que las diferencias
encontradas no se deben a diferencias espaciales y/o tem-
porales entre las áreas control y las áreas protegidas. Sin em-
bargo, no podemos afirmar taxativa y rigurosamente que las
diferencias sean debidas al efecto de la protección, al carecer
de datos previos al inicio de la gestión. Por ello, se remarca la
importancia de la realización de estudios previos para poder
evaluar con precisión la eficiencia de una reserva marina.
En conclusión, aunque la significación estadística ha sido
baja o nula, algunos parámetros poblacionales siguen las
hipótesis de trabajo propuestas, en el sentido que su valor
aumenta con el nivel de protección. La biomasa y la rique-
za en número de especies del poblamiento íctico siguen la
tendencia propuesta. La aplicación de modelos alternativos
de análisis de la varianza, en el sentido anteriormente men-
cionado, podrían mejorar el análisis de estos parámetros y
precisar mejor su patrón a lo largo de las fuentes de varia-
ción consideradas. Respecto a las especies, la existencia de
algunas que se correlacionan en mayor medida con la va-
riable Protección es evidente, pudiendo ser utilizadas como
especies indicadoras del “efecto reserva”.
Aitor Forcada Almarcha
283ÍNDICE
3.3. Efecto del Tamaño del Área Marina Protegida
Actualmente existen intereses que se centran el emplear
las áreas marinas protegidas como herramienta para la ges-
tión en las pesquerías, debido a que éstas pueden actuar
como refugio para ciertas especies (Carr y Reed, 1993; Bo-
hnsack, 2000; Dahlgren y Sobel, 2000; Lindholm et al. 2001;
McClanahan y Mangi, 2000; Gell y Roberts, 2003). Las reser-
vas marinas pueden beneficiar a las pesquerías adyacentes
mediante dos mecanismos: la emigración de adultos o ju-
veniles a través de sus límites, y la exportación de huevos y
larvas pelágicas (Gell y Roberts, 2003). El grado en el cual una
reserva marina puede aportar ciertos beneficios o cumplir
unos objetivos concretos, varía en función de algunos aspec-
tos entorno a su diseño -como el tamaño, localización, for-
ma y proximidad con otras reservas- a demás de depender
igualmente, de la biología de la especie o especies a prote-
ger (Dahlgren y Sobel, 2000). Concretamente, el tamaño de
un área se considera determinante del número de especies
existentes en la misma, y de la cantidad y calidad de relacio-
nes biológicas que se desarrollen entre ellas (principalmen-
te, reproducción, migración, predación,…) (Gorman, 1979).
En esta línea, la teoría biogeográfica de islas (MacArthur y
284 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
Wilson, 1967) predice que el número de especies en equili-
brio, aumentará con la superficie de un área determinada.
Se han descrito ya evidencias sobre la importancia del
tamaño de las áreas marinas protegidas, pero todas las con-
clusiones se basan en argumentos intuitivos (Ribera-Siguan,
1992), o en estudios de modelos teóricos (Polacheck, 1990;
DeMartini, 1993; Mangel, 1998; Sladek Nowlis y Roberts,
1999; Bohnsack, 2000; Dahlgren y Sobel, 2000; Lindholm et al.
2000; Martell et al. 2000; Pitcher et al. 2002; Sala et al. 2002).
La modelización es empleada ya que son muy pocos los es-
tudios realizados en reservas marinas, a una escala espacial
apropiada para la aproximación empírica a este problema
(Bohnsack, 2000). En general, este tipo de estudios sugieren
un rango de superficie a proteger entre el 10 y el 80% del to-
tal del área de interés, dependiendo de la pesquería y de las
condiciones consideradas (Gell y Roberts, 2003).
Pocos estudios empíricos se han realizado alrededor de
esta temática, relacionando el tamaño del área marina pro-
tegida con algunos parámetros biológicos. Algunos sugie-
ren que una reserva pequeña (<3 ha) puede incrementar la
abundancia y la biomasa de muchos peces de arrecife, pero
proporcionan beneficios mínimos fuera de la reserva (Ro-
berts y Hawkins, 1997). Otros concluyen que una pequeña
Aitor Forcada Almarcha
285ÍNDICE
reserva que abarque únicamente el 25% del arrecife, mejora
el rendimiento de las pesquerías adyacentes (Alcala y Russ,
1990). Por otro lado, existen estudios que afirman que un área
marina protegida que incluya el 60% del área de pesca, solo
incrementa las capturas por unidad de esfuerzo trascurridos
dos años (MacClanahan y Kaunda-Arara, 1996). Sin embargo,
ninguno de estos trabajos compara empíricamente varias
áreas marinas protegidas de diferente tamaño.
Las efectividad de las reservas marinas varia tanto como
en los hábitats donde puede ubicarse, obteniendo resulta-
dos muy diferentes en arrecifes de coral, estuarios, praderas
de fanerógamas, costas rocosas o manglares, por ejemplo
(Gell y Roberts, 2003). La cuestión de la importancia del ta-
maño de un área protegida, nunca se ha considerado explíci-
tamente en fondos infralitorales rocosos del ecosistema me-
diterráneo (Francour et al. 2001). De ahí radica la importancia
de los resultados obtenidos.
La suposición de que una reserva marina mayor propor-
ciona una mejor eficiencia en la protección del poblamiento
íctico, parece corroborarse con el presente estudio, sobreto-
do en cuanto a la abundancia y biomasa se refiere. La res-
puesta a la protección es una característica dependiente de
la especie y está condicionada probablemente, por algunos
286 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
procesos ecológicos (rango de movimientos, hábitat especí-
fico, relaciones interespecíficas), los cuales están influencia-
dos por el tamaño del área marina protegida. En este sentido,
la abundancia y biomasa pueden incrementares conforme
aumenta la superficie gestionada. Además, como se ha men-
cionado anteriormente, la cantidad y calidad de las relacio-
nes biológicas entre especies, también se determina por este
factor, como lo predice la teoría biogeográfica de islas (Ma-
cArthur y Wilson, 1967).
Se ha de adquirir un compromiso entre el tamaño y el
número de reservas marinas (Bianchi y Morri, 2000; Sala et
al. 2002). Para ciertos objetivos de protección, y teniendo en
cuenta algunas consideraciones biológicas, el conjunto de
diferentes áreas protegidas pequeñas pueden ser más efec-
tivas que una única con superficie igual a la de la suma de las
pequeñas (Robert y Hawkins, 2000; Francour et al. 2001). Sin
embargo, para reservas cuyo objetivo principal es la protec-
ción de la biodiversidad, es más importante el aislamiento,
sobretodo en áreas con altos impactos humanos. Para ello,
es más apropiado tener una única pero gran área marina
protegida, reduciendo así las interacciones procedentes de
los usos desarrollados en las áreas circundantes (Allison et
al. 1998). Sobretodo, cuando el principal objetivo es mejorar
Aitor Forcada Almarcha
287ÍNDICE
el poblamiento íctico con propósitos pesqueros, ya que los
peces desarrollan su actividad vital a lo largo de una escala
espacial amplia. Los peces de hábitats infralitorales rocosos
no responden a un patrón fijo de desplazamiento; mientras
algunos permanecen siempre dentro del área marina pro-
tegida, otos se desplazan a kilómetros de distancia (Munro,
2000). En este sentido, las reservas pequeñas permiten una
mayor tasa de transferencia con las áreas explotadas, supo-
niendo una perdida del stock por medio de la dispersión de
individuos a través de los límites, incrementado así su vulne-
rabilidad a la pesca (Stockhausen et al. 2000). Este proceso ex-
plica las diferencias en la abundancia y biomasa de algunas
especies objetivo como, Epinephelus marginatus, Diplodus
vulgaris y Dentex dentex, entre las dos áreas marinas conside-
radas. Por esta razón, a no ser que la reserva marina intente
sólo proteger especies sésiles, es mejor desde un punto de
vista ecosistémico tener un área marina protegida grande,
con intención de optimizar la relación perímetro/área para
evitar así, los movimientos hacia el exterior (Walters, 2000).
Por otro lado, y como se ha comentado anteriormente
(ver apartado 4.1), la complejidad del hábitat parece explicar
gran parte de los patrones observados en el poblamiento íc-
tico a pequeña escala. Sin embargo, observando los datos a
288 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
una escala espacial mayor, los patrones del poblamiento re-
sultan también diferentes. Aunque la ordenación basada el
las características del hábitat muestra una clara separación
entre áreas, la estructura del hábitat no parece ser el patrón
condicionante para la abundancia, la biomasa o la presencia
de algunas especies. La diferencia entre áreas puede deber-
se, por un lado, a los efectos de la protección, favoreciendo
el incremento de algunos parámetros del poblamiento y la
frecuencia de algunas especies objetivo en las áreas marinas
protegidas consideradas (Bell, 1983; Francour, 1989; García-
Rubies y Zabala, 1990). Los hábitats rocosos suelen presen-
tar mayor riqueza específica, abundancia y biomasa que las
praderas de Posidonia oceanica (Francour, 1991a, 1991b; Gar-
cía-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998b), y aunque San Antonio
engloba más hábitat rocoso que Tabarca, esta última mues-
tra mayores valores en los parámetros considerados. De esta
manera, las diferencias existentes entre reservas marinas son
claramente atribuibles a la superficie gestionada.
La complejidad y heterogeneidad del hábitat pueden au-
mentar con el tamaño de la reserva, por lo que ha ser otra
variable a tener en cuenta a la hora de intentar incrementar
la diversidad íctica. Áreas marinas protegidas mayores, pue-
den incorporar diferentes tipos de hábitat requeridos en los
Aitor Forcada Almarcha
289ÍNDICE
distintos estadios del ciclo vital de algunos peces. Los dise-
ños de reservas marinas que consideren los requerimientos
ontogénicos de las especies objetivo, y la ubicación estra-
tégica de la producción larvaria, importación, exportación,
y la dinámica metapoblacional, optimizará la pesquería y la
conservación de las especies (Chiappone, y Sullivan Sealey,
2000), demás de mejorar la conectividad entre los diferentes
estadios de las mismas (Sale y Kritzer, 2003).
El último punto a tener en cuenta es el plan de gestión.
En este sentido, la gestión de las áreas marinas protegidas
pequeñas suele ser menos compleja que el de las grandes,
principalmente en cuanto al diseño de la zonación. Una
aproximación que contemple diferentes usos por medio de
la zonación, proporciona mayores niveles de protección en
áreas específicas, mientras que permite el desarrollo de ac-
tividades compatibles en otras, separando conflictos y ade-
cuando los intereses de los usuarios (Salm et al. 2000; Day,
2002). Esta herramienta de gestión, protege y permite a las
áreas marinas recuperarse de ciertos impactos; explicando
ésta también los elevados valores del poblamiento íctico de
la Reserva Marina de Tabarca. Además, la proporción costes/
beneficios es normalmente mayor en las áreas marinas pro-
tegidas pequeñas, contrastando los costes sociales y de vigi-
290 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
lancia, con los beneficios ecológicos y pesqueros. Este aspec-
to económico debe también tenerse en consideración antes
de declarar un área marina protegida pequeña.Como conclusión, los resultados refuerzan la idea que la
superficie protegida ocupa un papel dominante en la efecti-vidad de las áreas marinas protegidas, medida como la me-jora y conservación de los poblamientos ícticos. Aspectos biológicos y de la complejidad del hábitat pueden modificar este efecto. Como idea principal, se puede sugerir que las áreas marinas protegidas del Mediterráneo deben evitar ta-maños pequeños y diseños sin ningún mínimo de zonación. De hecho, cabe remarcar la reciente ampliación y zonación de la Reserva Marina de San Antonio, únicamente resta el aplicar plenamente las medidas de gestión. El tamaño es un factor importante a tener en cuenta para el establecimiento de una nueva área marina protegida, aunque más estudios prácticos y empíricos se han de realizar en esta dirección.
4. Publicaciones y aportes a congresos
Parte de los resultados del presente trabajo han sido ya presentados en dos congresos de ámbito internacional y uno nacional, citando explícitamente al Instituto de Cultu-ra “Juan Gil-Albert” (Excelentísima Diputación Provincial de Alicante) como organismo financiador. Estas aportaciones
Aitor Forcada Almarcha
291ÍNDICE
se hicieron a modo de póster en el II Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología Marina “Oceanos III Milenio” (Alican-te, España 22-25 de Abril de 2003) y en 38 European Marine Biology Symposium (Aveiro, Portugal 8-12 de Septiembre de 2003) (adjuntos en las páginas siguientes), mientras que en el III Congreso nacional de estudiantes y licenciados en Ciencias Ambientales (Elche, España, Noviembre de 2003 ) fue de ca-rácter oral, apoyada con un soporte audiovisual.
En la actualidad, fruto de las dos aportaciones a los con-gresos internacionales, se encuentran en prensa dos artículos científicos. El primero de ellos, titulado “Estructura de la ictio-fauna de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio (Alicante, SE Península Ibérica)” esta a la espera de publicación en el la revista del congreso organizado por la Fundación para el Fo-mento del Mar (FOMAR). El segundo, “Are small Marine Pro-tected Areas effective on the protection of fish assemblage? An example from the Western Mediterranean Sea” está pendiente de ser publicado en una revista de impacto, Hidrobiología.
Algunos de los resultados contenidos en el presente tra-bajo todavía sin emplear, se presentarán en dos congresos de carácter internacional que se llevarán a cavo durante el més de Septiembre: Annual Science Conference del ICES y XIII Simpio Ibérico de Estudios del Bentos Marino.
292 ÍNDICE
Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida
Introducción
Uno de los problemas a los que se enfrenta la agricul-
tura en la actualidad, es el ocasionado por la salini-
dad de suelos de cultivo y de aguas de riego, limi-
tantes de la producción vegetal.
La salinización de los suelos se debe al incremento de la
concentración de sales, y de forma eventual a su precipita-
ción en la disolución del suelo. Existen suelos donde la sa-
linidad se debe a causas naturales (roca madre, clima, etc...)
(Szablocs, 1994), otros en cambio, su salinidad no procede
de la formación de dicho suelo, sino que están generados
por la acción del ser humano (vertidos industriales con alta
carga de sales, empleo abusivo de productos agroquímicos,
deforestación...).
En zonas áridas y semiáridas donde la lluvia no es sufi-
ciente para cubrir las necesidades de evapotranspiración del
suelo, el suministro de agua de otras fuentes, da lugar a la adi-
ción de sales que llevan incorporadas todas las aguas natu-
rales en cantidades variables. Este problema es especialmen-
te grave en el Sureste español por tratarse de un ecosistema
294 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
semiárido, debido a que los recursos hídricos superficiales
son muy escasos, se están utilizando para el riego aguas sub-
terráneas de elevado coste de explotación, con contenidos
medios y elevados en sales solubles (Bolarín y Caro, 1995).
Los problemas agrícolas asociados con los suelos salinos se
pueden dividir en alteraciones en la toma de agua y nutrien-
tes por las plantas y los efectos indeseables resultantes en las
características físicas de los suelos. El desarrollo de las plantas
está fuertemente inhibido cuando la concentración de sales
en la disolución del suelo supera el umbral de tolerancia del
cultivo. El daño causado al vegetal puede ser osmótico, tóxico
(ocasionados por la acumulación de determinados iones (Na,
Cl, B) en los tejidos) o nutricional (Poljakoff et al., 1994).
El efecto más importante del agua salina sobre los culti-
vos se debe al aumento de la presión osmótica ocasionado
por el incremento de la concentración de sales de la disolu-
ción del suelo. Esto exige a la planta el empleo de más ener-
gía para la obtención de agua por medio de raíces, llegando
incluso a impedir la toma de agua en la disolución del suelo.
La energía necesaria se obtiene de los procesos metabólicos,
lo que conlleva a una disminución en la empleada en otros
procesos que también la requieren, como son los de desarro-
llo, floración, etc... (Garvis y Hopper, 1982; Marschner, 1982).
Miriam Oliver Albert
295ÍNDICE
La salinidad del suelo puede afectar también de manera
indirecta a través de la inhibición de procesos biológicos del
suelo (ej: mineralización y nitrificación) (Jurinak et al., 1981).
Los cultivos desarrollan mecanismos para adaptarse a la
salinidad del medio. En su adaptación, por ejemplo las plan-
tas de tomate acumulan: prolina, glicina-betaina, fructosa y
glucosa en el medio celular para aumentar la presión osmó-
tica interior (Poljakoff et al., 1994; Pérez-Alfocea et al., 1996;
Balibrea et al., 1997), estos procesos causan un elevado coste
energético en la planta, obligada a reducir su producción y
frenando su desarrollo.
Se han conseguido avances por vía tecnológica y biológi-
ca, sin embargo, la escasez de conocimientos sobre los prin-
cipales procesos implicados en la tolerancia salina, unido a
que estos procesos pueden variar según el nivel de estrés,
hacen necesario buscar nuevas soluciones para paliar el pro-
blema de la salinidad. Una posible vía serían las sustancias
húmicas como “biprotectores” frente al estrés salino.
La materia orgánica del suelo engloba la totalidad de las
sustancias presentes en él incluyendo: los restos de tejidos
vegetales y animales inalterados, sus productos de descom-
posición parcial, la biomasa del suelo, la fracción orgánica
soluble en agua y el humus que representa la fracción es-
296 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
table de la materia orgánica (Stevenson, 1994). Este último
está constituido por dos grupos: las sustancias no húmicas,
las cuales engloban a todos aquellos productos de compo-
sición química definida que no son exclusivos del suelo, son
fácilmente degradables y tienen una existencia transitoria
en él (polisacáridos, carbohidratos simples, proteínas, áci-
dos grasos...) (Graffney, et al. 1996) y las sustancias húmi-
cas, provienen de desechos de plantas y animales descom-
puestos microbial y químicamente, se encuentran en todos
los suelos, sedimentos y aguas. Aiken et al. (1985), las define
como sustancias de color oscuro, de elevado peso molecular
y propiedades refractarias, pero también hay que destacar
de ellas su naturaleza coloidal y propiedades ácidas, su re-
sistencia al ataque microbiano, además presentan aromatici-
dad y son complejos macromoleculares.
Las sustancias húmicas están formadas por dos grupos
de compuestos conocidos:
• Ácidos húmicos: material orgánico de color oscuro que
puede se extraído del suelo por álcalis y otros reactivos
y que es insoluble en ácido diluido (Stevenson, 1994).
• Ácidos fúlvicos: fracción de materia orgánica del suelo
que es soluble en álcali y ácido (Stevenson, 1994).
Miriam Oliver Albert
297ÍNDICE
Las propiedades físico-químicas (F-Q) de las SH dependen
de la proporción de los AH y AF que contienen, ya que éstos
presentan diferentes estructuras y propiedades F-Q. Por tan-
to, a pesar de ser considerados globalmente como SH, sus
fracciones tienen diferentes propiedades F-Q que hacen que
el comportamiento sea distinto según la fracción utilizada
(Ramos, 2000; Lizarazo, 2001).
Las SH pueden influir en la nutrición mineral a distintos
niveles: tienen efectos en la fertilidad del suelo y disponibili-
dad de nutrientes, ya que los diferentes materiales húmicos
afectan a las propiedades físicas, químicas y biológicas del
suelo (efectos indirectos) y a la vez influyen de forma direc-
ta en el crecimiento y desarrollo vegetal. Esta incidencia se
manifiesta en distintos procesos fisiológicos: facilitan la per-
meabilidad de las membranas (Vigneaul et al., 2000), mejo-
ran la respiración y fotosíntesis de las plantas y son capaces
de aumentar los contenidos de clorofila, (Vaughan 1969, Sla-
dky 1959), inhiben la acumulación de Na+ en las hojas, influ-
yen en la síntesis de proteínas, ácidos nucleicos y en la ac-
tividad de alguna enzimas como peroxidasa, IAA-oxidasa e
invertasas (Concheri et al., 1994; Nardi et al., 2000), estimulan
la nutrición vegetal y mejoran la germinación (Ramos 2000)
298 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
y crecimiento radicular (Sladky 1959; Fernández 1968, Sán-
chez-Conde et al., 1972; Sánchez Andreu et al., 1999).
Los distintos efectos que las sustancias húmicas produ-
cen en las propiedades del suelo o en el desarrollo vegetal
van a estar gobernadas por la concentración en la que se en-
cuentran, su naturaleza (García, 1990), el peso molecular de
las fracciones húmicas y su contenido en grupos funcionales
(Piccolo et al., 1992), así como de la especie vegetal, su edad
y estado nutricional (Albuzio et al., 1986).
Las plantas poseen diversos sistemas enzimáticos (supe-
róxidodismutasa, catalasa y peroxidasa) con el objeto de eli-
minar el exceso de radicales libres generados en situaciones
de estrés (por salinidad, frío, sustancias fitotóxicas, etc...). Las
SH son capaces de capturar los radicales libres disminuyen-
do así el estrés oxidativo de la mitocondria y mostrando por
tanto un efecto bioprotector.
Algunos autores (Varanini et al., 1995; Dubbini 1955; Chu-
cov et al., 1996) han observado efectos “bioprotectores” por
la aplicación de SH sobre cultivos que se desarrollan en con-
diciones de estrés, entre ellos salino. Según Sánchez-Conde
et al. (1968), la aplicación de sustancias húmicas a la disolu-
ción nutritiva de riego, reduce los niveles foliares de Na+ en
algunos cultivos como pimiento y tomate. El mecanismo de
Miriam Oliver Albert
299ÍNDICE
acción a través del cual las SH reducen la absorción de Na+
tampoco está definido, aunque existen evidencias de que
pueden actuar sobre las ATP-asas de membrana (Slesak et
al., 1988; Varanini et al., 1995) estimulando el proceso natural
de exclusión de Na+ por parte del vegetal.
Objetivos
En este proyecto se aborda uno de los problemas funda-
mentales de la producción vegetal: la salinidad de los suelos
y de las aguas de cultivo, problema especialmente grave en
zonas donde sus condiciones climáticas ocasionan un eco-
sistema semiárido, como ocurre en todo el Sureste español.
El principal objetivo de este estudio es mejorar la pro-
ductividad del cultivo cuando se emplean aguas de riego
de salinidad moderada y alta, aplicando sustancias húmicas
foliarmente como bioprotectores del estrés salino, al tratarse
de productos de bajo coste y de nulo impacto ambiental.
Debido a que los efectos de las SH están determinados
por su dosis de aplicación, se plantean los siguientes subob-
jetivos:
A. Establecer la dosis óptima de aplicación foliar de las
sustancias húmicas (SH) comerciales de diferentes orígenes:
leonarditas (L), turba (T) y residuos vegetales (RV).
300 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
B. Conocer la SH más efectiva en función de su origen.
Materiales y métodos
1. Sustancias húmicas:
En el estudio se han utilizado tres sustancias húmicas de
distinto origen: leonarditas (L), turbas (T) y residuos vegeta-
les (RV), cuyas características se recogen en la Tabla III.1.1 y
Tabla III.1.2.
Tabla III.1.1. Parámetros analizados en las tres sustancias húmicas comerciales.
SH pHCE
(dS/m)Densidad (g/100ml)
EHT% AH% AF% E4/E
6
L 11.2 74.4 109.96 16.0 13.1 2.9 4.29
T 11.4 73.7 134.00 22.1 22.0 0.1 1.81
RV 5.6 37.6 118.63 19.2 1.4 17.8 6.43
Tabla III.1.2. Parámetros analizados en las tres sustancias húmicas comerciales.
SH Na (ppm) K (ppm) Ca (ppm) Mg (ppm) Fe (ppm)Cu
(ppm)Mn
(ppm)Zn
(ppm)
L 145.4 4678.9 974.7 273.0 352.5 26.58 9.60 2.11
T 2327.5 1211.5 1314.3 346.8 135.8 5.30 7.55 7.93
RV 3455.0 4208.1 177.9 1005.0 41.53 7.42 3.59 3.77
Miriam Oliver Albert
301ÍNDICE
La SH de origen T presenta un alto contenido en Na, esto
se debe a que en su proceso de extracción se emplea NaOH
como base extractora, mientras que la SH de origen L tiene
mayor concentración de potasio ya que se usa KOH como
extractante. El contenido en micronutrientes es mayor en L,
mientras que la sustancia húmica de origen RV es más rica
en Na, K y Mg. Los valores de la CE fueron similares en leo-
narditas y turba, siendo inferior la procedente de RV, debido
posiblemente a no realizarse proceso de extracción (Ayuso,
1995). La relación óptica E4/E
6 nos proporciona información
sobre el grado de humificación, condensación y pesos mole-
culares (PM) de las SH. Su valor es inversamente proporcio-
nal al grado de aromaticidad, PM y condensación de las mo-
léculas, por tanto, valores bajos (E4/E
6<5.0) indican materiales
evolucionados, altamente condensados y de fuerte carácter
aromático, dónde la fracción predominante es la húmica,
mientras que valores altos (E4/E
6: 6.0-8.5) indican baja con-
densación y una mayor proporción de compuestos alifáticos
dónde la fracción mayoritaria es la fúlvica Stevenson et al.,
(1994) y Franco(1998). Los resultados obtenidos en la Tabla
III.1.1. para la relación E4/E
6 están en concordancia con Ste-
venson et al., (1994) y Franco (1998), ya que las SH de L y T
tuvieron una E4/E
6<5.0 y la fracción mayoritaria fue el AH%,
302 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
en la SH de RV la relación E4/E
6 estuvo entre 6.0-8.5 siendo
su fracción mayoritaria la fúlvica. Estos resultados están de
acuerdo con los obtenidos por Ramos (2000) en la caracteri-
zación de SH comerciales de diferentes orígenes.
Las medidas de pH se determinaron directamente de las
muestras, encontrándose valores altos de pH en las SH pro-
cedentes de turba y leonarditas debido a sus procesos de
extracción con bases fuertes (NaOH y KOH), por el contrario
la SH de residuos vegetales tuvo un pH ácido.
2. Cultivo
La experiencia se ha realizado sobre un cultivo de tomate
(Lycopersicon esculentum Mill) en dos de sus variedades, está
clasificado como cultivo moderadamente tolerante a la sali-
nidad (Mass y Hoffman, 1977), sin embargo, sus rendimientos
disminuyen cuando el nivel salino presenta una CE entre 6 y
7 (dS/m) (Caro et al., 1991), siendo estos los valores normales
de las aguas subterráneas del sureste español. Las varieda-
des de tomate utilizadas corresponden a dos híbridos F1 con
distinto calibre de fruto: Durinta (de Western Sedes S.A.), de
calibre mediano (M), y Jaguar (de Ramiro Arnedo S.A.), de ca-
libre grueso (G), variedades consideradas de amplia difusión
comercial.
Miriam Oliver Albert
303ÍNDICE
Este ensayo se desarrolló en el invernadero del Departa-
mento de Agroquímica y Bioquímica de la universidad de
Alicante. El cultivo se realizó en tiestos rellenos con arena de
sílice, sustrato que previamente fue lavado con ácido clorhí-
drico diluido y agua destilada. Los tiestos llevaban incorpo-
rado un recipiente inferior con la finalidad de mantener la
disolución nutritiva empleada, preparada según la propues-
ta por E. Martínez y M. García . Para su preparación se tuvo en
cuenta la composición del agua de red del invernadero. Las
dosis de SH y los tratamientos salinos empleados en este en-
sayo para la aplicación foliar fueron los descritos en la Tabla
III.2.2, los cuales fueron incorporados a la disolución nutriti-
va, así para un nivel salino bajo S0 (CE: 2.7 dS/m) se empleó
la disolución nutritiva preparada con agua de riego, mientras
que para niveles salinos moderados S1 (CE: 7.6 dS/m) y altos
S2 (CE: 9 dS/m) a la disolución nutritiva preparada con agua
de red se le adicionó NaCl en la cantidad precisa (0.50 y 0.70
mM respectivamente) para alcanzar las conductividades ne-
cesarias.
304 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
Tabla III.2.2. tratamientos empleados en la experiencia.
Tratamientos Descripción
(Control) S0+H0Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T
y RV
S0+H1Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)
S0+H2Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.10 % (V/V)
S0+H3Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)
(Control) S1+H0Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T y RV
S1+H1Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)
S1+H2Nivel salino moderado (CE:7,6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0,10 % (V/V)
S1+H3Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)
(Control) S2+H0Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T y RV
S2+H1Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)
S2+H2Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.10 % (V/V)
S2+H3Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)
Miriam Oliver Albert
305ÍNDICE
El ensayo tuvo lugar en los meses de octubre y noviem-
bre durante 55 días. Las semillas de tomate se germinaron
en semilleros rellenos de turba. Se regaron con agua de red
dos veces al día, siendo transplantadas a los 20 días a los ties-
tos definitivos. Las raíces de las plántulas se lavaron antes del
transplante con agua de red con el fin de eliminar la turba.
El número total de plantas fue 180, correspondiendo 90
a cada variedad de tomate, siendo tres controles de cada va-
riedad (S0, S1 y S2) los que no fueron rociados foliarmente
con las SH pero sí con agua destilada.
Los tratamientos (Tabla III.2.2.) fueron realizados por tri-
plicado y se distribuyeron las plantas de forma aleatoria en el
invernadero, en doce filas y quince columnas (Figura III.2.2.).
Los primeros diez días, el riego para todas las plantas fue
con disolución nutritiva de baja salinidad S0 (CE: 2.7 dS/m).
Transcurrido ese tiempo, se comenzó con los tratamientos.
Las disoluciones nutritivas fueron renovadas cada dos días y
el rociado foliar con SH se realizó cada diez días. A fin de evitar
la aparición de posibles plagas, las plantas fueron fumigadas
con salicílico 15 mM cada 15 días. La temperatura y humedad
del invernadero fueron registradas con el sistema Gemini Lo-
gger Manager, además se conectaron lámparas fotoperiodo
durante el día y el Fog System para humidificar el ambiente.
306 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
3. Parámetros analizados:
Al final de la experiencia se recogieron las plantas com-
pletas y se determinaron los siguientes parámetros:
Parámetros morfológicos:
� Longitud total
� Peso fresco y seco de ramas y tallos
� Peso fresco y seco de hojas
� Peso fresco y seco de raíces
� Humedad
Parámetros fisiológicos y nutricionales:
� Contenido en carotenos
� Contenido en clorofila
� Prolina
� Macro y micronutrientes en hoja
4. Tratamiento estadístico:
A fin de establecer el efecto de las dosis de SH aplicadas
(0.5, 0.10 y 0.15 % (V/V)) sobre los distintos parámetros mor-
fológicos y fisiológicos estudiados, se ha realizado el análisis
estadístico de los datos por estimación curvilínea o regre-
sión no lineal, por medio del programa SPSS.
308 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
Discusión
El Na+ está relacionado directamente con los problemas
de salinidad de los suelos y aguas. En las plantas produce
desajustes osmóticos, efectos tóxicos y perturbaciones en
el balance de agua, lo cual además de impedir la toma de
agua y nutrientes a los cultivos, implica el agotamiento de la
energía necesaria para el metabolismo, y como consecuen-
cia origina descensos importantes en los rendimientos pro-
ductivos.
Los resultados obtenidos respecto al sodio, muestran
que la variedad Durinta ofrece una disminución significativa
respecto a sus controles, con los tratamientos S0+T con la
dosis 0.05% (V/V) y S2+L, siendo en este último con la dosis
más alta 0.15% (V/V). En Jaguar sólo se consigue disminuir el
nivel de sodio con la dosis 0.10% (V/V) del tratamiento S0+L.
Si comparamos los valores foliares de Na+ en las dos varie-
dades, se pone de manifiesto que es Durinta la que menos
acusa el exceso salino del medio conforme aumenta la con-
ductividad eléctrica.
De las tres SH comerciales, sólo producen disminuciones
significativas en la concentración de sodio las de origen Tur-
ba y Leonarditas, esto puede deberse a que presentan mayor
Miriam Oliver Albert
309ÍNDICE
proporción de AH y menor relación E4/E
6 que la SH de resi-
duos vegetales, por lo tanto, el contenido de radicales libres
en ellas es mayor, lo cual implica un mayor estímulo de la
actividad de la enzima ATPasa, aumentando así la tendencia
natural de exclusión de sodio, también debe influir el hecho
de que la SH de leonarditas seguida de la de origen turba
contienen menos sodio que la procedente de RV.
Considerando los resultados, se pone de manifiesto la ca-
pacidad que tienen las SH para disminuir el nivel de sodio
foliar y por tanto, de paliar los efectos nocivos de la salinidad
en los cultivos.
Para el potasio, en la variedad Jaguar se produce un au-
mento respecto al control S2 con la dosis 0.15 % (V/V) del
tratamiento con Turba, siendo en Durinta este incremento
con los tratamientos S1+L para la dosis 0.05 % (V/V) y S1+T
con la dosis óptima de 0.15 % (V/V).
Los incrementos obtenidos para el calcio y magnesio,
sólo resultaron significativos respecto al control en la espe-
cie Durinta, donde el tratamiento S1+T aumentó la concen-
tración de calcio conforme lo hizo la dosis de T, al igual que
ocurrió con el tratamiento S0+T para el magnesio.
La variedad Jaguar sólo mostró un aumento de fósfo-
ro foliar respecto al control con la dosis 0.15 % (V/V) de T
310 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
cuando la salinidad fue baja, mientras que en Durinta los tra-
tamientos S2+T y S2+RV incrementaron el nivel de fósforo
cuando la salinidad fue alta con todas las dosis, resultando
ser la dosis óptima la de 0.10 % (V/V).
El cobre de la variedad Jaguar aumentó conforme lo hizo
la dosis de los tratamientos S1+T y S2+RV al igual que en
Durinta con el tratamiento S2+T.
Para el cinc se obtuvieron aumentos significativos sólo
en la variedad Jaguar con todas las dosis de los tratamientos
S2+T y S2+RV, siendo en ambos la dosis óptima la de 0.10 %
(V/V).
De los resultados obtenidos se observa que la SH de RV
sólo es capaz de incrementar la concentración de P, Cu y Zn
cuando la salinidad del medio es alta, aunque la dosis ópti-
ma no fue la misma en todos los casos.
Para el caso del hierro la dosis de 0.10% (V/V) fue la que
proporcionó mejores resultados con los tratamientos S1+L
y S2+T en el caso de Jaguar, mientras que en Durinta fue la
dosis más baja del tratamiento S2+L con la que se obtuvo la
máxima mejora.
Los tratamientos que mejoraron en nivel de boro foliar
en Jaguar fueron S1+T con la dosis 0.05 % (V/V) y S2+T cuya
dosis óptima fue la de 0.10% (V/V), mientras que en Durin-
Miriam Oliver Albert
311ÍNDICE
ta fueron los tratamientos S0+T y S1+L con las dosis 0.15 y
0.10% (V/V) respectivamente.
Los datos obtenidos ponen de manifiesto la capacidad
que presentan las SH comerciales aplicadas foliarmente para
bioestimular la nutrición de cultivos de tomate en condicio-
nes de salinidad, incrementando los parámetros nutriciona-
les respecto a un control sin aplicación, siendo la dosis re-
comendada debido a que se obtienen los incrementos más
significativos en niveles de nutrientes, la de 0.10 % (V/V). Sin
embargo, este efecto bioestimulante también se aprecia con
las dosis inferiores en la mayoría de parámetros nutriciona-
les analizados.
Las SH procedentes de turba y leonarditas producen un
mayor efecto bioestimulante que las SH de RV, esto se debe a
que presentan mayor contenido en radicales libres, que inte-
ractúan con las estructuras fosfolipídicas de las membranas
celulares comportándose como transportadoras de nutrien-
tes a través de ellas facilitando la absorción.
Para un mismo nutriente, no se obtienen los mismos re-
sultados en ambas variedades de tomate, esto se debe a que
el comportamiento de las SH está condicionado también por
la especie vegetal tratada (Albucio et al., 1986).
312 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
clorofila total
clorofila a
clorofila b
Figura V.1. Estructura de la clorofila a y b.
Miriam Oliver Albert
313ÍNDICE
La clorofila es un pigmento verde situado en las mem-
branas tilacoidales de los cloroplastos. Se trata de una mo-
lécula de porfirina formada por cuatro anillos pirrolíticos, un
átomo de magnesio en su centro y un alcohol alifático de
cadena larga denominado fitol, esterificado con un ác. pro-
pinóico situado en el anillo IV. Existen dos tipos de clorofila a
y b, se diferencian en la cadena lateral del II anillo pirrolítico,
mientras que la clorofila a tiene un grupo metilo, la b tiene
un aldehído.
Se sabe que cuanto mayor es la concentración de clorofi-
la mayor será la actividad fotosintética y por tanto la produc-
ción. Numerosos estudios ponen de manifiesto que la aplica-
ción foliar de SH es capaz de aumentar la concentración de
clorofila en hojas, pero esto depende de la dosis aplicada y
de su origen (Ramos, 2000).
Para la variedad Jaguar, la concentración de clorofila to-
tal aumentó conforme lo hizo la dosis del tratamiento S1+L,
mientras que en Durinta es el tratamiento con RV el que in-
crementó la concentración respecto al control de salinidad
elevada con las dosis 0.05 y 0.10% (V/V). En la clorofila a,
se observó un aumento en las dos variedades de tomate,
conforme lo hicieron las dosis de los tratamientos con RV y
L cuando el nivel salino fue bajo (CE: 2.7 dS/m). Con la cloro-
314 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
fila b, la variedad Jaguar aumentó conforme lo hizo la do-
sis de los tratamientos S0+T, S1+RV y S1+L, en Durinta fue el
tratamiento S0+L el que mostró el incremento significativo
respecto al control, conforme la dosis aplicada foliarmente
aumentaba.
Se aprecia de los resultados obtenidos que las SH comer-
ciales son capaces de aumentar los contenidos de clorofila
totales, a y b en hojas. Siendo el tratamiento que mejores re-
sultados proporciona para las dos variedades de tomate el
de SH de leonarditas. En cuanto a la dosificación, puede de-
cirse que la dosis óptima de SH para el aumento de clorofilas
en hoja, es la de 0.10 % (V/V).
Los carotenoides son pigmentos de dos tipos: carote-
nos (de color amarillo, anaranjado o rojo) y xantofilas (de co-
lor amarillo). En cuanto a su estructura se trata de terpenos
compuestos por ocho unidades de isopreno. Los carotenoi-
des absorben la energía no absorbida por la clorofila, am-
pliándose el espectro de energía luminosa que aprovecha la
fotosíntesis.
Se puede decir de los resultados obtenidos, que las SH
presentan efectos inhibitorios en la concentración de caro-
tenos de la especie Durinta con todas las SH aplicadas foliar-
mente, sin embargo, la procedente de leonarditas en Jaguar
Miriam Oliver Albert
315ÍNDICE
sí fue capaz de incrementar la concentración de carotenos
con todas las dosis aplicadas con un nivel salino alto, siendo
la dosis óptima la de 0.10 % (V/V).
Los cultivos de tomate en situaciones de estrés salino
acumulan solutos como: prolina, glucosa y sacarosa (Pérez-
Alfocea, et al., 1996; Balibea et al., 1997) que actúan como
mecanismos de defensa pero a su vez producen un elevado
coste energético (Hever, 1994; Hever, 1998) que conlleva a la
disminución del desarrollo vegetal y de su producción (Hi-
zrahi et al., 1988).
Se determinó la concentración de prolina por tratarse
de uno de los metabolitos osmorreguladores por excelen-
cia de las plantas de tomate, y así poder establecer si las SH
comerciales aplicadas foliarmente son capaces de reducir la
concentración de prolina, demostrándose sus efectos bio-
protectores en condiciones de estrés salino.
Los resultados obtenidos muestran que en ambas varie-
dades la aplicación foliar de SH disminuye los niveles de pro-
lina en hoja, sin embargo, en Jaguar sólo se observó esta dis-
minución, conforme aumentó la dosis, del tratamiento S0+L.
En Durinta con salinidad moderada fue la SH de RV la que
disminuyó la concentración de prolina con todas las dosis,
siendo la de 0.10% (V/V) la que mejores resultados propor-
316 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
cionó, al igual que ocurrió con el tratamiento S2+L, mientras
que el tratamiento S2+RV sólo disminuyó la concentración
de prolina con la dosis más baja.
Por tanto, se puede decir que las SH de origen L y RV pre-
sentan efectos bioprotectores al disminuir la concentración
de prolina, siendo la variedad Durinta la que mejor se adapta
al estrés salino por presentar el control menor concentración
de prolina que Jaguar conforme aumenta la salinidad.
En la variedad Jaguar no se encuentran diferencias sig-
nificativas en el contenido hídrico respecto al control, mien-
tras que en Durinta la humedad foliar aumentó con la dosis
0.15% (V/V) del tratamiento S0+L, y con un nivel salino ele-
vado la SH de origen RV aumentó la humedad conforme se
incrementó la dosis.
Tan sólo la SH de L fue capaz de aumentar el peso seco de
la variedad Durinta, en el tratamiento S0+L con la dosis de
0.15% (V/V), mientras que con el tratamiento S1+L fue con
la dosis 0.10 % (V/V). En Jaguar no se obtuvieron diferencias
significativas con los controles.
Conclusiones
� Las SH de L y de T disminuyen de forma significativa los
niveles foliares de sodio, por lo que se reducen los efec-
Miriam Oliver Albert
317ÍNDICE
tos nocivos de la salinidad, mientras que la SH de RV no
produce ningún efecto. Esto puede ser debido a que su
contenido en sodio es más alto que las SH de L y T.
� La aplicación foliar de SH estimula la nutrición del cultivo.
Este efecto bioestimulante es mayor en SH de T y L.
� La dosis recomendada por ser donde se producen los in-
crementos más significativos en los niveles de nutrientes,
es la de 0.10 % (V/V), sin embargo, este efecto bioestimu-
lante también se aprecia con las otras dosis en la mayoría
de parámetros nutricionales analizados.
� Las SH aumentan los contenidos foliares de clorofila y ca-
rotenos, por tanto, incrementan la fotosíntesis, siendo la
SH de L la de mayor efecto bioestimulante.
� Las SH de RV y L reducen la concentración de prolina per-
mitiendo a las plantas aumentar su rendimiento produc-
tivo al disminuir el gasto energético en su adaptación al
medio salino.
� La SH de L tiene la capacidad de aumentar la humedad fo-
liar y el peso seco en la variedad Durinta a dosis elevadas.
� Tanto la humedad foliar como el peso seco no ofrecen
diferencias significativas en sus tratamientos respecto al
control en la variedad Jaguar.
318 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
� La SH más efectiva para todos los parámetros analizados
es la de origen leonarditas, siendo su dosis intermedia ge-
neralmente, la de mayor respuesta.
� De las dos variedades de tomate estudiadas, es Durinta la
que mejor se adapta al estrés salino, ya que sus controles
presentan menor contenido en sodio y prolina que Jaguar
conforme aumenta la conductividad eléctrica del medio.
Como conclusión general, se puede decir que una solu-
ción alternativa al problema de salinidad de aguas y suelos
del sureste español, frente a otras posibles alternativas son
la aplicación foliar de sustancias húmicas, productos de bajo
coste y nulo impacto ambiental, como mejoradores de los
cultivos en su adaptación al medio salino, aumentando así
su productividad.
Miriam Oliver Albert
319ÍNDICE
Co
nte
nid
o e
n m
acro
nu
trie
nte
s d
e la
var
ied
ad J
agu
ar.
Na
%K
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a %
Mg
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S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2
Ctr
l1.
556
2.23
52.
273
2.40
1.41
2.95
2.12
91.
321
1.61
40.
420
0.32
90.
397
0.50
80.
314
0.46
9
L11.
241
2.21
01.
891
1.29
1.70
2.22
2.12
91.
649
1.02
10.
467
0.32
60.
380
0.49
00.
359
0335
L20.
789
2.24
91.
793
1.91
3.01
2.00
1.93
41.
960
2.47
80.
440
0.35
70.
521
0.54
10.
419
0.49
7
L31.
468
2.02
62.
505
2.38
2.01
1.46
2.21
31.
683
1.79
50.
507
0.37
20.
365
0.62
90.
315
0.41
7
T11.
250
1.89
22.
421
3.11
3.13
4.35
2.15
71.
189
1.79
00.
488
0.25
30.
345
0.50
90.
312
0.38
1
T21.
168
2.37
82.
049
4.67
3.20
5.64
2.06
02.
269
2.44
30.
524
0.54
00.
440
0.58
00.
510
0.39
7
T30.
742
1.95
12.
360
1.10
0.34
4.18
1.33
51.
502
1.21
00.
384
0.31
00.
333
0.51
60.
332
0.43
0
RV
11.
284
1.55
42.
492
4.05
3.69
2.90
2.26
90.
722
1.97
60.
505
0.34
00.
410
0.69
90.
343
0.44
4
RV
20.
762
2.34
42.
349
3.58
3.32
4.06
1.64
91.
790
1.62
80.
417
0.33
30.
340
0.56
80.
343
0.38
1
RV
32.
307
1.81
82.
526
4.15
4.85
4.52
2.28
31.
502
1.69
00.
514
0.36
20.
408
0.48
60.
307
0.38
3
Co
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o e
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S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2
Ctr
l62
.294
4.7
484.
715
.49
15.9
015
.63
48.0
105.
813
9.2
53.7
68.1
66.4
71.0
075
.45
58.5
3
L193
.743
6.0
27.4
16.3
125
.73
13.1
723
4.4
166.
989
.061
.475
.449
.012
6.89
63.8
176
.26
L241
.072
9.6
464.
414
.26
35.5
520
.00
82.2
193.
417
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52.6
73.5
43.9
82.5
182
.38
49.9
0
L368
6.3
698.
436
5.7
27.1
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31.4
617
5.5
155.
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24.9
81.4
65.7
144.
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56.5
8
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15.4
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182.
515
9.4
54.5
66.2
84.3
72.1
546
.28
71.6
4
T260
5.1
291.
266
1.9
16.7
215
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19.1
810
5.6
283.
811
5.2
47.7
46.1
65.6
140.
9684
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62.8
6
T382
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6.2
759.
39.
6338
.42
42.9
225
.717
3.4
189.
244
.360
.069
.197
.56
47.2
858
.60
RV
171
6.0
674.
140
6.2
36.9
212
.63
25.3
220
7.3
158.
515
5.3
65.0
88.9
78.8
114.
5540
.15
83.5
4
RV
283
9.1
809.
470
1.1
17.5
420
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39.3
440
4.2
185.
215
8.7
47.6
62.9
75.4
117.
1685
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61.2
8
RV
380
2.6
339.
958
4.8
10.9
913
.45
19.1
823
5.4
173.
218
7.6
79.0
70.0
66.6
112.
7958
.58
36.1
0
320 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
Co
nte
nid
o e
n m
acro
nu
trie
nte
s d
e la
var
ied
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10.
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156
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739
1.37
70.
354
0.38
90.
304
0.38
30.
353
0.35
7
L20.
576
2.02
02.
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4.23
3.79
1.54
41.
502
1.69
70.
372
0.35
20.
386
0.47
90.
365
0.38
3
L30.
825
1.96
11.
486
2.75
3.39
3.56
1.52
32.
380
1.79
50.
353
0.45
00.
305
0.54
90.
479
0.40
4
T10.
516
1.73
12.
194
3.93
4.27
3.92
1.72
52.
192
1.62
80.
415
0.32
40.
365
0.46
80.
308
0.37
8
T20.
880
2.26
71.
749
1.16
5.18
3.35
1.89
22.
032
0.86
10.
464
0.42
80.
231
0.45
80.
380
0.44
8
T31.
062
1.94
52.
283
4.45
3.13
3.12
2.07
41.
725
3.06
30.
479
0.34
50.
366
0.56
50.
351
0.50
9
RV
11.
053
1.91
11.
945
5.17
3.09
2.08
1.69
01.
565
1.08
40.
333
0.31
90.
301
0.34
90.
360
0.37
3
RV
20.
451
2.45
81.
824
3.61
4.41
2.88
1.60
02.
520
1.00
00.
371
0.41
20.
258
0.55
40.
357
0.34
7
RV
31.
400
1.41
32.
374
4.39
3.94
3.39
2.99
41.
600
1.73
90.
546
0.36
00.
407
0.49
40.
375
0.39
7
Co
nte
nid
o e
n m
icro
nu
trie
nte
s d
e la
var
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m)
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m)
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m)
Zn
(pp
m)
B (p
pm
)
S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2
Ctr
l82
2.9
775.
610
90.8
8.94
35.9
611
.81
78.7
111.
224
0.7
55.2
60.4
61.6
79.5
060
.44
63.9
1
L171
0.6
605.
110
77.2
15.9
028
.73
11.8
122
7.5
168.
229
1.8
52.1
66.9
66.8
33.3
470
.01
65.4
1
L238
7.3
1085
.376
7.0
15.9
044
.56
10.9
924
8.3
162.
615
8.7
56.4
69.9
84.6
88.3
391
.59
44.5
5
L378
7.7
952.
870
4.8
15.0
815
.08
25.3
217
7.0
346.
018
4.0
42.0
89.1
34.4
77.2
362
.34
69.8
4
T195
4.1
860.
898
2.5
9.35
20.0
010
.99
326.
518
0.8
309.
061
.187
.294
.786
.59
53.4
264
.64
T280
4.0
41.0
827.
013
.86
18.7
79.
3518
4.6
805.
614
3.6
36.9
86.0
89.9
117.
5635
.25
66.4
1
T35.
883
2.4
107.
78.
1223
.27
14.2
642
5.2
166.
120
6.5
54.9
59.8
69.0
138.
7152
.60
75.0
4
RV
168
0.9
222.
371
0.6
14.2
610
.99
18.7
716
5.8
251.
115
4.3
56.3
65.5
84.9
49.4
958
.87
44.4
4
RV
210
0.5
851.
358
.612
.63
19.1
811
.26
446.
325
7.1
175.
235
.459
.689
.915
0.47
87.5
841
.28
RV
381
2.7
666.
639
2.7
14.6
732
.69
18.7
725
1.1
204.
626
5.5
66.0
84.2
85.3
137.
4757
.50
81.2
5
Miriam Oliver Albert
321ÍNDICE
Co
nte
nid
o e
n c
loro
fila
y c
aro
ten
os
de
la v
arie
dad
Du
rin
ta.
Car
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g/g
p
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CH
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l
(mg
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p.f
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hl a
(mg
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p.f
)C
hl b
(mg
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p.f
)S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2
Ctr
l0.
149
0.20
70.
223
0.53
91.
283
1.25
90.
521
0.94
71.
162
0.18
50.
335
0.36
0
L10.
126
0.17
20.
285
0.67
91.
182
1.36
30.
480
0.76
60.
967
0.11
50.
288
0.39
6
L20.
150
0.13
70.
166
1.27
00.
840
0.99
00.
818
0.61
50.
490
0.34
20.
225
0.21
6
L30.
118
0.19
60.
166
1.06
20.
943
1.44
60.
750
0.69
11.
055
0.31
20.
499
0.39
1
T10.
118
0.17
70.
177
0.73
01.
344
0.64
50.
687
0.96
90.
404
0.17
30.
435
0.31
3
T20.
089
0.17
70.
250
0.80
11.
726
1.45
10.
561
1.26
71.
195
0.24
00.
459
0.44
9
T30.
146
0.19
80.
245
1.02
51.
131
1.54
60.
745
0.74
41.
292
0.23
60.
387
0.42
7
RV
10.
162
0.13
20.
232
0.87
91.
148
0.88
10.
801
0.83
20.
965
0.23
10.
270
0.25
5
RV
20.
152
0.19
30.
242
1.00
00.
671
1.76
30.
753
0.40
01.
189
0.24
70.
164
0.50
3
RV
30.
105
0.22
90.
220
0.79
21.
380
0.71
90.
502
1.01
50.
371
0.39
20.
365
0.18
7
Co
nte
nid
o e
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loro
fila
y c
aro
ten
os
de
la v
arie
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S 1S 2
S 0S 1
S 2S 0
S 1S 2
S 0S 1
S 2
Ctr
l0.
118
0.15
30.
127
0.89
90.
852
0.85
10.
804
0.63
50.
622
0.29
20.
316
0.22
9
L10.
130
0.19
40.
211
1.17
60.
982
1.22
70.
876
0.69
90.
713
0.24
10.
406
0.25
7
L20.
136
0.15
10.
159
0.95
01.
349
0.75
80.
888
1.21
30.
340
0.21
80.
404
0.20
8
L30.
111
0.14
10.
201
0.90
31.
087
1.14
30.
642
0.76
70.
834
0.26
00.
445
0.30
8
T10.
137
0.26
30.
196
0.63
41.
302
1.43
60.
440
1.22
71.
159
0.19
30.
483
0.41
9
T20.
119
0.15
20.
269
0.86
40.
990
1.25
10.
806
0.70
80.
887
0.22
50.
282
0.36
4
T30.
127
0.19
30.
220
0.87
71.
161
0.98
80.
548
0.76
40.
705
0.23
90.
326
0.28
3
RV
10.
125
0.11
80.
206
0.76
21.
283
0.94
10.
535
0.90
40.
844
0.22
70.
378
0.27
4
RV
20.
162
0.24
70.
194
0.91
01.
212
0.86
40.
653
1.10
40.
596
0.25
60.
374
0.26
8
RV
30.
220
0.25
40.
174
0.86
41.
260
0.99
40.
620
0.91
90.
527
0.24
30.
341
0.23
0
322 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
Contenido en prolina de la variedad Durinta.
Prolina (mol/g p.s*E-6)
S0
S1
S2
Ctrl 83.25 90.47 32.52
L1
6.72 64.2 21.36
L2
14.29 11.33 43.01
L3
18.89 89.76 109.45
T1
9.35 40.98 35.33
T2
47.3 39.7 98.18
T3
5.48 33.67 34.5
RV1
19.6 45.43 103.1
RV2
10.06 124.34 57.32
RV3
52.12 45.14 63.48
Contenido en prolina de la variedad Jaguar.
Jaguar S0
S1
S2
Ctrl 19.91 52.91 35.50
L1
20.98 48.99 47.32
L2
32.23 36.6 105.57
L3
4.02 47.79 95.31
T1
105.3 26.93 195.53
T2
6.38 43.29 44.44
T3
10.78 3.81 74.59
RV1
16.11 29.94 63.41
RV2
11.71 109.45 58.12
RV3
102.76 158.76 33.88
Miriam Oliver Albert
323ÍNDICE
Peso fresco, seco y humedad foliar de la variedad Jaguar.
Peso fresco (g) Peso seco (g) Humedad foliar (%)
Jaguar S0
S1
S2
S0
S1
S2
S0
S1
S2
Ctrl 25.60 50.13 31.23 1.79 2.53 1.53 91.9 90.0 90.0
L1
26.92 47.92 43.00 3.07 2.35 2.17 87.7 89.6 91.8
L2
24.93 31.16 40.30 3.63 1.61 1.77 86.7 89.2 89.7
L3
24.08 52.86 41.33 1.59 4.34 2.12 89.8 87.9 89.3
T1
23.95 45.42 46.69 1.96 3.52 1.95 87.1 89.7 93.4
T2
22.92 28.34 38.24 1.69 1.32 2.14 85.2 87.3 89.0
T3
25.82 45.53 46.59 4.49 1.48 2.02 87.2 88.9 90.1
RV1
26.42 46.42 35.52 2.88 2.70 2.03 88.1 89.0 74.7
RV2
23.61 47.25 39.74 1.69 2.45 5.11 88.0 90.0 88.4
RV3
17.77 37.92 34.01 2.32 2.47 2.01 87.0 88.2 90.9
Peso fresco, seco y humedad foliar de la variedad Durinta.
Peso fresco (g) Peso seco (g) Humedad foliar (%)
Jaguar S0
S1
S2
S0
S1
S2
S0
S1
S2
Ctrl 25.73 54.50 40.73 2.707 3.455 7.630 88.9 89.6 84.4
L1
25.57 43.53 37.41 1.620 7.500 2.873 87.5 86.1 88.6
L2
22.61 42.22 37.27 1.720 3.965 2.150 87.0 88.0 90.2
L3
28.22 24.62 30.36 3.945 2.073 3.710 91.2 84.9 85.0
T1
27.88 51.40 46.43 5.380 8.980 2.270 87.4 88.6 89.7
T2
25.32 53.10 41.32 1.870 2.455 4.093 87.4 89.9 89.3
T3
26.81 48.56 41.38 2.403 2.950 3.220 87.8 88.8 89.4
RV1
26.70 43.76 42.36 2.590 8.667 4.200 89.7 88.0 89.1
RV2
18.61 32.87 41.36 2.523 1.065 3.720 84.6 86.9 88.7
RV3
26.97 44.08 35.28 3.287 4.343 5.835 90.1 89.3 84.6
324 ÍNDICE
Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad
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Investigadores:Clara Oliver Navarrete. Médico Residente del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de AlicanteFrancisco Marín Ortuño. Médico Adjunto del Servicio de
Cardiología del Hospital General de Alicante.Miguel Ahumada Vidal. Médico Residente del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de Alicante.Vanessa Roldán Schilling. Médico Adjunto de la Unidad
de Hematología del Hospital General de San Vicente.
Director del proyecto: Francisco Sogorb Garri. Jefe del Servicio de Cardiología
del Hospital General de Alicante.
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular
en el postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
Cuadro de abreviaturas
FA: fibrilación auricular
IECA: inhibidor de la enzima convertidota de angiotensina
ECG: electrocardiograma
DSVI: diámetro telesistólico del ventrículo izquierdo
DDVI: diámetro telediastólico del ventrículo izquierdo
FE: fracción de eyección
FAc: fracción de acortamiento
AI: aurícula izquierda
IMC: índice de masa cardiaca
TDE: tiempo de desaceleración de la onda E
TRIV: tiempo de relajación isovolumétrico
OR: odds ratio
Clara Oliver Navarrete et al.
335ÍNDICE
Introducción
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la
población general, aumentando significativamente su
incidencia (hasta más de un 30%) en el postoperato-
rio de cirugía cardiaca, tanto valvular como coronaria [1, 2, 3].
Su aparición empeora el pronóstico en estos pacientes con
patología cardiaca de base, puesto que provoca un deterioro
hemodinámico, al incrementar la frecuencia cardiaca y alte-
rar la sincronía entre la contracción auricular y ventricular. Por
otro lado supone un mayor riesgo de eventos tromboembó-
licos al promover la formación de trombos en aurícula y su
liberación a la circulación. Finalmente, tiene consecuencias
económicas, puesto que aumenta significativamente la es-
tancia media de pacientes postoperados y el gasto hospita-
lario [4, 5].
Se han analizado múltiples determinantes clínicos y eco-
cardiográficos asociados con la aparición de fibrilación au-
ricular, tales como la edad, hipertensión arterial, insuficien-
cia cardiaca, disfunción ventricular, crecimiento auricular
izquierdo, valvulopatías (especialmente reumática) y los an-
336 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
tecedentes de episodios previos de arritmias supraventricu-
lares [2, 4, 6, 7, 8].
Por otra parte, el daño endotelial, a nivel vascular e in-
tracardiaco, que supone la patología coronaria y la arterio-
esclerosis, podría facilitar la inestabilidad de la aurícula y la
aparición de arritmias en el postoperatorio de cirugía de re-
vascularización (fundamentalmente la fibrilación auricular).
Este daño se vería reflejado, a nivel plasmático, en la eleva-
ción de marcadores de daño endotelial, como la trombomo-
dulina. Así, la presencia de una elevación en la concentración
de este marcador en el preoperatorio, podría relacionarse
con el desencadenamiento de fibrilación auricular tras la ci-
rugía, pudiendo indentificar, incluso de forma independiente
de otras variables, la presencia de un grupo de pacientes de
alto riesgo en quienes existe una alta probabilidad de caída
en fibrilación auricular. Dichos pacientes podrían beneficiar-
se de una terapéutica preventiva, sujeta probablemente a
estudios posteriores.
Hipótesis
La presencia de una serie de marcadores clínicos (edad,
hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, historia de ac-
cidentes cerebrovasculares, episodios previos de arritmias
Clara Oliver Navarrete et al.
337ÍNDICE
supraventriculares), ecocardiográficos (disfunción sistólica
o diastólica, valvulopatías asociadas, grado de hipertrofia,
presencia de aneurisma ventricular) y de daño endotelial
(trombomodulina) en pacientes con patología coronaria
determina un subgrupo de pacientes con riesgo elevado de
fibrilación auricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca
programada.
Objetivos
1) Determinar la relación entre diversos marcadores clínicos
y ecocardiográficos y la caída en fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía cardiaca.
2) Evaluar si los valores de trombomodulina, un marcador de
daño endotelial, son predictores de la aparición de fibrila-
ción auricular en el postoperatorio de dicha cirugía.
3) Determinar la prevalencia de la fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía cardiaca, así como sus conse-
cuencias a nivel pronóstico en el resultado a corto y me-
dio plazo de la cirugía, evaluando las complicaciones aso-
ciadas, mortalidad, nuevos eventos coronarios y aparición
posterior de otras arritmias
338 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
Material y métodos
Diseño:
Es un estudio prospectivo observacional de casos. Se se-
leccionan pacientes con cardiopatía isquémica que van a ser
operados de cirugía de revascularización coronaria progra-
mada, excluyendo aquellos que requieran cirugía de recam-
bio valvular, así como aquellos con cirugía coronaria urgen-
te.
Se recogerá la historia clínica del paciente con los datos
de la intervención, su estancia en Reanimación y posterior-
mente en planta de Cirugía Cardiaca, determinando la apari-
ción de fibrilación auricular y su duración, así como de otros
eventos cardiovasculares (ángor o infarto de miocardio, hi-
potensión, bradicardia, arritmias ventriculares, insuficiencia
cardiaca o fenómenos tromboembólicos) y de éxitus. Se ana-
lizará el tratamiento del paciente previo a la intervención y
posterior a ella. Finalmente, se realizará el seguimiento al mes
de la intervención, determinando así el resultado a medio
plazo y la aparición de fibrilación auricular en ese periodo.
En los pacientes incluidos en el estudio, se recogerán
muestras de sangre, previamente en ayunas en la mañana de
la intervención, determinando en ellas los valores de trombo-
Clara Oliver Navarrete et al.
339ÍNDICE
modulina. Se realizará también ecocardiografía transtorácica
previa a la intervención, determinando diámetros ventricula-
res y auriculares, función sistólica (fracción de eyección y de
acortamiento) y diastólica (ondas E y A, TDE y TRIV), grosores
parietales (septo interventricular y pared posterior) y masa
cardiaca, valvulopatías asociadas y presencia de aneurisma
ventricular, trombo intracavitario o ecocontraste espontá-
neo. La ecocardiografía se repetirá dentro del primer mes del
postoperatorio.
Pacientes:
Se seleccionan pacientes en los que va a realizar cirugía
de revascularización coronaria programada, sin recambio
valvular asociado. Se incluyen pacientes con ángor de esfuer-
zo estable, que no hayan sufrido eventos isquémicos agudos
en los últimos tres meses que puedan alterar los marcadores
hemostáticos analizados. Los pacientes en tratamiento anti-
coagulante o con fibrilación auricular crónica en el momen-
to de la inclusión en el estudio son excluidos
Criterios de exclusión: a) inestabilidad hemodinámica en
los últimos 3 meses, b) fibrilación auricular crónica, c) nuevo
evento coronario que motive su ingreso en los últimos 3 me-
ses, d) tratamiento anticoagulante en los 3 meses previos a la
340 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
inclusión del estudio, e) valvulopatía asociada que requiera
recambio valvular en el acto quirúrgico, f ) enfermedad infla-
matoria crónica o neoplasia, g) insuficiencia renal o hepática
crónica.
Variables de estudio:
Variables independientes:
– Variables clínicas: edad, sexo, hipertensión arterial, dia-
betes mellitus, tabaquismo, índice de masa corporal, hiper-
colesterolemia, insuficiencia cardiaca, historia previa de ac-
cidentes cerebrovasculares, episodios previos de fibrilación
auricular, grado de afectación de la cardiopatía isquémica
(número de vasos lesionados, clase funcional para angina,
tiempo de evolución), características de la cirugía (tiempo de
isquemia, número de puentes, utilización de aminas o balón
de contrapulsación).
– Variables ecocardiográficas: función sistólica (fracción
de acortamiento, fracción de eyección), función diastólica
(relación onda E / A, TRIV, TDE), grosores parietales (septo in-
terventricular y pared posterior) y masa cardiaca, valvulopa-
tías asociadas y presencia de aneurisma ventricular, trombo
intracavitario o ecocontraste espontáneo.
– Marcadores de daño endotelial: trombomodulina.
Clara Oliver Navarrete et al.
341ÍNDICE
Variables dependientes: aparición de fibrilación auricular
en el postoperatorio, duración de la misma, mortalidad.
Recogida de las variables (Técnicas):
a) Ecocardiografía: se realizará a todos los pacientes eco-
cardiografía transtorácica en modo M, bidimensional y Do-
ppler mediante un ecocardiógrafo Hewlett-Packard (HP
SONOS 2500), mediante un único ecocardiografista experi-
mentado.
b) Marcadores de daño endotelial: el personal de Enfer-
mería del Servicio de Cirugía Cardiaca realizará las puncio-
nes venosas de los pacientes, en ayunas, el día de la interven-
ción quirúrgica previamente a su entrada en quirófano. Las
muestras serán congeladas a -20ºC para las determinaciones
posteriores. Se determinarán los valores de trombomoduli-
na mediante técnica ELISA.
Análisis:
Para el análisis estadístico se utilizará el programa SPSS 8.0
para Windows. Se analizará si las variables estudiadas siguen
una distribución normal (test de Kolmogorov-Smirnov). Dado
el tamaño muestral, y si siguen una distribución normal, las
variables cuantitativas serán descritas como media y desvia-
342 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
ción estándar. En caso de no seguir una distribución normal,
se expresarán como mediana y percentiles 25-75. Las varia-
bles cualitativas se expresarán como porcentajes. Realizare-
mos el análisis estadístico mediante pruebas paramétricas o
no paramétricas según el ajuste a la normalidad.
Para el análisis de asociación entre variables cualitativas
se utilizará el test de la Chi cuadrada. Para el análisis entre
una variable cuantitativa y otra cualitativa se utilizará el test
de la t de Student (U de Mann-Whitney en caso de no para-
métrico). Para el análisis de correlación entre dos variables
cuantitativas se utilizará el test de Pearson (Spearman en
caso de no paramétrico). Para el análisis entre dos variables
apareadas se utilizará el test de la t apareada (Wilcoxon en
el caso de no paramétrico). Para el estudio de las posibles
variables de confusión y de la importancia de las variables
independientes sobre las variables cuantitativas estudiadas
se realizará un modelo de regresión lineal múltiple, y para las
variables cualitativas un modelo de regresión logística múl-
tiple.
Se considerará la existencia de asociación estadística en
el caso de que el nivel de significación sea mayor al 95%.
Para estudiar el primer objetivo, analizaremos la relación
entre las distintas variables clínicas y ecocardiográficas estu-
Clara Oliver Navarrete et al.
343ÍNDICE
diadas, y la aparición de fibrilación auricular, utilizando pos-
teriormente un modelo de análisis multivariante.
Para analizar el segundo objetivo, compararemos los va-
lores de los distintos marcadores de daño endotelial y la apa-
rición de fibrilación auricular en el postoperatorio, utilizando
posteriormente un modelo de análisis multivariante.
Por último, se estudiará la relación de la aparición de fibri-
lación auricular con la tasa de complicaciones postoperato-
rias y la mortalidad.
Resultados
Durante 12 meses de seguimiento, de Febrero/2002 a
Enero/2003, recogimos un total de 137 pacientes (103 varo-
nes, 34 mujeres; edad media 64,8±7,9 años) que fueron in-
tervenidos en el Hospital General de Alicante de cirugía de
revascularización coronaria, sin recambio valvular asociado.
De ellos, 44 pacientes presentaban cardiopatía isquémica
estable, sin eventos agudos durante los tres meses previos a
su intervención, y que no cumplían ninguno de los restantes
criterios de exclusión. En uno de los pacientes fue imposible
la recogida de muestras sanguíneas, quedando un total de
43 pacientes (37 varones, 7 mujeres; edad media 64,9±7,9
años) que fueron incluidos en el estudio.
344 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
Las características clínicas principales de los pacientes,
sus factores de riesgo cardiovascular y los tratamientos que
tomaban, tanto en el grupo global como en el subgrupo de
pacientes estables, se reflejan en la Tabla 1.
Tabla 1
Total Pacientes Estables
Hipertensión arterial
Diabetes
ACV/AIT
Dislipemia
Tabaquismo
Insuficiencia cardiaca
FA previa
80 (58.4%)
51(37.2%)
9 (6.6%)
77 (56.2%)
37 (27.0%)
15 (10.9%)
11 (8.0%)
27 (62.8%)
13 (30.2%)
5 (11.6%)
27 (62.7%)
23 (53.5%)
5 (11.6%)
2 (4.7%)
ß-Bloqueantes
IECAs
Estatinas
Amiodarona
100 (73.0%)
53 (38.7%)
82 (59.9%)
3 (2.2%)
33 (76.7%)
17 (39.5%)
28 (65.1%)
2 (4.7%)
A todos los pacientes con cardiopatía isquémica estable
se les realizó un ecocardiograma transtorácico preoperatorio,
repitiéndolo dentro del mes siguiente a la cirugía; estudia-
mos la variación de los distintos parámetros ecocardiográ-
ficos antes y después de la cirugía, encontrando variaciones
Clara Oliver Navarrete et al.
345ÍNDICE
significativas en cuanto a la fracción de eyección y fracción
de acortamiento (con un deterioro tras la intervención), diá-
metro de la aurícula izquierda (que aumentaba postopera-
toriamente) y TDE (mayor antes que después de la cirugía).
Todos estos datos se resumen en la Tabla 2.
Tabla 2
PRE POST Valor de p
DDVI 47,9±6,2 49,0±5,3 0,328
DSVI 31,0±6,3 33,0±5,7 0,085
FE 60,9±10,0 55,4±9,1 0,011
FAc 36,9±7,4 32,6±7,0 0,013
AI 38,6±4,8 41,2±6,1 0,005
IMC 137,8±42,6 137,5±47,0 0,946
Onda E 0,69±0,19 0,72±0,22 0,520
Onda A 0,77±0,20 0,76±0,22 0,956
E/A 0,99±0,37 1,02±0,44 0,766
TDE 225,0±50,6 254,0±82,2 0,042
TRIV 104,1±22,3 100,4±24,9 0,395
Se realizó un seguimiento de los pacientes a lo largo de
su paso por la intervención quirúrgica, la sala de Reanima-
ción y la planta de Cirugía Cardiaca, así como al mes de su in-
tervención. Las complicaciones cardiovasculares observadas
durante ese periodo fueron las siguientes:
346 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
– Durante la operación, 12 pacientes presentaron epi-
sodios de fibrilación ventricular. Ningún paciente presentó
taquicardias ventriculares, episodios de ACV o AIT, ni éxitus.
Tres pacientes sufrieron bradicardia significativa, y 14 hipo-
tensión arterial.
– En Reanimación encontramos 4 casos de insuficiencia
cardiaca (9,3%), 1 paciente con un episodio de taquicardia
ventricular (2,3%), y 1 paciente con IAM perioperatorio. Un
paciente presentó bradicardia importante y 17 tendencia a
hipotensión arterial. No hubo ningún accidente tromboem-
bólico. Dos pacientes fallecieron (4,7%): un caso había pre-
sentado fibrilación ventricular con hipotensión arterial du-
rante la cirugía y posteriormente falleció de muerte súbita;
el otro exitus se debió a progresión de insuficiencia cardiaca
a shock cardiogénico.
– Durante su estancia en planta de Cirugía Cardiaca sólo
hallamos una complicación importante: un paciente con in-
suficiencia cardiaca, que previamente ya la había presentado
en Reanimación. Ningún paciente falleció ni presentó arrit-
mias ventriculares, eventos isquémicos agudos ni episodios
tromboembólicos. Encontramos bradicardia en 3 pacientes
e hipotensión en 6.
Clara Oliver Navarrete et al.
347ÍNDICE
– En el seguimiento al mes, la única complicación fue de
nuevo un caso de insuficiencia cardiaca, que se trataba del
mismo paciente que la había padecido en Reanimación y
planta.
En cuanto a la aparición de fibrilación auricular, de los
137 pacientes intervenidos de revascularización coronaria,
47 presentaron la arritmia (34,3%). En el subgrupo de pa-
cientes estables, 14 de ellos tuvieron algún episodio de fi-
brilación auricular (32,6%), distribuidos de la siguiente for-
ma: 1 paciente tuvo FA durante la intervención quirúrgica, 8
pacientes en Reanimación, 7 pacientes en planta de Cirugía
Cardiaca, y un paciente durante el mes siguiente a la cirugía.
Tres de los pacientes presentaron FA en diversos momentos
de su ingreso.
El tratamiento de la fibrilación auricular se realizó con di-
goxina en 3 casos, amiodarona en 12 casos, propafenona en
1 paciente, y cardioversión eléctrica en 1 episodio. El tiempo
medio que persistió la fibrilación auricular fue de 27,9±35,5
horas en Reanimación, y de 17,7±16,8 horas en planta.
348 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
Predictores de FA
Clínicos:
En el grupo total de pacientes intervenidos de cirugía de
revascularización coronaria (incluyendo los pacientes inesta-
bles), los únicos parámetros que demostraron relación esta-
dísticamente significativa con la aparición de FA post-quirúr-
gica en el análisis univariado fueron la edad y la historia de FA
previa, con un valor de p de 0,017 y 0,001 respectivamente.
Estos resultados se mantuvieron en el análisis multivariado,
de forma que la edad superior a 65 años se relacionaba sig-
nificativamente con la aparición de FA en el postoperatorio,
con una p de 0,039 y una OR de 2,28 (intervalo de confian-
za 1,0-5,0); la historia de episodios previos de FA se asoció
con el desarrollo de FA postquirúrgica, con un valor de p de
0,006 y una OR de 9,63 (intervalo de confianza 1,9-47,6). To-
das las demás variables clínicas analizadas, incluyendo sexo,
factores de riesgo, peso e índice de masa corporal, grado de
afectación de la cardiopatía isquémica, características de la
cirugía y tratamiento previo del paciente, no mostraron nin-
guna asociación significativa con el desarrollo de FA tras la
intervención.
Clara Oliver Navarrete et al.
349ÍNDICE
En el subgrupo de pacientes estables, ningún parámetro
clínico se asoció de forma significativa con la aparición de
fibrilación auricular.
Ecocardiográficos:
Ninguno de los índices ecocardiográficos evaluados an-
tes de la cirugía contribuyó a predecir la caída en FA en el
postoperatorio. El único de los resultados que se relacionó
con una mayor incidencia de FA en el postoperatorio fue el
descenso de la fracción de eyección, de forma que el 60% de
los pacientes en que se deterioró (6 pacientes) habían desa-
rrollado FA, y sólo 4 no lo habían hecho (p=0,038); probable-
mente este dato simplemente refleje el deterioro de función
sistólica que implica la fibrilación auricular rápida, y no se
trate de un predictor de la caída en FA.
Séricos:
Los valores de trombomodulina extraídos preoperatoria-
mente al grupo de pacientes estables, no mostraron relación
significativa con la aparición de FA, siendo incluso más ele-
vados en los pacientes que no presentaron la arritmia. Así, en
los pacientes que desarrollaron FA, los valores medios fueron
de 2,3±1,1, mientras que en los que no la desarrollaron fue-
ron de 2,8±1,0, con un valor de p de 0,192.
350 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
Discusión
La fibrilación auricular es una frecuente complicación
tras cirugía cardiaca, que aumenta la morbilidad y mortali-
dad intrahospitalaria y prolonga la estancia media, con los
consiguientes costes [4, 5]. Su mecanismo subyacente pare-
ce ser múltiple, interactuando factores como la situación he-
modinámica, el balance autonómico, factores neurohumora-
les o procesos intercurrentes postoperatorios que pudieran
afectar a las propiedades eléctricas de la aurícula [2]. De esto
se deriva la dificultad para determinar factores predictivos
que pudieran predisponer al desarrollo de FA en el periodo
postoperatorio. Sin embargo, diversos autores han intenta-
do describir algunos de estos factores, encontrando relacio-
nes significativas entre la aparición de FA postquirúrgica y la
edad avanzada [2,4,6,7,9], episodios previos de arritmia su-
praventricular [2,6,8], inclusión en cardioplejia [10], duración
de la onda P en el ECG [7,9,11], tratamiento preoperatorio
[12], dimensiones de la aurícula izquierda [8] o valvulopatía
concomitante [2], entre muchos otros.
En nuestro trabajo encontramos una incidencia de FA
tras cirugía de revascularización coronaria del 34%, similar
a estudios previos [2,4,9]. La incidencia de FA es similar en-
Clara Oliver Navarrete et al.
351ÍNDICE
tre el grupo de estudio completo (34,3%) y el grupo estable
(32,6%), sugiriendo que la situación clínica antes de la in-
tervención no tiene valor predictivo para la aparición de FA
postquirúrgica.
De hecho, en el análisis estadístico, los únicos factores
que correlacionan de forma significativa con el desarrollo de
FA son la edad avanzada y la historia de episodios previos de
FA, que son los factores que aparecen de forma más consis-
tente en series previas de la literatura [2,4,6,7,8,9]. Ninguna
de las restantes variables clínicas (sexo, factores de riesgo
cardiovascular, grado de afectación de la cardiopatía isqué-
mica, características de la cirugía o tratamientos previos) ni
parámetros ecocardiográficos analizados contribuyen, en
nuestra serie, a predecir el desarrollo de FA postoperatoria.
Por otra parte, se acepta que procesos de disfunción y
daño endotelial son importantes componentes en la pato-
genia de la enfermedad arterioesclerótica [13,14]. Además,
cada uno de los factores de riesgo cardiovascular está aso-
ciado de forma independiente con el daño endotelial, como
se ha observado en estudios in vivo y por la elevación en plas-
ma de marcadores de células endoteliales [14,15]. La trom-
bomodulina es una proteina constitutiva de la membrana
que actúa como reguladora de la trombina, convirtiéndola
352 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
de procoagulante a anticoagulante [16]. Experimentos in vi-
tro sugieren que su presencia en el sobrenadante de culti-
vos titulares es el resultado del daño de células endoteliales
[17], y se ha descrito la elevación de sus niveles plasmáticos
en pacientes con cardiopatía isquémica [18]. En individuos
con FA, el compromiso de la función endotelial, reflejado en
anomalías en los niveles de marcadores como la trombomo-
dulina, parece contribuir al estado hipercoagulable de estos
pacientes, y por tanto al desarrollo posterior de procesos
tromboembólicos [19].
Por todo ello, nuestra hipótesis fue que un mayor grado
de daño endotelial, reflejado en un aumento preoperatorio
de los niveles de trombomodulina, a nivel auricular favore-
cería la aparición de FA tras la intervención. Sin embargo, no
encontramos una relación significativa entre los niveles de
trombomodulina y el desarrollo de FA, probablemente por-
que la aparición de la arritmia dependa de la interacción de
muchos otros factores desencadenantes. En nuestra serie
ninguno de los pacientes presentó accidentes tromboem-
bólicos, por lo que tampoco pudimos estudiar su asociación
con los niveles de trombomodulina.
En cuanto al pronóstico de los pacientes tras la interven-
ción, el mayor número de complicaciones cardiovasculares
Clara Oliver Navarrete et al.
353ÍNDICE
se dio en los primeros días del postoperatorio, durante su es-
tancia en Reanimación. La tasa de mortalidad fue de un 4,7%.
El desarrollo de FA no se relacionó con la aparición de com-
plicaciones ni con la mortalidad; no estudiamos los días de
estancia media hospitalaria, por lo que no podemos conocer
si se prolongaron en los pacientes con FA.
Conclusiones
1.- La edad avanzada y los antecedentes de FA son pre-
dictores de la aparición de FA en el postoperatorio de cirugía
de revascularización coronaria.
2.- Ninguno de los parámetros ecocardiográficos estudia-
dos se relacionó de forma significativa con el desarrollo de
FA postquirúrgica.
3.- El análisis de los niveles preoperatorios de trombomo-
dulina, como marcador de daño endotelial, no contribuye a
predecir la caída en FA tras la intervención.
4.- La incidencia de FA tras cirugía de revascularización
coronaria en nuestro medio es del 34%, sin asociarse signi-
ficativamente con una mayor tasa de mortalidad ni de com-
plicaciones cardiovasculares en el postoperatorio.
354 ÍNDICE
Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el
postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria
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Clara Oliver Navarrete et al.
357ÍNDICE
M.ª Teresa Riquelme Torres
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
1.- Introducción
El cultivo del limonero “Verna” es de gran importancia
económica en el sureste peninsular, en la actualidad
con una superficie de 21.000 ha, alcanza una produc-
ción de 385.000 tm (2001 2002), (García-Lidón, 2001). Es un
cultivo de gran interés social por la abundante mano de obra
que emplea en recolección, manipulación, etc.
En los últimos años, se ha observado un cierta regresión
en la superficie del limonero “Verna” como consecuencia de
su baja productividad, debido a la falta de afinidad con el na-
ranjo amargo (miriñaque) y la lenta entrada en producción
de las nuevas plantaciones sobre este patrón. Por otro lado, a
corto plazo, es también previsible una disminución en la pro-
ducción debido al envejecimiento de las plantaciones (Gar-
cía-Lidón, 2001; García-Lidón y Porras, 1996; García-Lidón et
al., 1991).
Si el sector del comercio con destino a consumo en fresco
entrara en crisis por falta de calidad en la oferta, aumentaría
el destinado a la industria y se vería afectada la economía na-
cional, ya que sólo la mano de obra directa empleada en los
M.ª Teresa Riquelme Torres
359ÍNDICE
almacenes de confección es superior a 20.000 puestos de tra-
bajo, fundamentalmente en las regiones de Valencia y Murcia.
Mejorar la calidad tiene una gran importancia y se encua-
dra dentro de las líneas prioritarias del Ministerio de Agri-
cultura, Pesca y Alimentación; se pretende conseguir frutos
de mejor calidad, adaptados a las exigencias de los merca-
dos consumidores, empleando técnicas de cultivo que no
supongan alteraciones del medio ambiente, entre otras, uso
racional de abonos y plaguicidas, empleo de mallas de som-
breo, podas adecuadas y mejora en la nutrición (Cohen y Go-
ell, 1988; Du Plesis and Koen, 1988; Intrigliolo and Starrantino,
1988; Zaragoza y Alonso, 1980 y 1981; Zaragoza et al., 1990).
Las plantaciones antiguas de limonero con maderas in-
termedias muestran en general buenas producciones todos
los años y buena calidad de fruta; pero el principal inconve-
niente para realizar estudios serios en estas plantaciones es
que no se conoce con certeza la madera intermedia utiliza-
da, la edad, estado sanitario deficiente, etc., y no existen sufi-
cientes repeticiones.
La introducción del portainjerto Citrus macrophylla Wes-
ter, supuso una gran innovación en el cultivo del limonero,
primero con limón tipo “Fino” y más tarde con limón tipo
“Verna”.
360 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
La combinación limonero “Verna / Citrus macrophylla”
presenta una excelente compatibilidad de injerto (Ortiz y
García-Lidón, 1982), dando lugar a la rápida entrada en pro-
ducción y abundantes cosechas (Fallahi et al., 1990; García-
Lidón et al., 1988; Ortiz et al., 1984; Porras et al., 1992 y 2001a;
Roose et al., 1989; Russo, 1973) pero presenta con “Verna” el
problema de una mala calidad de fruto, por exceso de calibre
y al elevado espesor de la corteza en los años de poca cose-
cha (Porras et al., 2000).
Con el empleo del patrón Citrus macrophylla, maderas in-
termedias y nuevas técnicas de cultivo, nuestro limón “Verna”
ganaría productividad y calidad, lo que ayudaría a recuperar
las cuotas de mercado perdidas.
En líneas generales, para tener éxito en los actuales mer-
cados competitivos en un futuro próximo, tiene gran impor-
tancia e interés investigar para poder producir el limón ideal
que exigen los consumidores, tanto en “Fino” como en “Ver-
na”.
Con el presente trabajo se pretende aportar información
más precisa para lograr un mejor conocimiento del limonero
“Verna”, que en la producción de limón en España es la que
tiene mayor proyección de futuro, debido a que su recolec-
ción se realiza en un periodo en que ha finalizado el limón
M.ª Teresa Riquelme Torres
361ÍNDICE
tipo “Fino” y el que queda pendiente de recolección es de
baja calidad (abril-junio), no hay limón de países de la cuen-
ca mediterránea y en este periodo todavía no llegan limones
procedentes del Hemisferio Sur (Argentina, Uruguay, Sudá-
frica, etc.).
2.- Antecedentes
2.1. Origen y taxonomía de la especie
El conocimiento de los cítricos es muy antiguo y en mu-
chos trabajos literarios se asocia a la Mitología; interesante
porque, verdad o fábula, nos sugiere la lejana existencia de
los cítricos. Esta especie fue descrita por primera vez con de-
talle por Ibn-Jami, físico de la corte de Saladino (1171 -1193),
en un tratado médico sobre los usos del limón (Glidden,
1937).
Su clasificación botánica es bastante compleja, debido al
gran número de modificaciones a lo largo de la historia, mo-
tivado por la diversidad de criterios botánicos de los distin-
tos autores: Swingle, Tanaka, Hodgson, etc. (Zaragoza, 2000);
sin embargo, actualmente se identifica a esta especie como
Citrus limon (L.) Burm. f.
362 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
2.2. Producción mundial
La dispersión de los cítricos desde sus lugares de origen,
fueron obra de los grandes movimientos migratorios. Poco a
poco llegaron a lugares alejados, estableciéndose y desarro-
llándose en aquellos en los que se podían aclimatar (Zarago-
za, 2000).
La producción mundial del limón se distribuye en la ac-
tualidad por todos los continentes, de esta manera las zonas
de cultivo del limonero, pueden agruparse por orden de im-
portancia en cuanto a producción y extensión cultivada del
siguiente modo (González-Sicilia, 1968; Hodgson, 1967):
Paises exportadores
tm (1
.000
)
0
100000
200000
300000
400000
500000
España:449.687tm
Mexico
214.509tm
India185.462tm
Argentina178.951tm
Iran
158.759tm
Turquía131.779tm
USA126.026tm
Grecia
42.236
tm
Italia
35.067
tm
China16.494
tm
Figura 1- Principales países exportadores de limón. (Periodo 1996-
2000) (FAO, 2002)
M.ª Teresa Riquelme Torres
363ÍNDICE
1 Cuenca mediterránea
2 América del norte y América central
3 América del sur
4 Otras zonas
La Cuenca Mediterránea es la zona más importante en
cuanto a producción de limones en el mundo; destacando
España, Italia y Turquía (MAPA, 2000); siendo España el prin-
cipal país exportador, con un volumen de intercambios que
se aproxima a un tercio de la totalidad de los intercambios
mundiales (Figura 1), cuya época de comercialización viene
diferenciada en dos periodos: otoño-invierno y primavera-
verano (García-Lidón, 2001).
La mayor parte de la superficie en producción dedicada
al cultivo del limonero en España (41.629 ha), que corres-
ponde fundamentalmente a las variedades “Fino” (467.427
tm) y “Verna” (398.770 tm). La importancia de la variedad
“Fino”, experimenta un incremento relativo en relación a las
otras variedades, pues se han renovado las “viejas” plantacio-
nes, con selecciones más tempranas y productivas, mejora
que todavía no se ha realizado en las plantaciones de limón
“Verna” (García-Lidón, 2001), situándose la mayor parte de
las plantaciones de limonero en las provincias de Murcia
(51,35%) y Alicante (33,42%).
364 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Si analizamos la evolución de las cifras relacionadas con el
cultivo y comercialización de limón, se comprueba que des-
de el año 1985 se ha producido una reducción de la superfi-
cie dedicada a este cultivo (Figura 2); sin embargo, ha estado
acompañada por un importante incremento en los rendi-
mientos agrícolas, como consecuencia de la introducción de
nuevas selecciones de material vegetal, y las innovaciones
introducidas en las técnicas agronómicas (MAPA, 2000).
Esta situación de fuertes incrementos en la producción,
con una estabilización del consumo, conduce a una fuerte
competencia en el mercado mundial del limón, particular-
mente en la Unión Europea, por lo que las exigencias de los
consumidores ejercen una fuerte incidencia en los rendi-
mientos: agrícolas y económicos, los cuales están a su vez cla-
ramente marcados por la calidad de los frutos recolectados.
En el caso particular del limón “Verna”, es necesario optimizar
las producciones de las nuevas selecciones y portainjertos,
mediante el estudio y adecuación de las técnicas agronómi-
cas.
M.ª Teresa Riquelme Torres
365ÍNDICE
2.3. Patrones y variedades
La aparición de enfermedades graves en los cítricos ha
conducido a lo largo de los años a la búsqueda y uso de pa-
trones que fueran tolerantes, los cuales hasta el momento
habían sido siempre cultivados sobre su propio pie (Amorós,
1999).
Año de recolección
1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000
Supe
rfici
e cu
ltiva
da (h
a)
40000420004400046000480005000052000540005600058000
Ren
dim
ient
o (k
g/ha
)
8000
10000
12000
14000
16000
18000
20000
22000
Años vs Superficie (1000 ha) Años vs Rendimiento (qm/ha)
Figura 2- Superficie cultivada y Rendimiento del cultivo de limón en
España.
366 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Tabla n.º 1. Patrones utilizados para la producción de limón.
Dado que en el caso del limonero no existe susceptibilidad
a la tristeza, la gama de portainjertos a usar no se ve restringi-
da a los patrones tolerantes a la misma (Ortiz y García-Lidón,
1982). Los portainjertos más empleados en España para el cul-
tivo del limonero son Citrus macrophylla y Citrus aurantium
(naranjo amargo), cuyas características aparecen en la tabla
nº1 (Porras et al., 2000 y 2001b; García-Lidón, 2001).
Actualmente, se buscan aquellos portainjertos que po-
sean el mayor número de ventajas: precocidad en la pro-
ducción, mayor uniformidad de la plantación, adaptación a
ciertos problemas físico-químicos del suelo (salinidad, asfixia
radicular, sequía), tolerancia a plagas y enfermedades.
M.ª Teresa Riquelme Torres
367ÍNDICE
La madera intermedia (Fo-
tografía 1) se ha utilizado a lo
largo de los años con propósitos
y razones muy diferentes (Car-
los and Donadio, 1996; Hartman
and Kester, 1983; Krezdorn, 1978;
Russo, 1985); esta puede tener
un efecto importante sobre va-
rios factores.
El número de variedades de
limonero cultivado en el mundo
es bastante reducido si se com-
para con otros cítricos; varieda-
des que se pueden clasificar en
dos grandes grupos: de otoño-
invierno, como es el caso del “Fino”, y de primavera-verano,
como puede ser el “Verna” (Porras et al., 2000).
Los criterios para una adecuada selección, se basan en el
contenido en zumo, acidez, calidad, albedo y presencia de
semillas; atendiendo a estas características, las variedades
más cultivadas por orden de importancia a nivel mundial
son: “Eureka”, “Lisbon”, “Femminello”, “Verna” y “Fino” (García-
Lidón y Ortiz, 1983; Loussert, 1992).
Fotografía 1. Detalle de
tronco con madera
intermedia.
368 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
2.5. Características y calidad del limón
El limón, como todos los frutos cítricos, es una baya mo-
dificada que recibe el nombre de hesperidio (Fotografía 2); y
tiene una anatomía compleja, en el que se pueden distinguir
claramente dos partes: la piel o la corteza y los gajos (Gon-
zález-Sicilia, 1968; Loussert, 1992). La proporción de estos
componentes presenta gran importancia, tanto por las exi-
gencias normativas como por las repercusiones económicas
y de satisfacción al consumidor en función del destino final.
La máxima calidad de frutas y hortalizas se logra en la re-
colección cuando se realiza en el momento adecuado; a par-
tir de ese instante no es posible mejorar la calidad, solamente
mantenerla; tras la recolección, existen numerosas acciones
exteriores necesarias para la comercialización (manipulación,
envasado, conservación, transporte, etc.) que influyen sobre
la calidad, que dependen de las características y del estado
fisiológico del fruto (Chen and Yazdani, 1991; Ruiz-Altisent et
al., 1991). Con este planteamiento es de gran interés estudiar
la susceptibilidad frente a daños mecánicos de los limones
en función del portainjerto y de la madera intermedia em-
pleada, como medio para reducir la incidencia de los daños
mecánicos en los procesos posrecolección
M.ª Teresa Riquelme Torres
369ÍNDICE
El color de los frutos cí-
tricos siempre se ha consi-
derado como un importan-
te parámetro para evaluar
su calidad por su repercu-
sión en la aceptación por
el consumidor, pues el de-
sarrollo normal del color
externo de la piel se en-
cuentra relacionado con
los cambios en la compo-
sición del fruto.
Los azúcares junto con los ácidos orgánicos, represen-
tan la casi totalidad de los sólidos solubles presentes en el
zumo de los cítricos, cuyo contenido está influenciado por
la especie, variedad, portainjerto, edad y diferentes factores
ambientales; de este modo se pueden observar amplias va-
riaciones en los contenidos de un lote de frutos, incluso en
un árbol, en función de la situación en que se encuentra en
el mismo (Primo, 1979; Sinclair, 1984).
En el zumo de limón, los principales componentes solu-
bles son los ácidos orgánicos, siendo el ácido cítrico el más
Fotografía 2. Esquema de la sec-
ción transversal de un limón con
indicación de las porciones que
integran su estructura.
370 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
característico y predominante; a medida que el fruto madu-
ra, la acidez libre del zumo se incrementa.
Otro factor de interés en los frutos cítricos es la capacidad
antioxidante que se debe fundamentalmente al contenido
en ácido ascórbico y flavonoides, tanto por su capacidad
directa como por el efecto sinérgico entre ambos; esta cua-
lidad ha adquirido una importancia notable en los últimos
años, por su participación en la prevención de enfermeda-
des degenerativas y otras alteraciones relacionadas con el
estrés oxidativo (Arnao et al., 1998).
En España la producción de cítricos se destina fundamen-
talmente a la comercialización en fresco; en este contexto la
calidad del fruto se convierte en el principal factor de renta-
bilidad (Agustí y Almela, 1994).
Aunque la mayor parte de las características de calidad
de un fruto se corresponden con las características genéticas
de la especie y variedad, el medio en que se desarrolla y las
condiciones de cultivo, ejercen también una importante in-
fluencia al evaluar su calidad (Martínez-Madrid et al., 2000).
El agricultor selecciona un determinado material vegetal
y ciertas aportaciones de los factores de producción para
obtener un buen rendimiento, con un nivel de calidad acep-
table para su comprador (Shewfelt, 1993); aunque como se
M.ª Teresa Riquelme Torres
371ÍNDICE
ha indicado anteriormente, podemos establecer diferentes
criterios de calidad a lo largo de la cadena comercial, la pri-
mera evaluación de la calidad correspondiente a los frutos
frescos, en la posrecolección, se realiza utilizando como re-
ferencia normas y especificaciones, que mejoran la eficacia
en la comercialización, al reducir el riesgo de inadecuada
comunicación o interpretación entre vendedor y comprador
(Florkowski, 2000; Shewfelt, 1993).
Con estos criterios existen diferentes niveles en la standa-
rización, destacando en primer lugar las normas y standards
oficiales, que establecen las condiciones comunes aplicables
en la comercialización; se establecen a nivel nacional o por
acuerdos internacionales para determinadas áreas comer-
ciales; en estos términos podemos destacar las siguientes:
• Norma de calidad para los cítricos R (CEE) Nº 920/89 de
10-04-89 y Nº L97/19 D.O.C.E. 11-04-89 (MAPA, 1992).
• United States Standards for Grades of Lemons. USDA,
Agricultural Marketing Service (USDA, 2002).
Sin embargo, el sector privado, al reconocer la necesidad y
los beneficios de las normas de calidad, defiende especifica-
ciones más precisas para alcanzar sus objetivos comerciales
y asegurar sus derechos frente a posibles diferencias respec-
372 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
to a las características de calidad del producto suministrado
(Florkowski, 2000). Podemos apreciar diferentes orientacio-
nes en estas especificaciones, orientadas a la promoción de
imagen de marca, tipo de producto, técnicas de producción,
protección medioambiental, o como estrategia de comercia-
lización; entre estas especificaciones de tipo particular espe-
cifico, podemos citar:
• FECOAM: Especificaciones de control de frutas: Limón
(Riquelme y Roca, 1999).
• Normas Técnicas de Producción Integrada de Cítricos.
Orden 24 junio 1998 (BORM, 02-07-98), (Lucas et al.,
1998).
• Reglamento (CEE) nº 2092/91 del Consejo, de 24 de ju-
nio de 1991, sobre la producción agrícola ecológica y su
indicación en los productos agrarios y alimenticios.
• EUREPGAP. Protocolo for fresh fruti anda vegetables
(EUREPGAP, 2002).
• Productos ANECOOP: Cítricos (ANECOOP, 2002).
Habitualmente, se utiliza como definición de calidad la
propuesta por Kramer and Twing (1970), que considera “el
conjunto de características que diferencian las unidades in-
dividuales de un producto y tienen trascendencia para esta-
M.ª Teresa Riquelme Torres
373ÍNDICE
blecer el grado de aceptabilidad por el consumidor”, por lo
que para tener éxito en un mercado cada vez más compe-
titivo, la calidad y su control son esenciales, en especial en
este sector de frutas y hortalizas (Thai, 1993). Se llega de este
modo a la propuesta simplificada de Juran (1989), según la
cual: “Calidad es la aptitud para el uso”.
Ante la heterogeneidad que presenta el limón para rea-
lizar la evaluación de su calidad en las distintas condiciones
de cultivo, adoptamos el criterio de Coya (1964), que para la
evaluación de la calidad cuantifica diferentes parámetros fí-
sicos, químicos y fisiológicos.
Como consecuencia de lo expuesto anteriormente en este
trabajo, se aborda el estudio de la calidad del limón, consi-
derando tanto factores de calidad comercial, “condición” del
fruto y susceptibilidad frente a la manipulación, como carac-
terísticas intrínsecas relacionadas con la salud. De este modo,
es posible establecer criterios de calidad en función de las
exigencias de las circunstancias de evaluación.
374 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
3.- Objetivo y plan de trabajo
3.1. Objetivo
En la producción de cítricos, existen muchos factores que
ejercen un importante efecto sobre la cantidad y la calidad
de la cosecha; considerando que el limón “Verna” presenta
algunos problemas en la elección de portainjerto y su in-
fluencia sobre la calidad, se plantea este trabajo que tiene
como objetivo directriz estudiar el efecto de distintas ma-
deras intermedias sobre la producción de esta variedad de
limón y su calidad.
Para ello es necesario conocer tanto los niveles nutricio-
nales del árbol y su influencia sobre la calidad de los frutos,
como los parámetros morfológicos, y características bioquí-
micas de los frutos; así mismo, se considera un análisis de la
adaptación a la comercialización.
3.2. Plan de trabajo
Para la obtención de los objetivos se realizará el estudio
comparativo de la calidad de los limones de la variedad “Ver-
na”, obtenidos sobre distintas combinaciones de “portainjer-
to / madera intermedia” para determinar sus características
comerciales, tanto desde el punto de vista físico y bioquími-
M.ª Teresa Riquelme Torres
375ÍNDICE
co como desde el punto de vista de su resistencia en el pro-
ceso de distribución.
El desarrollo del plan de trabajo, contempla en primer lu-
gar el estudio de las características agronómicas de las parce-
las de estudio, en particular el estado nutritivo de los árboles;
una vez establecido el desarrollo y la nutrición de los árboles,
corresponderá realizar la evaluación de los frutos de acuerdo
con criterios de interés comercial y de cara al consumidor.
Las parcelas de estudio se seleccionan de acuerdo con la
experiencia del Departamento de Citricultura del CIDA, por
su interés en el Sureste de España; se realiza la recolección
en el momento de madurez comercial, se realiza las pruebas
de control detallada en material y métodos. Estas pruebas las
podemos agrupar en las siguientes categorías:
• Características físicas
• Características de madurez
• Susceptibilidad a daños mecánicos
Los resultados y conclusiones de esta serie de determi-
naciones contribuirá a un adecuado conocimiento de la in-
fluencia que las condiciones de producción, en particular
las combinaciones de portainjertos y maderas intermedias,
ejercen sobre la calidad del limón “Verna”.
376 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
4.-Material y métodos
4.1. Material vegetal
La experiencia se desarrolla sobre diferentes lotes de li-
moneros, cuyas características se reflejan en la tabla 2.
Tabla 2- Características de los limoneros empleados en este ensayo
La toma de muestras tanto de frutos como de hojas, se
realizó en primavera (marzo-mayo), coincidiendo con la épo-
ca comercial de recolección, siendo el momento óptimo para
observar la calidad de los frutos.
Se seleccionaron tres árboles por parcela, teniendo en
cuenta que estos fueran representativos de cada parcela, li-
bres de enfermedades, carencias o alteraciones de otro tipo.
M.ª Teresa Riquelme Torres
377ÍNDICE
4.4. Parámetros a determinar
En la tabla nº 3 se muestran las técnicas de análisis utiliza-
das para la determinación de los parámetros estudiados en
limones de la variedad “Verna” durante la realización de este
trabajo de investigación.
Tabla 3- Parámetros controlados en las diferentes muestras analizadas
378 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Fotografía 3- Dispositivos para los ensayos de punción, compresión
y Magness-Taylor para las pruebas de resistencia en limón.
Fotografía 4- Dispositivo de tambor giratorio para la simulación
de manipulación y generación de daños mecánicos.
M.ª Teresa Riquelme Torres
379ÍNDICE
4.5. Análisis estadístico
Para determinar los efectos de las distintas maderas inter-
medias (naranjo Blanco, naranjo W. Navel, naranjo Berna, lima
Dulce, mandarino Cleopatra, naranjo Cipó, naranjo Sanguino,
y el testigo sin madera intermedia) sobre los factores de cali-
dad de los frutos: color, peso, índice de madurez, flavonoides,
ácido ascórbico y azúcares entre otros, se realizó un Análi-
sis de la Varianza (Anova) de un factor, para cada uno de los
ensayo a 8 niveles, correspondientes a las distintas maderas
intermedias empleadas.
Por otro lado, también se intentó conocer cómo los frutos
al tambor giratorio y comparándolos a lo largo de un tiempo
de almacenamiento en cámara de 5 semanas; en el diseño
estadístico de esta experiencia se consideraron para su estu-
dio los factores básicos:
A: madera intermedia (a 8 niveles, como en el estudio ante-
rior)
B: tiempo de almacenamiento a 6 niveles (0, 7, 14, 21, 28,
y 35 días)
Para estudiar entre que niveles, del factor considerado, las
diferencias fueron estadísticamente significativas se realiza-
ron contrastes ortogonales aplicando el test de Tukey (inter-
valo de confianza al 95%).
380 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Todos estos análisis se utilizaron con el paquete informá-
tico de estadística SPSS 11.0.1 para Windows.
5.- Resultados y discusión
5.1. Análisis foliar de macro y micronutrientes
Las concentraciones de nitrógeno obtenidas (Figura 3)
son muy homogéneas en todos los árboles, solo se observan
diferencias significativas entre los valores de las combinacio-
nes “naranjo amargo / naranjo Berna” y “C. macrophylla/ lima
Dulce”.
En cuanto a los niveles de fósforo (Figura 4), se pueden
apreciar significativamente dos grupos, en el que se separan
los árboles con Citrus macrophylla que tienen valores más
elevados (a excepción de “C.macrophylla/ naranjo Sangui-
na”) frente a los correspondientes con NA.
Para las concentraciones de potasio (Figura 5) se com-
prueba que los niveles de todas las muestras son inferiores
a los aconsejados para limonero “Verna”, siendo los valores
más bajos para lima Dulce y los más altos para naranjo Blan-
co como madera intermedia.
Para el calcio los resultados obtenidos (Figura 6) para las
maderas intermedias naranjo W. Navel, naranjo Berna, naran-
jo Cipó y naranjo Sanguina, superan los limites de normali-
M.ª Teresa Riquelme Torres
381ÍNDICE
Figura 3 - Concentración de ni-
trógeno en hojas, en función de
la madera intermedia ( x̄ ± SD).
2 4 6 8
N (%
)
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
2 4 6 8
P (%
)
0,00
0,02
0,04
0,06
0,08
0,10
0,12
0,14
0,16
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 4 - Concentración de fósfo-
ro en hojas, en función de la made-
ra intermedia ( x̄ ± SD).
2 4 6 8
K (%
)
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
2 4 6 8
Ca
(%)
0
2
4
6
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 5 - Concentración de po-
tasio en hojas, en función de la
madera intermedia ( x̄ ± SD).
Figura 6 - Concentración de calcio
en hojas, en función de la madera
intermedia ( x̄ ± SD).
382 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
dad; los valores más bajos se dan para madera intermedia de
mandarino Cleopatra y los valores más altos
Finalmente, para los niveles foliares obtenidos del análisis
del magnesio (Figura 7), se distinguen claramente diferen-
cias significativas, distinguiéndose 3 grupos:
• Naranjo Blanco
• Naranjo W. Navel, naranjo Berna, naranja Sanguina, Tes-
tigo (sin madera)
• Lima Dulce, mandarino Cleopatra, naranjo Cipó
Estos cinco macroelementos analizados influyen amplia-
mente en la calidad de los frutos, por lo que sus efectos no
pueden ser considerados independientemente de los efec-
tos sobre la cosecha.
En este trabajo se comprueba que existe una baja corre-
lación entre los niveles nutricionales y los parámetros de
calidad, probablemente como consecuencia bien de la va-
riabilidad interna de las muestras de cada lote, o bien por
la homogeneidad en el contenido de los diferentes elemen-
tos.
M.ª Teresa Riquelme Torres
383ÍNDICE
Figura 7- Concentración de magnesio en hojas, en función de la madera
intermedia ( x̄ ± SD).
5.2. Parámetros físicos del fruto
Diámetro de los frutos
Según la figura 8, los valores del diámetro para todas las
muestras superan los mínimos establecidos por las normas
de comercialización (45 mm).
Los frutos obtenidos con Citrus macrophylla como patrón
presentan los calibres mayores. Solo se observan diferencias
significativas entre los valores mínimos (naranjo Blanco) y
los valores máximos (lima Dulce).
2 4 6 8
Mg
(%)
0,0
0,2
0,4
0,6
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
384 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Peso de los frutos
Los valores obtenidos (Figura 9) en cuanto a peso superan
en todos los lotes los 129 g (valores habituales para la varie-
dad “Verna”).
Los limones obtenidos sobre N. Blanco como madera
intermedia son significativamente menores de peso que
el resto de las muestras, mientras que los producidos so-
bre madera intermedia de naranjo W.Navel y naranjo Berna
presentan pesos intermedios frente al resto de los lotes que
tienen valores más elevados que corresponden a los árboles
con patrón Citrus macrophylla y el testigo diferencia que no
se podían apreciar en los valores del diámetro.
Diá
met
ro (m
m)
0
20
40
60
80
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
. int
erm
edia
2 4 6 8
Pes
o de
l fru
to (g
)
0
50
100
150
200
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 8 -Diámetro de los frutos, en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
Figura 9 - Peso medio de los frutos, en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
M.ª Teresa Riquelme Torres
385ÍNDICE
Espesor de la corteza
Por otro lado, el espesor de corteza muestra valores en
el Citrus macrophylla significativamente mayores que los de-
más lotes con independencia del tipo de madera intermedia
(Figura 10).
Se comprueba que existen diferencias en el espesor de
los distintos lotes, entre el valor mínimo correspondiente a
la combinación “naranjo amargo / naranjo Blanco” y el valor
máximo “C. macrophylla/ lima Dulce” o “C. macrophylla/ man-
darino Cleopatra”.
Figura 10 -Espesor de la corteza de los frutos (mm), en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
Espe
sor d
e la
cor
teza
(mm
)
0
2
4
6
8
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
386 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Fracciones del fruto y semillas
Aunque el limón “Verna” tiene corteza gruesa (56-60%),
posee buen contenido en zumo como puede apreciarse en
la figura 11, ya que en todas las muestras el contenido en
zumo está por encima del 30% por lo que se superan amplia-
mente las exigencias de las normas de calidad; destacando
con los valores más altos el testigo (≈37%), seguido por la
combinación de “naranjo amargo / naranjo Blanco”.
%
0
10
20
30
40
50
60
% Corazón % Corteza % Zumo
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 11-Fracciones del fruto (%), zumo, corteza y corazón, en función
de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
M.ª Teresa Riquelme Torres
387ÍNDICE
Para el contenido en zumo solo se observan diferencias
significativas entre los valores mínimos de naranjo Berna y
los máximos del Testigo, no existiendo diferenciación entre
las restantes maderas intermedias.
Color de la epidermis
Los datos de color obtenidos por reflexión, representados
en la figura 12, ponen de manifiesto que en los limones reco-
lectados, se han obtenido valores comprendidos entre –2,32
y –1,04 que se corresponde con un color amarillo-verdoso.
ICC
-3
-2
-1
0
1
N.W
.Nav
el
N.Bl
anco
N.Be
rna
Lim
aDu
lceM
.Cle
opat
raN.
Cipó
N.Sa
ngui
noSi
nm
ad.in
term
edia
Figura 12 - Índice de color de la epidermis de los frutos, en función de la
madera intermedia ( x̄ ± SD).
388 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Aunque este rango de variación es muy pequeño, se han
observado diferencias estadísticamente significativas entre
los frutos obtenidos con Citrus macrophylla y los de naran-
jo amargo; esta diferencia observada entre ambos patrones,
puede estar originada por factores de tipo microclimático y
nutricional, a pesar de que los portainjertos vigorosos retra-
san la evolución del color de los cítricos; en este trabajo el
Citrus macrophylla presenta valores de color más altos.
5.3. Propiedades mecánicas
Se han desarrollado diferentes pruebas que nos permiten
valorar tanto las características de aceptación por parte del
consumidor como la sensibilidad o susceptibilidad del limón
frente acciones mecánicas.
Compresión hasta deformación del 1% del diámetro
En la prueba de compresión, los lotes de frutos obtenidos
con naranjo amargo como portainjerto, se sitúan en un ran-
go inferior que los frutos recolectados sobre Citrus macro-
phylla, observándose diferencias significativas entre ambos
(Figura 13). Sin embargo, aunque no existen diferencias en
función de la madera intermedia empleada, según los valo-
res, los frutos más firmes son los obtenidos sobre mandarino
M.ª Teresa Riquelme Torres
389ÍNDICE
Cleopatra y los menos firmes los recolectados sobre naranjo
Blanco.
Punción de la piel
En el estudio de punción de la piel, para evaluar la resis-
tencia frente a acciones de incisión, no se ha encontrado di-
ferencia significativa alguna ni entre diferentes patrones, ni
maderas intermedias (lo que nos hace pensar, que el método
de punción, en cítricos, no sea suficientemente preciso), (Fi-
gura 14).
Figura 13- Deformación (fuerza
/desplazamiento) hasta una com-
presión del 1% del diámetro, en
función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
F/D
(N/m
m)
0
10
20
30
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Fuer
za m
áxim
a (N
)
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 14- Fuerza de resistencia
máxima frente a la punción de la
piel (N), en función de la madera
intermedia ( x̄ ± SD).
390 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Ensayo Magness-Taylor
El ensayo de penetración Magness-Taylor, determina la
resistencia del albedo, encontrandose valores mínimos para
“naranjo amargo/ naranjo Blanco” y valores máximos para
“C.macrophylla/ mandarino Cleopatra” (Figura 15).
Figura 15- Fuerzas de resistencia máxima de penetración (N), en fun-
ción de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
Fuer
za m
áxim
a (N
)
0
5
10
15
20
25
30
35
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
M.ª Teresa Riquelme Torres
391ÍNDICE
Con estos 3 ensayos mecánicos se comprueba que los
frutos obtenidos sobre portainjerto Citrus macrophylla se
incluyen en el grupo de mayor firmeza.
5.4. Susceptibilidad a daños mecánicos
Para evaluar la susceptibilidad de los limones frente a da-
ños mecánicos se hace un seguimiento en cámara frigorífica
a lo largo de varias semanas; en nuestro estudio, estas reper-
cusiones las hemos evaluado en función de tres factores:
1) Evolución del peso del fruto.
2) Medida del color del fruto
3) Evaluación subjetiva de la calidad
Evolución del peso del fruto
En los resultados correspondientes a los lotes de control
representados en la figura 16, se comprueba una progresiva
perdida de peso, que después de 5 semanas muestra un va-
lor entre 8,5 y 15% sin que se detecten diferencias estadísti-
camente significativas entre los distintos lotes.
Los frutos que han sido expuestos a lesiones de tambor
giratorio, presentan una mayor perdida de peso al final del
seguimiento, mostrando valores comprendidos entre 12,6 y
25,0% valores significativamente superiores a los registrados
en los frutos de control.
392 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Figura 16- Evolución del peso de los limones, en función de la madera-intermedia. Muestras de control y muestras sometidas a tratamiento en eltambor giratorio.
0 1 2 3 4 5
% P
eso
707274767880828486889092949698
100102
Semanas
0 1 2 3 4 5
% P
eso
707274767880828486889092949698
100102 CONTROL
TAMBOR
y = 98,58 - 3,76 x
r2 =0,86
y = 99,35 - 2,42 x
r2 = 0,81
N. amargo
C. macrophylla
M. Cleopatra
N. blanco
N. W. Navel
N. Berna
Lima dulce
N. Cipó
N. sanguino
Sin mad. interm.
Recta de regresión
M.ª Teresa Riquelme Torres
393ÍNDICE
C. macrophylla
N. amargo
Semanas
0 1 2 3 4 5
ICC
-2,5
-2,0
-1,5
-1,0
-0,5
0,0TAMBOR
C. macrophylla
N. amargo
Semanas
0 1 2 3 4 5
ICC
-2,5
-2,0
-1,5
-1,0
-0,5
0,0CONTROL
y= -1'47+ 0'14 X
y= 1'41+ 0'17 X
N.Blanco N.W.Navel N.Berna Lima Dulce M.Cleopatra N.Cipó N.Sanguino Sin mad.interm.
Figura 17- Evolución del índice de color (ICC) de los limones, en función
de la madera intermedia. Muestras de control y muestras sometidas
a tratamiento en eltambor giratorio.
394 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
Se observa que los frutos obtenidos sobre portainjerto
Citrus macrophylla presentan significativamente mayor per-
dida de peso que los correspondientes a naranjo amargo, sin
embargo, no se advierten diferencias atribuibles a los distin-
tos tipos de madera intermedia.
Evolución del color del fruto
Los resultados de la evolución del ICC ponen de manifies-
to el incremento de la intensidad del color amarillo duran-
te el almacenamiento. En las gráficas (Figura 17) se puede
observar además que los frutos sometidos a tratamiento en
tambor giratorio muestran una evolución ligeramente mas
intensa, como puede observarse por la pendiente de la recta
de regresión.
También es apreciable en ambos casos la separación en
dos grupos de las curvas correspondientes a cada uno de los
patrones.
Evaluación subjetiva de la calidad
Durante el periodo de seguimiento en cámara, se valo-
ró la firmeza de los frutos a partir de la 3ª semana y hasta
que culminó el ensayo. Esta evaluación subjetiva, consistió
en puntuar cada limón individualmente en una escala de 0 a
5 (conforme iban perdiendo firmeza los frutos). Así podemos
M.ª Teresa Riquelme Torres
395ÍNDICE
TAMBOR
Semanas
3 4 5 6
Firm
eza
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
CONTROL
Semanas
3 4 5 6
Firm
eza
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
C. macrophylla
N. amargo
N. Blanco
N. W. Navel
N. Berna
Lima Dulce
M. Cleopatra
N. Cipó
N. Sanguino
Sin mad. intermedia
Figura 18- Evolución de la firmeza medida subjetivamente, en función
de la madera intermedia. Muestras de control y sometidas al tambor
giratorio.
396 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
observar en la figura 18 que los frutos que han sido someti-
dos al tratamiento del tambor durante 5 minutos, están más
blandos que los que no pasaron por el tambor, como conse-
cuencia de los golpes recibidos.
Además, mientras para los limones CONTROL aparecen
casi todos los datos agrupados, para los limones del TAMBOR
se distinguen perfectamente dos grupos correspondientes a
ambos portainjertos (Citrus macrophylla y naranjo amargo).
También se observó en la 4ª semana la percepción sub-
jetiva de los golpes que han podido recibir los limones du-
rante su manipulación (Figura 19). Sin duda, los limones más
magullados son los que se han sometido a tratamiento en
tambor giratorio, destacando con un % mayor de golpes los
frutos obtenido sobre el portainjerto Citrus macrophylla. De
todos los lotes ensayados la menor susceptibilidad frente
a daños mecánicos la presentan los limoneros con naranjo
Blanco como madera intermedia y la mayor susceptibilidad
los limoneros con mandarino Cleopatra como madera inter-
media.
M.ª Teresa Riquelme Torres
397ÍNDICE
Gol
pes
0
1
2
3
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Control Tratamiento
Figura 19- Nivel de lesiones originadas en los frutos por daños mecánicos
observados en la 4ª semana de conservación en cámara, en función de
la madera intermedia.
398 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
5.5 Parámetros químicos determinados en el fruto
Contenido en ácidos orgánicos: ácido ascórbico
En las determinaciones de ácido ascórbico realizadas (Fi-
gura 20), se presentan valores comprendidos entre 18,0 mg/
100ml (naranjo Cipó) y 32,7 mg/100ml (naranjo Blanco), que
nos pone de manifiesto la riqueza del limón en vitamina C;
aunque este intervalo es muy amplio, no existen diferencias
significativas entre los distintos lotes ensayados probable-
mente como consecuencia de la dispersión de valores en las
determinaciones de cada muestra.
mg
/ 100
ml
0
10
20
30
40
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uina
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Figura 20- Contenido de ácido ascórbico en el zumo de limón, en fun-
ción de la madera intermedia ( x̄ ± SD).
M.ª Teresa Riquelme Torres
399ÍNDICE
Figura 21- Contenido en flavonoides en los frutos, en función de la ma-
dera intermedia ( x̄ ± SD).
Contenido en flavonoides
Durante muchos años, el único flavonoide conocido en
limón era la hesperidina, no obstante en este trabajo se re-
flejan 4 tipos de flavonoides actualmente identificados en
limón.
De acuerdo con los resultados obtenidos (Figura 21), el
flavonoide mayoritario es la diosmetina con contenidos su-
periores al 50% del contenido total, cuyo intervalo varía en-
tre el valor mínimo de 415,08 mg/l (mandarino Cleopatra) y
el máximo de 1070,58 mg/l (naranjo Berna).
mg
/ l
0
200
400
600
800
1000
1200
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Eriocitrina (mg/l)Diosmetina (mg/l)Hesperidina (mg/l)Diosmina (mg/l)
400 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
En nuestras muestras, el 2º flavonoide más abundante
por orden de importancia es la hesperidina.
Los resultados mostrados en este trabajo respecto a la
influencia del portainjerto y la madera intermedia sobre el
contenido de flavonoides es la 1ª vez que se determinan,
comprobándose que los frutos obtenidos sobre naranjo
amargo presentan valores significativamente superiores a
los obtenidos sobre Citrus macrophylla.
Figura 22- Contenido de azúcares en el zumo de limón, en función de la madera
intermedia ( x̄ ± SD).
mg
/ l
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
N.Bl
anco
N.W
.Nav
elN.
Bern
aLi
ma
Dulce
M.C
leop
atra
N.Ci
póN.
Sang
uino
Sin
mad
.inte
rmed
ia
Sacarosa (mg/l)
Glucosa (mg/l)
Fructosa (mg/l)
Sorbitol (mg/l)
M.ª Teresa Riquelme Torres
401ÍNDICE
Contenido en azúcares
Los resultados obtenidos en la determinación del conte-
nido de azucares en el zumo de limón (Figura 22), ponen de
manifiesto que los azucares predominantes son fructosa y
glucosa, y con contenidos inferiores sacarosa y sorbitol.
El rango del contenido en fructosa varía entre el valor mí-
nimo 0,41 mg/l determinado en los limones obtenidos sobre
madera intermedia de naranjo Berna y el valor máximo 0,72
mg/l correspondiente a los frutos recolectados sobre árbo-
les sin madera intermedia.
Sin embargo, al realizar el estudio estadístico de compa-
ración de medias, no se han determinado diferencias signifi-
cativas en ninguno de los azucares analizados.
6.-Conclusiones
• Los óptimos niveles nutritivos de los árboles, no permiten
establecer diferencias de los parámetros de calidad en fun-
ción del nivel nutricional.
• Los limones obtenidos con patrón Citrus macrophylla, con
independencia de la madera intermedia, tienen mayor peso
y espesor de corteza.
• Los limones obtenidos con patrón de Citrus macrophylla
son más sensibles a la manipulación y daños mecánicos.
402 ÍNDICE
Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna
• El contenido total de flavonoides en el zumo de limón ob-
tenido sobre pie de naranjo amargo es superior que en los
limones obtenidos sobre Citrus macrophylla.
• La calidad de los limones depende de las características de
la planta; la incidencia es mayor por efecto del portainjer-
to que por la madera intermedia, con una mayor evolución
posrecolección en los frutos obtenidos sobre Citrus macro-
phylla.
• Es necesario ratificar estos resultados con un desarrollo ex-
perimental mas completo, que permita contrastar mejor los
diferentes factores.
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M.ª Teresa Riquelme Torres
409ÍNDICE
Lorena Amorós Blasco
El abismo de la mirada:Ruptura y muerte con la identidad
pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la iden-
tidad pasada desde la práctica del autorretrato contem-
poráneo, es el título de la tesis que presentamos. En
ella hemos tratado de abordar lo que concierne, más con-
cretamente, a “la experiencia límite en el autorretrato último”,
encontrándonos ante tal afirmación con la doble combina-
ción de nombre + adjetivo (nota 1), encargada de indicar
el planteamiento de nuestro estudio. La primera unión: “ex-
periencia límite”, marca un punto máximo, un extremo, una
frontera, en definitiva, una práctica final, a la que se puede
llegar; y en efecto, los artistas que aparecen en este trabajo,
se aproximan a ella a la hora de abordar y crear sus respec-
tivas obras, bien dentro de un ámbito pictórico, bien teatral,
performativo, cinematográfico o musical... En cuanto a la
segunda combinación: “autorretrato último”, el carácter am-
biguo del adjetivo que acompaña al nombre, nos induce a
pensar en dos posibles formas de entender su contenido:
autorretrato visto como ejercicio que el artista se dirige a
sí mismo en los momentos finales de su vida y autorretrato
contemporáneo, como práctica artística del momento en el
que vivimos. El estudio presentado incluye ambas acepcio-
Lorena Amorós Blasco
411ÍNDICE
nes, teniendo en cuenta el debate surgido del empeño por
definirse, pretensión donde parece existir una pugna entre
las obras de carácter representacional y aquellas de carácter
mostrativo. Una disputa que se ha convertido actualmente
en un tema recurrente para investigadores de todos los cam-
pos artísticos, debido a la contaminación multidisciplinar de
la sociedad en que vivimos: imágenes, textos, eventos, con-
ciertos, obras de teatro, performances, películas, videos y un
largo etcétera, han desestimado los lugares de pensamiento
cerrados y aislados, en “pro” de una mentalidad que empieza
a difundirse fuera de los canales especializados del arte, es
decir, a una dimensión artística que se atiene, en ocasiones, a
las innovaciones de la ciencia y la tecnología como la biónica
(nota 2), la biotecnología (nota 3), la eugenesia (nota 4), las
cuales están haciendo cambiar la concepción de la vida y la
relación con el cuerpo, permitiendo liberar al sujeto de las
obligaciones de una identidad codificada, sustraída a las ca-
tegorías de sexo, raza, edad, que no siempre se corresponden
con el interior de la persona.
El interés por este tema parte de tiempo atrás, con la rea-
lización de nuestro trabajo de iniciación a la investigación
titulado: EL ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la
identidad pasada desde la práctica artística de Orlan (1999).
412 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Desde la realización del mismo nuestra curiosidad fue in
crescendo, motivándonos a inquirir afanosamente sobre
proyectos de cualquier ámbito artístico relacionados con la
identidad, e insertos dentro de un contexto donde se desa-
rrollan experiencias radicales. Los hallazgos encontrados en
esta fascinante e inquietante travesía nos han llevado a pre-
guntarnos sobre cuál podría ser la imagen del autorretrato
último en dicho panorama extremo, descubriendo a medi-
da que profundizábamos sobre el tema, cómo dicha imagen
parecía estar vinculada a una voluntad de autodestrucción, y
en cierta medida, a una voluntad de autorrepresentación.
El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identi-
dad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo,
ha intentado hacer eco de las distintas formas de autorrepre-
sentación/autoexposición del individuo que ha tratado de
llevar el arte y la vida a sus extremos, desde el autorretrato
pictórico próximo a la muerte del artista, donde se evidencia
una transformación particular de los rasgos, en palabras de
Jean Clair, una “desestructuración del rostro” (nota 5), a pro-
yectos actuales de autorretrato, por lo que hemos revisado
nuevamente el caso de Orlan y tratado otros de los que no
teníamos constancia como aquel de David Nebreda (fig. 2).
Lorena Amorós Blasco
413ÍNDICE
No obstante, en este apasionante y no menos resbaladizo
recorrido, se ha dado cabida a otras experiencias artísticas, a
pesar de no tener como fin presentar un proyecto de auto-
rretrato, dado que el resultado de éstas -en los ejemplos que
nos hemos decidimos a tratar-, es muy similar al de los casos
considerados en la premisa inicial. Por ello, nuestra hipótesis
se ha centrado en sondear en qué medida y de qué manera
existe hoy en día un vínculo entre el autorretrato (en las dos
acepciones anteriormente expuestas) y las prácticas de ries-
go, es decir: Cómo se da en la actualidad el autorretrato en la
experiencia límite.
Una hipótesis que nos ha llevado a seguir una metodolo-
gía interdisciplinar, por lo que la forma de abordar su estu-
dio ha sido de carácter plural. La búsqueda y recopilación de
imágenes pictóricas, fotográficas, de documentos asimismo
de este tipo o videográficos, relacionados con el ámbito de la
performance, de películas, de documentales, de videoclips...
ha requerido ya por sí sola una labor investigadora, cuyo ob-
jetivo ansía convocar al lector a una reflexión visual de tipo
comparativo a lo largo de todo el trabajo.
También se ha apoyado la tesis con la referencia a pensa-
dores como Georges Bataille, Emmanuel Levinas, Gilles De-
leuze o Clement Rosset, entre otros, para enriquecer median-
414 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
te la especificidad de lo verbal, las intuiciones que han ido
tomando forma. Los estudios más contemporáneos, próxi-
mos al tema que nos incumbe, de Mark Dery, Teresa Macrí,
Francesca Alfano Miglietti (FAM), Virginie Luc... nos han ser-
vido enormemente como fuente de información, llegando
a encontrar en ellos coincidencias que no podíamos eludir
dentro del proceso de nuestra investigación y tras un aplica-
do esfuerzo receptivo. Estas analogías nos han reafirmado y
reforzado nuestras intuiciones, como se percibe en el avance
de la lectura de la tesis.
Dicho esto, conviene aludir a la estructura formal de este
estudio, la cual consta de nueve capítulos diferenciados en-
tre sí, pero que a su vez se relacionan entre ellos como una
especie de círculos concéntricos que se interseccionan, pues
los unos remiten a los otros constantemente, así como a los
epígrafes y anexos de que están compuestos, los cuales per-
tenecen a parcelas distintas dentro del arte como la pintura,
la fotografía, la performance, el cine o la música. Este sistema
de organización, favorece la reflexión visual de tipo compara-
tivo, cuyo peso en nuestra investigación resulta equivalente
al texto escrito, dado que nuestra formación en Bellas Artes
nos ha llevado a desarrollar un pensamiento poliédrico res-
pecto al arte a través de la reflexión y la práctica del mismo.
Lorena Amorós Blasco
415ÍNDICE
Manteniendo lo expuesto creímos oportuno dar cabida
a un primer capítulo (“Tres ejemplos a modo de introduc-
ción”), concebido como preámbulo necesario para situar al
lector con respecto a la hipótesis sugerida. En él se mues-
tran tres casos muy distintos entre sí, pero que a su vez se
complementan. Relacionados con la pintura, la fotografía y el
cine (campos a los que la tesis alude continuamente), antici-
pan ciertos aspectos de interés que se repiten a lo largo del
estudio y que, más adelante, en la segunda parte, se abordan.
En este sentido, primeramente, refiriéndonos al vínculo entre
la voluntad de autodestrucción y la necesidad de autorre-
presentación, no podíamos eludir la consensuada figura de
Vincent van Gogh, como prototipo de la específica actitud
vital en cuanto a la ligazón arte-vida/autodestrucción-afir-
mación (fig. 3). Una postura que ha dejado huella en la ma-
yoría de los artistas que trataremos. En segundo lugar, opta-
mos por hacer hincapié sobre las tres variantes fotográficas
de Le Noyé (fig. 4) de Hippolyte Bayard, en las que el autor se
representa como un hombre ahogado en periodo de des-
composición, y que hablan de la necesidad de provocación
del creador para reafirmar su presencia. Es así como a través
de la ironía, el fotógrafo preconcibe su muerte reescribiendo
su identidad con el fin de “desatarse”, como diría Sören Kier-
416 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
kegaard (nota 6); incluso de redimirse, dotando de poder a
la representación. Un método no exento de seguidores en
la investigación que nos ha ocupado. Por último, se decidió
introducir el film de Carl Theodor Dreyer, Vampyr, como otro
de los ejemplos, dada la sublime escena en la que el prota-
gonista, Allan Gray, se enfrenta cara a cara con su cadáver,
con su rostro muerto dentro del ataúd (fig. 5). Una imagen
que constituye una reflexión en torno al tema de la muerte
y que manifiesta el agradable horror (nota 7) que persiguen
ciertos artistas tratados, obsesionados algunos por la auto-
rrepresentación de ese acontecimiento ineludible del ser hu-
mano, y que sólo a través de la ficción artística son capaces
de materializar visualmente desde su propia perspectiva.
A partir de aquí, hemos distinguido tres partes en nues-
tra investigación. La primera parte engloba los capítulos del
segundo al sexto, estableciendo a su vez dos grupos: “Auto-
rretrato al límite” y “Experiencias del arte extremo”, los cuales
se van intercalando. Como comentábamos, en el primero se
trata exclusivamente de aludir a los casos de autorretrato
creado dentro de una situación límite o terminal. El segun-
do, realiza una revisión de las prácticas extremas que en los
60s introdujeron los Accionistas vieneses en el terreno artís-
tico, y que hoy en día han evolucionado como resultado de
Lorena Amorós Blasco
417ÍNDICE
los avances de la ciencia, la medicina y la tecnología. En este
punto del desarrollo del trabajo hemos querido remarcar la
influencia decisiva del Teatro de la Crueldad de Antonin Ar-
taud en los creadores que integran este último grupo, donde
el autor trata de exponer la vida en su lado más crudo y pul-
sional, pues ésta ya no puede ser “recitada”, sino únicamente
mostrada “viva” ante la mirada del público, persiguiendo así
la acción sobre el espectador. Es por ello que hemos conside-
rado importante introducir como anexo, sus dos manifiestos,
puesto que hablan de esta concepción del teatro como co-
municación de la propia experiencia personal y la desapari-
ción de las fronteras entre el espectáculo y la vida. Asimismo
es importante señalar que este amplio panorama artístico
(que abarca los capítulos del dos al cinco) ha querido aplicar-
se a un contexto muy próximo, dentro del presente más cer-
cano posible, sin pretender realizar un estudio general de los
jóvenes creadores del arte emergente. Con tal motivo, dicho
capítulo trata de dar a conocer tres artistas de la Comunidad
Valenciana que en determinadas obras de su trayectoria ar-
tística -todas ellas autorretratos-, comparten de algún modo
la asunción entre autorrepresentación y pulsión de muerte,
a pesar de los abismos estilísticos que los separan. Nos refe-
rimos a Fernando Ñiguez Canales (fig. 6) -a quien la enfer-
418 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
medad lo empujó a enfrentarse con la imagen de su muerte,
afrontando conscientemente su final-, a Mira Bernabeu (fig.
7, 8) -obstinado en preconcebir su muerte y posterior funeral
ficticios-, y a Emilio Devesa (Pepe Beso Negro) (fig. 9) -cuya
actitud autodestructiva debe entenderse como una forma
de reafirmación de la propia existencia. Sus trabajos electro-
gráficos, fotográficos y pictóricos/performativos respectiva-
mente, tienen como denominador común una evocadora
tensión que puede interpretarse como resultado catártico
del propio acto creador.
Queremos de nuevo recalcar cómo tal estructura segui-
da en esta primera parte, que hemos resuelto alternando
capítulos relacionados íntimamente con una clara intención
de autorretrato, con aquellos otros donde se exponen dife-
rentes experiencias artísticas en las que no existe una volun-
tad, al menos clara del autor, para que puedan denominarse
autorretratos, se ha elaborado de esta manera para hacer
hincapié sobre la premisa inicial que nos ha motivado a la
realización de esta investigación: Autorretrato/ no-autorre-
trato dentro de las prácticas extremas. De esta manera, ca-
sos pertenecientes al segundo capítulo como aquellos que
conforman el epígrafe “Una aproximación al autorretrato en
las postrimerías”, la ineluctable película de Relámpago sobre
Lorena Amorós Blasco
419ÍNDICE
agua de Nicholas Ray (co-dirigida con Wim Wenders), “Los
últimos autorretratos de Antonin Artaud, Francis Bacon y
Arnulf Rainer”; o las obras de David Nebreda y Orlan desta-
cadas en el capítulo cuatro, junto aquellas ya señaladas del
capítulo seis -todas ellas proyectos de autorretrato-, nos han
servido para contrastar, combinar y relacionar a su vez la au-
torreferencialidad presente en los ejemplos pertenecientes
al segundo grupo. Recordemos, “Experiencias del arte extre-
mo”, en el que se ha dado cabida a casos tan paradigmáticos
como aquel de G.G. Allin, dentro del contexto musical, la pe-
lícula Sick, La Vida y la Muerte de Bob Flanagan, Supermaso-
quista de Kirby Dick, aquella de Tetsuo, El hombre de hierro de
Shinya Tsukamoto, en la que el propio director interpreta al
mismo Tetsuo, o el videoclip de Nine Inch Nails, “La felicidad
en la esclavitud”, donde Trent Reznor (lider de la banda) par-
ticipa junto al citado Bob Flanagan.
Así pues, en la segunda parte de nuestro estudio que en-
globa los capítulos siete y ocho: “Sobre la voluntad de au-
todestrucción” y “Consideraciones sobre el autorretrato últi-
mo”, se ha querido vincular los epígrafes y anexos expuestos
en la primera, no obstante sin pretender acuñar una vía fija
e irreversible de lectura. En los dos capítulos, se puede ad-
vertir la alusión insistente al título de la tesis: El ABISMO DE
420 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde
la práctica del autorretrato contemporáneo, subrayando de
este modo, desde la estructura concéntrica del trabajo y sin
clausurar teóricamente el camino trazado hasta ahora, pun-
tuales cuestiones como la herida, los fluidos corporales, la
comicidad destructora, la recreación y la metamorfosis, la
enfermedad como experiencia límite, la voluntad de exhibi-
ción, la preconcepción de la propia muerte como formas de
autorreferencialidad... Aspectos significativos en los creado-
res que hemos tratado, que demuestran innegablemente la
persistente búsqueda de una identidad libre de ataduras, de
carácter narcisista y contracultural, es decir, que cuestiona o
niega aquellos hábitos que conforman la cotidianidad y las
convenciones del rostro y del cuerpo. Un medio asimismo de
confirmación de la vida, de vivir la vida con intensidad, en el
que, hasta cierto punto, el gusto por el “auto-crimen” del Tea-
tro de la Crueldad de Antonin Artaud, se hace evidente en sus
respectivas obras. Así se reafirman estos artistas dispuestos
a hacer eco en una sociedad cada vez más inquisidora y vio-
lenta, que desea prenderlos como delincuentes. De ahí, tal
vez, las frecuentes alusiones a la figura del Ecce Homo, puesto
que no sólo es ésta la imagen del presentimiento y la toma de
consciencia de la muerte, sino del triunfo del hombre sobre
Lorena Amorós Blasco
421ÍNDICE
ella. Un triunfo impregnado de matices heroicos, donde en la
mayoría de los casos que nos conciernen, el creador se con-
vierte en una especie de héroe que “tiene la posibilidad de
poner a prueba su voluntad y forjar su identidad”(nota 8). Su
figura es equiparable a la del “director de escena”, es decir, a la
figura de un “manipulador” que tiene o cree tener todo bajo
control y por ello sacrifica “lo visible a lo invisible” (nota 9)
Por lo visto, los artistas que nos atañen sólo parecen seducir-
les los espíritus, como diría Cioran, “que se han destruido por
haber querido dar un sentido a sus vidas” (nota 10). Por lo
tanto, tras nuestro trabajo, podríamos afirmar que el estigma
físico viene a ser la forma más suprema de vincular al artista
con la reafirmación de su existencia “verdadera”; la única for-
ma divina de exponerse al mundo a cambio de cierta dosis
de inmortalidad, tras desvincularse de la imagen referencial
para procurarse una imagen autorreferencial.
Hemos podido atisbar cómo en el transcurso de nuestra
investigación, dicha imagen autorreferencial en el contex-
to del dolor, está impregnada en sí misma de una voluntad
de autodestrucción. Voluntad que deviene autorrepresen-
tación en el contexto del dolor. Llamemos entonces a este
particular autorretrato “autorretrato último” y hagamos al-
gunas consideraciones sobre el mismo: Dado que toda obra
422 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
creativa supone en su límite un esfuerzo de auto-reflexión,
de auto-introversión en uno mismo, es decir: de autorretra-
to (auto-retraere: “traer de nuevo a la luz, hacer revivir a uno
mismo”, “hacerse visible”), conviene señalar que los cambios
más importantes se han producido en relación a las formas
y no tanto al concepto, que se mantiene prácticamente sin
variantes, pero sí con algunos matices destacables, dado
que desde mediados del siglo pasado se ha intensificado el
planteamiento que propone la equiparación de vida y obra.
Un vínculo, que como subraya Pablo Jiménez, “nos permite
entender que el artista es una parte, y no desdeñable, de su
propia obra y, a la inversa, cualquier obra puede, si el artista
así lo señala, entenderse como autorretrato del artista, como
una parte de sí mismo (nota 11). De ahí que sea difícil discer-
nir en ocasiones, lo que es o no autorretrato, cuando además,
tal voluntad de afirmación persiste con la misma fuerza. Des-
de la pintura, la fotografía, la performance, el vídeo y otros
medios novedosos de reproducción de la imagen, el autorre-
trato/la autoexposición se ha extendido hacia todas las par-
celas de la comunicación, incluso como estrategia mediática.
Es por ello que el arte contemporáneo parece “un enorme
autorretrato de artista” (nota 12). Un hecho que, como se-
ñalábamos anteriormente, nos ha llevado a tener en cuen-
Lorena Amorós Blasco
423ÍNDICE
ta películas como Relámpago sobre Agua; Sick, The Life and
Death of Bob Flanagan, Supermasochist; Tetsuo: El hombre de
hierro... o las actuaciones de G.G. Allin, el videoclip de Nine
inch Nails...
En las dos acepciones del término “último” que hemos
estudiado, tanto en el autorretrato llevado a cabo en los mo-
mentos finales de la vida de un artista, como en el autorre-
trato contemporáneo, ligado a la experiencia límite, el autor
se convierte en víctima y verdugo. Desde esta perspectiva
extrema, el carácter reflexivo de cualquier autorretrato, tra-
dicionalmente debido a su condición especular, devuelve
con respecto a las características tradicionales del género,
la transgresión principal, el cambio subversivo por el que el
sujeto se afirma en la representación/presentación: la desig-
nación de la persona por los no-valores. La herida, los des-
hechos corporales, la humillación y la muerte dan forma al
aspecto mostrado por este individuo que sufre la experien-
cia del dolor desde los dos lados, como decíamos, desde el
de la víctima y el del verdugo, cuyas respectivas posturas
vitales se ponen en evidencia en un perverso ejercicio de
autodominio. Y este gesto reflexivo, de libre autonomía, con
respecto a los valores que imperan en las sociedades occi-
dentales del bienestar, conlleva una paradójica condición:
424 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
su exhibición, donde al fin se proyecta simbólicamente en
el otro -el espectador- la agresión; que en principio parecía
sometida, por el carácter reflexivo del autorretrato, al ámbito
privado. En este sentido, es importante señalar de nuevo la
correlación entre vida y obra, cuya genealogía se retrotrae
al moderno concepto de “genio”, “cualidad por la cual a un
artista le era permitida cualquier infracción a las reglas esta-
blecidas, en virtud de unas determinadas cualidades perso-
nales” (nota 13). De modo que, como insistimos, desvaneci-
da la imagen intermediaria, la realidad se presenta viva, en
vivo realismo extremo, bajo medios de comunicación artís-
tica como acciones, performances... por lo que, en palabras
de Teresa Macrì, “si la autorrepresentación es una manera de
entrar en juego directamente y por lo tanto de desquiciar
todas las formas pulsionales del yo, al mismo tiempo la des-
materialización así producida por estas prácticas, banaliza,
humilla y escarnece un sistema artístico que vive de la repro-
ducción de objetos, o sea, de mercancía” (nota 14). En este
sentido, artistas del Body Art protagonizaron distintas accio-
nes como aquella de Kim Jones (1944) a principios de los 80s,
quien exponiéndose durante días a la intemperie, desnudo,
con tan sólo una máscara hecha de media de mujer, y cu-
bierto de barro, de heces, se infligió cortes con una navaja
Lorena Amorós Blasco
425ÍNDICE
de forma ritual para estamparse después contra un lienzo y
provocar así su “autorretrato”. Una forma claramente sarcásti-
ca de aludir a la autorrepresentación entendida como objeto
de arte, y que muestra una vez más, la importante relación
entre arte y vida, que hace que sea difícil discernir en lo que
respecta, sobre todo, al arte contemporáneo, la voluntad au-
torreferencial o no del autor, pues su sola presencia ya impli-
ca dicha voluntad, aunque no sea su intención. Al respecto,
si comparamos ejemplos que se han tratado en la primera
parte de esta tesis: entre los casos concernientes al subgru-
po “Autorretrato al límite” y “Experiencias del arte extremo”,
apenas existen diferencias en el resultado final de sus res-
pectivos propósitos, es decir, tanto en uno como en otro, la
imagen que deviene del artista es muy similar: observamos
un rostro, o un cuerpo en su conjunto, expuesto y sometido
a una serie de vejaciones, (según los casos reales o ficticias),
más o menos extremas.
Por ejemplo, de no ser por la distinción que establecen
sus títulos, ante una obra infográfica de Orlan y una de Mar-
cel.lí Antúnez-Roca: Selft-Hibridations (fig. 10) o Foc (fig. 11)
respectivamente, ambas nos parecerían igualmente autorre-
tratos, pues el rostro que aparece en las dos, es el del propio
artista, y la obra está realizada por él mismo. Sin embargo,
426 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
como ya apuntábamos, la voluntad del artista, hace que va-
ríe su significado. Lo mismo sucede si comparamos las Body
Suspensions de Stelarc (fig. 12) con, por ejemplo, las obras de
David Nebreda: Nunca Olvidar o El hilo de la madre (fig. 13,
14). En ellas, el tipo de mortificación a la que se someten los
dos artistas es parecido, pero de nuevo, la intencionalidad
difiere. Con ello queremos hacer hincapié en que, tanto en
una serie de casos como en otra, el resultado inmediato o
para la posteridad es el mismo. Así lo evidencia también para
el espectador sin contexto, el trabajo menos agresivo -com-
puesto por autorretratos fotográficos-, de Claude Cahun (fig.
15), respecto a la obra posterior de Cindy Sherman (fig. 16) o
Yasumasa Morimura (fig. 17), quienes no entienden sus foto-
grafías como autorretratos, pese a utilizarse igualmente a sí
mismos como modelos de sus obras. En lo tocante a ello, Cin-
dy Sherman señalará: “No realizo autorretratos. Busco estar lo
más lejos posible de mí misma cuando tomo mis fotografías”
(nota 15). Su cuerpo es solamente “el medio” de represen-
tar una identidad mutante, discontinua e interminable; una
especie de inconsciente colectivo, en el que se sedimentan
las experiencias culturales y sociales de una colectividad
que busca espacios y cuerpos en los que transferirse. Aun así,
Sherman, como Morimura, se “autocrea en sus obras”, como
Lorena Amorós Blasco
427ÍNDICE
señala José Miguel G. Cortés, si bien no para revelar su ver-
dadero yo, sino para evidenciar cómo el yo es una construc-
ción imaginaria que adquiere unas claras características de
ambigüedad al convertirse en actor y creador de la propia
narración (nota 16).
En cuanto a las acciones de artistas del Body Art -ante-
riores, como conocemos, a las obras que acabamos de citar-,
y más en concreto en lo que se refiere a Gina Pane, como
ella misma atestigua: “el modo de transmitir una idea es en-
carnándola a través de sí misma (nota 17), ya lleve el titulo,
por ejemplo, de Action Psyché (fig. 18) o Action Autoportrait (s)
(fig. 19). Acción esta última en la que Pane se define en tan-
to que mujer y en tanto que artista (de lo que se deduce el
plural), por lo que emplea los objetos de sus prácticas ante-
riores como pintora y escultora, así como la leche y la sangre,
símbolos de la feminidad. Una elección realizada consciente-
mente para que la auto-represente, para que la haga revivir.
De este modo queremos corroborar cómo en todos los
ejemplos tratados en nuestra investigación: autorretratos
propiamente dichos o no, existe una afirmación del sujeto,
como también, haciendo referencia a las palabras de Geor-
ges Steiner: una compulsión a la libertad, un intento agonis-
ta de reposeer, de conseguir el dominio sobre las formas y
428 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
los significados del propio ser (nota 18). Por consiguiente,
la idea original de autorretrato tradicional poco ha variado
entonces, aunque por el contrario, sí sus formas. Así lo evi-
dencia el trabajo de Orlan, el caso más radical estudiado en
este sentido, cuando afirma:
Mi trabajo se puede considerar como un trabajo clásico
de autorretrato; clásico, aún cuando en un principio se reali-
za con ordenadores, pero, ¿qué se puede decir cuando se tra-
ta de inscribirlo en la carne de forma permanente? En lo que
a mí se refiere yo hablaré de un “arte carnal”, entre otras cosas
para diferenciarme del arte corporal, aunque con frecuencia
esté unido a él. Para mí se trata de llevar el arte y la vida a sus
extremos (nota 19).
Digamos que la artista le devuelve al rostro humano, pa-
limpsesto orgánico, la importancia que éste había perdido
como receptáculo de la identidad desde la proliferación de
las acciones y performances de los Accionistas vieneses y del
Body Art hasta nuestros días, donde la presentación del cuer-
po del autor como material, es lo que prima, pues ya se trate
del cuerpo en general o del rostro en particular, es necesario
un ataque a la somnolienta homogenización de la identidad.
Insistimos: “todos tenemos tendencia a elevar el tono de
voz cuando nos dirigimos a personas que se están volvien-
Lorena Amorós Blasco
429ÍNDICE
do sordas” (nota 20). De ahí la representación/presentación
de un autorretrato estridente, dentro del “arte despiadado”
que critica Paul Virilio, alejado del espacio artístico “domesti-
coconformista” al que nos tiene habituados la sociedad. Un
autorretrato hostil que dada la importancia que asumen los
artistas que aludimos en la tesis como sujetos protagonistas
de sus obras, y la ligazón de éstas con sus vidas, nos lleva a
volver a incidir sobre los tres ejemplos que encabezan nues-
tra investigación. Por tanto, no podemos olvidar que tal ima-
gen autorreferencial está íntimamente ligada al narcisismo
despiadado del que Vincent van Gogh -mencionado al ini-
cio- deja testimonio en los autorretratos donde se represen-
ta con su oreja mutilada: Autorretrato con la oreja vendada
y Autorretrato con la oreja vendada y pipa (ambos en enero
de 1889). Dos obras en las que el pintor holandés se expone
asumiendo dicho autosacrificio como una forma de autoco-
nocimiento de sí mismo, que evidentemente, “conlleva una
pulsión autodestructiva, tanática” (nota 21), convirtiéndolo
en lo que nos atañe, en “el gran maestro del esfuerzo contra
uno mismo” (nota 22), en paradigma de esta determinada
actitud vital que, trasladada a la obra, adviene como forma
de autoafirmación dentro del arte. Tampoco podemos pasar
por alto el sarcástico exhibicionismo de Hipolyte Bayard en
430 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
los albores del medio fotográfico, quien, como aludíamos,
nos muestra con brillante ironía su suicidio metafórico en Le
Noyé (“El ahogado”). Una imagen desde la que el creador nos
habla desde ultratumba, mostrándonos cómo la fotografía
es algo más que una forma mecánica y objetiva de fijar las
apariencias de la realidad: sobre todo constituye un lenguaje
en el que cabe la mentira, en el que la técnica puede dejar
paso a la intención como elemento central, y que lo que ocu-
rre al otro lado de la cámara, fuera del encuadre, lejos de los
focos, es lo que da sentido a la imagen. Por ello Bayard no
dudó en actuar de forense de sí mismo, controlando cuida-
dosamente en las tres variaciones de Le Noyé la forma de ex-
ponerse ante los demás, ante nosotros como espectadores.
Relacionado con este caso, aludimos en la tesis al de Mark
Twain (1835-1910) -pseudónimo de Samuel Langhorne Cle-
mens-, escritor y humorista estadounidense, quien en 1895
se imaginó muerto para escribir su biografía: “En esta auto-
biografía me mantendré en la idea de que escribo desde la
tumba, porque yo deberé estar muerto cuando el libro salga
de la imprenta” (nota 23). Como señala Jorge Blasco, su gran
disfrute fue imaginarse en tal estado de no-vida y recordado
tal y como él quería, gozando del dominio de su propia ima-
gen, y por tanto, del gesto de posar, de enseñarse y mostrarse
Lorena Amorós Blasco
431ÍNDICE
siendo espectador privilegiado del personaje que construía
a partir de sí mismo. Sus fotos, realizadas por Albert Below
Paine, a quien contrató como fotógrafo-biógrafo, son imáge-
nes de un cadáver controladas por el cadáver mismo, actor y
director de escena al tiempo (nota 24), al igual que veremos
en los casos posteriores. En este sentido podríamos afirmar,
cómo más recientemente, el papel de Twain, fue asumido
por Bob Flanagan leyendo su obituario en Sick, mientras que
aquel de Below por Kirby Dick, el director de la película. Tam-
bién Duane Michals, ejecutó alrededor de 1968 la fotografía
Selfportrait as if I were dead (“Autorretrato como si estuvie-
ra muerto”) (fig. 20), donde aparece él mismo desdoblado
observando su propio cadáver. El fotógrafo plasma de este
modo su inexorable e ineludible futuro: su cuerpo sin vida.
Un cuerpo muerto al que observa con la misma dosis de cu-
riosidad que de impasibilidad. En 1985, con un tono distin-
to, Cindy Sherman se representa muerta, como víctima de
algún tipo de agresión truculenta en su fotografía Untitled
# 153 (“Sin título # 153”) (1985) (fig. 21). Su cabeza incluso pa-
rece estar algo separada de su cuerpo. El tríptico fotográfico
del artista valenciano Alberto Adsuara, El estudio del artista
muerto (1999) (fig. 22), constituye otra muestra de esta nece-
sidad de preconcebir la imagen de la muerte de uno mismo.
432 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Entre referencias a la película de Peter Greenaway El cocinero,
el ladrón, su mujer y su amante (1989), y aquellas que nos re-
miten al conocido autorretrato de Gustave Courbet, El estu-
dio del artista (1855), el protagonista de la imagen -Adsuara-,
aparece desdoblado en cadáver y fantasma en un escenario
donde coexiste el pasado con el presente, en su empeño por
atrapar la experiencia de su propio yo. Un yo que se presenta
como un objeto -cadáver/escultura/cuadro-, asumiendo su
naturaleza muerta, al tiempo que espectral, recordándonos
la escena de Vampyr en la que Allan Gray se enfrenta cara a
cara con la imagen de su muerte, mientras nos preguntamos
quién es el verdadero: ¿el cadáver o la desdoblada e incorpó-
rea “copia /alma” que lo observa?
Todos estos ejemplos insertos en el terreno artístico pue-
den entenderse como intentos del ser humano por aprehen-
der algo a través de la autorrepresentación del intrigante e
inevitable trance que es la muerte, y que todos sufrimos dada
nuestra condición mortal, pues “tener que ser”, como afirma
Levinas “es tener que morir” (nota 25).
Nicholas Ray tampoco se resistió a verse en tal estado
de no-vida. En We Can´t Go Home Again (el primer film-au-
torretrato del director americano en el que se involucra con
la muerte) se filma a sí mismo mientras accidentalmente
Lorena Amorós Blasco
433ÍNDICE
vemos cómo queda colgado del cuello (de forma ficticia), al
intentar quitar la soga que a fin de cuentas había preparado
para él (fig. 23). “He sido interrumpido” (nota 26), declara en
la película. Entretanto su cuerpo se balancea en el aire ante la
mirada impasible de Leslie y Richie, dos de sus alumnos que
intervienen en dicho film, pues We Can´t Go Home Again, en
palabras del propio Ray, “pretende ofrecer a los estudiantes
una amplia y variada experiencia sobre la mecánica, la técni-
ca y el arte del cine” (nota 27); pero sin duda, lo más impor-
tante en lo que nos concierne, es la intención del director
de “contar también la historia intensamente personal de un
hombre obsesionado por una o más premoniciones, pero
igualmente decidido a superar el negativismo, aun a costa
de su vida, que es, claro está, de lo que trata su premonición”
(nota 28).
El último proyecto de Mira Bernabeu Dulces Sueños IV,
Serie Mise en Scene IX, que versa sobre el tema del suicidio,
es asimismo paradigmático en este sentido. En él, como
anteriormente nos referíamos, el artista se convierte en el
protagonista del macabro acontecimiento ante la mirada
imperturbable de familiares y amigos que aguardan su au-
toejecución y posterior funeral (ficticios), como si de un es-
pectáculo más se tratara. Las dos fotografías y el vídeo (subti-
434 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
tulado “Reportaje social”) -resultantes de tales eventos-, son
las pruebas de esta muerte escénica, preconcebida por el ar-
tista, quien al igual que en los casos anteriores, domina tanto
su modo de autorrepresentarse como la puesta en escena
que lo rodea. Incluso hizo creer a muchos de sus conocidos
a través de la esquela que publicó en el periódico El País, que
realmente había muerto.
Querríamos subrayar la voluntad de reafirmación de
estos creadores como seres mortales, los cuales intentan,
como diría Freud, darle un lugar a la muerte en la realidad y
en nuestros pensamientos, que continuamente suprimimos
con tanto cuidado (nota 29). Bien para exorcizar este final
humano, bien para reírse de él y así restarle importancia, lo
cierto es que, asumir la mortalidad, “saber que se es mortal”
en palabras de Cioran, “es, en realidad, morir dos veces o, me-
jor dicho, todas las veces que sabemos que debemos morir
(nota 30). Una afirmación que parecen tener presente todos
estos artistas que tienden a la representación/presentación
de su fin, y que algunos extienden hasta la autorrepresen-
tación del cadáver-esqueleto, como sucede en James Ensor
u Otto Dix, a través de la pintura, el grabado o la serigrafía.
Deteniéndonos brevemente por lo que respecta al primero:
Mi retrato esqueletizado, Mi retrato en el año 1960 (fig. 24), o
Lorena Amorós Blasco
435ÍNDICE
Esqueleto con caballete, son ejemplos significativos de ello.
Ensor manifiesta querer revelarnos los rastros todavía visi-
bles de su persona, que supuestamente se hallarían dentro
del féretro que porta su nombre y constituye junto a su cor-
tejo, la imagen que conforma su irónica tarjeta de visita (fig.
25). Autorretrato como calavera de 1968 (fig. 26) es la aporta-
ción de Dix en este sentido. Evidentemente la proposición
de Clement Rosset es vaticinada por el pintor alemán en este
autorretrato tardío: “La calavera es sin duda la imagen de mi
rostro, y una imagen fiel. Sin duda soy yo quien se refleja en
el espejo de la muerte, aunque reducido a mi más simple ex-
presión. Han saltado los detalles, los elementos superficiales”
(nota 31). Es así como el cadáver: “la imagen de lo abyecto
por excelencia” (nota 32), según Julia Kristeva, que perma-
nentemente nos muestra lo que apartamos para poder vivir
(nota 33), se convierte en protagonista de la vida y la obra
de estos artistas que desean perdurar a través del tiempo,
también de tal manera. Por consiguiente, queremos destacar
proyectos como The Viewing (fig. 27), de Bob Flanagan, y el
último que pretende realizar Orlan cuando muera. En cuanto
a The Viewing, conocemos que fue imposible poder llevarlo
a cabo, a parte de por lo complicado de su realización, por el
coste que suponía. El artista pretendía que se introdujese tras
436 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
su muerte una cámara en el interior de su ataúd para emitir
la descomposición de su cuerpo por cable. “Si usted me paga
ahora una cierta cantidad de dinero, podrá tener un monitor
en su casa” (nota 34). Éste era uno de sus ofrecimientos tras
las risas y los aplausos del público al que se dirigió explican-
do su proyecto, como si todo horror presentable purgara su
condición terminal.
Volviendo a Orlan, vemos que su intención, obviamente
aun en fase de proyecto, es la de momificar su cuerpo des-
pués de su fallecimiento, y exponerlo en un museo con el fin
de convertirse en la más importante de las reliquias de su
obra... Como precisa la propia artista en sus conferencias:
“He entregado mi cuerpo al arte”, ya que después de mi
muerte no será entregado a la ciencia, sino que se colocará
en un museo, momificado. Será el elemento clave de una ins-
talación con vídeo interactivo” (nota 35).
Tras estas afirmaciones, podríamos decir junto a Bataille
(nota 36), que desde el cadáver que simula comenzar a des-
componerse en Le Noyé, el sueño del protagonista de Vam-
pyr que nos arrastra dentro del ataúd donde lo vemos de
cuerpo presente, hasta las imágenes más contemporáneas
que acabamos de señalar, la imagen de la corrupción y el ani-
Lorena Amorós Blasco
437ÍNDICE
quilamiento nos fascina; al tiempo que nos descompone y
nos arrebata.
Por otra parte, es evidente que los artistas, al igual que
todo aquel que se lo proponga, tienen en su mano la libertad
de elegir sobre su propio fin, o al menos preconcebirlo. Recor-
demos al respecto el deseo hecho público de G.G. Allin a prin-
cipios de los 80s, como relata nuestro estudio. El mítico punk
tenía previsto suicidarse en un concierto el día 31 de octubre
de 1989 -noche de Haloween, con la intención de llevarse
también a la tumba a un buen número seguidores, como sa-
crificio al Rock´n´Roll. Conocemos que tal propósito no pudo
ser cumplido, pero sin duda, es un dato significativo dada su
excentricidad y por el que, además de sus agresivas interven-
ciones, tanto musicales como sociales, se le recuerda.
¿Es entonces ésta la forma de suavizar la conciencia de la
muerte o de intentar aplazar su advenimiento? A lo largo de
toda la tesis vemos pues que, si no la única, sí es la seguida
por los artistas que nos han ocupado.
Digamos que en los ejemplos que han merecido nues-
tra atención, el hombre no experimenta ese extraño retrai-
miento del que habla Pere Salabert, por el que “o se centra
en sí mismo mediante recreaciones de antiguos rituales de
penalidades y una mortificación que anticipa mediante inci-
438 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
siones, heridas, mutilaciones, etc., o se lanza a un universo de
oscuridad en el que se hace apenas perceptible” (nota 37),
sino que una vez más se lanza al borde del precipicio, a ese
oscuro abismo de la mirada a pesar de que su primer im-
pulso sea retroceder. La moneda de cambio ha sido y sigue
siendo sin duda cierta dosis de inmortalidad.
Llegados a este punto es necesario subrayar que la tesis
que presentamos ha tratado de arriesgarse en la “autorre-
presentación/autoexposición de sí misma”, procurando no
correr el riesgo de la ostentación de la máscara (que entraña
toda autorrepresentación), y excavar signos de muerte en
los creadores que trata, los cuales solicitan la tragedia del
“abismo de la mirada” del espectador, para proyectar en él
sus propias agresiones y así hacerlo partícipe de sus enfer-
medades, de sus metamorfosis, de sus ironías, de sus deshe-
chos corporales, de sus heridas, a pesar, siguiendo a Theodor
W. Adorno (nota 38), de la cortina de consumo tejida por las
instituciones y las falsas necesidades.
Cabe pues ahora enfocar a modo de resumen las claves
de sentido más significativas e importantes de nuestra in-
vestigación:
1. Entendiendo cualquier forma de autorretrato como un
medio de autoconocimiento, hemos advertido una quiebra
Lorena Amorós Blasco
439ÍNDICE
con las formas estables y restringidas de representación/
mostración de uno mismo. Podríamos decir que dicho auto-
conocimiento del artista viene determinado, remitiéndonos
al mito clásico de Narciso, por un impulso autodestructivo.
En este sentido, la idea de identidad, entendida como repre-
sentación del yo, ha sido progresivamente erosionada, defor-
mada, incluso maltrecha, sin límites fijos, constituyendo un
reflejo de los avances producidos en el siglo XX y que con-
tinúan en el siglo que nos acontece, dentro de los campos
del psicoanálisis, la filosofía, la antropología, la medicina, la
ciencia y la tecnología...
2. La abolición entre lo público y lo privado en las obras
revisadas a lo largo de este estudio, es una deuda de Artaud,
así como la acción sobre el espectador y la desaparición de
las fronteras entre arte y vida, espectáculo y vida. En este sen-
tido, quizá sea de nuevo Orlan quien esté más próxima a las
“concepciones” de este polifacético artista, dado el carácter
inaudito y deconstructivista de sus operaciones-performan-
ce, donde desacraliza el exterior y el interior del cuerpo, frac-
turando el ya herido ciclo de la representación en el arte en
favor de la mostración. Al respecto, la imagen fotográfica, la
imagen fílmica resultantes, pueden dejar sin aliento tanto al
ser humano que queda atrapado en ellas al igual que aquel
440 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
que las observa, como si de una especie de elemento vampi-
rizador se tratase.
3. La afirmación Ecce Homo: “He aquí el hombre”, “Aquí
está el hombre”, responde a la presentación pública de Jesús
como víctima sacrificial. Tal imagen constituye igualmente
la victoria del hombre sobre la muerte, la promesa de eter-
nidad. Digamos que, como escribe Nietzsche, “Ser inmortal
se paga caro: para eso es preciso morir varias veces en vida”
(nota 39). La imagen que hemos tratado, muestra específi-
camente una voluntad de autodestrucción experimentada
con la doblez de la víctima y el verdugo en aras de pagar un
tributo a la artisticidad.
4. Es importante incidir en cómo dentro del terreno artís-
tico, se intenta aprehender algo a través de la autorrepresen-
tación del inevitable e intangible trance que es la muerte, ha-
ciendo uso tanto de la ficción (la representación) como del
riesgo veraz que entrañan las acciones y las performances
que nos atañen, las cuales como comunicación de la propia
experiencia personal, y emergentes de la desviación de la ex-
presión teatral clásica, buscan el efecto de verosimilitud para
intentar que el momento más crudo de la vida sea tangible.
No lo olvidemos: “hacerse el muerto es un privilegio de los
vivos” (nota 40).
Lorena Amorós Blasco
441ÍNDICE
5. La fuerza del humor cruel se vuelve liberadora ante si-
tuaciones límite. No existe ningún amago de sentimentalis-
mo por parte de los artistas que presentan su cruda realidad
cercana a la muerte, o ponen ex profeso su cuerpo en riesgo.
Sólo el humor, “más repulsivo aquí que cualquier repulsión”
(nota 41) parece ser la forma que tienen de reconciliarse con
su existencia, de redimirse, en el sentido que se liberan de las
ataduras en las que retienen la continuidad de las circuns-
tancias de la vida (nota 42).
6. Si antes el “porno”, en palabras de Jean Baudrillard, era
“la cuadrifonía del sexo” (nota 43), entendiendo por cuadri-
fonía: el espacio escenográfico tridimensional, la veracidad,
el detalle y el fin del secreto, ahora las prácticas de riesgo
como espectáculo, parecen haberse convertido en la nue-
va pornografía, cumpliendo todos estos requisitos, si bien
relacionados con la muerte. Conocemos que tales prácticas
muestran un arte que “agujerea”, en el sentido que su prime-
ra intención es mostrar sin especular y sólo después, sugerir,
no viceversa (como pretendía la representación), acosando
nuestra capacidad de visibilidad, de reacción, de retórica.
7. En “la salida a la arena del circo” de estos artistas no exis-
te en principio necesidad de interpretación. En todos ellos se
distingue un realismo cruel, la carne que vemos es su carne,
442 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
la sangre es su sangre, los excrementos son sus excrementos,
los restantes fluidos corporales también son suyos. Ello nos
produce “demasiados estímulos a los sentidos” (nota 44). La
crueldad de sus respectivas obras bate la facultad humana
de tolerancia por su indiscutible veracidad. De ahí que tal
veracidad como sinónimo de realidad, no se admita, como
advierte Rosset, “sino bajo ciertas condiciones y sólo hasta
cierto punto”, pues como conocemos, si se abusa y se mues-
tra excesivamente desagradable, “se suspende la tolerancia”
(nota 45). La finalidad de este realismo feroz ha sido la llega-
da a la verdad, en su grado extremo, a través del arte.
8. La voluntad, la intencionalidad consciente y delibera-
da de representación/mostración por parte de los creadores,
que con mayor o menor necesidad o urgencia de definición
personal intentan “hablar a favor de aquello que oculta la
cortina” (nota 46), siguiendo a Adorno, los distingue y los
aleja de la demencia, como subraya de manera concisa Gün-
ter Brus: “No estoy ni mental ni emocionalmente enfermo”
(nota 47). Se podría decir ante tales afirmaciones que el arte
obliga a tener conciencia, a ser conscientes , y en consecuen-
cia, sea cual sea el caso, a dar cuenta de una individualidad.
Asimismo, existe una necesidad evidente, entre los artistas
tratados, de dejar testimonio con sus obras y escritos -a ve-
Lorena Amorós Blasco
443ÍNDICE
ces en forma de epistolario (Van Gogh, Artaud...)-, sobre sus
respectivas trayectorias, forzando la comprensión de éstas,
con el fin de evitar interpretaciones erróneas o confusas.
9. Un arte emparentado con la resistencia, con la denun-
cia política, que pretende construir un proyecto social alter-
nativo; sacudir nuestros prejuicios para volver a mostrarnos
lo que ya conocemos desde otros puntos de vistas extremos,
es el arte que en parte hemos oteado. La mirada necesita
cambiar de ámbito, de contexto. El credo de Otto Muelh: “El
artista es un criminal dentro del arte” (nota 48), es revelador
al respecto. «Los artistas que alteran el sistema con verdades
desagradables y que han tenido éxito, son criminalizados
por las instituciones judiciales bajo la definición de “genios”.
Los genios, es decir, los locos, al igual que los niños, están au-
torizados para decir verdades que no tienen necesidad de
ser tomadas en serio» (nota 49).
10. Tras haberse habituado a la contemplación de imáge-
nes de dolor y de muerte, el espectador puede llegar a expe-
rimentar una anestesia emocional y moral, e incluso sentirse
estimulado por la necesidad morbosa de consumir mayor
cantidad de imágenes de dicha índole. Por ello existe esta
tendencia, por parte de los artistas aludidos, a “elevar el tono
de voz” cuando se dirigen a personas que, en este caso pare-
444 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
cen estar volviéndose, metafóricamente, “sordas” (nota 50).
De ahí que la auto-exhibición llevada a cabo por los distintos
creadores sea de forma extrema, a pesar de las innumerables
críticas que reciben. Palabras que tienen su contrapunto en
estas de Paul Virilio, quien sólo ve en estas formas “la venida
de un arte oficialmente terrorista, que recomiende el suicidio,
la automutilación -que prolongaría el entusiasmo actual por
las escarificaciones, el piercing- o, incluso, el crimen gratuito,
el advenimiento de una TANATOFILIA que resucitaría un es-
logan fascista hoy olvidado: ¡VIVA LA MUERTE! (nota 51). Lo
que está claro es que estos creadores han preferido en lugar
de vivir muertos, morir viviendo. Un camino peliagudo en la
sociedad que vivimos atascada de convencionalismos.
11. También resulta oportuno considerar a los artistas
que han intuido y experimentado la hibridación entre lo
corpóreo y lo tecnológico, reafirmándose en la tramitación
de una identidad cambiante e inédita, una nueva política
estética anticonformista y antiapocada respecto a las acep-
ciones categóricas tradicionales, creada por voluntad propia
y con buenas dosis de dolor. Lo natural y lo artificial han em-
prendido una batalla crucial, propia de algún personaje del
ciberpunk, bombardeándonos con imágenes liberadas de la
arraigada constricción fisiológica. No está lejos el día en que
Lorena Amorós Blasco
445ÍNDICE
lo natural, siguiendo a Clement Rosset, sea desvalorizado por
ser muy poco natural (nota 52). Algunos de los artistas tra-
tados no dudan en incorporar su propia batalla personal a
este ámbito.
12. Debemos hacer hincapié en diferenciar el concepto
de lo “informe” propuesto por Bataille con respecto al de al-
gunos artistas tratados. Bataille lo concibe como una produc-
ción de la propia forma que no intenta producir otras, sino
suprimir las diferencias, es decir: “designa lo que en ningún
sentido posee derechos y es aplastado en todas partes como
una araña o un gusano” (nota 53). Siguiendo tal definición se
llega entonces a ese estado alcanzado por la suspensión de
toda forma en la que no nos podemos reconocer. Sin embar-
go, buena parte de las vías por las que artistas como Rainer
u Orlan se acercan a este territorio, ejercen una relación vio-
lenta y enérgica contra el plano objetual de la obra (la foto-
grafía, su cuerpo respectivamente), a través de un proceso
de trabajo deconstructivo por el que deshacen sus imágenes
(la superficie de la fotografía o de la propia carne respectiva-
mente) todo lo que pueden, para que nazcan, para dar paso
al resurgimiento de otras formas y con ello readquirir pleni-
tud.
446 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
13. Volviendo al punto de partida, se puede concluir pen-
sando que la exhibición de una experiencia límite, volunta-
riamente autodestructiva, conscientemente ejercida contra
uno mismo, y construida de forma premeditada para ser aco-
gida por el lenguaje artístico, lleva a admitir una voluntad de
autoconocimiento y autorrepresentación. Ahora bien, como
se ha podido vislumbrar a lo largo de estas páginas, con dos
matices muy señalados: por una parte, aceptando la ambi-
güedad del yo producida por la disolución de los márgenes
entre vida y obra a través del lenguaje marginal de la herida;
y por otra, asumiendo la representación/mostración de uno
mismo, basada en el concepto “autoplástico” de la cultura
primitiva, y no en aquel “aloplástico” que nuestra sociedad
tolera y valora como única vía de autoaceptación. El aspecto,
la apariencia “rota” y “descompuesta” de los artistas aludidos,
rasga y molesta entonces a los ojos de quienes no quieren
ver.
¡El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identi-
dad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo,
muestra estas obras desde una visión puramente personal,
aunque con la esperanza de que sea la manera adecuada
para empujar al lector a acercarse y atisbar desde su propia
perspectiva cuanto aquí se expone.
Lorena Amorós Blasco
447ÍNDICE
1. Si bien conocemos que “límite” puede funcionar de sustantivo
inclusive.
2. Ciencia puente entre la biología y la tecnología aplicada a las
máquinas, que trata de copiar lo natural para hacer equivalentes
artificiales.
3. “Aplicación de conocimientos y avances biológicos a procesos
tecnológicos o de interés industrial”. CLAVE, Diccionario de uso del
español actual, SM, p. 242.
4. Ciencia de la manipulación genética que se ocupa de la aplicación
de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento del
proceso evolutivo de la especie humana.
5. Clair, Jean, Elogio de lo visible, Seix Barral, Barcelona, 1999, p. 27.
6. Kierkegaard, Sören, De los papeles de alguien que todavía vive. Sobre
el concepto de ironía, Madrid, Trotta, 2000, p. 282.
7. Término con el que Joseph Addison describe las consecuencias
psicológicas de lo sublime, y que quedará unívocamente asociado
a éste. Véase Addison, Joseph, Los placeres de la imaginación y otros
ensayos de The Spectator, Visor, Madrid, 1991, pp. 39-40.
8. Argullol, Rafael, El Héroe y el Único, Destinolibro, Barcelona, 1990, p.
419.
9. Caroline von Günderode en Ibídem, p. 421.
10. Ibídem.
448 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
11. Jiménez Burillo, Pablo, “El artista frente a sí mismo” en VV. AA., El
autorretrato en España. De Picasso a nuestros días, Fundación Cultural
Maphre Vida, Madrid, 1994, p. 38.
12. Martínez-Artero, Rosa, El retrato. Del sujeto en el retrato, Montesinos,
Barcelona, 2004, p. 265.
13. Jiménez Burillo, Pablo, Op. Cit., p. 38.
14. Macrì, Teresa, Il corpo postorganico. Sconfinamenti della
performance, Costa & nolan, Genova, 1997, p. 13.
15. Cindy Sherman en Alfano M, Francesca (FAM), Identità mutanti.
Dalla piega alla piaga: esseri delle contaminacioni contemporanee,
Costa & nolan, 1997, Milano, p. 47.
16. Véase G. Cortés, José Miguel, El Cuerpo Mutilado (La Angustia
de Muerte en el Arte), Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia,
Valencia, 1996, p. 174.
17. Véase “Gina Pane -Irmeline Lebeer, 1975” en VV. AA., L´ art au corps.
Le corps exposé de Man Ray à nos jours, Musées de Marseille, Réunion
des Musées Nationaux, 1996, pp. 347-353.
18. Véase Georges Steiner, Presencias Reales, Destino, Barcelona, 1998,
p. 249.
19. Orlan en “Conference”, Ceci est mon corps...Ceci est mon logiciel...,
Black Dog Publishing limited, London, 1996, p. 88. (T. N. del inglés).
20. Citado por Amparo Rovira en Las quimeras del arte, Publicacions
de la Universitat de Valéncia, Marfil, Alcoy, 2003, p. 134.
Lorena Amorós Blasco
449ÍNDICE
21. Véase Jiménez, José, “Ecce Homo: La muerte anticipada” en G.
Cortes, José Miguel y Pérez, David (eds.), Intertextos y contamina-
ciones. Contemporaneidad y Clasicismo en el arte. Conferencias, Signo
Abierto, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, Valencia, 1999, p.
21.
22. Cioran, E. M., La tentación de existir, Punto de lectura, Madrid, 2002,
p. 172.
23. Mark Twain citado por Jorge Blasco, “14 escenarios para una carta
de suicida o 14 escenografías del suicidio”, en M´escriuràs una carta?,
Museo de Art, Girona, 2000, p.129.
24. Véase Jorge Blasco, Ibídem.
25. Levinas, Emmanuel, Op. Cit., p. 57.
26. Nicholas Ray en Erice, Víctor y Oliver, Jos. Nicholas Ray y su tiempo,
Colección Filmoteca Española, Madrid, 1986, p. 237.
27. Nicholas Ray en Ibídem, p. 238.
28. Nicholas Ray en Ibídem.
29. Véase Freud, Sigmund, “Thoughts for the Times on War and Death”,
1915, Collected Papers, vol. 4, Basic Book, New York, 1959, p. 316.
30. Cioran, E. M., La caída en el tiempo, Tusquets, Barcelona, 2003, p.
166.
31. Rosset, Clement, “El espejo de la muerte”, Archipiélago, nº 21,
Madrid, 1995, p. 129.
32. Kristeva, Julia, Powers of Horror. An Essay on Abjection, Columbia
University Press, New York, 1982, p. 4.
450 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
33. Véase Ibídem, p. 98.
34. Bob Flanagan en Sick, La Vida y la Muerte de Bob Flanagan,
Supermasoquista (Kirby Dick, 1997).
35. Orlan en «Conferencia, “Esto es mi cuerpo... Esto es mi software”»,
VV. AA., Orlan 1964-2001, Artium, Centro-Museo Vasco de Arte
Contemporáneo y Centro de Fotografía de la Universidad de
Salamanca, Álava, Salamanca, 2001, p. 104.
36. Véase Bataille, Georges, Op. Cit., p. 85.
37. Salabert, Pere, Pintura anémica, cuerpo suculento, Laertes,
Barcelona, 2003, p. 292.
38. Véase Adorno, Theodor W., Teoría Estética, Orbis, Barcelona, 1983,
p. 33.
39. Nietzsche, Friedrich W., Ecce Homo, Alba, Madrid, 1996, p. 145.
40. Poivert, Michel, «Hippolyte Bayard en “suicidé de la société”»,
Fictions d´artistes, Artpress, Hors Serie, Paris, 2002, p. 25.
41. Adorno, Theodor W., Op. Cit., p. 71.
42. Véase Kierkegaard, Sören, De los papeles de alguien que todavía
vive. Sobre el concepto de ironía, Trotta, Madrid, 2000, p. 282.
43. Véase Baudrillard, Jean, De la seducción, Cátedra, Madrid, 1994, pp.
34-35.
44. Estrella de Diego, “Le comería a besos, Doctor Livingstone” en
Lápiz, nº 139/140, enero-febrero, Madrid, 1998, p. 97.
Lorena Amorós Blasco
451ÍNDICE
45. Véase Rosset, Clement, El principio de Crueldad, Pre-textos,
Valencia, 1994, p. 26.
46. Adorno, Theodor W., Teoría Estética, Orbis, Barcelona, 1983, p. 33.
47. Günter Brus en Soláns, Piedad, Accionismo Vienés, Arte hoy, Nerea,
Hondarribia, 2000, p. 72.
48. Otto Muehl en entrevista con Virginie Luc, lunes 19 noviembre de
200, París, en Luc, Virginie, Art a Mort, Editions Léo Scheer, Paris, 2002,
p. 78. (T. N. del francés).
49. Otto Muehl en Ibídem, p. 78.
50. Véase Amparo Rovira en Op. Cit., p. 134.
51. Virilo, Paul, El procedimiento silencio, Paidós, Barcelona, 2001, p.
76.
52. Véase Rosset, Clement, La antinaturaleza, Taurus, Madrid, 1974, p.
103.
53. Bataille, Georges, La conjuración sagrada. Ensayos entre 1929-1939,
Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2003, p. 55.
452 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 1. Orlan, Hybridation nº 8, (rostro de Orlan hibridado mediante el
ordenador con el rostro de Europa), 1993, duratrans y caja de luz.
Lorena Amorós Blasco
453ÍNDICE
Fig. 2. David Nebreda, El que nació con los signos
de sangre y fuego, 1989-1990, fotografía.
454 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 3. Vincent van Gogh, Autorretrato con la oreja vendada,
enero de 1889, óleo sobre lienzo.
Lorena Amorós Blasco
455ÍNDICE
Fig. 4. Hipolyte Bayard, Le Noyé («El ahogado»), 1840, positivo directo.
456 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 6. Fernando Ñiguez Canales, Autorretrato en cama, técnica mixta
sobre tabla.
458 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 7. Mira Bernabeu, Dulces sueños, Serie Mise en Scène VII
(Suicidio), 2003, fotografía.
Fig. 8. Mira Bernabeu, Dulces sueños, Serie Mise en Scène VII
(Suicidio), 2003, fotografía.
Lorena Amorós Blasco
459ÍNDICE
Fig. 9. Pepe Beso Negro (Emilio Devesa), Acción, 1997-1998.
Fig. 10. Orlan,
Refiguration-Self-Hibridations nº 4,
1998. infografía.
460 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 11. Marcel.lí Antúnez Roca y Paco Corachán,
Foc, 1994, infografía perteneciente a la performance
interactiva Epizoo.
Lorena Amorós Blasco
461ÍNDICE
Fig. 12. Stelarc, Event for skin in suspension nº4
(«Evento para Piel en Tensión») 1977.
462 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 14. David Nebreda, El hilo de la madre,
1989-1990, fotografía.
464 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 15. Claude Cahun,
Autorretrato, 1927, fotografía.
Fig. 16. Cindy Sherman,
Untitled 109, 1982,
fotografía.
Lorena Amorós Blasco
465ÍNDICE
Fig. 17. Yasumasa Morimura, Portrait
(Pommegranate), 1991, fotografía.
466 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 19. Gina Pane, Action Autoportrait (s), 1973, acción.
468 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 20. Duane Michals, Selfportrait
as if I were dead («Autorretrato
como si estuviera muerto»), 1968,
fotografía.
Fig. 21. Cindy Sherman, Untitled # 153
(«Sin título # 153»), 1985, fotografía.
Lorena Amorós Blasco
469ÍNDICE
Fig. 22. Alberto Adsuara, El estudio del artista muerto, 1999,
tríptico fotográfico.
Fig. 23. Fotograma del film inacabado We Can´t Go Home
Again (Nicholas Ray).
470 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 24. James Ensor, Mi retrato en el año 1960, 1888,
aguafuerte sobre papel de tinta.
Fig. 25. James Ensor, Esqueleto con caballete, 1896/97, óleo sobre
lienzo.
Lorena Amorós Blasco
471ÍNDICE
Fig. 26. Otto Dix, Autorretrato como calavera, 1968, litogra-
fía a color.
472 ÍNDICE
El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo
Fig. 27. Bob Flanagan, The Viewing (“El Mirador”), fotogramas del film
Sick, The Life and Death of Bob Flanagan, Supermasochist
(Kirby Dick, 1997).
Lorena Amorós Blasco
473ÍNDICE
Lituma en los Andes (1993) (nota 1) de Mario Vargas
Llosa narra las peripecias del cabo Lituma y el guardia
Tomás, destinados a un destartalado campamento mi-
nero en las montañas del Perú. Viven bajo el constante mie-
do a ser asesinados en las brutales matanzas de funcionarios
y campesinos inocentes que se suceden a diario en los alre-
dedores. Para distraer el temor que ambos sufren, el guardia
le va contando a su cabo una historia de amor imposible que
tuvo con una prostituta. Las misteriosas desapariciones de
gentes del lugar que parecen no tener ninguna relación con
la guerrilla aumentan aún más, si cabe, el ambiente cruel e
inhumano que les rodea.
La acción de esta entretenida y divertida novela se desa-
rrolla en los Andes. Es muy curioso en ella el hecho de que
el hilo de la acción principal se vea interrumpido al ir inter-
calando la historia de amor del guardia Tomás Carreño con
la prostituta Mercedes y las masacres protagonizadas por el
grupo terrorista Sendero Luminoso.
Al desarrollarse la historia de la novela en los Andes, la
obra está plagada de americanismos. Entendemos por ame-
ricanismos (nota 2) aquellas voces que se usan en el español
Rosario Asensio Ruiz
475ÍNDICE
de América y que el hablante de España ni utiliza ni cono-
ce. Es decir, no atendemos a americanismos del tipo canoa,
cacique, tomate, chocolate, hamaca, maíz, tabaco, etc., que es-
tán arraigados en la lengua española de acá, sino a aquellos
términos que se usan en Hispanoamérica y cuyo significado
es desconocido por el hablante de España. Estas voces pue-
den ser de origen americano, o bien de origen castellano con
significado distinto, por no hablar de galicismos y anglicis-
mos tan comunes en el español de América. En el sentido
expuesto coincidimos con Haensch y Werner cuando dicen:
«en el nuevo diccionario sólo se incluirán unidades léxicas
que o bien no se usan en el español peninsular o bien pre-
sentan diferencias en el uso americano frente al peninsular»
(nota 3).
No tenemos en cuenta los gentilicios, pues denotan reali-
dades que los españoles tendrán que darle el mismo nombre
a la hora de denominar a un habitante de una determinada
provincia o de un determinado barrio.
Nuestra pretensión, en este trabajo, es comprobar si esas
voces americanas que aparecen en Lituma en los Andes están
recogidas en los diccionarios generales de lengua y en los
diccionarios de americanismos existentes.
476 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
De los diccionarios generales del español consultados
destacamos, sobre todo, el Diccionario Crítico Etimológico
Castellano e Hispánico de Juan Corominas y José Antonio
Pascual (nota 4), la última edición del Diccionario de la Real
Academia Española (nota 5) y el Diccionario General de la
Lengua Española en su nueva redacción de Manuel Alvar Ez-
querra (nota 6).
En cuanto a los diccionarios específicos de americanis-
mos hemos consultado principalmente el Diccionario de
Americanismos de Augusto MALARET (nota 7), el Dicciona-
rio General de Americanismos de Francisco J. SANTAMARÍA
(nota 8), el Diccionario de Americanismos de Marcos A. MO-
RÍNIGO (nota 9), el Diccionario de Americanismos de Alfredo
N. NEVES (nota 10), el Diccionario de Americanismos. ABC of
Latin American Spanish de Brian Steel (nota 11), Americanis-
mos. Diccionario ilustrado Sopena (nota 12) y el Diccionario
Temático. Americanismos de Miguel A. ARIAS DE LA CRUZ
(nota 13).
Por otra parte, hemos consultado los diccionarios de los
diversos países americanos, los cuales intentan representar y
reproducir el léxico particular de cada país.
Uno de los problemas que presentan las voces ameri-
canas es su localización. Los lexicógrafos no se ponen de
Rosario Asensio Ruiz
477ÍNDICE
acuerdo. Por ejemplo, la voz colectivo ‘microbús’ (p. 125 y
passim) es localizada por el DGLE en Argentina y Paraguay,
con definición inexacta; Malaret la localiza en Argentina; el
DRAE en Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú; Neves
en Argentina; Sopena y Steel no indican localización. Pues
bien la voz aparece como usual en Perú, por lo menos en los
Andes (nota 14), donde se desarrolla la novela. Y como este
ejemplo podríamos dar muchos más, pues no se conoce con
exactitud la distribución geográfica de las voces en Hispa-
noamérica. Santamaría refiriéndose a la cautela que deben
tener los lexicógrafos a la hora de indicar la localización de
los términos dice lo siguiente:
«Un vocablo, por insólito que sea, o por la misma razón de ser-
lo, puede coexistir en dos lenguas tan apartadas como de un
extremo a otro del continente. De esta observación proviene la
reserva que el lexicólogo debe tener, no fijando áreas de dis-
persión geográficas ni límites infranqueables a los vocablos»
(nota 15).
El presente trabajo trata de comprobar la manera en que
el DRAE-2001 registra los americanismos de Lituma en los
Andes. De esta forma, se señalan los americanismos que da
como generales para el español peninsular y nosotros do-
cumentamos en países hispanoamericanos; y se pone en
478 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
evidencia los que no recoge (nota 16). Asimismo, mostra-
mos los términos marcados para América; las voces y locu-
ciones registradas como americanismos particulares; las vo-
ces y acepciones americanas incluidas por primera vez en el
DRAE-2001, diferenciando también las localizaciones nuevas
que la Academia asigna a estos vocablos; y, finalmente, los
peruanismos (nota 17) y las voces o locuciones desconoci-
das (nota 18).
Tenemos que dejar constancia de un hecho evidente: no-
sotros documentamos la forma con los distintos diccionarios
de cada país hispanoamericano. Sólo localizamos el término
en esos países si figuran en los diccionarios de esas zonas.
No tenemos en cuenta la localización que puedan dar los
diccionarios generales de americanismos. Ahora bien, pue-
de suceder que un término se use en un país determinado,
pero el diccionario (o diccionarios) de ese país no lo recoja.
He aquí un gran escollo: que los diccionarios de cada país
hispanoamericano no recojan voces que se dicen en su geo-
grafía de un modo habitual. Localizamos las palabras solo
en aquellos países cuyos diccionarios la recogen. Con todo y
con eso son muchas las obras consultadas y son muchos los
datos e informaciones que hemos reunido.
Rosario Asensio Ruiz
479ÍNDICE
Por consiguiente, el cotejo de los americanismos regis-
trados en Lituma en los Andes con los datos recopilados en
los vocabularios regionales de cada país nos permitirá dar
cuenta de la vitalidad de una determinada voz, mostrando
en muchos casos la localización real del término. Nos intere-
sa llegar, sobre todo, a los peruanismos, es decir, aquellos tér-
minos que se utilizan en Perú y no en otro lugar. Para ser más
precisos contamos con la colaboración de una informante
peruana, Jackeline Olórtegui (nota 19), que nos ayudó sobre-
manera con el significado de muchos vocablos. Y para estar
más seguros, acudimos también a otras obras de escritores
peruanos. Esto responde a la necesidad de ver en conjunto
la distribución de un término y no sería exacto del todo apo-
yarnos únicamente en la documentación lexicográfica. Dado
que Mario Vargas Llosa utiliza en Lituma en los Andes como
tema central el Perú es natural que en la obra aparezcan vo-
ces procedentes del quechua que solo conocen en la sierra
andina y no en la costa, por ejemplo. Por otra parte, la impor-
tancia de escritores peruanos, como Ciro Alegría o José María
Arguedas, no puede pasar desapercibida, ya que ambos son
profundos conocedores de la lengua quechua (nota 20). El
análisis de alguna de sus importantes obras puede represen-
tar a la perfección la naturaleza del universo de las palabras
480 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
al que pretendemos acercarnos. Por esta razón, tomamos en
cuenta sus obras para dejar constancia, cuando proceda, del
uso real de una determinada voz y su localización, para así
poder finalmente utilizar con cierto criterio el cuño de «pe-
ruanismo».
La nómina de «americanismos» que aparecen en Lituma
en los Andes de Mario Vargas Llosa asciende a un total de
303 voces que hemos identificado como tal. De su análisis se
desprende la existencia de términos americanos de origen
indígena, es decir, voces procedentes de lenguas amerindias
(en especial, voces del quechua). Dentro de este grupo en-
contramos voces que son auténticos americanismos, esto
es, forman parte del léxico común del español americano, y
términos propios de una geografía más reducida, como son
los numerosos regionalismos utilizados por el autor. Por otra
parte, encontramos palabras extranjeras de diversos oríge-
nes: anglicismos, italianismos y galicismos.
El léxico de origen español también está presente lógica-
mente. Son las voces no indígenas que han sufrido un pro-
ceso de adaptación conceptual, es decir, han cambiado su
significado y por eso son americanismos en su forma y su
significado.
Rosario Asensio Ruiz
481ÍNDICE
Así pues, enfocaremos nuestro análisis sobre estos aspec-
tos: primero, clasificaremos los americanismos en cuanto a
su etimología, origen o formación. Seguidamente, veremos
cómo estas voces han sido tratadas por la última edición
del Diccionario de la Academia. Dedicaremos también unas
páginas a mostrar los términos que consideramos especial-
mente como peruanismos, ya que no los registran los diccio-
narios dialectales de otros países. Y, finalmente, anotaremos
cuáles han sido los términos que podemos catalogar como
desconocidos, ya que no han sido consignados en ningún
repertorio lexicográfico.
1. Clasificación de los americanismos por su etimología,
origen y formación:
1.1. Indigenismos surgidos por la influencia de las lenguas
autóctonas de América:
1.1.1. Voces de origen quechua:
amaru chupe pachamama
anticucho huaca pachamanca
apu huaco palta
cachaco huanca pascana
cacharpari huayco pishtaco
482 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
calato huayno pisonay
causa humita porongo
chacarero ichu pucho
chacchar lúcuma puna
chaco mashua quena
chacra mitimaes queñua
chanca molle quinua
chancar mote rocoto
charqui nacaq runa
chúcaro oca uta
chullo ojota varayok
chuncho olluco vizcacha
chuño opa yapa
1.1.2. Voces de origen náhuatl:
camote encamotamiento / encamotarse
chancaca tamal
1.1.3. Voces de origen caribe:
tutuma
1.1.4. Voces de origen chibcha:
chicha / chichería
1.1.5. Voces de origen taíno:
ají
Rosario Asensio Ruiz
483ÍNDICE
1.1.6. Voces de origen aymara:
cholo lagua
1.1.7. Voces de origen mapuche:
pichiruche
1.1.8. Voces de etimología dudosa o desconocida:
chamba morochuco sinchi
cuy muki ukuko
farrear
2.2. Voces de rasgos originados por varias lenguas europeas:
1.2.1. Voces de origen inglés:
cachar / cache / cachero en por ‘por’ querosene
chompa guachimán overol
1.2.2. Voces de origen italiano:
chaveta
1.2.3. Voces de origen francés:
departamento desafectado fuetazo
1.2.4. Voces de origen portugués:
escarapelar
484 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
1.2.5. Voces de origen latino:
plata quinta
1.3. Americanismos originados por otras lenguas:
1.3.1. Voz de origen chino:
chifa
1.4. Americanismos surgidos en contraste con el español
peninsular:
1.4.1. Voces arcaicas en España, que se usan en América:
arrecharse/arrecho/ endenantes pollera
arrechura foja pucha
beneficiador frazada saco
1.4.2. Marinerismos:
abra mazamorra
1.4.3. Occidentalismos:
botar chifle
Rosario Asensio Ruiz
485ÍNDICE
2.5. Americanismos genéticos del español de América:
1.5.1. Voces y locuciones patrimoniales que han sufrido en
América cambios semánticos (nota 21):
abra jeta prestar
abrirse jirón ranchería
aflojar justa rastrillar
alharaquiento lamparín rebalsar
alto lavador remecer
alzado lavatorio rondín
amarillo lechero rosquete
aniego lisura saco
arrecharse loca salado
aventar manejar salmuera
bocatoma mazamorra seco
canchero mechero sello
chalina medio serrucho
chambón melcocha sobrado
chorreado meter el dedo sobrador
chupada meter letra soñado
chupar montuno tajar
cojudo / cojudez mostacero tajador
colectivo mulita templado
coleta nevado (estar) templado/
templarse
486 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
conchudo nomás terral
cuadra paila titulado
desaparecer pajonal tolva
despercudir palomear tomado / tomar
destemplar pararse trigueño
dizque pasillo trompearse
enganchador pata vaina
fiscal pellejería velador
de frente picado volarse
fregar pinta zambo
fundillo pitada zampado
guardianía plancha zapatón
huachafo polilla
jebe prender
1.5.2. Voces y expresiones que fueron formadas en América
tomando como base el español:
abalear deslonjar en pindingas
agarrarse a diferendo pisco
ahorita disforzado /
disfuerzo planilla
amarrete enjetado ponerse, sentirse
saltón
andenería espectar pulpería
apanado estar seco en puntas de pie
basural filudo puntear
Rosario Asensio Ruiz
487ÍNDICE
(beber) a pico de botella gritonear regresarse
bolondrón hacer el puente resondrar
cachuelo huevón rosquetería
cañazo libreta electoral rotoso
carajear locumbeta sacar la
chochoca
chanchada luego de sacarse la
lotería
chancho maletera sacón
cojudear manazo sacudón
enchalinado mandarse mudar sembrío
chiflón mazamorra morada sobreparar
chuchonal metete soltar el tigre
chulillo metido en su dentro taco
chupaco muca tercianiento
chupadera muliza terruco
chupar duro a ocultas tirar lampa / ~
pala
combazo palmazo tirar una
luqueada
comer pavo parar la oreja tironear
concha de tu madre pararle el macho tocar violín
dar chamizo parársele a uno trafa
dar pelota a alguien pedrón a trancos
dar pelea pelotudo truquero
488 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
dar relleno percala vendepatria
darle el encuentro pestañar visitar a su animal
de a poco pezuñento zamaqueo
1.7. Americanismos jergales, coloquiales o eufemísticos:
bolsudo guardabajo
broquel jijunagrandísima
cafiche juás
chucha mamay / papay
churre pachocha
cinema perrito
creso pichicatero
fierro ‘pene’ pucha
1.8. Americanismos de creación metafórica o metonímica:
desentornillador garrotillo primus
2. Clasificación de las voces por su tratamiento
por el DRAE-2001:
2.1. Americanismos que el DRAE-2001 da como generales para
el español peninsular y nosotros documentamos en países
hispanoamericanos:
amarrete ‘avaro, tacaño’. La documentamos en Argentina, Chile, Mé-
jico, Nicaragua y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
489ÍNDICE
aniego ‘anegación, inundación’. Nosotros hallamos información para
Perú.
arrecho ‘excitado sexualmente’. Encontramos esta voz en Argentina,
Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Nicaragua y Perú.
botar ‘arrojar, tirar, echar fuera a una persona o cosa’. La atestiguamos
en Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Chile, Colombia, México, Ni-
caragua, Puerto Rico, Perú y Venezuela. Además, en España lo do-
cumentamos para Canarias, Navarra y León.
chaco ‘montería con ojeo, que hacían antiguamente los indios de
América del Sur estrechando en círculo la caza para cogerla’, para
Argentina, Perú y Río de la Plata.
charango ‘instrumento musical de cuerda, usado especialmente en
la zona andina, parecido a una pequeña guitarra de cinco cuer-
das y cuya caja de resonancia está hecho con caparazón de ar-
madillo’. La localizamos en Argentina, México, Chile y Perú.
departamento ‘provincia’, ‘piso’. La primera acepción la localizamos
para Argentina, México, Perú y Uruguay. Sin embargo, en el caso
del significado ‘piso’ la Academia ha variado la información: en
el DRAE-92 se define como ‘apartamento’ para Argentina, Bolivia,
Chile, Ecuador, Méjico, Perú y Uruguay. El DRAE-2001 dice ahora
que significa ‘piso’ y que es voz del español general. Con el signi-
ficado de ‘apartamento’ la localizamos nosotros para Argentina,
Chile, Ecuador, Méjico, Perú y Uruguay.
frazada ‘manta’. Nosotros ofrecemos documentación para Argenti-
na, Cuba, Paraguay y Perú.
490 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
huevón ‘imbécil’, en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú
y Uruguay.
oca ‘planta americana de tubérculos comestibles’. La localizamos en
Chile, Ecuador y Perú.
pisco ‘aguardiente de uva’, para Argentina, Chile, Guatemala, Nicara-
gua y Perú.
plata ‘dinero’, para Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Perú y Río
de la Plata.
prender ‘encender una lámpara, una radio, un cigarrillo, etc.’, en Ar-
gentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico,
Uruguay y Venezuela.
pucha ‘interjección eufemística de ¡puta!, que se usa para ponderar
la calidad o la intensidad de algo’, para Argentina, Chile, Costa
Rica, Ecuador, Méjico, Perú y Río de la Plata.
puna ‘tierra alta próxima a la cordillera de los Andes’, ‘extensión gran-
de de terreno raso y yermo’. El DRAE-2001 anota la primera acep-
ción como voz del español general; y la segunda, la registra con
la marca de América Meridional. Nosotros, para ambos sentidos,
la localizamos en Argentina, Chile, Perú y Río de la Plata.
quena ‘flauta india’. Nosotros la documentamos para Argentina, Chi-
le y Perú.
ranchería ‘conjunto de ranchos o chozas’, ‘casa de peones en las ha-
ciendas’. Ofrecemos marca para Argentina, Chile, Méjico, Puerto
Rico, Perú y Río de la Plata.
remecer ‘menear, sacudir’. Nosotros la localizamos para Chile y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
491ÍNDICE
runa ‘hombre indio’, sin localización. Recopilamos datos para Argen-
tina, Ecuador y Perú.
tironear ‘dar tirones’. Nosotros la localizamos para Argentina, Chile,
Méjico y Perú (según los datos de nuestra informante).
trompearse ‘dar un puñetazo; pelearse’. Ofrecemos testimonios para
Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Honduras,
Méjico, Nicaragua, Perú y Puerto Rico.
vizcacha ‘roedor parecido a la liebre, de su tamaño y pelaje y con
cola tan larga como la del gato’. La localizamos para Argentina,
Bolivia, Chile, Perú y Río de la Plata.
2.2. Americanismos que no registra el DRAE-2001 (nota 22):
2.2.1. por entrada:
2.2.1.1. voces:
amaru ‘serpiente’ para Perú.
apu ‘dios, montaña’ para Perú.
arrechura ‘excitación sexual’ para Perú.
bolondrón ‘lío’ para Perú.
bolsudo ‘ancho’, ‘demasiado amplio’ para Aragón, Argentina y Chile.
broquel ‘pasamanos’.
cache ‘relación sexual’ para Perú. El derivado cachero ‘persona que
con mucha frecuencia practica el acto sexual’ la anotan los dic-
cionarios dialectales para Chile, Ecuador y Perú.
chacchar ‘masticar hojas de coca’ para Chile y Perú.
492 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
chanca ‘indio de una tribu del Perú’ para Perú.
chuchonal ‘montón’ para Perú.
chulillo ‘ayudante de algún oficio’ para Perú.
chupaco ‘alcohólico’. Parece ser que se emplea en Argentina y Perú.
cinema ‘cine’ para Ecuador y Perú.
cojudear ‘engañar, contar embustes’ para Chile y Perú.
deslonjar ‘cortar como en lonjas’ para Perú.
disforzado ‘descocado, desenvuelto’ y disfuerzo ‘descoco, descaro,
desenvoltura’, ‘melindre, remilgo’, ‘payasada’ para Perú.
espectar ‘mirar’. Parece que se emplea en Bolivia y Perú.
fuetazo ‘latigazo, golpe dado con el látigo’, para Colombia, Costa
Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Méjico, Nicaragua, Perú, Puerto
Rico y Venezuela.
guardabajo ‘interjección con que se advierte a alguien de un peli-
gro’ para Chile.
huanca ‘nación de indios que habitaban en el Valle de Jauja y sus
cercanías, en la sierra del Perú’. Nosotros la documentamos para
Perú.
jijunagrandísima ‘hijo de puta’ para Perú.
locumbeta ‘loco, demente’ para Perú.
mamay y papay ‘apelativo cariñoso para dirigirse a la mujer y al
hombre; o a la madre y al padre, respectivamente’. Nosotros apor-
tamos testimonio para Perú.
mashua ‘nombre que en Perú dan al añú, un tipo de planta’ para
Ecuador y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
493ÍNDICE
morochuco ‘tribu de indígenas que vivían en la pampa del mismo
nombre, en el departamento de Ayacucho’ para Perú.
muca ‘sin dinero’ para Perú.
mulita ‘copa muy pequeña para tomar aguardiente’ para Perú.
muliza ‘canción indígena triste y monótona’ para Perú.
nacaq ‘degollador de seres humanos’ para Perú.
pachamama ‘divinidad peruana que representaba a la tierra’ en Ar-
gentina, Bolivia, Chile y Perú.
palmazo ‘palmada, palmetazo’ para Chile y Perú.
pedrón ‘piedra grande, peñasco’ para Méjico. Y probablemente para
Perú.
percala ‘percal’ para Chile, Cuba, Méjico y Perú.
pestañar ‘pestañear’ para Bolivia, Chile, Méjico, Nicaragua y Perú.
pezuñento ‘se dice del que le apestan los pies’ para Ecuador y Perú.
pichicatero ‘drogadicto’ para Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Río de
la Plata.
pishtaco ‘delincuente serrano’, ‘degollador o despescuezador que
asola aldeas serranas’ para Perú.
pisonay ‘árbol leguminoso de Perú’ para Perú.
queñua ‘arbusto de la familia de las rosáceas, típico de algunos paí-
ses americanos’, para Bolivia y Chile.
rosquetería ‘hecho de un homosexual; zalamería excesiva’ para
Perú.
sinchi ‘nombre de la Brigada Especial Antisubversiva de la Policía
Nacional’, ‘integrante de esa brigada’ para Perú.
494 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
sobreparar ‘estacionar o aparcar un vehículo’. Parece que se emplea
en Perú.
(estar) templado ‘enamorado’. Nosotros anotamos templado para
Argentina (La Rioja), Chile y Perú. Parece que se emplea también
con este sentido en Bolivia y Colombia.
tercianiento ‘que padece tercianas, fiebre intermitente que repite al
tercer día’ para Perú.
terruco ‘terrorista’ para Perú.
truquero ‘mendaz, embaucador, falso’ para Perú.
tutuma ‘cabeza’ para Chile, Colombia, Nicaragua y Perú.
ukuko ‘oso de anteojos’ para Perú.
varayok ‘mandón o jefe de grupo en las comunidades indígenas’
para Ecuador y Perú.
vendepatria ‘traidor, persona que traiciona a su patria’ para Argenti-
na, Chile y Cuba.
volarse ‘encolerizarse’ para Chile, Cuba, Méjico y Nicaragua.
zamaqueo ‘zarandeo, sacudida’ para Perú.
zampado ‘borracho’ para Perú.
2.2.1.2. locuciones:
agarrarse a (patadas) ‘propinar o asestar la clase de golpes que se
expresa’. La documentamos en Chile.
ahí mismo ‘inmediatamente’. Se localiza para Cuba. Y parece que
también para Perú.
Rosario Asensio Ruiz
495ÍNDICE
(beber) a pico de botella ‘(beber) directamente de la botella a la
boca’. La localizamos para Ecuador y Perú (según el testimonio de
nuestra informante).
chupar duro ‘ser muy bebedor’. Parece ser que se usa en Ecuador.
comer pavo ‘avergonzarse’ para Ecuador y Perú.
concha de tu madre ‘hijo de puta’ para Chile y Perú.
dar chamizo ‘hechizar’. Parece ser que se usa en Perú, México y Uru-
guay.
dar pelea ‘luchar denodadamente por conseguir algo’ para Chile.
de a poco ‘poco a poco’ para Argentina, Chile y Perú.
estar seco ‘quedarse dormido profundamente’.
de frente ‘de inmediato, rápidamente’ para Méjico y Perú.
hacer el puente ‘obstaculizar, poner piedras en el camino’ para
Perú.
libreta electoral ‘carné de identidad’. Con este sentido, pero con la
forma libreta cívica la localiza el DRAE-2001 para Argentina y
Paraguay.
mazamorra morada ‘postre típico peruano hecho a base de maíz
morado, azúcar y diversas frutas’ para Ecuador y Perú.
meter el dedo ‘engañar’ para Ecuador.
metido en su dentro ‘ausente, ensimismado’.
(a) ocultas ‘a escondidas’. Nosotros aportamos testimonios para Chi-
le.
parar la oreja ‘aguzar el oído, prestar atención’ para Perú.
496 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
pararle el macho ‘contenerlo, reprimirlo’. La localizamos en Méjico,
Colombia y Perú.
en pindingas ‘en ascuas’ para Perú.
poner(se), sentir(se) saltón ‘poner(se), sentir(se) inquieto o nervio-
so’ para Perú.
en puntas de pie ‘de puntillas’. Al parecer esta expresión se emplea
en Argentina y Ecuador.
sacar la chochoca ‘maltratar, agredir o pegar’ para Perú.
sacarse la lotería ‘recibir impensadamente un gran beneficio’ para
Chile.
tirar lampa, pala ‘manejar la azada, labrar la tierra’; ‘cavar; trabajar
con la pala’, para Perú.
tirar una luqueada ‘echar un vistazo, mirar’. Documentamos luquear
para Chile y Perú.
tocar violín ‘presenciar las efusiones de dos enamorados quedán-
dose sin hacer nada’ para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
2.2.2. por acepción:
beneficiador ‘persona que se dedica a la venta de ganado’. El DRAE-
2001 registra beneficiar con el significado que nos concierne: ‘re-
ferido a una res, descuartizarla y venderla al menudeo’ que loca-
liza para Bolivia, Chile, Cuba, Guatemala, Puerto Rico y Venezuela.
Nosotros documentamos esta forma, además, en Méjico, Ecuador
y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
497ÍNDICE
bocatoma ‘abertura’. El DRAE-2001 la trae como sinónimo de boca-
caz, es decir, ‘abertura o boca que hay en una presa para que por
ella salga cierta porción de agua destinada al riego u a otro fin’.
canchero ‘seguro de sí mismo; relajado, consciente de dominar la
situación’. Con este sentido parece que se conoce en Argentina
y Uruguay. Con un significado afín la localizamos nosotros para
Chile y Perú.
chambón ‘ingenuo’, ‘torpe’, ‘chapucero’.
chancaca ‘color oscuro’. En la novela toma un valor conceptual me-
tafórico al asociarlo con el color que toma el azúcar al elaborarlo
como postre.
chaveta ‘navaja’. El DRAE-2001 marca como cubana la acepción ‘cu-
chilla pequeña y cierva usada por tabaqueros y zapateros’, pero
no dice nada de la acepción que nos interesa ni tampoco registra
el derivado chavetero ‘navajero’. Nosotros hallamos chaveta ‘na-
vaja’ en Bolivia, Perú y Puerto Rico.
chifle ‘rebanada de plátano frita’. Nosotros la documentamos para
Ecuador y Perú.
chucha ‘puta, úsase también como interjección’ para Argentina, Ecua-
dor y Perú, pero parece que se usa en también en otros países.
chupada ‘tímida, inhibida’ para Chile y Perú.
churre ‘niño’ para Costa Rica, Ecuador y Perú.
coleta ‘acompañante, compañía’.
correrse ‘escaparse, huir’ que nosotros localizamos en Cuba, Ecuador
y Perú.
498 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
cuadra ‘manzana de casas’. El DRAE-2001 afirma que es ‘espacio de
una calle comprendido entre dos esquinas, lado de una manza-
na’ y no indica localización. Sin embargo, con el sentido que nos
interesa y como americanismo la anotan otros diccionarios ge-
nerales de lengua española. Nosotros hemos documentado este
uso para Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador,
Guatemala, Méjico, Perú, Puerto Rico, Río de la Plata, Uruguay y
Venezuela.
de por ‘y’. Nosotros localizamos este uso para Perú y Venezuela.
desaparecer ‘matar’. Nosotros la documentamos para Chile, Méjico
y Perú.
despercudir ‘alegrar, desahogar, sentir alivio’. Este sentido tiene va-
lor metafórico porque despercudir según la Academia es ‘limpiar,
blanquear lo que está sucio o percudido’.
en por ‘por’. Este uso es corriente en el español del Caribe.
enganchador ‘persona que contrata trabajadores’. El DRAE-2001 re-
gistra enganchar como voz del español general con el sentido
que nos interesa: ‘contratar trabajadores’. Nosotros localizamos
este vocablo para Chile y Perú. Y enganchador con la definición
adecuada para Perú.
fierro ‘pene’ para Méjico.
fiscal ‘relacionado con el Estado, Estatal’. Parece ser que se conoce en
Chile y Argentina.
garrotillo ‘erección constante y morbosa del miembro masculino’
para Bolivia. Sin embargo, nosotros solo la documentamos en los
diccionarios dialectales de Perú.
Rosario Asensio Ruiz
499ÍNDICE
justa ‘juicio ilegal’.
lamparín ‘quinqué, lámpara de petróleo’, para Chile y Perú.
lavador ‘lavabo’, ‘palangana, jofaina’. La localizamos en Guatemala,
Argentina y Paraguay.
mechero ‘cierto quinqué utilizado por la gente pobre’ para Argenti-
na, Ecuador, Colombia, Cuba y Perú.
melcocha ‘cosa mezclada o apelmazada de tal suerte que es difícil
desenredar’ para Chile, Cuba, Méjico, Costa Rica, Panamá y Perú.
mostacero ‘homosexual’ para Chile y Perú.
pachamanca ‘devaneo amoroso, diversión’ para Perú. Tampoco re-
gistra el derivado pachamanquearse ‘divertirse, retozar’, abusar,
aprovecharse, explotar’ que localizamos también para este país.
palomear ‘disparar y herir o matar a alguien con un arma de fuego,
especialmente a traición’ para Chile, Ecuador y Perú.
parársele (a uno) ‘erguírsele el pene’ para Argentina, Chile, Costa
Rica, Cuba, Méjico, Nicaragua y Perú.
perrito ‘pene’.
pinta ‘pintada’ para América.
pitada ‘chupada que se le da al cigarrillo’ para Argentina, Bolivia, Chi-
le, Ecuador, Perú y Río de la Plata’.
plancha ‘parte descubierta de un camión o furgoneta donde se
transportan mercancías’. Nosotros hallamos una definición afín
para Cuba.
500 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
prestar ‘pedir prestado’. Nosotros la localizamos con este sentido
para Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Méjico y
Venezuela.
puntear ‘hacer presión con el pene sobre el cuerpo de otra persona’
para Perú.
salmuera ‘mala suerte’. Al parecer se usa en Perú.
seco ‘vianda criolla con papas y carne o pescado, sin caldo’ para Co-
lombia, Ecuador y Perú.
serrucho ‘serrano’ para Perú.
soñado ‘sin conocimiento’ para Ecuador y Perú.
tajado ‘afilado’. Parece que con este sentido se emplea en Colombia
y Perú.
templado ‘erecto sexualmente’ para Méjico, Nicaragua y Perú.
terral ‘polvareda’. Se usa, al parecer, en Perú y Puerto Rico.
titulado ‘que posee el título que legaliza la propiedad de un terreno’
para Méjico y Perú.
tolva ‘volquete’, ‘recipiente que llevan algunos camiones, que se pue-
de volcar para dejar la carga en un lugar’. Supuestamente se em-
plea en Perú.
tomado borracho’ para Argentina, Colombia, Guatemala y Perú.
zapatón ‘zapato masculino corriente, que no pasa del tobillo, nor-
malmente de cuero, con suela y tacón bajo, y que se abrocha con
cordones’ para Chile.
Rosario Asensio Ruiz
501ÍNDICE
2.3. Voces marcadas en el DRAE-2001 para América:
abalear ‘disparar con bala’, ‘tirotear’, para América. Nosotros la halla-
mos en Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y Perú.
abra ‘espacio desmontado, claro en un bosque’ es la acepción que
el DRAE-2001 marca para América. No ocurre así con la acepción
‘abertura entre dos montañas’ que al no aparecer como ameri-
canismo, se considera del español general. Nosotros localizamos
abra con el primer sentido para Argentina, Colombia y Costa
Rica.
abrirse ‘desistir de algo, volverse atrás, separarse de una compañía o
negocio’ para América. La atestiguamos en Argentina, Ecuador y
Méjico con este sentido.
andenería ‘conjunto de andenes o bancales’ para América. Solo la
hallamos en Perú.
basural ‘basurero’ para América. Los diccionarios dialectales consul-
tados la atestiguaron para Argentina, Chile, Guatemala, Méjico y
Nicaragua.
cañazo ‘aguardiente de caña’ para América. Sin embargo, los diccio-
narios dialectales la consignan únicamente para Perú.
chacarero ‘agricultor, granjero, labrador’ para América.
chalina ‘chal estrecho’ para América. Nosotros la localizamos para Ar-
gentina, Cuba, Bolivia, Chile, Colombia, Méjico, Perú y Uruguay.
chanchada ‘cochinada, acción grosera o desleal’ para América.
chancho ‘cerdo’ para América.
chiflón ‘corriente de aire, viento colado’ para América.
502 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
chola ‘mestiza de sangre europea e indígena’, ‘india que adopta los
usos occidentales’ para América. Nosotros la localizamos para Ar-
gentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Ni-
caragua, Panamá, Perú, Río de la Plata y Venezuela.
chorreado ‘sucio, manchado’ para América. Nosotros la hallamos con
este sentido para Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala,
Méjico, Nicaragua y Perú.
chúcaro ‘arisco, bravío’ para América. Nosotros aportamos testimo-
nios de su uso en Argentina, Chile, Ecuador, Nicaragua, Perú y Río
de la Plata.
cojudo ‘tonto, bobo’ y cojudez ‘tontería’, ambos para América.
dizque ‘al parecer, presuntamente’, ‘dice/dicen que’ para América.
Nosotros la localizamos en Colombia, Ecuador, Méjico y Perú.
endenantes ‘hace poco’ para América. Nosotros ofrecemos docu-
mentación para Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Perú
y Puerto Rico.
filudo ‘de filo muy agudo’ para América. Nosotros hallamos docu-
mentación de esta acepción para Chile, Colombia y Nicaragua.
fregar ‘fastidiar, molestar, jorobar’ para América. Nosotros la localiza-
mos en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecua-
dor, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá y Perú.
jebe ‘caucho, goma elástica’ para América. La atestiguamos en Chile,
Ecuador y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
503ÍNDICE
lavatorio ‘jofaina, palangana’, ‘lavabo, mueble especial donde se
pone la palangana’ para América. La hemos localizado para Ar-
gentina, Chile, Méjico, Nicaragua, Perú y Río de la Plata.
manejar ‘conducir un automóvil’ para América. Nosotros aportamos
datos para Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Méjico, Ni-
caragua y Perú.
montuno ‘huraño’ para América y Andalucía. Nosotros la documen-
tamos en Andalucía, Canarias, Colombia, Cuba, Méjico, Perú y
Puerto Rico.
nevado ‘montaña cubierta de nieves perpetuas’ para América. Noso-
tros ofrecemos testimonios de esta voz para Méjico, Chile, Ecua-
dor y Perú.
overol ‘mono, traje de faena de una pieza’ para América. Nosotros
documentamos la voz en todos estos países: Argentina, Colom-
bia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Méjico, Nicaragua, Perú y
Uruguay.
paila ‘sartén, vasija’ para América. Nosotros encontramos documen-
tación de la voz para Argentina, Costa Rica, Chile, Cuba y Perú.
pararse ‘ponerse de pie’ para América y Murcia. Nosotros la localiza-
mos en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Guatemala,
Méjico, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, Río de la Plata y Perú.
picado ‘embriagado, borracho’ para América. Nosotros aportamos
información para: Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico,
Nicaragua, Perú y Puerto Rico.
pollera ‘falda externa del vestido femenino’, ‘vestido multicolor de
mujer’ para América. Nosotros la documentamos con estos sen-
504 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
tidos para Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, Paraguay, Perú
y Río de la Plata.
pulpería ‘tienda donde se venden diferentes géneros para el abas-
to’ para América. Nosotros la localizamos para Argentina, Bolivia,
Chile, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Río de la
Plata y Venezuela.
regresarse ‘volver, regresar’ para América. Nosotros la hallamos en
todos estos países: Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Hon-
duras, Méjico, Nicaragua, Perú y Venezuela.
saco ‘chaqueta, americana’ para Canarias y América.
sacudón ‘sacudida violenta’ para América. Con este sentido la locali-
zamos en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Méjico, Nicaragua,
Perú y Puerto Rico.
tamal ‘especie de empanada de masa de harina de maíz, envuelta en
hojas de plátano o de la mazorca de la maíz, y cocida al vapor o en
el horno. Las hay de diversas clases, según el manjar que se pone
en su interior y los ingredientes que se le agregan’ para América.
Nosotros aportamos información afín a esta para Argentina, Bo-
livia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico y
Río de la Plata.
zambo ‘mulato’ para América. Nosotros la hallamos en: Argentina,
Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Méjico, Perú, Puerto
Rico, Río de la Plata y Uruguay.
Rosario Asensio Ruiz
505ÍNDICE
2.4. Voces y locuciones marcadas como americanismos
particulares en el DRAE-2001:
aflojar ‘propinar un golpe’. El DRAE-2001 señala que se usa en Cuba,
República Dominicana y Venezuela. Nosotros la documentamos,
además, en México.
ají ‘pimiento picante’. Se localiza, según el DRAE-2001 en América
Meridional y Antillas, Nosotros la atestiguamos en todos estos
países: Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico
y Río de la Plata.
alto ‘montón’. El DRAE localiza el término para Argentina, Chile, Perú
y Uruguay. Nosotros la documentamos, además, en Méjico.
alzado ‘rebelde, sublevado’. Con el significado de ‘prófugo provisto
de armas’ la anota el Diccionario académico para Honduras. No-
sotros la encontramos en Argentina, Cuba, Ecuador, Méjico y Perú
(según el testimonio de nuestra informante limeña).
anticucho ‘comida consistente en trozos pequeños de carne, vísce-
ras, etc., sazonados con distintos tipos de salsa, ensartados en
palitos y asados a la parrilla’, para Bolivia y Perú. Nosotros la docu-
mentamos también en Argentina y Chile.
arrechar ‘excitarse sexualmente’ en América Central y Méjico. No-
sotros la encontramos en Canarias, Argentina, Chile, Costa Rica,
Ecuador, Méjico, Nicaragua y Perú.
aventar ‘arrojar’, ‘echar’, ‘lanzar’, ‘tirar’. El DRAE-2001 y otros dicen que
en Colombia se usa con el significado de ‘arrojarse, lanzarse sobre
506 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
alguna persona o cosa’. Nosotros encontramos aventar en los dic-
cionarios dialectales de Guatemala, México y Nicaragua.
cachaco ‘policía’ para Perú.
cacharpari ‘convite y baile que por despedida se ofrece al que va a
emprender un viaje’ para Perú.
chamba ‘empleo, trabajo’ para América Central, Ecuador y Méjico.
Nosotros aportamos testimonios de la voz en Costa Rica, Méjico,
Perú, El Salvador y Guatemala.
chancar ‘apalear, golpear, maltratar’ para Chile y Perú. La documenta-
mos también en Argentina.
chicha ‘bebida alcohólica que resulta de la fermentación del maíz
en agua azucarada’. Se usa según la Academia ‘en algunos países
de América’. Nosotros hemos encontrado esta voz en: Argentina,
Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nica-
ragua, Perú, Puerto Rico, Río de la Plata y Venezuela. En cambio,
el derivado chichería lo marca el DRAE-2001 como general para
América.
chullo ‘gorro de lana con orejeras’ para Perú.
chuncho ‘indio salvaje del Perú’.
chupe ‘guisado hecho de papas en caldo, al que se añade carne o
pescado, marisco, ají, tomate y otros ingredientes’ para Argentina,
Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Nosotros la localizamos en los
mismos países que la Academia.
Rosario Asensio Ruiz
507ÍNDICE
cuy ‘conejillo de indias’ para América Meridional. Nosotros la locali-
zamos con este sentido para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,
Ecuador, Nicaragua, Perú y Río de la Plata.
huaca ‘sepulcro de los antiguos indios, en que se encuentran a me-
nudo objetos de valor’, para América Central y Meridional. Noso-
tros la documentamos para Chile, Ecuador y Perú.
huaco ‘objeto de cerámica que se encuentra en los sepulcros de los
indios’, para América Meridional. Nosotros la registramos en Ar-
gentina, Chile y Perú.
huayco ‘masa enorme de lodo y peñas que las lluvias torrenciales
desprenden de las alturas de los Andes y que, al caer en los ríos,
ocasionan su desbordamiento’ para Perú.
jirón ‘calle’ para Perú. Nosotros aportamos la misma localización.
lúcuma ‘fruto del lúcumo’. El DRAE-2001 dice que lúcumo es ‘árbol
de Chile y del Perú’. Nosotros encontramos lúcuma en Argentina,
Chile y Perú.
luego de ‘después de’ para Argentina y Méjico. Nosotros ofrecemos
testimonio para Perú.
mandarse mudar ‘largarse, irse a otra parte’. Este valor aparece en
el DRAE-2001 para América Meridional. Nosotros la localizamos
para Argentina, Chile, Ecuador y Perú.
mazamorra ‘mezcolanza, revoltillo de ideas o cosas’ para Colombia y
Perú. Nosotros la documentamos también en Venezuela.
medio ‘moneda de cinco centavos de sol’ para Cuba; y para Colom-
bia y Méjico con un sentido afín. Nosotros aportamos documen-
508 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
tación para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador,
Méjico, Panamá, Perú y Uruguay.
molle ‘árbol oriundo del Perú’ para Bolivia, Ecuador y Perú. Nosotros
la atestiguamos en Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Río de la Pla-
ta.
mote ‘maíz desgranado y cocido con sal’. Nosotros ofrecemos docu-
mentación precisa para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecua-
dor, Perú y Río de la Plata.
ojota ‘calzado a manera de sandalia, hecho de cuero o de filamen-
to vegetal, que usaban los indios del Perú y de Chile, y que to-
davía usan los campesinos de algunas regiones de América del
Sur’ para América Meridional. Nosotros localizamos la voz para
Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Río de la Plata.
olluco ‘melloco, planta baselácea trepadora cuyo tubérculo es co-
mestible’ para Perú. Nosotros la documentamos además en Co-
lombia y Ecuador.
pascana ‘etapa, parada o descanso en un viaje’ para Argentina, Boli-
via, Ecuador y Colombia. Nosotros ofrecemos asimismo testimo-
nio para Chile.
pasillo ‘baile popular parecido al vals’ para Colombia, Ecuador y Pa-
namá. Nosotros la documentamos para Venezuela.
porongo ‘recipiente de hojalata, con cuello angosto, tapa y asa, que
sirve para la venta de leche’, ‘calabaza grande y alargada que sirve
de depósito’, ‘vasija de arcilla para guardar agua o chicha’. Las dos
primeras acepciones las marca el DRAE-2001 para Perú. La tercera
Rosario Asensio Ruiz
509ÍNDICE
se localiza para Argentina, Bolivia, Chile, Panamá, Perú y Uruguay.
Nosotros la documentamos para Argentina, Bolivia, Chile, Perú y
Río de la Plata.
pucho ‘cigarrillo’, ‘colilla del cigarro’ para América Meridional. Noso-
tros la anotamos para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecua-
dor, Perú, Río de la Plata y Uruguay.
taco ‘tacón’ para América Meridional y Puerto Rico. Nosotros la lo-
calizamos para Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto
Rico y Uruguay.
templarse ‘enamorarse’. El DRAE-2001 localiza templar, para Améri-
ca Meridional. Nosotros ofrecemos documentación para Chile y
Perú.
(a) trancos ‘a paso largo’ para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y
Uruguay. Nosotros la localizamos para Argentina y Río de la Pla-
ta.
uta ‘enfermedad de úlceras faciales muy común en las quebradas
hondas del Perú’ para Perú.
vaina ‘contrariedad, contratiempo, molestia, problema’, ‘negocio’,
‘cosa, cuestión’. Con el sentido de ‘contrariedad, molestia, cosa no
bien conocida o recordada’ la marca el DRAE-2001 para América
Central y Meridional. Nosotros aportamos documentación para
Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala,
Méjico, Nicaragua, Perú, Puerto Rico y Venezuela.
510 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
de yapa ‘además’, ‘gratuitamente, sin motivo’ para América Meridio-
nal. Nosotros localizamos esta locución adverbial para Argentina,
Chile y Perú.
2.5. Voces y locuciones americanas incluidas por primera vez
en el DRAE-2001:
apanado ‘empanado’ para Panamá, Perú y Puerto Rico. Nosotros la
documentamos, además, en Argentina, Chile y Ecuador.
cafiche ‘proxeneta’, para Chile. Y anota esta otra, caficho, para Argen-
tina y Perú. Nosotros localizamos cafiche en Chile y Perú.
carajear ‘insultar, hablar groseramente’, para Costa Rica y Venezuela.
Nosotros la localizamos para Argentina, Chile, Costa Rica, Ecua-
dor, Méjico y Perú.
chifa ‘restaurante de comida china’ para Perú. Nosotros la documen-
tamos también para Chile.
dar pelota a alguien ‘prestarle atención’ para Costa Rica y Uruguay.
Nosotros localizamos esta expresión para Argentina y Costa Rica.
Parece ser que también se emplea en Perú.
desafectado ‘abandonado’ como voz general. Nosotros aportamos
para Perú la información que nos facilitó nuestra informante li-
meña.
despenador ‘persona que daba muerte a los enfermos desahucia-
dos, a petición de los parientes’ con localización para el norte de
Argentina y Perú.
Rosario Asensio Ruiz
511ÍNDICE
enjetado ‘enfadado, enojado’ para México. Nosotros registramos en-
jetarse con significado afín para Argentina y México. Parece ser
que también se emplea en Perú.
foja de servicios ‘historial’ para Argentina, México, Perú y Uruguay.
Para nosotros, en Argentina y Perú.
gritonear ‘hablar a gritos’, ‘reprender a gritos’ para Chile y Honduras.
Nosotros la documentamos para más países: Argentina, Bolivia,
Chile, Méjico y Perú.
huayno ‘canción y baile tradicional de la región andina’, para Perú.
Nosotros la documentamos también para Argentina y Chile.
lagua ‘sopa espesa de harina de maíz’ para Bolivia. Nosotros, tam-
bién para Perú.
maletera ‘maletero de un vehículo’ para México. Nosotros, en cam-
bio, aportamos datos para Chile y Perú.
manazo ‘manotazo’ para Venezuela. Nosotros ofrecemos testimo-
nios para Chile y Perú.
metete ‘entrometido’ para Uruguay. Nosotros la localizamos en más
países: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Guatemala y Perú.
mitimaes ‘colonias de indios que mandaban los incas a las regiones
recién conquistadas’. El DRAE-2001 no la localiza como america-
nismo. Nosotros la documentamos para Chile, Ecuador y Perú.
(a) pata pelada ‘descalzo’ para Costa Rica. Nosotros, para Méjico, Co-
lombia y Chile.
pelotudo ‘majadero, estúpido’ para Argentina, Chile y Uruguay. No-
sotros la encontramos en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.
512 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
pichiruchi ‘persona insignificante’. El DRAE-2001 introduce una for-
ma parecida, pichirruchi, con este sentido para Perú. Nosotros re-
copilamos información de pichiruche para Bolivia, Chile y Perú; y
de pichiruchi para Perú.
primus ‘hornillo de gas’ para Perú y Uruguay. Nosotros la localizamos
en Argentina, Perú, Río de la Plata y Uruguay.
querosene ‘queroseno’ para Argentina, Cuba, El Salvador, Honduras,
Perú y Uruguay. Nosotros la localizamos, además, en Chile y Méxi-
co.
resondrar ‘reconvenir’, ‘censurar, reprender’ para Perú.
sacón ‘chaquetón’, ‘chaqueta amplia’. El DRAE-2001 anota la primera
acepción para Argentina y Uruguay. Nosotros la localizamos, ade-
más, para Bolivia y Perú.
sembrío ‘sembrado’ para Ecuador, Honduras y Perú. Nosotros la do-
cumentamos en Bolivia, Ecuador, Méjico y Perú.
sobrador ‘presumido, que se da aires de superioridad y que preten-
de estar al tanto de lo que se trata’ para Argentina. Nosotros la
documentamos, además, en Chile.
suertudo ‘que tiene suerte, afortunado’. El DRAE-2001 no indica loca-
lización. Nosotros atestiguamos su uso en Argentina, Chile, Ecua-
dor, Méjico y Perú.
trafa ‘trampa, engaño’ para Perú.
2.6. Acepciones americanas incluidas por primera vez
en el DRAE-2001 (nota 23)
amarillo ‘esquirol’ para Perú.
Rosario Asensio Ruiz
513ÍNDICE
cachar ‘practicar el coito’ para Perú. Nosotros, asimismo, para Chile y
Colombia.
cachuelo ‘trabajo eventual de poca remuneración’ para Perú.
chapar ‘agarrar’ para Perú y Uruguay. Nosotros la documentamos
también en Argentina.
chullo ‘gorro de lana con orejeras’ para Perú. Nosotros la localizamos
también en este país.
chuño ‘papa deshidratada, muy usada en la comida criolla de las re-
giones andinas’ para Bolivia y Perú. Nosotros la localizamos, ade-
más, en Chile y Río de la Plata.
chupar ‘ingerir bebidas alcohólicas’ para El Salvador, Paraguay y Perú.
Nosotros la localizamos también en Argentina, Bolivia, Costa Rica,
Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá,
Uruguay y Río de la Plata.
conchudo ‘sinvergüenza, caradura’ en América.
entradora ‘dicho de una mujer: que toma la iniciativa en la conquis-
ta amorosa’ para Venezuela. La localizamos para Argentina, Chile,
Nicaragua y Perú.
fundillo ‘trasero’, ‘parte trasera de los pantalones’ para Honduras,
México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela. Con este
significado lo documentamos para Costa Rica, Cuba, Méjico y Ni-
caragua. Con la acepción de ‘parte trasera de los pantalones’ se
localiza en Argentina, Chile, Cuba, Méjico y Perú.
guardianía ‘servicio de vigilancia’. El DRAE-2001 anota una defini-
ción afín que localiza para Ecuador. Nosotros la documentamos
también en este país.
514 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
jeta ‘boca’ para América Central, Colombia, México y Uruguay. Noso-
tros la documentamos para Chile, Costa Rica y Nicaragua.
lechero ‘que tiene suerte o sabe aprovechar las ocasiones’. Con una
acepción afín la consigna el DRAE-2001 para Costa Rica, Cuba,
Honduras, Nicaragua y Venezuela. Nosotros la documentamos,
además, en Argentina, Méjico, Perú y Puerto Rico.
loca ‘prostituta’ para Argentina y Uruguay. Con este sentido la loca-
lizamos en Argentina. En Perú se emplea con la acepción de ‘ho-
mosexual, marica’.
pajonal ‘herbazal’, ‘terreno bajo y anegadizo, cubierto de paja brava
y otras especies asociadas, propia de los lugares húmedos’. La pri-
mera acepción se marca para América Meridional y Honduras. El
DRAE-92 la localiza para Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela.
La segunda acepción es nueva y se localiza para Argentina y Uru-
guay. Nosotros ofrecemos documentación de la voz con estos
sentidos para Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Perú, Puerto Rico
y Río de la Plata.
pata ‘amigo’ para Cuba y Perú. Nosotros la localizamos, además, en
Argentina.
pellejería ‘contratiempo’ para Bolivia. Nosotros la documentamos
en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.
polilla ‘prostituta’ para Perú. Nosotros la hallamos también en Chile.
quinta ‘casa de recreo en las cercanías de una ciudad’, ‘chalé’. El
DRAE-2001 anota para Colombia y Venezuela la acepción ‘casa
con antejardín, o rodeada de jardines’. Nosotros, con significados
parecidos, la localizamos para Argentina y Méjico.
Rosario Asensio Ruiz
515ÍNDICE
rastrillar ‘accionar el percutor de un arma de fuego para que esté
lista para disparar’ para Cuba y Venezuela. Nosotros la documen-
tamos en más países: Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Guate-
mala, Méjico, Perú y Santo Domingo.
rebalsar ‘rebasar’, ‘desbordarse’. El DRAE-2001 registra la primera
acepción para Argentina. Nosotros la atestiguamos, además, en
Chile y Perú.
rondín ‘armónica’ para Perú.
rosquete ‘homosexual; excesivamente delicado o zalamero’ para
Perú.
sobrado ‘creído, muy pagado de sí mismo’ para Ecuador y Perú. No-
sotros, con un sentido afín, la localizamos también en Argentina
y Chile.
trigueño ‘negro (eufemístico); de tez oscura’ para Honduras y Vene-
zuela.
2.7. Localizaciones nuevas del DRAE-2001
para los americanismos
ahorita ‘ahora mismo’. El DRAE-92 no indica localización. El DRAE-
2001, en cambio, señala que se usa en Antillas y Colombia. No-
sotros lo recogemos en Canarias y América. Concretamente, en
Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Méjico, Perú,
Puerto Rico y Venezuela.
calato ‘desnudo’. El DRAE-92 localiza el término en Perú. El DRAE-
2001 amplía la localización para Chile. Nosotros también la docu-
mentamos para Chile y Perú.
516 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
camote ‘batata’ para América Central, Ecuador, Filipinas, México y
Perú. En cambio, el DRAE-92 la marca como general para América.
Nosotros localizamos este vocablo en los diccionarios dialecta-
les de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala,
Ecuador, Méjico, Nicaragua, Perú y Filipinas. La acepción figurada
‘enamoramiento’ se localiza para Perú y Uruguay. Se ha especi-
ficado la localización en el DRAE-2001, ya que el DRAE-92 solo
indica que se usa ‘en algunos lugares de América’. Sin embargo,
nosotros encontramos camote con este sentido en los siguien-
tes países: Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico y Perú. En
cuanto al derivado encamotarse ‘enamorarse’ el DRAE-2001 trae
la marca geográfica para América, mientras que el DRAE-92 solo
la localiza para Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Perú y Uru-
guay. Nosotros hallamos esta variante en Argentina, Chile y Costa
Rica.
chacra ‘alquería o granja’ para América Meridional. El DRAE-92 la
anota como general para América. Nosotros hallamos documen-
tación de la voz para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa
Rica, Ecuador, Nicaragua, Perú, Río de la Plata y Uruguay.
charqui ‘carne curada al aire, al sol o al hielo’ para Argentina, Boli-
via, Chile, Perú y Uruguay. El DRAE-92 restringe la localización a
la América Meridional. Además de los países que marca el DRAE-
2001 nosotros la localizamos para Ecuador, Paraguay y Río de la
Plata.
chompa ‘jersey’ para Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. El
DRAE-2001 prescinde de la marca para Colombia, localización
Rosario Asensio Ruiz
517ÍNDICE
que sí trae el DRAE-92. Nosotros la hallamos con este sentido en
Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. En Colombia se usa como ‘cazadora’.
colectivo ‘autobús’ para Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú.
La marca se amplía en la última edición del Diccionario académi-
co, ya que el DRAE-92 la trae para Argentina, Bolivia y Perú. Noso-
tros la localizamos, además, en Colombia.
combazo ‘puñetazo’ para Bolivia, Chile y Perú. El DRAE-92 no incluye
la marca para Bolivia. Nosotros la localizamos para Chile.
destemplar ‘sentir dentera’. El DRAE-2001 amplía en esta edición la
localización a más países. Así, marca la voz para América Central,
Bolivia, Ecuador, México y Perú; mientras que el DRAE-92 dice que
se usa solo en Chile, Ecuador, Guatemala, Méjico y Perú. Nosotros
la localizamos para Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guate-
mala, Honduras, Méjico y Perú.
diferendo ‘diferencia, desacuerdo, discrepancia’. La marca geográfica
para esta voz aparece delimitada en el DRAE-2001 para América
Meridional, Cuba y Guatemala. El DRAE-92 afirma que se usa en
Argentina, Colombia, Perú y Uruguay. Nosotros aportamos docu-
mentación para Argentina, Chile, Ecuador, Cuba y Perú.
escarapelar ‘ponérsele a uno carne de gallina’ para México y Perú.
El DRAE-92 la anota solo para Perú. Nosotros la localizamos tam-
bién para ambos países.
farrear ‘andar de farra, divertirse’ para América Meridional. El DRAE-
92 la anota para Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Nosotros halla-
518 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
mos documentación de esta voz para Argentina, Chile, Ecuador
y Perú.
guachimán ‘vigilante, guardián’ para Costa Rica, Guatemala, Guinea,
Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Santo Domingo. La edición
académica del año 92 la localiza en todos estos países (salvo en
Honduras) y en Chile. Nosotros aportamos testimonios para este
país y también para Costa Rica y Méjico.
huachafo ‘cursi’ para Bolivia y Perú. El DRAE-92 la localiza solo para
Perú. Nosotros la hallamos en los diccionarios dialectales solo
para Perú.
humita ‘comida criolla consistente en maíz cocido muy fino con to-
mate, manteca, leche, azúcar y otros ingredientes, y cocida en-
vuelta en las hojas del maíz o chalas’ para Argentina, Bolivia, Chile,
Ecuador, Perú y Uruguay. El DRAE-92 la marca para Argentina, Chi-
le, Perú y Uruguay. La atestiguamos también en Río de la Plata.
ichu ‘planta gramínea que crece en la puna’ para Chile y Perú. El
DRAE-92 anota la forma icho sin localización. Nosotros la docu-
mentamos para ambos países.
lisura ‘palabra o acción grosera e irrespetuosa’ para Bolivia, Ecuador,
Guatemala, Honduras, Panamá y Perú. El DRAE-92 restringe, en
cambio, la localización a Guatemala, Panamá y Perú. Nosotros la
documentamos para todos estos países: Argentina, Bolivia, Ecua-
dor, Guatemala, Méjico, Nicaragua, Perú y Venezuela.
nomás ‘sin más’, ‘no más, solamente’. Con el significado de ‘sin más’
dice el DRAE-2001 que se emplea en América Meridional, Costa
Rica, Honduras, México y Nicaragua. El DRAE-92 ofrece, en cambio,
Rosario Asensio Ruiz
519ÍNDICE
una localización restringida para Argentina, Méjico y Venezuela.
La acepción ‘en oraciones exhortativas, generalmente pospuesto,
para añadir énfasis a la expresión’ se localiza en el DRAE-92 para
Argentina, Bolivia, Méjico y Venezuela; en el DRAE-2001, para
América Meridional, El Salvador, Honduras y México. Por último,
éste señala que el significado ‘apenas, precisamente’ se localiza
en Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador, Nicaragua y Uruguay.
El DRAE-92 marca esta acepción solo para Argentina y Venezuela.
Nosotros documentamos nomás con estos sentidos para Argen-
tina, Bolivia, Colombia, Chile, Méjico, Perú y Uruguay.
opa ‘tonto, idiota’ para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El
DRAE-92, en cambio, no trae la marca de Paraguay. Nosotros lo-
calizamos opa en Argentina, Bolivia, Chile, Méjico y Perú.
pachocha ‘pachorra, flema, indolencia’ para Colombia, Cuba, Panamá
y Perú. El DRAE-2001 ha eliminado la marca para Chile que cons-
taba en el DRAE-92. Nosotros aportamos documentación para
este país y para los citados.
palta ‘aguacate’ para Argentina, Chile, Perú y Uruguay. En el DRAE-
92 consta con la marca para América Meridional. Nosotros ates-
tiguamos su uso en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Nicaragua,
Perú, Uruguay y Venezuela.
planilla ‘nómina’ para América. Aparece en el DRAE-92 como propia
del español general. Nosotros la marcamos en Argentina, Chile,
Costa Rica, Méjico y Nicaragua.
520 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
quinua ‘planta anual de la familia de las quenopodiáceas, de la que
hay varias especies, de hojas rómbicas y flores pequeñas dispues-
tas en racimos, las hojas tiernas y las semillas, muy abundantes y
menudas, son comestibles’ con localización para el noroeste de
Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. La Academia amplía,
como vemos, la marca geográfica de quinua, ya que el DRAE-92 la
trae solo para el noroeste de Argentina, Bolivia y Perú. Nosotros
aportamos datos para todos estos países: Argentina, Bolivia, Chi-
le, Méjico, Perú y Río de la Plata.
rocoto ‘planta herbácea de la familia de las solanáceas que da un
fruto grande, de color rojo, verde o amarillo y muy picante’ para
Perú. La localización se ha restringido ya que el DRAE-92 la marca
para América Meridional. Nosotros, en cambio, atestiguamos el
uso de esta voz en Bolivia, Ecuador y Perú. Y la variante rocote la
documentamos para Colombia.
rotoso ‘roto o muy gastado’ para Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador,
Paraguay, Perú y Uruguay. La localización es más amplia, puesto
que el DRAE-92 la documenta solo para Argentina, Chile, Ecuador,
Perú y Uruguay. Además de todos estos países, nosotros la atesti-
guamos en Méjico.
salado ‘desgraciado, infortunado’ para América Central, Antillas,
Ecuador, Perú y Venezuela. El DRAE-92 la marca para Costa Rica,
Cuba, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú y Puerto Rico. Nosotros
ofrecemos testimonios para Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador,
Guatemala, Méjico, Nicaragua, Panamá, Perú y Puerto Rico.
Rosario Asensio Ruiz
521ÍNDICE
sello ‘cruz o reverso de las monedas’ para Bolivia, Colombia, Chile y
Perú. El DRAE-92 no asigna marca para Bolivia. Nosotros la docu-
mentamos en Chile, Colombia y Perú.
tajador ‘sacapuntas’ para Costa Rica. El DRAE-2001 elimina la marca
para Asturias que atestigua la edición del año 92. Nosotros la lo-
calizamos, en cambio, en Navarra y Costa Rica.
tomar ‘beber alcohol’ para América. El DRAE-2001 ya no considera
que sea voz del español general y la marca por primera vez como
americanismo. Nosotros aportamos documentación para Argen-
tina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, Méjico,
Nicaragua, Perú, Río de la Plata, Uruguay y Venezuela. También se
documenta, por otro lado, en Canarias.
velador ‘mesilla de noche’. El DRAE-2001 indica que se usa en Cana-
rias, Á. Andes, Chile y Costa Rica. El DRAE-92 la anota para Cana-
rias, noroeste de Argentina, Chile, Perú y Venezuela. Nosotros la
localizamos para Argentina, Chile, Méjico y Perú.
2.8. Peruanismos:
amarillo ‘esquirol’.
amaru ‘serpiente’, ‘símbolo de la cultura peruana’.
apu ‘espíritu tutelar de una comunidad’.
bolondrón ‘lío’.
cache ‘relación sexual’.
cachuelo ‘trabajo eventual de poca remuneración’.
cañazo ‘aguardiente de caña’.
522 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
causa ‘puré de papas con ají amarillo y limón, acompañado de lechu-
ga y aceitunas, que se come frío como entrada’.
chuchonal ‘montón’.
chulillo ‘ayudante de algún oficio’.
chullo ‘gorro de lana con orejeras’.
chuncho ‘indio salvaje del Perú’.
disforzado ‘descocado, desenvuelto’ y disfuerzo ‘descoco, descaro,
desenvoltura’, ‘melindre, remilgo’, ‘payasada’.
huancas ‘nación de indios que habitaban en el Valle de Jauja y sus
cercanías, en la sierra del Perú’.
jirón ‘calle’.
locumbeta ‘loco, demente’.
morochuco ‘tribu de indígenas que vivían en la pampa del mismo
nombre, en el departamento de Ayacucho’.
muca ‘sin dinero’ para Perú.
muliza ‘canción indígena triste y monótona’.
nacaq ‘degollador de seres humanos’.
parar la oreja ‘aguzar el oído, prestar atención’.
pishtaco ‘delincuente serrano’, ‘degollador o despescuezador que
asola aldeas serranas’.
pisonay ‘árbol leguminoso’.
puntear ‘hacer presión con el pene sobre el cuerpo de otra perso-
na’.
rosquete ‘homosexual’ y rosquetería ‘hecho propio de un homo-
sexual; zalamería excesiva’.
Rosario Asensio Ruiz
523ÍNDICE
sacar la chochoca ‘maltratar, agredir o pegar’.
serrucho ‘serrano’.
sinchi ‘nombre de la Brigada Especial Antisubversiva de la Policía
Nacional’, ‘integrante de esa brigada’.
tercianiento ‘que padece de tercianas, fiebre intermitente que repi-
te al tercer día’.
trafa ‘trampa, engaño’.
truquero ‘mendaz, embaucador, falso’.
ukuko ‘oso de anteojos’.
3. Voces o locuciones desconocidas (nota 24):
alharaquiento ‘destartalado’.
chupadera ‘borrachera’.
creso ‘cresol’.
darle el encuentro ‘recoger a alguien’.
dar relleno ‘informar, dar información’.
desentornillador ‘pene’.
enchalinado ‘cubierto con una chalina’.
juás ‘interjección popular’.
meter letra ‘dar conversación’.
muki ‘diablo’.
soltar el tigre ‘decir algo de una forma brusca o violenta’.
visitar a su animal ‘enloquecer, perder el juicio, por efecto de la bo-
rrachera’.
524 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
A modo de conclusión, presentamos y resumimos la dis-
tribución cuantitativa de las voces analizadas según los ras-
gos relativos a su procedencia o formación y de acuerdo con
su tratamiento por el diccionario académico.
En primer lugar, las 303 voces que constituyen nuestro
léxico básico de americanismos, pueden clasificarse cuanti-
tativamente respecto de su origen como se ve a continua-
ción:
1. Voces indígenas (71):
Las 71 voces y acepciones (aproximadamente el 23%) de
nuestro corpus de americanismos pertenecen a los rasgos
de indigenismos. La mayor aportación léxica al español, de
entre las lenguas autóctonas de América, corresponde al
quechua (cerca del 76% del inventario específicamente indí-
gena), y podemos presentar la siguiente distribución según
lenguas: 54 del quechua; 4 del náhuatl; 2 del aymara; 1 del
taíno; 1 del caribe; 1 del mapuche; y 1 del chibcha; dejando
aparte 7 voces, sin que se pueda especificar su etimología
americana, puesto que o son desconocidas o no hay criterio
unánime entre los etimólogos a la hora de precisar su ads-
cripción lingüística.
Rosario Asensio Ruiz
525ÍNDICE
2. Voces originadas por varias lenguas europeas (13):
Las 13 voces (más o menos el 4%) de nuestro corpus son
de lenguas europeas no española. El inglés es la lengua eu-
ropea que mayor aportación léxica ofrece al español. La dis-
tribución es: 6 del inglés; 3 del francés; 1 del portugués; 1 del
italiano; y 2 del latín.
3. Voces originadas por otras lenguas (1):
De las demás lenguas procede 1 voz de nuestro léxico bá-
sico, del chino.
4. Voces surgidas en contraste con el español peninsular (12):
Las 12 voces y acepciones (4% aproximadamente) de
nuestro inventario total pertenecen a los rasgos surgidos en
contraste con el español de España: 8 arcaísmos en España; 2
marinerismos; y 2 occidentalismos.
5. Voces de rasgos genéticos del español de América (194):
Las 194 voces y acepciones (más o menos el 64%) más
numerosas de nuestro corpus son la del fondo patrimonial
del español: las 101 (casi el 52% de este grupo) son de la
acepción desconocida en España, y las 93 restantes (casi el
48%) son de la formación particular de Hispanoamérica.
526 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
6. Voces de rasgos jergales (6):
6 (casi el 2%) son las voces que anotamos como propias
de la lengua jergal y coloquial, así como de creaciones de
tipo eufemístico.
7. Voces de creación metafórica o metonímica (3):
Solo hallamos en nuestro inventario 3 voces (casi el 1%)
en cuya acepción ha intervenido de forma significativa la
creación de tipo metafórico o metonímico.
En nuestro corpus de americanismos léxicos un poco más
de la mitad del inventario muestra rasgos formados a base
del español peninsular; las voces y acepciones de origen
americano alcanzan a una quinta parte del inventario; y en-
tre los préstamos de lenguas extranjeras, menos las lenguas
autóctonas de América (donde el quechua se muestra como
el sustrato indígena preferente), el inglés ocupa el primer lu-
gar de importancia.
Hemos de precisar, además, respecto del tratamiento que
el DRAE-2001 efectúa de las 303 voces americanas que estu-
diamos, la siguiente información: la Academia marca como
vocablos del español general 22 lexías, lo cual constituye
algo más del 6% del total del léxico estudiado. Hemos dividi-
do en tres apartados el vocabulario que no registra el DRAE-
Rosario Asensio Ruiz
527ÍNDICE
2001 (127 en total, que constituye el 36% del total del léxico
base):
1. Voces: el número de términos asciende a 52, lo que consti-
tuye el casi el 41% de este apartado.
2. Locuciones: son 27 las frases o expresiones adverbiales
que no registra, lo que supone el 21%.
3. Acepciones: 48 son los significados que no hallamos en el
DRAE, lo que constituye casi el 38%.
Las voces que el DRAE-2001 marca de modo general para
América ascienden a 35 y constituyen el 10% del total de vo-
ces; y las que adscribe a diferentes países americanos y, por
tanto, aparecen como americanismos particulares, son 39, lo
que supone el 11% del total. Relevante es también el número
de voces y acepciones que incluye por primera vez la Acade-
mia en su Diccionario: la cifra en total se eleva a 52 y constitu-
ye casi el 15% del léxico estudiado. Y hemos de destacar que
un grupo importante de voces americanas que la Academia
ya incluía en el Diccionario ha variado su localización en la úl-
tima edición: se trata de 30 palabras que han visto ampliada
o restringida la marca geográfica y que representan el 8.5%
del total.
Por otro lado, en nuestro estudio han salido a la luz un
importante número de voces que clasificamos como voces
528 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
exclusivas de Perú ya que no aparecen con otra marca en los
diccionarios que las registran. Son en total 32 y constituyen
el 9% del corpus total.
Y también nos hemos encontrado con voces desconoci-
das en su significado (12 en total, lo que constituye el 3.4%
del total) ya que no han sido recopiladas por ningún dic-
cionario, sea del español general o americano. En este caso,
para averiguar su significado, nosotros hemos recurrido al
contexto de uso de la voz en la novela, hemos verificado en
otras ocasiones que se emplea también en alguna otra nove-
la representativa de la lengua peruana (que, a veces, nos fa-
cilitó el significado) y nos hemos servido del testimonio que
nos brindó desinteresadamente Jackeline Olórtegui, nuestra
informante limeña.
En conclusión, en cuanto al tratamiento que el DRAE-
2001 hace de las voces y acepciones americanas, constata-
mos como relevante la inclusión en el corpus académico de
nuevos términos y significados, así como la diferente loca-
lización geográfica que se le ha asignado a algunas de las
voces americanas ya veteranas para la Academia. Queremos
insistir de nuevo en que no es nuestro propósito criticar el
proceder del DRAE a la hora de incluir los americanismos. Sa-
bemos que no todas las variedades de la lengua española o
Rosario Asensio Ruiz
529ÍNDICE
americana (incluso peruana) deben ni pueden tener acogida
en el Diccionario si no cumplen los requisitos establecidos
por las Academias. Pero sí podemos, en esta ocasión, alabar
el esfuerzo tan encomiable que la Academia ha realizado
en la última edición de su Diccionario donde ha admitido
un número considerable de voces y acepciones americanas,
además de revisar la localización para otras, y que nosotros
hemos inventariado y clasificado en este trabajo. Nosotros
hemos buscado todas estas palabras en los diccionarios dia-
lectales de americanismos y aportamos datos objetivos para
que puedan mejorar en un futuro la calidad de nuestro esti-
mado Diccionario de la Lengua Española. Finalmente, no que-
remos restar importancia a la aportación que desde estas
páginas queremos hacer a la lexicografía americana, ya que
de nuestro corpus de voces se ha extraído especialmente un
pequeño puñado de términos que podemos clasificar clara-
mente como peruanismos, ya que no han sido marcados de
otro modo en los diccionarios de lengua española o ameri-
cana que hemos consultado.
530 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
1. Citamos por la edición de Seix Barral, Barcelona, 1997.
2. Acerca de la definición de americanismo pueden verse los
siguientes trabajos: José PEDRO RONA, «¿Qué es un americanismo?», en
El Simposio de México, enero de 1968, actas, informes y comunicaciones,
Méjico, 1969, págs. 135-148 y Aspectos metodológicos de la dialec-
tología hispanoamericana, Montevideo, 1958; G. HAENSCH y R. WERNER,
«Un nuevo diccionario de americanismos: Proyecto de la Universidad
de Augsburgo», Thesaurus. BICC XXIII (1978), Bogotá, citamos por
la separata, págs. 1-40; G. HAENSCH, «Algunas consideraciones sobre
problemática de los diccionarios del español de América», LEA II/2
(1980), págs. 375-384; A. RABANALES, Introducción al estudio del español
de Chile. Determinación del concepto de chilenismo, Santiago de Chile,
1954; J. J. MONTES GIRALDO, Dialectología y geografía lingüística. Notas de
orientación, ICC, Bogotá, 1970, págs. 53-55, especialmente.
3. Op. cit., pág. 23.
4. Gredos, Madrid, 1980-1991, 6 tomos.
5. Espasa-Calpe, Madrid, 2001(22ª edición). En adelante citaremos
por DRAE.
6. Biblograf, Barcelona, 1997. En adelante citamos por DGLE.
7. Mayagüez, 1925 (1ª ed.); San Juan, 1931 (2ª ed.); Emecé Editores,
Buenos Aires, 1946 (3ª ed.). La edición consultada ha sido la 3ª.
8. Editorial Pedro Robredo, Méjico, 1942, 3 tomos.
9. Muchnik Editores, Buenos Aires, 1966 (1ª ed.); Muchnik Editores,
Barcelona, 1985 (2ª ed.). Hemos consultado la segunda edición.
Rosario Asensio Ruiz
531ÍNDICE
10. Buenos Aires, 1973 (1ª ed.); Editorial Sopena Argentina, Buenos
Aires, 1975 (2ª ed.). Hemos consultado la segunda edición.
11. Sociedad General Española de Librerías, Alcobendas (Madrid),
1990.
12. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, 1982. El prólogo corre a cargo
de la editorial Ramón Sopena, S. A. y no se indica el autor.
13. Editorial Everest, León, 1987 (2ª ed.).
14. Y sabemos que también en Lima.
15. Santamaría, «Introducción», págs. X-XI.
16. Es nuestro propósito advertir de que no es objeto de este
estudio ocuparse de lo que debería estar o no registrado en el DRAE.
El problema estriba, y es harto conocido, en que el diccionario no
siempre facilita una información completa y fidedigna sobre la
extensión de uso de las palabras. Sabemos que se registran como
generales palabras que no lo son en absoluto, y a la inversa, al tiempo
que faltan algunas voces que, por diferentes causas, siendo usuales a
uno y otro lado del Atlántico, no se han integrado aún en el Diccionario
académico, y que por ello han pasado en ocasiones a estimarse como
peculiares de una región. Por otro lado, es cierto que el DRAE no ha
seguido siempre un criterio determinado para incluir en su corpus
las voces americanas (de ahí que aparezcan estudios como el de
Renaud Richard (coordinador), Diccionario de hispanoamericanismos
no recogidos por la Real Academia. (Formas homónimas, polisémicas
y otras derivaciones morfosemánticas), Cátedra, Madrid, 1997; y el de
532 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
Ana Isabel Navarro Carrasco, La Academia y los americanismos en «La
tía Julia y el escribidor», Universidad de Alicante, Alicante, 2000), pero
continúa siendo un exponente clave de la lexicografía.
17. Consideramos que son posibles peruanismos, ya que con esta
única marca aparecen registradas en los diccionarios de lengua
general española consultados y en los diccionarios generales de
americanismos. Además, no figuran en los diccionarios dialectales
de otros países americanos y sí en los peruanos. Anotamos, entre
paréntesis, la referencia lexicográfica peruana.
18. Son aquellos términos y expresiones (locuciones adverbiales) que
no se han registrado en ningún diccionario ya sea de lengua española
general o americana, y que gracias al contexto de uso de la novela
o la explicación que oportunamente nos dio nuestra informante
peruana hemos podido llegar a comprender su significado.
19. Nacida en Lima (Perú) en 1984, 20 años, estudiante universitaria.
El cuestionario se llevó a cabo en los meses de octubre a diciembre
de 2003.
20. Hemos tomado como referencia dos novelas representativas de
estos escritores. De Ciro Alegría consultamos El mundo es ancho y
ajeno (Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1978) y de José María Arguedas,
Los ríos profundos (Biblioteca Ayacucho, Venezuela, 1978).
21. Se trata de americanismos que antes se usaban en España con
acepción distinta a la de América.
Rosario Asensio Ruiz
533ÍNDICE
22. Al ser amplio el material que clasificamos en esta sección, hemos
considerado oportuno en este punto realizar la siguiente clasifi-
cación: por un lado, los americanismos que no recoge por entrada
o lema, separando entre sí las voces y las locuciones adverbiales;
y, por otro lado, los americanismos que no registra por acepción o
significado, es decir, consta en el Diccionario la palabra, pero no el
sentido que nos interesa.
23. Aunque el DRAE registra la voz, anota en la última edición un
significado nuevo para ésta con localización americana, que no
consta en el DRAE-92.
24. Son aquellos términos y expresiones (locuciones adverbiales) que
no se han registrado en ningún diccionario ya sea de lengua española
general o americana, y que gracias al contexto de uso de la novela
o la explicación que oportunamente nos dio nuestra informante
peruana hemos podido llegar a comprender su significado.
534 ÍNDICE
Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa
Vicente Carbonell Pastor
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución
de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
I. Introducción
Que la Justicia o el Derecho es un aspecto presente
en la realidad cotidiana de cualquier ciudadano
es algo que todo el mundo sabe y tiene presente,
pues quien más y quien menos tiene, ha tenido o tendrá al-
gún roce con la misma a lo largo de su vida, incluso sin darse
cuenta el contacto con las normas legales es diario y habi-
tual, pues cualquiera en su quehacer rutinario se ve obligado
o por mera conducta cívica al cumplimiento de las normas
habituales de convivencia.
Este es un aspecto por todos conocido, no siéndolo tanto
su vertiente legal y práctica ante los tribunales, pues por su
complejidad y dificultad queda lógicamente reservada a los
estudiosos y profesionales del derecho, resultando una ma-
teria bastante ardua y controvertida pero a la vez apasionan-
te tanto en su aspecto práctico como doctrinal.
Por ello, la verdadera naturaleza de los órganos judicia-
les es desconocida por la mayoría de la ciudadanía, consi-
derando únicamente aquellos aspectos que son los que le
interesan a cualquier persona lega en derecho, cuales son el
536 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
obtener de los mismos el pronunciamiento adecuado a to-
das aquellas pretensiones sobre las cuales solicitan su tutela;
sin embargo, detrás de este aspecto tan simple se encuen-
tra todo un complejo funcionamiento que pasa inadvertido
para el ciudadano de a pie pero que para cualquier abogado,
procurador, juez y resto de personal al servicio de la Adminis-
tración de Justicia no, requiriendo mucho tiempo y estudio
un mínimo conocimiento del funcionamiento del mundo ju-
rídico o cualquiera de sus órganos judiciales.
En este punto es donde me voy a detener, intentando
acercar un poco más el funcionamiento y estructura de un
Tribunal en concreto, el Tribunal Constitucional (en adelante
TC), el órgano constitucional supremo en cuanto a la inter-
pretación de la Carta Magna se refiere, haciendo un estudio
especializado sobre un tema tan importante y problemático
como es la protección de los Derechos Fundamentales y Li-
bertades Públicas, recogidos en el Capítulo Segundo, Título I
“De los derecho y deberes fundamentales”, artículos 14 a 29 y
30 sobre la objeción de conciencia.
Estos Derechos y Libertades serán primeramente prote-
gidos por la jurisdicción ordinaria para, subsidiariamente,
buscar amparo ante el Tribunal Constitucional y si éste es
otorgado corresponde la inmediata ejecución de dicha re-
Vicente Carbonell Pastor
537ÍNDICE
solución, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en sus propios
términos.
De modo que la base de análisis de este trabajo partirá de
un estudio sobre la relevancia de la protección de los mismos,
combinado con un resultado y vista práctica de su ejecución
mediante unos casos prácticos, todo ello en atención a mi
base en esta profesión durante 20 años, ambición doble que
era perfectamente acogida por el Recurso de Amparo, figura
muy interesante para cualquier estudioso del Derecho, tanto
en su vertiente procesal como sustantiva o profesional.
No obstante, un aspecto que parece tan simple plantea
muchas dudas y diversas posiciones doctrinales, y lo que
pretendo es aclarar, en la medida de lo posible el por qué
de tanta problemática y diversidad, llevando a cabo una in-
vestigación del Recurso de Amparo cuyo resultado combi-
nado con una cierta práctica y ejemplos de algunos casos
nos alumbre un poco más hacia una mejor comprensión del
problema en la ejecución de sus resoluciones.
La idea de la que partí surgió a raíz del conflicto que se
produjo entre los dos Altos Tribunales de nuestro país, el
Constitucional y el Supremo, en el caso de la Sra. Isabel Preys-
ler contra la Revista Lecturas por vulneración de su derecho
al honor e intimidad personal tras la publicación de una serie
538 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
de reportajes donde la entrevistada era una antigua niñera
de una de sus hijas que ponía al descubierto datos sobre su
vida; caso en el que me adentraré más profundamente y que
me servirá de ejemplo para ilustrar mi exposición.
Pero por qué tantos problemas de ejecución tras cual-
quier resolución del Alto Tribunal que otorga el amparo al
recurrente, pues el artículo 92 (nota 1) de la Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional (en adelante LOTC) le confiere la
posibilidad de disponer en la Sentencia, resolución o actos
posteriores, quién ha de ejecutarla y, en su caso, resolver las
incidencias de ejecución.
La mayoría de las opiniones doctrinales al respecto con-
sideran que la principal traba a la que tiene que enfrentarse
el Tribunal es a él mismo, pues quizá el más llamativo pro-
blema jurídico-práctico con el que se encuentra es con su
actitud no todo lo activa como se le debería requerir, pues
comprobado está que no hace uso de las facultades que se
le conceden, entre ellas, la recogida en el artículo 55.1 de la
LOTC (nota 2), posibilidad de concretar cuáles deben de ser
las actuaciones y medidas necesarias para la correcta ejecu-
ción del asunto, unido al hecho de que tampoco es de ade-
cuado cumplimiento el artículo 87.1 de la LOTC (nota 3) que
Vicente Carbonell Pastor
539ÍNDICE
establece que todos los poderes públicos están obligados al
cumplimiento de lo que el TC resuelva.
Y no es únicamente la LOTC la que le reconoce esta posibi-
lidad sino que también se desprende de la Ley Orgánica del
Poder Judicial (en adelante LOPJ) en su art 5.1 (nota 4), que
básicamente viene a reconocer la supremacía de la Consti-
tución Española (en adelante CE) en nuestro ordenamiento
jurídico, lo que supone que vincula a jueces y tribunales en
su labor jurídica de interpretación de Leyes y Reglamentos
y también respecto de aquellas interpretaciones que de la
misma efectúe el TC.
En la práctica ello supone que el TC no debe constreñirse
al reconocimiento del derecho subjetivo que se le plantea
sino que puede y debe ir más allá concretando el contenido
de los derechos y libertades fundamentales que se le some-
ten, interpretando y concretando el mejor camino a seguir
para la resolución del asunto rápidamente y sin más inciden-
cias que las estrictamente necesarias.
A todo ello se debe añadir en la práctica la actitud un tan-
to liberal que muestra el resto de órganos judiciales frente a
las resoluciones del Alto Tribunal, unas veces por la poca pre-
cisión con la que éste resuelve en su fallo, por el poco interés
de aquellos otras, lo que supone que cuando las actuaciones
540 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
les son devueltas para su ejecución vuelven a plantearse sino
las mismas incidencias otras diferentes pero que suponen
nuevamente que el asunto inicie la cadena de apelaciones
que ya realizó hasta acabar otra vez ante el Constitucional,
haciendo que el ciudadano vuelva a ver sus derechos ya re-
conocidos demorados en el tiempo a causa de algún esla-
bón perdido en la cadena judicial y lo peor es que nadie sabe
cuál es.
De modo que una correcta posición ante este frente
abierto que ayudaría a cerrarlo en la mayoría de los casos
pasaría por la adopción por el tribunal de una postura más
activista en cada caso concreto en el que se le demandara la
protección y restablecimiento de un derecho fundamental o
libertad pública vulnerados, recogiendo en su fallo no sólo
el reconocimiento de esa vulneración sino también y, mucho
más importante, el correcto camino y medidas exactas que
los tribunales ordinarios deben seguir una vez que el asunto
fuera devuelto.
Así se lograría una mayor precisión tanto en el fallo como
en la concreta ejecución del asunto, dando un mayor impul-
so al sistema judicial pues se conseguiría una mayor rapidez
en la solución de los casos, menos aglomeración de trabajo
en los tribunales y una mayor satisfacción del ciudadano que
Vicente Carbonell Pastor
541ÍNDICE
vería solucionado su problema con más rapidez ya que el fin
último de la justicia es estar al servicio de los ciudadanos.
II. Naturaleza y presupuestos básicos del proceso
de amparo
A continuación considero relevante dar unas breves pin-
celadas sobre los principios fundamentales que rigen el pro-
ceso de amparo, sus características más importantes tanto
sustantivas como procesales para proporcionar al lector una
mejor comprensión del funcionamiento de este proceso, ob-
viando, lógicamente, la gran cantidad de matices que com-
porta cada aspecto y que no son relevantes a los efectos del
presente artículo, ya que entrar en ellos requeriría de mucho
más tiempo y espacio.
II.1.- Naturaleza, carácter subsidiario y autónomo
En primer lugar he de hacer necesaria referencia a la na-
turaleza del proceso de amparo pues estamos ante un pro-
ceso jurisdiccional, subsidiario e independiente.
La razón de ello está en que ante un lesión de los dere-
chos y libertades fundamentales especialmente protegidos
por el amparo, el perjudicado debe acudir siempre con ca-
rácter previo, salvo si nos encontramos frente a decisiones o
542 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
actos sin valor de Ley de los poderes legislativos del Estado
que luego trataré, y agotar la jurisdicción ordinaria, cual es la
impartida por los juzgados y tribunales ordinarios, cuyo pro-
cedimiento vendrá configurado según el derecho o libertad
de que se trate por su propia regulación legal, o de carecer
de ésta, por vía de los procedimientos de la Ley 62/1978, de
26 de diciembre de Protección Jurisdiccional de los Dere-
chos Fundamentales de la Persona, presupuesto de obligado
cumplimiento, pues sólo tras la última resolución ordinaria
se puede demandar en amparo ante el Constitucional.
Una vez agotado el proceso previo se inicia el proceso de
amparo ante el TC, por lo que a pesar de su denominación
no se trata de un medio de impugnación ordinario de reso-
luciones de un órgano inferior sino de un proceso autónomo
respecto del seguido previamente ante la jurisdicción ordi-
naria (nota 5).
II.2.- Legitimación activa y pasiva
Es necesario saber quién está legitimado para poder re-
currir en amparo. Activamente, según los artículos 53.2 y
161.1,b de la CE, la atribuyen al Ministerio Fiscal y al Defensor
del Pueblo, evidenciando la voluntad constitucional de dejar
clara la legitimación para toda persona de forma general, sin
Vicente Carbonell Pastor
543ÍNDICE
limitaciones, en principio, pues es concretada por los artícu-
los 46 y 47 de la LOTC, estableciéndose en su art. 80 (nota 6)
una remisión general a las normas sobre capacidad para ser
parte y capacidad procesal contenidas en la Ley de Enjuicia-
miento Civil (en adelante LEC).
En consecuencia, puede iniciar el recurso de amparo toda
persona física o jurídica, española o no española, incluso las
personas jurídico-públicas excepcionalmente y cuando ac-
túan en relaciones de derecho privado que se hayan visto
agraviadas en alguno de sus derechos fundamentales, ten-
gan un interés legítimo y directo y hayan sido parte en el
proceso judicial previo, debiendo ser adecuadamente pro-
bado por el interesado.
Podrán ser demandados en amparo, y por tanto, poseen
legitimación pasiva los Poderes Públicos que la CE configura:
Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, amplitud que nueva-
mente vuelve a concretar la LOTC en sus arts. 41 a 44, esta-
bleciendo el art. 41.2 que el recurso de amparo protege a to-
dos los ciudadanos ”frente a las violaciones de los derechos
y libertades originadas por disposiciones, actos jurídicos o
simple vía de hecho de los Poderes Públicos del Estado, las
comunidades Autónomas y demás entes públicos de carác-
544 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
ter territorial, corporativo o institucional, así como de sus
funcionarios y agentes”.
En todo caso, la presencia del Ministerio Fiscal en todo
proceso de amparo es necesaria y precisa, interviniendo en
defensa de la legalidad de los derechos de los ciudadanos y
del interés público tutelado por la Ley, art. 47.2 de la LOTC.
II.3.- Postulación procesal
La representación procesal viene regulada en los artículos
81 y 82.2 de la LOTC, que si bien no hacen mención alguna
al Defensor del Pueblo ni al Ministerio Fiscal, quizá por evitar
reiteraciones. sí se debe considerar que la poseen.
De modo que todas las personas físicas y jurídicas cuyo
interés les legitime para comparecer en los procesos consti-
tucionales, como actores o coadyuvantes, deberán conferir
su representación a un Procurador y actuar bajo la dirección
de Letrado, que deberá estar incorporado a cualquier Cole-
gio de Abogados de España en calidad de ejerciente.
II.4.- Cómputo de los plazos de interposición
Aunque del art. 80 de la LOTC parece desprenderse una
completa remisión en cuanto al “cómputo de plazos” previs-
tos en la LOPJ y en la LEC, es necesario aclarar que el propio
Vicente Carbonell Pastor
545ÍNDICE
TC ha construido su regulación, cuyo desconocimiento po-
dría acarrear serios errores; así, el mes de agosto es inhábil a
todos los efectos, salvo para el cómputo de interposición del
recurso.
El plazo para la interposición del recurso será diferente
según el acto ante el que nos encontremos, partiendo de los
supuestos recogidos en el art. 46 de la LOTC pero con base
en los artículos 42, 43 y 44 del mismo texto. De modo que si
estamos ante decisiones o actos sin valor de Ley, emanados
de las Cortes, de las Asambleas Legislativas de las CCAA o de
sus órganos que violen derechos fundamentales será de tres
meses; frente al poder ejecutivo será de veinte días siguien-
tes a la notificación de la resolución firme recaída en el pro-
ceso judicial previo; y, frente al poder judicial, el plazo será de
veinte días a partir de la notificación de la última resolución
firme recaída previamente.
II.5.- La demanda de amparo. Requisitos
Estamos ante un proceso que se inicia a instancia de par-
te lo que conlleva que se principie por medio de una deman-
da, siendo sus principios básicos el principio antiformalista y
el “iura novit curia”, que otorgan más importancia a la preci-
sión y claridad expositiva de los hechos que a su calificación
546 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
o “nomen iuris”, bastando que de la redacción del escrito se
pueda deducir cuáles son los hechos y los fundamentos de
derecho invocados en cuanto vehículo formal por el que se
introduce la pretensión, el objeto concreto sobre el que ver-
sa, la causa petendi y el petitum, como así recoge el art. 49.1
de la LOTC (nota 7).
Será necesario el acompañamiento de una serie de do-
cumentos, art. 49, párrafo 2 y 3, cual es el que acredite la re-
presentación del solicitante de amparo, por ejemplo repre-
sentación legal de incapaces, la “necesaria” en las personas
jurídicas y la técnica del Procurador; la copia o certificación
de la resolución recaída en el proceso judicial o administrati-
vo y así tener constancia de que se ha agotado la vía previa y
demás requisitos, así como tantas copias como partes fueron
en el proceso previo y una más para el Ministerio Fiscal; su
subsanación sería posible mediante un simple proceso que
se iniciaría en diez días desde la notificación de la providen-
cia con tal resultado, cuyo incumplimiento supondría la in-
admisión del recurso, arts. 50.5 y 85 de la LOTC.
Una vez presentada la demanda el Tribunal pone en mar-
cha el proceso como cualquier otro, apreciando su propia ju-
risdicción y competencia, analizando si concurren todos los
presupuestos y requisitos procesales, las causas de inadmisi-
Vicente Carbonell Pastor
547ÍNDICE
bilidad del art. 50 de la LOTC (nota 8), todo ello para compro-
bar con carácter previo que el recurso reúne los presupues-
tos de forma y fondo y rechazar aquellos infundados y que
entorpecerían la labor tutelar del Tribunal; podrá acordar o
denegar la acumulación recogida en el art. 83 (nota 9) de la
LOTC.
Si se supera este primer obstáculo, donde decaen la ma-
yoría de los recursos que se interponen, y admitida la de-
manda, la Sala requerirá con carácter urgente al órgano o a la
autoridad de quien dimana la decisión, el acto o hecho para
que en un plazo máximo de diez días remita las actuaciones
o testimonio de ellas, órgano que al cumplimentar el reque-
rimiento emplazará a quienes fueron parte para que puedan
comparecer, art. 51 de la LOTC.
II.6.- Características del acto lesivo
En primer lugar, es preciso partir de un concepto amplio
de lesión que sea capaz de englobar y dar cabida a todas las
posibles conductas lesivas de un derecho fundamental; de
modo que se considerará relevante aquella lesión que haya
menoscabado las facultades o posibilidades de actuación
inherentes al derecho, imposibilitando alcanzar los intereses
jurídicamente protegibles que lo conforman.
548 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
La primera característica que se le requiere a la lesión es
que sea ACTUAL, lo que significa que para poder repararla
y cumplir el fin del proceso, es necesario que ésta exista, no
sirviendo tampoco el que aún habiéndose producido el acto
u omisión sus efectos hayan desaparecido, por ejemplo por-
que el poder público lo haya rectificado o dejado sin efecto,
por lo que ya no cabría incoar el proceso, e igualmente ocu-
rre si ya iniciado, la lesión no está presente y desaparece, de
modo que la carencia sobrevenida de objeto conducirá a la
terminación anticipada del proceso de amparo aunque haya
superado más de un trámite procesal y por medio de acto di-
ferente a la sentencia, hecho que se incluirá entre el fenóme-
no de las crisis procesales en el sentido en que es entendido
por el Constitucional (nota 10).
En segundo lugar es necesario que la lesión se haya PRO-
DUCIDO YA y resulte PRESENTE en el momento de pedir la
tutela, como así postula MONTORO PUERTO. No obstante,
no es la única postura mantenida al respecto, pues hay un
grupo de autores que no dudan en atribuir al proceso de
amparo carácter preventivo junto al reparador. Así, por ejem-
plo, para CASCAJO SENDRA: “debe abrazarse sin reservas el
carácter esencialemente preventivo y reparador de los efec-
tos del fallo” o GIMENO SENDRA: “el objeto de la pretensión
Vicente Carbonell Pastor
549ÍNDICE
de amparo no es sólo restablecer, sino también preservar los
derechos fundamentales” (nota 11).
La postura del TC al respecto fue declarar que no cabía
el amparo con carácter cautelar por una lesión simplemente
temida, ya que como dijo en su STC 162/1985, de 29 noviem-
bre, el juicio de amparo no puede establecerse sobre la mera
posibilidad en abstracto de que la violación se produzca. Sin
embargo, más adelante sí consideró que era conveniente
atribuir un cierto matiz preventivo al proceso de amparo, al
menos para evitar que la efectiva consumación de la lesión
haga inviable la reintegración del derecho fundamental. Un
ejemplo de la efectividad de dicha eficacia preventiva lo en-
contramos en la posibilidad de suspender la ejecución de un
acto de los poderes públicos, según permite el art. 56 de la
LOTC, ya que mientras el acto lesivo no se ejecute se evita la
consumación de la vulneración y se preserva el contenido
del derecho, al tiempo que se preserva también la ulterior
posibilidad de restablecimiento.
Por último, se requiere que la lesión sea EFECTIVA, es de-
cir, existente y cierta, aspecto íntimamente relacionado con
el anterior, tanto que se puede decir que una lesión es hi-
potética o no efectiva sino se presente como actual, incluso
permite constatar la existencia de una auténtica lesión cuan-
550 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
do el carácter de actualidad aparezca como dudoso, pues el
Tribunal puede conceder el amparo cuando exista un acto
de los poderes públicos que incida directa y negativamente
sobre un derecho fundamental sin necesidad de acto subsi-
guiente o interpuesto, aunque no se haya ejecutado todavía
y, por tanto, la lesión no se haya consumado.
Una vez producida la lesión, la acción de amparo constitu-
cional exige que provenga de una actuación de cualquiera de
los poderes públicos del Estado, tema regulado ampliamen-
te por la LOTC en su art. 41.2 al establecer que se protegerá
a los ciudadanos frente a las violaciones de los derechos y li-
bertades fundamentales “originadas por disposiciones, actos
jurídicos o simple vía de hecho de entes públicos del Estado,
las Comunidades Autónomas y demás entes públicos de ca-
rácter territorial, corporativo o institucional, así como de sus
funcionarios o agentes”, declaración general que es comple-
tada en los artículos siguientes en función del poder público
de que se trate y que paso a tratar inmediatamente.
II.7.- Poderes públicos causantes del acto lesivo
A. Lesión proviniente del Poder Legislativo o de sus ór-
ganos, art. 42 de la Ley Orgánica que establece que cabe su
interposición frente a las decisiones o actos sin fuerza de ley
Vicente Carbonell Pastor
551ÍNDICE
emanados de las Cortes o de cualquiera de sus órganos, o de
las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas,
o de sus órganos.
Al respecto es necesario mencionar unos aspectos: sólo
se atenderá como poder público al órgano como tal y no a
los hombres individuales que lo integran; no cabe frente a
actuaciones que revistan forma de ley ni frente a normas o
disposiciones de carácter general, aunque no revistan la for-
ma de leyes, pues serán susceptibles de recurso de inconsti-
tucionalidad según el art. 161.1, a de la CE y 27 de la LOTC; los
llamados “interna corporis acta” o actos puramente internos
de la Cámara que regulan las relaciones de ésta con terceros
vinculados a ella por relaciones contractuales o funciona-
riales, “si llegan a vulnerar un derecho o libertad amparado,
queda desbordada la esfera de la inmunidad jurisdiccional
que les es inherente y se convierte en un acto sometido al
Tribunal Constitucional” (nota 12).
Como ya expuse anteriormente este es el único supuesto
en el que no es necesario agotar la vía judicial previa; el motivo
obedece a que nos encontramos ante el órgano que detenta la
soberanía popular y por ello dotado de ciertas garantías como
ésta y procederá el amparo una vez que el acto o decisión sea
firme con arreglo a las normas internas de las Cámaras.
552 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
B. Lesión proviniente del Gobierno, art. 43 de la Ley Orgá-
nica que establece que podrán dar lugar al recurso de am-
paro “las disposiciones, actos jurídicos o simple vía de hecho
del gobierno o de sus autoridades, o de los órganos ejecu-
tivos colegiados de las Comunidades Autónomas, o de sus
autoridades, funcionarios o agentes”.
También considero necesarias unas pequeñas puntuali-
zaciones al respecto de tan amplio artículo: la Ley habla sin
más de Gobierno, entendiendo que se refiere al mismo en
cuanto órgano político y en cuanto Administración Pública,
y dentro de ésta, tanto a la Administración del Estado como
a la territorial, corporativa e institucional, e incluso a entes no
administrativos que realizan actos de tal naturaleza, como
por ejemplo las Cortes, el Consejo General del Poder Judicial
o el mismo Tribunal Constitucional. Así, ha sido el propio Tri-
bunal quien a través de sus resoluciones ha ido precisándolo
por medio de sus resoluciones considerando poder público
a los Ayuntamientos, Colegios Profesionales...; también resul-
ta amplio el criterio seguido en cuanto a las formas de activi-
dad susceptibles de causar el agravio:
– disposiciones, en las que se incluyen los reglamentos
respecto de los que el Tribunal establece que aunque su con-
trol en principio es competencia de los órganos del Poder
Vicente Carbonell Pastor
553ÍNDICE
Judicial, sí es posible su control por vía de amparo cuando se
le impute una violación de algún derecho fundamental.
– actos jurídicos, su interpretación también será amplia
para que ninguno escape al control del Constitucional, por
ejemplo, la STC 47/1990, de 26 de abril, se refiere expresa-
mente a las instrucciones o circulares administrativas.
– vías de hecho, que se refieren a la actuación de la Admi-
nistración sin la cobertura que le proporciona un acto previo,
bien porque no existe bien porque aún existiendo la Admi-
nistración se excedió en la ejecución y también a la actua-
ción administrativa amparada en un acto que está viciado
de nulidad radical. Su utilización coloca a la Administración
en una posición igual a la de los particulares, sin perjuicio de
que el particular afectado pueda acudir a los remedios del
Derecho Administrativo.
C. Lesión proviniente del Poder Judicial, art. 44 de la Ley
Orgánica que establece que se otorgará el amparo frente a
las violaciones de los derechos y libertades que tengan su
origen inmediato en un acto u omisión del Poder Judicial,
exigiéndose con carácter previo que se agoten los recursos
existentes y se trate de violaciones producidas dentro del
proceso por Jueces o Tribunales que normalmente afectarán
554 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
a alguno de los derechos fundamentales reconocidos en el
artículo 24 de la CE.
D. Posibilidad de recurso de amparo por actos de parti-
culares que lesionan derechos fundamentales: al respecto, la
CE no excluye ni directa ni indirectamente dicha posibilidad
mientras que la LOTC sí lo ha excluido indirectamente por
medio del art. 41.2 al requerir que la lesión provenga de un
poder público. El TC lo excluye obligado por su art. 1, pero
ello no significa que no puedan acceder a la tutela, pues sí
se podrá por vía indirecta, imputando a un poder público la
resolución judicial que puso fin al proceso judicial.
III. Concretos problemas de ejecución tras la resolución
de amparo a partir de un ejemplo
Una vez tenemos una resolución del Tribunal Constitu-
cional, estimatoria y que reconoce que se ha producido una
vulneración de un derecho fundamental o libertad pública
por un acto lesivo de un poder público, procede inmediata-
mente la ejecución de la misma para darle adecuado cumpli-
miento, pudiendo surgir en este momento una serie de pro-
blemas que ya expuse en la introducción de este trabajo, y
es por ello por lo voy a intentar ilustrarlo a partir del ejemplo
Vicente Carbonell Pastor
555ÍNDICE
al que me referí, el asunto de Isabel Preysler contra la Revista
Lecturas.
Fue este un asunto muy “famoso” debido a las partes im-
plicadas pero que vino a poner de manifiesto la conflictivi-
dad y tensión existente entre nuestros dos órganos superio-
res, donde vinieron a redefinir sus competencias, y que vino
nuevamente a dejar constancia de la escasez terminológica
del fallo de las sentencias estimatorias del TC, lo que provocó
una interpretación marginal de la misma que inició toda la
polémica posterior en un caso ordinario de derecho a la in-
timidad y respecto del que voy a obviar el fondo del asunto,
pero del que surgieron otras conclusiones que las estricta-
mente tratadas por las repetidas resoluciones que se produ-
jeron, como la posibilidad o no del TC de fijar indemnizacio-
nes en los asuntos sobre violación de derechos y libertades y
que en mi opinión no está adecuadamente tratada, precisa-
mente por la “tensión” con la que finaliza el asunto tras doce
años y seis sentencias.
Básicamente los antecedentes del caso y que a mí me in-
teresan consisten en la publicación por la revista “Lecturas”
de una serie de capítulos tras la entrevista a la que había sido
la niñera de la hija menor de la demandante, la cual intepuso
demanda por intromisión ilegítima en el derecho a la intimi-
556 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
dad personal y familiar contra la empresa editora, su director,
el redactor jefe y contra la que fue su empleada, solicitando
se declarase tal intromisión y la condena solidaria al pago de
una indemnización de 50 millones de pesetas.Tras la Senten-
cia de Primera Instancia y la de la Audiencia Provincial que
condenaba al pago de diez millones por considerar que sí
existió intromisión, llega la del TS de 31 de diciembre de 1996
que estima lo contrario por considerar los hechos no atenta-
torios graves a la intimidad, sino una simple propagación de
chismes de escasa entidad. Formulado recurso de amparo, la
STC 115/2000, de 5 de mayo, lo estima y anula la Sentencia
del TS, y con ello resulta válida la Sentencia de la Audiencia,
pues a su juicio el reportaje sí constituía una intromisión en
su intimidad al no venir la información amparada por un in-
terés público y ser susceptible de afectar al conjunto de los
ciudadanos.
Una vez recibida la certificación de la Sentencia constitu-
cional mediante la STS de 20 de julio de 2000 se pronuncia
sobre la cuantía indemnizatoria, fijando el daño moral sufri-
do por la actora en 25.000 pesetas, teniendo en cuanta el ca-
rácter “insignificante” de los datos divulgados y el no haber
podido cuantificar económicamente las ventajas reportadas
por la publicación. Posteriormente, y tras la interposición de
Vicente Carbonell Pastor
557ÍNDICE
un incidente por indebida ejecución de la STC 115/2000 al
amparo del art. 92 de la LOTC y, subsidiariamente, recurso
de amparo por vulneración del derecho a la intimidad y a
la tutela judicial efectiva, llega la STC 186/20001 en la q el
TC considera vulnerado el derecho a la intimidad y que la
indemnización de 25.000 pesetas resulta insuficiente para
su reparación en atención a la gravedad atentatoria de los
datos revelados, pues a la hora de fijar el quantum se ha de
tener en cuenta la relevancia del derecho afectado y debe
llevar a cabo una reparación acorde con el relieve de los va-
lores e intereses en juego, todo lo cual no ha sido tenido en
cuenta en este caso. Y finalmente, coincidiendo con el nom-
bramiento y toma de posesión de los nuevos miembos del
CGPJ y del TC, se difunde la STS de 5 de noviembre de 2001
en la que el Pleno explicita las razones por las que considera
correcta la indemnización de 25.000 pesetas, pues considera
que el TC al fijar en el fallo de la STC 186/2001 la cuantía de la
indemnización está invadiendo las funciones de la jurisdic-
ción ordinaria y que “la indemnización por éste fijada no es
simbólica sino acorde con un principio de proporcionalidad
social y perfectamente adecuada a la realidad actual”.
Estos son básicamente los aspectos que me interesan
para llevar el hilo de la exposición, dejando claro desde este
558 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
mismo momento que el centro de toda polémica giró en tor-
no a la posibilidad o no de fijar la indemnización por uno o
por otro tribunal, radicando sus puntos de vista diferentes en
la base de sus argumentaciones, pues mientras el TS parte
de la doctrina civilista de los daños derivados de la respon-
sabilidad civil, el TC lo hace de la necesaria reintegración del
derecho fundamental conculcado, lo que llevó a crear en el
panorama jurídico cierta inseguridad que fue muy criticada
(nota 13).
Y como vengo diciendo esta polémica podría haberse
evitado si, como vengo repitiendo, el TC hubiera “definido”
mejor el fallo de su primera sentencia, tal y como le permite
el art. 55.1 de la LOTC, la extensión de los efectos de la decla-
ración de nulidad, el alcance del reconocimiento del dere-
cho lesionado y/o la adopción de las medidas encaminadas
al restablecimiento del derecho del recurrente, aspectos que
no trata sino que se limita a reconocer vulnerado el derecho y
a anular la Sentencia del Supremo y sin pronunciarse tampo-
co sobre el quantum indemnizatorio, sino que como ocurre
en otros supuestos al anular una resolución cobra eficacia la
anterior, en este caso la de la Audiencia que la establecía en
diez millones; resultando que tuvo en su segunda sentencia,
y tras la del TS, cuando tuvo que hacer uso de estas facul-
Vicente Carbonell Pastor
559ÍNDICE
tades razonando en torno al derecho indemnizatorio como
medida de reintegración del derecho vulnerado, tal y como
debería haber hecho desde un primer momento y haber
evitado toda la polémica, sobre todo, sobre la conveniente
declaración de firmeza de la resolución que el TC considera
válida pero que no hizo, es decir, la Sentencia de la Audiencia
Provincia de Barcelona, lo que hubiera sido sufieciente y qui-
zá menos problemático.
En este sentido se pronuncia el Profesor Díaz Revorio que
considera que la mayor parte de los problemas que surgen
en la ejecución tras un pronunciamiento del Constitucional,
residen en su propia decisión, pues a pesar del amplio mar-
gen que le concede el art. 55.1 de su Ley Orgáncia no hace
uso de esta facultad, siendo mucho menos conflictivo el que
además de anular la sentencia impugnada, declarara la fir-
meza de la racaida en la instancia anterior e, incluso, cabría la
posibilidad en la letra de la ley de que el TC procediera, en los
casos que lo considerara oportuno, a fijar una indemnización
económica para el restablecimiento del derecho vulnerado;
exigencias que deberán ser en todo caso matizadas, pues el
TC no debe inmiscuirse en la función jurisdiccional de juzgar
y hacer ejecutar lo juzgado de los Juzgados y Tribunales.
560 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
La postura del TC al respecto se refleja en una sentencia
reciente de 30 de junio de 2003 (RTC 2003, 127), en la que en
un caso similar declara que sí se ha vulnerado el derecho a la
intimidad personal de la demandante, que se la restablezca
en su derecho, anulándose las sentencias precedentes, retro-
trayéndose las actuaciones al momento procesal proceden-
te para que el Juzgado de Primera Instancia dictara una sen-
tencia nueva en la que estimando vulnerado su derecho se
diera respuesta a la pretensión indemnizatoria deducida en
la demanda de amparo (solicitaba la demandante seis millo-
nes), declarando si procede acceder a la misma y, en su caso,
en qué cuantía. Aquí de nuevo podemos observar como el TC
eludió pronunciarse sobre la indemnización solicitada, pues
considera que el hacerlo supondría suplantar al órgano judi-
cial competente en la labor de determinación del quantum
reparador de la lesión padecida, lo que se excluye de acuerdo
con su propia doctrina. Y de nuevo surgen más problemas a
causa de la indeterminación del TC en sus fallos, pues indica
al Juzgado que con base en la vulneración del derecho fije la
indemnización pero no hace ninguna referencia a nada más,
como pueden ser las bases de cálculo, lo que en la práctica
supone y supuso, pues en mi labor investigadora me puse en
contacto con el Letrado que presentó el recurso, Don José
Vicente Carbonell Pastor
561ÍNDICE
Bordiu Jovellanos de Gijón, el volver a recurrir la resolución
ante la posibilidad de encontrar en otras instancias una res-
puesta minoritaria en la condena como sucedió en el caso
que ha motivado mi trabajo.
Y qué es lo peor, pues el panorama de inseguridad jurídi-
ca que se crea hacia los ciudadanos, los cuales acaban viendo
en la jusiticia la mejor forma de pérdida de tiempo, dinero e
intereses tras largos procesos que duran años y que cuando
finalmente parecen haber terminado vuelven a empezar de
nuevo ante las respuestas poco claras de los órganos judi-
ciales.
No obstante, no son estos los únicos asuntos sobre los
que he trabajado, pues durante la elaboración de este traba-
jo de investigación, merecen ser destacados otros por haber
otorgado el amparo de forma tan clara que la parte deman-
dante ha logrado su satisfacción sin ningún problema poste-
rior, con resultados económicos adecuadamente estableci-
dos por el TC al resolver la estimación del amparo solicitado,
lo cual he conocido de primera mano, pues como ya dije, he
mantenido contacto telefónico y postal con los letrados que
defendieron cada uno de los asuntos.
Por ejemplo, la STC 20/2002, de 28 de enero (RTC 2002,
20) en el que un director y accionista minoritario de Caja
562 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
Postal es despedido por verter críticas contra su Presidente
en la Junta General de Accionistas. El TC reconoció vulnera-
do su derecho a la libertad de expresión, anulando las Sen-
tencias anteriores y ordenando restablecerlo en su derecho
fundamental vulnerado, declarando nulo el despido con los
efectos legales procedentes. Puesto en contacto con el Le-
trado, Don Lorenzo David Sánchez Velasco de Albacete, me
comentó que tras la Sentencia del TC no hubo que devol-
ver las actuaciones a ningún órgano más pues las partes se
pusieron fácilmente de acuerdo sobre la cuantía de los sala-
rios de tramitación dejados de percibir y tras unas pequeñas
incidencias en las que intervino el TSJ fue readmitido en su
anterior cargo de director de oficina.
En la STC 48/2002, de 25 de febrero (RTC 2002, 48) se ob-
serva un caso en el que la mera declaración de firmeza de
una resolución es suficiente para zanjar de forma definitiva
el asunto, pues a los demandantes, auxiliares del Ayunta-
miento de Fuengirola, que vieron extinguidos sus contratos
de trabajo por una reestructuración de plantilla por causas
económicas, el TC les reconoció vulnerado su derecho a la
libertad sindical, ya que casualmente todos los que fueron
despedidos estaban afiliados al sindicato Unión General de
Trabajadores (UGT), anulando la Sentencia del TSJ y decla-
Vicente Carbonell Pastor
563ÍNDICE
rando la firmeza de la dictada en Primera Instancia que su-
ponía la nulidad de los despidos y su inmediata readmisión,
tal y como se produjo según me relató su Letrada, Doña Jo-
sefa García Lorente de Madrid.
Otro ejemplo de máxima eficacia resolutiva lo encontra-
mos en la STC61/2002, de 11 de marzo (RTC 2002, 61), que
con igual implícito contenido económico e indemnizatorio,
con la sola declaración de firmeza zanjó el asunto, según me
informó el Letrado Don Manuel Álvarez de la Rosa de San-
ta Cruz de Tenerife, pues tras la Sentencia el INSS (Instituto
Nacional de la Seguridad Social) procedió inmediatamente a
abonar al recurrente la pensión de jubilación y en la cuantía
por éste estimada.
Por último, considero interesante mencionar la reciente
STC 181/2003, de 20 de octubre (RTC 2003, 181) pues sin de-
claración de nulidad y, por tanto, sin determinación de los
efectos de ésta, por inexistente, pero sí a través del recono-
miento del derecho vulnerado, con especificación y concre-
ción de las medidas encaminadas a su restablecimiento, se
consigue sin mención a lo largo de los fundamentos el re-
sultado práctico y eficaz esperable del pronunciamiento del
Alto Tribunal, que según nos informa el letrado recurrente
Don Torcuato Labella Lozano de Santiago de Compostela, al
564 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
haberse consignado el importe reclamado por el Banco eje-
cutante, terminó el asunto para el recurrente con la Sentencia
de amparo obtenida que declaró vulnerado su derecho a la
tutela judicial efectiva y anuló las actuaciones del juicio para
que fuera nuevamente emplazado personal y debidamente,
ya que en ningún momento estaba desaparecido, sino que
no se efectuaron correctamente las notificaciones.
En definitiva, considero que tres deben de ser los requi-
sitos que el Tribunal Constitucional tendría que tener en
cuenta en todo caso que se le somete a enjuiciamiento en
el momento preciso de dictar sentencia sobre el mismo y así
lograr que una sentencia de amparo “no devuelva” las actua-
ciones al órgano judicial cuya sentencia fue impugnada, lo
que supondría evitar la mayoría de problemas que surgen
en su ejecución, tanto para el resto de órgano como para las
propias partes y son:
– que ya exista en instancias anteriores una sentencia ple-
namente respectuosa de los derechos fundamentales, cuya
firmeza pueda declararse
– que desde el punto de vista constitucional no exista
margen para dictar una sentencia con un contenido diferen-
te, ni siquiera parcialmente
Vicente Carbonell Pastor
565ÍNDICE
– que no queden otras cuestiones por resolver, cuya re-
solución corresponda al órgano judicial en el ejercicio de su
función jurisdiccional
IV. Conclusiones
Tras la exposición de lo que a mi entender considero los
aspectos más relevante de esta tan complicado proceso y
para finalizar, se puede concluir lo siguiente:
El órgano constitucional comparte la tutela de los dere-
chos fundamentales y libertades públicas con el resto de
órganos judiciales del Estado, por lo que su protección es
sucesiva y no exclusiva y en base a los mismos criterios inter-
pretativos de los que parte la justicia ordinaria, de conformi-
dad con la CE y su propia Ley Orgánica. Por tanto, su principal
característica es su subsidiariedad de la jurisdicción común
y ordinaria, pues primeramente corresponderá a los Tribu-
nales ordinarios la protección de los derechos y libertades
fundamentales y solamente cuando se hayan agotado todos
los recursos se debe acudir ante el TC, proceso que él mismo
considera no directo, ni una segunda instancia ni un recurso
extraordinario como el de casación.En este proceso, como
en cualquier otro, el objeto de tutela jurisdiccional no es otro
que la pretensión que se formula por el peticionario, si bien
566 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
la singularidad radica en que se constriñe a la invocación de
la lesión de los derechos fundamentales y libertades públi-
cas protegidos de forma reforzada por la CE.
La protección de los mismos por medio de una sentencia
estimatoria, parte del art. 55 de la LOTC, el cual recoge el con-
tenido básico de estas sentencias para lograr el fin último
de este proceso que es el restablecimiento de la situación
lesiva que se recurre, radicando en este preciso momento el
que el asunto se resuelva correctamente o no, en función de
cómo se pronuncie el Tribunal, pues normalmente no suele
hacer uso de todas las facultades que este artículo le otorga
resultando las más de las veces sus pronunciamientos esca-
sos y faltos de determinación lo que conlleva innumerables
problemas a la hora de su ejecución.
Es por ello por lo que el Tribunal en los frecuentes recur-
sos frente a resoluciones judiciales lesivas de derechos fun-
damentales o libertades públicas, en relación a la segunda
parte del párrafo a) del primer punto del art. 55 de la LOTC,
una vez declara la nulidad de la resolución judicial, total o
parcial, debe determinar la extensión de sus efectos, pues en
estos casos cualquier resolución declarativa explicitaría qué
se debe hacer, si retrotraer o no las actuaciones o qué reso-
lución adquiere firmeza y sobre qué extremos, y el que tales
Vicente Carbonell Pastor
567ÍNDICE
manifestaciones resulten ser parte del pronunciamiento re-
cogido en el párrafo a), b) o c) del art. 55 de la LOTC es lo me-
nos importante, ya que lo relevante es el restablecimiento
del derecho o libertad lesionado y que ello no se convierta
en un nuevo inicio sin fin de nuevos procesos judiciales que
abocan al recurrente a años y años de espera.
También considero necesario señalar que, como vengo
reiterando constantemente, la resolución de amparo debe
reconocer el derecho o libertad vulnerado por el poder pú-
blico de acuerdo con el párrafo b) del art. 55 de la LOTC sin
mayor amplitud; no obstante, ello no le imposibilita para tal
pronunciamiento declarativo no pueda ser concretizado al
extremo específico de la lesión del derecho o libertad que se
reconoce, así que cabe que junto a la declaración de nulidad
se encuentre en segundo lugar este pronunciamiento que,
incluso, puede hacer del todo innecesario la adopción de
medidas necesarias para el restablecimiento del recurrente.
Según esto último, y si así se hiciera, podría llegar a con-
vertirse el párrafo c) del citado artículo en una cláusula resi-
dual e innecesaria, ya que no sería necesario especificar qué
medidas se requieren para el adecuado restablecimiento si
junto con la declaración de nulidad se especifica y concre-
ta el reconocimiento del derecho o libertad vulnerado y las
568 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
actuaciones que el poder público que lo ha infringido debe
realizar.
Para finalizar, lo correcto y necesario sería que el TC in-
tentara cambiar su postura a la hora de fallar no economi-
zando con unos y otros pronunciamientos, sino haciendo el
uso más extenso que pueda de todos ellos, ya que cuanto
más se extiende el TC al otorgar el amparo en la combina-
ción de los tres pronunciamientos que permite el repetido
precepto, menos contradicciones se producirán en la inter-
pretación y ejecución de sus Sentencias, ya sea por las partes
intervinientes o por los poderes públicos y, en particular, por
los órganos judiciales, evitando así el reinicio de la actividad
judcial y la reiteración de actuaciones que la mayoría de las
veces podrían soslayarse.
Por ello somos muchos los que consideramos que lo más
recomendable y deseable sería que el Tribunal se “desempol-
vara” de ciertos perjuicios limitativos derivados de una estre-
cha visión de la Administración de Justicia y se adentrara en
la resolución de los asuntos con la máxima eficacia posible
tras el difícil filtro por el que pasan hasta ser admitidos. La
doctrina más avezada y teoricista podrá continuar criticando
las Sentencias que rozan inmiscuirse en supuestos aspectos
de legalidad, entre los que se encuentra el reconocimiento
Vicente Carbonell Pastor
569ÍNDICE
a ser indemnizado, pero el recurrente y toda la sociedad de-
mocrática en general ganará en seguridad jurídica y eficacia
jurisdiccional.
Bibliografía citada
GÓMEZ AMIGO, L., “La Sentencia Estimatoria del Recurso de
Amparo”, Editorial Aranzadi, Pamplona, 1998.
CASCAJO CASTRO y GIMENO SENDRA, “El recurso de amparo”. Ma-
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CERVILLA GARZÓN, M.ª, “Derecho Fundamental a la intimidad y
familiar: Alcance y quantum indemnizatorio, Comentario
a la STC de 17 deSeptiembre de 2001 (RTC 2001, 186) Re-
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cho o reparación de un daño? Un comentario al caso de
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cional 15/2001.
570 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
MONTORO PUERTO, “Jurisdicción constitucional y procesos
constitucionales, ”Madrid, 1991, vol. II.
PIBERNAT DOMENECH, “Los pronunciamientos contenidos en las
sentenciasde otorgamiento de amparo constitucional”,
Revista de DerechoConstitucional, Instituto de Estudios
Fiscales, nº 29, 1990.
TOMÁS DE DOMINGO, “¿Conflictos entre derechos fundamenta-
les? Un análisis desde las relaciones entre los derechos a
la libre expresióne información y los derechos al honor y
a la intimidad”, Madrid, 2001.
Vicente Carbonell Pastor
571ÍNDICE
1. Art. 92 LOTC: “El Tribunal podrá disponer en la sentencia, o en la
resolución, o en actos posteriores, quién ha de ejecutarla y, en su
caso, resolver las incidencias de la ejecución.”
2. Art. 55.1 LOTC: “La sentencia que otorgue el amparo contendrá
alguno o algunos de los pronunciamiento siguientes:a. Declaración
de nulidad de la decisión, acto o resolución que hayan impedido el
pleno ejercicio de los derechos o libertades protegidos, con determi-
nación en su caso de la extensión de sus efectos.b. Reconocimiento
del derecho o libertad pública, de conformidad con su contenido
constitucionalmente declarado.c. Restablecimiento del recurrente
en la integridad de su derecho o libertad con la adopción de las
medidas apropiadas, en su caso, para su conservación.”
3. Art. 87.1 LOTC: “Todos los poderes públicos están obligados al
cumplimiento de lo que el Tribunal Consitucional resuelva”.
4. Art. 5.1 LOPJ: “La Constitución es norma suprema del ordena-
miento jurídico, y vincula a todos los Jueces y Tribunales, quienes
interpretarán y aplicarán las leyes y los reglamentos según lospre-
ceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de
los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el TC en todo
tipo de procesos”.
5. Así lo señala la STC 11/1992, de 27 de enero, al decir que “puesto
que el recurso de amparo, de acuerdo con la naturaleza de derechos
de la personalidad que tienen los fundamentos garantizados por la
Constitución, no es una nueva instancia jurisdiccional (STC 62/1982),
572 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
ni se configura como un recurso de casación (STC 21/1982), sino que
es un instrumento procesal dotado de sustantividad propia”.
6. Art. 80 LOTC: “Se aplicarán, con carácter supletorio de la presente
Ley, los preceptos de la Ley Orgánica del poder Judicial y de la Ley
de Enjuiciamiento Civil, en materia de comparecencia en juicio,
recusación y abstención, publicidad y forma de los actos, comunica-
ciones y actos de auxilio jurisdiccional, día y horas hábiles, cómputo
de plazos, deliberaciones y votación, caducidad, renuncia y desisti-
miento, lengua oficial y policía de estrados.”
7. Art. 49.1 LOTC: “El recurso de amparo constitucional se iniciará
mediante demanda en la que se expondrán con claridad y concisión
los hechos que la fundamenten, se citarán los preceptos constitu-
cionales que se estimen infringidos y se fijará con precisión el amparo
que se solicita para preservar o restablecer el derecho o libertad que
se considere vulnerado.”
8. Art. 50 LOTC: “1. La Sección, por unanimidad de sus miembros, podrá
acordar mediante providencia la inadmisión del recurso cuando
concurra alguno de los siguientes supuestos:a) Que la demanda
incumpla de manera manifiesta e insubsanable alguno de los
requisitos contenidos en los artículos 41 a 46 o concurra en la misma
el caso a que se refiere el artículo 4.2.b) Que la demanda se deduzca
respecto de derechos o libertades no susceptibles de amparo consti-
tucional.c) Que la demanda carezca manifiestamente de contenido
que justifique una decisión sobre el fondo de la misma por parte
del Tribunal Constitucional.d) Que el Tribunal Constitucional hubiera
Vicente Carbonell Pastor
573ÍNDICE
ya desestimado en el fondo un recurso o cuestión de inconstitucio-
nalidad o un recurso de amparo en supuesto supuestamente igual,
señalando expresamente en la providencia la resolución o resolu-
ciones desestimatorias.”
9. Art. 83 LOTC: “El Tribunal podrá a instancia de parte o de oficio,
en cualquier momento, y previa audiencia de los comparecidos
en el proceso constitucional, disponer la acumulación de aquellos
procesos con objetos conexos que justifiquen la unidad de
tramitación y decisión. La audiencia se hará por plazo que no exceda
de diez días.”
10. ATC 383/1985, de 12 de junio: “hechos o vicisitudes que modifican
los elementos estructurales del mismo y la situación creada en el
momento de establecer la relación jurídico procesal. Entre tales
crisis, son de particular significación aquellas que afectan de manera
directa al objeto del proceso, constituido por la pretensión del actor
y la posición que la parte frente a quien la pretensión se formule
adopta ante ella, que constituyen en su conexión la denominada
controversia o cuestión litigiosa”.
11. CASCAJO SENDRA y GIMENO SENDRA, El recurso de amparo, págs. 84-
85.
12. STC 23/1990, de 15 de febrero.
13. Por ejemplo, por la Profesora María Dolores Cervilla Garzón,
“Derecho Fundamental a la intimidad personal y familiar: alcance y
quantum indemnizatorio, Comentario a la STC de 17 de septiembre
de 2001 (RTC 2001, 186) Revista Actualidad Aranzadi: “Y por ello, mi
574 ÍNDICE
Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional
crítica a la Sentencia del TC que comentamos, es haber provocado
una inseguridad en la sociedad al dejar a la luz un conflicto entre las
dos instituciones jurisdiccionales más importantes. En esta Sentencia
subyace el “enfado” del TC al contemplar cómo el TS, aun acatando
su fallo rebaja la voloración del daño de diez millones en los que lo
tasó la Aundiencia a veinticinco mil, dato este que, dadas las circuns-
tancias que se han puesto de manifiesto en el íter judicial, no tieme
otra lectura que la forma que tiene el TS de minimizar el daño con un
valor muy inferior al pedido por las partes.”
Vicente Carbonell Pastor
575ÍNDICE
Jesús Herranz Bellido
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores
de la Universidad de Alicante
Marco de referencia y antecedentes
Además de satisfacer el reto de formar profesionales
y ciudadanos cultos y capaces de configurar socie-
dades solidarias y de progreso, las universidades tie-
nen un nuevo reto que afrontar: ser un contexto de vida que
facilite comportamientos saludables y que redunde en la ca-
lidad de vida, no solo de la comunidad universitaria sino de
toda la sociedad en general. Se propone aquí que las univer-
sidades, desde el modelo de promoción de la salud basado
en los contextos, pueden hacer muchas cosas para promover
y proteger la salud; para crear ambientes de vida y de trabajo
conducentes a la salud; o para ser un recurso para la salud de
la comunidad. Este es el espíritu que impregna el programa
de las Universidades Promotoras de Salud (Health Promoting
Universities) auspiciado por la Organización Mundial para la
Salud y que constituye el marco de referencia en el que se
incardina el presente trabajo de investigación. Se defiende,
por tanto, la tesis de que difícilmente la Universidad podrá
atender satisfactoriamente las demandas sociales que le son
hechas si no cuida a sus estudiantes, a sus profesores, y de-
Jesús Herranz Bellido
577ÍNDICE
más personal, o si descuida su ambiente físico y social. Los
profesores son considerados como una de las “piedras angu-
lares” en la que se asienta la educación superior. Sin embar-
go, se conoce muy poco acerca de su calidad de vida general,
trabajo o salud. Los trabajos revisados sólo analizan aspectos
parciales de cada una de estas tres dimensiones. Los profe-
sores universitarios constituyen una población de relevancia
e interés para la realización de estudios de bienestar y sa-
lud dado su significativo papel como educadores y modelos
ejemplares, y también, por el prestigio social y la relevante
posición que ocupan en la vida pública.
En el estudio de la calidad de vida hemos considerado
las tesis de Reig (2000, 2002, 2003) quien propone un con-
cepto y una evaluación de la calidad de vida que no depen-
de sólo del bienestar psicológico o de la satisfacción que
experimentan las personas, sino que también y sobre todo
está sustancialmente compuesta por elementos y dimen-
siones de carácter comportamental, esto es, por lo que uno
hace o deja de hacer para vivir una vida de calidad. Este es el
concepto que ha a servido de referente en nuestro estudio,
donde “lo que la persona hace y cómo experimenta lo que
hace”, pasa a ser el objeto de estudio de la calidad de vida. Las
ocupaciones y comportamientos, y cómo se experimentan
578 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
estos van a explicar una parte sustancial de nuestra calidad
de vida. Si uno hace aquello que quiere hacer es mucho más
probable que experimente capacidad, éxito y bienestar psi-
cológico. Si la persona hace lo que no quiere hacer o no hace
lo que quiere hacer es probable también que experimente
malestar psicológico y no valore positivamente su quehacer.
La salud, las creencias, los recursos materiales, las habilidades
sociales, o el apoyo social, van a ser importantes aunque no
determinantes para vivir una vida de calidad. La salud y las
demás variables serán recursos para una vida de calidad y de
cantidad.
El trabajo desempeña un papel prominente en la vida
de los individuos, no sólo porque una parte significativa de
tiempo y energía se dedica a actividades laborales, sino tam-
bién porque gracias a él se obtienen compensaciones eco-
nómicas, materiales, psicológicas y sociales. El trabajo profe-
sional es un aspecto central del funcionamiento social y de
la calidad de vida personal (Warr, 1999). La actividad laboral
puede llegar a constituirse en una fuente bienestar. A través
del desempeño profesional se puede obtener un nivel de
activación o estimulación que muchas personas encuentran
agradable, además el trabajo posibilita el establecimiento
de relaciones sociales positivas creando en los individuos
Jesús Herranz Bellido
579ÍNDICE
un sentimiento de identidad y significado (Csikszentmihalyi,
1990; Scitovsky, 1976).
Hemos advertido que la actividad laboral se encuentra
muy diversificada y mientras que en algunos trabajos existen
posibilidades y oportunidades para el desarrollo personal y
profesional, en otros, no se llega ni al mínimo en la satisfac-
ción de necesidades como seguridad, autoestima, realización
o reconocimiento social. Es por ello, por lo que se dice que
los trabajos, en función de estas condiciones, ofrecen mayor
o menor calidad de vida laboral y las personas, en función de
sus propias experiencias laborales, perciben mayor o menos
calidad de vida en su entorno laboral (Peiró, 1996). Otra de
las razones por la que una buena parte de nuestra investi-
gación se centra en aspectos de la calidad de vida laboral se
debe a que las investigaciones que relacionan la calidad de
vida laboral con la calidad de vida general y la salud son muy
escasas por no decir inexistentes, de ahí el interés de dispo-
ner de datos que relacionen las tres dimensiones.
La calidad de vida laboral (CVL) es el término usado para
referirse a la forma en que se produce la experiencia laboral,
tanto en sus aspectos objetivos (condiciones, seguridad, hi-
giene, salario, etc.) como subjetivos (la forma en que dicha
experiencia es vivida por el trabajador). La calidad de vida
580 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
laboral está relacionada con la calidad de vida general, así
lo demuestran en un meta-análisis Tait, Padgett y Baldwin
(1989), quienes encuentran que la correlación media entre
satisfacción laboral y satisfacción vital es de r=0,44.
Se han establecido una serie de criterios para definir el
“trabajo satisfactorio” (Frankehaeuser y Johansson, 1986; Ka-
rasek y Theorell, 1990). Así un trabajo satisfactorio es aquel
que permite a los trabajadores la oportunidad de: a) influir
en él y controlarlo; b) sentir que lo que se ha hecho trascien-
de más allá del contexto laboral; c) experimentar un senti-
miento de comunidad y pertenencia en su lugar de trabajo
y d) desarrollar sus capacidades personales y aptitudes pro-
fesionales mediante un aprendizaje continuo. Según Motazz
(1985) las recompensas intrínsecas y el reconocimiento social
son también importantes predictores de satisfacción laboral.
El número de horas trabajadas y el bienestar laboral mantie-
nen una relación compleja que depende de algunos facto-
res moduladores como: complejidad de la tarea, si las horas
extras trabajadas, en su caso, se hacen voluntariamente, o si
existe conflicto entre responsabilidades familiares y trabajo
(Gechman y Wiener, 1975). Está claro que como la mayor par-
te de las asociaciones entre actividad laboral y satisfacción
Jesús Herranz Bellido
581ÍNDICE
vital son de naturaleza correlacional, nada se puede afirmar
acerca de relaciones de causalidad entre ambas variables.
Warr (1999) ha agrupado en 10 aspectos aquellas carac-
terísticas nucleares que deben ser utilizadas para la valora-
ción de distintos tipos de trabajos y que pueden dar lugar
a variaciones importantes en la valoración personal de los
mismos y en su repercusión sobre el bienestar relacionado
con el trabajo. Según este autor, los trabajos u ocupaciones
laborales se pueden diferenciar según el grado en que estén
presentes las ya referidas diez características fundamentales
y las variaciones resultantes darán lugar a diferencias en el
bienestar relacionado con la actividad laboral. Estas caracte-
rísticas comunes son:
1) Oportunidades para el control personal (capacidad para
tomar decisiones, autonomía, ausencia de supervisión cer-
cana, libertad de elección...);
2) Oportunidad para la utilización de las habilidades perso-
nales en el trabajo;
3) Metas generadas externamente (demandas laborales, so-
brecarga cuantitativa y cualitativa, conflictos trabajo-fami-
lia, etc.);
4) Variedad (de tareas, de habilidades, de contenidos, etc.);
582 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
5) Claridad ambiental (grado de información sobre las re-
percusiones del comportamiento laboral, retro-infor-
mación sobre las tareas realizadas, información sobre el
comportamiento requerido, etc.);
6) Disponibilidad de dinero (nivel de ingresos, recursos eco-
nómicos);
7) Seguridad física (buenas condiciones de trabajo, niveles
adecuados de temperatura y ruido, ausencia de peligros,
...);
8) Supervisión de apoyo (consideración recibida por los di-
rectores o jefes, grado de apoyo de los supervisores,...);
9) Oportunidad para las relaciones interpersonales (canti-
dad y calidad de la interacción, densidad social, tipo de
relaciones mantenidas con los compañeros, etc.);
10) Posición social valorada (prestigio ocupacional, impor-
tancia social del trabajo, rango social de la profesión,
etc.).
La tesis que avala el interés por el estudio de la calidad
de vida, el trabajo y la salud de los profesores de universidad
implica que para llevar a cabo un trabajo de calidad el pro-
fesor universitario debe se sentirse satisfecho laboralmen-
te y que si su calidad de vida es buena se podrá esperar de
él un desempeño profesional de calidad. Hemos escogido,
Jesús Herranz Bellido
583ÍNDICE
como ya se ha expresado anteriormente un enfoque de la
calidad de vida que enfatiza los aspectos comportamenta-
les, es decir, las ocupaciones y conductas del profesor de uni-
versidad y cómo experimenta estos comportamientos, van a
constituirse en una parte sustantiva de su calidad de vida. Si
uno hace lo que quiere hacer es mucho más probable que
experimente capacidad, éxito y bienestar psicológico. Si un
profesor universitario hace lo que no quiere hacer o no hace
lo que quiere hacer, es probable también que experimente
malestar psicológico y no valore positivamente su quehacer
profesional. Por lo tanto, para conocer la calidad de vida ge-
neral y laboral de los profesores resultará de interés conocer
qué es lo que hace y cómo valora eso que hace un profesor
de universidad.
Se puede afirmar que el trabajo de los profesores de
universidad reúne un buen número de características ocu-
pacionales que tienden a asociarse con elevados niveles de
satisfacción laboral, bienestar psicológico y calidad de vida,
tales como: alta autonomía, flexibilidad, elevada cualifica-
ción, variedad y significación de la tarea, responsabilidad,
participación en la toma de decisiones o prestigio social, en-
tre otras. Un mayor control personal sobre la tareas a desem-
peñar, como el que suele tener el profesor universitario, se
584 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
asocia con menor riesgo de sufrir ansiedad o depresión, así
como con un mayor bienestar y satisfacción laboral. Cuan-
do se pregunta a los profesores universitarios que es lo que
más valoran de su trabajo responden que es: la libertad, la
independencia, la posibilidad de ser creativos y las oportuni-
dades para desarrollarse profesionalmente; por el contrario,
la mayor parte de las insatisfacciones se relacionan con esca-
sez en la remuneración y en las condiciones materiales para
llevar las tareas académicas (Blomqvist et al., 1996; Westling
et al., 1999, cit. Askling, 2001-pag. 170) (Beliaeva et al., 2001).
A priori, un balance ente los aspectos positivos y negativos
del trabajo de los profesores de universidad permite afirmar
que se trata de una actividad laboral potencialmente benefi-
ciosa para su bienestar físico y psicológico.
Finalmente, los profesores de universidad constituyen
una población poco investigada y bastante desconocida en
la realización de estudios de calidad de vida, bienestar labo-
ral y salud. Los resultados de las escasas investigaciones exis-
tentes presentan generalmente una serie de características
conductuales de los profesores asociadas al rendimiento de
los estudiantes, pero no reflejan un perfil laboral o compor-
tamental del profesor de universidad (McKeachie, 1990; cit.
Guerrero, 1997 –pag. 176). Mignorance et al., (1993) afirman
Jesús Herranz Bellido
585ÍNDICE
que no es posible hablar de un sólo perfil de profesor univer-
sitario, sino que resulta más oportuno hablar de perfiles. Los
diferentes perfiles vendrían constituidos por una confluen-
cia de factores internos personales, formas de ser y concebir
la profesión y factores externos, sociales y académicos.
Objetivos de nuestra investigación
Objetivos principales
I. Describir y evaluar las dimensiones y componentes que
mejor caracterizan la calidad de vida general, la calidad de
vida laboral y el estado de salud de los profesores univer-
sitarios.
II. Establecer las relaciones existentes entre las variables más
relevantes del estudio referidas a la calidad de vida gene-
ral, la calidad de vida laboral y la salud.
III. Examinar los mejores predictores de la calidad de vida
en el trabajo y de la satisfacción laboral de los profesores
universitarios: en primer lugar, con predictores exclusiva-
mente del dominio laboral, y en segundo lugar entre los
diferentes dominios o bloques: de trabajo, de calidad de
vida general, de salud, y socio-bio-demográficos.
586 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
Objetivos secundarios
El cumplimiento de los referidos objetivos principales im-
plica una serie de objetivos secundarios:
1. Elaborar un instrumento valido, y fiable que evalúe los
determinantes esenciales de la calidad de vida general, la
calidad de vida laboral y la salud de los profesores univer-
sitarios.
2. Describir la satisfacción con la vida, la calidad de vida labo-
ral y el estado de salud del profesor universitario analizan-
do la existencia o no de diferencias en base a las variables:
género, edad y categoría académica del profesorado.
3. Describir la calidad de vida general, la satisfacción con la
vida, el grado de estrés y felicidad percibidos, y el balance
afectivo de los profesores de la Universidad de Alicante.
4. Cuantificar la calidad de vida laboral de los profesores de la
Universidad de Alicante a través de la elaboración de una
serie de índices sobre: calidad de vida en el trabajo, condi-
ciones de trabajo, el orgullo por el trabajo realizado, nivel
de alienación que se manifiesta en su puesto de trabajo,
grado de identificación con la universidad, y por último,
independencia, autonomía y grado de participación en
el trabajo. Realizar una comparación entre los índices de
calidad de vida laboral obtenidos por los profesores de la
Jesús Herranz Bellido
587ÍNDICE
Universidad de Alicante y los obtenidos por los trabajado-
res de la población general española participante en las
Encuestas de Calidad de Vida y Trabajo elaboradas por el
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, en 1999, 2000, y
2001.
5. Describir el grado de satisfacción del profesorado uni-
versitario asociado a una serie de actividades y aspectos
nucleares del contexto académico como son: la docencia
que se imparte, la investigación realizada, las relaciones
que establecen con los estudiantes y con los compañeros,
y finalmente, la satisfacción con la situación y promoción
académicas.
6. Conocer la prevalencia del síndrome de burnout en la po-
blación de profesores universitarios de la Universidad de
Alicante.
7. Conocer la prevalencia del acoso laboral o mobbing entre
el profesorado de la Universidad de Alicante.
8. Examinar el uso de las nuevas tecnologías en el trabajo
por parte de los profesores de la Universidad de Alicante,
y si dicho uso está influido por la edad, género o categoría
académica del profesorado.
9. Determinar el bienestar físico y psicológico de los profeso-
res universitarios.
588 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
10. Estudiar el estado de salud de los profesores examinando
una serie de indicadores relevantes de salud como son:
el estado de salud percibido, las molestias somáticas y
psicosomáticas referidas, el índice de masa corporal, el
número de enfermedades informadas, el cuidado de la
salud, el número de días de enfermedad, y el consumo de
medicamentos.
11. Examinar los comportamientos relacionados con la salud
(tanto los positivos como los de riesgo) tales como: prác-
tica de ejercicio y deporte, consumo de bebidas alcohóli-
cas y de tabaco, y hábitos de sueño.
12. Comparar nuestros resultados con los que se han publi-
cado anteriormente.
Diseño de la investigación
Se ha estudiado la calidad de vida laboral, la calidad de
vida general y la salud de los profesores de la Universidad
de Alicante. La recogida de datos se ha llevado a cabo me-
diante un cuestionario autocumplimentado y administrado
vía postal a través del servicio de correo interno de la Uni-
versidad de Alicante. El diseño, es por tanto, observacional y
transversal en cuanto al tiempo.
Jesús Herranz Bellido
589ÍNDICE
Población y diseño muestral
La población estudiada la componen los profesores de la
Universidad de Alicante. El diseño muestral ha sido proba-
bilístico y estratificado. La variable de estratificación ha sido
la categoría académica del profesorado, por considerarse
que se trata de una dimensión altamente discriminativa de
la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de
universidad.
La disponibilidad de información adecuada sobre el mar-
co muestral, a través del Centro de Procesamiento de Datos
(CPD) de la Universidad de Alicante, y la elección del proce-
dimiento de administración del cuestionario mediante el
servicio de correo interno de la citada universidad nos ha
permitido la autoaplicación anónima e individual del cues-
tionario.
El marco muestral ha quedado constituido por el listado
de profesores de la Universidad de Alicante a fecha de trein-
ta de abril de 2002, compuesto por 1782 profesores de todas
las categorías y vinculaciones contractuales (funcionarios y
contratados, tanto a tiempo parcial como a tiempo comple-
to). De ese listado informatizado por el CPD, se extrajo una
nuestra aleatoria, estratificada por categorías, de 589 profe-
sores. Dicha muestra se nos proporcionó ordenada por ca-
590 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
tegoría, nombre y apellidos, departamento de pertenencia
y centro de adscripción docente. El proceso de extracción
muestral fue realizado por el CPD. Previamente, se cursó la
pertinente solicitud a la Gerencia de la Universidad de Ali-
cante, indicándose la finalidad del estudio, la necesidad de
la información solicitada y el compromiso de confidenciali-
dad y reserva de los datos obtenidos. De acuerdo con lo que
dispone la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de da-
tos de carácter personal (BOE de 14/12/1999) desde los Ser-
vicios Jurídicos de la Universidad se accedió a la solicitado,
elevando unas observaciones que fueron cumplidas por el
autor del estudio.
Se han recibido 331 cuestionarios de los 589 que se re-
mitieron a través del correo interno de la Universidad de Ali-
cante. Hemos obtenido una tasa de respuesta del 56,19%.
Instrumentos de medida
El cuestionario que hemos elaborado y presentado a los
profesores consta de 71 preguntas y se encuentra dividido
en 5 grandes apartados: Introducción, Calidad de vida gene-
ral, Calidad de vida laboral (Trabajo), Estado de salud y Datos
biodemográficos y laborales. Se han utilizado, entre otras,
las siguientes medidas: la Escala de Satisfacción con la Vida
Jesús Herranz Bellido
591ÍNDICE
de Diener, las escalas del Cuestionario de Calidad de Vida de
Ruiz y Baca, la Escala de Balance Afectivo de Bradburn, el In-
ventario de Estrés Laboral Asistencial de Maslach y Jackson,
diversas preguntas procedentes de la Encuesta Nacional de
Salud y de la Encuesta de Salud de la Comunidad Valenciana,
el CESP (Cuestionario para la Evaluación de la Satisfacción del
Profesorado) de Saénz y Lorenzo, preguntas de las Encues-
tas de Calidad de Vida en el Trabajo (ECVT) realizadas por el
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y del Cuestionario
sobre la Calidad de Vida y la Salud de los Estudiantes de la
Universidad de Alicante de Reig, Cabrero, Ferrer y Richart.
Además, siguiendo a Mullin et al. (2000), hemos incorpo-
rado una serie de estrategias y métodos empíricos en el di-
seño cognitivo de nuestro instrumento de recogida de datos
que han mejorado la calidad y la cantidad de la información
recibida y aportada por los encuestados
Análisis de datos
Primero se ha llevado a cabo un análisis descriptivo de
las variables continuas y categóricas del estudio. A continua-
ción, para el examen de relaciones divariadas, hemos utiliza-
do la prueba de ji cuadrado cuando las variables, ambas, eran
categóricas; la prueba t de Student y el análisis de varianza
592 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
en un sentido cuando una de las dos variables era de agru-
pamiento (si dos submuestras t de Student y ANOVA si más
de dos) y la otra continua, y análisis no paramétrico si no se
reunían los supuestos de normalidad o varianzas desiguales;
y estadísticos de correlación Spearman o Pearson cuando las
dos variables eran ordinales o continuas, respectivamente.
Para examinar la viabilidad de medidas compuestas se ha
empleado el análisis factorial exploratorio o el análisis fac-
torial común (según el nº de ítems) y el cálculo del alfa de
Cronbach.
Se ha examinado sistemáticamente las relaciones bivaria-
das entre las variables edad, categoría académica y género y
todas la variables relevantes de los tres dominios del estudio:
calidad de vida general, calidad de vida laboral y salud:
• Género: para conocer si la calidad de vida, las condiciones y
circunstancias ligadas a la actividad laboral y la salud de los
profesores pueden estar influenciadas por esta importante
variable demográfica, tal y como ocurre en otros ámbitos
profesionales y sociales no universitarios.
• Categoría académica: porque conocemos que se trata de
una variable importante en el ámbito académico, en la
medida que está ligada a estabilidad profesional, recono-
Jesús Herranz Bellido
593ÍNDICE
cimiento, estatus, incentivos económicos, diferencias en el
tiempo dedicado a tareas académicas etc.
• Edad: sabemos que la edad es una variable que modifica la
interpretación de los acontecimientos personales y profe-
sionales y que puede estar relacionada con diferencias la
percepción de la calidad de vida, la satisfacción laboral y la
salud.
Finalmente, se han realizado diversos análisis de regre-
sión múltiple. En primer lugar para analizar la relación en-
tre las variables de respuesta “calidad de vida en el trabajo” y
“satisfacción laboral” y una serie de variables independientes
del ámbito laboral, seleccionadas por su relación bivariada
significativa con las variables de respuesta. Y en segundo lu-
gar, sobre las dos mismas variables de respuesta pero en este
caso los predictores se agruparon por bloques y los bloques
fueron los diferentes dominios del estudio: variables bioso-
ciodemográficas, de calidad de vida general, de salud y tam-
bién de calidad de vida laboral. El procedimiento de entrada
de los predictores fue stepwise en ambos casos, aunque tam-
bién se usó la selección forzada para contrastar un modelo
teórico de satisfacción laboral con predictores exclusivos del
ámbito laboral.
594 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
Los datos se han analizado con el programa Stadistical
Package for Social Sciences (SPSS 11.5), en un ordenador PC
con un procesador Pentium IV a 2,66 Mhz.
Resultados y conclusiones más relevantes
1. La gran mayoría de los profesores de la Universidad de
Alicante considera que tiene una calidad de vida buena o
muy buena (7,94 en una escala de 0 a 10 puntos). Esta opi-
nión tan favorable se manifiesta tanto cuando los profesores
valoran en conjunto su calidad de vida reciente, su calidad
de vida en general y su felicidad, como cuando estiman por
separado cada una de estas dimensiones. La calidad de vida
de los profesores universitarios de nuestro estudio no está
influida por el género, la categoría académica, o la edad.
2. Los profesores universitarios muestran un grado de
satisfacción con la vida moderadamente alto (6,9 en una
escala de 0 a 10 puntos). La satisfacción vital de los profe-
sores se encuentra determinada por la categoría académica,
aunque no por la edad y el género. Es decir, los niveles de
satisfacción con la vida no son tan elevados entre aquellos
profesores que se encuentran en una situación profesional y
académica pendiente de estabilización y ocupan posiciones
académicas inferiores, que entre los que ocupan posiciones
Jesús Herranz Bellido
595ÍNDICE
académicas superiores y creen haber conseguido una parte
importante de sus objetivos o metas vitales.
3. La opinión que tienen los profesores sobre la vida que
llevan es la siguiente: un porcentaje cercano al 90% se sien-
te feliz, en líneas generales, (un porcentaje elevado aunque
algo inferior al que presenta la población general). Este ele-
vado nivel de felicidad percibida no es óbice para que pa-
ralelamente la práctica mayoría del profesorado considere
que vive una vida “estresante”, con más estrés incluso que el
que experimenta la población general. Más concretamente,
cuando analizamos el grado de satisfacción con una serie de
aspectos concretos de sus vidas, advertimos que, en gene-
ral, los profesores de nuestro estudio no se muestran dema-
siado satisfechos con su situación económica familiar y que,
también, experimentan un bajo grado de satisfacción con la
cantidad de tiempo libre del que disponen y con la vida que
actualmente llevan. La satisfacción de nuestros profesores
con estas tres dimensiones de su vida diaria está por deba-
jo de la que presenta la población general de trabajadores
españoles. El grado de satisfacción percibido con estas tres
aspectos de la vida diaria no está afectado por el género. Por
el contrario, la categoría académica influye en el grado de
satisfacción con la situación económica familiar, en el tiempo
596 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
libre del que se dispone y con lo que se hace a diario. Hemos
encontrado que los profesores con mayor nivel académico
tienden a mostrarse más satisfechos que el resto del profe-
sorado con dichos aspectos de su vida. Finalmente, la edad
sólo parece influir en el grado de satisfacción con la situa-
ción económica familiar, observándose que los más satisfe-
chos con su economía doméstica son los profesores de más
edad.
4. Los profesores universitarios muestran un bienestar
emocional elevado. Hemos encontrado que algo más de
nueve de cada diez profesores (91,2%) ha experimentado un
estado emocional positivo durante las dos últimas semanas.
Este dato es muy similar al que se ha obtenido al valorar la
felicidad percibida por nuestros profesores (el 89,4% se sien-
ten felices), sin embargo, hay que hacer notar que se trata de
dos variables diferentes y que se refieren a periodos tempo-
rales distintos (r=0,42). El tono hedónico de los profesores de
la Universidad de Alicante no está determinado por el géne-
ro o la edad, pero sí por la categoría académica.
5. Podemos afirmar que la calidad de vida laboral de los
profesores de la Universidad de Alicante es moderadamente
elevada, aunque no llega a ser notable (6,18 en un escala de
10 puntos). La gran mayoría del profesorado (94,3%) refiere
Jesús Herranz Bellido
597ÍNDICE
tener una calidad de vida buena o muy buena en el trabajo.
La categoría académica y la edad parecen influir en la cali-
dad de vida laboral de los profesores, de tal forma que, los
que tienen dedicación académica a tiempo completo, ocu-
pan posiciones académicas superiores y son funcionarios,
refieren tener una mejor calidad de vida en el trabajo que
los contratados a tiempo completo que no son funcionarios.
Hemos advertido que los profesores de más edad experi-
mentan y refieren una mejor calidad de vida laboral que los
más jóvenes. No existen diferencias debidas al género en la
calidad de vida en el trabajo de nuestros profesores.
Hemos encontrado que la calidad de vida en el trabajo de
los profesores se fundamenta en que desempeñan una acti-
vidad profesional estimulante, interesante, flexible, creativa y
variada que permite una gran autonomía, elevada capacidad
en la toma de decisiones, y un significativo control sobre las
tareas a realizar. Que ocasiona, además, un moderado can-
sancio emocional, y es considerada útil, provechosa y de la
que uno puede sentirse orgulloso. Hay que resaltar que todas
estas características esenciales del trabajo de los profesores
son de naturaleza intrínseca. Por otra parte, se trata de un
trabajo que se lleva a cabo en unas condiciones materiales
más que aceptables. Hemos encontrado que la satisfacción
598 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
con algunas dimensiones específicas de la vida diaria pare-
cen influir en la calidad de vida en el trabajo. Todos estas ca-
racterísticas de naturaleza intrínseca son capaces de explicar
un 46,4% de la variabilidad de la calidad de vida en el trabajo
de los profesores de la Universidad de Alicante.
6. Los profesores universitarios que hemos estudiado ma-
nifiestan un nivel de satisfacción laboral moderadamente
elevado (6,92 en un escala de 10 puntos), aunque globalmen-
te se sienten algo menos satisfechos con su trabajo que lo
que están los trabajadores españoles de la población activa.
Es decir, los profesores de nuestro estudio, a pesar de poseer
una mejor calidad de vida laboral que los trabajadores de la
población general, se sienten menos satisfechos de su traba-
jo que éstos. Ni la edad, ni el género parecen relacionarse con
la satisfacción laboral percibida, no así la categoría académi-
ca; los profesores de las categorías académicas superiores
son los que se sienten más satisfechos laboralmente.
Igual que hemos hecho con la variable calidad de vida
en el trabajo, a partir de diferentes análisis de regresión he-
mos establecido el modelo más simple y consistente que, en
nuestra opinión, mejor explica la satisfacción laboral. De los
resultados obtenidos se deduce que los profesores presen-
tan un grado elevado de satisfacción laboral porque están
Jesús Herranz Bellido
599ÍNDICE
satisfechos de la docencia que imparten, de la investigación
que realizan, de las relaciones que mantienen con los estu-
diantes y con los compañeros, así como de su situación o
posibilidades de promoción académicas. Además, conside-
ran que el trabajo que desempeñan es estimulante y parti-
cipativo, poco alienante, y que les hace sentir orgullosos. Su
ocupación laboral no ocasiona un elevado cansancio emo-
cional y proporciona un moderado, aunque tendente a bajo,
grado de realización personal. Hemos encontrado, además,
que aquellos profesores que se sienten satisfechos con sus
vidas tienden a estarlo también en su trabajo. Estas variables
son capaces de explicar conjuntamente un 55,1% de la va-
riabilidad de la satisfacción laboral de los profesores de la
Universidad de Alicante.
7. El examen de calidad de vida laboral de los profesores
es el elemento principal de esta investigación. Por ello se ha
procedido a realizar un análisis más detenido y detallado de
dicha calidad de vida laboral utilizando y valorando una serie
de índices de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo de
los años 1999, 2000, 2001. Hemos observado que, en general,
los profesores universitarios obtienen puntuaciones supe-
riores a la población general de ocupados y a la de técnicos y
profesionales científicos e intelectuales (pertenecientes a la
600 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
citada población) en los índices de condiciones de trabajo, e
integración laboral. Nuestros profesores se sienten más inte-
grados laboralmente y tienen unas mejores condiciones de
trabajo que los trabajadores de la población general. Hemos
encontrado, además, que aunque los profesores universita-
rios consiguen puntuaciones superiores a las de la población
general en el índice de orgullo en el trabajo, el grupo de cien-
tíficos e intelectuales de dicha población se siente más or-
gulloso de su trabajo que los profesores universitarios. Esto
mismo ocurre respecto de la participación en el trabajo: los
profesores universitarios obtienen puntuaciones superiores
a las de la población general de ocupados, pero inferiores a
las que obtienen los científicos e intelectuales de la pobla-
ción general. También hemos advertido que los profesores
de la Universidad de Alicante se sienten menos alienados
laboralmente de lo que se siente la población general de tra-
bajadores pero algo más que el referido grupo de científi-
cos e intelectuales. Finalmente, en el índice de autonomía en
el trabajo es dónde aparece la mayor divergencia entre los
profesores universitarios y el resto de los trabajadores. Este
índice mide conjuntamente la creatividad, participación, in-
tegración y flexibilidad laborales. Hemos notado que estas
características aparecen con mayor intensidad en el trabajo
Jesús Herranz Bellido
601ÍNDICE
de los profesores universitarios, parecen ser los factores dife-
renciales de su actividad profesional cuando se les compara
con los trabajadores de la población general, y posiblemente
los que más peso pueden tener sobre su satisfacción y cali-
dad de vida laborales.
8. Nuestros profesores valoran positivamente las condi-
ciones laborales en las que llevan a cabo su trabajo; se en-
cuentran satisfechos de la duración de su jornada laboral, de
las vacaciones y días libres de los que disponen, y de las ayu-
das y prestaciones sociales recibidas. El único de los aspectos
de sus condiciones de trabajo que es mal valorado es el que
se refiere al salario recibido.
9. Se ha examinado la sobrecarga laboral de los profeso-
res universitarios encontrando que las profesoras se sienten
más cansadas, con mayor estado de tensión y mayor sensa-
ción de estar desbordadas por el trabajo que sus colegas va-
rones. Los resultados obtenidos en nuestro estudio apuntan
en la línea de que los profesores (mujeres y varones) presen-
tan una mayor sobrecarga laboral y una menos disponibi-
lidad de tiempo libre que la que presenta la población ge-
neral y otros grupos ocupacionales que nos han servido de
referencia. A pesar de que los profesores de nuestro estudio
se sienten sobrecargados laboralmente, muestran tasas in-
602 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
feriores de estrés laboral que los trabajadores españoles y
europeos pertenecientes a la población general y que otros
profesores universitarios con los que hemos establecido una
comparación.
10. La prevalencia del síndrome de estrés laboral asisten-
cial o burnout entre los profesores de la Universidad de Ali-
cante es baja (1,8%). Comparados con diversas muestras de
profesores universitarios de otras universidades nacionales y
extranjeras y con otros trabajadores pertenecientes a la po-
blación general española, los profesores de la Universidad de
Alicante presentan menores niveles de Cansancio emocional
y Despersonalización, lo que resulta muy positivo, aunque ex-
perimentan, en contraposición, una menor Realización per-
sonal en el trabajo. No obstante, existe un porcentaje de pro-
fesores (14,9%) con job engagement, es decir, implicados en
su trabajo y que tienen la sensación de estar haciendo algo
que profesionalmente “vale la pena”. La reducida presencia
de burnout y la existencia de un porcentaje significativo de
job engagement entre los profesores de la Universidad de
Alicante viene a corroborar la buena calidad de vida laboral
percibida por nuestros profesores.
11. Cuando se analizan algunos aspectos específicos del
trabajo de los profesores de la Universidad de Alicante se
Jesús Herranz Bellido
603ÍNDICE
observa que las dos actividades académicas que más satis-
facción producen son la docencia y las relaciones con los
estudiantes. Las relaciones con el resto de los compañeros
profesores son consideradas moderadamente satisfacto-
rias, mientras que lo menos satisfactorio, por ese orden, es
la investigación que se realiza, y la situación y posibilidades
de promoción académicas percibidas. Una mayor categoría
académica determina claramente un mayor grado de satis-
facción con la docencia, con la investigación que se lleva a
cabo, y con la situación y posibilidades de promoción acadé-
mica que se perciben o que se han alcanzado. Por el contra-
rio, ni la edad, ni el género parecen influir en la satisfacción
que se experimenta con estos aspectos nucleares del trabajo
de un profesor de universidad.
12. Los profesores de la Universidad de Alicante dedican
casi la mitad de su tiempo de trabajo a la docencia, algo más
de un tercio a la investigación y el resto a actividades bu-
rocráticas y administrativas. El tiempo dedicado a la docen-
cia está influido por la categoría académica. Lo mismo ocu-
rre respecto de la dedicación a la investigación. En cuanto
a la dedicación a tareas burocráticas y administrativas, ésta
depende de la categoría académica del profesorado y del
desempeño o no de cargo de gestión en la universidad. Los
604 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
profesores de la Universidad de Alicante, comparados con
los profesores universitarios españoles de hace 13 años (INE,
1991), dedican algo más de tiempo de su trabajo a la docen-
cia, bastante menos a la investigación y más a tareas buro-
cráticas y administrativas.
13. Consideramos que la prevalencia del denominado
acoso psicológico en el trabajo o mobbing durante el año
anterior al estudio es importante: un 6,6% de los profesores
lo experimentaron con frecuencia y un 12,1% a veces. Ni la
edad, ni el género de los profesores se relacionaron con la
presencia o no de mobbing.
14. Un elevado porcentaje de profesores (75,6%) consi-
dera que su estado de salud es bueno o muy bueno. Se trata
de un porcentaje algo superior al encontrado en diferentes
encuestas de salud llevadas a cabo entre la población gene-
ral adulta. La salud percibida por las profesoras es algo mejor
que la que refieren los profesores varones, aunque hay que
tener en cuenta que aquellas son más jóvenes que éstos en
casi 4 años. Por otra parte, nuestros datos apuntan a que la
categoría académica de los profesores tiene un efecto di-
recto sobre la percepción subjetiva del estado de salud. Sin
embargo, no hemos encontrado diferencias en el estado de
salud percibido que puedan estar relacionadas con la edad
Jesús Herranz Bellido
605ÍNDICE
del profesorado. Por otra parte, un análisis del estado de
salud de los profesores a partir de la frecuencia de las mo-
lestias psicológicas, somáticas y psicosomáticas informadas
muestra que las mujeres tienen peor salud que los varones
y una tendencia a que los profesores pertenecientes a cate-
gorías superiores presenten un mejor estado de salud que
los profesores de categorías académicas inferiores. La edad
no parece influir en la intensidad de estos síntomas psicoso-
máticos.
15. Los profesores de nuestro estudio presentan un grado
de bienestar físico y psicológico notable, aunque inferior al
que refieren otros grupos poblacionales que nos han servido
de comparación. No hemos encontrado diferencias estadís-
ticamente significativas en el bienestar físico y psicológico
que puedan ser explicadas por la edad, género o categoría
académica del profesorado.
16. La gran mayoría de los profesores de la Universidad
de Alicante (85%) refiere entre 3 y 11 enfermedades, número
que no está influido por el género ni la edad, aunque sí por
la categoría académica. Ahora bien, mientras que las mujeres
presentan una mayor prevalencia de jaquecas/ migrañas y
enfermedad de tiroides que los varones, éstos tienen la ten-
sión más alta y mayores niveles de colesterol y ácido úrico
606 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
que aquellas. La mayoría de los profesores considera que cui-
da adecuadamente su salud; este cuidado parece no estar
influido por el género, la categoría o la edad del profesorado.
Seis de cada diez profesores han acudido a consulta médica
por un problema propio de salud durante los últimos 6 me-
ses. La frecuencia con la que se recibe asistencia médica está
influida por la edad y la categoría académica, pero no por el
género. El promedio de días de enfermedad al año es de 7
días; ni la edad, el género o la categoría académica influyen
en el número de días anuales de enfermedad referidos por el
profesorado de nuestro estudio.
17. Los profesores, en su mayor parte (74,6%), reconocen
haber consumido medicamentos durante las últimas sema-
nas, siendo más prevalente dicho consumo entre las profe-
soras y entre los profesores de más edad, que entre los varo-
nes y los profesores más jóvenes. Por tipo de medicamento y
género, hemos encontrado que los varones consumen más
medicamentos para el estomago/ intestino, somníferos y an-
tibióticos que las mujeres, mientras que éstas consumen ma-
yor cantidad de medicamentos homeopáticos que aquellos.
La categoría académica no influye en la cantidad de medica-
mentos consumidos.
Jesús Herranz Bellido
607ÍNDICE
18. Los valores del índice de masa corporal (IMC) muestran
que algo más de la mitad de los profesores tiene un peso sa-
ludable. Casi un 10% presenta bajo peso, aproximadamente
un tercio tiene sobrepeso y un 7% obesidad. La mujeres pre-
sentan mayores porcentajes de bajo peso, y peso saludable
y menores de sobrepeso y obesidad que los varones. En todo
caso, el porcentaje de obesos entre el profesorado univer-
sitario es inferior al que aparece en la población general. El
género y la edad de los profesores se relaciona con el IMC, no
así la categoría académica.
19. En relación con los comportamientos de salud, po-
demos concluir que los profesores de la Universidad de Ali-
cante practican actividades deportivas con una frecuencia e
intensidad inferiores a las que para su edad aconsejan los ex-
pertos. Sin embargo, hay que reseñar que sus hábitos depor-
tivos se asemejan a los de la población general. Ni la edad, el
género, o la categoría académica influyen en estos hábitos
deportivos. Los profesores dedican algo menos de tiempo al
sueño que lo que dedica la mayor parte de la población. Por
lo que se refiere al consumo de alcohol, la frecuencia de con-
sumo de esta sustancia entre el profesorado es muy similar a
la que presenta la población general. Lo mismo se puede de-
cir respecto de la intensidad del consumo de esta sustancia,
608 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
salvo en lo que respecta a los consumos problemáticos, en
los que los profesores presentan niveles muy inferiores a los
que aparecen en la población general. Con referencia al con-
sumo de tabaco, los profesores presentan una prevalencia
de consumo cercana a la que indican las encuestas epide-
miológicas generales sobre consumo de esta sustancia. Tam-
bién en este consumo existe un mayor número de mujeres
que fuman que de varones fumadores entre el profesorado
de nuestro estudio, pero al igual que lo que ocurre con el
consumo de alcohol, las profesoras presentan intensidades
de consumo inferiores a la de los profesores varones.
20. Los profesores refieren una imagen positiva de la Uni-
versidad de Alicante (74,7%) así como de los diferentes ser-
vicios y recursos que la universidad pone a su disposición. La
valoración global realizada es favorable (7,08 sobre 10 pun-
tos). En general, los profesores usan y valoran positivamente
los diferentes servicios, actividades y recursos que la Univer-
sidad de Alicante pone a su disposición para llevar a cabo su
trabajo o para el disfrute de su ocio y tiempo libre. Más con-
cretamente, las nuevas tecnologías de información son utili-
zadas con asiduidad por la mayor parte de los profesores: casi
la totalidad se conecta habitualmente a la pagina WEB de la
Universidad y utiliza con asiduidad el correo electrónico e
Jesús Herranz Bellido
609ÍNDICE
internet. Las bases de datos y las revistas electrónicas son los
recursos tecnológicos menos utilizados: menos de la mitad
de los profesores los utiliza regularmente. Hemos encontra-
do que la utilización de los recursos tecnológicos disminuye
con la edad siendo especialmente menos frecuente entre los
profesores de más de 55 años. En ningún caso el porcentaje
de profesores satisfechos con estos recursos tecnológicos es
inferior al 75%. Los servicios generales del campus (bibliote-
cas y servicio de préstamo interbibliotecario) son frecuen-
temente utilizados y bien valorados por los profesores. No
ocurre así con la formación de idiomas e informática, poco
utilizada por los profesores aunque sí bien valorada. Se ob-
serva un reducido uso de las instalaciones deportivas y de la
oferta cultural. En todo caso, la valoración de estos recursos
y servicios es muy positiva. Los servicios de restauración del
campus son frecuentemente utilizados y, en general, bien
valorados por los profesores. Otros servicios (aparcamientos,
cajeros automáticos, y servicios bancarios), la ubicación del
campus, el diseño arquitectónico de los edificios, las zonas
peatonales y las zonas verdes son bastante utilizados y bien
valorados por los profesores. Los profesores se muestran
moderadamente satisfechos de la funcionalidad de los edi-
ficios donde trabajan, bastante insatisfechos con los aparca-
610 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
mientos y accesos viales, y muy insatisfechos con las salidas
viales del campus. Con todo, los profesores hacen una buena
valoración general de la Universidad de Alicante.
21. Los profesores de la Universidad de Alicante presen-
tan el siguiente perfil biosociodemográfico: el profesor pro-
medio es varón (32,2% de mujeres), con una media de edad
de algo más de 40 años. Su estatura es cercana al 1,70 y su
peso medio es de 71,15 kilos. Nuestro profesor pesa algo
más, aunque también es más alto que el ciudadano medio
español. Las profesoras tiene un peso y una altura inferio-
res a la de los profesores varones, lo mismo que ocurre entre
los varones y mujeres de la población general. La mayoría de
los profesores (65%) están casados y hay más del doble de
profesoras separadas y divorciadas que de varones en este
estado civil. Los profesores en su gran mayoría viven con su
familia (un 87%), e hijos (el 59.6% tiene uno o más hijos) y ha-
bitan en una vivienda con buenas condiciones de habitabili-
dad. Gran parte del profesorado de nuestro estudio se consi-
dera católico (63,7%), aunque algo más de un tercio declara
(34,4%) no profesar ninguna religión. En cuanto a la práctica
religiosa, más de las tres cuartas partes del profesorado se
reconoce poco (33,2%) o nada religioso (43,8%).
Jesús Herranz Bellido
611ÍNDICE
22. Respecto del perfil laboral, nuestro profesor promedio
desempeña tareas académicas en la Universidad de Alicante
desde hace aproximadamente 10 años. La categoría acadé-
mica con mayor presencia en el campus es la de profesor aso-
ciado (41%). Este porcentaje es similar al que existe en otras
universidades de nuestro entorno geográfico y cultural. Algo
más de uno de cada cuatro profesores (25,7%) desempeña
un cargo académico en la universidad. Hemos observado
que la probabilidad de desempeñar tareas de gestión está
influida por el género (existen 2 varones por cada mujer con
cargo). Finalmente, el 39% de los profesores desempeña su
trabajo en el campo de conocimiento de Ciencias Sociales y
Jurídicas y el 20,5% en Humanidades. El género es una varia-
ble que produce diferencias en adscripción a los diferentes
campos de conocimiento. Estas diferencias son especialmen-
te significativas en Ciencias de la Salud donde los profesores
varones son minoría, y en Ingeniería y Tecnología donde me-
nos del 10% de los profesores son mujeres.
23. Se ha elaborado un instrumento para la evaluación
de la Calidad de vida, el Trabajo y la Salud de los profeso-
res universitarios que nos ha permitido explorar, conocer y
describir las dimensiones más importantes de cada uno de
estos tres aspectos estudiados. Se han analizado, además, las
612 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
relaciones entre la calidad de vida general, la calidad de vida
laboral y la salud, y por último, se han investigado cuales son
los determinantes que mejor explican la variabilidad de la
calidad de vida en el trabajo y de la satisfacción laboral de los
profesores universitarios.
24. Se ha seleccionado y trabajado con una muestra re-
presentativa de 331 profesores universitarios (200 varones
y 131 mujeres) de todas las edades, categorías académicas,
campos de conocimiento y centros académicos de la Univer-
sidad de Alicante. La muestra es, en general, representativa
de la población de la que procede. La moderada sobre-re-
presentación e infra-representación existente en una de las
categorías académicas (los profesores asociados) es conse-
cuencia de problemas de accesibilidad a este grupo de pro-
fesores y no tanto de una menor participación. El resto de
las categorías académicas que hemos utilizado en el estudio
se encuentran adecuadamente representadas en la muestra
obtenida. Por otra parte, se han establecido afijaciones no
proporcionales en aquellas categorías académicas que son
menos numerosas en la población. En todo caso, hemos co-
rregido estas mínimas diferencias muestrales creando una
variable de ponderación para corregir el efecto del diseño.
Jesús Herranz Bellido
613ÍNDICE
25. La cumplimentación del cuestionario sobre la Calidad
de vida, el Trabajo y la Salud fue bien acogida por los profe-
sores de la Universidad de Alicante. Creemos que la buena
aceptación del instrumento de evaluación se ha debido, en
parte, a que en su diseño y redacción se han seguido las re-
comendaciones de la metodología de encuesta con la apli-
cación de un conjunto de principios de diseño cognoscitivo
que han mejorado la percepción del cuestionario y quizás la
tasa de respuesta. La tasa de respuesta obtenida en nuestro
estudio, mediante encuesta autocumplimentada y remitida
a los investigadores a través del servicio de correo interno de
la universidad, ha sido del 56,19%, tasa que, en general, ha de
ser considerada aceptable y muy satisfactoria, teniendo en
cuenta las características de población y los datos sobre par-
ticipación que hemos encontrado en una revisión de otros
trabajos realizados con muestras de profesores universita-
rios. El procedimiento empleado en la fase de recogida de
datos, en el que se han utilizado sucesivos recordatorios, ha
tenido un efecto positivo sobre la tasa de respuesta, incre-
mentándola de manera significativa.
26. El hecho de haber conseguido una muestra repre-
sentativa, junto con la elevada tasa de respuesta que hemos
logrado en nuestro estudio, nos permite afirmar que los re-
614 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
sultados derivados de nuestra investigación se pueden ge-
neralizar al conjunto de los profesores de la Universidad de
Alicante.
27. No obstante, hay que hacer constar algunas limitacio-
nes de nuestra investigación. En primer lugar, es oportuno
considerar que a pesar de que la tasa de respuesta al cues-
tionario ha sido satisfactoria, se ha producido una moderada
infra-representación muestral de los profesores asociados
varones y una cierta sobre-representación de las profesoras
asociadas. Este hecho ha sido causado, como ya se ha indi-
cado, por problemas de accesibilidad y elegilibilidad en este
grupo de profesores y no de participación, en todo caso la
representatividad de la muestra respecto de la población
debe ser considerada adecuada. Otra limitación de nuestro
estudio se deriva de la naturaleza transversal del diseño de
investigación utilizado. Los resultados obtenidos en estudios
descriptivos como el nuestro tienen una finalidad principal-
mente exploratoria, orientativa e incluso analítica, pero no
posibilitan el establecimiento de una estricta predecibilidad,
ni tampoco permiten considerar la existencia de relaciones
de causalidad entre las variables que han sido examinadas
en nuestra investigación.
Jesús Herranz Bellido
615ÍNDICE
28. Esta investigación es la primera que desde el marco
del programa de las universidades saludables y de calidad
se realiza con profesores de la Universidad española. Los re-
sultados encontrados en nuestro estudio realizado en la Uni-
versidad de Alicante, a partir de la evaluación del estado de
la cuestión, señalan una serie de aspectos positivos a mante-
ner (calidad de vida, satisfacción), algunos comportamientos
a reducir (consumo de fármacos, sedentarismo, tabaquismo)
y diversos recursos a potenciar (salud, satisfacción laboral y
bienestar ligado al trabajo).
616 ÍNDICE
Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo
público es un trabajo de investigación sobre la cons-
trucción de este tema como problema social. El estu-
dio surge y se desarrolla en un espacio de tiempo en el que
la violencia contra las mujeres continúa provocando vícti-
mas, algunas incluso mortales. De ahí la necesidad de explo-
rar la actividad desarrollada en torno a este problema y, más
específicamente, las principales condiciones y actores que
promovieron la emergencia de este asunto en el discurso de
las instituciones de mayor relevancia social. La investigación
se centra en el análisis de la eclosión, el mantenimiento y las
consecuencias de la violencia contra las mujeres en los ám-
bitos político y mediático.
En este estudio no se ha pretendido abarcar el análisis de
todos los tipos de violencia de las que son víctimas las muje-
res, sino que se centra fundamentalmente en la violencia que
ejercen sus parejas (convivientes o no, presentes o anterio-
res), contra ellas. En este sentido, la Organización Mundial de
la Salud entiende por violencia contra las mujeres: “cualquier
comportamiento dentro de una relación íntima presente o an-
terior que causa daño físico, psíquico o sexual” (OMS, 2002: 97).
618 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
La violencia contra las mujeres concebida en este sentido
más estricto es, de hecho, la que mayor número de víctimas
mortales se ha cobrado en todo el mundo (Dutton y Kerry,
1999: 287).
El trabajo comienza haciendo una descripción general de
acontecimientos ocurridos en el contexto internacional que
precipitaron el traslado de la violencia contra las mujeres
desde la esfera privada a la pública. En este contexto, la in-
vestigación aísla los factores que propiciaron la deslegitima-
ción oficial de la violencia contra las mujeres en España: las
primeras movilizaciones que reclamaron respuestas sociales
y políticas a este problema, los planteamientos que dieron
lugar a los primeros planes oficiales para prevenir y erradicar
su existencia y los eventos que facilitaron su presencia en las
páginas de los periódicos españoles.
Una vez realizada esta exploración sobre la emergencia
del problema, se pasa a analizar los por qué y para qué de
la presencia de la violencia contra las mujeres en los espa-
cios discursivos político y mediático españoles. Así, en el es-
tudio se intenta explicar las razones por las que este asunto
se adentra en las agendas de los medios de comunicación y
las instituciones políticas españolas y se aportan datos para
la reflexión sobre las consecuencias de la trayectoria reco-
Carmen Vives Cases
619ÍNDICE
rrida por el tema de la violencia contra las mujeres en estos
ámbitos públicos.
1. Objetivos y metodología
El objetivo general de esta investigación es explorar la
construcción de la violencia contra las mujeres en la pareja
como problema social, teniendo en cuenta tanto las caracte-
rísticas del proceso, como los actores participantes y los re-
sultados obtenidos en cuanto a la evolución de la incidencia
del problema. Para dar respuesta a este objetivo general, los
objetos de estudio van a ser tanto el espacio discursivo po-
lítico como el mediático, puesto que, es comúnmente reco-
nocida su importancia en la construcción de los temas consi-
derados prioritarios por las sociedades contemporáneas. De
manera más concreta las metas específicas de este trabajo
son:
1. describir las condiciones y los actores que promovieron la
entrada de la violencia contra las mujeres como tema en
las agendas de las instituciones políticas y de los medios
de comunicación españoles y, más concretamente, en la
agenda de los partidos políticos y del Parlamento y de la
prensa.
620 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
2. analizar la frecuencia de aparición del tema en los espacios
discursivos político y mediático, una vez ya introducido en
sus agendas. Específicamente, se pretende explorar la evo-
lución temporal de la cobertura periodística y tratamiento
del tema en el seno del Parlamento en un espacio tem-
poral de cinco años (1997-2001), identificar los momentos
de ascensos y descensos en la frecuencia de aparición del
tema en las noticias y sesiones parlamentarias y determi-
nar los acontecimientos y factores explicativos principales
de dichos ascensos y descensos;
3. identificar los actores que han contribuido, entre 1997 y
2001, al mantenimiento del tema en los medios de comu-
nicación en calidad de periodistas y principales fuentes
informativas de las noticias y, en el espacio político como
agentes principales de diversos tipos de propuestas e ini-
ciativas;
4. distinguir los encuadres periodísticos del tema o los ti-
pos de noticias sobre este asunto, los principales sucesos
(agresiones, violaciones, asesinatos) y de medidas de con-
trol (de castigo a los agresores, de asistencia o protección a
las víctimas y de prevención del problema) difundidos por
la prensa y los tipos de medidas que forman parte de los
debates políticos; y,
Carmen Vives Cases
621ÍNDICE
5. explorar la posible relación entre ambas agendas, periodís-
tica y política; y, los principales tipos de medidas de control
(de castigo al agresor, de asistencia o protección a las víc-
timas, de prevención de problema) existentes en el debate
político y difundidos por los medios de comunicación y la
evolución de las denuncias y muertes de mujeres por la
violencia de sus parejas
Para el cumplimiento de estos cometidos concretos, se
realiza una revisión bibliográfica y un trabajo de campo.
La revisión bibliográfica se centra en la descripción de las
diferentes fases recorridas a lo largo del tiempo por la violen-
cia contra las mujeres como problema social. Así, en primer
lugar, provee de información sobre la fase pre-problema so-
cial de este asunto, es decir su introducción en la agenda de
los grupos feministas y los primeros momentos de co-actua-
ción entre estos grupos y el Gobierno español; en segundo
lugar, permite identificar cuáles fueron las condiciones pre-
cipitantes de los primeros planes oficiales contra la violencia
hacia las mujeres en España; y, en tercer lugar, sintetiza las
principales aportaciones de las investigaciones anteceden-
tes sobre la cobertura y el tratamiento periodístico de este
asunto.
622 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
El trabajo de campo consiste, en primer lugar, en la rea-
lización de entrevistas dirigidas a expertos sobre el tema
del ámbito político con la finalidad de proveer información
concreta sobre las condiciones y actores que promovieron
la entrada de la violencia contra las mujeres como asunto
de debate en el Parlamento español; y, en segundo lugar,
consta también de los análisis de contenido de las noticias
de prensa y de las actas parlamentarias sobre violencia con-
tra las mujeres en la pareja, con la finalidad de responder los
cometidos específicos de analizar la frecuencia de aparición
del tema en los espacios objetos de estudio, de identificar
los actores que están contribuyendo a dicha frecuencia de
aparición, de determinar los tipos de información y medidas
de control que se están difundiendo a través de estos ámbi-
tos y, de explorar su posible relación con la evolución de las
denuncias y muertes por violencia contra las mujeres.
2. Principales resultados
2.1 Estado de la cuestión en las agendas informativas
y políticas
La violencia contra las mujeres comenzó a hacerse pa-
tente en Inglaterra y Estados Unidos a propósito de las rei-
vindicaciones por la legalización de la separación conyugal
Carmen Vives Cases
623ÍNDICE
y el divorcio que lideró la “primera ola del feminismo” (1850-
1950). En aquella época, los malos tratos conyugales no sólo
no estaban penalizados, sino que además, estaban ampara-
dos por la ley (Walby, 1990: 146-147).
Aunque los inicios del tema en los grupos feministas pue-
dan identificarse a mediados del siglo XIX, no fue hasta casi
cien años después cuando la violencia contra las mujeres en-
tró a formar parte de sus políticas. Así, en la Inglaterra de las
décadas de 1960 y 70, los grupos feministas se organizaron
en torno a reivindicaciones por el logro de ayudas económi-
cas para poder ofrecer a las mujeres víctimas de malos tra-
tos un mayor soporte social, líneas de emergencia y grupos
de autoayuda. En aquellos momentos, se dieron intentos de
presión al estado para lograr apoyo económico y reformas
legislativas y, aunque no exista evidencia empírica de que fi-
nalmente se obtuvieran resultados, sí puede decirse que lo-
graron deslegitimar la violencia de hombres contra mujeres
(Walby, 1990: 149).
Al igual que en la Inglaterra de finales del siglo XIX la vio-
lencia contra las mujeres no sólo no estaba penalizada, sino
que además era reconocida como un derecho del cónyuge
varón; en la Constitución Española de 1978, no estaba reco-
nocida la igualdad de derechos entre hombres y mujeres
624 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
y hasta 1983 estuvieron amparados por todos los códigos
penales tanto el derecho del marido a la “corrección” de su
esposa, como el deber de obediencia de la mujer hacia el
marido.
La evidente disparidad temporal marcada por nuestro
país con respecto a Europa, no logró truncarse hasta el fi-
nal de la dictadura franquista y la Constitución de 1978. En
este contexto, comenzaron a pronunciarse públicamente los
grupos feministas españoles, que se mantuvieron en la clan-
destinidad desde su creación en 1975 (Abril y Miranda, 1978:
219). A partir de este momento se dieron una serie de acon-
tecimientos que favorecieron el diálogo y el trabajo conjun-
to entre los grupos feministas y el estado español.
En primer lugar, fueron claves el apoyo brindado por la
Convención de Naciones Unidas para la eliminación de toda
forma de discriminación contra la mujer en 1979 (CEDAW),
el desarrollo de dos gobiernos democráticos electos –UCD
en 1981 y PSOE en 1983– y la creación del Instituto de la Mu-
jer en 1983. A partir de estos acontecimientos, se dieron en
España las primeras campañas de carácter institucional para
denunciar la violencia contra las mujeres.
En segundo lugar, la III Conferencia Mundial sobre las
Mujeres celebrada en Nairobi en 1985. Fue entonces cuando
Carmen Vives Cases
625ÍNDICE
la violencia contra las mujeres emergió como un verdadero
problema de la comunidad internacional. Este acontecimien-
to puso de manifiesto la existencia de un clima internacional
de cierta sensibilidad hacia el tema, que “coaccionó a las ins-
tituciones políticas para que comenzaran a aceptar algunos de
los planteamientos feministas sobre la necesidad de auxiliar a
las mujeres” (Marugán y Vega, 2001: 19). Así, se promovieron
más campañas de información sobre el tema y la apertura de
las primeras casas de acogida.
En tercer lugar, las movilizaciones a favor de la reforma
de una serie de supuestos contemplados en el Código Penal
con relación al abuso sexual y la violencia contra mujeres de
mediados de los 80. En 1989 se aprobó esta reforma, pero
acabó con muchas de las expectativas que las feministas
pusieron en sus años de reivindicaciones. A partir de este
momento, los grupos feministas españoles entraron en un
periodo de silencio sobre el tema, a pesar de que en los años
siguientes se dieran una serie de eventos en el seno de Na-
ciones Unidas, que consolidaron su posición de repulsa y de
preocupación por el problema (Marugán y Vega, 2001: 22).
En cuarto lugar y, por último, cabe señalar una serie de
acontecimientos que reabrieron este paréntesis de silencio
por parte del movimiento feminista español. En 1995, en la IV
626 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en Beijing,
se identificó la violencia contra la mujer como un obstáculo
para la igualdad, el desarrollo y la paz entre los pueblos que
impide que las mujeres disfruten de sus derechos humanos
y libertades fundamentales. Con respecto al estado español,
el Partido Socialista, entonces gobernante, lanzó una pro-
puesta de Reforma del Código Penal en medio de lo que se
reconoció como el primer acontecimiento mediático relacio-
nado con el tema. El caso de las niñas de Alcàsser no sólo
tuvo un impacto decisivo sobre el Ejecutivo, sino que tam-
bién reabrió el debate en el seno del movimiento feminista
sobre este tema. Sin embargo, no fue un diálogo exento de
fricciones entre unos grupos y otros (Marugán y Vega, 2001:
22). Finalmente fue aprobada la mencionada reforma en el
mismo año 95.
La idea de elaborar un plan estratégico amparado por el
Gobierno en torno al problema de la violencia contra las mu-
jeres no emerge en España hasta bien entrado el año 1997.
Aunque no existen antecedentes de estudio que permitan
identificar los elementos que promovieron la emergencia de
este tema en la agenda del Gobierno español, el hecho es
que, en este mismo año 97, la violencia contra las mujeres
se incluyó como una de las áreas de interés del III Plan de
Carmen Vives Cases
627ÍNDICE
Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (1997-
2000).
Cabe la posibilidad de que la integración de este tema en
el III Plan de Igualdad de Oportunidades fuera la respuesta
del Estado español a las exhortaciones realizadas en ese mo-
mento por Naciones Unidas y el Consejo Europeo. Concre-
tamente, en este mismo año 97, se acordó en el seno de Na-
ciones Unidas una de las primeras resoluciones en la que se
instaba explícitamente a los Estados miembros a colaborar e
integrarse en la acción contra la violencia hacia las mujeres
en la pareja. Además, tuvo lugar una IV Conferencia Minis-
terial del Consejo Europeo sobre la igualdad entre mujeres
y hombres. En este encuentro, se instó explícitamente a los
Estados miembros a que desarrollaran un instrumento legal
para abordar el tema.
El I Plan de violencia contra las mujeres español (1998-
2000) no es presentado por el Gobierno hasta un año des-
pués. Sin embargo, el plan español estableció una agenda
muy similar a la acordada en el I Plan europeo. Así, en el plan
español, se establecieron como líneas prioritarias de inter-
vención la prevención del problema, la necesidad de refor-
mas legislativas, la mejora en la asistencia y protección de las
víctimas y una mayor inversión en investigación sobre este
628 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
tema. Estas similitudes entre lo acordado en el plan español
y el europeo, también se albergan en el caso del II Plan con-
tra la violencia hacia las mujeres (2001-2004) de España y el
“Programa Daphne” (2000-2004) o II Plan europeo sobre el
tema.
Por su parte, con respecto a la presencia y el tratamien-
to periodístico de la violencia contra las mujeres, parece que
este problema siempre ha estado presente en la edición de
Sucesos de los periódicos (Stone, 1993: 380; Fagoaga, 1999:
8). Pero, su permanente aparición mediática no le ha eximi-
do de un tratamiento relativamente diferente al recibido por
otros temas, como por ejemplo el terrorismo político (Finn,
1989: 379). Concretamente, en España, se ha observado que,
hasta los años 70, el tema sólo apareció en las noticias de
prensa por los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas
y los casos de hospitalización grave (Fagoaga, 1999: 9-10).
Las instituciones informativas, sin embargo, no se man-
tuvieron al margen de los acontecimientos que dieron lugar
a un clima de sensibilidad hacia el tema en el contexto in-
ternacional y nacional. Así, según Loseke (1989: 192), todos
esos asesinatos y sucesos violentos empezaron a ser reco-
nocidos como parte de un mismo problema a mediados de
los años 70, en parte, por la alarma social provocada por las
Carmen Vives Cases
629ÍNDICE
primeras cifras de prevalencia y mortalidad. Por otra parte,
también debió influir el hecho de que precisamente en esa
época se dieron en Inglaterra y Estados Unidos los primeros
momentos de co-actuación entre los grupos feministas y los
gobiernos (Walby, 1990: 149). En España, se ha descrito que
el tema empezó a aparecer en la prensa de forma diferente,
primero, a raíz de la cobertura mediática de las primeras rei-
vindicaciones de los grupos feministas en torno al proble-
ma de la violación de mediados de los 80 y, posteriormente,
cuando las redacciones empezaron a introducir en sus ruti-
nas informativas los primeros momentos de deslegitimación
y condena oficial de la violencia contra las mujeres (Fagoaga,
1999: 13).
Estos acontecimientos pertenecientes al contexto socio-
político de los años 70 y 80 no provocaron, sin embargo, un
incremento del volumen de noticias sobre el tema como el
que se produjo con determinados casos índice de relevancia
social (Consalvo, 1998: 188; Maxwell, Huxford, Borum y Hornik,
2000: 258; Bullock y Cubert, 2002: 491). Así, en España, se reco-
noce el impacto mediático de los casos de Lorena Bobbit de
1993 (Alberdi y Matas, 2002: 254), de las niñas de Alcàsser de
1995 (Marugán y Vega, 2001: 23) y de Ana Orantes de finales
de 1997 (Fagoaga, 1999: 21).
630 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Aunque los casos índice de relevancia social parecen ex-
plicar algunos de los incrementos experimentados por la co-
bertura periodística del tema tanto en la prensa internacional
como nacional, cabe también la posibilidad de que genera-
ran tal efecto en términos de volumen de noticias porque se
dieron en un contexto determinado. Así, por ejemplo, el caso
de las niñas de Alcàsser ocurrió en medio de la propuesta de
reforma del Código Penal a cargo del PSOE. La intensa cober-
tura periodística de este suceso levantó tal interés social que
se produjo un intenso debate entre los grupos feministas y
los partidos políticos sobre las penas por violación y asesina-
to y, en consecuencia, aumentó todavía más el volumen de
noticias sobre el tema (Marugán y Vega, 2001: 23).
El caso de Ana Orantes, por su parte, tuvo lugar con cierta
proximidad a la presentación del I Plan oficial de violencia
contra las mujeres (abril de 1998). Sin embargo, los estudios
que abarcan el periodo en el que ocurrió este suceso atribu-
yen su impacto mediático al eco social que su muerte provo-
có –fundamentalmente, por haber denunciado públicamen-
te en televisión ser víctima de malos tratos y ser asesinada
por ello. Fuera por ese motivo u otro, el caso es identificado
como el suceso que hizo que la cobertura periodística del
tema se duplicara con respecto a la de los años 80 y se tripli-
Carmen Vives Cases
631ÍNDICE
cara con respecto a los 70; que el tema apareciera con mayor
frecuencia en la edición Sociedad de los periódicos de ma-
yor difusión; que empezaran a incluirse fechas, datos esta-
dísticos y explicaciones legales en las noticias sobre el tema;
y, que este asunto cobrara mayor importancia por parte de
las redacciones, sobre todo, en días como el 8 de marzo –Día
mundial de la mujer trabajadora- y el 25 de noviembre –Día
europeo contra la violencia hacia las mujeres (Fagoaga, 1999:
21-23).
Además de la influencia que sobre la cobertura perio-
dística del tema tuvieron estos casos índices de relevancia
social, se han argumentado otros elementos promotores no
tan directamente relacionados con el problema. Así, se han
identificado el creciente poder de consumo de medios por
parte de las mujeres y su interés por los temas que más les
afectan (Stone, 1993: 380; Alberdi y Matas, 2002: 253).
Por último, cabe añadir las transformaciones producidas
en los últimos veinte años –sobre todo, en el contexto inter-
nacional– en la composición de los cargos con responsabi-
lidad de las redacciones periodísticas (Robinson, 1978: 96 y
104; Finn, 1989: 387; Carll, 2003: 1609). En España, se ha ob-
servado que, en efecto, en la firma de los artículos aparecen
fundamentalmente mujeres periodistas (Fagoaga, 1999: 66).
632 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
En este sentido, podría decirse que las mujeres periodistas
han desarrollado también un papel activo en la promoción
de la presencia del tema en los medios de comunicación.
2.2 Emergencia de la violencia contra las mujeres
en el Parlamento español
La violencia contra las mujeres, según las diputadas y se-
nadores entrevistados, parece que comienza a formar parte
del orden de asuntos parlamentarios como consecuencia de
la acción promovida por los grupos feministas y las mujeres
políticas y de la intensa cobertura periodística de los sucesos
violentos, sobre todo, las muertes. De acuerdo con la descrip-
ción que los entrevistados realizaron, puede decirse que la
violencia contra las mujeres en su fase pre-problema social
emergió por la reacción protagonizada por los grupos femi-
nistas. Posteriormente, aparece y se mantiene en el presente
como tema del Parlamento por la labor desempeñada por
una minoría de mujeres y de hombres. La acción de estos
actores parece, a su vez, impulsada por la cobertura mediá-
tica de los sucesos violentos, sobre todo, los casos de gran
expectación mediática [ver figura 1].
El resultado de todo el proceso descrito aparece clara-
mente identificado en las entrevistas: el reconocimiento
Carmen Vives Cases
633ÍNDICE
público de que la violencia contra las mujeres es un aten-
tado contra el bienestar y los intereses sociales y, por tanto,
requiere de medidas para solucionarlo (Blumer, 1971: 298).
Con respecto a éstas, la denuncia fue comúnmente conside-
rada una condición indispensable para la intervención de los
poderes públicos y para hacer legítima la intervención del
Estado en estos casos. Así por ejemplo, cuando se preguntó
en una de las entrevistas “¿Por qué es imprescindible la denun-
cia?”, la respuesta inmediata fue: “Porque sin la denuncia no
puedes luchar contra la violencia”. Además, el hecho de que
una mujer víctima de malos tratos denuncie a su agresor fue
equiparado con el hecho de que la violencia contra las muje-
res sea considerada un problema social.
Por su parte, con respecto a las consecuencias percibidas
del hecho de denunciar, cabe subrayar la tendencia de al-
gunos entrevistados de relacionarlo con el riesgo de morir
a manos de la pareja o similar: “... muchas mujeres están pa-
gando con su propia vida su derecho a la libertad. Antes, hasta
hace muy poquitos años, la media de tiempo que una mujer so-
portaba la violencia era toda su vida y yo te comentaba antes,
mientras la víctima va respondiendo, va respondiendo como el
agresor quiere, sólo la violencia se queda ahí. Cuando ella em-
pieza a decir y cuenta que no puede seguir en esa situación, y es
634 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
cuando plantea irse es cuando el agresor llega a la máxima ex-
presión de la violencia, que es el asesinato. Mira, yo te diría que
el 98% de las mujeres que han muerto estaban o separadas ya o
en proceso de separación. O sea, que lo que el agresor no sopor-
ta es que le digan: “ahí te quedas”. Eso no lo soporta el agresor”.
En consecuencia, los entrevistados hicieron hincapié en la
necesidad de incrementar los esfuerzos por proteger la vida
de las mujeres que denuncian y, en parte, se reconocieron
responsables de la ineficacia de las medidas de protección
desarrolladas: “Nosotros lo que estamos haciendo es exponién-
dola a que sufra una nueva agresión o en algunos casos, a que
pierda la vida. Lo que no se puede decir nunca es pedir a las mu-
jeres que denuncien y te digo, es imprescindible que denuncien;
pero cuando una mujer presenta una denuncia sabemos que
está corriendo un peligro y cuando una mujer presenta una de-
nuncia tiene que asesorarse primero y que sentirse segura. No-
sotros lo que estamos haciendo es exponiéndola a que sufra
una nueva agresión o en algunos casos, a que pierda la vida”.
Además, se puso de manifiesto cierto desbordamiento
con respecto a la necesidad de abordar un problema desde
sus orígenes hasta sus posibles consecuencias: “Tú tienes que
prevenir ese problema y a la misma vez tú te estás dando cuen-
ta que tú tienes ya el problema sobre la mesa. Entonces tú tie-
Carmen Vives Cases
635ÍNDICE
nes que atajarlo. Tú tienes que atajarlo desde el inicio, pero no
puedes abandonar a las mujeres y a la sociedad que ya lo está
sufriendo. Bueno pues, para atajar ese problema ahora y hoy
se necesita una legislación diferente […] Porque con la misma
legislación hay sentencias que son sentencias que realmente
quieren atajar este problema y otras sentencias que no son así,
sino que son simplemente sentencias para salir del paso”.
Ante la complejidad del problema de la violencia con-
tra las mujeres y su novedosa aparición como asunto sus-
ceptible de medidas políticas, podría también plantear-
se la posibilidad de que las propuestas hasta el momento
implementadas tienden a centrarse más en las causas y las
consecuencias de la violencia contra las mujeres que en las
causas del asesinato de mujeres a manos de su pareja. Más
concretamente, que las medidas políticas existentes parecen
orientarse más a la prevención del maltrato en la pareja y,
sobre todo, al incremento del número de las denuncias y la
protección de las mujeres que tomen esta decisión. Por su
parte, la prevención del asesinato de mujeres en relaciones
de pareja parece atender al mismo tipo de propuestas de in-
tervención que pretenden abordar los objetivos anteriores.
[ver tabla 1].
636 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Por tanto, parece que las medidas políticas planteadas
han logrado romper el silencio de las víctimas, pero no pa-
recen otorgar a la muerte por violencia contra las mujeres
en la pareja el tratamiento específico que merece. Tal y como
reconocen los expertos, las medidas políticas desarrolladas
han tenido un efecto “cero” sobre las muertes por violencia
contra las mujeres.
2.3 Frecuencia de aparición y factores promotores
de la violencia contra las mujeres en prensa y sesiones
parlamentarias
La mayoría de los expertos entrevistados coincidieron en
señalar el caso de Ana Orantes como principal causa de di-
chas transformaciones. Cinco años después, puede decirse
que la cobertura periodística de la violencia contra las mu-
jeres continuó creciendo, aunque no de forma homogénea
entre los años (p<0,001) [ver figura 2].
Resulta especialmente llamativo el clímax de informacio-
nes entre diciembre del 97 y enero del 98 (n=92), [ver figura 2]
cuando irrumpe con fuerza en los medios de comunicación
el caso de Ana Orantes. Sin embargo, el descenso observa-
do en el número de noticias publicadas durante los meses
siguientes a la ocurrencia de este caso permite, en principio,
Carmen Vives Cases
637ÍNDICE
afirmar que el tema no logró consolidarse en la agenda pe-
riodística española hasta pasada la mayor parte del año 1998
(enero: 92 noticias –24,7% del total de 1998–; febrero: 27 no-
ticias -7,2%).
En octubre de 1998, se produce otro clímax de atención,
provocado inicialmente por la irrupción de “medidas” pero
aderezado ipso facto por una lluvia de sucesos. Inicialmente,
en este mes, encontramos un aluvión de informaciones so-
bre las estrategias propuestas por las instituciones responsa-
bles de la ejecución del I Plan oficial contra la violencia hacia
las mujeres, aprobado por el consejo de ministros en abril
de este mismo año –Fiscalía General, policía o Ministerios
de Interior y Asuntos Sociales–. Pero, estas informaciones se
ven salpicadas por noticias centradas en casos de violencia
contra las mujeres. No se trata de “historias de vida” concre-
tas que aparecen sostenidamente en la prensa, sino de una
gran variedad de experiencias de las que sólo se informa del
momento en que se produce la agresión. Esta lluvia de pe-
queñas informaciones parece ubicarse intencionadamente
en los medios de comunicación como presión o justificación
del cumplimiento del mencionado I Plan oficial.
No es hasta dos años después, en octubre de 2000, cuan-
do se detecta otro pico de informaciones provocado de nue-
638 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
vo por dos sucesos periodísticos que incitan a la cobertura
de medidas [ver figura 2]. A principios de este mes, surge el
caso de la propuesta de indulto de “Tani”, una mujer senten-
ciada a prisión por haber sido la responsable de la muerte
de su marido y agresor. El indulto de “Tani” da lugar a una
oleada de informaciones sobre otros casos de característi-
cas similares y hace también aparecer opiniones diversas
sobre la posibilidad de conceder el indulto bajo este tipo
de condiciones. A mediados de octubre de 2000, la prensa
cubre también otra controvertida cuestión, que da lugar a
opiniones contrapuestas en los diarios: la propuesta del pre-
sidente de la Comunidad de Castilla la Mancha, José Bono,
de hacer pública una lista con los nombres de hombres que
han sido juzgados y penalizados por maltratar a sus mujeres.
Este proyecto provoca no sólo la aparición de opiniones y
manifestaciones desde organismos gubernamentales y no
gubernamentales, sino también de revisión en los medios
de la eficacia de las distintas medidas de control sobre los
agresores y la denuncia pública de los casos en los que resul-
ta evidente la limitada capacidad de protección oficial de las
víctimas de malos tratos.
Por último, se observa en la figura 2 un cuarto clímax de
noticias sobre el tema en marzo de 2001, promovido, princi-
Carmen Vives Cases
639ÍNDICE
palmente, por una cobertura periodística de iniciativas para
incrementar la protección de las mujeres, como por ejemplo,
una protagonizada por el propio Presidente de la Comuni-
dad de Castilla la Mancha de “hacer públicos los presupues-
tos dirigidos a luchar contra la violencia doméstica” (El Mun-
do, 13 de marzo de 2001).
Al margen de estas explicaciones a los clímax de interés
periodístico, basadas en los sucesos publicados en las noti-
cias, también se observó que dichos incrementos se relacio-
naron con los incrementos observados en las denuncias y las
muertes. [ver figuras 3 y 4]. Concretamente, se ha confirmado
que los incrementos en los asesinatos de mujeres a manos
de sus cónyuges o análogos se relacionan con los incremen-
tos observados en la cobertura periodística de la violencia
contra las mujeres (r=0,264; p=0,042). Más específicamente,
la máxima correlación se produce en el tiempo real, es de-
cir, no se da en intervalos de tiempos diferentes. Este dato
indica que las muertes de mujeres por violencia de la pare-
ja fueron, durante el periodo de tiempo analizado, un tema
que los periódicos cubrieron inmediatamente. Además, se
identificó una correlación negativa entre los incrementos de
las muertes y los incrementos de las noticias a los 4 meses
de la publicación de estas últimas (r= -0,265; p= 0,049). Este
640 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
hecho invita a pensar en la posibilidad de que la cobertura
periodística podría incluso erigirse como un potencial factor
protector.
Por su parte, también se puso de manifiesto la relación
entre los incrementos de las informaciones periodísticas y
los incrementos de denuncias por violencia contra las mu-
jeres. Concretamente, esta relación se observó con cinco
meses de dilación, es decir, el incremento de la cobertura
periodística tiene al parecer su máximo efecto sobre los in-
crementos de las denuncias transcurrido casi medio año de
tiempo (r=0,312; p=0,02).
Con respecto a la frecuencia de aparición del tema en las
sesiones parlamentarias, se observó que en los años en los
que tuvieron lugar las discusiones sobre los contenidos de
los dos planes oficiales contra la violencia hacia las mujeres
–1998 y 2001–, la frecuencia de aparición del tema en las se-
siones parlamentarias es mayor. Además, en estos mismos
años, también se incrementa la presencia del tema en el or-
den del día de las sesiones parlamentarias. Más específica-
mente, el tema aparece en el orden del día del 64% de las
sesiones de 1998 y del 72% de las de 2001.
La recuperación observada en el año 2000, tras la crisis de
1999, podría estar relacionada con el hecho de que se trata
Carmen Vives Cases
641ÍNDICE
de un año intermedio entre la aprobación del I Plan y II Plan
contra la violencia hacia las mujeres, en el que los represen-
tantes políticos comienzan a plantear cuestiones al Gobier-
no sobre el desarrollo del primero y los términos en los que
se formularán las medidas contempladas en el segundo.
Por otro lado, puede plantearse la posibilidad de que los
incrementos en la actividad parlamentaria se relacionen con
los incrementos observados en la cobertura periodística, las
denuncias y las muertes por violencia contra las mujeres. La
realización de las pruebas estadísticas nos permiten confir-
mar la hipótesis de que los incrementos en la cobertura in-
fluyeron, de algún modo, en los incrementos de la actividad
parlamentaria (r=0,355; p=0,005) en el mismo mes en el que
se publican las noticias, y continúan haciéndolo con mayor
intensidad un mes después de su aparición en los periódi-
cos (r=0,545; p=0,001). Es decir, parece existir cierta relación
entre el hecho de que la cuestión sea tema de noticia y sea
tratada en las sesiones parlamentarias.
Con respecto a la influencia que sobre la actividad parla-
mentaria ejercen los incrementos de las denuncias y muer-
tes por violencia hacia las mujeres, cabe decir que los resul-
tados del coeficiente de correlación de Pearson indican que
dicha relación se da con cinco meses de dilación, tanto en el
642 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
caso de los incrementos de las denuncias (r=0,33; p=0,014)
como en el caso de los incrementos de las muertes (r=0,284;
p=0,035). En otras palabras, los incrementos en ambos casos
se relacionan con un aumento en la actividad parlamentaria
cinco meses después de que se tramiten estas denuncias y
se produzcan las muertes. Esta relación, en parte, está con-
dicionada por el tiempo trascurrido entre que se producen
estos sucesos y el Ministerio del Interior trasmite esta infor-
mación a los grupos parlamentarios.
Por último, cabe hacer alguna referencia al posible im-
pacto de la evolución de la actividad parlamentaria sobre la
evolución de la incidencia del problema, puesto que, la iden-
tificación de las condiciones promotoras de la presencia del
tema en las instituciones periodísticas y políticas da lugar
a la provisión de información útil para la reflexión sobre las
consecuencias de este fenómeno. En este sentido, se obser-
vó que, mientras los incrementos en la actividad parlamen-
taria sí se relacionan con los incrementos en las denuncias
con cierta dilación, estos no se relacionan ni positiva –lo cual
es esperable– ni negativamente con los incrementos de las
muertes por violencia contra las mujeres. Estos resultados
evidencian empíricamente la intuición de los expertos en-
trevistados sobre el impacto positivo de la creciente activi-
Carmen Vives Cases
643ÍNDICE
dad parlamentaria en la evolución de las denuncias y sobre
el efecto cero de esta misma sobre la evolución de la morta-
lidad por violencia contra las mujeres.
2.4 Principales actores en las noticias y las sesiones
parlamentarias
En las noticias de violencia contra las mujeres publicadas
entre 1997 y 2001 –en total 1491– destacaron como auto-
res los periodistas (52%) y las agencias de noticias (25%). El
porcentaje restante fue mayoritariamente de noticias sin
firma, pero basadas en la información proporcionada por
agencias de noticias (23%). Cabe destacar no obstante que,
con el paso del tiempo, las noticias firmadas por periodistas
fueron ganando terreno a las noticias de agencias. Así, más
de la mitad de las 775 noticias firmadas por periodistas se
publicaron entre 2000 (26%) y 2001(32%).
En la mayoría de las noticias firmadas aparecieron como
autoras mujeres periodistas (55%). Su presencia en la firma
superó a la de los varones, sobre todo, en 1999 (mujeres 64%,
hombres 36%). Puede decirse que las mujeres periodistas
hicieron una importante contribución al mantenimiento del
tema en las páginas de los periódicos, puesto que, sus artícu-
644 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
los permanecieron en momentos en los que el interés me-
diático por el tema parecía estar decayendo.
Otra contribución realizada por las mujeres periodistas se
relaciona con el hecho de que en las noticias firmadas por
ellas se presentaron como fuentes principales el doble de
mujeres que en las firmadas por hombres (p=0,02 (nota 1)).
Esta asociación es importante, teniendo en cuenta que la voz
de las mujeres en las noticias de violencia no fue en general
tan visible como era de esperar (fuentes principales sobre
total noticias –1491–; hombres: 51%; mujeres: 49%).
La tendencia de la distribución por sexo de las fuentes
principales sólo se invirtió en 1999, cuando las mujeres hi-
cieron más declaraciones sobre la violencia contra ellas en
las noticias de prensa que los hombres [ver figura 5]. Pare-
ce que, nuevamente, ellas desarrollaron un papel clave en el
mantenimiento del tema en las páginas de los periódicos es-
pañoles. Por su parte, los hombres destacaron como fuentes
principales de las noticias, sobre todo, en los años en los que
los periódicos colmaron sus esfuerzos por difundir informa-
ciones sobre lo acordado en los planes contra la violencia
hacia las mujeres [ver figura 5].
La clasificación de las fuentes principales en función de la
institución a la que representan permite analizar con mayor
Carmen Vives Cases
645ÍNDICE
detenimiento la distribución de las fuentes por sexo. Con-
cretamente, se observó que la voz de las mujeres políticas y
feministas fue utilizada en gran medida para fundamentar la
información difundida por la prensa durante el lustro anali-
zado. Los hombres, por su parte, fueron fuente principal de
las noticias, sobre todo, en calidad de jueces, fiscales o altos
cargos del poder judicial [ver tabla 2].
Con respecto a la otra esfera, la política, a lo largo de las
174 sesiones en las que el tema apareció en diversos órganos
parlamentarios, intervinieron diferentes partidos políticos e
instituciones públicas.
En 1997, en el que el tema fue abordado, sobre todo, a
propósito de otras cuestiones –principalmente, con relación
a los contenidos del “Proyecto Mujer” de la Unión Europea,
los contenidos del III Plan de Igualdad de Oportunidades en-
tre mujeres y hombres y, el debate sobre la ampliación de su-
puestos sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo– in-
tervinieron no sólo representantes del Grupo Parlamentario
Socialista (60% sobre las 15 sesiones localizadas en este año)
y de Izquierda Unida (20%), sino también del Grupo Parla-
mentario Mixto (13%) y del Instituto de la Mujer (7%). Estas
intervenciones dieron pie a la comparecencia de diferentes
Ministros en el seno de la Comisión Mixta de Derechos de la
646 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Mujer para informar sobre los compromisos asumidos por
sus Ministerios con relación a las medidas de violencia con-
tra las mujeres acordadas en el III Plan de igualdad de opor-
tunidades entre mujeres y hombres.
En 1998, la violencia contra las mujeres fue introducida
en los debates parlamentarios por una mayor variedad de
interlocutores. Mientras que en periodo inaugural de la acti-
vidad parlamentaria de este año las intervenciones produci-
das (total 9) fueron exclusivamente realizadas por el Grupo
Parlamentario Socialista (89%) e Izquierda Unida (11%), es
decir, intervenciones de los partidos de la oposición; en los
meses posteriores a la presentación de este I Plan, se dio la
incorporación de más grupos parlamentarios –entre ellos,
el Popular– en esta actividad promotora de la presencia del
tema en el Parlamento. Así, de la presión ejercida por la opo-
sición se derivó no sólo la presentación del I Plan contra la
violencia hacia las mujeres –sesión realizada a petición de
una diputada socialista– sino también, la entrada del tema
en las intervenciones parlamentarias de otros grupos políti-
cos y representantes de entidades públicas –concretamente,
el Defensor del Pueblo, el Instituto de la Mujer, el Ministerio
del Justicia y el propio Presidente del Gobierno–.
Carmen Vives Cases
647ÍNDICE
Durante el año 1999, aunque en los debates parlamenta-
rios intervinieron una gran variedad de interlocutores, la pre-
sión de los partidos de la oposición disminuyó en intensidad.
De hecho, el liderazgo en este caso pasó a manos del Grupo
Mixto (22%) que, en ese momento, tenía menor representa-
ción en el Parlamento.
En el año 2000, se incrementaron las preguntas a los
miembros del Gobierno –el 21% de las intervenciones fue-
ron preguntas y el 46% fueron peticiones de comparecen-
cias para informar– con respecto a los años anteriores. Estas
preguntas fueron formuladas fundamentalmente por socia-
listas (43%), como también fueron hechas mayoritariamente
por ellos las peticiones de comparecencias a miembros del
Gobierno (35%). Uno de los motivos principales por los que
se intensificaron los debates sobre el tema fue la propuesta
de elaboración del protocolo de atención sanitaria a las víc-
timas de malos tratos, incluido entre los contenidos del I Plan
oficial contra la violencia hacia las mujeres.
Por último, en 2001, expertos sobre el tema proceden-
tes de diferentes ámbitos comparecieron en la ponencia de
estudio para la erradicación de la violencia doméstica. Las
intervenciones realizadas en esta nueva cámara no sólo su-
pusieron un incremento de la frecuencia de tratamiento del
648 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
tema en el Parlamento y de su aparición en el orden del día
de las sesiones parlamentarias, sino también contribuyó a la
incorporación de mayor variedad de interlocutores. Así, las
intervenciones de estos expertos colmó el discurso parla-
mentario de ese año (40%).
Por sexo, se observó que la promoción del debate sobre
el tema fue protagonizada por mujeres (60%). Entre los años,
cabe destacar que, en 1999 –año en el que la participación de
las políticas como fuentes principales de las noticias fue cla-
ve–, los políticos fueron los principales artífices de las inter-
venciones parlamentarias. Sin embargo, cabe recordar que
durante esta época las políticas continuaron promoviendo
el debate sobre el tema en el espacio discursivo mediático
en calidad de fuentes principales de noticias de prensa.
2.5 Tipos de noticias, tipos de medidas política y su relación
con las denuncias y las muertes por violencia contra las
mujeres
En las noticias de violencia contra las mujeres publicadas
entre 1997 y 2001, se observan tres enfoques diferentes del
tema: en primer lugar, el que se centra en los casos o sucesos
violentos; en segundo lugar, el que se basa en las medidas y
propuestas de intervención; y, por último, el que procede de
Carmen Vives Cases
649ÍNDICE
la información del ámbito sanitario [ver tabla 3]. Cabe decir
que la información sobre medidas (29% del total) en las no-
ticias es menos frecuente que la información sobre sucesos
violentos (71%).
A lo largo del tiempo, pueden observarse como tres mo-
mentos de acuerdo con el foco de atención periodístico en
relación a las medidas y propuestas sobre violencia contra
las mujeres: el primero, que podríamos denominar de “ten-
sión”, se deriva de la prominencia de noticias sobre medidas
de castigo observada hasta finales de 1999; el segundo, que
podría llamarse de “respuesta inmediata”, procede de un se-
gundo momento de la cobertura periodística del tema ca-
racterizado por una mayor difusión de medidas de asistencia
o protección a las víctimas. Este nuevo enfoque periodístico
sobre las medidas comienza a principios de 2000 y continúa
hasta octubre de este mismo año; y, por último, el tercero in-
augurado a partir de esa fecha, que podría ser identificado
como de “soluciones a largo plazo”, puesto que, se caracteriza
por una prominencia de noticias sobre medidas de preven-
ción del problema [ver figura 6].
Por otro lado, al igual que en el cuerpo de las noticias de
violencia contra las mujeres no siempre se hizo mención a
las medidas políticas de intervención sobre el problema, en
650 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
las sesiones parlamentarias no siempre se trataron este tipo
de asuntos. Sin embargo, la situación en este sentido fue
muy diferente a lo ocurrido en la prensa, puesto que, en el
78% de las 174 sesiones localizadas de violencia contra las
mujeres, tuvo lugar algún tipo de iniciativa o propuesta rela-
cionada con medidas de intervención sobre el problema. En
este caso, también cabe diferenciar entre menciones relacio-
nadas con medidas de coerción, protección o asistencia a las
víctimas y prevención del problema.
De los tres tipos de medidas mencionados, el discurso de
la protección fue, en las sesiones parlamentarias, el más fre-
cuente (nota 2). Al contrario de lo que se observó en las noti-
cias de prensa, las medidas de coerción al agresor fueron las
menos mencionadas incluso menos que las de prevención.
Como último tema a tratar, merece la pena introducir en
esta descripción los resultados obtenidos con respecto a las
relaciones entre las noticias de medidas, las medidas debati-
das en el Parlamento y los datos de muertes y denuncias por
malos tratos. En primer lugar, ningún tipo de medida difundi-
da a través de la prensa ni tampoco debatida en las sesiones
parlamentarias, mantuvo relación alguna con las muertes
por violencia contra las mujeres. Así, se confirma que la difu-
sión mediática y el debate parlamentario sobre medidas de
Carmen Vives Cases
651ÍNDICE
intervención tuvieron un efecto neutro sobre la evolución de
las muertes por violencia contra las mujeres. Por el contrario
y, en segundo lugar, se observaron relaciones fuertes entre
los incrementos de noticias y sesiones parlamentarias donde
se trataron medidas y los incrementos de las denuncias [ver
tabla 4].
3. Principales conclusiones
La violencia contra las mujeres parece que ya ha recorri-
do cuatro de las cinco etapas que comprende la construc-
ción de los problemas sociales: la “de emergencia o agitación”
mediante las primeras movilizaciones de los grupos feminis-
tas; la “de legitimación o co-actuación” entre estos grupos y
el gobierno; la “de movilización para la acción” en la que las
discrepancias entre estas ambos sectores salta a los medios
de comunicación; y, la “de formación de planes oficiales”, más
específicamente, de dos planes en España (abril de 1998 y
mayo de 2001).
Aunque la información recopilada en este estudio no per-
mite confirmar el cumplimiento de la quinta etapa “de imple-
mentación del plan oficial”, cabe decir que la escasez de infor-
mación disponible sobre la ejecución y los resultados de las
intervenciones llevadas a cabo a partir de los compromisos
652 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
adquiridos en los dos planes españoles limita a otros investi-
gadores la posibilidad de confirmar el cumplimiento de esta
última fase de la construcción de los problemas sociales.
A pesar de la escasa información pública sobre la efica-
cia de las medidas existentes en torno al problema, los resul-
tados obtenidos en este estudio permiten afirmar su éxito
con respecto al aumento de las denuncias; pero, también, su
efecto cero sobre la evolución de las muertes por violencia
contra las mujeres en la pareja.
El efecto cero de las medidas existentes y de la actividad
reflejada en los medios de comunicación sobre la evolución
de la mortalidad por esta causa pone de manifiesto que la
violencia contra las mujeres, en España, es una epidemia so-
bre la que todavía no existen respuestas políticas y sociales
que hayan logrado controlarla. Esta realidad pone en cues-
tión la eficiencia de las intervenciones programadas en tor-
no a este problema.
Carmen Vives Cases
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Figura 1Promotores de la violencia contra las mujeres en la agenda
política española según las diputadas y los senadores entrevistados
658 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Figura 2Distribución mensual del número de noticias de violencia
contra las mujeres en El País, El Mundo, ABC y Diario Información de Alicante
Evolución 1997-2001*
* En la figura aparece el total de noticias mensuales publicadas en los cuatro diarios seleccionados para el análisis entre enero de 1997 y diciembre de 2001 [Para mayor detalle sobre la recogida y selección de las noticias, véase Capí-tulo 6.- Introducción al análisis]. Las limitaciones de espacio condicionaron la selección de los meses que finalmente aparecen etiquetados y marcados en el eje de coordenadas. Así, se representan los primeros meses de cada trimestre, aunque en la tendencia observada forman parte los datos de los 60 meses de periodo analizado.
Carmen Vives Cases
659ÍNDICE
Figura 3Distribución mensual de las denuncias de mujeres
maltratadas. 1997-2001*
* En la figura es representada la distribución temporal del total de denuncias tramitadas desde enero de 1997 a diciembre de 2001. Las etiquetas que apare-cen en el eje de coordenadas corresponden al primer mes de cada trimestre. Sin embargo, la tendencia descrita en el gráfico incluye todos los datos menciona-dos en el enunciado de la figura. El motivo por el que se etiquetó estos meses en concreto se relaciona con las limitaciones de espacio impuestas a la hora de elaborar una gráfica lo más legible posible. Tal y como ya se ha explicado, las denuncias proceden de los anuarios estadísticos del Ministerio del Interior.
660 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Figura 4Distribución mensual de mujeres muertas a manos de su
cónyuge o análogo. Evolución 1997-2001*
* AI igual que en el caso de las denuncias, fueron representados en esta figura la distribución temporal del total de muertes de mujeres por violencia del cónyuge o análogo desde enero de 1997 hasta diciembre de 2001. También, fueron etiquetados en el eje de coordenadas los meses transcurridos en este periodo con un espacio de tres periodos entre ellos por los motivos antes ar-gumentados. La fuente de datos es también el Ministerio del Interior.
Carmen Vives Cases
661ÍNDICE
Figura 5Distribución porcentual por sexo de la firma de las noticias
de violencia contra las mujeres1997-2001- Total artículos: 553*
* En total, 775 artículos fueron firmados por periodistas. Sin embargo, en una parte de estos aparecieron siglas en la firma. Por este motivo fueron excluidos del análisis por sexo aquellos en los que no pudo identificarse el sexo del pe-riodista.
662 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Figura 6Distribución temporal de los tipos de medidas difundidos
en prensa. El País, El Mundo, ABC, Diario Información de Alicante. 1997-2001
Carmen Vives Cases
663ÍNDICE
* Para la elaboración de esta tabla fueron seleccionadas las respuestas de las diputadas y senadores a la pregunta de “¿La erradicación de la violencia contra
Tabla 1Propuestas de las diputadas y senadores para la erradicación de la violencia contra las mujeres*
664 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
las mujeres es un objetivo alcanzable?” Esta pregunta se incluyó en todas las entrevistas con la finalidad de que el entrevistado pudiera reflexionar sobre los obstáculos y las oportunidades para hacer realizable dicho cometido. Fueron seleccionadas con la finalidad de respaldar con una información más completa la hipótesis planteada sobre la confluencia entre las medidas que se consideran necesarias para abordar la violencia contra las mujeres entendida por los objetivos de (i) incrementar el número de denuncias; (ii) mejorar la situación de la víctima y su protección una vez que denuncie; (iii) prevenir la violencia contra las mujeres; y, (iv) evitar las muertes de mujeres por violencia de la pareja.
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665ÍNDICE
Tabla 2Distribución por sexo y sector profesional-personal de las
fuentes principales.Noticias de violencia contra las mujeres. 1997-2001
* Número de noticias en las que se pudo identificar el sexo de la fuente infor-mativa principal (38% de las 1491 noticias analizadas).
*
666 ÍNDICE
La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
Tabla 3Análisis de las variables del análisis de contenido para
obtener “tipos de noticias”
Carmen Vives Cases
667ÍNDICE
Tabla 4Correlaciones entre tipos de medidas en prensa y sesiones
parlamentarias y denuncias por violencia contra las mujeres. 1997-2001
* La correlación es significante al nivel 0.05** La correlación es significante al nivel 0.01
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La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público
1. Nivel de significación para pruebas X2.
2. Las medidas de protección y asistencia a las víctimas, además de
ser las más mencionadas, son también las que más se someten a
voto y finalmente son aprobadas (62% de las 85 sesiones parlamen-
tarias donde se produjo votación de propuestas). Las que menos, en
este caso, son las medidas de castigo -18% con respecto al 20% de
sesiones parlamentarias en las que se votó a favor de una propuesta
relacionada con medidas de coerción.
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