Insatisfacción y desánimo electoral: un mal interminable.Por: Ivan Nieva Maldonado

Los tiempos electorales en este 2013 han concluido definitivamente para partidos, candidatos y sociedad engeneral en el Estado de Puebla, los triunfadores seguramente se deleitaran en el poder a lo largo de 4 años y 8meses, los derrotados posiblemente seguirán lamiéndose las heridas y buscarán nuevos espacios políticos queles permitan dejar atrás los malos momentos políticos vividos, y la sociedad, esa que siempre termina harta yque en ningún momento se convirtió en un actor sobresaliente dentro del periodo electoral, seguramenteseguirá sumamente preocupada, padeciendo los graves problemas que la aquejan día a día (inseguridad,desempleo y falta de servicios públicos).

Éste es el eterno problema de la forma de hacer política no solo en Puebla, sino en México en general. No existeuna articulación honesta y comprometida entre la esfera política y la esfera social, y si no lo creen, basta conechar un vistazo al nivel de participación de la pasada elección en Puebla, sólo un alarmante 44% de poblanosdecidió asistir a las urnas a emitir su sufragio, es decir, a 6 de cada 10 poblanos les interesa absolutamenteNADA lo que pasa con partidos y candidatos (promesas, campañas, propuestas, propaganda) en un periodoelectoral. Sin duda alguna éste simple indicador debería de ser un fuerte llamado de atención tanto parapartidos como para los órganos electorales, quienes hoy en día se encuentran en un punto crítico en el que sunivel de credibilidad toca el suelo.

Aunado a esta preocupante situación, nos topamos con otro serio problema: en el caso de Puebla, existe unperfil muy definido (de acuerdo a nuestra más reciente encuesta de salida en el BEAP) sobre el tipo de electorque asiste a votar y que básicamente son Hombres y Mujeres entre los 35 y los 44 años con un Nivel deEscolaridad medio superior o superior. Lo preocupante no radica en que este cluster de electores asista avotar, lo preocupante radica en caer en la realidad de que grupos como los de los jóvenes (supuestamente labase del futuro social) y grupos con bajo nivel de escolaridad (el grueso de la población) muestran tal apatía ydesánimo electoral al momento de participar.

Algo muy mal deben de estar haciendo tanto los partidos políticos en Puebla así como los organismoselectorales como para reventar de esta manera a estos grupos sociales, frases como: “Hoy ganó lademocracia”, “La organización del proceso electoral fue satisfactoria”, “Para seguir transformando Puebla”,“Hoy vivimos una fiesta democrática”, suenan y seguirán sonando huecas e hipócritas hasta que no seancapaces de generar un ambiente de participación que involucre a todos los niveles sociales. Mientras tanto, lainsatisfacción y el desánimo electoral, seguirán siendo en Puebla un mal interminable.