Los terneros durante las primeras horas o días de vida son susceptibles a diferentes patologías, entre estas, la más frecuente es la de origen entérico, la diarrea. Los índices de morbilidad (animales enfermos) y mor-talidad en el grupo de animales lactantes pueden ser muy altos y frecuentes dentro de las explotaciones ganaderas causando grandes pérdidas económicas.

La muerte del ternero o la enfermedad generan pér-didas económicas, pero, si a eso le agregamos que en las ganaderías de doble propósito, la muerte del ter-nero, genera el secado de la vaca, la pérdida econó-mica es aún mayor, debido a que estamos perdiendo una lactancia completa.

El manejo adecuado de los animales lactantes es fun-damental en la prevención de esta enfermedad. La desinfección de ombligos, nutrición adecuada, un sitio limpio y seco donde estén los terneros, son me-didas básicas que favorecen la prevención de enfer-medades.

Sin embargo, la presentación o no de la enfermedad no dependerá solamente de los aspectos de manejo, también incidirá el nivel de defensas (inmunoglobu-linas o anticuerpos) que tenga el animal para con-trarrestar la acción patológica (dañina) de los virus, bacterias o parásitos presentes en el ambiente o en el organismo mismo al momento de nacer, siendo estos microorganismos los responsables de la diarrea. La única e indispensable fuente inmediata de defensas del ternero al nacer es el calostro. Es por esto, que la mejor forma de proteger, al ternero, en sus primeros meses de vida es vacunando a las madres gestantes, con vacunas (biológicos) que contengan los antíge-nos (virus, bacterias) que generen en la madre las de-fensas específicas que pasaran al calostro y a través de este, al ternero.

Inmunización estratégica del ternero recién nacido – prevención de la “Diarrea Neonatal”

ASPECTOS INMUNOLÓGICOS EN LA MADRE Y LA CRÍA A TENER EN CUENTA:

El sistema inmune del becerro, se desarrolla en el período fetal en los primeros 120 días de gestación (vera y col 2006), sin embargo, a pesar de tener al na-cimiento un sistema inmune competente, este no ha tenido la oportunidad de generar ningún tipo de de-fensa que la proteja contra los nuevos riesgos que le ofrece el ambiente al que está llegando después del parto, encontrándose entonces, en una situación de alta vulnerabilidad. Adicional a esto, debido al tipo de placentación del bovino (cotiledonada o sindesmo-corial) los anticuerpos maternos no pueden pasar de la madre al feto durante el período de la gestación, lo que incrementa la carencia de defensas en el ternero al momento del nacimiento.

Es por esto, que el ternero debe mamar calostro de su madre lo antes posible, siendo esta una fuente de defensas vital, que le permitirá prevenir enfermeda-des de tipo infeccioso, como las diarreas. Es impor-tante que el ternero consuma calostro antes de fina-lizar las primeras 6 horas después del parto, debido a que en este momento es cuando mayor cantidad de inmunoglobulinas puede absorber su intestino, posteriormente esta capacidad de absorción va desa-pareciendo y a las 24 horas es nula, donde se perderá dicha capacidad debido al engrosamiento del tejido intestinal impidiendo el paso de las inmunoglobuli-nas, defensas maternas (Odeón y col 2001).

Los anticuerpos maternos del calostro, brindaran una protección al ternero de 2 a 3 meses, posterior a este período el animal debe entrar en los esquemas de va-cunación que estén establecidos en la finca.

Ricardo J. Mesa C. M.V., Esp., M.Sc Gerente División GanaderíaAGV Salud Animaldireccioncientifica@agvsaludanimal.com

Es de gran importancia aplicarle a la madre, en los últimos meses de gestación, las vacunas necesarias que generen en ella los anticuerpos que protejan al ternero en el nacimiento. El sistema inmune al reci-bir los antígenos que componen las vacunas, inicia un proceso de “presentación” de estos, a los glóbulos blancos, los cuales generarán defensas específicas contra estos microorganismos en la vaca. Estas defen-sas, pasan al calostro (este debe ser consumido por el ternero) y se activaran en el momento que entre el virus o bacteria de campo al organismo del ternero, neutralizando su acción. El proceso de formación de anticuerpos en el organismo demora alrededor de 15 días, es por eso que la vacunación de la madre debe hacerse como máximo 30 días antes del parto, para poder generar las defensas adecuadas, las cuales pa-saran luego al calostro.

Un calostro de buena calidad se produce por vacas con un estado nutricional adecuado, siendo la ener-gía y los aminoácidos algunos de los nutrientes más importantes en el desarrollo de los anticuerpos por parte del sistema inmune (Héctor J Aricada y col. 2004).

Existen tres causas por las cuales fracasa la transferen-cia de inmunidad en de la madre a través del calostro a la cría: este puede ser insuficiente o de mala calidad (periodos de secado inferiores a 25 días), puede exis-tir calostro de buena calidad y suficiente, pero la cría no lo consume y consumo de calostro sin absorción intestinal, mayor a 24 horas del parto (Héctor J Arica-da y col. 2004).

Terneros hijos de vacas con mastitis, al momento del parto, tienen menor concentración de anticuerpos en el calostro, lo que genera falla en la transferencia de inmunidad (defensas) de la madre a la cría vía calos-tro (Parra, Corpoica 2004), esto facilita la presentación de las diarreas. Por esto es muy importante, en el ga-nado de doble propósito, prevenir la mastitis durante el periodo seco, aplicando antibióticos para el seca-do, en las ubres de las vacas al momento de enviarlas al periodo seco.

QUÉ OCURRE SI SE VACUNA AL TERNERO AL MOMEN-TO DE NACER?

Como expusimos anteriormente, el sistema inmune después de recibir la vacuna requiere por lo menos de 15 días para generar defensas, si se vacuna al ter-nero cerca al nacimiento, es probable que durante

este tiempo el animal se infecte, causando enferme-dad o la muerte del mismo, antes de haber podido producir alguna defensa la vacuna aplicada.

Otro escenario sería, si el ternero es hijo de una ma-dre vacunada y se vacuna este en los primeros días de vida, en este caso, si el ternero mamo calostro tendría anticuerpos suministrados por la madre, al ingresar la vacuna al organismo del ternero, esta sería neutrali-zada por los anticuerpos maternales, sin generar nin-gún efecto de protección en la cría.

CAUSAS INFECCIOSAS DE ENTERITIS:

Las causas de diarrea neonatal pueden ser infecciosas y no infecciosas, siendo las primeras las que causan mayor mortalidad y enfermedad. Existen diferentes clases de microorganismos (virus y bacterias), pre-sentes en nuestro país, capaces de producir la diarrea neonatal, tales como: Rotavirus, Coronavirus, Sal-monella, Clostridium pergringens, Escherichia coli y Cryptosporidium.

En un estudio realizado por Corpoica, en el piede-monte llanero, en 39 predios de Meta y Casanare, se pudo evidenciar a través de la prueba de Elisa, la pre-sencia de microorganismos como: E Coli, Coronavirus, Rotavirus y Cryptosporidium (Parra, Corpoica 2004).

La acción de estos microorganismos puede se indi-vidual o en conjunto, facilitando la entrada de otros agentes patógenos.

Rotavirus, como su nombre lo indica es un virus que causa destrucción y atrofia de las células intestinales, provocando disfunción intestinal y mala absorción, con acumulación de leche parcialmente digerida en la luz intestinal y aumento de la presión osmótica que favorece el proceso diarreico (Odeón y col, INTA). El rotavirus actúa durante los primeros días de vida de la ternera, favoreciendo la posterior acción patógena del E. coli.

Escherichia coli, es una bacteria que tiene la caracte-rística de adherirse a las paredes intestinales a través de unas vellosidades denominadas “Pili” (fig. 2) y es precisamente en estas donde se liberan las toxinas, como: a) Enterotoxinas que estimulan la excreción de

morir en las primeras semanas de vida. La severidad de la infección se puede incrementar por la interac-ción con oros microorganismos (Ricardo Flores Cas-tro, S.A.R.H).

Clostridium perfringens, la mala higiene de los luga-res de parición y las instalaciones, puede generar que los animales se contaminen con la bacteria, esto su-mado al consumo de leche, favorece las condiciones para que el clostridium se replique en las primeras porciones del tracto gastrointestinal, provocando la liberación de toxinas, lo cual va a generar una muerte muy rápida en el ternero, produciendo un daño im-portante a nivel intestinal y en otros órganos.

PREVENCIÓN:

La vacunación de las madres gestantes con los bio-lógicos adecuados, sumados a un buen manejo de la ternera, son herramientas indispensables en la pre-vención.

Existe hoy en día en Colombia una vacuna importada por la compañía AGV SALUD ANIMAL, que ha demos-trado su eficacia en la prevención y control de la dia-rrea neonatal en fincas ubicadas en diferentes regio-nes del país, esta es: Providean® Entero plus 7.

Esta vacuna, es la única en Colombia que brinda pro-tección contra la mayoría de agentes infecciosos que componen el síndrome de la diarrea neonatal. Está compuesta por los siguientes antígenos: Rotavirus tipo 6 – 10, E. Coli K99, Coronavirus bovino, Salmo-nella dublin, Salmonella typhimurium, Clostridium perfringens tipo D. Es una vacuna “Piliada” debido a que desarrolla anticuerpos en el organismo que van a neutralizar la acción de las vellosidades bacterianas, impidiendo de esta forma la adhesión del E. coli a la pared intestinal y la posterior liberación de toxinas. La Providean® Entero plus 7 se recomienda aplicarla a partir del 5 o 6 mes de gestación, repitiendo la dosis a los 21 días. La dosis a usar es de 5 cm. vía subcutánea.

PROTOCOLO DE VACUNACIÓN ORIENTATIVO:

Cuando se vacunan hembras gestantes, buscando la transmisión de defensas de las madres a sus crías a

agua y electrolitos al intestino delgado producien-do diarrea, b) Neurotoxinas que se absorben del in-testino y pueden afectar el sistema nervioso central (síntomas nerviosos) y c) Endotoxinas pueden entrar al torrente sanguíneo (enterotoxemia) produciendo shock y reacciones alérgicas (Odeón y col, INTA).

Coronavirus, el virus ingresa al organismo del terne-ro por inhalación o vía oral (ingestión), se caracteriza por que afecta a los animales jóvenes, menores de 1 mes, causándoles diarreas líquidas profusas, en oca-siones hemorrágicas, falta de apetito, deshidratación y muerte. Puede causar en los animales adultos dia-rreas severas, con presencia de sangre y moco, dis-minución en la producción láctea, depresión, falta de apetito y descargas naso lagrimales. El Coronavirus puede ocasionar trastornos respiratorios y ser conco-mitante con la Pasteurella en la “Fiebre de embarque” (Betancourt y col, 2006).

Salmonella, los animales infectados excretan la bac-teria en cantidades considerables en las heces y en la orina, contaminando el ambiente, lo cual facilita la diseminación vía oral, cuando los animales suscep-tibles ingieren agua o alimento contaminado con materia fecal. Las bacterias eliminadas en las heces pueden sobrevivir por 10 meses o más. La Salmonella puede infectar bovinos jóvenes y adultos, los bece-rros pueden afectarse desde las 2 a las 6 semanas de edad, el animal presenta fiebre y pérdida del apetito, diarrea acuosa ocasionalmente con sangre o moco, esto genera deshidratación y pérdida de peso. La en-fermedad puede cursar con neumonía, artritis y en-cefalomielitis (síntomas nerviosos), los becerros hijos de hembras infectadas pueden nacer muy débiles y

través del calostro, lo más recomendable es empezar a vacunar los animales a partir del quinto mes de ges-tación, repitiendo la dosis a los 21 días.

Se pueden realizar grupos de vacunación de anima-les cada 3 meses corridos. Es decir, supongamos que se empieza el esquema de vacunación en el mes de Enero, en este momento se vacuna todo lo que este entre 5 y 8 meses de gestación y se repite la vacu-nación a los 21 días (dosis de recuerdo), el próximo evento de vacunación se realizaría en Abril, en donde nuevamente se vacunaran los animales gestantes en-tre 5 y 8 meses de gestación repitiendo la vacuna a los 21 días, de esta manera todas las hembras que paran en la finca, presentaran los anticuerpos requeridos en su calostro.

CONCLUSIONES:

La prevención de la diarrea neonatal, radica en la im-plementación de un adecuado manejo del ternero al nacer (nutrición, aseo y desinfección de ombligo).

El complemento indispensable es el de suministrar calostros a las terneras recién nacidas, las primeras 6 horas de vida, que contengan los anticuerpos nece-sarios para enfrentar estas patologías y esto se logra vacunando a las madres en el último tercio de gesta-ción, con los biológicos que contengan la composi-ción y seguridad adecuada para tal efecto.

REFERENCIAS:

Aricada HJ, Bedoya R, García AP, Heredia C, Maldonado AM, Peláez C, Ceballos A. Competencia inmunológica en la primera semana de vida enterneros mantenidos bajo dos sistemas de producción de leche. Rev Col Cienc Pec Vol. 17:2, 2004.

Betancourt, Martell, Alexander., Rodríguez, Batista, Edisleidy y Barrera,

Valle, Maritza. Coronavirus bovino: Infecciones neumoentéricas [en lí-nea]. Revista electrónica veterinaria. Vol. VII, Nº 12, Diciembre/2006.http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n121206.html.

Flores R. Epizootiología de la salmonelosis en bovinos, porcinos y aves. Departamento de bacteriología, Instituto nacional de investigaciones pecuarias S.A.R.H. México. www.fmvz.unam.mx/fmvz/cienciavet/revis-tas/.../CVv3c05.pdf.

Odeón AC, Diarrea neonatal de los terneros; etiopatogenia, tratamien-to y control. 2001. Enfermedades infecciosas. www.produccion-animal.com.ar.

Parra JL.(2004). Características tecnológicas productivas y aspectos de salud del ternero en el sistema bovino doble propósito. Piedemonte lla-nero. Corpoica, Boletín de investigación # 5.

Parreño V. Complejo diarreico neonatal del ternero [en línea]. Circulo de médicos veterinarios del sur de Santa Fe. http://www.veterinariosursf.com.ar.

Vera VJ, Ramírez GC, Villamil LC, Moreno MDS, Jaime J. (2006). Biología molecular, epidemiología y control de la rinotraqueítis bovina infeccio-sa y de la diarrea viral bovina. Ed. Universidad Nacional de Colombia, Instituto de Genética. Zarzoso RJ, Margueritte JA. Evaluación de una estrategia vacunal para prevenir el síndrome diarreico en terneros neonatales. 1996. Fac. de Cs.

Veterinarias, UNCPBA (Tandil). www.produccion-animal.com.ar.

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