inicios de la medicina en cartagena de indias, siglo xvi. anÁlisis de...

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1 INICIOS DE LA MEDICINA EN CARTAGENA DE INDIAS, SIGLO XVI. ANÁLISIS DE LA OBRA DE JUAN MÉNDEZ NIETO: “DISCURSOS MEDICINALES”, DESDE LA PERSPECTIVA HISTÓRICO-EDUCATIVA HELÍ HERNANDEZ AYAZO UNIVERSIDAD DE NARIÑO DOCTORADO EN EDUCACIÓN RUDECOLOMBIA 2010

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    INICIOS DE LA MEDICINA EN CARTAGENA DE INDIAS, SIGLO XVI. ANLISIS DE LA OBRA DE JUAN MNDEZ NIETO: DISCURSOS MEDICINALES, DESDE

    LA PERSPECTIVA HISTRICO-EDUCATIVA

    HEL HERNANDEZ AYAZO

    UNIVERSIDAD DE NARIO DOCTORADO EN EDUCACIN

    RUDECOLOMBIA 2010

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    INICIOS DE LA MEDICINA EN CARTAGENA DE INDIAS, SIGLO XVI. ANLISIS DE LA OBRA DE JUAN MNDEZ NIETO: DISCURSOS MEDICINALES, DESDE

    LA PERSPECTIVA HISTRICO-EDUCATIVA

    HEL HERNANDEZ AYAZO

    Tsis de grado para optar el ttulo de Doctor en Ciencias de la Educacin

    Trabajo presentado al Docente: Dra. DIANA ELVIRA SOTO ARANGO

    UNIVERSIDAD DE NARIO DOCTORADO EN EDUCACIN

    RUDECOLOMBIA 2010

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    En calidad de mdico y estudiante del Doctorado de Educacin de RUDECOLOMBIA y adems como responsable de la edicin del presente material de investigacin acadmica, yo Hel Hernndez Ayazo, identificado con cedula de ciudadana N. 9.087.558 de Ca rtagena, certifico que toda la informacin contenida en este documento ha sido tomada UNICAMENTE de forma parcial y de ninguna manera total de sus correspondientes fuentes bibliogrficas, realizando todas las referencias de las mismas de forma clara y acorde a las normas estipuladas legalmente para conservar los DERECHOS RESERVADOS DE AUTOR. Todas las observaciones, alcaraciones y/o conclusiones aportadas de forma personal al documento o apartes del mismo, son referenciadas como de mi autora de manera transparente y precisa.

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    NOTA DE RESPONSABILIDAD

    Las ideas y conceptos expresados en el siguiente trabajo son de responsabilidad del autor.

    Artculo 1 del acuerdo nmero 32 de octubre 11 de 1966 emanado del honorable

    consejo directivo de la Universidad de Nario.

  • 5

    NOTA DE ACEPTACIN:

    _______________________________ _______________________________ _______________________________ _______________________________ _______________________________

    _______________________________ Firma del presidente de jurado

    _______________________________ Firma de jurado

    _______________________________ Firma de jurado

    San Juan de Pasto, Febrero de 2011

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    AGRADECIMIENTOS

    A Diana Lago De Vergara Por invitarme a la aventura

    A Juan Marchena Fernndez Por sealarme la meta

    A Diana Elvira Soto Arango Por iluminar m camino

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    Este trabajo cont con los siguientes auspicios: 1. Comisin de Estudios. Universidad de Cartagena 2. Tiquetes areos Cartagena-Sevilla-Cartagena, 2006. Colciencias 3. Pasanta y hospedaje. Doctorado en Historia de Amrica. Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. 4. Fotocopias (2) del texto de los Discursos Medicinales, publicado por la Junta de Castilla y Len. Dr. Carlos Gustavo Mndez Rodrguez, Cartagena. Dr. Juan Marchena Fernndez, Sevilla

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    DEDICATORIA

    A Miriam Del Rosario Mi esposa y compaera por siempre.

    A Marco Aurelio, Heli Rafael y Diana Paola Mis hijos y amigos.

    A Juan David y Juan Andres, mis Nietos Y a Juliana Marcela, su madre y otra hija.

    Y a Rosa del Carmen mi ltima hija.

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    RESUMEN

    Juan Mndez Nieto fue un mdico portugus que ejerci en Cartagena de Indias, desde 1569 hasta su muerte en 1616, dejndonos los Discursos Medicinales, un texto autobiogrfico centrado en su prctica mdica, a travs del cual estudiamos la medicina de la poca y su entorno social. Sin duda el licenciado Mndez Nieto nos trajo su saber mdico a la altura de su tiempo, la farmacopea predominantemente botnica. Fue un verdadero educador de profanos y mdicos que se erigi en un referente tico de la profesin. Adems, precursor de la medicina clnica, no solo por su experiencia semiolgica, sino que fue capaz de pensar en trminos fisiopatolgicos y an de localizar el proceso morboso, que ya es bastante significativo, habida cuenta de su deficiente conocimiento anatmico y la atrasada mentalidad mdica de la segunda mitad del siglo XVI. Mdico de slidos principios morales y ticos, que mostr inquietudes investigativas, preocupacin por la salud pblica y por la calidad de la atencin mdica. Todo ello, dispuesto en su libro Discursos Medicinales, un libro que por su estilo y estructura, indica preparacin, cultura en su autor y en su contenido, cierto y coherente a la luz del conocimiento de la poca, en el que se denuncia la adecuada formacin mdica de Mndez Nieto. Por tanto, reconocemos estas memorias como el primer texto de medicina escrito en esta ciudad de Cartagena de Indias, en el Caribe colombiano y el pas todo. Proponemos a Juan Mndez Nieto como el primer educador mdico de este nuevo Reino, de Cartagena y Colombia. Fue verdaderamente un mediador cultural que trajo conocimientos y se apropi de los autctonos. Y ya para terminar, digamos de una vez por todas, que la medicina en Cartagena de Indias en el ao de 2009, cinco siglos despus, se practica con las mismas grandezas y miserias de la medicina que en nombre de aquel imperio, donde nunca se ocultaba el sol y donde justamente en ese tiempo era el centro del mundo conocido, de esa civilizacin occidental, de la cual nos ufanamos todos de pertenecer y que nos trajo el licenciado Juan Mndez Nieto. PALABRAS CLAVE: MENDEZ NIETO, HISTORIA DE LA MEDICINA, EDUCACIN MDICA, CARTAGENA DE INDIAS.

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    ABSTRACT

    Juan Mndez Nieto was a Portuguese doctor who practiced in Cartagena de Indias, from 1569 until his death in 1616, leaving the "Medical Discourses," an autobiographical text focusing on his medical practice, through which studied medicine at the time and social environment. No doubt the excellence Mndez Nieto brought us his medical knowledge up to time, mainly botanical pharmacopoeia. He was a true secular and medical educator who built a landmark ethics of the profession. In addition, precursor of clinical medicine, not only for their semiological experience, but was able to think in terms of pathophysiology and even to locate the disease process, which is quite significant, given his poor knowledge of anatomy and not advanced medical believings during the second half of the sixteenth century. He was a doctor with solid remarkable moral and ethical principles, which showed investigative concerns, concern for both, public health and the quality of care. All this, provided in his book "Medical Discourses, a book that indicates us in its own style and structure, a great preparation and culture, a rflex of his author and its certain content, consistent in a true light for the knowledge of the time, which is reported appropriately the huge medical training of Doctor Mndez Nieto. Therefore, we recognize these memories as the first medical textbook written in this Caribbean City; named Cartagena de Indias and throughout the whole country, Colombia. We propose to Juan Mndez Nieto as the first medical educator of this new kingdom, not only Cartagena de Indias but Colombia. He truly was a cultural mediator who brought knowledge beyond the sea and appropriated the locals itself. And finally, let's say once and for all, that medicine in Cartagena de Indias in the year 2009, five centuries later is practiced with the same grandeur and misery in the name of that empire, which never the sun was hidden and where the time was considered just right in the center of the known world, that Western civilization was at that time, when we all were boasted but perfectly brought us thanks to Doctor Juan Mndez Nieto. KEY WORDS: MENDEZ NIETO, HISTORY OF MEDICINE, MEDICAL EDUCATION, CARTAGENA

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    TABLA DE CONTENIDO

    PAG. INTRODUCCIN ................................................................................................... 19

    1. QUIN ES JUAN MNDEZ NIETO? ............................................................... 44

    1.1. MNDEZ NIETO: EL ELEGIDO ...................................................................... 46

    1.2. MNDEZ NIETO, EL CRTICO ....................................................................... 47

    1.4. POR QU SALAMANCA? ............................................................................ 51

    1.5. SUS ESTUDIOS MDICOS ............................................................................ 55

    1.5.1. Hipcrates y la medicina Hipocrtica ........................................................... 58

    1.5.2. Galeno y el galenismo ................................................................................. 66

    1.5.3. De Avicena y su Canon................................................................................ 78

    1.5.4. La Patologa (enfermedades) ....................................................................... 81

    1.6 CONCLUSIONES ............................................................................................ 82

    2. ANTES DE VENIR ............................................................................................. 83

    2.1. Y EMPEZAMOS A CURAR! ........................................................................ 84

    2.1.1. Pestilencias o fiebre pestilencial. ............................................................... 106

    2.1.2. Fiebres quartanas y tercianas .................................................................... 112

    2.1.3. Oftalmia: Libro 1, discurso 12, p69 ............................................................ 146

    2.1.4. Llaga negra: Libro 1, discurso 12, p 71 ...................................................... 148

    2.1.5. Piedras en orina: LIBRO PRIMERO. DISCURSO 14 ................................ 152

    2.1.6. Epilepsia : las manos pierden su fuerza y se vuelven espasmdicas..... .. 157

    2.1.7. Mola matricis : LIBRO PRIMERO. DISCURSO 17 ..................................... 164

    2.1.8. Citica: LIBRO PRIMERO. DISCURSO 18 p: 116 ..................................... 166

    2.1.9. Ictericia: LIBRO PRIMERO. DISCURSO 19 .............................................. 167

    2.1.10. Fluxin de sangre por orina: LIBRO PRIMERO. DISCURSO 20 ............ 169

    2.1.11. Dolor de costado: LIBRO 2. DISCURSO 17 ............................................ 173

    2.1.12. Ttanos: LIBRO 2 DISCURSO 5 ............................................................. 177

    2.1.13. Pasmo : LIBRO 2. DISCURSO 11 ........................................................... 179

    2.1.14. Colica. LIBRO 2. DISCURSO 3, p: 145.................................................... 182

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    2.1.15. Cmaras de sangre: ................................................................................ 186

    2.1.16. Enfermedad de la madre: LIBRO 2. DISCURSO 13 ............................... 190

    2.1.17. Gota coral: LIBRO 2, DISCURSO 14 ....................................................... 197

    2.1.18. Caries: LIBRO 2. DISCURSO 15 ............................................................. 200

    2.2. CONCLUSIONES ......................................................................................... 204

    3. MNDEZ NIETO: EL PRECURSOR DE LA MEDICINA EN CARTAGENA DE

    INDIAS ................................................................................................................. 209

    3.1. LA CASUSTICA ........................................................................................... 213

    3.1.1. Elefantiasis filariasis: LIBRO 3. DISCURSO 3, P 301 ............................. 214

    3.1.2. Fiebres: ..................................................................................................... 218

    3.1.3. Opilacin: Libro 3. Discurso 8 ................................................................... 227

    3.1.4. Ttanos: .................................................................................................... 229

    3.1.5. Diarrea iatrognica: LIBRO 3. DISCURSO 16 ........................................... 242

    3.2. CONCLUSIONES ........................................................................................ 315

    4. EL QUE LLEGA. ............................................................................................ 319

    4.1.1. La historia clnica. .................................................................................... 321

    4.1.2 El diagnstico y juicio clnico .................................................................... 326

    4.1.3. La patologa: ............................................................................................. 328

    4.1.4 La teraputica. ......................................................................................... 329

    4.1.5. El pronstico. ............................................................................................ 337

    4.1.6. Resultados. .............................................................................................. 340

    4.2. A DONDE LLEGA: CARTAGENA DE INDIAS ............................................ 344

    5. ANLISIS DE LOS DISCURSOS MEDICINALES, DESDE LA PERSPECTIVA

    HISTRICO-EDUCATIVA ................................................................................... 361

    5.1. EL ASPECTO SOCIAL DE LA PRCTICA ................................................... 363

    5.1.2. Mndez un consumado clnico. ................................................................. 364

    5.2. MNDEZ NIETO EDUCADOR. ................................................................... 364

    5.3. MNDEZ NIETO SALUBRISTA. .................................................................. 380

    5.4. MNDEZ MORALISTA Y EDUCADOR. ..................................................... 391

    5.5. MNDEZ NIETO, GREMIAL. ...................................................................... 393

  • 13

    5.6. CONCLUSIONES ........................................................................................ 400

    5.6.1. Contribuciones. Creemos haber contestado una vieja inquietud: Qu

    medicina nos trajo Espaa? ................................................................................. 403

    5.6.2. Perspectivas. ............................................................................................ 405

    BIBLIOGRAFIA .................................................................................................... 407

    ANEXOS .............................................................................................................. 423

  • 14

    LISTA DE ILUSTRACIONES

    Pag.

    Ilustracin 1. La ciuidad de Salamanca ................................................................ 51

    Ilustracin 2. Universidad de Salamanca, joya del platerismo espaol. ................. 53

    Ilustracin 3. Anatoma Hipcrates ........................................................................ 58

    Ilustracin 4. Galeno .............................................................................................. 66

    Ilustracin 5. Afeitado-Sangras ............................................................................. 77

    Ilustracin 6. Avicena ............................................................................................. 78

    Ilustracin 7. cultivo de la bacteria Brucella Melitensis ........................................ 117

    Ilustracin 8. Mujer con crecimiento del hgado y del bazo. ................................. 117

    Ilustracin 9. LLaga .............................................................................................. 149

    Ilustracin 10. Bolsa de sangre ............................................................................ 170

    Ilustracin 11. Cartagena en 1597 ....................................................................... 213

    Ilustracin 12. Bolsa Escrotal ............................................................................... 214

    Ilustracin 13.Bolsa escrotal desde otro ngulo................................................... 215

    Ilustracin 14. Recin nacido con ttano neonatal ............................................... 230

    Ilustracin 15. Versin arbiga del libro de Materia Mdica de Dioscrides ........ 335

    Ilustracin 16. Diego Gutirrez. Mapa de Amrica, 1562. .................................... 344

    Ilustracin 17. Enfermo de Lepra ......................................................................... 360

    Ilustracin 18. Enfermo de Tuberculosis .............................................................. 360

    Ilustracin 19. Juramento hipocrtico .................................................................. 374

  • 15

    LISTA DE TABLAS

    Pag.

    Tabla 1. Diagnsticos clnicos diferenciales en distintos "Tifus" .......................... 112

    Tabla 2. Enfermedades predominantes en la poblacin cartagenera. 2008 ........ 357

    Tabla 3. Morbilidad por Urgencias en Primer Nivel de Complejidad Ao 2008 . 358

    Tabla 4. Distribucin Porcentual De Los Eventos Notificados Al Sivigila, Cartagena

    2008 .................................................................................................................. 359

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    LISTA DE ANEXOS

    Pag.

    Anexo A. Cronologa De Juan Mndez Nieto ...................................................... 423

    Anexo B. Un discurso de los cuarenta ................................................................. 426

    Anexo C. Opinin Del Profesor De Semiologia Mdica ....................................... 433

    Anexo D. Proyecto Presentado A Colciencias ..................................................... 436

    ANEXO E. Portada del libro de los discursos medicinales de Juan Mndez Nieto.

    ............................................................................................................................. 448

    ANEXO F. Contraportada de los Discursos Medicinales de Juan Mndez Nieto 448

    ANEXO G. Presentacion del Libro de los Discurso Medicinales de Juan Mndez

    Nieto

    ANEXO H. Facsmil de Victorio Faventino ........................................................... 449

    ANEXO I. Portada del libro "Disputa y Averiguaciones de la Enfermedad

    Pestilente" del doctor Fernando de Valdz. ......................................................... 452

    ANEXO J. Portada del libro "Dvbivm an in Morbo Pestilente Bvbone" del licenciado

    Illefonfun Herrera Pineda. .................................................................................... 452

    ANEXO K. Portada del libro Tratado de la Vtilidad de la Sangra en las Viruelas y

    otras enfermedades de los Muchachos, del Doctor Fernando de Valds. .......... 454

    ANEXO L. Portada del Libro de Enfermedades Contagiosas y de la Preservacin

    de Ellas. Sevilla, 1569. De Francisco Franco ..................................................... 455

    ANEXO M. Cartagena de Indias - Colombia martes 8 de diciembre de 2009 ...... 456

    ANEXO N. El autor de la presente investigacin. Dr. Hel Hernndez Ayazo MD. El

    da de la Suficiencia Investigativa. ....................................................................... 456

  • 17

    A MANERA DE PREFACIO

    Mi encuentro con Juan Mndez Nieto Hace ya dos largos aos que compartimos gran parte del tiempo, nos acompaa desde bien temprano hasta la noche y en ocasiones perturba nuestro sueo. Est en el estudio, se embarca en el auto, se nos cuela en la consulta, nos acompaa a cuanta reunin tengamos, sin ser invitado -por supuesto- y en fin parece nuestra sombra. Cuando leemos sus discursos, pareciera estar ah mismo, al lado nuestro, observando complacido como resulta no poco provecho a los prximos, mayormente a los que profesan y exercitan el arte mdico, si con atencin y nimo benvolo fueren ledos 1 Y es que desde aquel caluroso medioda de noviembre del 2004, cuando nos present su devoto admirador y nuestro profesor y amigo Juan Marchena Fernndez, no nos ha dejado en paz, siempre urgindonos y reclamndonos por un resultado que lo satisfaga. Que proclamemos al mundo y especialmente al ilustrado las maravillosas curas y sucesos que Dios nuestro seor2 obr por sus manos y que nadie, nadie hasta ahora ha querido hacer. La primera noticia que tuvimos de su existencia, nos lleg de boca del egregio Eduardo Lemaitre Romn, quien durante la conferencia inaugural del Congreso Colombiano de Medicina Interna, acaecido en esta, nuestra Cartagena de Indias de l, de Eduardo y ma- algo ms de tres lustros atrs, refiri como ejemplo picaresco de la medicina de los primeros tiempos en este nuevo mundo, algunos casos por l atendidos, como:

    el caso de enfermedad nunca vista, del gobernador Martn de las Alas, de nain montas, honbre de 55 aos, flemtico sanguino, bien aconplisionado y buen juez, aunque de grueso entendimiento, y grande comedor y bebedor, que son dos cosas que pocas vezes se hallan juntas. (...) Bolbiendo agora a nuestro Governador, es de saber que antes que yo viniesse a esta iudad ava tenido unas calenturas, de las quales,

    1 MNDEZ NIETO, Juan (1989). Discursos medicinales. Introduccin por Luis S. Granjel. Universidad de Salamanca, Junta de Castilla y Len, Salamanca, Europa Artes Grficas. p 3. (Obra Matrz de la presente investigacin, para la cual se adoptar en las siguientes citas la abreviacin

    M. N.)

    2 Ibd., p. 3.

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    siendo mal curado, qued con unas quartanas que le duraron un ao y al cabo se le quitaron sin ser curado ny beneficiado, porque no ava en aquel tienpo mdico que lo hiziese. Y despus de quitadas, que era quando yo vine, se le comen a hinchar el conpan yzquierdo y parar muy duro, y esto sin dolor ny inflamain, por lo qual, aziendo poco casso dello, no lo quiso manifestar ni curarse, con que vino a creer de tal manera que, si no es avindolo visto, no se puede creer, porque eeda a una botijuela de azeyte que hordinariamente tiene media arroba de porte; y no espantava tanto la grandeza del conpan, porque en Joannes langio leemos de un lobanillo que en Alemana se sac a una muger que pes sesenta libras, quanto la distensin y capaidad de la bolsla, que pareca npussible poder caber en ella.

    Caso que, contrario al parecer de varios autores, nosotros consideramos se trat de una elefantiasis por Filarias y no de una potra, como discutiremos ms adelante. Pero realmente nuestra coexistencia se inici hace tan slo cuatro aos, a mediados del 2005, tiempo durante el cual hemos mantenido una estrecha relacin, con sus altibajos, pero siempre con el firme propsito de nuestra parte, de entenderlo como persona y como mdico y aunque no nos ha sido tarea fcil, pretendemos el haberlo logrado.

  • 19

    INTRODUCCIN

    QUINES SOMOS? Somos un mdico, formado entre 1970 y 1977, en la ms pura clnica francesa, fueron 7 largos aos en un hospital Foucaultiano3, primero, aguzando la mirada y afinando la palabra que interroga, palpando, percutiendo y auscultando cuerpos casi siempre annimos acaso el nmero de la cama- en busca del tumor, del derrame o del soplo, ubicando la lesin y luego el discurso racional lgico4- del diagnstico y el pronstico. Despus el intento teraputico, a menudo fallido. Luego vendran los vientos huracanados de los antgenos febriles y el metabolismo basal y con esta mezcla de Hipcrates, Galeno, Boerhave, Sydenham, Auenbrugger, Laennec, 80% y fisiopatologa y laboratorio, 20%; nos fuimos al campo, a descubrir que tanto sabamos y que tanto sabamos hacer, lejos de los sabios profesores que todo lo saban. Entusiasmados con esa aventura del conocimiento que es el diagnosticar, volvimos al hospital foucaultiano, pero con equipamiento de laboratorio e imagen; en busca de la sabidura clnica medicina interna- estado cuasi-levitante, en que permanecan nuestros profesores. Largas y extenuantes jornadas de lucha contra la enfermedad; siguiendo paso a paso a ese ser malfico y cortndole el paso. Aprendimos as la historia de cada enfermedad, su esencia, su andar, sus debilidades y por supuesto como derrotarlas. Resultado inmediato: ensear a los estudiantes, por ejemplo, en una clase magistral o lectio?- la fiebre tifoidea en sus cuatro semanas de evolucin, minuciosamente descrita por los clnicos espaoles del siglo pasado - acaso Maran? o en otra, el absceso heptico desde su formacin hasta su drenaje. Pronto nos dimos cuenta que algo no funcionaba bien. Los estudiantes se regodeaban en la presin arterial, en las radiografas y en los exmenes de laboratorio, pareca que el horizonte de la enfermedad se haba encogido de repente. Antes no ensebamos nada y los estudiantes aprendan, y ahora ustedes ensean mucho y los estudiantes aprenden nada sentenci un viejo profesor de pediatra. Y es que los estudiantes se alejaron de los textos y enmudecieron, pero aquellos que no, mostraban una dispersin del pensamiento y dificultad para discernir entre el conocimiento significativo y el que no lo es.

    3 Nacimiento de La Clnica. Una arqueologa de la mirada mdica. Mxico (1975). Siglo XXI Editores. p. 97-128. 4 deca Galeno. En: LAN ENTRALGO, P. (1982). El Diagnstico Mdico. Barcelona. Salvat. p. 32

  • 20

    Por qu nuestros estudiantes no se apropian el conocimiento? Por qu pareciera que no pensaran? Y es que esa es la sensacin an vigente- que dan tanto estudiantes como egresados, al punto que temas como el pensar en medicina, el razonamiento mdico, la toma de decisiones clnicas, ocupan cada vez ms espacio en las publicaciones de la disciplina, como lo expresa el Dr. Watenberg desde la Fundacin valle del Lli, en Cali: en el proceso de capacitar a los nuevos mdicos (generales y especialistas) y en todas las manifestaciones de la educacin mdica continua, amn del ejemplo que cada uno de nosotros debe dar en el ejercicio diario de nuestra profesin, la invitacin a pensar, por unos instantes, en comprender el caso y sus consecuencias, nos ayudar seguramente a acertar ms que a errar5

    Qu hacer? Fue la pregunta que nos aproxim a la educacin mdica, hace ya ms de 20 aos en la Universidad de Cartagena, donde hemos venido trabajando de manera continua en los enfoques pedaggicos y didcticos de la educacin mdica, muy particularmente en lo referente al proceso enseanza - aprendizaje y su calidad. Como lo expresa Morin, el problema en la enseanza parte de la consideracin de saberes encasillados y la incapacidad de articularlos y contextualizarlos, para conformar un pensamiento ms complejo y global. El debilitamiento de una percepcin global conducira al debilitamiento de la responsabilidad y a la falta en la toma de decisiones pertinentes6, lo cual es de fundamental importancia en la formacin del mdico. Compartimos el convencimiento de que el principal problema, que perturba la formacin de nuestros mdicos, hoy por hoy, lo constituye la dificultad en adquirir la lgica del pensamiento holstico y las competencias en el razonamiento mdico. Igualmente creemos que un replanteamiento de las estrategias en la enseanza- aprendizaje de las ciencias clnicas, puede ser parte de la solucin. Y si a ello, adicionamos la expansin incontrolable del conocimiento en los distintos saberes, el crecimiento de la informacin, la conformacin de parcelas de saberes con el agravante de que esta informacin no genera conocimiento, anlisis y mucho menos saber o toma de decisiones, no hay duda acerca del gran desafo que enfrenta hoy la enseanza-aprendizaje de la medicina. Es imperativo para la educacin, y en particular para nosotros en el rea de la salud, encontrar caminos que conjuguen los diferentes saberes o ciencias, es

    5 WARTENBERG, M. (2006). Pensar no Cuesta Nada. En Revista Colombiana de Cardiologa. Colombia. Marzo/abril. Volumen 12 nmero 6. 6 MORIN, Edgar. (2000). La mente bien ordenada. Barcelona. Ed. Seix barral. Los tres mundos. p, 67.

  • 21

    decir, que le permitan al estudiante aprender a pensar en forma global, y a discernir entre la informacin provechosa y de calidad y construir su propio conocimiento. Nuestra experiencia en una escuela ultra- conservadora refuerza esta percepcin y nos llev a tocar la puerta del doctorado en Educacin, para explorar desde aqu, la conveniencia de introducir enfoques pedaggicos que sugieren esquemas y estrategias educativas, ms apropiadas, para el logro de objetivos de formacin, en el marco de una idea integral de la persona frente al binomio salud y enfermedad. EN EL DOCTORADO

    () Cuando no es rutina escolar o erudicin inane, el conocimiento del pasado debe servir para entender mejor el presente y para mejor edificar el futuro. Si el estudio de la concepcin galnica de la enfermedad no ayuda al mdico de nuestro siglo en la empresa de conocer lo que es y lo que no es la patologa para l vigente, y si, por aadidura, no le incita a mejorar poco o mucho la forma o el contenido de esa patologa, entonces har bien mandando el saber histrico al limbo polvoriento que para los hombres sedientos de vida actual y prometedora suelen ser las viejas bibliotecas. ()7. Pedro Lan Entralgo

    Ya ubicados en el terreno de la Historia de la Educacin, fuimos hilvanando una conexin lgica entre nuestras inquietudes de origen, en la didctica y el currculo, hasta la Historia y la Educacin, pasando por la Educacin Mdica de manera que pudiramos justificar nuestra exploracin, en procura de un proceso de enseanza-aprendizaje, que partiendo de nuestra propia realidad, permita una apropiacin racional y justificada, de los modelos educativos extranjeros. Pensamos y as lo consignamos en el proyecto de investigacin, que el debate sobre la educacin mdica colombiana debe ir ms all, de la ya gastada confrontacin de modelos (Europa-Estados Unidos) y del rezagado legado cientfico Espaol, para adentrarse en la indagacin cientfica, Histrica y filosfica de los orgenes de nuestra Medicina. De modo que siguiendo a la Dra. Holgun:

    As como se considera indispensable conocer la historia de las disciplinas para comprender los problemas que han llegado a plantearse, es indispensable tambin conocer la historia de las prcticas que modifican constantemente nuestra aproximacin a la realidad social. Uno de los factores que propician la confusa situacin de los profesionales en

    7 LAN E. p. Cit., p., V.

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    nuestro medio es la manera como se transmiten los conocimientos. Ms que verse como agentes del cambio y del desarrollo, los estudiantes se ven como espectadores pasivos de elementos externos; la formacin que reciben no busca promover su participacin, ni le asigna un papel en la apropiacin y aplicacin de los conocimientos. La ciencia aparece como un cuerpo de ideas definitivo e inmutable, y no como un proceso dinmico que permite innovacin y adaptacin a las condiciones especficas del medio en el cual habr de ser aplicado. Esto explica por qu, una vez terminados sus estudios, la mayor parte de nuestros profesionales jvenes no poseen realmente los instrumentos necesarios para llevar a cabo las intervenciones que de ellos se esperan; no han desarrollado criterios ni adoptado posiciones crticas. Al pretender que la realidad misma les suministre este aprendizaje, se pierden valiosos aos y contribuciones. Un pas donde el acceso a la educacin universitaria es un costoso privilegio no puede permitirse el rezago de sus recursos humanos mejor preparados.8

    Nos planteamos los siguientes interrogantes: Cmo naci la medicina colombiana? Qu medicina practicaban nuestros antepasados indgenas? Cmo la aprendan? Qu enfermedades padecan ellos? Cmo se curaban? Qu medicina nos trajo Espaa? Cmo se mezclaron esos Saberes? En fin, cmo comenz todo, para nuestra medicina? Esta ser una herramienta apropiada para estudiar la introduccin y desarrollo de la medicina europea, frente a la medicina aborigen de Cartagena de Indias siglo XVI, analizando las enfermedades, diagnsticos, tratamientos y dems elementos propios de la prctica mdica, a travs de la prctica profesional del Licenciado Juan Mndez Nieto. Haremos entonces una pesquisa sobre el proceso de produccin de los conceptos en los cuales la medicina se fundamenta para ejercer una determinada forma de actividad profesional () y simultneamente, reconstruccin del proceso por el cual dichos conceptos se materializan en tcnicas, instrumentos y acciones que posibilitan al mdico el enfrentamiento a la enfermedad9 Ser entonces, la prctica mdica de Juan Mndez Nieto, el eje y vector de ambas tareas, en pos del objeto o asunto en cuestin cuya construccin demanda el

    8 HOLGUN FETY, M. (2000). Los Caminos de la Filosofa, la Historia y la Ciencia en Medicina. Bogot. ASCOFAME. p, XXIV. 9 QUEVEDO, Emilio. (1993). Medicina- Historia Social de la Ciencia en Colombia. Tomo VII. Bogot, Colombia. Colciencias. p 13.

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    revivir temporalmente la experiencia o el acto () para estudiarla desde atrs y hacia el presente10, por ello tendremos que: 1. Establecer el contexto poltico, econmico y social (educacin y salud) en el

    cual se forma y ejerce como mdico Juan Mndez Nieto, en el siglo XVI.

    2. Establecer el conocimiento mdico de la poca a travs de los conceptos, la patologa, los procedimientos de prevencin, diagnstico y tratamiento.

    3. Establecer las condiciones de salud y enfermedad en que vivan los indgenas

    del Caribe Colombiano en siglo XVI.

    4. Analizar el proceso de encuentro y adaptacin del saber mdico europeos y el nativo, desde la relacin mdico-paciente, la teraputica y su aceptacin, la prevencin y la convergencia de enfermedades.

    5. Identificar los hechos educativos en relacin con la salud y la enfermedad que

    ocurrieron durante ese proceso. Esta mirada hacia atrs reflexiva y sin nostalgia, abarcar puntualmente los actos mdicos en todas sus dimensiones: historia clnica, el diagnstico, la patologa, la teraputica, el pronstico y el resultado. Pero por supuesto, en su contexto social: paciente, familiares, comunidad y colegas y sus acciones de salud y educacin. Por otra parte, esta mirada un tanto amplia, pareciera plantearnos grandes dificultades conceptuales y metodolgicas, mucho ms cuando somos curtidos mdicos y poco menos que novicios en Historia, que armados con la pasin necesaria, pretendemos configurar el objeto. Abordemos pues, los problemas. SALUD Y ENFERMEDAD Dos conceptos diametralmente opuestos y a la vez indisolublemente unidos, aunque nunca se encuentren en un mismo sujeto, al mismo tiempo. Toda persona tiene su propia nocin de Salud, de acuerdo con su nivel educativo, con su credo religioso o con su ideologa social y poltica, pero todas las nociones y definiciones tienen presente la enfermedad. A partir de los diccionarios mdicos y de la Lengua11 y de diferentes posturas intelectuales, podemos plantearnos de entrada, a la Enfermedad, como un proceso y el estado consecuente de afeccin de un ser

    10 ZAMBRANO LEAL, A. (2004). Construccin del Objeto de Investigacin. Seminario Doctoral RUDECOLOMBIA. 11 Diccionarios como DRAE: Diccionario Terminolgico de Ciencias Mdicas; Dorland's Illustrated: Medical Dictionary; Taber's Cyclopedic Medical Dictionary & Stedman's Medical Dictionary.

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    vivo, caracterizado por una alteracin de su estado ontolgico de salud. El estado o proceso de enfermedad puede ser provocado por diversos factores, tanto intrnsecos como extrnsecos al organismo enfermo: estos factores se denominan noxas, (del griego nsos: enfermedad, afeccin de la salud. La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biolgico, pero tambin lo son del medio ambiente y del entorno social. Generalmente, se les entiende como entidades opuestas, pero cada vez es ms claro que hacen parte de un mismo proceso evolutivo. Veamos algunas de esas definiciones: "Un estado de bienestar ptimo, fsico, mental y social, y no slo la ausencia de enfermedad y debilidad."12 1. El estado del organismo cuando funciona ptimamente sin evidencia de enfermedad o anomala. 2. Un estado de balance dinmico en el que la capacidad de un individuo o de un grupo para enfrentarse con todas las circunstancias de vivir est en un nivel ptimo. Un estado caracterizado por la integridad anatmica, fisiolgica y sicolgico; capacidad de llevar a cabo personalmente los roles familiares, laborales y comunitarios; la capacidad de soportar el estrs fsico, biolgico, sicolgico y social; una sensacin de bienestar; libre del riesgo de enfermedad y de muerte prematura.13 La definicin de consenso universal, al menos acadmicamente aceptada de la OMS (Organizacin Mundial de la Salud), dice que salud es el completo estado de bienestar fsico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o malestar"14. Esta definicin engloba y al mismo tiempo los separa, a los diferentes elementos que de manera subjetiva u objetiva, hacen posible ese bien-estar. No basta ya con el equilibrio biolgico, sino que tambin debemos estar en armona con el resto del grupo humano. Se abre as el discurso a todas las disciplinas distintas a la medicina; por ejemplo desde la antropologa nos dicen, que hay que comprender la salud no solamente desde los equilibrios biolgicos, sino como un sistema de valores, como nocin que la gente usa para interpretar sus relaciones con el orden

    12 Dorland's Illustrated Medical Dictionary (1994). Definicin de salud. 28th ed. Philadelphia. Saunders. 13 Stedman's Medical Dictionary (1995). 26th ed., Baltimore, Williams & Wilkins. 14 OMS. Organizacin Mundial de la Salud. (1960). Constitucin. Ginebra.

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    social15 o tambin hoy se entiende la salud como un recurso para la vida y no el objetivo de la vida16, en el cual, estar sano es la capacidad (...) para mantener un estado de equilibrio apropiado a la edad y a las necesidades sociales17. Podemos concluir que siendo hoy comprendida la salud, como una armona total, en lo personal y en lo plural; pareciera que estuviramos haciendo reminiscencias de lo que fueron o son?- las relaciones de doble va, entre el macrocosmos y el microcosmos. Ahora veamos que hay sobre la enfermedad. LA ENFERMEDAD Los primeros hombres seguramente se vieron impelidos, primero instintivamente y luego por un pensamiento elemental, a dar algn tipo de asistencia a las lesiones traumticas, incluyendo las heridas por ataques de los animales; as como tambin al dolor y la fiebre que debieron ser las primeras seales de enfermedad en ser reconocidas por el hombre. Pronto el pensamiento de los hombres y su contexto social signado por la impresin que deban ocasionarles los abundantes e incomprensibles fenmenos naturales, se concretara en una nocin de causalidad externa a su cuerpo; concepto bsico de la enfermedad segn Sigerist: el hombre se enferma porque en su cuerpo hay algo que no debe estar, o porque de su organismo ha sido sustrado algo que era necesario para su vida18, medicina sobrenatural, mgica. Entre los 3000 a 500 aos aC, los dioses y demonios dominarn la concepcin de Enfermedad y Salud. Curanderos, sacerdotes y los primeros mdicos, oficiarn para la sanacin. La paleo-antropologa ha permitido identificar, en primitivos pobladores, enfermedades como los tumores, las afecciones osteo-articulares, infecciones como la osteomielitis, la meningitis y otras infecciones de segmentos

    15 SUREZ, R. Salud-enfermedad: una categora a repensar desde la antropologa. En SUREZ, Roberto (Comp.) (2001). Reflexiones en salud: una aproximacin desde la antropologa. Bogot. Universidad de los Andes. p. 11-21. 16 VERGARA QUINTERO, Mara del Carmen. (2007). Tres Concepciones Histricas Del Proceso Salud-Enfermedad. En Hacia la Promocin de la Salud. Volumen 12, Enero - Diciembre (pp. 41 50). 17 H., Mariano., RAMOS, M. y FERNNDEZ, A. Salud y juventud. Citados por VERGARA QUINTERO., p. Cit. 18Citado en INGLIS, Brian. (1968). Historia de la Medicina. Barcelona. Grijalbo. p 14.

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    ceflicos como odos o senos paranasales; tambin empiemas y afecciones cardiovasculares.19 Luego la medicina hipocrtica establecer el pensamiento racional sobre la naturaleza y la concepcin de un cosmos y un microcosmos en armona representarn la Salud y su prdida o desequilibrio a la enfermedad. Existen cuatro elementos fundamentales, que forman la materia: tierra, agua, aire y fuego, que se correlacionan con los cuatro humores que forman el cuerpo humano: sangre, pituita o neuma, bilis amarilla y bilis negra. El exceso de alguno de ellos o su mezcla inadecuada darn origen a la enfermedad humor pecante, que hay que expulsar- y esa ser la tarea del mdico. El mdico para ejercer como tal, debe ser un buen observador de la naturaleza, capaz de identificar semejanzas y desemejanzas en la expresin de la enfermedad, para poder llegar a un diagnstico; punto de inflexin en su oficio, solo con el diagnstico podr enunciar el pronstico y prescribir la teraputica. Recalcamos que el mdico hipocrtico primero observa y luego examina, porque estos dos rasgos se han de constituir en los pilares de la clnica, que van a persistir hasta nuestros das y quien sabe cunto tiempo ms. Galeno 500 aos ms tarde, estructurar una anatoma del cuerpo humano basada en sus estudios anatmicos sobre animales y sobre ella, apelando a los humores explicar el funcionamiento del cuerpo fisiologa- en una elaborada teora que perdurar hasta el renacimiento. Hay que destacar en esta apretada secuencia, que Galeno se preocup por el razonamiento del mdico en busca del diagnstico y por diferenciar los estados morbosos, ms que por el enfermo mismo. Medicina nosolgica? Este paradigma antiguo como lo llama Lan Entralgo20, va a regir entonces, desde la cultura griega clsica, hasta Sydenham en el siglo XVII, aunque se va a resquebrajar en el renacimiento, ante la nueva anatoma iniciada triunfalmente por Vesalio, pero solo desde el punto de vista de los nuevos conocimientos acerca del cuerpo humano, ms no de la idea de enfermedad y de la teraputica. Pero detengmonos justo aqu, en el siglo XVI, donde se desarrolla nuestra investigacin; para decir con Lan Entralgo21:

    El cumplimiento cabal del oficio de curar exige resolver una serie de cuestiones antropolgicas, teraputicas y sociales, conexas todas entre

    19 SCHULTZ, Michael. (1993). Crnica de la medicina. Plaza & Jans. Barcelona. p 11. 20 LAN E., p. Cit. p. 10. 21 LAN ENTRALGO, P. (1961). La Historia Clnica: historia y teora del relato patogrfico. Barcelona. Salvat. p. VI.

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    s. Slo cuando el mdico haya visto que todos esos problemas vienen existiendo hace mucho tiempo, y que las soluciones por l aprendidas no son sino las postreras de una larga serie de respuestas al constante menester, y que en el curso de la historia no coinciden siempre y exactamente lo ltimo y lo ptimo, slo entonces se resolver a pensar que el conocimiento histrico puede tener algn sentido frente al espectculo de la realidad.

    Ahora bien todo saber cientfico tiene su propia historia y de hecho, el conocimiento de la enfermedad, en tanto saber, tiene un origen y un desarrollo a lo largo de los siglos y a su vez cada enfermedad en tanto entidad nosolgica el individual proceso morboso- posee su propio discurrir en el tiempo, un principio, una evolucin y un final, es la historia natural de la enfermedad. Por supuesto que la enfermedad no es el todo en s misma, ella supone un sujeto pasivo que es el enfermo y un sujeto activo que es el mdico, que la combate; dos actores en un mismo escenario social, un mismo lugar y un mismo tiempo. De modo que al escudriar sobre una enfermedad lo estamos haciendo tambin sobre esos actores, su conocimiento que de ella tenan y sobre el cmo la enfrentaban. Tentativas para resolver los problemas teorticos y tcnicos que plantea la ayuda al enfermo22 que debidamente encadenadas son la Historia de la Medicina. Historia que interpreta sucesos independientemente del tipo de su relacin; sin progresismo anticipado. Un saber no necesariamente contina al que le precede, puede serle totalmente opuesto o al menos diferente. La sangra, por ejemplo, que rein como pilar indispensable de la teraputica hasta entrado el siglo XVIII, es vista hoy, con horror y desde nuestros conocimientos, como un crimen. Para nosotros la enfermedad es un hecho real e inevitable; real porque ha existido desde el principio de la vida, particularmente de la vida humana e inevitable, porque aceptada la inexorabilidad de la muerte, ella la enfermedad- es su determinante, tengamos presente que an no se ha descrito necropsia alguna, que informe: persona sana. Aunque no es nuestro propsito trasladarnos al terreno de la filosofa y hermenutica, si queremos dejar en claro que nuestra concepcin de Salud y Enfermedad es ontolgica, pero que va ms all de lo meramente biomdico, nos resulta atractivo el considerarlas como dice Heidegger23, existenciarios, o modos posibles de ser-en-el-mundo; un modo de ser, donde ser-sano, estar-sano y saberse-sano son dimensiones existenciales que posibilitan al hombre incluirse en

    22 Ibd., p. 5. 23 Martn Heidegger, expuesto en El Ser y El Tiempo, publicada en 1927.

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    el mundo de la vida. Comprender la salud como un modo de existir del ser humano rehabilita la autoconciencia de la salud como un fundamento ontolgico y vivencial para comprender la responsabilidad de vivir; para reconocer la finitud de la vida, pero sin aceptar el ser-para-la-muerte; preferimos el ser-a-pesar-de-la-muerte de Lvinas24. Ahora bien, la enfermedad tiene historia propia: tiene su origen, su desarrollo y su fin. El origen de la enfermedad puede ser interno al individuo, como en el caso del cncer, por ejemplo; o puede ser externo como en el caso del paludismo. Sin caer en las separaciones que hizo Canguilhem, entre () enfermedades carenciales o infecciosas, o parasitarias y las perturbaciones endocrinas y todas las enfermedades con prefijo dis25 () la enfermedad se expresa siempre en dos componentes, uno anatmico, tangible, como es la lesin y otro dinmico, funcional, intangible pero demostrable y medible. Siendo la clula la unidad estructural y funcional de la materia viva, ser tambin la base de la enfermedad, escenario sobre el cual va a incidir la innumerable cantidad de factores externos nocivos. Cualquiera que sea la interaccin entre uno o varios factores, conocidos o no, que determinen el hecho inicial de la enfermedad o etiologa, esta habr de recorrer un camino en el tiempo y el espacio, que aunque variable, tendr un punto final determinado de antemano, que solo podr ser alterado por la intervencin del mdico. Este final de la enfermedad puede ubicarse en un espectro que va desde la curacin total, como es el caso de muchas enfermedades infecciosas, causadas por virus, que llamamos auto-limitadas; hasta la muerte inexorable necesidad forzosa- como en la mayora de los casos de neoplasias. El desenvolvimiento progresivo del proceso morboso, lo estudia la morfologa y la fisiologa patolgicas: general y especial. Los accidentes en que concretamente se realiza la enfermedad, es campo de la semiologa y la patografa. Todo lo cual lleva al conocimiento del hombre enfermo o Diagnstico. (Problemas del acto mdico, segn Lan E.)26. Fisiopatologa y semiologa, nos llevan a la primera parte del actuar mdico. La fisiopatologa nos explica las bases biolgicas de la enfermedad, utilizando cualquier disciplina cientfica que resulte pertinente; la semiologa nos permite individualizar la enfermedad, identificarla, conocerla en su especial modo de ser;

    24 Citado por RICOEUR, P. (2003). La memoria, la historia, el olvido. Madrid. Ed Trotta. p. 474. Enmanuel Lvinas, (1906-1995) filsofo que trabaj el pensamiento tico. 25 CANGUILHEM, G. (1986). Lo Normal y Lo Patolgico. Mxico. Siglo XXI editores. p.19. 26 LAN E., (1961) p. Cit., pp. 11-15.

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    con ellas podemos pronosticar y tratar. Es decir intervenir sobre la historia natural de la enfermedad. Intervencin que constituye la teraputica o arte sanador del mdico, pero que no es del caso tratar ahora. Esta conceptualizacin claramente ontolgica y positivista, de ninguna manera significa el desconocimiento de lo mental- afectivo y lo social, como fuerzas modificadoras y an determinantes en el curso de la enfermedad; compartimos la opinin de Lloyd Smith y otros colegas cuando dicen:

    Si bien la biologa es relativamente constante, los medios en que vive el hombre son extraordinariamente diferentes. Las diferencias en cuanto a nutricin, cultura, educacin, economa, clima, condiciones de hacinamiento, aplicacin de las tecnologas de salud pblica y medicina preventiva, y muchas otras influencias ambientales, determinan la aparicin de la enfermedad y la conservacin de la salud, mucho ms que las diferencias de la secuencia de nucletidos en el genoma.27

    Por supuesto que estamos lejos de los autores que ponen el nfasis solamente en lo social, como es el caso de la doctora Obregn cuando afirma: () las enfermedades son socialmente producidas, no solo en el sentido de que, por ejemplo, la tuberculosis ataca especialmente a la clase trabajadora, () sino en el que su definicin conceptual tambin tiene un carcter social.28. Porque el bacilo es un microorganismo que existe realmente, por fuera y a pesar de nosotros y puesto que su ataque es muy generalizado en la poblacin, pero la mayora de las personas es capaz de destruir al mycobacterium tuberculosis y la clase trabajadora no es ni con mucho la parte de la poblacin ms afectada por la enfermedad. Por otra parte, la definicin biolgica de la enfermedad ni niega ni quita, a la conceptualizacin de la enfermedad, desde lo Social. Pensamos que este debate entre lo biolgico y lo social, lo zanj muy bien Kleinman29 distinguiendo entre: la patologa (disease), el padecimiento (illness) y la enfermedad (sickness). Entendiendo la patologa como el mal funcionamiento de los procesos biolgicos o psicolgicos, la cual designa las anormalidades funcionales o estructurales de base orgnica; el padecimiento que incluye procesos de atencin, percepcin,

    27 SMITH, Lloyd y THIER, S. (1981) Phatophysiology. The Biological principles of Disease. (International Textbook of Medicine. Vol 1). Philadelphia. W. B. Saunders Company. p. 9. 28 OBREGN, Diana. (2002). Batallas contra la Lepra: Estado, Medicina y Ciencia en Colombia. Medelln. Fondo Editorial Universidad EAFIT. p. 26. 29 KLEINMAN, A. (1981). Patients and Healers in the Context of Culture. California. University of California Press. p. 72.

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    respuesta afectiva, cognicin y valoracin directa ante la enfermedad y sus manifestaciones y la enfermedad que se relaciona con las dimensiones sociales de la persona, en donde se insertan los procesos de la patologa y a sus paradigmas ideolgicos, sociopolticas y econmicas. As, la salud puede ser pensada como un hecho social y la enfermedad, asimismo, no es lo contrario de la salud, sino parte indisoluble de la vida: proceso natural que anuncia, recuerda y marca el lmite de la existencia; que reorganiza y destruye; sin ella la enfermedad- no es posible comprender el final. Tampoco compartimos su pesimismo en cuanto a trazar la historia de una enfermedad especfica por resultarle equvoco e ilusorio, ya que las enfermedades no son entidades cuya biografa pueda escribirse como si fuesen instituciones o personas; sino que son abstracciones, maneras de organizar fenmenos diversos con el fin de comprenderlos dotndolos de significado30 Y de hecho ha sido posible reconstruir mucho de la existencia y evolucin de diversas enfermedades, conocimientos sin duda significativos y valiosos, a la hora de repensarlas en la bsqueda de soluciones para el problema que ellas representan. Se nos antoja que las primarias descripciones de la epilepsia fueron fundamentales para orientar la bsqueda teraputica y de hecho, el uso de la fenobarbital para conjurar las crisis fue primero (1912) que la implementacin de los estudios elctricos del cerebro (1929). Creemos no solo posible, sino de inters social indagar sobre el discurrir de muchas enfermedades a lo largo de la historia humana. Veamos algunos ejemplos: La principal causa de morbi-mortalidad en el mundo, hoy por hoy son las enfermedades cardiovasculares (ecv) y en el 2005 representaron el 30% de todas las muertes en el mundo31 . La principal de las ecv es sin duda alguna la enfermedad coronaria u obstruccin progresiva de las arterias coronarias y ella tiene varios factores causales que se acostumbra agrupar en dos categoras: inmodificables tales como la herencia, el sexo y la edad, y modificables como el excesivo consumos de grasas, el tabaquismo y la obesidad; tambin otras enfermedades como la hipertensin arterial, la diabetes32.

    30 OBREGN, D. p. Cit., p. 24, 25. 31 OMS (1985) 32 BRAUNWALD, Eugene (2004). Braunwalds. Heart Disease. A Textbook of cardiovascular medicine. 7th edition. Saunders.

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    Para la OMS en el 2005 haba en el mundo 400 millones de obesos y en el siglo V aC Hipcrates sentenciaba: Los obesos estn ms expuestos a muerte repentina que los delgados.33 Cmo lo hizo? Por la sola observacin. La Angina de Pecho o Angor, es la expresin fenomenolgica ms tpica de la enfermedad coronaria y aunque se le conocen referencias de los tiempos de Sneca, no fue hasta 1768 cuando William Heberden hizo una presentacin en el Real Colegio de Mdicos de Londres, en el que describi de forma magistral los sntomas de la angina de pecho34:

    Existe una enfermedad del pecho caracterizada por sntomas peculiares y violentos de gran importancia por el peligro que encierra, no es rara y de cuya existencia no he encontrado mencin entre otros autores mdicos. Su localizacin y la sensacin de estrangulacin y ansiedad que la acompaan, hace que no sea impropio llamarla Angina de Pecho. Los que la padecen suelen ser atacados mientras caminan y ms particularmente despus de comer con una sensacin dolorosa y muy desagradable en el pecho, que cuando sigue y va en aumento parece como si la vida se les escapase, pero que en cuanto se detienen el malestar desaparece. Cuando estos sntomas se llevan repitiendo algunos meses, llega un momento en que aunque el paciente se detenga, el sntoma contina de forma que aparece no solamente cuando camina sino tambin cuando est acostado obligndole a levantarse de la cama por la noche y en algunos casos los pacientes pueden llegar a tener sntomas al tragar, al hablar, con las preocupaciones e incluso hay quien nota peor o ms sntomas durante el invierno35.

    Adems reconoca: () Aunque la muerte sbita es la forma corriente de terminar esta enfermedad, algunos pacientes pueden fallecer de distinta forma viviendo ms de 20 aos y en general afecta a los mayores de 50 aos. () con el tiempo puede que se descubran medicinas para luchar contra este mal, pero en este momento es un proceso tan desconocido que no tiene tratamiento adecuado".

    33 Hipcrates, Aforismos. 34 Esto segn el doctor Andrs Iguez. Jefe asociado de cardologa Hemo-Dinmica. Historia de la angina de pecho. En Revista Puleva salud. Fundacin Jimnez Daz. 24/11/2000. 35 HEBERDEN, W. (1768). On the Chicken-pox. Medical Transactions. Londres. The Royal College of Physicians of London.

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    Esta descripcin sigue siendo totalmente vlida, como tambin lo fue su deseo. Hace ya ms de 100 aos disponemos para uso clnico, de preparaciones de nitroglicerina y derivados, que previenen y suprimen las crisis anginosas; tambin la ciruga, de la mano del argentino Rene Favaloro, en 1967, abri la era de los bypass coronarios, para superar el problema obstructivo de las arterias coronarias. Como se puede ver Heberden no sospech la causa del problema ni pudo imaginar su solucin, pero despus del silencio de 2 centurias, volvimos a la historia de la enfermedad coronaria. Seguramente que si lo indagsemos, encontraramos similares descripciones, en sociedades mucho ms all del siglo XVIII y podramos trazar el recorrido histrico de la enfermedad coronaria. Por otra parte desde el interior mismo de la enfermedad, podemos resumir su propia historia: el individuo comienza desde la niez a presentar acmulos lineales de grasa en la aorta, los cuales despus de la cuarta dcada, van a constituir depsitos mayores o placas que van ocupando la luz del vaso, y ya no solamente en la aorta, sino tambin en las arterias coronarias y sus ramas. Cuando la obstruccin supera el 75% de la luz del vaso, suelen aparecer los sntomas; el primero de ellos y el ms clsico es el de la angina de pecho, o dolor al esfuerzo que cede con el reposo; anteriormente descrito. Puede suceder tambin que la obstruccin se presente de manera abrupta, completando el 100%, entonces el cuadro clnico es agudo y de gran severidad: infarto agudo de miocardio. En los ms afortunados, un electrocardiograma de rutina seala la presencia de isquemia coronaria disminucin del riego sanguneo, por la obstruccin en curso- y se puede efectuar el tratamiento correctivo-curativo (destape del vaso), de inmediato. Los ms desafortunados, se desploman sobre su escritorio o no despiertan en la maana, vctimas de un infarto de miocardio, masivo y fatal.36 Como se ve a simple vista, la enfermedad suele recorrer un largo camino, desde la infancia hasta su expresin fenomenolgica o clnica; a una velocidad variable, en funcin de las caractersticas internas y externas del individuo en cuestin. Tiene familiares que han sufrido o sufren enfermedad coronaria? Est obeso? Come mucha grasa? Es hipertenso? Hace ejercicio? Fuma cigarrillo?. Innumerables posibilidades particular modo de enfermar- llama a esto Lan Entralgo, todas ellas documentadas y estudiadas suficientemente, como para permitir la intervencin teraputica tambin, ampliamente variada y eficaz. Y as podramos recorrer todo el universo de lo patolgico, sealando, identificando, describiendo en su realidad concreta- a la enfermedad, variable en su expresin pero inmutable en su ser real. Ahora bien, la manera como el individuo y la sociedad toda, perciben y reacciona frente a este multiforme

    36 STONE, N. y BLUM C. (2002). Treatment of Lipid Disorders in Clinical Practice. Professional Comunications. Inc. NY. Chapter 6

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    adversario, va desde la experiencia subjetiva e individual nunca completamente conocida- pasando por todo el entramado social, hasta la construccin de definiciones objetivas que permiten su comprensin ms all de la realidad biolgica. Por otra parte, es preciso afirmar aqu, que la prctica de la medicina como arte sanador, nunca como antes haba encontrado tantas resistencias a su buen ejercicio, provenientes justamente de la realidad social en que se encuentre inserto el paciente. Muchos mdicos adjetivan a las enfermedades como rebeldes, refractarias al tratamiento o resistentes, (la hipertensin arterial, la diabetes, la migraa, el intestino irritable y la gastritis, son algunos ejemplos) cuando en realidad lo que sucede es que los factores externos, del entorno del enfermo, que actan como precipitantes, estimulantes o sostenedores de la afeccin biolgica, no son intervenidos. Otro tipo de influencia del entorno social sobre lo biolgico y tal vez sea el ms comn, est representado por los trastornos de ansiedad incluida la crisis de pnico su forma ms grave-, que hoy por hoy representan la causa ms frecuente de consulta a los servicios de urgencias. No podemos concluir este aparte sin pensar en el futuro, nos parece que es hora de otra ruptura, la del paradigma moderno de la salud-enfermedad-medicina y por eso nada mejor que traer algo de las reflexiones epistemolgicas e histricas de Quevedo37, quien a partir del reconocimiento de la interaccin biolgico-social: Es decir, que el contexto social interacta con lo gentico y lo biolgico en el proceso de organizacin de las formas mismas de presentacin y modificacin de los procesos vitales del individuo y de un consecuente replanteamiento del concepto de salud y de enfermedad, como estados posibles del individuo, propone interpretar estos como procesos, resultado de la interaccin de mltiples determinaciones, todas ellas articuladas en ltima instancia al proceso social y no con el solo objetivo de teorizar para teorizar, sino para la bsqueda de una comprensin de los fenmenos de la salud y de la enfermedad que supere las conceptualizaciones surgidas de la percepcin y del sentido comn, tan antiguas como la sensacin de malestar, para implementar nuevas formas de investigacin y de accin con relacin al proceso-salud enfermedad. Y ojal agregamos nosotros- esas nuevas formas de accin nos sirvan a los clnicos que ejercemos la profesin, para orientar a aquellos enfermos, en cuya enfermedad predominan los factores sociales, hacia profesionales preparados para enfrentar estos componentes o determinantes no biolgicos. Nos parece muy razonable por ello, la propuesta de Quevedo, en el sentido de la necesidad de profundizar an muchsimo, por una parte, en el problema biolgico de los procesos de la enfermedad (campo de las hoy llamadas ciencias bsicas) y

    37 QUEVEDO, E. (1992). El concepto salud-enfermedad: Bogot. Zeus Editores. pp, 5-85.

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    sus manifestaciones clnicas (campo de las hoy llamadas ciencias clnicas) pero, por otra, se requiere tambin impulsar un gran proceso de investigacin en el campo de las ciencias humanas y de las ciencias sociales con respecto al problema salud-enfermedad para comprender cmo es que en este proceso an lo biolgico est condicionado socialmente38. Que tiende un verdadero puente entre la medicina y el resto de las ciencias sociales, pero que creemos nosotros, que supone un cambio concreto en el plano de la realidad cotidiana de la prctica mdica, ya vislumbrado por la OMS39 y citado por l mismo: se necesita "una nueva raza de profesionales de la salud", un nuevo tipo de prctica profesional que permita enfrentar la solucin de estos problemas desde un abordaje interdisciplinario de la promocin y la recuperacin de la salud. Del Mtodo Durante las socializaciones de los proyectos en los seminarios doctorales, la mayora de los compaeros y profesores se inclinaban a recomendarnos, la historia de las mentalidades, como medio apropiado para acometer el estudio de nuestro personaje, Juan Mndez Nieto. Tal vez pensando en que la historia de las mentalidades considera esas concepciones del mundo y de la vida, que tienen una larga permanencia o duracin, por ejemplo un siglo, o la vida de un personaje, o porque ella abarca las ideas, actitudes y formas de ser, a travs de una persona o un pueblo; o porque el personaje que presta su vida profesional, para el estudio, no es de alta alcurnia, antes por el contrario es un mdico del comn, que sera examinado bajo la lente de lo cotidiano. Pero qu trata la historia de las mentalidades? La respuesta ms sencilla sera, que esta corriente historiogrfica trata sobre la manera como el hombre percibe, crea y responde a su mundo. Para sus impulsores desde la escuela de los Anales, es una historia en busca de la totalidad, de lo colectivo, con inters por la sicologa de los grandes hombres, al tiempo que ese inters dej de limitarse a las superiores expresiones del espritu humano y se extendi a lo cotidiano y prosaicoen suma las mentalidades colectivas, en todos sus matices y manifestaciones, hicieron su ingreso en el campo de trabajo de la investigacin histrica.40 Una historia en contra de la historia cerrada, de la historia centrada en su objeto. En suma puede decirse que

    38 Ibd. 39 OMS. 1985 40 CARDOSO C. y PREZ, H. (1976). Los Mtodos de la Historia. Barcelona. Editorial Crtica. P 326.

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    la historia de las mentalidades abarc a la antropologa, la historia cultural y la historia social, como una apertura hacia las otras disciplinas humanas. Le Goff considera que la historia de las mentalidades no se define solamente por el contacto con las otras ciencias humanas y por la emergencia de un dominio rechazado por la historia tradicional. Ella es tambin un lugar de encuentro de exigencias opuestas, que la propia dinmica de investigacin histrica actual fuerza a dialogar. Ella se sita en el punto de conjuncin entre lo individual y lo colectivo, del tiempo largo y de lo colectivo, de lo inconsciente y de lo intencional, de lo estructural y de lo coyuntural, de lo marginal y de lo general41. Como la historia de las mentalidades parte de la premisa de falta de testimonios, por fuera de las clases dominantes, sus sujetos de estudio solo pueden estudiarse por medio de fuentes verbales, literarias Discursos Medicinales?- signos y smbolos u objetos artsticos; pero el estudio debe oscilar entre diversos niveles: el individuo, el grupo familiar, las clases sociales, las categoras socio-profesionales y otros tipos de agrupamiento42 y adems debe reconstituir el utillaje mental43 o sea el conjunto de instrumentos mentales de que disponen los hombres de una poca determinada, de una sociedad dada. Y esto es un inventario largo y complejo: lenguaje, nociones sobre el tiempo y el espacio, cantidades y cifras, higiene, alimentacin, modos de vida; educacin e informacin; poblamiento y movilidad; creencias, mitos, rituales; en fin, todo aquello que permita abordar el pensamiento del comn de las gentes. Por supuesto que abordar este utillaje para el siglo XVI, no solo nos distrae del eje-objeto: la prctica mdica de Mndez Nieto, sino que nos crea el problema de las fuentes para ello. Tambin en cualquiera de los seminarios mencionados se oyeron otras voces, particularmente la del Dr. Arboleda44 quien sealaba a la historia de las ciencias como la va de abordaje ms apropiada, dado que el objeto de estudio es la prctica mdica de La historia de las ciencias indaga sobre el origen y desarrollo del conocimiento cientfico en las sociedades humanas y su impacto sobre ellas; que como discurso organizado aparece en el siglo XVIII, cuando la historia se abre en un abanico de

    41 LE GOFF, Jacques. (1974). "Les mentalits, une histoire ambige", En Faire de l'Histoire, tome III: Nouveaux objets. Paris. Gallimard. Bibliothque des Histoires. pp. 76-94. 42 CARDOSO C. y PREZ, p. Cit., p. 328. 43 MANDROU, R. citado por CARDOSO C. y PEREZ, p. Cit., p. 329.

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    posibilidades narrativas, organizativa y documental: de la tierra, de las artes, de la filosofa, de la naturaleza y de la ciencia. Este discurso progresar de manera lineal, mostrando una evolucin positiva del conocimiento, con algunas variantes que recoge Quevedo45 en tres alternativas, segn que un saber se va acomodando sobre los anteriores, sumando progresivamente conocimiento, (acumulativa); o puede ser que el conocimiento se va actualizando, mejorando cada vez ms de manera espontneamente (evolutiva) o lo que creemos conocimiento nuevo, simplemente ya era conocido por los antiguos (de los precursores). Es decir que la reflexin filosfica subyacente concibe a la ciencia como objeto nico, de previsible progreso, que se puede analizar y estudiar, desde su propia realidad intelectual; esto es lo que se conoce como la visin o corriente internalista de la historia de la ciencia. En el siglo XIX, el positivismo reforzar esta postura de una ciencia nica, ligada a un mtodo tambin nico: el experimental y la distancia de la filosofa y la metafsica, pero ms adelante, Koyr introduce el concepto de discontinuidad en la historia de las ciencias, a propsito de su apreciacin sobre las matemticas y la cosmovisin moderna, que l considera una verdadera revolucin. La historia de la ciencia, tiene como propsito otorgar comprensin de la misma, y esto debe entenderse como abarcando no slo a los logros epistmicos, sino tambin a los procesos cognitivos y a todos los dems aspectos que conforman la empresa cientfica.la historia de la ciencia sigue siendo internalista pero ahora discontinua, a saltos. A mitad del siglo XX dos tendencias diferentes van a tender puentes con la historia social, por un lado el marxismo y por otra la sociologa. Se abre espacio as, la nueva historia social de las ciencias, con la perspectiva de la ciencia y sus relaciones con el contexto social. Esta nueva historia social en Latinoamrica ha comenzado a contribuir, dice Quevedo: a) En la comprensin del significado social de la prctica cientfica en Amrica. b) La integracin de la cultura de la regin, la cual an se encuentra dividida en cultura humanstica y folclrica por una parte y cultura cientfica occidental por otra.

    45 p. Cit., pp. 22-23.

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    c) El desarrollo de la historia general de las ciencias a travs del anlisis de los procesos transculturales de transmisin, recepcin, asimilacin y domesticacin de las ciencias46.

    Nos resulta obvio, ahora, que nuestro proyecto encaja sin ser acumulativo- en este marco de accin positiva, especialmente en los items a y c. En fin, podemos ir cerrando el punto, siguiendo a Arboleda47 el objeto de la historia de las ciencias, es decir, aquello de lo que se trata cuando restituye la evolucin de conocimiento: la historia de un concepto, de una polmica cientfica, del descubrimiento o invencin de un documento, de la reconstruccin de un perodo oscuro, de la crtica de textos u obras cientficas, de aquella de instrumentos tcnicos, de instituciones cientficas, etc. Y acerca del mtodo nos dice: la variedad de temas por tratar se corresponde con la diversidad de mtodos en la historia de las ciencias. Sea que el mtodo propio a la investigacin histrica de que se trate est elaborado o no como ms frecuentemente ocurre-, no se puede decir que exista un mtodo en sentido estricto. Llegamos as a nuestro propio terreno disciplinar: la medicina. Ciencia y arte, oficio primero nacido de la necesidad de ayudar al otro desde el principio de los tiempos, que en los ltimos 500 aos, se ha constituido en una compleja estructura social; multidisciplinaria en sus fundamentos cientficos y tambin en sus relaciones sociales. La medicina ha sido concebida por el hombre y desde siempre, por su capacidad para responder de alguna manera- al dolor y la enfermedad; la nocin ms elemental relaciona la medicina con enfermedad y curacin; es decir la gente la conceptualiza ms por su hacer que por su ser, por la prctica concreta, que por las abstracciones intelectuales; es por tanto la medicina como arte sanador, una prctica social y como tal puede y debe estudiarse, desde la historia. La historia de la medicina es pues el estudio de la Medicina misma, de esa vida intra-histrica de la Medicina, de ese fenmeno multiforme y proteico que es la Medicina. () que se ocupa de la medicina en toda su complejidad: las actividades destinadas a combatir las enfermedades y a promover la salud en cualquier tiempo y lugar. Su principal funcin en la enseanza mdica es ofrecer una perspectiva integradora por encima del creciente nmero de especialidades y rigurosamente conectada con los dems aspectos de la ciencia, la cultura y la vida social48

    46 Ibd., p. 40. 47 ARBOLEDA, L. El Objeto y el Mtodo de la Historia de la Ciencias. En QUEVEDO (1993) p. Cit., p. 255. 48 LPEZ PIERO, J. M. (2002). La medicina en la historia. Madrid. La Esfera de los Libros. p. 15.

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    Y para hacer historia social de la medicina tomamos de la propuesta de Quevedo, dos sectores bien definidos: - Historia de las tcnicas diagnsticas, pronsticas, preventivas, teraputicas y de rehabilitacin puestas en prctica por los mdico. - Historia del ejercicio prctico de la medicina y de las profesiones afines49.

    4. De cmo contestamos la pregunta A travs de esta investigacin titulada: Inicios de la Medicina en Cartagena de Indias, siglo XVI. Anlisis de la Obra de Juan Mndez Nieto Discursos Medicinales desde la perspectiva Histrico-Educativa; nos proponemos examinar el quehacer mdico del licenciado Mndez Nieto, como conocimiento y prctica, a travs de las historias clnicas de sus pacientes, en el contexto de su tiempo; contrastndolo con el conocimiento y prctica mdica de hoy y desde nuestra doble condicin de mdico y educador. As las cosas, nos planteamos las siguientes hiptesis de trabajo: La medicina trada por los espaoles encontr un ambiente propicio para su aceptacin y adaptacin, dadas sus muchas similitudes, con la medicina indgena, lo cual hizo posible un intercambio de saberes, que dio lugar a una nueva conceptualizacin de la salud y enfermedad. Hiptesis subsidiarias: El conocimiento mdico as como su enseanza y su prctica en Espaa, acusaban un importante rezago frente al resto de Europa, dado su aislamiento poltico y social. Las sociedades indgenas tenan un concepto claro de salud y enfermedad, as como su relacin con el ambiente, por lo cual cuidaban mucho sus recursos naturales y por tanto padecan menos de infecciones y desnutricin. Tanto los mdicos europeos como los sanadores indgenas, crean en fuerzas externas como causa de la enfermedad y por tanto su manejo del enfermo comparta el ejercicio de influencias sicolgicas sobre el enfermo, as como el uso de plantas y rganos animales con fines teraputicos. El indgena posea hbitos de vida saludables y tena mayor respeto por la naturaleza, mientras que el europeo tena conocimientos ms avanzados sobre el

    49 QUEVEDO (1993) p. Cit.

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    cuerpo humano y su funcionamiento, lo que hace pensar que hubo necesariamente un intercambio educativo. Y seguidamente nos dedicamos a analizar en primer lugar el perfil medico del licenciado Juan Mndez Nieto, escudriando desde sus estudios, a sus desempeos profesionales; guindonos por esta serie de categoras y sub-categoras: 1. El acto mdico 1.1. La historia clnica 1.2. El diagnstico 1.3. La patologa 1.4. La teraputica 1.5. El pronstico 1.6. El resultado 2. El aspecto tico 2.1. Relacin mdico-paciente 2.2. Relacin entre colegas 3. El aspecto social de la prctica 3.1. La prevencin 3.2. Relacin con la comunidad 3.3. Relacin con la autoridad 4. El aspecto educativo 4.1. Para con el paciente 4.2. Para con la comunidad 4.3. Para con los colegas

    Nuestro trabajo, incluy discusiones de los casos clnicos descritos por Mndez Nieto, con reconocidos expertos en las diferentes reas de la medicina: medicina interna, infectologa, ciruga, ginecologa, siquiatra y dems, todos ellos profesores de medicina, buscando enriquecer el abanico de posibilidades y en procura de lograr un anlisis mdico exento de sesgos, invitamos al doctor Alario Bello, a un ejercicio conjunto, de anlisis semiolgico de los diagnsticos de Mndez Nieto, el cual incluimos en los anexos. El estudio propiamente mdico, lo afianzamos en dos textos guas, escogidos por ser de autores espaoles y muy reconocidos mundialmente; la Semiologa Mdica y Tcnica Exploratoria del profesor Juan Surs Forns, cuya primera edicin vi la luz en 1953 y se mantiene vigente, gracias a sus hijos los doctores Juan y Antonio Surs Batll y la Medicina Interna del profesor Pedro Farreras Valenti, de 1929 mantenida al da por el doctor Ciril Rozman.

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    A ms de esto, para las descripciones de patologas actuales, revisamos material educativo para pacientes y las publicaciones de asociaciones para la educacin en salud, con el nimo de que nuestro trabajo sea accesible y comprensible, para cualquier lector. Aclaraciones necesarias El proyecto se desarroll tal como se propuso, en la bsqueda de respuestas a los interrogantes que ayudaron a configurar el objeto-eje, la prctica mdica de Juan Mndez Nieto, en la Cartagena de Indias, en el siglo XVI. Seguramente se entremezclaron aproximaciones metodolgicas, pero recurdese que se trata de una investigacin original, puesto que el personaje Juan Mndez Nieto, no haba sido sujeto de mirada mdica alguna, como la planteada por nosotros se trata entonces de uno de esos casos en que Arboleda afirma: hay que abrirse paso sobre el curso mismo de la experiencia hasta producir el conocimiento del objeto especfico. Sera un error que un proceso as de original pudiese contar, desde un comienzo, con un mtodo providencial que le fijara su trayectoria. Aun situndose desde el campo terico de referencia no se podra plantear a la investigacin ms que perspectivas, nunca caminos seguros. Y es que en efecto, de Mndez Nieto se han ocupado varios investigadores desde diversas perspectivas: De Salas, Javier y De Los Ros, Jos Amador. (1878); Rodrguez Marin, Francisco. (1932); Escribano Garca, Victor. (1952); Bataillon, Marcel. (1969); Domnguez Bordona, J. (1935-1936); Rico Abello, Carlos. (1952); Granjel, Luis S. (1978); todos citados por este ltimo y que tratan a Juan Mndez Nieto y sus Discursos Medicinales, desde lo biogrfico, histrico, novelesco y an como ficcin y algunos en tono burlesco. De nuestra parte nos encontramos con Arrom, Jos Juan. (1985); Del Castillo Mathieu, Nicols. (1990); Solano Alonso, Jairo. (1998); Lux Martelo, Marta. (2006); quienes ven a Mndez Nieto desde lo histrico-biogrfico, como un precursor de la medicina y un mediador cultural. Tambin se encontrarn anacronismos y como por qu no? Todo historiador se mueve en tres tiempos, el del objeto de su estudio, su propio tiempo y el tiempo en el cual da cuenta de sus resultados. Por otra parte si como dice Xavier Xubir.

    El pasado, ciertamente, ya pas y por lo tanto ya no es. Y sin embargo acta en el presente...En lo que es hoy, en su presente, est incluido actualmente lo que fue su pasado. El tiempo no es pura sucesin, sino un ingrediente de la constitucin misma del espritu. La historia no es simple sucesin de estados reales, sino una parte formal de la realidad misma...esto justifica la ocupacin con el pasado: ocuparse del pasado es

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    en tal caso, ocuparse del presente. El pasado no sobrevive en el presente bajo la forma de recuerdo, sino bajo la forma de realidad50

    Cmo interpretamos? Cmo interrogamos a esta realidad subsumida en la actual? Ahora, si seguimos a Clifford Geertz para quien las reglas de toda comunidad o cultura son autoexplicativas, concerniendo al historiador solamente des-cubrirlas y des-cribirlas51 tendramos al menos los bisoos- que hacer como Mndez Nieto, mudarnos a otra Facultad. Pero nimo, que otras voces, diferentes a los historiadores mdicos, que todos escudrian el pasado con la lupa de estos tiempos, sustentan la ocurrencia ocasional- y an la as llamada historiografa anacrnica, por ejemplo. Plutarco -nos dice Duby- cuando habla de Alejandro y de Epaminondas, no corre el riesgo de usar sus prejuicios? Sus escritos revelan ms su propia mentalidad y la de sus contemporneos que la de sus retratados. Para Duby este anacronismo es un error comn.52

    La historiografa diacrnica no puede ser ms que un ideal. El historiador no puede librarse de su tiempo ni evitar completamente el empleo de patrones contemporneos. () para tener una visin de cualquier tipo en torno a un tema determinado, hay que ponerse gafas; e inevitablemente estas gafas han de ser las gafas del presente. El historiador no puede basarse simplemente en los criterios de significacin admitidos en el pasado.53

    En nuestro caso, nos encontramos anclados en el siglo XVI, trabajando con criterios de tiempos anteriores y leyendo con las gafas de hoy. Para concluir,

    50 ZUBIRI, X. (1974). Naturaleza, Historia, Dios. Madrid. Editora Nacional. p. 316. 51 VAINFAS, Ronaldo. (1996). De La Historia de las Mentalidades a la Historia Cultural. Colombia. Anuario Colombiano de Historia Social y de La Cultura 23. 52 Enciclopedie de la Pleiade. Gallimard (1961). Duby G. Histoire des Mentalits, en Samarn CH: Lhistoire et ses Methodes. Pars. p. 937. 53 KRAGH, H. (1989). Introduccin a la historia de la ciencia. Barcelona. Crtica. p. 139.

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    En la prctica el historiador no se enfrenta a una opcin entre una perspectiva diacrnica u otra anacrnica. Habitualmente deberan estar presentes ambos elementos, dependiendo el peso de cada uno de ellos del tema en concreto que se investigara y del objeto de la investigacin. El historiador de la ciencia tiene que ser una persona que tenga una cabeza de Jano que pueda respetar, al mismo tiempo, los dos puntos de vista dispares anacrnico y diacrnico. Segn el historiador holands de la ciencia Hooykass, para juzgar de una manera ecunime, el historiador ha de enfocar las maneras de pensar, de observar y de experimentar de sus antecesores con una comprensin simptica: tiene que poseer una fuerza de imaginacin lo bastante grande como para lo que se supo del perodo que est estudiando. Al mismo tiempo, tiene que poder confrontar las teoras anteriores con las actuales, para que el lector moderno las pueda entender y para que la historia se convierta en algo verdaderamente vivo, de un inters mayor que el puramente anticuarista54

    Es oportuno recordar que en la Espaa del siglo XVI, la quietud dominante del galenismo arabizado, se va a resquebrajar apenas, para abrazarse ms al galenismo puro. Qu irona! Y justamente esa demora en darle paso a la anatoma de Vesalio y a sus consecuentes y novedosas aplicaciones quirrgicas, va a determinar que el conocimiento que nos va a traer Mndez Nieto y las siguientes oleadas de mdicos a Indias, est ya rezagado. Ser en el siglo XVII, con Thomas Sydenham, que se inicie la ruptura definitiva con la estructura conceptual y metodolgica que, sobre la enfermedad, se haba elaborado desde la antigedad o paradigma55 antiguo, para dar paso al paradigma moderno que consiste en la razonable y razonada pretensin de reducir el juicio diagnstico a la visin directa o indirecta, pero en todo caso real, no imaginativa de aquello que para el mdico sea la realidad misma del proceso morboso observado.56 Es decir la razn y la experiencia, experiencia nueva, por los sentidos directamente o a travs de aparatos. Concluyamos con Fontana: necesitamos repensar la Historia para analizar mejor el presente y plantearnos un nuevo futuro y () de entre las ciencias sociales, la historia tiene el privilegio de ser la que mayores servicios puede rendir, porque es la ms prxima a la vida cotidiana y la nica que abarca lo humano en su totalidad. Sin olvidar tampoco que, cuando se lo propone, resulta ser la ms inteligible para un mayor nmero de receptores de su mensaje estudiantes,

    54 Ibd., p, 142. 55. p. Cit., p. 44.

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    lectores o espectadores. No importa que ello la haga ms arriesgada; que no permita adornarla con unas apariencias de exactitud que hoy sabemos, adems, que no son un criterio de validez cientfica, sino una mera ilusin57. PARTE I Juan Mndez Nieto y su prctica mdica, 1531 1616 Trata sobre la persona de Juan Mndez Nieto y prctica mdica, desde sus ltimos aos de estudios en Salamanca, hasta su salida de Santo Domingo. Describe sus actos mdicos, desglosndolos conforme a lo previsto y correlacionndolos con la medicina actual. Captulo I Quien es Juan Mndez Nieto. 1531-1616 Captulo II Antes de Venir, 1560 - 1569 Captulo III En Cartagena de Indias, 1569 - 1616 CAPITULO I QUIN ES JUAN MNDEZ NIETO Quien se consagra con afn al estudio de la Medicina, forzosamente ha de reunir las condiciones siguientes: disposicin natural, enseanza, lugar oportuno, instruccin desde la niez, amor al trabajo y actividad. Principalmente necesita contar con disposiciones naturales; todo es en vano cuando se pretende forzar la Naturaleza; pero cuando ella por s misma camina por buena senda, principia entonces verdaderamente la enseanza del arte, que, con la reflexin, el discpulo viene obligado a apropiarse, comenzando desde aquella edad juvenil y tierna y encontrndose en lugar a propsito para la enseanza y aprendizaje. Necesario es, a ms de esto, consagrar a la 1abor mucho espacio de tiempo para que, arraigndose los conocimientos profundamente, den sus sazonados y abundantes frutos. HIPOCRATES58

    57 FONTANA, Josep. (1992.). La Historia Despus del Fin de La Historia. Barcelona. Crtica. pp. 142, 145 y 146 58 Aforismos y Sentencias: La ley.

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    1. QUIN ES JUAN MNDEZ NIETO?

    Es todo un personaje! Se trata de un hombre de su tiempo, entregado a su profesin, la medicina, la cual va a ejercer durante toda su vida con ardorosa y en veces, agresiva pasin. A pesar de una completa formacin en todos los campos del saber, de su buena educacin, de poseer una mente abierta y un espritu alegre, es un profesional ortodoxo y dogmtico, inmerso en la controversia y el conflicto. Sin duda es un eximio representante la medicina antigua, de esos veinte siglos de medicina59, que muy apropiadamente sintetiza Lan Entralgo, como el paradigma antiguo60. Ahora, parodindolo a l, Y, comenando la historia y abrevindola lo ms que me fuere posible... digamos de una vez, que a pesar de lo muy poco que nos deja conocer, acerca de su persona y de su familia, est claro que este sorprendente personaje, naci en la villa portuguesa, fronteriza con Espaa, de Miranda del Duero, en 153161 y muy probablemente en el seno de un hogar de cristianos nuevos62 o conversos, lo que explicara algunos silencios en su relato, como tambin la permanente profesin de fe cristiana que lo caracteriza. Conocemos a su esposa por lo que l mismo tiene a bien contarnos: me queran casar de su mano con doa Marta Pone, donzella noble y que yo bien conoa, sobrina de la Marquesa de Villanueva, que a la sazn estava all con ella; la qual, aunque pobre, era de lo mejor de Sevilla y en efecto, con ella se caso y tuvo 3 hijas No existen dudas acerca de sus estudios mdicos, por lo menos hasta el grado de Bachiller y aunque no est debidamente probada su licenciatura mdica l, as se proclama- nos presenta una aquilatada y exitosa prctica mdica, que evidencia una slida formacin y una gran solvencia profesional. Pero Mndez Nieto no es un mdico dotado de un gran bagaje terico de la medicina, porque si bien ha estudiado y aprendido en los textos fundamentales: Hipcrates, Galeno y Avicena, y conoce bien a casi todos los autores de autoridad

    59 Hipcrates, s V aC Galeno, s II dC s XV renacimiento. 60 LAN E., (1982). p. Cit., p. 9. 61 M. N. p. Cit. p, X. 62 Jos Hinojosa, cristianos nuevos. [En lnea]. 2009, vol.83, pp. 81-105. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S0325-11952009000100004&script=sci_arttext Fecha de consulta: octubre 4 de 2009.

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    y tambin a algunos empricos o prticos, se fastidia con lo abstracto y lo prolijo, como l mismo lo reconoce al retirarse del estudio del derecho63. Juan Mndez es ante todo un mdico prctico, poseedor de un gran sentido comn que acta con gran pragmatismo. No trata tanto, de demostrar sapiencia como de resolver el problema, y para ello le basta con ubicarse en el contexto ortodoxo de los saberes mdicos, y a partir de all aplicar el remedio si este ya est establecido- o bien ingeniarse uno a partir de lo conocido. Posee una mente abierta, que le permite considerar opiniones diferentes a las de los maestros indiscutidos y es as como se pasea sin ruborizarse, por los escritos de los prticos, recuerda consejos y enseanzas de su maestro y tutor Alderete, como tambin invoca resultados empricos, validados por su propia prctica. Su encuentro con el enfermo y la descripcin del mismo es totalmente hipocrtica, es decir, hace una verdadera impresin clnica, basada en lo que le cuenta el enfermo o su familiar y lo que el observa o percibe por sus sentidos (diagnsticos inmediato y semiolgico). Pero va ms all, y como Galeno toca el enfermo y busca con su mirada lgica el mal y su causa, no se contenta con hacer. Su teraputica es previsible por lo apegada a los textos: dieta, purgas y sangra, armnicamente articuladas, conforman su cura. Pero consecuente con su amplio pensar y su afn de resolver problemas, se inventa originales recetas que aunque de buen suceso, nos dejan perplejos, tanto por lo ingenioso como por lo divertido y cmico que resultan. Ea pues! aqu, a un mdico prctico, en todo el sentido de la palabra. El ejercicio del pronstico, como parte integral del acto mdico, es desbordado por nuestro personaje y llega a convertirse en un vaticinio ineluctable. Mndez Nieto hace gala tambin, de una acrisolada tica profesional. No engaa al enfermo y tampoco niega su atencin a los miserables, sus diagnsticos s