informe juventud y politica

Juventudy Poltica

Informe

Diciembre 2008

ESCUELA ELECTORAL Y DE GOBERNABILIDAD DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES

Diciembre, 2008

Juventudy Poltica

Informe

Escuela Electoral y de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones.

Director: Jos Alfredo Prez Duharte

Elaborado por: Jos Julio Montalvo Cifuentes

Diseo: Diana Patrn Min

Correccin de estilo: Carlos Atocsa Garca

Colaboracin: Karina Sandoval Cceres

Impreso en:

Jurado Nacional de EleccionesAv. Nicols de Pierola 1080- Lima

Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per Nro. 2008 17157 Diciembre 2008Impreso en Per

NDICE

PRESENTACIN

1. Aproximaciones a lo juvenil

2. Polticas pblicas e institucionalidad

3. Jvenes y poltica

4. Resultados de la Encuesta Jvenes y Poltica

5. Resultados del Taller sobre identificacin de

necesidades de jvenes lderes polticos

6. Sistematizacin del Seminario Internacional

Jvenes y reforma poltica

7. Reflexiones finales

ANEXOS

Anexo 1

Actividades desarrolladas por el Proyecto Foro Juvenil

Anexo 2

Sistematizacin del Seminario Taller

Institucionalidad pblica en materia de juventud

Anexo 3

Listado de lderes juveniles encuestados

BIBLIOGRAFA

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PRESENTACIN

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En la actualidad, diversos estudios coinciden que existe poco inters de los jvenes por los asuntos pblicos, lo cual tiene como consecuencia que los mismos tengan una menor visibilidad como actores polticos y protagonistas en los procesos de toma de decisin. Muchos han hablado de la aparente indiferencia de los jvenes y su desatencin de los asuntos pblicos, sin muchas veces reparar que en las ltimas dcadas, como consecuencia de la globalizacin, la aparicin de nuevas tecnologas de la informacin y comunicacin, el cambio en el mercado laboral, entre otros factores, han generado cambios en los modelos de participacin y relacin de los jvenes con el espacio pblico. Es por ello que son importantes los estudios sobre las prcticas polticas juveniles, ya que nos permiten ir encontrando nuevas pistas para promover una mayor inclusin del segmento juvenil en los asuntos pblicos, promoviendo su reconocimiento como actores polticos e interlocutores, no solamente de los temas denominados juveniles, sino del conjunto de temticas relacionadas con el desarrollo de nuestro pas. En la actualidad, la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones, trabaja con los lderes juveniles de las organizaciones partidarias y de la sociedad civil, porque para nosotros la promocin de la participacin juvenil es sumamente importante como elemento para fortalecer la gobernabilidad democrtica y los procesos de reforma poltica, es por ello que hemos realizado este primer informe sobre Juventud y Poltica, en cuya primera parte se desarrollan los elementos de diagnstico de lo juvenil partiendo de la revisin de los enfoques en materia de juventud, el contexto demogrfico y socio cultural

de lo juvenil. En la segunda parte se abordan las polticas pblicas y la institucionalidad pblica en materia de juventud, lo cual nos aproxima a la ubicacin desde el Estado con relacin al segmento juvenil. En la tercera parte se analiza la relacin entre jvenes y poltica, partiendo de un anlisis histrico, para luego reflexionar sobre las conexiones y desconexiones entre los jvenes y el espacio pblico, el asociacionismo juvenil y las diferentes formas de participacin poltica y social. En la cuarta y quinta parte se presentan los resultados del trabajo de dos instrumentos de indagacin con la poblacin objetivo de nuestra intervencin, los jvenes lderes de organizaciones partidarias y de la sociedad civil; estos instrumentos nos sitan en el diagnstico de las percepciones y necesidades de la poblacin objetivo con la que trabajamos. Todos estos insumos nos permiten finalmente

arribar a algunas reflexiones preliminares sobre lo juvenil y su relacin con la poltica.

Como parte de los estudios especializados que realiza la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones, el presente Informe nos permite reflexionar sobre

la agenda pendiente para promover iniciativas de reforma poltica que garanticen la inclusin de los jvenes y las condiciones para la gobernabilidad y el fortalecimiento de la Democracia.

JUVENTUD Y POLTICA

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1. APROXIMACIONES A LO JUVENIL

1.1. Enfoques de los abordajes sobre juventud

A diferencia del enfoque de gnero que tiene una reflexin estructurada sobre las

inequidades en el ejercicio del poder entre mujeres y hombres, los abordajes generacionales son menos estructurados y con perspectivas todava dismiles, producto de la existencia de algunos vacos conceptuales, adems que tienen un menor posicionamiento en la reflexin

acadmica y el mbito de la poltica.

Si bien las tipologas pueden resultar siendo arbitrarias, son importantes porque nos permiten tener un esquema general de los enfoques y abordajes. Es en este sentido que nos parece til poder revisar la tipologa de los enfoques ms frecuentes en los abordajes sobre el tema de juventud. Al respecto desarrollaremos los siguientes:

Enfoque paternalista.Enfoque de prevencin.Enfoque de desarrollo.Enfoque de derechos.

El enfoque paternalista tiene su fundamento en la mirada de moratoria social, por la cual se concibe que los jvenes se encuentran en un proceso de preparacin para su plena incorporacin social. Este proceso es propio de las sociedades industriales y post industriales en las cuales la tendencia a la especializacin, requiere procesos de entrenamiento y adaptacin (Cortzar, 2001).

Esquema del enfoque paternalista

Moratoria Social

Objeto de Proteccin/

No c iudadanos

Joven en proceso de formacin

El enfoque de prevencin est relacionado a la mirada de la juventud como un problema, por tanto se pone nfasis en las denominadas conductas de riesgo de los jvenes y la forma de prevenirlas. Este enfoque est presente en muchos de los programas que abordan VIH-SIDA, uso de drogas y violencia juvenil y tambin en algunos de los componentes de los proyectos asociados al uso del tiempo libre (Calandria, 2001). Sin ignorar que estos problemas afectan a un segmento de la poblacin juvenil, la limitacin de este enfoque es

APROXIMACIONES A LO JUVENIL

CAPTULO I

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que concentra su mirada en los riesgos y problemas asociados a la poblacin juvenil, lo cual en muchos casos hace invisibles las potencialidades de los jvenes, adems de no reconocer a los jvenes como sujetos de derechos.

Actores deconductasde riesgo

Joven Problema

Objeto decontrol/No ciudadanos

Esquema del enfoque de prevencin

El tercer enfoque est dado por el tema de la inclusin de los jvenes en los procesos de desarrollo, el cual toma cuerpo en el contexto de los programas sociales que surgieron luego de los ajustes estructurales de fines de la dcada de los 80 e inicios de los 90 (Abad,

2002). Este tipo de abordaje est presente en muchos de los programas de insercin laboral y empleo juvenil. Desde esta mirada se rescata el potencial del capital social que aportan los jvenes y su ubicacin estratgica en los procesos de desarrollo, sin embargo, el reconocimiento de sus capacidades no necesariamente implica un reconocimiento del joven como ciudadano y sujeto de derechos.

Jvenes capital social

esencial

Joven actor social del desarrollo

Portadores de capacidades/ con o sin ciudadana

Esquema enfoque de desarrollo

Un cuarto enfoque pone nfasis en la relacin entre el joven, el Estado y la Sociedad, en la perspectiva de su reconocimiento como sujeto pleno de derechos. Aqu se ubican los programas de promocin de la ciudadana y tambin las iniciativas de discriminacin positiva hacia los jvenes. En este tipo de enfoque se parte de la premisa que a mayor ejercicio ciudadano por parte de los jvenes se fortalece la democracia. Un aspecto importante

JUVENTUD Y POLTICA

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que se ha desarrollado en los ltimos aos es que desde esta perspectiva no se apunta al concepto del joven como una especie particular de ciudadano aislado del resto de los grupos poblacionales, sino el del joven como sujeto de derechos en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadana (Venturo, 2001) y por tanto portador de una identidad social y poltica. Este enfoque de derechos resulta sumamente importante desde la perspectiva que trabaja la Escuela Electoral y Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones, ya que justamente pone el nfasis en el eje del ejercicio de los derechos ciudadanos.

Clave en la relacin Estado/

Sociedad

Jvenes como ciudadanos plenos

Actores para la Democracia/

ciudadanos

Esquema enfoque de derechos

1.2. Contexto demogrfico Una primera definicin de joven alude a un dato demogrfico, para tal efecto asumiremos la

definicin del Instituto Nacional de Estadstica e Informtica INEI, que define como joven

a las personas entre 15 y 29 aos. Asumiendo esta definicin segn proyecciones del mismo

INEI (2002a) el Per cuenta con 8103,339 habitantes que tienen entre 15 y 29 aos, lo que

quiere decir que el 27,9% del pas es joven. Segn la misma fuente, la poblacin joven estara

distribuida nacionalmente de la siguiente manera:

Regin Porcentaje

Lima Metropolitana y Regin Lima 31,6

Piura 5,8

La Libertad 5,6

Cajamarca 5,2

Junn 4,4

Arequipa 4,3

Cusco 4,2

Lambayeque 4,2

Puno 4,2

Ancash 3,8

Callao 3,2

Loreto 3,2

Hunuco 2,9

San Martn 2,9

Ica 2,6


CAPTULO I

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Ayacucho 1,8

Ucayali 1,7

Amazonas 1,6

Apurmac 1,4

Huancavelica 1,3

Tacna 1,3

Pasco 1,0

Tumbes 0,8

Moquegua 0,6

Madre de Dios 0,4

Total 100,0

Fuente: INEI, Estimaciones y proyecciones de poblacin total, urbana y rural por departamentos 1970-2025, INEI, Lima, 2002.

Con relacin a sus caractersticas, el 70,2% de la poblacin joven es urbana y el 29,8% es

rural (INEI, 2005), por tanto podemos afirmar que los jvenes mayoritariamente viven en

mbitos urbanos, en los cuales generalmente hay mayores oportunidades de educacin y empleo. Con respecto a la distribucin por sexos, el 50,3% son de sexo femenino, mientras

que el 49,7% son del sexo masculino. Pese a que existe la tendencia a la disminucin

progresiva del peso cuantitativo de la poblacin joven, en trminos generales se puede decir que el Per todava es un pas joven, y lo seguir siendo por lo menos en las tres prximas dcadas, lo que tendr como efecto que su poblacin en edad productiva alcanzar su mayor nivel de capacidades en los prximos aos, abriendo un importante contingente en capital humano, indispensable para el desarrollo futuro (INEI, 2002). Poder aprovechar esta oportunidad implica ampliar las capacidades y oportunidades de los que actualmente son infantes, nios, adolescentes y jvenes.

Una de las principales dificultades para aprovechar el bono demogrfico est dada por los

problemas de pobreza y exclusin social. En la actualidad, un 54,3% de los jvenes del Per se

encuentran en estado de pobreza, mientras que un 23,9% estn en extrema pobreza; los ms

pobres son los jvenes rurales que tienen entre 15 y 19 aos, en este grupo el ndice de pobreza

bordea el 76% (INEI, 2003). Estos resultados en algunos casos superan los promedios de la

poblacin adulta, en especial entre las mujeres jvenes rurales. Un tema asociado a la pobreza es el de la exclusin; segn informes de la OIT (2007), un 22% de los jvenes ni trabajan ni

estudian, este grupo es de especial atencin, ya que es probable que a medida que pasen los aos aumente su nivel de exclusin. Para los especialistas este es el segmento de la juventud de futuro incierto, ya que ni se estn preparando para el futuro ni tampoco tienen acceso a los medios para su manutencin. Adicionalmente, la ENAHO 2002 (INEI, 2003), estim que el 74,2% de los jvenes carecen de seguridad social, el 50,4% tienen empleos de baja

remuneracin y un 51% depende de programas sociales para poder sobrevivir. La exclusin

tambin termina siendo una pesada herencia familiar; as, la gran mayora de los jvenes que viven en extrema pobreza han tenido padres que por la pobreza no lograron completar la educacin primaria, es decir, son jvenes sin capital educativo que no tienen oportunidades para romper el entorno de pobreza en el que nacieron (Kliksberg, 2005).

La poblacin juvenil presenta una importante dinmica de migracin interna, segn la ENAHO 2002, el 48% han migrado de su lugar de nacimiento. La migracin juvenil

JUVENTUD Y POLTICA

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interna est asociada al centralismo y a la bsqueda de mejores oportunidades laborales y educacionales, las cuales se concentran en las grandes ciudades del pas, es por ello que la misma fuente puntualiza que la mayora de los jvenes migrantes viven en las ciudades (INEI, 2003). Con relacin a la migracin hacia el exterior, en las ltimas dcadas la misma ha tenido una tendencia creciente, es as que para el 2005 se estim que 2,8 millones de peruanos residan en el exterior (DE LOS ROS/RUEDA, 2005), lo que configura el 10% de

la poblacin del pas. Este fenmeno repercute en la prdida de capital humano, en especial jvenes, adems del crecimiento del nmero de hogares que dependen econmicamente de las remesas del exterior. Al respecto, se estima que el 30% de los peruanos residentes

en el exterior son jvenes entre 25 y 30 aos (CONAJU, 2006). Uno de los efectos de la globalizacin es aumentar la dinmica migratoria hacia los centros urbanos de los pases desarrollados. La aspiracin a una vida mejor lleva a los jvenes a migrar muchas veces de manera ilegal, siendo presas de redes de trata de personas; muchos de ellos provienen de sectores previamente excluidos en sus pases de origen, como comunidades indgenas, minoras tnicas o grupos rurales (ONU, 2005).

La particularidad del caso del Per es que los actualmente jvenes afrontaron en su niez las secuelas de la violencia poltica y los procesos de crisis y ajuste econmico1. En este periodo, producto de la crisis del sistema educativo, tambin se fue perdiendo las posibilidades que la educacin se convierta en un mecanismo de movilidad social; este proceso se produjo a la par con el crecimiento cuantitativo de la cobertura educativa. En la actualidad segn cifras del Ministerio de Educacin, la cobertura en la educacin secundaria llega al 86% y la misma

en las zonas urbanas asciende al 92% (CONAJU, 2006). La expansin de la oferta educativa

no ha tenido su correlato con un incremento en la calidad y la adecuacin a las nuevas necesidades producto del proceso de globalizacin y el surgimiento de nuevas tecnologas. Este desfase entre los aspectos cuantitativos y cualitativos ha generado que un importante nmero de jvenes que han accedido a la educacin superior est desempeando actividades laborales de poca calificacin y baja remuneracin. Al respecto, un estudio demostr que

un tercio de los jvenes desocupados contaban con educacin superior y ms de la mitad de los jvenes con formacin universitaria trabajaban en actividades que requeran poca calificacin (CONAJU, 2006).

1.3. Contexto socio cultural

Si bien desde la demografa es ms sencillo poder definir la juventud, el concepto se

vuelve ms complejo desde la perspectiva socio cultural, ya que desde esa dimensin lo juvenil alude a un segmento generacional, no homogneo, sino ms bien diverso, ya que sus vidas estn mediadas por un conjunto heterogneo de saberes, valoraciones y prcticas; definidas por el entorno social, econmico, poltico, cultural y ecolgico. Con relacin a este

aspecto tambin es importante tener en cuenta que nuestro pas tiene como caracterstica la pluriculturalidad. Siendo la juventud un hecho biolgico al cual se le asigna un significado,

podemos afirmar que en cada cultura existe una lectura distinta de lo joven, por tanto

los roles que se les asigna tambin son distintos dependiendo de la pertenencia cultural.

1. Si asumimos como jvenes a las personas entre 18 y 29 aos, tendremos que nuestro grupo objetivo naci entre 1979 y 1990, un periodo marcado por el inicio y desarrollo del conflicto armado interno, adems de un proceso cclico de crisis econmica.


CAPTULO I

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Otro aspecto relevante es que los jvenes viven diversos grados de inclusin y exclusin en funcin a otros elementos como la cultura, el gnero, la posicin social y la pertenencia tnica, lo que motiva que en muchos casos, un sector juvenil se integre en una situacin de subalternidad al conjunto social.

La globalizacin ha generado un conjunto de cambios en la economa y en las redes de intercambio comercial entre los pases, lo cual tiene efectos en la divisin internacional del trabajo y en profundos cambios en las condiciones de vida y el acceso a los bienes de las personas en especial de los ms jvenes. Otra consecuencia de la globalizacin es la desterritorializacin de la cultura, lo cual ha generado el posicionamiento de una cultura global, muy conectada con el consumo proveniente de los pases desarrollados, pero que son asumidos por los jvenes de distintos rincones del mundo, reinterpretndola desde sus propios contextos culturales, lo que para algunos configura culturas hbridas que permiten

un lenguaje comn y compartido entre los jvenes ms all de su ubicacin geogrfica. Por

lo anterior se puntualiza que en este nuevo contexto la socializacin horizontal entre jvenes cobra mayor importancia que la socializacin vertical, de padres a hijos (Macassi, 2001). Un ltimo aspecto, y no por eso menos relevante, son las alteraciones que se han producido de las percepciones sobre el tiempo y el espacio (Rodrguez, Juan Carlos, 1999).

Un aspecto vinculado a la globalizacin es el acelerado desarrollo de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin, lo que est modificando de manera crucial las relaciones

sociales, personales, afectivas, culturales y econmicas en el mbito global. Ello se puede percibir con mayor nitidez en las generaciones ms jvenes quienes se adaptan con mayor facilidad a los cambios, por lo cual las transformaciones generacionales son cada da ms aceleradas. Es evidente que estos procesos tambin estn produciendo nuevos paradigmas de participacin en la sociedad civil. Petitorios virtuales, campaas por internet, envo masivo de cartas, postear en los bloggers, son herramientas cada da ms usadas y que cobran mayor eficacia para llamar la atencin en asuntos pblicos; ello tiene como consecuencia

un incremento del incentivo para la participacin de los jvenes en estas nuevas iniciativas de la sociedad civil. Los dos elementos anteriores hacen que cada da sean ms complejas las relaciones intergeneracionales ya que las subjetividades entre las generaciones estn cambiando aceleradamente, lo cual genera mayores abismos y conflictos intergeneracionales, adems

de transformaciones en el acceso a las oportunidades de desarrollo, pero tambin mayores y nuevas exigencias con respecto a la capacitacin. Sobre el tema de acceso a las oportunidades, Naciones Unidas (ONU, 2005) seala que las inequidades en la distribucin de los ingresos dificultan el acceso de los jvenes de los pases en desarrollo a las posibilidades que brinda

la globalizacin, lo cual tiene como consecuencia una mayor diferencia de acceso a las oportunidades y una mayor brecha en las condiciones de vida de determinados sectores juveniles vulnerables que habitan los pases en vas de desarrollo, lo que tiene como consecuencia la polarizacin social al interior de los pases y la necesidad de superar las perspectivas que ven a lo juvenil como un todo homogneo (Krauskopf, 1998).

JUVENTUD Y POLTICA

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2. POLTICAS PBLICAS E INSTITUCIONALIDAD

2.1. Polticas pblicas de juventud La poltica pblica representa lo que el Estado opta por hacer o no hacer frente a una situacin o grupo poblacional. La misma se formula para responder una demanda o necesidad que requiere la intervencin estatal mediante instrumentos como los planes, programas y proyectos. Las nuevas tendencias con relacin a las polticas de juventudes, aportan a que las mismas no se aboquen a un problema especfico, sino que intenten articular las distintas

intervenciones que se desarrollan con la poblacin joven. Las polticas pblicas requieren de consensos ciudadanos y de mecanismos de control y vigilancia social, de manera que aporten a una mejor relacin entre el Estado y la Sociedad, fortaleciendo la gobernabilidad democrtica. Bajo estos supuestos, en la ltima dcada existe una creciente preocupacin por las polticas de juventud en el Per y tambin por los mecanismos institucionales responsables de formularlas, implementarlas y sostenerlas, sin embargo, este es un aspecto an no resuelto.

El debate sobre las polticas de juventud parte del hecho social que significa el reconocimiento

de la particularidad de las vivencias de un sector de la poblacin en funcin de su edad. Sin embargo, un problema recurrente en la mirada hacia lo juvenil es que generalmente se les percibe solamente como beneficiarios pasivos de los planes, programas y proyectos que se

formulan desde los adultos y en pocas ocasiones se les concibe como sujetos activos con capacidad de propuesta y potencialidades. As, por lo general, la relacin Estado y juventud tiende a la asimetra, producto de una combinacin de factores asociados al paternalismo y las necesidades de control social; justamente estos dos polos han configurado el desarrollo

de las polticas de juventudes en los pases de Amrica Latina.

Segn Miguel Abad (2002), se puede hablar propiamente de polticas de juventudes en Amrica Latina desde la segunda mitad del siglo XX, en la cual, en el contexto de la modernizacin y ampliacin del sistema educativo, se afianz el concepto de moratoria

social y preparacin para la integracin al mundo adulto; surge adems la necesidad de promover polticas preventivas frente a las conductas de riesgo social, que se incrementan con la modernidad y los procesos de urbanizacin. A partir de la dcada de los 70, con la emergencia de movimientos juveniles radicales, los jvenes comienzan a ser percibidos como sujetos proclives a la violencia, esto abre un nuevo campo de preocupacin en las polticas de juventudes. A fines de los 80 e inicios de los 90, la crisis de la deuda y los

procesos de ajuste estructural hizo necesario aadir un nuevo campo de preocupaciones, asociadas a los programas sociales focalizados para el alivio de la pobreza. Posteriormente, con la evolucin de las polticas sociales y la creciente preocupacin por la promocin del desarrollo, se ubican nuevos centros de atencin relacionados a los temas que impactan en la calidad de vida de los jvenes, como son la insercin laboral, la prevencin de la violencia juvenil y la salud sexual y reproductiva. Sin embargo, pese a la evolucin que han experimentado las polticas de juventudes, sus enfoques han seguido centrados en los problemas de los jvenes, y es de muy reciente data el nfasis de abordar las polticas para jvenes desde un enfoque de derechos.

Es as como en medio siglo las preocupaciones estatales han girado alrededor de temas ejes como la expansin del sistema educativo, el control social y prevencin de la violencia, la respuesta a la pobreza y la insercin laboral (Rodrguez, Ernesto, 2000); estas entradas

POLTICAS PBLICAS E INSTITUCIONALIDAD

CAPTULO II

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temticas han generado que las polticas inspiradas en las mismas carezcan de un enfoque integral, es ms, muchas veces tienden a la dispersin y por lo general en Amrica Latina no existen indicadores que sugieran cambios que aseguren un avance significativo hacia efectos

de impactos sistmicos (Rodrguez, Ernesto, 2005).

En los ltimos aos se ha producido un importante avance con respecto a marcos orientadores de las polticas de juventud, es as que en el ao 2005 se aprueba la Convencin Iberoamericana de Derechos de los Jvenes, tratado internacional de derechos humanos subscrito por 22 pases de Iberoamrica, el mismo que se encuentra en proceso de ratificacin y que establece compromisos vinculantes por parte de los Estados con respecto

a la poblacin entre 15 y 24 aos.

A nivel del sistema interamericano tambin se han experimentado cambios importantes. As, en el marco del trigsimo octavo periodo de sesiones de la Asamblea General de la OEA se aprob la Declaracin de Medelln Juventud y Valores Democrticos (OEA, 2008), en la cual los Estados miembros se comprometen a promover una mayor participacin e inclusin de los jvenes en asuntos pblicos. Si bien es cierto que la Declaracin de Medelln no tiene efectos vinculantes, sin embargo es un valioso instrumento para abogar por polticas pblicas en materia de juventud en la regin.

En el Per, los programas y proyectos enfocados en poblacin juvenil, tradicionalmente han sido desarticulados, dispersos y sectoriales; es por ello que exista la necesidad de la existencia de un marco general que orientara las polticas pblicas en materia de juventud. Recin en el ao 2001, durante el gobierno de transicin2, se promulga el Decreto Supremo N 018-2001-PROMUDEH, en donde se determinan, por primera vez, los Lineamientos de Polticas de Juventud. En lneas generales este documento recogi las propuestas generadas en procesos de consulta con la sociedad civil y las organizaciones juveniles. La importancia del documento promulgado en el 2001, fue que por primera vez se contaba con un documento nacional de lineamientos de poltica de juventud, aspecto que haba sido demandado ampliamente por la sociedad civil. Posteriormente, en el ao 2005, mediante el Decreto Supremo N 061-2005-PCM, se modifican los Lineamientos de Poltica de

Juventudes.

Los lineamientos de la Poltica Nacional de Juventudes aprobados en el 2005, se articularon en tres ejes:

Gobernabilidad.Acceso y calidad de servicios.Generacin de oportunidades.

Con respecto a gobernabilidad, los lineamientos enfatizan en la promocin de la participacin juvenil, el fortalecimiento de la democracia, la organizacin del sistema de polticas de juventud y la promocin de una cultura de paz y seguridad. Con respecto al acceso y a la calidad de los servicios se busca: asegurar una educacin de calidad, promover las culturas

2. El gobierno de transicin funcion brevemente entre noviembre del 2000 y julio del 2001, como una salida a la crisis poltica y de sucesin constitucional de noviembre del 2000. El Dr. Valentn Paniagua, que haba sido elegido presidente del Congreso, asume la presidencia de la Repblica con la finalidad de garantizar la institucionalidad democrtica mientras se organizaban las nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias.

JUVENTUD Y POLTICA

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y las identidades, facilitar estilos de vida saludable, propiciar empleo digno y fortalecer relaciones ambientales sostenibles. Sobre generacin de oportunidades se incluye: la organizacin del sistema de rehabilitacin de jvenes infractores, promocin de la igualdad de oportunidades para los jvenes con discapacidad y el fortalecimiento de capacidades de jvenes rurales y pertenecientes a comunidades nativas.

Este marco general se plasma en el Plan Nacional de Juventudes 2006-20113, que es un documento que busca orientar las polticas de juventudes, integrando en su marco general los enfoques de derechos humanos, intergeneracional, equidad de gnero, interculturalidad e inversin en capital humano, social y cultural para el desarrollo sostenible. Segn este Plan, el Estado es un ente gestor y promotor de polticas habilitadoras dirigidas a los y las jvenes que permitan ampliar sus capacidades y oportunidades para convertirlos en agentes de su propio desarrollo, coordinando acciones y sumando esfuerzos con la sociedad civil y el sector privado (CONAJU, 2006: 48).

En el marco del proceso de descentralizacin tenemos que la Ley N 27867, Ley Orgnica de Gobiernos Regionales, plantea que es tarea de los mismos aplicar polticas sociales para la proteccin los jvenes, en especial aquellos que se encuentran en situacin de riesgo y vulnerabilidad social. Por su parte la Ley N 27972, Ley Orgnica de Municipalidades,

establece la necesidad de que los gobiernos locales tengan un registro actualizado de las organizaciones juveniles y de su participacin activa en la vida poltica, social, cultural y econmica de la localidad. En este ltimo instrumento normativo queda ms claro el fomento de la participacin ciudadana de la poblacin juvenil, probablemente, porque existe una tradicin ms antigua de preocupacin desde los gobiernos locales hacia el tema de juventud.

2.2. Institucionalidad pblica en materia de juventud

La creciente importancia de la presencia de los jvenes en sociedades como la nuestra, hace cada da ms necesaria la inclusin de los jvenes en la perspectiva de fortalecer la democracia. Las relaciones entre Estado y juventud, han generado una discusin emergente sobre el tipo de institucionalidad pblica que se debe crear para la planificacin,

organizacin e implementacin de las acciones estatales en materia de juventud, ya que las polticas pblicas en materia de juventud operan al interior de una determinada organizacin institucional (CEPAL, 2008). En nuestro pas esta discusin comenz a ser relevante hace aproximadamente ocho aos en medio de una coyuntura poltica en la cual los jvenes haban cumplido un rol importante en el proceso de retorno a la institucionalidad democrtica (especialmente en el periodo 1997-2000).

Para entender las relaciones entre Estado y juventud podemos ponernos como base el ao 1985, porque es en este ao que empieza a concebirse una intervencin especfica desde el

Estado hacia la poblacin juvenil (Montoya, 2001), ello bajo el impulso de la declaracin por Naciones Unidas del Ao Internacional de la Juventud, lo que permite que en el Per el tema de los jvenes apareciera en la agenda pblica. En este periodo exista una fuerte presencia de organizaciones juveniles barriales y movimientos estudiantiles universitarios que actuaban como grupos de presin frente al Estado. Es en este contexto que se forma

3. Decreto Supremo N 038-2006-PCM (publicado el 27 de julio del 2006).

POLTICAS PBLICAS E INSTITUCIONALIDAD

CAPTULO II

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4. En esa poca se realizaron estudios al respecto (vid. Chvez de Paz, 1989).

la Direccin de Juventudes al interior de la Direccin General de Educacin Extraescolar del Ministerio de Educacin; en 1986 se forma el Consejo de Promocin de Juventudes. El

incremento de la violencia poltica y la evidencia que la mayora de personas involucradas en delitos de terrorismo eran jvenes4, llev a que el Senado de la Repblica formara la Comisin especial sobre las causas de la violencia y las alternativas de pacificacin en el Per,

tambin conocida como Comisin Bernales, la cual elabor un amplio diagnstico sobre los jvenes y su problemtica en relacin de los hechos de violencia. En 1990, el Ministerio

de Educacin lanza el Programa La Juventud por la Defensa de la Vida, en el marco de las acciones de su Direccin de Juventudes. En este primer periodo las preocupaciones en materia de Juventud se centraron en su conexin con el tema de violencia poltica y las estrategias para prevenir la misma en los segmentos juveniles. En 1991, el Consejo Nacional de Poblacin asumi la interlocucin en los temas de juventud,

mediante el Programa de Apoyo a la Juventud; posteriormente, en 1993, luego del proceso

de reestructuracin del sector pblico, el Ministerio de Educacin reasume la interlocucin en materia de juventud con la Direccin General de Promocin Educativa Comunal. En 1996 se crea el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Humano (PROMUDEH, hoy MIMDES),

que asume la rectora en temas de juventud. Es por ese motivo que el nuevo ministerio establece una Oficina de Juventud, dependiente de la Gerencia de Desarrollo Humano.

Entre los aos 1997-2000, la presencia de los estudiantes universitarios en las movilizaciones

cvicas por la Democracia tuvo como efecto una mayor visibilidad de los jvenes en la esfera de lo pblico, es por ello que al final de este periodo se dieran las condiciones para discutir

sobre la necesidad de un espacio autnomo de institucionalidad pblica para la juventud, ya que hasta ese momento el entonces Ministerio de Promocin de la Mujer y Desarrollo Humano era el ente rector en materia de polticas pblicas para la juventud.

En paralelo al proceso de elaboracin de los lineamientos de polticas de juventudes, tambin se avanz con relacin a perfilar el espacio de institucionalidad pblica en materia

de juventudes. Sobre lo ltimo hubo un amplio debate desde la sociedad civil, adems de propuestas desde los partidos polticos, lo cual se tradujo en un conjunto de proyectos de Ley, presentados por congresistas de diferentes grupos parlamentarios. Finalmente, en el 2002 se aprueba la Ley N 27802, de formacin del Consejo Nacional de la Juventud (CONAJU), como un organismo pblico autnomo con rango ministerial, adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), el cual debera ser un sistema con la capacidad de articular las polticas de juventudes dispersas en los diferentes sectores pblicos. Para la constitucin de este nuevo organismo se recogi parte de las propuestas que desde la sociedad civil se plantearon con relacin a la institucionalidad en materia de juventud.

El CONAJU fue pensado como una estructura mixta que incluy tanto el componente tcnico-gubernamental, mediante la Comisin Nacional de la Juventud, como al componente poblacional, con el Consejo de Participacin de la Juventud. Adems se contaba con un Comit de Coordinacin, para la articulacin de ambas instancias. La concepcin del CONAJU apuntaba a una estructura que integrara organismos, polticas, planes, programas y proyectos de manera sistmica y autnoma. Al interior del sistema, la ley defini a la

Comisin Nacional de la Juventud como un organismo pblico descentralizado, con

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rango ministerial y ente rector del CONAJU5; el reconocimiento de rango ministerial fue evaluado como importante, ya que la Comisin Nacional debera, entre otras cosas, articular intersectorial y territorialmente a las instituciones del Estado.

La experiencia dur aproximadamente cuatro aos, ya que en febrero del 2007 se promulga el Decreto Supremo N 010-2007-ED, segn el cual la Comisin Nacional de la Juventud es fusionada por absorcin al Ministerio de Educacin, y sus funciones son asumidas por la Direccin General de la Juventud, dependiente del Viceministerio de Gestin Pedaggica. En marzo del mismo ao, el Decreto Supremo N 027-2007-PCM, que define y establece

las polticas nacionales para las entidades del gobierno nacional, en la cual se puntualiza que la Direccin General de la Juventud del Ministerio de Educacin formula y ejecuta los planes, programas y proyectos dirigidos a la juventud. Posteriormente, la Direccin General de la Juventud es sustituida por la Secretara Nacional de la Juventud (SNJ), dependiente del despacho ministerial de Educacin. El funcionamiento de la SNJ es regulado por la Resolucin Ministerial N 0406-2007-ED y el Decreto Supremo N 001-2008-ED; este ltimo modifica la organizacin del Ministerio de Educacin, incorporando a la SNJ como

rgano de asesoramiento. En la medida que la SNJ tiene como misin articular y coordinar las polticas intersectoriales en materia de juventudes, el cumplimiento de sus objetivos resulta ser complejo, ya que en el marco del proceso de la descentralizacin, la gestin intersectorial se ha desconcentrado, por lo cual existen mltiples actores en los niveles regionales y locales con los que es necesario coordinar y articular, para ello la SNJ necesita tener un mayor peso poltico y nivel de autonoma. Este aspecto an no es resuelto y es materia de debate pblico de las organizaciones juveniles e instituciones involucradas en el tema.

5. Definicin contenida en la Ley N 27802 (publicado el 29 de julio 2002), Ley del Consejo Nacional de la Juventud.

JVENES Y POLTICACAPTULO III

15

3. JVENES Y POLTICA

3.1. Antecedentes histricos

Nuestro pas tiene una larga tradicin de protagonismo juvenil en el mundo de la poltica, el cual se remonta a inicios del siglo XX, donde el movimiento por la Reforma Universitaria sera el precursor del surgimiento de los primeros partidos de masas. Una fecha clave para entender este proceso es 1916, momento de la fundacin de la Federacin de Estudiantes

del Per, la cual posteriormente asumira los postulados de la Reforma Universitaria de Crdova, lo que implic que iniciara un proceso de movilizacin estudiantil para reformar la universidad y cambiar las bases oligrquicas de las mismas, lo cual lograron en 1919, cuando

el gobierno de Augusto B. Legua aprueba un conjunto de reformas al sistema universitario, las cuales finalmente quedaron plasmadas en la Ley General de la Enseanza de 1920 (CVR,

2003). El movimiento universitario de los 20 fue una expresin de sectores juveniles de las clases medias que buscaban transformar la universidad tradicional. La generacin de la reforma universitaria tendra posteriormente una importante participacin en la vida poltica del pas, con lo que se iniciara una tradicin que vinculara universidad, poltica y juventud. Adems, esta generacin marcara gran parte del discurso poltico en el Per hasta mediados del siglo XX. Entre la dcada de los 20 y la primera mitad del siglo XX, la universidad ser el centro de la expresin poltica juvenil. En estos aos fueron frecuentes las interrupciones del orden democrtico y solan ser conflictivas las relaciones entre los estudiantes universitarios y

los gobiernos de turno. Ante la ausencia y/o restriccin de espacios pblicos, los partidos polticos intensificaron su presencia en los claustros universitarios; corrientes polticas

como el aprismo, el marxismo y el socialcristianismo, participan activamente en las organizaciones estudiantiles.

Entre 1948 y 1956, el gobierno del general Odra signific un proceso de modernizacin

autoritaria acompaado de la ilegalizacin de los principales partidos polticos. En 1956

asume el gobierno Manuel Prado, con quien termina el periodo de proscripcin de los partidos polticos, lo cual permite la apertura de nuevos espacios sociales para la accin pblica y la prdida de la centralidad de la universidad como referencia poltica. En este periodo, Accin Popular, un partido formado por jvenes universitarios sobre la base del Frente Nacional de Juventudes Democrticas, se convierte en un importante partido poltico y lleva al poder al Arq. Fernando Belaunde en 1963. La dcada de los 60 estara marcada por

una paulatina radicalizacin de los movimientos universitarios influenciados por los cambios

en el contexto internacional y latinoamericano, en especial luego de la Revolucin Cubana (Chvez Granadino, 1998). En mayo de 1968, las protestas del movimiento estudiantil francs

tendran una fuerte repercusin en el mbito mundial, por lo cual los jvenes universitarios emergen como actores polticos crticos en sus respectivas sociedades.

En la dcada de los 70, durante el gobierno militar (1968-1980), la juventud universitaria

profundiza su radicalizacin a la par que va perdiendo importancia en el escenario nacional. El avance del proceso de urbanizacin permite el surgimiento de organizaciones juveniles barriales, las cuales no llegan a tener una presencia protagnica en el escenario poltico nacional.

JUVENTUD Y POLTICA

16

En los 80 retorna la democracia, pero al poco tiempo se inicia el proceso de violencia poltica. La radicalizacin de ciertos segmentos minoritarios de la juventud genera que desde el sentido comn se vinculara juventud con violencia terrorista. Al respecto, un estudio realizado a fines de la dcada de los 80 demostr que la mayora de los condenados

por delitos de terrorismo eran jvenes (Chvez de Paz, 1989). Aos ms tarde el Informe

Final de la Comisin de la Verdad revelara que el 42% de las vctimas de la violencia

poltica fueron jvenes (CVR, 2003). En este sentido, el proceso de violencia poltico afect de manera particular a la poblacin joven, teniendo como una de sus consecuencias el alejamiento de los jvenes de cualquier iniciativa social o poltica, ya que se consideraba que eran potencialmente riesgosas.

En 1997 los jvenes universitarios inician un conjunto de movilizaciones de protesta frente

a la destitucin de los miembros del Tribunal Constitucional por el rgimen autoritario de entonces, las cuales se prolongaran por los siguientes tres aos demandando el retorno a la institucionalidad democrtica. Es en este contexto que la juventud universitaria jug un rol importante en el proceso poltico y tuvo gran visibilidad como actor cvico. Pero este proceso tuvo una naturaleza episdica, ya que en noviembre del 2000, cuando se recupera la democracia, con la instalacin del gobierno de transicin, los movimientos juveniles se retraen y pierden visibilidad en la esfera pblica, lo cual tiene como consecuencia su poca incidencia en el proceso electoral del 2001.

3.2. La difcil relacin entre jvenes y poltica

Un reciente estudio del PNUD (2008) encontr que los jvenes del Per se sienten desvinculados del rgimen poltico y no encuentran que est relacionado el ejercicio de sus derechos, adems que la apata de los jvenes est relacionada con su desconfianza

hacia las instituciones polticas. En un sentido similar, un estudio encargado por CONAJU a la empresa de investigacin de opinin IMASEN encontr que un 86% de los jvenes de

Lima Metropolitana desconfiaban en los polticos (IMASEN, 2005). La razn de lo anterior

est dada por el hecho que existe una percepcin generalizada en los jvenes y la sociedad en general que la participacin en los partidos polticos est totalmente divorciada de las necesidades y preocupaciones de la gente, por tanto existe una arraigada desconfianza hacia

las personas que participan en poltica. El resultado es que la mayora de la ciudadana no percibe la funcin mediadora de los partidos, sino muy por el contrario los identifica como

cpulas autorreferenciales (Parker, 2003).

En la ltima dcada, la visibilidad pblica de los jvenes ha cambiado radicalmente desde su emergencia como actores cvicos y expresin de la renovacin del pas en los aos 90, a la imagen de indiferentes, transgresores y protagonistas de conductas violentas y

antisociales, muchas veces difundidas desde los medios de comunicacin. Al respecto, en un estudio realizado por la Comisin Nacional de la Juventud (CONAJU, 2003), sobre la base de diarios y publicaciones de circulacin nacional, encontraron que sobre el total de apariciones de los jvenes, un 39% fueron en las pginas policiales, seguidos por un 26% en

las pginas deportivas, frente al 0,2% de presencia en noticias polticas. Lo que resulta un

dato interesante ya que nos remite a las percepciones que desde los medios se da sobre los jvenes. Estas percepciones se retroalimentan de las opiniones que se tiene desde el resto de la ciudadana. Una encuesta realizada en el 2007 por la Pontificia Universidad Catlica

del Per (PUCP, 2007), encontr que un 85% de los pobladores de Lima afirmaban que los

jvenes piensan ms en ellos mismos que en su comunidad, mientras que un 75% opinaba


17

que a los jvenes no se les toma en cuenta porque no se encuentran organizados y un 73%

que a los jvenes les importa poco la poltica.

3.3. Asociacionismo juvenil

Un estudio realizado por el Centro Latinoamericano sobre Juventud (Rodrguez, Ernesto, 2005: 2) present una tipologa de los movimientos juveniles en nueve pases latinoamericanos, incluyendo el Per, lo que les permiti ubicar los siguientes tipos de organizaciones:

Movimientos y organizaciones polticas, con preocupaciones ms estructurales que juveniles, generalmente desconectados de la cotidianidad del joven.Movimientos con alta vocacin de servicio, altamente institucionalizados pero poco autnomos.Movimientos insertados en iniciativas de gobiernos locales, dinmicos en sus actividades pero muy centrados en las mismas, altamente activistas en el espacio local.Movimientos informales, muy autnomos, pero alejados de cualquier dinmica institucional.

Por procesos producidos en las ltimas dcadas, las dinmicas asociativas en el pas se han venido debilitando. Una muestra de ello es que un sondeo de opinin de la Pontificia

Universidad Catlica del Per, con jvenes de Lima Metropolitana, encontr que al 86%

de los jvenes les resulta difcil confiar en las otras personas (PUCP, 2007), por lo cual su

perspectiva estara centrada ms en la accin individual, que en la colectiva. Lo anterior no quiere decir que los jvenes sean indiferentes o despreocupados, ya que un estudio del PNUD (2008) encontr que los jvenes aspiraban a cambiar el sistema poltico para que el mismo fuera ms inclusivo y equitativo, pero paralelamente tenan mucho escepticismo frente al rol de las instituciones polticas. Este aspecto en realidad no es una caracterstica inherente slo en la juventud, ya que la Encuesta Nacional sobre la Democracia en el Per 2005 encontr la misma tendencia de opinin en todos los grupos de edad (PNUD, 2008).

Es importante tener en cuenta los cambios que han experimentados los paradigmas de la participacin poltica, y es que cada vez es mayor el desplazamiento de lo pblico a los medios de comunicacin, de modo que la poltica termina siendo ms meditica y virtual. As, en las zonas ms urbanas y modernas los medios cada da resultan ms gravitantes en la orientacin de la opinin pblica. Por otro lado, la mayor centralidad del uso de medios informticos est redefiniendo la frontera de la accin poltica, adems de abrir un nuevo campo de

incidencia denominado ciberpoltica, que tiene como espacio de movimiento el internet fundamentalmente para generar corrientes con relacin a determinados asuntos pblicos. Ello debido a que los paradigmas de la movilizacin poltica de masas predominantes en el siglo XX estn cambiando de manera radical. Un estudio sobre nueve pases latinoamericanos realizado por la Fundacin Konrad Adenauer (2006) encontr que solamente el 15% de los

ciudadanos consideraban los actos polticos de masas, la referencia directa y la militancia poltica como medio de informacin poltica durante las campaas electorales. Pero una paradoja de este nuevo contexto es que si bien los jvenes tienen mayor manejo de las nuevas tecnologas de la informacin y comunicacin, sin embargo, participan menos en los procesos de toma de decisiones, es decir, son un grupo con menor acceso al poder (Hopenhayn, 2004). Esto ltimo plantea la interrogante de cmo hacer para que el sistema poltico se acerque a las dinmicas de accin y participacin de las nuevas generaciones.

JUVENTUD Y POLTICA

18

3.4. Participacin poltica y social

El significativo peso electoral de los jvenes es ms que evidente si tenemos en cuenta que

los electores menores de 29 aos representaron en las elecciones del 2006 el 32,7% del

padrn electoral, es decir, aproximadamente cinco millones y medio de ciudadanos, siendo los jvenes de 24 aos, el mayor grupo de edad de todo el padrn con ms de medio milln de inscritos6. Pese a la importancia del peso cuantitativo de los jvenes electores, este no se ve reflejado en la eleccin de cargos de representacin popular, sin embargo es importante

anotar que desde el 2006 se cuenta con una ley de cuotas para las elecciones municipales. En agosto del 2006 el Congreso de la Repblica aprob la Ley N 28869, denominada Ley

Concejal Joven, con el objetivo de promover la participacin de la juventud en los gobiernos locales. Esta ley estipula que por lo menos el 20% de los integrantes de las listas de candidatos

a regidores deben ser menores de 29 aos.

La cuota para jvenes ha tenido un impacto positivo que se ha podido constatar en las elecciones municipales del 2006, en donde a nivel de distritos fueron electos 1389 regidores

jvenes, lo que significa el 16,3% del total de regidores electos (8531). El impacto del mismo

fue importante pero menor en el mbito provincial, siendo electos 200 jvenes de un total de 1717 regidores, lo que representa el 11,6% del total. En Lima Metropolitana, el impacto

fue pequeo ya que resultaron electos solamente 42 regidores jvenes de un total de 449,

lo que representa el 8,6% del total, es decir, la mitad del promedio nacional, como podemos

apreciar en el siguiente cuadro:

6. Padrn Electoral aprobado por Resolucin N 40208-2006-JNE, al 29 de setiembre del 2006. Elaborado por la Oficina de Estadstica e Informacin Electoral del Jurado Nacional de Elecciones.

Fuente: JURADO NACIONAL DE ELECCIONES, Elecciones Regionales y Municipales 2006: Estadsticas Generales.

Porcentaje de Regidores Jvenes

Elecciones Municipales 2006

0

5

Distrital Provincial Lima

10

15

20

c1


19

7. JURADO NACIONAL DE ELECCIONES, Elecciones Regionales y Municipales 2006: Estadsticas Generales. Versin electrnica: http://www.jne.gob.pe/images/stories/archivos/estadistica/2_8.pdf.

8. Aprobado, como ya dijimos, por el Decreto Supremo N 038-2006-PCM.

Hay que tener en cuenta que en Lima se encuentran los distritos con mayor poblacin electoral y visibilidad pblica. Es probable que esta sea la razn principal que dificulte

que los jvenes puedan lograr mejores ubicaciones en las listas con mayores posibilidades de xito; este aspecto nos habla de la importancia de no solamente contar con la cuota generacional sino tambin con una normatividad que obligue la alternancia, ya que, por ejemplo, para el caso del Concejo Metropolitano de Lima, solamente fue electo un regidor joven de un total de 39, lo que signific que la mayora de las listas los jvenes ocuparan las

ltimas ubicaciones en las listas sin posibilidades reales de salir electos.

En el caso de la eleccin de alcaldes, en las cuales no existen cuotas, la participacin de los jvenes es bastante reducida. As, hay tres alcaldes provinciales jvenes de un total de 195,

lo que representa el 1,5% del total, mientras a nivel distrital existen 28 alcaldes jvenes de

1615 lo que representa el 1,7% del total7. Si comparamos estos resultados con lo de regidores podemos apreciar que la existencia de una ley de cuotas tiene consecuencias positivas con relacin a la inclusin efectiva de los jvenes en los cargos de eleccin popular.

En el 2006, paralelamente a las elecciones municipales, se realizaron las elecciones regionales, en donde salieron electos 25 jvenes, lo cual represent el 9,4% del total de las

autoridades electas (278). En el caso de las elecciones regionales la ley no obligaba a incluir una cuota generacional, es por este motivo que los porcentajes de jvenes electos en el mbito nacional son mucho menores que en las elecciones municipales. El Plan Nacional de Juventudes 2006-20118, que fue elaborado antes de las elecciones municipales y regionales, en su lineamiento sobre la promocin de la participacin de los jvenes en el fortalecimiento de la Democracia se plantea como meta: La participacin de jvenes como autoridades elegidas en instancias de poder formal, local y regional [debe incrementarse] del 7.5% al

12% al 2011. Meta que se podra lograr aplicando la cuota generacional y el principio de

alternancia en las elecciones regionales y municipales.

JUVENTUD Y POLTICA

20

4. RESULTADOS DE LA ENCUESTA JVENES Y POLTICA

La Encuesta Jvenes y Poltica fue elaborada por la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones, siendo aplicada a 25 lderes juveniles de agrupaciones polticas y de la sociedad civil durante los meses de setiembre y octubre del 2008. Para la identificacin de los encuestados contamos con la colaboracin del Foro Multipartidario

Waynakuna Per y la Plataforma Nacional de Juventudes. Con respecto a la metodologa de recojo de la informacin debemos mencionar que el instrumento fue autoaplicado con preguntas abiertas, no muestral y dirigida intencionalmente a un grupo de jvenes que tienen amplia participacin en organizaciones partidarias y ciudadanas9.

La encuesta fue concebida como un instrumento inicial de diagnstico para identificar las

fortalezas y las debilidades que ubican los jvenes lderes de agrupaciones polticas y de la sociedad civil con relacin al trabajo poltico que realizan, ya que para nosotros ese es el punto inicial con el cual podamos identificar las capacidades que son necesarias generar

en los lderes juveniles en la perspectiva de fortalecer las condiciones de gobernabilidad e institucionalidad democrtica.

4.1. Perfil de los encuestados

Del total de los encuestados, 15 pertenecen a organizaciones partidarias, en las que ocupan los cargos de secretarios nacionales, regionales o sectoriales de juventudes. Como podemos apreciar en el siguiente listado, los encuestados provienen de un conjunto de organizaciones polticas que expresan una pluralidad ideolgica:

Accin Popular.Partido Aprista Peruano.Partido Popular Cristiano.Partido Humanista Peruano.Partido Per Posible.Partido Comunista Peruano.Partido Solidaridad Nacional.Partido Nacionalista Peruano.Partido Unidad del Pueblo.Partido Restauracin Nacional.

Los otros 10 lderes encuestados en su mayora ocupan cargos directivos de organizaciones de la sociedad civil de distintas regiones del pas, como podemos apreciar en la siguiente lista. Ellos pertenecen a instituciones y/o a redes que articulan a organizaciones que promueven los derechos de los jvenes en distintas regiones del pas:

Coordinadora de Organizaciones Juveniles Regin Puno.Colectivo de Mujeres Jvenes Junn.Coordinadora de Organizaciones Juveniles del Cusco.COPLAN Arequipa.

9. Ver Anexo 3: Listado de lderes juveniles encuestados.

RESULTADOS DE LA ENCUESTA JVENES Y POLTICA

CAPTULO IV

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Espacio Regional de Organizaciones Juveniles de Lambayeque.Instituto de Formacin en Derechos y Desarrollo Humano de Trujillo-La Libertad.Instituto de Formacin Social Comunicacin y Juventud de Ilo-Moquegua (IFOSOCJ).Lderes por el Desarrollo de Ayacucho.

De los encuestados 20 son varones (80%) y 5 son mujeres (20%), ello se debe a que la

mayora de los dirigentes juveniles de los partidos polticos que ocupan responsabilidades nacionales son varones. Con respecto a su procedencia 13 residen en el interior del pas (52%) y 12 residen en Lima (48%). El rango de edad de los entrevistados flucta entre los

19 y 34 aos, siendo su promedio de edad los 27 aos. Con respecto a la trayectoria de los

encuestados podemos decir que la misma es mltiple, un importante nmero de ellos ha ocupado diferentes cargos en el movimiento estudiantil, otros mencionan haber participado en espacios locales como Consejo Municipal, la Mesas de Concertacin de la Juventud, el Presupuesto Participativo, Mesa de Lucha contra la Pobreza, entre otras; tambin se mencionan organizaciones culturales, vecinales y pastorales.

4.2. Opiniones sobre reconocimiento de los jvenes como sujetos de derechos

La encuesta nos permiti recoger una serie de opiniones. As, en el grupo de lderes de organizaciones juveniles de la sociedad civil coincidieron en sealar que a los jvenes no se les reconoce iguales derechos que a la poblacin adulta, ya que generalmente se les considera como personas inexpertas y en proceso de insercin a los espacios del mundo adulto, esto es, en la esfera laboral y en la esfera poltica. Tambin es importante anotar que desde el discurso de los jvenes se identifica que en la sociedad existe una mirada

hegemnica que ubica a la juventud como un periodo de moratoria social o de preparacin para su integracin plena en el mundo adulto:

Existe discriminacin por edad, supuesta falta de experiencia y la idea de que el joven debe pagar derecho de piso para tener derecho a algo (Gustavo, 25 aos, Puno, miembro de la sociedad civil).

No existen polticas claras en torno a los derechos de los jvenes y escasas oportunidades laborales, en especial para jvenes del rea rural (Edelmira, 21 aos, Cusco, miembro de la sociedad civil).

El resultado de lo anterior es que los lderes juveniles perciben que los jvenes son un grupo con poco poder en los procesos de toma de decisiones y poco reconocimiento en los espacios pblicos:

Porque los espacios de poder no estn ocupados por los jvenes sino por los adultos, hay una cuestin cultural que estigmatiza al joven, etiquetndolo como una persona irresponsable, inmadura y vulnerable (Juan Carlos, Chiclayo, 27 aos, Lambayeque, miembro de la sociedad civil).

La percepcin mayoritaria en este grupo es que al joven se le ubica ms como sujeto de proteccin y no como un sujeto de derechos; por tanto, pese a que goza formalmente de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, en la prctica se vera recortado el ejercicio de su ciudadana.

JUVENTUD Y POLTICA

22

Entre el grupo de lderes de organizaciones partidarias encontramos que plantean que en muchos casos no existe un pleno reconocimiento de los derechos de los jvenes porque estos conocen poco de sus derechos y no estn adecuadamente informados:

Existe un problema en el ejercicio de la ciudadana; faltara desarrollar la informacin, educacin, medios de prensa, para que los jvenes conozcan sus potestades como ciudadanos (Hugo, 29 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

No saben sus derechos como ciudadanos (Dimedes, 29 aos, Arequipa, miembro de

un partido poltico).

Tambin existe un conjunto de opiniones que hablan de la desigualdad de oportunidades al interior de sus organizaciones polticas, en las cuales generalmente se percibe que los jvenes reciben un trato utilitario acompaado de la ausencia de la real voluntad de incluirlos en los procesos de toma de decisiones:

Porque nos excluyen de los procesos electorales por capacidad econmica y por ser joven (Freddy, 28 aos, Ucayali, miembro de un partido poltico).

A los jvenes de nuestro pas se les limita su participacin; se les ve solamente como un apoyo poltico (Edith, 32 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

La credibilidad de los jvenes es generalmente vulnerada por los adultos (Fredy, 25 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

Al indagarse entre los entrevistados sobre los espacios en los que se haban sentido excluidos por el hecho de ser jvenes, ellos mencionaron los siguientes:

Los procesos de formulacin de presupuesto participativo.Las reuniones de los comits de coordinacin local y regional (CCL y CCR).Las discusiones del plan educativo regional.El proceso de conformacin de listas para las elecciones de representantes vecinales.

Como podemos apreciar, todas las situaciones mencionadas estn relacionadas a procesos participativos de toma de decisiones, que por su definicin deberan ser inclusivos pero que

por la experiencia de los lderes juveniles resultan ser excluyentes.

4.3. Percepciones sobre elementos que facilitan la participacin de los jvenes en la vida poltica

Los lderes juveniles de organizaciones de la sociedad civil encuestados sealaron que la educacin es un elemento importante para generar inters en los jvenes sobre los asuntos pblicos, transmitindoles conocimientos sobre el sistema poltico y el funcionamiento de las instituciones democrticas. A la pregunta de cules son los elementos que facilitan la participacin de los jvenes en la vida poltica estos respondieron:


CAPTULO IV

23

La educacin y el cultivo de una cultura poltica democrtica-participativa (Enrique, 33 aos, Trujillo, miembro de la sociedad civil).

Preparacin, conocimiento del funcionamiento del sistema poltico... (Edelmira, 21 aos, Cusco, miembro de la sociedad civil).

Tambin desde los lderes de la sociedad civil se considera que el acceso a la informacin y el conocimiento permite la consolidacin de los espacios organizativos en los cuales los jvenes proponen sus agendas de prioridades y les permite incrementar su presencia en los espacios pblicos:

El tener acceso a informacin y a espacios organizativos hace caer en cuenta que los/as jvenes puedan construir su propia agenda (Edith, 25 aos, Huancayo, miembro de la sociedad civil).

Finalmente, este grupo de lderes ubic elementos no solo relacionados a los conocimientos sino tambin a la parte ms emotiva de los jvenes. As, se sealaron actitudes como el entusiasmo, el idealismo y el optimismo, como factores que animan a los jvenes a involucrase en iniciativas colectivas:

El inters de cambiar la realidad, entusiasmo y actitud propia del joven (Juan Carlos, 27 aos, Chiclayo, miembro de la sociedad civil).

Los lderes juveniles de las organizaciones partidarias ubicaron como un tema importante el desarrollo de capacidades para la formacin de nuevos liderazgos, pero consideraron que la promocin de capacidades debe estar acompaada con el fortalecimiento de las actitudes, en especial de aquellas que permitan la recuperacin de la confianza y la credibilidad, ya que

son conscientes que existe un fuerte escepticismo hacia las organizaciones partidarias:

Involucrarse y trabajar con compromiso por nuestra sociedad, modelndose como lderes con actitudes positivas y credibilidad (Edith, 32 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

Tambin dentro de este grupo se seal la necesidad de promover espacios de participacin en las escuelas, institutos, universidad y centros laborales, ya que consideran que la educacin y el mundo del trabajo son de vital importancia en la etapa juvenil. Entonces la promocin de la participacin juvenil en los mismos podra ser el inicio de una prctica ciudadana y de intervencin de los espacios pblicos:

Promover espacios de participacin juvenil en diversos sectores sociales universidades, institutos, colegio, centros laborales, campesinos, etc. tales como foros o mesas redondas en la que los jvenes sean expositores o panelistas (Hugo, 29 aos, Lima,

miembro de un partido poltico).

Participacin en el cogobierno universitario y centros federados (Dimedes, 29 aos,

Arequipa, miembro de un partido poltico).

JUVENTUD Y POLTICA

24

4.4. Percepciones sobre los elementos que dificultan la participacin de los jvenes en la vida poltica Un elemento de suma importancia para entender las necesidades de los lderes juveniles es la reflexin sobre los elementos que dificultan sus acciones en pro de ampliar la participacin

de los jvenes. Al respecto, una percepcin generalizada en los lderes juveniles de la sociedad civil es que el descrdito de la poltica es el principal elemento que desalienta la participacin; all emergen temas como la debilidad institucional de los partidos, el poco recambio generacional, la asociacin de poltica con corrupcin y la poca credibilidad de las instituciones partidistas:

Partidos polticos dbiles, desorganizados y las trabas que ponen los polticos viejos

para el cambio generacional en ellos (Enrique, 33 aos, Trujillo, miembro de la sociedad civil).

La percepcin de la corrupcin y la mala imagen del poltico, el escepticismo a la posibilidad de cambio por la poca fe en las instituciones en especial las del Estado (Juan Carlos, 27 aos, Chiclayo, miembro de la sociedad civil).

La falta de cambio en las estructuras y esferas de poder de los partidos polticos que no hacen un recambio dentro de ellos mismos (Gustavo, 25 aos, Puno, miembro de la sociedad civil).

La desconfianza hacia las organizaciones partidarias estara dada en el hecho que las

perciben como grupos cerrados donde priman los intereses particulares sobre los intereses comunes y en los que no existe la voluntad de incluir de manera efectiva a los jvenes:

No nos dan el espacio por el simple hecho de ser joven (Milton, 19 aos, Ayacucho,

miembro de la sociedad civil).

En el caso del grupo de jvenes lderes de las organizaciones polticas, encontramos que ubican dificultades similares a las identificadas por el grupo de jvenes de las organizaciones

de la sociedad civil:

La debilidad institucional de los partidos polticos (Juan, 30 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

Enquistamiento en el poder y la proliferacin de cpulas polticas (Krigor, 24 aos, Lima, miembro de un partido poltico).

Otro elemento que fue identificado en la encuesta tiene que ver con la percepcin de que son

insuficientes los esfuerzos existentes para informar a los jvenes de los problemas pblicos,

por tanto hay un conjunto de dificultades que inciden en el hecho que por lo general los

jvenes se encuentran poco informados y por tanto tienen una escasa conciencia poltica:

No conocen los espacios de participacin y no tiene informacin (Shirley, 19 aos,

Lambayeque, miembro de un partido poltico).

No tienen conciencia poltica y no estn conscientes de la problemtica nacional (Andr, 30 aos, Lima, miembro de un partido poltico).


CAPTULO IV

25

Tambin los encuestados ubicaron un conjunto de factores asociados a los cambios en la dimensin subjetiva de los jvenes, los cuales influyen para que los mismos tengan

menor inters en los asuntos pblicos. En principio se ubican causas de orden subjetivo relacionados a la existencia de una diversidad de proyectos de vida entre los jvenes, al interior de los cuales la poltica no es necesariamente una prioridad:

Cada quien est apresurado con sus preocupaciones de construir sus vidas que no tienen tiempo para mirar la del otro y menos organizarse (Edith, 25 aos, Huancayo, miembro de la sociedad civil).

La vida de los jvenes est inmersa en su mundo subjetivo y privado (Jess, 33 aos, Moquegua, miembro de la sociedad civil).

Lo que es real es que para las nuevas generaciones los procesos subjetivos cada vez son ms importantes, la pluralidad de las identidades toma mayor relevancia en el accionar pblico y se aspira salidas ms pragmticas y menos idealistas para la solucin de los problemas. En este sentido temas como el da a da y la obtencin de una mejor colocacin laboral resultan ms relevantes:

La situacin econmica que exige la bsqueda de oportunidades distrae la atencin de la juventud hacia lo primordial que es la supervivencia (Gustavo, 25 aos, Puno, miembro de la sociedad civil).

Se prioriza el tema laboral y personal, ya que se cree que participar en la poltica no les traer beneficio para l y su comunidad (Hugo, 29 aos, Lima, miembro de un partido

poltico).

La falta de empleo adecuado; hay que sobrevivir y atender las necesidades bsicas (Eliana, 21 aos, Ucayali, miembro de un partido poltico).

Otro tema relevante para entender las dificultades de la participacin es la situacin

de pobreza y la exclusin social que afecta a algunos sectores juveniles, entre los cuales las prioridades de la supervivencia no permiten que se interesen por espacios de accin colectiva:

La profunda pobreza afirma el desconocimiento por otras realidades a las que podra

acceder (Edith, 25 aos, Huancayo, miembro de la sociedad civil).

4.5. Propuestas sobre aspectos que deberan cambiar en el sistema poltico para lograr un mayor protagonismo de los jvenes

Un aspecto que abordamos en la encuesta fue sobre las propuestas de los aspectos que se deberan cambiar en el sistema poltico para lograr una mayor participacin y protagonismo de los jvenes. En el grupo de lderes de organizaciones de la sociedad civil encontramos que las respuestas se concentran en dos temas fundamentales:

La institucionalidad pblica en materia de juventud.Las cuotas de participacin juvenil tanto en los procesos electorales como en los procesos de toma de decisiones.

JUVENTUD Y POLTICA

26

Con respecto al tema de institucionalidad pblica sobre materia de juventud, las respuestas de los entrevistados se centraron en el tema de la autonoma del ente rector en polticas de juventud. La mayora de los encuestados consideran que el proceso de cambio del Consejo Nacional de la Juventud a Secretara Nacional de la Juventud signific la prdida de

autonoma e importancia del tema de juventud al interior de la estructura estatal:

Retomar el CONAJU a rango ministerial, que motivaba la participacin de las y los jvenes (Jess, 33 aos, Moquegua, miembro de la sociedad civil).

Desde una mirada estructuralista considero que la actual SNJ (antes CONAJU) debera de reestructurarse toda, en el nivel tcnico de generar los lineamientos polticos pero que a su vez se ejecuten proyectos de modo viable (Edith, 25 aos, Huancayo, miembro de la sociedad civil).

Con respecto al tema de cuotas de participacin, se seala que se debera establecer cuotas en todos los niveles de eleccin, no solamente en el de gobiernos locales como es actualmente, de manera que se incremente la participacin en los cargos pblicos. Si bien las cuotas propuestas son mayores al peso especfico de la poblacin juvenil, es importante

rescatar que para los lderes juveniles las cuotas generacionales son mecanismos adecuados para asegurar la presencia de los jvenes en cargos pblicos. Al respecto, debemos recordar que con la aplicacin de la cuota juvenil en la eleccin de regidores se ha experimentado un incremento en el nmero de autoridades municipales menores de 29 aos. En el mismo

sentido, los lderes juveniles opinan que la cuota de participacin juvenil no solamente debe ser en los cargos de eleccin popular, sino tambin en los procesos de toma de decisiones como la discusin de los presupuestos participativos10 regionales y locales y sus instancias de participacin como el Consejo de Coordinacin Regional, el Consejo de Coordinacin Local Provincial y el Consejo de Coordinacin Local Distrital:

Establecer que en los presupuestos participativos participen los jvenes y los nios tambin (Jess, 33 aos, Moquegua, miembro de la sociedad civil).

En cambio en el grupo de jvenes de partidos polticos, si bien tambin se menciona el tema de institucionalidad pblica y de cuotas, la mayor parte de las propuestas giran con relacin a reformas del sistema de partidos, las cuales para los encuestados son bsicas para incentivar la participacin de los jvenes. Entre las principales reformas que se mencionan se encuentran las siguientes:

Asignacin de recursos econmicos a los partidos para que los inviertan en los jvenes.Fortalecimiento de la democracia en los partidos.Fiscalizacin el cumplimiento de la ley de partidos polticos.Supresin de la inmunidad parlamentaria.Renovacin por tercios del Congreso.

10. La Ley N 28056 (publicado el 8 de agosto de 2003), Ley Marco del Presupuesto Participativo, establece que: El proceso del presupuesto participativo es un mecanismo de asignacin equitativa, racional, eficiente, eficaz y transparente de los recursos pblicos, que fortalece las relaciones Estado-sociedad civil. Para ello los gobiernos regionales y gobiernos locales promueven el desarrollo de mecanismos y estrategias de participacin en la programacin de sus presupuestos, as como en la vigilancia y fiscalizacin de la gestin de los recursos pblicos.


CAPTULO IV

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Estas propuestas, si bien no apuntan directamente al tema de jvenes, s estn relacionadas con el tema de la recuperacin de la credibilidad de los partidos polticos, que al parecer es un elemento que los lderes juveniles de los partidos polticos rescatan como importante para lograr una mayor participacin juvenil. Tambin hubo otras propuestas referidas a programas que promuevan la prctica ciudadana y la democracia desde la infancia:

Que se practique la democracia desde los nios y formar lderes, no caudillos (Dimedes, 29 aos, Arequipa, miembro de un partido poltico).

Este ltimo aspecto, relacionado con la generacin de capacidades y promocin de las prcticas democrticas aparece en las respuestas de distintas preguntas, tanto en el grupo de lderes juveniles de la sociedad civil como en la de los lderes de los partidos polticos. Es por eso que es un aspecto importante que es ubicado como prioritario por los lderes encuestados.

4.6. Conclusiones de la encuesta

El anlisis de la encuesta nos ha permitido tener las siguientes conclusiones:

Los lderes encuestados mayoritariamente perciben que existe un elemento generacional que no permite el ejercicio pleno de los derechos de los jvenes en los espacios de expresin y decisin pblica; por tanto, en el mundo de la poltica y las organizaciones, los jvenes solamente gozaran de una igualdad formal mas no real.

En relacin con los elementos que facilitan la participacin, hubo coincidencias que los procesos de transferencia de capacidades y el acceso a la informacin son esenciales para promover una mayor participacin juvenil. Sin embargo, estos procesos deben ir acompaados del incentivo del entusiasmo, el idealismo, as como la promocin de prcticas que faciliten la recuperacin de la confianza y el ejercicio ciudadano.

Ubicamos una coincidencia general que el desprestigio de la poltica es el principal elemento que dificulta el trabajo de los lderes juveniles tanto de la sociedad civil

como de las organizaciones partidarias. Al respecto, se mencionan que es muy fuerte la desconfianza hacia las organizaciones partidarias, desconfianza que parte de la idea

que al interior de los partidos polticos muchas veces priman los intereses particulares sobre el bien comn.

En el orden de las dificultades tambin se mencionan los cambios en la subjetividad de

los jvenes y la prdida de la centralidad de la poltica en los proyectos de vida de las nuevas generaciones, paralelamente tambin se menciona la precariedad laboral como un elemento que centraliza la atencin del joven en el da a da.

Sobre las propuestas de cambio para que el sistema poltico logre una mayor participacin de los jvenes se identificaron tres tems importantes: cambios y mayor autonoma en la

institucionalidad pblica en materia de juventud; poltica de discriminacin afirmativa a

favor de los jvenes y reforma al sistema de partidos polticos de manera que su gestin sea ms transparente e incluyente.

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5. RESULTADOS DEL TALLER SOBRE IDENTIFICACIN DE NECESIDADES DE JVENES LDERES POLTICOS

5.1. Presentacin

El taller se realiz el 15 de octubre del 2008 y fue organizado en forma conjunta por la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del JNE y el Instituto Nacional Demcrata (NDI), con el objetivo de identificar las necesidades de los lderes juveniles a las cuales el JNE debe

responder en pocas no electorales. Los invitados fueron lderes de las estructuras juveniles de los partidos polticos, regidores jvenes y representantes de organizaciones juveniles de la sociedad civil.

Este taller se realiz en el contexto del Seminario Internacional Jvenes y Reforma Poltica y fue concebido como un espacio de recojo de propuestas y generacin de insumos que ayuden a perfilar el trabajo de la Escuela Electoral con los jvenes. Para ello se dise una

metodologa que permitiera identificar las necesidades y las propuestas de lneas de accin

para responder a las mismas.

5.2. Perfil de los participantes

El taller cont con la participacin de 17 lderes de organizaciones polticas y de la sociedad civil provenientes de diferentes lugares del pas, como podemos apreciar en el siguiente cuadro:

Lugar de Procedencia Nmero

Lima 9

Arequipa 2

Ayacucho 2

Cusco 2

Lambayeque 2

Total: 17

Sexo Nmero

Masculino 12

Femenino 5

Total: 17

Con respecto al sexo podemos apreciar que la mayora de los participantes eran de sexo masculino (12) y un grupo menor (5) de sexo femenino, como podemos apreciar en el cuadro:

Con relacin a su membresa siete eran representantes de organizaciones partidarias y diez de organizaciones de la sociedad civil. Con respecto a las organizaciones partidarias, los asistentes son dirigentes nacionales y regionales de las siguientes agrupaciones:

RESULTADOS DEL TALLER SOBRE IDENTIFICACIN DE NECESIDADES DE JVENES LDERES POLTICOS

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Tipo de hito Nmero

Participacin en grupos de voluntariado, asociacionismo

juvenil y proyeccin social.11

Participacin en las movilizaciones por la democracia. 6

Participacin en el espacio universitario. 6

Participacin en espacios vecinales y consultas municipales. 4

Participacin en actividades de partidos polticos. 3

Participacin siguiendo la tradicin o ejemplo familiar. 3

Participacin en grupo pastoral o de Iglesia. 1

Participacin en Municipio Escolar. 1

Participacin en organizacin vecinal. 1

Accin Popular.Partido Humanista Peruano.Partido Nacionalista Peruano.Partido Popular Cristiano.Partido Solidaridad Nacional. Partido Democrtico Somos Per.

Los lderes de la sociedad civil provenan de las siguientes organizaciones y/o instituciones:

Plataforma Nacional de Juventudes.Red Nacional de Actores Polticos Jvenes.Asociacin Civil Juventudes.CO JOVEN - Coordinadora de Organizaciones Juveniles Cusco.COPLAN - Arequipa.EROJ - Espacio Regional de Organizaciones Juveniles Lambayeque.Grupo Convergencia.IRJA - Instituto Regional de la Juventud Ayacuchana.LIDA - Lderes por Desarrollo de Ayacucho.

Para tener mayores alcances sobre el perfil de los participantes se les pidi que elaboraran

una lnea de vida en la cual ubicaran los tres principales hitos que fueron fundamentales para asumir una labor de liderazgo obteniendo las siguientes respuestas:

Nota: Respuesta Mltiple.

Como podemos ver en este cuadro, para la mayora de los lderes uno de los hitos fundamentales en su vida fue haberse integrado a una agrupacin asociada al asociacionismo juvenil, entre los cuales se mencionan encuentros juveniles, cursos de capacitacin y talleres. En este rubro tambin se menciona la participacin en grupos de voluntariado y ayuda social.

Otro hito mencionado es la participacin en las movilizaciones por la democracia que se produjeron entre 1997 y 2000; al parecer, la emergencia cvica de los jvenes en las mismas

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es identificada como un aspecto motivador en un grupo de los lderes participantes. De

manera similar tambin los participantes mencionaron como un hito importante su experiencia como universitarios, al respecto mencionaron elementos tales como la formacin profesional recibida y la participacin en organizaciones del movimiento estudiantil.

Como podemos apreciar en el cuadro, en menor medida fue mencionada la participacin en espacios vecinales y/o municipales, la influencia del entorno familiar, la participacin en

actividades de las organizaciones partidarias, entre otras.

5.3. Resultados del taller

5.3.1. Identificacin de problemas

Cuando se les pidi a los participantes que identificaran los problemas que afrontaban con

relacin a tres ejes:

El interior de sus organizaciones,Su relacin con los actores polticos y sociales adultos,Su relacin con los jvenes no organizados.

Luego de un proceso de discusin, los participantes ubicaron los siguientes problemas al interior de las organizaciones:

Dbil cultura democrtica en cuanto a la toma de decisiones.Centralismo en la toma de acuerdos.Dificultad para llegar a consensos.

Dbil funcionamiento de los mecanismos de comunicacin.Acciones solamente a corto plazo.

Como podemos apreciar de los problemas priorizados, los cuatro primeros se refieren a

temas ligados a la transparencia y la democracia interna en sus organizaciones. En general ellas aluden a una dbil institucionalidad y a la ausencia de canales de participacin democrtica en la toma de decisiones, lo cual privilegia el centralismo ante que el consenso como la base de los acuerdos; este aspecto es grave ya que afecta la legitimidad del accionar de las organizaciones. El cuarto aspecto mencionado est ms relacionado con la ausencia de planes estratgicos y la toma de decisiones de corte ms coyuntural.

Cuando se les pidi que ubicaran los problemas con respecto a su relacin con los actores polticos y sociales adultos, se mencionaron fundamentalmente aspectos que tienen que ver con relaciones de inequidad en la toma de decisiones, verticalidad y poco espacio para los lderes jvenes.

Posteriormente los participantes trabajaron los problemas que surgen con la poblacin de jvenes no organizados. Se mencionaron los siguientes:

Satanizacin de la poltica y estigmatizacin de los jvenes militantes polticos.Desconfianza de los jvenes hacia la poltica.

No hay planes en los partidos polticos dirigidos a la juventud.


CAPTULO V

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Acentuada publicidad al individualismo para lograr un ascenso social, sin inmiscuirse en problemas sociales.

Lo primero tiene que ver con las percepciones negativas hacia las organizaciones polticas y la desconfianza que generan entre los jvenes. Este sin lugar a dudas es uno de los aspectos

ubicados como importante y que nos habla de que son insuficientes los esfuerzos desde las

propias organizaciones para recuperar la confianza de la ciudadana. Luego se menciona

que desde los partidos no existen planes especficos para la juventud y que los partidos no

hacen un trabajo de educacin con las nuevas generaciones. Otro aspecto relevante es que se consideran que por influencia de los medios de comunicacin se acenta el individualismo

y la indiferencia frente a los problemas pblicos; ello se relaciona con la percepcin que de los jvenes no ejercen de manera integral su ciudadana, de tal manera que para los participantes la desconfianza a lo poltico va acompaado con el desapego de los jvenes

hacia la cosa pblica.

5.3.2. Identificacin de potencialidades/retos

En relacin con las potencialidades al interior de las propias organizaciones, los participantes mencionaron en principio el avance en la articulacin de espacios provinciales, regionales de juventudes; adems se plantea que existe la capacidad para integrar la agenda juvenil en la inclusin de otras agendas ms amplias; tambin se mencionaron la existencia de prcticas democrticas y el uso de las herramientas de internet tales como los portales web y los blogs.

Con respecto a las potencialidades en la relacin con los adultos, se mencion la posibilidad de alianzas estratgicas para asegurar un trato igualitario en las acciones emprendidas, adems de la posibilidad de poder insertar en distintos campos un discurso generacional, que permita articular un enfoque transversal de juventud. En relacin con los jvenes no organizados, la mayora de las propuestas coincidieron en aprovechar los espacios de capacitacin para lograr incrementar la participacin de los jvenes en los espacios organizativos.

5.3.3. Identificacin de las necesidades

Cuando se pidi a los participantes ubicar sus necesidades partiendo del anlisis de sus problemas y de sus potencialidades, encontraron como necesario en primer lugar el fortalecimiento de capacidades para dinamizar la democracia interna, la generacin de consensos y las prcticas democrticas, todo ello en un contexto de dilogo entendido no como negociacin sino como reconocimiento de interlocucin.

Otra necesidad identificada fue la de fortalecer los espacios de articulacin generacional

multipartidaria, desde los cuales se promuevan estrategias para hacer vigilancia de las polticas pblicas y fiscalizar que en las mismas se incluya efectivamente a los jvenes.

En otro plano se puntualiz que era importante la generacin de estrategias para la relacin con los jvenes no organizados, las mismas que pasaban por la implementacin de campaas informativas y comunicativas relacionadas a la participacin poltica y ciudadana de los jvenes.

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5.4. Expectativas de los lderes juveniles en relacin del JNE Luego del proceso de identificacin de necesidades, se les pidi a los participantes que

plantearan sus expectativas hacia el Jurado Nacional de Elecciones. Estos elaboraron un conjunto de expectativas que las hemos organizado en grupos por afinidad.

En primer lugar hay un conjunto de expectativas referidas al rol del JNE como promotor de la democracia interna al interior de las organizaciones. Al respecto, los participantes identifican las siguientes labores como necesarias en la accin del JNE:

Capacitacin, asesora y acompaamiento a la elaboracin de las propuestas de reforma en la legislacin sobre los partidos polticos.Acciones de promocin de los procesos de democracia interna en los partidos polticos y las organizaciones de la sociedad civil, partiendo de la sensibilizacin y formacin poltica.

Tambin se sealaron un conjunto expectativas relacionadas a acciones tendientes al fortalecimiento de las capacidades de dilogo e interlocucin entre las organizaciones partidarias y la sociedad civil. Al respecto se ubic lo siguiente:

Acompaamiento a los espacios de dilogo y concertacin entre los partidos polticos, la sociedad civil y espacios multisectoriales como la Mesa de Concertacin de Lucha contra la Pobreza (MCLP).Apoyo logstico y asesora tcnica a los espacios descentralizados multipartidarios y de las organizaciones sociales.

Finalmente se plantearon un conjunto de expectativas relativas al fortalecimiento de capacidades programticas con relacin al tema especfico de juventud, sealando como

prioritario lo siguiente:

Organizacin de talleres con miembros de los partidos polticos y movimientos de la sociedad civil para construir agendas inclusivas para los jvenes.Fortalecimiento de las capacidades programticas de los equipos de los partidos polticos y la sociedad civil.Acciones de difusin de las actividades de los jvenes en el mbito poltico partidario y el de las organizaciones sociales.

5.5. Conclusiones del taller

La sistematizacin de lo trabajado en el taller nos permite identificar las siguientes

conclusiones:

Los problemas identificados por los lderes juveniles estn fundamentalmente asociados

a la debilidad de los mecanismos de democracia interna en las organizaciones, los mecanismos poco inclusivos con los jvenes al momento de la toma de decisiones y el poco apego de los jvenes hacia las organizaciones polticas. En este sentido se identifican elementos explicativos cuya consecuencia es una dbil relacin entre jvenes

y poltica.


CAPTULO V

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Las potencialidades ubicadas se centraron en las posibilidades que los actores juveniles consoliden alianzas estratgicas con otros actores polticos para la inclusin del enfoque generacional en las polticas pblicas.

Las necesidades identificadas se centran en la generacin de capacidades de dilogo y

negociacin que permitan la articulacin multipartidaria. En el mismo campo de las capacidades tambin se menciona aquellas referidas a incrementar sus posibilidades de relacin con los sectores juveniles no organizados.

Las expectativas con relacin a la labor del JNE se centraron en tres aspectos considerados importantes: el fortalecimiento de los mecanismos de democracia interna en las organizaciones, la promocin de espacios de dilogo entre los partidos y la sociedad civil, y el fortalecimiento de la inclusin programtica del enfoque generacional en la agenda de los partidos polticos.

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6. SISTEMATIZACIN DEL SEMINARIO INTERNACIONAL JVENES Y REFORMA POLTICA

6.1. Introduccin

El Seminario Internacional Jvenes y Reforma Poltica se realiz los das 14 y 15 de octubre en el Auditorio Central de la Universidad de Lima. Este evento se convoc con el objetivo

informe juventud y politica

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