Informe de Prospección Arqueológica del Patrimonio Cultural Tangible

PROYECTO REMEDIACIÓN DE SUELOS PARA

LA RAPARACIÓN Y REHABILITACIÓN DE LA VÍA FÉRREA ARICA-VISVIRI

Provincias de Arica y Parinacota, Región de Arica y Parinacota

Para Andalué Consultores Ambientales.

Carlos González Godoy

Licenciado en Arqueología

Enero de 2008

PROYECTO REMEDIACIÓN DE SUELOS PARA

LA REPARACIÓN Y REHABILITACIÓN DE LA VÍA FÉRREA ARICA-VISVIRI

ANDALUÉ CONSULTORES AMBIENTALES

Provincias de Arica y Parinacota de San Antonio, XV Región

Se incluye a continuación el estudio de Patrimonio Cultural y Arqueología realizado para el área de influencia del Proyecto en cuestión, específicamente entre las localidades de Arica y Linderos, zonas sensibles del proyecto, realizadas los días 26, 27 y 28 de Diciembre de 2007, siendo desarrollado por el Licenciado en Arqueología, Sr. Carlos González Godoy. El proyecto se ubica en las Provincias de Arica y Parinacota, XV Región. La investigación del patrimonio arqueológico y cultural realizada en el área del proyecto tiene como objetivo la búsqueda e identificación de monumentos nacionales (arqueológicos, paleontológicos, históricos, públicos, zonas típicas, santuarios de la naturaleza); y patrimonio religioso representado por lugares de culto cercanos al proyecto, tales como cementerios, iglesias, grutas, animitas, etc.; todo esto de acuerdo a las leyes 17.288, 19.300 y sus respectivos reglamentos. En concreto, el marco legal que rige los trabajos de Prospección de Patrimonio Cultural, está definido en primer lugar por la Constitución de la República, que en su artículo 19, Nº 10 garantiza la protección e incremento del Patrimonio Cultural de la Nación. Por su parte, la Ley Nº 17.288 sobre Monumentos Nacionales define cinco tipos de monumentos, a saber: Monumentos Públicos, Monumentos Históricos, Sitios Arqueológicos, Zonas Típicas y Santuarios de la Naturaleza. La misma ley en su artículo primero define los Monumentos Nacionales como: “(...) los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; los enterratorios o cementerios u otros restos de los aborígenes, las piezas u objetos antropo-arqueológicos, paleontológicos o de formación natural, que existan bajo o sobre la superficie del territorio nacional o en la plataformas submarina de sus aguas jurisdiccionales y cuya conservación interesa a la historia, al arte o a la ciencia; los santuarios de la naturaleza; los monumentos, estatuas, columnas, pirámides, fuentes, placas, coronas, inscripciones y, en general, los objetos que estén destinados a permanecer en un sitio público, con carácter conmemorativo. Su tuición o protección se ejercerá por medio del Consejo de Monumentos Nacionales (...)”. Asimismo, la ley también cautela las especies paleontológicas presentes a lo largo y ancho del territorio nacional.

Finalmente, la ley Nº 19.300 sobre bases generales del medio ambiente en su artículo 1, letra K define el impacto ambiental como “la alteración del medio ambiente, provocada directa o indirectamente por un proyecto o actividad en un área determinada”. Esta misma ley incluye en el Título II, Párrafo 2º, artículo 10 letra e) a los proyectos de vías férreas que puedan afectar áreas protegidas; como “proyecto o actividad susceptible de causar impacto ambiental en cualquiera de sus fases”; quedando dentro del considerando F, del artículo 11 de dicha ley, pues podrían provocar entre otros la “...alteración de sitios con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural”. ESPECIFICACIONES DEL PROYECTO Y DEL TRABAJO EFECTUADO Debido a las características particulares del proyecto, referidas al saneamiento de las fuentes contaminantes del trazado férreo existente, se procederá a su limpieza, por lo cual las obras estarán limitadas al terraplén ya definido y construido del ferrocarril, abarcando un ancho de 4 m, 2 m a cada lado de la línea. Por consiguiente, se revisaron espacios ya disturbados, altamente modificados y con presencia de construcciones de características urbanas y otras con obras viales y con implementación de terrenos agrícolas, por lo que debe indicarse que no nos correspondió revisar espacios inexplorados, solamente con evidencias subactuales y actuales, limitadas a las especificaciones del proyecto y al trazado del ferrocarril desde principios del siglo XX, puesto que las obras se acotan a la limpieza de la franja ferroviaria y se efectuará desde la misma línea, sin alterar espacios aledaños. De esta manera, realicé una prospección arqueológica en los días señalados, siguiendo la línea férrea y su terraplén (margen de 4 a 10 m), en la superficie urbana del proyecto en la misma ciudad de Arica, y valle de Lluta, en el área comprometida por las obras del proyecto. Se revisaron alrededor de 30 km entre la cuidad de Arica, especialmente en la Maestranza, y sectores del valle de Lluta, hasta la localidad de Linderos. El acceso se efectúa desde la misma ciudad de Arica, limitándose el trabajo prospectivo al trazado de la línea férrea ya existente, dadas las particularidades del proyecto, que en dirección norte-sur recorre entre 6 y 10 km hacia el interior de la franja costera hacia el valle de Lluta, tomado el trazado ferroviario un sentido oeste-este, en la banda norte y prácticamente cercano a la ruta 11. En consecuencia, ocupa tanto terrenos urbanos, altamente modificados, y terrenos rurales destinados a cultivos, también con considerables modificaciones subactuales y actuales. Las coordenadas UTM (WGS 84) entre el inicio del proyecto y la localidad de Linderos son: A) 362500 E/ 7958000 N; B) 389399 E/ 7962514 N; respectivamente. Se considera como área de influencia directa, toda la superficie que será intervenida por las obras del proyecto; área que, de sus sectores de mayor sensibilidad patrimonial, da cuenta el presente informe.

METODOLOGÍA La metodología empleada en la identificación de la línea de base fue la siguiente: 1. Revisión Bibliográfica de los componentes del patrimonio cultural del área

de estudio: Se revisaron las siguientes fuentes documentales: a) Catastro de Sitios Arqueológicos en las Cuencas Priorizadas (MOP), d) Actas en línea del Consejo de Monumentos Nacionales, e) Revistas Especializadas (Boletín de la Sociedad Chilena de Arqueología, Revista Chilena de Antropología, Actas de Congresos Nacionales de Arqueología Chilena).

2. Prospección arqueológica: Con apoyo de cartografía, cámara fotográfica y

GPS (UTM WGS 84) se recorrió a pie el área de trabajo, limitada al trazado vial y su terraplén. También se dio relevancia a la búsqueda de lugares dentro del área de influencia indirecta del proyecto que presentaran características aptas para el asentamiento humano prehispánico.

3. Entrevistas a lugareños: Se realizó una entrevista informal indagando por la

presencia de materiales arqueológicos en los diversos sectores del área del proyecto.

Caracterización del Área según Antecedentes Bibliográficos Monumentos Nacionales con Declaratoria La investigación de la documentación bibliográfica realizada en gabinete y la revisión vía internet de las Actas del Consejo de Monumentos Nacionales, sobre el área de influencia directa del proyecto permitió determinar que en el área de influencia del proyecto no existen en dicho sector monumentos nacionales declarados en las siguientes categorías: históricos, santuarios de la naturaleza y zonas típicas. Monumentos Arqueológicos Para el área de influencia del proyecto la bibliografía especializada no registra sitios arqueológicos, encontrándose ellos distantes del trazado ferroviario y, por lo tanto, de las obras del proyecto de limpieza.

SÍNTESIS DE ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS La localidad de Arica muestra una secuencia cultural prehispánica ininterrumpida, tanto en la costa como en su altiplano inmediato, siendo las primeras manifestaciones culturales registradas las asignadas al Período Arcaico (8.000-1.000 a.C.). En este contexto, es notorio entre el 8.000 y 4.000 a.C. la presencia y desarrollo de importantes y distintivas expresiones culturales en la costa, a través de asentamientos y patrones fúnebres de grupos cazadores, pescadores y recolectores marinos, entre ellos los pertenecientes a la Cultura Chinchorro. Destaca la elaboración de un utillaje especializado en la explotación costera, sobresaliendo los anzuelos de valva de choro zapato (Choromytilus chorus), como también la realización de significativas expresiones funerarias, mediante la momificación artificial de sus muertos, tanto niños como adultos (Arriaza 2003; Uhle 1919, 1921). Al respecto, debemos señalar que se ha determinado una tipología de momificación que las ordena y divide. La momificación artificial consiste fundamentalmente en la evisceración de los cuerpos de los individuos, tanto adultos como subadultos, siendo luego reafirmados sus huesos con palos y rellenados con maderas y ramas. Los cuerpos son cubiertos con barro y algunos con máscaras y pelucas; son inhumados al parecer en grupos familiares y en posición extendida. Se poseen fechados absolutos de contextos Chinchorro, que sitúan a las momias de este desarrollo como las más antiguas del mundo (Arriaza 2003), extendiéndose en alrededor de 4.000 años entre el territorio comprendido por Ilo en la costa sur de Perú y Cobija por el sur en Chile. Por otra parte, hacia el interior se han reconocido algunas fases que caracterizan a los cazadores recolectores del Arcaico Temprano y Arcaico Tardíos de los pisos puneños, desde aproximadamente los 7.000 a.C., con la fase Patapatane, y que luego, en forma paulatina a lo largo del tiempo, van configurando campamentos semipermanentes, con una caza especializada y probables avances en el plano de la domesticación con la fase Hakenasa alrededor del 2000 a.C. (Santoro 1989). También sobresalen en este período las primeras ejecuciones de arte rupestre, utilizándose pigmentos de color rojo, negro y amarillo en los sitios de Puxuma y Piñuta, con representaciones de eventos de caza de camélidos, con la presciencia de figuras naturalistas de estos animales, además de cérvidos, junto a un posible cánido (Santoro 1989). Hacia el 1.500 a.C. las prácticas funerarias más tradicionales Chichorro van desapareciendo, dando paso a prácticas más sencillas en lo técnico, no por ello carentes de simbolismo, estando los cuerpos lateralizados, flexionados y sin coberturas artificiales. Los asentamientos costeños muestran una mayor diversificación de productos, resultante de un proceso que pone de manifiesto un control agrícola y el consumo de cultígenos como zapallo, camote, quinoa,

entre otros. A estos datos, se suma la presencia de los primeros textiles, como los taparrabos, y de adornos exóticos. Del mismo modo, resultan evidentes las comunicaciones con el interior y otros espacios territoriales, visualizándose también hacia el fin del Período Arcaico, un incremento poblacional en la sierra y el altiplano. Ya durante el Período Formativo (1.000 a.C.-300 d.C.), se reconocen los primeros complejos aldeanos y el desarrollo de la cerámica (Muñoz 1989), que con formas globulares y sin otros detalles, carente de decoración, cumplen al parecer con funciones netamente utilitarias. Igualmente, se aprecia textiles con fibras vegetales y la incorporación de fibras animales. De la misma manera, se encuentran adornos y herramientas de metal, que marcan el inicio de un trabajo minero-metalúrgico en la zona. Los grupos costeros se identifican actualmente en las fases Faldas del Morro y El Laucho, mientas que hacia el interior del valle se desarrolla la fase Alto Ramírez, que manifestaría contactos en el altiplano (Muñoz 1989). Posteriormente, con en el Período Medio, la zona en cuestión se integra a la órbita de Tiwanaku, que se debe a una intensificación de las interrelaciones culturales con diversos espacios territoriales, especialmente con el altiplano y la cuenca del Titikaka, producto de un tráfico de caravanas y de políticas de complementariedad económica. Se reconocen dos fases culturales: Cabuza y Maytas, abarcando una extensión cronológica entre el 300-1.000 d.C. En la cerámica se incorpora el color blanco y se configuran motivos geométricos en los textiles. La pérdida de la esfera de influencia de Tiwanaku hacia el 1.000 d.C. y del control de las redes caravaneras, conducen al surgimiento y consolidación de nuevos grupos culturales y a la consolidación económica y política del eje, ya que a partir de este tiempo las preocupaciones de los dirigentes y las comunidades atacameñas apuntarían hacia las recomposiciones interétnicas, manteniendo los lazos reciprocitarios, reafirmando liderazgos dentro de una integración política y territorial diversa, controlando recursos hídricos y tierras agrícolas en sitios estratégicos, e incorporando nuevos espacios a su esfera de interacción. Este período es conocido como desarrollos regionales (Schiappacasse et a. 1989) o Intermedio Tardío (1.000-1.400 d.C.). En Arica, este período se caracteriza por la denominada Cultura Arica, poseedora de una economía diversificada, con una considerable masa demográfica distribuida tanto en la costa como en los valles interiores (Schiappacasse et al. 1989). Se ha recuperado una importante cantidad de ofrendas y ajuares en la tumbas del período, indicando la singularidad cultural que identifica a estas poblaciones, observándose en todos los aspectos materiales. Es particularmente distintiva la implementación de un nuevo patrón de asentamiento, los pukaras, que defienden y delimitan territorios entre el interior y la costa, lo que puede representar un concreto dominio territorial y de algunos conflictos interétnicos, que no detuvieron las redes caravaneras.

Finalmente, el Período Inka (1.400-1535 d.C.) manifiesta la integración de Arica al Tawantinsuyu o Imperio Inka, uniendo a los diferentes grupos y poblaciones al control imperial, a las dinámicas culturales incaicas y requerimientos estatales, siendo conspicua la materialidad de patrones cusqueños en sitios, poblados y tumbas del período, hasta su desintegración en el siglo XVI con la irrupción de los españoles. RESULTADOS A continuación se detalla el trabajo realizado, conjuntamente con los tres principios guías de prospección arqueológica (accesibilidad, obstrusividad y visibilidad). Los datos obtenidos se agrupan de acuerdo a la información resultante de la prospección en el área de influencia directa del proyecto, dadas sus características particulares. Previo a esta revisión, debemos indicar que la categoría patrimonial definida en este informe fue:

1. Cenotafio. Popularmente conocidos como “animitas”. Corresponden generalmente a una pequeña construcción de materiales diversos, definiendo en forma básica una caseta con una cruz. Surgen por misericordia del pueblo en el lugar donde aconteció una tragedia, una “mala muerte”. El connotado folklorista Plath señala sobre ellos: “Es un cenotafio popular, los restos descansan en el cementerio, por lo que se honra el alma, la “ánima”. Donde finalizó la jornada terrena, en el mismo lugar se construye una caseta, la que pasa a llamarse casilla, templete, ermita, gruta. Son reproducciones, imitaciones de casas y algunas semejantes a iglesias. Todas ostentan cruces. Se le prenden velas que se colocan en las casetas para precaverlas del viento, las más de las veces están expuestas al aire. Le agradecen los favores concedidos en placas metálicas, en trozos de mármol, madera, bronce. Votos de gratitud con nombre completo, a veces, con iniciales…Las flores están como las ofrendas más escogidas, ya sean naturales o artificiales…Las “animitas” se encuentran en las grandes ciudades, en las calles, a la vera de las aceras, en los pueblos de provincia, en los extramuros…al borde de barrancos, en la curva peligrosa, en la berma de las carreteras…en la pampa soleada de la sal y el cobre” (Plath 2000: 9-29). Se relacionan casi siempre con muertes violentas en la vía pública y otros espacios, pero también, en baja proporción, aluden a santos o seres divinos. Se les adscribe a tiempos históricos recientes.

Los días 26, 27 y 28 de Diciembre de 2007 se realizó la visita al terreno. El área del proyecto en los sectores urbanos de Arica y en el valle de Lluta, que presentan antecedentes de bienes arqueológicos, se consideraron como áreas sensibles desde el punto de vista patrimonial, siendo completamente recorridos pedestremente por el trazado férreo, accediendo desde el sector del puerto de Arica, sector de Chinchorro, Maestranza Chinchorro, Población 11 de Septiembre, ruta 5, cruce Lluta, valle de Lluta, Poconchile y Linderos, por donde se dirige la línea del ferrocarril. En términos generales, el trabajo fue

efectuado sin inconvenientes, ya que el acceso fue posible, siendo claramente visible el trazado férreo, llevándose a cabo la prospección en todo el trayecto especificado, 30 km. limitándose a la línea y al terraplén respectivo, debido a las especificaciones del proyecto que sólo intervendrá la superficie ya modificada por los anteriores trabajos ferroviarios. Asimismo, el trabajo prospectivo arrojó la identificación de 7 elementos patrimoniales inmuebles en el área de influencia directa del proyecto, consistentes en:

1. Cenotafio innominado (coordenadas UTM: 361424 E / 7957282 N). Ubicado a 1 m al noroeste de la línea férrea, en el terraplén respectivo, en el sector de urbano de Arica. Corresponde a una caseta de metal con cruz del mismo material, además presenta una base de cemento (1m de largo por 0.70 m de ancho por 1m de altura) (ver Anexo Fotográfico).

2. Cenotafio “monito” (coordenadas UTM: 364110 E / 7959523 N). Ubicado

a 1.50 m al oeste de la línea férrea, en el terraplén respectivo, en el sector urbano de Arica, población 11 de Septiembre. Corresponde a una caseta de cemento con base del mismo material (1.20 m de largo por 1 m de ancho por 0.70 m de altura) (ver Anexo Fotográfico).

3. Cenotafio “Hugo Alfonso Muñoz Sandoval” (coordenadas UTM: 363133

E / 7962821 N). animita de la ruta 5, pero ubicada a 1 m al oeste de la línea férrea, en la ruta 5, hacia Lluta. Corresponde a una caseta de ladrillos, cemento y madera (1m de largo por 1 m de ancho por 1.20 m de altura) (ver Anexo Fotográfico).

4. Cenotafio innominado y en malas condiciones, destruido (coordenadas

UTM: 362893 E / 7964751 N). Ubicado a 6 m al oeste de la línea férrea, en el terraplén respectivo, sector ruta 5, previo al valle de Lluta. Habría sido una caseta, construida con cemento (ver Anexo Fotográfico).

5. Cenotafio innominado (coordenadas UTM: 367163 E / 7964617 N).

Doble, construida de fierro y cerca de madera. Ubicado a 1.50 m al norte de la línea férrea, en el terraplén respectivo, sector del valle de Lluta (3 por 3 m, considerando la cerca de madera) (ver Anexo Fotográfico).

6. Cenotafio “Gerardo Padilla Vásquez” (coordenadas UTM: 368799 E /

7964332 N). Ubicado a 2.20 m al noreste de la línea férrea, en el terraplén respectivo, sector del valle de Lluta. Corresponde a una caseta de cemento, ladrillos y baldosas (2 por 2 m) (ver Anexo Fotográfico).

7. Cenotafio “Orlando Rojas Rojas” (coordenadas UTM: 377458 E /

7963886 N). Ubicado a 3 m, prácticamente al norte de la línea férrea, en el terraplén respectivo, sector del valle de Lluta. Corresponde a una caseta de cemente, metal y cruz de madera (2 por 1 m) (ver Anexo Fotográfico).

CONCLUSIONES

1. La investigación de los antecedentes bibliográficos realizada en gabinete y la revisión vía internet de las Actas del Consejo de Monumentos Nacionales sobre el área de influencia directa del proyecto, específicamente en los sectores más sensibles desde el punto de vista patrimonial prospectado, determinó que no existen en ellos monumentos nacionales declarados en las siguientes categorías: históricos, santuarios de la naturaleza y zonas típicas. Igualmente, la bibliografía especializada no registra para estos espacios monumentos arqueológicos, salvo registros alejados del proyecto, los cuales no serán afectados desde ningún punto de vista por los trabajos del referido proyecto, por lo acotado de las obras de limpieza que serán ejecutados sobre la misma línea férrea.

2. El trabajo arqueológico en terreno no tuvo dificultades desde el punto de

vista de la accesibilidad, otorgándose todas las facilidades para llevar a cabo nuestro trabajo. Además, desde la perspectiva de la visibilidad y de la obstrusividad, el reconocimiento superficial no presentó dificultades, posibilitando el recorrido pedestre y la identificación o ausencia del patrimonio cultural en los definidos espacios prospectados del proyecto.

3. De este modo, la prospección efectuada únicamente entregó resultados

positivos en cuanto a la identificación bienes patrimoniales en el área de influencia directa del proyecto, en los espacios específicamente prospectados, definiéndose la presencia de 7 cenotafios de indiscutible data actual.

4. Los cenotafios localizados se encuentran cubiertos por el Título II,

artículo 11º, letra d) del Reglamento de la Ley 19.300 (Decreto Supremo 95/2001) que protege y caracteriza a los elementos patrimoniales señalados como lugares e/o inmuebles donde se realizan “…ceremonias religiosas u otras manifestaciones propias de la cultura o del folklore del pueblo, comunidad o grupo humano”.

5. Asimismo, son notorias las modificaciones de los sectores prospectados,

tanto desde el punto de vista de las obras férreas, urbanas como de plantaciones industriales, por lo que la prospección de los sectores especificados del proyecto no corresponden a espacios y terrenos vírgenes.

6. Por consiguiente, y a partir de los antecedentes analizados, en conjunto

con el trabajo de campo, se concluye que no existen materiales culturales o asentamientos arqueológicos, como tampoco elementos relevantes del patrimonio cultural en la superficie del área de influencia directa (AID) del proyecto, específicamente en los sectores definidos

anteriormente, más sensibles desde el punto de vista patrimonial y que fueron prospectados; de los cuales da constancia este informe.

7. Finalmente, y en conformidad a la Ley N° 17.288 de Monumentos

Nacionales, ante el hallazgo de materiales arqueológicos con ocasión de cualquier excavación o movimiento de tierra del proyecto, se paralizarán completamente las obras asociadas al área del hallazgo y se dará aviso inmediato al Consejo de Monumentos Nacionales.

RECOMENDACIONES A partir de los datos registrados en la presente prospección, referidos a lo dos elementos patrimoniales identificados en el área de influencia directa (AID) del proyecto, proponemos las siguientes recomendaciones:

1. En el caso de los cenotafios, se propone cierres de protección

transitorios mientras duran las obras. Para el cierre se ocuparían tubos de PVC fluorescentes de 1.20 m de alto (esta clase de tubos son claramente observables, destacándose de día y de noche), anclados sobre estacas de fierro de 0.60 m, separados según los requerimientos de cada uno de los bienes patrimoniales. Finalmente, se procederá a la instalación de cintas peligro a modo de banderolas en cada uno de los tubos (las cuales serán regularmente cambiadas, complementándose con carteles de identificación.

2. Adicionalmente, se recomienda dar a conocer a la empresa encargada

de las obras y a todos los estamentos involucrados en las tareas de limpieza, sobre la existencia de tales bienes y las medidas aplicadas. De igual manera, se sugiere incorporar a las charlas de inducción del personal aspectos del componente patrimonial, debido a la significativa presencia de bienes patrimoniales próximos, tanto en Arica como en Lluta, pero que no serán impactados por las obras.

Agradecimientos. A TPA por su disponibilidad para realizar el trabajo y al Ingeniero Sr. Juan Cañipa de la misma repartición, por sus gentilezas.

BIBLIOGRAFÍA Arriaza, B. 2003. Cultura Chinchorro. Las momias más antiguas del mundo. Editorial Universitaria. Santiago. Muñoz, I. 1989. El Período Formativo en el Norte Grande. Prehistoria, Culturas de Chile: 107-128. Editorial Andrés Bello. Santiago. Plath, O. 2000. L’Animita. Hagiografía Folclórica. Editorial Grijalbo, Santiago. Santoro, C. 1989. Antiguos cazadores de la Puna. Prehistoria, Culturas de Chile: 33-55. Editorial Andrés Bello. Santiago. Schiappacasse, V., V. Castro y H. Niemeyer. Los Desarrollos Regionales en el Norte Grande. Prehistoria, Culturas de Chile: 181-220. Editorial Andrés Bello. Santiago. Uhle 1919. La arqueología de Arica y Tacna. Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos 3 (7-8): 1-48. Quito. Uhle 1922. Fundamentos étnicos y arqueología de Arica y Tacna. 2da. Edición. Quito

Anexo Fotográfico

Foto 1. Sector Maestranza Chinchorro en Arica. Nótese las modificaciones existentes.

Foto 2. Vista del trazado ferroviario que será limpiado en el sector de puerto en Arica. Nótese en básico terraplén y el terreno modificado.

Foto 3. Vista de la línea férrea en Arica hacia el sur, inmediata a camino urbano.

Foto 4. Vista hacia el norte en el sector de Chinchorro. La superior corresponde a la línea que será intervenida.

Foto 5. Vista del cenotafio innominado, al borde la línea férrea en el sector Chinchorro, Arica.

Foto 6. La línea férrea en el sector norte de Chinchorro, próximo a la Maestranza.

Foto 7. Cenotafio “Monito”. Sector Población 11 de Septiembre, Arica.

Foto 8. Cenotafio “Hugo Muñoz Sandoval”. Sector ruta 5, hacia Lluta.

Foto 9. Cenotafio innominado, destruido, sector ruta 5.

Foto 10. Línea férrea en el valle de Lluta. Nótese las modificaciones del terreno.

Foto 11. Cenotafio innominado, valle de Lluta. Próximo a línea Férrea y ruta 11.

Foto 12. Cenotafio “Gerardo Padilla Vásquez”. Lluta.

Foto 13. Cenotafio “Orlando Rojas Rojas”. Lluta.

Foto 14. Línea férrea atravesando el valle de Lluta sobre terraplén, próximo a Poconchile.

Foto 15. Línea férrea en la localidad de Linderos, valle de Lluta.