Nota: En materia de seguridad, uso de crampones, cuerdas, etc., es obligatorio seguir las indicaciones de los guías de la

excursión. En las excursiones de sábados se exige el estar federado y en las de domingos se recomienda. No es solo la

seguridad de uno mismo la que está en juego, ni su responsabilidad la única que puede verse perjudicada.

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Orria z./ Hoja n.286 19/03/2011

Travesía – Zeharkaldia

Cresta de Anboto (Integral)

Anboto (1296), punto culminante del Duranguesado, es el más altivo y codiciado monte de toda Vizcaya. Todas sus caras son rocosas y su orgullosa silueta atrae la mirada desde todos los miradores de la región. La cara sur de la montaña, que da a la llanada alavesa es la menos abrupta y es donde se desarrollan los dos itinerarios más recorridos, sea partiendo de Urkiola (713) sea desde el desfiladero de Atxarte (300)

Montaña siempre envuelta por la magia, el mito y la leyenda. Esta nos cuenta que Mari vivía en una cueva en estas alturas (aquí era conocida como Anbotoko damie), a la puerta de la cual peinaba su larga cabellera rubia con un peine de Oro. La magia del Anboto atraía a Sorginak para celebrar sus fiestas o Akelarreak en honor al macho cabrío Akerbeltz. Algunas noches una gran bola de fuego sobre el cielo de Anboto nos desvela los desplazamiento de Mari hacia otros lugares de Euskal Herria donde posee Morada.

La cara norte, que domina Arrazola (239) ofrece varias posibilidades de escalada de nivel medio, una de las cuales consiste en remontar la arista NE caracterizada por un poderoso espolón llamado Frailia (950), gruesa aguja de espalda curva que se yergue 250m. por encima de las praderas de Aitzekua y que destaca su silueta vista desde Arrazola.

Croquis de M. Angulo en Editorial Elkar.

La cara este es la más abrupta. Esta domina el barranco de Zabalandi y el barrio Artekale desde más de 1000 metros. En las escarpaduras que encuadran la cueva de Mari, la legendaria Dama de Anboto Mariurrika Kobea, se ha trazado la vía de escalada más majestuosa de Euskalerria. La primera ascensión integral data del mes de agosto de 1976. (publicado en Pirenaica nº 115 página 65). Se desarrolla sobre una altura de 300m. en la vertical de la cumbre, pasa a la cueva de la Dama y requiere un rappel pendular y varios pasos de V y VI grados justo hasta debajo de la cima.

Otra vía de alta calidad es la que remonta desde Arrazola por la arista del Eskillar. Su recorrido integral comporta pasos de escalada de elevada dificultad, pero es posible realizar una ascensión a medida de nuestras posibilidades evitando los pasos más difíciles y manteniendo una dificultad homogénea, partiendo de que no es una vía fácil y algunos tramos resultan engañosos pareciendo más fáciles de lo que realmente son.

Una tercera vía es una arista en medio de las dos citadas. Es más asequible y no menos interesante, pues tras unos 400 metros de continuas trepadas que no necesitan aseguramientos (pero sí atención continua por la inclinación), nos lleva a un túnel en la cresta que, a través de una vira muy expuesta pero factible con aseguramiento y no difícil nos lleva a la cueva de Mari, la Dama de Anboto. A partir de aquí la cresta se empina y hay que salir a la derecha para encontrar menos dificultades, aunque es muy agradecido volver en cuanto se pueda a la arista rocosa para descubrir encima del abismo, un curioso arco que marca el final de la parte difícil de la arista.

No se sabe ni se sabrá quién fue el primero en poner sus pies en la airosa cumbre de Anboto, pero no cabe duda que ya los pastores locales debieron sentir cierta atracción por esta montaña de legendarios mitos y leyendas. Sí que se sabe que el geodesta y militar Coronel Francisco Coello subió a algunas cumbres del Durangaldea en el año 1867 con objeto de realizar las medidas pertinentes para el levantamiento de la red geodésica de primer orden, prevía a la realización de la cartografía española. Se sabe, también, que pasó varios días en Alluitz ( 1.034 m ), cima sobre la que se colocó uno de los mojones de triangulación de la red.

El 30 de mayo de 1915, entusiastas del Club Deportivo Bilbao colocan un buzón de montaña en lo más alto del pico Anboto, siendo el primero en la historia del alpinismo vasco. De grandes proporciones y sustentado sobre una base que superaba el metro de altura, tenía el aspecto de un verdadero buzón de correos. Los costos de construcción del mismo se elevaban a la nada despreciable cantidad de 260 pesetas de la época. Sin embargo, no duró demasiado ya que fue reventado a golpes, posiblemente propinados por pastores que veían en estos medios una forma de intromisión. En el año 1927 otro buzón sería "robado" a los pocos meses de su colocación. En este caso se cazó al responsable, que fue un topógrafo del I.G.N. que lo tomó en represalia a las banderas que le quitaban de las cimas y que usaba de referencia para las mediciones geodésicas. Achacando la desaparición de las banderas a los alpinistas, este optó por "secuestrar" el buzón, pero ante las quejas de los montañeros, presentadas ante el I.G.N., fue recuperado.

El recorrido de toda la cresta es el itinerario más sostenido y más bello de las montañas de la costa. tiene un desnivel teórico de 1150m. pero la realidad es que sobrepasaremos los 1400m. de desnivel realizando el recorrido por lo más alto intentando mantenernos siempre en el filo de la arista. Con buen tiempo las dificultades se resuelven con una buena forma física, bordeando los pasos más expuestos por los tramos señalizados, y con algunos conocimientos de escalada para pasos que no superan el tercer grado. Con la piedra mojada o con viento, son numerosos los pasos peligrosos, tanto en los tramos Alluitz-Larrano como en el tramo Elgoin-Anboto como para desaconsejar la travesía. De hecho, varios montañeros han fallecido en el ya famoso “Paso del Diablo” o “Puente del infierno”; en los últimos años han sido 3 (2004–2007–2010) Este punto está situado entre los montes Alluitz y Larrano, y se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos de nuestras montañas., a pesar de su belleza y su encanto.

REQUISITOS Y CORTESÍAS PARA VISITAR A LA DIOSA MARI:

- Hay que tutearle al hablar con ella.

- No darle nunca la espalda. Por ello, de su cueva debemos salir caminando hacia atrás.

- No debemos sentarnos.

- Ni se nos ocurra santiguarnos.

- Ni mentir.

- Ni mostrarnos vanidosos.

- Hay que intentar que antes nos haya invitado a entrar.

- No estar tentado de coger algún tesoro de su morada.

- No tirar piedras dentro de su cueva.

- No está de más obsequiarla con un carnero, es su animal preferido.