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Índice Staff

Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Próximo libro

Agradecimientos

Staff Moderadora de traducción

Leii123

Traductoras

Leii123

Mokona

Gaz W. Finley

Celemg

Moderadora de corrección

Viqijb y Gaz W. Finley

Correctoras

AriannysG

Meliizza

Pachi15

Revisión Final

Ariannys

Diseño

Gaz W. Finley

Sinopsis ose Peterson ama a Dalton Clark y está dispuesta a renunciar a su

humanidad para estar con él. Pero con las emociones de vampiro

bullendo, ¿estará Dalton de acuerdo en convertirla? ¿Ama a Rose y

querrá estar con ella, para siempre? A medida que su historia se desarrolla, Rose se

abre y permite que Dalton entre en su mundo de dolor, ¿pero va él a hacer lo

mismo? ¿Dalton finalmente admitirá que se preocupa por Rose?

R

Capítulo 1 Traducido por Gaz W. Finley

Corregido por AriannysG

alton se ve furioso conmigo y está a punto de mostrarme su ira.

—¿Convertirte? ¿Estás loca? —Por Dios, está molesto. ¿Cuál es su

problema? Si me convierte, podemos estar juntos, para siempre.

Puede dejarse sentir sus sentimientos sin tener que preocuparse de

hacerme daño. Mi vida como un ser humano no vale nada, y sin él,

no tiene sentido. Tengo que ser como él, quiero ser un vampiro.

—¿Por qué estás tan en contra de esto? —Dalton se inclina y groseramente

coge su chaqueta de cuero del piso. Veo que se lanza la chaqueta sobre los

hombros. Se ve furioso y decepcionado. Niego con la cabeza hacia él, ¿cuál es su

problema? Sé que se preocupa por mí, prácticamente me lo dijo, ¿por qué está tan

en contra de mí convirtiéndome en un vampiro? No lo entiendo. Necesito que me

explique.

—No quiero hablar de eso, ahora recoge tus cosas, te llevaré a casa —dice en

un tono firme. Lleno el vacío entre nosotros y me acerco, trato de agarrar su brazo.

Dalton se aleja de mí a gran velocidad. Le frunzo el ceño, ¿qué está mal con él? No

puedo encajar las piezas del rompecabezas. Un minuto me chilla y al siguiente me

está besando. Quiere alimentarse de mí, y luego no lo hace; no lo pillo. Dijo que no

hay ningún punto en él admitiendo sus sentimientos por mí, porque nunca

podremos estar juntos. Le estoy dando una solución a su problema, pero ¿por qué

se niega a aceptarlo? Dalton se desliza hacia la puerta del polvoriento baño

maloliente y empuja para abrirla con el pie. Desliza una de sus manos en el bolsillo

delantero de sus vaqueros y señala para que lo siga con la otra. Niego con la

cabeza. Los ojos de Dalton destellan en rojo y sisea mientras su ira y frustración se

construyen. No tengo miedo de él, estoy enfadada de que no va a hacer lo que le

pido. Sé que él dice que ser un vampiro es una maldición, pero no lo veo de esa

manera. Lo veo como una bendición. Una que te permite estar con la persona que

amas, para siempre. Lo quiero tanto, que haría cualquier cosa para estar con él. No

puedo perderlo, necesito que me convierta.

D

Finalmente me rendí a sus órdenes y ahora estoy sentada en su coche.

Dalton dejó caer el capó, así que podía recuperar la sobriedad del aire fresco. El

viento es frío y gélido con la velocidad de Dalton por las calles. No ha dicho una

palabra desde que llegamos al coche y mi corazón late con fuerza mientras

conducimos. Cada pocos momentos vuelve la cabeza para mirarme, pero no dice

una palabra, sólo me mira. No quiero pelear con él, así que no he roto el silencio.

Aunque estoy desesperada por persuadirlo de convertirme, no puedo recoger el

coraje de luchar. Tengo miedo de él, sólo de lo enojado que se puso de mencionarlo

siquiera. No puedo arriesgarme a que se enoje y me deje, no sobreviviría si lo

hiciera.

Nos detenemos fuera de mi casa y empujo el pelo de mi cara cuando miro

hacia la noche oscura. Me siento cansada, agotada y completamente horrible. Me

duele la cabeza por mi consumo de alcohol y no puedo creer que haya bebido

tanto. Normalmente soy chica de una cerveza por noche, pero esta noche fui más

como de diez cervezas y siete chupitos tequila, voy a sufrir mañana. Mis mejillas

están ardiendo y lo único que quiero es subir a mi cama con Dalton a mi lado.

Cierro los ojos y me acuerdo de lo increíble que era nuestra pasión. Sus labios eran

helados y enormes, y sus manos pecadoras mientras acariciaban mi cuerpo. Me

estremezco cuando lo pienso y luego siento una inmensa tristeza, ¿y si esta noche

es nuestra última noche juntos? Mis ojos se abren y vuelvo la cabeza para verlo. Se

ve triste, decepcionado y derrotado. Me acerco y trato de poner mi mano en la

suya, pero siente mis intenciones, así que tira de su mano antes de que tenga la

oportunidad de tocarlo. Sus ojos se cierran y se abren, bloqueando los míos. Sus

labios se abren y hay hambre que rezuma de su cuerpo que se muere de hambre.

Mi corazón comienza a correr y me siento culpable de que no le dejé de comer en

mí antes, pero me alegro al mismo tiempo, porque él y yo nos conectamos en su

lugar. Compartimos una pasión, ardor caliente como el fuego. Sus labios y los míos

se unieron y se fundieron y rezumaban amor. Me estremezco mientras recuerdo su

cuerpo frío, pero sonrío mientras el pensamiento del placer entra en erupción.

Sonrío y Dalton me mira.

—¿Qué estás pensando? —Me muerdo el labio inferior y bato mis pestañas

mientras le respondo.

—Nosotros, en esta noche, nuestra pasión. —Dalton presiona una sonrisa de

sus labios y luego se pasa los dedos por el pelo, sonriéndome. No puedo controlar

mi felicidad o mi sonrisa por su reacción. Debe estar de acuerdo conmigo en que

fue increíble.

—Ya veo, y dime, ¿cómo fue para ti? —Me río y luego me sonrojo, ¿habla en

serio?

Dalton me sonríe, sacudiendo la cabeza y luego me pasa el dedo por el labio

inferior. Dios, es impresionante, debería ser ilegal ser tan caliente. —¡Tu sonrisa me

dice todo lo que necesito saber! —Me sonrojo de nuevo y luego empuja la puerta

de su coche a abrirse. Él vuela a mi lado, abriendo la puerta con un movimiento

fluido. Suspiro mientras tropiezo fuera del auto, no quiero que se vaya. Dalton

coloca suavemente su mano en mi espalda y me empuja contra su coche. Me

esfuerzo por encontrar mi pie en los tacones prestados. Dalton me estabiliza, pero

mis pies me están matando. Él me acaricia suavemente la mejilla y se inclina hacia

mí, espero su beso, pero me alejo.

—Sólo déjame quitarme los zapatos primero —le digo mientras me apoyo

en él por ayuda. Rápidamente me quito los zapatos y me empequeñezco delante de

él. La frescura de la acera se siente increíble contra mis pies ardientes. Dalton se ve

impaciente mientras espera a que me centre de nuevo en él. Deslizo mis brazos

alrededor de su cuello, con los zapatos colgando de mis manos. Dalton se inclina

de nuevo, besándome. Sus labios son suaves y blandos y cada movimiento de hielo

es un hormigueo por todo mi cuerpo. No quiero que se detenga, lo necesito.

Empujo mis labios y nuestros labios se mueven más rápido. Mis brazos se aprietan

en su cuello mientras sus manos se deslizan sobre mi trasero.

Lo jalo más cerca y lo beso más fuerte; frunzo el ceño cuando se aparta de

mí. Sus ojos son una sombra profunda de rojo y sus labios blancos tiemblan. Me

siento tan mal, se muere de hambre y quiero ayudarlo. Todavía estoy furiosa con él

por negarse a convertirme, pero no le puedo negar una solución. No me gusta

pensar en él estando con otras chicas y no quiero que se alimente de nadie más que

yo. Sé que es muy egoísta de mi parte, pero es lo que siento. Es mío, se alimenta de

mí, lo amo y tal vez él me ame. —¿Tienes hambre, ¿no es así? —Dalton asiente en

mis palabras y luego me empuja lejos. Me presiono el puente de la nariz y luego

cierro mis ojos en los suyos.

—Me muero de hambre, Rose. —Oh mierda, mi culpa se ha salido fuera de

la escala. Necesito ayudarlo.

—Quiero quitarte el dolor. —Dalton se lanza hacia mí y me agarra a ambos

lados de la cara. Mi corazón empieza a latir con fuerza y de repente me doy cuenta

de que estamos a la intemperie. Mi mente empieza a correr, no puedo dejar que

Dalton se alimente de mí delante de mi casa. ¿Y si el tío George y Jen nos ven? No

sería capaz de explicar y no quiero correr ese riesgo. Me alejo de Dalton y se lanza

hacia mí, manteniendo su control sobre mi cara. Sus ojos están quemando en

profundas tonalidades de rojo y hay un silbido que se forma en la parte posterior

de su garganta.

Paso los dedos por la base de su mano y trato de aliviarlo de su hambre. —

No se puede, no en la calle, ¿qué pasa si alguien nos ve? —El ardor en los ojos de

Dalton pasa a través de mí mientras asimila mis palabras. Él apoya su frente en la

mía, sus labios son de color blanco y temblorosos y no puedo absorber su dolor.

No me gusta verlo así, mi mente gira, si me convierte, entonces voy a tener

el mismo deseo ardiente. Sé que lo que le estoy pidiendo que haga es, para

siempre, pero lo veo como mi futuro. No puedo respirar sin él y lo necesito en mi

vida. Suspiro mientras el aliento fresco sopla en mi cara, hormigueando y

enviando escalofríos por mi columna vertebral.

—No sé si puedo aguantar, tengo que alimentarme, Rose. —Exhalo, mi cara

está quemando.

—Necesito que aguantes, reúnete conmigo en mi habitación, ¿de acuerdo?

—Saco sus manos de mi cara y corro hacia la puerta principal de mi casa. La puerta

está cerrada, así que hurgo en el crisol de la planta más cercana, hasta que

encuentro la llave de repuesto. Entro y voy de puntillas por las escaleras hasta mi

habitación. La casa está fría, oscura y tranquila. Suavemente abro la puerta y salto

cuando veo a Dalton, de pie en la oscuridad, con los ojos ardiendo en rojo. Siento

miedo, así que enciendo la luz de noche y empiezo a deslizar mi vestido prestado

de mi cuerpo. Dalton anda más hacia mí mientras busco en el armario.

Encuentro algo y lo deslizo sobre mi cabeza, tirando de mi pelo alrededor de

mi cuello. Dalton me sonríe y me conduce a mi cama. Me tumba boca arriba y me

besa suavemente, antes de deslizar sus labios en mi cuello. Sus dagas chocan con

mi piel y me estremezco por la repentina punzada. Se alimenta por unos segundos

y luego se retira, un pequeño hilo de sangre le acaricia el labio inferior. Me lanzo

hacia adelante y le doy un beso, saboreando la sangre y deseando ser como él. No

puedo contener mi deseo, tengo que decirle cómo me siento.

—Por favor, conviérteme —le susurro. Dalton niega con la cabeza, un firme

no.

Me sorprende cuando levanta mi mano y tira de ella hacia su boca. Mi

cuerpo empieza a temblar, mientras inclina mi mano para revelar una vena

abultada en mi muñeca. Sus ojos se vuelven rojos y sus labios se endurecen en una

máscara blanca. Él tira de mi muñeca más cerca de su boca y tengo que preguntarle

por qué de repente es tan tentado por mi muñeca. —¿Qué estás haciendo?

Él saca sus ojos de la vena abultada para mirarme a los ojos. —Tu cuello está

muy marcado, ¡necesito alimentarme de otra parte de tu cuerpo!

Suspiro, pero me siento asustada y emocionada por su nueva mordida, soy

tan rara. Cualquier otra chica estaría aterrorizada de él, pero yo no. Siento la

tentación y lo deseo más a sabiendas de que es un vampiro. Si tuviera la

oportunidad de cambiarlo en un ser humano, no lo haría. No quiero que sea de

otra manera, soy yo quien quiero cambiar. No voy a dejar de luchar hasta que me

convierta. Me niego a vivir sin él.

Dalton centra sus ojos de nuevo en mi muñeca y coloca sus fríos labios sobre

mi piel. Sus labios se separan y las dagas se hunden en mi piel. El dolor es más

fuerte que en mi cuello y el placer es aún más embriagador.

Mis manos se endurecen y mis uñas rasgan en su espalda, mientras se

alimenta de mi muñeca. Mis ojos no permanecen abiertos y me siento caer en un

sueño placentero. Mi cabeza se siente pesada y me dejo caer a un lado en mi

almohada. Dalton saca sus colmillos de mi muñeca y me acaricia suavemente la

mejilla con la mano fría. Siento mis labios con una sonrisa y luego cae sobre mi

cuerpo. Dalton desliza su mano en mi mejilla y lo oigo susurrar:

—¡Buenas noches, mi bella Rose! —No reacciono a sus palabras. Tengo

miedo que si le pregunto, entonces se endurecerá y construirá un muro.

En el interior, estoy gritando, le importo, después de todo. Lo siento alejarse

de mí y en un movimiento que me sorprende, llego y agarro su chaqueta. No abro

los ojos, me limito a decir:

—Quédate conmigo. —Oigo a Dalton suspirar y luego rebota la cama

mientras se sube. Puedo oírlo sacarse su chaqueta y su brazo se extiende para

acercarme. Apoyo la cabeza en su pecho, sonriendo por dentro mientras mi cara

choca con su camisa. Me dejo caer en un profundo sueño, soñando con él y de lo

que sería ser un vampiro. Si tan sólo me convirtiera.

Capítulo 2 Traducido por Leii123 y Gaz W. Finley

Corregido por AriannysG

e despierto a la mañana siguiente con dolor de cabeza y la garganta

seca. El sol es cegador y mis ojos no se centran en la luz. Extiendo mi

mano y lo puedo sentir, Dalton está aquí. Mis ojos se abren y lo veo,

acostado junto a mí en toda su perfección. Ahora que está durmiendo, puedo

aprovechar este momento para apreciar su impresionante aspecto. Él tiene una piel

perfecta, pómulos perfectos y una amplia, nariz recta. Sus labios son llenos y

perfectos. Su liviano pelo rubio esta desordenado y siempre tan sexy en su estado

mañanero. Él es impresionante, no puedo respirar mientras lo miro, nadie debería

lucir tan impresionante. Me tumbo todavía, mirándolo fijamente, hasta que sus

ojos se agitan debajo de sus párpados y luego se abren para revelar el color azul

que estaba oculto. Sus labios se separan suavemente y me sonríe. Se inclina y me

besa en la frente, le sonrío mientras se tira hacia atrás y mira la hora en su reloj.

Frunce el ceño cuando ve que todavía es temprano, las seis y media para ser

exactos. Deja caer la cabeza contra el cabecero de la cama y cierra los ojos

suavemente. La cabeza me duele y necesito unos minutos para refrescarme. Tengo

una resaca enorme y no quiero exponerle a Dalton mi aliento mañanero con

alcohol. Empujo las sabanas fuera de mi cuerpo y salgo suavemente de la cama.

—¿A dónde vas? —pregunta Dalton con voz firme. Sacudo la cabeza y lo

miro, está acostado sobre su espalda con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus

ojos están cerrados y su respiración es lenta y superficial. Voy hacia la puerta en

puntillas, sonriendo a Pebbles mientras duerme. Me giro para hacerle frente a

Dalton y él sigue en su posición congelado.

—Sólo necesito un minuto, no tardaré mucho. —Dalton asiente y luego

empujo la puerta para abrirla. Escaneo la casa y sonrío cuando veo que no hay

nadie levantado todavía, voy de puntillas por el rellano hasta el pequeño cuarto de

baño. Me dirijo a la ducha y deslizo mi camiseta por encima de mi cabeza. Entro y

disfruto el agua caliente, mientras se escurre por todo mi cuerpo. Me lavo el pelo y

con cuidado me lavo cada parte de mi cuerpo. Me froto los brazos, las piernas y el

estómago y luego enjuago el exceso de jabón. Mi muñeca entra en mi visión y corro

M

suavemente los dedos a lo largo de las dos heridas por los colmillos de Dalton. Mi

piel es delicada y sacudo mi cabeza en mi estado de vulnerabilidad. Cierro el agua

y salgo de la ducha, envolviéndome en una toalla en el proceso. Me deslizo hacia el

espejo y seco el vapor de agua que se ha formado en su superficie.

Echo un vistazo de mí misma en su reflexión y no me gusta lo que veo.

Estoy pálida, cansada y horrible. Luzco como si hubiera sido arrastrada por un

huracán y frunzo el ceño ante mí misma, necesito a Dalton para convertirme. Odio

ser frágil y humana. Nunca me molestó, pero ahora que sé que hay algo mejor que

puedo ser, lo quiero. Me cepillo los dientes rápidamente y me envuelvo una toalla

alrededor de mi cabello mojado. Levanto mi camiseta del suelo y luego me

apresuro a salir al estrecho pasillo. Me deslizo de nuevo en mi habitación y sonrío

cuando veo a Dalton, todavía durmiendo en mi cama. Se ve tan tranquilo mientras

duerme y en silencio camino hacia mi armario y empiezo a hurgar en mi ropa.

—Has vuelto —dice Dalton mientras se levanta y apoya la cabeza contra la

pared en la parte trasera de mi cama. Mi cara estalla en llamas mientras él me mira

en toalla. Sus labios se rozan juntos, deseando por mí. Trato de ignorar su mirada

ardiente, mientras continúo buscando a través de mi ropa. Finalmente encuentro

mis mejores jeans y una camiseta blanca sin mangas. Me deslizo hacia mi ropa

interior y tímidamente saco un sostén de color rosa y bragas a juego. Soy muy

consciente de los ojos de Dalton quemando a través de mi espalda, pero trato de

calmarme, ya que no quiero avergonzarme a mí misma actuando como una

neurótica. Me aclaro la garganta mientras trato de alejar la atención de mi

apariencia.

—Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy? —pregunto mientras me aflojo la

toalla de mi cabeza. Mi pelo mojado cae sobre mi cuello y empiezo a pasar mis

dedos por los extremos mientras Dalton sale lentamente de la cama.

—¿Tienes que trabajar hoy? —pregunta mientras hace su camino hacia mí.

Levanto la vista hacia él, negando con la cabeza, porque no tengo que trabajar.

Dalton sonríe y luego pasa los dedos a lo largo de mis brazos. Me estremezco a su

tacto frío y mis labios empiezan a temblar por su helada temperatura.

—¿Quieres dar un paseo? —Mis ojos se sacuden, ¿un paseo a dónde?

—¿A dónde, exactamente?

—Los Red Sox están jugando con los Yankees. ¿Quieres ir conmigo? —Le

sonrío, ¡una cita de verdad!

—¡No tenía idea de que fueras un fanático del béisbol! —Afirmo. Dalton se

inclina y me besa en la mejilla.

—Hay un montón de cosas que no sabes de mí. —Asiento y luego Dalton

camina y levanta su chaqueta del suelo.

—No te preocupes, estaré de vuelta. Sólo necesito ir a casa a cambiarme. —

Le frunzo el ceño, se ve perfecto, no necesita cambiarse. Mi corazón esta doliendo;

no quiero que se vaya. Corro hacia él y envuelvo mis brazos alrededor de su

cuello, se ríe y luego me aleja de él—. No voy a tardar, oh y Rose, espero que uses

una camiseta de Los Red Sox, ¿tienes una? —Niego con la cabeza.

—No, realmente no tengo.

—Estoy consternado, pero no te preocupes, podemos arreglar eso

fácilmente. ¡No tardaré mucho, nena! —Sonrío a sus palabras y él mira cómo me

sonrojo. Dalton se mueve hacia mí y me envuelve en sus fuertes brazos. Mis manos

se deslizan sobre su espalda y luego en su pelo, se ríe de mi afecto y luego me besa,

intenso y fuerte—. Te gusta cuando te llamo nena, ¿verdad? —Me sonrojo, por

supuesto que sí, me derrito en un frenesí cada vez que la palabra sale de sus

perfectos labios. Dalton se ríe de nuevo y casi creo que él puede leer mis

pensamientos, sé que voy a sonar estúpida, pero tengo que preguntar.

—¿Puedes leer mi mente o algo así?

—¿Qué te hace pensar eso? —dice Dalton, cambiando de actitud. Recobro la

compostura, ¿lo he ofendido?

—Es sólo que todo lo que pienso y quiero que hagas, se hace realidad. —

Dalton se ríe y presiona sus cejas oscuras juntas. Su sonrisa es cautivadora, mierda

él es precioso.

—¡Dame un ejemplo! —dice Dalton en una urgencia, con voz de mando,

¿por qué es tan mandón? Aparto el pelo mojado de mi cara mientras respondo a su

molesta pregunta.

—Como cuando quiero que me beses, sucede. Tantos pensamientos giran en

mi cabeza, casi todos ellos son sobre ti. A veces, estoy pensando en algo cómico y

cuando te miro, veo que te estás riendo, como si pudieras ver en mi mente. —

Dalton se ríe y luego pasa los dedos por mi clavícula.

—Tengo tu sangre corriendo a través de mí, puedo escuchar tus

pensamientos, ¡pero sólo cuando me he alimentado de ti! —Mis ojos se salen de mi

cabeza ante su confesión, ¡él puede oír mis pensamientos! Estoy tan avergonzada,

que no puedo mirarlo. Me siento violada, esto no puede ser verdad.

—Lo siento, pero no lo entiendo, ¿cómo puedes oír lo que estoy pensando?

¿Por qué has ocultado esto de mí? He pasado las últimas tres semanas contigo, te

dejo alimentarte de mí y ¿no crees que me merezca el derecho a saber, que hayas

estado escuchando mis pensamientos, todo el tiempo? —Dalton sonríe mientras

avanza y coloca su larga mano sobre mi hombro. Me mira a los ojos,

concentrándose fuertemente y punzándome con su mirada.

—Perdona que nunca te lo dije, pero tu mente es fuerte. Supongo que tenía

miedo de que no te gustaría que estuviera a tu alrededor, una vez que supieras

acerca de mi, talento. —Le niego con la cabeza, estoy sorprendida y totalmente

avergonzada. No puedo creer que él haya estado escuchando mis pensamientos,

todo lo que pienso es sobre él. Debe pensar que soy algún tipo de bicho raro, por la

cantidad en la que pienso en él. Me estremezco, esto no puede ser verdad.

—¿Puedes oír mis pensamientos, en este momento? —Dalton sonríe y pasa

los dedos por mi cuello y mejilla.

—No. —Frunzo el ceño, no lo entiendo.

—¡Explica, por favor! —Declaro. Dalton se ríe de mí y pone los ojos en el

cielo.

—Sólo puedo oír tus pensamientos cuando mis colmillos están en tu piel.

Me conectan con tu sangre, tu alma, mente y cuerpo. Cuando me alimento de ti, la

sangre me permite ver en tu cabeza. Puedo oír todo lo que estás pensando. Puedo

sentir cada sentimiento que tienes. Siento todas las emociones y todos los deseos

que tienes. —Wow, ¿es mi primer pensamiento? No puedo absorber esta nueva

información, es increíble, totalmente asombroso y maravilloso. Ser un vampiro

debe ser alucinante, increíble y absolutamente fantástico. No puedo evitar

preguntarme qué otra cosa no sabré. Apuesto a que hay un millón de cosas

increíbles que él puede hacer, necesito y quiero saber todo de ellos.

—Es increíble. —Dalton niega con la cabeza.

—No, no lo es —Afirma Dalton. Siento que me falta algo y no sé lo que es.

Mientras lo miro a sus ojos azules, tengo la sensación de que está sufriendo. Muevo

mi mano sobre su brazo y él se retira, ¿qué le pasa?

—Dalton, ¿estás bien? —Sacude la cabeza al oír mis palabras y llega y me

agarra el brazo. Me acerca y me besa, sosteniéndose en mí como si no hubiera

mañana. Le aprieto la espalda, le está haciendo daño y me necesita—. Dalton, ¿qué

pasa? —le pregunto de nuevo.

—No puedes querer esto. Ser un vampiro es una maldición, mis trucos

mentales son los que me persiguen. —No entiendo, ¿qué está tratando de decir? Se

ve molesto y vulnerable, pero ¿por qué? No puedo poner las piezas juntas y no

entiendo cómo ser un vampiro podría ser una maldición. Si se trata de un intento a

medias de asustarme para que cambie de opinión, entonces no va a funcionar.

Nunca querré nada más que él, ser humano es débil y no es lo que quiero. Quiero

pasar una eternidad con él, siempre y para siempre.

—No hay nada que desee más que estar contigo. ¿Cómo puede ser un

vampiro ser una maldición, cuando te permite estar con la persona que amas, para

siempre? —Dalton niega con la cabeza hacia mí y suavemente besa mi frente. Lo

miro mientras se marcha hacia la ventana. Descorre las cortinas y aparece la

ventana abierta, ¿sólo me va a dejar? No hemos terminado nuestra conversación,

tengo tanto que quiero decir, quiero convencerlo de que me convierta. ¿Por qué no

me da la oportunidad? Se escapa a la primera visión de los problemas y no se va a

abrir y decirme lo que siente. Le ofrezco mi amor, para siempre, ¿por qué quiere

torturarse para estar solo?

—Te recojo a las nueve, ¿de acuerdo? —Asiento con la cabeza, estoy

derrotada, no puedo obligarlo a hablarme. Entonces sonrío y miro mientras sube

por la ventana.

El tiempo transcurrido desde que Dalton se fue ha sido lento, solitario y

molesto. Me vestí, me sequé el pelo y me apliqué un poco de maquillaje. Bajé las

escaleras, comí algo de desayuno y tragué dos aspirinas para mi resaca. Ahora

estoy sentada en el salón, con el tío George y Jen. Rachel ya se ha ido a la escuela y

estoy un poco preocupada de que Nicholas pueda aparecer. No quiero pensar en lo

que es capaz y estoy aterrorizada de que ella me estuviera mintiendo cuando dijo

que iba a estar lejos de él. Sé cómo es, loca por los chicos, y la popularidad significa

todo para ella. Si las otras chicas en la escuela la ven con un tipo como Nicholas,

estaría así de por vida. Su popularidad iría en un cohete al espacio y ella sería la

reina de su escuela. Suspiro y tomo una respiración profunda; Dios, espero estar

equivocada acerca de Rachel.

—¿Cómo estuvo tu noche, Rose? —Me pregunta Jen mientras quita los ojos

del televisor. Le sonrío mientras me remuevo en mi asiento, ¿cómo fue mi noche?

Me sonrojo en mis pensamientos, mi noche fue espectacular. Me aclaro la garganta

seca mientras le respondo:

—Bueno, bebí un poco demasiado. —Jen se ríe, asintiendo.

—¡Todos hemos estado allí! —Le sonrío y puedo oír a mi tío soltar risitas

por lo bajo, ¿está enojado conmigo? Dirijo mi atención a George mientras se sienta

en su silla, leyendo el periódico de la mañana. Sus gafas están en la punta de su

nariz y no busca mi mirada. Mi corazón empieza a latir con fuerza y estoy

empezando a estar un poco nerviosa. Odio cuando él está enojado conmigo, me

siento súper culpable por aumentar su estrés, tiene suficiente con lo que tratar,

cuidar de la familia y mantener un techo sobre nuestras cabezas. Y Rachel siempre

tiene algún tipo de drama para él, así que trato de ser buena. No tiene de qué

preocuparse, pero de alguna manera siento que le llevo más estrés que todos los

demás juntos. Le agradezco todo lo que ha hecho por mí, pero odio que haya

tenido que cuidar de mí. Cuando mis padres murieron, George no tenía que

llevarme con él.

Mi abuela todavía estaba viva y ella quería que me trajeran aquí, a Boston,

pero George insistió en que viniera a vivir con él. No sé por qué estaba tan

desesperado porque viviera con él y su familia, tal vez quería un pedazo de mi

papá. Estoy muy agradecida y le quiero mucho, pero a veces me gustaría tener mi

propia familia. No puedo evitar preguntarme qué diferente sería mi vida si mis

padres no hubieran muerto. Tal vez sería diferente, más femenina, si tuviera a mi

madre allí para enseñarme a ser una mujer. Tal vez me sentiría diferente sobre

compras y chick flicks1, mi vida y mi actitud hubieran sido muy diferentes si

tuviera una mamá. No me malinterpreten, Jen ha sido genial. Me ayudó a través de

todas las etapas difíciles en mi vida, a hacerme las medidas para mi primer

sujetador y arregló mi pelo antes de mi primera cita. Sin embargo, todavía no se

siente bien. Cuando Jen me mira, ve a la sobrina de su marido, y cuando mira a

Rachel, ve a su hermosa hija por la que haría cualquier cosa. A veces me duele

saber que Jen nunca me verá como a su hija, pero ¿cómo puedo esperar que sea mi

mamá, cuando ella no lo es?

—Por tu sonrisa, ¿vas a salir con ese pringado otra vez? —Le frunzo el ceño

a mi tío, ¿por qué odia a Dalton?

—Ahora querido, ¡se bueno! —dice Jen en un tono suave. George pone los

ojos y luego se encuentra con mi mirada, tirando el periódico fuera de su roja y

gordita cara.

1 Chick flicks: Es una expresión coloquial, se refiere a películas “de chicas” como Orgullo y

Prejuicio.

—Sólo estoy diciendo que no confío en ese hombre. —Mi corazón empieza a

latir con fuerza, ¿sabe de Dalton? Mi mente está corriendo y trato de aguantar mi

ansiedad. No me puedo arriesgar a que mi tío detecte mis emociones, si me

pregunta sobre ello y no sabría qué responder. Nerviosa juego con mi pelo

mientras busco una respuesta adecuada.

—Tío George, sé que Dalton es un poco... intenso. Pero él es un gran tipo y

yo... realmente me gusta. —Suspiro y por las miradas que me da mi tío, no está

impresionado con mi discurso, esfuérzate más, Rose—. Él se preocupa por mí y no

he sentido esto por nadie antes. Supongo que no te estoy pidiendo que te guste,

puedes odiarlo, pero por favor, ¿puedes aceptarlo como una parte de mi vida? —

Mi tío considera mis palabras y exhala.

—Bien, Bichito, ¿realmente no me tiene que gustar? —Me río de la respuesta

de mi tío y él presiona una sonrisa de sus labios. Levanta su periódico a la altura

de sus ojos cuando me pregunta sobre mis planes para hoy:

—Entonces, a dónde te está llevando, ¿eh?

—Boston —le digo en un tono fresco, con la esperanza de que no le importe

que vaya a salir de la ciudad con Dalton. Mi tío fija sus ojos en los míos y luego

lanza una mirada hacia Jen. Ella saca sus ojos de la TV para responder:

—¿Qué hay en Boston? —pregunta. Siento que ella tenía que hacer la

pregunta en nombre de mi tío. Él se ve molesto y preocupado, así que tengo que

asegurarle que sólo voy a un partido de béisbol.

—Los Red Sox juegan contra los Yankees, Dalton es un gran fan. —Mi tío se

ríe de mi confesión.

—¡Por lo menos él conoce un buen equipo!

Dalton llega poco después y estoy sorprendida de que no haya tocado la

bocina para que salga. Voy corriendo a la ventana delantera y abro las persianas

grises. Estoy ansiosa cuando veo que Dalton camina de manera petulante a lo largo

del sendero del jardín. Me muerdo el labio inferior mientras hago retroceder la

preocupación que se me está formando en el pecho. Oigo el timbre de la puerta y al

instante salgo corriendo del salón y al pasillo estrecho. Abro la puerta y me sonrío

cuando veo a Dalton. Lleva pantalones vaqueros oscuros y un jersey de béisbol

azul marino con la palabra "BOSTON" escrita al frente. Su pelo rubio está hacia

atrás y sus ojos son de un profundo tono de azul, luce pecaminoso. Se acerca a mí y

aspiro una bocanada de su perfume fuerte y luego habla con su acento ligeramente

sureño.

—¿Estás lista? —dice mientras me extiende su mano. Asiento con la cabeza

y luego mi corazón se acelera cuando escucho a mi tío pisando fuerte detrás de mí.

—Ahora mira aquí hijo, espero que tengas mucho cuidado con Rose. ¿Me

entiendes? —Me sonrojo, ¿por qué mi tío tiene que avergonzarme? Le lanzo a

Dalton una mirada de disculpa y me sorprendo al ver que su calma exterior y

dulce ha sido sustituida por una mirada tensa muy grave.

—Por supuesto, señor —dice Dalton mientras mira fijamente a los ojos de

mi tío. George me da una palmadita en la cabeza y asiente con la cabeza hacia

Dalton. Mi cara está en llamas, pero la mano fría de Dalton está en la mía cuando

me saca de la casa. Desliza su mano en mi espalda y me lleva a su coche,

susurrando en mi oído—: ¡Tu tío me asustó! —Me río, ¡un vampiro tiene miedo de

mi dulce y viejo tío hosco!

Capítulo 3 Traducido por Leii123 y Gaz W. Finley

Corregido por AriannysG

alton viaja a través de la ciudad y ahora nos dirigimos al sur, hacia

Boston. El tráfico es inusualmente tranquilo para un día de juego y los

kilómetros se escapan mientras Dalton presiona su pie en el pedal. El

capó del coche se baja y el aire ligeramente caliente sopla a través de mi pelo

mientras aceleramos a través de las rutas. Dalton ha estado callado y muy

tranquilo y no puedo evitar pensar que está un poco molesto. Aparto mis ojos de la

carretera y así puedo mirar a Dalton. Se ve tenso y me doy cuenta de que está

concentrado en su conducción, de una manera muy seria. Su mano esta aferrada al

volante y se ve como si pudiera partirlo en dos por la presión. Su pie está

firmemente alojado en el pedal del acelerador y empiezo a sentirme un poco

incómoda cuando el coche se lanza hacia delante.

Me agarro del apoyabrazos y trato de no mostrar que tengo miedo. El coche

se balancea de un carril a otro, adelantando a todos los autos a la vista. Mi corazón

late con fuerza y frunzo el ceño cuando siento mi teléfono vibrando desde el

interior del bolsillo de mi jean. De mala gana empujo mi mano lejos de todo y llego

a mis jeans. Suspiro cuando veo que Ryan me está llamando y luego una nube

inmensa se apodera de mí, lo besé anoche. Mi corazón comienza a latir

rápidamente, mierda ¿qué le voy a decir? Me siento súper culpable de que tomé la

iniciativa y no puedo creer mi propia estupidez por besarlo. El teléfono sigue

vibrando y Dalton lo nota.

—¿No vas a contestar? —Dejo escapar un suspiro, no seas cobarde, Rose. Le

sonrío a Dalton y luego contesto.

—Hey —digo con voz alegre. Ryan no toma mucho tiempo en responder.

—Hey chica, ¿Tienes resaca?

—No estoy tan mal en realidad, ¿qué hay de ti? —Él se ríe por teléfono, claro

que no tiene resaca—. Lo siento, eso fue una pregunta estúpida, así que ¿qué estás

haciendo?

D

—No mucho, sólo pensando en ti. —Mi corazón salta, mierda Ryan tiene

esperanzas. Necesito poner un alto en sus esperanzas, estupendo, estoy sufriendo

mi amigo.

—Ryan, lo de anoche... —Empiezo a explicar, pero Ryan salta en primer lugar,

efusivo por nuestro beso.

—Fue perfecto en todos los sentidos, salvo cuando ese idiota arruinó nuestro

momento. —Mi mente empieza a correr y de pronto me acuerdo de que Dalton

puede oír todo lo que Ryan está diciendo. Mierda esto es incómodo, piensa Rose.

No puedo dejar que Ryan piense que tenemos una oportunidad de volver a estar

juntos y no quiero que Dalton piense eso tampoco. Necesito solucionar esto, antes

de que se salga de control.

—Ryan lo de anoche fue un error. Estaba borracha, muy borracha y enojada con

Dalton. Quería calmar el dolor que me causó, por lo que te besé con la esperanza de que me

haría sentir algo. Lo siento, pero no siento lo mismo por ti.

—Así que, ¿me usaste?

—No, sí, supongo que sí. Lo siento, como he dicho, estaba borracha. Sé que no es

excusa, pero por favor, no quiero que esto arruine nuestra amistad. Me preocupo por ti, sólo

que no tengo sentimientos de amor por ti.

—¿Lo amas?

—Sí. —Siento los ojos de Dalton quemando a través de mí, pero no me

encuentro con su mirada. Mantengo mis ojos firmemente en el tráfico por exceso

de velocidad mientras espero la respuesta de Ryan.

—Sabes que sólo quiero que seas feliz ¿verdad?

—Sí, y eso es lo que quiero para ti también. No soy la chica adecuada para ti, pero

ella está por ahí, esperando por ti.

—Eres una chica cursi, ¿lo sabías? —Me río, gracias a Dios que Ryan entiende.

Sonrío al despedirme de Ryan. Él cuelga y empujo mi teléfono en el bolsillo de mis

jeans. Intento estabilizar mi cabello soplado y me sorprendo cuando siento la mano

de Dalton en mi rodilla. Giro la cabeza para encontrarme con su mirada y me está

sonriendo. Sus labios son de color blanco y su mano es fría a través de mis huesos.

Mis ojos se posan en mi regazo y en la mano de Dalton. Sus dedos están

acariciando suavemente mi pierna y pongo mi mano sobre la suya. Mis dedos

hormiguean por su mano helada, y dejo escapar un suspiro mientras mantengo mi

mirada.

—Mírame —dice Dalton mientras levanta la mano y agarra mi barbilla.

Empuja mi cabeza hacia él, levanto los ojos y me encuentro con su mirada—. Te

preocupas por ese chico ¿verdad? —Me sonrojo por sus palabras, pero siento que

tengo que explicarle la situación de Ryan. No quiero que piense que tengo

sentimientos por Ryan, tiene que saber que sólo tengo ojos para él.

—Él es sólo un amigo, sólo tengo sentimientos... por ti. —Dalton asiente y

sonríe, soltando mi cara en el proceso. Mis manos comienzan a temblar y puedo

sentir que mi boca está a punto de huir conmigo, pero no me importa, tengo que

hacer esta pregunta—. ¿Alguna vez has convertido a alguien? —Dalton suspira y

puedo decir que no está impresionado, o complacido de escuchar mi pregunta

indiscreta. Pero no me importa, necesito saber la respuesta.

—No —dice en un tono firme, estrecho mis ojos, no le creo. ¿Está tratando

de asustarme de nuevo? Está desesperado por cambiar mi opinión acerca de querer

ser vampiro, ¿es este otro de sus trucos?

—¡Tus ojos, me dicen que no es cierto! —Dalton sisea, no está contento

conmigo.

—Ya basta, Rose, ¿de acuerdo? —Le frunzo el ceño. ¿Por qué está siendo tan

molesto?

—No, quiero saber por qué no estás siendo honesto conmigo. Me he abierto

a ti, ¿por qué no puedes hacer lo mismo? —Dalton desacelera el coche y me

empiezo a sentir incomoda cuando va lento por el carril. Agarra el volante, firme y

fuerte y respira a través de su ardiente deseo. Se gira hacia mí y veo que sus ojos

están ardiendo, tiene hambre, otra vez—. Dalton, ¿estás bien? —le pregunto

porque siento que necesita un poco de consuelo. Aunque estoy enfadada con él por

no compartirme cualquier dolor que tenga, no quiero ser testigo de ese dolor.

—¡No entiendes lo que me estás pidiendo hacer! — dice Dalton con voz

agitada.

—Entonces explícamelo —le digo mientras rozo su mejilla. Dalton suspira a

mi tacto y detiene el coche en la bahía de emergencia más cercana. Él mueve un

interruptor y el techo se pliega alrededor de nosotros. Se gira hacia mí con sus

intensos ojos azules quemando a través de mí. Se pasa los dedos por el pelo y se

aclara la garganta antes de hablar.

—Eres hermosa, increíble y la única chica por la que me he… preocupado.

Cuando estoy contigo, no me siento como el monstruo que soy. Siento cosas por ti,

que nunca había experimentado antes, cosas que nunca me he permitido a mí

mismo sentir. Pero no importa lo mucho que me preocupo por ti, nunca te pediría

que cambiaras por mí. Ser un vampiro no es normal y créeme que lo lamentarías

por siempre. —Le niego con la cabeza, no me arrepentiría. Lo disfrutaría, quiero

eso más que a nada, y quiero estar con él. Mi corazón palpita, él finalmente admite

que se preocupa. Extiendo las manos y alcanzo las suyas, él rueda los ojos a mi

afecto y comienza de nuevo con la crítica-vampiro—. Si fueras como yo, entonces

no sentirías lo mismo que estás sintiendo ahora. Tu corazón estaría vacío, sólo

lujurioso de sangre. ¡No me querrías, una vez que cambies! —Finalmente entiendo.

Él piensa que el ser un vampiro me impediría amarlo. Esto es una locura. Lo

amaría siempre.

—¿Crees que no te amaría si yo fuera un vampiro? Eso es una locura, te

amaría sin importar qué. ¡Por favor, hazme como tú! —Dalton golpea el volante en

frustración y pierdo la paciencia con él—. ¿Por qué estás tan en contra de esto? —

Dalton levanta sus brazos en el aire y me agarra por ambos lados de la cara. Sus

ojos son de color rojo y aterradores, sus labios son de color blanco y está en su

forma de vampiro. Se queda mirando a través de mí, sacudiéndome como si

estuviera tratando de despertarme de un sueño profundo.

—¡No quiero que pases por el mismo dolor que yo tengo! —grita Dalton.

—Has leído mi mente, sabes cuánto te amo. Cuánto te quiero y cuánto me

importas. Sabes que siempre te amaría. ¡Así que perdóname si no compro tu pobre

excusa!

—Sí, he leído tu mente, pero también he leído la mente de cada persona

inocente que he matado. Esos pensamientos me persiguen, y no quiero que

experimentes el dolor o la culpa que yo he sufrido, todos los días de mi existencia.

Por supuesto, eso nunca se me ocurrió, Dalton ha leído la mente de todas

sus víctimas, ¿podría manejarlo si yo fuera un vampiro? Tal vez Dalton tiene

razón, tal vez no debería querer ser un vampiro. ¿Y si es una maldición y no sabes

la medida de su fuerza hasta que eres uno de ellos? Convertirse en un vampiro es

para siempre, pero vivir sin Dalton sería una pesadilla. No podría salir de la cama

cada día, sabiendo que él no está allí. Nada importa sin él y mi vida habría

terminado. Correría el riesgo de convertirme en un vampiro, valdría la pena, si

tengo que pasar una eternidad con él.

—Nunca lo pensé de esa manera, pero Dalton, te amo —le digo mientras le

acaricio suavemente su fría mejilla. Cede a mi toque durante unos segundos y

luego quita mi mano de su piel. Se coloca de nuevo en su posición de conducción y

arranca el motor. El coche ruge y Dalton golpea con su pie el acelerador. El coche

se lanza hacia delante y acelera súbitamente. Nos sentamos en silencio durante

unos momentos y luego Dalton me sorprende cuando me agarra del brazo y apoya

nuestras manos entrelazadas en el reposabrazos. Su respiración es lenta y pesada y

casi creo que va a saltar sobre mí. Pero mis pensamientos están equivocados, ya

que fija sus ojos en los míos. Son de un profundo tono azul, juguetón e intenso.

—¿Tienes hambre? —me pregunta Dalton mientras señala en el cartel de la

próxima salida. No comí realmente esta mañana, sólo mordisqueé una manzana y

bebí un galón de café. Empujo mi pelo suelto de mi cara y respondo:

—Un poco, ¿tú? —Al instante me arrepiento de mi pregunta, por supuesto,

tiene hambre. Es un vampiro, ¿no están siempre hambrientos de sangre? Dalton

toma la salida de la comida y llegamos a la parada de camiones. Hay una estación

de gas y varias cadenas de comida rápida.

El estacionamiento está ocupado y casi todos los coches demasiados llenos

lucen algún tipo de recuerdo de los Red Sox. Los niños molestan, gritan y juegan

peleando los unos con otros. Le sonrío a los niños mientras Dalton mete el coche en

un espacio estrecho entre dos grandes camiones. Abre la puerta y sale. Corre a mi

lado del coche y abre la puerta para mí. Le sonrío. —Eres un caballero, ¿no es así?

—Dalton rueda los ojos y me tira cerca de él, deslizando su brazo alrededor de mis

hombros en el proceso. Me conduce hacia la gasolinera y me empuja dentro. Miro

el entorno mientras Dalton me lleva a una pequeña mesa. La estación de servicio es

grande, tiene todas las cosas habituales que se pueden esperar, pero funciona como

un restaurante. Señales de tráfico y fotos de todos sus huéspedes cuelgan de las

paredes y al fondo hay un gran mostrador. Detrás de ella hay una parrilla y un

chico con un sombrero de chef está preparando hamburguesas. Una camarera llega

a nuestra mesa y se da cuenta al instante la belleza de Dalton, se sonroja cuando

nos entrega nuestros menús.

—¿Puedo tomar su orden de bebidas? —dice con un fuerte acento de

Boston. Dalton me sonríe mientras ordena.

—Tendremos dos cafés. —La camarera no puede controlar sus emociones y

se sonroja aun más que antes mientras corre hacia el mostrador. Niego con la

cabeza hacia ella y Dalton se da cuenta de mis acciones—. ¿Hay algo mal? —dice

mientras saca sus ojos de el menú.

—¿No te molesta? —Dalton parece confundido.

—¿Si me molesta qué?

—La atención que recibes de las mujeres. —Dalton se ríe y cierra su menú.

Se acerca y toma mi mano.

—¿Estás celosa? —Me sonrojo al escuchar sus palabras.

—No, es sólo una molestia. —Dalton ríe de nuevo y se aleja de mí mientras

la camarera se precipita de nuevo a nuestra mesa. Ella coloca una taza de café, dos

tazas, una pequeña jarra de crema y un tarro de azúcar sobre la mesa. Le sonríe a

Dalton y saca su libreta de su bolsillo trasero.

—¿Estás listo para pedir? —le pregunta con voz dulce.

—Hamburguesa con queso —dice Dalton con voz firme. La camarera

escribe su pedido y luego se vuelve hacia mí.

—Voy a tener los panqueques. —Ella asiente con la cabeza hacia mí y luego

toma una última mirada hacia Dalton.

Corre de nuevo hacia el mostrador y Dalton fija sus ojos en mí. Parece como

si quiere preguntarme algo, pero se está frenando. No quiero preguntarle acerca de

lo que está pensando, no puedo discutir con él. Me sirvo un poco de café mientras

me sigue mirando. Sus ojos son intensos, pero los ignoro, no voy a preguntarle

cómo se siente. No puedo hacerle ver que lo amo y que me convierta en un

vampiro es lo que quiero. Se niega a escucharme y ni siquiera tendrá en cuenta lo

que le estoy pidiendo que haga. Tratar de convencerlo de que me preocupo por él

y que lo amo y siempre lo haré es como tratar de sacar sangre de una piedra,

imposible e inútil. Deseo que abra su mente un poco y me deje entrar. Quiero

demostrarle lo mucho que lo amo, pero no me dará la oportunidad. Se protege a sí

mismo con una máscara para alejar a la gente, pero puedo ver a través de ella y

puedo ver que se preocupa. Si tan sólo aceptara sus sentimientos y me convirtiera

para que podamos estar juntos, para siempre.

—Rose —dice en voz baja. Pongo mi taza sobre la mesa y llevo mis ojos a los

suyos, ¿qué va a decir?—. ¿Qué pasó con tus padres? —Oh mierda, quiere que me

abra, nunca hablo de lo que pasó, no a cualquiera. No sé si puedo hacer esto.

Levanto mi taza y trago el café, tal vez la cafeína me dé la fuerza que necesito para

esta conversación.

Dalton sigue mirándome, mirando profundamente en mi alma. Empujo mi

cabello lejos de la cara y me aclaro la garganta. Mantén la calma, Rose.

—Vivíamos en Falmouth, cerca de donde me quedo ahora. Mi padre

trabajaba en el taller de Al y mi madre era una ama de casa. Eran la pareja más

feliz, se adoraban entre sí y una noche decidieron ir a Boston a ver una obra. Me

dejaron con una niñera y vagamente recuerdo esa noche. Recuerdo que mi mamá

me besó antes de salir y todavía puedo escuchar la voz de mi padre gritando que

estaban atrasados. No llegaron muy lejos, de hecho. Se detuvieron en un semáforo

en rojo y un camión se estrelló contra el coche de mis padres. Murieron

instantáneamente a manos de un conductor ebrio. Recuerdo que mi tío vino a

buscarme y recuerdo que le pregunté sobre mis padres. Mi vida cambió de la

noche a la mañana. Había perdido a mi familia y no sabía por qué. No podía

entender lo que les pasó y por qué nunca llegaron a recogerme. Durante semanas

después de esa noche, me senté junto a la ventana y sólo miré hacia fuera,

esperando a que volvieran a casa. Nunca lo hicieron y no me gusta que los únicos

recuerdos que tengo de mis padres sean de aquella noche. Me maldigo porque no

tengo buenos recuerdos de mi mamá y papá. Cuando pienso en ellos, es esa noche

la que veo una y otra vez. El dolor no desaparece, sino que siempre está ahí,

recordándome que estoy sola. —Una lágrima dulce ha caído de mi ojo y Dalton la

limpia suavemente. Nunca pienso en esa noche, pero quería compartirlo con

Dalton. Él es mi todo y me sentiría incompleta si no supiera nada de mi dolor

secreto. Quiero que sepa sobre mi pasado y cómo llegué a donde estoy hoy. Quiero

compartir mis demonios internos con él, porque lo veo como mi futuro.

—Rose, lo siento —dicen Dalton mientras me acaricia la mejilla. Otra

lágrima cae de mis ojos y de repente me doy cuenta de que Dalton no ha hablado

acerca de sus padres. No me ha dicho lo que pasó con ellos. Sé que vivieron hace

mucho tiempo, ¿pero qué si los convirtió? ¿Qué pasa si los padres de Dalton son

vampiros? Niego con la cabeza, si no, entonces deben haber muerto. Aquí voy con

mis padres y mi dolor, cuando Dalton podría tener el mismo dolor, enterrado bajo

su piel helada.

—Dalton, ¿qué le pasó a tu familia? —Él pasa los dedos por su pelo

mientras mis palabras se quedan en el aire. La camarera llega a nuestra mesa y deja

la comida. Espero hasta que esté fuera de la vista y empujo mis tortitas lejos, de

repente he perdido el apetito. Miro a Dalton mientras recoge una patata frita y la

coloca en su boca. Frunce el ceño ante el sabor y luego enfoca su atención en mí.

—Mi padre murió hace mucho tiempo. —Mi corazón comienza a doler y

una cuestión abrumadora está burbujeando en mi superficie que no puedo

contener.

—¿Por qué no convertiste a tu padre? —Dalton suspira y empuja su plato.

Se presiona el puente de la nariz y responde:

—No tuve la oportunidad. Nicholas mató a nuestros padres. —Mi corazón

estalla y una imagen repentina de Nicholas flota en mi cabeza. No puedo creer que

haría una cosa semejante, matar a su propia familia. Me duele la cabeza, ¿cómo

puedo consolar a Dalton? No puedo imaginar el dolor que ha sufrido, ¿cómo

puede perdonar a Nicholas? Extiendo la mano y le agarro la suya, pero se aleja de

mí y me siento un poco rechazada. Trato de calmarme, Dalton me necesita.

—No sé qué decir, eso es... horrible.

—Fue hace mucho tiempo, pero todavía me duele saber lo que hizo. —No sé

si hay límites para que obedezca y no sé qué preguntas son aceptables. No quiero

ser insensible, pero tengo la sensación de que Dalton no quiere hablar de esto. Tal

vez debería cambiar de tema, es un poco pesado para esta hora de la mañana.

—¿Sabes qué? No vamos a hablar sobre el pasado. Sólo hace más daño

mirar hacia atrás a las cosas que hemos perdido. ¡En cambio, podemos mirar hacia

el futuro y el impresionante juego de hoy! —Dalton sonríe y lleva su plato de

comida hacia él. Levanta la hamburguesa enorme y toma un gran bocado, sonríe

ante el sabor.

—Estupendo, ¡puedo probar la sangre!

Capítulo 4 Traducido por Leii123

Corregido por Pachi15

nos pocos días han pasado desde el juego de los Red Sox, y estoy un

poco nerviosa. Sólo he visto a Dalton una vez, desde ese día. No ha

llamado o subido por mi ventana y me estoy empezando a preocupar

por él. No ha hecho este tipo de cosas antes y no puedo dejar de temer que he

hecho algo que le molestara. Tal vez se ha ido mi suerte y mi tiempo con él, ha

llegado a su fin. Así que muchas conclusiones están flotando en el espacio de mi

cabeza, que no puedo pensar con claridad. No me puedo concentrar en el trabajo,

mis amigos están siendo ignorados y la familia de mi tío nunca me ve. No salgo de

mi habitación, ni siquiera a la hora de la comida. Mi vida es patética sin Dalton y

ahora sé a ciencia cierta, que quiero ser un vampiro. No puedo seguir con mi

aburrida vida, sabiendo que podría ser mucho más. No me detendré ante nada

para conseguir lo que quiero, sé que soy egoísta, pero necesito esto. Necesito tener

más en mi vida, no puedo vivir de mi tío por siempre y el trabajo en Subway es un

callejón sin salida a ninguna parte. Mi vida es sólo un aburrido círculo de nunca

acabar y no puedo vivir de esta manera, no más. Mi corazón no puede soportar el

dolor de no ver a Dalton y cada minuto que pasa, siento como que no va a volver.

No puedo pensar en lo que sucederá si no lo hace, mi corazón no podría lidiar con

el dolor. Necesito encontrarlo y convencerlo de que necesitamos estar juntos.

Esperé hasta que oscureciera y todo el mundo se hubiera ido a la cama.

Abro la puerta y salgo de puntillas por el pasillo estrecho. Me deslizo por el rellano

y bajo las escaleras. Mi corazón se detiene, cuando veo a Rachel de pie en el marco

de la puerta de la cocina. Me está mirando con recelo en sus ojos.

—¿A dónde vas? —dice mientras se cruza los brazos sobre el pecho. Aparto

el pelo suelto de mi cara y enfoco mis ojos en los suyos. Ella empieza a tocar el pie

contra el suelo de madera, mientras impacientemente espera a mi explicación. Me

aclaro la garganta y muestro una sonrisa en su dirección.

—Sólo voy a salir por un rato, no tardaré —digo con una voz tranquila. No

quiero que Rachel sospeche que mis intenciones no son buenas. Ella le diría a

U

George y no vale la pena pensar en su ira y decepción. Se volvería loco si supiera lo

que había planeado para esta noche, por lo que sería Dalton para el caso. Aparto

esos pensamientos de mi cabeza. Concéntrate, Rose.

—¿Y a dónde vas a salir exactamente? ¿Presumo que donde Dalton? —Me

sonrojo, ella puede ver a través de mí, pero espero que entienda y me cubra.

—No lo he visto por unos días y tengo que asegurarme de que está bien. Por

favor, ¿puedes cubrirme? —Rachel rueda los ojos y me despide con un gesto de la

mano.

—¡Me debes una grande! —Le doy una sonrisa y me apresuro a la puerta

principal. Empujo la puerta y me precipito hacia la fría y oscura noche. Entro en mi

camión y sonrío cuando se prende por primera vez. Finalmente se solucionó el

problema. Empujo mi pie en el acelerador y mi viejo y pesado camión acelera poco

a poco. Avanzo a través de las calles de Portland, lentamente por todos los lugares

por los que creo que podría estar. Frunzo el ceño cuando no lo veo, por lo que

conduzco por las calles desiertas, hasta que llego a un semáforo. Un escalofrío sube

por mi espina dorsal, aquí es donde mis padres murieron. Acelero el motor,

urgiendo que la luz cambie, pero mis pies se calman, cuando veo el Porsche de

Dalton estacionado en la calle. Dirijo mi coche inmediatamente en su dirección y

acelero duro, una vez que la luz cambia a verde. Me pongo al lado de su coche y

bajo mi ventana. Dalton está sentado en su coche, mirando hacia la calle. Se ve

pálido y sus ojos están pesados. Dios, espero que no esté hambriento. Me ve y se

anima un poco y luego baja la ventana.

—Rose, ¿qué estás haciendo? —dice en un tono oscuro.

—Podría preguntarte lo mismo. ¿Por qué no te he visto? —Rueda los ojos y

abre la puerta de su coche. Camina por la calle y su coche da unas luces, mientras

aprieta el botón de bloqueo en las llaves. Entra a mi camioneta y me agarra la cara

entre sus dos manos. Me acerca, violentamente y áspero, pero cuando sus labios

tocan los míos, son suaves y dulces. Me derrito en su beso. Dios, lo he extrañado.

Dalton se aleja, jadeando y agarrando mi rostro. Apoya su frente contra la mía y

susurra:

—Dios, te he extrañado. —Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y lo

acerco, inhalando su olor, una mezcla de colonia y alcohol. Lo aprieto fuerte, no

puedo dejarlo ir. Siento como si hemos pasado años separados, como una pareja de

ancianos que se reúnen años después de su primera cita. Él es todo lo que quiero,

necesita convertirme.

—Rose, ¿quieres ir a la playa? —Mi corazón se acelera, es medianoche ¿y

quiere ir a nadar? Le frunzo el ceño, ¿está loco? Sé que nadar en el océano de noche

no es nada para él, pero es una oferta muy grande y muy peligrosa para un ser

humano como yo. Mi cabeza me está instando a decir que no, pero mi corazón está

tirando de las cuerdas, urgiéndome a decir que sí. Enciendo el motor de mi carro y

cambio la marcha. Poco a poco me alejo de la acera y Dalton me mira mientras

conduzco.

—Eres muy sexy, ¿lo sabías? —Me sonrojo, ¿cómo puedo ser sexy en mi

suéter con capucha, jeans descoloridos y gafas de montura gruesa? Mi cabello es

un desastre y él siempre luce perfecto, ¿qué es lo que ve en mí? Conduzco hacia la

playa con Dalton mirándome todo el tiempo. Aparco mi coche en el

estacionamiento desierto y ahora estoy tratando de arreglar mi apariencia. Dalton

se excusa, tenía que hacer una llamada. Frenéticamente tiro mi pelo en un moño

suelto y empujo mis gafas más arriba en el puente de mi nariz. Suspiro mientras

me miro en el espejo, tenía que hacerlo. Dalton termina su llamada y me hace señas

para que salga del coche. Abro la puerta y Dalton está ahí para envolver su brazo

alrededor de mi hombro. Me lleva a lo largo del oscuro estacionamiento y a un

camino que conduce a la playa. Caminamos a lo largo del camino de piedra, y

pequeños granos de arena se cuelan en mis zapatillas. Me inquieto y Dalton se ríe

mientras continuamos caminando más hacia la playa. Dalton me sienta en la arena

y él se sienta a mi lado, con sus largas piernas estiradas totalmente. Hundo mis

piernas en mi pecho y aspiro la fresca brisa salada. La noche es suave y la enorme

luna brilla como un faro. Las olas se estrellan contra las rocas y el oír a Dalton

respirar es como música para mis oídos. Miro hacia el mar y suspiro, esto es

perfecto. Dalton esta callado, pero no necesitamos palabras. Sentados aquí juntos y

apreciando la impresionante vista es más que increíble y hablar sólo nos distraería.

Extiendo mi mano para que Dalton la tome, pero no lo hace. En cambio, envuelve

su fuerte brazo alrededor de mí y me tira hacia abajo sobre la arena. Me acurruco

en su pecho, me acaricia el pelo mientras escuchamos las olas. Mi corazón late con

fuerza, lo amo tanto. Una lágrima cae suavemente de mi ojo, no voy a vivir sin él,

tiene que convertirme.

—¿Qué estás pensando? —dice Dalton con voz amable. Me seco las lágrimas

y me encuentro con su mirada. Sus ojos se ven profundamente en mi alma y sabe

lo que quiero. Mis labios se separan y las palabras que se escapan son impactantes.

—¡Aliméntate de mí y descúbrelo! —Dalton sonríe y pone un beso en mi

frente. Desliza su mano en mi cuello y sus ojos parpadean rojo. Sus labios se

acercan a mi piel, pero hace una pausa, inhalando mi olor. Sus fríos dedos chocan

con mi piel y suspira mientras sus colmillos se hunden en mi cuello. La picadura es

agobiante, pero el placer estalla y borra el dolor. Mis dedos se cierran en su pelo y

luego mi mente comienza a latir. Pienso en lo mucho que lo amo, lo mucho que lo

necesito y cuánto quiero que me convierta. Le muestro imágenes de nuestra vida

juntos, lo felices que podríamos ser, corriendo libres por toda la eternidad juntos.

También pienso en cuán miserable sería mi vida sin él. Gastando mi vida en

Subway y la lucha contra los afectos de Ryan. Le hago saber que mi vida no tiene

sentido sin él, y que no me gustaría vivir si él no estuviera allí. Le muestro que ser

un vampiro es lo que quiero y que siempre lo voy a amar. Dalton saca los dientes

de mi piel y limpia el exceso de sangre de sus labios. Me acaricia el cuello con el

dedo índice y se deja caer a mi lado. Su cabeza está frente a mí, sus ojos están

clavados en los míos. Su expresión es seria, pero no de una manera atemorizante,

sus labios son color de rosa y su respiración es superficial. Me mira pensando en

mis pensamientos.

—Realmente quieres esto, ¿verdad? —Mi corazón late por sus palabras.

—Más que nada —digo. Dalton sonríe y toma mi mano.

—Cuando me alimento de ti, eso te da mucho placer. Tú deseas mi

alimentación, tanto como yo deseo hacerlo.

—Eres tú lo que deseo. Te amo. —Dalton sonríe a mi confesión y me tira

más cerca. Desliza su brazo alrededor de mis hombros y apoyo mi cabeza en su

pecho. Suspira mientras acaricia suavemente mi pelo, aunque no lo dice, sé que él

también me ama.

Capítulo 5 Traducido por Mokona & *Celemg*

Corregido por Pachi15

na semana más o menos ha pasado desde esa noche en la playa, y

todas esas noches las he pasado con Dalton. La playa es ahora nuestra

zona segura, y vamos allí casi todas las noches. Disfrutamos la salada

brisa, a pesar de que Dalton se satisface con mi sangre, leyendo mi mente y

violando mis pensamientos. Nuestras noches han sido perfectas, pero aún hay allí

una cosa en nuestro camino, Dalton se niega a convertirme. No acepta que yo

quiero, y dice que nunca me convertirá. No lo entiendo, ¿por qué no quiere que sea

como él? cuando se alimenta de mí, pienso en todas las formas posibles de decirle

que lo amo. Le muestro imágenes de cómo me hace sentir. Le dejo ir dentro de mi

pensamientos más profundos y le muestro lo mucho que lo quiero, pero él sigue

negándose a cambiarme. He hecho todo en mi poder para convencerlo de

convertirme, pero nada ha funcionado. Mi deseo de ser un vampiro y estar con él

me domina. No puedo dormir, comer, trabajar. Estoy obsesionada con estar con él

y necesito pensar un plan B.

—¡Carajo, me asustaste de muerte! —exclamé cuando Dalton saltó dentro

por mi ventana. Se deslizó sobre mí y ubicó una de sus manos sobre mi hombro,

calmándome.

—Lo siento —dice con una voz sexy. Puse mis ojos en blanco e hice mi

camino empujándolo. Es tarde y yo estaba casi lista para ir a la cama, pero ahora

Dalton está aquí, sin duda tiene algunas cosas para que hagamos. Voy a mi

armario y saco mi enorme camiseta verde, la paso por sobre mi cabeza y me quito

mis vaqueros. Mis dientes están limpios y sin haber dormido por las últimas tres

noches, estoy exhausta. Lentamente hice mi camino a la cama y me dejé caer

sumergiéndome. Mi cabeza golpea contra la almohada y Dalton se acerca a la línea

de mi visión.

Él está usando un sencillo suéter negro y un pantalón azul oscuro. Su

cabello está inusualmente desordenado, y su mano esta helada cuando la coloca en

mi frente. Él se arrodilla a mi nivel, e inclina su cabeza hacia un lado.

U

—Estás cansada, te dejaré para que duermas —dice Dalton y me sonríe. Mis

ojos revolotean y él lentamente comienza a caminar hacia la ventana, pero yo me

lanzó de la cama y agarro su suéter, jalándolo hacia la cama. Él se ríe y me empuja

abajo sobre la cama. Me recuesto sobre mi espalda y hago espacio para él. Cae en la

cama y estira sus brazos, invitándome a arrimarme. Impacto mi cuerpo contra el

suyo y el ríe de nuevo, es tan molesto. Gentilmente palmeo su pecho, golpeándolo

por ser tan engreído.

—¿Qué es tan gracioso? —reclamo. Dalton endereza su cabeza y empuja sus

cejas juntas.

—Nada, ahora duerme. —Ruedo los ojos, ¿alguna vez dejará de darme

órdenes? Mis ojos se cierran, pero saltan abiertos de nuevo, como si fuese capaz de

dormir con Dalton junto a mí. Enfoqué mis ojos a los suyos y él sonrió, un poco

demasiado engreído.

—Pensé que estabas cansada —dijo y levantó una ceja en mi dirección. Corrí

mis dedos por su pecho, ¿debería preguntarle de nuevo? Aclaré mi garganta,

recogiendo el coraje para dejar fluir mis palabras.

—Por favor, conviérteme —le supliqué. Dalton mordió su labio inferior

mientras sacudía la cabeza.

—Pensé que ya habíamos pasado por eso —lo dice en un irritado “supéralo”

tono.

—Dalton, por favor, solo di que lo pensarás. —Él presionó sus labios juntos,

no está feliz con mi constante insistencia, pero creo fuertemente que si insisto más,

habrá más oportunidad de obtener lo que quiero. Amo desesperadamente a Dalton

y no quiero nada más que estar con él.

—Y yo quiero que trates de pensar en darte por vencida. —Aquí va de

nuevo tratando de convencerme de otra cosa. ¿Por qué no puede sólo aceptar que eso

es todo lo que siempre he querido, y dejar de ser humana, no es nada si consigo estar con él?

Lo quiero, para siempre y sé que él siente lo mismo, pero está asustado de

admitirlo. No quiere abrirse a mí; no quiere entregarse a sus sentimientos.

—¿Y qué tiene de especial, una aburrida, chupasangre vida sin futuro?

Dalton corre sus dedos sobre mi frente y mira directamente hacia mis ojos.

—Mi dulce Rose, no entiendes que ser un vampiro es algo eterno. Estarás

congelada en el tiempo, sin avanzar jamás. ¿No quieres tener una familia, casarte y

hacerte mayor?

—¿Estás hablando en serio? No quiero ninguna de esas cosas, sin ti. —Él

suspira, estoy peleando una batalla perdida.

—Ese es mi punto; no puedes tener esas cosas conmigo. No puedo ofrecerte

una vida normal. No habrá hijos, matrimonio, ni un lugar al cual realmente llamar

hogar. Dices que me quieres ahora, pero después de algunas décadas, empezaras a

resentirte. No podría manejar que me odies, ese es el por qué no te convierto. —No

puedo creer que sienta eso, yo jamás podría odiarlo. Lo amo, él es mi todo, mi

mundo entero y sin él, moriría. Lo aprieto con más fuerza; no quiero dejarlo ir.

Necesita entender cómo me siento.

—No es justo, entraste a mi vida y cambiaste mi mundo. ¿Cómo esperas que

viva sin ti? Has leído mis pensamientos, sabes lo que siento. Por favor

conviérteme, será diferente una vez que me conviertas. —Una lágrima cae de mi

ojo mientras Dalton sacude su cabeza, él no está creyendo lo que le digo. Estoy

frustrada, vencida y exhausta. No puedo seguir manteniendo la misma

conversación, una y otra vez. Me siento incapaz, y eso que hice todo en mi poder

para convencerlo, pero él no se convence. No quiere abrir su mente a las

posibilidades y está rechazando creer que lo amo. Su rechazo me hace

preguntarme qué sucedió para que sea así. ¿Se entregó a alguien y eso no

funcionó? Demasiadas posibilidades corren en mi cabeza y no estoy segura de

ninguna. Excepto una, amo a Dalton Clark y no me detendré por nada.

Me despierto la siguiente mañana y sonrío al ver que Dalton aún está aquí.

Es temprano y el aún está dormido. Así que me estiro y tomo mis últimos libros de

la mesa. Me siento en la cama y recuesto mi cabeza en la cabecera. Abro mi libro y

repentinamente, estoy perdida en el mundo de Jo March. Leo las páginas y a

medida que la historia se desenvuelve, me encuentro inundada de lágrimas. Está

en la parte donde Beth se enferma y aunque he leído “Mujercitas” un millón de

veces antes, aún lloro cuando Beth muere. Trato de recobrar la compostura, no

quiero que Dalton se despierte y me vea como una masa llorosa. Sigo leyendo,

manteniendo un ojo en Dalton. Él es tan pacifico cuando duerme y por un

momento, casi olvido que es un vampiro. Se ve normal mientras su pecho sube y

baja cuando respira. Sus parpados titilan como lo harían los de un tipo normal y

sus piernas y brazos no se quedan quietos. Amo verlo así; me hace sentir como si

fuésemos iguales. Justo como otra pareja normal y por estos momentos cuando lo

miro, siento que estamos juntos. Cuando despierto y está junto a mí, me siento

abrigada, feliz y eufórica.

Adoro la agitación que tengo cuando lo oigo respirar junto a mí, y no quiero

que esa sensación se vaya jamás. Suspiro y lanzo mi libro en la cama, necesito

pensar. Necesito encontrar una forma de convérselo de convertirme, o tal vez sólo

debo buscar otro vampiro. Mis ojos giraron y mi corazón se aceleró, lo tengo.

Sonreí para mí misma y quité la colcha de encima de mi cuerpo, salté fuera

de la cama y me puse lo primero que encontré. Me amarré un lazo y dejé que mi

cabello colgara alrededor de mi cuello. Me deslicé en mis zapatos y caminé hacia la

puerta, me detuve, necesitaba mirarlo una vez más. Giro y ahí está él, todavía

durmiendo tranquilamente en mi cama. Mi corazón comienza a acelerarse, él va a

odiarme por lo que voy a hacer. Aclaro mi cabeza y pienso, necesito hacerle perder

el rastro, piensa, Rose. Silenciosamente me regresé a mi cómoda, y tomé un block

de notas y un lápiz. Apunté una nota y la dejé en mi almohada. Miré de nuevo a

Dalton mientras dormía y sonreía, estoy haciendo esto por nosotros.

Cuidadosamente palmeé el pedazo de papel, y leí mis palabras, sólo por si debía

modificarlas.

Dalton, lo siento por irme sin despedirme, pero fui llamada para trabajar temprano,

te veré en la noche, con amor, Rose.

Caminé de regreso a la puerta y la abrí, asegurándome de ser extra

silenciosa. No quiero que Dalton se despierte y arruine mi plan. Me apresuro por

las escaleras y veo que mi tío también está saliendo. Me detiene cuando alcanzo la

perilla.

—¿Y a dónde vas, Bichito? —Me sonrojo, rayos ¿Qué voy a decirle? Mi

mente iba rápido y entonces lo resuelve. Me pegaré a la historia original.

—Trabajo, Ryan me llamó porque necesita que lo sustituya. —Me siento

culpable por mentir tanto. Mi corazón se acelera repentinamente, no me he

detenido a pensar en mi familia. He estado tan enfocada en tratar de convencer a

Dalton de convertirme, que no he pensado en cómo afectara a mi familia mi

elección. No puedo creer lo egoísta que he sido, y ni siquiera puedo empezar a

pensar cómo mantendré en secreto de ellos que soy un vampiro. Para empezar, no

seré capaz de entrar a la casa sin una invitación. Mi apariencia cambiará y desearé

sangre. Supongo que no sería una buena idea para mí vivir en una casa llena de

humanos. Trato de sacudirme mis devastadores miedos y me convenzo, que

cruzaré ese puente cuando llegue a él. Me concentro en mi tío de nuevo, esperando

que no haya visto justo a través de mis mentiras.

—Eres una buena trabajadora, Bichito. —Sonrío y empujo la puerta del

frente. Corro fuera en el frío y salto en mi camioneta. Me río cuando la enciendo

por primera vez, y no desperdicio tiempo en la marcha. Conduzco a través de las

tranquilas calles de Portland, salgo de la ciudad hacia mi destino. Las carreteras

son tranquilas y me toma menos de quince minutos llegar a la casa de Dalton. Me

detengo en la verja y veo que la guardia de seguridad está ahí, mierda. Bajo mi

ventana y sonrío hacia el caballero Afroamericano.

—¿En qué puedo ayudarla, señora? —dijo él en un acento sureño. Mi

corazón comienza a correr, ¿qué si no me deja entrar?

—Hola, no sé si usted me recuerda, pero estuve aquí el otro día, con Dalton.

—dije en una dulce voz de mantequilla, que no se derrite. El chico presiona sus

labios mientras se toma en mi cara un "por favor Dios déjalo recordarme".

—Creo que la recuerdo, ¿el Sr. Clark está esperándola? —Mi cara se ilumina,

éste está en la bolsa.

—Sí, me dijo que lo encontrara aquí. Tiene alguna gran sorpresa —dije con

entusiasmo.

El caballero sonríe hacia mí y golpea el interruptor que abre la verja. Le

disparo una mirada amorosa y empujo mi pie en el pedal del acelerador. Conduje

hasta la entrada para coches y veo a ese Audi R8 que se estacionó la última vez

frente de mi casa. Apago el motor y asimilo mí alrededor, ¿cómo he llegado aquí?

Recuerdos vívidos del último tiempo que estuve aquí están inundándome de

nuevo. Recuerdo a Nicholas y sus ardientes ojos. La forma en la que me hablaba y

me llamaba un aperitivo. Escalofríos corren por mi columna vertebral mientras los

pensamientos se apoderan de mi cuerpo. No puedo creer que estoy aquí y lo que

voy a hacer, Dalton nunca va a perdonarme. Bajo de mi camioneta y camino hacia

la casa. Llego a la puerta y llamo. Primero nadie responde, pero después oigo

arrastrar los pies y para mi alivio, Nicholas empuja y abre la puerta. Me sorprende

verlo. Sólo viste unos pantalones pijama y su tonificado y musculoso cuerpo está a

la vista.

Tiene los ojos soñolientos y su pelo rubio arena está en un estado de

cabecera… Sonríe cuando me ve y sus labios se vuelven blancos, oh mierda, está

hambriento. Mi corazón empezó a correr mientras Nicholas habla.

—Hola señorita, ¿a qué debo el placer? —Su acento es fuerte y su presencia

intimidante mientras mira fijamente hacia mí. Aclaro mi garganta y trato de

sostenerme.

—Necesito hablar contigo. ¿Puedo entrar? —Nicholas rueda los ojos, pero

luce intrigado. Levanta su brazo fuera de la jamba y señala para que entre. Entro a

la casa y me estremezco, está frío aquí. Me lleva a la impresionante sala de estar, e

insiste en que tome asiento. Me siento y puedo sentir mis nervios lentamente

apoderándose de mí. Nicholas me está mirando y rápidamente comienza a

preguntarme qué hago aquí.

—Estás nerviosa, ¿hay algo que deba saber? —Trato de componerme a mí

misma. Mantente entera, Rose. Cruzo mis brazos sobre mi percho para que pare de

moverse nerviosamente, y fijo mis ojos en Nicholas, mientras se para frente de mí.

—Lo siento si parezco grosera, pero realmente necesito hablar contigo. —

Nicholas sonríe y se aleja de mí. Frena en el gabinetes de licores, y compruebo mi

reloj, siete treinta, es un poco temprano para consumir alcohol. Toma un gran

trago de whisky y luego se sirve otra. Siente que estoy sorprendida por sus

acciones, por lo que trata de explicar mientras se desliza de nuevo sobre el sofá.

—El alcohol, mantiene las ansias de sangre a raya, ¿y de qué quieres

hablarme? ¿Mi hermano hizo algo que te haya molestado?

—No, no lo ha hecho... estoy un poco nerviosa. —Nicholas me sonríe y se

desploma en el otro sofá. Sorbe su bebida mientras me mira fijamente. Sus ojos no

se mueven de los míos y mi corazón golpea, él me aterroriza.

—Tengo un poco de eso. ¡Cálmate y habla conmigo, no voy a morderte! —

Se ríe de su propio chiste, qué petulante. Mis pensamientos son claros y fijo mis

ojos en los suyos. Me mira fijamente, esperando mi gran revelación. Mis labios se

separan y esas palabras escapan.

—¡Quiero que me conviertas! —Nicholas se ve confundido, molesto e

intrigado, todo al mismo tiempo. Termina su trago y tira el baso en la mesita junto

a él. Se pasa los dedos por el pelo mientras mi pregunta está en el aire. No dice una

palabra, por lo que parece una eternidad, y mi corazón no puede soportar la

expectación. Quiero que diga que va a hacer lo que le pido. Pero Nicholas es

demasiado diferente a Dalton, y sé que va a querer algo a cambio. No sólo va a

conceder mi felicidad, sin ganar algo. Y ahí está siempre mi doloroso pensamiento

de que va a decir que no, sólo para fastidiar a Dalton. Después de todo mató a sus

padres. Así que, no puede tenerle mucho respeto a su hermano o a la vida

humana, si eso es cierto, entonces él no debería tener ningún problema con poner

fin a mi vida.

—Estoy confundido, ¿por qué quieres ser un vampiro? —Mierda, va a

pensar que mi razón es estúpida y me va a rechazar. Pero tengo que ser honesta

con él; no va a respetarme si no lo hago.

—Vas a odiar mi razón, pero quiero ser honesta contigo. Quiero convertirme

porque amo a Dalton. —Nicholas contuvo su risa tras mis palabras.

—Ya veo, ¿y supongo que mi hermano ha rechazado convertirte el mismo?

—Me sonrojo, es tan arrogante e intimidante.

—Por supuesto que lo hizo, no estaría aquí, pidiéndotelo si él lo hubiera

hecho. —Nicholas asiente, aprecia mi honestidad.

—No sé qué decir. Eres una chica inteligente, ¿por qué quieres desperdiciar

tu vida, por alguien como Dalton? —Suspiro, esto va a ser más difícil de lo que

pensaba. ¿Está tan molesto como Dalton? Estaba bajo la impresión de que estaba

hambriento y no se le daba pensar en seres humanos.

¿Así que por qué no salta ante la oportunidad de convertirme? ¿hay un lado

suave en Nicholas que va a rechazarme? ¿o está jugando conmigo, haciendo que

ruegue por lo que quiero?

—No tengo vida sin Dalton y estar con él, lo es todo para mí. No puedo

negar que somos opuestos y que nuestra atracción está más allá de lo loco. Él no

tiene edad, y yo envejezco cada día. Es un vampiro y yo una humana. No se

supone que combinemos los caminos, pero lo hicimos, caí enamorada de él. No

puede cambiar por mí, pero puedo cambiar para estar con él, para siempre. Por

favor, Nicholas, conviérteme. —Presiona sus labios juntos y se pasa los dedos por

su sedoso cabello. Sus ojos se mueven y se encuentran con los míos, sonríe y luego

salta del sofá, levantando las cejas mientras camina. Llega a mí, y me estrecha su

mano para que la tome, pongo mi mano en su helada palma y me aprieta fuerte.

Me empuja más cerca y fija sus ojos en los míos. Su aliento fresco sopla en mi piel,

y él traza cada línea de mi desesperada cara. Sus labios se separan y sus ojos brillan

rojos, mierda, ¿qué va a hacer conmigo?

—Antes de que pueda aceptar esto, necesito asegurarme de que tus razones

son genuinas. No puedo decirte cuántas chicas me han engañado para que las

convierta. —Le sonrío y sé qué quiere hacer, quiere alimentarse de mí. Levanto mi

brazo libre e inclino mi muñeca para revelar una vena abultada. Nicholas me

sonríe y luego tira mi muñeca hacia su boca. Sus dagas se hunden en mi piel y

chillo desde la punzada, él es tan duro comparado con Dalton. Mientras extrae mi

sangre, un irresistible placer estalla y se hace lento sobre mi cuerpo. Mi cabeza da

vueltas y me siento débil mientras continúa alimentándose de mi sangre, pero de

alguna manera logro reunir mis pensamientos. Desesperadamente quiero que me

convierta, así que debo convencerlo de que mis intenciones son genuinas. Empiezo

a mostrarle como mi corazón estalla en mil pedazos cuando veo a Dalton. Luego le

muestro lo mucho que lo amo. Pienso sobre nuestro apasionante momento la otra

noche, y expreso mis pensamientos sobre lo increíble que fue. Le digo con mi

mente, cuánto quiero estar con él y que mi vida no vale la pena si tengo que vivir

sin Dalton. Le muestro mi pasado, y después una visión de mi futuro como

vampiro se apodera de mi cabeza. Le digo que Dalton es todo lo que voy a querer

siempre, y que no puedo sobrevivir sin él. Siento a Nicholas saliendo de mí, así que

hago un último intento de convencerlo. Le digo cómo me siento ahora y le muestro

una imagen de Dalton echado en mi cama. Pienso sobre cómo me siento cuando lo

miro, durmiendo plácidamente y mi mente se paraliza ante ese pensamiento,

espero haber hecho suficiente para probarlo. Nicholas saca sus dagas de mi piel, y

se limpia un goteo de mi sangre fuera de su barbilla. Se lame suavemente sus

labios mientras sus ojos vuelven a su color marrón. Acaricia mis dedos y me mira

fijamente.

—Tu sabor es increíble y estoy un poco molesto contigo. —Frunzo mi ceño

ante él, ¿por qué está enfadado conmigo?

—¿Por qué? —pregunto sin aliento.

—Ahora que he probado tu sabor, será difícil para mí entregar esto. Tus

intenciones son genuinas. Realmente amas a mi hermano, pero realmente adoré tu

sangre. ¿Ves mi dilema?

—Por favor, hay un millón de otras chicas por ahí, sólo... conviérteme. —

Nicholas ríe y después levanta una ceja hacia mí. Sus labios aparecen en las

esquinas y dice:

—¡Como usted desee, Señorita Rose!

Capítulo 6 Traducido por *Celemg*

Corregido por Meliizza

icholas me guía hacia el sofá y me sienta, toma asiento junto a mí y

cubre con su brazo mi hombro. Me siento un poco incómoda rodeada

por él, pero me fuerzo a mí misma para mantenerme indiferente, él

sólo había accedido a convertirme.

Finalmente obtuve mi deseo; voy a estar con Dalton, por siempre. Una

rápida imagen de él se presenta en mi cabeza, iba a estar furioso conmigo. Pero

trato de convencerme que una vez que sea un vampiro, va a aceptarlo, ser feliz y

admitir que me ama. Sacudo lejos mi devastador temor de que Dalton va enojarse

conmigo, así que me enfoco en lo que Nicholas va a decir sobre eso. Parece serio y

mi corazón comienza a latir, ¿qué si él había cambiado su opinión? Mi cabeza

comienza a dar vueltas mientras habla.

—Ahora, ¿entiendes lo que tengo que hacer para convertirte en un vampiro?

—Niego con la cabeza, realmente no lo sé. Recuerdo la primera vez que Dalton

bebió de mí. Recuerdo lo débil que me sentí y que él me alimentó con su sangre.

Esa fue la primera noche en que se quedó conmigo, estaba asustado de que

pudiera morirme y despertar como un vampiro, mi corazón cae en mi estómago,

Nicholas va a matarme. Trato de esconder mis emociones, ¿esto iba a ser más

difícil de lo que pensaba?, ¿realmente quiero esto?, por supuesto que lo quieres

Rose, nunca has querido algo más que esto. Amas a Dalton y quieres estar con él,

es tu destino. Me grito, con mi corazón latiendo más que antes, fijo mis ojos en

Nicholas.

—¿Necesito morir? —Nicholas ríe y pone su mano en mi hombro, está

helada como hielo contra mi piel. Trato de aislar la temperatura, y luego me

golpea, voy a estar igual de helada. La idea de beber sangre es repulsiva para mí,

pero todo eso va a cambiar una vez que yo cambie. Tengo demasiadas preguntas

que necesito responder—. ¿Una vez que me convierta en vampiro, puedo morir?

—Nicholas niega con la cabeza y continúa corriendo sus dedos a lo largo de mi

piel.

N

—Los vampiros no mueren, a menos que quieran. —¡Estoy confundida,

necesito una explicación!

—No entiendo, ¿cómo pueden elegir morir?

—Lo único que nos hiere es la madera. Una daga o una bala nos causan una

leve molestia. Pero lo único que puede matar a un vampiro es una estaca que

atraviese tu corazón. Podemos caminar a la luz del sol, pero el calor del sol es

muy... incómodo para nosotros. Todo lo que sientes como humano es intensificado

cuando te vuelves un vampiro. Por lo que, si te apasionan los animales o la

religión, una vez que seas un vampiro, esas pasiones van a multiplicarse. Vas a

sentir cosas que no habías sentido antes, y las cosas que estabas tan segura que

querías como una humana, tal vez sean completamente diferentes como un

vampiro. Si realmente quieres esto, necesitas aceptar todos los hechos. No voy a

convertirte; si tienes una leve duda, entonces, necesitas decírmela ahora. —Él es

tan intenso, lo miro fijo y mis labios se separan, y conozco mi respuesta.

—No tengo dudas, ¡conviérteme ahora! —Nicholas exhala y estira su brazo.

Se muerde la piel y un mar de sangre corre desde su muñeca. Y sostiene su mano

cerca de mi boca e insta a que beba. Mi cara se ruboriza caliente y el factor asco,

lentamente se apodera de mi cuerpo. El espectáculo de su sangre es repulsivo, pero

sé que es la única manera. Separo mis labios y pongo su mano cerca de mi boca.

Pongo mis labios en su piel fría y me amoldo a ella, así que puedo sentir su sangre

contra mis labios. Abro mi boca y saboreo su sangre; es salada y dulce al mismo

tiempo. Saboreo unas gotas y luego retrocedo, pero Nicholas agarra mi cabeza y

me obliga a beber más.

—Sigue bebiendo —me ruega. Cierro mis ojos y poco a poco chupo más

duro de su piel. Mi boca se llena de su sangre y luego baja en mi garganta.

Nicholas ríe y después aleja su muñeca de mí. El sabor es ahora increíble y no

quiero parar. Tiro su mano hacia atrás y bebo por otros pocos segundos. Nicholas

está riendo ante mis acciones y luego con fuerza aleja su muñeca de mí—. ¡Estas

drenándome, pequeña señorita! —Me siento increíble; como si estuviera en el

séptimo cielo. Su sangre es lo máximo.

Nicholas me empuja en el sofá y desea descansar de mí por unos momentos.

Hago como él dice y descanso mi cabeza contra los cojines del sofá. Él salta del sofá

y vuela hacia el gabinete de licores. Se sirve un whisky y luego camina lentamente

en dirección a mí. Baja su trago y se pone detrás del sofá. Siento su mano en mi

cabeza y cierro mis ojos mientras el corre sus dedos a través de mi cabello. Da unas

palmaditas a mi cabeza y luego mueve sus manos a mi cuello, suspira y se inclina

hacia mí, agarra mi cuello de forma tensa. Puedo sentir su respiración soplando

contra mi oído y luego oigo sus reconfortantes y aterrorizantes palabras—: Voy a

matarte ahora. Va a doler, sólo por un segundo, pero cuando despiertes; nunca

sentirás dolor de nuevo. —Mi corazón golpea y estoy asustada, va a matarme.

Cierro mis ojos y me preparo. Pero un llamativo ruido hace erupción a través de la

casa, y cuando oigo la voz que llena toda la casa, siento pánico y ruego a Nicholas

que se dé prisa.

—Es Dalton, date prisa, él no quiere que cambie —suplico. Nicholas sisea y

sujeta mi cuello, fuerte, eso es todo. Sus manos están apretando mi cuello y justo

cuando está a punto de quebrarse, veo a Dalton correr hacia mí. Sus ojos están

rojos sangre y sus labios tiemblan. Todo su cuerpo se sacude mientras marcha

hacia mí.

—Rose —grita Dalton. Las manos de Nicholas me aplastan y mientras

penetra mi cuello, las últimas palabras que oigo son suyas.

—¡Hice esto por ti, hermano! —Mi cuello se rompe y caigo contra el sofá,

estoy muerta, pero mi mente sigue corriendo, ¿cómo puede ser? No puedo

moverme, estoy paralizada y muerta, pero mi cabeza trabaja todo el tiempo.

Imágenes de mi infancia destellan en mi cabeza. Puedo ver a mis padres y ellos me

sonríen. Es tan extraño; es como si estuviera viendo una película de mi vida. Puedo

verlos a todos, Tío George, Jen, Rachel y todos mis amigos. Mi tiempo en la escuela

se reproduce para mí, primer grado, graduación, clase de ciencias cuando el Sr.

Bates nos hizo diseccionar una rana. Todo volviendo a mí, recuerdos que nunca

supe que tenía. Mi primer beso con Ryan, la sensación e incomodidad están ahí

para que las vea. Mi primer encuentro con Dalton, cómo me hizo sentir y mi

primer beso con él, mi mente es una repetición de mis recuerdos, son

impresionantes. No quiero que termine, y disfruto de mis pensamientos internos,

mientras estoy tumbada, congelada en el sofá. Puedo oír levemente voces, parecen

muy lejanas y es difícil para mí focalizar en qué están diciendo. Enfoco mis oídos y

luego reconozco la voz de Dalton, la oigo. Su voz es ruidosa y urgente mientras se

acerca. No puedo sentir mi cuerpo, por lo que no sé si está tocándome, pero en mi

cabeza lo está. Mientras su voz me insta a despertar, oigo las palabras que había

ansiado oír de él.

—Yo... te... amo. —Sus palabras son inestables y vulnerables; deseo poder

verlo. Quiero gritar que también lo amo, pero mis labios están sellados, cerrados.

Mi mente me recuerda nuestro tiempo junto, sus labios y su contacto helado

dominando mis pensamientos. Recuerdo cuánto me hubiera gustado que dijera

esas palabras antes, y justo ahora lo hizo, estoy segura de que tomé la decisión

correcta.

Próximo libro Rose Peterson ha cambiado de

muchas maneras desde que conoció a Dalton

Clark. Pero el cambio más importante es que

está a punto de convertirse en un vampiro.

El amor de Rose hacia Dalton la consumió, y

no estaba dispuesta a esperar a que la

conviertiera. Así que Rose tomó el asunto en

sus propias manos, y buscó la ayuda de

Nicholas, el hermano un tanto peligroso de

Dalton. ¿Cómo va a reaccionar Dalton

cuando Rose despierte? ¿Y qué tipo de

vampiro será Rose? ¿Cómo va a finalizar la

historia? ¿Serán felices para siempre? ¿O

será una eternidad de miseria?

Traducido, corregido y diseñado en:

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