importancia de la educacion en ddhh

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37 15 LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EN LOS DERECHOS HUMANOS Especial referencia a América Latina LICDA. MÓNICA BELTRÁN GAOS* INTRODUCCIÓN La comunicación que presentamos a este VIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional tiene como fi- nalidad, o al menos intentará que así sea, el hacer hincapié en la idea de que, para que un Estado alcance un nivel de democracia que le permita identificarse como Estado Demo- crático, no puede olvidar que en sus cimientos constructivos deben coincidir elementos plurales, y de entre éstos, sin lu- gar a dudas, encontraríamos el referente a la protección y defensa de los Derechos Humanos, tanto a nivel nacional como internacional. Un Gobierno, una sociedad, que no contemple como prio- ridad la causa de los Derechos Humanos, se convierte en enemigo de su propia existencia y en una amenaza para el desarrollo de cualquier intento de democratización posible. En la medida en que un país no invierta en lo que se ha lla- mado “capital humano”, se quedará regazado de los procesos de desarrollo. En palabras del Dr. Colomer Viadel: El mundo iberoamericano vive en este momento una dra- mática disyuntiva: algunos consideran que la necesidad de un salto hacia delante que permita un desarrollo efi- caz y una superación de la crisis, exige un motor fuerte y concentrado en un ejecutivo eficiente, pero al mismo tiempo, la conciencia de la incapacidad de la mayoría de los Estados de la región para cumplir con el mínimo de las funciones y servicios sociales, el grado de descomposición de éstos, la corrupción de la burocracia, el endeudamien- to gigante, la enorme inflación, el ahondamiento de la brecha social y económica entre sectores dominantes y mayorías populares se ha producido bajo regímenes políti- cos de poderosos presidencialismos, en cualquiera de sus modalidades. Esta desconfianza histórica hacia los abusos de las presidencias y sus camarillas convierte la limitación y el debilitamiento del Ejecutivo en una de las tendencias recientes del constitucionalismo latinoamericano 1 . * Investigadora permanente, Instituto Intercultural para la Autogestión y Acción Co- munal – INAUCO, Valencia. 1 Colomer Viadel, Antonio “Constitución, Estado y Democracia en el siglo XXI”, Ed. Nomos, Valencia, 2003, pp. 116-117.

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Niñez y DDHH

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  • 3715

    LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIN EN LOS DERECHOS HUMANOSEspecial referencia a Amrica Latina LICDA. MNICA BELTRN GAOS*

    INTRODUCCIN

    La comunicacin que presentamos a este VIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional tiene como -nalidad, o al menos intentar que as sea, el hacer hincapi en la idea de que, para que un Estado alcance un nivel de democracia que le permita identicarse como Estado Demo-crtico, no puede olvidar que en sus cimientos constructivos deben coincidir elementos plurales, y de entre stos, sin lu-gar a dudas, encontraramos el referente a la proteccin y defensa de los Derechos Humanos, tanto a nivel nacional como internacional.

    Un Gobierno, una sociedad, que no contemple como prio-ridad la causa de los Derechos Humanos, se convierte en enemigo de su propia existencia y en una amenaza para el desarrollo de cualquier intento de democratizacin posible.

    En la medida en que un pas no invierta en lo que se ha lla-mado capital humano, se quedar regazado de los procesos de desarrollo.

    En palabras del Dr. Colomer Viadel:

    El mundo iberoamericano vive en este momento una dra-mtica disyuntiva: algunos consideran que la necesidad de un salto hacia delante que permita un desarrollo e-caz y una superacin de la crisis, exige un motor fuerte y concentrado en un ejecutivo eciente, pero al mismo tiempo, la conciencia de la incapacidad de la mayora de los Estados de la regin para cumplir con el mnimo de las funciones y servicios sociales, el grado de descomposicin de stos, la corrupcin de la burocracia, el endeudamien-to gigante, la enorme inacin, el ahondamiento de la brecha social y econmica entre sectores dominantes y mayoras populares se ha producido bajo regmenes polti-cos de poderosos presidencialismos, en cualquiera de sus modalidades. Esta desconanza histrica hacia los abusos de las presidencias y sus camarillas convierte la limitacin y el debilitamiento del Ejecutivo en una de las tendencias recientes del constitucionalismo latinoamericano1.

    * Investigadora permanente, Instituto Intercultural para la Autogestin y Accin Co-munal INAUCO, Valencia.

    1 Colomer Viadel, Antonio Constitucin, Estado y Democracia en el siglo XXI, Ed. Nomos, Valencia, 2003, pp. 116-117.

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    De este modo, podramos decir que Amrica Latina vive unos momentos de crisis evidente, y las condiciones de go-bernabilidad se hacen ms difciles; si aadimos a esta situa-cin el grave problema econmico que asola a muchos de los pases latinoamericanos, traducido en escasez de alimentos de primera necesidad, condiciones sanitarias deplorables, la subsistencia de gran parte de la poblacin gracias a las ayudas recibidas por la comunidad internacional, el alto nivel de analfabetismo, y todo ello, sin olvidarnos de la indefensin de estos pueblos ante las catstrofes naturales, que actan ajenas a todas estas circunstancias, hacen que el panorama se muestre an ms alarmante.

    Amrica Latina se nos presenta en un escenario en donde los actores protagonistas son gobiernos caracterizados por democracias dbiles (debido a los procesos de transicin en los que se encuentran inmersos), con un modelo econmico de corte neoliberal, centrado en desarrollar polticas econ-micas que impulsen nicamente el rea de mercado median-te enormes privatizaciones, contribuyendo al aumento del desempleo, la delincuencia, inseguridad ciudadana y dismi-nucin de la capacidad adquisitiva de la poblacin.

    La violencia, la impunidad, la corrupcin y la falta de tica en la accin pblica y privada, el llamado clientelismo, y la pobreza son algunos de los rasgos mayoritariamente men-cionados en casi todos los pases latinoamericanos, como protagonistas en sus sociedades.

    A nuestro entender, el tema elegido para este artculo, la educacin en los derechos humanos, lo encontramos ms que importante, imprescindible a la hora de que las demo-cracias, en su camino hacia el asentamiento y perfecciona-miento, sienten sus bases sobre el conocimiento, respeto y proteccin de los derechos humanos.

    Frente a esto, no debemos perder de vista la circunstancia de que la educacin en los derechos humanos se desarrolla y se debate dentro de un contexto global abarcando las esferas polticas, econmicas, sociales y culturales, que la condicio-nan y la proyectan.

    Es por ello que la educacin en los Derechos Humanos ha de lidiarse en todos esos mltiples frentes para que se produzca el resultado esperado. Tales frentes incluiran, desde instan-cias gubernativas, ya sean federales o estatales, hasta la la-bor desarrollada por numerossimas ONGs, pasando por las Universidades y Centros de Investigacin.

    En la educacin, muchas naciones se juegan su futuro. Para el tema de derechos humanos, la educacin, adems de ser en s misma un derecho, es un arma muy potente y muy ne-cesaria, indispensable por muchos y variados motivos 2.

    Por todo lo expuesto, consideramos de vital importancia que se promuevan desde las instancias pertinentes, polticas de desarrollo de la incipiente Cultura de los Derechos Huma-nos como pilar esencial para todas las sociedades que se en-cuentren en el camino hacia la democracia.

    Si conseguimos que en el interior de todo individuo, por el hecho de haber sido educado en los Derechos Humanos, y considerados como punto de referencia indiscutible, el en-tendimiento y el respeto entre las comunidades ser algo ms que una lejana utopa.

    Para ello, analizaremos los siguientes puntos:

    1. La interrelacin entre Educacin-Derechos Hu-manos.

    2. La Educacin en Derechos Humanos: breves reexio-nes acerca de su aplicacin en los pases latinoameri-canos.

    3. La CNDH como ejemplo latinoamericano en la tarea de difusin y enseanza en los Derechos Humanos.

    La proteccin de los Derechos Humanos y la educacin de la sociedad en la Cultura de los Derechos Humanos, es esencial para que la democracia halle su espacio. A lo largo de este texto, intentaremos demostrar que Amrica Latina podr tener un desarrollo democrtico pleno y autntico si sus gobiernos atienden al problema de la educacin y el desarrollo social, que involucra tambin, el fortalecimiento y la promocin de los valores ticos, que tienen que ser el fundamento de la expresin democrtica.

    LA INTERRELACIN ENTRE EDUCACIN YDERECHOS HUMANOS

    Para poder exponer nuestra tesis acerca de la interrelacin entre la educacin y los Derechos Humanos, creemos que sera del todo esclarecedor denir primeramente qu enten-demos por derecho a la educacin, los derechos humanos y educacin en derechos humanos.

    2 Carbonell, Miguel. La Constitucin en serio, Ed. Porra y UNAM, Mxico, 2002, p. 250.

  • 3915La importancia de la educacin en derechos humanos.Especial referencia a Amrica Latina

    El derecho a la educacin es el derecho a recibir instruccin, diferencindose del derecho a la libertad de enseanza, que es el derecho a elegir aqulla en funcin de un ideario3.

    Es verdad que sta no es la nica visin conceptual que existe de los mismos, ya que el Tribunal Europeo de Derechos Hu-manos dene la enseanza como instruccin, y la educacin como inculcacin de creencias, de hbitos y de valores4.

    Por Derechos Humanos entendemos aquellos que se en-cuentran recogidos en la Declaracin Universal de Dere-chos Humanos, as como los reconocidos por cada Estado en su ordenamiento jurdico y en los tratados internacionales raticados.

    Dicho de otra forma, son aquel conjunto de facultades e ins-tituciones que, en cada momento histrico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los orde-namientos jurdicos a nivel nacional e internacional5.

    Esta denicin, segn el constitucionalista espaol Prez Luo, pretende conjugar las dos grandes dimensiones que integran la nocin general de los Derechos Humanos, que son, por un lado, la exigencia iusnaturalista con respecto a su fundamentacin, y por otro, las tcnicas de positivacin y proteccin que dan la medida de su ejercicio6.

    Por educacin en derechos humanos, entendemos la prc-tica educativa que tiene por objeto principal favorecer el reconocimiento, la defensa y la promocin de los mismos, considerando al ser humano como sujeto de derechos. Es toda formacin fundada en el respeto y vigencia de valores, principios y mecanismos relativos a los derechos humanos en su integridad e interdisciplinariedad, su vinculacin con la democracia, el desarrollo y la paz7.

    Es decir, que podemos enfocar la educacin en los derechos humanos de tres modos distintos: a) a travs de las prcti-cas que se basan en una educacin valoral, es decir, en la transmisin de ciertos valores universales que el individuo debe plasmar en su vida cotidiana, b) a travs de las prcti-cas que privilegian la formacin eminentemente jurdica, c) las prcticas que parten de una realidad social y poltica, ins-cribiendo el conocimiento de los derechos humanos como la construccin de un saber, en el marco de la lucha por la democracia y la reapropiacin de la ciudadana8.

    Nosotros creemos que la educacin en los derechos huma-nos debe de enfocarse en la tercera de estas propuestas, pues a quienes se intenta educar son personas que viven inmersas en una sociedad concreta y con unas circunstancias hist-ricas concretas, que inuirn y modicarn la forma de en-tender sus derechos. Esto no quiere decir que las otras dos hiptesis de enfoque no puedan complementarse con la que nosotros apoyamos, pues los valores y los fundamentos jur-dicos en donde situarlos tambin son parte integrante de la comprensin global de los derechos humanos.

    Ya una vez delimitados los conceptos, encontramos que la primera vez en la que la educacin y los Derechos Humanos aparecen relacionados es en la propia Declaracin Universal de los Derechos Humanos de 1948, que dice:

    La presente Declaracin Universal de los Derechos Humanos como ideal comn por el que todos los pue-blos y naciones deben esforzarse, a n de que tanto los individuos como las instituciones, inspirndose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseanza y la educacin, el respeto a esos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carcter nacional e internacional, su reconocimien-to y aplicacin universal y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdiccin9.

    Es decir, que uno de los objetos que se intentaba alcanzar con la proclamacin de esta Declaracin Universal era que se reconociesen y protegieran los Derechos Humanos, ade-ms de la va jurisdiccional que consideramos imprescindi-ble, tambin por el camino de la educacin y la enseanza

    3 Torres del Moral, Antonio. Principios de Derecho constitucional Espaol, i`]Servicio de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la UCM, Madrid, 1992, p. 591.

    4. STEDH de 25 de febrero de 1982. Caso Campbell y Cosans.5. Prez Luo, Antonio Enrique. Derechos Humanos, Estado de Derechos y Cons-

    titucin, i`]`/iV]>``]]{n6 Ibdem, p. 51.7 Ramrez, Gloria. La educacin en derechos humanos en Mxico, Experiencias de

    educacin en derechos humanos en Amrica Latina, Ed. Instituto Interameri-cano de Derechos Humanos (IIDH) y Fundacin Ford, San Jos, Costa Rica, 2000, p. 164. 8 Ibdem, p. 211.

    9 Baigorri Goi, Jos Antonio ( y otros). Los Derechos Humanos. Un Proyecto Inacabado, Ed. Del Laberinto, Madrid, 2000, p. 47.

  • 40 15 Mnica Beltrn Gaos

    en los propios Derechos Humanos, siendo ste un medio privilegiado para crear en cada individuo, una conciencia de respeto a los mismos, como presupuesto indispensable para el desarrollo de una sociedad justa y democrtica.

    No estaramos equivocados si dijramos que los trminos de-mocracia, educacin, desarrollo, valores ticos y Derechos Humanos, son conceptos que funcionan unidos, y es fcil comprobar que son siempre correlativos, y que si alguno de ellos falla, el resto queda resentido en su estructura. Es por eso, que la educacin debe de ser un n a alcanzar por cualquier sociedad, dentro de su evolucin como nacin de-mocrtica, siendo que, en la Reunin celebrada en Caracas, Venezuela, en Octubre de 1997, como motivo de la creacin de La Agenda Iberoamericana para el S.XXI, a manos de la Fundacin Popular Iberoamericana, se propuso como pri-mera recomendacin a la Cumbre de Jefes de Estado y Jefes de Gobierno, que se declarara como prioridad del espacio poltico iberoamericano, la educacin. Esta propuesta de la Fundacin Popular Iberoamericana par-te de un planteamiento de inspiracin humanista que sos-tiene que lo ms importante, por encima del Estado y del mercado, es la persona humana y que por tanto, todo aquello que contribuya a que cada ser sea ms persona humana, est en la direccin de resolver los problemas de fondo de nuestro tiempo y de nuestros pueblos. Por eso la clave est en la edu-cacin, en ganar la batalla de capacitacin, de preparacin, promocin del potencial intelectual y humano de cada una de las personas, para poder ganar la batalla al porvenir10.

    Bueno, pues si hemos llegado al convencimiento de que la educacin es primordial para el desarrollo ntegro de las per-sonas y base necesaria de cualquier proceso de democratiza-cin de una sociedad, no lo es menos el pensar que de igual importancia sino mayor, es la educacin en los Derechos Humanos.

    Tenemos que considerar la educacin en los Derechos Hu-manos como una herramienta incuestionable para la pre-vencin de las violaciones de estos derechos, fomentando conductas y actitudes basadas en la tolerancia, solidaridad y respeto. Si creamos sociedades en donde los Derechos Humanos sean conocidos por todos, convirtindose as en

    responsabilidad de todos, la educacin en los Derechos Humanos puede desempear a largo plazo un papel impor-tante en la prevencin y proteccin de los mismos.

    De este modo, el alcance de este tipo de educacin sera que, la educacin en y para los Derechos Humanos no es una accin que termine en s misma, sino que est proyectada para generar otras acciones, mltiples y en mbitos tambin mltiples, que hagan realidad la existencia viva del Estado de Derecho11.

    Siguiendo la propuesta presentada por la UNESCO, la edu-cacin y la enseanza de los derechos humanos, debera de tener como objetivos bsicos12:

    1. Motivar las actitudes de tolerancia, de respeto, de so-lidaridad inherente a los Derechos Humanos.

    2. Entregar los conocimientos sobre los Derechos del Hombre en sus dimensiones tanto nacional como in-ternacional y sobre las instituciones establecidas para su puesta en marcha.

    3. Desarrollar en cada individuo la conciencia acerca de los medios por los cuales los Derechos del Hombre pueden ser concretados en realidad social y poltica en el nivel tanto nacional como internacional.

    La UNESCO arm que lo especco de la educacin en Derechos Humanos era educar la conciencia de una con-vivencia social a nivel personal, nacional e internacional que dignique a la persona. Es una educacin cuyo centro ser el conicto permanente de las relaciones humanas, pero cuya esperanza siempre estar dada en el respeto al otro, la cooperacin y el entendimiento. Esto lleva necesariamente a que una educacin en Derechos Humanos sea una educa-cin democrtica13.

    Es por ello que, en el transcurso del aprendizaje de los De-rechos Humanos, nosotros mismos y la sociedad en su conjunto, vamos dando forma a una nueva cultura, a la Cultura de los Derechos Humanos, una cultura de ca-rcter preventivo, con la que debemos intentar erradicar

    10 Fundacin Popular Iberoamericana. La Agenda Iberoamericana del S.XXI: ti-ca y Democracia, Ed. Grcas Novosur, Madrid, 1999, pp. 5 y 27.

    11 Bonifacio Barba, Jos. Educacin para los Derechos Humanos, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1997, p. 122.

    12 Congreso Internacional sobre la Enseanza de los Derechos Humanos, UNESCO, Viena, 1978. Manual de Capacitacin para Educadores. La incorpo-racin de los Derechos Humanos al aula, Corporacin Nacional de Reparacin y Reconciliacin, Mxico, 1994, pp. 43-44.

    13 dem

  • 4115La importancia de la educacin en derechos humanos.Especial referencia a Amrica Latina

    todo tipo de violaciones y abusos, y de la que aprenderemos cules son nuestros Derechos Humanos, actuar en su favor, y por supuesto, aprenderemos a disfrutarlos, siempre en el marco de la democracia14.

    Esa Cultura de los Derechos Humanos nos llevar a una educacin cvica de la sociedad, para que sta sea ms res-ponsable y consciente ante la problemtica de los Derechos Humanos.

    Pero para poder llegar a ese nivel de educacin cvica y de aanzamiento de la cultura de los Derechos Humanos, es ne-cesario que los gobiernos reejen en las normas la importan-cia que tiene la educacin dentro del proceso de desarrollo del pas, y doten de medios sucientes para que se cumplan unos mnimos educativos.

    Analizando el articulado de las constituciones latinoame-ricanas, vemos que en todas ellas aparece el derecho a la educacin; algunas lo ligan al ideal de principios democr-ticos que deben inspirarla (Bolivia art. 177, Colombia art. 67, Ecuador art. 66, Mxico art. 3.III.a), Panam art. 87, Nicaragua art. 117, Paraguay art. 73, Venezuela art. 102)15.

    Otras lo relacionan directamente con el respeto a los Dere-chos Humanos (Colombia art. 67, Ecuador art. 66, Paraguay art.73, Per art. 14); slo en el caso de Venezuela, en su art. 102, reconoce el derecho a la educacin como un Derecho Humano16.

    LA EDUCACIN EN DERECHOS HUMANOS: BREVES REFLEXIONES ACERCA DE SUAPLICACIN EN LOS PASESLATINOAMERICANOS.

    La educacin en derechos humanos se hace presente en la realidad latinoamericana en los aos ochenta. Se conside-r que la educacin en derecho deba convertirse en pilar fundamental en los procesos de (re) democratizacin de las sociedades que se haban visto afectadas por violaciones sis-temticas a los derechos humanos.

    Los derechos humanos seran el fundamento tico de un nue-vo paradigma educacional, vindose a la educacin como reconstructora del sentido pblico de la educacin misma, como estrategia de paz y contribucin de gran peso para lograr una conciencia ciudadana para la convivencia social17.

    Durante los ochentas, las ONGs fueron los principales ac-tores en la educacin en derechos humanos, al igual que lo fue la labor realizada por el Instituto Interamericano de De-rechos Humanos (IIDH).

    Desde los inicios de este proceso, se consider igualmente importante la capacitacin que deberan recibir los profeso-res y docentes en la materia, acerca de sus contenidos y el aprendizaje de los cuerpos normativos, nacionales e inter-nacionales.

    En la dcada de los noventa, el periodo se caracteriz por un mayor inters por parte del Estado en este tipo de educacin (en el periodo anterior, el Estado se mantuvo al margen de la problemtica), plasmndose tal inters en la incorporacin legal del tema al currculo de educacin formal, incluyndose en la materia de Ciencias Sociales; de ese modo, los derechos humanos fueron ganando terreno en el campo de la educa-cin formal, junto con otros temas como medio ambiente, multiculturalidad, orientacin sexual, salud, educacin para el consumo, etc, vinculados con los valores fundamentales de respeto a la vida, la libertad, la justicia, la solidaridad, convi-vencia pacca y responsabilidad ciudadana.

    Comenzaron a elaborarse materiales educativos al respecto, que ayudaran en gran medida a la labor imperiosa de forma-cin de los docentes, pues los profesores deban de formarse de una manera integral en los campos tico, jurdico, polti-co, as como pedaggico y metodolgico.

    La temtica de la educacin en derechos humanos trascen-di al mundo universitario, de tal modo que se crearon insti-tutos especializados: Instituto Peruano de Educacin en De-rechos Humanos y Paz, Instituto de Derechos Humanos en Argentina, Cursos Interdisciplinario de Derechos Humanos de la Academia mexicana de Derechos Humanos, Semina-rio Permanente de Educacin Superior de Mxico, etc.18. 14 Amnista Internacional. Educacin en Derechos Humanos. Propuestas didcti-

    cas, Ed. Los libros de la Catarata, Madrid, 1995, pp. 8 y 9. 15 Base de Datos Polticos de las Amricas (1998). Responsabilidad por violaciones

    de los Derechos Humanos. Anlisis comparativo de constituciones de los regmenes presidenciales. (Internet). Georgetown University y Organizacin de los Esta-dos Americanos (OEA). http:// www.georgetown.edu/pdba/Comp/Derechos

    16 Ibdem.

    17 Magendzo K., Abraham. La Educacin en Derechos Humanos en Amrica Lati-na: una mirada de n de siglo, Experiencias de Educacin en Derechos Huma-nos en Amrica Latina, opus cit, p.21

    18 Ibdem, p.24

  • 42 15 Mnica Beltrn Gaos

    La labor realizada en los aos ochenta y los noventa, dejaron como herencia para el nuevo milenio la necesidad imperio-sa de convertir la educacin en derechos humanos en una autntica y real poltica de Estado, as como introducirla en la formacin inicial de los profesores y docentes como parte integral de las polticas de mejoramiento de la calidad de la educacin. Pero no slo eso, sino que el sentido ltimo que se le quiso dar a la educacin en derechos humanos, como resultado del esfuerzo realizado hasta el momento, fue la de formacin de un sujeto de derechos, capaz a travs de un proceso de empoderamiento, de contribuir a la transforma-cin de las estructuras de injusticia que an ponderan en las sociedades latinoamericanas, en que la pobreza crnica es la manifestacin ms severa de ella19.

    El cambio hacia una educacin en derechos humanos, como elemento primordial a la hora de crear sociedades que sean capaces de delinear su futuro de acuerdo con presupuestos de-mocrticos, nos lleva a plantearnos el hecho mismo de que este tipo de educacin se convierta en una disciplina jurdica plenamente autnoma, en todos los niveles de educacin, y que se reejen en el actuar cotidiano de los ciudadanos.

    Siguiendo la tesis de Cabanellas, Enrique Arrieta Silva, de-ne la autonoma de una disciplina jurdica como aquella que rene los requisitos de autonoma legislativa, cientca, didctica y jurisdiccional20.

    Entiende por autonoma legislativa aquella que le propor-ciona a la disciplina jurdica posibilidad de dictar su sistema normativo; la cientca, aqulla que se produce cuando se alcanza un nivel importante de trabajos sobre la materia de carcter profundo y crticos; la didctica, cuando la disci-plina se incluye dentro de los planes de estudio de escuelas y facultades, y nalmente, la jurisdiccional, cuando existen tribunales propios para al disciplina en cuestin.

    Habr que vericar si en cada uno de los pases latinoameri-canos se cumplen estos requisitos o no, y por qu.

    Analizar aqu todos los pases sera tema que excedera al objeto de este artculo, por lo que escogeremos uno de ellos como ejemplo a ser estudiado: Mxico.

    Mxico, al igual que el resto de pases latinoamericanos, ini-cia su andadura hacia la educacin en derechos humanos en los aos ochenta, apareciendo en esa poca explcitamente en el discurso de las polticas de educacin del pas.

    A modo de ejemplo, y sin afn de profundizar en el desa-rrollo de polticas gubernamentales del pas a lo largo del tiempo, diremos que de 1989 a 1994, se present un progra-ma denominado Modernizacin Educativa, sustentado en argumentos loscos del art.3 constitucional y en la Ley Federal sobre Educacin, que recoge ampliamente los postu-lados esenciales de los derechos humanos e integra diversas propuestas de conferencias internacionales, declaraciones y pactos universales21.

    En 1993, se decreta una nueva Ley General de Educacin, y de entre sus principios generales, seala ...promover el valor de la justicia, de la observacin a la ley y de la igualdad de sta, as como propiciar el conocimiento de los derechos humanos y el respeto a los mismos. Aqu se reconoce expl-citamente la enseanza de derechos humanos como parte de la poltica educativa nacional22.

    Durante toda la dcada de los noventa, y a raz de la nueva Ley, en el mbito universitario se fue introduciendo la edu-cacin de los derechos humanos entre sus ofertas acadmi-cas, enfrentndose al reto de formacin de sus docentes en el rea.

    De particular importancia es la experiencia que se dio en el centro de la Benemrita Universidad Autnoma de Puebla, que introduce desde 1995 un Tronco Comn Universitario, que contiene asignaturas obligatorias para todos los alumnos en todas las carreras: derechos humanos, medio ambiente, globalizacin, lenguas extranjeras y computacin aplicada.

    19 Ibdem p. 29. La pobreza es un enemigo brutal para cualquier proceso de desarrollo, pues

    supone un freno en cualquier intento de mejorar, traducindose en situaciones de marginacin extrema de la poblacin, que llevan al aumento de la delin-cuencia, inseguridad y nula participacin ciudadana en las decisiones vitales del pas.

    20 Arrieta Silva, Enrique. Hacia la autonoma plena de los Derechos Humanos como disciplina jurdica, Derechos Humanos, Memoria del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional, Tomo III, Instituto Investigaciones Jurdicas, UNAM, Mxico, 2001, p. 47 y ss.

    21 Programa para la Modernizacin Educativa. 1989-1994. Los planes de Estado de la Educacin Bsica. Mxico. Poder Ejecutivo Federal, Secretara de Edu-cacin Pblica, 1993.

    22 Ramrez, Gloria. Opus cit, p. 184.

  • 4315La importancia de la educacin en derechos humanos.Especial referencia a Amrica Latina

    De esta experiencia, se elaboraron libros de texto y procesos de formacin para los profesores23.

    Aplicando los criterios ya descritos para determinar si los de-rechos humanos, y su educacin, son una disciplina jurdica autnoma en Mxico, diremos con respecto a la autonoma legislativa que s la tiene, pues existe una ley y un regla-mento interno del rgano al cual se le encomend la tarea de proteger, divulgar y ensear los derechos humanos en el pas, fomentando la creacin de una cultura de los derechos humanos: La CNDH; autonoma cientca, es evidente que el tamao de investigaciones y trabajos centrados en el tema es cuantioso; autonoma jurisdiccional, tal y como la enten-demos, no la tiene, por una sencilla razn: la CNDH no es un rgano jurisdiccional. De todas formas, podra decirse que cumple con este requisito de autonoma jurisdiccional, porque la propia CNDH tiene regulado en su normativa pro-cedimientos de proteccin de los derechos humanos, que sin ser jurisdiccionales, se encarga de que las autoridades en-mienden su actitud y repongan en sus derechos a los quejo-sos. Por ltimo nos quedara ver la autonoma didctica, de la cual diremos que, hoy por hoy, los derechos humanos en Mxico no gozan de ella. Y esto es as, porque revisando los programas de oferta acadmica de las Universidades, vemos que todava esta oferta es muy reducida24.

    Es por ello que armamos que situar a los derechos humanos como punto de atencin en las investigaciones y docencias de los centros de educacin superior se convierte en un desa-fo del quehacer acadmico, que no podemos eludir de nin-gn modo. Ofrecer nuevos enfoques, conceptos, modos de integrar la materia en los proyectos federales de educacin de una forma masiva y fortalecer su enseanza, son los retos para el siglo XXI.

    LA CNDH DE MXICO COMO EJEMPLOLATINOAMERICANO EN LA TAREA DEDIFUSIN Y ENSEANZA DE LOS DERECHOS HUMANOS

    La CNDH constituye un ejemplo activo y dinmico en la esfera latinoamericana en la tarea de difusin, estudio y

    promulgacin de los derechos humanos, como pilar esencial en la construccin de una cultura de los derechos humanos que lleve, en este caso a los mexicanos, a convertirse en un pueblo en donde cada ciudadano sea sujeto conocedor de sus derechos con posibilidad de ejercitarlos, siendo el Estado quin tiene el deber de respetarlos y protegerlos, como obli-gacin primera del Estado de Derecho.

    La CNDH, a travs de su programa de publicaciones, ha editado cuantioso material acerca de cmo surgi el Om-budsman en Mxico, cules son sus caractersticas y compe-tencias, por lo que consideramos que no es necesario hacer mencin alguna sobre estos temas.

    La relacin directa del Ombudsman mexicano con la mi-sin de difusin y promulgacin, as como del estudio de los derechos humanos, la encontramos en el art.2 de su texto normativo, a partir de la reforma constitucional que se rea-liz en 1992.

    Para hacer frente al cumplimiento de este compromiso social y de derecho, la Comisin crea dos grandes reas dedicadas a la Promocin y Divulgacin de los derechos humanos25.

    El rea de Promocin se encarga del desarrollo de progra-mas especcos, que tienen por objeto principal el estudio de la problemtica concreta de determinados grupos socia-les. Tambin en esta rea se encuadran todas las actividades de capacitacin. Los cursos de capacitacin van dirigidos tanto a los especialistas interesados en el tema, personas de la calle, as como a los propios integrantes de la Comisin, y a grupos de servidores pblicos de todo tipo. Esta amplia audiencia demuestra lo que anteriormente se dijo de la im-portancia de capacitar y dar formacin tanto a los docentes como a las personas que se hallan directamente relacionados con el tema que nos incumbe.

    En el rea de difusin, se llevan a cabo todas las actividades dedicadas a hacer del conocimiento general los derechos hu-manos y su situacin actual en el pas. Esta rea comprende el programa de publicaciones, centro de documentacin y biblioteca, comunicacin social y pgina web.

    23 Ibdem, p. 201-20224 Vase el listado de las Facultades que integran en sus materias algunas rela-

    cionas con derechos humanos, en artculo de Enrique Arrieta Silva, opus cit, p. 52.

    25 Esta divisin de carcter general que hacemos respecto de la estructura de la CNDH, responde nica y exclusivamente al n de delimitar los campos reas en las cuales el Ombudsman Mexicano desarrolla actividades relaciona-das directamente con la enseanza y educacin de los Derechos Humanos, ya que su estructura real es mucho ms amplia, y abarca otro tipo de actividades.

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    Adems de estos programas, y en ntima relacin con nues-tro tema, en el rea de Cooperacin Internacional, hallamos los programas de Migrantes y de Coordinacin de Proyectos de Investigacin sobre Derechos Humanos: Grupos Vulne-rables.

    Como se dijo en el apartado anterior, el mbito en el cual se ha visto ms desarrollada la enseanza de los Derechos Hu-manos como disciplina autnoma (sin llegar a conseguirlo, por falta de oferta acadmica) es en la Universidad.

    La CNDH, consciente de este incipiente desarrollo del in-ters hacia los Derechos Humanos por las Universidades, ha rmado numerosos convenios con estas entidades de enseanza a nivel superior, ampliando la oferta acadmica con Diplomados, Maestras y Doctorados, todos ellos en Derechos Humanos. Son un ejemplo de ello, los convenios rmados con las Universidades de Quintana Roo, Chiapas, Coahuila, Yucatn, Tlaxcala, la Libre de Derecho de Puebla, as como el Instituto Mexicano de la Juventud.

    No obstante, la CNDH, en su afn de abarcar todos los ni-veles educativos, acaba de presentar su Programa de Capa-citacin en Derechos Humanos para la Educacin Bsica, presentado en 6 mdulos de trabajo: 1) Capacitacin en Derechos Humanos para la educacin bsica de Derechos Humanos, 2) Aspectos bsicos de los Derechos Humanos, 3) Docencia y Derechos Humanos, 4) Derechos Humanos de los nios y las nias, 5) Tolerancia y Derechos Humanos y 6) Maltrato infantil y mediacin familiar.

    Digamos algunas notas ms acerca de estos programas.

    1. Programa de Asuntos de la Mujer, la Niez y la Familia: su objetivo principal es el de realizar estudios en estas reas, desde una perspectiva de gnero, analizando los supuestos de discriminacin, tanto en los grupos de adultos como en los nios; supuestos de violencia intrafamiliar, fenmeno que se ha desarrollado mu-cho en los ltimos tiempos; realizar estudios de carc-ter normativos como base a la presentacin posterior de posibles reformas para una mejora en la legislacin ad hoc.

    La Comisin ha dado una gran importancia a los temas relacionados con la infancia, pues los nios son el futuro y por ello, deben de ser atendidos de

    una forma especca y tener especial cuidado en su educacin y formacin, pues es en esa etapa que se comienzan a interiorizar los valores que sern el eje de su vida.

    En relacin con la infancia, la Comisin determin hacer estudios sobre tres problemticas muy concre-tas: los nios de la calle, los menores infractores y las situacin de las mujeres en prisin en compaa de sus hijos.

    El fenmeno de nios de la calle se ha convertido en un elemento cotidiano de los paisajes urbanos de Mxico, y de otros muchos pases del continente his-panoamericano.

    Este grupo ha sido denido como todo menor que depende o est en condiciones de depender de su propia actividad en las calles para sobrevivir; es ade-ms todo menor que est en ruptura o en grado de ruptura con las instituciones que idealmente cre el Estado26.

    A tenor de los resultados de los estudios realizados, los generadores de aparicin de este grupo social seran sociales, por la pobreza, inadecuado sistema educati-vo, cercana a puntos de encuentro con otros nios en su misma situacin de calle; comunitarios, por el ambiente callejero y barrio indiferente, y nalmente familiares, por la desintegracin, violencia, maltrato y alcoholismo provenientes del grupo familiar27.

    A estos generadores, aadiramos los problemas tpi-cos de la calle como son el trabajo, la drogadiccin, condiciones insalubres de vida, mala nutricin, y problemas de salud derivados de una prctica sexual temprana y sin proteccin.

    Coincidimos en la idea de que a estos nios, para que volviesen a ser nios, sera necesario proporcio-narles unas condiciones de vida digna, estabilidad y

    26 Brcena, Andrea. Nios de la calle: una nueva raza dulce de acero y de cristal, ]iiV>>>iiV` i>v>V>]]"VLi1990, pp. 1-3.

    27 Chong Briffault, Vernica. Nios en situacin de calle o estado de peligro, Comu-nicacin presentada en el Diplomado Victimologa y Derechos Humanos, impartido por la CNDH, Octubre 2002-Febrero 2003, Mxico D.F.

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    educacin para que nunca ms regresaran a la calle como medio de vida.

    En este punto no podemos dejar de mencionar los esfuerzos realizados al respecto en el D.F, poniendo en marcha programas que crean instituciones de ayu-da a estos nios (albergues, internados, casa-hogar), pero que por desgracia, no llegan a cada uno de estos nios, pues el nmero es inmenso.

    Se ha llegado a presentar la propuesta de crear un or-ganismo en el cual intervengan la Secretara de Edu-cacin Pblica y la de Salud, junto con la CNDH, para concienciar a las familias del peligro de que sus hijos caigan en el rol de la calle, as como actuar con los nios directamente y realizar campaas escolares que pongan de relieve todos estos aspectos28.

    Otro de los temas mencionados era el de los menores infractores; segn las Normas de Beijing, son meno-res infractores aquellos nios o jvenes a los cuales se les imputa la comisin de un delito o se consideran culpables del mismo (art. 2.2)

    Estos menores coinciden en gran medida con las ca-ractersticas del grupo anterior, en que son grupos marginales derivados de un ncleo familiar poco in-tegrado o roto por completo, con nivel de estudios bsicos, y pocas posibilidades de futuro por su bajo nivel econmico (Aunque hay que decir que cada vez ms existen menores infractores provenientes de clases altas y con educacin).

    Las medidas de carcter educacional en este grupo tiene grandes posibilidades para obtener efectos posi-tivos en su periodo de readaptacin social (entendida sta como proceso de reciclaje del menor para intro-ducirse de nuevo a la sociedad, dejando atrs para siempre el mundo delictivo del que emergi).

    Y por ltimo, est el caso de las mujeres que viven en prisin con sus hijos. Este tema es, al igual que los dos anteriores, muy delicado y muy crtico, pues se ponen en cuestin los derechos humanos de las mujeres y de los nios, de dos grupos vulnerables a la

    vez, y de los que hay que tener en cuenta a la hora de protegerlos, el lazo de unin que existe entre ellos. La determinacin de la edad del menor para permanecer en la prisin con la madre, es uno de los puntos ms difciles y problemticos, a los cuales se enfrenta el legislador de hoy29.

    Con todo esto, y tal como se armaba anteriormen-te, la actividad que puedan llegar a desarrollar en favor de estos grupos, tanto la CNDH como diferen-tes ONGs preocupadas por los mismos intereses, se ver mermado si no va acompaado de una serie de acciones positivas por parte de instancias guberna-mentales, dando posibilidades reales de poder crear mecanismos aptos para que se puedan tomar acciones directas, pues al n y al cabo, el Estado de Derecho les obliga a ello30.

    2 Programa de Promocin, Estudio y Divulgacin de los Derechos Humanos de los Pueblos Indgenas: este pro-grama promueve el respeto a las lenguas, culturas, usos y costumbres, recursos, formas especcas de or-ganizacin social y prcticas religiosas y espirituales de los pueblos indgenas. Los mecanismos que utiliza es llevar la formacin adecuada hasta los lderes de las etnias, para que stos los hagan llegar al resto de sus miembros y sepan cmo hacer valer sus derechos, que la Constitucin y el ordenamiento mexicano les reconoce y protege.

    3 Capacitacin: Este es el programa especco de la CNDH dirigido a la capacitacin en derechos huma-nos en general, y en especco de los mismos. Cen-tra su atencin en tres sectores: servidores pblicos, sistema educativo nacional, y por ltimo en grupos vulnerables y personal encargado de su atencin.

    28 Ibdem.

    29 Recomendamos en este punto consultar los trabajos publicados sobre el tema de la Mtra. Victoria Adato Green.

    30 En 2002, Mxico se vincul al protocolo facultativo de la Convencin para eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer de 1999, Protocolo Facultativo sobre la Convencin de los Derechos del Nio en re-lacin con la venta de nios, prostitucin infantil y utilizacin de nios en pornografa 2000, todas ellas raticadas el 15 de Marzo del 2002; siendo que quedan por raticar la Convencin Interamericana sobre Trco Internacio-nal de Menores de 1994 (aprobada por el Senado en abril 96), y el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mu-jeres y nios, que complementa la Convencin de Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional 2000 (aprobada por el Senado en Octubre de 2002). A da de hoy, Mxico no forma parte de la Convencin relacionada con la lucha contra la discriminacin en la esfera de la enseanza de 1960.

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    Respecto de los servidores pblicos, se intenta que en su formacin dentro de su cargo especco, conozcan de la temtica de derechos humanos, y adecuen su actuar a ellos. Los sectores que ms cursos de capa-citacin reciben por parte de esta rea son las fuer-zas policacas, por el tema de seguridad ciudadana, las Fuerzas Armadas, por la misma causa, el Instituto Nacional de Migracin, por el gran ujo de emigra-cin existente, y los servidores pblicos relacionados con el rea de salud.

    En la formacin formal, englobamos tanto la educa-cin bsica, primaria y secundaria, como la de carc-ter superior, pues en todas ellas se pretende que los derechos humanos sean punto de mira y de atencin por parte de los ciudadanos.

    Y en los grupos vulnerables, el abanico de posibilida-des se abre a la reas de la mujer, nios, tercera edad, pueblos indgenas, personas con enfermedad de VHI/SIDA, personas que sufren discapacidad y los inter-nos en reclusin.

    En cifras redondas31, diremos que en el 2001-2002, participaron en actividades dirigidas a servidores p-blicos, 18.246 personas; en educacin formal, 12.536 personas, y en grupos vulnerables, cerca de las 11.000. En lo que llevamos de 2003, en enero, en el sector educativo, 198 personas, y en actividades de promo-cin, 191 personas; en febrero, en sector educativo, 207, grupos en situacin vulnerable, 802, servidores pblicos, 415, organizaciones sociales, 218, y activi-dades de promocin, 930.

    4. Programa de Estudios Legislativos y Proyectos: como -nalidad primordial del programa, es el estudio de la normativa referente a derechos humanos, y ver que posibilidades existen de poder hacer propuestas que los lleven a mejorar su proteccin, teniendo siempre como punto de referencia lo dispuesto en los textos internacionales de aplicacin en el pas.

    5. Programa de relaciones con los Organismos Pblicos de Proteccin y Defensa de los Derechos Humanos de la Re-pblica Mexicana: que la CNDH mantenga relaciones continuas con este tipo de organismos es necesario para que las actividades de ambos se complementen y se enriquezcan, aportndose sus experiencias y resul-tados como base y material para futuros proyectos en conjunto.

    6. Programa de Relaciones con Organizaciones Sociales: la labor realizada por las ONGs tambin se presenta como fundamental en la lucha en pro de los derechos humanos, y su aporte en la difusin y en la capacita-cin tambin es innegable. Existen muchas de ellas que slo se dedican a la enseanza y la educacin en los derechos humanos, como Accin pro educacin en Derechos Humanos (Aprenderh32), y colaboran en ma-yor o menor medida con la CNDH.

    7 Programa de Personas con Discapacidad, Tercera edad y VIH/Sida: estos programas tratan de paliar las situa-ciones de marginacin y discriminacin que sufren estos colectivos vulnerables dentro de la sociedad, y estudian cmo pueden mejorar su situacin, me-diante proposicin de nuevas iniciativas, basadas las experiencias vividas por estos grupos vulnerables.

    8 Programa de Migrantes: sus estudios se centran en las condiciones de los mexicanos que emigran a los Esta-dos Unidos (USA) y Guatemala, y la realidad que se vive en la fronteras Norte y Sur.

    A grandes rasgos, estos son los programas desarrollados por la CNDH, que coadyuvan a la difusin, promocin y estudio de los Derechos Humanos.

    En el campo de la investigacin en Derechos Humanos, es importante sealar la iniciativa que ha tenido la CNDH en crear un centro especializado en su rea. Hablamos del Centro Nacional de los Derechos Humanos (CENADEH)33, situado en la capital mexicana. Este Centro Nacional se de-dica exclusivamente a realizar estudios e investigaciones acadmicas en el campo de los derechos humanos (Progra-ma de Investigacin Acadmica), fomentar el intercambio acadmico e interinstitucional (Programa de Intercambio 31 Cifras obtenidas del Informe anual correspondiente al 2001, e Informes men-

    suales correspondientes a Enero y Febrero de 2003. Fuente: www.cndh.org.mx 32 Accin proeducacin en Derechos Humanos, A.C www.aprenderh.org

    33 Centro Nacional de los Derechos Humanos www.cenadeh.org.mx

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    Acadmico) y formar investigadores (Programa de Inicia-cin Temprana a la Investigacin).

    El CENADEH comenz sus actividades en Julio del 2002, habiendo tenido un antecedente de existencia en el 97, pero que no lleg a buen puerto por carecer de infraestructura que le permitiera dar continuidad a sus funciones.

    En este centro dependiente de la CNDH, las actividades aca-dmicas no dejan de cesar ni de verter nuevas perspectivas en la temtica siempre incesante de los derechos humanos. Los cursos, diplomados, maestras y doctorados que este cen-tro, junto con la CNDH, promueven ponen de relieve que la situacin de los derechos humanos, cada vez ms, interesa a los propios ciudadanos, que son los directamente afectados cuando no son protegidos debidamente.

    Este inters creciente es una muy buena seal para seguir trabajando en la educacin por y en los derechos humanos, que debe animarnos en que todos los esfuerzos que se hagan en este campo, revertirn en una mejor y ms positiva visin del hombre y del mundo, en su conjunto.

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