IMPORTANCIA DE LA BIOSEGURIDAD EN LA REDUCCIONDEL RIESGO A IAAP EN GRANJAS Y MERCADOS

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en colaboración con el Banco Mundial y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)

INDICE

INTRODUCCION 1

DEFINICION DE BIOSEGURIDAD 1

IDENTIFICACION DEL RIESGO 2

MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD PARA REDUCCION DEL RIESGO 4

FUNCIONES DEL GOBIERNO Y LA EMPRESA PRIVADA 5

LA BIOSEGURIDAD Y LOS SERVICIOS VETERINARIOS 6

COSTOS Y BENEFICIOS 7

CUATRO DIRECTIVAS A TENER EN CUENTA 8

NOTAS 9

PORTADA: VIET NAM/H. WAGNER

INTRODUCCION

La actual pandemia de IAAP en aves ha demostrado que en muchos países en los cuales el potencial de transmisión de la enfermedad es elevado, la IAAP no puede ser erradicada fácilmente empleando solamente el sacrifi cio sanitario y la vacunación.

A los efectos de tener éxito en el combate de la enfermedad en las áreas donde esta establecida, las autoridades nacionales, y todas las partes interesadas deben ser estimuladas para que den la mayor prioridad a la promoción e implementación de medidas para reducir los riesgos de transmisión de la enfermedad. De todas las medidas disponibles, uno de los componentes principales es la bioseguridad. La clave para lograr un control sostenible, se basa en la implementación de las más altas medidas de bioseguridad en toda la cadena

Protegiendo a la producción avícola mediante la bioseguridad protegeremos también a las personas.

El incremento de los niveles de bioseguridad en el sector avícola es un enfoque a largo plazo que requiere de inversión fi nanciera y un cambio de actitud. Sin embargo, el retorno del capital invertido, será un benefi cio a largo plazo tanto para los productores como para los consumidores en términos de reducción de la

incidencia de la enfermedad no solo en el caso de IAAP, sino también de otras enfermedades aviares, el impacto asociado a la salud pública y la economía. La promoción de la bioseguridad requiere del apoyo internacional y esto es apropiado dado que como resultado del control de IAAP se obtendrá como benefi cio, un bien público internacional.

DEFINICION DE BIOSEGURIDAD

El término “bioseguridad” se ha utilizado ampliamente en el debate sobre el control de IAAP. Se describe así al estado ideal en el que se establecen medidas para prevenir la introducción y la propagación de la enfermedad, o el enfoque o los principios utilizados para lograr esta circunstancia. De acuerdo de donde provenga la defi nición, las medidas incluidas bajo “bioseguridad” podrán ser defi nidas en forma amplia o estrecha y podrán ser aplicadas en cualquier escala tanto desde la decisión política a nivel nacional hasta el manejo de una unidad productiva individual.

En el presente trabajo la bioseguridad se refi ere a las medidas que deben ser implementadas para minimizar los riesgos del ingreso de IAAP dentro de las unidades de producción individual (bioexclusión) y a los riesgos de transmisión hacia afuera (biocontención) y hacia adelante a través de la cadena del mercado. El

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IDENTIFICACION DEL RIESGO

La actual pandemia de IAAP H5N1, no puede atribuirse a un solo tipo de sistema productivo: tanto los establecimientos grandes como los pequeños han sido afectados y participan en la propagación y persistencia de la enfermedad.

Todos los sistemas de producción tienen sus ventajas y desventajas, si bien algunos métodos específi cos de producción y mercadeo, en particular la cría extensiva a campo de patos y los mercados de aves vivas insufi cientemente regulados, parecen tener en ciertas regiones, una importante responsabilidad en el mantenimiento de la enfermedad.

cación de los sistemas (o sectores) de producción que se basa primariamente en las diferencias en cuanto bioseguridad. Se entiende razonable asumir que si dos establecimientos están localizados en un ambiente similar, y

sumo también similar, el establecimiento con mayores niveles de bioseguridad tendrá un riesgo menor a la introducción y propagación del virus. No obstante, esto no implica que las unidades de producción del Sector 1 que ponen en práctica altos niveles de bioseguridad, lleguen a estar completamente libres de riesgo. Si la bioseguridad falla en una unidad industrial grande, el impacto será mucho ma

valor agregado que se obtiene por aplicar principios de bioseguridad (tales como segregación y desinfección) en las unidades productivas, es el control que se logra de otras enfermedades.

El mismo principio puede aplicarse a otras

mo tales como mercados de aves vivas o mataderos. No obstante, el concepto de bioseguridad en mercados donde se mezclan las aves de diferentes lugares, difi ere del aplicado a nivel de las granjas.

Las medidas de bioseguridad son una de las múltiples medidas para prevenir y controlar enfermedades (incluyendo vacunación, vigilancia, sacrifi cio sanitario y compensación), ninguna de las cuales constituye por si misma una “solución mágica”.

Por otra parte, los establecimientos avícolas

guros” La producción avícola logra la bioseguridad

de un modo progresivo (las medidas para mejorar la bioseguridad se construyen en base a las medidas que ya están establecidas) y en orden de importancia decreciente (se consideran primero los mayores riesgos). El control de las enfermedades requiere del empleo inteligente de la combinación de medidas disponibles, que se adapten a las condiciones de producción así como al ambiente socioeconómico preponderante.

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sustento, como serían las denuncias de sospe-cha de enfermedad, en lugar de poder efectuar la rápida venta de las aves. Esta preocupación demuestra la necesidad de la implementación de controles regulatorios eficientes e investiga-ciones epidemiológicas efectivas para identifi-car y evitar estas situaciones.

Unidades comerciales de producciónLas unidades de producción a gran escala pue-den estar físicamente aisladas y pueden cons-tituirse en una barrera de control eficaz de la enfermedad. Sin embargo, sino son manejadas apropiadamente, las grandes unidades de pro-ducción corren un alto riesgo de introducir y transmitir la enfermedad hacia delante.

El movimiento hacia el interior de las em-presas de producción grandes, con diferentes componentes productivos, de gente, aves y materia prima (pollitos de un día, incubadoras, pollas, pollos de engorde, ponedoras) es impor-tante, existiendo por lo tanto, muchas fuentes posibles de introducción de la enfermedad.

Cuando los establecimientos grandes están infectados, presentan un riesgo mayor de pro-pagación viral mediante altos niveles de elimi-nación de virus y del movimiento (de personas, animales, vehículos, equipos, alimento y estiér-col) tanto hacia el interior como al exterior de las unidades productivas.

Muchos de los factores de riesgos presentes en las unidades productivas a gran escala (in-troducción de aves infectadas al establecimien-to, contacto con otras aves domésticas o silves-tres, transmisión mediante fomites, etc.) están presentes también en las unidades de pequeña escala. La ausencia de medidas de bioexclusión es más frecuente en las pequeñas empresas y pueden ser entonces más susceptibles a la in-fección. Los niveles de riesgo en las unidades de pequeña escala pueden incrementarse por las prácticas socio-culturales o la falta de in-formación (por ejemplo, la práctica de tirar las carcasas de las aves muertas a la calle como ali-mento para los perros; la costumbre de traba-jadores y propietarios de granjas avícolas que crían al mismo tiempo aves a nivel familiar; la costumbre de ofrecer aves vivas como regalos a los visitantes y la obligación de éstos de tener que aceptarlas).

Muchos de estos factores de riesgo pueden ser fácilmente reducidos mediante procedi-mientos simples y económicos, pero la falta de conocimiento, frecuentemente lleva a errores técnicos en la aplicación y a comportamientos

yor qué el esperado a niveles de producción comunitario, debido a la diferencia en la carga viral producida y por lo tanto en la potencial propagación de la infección.

Factores de riesgoLas fuentes principales de riesgo a la introduc-ción y transmisión de IAAP son bien conocidas – la introducción de aves infectadas a los cria-deros; el contacto con aves silvestres infecta-das; el movimiento de material contaminado, particularmente el material en contenedores, vehículos y la ropa del personal. Si bien la trans-misión directa por aire del virus puede ocurrir, generalmente es una situación que se produce a muy cortas distancias. Los mercados de aves vivas han jugado un papel principal en la pro-pagación de la enfermedad de una unidad pro-ductiva a otra, debido a la mezcla de aves que se produce desde distintas fuentes.

Una vez que el virus ha sido introducido en un área, uno de los factores responsables de mantenerlo en la población aviar, es la alta den-sidad de las aves . Se reconoce que los patos son responsables de la persistencia del virus, mientras que las aves terrestres (principalmen-te gallinas y pavos) serían responsables de la amplificación de la carga viral. Estos factores difieren entre los diferentes tipos de unidades de producción.

El análisis de riesgo debe basarse en la revi-sión de las prácticas existentes – y estas difieren de sistema a sistema y situación a situación.

Es importante que el análisis de riesgo pon-ga particular atención a las condiciones y el am-biente local y que las medidas de bioseguridad sean confeccionadas en base a estas condicio-nes. Asimismo, esta comprobado que en todas las situaciones, el mayor riesgo de propagación de la enfermedad radica en el movimiento de animales vivos y de material contaminado, por lo que las medidas de bioseguridad para redu-cir los riesgos, dependen principalmente del manejo del movimiento.

Las estrategias deben considerar los niveles de incentivos que sean beneficiosos para gran-jeros y comerciantes de modo tal que se involu-cren en las prácticas de bioseguridad. Mientras que los productores están claramente interesa-dos en mantener la IAAP fuera de sus animales, pueden sin embargo no estar necesariamente interesados en evitar una mayor propagación de la enfermedad, cuando esto requiera esfuer-zos que puedan ser beneficiosos a la sociedad en general, pero perjudiciales para su propio

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poco seguros (por ejemplo, el trabajar en áreas sucias y luego moverse a áreas limpias, en lu-gar de hacer lo contrario; fallas en mantener en cuarentena a las aves nuevas; y por lo general la higiene es insuficiente).

Ejemplos de unidades productivas que re-quieren consideraciones especiales en el ma-nejo del riesgo:

- Incubadoras fuera de los sistemas integrados que reciben huevos de numerosas fuentes y las aves jóvenes que luego son ampliamente distribuidas. Este alto recambio muchas veces efectuado bajo mínimas condiciones de la higiene representa un alto factor de riesgo para la propagación de los virus.

- Las bandadas de patos criados a campo son un caso especial, dado que a diferencia de lo que sucede en las unidades a gran escala, los primeros no pueden ser mantenidos en confinamiento. Es casi imposible mantener los patos separados de las aves silvestres y en algunos países se desplazan a grandes distancias, incrementando el riesgo de transmisión de la IAAP desde y hacia la pob-lación avícola residente.

Sistemas de cría doméstica El riesgo de los sistemas de cría doméstica en el medio rural se reduce cuando contienen baja densidad de aves y las aves compradas y ven-didas se transportan solo a breves distancias y hay poca o ninguna enfermedad en la vecin-dad. Sin embargo, el existe riesgo cuando los transportes conectan los movimientos locales con cadenas a largas distancias.

Transporte y MercadosLos mercados de aves vivas y los sistemas de transporte que llevan aves desde las granjas a los mercados o a los mataderos, presentan en cada caso riesgos específicos de propagación de la enfermedad.

Muchos mercados, tanto grandes como pe-queños, tienen condiciones sanitarias de bajo estándar.

Los mercados que se mantienen abiertos siempre, representan un riesgo mayor que los que tienen días en los que están cerrados ya que en esos días pueden ser desinfectados. En el caso de aves de edades y especies diferentes, provenientes de distintas localidades que se mezclan en el mercado y luego regresan a sus granjas de origen o son vendidas a otras gran-jas, generan una propagación potencial del vi-rus a amplias zonas.

Es frecuente que las personas encargadas del transporte de aves vivas tengan poca o nin-guna información del estado sanitario de las aves que transportan. El transporte que utilizan es a menudo sucio y no se desinfecta antes de ingresar a las granjas, comunidades o mercados – de hecho puede no haber ni instalaciones disponibles para la limpieza ni la instrucción de que esta deba llevarse a cabo – y las aves se transportan en jaulas o cestos que no pueden limpiarse fácilmente.

MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD PARAREDUCCION DEL RIESGO

Mejoras en los locales existentesEl primer paso en la implementación de la bio-seguridad es la identificación de las medidas que puedan ser aplicadas a las unidades indi-viduales y analizar porque no han sido imple-mentadas hasta el presente y que se debe ha-cer para que las mismas, sean implementadas.

En principio existen una serie de medidas bá-sicas de bioseguridad e higiene que todos los sistemas de producción avícola, los mercados de aves vivas y mataderos deberían poner en práctica. No obstante, en los países afectados por la enfermedad, se deberán tomar medidas más rigurosas para reducir el riesgo de propa-gación desde las áreas afectadas hacia las que están libres de la enfermedad.

Unidades comerciales de producciónLas medidas aplicables a las unidades a gran escala son bien conocidas e incluyen el desa-rrollo de un plan de control para afianzar la bioseguridad en el establecimiento, inversión en infraestructura, adopción de prácticas ta-les como el principio de “todos dentro / todos fuera” (all in /all out), manejo del movimiento de las personas, animales, vehículos, etc., y la eliminación cuidadosa de los animales muer-tos, el estiércol y los desperdicios. Tanto la se-gregación como la desinfección son posibles y deberían ser implementadas.

En el caso de los pequeños establecimientos comerciales, las medidas más prácticas a aplicar son la segregación y la mejora de la higiene.

Sistemas de cría doméstica En las aves de corral que no están encerradas, es importante que toda la comunidad este de acuerdo en establecer prácticas uniformes de

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bioseguridad, en lugar de que cada miembro de la comunidad adopte prácticas diferentes.

Por ejemplo, la comunidad debería estar de acuerdo en efectuar el aislamiento de todas las aves nuevas que se introducen a la misma, o en limitar el movimiento de los vendedores dentro de la comunidad.

A este nivel, las prácticas que se establecen para la segregación, son probablemente más sostenibles que aquellas destinadas a la desinfección.

MercadosEn forma ideal, en los mercados debería aplicarse la biocontención y la bioexclusión, si bien en la práctica, la biocontención es mas fácil de implementar asegurándose de no sacar aves vivas fuera del mercado y que el medio de transporte deje el mercado solo después de haber sido correctamente limpiado y desinfectado.

Las autoridades locales y los servicios veterinarios tienen una función crucial en la introducción y el cumplimiento de las nuevas prácticas para reducir el riesgo de la introducción y propagación del virus (por ejemplo, identifi cando a los animales, asegurando la separación por especie, controlando la limpieza y desinfección y asegurando la existencia de instalaciones adecuadas para la matanza).

Traslado de localesEn caso de que fuera imposible introducir sufi cientes medidas de bioseguridad en la actual localización de las unidades industriales, puede ser necesario trasladarlas. Esto sería parte de un proceso de reestructuración y solo debe ser llevado a cabo, luego de un análisis minucioso; en la actualidad se llevan a cabo numerosos estudios para evaluar el impacto económico, social y del medio ambiente en los sectores reestructurados.

FUNCIONES DEL GOBIERNO Y LAEMPRESA PRIVADA

Dado que el control de IAAP tiene un fuerte componente de bien público, las autoridades son responsables de la gestión del riesgo y la planifi cación del riesgo debería estar basada en el análisis del nivel de exposición al riesgo y el nivel de medidas necesarias para alcanzar la bioseguridad. Para que la bioseguridad pueda ser implementada efi cientemente, los gobiernos deben entender los riesgos y tener un alto nivel de compromiso y voluntad política para implementar las medidas que correspondan.

Tanto los gobiernos como las organizaciones internacionales, tienen que cumplir im

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portantes funciones en el establecimiento de estándares, regulaciones, controles y aplicación de normativas. Deben tener la capacidad de integrar a todas las partes interesadas, proveer información precisa y objetiva y fi nanciar los costos de las medidas regulatorias que se tomen durante la emergencia.

Por razones comerciales, el sector privado más fuerte, tomará el liderazgo en proveer guía a los granjeros y el sector minorista requiere de proveedores con altos estándares. Los granjeros concientes, voluntariamente promoverán la bioseguridad en sus animales. Las mejoras en la higiene de los mercados y los puntos de venta minoristas tienden a estar manejados por regulaciones, la presión de los consumidores y las demandas de las cadenas del mercado global.

Tanto las compañías como a nivel individual, probablemente observen benefi cios en las prácticas de bioexclusión en las granjas, y las grandes unidades productivas con buena bioseguridad podrían proporcionar asistencia técnica y apoyar a los pequeños productores que operan en la misma área geográfi ca; en otros lugares los operadores pequeños recibirán apoyo técnico de los servicios gubernamentales, ONGs o agentes de sanidad animal locales. Los operadores en el mercado y los puesteros

observarán benefi cios a largo plazo por las inversiones en la higiene que efectúen en el mercado.

La inversión probablemente sea compartida en gran parte por el sector privado. Esto es justifi cable, dado que la buena bioseguridad puede elevar la productividad y las ganancias. Sin embargo, esta fi nanciación puede ser lograda, si los que invierten perciben los benefi cios. Se considera apropiada la inversión de los gobiernos en bioseguridad, cuando se trata de instalaciones públicas como las plantas de faena, o para regulaciones y comunicación que estimule prácticas seguras (ej. no vender aves enfermas). Cuando sea posible, tanto la persuación como la inversión orientada por el mercado, son durante los períodos en los que no hay emergencias, la clave. Durante las situaciones de emergencia, las medidas regulatorias para ser puestas en práctica y ser cumplidas, tienen altos costos públicos.

Vinculado a la pregunta de quien hace que, es el punto de donde se debe comenzar para hacer cumplir las regulaciones en bioseguridad – en los mercados, en las grandes granjas o en las granjas pequeñas ?. Eventualmente, la elección debe basarse en el riesgo y la evaluación del impacto de las medidas propuestas.

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LA BIOSEGURIDAD Y LOS SERVICIOS VETERINARIOS

A los efectos de incrementar la bioseguridad en el sector avícola y con el propósito de controlar las enfermedades, los servicios veterinarios na-cionales pueden desarrollar criterios generales y planes modelos de bioseguridad. Las guías de implementación deberían apuntar especí-ficamente a las diferentes necesidades de las empresas grandes y pequeñas. Los servicios veterinarios, deberían publicar toda la informa-ción relevante en bioseguridad y las enferme-dades aviares más importantes en sus páginas de Internet o comunicarse por otras formas con las partes interesadas. Un plan de biosegu-ridad valido, debería incluir todos los factores relevantes como la descripción de los caminos potenciales para la entrada y propagación de la enfermedad, las medidas sanitarias que deben tomarse para manejar el riesgo y la documen-tación de todas las actividades relacionadas a la bioseguridad.

La OIE ha introducido los conceptos de com-partimentación y zonificación (regionalización) para el control de las enfermedades y el comer-cio internacional. La compartimentación se define como “uno o mas establecimientos bajo sistemas comunes de gestión de bioseguridad conteniendo animales con distintos estados de salud” mientras que zonificación se aplica a una subpoblación de animales con distinto estado de salud definida esencialmente en función de criterios geográficos.

Los servicios veterinarios deben cumplir fun-ciones importantes haciendo cumplir y certifi-cando la compartimentación. El sector privado tiene una función clave en la implementación de la bioseguridad. Cada plan de bioseguri-dad debería describir la colaboración entre la industria y los servicios veterinarios, así como sus respectivas responsabilidades. Los servicios veterinarios, son responsables por la auditoría y certificación de los planes de bioseguridad, asegurando que las medidas identificadas en el plan, sean implementadas correctamente.

Los servicios veterinarios, tienen también la responsabilidad de poner en práctica los requi-sitos de una correcta identificación de los ani-males y sistemas de rastreabilidad.

Dependiendo de los tipos de producción, la identificación y registro puede ser efectuada en el rebaño, lote o a nivel de las aves individuales o no efectuarse en absoluto.

COSTOS Y BENEFICIOS

Cuando los beneficios de mejorar las medidas de bioseguridad son privados, los beneficiarios directos debieran afrontar los costos. Un ejem-plo, es la mejora de la bioexclusión en las unida-des productivas, que llevará a altos niveles de ganancias debido a la reducción de los niveles de enfermedad. Cuando los beneficios son bie-nes públicos, los costos deberían ser afrontados por las finanzas públicas. Los ejemplos incluyen medidas que previenen la exposición humana reduciendo por lo tanto el riesgo de una pan-demia humana de influenza. Sin embargo, estas dos categorías no son siempre fáciles de sepa-rar y en cualquier caso, las medidas preventivas iniciales requieren a menudo del apoyo técnico y financiero del gobierno.

Cuando las inversiones en bioseguridad pro-vienen del sector privado, los beneficios para los individuos deben ser mayores que el costo total. Un incremento de la bioseguridad a nivel de los establecimientos debe llevar a un incre-mento del estado sanitario de las aves y por lo tanto de la productividad. Presentar el caso de la bioseguridad es sencillo, cuando ésta reduce el riesgo tanto de una endemia como de una enfermedad epidémica. Mientras que las inver-siones a nivel de las instalaciones individuales es critica, deben ser también consideradas en el contexto de los costos nacionales y los benefi-cios de la inversión en bioseguridad (incluyen-do las implicaciones comerciales y la reducción de la pobreza), y el interés y comportamiento de distintos agentes – tales como comerciantes en el mercado, propietarios del mercado y chó-feres de transporte público.

En un sistema bien regulado, todos los gran-jeros efectuaran alguna inversión en bioseguri-dad y todos los propietarios de mercados, ma-taderos transportes invertirán en la higiene. En las grandes compañías que abastecen al mer-cado internacional o grandes puntos de venta minoristas, la inversión en bioseguridad es vista como una parte normal de la práctica comer-cial. Las empresas más pequeñas sin embargo, operan con flujos de dinero reducido y tienden a afrontar altos costos por unidad. Aquellos que se basan en ganancias de corto plazo, pueden optar por salir de la producción avícola en lu-gar de invertir en bioseguridad. En los sistemas de cría doméstica, las medidas de bioseguridad deben aplicarse a nivel comunitario en lugar de hacerlo a nivel individual. Podrían existir incen-tivos económicos para la gente que participe

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en las medidas comunitarias de bioexclusión, ya que esto produciría un beneficio privado, y la presión de la competencia estimularía a que todos cumplan con las normas. En el caso de las granjas individuales sin embargo, habría me-nos incentivos para invertir en biocontención. Cuando los beneficios económicos son claros, la concienciación puede ser muy efectiva para estimular a los granjeros de modo tal que cam-bien sus prácticas.

La implementación de medidas higiénicas puede ser suficientemente beneficiosa para los propietarios de los mercados y los comer-ciantes que ellos estarán deseosos de invertir o compartir la inversión con el gobierno (ej. zo-nas especiales en el mercado para efectuar la faena). En el contexto de la relación costo y be-neficio, es importante que la implementación de las medidas de bioseguridad no llegue a la imposición de prohibiciones no exigibles que conducirían al comercio ilegal, incrementando los riesgos así como la no predicibilidad, que serían difíciles de controlar.

CUATRO DIRECTIVAS A TENER ENCUENTA

Fortalecer el compromisoAlcanzar los niveles de bioseguridad para pro-porcionar una protección apropiada contra enfermedades como la IAAP, depende en gran medida en el compromiso – político, económi-co y social. Todas las partes interesadas deben ser convocadas para que efectúen su contribu-ción a este esfuerzo. Como en todas las medi-das de salud animal, debe existir un balance de incentivos suficientemente atractivos, reforza-dos por fuertes regulaciones que permitan el cumplimiento de las normas. Las mejoras en bioseguridad requieren de esfuerzos sólidos y de largo plazo, pero tienen la ventaja que pueden aplicarse paso a paso y con beneficios duraderos.

Perfeccionar nuestro conocimientoAún se requiere de más trabajo para refinar los detalles del análisis de los riesgos y de la aplica-ción de medidas de bioseguridad en una am-plia variedad de situaciones, tanto en cuanto a la enfermedad como al sector avícola.

La tendencia ha sido ver el tema en blanco y negro, perdiendo la visión de todas las zonas grises en el medio; estas zonas grises están vin-culadas a factores de sensibilidad como hábi-tos culturales y tradiciones, condiciones econó-micas locales, y diferencias entre “momentos de paz” y de emergencia. La comprensión de los niveles de riesgo, debe ser promovido como un componente crítico del diseño de las medidas de bioseguridad y a menudo requiere una gran capacidad de mejorar tanto los análisis epide-miológicos como los análisis de riesgo.

Comunicarse mejor

La comunicación es una herramienta esencial en bioseguridad. Los granjeros, los propieta-rios de mercados y los políticos son compo-nentes esenciales junto a los servicios vete-rinarios para promover un sólido ambiente de soporte de modo tal que todos tengan la motivación para actuar.

Ellos necesitan disponer de información cla-ra y accesible de las medidas de bioseguridad que requieren y de sus beneficios.

Construir buenas prácticasLas buenas prácticas existen para adecuarse a todas las condiciones, pero deben ser amplia y consistentemente adoptadas.

Este trabajo reflexiona sobre el esfuerzo para identificar, evaluar y resaltar proyectos y modelos en el mundo, que demuestran prác-ticas de sistemas desde el nivel comunitario a las cadenas integradas de mercado y poner-las a disposición de granjeros, comerciantes, operadores de mercado, quienes trabajan con ellas y con los responsables de desarrollar las políticas.

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NOTAS

1. La aplicación de medidas para aislar una unidad productiva y limitar la entrada y salida de animales o material que pueda vehiculizar la enfermedad.

2. Sistemas de producción y sus principales características

Sector/sistema 1 Sistemas industriales integrados con alto nivel de bioseguridad y aves/productos comercializados en el mercado (ej. granjas que son parte de una producción integrada de parrilleros, em- presas con procedimientos operativos estándares claros y de- finidos para bioseguridad)

Sector/sistema 2 Sistemas de producción avícola comerciales con bioseguridad moderada o alta y aves/productos comercializados general mente a nivel de mercado (ej. granjas con aves mantenidas con- tinuamente en confinamiento; prevención estricta del contacto con otras aves o fauna silvestre)

Sector/sistema 3 Sistemas de producción aviar comerciales con bajo a mínimo nivel de bioseguridad y aves/productos que ingresan generalmente a los mercados aviares vivos (ej. jaulas de ponedoras en galpones abiertos; granjas con aves que se mantienen algún tiempo fuera de los galpones; granjas que producen pollos y aves acuáticas)

Sector/sistema 4 Producción a nivel comunitario o familiar con mínimos niveles de bioseguridad y aves/productos consumidos localmente.

Fuente: FAO Recommendations on the Prevention, Control and Eradication of Highly Pathogenic Avian Influenza (HPAI) in Asia,

September 2004

3. Medido en términos de número de aves por kilómetro cuadrado.

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