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F M Immanuel Kant (–) 9 . «Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí. Ambas cosas no he de buscarlas y como conjeturarlas, cual si estuvieran envueltas en obscuridades, en lo trascendente fuera de mi horizonte; ante mí las veo y las enlazo inmediatamente con la consciencia de mi existencia. La primera empieza en el lugar que yo ocupo en el mundo exterior sensible y ensancha la conexión en que me encuentro con magnitud incal- culable de mundos sobre mundos y sistemas de sistemas, en los ilimitados tiempos de su periódico movimiento, de su comienzo y de su duración. La segunda empieza en mi invisible yo, en mi personalidad, y me expo- ne en un mundo que tiene verdadera infinidad, pero sólo penetrable por el entendimiento y con el cual me reconozco (y por ende también con todos aquellos mundos visibles) en una conexión universal y necesaria, no sólo contingente como en aquel otro.» (Immanuel K, Crítica de la razón práctica, Conclusión.) .

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FM

Immanuel Kant(–) 9

.

«Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevosy crecientes, cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas lareflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí. Ambas cosasno he de buscarlas y como conjeturarlas, cual si estuvieran envueltas enobscuridades, en lo trascendente fuera de mi horizonte; ante mí las veo ylas enlazo inmediatamente con la consciencia de mi existencia.

La primera empieza en el lugar que yo ocupo en el mundo exteriorsensible y ensancha la conexión en queme encuentro conmagnitud incal-culable de mundos sobre mundos y sistemas de sistemas, en los ilimitadostiempos de su periódico movimiento, de su comienzo y de su duración.

La segunda empieza enmi invisible yo, enmi personalidad, yme expo-ne en unmundo que tiene verdadera infinidad, pero sólo penetrable por elentendimiento y con el cual me reconozco (y por ende también con todosaquellos mundos visibles) en una conexión universal y necesaria, no sólocontingente como en aquel otro.» (Immanuel K, Crítica de la razónpráctica, Conclusión.)

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Historia de la Filosofía – . Kant Índice

Índice

. Marco histórico y sociocultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La Ilustración en Alemania . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

.. Los períodos de la Ilustración en Alemania . . . . . . . . . . . . . Marco filosófico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vida y obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Plan general de la filosofía kantiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El saber.Crítica de la razón pura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

.. El problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Las condiciones de posibilidad de la ciencia . . . . . . . . . . . . .. Crítica de las facultades de conocimiento . . . . . . . . . . . . .

... Crítica de la sensibilidad (Sinnlichkeit) . . . . . . . . . ... Crítica del entendimiento (Verstand) . . . . . . . . . . ... Crítica de la razón (Vernun) . . . . . . . . . . . . . . ... Conclusión: la imposibilidadde lametafísica comocien-

cia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El hacer: Ética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

.. Los postulados de la razón práctica . . . . . . . . . . . . . . . . . El esperar: La paz perpetua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Textos:Crítica de la razón pura, prólogo a la ª edición . . . . . . . . .

Historia de la Filosofía – . Kant . La Ilustración en Alemania

. Marco histórico y sociocultural

Kant es, sin duda, el filósofomás importante del siglo . Admirador de la inde-pendencia de los Estados Unidos () y de la Revolución Francesa (), profesólos ideales ilustrados de progreso, tolerancia y cosmopolitismo, definiendo la Ilustra-ción como aquella actitudmental por la que el hombre adquiere autonomía y se decidea «salir de su minoría de edad utilizando su razón sin ayuda de otro».

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la Ilustración alemana (Aulärung)fue peculiar, pues Alemania estaba dividida en multitud de pequeños estados con unaestructura social casi feudal: la nobleza acaparaba el poder, la burguesía no ocupabapuestos de relieve el campesinado permanecía en un régimen próximo a la servidum-bre.

Entre esto estados, destacaba el reino de Prusia, el cual, tras una serie de reformaseconómicas y militares emprendidas por Federico el Grande, se situó entre las pri-meras potencias europeas. Federico , el «rey filósofo», muy admirado por Kant, fueuno de los más importantes representantes del despotismo ilustrado: protegió a inte-lectuales como Voltaire y fomentó la cultura desde el poder.

Desde el punto de vista religioso, en el ámbito germano hay que destacar la in-fluencia del pietismo, secta protestante fundada por Spener, que basaba la religión enla reflexión personal y la práctica de la virtud.

El carácter conservador de la sociedad alemana hizo que los ilustrados de este paísapenas se ocupasen de cuestiones sociales o políticas. Los llamados «filósofos popu-lares», como Mendelssohn o Lessing, analizaron problemas educativos o estéticos,mientras que otros, como el propio Kant, fueron profesores universitarios.

Por último, hay que citar el movimiento prerromántico Sturm und Drang («Tor-menta e ímpetu»), representado en filosofía porHerder y en literatura por los jóvenesSchiller yGoethe, que reivindicaba el poder de la pasión frente a la frialdad de la razónabstracta.

. La Ilustración en Alemania

La figura deKant no puede entenderse fuera del peculiar contexto de la Ilustración(Aulärung) alemana, caracterizada por una serie de rasgos específicos que la diferen-cian del resto de la Ilustración europea. En Alemania, en efecto, la Ilustración fue unfenómeno ligado a una clase burguesa relativamente débil, lo que hizo que los pen-sadores alemanes —la mayoría de ellos universitarios, como el propio Kant— no seplanteasen apenas la crítica social o política, practicando un pensamiento, en compa-ración con el resto de Europa, relativamente sereno ymoderado. A esto hay que sumarel enorme peso ejercido por la religión protestante sobre el pensamiento alemán del, especialmente por el pietismo.¹

Por estas razones, la filosofía alemana del fue en general mucho más especu-lativa y abstracta que la practicada en el resto de Europa, ocupándose, casi en exclusiva,de cuestiones teóricas—en particular, de la crítica a la metafísica.Mientras los ilustra-

¹ El pietismo fue un movimiento de renovación espiritual fundado por P. J. S (–), quepropugnaba una «religión del corazón», en la que predominase el sentimiento sobre el razonamientoy el dogma teológico, y en la que se exaltaban la experiencia religiosa interior y la vida virtuosa frente alculto externo.

Historia de la Filosofía – . Kant . La Ilustración en Alemania

dos franceses o ingleses hablaban de las «luces de la razón», comprometiéndose conlos problemas políticos y sociales delmomento, el pensamiento alemán, bloqueadas lasposibilidades de una acción política exterior, se planteó más bien analizar críticamen-te la razón, lo que le permitió alcanzar un excepcional nivel de profundidad y rigor.Cabe afirmar pues, que, aunque efectivamente Francia o Inglaterra pusieran en mar-cha la Ilustración, ésta sólo alcanzó plena conciencia de sí misma y de sus aspiracionesen Alemania, con Kant.

.. Los períodos de la Ilustración en Alemania

º) El primer período corresponde al racionalismo dogmático de W (–). Catedrático de Halle, y amigo y discípulo de L (–), concebíala filosofía comouna ciencia deductiva, semejante a lasmatemáticas, en la que, partien-do del principio lógico de contradicción y utilizando un método racional, es factibledemostrar todas las verdades posibles, mediante un conocimiento puramente a priori,sin necesidad de acudir jamás a la experiencia. El racionalismo extremo de Wolff, ex-puesto en su Philosophia rationalis sive Logica (), se extendió por toda Alemania,al ocupar sus discípulos —entre los que destaca el fundador de la Estética filosófica,B (–)— la mayor parte de las cátedras universitarias.

Adolph M, Voltaire en la corte de Federico II de Prusia., Nationalgalerie, Berlín. La pintura muestra una de las estancias

principales del palacio de Sanssouci en Potsdam.

Historia de la Filosofía – . Kant . Marco filosófico

º) Un segundo período, propiamente ilustrado, corresponde al reinado en Prusia deFederico el Grande, el rey filósofo. Típico representante del despotismo ilustrado,Federico reorganizó la Academia Prusiana de las Ciencias, fundada en por Leib-niz. Además, acogió en su corte de Sanssouci (Potsdam) a algunos de los pensadoresmás importantes de su tiempo, como La Mettrie o Voltaire, ofreciéndoles refugio se-guro frente a las persecuciones y facilitando la difusión de las nuevas ideas procedentesde Francia o Inglaterra.

En esta etapa cabe destacar las figuras deW(–), fundadorde la historia del arte; L (–), defensor del panteísmo de Spinoza;y M (–), partidario del deísmo o religión natural frente a lareligión revelada.

Por último, hay que señalar que, a partir de , se agudiza en Alemania la polé-mica entre racionalistas y empiristas al publicarse los Nuevos ensayos sobre el entendi-miento humano, redactados por Leibniz como respuesta a las ideas de Locke.º) Finalmente, un tercer período, claramente dominado por la figura de Kant, en elque se detecta ya la aparición de un importante movimiento irracionalista opuesto ala Ilustración: el Sturm und Drang (Tormenta e ímpetu), surgido por influencia delprerromanticismo inglés y el sentimentalismo de Rousseau. Representado en literatu-ra por G (Werther, ) y S (Los bandidos, ), y en filosofía porautores como H (–) y J (–) —todos ellos duros crí-ticos de Kant—, esta corriente prepara el camino para la futura eclosión del idealismoromántico alemán del .

. Marco filosófico

Se ha de encuadrar la filosofía de Kant en el marco filosófico de la Ilustración. Estemovimiento cultural, que tuvo lugar en la épocade las revoluciones liberales burguesas,impregnó todas las producciones culturales de la época.

El propio Kant supo captar su espíritu y lo reflejó en el breve e interesante artículo¿Qué es ilustración? En él se dice:

«La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. Laincapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía deotro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteli-gencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela deotro. ¡Sapere aude! Ten el valor de servirte de tu propia razón: he aquí el lema dela Ilustración.»

En este espíritu, Kant fundó una filosofía en la cual la razón es el fundamento últi-mo del que emanan tanto los principios epistemológicos que nos permitirán alcanzarun conocimiento seguro de la naturaleza como los principios éticos universales quehan de regir la acción moral del ser humano y la organización política de la sociedadhumana.

Las principales influencias que recibió la filosofía de Kant fueron:

§. El racionalismo. En su primera época Kant fue un filósofo racionalista. Estu-dió el racionalismo de Leibniz a través de la obra deWolff. El racionalismo dogmáticodeWolffmantenía la posibilidad de lametafísica como ciencia, esto es, un saber a prio-ri, independiente de la experiencia, acerca del alma, el mundo y Dios.

Historia de la Filosofía – . Kant . Marco filosófico

De Leibniz aceptó la corrección que éste hizo del principio del empirismo formu-lado por Locke. El principio empirista rezaba así: «Nada hay en el entendimiento queno haya sido recibido por los sentidos». Leibniz había añadido: «Excepto el propioentendimiento». Para Kant, efectivamente, en el proceso del conocimiento hemos detener en cuenta la actividad propia del entendimiento. Kant también mantuvo algu-nos de los postulados básicos de la ética racionalista, siendo partidario de una éticauniversal derivada de la razón humana.

§. El empirismo. La lectura de Hume despertó a Kant de su «sueño dogmá-tico», es decir, del sueño racionalista de pretender conocer realidades más allá de laexperiencia y fundar incluso una ciencia —la metafísica— sobre estas realidades. Si-guiendo a Hume, considerará que el conocimiento científico ha de tener el límite enla experiencia y que, por ello, la metafísica no es posible como ciencia. Pero Kant re-chazó la crítica de Hume al principio de causalidad y admitió la posibilidad de unconocimiento necesario sobre la naturaleza, expresado en la posibilidad para las mate-máticas y la física de formular juicios sintéticos a priori. La prueba de ello era Newton.Tampoco admitió el emotivismo moral de Hume. Para Kant, los imperativos moralesderivan de la razón y tienen un carácter universal.

§. La física de Newton. La obra de Newton (-) era la prueba palpa-ble de la posibilidad de establecer leyes de cumplimiento universal que explicasen losfenómenos de la naturaleza. Kant conoció y admiró los logros de la física de Newtonllegando al convencimiento de que en el mundo físico rige la más estricta necesidad yque nuestra razón está capacitada para descubrirla. La física se le presentó aKant comoel modelo de ciencia. En ella se conjugan tanto la actividad racional como la actividadempírica y experimental, imprescindibles ambas para alcanzar la verdad.

§.La Ilustración.Las ideas ilustradas también tuvieron reflejo en la obradeKant,principalmente en cuestiones morales, políticas, históricas y religiosas. La concepcióndel hombre de Rousseau inspiró en parte la concepción kantiana sobre el ser humano.Kant señala la «insociable sociabilidad» del ser humano, expresión paradójica, con laque quiere mostrar la tensión inherente del ser social del hombre.

«Entiendo en este caso por antagonismo la insociable sociabilidad de loshombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin embargo, va unidaa una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. […] Elhombre tiene una inclinación a entrar en sociedad, porque en tal estado se sientemás comohombre, es decir, que siente el desarrollo de sus disposiciones naturales.Pero también tiene una gran tendencia a aislarse; porque tropieza en sí mismocon la cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según le placer yespera, naturalmente, encontrar resistencia por todas partes, por lo mismo quesabe hallarse propenso a prestársela a los demás.»²

El progresismo ilustrado—apoyado en los espectaculares avances de la ciencia y dela técnica— lleva aKant a pensar que«la historia se encuentra enunprogreso constan-te hacia lomejor» y que tal progreso resulta inevitable. Asimismo, los planteamientosracionalistas en cuestiones religiosas, como el deísmo defendido por Voltaire y otros,también tienen reflejo en su obra: Kant compartió la opinión de racionalizar la creen-cia religiosa reduciendo los dogmas de la religión a unos pocos postulados racionales.

² K, I., Idea de una historia universal en sentido cosmopolita.

Historia de la Filosofía – . Kant . Vida y obra

Jacques-Louis D, El Juramento del Juego de la pelota. ,Museo Carnavalet, París. La pintura representa el compromiso de losdiputados del Tercer Estado a no disolverse hasta dotar a Francia de

una Constitución ( de junio de ).

§.El pietismo.Kant fue educado en el pietismo. Esta secta protestante predicabaunamoral basada en las buenas obras y no en la piedad externa y superficial: rechazabalos ritos, las ceremonias y los intermediarios entre el hombre yDios. Esta relacióndebíaser, más bien, directa, personal y subjetiva. Todas estas ideas aparecen racionalizadasen la ética kantiana, así como su defensa de una religión natural.

. Vida y obra

Kant «no tuvo ni vida ni historia», escribió Heine en . Reflejaba así la ima-gen prototípica del filósofo prusiano que ha arraigado en la mentalidad popular: unaexistencia dedicada íntegramente a la tarea del pensamiento, carente de acontecimien-tos vitales de especial importancia. Ahora bien, a pesar de no participar activamente enella, Kant se apasionó por la historia de su tiempo. Se entusiasmó con la independen-cia de los Estados Unidos y con la Revolución francesa, y, de igual manera, la políticatolerante y moderadamente liberal de Federico suscitó su aprobación. Muestra deesta pasión interior la da la amplitud de sus conocimientos, que, más allá de los estric-tamente filosóficos, fue, según cuentan, asombrosa.

Immanuel Kant nació enKönigsberg, capital de PrusiaOriental (actualmente Ka-liningrado, entre Polonia y Lituania), en . La precaria salud hizo que no se alejase—salvo unos pocos años en que actúa de preceptor privado— apenas de su ciudad na-tal y su monótona existencia giró prácticamente en torno a la docencia, a la redacciónde sus obras y a sus regulares paseos. Su padre era guarnicionero y sumadre, unamujerde profunda religiosidad, ejerció una gran influencia sobre el joven Kant, a pesar deque murió cuando éste contaba tan sólo con trece años. Se educó en el Collegium Fri-dericianum, dirigido entonces por la figura más importante del pietismo, A. Schultz,e ingresa más tarde en la Universidad de su ciudad natal, donde estudiará entre losaños y . En estos años de formación, Kant centrará su atención, sobre todo,

Historia de la Filosofía – . Kant . Vida y obra

en las matemáticas y la física. Asimilará las teorías de Leibniz y Newton, por el queKant siempre sentirá una profunda admiración. Precisamente, en , redacta Kantsu primera obra,Reflexiones sobre el verdadero valor de las fuerzas vivas, en la que tratade mediar entre las concepciones del espacio y del tiempo propuestas por Newton yLeibniz.

Tras ejercer algunos años como preceptor privado en varias familias nobles, obli-gado por las estrecheces económicas de su familia tras la muerte de su padre, lograen la habilitación comoPrivatdozent en laUniversidad de Königsberg, en la queimparte todo tipodematerias: lógica,matemáticas, física,metafísica, antropología, pe-dagogía, e incluso geografía. Profesor a la vez escrupuloso y ameno, es adorado por susalumnos, entre los cuales se encuentraHerder. Durante este período, aún comparte lastesis racionalistas de Leibniz yWolff y cree que la metafísica es una ciencia—como lasmatemáticas y la física—, la cual puede mediante un uso riguroso de la razón conocerobjetos trascendentes, como el mundo en su totalidad, el alma o Dios.

Sin embargo, hacia , la lectura deRousseau y, sobre todo, la deHume, hará queKant se despierte de lo que él mismo denominará más tarde su «sueño dogmático»racionalista. Publica entonces el opúsculo Sueños de un visionario, en el que comparala metafísica racionalista con los delirios del teósofo sueco E. Swendenborg (–), y por vez primera comienza a poner en duda la posibilidad de que la metafísicasea realmente una ciencia. A pesar de ello, en su Disertación acerca de la forma y losprincipios delmundo sensible e inteligible—publicada en conocasiónde su accesoa la Cátedra de Lógica y Metafísica de la Universidad de Königsberg—, Kant todavíamantiene la posibilidad de un conocimiento puramente racional, capaz de conocer apriori las cosas en sí mismas, sin necesidad de recurrir en absoluto a la sensibilidad.

Durante los diez años siguientes, Kant no publica ningún escrito y se dedica exclu-sivamente a meditar sobre dos problemas, uno teórico y otro práctico: el problema delametafísica y el problema de la fundamentación de lamoral. Con respecto al primero,Kant era consciente de que había que superar el escepticismo de Hume. La crítica aldogmatismo racionalista era, en general, correcta —no se pueden conocer objetos noempíricos (alma, mundo y Dios) mediante el simple análisis de conceptos—, pero, taly como planteabaHume la cuestión, no solo quedaba destruida lametafísica sino tam-bién el carácter universal y necesario de las leyes de la física. Admirador de Newton,esto era algo que Kant no estaba dispuesto a admitir. Por otra parte, Kant tampocoaceptaba la ética del sentimiento que ofrecía Hume, ya que no era capaz de formularnormas morales universalmente válidas.

Estas reflexiones condujeron a Kant a pensar que tanto la teoría del conocimientocomo la ética deben comenzar por una crítica de la razón, que se encargue de exami-nar y establecer los límites del uso teórico (científico) y del uso práctico (moral) de lamisma. A esta tarea dedicó su reflexión el filósofo prusiano hasta , fecha en la quepublicó su gran obra, la Crítica de la razón pura. A partir de este momento, comienzaen la trayectoria intelectual de Kant el período crítico. Sin embargo, la primeraCríti-ca fue un libro que pocos entendieron en el momento en que apareció. Por ello, Kantintentó aclarar su doctrina, haciéndola más accesible al público en general, en los Pro-legómenos a toda metafísica futura (). Pero todo fue en vano. Sólo los esfuerzosde los primeros divulgadores kantianos, con Reinhold a la cabeza, consiguieron quese le empezara a tomar en serio en las universidades. Los años siguientes fueron los demayor intensidad creadora: en aparece una segunda edición de la Crítica de larazón pura, en publica la Crítica de la razón práctica, y, dos años más tarde, la

Historia de la Filosofía – . Kant . Plan general de la filosofía kantiana

Crítica del juicio.Además, en esta década de - aparecen trabajos tan relevan-tes como Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolita () o¿Qué significa orientarse en el pensamiento? ().

La década siguiente, -, sigue siendo de gran actividad, pero se observa yauna notable disminución al aproximarse el fin de siglo. De todas formas, La religióndentro de los límites de la mera razón (), La paz perpetua () y El conflicto delas facultades () pertenecen al catálogo destacado de las obras de Kant. Muere enKönigsberg en .

. Plan general de la filosofía kantiana

Como hemos visto, hasta Kant se había preocupado por cuestiones científi-cas relacionadas con la física y las matemáticas, interesándose cada vez más por New-ton. Pero poco a poco se va centrando en el problema de la metafísica, que en aquelmomento se encontraba en Alemania en una grave crisis. «Los últimos metafísicos serefugian tras una metafísica de escuela, a cuyo amparo todavía se atreven a delirar»;la cuestión es «si alguna vez, y con general asentimiento, la metafísica podrá llegar aexponer algo que sea, por fin, ciencia».³ Solucionar el problema de la metafísica leocupa a Kant diez largos años: en aparece laCrítica de la razón pura, y comienzael llamado período crítico. Kant ha tardado mucho en alcanzar su madurez filosófica:tiene años.

La problemática filosófica de esta época de la vida de Kant puede esquematizarsedel siguiente modo:

«El campo de la filosofía […] puede reducirse a las siguientes preguntas: )¿Qué puedo saber?; ) ¿Qué debo hacer?; ) ¿Qué me está permitido esperar?Estas tres preguntas se pueden resumir en una cuarta: ¿Qué es el hombre?»⁴

Cada una de estas preguntas las desarrolla Kant en las obras que irá publicandoprogresivamente. Así:

) «¿Qué puedo saber?»: Es la pregunta por los límites del conocimiento hu-mano, es decir, por el uso teórico de la razón. [Crítica de la razón pura (,ª ed. ) y Prolegómenos a toda metafísica futura ()]

) «¿Quédebohacer?»:Aquí se ocupaKant del uso prácticode la razón, esto es,por la cuestión de la fundamentación de las leyes morales. [Fundamentaciónde lametafísica de las costumbres () yCritica de la razón práctica ()]

) «¿Quéme está permitido esperar?»: El interrogante por el sentido de la his-toria y por la existencia de algún tipo de recompensa tras la vida presente.[Crítica del juicio (), Idea de una historia universal desde el punto de vistacosmopolita (), La religión dentro de los límites de la mera razón (),Sobre la paz perpetua ()]

La forma de realizar las preguntas («¿Qué puedo?...») implica que Kant se pre-gunta al mismo tiempo por los límites y por las posibilidades del hombre. El métodoque Kant empleará para enfrentarse con estas preguntas es nuevo, y se aleja tanto deldogmático como del escéptico: es el método trascendental o crítico. Las preguntas

³ Prolegómenos a cualquier metafísica que quiera presentarse como ciencia,pág. .⁴ Lógica, Introducción, pág. .

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

por el saber, hacer y esperar nos permiten agrupar los temas principales del períodocrítico de Kant.

. El saber.Crítica de la razón pura

.. El problema

El título de la obraProlegómenos a cualquiermetafísica que quiera presentarse comociencia da a entender claramente el problema que plantea Kant: ¿puede la metafísicaconvertirse en ciencia?

Kant parte de un hecho (Faktum): las matemáticas y la física son ya ciencias desdeTales y Euclides, y desde Galileo y Newton, respectivamente. En cambio, la metafísi-ca no parece haberlo conseguido. Por tanto, sobre las matemáticas y la física no cabepreguntarse si son posibles como ciencias porque ya están constituidas como tales. Loúnico que hay que preguntarse es cómo son posibles, esto es, en qué se basa su posi-bilidad real de ser ciencias. En cambio, acerca de la metafísica hay que comenzar pre-guntándose si es posible como ciencia, para luego —en caso de que la respuesta fueseafirmativa— pasar a preguntarse cómo es posible.

Ahora bien, ¿qué entiende Kant por metafísica? En los Prolegómenos nos lo diceclaramente: «Un conocimiento cuyos principios jamás deben ser tomados de la ex-periencia, pues deben ser conocimientos no físicos, sino metafísicos; esto es, más alláde la experiencia. Es pues un conocimiento a priori, o de la razón pura».⁵ Es decir,la metafísica versa sobre objetos no empíricos (Dios, el alma, el mundo como totali-dad), es decir, que no utiliza dato empírico ninguno. En esta época había dos formasprincipales de entender la metafísica que Kant criticó:

() Dogmatismo: Wolff y su escuela, según Kant, caen en el dogmatismo porquetoda su construcción sistemática es, simplemente, un puro análisis de con-ceptos vacío y que no alcanza realidad ninguna.

() Empirismo: En realidad fue la lectura de Hume lo que obligó a Kant a aban-donar definitivamente su primer dogmatismo.Kant acusa aHumedehabersequedado corto en su examen crítico de la metafísica. Además, Hume equivo-ca su camino al considerar que la conexión causa-efecto es un simple hábitopsicológico, lo cual convierte a las leyes físicas en leyes probables, es decir, enno necesarias. Esto es lo que Kant no puede aceptar:

«El primer paso en las cuestiones de la razón pura y el que seña-la su edad infantil es dogmático. El segundo […] es escéptico, y pone demanifiesto la prudencia de un juicio escarmentado por la experiencia.Pero hace falta todavía un tercer paso, que es propio del juicio maduroy viril, del que se basa en máximas firmes y de probada universalidad,consistente en someter a examenno los hechosde la razón, sino la razónmisma, atendiendo a su capacidad y aptitud para los conocimientos apriori. Ya no se trata de una censura, sino de una crítica de la razón,crítica en virtud de la cual se prueba, no simplemente que la razón tie-ne límites, sino cuáles son esos límites, no simplemente ignorancia deéste o del otro punto, sino la ignorancia respecto de todas las cuestio-nes de cierta clase, todo lo cual es demostrado a partir de principios,

⁵ Prolegómenos, pág. .

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

no de conjeturas. El escepticismo es, pues, un punto de descanso parala razón, donde puede reflexionar sobre su marcha dogmática y trazarun esquema del lugar en que se halla, con vistas a elegir su futuro ca-mino conmayor seguridad, pero no un sitio de residencia permanente.Semejante lugar sólo se encuentra en una certeza completa, sea del co-nocimiento de los objetos mismos, sea de los límites en los que se hallaencerrado todo nuestro conocimiento de objetos.»⁶

El camino que emprende Kant, por tanto, es un camino nuevo y buscar una víaintermedia: el método crítico. Empleando los términos jurídicos que eran tan delgusto deKant, podemos definir esta crítica como un«llevar a juicio» a la razón, de talmanera que se puedamediante la crítica de la razón (pura) por la razónmisma, decidiracerca de la posibilidad o imposibilidad de la metafísica, sus fuentes, su extensión ylímites. La crítica es la «ciencia de los límites».

.. Las condiciones de posibilidad de la ciencia

El problema de si la metafísica es posible como ciencia es abordado por Kant dela siguiente manera: la metafísica debería estar compuesta por proposiciones cientí-ficas semejantes a las de las matemáticas y la física. Así, Kant señala que un juicio esconsiderado como científico cuando se satisfacen dos condiciones: ) que aumentenuestros conocimientos, y ) que posea validez necesaria y universal, esto es, que nopueda ser de otra manera, y que valga siempre y en cada caso.

De entrada, Kant se enfrenta con un problema que ya había puesto de relieve elempirismo: de la experiencia no se puede extraer ningún juicio con carácter universaly necesario. En efecto, de acuerdo con Leibniz y el empirismo, la experiencia sólo pro-porciona «verdades de hecho», contingentes y particulares, las cuales todo lo mas,pueden dar lugar a generalizaciones (probables), pero nunca a verdades necesarias yuniversales. La universalidad de un juicio, por consiguiente, sólo puede establecerse almargen de la experiencia, esto es, a priori.Así, los juicios científicos deben ser juiciossintéticos a priori.

• Un juicio analítico (A es B) es un juicio tal que el predicado B se encuen-tra ya incluido en el sujeto A. Es un juicio «explicativo», porque no hacesino explicar lo que ya estaba implicado en el concepto del sujeto. Su valor esabsoluto: no es posible negar B de A sin contradecirse, puesto que B formaparte de A. Ejemplo: «Todos los cuerpos son extensos». Es evidente que losjuicios analíticos no aumentan nuestro conocimiento, pero son valiosos en laciencia: permiten el análisis de los conceptos.

• Un juicio sintético es un juicio tal que le predicado B no se encuentra in-cluido en el concepto del sujeto A. Aumenta nuestros conocimientos, justa-mente porque permite establecer conexiones hasta entonces desconocidas, ono bien fundadas. Por eso es un juicio «extensivo». La ciencia ha de estarcompuesta de juicios sintéticos. Ejemplo:«Los cuerpos son pesados».

→ El valor de los juicios analíticos no plantea ningún problema. En cambio, losjuicios sintéticos son más problemáticos: ¿en qué se fundamenta la conexiónentre sujeto y predicado? Teóricamente, puede ser de dos maneras: ) a pos-teriori, es decir, fundándose en la experiencia («Todos los cuerpos son pe-

⁶ Crítica de la razón pura, A /B .

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

sados»), y ) a priori, es decir, independientemente de la experiencia y, portanto, necesario y universal.

La novedad que plantea el pensamiento kantiano es la de considerar que los juicioscientíficos son juicios sintéticos a priori. Por lo que el problema que la Crítica de larazón pura se plantea es el de cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en lasmatemáticas y en la física y si son posibles en la metafísica.

.. Crítica de las facultades de conocimiento

Si tenemos la posibilidad de construir a priori juicios sintéticos es porque no todoen nuestro conocimiento procede de la experiencia. Algo tiene que haber en nues-tro conocimiento que sea independiente de ella. La tarea de laCrítica de la razón puraconsiste, justamente, en: ) descubrir esos elementos no empíricos, y ) justificar suuso. Esta es la «tercera vía» que postula Kant entre dogmatismo y escepticismo, y seconstituye a partir de cierta síntesis entre racionalismo (la razón opera al margen dela experiencia y a partir de ideas innatas) y empirismo (todo conocimiento procedede la experiencia).

«No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con laexperiencia. Pues ¿cómopodría ser despertada a actuar la facultadde conocer sinomediante objetos que afectan a nuestros sentidos y que ora producen por sí mis-mos representaciones, ora ponen enmovimiento la capacidad del entendimientopara comparar estas representaciones, para enlazarlas o separarlas y para elaborarde este modo la materia bruta de las impresiones sensibles con vistas a un cono-cimiento de los objetos denominado experiencia? Por consiguiente, en el ordentemporal, ningún conocimiento precede a la experiencia, y todo conocimientocomienza por ella.

Pero aunque todonuestro conocimiento empiece por la experiencia, nopor eso procede todo él de la experiencia. En efecto, podría ocurrir que nues-tro conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimosmediantelas impresiones, y de lo que nuestra facultad de conocer produce (simplementemotivada por las impresiones) a partir de sí misma. […]

Pensar un objeto y conocer un objeto no son exactamente lamisma cosa. Enefecto, el conocimiento supone dos elementos. Primero, el concepto por el cuales pensado un objeto en general (la categoría); segundo, la intuición por mediode la cual dicho objeto es dado.»⁷

Así pues, el entendimiento no comienza nunca a pensar por sí mismo: algo le debeser dado desde el exterior para que comience su actividad. Primero somos receptivos:recibimos impresiones o sensaciones. Gracias a ellas tenemos una relación inmediata(intuición) con un objeto a través de los sentidos (intuición empírica). Pero las sen-saciones no constituyen la totalidad del objeto de nuestra experiencia (contra el em-pirismo): hay algo más que es puesto por el sujeto cognoscente, que permite unificar,ordenar, elaborar la materia bruta de las sensaciones. Ese «algo más» que se añadeya no es un elemento empírico; por tanto, es un elemento a priori. Y es un elementoestructurante de lo dado a través de los sentidos. Por eso, la relación entre «lo dado»(por los sentidos) y«lo puesto» por el acto de conocer es una relación queKant llamade materia y forma.

⁷ Crítica de la razón pura, Introducción, B–.

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

De esta manera, la explicación del conocimiento en Kant tiene algo de empirismo(la materia del conocimiento es «dada» empíricamente), y algo de racionalismo (laforma es«puesta»por el sujeto; por tanto, es algo no empírico, sino a priori). Así, sólopodemos conocer gracias a las formas a priori que ordenan el material caótico de lasimpresiones sensibles. Pero Kant no se sitúa, al hacer este análisis, en el punto de vistapsicológico; no analiza —como hacía el empirismo— el funcionamiento de nuestramente al conocer. Kant se sitúa en el punto de vista que él llama trascendental: analizael conocimiento mismo para descubrir las condiciones a priori que lo hacen posible.Las formas a priori no son anteriores a la experiencia (como las ideas innatas de losracionalistas), sino que son formas independientes de toda experiencia. Justamentelo que posibilita que haya algo así como experiencia.

... Crítica de la sensibilidad (Sinnlichkeit)

Existen dos modos de sensibilidad: el sentido externo, por el cual nos representa-mos en el espacio objetos exteriores a nosotros, y el sentido interno, por el cual in-tuimos en el tiempo nuestros estados psíquicos. Según Kant, el espacio y el tiempono son propiedades de las cosas y, por tanto, no nos son dados mediante la sensi-bilidad. Son, al contrario, las condiciones subjetivas a priori que hacen posible laexperiencia: son algo «puesto» por la sensibilidad en el acto de conocer.

Aparece, pues, una distinción fundamental entre fenómeno y noúmenoo cosa ensí. Son los fenómenos los que conocemos, no las cosas en sí mismas.

Crítica de la razón pura, ª edición, .

... Crítica del entendimiento (Verstand)

«La capacidad de pensar el objeto de la intuición es, en cambio, el enten-dimiento. Ninguna de estas propiedades es preferible a la otra: sin sensibilidadningún objeto nos sería dado y, sin entendimiento, ninguno sería pensado. Los

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

pensamientos sin contenido son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas. Porello es tan necesario hacer sensibles los conceptos (es decir, añadirles el objeto enla intuición) como hacer inteligibles las intuiciones (es decir, someterlas a con-ceptos). Las dos facultades o capacidades no pueden intercambiar sus funciones.Ni el entendimiento puede intuir nada, ni los sentidos pueden pensar nada. Elconocimiento únicamente puede surgir de la unión de ambos.»⁸

El entendimiento es, pues, la facultad depensar el objeto dado en la intuición em-pírica, es decir, el fenómeno. La «crítica del entendimiento» consistirá en descubrirlas formas a priori del entendimiento que hacen posible el pensamiento. Como pensares lo mismo que juzgar, según Kant, también puede ser definido como la facultad dejuzgar.

Pensar o juzgar supone el uso de conceptos bajo los cuales se subsumen los fe-nómenos que adquieren así unidad y significación. Hay dos tipos de conceptos: unosson empíricos, y son generalizaciones tomadas de la experiencia (como «hombre»o «casa»), necesarias para pensar, pero no bastan para construir juicios. Otros son apriori, y son«puestos»por el entendimiento. Kant los llama categorías y constituyenlas leyes a priori del entendimiento: gracias a ellos podemos pensar, es decir, construirnuestros juicios acerca de los fenómenos. Así, unificamos y damos sentido al caos feno-ménico. De este modo, también, nuestra experiencia adquiere carácter de necesidad yuniversalidad, haciéndose posible la física como ciencia.

«Para presentar un ejemplo claro, tomemos el siguiente: Si un rayo de solcae sobre una piedra, ésta se calienta. Éste es un juicio puramente de percepción,y no contiene necesidad alguna; puedo haber hecho frecuentemente esta obser-vación, cualquier otro puede también haberla hecho; las percepciones se encuen-tran solamente enlazadas de este modo comúnmente. Pero si digo: el sol calientala piedra, entonces a la observación se añade el concepto de causa, el cual enlazanecesariamente el concepto de rayo de sol con el de calor, y el juicio sintético sehace necesariamente válido en general, por consiguiente objetivo, y de una per-cepción se cambia en una experiencia.»⁹

La correlación entre sensibilidad y entendimiento es perfecta. La sensibilidad esreceptiva y posee intuiciones; el entendimiento es activo y carece de intuiciones (estees el punto en el queKant se separa de los racionalistas: no hay intuiciones racionales).La sensibilidad aporta el contenido del pensamiento (materia); el entendimiento, laestructura (forma). ambos se necesitan: no hay verdadero conocimiento si una in-tuición sensible no es pensada mediante una categoría.

«Pensar (denken) un objeto y conocer (erkennen) un objeto no son exacta-mente lamisma cosa. En efecto, el conocimiento supone dos elementos: primero,el concepto por el cual es pensado un objeto en general (la categoría); segundo,la intuición por medio de la cual dicho objeto es dado.»¹⁰

La tabla de las categorías es obtenidaporKant apartir de los juicios. Efectivamente,el entendimiento es la facultad de juzgar, y juzgar no es sino unificar los fenómenosmediante conceptos o categorías. Por tanto, a cada tipo de juicio corresponderá unacategoría especial. Así, la tabla de los juicios permite construir la tabla de las categorías,tal y como se muestra en el cuadro .

⁸ Crítica de la razón pura, A /B –.⁹ Prolegómenos, , pág. .¹⁰ Crítica de la razón pura, B .

Historia de la Filosofía – . Kant . El saber. Crítica de la razón pura

Tabla de los juicios Tabla de las categorías

. Por la cantidad

Universales (Todo A es B) Unidad

Particulares (Algún A es B) Pluralidad

Singulares (Un A es B) Totalidad

. Por la cualidad

Afirmativos (A es B) Realidad

Negativos (A no es B) Negación

Infinitos (A es no-B) Infinitud

. Por la relación

Categóricos (A es B) Inherencia y subsistencia

Hipotéticos (Si C es D, A es B) Causa y efecto

Disyuntivos (A es B o C) Comunidad (acción recíproca)

. Por la modalidad

Problemáticos (A es [posiblemente] B) Posibilidad-Imposibilidad

Asertóricos (A es [realmente] B) Existencia-No existencia

Apodícticos (A es [necesariamente] B) Necesidad-Contingencia

Cuadro : Tabla de los juicios y de las categorías.

... Crítica de la razón (Vernun)

La razón es la facultad de la suprema unificación del conocimiento. Pero nounifica ningún contenido propio sino que su función es reducir la enorme variedadde conocimientos del entendimiento al menor número de principios. De ahí que larazón sea llamada por Kant «la facultad de los principios».

La razón unifica los conocimientos del entendimiento remitiéndolos a algo ab-solutamente primero e incondicionado en lo que «hay que detenerse». Tales «in-condicionados» son llamados por Kant ideas. No son juicios o proposiciones, sinoconceptos (a priori) a los que llama también «conceptos puros de la razón» e «ideastrascendentales».

Las ideas de Alma, Mundo y Dios permiten unificar todos los fenómenos que elentendimiento estructura mediante las categorías. Así, ) el conjunto de los fenóme-nos de la experiencia interna se unificamediante la idea deAlma; ) el conjunto de losfenómenos de la experiencia externa se unificamediante la idea deMundo; y ) ambasesferas se reducen mediante la idea de Dios.

Ahora bien, mediante las ideas podemos pensar la totalidad de los fenómenos,pero no podemos conocer esa totalidad unificada en la realidad del alma, del mundoo de Dios. Ello se debe a que no poseemos intuición alguna de esas realidades —todaintuición es intuición sensible, según Kant, y no alcanza sino a los fenómenos, no a lascosas en sí. Por esto, la regla de uso de las ideas es no referirlas nunca al experiencia,ni suponer que representan cosas en sí mismas: utilizarlas únicamente para unificar losconocimientos del entendimiento.

... Conclusión: la imposibilidad de la metafísica como ciencia

La metafísica es imposible como ciencia: no poseemos ninguna intuición sensi-ble que se refiera a los objetos metafísicos (alma, mundo y Dios). Desde luego, no nossirve para conocer nada. Sin embargo, como tendencia natural resulta absolutamenteinevitable: las ideas poseen un uso regulativo de la investigación de la naturaleza (fe-

Historia de la Filosofía – . Kant . El hacer: Ética

nómenos): ) negativamente, porque señalan los límites que no se pueden traspasar;) positivamente, porque impulsan a ampliar el campo de la investigación hacia nue-vas experiencias y hacia unamayor conexión de las mismas. En este último sentido, lasideas se convierten en ideales que impiden detenerse a la investigación.

. El hacer: Ética

Kant señala que la razón pura posee una doble dimensión: una especulativa y otrapráctica. O mejor, dos usos: el uso teórico (que es el mero conocer) y el uso práctico(la determinación de la voluntad). En la Crítica de la razón práctica () se busca laposibilidad de un juicio sintético a priori de carácter práctico: el «imperativo categó-rico». Tal imperativo es a priori y estrictamente formal, no material.

Además, se parte del Faktum (hecho) de la ley moral, que «nos es dada como unhecho de la razón pura del que tenemos conciencia a priori, y que tiene certidumbreapodíctica […] que no puede demostrarse por ninguna deducción […] pero que constapor sí misma».¹¹

El problema de la ética kantiana es el de si la razón pura se basta a sí misma paradeterminar la voluntad, es decir, para fundamentar la ley moral y el deber. Si esto esposible, nos situamos en un terreno totalmente distinto del de la naturaleza. En éstano hay lugar para el deber ser, sino únicamente para lo que es. Por ello, Kant habrá debuscar una ley práctica que sea objetiva, esto es, que tenga validez universal.

A partir de una crítica de las éticas materiales—a las que Kant acusa de que al pro-poner siempre la búsqueda de la felicidad, no muestran nunca acuerdo en qué objetosse cifra la felicidad del hombre— Kant señala que lo único que puede determinar a la

¹¹ Crítica de la razón práctica, B.

Historia de la Filosofía – . Kant . El esperar: La paz perpetua

voluntad es la forma, el carácter de ley de la ley misma, es decir, su universalidad. Laexpresión de la ley moral es lo que Kant llama imperativo categórico. A continua-ción señalamos las cinco formulaciones que Kant ofrece en la Fundamentación de lametafísica de las costumbres:

. «Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo quese torne en ley universal».

. «Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, enley universal de la naturaleza».

. «Obra de talmanera que la voluntad pueda considerarse a símisma,median-te su máxima, como legisladora universal».

. «Obra de tal manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en lapersona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca como un medio».

. «Obra por máximas de un miembro legislador en un posible reino de losfines».

Si la ley es un hecho que no precisa ser deducido o justificado, la existencia de laley permite deducir la libertad. Esta libertad posee dos dimensiones: una negativa,que consiste en que la voluntad no está condicionada por ningún elemento empírico(circunstancias externas o presiones psicológicas), ya que es capaz de regirse por unimperativo estrictamente formal y a priori, y una dimensión positiva, que consiste enla autonomía de la voluntad. «Autonomía» significa que la voluntad es ley para símisma: es la propia ley moral la que determina a la voluntad. De ahí que, para Kant,ser libre y estar sometido a una ley moral coincidan.

Además, hay que señalar que el carácter formal de la moral kantiana no elimina elconceptodebien.Únicamente afirmaqueno es el conceptodebien el que fundamentala leymoral, sino a la inversa, es la ley la que determina lo que es bueno.Por esta razón, elúnico móvil admisible para la voluntad es la ley misma, o, como dice Kant, el respetopor la ley: las acciones, para ser morales, han de ser completamente desinteresadas yatender, como única causa de la determinación de la voluntad, a la ley moral, es decir,al cumplimiento del deber por el deber.

.. Los postulados de la razón práctica

Sin embargo, ni la virtud ni la felicidad están al alcance inmediato del hombre.El hombre es un ser limitado y dividido, solicitado por la ley, pero también por losdeseos. Para hacer frente a esta realidad de la condición humana, Kant señala que laética implica necesariamente postular en el orden moral:

. La inmortalidad del alma, como garantía de la posibilidad de un progresoindefinido en la virtud.

. La existencia de Dios, como garantía de que virtud y felicidad han de coin-cidir finalmente.

. La libertad, que es algo deducido y postulado por la existencia de la ley mo-ral.

. El esperar: La paz perpetua

La subordinación a la moral y la importancia y primacía de la comunidad apare-cen en la concepción kantiana de la historia y de la política. La idea dominante es la

Historia de la Filosofía – . Kant . Textos: Crítica de la razón pura, prólogo a la ª edición

superación de la guerra y el establecimiento de una paz perpetua. En el escrito Idea deuna historia universal en sentido cosmopolita (), la guerra es vista por Kant comoel gran mal político, incluso como «el mayor obstáculo de la moral». La paz es, porel contrario, el sentido último del progreso y de la historia. Además, en el opúsculotitulado La paz perpetua () Kant traza ya el esbozo de un derecho internacional.

Podría decirse que Kant mostró un espíritu cada vez más juvenil y reclamó másinsistentemente la necesidad de libertad a medida que entraba en sus años de vejez.Su visión de la historia es típica del racionalismo del , y, si en algo se diferenciade él, es en su providencialismo. En cualquier caso, esa visión, que es en realidad unaaplicación de las consecuencias que lleva consigo la moral de Kant, hace depender laracionalidad de la historia de la observancia de una ley universal. En efecto, sólo unasociedad fundada en la justicia puede hacernos pasar de un estado de naturaleza —regido por el instinto— a un estado legal —regido por la razón. En tal sociedad sonprioritarios los intereses de la comunidad. Los del individuo son respetados sólo en lamedida en que sean compatibles con el bien de todos.

Por último, con respecto a la finalidad de la vida y a la concepción kantiana de lareligión, hay que señalar que Kant concibió la religión como una fe racional o reli-gión natural, la cual integra la creencia en Dios en relación con los mandatos moralesracionales. Así, como expresa en La religión dentro de los límites de la mera razón, ala moral no le es indiferente la religión, a pesar de ser, en principio, independientes.La moral ha de pensar un fin último como resultado de sus deberes. Por ello, la moralconduce ineludiblemente a la religión racional, que coincidirá con el resultado de lamoral: el triunfo del bien.

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. Textos:Crítica de la razón pura, prólogo a la ª edición

T§.«Ahora bien, en lamedida en queha de haber razón endichas ciencias, tie-ne que conocerse en ellas algo a priori, y este conocimiento puede poseer dos tipos derelación con su objeto: o bien para determinar simplemente este último y su concepto(que ha de venir dado por otro lado), o bien para convertirlo en realidad. La primerarelación constituye el conocimiento teórico de la razón; la segunda, el conocimientopráctico. De ambos conocimientos ha de exponerse primero por separado la parte pu-ra sea mucho o poco lo que contenga , a saber, la parte en la que la razón determina suobjeto enteramente a priori; y posteriormente lo que procede de otras fuentes, a fin deque no se confundan las dos cosas. En efecto, es ruinoso el negocio cuando se gastanciegamente los ingresos sin poder distinguir después, cuando aquél no marcha, cuál esla cantidad de ingresos capaz de soportar el gasto y cuál es la cantidad en que hay quereducirlo.» [K, Crítica de la razón pura, Prólogo a la ª edición.]

T § . «La metafísica, conocimiento especulativo de la razón completamenteaislado, que se levanta enteramente por encima de lo que enseña la experiencia, conmeros conceptos (no aplicándolos a la intuición, como hacen las matemáticas), don-de, por tanto, la razónhade ser discípula de símisma, noha tenidohasta ahora la suertede poder tomar el camino seguro de la ciencia. Y ello a pesar de ser más antigua que

Historia de la Filosofía – . Kant . Textos: Crítica de la razón pura, prólogo a la ª edición

todas las demás y de que seguiría existiendo aunque éstas desaparecieran totalmenteen el abismo de una barbarie que lo aniquilara todo. Efectivamente, en la metafísicala razón se atasca continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la ex-periencia más ordinaria confirma, ella se empeña en conocerlas a priori. Incontablesveces hay que volver atrás en lametafísica, ya que se advierte que el camino no conducea donde se quiere ir. Por lo que toca a la unanimidad de lo que sus partidarios afirman,está aún tan lejos de ser un hecho, que más bien es un campo de batalla realmente des-tinado, al parecer, a ejercitar las fuerzas propias en un combate donde ninguno de loscontendientes ha logrado jamás conquistar el más pequeño terreno ni fundar sobresu victoria una posesión duradera. No hay, pues, duda de que su modo de proceder haconsistido, hasta la fecha, en unmero andar a tientas y, lo que es peor, a base de simplesconceptos.» [K, Crítica de la razón pura, Prólogo a la ª edición.]

T § . «En la metafísica se puede hacer el mismo ensayo, en lo que atañe a laintuición de los objetos. Si la intuición tuviera que regirse por la naturaleza de los ob-jetos, no veo cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza. Si, en cambio,es el objeto (en cuanto objeto de los sentidos) el que se rige por la naturaleza de nues-tra facultad de intuición, puedo representarme fácilmente tal posibilidad. Ahora bien,como no puedo pararme en estas intuiciones, si se las quiere convertir en conocimien-tos, sino que debo referirlas a algo como objeto suyo y determinar éste mediante lasmismas, puedo suponer una de estas dos cosas: o bien los conceptos por medio delos cuales efectúo esta determinación se rigen también por el objeto, y entonces meencuentro, una vez más, con el mismo embarazo sobre la manera de saber de él algoa priori; o bien supongo que los objetos o, lo que es lo mismo, la experiencia, únicafuente de su conocimiento (en cuanto objetos dados), se rige por tales conceptos. Eneste segundo caso veo enseguida una explicación más fácil, dado que la misma expe-riencia constituye un tipo de conocimiento que requiere entendimiento y éste poseeunas reglas que yo debo suponer en mí ya antes de que los objetos me sean dados, esdecir, reglas a priori. Estas reglas se expresan en conceptos a priori a los que, por tanto,se conforman necesariamente todos los objetos de la experiencia y con los que debenconcordar. Por lo que se refiere a los objetos que sonmeramente pensados por la razóny, además, como necesarios, pero que no pueden ser dados (al menos tal como la razónlos piensa) en la experiencia, digamos que las tentativas para pensarlos (pues, desde lue-go, tiene que ser posible pensarlos) proporcionarán una magnífica piedra de toque delo que consideramos el nuevo método del pensamiento, a saber, que sólo conocemosa priori de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas.» [K, Crítica de larazón pura, Prólogo a la ª edición.]

T § . «Que espacio y tiempo son sólo formas de la intuición sensible, y portanto sólo condiciones de la existencia de las cosas como fenómenos; que nosotrosademás no tenemos conceptos del entendimiento y por tanto tampoco elementos pa-ra el conocimiento de las cosas, sino en cuanto a esos conceptos puede serles dada unaintuición correspondiente; que consiguientemente nosotros no podemos tener cono-cimiento de un objeto como cosa en sí misma, sino sólo en cuanto la cosa es objeto dela intuición sensible, es decir, como fenómeno; todo esto queda demostrado en la par-te analítica de la crítica. De donde se sigue desde luego la limitación de todo posibleconocimiento especulativo de la razón a los meros objetos de la experiencia. Sin em-bargo, y esto debe notarse bien, queda siempre la reserva de que esos mismos objetos,como cosas en sí, aunque no podemos conocerlos, podemos al menos pensarlos. Pues

Historia de la Filosofía – . Kant . Textos: Crítica de la razón pura, prólogo a la ª edición

si no, seguiríase la proposición absurda de que habría fenómeno sin algo que aparece.»[K, Crítica de la razón pura, Prólogo a la ª edición.]

T § . «La metafísica, conocimiento especulativo de la razón completamenteaislado, que se levanta enteramente por encima de lo que enseña la experiencia, conmeros conceptos (no aplicándolos a la intuición, como hacen las matemáticas), don-de, por tanto, la razónhade ser discípula de símisma, noha tenidohasta ahora la suertede poder tomar el camino seguro de la ciencia. Y ello a pesar de ser más antigua quetodas las demás y de que seguiría existiendo aunque éstas desaparecieran totalmenteen el abismo de una barbarie que lo aniquilara todo. Efectivamente, en la metafísicala razón se atasca continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la ex-periencia más ordinaria confirma, ella se empeña en conocerlas a priori. Incontablesveces hay que volver atrás en lametafísica, ya que se advierte que el camino no conducea donde se quiere ir. Por lo que toca a la unanimidad de lo que sus partidarios afirman,está aún tan lejos de ser un hecho, que más bien es un campo de batalla realmente des-tinado, al parecer, a ejercitar las fuerzas propias en un combate donde ninguno de loscontendientes ha logrado jamás conquistar el más pequeño terreno ni fundar sobresu victoria una posesión duradera. No hay, pues, duda de que su modo de proceder haconsistido, hasta la fecha, en unmero andar a tientas y, lo que es peor, a base de simplesconceptos.» [K, Crítica de la razón pura, Prólogo a la ª edición.]