ignacio andrÉs amarillo de ahora y siempre...2014/04/07  · eléctrica. también “shape of my...

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PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ® www.ellitoral.com LUNES, 7 DE ABRIL DE 2014 EL LITORAL El magnífico intérprete repasó a pedido creaciones y versiones de distintas épocas de su carrera. FOTO: GENTILEZA CAROLINA NIKLISON IGNACIO ANDRÉS AMARILLO [email protected] P arece que la idea de abrir la votación online está prendiendo: días atrás comentábamos en estas pági- nas sobre esta metodología de la gira By Request de Metalli- ca, y el procedimiento con el que Pedro Aznar armó su tour “A la Carta” es bastante simi- lar: básicamente, la gente pudo votar las canciones que quería oír en el concierto de su ciudad, abarcando distintas épocas de la carrera del artista. Bajo esa premisa llegó el solis- ta al Teatro Municipal, acompa- ñado por la ajustada banda que lo acompaña (no podría ser de otra manera), integrada por Alejandro Oliva, en percusión; Julián Sem- prini, en batería; Manuel “Coqui” Rodríguez, en guitarras, y Tomás Fares, en teclados (que reempla- zó a Hernán Jacinto el año pasa- do y demostró su solvencia). INTENSIDAD El denso mid tempo de “Que- brado” abrió el concierto, unien- do tiempos con “Par”, canción del disco “Ahora” (2012). De ahí saltó a la característica línea de bajo que lleva la tracción de “Mientes”, cocreación con Charly García, con imágenes de ambos en la pantalla que fungía como fondo de escenario y un aplaudido solo de bajo. En su primera alocución de la noche, Aznar destacó el éxi- to de la convocatoria, que no sólo se centró en los favoritos Propio y ajeno, de ahora y siempre de siempre sino que los obligó a revisitar archivos para volver a poner en acto canciones nunca o poco tocadas, al menos en los últimos años. “Este repertorio es de ustedes, lo eligieron ustedes, disfrútenlo: acá vamos”. El rasguido sobre cuerdas muteadas abrió el clásico “Tu amor”, otra colaboración con el inefable bicolor de “Tango 4”, un compañero de andanzas que parecería ser lo opuesto del puntilloso y controlador Pedro. La carrera solista de Aznar entró con fuerza con “Si me das tu amor”, otra canción llevada por la línea del bajo y con gran presencia de los sintes de Fares; de ahí a “Ella se perdió”, con el videoclip de una Mariana Arias de hace 20 años. Después de los escasos segun- dos que les lleva a los asistentes de escenario (que se mueven en la oscuridad con la pericia de unos Navy Seals) acomodar las cosas, el multiinstrumentista ya estaba sentado frente al piano para entrarle a la canción más votada del último disco: “Ren- cor”. APROPIACIONES Un especialista en box tal vez podría decir que Aznar es el mejor intérprete libra por libra del país, por su gran capacidad para hacer suyas canciones de los más diversos géneros y pro- cedencias. Y una de sus mayores apropiaciones (una de sus dos principales, arriesgaríamos) es “Ya no hay forma de pedir per- dón” de Elton John y Bernie Taupin. Y así pasó por las tablas santafesinas, apenas adornada por unos strings de Fares, unas escenas de París y los coros de los presentes. Corte, contrabajo eléctrico en las manos, escobillas en las de Semprini, y medio jazzeada salió “Amor de juventud”, seguida de “Romance de la luna tucuma- na”, musicalización propia de un poema de Atahualpa Yupanqui, y una sutil rendición de “La Pome- ña” (Leguizamón y Castilla, con foto de una anciana Eulogia Tapia de fondo). Nuevo salto a la guitarra para el mántrico arpegio que abre “Décimas”. A continuación, el flaco intérprete hizo cantar en llamada y respuesta a platea y balcones en “Sólo Dios sabe”. Pero eso fue sólo la entrada para “la otra” gran apropiación de un tema ajeno: “A primera vista”, de Chico César: el público ya respondió ante el arpegio, sólo acompañado por una línea de teclado. Ahí también hubo coros en un estribillo fonéticamente incorporado en el inconsciente. “Viernes 3 AM” de García transportó a los tiempos de Serú Girán, y “Amar y dejar partir”, sonó un poco asiática, con buen trabajo de Oliva con el udu. Una foto de unas Madres de Plaza de Mayo vistió la reposada versión de “La Cigarra” de María Elena Walsh, vestida de solos de bajo. AHORA ES AHORA Muy festejada fue “Nocturno suburbano”, con sus teclados característicos y su estructura peculiar (la mayor parte de la letra va sobre la métrica del estri- billo); fue seguida por “Jealous Guy”, de John Lennon (donde Pedro demostró que hasta sil- bando es afinado). “Faro de los ahogados” (de Herbert Vianna), “levantó” de nuevo, enganchan- do con “Los días más cortos del año”, de “Ahora”, y el tema que intituló a “Fotos de Tokyo”. “A cada hombre, a cada mujer”, trajo nuevamente un poco de reposo, y su estribi- llo coreable. Y de ahí al primer intento de cierre con “Ahora” y su famosa nota final para “medi- tación colectiva”: antes de eso se caracteriza por un gran groove, una letra casi rapeada, una línea de bajo digna de Flea de los Red Hot Chilli Peppers (y algunas cosas en la guitarra de Rodrí- guez que podrían ser de John Frusciante). BRITÁNICO Para los bises, en la manga de Pedro estaba “Wild horses” de los Rolling Stones, acústi- ca y en inglés, con un poco de despliegue de Rodríguez en la eléctrica. También “Shape of my heart” de Sting, habitual en los repertorios. Una despedida suave antes de que la caída del telón indique un final sin más dilaciones, después de más de dos horas de música. PEDRO AZNAR “A LA CARTA”

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Page 1: IGNACIO ANDRÉS AMARILLO de ahora y siempre...2014/04/07  · eléctrica. También “Shape of my heart” de Sting, habitual en los repertorios. Una despedida suave antes de que la

PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ®www.ellitoral.com LUNES, 7 DE ABRIL DE 2014EL LITORAL

El magnífico intérprete repasó a pedido creaciones y versiones

de distintas épocas de su carrera.FOTO: GENTILEZA CAROLINA NIKLISON

IGNACIO ANDRÉS [email protected]

Parece que la idea de abrir la votación online está prendiendo: días atrás

comentábamos en estas pági-nas sobre esta metodología de la gira By Request de Metalli-ca, y el procedimiento con el que Pedro Aznar armó su tour “A la Carta” es bastante simi-lar: básicamente, la gente pudo votar las canciones que quería oír en el concierto de su ciudad, abarcando distintas épocas de la carrera del artista.

Bajo esa premisa llegó el solis-ta al Teatro Municipal, acompa-ñado por la ajustada banda que lo acompaña (no podría ser de otra manera), integrada por Alejandro Oliva, en percusión; Julián Sem-prini, en batería; Manuel “Coqui” Rodríguez, en guitarras, y Tomás Fares, en teclados (que reempla-zó a Hernán Jacinto el año pasa-do y demostró su solvencia).

INTENSIDADEl denso mid tempo de “Que-

brado” abrió el concierto, unien-do tiempos con “Par”, canción del disco “Ahora” (2012). De ahí saltó a la característica línea de bajo que lleva la tracción de “Mientes”, cocreación con Charly García, con imágenes de ambos en la pantalla que fungía como fondo de escenario y un aplaudido solo de bajo.

En su primera alocución de la noche, Aznar destacó el éxi-to de la convocatoria, que no sólo se centró en los favoritos

Propio y ajeno, de ahora y siemprede siempre sino que los obligó a revisitar archivos para volver a poner en acto canciones nunca o poco tocadas, al menos en los últimos años. “Este repertorio es de ustedes, lo eligieron ustedes, disfrútenlo: acá vamos”.

El rasguido sobre cuerdas muteadas abrió el clásico “Tu amor”, otra colaboración con el inefable bicolor de “Tango 4”, un compañero de andanzas que parecería ser lo opuesto del puntilloso y controlador Pedro. La carrera solista de Aznar entró con fuerza con “Si me das tu amor”, otra canción llevada por la línea del bajo y con gran presencia de los sintes de Fares; de ahí a “Ella se perdió”, con el videoclip de una Mariana Arias de hace 20 años.

Después de los escasos segun-dos que les lleva a los asistentes de escenario (que se mueven en la oscuridad con la pericia de unos Navy Seals) acomodar las cosas, el multiinstrumentista ya estaba sentado frente al piano para entrarle a la canción más votada del último disco: “Ren-cor”.

APROPIACIONESUn especialista en box tal

vez podría decir que Aznar es el mejor intérprete libra por libra del país, por su gran capacidad para hacer suyas canciones de los más diversos géneros y pro-cedencias. Y una de sus mayores apropiaciones (una de sus dos principales, arriesgaríamos) es “Ya no hay forma de pedir per-dón” de Elton John y Bernie Taupin. Y así pasó por las tablas santafesinas, apenas adornada por unos strings de Fares, unas escenas de París y los coros de los presentes.

Corte, contrabajo eléctrico en las manos, escobillas en las de Semprini, y medio jazzeada salió “Amor de juventud”, seguida de “Romance de la luna tucuma-na”, musicalización propia de un poema de Atahualpa Yupanqui, y una sutil rendición de “La Pome-ña” (Leguizamón y Castilla, con foto de una anciana Eulogia Tapia de fondo).

Nuevo salto a la guitarra para el mántrico arpegio que abre “Décimas”. A continuación, el flaco intérprete hizo cantar en

llamada y respuesta a platea y balcones en “Sólo Dios sabe”. Pero eso fue sólo la entrada para “la otra” gran apropiación de un tema ajeno: “A primera vista”, de Chico César: el público ya respondió ante el arpegio, sólo acompañado por una línea de teclado. Ahí también hubo coros en un estribillo fonéticamente incorporado en el inconsciente.

“Viernes 3 AM” de García transportó a los tiempos de Serú Girán, y “Amar y dejar partir”, sonó un poco asiática, con buen trabajo de Oliva con el udu. Una foto de unas Madres de Plaza de Mayo vistió la reposada versión de “La Cigarra” de María Elena Walsh, vestida de solos de bajo.

AHORA ES AHORAMuy festejada fue “Nocturno

suburbano”, con sus teclados característicos y su estructura peculiar (la mayor parte de la letra va sobre la métrica del estri-billo); fue seguida por “Jealous Guy”, de John Lennon (donde Pedro demostró que hasta sil-bando es afinado). “Faro de los ahogados” (de Herbert Vianna),

“levantó” de nuevo, enganchan-do con “Los días más cortos del año”, de “Ahora”, y el tema que intituló a “Fotos de Tokyo”.

“A cada hombre, a cada mujer”, trajo nuevamente un poco de reposo, y su estribi-llo coreable. Y de ahí al primer intento de cierre con “Ahora” y su famosa nota final para “medi-tación colectiva”: antes de eso se caracteriza por un gran groove, una letra casi rapeada, una línea de bajo digna de Flea de los Red Hot Chilli Peppers (y algunas cosas en la guitarra de Rodrí-guez que podrían ser de John Frusciante).

BRITÁNICOPara los bises, en la manga

de Pedro estaba “Wild horses” de los Rolling Stones, acústi-ca y en inglés, con un poco de despliegue de Rodríguez en la eléctrica. También “Shape of my heart” de Sting, habitual en los repertorios. Una despedida suave antes de que la caída del telón indique un final sin más dilaciones, después de más de dos horas de música.

PEDRO AZNAR “A LA CARTA”