iecon mochon-beker unidad 12

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Recuerda pleados tienen empleo, pero no trabajan el tiempo normal aunque podrían y desearían hacerlo. Estos grupos se encuentran en una posición inter- media entre la actividad y la inactividad. Su ambi- güedad plantea serios problemas a la hora de medir el desempleo y hace que, en ciertas ocasiones, los datos oficiales subestimen la cantidad verdadera de desempleados Es conveniente distinguir la recesión de la depresión: en esta última, el producto decrece durante un período que debe ser lo suficientemente largo (dos trimestres consecutivos como mínimo). Así, se vuelve evidente que no se trata de un fenómeno casual. Las fases del ciclo son: Expansión Pico Recesión Valle E. Contracción o recesión La contracción es la fase descendente del ciclo. Puede manifestarse de forma suave o abrupta; en este último caso se la considera una crisis. Al comienzo de una contracción, las inversiones dejarán de ser rentables, pues las expec- tativas sobre el crecimiento continuo de ventas y precios no se verán confir- madas debido a cierta saturación de la demanda. Por otro lado, al disminuir las ventas, los costos financieros se convertirán en una carga pesada. Las empresas acumularán stocks excesivos, por lo cual la inversión se reducirá y algunas empresas quebrarán. La producción y el empleo descenderán, y, en consecuencia, las rentas y el gasto disminuirán, determinando que nuevas empresas empiecen a tener dificultades. Los pre- cios y los beneficios caerán, y la inversión se reducirá de forma apreciable, pues crecerá la capacidad productiva no utilizada. Una contracción económica puede explicarse como un desplazamiento ha- cia la izquierda de la curva de demanda agregada o de la curva de oferta agre- gada (Fig. 11.5). El desplazamiento hacia la Izquierda puede ocurrir porque los consumidores deciden ahorrar más (consumir menos) o porque se reduce la inversión, el gasto público o las exportaciones netas (Fig. 11.5a). Como resul- tado, bajarán el producto nacional y el nivel general de precios. Si la curva de oferta agregada se desplaza hacia la izquierda debido, por ejemplo, a un au- mento de los costos de las materias primas, el producto nacional se reducirá mientras que el nivel general de precios aumentará (Fig. 11.5b). A. Los datos sobre el empleo en la Argentina La información acerca del mercado laboral proviene, en la Argentina, de dis- tintas fuentes: en primer lugar, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH,), elaborada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que utiliza metodología rigurosa y conceptos homogeneizados en el ámbito internacional. Se dispone también de otras informaciones administrativas de gran utilidad. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social lleva a cabo la Encuesta de Indicado- res laborales (EIL), que releva el empleo privado y formal de empresas con más de diez trabajadores, de tos principales aglomerados urbanos del país. Por otro lado, se cuenta con la información del Sistema Integrado Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que abarca a todas las personas que aportan o deberían aportar al sistema previsional argentino. Con todos estos datos, puede analizarse la evolución temporal del empleo y la desocupación, y señalarse las tendencias crecien- tes o decrecientes del mercado de trabajo. Aquí cabe distinguir, entre la realidad de las personas que, si bien quieren trabajar y están en condiciones de hacerlo, no en- cuentran empleo, que conforman el desempleo real, y los datos que facilitan las distintas estadísticas para calcular la desocupa- ción estimada. En qué sentido es peor para un país enfrentarse a una contracción económica motivada por un despla- zamiento hacia la izquierda de la curva de oferta agregada, que afrontar otra originada por un desplaza- miento hacia la izquierda de la curva de demanda agregada? 11.4 Los desajustes entre la oferta y la demanda agregadas: el desempleo El desempleo es el problema macroeconómico más grave en la Argentina debido a su importancia cuantitativa, a sus consecuencias sociales y a que sus efectos suelen concentrarse en grupos específicos de la sociedad. El desempleo afecta a aquellas personas de la población activa que, reuniendo las condiciones de edad, y capacidad física y mental para realizar un trabajo remunerado, buscan empleo y no lo encuentran. Los desalentados y los subempleados La distinción entre individuos empleados y desem- pleados no queda muy clara, en parte debido a la existencia de dos grupos de características espe- cíficas: los desalentados y los subempleados. Los desalentados son personas en edad activa que, es- tando desocupadas y disponibles para trabajar, no buscan activamente un puesto de trabajo por des- ánimo, consciente o inconscientemente, ante las escasas posibilidades de conseguirlo. Los subem B. Tipos de desempleo El desempleo puede ser de tipo cíclico, estacional, friccional y estructural. El desempleo cíclico tiene lugar cuando los trabajadores y, en general, los factores productivos quedan ociosos debido a que el gasto de la economía, durante ciertos períodos a lo largo del ciclo, es insuficiente para dar empleo a todos los recursos. La tasa de desempleo o de desocupación es el cociente entre el número de personas desempleadas y el total de la población activa, expresado como porcentaje La información sobre empleo y desempleo se encuentra en: • Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP). Recuerda Desempleados Total población activa Tasa de desocupación = x100 Nota complementaria 11.2 Actividades 206 207 Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

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Page 1: IECON Mochon-Beker Unidad 12

Recuerda

pleados tienen empleo, pero no trabajan el tiempo normal aunque podrían y desearían hacerlo.

Estos grupos se encuentran en una posición inter- media entre la actividad y la inactividad. Su ambi- güedad plantea serios problemas a la hora de medir el desempleo y hace que, en ciertas ocasiones, los datos oficiales subestimen la cantidad verdadera de desempleados

Es conveniente distinguir la recesión de la depresión: en esta última, el producto decrece durante un período que debe ser lo suficientemente largo (dos trimestres consecutivos como mínimo). Así, se vuelve evidente que no se trata de un fenómeno casual. Las fases del ciclo son:

• Expansión

• Pico

• Recesión

• Valle

E. Contracción o recesión La contracción es la fase descendente del ciclo. Puede manifestarse de forma suave o abrupta; en este último caso se la considera una crisis. Al comienzo de una contracción, las inversiones dejarán de ser rentables, pues las expec- tativas sobre el crecimiento continuo de ventas y precios no se verán confir- madas debido a cierta saturación de la demanda.

Por otro lado, al disminuir las ventas, los costos financieros se convertirán en una carga pesada. Las empresas acumularán stocks excesivos, por lo cual la inversión se reducirá y algunas empresas quebrarán. La producción y el empleo descenderán, y, en consecuencia, las rentas y el gasto disminuirán, determinando que nuevas empresas empiecen a tener dificultades. Los pre- cios y los beneficios caerán, y la inversión se reducirá de forma apreciable, pues crecerá la capacidad productiva no utilizada.

Una contracción económica puede explicarse como un desplazamiento ha- cia la izquierda de la curva de demanda agregada o de la curva de oferta agre- gada (Fig. 11.5). El desplazamiento hacia la Izquierda puede ocurrir porque los consumidores deciden ahorrar más (consumir menos) o porque se reduce la inversión, el gasto público o las exportaciones netas (Fig. 11.5a). Como resul- tado, bajarán el producto nacional y el nivel general de precios. Si la curva de oferta agregada se desplaza hacia la izquierda debido, por ejemplo, a un au- mento de los costos de las materias primas, el producto nacional se reducirá mientras que el nivel general de precios aumentará (Fig. 11.5b).

A. Los datos sobre el empleo en la Argentina La información acerca del mercado laboral proviene, en la Argentina, de dis- tintas fuentes: en primer lugar, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH,), elaborada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que utiliza metodología rigurosa y conceptos homogeneizados en el ámbito internacional.

Se dispone también de otras informaciones administrativas de gran utilidad. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social lleva a cabo la Encuesta de Indicado- res laborales (EIL), que releva el empleo privado y formal de empresas con más de diez trabajadores, de tos principales aglomerados urbanos del país.

Por otro lado, se cuenta con la información del Sistema Integrado Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que abarca a todas las personas que aportan o deberían aportar al sistema previsional argentino.

Con todos estos datos, puede analizarse la evolución temporal del empleo y la desocupación, y señalarse las tendencias crecien- tes o decrecientes del mercado de trabajo.

Aquí cabe distinguir, entre la realidad de las personas que, si bien quieren trabajar y están en condiciones de hacerlo, no en- cuentran empleo, que conforman el desempleo real, y los datos que facilitan las distintas estadísticas para calcular la desocupa- ción estimada.

En qué sentido es peor para un país enfrentarse a una contracción económica motivada por un despla- zamiento hacia la izquierda de la curva de oferta agregada, que afrontar otra originada por un desplaza- miento hacia la izquierda de la curva de demanda agregada?

11.4 Los desajustes entre la oferta y la demanda agregadas: el desempleo

El desempleo es el problema macroeconómico más grave en la Argentina debido a su importancia cuantitativa, a sus consecuencias sociales y a que sus efectos suelen concentrarse en grupos específicos de la sociedad.

El desempleo afecta a aquellas personas de la población activa que, reuniendo las condiciones de edad, y capacidad física y mental para realizar un trabajo remunerado, buscan empleo y no lo encuentran.

Los desalentados y los subempleados

La distinción entre individuos empleados y desem- pleados no queda muy clara, en parte debido a la existencia de dos grupos de características espe- cíficas: los desalentados y los subempleados. Los desalentados son personas en edad activa que, es- tando desocupadas y disponibles para trabajar, no buscan activamente un puesto de trabajo por des- ánimo, consciente o inconscientemente, ante las escasas posibilidades de conseguirlo. Los subem

B. Tipos de desempleo El desempleo puede ser de tipo cíclico, estacional, friccional y estructural. El desempleo cíclico tiene lugar cuando los trabajadores y, en general, los factores productivos quedan ociosos debido a que el gasto de la economía, durante ciertos períodos a lo largo del ciclo, es insuficiente para dar empleo a todos los recursos.

La tasa de desempleo o de desocupación es el cociente entre el número de personas desempleadas y el total de la población activa, expresado como porcentaje

La información sobre empleo y desempleo se encuentra en: • Encuesta

Permanente de Hogares (EPH).

• Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).

• Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP).

Recuerda

Desempleados

Total población activa

Tasa de desocupación = x 1 0 0

Nota complementaria 11.2

Actividades

206 207

Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

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Tipos de desempleo:

• Estacional

• Cíclico

• Friccional

• Estructural

El desempleo estacional es el causado por cambios en la demanda de tra- bajo en momentos diferentes del año. Así, al final del verano, muchas perso- nas contratadas para trabajar en restaurantes y hoteles de forma temporal se ven forzadas a buscar otro empleo o a permanecer desempleadas.

El desempleo friccional está ligado al funcionamiento normal del merca- do de trabajo y se origina cuando los trabajadores dejan sus puestos para buscar otro, ya sea porque algunas empresas están atravesando una crisis y achicando sus planteles, o porque miembros de la fuerza laboral emplean cierto tiempo buscando un nuevo trabajo hasta que lo consiguen. Así pues, la desocupación friccional surge porque los trabajadores tardan en encontrar el empleo que mejor se ajusta a sus calificaciones y gustos.

El desempleo estructural se debe a desajustes entre la calificación o la lo- calización de la fuerza de trabajo y la calificación requerida por el empleador. La informatización y la robotización de ciertas actividades puede llevar a que muchos trabajadores permanezcan desocupados durante largos períodos por no contar con la formación técnica requerida.

C. Los efectos del desempleo

El desempleo tiene efectos económicos y sociales. Entre los efectos econó- micos podemos destacar la caída de la producción real, la disminución de la demanda y el aumento del déficit público. • Caída de la producción real. La existencia de desempleo supone una

deficiente asignación de recursos. Si toda la población activa pudiera tra- bajar, la producción total del país sería mayor. Al no aprovechar todos los recursos disponibles, la producción se sitúa por debajo de la frontera de posibilidades de producción.

• Disminución de la demanda. El nivel de pobreza de los individuos au- menta cuando pasan a la condición de desempleados. Como consecuencia del desempleo y de la disminución de la renta, se genera una caída de la demanda en términos agregados.

• Aumento del déficit público. Si el desempleo crece, el sector público deberá afrontar mayores gastos por subsidios de desempleo. Por lo tanto, si no aumenta los impuestos, el déficit público se incrementará.

En los países avanzados, los efectos de la desocupación están paliados por el seguro de desempleo. En la Argentina, la cuantía de las prestaciones de desempleo suele ser inferior al salario normal, y, además, sólo una mínima parte de la población desocupada puede acogerse a esta prestación.

Por otro lado, el seguro de desempleo sólo mitiga el perjuicio social que supone el desempleo distribuyendo parte de los costos del mal entre los co- tizantes: población activa, empresas y sector público, en vez de dejar que caigan exclusivamente sobre los desocupados.

Con respecto a los efectos sociales, los más importantes son los psicoló- |cos negativos y los efectos discriminatorios. • Efectos psicológicos negativos. El trabajo no es sólo un medio para

conseguir ingresos que permitan la subsistencia de los individuos. A lo argo de la historia, el trabajo se ha convertido en un factor de autoestima y en una carta de presentación social.

Por ello, el desempleado se siente desvalorizado socialmente. Este senti- miento puede llegar a provocarle enfermedades, como, por ejemplo, la depresión.

• Efectos discriminatorios. El desempleo no afecta a todos los individuos por igual, sino que discrimina por edad, sexo u origen étnico. Así pues, es un problema más grave en el caso de la mujer y en los mayores de cincuenta años.

De hecho, la falta de empleo no sería un problema social grave si afectara a todo el mundo, esto es, a toda la población activa durante un breve período de tiempo. En realidad, la gravedad del desempleo reside en que suele haber grupos identificables de personas que permanecen desempleadas durante argos períodos de tiempo.

Por lo tanto, al comentar los efectos del desempleo, conviene destacar qué se entiende por desempleo de larga duración.

El desempleo de larga duración, o sea, el que es igual o superior a seis meses, tiene consecuencias mucho más graves sobre un Individuo y su familia que el desempleo de corta duración.

Por consiguiente, si dos países poseen la misma tasa de desocupación, las consecuencias sociales serán menores en el país cuyo porcentaje de desem- pleados de larga duración sea más reducido.

La duración del desempleo es el tiempo que una persona está desempleada. Los costos del desempleo aumentan cuando lo hace su duración.

En el ámbito internacional, se ha observado que, tanto en períodos de prosperidad como de crisis, los trabajadores de cincuenta años o que supe- ran esta edad tienen muchas más dificultades que los otros para encontrar trabajo, y éste es uno de los grupos que más se ve afectado por el desempleo de larga duración.

Asimismo, se ha comprobado que, después de un largo período de rece- sión, el porcentaje de personas en situación de desempleo prolongado au- menta de forma significativa.

Además, en los países en los que hay más rigidez, esto es, los que se caracterizan por tener un mercado laboral menos flexible, el porcentaje de in- dividuos con desempleo de larga duración es mayor que en los países donde la rigidez es menor.

Los efectos del ' desempleo

Económicos: • Reducción de la

producción real. • Disminución de la

demanda.

• Aumento del déficit público.

Sociales:

• Psicológicos negativos.

• Discriminatorios.

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Actividades ¿En qué sentido los datos sobre desalentados y subempleados subestiman el número verdadero de

desempleados?

11.5 Teorías explicativas del desempleo y políticas para reducirlo

Dado que el desempleo friccional se considera compatible con el normal fun- cionamiento del mercado, vamos a tratar de analizar la existencia de desem- pleo por encima del friccional.

El desempleo no puede explicarse por un solo factor, puesto que son mu- chos los elementos que inciden en su determinación. Por un lado, está el componente demográfico, ya que aquellos países con una tasa de natalidad elevada verán incrementarse la población activa, lo cual contribuye a aumentar el desempleo. Otros factores, como, por ejemplo, los cambios tecnológicos y la mayor apertura al comercio internacional, también pueden incidir en el nivel de desempleo de un país. Lógicamente, el ciclo económico también influye, y cabe esperar que, en las fases de recesión, la tasa de desempleo sea más elevada que en las de expansión. En todo caso, y al margen de estos factores condicionantes de carácter general, el desempleo aparece básica- mente por dos causas: a) el funcionamiento del mercado de trabajo, y b) un nivel insuficiente de la demanda agregada con respecto al esquema de la demanda y la oferta agregadas.

A. El funcionamiento del mercado de trabajo Para algunos economistas –y, en especial, para los llamados clásicos–, un desempleo que supere el friccional (esto es, el derivado del normal funciona- miento del mercado) se explica por las imperfecciones y rigideces del mercado laboral y, en particular, por el deseo de los trabajadores de recibir salarios su- periores al salario de equilibrio Se (Fig. 11.6). Esta actitud de los trabajadores se ve alentada, según estos economistas, por la propia legislación –que introduce normativas tales como los salarios mínimos– y por la presión de los sindicatos por unas redistribuciones más altas; y se concreta en la no aceptación de reducciones en los salarios, aunque exista un importante número de personas desempleadas. Por todas estas razones, a este desempleo por encima del friccional los economistas clásicos lo denominan desempleo voluntario.

En pocas palabras, desde uña perspectiva clásica, el desempleo por enci- ma del desempleo friccional se debe a una política de salarios inadecuada y es considerado voluntario.

Así pues, cuando los salarios son más elevados que el salario de equilibio, las empresas demandarán una cantidad menor de mano de obra L1 (en tér-

minos de la Figura 11.6) que en el caso de que el salario fuese el de equilibrio (Fig. 11.6). En estas circunstancias, una determinada cantidad de traba- dores no encontrarán empleo. En la Figura 11.6 el desempleo está representado por el seg- ento L1 Le. Según esta teoría, el desempleo desaparecería si los salarios se redujeran al nivel Se. Los trabajadores, sin embargo, no aceptan reducciones de sa- rrios –sostiene esta teoría– en parte debido a que el seguro de desempleo es elevado (no es el caso de la Argentina) y les com- pensa más que estar buscando empleo activamente.

B. El desempleo y el esquema de la oferta y la demanda agregadas

Al analizar las fallas macroeconómicas, vimos que el equilibrio macroeconó- mico puede determinar un nivel de producto nacional inferior al potencial o producto de pleno empleo (Fig. 11.2). En estas circunstancias existirá desem- pleo en el mercado de trabajo. Para los economistas keynesianos (como vimos en el Apartado 3.5, los keynesianos toman como referencia la obra de J. M. Keynes y en general se muestran partidarios de cierto grado de intervención en la actividad económica), el desempleo no se debe al comportamiento de los salarios, sino al nivel insuficiente de la demanda agregada y, por lo tanto, el desempleo será involuntario. En este sentido, el empleo aumentará si se incrementa el gasto total de la economía (o demanda agregada). Para ello ha- brá que estimular, mediante una política de demanda expansiva, uno o varios de sus componentes, esto es, el consumo de las economías domésticas, la inversión de las empresas, el gasto público o las exportaciones netas.

Desde una perspectiva keynesiana se sostiene que el desempleo por encima del friccional es involuntario, pues se debe a que el nivel de la demanda agregada es insuficiente.

Lógicamente, este tipo de políticas expansivas de demanda traen un in-

conveniente: si bien incrementan el producto y el empleo, también hacen que aumente el nivel general de precios, o sea, la inflación, Es fundamental

Fig. 11.6. La aparición de desempleo en el mercado de trabajo. Dado que el salario vigente Si está por encima del salario de equilibrio (Se), hay un exceso de oferta en el mercado y el nivel de empleo (L¡) es inferior al nivel de equilibrio (Le), por lo que existirá desempleo en la cuantía L¡ Le.

Teorías explicativas del desempleo

• Economistas clásicos: mal funcionamiento del mercado de trabajo; salarios superiores a los de equilibrio.

• Economistas keynesianos: nivel insuficiente de la demanda agregada.

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saber en que medida un aumento de la demanda agregada se traslada a la producción o a los precios, pues ello determinará en buena parte si conviene o no recurrir a políticas de demanda.

C. Políticas macroeconómicas contra el desempleo Para tratar de reducir el desempleo, cabe apelar a dos tipos de políticas unas encaminadas a incidir sobre la demanda, y otras orientadas a propiciar reformas estructurales, a lograr un funcionamiento más eficiente del mercado de trabajo y, en general, a actuar sobre la oferta agregada.

Las políticas de demanda pueden instrumentarse mediante regulaciones monetarias, fiscales o cambiarías, y su efectividad, a corto plazo, está condi- cionada por la posición de la economía en relación con el producto potencial Cuanto más cerca se esté del producto potencial, menor será su efecto sobre el desempleo y mayor el impacto inflacionista.

Conviene recordar que las políticas expansivas de demanda no sólo pro- vocan tensiones inflacionistas, sino que, por lo general, también generan tensiones respecto del déficit público (véanse Unidades 12 y 13). Además, desde esta perspectiva y dado el creciente grado de internacionalización de la economía, la mera implementación de políticas de demanda para tratar de reducir el desempleo tiene una efectividad cada vez más reducida. Cabe aquí tener en cuenta que la pérdida de competitividad asociada a una política

expansiva de demanda generadora de subas de precios, difícilmente se pue- de forma persistente con devaluaciones del tipo de cambio (véase Unidad 17). Por estas razones, y puesto que esta unidad se ha dedicado prioritriamente al análisis de la curva de oferta agregada, a partir de ahora nos concentraremos en el análisis de las políticas de oferta.

■ Las políticas de oferta y el desempleo Las políticas de oferta pretenden desplazar la función de oferta agregada ha- cia la derecha, incrementando la producción y reduciendo el nivel de precios, Estas políticas de oferta pueden concretarse en las estrategias siguientes:

• Reducción de la tasa natural de desocupación o tasa de desocupación a largo plazo a través de medidas respecto de las prestaciones de desem- pleo, políticas activas de empleo y mejoras en la formación profesional. Este tipo de medidas reducirán la duración y la frecuencia del desempleo, pues incidirán favorablemente en la organización del mercado de trabajo, en la capacidad de los desempleados de encontrar trabajo y en su deseo de hacerlo.

• Disminución del margen de precios establecido por las empresas sobre los costos marginales, mediante políticas de fomento de la competencia y Iiberalización de los mercados.

• Elevación de la productividad media del trabajo gracias a mejoras en la tecnología, en los procedimientos y en la formación del trabajador.

• Flexibilidad regional en los precios y salarios, pues no todas las áreas de una nación están igualmente desarrolladas, ni sus niveles de precios son equivalentes.

• Aumento de la renta potencial o producción de pleno empleo, mediante la creación de incentivos a la producción, básicamente por la vía de reduc- ción de impuestos.

Políticas contra el desempleo • De demanda:

incrementar la demanda agregada o mediante una política expansiva fiscal o monetaria.

• De oferta: desplazar la oferta agregada hacia la derecha.

Actividades ▲ Fig. 1 1 .7. Políticas contra el desempleo.

Si el nivel de producto nacional de equilibrio (YE) es inferior al producto potencial (Yp), caben dos alternativas para tratar de alcanzar la renta de pleno empleo de los recursos: a) llevar a cabo una política expansiva de demanda, que origine un desplazamiento hacia la derecha de la curva de demanda agregada (gráfico a); en este caso, junto con el producto nacional, el nivel general de precios también se incrementará; b) tratar de poner en práctica políticas de oferta que logren desplazar la curva de oferta agregada hacia la derecha. Estas políticas, además de incrementar el producto, reducirán el nivel de precios, pues suponen un incremento de las posibilidades de producción de la economía.

¿Por qué los economistas clásicos sostienen que el desempleo que se ubica por encima del fricciona! puede considerarse "voluntario"?

¿Por qué los keynesianos afirman que el desempleo que se ubica por encima del friccio- nal es "involuntario"?

Si un país se enfrenta a una elevada tasa de desempleo, ¿qué ventajas plantean las políticas de oferta respecto de las políticas de demanda agregada?

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Recuerda El Banco Central es el responsable de diseñar y ejecutar la política monetaria. Su objetivo es asegurar la estabilidad de precios.

Las operaciones de mercado abierto consisten en la compraventa temporal de títulos de deuda pública entre el Banco Central, y las entidades de crédito. Con su accionar, éstas complementen las licitaciones a fin de realizar un ajuste fino de la política monetaria. Cuando una entidad financiera atraviesa problemas transitorios de liqui-

dez, puede obtenerla a través de redescuentos del Banco Central pagando la respectiva tasa de interés.

C. La política monetaria La política monetaria tiene por objeto lograr la estabilidad de los precios a largo plazo. La valoración de las tendencias inflacionarias y de la adecuación de las condiciones monetarias para reducir la inflación requiere el análisis de diversos indicadores, entre los cuales los agregados monetarios desempeñan un papel muy relevante junto con el seguimiento continuo de la inflación. Para esto último se examinan las tendencias del IPC y de sus componen- tes; de otros índices de precios, como los industriales, los percibidos por los agricultores, los índices de valor unitario del comercio exterior, etc.; del tipo de cambio, de los salarios y los costos unitarios del trabajo; de los márgenes empresariales; de la presión de la demanda y de la evolución de la política fiscal. Asimismo, se analizan los diferenciales de tasas de interés con otros países.

A partir de la superación de la crisis de finales de 2001, el Banco Central definió como estrategia re- cuperar, primero, y acrecentar, luego, el nivel de sus reservas de oro y divisas.

Para ello procedió a comprar diariamente, en el mercado de cambios, los excedentes de divisas que pudieran existir, emitiendo pesos para adquirirlos.

Con el fin de absorber el exceso de oferta mone- taria generado por dicha emisión, el Banco Central utilizó tres instrumentos: la cancelación de redes- cuentos, las operaciones de mercado abierto con títulos públicos y la colocación de títulos en el mer-

¿Qué se conoce en Economía como mecanis- mo de transmisión?

15.4 La política monetaria, la demanda agregada y la inflación

Como se ha señalado, si el Banco Central recurre a alguno de los instrumen- tos de política monetaria analizados, puede alterar el nivel de reservas ban- cadas y, en consecuencia, su capacidad para conceder préstamos. De esta forma, y dado que los préstamos bancarios constituyen la principal fuente de nuevo dinero, el Banco Central incide sobre la oferta monetaria, y ésta, sobre la actividad económica.

A. La política monetaria y la inflación Cuando el Banco Central aumenta la oferta monetaria mediante alguno de los instrumentos estudiados, incrementa la capacidad del sistema bancario de conceder préstamos. Los bancos, para utilizar esta capacidad, ofrecerán préstamos a tasas de interés más bajas, de tal forma que el aumento de la oferta monetaria, al incrementar el gasto de consumo y de inversión, origina un desplazamiento de la curva de demanda agregada hacia la derecha.

Nota complementaria 15.1 La instrumentación de la política monetaria del Banco Central

La política monetaria del Banco Central Según lo indica su Carta Orgánica, la principal misión del Banco Central es preservar el valor de la moneda. En otras palabras, el objetivo primordial del Banco Central es man- tener la estabilidad de precios. Con este fin, lleva a cabo las siguientes funciones básicas: definir y ejecutar la política mo- netaria, realizar operaciones de divisas coherentes con la po- lítica cambiaría establecida, poseer y gestionar las reservas oficiales de divisas del Estado, contribuir a la buena gestión de las políticas de supervisión prudencial de las entidades de crédito y a la estabilidad del sistema financiero.

▲ Fig. 15.4. La política monetaria en acción. Esquemáticamente se reflejan las fases mediante las cuales la política monetaria incide sobre la actividad económica. Los efectos sobre la demanda agregada dependerán de la sensibilidad de los gastos de consumo de inversión ante las alteraciones en las tasas de interés.

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cado de pases –ventas de títulos con compromiso de recompra a corto plazo–. El repago anticipado de los redescuentos que ha- bían sido otorgados a los bancos en dificultades durante la crisis fue uno de los principales factores de contracción de la oferta monetaria. Esto se vio complementado por la colocación de Letras y No- tas del Banco Central, así como por la compra de títulos públicos. Finalmente, mediante la intervención diaria en el mercado de pases, el Banco Central reguló la tasa de interés de muy corto plazo.

¿Qué impacto tendrá sobre la actividad econó- mica una política monetaria contractiva?

Actividades

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Page 6: IECON Mochon-Beker Unidad 12

El IPC representa el costo de una canasta de bienes y servicios consumida por una economía doméstica representativa.

Para evaluar, a partir del IPC, la tasa de inflación entre dos años determi- nados, esto es, la tasa de crecimiento de los precios, se calcula la variación prcentual experimentada por este índice en ese período. Así, la tasa de nflación en el año 2005 se calcula como sigue:

(*) Tendencias del IPC y de sus componentes; de otros índices de precios; del tipo de cambio; de los salarios y costos unitarios del trabajo; de los márgenes empresariales de la presión de la demanda, de la política fiscal, de los diferenciales de tasas de interés con otros países y la configuración de la curva de rendimientos o de tasas de interés.

Tabla 15.2. Instrumentación de la política monetaria.

En términos gráficos, vemos cómo el aumento de la oferta monetaria y la consiguiente reducción de la tasa de interés provocan un desplazamiento de la curva de demanda agregada desde DA¡ a DA2, lo que propicia un aumento de la renta nacional y del nivel general de precios (Fig. 15.5).

Si una economía está experimentando fuertes tensiones inflacionarias por un exceso de demanda agregada, las autoridades económicas pueden recurrir a la política monetaria para combatirlas. En estas circunstancias, y

tal como vimos en la Unidad 12, cuando se apela a una política fiscal restrictiva el objetivo es desplazar la curva de demanda agregada hacia la izquierda. Para ello, el Banco Central puede vender bonos en el mercado abierto o endurecer su actuación en las licitaciones de letras.

Cualquiera de estas medidas limitará la capaci- dad del sistema bancario para conceder préstamos. La consiguiente reducción de la oferta monetaria provocará un aumento de la tasa de interés, lo que propiciará una disminución del consumo y la Inver- sión y, en definitiva, un desplazamiento de la curva de demanda agregada hacia la izquierda, lo cual re- ducirá la renta nacional.

B. EI concepto de inflación y su medición Tal como vimos en el Apartado 11.1, para medir la inflación se utiliza, normalmente, el IPC (véase tam-

bién el Apéndice 2 de esta Unidad).

La inflación, medida por el IPC, es la tasa de variación porcentual que experimenta este índice en el período de tiempo considerado.

El IPC resulta de suma utilidad para conocer la evolu-

ción de los precios. Refleja de forma apropiada cuanto se han encarecido los bienes y servicios que generalmente adquieren los consumidores, pues índica el dinero que hace falta para mantener el mismo nivel de vida.

C. Las teorías que explican la inflación Para la mayoría de los autores, el factor clave para expli- car el crecimiento de los precios es la evolución de la demanda agregada. Si los distintos sectores de la eco- nomía en su conjunto gastan más de lo que pueden producir, esos planes no podrán cumplirse de la forma en que fueron proyectados. En una economía de mercado, es de esperar que la demanda insatisfecha ejerza una presión ascendente sobre los precios, y, para que este aumento de los precios pueda mantenerse a largo plazo, la cantidad de dinero deberá crecer lo suficiente.

Este argumento nos lleva a la explicación monetarista de la inflación, ya que el aumento de los precios está ligado al crecimiento de la cantidad de dinero.

■ Explicación monetarista Según la teoría monetarista, que en esencia se identifica con los planteos de los economistas clásicos, el comportamiento de la demanda agregada se explica por el aumento de la cantidad de dinero por encima del creci- miento de la producción. Si en una economía en la que, inicialmente, no se experimentan tensiones inflacionarias tiene lugar un aumento en la cantidad de dinero, los agentes económicos dispondrán de una mayor liquidez. Sin embargo, dado que desde la perspectiva monetarista el dinero se mantie-

▲ Fig. 15.5. Política monetaria expansiva. La puesta en práctica de una política monetaria expansiva origina un desplazamiento de la curva de demanda agregada (DA) hacia la derecha.

Recuerda Los economistas clásicos y los monetaristas sostienen que el comportamiento de la demanda agregad y, por lo tanto, de los precios se explica por el aumento de la cantidad de dinero.

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Tabla 15.3. Índice de precios al consumidor del Gran Buenos Aires y tasa anual de inflación.

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▲ Fig- 15.6. La inflación en los modelos clásico y keynesiano estricto. Desde una perspectiva clásica, la curva de oferta agregada es completamente rígida, de modo que un incremento de la cantidad de dinero se traslada íntegramente a los precios. A muy corto plazo, en términos del modelo keynesiano estricto, dado que la curva de oferta agregada es prácticamente horizontal, un aumento de la cantidad de dinero no incide en el nivel de precios.

Recuerda LOS monetaristas sostienen que las variaciones de la oferta monetaria no afectan las variables reales. Esta teoría se conoce como la dicotomía clásica entre las variables nominales y las variables reales, así como la neutralidad del dinero.

ne básicamente para transacciones, los agentes económicos se encontrar, con más dinero del que precisan e intentarán gastar el exceso en la compra de otros activos rentables o aumentando su demanda de bienes y servicios corrientes.

Además, si la actividad económica se halla en una situación tal que la totalidad de los factores productivos se encuentran empleados, la producción física de bienes y servicios no podrá aumentar a corto plazo. Por lo tanto, esta demanda incrementada no podrá satisfacerse mediante un aumento en la producción, y, en consecuencia, los precios subirán.

En términos gráficos, la postura monetarista sobre la inflación puede ex- presarse así: a largo plazo, la curva de oferta agregada de la economía es prácticamente vertical; si, al incrementarse la cantidad de dinero, la curva de demanda agregada se desplaza hacia la derecha, solamente subirán los pre- cios, pues el aumento en la cantidad de dinero no afectará las variables reales (Fig. 15.6a). Así pues, los monetaristas establecen una relación automática entre la cantidad de dinero y el nivel de precios. ■ Algunas observaciones keynesianas

sobre la explicación monetarista

Aunque prácticamente todos los economistas aceptan la estrecha relación en- tre la inflación y la cantidad de dinero, desde una óptica keynesiana se señala que el dinero no sólo se demanda para hacer frente a las transacciones, sino también como activo (véase Apartado 14.3). Así, en determinadas circunstan- cias, a muy corto plazo la demanda de dinero puede absorber los aumentos en la oferta monetaria sin que se produzcan alteraciones de precios. De esta forma, la relación entre oferta monetaria y nivel de precios no es tan directa como sostienen los monetaristas, ya que una alteración de la cantidad de dinero puede tener efectos sobre la producción.

En la Figura 15.6b se representa gráficamente la curva de oferta agregada del modelo keynesiano estricto a muy corto plazo. Se supone que la curva de oferta agregada es completamente horizontal. En efecto, si se acepta la existencia de desempleo involuntario (véase Apartado 11.5), un aumento de la cantidad de dinero puede hacer que se incremente la producción de equilibrio sin que se altere el nivel de precios (Fig. 15.6b).

D. Los efectos de la inflación

La inflación tiene costos reales que dependen de dos factores: que la inflación sea esperada o no, y que las instituciones económicas hayan ajustado su comportamiento para hacerles frente, incorporando la inflación a los contratos de trabajo y a los préstamos de capital, y revisando los efectos del sistema fiscal ante una situación inflacionaria.

■ La inflación esperada En el contexto de una economía sin sector externo, cuando la inflación es esperada y las instituciones se han adaptado para compensar sus efectos, se dan básicamente dos clases de costos de la inflación: Unos son los llamados costos en suela de zapatos, derivados de la inco- modidad de tener que ir con mucha frecuencia a las instituciones financieras para sacar dinero a fin de poder ajustar la cantidad de dinero real deseada a la pérdida de poder adquisitivo del dinero motivada por el alza de precios.

Los costos en suela de zapatos son los recursos despilfarrados cuando la inflación estimula a los individuos a reducir sus tenencias de dinero.

El otro tipo de costos deriva de tener que cambiar los precios a menudo, lo que implica alterar las listas de precios y los menús. Genéricamente, se conocen como los costos de menú.

Los costos de menú son los costos de modificar los precios.

Cuando las instituciones no logran ajustar su comportamiento a la infla- ción, aunque sea esperada, surgen costos adicionales derivados, fundamen- talmente, de las distorsiones fiscales. a) La inflación esperada y los impuestos. Con la inflación se produce

un deslizamiento de los tramos impositivos, al aumentar la proporción de

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impuestos que se paga por una cantidad dada de renta real. El desliza- miento de los tramos no afectaría a los contribuyentes si los impuestos representasen una proporción constante de la renta nominal, pues, en este caso, éstos pagarían en impuestos la misma proporción de su renta. Sin embargo, dado que la proporción tiende a aumentar con el nivel de renta nominal, cuando ello ocurre sin que crezca la renta real, la inflación hace que suban los impuestos. Esto se conoce como el impuesto de la inflación.

b) La inflación esperada y las tasas de interés. Durante los períodos inflacionarios, los prestamistas exigen una compensación por la depre- ciación del poder adquisitivo del dinero que prestan. En previsión de ello, la tasa de interés nominal o tasa de mercado tiende a llevar consigo una prima igual a la tasa de inflación esperada.

Tasa de interés nominal = Tasa de interés real + Tasa de inflación

Con la renta generada por los intereses, el problema es el mismo que con la renta procedente del capital. Así, supongamos que a lo largo de un año los precios aumentan un 10% y que la tasa de interés nominal se incrementa en el mismo porcentaje, de modo que la tasa de interés real no varía. Esto se ve mejor al despejar:

Tasa de interés real = Tasa de interés nominal - Tasa de inflación

Si el Gobierno grava la renta procedente de los intereses nominales, por ejemplo con una tasa impositiva del 30%, se lleva en impuestos un 3% (0,30 x 10%) de la prima de inflación. En otras palabras, la tasa de interés real que percibe el prestamista una vez deducidos los impuestos se reduce en un 3%, con lo cual, de nuevo, el Estado ve aumentar sus ingresos gracias a la infla- ción, en este caso a costa del prestamista. ■ La inflación imprevista

Los efectos de la inflación imprevista sobre el sistema económico pueden cla- sificarse en dos grandes grupos: efectos sobre la distribución de la renta y la riqueza, y efectos sobre la asignación de los recursos productivos, esto es, sobre la producción y el empleo. Asimismo, analizaremos la incerti- dumbre generada por la inflación imprevista.

a) Efectos sobre la distribución. La inflación perjudica a aquellos indivi- duos que reciben rentas fijas en términos nominales y, en general, a los que reciben rentas que crecen menos que la inflación. Un ejemplo típico de estos grupos es el de los jubilados y pensionados.

Suele afirmarse, también, que la inflación favorece a los deudores nomina- les y perjudica a los acreedores en términos monetarios. Los acreedores

otorgan préstamos en términos monetarios, haciendo que el deudor se comprometa a devolver una cantidad fija de dinero por período de tiempo. Si la cantidad no cambia en términos monetarios y hay inflación, el valor real de dicha suma decrece. Dado que los contratos de préstamos suelen negociarse con una vigencia de varios años, si el acreedor no puede elevar la tasa de interés monetaria, el rendimiento real de ésta se reducirá. Asimismo, y tal como se ha señalado, la inflación beneficia al Estado: por un lado, porque las distorsiones fiscales llevan a un aumento de los im- puestos y, por otro, porque buena parte de sus gastos en términos reales suelen decrecer. Esto se debe a que una parte de los intereses y la amor- tización de los títulos de deuda pública vienen especificados en términos monetarios; por lo tanto, el costo de la deuda en términos reales se reduce a costa de los ingresos reales de los tenedores de esos títulos. En conse- cuencia, el sector público resulta claramente beneficiado por la inflación.

b) Efectos sobre la actividad económica. La inflación tendrá también efectos distorsionantes sobre la actividad económica al alterar la estructu- ra de precios relativos, pues, como es lógico, no todos los precios abso- lutos aumentan por igual. Dado que los precios relativos son las señales que guían el funcionamiento del mercado, una alteración de su estructura implica una distorsión en la asignación de recursos al verse dificultada la información.

En todo caso, los efectos más significativos de la inflación sobre la acti- vidad económica, esto es, la producción y el empleo, se aprecian mejor desde una perspectiva internacional. Aquellos países que experimenten mayores tasas de inflación verán que sus productos pierden competitivi- dad, y esto influirá negativamente sobre sus exportaciones.

c) La incertidumbre. La incertidumbre que generan los procesos inflacio- narios también afecta de manera negativa la producción. En particular, se ha señalado que, cuando hay inflación, es más difícil controlar y calcular el rendimiento de las inversiones. Por lo tanto, la inversión se resiente, y entonces la acumulación de capital y, paralelamente, la productividad se ven seriamente afectadas. La incertidumbre se manifiesta en los cálculos de inversiones al elevar las primas de riesgo, e impide que determinados proyectos de capital sa- tisfagan los criterios financieros aceptables. El déficit en inversiones se concentrará en las inversiones a largo plazo, que son más sensibles a la incertidumbre y a la inestabilidad asociada a la inflación.

¿Qué efectos tendrá una política monetaria expansiva según el modelo clásico y según el modelo

keynesiano estricto a corto plazo?

Recuerda La inflación, al alterar la estructura de los precios relativos, tiene efectos distorsionantes sobre la actividad económica.

La incertidumbre ligada a los procesos inflacionarias incide negativamente en la producción y en el crecimiento al elevar la prima de riesgo.

Recuerda

Actividades

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Apéndice 2 Apéndice 1

El mercado monetario y la política monetaria en términos gráficos

El Banco Central determina la oferta monetaria. Si suponemos que los precios están dados, re- presentaremos la curva de oferta monetaria con una recta vertical (Fig. 15.7). Si consideramos constantes el nivel de precios y el nivel de renta real, la demanda de dinero será mayor cuanto menor sea la tasa de interés, es decir, cuanto menor sea el costo de oportunidad de mante- ner dinero. Según estos supuestos, la relación entre la demanda de dinero y la tasa de interés da lugar a una curva con pendiente negativa. El mercado monetario se representa gráficamente en la Figura 15.7.

▲ Fig. 15.7. El mercado monetario.

De acuerdo con lo establecido, la curva de demanda de dinero tiene una inclinación decreciente, mientras que la curva de oferta monetaria es vertical.

Cuando la política monetaria es expansi- va, aumenta la cantidad de dinero (la curva de oferta se desplaza hacia la derecha), y la tasa de interés se reduce (Fig. 15.8). Si la política monetaria es contractiva, la cantidad de di- nero se reduce (la curva de oferta se desplaza

hacia la izquierda) y la tasa de interés aumenta (Figura 15.9).

▲ Fig. 15.8. Política monetaria expansiva.

Los efectos de una política monetaria expansiva se concretan en un descenso de la tasa de interés y en un aumento de la cantidad de dinero.

Fig. 15.9. Política monetaria restrictiva. Si el Banco Central lleva a cabo una política monetaria restrictiva, reduciendo la oferta de saldos reales, la tasa de interés experimenta una subida.

La inflación y el índice de precios implícitos o deflactor del PIB

Una alternativa al IPC para medir la inflación es elíndice de precios implícitos o deflactor del PIB (véase Apartado 10.3). En Unidades anteriores hemos distinguido entre la producción física de bienes y servicios por parte de la economía y el valor monetario de la producción. En particular, hablamos de PIB nominal y de PIB real. La dis- tinción entre ambos se lleva a cabo gracias al segundo indicador más utilizado de la inflación, el índice de precios implícitos o deflactor del PIB.

Así, el deflactor del PIB de 2005 se calcula |no sigue:

IPI Tasa de inflación 1996 106,1 1997 105,6 -0,5% 1998 103,8 -1,7% 1999 101,9 -1,8% 2000 102,9 1,0% 2001 101,8 -1,0% 2002 134,1 31,7% 2003 146,9 9,5% 2004 160,5 9,2% 2005 172,3 7,3%

Tabla 15.4. El índice de precios implícitos y la inflación.

En el Tabla 15.4 aparece el índice de precios implícitos del PIB para los años 1996-2005 y la tasa de inflación calculada según dicho índice. A partir del deflactor del PIB, la tasa de inflación se caIcula como la variación porcentual anual.

La tasa de inflación es la tasa de variación porcentual que experimenta el deflactor.

Un deflactor es un índice de precios que con- vierte una cantidad nominal en otra real, esto es, la magnitud nominal se deflacta separando la va- riación debida al crecimiento de los precios de la atribuida al aumento de los factores reales. Dado que el PIB es una magnitud básica de la actividad económica, su deflactor es el índice de precios de mayor cobertura, y es el que más se acerca al concepto de índice general de precios.

El índice de precios implícitos en el PIB es el índice más apropiado para indicar la evolución de todos los precios de los bienes y servicios de la economía.

El deflactor del PIB es el cociente entre el PIB nominal y el PIB real expresado en forma de índice.

El deflactor del PIB utiliza como ponderaciones del índice de precios la participación de los dife- rentes bienes en el valor de la producción del año corriente. El IPC, sin embargo, usa como ponde- raciones la participación de los diferentes bienes en el presupuesto de la unidad familiar represen- tativa correspondiente al año base. Asimismo, el IPC y el deflactorse diferencian en que el deflactor incluye todos los bienes producidos, mientras que el IPC mide el costo de los bienes consumidos es decir, los incluidos en la canasta de compra de la economía doméstica representativa.

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