Ícaro, narrativo

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  • 7/26/2019 CARO, NARRATIVO

    1/1

    CAROMientras tanto, Ddalo se encontraba en una isla en medio del mar, lleno de odio por Creta y por elprolongado destierro, pero traspasado de amor hacia su pas natal. A pesar de que me cierren elpaso la tierra y las aguas al menos el cielo est abierto; por ah oy a ir! Minos puede tenerlo todo,pero el aire no lo tiene". Di#o, y dispuso su nimo para traba#ar en un nueo arte$acto quereolucionara la naturale%a. &l empe%' a

    poner plumas de acuerdo con un orden, empe%ando por la ms peque(a y siguiendo desde unacorta hacia una larga de manera que crecieran progresiamente como un abanico; a continuaci'n,su#et' con hilos las plumas del medio y con cera las del $inal,y, una e% as dispuestas, les dio una peque(a curatura para ponerlas como las alas de las aeserdaderas. )unto a l se encontraba el peque(o *caro, y, sin saber que estabamane#ando su propio peligro, ya con su rostro animado tomaba las plumas que una brisa pasa#erahaba dispersado, ya moldeaba la cera con sus peque(as manos y con su #uego molestaba eladmirable traba#o de su padre. +na e% que la obra estuo terminada, el art$ice se balance' lmismo sobre las dos alas, y agitando los aires se arro#' en ellos; dio tambin instrucciones a suhi#o! e adierto, *caro, que tienes que olar siguiendo una lnea hori%ontal, para eitar que las olasmo#en las plumas si as demasiado ba#o, y que el calor del sol las haga encenderse si uelasdemasiado alto! uela entre ambos e-tremos. te mando que no mires las estrellas de la /saMayor! 0Aan%a siempre detrs de m1". Al mismo tiempo le ense(aba las reglas para olar, leadapt' a los hombros las misteriosas alas. Durante las instrucciones, se pusieron idriosos suso#os y le temblaron sus antiguas manos; dio a su hi#o besos que ya no podra repetir en el $uturo.2e coloc' sus alas y ol' primero, y temiendo por su peque(o hi#o que lo acompa(aba, como unae que desde el alto nido ha impulsado a los aires a sus tiernos polluelos; y alentndolo aseguirle, y moiendo l mismo sus alas y mirando las de su hi#o. 3os io alguien que estabapescando en el mar, o alg4n pastor, o alg4n campesino en una pradera, y se quedaron sin palabrasy creyeron que eran dioses quienes as podan surcar el cielo. ya tenan a su i%quierda 2amos, laisla de )uno, esposa de 5eus, 6Delos y 7aros haban quedado atrs8, y a la derecha a 3ebinto yCalimna, cuando el muchacho empe%' a diertirse con su atreido uelo. De#' a su gua, yobedeciendo la pasi'n de surcar el cielo, leant' ms su trayectoria. 3a pro-imidad del sol abland'la cera que su#etaba las plumas; la cera se derrite! l agita sus bra%os desnudos, y sin redes paracapturar el iento, no hace presa de aire alguno, y aquella boca quegritaba el nombre de su padre iene a sumergirse en las a%ules aguas, que de l tomaron nombre.7or su parte, el acongo#ado padre, di#o! *caro, *caro, 9d'nde ests: 9n qu lugar te buscara

    yo:". *caro", deca; diis' entre las olas las plumas y maldi#o su propio inento y deposit' el cuerpoen un sepulcro, y aquella tierra $ue designada con el nombre del ahogado y perdido hi#o!