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L IBRO DE M ORMÓN Manual del alumno Religión 121–122

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  • LIBRO DE MORMÓN

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    E MO

    RM

    ÓN

    Manual del alum

    no Religión 121–122 Manual del alumno Religión 121–122

  • Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos DíasSalt Lake City, Utah, EE. UU.

    EL LIBRO DE MORMÓN, MANUAL DEL ALUMNO

    RELIGIÓN 121–122

  • En la cubiertaCristo en la tierra de Abundancia por Simon Dewey, © 2003 IRI

    Se agradecen los comentarios y las correcciones. Tenga a bien mandarlos, incluso los que tengan que ver con errores, a

    Seminaries and Institutes of Religion Curriculum 50 East North Temple Street

    Salt Lake City, UT 84150-0008 EE. UU. Correo electrónico: ces-manuals@ ldschurch .org

    Tenga a bien incluir su nombre completo, dirección, barrio y estaca. Asegúrese de incluir el título del manual. Luego haga sus comentarios.

    © 2009 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados

    Impreso en los Estados Unidos de América

    Aprobación del inglés: 1/07 Aprobación de la traducción: 5/12

    Traducción de Book of Mormon Student Manual Spanish

    32506 002

  • 35 Helamán 1–4 ..................................................272

    36 Helamán 5–9 ..................................................278

    37 Helamán 10–12 ..............................................284

    38 Helamán 13–16 ..............................................291

    39 3 Nefi 1–7 ........................................................298

    40 3 Nefi 8–11 .....................................................306

    41 3 Nefi 12–14 ....................................................314

    42 3 Nefi 15–17....................................................325

    43 3 Nefi 18–19 ...................................................330

    44 3 Nefi 20–22 ...................................................337

    45 3 Nefi 23–26 ...................................................345

    46 3 Nefi 27–30....................................................352

    47 4 Nefi ..............................................................356

    48 Mormón 1–6 ...................................................363

    49 Mormón 7–9 ...................................................370

    50 Éter 1–5 ...........................................................378

    51 Éter 6–10 ........................................................386

    52 Éter 11–15 .......................................................392

    53 Moroni 1–6 .....................................................399

    54 Moroni 7 .........................................................406

    55 Moroni 8–9 .....................................................414

    56 Moroni 10 .......................................................420

    Apéndice

    Planchas y anales del Libro de Mormón .................. 427

    Personas responsables de llevar los registros nefitas ...428

    Los testigos de las planchas del Libro de Mormón ... 429

    Posible ruta recorrida por la familia de Lehi ............ 430

    Páginas y épocas del Libro de Mormón ................... 431

    El palo de Judá y el palo de Efraín........................... 432

    Analepsis de Omni a Mosíah .................................... 433

    El ciclo de rectitud e iniquidad ................................. 434

    Breve historia del esparcimiento de Israel ............... 435

    El recogimiento de Israel .......................................... 436

    Índice por temas .................................................... 437

    Capítulo

    Introducción ...............................................................1

    1 La piedra clave de nuestra religión .....................3

    2 1 Nefi 1–5 ..........................................................11

    3 1 Nefi 6–11 .......................................................19

    4 1 Nefi 12–15 ......................................................27

    5 1 Nefi 16–18 .....................................................35

    6 1 Nefi 19–22 .....................................................43

    7 2 Nefi 1–3 ..........................................................50

    8 2 Nefi 4–8 .........................................................60

    9 2 Nefi 9–10 .......................................................67

    10 2 Nefi 11–16 ......................................................75

    11 2 Nefi 17–24......................................................85

    12 2 Nefi 25–27 .....................................................96

    13 2 Nefi 28–30 ...................................................105

    14 2 Nefi 31–33 ....................................................111

    15 Jacob 1–4 ........................................................117

    16 Jacob 5–7 ........................................................126

    17 Enós–Palabras de Mormón .............................134

    18 Mosíah 1–3 .....................................................140

    19 Mosíah 4–8 .....................................................146

    20 Mosíah 9–17 ...................................................153

    21 Mosíah 18–24 .................................................160

    22 Mosíah 25–29 .................................................167

    23 Alma 1–4 ........................................................175

    24 Alma 5–7 ........................................................183

    25 Alma 8–12 ......................................................190

    26 Alma 13–16 ....................................................197

    27 Alma 17–22 ....................................................205

    28 Alma 23–29 ....................................................212

    29 Alma 30–31 ....................................................220

    30 Alma 32–35 ....................................................229

    31 Alma 36–39 ....................................................239

    32 Alma 40–42 ....................................................249

    33 Alma 43–51 ....................................................256

    34 Alma 52–63 ....................................................265

    Índice

    III

  • 1

    Introducción

    El Libro de Mormón da testimonio de Jesucristo y nos enseña cómo llegar a ser Sus discípulos. El profeta José Smith (1805–1844) afirmó que “un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” (History of the Church, tomo IV, pág. 461; introducción del Libro de Mormón). Al estudiar el Libro de Mormón con espíritu de oración, el Espíritu Santo continuamente le testificará al corazón y a la mente en cuanto a la función divina del Salvador como Redentor del género humano.

    El Libro de Mormón ejerce una poderosa influencia en el corazón de quienes lo reciben y meditan su mensaje. El élder Parley P. Pratt (1807–1857), uno de los prime-ros conversos de la Restauración y alguien que con el tiempo llegó a ser miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, relató lo siguiente sobre la primera vez que leyó el Libro de Mormón:

    “Lo abrí ansiosamente y leí la portada. Después leí el testimonio de varios testigos de la manera en que fue hallado y tradu-cido. A continuación, comencé a leer el conte-nido desde la primera página. Leí todo el día; me parecía una molestia

    comer, pues no sentía deseos de alimentarme; y cuando llegó la noche, me resultaba una molestia acostarme, pues prefería seguir leyendo en lugar de dormir.

    “A medida que leía, el Espíritu del Señor estaba sobre mí, y supe y comprendí que el libro era la verdad” (Auto biography of Parley P. Pratt, editada por Parley P. Pratt, hijo, 1938, pág. 37).

    Los profetas contemporáneos han recalcado continua-mente la necesidad que todo Santo de los Últimos Días tiene de leer el Libro de Mormón una y otra vez. El pre-sidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) declaró: “Les prometo que, si cada uno de ustedes [lee el Libro de Mormón], sin tener en cuenta cuántas veces hayan leído antes el Libro de Mormón, recibirán personalmente y en su hogar una porción mayor del Espíritu del Señor, se fortalecerá su resolución de obedecer los manda-mientos de Dios y tendrán un testimonio más fuerte de

    la realidad viviente del Hijo de Dios” (“Un testimonio vibrante y verdadero”, Liahona, agosto de 2005, pág. 6).

    El presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó el modo en que des-cubrió que estudiar el Libro de Mormón conduce a la revelación personal:

    “Esas Escrituras [el Libro de Mormón] me parecieron claras y preciosas…

    “Aprendí que cualquier persona en cualquier lugar po-día leer el Libro de Mormón y recibir inspiración.

    “Algunos conceptos han cobrado significado para mí tras haberlos leído una segunda y aun una tercera vez, y se han ‘aplicado’ a situaciones que se me han presentado en la vida cotidiana” (Liahona, mayo de 2005, pág. 7).

    La inspiración llegará, como testificó el presidente Packer, a medida que lea el Libro de Mormón con regularidad.

    El propósito de este manualEste manual para el alumno sirve para complementar la lectura y el estudio del Libro de Mormón, y no para reemplazar ambas cosas. El manual contiene una recopilación de perspectivas proféticas y consejos inspi-rados para ayudarle en su búsqueda de dirección sobre cómo “apli[car] todas las Escrituras” a usted mismo (1 Nefi 19:23   ). Considere sus propias costumbres de aprendizaje y determine de qué manera este manual complementa mejor su lectura y estudio personales del Libro de Mormón. Las siguientes figuran entre las posibles opciones de estudio: (1) recurrir al manual mientras lee, (2) leer el manual después de haber leído varios capítulos del Libro de Mormón o (3) repasar el manual antes de leer las Escrituras para profundizar su entendimiento de los capítulos asignados.

    Cómo está organizado el manualEl manual para el alumno contiene cincuenta y seis capítulos que abarcan todo el Libro de Mormón. Cada capítulo tiene cinco partes: Introducción, Comentario,

    1

  • Preguntas para el estudio (en recuadros), Para meditar y Tareas sugeridas.

    IntroducciónUna breve introducción aparece al principio de cada capítulo para darle contexto al relato, señalar los temas e indicar algunas doctrinas y algunos principios de los pasajes de las Escrituras correspondientes.

    ComentarioLa sección de comentarios aclara las doctrinas y los principios de esos pasajes de las Escrituras. Leer cada comentario con detenimiento le permitirá reconocer y analizar más a fondo los mensajes inspirados de los profetas del Libro de Mormón. Verá cómo los profetas de nuestra época aplican las verdades de las Escrituras a las condiciones modernas y a las situaciones preva-lentes en el mundo.

    Los comentarios con frecuencia citan obras publicadas y correlacionadas por la Iglesia, entre ellas Leales a la fe: Una referencia del Evangelio, 2004; Para la Fortaleza de la Juventud: Cumplir nuestro deber a Dios, 2001; Guía para el Estudio de las Escrituras (disponible en internet en www .scriptures .lds .org); Topical Guide y Bible Dictionary.

    Preguntas para el estudioA lo largo de la sección de los comentarios encontrará preguntas para el estudio en el interior de recuadros bordeados como el que aparece a continuación. Estas preguntas le ayudarán a escudriñar y entender versícu-los específicos.

    Mosíah 18:21–29¿Qué le enseñó Alma a su pueblo que debía hacer para andar “rectamente

    ante Dios”? (versículo 29).

    Para meditarLa sección “Para meditar” le ayudará a reflexionar en profundidad sobre algunos de los elementos de su lectura. El élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, afirmó que meditar las Escrituras brinda resultados valiosos: “Al meditar y orar en cuanto a principios de doctrina, el Espíritu Santo hablará a sus mentes y a sus corazones. De los acontecimientos de las Escrituras, destilarán a sus corazones nuevas perspectivas y principios pertinentes a su situación” (Liahona, enero de 2001, pág. 21). Tal vez le convenga llevar un diario de lectura de las Escrituras o tener un cuaderno distinto para anotar las respuestas de algunas de estas preguntas y las impresiones que reciba al leer.

    Tareas sugeridasAl final de cada capítulo hay tareas adicionales que fomentan la aplicación personal de las verdades de las Escrituras. Si usted está inscrito en algún curso de religión o de instituto del Libro de Mormón, su maestro quizá incorpore a la clase algunas de estas tareas. Tenga a bien observar que estas asignaciones son sugerencias y se deben adaptar conforme a sus necesidades perso-nales y a la dirección del Espíritu Santo.

    Información para las personas con discapacidadesPuede haber otros formatos de este mismo manual en www .ldsces .org. Si usted se enfrenta a alguna dificultad en el uso de este manual por causa de alguna discapa-cidad, tenga a bien comunicarse con su instructor para obtener información acerca de recursos adicionales.

    Dominio de las EscriturasEste manual contiene un icono de dominio de las Escrituras    , el cual señala precisamente los pasajes de dominio de las Escrituras. En seminario, a los alum-nos se les pide que se familiaricen con cien pasajes de las Escrituras que tienen importancia doctrinal. Cada vez que aparezca alguno de estos cien versículos de domi-nio, usted verá el símbolo     que lo señala como tal.

    2

  • La piedra clave de nuestra religión

    Capítulo 1

    IntroducciónEl profeta José Smith (1805–1844) dijo: “Declaré a los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” (History of the Church, tomo IV, pág. 461; introduc-ción del Libro de Mormón).

    El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, escribió que el Libro de Mormón se “debe considerar el texto religioso más destacable e impor-tante que se haya revelado desde que se recopilaron los escritos del Nuevo Testamento hace aproximadamente dos mil años. De hecho, en su función de restaura-dor de las claras y preciosas verdades bíblicas que se habían perdido, al añadir decenas de nuevas verdades sobre Jesucristo y preparar el camino para una restaura-ción completa de Su evangelio y para el día triunfante de Su retorno milenario, podemos considerar al Libro de Mormón como el texto religioso más notable e importante jamás dado al mundo” (Christ and the New Covenant, 1997, págs. 9–10).

    Al comenzar su estudio del Libro de Mormón, procure hallar las grandes verdades que contiene. El Libro de Mormón testifica específicamente de la divinidad de Jesucristo y de la realidad de Su expiación. Además, el Libro de Mormón reitera el convenio de Dios con la casa de Israel y demuestra por qué es necesario que hagamos convenios sagrados y que cumplamos con ellos. Si estudia con oración este tomo de Escrituras, su testimonio del evangelio de Jesucristo y de su restau-ración en la tierra durante los últimos días llegará a ser más profundo y poderoso.

    ComentarioPortada• LaportadadelLibrodeMormóncomienzadelasi-guiente manera: “El Libro de Mormón, un relato escrito

    por la mano de Mormón sobre planchas, tomado de las planchas de Nefi”. A esto le siguen dos párrafos, los cuales probablemente fueron escritos por el profeta del Libro de Mormón llamado Moroni, hijo de Mormón. El profeta José Smith explicó que “la portada del Libro de Mormón es una traducción literal, tomada de la última hoja, del lado izquierdo de la colección o libro de planchas en las cuales se encerraba la historia que se ha traducido; que el lenguaje de toda la obra está dis-puesto como todo escrito hebreo en general [es decir, de derecha a izquierda]; y que dicha portada en ningún sentido es composición moderna, ni mía ni de cualquier otro hombre que haya vivido o viva en esta generación” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 64).

    “A fin de que apareciese en el debido tiempo”• ElprimerpárrafodelaportadadelLibrodeMormóndeclara que el registro sagrado habría de aparecer “en el debido tiempo”. El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) testificó que el momento en que salió a la luz el Libro de Mormón muestra la importancia del libro en la restauración del Evangelio:

    “Un poderoso… testimonio de la importancia del Libro de Mormón se encuentra al darse cuenta del momento en que el Señor permitió que se publicara, dentro del cuadro cronológico de la Restauración [que iba avan-zando]. Lo único que le precedió fue la Primera Visión. En esa manifestación maravillosa, el profeta José Smith entendió cuál era la verdadera naturaleza de Dios y que Él tenía una obra que encomendarle. La aparición del Libro de Mormón fue lo que le siguió.

    “Piensen en eso y en lo que implica. La aparición del Libro de Mormón precedió a la restauración del sacer-docio. Se publicó pocos días antes de que se organizara la Iglesia. A los santos se les dio el Libro de Mormón para que lo leyesen antes de dárseles las grandes revelaciones que explicaban grandes doctrinas como los tres grados de gloria, el matrimonio celestial o la obra vicaria. Apareció antes de que se organizaran los quórumes del sacerdocio y la Iglesia. ¿No nos dice esto algo sobre cómo considera el Señor esta obra sagrada?” (véase Liahona, enero de 1987, pág. 4).

    • ElélderL. TomPerry,delQuórumdelosDoceApós-toles, explicó que el Libro de Mormón fue escrito para

    3

  • nuestra época: “…los principales escritores del Libro de Mormón comprendían a la perfección que sus escritos eran esencialmente para las personas de una futura generación en lugar de ser para las de la suya. Moroni escribió a nuestra generación: ‘… os hablo como si os hallaseis presentes…’ (Mormón 8:35)” (Liahona, noviembre de 2005, págs. 6–7).

    • Alhablarsobrelanecesidadquetenemosdeaplicarel Libro de Mormón a nuestra vida, el presidente Ezra Taft Benson declaró: “Si ellos vieron nuestros días, y eligieron aquellas cosas que serían de [mayor] valor para nosotros, ¿no es ese el modo en que debemos estudiar el Libro de Mormón? Constantemente debería-mos preguntarnos: ‘¿Por qué inspiró el Señor a Mormón (o a Moroni o a Alma) para que incluyera esto en su registro? ¿Qué lección puedo aprender de esto que me ayude a vivir en esta época?’” (véase Liahona, enero de 1987, pág. 4).

    El élder Perry además sugirió un ejercicio importante a la hora de leer el Libro de Mormón: “Cada vez que leamos el libro quizá debiéramos preguntarnos: ‘¿Por qué los escritores habrán escogido esos relatos o esos sucesos en particular para ponerlos en el compendio? ¿Qué valor tienen para nosotros en la actualidad?’” (Liahona, noviembre de 2005, pág. 8).

    Interpretación por el don de Dios• Lasmismasplanchasdeoroensíteníanlapromesade que serían interpretadas “por el don y el poder de Dios” (portada del Libro de Mormón). El élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, presentó algunos datos sobresalientes sobre la traducción del Libro de Mormón:

    “Todavía no se conocen plenamente los detalles de este milagroso método de traducción, pero algo de conocimiento tenemos al respecto, conocimiento que consideramos precioso…

    “Emma Smith, que fue una de las primeras personas que sirvieron como escribientes de José, relató lo siguiente en 1856:

    “ ‘Durante el tiempo que mi esposo pasó traduciendo el Libro de Mormón, yo escribí parte del libro: José me dictaba cada oración, palabra por palabra, y, cuando llegaba a un nombre propio que no sabía pronunciar,

    o a palabras largas, las deletreaba, y mientras yo las escribía, si yo cometía algún error de ortografía, él se detenía y me corregía la ortografía aunque le resultaba imposible ver cómo yo las escribía en ese momento. Aun la palabra Sara no la supo pronunciar al principio, por lo que la tuvo que deletrear, y yo se la pronun-ciaba a él.

    “ ‘Cuando se detenía por cualquier propósito, en el momento que fuera, al empezar de nuevo comenzaba sin vacilar en el lugar donde se había quedado. En una ocasión, estaba traduciendo y de pronto se detuvo, pálido como una hoja de papel, y me preguntó: “Emma, ¿Jerusalén estaba rodeada de murallas?”. Cuando le dije que sí, él contestó: “¡Oh! [No lo sabía.] Temía haber sido engañado”. En ese entonces, José tenía un cono-cimiento tan limitado de historia, que ni siquiera sabía que Jerusalén estaba rodeada de murallas’. (Edmund C. Briggs, ‘A Visit to Nauvoo in 1856’, Journal of History, enero de 1916, pág. 454)…

    “Aunque con el pasar de los años el profeta pulió sus habilidades, Emma reconoció que cuando José tradujo las planchas de oro, él apenas sabía leer y escribir en forma rudimentaria:

    “ ‘José Smith… no podía ni escribir ni dictar una carta coherente y bien redactada, así que mucho menos dic-tar un libro como el Libro de Mormón. Y, aunque parti-cipé activamente en los sucesos que se produjeron, me resulta tan maravilloso, “una maravilla y un prodigio”, como a cualquier otra persona’ (Ibídem)” (“A Treasured Testament”, Ensign, julio de 1993, págs. 62–63).

    El Libro de Mormón reitera el convenio de Dios con Israel• AdemásdetestificardeJesucristo,elLibrodeMor-món demuestra que Dios recuerda Su convenio con la casa de Israel. La Guía para el Estudio de las Escrituras describe a la casa de Israel, su esparcimiento y su congregación:

    “En el Antiguo Testamento, el Señor dio el nombre de Israel a Jacob, el hijo de Isaac y nieto de Abraham (Gén. 32:28; 35:10). El nombre puede referirse a Jacob mismo, a sus descendientes, o al reino que una vez po-seyeron esos descendientes en los tiempos del Antiguo Testamento…

    Capítulo 1

    4

  • “Las doce tribus de Israel: Jacob, el nieto de Abraham cuyo nombre fue cambiado a Israel, tuvo doce hijos. Sus descendientes se han llegado a conocer como las doce tribus de Israel o el pueblo de Israel…

    “El esparcimiento de Israel: El Señor esparció e hizo padecer a las doce tribus de Israel debido a su ini-quidad y rebelión; no obstante, también se valió del esparcimiento de su pueblo escogido entre las naciones del mundo para bendecir a esas naciones…

    “La congregación de Israel: La casa de Israel será con-gregada en los últimos días antes de la venida de Cristo (AdeF 1:10). El Señor congrega a los de su pueblo Israel cuando éstos lo aceptan y guardan sus mandamientos” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Israel”).

    • LosmiembrosdeLaIglesiadeJesucristodelosSan-tos de los Últimos Días constituyen la parte de la casa de Israel congregada en el conocimiento de sus padres y en los convenios del Señor. El Señor ha declarado: “Porque vosotros sois hijos de Israel y de la descenden-cia de Abraham” (D. y C. 103:17).

    • EnloreferentealafunciónquecumpleelLibrodeMormón en la congregación de Israel en los últimos días, el élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Quó-rum de los Doce Apóstoles escribió: “Con respecto al recogimiento de Israel, el Libro de Mormón es el libro de mayor importancia que se ha escrito o que se vaya a escribir jamás. Es el libro que congrega a Israel y que revela, con sencillez y perfección, la doctrina del reco-gimiento del linaje escogido. Es el libro, entregado por Dios, que comprueba la veracidad y divinidad de esta gran obra de los últimos días. Contiene la plenitud del Evangelio sempiterno y conlleva la prueba de su propia divinidad. Toda persona que está verdaderamente con-vertida sabe, por medio de las revelaciones del Espíritu Santo a su propio espíritu, que el Libro de Mormón es la intención y la voluntad y la voz del Señor al mundo de hoy en día. El Libro de Mormón es lo que hace que la gente crea en el Evangelio y se una a la Iglesia, y, como hemos visto hasta ahora, es el poder mediante el cual se lleva a efecto el recogimiento de Israel. Si no existiese el Libro de Mormón, desde un punto de vista práctico, el recogimiento del pueblo del Señor en los últimos días se detendría. Las ovejas perdidas de Israel oyen la voz de su Pastor tal y como se encuentra en

    ese libro, y, al dar oído a la voz, entran en el verdadero rebaño. De ningún modo podríamos sobrevalorar la importancia de este tomo de Escritura nefita en la salva-ción del hombre en los últimos días” (A New Witness for the Articles of Faith, 1985, pág. 554).

    “Convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo”• Segúnlaportada,elpropósitodelLibrodeMormónesconvencer al judío y al gentil “de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones”. El subtítulo del Libro de Mormón, Otro testa-mento de Jesucristo, recalca ese propósito primordial. El presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, señaló la importancia del subtítulo:

    “De acuerdo con una reciente decisión de las Auto-ridades Generales, el Libro de Mormón de ahora en adelante se publicará con el título ‘El Libro de Mormón’ y el subtítulo ‘Otro testamento de Jesucristo’.

    “El palo o registro de Judá, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y el palo o registro de Efraín, el Libro de Mormón, que es otro testamento de Cristo, están ahora entrelazados de tal manera que el estudiar uno nos lleva al otro; el aprender de uno nos aclara el conocimiento del otro. Son, sin duda, uno en nuestras manos. La profecía de Ezequiel se ha cumplido” (véase Liahona, enero de 1983, pág. 101).

    • ElpresidenteEzraTaftBensonexplicóloquesig-nifica la palabra testamento: “ ‘¿Recordamos el nuevo convenio, a saber, el Libro de Mormón?’ [véase D. y C. 84:57]. En la Biblia tenemos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. La palabra testamento es el equivalente en inglés de una palabra griega que se puede traducir también como convenio. ¿Es esto lo que quiso decir el Señor cuando llamó al Libro de Mormón ‘el nuevo convenio’? En realidad es otro testamento o testigo de Jesús. Ésta es una de las razones por las que recientemente agregamos las palabras ‘Otro testamento de Jesucristo’ al título del Libro de Mormón” (véase Liahona. enero de 1987, pág. 3).

    • ElélderRussell M.Nelson,delQuórumdelosDoceApóstoles, dio el siguiente consejo: “Cuando lean el Libro de Mormón, concéntrense en la figura principal del libro que es —desde el primer hasta el último

    La piedra clave de nuestra religión

    5

  • capítulo— el Señor Jesucristo, el Hijo del Dios viviente” (véase Liahona, enero de 2000, pág. 82).

    El élder Jeffrey R. Holland explicó aún más:

    “[El Señor] nos ha ofrecido un último convenio, nos ha dado un último testamento, como parte de Su esfuerzo final por llegar al hombre caído. Nos ha ofrecido uno de los últimos testimonios escritos del amor y la misericordia que nos extiende por última vez… Ese testamento y testigo culminante, ese ‘nuevo convenio’ ofrecido a los hijos de los hombres por última vez, es el mensaje del Libro de Mormón.

    “Ningún otro registro en-seña más sobre la promesa de Dios a los hombres en los últimos días. Estas pro-mesas se centran en Su Hijo Unigénito, en ‘los mé-ritos, y misericordia, y gra-cia del Santo Mesías… [quien] intercederá por to-dos los hijos de los hom-bres; y los que crean en él serán salvos’ [2 Nefi 2:8–9].

    “La tarea de los hijos de Dios en estos días finales de la historia del mundo es la de proceder con una ‘fe inque-brantable en él, confiando íntegramente en los méritos de aquel que es poderoso para salvar’ y ‘seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres… deleitándoos en la palabra de Cristo, y [perseverando] hasta el fin. Ésta es la senda; y no hay otro camino, ni nombre dado debajo del cielo por el cual el hombre pueda salvarse en el reino de Dios’ [2 Nefi 31:19–21].

    “Ningún otro libro nos ayuda a efectuarlo tan bien. Ningún otro libro ha sido jamás divinamente producido y protegido únicamente para este propósito. Nunca se ha escrito ningún otro libro con una visión tan plena de la futura dispensación a la cual habría de llegar dicho registro…

    “…En su mensaje de fe en Cristo, esperanza en Cristo y caridad en Cristo, el Libro de Mormón es el ‘nuevo convenio’ de Dios a Sus hijos, por última vez” (Christ and the New Covenant, págs. 8–10).

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    I

    Portada del Libro de Mormón¿Cuáles son los hechos registrados en la portada que dan testimonio de

    la naturaleza milagrosa del libro?

    La razón por la cual el Libro de Mormón es la piedra clave• ElprofetaJoséSmithdescribióelLibrodeMormóncomo “la clave de nuestra religión” (History of the Church, tomo IV, pág. 461; introducción del Libro de Mormón). El presidente Ezra Taft Benson explicó cuál es la función de una piedra clave:

    “La piedra clave es la piedra central o angular de un arco. Sostiene a todas las demás en su lugar, y si se quita, el arco se derrumba.

    “Hay tres formas en que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión: Es la [piedra] clave de nuestro testimonio de Jesucristo; es la [piedra] clave de nuestra doctrina y es la [piedra] clave del testimonio” (véase Liahona, enero de 1987, pág. 4).

    • ElpresidenteJames E.Faust(1920–2007),delaPrimera Presidencia, amplió la idea de que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra doctrina:

    “El Libro de Mormón es una piedra clave porque establece y une los principios y los preceptos de la eternidad y explica más a fondo las doctrinas básicas de salvación; es la joya que corona la diadema de nuestras Santas Escrituras.

    “Es, por otras razones tam-bién, la piedra clave de nuestra fe. La promesa de Moroni… de que Dios ma-nifestará la verdad del Libro de Mormón a todo aquel que pregunte con sinceri-dad y fe en Cristo, es el es-labón clave de una serie de verdades… que se confir-man entre sí.

    Capítulo 1

    6

  • “El testimonio confirmador del Libro de Mormón nos convence de que ‘Jesús es el Cristo, el eterno Dios’ y también verifica espiritualmente el llamamiento divino de José Smith y que él en realidad vio al Padre y al Hijo. Una vez confirmado ese testimonio, lógicamente se deduce que podemos recibir la confirmación de que Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio son también Escrituras que verdaderamente acompañan a la Biblia y al Libro de Mormón.

    “Todo esto confirma la restauración del Evangelio de Jesucristo y la misión divina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dirigida por un pro-feta viviente que recibe continua revelación. De estas verdades básicas puede emanar la comprensión de otros principios salvadores de la plenitud del Evangelio” (véase “La clave de nuestra religión”, Liahona, enero de 2004, págs. 3–4).

    “Acercar[se] más a Dios al seguir sus preceptos”• Eldomingo28denoviembrede1841,elprofetaJosé Smith pasó el día reunido en consejo con los Doce Apóstoles en la casa del presidente Young. Mientras conversaba con ellos sobre varios temas, declaró que “un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus pre-ceptos [los del Libro de Mormón] que los de cualquier otro libro” (History of the Church, tomo IV, pág. 461; introducción del Libro de Mormón).

    • ElpresidenteEzraTaftBensonenseñóqueelLibrode Mormón nos ayuda a discernir entre la verdad y el error:

    “Deberíamos… conocer el Libro de Mormón mejor que cualquier otro libro. No solamente deberíamos conocer la historia y los relatos inspiradores que contiene, sino también comprender sus enseñanzas. Si realmente cumplimos nuestro deber y abordamos el Libro de Mormón doctrinalmente, podemos poner al descubierto los errores y encontrar las verdades que nos servirán para combatir muchas de las actuales teorías falsas y filosofías de los hombres.

    “He observado en la Iglesia la diferencia de discerni-miento, entendimiento, convicción y espíritu que hay entre los que conocen y aman el Libro de Mormón y los que no. Ese libro es un gran cernedor” (“Jesus

    Christ—Gifts and Expectations”, Ensign, diciembre de 1988, pág. 4).

    • ElpresidenteMarion G.Romney(1897–1988),delaPrimera Presidencia, contó cómo el estudio del Libro de Mormón lo mantuvo espiritualmente a salvo: “Hace algunos años, cuando empecé a ejercer como abogado, mis familiares se encontraban algo incómodos al respecto. Temían que yo perdiera la fe. Si bien quería ejercer como abogado, tenía un deseo aún mayor de preservar mi testimonio, así que decidí seguir un pequeño procedimiento que les recomiendo: Cada mañana, antes de empezar el trabajo de la jornada, leía el Libro de Mormón durante treinta minutos —leía tam-bién los otros libros canónicos de la Iglesia, pero ahora estoy hablando del Libro de Mormón—, y, dedicando unos pocos minutos por día, leí por completo el Libro de Mormón, cada año, durante nueve años. Sé que me mantuvo en armonía, hasta donde yo me mantuve en armonía, con el Espíritu del Señor” (en Conference Report, abril de 1949, pág. 36).

    El lector decide qué aprender • LeerelLibrodeMormóntieneelpotencialdetraerbendiciones maravillosas; sin embargo, sobre el lector recae una gran responsabilidad. El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, habló sobre cuán necesario es leer con el corazón y la actitud adecuados: “Lo que saquemos de un libro, especialmente de un texto sagrado, depende en su mayor parte de lo que pongamos de nuestra parte al leerlo: del deseo y la disposición de aprender, y de la armonía que tengamos con la luz que comunica el Espíritu del Señor” (Liahona, mayo de 2006, pág. 77).

    Cómo obtener un testimonio personal del Libro de Mormón• Elúltimoprofetaquegrabóalgoenlosanalesnefitasfue Moroni, hijo de Mormón. Como profeta de Dios, Moroni presentó una fórmula para que los lectores pudieran, por medio del Espíritu Santo, recibir un testi-monio personal de que el Libro de Mormón es Escritura sagrada. Esta promesa, que se da a todos los que con sinceridad lean el Libro de Mormón y deseen saber de su veracidad, se encuentra en Moroni 10:3–5   .

    La piedra clave de nuestra religión

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  • • Ellectorsincerotalveznoobtengadeinmediatountestimonio al leer el Libro de Mormón. Además, algunas personas posiblemente no reconozcan el testimonio que va creciendo en su interior a medida que estudian y oran acerca de este impresionante texto, pero la promesa de Moroni se cumplirá. El presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, compartió una experiencia personal e impartió un consejo a quienes buscan obtener un testimonio:

    “Cuando leí el Libro de Mormón [por] primera vez [de] principio [a] fin, leí la promesa de que si yo ‘pregun[taba] a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si [eran verdaderas las cosas que había leído]; y si pedí[a] con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él [me] manifesta[ría] la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo’ (Moroni 10:4). Intenté seguir esas instrucciones como las había entendido.

    “Si quizás yo esperaba que se produjese de inmediato una manifestación espléndida como experiencia sobre-cogedora, ésta no sucedió; no obstante, experimenté un buen sentimiento y comencé a creer…

    “La experiencia me ha enseñado que el testimonio no sobreviene de repente, sino que va creciendo, como dijo Alma, de la semilla de la fe: ‘…fortalecerá vuestra fe, porque diréis: Sé que ésta es una buena semilla; por-que, he aquí, brota y empieza a crecer’ (Alma 32:30). Si la nutren, crecerá, pero si no la nutren, se secará (véase Alma 32:37–41).

    “No se desilusionen si han leído y releído, y todavía no han recibido un poderoso testimonio, quizás les ocurra como a los discípulos de los que se habla en el Libro de Mormón que se hallaban llenos del poder de Dios en gran gloria ‘y no lo supieron’ (3 Nefi 9:20).

    “Hagan lo mejor que puedan. Piensen en este versículo: ‘Y mirad que se hagan todas estas cosas con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten. Y además, conviene que sea diligente, para que así gane el galar-dón; por tanto, todas las cosas deben hacerse en orden’ (Mosíah 4:27)” (Liahona, mayo de 2005, págs. 6, 8).

    Moroni 10:3–5 Vuelva a leer la promesa de Moroni. ¿Cómo aplicará dicha promesa al

    estudiar el Libro de Mormón?

    Pruebas externas del Libro de Mormón• AlgunosalumnosqueestudianelLibrodeMormóntienen interés en las pruebas geográficas, textuales o arqueológicas del origen antiguo del libro. Si bien éstas son con frecuencia fascinantes y útiles, se debe recordar que este tipo de descubrimientos no constituyen ni la esencia ni la verdad del Libro de Mormón. El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) aconsejó que nuestro testimonio del Libro de Mormón no debe basarse únicamente en estos descubrimientos: “La evidencia de su veracidad y validez en un mundo que tiende a exigir evidencias, no yace en la arqueología ni en la antropología, aunque el conocimiento de estas ciencias podría ser de ayuda para algunos, ni en la investigación lingüística ni el análisis histórico, aunque éstos podrían servir para confirmarla. La evidencia de su veracidad y validez yace dentro del libro mismo. La prueba de su veracidad yace en la lectura del libro mismo. Es un libro de Dios. Los hombres ra[cionales] pueden sentir dudas sinceras con respecto a su origen, pero aquellos que lo han leído y han orado han llegado a saber, por un poder que sobrepasa sus sentidos naturales, que es verdadero, que contiene la palabra de Dios, que traza las verdades salvadoras del Evangelio sempiterno, que apareció ‘por el don y el poder de Dios… para conven-cer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo’ (Portada del Libro de Mormón)” (“Cuatro piedras angulares de fe”, Liahona, febrero de 2004, págs. 5 6).

    Capítulo 1

    8

  • Bendiciones del Libro de Mormón• ElpresidenteGordon B.Hinckleyexpusolaformaen que el Libro de Mormón puede ayudar a los miem-bros de la Iglesia a mantenerse sanos espiritualmente:

    “[En el Libro de Mormón se] ilustra tan claramente el hecho de que cuando los hombres y las naciones andan con amor y respeto a Dios y obedecen Sus manda-mientos, prosperan y progresan; pero que cuando no le prestan atención ni escuchan Su palabra, sobreviene una corrupción que, a menos que se detenga por medio de la rectitud, conduce a la decadencia y a la muerte…

    “Sin reservas les prometo que, si cada uno de ustedes [lee el Libro de Mormón], …recibirán personalmente y en su hogar una porción mayor del Espíritu del Señor, se fortalecerá su resolución de obedecer los mandamientos de Dios y tendrán un testimonio más fuerte de la reali-dad viviente del Hijo de Dios” (“Un testimonio vibrante y verdadero”, Liahona, agosto de 2005, págs. 4–6).

    • ElpresidenteJames E.Faustrelatóunaexperienciaque contó el élder F. Burton Howard, de los Setenta, la cual demuestra el poder de conversión que tiene el Libro de Mormón:

    “La hermana Celia Cruz Ayala, de la Misión Puerto Rico San Juan, había decidido regalarle el Libro de Mormón a una amiga. Lo envolvió primorosamente y se dispuso a llevárselo.

    “En el camino la atacó un delincuente que le robó la cartera dentro de la cual llevaba el paquete con el Libro de Mormón. Pocos días después, ella recibió una carta que decía:

    “ ‘Señora de Cruz:

    “ ‘Perdóneme, perdóneme. Nunca llegará a saber usted cuánto siento haberla atacado. Pero, por haberlo hecho, mi vida ha cambiado y seguirá cambiando. Ese libro [el Libro de Mormón] ha transformado mi vida. El sueño de aquel hombre de Dios me ha impresionado mucho… Le devuelvo aquí sus cinco pesos, porque no podría usar ese dinero. Quiero que sepa que pude apreciar en usted un fulgor especial; esa luz me impidió lastimarla y por eso me fui corriendo.

    “ ‘Quiero que sepa que usted volverá a verme, pero cuando eso suceda no me reconocerá porque seré

    entonces su hermano… Aquí donde yo vivo, tengo que encontrar al Señor e ir a la iglesia a la que usted pertenece.

    “ ‘El mensaje que usted escribió en el libro me arrancó lágrimas de emoción. No he podido dejar de leerlo desde el miércoles por la noche. He orado y suplicado a Dios que me perdone, [y] le pido también a usted que me perdone. Pensé que el paquete contenía un regalo que yo podría vender, [pero en vez de ello], me ha hecho sentir el deseo de cambiar mi vida totalmente. Perdóneme, perdóneme, se lo ruego.

    “ ‘Su amigo ausente’.

    “Ése es el poder de conversión que tiene el Libro de Mormón” (véase Liahona, julio de 1996, pág. 44).

    Planchas y anales del Libro de Mormón• Observeelcuadro“PlanchasyanalesdelLibrodeMormón” en el apéndice (página 427), el cual muestra por separado los registros que escribieron los distintos profetas y en qué planchas se encontraba cada registro.

    Personas responsables de llevar los registros nefitas• Observeelcuadro“Personasresponsablesdellevarlos registros nefitas” en el apéndice (página 428), el cual muestra por separado a los autores del libro y los libros que escribió cada uno.

    Testigos de la veracidad del Libro de Mormón• ElélderBruce R.McConkieexplicóqueelSeñorsiempre proveerá testigos de la veracidad de Su obra:

    “Siempre que el Señor ha revelado Su evangelio y conferido el sacerdocio y las llaves a los hombres para comenzar una dispensación, ha actuado de acuerdo con la ley de los testigos, que Él mismo ha establecido. Esa ley es la siguiente: ‘Por boca de dos o de tres testi-gos se establecerá toda palabra’ (2 Cor. 13:1; Deut. 17:6; 19:15; Mat. 18:15–16)…

    “Un hombre nunca se encuentra solo para establecer una nueva dispensación de la verdad revelada, ni para llevar la carga de su mensaje y amonestación al mundo. En cada dispensación, desde Adán hasta el presente, dos o más testigos siempre han unido sus testimonios, dejando en esa forma sin excusa para el día del juicio a

    La piedra clave de nuestra religión

    9

  • sus oyentes, si éstos los rechazan” (Mormon Doctrine, 2a ed., 1966, pág. 436).

    • ElpresidenteHeber J.Grant(1856–1945)hizohincapié en la importancia de los testigos del Libro de Mormón: “No creo que en ningún tribunal de justicia de cualquier parte del mundo, si se enjuiciara a un hombre por asesinato y hubiera doce ciudadanos de buena reputación que dieran testimonio de las circunstancias que llevaron a dicho asesinato, y no hubiera nadie que pudiera testificar en contra de lo que ellos dijeran, creo que no habría posibilidades de que ese hombre no recibiese una condena. Tenemos el testimonio de José Smith y el testimonio de tres testigos que señalaron que Dios les dio conocimiento del Libro de Mormón, que un ángel de Dios declaró de los cielos que el libro fue traducido por el don y el poder de Dios. Estos hom-bres fueron Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris. Ellos abandonaron la Iglesia, pero hasta el día de su muerte afirmaron su testimonio en cuanto a la declaración del ángel y al hecho de que recibieron el mandato de dar testimonio de la divinidad de ese libro, cosa que cumplieron. Ocho varones, algunos de los cuales fueron excomulgados de la Iglesia, afirmaron su testimonio de que habían visto y tocado las planchas de las cuales se tradujo el Libro de Mormón, y fueron fieles a ese testimonio hasta el día de su muerte. Aunque nadie en el mundo les creyera, eso no comprobaría que aquellos hombres hayan faltado a la verdad, porque no hay testigos en su contra” (en Conference Report, abril de 1929, pág. 128). (Obsérvese el cuadro “Los testigos de las planchas del Libro de Mormón” en el apéndice, página 429.)

    • A pesar de haber tenido la experiencia de ver y to-car las planchas de oro en junio de 1829, algunos de los testigos no se mantuvie-ron fieles a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El presi-dente James E. Faust ex-plicó lo siguiente: “El conocimiento viene por medio de la fe. Hoy en día de-bemos llegar a conocer la veracidad de lo que estaba en las planchas de oro sin verlas puesto que no están a

    nuestro alcance para que las veamos o las palpemos, como sucedió con los Tres Testigos y los Ocho Testigos. Algunos de los que las vieron y palparon no permane-cieron fieles a la Iglesia. El ver a un ángel podría ser una gran experiencia, pero es más importante llegar al conocimiento de la divinidad del Salvador mediante la fe y el testimonio del Espíritu [véase Juan 20:29]” (Liahona, mayo de 2002, pág. 53).

    Testigos¿Qué diferencia hay entre la experiencia que dejaron registrada los Tres Testigos y la registrada por los Ocho Testigos?

    Los testigos de las planchas del Libro de Mormón• Obsérveseelcuadro“LostestigosdelasplanchasdelLibro de Mormón” en el apéndice (página 429), el cual enumera a los Tres Testigos y los Ocho Testigos, con sus fechas y lugares de nacimiento, sus edades en el momento de ver las planchas, sus oficios, datos sobres sus bautismos y sus fechas y lugares de fallecimiento.

    Para meditar• ¿EnquéformaeselLibrodeMormónotrotesta-

    mento de Jesucristo?

    • ¿CómonosayudaelLibrodeMormónanocondenar“las cosas de Dios”? (portada del Libro de Mormón).

    • ¿PorquécadamiembrodelaIglesiadeberíapoderdar testimonio de que el Libro de Mormón es la pala-bra de Dios?

    Tareas sugeridas• Porescrito,resumabrevementelosqueustedcon-

    sidera que son los propósitos del Libro de Mormón. Compare los elementos enumerados por usted con los propósitos que menciona Moroni en la portada del Libro de Mormón.

    • AnalicelapromesaquesehallaenMoroni10:3–5    y decida qué debe hacer usted para obte-ner o fortalecer su testimonio del Libro de Mormón.

    Capítulo 1

    10

  • 1 Nefi 1–5

    Capítulo 2

    IntroducciónEn 1995 la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles describieron a la familia como parte “fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos”. Declararon que “la felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo” (véase “La familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49). Nefi escribió acerca de la familia de sus padres Lehi y Saríah, quienes eran “buenos padres” (1 Nefi 1:1) que procuraron criar y guiar a sus hijos conforme a las enseñanzas del Señor, incluso durante tiempos difíciles. El Padre Lehi tuvo visiones del cielo y fue víctima de atentados contra su vida. Los integrantes de la familia se encontraron a salvo tras huir de Jerusalén, pero se les dio la peligrosa y difícil tarea de regresar para obtener las planchas de bronce. Los hijos fieles apoyaron a sus padres y siguie-ron al Señor, mientras que los otros hijos se rebelaron. Al leer estos primeros capítulos del Libro de Mormón, preste atención a los esfuerzos de esta familia por seguir al Señor y considere cómo el ejemplo de ella puede servirle a usted para hacer lo mismo.

    ComentarioEl primer libro de Nefi: Su reinado y ministerio• Laintroducciónde1 Nefiesunresumendellibroy también parte del texto original. Todas las introduc-ciones que aparecen en el Libro de Mormón forman parte del registro original que recibió el profeta José Smith, incluidas las inserciones que se encuentran antes de algunos capítulos (por ejemplo, véanse Mosíah 9 y Alma 21). Los breves resúmenes que encabezan cada capítulo se agregaron posteriormente para ayudar al lector a tener una comprensión más clara del capítulo.

    • EncalidadderecopiladordelLibrodeMormón,Mor-món se enfrentó a retos difíciles, al decidir qué incluir en el registro abreviado. Por lo menos dos directrices le sirvieron de guía al hacer sus selecciones: primero, el Señor le dijo a Mormón que escribiera las cosas que Él le mandase (véase 3 Nefi 26:12); y segundo, Mormón vio nuestros días y las condiciones en que se viviría (véase Mormón 8:34–35). Comprendemos, por lo tanto, que, cuando Mormón tomó decisiones editoriales, estos dos factores eran sus principales inquietudes.

    Puede ser de valor instructivo efectuar una compara-ción de la extensión de los libros del Libro de Mormón y las épocas que abarcaron. Obsérvese el cuadro “Páginas y épocas del Libro de Mormón” en el apéndice (página 431).

    1 Nefi 1:1. Muchas aflicciones, más altamente favorecido• Nefiescribióreferentea“muchasaflicciones”,perotambién reconoció muchas bendiciones del Señor. En su registro relata muchas pruebas que él y otros familiares pasaron aunque permanecían fieles y agra-decidos al Señor. Nefi se sentía altamente favorecido porque había llegado a tener un gran conocimiento de la bondad de Dios (véase 1 Nefi 2:16). El confiar en Su fortaleza se convirtió en el apoyo de Nefi (véase 2 Nefi 4:19–26). Entender el plan de Dios le dio sentido a las aflicciones que experimentó Nefi (véase Boyd K. Packer, “Conversation with Teachers”, una noche con el presidente Boyd K. Packer, 29 de febrero de 2008, pág. 7, www .ldsces .org).

    Por otra parte, también vemos que Lamán y Lemuel, así como muchos otros en el Libro de Mormón, ne-cesitaban frecuentes aflicciones a fin de recordar las bendiciones del Señor. Con tristeza, el profeta Mormón reitera este principio: “Y así vemos que excepto que el Señor castigue a su pueblo con muchas aflicciones, sí, a menos que lo visite con muerte y con terror, y con hambre y con toda clase de pestilencias, no se acuerda de él” (Helamán 12:3).

    1 Nefi 1:2. “El idioma de los egipcios”• Elversículo 2de1 Nefi 1indicaqueLehiyNefiemplearon “el idioma de los egipcios” para registrar su historia en planchas de oro. Cuatrocientos setenta años después, el rey Benjamín enseñó a sus hijos “el idioma de los egipcios”, que no sólo era el idioma de las planchas de oro sino también el de las de bronce (Mosíah 1:1–4). La frase “egipcio reformado” aparece en el Libro de Mormón únicamente en Mormón 9:32, y parece tratarse de una frase que se refiere a una variante del idioma que usaban Lehi y Nefi. En Mormón 9:32–33, Moroni señala que, en su época, aproxima-damente unos mil años después de los días de Lehi y Nefi, tanto el egipcio como el hebreo habían sufrido

    11

  • modificaciones y ya no eran los idiomas que usaban Lehi y Nefi.

    1 Nefi 1:4. Los profetas amonestan al pueblo• EldominiomundialdeBabiloniatomócontroldelreino de Judá aproximadamente 605 a.C., cuando el rey de Judá era Joacim quien intentó efectuar una rebelión contra Babilonia, pero las fuerzas babilonias sitiaron Jerusalén. Joacim fue muerto o capturado, y su tío Sedequías fue nombrado al trono por Babilonia. Fue una época de gran iniquidad entre el pueblo de Judá, en la que proliferaban la inmoralidad y la corrupción. Ésta era la situación de los días de Lehi. Poco tiempo después de que Lehi partiese del lugar, Sedequías trató de rebelarse otra vez contra Babilonia, lo cual resultó en una mayor destrucción de Jerusalén alrededor del año 587 a.C. Mucha gente murió y la mayor parte del resto de los judíos fue llevada en cautiverio a Babilonia durante los 70 años siguientes. De esta manera, se cum-plieron las profecías de Lehi a Judá, según las cuales, si no se arrepentían, serían destruidos.

    • Nefidijoque“muchosprofetas”surgieronentreelpueblo. Sabemos que Jeremías, Abdías, Nahúm, Haba-cuc y Sofonías fueron profetas contemporáneos que testificaron en el reino de Judá. El pasaje de Jeremías 35:15 incluye un comentario similar en el que se dice que un gran número de profetas fue enviado por el Se-ñor a fin de advertir al pueblo (véase también 2 Cróni-cas 36:15–16).

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    1 Nefi 1:16–17. Dos juegos de registros• Nefiescribiósuregistrounostreintaañosdespuésdeque la familia de Lehi abandonara Jerusalén y viajara a la tierra prometida (véase 1 Nefi 19:1–5; 2 Nefi 5:28–31). El registro comienza con un resumen de los anales de su padre, que abarca 1 Nefi 1–8. El resumen que hizo Mormón del registro de Lehi se encontraba en el ma-nuscrito de ciento dieciséis páginas que se perdió. Era una traducción de una parte de las planchas llamada el “Libro de Lehi” (véase D. y C. 10, introducción de la sección; 10:42, nota a; comentario de 1 Nefi 19:1–6 en la página 43).

    1 Nefi 1:20. “Las entrañables misericordias del Señor”• ElélderDavid A.Bednar,delQuórumdelosDoceApóstoles, describió las “entrañables misericordias del Señor”:

    “Yo testifico que las entrañables misericordias del Señor son reales y que no ocurren al azar ni por pura casua-lidad. Muchas veces, la hora exacta en la que el Señor muestra Sus entrañables misericordias nos ayuda tanto a discernirlas como a reconocerlas.

    “…las entrañables misericordias del Señor son las su-mamente personales e individualizadas bendiciones, la fortaleza, la protección, la seguridad, la guía, la amorosa bondad, el consuelo, el apoyo y los dones espirituales que recibimos del Señor Jesucristo, por causa de Él y por medio de Él. Verdaderamente, el Señor acomoda ‘sus misericordias a las condiciones de los hijos de los hombres’ (D. y C. 46:15).

    “…una de las maneras por las que el Salvador viene a cada uno de nosotros es por medio de Sus abundantes y entrañables misericordias. Por ejemplo, al hacer frente, ustedes y yo, a los desafíos y a las pruebas de la vida, el don de la fe y el apropiado sentido de con-fianza personal que sobrepasa nuestra propia capacidad son dos ejemplos de las entrañables misericordias del Señor. El arrepentimiento, el perdón de los pecados y la conciencia tranquila son ejemplos de las entrañables misericordias del Señor; y la constancia y la fortaleza que nos permiten seguir adelante con alegría [a pesar] de las desventajas físicas y las dificultades espirituales

    Capítulo 2

    12

  • son ejemplos de las entrañables misericordias del Se-ñor” (Liahona, mayo de 2005, págs. 99–100).

    En 1 Nefi 1:20 descubrimos que en el resto de sus escritos Nefi tiene el propósito de mostrarnos cómo el Señor libera a los justos. Préstesele atención a este tema recurrente a lo largo de todo 1 Nefi.

    1 Nefi 2:5–10. Lehi viajó de Jerusalén a las orillas del Mar Rojo• DeJerusalénalMarRojohayunadistanciadeaproxi-madamente doscientos kilómetros de territorio caluroso y desolado, antiguamente infestado de maleantes. Lehi y su familia viajaron “tres días” después de pasar por ese lugar (véase 1 Nefi 2:5–6), lo que supone un viaje de Jerusalén a su hogar temporal en el Valle de Lemuel de por lo menos entre doce y catorce días. (Obsérvese el mapa “Posible ruta recorrida por la familia de Lehi” en el apéndice, página 430.)

    1 Nefi 2:6–10. Cómo demostrar gratitud al Señor• ElagradecimientodeLehialSeñorporSuguíayprotección queda demostrado mediante su primer acto después de armar su tienda: “Y sucedió que erigió un altar de piedras y presentó una ofrenda al Señor, y dio gracias al Señor nuestro Dios” (1 Nefi 2:7). Ésta es la primera de varias ocasiones registradas en el Libro de Mormón en que seguidores fieles de Cristo ofrecieron sacrificios y holocaustos con el fin de dar gracias a Dios (véase 1 Nefi 7:22; Mosíah 2:3–4).

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    Después de la ofrenda, Lehi enseñó a sus hijos la importancia de la constancia en guardar los manda-mientos del Señor. Todos los hijos del Padre Celestial deben manifestar expresiones sinceras de gratitud y obediencia a fin de complacerlo. El Señor enseñó: “Y en nada ofende el hombre a Dios, ni contra ninguno está encendida su ira, sino contra aquellos que no confiesan su mano en todas las cosas y no obedecen sus manda-mientos” (D. y C. 59:21).

    El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, nos aconsejó que ofrezcamos oraciones re-pletas de humildad y gratitud: “Con frecuencia escucho a las personas decir: ‘Le dije al Señor’ esto o aquello. Ten cuidado de no ‘decirle’, sino de buscar y pedir humildemente a tu Padre Celestial guía y dirección. La oración debe estar llena de anhelo y de gratitud” (“Be Strong in the Lord, and in the Power of His Might”, charla fogonera del SEI para jóvenes adultos, 3 de marzo de 2002, pág. 3, www .ldsces .org).

    1 Nefi 2:11–15. Murmuraciones• UnadelasrazonesporlasqueSatanásfomentalasmurmuraciones es la de impedirnos seguir a los profetas vivientes, a los líderes inspirados y a los padres. El élder H. Ross Workman de los Setenta explicó que “la mur-muración consta de tres etapas, cada una de las cuales conduce a la siguiente mediante un sendero que va en descenso”. En primer lugar, cuando las personas murmu-ran, empiezan a cuestionar. Cuestionan primero “en su propia mente y después planta[n] ese cuestionamiento en la mente de los demás”. Segundo, los que murmuran em-piezan “a racionalizar y a excusarse para no hacer lo que se les [ha] indicado que deben hacer… De ese modo, excusa[n] su desobediencia”. Las excusas los llevan al tercer paso: “Les da pereza seguir el mandamiento”.

    “El Señor ha hablado en contra de esta actitud en nuestra época: ‘Mas el que no hace nada hasta que se le mande, y recibe un mandamiento con corazón du-doso, y lo cumple desidiosamente, ya es condenado’” (D. y C. 58:29).

    “Les invito a centrarse en los mandamientos de los pro-fetas vivientes que les incomoden más. ¿Cuestionan si el mandamiento se aplica a ustedes o no? ¿Encuentran

    1 Nefi 1–5

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  • ‘excusas’ convenientes sobre el por qué no pueden cumplir con ese mandamiento ahora? ¿Se sienten frustrados o irritados con los que les recuerdan esos mandamientos? ¿Son perezosos en cumplirlos? Cuídense de los engaños del adversario. Cuídense de la murmu-ración” (véase Liahona, enero de 2002, págs. 98–100).

    1 Nefi 2:16Aunque Nefi no murmuró, ¿qué evidencia hay en este versículo de que el salir de Jerusalén también debe de haber sido un reto para él?

    1 Nefi 2:20. El guardar los mandamientos y la prosperidad• ElélderRussell M.Nelson,delQuórumdelosDoceApóstoles, hizo notar que las Escrituras prometen “treinta y cuatro veces… que la gente prosperará en la tierra solamente si obedecen los mandamientos de Dios” (Liahona, julio de 1985, pág. 13). En las Escri-turas, el significado de la palabra prosperidad puede tener también otros significados que no se limitan a los beneficios económicos. Además, tener prosperidad no quiere decir llevar una vida libre de pruebas. Lehi y los integrantes fieles de su familia guardaron los man-damientos, pero también sufrieron muchas aflicciones (véase 1 Nefi 15:5; 18:15–17; 2 Nefi 2:1–2).

    El presidente Joseph F. Smith (1838–1918) enseñó que la persona que guarde los mandamientos será sostenida por el Señor y también prosperará: “La persona que se conserva dentro del reino de Dios, que es fiel a este pueblo, que se conserva pura y sin mancha del mundo es a quien Dios aceptará, apoyará y sostendrá, y será quien prosperará en la tierra, ya sea que esté disfru-tando de su libertad o que se encuentre encerrada en la celda de una cárcel; no importa dónde esté, le irá bien” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 1999, pág. 111).

    1 Nefi 3:7    “Iré y har锕 Alcomentar1 Nefi3:7,elélderRussell M.Nelsonenseñó: “He aprendido a no poner signos de interroga-ción sino de exclamación cuando se [extienden] llama-mientos mediante los canales inspirados del gobierno del sacerdocio” (Liahona, julio de 1984, págs. 93–94).

    • ElélderDonald L.StahelidelosSetentacitóalpre-sidente Ezra Taft Benson (1899–1994) a fin de enseñar acerca del poder que viene por medio de la obediencia: “[Sin importar] cuál sea nuestra edad o nuestra posición en la vida, la diaria obediencia a los principios del Evangelio es la única manera segura de lograr la feli-cidad eterna. El presidente Ezra Taft Benson lo señaló con gran energía al decir: ‘Cuando la obediencia deja de ser motivo de fastidio y pasa a ser nuestro cometido, ése es el momento en que Dios nos investirá con po-der’” (Liahona, julio de 1998, pág. 89).

    • ElpresidenteHenry B.Eyring,delaPrimeraPresi-dencia, reconoció la importancia de la oración y de la fe para obedecer los mandamientos del Señor:

    “Quienquiera que seamos y por más difíciles que sean nuestras circunstancias, podemos saber que lo que nuestro Padre requiere de nosotros a fin de habilitarnos para recibir las bendiciones de la vida eterna no queda fuera de nuestra capacidad para lograrlo…

    “Quizás tengamos que orar con fe para saber lo que debemos hacer, y después de recibir ese conocimiento debemos orar con la determinación de obedecer. Pero podemos saber qué hacer y estar seguros de que el Se-ñor nos ha preparado el camino” (“The Family”, charla fogonera del SEI para jóvenes adultos, 5 de noviembre de 1995, pág. 1, www .ldsces .org).

    1 Nefi 3:15. “Así como el Señor vive”• ElélderBruce R.McConkie(1915–1985),delQuórumde los Doce Apóstoles, dio la siguiente explicación: “Nefi hizo que Dios fuera su socio. Si fracasaba en su empresa [de conseguir las planchas], Dios habría fracasado, y como Él no fracasa, era forzoso para Nefi el conseguir las planchas o dar su vida en el intento” (Liahona, julio de 1982, pág. 67).

    Capítulo 2

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  • 1 Nefi 3:19–20; 5:11–14¿Qué tenían las planchas de bronce que las hacía tan importantes para la familia de Lehi y sus descendientes?

    1 Nefi 4:6. “Guiado por el Espíritu”• AvecesexigevalentíaserguiadoporelEspíritu.Habrá ocasiones en que la lógica y el raciocinio delmundo sugerirán un proceder que se oponga a lasenseñanzas del Señor. El élder John H. Groberg, delos Setenta, nos desafió de la siguiente manera:

    “Estén dispuestos a arriesgarse en forma razonable. Vivimos en una era de razón, lógica, hechos y números, los cuales pueden ser útiles debidamente sometidos a la fe en el Señor Jesucristo; sin embargo, si en algún momento éstos cobran mayor relevancia que la fe en Él, entonces dejan de tener valor y pueden ser muy pe-ligrosos. He descubierto en mi vida que la mayor parte de las buenas decisiones que he tomado, posiblemente no las hubiera tomado si se hubiesen basado única-mente en la lógica o la razón…

    “…Nefi tenía la determinación de hacer lo que Dios quería que hiciera aun si la lógica se contraponía. Las Escrituras nos dicen en 1 Nefi 4:6 que iba sin saber de antemano lo que tendría que hacer aunque sí sabiendo que debía obedecer a Dios y conseguir las planchas…

    “Supongo que, de haber escuchado Nefi únicamente la razón, él y sus hermanos todavía estarían esperando fuera de los muros de Jerusalén. A veces me pregunto si, por escuchar demasiado la razón y la lógica, sin con-fiar lo suficiente en Dios, no nos encontraremos espe-rando fuera de los muros de Su ciudad santa” (“Trust in the Lord”, charla fogonera del SEI para jóvenes adultos, 1 de mayo de 1994, pág. 3, www .ldsces .org).

    1 Nefi 4:10. A Nefi se le manda matar a Labán• ¿Quéjusti icativoexisteparaqueunhombrejusto como Nefi le quite la vida a otra persona? El profeta José Smith (1805–1844) enseñó que es el Señor el que establece la norma de lo bueno y lo malo: “Dios dijo: ‘No matarás’. En otra ocasión mandó: ‘Del todo

    destruirás’. Éste es el principio de acuerdo con el cual funciona el gobierno de los cielos: por revelaciones que se adapten a todas las circunstancias en que se hallaren los hijos del reino. Todo cuanto Dios requiere es justo, no importa lo que sea, aunque no podamos ver la razón por ello sino hasta mucho después de que se hayan verificado los hechos. Si buscamos el reino de Dios primeramente, todas las demás cosas buenas serán añadidas. Así fue con Salomón: pidió sabiduría ante todas las cosas, y Dios se la concedió, y con ella le dio todo lo que su corazón deseaba, aun cosas que pueden tenerse por abominables entre todos aquellos que no entienden sino en parte el orden de los cielos, pero que en realidad eran justas porque Dios las permitió y aprobó por revelación especial” (History of the Church, tomo V, pág. 135).

    • Algunaspersonasequivocadamentehanpensadoque el Espíritu del Señor les ha indicado que debenhacer algo que va en contra de lo que el Señor ya hamandado, como sucedió en el caso de Nefi; pero hoyen día no tenemos que preocuparnos porque el Señornos indique algo que se oponga a los mandamientosactuales. El presidente Harold B. Lee (1899–1973)nos ha enseñado a quiénes dará el Señor ese tipo deimpresiones: “Cuando ha de haber cosa alguna distintaa lo que el Señor ya nos ha dicho, lo revelará a Susprofetas y a nadie más” (Stand Ye in Holy Places, 1974,pág. 159).

    • Se debe tener presente que el Señor le dio a Labánpor lo menos dos oportunidades de entregar las plan-chas de bronce antes demandar quitarle la vida.Labán era mentiroso y la-drón y, por lo menos endos ocasiones, había pro-curado cometer asesinato.Tanto el hurto como el in-tento de asesinato podíanser castigados con lamuerte (véase Éxodo 21:14;22:2; Deuteronomio 24:7).El Señor deseaba que Lehiy sus descendientes tuvie-ran un registro de Escrituras aunque para lograrlo fuese

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  • necesario que muriera un hombre (véase 1 Nefi 4:13). Las planchas de bronce resultaron ser una bendición no sólo para los nefitas y los mulekitas, sino que además aportaron algunas porciones de lo escrito en las plan-chas de oro (como las citas de Isaías y la alegoría de Zenós). El Libro de Mormón ha sido y será una bendi-ción para millones de personas y naciones. Todo esto era, a la larga, lo que estaba en juego cuando Nefi, de pie junto a Labán, siguió lo indicado por la voz del Espíritu.

    1 Nefi 4:30–37. La integridad de nuestra palabra• CuandoZoramsediocuentadequeestabaconNefien lugar de con su amo Labán, “empezó a temblar,y estaba a punto de huir” (1 Nefi 4:30). Sin embargo,se aliviaron sus miedos cuando Nefi le prometió alsiervo que nadie lo heriría y que podría ser libre siviajaba al desierto con los hijos de Lehi. Cuando Zoramrespondió con juramento que se quedaría con Nefi ysus hermanos, “cesaron [sus] temores con respecto aél” (versículo 37). Tanto Zoram como Nefi sirven deejemplo del poder que puede tener la integridad deuna persona.

    • ElélderRichard G.Scott,delQuórumdelosDoceApóstoles, señaló la necesidad de tener integridad, lacual será el fundamento de la fortaleza espiritual: “Elfundamento del carácter es la integridad. El carácterdigno fortalecerá tu capacidad para responder con obe-diencia a la guía del Espíritu. Llegarás a tener un carác-ter recto, lo cual es más importante que lo que posees,que lo que hayas aprendido o que las metas que hayaslogrado, lo cual dará por resultado que se te tengaconfianza. Un carácter recto proporciona el cimiento dela fortaleza espiritual, y te permite que en tiempos depruebas tomes correctamente decisiones difíciles y muyimportantes, aun cuando parezcan abrumantes” (véaseLiahona, mayo de 2003, pág. 77).

    1 Nefi 4:33. Juramentarse• ElLibrodeMormóncontienevariasinstanciasenlasque se hicieron juramentos. Juramentarse se tomabamuy en serio en los días y en la cultura de Nefi. “Elprincipio según el cual se considera que un juramentotiene carácter vinculante se presenta deliberadamenteen [Hebreos 6:16] como último recurso a la autoridad

    divina para que ratifique la aseveración. Allí se presenta al Todopoderoso una promesa o acusación mediante un juramento, es decir, haciéndolo de la manera más posi-tiva y solemne. De acuerdo con este mismo principio, el juramento siempre ha sido más vinculante cuando se recurre a una mayor autoridad, tanto para las personas como para las comunidades. Como consecuencia de este principio, en las Escrituras se considera que recurrir al nombre de Dios por una parte, o al nombre de los dioses paganos por otra, constituye una prueba de lealtad” (William Smith, ed., A Dictionary of the Bible, sin fecha, “Oath”, pág. 467; véase también el comentario de 1 Nefi 4:30–37 en esta misma página).

    • Uneruditoexplicóelpoderqueteníahacerjuramen-tos en la antigüedad:

    “Lo que sorprende al lector de Occidente es el efecto milagroso que tuvo el juramento de Nefi en Zoram, quien tras oír unas pocas palabras convencionales prontamente se tornó tratable, y por su parte, los her-manos, tan pronto como Zoram ‘hizo juramento de que permanecería desde entonces con nosotros… cesaron nuestros temores con respecto a él’. (1 Ne. 4:35, 37.)

    “La reacción de ambas partes tiene sentido cuando uno se da cuenta de que el juramento es lo más sagrado e inviolable que existe entre los pueblos del desierto y sus descendientes: ‘Difícilmente violará su juramento un árabe, aun si su vida corriera peligro’, puesto que ‘entre los nómadas no hay nada más fuerte ni más sagrado que el juramento’, e incluso entre los ciudadanos ára-bes, si se lo exige bajo algunas condiciones especiales. ‘El pronunciar un juramento tiene carácter santo entre los beduinos’, señala un experto. ‘Ay de aquel que jure falsamente; su estatus social se dañará y su reputación quedará arruinada. Nadie creerá su testimonio y además deberá pagar una multa monetaria’.

    “Pero no basta con cualquier juramento. Para que sea más vinculante y solemne, el juramento debe hacerse por la vida de algo, aunque apenas sea una brizna de hierba. El único juramento más temible que ‘por mi vida’ o (el menos común) ‘por la vida de mi cabeza’ es wa hayat Alá ‘por la vida de Dios’ o ‘así como vive el Señor’, el preciso equivalente en árabe del antiguo hebreo hai Elohim. Hoy en día lo emplean con poca sinceridad los ciudadanos viles, pero en la antigüedad

    Capítulo 2

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  • era un asunto temible, como sigue siéndolo entre los pueblos del desierto. ‘Confirmé mi respuesta a la manera de los beduinos’, cuenta [Charles M.] Doughty. ‘Por su vida… dijo: “Bueno, ¡júralo por la vida de Alá (Dios)!”… contesté, y es así que hasta los nómadas lo usan en las ocasiones más importantes, pero dicen por la vida tuya en los asuntos triviales’. Dice [Samuel] Rosenblatt que, entre árabes y judíos, ‘un juramento sin el nombre de Dios no es juramento’, y que ‘tanto en las sociedades judías como mahometanas los juramentos “por la vida de Dios” son frecuentes’.

    “Así vemos que la única manera que tenía Nefi de poder apaciguar en un instante al reticente Zoram era pronunciar el único juramento que nadie se atrevería a violar, el más solemne de todos los juramentos para el semita: ‘Así como vive el Señor, y como vivo yo’ (1 Ne. 4:32)”. (Hugh Nibley, An Approach to the Book of  Mormon, segunda ed., 1964, págs. 104–105).

    1 Nefi 5:9–10, 17¿Qué hizo Lehi cuando recibió el registro

    sagrado y cómo influyó en él? ¿Cómo podría este ejemplo ayudarle a usted a mejorar su estudio de las Escrituras?

    1 Nefi 5:10–22. Las planchas de bronce• LasplanchasdebronceeranuntomodeEscriturasantiguas y tenían valor para la familia de Lehi y los futuros habitantes de América, del mismo modo que la Biblia y las Escrituras de los últimos días lo tienen para nosotros. El élder Bruce R. McConkie se valió de pasajes del Libro de Mormón para describir las planchas de bronce y su importancia. Explicó que las planchas de bronce “eran ‘los anales de los judíos’ (1 Ne. 3:3), un registro de muchas de las profecías que se dieron en el principio de los tiempos y que llegaba a incluir parte de las pronunciadas por Jeremías. Incluían la ley de Moisés, los cinco libros de Moisés y la genealogía de los antepa-sados de los nefitas. (1 Ne. 3:3, 20; 4:15–16; 5:11–14.)

    “Contenían más de lo que tenemos ahora en el Antiguo Testamento. (1 Ne. 13:23.) Las profecías de Zenoc, Neum, Zenós, José el hijo de Jacob y probablemente

    muchos profetas más fueron preservadas en las plan-chas, y muchos de esos escritos predecían asuntos relativos a los nefitas. (1 Ne. 19:10, 21; 2 Ne. 4:2, 15; 3 Ne. 10:17.)

    “El valor que tenían las planchas de bronce para los ne-fitas no tiene precio. Fueron el instrumento por el que

    pudieron preservar el idioma (1 Ne. 3:19), la ma-yor parte de la civilización y también el conocimiento religioso del pueblo del que venían. (1 Ne. 22:30.) En contraposición, los mu-lekitas, que salieron de Je-

    rusalén unos once años después de la partida de Lehi y que no tenían anales equivalentes a las planchas de bronce, pronto degeneraron en la apostasía y la incre-dulidad, y perdieron su idioma, civilización y religión. (Omni 14–18.)

    “De profeta a profeta y de una generación a otra, los nefitas preservaron y se fueron pasando las planchas de bronce. (Mosíah 1:16; 28:20; 3 Ne. 1:2.) El Señor ha prometido hacerlas aparecer en algún momento futuro, sin haber sido empañadas por el tiempo y con su fulgor original, y los relatos de Escritura en ellas registrados irán ‘a toda nación, tribu, lengua y pueblo’ (Alma 37:3–5; 1 Ne. 5:18–19)” (Mormon Doctrine, segunda ed., 1966, pág. 103).

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  • Para meditar• ¿PorquécreequeLamányLemuelmurmuraban?

    (véase 1 Nefi 2:11–13). ¿Por qué apoyaba Nefi a su padre? (véanse los versículos 16, 19). ¿Qué determina el que seamos murmuradores o que apoyemos a los siervos del Señor?

    • ¿QuépruebashaydequeNefiteníaunagranfe?¿Cómo cree que logró obtenerla?

    Tareas sugeridas• PienseenlossacrificiosquehizolafamiliadeLehipara obtener las planchas de bronce y compárelos con los que se requirieron para sacar a luz el Libro de Mor-món en nuestros días (véase D. y C. 135:6). Hable con un amigo o familiar acerca del valor de las Escrituras y lo que esté dispuesto a hacer para utilizar estos precia-dos registros.

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  • 1 Nefi 6 –11

    Capítulo 3

    IntroducciónNefi escribió para persuadir a los hombres a venir a Cristo (véase 1 Nefi 6:3–4). Al estudiar 1 Nefi 6–11, procure entender de qué manera los escritos de Nefi cumplen ese propósito. En especial, preste atención a cómo la visión del árbol de la vida testifica del amor de Dios y de la misión del Salvador. Nefi recibió esta visión como consecuencia de sus deseos justos y su disposición a ser obediente. En la medida en que, tal como Nefi, procure que sus deseos y acciones estén de acuerdo con la voluntad del Señor, usted también podrá recibir revelación personal “por el poder del Espíritu Santo” (1 Nefi 10:19).

    Comentario 1 Nefi 6:4. “Toda mi intención”• LoquemotivóaNefiaescribirfuellevaralaspersonas a Jesucristo para que pudieran ser salvas.

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    El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) explicó cómo el Libro de Mormón cumple ese importante propósito: “El Libro de Mormón lleva a los hombres a Cristo… Habla con sencillez de Cristo y Su evangelio. Da testimonio de Su divinidad, de la necesidad de que [haya] un Redentor y de la urgencia de depositar nuestra confianza en Él. Da testimonio de la Caída y de la Expiación y de los primeros principios del Evangelio, e incluso de [nuestro deber] de tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito, así como de [renacer espiritualmente]. Proclama que [debemos] perseverar hasta el fin en rectitud y llevar la vida moral de un santo” (véase “El Libro de Mormón es la palabra de Dios”, Liahona, mayo de 1988, pág. 3).

    • ElpresidenteBensonexplicóquelafrase“elDiosdeAbraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” se refiere al Salvador: “Debemos tener presente quién era Jesús antes de nacer. Fue el Creador de todas las cosas, el gran Jehová, el Cordero inmolado antes de la fundación del mundo, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Fue y es el Santo de Israel” (“Five Marks of the Divinity of Jesus Christ”, Ensign, diciembre de 2001, pág. 10).

    1 Nefi 7:1. “Para levantar posteridad para el Señor”• LoshijosehijasdeLehieIsmaeldebíancasarsey criar hijos “para el Señor en la tierra de promisión” (1 Nefi 7:1). Las familias rectas constituyen una parte esencial de los propósitos divinos del Señor. La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles procla-maron que “el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos…

    “El primer mandamiento que Dios les dio a Adán y a Eva se relacionaba con el potencial de que, como es-poso y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor” (véase “La familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49).

    • ElpresidenteBoyd K.Packer,PresidentedelQuórumde los Doce Apóstoles, dio testimonio de que el gozo proviene de seguir el modelo divino de paternidad:

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  • “Nuestro destino [se ha establecido de tal manera] que el hombre sólo puede encontrar realización completa y alcanzar el propósito divino de su creación junto a una mujer con quien se haya casado legal y legítimamente. La unión del hombre y la mujer procrea bebés concebi-dos para cruzar ese frágil camino a la vida terrenal.

    “Este divino patrón se planeó y el Evangelio se diseñó desde ‘antes que el mundo fuese’ (D. y C. 49:17). El plan contempla que vengamos al mundo en un cuerpo mortal. Es el ‘gran plan de felicidad’ (Alma 42:8). No fuimos nosotros quienes lo diseñamos. Si seguimos este patrón, obtendremos la felicidad y el gozo” (véase Hijos de Dios, BYU Women’s Conference, 5 de mayo de 2006, págs. 5–6).

    1 Nefi 7:2. Ismael es de Efraín• AlLibrodeMormónavecesselellama“elpalodeJosé” (Ezequiel 37:19) o el “palo de Efraín” (D. y C. 27:5). Lehi era descendiente de Manasés (véase Alma 10:3) e Ismael, de Efraín. Las profecías de Jacob (véase Génesis 48:16; 49:22) se cumplieron al venir Ismael (Efraín) al continente americano con Lehi (Manasés).

    El élder Erastus Snow (1818–1888), del Quórum de los Doce Apóstoles, habló de la importancia del linaje de Ismael: “Quien haya leído el Libro de Mormón con detenimiento habrá aprendido que un resto de la casa de José moró en el continente americano y que Lehi supo, al buscar en los anales de sus padres escritos en las planchas de bronce, que él era del linaje de Mana-sés. El profeta José Smith nos informó que el registro de Lehi se encontraba en las ciento dieciséis páginas que fueron traducidas en primer lugar y que después fueron robadas, de las cuales tenemos un resumen en el primer Libro de Nefi, el cual es el registro personal de Nefi, que era del linaje de Manasés; pero que Ismael era del linaje de Efraín, y sus hijos pasaron a formar parte de la familia de Lehi por casamiento, y a su vez los hijos de Lehi se casaron con las hijas de Ismael, cumpliendo así las palabras pronunciadas por Jacob a Efraín y Manasés en el capítulo 48 de Génesis, que dice: ‘…y mi nombre sea llamado en ellos y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra’. Es así que estos descendientes de Manasés y Efraín crecieron juntos en este continente

    americano” (en Daniel H. Ludlow, A Companion to Your Study of the Book of Mormon, 1976, pág. 199).

    • Obsérveseelcuadro“ElpalodeJudáyelpalodeEfraín” en el apéndice (página 432).

    1 Nefi 7:10–12¿Qué experiencias espirituales olvidaron Lamán

    y Lemuel? ¿Cómo podemos evitar olvidarnos de las cosas que debemos recordar?

    1 Nefi 7:14. Una de las consecuencias de rechazar a los profetas• NefiexplicóquelosjudíosenlaJerusaléndesusdías rechazaron a Dios; y, como resultado, el Espíritu del Señor ya no los acompañaría. Si el pueblo del Señor rechaza a Sus profetas, se retira a éstos de entre el pue-blo y lo que sigue es tragedia (véanse 1 Nefi 3:17–18; Helamán 13:24–27). “Cuando el Espíritu cesa de luchar con el hombre, entonces viene una presta destrucción” (2 Nefi 26:11). Ése fue el caso en los días de Noé (véase Moisés 8:17), con los nefitas (véase Mormón 5:16) y con los jareditas (véase Éter 15:19). En los últimos días se han dado las mismas advertencias (véase D. y C. 1:33).

    1 Nefi 7:15. “Si lo preferís”• Lamányaquellosenquienesélinfluyónoviajaroncautivos a la tierra de promisión. Nefi respondió al deseo de ellos de volver a Jerusalén declarando: “Si lo preferís, subid allá”, lo cual da a entender una doctrina fundamen-tal (1 Nefi 7:15). Como dijo el presidente Thomas S. Mon-son: “Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de elegir. Quizás ustedes se pregunten: ‘¿Son las decisiones algo tan importante?’. Les afirmo que las decisiones de-terminan el destino; ustedes no pueden tomar decisiones eternas sin que tengan consecuencias eternas” (“Caminos hacia la perfección”, Liahona, mayo de 2002, pág. 112).

    Nefi advirtió a sus hermanos, y a los que querían seguirlos, que perecerían si regresaban a Jerusalén. Cegados por la dureza de corazón y la desobediencia, aquellos que se rebelaron contra Lehi y Nefi no logra-ron percibir la veracidad de las profecías de Lehi en lo

    Capítulo 3

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  • referente a la destrucción que sobrevendría a Jerusalén. Según la Biblia, poco después de la partida de la colonia de Lehi, los babilonios rodearon la ciudad, “no había pan para el pueblo de la tierra”, y éstos “abrieron una brecha en el muro de la ciudad” y esparcieron el ejército de Sedequías (véase 2 Reyes 25:1–7). Si Lamán y Lemuel hubieran regresado a Jerusalén habrían sufrido el cautiverio o la muerte. Gracias a que optaron por seguir a Lehi y Nefi, gozaron de fruta y miel en la tierra de Abundancia al prepararse para recibir una heredad en la tierra prometida (véase 1 Nefi 17:3–6).

    1 Nefi 7:17–19. Librados de las ligaduras• ElélderGene R.Cook,delosSetenta,indicóqueal igual que Nefi podemos ser liberados de nuestras propias ligaduras mediante la oración de fe: “Fíjense en que ellos [Nefi, Alma y Amulek] no tenían fe en su propia fuerza; más bien confiaban en el Señor, y depen-dían de la fuerza de Él. Lo que nos librará de nuestras

    Símbolo del sueño de Lehi (1 Nefi 8) Interpretación dada a Nefi (1 Nefi 11–12)

    El árbol de fruto blanco (véanse los versículos 10–11)

    El amor de Dios, el cual demostró al dar a Su Hijo para que fuese nuestro Salvador (véase 11:21–25; llamado “el árbol de la vida” en 15:22)

    El río de aguas sucias (véase el versículo 13; 12:16)

    Las profundidades del infierno en las que caen los inicuos (véase 12:16; llamadas “inmundicia” en 15:27)

    La barra de hierro (véase el versículo 19) La palabra de Dios, que lleva al árbol de la vida (véase 11:25)

    El vapor de tinieblas (véase el versículo 23) Las tentaciones del diablo, que ciegan a las personas de modo que no pueden encontrar el árbol (véase 12:17)

    El edificio grande y espacioso erguido en el aire (véase el versículo 26)

    El orgullo y las vanas ilusiones del mundo (véase 11:36; 12:18)

    Las personas que emprenden la marcha por el sendero hacia el árbol, pero que se pierden en el vapor (véanse los versículos 21–23)

    Nefi vio los siguientes tipos de personas en el sueño:

    • LasmultitudesqueescucharonaJesúspero“loecharondeentreellos”(11:28)

    • LaspersonasquecrucificaronaJesúsdespuésdequeÉlsanóalos enfermos y echó fuera demonios (véase 11:31–33)

    • Lasmultitudesreunidasenunedificiovastoyespaciosoparacombatircontra los Doce Apóstoles del Cordero (véase 11:34–36)

    • Losnefitasylamanitascongregadosparalabatallayquefueron muertos en la guerra (véase 12:1–4, 13–15)

    • Losnefitasque,acausadelorgullo,fuerondestruidosporlos lamanitas y degeneraron en la incredulidad (véase 12:19–23)

    Las personas que llegan al árbol (y prueban el fruto) asiéndose a la barra, pero que se apartan cuando son objeto de mofa (véanse los versículos 24–25, 28)

    Las personas que anhelan el edificio grande y espacioso más que el árbol (véanse los versículos 26–27, 31–33)

    propias ligaduras es la fe en Cristo; el aumentar nuestra fe en Cristo hará que nuestras oraciones tengan más po-der” (Receiving Answers to Our Prayers, 1996, pág. 18).

    1 Nefi 8:4–35. La visión del árbol de la vida• Elcuadroqueapareceacontinuaciónresaltaalgunasde las cosas que Nefi aprendió en cuanto al sueño de su padre:

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  • Símbolo del sueño de Lehi (1 Nefi 8) Interpretación dada a Nefi (1 Nefi 11–12)

    Las personas que se asieron a la barra y comieron del fruto; que hicieron caso omiso de quienes se burlaban y no se apartaron (véanse versículos 30, 33)

    Los que participan del más grande de todos los dones de Dios: la vida eterna (véase 15:36)

    1 Nefi 8:10–12; 11:8–25. El árbol de la vida como símbolo de Jesucristo y Su expiación• ElélderJeffrey R.Holland,delQuórumdelosDoceApóstoles, enseñó que el árbol de la vida representa al Salvador y Su expiación: “El Espíritu dejó bien en claro que el Árbol de la Vida y su preciado fruto son símbolos de la redención de Cristo” (Christ and the New Covenant: The Messianic Message of the Book of Mormon, 1997, pág. 160).

    El élder Neal A. Maxwell (1926–2004), del Quórum de los Doce Apóstoles, recalcó además que participar del amor de Dios quiere decir ser partícipe de las bendiciones de la Expiación. El árbol de la vida es un símbolo del amor de Dios y la expiación de Cristo: “El árbol de la vida… es el amor de Dios (véase 1 Nefi 11:25). El amor de Dios por Sus hijos se manifiesta más profundamente en Su don de Jesús como Redentor: ‘…de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito…’ ( Juan 3:16). El participar del amor de Dios es participar de la expiación de Jesús y de las libe-raciones y los gozos que ella brinda” (Liahona, enero de 2000, pág. 8).

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