ibiza y formentera (guia total)

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IBIZA Y FORMENTERA

MAPA DE CARRETERAS 1 :300.000

Texto

MIQUEL RAYÓ

GUÍA TOTAL IBIZAYFORMENTERA

Los textos de este volumen han sido redactados por Miquel Rayó. Han colaborado Rafael Serra (notas sobre Naturaleza) y Miquel Ferrá (Gas

tronomía).

Editora de proyecto: Mercedes de Castro. Editoras: Isabel Jiménez y Olalla Aguirre. Coordinación técnica: Mercedes San Ildefonso y Michi Cabrerizo. Mapas y planos: Cartografía Anaya Touring Club.

Fotografías: Todas las fotografías pertenecen a Anaya Touring Club/Carmen Alarcón, excepto: Archivo Anaya: 34 inf., 88. J. Gual: 87,102 sup. Prisma: 8-9,74.

Impresión: Varoprinter, S. A.

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

www.anayatouring.com Enero, 2005.

©Grupo Anaya, S. A., 2005 Juan Ignacio Luca de Tena, 15.28027 Madrid.

Depósito legal: M-48.712-2004 I.S.B.N.: 84-8165-803-0 Impreso en España - Printed in Spain.

PRESENTACIÓN

Esta Guía Total de Ibiza y Formentera recoge tal cantidad de datos extraídos y comprobados in situ que la hace única en su género.

Las profundas transformaciones que España ha experimentado en los últimos años -desde su red viaria hasta los cascos antiguos de las poblaciones históricas- sólo pueden ser equiparables a las nuevas sensibilidades que han ido calando entre los que habitamos este país. En unos y otros cambios, esta nueva guía ha querido encontrar su justificación.

Bien es cierto que, por su definición y propósito, se vincula a la mejor tradición de guías de España, que representan las excelentemente editadas por Afrodisio Aguado en la década de los 50, en las que se inspiraron, llegando incluso a copiarlas, tantas y tantas guías en los años posteriores. Pero también es verdad que ha logrado mostrar en sus páginas, como ninguna otra, el resultado de un minucioso trabajo de campo y de largas horas en los gabinetes de sus más de 30 autores y especialistas, además de un nutrido grupo de editores, cartógrafos y fotógrafos.

Esta obra es tanto una estimable ayuda para el viaje como un punto de referencia que refleja, de un modo tan selectivo como riguroso, la situación de nuestro patrimonio histórico-artístico y de la infraestructura turística en la actualidad.

Un signo de su distinción lo constituye su cuidada presentación, tanto en lo referente a los materiales utilizados como a su clara tipografía, directa heredera de la colección que más prestigio nos ha dado, conocida en el mercado como las "guías grises". Asimismo, destaca de modo muy especial por sus elementos gráficos, a saber, la abundante y moderna cartografía (hasta ahora no se habían publicado tantos planos de localidades -un total de 160-, además de un centenar de mapas parciales, en una misma obra), las impecables plantas de monumentos y las bellas fotografías, que no sólo constituyen una buena ornamentación sino también un complemento de descripciones e impresiones.

Ve la luz pública la Ia edición de este volumen en enero de 2003 habiéndose realizado el trabajo de actualización de datos durante los meses anteriores. Aquellos cambios producidos posteriormente formarán parte de las actualizaciones que habrán de añadirse en las próximas ediciones.

Los editores de ANAYA Touring Club.

CÓMO USAR ESTA GUÍA

Antes de iniciar el viaje

Se recomienda la lectura de El contexto (pág. 76-115) como un buen modo de aproximarse a la naturaleza, a la historia y al arte, a la gastronomía y a otros aspectos, como la arquitectura popular y la oferta cultural, de la islas de Ibiza y Formentera.

Para planificar los desplazamientos por Ibizay Formentera, consúltese el mapa de carreteras, escala 1:300.000, que aparece en las páginas 10-11 del presente volumen.

Si se desea reservar hotel o mesa en un restaurante, antes de iniciar el viaje, conviene consultar las páginas de Informaciones prácticas que aparecen al final de cada excursión o en la sección del mismo nombre, al final de la guía.

Durante el viaje

En los apartados Excursiones por la isla deEivissa (pág. 14-33) y Excursiones por la isla de Formentera (pág. 56-63) se describen tres recorridos por Eivisa y uno por Formentera. Todos los itinerarios aparecen señalados en distinto color en el mapa de carreteras de las páginas 10-11. Otros recorridos más breves, pero también de gran interés, se incluyen en el apartado Alrededores de algunas localidades.

Si el nombre del lugarva seguido de la llamada [pág.] indica que en esa página del apartado Poblaciones y lugares de interés hay una descripción más detallada de dicho lugar.

Las estrellas (• y • • ) ayudarán al lector a seleccionar los lugares más interesantes del trayecto.

En la secciones tituladas Poblaciones y lugares de interés (pág. 34-55, de Eivissa; pág. 64-73, de Fromentera) se encuentran las localidades y lugares más significativos de cada isla. Los planos de las ciudades facilitarán el desplazamiento por éstas y ayudarán a localizar los monumentos más destacados.

En el capítulo Informaciones prácticas (pág. 117-127) se pueden obtener las direcciones y los teléfonos de algunos hoteles, restaurantes y otros servicios turísticos de la mayoría de los lugares (en su correspondiente orden alfabético) citados en la guía.

Por último, se recomienda consultar el índice de lugares que figura al final de la guía, para una rápida localización de las páginas donde está la información que se precisa.

ÍNDICE GENERAL

Atlas de carreteras, 10-11 Signos convencionales de los planos, 13

Excursiones por la isla de Eivissa

El este de la isla, 14 Por el noroeste al corazón de Els Amunts, 21 El sur de la isla, 27

Poblaciones de la isla de Eivissa

Eivissa, 34 Sant Antoni de Portmany, 43 Sant Joan de Labritja, 47 Sant Josep de sa Talaia, 50 Santa Eulária des Riu, 53

Excursiones por la isla de Formentera

Un recorrido por Formentera, 56

Poblaciones de la isla de Formentera

El Pilar de La Mola, 64 Sant Ferran de ses Roques, 66 Sant Francesc Xavier, 68 La Savina, 71

El contexto

Naturaleza y paisaje, 76 Historia y actualidad, 85 El arte, 91 La arquitectura, 93 Tradiciones, 99 Términos artísticos y de arquitectura popular, 106

Informaciones prácticas

Hoteles, restaurantes y otros servicios turísticos, 117

índices

índice de lugares, 129 índice de mapas y planos, 131

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EXCURSIONES POR EIVISSA Y FORMENTERA

De las numerosas excursiones que el viajero puede realizar por las islas de Eivissa y Formentera, aquí se proponen 4 -seleccionadas entre otras muchas posibles-, cuyas características son tan peculiares que, en su conjunto, resumen la identidad histórica, paisajística y cultural de estas islas.

Al final de cada itinerario figura una selección de informaciones prácticas de los diferentes puntos de la ruta.

Las estrellas (• y • * ) que acompañan a los lugares hacen referencia, respectivamente, a su importancia o especial interés.

La referencia [pág.] significa que en dicha página se amplía la información que corresponde a ese lugar. Asimismo, en el índice de lugares, se indican las páginas donde se encuentra alguna información sobre el lugar requerido.

Todos los itinerarios van señalados en distinto color en el mapa de la pág. 10-11, a fin de suministrarle al viajero toda la información precisa.

POBLACIONES Y LUGARES DE INTERÉS

Las localidades y los lugares de interés se pueden localizar fácilmente en el mapa de carreteras, escala 1:300.000, que figura en las páginas 10-11 del presente volumen. En cada localidad se señala, entre paréntesis, su altura sobre el nivel del mar y el número de habitantes teniendo en cuenta el último censo.

Los nombres de los monumentos o lugares de interés de las localidades que tienen su plano en esta guía van seguidos de una referencia entre paréntesis que señala su ubicación dentro del plano de la ciudad donde se hallan situados. Por ejemplo, el Museu d'Art Contemporani (C3) se encuentra en la fila C, columna 3 del plano de la ciudad de Eivissa.

Al igual que en la sección de itinerarios, las estrellas (* y * * ) que acompañan a los nombres de las localidades y lugares hacen referencia a su importancia monumental e histórica.

EXCURSIONES POR LA ISLA DE EIVISSA

1 EL ESTE DE LA ISLA De Santa Eulária des Riu a Portinatxy Puig d'en Valls

Tradicionalmente, la población de Eivissa (Ibiza) se caracterizaba por su dispersión, una constante demográfica que, sin éxito, los ilustrados intentaron resolver en el siglo XVIII mediante el establecimiento en lugares estratégicos de sendas parroquias. Hoy, estas pequeñas y sencillas iglesias encaladas y con porche acogedor, son, junto a los tradicionales casats de volúmenes cúbicos y techos planos, encantadores monumentos de la arquitectura popular pitiusa. Naturalmente, contrastan con los edificios hoteleros y con los espléndidos chalés que hoy salpican la geografía de Eivissay Formentera, especialmente en las costas, de proverbial atractivo paisajístico y natural. En Eivissa hay evidentemente playas muy masificadas, dotadas de los servicios más diversos para el entretenimiento de sus muy numerosos turistas. Pero hay también, como reliquias, rincones insólitos, playas y calas donde uno llega a sentirse muy cerca de los valores insulares -la calma, el respeto entre vecinos, la hospitalidad, la discrección, la naturaleza mediterránea inundada de luz y de azules-, que se identifican con aquella sencilla, humana arquitectura. Son los mismos valores que permitieron, en los años setenta, la insólita e irrepetible convivencia entre conservadores campesinos -pagesos- y hippies contestatarios.

Santa Eulária des Riu y sus playas

El pueblo de Santa Eulária des Riu [pág. 53 ] debe su nombre al único río de curso estable de las Baleares, aunque hoy también está seco. La localidad presenta dos caras: la turística y moderna, internacional, abierta al mar por su paseo marítimo; y la popular, en el puig de Missa. Aquí se mantiene el núcleo antiguo, junto a su parroquia. La iglesia tiene en su lado sur un muro fortificado, y la completan dos capillas laterales: la del Santíssim, al este, y la del Cor de María, al oeste. Destaca su porche de arcos enjabelgados, en triple alineación.y su estructura de formas cúbicas, con pequeñas cúpulas.

En las páginas 10-11 de esta guía aparece un mapa de carreteras de las islas en el que se encuentran señaladas (en color) las excursiones.

En el puig de Missa se encuentra la típica casa de Can Ros, museo etnológico, restaurada con gusto. Mientras, junto al mar, el paseo marítimo transcurre junto a las playas de la bahía: Es Riu y Santa Eulária. Hay bares y restaurantes, club náutico deportivo, alquiler de hamacas, sombrillas, hidropedaies, esquí acuático, paracaídas y servicio de socorro, además de embarcaderos para golondrinas con destino a las playas de Es Cañar, cala Llonga, cala Pada, S'Argamassa e incluso hasta For-mentera.

las,playas y caletas de Es Cañar, o más correctamente Es Canyar, que significa cañizal en catalán (cala Pada, Punta Arabí'y cala Nova, entre otras), se encuentran en el norte de Santa Eulária, siguiendo la costa por carreteras pegadas al mar, entre urbanizaciones, en un trayecto que no supera los 6 km. Todas presentan una misma configuración paisajística: tramos de arena, de poco fondo, con algunas partes rocosas, plataformas de piedra arenisca sobre las que tomar el sol, al pie de retazos de pinares y sabinares. Estas playas están siempre muy concurridas: las llenan los turistas de las urbanizaciones vecinas. En todas hay restaurantes, bares estables y algún chiringuito temporal. Además de los consabidos parasoles y hamacas, hay accesorios para la práctica de distintos deportes náuticos, como tablas de surf, equipos de buceo o motos acuáticas. En Es Canar hay un camping, y otro en cala Nova. No es raro encontrar, entre los turistas, algún viejo y algo anacrónico hippy. En cala Pada hay una escuela de vela.

De Sant Caries a la costa

Sant Caries de Peralta es una de las parroquias del término municipal de Santa Eulária. El porche de la iglesia es doble, con tres arcos. Cuenta con bancos de obra en la pared, tal vez ideados para las reuniones civiles de los habitantes de las tierras vecinas. La iglesia es modesta y cuenta, como todas en las Pitiusas, con el dibujo de tres cruces negras en una de sus paredes. En la primera capilla hay un Sant Antoni con su cerdo, muy popular, y en la entrada un monaguillo tallado en madera pide limosna al visitante. En el porche, bajo un viejo techo de sabina, un cartel advierte que no se permite comer, ni dormir, ni cantar. En el patio anterior, junto al jardincito, no es raro encontrar lagartijas verdes, afiladas, ejem- Es Figueral. piares confiados de la especie endémica pitiusa.

Saliendo de Sant Caries hacia el norte, inmediatamente se encuentra una desviación señalada hacia las pla-yas de Es Figueral, cala Boix y Es Pou des Lleó. Poco después, la carretera se dirige sólo hacia estas dos últimas (4 km aproximadamente).

Es Cañar.

EL ESTE DE LA ISLA

A la playa de cala Boix hay que descender por una escalera. Su entorno es de pinar y acantilados rocosos cubiertos apenas por matorrales. La arena es algo oscura por la propia coloración del sustrato geológico de la zona. Es una playa ideal para niños. Hay un chiringuito, con baño y duchas. Se alquilan hamacas y parasoles. Es un lugar especialmente tranquilo al atardecer, cuando la gente de las urbanizaciones de la bahía de Santa Eulária deja el lugar para regresar a sus hoteles y apartamentos. Entonces cala Boix queda casi vacía, pues sólo hay dos o tres discretos restaurantes y un hostal.

Antes de llegar al aparcamiento de cala Boix, hay una carretera muy secundaria que conduce a cala Mastella. Es un recorrido excelente para realizar un paseo a pie o en bicicleta de montaña, con la salvedad de que en su último kilómetro hay fuertes

pendientes de descenso al mar que, naturalmente, habrá que subir en el regreso. El recorrido pasa por un denso pinar y junto al acantilado, con espléndidas vistas costeras. En el bosque hay romero, lentisco, jaras, brezo, sabinas. La cala Mastella es pequeña, tal vez no llegue a los 50 m de longitud, y está situada en el fondo de un torrente.

Desde cala Boix a Es Pou des Lleó hay unos 2 km. No hay pérdida, pues el camino por carretera está señalizado, a menudo con carteles pintados a mano. Es Pou des Lleó es una cala cerrada, recoleta y pequeña, con una típica alineación de casetas para guardar

Es Pou des Lleó. las embarcaciones populares ibi-cencas, \os llaüts, que antiguamente

se aparejaban con vela latina y que servían -y sirven- para la pesca de bajura. La playa tiene fondo de arena, es reduciday de apariencia rústica, muy tranquila también en las primeras y últimas horas del día, cuando sólo quedan los escasos residentes charlando en el quiosco de la playa, cuyo nombre, por cierto, resume el carácter sosegado del lugar: "Bon Estar". Los fondos son muy aptos para el buceo deportivo.

Desde Es Pou des Lleó se puede realizar un recorrido a pie o en bicicleta de montaña -en este caso sólo para entrenados- hasta la torre de defensa llamada de Cam-panitx, o torre den Valls, del siglo XVIII, hoy restaurada después de que sufriera en el siglo xix las consecuencias de la explosión de su polvorín. Esta ruta a pie está marcada con unos pequeños pilones rojos y constituye una de las llamadas Rutes del Paleó, preparadas para caminantes y/o ciclistas por el Con-sell Insular de Eivissa y de Formentera.

Desde la torre se contempla la isleta de Tagomago (90 ha), una de las más frecuentes en las postales paisajísticas de Eivissa, de la que dista apenas una milla. Ese protagonismo, sin duda, es merecido.

Tagomago, un islote de perfil muy recortado, fue también objeto de reivindicación ecologista hace unas décadas. Per-sonajespopularesdelcineyelespectáculoparticiparon en manifestaciones a favor de su deseada protección. Es una zona protegida ANEI (área natural de especial interés) yZEPA (zona de especial protección para las aves de la Unión Europea) de acceso restringido, pues es propiedad privada, aunque puede llegarse negociando el viaje con algún marinero en Es Pou des Lleó. La planta de Tagomago es la de un islote alargado con paredes acantiladas en sus extremos, donde no faltan, durante el verano, los halcones . de Eleonor, que tienen aquí una colonia. El buceo en sus fondos es muy recomendable; no tanto el baño, pues su costa no presenta facilidades excepto, tal vez, en el llamado Port de Tagomago. La lagartija de Tagomago, una subespecie endémica, es de color verde, generalmente oscuro.yde tamaño relativamente mayor que la lagartija ibicenca. Toda la isla aparece cubierta de brezos y romeros entrelazados. En las rocas litorales descansan las gaviotas, mientras que en alta mar son frecuentes las pardelas.

S'Aigua Blanca y cala de Sant Vicent

De nuevo en Sant Caries de Peralta hay que buscar la carretera hacia el norte para llegar a la cala de Sant Vicent. Antes, sin embargo, una nueva desviación a la derecha, marcada, conduce hasta S'Aigua Blanca (o Aigiies Blanques), una de las más extrañas playas de las Baleares. La playa en sí es muy estrecha, aunque larga (500 m), con tramos de arena, otros de roca, de piedras y de depósito de hojas de posidonia (alguers) arrastradas por los temporales. Todo bajo un acantilado que parece deshacerse día a día por la acción erosiva del viento y del mar. La costa parece atormentada; abundan los escollos, como ornamentos del fondo de arena. Es una playa nudista. El camino hasta S'Aigua Blanca desciende en una brusca pendiente que obliga a la prudencia. Hay al final un aparcamiento reducido, por lo que se aconseja llegar temprano. Cuenta con un bar permanente, hamacas y parasoles, cuyo servicio incluye el uso de una ducha (vale el mismo tique de las hamacas). Enfrente, el islote de Tagomago se muestra en toda su amplitud, al este se recorta la punta de la torre den Valls, y al oeste se divisa la cala de Sant Vicent.

Cala Sant Vicent está ocupada por una de las urbanizaciones con más solera de la Eivissa turística. Quizá fue una de las primeras ofertas para el turismo de las Baleares, aunque ha sabido renovarse recientemente con el desarrollo de un buen plan de embellecimiento, cuyo proyecto incluyó un breve paseo marítimo y la modernización de sus hoteles y apartamentos.

Cala Sant Vicent.

EL ESTE DE LA ISLA

Lamentablemente, la zona húmeda y su entorno agrícola tradicional han cedido su lugar a otros usos más rentables. Más tópica, pues, que las anteriormente descritas, la playa está totalmente urbanizada, aunque en segunda línea el bosque de pinos y sabinas se mantiene en muy buen estado de conservación: es parte ya del área natural que los eivissencs denominan Els Amunts. En uno de los extremos de la cala todavía pueden verse algunas de las primitivas casetas para barcas, con sus correspondientes escars o varaderos. En la playa hay hamacas, parasoles, esquí, hidropedales, ducha, bares y restaurantes.

A2,3 km de la cala de Sant Vicent en dirección a Sant Joan de Labritja [pág. 47], otra pequeña parroquia, se encuentra la desviación al recóndito Port de ses Cale-tes, un paraje encantador. Se accede por una carretera sinuosa y estrecha (4 km), con frecuentes cambios de nivel, muy duros para los ciclistas, hasta que desciende, con más curvas y más estrecha, hacia una solitaria cala casi escondida. El firme de asfalto viejo es muy irregular. Se cruza durante todo el trayecto por un bosque espeso de pinosy sabinas, con abundante sotobosque. Es la Eivissa virgen, rural y forestal. En la calila, muy cerrada y de fondo rocoso, muy apto parael buceo, hay casetas para barcas, y un sombrajo reducido en uno de sus extremos. No hay servicios de ningún tipo. Es un lugar muy tranquilo y aislado. De otro tiempo.

Las playas de Portinatx y el caló d'en Setra

Portinatx (a 25 km de Santa Eulária) es otro de los núcleos tradicionales del turismo en Eivissa. El topónimo es bien conocido en los ambientes turísticos desde hace décadas.

La moderna urbanización hizo desaparecer el primitivo asentamiento de pescadores, sustituyéndolo por un completo conjunto apto para el turista, que encuentra aquí servicios de todo tipo, además de cuidadas playas, eso sí, muy concurridas. Hay equipamiento, pues, para deportes náuticos, servicios de playa y chi-ringuitos, bares y restaurantes, además de los consabidos hoteles, apartamentos y chalés enXarraca,

Punta Galera (Portinatx). Arenal Gros y ArenalPetit, algunas de las diferentes playas de apa

riencia diversa que acogen a los bañistas del núcleo principal de Portinatx. Otras son Xucla, S'Illot d'en Rendí, más vírgenes aunque siempre concurridas, y, sobre todo, como un regalo, el caló d'en Serra, alejado del tráfico de la zona.

En el caló, precisamente, se encuentra aún la estructura inacabada, abandonada, de un edificio hotelero. Más que afear el paisaje natural, precioso por su riqueza forestal y por su estampa litoral intocada, este edificio es un símbolo de aquello que en otros lugares de Eivissa no debió suceder. Junto a esta estructura hay un chirin-guito que ofrece un menú diario a buen precio. El agua de la playa es limpia, hay arena y roca, y la cala forma un pequeño golfo entre lomas cubiertas de pinos. Es parte del mismo espeso bosque d'Els Amunts que, junto a las salinas y los islotes, constituye el tesoro natural más preciado de la isla de Eivissa.

Sant Llorenc de Hala lia y otra arquitectura tradicional

Tomamos ahora desde Portinatx o Portinatx del Rei la carretera a Eivissa, hacia el sur, dejando a la izquierda el cruce hacia Sant Joan de Labritjay Sant Vicenc, de sa Cala, de donde venimos. Aproximadamente a una decena de kilómetros veremos la señalización a la derecha hacia el conjunto rural de Sant Llorenc de Baláfía, en verdad una visita imprescindible. Los ibicencos pronuncian Balafi, y con este nombre se conoce uno de los mejores conjuntos de la arquitectura tradicional de la isla. Se mantiene casi incólume en una Eivissa posmoderna, como si reivindicara la necesaria conservación de su singular patrimonio arquitectónico rural. Se trata de un conjunto de cinco casas típicas blanquedadas, con dos singulares to r res de defensa y refugio, edificadas para contrarrestar posibles incursiones de los piratas berberiscos que antaño asolaron las Baleares. Hay callejones brevísimos entre las cinco construcciones principales, y unos añadidos arquitectónicos -hornos, tejados, ventanas, etc.-, que han sido fotografiados mil veces, casi canónicos. Las torres permanecen sin blanquear, en un notable contraste con el blanco resplandor del conjunto. Sólo un poco más adelante está la parroquia de Sant Llorenc de Baláfía, del siglo XVIII, de una sola nave con cinco capillas laterales -tres y dos-, además del consabido y sosegado porche exterior. La espadaña es muy modesta. Por cierto que antes de llegar a Baláfia pueden verse también otras interesantes construcciones rurales: Can Negret, Can Toni Joan y Can Vildo, entre otras. Sant Llorenc de Baláfia.

Podemos dirigirnos más hacia el sur y acercarnos a Eivissa capital para detenernos en Puig d'en Valls. Aquí se encuentra uno de los molinos harineros mejor conservados de la isla, restaurado en 1992, mecánica antigua incluida (puede visitarse los jueves de 9 h a 12 h). El molino funcionaba a finales del siglo XVIII, y dejó de funcionar en la década de 1940. Nos desviaremos a la izquierda para llegar hasta la iglesia de la Mare de Déu de Jesús , que presenta una sola nave y porche lateral. Ha sufrido muchas reformas desde su primera construcción en el siglo XV. En el presbiterio hay un retablo atribuido a Roderic d'Osona (siglo XVI).

Desde Jesús podemos dirigirnos de nuevo hacia Santa Eulária, pasando por el campo de golf y la urbanización de Sa Roca Llisay de Cala Llonga, un centro turístico algo masificado. En esta zona, el cap Llibrell es un área natural de especial interés. En la costa podremos observar aves marinas como la gaviota de Audouin. En toda la zona hay pequeños montes de modesta elevación: el mismo cap Llibrell o puig d'en ToniMassó, elpuig d'en Salieres o elpuig d'en Pep, todos con alturas de poco más de doscientos metros sobre el nivel del mar. La costa, en los tramos no ocupados por la urbanización, es preciosa, con acantilados no excesivamente altos, cubiertos de pinos y sabinas. En el mar, cercanos a la costa de Santa Eulária, aparecen de nuevo los islotes de Es Canar y Redona.

EL ESTE DE IA ISLA

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Info

Santa Eulalia des Ríu Ayuntamiento. Telf. 971330 002. Oficina de información turística

Telf. 971330 728. Museo Etnológico de Can Ros

Visita: de 11 h a 13 h y de 17 ha 20 h. Parroquia de Santa Eulária

Visitas. Telf. 971330 072. Puerto Deportivo Santa Eulária

Telf. 971 339 754. Club Náutico Santa Eulária

Telf. 971 268 595, Escuela de Vela Cala Poda

Telf. 971 330 886.

Comunicaciones

Autobús. Hay trayectos desde Santa Eulária a Eivissa, Es Cañar, Sant Caries de Peralta, Portinatx, Cala Sant Viceng. Telf. 971 330 728. Autobuses San Antonio

Telf. 971 340 510. Autobuses Lucas Costa

Telf. 971314 900. Voramar-El Gaucho. Telf. 971340 382. Autocares Vilás. Telf. 971 311 601. Taxis Telf. 971330 063 (Santa Euiária). Telf. 971 333 001 (Portinatx). Cruceros Santa Eulária

Telf. 971332 251. Con trayectos diferentes a la ciudad de Eivissa, a Es Cañar, Cala Pada y Formentera.

Turismo rural

Para obtener más información en Santa Eulária des Riu y Sant Joan de Labritja, ver [págs. 117-126].

Cala de Sant Vicent Can Rey. Próxima a la cala de Sant

Vicent, en plena naturaleza, esta casa payesa, decorada con gusto y sencillez, nos proporciona ante todo una apacible y cómoda estancia. Las vistas son magníficas, por ejemplo

desde la piscina. Casa/semana (7 plazas): 2.075-2.500 €.

Sant Caries de Peralta Can Curreu. Ctra. de Sant Caries, km

12. Telf. 971 335 280. Esta precioso hotelito rural se encuentra en el marco perfecto. Sus jardines y sus vistas son inmejorables. Piscina. Alquiler de caballos. Habitación doble: 170-180 €.

Can Talaias. Ctra. a cala Boix. Telf. 971335 742. Bonito y apacible hotel rural, rodeado de un estupendo jardín. Además de piscina, la casa ofrece alquiler de bicicletas. Habitación doble: 70-120 €.

Sant Joan de Labritja Can Martí. Telf. 971333 500. Se encuen

tra en un valle con abundante vegetación. Los dueños defienden otras formas de vida alternativa que conoceremos y tendremos que respetar, si optamos por este lugar. Comida de cultivo biológico. No se puede fumar en las habitaciones. Habitación doble: 42 €. Casa Marroquí (4 plazas): 120-150 €.

Sa Coloma. Ubicada en una colina boscosa en donde poder disfrutar de la paz y el silencio. La casa tiene porche y patio. Tiene piscina, aparcamiento, solarium. Casa/ semana (8 plazas): 1.500-2.300 €.

Santa Eulária des Riu Hotel La Colina de Arriba. Ctra. de

Ibiza- Santa Eulária, km 10. Telf. 971332 767. Precioso hotel rural rodeado de un jardín con abundante vegetación y de colinas boscosas. Piscina. Buen restaurante. Cocina internacional. Habitación doble: 63-90 €.

Hotel Les Terrasses. Ctra. de Ibiza-Santa Eulária, km 1. Telf. 971335 280. Hotel rural decorado con mimo. Admite animales. Piscina. Tiene restaurante. Cocina árabe. Habitación doble: 114-141 €.

2 POR EL NOROESTE AL CORAZÓN DE ELS AMUNTS De la bahía de Sant Antoni al Port de Sant Miquel

El presente recorrido penetra en la zona de Els Amunts, la más salvaje y virgen de Eivissa, con importantes masas forestales, pinos y sabinas principalmente (puíg den Francolí, Albarca), y con cubetas de tierra apta para la agricultura de cierta riqueza (Pía de Corona, de tierra rojizay muy fértil). Es una zona que ha sido por fin protegida urbanísticamente y se está realizando una planificación concreta para asegurar su correcto uso y gestión, desde la perspectiva de la sostenibilidad de sus valores naturales y tradicionales. En Els Amunts, Santa Agnés de Corona, Sant Mateu d'Albarca o Sant Miquel de Balansat, es posible todavía ver a las mujeres ibicencas vestidas cotidianamente con su atavío tradicional, oscuro y listado, tocadas con sombrero de paja y pañuelo negro. Un atavismo a comienzos del siglo XXI: un milagro.

La bahía de Portmany Sant Antoni de Portmany [pág.

43] está a 16 km de Eivissa, la capital de la isla, en el fondo de una bahía reconocidacomo buen puerto natural Sant Antoni de Portmany. desde tiempos muy antiguos: Portmany. Basta decir que la leyenda asegura, naturalmente sin fundamento, que el gran general cartaginés Aníbal nació en la Conillera, uno de los islotes adyacentes. En Sant Antoni se encuentra una de las grandes concentraciones hoteleras de las Baleares, con un cierto desorden urbanístico que ahoga a la vieja parroquia marinera, situada juntoal puerto y edificada en el solar del templo primitivo, del siglo xrv. La torre adjuntaa la parroquia demuestra una vez más que en Eivissa, como en las Baleares en general, el azote de la piratería berberisca obligaba a la defensa constante. El Sant Antoni actual, en proceso de modernización y expansión, se extiende en realidad desde su núcleo por toda la bahía, ocupando la primera franja costera desde la urbanización Stella Maris, al norte, hasta el Port des Torrent, a poniente. A lo largo de la costa se suceden pequeñas playas, caletas que cuentan con todos los servicios que pueda exigir el turista:caló des Moro, S'Estanyol, calaPinet, etc. Son tramos de playa urbana, el más largo de los cuales es Es Reguero (o S'Arenal de Sant Antoni).

Tomando la carretera hacia Sant Josep, pasada la gasolinera y una rotonda, una desviación a la derecha lleva hacia el sur de la bahía. Cala Bassa, a 4 km de Sant Antoni, es una playa muy concurrida, un arco de arena fina encerrada en una cala de roca modelada por las olas. Hay tres bares con terraza junto al mar, entre pinos doblados por el viento, alquiler de hamacas y parasoles, y pueden practicarse diferentes deportes náuticos, entre ellos el buceo, el esquíy el surf. También tiene teléfono, parada de autobús y camping.

En las páginas 10-11 de esta guía aparece un mapa de carreteras de las islas en el que se encuentran señaladas (en color) las excursiones.

AMUNTS

Desde la cala se contempla, al fondo, en el horizonte cercano, la aglomeración urbana y turística de Sant Antoni, desde donde hay un servicio de golondrinas hasta cala Bassa.

POR EL NOROESTE AL CORAZÓN DE ELS

Sin embargo son las playas de cala Conta, posiblemente una corrupción de la palabra catalana comte, en castellano conde, las más interesantes. Destacan, en efecto, por su singular paisaje: se trata de una costa casi virgen recortada en un talud llano de roca arenisca. Cubre este talud una no muy densa masa forestal de pinos y sabinas. Hay rocay playa a gusto del bañista, siem-pre con acceso fácil hasta la orilla, que se ofrece abierta frente a los islotes de Sa Conillera, S'Espartar y Es Bosc. Las dos playas, o áreas de baño, de cala Conta, el caló des Comte a levante, y el RacódenXic a poniente, distan unos 3 km de cala Bassa, y su último tramo es un camino carretero que deja el coche cubierto de fino y blanco polvo. Es un lugar que atrae también a los pacientes pescadores de caña, el agua es limpiay transparente, tópicamente cristalina sobre el fondo de arena, roca y algares. Hay dos restaurantes y el autobús llega hasta una parada entre ellos, en el amplio aparcamiento sometido al sol. Hamacas y parasoles pueden alquilarse en ambas playas.

Al norte de la bahía se encuentran algunos rincones escasamente urbanizados, entre los que destacan cala Gracia (a 1 km) y Punta Galera (a 2 km). La primera es una brevísima caleta con playa de fina arena con hamacas, hidro-pedales, bar-restaurante, parasoles, y que suele estar muy concurrida por los turistas de Sant Antoni.

Punta Galera, en cambio, es una zona litoral rocosa casi virgen protegida por una estrecha punta de piedra arenisca, en lo que debió de ser en su tiempo una urbanización frustrada. Hay apenas unos chalés disimulados entre el pinar, y en

Los islotes

Sa Conillera (con faro, situada a menos de una milla de la costa) es la mayor del conjunto de islas que cierran por poniente la bahía de Port-many. Desde las playas de cala Conta el paisaje sobre este micro-archipiélago es precioso. Desde la costa hacia fuera los islotes se suceden en este orden sobre el mar azul intenso: Escull de Ses Punxes, Escull Llarg, Escullet des Pos, Illa des Bosc (a sólo 500 m de la costa) y Sa Conillera. Más al sur, y solitaria, aparece S'Espartar (a poco más de 1.200 m de la costa), de relieve más abrupto y per-filmé recortado. Estos islotes gozan, junto al tramo de costa que los enmarca, de protección legal por su alto valor ecológico y paisajístico (son a la vez ANEI, área natural de especial interés, y ZEPA, zona de especial protección de aves).

El relieve de Sa Conillera es suave y lo cubren matas de especies adaptadas a las duras condiciones ambientales de este paraje, casi desértico, entre ellas algún endemismo pitiuso. En cada uno de estos islotes vive una subespecie endémica de lagartija ibicenca, que constituye un interesante fenómeno evolutivo por subespeciación El islote des Bosc debe su nombre a ¡a existencia en otros tiempos de un bosque de sabinas, hoy extinto por tala; el paso marino hasta Eivissa es muy peligroso para las embarcaciones. En Sa Conillera anidan lapardela, el paño, la gaviota común y otras aves marinas, como en SEspartar, topónimo que delata la abundancia de plantas de esparto, antaño recogidas por los ibicencos para su manufactura tradicional de cestos y alpargatas. En este islote habita, entre otras curiosidades zoológicas, un caracol endémico.

la caleta, gene raímente cubierta de algas, unas casetas para barcas de pescadores. Entre los pinos quedan los víales que hay que recorrer hasta llegar al mar (si se llega por la carretera que va desde Santa Agnés de Corona a Sant Antoni, se pasa por e\BarGloria, ycabe seguir entonces las señales pintadas en paredes oen el mismo asfalto con pintura violeta). En la costa, junto a la caleta ocupada por las casetas de barcas, las rocas forman, como en una cantera, plataformas excelentes para tomar el sol, con fácil acceso al mar, transparente y de muy atractivos fondos. Aquí se concentran los bañistas, generalmente nudistas. El asfalto termina abruptamente y en un lugar que hace difícil la maniobra para dar la vuelta al coche. Es mejor apearse y llegar al mar en un breve descenso entre abundantes matas de hinojo marino. No hay servicios ni vigilancia, pero este abandono permite la contemplación serena de magníficas puestas de sol tras la isleta de Sa Conillera.

Precisamente por el camino que pasa junto al Bar Gloria, la misma carretera que conduce a Punta Galera lleva también, tras la bifurcación señalada con unos pórticos ibicencos a imitación de las tradicionales feixes (arcos de entrada a las fincas agrícolas), hasta cala Salada, a 5 km de Sant Antoni, una cala típicamente pitiusa caracterizada por un singular chalé de volumen trapezoidal y amplias terrazas, con paredes de piedra ocre desnuda, edificado casi junto al mar. Hay aparcamiento, alquiler de hamacas, hidropeda-les, parasoles y bar. Forman cala Salada dos playas, no muy grandes, frecuentadas por familias que buscan la tranquilidad que tal vez no encuentran en Sant Antoni. La arena es fina y el fondo es, bajo las transparentes aguas, muy limpio y acogedor.

Más allá de cala Salada comienza una zona en la que no hay lugares adecuados para el baño, pero muy recomendable para caminantes y naturalistas: es el litoral bravo de Eivissa, su costa norte, Els Amunts. Una isleta frente a la misma cala, el illot de cala Salada, es su primer anuncio. Sant Miquel de Balansat.

Sant Miquel, Santa Agnés y Sant Matea

Son tres pequeñas parroquias situadas al norte de Sant Antoni. Santa Agnés dista 6 km, Sant Mateu 4 km más, y Sant Miquel está a unos 20 km de la bahía de Port-many. Las tres presentan su iglesia dieciochesca, con porche para la reunión de sus vecinos, espadaña y la tópica silueta de tres cruces pintadas en negro o recortadas en madera negra sobre la fachada.

La más interesante, por su estampa fortificada en el otero cubierto de pinos, es la parroquia de Sant Miquel de Balansat, una de las más antiguas, pues se terminó en el siglo XVII sobre un templo primitivo del siglo XIV. Actualmente, el porche de la parroquia es escenario de las muestras de ballpagés que se cele-

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POR EL NOROESTE AL CORAZÓN DE ELS AMUNTS

bran cada jueves (a las 18 h), durante el popular mercal de íliort, con tenderetes de artesanía y productos agrícolas. La tradición y el paisaje bravio de Sant Miquel es objeto de una rica descripción literaria en catalán en un texto delicioso de Maria Villangómez, el autor local más prestigioso: L'any en estampes (El año en estampas), cuya lectura se recomienda para que pueda comprenderse mejor el carácter íntimo de la isla.

En Santa Agnes de Corona, cuya parroquia presenta una apariencia mucho más rural, el bar Can Cosmi sigue siendo el centro social de visita indispensable.

La costa de Els Amunts El Port de Sant Miquel es una playa ordenada urbanísticamente, limpia, con

currida y tranquila. En su costa, los apartamentos se construyeron con el intento de adaptarse al relieve natural, en franca pendiente sobre la cala. El entorno natural es de pinar. La costa abrupta de Els Amunts de Eivissa tiene pocos accesos y el Port de Sant Miquel es de los más importantes. Hay línea de autobús, alquiler de hamacas, parasoles, tablas de surf, puede practicarse el esquí, servicio de socorro y vigi

lancia, de teléfonos, supermercado, bares, restaurantes y tiendas de recuerdos ibi-cencos. En la cala del puerto de Sant Miquel, además, se encuentra el pequeño y recóndito caló des Moltons, al que se llega a pie por un sendero entre pinos, tras unos cinco minutos de marcha, por la vertiente izquierda del Port, mirando al mar. El caló es un lugar encantador, de aguas limpias. En la playa, que tiene apenas 30 m de anchura, es muy agradable darse un baño al atardecer o a primeras horas de la mañana, cuando aún no han llegado los primeros bañistas. Hay un chiringuito.

En la llamada punta de Sa Creu, un imponente cabo que cierra por poniente el Port

Costa de Els Amunts. de Sant Miquel, se encuentra uno de los hoteles emblemáticos de Eivissa, el Ha-

cienda-NaXamena, el único catalogado con cinco estrellas en la isla, de fama reconocida mundialmente. Su nombre responde al topónimo ibicenco de la zona, caracterizada por acantilados costeros tapizados de pinar con rico sotobosque de brezos, romeros, lentiscos, jaras y viejas sabinas. En Na Xamena no hay lugar para el baño (a no ser en las piscinas para uso exclusivo de los clientes del hotel). Pero la vista desde sus altos acantilados, desde las terrazas del complejo hotelero que cuenta con bares y restaurantes, es impresionante. Se puede llegar a pie desde la carretera del Port, casi a la salida del mismo, por un acceso señalizado con mal firme.

Por el mismo camino, y señalado como ruta del Falcó, se puede llegar hasta la torre des Molar, una atalaya de defensa costera del siglo XVIII levantada sobre una pared vertical aterradora (100 m), y hasta el islote des Bosc, pegado a Eivissa por

un pequeño istmo, que permite el baño. En el islote, privado, hay un lujoso chalé de estampa morisca, situado en un paraje privilegiado.

camino hacia Benirrás parte unos cientos de metros antes de llegar a Sant Miquel de Balansat desde Sant Mateu, a la derecha y señalizado. Es un camino sin asfaltar, con mucho polvo, que en días de lluvia se enfanga hasta hacerse casi impracticable. A pie o en bicicleta de montaña, la excursión (4 km) es muy interesante, aunque dura, por las frecuentes cuestas. En el punto más alto del collado cabe detenerse para contemplar el Port de Sant Miquel y, sobre todo, la isleta des Bosc y los acantilados. El paisaje es enteramente forestal y marinero, formando un conjunto de una belleza indiscutible. Son Els Amunts, la reserva natural de Eivissa, junto con los humedales de Ses Salines y las islas que la circundan. En Benirrás hay un chiringuito, alquiler de hamacas y parasoles, y ducha. En los extremos de la playa se conservan casetas para llaiits y los típicos varaderos, o escars, una imagen típica de todo el litoral.

Un breve desvío hacia el interior

:sde Benirrás volvemos a Sant Miquel y nos dirigimos hacia Santa Gertrudis de Fruitera (7 km) y Sant Rafel de Forca (8 km), en el centro de la isla. Sus parroquias fueron construidas en el siglo XVIII y reformadas posteriormente. La segunda tiene una coqueta espadaña coronada por una cúpula y sólidos contrafuertes. En la plazuela abierta frente a la de Santa Gertrudis está Can Costa, un bar muy frecuentado y popular.

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Info Turismo rural

Sant Antoni de Portmany Ayuntamiento

Miramar, 1. Telf. 971340111. Oficina de Información Turística

PasseigdesesFonts,s/n. Telf. 971343363.

Comunicaciones

Autobús En la oficina de turismo informan sobre

los distintos trayectos por la isla. Autobuses San Antonio

Telf. 971340 510. Autobuses Lucas Costa

Telf. 971314900. Voramar-El Gaucho

Telf. 971340 382. Autocares Vilás

Telf. 971 311 G01. Taxis. Telf. 971340 074 y 971341721.

Para obtener más información acerca de otro tipo de alojamiento y de los restaurantes localizados en Sant Antoni de Portmany, ver las informaciones prácticas de cada localidad, organizadas en orden alfabético [págs. 117-126].

Cala Conta Can Estrella. A tan sólo 1 km de la playa,

rodeada de pinares y con el mar como horizonte, esta casa preserva la intimidad de sus huéspedes. Su agradable jardín posee barbacoa, piscina, césped, y árboles a los que sentarse a la sombra. Un porche con hamaca, una terraza-solarium, un salón con chimenea. En fin, un remanso de paz que invita al descanso y el relax. Casa/semana (6-8 plazas): 1.200-1.700 €.

POR EL NOROESTE AL CORAZÓN DE ELS AMUNTS

Sant Antoni de Portmany Hotel Can Mirador. En lo alto de una

colina, entre pinares y a poca distancia de playas como cala Conta o cala Bassa. El jardín, con abundante vegetación balear, tiene piscina cli-matizada. Además, la casa cuenta con solarium, jacuzzi, saunas, salón de bellezay un buen número de servicios e instalaciones para disfrutar de una cómoda estancia. Dispone de habitaciones, ubicadas en el torreón, apartamentos y viviendas. Habitación doble: 75-108 €. Apartamento: 145-230 €. Vivienda: 170-250€.

Hotel Pibes. Camino de Sa Borera, s/n. Telf. 971342 222. En este hotel, el lujo con todas sus letras, el conforty el ambiente rústico están perfectamente ensamblados. Las vistas son estupendas y la playa está muy próxima. Ocupa una finca del siglo XVI, que conserva algunas curiosidades de la época. Habitación doble: 132-180 €

Sant Miquel de Balansat Hotel Can Magdalé

Este hotel rural no sólo se limita a los servicios propios de un establecimiento de su categoría, sino que ofrece la posibilidad de entrar en s u programa de bienestar, que incluye, además de masaje y sauna, sesiones de hipnosis de Erickson, curación energética, terapia de diálogo y de flores de arroyo, para quien busca algo más de unas simples vacaciones. Al margen de ello, todo en este hotel está dispuesto con sumo cuidado. Pero su mayor encanto es el jardín, poblado de fuentes y de plantas y árbloles exóticos. Habitación doble: 138-150 €.

Hotel Cas Pía**** Ctra. Sant Mique a Port. km 14. Telf. 971334 587. Hotel rural en plena naturaleza, rodeada de pinares, colinas y acantilados. Dispone de un pre

cioso y fresco jardín (con piscina). Sus búngalos invitan a la intimidad y a una paz mayor, si cabe. Son alegres y el ambiente en toda la casa es familiar. Habitación doble: 110-145 €.

Santa Agnés de Corona Hotel Can Cucons

Finca del siglo XVIII muy próxima a cala Salada. Habitaciones con todo el sabor mediterráneo. Jardín con piscina. Perfectamente equipada. Habitación doble: 120-180 €.

Hotel Can Pujolet Telf.971805170. Finca de principios del siglo XX totalmente reformada, pero conservando el aire rural que caracteriza a las casas de esta zona. Desde ella se obtiene una espléndida panorámica de Santa Agnés de la Corona y sus alrededores. Olivares, pinares, valles fértiles. Dispone de huerta propia, jardín y piscina. Habitación doble: 96-180 €. Búngalo: 144-240€.

Santa Gertrudis de Fruitera Cana Catalina

Casa tradicional perfectamente acondicionada para pasar unas buenas vacaciones. Se ubica en el centro de la isla. Bonitas vistas. Casa/ semana (6 plazas): 1.650-2.100 €.

Hotel Cas Gasí CamíVellaSantMateu. Telf.971197700. A 4 km de Santa Gertrudis, este exclusivo hotel ofrece todo el lujo y confort que se puede desear, en un entorno apacible, entre bosques de pino y olivares. La cerámica, la piedra vista, las vigas de madera de sabina, los azulejos, el blanco y los tonos terrosos y cálidos conforman los espacios de esta casa tradicional ibicenca de 1880. Las habitaciones, exclusivas y los baños, de un lujo apabullante, como todo en este hotel. Piscina, parking, restaurante. 9 habitaciones dobles y una suite. Habitación doble: 162-276 €.

EL SUR DE LA ISLA De cala d'Hort a Eivissa

En este tercer y último recorrido por la mayor de las Pitiusas, conoceremos alguna de las playas emblemáticas de la Eivissa turística clásica como cala Jondal y Es Cavallet, por ejemplo, así como su zona húmeda más importante, las salinas, objeto de fuertes campañas de sensibilización ecológica, sin olvidar uno de los islotes considerados mágicos por su espectacularidad panorámica y por sus valores naturales, Es Vedrá, situado precisamente frente a una de las calas típicas del paisaje pitiuso, cala d'Hort. Además, terminamos el recorrido, de unos 35 km aproximadamente, en Vila, la capital de la isla, la ciudad blanca, con sus callejones de Sa Penya, de Sa Marina o de Dalt Vila, antaño recorridos por campesinos y pescadores y hoy, desde hace décadas, frecuentados en sus innumerables bares por turistas de todo el mundo, alguno de ellos vestido de modo estrafalario. Eivissa, Vila, como la llaman los naturales, es la sede del gobierno local, el Consell Insular d'Eivissa i Formentera, empeñado en la esperanzadora tarea de conservar un patrimonio cultural y natural típicamente mediterráneo.

Cala d'Hort y el islote de Es Vedrá

Se accede a cala d'Hort, donde el aparcamiento es escaso, desde Sant J o s e p de Sa Talaia [pág. 50] , una parroquia que a la vez es uno de los municipios ibi-cencos, de la que dista aproximadamente 10 km por una carretera perfectamente señalizada. Poco antes de llegar a la cala, a la que debe descenderse en un último kilómetro muy pendiente, hay una desviación sin asfaltar hasta la torre del Pirata (o de Ses Savines), atalaya costera del siglo XVII edificada en apunta delsJueus. Puede llegarse a pie, itinerario que se recomienda, puesto que la vista desde este lugar sobre el islote de Es Vedrá es impresionante.

La playa de cala d'Hort, aunque ocupada en parte por hamacas y parasoles de alquiler, ofrece una estampa marinera y natural inigualable además de ser francamente acogedora. Contribuye a ello el conjunto de casetas para llaiits casi excavadas al pie de las paredes ocres del acantilado que adorna el paisaje oriental de la cala, con su cresta de copas de pinos relucientes al sol.

EL SUR DE LA ISLA

La playa, de poco más de 200 m de arco, es de arena fina, blanca y en general muy tranquila, aunque concurrida en días festivos. Se caracteriza por contener un mar diáfano y casi siempre en calma, muy apto para que los niños naden y jueguen sin peligro en la orilla. Un conjunto de sabinas crece en la misma playa. En las terrazas del restaurante El Carmen, antes y todavía conocido como CanJaume, se sirven excelentes platos marineros.

Por poniente, destaca en el horizonte de cala d'Hort la magnífica y singular figura del islote Es Vedrá, único en las Baleares por su forma de volcán, de pico recortado ásperamente, casi agresivamente, en el cielo azul, con sus 381 m de cota sobre el nivel del mar. Tanto su relieve como su perfil son quebrados. Considerado y protegido como ANEl y ZEPA, Es Vedrá, y su hermana menor Es Vedranell, forman un conjunto de islotes altivos, casi desafiantes, sobre todo cuando el sol poniente refleja sus tonos rojizos en las no menos rojas paredes calizas del conjunto. Una rala cubierta de vegetación demuestra, más que atenúa, la sequedad de sus suelos.

A Es Vedrá, que está situado a poco más de una milla de la costa y a dos al suroeste de cala d'Hort, puede llegarse en golondrina desde Sant Antoni, por ejemplo, o desde la misma capital, Eivissa, y también alquilando el servicio a algún particular en la misma cala d'Hort. Los naturalistas recomiendan no desembarcar durante la época de reproducción de las interesantes especies ornitológicas que allí tienen sus colonias de cría (de marzo a septiembre). Destacan especialmente la gaviota de Audouin, de pico rojo y patas verde oliva, la pardelay el pequeño paíño. No falta el delicado halcón de Eleonor. El litoral de estos islotes es un ámbito magnífico para el buceo y la fotografía submarina. Hay quien atribuye a Es Vedrá fuerza esotérica y, en efecto, curiosos personajes de la religiosidad popular local realizaron allí, enfrentados a su soledad, intensas meditaciones.

Es Cubells, cala Jondaly cala Codolar

Es Cubells es el topónimo general que define un tramo de aproximadamente 3 km de costa ibicenca caracterizado por sus acantilados no demasiado elevados, pero de gran belleza paisajística, cap Lien-trisca, con alguna vía de acceso con rampas, como puede suponerse, y con frecuentes casetas para pescadores y escars para/tes, la imagen más tópica de la costa ibicenca.

Costa de Es Cubells.

Playa de Es Cavallet

tlar

Otros nombres que corresponden a otros tantos lugares de la costa en esta zona son Es Niu de s Águila, cap Negret, platja de Ses Ovelles, Sa Caixota, caló de Ses Boques. No son zonas de baño muy concurridas, porque el acceso es incómodo, aunque posible a pie y en vehículo.

Los fondos son de piedra, con escollos, y no hay chiringuitos ni servicios de playa, excepto en Es Cubells , donde es posible alquilar hamacas y parasoles. Los bares y restaurantes se encuentran en la zona alta, antes de descender a la orilla del mar. Nótese que el núcleo de Es Cubells, a unos 6 km de cala d'Hort en dirección a Eivissa, que además tiene una casa de espiritualidad, para retiros, se halla a más de cincuenta metros en vertical sobre el nivel del mar. El acceso a la zona de baños de Es Cubells comienza detrás de la iglesia, y naturalmente tiene una pendiente muy pronunciada. En general, este tramo de costa es muy escarpado.

Iglesia de Es Cubells. Alguno de los pocos chalés que asoman desde el

pinar sobre la cala Jondal, situada a poco más de 3 km de Es Cubells en dirección a Eivissa, merecen figurar en los manuales de arquitectura. Son construcciones basadas en la tipología popular ibicenca, aunque adaptadas a funciones y usos contemporáneos, y de lujo. La cala, mientras, mantiene su ambiente sosegado, aunque concurrido. Los accesos están señalizados a veces con letreros pintados a mano. Son caminos con algún trozo sin asfaltar, de polvo, en pendiente no muy pronunciada hasta tres distintas zonas de aparcamiento a un centenar de metros de la orilla. En cada una de estas zonas hay un restaurante, más su zona de influencia por lo que hace a alquiler de hamacas, de parasoles, de hidropedales, también de chiringuitos estacionales, como anexos, con posibilidad de ducha. En la playa hay poca arena y abundantes piedras y cantos, con un notable desnivel natural en la misma orilla del mar, provocado por el oleaje, en ocasiones ciertamente violento. La playa es abierta, de medio kilómetro de ancho arco, y su paisaje se cierra por levante en la magnífica y afilada punta Jondal, en un acantilado ascendente coronado de pinar.

Tras recorrer aproximadamente 2,5 km desde cala Jondal en dirección a Eivissa se llega a cala Codolar. Antes se habrá pasado por Sa Caleta, una calita en efecto muy reducida, que presenta una imagen sacada de una vieja postal: está totalmente ocupada por un semicírculo de casetas para llaiits y por varaderos de troncos de sabina que penetran en el mar como minúsculos muelles.

En las páginas 10-11 de esta guía aparece un mapa de carreteras de las islas en el que se encuentran señaladas (en color) las excursiones.

EL SUR DE LA ISLA

Los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Eivissa encaran la pista de aterrizaje en el mar frente a cala Codolar, una ancha cala de más de 3,5 km de longitud y 40 m de anchura. Codolar significa en catalán zona de acumulación de piedras redondeadas por la acción del agua (códols, guijarros), y define perfectamente al carácter de la playa que ahora se visita. . En cala Codolar hay dos chiringuitos temporales muy visibles desde cualquier punto de la playa, con zona de hamacas y parasoles. La cala es prácticamente virgen y en general poco concurrida, dadas sus características.

. .. , „. . Garza. Las salinas de Eivissa Ses Salines de Eivissa, junto con las de Formentera en el estany Pudent, son uno

de los vértices del triángulo básico de la naturaleza pitiusa: Els Amunts -la zona boscosa y brava de la costa norte de la isla de Eivissa-, los islotes -incluida Formentera-y las zonas húmedas. La definitiva protección del espacio natural de Ses Salines, constituido por estanques de extracción de sal y por charcas y extensiones de sal sosa y sabinas, además de un buen pinar costero sobre dunas en un excelente estado de conservación, ha motivado duras disputas políticas en las últimas décadas. Como es lógico, la vegetación está adaptada a las condiciones de salinidad y humedad propias de estas zonas litorales, mientras que en los estanques las aves acuáticas encuentran áreas de reposo y nutrición en sus viajes migratorios y en sus invernadas. En Ses Salines han podido observarse flamencos y ocas, y son frecuentes los ánades de distintas especies, las aves límicolas como las avocetas o las cigüeñuelas, las garzas, las águilas pescadoras y otras muchas especies propias de marismas y salinas.

El conjunto paisajístico se completa con pinar y vegetación de litoral, con algún relieve de cierta consideración en el cap des Falcó, apuntando hacia Formentera, y las magníficas playas de Es Cavallet y de Ses Salines, a levante y poniente respectivamente de la punta de Sa Torre (o de Ses Portes), también apuntando a la pitiusa menor y sus islotes, Es Freus.

Estas dos magníficas playas suelen estar muy concurridas. Su belleza es indiscutible. Su estado de conservación, admirable,

aunque haya quien ya considere algo excesivo su uso por los bañistas.

Para contribuir a su preservación es aconsejable desplazarse hasta ellas desde Eivissa en bicicleta, pues el trayecto de unos 8 km es llano y paisajísticamente muy interesante en el entorno de la zona húmeda que se bordea. Ambas playas son de arena muy fina, blanca, con poco fondo y protegidas por un sistema dunar de aspecto impecable que

ofrece además un adecuado y suficiente espacio de refres-cante sombra.

Laplaya de Ses Salines tiene algo más de un kilómetro de longitud, y una anchura media de 20 m, sin contar la anchura de las dunas boscosas. Tras ellas se ha dispuesto una muy amplia zona de aparcamiento. Se trata de una playa invadida por la cultura urbana. En ella hay por lo menos cuatro chiringuitos y en uno de ellos se vende prensa del día, local, nacional e ínter-nacional. Junto a ellos se instalan hamacas y parasoles de alquiler. En el extremo

llamado de Sa Canal, al oeste, se dispone de una ancha zona para la práctica de deportes acuáticos, especialmente surf a vela. El mar está limpísimo, transparente y brillante. Esta playa es, sin duda, una de las más bellas de las Baleares, aunque, como ya se ha dicho, a veces parezca demasiado ocupada. El lugar es muy frecuentado por surfistas, pues no suele faltar viento.

El nudismo caracteriza desde los años setenta el uso turístico de la playa de Es Cavallet, además, naturalmente, del sol, de la arena blanca, de las dunas, de los estanques que hay que circundar para penetrar en el arenal de un kilómetro de largo y de una anchura media de 40 m. La playa de Es Cavallet suele recibir más viento, peor tiempo y más oleaje que la de Ses Salines. Hay restaurantes y bares, chiringuitos, hamacas, parasoles, duchas, y la posibilidad de practicar deportes acuáticos como el surf; tiene escuela de vela, y esquí, servicio de socorro y áreas para jugar al voley playa.

Jara.

La playas de Es Cavallet y Ses Salines forman una estructura simétrica; se dan la espalda, pues ocupan las dos vertientes de ¡apunta de Sa Torre, una lanza en el mar hacia Formentera, cuya silueta se divisa desde ambas en la bruma del horizonte. De una playa a otra puede llegarse a pie fácilmente o en bicicleta, bien caminando por sus orillas hasta doblar el cabo de Sa Torre, donde hay una atalaya costera, bien cruzando el pinar que protege las dunas, o bien por los caminos adyacentes a los estanques donde todavía se extrae la sal, en una actividad cuyos primeros datos en las Pitiusas alcanzan la época de su ocupación cartaginesa.

Las playas de Eivissa Ya hacia Eivissa [pág. 3 4 ] , las playas d'en Bossa y de Ses Figueretes, o la de

Talamanca, pasada la ciudad, son arenales de uso turístico en el sentido más estricto del término, que cumplen con los estándares de servicios que uno espera encontrar en ellas. Hay incluso un parque acuático en la playa d'en Bossa, situado a 2 km de la capital. A Eivissa, la capital de la isla, la llaman Vila. Su primera imagen es la de una ciudadela edificada en un altozano junto al mar, cerrada entre históricas murallas al fin sobrepasadas por la ciudad nueva en constante crecimiento. La zona alta, en las murallas, es Dalt Vila. La zona baja contiene los barrios de Sa Marina, S'Eixample y en un espolón de roca, al pie de la muralla, Sa Penya, atiborrada de casas humildes en un laberinto de

Barrio de Sa Penya (Eivissa).

EL SUR DE LA ISLA

callejones y escaleras típicamente mediterráneo. Sa Marina es hoy lugar de concentración de comercios de moda ibicenca y artesanía, además de

bares y restaurantes que la noche se encarga de llenar hasta el amanecer (luego hay que ir a tornar el primer baño a Es Cavallet, en el momento de la salida del sol).

Las murallas conservan íntegro su recinto renacentista, con algunos fragmentos de su original árabe. Hay baluartes y puertas; de hecho, se entra en Dalt Vila por la cuesta del Portal de Ses Taules. En el Baluard de Santa Llúcia se ha instalado el

museu d'Art Contemporani, y el Arqueológico tiene salas en edificios adjuntos a la catedral de Eivissa, que señorea Dalt Vila.

Junto a su mole gótica del siglo XIV, el conjunto del antiguo convent de los Dominicos, hoy sede del Ayuntamiento, recuerda, con sus pequeñas cúpulas de tejas, algún paisaje urbano oriental. En el actual Eixample, al pie del monte donde se eleva la muralla, se encuentra situada la necrópolis del puig des Molins, el más importante yacimiento púnico de la isla, que cuenta además con un bien instalado museo arqueológico.

Abubilla.

Ya en Eivissa percibiremos el contraste entre la ciudad moderna y las lomas de las pequeñas, pero en la isla existen grandes sierras interiores que hemos recorrido en este itinerario. La sena Grossa, la sena de ses Fontanelles y la sena de sa Murta, entre otras, son elevaciones que alcanzan los 400 m de altura, en general muy abruptas y que conservan importantes masas forestales de pino, sabina, algo de encina y un rico sotobosque de plantas aromáticas y arbustos: romero, acebuche, lentisco, jaras, enebros. Hay en ellas una variada fauna de aves silvestres que satisfará al aficionado ornitólogo: jilguero, abubilla, cernícalo, tórtola, torcaz, zorzal, herrerillo. También podemos observar erizos, musarañas, ginetas.

En Eivissa, entre la carretera hacia el cap Martinet y la avenida del 8 de agosto, un paseo urbano, encontramos el llamadopratde ses Monges (una albufera en peli

gro de desaparición). Otro contraste: Molino ibicenco. el de una zona húmeda que por fin va a

% ser recuperada parcialmente, Ses Fei-xes. El lugar, por su particular configuración e interés etnológico, merece un paseo que debe hacerse sólo a pie o en bicicleta. Cada feixa es una parcela pequeña y alargada de zona húmeda usada desde la época de la ocupación árabe como zona de huerta con un sistema de riego único: acequias y canales enterrados, con un sistema de trasvase de agua por capilaridad gracias a capas de ramas de pino superpuestas. Además, cada feixa tiene un portal: un arco ibicenco tradicional, blanqueado. Hoy están en desuso, pero en el denso carrizal habitan numerosos pájaros y algunas aves acuáticas: ánades, pollas de agua, fochas.

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Info

Ayuntamiento de Sant Josep de Sa Talaia. Telf. 971340 473.

Ayuntamiento de Eivissa Telf. 971 397 500.

Oficina de Información Turística de Eivissa. Telf. 971301900.

Museu Arqueológic. Telf. 971391231 (en la Catedral); en el Puig deis Molins, telf. 971 301 771 (en Vía Romana, 31).

Comunicaciones

Aeropuerto. Telf. 971 302 200. Puerto de Eivissa. Telf. 971312 861. Transportes marítimos Flebasa. Telf. 971342 871. Transmediterránea. Telf. 971313 413. Transmapi. Telf. 971314 005.

Autobuses Distintos trayectos por la isla. Autobuses San Antonio

Telf. 971 340 510. Autobuses Lucas Costa

Telf. 971 314 900. Voramar-El Gaucho. Telf. 97134C 382. Autocares Vilás. Telf. 971311601. Taxis. Telf. 971 300 700.

Dónde comer y dormir

Para informarse acerca de los alojamientos y restaurantes localizados en Eivissa, ver las informaciones prácticas de cada localidad, organizadas en orden alfabético [págs. 117-126J.

Eivissa Hotel ¡biza Playa***. Platja de Ses

Figueretes, s/n. Telf. 971 302 804. Hotel Tres Carabelas. Platja d'en

Bossa, s/n. Telf. 971 302 416. Hotel Marítimo**. Platja de ses Figue

retes. Telf. 971302708. Restaurante S'Arcada. Placa de la Ter

tulia, 7. Telf. 971311215. Cala d'Hort Restaurante El Carmen. Sin teléfono. El Bar Can Jaume es muy conocido

en cala d'Hort, aunque hoy tenga otro nombre, El Carmen. Tiene una magnífica vista hacia Es Vedrá.

Cala Jondal Restaurante Es Savinar y Jockey Club. Hay tres chiringuitos con un sofisti

cado sistema de sombrajos de apariencia tropical; son un anexo a los restaurantes Tropicana, Jockey Club y Es Savinar.

Es Cavallet Restaurante La Escollera. En la playa.

Telf. 971 396 572. Platja de Talamanca Hotel Victoria**. Telf. 971 311 912. Hotel Isla*. Telf. 971313 469. En Es Cubells hay resturantes y

bares, y un chiringuito de temporada junto al mar.

En Cala Codolar hay dos chiringuitos prefabricados, sólo durante el verano, cuatro en Ses Salines, y dos más en Es Cavallet, la playa nudista por excelencia.

POBLACIONES DE LA ISLA DE EIVISSA

EIVISSA** (nivel del mar, 34.336 habitantes).

En Eicissa los callejones de Dalt Vila asoman desde la vieja muralla sobre el mar, entre islotes, azul.

Historia Son tempranas las noticias de la ciudad de Eivissa en crónicas clásicas: colonia y puerto comercial de relativa envergadura para los cartagineses, que explotaban alguno de los recursos naturales de la isla: púrpura, plomo, madera, higos, sal. Una isla tenida desde siempre por mágica, hogar de dioses propicios a la fertilidad: Tanit, Bes... La gran necrópolis del Puig des Molins, en la Eivissa actual (en lo que antaño eran sus afueras) certifica la importancia y el volumen de la población. Luego, los romanos, vencido el enemigo púnico, intentaron sin éxito someterla. Y la saquearon normandos, vándalos, bizantinos y árabes, quie nes, para defenderla como si de un tesoro se tratara, la encerraron en una triple muralla.

Los cristianos, en el siglo XIII, la recuperaron para sus reinos. Nuevas murallas en el XVI: medida de protección imprescindible para cualquier puerto de un anárquico Mediterráneo. Tanto que Eivissa armó sus propios corsarios; ellos dinamizaron la economía de la ciudad, de la isla entera. Todo terminó con el Decreto de Nueva Planta (1715), tras la Guerra de Sucesión: Eivissa perdió sus derechos políticos y sus libertades. Ya en el siglo XX, un turismo cosmo

polita -tanto el de corte clásico y de alto nivel, como el informal, hippie, y el de masas- la rescató del olvido provinciano y la convirtió otra vez en ciudad mágica,

en vértice de encuentros y de deseos.

Estatuilla hallada en la necrópolis

del Puii¡ des Molins (siglo IV a.C.)

EIVISSA

Desde enero del año 2001, Eivissa es Patrimonio de la Humanidad, gracias a la belleza y singularidad del barrio de Dalt Vila, encerrado entre murallas, del puerto y de la reducida zona húmeda de Ses Feixes, entre otros valores.

Artesanía

La gama de productos artesanos de Eivissa no debiera ser sometida a imitaciones que la desprestigian, ni a introducciones foráneas. Sólo la exigencia de los compradores podrá mantener su auténtico carácter. Cestas, sombreros, las bonitas espardenyes de bec, bordados, la cerámica tradicional, los instrumentos populares (ñabiols, castartyoles, tamboretsj, productos de herboristería (hierbas curativas y aromas), así como los licores de la isla, son preciosos recuerdos.

Gastronomía

Eivissa ha sabido aprovechar al máximo un mínimo de recursos naturales: agricultura de secano, pesca costera, escasa caza y muy poco ganado. Hoy revalori-zada en su variedad, la cocina local ofrece caldos (sopa de menuts), sopes de pan, arrdssec, elsofritpagés (embutido, tocino y pedazos de cordero, todo muy sazonado) y la frita pagesa (fritura de pedazos de chuleta e hígado de cerdo, solomillo, pimientos y setas troceados, patatas y cebolla). El guisat de peix o la burrida de rajada (raya) son estrellas entre los platos de pescado. No hay que despreciar tampoco los caragols cuinats, ni la olla fresca de habas tiernas. Los flaons, las oreianes y los pensáis i fets (aunque estos últimos son más típicos de Formentera) son muestras sabrosas de la repostería local. Complemento de una buena comida es una copa de alguno de los licores tradicionales de la isla, como el frígola estomacal de tomillo con base de anís; las hier

bas dulces y secas con fórmula típicamente ibicenca; el rum-aniseta...

Fiestas y tradiciones

Carnavales en febrero, procesiones durante la Semana

Santa (hprocessó des Passos y la procesión nocturna del Sant CristJacent, en Viernes Santo), fuegos artificiales y fogatas noc

turnas en la víspera de San Juan... Pero sobre todo destacan, durante la primera quincena

del mes de agosto, las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de las Nieves (conmemoración de la reconquista de la isla por los catalanes), en las que resulta por lo menos curioso el acto de honor a los corsarios (día 6 de agosto, en el muelle) y muy popular la berenada (merienda al aire libre) al atardecer del día 8, en el Puig des Molins. En Es Cana (núcleo próximo a la capital) se celebra el 10 de julio la fiesta áeSan Cristóbal, con diversos actos culturales, lúdicos y deportivos. El 16 del mismo mes tiene lugar una fiesta marinera (Virgen del Carmen) en el puerto de Eivissa. En cualquier ocasión, no debe uno perderse el ball pagés (danzas campesinas con trajes típicos).

Vida urbana

Los ibicencos viven su realidad en un segundo plano, entre silencios, sin exa-

Cestas ibicencos.

geraciones, sin alterar el ritmo que la propia naturaleza impone sobre Eivissa en su ciclo estacional, ni transgredir formas sociales que son lógicas en cualquier comunidad pequeña, donde todos se conocen y donde muchos tienen, aún sin saberlo, alguna relación familiar. Los ibicencos viven en calma

su vida ciudadana doméstica; participan sin aspavientos de la comidilla local, de su política. Es gente retraída, un poco desconfiada: deja vivir. Por eso tal vez vino y sigue viniendo a Eivissa gente que desea otra vida: que pulula y se deja ver de día en el puerto y en las playas de moda (Es Cana, Cala Llonga, platja d'en Bossa, Portinatx...), entre yates de ensueño, entre caros

vehículos recién lavados, en compañía de cuerpos esculturales, propios de portada de revista de moda, o de noche en las callejuelas ebullescentes de Sa Marina, o en los bares y restaurantes de Dalt Vila, para terminar en la pista acuática de alguna sorprendente macro-discoteca. Por la mañana, el Pereira, el Montesol y otras cafeterías de ambiente reposado acogen a quienes sólo son ya restos de un naufragio...

VISITA

Dalt Vila Sin lugar a dudas, Dalt Vila** (B2-3)

es el barrio más pintoresco de Eivissa. Aquí y allá abren sus puertas tiendas, galerías de artistas, restaurantes, encantadores hotelitos y locales nocturnos, donde propios y extraños se mezclan sin transgredirlas normas sociales. La ciudad antigua (Patrimonio de la Humanidad) es un dédalo de callejuelas blancas y empedradas rodeado por el trazado de las antiguas murallas; desde sus baluartes se domina la ciudad, el puerto y la bahía.

- Las obras de las actuales murallas de Ibiza se comenzaron en tiempos de Carlos I como medida disuasoria y de protección contra los saqueos de los turcos

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en estas costas. Para su construcción se aprovecharon, en parte, trazados de la muralla del alcázar árabe de triple recinto (destruido casi por completo en la invasión pisano-catalana de 1114), así como de la antigua fortaleza medieval.

Tienen siete baluartes cuyos nombres son, por este orden y de derecha a izquierda, según se entra por el Portal de ses Taules: Baluard de Sant Joan, de la Porta Nova, de Sant Jaume, de Sant Jordi (sobre el soto del castillo), de Sant Bernat, de Santa Tecla y de Santa Llúcia (sobre el barrio de Sa Penya y frente a los islotes Botafoc, Plana, Daus, Negre, Mahins... y Formen-tera, en el horizonte).

Dalt Vita

Es muy frecuente en las ciudades costeras mediterráneas la división de la ciudad en dos partes muy diferenciadas: la que está junto al puerto y por tanto al nivel del mar (en el caso de ¡biza, se trata del barrio de Sa Penya, o del de Sa Marina), antaño generalmente habitadas por pescadores y marineros, de casas sencillas y de mucho tipismo, aunque ahora notablemente degradas en algunos rincones; y la que está en un cerro próximo, ubicación ideal para repeler indeseables ataques de piratas, normalmente circundada de murallas (Dalt Vilo).

En esta última parte -ciudad alta o ciudadela- se encontraban los talleres de los gremios artesanos, las pequeñas industrias, las casa de los nobles y jerarcas, la catedral, los edificios institucionales...

En Dalt Vita, los bares, los restaurantes y las gaterías de arte ocupan hoy lo que en otro tiempo fueron viviendas.

Puerto de ¡biza.

Se suele acceder a Dalt Vila por el Portal de ses Taules (C3) una de las puertas en el recinto de la muralla renacentista (con el añadido de unas estatuas romanas auténticas), que guardaba de enemigos a la ciudadela de Ibiza. En la parte superior del Portal de ses Taules un blasón muestra el escudo de la ciudad y una larga inscripción en latín ensalzando la figura de Felipe II, soberano bajo cuyo reinado se concluyeron las obras de la muralla (1585).

Hay otras puertas: el Portal Nou, que luce el escudo de las cuatro barras catalanas en su jamba, y el Portal de Sant Joan, al pie de los baluartes del mismo nombre.

En el baluarte de Sant Joan, se ubica el museu d'Art Contemporani (C3; Ronda Narcís Puget, s/n; horario de visita de martes a viernes, de 10 h a 13.30 h y de 16 ha 20 h; sábado y domingo, de lOha 13.30 h. Lunes cerrado.Telf. 971302 723). El museo alberga una notable colección de obras de pintores y escultores nacionales e internacionales contemporáneos. Las pinturas y grabados re flejan una parte de la creación plástica vinculada a Eivissa desde 1959.

Partiendo de la plaga de les Ferreries por el carrer de sa Carrosa se llega al Baluard de Santa Llúcia (B3), al que también se accede por el antiguo Teatro Pereira. Esta torre es la más amplia y la mejor dotada de las siete que se alzan en el perímetro amurallado; este baluarte es

EIVISSA

Dalt Vita.

cada año, en julio, escenario de un festival de música de jazz para jóvenes intérpretes.

Por la calle del General Balansat se llega al Ayuntamiento y a la iglesia de Santo Domingo (C4) que sirvió, en didtin-tas épocas, de prisión, hospital, escuela, instituto, alcaldía... Son notables los tejados de las cúpulas y cimborrios de sabor oriental. Detrás de la plaga d'Espanya veremos el baluard de Santa Tecla (C3), con hermosas vistas.

Dentro del recinto de la muralla una serie de calles y callejones en cuesta invitan a ser reconocidos en un paseo sin prisas: Sa Carrossa, Es Sot Fose, Bisbe Torres o Carrer Major, Pere Tur, Mirador-

Si elegimos el carrer Pere Tur nos encontraremos con el Seminario (cuya torre es uno de los escasos restos del arte musulmán en Ibiza) y también podremos admirar diversas casas señoriales como Casa Montero (con su interesante cornisa) en el número 1 de la calle; al lado está Casa Llaneras (siglo XVll); en los números 5 y 7 veremos Casa Josep Tur y Casa Llobet (siglo XIX); y en el 6 Casa Vedoba.

Otros edificios interesante son Casa Tuells-Wallis (en el carrer Sant Caries, 13) y Casa Puget (en el número 1 de la calle Joan Román); y en la vecina calle de la Santa Fag puede verse la pequeña esglé-sia de l'Hospitalet, del siglo XV pero reconstruida durante el XVIII.

Para llegar a la catedral podemos pasear por el Carrer Major donde se

encuentra tal vez la mejor representación de los numerosos palacios o grandes casas de las familias con poder económico y social de la antigua Ibiza: aristócratas locales, comerciantes, grandes propietarios, navegantes o incluso corsarios. Hay que destacar: Can Bardaxí-Clará (siglo XV) en el número 1 de la calle; Can Gotarredona (siglo XV) en el 4; Can Balansat (siglo XVll) en el 10, Can Grimes (siglo XVI) en el 16; y Can

Comasema (siglos XV-XVl) en el 18. La catedral (C3) está dedicada a Santa

María la Mayor o de les Neus, por ser esta festividad religiosa la más próxima (5 de agosto) a la del día de la conquista de la ciudad por las tropas de Guillem de Mont-grí (8 de agosto de 1235). Construida probablemente sobre la base de algún primitivo templo de Astarté, o sobre los restos de algún templo dedicado a los dioses romanos o alguna mezquita posterior, el templo ofrece un aspecto de mezcla estilística sin estridencias. La Catedral es un edificio sobrio que muestra la misma sencillez que la arquitectura rural de la isla.

Catedral.

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Adlib Sin límites a la imaginación, sin

límites para lo audaz, sin discordancias con lo elegante ni con lo sofisticado, la ropa adlib define la moda de ¡biza, la alta moda de ¡biza, complemento a su justa fama en paisajes, en buen trato, en tradiciones, internacionalmente reconocida y atendida.

Cada año, a principios de verano se reúne el mundo de la moda en ¡biza para la presentación de lo adlib de la temporada: colores blancos -tomados de las blancas paredes de ¡biza, encaladas año tras año, espejos al sol-y tal vez cremas muy pálidos, con algún detalle de color más vivo, intencionadamente contrastado; volúmenes anchos y ligeros; tejidos naturales que no fijan movi

mientos, sino que los acentúan para que la libertad de su diseño sea evidente...

Lo adlib persiste en la implacable competición por conseguir un lugar en el mercado de la alta costura (libertady elegancia, son sus lemas). En las tiendas de los barrios de Dalt Vila y de Sa Marina el visitante encuentra los últimos modelos, las últimas propuestas, desde lo más extravagante a lo más sencillo...

El museo de la Catedral (¡idéntico horario) guarda una interesante custodia de orfebrería gótica.

En la misma plaza de la Catedral podemos ver el Palacio Episcopal y la Casa de la Curia (C3) que datan del siglo XIII.

También en la misma plaza abre sus puertas el Museu Arqueológic d'Eivissa i Fonmenera (C3) que ocupa las que fueran capilla del Salvador y sala de la Uni-versitat (institución de gobierno local en la Edad Media), ambas edificadas en el siglo XV. y que hasta 1838 fueron sede del Ayuntamiento. En el museo se expone la historia y la arqueología de las Pitiusas en cinco áreas temáticas: prehistoria, colonización fenicia, época púnica, época romana y época medieval islámica.

Por último, entre los baluartes de Sant Bernatyde San Jordi, nos encontraremos con el castell o Almudaina (D3) que mantiene aún una antigua torre del Homenaje, probablemente árabe.

Vila: Sa Penya, Sa Marina y S'Eixample

Sa Penya* (B3-4) es un laberinto de calles apenas delineadas entre casas que se amontonan sobre un espolón rocoso, en el puerto de la ciudad. Niños desnudos, ancianos dormitando al sol, mujeres que cargan sus cestas de compra, ropa tendida por doquier, gatos que sestean en los ventanucos y el concierto desordenado de gritos, quejas, músicas sin sintonía, de llantos infantiles. Son ya evidentes los síntomas de degradación. Sin embargo se está realizando un ingente esfuerzo para restaurar la estructura física y para dina-mizar el tejido social de un barrio singular.

Sa Marina* (B2-3),juntoalmar,goza en cambio del privilegio de ver ocupadas lo que antes eran sólo cuevas de pescadores y almacén de aparejos de pesca por modernos y caros comercios de moda, adlib, cuero, joyería, bisutería, bares, restaurantes, salas de arte y exposiciones... Los ojos no cesan de observar en las estrechas calles de Sa Marina: Emili Pou, Xeringa, de la Mar, de Sant Telm, de Montgrí, de la

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Costa de Eivissa.

Verge... El ambiente nocturno (un buen sector de la zona abre por la tarde hasta bien entrada la noche) es abigarrado, a veces insólito (y aveces cutre, también). Un detalle casi colonial es el teatre Pereyra (B3), con un bar-restaurante con música en vivo.

Hay, ya en el inicio del Eixample, un mercado de estructura cubierta octogonal, el mercat des peix, y el popular mer-cat de ses verdures, donde se inicia la cuesta del Portal de ses Taules. El pas-seig de Vara del Rey (B2) es la arteria vital de la zona, con sus ineludibles cafeterías, como el míticoMontesoL

Es Puig des Molins

En la colina (puig) cerrada por la Vía Romana, paralela a la Vía Púnica (ambas calles desembocan frente al Baluart de la Porta Nova) se encuentra el Puig des Molins* (C-Dl), llamado así por la presencia, durante el siglo XIX, de olivos y molinos harineros. Las excavaciones han demostrado que mucho antes era una necrópolis púnica y romana con más de 4.000 sepulturas.

Las salas del muy bien acondicionado museu del Puig des Molins* (Cl) ofrecen una didáctica perspectiva sobre lo hallado, alumbrando detalles de una cultura, la púnica, aún desconocida en gran parte. Collares,

Sa Marina.

instrumentos de cirugía, armas, lucernas, series de exvotos, sarcófagos, agujas, anillos, sellos, monedas... completan las ricas colecciones expuestas en este museo del arte púnico, tal vez uno de los mejores del mundo por lo que atañe a esta cultura.

Es posible visitar un hipogeo: impresionan sus sarcófagos de piedra arenisca, alineados en las grutas.

Tal vez como afirmación ante la vida, los ibicencos celebran cada 8 de agosto, coincidiendo con las fiestas locales de la ciudad, una merienda colectiva (Sa berenada) en este mismo lugar.

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ALREDEDORES Ses Figaeretes y la platja d'en Bossa

son apéndices de Eivissa por su paseo marítimo. Tienen una animada vida propia, especialmente en verano se convierten en centros turísticos de primer orden.

Los naturalistas en general y los ornitólogos en particular tienen cita obligada en Ses Salines*, humedales al sureste de la isla (desviación señalizada en la carretera hacia el aeropuerto) aprovechados históricamente para la extracción de la sal y aún en pleno funcionamiento.

En los estanys pueden verse numerosas especies de aves acuáticas.

Antes, pasaremos por las bellas parroquias de Sant Jordi de ses Salines y Sant Tráncese de Paula. La primera aparece como un fortín almenado, erigido en los siglos Xlll y XIV. La segunda como una estampa sacada de algún exótico oasis ante las lagunas.

Las playas de Es Cavallet (nudismo gay), La Canal (lugar en que se procede al embarque de la sal) o Migjorn, y deEsCodolar (inmediata al amplio retículo de estanques de las salinas) son las más reconocidas de la zona. Dos torres de defensa del siglo xvm, la torre de Ses Portes y la torre de Sal Rossa, parecen proteger la únicay modesta cumbre de la zona:Es Corp Mari'(159 m).

Sant Rafel de Forca, situada a 8 km de Eivissa por la carretera C 731 hacia Sant Antoni de Portmany, muestra otra bonita parroquia del siglo Xvlll.

Los artesanos de Sant Rafel se han unido en cooperativa y ofrecen productos de gran calidad. Desde la artesanía tradicional ibicenca han pasado a elaborar obra -cerámica sobre todo- sin duda artística.

Justo al salir de Eivissa hacia Sant Rafel contemplaremos coronando un cerro el viejo molino de Puig d'en Valls , monumento restaurado por completo, incluyendo su maquinaría. El molino data, por lo menos, de 1791 y funcionó hasta

1940 aproximadamente (visita los jueves de 9 h a 12 h). Es uno de los pocos molinos que sobreviven: su silueta, aspas al viento, sirve para rememorar épocas de vida autárquica en la isla. Es muy recomendable también un paseo a pie o en bicicleta por el breve y tranquilo camí de Ses Feixes, entre la carretera hacia el cap Martinet y la avenida del 8 de agosto, pasado el puerto de Eivissa, en el tramo presidido por elhotel Playa Real. Se trata de un conjunto de pequeñas parcelas de huerta semiabandonadas, en una antigua zona húmeda de interés ornitológico. En algunas feixes queda, como un monumento

Sant Jordi.

de la arquitectura de carácter etnológico, un portal blanqueado de adobe, sencillo y tópico. Las parcelas tienen una anchura máxima de cuarenta metros y una longitud máxima de un centenar de metros, su superficie es siempre rectangular, y mantiene un sistema de riego insólito: desde acequias y canales enterrados o semien-terrados que datan de la época árabe. En la pequeña iglesia de la Mare de Déu de J e s ú s , en la carretera hacia Cala Llonga, a 3 km de Eivissa, hay un sencillo, pero interesante retablo de la Virgen pintado por Roderic d'Osona a principios del siglo xvi. Mantiene en sus diferentes cuerpos, siete grandes ilustraciones, más una base con otras siete escenas religiosas, la tradición y rigidez del gótico añadiendo, sin embargo, matices renacentistas.

SANTANTONI DE PORTMANY (nivel del mar, 14.593 habitantes).

Sin duda es un núcleo turístico fundamental de Eivissa, junto a la capital y a Santa Eulária. Su puerto, tanto en su vertiente comercial y de tráfico regular de pasajeros como en su vertiente de club naútico-deportivo y de ocio, es uno de los más concurridos de las islas Baleares.

Historia

Se dice que en la cueva de Ses Fontanelas, situada en los ásperos roquedos del cap Nunó, se encontraron pinturas rupestres de dudoso origen y significación. El Portmany de los árabes, en la bahía del mismo nombre, fue antes el Portus Magnus de los romanos y centró una de las cuatro secciones (quartons) en que la isla fue dividida al ser conquistada por los catalanes, en el siglo XIII. Sin embargo, Sant Antoni sufrió las incursiones de corsarios árabes durante siglos. Entre los numerosos ataques y saqueos destaca el ocurrido en 1383. Luego, el puerto quedó relegado, como Eivissa entera, al olvido. Sin embargo mantuvo una relativa importancia, al menos en lo que respecta a la dimensión local, y así, la primera carretera moderna que cruzó la isla (desde Eivissa) llegó a Sant Antoni (1870), lo que demuestra un cierto nivel de tráfico de gente y mercaderías. En 1930 se convirtió en el indiscutible centro del de

sarrollo turístico moderno de la isla (hombres y mujeres ilustres conocieron aquella Eivissa, como, por ejemplo, Wal te r Benjamín). Del puerto salen, en la actualidad, barcos de pasaje hacia Formentera y Denia, en Alicante. La vida local se acelera durante los escasos meses de temporada alta, cuando el cosmopolitismo de los visitantes impone agitados modos hasta que, por fin, también ellos ceden al ritmo mediterráneo.

Gastronomía

Recomendaríamos en este lugar, y naturalmente en cualquier punto de la isla, la cocina marinera y, dentro de ésta, los arroces, que son diversos y muy sabrosos en toda la zona: El arròs

a la pescadora, el arròs amb carabassa, el arròs de qua-resma, el arròs amb bacallá, el arros sec y algunos más. Los pescados y mariscos a la parrilla con diversas salsas, predominando el all-i-óli, forman una carta bien apetitosa. En postres y pastelería podríamos recomendar los higos secos, la coca de congret, etc.

SANT ANTÓN! DE PORTMANY

Fiestas y tradiciones

En Sant Antoni se celebra, naturalmente, la fiesta del santo patrón en el mes de enero, día 17, con actividades de diverso tipo, especialmente culturales, lúdicas y deportivas. La tradición manda elaborar oreietes, dulces locales, y celebrar reuniones de ballpagés, con los danzantes vestidos con sus mejores trajes tradicionales. Las emprendades de las mujeres, joyas de oro, son preciosas. El 21 de enero es la patrona de la parroquia de Santa Agnés de Corona, y no falta tampoco el ball pagés. Los buñuelos de Sant Mateu d'Aubarca son típicos de la celebración del patrón de esta pequeña i parroquia el 21 de septiembre. Aquí se reúnen en un festejo los productores de los escasos vinos locales el segundo sábado de diciembre.

VISITA

La actual parroquia de Sant Antoni de Portmany, pequeña, encalada, casi escondida entre los edificios de la moderna ciudad turística, tiene retales de diversas épocas. Probablemente ocupa

Puerto de Sant Antoni de Portmany.

SANT ANT0N1 DE PORTMANY

el mismo solar que la primitiva iglesia del XIV, cuando se autorizó la edificación de un templo y de un cementerio propio, muy poco después de la conquista cristiana a los árabes. La puerta principal y el coro se suponen de 1674, la torre de 1688, la capilla de Nuestra Señora del Rosario, capella del Roser, de 1691, la de Santa Rita de 1726. Hay una capilla dedicada a Sant Francesc Xavier, y otra a Sant Roc, que ayudó a la población, según quiere la leyenda, en un caso de peste. El retablo principal retrata a Sant Vicent Ferrer y a Sant Francesc d'Assís, entre otros personajes. La iglesia, con cinco tramos en una sola nave, mantiene la apariencia de un lugar útil a la vez para el recogimiento espiritual y para la defensa en caso de ataque pirata.

El puerto era, sin duda, un lugar estratégico, puesto que ya los romanos lo conocían y lo usaban como Portus Magnus. Actualmente, el puerto recibe barcos de la península Ibérica (Denia) y de la isla de Mallorca, además de servir de lugar de tránsito para numerosas embarcaciones deportivas. Las instalaciones portuarias cubren las necesidades de yates y lanchas. También parten desde el puerto golondrinas a diversos lugares de la costa ibicenca.

Sant Antoni se encuentra en el fondo de una amplia bahía, y el paseo marítimo, donde hay un monumento a los pescadores y la estación de autobuses, es como el de cualquier otra población cos-

Sant Antoni, moderna ciudad turística.

Iglesia de Sant Antoni.

tera moderna. Quedan aún barcas de pescadores profesionales, y una pequeña lonja de pescado. Y entre las calles de la parte norte, una vieja torre de faro sin uso. Abundan los bares de copas y los restaurantes populares: Café del Mar, Savannah, Portmany, Mambo, así como las discotecas, destacando entre otras Es Paradís, donde cada verano se reúnen miles de aficionados a la música dance y trance más actual y al tecno, con participación de famosos disc jockeys en multitudinarios encuentros.

Sant Antoni se expande a lo largo de la costa de su ancha bahía: desde la urbanización Stella Maris al norte, y el Port

des Torrent al sur, con numerosos puntos de acceso a las playas ya urbanas: caló des Moro, S'Es-tanyol, S'Arenal de Sant Antoni.

ALREDEDORES

Desde Sant Antoni hacia el norte, interesa visitar la coua des Vi, donde se encuentran unas curiosas pinturas rupestres de origen incierto: ya de hace unos dos mil años, ya de la época púnica. Hay quien las interpreta como imágenes de embarcaciones avistadas en

SANT ANTONI DE PORTMANY

la lejanía por algún vigilante costero. El recinto de la cueva se halla protegido por una reja. Las pinturas, y también otro yacimiento arqueológico de interés, Sa Cova de ses Fontanelles se encuentran en las proximidades del cap Nunó, al norte de punta Galera, zona de litoral rocoso con acantilados bajos cubiertos de hinojo marino, romero y pinares a la que se llega desde la carretera que va hasta Santa Agnes de Corona desde Sant Moni. La Cova de Santa Agries es una pequeña iglesia o bien paleocristiana o bien usada por cristianos en tiempos árabes. Se encuentra a apenas 2 km de Sant Antoni, por el norte en dirección a cala Salada por el camino de Can Besora de Sa Capella. En cala Salada hay un extraño chalé trapezoidal, y dos pequeñas playas familiares.

Hacia el sur, la bahía de Sant Antoni termina con las preciosas playas de cala Bassa, ancha playa entre rocas y pinares, y, sobre todo, de cala Comte, a veces escrito Conta, de arenas finísimas y fondos translúcidos. Es un lugar de areniscas, dunas consolidadas en tiempos geológicos relativamente recientes. Enfrente se divisan, cercanas, las pequeñas y áridas islas de Es Bosc, S'Espartar, que debe su nombre a la planta del esparto, antiguamente recogida a mano por los lugareños, y Sa Conillera, entre otros islotes menores. Hay abundancia de gaviota común, ejemplares de gaviota de Áudouin, una rara gaviota mediterránea de pico rojo, y también pueden verse par-delas. En los islotes donde estas aves marinas se reproducen hay lagartijas endémicas.

Finalmente, desde Sant Antoni es fácil acceder por el interior a las parroquias de Sant Rafel de Forca, creada en 1785, con una espadaña en forma de torreta y sólidos contrafuertes exteriores, Sant Mateu d'Aubarca, terminada en 1796, con una capilla del Roser que sobrepasa la nave única principal característica de

estos pequeños templos ibicencos, y capillas de construcción posterior.

También es recomendable visitar Santa Agnes de Corona, otra parroquia. Está situada en el pía de Corona, una llanura en el interior de la zona montañosa del noroeste ibicenco, muy rica en suelo agrícola, salpicada de pequeñas construcciones rurales y zonas de huerta y de secano.

Frente a la parroquia puede uno reponer fuerzas en el popular Can Cosmi, un bar muy tradicional. En toda la zona norte de Sant Antoni, la costa es acantilada y

Iglesia de Sant Mateu d'Aubarca.

brava, elevándose progresivamente a medida que se avanza hacia la espléndida cala Aubarca, encerrada entre el cap de Mossons o cap d Aubarca y el cap de Rubio. La cala sólo es accesible por mar, o a pie, siempre por caminos rurales en los que es preciso atender a las indicaciones de las señalizaciones para senderistas. En la punta rocosa y cubierta de garriga densa del cap d'Aubarca se encuentran las bases de dos torres de vigilancia costera derruidas, al parecer de origen medieval: torres d'en Lluc. El paisaje marino es excelente, el agua limpia sobre fondos muy atractivos.

SANTJOAN DE LABRITJA (100 m, 3.720 habitantes).

Entre campos habitualmente secos y verdes pinares, SantJoan es la tópica parroquia ibicenca.

Fiestas y tradiciones

El ballpagés, con los participantes ataviados con sus trajes tradicionales, es el eje alrededor del cual se celebran las festes de SantJoan (24 de junio). El baile es rítmico, aparentemente simple, rústico, y contiene una gran simbología de las relaciones entre hombres y mujeres

Iglesia de Sant Joan de Labritja.

en la cultura tradicional ibicenca. Los hombres visten de blanco, con barretina, y las mujeres portan largas faldas que les llegan a cubrir los pies y grandes trenzas postizas bajo los pañuelos y tocados que cubren su cabeza. Se adornan con joyas de oro muy preciadas por cada familia. Mientras bailan, el hombre efectúa grandes saltos y golpea monótonamente sus grandes castanyoles. Las mujeres giran a su alrededor sin apenas alterarse, a pasitos breves y rápidos, aparentando distracción o recato. En la madrugada de esta festividad puede uno, con suerte, capturar los famosos

berruguets o barruguets, geniecillos domésticos de carácter algo variable y malévolo. Hay que cogerlos cuando se crean, por arte de magia, de las semillas de una planta misteriosa que sólo florece en la madrugada del día de San Juan, y enseguida introducirlos en una caña que ha de taparse muy bien. Los berruguets pueden ayudar a hacer grandes cosas, pero también complican mucho la vida de quien no sabe dominarlos. Sólo piden, cuando están fuera de su caña, comida y trabaj o, y hay que estar presto a darles lo uno o lo otro. En caso contrario, el desastre es total. Se reparten orelletes y bunyols, y copitas de frígola o de hierbas dulces o secas. También se reparten estos dulces y licores en la Santmiquelada (29 de septiembre), en la parroquia de Sant Miquel de Balansat. Aquí hay demostraciones de baile popular cada jueves frente a la parroquia, y los jueves también hay mercado, el mercat de s'Hort, de artesanía y productos agrícolas locales. Los cantadors reproducen los antiguos cantos populares, de raíz atávica. En Sant Lloreng de Baláfia la fiesta mayor es el día 10 de agosto, con misa presidida por las autoridades, una procesión entrañable y breve alrededor del lugar, demostración de ballpagés y otros actos festivos muy populares y sencillos, a tono con lo reducido del lugar.

Gastronomía

De la cocina pitiusa recordaríamos la existencia en esta zona de las sopes d'ou o también elguisat d'ous, platos de cierta antigüedad, así como la burrida de rajada volviendo a la cocina marinera. Muy sabrosa es la langosta con pimientos y muy curiosas las pata-tes en casaca entre otros muy diversos platos y postres. De estos hay que citar los macarrons de Sant Joan, que se ela-

SANT JOAN DE LABRITJA

boran con tallarines cocidos en leche algo dulce, canela y corteza de limón. Luego han de servirse en capas, cubiertas de azúcar, canela y queso rallado.

VISITA

Sant Joan de Labritja (a unos 25 km de Eivissa, por la C 733) es cabeza de término municipal. En sus límites se encuentran otras pequeñas y graciosas parroquias: Sant Miquel de Balansat, Sant Vicent de sa Cala y Sant Lloreng de Baláfia. Cada una de ellas tiene su personalidad. Todas son concentraciones de casas relativamente modernas alrededor de las viejas parroquias del siglo Xvlll. Sant Joan, Sant Miquel y Sant Vicent se encuentran en la

Iglesia de Sant Vicent.

zona llamada de Es Amunts, mientras que Sant Lloreng de Baláfia se encuentra ya en el interior de la isla. Sant Uorenc de Baláfia (carretera C 733 de Eivissa a Portinatx, km 16) es una parroquia de nave única rectangular y cinco capillas laterales. Se construyó entre 1785 y 1797. Su porche es, como siempre, una invitación al relax. Muy cerca se divisan las dos torres de defensa semiencaladas del conjunto de casas rurales de Can Pere Mos-son-Font de Baláfia, un verdadero monumento de la arquitectura tradicional pitiusa. La parroquia de Sant Joan de Labritja se terminó de construir en

1771: está orientada a poniente, su espadaña es una torrecilla piramidal.

Para ir a Sant Miquel y al puerto del mismo nombre desde Sant Joan de Labritja deberemos retroceder unos 16 km hasta Santa Gertrudis de Fruitera y volver hacia el norte, unos 7 km. Sant Miquel de Balansat presenta la imagen de una parroquia fortificada, con muros sólidos, aptos para proteger contra los ataques de piratas desde el cercano mar del Port de Sant Miquel, ahora excesivamente urbanizado. La parroquia se ubica en un cerro, el puig de Missa, donde se supone que ya hubo algún primitivo templo cristiano en el siglo XTV. La capilla más interesante es la llamada capella pintada de Benirrás, con pinturas algo elaboradas en su techo y arco, datado en 1691. Al lado hay una puerta: es la Porta de ses Dones, de las mujeres. Las casas del pueblecito se aglomeran a su alrededor.

Sant Vicent de sa Cala, por último, es más conocido por su famosa y preciosa playa, cala de Sant Vicent, que por su modesta parroquia que cuenta con su porche y sus típicas cruces negras en la fachada.

ALREDEDORES

Es Amunts -el noroeste rural y costero de la isla- es un espacio natural considerado de especial protección para las aves (ZEPA) además de área natural de especial interés (ANE1, una figura local de protección urbanística). La zona es esencialmente forestal, de hecho la zona boscosa más rica de la isla (exceptuando los bosques de la serra Grossa) se encuentra aquí -pinos, sabinas, y sotobosque típico de romero, jara, enebro, pistacia, orquídeas, algún endemismo local, con abundancia de aves silvestres-. También es una zona esencialmente costera. Aves rapaces, como el halcón de Eleonor y el peregrino, además de aves marinas como la pardela, la gaviota de Audouin y el petrel son frecuentes en la costa, que comprende tramos de playa con arenales no eXCesi-

W

SANT JOAN DE lABRITJA

vamente largos, calas pequeñas y largos tramos de costa brava con acantilados de dura belleza. Entre las primeras destacan la conocida playa de la cala de Sant Vicent, y las playas de Portinatx del Rei, que mantiene una de las más veteranas urbanizaciones turísticas de Eivissa. Sus arenales, Gran yPetit, están siempre muy concurridos. Una vieja torre de defensa en la punta oeste de la cala permite una espléndida panorámica sobre la zona. Es recomendable llegar a pie o en bicicleta, para poder disfrutar del paseo.

Desde la cala de Sant Vicent salen embarcaciones que llevan hacia distintos lugares de la costa: Xarraca, Ses Catetes, incluso hasta Tagomago, el islote situado frente a la punta d'en Valls, al este.

El caló a"en Sena se encuentra algo más alejado de la cala de Portinatx, al este de la punta des Mos-carter, el cabo que encierra por levante a Portinatx. Se llega en coche por una carretera algo abandonada, siguiendo señalizaciones precarias. El caló es un reducto protegido, con el viejo esqueleto de una urbanización por suerte fracasada. El agua es limpia y los fondos claros, vivos. A poco más de 2 km de Sant Joan de Labritja y de Sant Vicent se encuentran los desvíos a cala Xarraca y Ses Catetes, ésta con pintorescos escars para guardar las embarcaciones de pesca. El acceso a Ses Caletes (6 km) es mejor hacerlo a pie, puesto que la carretera, de largo trayecto entre curvas y remontes, está en muy mal estado. Toda la zona continúa siendo un denso bosque mediterráneo, aromático y seco. La lejanía y las dificultades del acceso garantizan tranquilidad.

Desde Sant Miquel, hacia levante, se llega hastaBenirrás (a 4 km), otro rin^ con lleno de sabor típico, con escars para llaüts y a salvo de urbanizaciones; y por poniente, a pocos minutos a pie de la playa del Port de Sant Miquel, se llega hasta el caló des Moltons, una playita reducida y coquetona. En la cala del Port de Sant Miquel se encuentra la isla des Bosc,

unida a tierra firme mediante un antiguo paso artificial. En cuanto a las zonas acantiladas cabe destacar Na Xamena, con un muy bien disimulado hotel de lujo, y el penyal de S'Águila, la roca del águila, de impresionantes paredes rojizas y pinos colgantes sobre el mar, la punta Xarraca, o el cap des Moscarter. Estos lugares sólo son accesibles a pie, pero permiten conocer la aspereza y sequía del ambiente ibi-cenco virgen. También al oeste de Na Xamena, por una carretera que lleva hasta la urbanización Isla Blanca (carretera de Sant Miquel a Sant Mateu, desvío señalizado a la derecha, a 3 km), se puede llegar hasta el semicírculo rocoso áeEsPor-titxol, el puertecito, rodeado de escars y

Cala Xarraca.

muy poco frecuentado. Un lugar excelente para solitarios y amantes del sen-derismo. Enfrente está el imponente cap de Rubio, acantilado.

En el monte próximo a la cala de Sant Vicent, cerca de Cala Maians (solicitar información a algún vecino), se encuentra la Cova des Cuieram, un interesante yacimiento arqueológico de la época púnica que ha permitido obtener preciosas muestras de esta cultura, especialmente numerosos ex-votos de terracota con las figuras de Tanit, del dios Bes y otros. El lugar, una cueva hoy rodeada de densos pinares, debía de ser un santuario importante por la cantidad de objetos encontrados (siglos Va II a.C).

SANT JOSEP DE SA TALAIA (150 m, 11.785 habitantes).

Sant Josep es tugar de paso obligado hacia el sector suroeste de la isla.

Fiestas y tradiciones

Naturalmente, la fiesta del santo patrón se celebra el 19 de marzo, con los consabidos ballpagés en la Font des Ver-ger, actos deportivos, culturales y festivos, que incluyen la procesión parroquial. El 23 de abril, Sant Jordi de ses Salines, otra pequeña parroquia del término municipal de Sant Josep de sa Talaia, celebra su fiesta patronal, una de las más antiguas de la isla, pues aparece datada ya en el siglo XVI. Es Cubells, cercano al mar, celebra la Verge del Carme (16 de julio), y Sant Agustí des Vedrá el día de San Agustín (28 de agosto). En todos los festejos pueden verse encuentros de grupos de ball pagés, y degustarse los típicos licores y dulces ibicencos.

Gastronomía

Se conservan en la zona platos de antigüedad (mermelada de berenjena, manjar blanco, salsa de Nadal, con almendras y avellanas, guisat d bus) difíciles de encontrar en restaurantes, al haber quedado como un reducto en las casas particulares. Son de buena calidad los higos secos y el flaó.

HISTORIA Y VISITA

El término municipal de Sant Josep de sa Talaia (una talaia es una torre de

defensa costera, o atalaya situada generalmente en un punto destacado de la costa para otear el horizonte marino en previsión de ataques piratas) comprende las parroquias de Sant Josep (a 15 km de Eivissa), Sant Agustí des Vedrá (a 2,5 km de Sant Josep), donde hay que sentarse en el popular café Can Berrí, Sant Jordi de ses Salines (a 3 km de Eivissa), Sant Francesc de Paula o de S'Estany, del estanque (a 1,5 km de Eivissa) y Es Cubells (a 6 km de Sant Josep, camino rural por el sur). Esta última recibe también el nombre de Mare de Déu del Carme, y tiene su origen en una moderna colonización.

El término abarca el área comprendida entre una línea imaginaria que uniera la playa d'en Bossa, cercana a Eivissa capital, en el este, y la urbanización de Es port des Torrent, junto a Sant Antoni de Port-many, en el oeste, y por el sur y suroeste el litoral completo, incluyendo las salinas, con sus famosas playas de Es Cavallety de Ses Salines, que hace décadas escandalizaron a la opinión pública europea y española por sus primeros nudistas.

Tiene la parroquia una historia antigua, pues, por ejemplo, las salinas fueron ya utilizadas por fenicios y romanos, mientras que los árabes suministraban sal ibicenca suficiente al norte de África mientras duró su dominación. Hay un yacimiento de 4 ha con restos de un poblado fenicio (Vil a.C.) en el lugar lla

mado Sa Caleta, entre Es Codolar y Es Jondal. Probablemente fue uno de los primeros asentamientos fenicios en la isla. En cala d'Hort, Ses Paísses, enfrente del gran islote de Es Vedrá, hay otro interesante yacimiento en este caso púnico-romano, con restos de una gran cisterna, de una casa con patio central: se trata de un establecimiento de carácter rural con

Sant Josep de sa Talaia.

SANT JOSEP DE SA TAIAIA

necrópolis (Va.C. hasta VIII d.C.) excavado desde 1917.

La iglesia de Sant Jordi de s e s Salines se edificó seguramente sobre templos anteriores, el primero de los cuales procedía de los tiempos iniciales de la conquista catalana. Tiene interesantes paredes oblicuas y almenas, caracterizándola como lugar de oración y a la vez de defensa. Las capillas son tardías (XVIII), cuando el templo anterior, del que se tienen noticias en 1577, fue muy modificado.

Del siglo XVI es la torre de Ses Portes, situada en la punta de Sa Torre, en el extremo sur de Eivissa, ya iniciando el trayecto marino de Es Freus hacia For-mentera. Se sabe que en la costa hubo durante mucho tiempo una gran almadraba para la pesca de túnidos migrantes. La torre es sencilla y troncocónica, con dos plantas abovedadas, algo olvidada. Entre la platja d'en Bossa, al norte, y la de Es Cavallet, que limita las salinas, hay otra torre: Sal Grossa, o del descarregador de Sa sal (descargador de la sal), que protegía desde el siglo Xvl los embarques de sal en las gabarras y veleros que la transportaban hasta el puerto de Eivissa o a otros destinos. La torre de Comte o d'en Rovira (siglo xvIII) se encuentra en el cabo o punta de Sa Torre, en el extremo occidental de la bahía de Sant Moni, frente a los islotes de Es Bosc, S'Espartar, Ses Bledes y Sa Conillera, donde la leyenda quiere que hubiera nacido Aníbal, el general cartaginés. La torre, una de las de mayor volumen de las Pitiusas, fue abandonada por el ejército hacia 1820 y hoy sirve de casa de veraneo a los propietarios del terreno. Conserva las ménsulas de su matacán, que protegía la entrada.

La iglesia de Sant Josep de sa Talaia data del XVlII, y se construyó en el camino tradicional entre Eivissa y Sant Moni, con la intención de asegurar servicios religiosos a las muchas vendes, fincas agrícolas de la zona, algo alejadas de los centros urbanos más importantes de la época. La última piedra de su primera construcción fue colocada, según las crónicas de los historiadores locales, en 1731.

Sant Josep de sa Talaia.

El gran retablo original del artista Pere Bosch databa de 1735 y fue destruido durante la Guerra Civil española; hoy hay-una réplica. La fachada con porche de tres arcos mira hacia el sur y siempre es un lugar fresco. Junto a los estanques de la zona húmeda, y con un aire ciertamente exótico, se encuentra la pequeña iglesia de Sant Francesc de Paula o de Ses Salines, en un paisaje llano entre palmeras solitarias y casas de campo. La parroquia de Es Cubells es la más moderna de la isla, pues data del siglo XX,y su arquitectura es más funcional y ecléctica.

ALREDEDORES

Sant Josep de sa Talaia es un municipio privilegiado por las importantes muestras de naturaleza virgen o casi virgen que contiene. En primer lugar, las salinas, importante zona húmeda declarada Reserva Natural después de largas reivindicaciones populares. La zona húmeda es la mayor de las Pitiusas, con presencia de aves acuáticas como flamencos, ocas, gaviotas reidoras, ánades, archibebes, cigüeñuelas, garzas, así como paseriformes típicos en humedales salinos: currucas, carriceros, zarceros, mosquiteros. La reserva incluye también Es Freus, el rosario de islotes situados entre Eivissa y Formentera, con

SANT JOSEP DE SA TALAIA

lagartijas y plantas endémicas, y la zona norte, con sus estanques Pudent y des Peix, de esta última isla. El paisaje natural, sólo alterado por los retículos de los estanques salineros, contrasta con el cercano aeropuerto. Las salinas se encuentran sitúa-, das entre dos montes de baja cota muy cerca de Eivissa capital: e\puig del Cap des Falcó, a poniente de los estanques, y e\puig des Corb Mari, en cuya ladera se halla la iglesuela de Sant Francesc. Los montes tienen una buena cubierta de pinar, y las sabinas, con ejemplares viejos y gruesos, cubren casi hasta la orilla del mar las dunas de las playas, protegiendo el interior de los embates marinos.

Las playas de Ses Salines y de Es Cavallet, a ambos lados de la punta de Sa Torre están siempre muy concurridas en verano, pero son de una belleza proverbial. Tienen varios kilómetros de longitud, son anchas y cuentan con todos los servicios para los bañistas. La platja de Es Codolar, en el oeste de las salinas, es más incómoda, pues está formada de grandes códols, cantos marinos, y su fondo se inclina en la misma orilla, siendo por tanto poco apta para el baño de niños o de personas mayores. Además, los aviones pasan intermitentemente sobre el lugar, pues Es Codolar se encuentra en

Sant Josep de sa Talaia.

la cabecera de la pista del aeropuerto de Eivissa. Hacia el oeste puede accederse a Sa Caleta, una pequeña ensenada ocupada por llaüts que ofrecen, en conjunto, una estampa de tiempos pasados.

Además, el término de Sant Josep contiene también las montañas más altas de la isla: Sa Talaiassa (487 m), la sena Grossa (415 m), Ses Fontanelles (403 m), etcétera, con un relieve abrupto, bosques y garrigas muy secas y calurosas en verano, en verdad de difícil acceso, pero muy atractivas. Domina el pino, junto a sabinas, enebros, madroños, de fruto rojizo otoñal, jaras, enebros, y numerosos endemismos, como la pequeña aritja, una enredadera forestal balear. Hay ginetas, musarañas, erizos y lirones, además de numerosas aves forestales mediterráneas.

Desde la cima de Sa Talaia el paisaje de Eivissa es completo. Se accede a pie por una de las Rutes des Falcó, caminos del halcón: senderos señalizados en diferentes lugares de la isla mediante carteles y mojones. Éste comienza en la salida de Sant Josep, a la izquierda de la carretera de Sant Josep a Sant Antoni. El ascenso es suave, aunque hay que tener siempre reserva de agua por lo seco del lugar, y evitar cualquier conducta que pueda alterar el medio natural. Llevar siempre sombrero para evitar insolaciones.

Y por si fuera poco, Sant Josep cuenta con los espléndidos islotes de Es Vedrá (381 m de altura en sólo 60 has de superficie) y Es Vedranell, de paisaje insospechadamente bravio, casi arisco, aparentemente impenetrable. El primero parece, cuando enrojece bajo el sol poniente, un volcán airado. Los islotes están incluidos en el proyecto del próximo Parque Natural de Cala d'Hort-Es Vedrá y Cap Llentrisca. En cala d'Hort, una magnífica playa, hay interesantes escars, varaderos rústicos, de sabor pintoresco y de alto valor etnológico.

El cap Llentrisca es una de las áreas naturales más ricas de Eivissa, con una altura de más de cuatrocientos metros, casi cortados sobre el mar, de suelos áridos, erosionados, y con pinares per-

SAINT JOSEP DE SA TALAIA

tinaces. Hay halcón de Eleonor, halcón marino y aves marinas (gaviotas, petreles y pardelas) tanto en los islotes citados como en Llentrisca. En Es Vedrá llevaban antes cabezas de ganado los ibicencos para el engorde: cabras, ovejas, con la consiguiente erosión de suelos y paredes.

Hoy, la vegetación recuperada convierte a Es Vedrá en un islote casi impenetrable, y sus paredes verticales casi no cuentan con accesos para el ser humano. Sólo las lagartijas y las ratas, una plaga que las autoridades medioambientales combaten, se esconden en tanto recoveco y en tanta grieta. Hay palmito, laurel, sabina, jara. La toponimia de estos islotes ha sido objeto de interesantes estudios lingüísticos. Su imagen de sobrecogedora fuerza telúrica ha sido usada en carátulas de discos (Mike Olfield).

Costa de Es Cubells.

Otros espacios naturales de Sant Josep son Porroig, Es Jondal, con una bella playa frente a un acantilado desnudo que culmina en una punta sobre el mar, y los islotes de las proximidades de la bahía de Sant Antoni. En definitiva, una completísima muestra del variado y bello litoral ibicenco. En Es Cubells abundan los típicos escars de pescadores.

SANTA EULARIA DES RIU (50 m, 18.386 habitantes).

Elevada sobre un altozano, la iglesia de Santa Eulária des Riu destaca entre blancas paredes dignas del tópico ibicenco intemporal.

Fiestas y tradiciones

El primer domingo de mayo se celebra en Santa Eulária una feria, antes agrícola, hoy ya industrial, automovilística y náutica. La fiesta patronal es en febrero, día 12, con procesión presidida por las autoridades locales y la imagen de la santa. No faltan las demostraciones de ball pagés delante de la parroquia. El 8 de septiembre se celebra la fiesta de la parroquia de la Mare de Déu de Jesús, o de Jesús, muy querida por la gente del mar. Sant Caries de Peralta rinde homenaje a su patrón el 4 de noviembre, y Santa Gertrudis de Fruitera el día 16 del mismo mes. Siempre hay ball pagés, bunyols y oreietes, además del vino y los licores locales.

Gastronomía

Pueden degustarse platos muy diversos de la cocina pitiusa, desde una tmita amb sardina (tortilla de sardinas) hasta el guisado de tortuga (escaso y difícil de encontrar) pasando por la frita pagesa de carnes o el cui-natde legumbres. En pastelería, las cocas, y en especial la de albaricoques.

HISTORIA Y VISITA

Hasta 1909 se explotaron las galenas de S'Argentera, al norte del término municipal de Santa Eulária des Riu; plomo que ya fue utilizado por cartagineses y romanos. Hoy Santa Eulária des Riu es un municipio turístico con todas las ventajas e

inconvenientes que ello conlleva, y el río que le da nombre, el único curso de agua permanente de las Baleares, hace años que no es más que otro torrente irregular. Y, sin embargo, en lo alto del breve puig de Missa*, el casco antiguo de Santa Eulária (con sus casas populares, la parroquia, las calles encaladas) mantiene con entereza, casi con obstinación, su carácter ibicenco peculiar, inconfundible, muy diferente del trazo en cuadrículas de la impersonal Vila Nova (ciudad nueva), en el llano inmediato, donde la Eivissa turística tiene otro de sus tópicos.

Tal vez para darnos cuenta de lo que se ha perdido o sólo cambiado, merece la pena visitar el pequeño museo etnológico instalado en Can Ros, una de las casas tradicionales del puig de Missa, la antigua ciudadela. Una entidad privada, la Fundació Ules Balears, y el Consell Insular de Eivissa i Formentera adquirieron y restauraron esta casa para inau

gurar un museo etnológico en 1994. Hay pequeñas, pero interesantes colecciones de joyas, instrumentos musicales, herramientas agrícolas, vestidos, etc.

La parroquia de Santa Eulária (Al) fue completada en 1785 sobre un templo anterior, del siglo xiv con arreglos del XVI. Su torre absidial es un elemento de defensa, típico por otra parte en numerosas construcciones civiles o religiosas de las Baleares, sometidas secularmente a saqueos de berberiscos. La mole compacta de la iglesia protegiendo las casas vecinas hace que parezca una ciudadela rodeada por algunos molinos derruidos, por antes feraces campos gracias al agua que el curso del río aseguraba.

ALREDEDORES

Incluidas administrativamente en su término municipal, Santa Eulária des Riu comprende las pequeñas parroquias de

SANTA EULARIA DES Riu

Sant Caries de Peralta, Santa Gertrudis de Frailera y Je sús (en realidad más próxima a Eivissa).

La parroquia de Santa Gertrudis de Fruitera* es una de las más encantadoras de la isla, con fachada triangular y un fresco porche con soportes de sabina, en dos cuerpos con arcos. Tres cruces negras sobre la pared blanca exterior simbolizan la Pasión de Jesucristo. No falta la habitual espadaña; las paredes, encaladas hasta deslumhrar, no dejan al sol casi ninguna posibilidad de penetrar en el interior.

Desde Sant Caries, a unos 7 km de Santa Eularia por el norte, hay que acercarse hasta Es Pou des Lleó, una cala con escars pintorescos y llaüts varados como detenidos en el pasado, especialmente a primeras horas o a últimas horas del día, cuando los turistas, nunca demasiado abundantes, dejan el lugar. Entonces es aconsejable un paseo a pie o en bicicleta de montaña, señalizado como Ruta des Falcó, hasta la torre de defensa del siglo xvIII llamada de En Valls o de Campanitx, bien restaurada en un cabo de roca ante el mar. Se cuenta que la explosión del polvorín por culpa de un rayo derribó la mitad del edificio en el siglo XIX. Una playa muy curiosa y extraña es S'Aigua Blanca, estrecha, con tramos de arena, otros de roca, otros de cantos, frente a la silueta alargada y de acantilados medianos de Tago-mago, el islote donde crían halcones marinos o de Eleonor, gaviotas, pardelas y petreles. El acceso a S'Aigua Blanca debe hacerse a pie en su tramo final, pues será difícil en días de verano encontrar aparcamiento. El acantilado que protege la playa sufre una constante erosión, y la orilla aparece sembrada de escollos y derrubios antiguos. Otras calas del área, como cala Boix (se desciende a ella por una larga escalera), cala Llenya o cala Mastella tienen una imagen más tópica: arenales breves entre pinares sobre suelo rocoso, de baja

altura sobre el nivel del mar. Aroma de romero. Viejas sabinas atormentadas por el aire marino. Los enebros. El mar azul. Tópicos ibicencos siempre añorados.

Por el norte de Santa Eularia, cabe seguir la costa para llegar hasta Es Cana, o Es Canyar, un nombre de resonancia hippie, lo mismo que cala Pada, o la punta Arabí, donde se celebra en una gran explanada un mercadillo hippie, ya un poco anacrónico. La costa es en general rocosa y baja. Por el sur hay una importante y concurrida urbanización en Cala Llonga, de las más veteranas de la isla, y otra en Sa Roca Llisa, con campo de golf. El cap Llibrell, con el pequeño monte o puig d'en Toni Massó, supéralos doscientos metros sobre el nivel del mar. Lo corona otra torre de defensa costera. Separa, con un cabo cubierto de densa garriga mediterránea, hplaya de Cala Llonga y el lugar llamado Es Salt d'en Serrá, otro sitio donde el baño es muy agradable. Además de Tagomago, en las costa de Santa Eularia se encuentran los islotes de Es Cana, Santa Eularia y Redona, pequeños y áridos, sólo humedecidos por el continuo aporte de aerosoles marinos. Viven en ellas las lagartijas endémicas pitiusas en variedades propias, con colores que van desde el verde claro al gris, con matices rojizos o azulados. Las lagartijas de los islotes ibicencos viven en condiciones de verdadera penuria. No es raro verlas alimentarse con pétalos de las escasas flores de los islotes, o de carroña de algún ave marina.

Parroquia de Santa Eularia, en el puig de Missa.

UN RECORRIDO POR FORMENTERA Los más bellos rincones de su geografía (35 km)

Formentera es la pequeña mimada de las Baleares, la más reducida y mejor conservada de sus islas habitadas. Con una superficie de poco más de 80 km2 y una población fija de cerca de 5.000 habitantes, reproduce y contiene en tan poco espacio todos los tópicos paisajísticos del Mediterráneo imaginado: panoramas costeros de serena belleza, la luz, el sol, aguas impolutas lamiendo mansamente largos o cortos arenales vírgenes, acantilados costeros bajo los cuales no es raro ver nadar a los delfines y donde crían las pardelas y los halcones, fondos submarinos de impagable nitidez, pinares y sabinares, islotes desolados, lagartijas, salinas, rústicos muelles para barcas de pescadores...

Formentera fue el paraíso que atrajo a una generación de hombres y mujeres deseosos de conocer otros mundos en éste, los hippies, tal vez para cambiarlo, o para cambiarse a sí mismos. Hoy es lugar de paso para cientos de miles de turistas al año y, sin embargo, su presencia, excepto quizá en los meses punta del verano turístico balear -julio y agosto-, no altera el ritmo pausado de la vida en la isla, donde una cita para el atardecer puede significar horas de tranquila espera bajo un porche, viendo sin prisas nacer, una a una en el crepúsculo, las estrellas en el cielo nítido. Nuestro recorrido por Formentera -calculemos unos 35 km entre idas y venidas por la isla- pretende llegar hasta los más bellos rincones de su pequeña geografía.

La llegada a Formentera

Se llega a la isla en barco desde Eivissa (un barco-jet tarda 25 minutos; los ferries, casi una hora), y la primera imagen del puerto de La Savina [pág. 71 ] es la de una recepción turística: pequeños muelles de carga y pasaje donde los ferries arriban y zarpan incesantemente, el club náutico con espléndidos yates y lanchas, la estación marítima, el edificio donde se aglomeran las agencias de alquiler de coches, de motos y bicicletas, la parada del autobús, la oficina de información.

El puerto ebulle con la llegada de cada ferry: los turistas recién llegados han de tomar sus decisiones, alquilar sus vehículos, contratar su taxi, pedir información, orientarse. Luego, como por un ensalmo, todo vuelve a la tranquilidad inicial. Hasta la llegada de otro ferry. Y los turistas desaparecen, se desparraman hacia los distintos puntos dignos de visita en la isla. Sin saberlo, comienzan un itinerario que nunca olvidarán. En Formentera todo está cerca, y todo está a la vez lejos: los formenterencs se desplazan poco en la isla y fuera de ella; son sedentarios, conviven sin estorbarse, relacionándose discretamente.

Cala Saona

Es la primera playa que suele visitarse en Formentera, tal vez por su proximidad relativa a La Savina. Se llega tras unos 2,5 km, por una carretera señalizada hacia el sur desde Sant Francesc Xavier [pág. 68] , la capital administrativa de la isla, con su sólida parroquia fortificada, del siglo XVIII, en la Plaza Mayor. Naturalmente, puede llegarse en bicicleta. Hay un carril bici en la carretera de La Savina hasta el pie de La Mola, y en las carreteras restantes en verdad hay poco tráfico, lo que es muy de agradecer por los aficionados al pedal.

Cala Saona es una bella playa de arena protegida por acantilados de baja altura, formados por rocas calizas, blancas, brillantes al sol. Brilla igual el agua transparente de la cala, de una nitidez proverbial en cualquier lugar de la isla. Agua clara y limpia sobre fondo de arena blanca y fina, la más fina, dicen. Un hotel y unos apartamentos, edificios bastante discretos, no rompen el encanto paisajístico. La playa cuenta con servicio de socorro, chiringuito, dos restaurantes, alquiler de velomares, hamacas y parasoles. La cala es amplia, aunque no muy larga -150 m-, y muy acogedora. Es apreciada sobre todo por las familias con niños.

Cap de Barbaria Se llega desde cala Saona (dista unos 7

km) cruzando tramos de pinar, campos de secano, algarrobos, almendros, higueras, esas higueras típicas de Formentera, con las ramas sostenidas por vas- Cap de Barbaria. tagos clavados en la tierra árida. Incluso habremos encontrado algún minúsculo cercado con vides. Tras el bosque está el Pía del Reí, donde hasta los años treinta del siglo XX hubo un denso bosque de pinos y sabinas hoy desaparecido por tala y carboneo. Quedan, cercados recientemente y con letreros indicadores, restos arqueológicos megalíticos, de la Edad del Bronce.

En las páginas 10-11 de esta guía aparece un mapa de carreteras de las islas en el que se encuentran señaladas (en color) las excursiones.

UN RECORRIIDO POR FORFORMENTERA

El cap de Barbaria es tal vez el lugar más desértico de las Baleares: un promontorio pedregoso, sometido al sol y cubierto tan sólo por matojos dispersos de romeros de hojas más anchas de lo normal y algunos asfódelos. En el cabo se alza uno de los faros de la isla. El paisaje sobre el acantilado no sobrecoge, admira: su dimensión, aunque imponente, es humana, como todo en Formentera. Las olas rompen al pie del roquedo que sobrevuelan las gaviotas. Desde el aire, Barbaria es ocre, árido, silencioso. No hay lugares para el baño, a no ser que se llegue en barca a la base de los acantilados, dispuesto a bucear sobre su fondo cristalino de rocas, arenas y algas.

Poco más allá -habrá que llegar a pie tras diez minutos de camino bajo el sol o, en días de mal tiempo, contra el viento-, se alza una de las torres de defensa de la isla, una atalaya de mares, alzada en el siglo Xvlll.

Platja d'es Migjorn Se trata de un largo arenal, de casi 5 km, que se extiende a lo largo del istmo que

une el promontorio del cap de Barbaria, al sur de Formentera, y el de La Mola, al este.

La playa cuenta con tramos de arenas finísimas y con tramos de roca caliza, plana, apta para tumbarse en ella al sol siempre tibio. La playa tiene numerosos accesos. Están señalizados, cada pocos kilómetros y siempre a la derecha, en la carretera principal, la que va de Sant Francesc en dirección a El Pilar, en La Mola: sólo hay que tomar por uno cualquiera de ellos, cruzar apenas medio kilómetro de par-

Playa de Els Arenáis. celas de secano, admirar alguna casa popular, donde no falta hoy la antena parabólica, saludar a

alguna mujer vestida aún con su traje negro tradicional, cubierta desde la cabeza hasta los pies, quizá una reminiscencia árabe, aparcar el coche y atravesar a pie las dunas. La playa se abre en toda su extensión. Se puede caminar por ella hasta donde apetezca. Aquí y allá se encuentran restaurantes, algún hotel, apartamentos disimulados tras las dunas, chiringuitos, áreas donde es posible alquilar hamacas y sombrillas, otras donde es posible practicar deportes náuticos. Pero, hay que decirlo ya, el deporte que el turista suele practicar en Formentera es el de estar al sol, desnudo generalmente, y el de bañarse a ratos en el agua esmeralda. ¿Para qué más?

Los distintos accesos conducen naturalmente a zonas conocidas con nombres distintos: Las Dunas y Els Arenáis (km 11), Vogamarí (km 8) yotros. Aproximadamente en el km 10 se encuentra la desviación que permite llegar hasta los restos del castellum romano de Can Blai, uno de los modestos, pero interesantes, monumentos arqueológicos de la isla.

Al final de la playa, se encuentran los muy recomendables complejos turísticos de Riu Club La Mola y Maryland-Insotel, con apartamentos, hoteles, restaurantes, zona de juego para niños, tiendas, alquiler de coches, motos y bicicletas, parada de autobús, teléfono, escuela de buceo. Ideal para familias con niños. Más allá aún, el caló des Morts asegura una cierta soledad.

La Mola

En el camino a La Mola, el promontorio oriental de la isla de Formentera, hay que detenerse, a media cuesta, en el restaurante El Mirador para admirar el bellísimo panorama (si se sube en bicicleta, se agradecerá sin duda la parada). Ante él comprendemos por fin qué significa vivir en una isla: el mar en todas partes, transparente sobre los arenales, un poco bravo quizá contra las escasas zonas de roca, al norte. También, porque éste es el pinar más denso de Formentera, el bosc de Sa Pujada y d'es Copinyar, un espacio natural que se debe preservar a toda costa. Viven en él lirones caretos de formas grandes, endémicos. Y naturalmente, como en toda la isla, las lagartijas verdes, ágiles, curiosas, que no vacilan en acercarse a la gente, aunque a veces saltan asustadas a su paso para esconderse entre matojos o bajo las piedras.

En La Mola, por fin, se visita la pequeña parroquia de El Pilar [pág. 64] , que dista unos 15 km de La Savina, y puede recorrerse la solitaria carretera hacia el faro (4 km). Aquí se encuentra el punto más alto de Formentera, rodeado de paredes de piedra que circundan cultivos de secano: vid, higueras, almendros. Desde el faro, la vista es impresionante. A veces, en días de buen tiempo en el

mar, se divisa con suerte una banda de del-Parroquia de El Pilar. fines entre las olas. Junto al faro hay un chi-

ringuito y un sencillo monumento a Jules Verne, que citó este lugar en una de sus narraciones fantásticas. En los acantilados de La Mola, los formen-terencs cazaban antaño, a mano y a lazo, descolgándose entre las rocas, pollos de par-dela, especie que aún cría agrupándose en pequeñas, pero ruidosas, colonias en sus grietas. Llamaban virotar a esta actividad cinegética que era imprescindible para su supervivencia. A las pardelas, en el catalán insular, se las llama oirots.

Antes de iniciar el descenso, y hacia el sur, se avistan las aspas y la torre del viejo molino de La Mola, que funciona, perfectamente conservado, desde finales del siglo XVIII.

Molino de La Mola.

UN RECORRIDO POR FORMENTERA

Playa de Ses filetes.

Es Caló de SantAgustí y las playas de Tramuntana

Descendiendo de La Mola, lo primero que se encuentra cuando ya la carretera se allana es el caló de SantAgustí, orientado al norte de la isla. El caló es simplemente una calita de 100 m, con poco fondo, de roca en la orilla, con algunas casetas para llaiits y con los tradicionales y tópicos varaderos pitiusos. El ambiente, a pesar de

los nuevos apartamentos edificados en la zona, Hostal Rafalet y restaurante Pep Paradís, dos lugares muy conocidos, es muy rústico y, como en toda la isla, acogedor.

La zona de Tramuntana de Formentera no tiene el mismo paisaje costero que el Migjorn. Es más bien rocoso, con alguna elevación, los acantilados de cala en Baster, de Es Quintalar y de Punta Prima, por ejemplo, que ya se divisan, a lo lejos, desde el caló de SantAgustí. En esta zona siempre se dispone de más sitio para el baño y para tomar el sol que en la zona de Tramuntana, pues la gente prefiere en general los anchos arenales del sur, que suelen estar más protegidos del viento. El mar, sin embargo, presenta la misma sorprendente transparencia. No es raro observar la gaviota de Audouin.

Sant Ferran y Es Pujols

Sant Ferran y Es Pujols son dos núcleos urbanos, también reducidos, hoy dedicados a la industria turística.

Sant Ferran de s e s Roques [pág. 66] cuenta con una parroquia de paredes de barro y piedra, tras la que se encuentra la mítica Fonda Pepe, centro de reunión de los hippies de los años setenta. Frente a la parroquia, es interesante detenerse a contemplar el colegio público, un conjunto arquitectónico sencillo, pero con una notable carga de tipismo: los edificios se han diseñado de acuerdo con el molde que la arquitectura pitiusa ha marcado tradicionalmente: tejados planos, volúmenes cúbicos, paredes enjabel-gadas, porches y ventanas reducidas.

Vegetación de Formentera. En Es Pujols es difícil no tener la sensación de estar en el lugar equivocado. Es una concentración hotelera que desentona, aunque se reconoce que ha evitado la dispersión del urbanismo en la isla. Sin embargo, desde aquí es posible trasladarse a las bellas playas de Sa Roqueta, de Rocabella y de Es Pujols, arenales con pocas edificaciones, todos con su chiringuito y restaurantes, alguno con apartamentos u hotel. Normalmente,

entre estos arenales hay algunas zonas de roca, con entrantes que forman pequeñas calas bellísimas, que parecen piscinas naturales. En los caminos de arena brillante, fácilmente transitables en bicicleta, no es raro cruzarse con las lagartijas que buscan calentar sus cuerpos al sol. Como lo hacen, por otro motivo, los turistas.

Estany des Peix. El estany Pudent y las salinas Hacia el norte, la carretera de Es Pujols lleva hasta el área natural del estany Pudent,

que bordea, con su anexo de salinas ya en desuso. El conjunto, con el estany des Peix y k zona sur de la isla de Eivissa, incluidos los islotes que forman Els Freus (el paso de una isla a otra), forman un ANEI y una zona ZEPA, de interés ornitológico para la Unión Europea. El lugar, pese a ser una zona húmeda permanente, es árido, con una temperatura elevada y muy poca lluvia, condiciones que, añadidas a la proximidad del mar, condicionan el desarrollo de una vegetación escasa y adaptada a esa aridez y salinidad. En el estany Pudent los ornitólogos censan cada invierno concentraciones de zampullín cuellinegro (hasta superar a veces los 5.000 ejemplares), y se sabe que los flamencos se reproducían aquí en siglos pasados. Ahora, unos flamencos de artesanía ponen una nota de humor, o tal vez un hito nostálgico, en uno de los pequeños estanques de las salinas, de camino hacia la playa de Lleoant. Es posible encontrar cigüeñuelas, chorlitejos, archibebes, así como, entre las ramas de los arbustos que bordean los estanques y las playas, una curruca endémica de las islas mediterráneas, la curruca sarda, de cola larga.

Playas de la punta de Es Trocadors Es Trocadors es el nombre que recibe la delgada punta de roca y arenal que la isla

de Formentera extiende hacia el islote de S'Espalmador, al norte. A levante y a poniente se encuentran las playas emblemáticas de Formentera, también en el islote citado. Los arenales son largos, su arena es blanca, de un blanco cegador en verdad (no olvidar las gafas de sol), y el mar transparente, de una indescriptible nitidez. Incluso las lagartijas que abundan entre las dunas, y que se acercan hasta la misma playa, son de coló- Una sana y divertida forma de conocer Formentera. ración verde pálida. En días de calma, parece que el mar sobre el fondo de arena finísima y blanca se convierta en un espejo, o en un cristal que los cuerpos cruzan sin quebrar. Numerosos letreros solicitan que no se aparque en las dunas. Debe hacerse en los lugares dispuestos para ello (hay varios), aunque se

UN RECORRIDO POR FORMENTERA

Panorámica de la costa norte.

recomienda la bicicleta para los desplazamientos por esta zona. Al este la playa recibe el nombre de playa de Lle-vant (con una longitud de 1,5 km), al oeste es la playa de Ses Illetes (1 km). Ambas son muy anchas y espaciosas. Entre una y otra hay tan solo unas decenas de metros, dunas de arena suelta o fija con cubierta de sabinas. La playa de Ses Illetes es más variada, también por

los islotes que le dan nombre, con entrantes de roca, con alguna caleta. En el viejo molino, Es Carregador de Sa Sal, se trabajaba la sal y en la actualidad funciona un restaurante. En las playas siempre hay gente, pero el lugar se mantiene invariablemente tranquilo. Es posible acceder a ellas en barca desde el puerto de La Savina, en un agradable paseo que se completa con la visita a las playas de S'Espalmador. En todas estas playas el nudismo es habitual y se dispone de chiringuitos, restaurantes, alquiler de hamacas, parasoles, tablas de surf e hidropedales.

S'Espalmador

De Formentera a S'Espalmador puede irse, en efecto, en barca. Pero también es posible cruzar a pie el llamado pas de S'Espalmador, el vado sumergido de fondo de arena que, en días de mar calma, tiene una profundidad que alcanza apenas un metro. La sensación al cruzarlo es la de realizar una aventura. Cruzar el mar a pie, nada menos.

Prendas artesanales de lana.

En S'Espalmador hay varias playas: la más larga y concurrida es la playa de S'Alga (un arenal de 1,5 km), tras e\ paso de Es Trocadors; otra es Sa Senyora (700 m), al este, y otra Sa Tórrela (150 m), al norte, protegida por la isleta del mismo nombre. En ellas se reúnen muchas embarcaciones a vela, y la estampa es entonces muy marinera. Son playas nudistas, sin servicios. Únicamente en S'Alga instalan hamacas y sombrillas, y tiene también un depósito natural de lodo cuyos baños, se asegura, protegen la piel.

En el norte de la isla, las caletas llamadas caló de Bocs Gran y Petit, sin arena, son un refugio para solitarios. Es posible recorrer a pie el islote, aunque haya que proveerse de agua, pues el ambiente es seco y muy soleado. Un estanque natural de aguas salobres llamado S'Estanyol se ubica en el centro de la isla.

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Info

Ayuntamiento de Sant Francesc Xavier. Telf. 971 322 034.

Oficina de Turismo Telf. 971 322 057.

Comunicaciones

Autobuses Faje. Telf. 971323 181 y 971 322 750. Taxis

Telf. 971 322 002 (La Savina). Telf. 971322 016 (Sant Francesc). Telf. 971 328 016 (Es Pujols).

Transporte marítimo Barcas a Eivissa Flebasay Transmapi

Telf. 971 314 005. Umafisa. Telf. 971 314 513. fnserco. Telf. 971322 210.

Hay trayectos desde la península, puerto de Denia (telf. 971 191088 y971342 871).

Taxi náutico. Para excursiones y salidas de pesca. Telf. 971 732 720.

Dónde dormir y comer

Para informarse acerca de los alojamientos y restaurantes localizados en La Savina, ver las informaciones prácticas de cada localidad, organizadas en orden alfabético [págs. 127-128]. Cala Saona Hotel Cala Saona***

Telf. 971 322 030. Apartamentos Punta Rasa *

Telf. 971 322 015. Restaurante Sol. Telf. 971322 911. Con vistas al arenal y a los acantilados. Es Caló de Sant Agustí Restaurante Pep Paradís

Telf. 971327 232. Ambiente estándar en un rincón de la playa de Tra-muntana; comidas populares.

Restaurante Es Rafalet Telf. 971327 077. Especialidad en pescados y mariscos.

Ses ílletes Restaurante Ses ílletes. Playa Ses Ílle

tes, Molí de Sa Sal. Telf. 971136 773. Situado en un viejo molino de sal, espléndidas vistas. Hay chiringuitos y restaurantes en las playas nudistas de Ses ílletes y de Llevant.

Migjorn Ciudad de Vacaciones Maryland***

Telf. 971 327 034. HotelRiu Club La Mola****

Telf. 971 327 000. Apartamentos Los Pajaritos**

Telf. 971 328 180. Restaurante La Formentereña. Playa

Migjorn, km 8,7. Telf. 971328 753. Comidas típicas de la isla.

Puede afirmarse que cada 500 m se encuentra un chiringuito o un restaurante de playa con servicio de bar en el largo arenal del Migjorn.

La Mola Restaurante El Mirador. La Mola, km

14,3. Telf. 971 327 037. Para contemplar una espléndida panorámica de la isla extendida hacia Eivissa.

Es Pujols Hostal Voramar**. Telf. 971 328 119. Fonda Pepe. Lugar de reunión de los

hippies hace ya muchos años. Aún está abierta.

Compras

En El Pilar de La Mola hay una feria de artesanía los sábados y domingos.

POBLACIONES DE IA ISLA DE FORMENTERA

EL PILAR DE LA MOLA (150 m, 5.323 habitantes).

No hay prisa. Ni en los cafés, ni en ¡os colmados. Esperar a la sombra de una higuera el autobús de línea, que puede llegar o no puntual (nunca se sabe), es un sano ejercicio de paciencia que únicamente nos será difícil de realizar en los primeros días de estancia en Formentera. Luego, por fin, se vive. No hay prisa.

Fiestas y tradiciones

En la madrugada de San Juan (24 de junio) es ya tradición esperar la salida del sol desde La Mola. También se espera su salida en el primer día del año. Las fiestas patronales se celebran el 12 de octubre, con misa solemne y una breve pero entrañable procesión en torno a la blanca parroquia. Como en Eivissa, las demostraciones de ball pagés no faltan, ni las ore-lletes (pasteles) o la frí-gola (licor dulce). Entre los actos y festejos es muy notable el concurso de "tirar a es gall", un juego de bolos tradicionales cuya recompensa final es la de un gallo. La competición se realiza en un camino polvoriento o en una explanada.

visitantes de hace tres o cuatro décadas, hoy personajes casi míticos, o sin casi: Bob Dylan, los Pink Floyd, Nina Hagen y tantos otros.

HISTORIA Y VISITA

Por no haber casi no hay historia; sólo la narración de la difícil supervivencia de los formenterers en épocas pasadas. Los estudiosos dividen la historia de la isla

Artesanía

Hay un mercadillo de artículos artesanos junto a la parroquia, cada domingo. De hecho, en la mercería junto al bar El Pilar, y en otros pequeños establecimientos se elaboran o comercializan diferentes productos: cestas, alpargatas, sobre todo jerséis de lana áspera hechos a mano. Los objetos evocan la época de los hippies, su informalidad, su carácter sencillo, su discrección colorista y ensoñada, aunque hoy ya haya más sofisticación en joyas y tejidos. No es vano recordar que Formentera tiene fama de paraíso perdido gracias a sus

Parroquia de Nostra Senyora del Pilar.

en dos períodos: antes y después del turismo de masas. Antes, Formentera (y La Mola) estuvo habitada escasamente, de forma dispersa, en la autarquía: algo de cereal, algarrobos, higueras, vid, muy poco ganado y caza y pesca de bajura para los aportes proteínicos imprescindibles. Y la emigración: a las Antillas, a Estados Unidos, a Argel... Formentera no es clemente. Nunca lo fue.

La Mola fue en principio ocupada, tras la conquista cristiana, por frailes de la orden de San Agustín.

EL PILAR DE LA M O U

La parroquia de Nostra Senyora del Pilar (cuya fiesta se celebra el día 12 de octubre) fue edificada entre los años 1785 y 1794. Presenta un blanco resplandeciente, una sencilla espadaña y tres cruces de madera en una apenas insinuada hornacina en la fachada. Se erige en centro de reunión social para quienes habitan los cerca de 25 km2 de la plataforma de La Mola, de una altura media de más de un centenar de metros.

En La Mola se encuentra además uno de los molinos de viento aún en funcionamiento en la isla (se divisa desde la carretera, hacia el sur). Se trata del molí Vell de la Mola, con su silueta solitaria y sus seis aspas restauradas por la Fundació liles Balears, entidad privada que tiene como objetivo la adquisición y restauración de elementos del patrimonio natural y cultural balear. Este molino data del siglo xvill.

En el faro de la Mola*, a 2 km de el Pilar, entre campos de cultivo de secano, impresionan los áridos acantilados que aún sirven de lugar de nidificacion para aves marinas pelágicas.

Cerca del faro, un monumento al escritor francés Jules Verne es una muestra de reconocimiento de los habitantes de la isla hacia este autor, que situó en Formentera la acción de una de sus célebres novelas de fantasía científica.

Desde este lugar pueden realizarse algunas caminatas muy agradables (aunque en pleno verano, bajo el ardiente sol, el calor puede hacerlas difícilmente soportables). Puede llegarse, por ejemplo, a la cima de Sa Talaiassa, que con sus 202 m es el lugar más elevado de la isla de Formentera, con vista panorámica sobre el paisaje ibicenco, rematado por la silueta del islote Es vedrá;&S'Estufa-dor (al sur de La Mola, por el llamado ca-mídes Torrent Fondo) o al camino de Es Monestir, en dirección norte. Son senderos que penetran en las pequeñas parcelas agrícolas de La Mola y que permiten entender las dificultades que entrañaba en el pasado la vida rural entre tanta aridez.

Faro de La Mola.

Los itinerarios también pueden realizarse en bicicleta, algunos están señalizados precariamente y otros pueden consultarse en los folletos que ha editado el Ayuntamiento de Formentera y que se distribuyen en el quiosco u oficina de turismo de La Savina, el pequeño puerto de acceso a la isla. De hecho, la red de caminos rurales es intrincada y extensa, aunque cada camino es breve por la naturaleza de la pequeña dimensión de la isla. No se realizarán nunca, por tanto, excursio-

Monumento a Jules Verne.

EL PILAR DE LA MOLA

Casa payesa en El Pilar de La Mola.

nes agotadoras, sino todo lo contrario: son paseos relajados, que inmediatamente nos introducen en el corazón rural o marinero de la pequeña isla.

No es necesario recordar que el respeto a la propiedad, al ganado y a la naturaleza son condiciones inexcusables. Sólo este respeto ha permitido y per

mitirá mantener Formentera en ese estado casi idílico que puede apreciarse a las pocas horas de transitar por la isla. Acampar está prohibido. Hay que tener la precaución, en el caso de practicar el senderismo por Formentera, de llevar ropa ligera, calzado cómodo y resistente, sombrero para evitar insolaciones, gafas de sol y reserva de agua, puesto que no siempre encontra

remos pozos donde proveernos. Los casaments (casas payesas) que

iremos encontrando a lo largo de nuestro camino serán austeros, los vecinos discretos y amables: Formentera está salpicada de casas en parcelas de dimensiones modestas, encerradas por paredes de piedra seca, tanques.

SANT FERRAN DE SES ROQUES (nivel del mar, 700 habitantes).

El modesto aire moderno de Sant Ferran se azora ante los edificios turísticos que se expanden en la costa de Formentera.

VISITA Y ALREDEDORES

Sant Ferran de ses Roques (fiesta mayor el 30 de mayo) es un pequeño núcleo urbano sin ningún encanto. Su orientación es sobre todo turística y comercial. La pequeña parroquia señala ya la diferencia con el resto de las parroquias de las Pitiusas: es la más moderna (junto con la de Es Cubells, en Eivissa), construida entre 1883 y 1889; además tiene una planta de cruz latina, única entre las iglesias de estas islas, y tejado con doble vertiente, también un caso excepcional. Su fachada es de arenisca vista, con poco encalado. Tiene, claro está, espadaña. Casi más interesante es el colegio público, un edificio moderno, pero construido teniendo en cuenta las formas de la arqui-

Parroquia de Sant Ferran de ses Roques.

tectura tradicional y el entorno modesto en que se ubica. Tejados planos, formas cúbicas, paredes rebosantes de cal, porches para acoger un poco de sombra, en Formentera un bien ciertamente escaso. Sant Ferran se encuentra en la carretera que viene de Sant Francesc (2,5 km) hacia La Mola, en el inicio del istmo de aproximadamente 8 km que une los dos promontorios extremos de la isla: el cap de

Barbaria, desértico y erosionado, y La Mola, rematada por un faro solitario, digno escenario de un relato de Julio Verne. En Sant Ferran se encuentra la popular y mítica Fonda Pepe, o el bar la Cova d'en Jeroni, lugares emblemáticos de la "conquista" hippie de Formentera en los años sesenta y setenta. Tanto en la Fonda Pepe, como en el restaurante Capri de Es Pujols, el pescado fresco es magnífico.

En la hipotética base oeste del istmo se alza la torre de defensa del XVIII, llamada torre des Pi des Cátala. Cerca, porque en Formentera todo está próximo, se levantaron las aún no excesivas urbanizaciones de Vogamarí, Formentera Playa, las Dunas, y más allá, ya en el extremo oriental del istmo, el complejo Maryland-Insotel y el hotel La Mola. Normalmente, estos núcleos son reducidos y sencillos, cuentan con generador eléctrico y desaladoras propias. El istmo tiene unos magníficos arenales en el sur, es arenáis de Migjorn, donde el baño es posible literalmente en cualquier lugar: basta dejar la carretera principal y aparcar el coche o la bicicleta en un lugar que no invada el arenal ni dañe,la vegetación litoral. La playa es larga, ancha, cuidada, de arenas finas y claras, con aguas poco profundas y transparentes hasta la delicia y el ensueño (no es ninguna hipérbole). El nudismo es lo habitual desde hace años. Bosquetes de sabinas o grandes ejemplares solitarios ofrecen un poco de sombra, en competencia con los diversos y populares chi-ringuitos que se suceden a lo largo de este tramo de bellísima costa.

Pasado Maryland, a pie por esta costa meridional se halla Es caló des Mort, la caleta del muerto, un lugar encantador que tal vez ya fuera usado como pequeño refugio para embarcaciones en épocas muy antiguas. El castellum de Can Blai, con sus cinco bases de torre rodeando un rectángulo típico de campamento romano, no está lejos (señalizado en la carretera principal). Otra caleta, esta vez en el norte del istmo, recibe el nombre de Es caló de SantAgustí. Mantiene un

SANT FERRAN DE SES ROQUES

espléndido aire pintoresco con escars típicos pese a algún que otro moderno edificio de apartamentos turísticos.

En el norte del istmo que recorremos, La Tramuntana, la costa es algo más irregular, con tramos de roca baja y, en la base occidental, con acantilados calizos que llegan a alcanzar los 50 m de altura: Es recó des forat, el rincón del agujero. La punta Prima es también una zona rocosa y de acantilados donde se refugian y crían aves marinas: pardelas, petreles y gaviotas. Es una zona protegida como área natural de especial interés (ANEI) y de especial protección para las aves (ZEPA), especialmente por las pardelas baleares (Puffinus mauretanicus), ya que desgra-

Playa de Es Pujols.

ciadamente el cormorán, que sobrevolaba el cielo de esta isla y del resto de las Pitiusas, está extinto.

Desde Sant Ferran hasta Es Pujols, un centro turístico sólo atractivo para quien quiera marcha nocturna y aún poca, recuérdese que Formentera no es de ninguna manera Eivissa, hay apenas 1 km. Aquí puede uno proveerse de todo: alimento, ropa de baño, sellos postales, sou-venirs vulgares, electrodomésticos y alpargatas, sólo por decir algo. Las playas cercanas son ya las de la punta de Es Tro-cadors: Rocabella, Es Pujols Ses Salines. Hay buenos restaurantes y chiringuitos.

SANT FRANCESC XAVIER (30 m, l.000 habitantes).

Sant Francesc Xavier de Formentera es la capital de la pequeña isla de Formentera.

Historia

No es lógico relatar el modesto acontecer de Sant Francesc sin referirse a la historia general de Formentera. De hecho, Sant Francesc ni siquiera es por sí mismo un municipio independiente: la isla entera constituye un solo municipio con centro administrativo en Sant Francesc, puerto en La Savina, corazón turístico en Es Pujols y dos vecindades en Sant Ferran y en El Pilar de la Mola.

Sant Francesc Xavier.

La dispersión de los habitantes es la característica demográfica esencial de Formentera. Además, la isla estuvo despoblada entre los siglos XlVyXVll, debido a su indefensión frente a los berberiscos y frente a las duras condiciones climáticas del lugar. Así, sólo hay restos de una ocupación de la Edad del Bronce (monumento megalítico de Ca na Costa, en las orillas del estany Pudent; se llega desde la carretera que desde La Savina pasa por Es Pujols, en el levante del citado estanque), mientras que hay vestigios dudosos de poblamientos fenicios, griegos y cartagineses, que en todo caso se establecerían temporalmente,

como así lo atestiguan los restos de un único campamento militar romano llamado de Can Blai (a 10 km de la carretera la Savina a la Mola), constituido por una base con cinco salientes con apariencia de torres de un cas-tellum latino, en el istmo que comunica los promontorios de Barbaria y de La Mola. Luego, Formentera mantuvo una escasa población autárquica hasta finales del siglo XIV, y quizá sólo como avanzada defensiva de la isla de Eivissa. De

este siglo data la curiosa capilla llamada de Sa Tanca Vella, que consta de una única sala cubierta con una desnuda bóveda de mig cañó (de medio cañón). Una cincuentena de ibicen-cos repoblaron Formentera en el siglo XVlll. La de Sant Francesc Xavier fue su primera parroquia. Hoy, la isla cuenta con unos 5.000 habitantes y sostiene en verano unos 25.000 visitantes diarios que se esparcen por los rincones de la isla y

encuentran, todos, un lugar al sol, único.

Gastronomía

No podemos diferenciar la cocina de Formentera de la de Eivissa. Las recetas pitiusas tiene una sola personalidad. Cocina de buenas y apetitosas salsas, como la salsa mossona o la salsa de Nadal, con almendras y avellanas. Formentera es, desde luego, la despensa del mar: pagellides a la marinera, rapé a la casolana, jibias a la marinera, guiso de langosta, arroz a la pescadora, etc. La repostería, muy buena y variada. Recomendemos, por ejemplo, los robiols de boniato.

SANT FRANCESC XAVIER

Fiestas y tradiciones

Las fiestas patronales se celebran el día 3 de diciembre en honor de San Francisco Javier y comprenden actos culturales y muestras de ball pagés. Más interesante es, el día 8 de agosto, la conmemoración de la conquista de la isla a los árabes por fuerzas catalanas en el siglo xIII, coincidente con la fiesta de Santa María de las Nieves. Además del baile tradicional, siempre admirable por su sencilla belleza y caracterizado por la insistente cadencia de las enormes castanyoles, es posible participar en una abierta competición de bolos de madera de enebro (tirar a es gall), cuyo premio consiste en un gallo vivo, y que se celebra en las afueras del conjunto urbano, en algún camino entre paredes de piedra y secos almendros. Sólo los hombres participan. Las mujeres y los niños ven la competición sin aproximarse demasiado. La bola, un nudo de raíz de enebro, lanzada con fuerza y rebotada, podría causar daño.

VISITA Y ALREDEDORES

La isla de Formentera constituye administrativamente un municipio único cuya capital es el núcleo urbano de Sant Francesc Xavier, también llamado Sant Francesc de Formentera. Es, por tanto, el centro neurálgico de la isla: aquí está, por ejemplo, la sede del Ayuntamiento, y aquí está la única gasolinera de la isla. Sant Francesc dista unos 3 km de La Savina, y un poco menos de Sant Ferran de ses

Roques. A unos 17 km está El Pilar de la Mola, en el promontorio oriental de la isla. La parroquia de Sant Francesc Xavier es encantadoramente pintoresca, como si en ella se hubiera realizado un compendio de la singular arquitectura tradicional de las Pitiusas. Tiene, como todas, una sola nave rectangular, de tres tramos, y capillas laterales sobriamente decoradas. El aspecto exterior es el de un fortín, con sólidos muros destinados a resistir muy posibles ataques de la piratería turca, aún temida en los tiempos de su construcción, empezada en 1726 y terminada diez años después. Se sabe que tuvo artillería ligera.

La iglesia preside la Plaza Mayor del pequeño pueblo, donde se celebran demostraciones de ballpagés en las fiestas tradicionales, y ahora convive con algunos bares, comercios de comestibles y de souvenirs, y sucursales bancarias. La iglesia tiene un patio lateral con una gran cisterna para recoger el agua de la lluvia, tan escasa por otra parte en la isla. El agua se repartía, en tiempos de sequía, entre los vecinos. La sencilla espadaña señorea una fachada alta y sin adornos ni grandes ventanas, sólo un ventanuco redondo. También en Sant Francesc se encuentra Sa Tanca Vella, un primitivo templo cristiano del siglo xiv, con

Museo Etnográfico de Sant Francesc.

SANT FRANCESC XAVIER

Cala Saona.

pequeña nave única y cubierta con bóveda de cañón. Ha sido restaurada recientemente.

Cala Saona (a unos 6 km) es una playa no muy grande, pero muy familiar, frecuentada por el turismo y por los vecinos, ideal para familias con niños. En el camino se penetra en lo más esencial de Formentera: su paisaje rural detenido en el tiempo. Higueras, corderos siempre acalorados y sedientos que buscan la sombra en paredes y árboles, pequeñas casas de mares, sencillas muestras de la arquitectura popular pitiusa, caminos polvorientos, incluso puede verse aún alguna mujer vestida con el típico traje negro, tocada de pañuelo oscuro y sombrero de paja, huyendo del sol. Hay torres de viejos molinos harineros recortados en alguna suave loma.

A unos 7 km de Sant Francesc, hacia el suroeste, se encuentra el cap de Barbaria, el paraje más desolado, sin duda,

Torre del cap de Barbaria.

de las Baleares. Se trata de un promontorio solitario y deshabitado con alguna altura desta-cable en la isla: elpuig Guillem (107 m). El paisaje del cap de Barbaria es de una aridez casi absoluta: sólo romero y algunos endemismos locales en forma de cojinetes de tallos revueltos y hojas en forma de espina resisten las duras condiciones ambientales: insolación extrema, sequía constante, escasez de suelo fértil, vientos salinos

debido a la cercanía del mar. En el extremo del cabo se halla Es Pía del Reí, lo que antes fuera un denso bosque de pinos y sabinas de los que sólo quedan ejemplares achaparrados y tocones, pues fue talado implacablemente en la primera mitad del siglo pasado.

Disimulados en el roquedal existen tres yacimientos arqueológicos, protegidos entre rejas, de los primeros pobladores estables de la isla; se trata de varios solares de establecimientos megalíticos muy destruidos por el paso del tiempo, con grandes lajas de piedra caliza y arenisca. En el faro del cap de Barbaria se realizan a veces encuentros de ball pagés y de cantadors. El lugar se halla frente a un horizonte marino infinito, sólo cruzado por embarcaciones, delfines y aves marinas. Los acantilados alcanzan en algún lugar los 100 metros de altura. Jaras, lentiscos sometidos al viento y sencillos tomillos (frigóles) per

fuman el ambiente donde corretean las lagartijas asustadas por el vuelo de las gaviotas o de algún cernícalo solitario. A diez minutos a pie del faro, hacia levante, se alza la torre des Garroveret, una atalaya de defensa costera. El halcón peregrino puede cazar palomas salvajes en los acantilados y buscar refugio en los brevísimos cauces resecos de torrentes que sólo vierten agua al mar, a veces en cascada, en los raros

SANT FRANCESC XAVIER

días de lluvia de Formentera. Uno de estos torrentes, a poniente del faro, se abre en una cueva al nivel del suelo desnudo: Sa Cova Foradada. El sendero, marcado en las rocas, a la derecha del recinto del faro mirando al mar, por los

pasos de otros muchos visitantes, conduce al lugar que se asoma vertiginosamente al acantilado. África no está lejos. Se dice que en días de claridad especial se divisa desde es Garroveret la costa norte de este continente.

LA SAVINA (8 m, 2.000 habitantes)

Éste es (con Es Pujols en otro sentido) el verdadero centro vital de la isla. Por el puerto de La Savina penetran en Formentera las mercaderías, las fuentes de energía y los visitantes. El viaje en barco desde Eivissa o desde Palma es el único modo, por ahora, de acceder a la isla. Miles de turistas ocupan durante el verano las habitaciones de sus hoteles y apartamentos, producto de un urbanismo acelerado y algo desordenado. Las paradas de bicicletas de alquiler indican que éstas son en realidad el mejor medio de transporte en la isla de breves, brevísimas, distancias.

Gastronomía

Sólo unos breves apuntes en este apartado, puesto que la cocina de Formentera no se diferencia de la ibi-cenca. Hablemos primero del peix sec (pescado seco). Un apunte que ya es de interés etnológico. Se trata de tiras de pescado secado al sol en frágiles secaderos de cañas o en las ramas desnudas de viejas sabinas junto al mar. Hasta hace pocos años estos secaderos eran una imagen típica al llegar al puerto. Hoy casi han desaparecido, y el peix sec es un plato de gourmet que sólo ofrecen algunos restaurantes y en reducidas proporciones, como aderezo de ensaladas y arroces o como entremés. En Formentera, como en Eivissa, todo se aprovechaba: incluso las aves rapaces y marinas han sido objeto de caza durante siglos. Pollos y ejemplares adultos de águila pescadora (ya extinguida), de halcón o de halcón de Eleonor, además de pollos y adultos de gaviota o de pardela han sido ingrediente de guisos. También la tortuga marina, de la que se hacía sopa, filetes y embutido. Recuérdese que las

condiciones de vida en Formentera han sido muy duras en tiempos pasados, tanto que durante largos períodos estuvo la isla desierta, sólo visi-

Puerto de La Savina.

tada por payeses que tenían parcelas de trigo semiabandonadas y ganado libre. Las pardelas se cazaron hasta hace sólo dos décadas o tres, cuando la especie fue declarada oficialmene no cazable y protegida por su interés científico. Los formenterers trepaban, arriesgando sus vidas, hasta las grietas de los acantilados, donde las pardelas hacen su puesta. A esta acción se le llamaba virotar, verbo que viene del término catalán virot (pardela).

LA SAVINA

Fiestas y tradiciones La popular procesión de barcas, llaiits y bous, cuando los hay, de los pescadores del puerto es entrañable: Verge del Carme (16 de julio).

VISITA V ALREDEDORES

La Savina es lugar de paso obligado por todos los que quieren acceder a la isla: los ferries desde Eivissa tardan entre 25 (jets) y 40 minutos. Los residentes tienen un descuento en la tarifa del viaje, lo cual es hasta cierto punto lógico teniendo en cuenta que muchos servicios sociales, educativos y asistenciales se encuentran en Eivissa. El mal tiempo puede dejar aislados a los formenterers durante varios días, por increíble que parezca. El puerto recibe cada barca con afable placidez. Hay sin embargo unos minutos de trasiego acelerado, de desconcierto, mientras los turistas buscan aún apresuradamente su taxi, alquilan su vehículo, sobre todo motocicletas y bicicletas.yal cabo se desparraman por la isla. En unos minutos aprenderán que en Formentera las prisas son inútiles. Luego todo vuelve a la calma hasta que llega una nueva embarcación. En verano esto sucede con una continuidad que algunos ya consideran excesiva. En el resto del año, el ritmo de llegadas y salidas es más lento y sosegado. La Savina recibe pues todo lo que

Llaiit.

Estany Pudent.

viene de fuera. Una buena parte del puerto está destinada a embarcaciones de recreo. Y poco más: apartamentos, restaurantes, bares. En verano, el sol obliga a permanecer en la sombra; por eso, una vez pasado el tráfico de golondrinas y ferries, todo parece algo desierto. En las playas sucede todo lo contrario.

A poniente de La Savina, inmediatamente después de tomar la carretera hasta SantFrancesc Xavier, se encuentra el gran estany des Peix, antiguamente usado para la pesca y hoy destinado a una investigación peculiar: un invertebrado tunicado, Ecteinascida turbinata, produce al parecer una proteína que tal vez contribuirá a la curación de ciertos tipos de melanomas. El estanque tiene poca profundidad, ha estado a temporadas aislado del mar, al cerrarse Sa Boca, y a temporadas abierto al paso de las aguas mari

nas. Embarcaciones de poco calado, como es el caso de los llaiits o llaguts populares, tienen sus amarres en estacas clavadas en el fondo de barro. En su extremo oeste, la punta Pedrera es una zona de mares (arenisca), explotada antiguamente como cantera para obtener sillares que luego se usaban en la construcción. Parece ser que estas canteras de arenisca ya fueron utilizadas por fenicios y romanos.

LA SAVINA

Playa de Ses Metes.

A levante (izquierda), la carretera conduce hasta las salinas de Formentera, pasando por la orilla de la otra gran laguna de la isla: el estany Pudent, que tiene como rasgo particular la gran concentración hibernal del zampullín cuellinegro, la mayor de Europa en estos últimos años. En este gran estanque, comunicado al mar por Sa Síquia (la acequia), y en los estan-ques de las salinas ya abandonadas, incluidos en la gran Reserva Natural de las Pitiu-sas, es posible ver aves acuáticas como flamencos, que sólo antaño criaron aquí, garzas, archibebes, pollas de agua, ánades reales, fochas, cigüeñuelas, etc. En realidad, el estanque tiene también otro nombre popular: el estanque de los flamencos. Un artista puso unas figuras de estos animales en uno de los estanques de las salinas. En algunas zonas hay sur-gencias de agua dulce, que los formeñ-terers llaman brolls d'aigua.

Hacia el norte, desde los estanques de Ses Salines, encontraremos las bellísimas playas de la punta de Trocadors, de unos 3 km de largo por no más de 200 m en su lugar más ancho. Las playas son en general solitarias, pese a que en verano pueden dar una primera sensación de lo contrario, con aguas poco profundas, de una transparencia sobreco-gedora, limpias. La arena es también limpia, además de fina y clara.

Las lagartijas de esta zona presentan una coloración muy clara, adaptada al suelo por el que corretean bajo las esca

sas sabinas para escapar del tórrido sol. La vegetación sufre una constante sequía por la acción del sol y de los aires marinos cargados de sal.

Las playas se llaman Ses filetes, Llevant, Tanga, Roca-bella. Son espaciosas y no hay demasiada distancia entre una y Ara: recuérdese siempre que la isla es pequeña, y que la punta de Trocadors es sólo un brazo de arena y roca apuntando al norte, como la punta de un puñal. ¡No apar

car nunca en las dunas! Los bares y chi-ringuitos de las playas son algo caros, pero ofrecen en general buen servicio y unas excelentes comidas junto al mar.

En el horizonte destaca la gran torre de un viejo molino, hoy restaurado y convertido en servicio turístico. El molino molía la sal de las salinas antes de que fuera embarcada en lentos y pesados veleros. Es Trocadors enlaza por un pasillo sumergido de arena y rocas de poca profundidad, Es Pas de s'Espalmador, con el islote de S'Espalmador, donde también hay bellísimas playas: S'Alga, Sa Senyora, Sa Torreta, llamada así por una vieja torre de defensa. Hay en el islote un pequeño estanque de agua salobre: S'Estanyol.

Tanto la punta de Trocadors, en su extremo, como el islote sólo pueden, sólo deben recorrerse a pie. El paseo y el baño son, y no es ningún tópico, inolvidables. S'Espardell es un islote algo más alejado: los veleros fondean en su perímetro buscando soledad.

Ca na Costa es un monumento megalítico extraño, de hace unos 4.000 años. En el yacimiento se encontraron piezas de sílex, cerámicas incisas y otros objetos que sugieren un comercio exterior. El monumento consiste en una nave sepulcral, marcada por grandes lajas de piedra verticales, y un corredor con una gran piedra agujereada, seguramente por haber sido utilizada como puerta de acceso al recinto.

El contexto

NATURALEZA Y PAISAJE

Primeras impresiones

Antiguas y violentas sacudidas orogé-nicas y sucesivas transgresiones marinas relativamente recientes (en términos geológicos) han configurado la estructura y la forma de las Baleares. El conjunto insular hoy está dividido en dos grupos que presentan, pese a su identidad esencial, caracteres naturalísticos diferenciados: al norte, las Gimnesias (Mallorca y Menorca y su corte de islotes: Cabrera y Dragonera, en la costa mallorquína, y En Colom en la menorquina, por citar sólo los más significativos) y, derivadas al suroeste, las ñtiusas (Eivissa y Formentera, con Es Vedrá, Sa Conillera, Tagomago, etc.). Entre islas pobladas por el hombre e islotes sólo habitados por aves marinas, matojos y lagartijas, casi 200 elementos componen el archipiélago. Antes, hubo en esta parte del Mediterráneo el extremo de un continente: el suelo oscuro del norte de Menorca es su último residuo en Baleares. Y hubo también un mar primigenio que, a consecuencia de los plega-mientos alpinos, quedó salpicado de tierras emergidas.

Insularidad y mediterraneidad constituyen, pues, los rasgos biogeográficos más notables de las Baleares y marcan el trazo definido, casi tópico, de la primera impresión que de ellas recibe el observador naturalista. Por una parte, clima caluroso en verano, con alta insolación y con largos períodos secos, y templado en invierno, con precipitaciones irregulares y torrenciales en primavera y otoño (siempre escasas). Por otra, la proximidad al mar evita oscilaciones bruscas de la temperatura y provoca un aumento de la humedad atmosférica. La sal depositada en tierra firme por el viento, además, determina la composición del suelo en el litoral y el carácter sufrido de su vegetación. Los acebuches

en bandera de la costa menorquina (Olea silvestris), de apariencia atormentada; los retorcidos pinos blancos (Pinas fiale-pensis) y las sabinas (Juníperas phoeni-cea) y enebros (Juniperus oxycedra) en las dunas de Mallorca y Eivissa; la alfombra de menudas plantas con hojas carnosas o espinas que recubre la costa rocosa -hinojo marino, lavanda, manzanilla o la curiosa socarrell, como se la llama en Menorca (Launea cervicornis), con ramificaciones semejantes a la cornamenta de un ciervo-son característicos en este sentido.

Cala Saona (Formentera).

Singularidades

En las Baleares la Naturaleza es generosa para el naturalista debido a dos fenómenos -poblamiento y extinción- que se desarrollan simultáneamente en todas las islas del planeta y que conducen al establecimiento de la nómina de especies vivas en una isla en un momento dado. En efecto, las islas acogen continuamente especies nuevas (plantas o animales viajeros, voluntarios o no). Algunas de estas especies se adaptan al nuevo lugar y consiguen instalarse definitivamente; otras, perviven sólo algunas generaciones y, al final, se extinguen; tanto más rápidamente cuanto mayor es la competencia con especies recién llegadas o con las residentes mejor adaptadas. Algu-

nos seres singulares son hoy sólo fósiles: una tortuga y una lechuza gigantes en Menorca y Eivissa; un rupricaprino llamado Myotragus balearíais, que abundó en Mallorca y Menorca; algunas aves, como diversos córvidos, de los que sólo el cuervo común (Corvas corax) permanece como sedentario en el actual inventario ornítico balear. Poblamiento y extinción en las islas: dinámica y variación constantes. El ser humano fue, en ocasiones, responsable directo (caza, recolección o fuego) o indirecto (por introducción de ratas, conejos y cabras o de depredadores como la marta, la gineta, la pequeña comadreja o el gato) de estas

Cala Boix (Eivissa).

extinciones: puede que el citado Myotragus fuera incluso semidomesticado por los primitivos pobladores humanos de las islas -cultura talayótica-, antes de perecer el último ejemplar bajo los golpes de algún arma prehistórica.

Un tercer fenómeno biológico, el de la evolución, se da también de forma fácilmente investigable en las reducidas (o en las grandes) superficies insulares. La teoría fue ideada por Charles Darwin precisamente en un medio insular: las Galápagos. En las Baleares, más modestamente, el proceso evolutivo es digno objeto de estudio. El aislamiento favorece, en efecto, la formación de nuevas especies y, así, el catálogo de especies endémicas baleares (faunísticas y florís-ticas) es extenso e importante. Incluso

los botánicos reconocen y definen en el paisaje vegetal de la serra de Tramuntana de Mallorca, un piso baleárico (por encima de los 800 m aproximadamente hasta los más de 1.400 m de su mayor altura, el puig Major) compuesto por numerosas especies endémicas, entre las que destaca la jara, llamada popularmente Estepa Joana (Hypericum balearicum), cuyas hojas presentan pequeñas vesículas perfumadas; un boj de reducida talla (Buxus baleárica), diversas espinosas muy pequeñas como los coixinets de monja -cojinillos de monja- (Astragalus baleárica), sobre los que no conviene sentarse; una col silvestre (Brassica baleárica), que encuen

tra refugio en espolones y paredes, donde las cabras asilvestradas no tienen acceso... Pero cada isla tiene sus singularidades: en las dunas del norte de Formentera, vive un escarabajo único, e\Akis breameri; en Eivissa, algunas plantas, como la Suene hifacensis, demuestran una antigua relación de contacto de la isla con la costa del levante español; un vegetal al que se le atribuyeron propiedades carnívoras, el Helicodiceros muscivorus, o aro muscívoro, es frecuente en Menorca. En casi cada islote balear, por fin, hay una

variedad única de dos especies de lagartija: Podareis lilfordi, en Menorca e islotes próximos a Mallorca y Menorca, y Podareis pityusensis, en las Pitiusas. Se distinguen por su forma y color -del negro metalizado al verde brillante-, por sus medidas físicas, por su conducta frente al ser humano -desde la evasión escurridiza hasta la confianza- Son tímidas o impertinentes, un tesoro biogeográfico celosamente protegido por la legislación. Y, por fin, no menos protegido, y hoy objeto de cuidadosísimos estudios, un sapillo balear endémico, llamado en catalán ferreret -herrerillo- (Alytes muleten-sis), es un auténtico fósil viviente, que fue redescubierto y descrito vivo para la ciencia en Mallorca en la década de los ochenta por los naturalistas locales.

NATURALIZA Y PAISAJE

Los paisajes naturales de Eivissa y Formentera

Lo anterior resume los rasgos generales de la naturaleza balear, en cuyo marco caben perfectamente las Pitiusas, Eivissa y Formentera. Entonces, ¿qué las diferencia de Mallorca y de Menorca? ¿Cuál es el origen de su indiscutible atractivo? Para Formentera, la respuesta a esta cuestión es obvia: el tamaño reducido, pues sólo cuenta con unos 80 km2

de superficie; aquí es posible contemplar, por ejemplo a medio camino de ascenso por carretera hasta la Mola, casi todo el perímetro litoral, así como la costa meridional de la isla de Eivissa. Y en consecuencia comprender física \ y psicológicamente el significado " del concepto "isla". También Eivissa (540 km2 de superficie) es menor que Mallorca (3.640 km2) y Menorca (701 km2). El entorno aparece más comprimido y cercano, y Verderón las condiciones ambientales se refuerzan y concentran, especialmente la influencia del mar, que incluso ha creado formas de explotación económica tradicional, hoy anacrónicas (las salinas, la pesca de bajura, el consumo de aves marinas y de rapaces, tanto de huevos como de pollos y ejemplares adultos, el cultivo de hortalizas en suelos arenosos, la elaboración de tiras de pescado secadas al sol, entre otras). Puede que se trate sólo de percepciones, pero en las Pitiusas uno admira un paisaje fuertemente modelado a la vez por la actividad del ser humano y por la del mar. Sin olvidar la luz restallante en un cielo azul nítido, la casi permanente sensación de sequía, la prístina claridad de sus aguas marinas. Así, su naturaleza nunca espectacular responde al tópico esencialmente mediterráneo, incluido el aroma de los pinos que dieron nombre a estas islas en los textos geográficos clásicos.

Las Pitiusas son, pues, un bellísimo compendio de la naturaleza

balear y del paisaje mediterráneo. Al estar situadas al suroeste del archipiélago, su clima es aún más seco, mucho menos lluvioso; su roca más clara -en Formentera casi desnuda-, su vegetación más áspera; más poderosa la insolación; más tremendos, en su caso, los efectos del temporal marino en el canal que separa las dos islas: en Formentera se pirateó antaño con los restos de los naufragios provocados. O eso dice, por lo menos, cierta leyenda negra... El clima de las dos islas es francamente semiárido. El pino, el acebuche y la sabina son las especies arbóreas dominantes, más el consabido

estrato de pequeños arbustos olorosos: romero, lentisco, adelfa, jaras,

enebros, etc. En este habitat viven el lirón careto (Efyo-mis quercinus) y una musaraña o raí grilL rata

grillo, en el habla local catalana (Crocidura russula), además

común, de una forma endémica de gineta. También los habituales

pájaros de garriga mediterránea: abubilla, verderón, jilguero, currucas, paloma torcaz, pinzón, cernícalo, el estival y nocturno autillo.

El paisaje natural de Eivissa

En Eivissa pueden diferenciarse algunas unidades ambientales. Primero, el noroeste montañoso, llamado localmente Es Amunts, aún con una relativamente buena cubierta boscosa y con una costa

Costa de Els Amunts.

brava en general acantilada, aunque sin grandes alturas; Na Xamena y penyal de S'Águila, con cabos que en el conjunto ibi-cenco resultan notables: punta de Sa Creu, cap de Rubio. En segundo lugar y en toda la isla, el variado y siempre irregular litoral de costa baja rocosa (el lado oeste de la bahía de Sant Antoni, o la punta Arabí, en Santa Eulária des Riu), playas largas o cortas (cala Bassa, cala de Sant Viceng, platja d'en Bossa, cala Llenya) y calas a veces recónditas, a veces abiertas (cala d'Hort, Es Pou des Lleó, cala Xarraca, Benirrás). Luego, los bellos islotes de muy diversa superficie y apariencia que salpican el mar próximo como Tagomago, En Bosc, S'Espartar, el imponente Es Vedrá y su comparsa Es Vedranell, Es Freus y tantos otros situados a poniente y levante de la isla mayor.

En los acantilados de Es Amunts y en algunos islotes crían los halcones de Eleonor, de vuelo grácil y cuerpo estilizado, los mismos que luego hibernan en las costas de Madagascar y otras islas del océano Indico. Su migración es un misterio aún. Otra unidad ambiental notable la forman las lagunas naturales y los estanques de extración de sal marina en la gran zona húmeda del sur de Eivissa, Ses Salines, con sus bellísimas y largas playas de piedras redondeadas por la acción del mar (Es Codolar) o de arena fina y blanca (Es Cavallet y Ses Salines). Finalmente, la zona interior de la isla, muy humanizada por usos agrícolas, salpicada de caseríos rurales y de las pequeñas y singulares parroquias, con algunos interesantes valles en cubeta generamente cultivados, por ejemplo: Es Pía de Corona y el Clot d'Aubarca, y con las menudas pero abruptas sierras de Ses Fontanelles (400 m), Es Puig Gros (415 m) y Sa Talaiassa (450 m), las más altas de la isla.

Sabina,

Interior de Eivissa.

El paisaje de Formentera

En Formentera, la altura máxima es de apenas 190 metros, en el cap de La Mola, al este. Tanto los acantilados de La Mola como los del promontorio del cap de Barbaria, al suroeste, son imponentes: el tono del paisaje es rocoso y soleado, árido, marcado por una intensa erosión, con escasos retazos de bosque y de garriga clara que siempre, en verano,

cuenta con el persistente eco de las cigarras. En las grietas, repisas y cuevas de estos acantilados crían las pardelas baleáricas (Puf-

finus mauretanicus), una forma endémica cuyos huevos, pollos y

adultos, incluso, eran objeto de arriesgada recolección y captura

excesiva hasta mediados del siglo pasado. Se cocinaban en guisos que seguramente sólo el hambre permitía comer. En Formentera,

además de estos cantiles, los puntos singulares del paisaje natural son las playas de Ses Salines -bordeando la estrecha punta de Trocadors, al norte-, de cala Saona (recogida al poniente) y de Mig-jorn (sur); y el último bosque conservado en el istmo que une aquellos promontorios. También, la punta Prima, con acantilados de medio centenar de metros sobre aguas clarísimas. Y, naturalmente, las salinas ya abandonadas y los grandes estanques llamados d'es Peix (del pescado) y Pudent (hediondo). Finalmente

NATURALEZA Y PAISAJE

los islotes que casi unen el norte de Formentera con el sur ibicenco: S'Espal-mador, S'Espardell, los menudos Freus, y otros.

En Formentera, además de la encina, en los últimos reductos boscosos, y el pino y la sabina en las dunas, hay un árbol que define el paisaje: la higuera, cultivada tradicionalmente. Hay ejemplares de tamaño sorprendente en esta pequeña isla: son las llamadas figueres de Can Toni Mestre. Las estacas, más de doscientas, sostienen sus ramas descomunales y evitan su ruptura a causa de su enorme peso y desarrollo. En la sombra que esta bóveda de ramas produce, se refugian del inclemente sol las ovejas. El bosque casi ha desaparecido en esta isla. Fue

H M H Ü I

Interior de Formentera.

talado indiscriminadamente a principios del siglo XX, hasta el punto de que el llamado bosc del Rei, en el promontorio del cap de Barbaria, desapareció en pocos años. Hoy la roca presenta una desnudez sobrecogedora, sólo adornada con secos asfódelos, raquíticos romeros y algunos endemismos botánicos insulares. En el lugar llamado Tanca d'Allá Dins (algo así como "cercado de allí dentro"), en el camino de Sant Francesc a Barbaria, vive una de las grandes sabinas de Formentera, catalogada y protegida por las autoridades medioambientales de las Baleares. Tiene más de cinco metros de alto, y el diámetro de su copa es de casi nueve metros. Se dice que tiene más de cien años de edad. La mayor sabina, sin duda,

es la llamada savina de Ses Salines, de más de 500 años y con un diámetro de copa de más de once metros; su altura supera los siete y medio, y el perímetro de su tronco es de casi tres metros: es la mayor de las Baleares. Por cierto que en Can Vicent des Torrent, también en Formentera, hay una encina mucho mayor que las otras encinas de las Pitiusas, siempre necesitadas de humedad y de temperaturas más suaves en verano.

Tanto en Eivissa como en Formentera y en casi todos los islotes, incluidos alguno de los más pequeños, habitan singulares colonias de la lagartija de las Pitiusas (Podareis pityusensis). Cada isla e islote cuenta con una subespecie endémica. Su evolución diferenciada ha sido

y es objeto de interesantes investigaciones científicas. Son de variada coloración, desde el verde brillante hasta el negro metalizado, siempre ágiles y huidizas, aunque algunas son confiadas hasta el extremo de comer de nuestras manos o de introducirse en nuestras bolsas en busca de comida o líquido. Su vida está sometida a condiciones extremas de aislamiento; además sufren el salitre del mar, la escasez de vegetación. Se alimentan de polen, néctar, restos de cadáveres de aves, insec

tos. Incluso parece documentado el canibalismo sobre ejemplares jóvenes de la especie. Naturalmente, es una especie estrictamente protegida por la legislación conservacionista nacional e internacional.

El litoral

Como en todas las Baleares, el litoral cuenta con zonas rocosas de baja altura y con acantilados poderosos, aunque de dimensión modesta. Y, naturalmente, con calas y playas de belleza reconocida por turistas de cualquier época y procedencia. Además, numerosos islotes contribuyen a enriquecer la bella sinfonía paisajística de las Pitiusas. El litoral

presenta, pues, una gran variedad morfológica. En las rocas crecen pequeños endemismos vegetales adaptados a la permanente aportación de aerosoles marinos; estos vegetales adoptan formas redondeadas, de pequeño porte, que reciben diversos nombres catalanes: eixorba-rales, coixinets, socarrells, saladines. Suelen tener finas y agudas hojas espinosas, para no perder agua bajo la interminable insolación diaria; otros, como el hinojo marino, engordan sus hojas con reservas de agua. Un poco más al interior crecen, especialmente en los suelos de arena móvil, dunas, o en las mismas dunas ya geológicamente sedimentadas y endurecidas (cuando ya forman la roca de arenisca, llamada mares en catalán, usada tradicionalmente en la construcción), las imponentes y siempre atormentadas sabinas (savines), los enebros (ginebrons), los pinos (pins), la pistacia (mata). También el aire marino cargado de sales modela las copas de estos árboles, y el viento llega a retorcer sus sólidos troncos. La madera de la sabina fue utilizada en la construcción, dada su extraordinaria resistencia a la corrupción y a su buena laborabilidad.

Los más importantes acantilados de las Pitiusas se encuentran en Els Amunts y en Formentera. Allí se encuentran rincones de verdadera costa brava, con preciosas calas hoy urbanizadas, el Port de Sant Miquel, la playa de Sant Viceng, los arenales de Portinatx, y Xarraca, o aún bien conservadas como Benirrás y el caló d'en Serra. Alguna de estas calas, con playa de cantos rodados, son accesibles solo a pie, como cala Jone o el pequeñísimo caló des Moltons, junto a la bahía de Sant Miquel. Queda en Els Amunts un amplio y denso bosque de pinos y especies ya citadas antes. Pequeñas plantas acompañan a estos árboles y arbustos: la ginesta endémica, menudas orquídeas de sorprendentes colores, la lechetrezna, rojiza en verano, verde en las primaveras de verano e invierno,

la rara Silene hifacensis, que se consideraba extinguida y que ha sido reencontrada en los espacios naturales ibi-cencos. En las playas, y casi en la orilla, crecen cardos marinos, lirios de mar y matas de gramíneas de abundante cabellera, el borró. Son plantas que sufren en algunos casos el trasiego excesivo de bañistas y paseantes. Por ejemplo en las playas del sur de Eivissa, como la muy conocida playa nudista de Es Cavallet, en las casi virginales playas del norte y sur de Formentera: Ses Metes, Llevant, Mig-jorn, la platja de S Alga, o en el islote de S'Espalmador. También en las playas veremos correr a las lagartijas endémicas. Una breve masa forestal de sabinas separa la playa del interior.

Cala Boix (Eivissa).

Los islotes

En los islotes, desde los más extensos como Tagomago (90 ha, con una altura máxima de 116 metros), S'Espalmador (147 ha), Sa Conillera (100 ha) o el que tiene la imponente figura de un volcán emergido y abrupto, de relieve casi impenetrable por el ser humano, Es Vedrá, que alcanza una altura de 381 metros en sólo 62 hectáreas de superficie, hasta en las más pequeñas, Es Daus, Negres, etcétera (algunas miden poco más de media ha), viven, o mejor sobreviven, las lagartijas endémicas, además de una reducida pero interesante fauna de invertebrados también endémicos, especialmente caracoles (¡berellus pityusensis, Troclioidea

NATURALEZA Y PAISAJE

ebusitana) y coleópteros (Alphasida ibi-censis). La vegetación vive someramente en estos islotes, sufriendo condiciones durísimas de salinidad, viento, insolación y sequía. Hay también notables ende-mismos, como pequeños ajos silvestres, las ya citadas saladines o cojinetes espinosos, pequeños Lotus, y otras. Gaviotas de Audouin y gaviotas argénteas, además de petreles y pardelas cenicienta (Calonectris diomedea) y balear (Puffi-nus mauretanicus), crían en alguno de estos islotes. Las islas sirven de lugar de reposo y avituallamiento a las aves miradoras: codornices, collalbas, petirrojos, colirrojos, zorzales, papamoscas, según las estaciones. La abundancia de aves en alguno de los islotes nitrifica su suelo en exceso y favorece el desarrollo de algunas plantas adaptadas.

Tradicionalmente, estos islotes han sido usados por el hombre. Aveces con finalidades macabras: en la isla des Pen-jats, se ahorcó a algunos cabecillas de las revueltas de las Germanías en el siglo xvi. Otras veces como lugar de recolección de vegetales, el esparto en el islote de S'Espartar, o como lugar para engordar ganado, especialmente cerdos y cabras: Es Vedrá, Sa Conillera. La leyenda local quiere que Aníbal naciera en esta última. En algunas hay faros modernos o antiguas torres de defensa; en S'Espal-mador hay un estanque de aguas salobres de 9 hectáreas y preciosas playas que los navegantes frecuentan: Sa Senyora, S'Alga, Sa Torreta. En Es Vedrá se elaboró carbón vegetal, pues su cubierta arbórea era relativamente importante: sabinas, laurel, pistacia, palmito (Chamaerops humi-lis); aún crían en sus cantiles decenas de parejas de halcón de Eleonor y alguna pareja de halcón peregrino, además de gaviotas argéntea y de Audouin, pardelas y paíños o petreles. En la punta de Sa Bas-torre en Es Vedrá permanecen los restos desordenados de un viejo nido de águila pescadora, hoy desgraciadamente extinguida en las Pitiusas. Todos los islotes de Eívissa y Formentera gozan de protección urbanística y algunas forman parte

Panorámica de la costa norte (Eivissa).

de reservas (Es Freus) o futuros parques naturales (Es Vedrá y otros islotes del poniente insular).

El mar protegido

En el mar pitiuso hay una reserva marina, creada especialmente para proteger inmensos prados submarinos de posidonia y de zoostera, las conocidas popularmente con el nombre de alpes. La posidonia tiene largas y finas hojas ondulantes. En estos prados desovan y se refugian numerosísimas especies de vertebrados e invertebrados marinos de las zonas litorales aún iluminadas por la luz solar. Normalmente suelen crecer en fondos de arena, y en otoño, las hojas largas de la posidonia caen - se trata de una planta fanerógama adaptada a la vida marina- y son arrastradas por el oleaje hasta las playas, donde se acumulan en grandes cantidades. El alga amontonada protege las playas de los arrastres de la arena en los temporales del otoño. El alga era recogida antaño por los campesinos, puesto que servía como cama para el ganado y como abono orgánico en los campos agrícolas. Incluso se usaba como aislamiento en el techo de las casas rurales. Caballitos de mar, cangrejos y cigalas, la larga nacra, almejas, bandos de

i

salpas, llobarros y obladas viven en, sobre y de estas extensas zonas de algues. Lo mismo que arañas, rayas y torpedos, que se ocultan enterrados en la arena. La reserva marina de las Pitiusas comprende el espacio marino comprendido entre los islotes, o freus, que casi unen Eivissa y Formentera, la punta des Jondal y la punta de Sa Mata, en el oeste y levante de Eivissa, respectivamente, y la punta Gavina y la punta Prima de ambos lados de la isla de Formentera. En la reserva no puede practicarse la pesca, a excepción de la autorizada por la normativa reguladora propia del lugar.

Las Feixes de Vila: un habitat en recuperación

Ses Feixes son a la vez un espacio natural, hoy en proceso de conservación definitiva, y un paisaje agrícola singular, único en las Baleares. Se trata de las últimas franjas de uso agrícola en la zona húmeda existente hasta hace varias décadas al pie de la capital de Eivissa, también llamada simplemente Vila (ciudad) por los ibicencos. El humedal comprendía dos grandes marismas o prats: el prat de Vila y el prat de Ses Monges, junto a la playa de Talamanca, rodeando la bahía del puerto de Eivissa. Ambos prats estaban unidos por un brazo de marisma hoy sepultado bajo el asfalto y el cemento de las sucesivas ampliaciones urbanas. Desgraciadamente, también el prat de Vila tiende a la desaparición. El uso agrícola

Reserva Natural de Ses Salines.

de Ses Feixes se remonta a la época de la dominación árabe y cuenta con un curioso sistema de riego por capilaridad -utilizando ramas de pino colocadas en capas, por ejemplo-. Las franjas se comunican mediante una canalización que incluye sorprendentes acequias de madera enterradas en el suelo de barro. A cada feixa o porción, le corresponde el rasgo etnológico de un portal de adobe pintado de blanco, de forma muy característica. Los pocos que aún se mantienen en pie son un verdadero tesoro de la arquitectura popular ibicenca. Los mejores y casi únicos carrizales de la isla se encuentran aquí y cobijan una importante variedad de especies de pájaros migradores, estivales, hibernantes y sedentarios. Se han contabilizado hasta ahora casi centenar y medio de especies, lo cual, dado lo reducido del lugar y su proximidad a un centro urbano, lo reva-loriza ecológicamente. Existe un ambicioso proyecto de recuperación ambiental y etnológica de la zona, incluido en la declaración de la capital ibicenca como Patrimonio de la Humanidad.

Reserva Natural de Ses Salines d'Eivissa y Formentera y d'es Freus

Esta reserva, la primera y más importante de las Pitiusas, es una de las áreas ambientalmente más interesantes de las Baleares. Comprende largas playas de cantos rodados, Es Codolar, frente al aeropuerto, o de arenas finísimas como

por ejemplo las de la punta d'es Trocadors en Formentera o la playa d'es Cavallet y de Ses Salines en Eivissa, bellos islotes -Es Daus, Negres, S'Espalmador, Es Penjats, etc.-, densos pinares y sabinares costeros y, especialmente, las grandes zonas húmedas de Eivissa y Formentera. La reserva incluye la zona sur de la isla de Eivissa y el norte de Formentera, con los islotes de Es Freus, situados en el canal marino entre ambas islas, y su litoral corresponde a la reserva marina

NATURALEZA Y PAISAJE

antes descrita. En toda el área la biodi-versidad de flora y fauna es muy notable, con abundantes endemismos: la lagartija, los ajos silvestres, coleópteros y caracoles, entre otros. Su protección legal significó la satisfacción de una vieja reivindicación ecologista, mantenida con tenacidad por los grupos conservacionistas locales en las tres últimas décadas del siglo pasado. Ses Salines, por si fuera poco, es también parte de la más esencial tradición pitiusa: por fuero real, todos los habitantes de estas islas gozaron durante siglos del privilegio de poder usar la sal que quisieran libremente. Luego, trapícheos aún no esclarecidos de desamortizaciones, compras y traspasos de propiedad seguramente irregulares, llevaron al control privado de la explotación de las salinas, con lo que el

Cala Llenya (Eivissa).

pueblo pitiuso se sintió ultrajado al perder sus derechos sobre la sal. A la reivindicación ecologista se unió el deseo de recuperar un patrimonio económico colectivo, un antiguo derecho.

Hoy, las salinas siguen funcionando privadamente y por fin los sistemas ambientales, los estanques y lagunas de las dos islas, las playas y dunas, los bosques de la punta del cap de Falcó, las garrigas de la punta de Sa Torre, los islotes, gozan de absoluta protección. Las aves acuáticas frecuentan, como es natural, los humedales: gaviotas, correlímos, archibebes, cigüeñuelas y otros limíco-las, además de anátidas como ánsares,

ánades reales, cercetas, etc. Los flamencos criaron aquí hasta el siglo XVIII. Ahora, en el estany des Peix de For-mentera, incluido en la reserva, se investiga el efecto anticancerígeno de un tunicado, Ecteinascida turbinata. Y en el estany Pudent se censa cada invierno la mayor concentración de pequeños zam-pullines (Podiceps nigricollis) del occidente europeo. En el este del estanque, además, hay un monumento arqueológico antiquísimo, un dolmen llamado Ca na Costa: da testimonio de la antiquísima ocupación humana de estas islas.

Calad'Horty otras zonas protegidas

Tal vez en el momento en que el lector consulte esta guía el parque natural

de cala d'Hort e islotes de poniente (Sa Conillera, Es Bosc, S'Espartar, Ses Bledes) ya sea una realidad. Actualmente el proyecto sigue su tramitación legal. El parque comprenderá la costa suroccidental de Eivissa entre aproximadamente cala Vadella hasta el sur en la punta de cala Jondal, incluyendo la bella cala d'Hort, la brava punta del cap de Llentrisca, los sobrecogedores islotes de Es Vedrá y Es Vedranell, y por el interior las modestas y bravas sierras de Sa Talaiassa en el municipio de Sant Josep de sa Talaia,

con una importante cubierta forestal. Pero, además, en las Pitiusas hay otras áreas naturales de especial interés (ANEIS) y algunas zonas de especial protección para las aves (ZEPAS) que cuentan con algún tipo de protección legal, lo que asegura la conservación de sus hábi-tats, especies y paisajes. Destacaremos naturalmente los islotes de levante (Santa Eulária, Rodona, Es Cana), los de poniente (Ses Margalides, Es Bosc, S'Espartar) y Es Amunts, todos espacios ibicencos; el cap de Barbaria y La Mola, en Formentera y la serra Grossa, una sierra de pequeños montes aislados en el interior de Eivissa.

HISTORIA Y ACTUALIDAD

Prehistoria y primeros pobladores

Una extraña muralla defensiva a base de grandes piedras situada en algún lugar de La Mola de Formentera (Sa Cala, frente a los acantilados marinos del promontorio) ha inducido a los arqueólogos a considerar como conflictivas las relaciones entre los diversos clanes o grupos que debían poblar esta pequeña isla en el último milenio anterior a la era cristiana. Especialmente, porque la muralla parece estar orientada hacia el interior y no hacia el mar, como sería de suponer en previsión de invasiones foráneas. Un sepulcro megalítico, el de Ca na Costa, junto al estany Pudent de Formentera, casi el único resto de este tipo de construcción en las Pitiusas, indica una segura ocupación estable en Formentera hace unos 4.000 años, aproximadamente. Hay trazos aún discutidos de pinturas rupestres en Eivissa: la cova des Vi, en las proximidades del cap Nunó, en la bahía de Sant Antoni de Portmany. Y poco más. Contrasta en este sentido la escasez de monumentos de estas primeras épocas de ocupación humana de las Pitiusas, cuando en Mallorca y Menorca floreció una espléndida y peculiar cultura mega-lítica que dio origen a espléndidos taiaiots, enigmáticas taules y navetes. En Formentera, el cap de Barbaria conserva restos de construcciones muy antiguas -¿viviendas temporales o fijas?- y evidencias de ocupación de cuevas como la cova des Fum o la cova des Riuets, en La Mola. Hubo seguramente bases de comercio y aprovisionamiento en Eivissa y Formentera para los primeros navegantes mediterráneos, aunque no haya segura constancia arqueológica.

La cultura púnica y la huella romana

Puede suponerse que los fenicios se establecieron definitivamente en las Pitiusas a partir del siglo VII a.C, aunque

parece ser que por diversas razones aún no esclarecidas -falta de agua, aislamiento, etc.-, Formentera fue abandonada y despoblada por un tiempo, hecho que se repetirá a lo largo de su historia particular. Las islas Baleares debían de tener su importancia en las rutas comerciales de la época. Los primeros cosmógrafos aluden a ellas y las citan con nombres curiosos, míticos. Así, y en los casos de Eivissa y Formentera, Agatemer, un geógrafo griego del III o ll a.C, menciona que la más grande de las Pitiusas recibe precisamente el nombre de Pitiusa (isla pinosa) y que es la única habitada. Estra-

Portal de ses Taules.

bón (año 60 a.C.) comenta que Ebusus (Ibiza) tiene una ciudad del mismo nombre y que por el contrario Ophiusa (la isla de las serpientes) está deshabitada. Otros cronistas (Pomponio Mela, Plinio el Viejo) insisten en la condición de lugar de serpientes de Formentera, extremo nunca comprobado por los naturalistas de hoy. En verdad no hay serpientes en la isla. Á Formentera se la llamó Colu-braria, antes de ser llamada Fermente-llam o Frumentaria (isla del trigo), origen de su actual nombre. Ebusus, Ibusim

HISTORIA Y ACTUALIDAD

Museo Arqueológico de ¡biza.

o Ebusim debe su nombre al Bes púnico, un diosecillo al parecer egipcio de carácter algo variable, protector de partos y cosechas, por cierto, un dios que tenía poder sobre las serpientes. La isla de Bes. Aunque sea Tanit, sin embargo, la divinidad púnica por excelencia.

Hoy los turistas compran figuras de cerámica de la diosa Tanit que siguen el modelo de las numerosísimas piezas de terracota halladas en los importantes yacimientos púnicos de Eivissa, entre los que destaca el imponente Puig des Molins, en Eivissa capital, una necrópolis utilizada durante siglos. Tanit es la Astarté semítica, relacionada con lo femenino, con las fases lunares, con la reproducción. La cultura púnica marcó el pasado ibicenco de modo imborrable, y su recuerdo se revitalizó en los años hip-pies de Eivissa y Formentera. Muchas niñas y mujeres ibicencas se llaman, desde entonces, Tanit. El museo arqueológico del Puig des Molins muestra muy didácticamente la importancia de esta cultura básicamente comercial, que tiene otros interesantes yacimientos en la cova des Culleram (Sant Vicenc, de sa Cala), en Puig d'en Valls (Santa Eulária) y en la isla Plana. Los púnicos ibicencos comerciaron con cereales, ganado, píeles y sal, que ya obtenían en las salinas del sur de la isla, y su capacidad económica y política era tai que llegaron a federarse con los romanos, incapaces de dominarlos por la fuerza. Sólo a partir del 74 d.C.

Eivissa pasa a ser parte de la provincia Citerior Tarraconensís. El monumento arqueológico más interesante de esta época se encuentra en Formentera: el castellum de Can Blai (III-IV d.C). Estatuas romanas adornan ahora el Portal de ses Tules de Vila. El nombre de Sant Moni de Portmany procede del puerto occidental que los romanos establecieron en la bahía de Sant Antoni: Portas Magnas.

Árabes y cristianos

Los vándalos (455 d.C.) y los bizantinos de Belisario (535 d.C.) incorporaron sucesivamente las Baleares a sus dominios. Por aquel entonces, las Pitiusas habían sido agregadas a las Baleares, perdiendo su nombre diferenciador y desapareciendo de las crónicas. Incluso Formentera desaparece, pues es considerada tan sólo como un apéndice de Eivissa. El archipiélago completo fue apetecido por los conquistadores árabes en expansión por el norte africano y el Mediterráneo, a partir del siglo VIH d.C. Los normandos también contribuyeron a la historia local con un ataque documentado en el 859 de nuestra era y otro relatado en una saga del 1108. De esta incursión procede la leyenda de la cova des Fum en La Mola de Formentera: los normandos formaron una gran hoguera en la entrada de la cueva de este nombre y ahogaron en humo a los árabes que se habían refugiado en ella.

En el año 902 las Baleares fueron reconocidas como las islas orientales de Al Andalus, como parte del califato de Cór

doba. Durante trescientos años las Pitiusas, o Yebisha, sufrirán los ava-

tares de las tierras andaluzas: fragmentación y disputas entre taifas, dominio sucesivo de almorávides y almohades. Incluso tendrán perí

odos de independencia política y reino propio, convirtiéndose en lugar

.

de refugio para poetas y pensadores de las culturas beréber y árabe. En estos siglos se establecen alquerías, donde se cultivaban higueras, olivos, vides y trigo; se criaban caballos en Mallorca, mulos en Menorca y bueyes en Formentera, y se edifican los primeros lienzos de la muralla de Vila.

Los pisanocataianes derribaron la muralla en su sangriento saqueo del 1114. Fue, en realidad, una Cruzada que contó con la bula del papa Pascual II y con el apoyo financiero y militar de Ramón Berenguer III, conde de Barcelona. Los catalanoara-goneses temían al corso procedente de las Baleares. Los ataques piratas eran fre-

En la arquitectura popular de ¡biza perdura la cultura árabe.

cuentes en las rutas comerciales del mar Mediterráneo occidental. Por eso la decisión de invadir las islas y eliminar sus bases fue lógica, aprovechando además la pérdida de cohesión del mundo andaluz después de la derrota de las Navas de Tolosa en 1212. Guillem de Montgrí, Nuno Sang y Pedro de Portugal conquistaron las Pitiusas en 1235. Antes, Jaume I había conquistado Mallorca, entrando triunfante en Palma a finales de 1229. Menorca, que había sostenido pactos y alianzas con los reinos cristianos, fue definitivamente incorporada a éstos, por conquista, en

1287, por Alfons el Magnánim o el Liberal. Los musulmanes baleares fueron expulsados, eliminados físicamente o sometidos a esclavitud. Guillem de Montgrí, en realidad arzobispo de Tarragona, dividió Eivissa en partes que cedió a sus aliados y estableció fueros locales que, entre otras cosas, libraban a los pobladores cristianos de las Pitiusas de imposiciones fiscales o les cedían derechos sobre la sal, reservándose la jurisdicción sobre los estanques, además de concederles privilegios políticos y libertades. Naturalmente, estos privilegios respondían al deseo de repoblar las islas cuanto antes. Por aquel entonces, el temor a las revanchas árabes y los períodos de hambre o de peste despoblaron Formentera otra vez.

La Edad Media

Los historiadores hablan de tiempos oscuros al referirse a la Edad Media ibi-cenca. Formentera, sin población, y Eivissa repoblándose lentamente con inmigraciones catalanas estimuladas por aquellos privilegios forales. Además, fuertes rivalidades entre los gestores de las Pitiusas, pertenecientes a la Iglesia, en concreto al arzobispado de Tarragona, que fue el promotor privado de la conquista cristiana de las Pitiusas dadas las dificultades de los reyes de Aragón para emprender la tarea, y las pretensiones de estos últimos. Las fricciones, aumentadas por los conflictos entre los herederos de Jaume I, titulares de los reinos de Aragón y de Mallorca, atemorizarían a la población durante decenios, por lo menos hasta la pérdida de autonomía del Regne de Mallorca. Mientras, en el siglo XIV, parece ser que se sostuvo en Formentera una esporádica comunidad de agustinos, y la peste diezmó la población de Eivissa en el 1348. Pedro el Ceremonioso concedió patente de corso a los ibicencos para compensar sus pérdidas y sus temores. Los árabes intentaron recuperar las islas, atacando Portmany (Sant Antoni) en 1383, tal vez el ataque

HISTORIA V ACTUALIDAD

más severo, y probaron suerte en Balan-sat (Sant Miquel), en los molinos de Santa Eulária des Riu y también en Ses Salines.

La situación fue, pues, difícilmente sostenible durante siglos. Eivissa resistió con fortuna, pero cuando González Clavijo pasó frente a Formentera en su viaje al país del Gran Tamerlán en 1403 describió una isla despoblada. Esclavos árabes fugitivos de Eivissa recalaban en el islote de S'Espalmador antes de perderse en el mar o de ser capturados por sus perseguidores.

Del año del contagio al siglo de las parroquias

Eliminado el temor beréber y turco después de Lepanto y desplazado el interés por la navegación comercial al Atlántico, después del descubrimiento de América, las Baleares pasan por una etapa económica recesiva y por un período histórico algo ajeno a la península. Sus conflictos son interiores: rivalidades entre estirpes de la nobleza y la naciente burguesía local, o entre los habitantes de las capitales y el campesinado. Así, las Germanías, con revueltas sangrientas e importantes. Además, 1652 fue un año terrible: otra gran peste diezmó la población de Eivissa. Fue "l'any del contagi" (el año del contagio). La sal se acumuló en Ses Salines, pues ninguna nave comercial se atrevía a acercarse a Eivissa. El corso se impuso de nuevo como activi-

Naves italianas del siglo XVI utilizadas para el comercio en el Mediterráneo.

dad económica de supervivencia que proveía de esclavos, diferentes bienes de consumo o monedas capturados en los abordajes y asaltos. Los astilleros ibi-cencos tuvieron trabajo por largo tiempo. En 1697 se ocupa de nuevo Formentera. En estos tiempos se alzaron nuevas murallas en Vila, protegiendo la catedral iniciada en el XIII y la sede de la Universi-tat o gobierno local, y torres de defensa en la costa: la torre de Ses Portes, en Ses Salines, la torre del Cap del Jueu, frente a Es Vedrá, o Sa Torreta en el islote del mismo nombre, frente a S'Espalmador de Formentera, entre otras.

El Decreto de Nueva Planta (1715), tras la Guerra de Sucesión, implicará la pérdida de la autonomía de las islas, aus-tracistas, frente al modelo borbónico y centralista castellano, lo que producirá una enorme frustración en la población local y un evidente abandono por parte de la autoridad central, especialmente porque se eliminaban de un plumazo los privilegios forales y porque las salinas de Eivissa fueron confiscadas como botín de guerra. Además, se iniciaron las levas, de las que hasta entonces los insulares estaban liberados, para los ejércitos de España. También por esta causa hubo grandes protestas y conspiraciones duramente reprimidas. Sin embargo, hay que agradecer por lo menos una iniciativa al deseo de organización política de las islas de la nueva administración: la creación de las pequeñas y hermosas parroquias pitiusas. Sant Francesc Xavier de Formentera fue comenzada en 1726, Sant Rafel de Forca, en el municipio de Sant Antoni, en 1796, Sant Joan de Labritja en 1730...

La población ibicenca ha sido, y es, tra-dicionalmente dispersa. El espíritu ilustrado, con su afán ordenador y racional, intentó crear focos de atracción para la población, creando pequeñas iglesias, las mismas que hoy los turistas fotografían como curiosidad arquitectónica, las que definen el rasgo quizá más identifi-cador de la geografía humana pitiusa, aunque no pudieran satisfacer el obje-

tiro inicial de agrupar la población. Incluso hoy, la tendencia sociológica del ibicenco es la dispersión, el aislamiento, el no compromiso en campañas comunes. El caso de la reivindicación de Ses Salines fue, en realidad, algo insólito. Tal vez ese mismo individualismo, el deseo inconsciente de no entrometerse en la vida de los demás y de no dejar que nadie se entremeta en la suya permitió el exotismo del primer turismo hippie en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX. No obstante, en Eivissa y Formentera funcionan también clanes y grupos familiares de poder. Son islas mediterráneas. Otras iglesias aprovechan capillas anteriores; por ejemplo, la estructura de fortaleza de la iglesia del Puig de Missa, en el núcleo viejo Santa Eulária des Riu, es del XVI, y está situada sobre una antigua iglesia del XIV. Sant Miquel de Balansat, también fortificada, es del XVII.

Siglos xix y XX

Ser una simple provincia, y además insular y con una cultura y lengua distinta a la oficial en un estado fuertemente centralista, implicó marginación. Margina-ción del Estado hacia las islas, la periferia en su más estricto sentido, y automarginación de la misma provincia en relación con los poderes centrales en los que sólo cabía desconfiar. Eso sucedió en España con respecto a las Baleares; situación que, por suerte, la organización autonómica tiende a corregir. Aún hoy, sin embargo, las aportaciones del archipiélago a las finanzas españolas son considerablemente superiores a las inversiones que el Estado realiza en las islas. Y para el ciudadano normal, vivir en las Baleares es mucho más caro que vivir en otros lugares de la península: el éxito de la más reciente economía insular, enriquecida por su gran desarrollo turístico y urbanístico, y el hecho de la misma insularidad, provoca estas paradojas. El Govern Balear, el Parlament y los Con-sells de las islas, las instituciones democráticas de autogobierno de las Balea-

Parroquia de Sant Joan de Labritja.

res, han solicitado desde hace años un Régimen Económico Especial que tenga en cuenta ciertas compensaciones para sus habitantes que perciben cómo los servicios y las infraestructuras baleares son peores y menores que en otras regiones o comunidades autónomas. Las estadísticas no mienten, en este sentido. Pues bien, a escala local las Pitiusas, y Menorca, se sienten a su vez marginadas de los centros de decisión situados en Palma de Mallorca.

Las causas se remontan posiblemente a principios del siglo XIX, en 1835, cuando las Baleares se constituyen en provincia única (primero con el nombre de Palma de Mallorca, luego Baleares), con capital en Palma, y se pierden definitivamente las instituciones de gobierno local, ya muy menguadas desde el Decreto de Nueva Planta. Eivissa y Formentera dejan también de ser provincia con personalidad propia. Ahora, el Reino de Mallorca, que incluía las islas Baleares, desaparece para siempre, incluso nominalmente. Pasa a ser sólo provincia. ¡Y en medio del mar, con comunicaciones muy difíciles! Recuérdese que hay ataques del corso inglés y francés a las costas de Eivissa hasta entrado el siglo XIX y alzamientos de los campesinos en 1806 y 1810. Eivissa, Formentera y Menorca son, a partir de ahora, las islas "menores" y por ello reciben menos inversiones, cuentan con menos servicios. Sus proyectos, desgraciadamente, son secundarios. El retraso económico es evidente en esta época. Los caciques locales, aliados al poder central, no permitían tampoco cambios

HISTORIA Y ACTUALIDAD

que perturbasen su hegemonía. Las salinas, cuya propiedad se había reservado el Estado desde 1715, se venden contra la voluntad popular a particulares.

Sin embargo, no debe creerse que no hay iniciativas económicas y sociales durante el XIX y principios del XX: se crean escuelas públicas, y un instituto de enseñanza media en 1928, se trazan carreteras, siendo la primera la que lleva de Eivissa capital hasta Sant Antoni (1870), se roturan nuevas tierras para el cultivo de cereales, almendro, productos de la huerta, se incrementan las comunicaciones por mar a la península, se crea el

Puerto de Eivissa.

puerto moderno (1882), se obtiene galena en minas de Sant Caries de Peralta. Eso sí, en las Pitiusas no se produce nunca una suficiente industrialización, y por ello, cierto sobrante demográfico debe desplazarse hasta otras tierras, incluidas las naciones sudamericanas (Argentina, Uruguay) o el norte de África. La emigración es un tópico ibi-cenco. Y como curiosidad diremos que la crisis financiera de 1929 en Estados Unidos provocó el regreso de ibicencos y formenterens a sus lugares de origen, con efectos muy nocivos para la economía y, especialmente, para el medio natural insular. Así, el bosc del cap de Barbaria fue talado hasta su desaparición a causa del aumento demográfico en For-mentera tras aquella gran crisis. La Guerra Civil (1936-1939) provocó nuevas emigraciones; mientras duró, y en los años inmediatamente posteriores, hubo en las Pitiusas, como lamentablemente en

toda España, dramas injustificables. For-mentera tuvo también su campo de concentración de presos republicanos.

El turismo, ya iniciado en la tercera década del XX sobre todo en Sant Antoni y Santa Eulária, salvó a partir de los años sesenta la economía insular y trazó lo que sería el camino hacia su éxito definitivo, además de marcar sociológicamente a generaciones enteras que entraron en la más novedosa modernidad desde una sociedad agrícola preindus-trial. En todas las Baleares, aunque en cada isla con un sello y un ritmo particular. En las Pitiusas, el sello lo impone al fin el movimiento hippie de los últimos sesenta y primeros setenta. La imagen de Eivissa, y la de Formentera en mayor medida, como un "paraíso" de libertad y de informalidad, paradójicamente en un país sometido a una severa dictadura política, recorre el mundo y se convierte en un reclamo de gran eficacia. El ritmo lo marcan los touroperators y el turismo de masas. Primero con un modesto turismo francés e inglés, luego con un masivo turismo alemán e italiano (Formentera), siempre con algún norteamericano algo bohemio, el sector de los servicios se desarrolla potentemente.

Hoy en día hay numerosos y bien cuidados establecimientos hoteleros y de apartamentos en ambas islas, un nuevo e interesante conjunto de pequeños hoteles rurales y agroturismos de alta calidad, restaurantes, agencias de viaje, puertos deportivos, servicios de ocio, etc. Y lo que es mejor: aún permanecen, en algunos rincones, lugares tradicionales, espacios naturales, monumentos de la arquitectura rural, costumbres, que permiten experimentar la sensación de que todo sigue un poco igual y de que las Pitiusas siguen siendo un lugar para la creación artística y para el refugio intelectual. Obviamente, estos últimos aspectos, conservar la esencia local, algo más que un simple tipismo de folleto publicitario, y la calidad de vida y del medio ambiente, es un proyecto en el que toda la sociedad insular está firmemente comprometida.

ELARTE

literatura

Una antología muy recomendable, aunque de edición un poco desfasada para el especialista, La riostra propia vea. literatura de Íes Pitiiises, de Jean Serra, describe a la perfección el desarrollo literario de los autores pitiusos en lengua catalana hasta los años ochenta del siglo XX. Cabe recordar siempre que el catalán, lengua propia del archipiélago balear, fue reprimido tanto en la Catalunya peninsular como en las Baleares por los rectores de la dictadura del general Franco y que, pese a ello y por suerte, algunos autores produjeron, aunque en condiciones muy difíciles piezas literarias muy importantes. El escritor por excelencia en Eivissa es, todavía al escribir estas líneas, Mariá Villangómez i Llobet (1913), considerado sin discusión por los demás autores como el actual patriarca de las letras ibicencas. Villangómez es autor de obras de teatro, de breves ensayos literarios, de traducciones en verso, especialmente de autores franceses como G. Apollinaire, Paul Valéry, Mallarmé, Ver-laine, Michaux, etc., y de autores en lengua inglesa como Dylan Thomas, Ezra Pound, W. H. Auden, o clásicos de la talla de Yeats y Shakespeare. Pero, su obra de creación es ante todo poética, con libros imprescindibles: EIcop a la térra (Golpe a la tierra) es poesía esencialmente pitiusa y a la vez universal. En prosa, cualquier viajero a las islas debiera conocer L'any en estampes (El año en estampas) y D'adés i d'ahir (De ayer y de hoy), sendos recorridos emocionales de Mariá Villangómez por los paisajes y el pasado reciente de Eivissa y For-mentera.

Otros autores en catalán nacidos o afincados en la isla son el citado Jean Serra (1952, nacido en Argel), crítico de acusada sensibilidad, autor de Poema al pare (Poema al padre), además de

libros de prosa poética y descriptiva: Sense anar més lluny (Sin ir más lejos), Camins (Caminos), entre otros. Antoní Mari (Eivissa, 1944) es un poeta y novelista muy reconocido y premiado en certámenes literarios en catalán y españoles (ha sido Premio Nacional de la Crítica).El camí de Varennes (El camino de Varennes) es una de sus mejores novelas. El poeta Francesc Parcerisas (1944), nacido en Barcelona, escribió sus primeros textos en Eivissa en la época hippie, y hoy es un reconocido personaje de la vida literaria catalana. Isidor Mari (1949), poetay lingüista además de miembro del grupo local UC de música folk, ha escrito inteligentes clarificaciones sobre la cuestión de la convivencia de lenguas en España. Entre las empresas editoriales locales merece ser citada Res Publica, cuyos productos son en ocasiones de un diseño muy atrevido y poco convencional.

Más clásicos, y escritos en lengua castellana, son los textos de sabor decimonónico del clérigo Isidor Macabich (1883-1973), erudito e historiador cuyo prestigio mereció el homenaje de sus conciudadanos, que lo han inmortalizado en una simpática escultura sentada. Encontrarla en un banco de una plazuela de Dalt Vila, jardines de Sa Carrossa, en la zona alta de la ciudad de Eivissa, es un juego para el paseante. Enric Fajarnos i Cardona (Eivissa, 1918) ha escrito numerosas descripcio

nes de las islas desde una emocionada memoria, como Los islotes o El puerto antiguo.

Hoy, tal vez el escritor más valorado en lengua castellana en Eivissa es el poeta leonés Antonio Colinas

(1946), vecino de la isla desde hace veinte años. Su estilo es de un gran rigor formal y conceptual. Ha sido Premio Nacional de

Poesía con poemarios como

Museo de Arte Contemporáneo (¡bita).

EL ARTE

Museo de Arte Contemporáneo (¡biza).

Sepulcro en Tarquinia. Es autor también de alguna espléndida monografía sobre las Pitiusas: ¡biza, la nave de piedra. Cabe citar, finalmente, los trabajos de investigación del historiador José Manuel Barral sobre el mundo político y cultural de la época musulmana en las Pitiusas, con especial dedicación a los numerosos poetas que la isla de Eivissa acogió por aquel entonces. Se conocen hasta ahora composiciones líricas de poetas árabes como al-Sábinni, es decir, apodado "sabina", y del que se sabe que residía en alguna alquería situada en la parte de la isla llamada Xarc, que corresponde al actual municipio de Santa Eulária. Y del pasado al presente, no hay que olvidar que en Eivissa o Formentera escribieron y vivieron a temporadas (o lo hacen aún hoy) escritores muy diversos: Jorge Guillen, Ignacio Aldecoa, Albert Camus, Walter Benjamín, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Santiago Rusiñol, Antonio Escohotado, Carlos Manzano...

Artes plásticas

Aunque sólo sea por curiosidad, hay que citar aquí, como primera producción artística de las Pitiusas, las únicas pinturas rupestres conocidas hasta ahora en ellas: se encuentran en Eivissa, en la cova des Vi, y fueron descubiertas por un arqueólogo, el abate Breuil, en el año 1917. La cueva, hoy protegida en un recinto con información al público, está situada en el cap Nunó, en el término de

Sant Antoni de Portmany. Las pinturas son trazos negros, simples, en alguno de los cuales hay quien interpreta la silueta de embarcaciones tal vez oteadas en el horizonte. Las informaciones hasta ahora recogidas sobre el origen de estas pinturas conducen a dos hipótesis: según la primera, su datación correspondería a hace unos 2.000 años, en la Prehistoria insular; la segunda las sitúa ya en el período púnico. De este período proceden las tópicas repre

sentaciones en arcilla de la diosa Tanit, del diosecillo Bes y de otras divinidades fenicias, e incluso egipcias. Hay además, conservada en los museos ibicencos, una bellísima y completa colección de joyas, objetos de vidrio y cerámica y otros materiales domésticos, de culto y funerarios de esta importante cultura. Son los primeros productos de las artes plásticas pitiusas.

Inexistente o desaparecida la producción artística plástica árabe, siempre escasa por las condiciones que impone alguna visión estricta de la religión musulmana, que impiden la creación de imágenes e incluso la creación literaria, a no ser los apólogos o los poemas, cabe citar alguna obra posterior, ya de la dominación cristiana, como es el retablo de la iglesia de la Mare de Déu de Jesús, pintado por los maestros valencianos Rode-ric y Francesc d'Osona, conservado desde su creación en, aproximadamente, el año 1500 o la más antigua Taula de Sant hume, una tabla pintada con fondo en oro que se conserva en la catedral de Eivissa y que parece ser llegó a la isla en el año 1463, pintado por Valentí Montolíu, al parecer de Tarragona. En cuanto a retablos, los historiadores del arte pitiuso destacan también el más moderno de la parroquia de Sant Josep de sa Talaia (1763), elaborado por José Sánchez de Ocaña.

Las Pitiusas son, más que tierra de pintores como Vicent Ferrer i Guasch (1919), Antoni Mari i Ribas (1906-1974), Vicent Calbet, que empezó a exponer en

1960, etcétera, un verdadero polo de atracción, lugar de acogida y también foco de expansión de trazos, luces, formas e ideas. Una completa y variada muestra de la obra de los artistas que eligieron Eivissa y Formentera como lugar de residencia temporal o permanente desde la década de 1960 se encuentra abierta al público en el museu d'Art Contemporani, situado en el baluard de Sant Joan, en la muralla de Dalt Vila. No faltan, además, galerías de arte y salas de exposiciones en las calles de Vila y de Dalt Vila, como la del pintor Jaime Lanz (plaga de Vila), la del artista o artesano Miguel Ángel (junto al Portal Nou de la muralla) o la de Ricard Bosch (carrer del Bisbe Torres). El museu d'Art Contemporani nace como colofón a una época de intensa actividad artística en la isla, donde se celebraban exposiciones colectivas como la de 1935, se formaban grupos de trabajo e inquietudes como el llamado Grupo Ibiza 59 o la Bienal Internacional de Arte de Ibiza. Aquí se pudieron contemplar obras de Will Faber, Laab, Neubauer, Antonio Ruiz, Toni Cardona, Van der Voort, etcétera. Los críticos señalan a Narcís

Puget (1874-1960) como uno de los mejores impresionistas ibicencos, amante de la luz como lo fue Sorolla. Laureano Barrau se instaló en Eivissa en 1912 hasta morir en ella en 1957, después de pintar espléndidos paisajes luministas. Los artistas locales o afincados trabajaron y trabajan la naturaleza, el paisaje y la vida tradicional de las Pitiusas. Han pintado parroquias, casas, escenas y tipos populares, paisajes interiores y marinas, además de retratos, en diferentes estilos y personalidades creadoras, sin eludir las tendencias más atrevidas e informales.

LA ARQUITECTURA

Principales monumentos arqueológicos

En el cap de Barbaria, y dispersos en un paisaje desolado y rocoso, se han excavado tal vez los más antiguos restos de habitación humana de las Pitiusas: los establecimientos megalíticos de Formentera. Se trata de irregulares recintos de piedras, con muestras evidentes de lugares de habitación muy desordenados. También en Formentera, en el yacimiento de Ca na Costa junto al estany Pudent, se encuentra un resto megalí-tico, una especie de dolmen con algunas grandes lajas calizas verticales y una curiosa laja horadada como puerta de acceso al área sepulcral. Su datación

oscila entre 1900-1600 a.C. En Formentera existe el tal vez mejor conservado resto de la ocupación romana de las Pitiusas: el castellum romano de Sant Blai, de reducida extensión. Recordemos, no obstante, que la dominación romana no fue tal: Eivissa fue ciudad federada del imperio, que no pudo en realidad conquistarla. En Eivissa, los principales restos arqueológicos corresponden a la época púnica: destaca el gran conjunto funerario del Puig des Molins, usado a partir del siglo Vil a.C, en la capital. El conjunto tiene más de 50.000 m2 de superficie y cuenta con más de 4.000 sepulcros excavados en la roca superficial, alguna de ellas visí-table en el itinerario del museu del Puig des Molins, una visita obligada. Además,

LA ARQUITECTURA

cabe citar el poblado fenicio de Sa Caleta (siglo vII a.C), el establecimiento rural púnico-romano de cala d'Hort (siglos V a.C.-Vlll d.C), con una interesante casa romana con almazara, almacenes y habitaciones diversas. Es anterior el santuario púnico de la cova des Culleram o Cuie-ram, en Sant Viceng de sa Cala (siglos v-ll a.C).

Arquitectura urbana civil y popular

El passeig de Vara del Rey, apellido de un general famoso por sus hechos en las guerras coloniales españolas en Cuba, contiene una completa muestra de edificios urbanos de los siglos XIX y XX, con fachadas de bellos portales y balcones. El paseo recibe también el nombre de S'Alamera o S'Alameda. Los más conocidos edificios son los de Can Tur y La Mutual, además del entrañable hotel y cafetería Montesol (1935), con su terraza siempre atiborrada de turistas y gente de la localidad, que lo usa como habitual lugar de citas y encuentros. Entre Vara del Rey, donde comienza el Eixample (el ensanche moderno) y las murallas se encuentran los mercados de verduras y del pescado. Éste, el pequeño mercat des Peix, es un edificio funcional de planta octogonal y tejado de teja árabe, de 1875. El mercat de ses Verdures es un poco anterior y se encuentra en la plaga de la Cons-titució, poco antes de llegar al Portal de ses Taules, que da acceso a Dalt Vila. Otro edificio de finales del XIX es el teatro Pereira (1898).

Los barrios de Sa Marina, junto al puerto, con sus calles repletas de tiendas de todo tipo en sus bajos, desde tradicionales cesterías o herbolarios hasta la boutique más informal, y de Sa Penya, construido apretadamente en el espo

lón rocoso que asoma al port d'Eivissa bajo el conjunto monumental de Dalt Vila son lo más tópico de Eivissa. Mientras que Sa Marina es ordenado urbanísticamente, con callejuelas en general llanas y rectilíneas, Sa Penya es, en cambio, un revoltijo de cuestas, peldaños, recovecos, muros salientes y entrantes que a veces confunden los límites de cada construcción, e incluso los de la vía pública. Abandonado hasta hace poco a su suerte y ocupado por gente de condición muy humilde y marginal, va siendo poco a poco recuperado gracias a intensos planes de reordenación y de restauración.

Si en Sa Penya y Sa Marina vivían antiguamente las familias de marineros, pescadores, calafates y otra gente relacionada con el mar y su economía, en el recinto amurallado de Dalt Vila tenían y tienen aún su solar las familias de la vetusta nobleza isleña y de la rica burguesía enriquecida con el tráfico marítimo y con el corso. Los caseríos son de arqui

tectura sobria y nada ostentosa. Las calles en el recinto de murallas, calles de Ponent, de Sa Carrossa, de la Soledat, el carrer Major, el de Sa Portella, Sa Costa Vella, etcétera, son un compendio de la arquitectura popular ibicenca, con calles en pendiente, muros blanqueados, tejados árabes, ventanucos a veces góticos, capillas, balcones soportados por troncos de sabina, escaleras, fuentes, tapias de jardín... Sólo por citar algunos ejemplos, señalemos que en el carrer Major (calle mayor), se encuentran las casas de Can Laudes y Can Comasema, con ventanas góticas, y Can Bardají. En la calle de Sant Ciríac, Can Arabí. En la calle de Santa Maria, Can Gotarredona, una de las familias con más solera de Eivissa; también, Can Botino, Can Llobet y Can Tur Llobera, la actual sede del Colegio de Arquitectos. Son edificios del siglo XVIII,

Sant Frúncese de Formentera.

a veces restaurados, a veces en un precario estado de conservación. Todo el conjunto de Eivissa capital es Patrimonio de la Humanidad. Quien pasee por cualquiera de las calles de los barrios viejos, Dalt Vila, Sa Penya, Sa Marina, Sa Bomba, Sa Draganeta, el puerto, comprenderá las razones de esta distinción honorífica.

Arquitectura rural

Ya se sabe que la arquitectura popular, sobre todo rural, de las Pitiusas ha sido objeto de imitaciones en todas partes. Sus formas cuadradas y sus volúmenes regulares, su perfecta acomodación al paisaje natural, las dimensiones humanas, su sencillez, en fin, ha llegado a constituir la imaginaria base de un supuesto estilo arquitectónico mediterráneo, hoy aún muy comercial en las nuevas urbanizaciones, y que probablemente tiene sus raíces en las construcciones del norte africano. Gropius, Sert, Le Corbussier, entre otros grandes arquitectos, visitaron Eivissa a principios del siglo XX y admiraron las modestas construcciones rurales: el geometrismo rústico de gruesos muros con estrechas ventanas, los porches exteriores, las escaleras, los hornos del pan, los pozos, los tejados planos, las paredes blancas. Luego tradujeron su lectura al diseño moderno e incorporaron muchos elementos ibicencos a alguna de sus creaciones. Aún hoy quedan, y en muchos casos perfectamente restaurados, edificios rurales de estilo tradicional.

Uno de los más conocidos es Can Pere Mussons, o Mossons, en Sant Llorenc de Baláfia, con sus desnudas y ocres torres de defensa emergiendo del conjunto de casas rus-ticas con un blanco de cal cegador en sus paredes. Can Ros, en Santa Eulária, alberga hoy un museo etnológico. Can Vildo tiene unos interesantes balcones y ventanas (Sant | Caries de Peralta). Can Toni

Arquitectura tradicional.

Martina, en Eivissa, Can Frare Verts en Sant Agustí, Can Parra de Can Truja en Sant Rafel de Forca son sendos ejemplos de la arquitectura rural pitiusa. El molí del Puig d'en Valls, restaurado, es el último molino harinero de Eivissa (año 1791). En Formentera quedan el molino de Sant Ferran y el molí Vell (molino viejo) de La Mola, además del molino triturador de sal, junto a las salinas. Ya hemos hablado de los singurales portales aislados que dan entrada a cada una de Ses Feixes, las miniparcelas de huerta en que se divide la zona húmeda residual junto a la ciudad de Eivissa. Cada parcela oscila entre los 15 y 40 metros de ancho por 80 a 150 de largo. La puerta de acceso es casi un esquema de lo que debe ser un portal.

Pero, además, en las Pitiusas hay una interesante colección de construcciones relacionadas con el agua, un bien en verdad escaso históricamente: aljibes, alber-cas, pozos, cisternas, acequias. En Formentera, por ejemplo, hay aljibes

fotografiados mil veces como ejemplo de estas rústicas

muestras de ingeniería popular: el de la Plaeranga y el del Monestir, en La Mola, además de múltiples pozos de dimensión variable

esparcidos por toda la isla, enjabelgados, con muretes de

piedra y picas, o sin esos aditamentos, y cerrados

con una simple puertecita. El

Detalle de una puerta en Dalt Vila.

LA ARQUITECTURA

Casa tradicional del interior de ¡biza.

cubo pende de una cuerda de cáñamo. También en Eivissa hay pozos y aljibes curiosos; tantos que incluso se han publicado libros sobre ello. El más conocido es quizás el titulado Tardes de ballades a pous i foros (Tardes de danzas en pozos y fuentes), de Joan Mari i Tur (1987), un libro que evoca los festejos que los ibi-cencos realizaban tradicionalmente junto a fuentes y pozos.

De estos lugares a veces sólo queda un resto de piedra, una pica o el cuello del pozo. Reciben nombres como pou des racó d'es ginebre (pozo del rincón del enebro), en Sant Agustí d'es Vedrá, font d'Atzaró (fuente de Atzaró), en Sant Caries de Peralta, tal vez uno de los más visitados, pou des pía des port (pozo del llano del puerto), en Sant Miquel de Balansat, pou d'en Bassetes a Sant Jordi de Ses Salines, pou de s'hereva (pozo de la heredera), en Sant Joan de Labritja. No es fácil encontrarlos, pues se encuentran siempre en fincas particulares de la ruralía ibicenca. Sin embargo, los vecinos informan siempre generosamente sobre su localización entre las distintas parcelas agrícolas. Sorprendentemente, alguna de estas construcciones se encuentra (o se encontraba, si no ha desaparecido) junto al mismo mar: pou des Pou des Lleó, en Sant Caries de Peralta.

No olvidemos, finalmente, los escars o instalaciones utilizadas por los marineros y pescadores de las Baleares para guardar las embarcaciones y los útiles de pesca fuera del mar. Constan de una rampa con troncos transversales por los

que se desliza el llaiit o liagut (embarcación costera típica, antaño impulsada con una única vela latina y luego con motor de explosión) y a veces de casetas excavadas en la roca de la orilla o hechas de simples troncos de sabina, agrisados por el salitre del mar, y con una precaria cubierta de ramaje de pino o de cañas. Hay conjuntos de escars muy pintorescos, por ejemplo, en

el Pou des Lleó, en cala Salada y en cala d'Hort (en Eivissa) y en Sant Agustí (en Formentera).

Arquitectura religiosa

Sa Tanca Vella, próxima a Sant Fran-cesc Xavier de Formentera, es una de las más antiguas iglesias cristianas de las Pitiusas, pues data de los primeros tiempos de la conquista catalanoaragonesa (siglo xiv). Es un pequeño templo de una sola nave rectangular cubierta con una sencilla bóveda de cañón, muy rústica y quizás algo alterada por la reciente restauración. Pero existen indicios de uso de un templo paleocristiano o bizantino, anterior y tal vez coetáneo a la dominación árabe, situado en la cova de Santa Agnés, situada cerca de Sant Antoni de Portmany, en los primeros kilómetros de la carretera a cala Salada. El templo de mayor envergadura es, claro, la catedral de Eivissa, un edificio gótico que corona Dalt Vila, bien protegido por las murallas renacentistas y junto al castillo. La catedral está dedicada a Santa María de las Nieves, patrona de Eivissa. Es de planta rectangular, sin capillas laterales, con muros gruesos y un recio campanario trapezoidal. Iniciada en el siglo XIV, fue profundamente reformada en el XVlll. En la plaga de la Catedral se encuentran el Palacio Episcopal y la casa de la Curia, con interesantes portales góticos. También se encuentra aquí la antigua Uni-versitat, es decir: la sede del gobierno local de la isla, abolido desde el Decreto de Nueva Planta.

También entre las murallas de Eivissa se encuentran otros edificios religiosos, en algún caso hoy dedicados a otras funciones. Así, el convent des Dominicans (XVI y XVII) acoge oficinas municipales. Destaca por sus cúpulas cubiertas de tejas árabes, dando al edificio una apariencia oriental. Y la capilla de Sant Salvador (siglo XiV) muestra los fondos del museu Arqueologic, a la espera de que puedan trasladarse al Hospitalet Vell, iglesia del siglo XV, reconstruida en el XVII. La vetusta puerta de la capillita de Sant Ciríac, patrón masculino de Eivissa, en la calle del mismo nombre, pasa por ser, según la leyenda, el lugar donde los cristianos penetraron en el recinto árabe. En el barrio de Sa Marina, ya fuera del recinto amurallado, se alza la iglesia de Sant Telm, patrón de marineros, de factura mucho más moderna.

No obstante, los edificios religiosos más bellos de las Pitiusas son sus parroquias rurales, levantadas con la intención de reunir la dispersa población isleña. Datan todas del XVIII, excepto la de Sant VicenQ de sa Cala, que ya es decimonónica, y la de Es Cubells o la de Es Pujols, en Formentera, aunque es cierto que alguna de ellas se ha edificado sobre templos anteriores o aprovechando estructuras de iglesias primitivas. Éste es el caso, por ejemplo, de la parroquia de Sant Miquel de Balansat, caracterizada por sus muros macizos y su porte defensivo, que usó el solar de una capilla del siglo XIV. Todas las parroquias tienen una apariencia común, y a la vez son diferentes, singulares. Todas tienen su porche exterior, de uno, dos o más arcos; en los porches la temperatura desciende y se silencia el ruido y el ajetreo local, el resplandor de la luz disminuye. Todas tienen sus paredes exteriores blanqueadas, sus pequeñas cruces negras, pintadas en relieve o en madera, en uno de sus lienzos deslumbrantes al sol. Todas tienen graciosas espadañas. Pequeñas capillas sin apenas adornos ni imágenes que, de todos modos, en muchos casos estarian fuera de lugar. Sant Maten

d'Aubarca, Santa Agnés de Corona, Sant Joan de Labritja, orientada a poniente, Sant Caries de Peralta, la Mare de Déu de Jesús, con su porche lateral, Sant Antoni de Portmany, con su torre de defensa y con partes pertenecientes a iglesias anteriores, destruidas en circunstancias diversas...

También la parroquia de Santa Eulária des Riu, en el puig de Missa, el núcleo antiguo de esta pequeña villa, se levantó aprovechando templos anteriores: hoy conserva un baluarte semicircular que no puede negar su finalidad defensiva. Muy modesta y antigua es la iglesia parroquial de Sant Jordi de Ses Salines (tal vez del XVI), también casi fortificada, incluso con almenas. En la de Sant Josep de sa Talaia hay una bella capella del Roser. En Formentera hay tres parroquias dieciochescas: la de la Mare de Déu del Pilar de La Mola, en cuya proximidad se reúne cada domingo un bullicioso mer-cadillo hippie; la de Sant Francesc Xavier, construida entre los años 1726 y 1736, también semifortificada y con un patio lateral con cisterna propia, tal vez para resistir asedios, y la de Sant Ferran de ses Roques, más reciente, pues data de finales del XIX, y caracterizada, caso único, por tener planta de cruz latina.

Parroquia de Santa Agnés de Corona.

LA ARQUITECTURA

Obras militares y de defensa Han sido varios los recintos amuralla

dos de la ciudad de Eivissa: púnicos, tal vez romanos, árabes, luego cristianos. De éstos quedan sólo trazos, algún lienzo disimulado en las actuales murallas o en casas del barrio que ellas encierran. Apenas una evocación. Hoy, las murallas de Eivissa, imponentes desde el mar al llegar al puerto en una embarcación, son las que diseñara, por orden de Felipe II, el ingeniero italiano Giovanni Battista Calvi, en el siglo XVI. Las construyó, o por lo menos coronó la obra con el magnífico Portal de ses Taules (de las Tablas), el ingeniero también italiano Jacobo Paleazzo, Fratin. La muralla es poligonal,

Torre del cap de Barbaria.

irregular, con siete baluartes artilleros bautizados de la siguiente manera: Sant Joan, que hoy contiene el museo de arte contemporáneo, el Portal Nou, Santa Liúda, con los muros convergentes en una arista muy afilada que apunta hacia el espolón sobre el que se asienta el popular barrio marinero de Sa Penya, Sant Bernat, Sant Jordi, Sant Jaume y Santa Tecla. Las murallas debían contener los ataques y asedios de la flota turca y de los piratas berberiscos. En la cima del monte que las murallas rodean, sobresaliendo entre las casas de Dalt Vila -la ciudad alta-, se encuentra Es Castell, entre los baluartes de Sant Jordi y de Sant Bernat: es la antigua Almudaina

árabe, de la que apenas queda rastro. Junto con la Catedral de Santa Maria de les Neus, es el punto culminante del paisaje del puerto ibicenco. El castillo tiene aún una bien restaurada sala gótica, un patio sobrio y la torre del homenaje.

El temor a los piratas que vienen del mar ha sido una constante en las costas mediterráneas, por eso también en las Baleares, y por supuesto en Eivissa y For-mentera, se han levantado en diferentes épocas sendas torres de vigilancia costera, a veces con dotación de piezas de artillería (¡incluso en alguna de las parroquias rurales!). En las Pitiusas hay catorce torres, algunas en muy buen estado de conservación por haber sido restauradas. Datan casi todas del siglo XVIII, aunque alguna de ellas es anterior en varios siglos. Por ejemplo, las llamadas torres d'en Lluc, de las que sólo se conserva la base, seguramente son tar-domedievales. Se encuentran en la punta de Ses Torretes, en la Mola de Albarca, en un alto acantilado marino, frente a un paisaje imponente. La torre des Savinar o del Pirata también otea desde un alto acantilado, a 220 metros sobre el nivel del mar, en el bravio cap Llentrisca. Data de 1763, y desde ella se divisa el extraordinario islote de Es Vedrá. La torre de ses Portes, también del siglo XVI, se ubica en el extremo del pequeño cabo o punta de Ses Portes de Eivissa, frente a los Freus de Formentera. Junto a las salinas se alza la torre de Sal Rossa o des Carre-gador, que protegía antiguamente el embarque de la sal en veleros que la transportaban a diferentes puertos. Hay más torres: en cala Comte, a veces llamada cala Conta; en Portinatx, rodeada ya de moderna urbanización; la torre d'en Valls o Campanitx, en la punta del mismo nombre, frente al islote de Tagomago.

En Formentera, recortan la silueta del litoral las torres de Sa Gavina (del XVI), des Garroveret en el cap de Barbaria, la des Pi des Cátala y la de punta Prima, todas del XVIII. En el islote de S'Es-palmador está la torre o talaia de Sa Guardiola.

TRADICIONES

Artesanía

Sin duda los instrumentos musicales son hoy las piezas fundamentales y más auténticas de la artesanía ibicenca: las castanyoles de enebro, las xere mies de canya, la flauta de baladre, adelfa, el espasí. Pueden admirarse y comprarse en los talleres de Can Kinoto (Sant Rafel de Forca) y en Can Xiquet Bufí (Puig d'en Valls), o en Formentera: Can Vicenc des Ferrer. También son preciosos los trabajados colgantes de joyas, ses empren-dades, que llevan las mujeres en sus trajes tradicionales durante las fiestas patronales civiles o religiosas, normalmente una delicada orfebrería de oro, además de anillos grabados con trazos finos. Las piezas más antiguas, conservadas por las familias como signo de identidad, tienen probablemente un valor incalculable; algunos joyeros locales realizan copias fieles (Can Miró y Can Viñets, en Vila, y Can Majoral, en La Mola de Formentera). Figuras de cerámica, algunas remedando las imágenes de los dioses púnicos Tanit y Bes, tienen mucho éxito entre los turistas por su sencillez decorativa. Hay numerosos establecimientos y alguno de ellos venden cerámica de autor: Cerámicas Ibi-cencas, Es Fang, Can Negre, en Eivissa, o Can Vicenc Musson en Sant Llorenc, de Baláfia (pronuncíese Balafi).

Es posible encontrar, en estos mismos establecimientos y en otros (basta un paseo por el barrio de Sa Marina, en Eivissa capital, para encontrar lo que uno desea), alpargatas de esparto, espar-denyes de bec o espardenyes semilles, hechas con esparto antaño recogido con mucho trabajo en los desolados islotes cercanos, sandalias de cuero hechas a mano, cestería y sombreros de paja, grandes pañuelos oscuros o faldas como las que aún visten las ancianas campesinas en el interior de la isla de Eivissa o más

aún en Formentera, delantales de ropa de hilo basto (hilaturas de las hermanas Rosselló, en Sant Francesc Xavier). Otros objetos artesanos, además de los trabajos en piel, cerámica, tela o metal de los

últimos hippies de las islas, son los gastronómicos: licor de

hierbas secas o dulces, her-bes seques o dolces, fabricadas según recetas domésticas que pasan de padres a hijos, o licor de tomillo,

frígola, pescado secado al sol en Formentera, una exquisitez

hoy muy cara pues se produce en pequeñas cantidades, embutidos de cerdo, las conocidas sobrassades i boti-farrons, y pasteles de la buena repostería local: flaons, macarrons de Sant Joan, pensáis i fets (Formentera).

Los mercadillos hippies más interesantes, aunque algo anacrónicos, se encuentran en el port d'Eivissa, abierto hasta la madrugada en verano, en Es Cañar, próximo al lugar llamado Can Arabí en Santa Eulária des Riu, en Las Dalias (parroquia de Sant Caries de Peralta) y en E! Pilar de Formentera (muy bonitos jerséis de lana) y en Es Pujols. De la moda adlib, caracterizada por el color blanco y las formas libres y anchas, también a decir verdad un poco anacrónica aunque siempre renovada por los diseñadores locales, hay decenas de establecimientos en Sa Marina y en el ensanche ibi-cenco, además de en los concurridos paseos de Sant Antoni y Santa Eulária.

TRADICIONES

Fiestas Las fiestas de raíz religiosa católica son

básicamente las mismas que en las otras islas de Baleares y que en otros lugares de España, aunque obviamente diferenciadas por el carácter singular de la cultura isleña. Destacan sin duda las entrañables procesiones rituales de la Pascua o Semana Santa, siendo las más notables las llamadas del Dívendres Sant, del Viernes Santo, también conocida como Pro-cessó des Passos, nocturna. Los pasos son las esculturas, normalmente de madera y yeso, que representan las situaciones de Cristo en su Pasión. O las representaciones de obras teatrales de tradición medieval en Navidad y Reyes: Es pasto-rells, Es Reís. En la misa del gallo se cantan las caramelles, canto gozoso normalmente referido a la Anunciación de la Virgen María y al Nacimiento del Niño Jesús. El año ibicenco reparte prudentemente las fiestas patronales de los diversos municipios y parroquias, que suelen presentar programas de actos muy semejantes: verbenas, actos culturales y deportivos, pasacalles, etcétera; su momento cumbre suele ser el siempre vistoso ball pagés, además de alguna velada con cantadores de canciones populares. El 17 de enero es la fiesta de Sant Antoni de Port-many; el 21 del mismo mes, la de Santa Agnés de Corona. Santa Eulária des Riu celebra a su patrona en febrero, día 12. El 19 de marzo es la fiesta de Sant Josep de sa Talaia. Sant Francesc de ses Salines, Sant Vicent de sa Cala y Sant Jordi de ses Salines celebran sus fiestas en abril, días 2,5 y 23 respectivamente.

El verano se inicia con la fiesta del 30 de mayo, correspondiendo el turno a Sant Ferran de Formentera. Sant Joan de Labritja tiene su fiesta el día de Sant Joan: en la madrugada es posible, según un viejo cuento, capturar los mágicos diablillos llamados bauuguets o berruguets. Hay fiestas en julio: Es Cana, día 10; Nuestra Señora del Carmen, el día 16 con procesiones marineras en Es Cubells, Eivissa, y en Formentera: La Savina y Es Pujols; y en agosto: las patronales de

Eivissa, Santa María de las Nieves, día 5, conmemorando la conquista catalana medieval, y las también patronales de Eivissa, Sant Ciríac, día 8. Uno de los momentos más curiosos de estos festejos es el homenaje municipal a los corsarios de Eivissa, en el muelle, junto al monumento dedicado a estos "profesionales", un caso único probablemente en el Mediterráneo, con lo que se reconoce la importante aportación a la economía ibicenca en épocas pasadas de crisis y aislamiento (finales del siglo XVIII y principios del XIX).

Museo Etnológico (Sant Francesc).

Además, el verano es ocasión de fiesta para Sant Agustí d'es Vedrá, día 28, y Sant Llorenc de Baláfia, día 10. Ya casi apuntando al otoño, el día de Sant Mateu d'Aubarca, 21 de septiembre, es la fiesta de este santo, y el 29, día del arcángel San Miguel, el de la parroquia de Sant Miquel de Balansat, donde se celebra la santmiquelada, fiesta patronal con procesión presidida por las autoridades locales; en este día hay grupos y exhibiciones de ball pagés, merienda, juegos y verbena populares. En esta fiesta se elaboran ricas orelletes o oreietes, una dulce delicia gastronómica, y buñuelos. El 12 de octubre corresponde a El Pilar de Formentera, y el 24 a Sant Rafel de Porca.

Sant Caries de Peralta tiene fiesta el 4 de noviembre, y Sant Gertrudis de Frui-tera el 16 de este mismo mes. Sant Fran-cesc Xavier de Formentera celebra su fiesta el 3 de diciembre.

Otras tradiciones

En las islas, por lo general, las costumbres sociales determinadas por la tradición se han mantenido hasta hace muy poco tiempo. Los folkloristas han podido recogerlas aún de gente que ha practicado las más insólitas. Es el caso de las Pitiusas. El Uc es un grito ancestral de los hombres de estas baleares, ausente en Mallorca y en Menorca: las Pitiusas son particulares, incluso en los trajes populares antiguos, mezcla de lo catalán (la barretina, sombrero) y de lo árabe. Lanzaban su Uc, un verdadero alarido, en momentos de intensa alegría o en momentos de ira, cuando alguien retaba a otro por celos o por otro tipo de rivalidad. El Uc era, pues, un reto lanzado al aire. Sorprendió a viajeros ilustres como el archiduque Luis Salvador de la casa imperial de Austria, navegante decimonónico que describió las Baleares y su geografía y cultura en una densa y extensa obra en alemán titulada Las Baleares por la palabra y la imagen, que puede adquirirse en una moderna edición en castellano (Josep de Olañeta, editor) o en catalán (Hora Nova), y que recomendamos. Parece ser que existía una cierta tradición de violencia ritual en estas islas; los hombres usaban arcabuz y escopeta. Eran frecuentes las riñas por el amor de una mujer. El festeig (cortejo), era también realizado en un estricto ritual, siempre bajo la mirada vigilante de alguna mujer mayor. Incluso llegaba a realizarse a través de un ventanuco, aunque no era raro que varios hombres cortejaran a la vez, y en el mismo momento y lugar, a la misma mujer. El secuestro de la novia era frecuente en siglos pasados.

Eivissa es una tierra de curiosas costumbres, pues, hoy algo olvidadas, y de

muchas supersticiones más olvidadas aún. Abundan, por ejemplo, en estas islas, los cuentos protagonizados por los barra-guets oberruguets, pequeños diablillos que enredan los asuntos domésticos. Estos seres mágicos, capaces de trabajar para su dueño incansablemente a condición de ser alimentados sin cesar, se obtenían, en la noche de Sant Joan, de la semilla de una planta que nacía, germinaba y moría en esta sola noche. Uno debía guardarlos en un canuto de caña bien tapado. Si escapaban podían crear verdaderos desastres. En Formentera se cazaban hasta hace muy poco las tortugas marinas en los días de calma en el mar, cuando estos reptiles dormitaban a flote, en la superficie. De su carne se elaboraba una excelente sobrassada. Y en las más rústicas cases de pagés (casas de campo) existía el llamado corral de ses tortugues, un apartado donde se conservaba envida a los quelonios hasta que se decidía uno a darles muerte. Hoy las tortugas están por suerte protegidas por la ley, pero los viejos pescadores todavía dicen que un día de calma en el mar es un dia de tortugues. El podenco ibi-cenco, de finas patas y rostro afilado, es un perro muy apreciado por los cazadores de conejos y liebres: su acoso y persecución con ágiles saltos en la garriga seca de plantas punzantes de las Baleares es un verdadero espectáculo cinegético que nos remite a otros tiempos. Los podencos, criados celosamente, emiten un curioso ladrido, glapit, nervioso, agónico, excitante. Alguno de los mejores ejemplares cuesta una verdadera fortuna.

Música popular y danzas

Los instrumentos más sorprendentes del folklore musical pitiuso son, sin duda, las grandes castanyoles. Su golpeo monótono y contundente en las manos de los hombres marca inconfundiblemente el ritmo de cada baile (bailada). El sonido es hueco, como de casco de caballo. Las castanyoles solían elaborarse con madera

TRADICIONES

de enebro; se acompañan de Flauta, de madera de adelfa (en catalán baladre, un arbusto de hojas largas y lanceoladas y flores generalmente rosadas muy frecuente en torrentes, por ejemplo), con un sonido muy agudo, y de tambor, fabricado normalmente con un trozo de tronco de pino. Tambor y flauta son tocados por la misma persona: la flauta se sostiene con la mano izquierda, y del mismo brazo pende el tambor. La derecha golpea el cuero. A veces una espada o hierro, llamado espasí, o una botella de anís de paredes rugosas en la que se frota un hierro pequeño o una cuchara, sirven también para marcar ritmos y contrapuntos. Además, alguien puede soplar umxere-mia de reclam, una especie de flauta simple o doble (bessona), fina y de sonido agudo muy característico.

El ballpagés, animado por un conjunto con este instrumental, es el baile popular típico. Normalmente, un hombre danza con grandes saltos rítmicos mientras que dos o a veces más mujeres giran una y otra vez a su alrededor. Cada danza recibe su nombre: cuando son dos las mujeres que acompañan al hombre, la danza se llama Una a cada cap (una en cada lado); una danza de bodas recibe el nombre de Ses dotze rodades. Como las mujeres visten faldas tradicionales muy largas, de tela blanca o negra, que casi rozan el suelo, cosa que impide ver sus pies, parece que ellas van y vienen deslizándose sobre ruedecitas invisibles. Durante el baile, las mujeres nunca alzan los ojos para mirar a sus parejas masculinas. Todo responde a una demostración de recato o prudencia rituales. Se realizan muchas demostraciones de ballpagés en Eivissa (en Santa Eulária des Riu o en Sant Miquel de Balansat, frente a las parroquias), y no

Instrumentos del folclore pitiuso.

hay que perderse la oportunidad de verlas. Como no debe uno perderse, si es posible, los preciosos y atávicos choques de cantores (glosadors) con sus sorprendentes redoblades (alargamientos de las sílabas finales de cada verso): al oírlos nos trasladaremos a otras épocas; tal vez a los tiempos de la dominación musulmana de la isla.

La lengua y la tradición oral

En Eivissa y Formentera se hablan oficialmente dos lenguas: el castellano o español y el catalán en sus dialectos locales: eivissenc y formenterer. Es muy nor

mal que parte de la población local use además otra lengua, como el inglés o el alemán, facilitadora del trabajo en el sector servicios de las islas. Un intenso flujo inmigratorio desde los años del desarrollo turístico inicial, años sesenta, y otros períodos de crecimiento, años setenta, ochenta y noventa, ha incrementado el uso del castellano, quedando por un tiempo el de la lengua catalana reducido a las

familias de origen local. Actualmente, y gracias al reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural de España, recogida en la Constitución, y gracias al propio Estatuto de Autonomía de las Baleares y al esfuerzo, a veces no comprendido suficientemente, de entidades culturales locales, el uso del catalán se favorece e impulsa desde las instituciones, es frecuente en los medios de comunicación locales, y se enseña obligatoriamente en todos los niveles educativos. La lengua catalana usada en las Pitiusas tiene algunas particularidades que la enriquecen, matices que los lingüistas resaltan. Por ejemplo, el habla pitiusa conserva el plural del catalán antiguo en

palabras como horne/horneas (hombre/ hombres), cuando en otras zonas de habla catalana es home/homes. Además hay vocablos de uso exclusivo en estas islas: boix (niño), maqueri (aunque), entrepussar (tropezar). Naturalmente, las influencias del castellano son frecuentes, aunque transformadas por el habla local; por ejemplo:giielo (abuelo).

Numerosos cuentos {róndales), adivinanzas (endevinetes) y canciones populares (cancons) recogidos por folkloristas y etnólogos han favorecido la conservación de la lengua catalana en Eivissa y Formentera, muy arraigada y ahora revitalizada. Entre aquellos destaca Joan Castelló i Guasch (1911-1984) que recogió numerosos cuentos en volúmenes titulados Róndales d'Eivissa, Róndales i coates d'Eivissa y Róndales de Formentera, entre otros trabajos. Por otra parte, las canciones, cancons, pueden ser breves y reciben el nombre de gloses oglosades, o largas, llamadas entonces redoblades, y en este caso cada verso termina en un repetido y casi burlesco "ieu-ieu-ieu-ieu" de resonancia árabe o beréber. Naturalmente hay romances (romangos), canciones religiosas o gozos (caramelles) y canciones burlescas llamadas "deporfédia", que consisten en verdaderos diálogos irónicos sobre un tema entre dos vocalistas o cantadors, normalmente un hombre y una mujer. El sentido y casi siempre el doble sentido de tales canciones ya puede suponerse. Además, en Semana Santa y en Navidad, se representan todavía en las iglesias o en teatros piezas procedentes del teatro religioso y hagiográfico de la Edad Media, como los antiguos Pastorells (Navidad), de mucha tradición en Cataluña, o fo Adorado des Reis (Epifanía) o el Via Crucis (Pascua).

Gastronomía

El folklorista Joan Castelló i Guasch escribió también un curioso y completo recetario de la cocina pitiusa: Boa pro-fit, que luego han usado otros autores

para componer nuevos libros sobre la cocina y la gastronomía balear tradicional, normalmente basada en los productos de la huerta local, los pescados y mariscos de la costa y la carne de oveja y ternera, además de la típica pollería y la caza. Es, se ha dicho muchas veces y para toda la cocina mediterránea, una cocina austera, pero variada; propia de una sociedad con recursos limitados, limitación que impone, por cierto, creatividad en la elaboración. Su base, el pan, el aceite, el vino. Procedemos, no debe uno olvidarlo, de la cultura clásica gre-colatina, con añadidos norteafricanos y orientales. Sobre estas bases, algunos restaurantes dirigidos por buenos cocineros elaboran variaciones muy novedosas. Lo tradicional, sin embargo, es lo más sencillo.

Las sopes d'ou, por ejemplo, una sopa de rebanadas finas de pan escaldadas en el caldo de ajos tiernos. Los huevos (ous) se añaden una vez que el caldo hierve. Una variedad de sopas es úpancait (pan cocido), o las sopes depa, típicas en todas las Baleares. Aveces añadiremos menudillos de pollo, trozos de pescado frito, etcétera. La sopa derap (caldo de rape) es una sabrosísima variación de lo anterior. Antiguamente, se añadían a los caldos los llamados "formigons", bolitas de harina manufacturadas a modo de pasta italiana. Naturalmente, en las Pitiusas se elaboran arroces en distintas formas: arrós sec (seco), que puede ser como una paella de pescado, de marisco, de carne, o mixta; e incluso arrós de Qua-resma, de verduras, sin tocino ni ninguna

TRADICIONES

carne. L'otla fresca o escu-della fresca es un cocido de legumbres, habas, habichuelas, garbanzos, judías tiernas y patatas. Las lentejas y la fava pelada (habas peladas) son excelentes potajes. La tortilla, truita pagesa, contiene pimientos y tomates troceados.

El sofrit pagés es ya un plato de carne elaborado a base de un caldo de gallina y cordero, con tocino, botifarrón y sobrasada, los embutidos típicos de la matanza del cerdo en el otoño. La carne se sirve troceada y con acompañamiento de verduras, col, patatas, a veces con arroz. Otras carnes son los ronyons (ríñones), el llom deporc (lomo de cerdo), las costelletes de moltó (costillitas de cordero asadas), estufáis (estofados de ternera, con guisantes y patatas), así como la caza, generalmente liebre, conejo, perdiz y aves migratorias que pueden cazarse legalmente (zorzal, chocha perdiz, ánades). La frita pagesa es una variante del conocido hit balear. puede ser de lomo de cerdo, tripa e higado troceados no muy grandes y fritos en aceite de oliva con condimento de hierbas aromáticas, orégano, fonoll (hinojo), pimienta y complemento de pimientos, setas, ajos, patatas fritas, berenjena troceada. Los pimientos rojos o verdes, se usan, por cierto, asados y pelados en muchos otros platos. También en las Pitiu-sas se aprovechan los caracoles, caragols, recogidos en el campo tras las primeras lluvias otoñales. Pueden acompañar los arroces o servirse condimentados, tras un largo y ritual proceso de limpieza y preparación en un caldo de hierbas aromáticas abundantes. Se sirven con att-i-óli, mahonesa con ajo.

Si antes se elaboraba un guisat de tortuga marina, actualmente imposible

Pa amb tomáquet y embutidos.

Licores.

dada la condición de especie protegida de estos que-lonios, hoy puede degustarse la sabrosa barrida de rajada. guiso de raya troceada y limpia de piel, que ha sido adobada con limón y sal durante algunas horas y cocida a fuego lento. Rape, sepias, salmonetes, calamares, pulpo, langosta, corbachos... cualquier producto obtenido del

mar puede ser la base de un espléndido plato marinero. El guisat depeix es muy popular: pescado fresco guisado con ajos, cebolla, tomate, perejil, patatas, etcétera. Suele acompañarse de arroz. La langosta se cuece viva, como en la caldereta menorquina, añadiendo una buena copa de cazalla o aguardiente al caldo. Como curiosidad de la gastronomía tradicional ibicenca (olvidada), citemos las lapas a la marinera o las raoles (bolas empanadas y luego fritas) de ortiga marina. El escabeche de llampuga (lampuga), un pescado migrador propio del otoño balear, en vinagre y con unas hojas de laurel se conserva durante mucho tiempo en olla de barro y se utiliza aún en meriendas y comidas rápidas. En Formentera es posible probar el pescado seco, secado a tiras expuestas al sol. Al ser su elaboración larga y complicada, el precio es algo elevado. E\peixsec se añade como complemento a rústicas ensaladas de tomate, pimiento y cebolla aliñadas con aceite, sal

y vinagre. También puede ponerse encima de las paellas de arroz seco.

La repostería pitiusa tiene algunas producciones propias: los pensáis i fets son un producto típicamente y exclusivamente de Formentera. Harina, huevo batido, azúcar, canela y leche: los ingredientes. Se hacen pequeñas masas a modo de buñuelos y se fríen en aceite muy caliente.

Las orelletes se elaboran en ambas islas: harina amasada con huevos, azúcar, anís y semillas de anís (matafaluga). Se hacen unas tortas que se doblan por la mitad o se enrollan. Se fríen también a fuego vivo. Menta y anís dan el sabor a la tarta llamada coca flaonera, gruesa y horneada. Las recuites son una especie de cuajadas. Los macarrons de SantJoan son tallarines en leche azucarada con limón, queso rallado y canela en rama. Se colocan en capas y se sirven fríos. Una copita de fugóla o d'herbes dotces o seques acaba de endulzar la sobremesa. La (rigola se basa en el tomillo silvestre macerado con azúcar durante un tiempo en licor de anís o aguardiente (según que se quiera dulce o seco). Las hierbas, herbes, contienen más ingredientes: cada campesino tenía su receta. Normalmente se usaban hojas, tallos o cortezas de hierba buena, limón, manzanilla, menta, orégano, espliego, flor de limonero, a veces granos de algarroba o de café. Las proporciones dependen de cada receta.

La noche ibicenca

Exagerada. Histriónica. Inaudita. Quizá demasiado coreográfica ya, para que sea auténtica. Aunque los adjetivos siguen siendo insuficientes para definir lo que es espectáculo visual, sonoro y para todos los sentidos. Cuidado con lo que se toma, por cierto. O con lo que nos ofrecen. Hay riesgos: claro. La noche ibicenca es única y abierta: todo es posible, mientras cada uno deje hacer a los demás y mientras los demás le dejen a uno. Se ha evolucionado desde la calma, intimidad e informalidad hippie de los setenta a lo hiperbólico dance, tan sofisticado como masivo y ya excesivo. Y aunque uno no sea aficionado a excesos, por lo menos una vez en la vida hay que rodar y caminar, y dejarse llevar o arrastrar por Eivissa durante la noche entera para saber de qué se habla cuando alguien relata su experiencia de verano en las discotecas de la isla. Las playas preludian la larga velada, que terminará al amanecer, o a

media mañana. Primero, la cena en los restaurantes o en los cafés de los paseos marítimos, del barrio de Sa Marina o de Sa Penya o en la larga playa d'en Bossa, en la linde con Sant Josep de sa Talaia. Luego, la disco. Las discotecas de Eivissa cuentan con los mejores y más caros disc jockeys, con la música dance más actual, con las luces más sofisticadas. Las grandes tienen varias pistas, cada una de ellas con energía humana autónoma. Los espectáculos están en las barras, en las consolas, en las pistas, en cualquier lugar. Un espectáculo que no tiene final: sólo la luz del sol naciente obliga a cerrar los párpados insomnes, hipnotizados. Un nuevo baño en la playa, desnudos si se tercia, para acabar dormitando en el arenal. Space, Amnesia, Pacha, Prwilege, Es Paradís... Nombres ya míticos. ¿Danzar en un baño de espuma? ¿Por qué no? ¿O

La ciudad de Eivissa.

de agua? ¿Conocer las drag queens más desmadradas del Dome Bar, en DaltVila? Ya son tópicos de guía turística. ¿Contemplar las y los modelos más perfectos? Música house, tecno house, funky house, trance... Ahí estará Madonna. ¿No es Ramazzotti? ¿Mike Olfield? ¿Quién? ¿Jack Nicholson? ¿Polanski? Todo el mundo puede ser visto en la noche de Eivissa, de Ibiza, sólo en castellano, como si fuera una marca de fábrica internacional para la moda y la música de las discotecas de masas, estridente. Hay quien reúne diez millares de personas en una noche. Hay quien ofrece hard core, o casi. El mundo gay tiene su rincón: el carrer de la Verge. También un tópico de revista de viajes.

TÉRMINOS ARTÍSTICOS Y DE ARQUITECTURA POPULAR

abaco. Pieza plana de forma cuadrada o rectangular que corona el capitel y sobre la cual descansa el arquitrabe.

abocinado. Se denomina así al vano (ventana o puerta) cuyas partes laterales son convergentes.

ábside. Parte sobresaliente de la cabecera de un templo, por lo común abovedada y de forma cuadrangular (en el arte prerrománico y renacentista), semicircular (románico) o poligonal (gótico). Pueden estar formados por un cuerpo central y otros secundarios (absidiolos).

aguja. Elemento arquitectónico de forma piramidal o cónica que remata las torres de algunos templos, especialmente góticos. También se llama flecha.

ajimez. Ventana con una columna central que la divide en dos. En su empleo se basa el arte denominado ajimezado.

almohadillado. Modo de disponer los materiales de construcción (o aparejo) consistente en un revestimento exterior de piedra a base de pequeños sillares que sobresalen unos de otros a modo de "almohadillas".

altorrelieve. Relieve en el que las figuras sobresalen considerablemente del plano (más de la mitad de su bulto).

arbotantes, contrafuertes.

arco. Estructura arquitectónica, por lo común de forma curvilínea, que cubre la parte superior de un ventana, una puerta o de cualquier otro vano, y que descarga su peso sobre soportes verticales. Entre los numerosos tipos de arcos, los más habituales son los siguientes: adilentalado: cuando las dovelas (los dis

tintos elementos unitarios del arco) se disponen horizontalmente, en forma de dintel.

apuntado: el compuesto por dos segmentos circulares que forman ángulo en la clave (o dovela central).

carpanel: el formado por tres arcos de circunferencia, uno en la parte central y otros dos en los extremos.

ciego o cegado: el que tiene tapiada su luz (o zona de abertura).

conopial: el formado por cuatro arcos de circunferencia, dos de ellos curvados hacia arriba (parte superior) y los otros dos curvados hacia abajo (parte inferior); su forma recuerda al "cono-pio", o cortinillas con las que se cubre el sagrario.

de herradura: el que prolonga su curva más de media circunferencia.

de medio punto: el que tiene la forma de media circunferencia.

bóveda de. cañón

escarzano: aquel cuya curva es inferior a media circunferencia; también se denomina rebajado.

fajón: el que sirve de apoyo a la bóveda y separa los diversos tramos de una nave; cuando se sitúa paralelamente al eje longitudinal del templo, se denomina formero; ambos términos se utilizan especialmente en el arte románico, mientras que en el gótico se suele emplear el nombre de ntcoper-piano.

lobulado: el formado por una sucesión de semicírculos (lóbulos) o por varias (polilobulado).

mixtilíneo: el que presenta una combinación simétrica de líneas curvas y rectas.

peraltado: el de medio punto prolongado en sus extremos por dos porciones rectas.

toral: cada uno de los cuatro arcos que sostienen una cúpula.

triunfal: el que da paso auna zona de especial importancia, principalmente el presbiterio.

arquitabre. Elemento arquitectónico horizontal que se apoya sobre soportes verticales, por lo común columnas.

arquivolta. Cada uno de los arcos formados por molduras, generalmente decoradas, cuyo trazado se suporpone de forma decreciente en las portadas, ventanales u otro tipo de vanos.

artesonado. Techo decorado con los denomiandos artesones o casetones, piezas cóncavas de madera de forma cuadrada o poligonal.

atarazana. Taller concebido a modo de astilleros y de arsenal en el que tradi-cionalmente se construían, reparaban y equipaban las naves. Compuestos por grandes naves sostenidas por arcos, constituyen una muestra valiosa de la arquitectura gótica civil.

aureola. Fondo luminoso, en forma de halo o nimbo, que rodea la cabeza de Cristo, la Virgen o los Santos.

bajorrelieve. Relieve en el que las figuras destacan poco del plano.

balaustrada. Barandilla o antepecho formado por pequeñas columnas de fuste modelado llamadas balaustres.

barroco. Estilo artístico que se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII. Se

Calle de Dalt Vila (Eivissa).

caracteriza, principalmente, por la complejidad de las formas y la extraordinaria importancia concedida a la decoración.

basa. Parte inferior de una columna o pilar, sobre la cual se apoya el fuste. Según los distintos estilos, está formada por diversas partes o molduras, con frecuencia decoradas.

bestiario. Colección de relatos medievales de contenido fantástico protagonizados por animales. Fueron una fuente de inspiración habitual para los escultores y pintores románicos y góticos.

bodegón. Pintura que representa un conjunto de objetos y en especial flores, frutos y piezas de caza ("naturalezas muertas").

bóveda. Techumbre de superficies curvas que cubre el espacio entre dos muros o sobre varios pilares. Por su configuración puede ser: bóveda de cañón: semicilíndrica y pro

yectada de forma rectilínea en el espacio.

bóveda de arista: formada por la intersección de dos bóvedas de cañón que configuran cuatro aristas curvas.

TÉRMINOS ARTÍSTICOS Y DE ARQUITECTUA POPULAR

bóveda de media naranja: semiesférica y apoyada sobre base circular; también se llama cúpula; cuando descansa sobre cuatro puntos verticales se denomina bóveda váida.

bóveda de cascarón: la que cubre sólo un cuarto de esfera y se apoya sobre base semicircular.

bóveda de crucería: formada por arcos que se cruzan dando lugar a cuatro segmentos triangulares y reforzada con nervios.

bóveda estrellada: variante de la anterior en la que el cruce de arcos y nervios tiene forma de estrella.

bulto redondo. Se aplica a la escultura exenta, en contraposición a la esculpida en relieve.

cabecera. Parte principal de un templo en la que se sitúa el presbiterio y el altar mayor.

celosía. Piezade piedrao madera trabajada con calados, a modo de enrejado, que cierra vanos, especialmente ventanas.

chapitel. Remate alargado, de forma cónica o piramidal, de una torre. Es un elemento frecuente en los templos góticos.

cimborrio. Cuerpo saliente exterior, por lo común de forma cóncava, que se levanta sobre el crucero de un templo a fin de iluminar el interior.

claustro. Patio interior porticado de un edificio eclesiático, especialmente de los monasterios. Su disposición y decoración varía notablemente según los distintos estilos.

colegiata. Iglesia regida por un deán o abad (no por un obispo) y que, sin tener categoría de catedral, suele tener una importancia arquitectónica similar.

camarín. Espacio abierto en la parte central de un retablo donde se expone la imagen titular del templo o de una capilla concreta.

cantería. Oficio y arte de trabajar la piedra para adecuarla a los usos constructivos.

capilla. En una iglesia o catedral, cada una de las estancias o salas provistas de un altar y dedicadas a una advocación religiosa particular. La capilla mayor, situada en el presbiterio, es la que acoge el altar mayor y suele estar consagrada a la advocación titular del templo; capilla real o regia es toda aquella que goza o gozó de patronato regio; capillas radiales son las que se disponen en semicírculo, por lo general en la girola.

capitel. Parte superior de una columna, pilar o pilastra.

cases de neu. Nombre que reciben los pozos de nieve en la isla de Mallorca.

concatedral. Iglesia que comparte con otra el mismo rango de catedral y un mismo cabildo.

contrafuertes y arbotantes. Elementos constructivos empotrados en los muros cuya función es la de descargar el empuje de las bóvedas. Son componentes característicos del arte gótico y su empleo permite abrir amplios vanos.

Construcción popularen Santa Eulária.

coro. Parte del templo reservada al rezo del oficio divino y a los cantos litúrgicos. Su ubicación ha ido cambiando con el tiempo, pero por lo general se sitúa en el presbiterio, o bien en el centro o a los pies de la nave central. No es infrecuente que se encuentre en alto.

cripta. Capilla destinada Iglesia de SantJordi. generalmente a enterramientos y situada bajo el pavimiento de una iglesia, por lo común en la zona del presbiterio.

custodia. Objeto litúrgico empleado para guardar y exponer la hostia consagrada, principalmente en las ceremonias procesionales del Corpus Christi. Realizadas con materiales nobles (oro, plata, piedras preciosas), muchas de ellas son obras de ofebrería de gran valor artístico.

deambulatorio, girola.

crismen. Anagrama formado por las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego y que constituye uno de los símbolos más antiguos y más empleados del Cristianismo.

cromlech. Monumentos megalítico compuesto por varios menhires o dólmenes dispuestos en círculo.

crucero. Zona de intersección de la nave central y la transversal, en las iglesias de planta cruciforme. En las de planta de cruz patriarcal, donde son dos las naves tranversales que cortan a la principal, hay también un doble crucero.

crujía. Espacio comprendido entre dos muros de carga.

cúpula. Bóveda semiesférica que se emplea para cubrir tanto espacios circulares o elípticos como cuadrados, si bien en este último caso, para pasar de la base cuadrangular a la circular, se emplea un sistema de trompas o pechinas, especie de casquetes cóncavos de forma triangular. Entre ellos y la base de la cúpula propiamente dicha muchas veces se intercala una construcción cilindrica con ventanales llamada tambor. La parte superior de la cúpula suele iluminarse mediante un cuerpo, también de forma cilindrica o poliédrica, que recibe el nombre de linterna,

dientes de sierra. Procedimiento decorativo, muy utilizado en la arquitectura románico mudejar, en el que los ladrillos se disponen de forma angular imitando los dientes de una sierra.

díptico. Objeto artístico (pintura o bajorrelieve) formado por dos piezas unidas que se pueden cerrar a modo de libro.

dolmen. Monumento megalítico de carácter funerario formado por grandes piedras verticales sobre las que apoya una o varias dispuestas en posición horizontal.

enjuta. Espacio de forma triangular que queda ambos lados de un arco, entre su curva y los elementos horizontales que lo encuadran.

escorzo. Modo de representar una figura o una parte de la misma dispuesta de forma perpendicular u oblicua al plano en el que se muestra. Se emplea tanto en pintura como en escultura.

esgrafiado. Decoración mural en dos o más tonos diferentes que se obtiene al raspar con un punzón o grafio una superficie enlucida sobre un fondo de estuco oscuro.

espadaña. Construcción mural de un solo cuerpo y rematada de forma triangular que corona las fachadas de algunas iglesias y en la cual se sitúan las campanas.

TÉRMINOS ARTÍSTICOS Y DE ARQUITECTUA POPULAR

fresco. Pintura mural cuya técnica consiste en disolver los colores en una mezcla de agua y cola para que penetren y queden fijados en el muro.

frontón. Elemento constructivo, triangular o curvo, que remata y decora una fachada, puerta o ventana.

fuste. Cuerpo central de una columna que se alza sobre la basa y sostiene el capitel.

galería. Corredor o estancia alargada con grandes vanos abiertos entre pilares o columnas y que sirve de tránsito entre distintas dependencias de un edificio.

monasterio de El Escorial, obra de Juan de Herrera.

historiado. Se aplica a los capiteles u otros elementos construc-

tivos decorados con esce-nas humanas.

imposta. Cornisa o moldura saliente sobre la que se apoya el arranque de un arco o

de una bóveda. También se llama así a la franja ornamental sobresaliente que

divide las distintas zonas de construcción de un muro, una fachada, etc.

jamba. Cada uno de los soportes laterales que enmarcan una puerta, ventana u otro tipo de vano y sostienen el arco o dintel.

girola

gallones. En algunas bóvedas, cada uno de los segmentos cóncavos que la integran y que tienen una disposición semejante a la de los gajos de una naranja.

giróla. Espacio de forma circular o poligonal que rodea por detrás el presbiterio o la capilla mayor. También se denomina deambulatorio.

gótico. Estilo artístico medieval que en España se desarrolló entre finales del siglo Xll y el siglo XVI.

grutesco. Elemento decorativo en el que se suelen unir motivos dispersos y fantasiosos, tales como follajes, frutos, cestillos, guirnaldas, caras, animales, etc. Fue muy utilizado en la época renacentista.

hastial. Muro situado a los pies de una iglesia y que muchas veces constituye su fachada principal. También recibe el nombre de imafronte.

herreriano. Estilo renacentista español cuyo edifico emblemático es el

lacería. Tipo de decoración a base de bandas entrelazadas que forman dibujos geométricos. Es propia de la arquitectura de inspiración árabe.

lauda. Tapa de un sepulcro o sarcófago, en ocasiones con la efigie esculpida del difunto.

linterna. Parte superior de una cúpula de planta circular o poligonal y, por lo común, rematada a su vez por una cupu-lilla proporcional a la mayor.

lloc. Finca rústica balear.

logia. Estructura arquitectónia en forma de galería porticada que tiene abierto al exterior al menos uno de sus lados.

lonja o Uotja. Espacio abierto que hace las veces de atrio de una iglesia o le precede. También, edificios civiles dedicados a las transacciones comerciales.

luz. Anchura máxima de un arco. Y, de forma general, cualquier abertura o vano abierto en un muro.

manipostería. Labor de construcción de muros basado en el empleo de piedras sin labrar (mampuestos) dispuestas irregularmente y según diversos procedimientos: a seco (sin mortero), o cal y canto (con mortero de argamasa), careada (procurando igualar la superficie exterior), etc.

mandorla. Aureola ovalada que enmarca la representación del Pantocrátor o imagen de Cristo Creador y, en ocasiones, de la Virgen y los Santos. Es propia del arte románico y se conoce también como "almendra mística".

manierismo. Tendencia artística basada en la imitación de modelos de un determinado estilo y caracterizada por la acentuación de los elementos figurativos.

mansarda. Buhardilla.

matacán. Parapeto defensivo, muchas veces almenado, que sobresale en los muros de un castillo o fortificación.

medallón. Forma ornamental arquitectónica de disposición ovalada elaborada con estuco y que sirve para decorar paredes o pilares. En ocasiones, enmarca relieves escultóricos o pinturas. Fue muy utilizada en el Renacimiento.

megalito. Construcción prehistórica formada por enormes bloques de piedra sin labrar.

ménsula. Soporte saliente empotrado en un muro.

mezquita. Edificio religioso islámico. En buena parte del centro y, sobre todo, en el sur peninsular, muchas fueron transformadas en templos cristianos.

modernismo. Estilo arquitectónico y decorativo, basado en el empleo de líneas curvas y una gran riqueza ornamental. Se desarrolló a partir del finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. En

España tuvo sus principal foco en Cataluña, Baleares y Levante.

morisco. Se aplica al arte construido por musulmanes convertidos al cristianismo.

mozárabe. Estilo artístico de los cristianos que en la España medieval vivían bajo el régimen islámico.

mudejar. Estilo arquitectónico de los siglos Xll al XVI que, siguiendo pautas constructivas del románico o del gótico, se basó en el empleo del ladrillo y la decoración al estilo árabe. En su desarrollo fue decisiva la particpación de alarifes o albañiles musulmanes sometidos como vasallos en los territorios cristianos.

nártex. En las basílicas paleocristianas, espacio que precede a las naves y que era el dedicado a los catecúmenos o aspirantes al bautismo.

nave. Cada uno de los espacios interiores cubiertos separados por columnas, pilastras o muros en una iglesia o catedral. La central ocupa el eje longitudinal del templo, entre los pies y el crucero o presbiterio, y suele ser de mayor anchura y altura que las laterales.

Museo Etnológico de Santa Eulária.

TÉRMINOS ARTÍSTICOS Y DE ARQUITECTUA POPULAR

Espadaña de la iglesia de Sant Llorenc.

naveta. Construcción megalítica balear, probablemente de carácter defensivo, cuya forma semeja el casco invertido de una nave.

neoclasicismo. Estilo artístico inspirado en los modelos clásicos grecorromanos y su adecuación renacentista que se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo xvill, en gran parte como reacción frente a los excesos del barroco.

necrópolis. Lugar de antiguos enterramientos ("ciudad de los muertos") o conjunto de sepulturas de una determinada época.

nicho. Cavidad u hornacina abierta en un muro para albergar una estatua, un busto o un elemento decorativo. Aveces va enmarcado entre columnas que sostienen un frotón.

noucentisme. Movimiento cultural y artístico, con consecuencias políticas, que se inició en Cataluña a principios del siglo XX y cuyo influjo alcanzó a otras comunidades unidas por lazos lingüísticos. Basado en la renovación del catalán como lengua literaria, entre sus lemas principales figuraban los de "cultura frente natura", "norma frente a anarquía", "mesura frente a aventura". En el

terreno artístico, supuso un nuevo clasicismo y una reacción contra los "delirios de grandeza" del modernismo.

ochavada. Estructura arquitectónica poligonal de ocho lados.

ojival. Arte basado en el empleo del arco apuntado o de ojiva. Impropiamente, se suele utilizar como sinónimo de gótico.

óleo. Técnica pictórica en la que se emplea aceite como aglutinante de los colores.

oratorio. Pequeña capilla independiente destinada al culto privado y, por lo general, situada junto a una iglesia o un monasterio, así como en palacios o edificios nobles.

panteón. Espacio de carácter funerario destinado a acoger varias sepulturas, por lo general de los miembros de una familia o comunidad.

parteluz. Columna que divide en dos una puerta, una ventana u otro tipo de vano.

pastel. Técnica pictórica que consiste en aplicar los colores sobre una superficie rugosa, a veces previamente encolada, mediante barritas compuestas de materia colorante y goma arábiga, y cuyos trazos se extienden con los dedos o con un utensilio adecuado, para después barnizarlos.

pechina. Cada uno de los casquetes esféricos de forma triangular y curvilínea que permiten el paso de la planta cuadrada de un edificio a la planta circular o poligonal de la cúpula.

pilar. Elemento arquitectónico sustentante que, a diferencia de la columna, no tiene forma cilindrica ni está sometido a las normas de un orden artístico concreto. Puede ser compuesto, es decir, llevar molduras adosadas al fuste. Cuando está adosado a un muro u a otro pilar se denomina pilastra.

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planta. Disposición horizontal de un edificio que suele representarse mediante un dibujo a escala o un esquema. Implanta de cruz, dado el poder simbólico del objeto en que murió Cristo, es habitual en los templos cristianos, y puede ser de cruz latina (con brazos de longitud desigual), cruz griega (brazos iguales) y cruz patriarcal (la de cruz latina pero con un segundo brazo tranversal a la mitad del principal).

plateresco. Estilo artístico propio del Renacimiento español durante el primer tercio del siglo XVI y caracterizado por la riqueza decorativa, que a veces recuerda las filigranas de los plateros y orfebres.

políptico. Objeto formado por varias tablas u hojas. Suele aplicarse a los retablos.

pórtico. Estancia por lo general cubierta que precede a un edificio y sustentada en al menos uno de sus lados por columnas o pilares.

presbiterio. Zona elevada del templo situada en torno al altar y en la que sitúan los sitiales o escaños destinados a los presbíteros o sacerdotes.

púlpito. Tribuna elevada dispuesta en ios templos a uno o a ambos lados del altar mayor y destinada originalmente a la predicación.

rambla. En Cataluña y otras comunidades, amplio paseo arbolado, por lo común en el centro de las poblaciones, que suele ser uno de los principales ejes de la vida urbana.

refectorio. Comedor de los monasterios. Suelen disponer de una tribuna elevada o pulpito para la lectura

relieve. Tipo de escultura en el que las figuras están adosadas al soporte del que sobresalen en un volumen mayor (altorrelieve) o menor (bajorrelieve).

renacimiento. Tendencias artísticas de los siglos XVI y XVII que, a través de modelos italianos, se inspira en los ideales estéticos de la antigüedad grecorromana.

retablo. Obra artística realizada con distintos materiales y con una disposición arquitectónica que suele reunir elementos escultóricos y pictóricos referidos a la vida de Cristo, la Virgen o los Santos. Suele estar situado detrás del altar mayor (retro-tabulam), en el ábside central del templo, o sobre el altar de las capillas. Sus partes principales son la predela o zona inferior, a veces levemente alzada sobre un sotabanco; los diferentes cuerpos que suelen ir separados por molduras llamadas chambranas y están organizados verticalmente en calles o tablas, divididas a su vez en casas o historias; finalmente, el ático o cumbrera, que corona la calle central. Todo el conjunto suele ir circundado por una moldura a modo de marco llamada guardapolvo.

rococó. Variante del estilo barroco tardío francés, basado en el empleo de una ornamentación muy recargada.

roleo. Motivo de decoración arquitectónica consistente en una voluta a modo

de tallo enrollado sobre sí mismo.

roseta. Motivo ornamental en forma de

rosa con los pétalos dispuestos radial-mente.

rosetón. Vano o ventana circular que los maestros

del arte cisterciense

roseton

TÉRMINOS ARTÍSTICOS Y DE ARQUITECTUA POPULAR

abrieron en la parte superior del muro principal del templo para iluminar el interior. Con frecuencia van adornados con tracerías caladas y cubiertos por vidrieras.

rupestre. Se aplica a toda manifestación artística (pintura, grabado, relieve) cuyo soporte sea la roca de una cueva o un abrigo natural. Se suele denominar también arte parietal (de "pared").

sacristía. Dependencia del templo o aneja a él, situada por lo común próxima al coro y en ocasiones con acceso directo desde el exterior. Es el lugar donde los sacerdotes y sus auxiliares se revisten para la celebración del culto y en ella se guardan los objetos, ornamentos y vestiduras litúrgicas.

saetera. En castillos y otros edificios de uso militar, tipo de abertura pequeña, alargada y muy estrecha dispuesta de modo tal que permitía disparar sin peligro. Cuando está destinada a armas de fuego se denomina aspillera.

sarcófago. Tumba monumental, por lo general de bronce, piedra, mármol u otros materiales nobles, que suele ocupar un lugar destacado en una cripta o panteón. Suele llevar una representación o efigie escultórica del difunto en la tapa y los laterales adornados con relieves.

seo. Nombre que recibe la iglesia-catedral en las ciudades que históricamente pertenecieron al antiguo Reino de Aragón.

sillar. Piedra labrada en forma de paralelepípedo rectangular que se emplea en la construcción de un muro.

sillarejo. Piedra más pequeña que el sillar y de labra menos cuidada, excepto en las caras que quedan visibles en el muro.

Plaza de España (Eioissa).

sillería. Obra hecha con sillares.

sillería de coro. Conjunto de sitiales y asientos que componen el coro o lugar destinado a la oración colectiva y a la reui-nón de la comunidad. Van unidos entre sí y suelen estar trabajados en un mismo estilo, muchas veces con gran riqueza decorativa.

sinagoga. Lugar destinado al culto en la religión judía. Entre sus elementos principales detacan el tabernáculo o aron situado en la cabecera, donde se guardan los rollos de la ley o Torah, y el altar o birria, que se alza sobre una plataforma y es el lugar ocupado por el oficiante. Las más importantes sinagogas conservadas en España poseen una muy elaborada decoración mudejar.

talayot o talaiot. Construcción mega-lítica balear a modo de torre de pequeña altura, de planta cricular o cuadrada y perfil troncocónico. Probablemente su función era defensivas o de vigilancia. De ella deriva la expresión cultura talayótica.

taracea. Técnica decorativa consistente en incrustar sobre un soporte de madera previamente horadada materiales diversos (madera, marfil, nácar, carey) de distintos colores y texturas.

taula. Construcción megalítica balear formada por dos monolitos dispuestos en forma de T.

temple. Técnica pictórica utilizada en la pintura mural y basada en el empleo de colores disueltos en agua templada y mezclados con cola, clara de huevo u otras sustancias aglutinantes.

tenebrismo. Tendencia pictórica de los siglos XVI y XVII que se basa fundamentalmente en el violento contraste entre luz y sombra.

termas. Casas de baño de la época romana con instalaciones provistas de agua caliente. Solían estar formadas por una gran sala central en torno a la que se disponían numerosos espacios secundarios. Las principales estancias eran el frigidarium, o piscina de agua fría; el tepidaríum, una sala caldeada mediante un sistema difusor de aire caliente; y el caldarium o piscina de agua caliente.

terracota. Arcilla modelada y cocida al fuego.

testero. Cabecera o parte principal de un templo.

tímpano. Superficie interior de un frontón que suele ir decorada con elementos en relieve. En las portadas de las iglesias románicas y góticas también recibe este

Museo Arqueológico de ¡biza.

nombre el espacio semicircular situado entre el dintel y la arquivolta interior.

tracería. Decoración arquitectónica, en ocasiones calada, basada en la combinación de diversas figuras geométricas.

trascoro. En las iglesias y catedrales góticas, espacio situado detrás del coro. Se llama trascoro mayor al situado detrás del altar mayor, mientras que el trascoro menor es el emplazado detrás de las paredes del coro.

trifolio. Galería elevada de una iglesia dispuesta sobre las naves laterales y con ventanales abiertos hacia la central.

tríptico. Objeto artístico pictórico o escultórico, o con una mezcla de ambos, compuesto por un cuerpo central y dos laterales que pueden cerrarse sobre él.

tronera. Abertura existentes en el muro de un edificio defensivo (castillo, torre) que permite el disparo de cañones y otras piezas de artillería.

vano. Todo hueco (puerta, ventana, óculo) abierto en un muro.

voladizo. Elemento sobresaliente de un muro o una pared. Alero.

voluta. Motivo ornamental en espiral que es un elemento característico del capitel jónico. Casi inexistentes en la arquietctura medieval, fueron rescatadas del arte clásico por los arquitectos y escultores renacentistas y ya en el barroco adquirieron una gran importancia.

yesería. Labor decorativa en yeso utilizada con frecuencia en la arquitectura de inspiración árabe.

zócalo. Basamento levemente sobresaliente en una pared, pilar o columna. También, el friso o franja que se pinta o decora de una forma especial en la parte inferior de un muro.

INFORMACIONES PRÁCTICAS

En esta sección se presenta una selección de hoteles, clasificados por categorías, y de otros tipos de alojamiento, de restaurantes y de diversos productos que se pueden comprar en las distintas localidades, ordenadas alfabéticamente.

La calidad de los hoteles se indica mediante su número de estrellas que se corresponden con la clasificación oficial.

En cuanto a los restaurantes, o casas de comida, van acompañados, en su mayoría, de un breve comentario relativo a lo más característico del local, a saber, sobre especialidades culinarias, ambiente, servicio, etc.

Los hoteles y restaurantes de las localidades que tienen su plano en esta guía van seguidos de una referencia entre paréntesis que indica su ubicación dentro del plano,y un número (D para los hoteles y O para los restaurantes) con el fin de facilitar su localización. La referencia (f. p.) significa que el establecimiento se encuentra fuera del plano.

Las compras abarcan una amplia variedad de productos, sobre todo los gastronómicos o los relacionados con la artesanía.

Asimismo, en las localidades más importantes, figuran otros datos informativos de interés, por ejemplo, dirección o teléfono del ayuntamiento u oficina de información, transportes, etc.

Direcciones útiles

www.caib.es Información institucional, con enlaces a diferentes páginas de información general, turística, cultural, empresarial, prensa local, etc. www.baleares.com Página del Institut Balear de Turisme, de información general, con prensa y noticias, enlaces a servicios de información turística, hostelería, agencias de viaje, servicios profesionales, inmobiliarias, etc. www.ibiza.net Información comercial.

www.visitformentera.com Página del Patronat Municipal de Turisme de Formentera, con información general de la isla de Formentera. www.guiaformentera.com Información turística y comercial de la isla de Formentera. www.agroturismo-balear.com Página de la asociación de agroturismo y turismo rural de las Baleares, con información detallada de sus hoteles rurales y servicios.

EIVISSA

Hotel El Corsario** (C3) H Ponent, 5. Telf. 97] 301248. Fax: 971391 953. Instalado en un palacio del siglo XVI enclavado en lo alto de la ciudad vieja (DaltVila).

Hotel La Ventana** (C3)H Sa Carrosa, 13. Telf. 971390 857. Fax: 971390145. Céntrico y muy confortable. Hostal El Puerto** (Al) D Carlos III, 22. Telf. 971 313 827. Fax: 971 317 452. Ubicado en la zona del Ensanche, próximo al puerto. Abre todo el año. Habitación doble: 59-99 €. Hostal Juanito* (B2) 0 Juan de Austria, 17. Telf. 971190 319. Céntrico, barato y abre todo el año. Habitación doble: 32 € (sólo conlavabo). Hostal La Marina* (B3) 0 Barcelona, 7. Telf. 971 310172. Las habitaciones dan al muelle y está abierto todo el año. Las habitaciones con baño, aire acondicionado y televisión cuestas 59-66 €. Dispone de habitaciones más económicas en inmuebles cercanos.

Hostal Montesol* (B2)D Vara del Rey, 2. Telf. 971 310 161. Fax: 971 310 602. Encantador establecimiento pionero en el turismo insular. Muy céntrico y cerca del puerto, renovado en 1996. Habitación doble: 62-98 €.

Hostal El Parque* (C2) 0 Cayetano Soler, s/n, esquina Vicente Cuervo. Telf. 971301358. Hostal familiar y de ambiente agradable. Habitación doble: 48-72 €. Hostal Sol y Brisa* (B2) D Bartomeu Vicente Ramón, 15. Telf. 971 310 818. Muy céntrico, en el Ensanche. Sencillo pero acogedor. Habitación doble: 27-39 €. Casa de Huéspedes Vara del Rey (B2) 10. Vara del Rey, 7. Telf. 971301376. Regentado por personal muy simpático y acogedor.

El tapeo

No hay una zona específica de tapeo en Eivissa. Bares y cafeterías, desperdigados aquí y allá, ofrecen tanto tapas locales como nacionales. Podemos empezar por Can Micalitos, en Sa Marina, junto al mercado de verduras, para continuar por el próximo Comidas San Juan (carrer Montgrí) y Bon Profit (plaga del Pare, 5). Scenicus (passeigVarade Rey, 4, junto al Hotel Montesol) es una snack-bar convencional en apariencia, pero con un par de barras donde se suce-

i m

EIV1SSA

den docenas de tapas diversas, con una excelente presentación, y que le sumen a uno ante la duda de qué pedir ante semejante variedad. Claudios (pasaje Antoni Jaume, 3) yXicus (av. Bartolomé Rosselló, 3) tienen gran variedad de tapas y bocadillos.

Lizarran (av. Bartomeu Rosselló, 15) es una taberna vasca donde txikitear como manda la tradición, lo mismo que Txintxo (Comte Rosselló, 1). La liesca (Carlos III, 21) es una "pamboleria", es decir, un restaurante en el que se sirven tablas de quesos y embutidos para acompañar e\pa amb oli, rebanadas (¡leseas) de pan payés untadas con tomate y regadas con aceite de oliva. Hay buenas tapas, bocadillos y menús caseros en Tapa-Tapa (telf. 971391700), en la carretera del aeropuerto con el cruce de la platja d'en Bossa.

Restaurantes

Chez Francoise (B2) O Plaza del Parque, 5. Telf. 971391919. Cocina francesa en un ambiente muy relajado y selecto. Sobre 24 € . Ama Llur (f. p.) Ctra. Sant Miquel, km 2,3. Telf. 971 314 554. Situado en una casa tradicional ibicenca con un agradable patio. Cocina vasca y marinera. Buena bodega. Precio medio, 36 €.

El Olivo (C3) © Placa de la Vila. Telf. 971 300 680. Mítico restaurante en Dalt Vila que ofrece exquisiteces de nueva cocina francesa. El establecimiento es muy agradable, especialmente la terraza. Excelente calidad y prestigio. Sobre 36 €.

El Cigarral (Bl) O Fray Vicente Nicolás, 9. Telf. 971311246. Ofrece calidad en sus platos manchegos (pistos variados, perdiz roja de caza toledana, queso de oveja en aceite de oliva...) y un trato agradable. Buena bodega. Precio medio, 27 €. Formentera (B3) O Passeig del Port. Telf. 971 311 024. Antiguo local marinero restaurado en primera línea del puerto. Cocina típica e internacional. Sobre24 €. Can Alfredo (B2) © Passeig Vara del Rey, 16. Telf. 971311274. Restaurante sencillo, de los de toda la vida, que ha hecho y hace feliz a muchos de los lugareños, lo cual habría de tenerse en cuenta. Cocina tradicional ibicenca. Especialidad en arroces. Buenas vistas. Precio medio, 24 €.

Mesón de Paco (B2) O Bartolomé Rosselló, 15. Telf. 971 314 224. Comida ibicenca. Local acogedor. Precio medio, 18 €.

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EIVISSA

Sausalito (B4) © Plaza Sa Riba, 5. Telf. 971 310 166. Local muy frecuentado; imprescindible reservar mesa. Terraza y jardín. Sobre 30 €. S'Oficina (Cl) O Avinguda d'Espanya, 6. Telf. 971300 016. Cocina vasca con buena relación calidad/precio. Precio medio, 30 € . San Telmo (B4) © Sa Drassana, 6. Telf. 971310 922. Es un restaurante muy especial del puerto que, además de parrilladas de carne y pescado, elabora platos con toque francés. Precio medio, 24 €. El Portalón (C3) © Plaga Desamparáis, 1. Telf. 971300 852. Situado en una palcita dentro de las murallas de Dalt Vila se halla este agradable restaurante especializado en cocina mediterránea. Precio medio, 24 €. Jack-Pot (f. p.) Passeig Joan Caries 1. Telf. 971313 312. Ubicado en las instalaciones del Casino de Eivissa. En verano es un verdadero placer cenar en la terraza con vistas al puerto y a la ciudad vieja. Precio medio, 24 €. Celler Balear (Al) © Ignacio Wallis, 18. En el Eixample. Dispone de un comedor decorado como una bodega rural donde se sirve comida típica Can Micalitos. Junto al mercado de verduras. Casi un bar de tapas y platos populares. Ambiente ibicenco.

Compras

Cestería. Mar y Costa. Guillem de Montgrí. José Pascual. Creu. Cerámica en Sa Marina. Cerámicas Ibi-cencas. Calle de Sa Creu. Es Fang.

VH\

Emili Pou. Art Eivissa. Carra de la Xeringa. Artesanía variada en los puestecillos que se abren por la noche en la zona del puerto. En Sa Marina se puede visitar el herbolario Filis de Vicent Colom, especializado en aromas y hierbas de Ibiza.

La noche

La noche de Eivissa es legendaria, una fiesta continua durante los meses de verano. Cientos de locales abren sus puertas hasta altas horas de la madrugada para disfrute de isleños, peninsulares y extranjeros venidos de todo el mundo. Todas las tendencias y extravagancias son admitidas en la noche ibi-cenca. Sa Marina y Sa Penya son pintorescos barrios de casas encaladas anexos a los muelles comerciales. Restaurantes y chiringuitos sacan sus sillas a la calle, donde la brisa marina mitiga el calor del estío. La calle más legendaria es la de la Verge o Mare de Déu, donde encontramos numerosos bares musicales. Entre Sa Penya y la muralla está la animada plaga de Alfons XII, con varios locales. A los bares del puerto se acude a medianoche, después de cenar, ya sea para tomar una copa, comprar las entradas para las macrofiestas de las discotecas, o asistir al desfile de las drag que-ens que comienza en el Dome Bar, en la calle Alfonso XII, en la parte alta cerca de las murallas. En los últimos años han tomado gran auge los chiringuitos de los callejones de la calle Barcelona, abiertos también los fines de semana de todo el año. En Dalt Vila los locales se salpican aquí y allá, con una alto porcentaje de bares gays, como el Ánfora (disco-bar; Sant Caries, 5). Son locales muy animados La Muralla, Joey's y Bandidos, bajo los eucaliptos y palmeras de Sa Carrossa. En la plaga de la Vila es obligada una copa en La Carbonera. En Eivissa Nova y Marina de Bota-foch, la mayoría de locales están en el

ElVISSA

Paseo Marítimo o passeig de Joan Caries I. En esta zona de la ciudad se ubica el Casino de Ibiza (telf. 971 313 312) complejo con sala de juegos, máquinas de juegos, restaurante-pizzería (Jack-Pot), piano-bar (cócteles y música en vivo) y night club. Eivissa es la isla dance por antonomasia, donde las fiestas no acaban nunca. Algunas de sus discotecas tienen fama mundial. Hay gente que viene desde cual-quier parte del mundo a las fiestas de inauguración de la temporada, que suele ir desde mediados de junio hasta bien entrado ei mes de octubre. Cada noche, las macrodiscos suelen efectuar una performance diferente, con representación fija los distintos días de la semana. En algunos casos los grupos de "actores" realizan recreaciones escénicas en las calles de la ciudad para atraer la clientela hacia las salas.

SANT ANTONI DE PORTMANY

Info

Oficina de Turismo. Passeig de ses Fonts, s/n. Telf. 971343 363. Pitra. Muelle Comercial, s/n. Telf. 902191 068. Trayecto Sant Antoni-Dénia (Alicante).

Hote les

Hotel Nautilus**** (f. p.) Bahía de San Antonio. Ctra. Port des Torrent. Telf. 971 340 400. Fax: 971 340 462. En la playa, moderno y confortable. Habitación doble: 105-138 €. Hotel Pikes**** (f.p.) Camino de SaVorera, s/n. Telf. 971 342 222. Antigua finca, convertida en uno de los hoteles más exclusivos de la isla. Hotel Abrat (Al) O Es Caló del Moro. Telf. 971 341 005. Fax: 971 341 025. Habitación doble: 42-62 €. Hotel Acor Playa*** (f. p.). Portixol, 12. Cala Gració. Telf. 971340 251. Complejo turístico junto a la playa.

Hotel Cala Gració Sol*** (f. p.) Cala Gració. Telf. 971340 862. Hotel Marco Polo*** (B3) B Av. Portmany, 8. Telf. 971 341 050. Ambiente familiar. Abre todo el año y cuenta con piscina y restaurante. Habitación doble: 36-60 €. Hotel Es Pía*** (B3) B Av. Portmany, 7. Telf. 971 341154. Abierto todo el año. Con piscina y bar-reatau-rante. Habitación doble: 36-60 €. Hotel Sol Pinet Playa*** (f. p.) Bahía de Sant Antoni. Telf. 971 340 250. Fax: 971 340 250. www.solmelia.com Perfectamente equipado. Con acceso para minusválidos. Habitación doble: 73-160 €.

Hotel Tropical*** (B2)Q Cervantes, 28. Telf. 971 340 050. Fax: 971344 060. www.hoteltropicalibiza.com Céntrico. Abierto de mayo a octubre. Havi-tación doble: 53-72 €, desayuno incluido. Hostal Cisne* (B2) B Vara del Rey, 13. Telf. 971 340 093. Céntrico, limpio y económico, ideal para aquellos a quienes no les importe el baño compartido. Habitación doble: 29-35 €.

Campings

Sant Antoni. 2a categoría. Ctra. Eivissa-Sant Antoni, km 14,8. Telf. 971 343 605.

IV 1

I?,MJI i t\\\ i V'Í'NI in - . i i m i IVI,'\I>Í i

Restaurantes Sa Capella (f. p.) Ctra. Santa Inés, km 0,5. Telf. 971 340 057. Cocina mediterránea con toques de la internacional en un local bien ambientado, antigua capilla rural. A la carta, 36 €. Rías Baixas (B3) O lgnasi Riquer, 4. Telf. 971340 480. Cocina gallega en un ambiente selecto. Sobre 24 €. Es Pi d'Or (f. p.) Ctra. Cap Negret-Cala Gradó, s/n. Telf. 971 342 872. Cocina gallega, buenas carnes y pescados. Terraza acogedora. A la carta, 5.000 pta/ 30,05 €. Es Rebost de Can Prats (B3) © Cervantes, 4. Telf. 971 346 252. Agradable casa de comidas que ofrece platos del recetario ibicenco tradicional. Precio medio, 18 €. Cala Salada (f. p.) En la cala del mismo nombre. Telf. 971 342 867. Terracita sobre la playa en la que se pueden degustar pescados, carnes al horno y a la plancha, además de buenas tapas. Precio medio, 24 €. París (B3) O Progrés, 4. Telf. 971 340 018. Vivero propio de [angostas, cigalas y mariscos. Excelente bodega. Decoración rústica. Precio medio, 24 €.

Sant Rafel de Forca Clodenis Plaga de l'Església, s/n. Telf. 971 198 545. Refinado restaurante de cocina provenzal en el que gozan de mucha fama sus patés. Al mediodía ofrecen un menú. Precio medio, 30 €. Centre Isidoro Macabich, s/n (frente al cruce de Santa Eulária). Telf. 971198 411). Pescados frescos, carnes al horno y a la plancha, arroces y fideuás, además de buenas tapas. Precio medio, 24 €. Can Pilot Isidoro Macabich, s/n (cruce de Santa Agnés de Corona). Telf. 971 198 293. Ocupa una casa colonial decorada con obras del conocido ceramista y pintor

Kinoto. Popular bar de tapas con platos del día al que acuden los fines de semana gentes de toda la isla.

i r Can Pilot^í

Compras gastronómicas en las peqeñas tiendas de ultramarinos, especialmente en las que se encuentran en las pequeñas parroquias. Vinos. Bodega Sa Cova. En Sant Mateu d'Aubarca. Bordados. Can Roig. Es Carrero des Carrer Ampie. Cerámica. Sa Liara. Sant Moni, 20. En Sant Rafel de Froca, Can Kinoto y Julio Bauza.

Aunque muchos veraneantes toman el Discobús para desplazarse a las macro-discotecas situadas entre Sant Rafel de Forca y Eivissa-Vila (Privilege, Amnesia, Pacha), Sant Antoni intenta competir en cuanto a diversidad y calidad con la oferta nocturna de Eivissa capital. Numerosos bares, pubs y discotecas se concentran en la zona del paseo marítimo (passeig

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SANT ANTONI DE FOkTMANY

del Mar y passeig de Ses Fonts) y sus calles adyacentes, sin olvidar la animadísima arteria de la avenida Dr. Fleming. En el centro de la ciudad, la zona de intersección entre las calles Sant Antoni y Santa Agnés es conocida como el "West End", con una gran concentración de bares. También hay que tener en cuenta la oferta de diversión de los hoteles de playa que flanquean toda la bahía y calas próximas. Durante el verano Sant Antoni es territorio británico. Legiones de adolescentes viajan hasta aquí en busca de emociones fuertes y todo tipo de excesos. La música de los locales suele ser estridente, muy al gusto anglosajón. Puede iniciarse la noche en el Café del Mar (carrer Lepant, 4; telf. 971342 516), junto al muelle principal; un local tranquilo y agradable donde charlar y tomar una copa. Mucha gente se reúne aquí para escuchar música suave y celebrar la puesta del sol, así como en el Mambo Café, también a orillas del mar. El Café del Mar edita cada año un CD con su música. En la zona de Dr. Fleming (con pubs como Vertmell, Kaoos, Xicus y Dune), el Café Melody es un agradable oasis de paz donde degustar excelentes cócteles. También recomendamos el New Manhattan, en la calle Sole-dat, en el centro de la ciudad. Rock Bar, Night Life, Rainbow, Capone (Santa Agnés, 14), Simple (Santa Agnés,'4), Tropicana (Santa Agnés, 12), Exit (Santa Agnés, 4) y Koppas (Santa Agnés, 1) destacan en el West End. El Indiana Café (ctra. de Sant Antoni) es un local muy frecuentado en Sant Rafel de Forca. En el capítulo discotecas señalamos Play 2 (Santa Agnés, 3), con láser-showy muy frecuentada por veinteañeros; Trops (Santa Agnés, 12); Long Play, en la avenida Dr. Fleming, frente al hotel Palmyra; Summum, discoteca con diferentes programas según el día de la semana (ctra. del Port des Torrent); y finalmente Es Paradís Terrenal (av. Dr. Fleming), con épicas macrofiestas durante todo el verano.

SANT JOAN DE LABRITJA

Info

Ayuntamiento. Plaga de PAjuntament, 4. Telf. 971 333 003.

Hoteles

Hacienda na Xamena***** Sant Miquel. Telf. 971 334 500. www.relaischateaux.fr/xamena Establecimiento de lujo ubicado en plena naturaleza y frecuentado por personajes de la política, el espectáculo o la literatura. Dispone de un buen restaurante. Hotel Cala San Vicente*** Playa Cala San Vicente. Telf. 971 333 021. Hotel Cartago***. Port de Sant MiqueLTelf. 971334 551/532. www.sanmiguelresort.com Habitación doble: 92 €. Hotel Imperio Playa*** Platja de Sant Vicent. Telf. 971333 055. Hostal Ses Arcades. Ctra. de Sant Joan, km 20. Telf. 971 333 002. Tranquilo hostal residencial. Habitación doble: 30 €.

Restaurantes

Es Caló Cala de Sant Vicent. Telf. 971320140. En primera línea de mar, con una terraza frente a la playa. Arroces, mariscadas y bollit depeix. Las ensaladas para acompañar son de antología. Vivero propio y excelente bodega. Precio medio, 24 €. S'Illot Ctra. de Portinatx, km 25,3; Portinatx. Telf. 971320 585. Es muy recomendable para tomar una paella de marisco a la sombra de los pinos. Sobre 24 €. Ca's Mallorquí. Cala Portinatx. Telf. 971320 590. Ubicado sobre el mar en el mismo puerto de Portinatx, ofrece pescados, langostas y cigalas ibicencas; cuenta con vivero propio. Port Balansat. Port de Sant Miquel. Telf. 971 334 537. En la amplia terraza sobre la playa se puede degustar una caldereta de langosta o un gallo al horno que tienen especial prestigio en la isla.

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SANT JOAN DE LABRITJA

Restaurante 2000. Platja de Benirrás. Telf. 971 333 313. Está ubicado en la misma playa. Sirven a la plancha o al horno los exquisitos pescados de la isla. Paellas y arroces a la marinera, a banda yarrds negre. Precio medio, 24 €.

SANTJOSEPDESATALAIA

Info

Oficina de Turismo Plaza de España, s/n. Telf. 971 340 900.

Hoteles

Hotel Las Brisas de Ibiza*** Porroig. Telf. 971 802193. Hotel rural al borde de un acantilado. Lujoso y bien decorado. Village Club Hotel**** Urb. Caló den Real. Telf. 971808 001/ 034. Moderno y acogedor, muy tranquilo. Hotel Bergartín*** Bahía de San Antonio. Telf. 971 340 950. Tranquilo, junto a la playa. Les Jardins de Palerm*** Apdo. 62. Telf. 971 800 318. Alojamiento rural en una antigua casa payesa bien acondicionada. Silencio y tranquilidad. Club Delfín**. Cala Codolar. Telf. 971 806 210. Gran complejo vaca-cional, especialmente recomendado para familias con niños. Club Green Oasis** Playa de Cala Tarida. Telf. 971806 268. Complejo turístico con un completo programa de animación.

Restaurantes

Ca Na Joana Ctra. Sant Josep, km 10. Telf. 971800158. Cocina moderna e imaginativa de alto nivel. A la carta, 30 €. Sa Soca Ctra. Eivissa-Sant Josep, km 18. Telf. 971341620. Cocina típica ibicenca (probar el estofado de conejo y la zarzuela con salsa verde, especialidades de la casa). Terraza-jardín en verano; salón con chimenea en invierno. A la carta, 18 €.

Recó des Pins Valencia, 1. Port des Torrent de Sant Agustí. Telf. 971341513. Cocina ibicenca y especialidades (arroz marinera y paletilla asada). Terraza con vistas al mar. Aparcamiento. A la carta, 24 €. S'Oficina Begonias, 17. Edificio Cantábrico. Telf. 971 390 081. Cocina creativa bien resuelta. A la carta, 36 €. Can Domingo de ca Na Botja Ctra. Eivissa-Sant Antoni, km 9,800. Telf. 971 800184. Cocina internacional, pescado y marisco. Hay que dejarse aconsejar por Vicente, su responsable. Paisaje rural ibicenco. Sobre 36 €.

La noche

La zona más animada del municipio de Sant Josep de Sa Talaia es la Platja d'en Bossa, próxima a la ciudad de Eivissa. Big Ben es un pub al estilo británico donde tomarse una pinta. También en la Platja d'en Bossa está Space, abierto entre junio y septiembre, ambos inclusive, desde las 8 h de la mañana hasta las 24 h (domingo las 24 horas), constituyéndose en el after más concurrido de la isla. La gente que va es variopinta y divertida, con un espectro de edad entre los 18 y los 40 años. Kiss es otra discoteca con menos renombre, pero no por ello menos frecuentada. Una opción más tranquila está en la misma plaza del pueblo de Sant Josep; se trata de Es Racó Verd, en cuyos jardines se celebran los martes, jueves y sábados actuaciones en directo de flamenco, jazz y blues; en invierno hay una actuación semanal sin día fijo. El Quetzal es una antigua casa de payés reformada donde tomar una copa y escuchar música; se halla en el camino de Sa Caleta. En la carretera a Ses Salines está DC-10; se trata de un bar musical donde, lamentablemente y como su nombre indica, a la par que se escucha música se oye el ruido de los aviones al despegar del vecino aeropuerto.

SANTA EULARIA DES RIU

Info

Ayuntamiento Plaga d'Espanya, 1. Telf. 971 332 800. Oficina de Turismo Riquer Wallis, 4. Telf. 971 330 728.

Hoteles

Hotel San Marino**** (BI) D Avenida Ricardo Gotarredona. Telf. 971 330 316. Fax: 971339 076. Abierto todo el año, con excelentes servicios. Habitación doble: 72-105 €. Hotel Tres Torres**** (f. p.) En la bahía de Ses Estaques, junto al puerto deportivo. Telf. 971 330 326. Fax: 971332 085. Tranquilo y confortable. Organiza excursiones marítimas para sus huéspedes. Abierto en temporada. Habitación doble: 95-192 €. Hotel La Cala*** (B3) O Sant Jaume, 76. Telf. 971330 009. Fax: 971 331 512. Céntrico, con buenos servicios y abierto todo el año. Habitación doble: 36-60 €.

Hotel Sol Los Loros*** (f. p.). Finca Cas Capitá. Telf. 971 330 761. En la playa. Hotel Mediterráneo** (A2) D Pintor Vizcai.l. Telf. 971 330 015. Fax: 971 339 344. Agradable y completo alojamiento con habitaciones amplias, agradable jardín y piscina. Abierto en temporada. Habitación doble: 36-57 €.

Hostal Central* (A2) D Sant Vicent, 24. Telf. 971 330 043. Fax: 971 325 141. Confortable. Restaurante anexo. Abierto todo el año. Habitación doble: 27-39 €.

Can Curreu**** (f. p.) Ctra. San Caries, km 12. Telf. 971 335 280. Casa ibicenca en el campo, bien decorada. Dispone de piscina, gimnasio y restaurante. La Colina de Ibiza** (f. p.) Ctra. Ibiza-Santa Eulária, km 10. Telf. 971 332 767. Casa de campo acondicionada para el turismo rural.

Campings

Es Cana. Ia categoría. Es Cana. Telf. 971332117. Cala Nova. 2a categoría. Cala Nova-Es Cana. Telf. 971 336 431. Florida 3a categoría. Punta Arabí. Es Cana. Telf. 971 331 698.

El tapeo

El bar Anita, en Sant Caries de Peralta, es una cita imprescindible para tomar unas herbes. Se trata de un local tradicional donde antaño, y aún hoy en día, se reunían los hippies para debatir sus cuitas y sus utopías. El bar conserva el sabor de aquellos años y hace también las funciones de oficina de correos. En la calle Sant Miquel, en Santa Eulária, hay una gran densidad de restaúrenles de precios diversos. Para comer

SANTA EULARIA DES RUI

de tapas y bocadillos no hay posibilidad de duda: Can Costa y Es Cantó, establecimientos próximos a la parroquia de Santa Gertrudis de Fruitera. Se puede disfrutar de buenos bocadillos de pan local untados de tomate y rociados de aceite de oliva; dentro o encima: jamón, embutido, queso, tortilla, anchoas o cualquier otra cosa. Para chuparse los dedos. En estos locales, con mucha solera, las tertulias de los vecinos van desde el plácido comentario sobre la bondad del clima a acaloradas discusiones políticas.

Restaurantes

La Posada (Al) O Camino al puig de Missa. Telf. 971330 017. Cocina ibicenca con especialidades en carnes. Sobre 21 €. Le Bistrot (B2) © Paseo Marítimo, 82. Telf. 971330 655. Cocina de mercado. Pescado fresco y marisco. Terraza al paseo. Mucho ambiente nocturno. Precio medio, 33 €. La Bota (A2) © San Vicente, 43. Telf. 971 330 206. Cocina ibicenca. Celler Ca'n Pere (A2) O San Jaime, 63. Telf. 971 330 056. Ofrecen el amplio abanico de la cocina local, desde las carnes (cordero y cochinillo al horno) a los pescados y mariscos (caldereta de langosta). Local acogedor. Precio medio, 24 €.

Las Dalias (f. p.) Ctra. a Sant Caries de Peralta. Telf. 971335 156. Pescados frescos y carnes a la brasa en un ambiente rústico. Bar Costa (f. p.). Santa Gertrudis de Fruitera. Especialidades ibicencas y comidas a precios populares. Can Pep Salvador (f. p.) Ctra. Es Cana, km 2,5. Telf. 971331028. Especialidades locales, sencillas y preparadas con gusto. Ca'n Miquel (A2) © San Vicente, 49. Telf. 971 330 329. Establecimiento muy popular con cocina marinera y de pescado. Precio medio, 18 €. Bahía Santa Eulalia (B2) © Moiins de Rei, 2. Telf. 971 330 828. Cerca del puerto deportivo, con vistas al mar.

Compras

Mercadillo Aí/?/?/e en Punta Arabí, los miércoles. Cerámica en el Puig d'en Valls. Can Negre. Can Toni Frígoles, 8. Licor de hierbas. Bar Restaurante Anita. San Carlos.

La noche

En los bares y discotecas de las playas de Santa Eularia la noche veraniega es relativamente animada, sin ningún local que destaque en especial. En Santa Eularia podemos acercarnos a Pomelo (Sant Joan, 27) y Miramar (camí des Puig de Missa), ambos con buena música y ambiente distendido; Cocodrile, local tranquilo con terraza en el casco antiguo de la población (xamí des Puig de Missa); Top Hat, uno de los pocos pubs que abre todo el año (Isidor Macabich, 34); Nicco's, en la misma calle; y la discoteca Studio 64 (Sant Lloreng, 16), la más animada de la población y primera en implantarse. La Sala Kancela y la discoteca Mr. Cairo son locales donde esporádicamente se puede escuchar música en directo En Es Cana abren sus puertas en verano las discotecas Boogie y Pink's, mientras que Hollywood lo hace en Cala Llonga.

ISLADEFORMENTERA

La isla de Formentera es tan pequeña que núcleos como Sant Francesc, San Ferran y Es Pujols están a muy poca distancia. Ello hace que no sea relevante indicar direcciones específicas de los establecimientos.

EL PILAR DE LA MOLA

Hoteles Hostal Entrepinos* Es Caló. Telf. 971 327 017. Fax: 971327 018. En el verano abre este hostal, muy adecuado para explorar este extremo de la isla. Habitación doble: 36-72 € .

Compras

Cerámica en Can Gabrielet. Sábados y domingos, en la feria de artesanía.

SANT FRANCESC XAVIER

Info

Ayuntamiento Pza. de la Constitución, 1. Telf. 971 322 034. Autobuses Autobuses Paya Telf. 971 323 181 y 971322 750. Taxis. Sant Francesc. Telf. 971 322 016. Es Pujols. Telf. 971 328 016. Transportes marítimos La única forma de llegar a la isla (Port de La Savina) es en barco desde el puerto de Eivissa. Transmapi Telf. 971 322 930. [email protected] Trayectos Eivissa-Formentera. Balearía Telf. 902 160 180. www.balearia.com Trayectos Eivissa-Formentera. Transmediterránia Telf. 902 454 645 www.transinediterrania.es Trayectos Palma-Eivissa-Formentera.

Hoteles

Hotel Riu Club La Mola**** Playa de Migjorn, s/n. Telf. 971327 000. www.riuhoteIs.com A12 km de Sant Francesc. Complejo hotelero en primera línea de playa, con dos edificios independientes y bungalows. Buenos servicios e instalaciones. Ideal para familias con niños. Habitación doble: 94-153 €. Hotel Formentera Playa**** Playa de Migjorn, s/n. Telf. 971328 000. Gran capacidad y perfectamente equipado. Habitación doble: 150-201 €. Club Maryland*** Playa Es Arenáis. Telf. 971 328 034. Complejo vacacional renovado, ideal para ir con niños. Hotel Cala Saona*** Cala Saona. Telf. 971 322 030. A 5 km de San Francesc. Dispone de buenas instalaciones y habitaciones bien equipadas. Hotel Sa Volta*** Miramar, 94. Es Pujols. Telf. 971 328125. Fax: 971 328 228. Totalmente renovado en 1999. A150 m de la playa, con habitaciones bien equipadas. No cierra en invierno. Habitación doble: 51-90 €. Hotel Tahití** Playa de Es Pujols. Telf. 971 328 122. Hostal Rocaplana** STlspalmador, 41. Es Pujols. Telf. 971 328 335. Hostal Voramar** San Fernando. Telf. 971 328 119. Hostal Ules Pitiuses* Avda. Juan Castelló Guasch, 46. Sant Ferran de Ses Roques. Telf. 971 328 189. Fax: 971328 017. Agradable y confortable hostal de 26 habitaciones con terraza, baño completo, calefacción y aire acondicionado. Abre todo el año y alquilan bicicletas. Habitación doble: 35-51 €.

SAINT FRANCKSC XAVIER

Restaurantes Es Molí de Sal Playa de IHetas. Telf. 971 187 491. Instalado en un viejo molino de sal. Arroces, pescados y caldereta. Cierra en invierno. Precio medio, 36 €.

Sa Palmera Aguadulce, 15-36. En Es Pujols. Telf. 971328 356. A pocos metros del mar, junto al paseo marítimo que aún conserva barracas de pescadores. Piscina y terraza. Pescado y paella de marisco. Precio medio, 15 €. Le Cyrano Passeig Marítim. Es Pujols, s/n. Telf. 971 328 386. Cocina francesa y platos de pescado fresco. A la carta, 18 €.

Compras

Instrumentos populares en el taller de Can Vicenc des Ferrer. Hilados tradicionales en Can Pujolet.

LASAVINA

Info

Oficina de Turismo Telf. 971 322 057. Línea regular de autobuses Autocares Paya Telf. 971323181. Puerto Deportivo Formentera Mar Telf. 971 323 235. www.formenteramar.com Taxis. Telf. 971 322 002. Alquiler de vehículos Avis. Telf. 971 322 123. Betacar. Telf. 971 322 031.

Hoteles y restaurantes

Hostal Restaurante Bellavista** La Savina, s/n. Telf. 971 322 255. Fax: 971 322 672. En el mismo club náutico de Cala Sabina. Terrazas cubierta y descubierta. Habitación doble: 84-108 €. En el restaurante, típicas calderetas y arroces de pescado y mariscos. Ambiente selecto. Desde 30 €. Hostal Bahía* Puerto de La Savina. Telf. 971 322 142. Fax: 971 322 380. Dispone de 33 habitaciones climatizadas, con baño y televisión. Completamente renovado en 2001. Tiene un resturante típico junto al muelle. Abierto todo el año. Habitación doble: 48-81 €. Hostal La Savina* Avda. Mediterránea, 22. Telf. 971 322 279. Hostal familiar ubicado junto al estany des Peix. Cierra de octubre a mayo. Bar-restaurante en la terraza. Habitación doble: 45-75 €.

ÍNDICE DE LUGARES

Isla de Eivissa

Águila, penyal de S', 49 AiguaBlanca, S' (playa), 17,55 Amunts.Els (bosque), 18 Amunts,Els,23,24,48 Arenal de Sant Antoni, S' (playa), 45 Arenal Gros (playa), 18 Arenal Petit (playa), 18 Aubarca(cala),46 Aubarca, cap d', 46

Bassa(cala),21,46 Benirrás (playa), 25,49 Bledes, Ses (islote),51 Boix(cala),15,16,55 Boques, caló de ses, 29 Bosc, Es (islote), 22,24,46,49,51 Bossa, platja d'en, 31,42

Caixota, Sa (playa), 29 Cala Llonga, 19,55 Cala Sant Vicent, 17 Caleta, Sa (playa), 29,52 Caleta, Sa (yacimiento fenicio), 50 Caletes, Ses (playa), 49 Cana, Es, 55 Cana, Es (islote),55 Canal, La (playa), 42 Cañar, Es, 15 Cañar, Es (islote), 19 Cap des Falcó, puig del, 52 Cavallet, Es (playa),30,31,42 Cavallet, Es (playa), 50,52 Codolar (cala), 30 Codolar,Es(playa),42,52 Comte(cala),46 Comte,calódes,22 Conillera, Sa (islote), 22,23,46,51 Conta(cala),22 Corb Mari, puig des, 52 Creu,puntadesa,24 Cubells,Es,28,29,50,53 Cuieram,covades,49

Eivissa, 31,34-42,117 Almudaina(ocastell),40 Ayuntamiento, 39 Baluard de Santa Llúcia, 38

Baluard de Santa Tecla, 39 Can Balansat, 39 Can Bardaxí-Clara, 39 Can Comasema, 39 Can Gotarredona, 39 CanGrimes,39 Capilla del Salvador, 40 Casa de la Curia, 40 CasaJosepTur,39 Casa Llaneras, 39 Casa Llobet, 39 Casa Montero, 39 CasaPuget,39 CasaTuells-Wallis,39 CasaVedoba,39 Catedral, 39 DaltVila,37 Església de l'Hospitalet, 39 Iglesia de Santo Domingo, 39 Marina, Sa, 40 Mercat de ses Verdures, 41 MercatdesPeix,41 Murallas, 37 Museu Arqueologic d'Eivissa

iFormentera,40 Museu d'Art Contemporani, 38 Museu del Puig des Molins, 41 Palacio Episcopal, 40 Passeig de Vara del Rey, 41 Penya,Sa,40 Portal de Sant Joan, 38 Portal de ses Taules, 38 Portal Nou, 38 Puig des Molins, 41 Seminario, 39 TeatrePereyra,41 Universitat,40

Espartar, S' (islote), 22,46,51 Estanyol, S' (playa) ,21,45

Falcó, cap des, 30 Feixes, camí de ses, 42 Feixes,Ses,32 Figueral,Es (playa), 15 Figueretes.Ses (playa), 31,42 Fontanelles, sa cova de ses, 46 Fontanelles, serra de ses, 32 Fontanelles, Ses (pico), 52 Freus, Es (islotes), 51

ÍNDICE DE LUGARES

Gradó (cala), 22 Gran(piaya),49 Grossa(serra),32,52

Hort,calad',27,50,52

Illotd'en Renclí,S' (playa), 18 lllot de cala Salada, 23 Isla Blanca, 49

Jesús, 19,55 Jondal(cala),29 Jondal, Es (playa),53

Llentrisca (cap), 28,52 Llenya (cala), 55 Llibrell(cap),19

Mastella (cala), 16,55 Migjorn (playa), 42 Missa, puigde,48 Moltons, caló des, 24,49 Moro, caló des, 21,45 Moscartes,capdes,49 Murta, serradesa,32

Negret(cap),29 Niu de s'Águila, Es (playa), 29 Nova (cala), 15

Ovelles, Ses (playa), 29

Pada (cala), 15 Peix, estanydes,52 Pep, puigd'en, 19 Petit (playa), 49 Pinet(cala),21 Pía de Corona, 46 Porroig, 53 PortdeSantMiquel,24 Port de Sant Miquel (cala), 49 Port de ses Caletes, 18 PortdesTorrent.21,45 PortinatxdelRei, 18,49 Portitxol, Es,49 Pou des Lleó, Es (cala), 15,16,55 PratdesesMonges,32 Pudent, estany, 52 Puigd'en Valls, 19,42 Punta Arabí (playa), 15 Punta Galera (playa), 22

I M

Racó den Xic (playa), 22 Redona (islote), 19,55 Reguero, Es (playa), 21 Riu, Es (playa), 15 Roca Llisa.Sa, 19,55 Rubio (cap), 49

Salada (cala), 23 Salines, Ses, 30,42 Salines, Ses (playa), 30,50,52 Salieres, puigd'en, 19 Saltd'enSerra, Es, 55 Sant Agustí des Vedrá, 50 Sant Moni

de Portmany, 21,43-45,121 Sant Caries de Peralta, 15,17,55 Sant Francesc de Paula, 42,50,51 SantJoan de Labritja, 18,47-48,123 Sant Jordi de ses Salines, 42,50,51 SantJosep

de sálala»,27,50-51,124 Sant Lloren? de Baláfia, 19,48 Sant Mateu d'Aubarca, 23,46 Sant Miquel de Balansat, 23,48 Sant Rafel de Forca, 25,42,46,122 SantVicentdesaCala,48 SantVicent(cala),17,48 SantaAgnés de Corona, 24,46 Santa Eulária des Riu, 14,53-54,125 Santa Eulária (islote), 55 Santa Eulária (playa), 15 Santa Gertrudis

de Fruitera, 25,55 Serra, caló d'en, 18,49 Stella Maris, 45

Tagomago (islote), 16,17,49 Talaia,Sa(pico),52 Talaiassa, Sa (pico), 52 Talamanca (playa), 31 Toni Masó, puigd'en, 55,19 Torre, cabo de sa, 31 Torre, punta de sa, 30,31,51

Vedrá, Es (islote), 28,52 Vedranell, Es (islote), 28,52 Vi, covades,45

Xarraca (playa), 18,49 Xarraca (punta), 49 Xucla (playa), 18

ÍNDICE DE LUGARES

Isla de Formentera

Alga, S' (playa), 62,73 Arenáis, Els (playa),58

Barbaria, cap de, 57,58,67,70 Bastézcala en, 60 Bosc Gran, caló de, 62 Bosc Petit, caló de, 62

Copinyar, bosc d'es, 59 CovaForadada,Sa,71

Dunas, Las (playa), 58

Espalmador, pas de S\ 62,73 Espalmador, S' (islote), 61,73 Espardell.S' (islote), 73 Estanyol, S', 62,73

Freus, Els (islotes), 61

Guillem (puig),70

Illetes, Ses (playa), 73

Llevant (playa), 61,62,73

Migjorn, platja d'es, 58 Mola, La, 59,67 Morts, caló des, 59

Pedrera (punta), 72 Peix, estanydes, 61,72 Pilar de La Mola, El, 59,64-66,127 Pía del Rei, 57,70 Prima (punta), 60,67 Pudent, estany, 61,73 Pujada, bosc de sa, 59 Pujols de ses Salines, Es (playa), 67 Pujols, Es (playa), 60 Pujols, Es, 60,67

Quintalar, Es (acantilados), 60

Recó des Forat, Es (acantilados), 67 Rocabella (playa), 60,67,73 Roqueta, Sa (playa), 60

Sant Agustí, caló de, 60 Sant Ferran

de ses Roques, 60,66-67 Sant Francesc Xavier, 57,68-71,127 Saona(cala),57.70 Savina, La, 56,71-73,128 Senyora, Sa (playa),62,73

Tanga (playa), 73 Torreta,Sa (playa), 62,73 Tramuntana, 60,67 Trocadors, Es (punta), 61,73

Vogamarí (playa), 58

ÍNDICE DE MAPAS, PLANOS Y PLANTAS

Mapas

Mapa de carreteras de Eivissay Formentera, escala 1:300.000,10-11

Planos

Eivissa,.?ÍK?7 Sant Antoni de Portmany, 44 Santa Eulária des Riu, 54