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I a EL YODO Y LA GANADERIA POR FRANK EWART CORRIE, B. Se., N.D.A., N9.D 1

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I a

EL YODO Y

LA GANADERIA

POR

FRANK EWART CORRIE,

B. Se., N.D.A., N 9 . D 1

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INTRODUCCION.

El objeto principal de este folleto es proporcionar una version simplificada de los resultados de los trabajos de investigación que han sido y siguen siendo realizados en institutos cientfficos subvencionados con fondos fiscales en Gran Bretaña y sus colonias, los Estados Unidos, Alemania y otros países respecto a la importancia del yodo en la alimen- tación de ganado. Los informes que periodicamente emanan de los institutos en cuestión, aparte de ser a veces de una naturaleza muy técnica, solo raramente llegan al conocimiento de los criadores latino-americanos, y puesto que los resultados de los numerosos experimentos llevados a cabo son de alto valor económico es evidente la necesidad que hay para levantar un puente por sobre esta brecha entre la ciencia y la práctica.

El yodo, universalmente conocido bajo la forma de la tintura casera, es un elemento natural que es indispensable en el organismo humano y animal y que éste deriva de los alimentos ; 6, mas bien dicho, debe derivarse de ellos. Por todas partes del mundo, sinembargo, principalmente aunque no siempre en las areas alejadas del mar, hay regiones vastísimas en que los suelos, y por lo tanto la vegetación que allí crece, han sido desprovistos de su contenido de yodo, sea por agencias naturales (como por ejemplo cuando en épocas remotas estaban cubiertas por capas de hielo) 6 por el contínuo apacentamiento del herbaje y la siega constante de cereales y raíces. Las plantas alimenticias absorben yodo de los suelos mientras haya alguno disponible al alcance de sus raíces, pero ya que el yodo nunca se restituye a los suelos (salvo donde se los abona con el yodífero salitre chileno o con el guano) llega forzosamente un dia cuando el pasto, los raices y los cereales contienen poco o ningun yodo. Entonces es que los animales que los comen comienzan a padecer un sinnúmero de enfermedades, mas o menos graves en razon directa a la deficiencia. Porque, si bien la cantidad de yodo que normalmente se encuentra en el organismo animal no excede de unas pocas veintenas de milígramos, la salud, el crecimiento y la vida misma dependen de la presencia de ese elemento en cantidades adecuadas. Cuesta creer que el cretinismo, por ejemplo, condición que representa la negacion misma del desarrollo físico y mental, puede ser originado por la carencia del yodo, pero ha sido comprobado hasta la evidencia que es así. Donde el yodo se administra a las mujeres en la preñez, medida obligatoria en los muchos cantones de Suiza en que anteriormente abundaban los casos de cretinismo, se impide en absoluto ese terrible mal.

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Una de las funciones del yodo que 6xiste en el organismo es, pues, la de promover el crecimiento-o acaso de alejar la causa o causas de la falta de crecimiento. Sus demás funciones son enumeradas en las páginas que siguen é ilustradas con ejemplos escojidos de la literatura científica y práctica de diversos paises. Por si acaso el lector desea estudiar por sí mismo esa literatura se citan las referencias en la página 31 y se indican en el texto por medio de los números entre paréntesis. La mera enumeracion de esas funciones, y el hecho comprobado de que dependen todas y cada una de una provisión adecuada de yodo en el alimento, habrá de sugerir al criador inteligente el grado de responsabilidad que incumbe a la deficiencia de yodo por la mala nutrición, el crecimiento atrasado y la falta de reproducción que están militando contra la prosperidad de la industria ganadera en todas partes del mundo.

FRANK EWART CORRIE. Londres, Febrero de 1929.

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1.-EL YODO EN LA GLANDULA TIROIDEA.

En el frente del pescuezo de todos los seres humanos y animales hay una pequeña glándula con dos lóbulos, uno a cada lado de la tráquea, al través de la cual se unen por una tira de tejido conectivo. Esta es la tiroidea, la glándula maestra de todos los demás órganos de secreción interna que regulan los procesos vitales del organismo. La secreción de la glándula tiroidea, que se conoce con el nombre de " tiroxina '* y que se vacia, cuando se necesita por el organismo, directa- mente en la sangre (circunstancia que por sí mismo indica su importancia), consiste de un 65.4 por ciento de yodo.

Las funciones y propiedades del yodo en la glándula tiroidea son las siguientes :-

l. Es indispensable para la eficiencia del metabolismo (es decir los cambios constructivos y destructivos en la condición de las células), para los intercambios respiratorios y para e1 crecimiento físico.

2. Es necesario para el desarrollo mental. 3. Se necesita especialmente en la preñez para el debido

desenvolvimiento del feto. 4. Se necesita en la adolescencia para el desarrollo de los

órganos de reproducción. 5. Es indispensable para la salud del cutis y el crecimiento

de lana, cabellos, pellejo, etc. 6. Se necésita para la asimilación del crllcio ; y 7. Se necesita para establecer y mantener la resistencia

que oponen las fuerzas naturales a las infecciones bacteriales y a las toxinas.

Además, como Cramer lo ha demostrado en una obra (1) de gran interés é importancia, la regulación de la temperatura del cuerpo es una función de las glándulas tiroidea y adrenal.

En el ejercicio de la inayoria de sus funciones el yodo almacenado en la glándula se pierde por excreción y por consiguiente tiene que ser constantemente renovado. Los médicos Cole y Womack (2) han medido, en experimentos sobre perros, la pérdida de yodo que ocurre cuando la glándula está llamada a combatir infecciones agudas tales como la peritonitis, la pulmonia y otras. En una enfermedad de breve duración la pérdida excedió de 50 por ciento.

Hay muchos indicios que sugieren con insistencia inelu- dible que las funciones de la glándula tiroidea son activadas por los rayos solares, que el yodo dentro del organismo y el sol por fuera juegan papeles reciprocamente complementarios.

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Es incuestionable que sin uno y otro no puede haber salud, ni crecimiento, ni energias, ni vida de cuerpo o mente. Los efectos de los rayos ultravioletas sobre el crecimiento, en el tratamiento de la raquitis y otras anormalidades de los huesos, en la profilaxia de las enfermedades en general y en tonificai- el organismo entero son idénticos con los efectos de la adminis- tración de yodo.

Ultimamente Kelly ha analizado las glándulas tiroideas de dos cerdos que se habían sometido, en una série de experi- mentos realizados en el Rowett Research Institute, Aberdeen, Escocia, a la influencia de los rayos ,ultravioletas por una hora diariamente durante tres semanas. ' Encontró extraordinaria- (mente bajo el contenido de yodo, y a su juicio la única explica- tión de esa circunstancia es que la irradiación había estimulado la secrecion de la tiroxina a tal punto que ésta casi se agotó. La hipótesis de Kelly explicaría muchos fenómenos que hasta ahora han permanecido inexplicadas, como por ejemplo los malos efectos de aplicaciones prolongadas de los rayos en cuestión ; el hecho de que ciertos individuos no derivan ningun beneficio de la irradiación, sino que mas bien al contrario ; el hecho de que en los paises de largo invierno, despues de un verano inusitadamente brillante, hay siempre más epidemias que despues de los veranos lluviosos ; y aun el fenómeno de la insolación. Es claro que si los rayos solares y los rayos ultravioletas tienden a agotar, estimulándola, la secreción que se llama tiroxina, y que, como dejo dicho, consiste en sus dos terceras partes de yodo, el individuo ó animal cuya glándula se encuentra casi desprovista de ese elemento reaccionará a los rayos de modo muy distinto dé1 que tenga una provision normal.

2.-LOS ELEMENTOS MINERALES.

Hace medio siglo, cuando la ciencia de la nutrición estaba todavia en su infancia, las necesidades alimenticias de los animales eran divididas por los científicos en tres categorias : proteinas, grasas y carbohidratos. El hombre o animal que consumiera éstas en cantidad suficiente y en su debida propor- ción no podría necesitar más que el agua, según se creia en- tonces, para nutrirse perfectamente. Nunca se oia nada respecto al rol que juegan los constituyentes " minerales " de los alimen- tos-e l cálcio, el fósforo, el potasio y otros elementos que siempre ocurren en cantidades sustanciales en la materia viviente y el yodo, el manganeso, el hierro etc., que ocurren en cantidades mínimas.

La verdadera importancia de estos elementos minerales es indicada por el experimento clásico de Forster (3)) en el cual ciertos animales alimentados con raciones destituidas

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lo mas completamente posible de esas sustancias murieron mas rapidamente que animales comparables que no recibieron alimento alguno.

Según Orr (4), no hay sino dos sustancias alimenticias cuyo contenido mineral es aproximadamente adecuado para las necesidades de los herbívoros. Una es la leche ; la otra consiste de los buenos pastos de hierbas de diversas especies,

La calidad de la leche la determinan los pastos. Hace muchos años Benecke demostró que las vacas apacentadas en praderas viejas que por no haberse abonado nunca con cal eran muy deficientes en cálcio llegaron a ser raquíticas, y que la misma enfermedad se declaró tambien en las criaturas que se alimentaron con la leche de esas vacas. Esto no obstante que, como generalmente se sabe, la vaca se deshace del cálcio de sus propios huesos a fin de que su leche contenga lo suficiente de ese elemento para nutrir a su cria. (El infrascrito se perniite creer que una deficiencia no solamente de cálcio sino que tambien de yodo contribuyó para producir el resultado en cuestion) .

De todas maneras los pastos son la única fuente de ali- mento que debe ser tomada seriamente en cuenta por el ganadero práctico, y si son deficientes en alguno de los elementos minerales indispensables es claro que no son capaces de criar buen ganado.

Ahora bien, calcúlese lo que será necesariamente la situación de-por ejemplo-el campo argentino. Cuando esa inmensa llanura había surgido definitivamente del mar era espléndidamente rica en todos los elementos minerales esen- ciales-porque el mar los contiene todos en solución-y así permaneció aunque el ganado introducido por los españoles multiplicara en manadas enormes y cada animal quitó al suelo, por intermedio del herbaje, el nitrógeno que necesitaba para formar sus canles, el cálcio y el fósforo para su esqueleto, el potasio para sus fluidos corporeos, el hierro para su sangre, el yodo para su glándula tiroidea. Todo lo derivaron esos vastos rebaños del suelo-y todo, o casi todo, se lo restituyeron cuando murieron y sus cuerpos podridos fueron reabsorbidos por la tierra madre.

Pero llegó el dia en que los rebaños errantes quedaron acorralados dentro de límites fijos y cuando sus cuerpos fueron tomados en su integridad-carne y hueso, cuero, casco y cuerno-por los mataderos, y cada res beneficiada dejó el campo mas pobre .en, digamos, medio quintal de cal, fosfatos y potasio y unos pocos gramos de hierro y otros elementos vitales, incluyendo algo como 200 miligramos de yodo.

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Multiplíquese esas cantidades por los millones de reses bene- ficiadas durante las últimas cuatro o cinco décadas y considérese si esta continua pérdida de sustancias alimenticias no será la causa de cuaíquier aspecto de la ganaderia argentina que no sea satisfactorio hoy dia.

En el Brasil la provincia de Rio Grande do Sul se encuentra en condiciones parecidas, pero en ese país hay además inmensas extensiones de territorio cuyos suelos nunca han sido ricos en elementos minerales. En muchas areas, en efecto, la carencia de cálcio, fosfatos y yodo (este último especialmente) es tal que sin la agregación artificial de esas sustancias al alimento ordinario no es posible criar ganado aun medianamente sano. En página 8A se reproducen diversos ejemplos, fotografiados por el señor Ross Grant, Veterinario- Jefe de Australia, en su gira por el Brasil en la primavera de .1928, de los resultados de deficiencia de yodo y talvez otros elementos minerales en el ganado mayor.

Puede terminarse muy propiamente esta sección. citando las palabras del señor Walter Elliot, actual Sub-secretario de Estado de Escocia y Presidente del Comité de Investigaciones de la " Empire Marketing Board " que tan importantes sumas ha gastado y sigue gastando sobre la investigación de las cuestiones del yodo. El señor Elliot, que ha investigado él mismo diversos problemas de la deficiencia mineral de pastos y su nefasta influencia sobre la nutrición animal, dice como sigue :-

" Comienza a delinearse ante nuestros ojos una nueva fisiologia en la cual la importancia relativa de los elementos orgánicos y los inorgánicos se encuentra trastrocada. El carbono, el hidrógeno, el oxígeno, aun el nitrógeno, los elementos maestros de ayer, pueden necesitar una reinter- pretación de su rango. Debemos tener en cuenta la asociación constante y hasta ahora inexplicable de canti- dades mínimas de los llamados elementos inorgánicos- yodo, hierro, manganeso, cálcio y fósforo-con todos los fenómenos vitales." ('~The Times," 26 de Agosto de 1927).

3.-EL YODO Y EL CRECIMIENTO FISICO.

Hoy dia la produccion económica de cai-nes, leche y huevos exije que los animales crezcan rapidamente y lleguen temprano a la madurez. " Ahora bien," dice Orr ( 4 ), " cuánto mas rápido el desarrollo tanto mayor tiene que ser, no solamente la cantidad absoluta de materias minerales que necesitan en un período dado, sino que tambien la proporción de materias minerales por unidad de energía que tiene el alimento." Pero es claro que a fin de promover el crecimiento esas sales minerales deben necesariamente ser

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absorbidas del intestino y asimiladas por el animal que las consume. " Puede haber abundancia en las raciones sin que, debido a factores que afectan desfavorablemente a la absorción, pase por la muralla del intestino al campo metabólico mas que una pequeña proporción."

Kelly (5), a insinuación de Orr, organizó cuatro experi- mentos para medir cuantitativamente la influencia del yodo sobre la absorción de nitrógeno, fósforo y cálcio eii el cerdo creciente. Encontró que agregando pequeñas cantidades de yodo al pienso cereal se produjo un desarrollo más rápido en un promedio de 1 kilógramo por cerdo y quincena, correspon- diendo ese aumeiito ala retenciónyasimilación de los elementos citados. Las cifras dianas, en gramos, eran como sigue :-

Cerdos Cerdos testigos experimentales

(sin yodo). (con yodo). 'Nitrógeno asimilado . . . . . . - 0.22 +0.78 Fósforo > , . . . ... - 0.24 $0.71 Cilcio ,> . . . . .. +0.41 $0.52

Pueden interpretarse esas cifras de dos maneras : signifi- can ó que los cerdos testigos no derivaban de su pienso bastante yodo para producir óptimo crecimiento 6 que la influencia del yodo sobre la asimilación de los elementos en cuestión es de naturaleza estimuladora. El infrascrito rechaza esta última hipótesis y crée firmemente que en las raciones básicas con que se alimentaron a ámbos grupos habia una insuficiencia de yodo, aunque según Kelly los animales testigos no presentaron ningun sintoma de deficiencia. La experiencia enseña precisamente que en la mayoría de los casos en que el yodo ejerce una influencia beneficiosa no hay síntomas visibles de una escasez de ese elemento. En otras palabras, se trata de una deficiencia que, con ser ligera, basta para impedir el crecimiento normal.

Por ejemplo; en experimentos realizados en el Colegio de Agricultura del Estado de Iowa (6), "la alimentación de cerdos crecientes con yodo, en la forma de yoduro de potasio, dió como resultado un mayor aumento de peso que ascendió, en tres años distintos, a un promedio de 10 por ciento, y al propio tiempo una disminución de 10 por ciento en la cantidad de alimento consumido." En el segundo experimento, despues de 110 dias de alimentación idéntica para los dos grupos (salvo que uno de ellos recibió por dia y cabeza 75miligramos de yoduro de potasio), las dimensiones medias eran como sigue (pulgadas inglesas) :-

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C.ircunferencia de la tibia

Largura. Altura. a?zterior. Grupo alimentado con yodo 46.39 ' 24.46 6.11

> > ) , sin ,, 43:40 23.49 5.90

Cito como otro ejemplo los experimentos sobre ovejas de los profesores Golf y Birnbach (7) en la Estación Experimental Oberholz de la Universidad de Leipzig, que demuestran la influencia sobre el aumento de peso de una dosis diana de 40 milígramos de yoduro de potasio por cabeza. Es interesante notar que el efecto del yodo era mucho mas apreciable en los animales con órganos sexuales intactos que en los castrados. He aquí las cifras :- Diferencia a favor del grupo

alimelztado con yodo. Corderillas . . . ... ... +30.2% Corderillos castrados ... + 11.4%

Ó sea, un desarrollo en termino medio superior en mas de 20% al de los animales testigos.

En cuanto a ganado mayor, Kelly hace alusion (5) a un experimento realizado en el Rowett Research Institute sobre dos grupos de 12 terneros cada uno. En los meses de invierno el grupo que recibió yodo ganó un total de 179 kgs. mas que el grupo que recibió unicamente la racion básica. Finalmente pueden citarse dos ejemplos prácticos. Uno dice (8) asi : " Yo soy criador de ganado de raza. Muchos de mis animales, aunque bastante bien alimentados, no crecían como debían. De entre diversos de éstos escogí dos terneros criados a mano y, s in saber nada del efecto del yodo administrado interior- mente, agregué unas pocas gotas de tintura de yodo dos o tres veces por semana a la leche que les daba. Pasaron unos diez dias y no aconteció nada notable. Se me figuró que iba a envenenar a los animales, y cual no fué mi sorpresa al ver que los terneros comenzaron a crecer extraordinariamente, de tal modo que a los siete meses de edad superaron a los mejores de los que no habían recibido yodo."

El otro caso me es comunicado por el señor W. Alex Quinsey, de Merbim South, Victoria, Australia, quien dice así :-" Experimenté con dos grupos de diez lechoncillos cada uno, todos iguales y todos de ocho semanas de edad. A uno de los grupos le di yoduro de potasio y al otro nó. El primer grupo dió un promedio de 41.75 kgs. de carne a la edad de dieciocho semanas ; el grupo que no recibió yodo llevó veinti- dos semanas en alcanzar igual peso." '

No creo necesario aducir más evidencia del efecto del yodo sobre el crecimiento. Se sabe ya que donde hay una deficiencia grave de yodo, como en el caso de los cretinos, no: puede

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Brasil. Efectos dc deficiencia de yodo ( ~ é n s e $ag. 6).

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Potrillo de seis semanas, mostrando debilidad originada por defici- encia de yodo en el alimento de la madre.

(Por cortesin del Dr. J . 11'. I<nlktcs, Pzclliitntz Ag~~cu1I~crf l l Exper.iwenl Stntiola, Il'nsk&ngtoiz, EE.UU.)

Pérdidas ocasionadas por deficiencia de yodo.

(Por cortesin del Dv. A . 1.8. H o p k i ~ s , PVisconsa'?a Agriczrlttiral ExPerili?e~zl Sdntion.

E E . U U . )

Camada normal y vigorosa. Marrana aliinciltada con yodo durante gesta-

ción y lactancia. (Por co~,/esia del Dr. A . IP. Hopki?zs.)

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haber ningiin desarrollo físico. Semejante deficiencia es relativamente rara ; mas bien dicho, no ocurre con frecuencia notable sino en ciertas areas montañosas del mundo (Suiza, Tibeta, cordillera de los Andes, etc.). En cambio una insuficiencia ligera de yodo es acaso el orígen mas común de la mala nutrición y el crecimiento retardado en el hombre y el animal.

4.-EL YODO Y EL DESARROLLO MENTAL.

Al tratar de los animales inferiores parece estar fuera de lugar cualquier alusión a esta función del yodo, pero meditán- dolo bien se reconoce que donde la deficiencia mental se debe a la carencia del yodo en el alimento-ó mas bien dicho en el alimento de la m a d r e ~ s una indicación de una necesidad fi'sica que no se está satisfaciendo. En muchísimos casos, sean humanos o animales, y sea de mera estupidez o de franca imbecilidad, la deficiencia mental es sin duda dguna un resultado de deficiencia de yodo en el alimento. Orr (10) hace presente que en los distritos en donde, debido a la escasez del yodo en los suelos, prevalece el abultamiento de la glándula tiroidea (coto, papera) hay siempre una proporción muy alta de idiotas cretinoides en la población humana. Lo mismo pasa con los animales. Keith (9) dió cuenta hace poco de las condiciones en el Valle Pemberton en Colombia Británica originadas por la pobreza de yodo en los suelos. Refiriéndose a la población animal del valle, dice que " algunos de los terneros paridos por las becerras de dos años eran cretinos- estúpidos y rugosos y tiesos de pierna." La impoi-tancia de esta alusion reside en el hecho de ser estos cretinos animales productos de una area donde la deficiencia de yodo era tan grave que la poMacióiz humana sin excepcion sufría de coto y " casi todos los cerdos nuevos murieron al nacer o eran abortados, 90 por ciento de los terneros nacidos murieron dentro de dos o tres dias, y los huevos de las aves de corral, no obstante contener embriones, no empollaron "-y en el liecho, además, de que con la administración del yodo se eliminaron todos estos males.

5.-EL YODO Y LA REPRODUCCION.

Está fuera de toda duda, y se comprende sin dificultad, que durante el período de la gestación se intensifican en sumo grado las necesidades del organismo animal en cuanto al yodo. Sobre la madre los efectos del alimento pobre en yodo no son por lo común tan evidentes ; lo que sufre es la ciía, y en los casos graves ó se aborta ésta, ó nace muerta, ó si sobrevive es solo por dos o tres dias. En los casos menos graves la cría es de físico muy inferior y es peculiarmente susceptible a las enfermedades.

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Los suelos de la mayor parte del Canadá son deficientes en yodo, y sobre la cuestión del aborto el " Dominion Animal Husbandman," F. A. Rothwell, ha escrito recientemente (11) como sigue :-

" Hasta ahora el infrascrito puede decir, a lo menos, que ha observado manadas en las cuales el control gradual del aborto contagioso coincidió con el empleo regular de fosfatos de cálcio, en la forma de harina de huesos, y de la sal yodada. No se sabe, por supuesto, cuantos otros factores operaban para producir ese resultado. En general, con animales de todas las especies, las dificultades de reproducción disminuyen cuando las raciones son ricas en elementos minerales. Como se lo ha demostrado, el yodo es un agente +rofilhctico de ztna $otencia enteramente es$ecial."

Las observaciones de Rothwell corroboran los cuatro casos descritos por Novak (12) de mujeres perfectamente sanas en otros respectos que abortaron repetidas veces eil los primeros meses de su preñez. Durante las gestaciones sucesivas se les administraron diariamente unas 20 gotas de una solución de .O5 por ciento de yoduro de potasio y tres pilulas Blaud, y todas las mujeres parieron infantes sanos en su debido tiempo.

En los casos citados no pueden atribuirse los resultados felices unicamente al yodo porque tambien se administraron cálcio, fósforo y hierro (en la forma de pilulas Blaud) ; solo puede decirse que hay casos, como los del Valle Pemberton a que se refiere en la Sección 4, en que el aborto es causado por la deficiencia de yodo y por nada mas.

" Si en las raciones de animales hay una escasez de yodo," dice Icoepinau (13), " parirán cría físicamente pobre ; pero si se administra a la cría bastante yodo llegará a ser normal." Es evidente ahora, sinembargo, que una deficiencia de yodo puede impedir que las hembras reproduzcan cría alguna. En el Instituto IYeihenstephan, en Baviera, se llevó a cabo el año pasado un experimento con dos grupos enteramente com- parables de cochinillas que se liicieron cubrir por un mismo verraco en un mismo mes. En el grupo testigo, que no recibió yodo, ni-una de las cochinillas alcanzó a concebir. En el grupo experimental, a que se le administró 160 milígra- mos de yoduro de potasio por dia y cabeza, todas las cochinillas concibieron dentro de su primer año de vida.

Uno de los directores de la Estacion Experimental de Lacombe, Provincia de Alberta, Canadá, el señor Reed, dice

< l que el yodo parece tener un efecto estimulador sobre el

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organismo entero, y particularmente sobre los drganos de gene~acidn. Las hembras preñadas producen una cria más robusta, y las que conciben con dificultad 11ega.i~ con frecuencia a ser fecundadas,si se alinzentnn con yoduro de fiotasio durante algunos meses."

Tambien es evidente que el yodo ejerce un efecto sobre la producción. G. Ennis Srnith describe (14) un experimento llevado a cabo en una estancia en donde con extraordinaria frecuencia los cochinillos nacieron sin pelo. La ración básica en este experimento era producida en la estancia misma, cuyos suelos eran deficientes en yodo :

G m p o I . Grz~fio II . Grzjpo III . Número de marranas . . . 7 5 5 Tratamiento por dia y . . . 4 gramo Q gramo Ningun trata-

cabeza . . . . .. yoduro de glandula miento. potasio. tiroidea de

camero. Número de la cría . . . 56 : 32 18 Condición de la cría . . . Fuerte y ' Buena. Muy pobre,

vigorosa. débil, falta de vitalidad.

Pérdidas entre la cría ... 2 6 13

Hace dos o tres años el Staffordshire Farrn Institute encontró, en un experimento sobre ." Large Whites," que marranas alimentadas con un " suplemento mineral " yodífero parieron 50 por ciento mas cochinillos que marranas en todo respecto comparables alimentadas ton el mismo suplemento ménos el yodo (15). Además la cría de aquellas era clara- mente superior en todo respecto a la de éstas.

En estos dias el infrascrito ha recibidozde un ganadero a la vez práctico y científico, el señ6r James Piclten, de Kirk- cudbright, Escocia, una carta que pone fuera de' duda la influencia del yodo en la reproducción. Despues de dar cuenta del éxito completo que ha tenido en la profilaxia del " mal del ombligo " con una solución de yoduro de potasio, dice el señor Picken lo siguiente :--

" Hemos seguido tratando con yodo todos los años a todas nuestras yeguas preñadas y desde 1916 no hemos tenido ni un solo caso de ' mal de ombligo.' Es un Iiecho notable que desde 1917 han parido muclias veces potros gemelos. De las seis yeguas de cria (Clydesdale pedjgree) que tenemos en esta granja cuatro han parido gemelos, una. de ellas tres veces y otra dos veces. Los pedigrees de esas

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seis yeguas no registran sino un solo caso de genlelos en las seis o siete generaciones precedentes. . . Otro hecho digno de nota y que puede atribuirse al tratamiento con yodo es que en el período supracitado no hemos tenido sino seis yeguas que no paneron todos los años ; de 65 yeguas cubiertas 59 o 60 han concebido."

Se sabe que, debido a la dificultad que hay en criarlos, no se mira con agrado por los ganaderos la producción de potros gemelos, pero no por eso deja de ser de valor económico el fenómeno observado por el señor Picken, pues es claro que se aplica tambien a animales de otras especies. En Kenya, Africa del Este, cuando se introdujo en las raciones de carneros un " suplemento mineral " que contenía yodo, y que se había destinado para chanchos, las ovejas comenzaron a parir gemelos-cosa hasta entonces absolutamente ináudita en esa parte, a lo menos, del continente. Podría mencionarse tambien vanos otros casos que confirman los ya citados.

Como se deja dicho, una de las funciones del yodo concierne el desarrollo del sistema reproductivo. El infrascrito ha recibido del .señor P. F. Wall, de Oakleigh, Pietermaritz- burg, Natal, Sud Africa, la siguiente carta, que se explica por sí misma :-

" Refiriéndome a mi artículo sobre el yodo y la precoci- dad sexual, le diré que, a mi juicio, dicha precocidad es una ventaja importante. Casi invariablemente significa una madurez temprana y la venta más rápida de los animales. Nadie desea hoy dia el ganado que madura lentamente.

" El yodo produce el desarrollo rápido en todo el cuerpo, incluyendo, como es natural, los órganos de sexo. Mis terneros reciben en sus raciones de leche unos 50 milígramos de yoduro de potasio por cabeza y dia hasta el destete, que generalmente tiene lugar a la edad de ocho meses ; desde el destete hasta la edad de un año reciben 76 milígramos. Todos mis chanchos, de cualquier edad, reciben aproximadamente 45 milígramos por dia y cabeza. Ningun criador debe asustarse por el hecho de llegar sus animales a la pubertad uno o dos meses más temprano que comunmente se considera como normal. Para mayor seguridad acostumbro separar los sexos un mes o dos ántes del período que generalmente se acepta como el principio de la pubertad."

Del artículo a que se refiere el señor Wall, y que se publicó en el " Natal Mercury " de fecha 3 de Julio de 1928, pueden citarse los siguientes extractos :-

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" En mi propia estancia he comprobado que mediante dosis mínimas de yodo en la forma de yoduro de potasio se puede mantener la actividad reproductiva en vacas y perros por varios años mas allá del período que comunmente se considera como normal. . . En otras palabras, el yodo conserva la juventud. . . . Tambien he encontrado que los animales nuevos, tanto terneras como toros, . . . llegan a la pubertad en 5 a 7 meses. Me siento un tanto avergonzado del hecho de tener una ternera de 7 meses de edad a lo menos dos meses avanzada en la preñez, siendo su " marido " dos meses más viejo ! Para mí semejante efecto del yodo sobre los órganos de sexo es enteramente inesperado, pero no puede negarse. Aparte de sus resultados sobre ganado nuevo surte efectos extraordinarios sobre animales maduros de cría, especialmente las hembras."

11 . . . Casi invariablemente mis vacas conciben al primer cubrimiento."

< ( . . . Todas mis vacas son registradas y su produc- ción de leche, así como todo nacimiento, son anotados oficialmente. Por consiguiente, por mucho que cueste aceptar mis declaraciones en cuanto a la fecundidad de mis vacas, es fácil verificarlas. Durante los últimos meses tres de mis vacas han parido entre uno y veinticuatro dias despues de completar su prueba [rendimiento de leche] y han entrado luego en una nueva prueba. Tan rápida producción no se considera comunmente como buena crianza . . . pero afirmo que en mí caso no tiene ningun efecto desfavorable sobre la producción de leche, ni sobre la calidad o el tamaño de la cría, ni sobre la constitución y salud de las madres. . . > >

4 1 . . , Todo el mundo dice que una vaca que reproduce rapidamente y que al propio tiempo está lacteando producirá ó un ternero pequeño-' cretino '4 una cantidad

. anormalmente pequeña de leche. Mis vacas, al contrario, dan la cantidad normal y paren terneros grandes."

Si cito algo extensamente las observacioiies del señor Wall es porque las condiciones generales de la crianza de ganado en Sudafrica se asemejan mas que las de cualquier otro país a las sudamericanas. En las grandes Exposiciones Agrícolas que se celebraron en Durban, Johannesburg, Pietermaritzburg y otras ciudades entre Marzo y Julio de 1928, los animales " yodados " exhibidos por el señor Wall ganaron tres campeonatos y inas de cuarenta otros premios, no obstante haber tenido que viajar en condiciones pésimas

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de calor y sequía mas de 3.200 kilómetros durante ese período. Desde entonces la mayoría de los criadores importantes de Sudafrica agregan yodo a los suplementos minerales (general- mente una simple mezcla de sal comun y harina de huesos) que dan a sus animales, empleándose el método " crush " que se describe en páginas 1 6 ~ y 160. Según se puede ver por la prensa agrícola sudafricana, los resultados han sido magníficos. El infrascrito está completamente seguro de que resultados iguales se obtendrán en la América latina.

Los casos muy frecuentes de parturición prematura, monstrosidades y malformaciones se deben indudablemente a deficiencia de los elementos minerales, y del yodo particular- mente. En las granjas experimentales del Departamento de Agricultura del Canadá ya se reconoce ésto. " Cuando las raciones son cleficientes en yodo," dice el Informe Anual correspondiente a 1926 de las Granj as Experimentales de Saskatchewan, " la papera (ó el coto), la falta de pelaje y las n~alformaciones ocurren con frecuencia en la cría " ; y el Informe Anual de la Granja Central en Ontario, aludiendo a resultados poco satisfactoiios experimentados en años an- teriores, " debido a la prevalescencia de la papera, de la parturición prematura y de corderos nacidos débiles," dice que " estos males son 01-iginados generalmente por deficiencia del yodo en las raciones de la oveja preñada." Todos los añosLse lee en los periódicos agrícolas de Canadá noticias tales como la siguiente, publicada en el " Globe," de Toronto (Mayo lo. de 1928) : " La producción de corderos . . . ha sido descon- soladora. La papera, acompafiada de debilidad general y falta de vigor, ha estado frecuentísiina. Muchos corderos han nacido aparentemente bien desarrollados pero sin fuerzas para mantenerse en pié. En algunos rebaños las pérdidas han ascendido a un 50 por ciento. Los criadores que han incluido el yodo en las raciones tien,en motivo para congratularse."

En página 1 6 ~ se encontrará una fotografia proporcionada por la Estación Experimental del Estado de Ohio, Estados Unidos, de la vaca " iillio Queen " de raza Jersey. En 1927, dice el Director Monroe de la Estación, " Mio Queen " parió un ternero de 29.5 ltilógramos de peso. En 1928, despues de cubrirse por el mismo toro y de agregarse diariamente a sus raciones ordinarias 0.1 gramo de yoduro de potasio, parió un ternero de 41.7 kilógramos; peso que constituye un :' record " para Jerseys en esa Estación. A la edad de cuatro meses el ternero pesaba 1 14 kilógramos.

La escasez de yodo en el alimento se refleja pronto en la condición de los cabellos, de la lana, del pelaje, etc. Tinline

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(28) ha demostrado que en los carneros de las provincias del centro y oeste de Canadá la lana " remendada " es concomi- tante con la papera, " en cuya profilaxis el yodo es eficiente en 100 por ciento." En " Canadian Chemistry and Metallurgj~ " (Diciembre lo de 1925) se alude al hecho de que, en el Estado de Michigan, los carneros nunca tuvieron un vellon vendible mientras no se les administrara la sal yodurada, " gracias a la cual dicho Estado posée hoy dia una industria lanera bastante próspera."

En el experimento con corderos Merino en la Estación Experimental en Oberholz de la Universidad de Leipzig, citado a páginas 8 de este folleto, se examinó la lana por su finura. (pero, debido a un descuido, nó por su peso), y hubo indica- ciones de que la inclusión del yoduro de potasio en la ración había producido un efecto favorable. Es verdad que la lana del grupo a que se le dió el yodo no resaltó más fina que la del grupo sin yodo sino en un 24 por ciento, pero hay que tener presente que la duración del experimento fué solo de unas pocas semanas. Sería apenas natural suponer que un efecto marcado de esa naturaleza se obtuviera áiites de la tercera o cuarta generación.

Hace algunos meses recomendé a una criadora de conejos de Angora (la misma cuya carta se cita a páginas 20) agregar a las raciones de sus animales cantidades pequeííísimas de yoduro de potasio-pues es evidente que si el yodo tiene influencia alguna sobre el crecimiento de la lana de carneros no puede dejar de tenerla tambien sobre la lana de conejos. Pues bien ; en la carta supracitada hay la siguiente observa- ción :-" Además el yoduro de potasio ha acelerado de tal modo el crecimiento de la lana que he podido obtener en dos meses la largura comercia.1 de tres pulgadas que ántes tardaba tres meses en alcanzarse " ; efecto, este, de no poca importan- cia si se considera que la crianza de conejos para su lana constituye en el Reino Unido una industria capitalizada cn varios millones de libras.

El infrascrito llevó a cabo en el aiio pasado diversos experimentos en el Condado de Kent en los cuales ciertos grupos de chanchos alimentados con buenas raciones reci- bieron pequeñas dosis de yoduro de potasio mientras que a otros grupos no se les administraron yodo. Una de las distin- ciones más notables entre los grupos testigos y los experimeli- tales fué la condición hermosa, observable por el neófito menos instruido en la materia, del cuero y el pelo de los clianchos qLie recibieron yoduro de potasio.

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Es muy significante, por no decir más, que los carneros de las islas Shetland, Orkney y Hebrides, que gozan de fama universal no solo por su robustez y su resistencia a las enferme- dades sino que tambien y muy especialmente por l a extraor- dinaria fineza y el gran valor de s.u vellon, consumen fuertes cantidades de algas marinas. Hasta hace poco se suponía que el beneficio que derivan los animales de dichas algas se debía a la sal adherente, pero hoy dia se sabe generalmente que se debe al yodo que contienen algunas especies.

7.-EL YODO Y EL METABOLISMO DEL CALCIO.

McCarrison ha demostrado que la papera-que siempre ocurre con más frecuencia en los distritos cuyos suelos son ricos en cal-puede producirse en los aiiimales alimentándoles con un exceso de cálcio y puede prevenirse dándoles un exceso correspondiente de yodo. E1 ' Instituto Agricola de Staffordshire, comentando (15) los resultados del experimento sobre chanchos mencionado a páginas 11, dice que " confirman la creencia que una provisión aumentada de cálcio sin una provision proporcionalmente aumentada de yodo ejerce un efecto desfavorable sobre la nutrición."

En la etiología de la raquitis la falta de rayos solares es un factor muy importante, pero esa enfermedad puede ser enteramente originada ó por deficiencia del calcio y fósforo en el alimento ó por la absorción defectuosa del intestino de esos elementos. Se habrá visto (en pagina 7 ) que en los cuatro experimentos de Kelly la absorción de cálcio era mayor en un promedio de 27 por ciento en los cerdos que recibían yodo que en los que no lo recibían ; y que en cuanto al fósforo, este elemento iba depositándose en los' huesos de los animales alimentados con yodo mientras que en los del grupo testigo iba excretándose-es decir perdiéndose, y no contribuyendo nada al crecimiento de los animales. En experimentos en Alemania se ha demostrado repetidas veces que el yodo ejerce un marcado efecto curativo y preventivo en la raquitis.

El mollecimiento mórbido de los huesos que se conoce con el nombre de osteoinalacia es una " enfermedad de deficiencia," pero aunque se atribuye generalmente a escasez de cálcio o de fósforo, ó bien de ambos, ha sido curado por la administración del yodo unicamente (16).

8.-EL YODO Y LA 'L RESISTENCIA " NATURAL.

La influencia del yodo en el establecimiento y la manten- ción de los poderes natiirales de resistencia a las enfermedades se ha demostrado (17) en experimentos de laboratorio que

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Crecimiento retardado por deficiencia de yodo en el alimento de la marrana. Peso medio a los 5 meses, 45.5 kgs.

Alimentados con yodo. Peso medio a los 5 meses, 76.4 kgs.

Fecundidad. Carnada de 12, cria de tina marrana alimentada con yodo tliirante gestación y lactancia.

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El niétoclo " crush " (véase plígi~as 29).-(1) Se construye una palizada doble de 1 metro de ancho terminando en un aguadero cercado.

El método " crush."-(2) Se hace desfilar los animales uno a uno.

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El método " crush."-(3) Un peón detiene el animal por un cuerno y le tira a un lado la lengua ; otro peón coloca la cucharada de sales minerales

detris de la lengua.

El ~iiétodo corral (véase paginas 29).

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Nacidos Marzo de 1927. La perra Nacidos Julio de 102G. Id4ntica '.reciEió durante gestación y lactan- - alimentación de la perra salvo que cia un suplerncnto mineral yodí- no recibió el suplemento iniileral fero. Crecimiento optimo. yodífero. Creciniiento corisidera-

do coino normal.

Vaca Jerscy " Rlio Queen " (véase #ag. 14).

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indican claramente el papel que juega la glándüla tiroidea en la guerra incesante entre el organismo y los huestes de microbios que lo atacan. En la série bastante interesante de experiencias realizada por Cole y Womack (2) con perros, en los cuales se produjeron por inoculación, etc., la peritonitis, la pulmonia y otras infecciones y toxemias, las glándulas tiroideas de los perros que murieron de esas enfermedades se confrontaroil con las glándulas de perros testigos de peso igual que habían sido alimentados y tratados bajo idénticas condiciones. El análisis reveló que el contenido de yodo de las glándulas de los perros infectados, comparado con él de las glándulas de los perros sanos, era mucho menos que la mitad. Resumiendo los resultados de los experimentos, dicen Cole y Womack que " todos los datos obtenidos indican claramente que la glándula tiroidea juega un rol activo en el mecanismo que combate las enfermedades en general." " Puesto," agregan, " que el contenido de yodo de la glándula disminuye tan notablemente durante las infecciones agudas producidas experimentalmente, parece lógico suponer que la administración del yodo a pacientes atacados de infecciones, especialmente de tipo agudo, pueda ser beneficiosa."

Sobre este punto los trabajos que siguen realizando los dos investigadores en cuestión echarán una luz valiosísima. Entretanto los ejemplos citados a continuación ponen de relieve la importancia de asegurar para la cria, por la alimen- tación regular con yodo de animales nadres durante el período de gestación, la provisión , adecuada del elemento por medio del cual la glándula combate las eigermedades e s general.

En la Estación Real de Experimentos (Fisiologia Animal) de Budapest el Profesor Stephan Weiser (18) llevó a cabo dentro de los últimos pocos meses un experimento en grande escala con chanchas preñadas que se dividieron en dos grupos iguales en todo respecto é identicamente tratados, salvo que en uno de ellos las marranas recibían 125 milígramos de yoduro de potasio pos dia y cabeza. El objetivo del experimento era determinar la influencia del yodo sobre la cría, pero el Profesor Weiser crée conveniente mencionar de paso que las chanchas consumieron esa cantidad " considerable "* sin demostrar ningun efecto desfavorable, sea durante el período de gestación, ó en la parturición, o al amamantar a la cría.

* Es de notar que en otros experimentos se han administrado a cerdas, durante iiiuchos meses, dosis diarias ocho veces mayores qUe la supracitada, sin que se produjeran efectos desfavorables de naturaleza alguna.

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Los resultados fueron coino sigue :- Grupo Grupo

nlimentado alimentado sin yodo. con yodo.

Número de cerdas . . . . . . ... 17 23 Mortandad en la cría . . . ... 54.61% 2.85% Cochinillos criados y destetados . . . 42.10% 82.85% Peso medio al destete ... ... 13.7kgs. 18.54kgs.

Para los propósitos de esta sección el punto de importancia en estos resultados no es el peso superior en un 36 por ciento de las lechigadas que recibían yodo por via de la leche de las madres ; es lo que el Profesor Weiser describe como "la casi per- fecta resistencia deloscochinillos a las enfermedades." 'Mientras que mucho menos que la mitad de la cría testigo sobrevivió los males usuales del período de amamantación, las pérdidas entre el grupo " yodo " eran virtualmente despreciables.

Siguiendo sus investigaciones, el Profesor Weiser segregó cincuenta cochinillos destetados que, no obstante ser alimen- taclos y tratados con todo cuidado, no prosperaban, y entre los cuales la mortandad era elevadísima. Lo mismo como pasó con los cochinillos en Montana mencionados por Orr (4), no pudo determinarse la causa de las muertes, que ocurrieron de súbito y sin síntomas visibles ; pero cuando se administró el yodo a los sobrevivientes las muertes cesaron completamente dentro de diez dias y los animales comenzaron prosperando a maravilla.

El " mal de las junturas,'' enfermedad por demás frecuente entre los potrillos recien nacidos, se conoce tambien con el nombre de " mal umbilical " porque se creía que el microor- ganismo que lo origina invade al cuerpo por via del ombligo. Parece sin embargo que el mal de las junturas se debe, en realidad, nó a la invasion de ningun microbio externo, sino que a Bacillus coli, que existe en el intestino de todo animal sano sin causar daño alguno ,pero que, cuando las condiciones intestinales le permiten entrar en la sangre circulatoria, es el orígen de muchas enfermedades, incluyendo con toda probabili- dad la " diarrea blanca " en terneros y la disenteria en corderos. En Canadá y en diversos distritos de Escocia é Inglaterra en donde el mal de las junturas ocurre con frecuencia especial se da a la yegua, una vez por quincena durante el período de gestación, media cucharada (es decir 1.5 gramo poco más o menos) de yoduro de potasio y los potrillos nacen sanos y vigorosos y enteramente exentos del mal. El autor de esta

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obrita conoce muchos casos en que el " mal umbilical " ha sido eliminado por completo, no solamente en potrillos sino que en corderos, por la agregación del yodo al alimento de las madres. A su juicio sinembargo la mitad de la cantidad administrada, y aun la cuarta parte, habría sido suficiente, pues lo único que se necesita es habilitar a la madre para dotar a su cria con algunas veintenas de milígramos del yodo indispensable para el funcionamiento eficiente de la' glándula tiroidea. El animal que nace con " una buena tiroidea " está protegido no solamente, por supuesto, contra el mal " umbilical ': sino que tambien contra las otras enfermedades de la infancia. Es la providencia natural de suprema importancia.

En las epidemias de toda clase algunos animales caen víctimas y algunos mueren ; otros, aunque expuestos igual- mente a la infección, quedan exentos-¿ porque ? En la luz de los recientes descubrimientos acerca del rol protector del yodo en la glándula tiroidea hay que examinarse de nuevo toda la cuestión de las epidemias. Por la carta citada en página 8 del señor Quinsey el infrascrito ha sabido con particular interés que en una epidemia reciente de cólera suina los únicos cerdos que no fueron atacados por el mal eran los suyos ; todos los rebaños de sus vecinos, en un radio extenso, tuvieron que ser destruidos.

El peor flagelo con que tienen que contender los criadores de aves domésticos es la llamada diarrea blanca bacilaria. Ningun criador de aves de corral, o de animales de cualquier especie, debe dejar de leer los dos articulos de fondo publicados recientemente (19) en el órgano de la " Scientific Poultry Breeders' Association " en los cuales se describe el efecto del yodo no solamente (a) contra la angina, (b) en abreviar el período de la muda y minimar sus efectos, y (c) en inducir la ponedura temprana de huevos, sino que tambien contra epidemías de la formidable diarrea blanca. El yodo parece ser especifico.

1

Respecto a la diarrea de terneros el Dr. Paterson, Principal del Colegio Agrícola del Oeste de Escocia, informa que cuando se compran terneros para la Estación Experimental del Colegio se les da a cada uno, como medida profrláctica, media cucharada de tintura de yodo mezclada en un cuarto de litro de leche. Antes de adoptarse esa medida, dice, la diarrea causaba muchas pérdidas en la Estación ; desde entónces no ha ocurrido ni un solo caso.

La profilaxia es mejor, por supuesto, que la cura, pero sin duda debe ensayarse el yodo como remedio para la enfermedad en cuestión. El infrascrito acaba de saber de una vaca en la

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cual una diarrea muy aguda, que comenzó despues de la parturición y que por poco no tuvo desenlace fatal, fué curada eil tres semanas por una " lick " mineral que contiene una proporción inusitadamente fuerte de yodo.

Aquí cabe nleucionar un hecho de gran interés é iinpor- tancia constatado ultimamente en el Rowett Research Institute, de Aberdeen. Se ha observado que cuando el yodo se agrega a una ración deficiente en ese elemento se produce un mejoramiento casi inmediato en el tono y volúmen del movimiento intestinal. A juicio del infrascrito ese hecho no constituye sino un ejemplo más de la extraordinaria influencia reguladora del yodo en el organismo animal, y teniéndose presente el sinnúmero de enfermedades originadas por la constipación, tanto en animales como en seres humanos, hay que considerarse este efecto del yodo como uno de los más valiosos.

En uno de los artículos a que se refiere más arriba se observa que el yodo probablemente no sería eficiente en la profilaxia y cura de la coccidiosis Ú otras enfermedades parasíticas. El infrascrito se permite insinuar sinembargo que no conviene pronunciar sobre esta posibilidad antes de ponerla a prueba. En lo que concierne la profdaxia de la coccidiosis cabe citar una carta recibida recientemente de una criadora de conejos Angora (la señorita M. Fisher Brown, Lingfield Angora \Vool Farm, Surrey, Inglaterra). Dice así :-" Para la profilaxia de la coccidiosis he encontrado infalible el yoduro cle potasio. Durante todo el periodo que lo he empleado no he tenido ni un solo caso. En mi experiencia de 7 años como cnadora nunca Antes he tenido menos de 33% de muertes por estación criadera. Ahora hace tres estaciones que vengo empleando el yoduro de potasio y no se me ha muerto ni un solo conejo " . . . (Siguen algunas referencias, que cito en 1s seccion correspondiente, a otros efectos de la alimentación con yodo.)

Es cierto que en este caso se trata de conejos, y sin duda se me dirá que la coccidiosis en aves de corral es otra cosa. Yo francamente no comprendo semejante actitud. Sea que se presente en aves ó en conejos, el modo de acción del parásito es el mismo y sus ataques se impedirán fortaleciendo la resis- tencia natural del animal-es decir, en efecto, asegurando a la glándula tiroidea una provisión adecuada del yodo por medio del cual ejerce su función protectora. Y esto no se aplica, ni con mucho, unicamente a la coccidiosis.

El Instituto Agrícola del Condado de Staffordshire ha demostrado que la " tos " que era general entre los chanchos yedigree de su granja experimental, y que sin duda se debía a-

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las filarias, fué elimiiiada paulatinamente agregando a las raciones ordinarias del rebaño una mezcla mineral especial- mente rica en yodo. El infrascrito crée firmemente que toda infestación helrníntica puede inzpedirse por el mismo medio. Una de las autoridades mAs eminentes en materia de la crianza de ovejas en Australia hace las siguientes observaciones bastante pertinentes al tratar (20) de la prevalescencia del coto en ese continente : " 2 No será probable que la enferme- dad en ovejas conocida con el nombre de " bottle-neck '! y que generalmente se atribuye al hambre en las sequías y a gusanos en las estaciones ZZzcviosas, sea en realidad una especie de coto ? En algunos de los distritos en los cuales el coto se ha producido en gran número de adolescentes humanos, aunque antes desconocido en esas partes, la " bottle-neck " en ovejas Merino se ha desarrollado tarnbieii, durante el misino período, hasta un punto alarmante. . . . Se sabe que en ciertos distritos en do~jde el coto es frecuente la oveja Merino exhibe $oto 9oder natural de resistencia costra gusanos y o t ~ o s organismos parasiticos. 2 No será ésto debido en parte a la escasez de yodo ? 2 Cual es la secreción natural de las glándulas y en los jugos intestinales de ciertas razas británicas de ovejas que confiere sobre ellas, comparadas con la oveja Merino, una casi inmunidad al " pié podrido " y a los parásitos ? ¿ No tendrán aquellas mayor capacidad para secretar el yodo o algun antiséptico o germicida natural parecido ? " Termina el autor insinuando que sería fácil agregar pequeñas cantidades de yoduro de potasio al agua de beber de los animales.

Ya comienza a reconocerse la eficiencia del yodo cn la eliminacibn de gusanos intestinales. Fraser (21) menciona entre otros el caso de un niño, en el distrito notoriamente cotoso en que él es Médico Oficial de Sanidad, que se curó con yodo de una infestación muy grave y rebelde a toda otra forma de tratamiento. Hace pocos meses, contestan?^ una coiisulta de parte de un criador inglés cuyas ovejas se encontraban gravemente infestadas con gusanos intestinales que tambien habían resistido todos los " remedios " corrientes, el infrascrito insinuó que se hicieran tratar con la solución Lugol de yodo, cuyos excelentes efectos se describen en el Boletin No. 128 (1925) de la Storrs Agricultura1 Experiment Station, Connecti- cut, EE.UU. Se ensayó el tratamiento* y los resultados eran perfectamente satisfactorios.

* Dosis : Para corderos, agregar 14 cc. de la solución Lugol a un litro de agua y dar a beber de 50 a 100 C.C. de la mezcla (según la edad y el tamaño del animal) cada cuatro semanas. Para corderos fuertes y ovejas agregar 28 C.C. de la solución Lugol a un litro de agua y dar 100 C.C. cada 4 semanas. Para animales que presentan síntomas marcados dar cada 4 semanas 100 a 150 C.C. de una mezcla de 56 C.C. de la solución Lugol con un litro de agua. Si los animales se encuentran debilitados dar cantidades más pequeñas con intervalos mis frecuentes.

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9.-EL YODO Y LA FIEBRE AFTOSA.

La cuestión de la resistencia natural en su relación a este flagelo universal es tan importante que merece una sección especial. Que una enfermedad relativamente despreciable 'causara tan enormes pérdidas de dinero en todas partes y llegara en algunos países a amenazar con extinción a la industria ganadera es un absurdo. No ménos absurdas y apenas ménos costosas son las medidas que se adoptan para evitar la difusion de ese mal.

La idea básica de todas las medidas hasta ahora adoptadas es que si se puede evitar contacto con el microbio que, segun se supone, origina la fiebre aitosa, se evita el mal. De allí los rios de " desinfectantes," las cuarentenas y todas los demás aparatos para destruir, excluir o acaso asustar un microor- ganismo invisible que es llevado, según se afirma, por el aire, por el agua y por todo otro vehíciilo que puede imaginarse. En Inglaterra se matan y queman los animales atacados y los que han estado en contacto con ellos, sin duda pour efzcourager les autres ; pero aunque se han gastado de este modo muchos millones de libras en la última década los rebaños del Reino Unido permanecen tan susceptibles como siempre. En cambio en Francia se desconoce el epizootico-con el mismo resultado ; pero Francia no exporta ganado; En los paises ganaderos de Sudamérica se confía en los " desinfectantes," que no cuestan mucho y no hacen la menor diferencia. En efecto los rebafios sudamericanos son más susceptibles hoy dia que en la época pre-desinfectante.

Es completamente seguro que por ninguno de estos temperamentos, ni por todos ellos juntos, se evitará jamás el ataque del microorganismo de la fiebre aftosa ó de cualquier otro microbio. Tarde ó temprano, todo animal, así como todo ser humano, es atacado por los bacilos de muchas enfermedades. Una vez invadido el organismo el desenlace del conflicto que se desarrolla entre los microbios y las fuerzas naturales de resistencia depende enteramente de la eficiencia de éstas. Cuanto más poderosa la defensa ménos formidable el ataque. Hay científicos que sostienen que la severidad del ataque es determinada por la virulencia del bacilo. Parecen haber olvidado que no son los microbios mismos,sino que sus toxinas, lo que produce la enfermedad. Cuanto más débiles las fuerzas de resistencia más rápida la proliferación de los microbios, y por consiguiente más aguda la infección por sus toxinas.

En la sección anterior he tratado. de explicar el rol que desempeña el yodo de la glándula tiroidea en combatir las infecciones. Al hablar del " mal umbilical" dehia haber

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mencionado que la mayor parte de las pérdidas originadas por ésa enfermedad han ocurrido en establos en que se ha observado la más escriipulosa limpieza, adoptándose todas las medidas modernas de " higiene." Apesar de ésto las pérdidas han continuado mientras no se ha administrado el yodo a las yeguas, y entonces han cesado completamente. Lo mismo pasó en el caso de los cochinillos citados en página 18. Los " métodos modernos de higiene " fracasaron por completo, pero el yodo habilitó a la glándcla tiroidea para ejercer su función natural profiláctica de defender el organismo contra infecciones incomparablemente mas mortíferas que la fiebre aftosa.

Empero en esta sección hay que aceptar como un hecho la prevalescencia de la fiebre aftosa, con todas sus consecuencias. 2 Puede curarse con el yodo ?

En el Boletin Veterinario No. 17 (1926) publicado por el Departamento de Agricultura del Punjab (India Bi-itánica) el Coronel Walker y el Profesor Taylor describen con minuciosos detalles los efectos sobre terneros destetados de inyecciones intravenosas de la solución Lugol de yodo practicadas al declararse la enfermedad.

La solución empleada consistió de un gramo de yodo resublimado, dos gramos de yoduro de potasio y 300 C.C. de agua destilada. La dosis recomendada es de 50 a 100 C.C., según el tamafio del animal. En todos los casos bastó una sola inyección, administrada durante la etapa febril que siempre precede la apariencia de las lesiones, para efectuar una cura pronta y completa, sin merma apreciable de peso o de con- dición. En iiingun caso aparecieron lesiones. Todos los animales tratados fueron expuestos a la infección por contacto y además fueron inoculados con sangre virulenta (que dió resultados positivos en animales testigos) entre uno y veinticuatro dias despues de la inyección con la solución de yodo. En ninguii caso aparecieron síntomas de fiebre aftosa, lo que demuestra que el tratamiento había conferido un grado considerable de inmunidad.

Los expeiimentos citados se realizaron casi simultanea- mente con una série de experimentos anAlogos llevados a cabo en grande escala por el Dr. Vendel, cientifico dinamarqués, quien publicó sus resultados en el "Ugeskrift for LaegerH,(2B) sin saber nada de los trabajos de Walker y Taylor. Empleó el Dr. Vende1 varias soluciones de yodo (en agua salada, en glucosa, etc.) y con ellas trató a alrededor de cien vacas, manteniendo bajo observación otras doscientas, tambien atacadas de la fiebre aftosa, de las cuales algunas se trataron con un serum y las demás no recibieron tratamiento alguno.

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Ninguna de las soluciones de yodo tuvo efectos perjudi- ciales. Una de las fórmulas, con la cual se trataron siete vacas, dió resultados casi negativos. Todas las demás se demostraron eficientes. De los animales tratados con serum murieron diversos. De los que fueron sometidos al tratamiento con yodo no murió ninguno ; no hubo complicaciones ; no hubo ni un solo caso de miocarditis ; la enfermedad se abortd - como en los casos tratados por Walker y Taylor-y las vacas volvieron muy pronto a producir leche.

Cito finalmente una experiencia practica, la del agricultor dinamarqués sr. Christensen, de Skailderup, publicada en el periódico agrícola " Vort Landbrug " (23). En una epidemia de fiebre aftosa que atacó a los animales de todos sus vecinos el señor Chiistensen pintó liberalmente con tintura de yodo los piés de sus terneros y los puso en contacto con animales infectados. Permanecieron completamente exentos. De la misma manera trató a un toro suyo en el cual la enfermedad se habia declarado en forma muy grave. Lo curó en pocos dias, y observa que el animal no perdió peso.

El infrascrito sostiene que en todos estos casos el efecto del yodo era un efecto ejercido sobre la glándula tiroidea por intermedio de la sangre circulatoria. ' Renovada su provisión de yodo (y acaso estimulada su actividad), la glándula protec- tora vació en las venas su secreción microbicida, inmensamente más poderosa que el yodo por sí solo ; se destruyeron los microorganismos, se neutralizaron sus toxinas, s8 produjo la inuzzr~zida[l, la que n o puede producirse sino por el ejercicio del meca.lzisnlo que combate e n el organisnao los pvocesos contagiosos. En este mecanismo el factor @rinczpal es la glánclula tiroidea. Se me objetará, sin duda, con relación a los animales del señor Christensen, que la tintura de yodo aplicada exterior- mente no puede haber influido sobre el contenido yódico de la glándula-que no puede entrar en la sangre circulatoria porque no puede penetrar el cutis. Sobre ésto solo diré que los experimentos de Marine, de Sollman y de inuchos otros irivestigadores han coinprobado todo lo contrario.

10.-EL YODO Y LA PRODUCCION DE LECHE.

Creo que el Dr. Stiner, del Departamento de Salud de Suiza, fué quien primero demostró (24) que administrando sal yodada a vacas se aumenta no solamente el rendimiento de leche sino que tambien su contenido de grasas y de materia sólida. (Los dos experimentos que realizó en distintos cantones, con condiciones climáticas distintas, demostraron asimisnlo la influencia del yodo sobre la fecundidad.) Desde entonces muchos otros investigadores han obtenido resultados análogos.

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Sudáfrica. Terneros alimentados sin yodo. Edad de 7 a 12 meses.

Sudifrica. Terneros de 3 a 5 meses a ciiya madre se dió yodo durante la

gestación y lactancia.

SiidAfrica. Terneros " yodados " por intermedio de las madres, cada una de la cuales ha dado, en pruebas oficiales, mas de 3,400 kgs. de

leche en 300 clias.

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Ganado shorthorn, alimentado con yodo, exhibido en Durban, Sudáfrica, en 1028. Las tres lecheras dieron un promedio de 27 litros por dia y cabeza durante la prueba oficial. El ternero pesaba rnás de 454 kgs. a la edad

dc 14 nieses. (I'énse pag 13 )

Depósito natural de sales minerales, Kenya, Africa del este. (T'énse png. 20.)

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A raíz de una investigación bastante detenida y esmerada de este aspecto del yodo, Strobel y sus colaboradores informan (25)como sigue : "El efecto de una dosis de 76 milígra- mos de yodo por dia y cabeza puede resumirse diciendo que al principio el rendimiento de leche aumentó ligeramente, pero que en el curso del experimento ese aumento llegó a ser considerablemente mayor y se mantuvo. En el grupo de vacas que no recibieron yodo el rendimiento de! leche acusó una . merma constante durante todo el experimento ." El aumento originado por el yodo era de 9.4 por ciento. Hiibo en el experimento en ,cuestión una disminucióli muy ligera (de 0.04 por ciento) de la proporción de materias grasosas, pero debido al incremento del rendimiento la cantidad absoluta de estas aumentó apreciablemente.

En la Estación Experimental Agrícola de Ohio, EE.UU., se está llevando a cabo una serie de experimentos muy bien organizados para demostrar, principalmente, la posibilidad de producir leche yodada (que se proyecta emplear en la profilaxia del coto en niííos de escuela) agregando yodo a las raciones de las vacas. Aunque en esas pruebas la cuestion del rendimiento de leche es secundaria se verifican cuidadosamente las canti- dades producidas y el Dr. Monroe, uno de los Directores de la Estación, ha comunicado al infrascrito las siguientes cifras :-

Lactancia Lactancia completa precedente con yodo. (sin yodo)

Vaca No. Leche (lbs.) Grasa (lbs.) Leche (lbs.) Grasa (lbs.). 119 8,302 470 (vaca vieja) 5,717 298 215 14,903 754 10,129 522 307 6,078 299 (215 dias) 6,396 332)(340dias) 317 6,110 276 (5 meses) 7,750 413

" Presento estos datos," dice el Dr. Monroe, " unicamente para demostrar que la producción ha sido buena. Hasta ahora no he afirmado que la alimentación con yodo aumenta el rendimiento de leche. Estamos organizando experimentos en grande escala para poner a prueba ese punto."

Resultados comparables se obtienen con frecuencia empleando suplementos. minerales yodíferos. Así, Muller- Lenhartz (26) dice que : " Experimentos realizados en Finlandia tienden a demostrar que a fin de evitar toda pérdida o interrupción de la producción de leche conviene dar a todo animal, grande ó pequeño, un suplemento mineral bien compuesto y que contenga yodo, pues el yodo ejerce una influencia muy beneficiosa sobre la secreción de leche y de materias grasosas." En los experimentos en cuestión,'que se

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llevaron a cabo en una region gravemente deficiente de yodo, el rendimiento casi se dobló (la influencia sobre la fecundidad observada por Stiner tambien se evidenció en esas pruebas).

Experimentos particulares han dado los mismos resul*tados que los de Strobel en cuanto concierne al modo de acción del yodo (es decir que el efecto marcado no es inmediato), pero los aumentos notados son en el todo mayores, pues alcanzan a un 18 por ciento mas leche y un 12 por ciento mas materia grasosa. En fin, no puede haber duda sobre la influencia del yodo en aumentar el rendimiento de leche.

A juicio del infrascrito, sin embargo, la alimentación con yodo durante la lactancia es en realidad más importante bajo el punto de vista de la salud de la vaca y de su cría. Es casi increible el agotamiento de los recursos minerales del animal (especialmente fósforo y cálcio) originado por una producción de, digamos, 9,000 litros en una lactancia, y por muy esencial que sea mantener la provisión de esos elementos en las raciones, es aun más imperativo velar porque el animal reciba una cantidad adecuada del yodo que, como Kelly lo ha demostrado (5),promueve la asimilación de ellos y del nitrógeno. Es seguro que cuando el yodo que se deriva del alimento es insuficiente las pérdidas de cálcio y fósforo, que en 'toda probabilidad son los factores determinantes en la etiología de la tuberculosis* ,

y de la raquitis, no se evitarán por abundantemente que se den al animal en sus raciones o por medio de suplementos minerales.

11 .-METODOS DE ADMINISTRAR EL YODO.

El yodo puede darse a los animales en la forma de sal comun yodada, " concentrados " yodados, suplementos rnine- rales yodados, ó "licks" que contienen yodo. En algunos casos puede ser preferible agregarlo en la forma de la tintura de yodo, o yoduro ó yodato de potasio o de sodio, al agua de beber o a la leche.

El señor Reed, de la Estación Experimental de Lacombe, Alberta, Canadá, hace las siguientes recomendaciones :

" Para .marranas, disolver una onza (28 gramos) de yoduro de potasio en 49 litros de agua y mezclar en la ración una cucharada de esa solución por -dia y cabeza.

* Un experimento sobre fuertes lecheras realizado en 1925 por Orr, Crichton y Middleton en el Rowett Research Institute, Aberdeen, Escocia, demostró que una mezcla de sal comun, carbonato de cAlcio, óxido de hierro y yoduro de potasio produjo un rendimiento aumentado en la segunda lactanoia, mientras,pue el rendimiento dis- minuyó en vacas alimentadas sin ese suplemento mineral. Ademas, mientras que diversas de estas últimas reaccionaron positivas a la prueba por tuberculina, todas las vacas que recibieron el suplemento mineral reaccionaron negativas." (Biochemical Journal, Vol. XX, No. 2, 1926).

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" Para ovejas, disolver 4 onzas (112 gramos) de yoduro de potasio en un cuarto de litro de agua tibia. Esparcir llanamente en un pavimento limpio 45 kilos de sal comun bien secada, rociarla uniformemente con la solución y mezclar cuidadosamente. Secada la sal, ponerla donde las ovejas puedan alcanzarla cuando quieran. Una oveja consumirá alrededor de 16 gramos de sal por mes.

" Para vacas preñadas, dar la sal yodada como para las ovejas ; pero puede encontrarse que algunas vacas no consumen sino cantidades muy pequeñas de sal. En ese caso, mezclar con la ración una vez por semana un cuarto de cucharada de yoduro de potasio pulverizado."

El infrascrito considera sinembargo que para el uso continuo durante todo el año las cantidades recomendadas por Reed pueden disminuirse un poco. Los resultados de experimentos y de !a práctica en muchos paises indican que, en un promedio, las siguientes cantidades por cabeza y semana son las que más convienen :-

Para ganado mayor ... 420 rnilígramos ,, caballos de toda clase 300 , ,

... ,, cerdos ... ... 300 >,

., ovejas ... ... ... lS0 > , ... ,, perros ... ... 50 > >

... ,, aves de corral ... 40 ,,

de yoduro (ó yodato) de potasio (ó de sodio)

En general puede decirse que la cría mamantona de hembras que han recibido poco mas o menos las cantidades indicadas arriba durante el período de gestación y lactancia no necesita más yodo que él que deriva de la leche maternal. Una vez destetada puede dArsele en las cantidades citadas.

Se recomienda dar diariamente una sétima parte de las dosis indicadas, pero en todo caso la administración debe efectuarse a lo menos una vez por semana.

Muchos fabricantes de alimentos concentrados y suple- mentos minerales agregan ahora yodo a sus productos. Al comprar estos, por supuesto, el criador debe asegurarse de que contienen yodo en las debidas cantidades. Diversas firmas británicas de primera clase han informado al infrascrito que sus productos son debidamente yodados y se consigna en página 32 una lista de ellas.

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En cada tonelada de concentrados debe mezclarse intima- mente de 28 a 42 gramos de yoduro de. potasio o de sodio disolviéndolo en una pequeña cantidad de agua, rociando con la solución los ingredientes cereales y traspalando estos continuamente entretanto.

En la fabricación de suplementos y " ladrillos" minerales se ha empleado generalmente el yoduro de potasio, pero conviene advertirse que 'hay combinaciones de sales minerales en las cuales puede producirse una acidez que tiende a libertar el yodo del yoduro, con consiguiente ~é rd ida del elemento. En semejantes casos debe emplearse de preferencia el yodato de potasio (o de sodio).

La composición de mezclas y ladrillos minerales varia, como es natural, según las circunstancias. Por ejemplo, R. T. Archer, Inspector-Jefe de Lecherías del Estado de Victoria, Australia, dice (27) : " El Departamento de Agricul- tura recomienda que se proporcione a todos los animales, incluyendo cerdos, la siguiente mezcla, colocándola en cajas o artesas a las cuales los animales tienen libre acceso : Sal común, 18 kgs. ; harina de huesos, 9 kgs. ; sulfuro, 7 kgs. ; cal apagada a aire, 12 kgs. ; yoduro de potasio, 140 gramos."

El iilfrascrito no duda que para las condiciones que existen en el Estado de Victoria esa fórmula sea excelente. Para condiciones generales, sinembargo, conviene a su juicio modificarla. Las siguientes fórmulas deben satisfacer todas las necesidades corrientes :-

No. l. No. 2. No. 3. Pa.va ganado Para Mezcla

y ovejas. cerdos. general. Harina esterilizada de hue-

sos ... ... ... 18kgs. 18kgs. 24kgs. Piedra de cal, finamente

pulverizada ... ... 18 .. 20 ,, 10 ,, Sal común ... ... ... 10 ., 5 ,, 9 ,, Sulfuro ... ... ... - 3 , 2 ,, Oxido de hierro ... ... - - 1 ,, Yodato (o yoduro) de pota-

... sio (o de sodio) ... 60 gramos 60 gramos 90 gramos

Para vacas y cerdos el suplemento No. 1 ó No. 2 debe mezclarse intimamente con los concentrados a razon de 1 kilógramo por cada 50 kgs., ó sea un 2 por ciento. Para ovejas conviene agregar el suplemento No. 1 a razon de 1& ó

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2 kilógramos por cada 50 kgs. de concentrados. La mezcla No. 3 debe usarse a razon de alrededor de 2 por ciento de los concentrados. Es especialmente apropriada para aves de corral y conviene mezclarla con la comida de aves ponederas a razon de 3 o 4 por ciento.

Para la administración de yodo a los animales de la estancia puede uno escoger entre varios métodos. La mas fácil es poner cantidades apropriadas de un suplemento mineral yodado en pequeñas artesas de madera que se colocan en lugares convenientes y accesibles, manteniéndolas llenas a fin de que los animales fuertes no quiten a los débiles su debida cuota. Como sinembargo algunos consumirán cantidades considerables, éste método es un tanto despilfarrador. Mejor es construir en la vecindad de un aguadero un corral al cual los animales se admiten en grupos y en el cual se colocan pequeñas artesas de madera conteniendo cada una la provision de suplemento mineral para un animal. El número de artesas en .el corral debe exceder del número de animales que se ad- miten en un grupo, pues de otro modo los individuos débiles no obtendrán su cuota. Se renueva la provisión para cada grupo.

En Sudafrica cuando se trata de grandes rebaños se emplea generalmente el método " crush," ilustrado en páginas l6b y 16c. En la práctica este sistema ofrece muy pocas dificultades.

Podrían adoptarse modficaciones de estos métodos para la alimentación con yodo de ovejas de montaña, pero acaso el sistema mas sencillo sería proporcionar los ladrillos de minerales yodados que se venden ahora en vez de los pedazos de sal gema que de ordinario se colocan en las inmediaciones de los abrigos.

La sal comun yodada (a razon de 30 gramos de yoduro de potasio por cada 50 kgs.) puede con gran ventaja salpimentarse sobre el forraje, sea verde, seco ó ensilado, empleándose 12 kgs. de sal por tonelada. Además de asegurar la provisión de dos minerales vitalmente necesarios conserva el forraje y lo hace más sabroso y nutritivo. La humedad que produce en el heno no puede hacer ningun daño,

En muchos paises suelen haber con alguna frecuencia depó- sitos de sales a los cuales acuden deseosos, llevados por el instinto, los animales del distrito. En página 24b se encontrará una fotografía de uno de estos " licks " naturales, situado en Kenya, Africa del Este. Por supuesto que la composición

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mineral de dichos depósitos varia mucho, pero por lo comun, felizmente, abundan precisamente en las sales que hacen falta en la vecindad, y sin las cuales es imposible críar ganado. La mayoría de los que se han analizado contienen yodo, principal- mente en forma de yodatos. Son valiosos para el hombre a la vez que para los animales ; en Kenya se sacan trozos de la tierra mineralizada y se los venden por pedacitos en los mercados indígenas para consumo humano.

Nada más fácil que copiar a la naturaleza en este respecto haciendo un " lick " artificial cuya composición se ajuste a las necesidades minerales del ganado y que al propio tiempo sea libre de las impurezas del depósito natural; y acaso no sea muy distante el dia en que semejante medida se adoptará de modo general. Entretanto sinembargo el ganadero puede escoger de entre los métodos indicados aquí él que más le convenga, teniendo presente que donde los animales, por ser acorralados, no pueden satisfacer sus instintos es necesario velar porque no sufran las consecuencias de tal privación. Y si insisto especialmente en la necesidad que hay de una provisión adecuada de yodo es porque, en primer lugar, la deficiencia de ese elemento es la que se presenta con más frecuencia, y en segundo lugar porque el yodo influye tan poderosamente sobre la asimilación de los demás minerales vitales.

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Firnzas a qzce se refiere e?z pagina 27.

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Bell &. Sons, Cowley Road Works, Exeter, England.

Boots Pure Drug Co., Ltd., Nottingham.

J. H. Brantom & Co., 1 and 2, High Street, Lambeth, London,

S.E.1.

British Glues & Chemicals, Ltd., Imperial House, Kingsway,

London, W.C.2.

The Cannock Agricultura1 Company, Cannock, Staffs, England.

The Carbel Company, 15, Lowther Arcade, Carlisle.

J. P. Harvey & Co., Ltd., Oxford Street, Kidderrninster,

England.

Hookstile Minerals, Ltd., Frensham, nr. Farnham, Surrey,

England.

E. Ernest Keighley & Co., Ltd., Yorkshire Cake Mills, Hull,

England.

Matura Products Company, Carlton Road, Nottingham.

The Molassine Company, Ltd., Greenwich, London, S.E. 10.

The Salt Union, Ltd., Liverpool, England.

Salvet, Ltd., 99b, High Street, Wavertree, Liverpool.

B. C. Tipper & Son, Ltd., The Veterinary Chemical Works,

Birmingham, England.

James Wyllie & Sons, Corn Exchange, Dumfries.

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