HYDRIA DE LA DISPUTA ENTRE APOLO Y HÉRCULES POR EL TRÍPODE PÍTICO

Autor: Humberto García Colomina.

Asignatura: Griegos en Occidente.

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FICHA DE LA PIEZA

MUSEO Museo Arqueológico Nacional.

CLASIFICACIÓN GENÉTICA Cerámica.

OBJETO/DOCUMENTO Hydria.

AUTOR Pintor de Madrid.

MATERIAL/SOPORTE Arcilla, Desgrasante cerámico y barniz antiguo.

TÉCNICA Figuras Negras.Cocción Mixta.A torno.Barnizado.

DIMENSIONES Altura: 45 cm.Diámetro máximo: 37 cm.Diámetro base 15,80 cm.Diámetro de la base: 24,80 cm.

DESCRIPCIÓN Hydria de Figuras Negras.

DATACIÓN 520 a.C.

CONTEXTO CULTURAL/ESTILO

Grecia/ Clásico.

LUGAR DE PRODUCCIÓN Ática.

LUGAR DE PROCEDENCIA Ática (Grecia, Europa).

COLECCIÓN Salamanca

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DESCRIPCIÓN Y FUNCIÓN

La hyidria es un vaso cerámico destinado a recoger, transportar, contener y verter líquidos, normalmente vino o agua y por tanto, su forma responde a dicho propósito. Cuenta con un gran cuerpo central en forma ovoide que es el destinado a contener el líquido, mientras que su alto cuello cilíndrico, que a su vez contiene una gran boca circular, se encuentran diseñados para facilitar tanto la recogida como el vertimiento del líquido. Lo más característico de la hydria, tal vez sean sus tres asas, una en disposición vertical, que une la boca con el cuerpo y que sería utilizada para sujetar el vaso de forma inclinada para facilitar la recogida del líquido en forma de caño o verter el líquido, mientras que las dos asas horizontales son para el transporte del vaso para distancias cortas, ya que normalmente, las mujeres cargaban con ellos colocando la base de la hydria en la cabeza como se puede apreciar en la Hidria de las Muchachas en la fuente.

A la perfecta adecuación de la forma a su función, se le debe sumar la gran belleza de su diseño, resultado tanto de la proporción y la articulación de sus partes como el dominio de la técnica de “figuras negras” y de la composición artística que con la que se ha ejecutado la expresiva escena que la decora.

Esta pieza en concreto, al tratarse de una obra de gran valor artístico y económico, se encontraba reservada únicamente a unas pocas familias pertenecientes a las élites de la comunidad, y debido a su elevado coste, normalmente se realizaban por encargo, es por ello que su función tampoco debería de ser la de recoger agua sino que se reservaría para momentos importantes como festejos o rituales religiosos, mientras que las hydria destinadas a la función original, deberían ser piezas con formas similares pero contaría con pastas más toscas y acabados de una calidad inferior.

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Mujeres llenando y portando Hydrias

PROCESO DE ELABORACIÓN Y DECORACIÓN

Después de la extracción de la arcilla, especialmente rica en hierro y su posterior decantación, ésta era trasladada al alfarero el cual se encargaba de humedecerla con agua. En la fecha en la que nos encontramos, el hombre ha perfeccionado notablemente la técnica del torno de pie mediante la unión de dos discos por un eje vertical, la velocidad del disco dependerá de la fuerza ejercida por el pie del alfarero y contará con las manos libres para poder moldear la arcilla con un movimiento rápido y regular, produciendo piezas de mayor calidad y en menor tiempo. Las asas de la hidria, estarían realizadas a mano y mediante la aplicación de una gran presión, éstas quedarán adheridas al cuerpo de la pieza. La pieza una vez moldeada y antes de proceder a su cocción, se disponía en un secadero, un lugar donde la luz del sol no fuese directa para que el secado no se produjera demasiado rápido y cuarteara la pieza.

Técnica decorativa: la técnica de figuras negras será la utilizada en esta pieza, que da nombre y permite a su vez datar la cerámica ática y proto-ática que comprende desde el 700 a.C. hasta mediados del S VI a.C. aproximadamente, su progresivo perfeccionamiento a lo largo del tiempo con pequeños cambios estilísticos, son los que han permitido datar esta pieza en torno al 530-520 a.C. Esta técnica consistente en aplicar barniz de color negro a las figuras, realizando los detalles de las mismas mediante un pequeño estilete metálico o de hueso y dejando como fondo el color rojizo de la arcilla. Como se puede apreciar, casi la totalidad de la pieza se encuentra pintada con dicho barniz y tan solo la escena principal, delimitada a los lados por una serie de estampaciones que jugando con líneas y el fondo crean motivos geométricos, en la parte superior, la división de escenas se produce mediante la utilización de la propia forma de

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la Hydria, ya que en la línea donde ésta se cierra, es aprovechada para separar la escena principal de la superior y en su parte inferior, esta división se realizará por medio de dos líneas negras, la primera de ellas actuará como base de la escena principal. También habrá otras partes que queden sin pintar como son la base de la pieza y su estrechamiento inferior que al igual que pasaba en el inicio del cuello en la escena superior escena superior, jugando con trazos negros y el fondo, forman de nuevo motivos geométricos. En ocasiones, se añaden toques de blanco, sobre todo para resaltar figuras femeninas (escena superior), pero en esta ocasión, también el color blanco juega con el fondo en la parte inferior de la pieza y para resaltar ciertos detalles como son los dientes y las garras del león que cubre la figura de la derecha.

Técnica de cocción: Como se menciona en la ficha, la cocción de estas piezas era mixta. En primer lugar, se producía una cocción oxidante a una temperatura de unos 800º C., en segundo lugar y tapando las toberas del horno, la temperatura aumentaba hasta los 950º C en un ambiente por tanto reductor y finalmente, se producía una cocción oxidante, la cual resaltaba de color rojizo aquellas partes cerámicas que no habían sido pintadas y las la pintura quedaba de color negro satinado.

HISTORIA DE LA PIEZA

Esta pieza que hoy en día se encuentra y se exhibirse en el Museo Arqueológico Nacional, fue vendida al mismo por el hijo del Marqués de Salamanca, el cual será uno de los grandes eruditos españoles del S XIX, el cual forjó una fortuna gracias a sus negocios hoteleros, financieros e inversiones en ferrocarril, prensa e incluso se interesó por la política, llegando a ser Ministro de Hacienda. Debido a problemas económicos, se vio obligado a vender su amplia colección arqueológica consistente en más de 3.500 piezas y a su vez el ministerio a comprarlas para que no salieran fuera de España por un total de 250.000 pesetas de la época. La mayor parte de la colección de piezas greco-latinas, las adquirió el marqués en Italia donde trabajando para el Vaticano adquirió su pasión por este tipo de obras, dirigiendo varias excavaciones en la necrópolis de Licinella al sur de Paestum y llegando a un acuerdo con el gobierno de Nápoles para adquirir las piezas. La

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colección del Marqués de Salamanca ascendía a 900 vasos griegos, entre los cuales se encontraba dicha pieza.

José María de Salamanca y Mayol.

MITOLOGÍA Y DESCRIPCIÓN DE LA ESCENA

La escena principal de esta pieza, nos muestra la disputa entre Hércules y Apolo por el trípode de del Oráculo de Delfos.

Apolo como es nombrado en la Ilíada “el que hiere de lejos” dios del tiro con arco, la curación, la medicina, pero también de las plagas y las enfermedades, era hijo de Zeus y de Leto, debido a los celos de Hera, ésta prohibió cualquier tipo de ayuda a Leto en el parto, pero la hermana de Leto, Asteria, transformada en la isla Ortigia, acogió a Leto, quien al dar a luz en primer lugar a Artemisa, ayudó a su madre a poder dar a luz a Apolo. Viendo Hera sus planes frustrados, mandó a Gea que Pitón, su gran serpiente que era la defensora del oráculo de Delfos devorase a los niños, pero Apolo que tras pasados 4 días había completado su desarrollo en hombre consiguió matarla. De esta forma Apolo recibió el sobrenombre de Pítico y pasó a ser la divinidad protectora del Oráculo de Delfos, considerado el más importante de toda Grecia e incluso el mundo antiguo, acudiendo a él para pedir consejo a la pitonisa, quien gracias al trípode que había sido realizado por Apolo con la piel de la Pitón, obtuvo el gran poder de la clarividencia.

A su vez Hércules o Alcides en su niñez, también era hijo de Zeus, pero de madre mortal, Alcmena. Al nacer se le confirió gran fuerza y fue precisamente Apolo Pítico quien lo nombró Hércules para indicar su devoción o servidumbre a la diosa Hera. Aunque se trata de uno de los semidioses más famosos y de los cuales se han escrito innumerables relatos, tal vez el más conocido sea el ciclo de los Doce Trabajos, aunque también encontramos otra serie de aventuras y desdichas como la que se escenifica en esta pieza.

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Éurito rey de Ecalia, del que había recibido del mismo Apolo un arco, organizó una competición de tiro con arco donde quien fuera capaz de vencer a él y a sus hijos recibiría a su hija Yole en matrimonio. Hércules participó en la competición y ganó, pero el rey en contra de su juramento, no dejó que Hércules desposara con Yole, lo que provocó el abandonando de la ciudad por parte del héroe muy ofendido. A su vez, al desaparecer de las caballerizas reales los caballos de Éurito, éste manda a su hijo Ífito seguir las huellas que lo llevan hasta Tirinto, ciudad donde reside Hércules, el cual encolerizado al sugerir Ífito que él era el autor del robo, lo mata lanzándolo desde la torre más alta de la ciudad (otras versiones dicen que lo lanza por un barranco). A causa de esta muerte, Hércules recibirá un ataque de locura y acudirá a Delfos en busca de consejo, pero la pitonisa al negarse a dárselo debido a su estado, provocará de nuevo la cólera de Hércules quien pretendió robar el trípode para poder ver el futuro. En ese momento, Apolo escuchando los gritos y ruegos de la pitonisa, acudirá en protección del oráculo y se enfrentará a Hércules en una lucha igualada que tan solo tras la intervención de Zeus cesará la disputa, quien obliga a la pitonisa a dar respuesta al héroe. El oráculo dirá que solo vendiéndose como esclavo durante un año y entregando el dinero a los hijos de Ífito, Hércules podrá encontrar el fin para los ataques de cólera y la paz.

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