homenaje al ateneo jovellanos · oposición entre hombres de letras y hombres de armas viene, pues,...

46
Fundación Foro Jovellanos del Principado de Asturias Homenaje al Ateneo Jovellanos La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) (Conferencia pronunciada por Teresa Caso Machicado en el Castillo de Bellver (Mallorca), el día 21 de marzo de 2003) GIJÓN, 2004

Upload: nguyenthu

Post on 28-Oct-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Fundación Foro Jovellanosdel Principado de Asturias

Homenajeal

Ateneo JovellanosLa «muerte civil» de Jovellanos

(Mallorca, 1801-1808)(Conferencia pronunciada por Teresa Caso Machicado

en el Castillo de Bellver (Mallorca), el día 21 de marzo de 2003)

GIJÓN, 2004

© Edición: Fundación Foro Jovellanos y Ateneo Jovellanos© Textos: los autoresDepósito legal: AS-870/2004Fotos: Archivo Fundación Foro Jovellanos

Índice

Saluda del Presidente de la Fundación Foro Jovellanosdel Principado de Asturias«Gijón, la Atenas del norte de España»....................................... 9

D. Jesús Menéndez Peláez

Saluda del Presidente del Ateneo Jovellanos«Unidos en el Cincuentenario» .................................................... 13

D. José Luis Martínez Martínez

Reproducción del Acta de la Junta General del Patronatode la Fundación Foro Jovellanos del Principado de Asturias.. 15

CASO MACHICADO, Teresa. La «muerte civil» de Jovellanos(Mallorca, 1801-1808) ..................................................................... 19

Bibliografía abreviada.................................................................... 43

Programa ......................................................................................... 45

Salutaciones

«Gijón, la Atenas del norte de España»

por Francisco Álvarez-Cascos Fernández

Si por curiosidad buscamos en un diccionario de cultura o deLengua Española la procedencia de la palabra ‘ateneo’, se nos diráque proviene bien del sustantivo griego ‘athenaion’, el templodedicado a Atenea o Minerva, personificación de la sabiduría, dondelos poetas y oradores leían sus obras, bien de ‘athenaios’ comoadjetivo, usado en contexto poético, y sinónimo de ateniense. Encualquiera de los casos la ciudad de Atenas es el étimo inicial de unainstitución que tomará entidad corporativa de manera especial apartir de la Ilustración. La ciudad de Atenas emerge dentro de laconfiguración del mundo griego como la ciudad culta por excelencia,frente a su oponente Esparta, caracterizada por sus guerreros; laoposición entre hombres de letras y hombres de armas viene, pues,de muy atrás; la sociedad medieval vivió, a veces con virulencia, estadicotomía estamental entre el intelectual, el «clericus» y el militar, el«miles»; nuestro Cervantes en el Quijote (I, 38) recoge esta viejaantítesis existencial en la bien conocida apología que el protagonistahace de las armas; sin embargo, es la cultura renacentista la que llegapor primera vez a establecer una armonía entre el hombre de lacultura y el hombre de las armas en los llamados soldados poetasque conforman un grupo generacional capitaneados por Garcilasode la Vega; el poeta-soldado maneja con la misma destreza la espadaque la pluma; el poeta-soldado de nuestro renacimiento busca en sudevenir existencial un equilibrio entre el «negotium», hacer la guerra,y el «otium», la dedicación a la cultura, a la poesía; este mismoequilibrio entre el «negotium» y el «otium» vendrá sancionado poresquemas teológicos derivados del protestantismo de Calvino; susdoctrinas ofrecen un equilibrio entre el pragmatismo del hombre denegocios y el idealismo del hombre de la cultura; en algunapublicación se ha insinuado que el ocaso del imperio español de

nuestro Siglo de Oro, aquel en cuyos límites no se ponía el sol, fuedebido a no haber mantenido este equilibrio que caracterizó a lospaíses centro-europeos; prejuicios de naturaleza religiosa, inspiradosen la Contra-reforma, marginaron la actividad burguesa, de dondenacerá la industrialización y la empresa; el judeo-converso, impulsory generador del comercio y de la industria, actividades que realizabala nueva burguesía, serán vistas con recelo por el cristiano viejo quepropugna un inmovilismo estamental y laboral.

¿A qué viene todo este preámbulo? Estamos celebrando un actojovellanista organizado por la Fundación Foro Jovellanos comohomenaje a una institución hermana que lleva nuestro mismo apellido;si tuviésemos que resumir muy brevemente la finalidad de la obrajovellanista, podríamos decir que su pensamiento último, el leit-motivo hilo conductor de todo su quehacer intelectual y político, estáencaminado a conseguir el bienestar público. Para Jovellanos la culturaes el soporte de todo progreso; cultura y bienestar social son doscategorías inseparables, íntimamente relacionadas en el pensamientojovellanista; así lo expone en el Plan general de Instrucción Pública (1809);la cultura es la base del progreso de un pueblo. La innovación en elámbito científico y cultural es la base del pensamiento ilustrado:«sapere aude», atrévete a saber.

Hace algún tiempo un filósofo, bien conocido en el ámbitonacional, en declaraciones a un medio de comunicación, con motivode una conferencia que iba a impartir en nuestra ciudad, calificabaa Gijón como la Atenas del norte de España. Dejando de lado eltópico de la «captatio benevolentiae», recurso retórico que hundesus raíces en los grandes retóricos atenienses; dejando de lado el‘grandonismo’ narcisista que caracteriza a los asturianos creo que elsímil metafórico está justificado. Pocas ciudades pueden ofrecer uncalendario de actividades culturales tan fecundo en cantidad ycalidad como el que se ofrece desde Gijón; por eso el nacimiento denuevas asociaciones culturales que pululan por doquier en nuestraciudad debe ser saludado con gozo; son derivaciones de aquellasemilla que sembraron las Sociedades de Cultura e Higiene deprincipios del pasado siglo XX. Por otra parte, el apoyo que desdenuestro Ayuntamiento se viene realizando en pro de la cultura nodebe pasar inadvertido.

10 Homenaje al Ateneo Jovellanos

De esta manera, «Gijón, la Atenas del norte de España» consus tres ateneos se convierte en un templo desde donde se rinde eseculto intelectual, de manera casi permanente, a la diosa Atenea oMinerva, personificación de la cultura en el mundo helénico, quepara Jovellanos era un culto a la Suprema Sabiduría del Dios uno ytrino de los cristianos.

La Fundación Foro Jovellanos, desde el primer momento quetuvo noticia de la celebración del 50 aniversario del nacimiento delAteneo Jovellanos, quiso sumarse a esta efeméride. Así se lo hice sabera su Presidente, D. José Luis Martínez. Sus múltiples actividades estánen estrecha relación con el pensamiento jovellanista; es nuestro deberreconocerlo. Por ello nuestra más sincera felicitación a su Presidentey a su junta directiva; nuestra más sincera admiración a toda la laborpretérita y actual que viene realizando el Ateneo Jovellanos desde sufundación en 1953. Mi relación con el Ateneo Jovellanos es muyanterior a mi condición de Presidente de la Fundación Foro Jovellanosdel Principado de Asturias; en varias ocasiones impartí conferencias;en varias ocasiones hice el oficio de presentador; desde aquí meofrezco a seguir colaborando. Enhorabuena, querido José Luis.

Jesús Menéndez PeláezPresidente de la Fundación

Foro Jovellanos del Principado de Asturias

Saluda del Presidente de la Fundación Foro Jovellanos del Principado de Asturias 11

Los Presidentes de la Fundación Foro Jovellanos y del Ateneo Jovellanos,D. Jesús Menéndez Peláez y D. José Luis Martínez Martínez, en la Cartuja

de Valldemosa delante de la lápida que recuerda la estancia de Jovellanos en este lugar

Unidos en el Cincuentenario

por Francisco Álvarez-Cascos Fernández

El ATENEO JOVELLANOS DE GIJÓN iniciaba en el mes de marzo de2003 la celebración de su Cincuentenario con un viaje a Palma deMallorca de carácter netamente jovellanista. Se trataba de rendirmemoria al insigne jurisconsulto, estadista y polígrafo gijonés, donGaspar Melchor de Jovellanos, precisamente en el mismo lugar en elque la sinrazón y la arbitrariedad se aliaron contra quien seguramentefue la más preclara cabeza de la España del siglo XVIII.

Aquel viaje de sabor jovellanista en el que participaron un buennúmero de socios y al que se sumó el Presidente del Foro Jovellanos,don Jesús Menéndez Peláez, quien tuvo a bien aceptar nuestrainvitación, adquirió su momento más entrañable y sublime en lamagnífica conferencia pronunciada por doña María Teresa Caso,centrada en el cautiverio –muerte civil lo llamó la conferenciante–sufrido por el prócer gijonés.

La publicación que sale ahora a la luz recoge la mencionadaconferencia y, a la vez que pone al servicio de un público más ampliosu contenido, tiene el interés añadido de unir a dos prestigiosasentidades que toman su nombre de Jovellanos y desean desarrollar,cada una a su manera, una actividad acorde con su digno nombre.No dudamos que la unión de esfuerzos que representa la co-ediciónde la conferencia de María Teresa Caso no es más que un signoexterno de una más amplia y profunda convergencia de ideales eintereses entre las dos instituciones, que queda así definitivamentesellada y pasa a formar parte de la historia cultural de la villa deJovellanos.

La co-edición que el lector tiene entre sus manos representaun eslabón más en la cadena de eventos que se han sucedidodurante la celebración del cincuentenario del Ateneo Jovellanos. Noes el momento de hacer memoria de todos ellos, pero sí de algunos

especialmente relevantes, como la celebración en nuestra ciudad dela Junta Directiva de la Asociación Mundial de Ateneos, la entregade la Medalla de Oro de la Institución al Premio Príncipe deAsturias, don Juan Velarde, o la distinción como Socia de Honor anuestra Alcaldesa, doña Paz Fernández Felgueroso.

Pero sobre todo nos es grato en este momento recordar yagradecer los reconocimientos y atenciones de que hemos sidoobjeto durante el año que ahora toca a su fin. La aceptación por partede Su Majestad el Rey Don Juan Carlos de la presidencia de Honordel Cincuentenario, así como la Audiencia otorgada por Su AltezaReal, don Felipe, han colmado de gratitud a los socios de nuestrainstitución. Por otra parte, la decisión del Pleno de la CorporaciónMunicipal de distinguirnos con la Medalla de Plata de Gijón nosllena de una satisfacción indescriptible que refuerza el compromisode la institución que me honro en presidir tiene contraído con la vidacultural de la villa de Jovellanos.

El día que sale a la luz la presente publicación, 23 de marzode 2004, viene marcado por un suceso enormemente venturoso parael Ateneo Jovellanos, como es el recibir del Foro Jovellanos, a quienconsideramos institución hermana, el reconocimiento de Patrono deHonor.

El hecho de que el Foro Jovellanos haya querido otorgarnostan singular reconocimiento nos llena de satisfacción y nos mueveal agradecimiento más sincero. La deuda que contraemos hoy conel Foro Jovellanos la entendemos contraída también con los idealesjovellanistas y hacemos votos para que, más allá de la efeméride queva tocando a su fin, nuestra actividad –junto con la del Foro y tantasotras instituciones– sirva al engrandecimiento de la vida culturalasturiana, caminando todos por la senda marcada por el más ilustrehijo de la vida gijonesa: JOVELLANOS.

José Luis MartínezPresidente del Ateneo Jovellanos

14 Homenaje al Ateneo Jovellanos

Los días 21 al 23 de marzo de 2003 el Ateneo Jovellanosorganiza un viaje a Palma de Mallorca al que asisten tambiénel Presidente y el Secretario de la Fundación Foro Jovellanos;durante los días de esta estancia se visitaron distintos lugaresque habían sido testigos de esa «muerte civil» de Jovellanos,como La Cartuja o el Castillo de Bellver; fue precisamente eneste lugar donde la Dra. Teresa Caso Machicado pronunció laconferencia «La muerte civil de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808)». Como recuerdo de aquel viaje, que compartieron lasdos instituciones, se publica el texto de aquella conferenciapara celebrar este homenaje que la Fundación Foro Jovellanosdedica al Ateneo Jovellanos.

Vista general del Castillo de Bellver (s. XIV)

La «muerte civil» de Jovellanos(Mallorca, 1801-1808)

por Teresa Caso Machicado

En el mes de mayo de 2003 el Ateneo Jovellanos me invitó apronunciar una conferencia en el castillo de Bellver, con motivo deun viaje que la institución organizaba a Mallorca para evocar lafigura de Gaspar Melchor de Jovellanos y los años que pasó en laisla como reo de Estado. El presente texto es el resultado de esainvitación. He añadido ahora, para facilitar la lectura y documentarlo que entonces dije, una serie de notas a pie de página.

LA «MUERTE CIVIL» DE JOVELLANOS(MALLORCA, 1801-1808)

Es para mí una inmensa satisfacción hablar hoy ante ustedesde Gaspar Melchor de Jovellanos en este histórico edificio, quealberga su recuerdo y su sombra. Agradezco su invitación al AteneoJovellanos de Gijón y a las personas y autoridades que desde aquíla han hecho posible.

Si […] hubiese tenido la desgracia de incurrir en alguna culpa,¿cuál no debería ser su enormidad para corresponder a pena tan acerbay exquisita como la que se ha ejecutado en mi persona? ¿A una penaque, robándome mi honor y estado, me ha puesto en una verdaderamuerte civil, y que me hubiera quitado mil veces la vida natural si elvalor que me inspiran mi inocencia y mi confianza en la justicia deVuestra Majestad no me hubiese confortado y hecho superior a ella?.

De esta manera se expresaba Jovellanos en la primerarepresentación que escribió al rey Carlos IV desde la Cartuja deValldemossa, el 24 de abril de 18011. Pero, ¿cómo había llegado donGaspar a esta muerte civil? ¿Cómo era posible que un hombre, queapenas tres años antes era ministro de Gracia y Justicia, se encontraraen 1801 prisionero en esta isla de Mallorca?

Para intentar encontrar la respuesta es preciso remontarse alaño 1798, cuando es cesado en el ministerio. Al despedirse de él, elrey Carlos IV le dijo que quedaba satisfecho de su celo, pero leadvirtió que tenía muchos enemigos. A partir de entonces, repuestoya en su villa de Gijón, llevando una vida relativamente tranquila,don Gaspar decidió dedicarse a la administración de sus bienes y,sobre todo, a su querido Instituto, el Real Instituto Asturiano deNáutica y Mineralogía que había abierto sus puertas en 1794. Pero,al mismo tiempo, empezó a entrever alguna extraña maquinacióncontra su persona y contra el Instituto mismo y a soportar conresignación los indicios de su caída en desgracia: la negativa a suspeticiones de dinero para la continuación de las obras del nuevoedificio del Instituto y la posterior paralización de dichas obras; elabandono de algunos amigos –«Me han dejado los concurrentes ami casa, algunos del todo», anota en el Diario–; la retención de sucorrespondencia en Oviedo2. Sin embargo, no parecía ser consciente

20 Homenaje al Ateneo Jovellanos

01 El propio Jovellanos publicó esta Representación y otra serie dedocumentos relacionados con su prisión en Bellver en la Memoria en defensade la Junta Central, publicada en 1811, que puede verse también en BAE,XLVI, págs. 503-622. Vid. también: Gaspar Melchor de JOVELLANOS, Memoriaen defensa de la Junta Central. Estudio preliminar y notas de José Miguel CasoGonzález, Asturias, Junta General del Principado, 1992. 2 vols. (ClásicosAsturianos del Pensamiento Político, 1).

02 Jovellanos pidió dinero a varios obispos asturianos o que teníanrelaciones con Asturias, sin respuesta positiva. Asimismo, el 20 denoviembre de 1800 el ministro de Marina, Antonio Cornel, le negó elpermiso para prorrogar la pensión de 60.000 reales sobre las obras del ríoNalón y mandó suspender las obras del nuevo edificio una vez que seagotaran los fondos. El 1 de enero de 1801 anota en el diario: «La desgraciaparece conjurada contra el Instituto, este precioso establecimiento, tan

de la gravedad de la maledicencia y de las malas artes que se habíanpuesto en juego en su contra ni, mucho menos, de las terriblesconsecuencias que tendría que padecer.

En 1800 y principios de 1801 los acontecimientos se precipitaron.En marzo de 1800 tuvo Jovellanos que justificarse y casi pedir perdónal rey por haber tenido noticia de que se había publicado la primeratraducción española de El contrato social de Rousseau, en la que se leelogiaba mientras se censuraba y se criticaba a otros ministros delgobierno3.

¡Oh, Jovino, Jovino! –se lee en la nota 20 de la traducción4–Tú solo mereces el homenaje de todo buen español. ¡Ojalá que

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 21

identificado ya con mi existencia como con el destino futuro de este país.Ayer se han mandado suspender los trabajos del nuevo edificio, o, por mejordecir, se han reducido al mínimo, y aun así, apenas se podrán sostener; sehan negado los auxilios que pedí en octubre […] Esperemos que el tiempoabra alguna nueva esperanza, y entretanto no cesemos en promover losestudios». Por otra parte, sospecha que alguien de Oviedo, en combinacióncon el regente de la Audiencia, le retiene la correspondencia. Así se loconfiesa a Francisco de Paula Caveda y Solares.

03 El 26 de marzo de 1800 escribe Jovellanos al Rey. «Me apresuro –diceen su carta– lleno de inquietud y amargura, a elevarla [la noticia de los elogioshacia su persona] a la suprema atención de Vuestra Majestad: 1.º A fin de quesi fuere de su Real agrado, mande dar las más prontas y eficaces providenciaspara estorbar la entrada de libro tan pernicioso en sus dominios. 2.ª Para quemande inquirir su autor y imponerle el condigno castigo. 3.º Para prevenir suReal ánimo contra cualquiera mala impresión que pueda dirigir la calumniacontra un ministro a quien Vuestra Majestad honra actualmente con suconfianza, y contra otro, cuya conducta irreprensible y laboriosa empleadapor el largo espacio de treinta y tres años en el Real servicio y el bien delpúblico, le ha hecho también acreedor al buen concepto de Vuestra Majestady a su alta protección.» (JOVELLANOS, Obras completas, t. III, pág. 518, n.º 1.268).

04 La traducción y la nota de elogio son del abate Marchena. Laprimera edición del Contrato social de Rousseau traducido al español seeditó en Londres en 1799. Existe una copia manuscrita en la Biblioteca deMenéndez Pelayo, cuya portada reza: El contrato / social, / o Principios / Del/ Derecho Político. / Londres / Año de 1799.

Urquijo, siguiendo tus pasos, despliegue todo su genio emprendedory haga conocer al monarca sus verdaderos intereses, que son los delmismo pueblo. De otro modo la ruina parece inevitable y todoconcurre a acelerarla. En otro tiempo sería temible; pero, atendidanuestra dura y lamentable situación, se deja naturalmente desearcon vivas ansias.

Jovellanos, que sepamos, no llegó a averiguar nada sobre esteasunto, como el ministro Urquijo, por orden del rey, le habíaordenado en carta del 3 de abril de 1800:

El rey desearía que Vuestra Excelencia dijese quién es el quedio el aviso, de qué parte vino y en dónde y a quiénes lo oyó, pues portodas estas señas podría inferirse con más o menos seguridad algo dequiénes son los sujetos que han intervenido en la traducción5.

Las palabras tranquilizadoras del ministro –«Debe ustedserenarse y creer que tan seguro vivirá como lo estará su conciencia»–sirvieron de poco frente a la Delación anónima, un documentoinfamante que llegó a la corte a finales de 18006. A comienzos del año1801 escribió Jovellanos en el Diario acerca de sus sospechas:

22 Homenaje al Ateneo Jovellanos

05 En carta confidencial del día anterior Urquijo le decía: «Miestimado dueño: Ya yo tenía noticia de esta traducción del Contrato, pero node las notas de que usted me habla. Suponen poco, pues si hubiera depender la reputación de cualquiera individuo de una sociedad de que leelogiasen los extranjeros o le vilipendiasen, según les viniese a cuento, sindar otra prueba, seríamos bien infelices y nuestro estado muy precario. Poresta regla debe usted serenarse y creer que tan seguro vivirá usted como loestará su conciencia. Páselo usted bien, y disponga de su afectísimo amigo».La carta oficial del día siguiente añade la petición real de que Jovellanosinvestigue todo lo que pueda sobre el asunto. Sin embargo, no conocemosmás correspondencia cruzada entre el ministro y Jovellanos al respecto. (vid.JOVELLANOS, Obras completas, t. III, pág. 519, núms. 1.269 y 1.270).

06 Según Caso González (Vida y obra de Jovellanos, pág. 517; hay unaed. abreviada: José Miguel CASO GONZÁLEZ, Jovellanos, ed. de María TeresaCaso, Editorial Ariel, S.A., Barcelona, 1998): «La lucha contra Jovellanos no

Dicen que algunos malos paisanos de Madrid tratan dedesacreditar el Instituto y que nueva y sorda persecución le amenaza.Si la guerra fuese noble y abierta no la temería; ¿qué digo?; laprovocaría abiertamente, cierto del triunfo y ansioso de la nueva gloriaque resultaría al establecimiento; pero, ¿quién podrá parar los golpesque la calumnia y la envidia dan en la oscuridad? La Providencia,que vela siempre sobre los derechos de la justicia; si ella permite laruina, veneremos sus altos juicios7.

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 23

había terminado con su retirada del ministerio de Gracia y Justicia. […]La conjura continúa durante dos años y pico. La delación anónima formaparte de ella. Pero no es una pieza aislada, escrita por odio a Jovellanos,para perderle a él solo. Es una parte de la bien combinada operación queen 1800 quiso acabar en España con todos los hombres ilustrados dealguna influencia. La impulsó lo mismo que atizó los ataques contraTavira, contra Palafox, contra la condesa de Montijo, contra los Cuesta,contra Urquijo, contra Meléndez Valdés y contra tantos otros que porentonces fueron encarcelados o anduvieron desterrados o perseguidos.Toda esta cadena de hechos era obra de Godoy, retirado todavíaoficialmente del mando, y de Caballero». De la misma opinión es JavierVarela (Jovellanos, págs.159-164), que recuerda que la persecución se inicióen cuanto Godoy fue nombrado ministro de Estado: «Una proscripciónmucho mayor que la de 1798 se desencadenó entonces contra decenas demagistrados, sacerdotes y miembros de la nobleza. Un númeroindeterminado de denuncias se presentaron ante el Santo Oficio contradiversas personas acusadas de «jansenismo» o de «propagar las doctrinasdel concilio de Pistoia». […] Algunos de los represaliados estaban enestrecha relación con Jovellanos, como Meléndez Valdés, trasladado aZamora en diciembre de 1800, o la condesa de Montijo, desterrada aLogroño en 1805. De los procesos incoados por la Inquisición sólo sabemosde un caso, el de Jerónimo de la Cuesta, que acabase en una dura condena.En el resto, o bien no hubo sentencia, o fueron despachados conamonestaciones leves». Para Varela la persecución contra Jovellanos fuela «más sañuda de todas».

07 Todas las citas del diario jovellanista utilizadas en este textopueden consultarse en BAE, t. LXXXVI. Puede consultarse también: GasparMelchor de JOVELLANOS, Diario (Antología). Edición, introducción y notasde José Miguel Caso González, Planeta, Barcelona, 1992.

La Delación anónima no dejaba lugar a dudas. Cualquier lectorpodrá comprobar las infamias y la dureza con que es tratado donGaspar. En el último párrafo se aconsejaba a los reyes qué hacer con él:

Deberán Vuestras Majestades usar de mucha precaución, casoque quieran poner freno a tan enfadosa y desvergonzada libertad;porque son muchos sus partidarios y al presente poderosísimos, conquienes tiene reservadísima correspondencia, asegurando muchosque no hay negocio importante en la monarquía que no se lecomunique y se espere y abrace su dictamen como el de un oráculo.Parece que el mejor medio sería separarle, sin que nadie lo pudiesepenetrar, muy lejos de su tierra, privándole toda comunicación ycorrespondencia; examinar en Asturias y principalmente en su patriala certeza de estos hechos por medio de hombres hábiles, justos eimparciales, y verificado todo, usar de la soberana autoridad y podercon la prudencia, humanidad y misericordia que acostumbranVuestras Majestades; pero en una situación y estado que sea elescarmiento de él y de los infinitos libertinos que abrazan superniciosa doctrina y máximas corrompidas, que apestan más que lamisma peste a toda nuestra España, que ha fiado Dios a VuestrasMajestades, para que procuren conservársela al menos católica yreligiosa»8. El ministro Caballero, basándose en esta denuncia,ordenó la instrucción de un investigación secreta9.

Aproximadamente a las cuatro de la mañana del 13 de marzode 1801, dormía Jovellanos en la alcoba de su casa de Gijón cuando

24 Homenaje al Ateneo Jovellanos

08 Julio SOMOZA, Documentos, págs., 225-230; doc. núm. 57 y en ID.,Amarguras, págs. 312-317; ID., Nuevos datos, págs. 159-162. También en CASO

GONZÁLEZ, Vida y obra de Jovellanos, págs. 510-512.09 La inmediata consecuencia de la Delación fue el inicio de una

investigación secreta, pedida por el ministro Caballero al regente de laAudiencia de Oviedo, Lasaúca. Éste fue enviando sucesivos informes delos que en ningún momento se deduce culpabilidad alguna de don Gaspar.Pero no se les concedió, aparentemente, demasiado crédito, y más bienparece que la decisión de hacerle prisionero estaba tomada previamente.

fue hecho prisionero. Él mismo narra al rey los acontecimientos enla representación ya citada de 24 de abril10. Dice así:

Sorprendido en mi cama al rayar el día 13 de marzo último porel regente de la Audiencia de Asturias, que a nombre de VuestraMajestad se apoderó súbitamente de mi persona y de todos mispapeles; sacado de mi casa antes de amanecer el siguiente día y entrela escolta de soldados que la tenían cercada conducido, por medio dela capital y pueblos de aquel Principado, hasta la ciudad de León;detenido allí y recluso en el convento de Franciscanos Descalzos porespacio de diez días, sin trato ni comunicación alguna; llevado despuésentre otra escolta de caballería y en los días más solemnes de nuestrareligión por las provincias de Castilla, Rioja, Navarra, Aragón yCataluña hasta el puerto de Barcelona; entregado allí al capitángeneral y de su orden nuevamente recluso en el convento de NuestraSeñora de la Merced; y finalmente, como si se quisiese dar un nuevoejemplo de rigor en mí o como si ya no fuese digno de pisar elcontinente español, embarcado en un correo, trasladado a Palma,presentado a su capitán general y conducido al destierro y confinaciónde esta cartuja, he sufrido con resignación y en silencio, por espaciode cuarenta días, todas las fatigas, vejaciones y humillaciones quepueden oprimir a un hombre de honor; he pasado por el bochorno deaparecer como reo, en medio de mi nación, que me vio llevar conescándalo a más de doscientas leguas de mi domicilio, y arrojar aestotra parte de sus mares; y por fin, estoy padeciendo en unavergonzosa reclusión las más crueles privaciones, sin saber cuál puedaser la causa de tan duro e ignominioso tratamiento.

En efecto, entró don Gaspar en el monasterio de JesúsNazareno el 18 de abril de 1801 a las tres de la tarde11. Tres días antes,

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 25

10 Vid. supra, nota 1.11 La concreción horaria es de Ceán, Memorias, pág. 82: «Habiendo

llegado a Palma, capital de aquella isla, antes de medio dia, fue llevado ála antesala del capitan general, y recibidas sus órdenes, le conduxeroninmediatamente á la cartuxa de Jesús Nazareno, que está en el valle de

el ministro Caballero había escrito a los frailes ordenándoles que leimpidieran todo trato con el exterior y cualquier comunicación porescrito. La cartuja era un rico monasterio, con cómodas estancias,habitado por unos cincuenta religiosos muy caritativos y hospitalarios,según cuenta Grasset, entonces cónsul francés en Mallorca. Los cartujosrecibieron al ilustre prisionero con los brazos abiertos, pero don Gaspar,con el ánimo muy decaído, encerrado en su celda, de la que sólo salíapara dar algún paseo por los claustros y para asistir a misa, fueenfermando rápidamente. Preocupados los frailes por su estado depostración, el prior, fray Miguel Pascual, alegó ante la corte la caridadpara la relajación en el trato, «por notar en el señor Jovellanos caerle alos tobillos bastante edema, padecer unas acedias crueles y tambiénuna erupción cutánea» y pidió al rey en el mes de septiembre quepermitiera a Jovellanos pasear por los jardines de la cartuja. Pero,obviamente, no esperó la confirmación del permiso, quizá porque nocreía que fuera denegado12.

Jovellanos, por su parte, esperaba que el rey, leyendo susrepresentaciones, lo liberara definitivamente. Según pasan los meses,va acostumbrándose a la vida serena y esperanzada de La Cartuja.Con los cartujos pasea, conversa y come, y éstos le tratan con todala atención y los cuidados de que son capaces. Lo relata bien Antillónen sus Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos, publicadasen Palma en 1812:

Procuraron los cartujos templar la dura situación de Jovellanoscon todos los alivios y atenciones imaginables. Se le proporcionaronlibros, pudo escribir y desahogar en el papel sus penas y susmeditaciones, dedicarse a trabajos literarios que le distrajesen, pasearpor el campo y gozar de aquellas frondosas cercanías. Y en poco tiempo,sus modales siempre acompañados de la más delicada urbanidad, suejemplar beneficencia y su práctica constante de todas las virtudes

26 Homenaje al Ateneo Jovellanos

Valdemuza, distante tres leguas de aquella ciudad; y entró en el monasterioel dia 18 de abril á las tres de la tarde, y á los treinta y seis de un viage largo,molesto y vilipendioso».

12 Vid. VARELA, Jovellanos, págs. 182-184.

religiosas, le atrajeron no ya los afectos de la hospitalidad, sino el cariñoy la admiración de los monjes que miraban su mansión como una épocade gloria y de honor para le monasterio. Todavía de Jovellanos, de lacelda que habitaba y de los libros y papeles que manejó no se habla enla cartuja sin cierto homenaje de respeto a su memoria13.

Así es como Jovellanos pudo dedicar buena parte de su tiempoa escribir: un breve fragmento que se conserva del Diario, que va desdeel 23 de septiembre al 30 de noviembre de 1801 (y constituye elCuaderno decimoprimero)14, la Memoria sobre educación pública o tratadoteórico-práctico de enseñanza, allí redactada15, algunas composicionespoéticas, como la Epístola a Posidonio que envía a Carlos González dePosada en marzo de 180216, y las representaciones mismas al rey, conlas que sólo consiguió agravar su situación17, son buena prueba de ello.

También su amigo Ceán Bermúdez narra cómo era su régimende vida en Valldemossa:

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 27

13 Isidoro María de ANTILLÓN, Noticias históricas de D. Gaspar Melchorde Jovellanos. Conságralas a sus respetables cenizas Y. M. de A. M., Palma, 1812.

14 Vid. BAE, LXXXVI, págs. 67 y 68.15 El anuncio de los premios que convocados por la Real Sociedad

Económica de Mallorca apareció en la Gazeta de Madrid en abril de 1801. Seprometían 300 reales de vellón «al que mejor demuestre en una Memoriael método más fácil de realizar en Mallorca el establecimiento de unseminario de nobles y gente acomodada, […] comprendiendo el plan deestudios, maestros, dotación y de qué edificio podrá echarse mano paraello». Se puso de inmediato a escribirla, pero no llegó a terminarla, quizápor su traslado al castillo de Bellver. Lo publicó Ramón María CAÑEDO:Tratado Teórico-práctico de enseñanza pública, con aplicación a las escuelas ycolegios de niños. Obra póstuma del señor Jovellanos, dada a luz con otras delmismo autor por D. ________, Madrid, Imprenta de D. Leon Amarita, 1831.

16 Vid. Obras completas, t. I, págs. 297-306.17 José Sampil, capellán y paisano de don Gaspar, terminó en la

cárcel por intentar hacer llegar las representaciones al rey, que no llegó averlas. En realidad, los textos eran una prueba de que Jovellanos podíaescribir en su encierro, es decir, que se incumplían las órdenes. Esteincumplimiento fue causa del traslado a Bellver.

28 Homenaje al Ateneo Jovellanos

Placa conmemorativa de la estancia de Jovellanos en la Cartuja de Jesús Nazareno,en Valldemossa

Reconocido a la generosidad con que la comunidad le trataba, sinpermitir que satisficiese el gasto que hacían él y sus criados, presentóen la biblioteca del monasterio, que él mismo había arreglado y ordenado,algunas obras que consideró necesarias para la instrucción de losmonjes; contribuyó con crecidas cantidades a la construcción de la nuevaiglesia, y costeó un paseo con su calzada, que trazó desde la puerta quesale a la huerta, adornado de árboles, que regaba con sus manos18.Además socorría con pensiones a los pobres jóvenes en el estudio de lalatinidad, y con limosnas diarias a los vecinos necesitados de Valdemosa,que no olvidarán su caridad mientras permanezcan el pueblo y elmonasterio. Y para hacer más dulce, útil y entretenida aquella solitariaresidencia, emprendió estudiar la botánica, aprovechándose de las lucesy conocimientos en esta ciencia del religioso boticario del convento, quehabía conocido en el del Paular el año de 1780. Trabó aquí con él estrechaamistad, y paseando juntos por aquellos montes y amenos valles enbusca de plantas y hierbas, explicaba el religioso sus figuras, virtudes ydemás propiedades; y ordenando don Gaspar esta explicación en formade elementos, llegó a ser esta obra muy preciosa e interesante a la saludpública en aquel país19.

Del trato recibido da buena prueba la reacción de Jovellanos alenterarse de su liberación. Antes de abandonar la isla regresó a la cartuja«para dar gracias a Dios por su libertad e implorar su protección enfavor del nuevo rey», como anota en el Diario. Como dice Ceán, «corrióa esconderse en la cartuja de Valdemosa, donde pasó la Semana Santaen compañía de aquellos ejemplares anacoretas, que antes le habíantratado con tanta compasión y amor». Pasó allí, en efecto, la SemanaSanta de 1808, saliendo después a recorrer la isla antes de regresardefinitivamente a la península20.

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 29

18 Un estudio documentado sobre los escritos artísticos de Jovellanosen Mallorca y sobre sus recomendaciones con respecto a las obras deValdemosa es el de Javier GONZÁLEZ SANTOS, Jovellanos, aficionado y coleccionista,Fundación Municipal de Cultura. Ayuntamiento de Gijón, Gijón, 1994.

19 Ceán, Memorias, págs. 85-86. Sin noticias de esta obra de botánica.20 Vid. BAE, LXXXVI, págs. 135-159.

Volviendo a 1801, en la corte no era esto lo que querían paraJovellanos. El 19 de noviembre el ministro Caballero escribe al prior:

Habiendo llegado el rey a entender que el señor don GasparMelchor de Jovellanos, recluso en ese monasterio, sale de la reclusión, apesar de las órdenes comunicadas para que se mantenga constantementeen ella, me ha mandado Su Majestad prevenir a vuestra paternidad quepor ningún motivo se lo permita.

Y el 5 de mayo de 1802 Jovellanos era trasladado, con abundantefuerza militar, al castillo de Bellver. El incumplimiento de las órdenesde incomunicación y el miedo del ministro Caballero a que Jovellanospudiera escribir nuevas representaciones al rey, aprovechando lapresencia de la corte en Barcelona, eran las razones principales para eltraslado21.

En la orden de arresto que el capitán general, Juan Luis Vives,envía al gobernador del castillo le dice que deberá mantener alprisionero

con la correspondiente custodia sin comunicación y privadodel uso de papel, tinta, pluma y lápiz, tratándole con todo el decoro ycomodidad posibles y facilitándole para la conservación de su saludaquellos auxilios que sean compatibles con las referidas precauciones.

Las órdenes eran tajantes:

30 Homenaje al Ateneo Jovellanos

21 Casi a finales del siglo XIX, todavía había ancianos en Valdemosaque recordaban a Jovellanos como «un señor hermoso y alto, muy limpio yaseado, y que gastaba gran chorrera, casaca, calzón corto y hebilla muyresplandeciente en los zapatos; que los monjes de la Cartuja, cuando deimproviso se presentó la escolta que le había de trasladar al castillo de Bellver,suplicaron de rodillas que le dejasen a su cuidado, y no accediendo a la súplicapor ser mandato del ministro, conocido entonces por el Pícaro Caballero, losvecinos de Valldemosa, mujeres y niños, salieron al camino y, reconocidos asus bondades y consejos, le saludaban llorando, contestando Jovellanos desdela litera limpiándose las lágrimas que le producía su separación de aquellashonradas gentes» (vid. SOMOZA, Nuevos datos, pág. 198).

Le colocará usted en la habitación que para el efecto he mandadodisponer en ese castillo, a cuyo fin, y para que pueda usted nombraruna guardia diaria de oficial, con un cabo y nueve hombres quemantengan dos centinelas en los parajes que tengo a usted indicadode palabra, he dado la orden conveniente para que se aumente esedestacamento con un oficial y tropa competente. Al oficial de guardiahará usted formalmente la entrega de Su Excelencia, tomando reciboque conservará usted en su poder y este tendrá en el suyo la llave delcuarto en que se encierre, y siempre que el criado de dicho señor hayade entrarle la comida, hacerle la cama u otro cualquiera servicio quenecesite para su comodidad y aseo, deberá estar presente el oficial paraprecaver hable reservadamente con su amo, ni pueda darle papel, tinta,etc., quedando el expresado oficial responsable con su empleo, si faltaseal cumplimiento de todo lo prevenido; a cuyo fin, le dará usted laorden por escrito de estas advertencias, etc.

A pesar de todas estas precauciones, Caballero siguió exigiendomás rigor en el trato, que se agrava en 1803. El 7 de octubre de 1802escribía el ministro al Capitán general de Mallorca:

El rey sabe que el señor don Gaspar Melchor de Jovellanos hahecho dos representaciones sin embargo de estarle estrechamenteprohibida toda comunicación y el uso de papel, tinta, pluma o lápiz,como se previno a Vuestra Excelencia en 21 de abril último. Estoprueba evidentemente falta de cuidado, exactitud y vigilancia en elgobernador u oficial encargado de la custodia de dicho señor en elcastillo de Bellver, y abandono en el cumplimiento de las órdenes quele están comunicadas; por lo que Su majestad hace a vuestraexcelencia inmediatamente responsable de cualquiera falta que enesta materia llegue a notarse en adelante, pues tiene las facultadesnecesarias para remover los sujetos encargados de la custodia delseñor Jovellanos que no le merezcan confianza y reemplazarlos conotros que sean de su mayor satisfacción22.

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 31

22 Estas órdenes de arresto las publicó el mismo Jovellanos en elapéndice n.º III de la Memoria en defensa de la Junta Central.

La maltrecha salud de Jovellanos se agravó con todas estaspenalidades. Los médicos (fueron a visitarlo en distintas ocasionesJaime Robatel, Rafael Roselló, Almodóvar y Antonio Gimbernat)aconsejaron que el enfermo tomara el aire, y se le dejó entonces subira la terraza del castillo. Pero en el verano de 1803, alarmados por lainflamación ulcerosa de la parótida izquierda y el estado deenflaquecimiento, dolores de cabeza y picazón en todo el cuerpo,solicitaron permiso para que don Gaspar pudiera bañarse en el mar.Caballero lo concedió y Jovellanos lo rehusó en un arranque dedignidad, alegando que no deseaba ofrecerse en espectáculo de lástimay desprecio a la vista de las gentes. Las condiciones impuestas por elministro eran, ciertamente, excesivas: tenía que ir acompañado por elgobernador del castillo, el oficial de guardia y dos soldados y si bienpodía escoger si hacía el camino a pie o a caballo, sólo podía bañarseen Can Vilella, a la vista del paseo y camino público de Portopí.

Un nuevo mal vino a entristecer y preocupar a Jovellanos: lascataratas en ambos ojos, aparecidas en 1804 y que le dejaron prácticamenteciego. Y después el reúma, el estreñimiento crónico, los dolores decabeza… Tan enfermo se encontraba, que pidió al capitán general quefuera a verle. Éste solicitó los correspondientes informes al médico Robatel,que certificó su mal estado de salud y la necesidad de los baños de mar.Empezó don Gaspar entonces a salir hasta Cala Major. En la entrevistacon el capitán general, Jovellanos le pidió que suplicara a Caballeropermiso para hacer testamento23 y para mantener correspondencia consu familia. El 9 de julio de 1804 pudo escribir, por fin, la primera carta asu querida hermana Josefa, con la que empezó entonces a mantenercontacto epistolar hasta el fallecimiento de ella, en junio de 180724.

32 Homenaje al Ateneo Jovellanos

23 En Mallorca redactó Jovellanos dos Memorias testamentarias,una en Valdemosa y otra en Bellver, que llevan respectivamente las fechasde 31 de enero de 1802 y de 7 de marzo de 1807 (pueden verse en BAE,LXXXVII, págs. 265-274 y la segunda en SOMOZA, Amarguras, págs. 341-348)y un Testamento por comisario de 2 de julio del mismo año (BAE, LXXXVII,págs. 274-284 y SOMOZA, Nuevos datos, págs. 121-132).

24 La correspondencia con Josefa Jovellanos, sor Josefa de San JuanBautista, entonces priora del convento de Agustinas Recoletas de Gijón,puede verse en el tomo IV de las Obras completas.

Lo cierto es que, con el paso de los meses, la situación deJovellanos y el rigor en el trato se suavizaron. Poco a poco, los oficialesde la guardia se fueron convirtiendo en compañeros de paseo, laprisión en cuarto, el castillo en la casa. Y mientras él sigue con susmeditaciones de cautivo, con sus ensoñaciones y sus fantasías,mientras en los versos y las cartas a los amigos clama por su inocenciay fortalece su paciencia y su dignidad, Jovellanos busca de nuevo,como en tantas ocasiones a lo largo de su vida, consuelo en el trabajoy en la lectura. Su libro de cabecera es el Kempis. Sus lecturas preferidas,Cicerón y la Biblia. Consigue así superar en buena medida el dolor yla desesperanza y también la inquietud que lo desasosiega. Su estadode ánimo favoreció una profundización en su fervor religioso. De 1806es la Paráfrasis del salmo Judica me, Deus, en la que, con arrebatadapasión clama:

Ven, pues, Dios mío, y desde el trono de luz inmarcesible quetienes sobre el firmamento, vuelve hacia mí tus ojos, y mira eldesamparo en que estoy, y la oscuridad y los horrores de que me hanrodeado mis enemigos25.

Su actividad asombra, sobre todo si tenemos en cuenta losestorbos añadidos de su quebrantada salud: su escasa visión, susdolores generalizados, no son óbice para llevar adelante un trabajode investigación pormenorizado y ejemplar y para mantenercorrespondencia con sus amigos y su familia. Con respecto a lacorrespondencia cuenta Somoza:

No obstante las instrucciones recibidas, en diciembre de 1803vuelve a escribir a Posada y no solo esto, sino que también recibe cartasde su paisano el obispo de Barcelona, Díaz de Valdés y cuando no, desus familiares Miguel Galcerán y Valentín García; de sus paisanos,parientes y amigos. Hubo para ello que apelar a procedimientosingeniosos y a una correspondencia secreta mantenida por sus fielesservidores. […] Y como no rezaran con ellos las disposiciones

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 33

25 Vid. Obras completas, t. I, págs. 306-309.

represivas adoptadas con su ilustre amo, diéronse tal maña a escribiry a recoger noticias que de todas partes las recibían. Por lo general,dirigíanse las cartas a don Domingo, siendo las procedentes deAsturias, las de más difícil interpretación y lectura, porque escritasunas en latín, otras en bable y otras, mitad en bable mitad encastellano, no era empresa llana el descifrarlas. Fechábanlas en parajesdesconocidos y firmábanlas con pseudónimos o anagramas; y su asuntoera tan enmarañado para los profanos como transparente para losiniciados26.

Según ha estudiado Caso González, Jovellanos, que no habíacesado como consejero de Estado, disfrutaba de un buen sueldo, queutilizará para el arreglo su habitación y para la compra de libros,fundamentalmente. Tenía un cuarto para dormir y trabajar, una sala-comedor y otra habitación más, además de las que utilizaban sumayordomo, Domingo García de la Fuente, su secretario, ManuelMartínez Marina, su cocinero, Ramón de la Huerta y Juan Malleu,el sirviente. Encargó una mesa y un catre de maderas embutidas,disponía de cubiertos de plata, compró en Palma una escribaníatambién de plata y adornó con varios cuadros su habitación; encargóa Barcelona, Madrid y Francia libros y periódicos, suscribiéndoseincluso a las Variedades de ciencias, literatura y artes de Quintana y ala Gazeta francesa, además de recibir la Gazeta de Madrid. A todo esohay que añadir el préstamo de manuscritos y ediciones antiguas.Así es como lee y traduce a Raimundo Lull. Entonces se ve precisadoa hacer estanterías para colocar todos los ejemplares y encuadernaél mismo los libros en rústica, o los envía al convento de capuchinosa encuadernar. Forma, así, su tercera biblioteca (la primera la habíatenido en Sevilla, la segunda en Madrid). En su cuarto había tertuliasy comidas en común, pues con él comen los oficiales de la guardiay el gobernador incluso, y algunos invitados más. Al castillo subena visitarle la generala, la regenta, la intendenta, las mujeres de losoficiales de la guardia y señoras de la buena sociedad palmesana.En fin, concluye Caso González,

34 Homenaje al Ateneo Jovellanos

26 SOMOZA, Amarguras, pág. 111.

Jovellanos no será feliz (¡cómo va a serlo un preso inocente!);pero consigue ser respetado y admirado, no por vía de la hipocresíay de la adulación, sino por la de la dignidad personal27.

La relativa normalidad de la vida de Jovellanos ha quedadobien reflejada en la parte del Diario conservada, que va desde el 20 defebrero de 1806 hasta el 24 de enero de 1807. Téngase en cuenta queel redactor es Manuel Martínez Marina, amanuense de Jovellanos yalude a él como el amo. Leamos algunos fragmentos28:

Lunes, 3.- En cama hasta después del chocolate. Lectura de lamayor parte del libro De la orden de caballería, de Lull, que pareceser tomado del título De los caballeros, de las Partidas del rey donAlfonso, si ya no de los usos del tiempo, o de los mismos orígenes deque tomó aquella obra. […] Después, paseo larguísimo por son SonQuint, a las casitas nuevas con monsieur Du Breuil. En el caminose hallaron las Gacetas francesas hasta el 8 de febrero, que se reservanpara mañana, y entretanto se leyó en Juan y Ulloa.

8 de mayo.- Se leyeron ocho gacetas francesas que llegan hastael 13 de abril y confirman más y más los temores de guerra. Se sacóun extractico sobre etimología y la continuación se pusieron algunasreflexiones. Se dictó carta al padre capuchino Villafranca, a quien seenviaron a encuadernar en pergamino todos los libros que no lo están;y se reconoció la biblioteca de Sixto Senense. Por la tarde no se tratóde pasear por el viento recio. Subieron la mujer e hija del capitánHediger, a quienes no hubo que dar sino naranjas, porque DonDomingo estaba en la ciudad. Después subió el general con susobrino, conde de Formiguera, grande apasionado del de Campomanesque en otro tiempo defendió los derechos de su casa y fue su tutor.

28.- Madrugada. Carta al sobrino artillero sobre su boda, otraal editor; preparación para ir al campo, al Camino Alegre, con elgobernador y oficiales. Allá se empezó a extender una advertenciasobre el manuscrito de Juan de Herrera. Comida, que hizo más alegre

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 35

27 CASO GONZÁLEZ, Vida y obra, pág. 541.28 Vid. supra, nota 7.

la aparición de Ricafort. Por la tarde siesta, preces y breve lectura enCicerón. Vuesta con monsieur Castelmaure por Portopí; encuentrocon los señores regentes en Corpomari y continuación con ellos hastaAguas Dulces. Seguimos al puente; volvimos por Son Dureta;hallamos y saludamos a la familia de don José Forteza. Por la tardelectura en el Elogio del gran Cisneros y copia de una nota sobre laobra de la capilla mayor de Toledo para enviarla al editor.

4.- Hermosa mañana y las instancias del gobernador nosllaman al campo. Lectura en Policiano. Salimos a buena hora, peroel amo se halló sin los anteojos, que olvidara en casa. Tardaron envenir, pero al fin se leyó en Cicerón y trabajó en la Nota, que por faltade papel no se empezó a copiar. Por la tarde se leyeron algunasEpístolas de Cicerón y se volvió despacio por Portopí. Por la nochese leyó la hermosa carta de Policiano que describe la muerte deLorenzo de Médicis y en Juan y Ulloa.

Sin ninguna duda, el trabajo más importante que llevó a caboJovellanos en Bellver son las Memorias histórico-artísticas de arquitectura,un conjunto de estudios sobre el castillo de Bellver, la catedral dePalma, la Lonja y los conventos de Santo Domingo y San Francisco29.En estas monografías Jovellanos plasma su interés por la arquitecturamedieval ejecutando con rigor el método descriptivo, histórico y críticoprescrito en sus trabajos e informes anteriores. Estas Memorias, quedon Gaspar hace para ilustrar a su amigo Ceán Bermúdez, encargadode completar las Noticias de los arquitectos y arquitectura de España deEugenio de Llaguno y Amírola, son, además, el resultado del trabajoen equipo que don Gaspar organizó desde el castillo. Mientras élescruta con un catalejo desde la terraza los monumentos y el paisaje,siete corresponsales (José Barberí, Bruno Muntaner, Juan BautistaCapó, Luis de Villafranca, Campins, Leonardo Planes y Miguel Juande Padrinas, y dos ayudantes, Francisco Tomás y Rotger y Manuel

36 Homenaje al Ateneo Jovellanos

29 La Descripción de la Lonja y las Memorias sobre el castillo de Bellverse publicaron por vez primera en Palma de Mallorca, 1812 y 1813,respectivamente. La primera edición de todas las Memorias es de Madrid,1832. También en BAE, XLVI, págs. 391-447.

Martínez Marina, le proporcionan todos los datos, manuscritos, librosy ediciones que necesita.. Tomás y Rotger y Martínez Marina levantanplanos y dibujan cortes de edificios y detalles. El conjunto se componíade cinco tomos con seis dibujos del castillo de Bellver en tinta chinalavada, que fueron remitidos a Ceán en 180730.

Entusiasmado con el arte gótico, que descubre en esta época,y estimulado por la lectura de obras inglesas sobre arquitectura,Jovellanos se muestra en estos escritos, más que nunca, como unprecursor de la sensibilidad romántica, describiendo la naturalezay la realidad desde un punto de vista subjetivo y sentimental,haciendo hincapié en la sublimidad y lo pintoresco, dos conceptosestéticos precursores del Romanticismo y que don Gaspar ya habíaanalizado en lecturas anteriores y sobre los que ya había escritoalguna que otra reflexión.

La Descripción del castillo de Bellver es un ejemplo evidente deesa nueva sensibilidad:

Alguna vez, al volver de mis paseos solitarios, mirándole a ladudosa luz del crepúsculo cortar el altísimo horizonte, se me figura verun castillo encantado, salido de repente de las entrañas de la tierra, talcomo aquellos que la vehemente imaginación de Ariosto hacía salir de unsoplo del seno de los montes para prisión de algún malhadado caballero.Lleno de esta ilusión, casi espero oír el son del cuerno tocado de lo alto desus albaracas, o asomar algún gigante para guardar el puente, y apareceralgún otro caballero, que ayudado de su nigromante, venga a desencantaraquel desventurado. Lo más singular es que esta ilusión tiene aquí supoco de verosimilitud, pues sin contar otras aplicaciones, el castillo hasalido todo de las entrañas del cerro que ocupa31.

El 5 de abril de 1808, a las ocho de la tarde, el capitán generalentregó a Jovellanos la orden de libertad, firmada por el reyFernando VII:

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 37

30 Los dibujos los publicó Angel R. FERNÁNDEZ Y GONZÁLEZ,Jovellanos y Mallorca, Biblioteca Bartolomé March, Palma de Mallorca, 1974.

31 Vid. BAE, LXXXVII, págs. 344-403.

38 Homenaje al Ateneo Jovellanos

Retablo de la Iglesia de la Cartuja de Valldemossa. Neoclásico. En construccióncuando Jovellanos llegó a Mallorca

El rey nuestro señor don Fernando VII se ha servido alzar aVuestra Excelencia el arresto que sufre en ese castillo de Bellver ySu Majestad permite a Vuestra Excelencia que pueda venir a lacorte32.

Jovellanos reacciona mal a esta carta. Le parece fría, dura,injusta. Como hemos visto, antes de abandonar la isla decideregresar a Valldemossa y desde allí dirige una representación aFernando VII pidiendo que se le juzgue, que se demuestre que esinocente, que se le reintegre en su buen estado y nombre. Con esepropósito escribe también a Escoiquiz, consejero de Fernando VII,para que le haga llegar los documentos:

¿No sentirá usted, como yo –le dice–, la necesidad en que estoyde clamar todavía para que nuestro amable rey complete con otro rasgode justicia el de insigne piedad que se ha dignado dirigir hacia mí? Lanecesidad de la solemne declaración de mi inocencia lo es de micorazón, y lo es también de la justicia pública, que nuestro adorado reyofrece y la nación espera, y a la cual debo aspirar y aspiro, como ustedverá en la adjunta representación y documentos, que le ruego pongaen sus reales manos. No aspiro a otra cosa, ni estoy para ella. Sobre lospasados sufrimientos y decadencia de mi vista, la extraña desigualdady destemplanza de este invierno han debilitado mi cabeza y atacadomis nervios, a tal punto que ni puedo leer ni escribir, ni aplicarme aningún trabajo de provecho. Las varias y violentas sensaciones quepenetraron mi alma desde el pasado octubre me han hecho casi incapazde vivir en el público; y, en fin, ni soy el que era, ni muchísimo menos,aunque nunca mucho. Así que, logrado que haya la declaración de miinocencia, sólo pretenderé, en premio de mis servicios, que se mepermita volver al rincón de donde me sacaron33.

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 39

32 Puede verse en Obras completas, t. IV, pág. 496, n.º 1.710. Llevafecha de 22 de marzo. También la publicó Jovellanos en la Memoria endefensa de la Junta Central.

33 Vid. Memoria en defensa de la Junta Central, apéndice n.º III.También Obras completas, t. IV, págs. 505-507, n.º 1.716.

Pero Fernando VII, que iba camino de Bayona, no llegó a leerla.Los mallorquines, mientras tanto, celebran la liberación de donGaspar. Según cuenta García de la Fuente, «fue un feliz regocijo paratoda la isla que a una voz clamaba: ¡Viva el señor Jovellanos y vivala inocencia!»34.

Jovellanos decide entonces recorrer Mallorca (escribe un últimocuaderno del Diario relatando este viaje)35. En Palma le visitan todoslos soldados que habían tenido a su cargo la guardia en el castillo, elAyuntamiento, el cabildo catedralicio y los priores de varios conventos,al tiempo que la Sociedad Económica le nombra miembro de honor.El 19 de mayo de 1808 abandona, no sin cierto pesar, la isla. Terminanasí los ocho años más difíciles del ilustre asturiano, pero también, apesar de todo, años fructíferos e incluso, por momentos, felices.

Mientras tanto, empezaba a florecer en Mallorca la huella quesu esfuerzo, su trabajo y su tesón dejaron para siempre en estastierras, pues Jovellanos se convirtió en un ilustrado mallorquín deadopción. En Mallorca se publicaron en el siglo XIX algunas de susmás importantes obras y, honrando su memoria, Antillón editó en1812, apenas un año después de su fallecimiento, las Noticias históricasde D. Gaspar Melchor de Jovellanos, la primera biografía que veía la luz.También aquí se publicaron, en 1812 y 1813, la Descripción de la Lonjay las Memorias históricas sobre el castillo de Bellver. La erudiciónhistoriográfica mallorquina de aquel siglo, alentada e inspirada porlos trabajos jovellanistas, se convirtió en la más importante de lasespañolas. De sus datos se aprovecharon los redactores de obrasenciclopédicas como Pablo Piferrer, José M.ª Quadrado, el conde dela Viñaza, continuador del trabajo realizado por Ceán y autor de unasAdiciones al Diccionario Histórico de D. Juan Agustín Ceán Bermúdez, yotros compiladores mallorquines como Furió, que escribió unDiccionario histórico de los ilustres profesores de las Bellas Artes en Mallorca(Palma, 1839), Bover, Babiloni y Alemany.

40 Homenaje al Ateneo Jovellanos

34 Vid. Obras completas, t. IV, pág. 509, n.º 1719.35 Vid. supra, nota 7. Existe en realidad un último cuaderno, el XIV,

del que sólo se conserva un fragmento que trata del viaje de Cádiz a Murosde Noya.

Quizás el más destacado de todos ellos sea José M.ª Quadrado,director y responsable de los Recuerdos y bellezas de España. Pues bien,Quadrado se reservó la confección del volumen dedicado a Asturiasy León. ¿Como homenaje a Jovellanos? Ya en el siglo XX, ÁngelRaimundo Fernández y González publicó una serie de inéditos deJovellanos en su libro Jovellanos y Mallorca, que completan la visión dela variedad de sus intereses en esta época36.

No quiero terminar estas palabras sin leerles un párrafo delTratado teórico-práctico de enseñanza redactado por Jovellanos enValldemossa, porque él sentiría hoy, si fuera testigo del horror de laguerra, la misma desesperanza y la misma tristeza que sentimosnosotros37. Sus aspiraciones siguen siendo, para desgracia de todos,tan sólo vanas esperanzas:

¿Quién no ve que el progreso mismo de la instrucciónconducirá algún día, primero las naciones ilustradas de Europa, y alfin las de toda la Tierra, a una confederación general, cuyo objeto seamantener a cada una en el goce de las ventajas que debió al cielo, yconservar entre todas una paz inviolable y perpetua, y reprimir, nocon ejércitos ni cañones, sino con el impulso de su voz, que será másfuerte y terrible que ellos, al pueblo temerario que se atreva a turbarel sosiego y la dicha del género humano? ¿Quién no ve, en fin, queesta confederación de las naciones y sociedades que cubren la Tierraes la única sociedad general posible en la especie humana, la única aque parece llamada por la naturaleza y la religión y la única que esdigna de los altos destinos para que la señaló el Creador?

Muchas gracias.

La «muerte civil» de Jovellanos (Mallorca, 1801-1808) 41

36 Agradezco al profesor Javier GONZÁLEZ SANTOS, profundoconocedor de la vida y la obra de Jovellanos, la información y los datos queme facilitó para redactar esta conferencia.

37 El día que pronuncié la conferencia los EE.UU. habían iniciado,con el apoyo, entre otros países, de España, y en contra de la opinióngeneral de los ciudadanos, la guerra contra Irak.

Índice de bibliografía abreviada

BAE (seguida de un número romano) = Gaspar Melchor deJOVELLANOS, Obras publicadas e inéditas de D. ___, editadas porCándido Nocedal y Miguel Artola, «Biblioteca de AutoresEspañoles», tomos XLVI (I); LXXXVI (IV); y LXXXVII (V),Madrid, Eds. Atlas, I: 1963; IV y V: 1956.

CASO GONZÁLEZ, Vida y obra = José Miguel CASO GONZÁLEZ, Viday obra de Jovellanos, 2 vols., Gijón, 1993-1994 (fascículoscoleccionables del dominical de El Comercio).

CEÁN, Memorias = Juan Agustín CEÁN BERMÚDEZ, Memorias para lavida del Excmo. Señor D. Gaspar Melchor de Jove Llanos, y noticiasanalíticas de sus obras, por D. _______, Madrid, Fuentenebro,1814 [hay dos ediciones facsimilares con prólogos de JavierBarón Thaidigsmann y María Teresa Caso, Gijón, 1989 y 2000,respectivamente].

Obras completas = Gaspar Melchor de JOVELLANOS, Obras completas,ed. crítica, introducción y notas de José M. CASO GONZÁLEZ,tomo I: Obras literarias, 1984; Correspondencia: tomos III (1986)y IV (1988), Oviedo, Instituto Feijoo de Estudios del SigloXVIII, Ilustre Ayuntamiento de Gijón.

SOMOZA, Nuevos datos = Julio SOMOZA, Jovellanos. Nuevos datos parasu biografía, recopilados por _____, La Habana, 1885.

SOMOZA, Amarguras = Julio SOMOZA, Las amarguras de Jovellanos.Bosquejo biográfico (con notas y setenta y dos documentos inéditos),Gijón, Imprenta de Anastasio Blanco,1889 [hay reed. facsimilar:Gijón, 1989].

SOMOZA, Documentos para escribir la biografía de Jovellanos,recopilados por ____, 2 vols., Madrid, 1911.

VARELA, Jovellanos = Javier VARELA, Jovellanos, Madrid, AlianzaEditorial, 1988.

44 Homenaje al Ateneo Jovellanos

Programa

HOMENAJE AL ATENEO JOVELLANOS

NOMBRAMIENTO DE PATRONO DE HONOR

Colegiata de San Juan Bautista, Gijón, 23 de marzo de 2004

El acto se iniciará a las 20:00 horas con la lectura protocolaria delActa de la Junta General del Patronato de la Fundación Foro Jovellanos delPrincipado de Asturias por su Secretario, D. Orlando Moratinos Otero.

Intervención del Presidente de la Fundación Foro Jovellanos delPrincipado de Asturias, D. Jesús Menéndez Peláez.

Intervención del Presidente del Ateneo Jovellanos, D. José LuisMartínez Martínez.

Intervención del patrono de la Fundación Foro Jovellanos delPrincipado de Asturias y socio del Ateneo Jovellanos, D. Juan José PlansMartínez.

Intervención de Autoridades.Breve concierto de música polifónica a cargo del Coro Universitario

de Oviedo bajo la dirección del Maestro don Joaquín Valdeón.Entrega a los asistentes de un ejemplar del opúsculo editado

especialmente para este homenaje, en el que se recoge la conferenciaimpartida por Teresa Caso Machicado el 21 de marzo de 2003 en el Castillode Bellver, con motivo de una visita, organizada por el Ateneo Jovellanos,realizada a Mallorca por un grupo de gijoneses entre los que se encontrabanel Presidente y el Secretario de la Fundación Foro Jovellanos.

Con la colaboración de:

Esta obra, coeditada por las dos instituciones, fue dadaa sus patronos y socios en la Colegiata de San Juan

Bautista, en Gijón, el 23 de marzo de 2004,durante el homenaje que la Fundación Foro Jovellanos

del Principado de Asturias ofrecióal Ateneo Jovellanos por su nombramiento

como patrono de honor y coincidiendo con elL aniversario de su fundación.

Impresa en papel Registro crema 112 gr,de Torras Papel;

48 páginas;formato 16,8 × 23,5 centímetros

encuadernada en rústica.