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auQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneaQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQuene TeoríadelaLiteratura·profa.PurificacióMascarellQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneau···Homenaje·a·Queneau···QueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauEstudiosIngleses·UV·1º·FQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneaQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneaneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneaueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQuValència·2020 QueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQueneauQuene

Homenaje a Queneau

Alumnas y alumnos de Estudios Ingleses · 1º · F

Universitat de València

Otoño 2020

Coordinación y edición: © Purificació Mascarell Textos: © Alumnado de Estudios Ingleses 1º F · UV

A Raymond

y al grupo OuLiPo

Relato base

Una madre pasea con su hijo pequeño por una feria instalada a las afueras de Madrid. Un vendedor de globos se les acerca para ofrecerles su producto y el niño pide encarecidamente un globo rosa decorado con la figura de Peppa Pig. Su madre discute el precio del producto con el vendedor y, finalmente, saca un billete de cinco euros de su bolso y el pequeño, a cambio, coge su globo con la manita derecha. Emocionado, anda delante de su madre unos metros y, cuando se vuelve a mirarla, otro niño más mayor pasa corriendo, choca con el pequeño y, como consecuencia del accidente, el niño del globo cae al suelo soltando su juguete. El globo se eleva sin remedio por encima de las cabezas de la madre y del crío, que inmediatamente rompe a llorar desconsolado. Purificació Mascarell

Hilo de Twitter de la madre POR FAVOR RT PARA DIFUNDIR, ABRO HILO: esta tarde fui con mi hijo a la feria de Madrid y vio un globo que le enamoró a primera vista: de su personaje favorito Peppa Pig. Me parecía un poco caro, pero la felicidad de mi hijo y su ilusión hizo que se lo comprara. Fue muy contento por+ +la feria hasta que se tropezó con un niño y en la caída soltó el globo que ascendió hasta desaparecer de nuestra vista. + +Por favor si alguien ha visto el globo de Peppa Pig de mi hijo que me hable al MD, lleva con una tristeza inmensa desde que pasó. Muchas gracias. +Viendo que se ha hecho viral quiero agradecer a todas las personas que nos están enviando globos a casa, ¡¡sois geniales!! Paula Sierra Rubio

Punto de vista del vendedor Me encontraba en una feria a las afueras de Madrid durante un día de verano bastante caluroso. Estos últimos meses me encontraba bas-tante apurado de dinero ya que mi mujer se había quedado sin traba-jo y toda la familia dependía de mí. Me acerqué a una madre y su hijo que pasaron por delante del lugar donde yo me encontraba. ¡Necesi-taba vender globos como fuese! Les ofrecí un globo y el niño se quedó mirando el globo rosa de Pepa Pig y se lo pidió insistentemente a su madre. Por suerte ese era uno de los más caros. La madre intentó ne-gociar el precio pero yo me negué en rotundo, no podía perder más dinero. Finalmente me dio cinco euros y se marcharon. Pude obser-var, mientras intentaba vender más globos, al niño andar delante de su madre y girarse para buscarla. De repente, apareció otro niño más mayor y chocó con él lo que provocó que el globo saliera volando y el niño empezara a llorar desconsolado. Con suerte, volverían y com-prarían otro globo.

Sonia Aguilar

Punto de vista del globo Recién hinchado me encuentro en las manos de mi dueño en una fe-ria en las afueras de Madrid. Mi propietario se acerca a una mujer y a un niño invitándoles a coger un globo. El último le pide a su madre el rosa con la figura de Peppa Pig y entro en pánico; ése soy yo. Pero, ¿por qué? ¿Qué es lo que ve en mí? Noto un roce y me doy cuenta de que a mi lado hay más globos. Los reconozco, son mis queridos her-manos. Oigo la voz de la madre quejándose del precio y me relajo; no quiero separarme de ellos. Me miran con cara de susto cuando me percato de que una mano mucho más pequeña me agarra de la cuer-da y la madre saca un billete de su bolso. No me lo puedo creer. ¿Qué soy yo para estos humanos, un simple objeto? Pero el crío está con-tento y avanza. Apesadumbrado, me giro con la brisa y miro a mis hermanos una última vez. De repente el niño choca con un mayor apresurado y cae al suelo. Me suelta. Me suelta y me alzo al cielo, so-lo, escuchando sus llantos. Ahora soy libre, soy sólo mío. Pero sé que así no puedo sobrevivir. Explotaré en cualquier momento. Melissa Ulrich

Diario de un niño pequeño Esta tarde, mi mamá y yo hemos ido a pasear por una feria que esta-ba a las afueras de Madrid. Vi a un señor que llevaba muchos globos juntos en una mano. Había uno rosita de Peppa Pig me gustó más que ninguno, así que le pedí a mi mamá que me lo comprara. Des-pués de ver cómo el señor y ella discutían un rato sobre cuánto le iba a costar (seguro que muy caro, porque mi mamá siempre me decía que los señores que vendían cosas en las ferias se aprovechaban de la gente), por fin me dio el globo. Lo cogí para que no se me perdiera. Estaba muy ilusionado porque era la primera vez que me compraba un globo, ¡y de mi personaje favorito encima! De repente, un niño pa-só corriendo y me tiró al suelo. Es un asqueroso. Por su culpa solté el globo sin querer y me puse a llorar porque se fue volando y nunca más lo volví a ver. Sandra Jareño

Conversación en grupo de Whatsapp Los Dicharacheros 🤩 joan: Acabo de presenciar lo más random del mundo xD Alex: Story time María: Y pk random? Joan: Os cuento, hoy estaba en la feria y como siempre había mucha gente Mela🖖: Que me he perdido? Joan: Y una de las muchas madres con sus hijos estaba ahí Carmensita: Madres e hijos en una feria de Madrid, que raro… Joan: Eso no era lo random😒 Joan: Lo que pasa es que la madre quería comprarle un globo al niño (se que esto no es random)

Carlos: déjame adivinar, se le escapa Joan: @Carlos déjame contar la historia entera, aunque sea obvio xd Alex: Pues vaya historia xd Joan: Total que la madre le pregunta al vendedor que cuanto valía el globo de Pepa Pig Mela🖖: Dato importante que sea de Pepa pig Joan: Vais a dejarme contarla o no😒 Alex: va dejadle que la cuente y luego hablad Joan: Gracias a todos xd Joan: Pues el vendedor le dice que costaba 7 euros creo el globito de la cerda. Joan: Y la madre le empieza a discutir al vendedor por el precio (en-tendible) Carmensita: Su vida, 7 euros un globo, ya puede hacer que el niño vuele XD María: pues sí 😂 Carlos: La madre quería brega con el vendedor xd Joan: Eso parece Xd Joan: Total que la madre le da el globo al niño y el niño to feliz Joan: Corriendo como si no hubiera visto un globo en su vida Zai🙃: resumen? Porque habláis de globos xd

Joan: @Zai🙃 Lee desde el principio para enterarte María: El niño flipando a lo “wow esto es un globo” Carlos: Deja al pobre niño tranquilo 😂😂 Mela🖖: @María y la madre pensando “el niño me ha salido tonto” XDD Joan: Os pasáis un pco XD Joan: A lo que iba Joan:El niño con el globo de Pepa Pig corriendo todo el rato Joan: Total que en un momento mientras la madre acaba de chillar-le al vendedor xd Zai🙃: Aaah vale ya se de que habláis xd Joan:Y le paga de una vez el globo Joan: el crio empieza a correr sin mirar hacia delante Carmensita: verás la leche que se mete el niño Joan: y un chaval un poco mayor que el niño que pasaba por ahí es-taba con el móvil Carmensita: verás la leche que se mete el niño x2 Alex: don’t walk while you look at your phone kids xd María: @Mela🖖 HAHAHAH SI 😂😂 Carlos: @Zai🙃 Bienvenida a la conversación. 😒😒😒😒 Joan: DEJADME HABLAR YA XDDDD María: Sorry 😅 continua xd Joan: Pues eso Joan: La madre después de decirle de todo al pobre vendedor le pa-ga el globo Zai🙃: @Carlos buenas 😂 Joan: Pero ya verás lo que pasa con la madre y el globo Alex: va a aber sesión de karma Carlos: seguro Alex: haber* Carmensita: karma incoming Joan: El niño cuando mira hacia delante se encuentra con la pierna del chaval en la cara xd Joan: Se cae al suelo, el chaval casi se cae encima del niño y todo XD Zai🙃: No he podido evitar ver al niño con la frente aplastada 😂😂😂

Joan: JODER QUE CRUEL AHAHAHA María: LOL Carlos: @Zai🙃 tas pasao xd Joan: Total que el niño cae Joan: El chaval casi también y el globo del niño se fue volando Joan:*insert “I believe I can fly” music here* María: Adiós el globo Carmensita: NO PUEDO 😂😂 Joan: Y el niño al ver el globo volar se ha puesto a llorar como un condenado xd Joan: Y hasta aquí la historia random xd Zai🙃: Tanto hype para nada xd Joan Cardona Rubio

Partido de fútbol Van a dar las 17:00 y en el campo de la feria de Madrid ya estamos listos para el saque inicial. Hoy las posiciones son: una madre de defensa central, el hijo como delantero y un vendedor de globos co-mo centrocampista interior. El vendedor de globos avanza por ban-da hasta la posición del niño delantero. El jugador entra fuerte pero sin mala intención. El hijo mantiene su vista fija en el balón rosa con forma de Peppa Pig, un poco informal para esta ocasión, aun-que aprobado por la FIFA. La madre se acerca a defender, regatea al vendedor, éste le devuelve el regateo, la madre contraataca y ¡GOOOOOOL! ¡GOL, GOL, GOL , GOOOOL! Uno, dos, tres, cuatro, ¡cinco cero! El resultado refleja lo que vemos en el campo. El niño conduce la pelota hacia la portería del oponente y ¡ojo! ¡Qué espec-tacular entrada del niño mayor! ¡Este es un partido para alquilar balcón! El niño mayor pasa corriendo por el lado del hijo, éste se echa al suelo cual Cristiano Ronaldo y el balón sale volando por la escuadra. ¡Magnífica jugada! Inmediatamente la madre pide VAR y el árbitro pita el final del partido. María Ruiz

Vulgar de pueblo (muy probablemente murcianico) Pos' en esto que andaba yo po' la feria de Madrid el otro día, cuando estuve allí, y me encuentro con una tipa y su criatura que se les acer-ca mu' cerca un vendeor de globos. El chiquillo le pide a su madre que le compre un globo de la cerda esa de la tele, sí hombre... la de los dibujos animados...la Pepa la Cerda (¿Se llama igual que mi her-mana? ¡Mira tú!). En esto que la tacaña de la madre intenta negociar el precio con el vendeor, anda que luego dicen de los catalanes pero los de Madrid también son un rato rácanos, pos' eso que al final le salió bien el artificio a la muy jodia y le compró el globo al chiquillo un euro más barato. El chiquillo y su madre se alejan del vendeor, y resulta, jate tu, que a la criatura se le ocurre volverse a mirar a la madre, y un criajo mayor que el se choca con la probe criatura y lo ti-ra al suelo, haciéndole soltar el globo. Y ví el globo subir alto y alto, hasta que se perdió de vista. Y el crío montó una barraquera, que te cagas acho, menua manera de llorar, no se callaba..z Miguel Ros Martínez

Vocales Ana madra pasaa can sa haja paqaaña par ana faraa anstalada a las afaaras da Madrad. En vendeder de glebes se les ecerce pere efrecerles se predecte e el neñe pede encerecedemente en glebe rese decerede cen le fe-gere de Peppe Peg. Si midri disciti il pricii dil pridicti cin il vindidir y, fi-nilminti, sici in billiti di cinci iiris di si bilsi y il piqiiñi , i cimbii, cigi si glibi cin li miniti dirichi. Omocoonodo, ondo dolonto do so modro onos motros y, coondo so voolvo o mororlo, otro noño mós moyor poso corroondo, choco con ol poqooño y, como consocooncoo dol occodonto, ol noño dol globo coo ol soolo soltondo so jogooto. Ul glubu su uluvu sun rumuduu pur uncumu du lus cubuzus du lu mudru y dul crúu, quu unmuduutumun-tu rumpu u llurur duscunsuludu. Estela Muñoz Monzó

Noticia Un niño pierde su globo a las afueras de Madrid. Les informamos, habitantes de Madrid, del terrible suceso para un niño ocurrido a las afueras de Madrid. El niño de unos 4 años y su madre paseaban felizmente por una feria , cuando se les cruzó un vendedor el cual transportaba infinidad de globos de diferentes dibu-jos animados, entre ellos, la tan conocida Peppa Pig, siendo este glo-bo su favorito. Tras muchas insistencias del niño a la madre, y muchas negociacio-nes entre ella y el vendedor, accedió a comprarlo. El niño andaba muy contento con su globo, con tal mala suerte que minutos más tarde se chocó con otro niño. Como consecuencia de esto su globo echo a volar, perdiendo así su tan codiciado globo. Pero sorprendentemente, el vendedor vio lo ocurrido y de manera desinteresada le entregó otro globo al niño de las mismas caracterís-ticas, acabando así este triste historia con un final feliz. Ainhoa Cobacho

Tragedia griega ¡Oh!, una madre y su hijo paseaban por la feria de las afueras de madrid. Un comerciante que parecía vender globos se acercó, el niño quería un glo-bo con la figura de Peppa Pig. ¡Por Zeus!, la historia tan trágica que nos acontecerá... La madre discutía el coste de ese globo, ¡Oh, ni los viajes de Hércules frente al león de Nemea fueron tan costosos! Finalmente el globo fue adquirido, el niño era igual de feliz que Medea an-tes de que Jasón le traicionase, ¡oh, pobre niño, no sabía el devenir que se acercaba! Un joven pasa corriendo y choca contra el niño, ¡oh, por Zeus!, el pobre ni-ño cayó al suelo y el globo salió disparado hacia el cielo, el frio y solitario cielo, como la cueva de Antigona. El niño, ¡oh, el pobre niño!, perdió aquello que le hacía feliz, como Edipo al descubrir su cruel revelación. Vilius Lapuga

Déjà vu

Era un día soleado de los últimos de agosto y, con motivo de la aproximación del final de las vacaciones de verano, llevé a mi hija a pasar el día a una feria situada a las afueras de Madrid. Solía ir a esta feria con mi madre cada año casi desde que tengo uso de razón, y mantengo muy buenos recuerdos de ella. Era la primera vez que traía a mi hija, por lo que ella estaba ensimismada observando todos los puestos a su alrededor. De repente, con los ojos llenos de ilusión, se giró hacia mí pidiéndome fervientemente que le comprase un globo de su personaje favorito, un adorable dragón grisáceo. Reconocí al vendedor de globos, era el mismo que me había vendido algunos juguetes teledirigidos típicos de ferias años atrás. Al observar el resto de globos enredados en su mano, divisé un globo rosa con la figura de Peppa Pig. En ese momento me acordé de cuando mi madre me compró ese mismo globo una de las veces que vinimos, y se perdió por el extenso cielo sin remedio al pasar velozmente un niño por mi lado mientras yo estaba distraído. Fue un suceso verdaderamente trágico para mí. Volví entonces a mirar la carita emocionada de mi hija y, advirtiéndola para que sujetara bien la cinta del globo con su pequeña mano, se lo compré. Pocas horas más tarde, llegamos a casa felices y con un integrante más en la familia. Había sido un buen día. Nayara Castro

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¿CANSADO DE SOPORTAR QUE TUS HIJOS ESTÉN DESASOSEGADOS Y OCIOSOS? ¿NO PUEDES GOZAR DE LA TRANQUILIDAD NI UN SOLO MOMENTO? ¿QUIERES QUE TU NIÑO SEA LA ENVIDIA DE SUS COMPAÑEROS? ¡DESCUBRE EL NUEVO GLOBO DE BALLOON AIRFUN! Clienta satisfecha: Mi hijo solía estar aburrido en casa, y mi marido y yo no podíamos disfrutar de nuestro tiempo libre ya que teníamos que entretenerlo. Estábamos desesperados, ya no sabíamos qué hacer. Por suerte, me encontré con Balloon AirFun. ¡DIVIERTE A TUS HIJOS Y CONSIGUE POR FIN TU ANSIADO MOMENTO DE RELAJACIÓN CON BALLOON AIRFUN! Clienta satisfecha: Cuando mi niño vio el modelo de Peppa Pig de Balloon AirFun, en seguida me lo pidió. Hijo de clienta satisfecha: ¡Mamá, lo quiero! ¡Cómpramelo! Clienta satisfecha: Al principio dudé, pero finalmente me decidí y me hice con un Balloon AirFun. ¡VARIOS MODELOS, INCLUYENDO UNO DE LA FAMOSA SERIE INFANTIL PEPPA PIG! Clienta satisfecha: Mi hijo no quería ir al colegio. Ahora, gracias a su Balloon AirFun, todos iban a querer ser sus amigos. ¡CONSIGUE QUE TU HIJO SEA LA SENSACIÓN DE SU CENTRO EDUCATIVO! Clienta satisfecha: Por desgracia, mi hijo tropezó con otro niño y perdió su Balloon AirFun. Una catástrofe. Hijo de clienta satisfecha: ¡Buaa, buaa! ¡Mamá, lo he perdido! ¡Cómprame otro! UNA VEZ LO TENGAS, ¡NO IMAGINARÁS CÓMO ERA LA VIDA SIN ÉL!

Clienta satisfecha: Sin duda, volveré a adquirir un ejemplar de Balloon AirFun próximamente. Estoy muy satisfecha con las ventajas que me ha proporcionado. ¡CÓMPRALO YA! SI LLAMAS AHORA, SOLO TE COSTARÁ 4.99. Clienta satisfecha: Recomendaría Balloon AirFun a todas las familias con hijos. Sin duda, no les va a decepcionar. ¡NO PIERDAS ESTA MAGNÍFICA OPORTUNIDAD! ¡LLAMA YA AL NÚMERO QUE APARECE EN PANTALLA! ¡NO DEJES A TUS HIJOS SIN UN EJEMPLAR DEL FANTÁSTICO BALLOON AIRFUN! - Puede pagar contra reembolso, con tarjeta de crédito, o con la tarjeta de compra del Corte Inglés. Enric Artal Martínez

Diario 7 de Noviembre de 2018. Querido diario, son ya las 4 de la madrugada y al fin he llegado a casa. Ha sido una semana muy dura y larga, pues he estado vendiendo globos en la feria de Aranjuez para sacarme unos pocos ahorros y pasar el mes. Nadie más que tú, pequeño libro, sabe cómo me siento y la ansiedad que me produce el hecho de pensar que tal vez mañana o pasado me puedan echar del piso que llevo alquilando meses. Escribirte cada noche sen-tado en esta silla y enfrente de mi ventana es mi único momento de paz, mi único momento libre. Solo quiero que no me arrebaten lo único que me aporta un mínimo de felicidad. Hoy, que ha sido el último día de feria, me ha pasado algo un tanto curioso, y es que, mientras iba dando vueltas por la zona y así ganar-me el pan como buenamente puedo, se han acercado una mujer de una mediana edad y su hijo de unos 5 años. El niño, cuyo nombre no me acuerdo, parecía muy emocionado por uno de mis globos, concretamente el de Peppa Pig. Lo pedía a gritos, se le llenaban los ojos de ilusión nada más verlo. Su madre estaba totalmente convencida de que se lo iba a comprar, pero de repente me preguntó cuál era el precio y a ésta se le cambió el rostro por completo. Dicho globo costaba diez euros, un simple trozo de plástico. Pero nada en la feria se te ofrece por un precio mucho más bajo, a decir verdad. La pobre mujer, ante la situación de apuro en la que se encontraba, me miró fijamente e intentó tantear el precio, me explicó que su hijo hacía poco cumplió los 5 años, y que por temas personales no le pudo montar la celebración que merecía, lo único que quería era verlo feliz y entusiasmado, y que el globo era el detalle perfecto para compensar todo aquello. Entendí perfectamente lo que ésta señora me trataba de decir. Pues yo de pequeño también viví algo similar, ya que crecí en una familia pobre y humilde. Sin pensarlo, se lo dejé a mitad de precio y de repente la madre me lanzó una mirada llena de ternura, de confianza. Dándome las gracias sin apenas abrir la boca. Fue entonces cuando sacó cinco euros de su billetera y me los

acercó, con una sonrisa en la cara y una lágrima cayéndole por el rostro. En ese momento no sé quién de los tres se sentía más feliz, si el niño, la propia mujer o yo. Lo que sí sé es que me siento muy sa-tisfecho con ello y que no me importaría repetirlo otra vez. Así pues, antes de que se fuera y el niño ya jugueteando con el globo, le lanzé un guiño a la madre, y finalmente le dije: Hoy por ti, mañana por mí. Esther Monzó

Desde el sentimiento Sentí el calor de la mano de mi madre envolviendo la mía en aquel esperado paseo hacia la feria. Como cada año, contaba los días para que la mano de mi madre inundara con su calidez infinita mi helado cuerpo en los traicioneros días de invierno, mientras paseábamos en-tre los puestos de la gente más amable del pueblo, que esperaba con una sonrisa un milagro navideño. Al final del paseo, un señor y un globo. El globo más hermoso y llamativo que jamás había visto en es-tos años. Muchos dirán que Peppa Pig no es gran cosa, pero aquel ro-sa iluminaba tan gris paisaje. Tras una discusión por el color de un papel, acabó ganando el verde. Un papel a cambio de una sonrisa, al final mamá había salido ganando. Cómo siempre. La emoción se apoderó de mí, e hipnotizado por el colorido del globo seguí cami-nando, pensando que aquella tarde ya no me parecía tan gris. Un gol-pe irrumpe mis pensamientos y me encuentro magullado en el suelo. Y cautivado por la bella imagen del globo no sentí mayor dolor de la brusca caída. Buscando el consuelo, mire a mi mano derecha, donde hasta hace un segundo el globo se erguía. Ahora su imagen se desva-necía borrosa, movida por el viento hacia otra parte del mundo. Aho-ra, los antes ojos llenos de ilusión se hundían entre las ardientes lá-grimas del desconsuelo. Natalia Alcalá Recuenco

Punto de vista del padre Después de un largo día de trabajo, por fin llegué a casa. Como siem-pre, mi hijo ya estaba plenamente dormido, así que mi mujer aprove-chó el momento de la cena para contarme lo sucedido aquella tarde. Por lo visto, llevó a nuestro hijo por primera vez a ver la feria y se en-contraron con un vendedor de globos. Nuestro hijo se encaprichó al ver uno de los globos, así que ella no tuvo más remedio que comprár-selo. Antes de que me lo dijese, ya sabía que nuestro pequeño elegiría el globo de Peppa Pig, pues es su serie animada preferida a parte de Pocoyó. En fin, mi mujer le compró el globo y al guardar la cartera perdió de vista al crío. Cuando por fin le encontró, estaba en el suelo llorando y sin el globo. Resulta que el pobre se había chocado con otro niño y sin querer había soltado la cinta del globo. Mi mujer, bastante apañada para estas cosas, decidió comprarle otro para que dejase de llorar, y le hizo prometer que nunca más se apartaría de esa manera. Menos mal que no se perdió y que no llegó muy lejos; quién sabe lo que puede lle-gar a suceder en lugares como ese en los que hay tal cantidad de gente. Sandra Álvarez Tardío

Guión telenovela mexicana (Escena I: El pequeño Miguel pasea con su madre Antonia Fernanda por la feria) MIGUEL: ¡Ai mamita qué colorido, rechingón y divertido todo! ANTONIA FERNANDA: Ai Miguelito de mi corasonsito, lo sé... Que hermosa feria (se acerca Angel José de los Santos, vendedor de globos y ex novio de Antonia Fernanda) ANGEL JOSÉ: ¿Antonia Fernanda? ¡No mames wey, cuánto tiempito sin verte! A. FERNANDA: Angel José ni me hables pinche asqueroso, ¡Me de-jáste por Ana Maria! Déjame en pas. ANGEL JOSÉ: Ai no manches, no te pongas así tan rechingona, mira, cómprame un globito para Miguelito como simbolo de pas. A. FERNANDA: ¿Que te compre un globo? Cretino descarado MIGUEL: Ai mamita porfa yo lo quiero, ¡El de Pepa la Chanchita por-fa! A. FERNANDA: Miguelito, son cosas de mayores, a éste señor no le debemos nadita de nada... ANGEL JOSÉ: Venga Antoñita Fernandita mía... No seas pendeja, venga 10 euritos y tiene Miguelito su Pepa la Chanchita A. FERNANDA: (Le dá una cachetada a Angel José) Pendeja tu re-chingona madre, ¡Nunca me quiso! Y menos te voy a dar 10€ pinche marginal... ANGEL JOSÉ: (Dolorido de la cachetada) Vale vale, ai Antoñita... Tu carácter no ha cambiado nadita... 5€ y arregladito A. FERNANDA: Bueno, vale pero lo hago por Miguelito... Miguelito, voy a hablar con el señor desquisiado de la cabesita, vete a jugar con el globito de Pepa la Chanchita ¡Ándale! (Antonia Fernanda paga el globo, se lo dá a Miguel y éste se aleja unos metros) MIGUEL: Grasias mamita, no sabes lo tantito que te amo

(Escena II) (De fondo se escuchan cachetadas y gritos de socorro de Ángel Jo-sé, Antonia Fernanda toma su vengansita) MIGUEL: Ai, que recontra felis estoy con mi globito de Pepa la Chanchita.. (Pasa corriendo Juan Valdés, el niño más pendejo de la clase de Miguelito y golpea contra Miguel) JUAN: Jajaja ¡Adiós a tu globito de Pepa la Chancho! MIGUEL: ¡Ai mamita mi globito! JUAN: A la próxima me dejas copiarme la tareita MIGUEL: Pinche pendejo desquisiado, ¡Me vengaré Juanito! (Ángel José y A. Fernanda paran de discutir) ÁNGEL JOSÉ: Ai el globito de Miguelito... ANTONIA FERNANDA: Miguelito no te preocupes -(mirada desafian-te a Ángel José)- El señor nos regalará otra Chanchita MIGUEL: ¡No manches mamita, yo solo quería mi Pepita la Chanchi-ta! (Miguelito rompe a llorar) Miriam Pastor Aguilera

Carta de la Luna Aquella era una noche despejada, sin una sola nube que pudiera impe-dirme ver lo que pasaba en los recónditos lugares de mi vecina La Tie-rra. Mientras paseaba la vista por el mundo me fijé en una feria, a las afueras de una gran ciudad. El ambiente me ponía de buen humor, se notaba que era el verano. La gente disfrutaba. La noria me llamó la atención, daba vueltas y tenía luces de colores, era algo peculiar, y aunque ya había visto muchas otras antes, me gustaba verla girar. Junto a la noria, había un pequeño puesto de globos, de to-dos los tamaños, colores y formas, y junto al mostrador una madre le tendía el billete al vendedor, mientras que su hijo no paraba de señalar un globo con el dibujo de una cerdita dando pequeños saltos de ilusión. La escena me conmovió y la alegría del crío era tan contagiosa que in-cluso me sentí feliz cuando el pequeño pudo agarrar el globo con sus propias manitas. Observé como la madre y su hijo se alejaban del puesto. El niño correteó sin soltar su globo y cuando se giró a mirar a su madre un chico mayor que el pequeño, que pasaba corriendo, chocó contra él de manera acci-dental. Como consecuencia su mano se abrió y el globo comenzó a subir y a subir, tanto que hasta pude verlo justo delante de mí. El llanto del niño fue casi inmediato. Realmente me dio pena, pero en cierto modo, mirando el lado positivo, tendría algo de compañía para pasar el rato. Si estás leyendo esto y eres el niño que perdió su globo a las afueras de Madrid durante una noche de feria quiero que sepas que me hubiera gustado muchísimo poder bajar y devolvértelo, pero no te preocupes, cuidaré muy bien de él. Gracias por el pequeño regalo. Atte.: La Luna. Carmen Ruiz García

Entonces Entonces una madre paseaba con su hijo pequeño por una feria. En-tonces un vendedor de globos se acercó. Entonces el niño pidó un glo-bo rosa de Peppa Pig. Entonces su madre discutió el precio del pro-ducto con el vendedor. Entonces, sacó un billete de cinco euros de su bolso. Entonces el pequeño, cogió su globo. Entonces el niñonse volvió a mirar a su madre. Entonces, otro niño más mayor pasó corriendo. Entonces chocó con el pequeño. Entonces, el niño cayó. Entonces el globo se elevó por el cielo. Entonces, el niño lloró desconsolado. Maite Masanet Tomás

Oda a mi globo perdido Mi madre una vez me dijo; si de verdad lo amas, déjalo ir, pero yo no estaba listo, no estaba listo para lo que venía tras tu partir. El día en el que te conocí, no paré de insistir y fui detrás de ti, pero con la misma rapidez con la que te conseguí, te perdí. Soledad, vacío y oscuridad, ¡Oh, mi querido amigo rosa! ¿dónde estás? Soledad, vacío y oscuridad, ¡Oh, mi querido amigo rosa! ¿por qué con el viento te vas? ¡Oh, mi querido amigo rosa! quiero saber de verdad, ¿quién ocupará este abismo que en mis manos dejaste? ¡Oh, mi querido amigo rosa! quiero saber de verdad, si algún día alguien me amará como tú me amaste. Amanda Sosa Batista

Lenguaje informático 01010101 01101110 01100001 00100000 01101101 01100001 01100100 01110010 01100101 00100000 01110000 01100001 01110011 01100101 01100001 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01110011 01110101 00100000 01101000 01101001 01101010 01101111 00100000 01110000 01100101 01110001 01110101 01100101 11000011 10110001 01101111 00100000 01110000 01101111 01110010 00100000 01110101 01101110 01100001 00100000 01100110 01100101 01110010 01101001 01100001 00100000 01101001 01101110 01110011 01110100 01100001 01101100 01100001 01100100 01100001 00100000 01100001 00100000 01101100 01100001 01110011 00100000 01100001 01100110 01110101 01100101 01110010 01100001 01110011 00100000 01100100 01100101 00100000 01001101 01100001 01100100 01110010 01101001 01100100 00101110 00100000 01010101 01101110 00100000 01110110 01100101 01101110 01100100 01100101 01100100 01101111 01110010 00100000 01100100 01100101 00100000 01100111 01101100 01101111 01100010 01101111 01110011 00100000 01110011 01100101 00100000 01101100 01100101 01110011 00100000 01100001 01100011 01100101 01110010 01100011 01100001 00100000 01110000 01100001 01110010 01100001 00100000 01101111 01100110 01110010 01100101 01100011 01100101 01110010 01101100 01100101 01110011 00100000 01110011 01110101 00100000 01110000 01110010 01101111 01100100 01110101 01100011 01110100 01101111 00100000 01111001 00100000 01100101 01101100 00100000 01101110 01101001 11000011 10110001 01101111 00100000 01110000 01101001 01100100 01100101 00100000 01100101 01101110 01100011 01100001 01110010 01100101 01100011 01101001 01100100 01100001 01101101 01100101 01101110 01110100 01100101 00100000 01110101 01101110 00100000 01100111 01101100 01101111 01100010 01101111 00100000 01110010 01101111 01110011 01100001 00100000 01100100 01100101 01100011 01101111 01110010 01100001 01100100 01101111 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01101100 01100001 00100000 01100110 01101001 01100111 01110101 01110010 01100001 00100000 01100100 01100101 00100000 01010000 01100101 01110000 01110000 01100001 00100000 01010000 01101001 01100111 00101110 00100000 01010011 01110101 00100000

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Receta de cocina INGREDIENTES: 20 kilos de un niño pequeño 40 kilos de un niño mayor 60 kilos de una madre 2 km de una feria (preferentemente de las afueras de Madrid) 80 kilos de un vendedor de globos 1 globo rosa con la cara de Peppa Pig PREPARACIÓN: Una vez conseguidos todos los ingredientes cogemos los 20 kilos del niño pequeño y los 60 kilos de una madre y los ponemos dentro de los 2 km de feria de las afueras de Madrid. A continuación añadimos los 80 kilos de un vendedor de globos. Seguidamente cogemos los 20 ki-los del niño pequeño y el globo rosa con la cara de Peppa Pig y los her-vimos para que el niño pequeño absorba el sabor del globo. Una vez veamos que el niño comienza a coger el color del globo, añadimos los 40 kilos del niño más mayor y sacamos el globo rosa de Peppa Pig. Hay que tener cuidado debido a que al sacar el globo, el niño pequeño puede quemarse. Para ello añadimos los 60 kilos de la madre y baja-mos el fuego. Nieves Navascués Folgado

En género femenino UnA madre pasea con su hijA pequeñA por unA feria instaladA a lAs afueras de lA madrileñA ciudad. UnA vendedora de gomas hinchables se les acerca para ofrecerles su mercancía y lA niña pide encarecida-mente unA goma hinchable de tonalidad rosadA decoradA con lA figu-ra de Peppa Pig. Su madre discute lA tasación de lA mercancía puestA en venta y, finalmente, saca unA montaña de hojas tintadAs equivalen-tes a lA cifra de cinco monedas de su bolsa y la pequeñA, a cambio, coge su gomA hinchable con lA manita derechA. EmocionadA, anda delante de su madre a pocA distanciA y, cuando se vuelve a mirarlA, otrA niñA de edad más tardía pasa corriendo, choca con lA pequeñA y, como consecuencia de lA contingencia, lA niñA de lA goma hinchable cae a lAs baldosas de lA estancia soltando su hasta ahora más deseadA distracción. LA goma hinchable se eleva sin enmienda alguna por en-cima de lAs cabezas de la madre y de lA críA, que inmediatamente rompe a llorar desconsoladA. Marta Sánchez

Diálogo -¡GLOBOS, GLOBOS, VENDO GLOBOS, A CINCO EURITOS SE-ÑORAS Y SEÑORES! ¡TENGO DE MICKY MOUSE, DE PEPPA PIG, DE HELLO KITTY Y DE MUCHOS MÁS! -¡No corras tanto! ¡Diego, ven aquí ahora mismo o nos vamos a ca-sa! -Buenas tardes, señora. ¿Quiere un globo para su hijo? Están en oferta, cinco euritos solamente para hacer a su pequeño feliz. -No, muchas gracias. -¡Quiero ese! ¡Quiero el de Peppa Pig! ¡Mamá, quiero ese! -No tenemos dinero, cariño. Lo siento. -Porfa, ¡porfa, porfa, porfa! Mamá, ¡quiero ese! -Perdone, cinco euros por un globo es un poco caro ¿no le parece? Se lo compro por tres euros. -Lo siento, no es negociable. Son de helio, duran mucho más. -Mamá, ¡porfa! Es lo último que te pido, no me subo a ninguna atracción más. ¡Porfa, quiero el globito rosa! -De acuerdo, aquí tiene. Ni se te ocurra pedirme nada más, eh. -¡Gracias mami, te quiero mucho! Ala, mira que chulo, ¡es gigante! ¡Voy a probarlo! -Diego, ¡que te tengo dicho que no te alejes de mí! ¡Cuidado! ¡Eh, tú niñato, ten más cuidado! -¡No, mi globooooo! -¿Cariño, estás bien? Levántate del suelo anda. -Mamá, he perdido el goblo [snif]. Quiero otro, porfa mamá. -Pero si no llevo más dinero hijo, si te lo has gastado todo en la no-ria. -Pero, pero [snif] mi globo, yo quería mi globo de Peppa Pig. -Lo sé cariño, lo siento. Te prometo que la semana que viene volve-mos con papá y te compramos otro globo ¿sí? -Vale [snif]. -Venga tira pa´ casa, que es tarde y yo aún tengo que hacer la cena. Aroa Molina Liceras

Youtuber ¡Hola chicos y chicassss! Bienvenidos un día más a mi canaaaal. Hoy vamos a estar comentando el suceso ocurrido el otro día en la feria de Madrid. Bueno para quien no lo sepa por estas fechas siempre hacen una feria en las afueras de Madrid. Resulta que este año una madre y su hijo iban dando una vuelta por este lugar. Pues se ve que el niño estaba pesadito con que quería un globo, un globo y un globo (ya sabéis lo pesados que son los niños cuando se obsesionan con algo). La madre se puso a rega-tear el precio del globo, como se suele hacer en estas ferias (como no para ahorrar siempre algún euro que otro jajajaja). El precio final se queda en 5€, la madre paga y el niño muy feliz coge su globo de Peppa Pig. ¿Qué? ¿Os creíais que este era un final feliz? No amigos, sigamos. El niño se pone a corretear por ahí felizmente con su globito y un niño pasa por su lado y paaam, niño al suelo y globo al aire. Aleeee, 5€ a la basura, la cantidad de globos que habrá por ahí volando. Bueno y pues claramente el niño se puso a llorar, como todos imaginá-bamos. Bueno chicosss, y hasta aquí el video de hoy. Nos vemos el próximo do-mingo con un nuevo video. No os olvidéis de dar like, suscribiros a mi canal y dejar en comentarios vuestra experiencia con los globos y las ferias. ¡¡Os leooo!! ¡Adiós amigosssss! Elena Chulià Velló

Otros globos El carrito de globos llega tirado por el vendedor hacia una madre y su hijo. —Otra vez a esperar para saber por qué facción se decide. —Tris, esto no es tu Chicago. Estamos en Madrid. Deja que el niño se divierta. —Todos sabemos que hay juegos mucho peores —murmura Katniss. —Menudo pesimismo, familia. ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo? —Por ese riesgo estás muerto, estúpido. —Asesinado —lo corrige Jeremy. —Por mí —se ríe una voz. El niño finalmente escoge el globo de Peppa Pig. —Oink. Os echaré de menos, amigos. Papa Pig, Mama Pig. Sin embargo, el niño es arrollado por un joven más mayor y Peppa Pig se desprende de su mano. —No te preocupes, intentaremos alcanzarlo —lo anima su madre. Plano de los otros globos en el carrito del vendedor. —Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes. —Ya está el puto Yoda con sus putas frases que nadie puto entiende puto nunca. —Eh, Steve, —Ironman— no ha cuidado su lenguaje. Deberías reñir-la. —¿Besas a tu madre con esa boca, señorita? —Sí, lo hace. Y besa muchísimas más cosas. —¡Por nuestro señor malvado Voldemort! Potter, niégalo inmedia-tamente. —Lo siento, señorita Umbridge, pero no debo decir mentiras. —¿Podéis callar, oink? Mi oink hija acaba de perderse por el oink cie-lo. Y mirad, oh, como oink recoge la madre a su pobre oink hijo. —Hasta la persona más insignificante puede cambiar el curso del fu-turo. —Que la fuerza la acompañe. —Al menos sabemos que es digna de portarlo. —Por dios, Thor… —¿Por el dios Thor? —Pregunta Vanellope. “Presente”, se escuchan voces al unísono—. ¿Eso no es un coche del Sugar Rush? —¿Alguien ha dicho azúcar?

—Wonka, ya has comido bastantes helados hoy. —¿El lado? Espero que habléis del lado oscuro. —Luke Skywalker, ¿lo has escuchado? Yo debería ser su padre y no el tu-yo. —Es siempre un placer, tito Darth —sonríe Sauron. —Pero ¿dónde oink irá ahora oink mi niña? —Llora Mama Pig. —Hasta el infinito y más allá. —¿Vooinklverá? —Del día de mañana nada sabemos aún. La solución se encuentra a me-nudo a la salida del sol. —Ya va el rubito con las orejas de punta a hacerse el importante… —Amén. Maria Monfort Castillo

El tiempo Un 24 de noviembre, una madre paseaba sobre las 17:50 con su hijo pequeño por una feria instalada a las afueras de Madrid. A las 17:55 un vendedor de globos se les acerca para ofrecerles su producto. El ni-ño pide encarecidamente un globo rosa decorado con la figura de Peppa Pig. Su madre discute el precio del producto con el vendedor desde las 18.00 hasta las 18:10. A las 18:12, finalmente, saca de su bol-so un billete de cinco euros. El vendedor le da el globo al niño a las 18:13. Emocionado, el niño anda delante de su madre unos metros y, cuando se vuelve a mirarla, otro niño mayor pasa corriendo, de tal modo que sobre las 18:17, uno choca contra el otro y, como conse-cuencia del accidente, el niño del globo cae al suelo soltando su jugue-te que se aleja de él a las 18:18 exactamente. El globo se eleva sin re-medio sobre las 18:19 por encima de las cabezas de la madre y del crío. A las 18:20, el niño rompe a llorar desconsoladamente. Marta González Álvarez

Sustantivos Madre hijo feria afueras Madrid. Vendedor globos producto niño globo figura Peppa Pig. Madre precio producto vendedor, billete euros bolso, globo manita. Madre metros niño accidente, niño globo suelo juguete. Globo cabezas madre crío. Sandra Moreno Sánchez

Científico Un modo de distracción y divertimiento infantil muy común se en-cuentra en las grandes ferias donde los padres y madres acompañan a sus hijos para disfrutar de un tiempo juntos. En estos parques de atracciones, se pueden encontrar muchos puestos de comida rápida y poco saludable, que en muchos casos aumenta la probabilidad de obesidad infantil, además de puestos de recreación con máquinas tragaperras, capaces de provocar enfermedades menta-les debidas al consumo excesivo de dinero. Finalmente, también se encuentran los puestos de atractivos globos de plástico que muchos padres compran a sus hijos para contentarlos. Sin embargo, la felici-dad que aporta este producto es a corto plazo, pues debido a su mate-ria poco resistente, una vez cumplen su función terminan pinchándo-se o desinchándose. En el caso de los globos de helio, se pueden escapar volando de las manos con facilidad cuando dos sujetos chocan a una determinada fuerza, provocando la elevación del mismo hacia el cielo de acuerdo con la ley de la gravedad. En consecuencia, el niño puede desarrollar conductas depresivas y/o agresivas como las rabietas, y por este moti-vo es necesario que los padres vigilen los globos que compran para que no se les escapen a sus hijos. Mar Iborra Pérez

Punto de vista de un viejo portero Otro día trabajando en esta vieja y casi deshabitada finca. Parece que con la feria viene más gente. En la esquina se encuentra el mismo ven-dedor de globos de hace 10 años. Este se acerca a una madre que pasea con su hijo de unos 2-3 años, quienes residen en el edificio en que traba-jo. El niño, embelesado por los colores y formas de los globos, no le puedo llegar a escuchar del todo bien, pero parece que le pide un globo rosa de algún dibujo animado. Los adultos se enzarzan en una discu-sión, puede ser, sobre el precio o cualquier cosa. Hoy en día les encanta discutir por todo a los jóvenes. La madre finalmente paga el inflable con un billete. El muchacho todo contento con su globo anda unos pasos y desde mi posición en el portal del edificio, veo cómo otro niño viene co-rriendo y topa con él. No me ha dado tiempo a avisarle. El globo queda libre de las manos del chiquillo y vuela perdiéndose entre las nubes. El niño estalla en lágrimas ante tal pérdida. Más tarde, cuando acabara mi turno, subiría a su casa y le entregaría otro globo. Aida Rescalvo

Novela de fantasía medieval Las tropas enemigas se agolpaban frente al portón del castillo. Lady Catalina la Compradora se asomaba a su ventanal y contemplaba la Luna, rezando a todos los dioses para salvar a su pueblo de los invaso-res. Las predicciones de la batalla eran devastadoras: los elfos de Cor-balean estampaban sus arietes de cabeza de lobo contra la dura made-ra de roble que protegía a los habitantes de la fortaleza. Esta se encon-traba en las afueras de la gran ciudad de Dridam, gran capital del reino de Sapñea. Aunque hacía siglos había sido una nación de las más poderosas del mundo, esa prosperidad había desaparecido tiempo ha, debido a la horrenda costumbre de los reyes de casarse entre primos. Debido a ello, la casa de Buhasborg se había extinguido y había lleva-do al país a una guerra civil que enfrentó a los dos reinos que lo con-formaban, Liscalat y Gánaor, que resultó en victoria del primero. Así, llegó al poder la casa de Nórbob, de origen en el reino vecino de Rá-fnaic, que unió Liscalat y Gánaor y estableció su capital en Dridam. Catalina recordaba las historias que le contaba su madre de pequeña sobre la gloria de su casa ahora que ésta estaba a punto de extinguirse. Aunque no parecía el momento oportuno, Corbalean había sido en tiempos la capital del reino de Gánaor, y los elfos buscaban venganza. El único de su sangre que todavía seguía vivo era su hijo Abelardo. En él había puesto todas sus esperanzas, pues poco antes de la batalla, al caer la urbe de Dridam, lo había enviado junto con cinco monedas de oro a encontrar al misterioso vendedor de la bruma, en la cercana re-gión de Talgropu. Debía encontrar la clave para salvar al reino. Lady Catalina se acercó a la chimenea cuando oyó la madera de la puerta resquebrajarse. Un par de golpes más y su última protección sería cosa del pasado. Miró al fuego mientras pensaba en su hijo. De repente le pareció que éste calentaba mucho más y la estancia se ilu-minó con una luz cegadora. La fuente de aquello venía de fuera.

Lady Catalina corrió al alféizar, desde donde contempló un espec-táculo que llenó sus ojos de lágrimas y su corazón de alegría y fe. Su hijo, su heredero, su Abelardo volaba a lomos de un dragón rosa, la legendaria Pagpipep, azote de trols y perdición de enanos, que vomi-taba su fuego contra los desesperados elfos. Abajo, sus propias tropas parecían luchar con más fervor, alentadas por la presencia del pode-roso ser. La reina se permitió, por un momento, soñar con la victoria. No obstante, corta sería su dicha. Entretenido como estaba Abelardo en conseguir la victoria, no se percató de la flecha negra que volaba hacia él, rauda como un murciélago, disparada por el señor de los el-fos, el mismísimo Umaje I el Conquistador, que con 812 años de vida aparentaba apenas la treintena, hasta que no fue demasiado tarde. Alcanzado en el corazón, el joven cayó de su montura, sereno ante su inevitable destino, mientras la desconsolada madre profería un des-garrador grito de angustia. La enorme bestia, liberada del peso de su jinete, se elevó hacia el cielo, libre. Lady Catalina, rota, asomó su cuerpo por la ventana y, como ca-rente de toda vida, se dejó caer. Carlos Mascarell Moliner

Globolandia Una globa pasea con su globito pequeño por una feria instalada a las afueras de Globdrid. Un globi-vendedor de niños se les acerca para ofrecerles su producto y el globo pide encarecidamente un niño mo-reno decorado con la figura de Papá Globel. La globa discute el pre-cio del producto con el globi-vendedor y, finalmente, saca un billete de cinco globins de su nudo y el pequeño, a cambio, coge su niño con el final de su cuerda. Emocionado, anda delante de su globa unos metros y, cuando se vuelve a mirarla, otro globo más desgastado pa-sa volando, choca con el globito y, como consecuencia del accidente, el globito se deshincha soltando su niño. El niño se va corriendo y las autoridades globísticas lo persiguen y el globito llora mientras su madre le coloca un parche para que deje de deshincharse. César Fernández Soler

Vulgar Bro que no voy yo y veo a una madre paseando con un hijo pequeño por una feria instalada a las afueras de Madrid, por la zona en donde vive Kevin y los demás chumachos. Pues mientras me fumaba un piti vi que un vendedor de globos se les acercaba para ofrecerles su pro-ducto tio, supongo que serían globos y el puto niño pide un globo rosa decorado con la figura de Peppa Pig que si no fuera porque no iba co-locado pensaría que me estaban vacilando. La madre empezó a discutir (aunque no tanto como nosotros cuando nos robaron el alcohol en la joy bro) y, al final saca un billete de 5€ de su puto bolso y el niño pues coge el globo con la mano derecha. Mazo emocionado anda delante de su madre un buen cacho y cuando se gira a mirarla, otro niño mayor que se parecía mucho al Jonny pasa corriendo, se chocan y el niño acaba cayéndose al suelo y se vuela el globo. Me dio pena hasta a mí, parse. Pues claro, el globo se fue volando por encima de las cabezas de la madre y el niñocempezó a llorar, casi tanto como cuando nosotros nos quedamos sin maria tio, un desastre. Llúcia Vázquez Soler

Onírico Me parecía encontrar en un lugar a las afueras de la capital, aunque ciertamente no la haya podido pisar nunca. Noté a mi izquierda como una mujer y, muy probablemente, su hijo se acercaban lentamente a un fornido señor. ¿O era al revés? Igualmente, lo importante fue el gesto del niño, del cual no pude distinguir el rostro. Tenía la firme sensación de que aquello que señalaba era de suma importancia, al menos para él. A partir de aquí todo se vuelve más difuso. Fue al alzar la vista cuando me di cuenta de que una especie de figura rosada so-brevolaba mi cabeza, ¿era un globo, quizá? Probablemente mi memo-ria no esté en lo cierto, pero me descolocó ver dibujada en él un per-sonaje ficticio que alguna vez vi en la televisión. Mientras observaba todo esto, percibí la voz de la supuesta madre y, también, del que pre-sumo que era un vendedor. Hablaron acerca de números, ¿eran tal vez las cinco de la tarde o aquel era el precio a pagar por la silueta flotan-te? Tal vez sea más verosímil la segunda opción… Peppa Pig, creo que así llamaban al personaje, ¿existe, verdad? En fin, el niño, sin darme cuenta, ya se encontraba a unos metros por delante de mí, con el globo en mano. Sus ojos, que no alcancé a verlos, se dirigieron a su madre por un instante y, de esa forma, otro personaje poco más grande que él lo atropelló con el cuerpo, quizá por ir corriendo. La imagen rosada voló hacia al cielo, no sabría decir de qué color eran las nubes pero con el lamento del niño me imaginé que llovía. Antoni Ciscar Escrivà

Instrucciones para conseguir llorar inmediatamente Paso nº1: Vete con tu madre a una feria a las afueras de Madrid. Paso nº2: Haz que un vendedor de globos se os acerque para ofrece-ros su producto. Paso nº3: Decide comprarle un globo rosa, si es de Peppa Pig mejor. Paso nº4: Haz que tu madre discuta por el precio del globo hasta que lleguen a un acuerdo. Paso nº5: Este acuerdo debe ser de 5€. Paso nº6: Haz que tu madre intercambie el dinero por el globo. Paso nº7: Coge el globo con la mano derecha. Paso nº8: Siéntete muy emocionado por tu nuevo globo adelantándo-te a tu madre. Paso nº9: Gírate para ver por dónde anda. Paso nº10: De repente, un niño más mayor que tú te va a pasar co-rriendo, pero no pasa nada, no te asustes. Paso nº11: Chócate con él. Paso nº12: Cáete al suelo. Paso nº13: Suelta el globo. Paso nº14: A causa del aire, el globo se eleva sin remedio de poder cogerlo. Paso nº15: ES TU MOMENTO MÁS ESPERADO. Paso nº16: ROMPE A LLORAR DESCONSOLADO E INMEDIATA-MENTE. María Sánchez Fernández

Numérico UN4 M4DR3 P4534 C0N 5U H1J0 P3QU3Ñ0 P0R UN4 F3R14 1N574L4D4 4 L45 4FU3R45 D3 M4DR1D. UN V3ND3D0R D3 6L0B05 53 L35 4C3RC4 P4R4 0FR3C3RL35 5U PR0DUC70 Y 3L N1Ñ0 P1D3 3NC4R3C1D4M3N73 UN 6L0B0 R054 D3C0R4D0 C0N L4 FI6UR4 D3 P3P4 P16. SU M4DR3 D15CU73 3L PR3C10 D3L PR0DUC70 C0N 3L V3ND3D0R Y, F1N4LM3N75, 54C4 UN B1LL373 D3 C1NC0 3UR05 D3 5U B0L50 Y 5L P3QU3Ñ0, 4 C4MB10, C063 5U 6L0B0 C0N L4 M4N174 D3R3CH4. 3M0C10N4D0, 4ND4 D3L4N73 D3 5U M4DR3 UN05 M37R05 Y, CU4ND0 53 VU3LV3 4 M1R4RL4, 07R0 N1Ñ0 M45 M4Y0R P454 C0RR13ND0, CH0C4 C0N 3L P3QU3ÑO Y, C0M0 C0N53CU3NC14 D3L 4CC1D3N73, 3L N1Ñ0 D3L 6L0B0 C43 4L 5U3L0 50L74ND0 5U JUGU373. 3L 6L0B0 53 3L3V4 51N R3M3D10 P0R 3NC1M4 D3 L45 C4B3Z45 D3 L4 M4DR3 Y D3L CR10, QU3 1NM3D1474M3N73 R0MP3 4 LL0R4R D35C0N50L4D0. Lucía Giménez Tornero

Felicidad vs tristeza Era un día cualquiera en una feria instalada a las afueras de Madrid. La feria se encontraba llena de gente de todas las edades pasando el rato y riendo con su gente querida. Sin embargo, parece ser que las personas no estaban solas, si no que paseaban por esa misma feria los diferentes sentimientos, así es, los sentimientos. Estos habían decidido pasar un día también divertido en el mundo humano haciendo lo que mejor se les daba, cambiar el estado de animo de las personas cuando les apeteciese. Enfado y Asco habían decidido no ir porque no se en-contraban del todo bien, aunque los otros sentimientos no insistieron en que fuesen pues sabían que no eran los mejores candidatos para pasar un divertido día de feria. Felicidad estaba entusiasmada y quería ser la primera en llegar y aunque no le pareció bien que Tristeza fuese a ir en vez de quedarse con enfado y asco, asumió la decisión de su compañera con una de las mejores sonrisas. Una vez llegaron a la feria vieron a lo lejos a un niño al que su madre le había comprado un globo de Pepa Pig, Felicidad no dudó ni un segun-do en ir corriendo y acercarse al niño pues en ese momento el niño debía sentirse el más alegre de toda la feria. Pero, Envidia que había decidido ir también a la feria, se acercó a Tristeza que estaba sentada en un banco sola viendo como sus amigas alegraban el día a la gente, y empezó a hablarle mal de Felicidad y a quejarse del protagonismo que esta siempre tenía cuando salían. Así que Tristeza cansada de ser la menos querida y de no tener el protagonismo que tenía Felicidad, de-cidió acercarse al mismo niño al que se había acercado Felicidad y arrebatarle la alegría que sentía con su globo de una vez por todas. ¿ Cómo lo hizo? Ayudada por su amiga Envidia. Envidia se acercó a otro niño que miraba con rabia el globo, ya que el lo quería también, y lo convenció para que pasase corriendo por delante del niño del globo, para que este lo perdiese y así ninguno de los dos lo tendría. Una vez que Envidia había hecho su faena y ambos niños se habían chocado se acercó Tristeza al niño del globo y empujó a Felicidad quien empezó a llorar a la vez que el niño. Desgraciadamente, el día de feria no había resultado ser como pensaban, pues la Tristeza y la Envidia se habían apropiado de la escena. María Espinosa

Melancólico Y ya no sé, si era la fina fibra unida a aquel globo color magenta, o el impulso de aquel adolescente que no sabía que el destino me iba a de-parar, pero algo sé, y es que me encuentro, sin ti. Cogido de la mano de mi madre, de sus cálidas, firmes y delicadas manos, me separé de ti entre aquel cúmulo de festejos y atracciones, yo me separé de ti, como quien pierde su primer amor, como quien se despide de alguien al subir a un avión con billete de solo ida. Recuerdo la suave brisa de Madrid acariciar mi rostro, lleno de felici-dad, al ver aquel comerciante tratando de vender aquel agraciado y radiante globo, que aunque costoso, fuiste fruto de mi deseo. Y ahora estoy aquí, sin ti, extrañándote, recordando lo felices que fui-mos, y como hacías que mis ojos brillasen como destellos, al igual que las farolas en plena noche. Pero ahora estoy aquí, desafortunadamen-te, en mi soledad, como las farolas, que después de acoger los últimos besos de amantes durante la noche bajo ellas, se quedan solas, ilumi-nando una calle que ya nadie va a transitar esa noche. Te cogí con mis jóvenes y sensibles manos, con la derecha, y me llenó de felicidad recorrer Madrid contigo, tanto que mi mano se despidió de la de mi madre para poder andar contigo y compartir solamente contigo lo que sería mi gozo. Breve pero intenso. Y yo que nunca he sido de emociones fuertes, sentí un golpe, al retro-ceder mi cabeza y observar el dulce rostro de mi madre, que nos con-templaba y observaba con la delicadeza de una rosa, como quien dis-fruta de un buen vino, como quien contempla el amanecer el último día de verano… Hasta que un golpe nos separó, y todo cambió, solo conmigo mismo, y en mi soledad, me quedé sin ti.

Caíste al suelo como la última hoja de un árbol en otoño, como el último pétalo de una rosa, con la suavidad de una pluma, y como pluma desapa-reciste, como ave fénix resurgieron tus fuerzas para alzar el vuelo. Y no me esperaste, ni mi tenue presencia pudo alcanzarte, ni la de mi madre, y te observé volar, te observe marchar, sin mí, y ahora me he quedado aquí, paseando la soledad de Madrid, sin ti. Te pensé, te extrañé y te lloré, desconsoladamente. Pensé en lo felices que podríamos haber sido, de lo idílico que fue todo y la rapidez con la que te fuiste hasta desvanecer en el cielo. Te espero, por que sé que nuestras manos se volverán a enlazar, por que sé que todo estará bien, porque todo lo que me ofreciste, quedó grabado en mi mente, y créeme, que no soy de mentir, que yo fui hecho para tí, y tú fuiste hecho para mí. Gemma Mira Ortiz

Cómic

Carme Marí

Secuencia de fotografías En esta secuencia de fotografías sacadas el día 24 de noviembre de 2020, se puede observar una escena cotidiana en una feria a las afue-ras de Madrid. En la primera foto se encuentran retratados una madre y su hijo mientras pasean por el camino que lleva a la entrada de la feria. Se puede observar por las expresiones en sus rostros que el hijo está feliz y cómo su madre, aunque cansada, sonríe a su hijo. La siguiente imagen muestra cómo un vendedor de globos habla con esta familia, intentando vender su producto. El niño, con una sonrisa de entusiasmo, señala al globo rosa decorado con la figura de Peppa Pig. La tercera foto enseña el intercambio. Mientras el vendedor le acerca al niño su ansiado globo, la madre tiene una mano extendida con el billete de cinco euros, que anteriormente ha sacado de su bolso, para entregárselo. En el cuadro que le sucede, el niño, feliz con su nuevo globo, se en-cuentra unos metros por delante de su madre mientras ella lo mira tiernamente. Otro elemento a destacar en esta imagen es el otro niño más mayor que va detrás de ellos corriendo. En esta última fotografía se revela el desenlace de esta secuencia. El niño, ahora en dirección hacia su madre, está en el suelo llorando, mientras que el globo está alejándose por el cielo. El otro niño, que antes estaba detrás, se encuentra en este momento delante de ellos, aún corriendo. Sandra Tarazona Almansa

Viendo Forrest Gump - Eh, ¿sabes qué? El otro día estaba en la feria y había una madre y su hijo que- - Shhh. - ¡No, no, espera! Que le compró al niño un globo de Peppa Pig y- - ¡Calla! Ya me lo dirás. - Pero que- - ¡Corre, Forrest!¡Corre! - Nooo, pobre chico. Creo que voy a llorar. - Pues al niño se le fue el globo volando. Eso sí que es triste. Mireia Pellicer

Mensaje de cadena cutre de Whatsapp

la madre👩staba paseando con su hijo👪x la feria🎊🎡🎠d Ma-drid🇪🇸🏢🌳🐻cuando 1⃣ vendedor d globos🎈🎈🎈🕺les grita al oí-do👂🗯📢 q compren💶💰💸 d sus globos💥🎈y el niño👦le pone cara d angelito😇👼 a su madre🙎 👛para q ella s gaste los dineros💳🛍en 1 globo d peppa pig🐽🎀la madre🧍 termina regateando⚖💸 con el ven-dedor👨💼para q les deje el globo más➕ baratillo🤝y se lo termina de-jando x cinco5 ⃣euros💶el niño👋👦 se va 🏃con su globito🎈🎁más con-tento😃💯😃😃q unas pascuas xro termina chocándose💥💢❗❗con otro chaval🧍y cae🧎al suelo🍃el globo💨💥🎈se le escapa😞😖👋👋y el niño se pasa el resto no-che🌙☁🌌🌃lloriqueando😢😭😰reenvía📲📩este mensaje💬a 🔟personas o tendrás 7 ⃣siete años de ma-la👎suerte❕❌😐😧🛑🚫😨‼‼‼‼‼

Ana Martínez

El revés del revés odalosnocsed raroll a epmor etnemataidemni euq ,oírc led y erdam al ed sazebac sal ed amicne rop oidemer nis avele es obolg lE .eteuguj us odnatlos oleus la eac obolg led oñin le ,etnedicca led aicneucesnoc omoc, y oñeuqep le noc acohc ,odneirroc asap royam sám oñin orto ,alrarim a evleuv es odnauc ,y sortem sonu erdam us ed etnaled adna, odanoicomE .ahcered atinam al noc obolg us egoc ,oibmac a ,oñeuqep le y oslob us ed sorue ocnic ed etellib nu acas ,etnemlanif ,y rodednev le noc otcudorp led oicerp le etucsid erdam uS .giP appeP ed arugif al noc odaroced asor obolg nu etnemadiceracne edip oñin le y otcudorp us selrecerfo arap acreca sel es sobolg ed rodednev nU .dirdaM ed sareufa sal a adalatsni airef anu rop oñeuqep ojih us noc aesap erdam anU Irene Viñoles Ferri

Programa de televisión Presentador: Buenas noches a todos y bienvenidos un sábado más a Volverte a ver. Hoy tenemos con nosotros a Pablo que nos contará un incidente que tuvo lugar hace diez años en una feria a las afueras de Madrid. Buenas noches Pablo, cuéntanos tu historia por favor, ¿qué ocurrió cuando tenías 7 años e ibas paseando con tu madre por la feria?. Queremos saber más. Pablo: Buenas noches Carlos, pues veréis como bien has dicho estaba pa-seando con mi madre cuando un vendedor se nos acerco para ofrecernos un globo de su carrito y fue entonces cuando lo vi. Presentador: El globo de Peppa Pig ¿No es así? Pablo: Efectivamente Carlos, se podría decir que tuve un flechazo con aquel globo. Presentador: ¿Qué pasó entonces? Pablo: Recuerdo que mi madre discutió con el vendedor por el precio del globo pero finalmente pagó cinco euros por él porque sabía que me hacia mucha ilusión. Cuando por fin tenía el globo en mis manos me giré para mi-rar a mi madre y de repente un niño más mayor que yo pasó corriendo y me empujó haciéndome caer lo que hizo que el globo se escapara de mi mano sin posibilidad alguna de recuperarlo. Presentador: ¿Qué ocurrió después? Pablo: Estaba tan triste que me puse a llorar, mi madre no sabía cómo con-solarme. Presentador: ¿No pensaste en comprar otro globo? Pablo: No había otro como aquel. Presentador: ¿Quién crees que hay detrás de la pantalla? ¿A quién crees que hemos traído este noche? Pablo: La verdad es que no lo sé, estoy intrigado. Presentador: Lo descubriremos en seis minutos después de publicad. Presentador: Bienvenidos de nuevo. Estábamos a punto de descubrir quién se esconde detrás de la pantalla. ¿Estas preparado Pablo? *se abre la pantalla y aparece el globo de Peppa Pig* Pablo: ¡Dios mío!, no puedo creerlo. Presentador: Así es queridos espectadores después de diez años encontra-mos el viejo globo en un árbol cerca de la feria. Como pueden ver Pablo no puede articular palabra. Sin duda esto cambiará su vida. Les dejamos con esta bonita imagen de Pablo abrazando el globo de Peppa Pig. Buenas no-ches y hasta la semana que viene. Paula Castillo Reyes

Angustia familiar Un niño enfadado iba paseando por la feria de Madrid con su madre, ya que ella decía que apenas salía y que necesitaba socializar y que, a causa de eso, tenían muchos problemas en casa (prácticamente se lo llevó arrastras). Allí la madre vio que el humor de su hijo podría mejo-rar si le compraba un globo de Peppa Pig (una serie infantil que estaba de moda). Entusiasmada, se dirigió al vendedor y le compró el globo por cinco euros, a pesar de que el niño no quería ningún globo. La mu-jer le advirtió que lo cuidara y que no lo perdiera porque había costa-do mucho dinero para ser un globo; así el niño, de mala gana porque su madre le había echado en cara el dinero que se había gastado en él sin que él mismo se lo pidiera, continuó caminando por la feria. Des-pués de un rato, un niño más mayor que iba corriendo se chocó con él, lo que hizo que el hijo soltara el globo y que la madre se enfadara to-davía más. Así que, como resultado, la madre comenzó a echarle la bronca a su hijo en medio de todo el mundo por ser un descuidado y por no saber valorar las cosas. En ese momento, el niño se puso a llo-rar desconsoladamente porque él ni siquiera quería salir de casa. Aitana Barrios Morales

Insta story Usuario de la madre (publicación): Hola, mi hijo y yo hemos ido esta ma-ñana a la feria que hay a las afueras de Madrid. Le he comprado un globo que le hacía especial ilusión, pero tristemente se le ha soltado de la mano y se ha perdido, con lo cual ahora no para de llorar. Agradecería si alguien puede encontrar uno similar (rosa y de Peppa Pig) y ayudarnos. Dejo aquí mi contacto: 615 728 631. ¡Gracias! Indira Alfonso

Cantiga de amor Acerquéme al buen vendedor con mi generosa madre y pedí un globo bien padre que lucía muy tentador. Grande, puerca y rosada, así era mi amada bajo la luz de la tarde. Tan prendado quedé de ella que mi madre la compró y alegre me la dio. ¡Diré, cerda hermosa y bella, pues animas mi juventud con soplos de gran magnitud, que te haría una paella! Pero en ese momento el odio nos separó por el fuerte movimiento que mi cuerpo tumbó. ¡Oh, dura y pesada pena! ¡Oh, larga y triste condena! Aquel niño es mi tormento. Con llantos desesperados te veo en el cielo partir, pues siempre son los amados los que más tienen que sufrir. Peppa, vuelve ya, por favor, no puedo vivir sin tu amor, aquel que me hacía latir. Aimée Mongort Bournigal

Punto de vista del señor cascarrabias atascado en la noria Esta tarde mi hijo se ha levantado con unas irritantes ganes de ir a la feria. Cuando iba a negarme rotundamente ha aparecido mi mujer y con cara de “hoy duermes en el sofá” me ha convencido. Al llegar a las afueras del centro mi hijo ha visto la gigantesca noria que han inaugu-rado este año y ha salido corriendo para hacer la cola. Cuando estaban entrando en la atracción para sentarse, los dos se han girado a mirar-me para que subiera con ellos a lo que les he respondido que las cabi-nas de la noria eran solo de dos personas. Y aquí estoy, atascado en la cima de la noria porque la maldita atracción ni habrá pasado los con-troles de seguridad y sentado junto a una niña mocosa que no para de llorar. Miro hacia abajo y justo debajo veo a una madre comprándole un globo de Peppa Pig a su hijo. El niño emocionado anda y le enseña el globo a su madre en lo que otro niño pasa corriendo, chocan y el globo empieza a elevarse. Ya son dos niños ruidosos llorando. A cada segundo que pasa el globo está más cerca de mi cabina, estiro el brazo y lo cojo. La niña sentada a mi lado lo mira con asombro y deja de llo-rar. Le acerco el globo y lo suelto delante de su cara, vuelve a elevarse hasta perderse en el cielo. La niña vuelve a llorar. Ana Llorens Ferrer

Exclamativo ¡Hoy es un buen día! ¡Sí, lo es! ¡Día de feria! ¡Atracciones, dulces y ...! ¡Cómo no! ¡Vendedores de globos! ¡No podía faltar! ¡Claro, no! ¡Peppa Pig aquí! ¡Peppa Pig allá! ¡Pidiendo! ¡Ya está pidiendo! ¡Siempre igual! ¡Pequeño vanidoso! ¡Míralo! ¡Tirándome de la ropa! ¡Ya, ya! ¡Venga! ¡Mira éste también! ¡Otro listillo! ¡No! ¡Cinco euros! ¡No pago más! ¡Que no! ¡Cinco y punto! ¡Toma! ¡Olé! ¡Victoria! ¡Adiós muy buenas! ¡Ah! ¡Tan feliz! ¡Bendita infancia! ¡Cómo le brillan los ojitos lindos! ¡Pero qué insistente es! ¡Siempre se sale con la suya! ¡Por eso es tan feliz! ¡Já! ¡Pero yo me dejo, claro! ¡Me dejo engatusar! ¡Mea culpa! ¡Pero bueno! ¡Señor! ¡Bruto! ¡Maldito seas! ¡Jesús! ¡Hijo! ¡Qué golpe! ¡Golpetazo! ¡Hala! ¡Al cielo! ¡Ahí te va San Pedro! ¡Sí, sí! ¡Im-posible de recuperar! ¡Qué desperdicio! ¡Ay, y éste! ¡Este pequeño mío! ¡Cómo llora! ¡Mi gozo en un pozo! ¡Adiós alegría! ¡Qué descon-suelo! ¡Mi niño! ¡Pobre niño! ¡Virgen Santa! ¡Qué berrinche! ¡Por un globo! ¡Ay, no! ¡También se ha hecho daño! ¡Maldito bruto! ¡Nuca fa-lla! ¡Los hijos de los demás, unos brutos! ¡Pues vaya día! ¡Ay, hijo! ¡Conmigo, sí! ¡Ven con mamá! Verónica Martínez Calabuig

Historia contada por un hater de la vida sin sentimientos Bueno, pues esta es la ridícula y penosa historia de un niño pequeño y de su tonta madre. Estos dos paseaban por una horrenda feria que es-taba a las afueras de la contaminada y sucia Madrid. Pues resulta que un vendedor de globos, culpable de la lamentable situación, se acerca para ofrecerle su inútil producto, y el niñato pide desesperado de la vida un globo rosa de Peppa Pig. La madre que no puede ser más taca-ña se pone a regatear la muy rata el precio del globo, y después de ha-cer la ridícula saca un billete de 5 euros mientras el niño le aguantaba el bolso. El chiquillo, más feliz que una perdiz se despista el muy bobo (porque todo el mundo sabe que comprarse un globo de Peppa Pig es la cosa más emocionante que puede haber) y como consecuencia, otro inútil de turno que pasaba corriendo choca con el niño. Total, que co-mo el niño era lo más parecido a la reencarnación de Pulgarcito, se le suelta el globo haciendo que suelte esa increíble máquina de diversión. El niñito de mamá rompe a llorar desconsolado viendo como su peda-zo de globo de Peppa Pig salía volando. Mario Carrasco

Mundo paralelo Una mujer sin hijos pasea con su padre gigante por un museo instala-do en el centro de Tapaku. Un comprador de casas se les acerca para preguntarles por su vivienda, y el padre pide encarecidamente vender su chalet azul con la foto familiar grabada en la fachada. El comprador discute el precio de la vivienda con la mujer sin hijos y, finalmente, saca un fajo de billetes de 500 euros de su maletín y el comprador, a cambio, coge las llaves con su mano izquierda. Triste, anda dejando atrás a los vendedores y, cuando se vuelve a mirarlos, un niño pasa en bicicleta, y para esquivarlo, el comprador da un salto soltando sus lla-ves. Estas se caen por una alcantarilla por debajo de los pies del com-prador, que inmediatamente rompe a reír alegremente. María Gálvez Jerez

Conversación entre vascos PATXI: Aupa señora! No querrá comprarme un globo y así se lo regala a su hijo? AITOR: Sí, ama porfa! Ese de Peppa Pig que me gusta mucho y es muy jatorra ella AINHOA: Bueno vale, pero no te puedo dar mas de 2€... PATXI: Aiba la ostia señora, con eso no me da para nada, no puedo ni irme de poteo esta noche y tomarme unos txikitos AINHOA: “Y a mí que me importa eso?”, pensó la madre. Bueno... por no discutir más toma estos 5€ y vámonos Aitor que empieza a caer xirimiri y tenemos muchas cosas que hacer. AITOR: Eskerrik asko ama. (Aitor empezó a correr mientras su madre caminaba por detrás y choca con un chico mayor que él, como consecuencia suelta el globo, y éste, sale volando) AITOR: Amaaaaa, le dice llorando a su madre. Cómprame otro, mese-dez. Te prometo que este no lo perderé por nada del mundo y me por-taré bien durante todo lo que queda de semana. AINHOA: No no, Aitor. Olvídate, ya te he comprado uno y lo has per-dido. Nos vamos ya a casa que me está entrando un tripazorri que me comería un chuletón yo sola… AITOR: Jo, pues ya que no me lo quieres comprar... vámonos de gau-pasa! AINHOA: Me caguen dios! “Está claro por qué el niño ha salido tan fiestero, es igual que el aita...”, pensó. Raquel Casillas del Val

En esperanto Patrino promenas kun sia juna filo tra foiro starigita en la ĉirkaŭaĵo de Madrido. Balonvendisto alproksimiĝas al ili por oferti al ili sian pro-dukton kaj la knabo serioze petas rozkoloran balonon ornamitan per figuro de Peppa Pig. Lia patrino diskutas la prezon de la produkto kun la vendisto kaj, fine, prenas kvin-eŭran bileton el sia sako kaj la malgranda, kompense, prenas sian balonon per sia dekstra mano. Ekscitita, li marŝas antaŭ sia patrino kelkajn metrojn kaj, kiam li tur-nas sin por rigardi ŝin, alia pli aĝa infano preterkuras, kolizias kun la malgranda kaj, kiel rezulto de la akcidento, la knabo kun la balono fa-las teren, liberigante sian ludilon. La balono neeviteble leviĝas super la kapojn de la patrino kaj la infano, kiuj tuj eksplodis en senkonsolaj larmoj. Natalia Ruiz Pitarch

Punto de vista de una nube Otro día de feria. Me encanta ver las caras de felicidad por todo el lugar; puestos de comida con un olor delicioso que llega hasta aquí arriba, ca-setas de toda clase de juegos y... ¡Oh! Un niño acaba de soltar sin querer su globo, pobrecito, como llora. Veo como el globo se eleva y se eleva en mi dirección y me atraviesa sin remedio de poder cogerlo y devolvérselo al pobre crío, pues claro, solo soy una nube. La cantidad de caras tristes y de globos perdidos que he visto y me quedan por ver... Verónica Civera

Empieza Una madre empieza a pasear con su hijo de 6 años por una feria cuan-do un vendedor de globos empieza a ofrecerles su producto y el niño empieza a pedir insistentemente a su madre el globo de Peppa Pig. Entonces su madre empieza a discutir el precio del globo con el ven-dedor y compra el juquete. El niño, coge su globo y empieza a andar delante de su madre unos pocos metros y, cuando se vuelve a mirarla, otro niño más mayor empieza a correr, choca con el pequeño y, conse-cuentemente, el niño del globo cae al suelo soltando su juguete. El globo empieza a volar y el niño empieza a llorar desconsolado. Luiza Moura

Con faltas de ortografía Una madre passea kon su igo peceño por una fería imstalada a las afuerras de madrid. un bendedor de glovos se les azerka para ofrezer-les su produkto i el ninio pide carenecida mente un glovo rrosa dekorado con la fijura de Pepa pij. su madre diskute el prezio del produkto con el bendedor i, finalmente saca un villete de zinco euros de su volso i el peceño, a canvio, koje su glovo con la manita derexa. emozionado, anda adelante de su madre unos metros i, cuando se buelbe a mirar la, otro ninio mas mallor pasa corriendo, xoka con el peceño i, como komsequencia del akcidente, el ninio del glovo se cae al suelo soltamdo su guguete. el glovo se eleba sin remedio por emcima de las cavecas de la madre i del crió, que ime-diata mente ronpe a yorar desconsolado Laura Fernández Gómez

Picaresca española En Madrid, por la feria paseándose un mozalbete y su madre. Con mirada fija el niño cual gato callejero contemplando una sardina, vióse al vendedor que portaba globos par del tamaño de su cabeza, destacando esta del resto de los globos por sus dos ojos prominentes oscuros como olivas negras. El niño levantó su mano apuntando con el dedo a su objetivo. Justo al lado de la oreja izquierda del vendedor asomaba un globo con la cara de la gorrinilla Peppa. Al observar con atino la trayectoria del dedo del niño y viéndose el vendedor en par-tida por llevarse unos cuartos a su bolsillo, apresuróse con calma pe-ro sin pausa a ofrecer el globo a la pequeña mano derecha del niño. La madre, recia, con mueca de combate, procedióse al noble acto del regateo consiguiendo por fin por cinco cuartos, ser legítima propie-taria del pequeño artilugio aerostático. Con dicha y emoción anduvo el niño por delante de su madre sujetando el cordel que ataba el glo-bo, cuando de pronto, como mula que lleva el diablo, aparecióse apresurado un hijo de alguien, joven a la par corpulento, que sin re-medio chocó con el portador del globo, el cual dióse contra el suelo y hallóse todo desparramado observando como el globo se libraba de su mano elevándose a su aventurada suerte. El niño, viendo como el globo rosado con cara de cerdita se alejaba, rompióse a llorar des-consolado por su desdicha y pensando enfadado: “Si globo llevas en mano, evita el cruce con un marrano”. Clara Alonso Martínez

Comparatista Una madre y su hijo pequeño, el cual era tan bajito como un pulgarci-to, fueron a una feria que se situaba a las afueras de Madrid. El pano-rama de esta, se basaba en gente apretada como sardinas en lata y feriantes compitiendo por conseguir clientela cual vendedoras del mercado de un pueblo. El niño se encaprichó con un globo rosa de Peppa Pig, el cual era tan cutre como las películas navideñas de Netflix. Su madre finalmente lo compró y le costó más caro que el bolso del cual sacó el dinero. No obstante, valió la pena al ver que su hijo estaba aferrado al globo como un bebé a su biberón. Pero esta felicidad se esfumó en el momento en el que un niño mayor, que iba más rápido que una liebre, chocó contra él. Este hecho causó que el niño perdiera su globo, el cual desapareció tan rápido como se esfu-ma un papel entre llamas. En consecuencia, empezó a llorar como una magdalena. Inés Camarena Caselles

Punto de vista del niño que pasa corriendo El otro día, estuve con mi padre en la feria que montan a las afueras de Madrid. Vi un globo rosa de Peppa Pig muy chulo, pero cuando le pedí a mi padre que me lo comprase, él se negó porque decía que era muy caro para ser un globo tan simple, a mi esto me enfadó un poco pero decidí no pensarlo para no fastidiar el día. Al rato, vi de lejos como una señora le compraba ese mismo globo a su hijo solo por 5 euros, mucho menos de lo que nos costaba a nosotros... esto me dio tanta rabia que pensé en un plan para quedarme con el globo que tanto me gustaba. Decidí pasar corriendo por al lado del niño y darle un golpe chocándome con él, así soltaría el globo y yo podría cogerlo para llevármelo a casa, pero me salió un poco mal ya que le di tan fuerte que el globo salió volando sin que me diese tiempo a cogerlo y lo peor, el niño se puso a llorar desconsolado por mi culpa ya que había pasado tan rápido, que se cayó al suelo del golpe que se llevó. Laura Monleón Espinosa

Conversación telefónica CRISTIAN: Hey bro, dónde estás? Te estamos esperando. MANU: Hermano, acabo de aparcar en el descampao, la pesa’ de mi her-mana me ha hecho dejarla en la puta biblioteca. CRISTIAN: Dejate de tonterias hermano, nos queda 1 minuto pa’ subirnos al túnel del terror. Mueve el culo bro. MANU: No os subáis sin mi eh cabrones. Voy corriendo. CRISTIAN: Va cabrón. MANU: Mierda bro, me acabo de llevar un mocoso por delante. Menuda cara me ha puesto la madre. CRISTIAN: Jajajajajajajaja MANU: Ya te estoy viendo hermano. FIN DE LA LLAMADA Sofía García

Durante el videoclip de Night Changes Durante la grabación del videoclip de “Night Changes” de One Direc-tion en una feria a las afueras de Madrid, el integrante de la banda, Liam Payne, observó unos hechos un tanto extraños por parte de sus compañeros mientras él grababa su parte. Niall Horan se estaba ha-ciendo pasar por la madre de Harry Styles, este último vio un globo muy parecido a Zayn, otro de los integrantes de la banda, entonces le suplicó a su “madre” que se lo comprara. Como el precio era muy elevado para ser un globo, Niall comenzó a discutir con Simon Co-well, el horrible vendedor de globos. Una vez llegado a un acuerdo, Harry cogió el globo y mientras se dirigía hacia Liam para enseñarle lo mucho que se parecía a Zayn, se chocó con Louis Tomlinson. Cuando por fin dejaron de mirarse tras el choque Harry se puso a llorar al darse cuenta de que el globo se había ido hacia el cielo y di-jo: ¿Cómo que se fue? ¿A dónde?. Paula Bernabeu Muñoz

Profético Y así será, que durante la noche mas larga, el heraldo del fin de los tiempos llegará junto a su progenitora a las tierras olvidadas, fuera del mundo terrenal. Es allí donde donde la tentación en persona entregará el globo del destino al heraldo tras recibir la ira de su furiosa progeni-tora, así es como se hará con el destino del mundo. Mientras el oscuro ser se vanaglorie por su victoria, el elegido aparecerá y usando su fuer-za casi divina derribará al heraldo haciendo que el globo del destino vuele libre, lejos de su fin. Y es así que la tierra se salvará tras oír los gritos de desesperación del malvado heraldo. Santiago Díaz-Malaguilla Cuervas

Punto de vista de la madre con reduplicación Después de que mi niño insistiera, insistiera fuimos a la feria, feria. ¡ Ay que lejos estaba la feria, feria! A las afueras de Madrid, Madrid na-da más y nada menos . Cuando llegamos a la feria, feria un vendedor de globos, globos se acercó y mi pequeño me rogó, rogó que le com-prara el de Peppa Pig, Pig. El vendedor, ¡o mejor dicho timador, tima-dor pidió CINCO EUROS, EUROS! Pero al final cedí, cedí por la felici-dad de mi querido hijo, hijo. ¡Que sonrisa, sonrisa más bonita y am-plia tras coger el globo, globo en su manita! Continuamos caminando cuando un muchacho chocó, chocó con mi hijo que cayó soltando el globo, globo. Nunca vi nada elevarse, elevarse tan rápido como ese ju-guete ni a mi hijo tanto llorar, llorar, llorar. ¡ Maldito sea el mucha-cho, muchacho y el dichoso globo que costó tan caro ,caro! Marina Llopis

Guión teatral: El globo de Peppa Pig PERSONAJES Narrador Niño Madre Vendedor Narrador: Era una tarde soleada de noviembre en Madrid. Una madre sale a pasear con su hijo por la feria. Cuando van andando tranquilamente, el niño ve acercándose a un vendedor y fija su vista en uno de sus globos. Niño: ¡Mamá, mamá! Mira ese globo, el de Peppa Pig, ¿me compras uno porfa? Madre: Cariño, ahora mismo no llevo mucho dinero, pero voy a hablar con él. ¡Vamos a preguntarle! Narrador: La madre, ilusionada, se dirige a negociar el precio de globo. Madre: ¡Hola! ¿Cuánto cuesta el globo de Peppa Pig? Vendedor: Ese precisamente es uno de los más demandados. El precio es de 8€, señora. Madre: Vaya... a mi hijo le hacía mucha ilusión, pero la verdad es que solo me han sobrado 5. Vendedor: Bueno, viendo la expresión de tu pequeño... acepto los 5€. Narrador: La madre saca el billete de su bolso y se lo da al vendedor. El niño coge su nuevo y preciado globo con la mano derecha. Niño: ¡Gracias mamá, me encanta! Madre: Me alegro que te guste. Te lo mereces, sobre todo hoy que te has portado tan bien.

Narrador: El niño va andando cuando de repente se gira hacia su madre y un niño más mayor choca con él y provoca que este se caiga al suelo y que el globo se vaya volando. Madre: Pero bueno, ¿estás bien, hijo? ¿te han hecho daño? Niño: ¡Nooo! ¡Se ha volado mi globo! Narrador: El niño comienza a llorar amargamente , no por su caída, sino por ver cómo su globo de Peppa Pig se eleva cada vez más. Fin. María José Muñoz

Iaies de poble AMOR: Ai, mira Amparo! Quant de temps sense veure't, xica! AMPARO: Amor! Quina alegria em dónes! Ara mateixa estava pregun-tant a Carme la de la farmàcia del carreró San Joan per tú. Com estàs? AMOR: Un poc trista, la veritat. AMPARO: Xica no em digues això, ara què ha passat? AMOR: Fa una hora que m'ha tocat per telèfon el meu net des d'allí on estan vivint ells, allí en Madrid. AMPARO: Quina alegria! AMOR: Això em pensava jo, però agafe el telèfon i estava plorant a llàgrima viva el pobre Pablo. AMPARO: (estranyada amb cara de sorpresa) AMOR: Com t'ho conte. I jo tota agobiada sense saber que fer, no pa-rava de preguntar-li que li passava.. AMPARO: Ai quin mal trago Amor, per favor. AMOR: Pues sí, fins que s'ha tranquil.litzat un poquet i ja m'ho ha con-tat tot. AMPARO: A vore, a vore, conta. AMOR: Resulta que esta vesprada se'n han anat la meua filla i el meu net a la fira a passetjar, i en això que se'ls acosta un venedor de globus oferint-los uns globus decorats amb algun tipus de dibuixet, i el meu Pablo que és un enamorat de Peppa Pig, li va demanar eixe. I la meua filla, al final va cedir, cosa que em sorprén perquè no sol gastar massa. Total, que al final li paga el globus que costava cinc euros, massa car ho veig jo però bé, i Pablo agafa el globus la mar de content. AMPARO: Xica, ha eixit tot be al final, no? AMOR: No dona espera, que encara queda l'altra mitad de la història. AMPARO: Ah! Val, val. AMOR: En fi que... ai! Per on ens haviem quedat? AMPARO: Que el teu Pablo ja tenia el globus i estava contentíssim. AMOR: Ah sí! Això, que quan a la fi ja te el globus, comença a juguete-jar amb aquest, i quan es gira a mirar a sa mare que s'havia quedat un poc enrere, un altre xiquet passa correns i xoca amb Pablo. AMPARO: Pobre xiquet! AMOR: I clar, Pablo va caure i se li va escapar el globus. AMPARO: Normal, però quina pena!

AMOR: I només ha arribat a casa, m'ha tocat perquè encara esta-va plorant com si no hi hagués un demà. AMPARO: Pobra criatura! Però ja està més tranquil, no? AMOR: Això espere. He parlat en ell i al final crec jo que ja estava bé. Al menys ja no plorava. AMPARO: Toca va, algo és algo. AMOR: Bò Amparo, me'n vaig que he de fer el sopar. AMPARO: Sí sí, cap problema. AMOR: M'he alegrat molt de veure't! AMPARO: I jo a tu! Martina Santos

Audio de Whatsapp de la madre histérica Elena 1:00 ---- Antonio, estoy del niño hasta un sitio!! Le compro un globo que me cuesta 5 euros, después de tenerlo toda la tarde pidien-do el santo globito... Total, que cuando lo tengo contento viene un imbécil y lo empuja, que encima creo que era el hijo de la tonta de Lola, la de la tienda de electrodomésticos... casi le doy una torta pero bueno, eso, que lo empuja y nada… El globo a tomar por el saco y el niño a llorar. Bfffff....Está INSOPORTABLE!! (Se escucha al niño llorando por de-trás) Nada, y que no para... Manolito que solo era un globo!! Nos va-mos a casa? Si no paras de llorar nos vamos Manolo. Ya está bien… que me estás dando la tarde. Esther Castelló

Comedia teatral ACTO PRIMERO Escena I (En una feria instalada a las afueras de Madrid, por la tarde.) EL VENDEDOR.—¡Vendo globos! ¡Un globo 6€, dos globos 10€! ¡Que me los quitan de las manos! ¡Un globo 7€, dos globos 10€! Escena II EL VENDEDOR (se acerca a una madre y su hijo).— ¡Buenas tardes señora! Mire que globos más bonitos para su hijo. ¡Vamos que me los quitan de las manos! EL HIJO.— Mamá porfa, cómprame el globo rosa de Peppa Pig. LA MADRE.— No hijo, que están muy caros. Mañana te compro glo-bos del chino y que los infle papá en casa. EL VENDEDOR.— ¿Cómo que los globos están caros? Señora, que son solo 7€ ¡No sea usted tacaña y cómprele el globo de la cerda rosa al niño! LA MADRE.— Mire, es que ahora mismo solo llevo 5€ y no se lo pue-do comprar. EL HIJO (llorando).— Mamá, yo quiero el globo de Peppa Pig. Me prometiste que este año me ibas a comprar un globo en la feria. ¡Cóm-pramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! ¡Cómpramelo! EL VENDEDOR (molesto por los llantos del hijo).— Venga no llores niño, te doy el globo de los cojones por 5€ (coge el globo de Peppa Pig y se lo da al niño). LA MADRE.— Muchas gracias señor, que dios le bendiga (saca un bi-llete de 5€ de su monedero y se lo da al vendedor). EL VENDEDOR (a sí mismo)— Que pesado el niño, esta es la razón por la que nunca voy a tener hijos.

ACTO SEGUNDO Escena I (El mismo decorado) EL HIJO (corriendo dando saltitos de felicidad se adelanta a su ma-dre).— ¡Mira qué alto vuela el globo mamá! (se gira a mirar a su ma-dre). Pasa un niño mayor corriendo y se choca con el hijo. El hijo se cae sol-tando el globo y este se va volando) LA MADRE.— ¡Mira que te tengo dicho que mires por donde vas! 5€ a la basura. EL HIJO (llorando).— ¡Mi globo! LA MADRE.— Tira para casa. Si es que tenía yo razón, tenía que ha-berte comprado los del chino que cuestan 80 céntimos. ¡Cuando se lo cuente a tu padre te vas a enterar! Marta Nogueroles Buforn

Otra vez, el niño que corre y choca Corría desesperado. Necesitaba salir de la feria cuanto antes. Si aque-llos tipos me pillaban, me iban a quitar todo el dinero que llevaba aho-rrado para la medicación de mamá. Y no podía permitirlo, otra vez no. Los tenía muy pegados a mí. Decidí escabullirme entre la gente y es-conderme por un rato. Mientras esperaba agazapado a que los abuso-nes pasarán de largo vi a una madre con su hijo, este le pedía que le comprara un globo de Peppa Pig a un vendedor que tenían cerca, la madre al principio se negó en rotundo, pero acabo accediendo; trató de regatear el precio con el vendedor, lo acabo comprando por cinco euros. Vi como el niño cogía el globo muy feliz. Esa escena me recordó a mí con mi propia madre, a otros tiempos, tiempos mejores, antes de lo de papá, la enfermedad, lo de…mis cavi-laciones se vieron interrumpidas al ver que aquellos hombres habían descubierto mi escondite y se dirigían hacía mi con presteza. Volví a correr. En mi huida choqué sin querer con el niño del globo, pero no paré. Oí a lo lejos un llanto desconsolado, giré y vi al niño en el suelo y el globo alejándose en el aire. Me dio pena, mucha, pero no podía parar, lo ha-cía por la salud de mamá. Aquel niño tendría más globos, yo no iba a tener más madres. Lucía Confidence Omoregie

“Hermana, creéme” Tía, te tengo que contar, que no vas a creer lo que me ha pasado hoy cuando volvía a casa, pero de verdad que me tienes que creer, así que porfa no me interrumpas, porque si no no me vas a creer. Te lo juro, y es que estaba volviendo a casa, que he ido a la feria esta que hay a las afueras de Madrid con Aitana, que te prometo que ha sido con Aitana, no con Bruno, que yo con Bruno ya sabes que no tengo nada, ay pero porfa créeme que no te estoy mintiendo. Bueno, que estábamos paseando, y hemos visto a una madre con un niño pequeño de la mano, que sí, créeme, que no era el padre, y no era una niña, eran la madre y el niño. Bueno, pues se ve que el niño vio a un vendedor de globos, si, de globos, no de juguetes, por favor créeme, y le pidió a la madre que le comprara un globo de Peppa Pig, que sí, que créeme, que no era de Pikachu, que era de Peppa Pig, jurado. Bueno, pues que la madre empieza a negociar con el vendedor, mien-tras yo y Bru-… Aitana y yo paseábamos muy cerca de la escena, que si que era Aitana!! Porfa créeme, que te lo prometo. En fin, que la madre lo negocia y saca un billete de 5 euros para pagar al vendedor, te prometo que eran 5 euros, no 10, que por favor me tie-nes que creer. Bueno, la madre le ha dado los 5 euros al vendedor y el niño ha cogido el globo, y se ha ido un poco más adelante que la ma-dre. Y ahora, viene lo más increíble, que por favor me tienes que creer que jurado que ha pasado. El niño ha salido corriendo, y otro niño más grande, que sí, que más grande, prometido, se ha chocado con el pobre niño del globo, y, increíblemente, el globo se ha soltado de la manita del niño y ha salido volando, y el niño pequeñito ha empezado a llorar. Que sí, que te prometo que ha pasado, Lucía créeme. Bueno, y todo el camino de vuelta a casa he estado pensando en el pobre niño, créeme, que me da mucha pena, te lo prometo. Amaia Gómez Murillo

Punto de vista de dos pescados andaluces en una pecera de la feria -PESCAO 1: BLIIIP BLUP BLAP BLIP BLIP BLAP BLOP (Illoo mira er niño ese cojonúo, dándole por culo a la madre pa que le compre un globo de la peppa) -PESCAO 2: BLEP BLEP BLUP BLIP, BLUP (amove illo eh que yo también daría ese por culo por un globo de la Peppa, amo a se since-roh) -PESCAO 1: BLAP BLOP BLUP BLEP BLEP (po la verdá que tienes ra-zón, la Peppa eh mucha Peppa) -PESCAO 2: ¡BLIIIIIP BLUUUUUUUP BLAAAAAAAP! (¡mira er jopu-ta, que ar finá se la comprao!) -PESCAO 1: ¡BLIP BLUP BLEEEEP! (¡íralo qué contento ehtá er mo-carro!) -PESCAO 2: ¡BLAAAAAAAAAAAP BLIP BLIP BLIP! (¡ostiaaaa er zar-pajazo que sa dao contra er suelooo!) -PESCAO 1: ¡BLAAP BLAAP BLAAAP! (¡que sa comío to er sueloooo illooo!) -PESCAO 2: BLOP BLUP BLOP (a toma por culo er globo) -PESCAO 1: BLEEP, ¡BLAAAP! (y er niño, ¡digoo!) Rut Carrillo Orozco

En morse ..- -. .- / -- .- -.. .-. . / .--. .- ... . .- / -.-. --- -. / ... ..- / .... .. .--- --- / .--. . --.- ..- . --.-- --- / .--. --- .-. / ..- -. .- / ..-. . .-. .. .- / .. -. ... - .- .-.. .- -.. .- / .- / .-.. .- ... / .- ..-. ..- . .-. .- ... / -.. . / -- .- -.. .-. .. -.. .-.-.- / ..- -. / ...- . -. -.. . -.. --- .-. / -.. . / --. .-.. --- -... --- ... / ... . / .-.. . ... / .- -.-. . .-. -.-. .- / .--. .- .-. .- / --- ..-. .-. . -.-. . .-. .-.. . ... / ... ..- / .--. .-. --- -.. ..- -.-. - --- / -.-- / . .-.. / -. .. --.-- --- / .--. .. -.. . / . -. -.-. .- .-. . -.-. .. -.. .- -- . -. - . / ..- -. / --. .-.. --- -... --- / .-. --- ... .- / -.. . -.-. --- .-. .- -.. --- / -.-. --- -. / .-.. .- / ..-. .. --. ..- .-. .- / -.. . / .--. . .--. .--. .- / .--. .. --. .-.-.- / ... ..- / -- .- -.. .-. . / -.. .. ... -.-. ..- - . / . .-.. / .--. .-. . -.-. .. --- / -.. . .-.. / .--. .-. --- -.. ..- -.-. - --- / -.-. --- -. / . .-.. / ...- . -. -.. . -.. --- .-. / -.-- --..-- / ..-. .. -. .- .-.. -- . -. - . --..-- / ... .- -.-. .- / ..- -. / -... .. .-.. .-.. . - . / -.. . / -.-. .. -. -.-. --- / . ..- .-. --- ... / -.. . / ... ..- / -... --- .-.. ... --- / -.-- / . .-.. / .--. . --.- ..- . --.-- --- --..-- / .- / -.-. .- -- -... .. --- --..-- / -.-. --- --. . / ... ..- / --. .-.. --- -... --- / -.-. --- -. / .-.. .- / -- .- -. .. - .- / -.. . .-. . -.-. .... .- .-.-.- / . -- --- -.-. .. --- -. .- -.. --- --..-- / .- -. -.. .- / -.. . .-.. .- -. - . / -.. . / ... ..- / -- .- -.. .-. . / ..- -. --- ... / -- . - .-. --- ... / -.-- --..-- / -.-. ..- .- -. -.. --- / ... . / ...- ..- . .-.. ...- . / .- / -- .. .-. .- .-. .-.. .- --..-- / --- - .-. --- / -. .. --.-- --- / -- .--.- ... / -- .- -.-- --- .-. / .--. .- ... .- / -.-. --- .-. .-. .. . -. -.. --- --..-- / -.-. .... --- -.-. .- / -.-. --- -. / . .-.. / .--. . --.- ..- . --.-- --- / -.-- --..-- / -.-. --- -- --- / -.-. --- -. ... . -.-. ..- . -. -.-. .. .- / -.. . .-.. / .- -.-. -.-. .. -.. . -. - . --..-- / . .-.. / -. .. --.-- --- / -.. . .-.. / --. .-.. --- -... --- / -.-. .- . / .- .-.. / ... ..- . .-.. --- / ... --- .-.. - .- -. -.. --- / ... ..- / .--- ..- --. ..- . - . .-.-.- / . .-.. / --. .-.. --- -... --- / ... . / . .-.. . ...- .- / ... .. -. / .-. . -- . -.. .. --- / .--. --- .-. / . -. -.-. .. -- .- / -.. . / .-.. .- ... / -.-. .- -... . --.. .- ... / -.. . / .-.. .- / -- .- -.. .-. . / -.-- / -.. . .-.. / -.-. .-. .. --- --..-- / --.- ..- . / .. -. -- . -.. .. .- - .- -- . -. - . / .-. --- -- .--. . / .- / .-.. .-.. --- .-. .- .-. / -.. . ... -.-. --- -. ... --- .-.. .- -.. --- .-.-.- Antonio Saval García (https://youtu.be/ROBrQ5p8Aw4)

Cani del 2000 Una mdre psea kon su ijo pekeño x una feria instala a ls afueras d ma-dri. Un bendedor d glovo s ls acerka xra ofrecerles su produkto y el niiiño pide kon tol kariiño un glovo rosiitah dekoraoo kon la forma d la pepapig. Su mdre diskute el presio dl produkto kon el bendedor y saka un biyete d cinco euracos d su volso y el pekeñoh coje su glovo kon la manoh deresha. To emocionao, anda delante d su maama, y cndo s gira a mirarlah, otro nino + mayor psa korriendo, s da una os-tia kon el crio y ps s cae y suelta el glovo. El gloviko empiesa a vola x ensiima d las cabesas d la mdre y dl niino, k se pone a llorar komo lo-ko. Alcea Spinoza Crisóstomo

Cuento tradicional Érase una vez, en un mercado a las afueras de Madrid, un pequeño paje que camina con su noble madre. Una muchedumbre cuchichea alrededor de un puesto muy concurrido. Un comerciante de inventos importados de lugares exóticos enseña una esfera que flota por si sola en el aire, ligada a una cuerdecita. El pequeño paje suplica a su noble madre adquirir la esfera rosa, decorada con un dibujo extraño y un poco amorfo. La noble madre y el comerciante negocian a viva voz el precio de la esfera, y finalmente, acepta pagarle cinco reales al ven-dedor, que saca de un monedero que esconde debajo de la tela de su delantal. El paje coge la cuerdecita que mantiene presa a la esfera con la mano derecha, y la mira maravillado mientras se separa de su ma-dre. De repente, un joven caballero pasa corriendo, y choca con el paje cuando el yelmo le obstruye la visión un segundo, empujando al pequeño paje al suelo, que suelta la cuerdecita y su esfera. El pobre paje llora desconsolado cuando la esfera sale volando por encima de la muchedumbre. Si solo hubiera tenido algo más de cuidado, nada de eso habría pasado. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Ana Ortiz Vanaclocha

Descriptivo La tarde del tercer sábado del mes de Noviembre de 2020, una madre de 35 años y 9 días, rubia, con ojos castaños, un metro setenta de altu-ra, vestida con unos pantalones negros, camisa azul cielo y un abrigo negro largo de gamuza, decide salir a pasear por la feria con su hijo. Una vez en la feria instalada a las afueras de Madrid, siendo ya las 18:23 de la tarde con una temperatura de 11 grados y el cielo despeja-do, el niño de 8 años, 5 meses y 14 días, de pelo y ojos castaños, con una altura de 147cm, vestido con unos pantalones vaqueros oscuros, una camiseta de Spider-Man y una chaqueta acolchada azul marino ve, a lo lejos, a un vendedor de globos. Este vendedor, un señor canoso y con bigote, de 53 años, 10 meses y 3 días, con unos zapatos marro-nes desgastados, una chaqueta acolchada del mismo color y pantalo-nes negros, lleva encima globos de IronMan, La patrulla Canina, Mi-ckey y Minnie Mouse, coches, perros y el último que le queda de Peppa Pig. Estos globos son de diferentes formas y colores: azules triangulares, rojos circulares, cuadrados con varios colores… y el de Peppa Pig que es rosa con la figura de la famosa cerdita. El vendedor decide acercarse a la madre y a su hijo, quienes van caminando al lado de un puesto de comida donde venden palomitas, manzanas carameli-zadas, perritos calientes con patatas fritas, helados y algodón dulce de fresa, menta, limón y cocacola. El niño, al ver el gran globo rosa de he-lio con la figura de Peppa Pig, no duda en empezar a gritar emociona-do y pedirle a su madre, quien pega un salto del susto, que se lo com-pre. La mujer, convencida por el niño, empieza a dirigirse hacia el vendedor y comienza a negociar el mejor precio. El vendedor se lo ofrece por 5 euros, alegando que es un globo bastante grande y de buena calidad. Finalmente, la madre saca de su bolso negro pequeño, que lleva colgado en su hombro izquierdo y saca un billete de 5 euros. El niño, contento, recoge inmediatamente el globo, que mide 76x83cm, con la mano derecha, agarrándolo bien para que no se le es-cape. Empieza a andar jugando con el globo 3 metros y 48 centímetros más adelante de su madre, quien lo vigila atentamente.

Pero cuando, a los 3 minutos y 4 segundos, se gira a mirarla, otro niño de 13 años, cuyo cumpleaños es ese día (razón por la que está en la feria para celebrarlo con su familia) pasa corrien-do al del menor, chocando contra él, y, como resultado, el niño pequeño cae al suelo soltando el globo de Peppa Pig, que sale volando sobre sus cabezas a una velocidad de 10 km/hora. Tras esto, el hijo comienza a llorar desconsoladamente y a mirar ha-cia el globo volando en el cielo que ya estaba oscuro. Alba Niyireth Cruz Bernal

Diálogo entre abuelos ENCARNI: Iba el otro día nuestra hija María con el niño por la feria que ponen en las afueras de Madrid. MANOLO: ¿Que iba Lucía por el Miño y quería que fueras a Madrid? ENCARNI: ¡Nooo! Que iba María con el niño por la feria y fue el típico vendedor con el montón de globos. ¡Mira que les gusta sacar dinero a la gente! MANOLO: ¿Pero san José no estaba cuando llegó el vencedor con los lobos? ENCARNI: Manolo, no te enteras de nada, de verdad. Bueno, yo sigo. Fue allí el hombre con todos los globos con dibujos y, cómo no, el niño no calló hasta tener el de la cerda esa de la tele. ¡Este va a ser un con-sentido! MANOLO: Pero, ¿cómo lleva María al chiquillo a un sitio con lobos y puercos sueltos?¡Normal que se cayera! ENCARNI: Se me van las ganas, se me van. En esta casa no tengo con quién hablar y yo siempre para todos. ¡Pero que me vas a escuchar como que me llamo Encarnación! MANOLO: Yo ahora no me voy a duchar. ENCARNI: Que me vas a ESCUCHAAAAR. Pues eso, que el timador de los globos le pidió cinco euros por la tontería. Pero es que esto no fue lo peor, porque, al momento, se chocó con él un muchacho más mayor, se le escapó y se fue volando. MANOLO: ¡Qué cara está la vida, qué cara! La de hambre que les falta por pasar… Mujer, ¿entonces también había animales que volaban? A la próxima, yo quiero ir a la granja. ENCARNI: Manolo, A LA FERIA, UN GLOBO QUE SE LE FUE VO-LANDO EN LA FERIA. MANOLO: Ah, por Dios. Si me lo hubieras dicho desde el principio… ENCARNI: ¡Señor, dame paciencia! Vamos, que al final nuestro chi-quillo se quedó en el suelo, llorando y sin globo. MANOLO: Pues si el ave alzó el vuelo normal que llorara el lobo. ENCARNI: ¡Estás sordo! MANOLO: ¡Tú sí que estás gorda! Victoria Albert Alejo

Programación #include int main() { float dinero; char lugar[25], color[15], figura[15]; int niño_con_globo, niño_corriendo, t; printf(“Una madre pasea con su hijo pequeño por una feria instalada a las afueras de “); /*introducir nombre de lugar*/ scanf(“%s”, lugar”); printf(“\n.Un vendedor de globos se les acerca para ofrecerles un globo de color “); scanf(“%s”, color”); printf(“ con la figura de ”); scanf(“%s”, figura); printf(“.\nTras discutir el precio, la madre saca un billete de “); scanf(“%f”, &dinero); if((niño_con_globo && niño_corriendo) && t<3){ printf(“\nEl niño es feliz con su globo”); } else if((niño_con_globo && niño_corriendo) && t>=3){ printf(“El niño con el globo y niño corriendo chocan. ”); printf(“Como consecuencia, el globo desaparece”); printf(“ y además, el niño empieza a llorar.”); } return 0; } Nuria Muñoz Verdú

Policromía Una madre sonrojada pasea con su pequeño hijo, cálido, áureo, inva-dido de felicidad, por una feria multicolor instalada a las afueras de la blanca y nevada ciudad de Madrid. Un vendedor de globos de múlti-ples tonalidades se les acerca para ofrecerles su colorido producto y el niño pide encarecidamente un globo rosa decorado con la magenta fi-gura de Peppa Pig. Su madre, rosada, discute el sombrío precio del producto con el vendedor y, finalmente, saca un billete verdoso y blanquecino de cinco euros de su bolso azul y el pequeño, a cambio, coge su globo fucsia con la pálida manita derecha. Emocionado, anda delante de su madre unos metros y, cuando vuelve a mirarla, otro niño pelirrojo más mayor pasa corriendo, choca con el pequeño blondo y, como consecuencia del negro y oscuro accidente, el niño del globo fre-sa cae al grisáceo suelo soltando su juguete. El globo rosa pastel se eleva sin remedio hacia el cielo azul marino por encima de las doradas cabezas de la madre y del crío, que inmediatamente rompe a llorar desconsolado. Paula Lleras

Pijo Ósea, estaba el otro día en la feria que hay a las afueras de Madrid y ósea, había un niño con su madre paseando. Ósea, después viene un vendedor de globos y ósea, el niño le pide a su madre que le compre el de Peppa Pig. Ósea que, después de haber estado la madre un rato dis-cutiendo el precio, saca un billete de cinco euros y ósea, se lo paga al vendedor. Ósea, el niño coge el globo súper feliz y ósea, va andando delante de su madre. Ósea, de repente pasa corriendo otro niño y ósea, el niño pequeño se cae y suelta el globo. Ósea, el globo se va y ósea, el niño empieza a llorar. Ósea tía ¡qué fuerte!, ósea ¡qué fuerte! Paula Pedrajas Sánchez

Informe policial Datos Informe Nº 426-2020-MTDC Cuartel General de Madrid Área de seguridad Policía Local Asunto: Pérdida de Globo de Peppa Pig. Lugar de los hechos: Calle Concepción, Chinchón, Comunidad de Ma-drid, España. Fecha y Hora de los Hechos: 24/11/2020 12:35:00 horas. Fecha y Hora del Registro: 24/11/2020 20:37:54 horas. Testigos: Celia Bernal, David Bernal, Carlos Ramos, Anónimo. Testimonios 1º Testimonio: La señora Celia Bernal, 37 años, da cuenta de que se dirigió a la feria situada en la Calle Concepción, Chinchón, junto a su hijo, David Bernal. La Sra. Bernal informa que un feriante (el Sr. Car-los Ramos), se aproximó a ella y a su hijo, y tras una breve charla en la que se estableció que el precio del objeto en cuestión eran 5€, final-mente David Bernal adquirió el globo y se alejó unos segundos de ella. Después, la Sra. observó a su hijo llorando desconsolado en el suelo, y tras ayudarlo a levantarse, se fijó en que el globo se elevaba por enci-ma de ellos, sin poder detenerlo. 2º Testimonio: David Bernal, 8 años, relata cómo su madre, la Sr. Bernal, compró un globo que él mismo le había pedido al Sr. Ramos. Cuando se alejó de ambos, otra persona (posible sospechoso) se lanzó contra él, haciéndole caer al suelo, y salió corriendo de la escena del crimen, lo que causó la pérdida del bien recién adquirido.

3º Testimonio: El señor Carlos Ramos, 42 años, explica cómo se apro-ximó a Celia Bernal y David Bernal con la intención de realizar su tarea habitual: Vender objetos en la feria anual. Tras decidir el precio del pro-ducto con la Sra., Carlos se lo entregó al niño y vio cómo se alejaba, pero explica cómo sólo llegó a ver el globo elevarse por el aire, sin rastro de sospechosos que pudiesen haber provocado el accidente. 4º Testimonio: Una persona anónima informó a los agentes responsa-bles del caso que fue testigo de como un niño de unos 12 años se lanzó contra el niño pequeño (Enrique Bernal), para más tarde alejarse con una actitud burlesca, por lo que considera que el accidente pudo ser provocado. Contenido Los agentes Joaquín Reyes y Laura Castillo informan al teniente Enri-que Jiménez del hecho ocurrido el día 24 de noviembre de 2020 a las 12:35 horas, en la feria anual situada en la Calle Concepción, Chinchón. Se provocó la pérdida de un globo de Peppa Pig, teniendo como testigos a 4 personas, una de ellas anónimas, las cuales realizaron una declara-ción voluntaria. La víctima (David Bernal) y la persona anónima asegu-ran la presencia de una persona no identificada que pudo provocar el accidente. La madre de la víctima (Celia Bernal) y el vendedor del objeto perdido (Carlos Ramos) indican que no tienen constancia de otra per-sona relacionada con el suceso. Tras una búsqueda exhaustiva realizada por los agentes, fue imposible encontrar al culpable debido a la gran cantidad de personas que se encontraba en el lugar de los hechos. Am-bos agentes declaran el caso cerrado por falta de pruebas verídicas en contra de una persona no identificada. Sara Tomás Díaz

First dates Buenas noches telespectadores. Hoy nos encontramos en esta román-tica feria de las afueras de Madrid para recibir a Niño y a Peppa, los primeros solteros que vendrán para encontrar el amor durante este programa. Los presentamos a continuación: Niño: 10 años, “contento, pero no mucho” No aguantaba más ser el único soltero de su clase de quinto de prima-ria, la presión social le ha podido. Entusiasmado y emocionado, ha de-cidido acudir a nosotros. Su madre no le dejaba venir, pero después de pedírselo insistentemente se lo ha permitido con la condición de que ella fuera también. Peppa Pig: 1 día, “cerda y airosa” Nos confiesa que le queda poco tiempo de vida debido a su constitu-ción física. Aun así, acompañada por su padre, quien se asegurará de que el pretendiente de su hija sea capaz de valorarla como se merece, Peppa está dispuesta a buscar el amor. Los cuatro llegan a la feria. La madre de Niño se pone a discutir con el padre de Peppa, afirmando descaradamente que la hija de este no es para tanto, aunque finalmente ambos acaban aceptando que sus hijos podrían hacer buena pareja. Los acompañantes se marchan. Niño co-ge a Peppa de la mano derecha y empiezan a pasear iniciando así su ansiada cita. De repente, alguien empuja a Niño. Este aguafiestas resulta ser el exnovio de Peppa, que todavía no ha superado su ruptura y no soporta verla con otro (suena “Dos hombres y un destino” de Bustamante de fondo). Desconcertado, Niño suelta la mano de su cita, se gira para vi-sualizar la cara de su agresor y al instante se da cuenta de que Peppa ha huido. Al ver la cara de su antiguo novio, como por arte de magia, ha echado a volar, haciéndose cada vez más pequeña en el cielo parece que se va deshinchando. Al parecer, no mentía sobre su extraño físico.

Niño llora desconsoladamente. (suena “Photograph” de Ed Sheeran de fondo) Buen viaje Peppa, esperamos volverte a ver. Nos dejas para recordar-nos que todo es posible en First Dates y que el amor es capaz de ha-certe volar, aunque también de hundirte en la más completa miseria. Aun así, no hay que perder la esperanza. Vuestro amor verdadero está en algún lugar, solo debéis confiar en ello. Seguiremos ayudán-doos a encontrarlo después de la publicidad.

Neus Vila

Resumido Una madre le compra un globo caro de Peppa Pig a su hijo en una fe-ria, pero éste se choca, cae, lo suelta y llora. Melissa Ulrich

Spanglish Yu sabes, el oder dei estaba yending por una feria, ¿yu nou?, de esas where hay niños smol, y donde usuali hay attracions. Pues eso, que había un sir allí que estaba vendiending globs, de many colores, pero no baluns de los normals, sino de los que floting en el er. Entonces vi a un quid bastante pequeñ, que le estaba preguntanding a su madre si podia tener un glob de la Peppa Cerdito. Sí, el pig ese que es beri popular in de Internets, que have una Tv serie y toding. Al final la mom le bull el balun de la Peppa, but ¿sabes que pasó lueging?Un niñ más big vino corriending and empujó al que tenía el glob, tirándolo al sueling. Muy sad lo del niñ, que se puso a lloraring mientras su mom le intentaba consolaring. Leire Sancho Ebrí

Criptograma por transposición empleando como palabra clave GLOBO y su orden alfabético y resolución m p c h e o n i t a a a a . n r o e c p f r u u e o e e m u b a r o i d p . d s e c l u o n r n n a b t i u e l l e c o e o n n e a c d d a e d o r c o e m l r o a a r d o n q y o e c l d , ñ g c s s n j t g s v r i e a s z l r l , n a n m l d n d / U d s n j u o f i l l u d r n e e o e r r e e r t n i c i n g r e d l u P P u e u p o r t e e , l e a l d c o u o e o m c u o a t e E o , d t u e m s a e v r , n á o a i , a l e c o u a c n l d o e e l o g . o e s m p c e a s m y r u e a e e r s o . / n r e s o e r e n a a e e i v d g s s c a c s o o i d a t l o c o a r e i m d t r d o o v d f m , u l e o s b y q , b o g c m a c m n a e e m u e y n v e a o i s r c e c c p ñ o n e d c t n e b a l t s u E b l i e o i l b d a d í e d m r a a c l / a e a u p ñ u r s d s r M d e o l s a a o e s d y ñ e r a e o s o c f a p g a i e e e d c e o i e s n e c e d o e u a i g l o a d h o a n l d a n t , d u a r t ñ m p o n h o e o m s n e i e i l o l o a u e l o e n d r m a e e d e o i i e o l r o a / a a o i q p a a a a f s d U d d b l e a r l p c l p n c e n o d a n g e a S r c l i p c n d y a t c i e n r s s p ñ a , s b l i r . i o a n s r s o u s l i a o m y s r o c e u , c c i a e e o l a u o d u e l e a e o n d c a a e c q m t t p o e s o

Silvia Diosdado López

Lo cuenta Peppa Pig Esta es mi historia. He ido de feria en feria durante todo este tiempo. Ya me tocaba un des-canso después de tantos guiones y focos. Siempre me había ocasionado curiosidad visitar Madrid y por fin estaba allí. Un día como cualquier otro vi a una madre y a su hijo merodeando por allí. Daban vueltas y más vueltas hasta que se pararon en frente de mí, menos mal. Ya me iba a preocupar de que de aquí en España mi fama no fuese tan grande co-mo yo esperaba. Aquel niño me alegró el día, pues dejaría de estar en aquel puesto y me dispondría a conocer las zonas turísticas de Madrid. De repente, la ma-dre de aquel muchacho se pone a negociar con el vendedor sobre mi precio. ¿Pero qué se ha creído? ¡Que soy ni más ni menos que la célebre Peppa Pig! Gozo de un gran prestigio y fama mundial, ¿cómo se atreve a negociar mi valor? Lo más increíble es que el vendedor acepta el trato. INDIGNANTE ni-ños, Peppa Pig es muy grande para que le bajen su caché. Si es que ya lo sabía yo, la edad, que no perdona, no soy la misma cerda jovenzuela que hace unos años, ayy, ¿dónde hemos acabado Pepa? Bueno, por lo menos podría ver Madrid. El niño me llevaba feliz en el globo. Me alegraba transmitirle tanta felicidad. Si es que ya lo decían mis productores, “los niños son tu especialidad”. Durante esos instantes se creó un pequeño vínculo entre mi nuevo ami-go y yo. Pero esa felicidad tuvo los minutos contados porque un niño, de mayor edad que mi compañero, pasó corriendo al lado de él. Mi amigo cayó inmediatamente al suelo presa del dolor, e inconscien-temente soltó el globo. ME SOLTÓ. Qué desgracia la mía. En ese momento, el pequeño empezó a llorar al igual que yo. Nunca ha-bía estado tan cerca de un niño. Ahora me encuentro elevándome en este globo rosa pensando una y otra vez en mi fugaz amistad. No hay nada que pueda hacer, así que será hora de darme esas tan ansiadas y merecidas vacaciones después de esos 303 episodios grabados. Sandra Celda Pérez

De la terreta Una mare passeja amb el seu fillet xicotet per una fira instal·lada als afores de València. Un venedor de globus s’apropa per encasquetar-li el seu producte i el xiquet demana encaridament un globus decorat amb les figures de Pepa la Porqueta. Sa mare es baralla amb el vene-dor per a vore si li pot baixar el preu del producte i, finalment, amb cara de pomes agres, trau un bitlletet de cinc euros de la seua bossa i el xicotet, a canvi, arreplega el seu globus amb la maneta dreta. Emo-cionat, pega unes voltetes per la fira mentre sa mare xarra amb una amiga i, quan torna a girar-se per a mirar-la, un altre xiquet més fadrí passa corrent i s’estampa contra el xicotet fent que, com a conseqüèn-cia de la desgràcia, el xiquet del globus trepitje i caiga a terra soltant el seu joguet. El globus s’enlaira per damunt dels cabets de la mare i de la criatura, que inmediatament s’esgarra a plorar com un descosit. Àngela Devesa Ramis

Cervantino En un lugar de la feria, de cuya ciudad no quiero acordarme, no hace mucho tiempo paseaba yo con mi madre siendo un chiquillo. Casada mi agraciada madre con un hidalgo, me dio luz a mí, que des-de temprana edad me resultó fascinante la profesión de mi progeni-tor. Éste me enseñó, en los muchos ratos que estaba ocioso, a leer con libros de caballerías. Los acogí con tanta afición y gusto, que olvidé que existía otro mundo. Y así, del poco dormir y del mucho leer, se me secó el celebro de manera que vine a perder el juicio. Fue el día de la feria cuando me di cuenta del tremendo mal que en-cerraba en mi mente. Cuando llegamos a este terrible sitio, yo empecé a ver amenazas a mi alrededor, los hombres se convirtieron para mí en gigantes y seres repugnantes que se acercaban a nosotros. Asustado por la situación, decidí actuar como un caballero, y le pedí encarecidamente que com-prase el producto que un feriante nos ofrecía. Sentía que ella no en-tendía mi desazón y ansias de obtener el producto, que a sus ojos era un simple globo. Ella, ablandada tras mi insistencia e incrédula por mi desesperación, le dio cinco monedas al vendedor, y me cedió lo que para mi era la espada que empuñaría para defensarnos. Compla-cido y sujetando la espada con la mano derecha, caminé unos pasos delante, y de repente me pareció escuchar que mi madre gritaba. En ese instante me giré inmediatamente para ir en su ayuda, pero un ser chocó contra mí y me caí. A causa de la caída la arma se resbaló de mi mano y fue tomada por un dragón furioso que la llevó consigo sobre nuestras cabezas. A continuación, tras analizar la situación y la incredulidad de mi ma-dre, supe que todo eso había sido producto de mi mente envenenada, y finalmente lloré amargamente, por la vergüenza que sentía de mí mismo. Marta Andrés Costa

Galo Una mère pasea avec son petit hijo por una fête instalada à la périp-hérie de Madrid. Un vendeur des ballons se les acerca para ofrecerles son produit et le garçon pide encarecidamente un ballon rosa decora-do avec la figure de Peppa Pig. Su madre discute el prix avec le vende-dor et, finalement, saca un billet de cinq euros de su sac à main et le petit, a cambio, il ramasse son ballon avec la manita droite. Excité, anda devant sa mère unos metros et, cuando il la regarde à nouveau, otro garçon plus âgé pasa corriendo, choca avec le petit et, en con-séquence de l'accident, le niño du ballon cae al sol soltando son jouet. Le ballon s'élève sin remedio au-dessus de las cabezas de la mère et del gamin, que immédiatement éclate en larmes desconsolado. Nerea Marzá

Cuenta la noria Era un día como cualquier otro, ya me estaba acostumbrando al chi-rriante ruido causado por el movimiento de mi ser, llenando de ale-gría a toda persona que se subiera en mis asientos. En una de mis vueltas pude vislumbrar como un feliz niño sonreía a su madre, esta extendía un billete a un vendedor, motivada por la cara agradecida del niño que quería especialmente ese globo de Peppa Pig. Los se-gundos en los que mi movimiento daba al lado contrario de aquella escena, no pude parar de pensar en lo maravilloso que era mi trabajo y en como el globo de Peppa Pig sería un recuerdo de su gran aventu-ra en la feria. Increible. Parecía un momento mágico, hasta que noté un pequeño roce proveniente de una cuerda en uno de mis asientos. Peppa como si fuera una broma, realmente estaba volando y ni yo con mi amplia estructura pude pararla, ni el niño quien se veía en el suelo llorando adolorido, ni la madre, ni nadie. La feria era un pe-queño ecosistema, bien lo se yo y todo podía cambiar en segundos. Carmen Mora Márquez

Hilo de Twitter del niño diez años después de los hechos

el día que 🐽PEPA LA CERDA🐽 paró el 🛫tráfico aéreo🛬 por culpa de una protoversión de mí misma

✨ABRO HILO✨

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fui con mi madre al circo porque ella 🤡payasa🤡 desde peque

vi un puesto de 🎈GLOBOS🎈 y le di por culo como buena cabuda que soy hasta que me compró uno de Peppa Pig porque ella consigue todo lo que se propone (menos sacar más de un 6 en latín) (conchi aprué-bame)

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la cosa es que la 💅marica💅 de mi amigo @crybaby88 (que mal me caías tío) como buena zorra que es me empujó y a tomar por culo el globo

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que puede ser que se fuese porque no me aguanta nadie (ni el globo de la cerda esta)? que lloré hasta que me compraron regaliz? que @crybaby88 sigue siendo una zorra?

-------------------------- ni yo ni mi madre ni nadie nos acordábamos del globo hasta que lle-gamos a casa y vimos el 😱ESPECTÁCULO😱 que se había montado en las noticias

------------------------- 🔴 ÚLTIMA HORA | Globo se atasca en el motor de un vuelo a Ma-drid y paraliza por completo el tráfico aéreo bit.ly/estoesuninvent.com

Y NOSOTRAS ASÍ

----------------------------- mi madre me miró, yo la miré, y no volvimos a hablar más del tema. Y lo mismo con @crybaby88 “si tú dices que era mi globo yo digo que lo solté porque me em-pujaste” gran forma de empezar una 👯 AMISTAD👯

la cosa es que han pasado ya 10 años y por tanto el delito ha prescrito @/policia ahí te quedas

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💋FIN DEL HILO BITCHESSS💋

*respuesta de @crybaby88* Miralaaaa ellaaaa famosaaaa pues no diste por culo con el globo ni na so falsaaaaa

*tu respuesta*

Irene Martínez Alegre

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