Tercamente empeñados

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8MIEMBROS PATRONATO FUNDACIÓ AJUDA I ESPERANÇA

Presidenta: Maria Rosa Buxarrais

Patrones: Pedro Barceló, Marta Burguet, Joan Buscà, Rosa Navas,

Robert Rodergas, Joan Maria Terribas, Ramon Tous y Agustí Viñas

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¿Cómo se pueden combinar dos pala-bras que tienen un mismo significa-

do? La respuesta es sencilla. Con esta hipérbole queremos remarcar nuestra actitud de obstina-ción en la determinación de contribuir a crear un mundo mejor. Porque estamos convencidos que es posible. Que todos y cada uno de no-sotros tenemos esta capacidad, aunque quede restringida a nuestro pequeño o gran círculo de influencia. Stephen R. Covey, en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, utiliza este concepto junto con el de círculo de preo-cupación para analizar nuestro grado de proac-tividad, actitud que implica tomar la iniciativa asumiendo la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan y decidiendo lo que queremos hacer y cómo lo haremos. El círculo de preocu-pación lo constituyen aquellos factores sobre los que no tenemos control y que por tanto son di-fícilmente modificables. Mientras que el círculo de influencia está conformado por aquellos as-pectos sobre los que sí podemos incidir.Si circunscribimos este círculo de influencia en el círculo de preocupación podremos deter-minar alrededor de cuál de estos dos concep-tos gira la mayor parte de nuestros esfuerzos, de forma que, cuanto mayor sea el círculo de influencia, menos espacio dejará a las preo-cupaciones. Dedicar más tiempo y energía al círculo de preocupación es dar más poder a aquello que no podemos controlar. En cam-bio, si actuamos de manera proactiva sobre factores que dependen de nosotros, aumen-taremos nuestro círculo de influencia.Pues bien, como todo el mundo, también noso-tros tenemos un círculo de preocupación que demasiado a menudo se nos hace una carga pesada y difícil de llevar. Pero también tenemos

muy claro nuestro círculo de influencia y a él pro-curamos dedicar la mayor parte de nuestro es-fuerzo, trabajando para intentar ampliarlo todo el que nos sea posible. Así que invitamos a nuestros lectores a coger el compás y empezar a trazar círculos cada vez un poquito más grandes.Por nuestra parte, en esta edición de la revista destacamos las actividades que enmarcamos en el Espacio Joven, un espacio que ya hace un tiempo incorporamos a nuestro círculo de in-fluencia. Porque trabajar con jóvenes es trabajar para el futuro y está claro que, en este futuro, ellos serán los protagonistas y tendrán el mundo en sus manos. Este hecho nos permite ampliar nuestro círculo aunque sea de forma indirecta y, de paso, siempre es un placer contagiarnos de nuevas ilusiones y expectativas.Pero no nos olvidamos nunca de aquello que conforma nuestro círculo de preocupación que, en gran medida, se nutre de las preocupaciones y sufrimiento que nos expresan las personas en sus llamadas. Creemos que hacer eco de ellas es para nosotros un deber, a la vez que intentamos contener la angustia que sufren. Son las luces y las sombras de las que hablamos también en esta edición. Algunas sombras que se generan por el amor desmesurado, aquél que puede acabar anulando la propia personalidad cuan-do centramos nuestra propia vida en la vida en el otro, relegándonos al final de todo. Un amor que no es tal, porque nos hiere en lugar de ha-cernos crecer.Y así, paso a paso, día a día, vamos recorriendo nuestro camino más largo, el camino hacia nues-tro interior, para ser, una aventura de largo reco-rrido, un itinerario de vida que nos mantiene en constante movimiento. Un camino que hacemos tercamente empeñados.

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Aunque quizás la dependen-cia emocional sea uno de los

cuadros sintomatológicos de carácter psíquico más transversales en las ex-periencias desadaptativas de las per-sonas en su entorno, curiosamente no está clasificado como tal en el manual diagnóstico y estadístico de los tras-tornos mentales (2013). Sí que existen definiciones que se le aproximan bas-tante, como es el caso del trastorno de la personalidad por dependencia, que se caracteriza por la dificultad a la hora de tomar decisiones y asumir la responsabilidad de la propia vida, la cual se intenta delegar en los demás. Pero esta clasificación todavía no se ajusta per se al embrión dramático de la dependencia emocional, que para ser entendido en su plena expresión debe ser analizado desde la perspecti-va de la psicología social constructivis-ta (Ibañez, 2008), que señala la capa-cidad creadora de sentido que tiene el lenguaje en la interacción social. Desde esta óptica, la dependencia emocional, a medio camino entre la dimensión psicológica y la dimensión social, se nos presenta como una edi-ficación en el ámbito comunitario que se padece, o al menos se percibe, en el ámbito privado. Por lo tanto, una intervención en este aspecto debería acompañar la terapia psicoactiva con el fomento del agenciamiento perso-nal y el cuestionamiento de los roles, actitudes y comportamientos, acep-tados de manera mayoritaria, que in-fluyen decisivamente en la manera en que cobran forma y sentido nuestros deseos más íntimos.

Sergi Ferré Balagué. www.gaede.cat

Si la dimensión social que presenta tanto la dependencia emocional como otro tipo de dependencias, tanto psíquicas como químicas, no se reconoce como tal, su envolvente modus operandi (*) puede interpretar-se como una mano negra que crucifi-ca a las personas y de la que sólo es posible escaparse con métodos igual de sugestivos, como la adhesión a una religión o a un dogma. Este hecho ha provocado que durante varias déca-das las personas con esta sintomatolo-gía hayan tenido que buscar consejo y apoyo en lugares y metodologías que no ofrecían una visión global y rigurosa del problema al que estas se enfrentaban.De unos años para acá, diversos pro-fesionales se han especializado en este tema, y actualmente es más co-rriente que una persona pueda ser diagnosticada de dependencia emo-cional, que por supuesto se manifiesta de manera particular en cada caso, y ser tratada consecuentemente. Aun así, si analizamos las características (Castelló, 2015) que en el ámbito de las relaciones se asocian a la depen-dencia emocional (necesidad exce-siva del otro, deseos de exclusividad, relaciones basadas en la sumisión, prioridad de la pareja ante otras rela-ciones, idealización del otro, historial de relaciones de pareja desequilibra-das, miedo a la ruptura, asunción del sistema de creencias de la pareja, etc.), veremos qué poco difieren al-gunas de estas manifestaciones de lo que socialmente se aceptaría como “normal” e incluso deseable (sólo hay

que revisar las letras de las canciones pop). Quizás lo más desconcertante surge al darnos cuenta de cómo estos síntomas se conectan con otros que acusamos en el ámbito de nuestra in-terioridad, como la baja autoestima, el no poder sufrir la soledad y el estar sumidos en un estado de negatividad.Se hace necesario entonces entender cómo podemos calibrar estas dos rea-lidades, la interpersonal y la intraper-sonal, para que el resultado sea una situación equilibrada y adaptativa. En este sentido trabaja la asociación GAEDE, creada por y para personas (ante todo y sobre todo) con síntomas de dependencia emocional, que tra-bajan en aumentar la calidad y la sa-tisfacción en las relaciones afectivas. Para solicitar información y participar en las actividades del grupo, consultar www.gaede.cat

*) Como especie gregaria que somos, vivimos inmersos dentro de la sociedad en la que nos inscribimos y no es posible estar fuera. Aunque nos retiráramos del mundanal ruido, las con-signas adquiridas se manifiestan en nuestra manera de pensar y clasificar la información.

Bibliografía consultada:Castelló Blasco, J. (2005): Dependencia emo-cional. Madrid. Alianza Editorial. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-5 (2013). American Psychiatric Association. Estados Unidos.Ibañez Gracia, T. (2008). El com i el perquè de la psicologia social. Barcelona: Oberta UOC Publishing, SL.

La dependencia emocional como enfermedad psicosocial

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Luces y sombras

Ya sabemos que todo en esta vida tiene una cara

buena pero también una mala o, no tan buena. Es como el yin y el yang, concepto del taoísmo que expone la dualidad de las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias que se encuen-tran en todas las coses. Son las lu-ces y las sombras, que no pueden existir las unas sin las otras.Incluso el propio Teléfono de la Esperanza tiene las dos vertientes. Por un lado la luz que genera la actividad de todos nuestros vo-luntarios y voluntarias que, con su dedicación y esfuerzo, procuran dar una luz de esperanza a las personas que nos llaman buscan-do consuelo y acompañamien-to. Pero también hay la sombra, aquella niebla espesa que se extiende y tiñe las emociones de las personas que padecen, que viven momentos difíciles y expe-rimentan en primera persona la crudeza y la dureza que también forman parte del ciclo vital. Por eso queremos hablar de las lu-ces y las sombras de estas fiestas navideñas, porque es este el moti-vo de llamada más habitual entre las personas que se dirigen a no-sotros en estas fechas. A menudo los medios de comunicación nos preguntan si en estos días atende-mos más llamadas de lo habitual. Y explicamos que no hay un incre-mento cuantitativo significativo en las llamadas. Pero cualitativa-mente sí que hay cambios en los motivos, en aquello que genera la necesidad de contactar con

nosotros. De nuevo, las luces y las sombras.Luces que a menudo son impues-tas por la sociedad de consumo, por las propias tradiciones popu-lares, por lo que “toca hacer y vivir” en estas fechas señaladas. Luces que iluminan las calles, lu-ces que iluminan el interior de las casas. Luces de colores, musica-les, luces para celebrar la alegría del reencuentro, la ilusión de pe-queños y grandes, los regalos, las comidas y tantas otras cosas. Lu-ces que cuando todo está bien, cuando nuestra vida no tam-balea por el sufrimiento, resaltan nuestra felicidad y nos ayudan a vivir las fiestas con toda la positivi-dad que somos capaces.

Pero estas mismas luces son las que se convierten en sombras y a menudo bien oscuras, opacas, incluso tenebrosas, que tiñen a las personas de desesperanza, dolor y sufrimiento. Son las sombras de la añoranza de los seres queridos que ya no tenemos con nosotros, duelos recientes o que han pro-ducido un cambio tan importante en nuestra vida que se hace difí-cil de superar. Las sombras de la pérdida del poder adquisitivo, del

paro, de los problemas de vivienda, de la falta de seguridad, de las difi-cultades en las relaciones familiares, de la pesada carga de la soledad. Las sombras de las primeras Navi-dades después de una separación, dónde se echa en falta a los hijos los días que no toca tenerlos según el régimen de visitas. Y tantas otras circunstancias. Lo más difícil segura-mente será resistir la presión de que todo ha de ser bonito, alegre y lumi-noso cuando uno se siente tan lejos de esta perspectiva.Tenemos claras carencias para aceptar los momentos de sombras que la propia vida nos obliga a pa-sar, pero también para aceptar las sombras de los otros y más todavía para guiarlos y acompañarlos en ellas. No todo el mundo tiene unas Fiestas llenas de felicidad. Estas per-sonas tienen tanto derecho como otras a expresar su pena y, a pesar de ello, a menudo ni se atreven a ex-plicarlo, a compartirlo. A veces por vergüenza y otras porque se encuen-tran fuera de contexto. A menudo pasan demasiado desapercibidas, escondidas y hundidas en su deses-peranza.Nosotros, desde el Teléfono de la Es-peranza, seguiremos escuchándolas y acompañándolas también en es-tos días ofreciendo, ni que sea por un momento, una pequeñita chispa de luz, de esperanza en medio de las sombras. Es nuestra humilde con-tribución a estas Fiestas y lo hacemos de todo corazón porque es éste el verdadero motor de nuestro volunta-riado, el amor, el respeto y la solidari-dad hacia los demás.

Ma NeuS Calleja. Psicóloga. Directora del Teléfono de la Esperanza.@neuscalleja @tesperanzaCAT

Nosotros, desde el Teléfono de la Esperanza, seguiremos escu-chándolas y acompañándolas también en estos días ofreciendo, ni que sea por un momento, una pequeñita chispa de luz, de espe-ranza en medio de las sombras.

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El camino más largo: hacia adentro, para ser

Un buen amigo me decía que tras un niño que pre-

gunta por todo hay un espíritu de filósofo, tras un adulto empeñado en buscar respuesta a todo hay una persona inteligente, y tras quien no se inquieta por dar res-puesta a todas las preguntas, hay un sabio. Con la incomodidad que nos suponen los sabios, cuan-do somos como niños en busca afanosa de respuestas convenci-dos de que todo tendrá un qué, un por qué y un para qué. Sea como fuere, la dimensión perso-nal que trata de desplegar lo más genuino de cada uno de nosotros no tiene respuestas claras ni rápi-das. Es una aventura de largo re-corrido. No en vano, dicen que el viaje más largo es el que va de la cabeza al corazón. Sospecho que deben ser sabios quienes respon-den así. Aunque los neurocientífi-cos nos dicen que el corazón es el órgano de nuestro cuerpo que da impulso a la sangre, y que aquello que pedagogos y humanistas si-tuamos en el corazón ocurre en la amígdala, por tanto, en el mismo cerebro. Por ello, podemos pen-sar que el viaje más largo es de la cabeza a la cabeza. Ya lo decía otro sabio, maestro del primero, que el tesoro más escondido lo pondría en lo más adentro de la persona, porque es allá donde no estaría pendiente de mirar, por cercano. La mirada adentro es siempre de riesgo. Si la hacemos hacia afuera, y al fin y al cabo no nos resulta agradable, podemos tomar distancia. Al hacerla ha-cia adentro corremos el riesgo de

sentirla desagradable, y... desha-cerse de ello es otro itinerario, no siempre de vida. Las pedagogías que tratan de contribuir a desplegar lo más ge-nuino de cada uno, el ser en su esencia, trabajan la dimensión más personal tratando de prio-rizar el descubrimiento de uno mismo desde el conocimiento, reconocimiento y aceptación. Uno de estos sabios describe el recorrido hacia lo más intrínseco de cada uno como un camino ascendente y descendiente a la vez. Lo hace ascendente en lo que denomina la línea de acep-tación. Aceptación que sitúa ha-cia uno mismo y hacia el cosmos, percibiendo esta unicidad del ser con todo lo que existe. A su vez, considera que el círculo de des-pliegue del ser lo concluye un camino descendiente, en la línea de despojamiento, donde el ser se va desindentificando del ego; donde vive, se mueve y es, des-cubriéndose radicalmente uno, tomando conciencia de su reali-dad no dual, íntegra, que lo con-fiere. Entonces, el otro con quien competir o compararse ya no es externo. La envidia comparativa se reduce cuando sentimos que el propio valor radica en lo más intrínseco de uno mismo. Ambas vías, ascendente y des-cendiente, tienen el riesgo de lle-varse a cabo por separado. Si uno se queda en la aceptación, tiene el peligro de reducirse a un natu-ralismo materialista, que se reclu-ye en el gozo de las realidades aparentes, o bien en un laberinto

sin salida de angustia existencial. Mientras que si se queda solo en la línea descendiente, del despo-jo, puede quedar atrapado en falsas espiritualidades. La realidad es, y nuestra realidad es ser. La educación se ha esfor-zado desde tiempos quiméricos en descubrir este ser y tratar de poner elementos para desplegar-lo, en tanto que proceso de creci-miento interior. Al fin y al cabo, la plena concien-cia del ser pasa por conocimiento y reconocimiento de los propios pensamientos, sentimientos, sa-beres, percepciones e intuiciones, como parte constitutiva de uno mismo. Privar de este despliegue impide lo único real de la propia realidad de ser.Desde las pedagogías constructivis-tas entendemos que el self está en permanente y constante proceso de construcción, y devendrá en fases de construcción y deconstruc-ción en dinamismo permanente.Pero una tradición interiorista ha podido caer en replegarse en el propio yo, incluso hasta el punto de fijación. Aun así, desde la cons-ciencia como ciencia del propio self, las teorías de la educación han visto en el autoconocimiento y la autoobservación una fuente de conocimiento imprescindible. Algunas de estas miradas científi-cas se han acercado al objeto de conocimiento del yo tratando de fragmentarlo para profundizar en él. En todo caso, la percepción del self supone una percepción del sí mismo, que juega con la dificultad de la autoobservación. Por ello Fie-

Marta Burguet arFeliS

Profesora de la Facultat d’Educació de la Universitat de Barcelona

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rro (2005) habla de extero-percep-ción como la mirada que el sujeto puede hacer de si mismo con la ayuda de algún elemento externo (espejo, grabadora...), aunque a veces el conocimiento no siempre supone re-conocimiento: poco nos sabemos identificar con la ima-gen de nuestras propias manos, o con la escucha de la propia voz, aunque sí la fotografía de nues-tro rostro. El problema se sitúa en la autopercepción interna, ya no del cuerpo sino de aquello que los demás –sean personas o instrumen-tos- no pueden captar: estados de ánimo, deseos, gustos, intenciones, voluntades. Los cuales, uno mismo difícilmente llega a saber percibir. Aquí hay que tener en cuenta la teoría de la autopercepción de Bern (1972) que nos remite a la inferencia. Se entiende que hay que confiar en los indicios exter-nos por los cuales se pueden infe-rir los estados internos de la perso-na. Aun así, la experiencia interior es interpretada en función de elementos multifactoriales. Para la autopercepción de estos indi-cios externos hay que contar con un elevado nivel de consciencia, haciendo uso de la denominada ‘atención plena’. Diferentes ten-dencias psicológicas nos remiten a los procesos de memoria auto-biográfica a partir de los recuer-dos de uno mismo, sabiendo de las operaciones de repetición, codificación o reminiscencia que intervienen en estos registros.En este aprendizaje para ir des-plegando el propio ser hay un trabajo también a menudo con-

tra-cultural. En algunos entornos escolares y académicos la clave radica en aprender a desapren-der. Se han interiorizado pau-tas y comportamientos que en muchas ocasiones requieren un desaprendizaje con el objetivo de incorporar otros que vinculen con la propia interioridad, que no sean impuestos sino adquiridos por convicción, por creencia per-sonal, garante de arraigarse con mayor compromiso. Desde esta convicción podrán consolidarse sin fricciones, y adquirir un real compromiso. Por contra, la des-vinculación interna comportará procesos de ruptura y arrastrará seres desarraigados con lo más propio de ellos mismos. La propia escisión es uno de los peligros.Desde las repetidas premisas como ‘prestar atención’, ‘estar atentos’, la pedagogía no ha des-cubierto nuevas formas de captar e integrar conocimiento que no sean retornando a la descuida-da atención. Hay que estar alerta al peligro de las dependencias como mitigadoras de atención, y de la importancia de los estados de alerta para que todo aquello que se pueda percibir, sea de tipo sensorial o cognitivo, pueda te-ner significación y acabe siendo conocimiento adquirido y no sólo ingerido. La mente despierta es aquella que desvela la curiosidad, comporta voluntad de conocer, de saber más, de estar abierta a lo que se percibe, de indagar, al fin y al cabo, de preguntarse por las cosas y el entorno. De la aten-ción emerge una pedagogía de

la pregunta que permite desvelar la capacidad de sorprenderse. Aun cuando la pedagogía de tiempos antiguos ha hecho bande-ra del “prestar atención” en el aula, al maestro, al libro, a los contenidos de tipo cognitivo, y en los últimos decenios a las múltiples pantallas que presiden el centro del aprendi-zaje (televisión, ordenador, ipad…). Sea como sea, el objeto de cono-cimiento educativo pasó del ma-gistrocentrismo al paidocentrismo, y actualmente se ha focalizado en el pantacentrismo (por hegemonía de la pantalla), situando siempre el objeto educativo ad-extra, descui-dando lo que pueda haber ad-in-tra. Las pedagogías que apuestan por desplegar el ser deberán hacer atención a lo que emerge de lo más adentro.Espacios y tiempos de mayor quie-tud son a menudo los de eclosión de libertad y autoconfianza plenos, de donde emerge la conexión con este adentro. Cuando estamos co-nectados con lo que somos, des-plegamos esta propia autenticidad y devenimos plenamente nosotros, unos para los otros, alejados de au-tocentramientos solipsistas.Así pues, el camino más largo es siempre hacia adentro, de la ca-beza a la cabeza, al corazón, a la amígdala. En definitiva, itinerario de vida que nos mantiene en constan-te movimiento. Un camino que es el que nos lleva a ser y desplegar el propio ser. Sólo así, en armonía con aquello que verdaderamente so-mos, podremos sentirnos ser. Mi amigo, el de las preguntas y res-puestas, podría ser un sabio.

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Noticias del Teléfono de la Esperanza de Barcelona

Difusión Actividades formativasConvocatoria de

nuevos voluntarios

El segundo semestre de cada año acostumbra a ser intenso en actividades, puesto que queda concentrado en 4 meses, de septiembre a diciembre. Este año destacamos tres acontecimientos. El primero, la participación a FEM MUNDET, Feria de

servicios, entidades y proyectos, organizado por la Facultad de Educación de la Universitat de Barcelona, que tuvo lugar el 17 de septiembre en el Claustro del Edificio de Llevant. Hicimos difusión de nuestro servicio y llamada de voluntarios. También, en el mes de septiembre, participamos en la Muestra de Asociaciones de la Merced, en la Plaza Cataluña. A lo largo de tres días mucha gente pasó para nuestro stand y participó en el juego Diana de la esperanza. Queremos agradecer a todos ellos el interés mostrado para nuestro servicio.El tercero, el acto de celebración de los 25 años de la Federació Catalana de Voluntariat Social en el marco del Día Internacional del Voluntariado, el día 27 de noviembre en el Centro Tradicionàrius. En este acto se presentó la Guía para la implementación de un modelo de Responsabilidad Social y de Voluntariado de empresa y, posteriormente, tuvieron lugar varios reconocimientos, entre ellos, a uno de nuestros voluntarios que este año hace 25 años que dedica una noche al mes a escuchar a las personas que llaman al Teléfono de la Esperanza, Ramón Olaran, todo un ejemplo de solidaridad y compromiso. Queremos compartir con nuestros lec-tores una anécdota que él mismo destacó de su trayectoria en el Teléfono que refleja claramente el talante de nuestros voluntarios y relata en primera persona:“Una de las muchas noches que he pasado en el Teléfono de la Esperanza llamó una señora que me explicó que estaba a punto de suicidarse. Hablando con ella buscando algún motivo para continuar viviendo, llegó a decirme que se quería morir porque no tenía a nadie que la quisiera. Mi respuesta fue que esto no era verdad, que yo la quería, que aquí había 180 voluntarios que la queríamos y que estábamos todas las noches esperando que nos llamara justamente por eso, porque la queremos. La mujer quedó reconforta-da con estas sinceras palabras, pero, como siempre, nunca sabemos del todo seguro qué es lo que pasa cuando acabamos de ha-blar con las personas que nos llaman. Al día siguiente no vi ninguna esquela en los diarios que pudiera relacionar con esta llamada. Pasé una mala noche, pero pensé que no la había engañado, que realmente queremos a nuestros desconocidos interlocutores”. ¡Muchas gracias Ramón por formar parte de nuestro voluntariado!

La difusión de nuestro servicio es un punto clave para posibilitar que per-

sonas que no nos conocen contemplen la acción de llamarnos cuando viven un momento delicado. Aunque muchas personas han oído hablar del Teléfono de la Esperanza, no resulta fácil dirigirse a un servicio si éste no inspira la suficiente confianza como para abrirse y compartir aquello que genera sufrimiento. Por este motivo nos esforzamos mucho en dar a conocer nuestra actuación. También las redes sociales contribuyen cada vez más a acercarnos a las personas. Ya tenemos más de 1.000 seguidores en el Facebook (Teléfono de la Esperanza de Barcelo-na) y estamos en Twitter y en Instagram (@tesperanzaCAT). También hacemos difusión a través de páginas como Xarxa-net, Torre Jussana o Hacesfalta.org. Esto nos permite llegar a más gente y poten-ciar la participación haciendo de alta-voz de nuestra actividad y también de nuestros proyectos para pedir colabo-ración económica, como es el caso de Migranodearena.org.

La formación continuada supone una herramienta básica para mejorar las

competencias de nuestros voluntarios, he-cho que revierte directamente en la me-jora de la atención a las personas que nos llaman. Hemos empezado un nuevo curso y, con él, una nueva programación de ac-tividades reservando, como siempre, algu-nas de ellas a la mejora personal, otras a las herramientas de comunicación y otras para actividades más específicas. En este sentido, en el mes de noviembre tuvo lugar una Jornada de debate interno en la que muchos de nuestros voluntarios participa-ron activamente junto con los miembros del patronato de la Fundación Ajuda i Es-perança y el equipo de dirección, secreta-ría y coordinación de turnos. Es un placer ver una respuesta tan masiva en un sába-do por la mañana y poder contar con su colaboración para analizar las necesida-des de nuestro voluntariado y aportar me-joras al servicio del Teléfono de la Esperan-za. A todos ellos, ¡muchas gracias!

Con el inicio de un nuevo curso, a menudo tenemos que reprogra-

mar la distribución de nuestro día a día para poder adaptarnos a nuevos pro-yectos, nuevos retos o cambios inespera-dos que surgen en nuestra vida. Por eso se producen de forma continuada bajas entre nuestros voluntarios surgiendo la necesidad de incorporar otros nuevos. Y ya nos gusta que esto sea así porque nos permite dar oportunidad de ampliar nues-tro voluntariado a más personas. En estos momentos se están acabando de formar 14 nuevos voluntarios y voluntarias que es-peramos empiecen muy pronto a ofrecer su voz amiga. Pero no tenemos suficien-te y por este motivo tenemos que seguir haciendo llamamientos de voluntariado. Si alguien de nuestros lectores está intere-sado o sabe de alguno a quién le pueda interesar, nos pueden llamar, pasadas las fiestas, al 93 202 02 60 y les informaremos del proceso a seguir. Especialmente ne-cesitamos voluntarios que tengan amplia disponibilidad para que se puedan cubrir más fácilmente nuestros turnos vacantes.

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Espacio jovenNuestros lectores ya saben que, desde hace un par de años, nos esforzamos en acercar a los jóvenes a aque-llos valores intrínsecos a nuestra tarea que consideramos totalmente extrapolables a ellos. Estamos convenci-dos de que trabajar con los jóvenes es trabajar para un futuro mejor a través de la prevención. Pues bien, son dos los proyectos que, hoy por hoy, centran nuestra actuación con los jóvenes. Uno bastante consolidado, la formación, y otro en plena etapa de creación, la app ESPERANÇA.CAT. Este próximo semestre dedicaremos el máximo esfuerzo e ilusión a dar un buen impulso a ambos.

Ya hace dos años que empezamos a ofrecer en escuelas y otros espa-cios educativos esta actividad for-mativa y estamos muy contentos de los resultados y de la buena respues-ta que hemos obtenido. Alumnos y profesorado valoran muy positiva-mente estos talleres. Son talleres di-rigidos a alumnos de segundo ciclo de ESO, bachillerato, ciclos forma-tivos y universitarios. Tienen como objetivo que los jóvenes logren un conocimiento básico sobre lo que es la comunicación, especialmente la escucha activa, y qué elementos la conforman. A través de muchas dinámicas participativas los jóvenes toman conciencia de la importan-cia de la empatía en las relaciones interpersonales y aprenden a dife-renciar los elementos que configu-ran una comunicación negativa y una efectiva mejorando así su co-municación en las relaciones inter-personales.La metodología se basa en llegar a los contenidos teóricos subyacentes a través de actividades y dinámicas que permitan a los alumnos experi-mentar en primera persona aquello que queremos transmitir. Las activi-dades y las explicaciones se com-plementan y se van intercalando a lo largo de la sesión. En las activida-des participa todo el grupo de clase.Presentamos este taller en tres for-matos: uno de hora y media de actividades, otro en el que se aña-

de material para que el tutor pue-da ampliar posteriormente esta formación con más dinámicas y un tercero que incluye todas estas actividades en dos horas. También ofrecemos un cuarto formato, de cuatro horas, dirigido a profesorado (especialmente tutores) que amplía las dinámicas e intercala más con-ceptos teóricos. En todos los forma-tos, el aprendizaje se adquiere de forma vivencial. Pueden obtener más información llamándonos al 93 202 02 60 o a tra-vés del correo electrónico adminis-tracio@telefonoesperanza.com. El importe de estos talleres contribuye a la continuidad del Teléfono de la Esperanza.

Formación: Talleres de escucha acTiva

Éste es un proyecto de nueva crea-ción en el que estamos trabajando actualmente con mucha ilusión, para que pueda estar disponible en febrero. Es una aplicación para móviles y tablets con un doble ob-jetivo. Por un lado facilitar la difusión de contenidos relacionados con los principales valores vinculados con la esperanza. Unos valores que parece que estén en desuso, pero que los jóvenes también tienen pre-sentes en su día a día, aunque no siempre de forma consciente.Por otro lado, trabajar en la preven-ción de problemáticas personales y

APP ESPERANÇA.CAT

sociales que afectan especialmente a este colectivo. El objetivo contempla dos vertientes: la del joven que cono-ce a alguien de su entorno que está pasando un mal momento y encuen-tra en falta herramientas para poder ofrecerle un buen acompañamiento, y la del propio joven que se encuen-tra en una situación de crisis y no sabe cómo encararla o le falta información que le ayude a determinar el alcance de la misma. A menudo escucharse un mismo es de lo más complicado, pero, sin duda, es el primer paso para conseguir afrontar de forma óptima la situación.Y todo esto lo haremos de forma muy participativa, vivencial. Queremos que los mismos jóvenes colaboren en el crecimiento de esta App interactiva aportando imágenes, vídeos elabora-dos por ellos mismos, comentarios, tex-tos, experiencias o canciones. Habrá artículos, test, guías y otras informacio-nes de interés.Queremos que sea otra forma de pre-venir la salud emocional a través de un medio que constituye uno de los principales canales de acceso a la in-formación por parte de los jóvenes. Por eso, la App ESPERANÇA.CAT será una aplicación gratuita para dispositivos móviles (smartphones y tablets).Confiamos que, poco a poco, este proyecto vaya encontrando un espa-cio propio e invitamos a nuestros lecto-res a hacer difusión y animar a los jóve-nes para que conozcan y participen.

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Agradecemosla dedicación de 195 voluntarios y voluntarias y 9 patronos de la Fundación y la colaboración económica de:

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

520 PERSONAS PARTICULARES

De

pó

sito

leg

al:

B-24

379-

2011

¡AYÚDANOS!

Fundació Ajuda i EsperançaLa Caixa

ES34 2100 0837 9002 0029 8184

EMPRESAS

ENTIDADES RELIGIOSAS

DISIMOB 2000, S.L.THINKING FORWARD XXI, S.L.

MONESTIR DE MONTSERRATGERMANS DE LES ESCOLES CRISTIANES

H.H. DOMINICAS DE LA PRESENTACIÓNRELIGIOSAS DE LAS ESCUELAS PÍAS

... Y DIVERSES PARRÒQUIES

FUNDACIONES Y OTRAS ENTIDADES

OTRAS COLABORACIONES Y SERVICIOS

LA DIFUSIÓN DEL SERVICIO A TRAVÉS DE:

ARQUEBISBAT DE BARCELONA BISBAT DE TERRASSA BISBAT DE SANT FELIU DE LLOBREGAT

... Y A TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE HAN DADO NOTICIA DEL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA

nota sobre novedades en la deducción Fiscal por donativos

La Ley 27/2014 de 27 de noviembre del Impuesto sobre Sociedades estableció que a partir del 1 de enero del 2015 la desgravación en la declaración de renta por los donativos realizados por personas físicas que hasta ahora era del 25% pasa a ser del 27,5 % y a partir del 2016 del 30%.Aparece el concepto de fidelización de donaciones por el que todas aquellas personas físicas que hayan realizado donativos a la misma entidad en los últimos 3 años, podrán aplicar una deducción del 75% de los primeros 150 € y un 35% del resto (en 2015 los porcentajes son 50% y 32,5%). Si quien efectúa los donativos durante 3 años es una persona jurídica podrá deducirse el 40% de la cantidad donada (37,50% el año 2015).