ADVIENTO 2013

TERCER DOMINGO Delegación Diocesana de Pastoral Social Comisión Justicia y Paz Un año más, nuestra Delegación ofrece unas sugerencias de contenido social para este tiempo litúrgico.

ALEGRAOS “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca”. (Fp 4,4.5) “Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia” (Mateo 11,2-11) La irrupción del Bautista supone la llegada de un profeta, de un precursor que prepara los caminos, poniendo en cuestión el modo de vida de las gentes. Denuncia el pecado y anuncia un porvenir de esperanza. Hoy también hay precursores, hay profetas y pioneros que abren nuevos caminos a la humanidad… Los hombres que hoy luchan por romper nuevos accesos al futuro, esos son los precursores, los profetas de nuestro tiempo. (Misal de la Comunidad)

“EL CARDENAL MENDIGO”. “Hay otra clase de sociedad que nos interesa vivamente: Son los pobres. Mucho nos hace sufrir la suerte de éstos y quisiéramos poner medios abundantes para aliviarla; más… Han disminuido nuestros recursos, harto lo saben los que están al tanto de nuestros secretos, nuestros bolsillos están exhaustos. Así y todo, aunque sea a costa de hundirnos más y más, hemos dispuesto el reparto de pan y de ropas. No son tan amplios como es nuestra voluntad; que si pan se convirtiera ésta a todos dejara satisfechos, y si como el fuego calentara, nadie tendría frío. Pero la posibilidad no llega a donde llega el querer.”

(Beato Cardenal Marcelo Spínola)

Estas son palabras del Beato Cardenal Marcelo Spínola en 1905 cuando la hambruna andaluza, demostrando su deseo de ayudar a los pobres con todos los medios a su alcance. Salió a pedir en pleno mes de agosto, aun con fiebre, recurriendo a los casinos e instituciones de aquel tiempo, para que le dieran una ayuda económica, con el fin de ayudar a la gente que prácticamente moría de hambre, entre ellos los braceros andaluces.

REFLEXIÓN “La Iglesia no debe quedarse al margen de conseguir una sociedad más justa, pues “la fe permite a la razón desempeñar mejor su cometido y ver más claramente lo que le es propio”

(Nº 26.-Deus Cáritas est.- Benedicto XVI). ¿Quieres llegar y no quieres caminar? (San Agustín) Tenemos la tentación o el pecado de dilatar en el tiempo la conversión, una tibieza tentadora… Con vuestra paciencia poseeréis vuestras almas (Lc 21,19)

Tres cosas son las que principalmente nos encarece el Apóstol que construyamos en el hombre interior: la fe, la esperanza, el amor. El amor es la mayor de todas porque a la fe sucede la visión, a la esperanza la realidad, pero al amor nada le sigue: el amor crece, el amor aumenta y alcanza su perfección. "EL DESAFÍO DEL HAMBRE. LA SEGURIDAD ALIMENTARIA EN NUESTRO MUNDO GLOBALIZADO".

Recomendamos este documento elaborado por Manos Unidas, que nos puede ayudar a conocer la dimensión del desafío de la lucha contra el hambre y a ponernos en movimiento y comprometernos en hacer “proyecto común” y conseguir poner fin al hambre en el mundo. LOS DAMNIFICADOS DE FILIPINAS

El Padre Ángel ha finalizado su viaje de cooperación a Filipinas en donde, junto a

cooperantes españoles de Mensajeros de la Paz, ha entregado 20.000 kits sanitarios y un importante cargamento de alimentación infantil, ropa y calzado para los damnificados por el tifón Yolanda.

"Esta tragedia está siendo más grande porque hay menos ayuda internacional; no porque no llegue, ni se pierda por el camino, sino porque no se ha enviado", ha destacado el Padre Ángel, quien ha añadido que "no hay muchos cooperantes extranjeros y los países europeos han reducido sus aportaciones respecto a otras catástrofes recientes". El sacerdote tiene claro su objetivo, ayudar a los más necesitados, como los habitantes de

Daanbantayan, en el Norte de Cebú, que lo han perdido todo, pero para quienes la ayuda humanitaria supone un motivo de esperanza. Tomando las palabras de E. Burke, escritor irlandés, "para que el mal triunfe basta con que los hombres de bien se queden cruzados de brazos". Ciertamente, el mal se abre paso por la inacción de los hombres que se dicen de bien. O como ya nos dijo Jesús: “El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Lc 11, 23).