hoja dominical tono 8°
TRANSCRIPT
Este domingo de Zaqueo: El Evangelista San Lucas es el único que narra este
momento. A la fascinación que causan las riquezas, y que San Lucas expuso en
el pasaje del joven que no "siguió" a Cristo por sus muchas riquezas, la
conversión de Zaqueo presenta un ejemplo contrario.
Zaqueo, que significa "el puro," "el justo," o, en abreviatura de Zacarías,
"Dios se acuerda," es presentado por San Lucas en dos caracteres
íntimamente unidos entre sí. Es "jefe de publícanos" y hombre "rico."
Los publícanos eran los recaudadores de los impuestos de Roma en Israel. Por
eso eran aborrecidos por los judíos, como coautores de la dominación romana.
La autoridad de Roma admitía de éstos una cantidad importante, y luego ellos
eran deslindados en los cobros del pueblo. Ello dejaba un margen de beneficio
y el exceso de abusos. Por eso era "rico." Y más siendo "jefe" de los publícanos
de toda aquella zona de Jericó (Lc 3:12-13). El buen deseo se ve en este
hombre de "estatura pequeña," por lo que se sube a un árbol, y no tiene reparo
en "correr" para situarse por donde Cristo ha de pasar. A su paso, Cristo lo miró, lo llamó, y le dijo que bajara pronto y él bajó a toda
prisa. Este rasgo de San Lucas corresponde al ansia que Cristo tiene de él. Y lo
recibió en su casa "con alegría." La murmuración judía no podía faltar al ver
que se hospedaba en la casa de un "pecador." Esta palabra tenía para ellos el
sentido de un hombre inmerso en toda impureza "legal," que aquí también
podía ser moral por su oficio.
San Lucas es rápido en la descripción. Pero va a lo fundamental de los hechos.
Zaqueo se convierte. El confiesa su satisfacción: "Doy la mitad de mis bienes
a los pobres, y si a alguien he defraudado en algo, se lo devuelvo cuatro
veces más." En la Ley se exigía devolver cuatro veces más en casos de robo (Ex 21:37;
22:1). Pero en caso de fraudes sólo se exigía una quinta parte, más de la
devolución o compensación de lo defraudado (Lev 5:24; Núm 5:6.7). En esa
época sólo estaba vigente la satisfacción de una quinta parte sobre lo robado.
Así, la oferta de Zaqueo es: la primera, como una indemnización; y la segunda,
un acto de generosidad muy por encima de lo que la justicia exigía entonces.
Con Cristo llegó a Zaqueo la "salud." También él, aunque degradado por los
fraudes y malos negocios, era digno de ser hijo de Abraham: a nivel de los
judíos dignos y rectos. Y, sin duda, también a toda su "casa" (Hech 10:2;
11:14; 16:15.31; 18:8), lo mismo que antes participarían de "una riqueza nada
sana."
Y se hace ver que ésta era la misión de Cristo. Lo criticaban por "comer y
beber con los publícanos y pecadores" (Lc 15:1) y les respondió con las
parábolas de la misericordia. Y aquí se responde, aparte de los hechos, con
destacar que ésta era la misión del Hijo del Hombre: que "ha venido a buscar
y salvar lo que estaba perdido." Esta sentencia de Cristo proviene de otro
contexto. Pero es el complemento de "sabiduría" al hecho de esta conversión.
San Ambrosio ve en Zaqueo un fruto maduro que cae del árbol a la
primera sacudida que le hace Cristo.
www.iglesiaortodoxa.cl/
Catedral Ortodoxa —La Ascensión del Señor—
En el icono del pasaje que leemos hoy
del Evangelio según San Lucas,
contemplamos cuatro componentes:
•Zaqueo: El pecador que tiene anhelo
para ver a Jesús, para ver a Aquél cuya
Presencia ha de condenar su vida; un
anhelo hacia lo que jamás ha
experimentado; una curiosidad para ver
al que cura las dolencias, al que se digna
convivir con los pecadores y conoce lo
oculto del corazón. Sin lugar a duda, este
publicano huía siempre de las multitudes
para evitar que sus actos salieran a la
luz; sin embargo, he aquí que comparece
por propia iniciativa y, más aún,
sobresalta su presencia, atraído por el
anhelo que venció su orgullo y sus defectos: “pues era de pequeña estatura”.
•El sicómoro: Podemos decir “el Santo Sicómoro” ya que este calificativo
“santo” indica un modo de usar las cosas de nuestro mundo: todo lo que nos
induce en la Presencia del Señor y nos une a Él es santo. La Santa Lectura,
los Santos Iconos, la Santa Palabra, la Santa Oración, el Santo Templo...
todos no son sino sicómoros que transforman el anhelo de Zaqueo en certeza
de la Presencia del Señor, y en contemplación de su Rostro.
•Jesús: Mientras que Zaqueo sube al sicómoro para conocer a Jesús, resulta
que el Señor lo conoce a él y le llama por su nombre: “Zaqueo, baja pronto;
porque conviene que hoy Yo me quede en tu casa.” Como si lo estuviera
esperando desde antes. El necesario esfuerzo que Zaqueo ofrece, le permite
recibir la Gracia del Señor siempre otorgada. No es solo cuando subió al
árbol y vio a Jesús, sino que también apreció que era conocido por Él desde
siempre. La penitencia de Zaqueo consiste en reconocer que, con todo lo
pecaminoso que es en su vida, el Señor lo conoce y pide estar en su casa.
•La multitud que estaba presente murmuraba en su corazón en torno a
Jesús: “Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.” Ellos, aunque
estaban en contacto físico con Cristo, sin embargo, en sus juicios y
pensamientos andaban lejos de Él. Y como no han querido tener el contacto
personal que Zaqueo tuvo, seguirán murmurando a Dios, criticando sus
decisiones, y excluyéndose a ellos mismos, de la salvación.
Separémonos de esta multitud, y busquemos propios sicómoros que nos
posibiliten ver que “Cristo está con nosotros; Está y estará.” Amén.
33° DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS ~ TONO 8°
TROPARIODE LA RESURRECCIÓN - TONO 8º
Coro: De las alturas descendiste, oh Compasivo, / y quisiste sufrir la sepultura
de tres días, / para librarnos de las pasiones. / Vida y Resurrección nuestra,
Señor, Gloria a ti. //
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los
siglos de los siglos. Amén.
CONTAQUIO DE LA RESURRECCIÓN -TONO 8º
Coro: Habiéndote levantado de la tumba, / Tú has dado vida a los muertos / y
has levantado a Adán. / Y Eva se regocija por Tu Resurrección. / Y todos los
confines de la tierra están triunfantes/ a causa de Tu Resurrección de entre los
muertos, / oh Tú que eres grande en misericordia. //
Diácono: Atendamos.
Sacerdote: Paz a todos.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: PROQUIMENO en el Tono 8º
Lector: Orad al Señor nuestro Dios, y dadle gracias.
Coro: Orad al Señor nuestro Dios, / y dadle gracias. //
Verso: En Judá es conocido Dios, y en Israel es grande su Nombre.
Coro: Orad al Señor nuestro Dios, / y dadle gracias. //
Verso: Orad al Señor nuestro Dios.
Coro: Y dadle gracias.//
Diácono: Sabiduría.
ECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APOSTOL SAN
PABLO A TIMOTEO. [1ra. Timoteo 4: 9 – 15]
Diácono: Atendamos.
Hermano: Timoteo, Hijo mío: Palabra fiel es ésta, y
digna de ser recibida por todos. Que por esto mismo
trabajamos y sufrimos humillaciones, porque
esperamos en el Dios vivo, que es el Salvador de
todos los hombres, principalmente de los que creen.
Esto manda y enseña. Que ninguno considere que tu
juventud no ayuda, sino sé ejemplo de los creyentes
en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado
mediante la profecía con la imposición de las manos del
presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento se manifieste a todos.
Sacerdote: Paz a ti.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: ALELUYA, en el Tono 8º
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Lector: Venid, regocijémonos en el Señor, cantemos a Dios, Salvador
nuestro.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: Vengamos ante su acatamiento con alabanzas, aclamémosle con
cánticos.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Diacono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.
Sacerdote: Paz a todos.
Coro: Y a tu espíritu.
ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
LUCAS. [Lucas. 19: 1 – 10]
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
Sacerdote: Atendamos.
En aquel tiempo: Habiendo entrado Jesús en
Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que
un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los
publicanos, que también era rico, procuraba ver
quién era Jesús; pero no podía a causa de la
multitud, pues era pequeño de estatura. Y
corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para
verlo; porque había de pasar por allí. Cuando
Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, lo
vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, baja, porque hoy
es necesario que descanse yo en tu casa. Entonces
él bajó de aprisa, y lo recibió lleno de gozo. Al
ver esto, todos murmuraban, diciendo: ha entrado
a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, de pie, dijo al Señor: He
aquí, Señor, que doy a los pobres, la mitad de mis bienes; y si en algo he
defraudado a alguno, se lo devuelvo cuatro veces más. Jesús le dijo: Hoy ha
venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América
Av. Río Consulado e Irapuato # 53 Col. Peñón de los Baños México D.F.
www.ocamexico.org
L
+L