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hoja dominical Arzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.434 a los 4 vientos ..... Año nuevo, vida santa Desde sus años de seminarista hasta su muerte, san Juan XXIII tenía la costumbre de escribir un Diario del Alma, que fue como tuló estos apuntes quien fue su secretario personal, monseñor Capovilla, cuando los editó una vez que murió el Papa. El úlmo año de su vida lo comenzó así: «1 de enero de 1963. Alabado sea el nombre del Señor ahora y por siempre. Me levanto como siempre a las cuatro. Mañana tranquila en oración y buen trabajo. Preparación de la carta a los obispos del Concilio. Por la tarde, el cardenal Testa: felicitación de Año Nuevo.» Seguidamente menciona otros contactos, un concierto en la sala Clemenna con asistencia de adolescentes de tres instutos de beneficencia, y anota que asisten unos recién casados. Y acaba su apunte: «Advierto con alegría y agradecimiento al Señor que este primer día de 1963 ha comenzado muy bien incluso por lo que afecta a mi sico.» El Papa ya no se encontraba muy bien por aquel entonces. Murió el 3 de junio. Al reproducir este texto quería fijarme en algo que puede ser común a todos nosotros en estas fechas. Primero el agradecimiento a Dios por comenzar un año más de nuestra vida. Un año en el que, como él, hemos de conjugar la oración y el trabajo. Seguramente no nos levantaremos a las cuatro de la madrugada, pero el día es suficientemente largo como para encontrar muchos momentos de elevar nuestro pensamiento a Dios en medio de las tareas ordinarias. Gozaremos de momentos † Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado 3 de enero de 2016 II Domingo después de Navidad La verdadera felicidad es una luz que ha venido para quedarse Enfoca el código QR y accede al vídeo «A los Cuatro Vientos» de distracción y ocio, sea para asisr a un concierto, como en su caso, o para ver la televisión en familia, sin olvidar los ratos de convivencia alrededor de la mesa durante el almuerzo o la cena. Por fin, agradezcamos también al Señor la salud que tengamos, dispuestos siempre a cumplir la voluntad de Dios si sobrevienen dificultades. Cada año solemos reper aquello de «Año Nuevo, vida nueva»; propongo una variación: «Año Nuevo, vida santa.» No es una propuesta de ser menos feliz, sino lo contrario. Diverrse puede estar muy bien, pero ser feliz es más que diverrse. La verdadera felicidad no es una bengala que estalla y resulta atracva mientras dura, sino una luz que ha venido para quedarse, como la luz de Belén que siguieron los Reyes Magos. Con estos pensamientos deseo a todos que sea feliz este año nuevo recién comenzado y una feliz Epifanía. Las obras de misericordia (III) 3- Vesr al desnudo. Esta obra de misericordia se dirige a paliar otra necesidad básica: el vesdo. A menudo, cuando damos nuestra ropa es porque ésta ya no sirve, pero también podemos dar alguna pieza que aún nos sea úl. En la Carta del apóstol Sanago se nos invita a ser generosos: «Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de vosotros les dice: “Id en paz, abrigaos y saciaos”, pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no ene obras, está muerta por dentro» (Sant 2, 15-17). A parte del vesdo sico también podemos ayudar de muchas maneras. Reflexionemos si somos personas que ayudan a los demás a revesrse de dignidad, honor, caridad… ............................................

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Page 1: Hoja Dominical n. 3434...los 4 vientos Año nuevo, vida santa Desde sus años de seminarista hasta su muerte, san Juan XXIII tenía la costumbre de escribir un Diario del Alma, que

hojadominicalArzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.434

a los 4 vientos.....Año nuevo, vida santaDesde sus años de seminarista hasta su muerte, san Juan XXIII tenía la costumbre de escribir un Diario del Alma, que fue como tituló estos apuntes quien fue su secretario personal, monseñor Capovilla, cuando los editó una vez que murió el Papa.

El último año de su vida lo comenzó así: «1 de enero de 1963. Alabado sea el nombre del Señor ahora y por siempre. Me levanto como siempre a las cuatro. Mañana tranquila en oración y buen trabajo. Preparación de la carta a los obispos del Concilio. Por la tarde, el cardenal Testa: felicitación de Año Nuevo.» Seguidamente menciona otros contactos, un concierto en la sala Clementina con asistencia de adolescentes de tres institutos de beneficencia, y anota que asisten unos recién casados. Y acaba su apunte: «Advierto con alegría y agradecimiento al Señor que este primer día de 1963 ha comenzado muy bien incluso por lo que afecta a mi físico.»

El Papa ya no se encontraba muy bien por aquel entonces. Murió el 3 de junio. Al reproducir este texto quería fijarme en algo que puede ser común a todos nosotros en estas fechas. Primero el agradecimiento a Dios por comenzar un año más de nuestra vida. Un año en el que, como él, hemos de conjugar la oración y el trabajo. Seguramente no nos levantaremos a las cuatro de la madrugada, pero el día es suficientemente largo como para encontrar muchos momentos de elevar nuestro pensamiento a Dios en medio de las tareas ordinarias. Gozaremos de momentos

† Jaume Pujol BalcellsArzobispo metropolitano de Tarragona y primado

3 de enero de 2016 II Domingo después de Navidad

La verdadera felicidad es una luz que ha venido para quedarse

Enfoca el código QR y accede al vídeo «A los Cuatro Vientos»

de distracción y ocio, sea para asistir a un concierto, como en su caso, o para ver la televisión en familia, sin olvidar los ratos de convivencia alrededor de la mesa durante el almuerzo o la cena. Por fin, agradezcamos también al Señor la salud que tengamos, dispuestos siempre a cumplir la voluntad de Dios si sobrevienen dificultades.

Cada año solemos repetir aquello de «Año Nuevo, vida nueva»; propongo una variación: «Año Nuevo, vida santa.» No es una propuesta de ser menos feliz, sino lo contrario. Divertirse puede estar muy bien, pero ser feliz es más que divertirse. La verdadera felicidad no es una bengala que estalla y resulta atractiva mientras dura, sino una luz que ha venido para quedarse, como la luz de Belén que siguieron los Reyes Magos.

Con estos pensamientos deseo a todos que sea feliz este año nuevo recién comenzado y una feliz Epifanía.

Las obras de misericordia (III)

3- Vestir al desnudo. Esta obra de misericordia se dirige a paliar otra necesidad básica: el vestido. A menudo, cuando damos nuestra ropa es porque ésta ya no sirve, pero también podemos dar alguna pieza que aún nos sea útil. En la Carta del apóstol Santiago se nos invita a ser generosos: «Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de vosotros les dice: “Id en paz, abrigaos y saciaos”, pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro» (Sant 2, 15-17).

A parte del vestido físico también podemos ayudar de muchas maneras. Reflexionemos si somos personas que ayudan a los demás a revestirse de dignidad, honor, caridad…

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Page 2: Hoja Dominical n. 3434...los 4 vientos Año nuevo, vida santa Desde sus años de seminarista hasta su muerte, san Juan XXIII tenía la costumbre de escribir un Diario del Alma, que

Liturgiade la semana

Edita: Arzobispado de Tarragona · Redacción y administración: Pla de Palau, 2 - 43003 Tarragona Directora: Anna Robert · Consejo de redacción: Mn. Joaquim Fortuny, Mn. Francisco Giménez y Santi Grimau Secretaria: Montse Sabaté ·Teléfono: 977 233 412 · Web: www.arqtgn.cat · E-mail: [email protected] Imprime: Torrell S.A. · D.L.: T-519-01

Lectura del libro del Eclesiástico (24, 1-2.8-12)

La sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo, abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades. En medio de su pueblo será ensalzada, y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos. El Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: —«Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.» Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás. En la santa morada, en su presencia, ofrecí culto y en Sión me establecí; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder. Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad, y resido en la congregación plena de los santos.

Salmo responsorial [147, 12-13.14-15.19-20 (R.: Jn 1,14)

Glorifica al Señor, Jerusalén;Alaba a tu Dios, Sión:Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, Y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

R. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.O bien: Aleluya

Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina.Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R.

Anuncia su palabra a Jacob,Sus decretos y mandatos de Israel;

Ciclo C Liturgia de las Horas: Semana II

Domingo, 3: Domingo II después de Navidad [Eclo 24, 1-4.12-16; Salmo 147, 12-13.14-15.19-20; Ef 1,3-6.15-18; Jn 1,1-18 (o bien más breve: 1,1-5.9-14) (LE/LH propias)]

Lunes, 4: [1Jn 3, 7-10; Salmo 97, 1.7-8.9; Jn 1, 35-42]San Rigoberto, obispo

Martes, 5: [1Jn 3, 11-21; Salmo 99, 2.3.4.5; Jn 1, 43-51] I vísperas de la solemnidad

Miércoles, 6: Epifanía del Señor (Sol) [Is 60, 1-5; Salmo 71, 2.7-8.10-11.12-13; Ef 3,2-3a.5-6; Mt 2, 1-12 (LE/LH propias)]

Jueves, 7: San Raimundo de Peñafort, presbítero (MO) [1Jn 3, 22-4,6; Salmo 2, 7-8.10-11; Mt 4, 12-17.23-25]

Viernes, 8: [1Jn 4, 7-10; Salmo 71, 1-2.3-4ab.7-8; Mc 6, 34-44] San Severino

Sábado, 9: [1Jn 4,11-18; Salmo 71, 1-2.10.12-13; Mc 6, 45-52] San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir (ML)

Domingo, 10: Bautismo del Señor (F) [Is 40, 1-5.9-11; Salmo 103, 1b-3a.3b-4.24-25.27-28.29-30; Tit 2, 11-14; 3, 4-7; Lc 3, 15-16.21-22; o bien: Is 42, 1-4.6-7; Salmo 28, 1a y 2.3ac- 4.3b y 9b-10; Hch 10, 34-38; Lc 3, 15-16.21-22 (LE/LH propias)]

LecturasII Domingo después de Navidad

Dios está cerca de nosotros

Dios no nos salva desde lejos sino que se hace nuestro compañero de camino. Tampoco nos salva sacándonos de nuestro propio entorno vital. Nos salva en este mundo y en nuestra historia. Las tres lecturas convergen hacia un único anuncio: Dios está cerca de nosotros. La sabiduría desde el principio habitó en medio del pueblo de Dios (1a Lect.). La Palabra de Dios, la Sabiduría, plantó su tienda entre nosotros (Ev.). Dios nos ha hecho sus hijos adoptivos para alabanza de la gloria de su gracia (2 Lect.).

Con ninguna nación obró así,Ni les dio a conocer sus mandatos. R.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1, 3-6.15-18)

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Lectura del santo evangelio según San Juan (1, 1-5.9-14)Versión breve

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo

hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.