historial en pedaladas - hemeroteca...

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cima en primera posición y a más de cuatro minutos el quin teto destacado que pedaleaba an gustiosanierite tras el ritmo ale- gre e impresionante de este des- eonbcido. La Vuelta a Asturias de 1953había dado al mundo un «rey de la montaña», el más fa- moso que existiera en la historia del ciclismo a pesar de clasifi carse en vigésimo primer lugar de la prueba. ALEJANDRO FEDERICO, CAM . BIA IL. BALON POI LA BICICLETA Alejandro, que este es su ver- dadero ‘nombre, cumplió treinta y un años el pasado día diez, En sus infa9tiles años, el chico de- seaba ganar dinero, huir de la miseria que merodeaba el hogar del péófl. caminero. No pensaba en la bicicleta porque era un de- porte muy pobre. Quería ser fut bolista, que comenzaban a perci. bir saneadas cantidadS. Pero mientras soñaba con ser famoso tenía que trabajar para ayudar a su familia. Y se fué1 a Toledo. ,Primero en una carpinte ría, en una ebanistería después. Pero por muy poco tiempo. Ale- jandro tenía ambiconeS y nin guno de estos empleos eran su fin. Tiene dieciséis años cuando sufre la primera enfermedad gra. ve de su vida. En tales monien tos, Fede, sueña con ser ciclista y ruega a SU padre le compre una bicicleta. —eCuando te cures... —le con- testa Julián, el caminero, ocul tánciole la verdad de su enferme- dad—. Y Fede se cura y tiene la bicicleta. 1 Treiflta duros l le cuesta al humilde camnerO. La convalecencia no puede ser más disparatada, pero el chaval tiene acero en SUS huesos. Es lo único que le queda. Los triunfos de Fede con su vieja máquina, hacen cavilar al peóii caminero, que sustituye el armatoste de su hijo, por otra máquina menos trasto. Hasta, don Julián, su padre, comienza a so- ñar entonces con las futuras ha- zañaS de su hijo... CON ESE FEJUI%TETROTtRA CICO, JAMAS SERAS CICLISTA Han transcurrido casi cuatro años, Fede ha conocido ya los siri sabores de su dura Carrera. Vivió la ambición y el egoísmo de los veteranos y las inquietudes de los novatos. Va a ser profesional. pe ro antes ha de relizar su ficha médica. Su presencia física no puede ser más insignificante. El médico se lo dice. —<cCOfl ese perímetro torácico, jamás podrás ser ciclista, mu- chacho. Piensa en otras cosas le asegura. El mundo acaba en aquellos momentos para Federico. Ya no sería famoso. Pero es tenaz, ¿por qué no puede equivOcarSe el ga leno? Sale aquella mañana con su bi cicleta y comienza a escalar to das las cuestas lindantes a Tole- do, sube después por la calle del Cristo de la Cruz, un desnivel durísimo, una, dos. .. hasta doce veces. Lo hace con testigos y vuel ve de nuevo al galeno. Comprue ba éste su alteración tras el es- escalando. Les dije su nombre y ya no lo recordaron. Me dijeron ánicamente.: ((. . .Versnik y sus es- pañoles.» Sin embargo, lo . com probarían muy poco después. Con. cretamente en el «Tour» de 1954, aunque Fausto me hablara de él con anterioridad. Fué en la Mi- hin-San Remo. —((He visto a un corredor ex tranjero, del cual ignoro hasta cómo se llama, que en la escala da al Turchíno. me ha asombra- do por su facilidad.» —No tienes por qué asombrar- te —le contesté—. Era aquel mu- chacho de que te hablara hace un año. El. español enjuto. —Será «alguien» ese muchacho —dijo Çoppi. EL SUSTITUTO SE PROCLAMA .flEY DE LA MONTAÑA» EN EL «TOUR» DE 1954 roño, «rey de la montaña» en 1953. Martín Bahamontes, lo era en ‘1954. Lo mOntes de Francia eran dominados por los hispanos. Alguien escribió... ...aflejad pasé, montes de Fran cia, que llega un español.» Co- menzaba entonces la gran época del corredor español. NO TE QUEDA MAS QUE UN AÑO COMO cORItEDOa CI. CLISTA... Los galenos la hablan tomado con Federico. Su rodilla se infla maba alarmanteménte. Le auscul el médico y se lo predijo... «Se te agarrotará la pierna y no podrás correr. Intenta ope’ rarte.» Aquel año Fede no iría al «Tour». Los peores augurios ron- daban en torno al traga monta- ñas español. Sin embargo, ile garfa el «Tour» de 1956, aqtiel en que Jacques Goddet, dijera en su rotativo . «L’Equipe)>... ((LOS turistas admiran en Tole- do, dos reliquias: el entierro del Conde Orgaz, del Greco y el «mai daban en torno al tragamonta Y tenía razón para suponerlo. Pué cuando aquellas famosas reacciones de Federico, Llegó al pie de los Pirineos con una gran desventaja horaria. Cada etapa era una sensación y cada vez se acercaba más a Walkov!ak. Si el «Tour» dura unas jorna: das más, Bahamontes regresa de amarillo a España. Tampoco pudo reeditar su tnunfo en la monta- ña. que se lo adjudicaría Gaul, pero su cuarta posición en la prue ba, era por demás una hazaña. El nombre del toledano se cotiZa ba como el de los mejores... EL TOUU», CAMINO DE BAR- CELONA SIN BAUAMONTES Las etapas llanas de 1957, pa. redan augurio triunfal para Ba hamontes e n la montaña. El «Tour» llegaba aquel añopor ves primera, a Barcelona... pero sin el toledano. Una inyección. des- moralización quizá, fueron los mo tivos por los cuales, tirado en la carretera, esperaría el paso del coche-escoba. Loroño, en aquella ocasión, salvaría el prestigio ci- dista español en el «Tour», cia- sificandose quinto en la general, mientras el ((águila» plegaba alas, retornaba a Toledo. En 1958, vuelve Fede a dominar en las al- turas, mientras otro escalador —Gaul---- se enfunda en el dis tintivo de Henry Desgraflge Comienza la de 1959. Seguimos sus pasos en la Vuelta a Levan- te, la del «concIerto belga». Pedo gana la montaña. Comienza de forma meteórica la Vuelta a Es- paña para decepcionamos dea pués con su abandono. El siete de junib pasado, al finalizar el «Giro» de Italia, en el Vigorelli milanés, coincidíamos con Pedo- rico. Marhaba a Suiza a Iartici par en la ronda helvética. —Fede —le dec!mos— eres el «Gallo» del ciclismo. Siempre pon dientes de tus «espantadas». Su rostro moreno y enjuto dibuja una sonrisa. —En el «Tour» seré un «Mano- lete»... Y el «Tour» comienza. ¿Podrá conseguir algo sin la sombra de Loroño? Día, tras día, han vivido uste des su epopeya. Nada nuevo po- demos adicionar. España entera, de norte a sur, de oeste a este, ha vibrado al unísono. Cuando tecleo estas líneas, hasta líe- ga el murmullo de voces que for ma el numeroso grupo de afici nados reunidos ante la cristalera del perlódico. En la clasificación general, en primer lugar, con grandes distintivos, puede leerse BAHAMONTES. Sus triunfos son descargas en la mente febril de los aficionados. A su morenQ ros- tro le sienta bien el color ama-’ rulo de su jersey. La máquina de escribir se siente también baila- * (‘€ ---—-----.- -. . Biografla por ANTONIO VALLUGERA y dibulos a plumapor JULIO SANTA-CRUZ Ms etadístieaque lírica. Na , ca y durmiendo en los pajares da de LantasIas» —me ordenaron que encuentra en el camino. Te cuando se me encomend6 los tra- fha .yejfltjciflco años de ilusiones sos biográficos del deportista éa- - y ullos tibuiares desgastados pañol mis. popular del momeflO. cuando llegó al término de . su Supresión total de lirismo, de vje e inicio de su carrera pro. . / fattéía. Peró ¿y Fed qué es? fesional. Paradójicamente, el .des- amo lirismo sobre pedales, tan- tino, daba cita en las rutas as- tasía sobre acero. En Baliarnon- turianas a dos futuras grandes tes, necesariamente, hay que usar estrellas del ciclismo mundial, los más extremos adjetivos. Pon- que recibían en aquel tórrido mes deratiVoS o censurantes. Pero de junio su bautismo profesional. nunca términos medios. Héróe o Uno era el toledano, el otro un . «clo’.vn». Torrente o secano; nun mocetón flamenco de veinte años ca manantial. que abandonaría más tarde SU Este es Fede, asi e le admira. nombre Rik Van Looy. . así se le censura o de esta forma Alfonso Versnik, belga de ,na . llega a emocionamos con sus ges. cimiento y españolizado por sen- tas vibrantes. . . sin parangón. Dñc tmientos, se fijó en el aspecto de . tu, flexible como las tizonas do aquel muchacho. Más que en su Su toledana tierra. aspecto en sus tubulares. Le of re- . rió dos de su, material y Y. Mar. su CAPITAL SETENTA PESE- tin así aparecía el nombre del TÁS, su LECHO LOS PAJARES toledano’ en los rotativos— ini- DEL CAMINO. SU FIN, PARTI. la carrera. Vençió en la pri CIPAR EN LA VUELTA A AS. mera etapa, despegándose en los TURIAS DE 1953. COMO PRI- tiltimos kilómetros que se reco MERA CARRE1A PROFE- rrían sobre montaña. Ya nada SIONAL . . . se cabria de él hasta el inicio del Antes de narrarles cómo fué su Puertode Pajares. Martín comen- primera méquifla, los . sinsabores só a tirar del pelotón. Sólo seis de su niñez, tan similar en todos hombres pudieron recundarle, tres las grandes figuras, vamos a des- de los cuales, contemplaran esta - cribirles su primera hagaña. Esa gesta áctual del toledano desde de la que tan poca se ha halado las alturas: Pedro Sant, Francisco y que tan trascendental, fué. En A,Qrnsr y Ántonio Gelabert. Los junio de 1953. sobre su m4quína, otros tres hombres eran Botella, realiza el recorrido Toledo-Mie- Iturat .y el vencedor de la pasa- . res c4ri setenta pesetas en SUS da,Vuelta a Ca;aluña, Van Ge- ólsiIlos,- cubriendo cuao jorna- netchen. Pajares le vi cruzar su Jrederico Martín BaiiamOntes CO fl rajo niatriflioflio Con la señor ita Fermina Aguilar Sánchez, en la catedral toledana , Después de la ceremonia, los recién casa dos fueron recibidos por ci car denal primado, doctor Fla y Peniel, mooienO que recoge la fotografía. (Foto Cifra). Loroño, último «rey de la mon taña», . había sufrido un acciden te y no podía pedalear en el «Tour» de aquel año. Ju1án Be- rrendero, seleccionador nacional entonces, pensó en el toledano y quiso probar fortuna con el mu- chacho en los Pirineos y en los , Alpes. Nada se supo de Fede en fuerzo, sin dar crédito a aquel as primeras etapas. El difunto manojo de huesos y nervio.. El Alomar, con sus solitarias galopa Fde está normal y ha batido el das se había erigido como el má record de la subida a la famosa rimo atractivo de la representa- calle. Obtlene el permiso para par ción española. Y llegó el Aubis ticipar en la Vuelta a Asturias. que. . . . - El Fajares sabría de sus hézañas, wagtmaiis, el escalador holan Era el inicio náda más. . dés una de las grandes figuras de aquel «ToCri’, inició la esca SE LLAMA BAflAMON1ES, lada en cabeza. Chorreando sudor TENER. BIEN ESTE NOMB1E y sallba contenipló asombrado el . tranquilo paso de aquella camisa Con la colilla semiapagada en- roja y gualda. Louison Bobet, el tre sus carnosos labios, Alfonso más sensacional corredor de aque’ Versnik, me narraba los primeros lla época, de pie sobre los peda paSOS profesionales del toledano. les, no daba crédito a la sencillez —aquel alIo —me dice este que escalara aquel desconO belga-hispano—-, seguí el paso por cido. los Dalomitas, de Bartali, Cóppi y Koblet, pespués hablaba con Federico, sentado sobre el sillín. ellos.» En la montaña. no podríais acompasando el ritmo cJe su ca hacer nada frente -a Un español beza y caderas, se distanciaba me- que conozco. Os supera a los tres tro a metro. Era la sensación de la jornada. .-. JacqUes Goddet, director del ((Tours y admirador más tarde del español, respondió excépticO, cuan do le hablaron del toledano. ((Ya veremos en el Tourflralet.» Le dieron caza en el Aspín, pero nadie le detendría en el Tour malet. Aquella etapa fué más sen- sacional que la anterior. Muy po- cos hablan igualado tal geSta. Lo- Ftderico Martín Bahamont.e5, recibiendo el trofeo del mejor ciclis - la espoñol de. 1956, de manos de don Alejandro Iligelmo, en re- . presentación del delegado nacional de Educación Física y Deportes . . . . (Foto Cifra) El conde do Casas Bojas, embajador de España en Francia, áhraza sonriente a Federico Martín Babamontes, a poco de haber con. quistado el toledano por »rimera yez el titilo de rey de Ja montaña deJ «Tour». Ello ocurrió el año 1954. (Foto Associated .Press) su HISTORIAL EN PEDALADAS . FederiOo se inició en jatalufía. A ella llegó con ansias de triunfar en el ciclismo, Con un único bagaje de sus ilusio oes. Y en Cataluña corrió cuando era un simple aficionadO. Octavo en la Vuelta a Cataluña de 1953, quinto en el Trofeo Masferrer de 1954, tercero en la Vuelta a Mallorca de dicho afio, vencedor en la Niza-Mont AgeL En 1955, quinto de la Vuelta a tataluña, vencedor en Ja montaña, vehcedor en la Vuelta a Asturias, ganador tam bién en la Mónaco-Mont Agel y Mont Faron. El «Giro» de Italia se halla a su alcance. Se le pronos tica vencedor y surge la dramática etapa de los Dalomitas, La nieve y el frío suscitan su abandono, En 1957 mantiene una lucha con Loroño por el primer puesto de la general en la Vuelta a España. Para muchos el toledano fué el veñcedor moral de la prueba, aunque fuera Loroño quien se adjudicara finalmente e triunfo. En 1958, el año de’ Jal disordias en el ceno del equipo español en la Vuelta a España, Federico consigue el lidera lo de la montaña, para :aquel mismo año proclamarSe cani peón nacíbnal, de fondo en carretera. Esto Son’ los datos que mantiene nuestra memoria en el moefltO de redactar este complemento de historial, del vencedor del «1our» 1959. Posiblemente omitamos alguna victoria, pues la verdad . es que Federico nos colmó iás de esperanzas que de realidades. . Nosotros todavía le recordamos, aunque de forma lejana, . en lit vieja casa sobre en la que pronto se levantará ej véló dromo de Cracia, remozado y reconstruido. Allí, Santiago MOstajO, el hdmbre que encaminara sus primeros pasos, le concedería las plirfiéraS ayudas, los primeros consejos... y :. la primera bicicleta. . -r La muier en la vida del campeón En esta suscinta biografía del primer español vencedor del «Tour». no solamente merecen ser nartadas las ges- tas deportivas. Lo bumaflo, lo sentimental, tienc también SU capítulo . . aparte. gederico abandonó hace unos años el celibato. Su es- posa, ayer en París, recibió también la candil de la gloria y degustó el néctar del ttiUfl fo. Y justo es que así sea para quidri compartió las de cepciones de [a derrota o ca boieó el amargar de un in cierto porvenir. Y alli, Con «Fede», estuvo su Permina; aquella humilde muchachita toledana a quien la gloria, el triunfo y el dine ro, no pudieron disiparla de la mente del campeón. —Conquistará fama para ofrecértela le dijo «Fede» hace muchos años entre las vetustas piedras toledanas. Y «Fede», en tan Importan- te etapa, no abañdon Llegó hasta la meta pese a las dífb cultades. . - montana. El teclado de las ma- yCisculás se eleva altivo y orgu lioso para . deletrear... ...DEJAI PASO, MONTES DE FRANCIA, QUE LLEGA UN ES- ,PAÑOL. BA}IAMONTE ¡ndust! ial El esfuerzo de la ruta lo invirtió Federico en un ta ller de motos y, .. de biciclo- tas. Naturalmente. Nue cíe- cir tiene cjue en tal ramo de la industria, don Federico es el más prestigioso de Toledo. Todas las máquinas que Ile- van el marchamo de la basa BahamOntes, son sinónimo de calidad. Y si no dad resulta- do, nadie protesta, aunque el adquirirla . en su estableci miento sea ya una garanda. «Fede» tiene grandes pro- yectos comerciales y piensa ampliar sus establecimientos a distintas ramas del comer- cio y de la inustria. Sil po- pularidad es la mejor de las propagandas. Y en Toledo, todos . desea rán usar los artículos de la cadena de comercios del pri. mer «mailiot amarillo» del •Tour» que naciera en Te- ledo.. --- . Foto de Federido Martín Bahamon-tes dedicada a EL WNDO DEPORTIVO, e’fl los comienzos de su carrera deportiva : . J 1 . .: » -

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Page 1: HISTORIAL EN PEDALADAS - hemeroteca …hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/EMD02/HEM/1959/07/19/MD... · en la bicicleta porque era un de-porte muy pobre. Quería ser fut bolista,

cima en primera posición y amás de cuatro minutos el quinteto destacado que pedaleaba angustiosanierite tras el ritmo ale-gre e impresionante de este des-eonbcido. La Vuelta a Asturiasde 1953 había dado al mundo un«rey de la montaña», el más fa-moso que existiera en la historiadel ciclismo a pesar de clasificarse en vigésimo primer lugarde la prueba.

ALEJANDRO FEDERICO, CAM. BIA IL. BALON POI LA

BICICLETA

Alejandro, que este es su ver-dadero ‘nombre, cumplió treinta yun años el pasado día diez, Ensus infa9tiles años, el chico de-seaba ganar dinero, huir de lamiseria que merodeaba el hogardel péófl. caminero. No pensabaen la bicicleta porque era un de-porte muy pobre. Quería ser futbolista, que comenzaban a perci.bir saneadas cantidadS.

Pero mientras soñaba con serfamoso tenía que trabajar paraayudar a su familia. Y se fué1 aToledo. ,Primero en una carpintería, en una ebanistería después.Pero por muy poco tiempo. Ale-jandro tenía ambiconeS y ninguno de estos empleos eran sufin. Tiene dieciséis años cuandosufre la primera enfermedad gra.ve de su vida. En tales monientos, Fede, sueña con ser ciclistay ruega a SU padre le compreuna bicicleta.

—eCuando te cures... —le con-testa Julián, el caminero, ocultánciole la verdad de su enferme-dad—. Y Fede se cura y tienela bicicleta. 1 Treiflta duros l lecuesta al humilde camnerO. Laconvalecencia no puede ser másdisparatada, pero el chaval tieneacero en SUS huesos. Es lo únicoque le queda.

Los triunfos de Fede con suvieja máquina, hacen cavilar alpeóii caminero, que sustituye elarmatoste de su hijo, por otramáquina menos trasto. Hasta, donJulián, su padre, comienza a so-ñar entonces con las futuras ha-zañaS de su hijo...

CON ESE FEJUI%TETRO TtRACICO, JAMAS SERAS CICLISTA

Han transcurrido casi cuatroaños, Fede ha conocido ya los sirisabores de su dura Carrera. Vivióla ambición y el egoísmo de losveteranos y las inquietudes de losnovatos. Va a ser profesional. pe

ro antes ha de relizar su fichamédica. Su presencia física nopuede ser más insignificante. Elmédico se lo dice.

—<cCOfl ese perímetro torácico,jamás podrás ser ciclista, mu-chacho. Piensa en otras cosas —

le asegura.El mundo acaba en aquellos

momentos para Federico. Ya nosería famoso. Pero es tenaz, ¿porqué no puede equivOcarSe el galeno?

Sale aquella mañana con su bicicleta y comienza a escalar todas las cuestas lindantes a Tole-do, sube después por la calle delCristo de la Cruz, un desniveldurísimo, una, dos. .. hasta doceveces. Lo hace con testigos y vuelve de nuevo al galeno. Comprueba éste su alteración tras el es-

escalando. Les dije su nombre yya no lo recordaron. Me dijeronánicamente.: ((. . .Versnik y sus es-pañoles.» Sin embargo, lo . comprobarían muy poco después. Con.cretamente en el «Tour» de 1954,aunque Fausto me hablara de élcon anterioridad. Fué en la Mi-hin-San Remo.

—((He visto a un corredor extranjero, del cual ignoro hastacómo se llama, que en la escalada al Turchíno. me ha asombra-do por su facilidad.»

—No tienes por qué asombrar-te —le contesté—. Era aquel mu-chacho de que te hablara haceun año. El. español enjuto.

—Será «alguien» ese muchacho—dijo Çoppi.

EL SUSTITUTO SE PROCLAMA.flEY DE LA MONTAÑA» EN

EL «TOUR» DE 1954

roño, «rey de la montaña» en1953. Martín Bahamontes, lo eraen ‘1954. Lo mOntes de Franciaeran dominados por los hispanos.Alguien escribió...

...aflejad pasé, montes de Francia, que llega un español.» Co-menzaba entonces la gran épocadel corredor español.

NO TE QUEDA MAS QUE UNAÑO COMO cORItEDOa CI.

CLISTA...

Los galenos la hablan tomadocon Federico. Su rodilla se inflamaba alarmanteménte. Le auscultó el médico y se lo predijo...

«Se te agarrotará la pierna yno podrás correr. Intenta ope’rarte.»

Aquel año Fede no iría al«Tour». Los peores augurios ron-daban en torno al traga monta-ñas español. Sin embargo, ilegarfa el «Tour» de 1956, aqtiel enque Jacques Goddet, dijera en surotativo . «L’Equipe)>...

((LOS turistas admiran en Tole-do, dos reliquias: el entierro delConde Orgaz, del Greco y el «maidaban en torno al tragamontaY tenía razón para suponerlo.

Pué cuando aquellas famosasreacciones de Federico, Llegó alpie de los Pirineos con una grandesventaja horaria. Cada etapa

era una sensación y cada vez seacercaba más a Walkov!ak.

Si el «Tour» dura unas jorna:das más, Bahamontes regresa deamarillo a España. Tampoco pudoreeditar su tnunfo en la monta-ña. que se lo adjudicaría Gaul,pero su cuarta posición en la prueba, era por demás una hazaña.El nombre del toledano se cotiZaba como el de los mejores...

EL TOUU», CAMINO DE BAR-CELONA SIN BAUAMONTES

Las etapas llanas de 1957, pa.redan augurio triunfal para Bahamontes e n la montaña. El«Tour» llegaba aquel añopor vesprimera, a Barcelona... pero sinel toledano. Una inyección. des-moralización quizá, fueron los motivos por los cuales, tirado en lacarretera, esperaría el paso delcoche-escoba. Loroño, en aquellaocasión, salvaría el prestigio ci-dista español en el «Tour», cia-sificandose quinto en la general,mientras el ((águila» plegabaalas, retornaba a Toledo. En 1958,vuelve Fede a dominar en las al-turas, mientras otro escalador—Gaul---- se enfunda en el distintivo de Henry Desgraflge

Comienza la de 1959. Seguimossus pasos en la Vuelta a Levan-te, la del «concIerto belga». Pedogana la montaña. Comienza de

forma meteórica la Vuelta a Es-paña para decepcionamos deapués con su abandono. El sietede junib pasado, al finalizar el«Giro» de Italia, en el Vigorellimilanés, coincidíamos con Pedo-rico. • Marhaba a Suiza a Iarticipar en la ronda helvética.

—Fede —le dec!mos— eres el«Gallo» del ciclismo. Siempre pondientes de tus «espantadas». Surostro moreno y enjuto dibujauna sonrisa.

—En el «Tour» seré un «Mano-lete»...

Y el «Tour» comienza. ¿Podráconseguir algo sin la sombra deLoroño?

Día, tras día, han vivido ustedes su epopeya. Nada nuevo po-demos adicionar. España entera,de norte a sur, de oeste a este,ha vibrado al unísono. Cuandotecleo estas líneas, hasta mí líe-ga el murmullo de voces que forma el numeroso grupo de aficinados reunidos ante la cristaleradel perlódico. En la clasificacióngeneral, en primer lugar, congrandes distintivos, puede leerseBAHAMONTES. Sus triunfos sondescargas en la mente febril delos aficionados. A su morenQ ros-tro le sienta bien el color ama-’rulo de su jersey. La máquina deescribir se siente también baila-

* (‘€ ---—-----.- -. .

Biografla por ANTONIO VALLUGERA ydibulos a plumapor JULIO SANTA-CRUZ

Ms etadístieaque lírica. Na , ca y durmiendo en los pajares da de LantasIas» —me ordenaron que encuentra en el camino. Te

cuando se me encomend6 los tra- fha .yejfltjciflco años de ilusiones sos biográficos • del deportista • éa- - y ullos tibuiares desgastados

pañol mis. popular del momeflO. cuando llegó al término de . suSupresión total de lirismo, de vje e inicio de su carrera pro.

. / fattéía. Peró ¿y Fed qué es? fesional. Paradójicamente, el . des-amo lirismo sobre pedales, tan- tino, daba cita en las rutas as- tasía sobre acero. En Baliarnon- turianas a dos futuras grandes tes, necesariamente, hay que usar estrellas del ciclismo mundial, los más extremos adjetivos. Pon- que recibían en aquel tórrido mesderatiVoS o censurantes. Pero de junio su bautismo profesional. nunca términos medios. Héróe o Uno era el toledano, el otro un

. «clo’.vn». Torrente o secano; nun mocetón flamenco de veinte años ca manantial. que abandonaría más tarde SU

Este es Fede, asi e le admira. nombre Rik Van Looy. . así se le censura o de esta forma Alfonso Versnik, belga de ,na

. llega a emocionamos con sus ges. cimiento y españolizado por sen-tas vibrantes. . . sin parangón. Dñc tmientos, se fijó en el aspecto de

. tu, flexible como las tizonas do aquel muchacho. Más que en suSu toledana tierra. aspecto en sus tubulares. Le of re-

. rió dos de su, material y Y. Mar. su CAPITAL SETENTA PESE- tin así aparecía el nombre delTÁS, su LECHO LOS PAJARES ‘ toledano’ en los rotativos— ini-

DEL CAMINO. SU FIN, PARTI. la carrera. Vençió en la pri CIPAR EN LA VUELTA A AS. mera etapa, despegándose en los TURIAS DE 1953. COMO PRI- tiltimos kilómetros que se reco

MERA CARRE1A PROFE- rrían sobre montaña. Ya nadaSIONAL . . . se cabria de él hasta el inicio del

Antes de narrarles cómo fué su Puertode Pajares. Martín comen-primera méquifla, los . sinsabores só a tirar del • pelotón. Sólo seisde su niñez, tan similar en todos hombres pudieron recundarle, treslas grandes figuras, vamos a des- de los cuales, contemplaran esta

- cribirles su primera hagaña. Esa gesta áctual del toledano desdede la que tan poca se ha halado las alturas: Pedro Sant, Francisco

y que tan trascendental, fué. En A,Qrnsr y Ántonio Gelabert. Losjunio de 1953. sobre su m4quína, otros tres hombres eran Botella,

realiza el recorrido Toledo-Mie- Iturat . y el vencedor de la pasa-. res c4ri setenta pesetas en SUS da,Vuelta a Ca;aluña, Van Ge-

ólsiIlos,- cubriendo cuao jorna- netchen. Pajares le vi cruzar su

Jrederico Martín BaiiamOntes CO fl rajo niatriflioflio Con la señor ita Fermina Aguilar Sánchez, enla catedral toledana , Después de la ceremonia, los recién casa dos fueron recibidos por ci cardenal primado, doctor Fla y Peniel, mooienO que recoge la fotografía. — (Foto Cifra).

Loroño, último «rey de la montaña», . había sufrido un accidente y no podía pedalear en el«Tour» de aquel año. Ju1án Be-rrendero, seleccionador nacionalentonces, pensó en el toledano yquiso probar fortuna con el mu-chacho en los Pirineos y en los

, Alpes. Nada se supo de Fede enfuerzo, sin dar crédito a aquel as primeras etapas. El difuntomanojo de huesos y nervio.. El Alomar, con sus solitarias galopaFde está normal y ha batido el das se había erigido como el márecord de la subida a la famosa rimo atractivo de la representa-calle. Obtlene el permiso para par ción española. Y llegó el Aubisticipar en la Vuelta a Asturias. que. . . . -

El Fajares sabría de sus hézañas, wagtmaiis, el escalador holanEra el inicio náda más. . dés una de las grandes figuras

de aquel «ToCri’, inició la escaSE LLAMA BAflAMON1ES, lada en cabeza. Chorreando sudorTENER. BIEN ESTE NOMB1E y sallba contenipló asombrado el

. tranquilo paso de aquella camisaCon la colilla semiapagada en- roja y gualda. Louison Bobet, el

tre sus carnosos labios, Alfonso más sensacional corredor de aque’Versnik, me narraba los primeros lla época, de pie sobre los pedapaSOS profesionales del toledano. les, no daba crédito a la sencillez

—aquel alIo —me dice este que escalara aquel desconObelga-hispano—-, seguí el paso por cido.los Dalomitas, de Bartali, Cóppiy Koblet, pespués hablaba con Federico, sentado sobre el sillín.ellos.» En la montaña. no podríais acompasando el ritmo cJe su cahacer nada frente -a Un español beza y caderas, se distanciaba me-que conozco. Os supera a los tres tro a metro. Era la sensación dela jornada.

.-. JacqUes Goddet, director del

((Tours y admirador más tarde delespañol, respondió excépticO, cuan

do le hablaron del toledano. ((Yaveremos en el Tourflralet.» Ledieron caza en el Aspín, peronadie le detendría en el Tour

malet. Aquella etapa fué más sen-sacional que la anterior. Muy po-cos hablan igualado tal geSta. Lo-

Ftderico Martín Bahamont.e5, recibiendo el trofeo del mejor ciclis- la espoñol de. 1956, de manos de don Alejandro Iligelmo, en re-

. presentación del delegado nacional de Educación Física y Deportes. . . . (Foto Cifra)

El conde do Casas Bojas, embajador de España en Francia, áhrazasonriente a Federico Martín Babamontes, a poco de haber con.quistado el toledano por »rimera yez el titilo de rey de Ja montaña

deJ «Tour». Ello ocurrió el año 1954. (Foto Associated .Press)

su HISTORIAL EN PEDALADAS. FederiOo se inició en jatalufía. A ella llegó con ansias detriunfar en el ciclismo, Con un único bagaje de sus ilusio

oes. Y en Cataluña corrió cuando era un simple aficionadO.Octavo en la Vuelta a Cataluña de 1953, quinto en el TrofeoMasferrer de 1954, tercero en la Vuelta a Mallorca de dichoafio, vencedor en la Niza-Mont AgeL

En 1955, quinto de la Vuelta a tataluña, vencedor en Jamontaña, vehcedor en la Vuelta a Asturias, ganador también en la Mónaco-Mont Agel y Mont Faron.

El «Giro» de Italia se halla a su alcance. Se le pronostica vencedor y surge la dramática etapa de los Dalomitas,La nieve y el frío suscitan su abandono,

En 1957 mantiene una lucha con Loroño por el primerpuesto de la general en la Vuelta a España. Para muchosel toledano fué el veñcedor moral de la prueba, aunquefuera Loroño quien se adjudicara finalmente e triunfo.

En 1958, el año de’ Jal disordias en el ceno del equipoespañol en la Vuelta a España, Federico consigue el lideralo de la montaña, para :aquel mismo año proclamarSe canipeón nacíbnal, de fondo en carretera.

Esto Son’ los datos que mantiene nuestra memoria enel moefltO de redactar este complemento de historial, delvencedor del «1our» 1959. Posiblemente omitamos algunavictoria, pues la verdad . es que Federico nos colmó iás de esperanzas que de realidades. . Nosotros todavía le recordamos, aunque de forma lejana,

. en lit vieja casa sobre en la que pronto se levantará ej vélódromo de Cracia, remozado y reconstruido. Allí, SantiagoMOstajO, el • hdmbre que encaminara sus primeros pasos, leconcedería las plirfiéraS ayudas, los primeros consejos... y

:. la primera bicicleta. .

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La muier en lavida del campeón

En esta suscinta biografíadel primer español vencedordel «Tour». no solamentemerecen ser nartadas las ges-tas deportivas. Lo bumaflo, losentimental, tienc también SUcapítulo . . aparte.

gederico abandonó haceunos años el celibato. Su es-posa, ayer en París, recibiótambién la candil de la gloriay degustó el néctar del ttiUflfo. Y justo es que así seapara quidri compartió las decepciones de [a derrota o caboieó el amargar de un incierto porvenir.‘ Y alli, Con «Fede», estuvosu Permina; aquella humildemuchachita toledana a quienla gloria, el triunfo y el dinero, no pudieron disiparla dela mente del campeón.

—Conquistará fama paraofrecértela — le dijo «Fede»hace muchos años entre lasvetustas piedras toledanas.

Y «Fede», en tan Importan-te etapa, no abañdon Llegóhasta la meta pese a las dífbcultades. . -

montana. El teclado de las ma-yCisculás se eleva altivo y orgulioso para . deletrear...

...DEJAI PASO, MONTES DEFRANCIA, QUE LLEGA UN ES-

,PAÑOL.

BA}IAMONTES¡ndust! ial

El esfuerzo de la ruta loinvirtió Federico en un taller de motos y, . . de biciclo-tas. Naturalmente. Nue cíe-cir tiene cjue en tal ramo dela industria, don Federico esel más prestigioso de Toledo.Todas las máquinas que Ile-van el marchamo de la basaBahamOntes, son sinónimo decalidad. Y si no dad resulta-do, nadie protesta, aunque eladquirirla . en su establecimiento sea ya una garanda.

«Fede» tiene grandes pro-yectos comerciales y piensaampliar sus establecimientosa distintas ramas del comer-cio y de la inustria. Sil po-pularidad es la mejor de laspropagandas.

Y en Toledo, todos . desearán usar los artículos de lacadena de comercios del pri.mer «mailiot amarillo» del•Tour» que naciera en Te-ledo..

— --- .Foto de Federido Martín Bahamon-tes dedicada a EL WNDO

DEPORTIVO, e’fl los comienzos de su carrera deportiva

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