historia en nuestra manos
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Una revista echa por monica escalante sergio hernandez y su servidora.TRANSCRIPT
istoria en
nuestras
manos.
Por Katia Leaned Tostado Pérez
Monica Helena Escalante Fuentes y
Sergio Hernández Juarez.
H
Índice
Contenido
Indice .................................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Iglesia de Ocotlán. ................................................ ¡Error! Marcador no definido.
Convento de San Francisco (San Sebastián de Aparicio) .... ¡Error! Marcador no
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Templo de Jesús. .................................................. ¡Error! Marcador no definido.
El Teatro Principal ................................................. ¡Error! Marcador no definido.
Templo de Santa Clara ......................................... ¡Error! Marcador no definido.
Museo Amparo ...................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Museo Bello y Gonzalez ....................................... ¡Error! Marcador no definido.
Mercado de Parían. ............................................... ¡Error! Marcador no definido.
El barrio del Artista. ............................................... ¡Error! Marcador no definido.
Museo Bello y Zetina ............................................. ¡Error! Marcador no definido.
Santa María Tonanzintla ....................................... ¡Error! Marcador no definido.
San Francisco Acatepec ....................................... ¡Error! Marcador no definido.
Casa del Dean ...................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Capilla Real ........................................................... ¡Error! Marcador no definido.
La Casa Del Alfeñique .......................................... ¡Error! Marcador no definido.
CAPILLA DEL ROSARIO ...................................... ¡Error! Marcador no definido.
Convento de Huejotzingo ...................................... ¡Error! Marcador no definido.
Ex convento de San Andrés Calpan .................... ¡Error! Marcador no definido.
Palacio de los deportes ......................................... ¡Error! Marcador no definido.
Tlaxcala. Iglesia de Ocotlán.
Iglesia de Ocotlán, Tlaxcala.
Historia
Durante el año 1541 una devastadora plaga desolaba los pueblos de la zona de
Ocotlán, México. El indio Juan Diego, un joven piadoso que servía con los
religiosos y cuidaba a los enfermos, subía la ladera occidental del cero de San
Lorenzo y se adentró en un bosque de ocotes (pinos) que había allí junto a una
barranca.
De repente, se le presentó la Virgen Santísima quien con amabilidad le dijo: "Dios
te salve, hijo mío, ¿a donde vas?.
Juan Diego quedó sorprendido pero gozoso por aquel encuentro. El amaba mucho
a la Virgen y se cuidaba de mantener su altar lleno de flores. Logró decir: "Llevo
agua del río para mis enfermos que mueren sin remedio".
La Madre de Dios le invitó a que le siguiera: "Ven en pos de mi, yo te daré otra
agua con que se extinguirá el contagio y sanen, no solo tus parientes, sino
cuantos bebieren de ella; porque mi corazón, siempre dispuesto a favorecer a los
desvalidos, ya no sufre ver tantas desdichas sin remediarlas".
Juan Diego, que conocía bien la zona, nunca había visto ningún manantial por allí,
pero, humildemente siguió a Nuestra Señora hasta una quebrada del cerro donde
ella le mostró la fuente de Agua Santa.
"Tomad de esta agua cuanta queráis, seguros de que con el contacto de la mas
pequeña gota, sentirán los enfermos no solo alivio sino perfecta salud".
Juan Diego, obediente, llenó su cántaro con el agua milagrosa y siguió su camino
a su aldea natal de Xiloxoxtla. Allí suministró el agua a los enfermos de la peste y
todos recobraron la salud rápidamente. El suceso se propagó en seguida y
llegaron muchas gentes en busca de curación y para escuchar el testimonio de la
aparición de la Zoapilzin (Señora), la Virgen María.
La Virgen había ordenado a Juan Diego: "Avisa a los religiosos de mi parte que en
este sitio hallarán una imagen mía, que no solo representa mis perfecciones sino
que por ella prodigaré mis piedades y clemencias: la que hallada, quiero que sea
colocada en la capilla de San Lorenzo"
Los religiosos cuestionaron a Juan Diego y fueron al lugar del suceso. Llegando
allí ya de noche, quedaron asombrados por el prodigio que contemplaban: Arboles
ardían con grandes llamaradas sin consumirse. De aquí el nombre Ocotlán que
procede de dos palabras nahuas: ocotl: (ocote o pino) y tlatla: (arder). Es decir
Ocotlán, el ocote que arde.
Llamó sobre todo la atención un gran árbol de ocote al que le pusieron una señal
antes de regresar al convento. Al día siguiente, volvieron al lugar y abrieron con
hacha abrieron el ocote señalado. Encontraron para su asombro que el corazón de
aquel árbol era una preciosa talla de la Inmaculada Virgen María.
La multitud jubilosa, junto con los religiosos, llevaron a hombros la Imagen hasta la
capilla de San Lorenzo, aproximadamente medio kilómetro arriba, en la cumbre de
la colina. La colocaron en el trono que ocupaba el Santo Mártir San Lorenzo.
Según se cuenta, el sacristán, enojado de que hubiesen quitado a San Lorenzo,
por dos veces sacó a la Virgen Madre del trono para poner a San Lorenzo. Cada
vez, de noche, alguien ponía a la Virgen de nuevo en el trono. Por tercera vez el
sacristán quitó a la Virgen en favor de San Lorenzo. Esta vez la puso en un baúl
sobre el cual se echó a dormir para prevenir que la volviesen a poner en el trono.
Cual fue su sorpresa cuando vio que los mismos ángeles vinieron y, de manera
prodigiosa, restituyeron la Reina al trono.
La Virgen quiso quedarse con sus hijos y estamos seguros que San Lorenzo,
como todos los santos, están felices de cederle el lugar que bien le corresponde
por ser Madre de Dios.
La capilla de San Lorenzo con el tiempo fue remplazada con la preciosísima
basílica de Nuestra Señora de Ocotlán. Los cimientos de la actual basílica se
pusieron el 13 de enero de 1687. Desde allí la Madre sigue recibiendo a sus hijos
para adentrarlos en el corazón de Jesús y de su Iglesia.
La cúpula del camarín
La fachada tiene en el centro a la Virgen Inmaculada, la mujer del
Apocalipsis(12:1). La Virgen apoya sus pies sobre tres mundos que San Francisco
carga de rodilla. Estos son: los religiosos franciscanos, las clarisas y la orden
terciaria de laicos. Alrededor de la Virgen están los siete arcángeles (San Miguel
arriba). A la derecha de la puerta principal: San Ambrosio y sobre el: San
Jerónimo. A la izquierda de la puerta: San Agustín y sobre el: San Gregorio. Se
trata de cuatro doctores teólogos que escribieron inspirados sobre la Virgen. Los
12 Apóstoles aparecen, 3 en cada columna, simbolizando que son ellos los pilares
de la Iglesia. También vemos en la fachada muchas frutas: Jesús es fruto del
vientre de María Santísima. Todos los que allí entran están llamados a recibir
muchos frutos espirituales.
Vale la pena visitar el camarín de la Virgen, repleto de arte religiosa y acceso mas
cercano a la Santísima Virgen. En la cúpula está el Espíritu Santo, Jesucristo con
sus Apóstoles y los santos.
Cúpula de la Iglesia de Ocotlán, Tlaxcala.
Las tres promesas de la Virgen María en Ocotlán:
El pocito
1- "Ven tras de mi, que yo te daré otra agua con que sanen cuantos bebieren de
ella y sientan los enfermos no sólo alivio, sino perfecta salud"
La Virgen nos recuerda las palabras de Jesús a la Samaritana junto al pozo. El
agua a que se refiere la Virgen es la misma: Jesús es el agua viva que nos da vida
eterna. En el evangelio de San Juan 4:14 leemos: "pero el que beba del agua que
yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en
fuente de agua que brota para vida eterna.» El agua que tomamos en el pozo
milagroso es un signo del bautismo, por el que llegamos a ser miembros de Cristo
y de su Iglesia. Por eso es esencial que abramos el corazón en fe para vivir
nuestro bautismo.
2- "Mi corazón ya no sufre ver tantas desdichas sin remediarlas" La Virgen en
muchas apariciones manifiesta su dolor materno por ver a sus hijos, no solo
enfermos físicamente, sino, sobre todo, por la condición de pecado. La vemos
llorar, por ejemplo, en La Salette y en Fátima. La Virgen coopera con la obra
redentora de su Hijo. Ver: "Por que llora la Virgen"
3-"Hallarán una imagen mía que representa mis perfecciones y por ella prodigaré
mis piedades y clemencia". La Virgen María, siendo Inmaculada, no tuvo nunca
mancha de pecado. En ella encontramos todas las virtudes en grado de
perfección. Quien se acerca a ella recibe las gracias necesarias para la
santificación. Así ocurrió a Santa Isabel y a su niño en el vientre, San Juan
Bautista. Lucas 1:41 "Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María,
saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo"
Fachada de la Iglesia de Ocotlán, Tlaxcala.
Arquitectura
Entre los siglos XVII y XVIII esta joya arquitectónica fue levantada sobre la cima
de un cerro, es una de las mas bellas muestras del barroco poblano-tlaxcalteca.
Su construcción fue realizada para obedecer el mandato de la virgen que en 1541
se le apareció al indígena Juan Diego Bernardino.
El santuario se erigió, en su forma definitiva, por el padre Juan de Escobar en
1670 para conmemorar las apariciones de la virgen.
El templo es una de las joyas del barroco por la originalidad de su fachada; todo el
conjunto (torres y cuerpo) impresiona por su alegre armonía entre el ladrillo y la
argamasa y sus diferentes motivos. Este bello barroco, proviene del sur de
España, principalmente de la parte de de la provincia andaluza de Sevilla y tiene
su origen en la arquitectura árabe.
La Basílica se compone de unas elevadas bases de ladrillo hexagonal, sustentan
en su parte superior unos blancos campanarios gemelos que sobresalen de la
base de ladrillo por medio de una cornisa moldurada. Estas torres contrastan
bellamente con el cielo azul brillante del altiplano mexicano. Las esquinas de las
torres están formadas por pilastras estípites; los campanarios constan de dos
cuerpos superpuestos, separados por una cornisa. La portada (enmarcada por
esas torres y bases de ladrillo) esta adornadísima y en su parte superior hay una
gran moldura estriada que figura una enorme concha. Los adornos de la portada
son dos pilastras, dos intercolumnios (ambos adornados), además de arcángeles
en diversas posturas. Centro y foco de esta fachada es la imagen de la virgen de
Ocotlán. Detrás de ella hay un ventanal que da al coro, tiene peculiar forma de
estrella alargada y es adornada con un dosel. Debajo de la imagen de la virgen se
ubica una figura de San Francisco, se nota un tanto tosca comparada con la finura
hechura de la virgen. Clasifican a Ocotlán como barroco churrigueresco y ésta
decoración pertenece a la segunda mitad del siglo XVIII. También es admirable el
interior del santuario. El barroco está muy presente; todo el presbiterio –el recinto
donde se encuentra el altar mayor- es un continuo mundo de figuras en madera
policromadas; el altar es riquísimo y sobre él se encuentra la hornacina, protegida
por cristales, en la que esta la imagen de la virgen.
Otra bellísima obra barroca es el camarín de la virgen, que se realizó entre los
años 1718 y 1720 por el artesano indígena Francisco Miguel (su apellido se
desconoce pero se cree que era Tlayoltehuanintzi); se sabe que murió en 1749. El
camarín tiene cuadros con escenas de la virgen, obras del pintor Juan de
Villalobos; su techado es de una sola cúpula de planta octogonal recubierta de
adornos. El camarín se encuentra detrás del altar, en este lugar se preparaba la
imagen para las procesiones y fiestas. La belleza de este santuario (por el
recargamiento de sus adornos) la distingue de muchas otras, aunque en los
alrededores existen iglesias de belleza singular. El estilo artístico de Ocotlán
irradió inevitablemente a otros templos.
Iglesia de Ocotlán.
Fachada de la Iglesia.
Atrio de la Iglesia.
Pintura dentro de la Iglesia.
Camarín de la Virgen.
Puebla Convento de San Francisco (San Sebastián
de Aparicio)
Historia
Entre los conventos de la Ciudad de Puebla, el de San Francisco es el más
antiguo, pues fue fundado por la Orden de los Frailes Menores, que fue la primera
que se estableció en México después de la conquista (América fue entregada a los
reyes católicos de España por el sumo pontífice Alejandro Pp. VI con Bula
Apostólica “Inter cetera” del año 1492 para evangelizar). Se comenzó a construir
en el año de 1535, siendo Fray Toribio de Benavente quien coloco la primera
piedra, el primero de doce religiosos franciscanos que desembarcaron para
evangelizar a la Nueva España. Se concluyo la construcción, la decoración y el
embellecimiento hasta el año de 1767, sumando 232 años en su totalidad de
construcción, pues había periodos de descanso de 4, 6 y hasta 10 años para
reunir fondos para poder continuar con la obra.
Arquitectura.
PORTADA PRINCIPAL O FACHADA.
La bellísima fachada churrigueresca de cantera y combinada con el barroco
poblano de ladrillo cocido y azulejo de talavera, fue obra del arquitecto español
José Buitrago, en al año de 1743 a 1767, está compuesta por catorce cuadros o
tableros que representan jarrones con flores y dos más pequeños que representan
a Dios Padre y a la Virgen María de la Conquista, todo esto en azulejo de talavera,
en el centro de la portada de cantera, comenzando de abajo hacia arriba nos
encontramos en el primer cuerpo: la puerta tallada al estilo Mudéjar con las
representaciones de Sto. Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, con sus
respectivos escudos. Continuamos en una hornacina con la escultura de San
Antonio de Padua; en el segundo cuerpo, en otra hornacina se observa a la Sma.
Virgen de la Defensa, después en alto relieve, las Estigmas o Llagas de San
Francisco de Asís y en los colaterales del lado izquierdo la escultura de Santiago
Apóstol y del lado derecho a San Cristóbal, dividiendo el segundo y tercer cuerpo
se encuentra un óculo mixtilíneo que en lugar de vidrio contiene piedra de Tecali o
mármol. En el tercer cuerpo: se encuentra en otra hornacina al Patriarca San José
con el niño Jesús y en los colaterales a los Padres de la Sma. Virgen: del lado
izquierdo a San Joaquín y del lado derecho a Sta. Ana. Remata la cornisa con una
hornacina a la Sma. Virgen María y en la cúspide al Patrono de la Ciudad de
Puebla, el Arcángel San Miguel.
LA TORRE.
La gran torre de 63 Mts. de altura, es un rasgo característico de los constructores
poblanos; la erístico de los constructores poblanos; la conocimientos sobre el
equilibrio y la resistencia de los materiales. Esta inmensa torre descansa en un
hueco sobre la bóveda de una pequeña capilla; está formada por un gran
basamento de mampostería que llega a la altura de la cornisa del templo. Dos
cuerpos de planta cuadrada y un gran remate ochavado, los cuerpos separados
por vigorosas cornisas, están construidos por simples estructuras apilastradas con
dos campaniles en cada lado. Inició la construcción de esta torre el Padre Tapia
en el año de 1730 y en 1748 llegando a la altura de la cornisa. Posteriormente el
hermano Lego José Antonio de Sto. Domingo la continuó de cantera y se le
colocaron las campanas, concluyendo en el año de 1767.
PORTADA LATERAL O NORTE.
Es sin duda la más antigua de la ciudad de Puebla; se compone de tres cuerpos:
el primero, ofrece la puerta con arco adintelado y sus ángulos redondos con
jambas y pilastras con relieves, su imposta recuerda los capiteles de las columnas
de claustros primitivos. En el segundo cuerpo, se desplanta sobre la cornisa del
primero con dos pilastras que sostienen un cornisuelo y en el espacio central una
hornacina profunda con una en el espacio central una hornacina profunda con una
cruz de piedra. El tercer cuerpo, viene a ser un alfiz, que cubre un frontón
triangular muy agudo que cobija al escudo de Tlaxcala, que siguió siendo algún
tiempo la designación de la Diócesis aunque ya se había trasladado a Puebla.
INTERIOR DEL TEMPLO.
Hay dos filas de columnas a los lados de la nave para sostener un pasillo con
balaustrada; se organizó otro sobre la comiza a la altura del arranque de las
bóvedas, se sustituyeron los altares antiguos por otros neoclásicos, se decoró con
pintura popular en todos los espacios posibles, aún en los plementos de la
venerable techumbre ojival y se pintó todo de blanco, pero se haya escapado la
bellísima sillería del coro que aun existe y es del más elegante estilo Rococó. El
enorme templo consta de una sola nave orientada, es decir, su cabecera ve al
oriente y la puerta principal al poniente, además de ésta, ofrece otra al norte, que
sin duda es la primitiva, pues ostenta aún el escudo de Tlaxcala. Las bóvedas son
nervadas al estilo Gótico, en los dos espacios de la nave con terceletes y
ligaduras, la del coro con dobles terceletes y la del espacio presbiteral en forma de
estrellas de ocho puntas, inscritas en un rectángulo, el testero es curvilíneo, sin
llegar al semicírculo, peculiaridad rara en esta clase de templos.
EL CORO.
Tamaña hazaña el coro que se asienta de una sola pieza de doce varas de claro,
con lo cual se realiza casi la audaz quimera de los antiguos alarifes de la bóveda
plana. La sillería del coro se compone de 79 sillones fraileros al estilo Rococó; 45
en la parte superior y 34 en la parte inferior en madera de cedro, aunque es
menos rica que la de Catedral, sirvió para el Cabildo de la Diócesis de Tlaxcala
que pasó posteriormente a Puebla, es en verdad digna de admirarse. En el centro
del coro se encuentra un facistol para los libros de los cantos Gregorianos; al
frente del coro, a iniciativa del R.P. Fray José Rodríguez, fue llevada a cabo la
construcción de una organola, terminada y puesta en servicio del culto el día 12 de
diciembre de 1930, cuya construcción se encomendó al fabricante Pablo Santíani
y compañía de ésta ciudad de Puebla. En los muros del coro se encuentran tres
pinturas al óleo en forma de media luna que representan: El Triunfo de la Iglesia
Católica frente al paganismo, El Triunfo de la Religión de Jesucristo frente a la
Teología pagana y las Revelaciones del Apocalipsis.
EL ALTAR MAYOR.
El altar mayor al estilo neo-clásico, es obra del notable arquitecto, escultor y pintor
Don José Manzo Jaramillo, se compone de columnas con fuste acanalado y
capiteles Corintios. En él centro, de tamaño natural, en madera tallada y
policromada, nos encontramos a Cristo crucificado y hacia arriba un medallón en
relieve al óleo, las estigmas o llagas de San Francisco de Asís, ejecutado en el
siglo XVIII, por el, notable oaxaqueño Miguel Cabrera; en los colaterales dos
vitrales emplomados dedicados a la hermandad: del lado izquierdo a Sto. Domingo
de Guzmán y del lado derecho a San Francisco de Asís; así como las esculturas
de San José y la Patrona de la Orden Franciscana, "La Purísima Concepción".
LAS CAPILLAS.
De las numerosas capillas que tenía el templo solo subsisten tres y dos
pequeñas, una dedicada a la Virgen de Fátima y otra externa sobre el ala
izquierda del templo dedicada a la Virgen de la Macarena. La primera a los pies de
la Iglesia ofrece bóvedas de cañón, cúpulas sobre un crucero rudimentario y
testero rectangular con bóvedas de cañón y lunetos, dedicada al Sagrado Corazón
de Jesús y a la Virgen de Guadalupe, con las esculturas de Sto. Domingo de
Guzmán, San Francisco de Asís, el Papa San Pío V y el Papa Pío VI. El estilo de
este retablo es el Barroco Salomónico, decorado con suntuosa filigrana. La
segunda es un salón compuesto de seis cuadrados con bóvedas de arista,
separados por dos pilares que sostienen los arcos; era una capilla abierta que
miraba al atrio y no comunicaba con el templo, pues era para evangelizar a los
indígenas, después se llamó de San Juan y actualmente está dedicada a la Divina
Providencia, a San Francisco de Asís y al Beato Sebastián de Aparicio. La tercera,
abre su puerta en el tramo presbiteral, frente a la antesacristía, es una gran capilla
de una nave con crucero, bóvedas de cañón con lunetos, cúpula y testero en
trapecio con bóveda esquifada y que forma un camarín, en esta capilla se
conserva el cuerpo incorrupto del Beato Sebastián de Aparicio y también en ella,
la famosa imagen de la Virgen de la Conquista o Conquistadora, el retablo es de
estilo churrigueresco, y en él se encuentran las imágenes de San Joaquín y Sta.
Ana, de San José y la Virgen María, además dos pinturas, una dedicada al Beato
Sebastián de Aparicio y la otra a San Francisco de Asís. En la antesacristía existe
un gran cuadro de sumo interés que representa la genealogía Franciscana, en un
mundo de gente y su factura bastante bien resuelta, lo firma Cristóbal de Talavera
en el año de 1731, también se ven dos cuadros con mártires de José Luis de
Berrueco que data del año de 1771 y en la sacristía también se conservan otras
pinturas de sumo interés. De lo que fue el convento gran parte se destinó a
hospital militar, con uno de los claustros y el portal de la portería y otra a cuartel;
que más tarde fue desocupada y que es actualmente el Centro Escolar Aparicio
(no es administrado por los Franciscanos), lo poco que queda sugiere triste idea
de lo que fue uno de los más grandes y bellos conventos de Puebla.
NOTAS:
La Catedral es la sede episcopal de la arquidiócesis de Puebla y ha
sido declarado patrimonio de la humanidad por ser una de las más
bellas del mundo.
Templo de Jesús. (Puebla)
Se localiza en el Centro Histórico de
la Ciudad Poblana. La dirección es:
4 sur esquina con avenida Maximino
Ávila Camacho, a un costado del
colegio Carolino.
Este templo se terminó de construir
en el año de 1767. La construcción
estuvo bajo la dirección del maestro
mayor en Arquitectura José Miguel
de Santa María. Originalmente
perteneció al antiguo colegio
Carolino, hoy edificio de la
Universidad Autónoma de Puebla. El templo es uno de los más importantes de la
República, esto se debe a que solo existen dos templos Jesuitas que fueron
construidos en el siglo XVIII y que tienen gran magnitud.
Está orientada al poniente y da a una pequeña plazuela desde la cual se puede
admirar su composición barroca que combina la cantera y argamasa.
La fachada consta de dos cuerpos; el primero está elaborado en cantera y lo
conforma un pórtico con tres vanos al frente, que corresponde a las naves
interiores; el vano central muestra arco trilobulado y los laterales arco de medio
punto, todos con hermosa herrería pintada en color negro; complementa el diseño
pilastras tableradas, cartelas, almohadillados, tableros, nichos, medallones y
escasos motivos vegetales. En el segundo cuerpo los relieves ornamentales se
marcan aun más debido a la argamasa que aqui se emplea. La fachada dá la
apariencia de estar elaborada de encaje blanco. El interior es de planta basilical, la
nave central está cubierta con bóveda de lunetos. En el interior es de mucha
importancia el altar en el cual se aloja una escultura del Sagrado Corazón de
Jesús, el retablo de mármol y detrás del retablo se encuentran los 12 Apóstoles
elaborados en cantera. Cabe mencionar que en esta iglesia se encuentra la
sepultura de Catarina de San Juan mejor conocida como la China Poblana.
La sacristía queda detrás del altar mayor, compuesta por tres bóvedas adornadas
con un lienzo, el muro adornado de un pulido retablo. Tiene su propia cúpula sin
tambor a base de gajos, logrando la entrada de mucha luz.
En el exterior, el pórtico es de cantería labrada con nichos, donde se albergan las
imágenes de San Ignacio de Loyola y de San Francisco Javier, San Luis Gonzaga
y San Juan Berchmans, mismas que se colocaron en 1899.Tres grandes arcos
correspondientes a las tres naves dan acceso al pequeño atrio sobre el cual se
desplantan las torres, mezcla de varios estilos, con acabado de argamasa.
El Teatro Principal (Puebla)
El Teatro Principal se encuentra Ubicado en la calle 8 Oriente esquina con 6
Norte. Fue inaugurado en 1760. En 1902 el inmueble fue dañado debido a un
incendio y tuvo que estar cerrado temporalmente, fue reconstruido y adquirió su
nombre actual en 1920. En 1940 fue reinaugurado con la exhibición de la obra
“Quién te quiere a ti” de la compañía de Isabelita Blanch.
Su asentamiento primero se lo debemos atribuir, con sobrada justicia, al carpintero
Juan Gómez Melgarejo en el gusto de ver y representar comedias instaló en su
domicilio un pequeño teatro que vendría a ser el precursor del teatro profano en
Puebla y, además, el iniciador sin regateos del teatro doméstico (teatro familiar)
que Puebla prendiera de manera extraordinaria para ejemplo congregante de toda
la Nueva España. Esto sucede corriendo "el año de gracia de 1613", cuando "los
vecinos de la Nobilísima Ciudad de los Ángeles se aburrían soberanamente por
carecer de un sitio propio para que las familias acomodadas y decentes se
reunieran en busca de honesta diversión". Pero los problemas del teatro y las
autoridades parecen ser consustantivos al que hacer teatral, por lo que pronto el
teatrito carpinteril de Juan Gómez Melgarejo (a quien, dicho sea de Puebla y
México le deben su instalación en la memoria histriónica), sufriría en carne propia
la ordenanza del Ayuntamiento para acabar con el incipiente corral de comedias
que provocaba ruidos y turbaciones, risas y algarabías de aquéllos que salían de
él a altas horas de la noche para romper "la tradicional quietud de conventual
población".
NOTAS:
El Teatro es uno de los teatros más antiguos de América que aún
sigue en funcionamiento, considerado como una joya por su rica
arquitectura; la cual, fue diseñada por el poblano Miguel de
Santamaría. Fue nuevamente restaurado por el arquitecto poblano
Miguel Pavón Rivero, reinaugurándose el día 17 de Noviembre de
1960 con la presentación de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio
de Puebla. En este hermoso teatro usted podemos disfrutar de obras
de teatro, ópera, danza, música, conferencias, festivales, espectáculos
infantiles y asambleas.
Templo de Santa Clara (Puebla, Atlixco)
Única fundación religiosa para mujeres que aún existe en la villa de Atlixco,
realizada entre 1617 y 1618 por la orden de las Clarisas, la rama femenina de los
Franciscanos. El convento e iglesia de Santa Clara, ocuparon casi la totalidad de
una manzana, la parte norte conserva todo el aspecto que debió tener la
construcción en el siglo XVII. Tiene paredones muy altos, interrumpidos por los
contrafuertes que lo sostienen.La iglesia de Santa Clara constituye, con el Carmen
y San Francisco, las tres construcciones conventuales más importantes que ha
conservado la ciudad de Atlixco. La fachada de la iglesia está alineada a lo largo
de la calle que llevaba el mismo nombre y que actualmente se llama La Libertad. A
principios del siglo XIX el templo y convento fueron dedicados al Corazón de
Jesús y a raíz de la reforma, la orden fue suprimida quedando como casa de
vecindad la cual se conoce como la Casa del Pueblo.
NOTAS:
Fue fundado bajo el patronato de doña Isabel de Villanueva Guzmán,
quien donó cuarenta mil pesos y cedió las casas en las que habitó
Antonio de Villa Beltrán para el convento. La escritura de fundación fue
firmada el 31 de mayo de 1607. Sirvió de iglesia una pieza baja, hasta
que construyeron un templo, que fue consagrado en 1642. En 1667,
tras un fuerte terremoto, fue necesario construirle unos contrafuertes
en el muro que da a la calle. Sin embargo, otro terremoto volvió a
dañar seriamente el templo en 1711, por lo que se construyó el templo
que podemos ver en la actualidad (el cual fue consagrado en agosto
de 1714).
Museo Amparo
Historia
El Museo Amparo abrió sus puertas el 28 de febrero de 1991, teniendo como
objetivo rescatar, preservar y difundir el patrimonio cultural y artístico de México.
Creado por Manuel Espinosa Yglesias en memoria de su esposa, Amparo
Rugarcía de Espinosa, a través de la Fundación Amparo y de la mano de su hija,
Ángeles Espinosa Yglesias, el principal motor para su creación, quien lo dirigió a lo
largo de 16 años, colocándolo como el recinto cultural más importante en la capital
del estado de Puebla y uno de los mejores del país.
El Museo Amparo se ubica en el edificio que fuera el primer hospital de la ciudad
de Puebla, el de San Juan de Letrán, fundado en 1538, el cual constituye un
importante ejemplo de arquitectura colonial. A fines del siglo XX, la Fundación
Amparo adquirió estos predios con el fin de albergar el museo.
Depositario de un valioso acervo de arte prehispánico, que suma más de mil 700
piezas (por ley registradas ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia), es
una de las colecciones, bajo custodia de particulares, más completas en cuanto a
las culturas que presenta al público, además la calidad estética y el valor histórico
de la colección prehispánica hacen de ella una de las más ricas y atractivas del
país.
La colección se muestra desde el punto de vista de la historia del arte, distribuida
a lo largo de ocho salas, a través de las cuales podemos conocer las técnicas de
producción del arte y sus estilos, así como los usos y funciones que las piezas
tuvieron en su momento.
Contiene piezas de diversas culturas, entre ellas olmeca, zapoteca, maya,
mezcala, Occidente-Pacífico, cubriendo un periodo cronológico que va desde la
aparición de las primeras organizaciones sociales, económicas y políticas, dos mil
años antes de Cristo y hasta la llegada de los españoles.
Por lo que corresponde a la colección de arte virreinal, ésta se expone en 11
salas, mostrando valiosas piezas asociadas a la vida religiosa y civil de los siglos
XVII a principios del XIX, constituida básicamente por muebles, estofados, óleos,
marfiles, biombos y artículos ornamentales.
Los trabajos en marquetería, los cristos y vírgenes de marfil, los santos
representados en trabajos de estofado y diversos óleos de la Virgen de
Guadalupe, entre otros elementos de la colección, ofrecen a los visitantes una
panorámica de técnicas muy diversas que sirvieron en su tiempo para materializar
las visiones del mundo, las aspiraciones y sentimientos de esa época, reflejo del
sincretismo entre las técnicas traídas a América por los españoles y la sensibilidad
artística de los indígenas que las elaboraron.
Arte moderno
El Museo Amparo posee también una significativa colección de arte moderno y
contemporáneo, en la cual destacan obras de Diego Rivera, Dr. Atl, Manuel
Felguérez, Julio Galán, Javier Marín y Vicente Rojo, entre otras.
Las exposiciones temporales ocupan un lugar preponderante en los programas del
museo. Desde que abrió sus puertas ha presentado al público más de cien
exposiciones temporales, entre las que destacan: pintura de caballete de Diego
Rivera, óleos de Frida Khalo, obras recientes de artistas como Manuel Felguérez,
Vicente Rojo, Federico Cantú, Yvonne Domenge, Julio Galán, Javier Marín,
Francisco Toledo, Roberto Cortazar, Jan Hendrix, Paula Santiago, Paloma Torres,
Betsabeé Romero; o bien homenajes como los realizados a Juan Soriano, Rodolfo
Morales o Miguel Covarrubias. Actualmente se presenta la obra de uno de los más
sobresalientes artistas mexicanos: Yishai Jusidman.
Entre las exposiciones internacionales presentadas destaca: “Persia, fragmentos
del paraíso”, organizada en coordinación con Conaculta-INAH. De igual forma, ha
participado con piezas de sus colecciones en diversas muestras internacionales
presentadas en ciudades como Glasglow, Venecia, Amsterdam, San Petersburgo,
España, Viena y Beijing, China.
Recientemente se presentó una selección de obras maestras en el Museo
Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, llevando
el encuentro con nuestras raíces a otra latitud, registrando una asistencia de más
de 130 mil personas.
Paralelamente, el museo ha realizado a lo largo del tiempo cientos de
conferencias, conciertos, presentaciones de libros, talleres y diplomados, entre
otras muchas actividades. Para los pequeños, las actividades se han encaminado
a fomentar el gusto y conocimiento por el arte y la cultura de nuestro país desde
temprana edad, a través de talleres, cursos de verano, guías-taller, obras de
teatro. Recientemente el museo en colaboración con el grupo Agentes Culturales
de la Universidad de Harvard impartió el taller multiartes de fomento a la lectura
“Cartonera Amparo”.
Asimismo, se han impartido varios diplomados en historia del arte, organizados
conjuntamente con el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, enfocados al estudio de las culturas prehispánicas
hasta el siglo XX con los mejores especialistas. El próximo 13 de marzo dará inicio
el diplomado “El arte del México indígena”.
Como llegar
Se encuentra ubicado en el centro Histórico de la Ciudad de Puebla, en las calles
2 sur y 9 oriente.
Museo Bello y Gonzalez
Historia
El edificio que alberga al Museo fue clasificado como Monumento
Artístico en 1940, y adquirido por el Gobierno del Estado en 1942.
Construido en sus orígenes como una casa habitación, en donde el
coleccionista y las obras coleccionadas cohabitaron durante muchos
años, el Museo Bello es de los pocos museos públicos en el mundo
que resguardan una colección originalmente privada en el propio
inmueble que habitó su coleccionista.
Desde su fundación, el 21 de julio de 1944, el Museo Bello mantuvo
abiertas sus puertas para deleite del público visitante, sin embargo el
daño que sufrió durante el sismo que el 19 de junio de 1999 sacudió la
capital poblana, hizo necesario su cierre. Actualmente, la Secretaria de
Cultura del Gobierno del Estado de Puebla después de poner en
marcha un programa pionero en su historia que contempló el
mantenimiento arquitectónico, la conservación del acervo, así como
trabajos de curaduría y museografía que dotaron a este espacio de
elementos actuales, ha reabierto sus puertas al público para devolver
a los poblanos el esplendor con que el Museo fue inaugurado hace 65
años.
Historia de la familia
Los miembros de la familia Bello fueron personajes sobresalientes de
la vida económica y artística poblana, en particular José Luis Bello y
González y su hijo Mariano Bello y Acedo. José Luis Bello, el patriarca
de la familia, forjó su fortuna gracias al establecimiento de varios
comercios en el centro de Puebla y a la adquisición de dos fábricas
textiles en el Municipio de Atlixco; fundó una fábrica de tabaco y se
inició en inversiones inmobiliarias. Su holgada situación le permitió
adquirir obras de arte para deleite personal.
A su muerte, el 11 de junio de 1907, José Luis Bello y González
dejaba una gran fortuna y varios objetos artísticos bienes que fueron
divididos entre sus cuatro hijos: Francisco, Rodolfo, Carlos y Mariano.
De ellos, Mariano mostró el más grande interés en seguir los pasos de
su padre en el ámbito comercial pero, sobre todo, fue destacada su
pasión por el coleccionismo de objetos de arte.
Mariano Bello dedicó gran parte de su vida al coleccionismo y su
pasión por el arte le llevó a establecer en su testamento - redactado en
1918 - que a su muerte y a la de su esposa, su increíble colección
artística fuera heredada a la Academia de Bellas Artes y Educación de
Puebla. El Gobierno del Estado cumplió su voluntad, estableciendo en
la propia casa de Don Mariano Bello el Museo que alberga su
colección, honrando así la memoria de ambos protagonistas.
Historia de la colección
La Ley de Desamortización de Bienes del Clero (1856) quitó a la
Iglesia su poder político, económico y cultural. Fueron confiscados los
numerosos bienes acumulados por siglos por la Institución y se
hicieron suceptibles de venta. Junto con el proceso de industrialización
de la sociedad, la burguesía, nuevo poder económico y político, se
encargó con pasión del papel de mecenas artístico y cultural que la
Iglesia ostentó por siglos, buscando en el arte nuevos horizontes para
el reconocimiento de su estatus.
La familia Bello es un ejemplo representativo de esta burguesía, ávida
de acumular objetos tanto por sus calidades estéticas como por su
lejanía temporal y geográfica. La colección que Don Mariano acopió a
lo largo de su vida es rica tanto en artes aplicadas de Asia, América y
Europa -muebles, plata religiosa y civil, herrajes, cristal, vidrio,
talavera, entre otros- como la variedad y calidad de los óleos de su
pinacoteca, entre los que se encuentran obras de los grandes
exponentes del arte novohispano: Miguel Jerónimo Zendejas, Cristóbal
de Villalpando y Luis Lagarto; notables pintores del siglo XIX como el
mexicano Agustín Arrieta, así como obras de factura europea de
maestros como Giuseppe Molteni y Bernardino Gagliardi.
El Inmueble
El edificio que alberga el Museo se comenzó a construir en el siglo
XVII. En esa época constaba de dos niveles y los espacios eran
repartidos alrededor de dos patios sucesivos. Con el paso del tiempo
sufrió cambios notables; el más representativo fue en el siglo XIX
cuando la propiedad fue dividida en dos predios distintos.
Durante el siglo XX, fue añadido un tercer nivel del lado de la calle y
sufrió transformaciones internas. El Ing. Carlos Bello y Acedo aplicó a
la casa, de 1908 a 1910, una serie de modificaciones necesarias para
la vivienda y colección artística de su hermano Mariano. Se integraron
decoraciones eclécticas, pintura mural, lambrines y los cielos rasos en
algunas salas a fin de convertir la casa colonial, en una mansión
porfiriana. Adicionalmente, Don Mariano quiso hacer de su casa un
espacio de exhibición de la colección familiar, de esta manera cada
salón fue adecuado y decorado en un intento museográfico para
albergar un tipo de colección particular.
A la muerte de Don Mariano, acaecida en 1938, el inmueble fue
heredado a los hijos de sus hermanos. La fama de la delicadeza de
sus interiores y la armonía en su arquitectura trascendió y en el año de
1940, el inmueble fue declarado a nivel estatal como “Monumento
Artístico”. Hacia 1942, el Gobierno del Estado tomó la atinada decisión
de fundar un museo público con la colección heredada por Don
Mariano en la propia casa del coleccionista; por ello adquiere la casa y
encarga al Ing. Carlos Bello y Cabrera –hijo de Carlos Bello y Acedo-
la adecuación arquitectónica de la misma. De esta manera, el 21 de
julio de 1944 se inaugura en el inmueble el museo público José Luis
Bello y González.
Las 13 salas del Museo
Actualmente, la colección del Museo Bello se resguarda en 13 salas:
Salón Rojo
La primera de ellas se ubica en la planta baja. Este espacio fue
originalmente el despacho particular de Mariano Bello. La decoración
elegida para esta Sala revela un eclecticismo armonizado: juego de
formas geométricas de cerámica poblana en la parte inferior de los
muros, cubos con mosaicos de talavera como remates de las vigas y
tela roja de Damasco en las paredes, a la cual el Salón debe su
denominación. Las obras de arte que se encuentran en su interior,
descubren también el eclecticismo de la colección: sillas y secreteres
ingleses estilo chippendale, espejos venecianos, una caja fuerte
alemana, una escribanía incrustada de marfil proveniente de la India y
otra escribanía taraceada, digno ejemplo de la ebanistería poblana.
Sala Arrieta
Fue nombrada así ya que resguarda cinco obras del artista plástico
Agustín Arrieta (1803-1874) cuya carrera artística se desarrolló en
Puebla. Otras cuatro piezas resaltan en este espacio: un ánfora
romana del siglo I a.C. encontrada en el puerto de Biblos en Líbano;
un arcón de madera del siglo XVII que reproduce en su cara interna un
mapa de la ciudad de Manila, Filipinas, considerado el mapa más
antiguo que se conoce de esa ciudad; un cuadro representando a San
Antonio de Padua elaborado en el ancestral arte plumaria y un mapa
de Puebla que reproduce el avance urbanístico de la ciudad en el siglo
XVIII.
Sala de Metales
Anexa a la anterior se resguarda la colección de hierro forjado de Don
Mariano en su mayoría de los siglos XVII al XIX así como la colección
de cobres que ostenta piezas utilitarias mayoritariamente jarras y
botes lecheros, palanganas y cazos.
De Lacas
Resguarda la amplia colección de lacas mexicanas de Don Mariano.
Una de las piezas representativas de esta sala es una almohadilla o
costurero, cuya decoración representa escenas costumbristas, un
armario hecho en México cuya decoración ostenta influencia oriental;
un baúl de Olinalá, Guerrero decorado con motivos animales y
vegetales a base de la écnica de rayado y un reloj de péndulo que
también ostenta decoración oriental.
De Talavera
Véase también: Talavera poblana.
Fue uno de los espacios de la casa que se decoraron con un fin
únicamente de exhibición: la sala entera, tanto el piso como los muros,
fue decorada con una clásica combinación de ladrillo con azulejos de
talavera, armonizando el ambiente con las piezas expuestas. La
colección de talavera poblana del Museo Bello es excepcional; no sólo
cuenta con piezas tempranas decoradas en azul y blanco con
influencia de la porcelana china, sino también objetos más tardíos de
loza policroma de carácter popular. En esta colección, destacan, entre
otros objetos un par de lebrillos -vasijas profundas de forma circular
que se utilizaban para lavar los pies o la ropa-. El primero de ellos es
de estilo medallón, firmado con las iniciales S. C. pertenecientes a
Diego Salvador Carreto, uno de los loceros más importantes en
Puebla durante el siglo XVI. El segundo, se atribuye al locero Diego
Santa Cruz Oyaguren Espínola, cinco veces alcalde del gremio de
loceros y poseedor de uno de los talleres más grandes de Talavera de
Puebla del siglo XVIII. Dos querubines de "poblanos" del siglo XVIII
llaman la atención pues se trata de esculturas de bulto redondo
realizadas en loza estannífera. Se considera que pudieron haber sido
elementos ornamentales en el remate de la cúpula de la Capilla del
Rosario de Puebla. Su gran tamaño y la desproporción de sus manos,
corroboran que la pieza fue elaborada para colocarse en una
superficie elevada.
De Calaminas
Resguarda piezas, principalmente candeleros y ramilletes, elaborados
en calamina, aleación metálica parecida al latón, muy difundida en la
época virreinal. Además de los objetos elaborados en este material, la
Sala resguarda una gran variedad de piezas de diversa procedencia y
naturaleza, entre ellos una rica colección de cerámica prehispánica del
período posclásico, así como dos tallas en alabastro de gran calidad
que representan a la Purísima Concepción.
La Pinacoteca
Ubicada en la planta alta es uno de los espacios más representativos
del Museo Bello. Originalmente era un área de recámaras de la familia
y durante las adecuaciones se concibió como un espacio que ilustrara
el deseo de los coleccionistas de los siglos XIX y XX de recrear en su
propia casa las galerías de arte europeas. En este espacio hay
numerosas pinturas elaboradas en Europa así como copias de buena
factura de los grandes maestros, cabe mencionar la presencia de
algunas en particular: como la obra “Virgen con Santa Isabel, el Niño
Jesús y San Juanito” de Giuseppe Molteni (1800-1867) gran maestro
de la pintura romántica italiana; “San Jerónimo”, copia de José de
Ribera (1591-1652) apodado “El Españoleto”; “San Juan Evangelista”,
de Bernardino Gagliardi (1609-1660), pintor del barroco italiano nacido
en Cittá di Castello; entre otras obras de grandes cualidades.
Sala Mariano Bello
En el anexo de la Pinacoteca o se observa un óleo pintado por el
mismo coleccionista en 1901. Don Mariano incursionó también como
pintor en el mundo se las artes, con bastante mérito técnico. Este
lienzo representa la escena de “El sacrificio de Isaac” relatada en el
Antiguo Testamento.
De Música
Junto a la Pinacoteca se encuentra la que en origen fue la sala
principal de la casa. Con el establecimiento de una “sala de estar” en
su casa, los miembros de la burguesía poblana querían imitar las
costumbres de la aristocracia europea. La música jugaba un papel
importante durante las reuniones de la sociedad burguesa y sobre
todo para Mariano Bello que tenía una afición especial por esa
disciplina artística por ello la sala esta decorada con figuras vinculadas
con la música. Asimismo, Don Mariano adquirió una serie de
instrumentos musicales entre los que destaca un magnífico órgano
tubular barroco construido en 1720 con maderas de ayacahuite, cedro
rojo, pino, oyamel, encino y flautas de aleación de plomo y estaño. Es
un magnífico ejemplar de los instrumentos barrocos de su tipo
existentes en la región Puebla-Tlaxcala. Presenta cualidades técnicas
y constructivas que hacen pensar en el maestro organero José Miguel
Chacón como su constructor. Otro instrumento musical que se observa
en la Sala de Música del Museo Bello es un piano con encordadura
vertical llamado Euphonicón. Esta modalidad de piano fue construida
por F. Breale & Co., en Londres. Otros ejemplares similares se
conservan en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, en el
Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, en México y en la
Edimburg University Collection of Musical Instruments de Escocia; sin
embargo, el instrumento del Museo Bello se considera el mejor
conservado de todos.
En esta sala también se ubica la colección de porcelana europea de
Don Mariano Bello así como una amplia colección de relojes de bolsillo
de las más afamadas casas del mundo. Destaca un reloj, de caja de
plata con carátula de porcelana, fabricado por la Casa Breguet de
Francia, fundada en 1775 y activa en la actualidad. La calidad de los
relojes que producía Breguet le valió que los nobles de toda Europa se
vanagloriaran de poseer un reloj construido por él. Entre la larga fila de
clientes famosos se cuenta además de Napoleón, a María Antonieta, a
Elisa Bonaparte, duquesa de Toscana, al Duque de Orleans, a la
condesa Alexandrine de Laval, al Zar Alejandro I de Rusia y a Winston
Churchill, entre otros.
De Ornamentos
Fue originalmente la recamara matrimonial de los Bello. Aquí están
expuestas piezas religiosas como la colección de platería litúrgica,
textiles religiosos como un frontal de altar dominico hecho en China,
esculturas religiosas y antifonario
De Cristales
Alberga una abundante colección de cristales de inmenso valor. Esta
sala resguarda piezas procedentes de la Real Fábrica de Cristales de
La Granja de San Ildefonso, España; vasos, tibores, jarras y copas:
unas de cristal traslúcido decorados a través de grabado y dorados al
fuego y otras de cristal opalino o blanco.
La sala también resguarda valiosos ejemplos de cristal poblano y
europeo provenientes de fábricas europeas de gran prestigio como la
de Baccarat en Francia y la de Bohemia, Alemania, entre otras.
Oriental
Resguarda la colección de porcelana china y japonesa de Don
Mariano. La porcelana china tenia gran valor para la aristocracia
europea, así como para las familias adineradas en Nueva España y
posteriormente en el México Independiente. Mariano Bello no fue la
excepción y adquirió una gran colección en la que se pueden
identificar obras de tres periodos distintos dentro de la dinastía Ch’ing
(1644-1909):
Porcelana elaborada durante el período K’ang-hsi (1662-1722) de
color azul y blanco con toques de verde que generalmente
representan paisajes.
Porcelana elaborada durante el período Yung-Cheng (1723-1735)
como botellas, platos y tazas en colores amarillo, azul, verde y rosa y
habitualmente representan motivos florales
Porcelana elaborada durante el periodo Ch’ieng-lung (1736-1795) en
donde predomina el color rosa y la representación de motivos de
influencia europea
Es digno de mención en esta sala un abanico de procedencia oriental
realizado en papel con aplicaciones de marfil y seda.
De Marfiles
Es la última sala del recorrido y resguarda la colección de marfiles,
entre los que destacan dos tipos: los llamados marfiles cristianos que
reproducen imágenes religiosas de la tradición católica, elaborados
por los artesanos chinos o filipinos e importadas vía Galeón de Manila;
y los marfiles civiles, entre los que destaca un bellísimo pabellón
flotante del siglo XVIII. Esta pieza representa las embarcaciones en
donde la realeza o las familias adineradas chinas llevaban a cabo
actividades de esparcimiento. Fue trabajado en marfil laminado,
tallado, calado y policromado; contiene en su interior 23 personajes
tallados de forma independiente, todos trabajados en marfil
policromado.
Por último, una de las obras más relevantes de la colección Bello que
se resguarda en esta sala es un óleo sobre tabla pintado por Cristóbal
de Villalpando que representa a la “Virgen del Apocalipsis”. Esta obra
refleja fielmente uno de los pasajes relatados por San Juan en el
Apocalipsis; la Mujer Alada, el Arcángel Miguel, y el monstruo de siete
cabezas prefiguran el triunfo del bien sobre el mal, y el nacimiento del
Niño que será el redentor del mundo.
El proyecto de reapertura
En el año 2005 hubo un primer intento de reapertura parcial del
Museo: sólo el primer nivel era accesible presentando una parte
representativa de la colección familiar. En 2008, la Secretaria de
Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, de acuerdo con su
programa de recuperación integral del patrimonio a su cargo, puso en
marcha el proyecto de reapertura total del Museo.
Este proyecto implicó en primera instancia la atención integral al
edificio que alberga el Museo con el fin de devolver al edificio su
calidad estética original y propiciar condiciones óptimas de exhibición y
visita.
Por otro lado, el proyecto implicó trabajos de restauración y
conservación de la colección a través de los especialistas del Taller de
Restauración de la Dirección de Museos de la Secretaria de Cultura,
asesorados por la Asociación de Archivos y Bibliotecas (ADABI) de
México, por del Taller de Restauración de la Biblioteca Palafoxiana y
por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía
del INAH.
Los estándares aplicados a la restauración de la colección implicaron
los criterios de mínima intervención, reversibilidad, retratabilidad. En
este marco, también se restauraron los cielos rasos del edificio que si
bien son elementos arquitectónicos, ostentan cualidades estéticas
dignas de rescate.
Paralelamente, se llevó a cabo un intenso proceso curatorial con el fin
de dotar al Museo de niveles de información accesibles y coherentes
con el proyecto museográfico. De esta manera, se inició una rigurosa
investigación acerca del inmueble y de las colecciones, información
que sirvió inicialmente para fundamentar el eje rector de los discursos
científicos del museo y de base para la redacción integral de hojas de
salas, cedulas temáticas y cedulas de objeto.
El proyecto museográfico como tal implicó el diseño de vitrinas y
mobiliario museográfico respetando la unidad estilística de la
colección, la elaboración de un proyecto luminotécnico atendiendo la
conservación de las obras, el diseño de la imagen gráfica y
museográfica del Museo, el uso de la tecnología bluetooth para poner
a disposición del visitante la descarga de contenidos relativos al
Museo, seguimiento a los sistemas de control de condiciones
ambientales, entre otros trabajos relativos a la correcta exhibición de
las piezas.
Por último, el proyecto de reapertura implicó la puesta en marcha de
programas educativos como la Sala Lúdica y el cuadernillo de
actividades "¡Descubramos el Museo Bello!"; así como la publicación
de un libro especializado en las colecciones del Museo titulado “Museo
Bello”, en donde intervinieron los especialistas nacionales en cada uno
de los temas de la colección, publicación que se encuentra a la venta
en el propio Museo.
Historia
A este lugar se le llamaba el “PARIAN” nombrado así porque era
paraje obligado de los arrieros procedentes de Veracruz, Oaxaca, La
Costa Chica de Guerrero y la Capital de la Colonia, este mercado
funcionó desde el año de 1760 hasta fines del siglo pasado, cuando en
razón de la aparición del ferrocarril fue abandonado como centro de
concentración de cargamentos y se convierte en la “PLAZA DEL
BARATILLO” y surge el comercio menor de chucherias, apareciendo
las pulcatas, piqueras y fritanguerías típicas, que con tanta fidelidad
captará como una visión de aquel pasado, el Pincel Magistral de
Agustín Arrieta.
Localización.
6 Norte Esq 2 Oriente 205 72000 Heroica Puebla de Zaragoza, Puebla
Arquitectura.
El Parián, cubierto en la mayoría de las partes por ladrillos con
azulejos de talavera muy al estilo poblano
El barrio del Artista.
Historia. En el año de 1940 los hermanos José y Ángel Márquez Figueroa Maestros de la antigua Academia de Bellas Artes, hoy Instituto de Artes Visuales, llegan al Parián con un grupo de alumnos a impartir su cotidiana clase de pintura al aire libre, iniciando su actividad enmarcados por viejas casonas y vetustos patios típicos de la Época Colonial. Habiendo transcurrido algunas horas, el maestro José Márquez interrumpe la clase y les dice a sus alumnos, “jóvenes, ustedes están próximos a salir de la academia, ya son pintores ¿no les gustaría tener un lugar, como estudio–taller para agruparse, desarrollarse y con el tiempo llegar a ser un núcleo de artistas que representen a nuestra ciudad?”. Todos contestaron claro que sí Maestro ¿pero dónde está ese lugar? El Maestro respondió: “aquí, frente a ustedes, imaginen todas estas accesorias ocupadas por artistas, dignificarían y rescatarían del abandono a este lugar haciendo del mismo un “Barrio del Artista”.
ExpoInfantil en la Plazuela del Torno
“Es tarea de ustedes pugnar por que las autoridades les entreguen estos espacios para lograr un Barrio Bohemio como en otras grandes ciudades ”.
Pasaron algunos meses y gracias a las empeñosas gestiones de este grupo logran una entrevista con el entonces Gobernador del Estado Dr. Gonzalo Bautista Castillo quien ve con agrado la idea expuesta y en coordinación con el Presidente Municipal Juan Manuel Treviño, ceden este espacio donde se funda la Unión de Artes Plásticas de Puebla siendo el primer Presidente de la misma el Maestro Faustino Salazar García y se organiza la primera exposición colectiva de esta Agrupación el 5 de mayo de 1941. En el año de 1955 el Gobierno del Estado presidido por el Sr. General Rafael Ávila Camacho cede en custodia de la Agrupación la plazuela del factor, dada la importancia que va adquiriendo este lugar para el Turismo Nacional e Internacional, posteriormente se efectúa la construcción de la segunda planta y con motivo del primer centenario de la Batalla del 5 de mayo en 1962 es inaugurada la sala José Luis Rodríguez Alconedo presentándose una magna exposición pictórica con grandes Maestros de la Plástica Nacional (Diego Rivera, Frida Kalo, David A. Siqueiros, Saturnino Herran, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo, Fernando Murillo y otros mas que engalanaron la muestra haciendo historia en los anales del Arte Plástico en Puebla).
Arquitecura: Colonial
Ubicación: 6 Norte y 6 Oriente
Museo Bello y Zetina (Puebla) 1889-1968
5 de Mayo 409. Este hermoso Museo se inauguró el 16 de abril de 1972, con el antecedente de que fue portería de la capilla Profundis del monasterio de Santo Domingo de Guzmán a finales del siglo XVIII.
Las colecciones que aquí se conservan se fueron adaptando ala decoración de la casa y fueron adquiridas a través de personas que se dedicaban a viajar y que traían mercaderías; otras de ellas fueron traídas por familiares de los señores Bello, que durante tres generaciones las coleccionaron.
El museo Bello y Zetina consta de diez salas distribuidas a lo largo de la casa que
se conserva tal y como se encontraba en el tiempo en que fue habitada. La
colección consta de 170 obras entre las que se encuentran pinturas, grabados y
miniaturas de las escuelas flamencas, francesas, españolas, alemana y mexicana,
de los siglos XVI al XX. Entre las obras podemos encontrar autores de gran
renombre como son: Murillo, Miguel Cabrera, José Nava y algunos de los famosos
bodegones de Agustín Arrieta, quien fue el pintor más representativo de México
independiente en el siglo XIX, donde se muestran escenas costumbristas que
recrean el ambiente de la ciudad en la época. El museo muestra también,
esculturas, muebles, objetos de porcelana, marfil, bronce, cristal objetos de plata y
fotografías de la familia.
El pequeño, pero muy representativo museo, se encuentra junto a la Iglesia de
Santo Domingo y la Capilla del Rosario. La casa se construyó en lo que fuera la
portería y la Capilla de Profundis del monasterio. José Luis Bello y Zetina,
conservó esta casa heredada de sus padres e inauguró en 1972, el museo que
contiene parte de las colecciones que su familia fue adquiriendo con su fortuna.
Esta muestra es el resultado de la tradición decimonónica de coleccionistas
privados, que hoy conforman algunos museos en la ciudad y que permiten que
estas colecciones puedan ser apreciadas por el gran público y los visitantes.
Además, el inmueble conserva su ambiente tradicional poblano del siglo XIX tanto
en la recamara como sala, biblioteca y comedor, bajo la influencia europea que
vive México en ese tiempo.
NOTAS:
Santa María Tonanzintla (Puebla)
Su construcción se inició en el siglo XVI.
Es una de las joyas más ricas del barroco mexicano en su grado exuberante, se concluye en el siglo XVIII. Desde aquel tiempo formo parte muy importante del Municipio de San Andrés Cholula y el orgullo de los mismos que pusieron en este templo a la patrona de Tonantzintla.
La iglesia de Santa María Tonanzintla se encuentra ubicada en la comunidad del mismo nombre, y políticamente es una junta auxiliar del municipio de San Andrés, Cholula en Puebla, México. Está integrada por tres barrios: el barrio de San Miguel, el barrio de San Diego, y el barrio de San Pedro. La iglesia de Tonanzintla contiene un grupo de elementos patrimoniales dignos de ser interpretados, conocidos y apreciados por los visitantes. Esta afirmación se basa en el hecho de ser una de las pocas iglesias en México donde el estilo barroco mexicano se ve plasmado con el arte, la gracia y la inocencia de aquellos indígenas que la construyeron y la decoraron. Es la iglesia de Tonanzintla el eje por el cual la vida de comunidad se organiza, y quiénes con un magno espíritu de devoción y fe, mantienen no sólo la hermosa obra arquitectónica del siglo XVI, sino que también conservan vivas las tradiciones que les han sido heredadas.
La iglesia “Santa María Tonantzintla”. Está situada en los alrededores de la ciudad. Su fachada, realizada en ladrillo rojo y azulejos en diamante, destacan unas columnas salomónicas. Así mismo hay que destacar el interior de la iglesia, cuyas paredes están decoradas de estuco. La fachada de estilo talaveresco, donde el ladrillo se combina con el azulejo. Lo más sobresaliente está en el interior, toda la importancia recae en las labores de estudio policromado, creando una gran riqueza ornamental de inigualable valor que permite apreciar el barroco mexicano. En el espacio del sotacoro se abre la capilla de Jesús de Nazaret y el bautisterio, donde se aprecian pinturas al óleo, del siglo XVIII, con temas religiosos. Su construcción se inició en el siglo XVI. Para finales del siglo XVII contaba ya con crucero, cúpula, sacristía y altar mayor, y fue precisamente por esas fechas que se iniciaron las labores decorativas con estuco.
Parte interior de la iglesia.
Se considera cuatro etapas en la construcción del templo que abarca del siglo XVI al XIX. La primera etapa de construcción se inicio a mediados del siglo XVI, con un pequeño santuario cuyos vestigios se localizan hacia el norte de la Iglesia esta etapa llegaría hasta mediados del siglo XVI, cuando se abría edificado la estructura arquitectónica que sería la base del templo actual que constaba de una nave sin crucero y una fachada muy sencilla, hoy destruida. En la segunda etapa de construcción a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, fueron construidas la torre, la cúpula, el crucero y una pequeña sacristía, también se realizaron labores de estuco del ábside del crucero del retablo principal. La tercera etapa y la más importante comprende la mayor parte del siglo XVIII se completa el edificio tal y como lo conocemos en la actualidad además se amplía la nave ocasionando que la torre quedara dentro de la nave, esto trajo como consecuencia la construcción de una nueva fachada. En la cuarta y última etapa comprende los siglos XIX y XX, en donde se realizaron los detalles finales.
Es una de las joyas más ricas del barroco mexicano en su grado exuberante. Las manos de los indígenas quienes modelaron las yeserías plasmaron en ellas su
propio universo creando una iconografía mexicanista compuesta por ángeles morenos, nichos con penachos de plumas, frutas tropicales (mango, chile, coco, plátano, etc.) y, sobre todo mazorcas de maíz. Aunque dicha iconografía no es la que domina sino la que recrea el mundo cristiano y que relata los episodios de la Anunciación, la Concepción, la Asunción y la Coronación de la Virgen.
San Francisco Acatepec
Construida en el siglo XVII, la Iglesia de San Francisco Acatepec es considerada
una obra maestra del barroco Mexicano; con el excelente trabajo de alarifes y
alfareros poblanos, quienes cubrieron magistralmente la fachada del templo con
piezas de cerámica elaboradas a mano, utilizando principalmente loza de talavera.
Lo primero que llama nuestra atención es
tu total recubrimiento “talaveresco”, el
primero de los fustes de sus cuerpos es
“tristóstilo”; los dos segundos, “estípites”, y
la torre salomónica”. La iglesia, ubicada a 5
kilómetros al sur de San Andrés Cholula,
fue decorada entre 1650 y 1750 cuando la
talavera poblana y el barroco vivieron su
mayor apogeo. Se llegó a decir que la
magnificencia de la fachada era tal, que
parecía un templo de porcelana digno de
guardarse bajo un capelo de cristal. El
interior se caracteriza por tener una
fantástica decoración de yesería que
impresiona tanto por la profusión y
brillantez de las formas como por la
expresión de las imágenes.
NOTAS:
Da la impresión de fina repostería, lo mas admirable de esta obra es
su vestido multicolor de mosaicos de talavera, fabricados
expresamente para ella, se refieren a la encarnación y el
alumbramiento del Hijo Dios.
Casa del Dean
Es la casa más antigua de la nobilísima ciudad de Puebla de los Ángeles, mandada a edificar por el Deán o decano de la catedral: Don Tomás de la Plaza Goes, y concluida en 1580, tal y como se advierte en la portada. El segundo Deán o decano de la catedral angelopolitana, fue Don Tomás de la Plaza, hombre muy famoso primeramente por su vida azarosa y luego por su amplia cultura, típica del renacimiento. El cargo de Deán era muy importante, pues sigue en autoridad eclesiástica al obispo, preside el cabildo y suple al prelado en caso de ausencia o estando la sede vacante por fallecimiento del titular. Don Tomás de la Plaza Goes (Gómez), permaneció en el cargo de 1553 a 1589, año en que murió y fue sepultado al pie del altar mayor catedralicio, en el antiguo recinto hoy desaparecido.
Su fachada tiene la sobria belleza de estilo renacentista: columnas dóricas en el primer cuerpo y jónicas en el segundo. El exterior luce el escudo de armas del prelado -el deán era cabeza de cabildo en una catedral- con una frase en latín que traducida al español significa Que la entrada y la salida sea en nombre de Jesús. La escalera de acceso se reconstruyó durante los trabajos de restauración con partes originales y permitió llegar a la planta alta, donde se conservan las dos únicas habitaciones, también originales, pues el resto de la casona se transformó en comercios y anexos de un cine.
LOS MURALES. La primera sala conservada es La Sibilina, llamada así por sus muros decorados con representaciones de las mujeres que recibieron del dios Apolo el don de la profecía y la adivinación, conocidas como Sibilas. Aquí observamos con deleite una cabalgata pletórica de color y belleza plástica; las Sibilas montan espléndidos corceles y lucen lujosos vestidos a la usanza del siglo XVI: desfilan ante nuestros ojos Eritrea, Samia, Pérsica, Europea, Cumea, Tiburtina, Cumana, Délfica, Helespóntica, Itálica y Egipcia, quienes según una tradición piadosa profetizaron sobre el advenimiento y la pasión de Jesucristo. Cabe recordar que estas mujeres fueron pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
La cabalgata tiene como fondo paisajes presumiblemente europeos. Acompañan a las Sibilas multitud de personajes diminutos, así como una nutrida variedad de animales: conejos, monos, venados, tigres y aves. En las partes superior e inferior de las escenas descritas se pintaron, a manera de marcos, elaboradas cenefas que representan frutas, plantas, mujeres' centauro, niños con alas, aves exóticas y jarrones con flores.
LA SALA DE LOS TRIUNFOS. Este espacio fue la recámara del deán don Tomás de la Plaza, y al contemplar en sus muros representaciones de Los Triunfos, obra en verso de Petrarca, nos percatamos de la refinada cultura que poseía el sacerdote. Los Triunfos fueron escritos en tercetos endecasílabos y son una alegoría no sólo del amor de Petrarca por Laura, sino también de la condición humana. A grandes rasgos, el poema muestra el triunfo del Amor sobre los hombres, pero es vencido por la Muerte, sobre quien triunfa la Fama, derrotada a su vez por el Tiempo, el cual cede ante la Divinidad. En las cuatro paredes de la
sala se recrean plásticamente estas ideas del poema como un hecho más para reflexionar que para simple diversión.
Al igual que en la sala de La Sibilina, en la de Los Triunfos encontramos todas las escenas enmarcadas con elegantes frisos colmados con animales, motivos vegetales, rostros de mujer, faunos infantiles y niños con alas. En ambas habitaciones los murales fueron pintados con la técnica al temple por diestros artistas anónimos.
Parte principal de la casa.
Mural pintado en pared de la casa.
NOTAS:
En 1580 se terminó de construir esta casa que fuera propiedad del
Deán de la Catedral, Don Tomás de la Plaza, con el más refinado
gusto del Renacimiento.
Capilla Real
Historia.
La Capilla Real es un templo elaborado por manos indígenas
de planta cuadrada, edificado sobre el antiguo templo a
Quetzalcóatl, formada por 7 naves de igual anchura, excepto
la central que es más amplia. Los soportes son pilares
octagonales, pero tanto los capiteles como las bases son
dóricos de perfiles clásicos. Los fustes de las columnas de la
nave central son cilíndricos. Sobre los cuatro arcos de cada
tramo cabalga una cúpula. En total son 12 columnas, 24
pilastras octagonales, 12 soportes que dan paso a las 49
cúpulas y 14 capillas con bóvedas de arista.
Ala entrada del templo se encuentra la pila bautismal del sigo
XVI, que tiene labrado un calendario indígena. Las pinturas
aluden principalmente a las apariciones Guadalupanas y de la
Virgen de Ocotlán, así como al apóstol San Pedro, abogado
de las almas del Purgatorio. Casi todos estos cuadros
requieren restauración.
En el atrio “patio o lonja, el mayor y más hermoso de la
Nueva España, se admiran las capillas posas y una cruz atrial
del siglo XVII.
Arquitectura:
La planta arquitectónica de la Capilla Real, contra la opinión
vulgar, no está inspirada en alguna mezquita islámica, sino en
la concepción cósmica de los antepasados mexicanos. Las
nueve de norte a sur representan los nueve niveles de la
tierra al cielo. Las siete naves de oriente a poniente
representan a Chicomecoatl, la Madre Tierra, cuya fiesta
sigue celebrándose en la Capilla Real con el nombre de
Altepetlhuitl o Fiesta del Pueblo (el domingo anterior a
Pentecostés). A esta festividad acuden las imágenes
patronales bellamente adornadas con frutas, calabacitas,
chiles, mazorcas, pan y demás todo en agradecimiento a lo
que se cosecho durante el año.
Ubicación:
está situado a 22 km. al poniente de Puebla
La Casa Del Alfeñique
Decoración exterior de la casa.
La Casa de Alfeñique se encuentra abierta al público en la 4 Oriente, esquina 6
Norte, de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas
La Casa de estilo barroco, particularmente en el último tercio del siglo XVIII se localiza en la esquina de la 6 norte 416, en el Centro Histórico de Puebla. Su Constructor fue don Antonio Santamaría de Incháurriegui, Maestro Mayor de Arquitectura y Agrimensor titulado y recibido en la Real Academia de San Carlos, por encargo de su propietario el Maestro herrero Juan Ignacio Morales, abuelo del célebre pintor Francisco Morales. La casa perteneció a la familia Morales hasta 1874.
Este hermoso edificio tiene dos fachadas que dan a la vista un balance perfecto en lo que se refiere a la distribución tanto de sus puertas como de sus ventanas y sus balcones. En su interior está compuesta de tres entablamentos que dividen los cuerpos arquitectónicos, del edificio, en que la balconearía de hierro forjado resalta con el blanco de las jambas, adornadas con atauriques de argamasa, las marquesinas se parean con el balcón esquinado, con un complicado cornisamento que remata en un florón de gablete. La consistencia de los adornos, todos hechos de mezcla y afinado por la altura dan al conjunto un aspecto delicado.
En 1896 Alejandro Ruiz Olavarrieta, fundador y patrono del Monte de Piedad Vidal Ruiz, cedió la casa a la Beneficencia Pública del Estado y en 1926 fue instalado en el edificio el museo regional durante el periodo de gobierno del C. Claudio N. Tirado, convirtiéndose en el primer museo de la ciudad de Puebla. El
Museo alberga una colección de aproximadamente mil 500 piezas en 16 salas de exhibición en las que se muestran obras de arte de las que destacan, dos carruajes uno utilizado por el gabinete presidencial de Porfirio Díaz; se muestran pinturas al óleo de la batalla del 5 de Mayo de 1862, un traje de China Poblana del siglo XIX, pinturas de Arte Sacro, una gran cantidad de mobiliario de diferentes estilos, entre otras bellas obras.
CAPILLA DEL ROSARIO
La capilla del rosario, se encuentra dentro del Templo de Santo Domingo, en 5 de Mayo y 4 Poniente en la ciudad de Puebla. La Capilla del Rosario constituye una obra maestra de la arquitectura poblana.
Por mucho tiempo se ha considerado a la Capilla del Rosario la "Octava Maravilla del Mundo"; algunos otros la llaman también Domus Aurea o Casa de Oro.
Es una Capilla llena de simbolismos, en donde cada elemento representa algo, y es también una de las Joyas más impactantes del arte barroco novohispano.
Ubicada dentro del Templo de Santo Domingo, la Capilla del Rosario, muestra perfecta del estilo barroco mexicano más puro, fue la primera capilla dedicada a la Virgen del Rosario que se construyó en México, como signo de la gran devoción al Rosario que los Dominicos profesaban, y también para enseñar a los fieles a rezarlo, promoviendo el arte visual para educar al pueblo cristiano.
Los Dominicos fueron una de las primeras órdenes religiosas que vinieron a la Nueva España (junto con los Franciscanos y Agustinos) para evangelizar a los "indios". Esta orden fue fundada por el fraile español Domingo de Guzmán en 1216 y se caracterizó además de ser una orden de predicadores, por la gran opulencia de sus templos, iglesias y capillas.
El Templo de Santo Domingo en Puebla se empezó a construír en 1550 y su Capilla del Rosario se empezaría a construír hasta 1650, 100 años después, y tardaron 40 años en terminarla. El templo se dedicó al arcángel san Miguel, por lo que su imagen se emplea en el centro de la portada principal. Sobre él se colocó a Santo Domingo y la cruz y con flores de liz, el escudo de la orden. Cuatro perros con antorchas en las bocas y globos en los pies aparecen como los emblemas heráldicos del santo, quien antes de nacer fue soñado por su madre como un cachorro con esos objetos. La interpretación que se hizo del sueño fue que el niño y luminaria con su luz al mundo. Además, las palabras latinas ”Dominis canis” , significaba " Los paros monseñor ", y los frailes predicadores consideraban que ellos eran esos animales para la iglesia.
La idea original fue de Fray Juan de Cuenca, siguiedo Fray Agustín Hdez., Fray Boecio de Zeballos y concluida finalmente por Fray Diego de Gorozpe.
El 16 de Abril de 1690 se inauguró la maravillosa Capilla del Rosario, dando paso a 9 días de festejos
NOTAS:
La devoción del Rosario y llegó a México desde el siglo XVI y fue introducida por fray Tomás de San Juan, quien después de un agrada enfermedad, cuenta el cronista de Ávila Padilla, recibió una revelación donde la Virgen de comunicaba que debía predicar esta práctica. Debido serlo se fundaron las primeras cofradías del Rosario en nuevos conventos Dominicos de México, Coyoacán, Puebla y Antequera de Oaxaca.
Parte interior de la capilla.
Huejotzingo
Convento de Huejotzingo
Convento de Huejotzingo
Ubicación:
Está construido en un valle a los 19º9´de Lat. N. y 0º43´ Long. E del Mer. de Méx., a
2,291 Mts. S. N. M. En las faldas Occidentales de los volcanes Popocatépetl e
Iztacihauatl. En el municipio de Huejotzingo. Huejotzingo se encuentra a 29 kilómetros
de la ciudad de Puebla, por la recta a Cholula y la carretera federal México-Puebla.
Historia
Según fuentes consultadas en el convento esta gran obra/edificación se empezó a
construir en 1529 o 30 y se terminó en 1570. Como ya se mencionó bajo el diseño de
fray Juan de Alameda Aquellos que son catalogados como los autores fueron la orden
franciscana encabezada por fray Juan de Alameda.
Arquitectura
La iglesia ocupa una superficie de poco más de mil metros cuadrados, en cuanto a
dimensiones, el atrio cuenta con 14,400 metros cuadrados; con planta rectangular de
aproximadamente 60 metros lineales de longitud.
Orientación de la fachada principal:
Conforme a los puntos cardinales, la orientación de la fachada principal está en el
este, noreste.
Estilo Tendencia:
El convento tiene una arquitectura colonial del tipo plateresco. La elegancia de esta
obra, escultura y patrimonio de Puebla totalmente de piedra consiste en su simplicidad
y sus proporciones; está dividida en dos niveles y tres ejes verticales; un gran paño
liso flaqueado por dos contrafuertes esquinados y dividida en su parte media por un
paso de ronda, a lo largo del cual corre un cordón franciscano y que continúa después
de atravesar los contrafuertes.
San Andrés Calpan
Ex convento de San Andrés Calpan
Ex convento de San Andrés Calpan
Arquitectura
La portada del templo es de estilo plateresco, compuesta de dos cuerpos. En el primero, el acceso muestra arco de medio punto sobre jambas tableradas, enmarcado por columnas candelabro y en las enjuntas dos grandes ángeles sostienen una cartela con relieves que representan las cinco lIagas de Jesucristo. En el segundo, se encuentra la ventana coral con ajimez, enmarcada por el inconfundible cordón franciscano y coronada por una gran venera de especial manufactura, que a la vez remata la portada. Es de mencionar que en el espacio inferior de la ventana destaca un bello relieve que representa la imagen de San Andrés. Sobresalen también los remates de las columnas, los cuales adquieren la forma del quiote de maguey. La decoración se complementa con relieves fitomorfos, monogramas y escudos franciscanos. El interior es bastante austero y su única nave se cubre con bóveda de cañón corrido, decorada con aparente artesonado.
El presbiterio se delimita de la nave con un bello arco triunfal, cuya composición en cantera presenta monogramas y el cordón franciscano en relieve. Cuenta con bellos retablos neoclásicos y cuadros al óleo, además del interesante ciprés neoclásico dedicado a la Inmaculada Concepción y a San Andrés. El exconvento se encuentra reconstruido parcialmente y de él se aprecia el portal de peregrinos, la capilla abierta y el claustro de dos niveles.
Historia.
Establecimiento franciscano construido durante el siglo XVI bajo la dirección de fray Juan de Alameda. En general, la importancia de este conjunto radica principalmente en la portada del templo, que sumada a sus extraordinarias capillas posas constituyen uno de los conjuntos mas notables del siglo XVI en México. Las capillas posas hacia 1697 estaban consagradas a San Miguel, a San Juan Evangelista, a la Asunción y a San Francisco. Todas ellas presentan una composición arquitectónica muy similar, variando únicamente en su diseño ornamental de gran valor artístico y cubierta. Son espléndidas por la abundancia y el primor de los trabajos en piedra; sobresalen las escenas de historias teológicas, así también estampas con imágenes, cordones, escudos, monogramas, cartelas y gran variedad de motivos vegetales.
Fiesta de San Andrés. Festividad patronal que se lIeva a cabo del 21 al 29 de noviembre con una serie de actos religiosos y profanos. Incluye: novenario de misas, rosarios, mañanitas, bautizos, primeras comuniones, procesiones, quema de fuegos artificiales, concursos de rondallas estudiantinas, además teatro, peleas de gallos, carreras de caballos, eventos deportivos y bailes populares.
Ubicación.
El antiguo convento franciscano de San Andrés, está ubicado en el municipio de San Andrés Calpan, a 22 km. de la ciudad de Puebla de Zaragoza, capital del estado de Puebla.
MEXICO.
Palacio de los deportes
El Palacio de los Deportes es una arena de la Ciudad de México, actualmente
recinto de eventos como conciertos, ferias comerciales y exposiciones, incluso se
celebraron corridas de toros en los años
de 1976 y 1987, entre otros. Construido
para los Juegos Olímpicos de 1968 por
los arquitectos Félix Candela, Antonio
Peyri y Enrique Castañeda Tamborell,
forma parte del complejo deportivo de la
Magdalena Mixhiuca. Tiene una
capacidad actual de 17,800 asientos para
eventos deportivos, y es operado por
Grupo CIE.
Historia: La construcción del edificio empezó el 15 de octubre de 1966 y fue
concluida en septiembre de 1968,1 año en el que México fue sede de los Juegos
Olimpícos. Esta obra es un proyecto de los arquitectos Félix Candela, Antonio
Peyrí Maciá y Enrique Castañeda Tamborell para las competencias de baloncesto.
Previo al inicio de su construcción, el proyecto de Candela fue sometido al análisis
de vientos y sismos, mediante la prueba de distintas presiones y vibraciones
sísmicas a la estructura, pruebas que superó satisfactoriamente.2 La construcción
del Palacio de los Deportes se hizo en 714 días, en las que el arquitecto Álvaro
Sánchez fue el ingeniero residente.2 Cuando todavía no estaba concluido, una
revista estadounidense lo llamó "El Palacio de los Mil Soles", debido a la forma
múltiple y espectacular con que puede reflejar la luz solar[cita requerida].
Fue nombrado originalmente como Palacio de los Deportes Juan Escutia e
inaugurado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, iniciando actividades formales
el 8 de octubre de 1968 con la presentación del Ballet del Siglo XX de Maurice
Béjart.
Arquitectura: Candela, basado en el racionalismo, y teniendo como precedente las
estructuras de Pier Luigi Nervi en el Palacio de los Deportes de Roma (hecho para
los Juegos Olímpicos de Roma 1960), ideó la cúpula del palacio en su afamada
solución estructural de cascarones de concreto, basados en su paradigma del
paraboloide. Sustituyó para cubrir el área del palacio el concreto por el cobre. La
intención de esta y otras estructuras de Candela es la cobertura de grandes
superficies con materiales de grosores livianos y libres de columnas
Estructura: La planta del edificio es circular, con una cúpula geodésica compuesta
por cuadros que abarcan 380 pies y que cubren un área aproximada de 6,7
hectáreas. La cúpula se compone de paraboloides hiperbólicos de aluminio tubular
cubiertos por una subestructura de láminas de madera forradas de cobre
resistente al agua, sustentadas en grandes arcos de acero.1 Decenas de pilares
de concreto cubiertos con ladrillo en los cuatro costados actúan como
contrafuertes de la estructura de la cúpula, además de dar forma a pórticos de
acceso al recinto. Otros pilares más esbeltos e inclinados en forma de V fungen
como soportes hacia la estructura externa, que forma una primera rampa que
circunda al recinto.