UN REGALO DE AMOR, UN TRABAJO CON CORAZÓN

1968: Nace un sueñoLas niñas y mujeres de La Yagüita no tenían educación y sus sueños no tenían futuro, hasta que la Madre Josefa llegó con su proyecto cual Cándida María en su época

Primeras alumnas con sus uniformes

Cada vez llegaban más niños y niñas…

Y la Madre Josefa a todos recibía con cariño, aunque el espacio era muy reducido y no había asientos. Los niños traían su latita desde la casa cada día. Y Josefa oraba noche y día pidiendo a M. Cándida el favor de un local decente para albergar a sus cientos de estudiantes. Las maestras trabajaban sin descanso y voluntariamente, pues no tenían un sueldo, más su labor era ardua, fructífera y rebosada de la alegría que da el servicio.

En el barracón, años 1968-72

¡Y FUERON ESCUCHADAS LAS ORACIONES!!!!

EN 1972, el 13 de agosto, se inauguró el local al que se le dio el nombre de “ESCUELA TECNICA SAN MARTIN DE PORRES”

Ocho aulas, cocina, dos baños, dos oficinas, una cancha, fueron las instalaciones entregadas por el presidente de entonces, el Dr. Joaquín Balaguer.

En este nuevo local se dio inicio a las clases del área laboral, que incluían cocina, corte y confección, bordado a máquina y a mano.

Ahora esta área ofrece clases de diversas ramas

La labor humanitaria se extendió hasta los enfermos/as del barrio, a los que se llevaba medicamentos, ropa y alimentos, con la colaboración de algunas amistades de la M. Josefa y el dinero que le enviaban sus familiares desde España.

Tuberculosis, diabetes, desnutrición… son algunas de las enfermedades tratadas y socorridas desde la escuela. A la fecha continuamos esta labor, incluidos enfermos de SIDA.

En 1976, se inicia otra etapa: la escuelita del Hoyo de Bartola

En el 1979, llegó David…y la escuelita del Hoyo sirvió de refugio para cientos de damnificados, donde se les ofreció además comida y medicinas...

En 1980 se inaugura el Dispensario Madre Cándida, ofreciendo consultas y medicamentos a los residentes de La Yagüita y alrededores.

Hoy, 40 años después, continuamos esta labor con el mismo amor y la misma dedicación que nos legaron dos mujeres grandiosas; dos mujeres que compartieron mucho más que el nombre y la nacionalidad.

Cándida María María Josefa (Juana Josefa)

Con el apoyo de la FASFI, proveemos alimentos, útiles escolares y lentes a algunos alumnos/as de condición económica muy precaria.

Además, reconstruimos las viviendas de algunas familias, procurándoles un modo de vida más digno.

Con el apoyo de otras instituciones, ofrecemos orientación a nuestros alumnos/as.

A través del proyecto JICA, en el 2002 llegaron los voluntarios japoneses a la escuela. Se interesaron en nuestro proyecto de Aulas Compensatorias y nos financiaron la construcción del Pabellón Japón.

Ahora, los estudiantes con dificultades de aprendizaje, reciben el apoyo y la guía de maestras especializadas para normalizar su condición.

A la par de JICA recibimos el apoyo del proyecto de Lecto-escritura CETT, dirigido desde la PUCMM, lo que nos motivó a preparar talleres de Lecto-escritura para padres, con el fin de capacitarlos para ayudar a sus hijos/as en el proceso, con excelentes resultados.

A través del Dpto. de Psicología implementamos programas de seguimiento continuo para alumnos y sus familias, atención individualizada y programas de modificación de conducta.

La escuela de padres los prepara, tanto en lo académico como en lo emocional, para brindar a sus hijos el apoyo necesario y desarrollar al máximo sus potencialidades.

Escuela de padres.

Clubes escolares Desarrolla en los estudiantes el interés por actividades provechosas, que los mantienen alejados del ocio y les da la oportunidad de colaborar con su entorno y en la comunidad a la que pertenecen.

Nuestra Comunidad Educativa, siguiendo el carisma de la M. Cándida, ha crecido no sólo en número; más bien ha expandido el alcance de su apostolado, asumiendo y difundiendo el sueño de la fundadora “Deseo que vengan muchos niños/as a nuestras escuelas”.

1972 2012