IX

Congreso Nacional

Informe del Comité Central

Introducción

Queridos Compañeros:

El próximo año la Juventud Popular Socialista habrá de cumplir 40 años de existencia, 40 años de combate al lado de su partido, luchando por las mejores causas de nuestro pueblo y de la humanidad.

A lo largo de estas cuatro décadas, la JPS ha pasado por diversas etapas, preñadas de dificultades, de obstáculos, pero también de logros y avances que nos permiten que hoy día en este IX Congreso podamos hacer un balance de lo que hemos alcanzado y de las muchas tareas que tendremos que cumplir como destacamento juvenil de un partido revolucionario y herederos de una rica tradición de lucha que nos ha legado nuestro pueblo.

Cada etapa la vida de la JPS ha tenido sus tareas propias, sus objetivos y sus aspiraciones. La primera etapa que va del 22 de agosto de 1947 hasta julio de 1954 tuvo como tarea esencial constituir formalmente a nuestra organización, y decimos formalmente porque lo que la actualidad nuestra juventud surgió en 1947 como producto de ese brillante discurso que el maestro Vicente Lombardo Toledano pronunciará ante más de mil jóvenes que se reunieron para crear el Comité Estudiantil Pro Partido Popular.

En dicha intervención denominada “Misión Histórica de la Juventud de México” el maestro Lombardo expresó su concepción de lo que es la juventud, criticó las tesis falsas sobre la nueva generación y expresó que la había para que la juventud sobre la solución de sus problemas era la de contar con una organización propia, que tuvieran las características siguientes: que fuera una organización política de la juventud pero ante todo y por encima de todo una organización juvenil, que fuera una organización educativa pero no el sentido escolar, siendo el sentido político de la palabra, que fuera una organización ligada al Partido Popular, ya da por el partido, pero con suficiente autonomía a su régimen interno, lo que le permitiría ser manejada libremente por quienes la integrarán, contribuyendo hacia la formación del carácter de todos sus miembros y a la preparación de militantes capaces.

Por esta razón es al constituirse el Partido Popular en junio de 1948 se elige una comisión del movimiento de la Juventud Popular la cual organizó una Conferencia Nacional para precisar el carácter, los objetivos y la estructura de la organización y designar al Comité Nacional organizador de Congreso Constituyente de julio de 1954.

Siete años transcurrieron de esta primera etapa, siete años en que la creación de una organización juvenil del partido fue una preocupación, una tarea pendiente, debido, entre otras cosas, a las condiciones de pobreza y de persecución en que vive nuestro partido durante los primeros años de su existencia y también al intenso trabajo político y organizativo del periodo en inicial del Partido Popular.

La segunda etapa parte del Congreso Constituyente concluye en la realización del III Congreso Nacional Ordinario, cuando la Juventud Popular se transforma en Juventud Popular Socialista.

Durante estos años la Juventud realizará múltiples actividades, precisa de su primer Congreso Nacional ordinario que “La Juventud Popular no es un Partido Político”, que su tarea es organizar a la Juventud para lograr sus reivindicaciones inmediatas; participan el movimiento estudiantil de 1956, del cual era fuerza influyente a través de la actividad de sus militantes en la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, este movimiento concluye con la entrada del ejército a las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional y con el encarcelamiento de nuestros dirigentes estudiantiles acusados del delito de disolución social; en estos años la Juventud ingresa la Federación Mundial de la Juventud Democrática y se transforma en JPS al adoptar nuestro partido la filosofía marxista-leninista y traza como objetivo histórico la construcción del socialismo en México. A partir de ese momento se inicia la tercera etapa de la vida de la JPS, etapa que aún vivimos.

A mediados de los 60´s un grupo de dirigentes de nuestra organización manifestaron concepciones ideológicas ajenas a la línea estratégica y táctica nuestro partido, lo que les valió la expulsión de nuestras filas, a pesar de ser una parte importante de quienes integraban la Dirección Nacional.

Poco tiempo después, cuando se iniciaba el proceso de recuperación de nuestra juventud, estalló el movimiento estudiantil de 1968; no obstante, la JPS con la dirección del partido del maestro Lombardo, participó activamente para llevar su voz y su acción orientadora al seno de dicho movimiento que finalizó de manera trágica en más de un aspecto.

En el marco de este conflicto desaparecieron las organizaciones nacionales de estudiantes, las que hasta la fecha no han podido ser reconstruidas; las organizaciones juveniles sufrieron duros golpes y muchas desaparecieron; hasta ahora el movimiento juvenil mexicano no pueda alcanzar los niveles anteriores aquella etapa. Nuestra juventud, debido a su cohesión ideológica y política, resistió dicha situación y a partir de ahí se dedicó a trabajar incansablemente para convertirse en una agrupación influyente entre la juventud mexicana.

Sin embargo, ha tenido que enfrentar otros problemas como el que se dio en el año de 1976, cuando nuestra organización tuvo que desechar un pequeño grupo anti partido que se oponían a la aplicación certera de la línea política de nuestro partido.

Hoy la Juventud enfrenta problemas de diverso orden, a pesar de los esfuerzos realizados y los avances logrados no estamos satisfechos; estamos conscientes de que aún no nos hemos convertido en la organización juvenil que nuestro partido quiere y que las masas juveniles de México necesitan para contribuir a las luchas de nuestro pueblo, de su clase obrera y para la conquista de nuestros derechos de nueva generación.

Por ello, queridos compañeros, en este IX Congreso debe reflexionar se acerca de nuestras experiencias para trazar con claridad la perspectiva.

Debemos impulsar todo aquello que nos permita avanzar y convertirnos en una organización política con marcado carácter juvenil. Debemos superar las formas y métodos de trabajo equivocados e impulsar la formación de un alto nivel de disciplina, moral, preparación y combatividad de nuestros afiliados.

Debemos impedir que nuestra organización se debilite por pugnas internas provocadas desde afuera de la JPS que elementos antipartido traten de influir en nuestros afiliados para oponerlos al partido en su conjunto o cual su dirección; por ello debemos impulsar en nuestras filas el conocimiento a fondo de la línea estratégica y táctica del partido, de las obras del maestro Lombardo, de los documentos del partido y fomentar el cariño y el respeto de nuestros afiliados a los dirigentes y militantes del Partido Popular Socialista.

Todo esto será posible , entre otras cosas, rescatado las enseñanzas de nuestra historia, para que sean ejemplos claros que nos hagan avanzar aceleradamente.

No podemos ignorar el esfuerzo y la entrega abnegada de las distintas generaciones de militantes de la JPS que contribuyeron a su constitución, formación y desarrollo; no podemos ignorar el apoyo que a lo largo de nuestra historia nos han prestado los militantes de nuestro partido y, sobre todo, no debemos olvidar que uno de los más importantes factores para nuestra existencia ha sido la dirección y la orientación política que permanentemente nos da el partido, que es la vanguardia ideológica y política, que no perdido el rumbo y que ha sabido mantenerse, a pesar de los embates, y fortaleciendo su acción revolucionaria por la teoría marxista-leninista y las enseñanzas del maestro Vicente Lombardo Toledano.

Esta dirección y orientación política e ideológica de nuestro partido es una muestra palpable de su interés, de su cariño, por eso su , su preocupación porque la Juventud Popular Socialista ocupe con honor su papel de relevo permanente y fiel auxiliar de las luchas del Partido Popular Socialista.

Por ello es importante nuestro Congreso, porque tiene la gran responsabilidad de diseñar el camino por el que debe avanzar la Juventud Popular Socialista los próximos años, porque este camino no estará libre de obstáculos y las condiciones nacionales e internacionales del presente son más complicadas y difíciles que el pasado reciente.

Capítulo 1

Lo característico de la lucha que se da en la arena internacional en el presente es la agudización de la lucha de clases que se manifiestan el pronunciamiento de las contradicciones entre el imperialismo la comunidad socialista y entre el imperialismo los países dependientes y semidependientes.

Estas contradicciones se han agudizado porque los países imperialistas, en particular los Estados Unidos de Norteamérica, continúan aplicando una política guerrerista, de presión hacia los pueblos del mundo.

El gobierno de Ronald Reagan ha elevado el terrorismo a rango de doctrina de estado, y de plano brinda amplio y decidido apoyo a los gobiernos reaccionarios y de corte fascista; apoya

las fuerzas contrarrevolucionarias y a los elementos anticomunistas que se oponen a la liberación económica, política y social de nuestros pueblos y, impulsa la carrera armamentista y continúa realizando el proyecto conocido como guerra de las galaxias; sabotear los acuerdos de las Naciones Unidas que tienden a lograr la paz del mundo, bloquear las resoluciones que favorecen a las luchas de los pueblos por la democracia y la libertad.

El imperialismo norteamericano apoya al régimen racista de Sudáfrica y a las acciones terroristas de Israel; porque, junto al Vaticano, estimula la desestabilización en Polonia, que a pesar de ello van superando los problemas se avanza cada vez más firmemente por el camino del socialismo; difama y a amenaza Cuba; invade Granada; organiza atentados y sabotajes y destina enormes recursos a la contrarrevolución en Afganistán y Nicaragua; agrede a Centroamérica; boicotea los acuerdos del Grupo Contadora, y utiliza la enorme deuda externa de los pueblos latinoamericanos para convertirlos cada vez más en países exportadores de capital con lo que crea graves problemas a nuestro desarrollo y mantienen la miseria, la insalubridad y la ignorancia a millones de seres humanos.

Mención especial merecen las últimas actividades militaristas del imperialismo. Tres de ellas expresan su creciente desesperanza y agresividad: primero, la propuesta de 100 millones de dólares de apoyo para la contrarrevolución en Nicaragua, donde Ronald Reagan se ha convertido prácticamente en el jefe de los mercenarios; segundo, la incalificable provocación contra Libia invadiendo sus aguas territoriales instalando bases, barcos y otros objetivos de aquel país; por último, la continuación de sus pruebas nucleares, aquí, muy cerca de nuestras fronteras, demostrando con ello su desprecio la humanidad, así como a las iniciativas antinucleares de la Unión Soviética.

Por su parte, la comunidad socialista y en particular la Unión Soviética han expresado y demostrado fehacientemente que los países socialistas son firmes partidarios de la lucha por la paz, lucha que preocupa a todos los seres humanos, independientemente de su ideología, línea política o creencia religiosa.

Por ello, la humanidad recibió con beneplácito la reunión que en Ginebra realizaron Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, reunión que no alcanzó resultados concretos pero que produjo importantes declaraciones en las que se afirma que en una nueva de guerra nadie saldría victorioso.

La Unión Soviética, su pueblo y su Partido Comunista, han estado siempre a la vanguardia en lo que se refiere a iniciativas para lograr la paz del mundo y el desarme, esta tradición leninista ha sido confirmaba de nueva cuenta al proponer la destrucción de todo el arsenal de armas nucleares en un plazo de 15 años.

Esta actitud de la Unión Soviética no sólo despierta la simpatía de quienes luchamos por la paz, sino que es un estímulo para nuestra lucha, nos alienta, nos permite afirmar que la paz mundial es posible, que nuestro futuro puede ser asegurado si ahora luchamos por él.

La JPS se sumó al torrente de simpatía que provocó esta iniciativa y envió un saludo especial al gobierno y a la Juventud Soviética.

Indira Gandhi y Olof Palme fueron pérdidas significativas en el movimiento internacional que lucha por la paz. México también participa en el grupo de países que firmaron el Acta de Nueva Delhi con propuestas pacifistas que no comparte la política norteamericana.

Este año es un lugar a dudas un año importante para impulsar estas iniciativas oponerse a la demencia carrera armamentista. Debemos aprovechar que la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado 1986 como de la Año Internacional Paz para impulsar todas las acciones tendientes a lograr este objetivo.

Esta lucha es importante en particular para nueva generación que desea garantizar su derecho a la vida, que quiere vivir en un mundo de paz que le permita desarrollar sus potencialidades.

En varios países sudamericanos terminó una etapa de gobiernos militares autocráticos.

Brasil, Argentina y Uruguay tienen nuevas perspectivas. En Chile y Paraguay todavía subsisten dictaduras gracias al apoyo del gobierno norteamericano.

En Haití, se viven momentos de transformación contra los restos duvalieristas. En Filipinas también se produjeron cambios que pueden favorecer los intereses populares.

La Juventud Popular Socialista participó activamente en el Frente Pacifista y Antimperialista a lado de las organizaciones juveniles que militan en la Federación Mundial de la Juventud Democrática y en general al lado de todas las fuerzas progresistas de la juventud.

Sin duda, hemos avanzado en el fortalecimiento de nuestro trabajo internacional guiados por los principios generales de la FMJD a la que pertenecemos desde 1957.

En consonancia con ello se ha fortalecido de manera especial el trabajo es solidaridad, fundamentalmente con los pueblos latinoamericanos. Es una tarea en que la JPS ha sabido cumplir y en la que sin embargo se requiere dar más.

Por primera ocasión se integró una brigada conjunta de jóvenes mexicanos de distintas organizaciones, entre las que participa la JPS, para ir al corte de algodón en Nicaragua.

Esto debe ser el inicio de una solidaridad más firme con la juventud y el pueblo sandinista.

Estamos seguros de que las organizaciones juveniles de los países socialistas, en particular el Komsomol leninista, estarán como siempre la vanguardia de esta lucha, de que las juventudes de los países capitalistas industrializados lucharán por detener la contaminación y afectación del Cosmos y de sus territorios, y que las organizaciones juveniles de Asia, África y América Latina nos opondremos a la creación de focos de tensión y a la política de agresión y de rapiña imperialista.

Esta posición será la reiteración de la decisión de la juventud mundial por vivir en un mundo de paz.

Los países latinoamericanos tenemos problemas comunes muy graves, como lo es la deuda externa, que quizá a quien más afecta es a la juventud, pues América Latina es un continente joven por la composición de su población. Por ello las organizaciones juveniles de nuestro su continente estamos obligadas a un mayor acercamiento. El Encuentro Juvenil Estudiantil contra el Pago de la Deuda Externa, realizado en la Habana, en septiembre pasado, contribuyó a este acercamiento, al igual que algunas reuniones previas al XII Festival. La unidad de los jóvenes latinoamericanos es cada día más urgente para enfrentar nuestros problemas comunes.

Los acontecimientos del año pasado son prueba de ello. La realización del XII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes durante el Año Internacional de la Juventud, ratificaron el deseo de la nueva generación en la lucha por la paz, contra el imperialismo, y por la vista de todos los jóvenes y pueblos del mundo.

El marco para la realización de esta fiesta de la juventud del mundo no pudo ser mejor: Moscú, capital de la URSS, primer país socialista del mundo, patria de Lenin y cuna del heroico pueblo soviético que hace 40 años atrás derrotó al nazífascismo.

El llamado con el cual concluyeron los días del Festival llama la joven generación a comprometerse para luchar contra la guerra antes de que esta estalle, a frenar del militarismo y la agresión, a combatir la militarización del Cosmos y a luchar por la proscripción y la liquidación total de las armas nucleares.

Llama la lucha por la solución pacífica de las controversias, por la liquidación del atraso económico de nuestros pueblos, por eliminar de la opresión, por solucionar el problema de la impagable deuda externa y establecer un nuevo orden económico internacional que se base en condiciones menos injustas en nuestras relaciones con los países industrializados.

El Festival fue, además , una brillante manifestación de la creciente solidaridad antimperialista de la juventud.

Nuestra participación tanto en los preparativos, como en la realización del Festival, se caracterizó por la disposición al trabajo en común con otras fuerzas juveniles de nuestro país, por la flexibilidad a la que se refiera a cuestiones secundarias y por defender apasionadamente los objetivos del festival.

La JPS participó activamente en la difusión del Festival consciente de que el movimiento de los festivales es una rica tradición de la juventud progresista mundial y una extraordinaria oportunidad para elevar las demandas más sentidas de la nueva generación.

Capítulo II

La crisis que vive la economía capitalista es, por su carácter y por sus graves efectos, la más profunda de las últimas décadas.

Esta crisis que afecta sin excepción a todos los países capitalistas golpea con mayor fuerza a los paises dependientes como nuestro, debido al saqueo permanente que realizan los monopolios extranjeros, al injusto intercambio comercial con las naciones industrializadas y en a todas las formas que el imperialismo, utiliza para descapitalizarnos y es evitar nuestro desarrollo nacional independiente.

A lo anterior hay que agregar el problema de la deuda externa que a partir de la década pasada adquirió características nuevas y que hoy presenta un gran riesgo no sólo para nuestra economía, sino también y eso es lo peor, para nuestra independencia y soberanía.

La deuda en los últimos diez años ha sufrido un acelerado crecimiento, cada vez es mayor el monto que corresponde a acreedores privados, los plazos para pagarlos se han reducido y las

tasas de interés se han elevado, lo que aumenta la grave la situación económica de nuestro país los intereses de la deuda se pagan en detrimento del desarrollo nacional, postergando la solución de urgentes problemas sociales.

La deuda externa se acerca actualmente a la suma de 100 1 millardos de dólares. El gobierno mexicano había renegociado parte de ella, posponiendo los plazos para pagarla; estos pagos permitieron un respiro al país por las continuos agresiones e intromisiones por parte del imperialismo yanqui en la vida interna de nuestro país, favoreció sobre todo los intereses y políticas del Fondo Monetario Internacional y a la banca privada extranjera, que convirtieron este proceso en un importante negocio que les reporta grandes ganancias adicionales.

Además, la renegociación no se realizó en condiciones justas y favorables para la nación, no resolvió el problema de fondo y al producirse la baja del petróleo mercado internacional, México se vio en la imposibilidad de cubrir los intereses de la deuda externa.

Todo ello ha sido aprovechado por el imperialismo, pues es precisamente su instrumento financiero, el FMI, el que actúa como intermediario entre acreedores y deudores, lo que le permite incrementar, entre otras cosas, su papel intervencionista en la vida de nuestro país.

Prueba de lo anterior es que el contenido de las cartas de intención firmadas con el FMI la aplicación estricta sus recetas, las cuales además de ser antisociales, son inútiles.

En dichos documentos se aceptan en la práctica las políticas que convienen a los intereses imperialistas y a la oligarquía nacional y que se caracterizan por: la disminución del papel del estado la economía; la eliminación de proyectos públicos; aumentos de salarios significativamente menores que los índices de inflación; devaluaciones monetarias; reducción del déficit presupuestal; liberación del mercado con el consecuente incremento de precios; impulso para exportar; disminución de las importaciones; y, desde luego, presupuestos que destinan menos recursos para la atención de los problemas sociales.

Los elementos señalados son parte de la política económica equivocada del gobierno que han contribuido y contribuyen a agudizar más nuestros problemas y a favorecer a los grandes monopolios y la iniciativa privada del país.

Esta política es aplicada por el gabinete económico integrado casi en su totalidad por funcionarios contrarrevolucionarios influidos por el monetarismo y el neoliberalismo, y en consecuencia ajenos al camino abierto por la revolución mexicana para hacer avanzar nuestro país por la vía de su independencia.

Ha prevalecido también en el Gobierno Federal la opinión de que México debe ingresar al Acuerdo General de Aranceles y Comercio, mejor conocido como GATT, y por ello ha iniciado los trámites para lograrlo, esta decisión constituye un paso más para incrementar nuestra dependencia.

Otros hechos de carácter negativo son: la decisión de vender un importante número de empresas estatales partiendo de la tesis reaccionaria de que el estado mexicano está obeso y que por ello no cumple cabalmente con su papel de rector de la economía nacional; otro conjunto de empresas, las que poseía la banca el momento de ser nacionalizadas, fueron regresadas sus antiguos propietarios; se regresó el 34 % de las acciones de la banca los ex banqueros lo que propició su participación en los Consejos de Administración en dichas instituciones de crédito, y se creó, a partir de medidas legislativas, una banca paralela en manos privadas a través de casas de bolsa, aseguradoras, etc.

La política de combate a la inflación no ha logrado sus objetivos, pero ha producido efectos dramáticos en la capacidad adquisitiva de las masas populares.

Se continúa apoyando y estimulando la iniciativa privada tanto nacional como extranjera través de exenciones de impuestos, bajas tarifas de petróleo, electricidad, etc., Y se han modificado con sentido negativo un conjunto importante de leyes como las bancarias, la de reforma agraria, etc.

El Secretario de Comercio, haciendo caso omiso de la legislación existente, insiste en invitar al capital extranjero para que invierta nuestro país, llama a los monopolios norteamericanos a que instalen, ya no sólo nuestras fronteras, sino en todo el país, empresas maquiladoras lo que nos convertiría en un nuevo Taiwán.

Por lo que respecta al gasto público, se ha contraído contribuyendo así a frenar el crecimiento económico con las consecuencias que ello acarrea.

Los presupuestos se caracterizan por su austeridad, por ser recesivos, por no orientarse para desarrollar las fuerzas productivas, ni fortalecer el mercado interno y mucho menos a mejorar las condiciones de vida del pueblo.

Esta es la política económica del gobierno, un conjunto de medidas neoliberales, monetaristas, profundamente reaccionarias que han traído graves consecuencias sociales y que son obstáculo a la lucha por nuestra independencia, que no sólo produce en el presente efectos negativos para las masas populares, sino también ponen en grave riesgo el futuro de nuestra patria como nación independiente.

Esta política golpea al conjunto de nuestro pueblo pero, sin lugar a dudas, afecta con mayor dureza a la juventud porque le niega en el presente la satisfacción de sus derechos esenciales al empleo, la educación, la salud, la cultura, la recreación, el deporte, y la libre participación política, e hipotecó su futuro por lo cual éste no parecer mejor e incluso pudiera ser dramáticos y no luchamos ahora para evitarlo.

En el presente, la juventud mexicana no sólo no avanza la conquista de sus derechos, sino que en algunos aspectos empieza a perder terreno, a sufre retrocesos en conquistas que había logrado debido a la hora positiva de la República Mexicana.

En el aspecto del empleo la situación es sumamente difícil, porque no sólo se ha incrementado considerablemente el desempleo y el subempleo sino que los que trabajan perciben salarios insuficientes.

Esta situación se debe entre otras cosas, a la reducción de la inversión privada y pública, a la reestructuración administrativa del gobierno federal que provocó el despido de una cantidad considerable de empleados públicos y a la reducción del poder adquisitivo de los salarios mínimos. por los altos índices de inflación y los bajos incrementos de salarios.

Cada año se incorporan al mercado de trabajo miles y miles de jóvenes que buscan empleo sin encontrarlo, mientras que la planta productiva del país trabaja por debajo de la capacidad instalada.

Pero este fenómeno no es privativo de los jóvenes obreros sino que afecta a otras capas de la sociedad como es el caso de los jóvenes profesionistas que no encuentran empleo adecuado sus conocimientos y preparación, entre otras cosas por la desvinculación existente entre la educación y los requerimientos del desarrollo nacional.

De los millones de desempleados que hay en nuestro país el 60 % son jóvenes, y, en las grandes ciudades como el D. F., Monterrey, Guadalajara, y sus respectivas zonas metropolitanas, este porcentaje suele elevarse hasta el 80 por ciento.

Además del bajo poder adquisitivo del salario, debemos agregar que en este aspecto la ley no se respeta, baste como ejemplo el dato de que la ciudad de México el 40 por ciento o de los que trabajan perciben salarios inferiores al mínimo.

La grave situación existente en el campo mexicano afecta de manera particular a los jóvenes que tienen que enfrentarse al problema del desempleo la de las limitadas posibilidades de recibir una preparación adecuada.

La Proletarización del Sector Agropecuario.

En el campo la falta de fuentes permanentes de empleo provoca el éxodo de nuestra juventud rural.

Siguen saliendo de nuestra patria hacia los Estados Unidos, miles de compatriotas, fundamentalmente jóvenes, que viajan en busca de empleo y por ello son tratados con violencia, siendo el menor respecto a sus derechos humanos.

Los que logran emplearse son explotados intensamente, sobre todo por los granjeros gringos.

Los que no se dirigen hacia nuestro vecino del norte con dolor al pasar ilegalmente nuestras fronteras buscan empleo en las grandes ciudades o en las fronteras.

En el primer caso se enfrentan a una difícil situación: o se incrementa el número de desocupados, o se emplean en labores peligrosos para la salud, o sobreviven en actividades que van desde la de vendedores ambulantes hasta la de tragafuegos.

En el segundo caso, sobre todo sí se trata de muchachas, son empleadas en las empresas maquiladoras que la someten a intensas jornadas de trabajo, en condiciones que les causan graves daños por ende peligra su salud y las explotan sin misericordia porque dichas empresas hacen caso omiso nuestra legislación laboral y para ello cuenta con la complicidad de las autoridades.

Los que deciden no salir de sus comunidades, al no tener posibilidad real de usufructuar la tierra, venden su fuerza de trabajo los viejos y nuevos latifundistas, que los explotan y no respeta sus derechos laborales. Estos jóvenes, al igual que la gran mayoría de los asalariados del campo carecen de la organización sindical que los defiende y que los conduzca al reconocimiento de sus derechos.

En el ámbito educativo se suman a los añejos problemas que ya parecíamos otros nuevos.

Uno de esos problemas que ahora se agudiza es el paulatino abandono del contenido revolucionario de la educación y el otro es, sin duda, al que se refiera la falta de financiamiento adecuado para satisfacer la necesaria expansión del sistema educativo y garantizar en la práctica el derecho a la educación para los hijos de los trabajadores. Si la educación no es atendida con recursos estatales se crea un campo fértil para el surgimiento de las escuelas privadas. Lo anterior implica, entre otras cosas, que la austeridad del gasto para la educación contribuya su privatización, y, como la experiencia histórica demuestra, representa un grave riesgo.

Reflejo de este problema es el hecho de que tan solo la ciudad de México cada año son rechazados 100 mil aspirantes a ingresar algunas escuelas de tipo medio superior y superior.

La austeridad en materia educativa implica también la creciente pérdida de la calidad de la enseñanza y el consecuente incremento del índice de deserción escolar.

Aun cuando allí está el hecho de que está aumentando el costo de colegiaturas en las universidades, el precio de los libros de texto se ha incrementado notablemente, no existe un sistema nacional de becas y los mecanismos actuales utilizados en ocasiones con finalidades políticas por los funcionarios escolares, es cada vez mayor el número de estudiantes que necesitan trabajar; de esta manera se hace inalcanzable este tipo de educación para un importante número de jóvenes hijos de trabajadores.

La educación, está consagrada en la Constitución como un derecho, sin embargo, en lo que se refiera el nivel medio superior de profesional, cada vez más se está convirtió en un privilegio.

Este proceso de elitización de la educación media superior y superior es peligroso porque la mayoría de los cuadros técnicos y científicos que se formen no provendrán de las clases populares sino de los sectores privilegiados de la sociedad, que en la mayoría de los casos tienen una mentalidad antinacional.

Por otro lado, no obstante que habido avances en la educación preescolar, primaria e incluso secundaria, cada año aumenta el número de escuelas privadas en estos niveles y en el de la educación normal, esto último es sumamente grave porque además de que las escuelas privadas se caracterizan por violar el contenido revolucionario del Artículo Tercero Constitucional, están formando maestros con una mentalidad reaccionaria lo que se reflejan el abandono de la educación, minando su carácter de formadora de la niñez y de la juventud en un sentido democrático que contribuya a la lucha por nuestra independencia económica y política.

Estos dos problemas, del empleo y el de la educación constituyen las preocupaciones esenciales de la juventud mexicana. A ello hay que agregar la falta de una política estatal que atienda la juventud y resuelva sus otros problemas de carácter social, como el de la salud, el deporte, la recreación y la cultura.

Este último aspecto, la cultura, no sólo está desatendido por parte del estado sino que en el actual los medios de comunicación masivos de carácter privado como el monopolio TELEVISA que tiene una estrecha vinculación con el capital extranjero, sirve los intereses del imperialismo yanqui y a los de la oligarquía nacional.

Es evidente que la televisión en manos del estado, salvo honrosas excepciones, aplica también una política similar a la de los medios privados por lo que se hace necesario pugnar porque los medios de comunicación, y la programación correspondan los requerimientos del desarrollo cultural de nuestro país y sirva como valladar que se oponga a la penetración cultural imperialista.

A través de estos medios se realiza una campaña contra nuestros valores culturales e históricos y se efectúa una labor de penetración cultural dirigida esencialmente la niñez y a la juventud con el objeto de ganar su conciencia así facilitar los propósitos del dominio imperialista.

Respecto al derecho a la salud, aún existe millones de jóvenes mexicanos que no tienen garantizado su acceso a las instituciones médicas y asistenciales. El servicio médico particular, por su costo, sólo es privativo de los pequeños sectores que tienen suficientes recursos económicos para ello.

Este panorama es agravado por la acción de las compañías extranjeras de la industria químico farmacéutica, que producen medicinas que les reportan elevadísimas ganancias, lucrando así con la salud del pueblo.

En cuanto a los aspectos de la recreación y el deporte, se carece de instalaciones suficientes y adecuadas, y de las que puede disponer la juventud están distribuidas en forma inequitativa e injusta.

Consecuencia de todos estos aspectos y de la grave crisis por la que atraviesa el país, se han incrementado en forma notable, sobre todo las grandes ciudades, los problemas de alcoholismo, drogadicción, prostitución, etc.

Este panorama nada optimista para la juventud provoca su justa inconformidad. Sin embargo, no siempre es encausada por el camino adecuado.

Uno de estos mecanismos ha sido el de la proliferación de las llamadas bandas, algunas de las cuales cuenta con el apoyo, inclusive económico, de ciertos sectores gubernamentales, quienes velada o abiertamente las utiliza para sus fines y para oponerlas a los intentos serios en la organización de los jóvenes en la defensa de sus derechos.

Sin duda, que la con formación ideológica de estos grupos de jóvenes ha recibido el impacto cultural y deformador de los medios masivos de difusión que impulsan los intereses norteamericanos, y también es verdad que la tendenciosa publicidad que de estos grupos se ha ocupado, más que ayudar a combatir las causas que los provocan, contribuyen a reproducirlos. Sin embargo, estas llamadas bandas son producto, fundamentalmente, de la crisis que padecemos y de sus manifestaciones en miles de miles de jóvenes a los que se les ha negado sus derechos a la educación al trabajo, que han sido, de cierta manera, orillados a realizar actividades como la alcoholismo, la drogadicción y la delincuencia, por las que son reprimidos.

Las fuerzas de la derecha de dentro, y de fuera del poder público han obtenido grandes dividendos de la crisis. Por un lado, los funcionarios contrarrevolucionarios han logrado imponer una política económica antinacional y antipopular; por el otro, la oligarquía nacional y el capital extranjero se han enriquecido más a costa de la miseria del pueblo y por si esto fuera poco sus brazos electorales, el PAN y el PDM, han capitalizado electoralmente la inconformidad popular aprovechando al mismo tiempo para golpearlo para golpear al gobierno.

Las fuerzas de la derecha esgrimen el argumento falaz de que la participación del estado en la economía es la causante de la crisis y acusan al gobierno de socializante cuando aplica medidas populares como la expropiación realizada en el D.F. después de los sismos de septiembre, aduciendo que estas medidas atentan contra el "sagrado" derecho de propiedad y minar la confianza en el gobierno.

Con estas campañas busca fortalecer a sus instrumentos electorales, el PAN y el PDM, quienes utilizando como siempre la falsedad, caen en posturas demagógicas y tratan de atraer a sus posiciones al pueblo y a la juventud.

Estos partidos, para lograr sus objetivos, cuenta con el apoyo económico y político del gobierno norteamericano través de sus diversos personeros entre los que ocupó un lugar destacado Mr. Gavín, el embajador yanqui, que permanentemente se entromete en la vida política de nuestro país, violando cínicamente las más elementales normas del derecho internacional. Cuentan también con el apoyo de la jerarquía eclesiástica que ha vigorizado su labor y con el de las múltiples organizaciones clericales que, aprovechando las creencias religiosas de la población, trata de impulsar el fanatismo militante para enfrentarlo las fuerzas progresistas de nuestro pueblo.

Además, reciben el apoyo de las cúpulas empresariales y en general de todos los elementos de la iniciativa privada que se caracterizan por su actitud antipatriótica en lo político y en lo económico, puesto que ellos constituyen un sector que no sólo se ha enriquecido desmedidamente a costa del pueblo, sino que incluso se lleva sus ganancias fuera de nuestras fronteras.

Cuentan también con la ayuda permanente de los medios de difusión masiva que, vinculados estrechamente los intereses oligárquicos imperialistas, realizan un una amplia labor propagandística de corte anticomunista, y con la complicidad de los funcionaros contrarrevolucionarios que desde dentro el poder público comulgan con estos intereses.

Las fuerzas democráticas, que actúan dentro del gobierno y su partido, han perdido terreno, sobre todo lo que se refiera las medidas de tipo económico, mientras que en lo político, no ha logrado avances considerables.

En la organización juvenil del partido en el gobierno, el MNJR, que recientemente cambió este nombre por el de Frente Juvenil Revolucionario, al igual que su partido coexisten diferentes corrientes políticas e ideológicas. En términos generales, han predominado, en lo declarativo, las posiciones progresistas; sin embargo, y por diversos factores, en los últimos años no han asumido consecuentemente sus posiciones avanzadas. Por otra parte, mucho perjudica a esta organización, además de sus pugnas internas, la presencia y acción de un sector importante de jóvenes cuyo único interés es iniciar una carrera política partidaria que lo lleva a figurar para ocupar puestos en administración pública. Estas cuestiones limitan el fuerte grado sus posibilidades de influir altamente entre los jóvenes mexicanos, a pesar de los recursos de que dispone.

El PSUM no cuenta con organización de jóvenes, únicamente mantiene un departamento juvenil. Los jóvenes que en él están responden a las posiciones políticas o partido que, conteniendo diversas corrientes internas, ha mantenido una política que los lleva a veces a coincidir con nuestro Partido, en otras ocasiones, las últimas fechas la más frecuente y lamentable, incluso aliarse con el trotskismo, la derecha, con quienes comparten su antiguo bien mismo a ultranza y sus concepciones liberales acerca de la democracia, así como su antisovietismo.

Existen otros intentos de organizaciones juveniles de partidos políticos que, sin embargo, mantienen un trabajo incipiente que no han podido consolidar.

Las fuerzas de ultra izquierda continúan coincidiendo, en la práctica, con las posiciones de la derecha; es cada vez más evidente el papel que desempeñan las organizaciones trotskistas que se empecinan en tratar de dividir todos los frentes de tendencia progresista, ya sean de la clase obrera, de la intelectualidad progresista o de la juventud.

Algunos de estos grupos cuentan con el apoyo de elementos del poder público que los utilizan para crear mayor confusión entre el pueblo y el electorado de nuestro país. En el caso de la juventud, el trotskismo se orienta a exaltar la drogadicción, la homosexualidad, las bandas y todo tipo de actividad que demuestren, según ellos, de manera "revolucionaria", el repudio al sistema, con lo que ha desviado la atención de los verdaderos problemas de los jóvenes.

La derecha y el clero político han intentado captar para su causa a sectores de la juventud mexicana, sin embargo, y a pesar de que los últimos años han mostrado mayor interés por influir, no han encontrado el eco que quisieran recibir.

El movimiento estudiantil aún no ha podido remontar la desorganización y la desarticulación que cundió a partir del movimiento del 68. Aun cuando el trotskismo y el maoísmo, que sentaron sus reales en la década de los 70´s, han perdido la influencia de que gozaron, después de sus derrotas permanentes, la apatía y la desorganización siguen siendo factores significativos entre el estudiantado mexicano, problemas a los que contribuyen algunos grupos aventureros, así como la represión, principalmente la policía, utilizada por ciertas autoridades educativas que trata de impedir todo intento de organización democrática y representativa.

Sin embargo, la agudización de los problemas en las condiciones de estudio que plantea la crisis en el ámbito educativo , destacan: la crónica falta de correspondencia entre los planes de estudio y los grandes problemas nacionales; al deterioro del nivel académico; docentes mal pagados; carecen de instalaciones; laboratorios y bibliotecas mal equipados; aumento la ya de por sí alta deserción escolar, y el creciente número de los miles de jóvenes rechazados al intentar matricularse en alguna escuela educación media superior o superior; además del brutal encarecimiento de libros y materiales escolares, así como el incremento de las colegiaturas y la extensión del desempleo los egresados universitarios, plantea condiciones objetivas para la incorporación de cada vez más jóvenes al movimiento estudiantil.

Si a esto le añadimos que en los últimos tiempos se han presentado algunos rasgos alentadores como el de que existe mayor madurez en las direcciones de diversos movimientos estudiantiles que han asimilado las experiencias de las derrotas y la represión de los anteriores; la pelea generalizada de terreno de grupos provocadores aventureros; la incorporación de nuevas generaciones de estudiantes que no vivieron directamente las consecuencias frustrantes del movimiento del 68´y del 71´; y el incremento de la actividad de algunas organizaciones estudiantiles de los estados de la república; así como la toma de conciencia antimperialista democrática de amplios sectores de estudiantes, hacen prever que los próximos años, a pesar de la desorganización y falta de experiencia que todavía y prevalecen, presenciaremos renovados importantes intentos de reactivación del movimiento estudiantil mexicano.

En la inmensa mayoría de los sindicatos, además del reformismo, el oportunismo y el aventurerismo que privan en muchos de ellos, generalmente no se les da la atención específica los problemas de los jóvenes trabajadores, a pesar del importante número de estos.

Por otra parte, las organizaciones culturales, recreativas y deportivas de la juventud, sólo agrupan a un relativamente pequeño número de jóvenes.

Por su parte, el estado implementa su política de juventud a través del Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA)

En los últimos años el CREA ha multiplicado sus actividades pretendiendo llegar a más amplios sectores de la juventud mexicana. Sin embargo, y a pesar de este esfuerzo, continúa llegando sólo un número limitado de jóvenes de cierta ubicación social.

Dentro de este organismo del estado existe una con posición heterogénea, sin embargo tiende a prevalecer la corriente más consecuente por impulsar a la juventud en la lucha por la paz, la independencia nacional y la "defensa de los valores de México", así como la solución parcial de los problemas de un número limitado de jóvenes.

A pesar de sus intentos integracionistas por agrupar en un solo frente de fuerzas juveniles ,tan disímbolas como las que pertenecemos al campo de la izquierda, de la democracia, del progreso y de la imperialismo, y las que pertenecen al de la derecha y la dominación imperialista. Nosotros, la JPS, seguiremos rechazando estos intentos de acercarnos a nuestros enemigos ideológicos y políticos, servidoras de la reacción y del imperialismo, con los que no tenemos nada en común; así como también continuaremos demandando la transformación del CREA en una Secretaria de la Juventud que amplíe su capacidad y que aplique una política justa e integrada para solucionar los verdaderos y graves problemas que enfrenta la juventud, particularmente los hijos de los trabajadores.

Todo esto, compañeros, se desprende que los efectos que de la crisis que padecemos golpea fuertemente la juventud mexicana, también concluimos que, lamentablemente, la organización y la participación en el movimiento juvenil en los aspectos político y social, no se encuentran en el nivel que desearíamos para frente al adecuadamente los difíciles tiempos que vivimos.

Pero, también, constatamos las altas posibilidades de participación juvenil, su gran capacidad de incidencia política, económica y social, por lo que las diversas fuerzas políticas ven con interés o preocupación su pretenciosidad de transformación revolucionaria. De aquí se desprende la alta responsabilidad de nuestra organización, junto a las otras de campo democrático revolucionario, tiene por contribuir a la organización de la juventud mexicana, para combatir por sus derechos fundamentales y participar lado del pueblo por su objetivo seculares por elevar su nivel de vida, luchar por la defensa y la fracción de la democracia y la independencia económica de nuestra nación.

Nuestra organización, en cumplimiento de sus tareas, ha incrementado su participación entre los jóvenes estudiantes y trabajadores, así como del frente de las actividades culturales y recreativas, lo que le ha reportado valiosas experiencias que son base importante para mejorar nuestra actividad, pues todavía manifestamos una serie de deficiencias que debemos discutir creativamente para superarlas y hacer avanzar decididamente nuestra juventud a ser la organización juvenil que deseó el maestro Lombardo, que exige nuestro partido y que necesita la juventud mexicana.

En cuanto las relaciones con otras organizaciones juveniles, la JPS, en cumplimiento de la línea estratégica y táctica de nuestro partido, ha mantenido una actitud acercamiento y unidad con los destacamentos juveniles de los partidos progresistas y de izquierda, así como con otros agrupamientos de la juventud.

A pesar de que algunas de estas organizaciones tienen una presencia mínima y poco activa y otras asumen actitudes de autosuficiencia sectarismo, la JPS seguirá insistiendo en su tesis del

Frente Juvenil Antimperialista, en fortalecer nuestro trabajo común impulsando nuestras coincidencias, pues estamos convencidos de que toda las organizaciones juveniles democráticas, patrióticas, revolucionarias antimperialista las podemos contribuir para la reconstrucción y la reactivación del movimiento juvenil mexicano.

Esta misma conducta nos ha hallado en otros frentes del trabajo juvenil.

Nuestra participación en los trabajos del Comité de Promoción del Año Internacional de la Juventud en México demostró que la JPS es una organización seria, responsable y unitaria.

En este aspecto consideramos que a pesar de que se cumplieron en gran medida los objetivos que se propuso el Comité de Promoción, lamentablemente no tuvimos, ni en conjunto ni por separado la capacidad de movilizar adecuadamente en el Año de la Juventud amplios sectores de jóvenes para combatir por sus derechos.

Sin embargo, es importante resaltar que los objetivos generales del ALJ en México tuvieron una orientación progresista al establecerse que nuestro país la consigna de "participación, desarrollo y para" significa para nosotros, entre otras cosas:

La defensa de la independencia nacional y de nuestros valores culturales e históricos.

La búsqueda de un desarrollo integral para la juventud.

La preservación y ampliación del régimen democrático.

La lucha porque el estado y la sociedad enfatice en su atención hacia los jóvenes, y

La lucha por la solución pacífica de las controversias.

Esto a la larga obligó a organizaciones de derecha, como la Comisión Juvenil del PAN, a dejar de participar el comité de promoción y aquel trotskismo, que sigue los mismos intereses, se negara a firmar el documento final que se orientó por los objetivos antes mencionados.

Compañeros:

Ante la peligrosa situación que vivimos, nuestro partido ha mantenido invariablemente su postura de llamar a las corrientes democráticas de dentro y fuera del poder público a integrar un frente común para impulsar una serie de medidas económicas, políticas y sociales que de aplicarse habían avanzaron o apatía por el camino de independencia, la democracia y el progreso social.

La Juventud Popular Socialista debe recoger estos planteamientos y llamar a las organizaciones juveniles democráticas a impulsar entre la juventud mexicana siguientes demandas:

Garantizar plenamente los derechos trabajo, la educación, la salud, a la cultura, a la recreación, el deporte, ya la participación política, para la juventud mexicana.

Cancelación de la impagable de la deuda externa y formación de un nuevo orden económico internacional.

Combate a la política antipopular y anti nacional del Gabinete Económico.

Luchando contra:

El ingreso al GATT.

La venta de empresas estatales.

La injusta política fiscal que grava al trabajo y no suficientemente al capital.

Los onerosos subsidios a las grandes empresas nacionales y extranjeras.

Los presupuestos austeros y recesivos.

Las facilidades ilegales a las inversiones extranjeras.

E impulsando:

La política de nacionalizaciones.

El fortalecimiento del estado en materia económica.

La participación de los trabajadores en la dirección de las empresas estatales.

El sindicalismo revolucionario.

El combate de la inflación sin detrimento de los intereses populares.

El control de precios.

El control de cambios.

La desaparición del IVA y de otros impuestos indirectos.

En materia agraria a luchar:

Contra el amparo a los terratenientes.

Por la creación de empresas agroindustriales con apoyo del estado.

El fortalecimiento del ejido y de las comunidades.

La desaparición de los latifundios simulados.

La creación de sindicatos agrícolas.

El otorgamiento de crédito oportuno y barato.

La capacitación de los jóvenes campesinos.

En el aspecto del empleo a demandar:

El seguro de desempleo.

La incorporación de los egresados de las escuelas sostenidas y orientadas por el estado a sus empresas e instituciones.

La incorporación de los egresados de las escuelas sostenidas inventadas por el estado a sus empresas e instituciones.

La semana de 40 horas con pago de 56.

La escala móvil de salarios.

En el aspecto educativo y cultural a luchar:

Por la democratización de la enseñanza.

Por el respeto al contenido revolucionario del Artículo Tercero Constitucional.

Por un mayor presupuesto para el financiamiento de la educación.

Por la vinculación de la educación a los requerimientos del desarrollo nacional. Por la desaparición de las escuelas confesionales.

Por la nacionalización de la radio y de la televisión.

Un sistema nacional de becas para los hijos de los trabajadores.

Por una editorial del estado que produzca libros a bajo costo.

Por el impulso a la investigación para el logro de nuestra independencia científica y tecnológica.

La reestructuración democrática y antimperialista el movimiento estudiantil.

En el terreno político:

Por el mantenimiento y la ampliación de la vida democrática.

Reformas electorales nacionales y locales que propicie la integración de los órganos colegiados representativos del pueblo a través del principio de representación proporcional.

Por el respeto a la libre participación política de los jóvenes afiliados a centrales obreras, campesinas y genera la organizaciones sociales.

Con el cumplimiento de estas demandas estaremos avanzando en el combate por lograr los derechos sociales de los jóvenes como lo son el trabajo, la educación, la salud, la cultura, del deporte y la recreación, por lo que también debemos luchar por la creación de una Secretaria de Estado que atienda de manera íntegra a los problemas de los jóvenes. Y entender de todo ello debe hacerse simultáneamente y vinculado la lucha por nuestro principal derecho, el derecho a la vida, a vivir en un mundo de paz.

Es decir, compañeros, que hoy más que nunca, cuando nuestra patria está amenazada su independencia por sus enemigos externos e internos, debemos levantar con más coraje y combatividad la lucha por dar otra salida la crisis, una salida democrática y popular, porque nuestra nación base a una nueva etapa de su desarrollo independiente y democrático, a un nuevo tipo de democracia, a un régimen de democracia nacional en el que se derrote en lo económico y en lo político a la intromisión imperialista y a sus aliados nacionales. Un régimen de frente anti imperialista, en el que participen todas aquellas fuerzas sociales que tengan en común un programa de lucha por la soberanía nacional, por elevar constantemente nivel de vida del pueblo, y por la defensa y la ampliación de la democracia. Un régimen el que gobiernen las fuerzas más avanzadas de nuestra nación, entre las que por supuesto está la clase obrera, los campesinos y los sectores populares.

En un régimen de este tipo se podrá avanzar en el logro de las reivindicaciones fundamentales de la nación y de las clases sectores populares, entre ellos de inmensa mayoría de los jóvenes de nuestro país.

Esto es, compañeros, que ante las condiciones de explotación capitalista y opresión imperialista que prevalece nuestro país, que no ofrecen sino la permanencia y la agudización de las condiciones que impiden el pleno desarrollo físico y mental del pueblo la juventud, debemos profundizar el camino progresista abierto por la revolución mexicana, que es el de la soberanía y el de la democracia, para arribar a etapas más elevadas del progreso social que apunten hacia la consecución del objetivo más elevado del partido de la Juventud Popular Socialista, la construcción de la sociedad socialista, en la que sea la dominación del imperialismo, y si la explotación de los trabajadores, podamos edificar la patria digna, libre y soberana a la que aspiramos sino por la que lucharon lo mejor de las anteriores generaciones de mexicanos, en la que creemos las condiciones propicias para segura la felicidad en la niñez, la juventud y el pueblo de México.

Capítulo III

México es un país de jóvenes. El 30 por ciento de su población, es decir, 24 millones de compatriotas tienen entre 15 y 29 años de edad. Pero la juventud no sólo es importante por su número, también lo es por el papel que juega dentro de la sociedad.

Es verdad que la juventud es un sector heterogéneo, es verdad que no está integrada por elementos de una sola clase social, es verdad que entre los jóvenes existen las mismas diferencias económicas, políticas y sociales que hay entre los mayores; pero también es verdad que a pesar de ello, la juventud tiene características comunes que nos permiten considerarla como sector de la sociedad con elementos propios y particulares.

Es incuestionable que los jóvenes son portadores del impulso de creación, que son sensibles a los cambios, que poseen un gran entusiasmo y que están más abiertos que los mayores a nuevas ideas y apreciaciones; pero también que son un sector que aún no se inserta plenamente las relaciones sociales existentes y por ello son menos estables, reaccionar con mayor rapidez a los estímulos externos y parecen estar siempre dispuestos a la acción directa.

La poca experiencia de la juventud le impiden en ocasiones ahondar en la esencia de las cosas, por ello suele dar por válidos conceptos formales de libertad, democracia, etc., que solo encubre la realidad que encierra la explotación del mundo capitalista, y que la llevan a caer en las trampas de la derecha y el trotskismo utilizan para apartarla del camino revolucionario.

Además, la juventud es una etapa de la vida en la cual se adquieren a veces de manera definitiva hábitos, conductas y valores políticos, ideológicos y morales, de tal forma que la juventud es una etapa importante en la formación del individuo y por ello las diversas clases y sectores de la sociedad han multiplicado su actividad con el afán de influir en ella.

En nuestra patria la mayor parte de los jóvenes son de origen popular, sin embargo este sólo hecho no puede garantizar que la juventud sirva los intereses nacionales y populares; para esto necesario influir en ella, orientar la, organizar la para la defensa de sus derechos.

La lucha no será fácil, cada clase intentará influir en la juventud, pero sin lugar a dudas, será el imperialismo y sus aliados nacionales, la derecha con sus partidos, la jerarquía eclesiástica y los monopolios de la comunicación los que no vacilarán en utilizar la mentira, la falsedad, la calumnia las creencias religiosas de nuestro pueblo para tratar de confundir a la juventud.

Nosotros tenemos, al lado de otros destacamentos juveniles democráticos, la enorme responsabilidad de impedir que las fuerzas de la derecha se nutran con la nueva generación.

En esta labor, los miembros de la JPS contamos y hemos contado siempre con el apoyo y estímulo de nuestro partido, quien no ha limitado su acción este campo para preparar el relevo que podrá darle continuidad a su lucha, sino una corriente a su labor al conjunto de la nueva generación, porque está convencido de que será el futuro de la sociedad mexicana si la juventud y la niñez son educados en los principios de la lucha por la paz, la solidaridad, la democracia, la independencia y el progreso social, y otros y combatren los conceptos del imperialismo y la reacción.

Por todo lo anterior, es importante que un organización como la nuestra que basa su acción en la filosofía de la clase obrera –el marxismo-leninismo-, que está educada por las enseñanzas del fundador y guía, el maestro Vicente Lombardo Toledano y que es hija de un partido revolucionario, analiza a fondo su situación, con espíritu crítico y autocrítico para que siente las bases que le permitan superar sus deficiencias y servir hacia la causa histórica de su partido, para que a su lado y bajo su dirección contribuyó a transformar la realidad para liberar a nuestro país de ligereza imperialista y más tarde a construir la sociedad socialista que será el fruto lógico de la lucha secular del pueblo mexicano.

Por todo lo anterior, y porque la juventud mexicana no es sólo una promesa del futuro, sino una realidad viva, actuante, que influye de una otra manera en la marcha de la sociedad, este IX Congreso de la JPS tiene una gran responsabilidad: diseñar su política con claridad para influir en la juventud y hacerle entender que la solución de sus problemas sólo se podrá avanzar en la medida en que nuestra patria sea libre e independiente.

Y esto último es cada vez más importante por colocar y está en juego no sólo es el presente sino también el futuro, y ello implica que cuando la juventud de hoy sea adulta podrá encontrar una sociedad penetrar profundamente por el imperialismo, una sociedad no sólo dependiente del terreno económico sino también lo político, y entonces los que formamos la juventud de hoy lamentaríamos no haber actuado a tiempo. Por ello, si queremos que nuestra política exterior continúa rigiéndose por los principios generados por la experiencia histórica de nuestro pueblo su trato con el extranjero, que son el principio de No intervención y el de Autodeterminación de los Pueblos; si queremos que el sector estatal de la economía se mantenga, crezca y sirva a los intereses populares, si queremos que el capital extranjero, el capital de los grandes monopolios los apoye de nuestra patria, si queremos que el desarrollo de México sea en beneficio de toda la población, es necesario que actuamos ahora, que depende nuestro futuro hoy, y para ello necesitamos un organización juvenil sólida, combativa, revolucionaria, capaz de llevar a todos los rincones de México su voz, su lucha, su presencia, para que no haya joven mexicano, sea obrero, campesino estudiante que no escuché nuestro llamado, que no se entere que nuestro futuro está peligro, y que solo actuando hoy al lado del pueblo, de su clase obrera y de los partidos democráticos y revolucionarios podemos contribuir como generación ocupar el papel que no corresponde de fuerza de avanzada, de proa de la nave, capas de borrar todo los obstáculos, como dijera Vicente Lombardo Toledano.

Por eso, queridos compañeros, en este Congreso tenemos que definir con claridad qué tipo de JPS necesitamos en este momento, qué características debe tener nuestra querida organización para responder con éxito a las tareas que tenemos enfrente, que en la JPS

debemos construir que sea capaz de orientar y organizar a los jóvenes mexicanos para luchar por los objetivos de nuestro pueblo y por sus propias reivindicaciones.

Todo los que militamos en la Juventud, así como los organismos de dirección, estamos convencidos de que la actual coyuntura de la vida política del país reclama una JPS más influyente y mejor organizada. Una JPS que esté en las condiciones de poder orientar a las amplias masas de la juventud mexicana y que puede un papel destacado en su proceso de organización, que, sin duda, los próximos años se dinamizará.

En nuestra organización, y particularmente su Comité Central, la discusión en los últimos tiempos ha planteado las anteriores urgencias, porque en nuestra preocupación, hay el interés en precisar de manera clara las tareas que la JPS debe emprender para ser eficaz instrumento del partido y una organización necesaria para la juventud mexicana. Y en esto consiste precisamente la responsabilidad de este Congreso.

Pero tenemos de dónde partir: nuestra organización juvenil llega a este Congreso bien preparada; sabemos perfectamente cuáles son nuestros problemas, a que ámbito se refieren, sabemos también que tenemos bases sólidas, a partir de las cuales, podemos dar el salto requerido, pues contamos con un partido sólido y unido que nunca arreará a las honrosas banderas del marxismo-leninismo; contamos con una rica experiencia de lucha revolucionaria y somos herederos del pensamiento lombardista.

Pero lo anterior no es lo único; también partimos de estadios superiores de desarrollo, utilizando las enseñanzas de nuestra historia de ya casi 39 años, somos la organización en México con mayor antigüedad y experiencia de organización juvenil revolucionaria, esto constituye uno de nuestros más preciados tesoros. Somos optimistas en cuanto al futuro de nuestra organización, porque contamos también con un importante número de cuadros de la juventud en todo el país, este hecho es fundamental y constituye una sólida premisa en la tarea de edificar la nueva Juventud Popular Socialista que reclama nuestro partido.

Este Congreso constituye el momento culminante del debate que se ha venido dando en el seno de nuestra organización, desde Comité Central hasta las organizaciones de base en torno a las características de nuestro trabajo. Es necesario señalar que en esta discusión nunca se ha puesto en duda nuestra solidez como organización juvenil de un partido revolucionario. No obstante los altibajos en actividad y los problemas que han frenado nuestro desarrollo, siempre hemos tenido clara la importancia que tiene la organización juvenil del partido.

Es por eso que hoy, cuando nuestra organización tomará importantes acuerdos tendentes e impulsar nuestro desarrollo, reafirmamos nuestro orgullo de seguir siendo la organización juvenil del Partido Popular Socialista; de seguir cumpliendo la elevada tarea de ser su reserva de cuadros, educando a los jóvenes que ingresan a nuestras filas en la ideología de la política del partido. Asimismo, entendemos que todo cambio que adoptemos estará encaminado a cumplir cada vez mejor nuestro papel de auxiliar del partido, porque somos su instrumento para llevar su política a las amplias masas de la juventud y organizarla , sino también a todo los jóvenes que desee participar nuestro lado, y por ello la JPS es también una organización educativa de la juventud mexicana.

Es precisamente por la importancia que tiene la JPS en la lucha en que está empeñado el partido, que debemos precisar nuestras tareas y mejorar nuestra organización.

Porque sólo podemos ser fiel reserva y auxiliar del partido sino sabemos ligar amplia y permanentemente con las masas de la juventud mexicana, si logramos convertirnos en una organización necesaria, atractiva para amplias capas de la nueva generación.

Para lograr lo anterior, la JPS tiene que cambiar radicalmente en algunos aspectos, debe ser una organización que levante la lucha concreta de los jóvenes el mismo tiempo que el ambiente adecuado para que en ella tengan cabida las diversas inquietudes de la juventud; desde la lucha por el socialismo, hasta sus deseos de bailar y divertirse; desde las más nobles manifestaciones solidarias hasta sus inquietudes deportivas, artísticas, culturales, etcétera. De tal forma que la JPS responda al carácter político que nos da el ser la organización juvenil de un partido de la clase obrera y conjunta lo inteligentemente con las inquietudes daría de la juventud. Todo ello en un ambiente y con estilo juvenil, con métodos de trabajo adecuados para una juventud que combate y contribuye la lucha por el socialismo, pero que sabe que no le corresponde dirigir esta lucha, que es una tarea del proletariado y su partido y que por ello son distintos, pero antagónicos en su carácter y objetivos.

Pero sí estamos de acuerdo en que la JPS existe para cumplir tareas del partido en el ámbito juvenil, también lo estaremos en que esto no podría lograrse sino fuésemos un organización autónoma en nuestro régimen interno dirigida políticamente por el partido.

Consignas-consignas-consignas

Juventud XXX (tres aplausos)

Combatiente XXX

Construyendo una patria independiente XXX

Juventud XXX

Lombardista XXX

Construyendo una patria socialista XXX

Juventud XXX

Combatiente XXX

Defendiendo el futuro en el presente XXX

Frente a los yanquis ¡

Pasemos a la acción ¡

Ante la crisis

Pasemos al acción

Luchando por la paz

Pasemos a la acción¡¡

Junto al partido

Pasemos al acción¡¡¡

Sin una juventud dispuesta al sacrificio

No hay revolución¡¡¡

Si algún día me mataran por ser joven

Sandinista, con mi sangre escribiría:

¡¡Viva el Frente sandinista!!

Sólo los cristales se rajan, los hombres mueren de pie

¡¡Y nosotros los sandinistas, moriremos como el Che¡¡¡

Resolución Sobre el Informe

Resolución Sobre el Informe del Comité Central al IX Congreso de la Juventud Popular Socialista.

La Juventud Popular Socialista a través de su máximo organismo de dirección, el Congreso Nacional, realizó un balance de su actividad en el periodo comprendido entre el VIII y el presente IX Congreso, asimismo, valoró la situación internacional y nacional, haciendo énfasis en la problemática que atañe a la juventud.

Discutió ampliamente sobre las medidas que deberá tomar para seguir mejorando la organización, precisa sus actividades en la lucha de masas de los distintos sectores juveniles y acerca de su estilo de trabajo para llevar de manera más eficaz su política la juventud.

El IX Congreso Nacional de la Juventud Popular Socialista destacó la actitud de apoyo, estímulo y orientación permanentes que el Partido Popular Socialista le brinda, señalando que éste es el pilar más sólido para asegurar la existencia y el permanente y correcto desarrollo de la JPS.

El IX Congreso, en el transcurso de sus deliberaciones, valoró altamente la labor de las anteriores generaciones de militantes de la JPS, porque todas ellas sin excepción han hecho un aporte significativo para impulsar el desarrollo de nuestra organización y es gracias a su trabajo que podemos seguir planteando nos nuevas tareas, partiendo de una base sólida.

El IX Congreso estimó que las tareas que la JPS tiene por delante, para ser llevadas exitosamente a cabo, requieren de un esfuerzo cualitativamente superior y ya que la difícil situación internacional y nacional exige de nosotros una actitud de profunda crítica y autocrítica, que sepa retomar con espíritu creador los principales a portes no solo de los últimos años, sino de toda la larga experiencia nuestra juventud. Necesitamos fortalecer en todo los órdenes a la juventud para convertir en un factor decisivo en la orientación, organización y movilización de la juventud mexicana por sus derechos a la vez que por los intereses patrióticos y revolucionarios de nuestro pueblo, de nuestra clase obrera y de nuestro partido lombardista.

La trascendencia de nuestro IX Congreso radica en que tenemos la posibilidad de la necesidad de realizar una síntesis de toda nuestra rica experiencia para responder a una nueva circunstancia que nos exige afirmarnos y fortalecernos, porque es en etapas anteriores que hemos obtenido r firmes pero modestos avances ser un aporte valioso, en el futuro en ese se realiza un esfuerzo mayor ante las graves amenazas; no hacer actividad no cumplir nuestra misión histórica y a no ser dignos herederos de desaparición de combate.

El IX Congreso reflejo una actitud permanente J de la JPS, basada en principios, en cuanto al apreciación de los distintos fenómenos económicos, políticos y sociales que acontecen en la vida nacional e internacional.

Es preciso por ello que el IX Congreso al contemplar el panorama internacional advierte con claridad que la base de los conflictos internacionales, parte precisamente de la caracterización de la época que vivimos; la época de la crisis general del capitalismo y del ascenso del socialismo donde éste convierte en un ejemplo formidable apoyo para las luchas de liberación nacional.

Así, mientras el imperialismo se afana en crear bloques militares agresivos en toda las regiones del orbe, mientras desata una frenética carrera armamentista y boicotea toda avance constructivo y serio para la limitación de las armas nucleares, el socialismo, en contrapartida, sostiene que es posible la coexistencia entre regímenes distintos, que es vital conservar la paz, que la competencia entre los sistemas de basarse la emulación económica donde cada régimen demuestra su pueblo y al mucho lo que es capaz de generar en bien de la humanidad. La coexistencia pacífica es una forma de la lucha de clases donde se busca la paz mundial, la no confrontación nuclear, sin que implique para socialismo dejar de cumplir sus deberes y compromiso solidarios e internacionalistas.

En este panorama es clara la acción de la clase obrera y de los otros sectores que componen a las masas populares, donde destaca la presencia activa de la juventud.

Para nadie es desconocido el gigantesco aporte que hace la juventud a la lucha por la paz, defendiendo su derecho a futuro, su derecho a la vida.

La juventud también es un factor de primer orden en la lucha por defender y engrandecer el régimen socialista, además de jugar un papel destacado para fortalecer los lazos de amistad y solidaridad entre todos los pueblos del mundo.

La juventud de los países capitalistas industrializados no sólo se distingue por su lucha por la paz, sino también porque se suma al combate contra la política criminal de los monopolios.

En nuestros países dependientes y subdesarrollados por la acción imperialista, los jóvenes, que representan un elevado porcentaje de la población, combaten por una vida digna y que se desarrollen patria soberanas. No es casual, sino lógico y natural, que los jóvenes jueguen un importante papel en toda las luchas de liberación nacional y social.

Es por ello que tanto la reacción como las fuerzas revolucionarias luchan por ganar a la juventud. El imperialismo y la reacción buscan hacerlo, corromperla, anularla, como fuerza que empuje el progreso. Las fuerzas revolucionarias también trabajan por ganar a la juventud a favor de las causas populares, y todos los días van ganando esta batalla. Así, vemos en todas las trincheras de la lucha a millones de jóvenes dando su vida, su trabajo, su esfuerzo cotidiano a favor de la liberación definitiva.

Todo este extraordinario movimiento juvenil progresista y revolucionario, a despecho de la impotencia del imperialismo, está firmemente aglutinado fundamentalmente en la Federación Mundial de la Juventud Democrática, que desde siempre ha sido la organización juvenil más representativa, poderosa y activa en el escenario internacional.

Este IX Congreso de la JPS saluda combativamente la Federación Mundial de la Juventud Democrática, y con ello a todas las juventudes fraternas que con su acción diaria engrandecen, fortalecen y desarrollan creadoramente esta trinchera juvenil revolucionaria mundial.

El IX Congreso de la JPS valora altamente la realización exitosa del XII Festival Mundial de la Juventud, que fue, sin lugar a dudas, en el marco del Año Internacional de la Juventud, el evento más representativo, combativo, solidario y unitario de la Juventud Progresista y Revolucionaria Mundial. Asimismo, consideramos el aporte que cada organización fraterna hizo este magno evento, a la U. I. E, históricamente organizando a los festivales; a las juventudes de los países socialistas cuya aportación es extraordinaria; y, de manera especial, a la juventud soviética que bajo la dirección del Komsomol leninista nos brindó su hospitalidad fraternal.

En consecuencia el IX Congreso nacional de la Juventud Popular Socialista resuelve:

-difundir la realización de la XIII Asamblea de la FMJD.

-fortalecer la presencia de la FMJD en nuestro país impulsando, al lado de otras organizaciones juveniles democráticas, la lucha por la paz mundial, el combate contra la política guerrerista del imperialismo, la defensa de nuestra independencia nacional y la solidaridad y la amistad con todos los jóvenes del mundo.

-impulsar en todo el país nuestro trabajo de solidaridad con todos los jóvenes que lucha por la soberanía nacional, la democracia y la libertad, en especial con los de nuestro su continente. Para el efecto la JPS, debe constituirse en el motor para la creación y funcionamiento de organizaciones juveniles de solidaridad donde éstas no existan.

-impulsar el Frente Juvenil Antimperialista con toda las organizaciones juveniles, políticas, sociales y estudiantiles del campo democrático que coinciden en un programa común antimperialista, popular, democrático y de defensa de los derechos de la nueva generación.

El IX Congreso de la Juventud Popular Socialista, al analizar la situación nacional y de modo particular la problemática que vive la juventud mexicana, destacó.

Que la crisis económica que afecta a nuestro país es producto de la brutal política del imperialismo para con los países subdesarrollados y, al mismo tiempo, que ésta se agrava por la negativa política económica del gobierno que no toma las medidas populares, patrióticas y antiimperialistas que exige la gravedad del momento, tratando inútilmente de paliar la situación con una política conciliadora y de graves consecuencias en beneficio de la gran burguesía nacional y del Fondo Monetario Internacional, representantes de los intereses del imperialismo.

Que la derecha, asesorada, patrocinada e impulsada por el imperialismo, aprovecha la difícil situación para desatar una gran ofensiva con el propósito de incrementar su influencia política la perspectiva de tomar el poder.

Que en las ciudades el desempleo crece; la deserción escolar aumenta, principalmente los niveles medios y de educación superior; la delincuencia, la prostitución y la mendicidad ganan terreno, con todas las consecuencias funestas para una gran cantidad de niños y jóvenes.

Que aún son millones los jóvenes que no tienen acceso a las instituciones de salud y que las medicinas, producidas por las empresas trasnacionales, son inalcanzables por su costo.

Que la posibilidad de practicar un deporte en forma organizada, lo mismo que el desarrollo cultural, artístico recreativo, son más un privilegio que un derecho para la juventud.

Que entre los grandes problemas de la juventud en el de la educación, resalta el alejamiento, la violación franca y la falta de voluntad para cumplir el contenido patriótico, científico y democrático del Artículo Tercero Constitucional, y que a esto se suma la merma en los presupuestos para las instituciones educativas y la falta de recursos para financiar la educación, en especial a media-superior y la superior.

Que los medios de información tales como la radio, el cine, la prensa y la televisión están controlado mayoritariamente por unos cuantos monopolios que están ligados profundamente cole capital extranjero.

Que el movimiento juvenil mexicano, en especial estudiantil, se encuentra en una tapa que abre grandes posibilidades para su organización, pero que, sin embargo, no existe un trabajo sistemático y unitario en el sentido que nos permita superar las limitaciones actuales.

En consecuencia, el Congreso de la Juventud Popular Socialista,

Resuelve:

-condenar la política que el imperialismo impulsa con el afán de impedir nuestro desarrollo independiente.

-condenar la política económica del gobierno por ser lesiva los intereses de la nación y el pueblo, y a las aspiraciones de la nueva generación.

-luchar por una rectificación profunda del actual política económica gubernamental y exigir una política verdaderamente nacionalista, popular, antimperialista que defienda nuestra independencia nacional, por una mejor distribución de la riqueza, acelerar y acentuar el proceso de nacionalización de la economía y amplíar el régimen democrático para que la clase obrera, los campesinos, la intelectualidad progresista y los partidos políticos democráticos y revolucionarios estén debidamente representados en la dirección de la vida nacional, o sea, para abrir paso un régimen de democracia nacional.

-luchar por la cancelación de la impagable deuda externa, porque los recursos hasta hoy destinados a pagarla sirvan para el desarrollo nacional; promover la cooperación e integración económica latinoamericana; desarrollar nuestras relaciones con los países de la comunidad socialista y pugnar por un nuevo orden económico internacional, más justo y equitativo presidido por un ambiente de paz, de respeto a la libre autodeterminación de los pueblos de coexistencia pacífica y la solución negociada de los conflictos internacionales.

-reiterar nuestro llamado a las fuerzas juveniles patrióticas y democráticas a fortalecer el Frente Juvenil Antimperialista, para que unitariamente impulsemos con mayor vigor nuestras demandas comunes y, a la vez, demos el aporte juvenil conciente y organizado las luchas de nuestro pueblo por su liberación.

-señalar que nuestro objetivo en la lucha de las masas juveniles es literalmente impulsar nuestra participación en el seno del movimiento juvenil, ser un factor de primer orden para crear, fortalecer y democratizar a las organizaciones estudiantiles, sindicales, deportivas, recreativas, o culturales; ya sean de barrio, en las propias escuelas, fabriles, en las comunidades rurales y, muy específicamente, hacer conciencia sobre la necesidad de crear en las organizaciones de masas, de la ciudad y del campo, las secretarías, departamentos o secciones juveniles para que los jóvenes trabajadores, además de cumplir sus deberes, exigan sus derechos, luchar por sus demandas específicamente juveniles. Estos objetivos se deben sintetizar en la consigna:

¡ORGANIZAR TODO LO QUE SIGNIFIQUE UN INTERES PARA LA JUVENTUD!

El IX Congreso de la Juventud Popular Socialista abordó con gran atención el problema organizativo. Dentro de sus principales puntos concluyentes destacó que una de las grandes enseñanzas de nuestra experiencia a lo largo de más de 38 años es tener claridad que nosotros no somos el partido de la clase obrera, sino una organización juvenil, pues estamos educados en la misma ideología que el partido, nosotros tenemos nuestras propias tareas y objetivos, es decir, nuestra tarea ES HACER POLÍTICA JUVENIL REVOLUCIONARIA, y que para ello contamos con el apoyo y la dirección política de nuestro partido, tenemos nuestra estructura orgánica, nuestras propias actividades y estilo de trabajo.

Hemos aprendido también que los principios fundamentales de organizaciones no pueden ser otros que los que rigen a las organizaciones revolucionarias, es decir, los principios leninistas.

Hemos aprendido también que el centralismo democrático, ese principio rector de la estructura y que a éste le son inseparables la crítica y autocrítica, la dirección colectiva, la vigilancia revolucionaria, y hemos aprendido que nuestra relación con nuestro querido partido existe un elemento básico: LA DIRECCIÓN POLÍTICA PERMANENTE DEL PARTIDO HACIA LA ORGANIZACIÓN JUVENIL Y LA AUTONOMÍA ÓRGANICA DE LA MISMA PARA APLICAR CREADORAMENTE, CON SU PROPIA ESTRUCTURA Y ESTILO DE TRABAJO, LAS ORIENTACIONES DEL PARTIDO ENTRE LAS MASAS JUVENILES.

En consecuencia, el IX Congreso reiteró su apreciación en el sentido de que la JPS debe ser un organización juvenil atractiva para la nueva generación, porque aquí deberán encontrar una trinchera de lucha por sus derechos, una trinchera de lucha por los intereses del pueblo, por la paz mundial, la independencia nacional, la ampliación del régimen democrático la elevación del nivel de vida del pueblo.

Porque, como dijera el maestro Vicente Lombardo Toledano, aquí deben encontrar una casa de cultura, un hogar fraternal, una organización ejemplar por su vida democrática interna, porque la JPS debe organizar a los jóvenes en sus filas, y con los que no lo son, su tiempo libre de una forma sana y provechosa. Porque aquí se impulsará su creatividad y su responsabilidad al señalarse tareas que serán retos a cumplir. Porque aquí recibirán una orientación ideológica-política que ayude a esclarecer los complejos fenómenos socioeconómicos. O porque aquí aprenderán amar a su patria sirviendo su pueblo llamar a la humanidad con un profundo sentido internacionalista y solidario.

No debe existir, en consecuencia, interés de los jóvenes, que la JPS no se preocupe por conocer y busque organizar la lucha para conquistarlo.

El IX Congreso expresó que la JPS entra a una nueva etapa cualitativamente superior de su vida, por lo que el mejoramiento en todos los órdenes es un imperativo que las nuevas y difíciles condiciones nacionales e internacionales nos exige. EN CONSECUENCIA DE LO ANTERIORMENTE EXPUESTO Y COMO SINTESIS DE LAS OBSERVACIONES Y CRITICAS VERTIDAS DURANTE EL CONGRESO PARA MEJORAR NUESTRA VIDA ORGANICA Y NUESTRA LIGAZÓN CON LAS MASAS JUVENILES EL IX CONGRESO NACIONAL DE LA JUVENTUD, RESUELVE:

-desarrollar una política de afiliación amplia, no en el sentido formal, sino de incorporación activa a nuestras múltiples tareas.

Este objetivo se alcanza a partir de la concepción de incorporar a los amigos y simpatizantes a una amplia serie de actividades culturales, deportivas, recreativas, y de análisis o manifestación política.

-deberá ser una preocupación constante y fundamental lograr que las organizaciones de base cumplan con TODAS las funciones que estatutariamente le corresponden. Ello era una directriz básica para realizar su verdadero trabajo de eslabón de la organización con las masas y de motor en la organización con las masas y de motor en la organización y lucha por los intereses de la juventud.

-deberá ser preocupación constante que los organismos intermedios de dirección tengan como tarea principal apoyar, y coordinar, estimular el crecimiento y la multiplicación de las organizaciones de base. Es partiendo de esta base que se podrá llegar a necesidades superiores y más complejas que impliquen afinar y precisar sus formas de selección y promoción de los cuadros, partiendo de su fidelidad, de su capacidad como organizadores, de su nivel político y su ligazón con las masas. Será con este tipo de cuadros medios probados en la práctica, la lucha, que los organismos intermedios de dirección podrán asegurar un buen relevo y uno sido eficaz en la tarea de coordinar, estimular, orientar, y fortalecer el trabajo de nuestras organizaciones de base.

De manera particular deberán impulsar la emulación, estimulando la crítica y autocrítica así como la iniciativa en el seno de las organizaciones de base y fomentando la transmisión de experiencias para enriquecer el acervo organizativo de la juventud. Los organismos intermedios de dirección deberán ser muy cuidadosos al elaborar sus planes de trabajo porque en ellos tendrán que reflejarse de forma precisa tanto las orientaciones políticas del partido a nivel nacional, como las tareas y directrices que el partido en cada región se traza y las resoluciones y acuerdos que la JPS toma. Su principal virtud, como organismos dirigentes, deberá ser aprovechar todas las directrices y orientaciones que van marcando la lucha nacional y regional, en nuevos estímulos que se traduzcan en nuevas actividades que nos llevan a realizar un trabajo cada día más intenso y más estrechamente ligado los intereses de la juventud.

-importancia especial adquiere la necesidad de elevar el papel de dirección de los organismos dirigentes de la JPS: impulsando el mejor medida la selección y promoción de cuadros, alcanzando una mayor eficiencia en el cumplimiento de los acuerdos y tareas, mejorando sus canales de información interna, su operatividad y, de manera particular, profundizando el estudio análisis de los problemas a los que se enfrenta hoy en día la juventud.

-por medio de la educación política tenemos todo aquello que fortalece nuestra conciencia de clase, de tal manera que debemos seguir analizando y precisando la mejor manera para que toda las actividades, sean éstas de finanzas, de prensa, de propaganda, culturales, recreativas, de organización y lucha concreta entre masas, o nuestra simple reuniones, actos políticos buen estudio propiamente organizado, sean aprovechadas como parte integral de la educación política para nuestros compañeros.

En el área del estudio propiamente dicho, hemos tenido importantes experiencias que nos sirven para continuar enriqueciendo el Sistema Nacional de Educación Política. Lo medular de este consiste en concebir distintos niveles de especialización, donde cada uno de ellos implica un mínimo de conocimientos generales y un determinado grado de profundidad. De nuestro sistema se desprenden las escuelas de las organizaciones de base, municipales, estatales, regionales, especialización y la Escuela Nacional de Cuadros de la JPS. Debemos volver a definir los contenidos y las formas para cada una de estas escuelas, vincularnos con los problemas que afectan a la juventud, revisar su duración, su lugar de realización y muy especialmente contar con la participación en ellas del partido.

Con ello estaremos construyendo no solo que cada uno de nuestros militantes profundicen el conocimiento de la línea estratégica y táctica del PPS, en la teoría y la práctica de Vicente

Lombardo Toledano, sino que contribuiremos a impulsar los fines partidarios de la paz mundial, profundamente antiimperialistas e impulsar la organización de la juventud mexicana en la lucha por sus derechos.

- En la crítica situación económica que nos apremia destaca la importancia que las finanzas tienen para poder desarrollar nuestras actividades. Esta labor adquiere cada vez mayor importancia, por lo que se requiere impulsar un conjunto de actividades en este sentido como las campañas anuales que nos permita cumplir adecuadamente con nuestros compromisos.

La JPS debe insistir en multiplicar sus medios y formas de propaganda, de agitación dirigida a sectores específicos, debe utilizar medios modernos como el cine, audiovisuales y aprovechar las cintas magnetofónicas y de video, ligando correctamente todas las formas de propaganda con organizaciones lucha de los jóvenes.

-Particular importancia de nuestro trabajo de prensa que se ha mantenido durante varios años y que ha mejorado en muchos de sus aspectos. Sin embargo, debemos prestar atención especial debe superar algunas de las deficiencias que aún existen en cuanto a su distribución y financiamiento.

-la lucha contra el imperialismo y la reacción, por la paz y la independencia nacional, lo mismo que los derechos de la juventud y el socialismo, son luchas que por su magnitud son luchas de masas.

Nuestro deber histórico es encausar la lucha de las masas juveniles al lado de la clase obrera, para desarrollar y fortalecer la liga acción con las masas juveniles es imprescindible librar con mayor intensidad de lucha ideológica política y reivindicativa.

Declaración de Principios

La Juventud Popular Socialista es una organización juvenil Marxista-Leninista reserva del Partido Popular Socialista, responsable de llevar las ideas lombardistas y aplicar su política en el frente de las masas juveniles.

Desde su fundación, el 22 de agosto de 1947, la JPS ha luchado al lado de su partido incorporando a la juventud mexicana los combates diarios del pueblo, ligando en una sola causa las demandas propias de la joven generación y las de todo el pueblo mexicano.

La historia de nuestra nación ha demostrado la justeza de la lucha anti imperialista como necesidad histórica de los países que busca su independencia económica y aspiran a estadios superiores de la vida social.

Como contribución esta lucha, fue elaborada por el fundador y guía de nuestra organización juvenil y su partido, del maestro Vicente Lombardo Toledano, la línea del Frente Nacional Democrático, Patriótico y Antimperialista, síntesis de la experiencia de extradición en nacionalistas de combate del pueblo mexicano y su juventud. El maestro lombardo también llamó a la JPS a prepararse seriamente en el conocimiento de la filosofía del proletariado, a conocer profundamente la historia de las luchas de nuestro pueblo, a amar a nuestra patria como sólo la aman quienes luchan por sus más nobles causas, hacen instrumento de expresión de las inquietudes de nueva generación, a sumar a sus filas a los estudiantes, a los obreros y los campesinos jóvenes, a defender a la juventud asegurándole sus derechos.

Por todo el anterior nuestra organización se inspira en el ejemplo de las generaciones pasadas que hicieron posible la independencia política de la nación mexicana, la consolidación de la República y el movimiento de la Reforma, y la Revolución Mexicana iniciada en 1910, momentos que a su vez componen un solo movimiento de lucha nuestro pueblo por alcanzar su plena independencia económica y política, el ejercicio irrestricto de su soberanía y respetuoso de la de otros pueblos del mundo. La nueva generación de mexicanos tiene su más elevada tarea, junto a su pueblo, en la culminación de este único movimiento histórico: la transformación revolucionaria de la sociedad mexicana y el establecimiento el socialismo. A este propósito se aboca la JPS al cumplir las tareas que le asigna su partido.

Además, vivimos en una época de transición del capitalismo al socialismo. El imperialismo constituye el enemigo común y fundamental de todos los pueblos del mundo. En cada país, en cada continente, las luchas revolucionarias revisten diversos matices, correspondientes a sus condiciones particulares y dentro de la situación internacional específica de la época. En todas partes la juventud juega un papel destacado como fuerza de avanzada en las tareas reivindica delictivas y por la consecución de los efectivos más nobles de los pueblos.

En los países socialistas, encabezados por la Unión Soviética, los jóvenes juegan un papel destacado en los logros del sistema social que supera al capitalismo en todo los campos de la actividad humana. En los países capitalistas industrializados, la juventud se manifiesta activamente contra los monopolios y las políticas internas y externas de los gobiernos a su servicio. En los países que luchan por su liberación nacional y los que aún se hallan bajo el dominio colonial y neocolonial, los patriotas y revolucionarios -la mayoría de ellos jóvenes-se enfrentan a las fuerzas representativas del pasado oprobioso, la reacción local y el imperialismo.

Hoy como nunca adquiere especial relevancia la lucha por la paz, la coexistencia pacífica y el desarme total. La capacidad destructiva de las armas modernas, y sobre todo las nucleares, es tal, que pende sobre todo los pueblos de la tierra la amenaza real de destrucción definitiva. Además, un clima internacional viciado por el armamentismo, la beligerancia, la intolerancia, la agresividad y la arbitrariedad, impulsados por el imperialismo en su conjunto y en particular por el norteamericano, obstaculiza la lucha de todos los pueblos por desarrollar sus fuerzas productivas por ampliar y consolidar sus conquistas y por brindar un futuro mejor y seguro las nuevas generaciones.

La juventud está llamada a movilizarse y contribuir con su esfuerzo a derrotar los intentos del imperialismo por usar el chantaje, la intervención, las agresiones y las manipulaciones de diversa índole en las relaciones internacionales y a crear un clima mundial pacífico y sin armas, en el cual los pueblos alcancen las tareas históricas que se han fijado. La juventud tiene derecho a pensar en el futuro y puede luchar por alcanzar sus ideales a sumarse con vigor,

entusiasmo y creatividad al caudal popular que barrerá de la tierra la explotación, la miseria, la ignorancia y los males que capitalismo provoca.

Asimismo, la liquidación definitiva del sistema colonial del imperialismo, al surgimiento de nuevos estados independientes y democráticos; al combate final contra los regímenes racistas y a la destrucción de las dictaduras reaccionarias y neofascistas que ensombrecen la vida de distintos pueblos del mundo. La JPS está allí estará siempre dispuesta a tender su firme mano solidaria a todos los jóvenes que en el mundo luchan contra el fascismo, el colonialismo, el racismo, el sionismo y toda forma de explotación capitalista. De igual manera, está dispuesta a contribuir con su esfuerzo al desarrollo de la amistad y la colaboración con los jóvenes progresistas de todo el mundo. La JPS está allí estará siempre dispuesta a tender su firme mano solidaria todo los jóvenes que en el mundo lucha contra el fascismo, el colonialismo, el racismo, el sionismo y toda forma de explotación capitalista.

De igual manera, está dispuesta a contribuir con su esfuerzo al desarrollo de la amistad y la colaboración con los jóvenes progresistas de todo el mundo. La JPS es un eslabón del movimiento mundial antimperialista y democrático en el cual militan millones de jóvenes de todos los países del mundo que lucha por la paz, la solidaridad antimperialista y la amistad entre los pueblos y que tiene su vanguardia en la Federación Mundial de la Juventud Democrática.

Nuestro partido, el Partido Popular Socialista, sostiene con su línea estratégica y táctica el Frente Nacional, Democrático y Patriótico, esto es, la unidad de las clases trabajadoras de la ciudad y del campo, que junto con todas aquellas fuerzas que tienen como enemigo común al imperialismo, una por la elevación sistemática del nivel de vida del pueblo, la independencia económica de la nación y la ampliación del régimen democrático. En este espíritu, la JPS promueve la acción común con todas aquellas organizaciones juveniles para el logro de las reivindicaciones de la nueva generación inscritas en el programa de la Juventud Popular Socialista.

Para ello, la JPS se orienta los principios enseñanzas de su partido y fundador, Vicente lombardo Toledano; está sujeta a la dirección política e ideológica del partido y es autónoma en su régimen interno. Como su partido, y con la vigilancia de él, la JPS afirma sus bases organizativas en los principios leninistas de vida de las organizaciones revolucionarias, y rechaza toda desviación de esos principios de su vida interna. Asimismo, la JPS condena las distracciones ideológicas que, como el trotskismo, el maoísmo y el reformismo, han traicionado la esencia revolucionaria del pensamiento marxista.

Además, consideramos que la juventud no es una clase social, y que por lo tanto no puede sostener una concepción unitaria sobre el porvenir de lo humanidad. La JPS rechaza las tesis ultraizquierdistas que sobre estiman el pastel de la juventud en la lucha revolucionaria, así como las tesis de que la historia empieza cuando uno nace, de que nada en el pasado en la vida del pueblo es válido y digno de defenderse; así como la que postula que el combate político es una lucha generacional. La JPS afirma que la juventud no supe el papel históricamente asignado la clase obrera y a su partido en la lucha por el socialismo.

La JPS ofrece los jóvenes un sitio de combate junto a la clase obrera, bajo la dirección de su partido, el Partido Popular Socialista, para alcanzar sus objetivos inmediatos e históricos.

Programa

Construir el sistema socialista que erradique la explotación del hombre es la razón histórica del Partido Popular Socialista; contribuir a ello, es el objetivo central de la Juventud Popular Socialista. En la creación de las condiciones adecuadas para que esta transformación sea posible aparece un gran número de hectáreas que enfrenta nuestra organización.

La lucha por transformaciones inmediatas, que aun en el marco del capitalismo no sólo son banderas de lucha sino posibilidad real para mejorar las condiciones de vida de la juventud mexicana, se deriva del programa de demandas de nuestra organización.

La Juventud Popular Socialista analiza los principales problemas de la juventud mexicana, nos explica, plantea soluciones y contribuye para que de forma organizada se alcance los objetivos propuestos. Nuestro programa se desprende del programa del Partido Popular Socialista ya que la solución de los problemas de los jóvenes no está al margen de la solución de los problemas del pueblo, que en esencia están dados por la estructura de explotación capitalista y por la profunda dependencia y la profunda penetra del imperialismo.

Estamos convencidos de que solamente en el régimen socialista serán resueltos definitivamente los problemas fundamentales del pueblo y de la juventud, sin embargo consideramos que en este momento es indispensable luchar por la independencia nacional, la ampliación del régimen democrático y la elevación del nivel de vida del pueblo para avanzar en el bienestar general y en la conquista de los derechos al trabajo, la educación, la salud, la cultura, a la recreación, al deporte, ya la participación política para la juventud.

La JPS lucha por el derecho al trabajo porque el desempleo es el problema más grave que enfrenta la juventud de nuestro país. Es un problema creciente que afecte incluso a los jóvenes que han tenido la posibilidad de terminar una carrera, y con más dureza aun a quienes se ven obligados a buscar una actividad remuneradora temprana edad sin haber adquirido, veces, una preparación elemental.

El desempleo se ha destacado como una de las características fundamentales del sistema capitalista. En nuestro país no se avanza en su solución mientras no sean creadas nuevas fuentes de trabajo principalmente a través del fortalecimiento o del sector estatal de la economía.

El derecho a la educación no es una realidad en México, pues anualmente cientos de miles de jóvenes son eliminados en los distintos niveles educativos. Los hijos de obreros y campesinos son los principales afectados ya que su situación económica les obliga a abandonar la escuela y a buscar trabajo.

El presupuesto para la educación es deficiente, lo que impide el aumento en el número de escuelas y la elevación de la calidad de la enseñanza, principalmente las de nivel medio superior y superior; por último, está el encarecimiento de las colegiaturas y de los materiales escolares seleccionar los jóvenes privilegiados que podrán estudiar. Todo ello, al lado el incumplimiento de los preceptos revolucionarios del Artículo Tercero Constitucional por parte de las escuelas particulares y de algunas oficiales, debilitar educación democrática, pues la elitista le confiere una orientación ajena a los objetivos avanzados de la revolución mexicana.

El derecho a la salud ese otro objetivo en la lucha de la JPS. La salud es condición elemental para realizar adecuadamente cualquier actividad, sin embargo constituye uno de los problemas con crecimiento acelerado en nuestro país. Miles de jóvenes mexicanos aún se encuentran al margen de los servicios médicos y asistenciales organizados y no existe aún un programa integral de atención preventiva que asegure completo bienestar físico o mental de los individuos. La producción de medicinas y alimentos por las empresas trasnacionales no contribuye a crear las condiciones adecuadas para luchar contra las enfermedades y el bienestar integral sino que se lucra con uno de los derechos más elementales y preciados de nuestro pueblo.

El derecho a la cultura para todos los jóvenes mexicanos es otra demanda de la JPS. La inmensa mayoría del pueblo mexicano, y particularmente sus jóvenes, no tienen acceso a las expresiones culturales más elementales, que eleven nuestros conocimientos mejorando la calidad de vida. Los medios de comunicación masiva, lejos de contribuir a este enriquecimiento lo impiden, defendiendo la pseudo cultura del imperialismo, alejándonos de nuestro acervo cultural histórico de los avances de la ciencia en todos sus terrenos. Estos medios de comunicación deben rescatarse para ser puestos a disposición de la superación general del pueblo y la juventud, fomentando programas culturales comprometidos con los más nobles ideales de nuestro pueblo y de la humanidad.

La recreación y el deporte son derechos que aún no se plasman en nuestra realidad nacional para millones de jóvenes. Constituyen un peligro de que solamente tiene acceso a ellos una selecta minoría de la clase dominante y de la que quedan excluidos, a pesar de los esfuerzos de sindicatos y organizaciones sociales, la gran mayoría de los jóvenes mexicanos, en primer lugar, los de las familias trabajadoras. Si la nueva generación no se recrea ni hace deporte, sino pasa de ser un simple espectador de estas actividades, no se estará formando una generación sana física y mentalmente.

Debemos señalar, finalmente, que la juventud mexicana no tiene acceso pleno a la participación política, y si bien es tarea fundamental de las organizaciones políticas juveniles el brindar condiciones para que ellos se realice, ellas tienen que enfrentar la desorganización y apatía que fomenten el imperialismo y la iniciativa privada a través de sus múltiples medios, que aún persiguiendo distintos objetivos coinciden con el estado mexicano, al difundir ideas que hacen que los jóvenes se alejen de la participación política, como ella que plantea que todo en políticas es engaño y corrupción. Todo ello desvía la atención de los jóvenes de la necesidad incorporarse a la participación política revolucionaria a través de un partido, que es la forma superior de organización, para consigue la transformación de la realidad has estadio superiores.

Si tomamos en cuenta las carencias ya mencionadas debemos concluir que la juventud mexicana no tiene las condiciones mínimas para desarrollarse adecuadamente.

Por todo el anterior, la JPS ofrece a la juventud mexicana un sitio de combate para luchar por el cumplimiento de este programa que representa luchar por el cumplimiento de los mejores postulados de la revolución mexicana y avanzar en el camino de la lucha por el socialismo.

Estrategia de Desarrollo

De La Juventud Popular Socialista

México, 1985.

Explicación

Este documento se presenta a los militantes y los organismos de la Juventud Popular Socialista para normar las discusiones que concurrirán en el IX Congreso Nacional ordinario, en torno al diseño de una estrategia de desarrollo de nuestra organización que pueda dar alternativas reales de solución a todos y cada uno de los problemas que traban este desarrollo.

Contiene un apartado en el que se señala el carácter, los objetivos y las funciones de la JPS con el propósito de ahondar en la definición del proyecto de organización que queremos construir. Más adelante, se señala el grado de desarrollo actual de la JPS con la idea de ver comparativamente la distancia entre lo que pretendemos alcanzar y lo que hoy tenemos. Enseguida, se tratan de explicar las causas de este actual grado de desarrollo desde tres perspectivas: primero, las causas externas, las que encontramos en la sociedad y que enmarcan las características de la juventud mexicana; segundo, buscando algunas explicaciones en un análisis de la trayectoria histórica de la JPS, y, finalmente, las causas internas que se muestran en el panorama actual de la JPS.

Con el análisis creativo de estos elementos y de los que ser aportados por la discusión colectiva se podrán ir proponiendo medidas que habrán de fructificar en las resoluciones de nuestro III Congreso Nacional Ordinario para que de esta manera la JPS diseñe una estrategia de desarrollo realizable, que nos lleva dar un salto en el proceso de constituirnos en la organización juvenil que demanda el partido y que necesita la juventud mexicana.

Carácter, objetivos y funciones de la

Juventud Popular Socialista

Para diseñar una estrategia de desarrollo es de fundamental importancia determinar lo que debe ser nuestra organización, la Juventud Popular Socialista, pues este objetivo será el eje, la

estrella polar que nos guiará durante todo el proceso de ajuste y de creación que nos llevase a la organización juvenil que demanda el partido.

En este apartado pretendemos definir de manera general el carácter, las funciones y los objetivos de la JPS, para después profundizar con la comparación entre estas metas y lo que debemos desarrollar de nuestra organización.

No podríamos comprender a la organización juvenil del Partido Popular Socialista sino tomamos como punto de inicio del análisis el propio partido, ya que la JPS surge y su existencia adquiere sentido precisamente como una creación y una necesidad del partido.

Todos sabemos cuáles son las tareas esenciales de nuestro partido: luchar por el mantenimiento de la paz internacional y por la solidaridad antimperialista; impulsar a nuestro país por el camino de la independencia nacional, combatir por elevar el nivel de vida del pueblo: defender y ampliar la democracia, y, lo más trascendente, instaurar el socialismo nuestra patria, como el régimen económico-social que eliminará la explotación y la miseria material del pueblo.

Para lograr estos grandes y nobles que objetivos del Partido basa su acción en la teoría del proletariado, el marxismo-leninismo, cuyos principios aplicados creadora mente a nuestra realidad dan por resultado la línea estratégica y táctica del frente nacional democrático, patriótico y antiimperialista.

No obstante que nuestro Partido, tal y como lo enseñó su fundador e ideólogo, el maestro Vicente lombardo Toledano, es un acendrado partidario de la alianza de las mejores fuerzas de la sociedad mexicana para avanzar en el camino del progreso social, sabe que el fortalecimiento propio no sólo nos da la posibilidad real de aglutinar e impulsar a las otras corrientes democráticas y antiimperialistas, sino que además significa el fortalecimiento de la fuerza social más clara y consecuente en los objetivos inmediatos e históricos de nuestro pueblo y su clase obrera.

Sin embargo, sería un grave error afirmar que no existen otras clases y sectores sociales con potencialidad revolucionaria que se identifiquen con el proletariado y con las luchas populares. Como los campesinos, la intelectualidad progresista y otras capas de trabajadores,

Las mujeres, la juventud y los estudiantes, de hecho participan y nutren al contingente revolucionario. Luego entonces estas clases y sectores ocupan la atención del Partido, para influir en cada uno de ellos los estudiar detenidamente, descubre sus características económicas, políticas y sociales y traza su estrategia de penetración e influencia con objetivos claros de lo que espere y busca de tal o cual grupo social.

Es en este marco que fijamos la atención sobre uno de estos sectores sociales: la juventud. Aquí es necesario que nos detengamos para analizar las características propias más significativas de la nueva generación que nos llevarán a concluir que es precisamente un

instrumento como la Juventud Popular Socialista el adecuado para que nuestro partido influya efectivamente de la juventud mexicana.

Hay un fenómeno social que, aunque aparentemente sencillo, reviste una enorme significación y pasa por toda la historia de lo humanidad; la sucesión de las generaciones.

Se basa en que no siendo los seres humanos imperecederos, una generación determinada desaparece para ser sustituida por la siguiente. Sin embargo, cada nueva generación recibe una sociedad distinta, que lleva la impronta de las generaciones pasadas y particularmente de la inmediata anterior, y, a su vez, imprimirá en la sociedad recibida su sello particular con el que será entregada la generación que habrá de sustituirla.

Aun cuando las diversas generaciones conviven y se entrelazan hasta veces confundirse, en toda las sociedades en las diversas épocas históricas, siempre la generación adulta ha tratado de formar a su relevo, constituyéndose esta preocupación, por su importancia, en uno de los temas de mayor relieve que debemos tocar en una gran multiplicidad de aspectos.

Dependiendo del tipo de formación económica-social, los intereses y las ideas de las clases dominantes son los que prevalecen en la formación de las nuevas generaciones, es decir, hablando en términos generales, podemos afirmar que cada sociedad forma las generaciones nuevas de acuerdo con los fines que esta sociedad persigue.

Si nos referimos al sistema socialista, podremos observar que existe un profundo interés por preparar adecuadamente las nuevas generaciones a fin de que continúe con el perfeccionamiento el sistema socialista y avancen aceleradamente hasta alcanzar la magna tarea histórica de arribar al comunismo.

En las sociedades divididas en clases antagónicas el panorama es distinto. La formación de las nuevas generaciones se ve atravesada por la situación de la lucha de clases.

En el marco de la reproducción del capitalismo, la clase dominante trata de ganar para su causa no solo a los hijos de la burguesía, sino que lleva a la masa de la nueva generación un plan de penetración ideológica que le asegure la permanencia de su sistema social.

Por otra parte, el proletariado y las fuerzas democráticas y progresistas también entablan una lucha por influir a la nueva generación con el objetivo deber coronados con éxitos futuros el combate por el progreso social.

Así vemos que las clases sociales y las fuerzas que los representan, -entre ellas los partidos políticos-tienen profunda preocupación por formar al relevo que continúe bregando por sus intereses y objetivos, así como de educar al conjunto de las nuevas generaciones en la cosmovisión política-ideológica que convenga a sus intereses.

Esto lo podemos comprobar fácilmente en nuestro país, y para convencernos basta echar una ojeada al debate permanente en torno a la actividad educativa.

Vemos que así como la sociedad en su conjunto cuenta con un relevo generacional, las clases, y dentro de ella los partidos políticos trata de procurar la formación de su propio relevo.

Particularmente atentos a esta tarea son los partidos marxistas-leninistas, ya que aunque luchan por el mejoramiento material y espiritual inmediato de la clase obrera y del pueblo, son fuerzas políticas que tienen como objetivo histórico construir una sociedad nueva. Un futuro mejor, donde habrá de desarrollarse el humanismo pueda desarrollarse plenamente. Por lo tanto, es una tarea de primordial importancia preparar al relevo que podrá darle continuidad a esta lucha formar individuos con el temple necesario para enfrentarse victoriosamente las peores adversidades que pueda plantear la lucha política.

De aquí el interés de nuestro partido y del maestro Vicente Lombardo Toledano quien afirmaba un partido que no quiera ser sólo una quimera, un suceso temporal, deberá prestar atención a preparar minuciosamente su relevo generacional para poder permanecer hasta cumplir sus tareas históricas.

De esta manera podemos desprender una de las tareas esenciales de la Juventud Popular Socialista: la de ser el relevo permanente, la reserva de cuadros y miembros del Partido Popular Socialista.

Por otra parte, es importante aceptar que la juventud no es una clase social, ya que los criterios para aplicar a uno u otro grupo social la categoría de clase reside fundamentalmente en características económicas como el lugar en el sistema de producción social históricamente dado; la relación con los medios de producción; el papel en la organización social de trabajo; los modos de obtención y la proporción en la parte de la riqueza social de que disponen. Entre los jóvenes podemos observar una gran heterogeneidad en cuanto al origen social. La juventud se llega constituir en un mosaico que es reflejo de la composición de la sociedad misma. En nuestro país existe jóvenes obreros, campesinos, estudiantes, jóvenes pertenecientes a las capas pequeño burguesas y también a la burguesía, etc. De aquí que se manifiesten grandes disparidades en lo relativo a su situación social ,por la posibilidad real de su acceso a la educación, la cultura, trabajo, el deporte, la salud, la recreación y la participación política.

No obstante, en México como en todos los países capitalistas, la mayor parte de los jóvenes provienen de las clases populares. En el capitalismo, como sistema socioeconómico, político e ideológico, es hostil a una parte muy considerable de la joven generación, pues no puede garantizar la juventud los derechos sociales más importantes, lo cual crea condiciones objetivas para incorporar, no solamente a los jóvenes obreros, sino a los más amplios grupos de la juventud no proletaria a las tareas por la democracia y el progreso social.

Por otra parte, a pesar de la heterogeneidad de la que se ha hablado, existen ciertas situaciones comunes a todos los jóvenes, y este se encuentran en una etapa de la vida que no sólo es caracterizada por la edad y por el proceso de transformación de los individuos en adultos con los consecuentes cambios fisiológicos y psíquicos, sino que es un periodo en el que se adquieren, la mayoría de los casos de manera definitiva, hábitos, conductas y valores políticos, ideológicos y morales. De tal forma que la juventud es una etapa importante y definitiva de la formación multifacética el individuo, y esto es válido para todas las clases sectores sociales. Por supuesto que cada joven vivirá su juventud de acuerdo a su situación material, de conformidad con las posibilidades que ofrezca su ambiente político y cultural.

De todo esto de concluimos que a nuestro partido le interesa influir no solamente su reserva partidaria, sino en el conjunto de la nueva generación que serán los adultos de mañana y que imprimirán a la sociedad su sello particular de acuerdo a la formación y a las influencias recibidas con anterioridad.

Si la juventud y la niñez mexicana son educadas en los principios de la lucha por la paz, la solidaridad, la democracia, la independencia el progreso social, el futuro de nuestro país será distinto, que se prevalecen los conceptos y los intereses de las fuerzas del imperialismo y la reacción, que, por cierto tienen un profundo interés en influir en la mentalidad de la niñez y la juventud.

Pero además no sólo hay que ver a la juventud como una promesa del futuro, sino que ya hoy mismo representa un grupo social actuante en los ámbitos económico, político, social y cultural. Más aún cuando más del 70 % de la población de nuestro país es menor de 30 años.

De esta manera podemos concluir que la Juventud Popular Socialista no es sólo la reserva partidaria, sino también el instrumento para llevar la política del partido a las amplias masas juveniles de México. Que tiene el deber no solo de organizar y educar a sus miembros, sino también a amplias capas de la juventud de nuestro país, que son susceptibles de participar a su lado.

De aquí derivamos dos características importantes de nuestra organización:

La primera, la de ser un organización educativa, pero educativa en un doble aspecto: en el de ser la escuela político-ideológica de la juventud lombardista, reserva humana del partido; y, además, en el de ser el instrumento del partido para influir en la juventud mexicana y educarla la de influir en el sentido de las aspiraciones por la democracia, la independencia nacional, el progreso social y el socialismo.

La segunda característica, e íntimamente conectada con la primera, la de ser no solamente la organización juvenil política del partido sino también la de ser un organización de la juventud mexicana, de lo cual se deriva su carácter de organización político-social, de masas de la juventud, lo que no es opuesto, sino por el contrario, necesario e imprescindible, como veremos en seguida, sí queremos cumplir con las tareas y los objetivos que nos tiene marcados el Partido.

Sólo podremos ser fiel reserva e instrumento efectivo del partido sí sabemos vincularon en forma permanente con las masas de la juventud mexicana, particularmente la juventud obrera y trabajadora. Y ello sólo será posible si la JPS llega a ser una organización verdaderamente atractiva para la nueva generación, si ésta llega sentir la como una organización necesaria a ella debido que la Juventud Popular Socialista levante la lucha concreta por los derechos sociales de los jóvenes, pero también porque en la JPS encuentra el ambiente y las condiciones que den cabida a las diversas inquietudes propias de su generación, desde la lucha política por el socialismo, hasta sus deseos de bailar y divertirse; participar en las manifestaciones de solidaridad, del internacionalismo proletario, hasta sus inquietudes deportivas, artísticas o culturales, etc. De tal forma que la JPS debe de llegar a tener la capacidad de responder al carácter político que nos da el partido encausando inteligentemente las inquietudes diarias de los jóvenes. Todo en un ambiente de alegría juvenil, por un estilo con métodos de trabajo propios de la juventud que lucha por el socialismo y el comunismo.

Con esto entenderemos de mejor manera de significado del carácter de la JPS como una organización juvenil político-social de masas. De masas no sólo por su número, sino fundamentalmente por su carácter y sus objetivos.

Aquí es necesario hacer una importante distinción entre las tareas, el carácter de los objetivos del partido y las tareas, el carácter y los objetivos de la juventud.

Mientras el Partido es una organización política de vanguardia de la clase obrera y el pueblo de México, que tiene por objetivo histórico la destrucción del capitalismo y la instauración del socialismo, la Juventud Popular Socialista es una organización política de masas de la juventud mexicana que lucha por el socialismo y los derechos plenos de la nueva generación.

Sin embargo, a la Juventud Popular Socialista no le corresponde dirigir la lucha por el cumplimiento de la misión histórica del proletariado, esa es tarea del partido; contribuir a la lucha por el socialismo es proporcionar fuerza al partido desde la trinchera juvenil y educando política e ideológicamente a sus futuros cuadros y miembros.

De tal forma que el artido y la juventud, si bien responden a una misma ideología, tienen una división del trabajo que hace distintas a nuestras organizaciones, dándoles carácter, tareas y objetivos diferentes, aunque no contradictorios, sino complementarios.

Todos sabemos que existen dos principios que norman relaciones entre el partido de la juventud: la autonomía orgánica de la JPS, y la dirección política ejercida por el Partido.

¿Por qué estas relaciones? ¿por qué la existencia de una organización juvenil orgánicamente autónoma? ¿por qué no otorgan también autonomía política a la JPS?

No existe ninguna duda que en relación a la Juventud, el Partido es el depositario de la teoría del marxismo-leninismo, de la experiencia de las luchas históricas del pueblo mexicano y de las enseñanzas teóricas y prácticas del maestro Vicente Lombardo Toledano. En el partido militan lúcidos experimentados luchadores formados a través de largos años de combate entre el pueblo.

Si ya de por sí, en cierto sentido, juventud es sinónimo de inexperiencia, en este caso de experiencia política, luego entonces entenderemos por qué es el partido el que ejerce la dirección política en su organización juvenil.

En este sentido el Partido no solo es el dirigente político, sino también el educador de la juventud. Ya antes hemos hablado de la juventud como una etapa de formación de los individuos y que el Partido se propone formar, educar, en el seno de la JPS a la nueva generación Cabra de incorporarse en el futuro al propio partido. Tanto Lenin como el maestro lombardo consideraban que la mejor forma de dotar a los jóvenes del temple y la experiencia de combatientes por el socialismo era formarlos en una organización juvenil propia y autónoma, ya que "sin organización propia, los jóvenes pierden pronto la conciencia de su generación, y el deseo de realizar sus propias ideales, aspirando solo a ser adultos lo más pronto posible, para cortar el angustioso periodo de espera entre la juventud y la madurez de la vida". Una organización en la que pudieran afrontar todos los problemas y las actividades que les presente la lucha revolucionaria y resolverlos por sí mismos, en donde desarrolle la masa de iniciativa de todos los aspectos, y así ir adquiriendo la experiencia los conocimientos que los vayan conformando como verdaderos comunistas.

Resumiendo, podemos afirmar que la Juventud Popular Socialista debe ser una organización juvenil educativa, política-social de masas, reserva humana del Partido Popular Socialista y su auxiliar político para influir en la nueva generación, autónoma en su régimen interno, un apéndice activo y dirigido políticamente por el partido.

II Desarrollo Actual de la JPS

Hemos visto ya, en términos generales, lo que debe de llegar a ser nuestra organización, pero veamos ahora el nivel de desarrollo alcanzado hasta este momento y, en función de ello, en qué medida hemos avanzado en el proyecto de organización que mencionamos en el cual apartado anterior.

. La Juventud Popular Socialista es una organización aun pequeña. La situación no es la misma en todos los estados de la república. En varios de ellos se cuenta con Comités Estatales elegidos en congresos que se realizan con regularidad; en otros funciona Comisiones Organizadora designadas por la Dirección Nacional y, en otros más, todavía no existe la JPS.

Si tomamos en cuenta que de los 70 millones de habitantes del país, 49 millones son menores de 30 años, concluiremos que el número de jóvenes mexicanos que participan en la JPS, comparados con el total, son una brevísima minoría.

La Juventud Popular Socialista aún no es conocida en muchos centros de concentración juvenil, y lógicamente, la vida política y social de los jóvenes que los forman es totalmente ajena la Juventud.

Por otra parte, en varios lugares del país, contamos con una base de militantes activos que ha logrado mantener presencia de nuestra organización en ciertos sectores de la juventud mexicana.

La estructura de la JPS está definida en sus estatutos. En ella también observamos un desigual grado de desarrollo de las diversas regiones del país. Construir una estructura leninista a sido una de nuestras mayores preocupaciones. Existen lugares donde ya podemos hablar de una estructura permanente, más o menos con salida da; otros en que la estructura estaba aún en proceso de consolidación, en donde se llegan a constituir organismos de base y órganos de dirección que al corto o mediano plazo de canes actividad.

Aunque es verdad que los últimos tiempos hemos observado una forma de incorporación de jóvenes obreros y trabajadores, el origen de clase la mayoría de nuestros afiliados es la de capas pequeño burguesas, particularmente la estudiantil. A pesar de que tenemos compañeros que desarrollan actividades tanto o estudiantiles como sindicales, la mayor parte de nuestro trabajo tiene un marcado carácter territorial, si bien, tampoco con este ámbito hemos logrado lo que aspiramos.

El trabajo de nuestros militantes en la lucha estudiantil, si bien se da, es esporádico y sin la adecuada coordinación. En el campo sindical sucede algo parecido, y aquí es necesario esclarecer el partido el papel de la JPS en este ámbito y las relaciones particulares entre partido y la juventud en el trabajo sindical.

En cuanto al nivel político-ideológico de nuestros compañeros creemos que hemos avanzado de manera importante, debido a las escuelas de base, a las estatales, a las regionales y a las especiales que hemos impulsado por el propósito de contar con un sistema de educación política propio, pero también funciona la Escuela Nacional de Cuadros del Partido y otras instancias que han sido de gran utilidad.

Si bien la mayoría de nuestros compañeros cuentan al menos con un mínimo de conocimientos, en otros se trata de elevar este nivel, ya que sea un reducido el número de los

que presentan un nivel tal que podamos sentirnos satisfechos, pero que constituyen un grupo estratégico sobre los que podemos hacer descansar el futuro desarrollo de la JPS.

En lo referente a los órganos de dirección, solo de algunos comités estatales podemos decir que son órganos que están dirigiendo permanentemente, formando nuevos cuadros y militantes.

La Dirección Nacional ha tenido un importante proceso de consolidación que le ha permitido impulsar a mayores niveles la dirección colectiva, pero el número de sus funcionarios es insuficiente para atender las múltiples tareas que se le presentan.

El Comité Central, hasta ahora, ha sido un órgano deliberativo y resolutivo más que ejecutivo, pues todavía no existen las condiciones para que funcione como tal.

Hemos logrado contar con JUVENTUD, nuestro órgano nacional de prensa, que es completamente realizado por compañeros de la JPS, y que tiene una periodicidad mensual. Pero aún no hemos podido contar con las colaboraciones de los compañeros del interior del país y existen fallas en su distribución y pago. JUVENTUD ha sido un medio importante para entrar en contacto con los jóvenes.

Tenemos otros órganos de difusión. Existen nuestros carteles, los periódicos murales, la revista JOVEN LOMBARDISTA, volantes, pintadas y, recientemente, el trabajo de serigrafía. Sin embargo, no se alcanza la constancia, la integración, ni la periodicidad debidas.

En el aspecto financiero hemos avanzado en la captación de recursos, pero todavía no logramos los objetivos que nos hemos trazado y en gran parte continuamos dependiendo de la ayuda que nos da partido. El pago de cuotas se envió a la Dirección Nacional, aunque ha mejorado, aún no es lo que aspiramos.

La Juventud Popular Socialista goza de prestigio tanto nacional como internacional, ante otros organismos juveniles debido a su actitud basada en los principios. Hemos impulsado permanentemente nuestra participación en el ámbito de la FMJD y hemos estrechado nuestras relaciones con diversos organismos juveniles, particularmente los de los países socialistas, como lo es el Komsomol leninista.

La JPS se ha distinguido por su labor de solidaridad antimperialista con los pueblos y las juventudes en lucha.

En torno a las actividades culturales, artísticas, deportivas y recreativas si bien se realizan, no son permanentes. No hemos llegado a utilizar ampliamente este tipo de actividades para ligarnos con importantes sectores juveniles.

Por último, hasta ahora hemos sido una organización demasiado seria, podríamos decir poco juvenil, lo que nos impide tener el atractivo debido para ligarnos a las masas juveniles. Nuestros métodos de trabajo no corresponden del todo a una verdadera organización político-social de masas de la juventud mexicana.

Una vez hechas estas consideraciones, podemos responder en qué medida estamos cumpliendo nuestras tareas de se reservó humana y auxiliar político del partido para influir en las amplias masas de la nueva generación.

En cuanto a ser reserva, la Juventud Popular Socialista cumple este papel de manera limitada ya que aporta relativamente pocos cuadros al partido. Aunque éstos sean de cierta calidad,

pues un buen número de compañeros formados en la JPS son actualmente miembros de los diferentes niveles de dirección del partido.

También de lo dicho se desprende, que llegamos sólo un invitado número de jóvenes, no podemos sentirnos satisfechos en torno al papel desempeñado como instrumento del partido para influir en la juventud mexicana.

Por todo esto concluimos que la Juventud Popular Socialista es una organización que ha llegado a un nivel tal, que aunque cumple todavía de manera limitada sus funciones de reserva del partido, cuenta con importantes bases, logradas con la contribución de las diversas generaciones de militantes a través de los años de vida de nuestra organización, juvenil que demanda el partido y que necesita la juventud mexicana.

Por cierto, que la JPS en los últimos años ha mostrado un proceso de superación de fallas y deficiencias que pretendemos impulsar amplia y controladamente. Precisamente por esto estamos reunidos ahora, para tomar determinaciones que nos lleven a cumplir adecuadamente las tareas que el partido nos ha asignado.

Causas Externas

La Juventud Popular Socialista nace, crece y se desarrolla como un fruto más de la lucha de clases; por ello está determinada por los grandes problemas que afronta nuestra patria, el pueblo y la juventud. Por eso, cuando hablamos de las dificultades y obstáculos que tiene la JPS, estamos refiriéndonos también a los problemas de toda la juventud, del pueblo, de la clase obrera, de su partido de la nación en su conjunto.

México vive las consecuencias de ser un país económicamente dependiente. A lo largo de su historia, primero bajo el colonialismo español y más recientemente por la dominación económica imperialista, nuestro país no ha podido desplegar todas sus potencialidades para desarrollar e sus fuerzas productivas y mejorar la distribución de la riqueza generada por el pueblo.

La penetración económica del imperialismo y el creciente endeudamiento externo nos provoca una serie deformaciones en el desarrollo económico y graves presiones para impedir el camino independiente y el progreso social.

A ello viene aparejada la penetración cultural imperialista, que realizada fundamentalmente a través de los medios de comunicación masivos, tiene el objeto de deformar nuestra conciencia social e histórica y modificar los hábitos y patrones de conducta de nuestro pueblo y especialmente la juventud.

Nuestro país vive un cuadro abigarrado de contradicciones, un mosaico de regiones económicas totalmente dispares, unas que cuentan con modernos adelantos de la ciencia y otras donde aún se transita a pie o en bestias, se vive y chozas y se siembra con métodos de hace siglos.

Más el adelanto en ciertas ciudades y regiones es, por así decirlo, una brutal de formación y concentración de recursos absurda, que refleja la penetración económico y cultural imperialista, la depredación salvaje y el descuido de nuestra ecología y, por tanto, del nivel de vida de nuestro pueblo.

México, hoy día con una mayoría de su producción industrial (extractiva y manufacturera fundamentalmente), y un fuerte sector agrícola, es lógicamente, un país donde la mayoría de su población puede considerarse más urbana que rural. Este hecho representa necesariamente un cambio en el peso y potencial organizativo de la clase obrera y otros sectores del pueblo trabajador como empleados de comercio, del estado, artistas, y científicos. Todo ello sin olvidar lo que la fuerza del campesino humilde, ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios siguen representando.

Muchos de los altibajos de la economía nacional tienen como centro la economía imperialista a la cual estamos profundamente ligados. Esto se pone de manifiesto cuando constatamos que cerca del 70 % de nuestras exportaciones e importaciones son con los Estados Unidos de Norte América y en menor proporción con otros países imperialistas tales como Japón, Alemania Federal, Francia e Inglaterra.

Pero el pueblo de México no ha sido pasivo frente la rapiña, saqueo y explotación imperialista. A lo largo de su lucha histórica por la independencia nacional, la ampliación del régimen democrático, la elevación del nivel de vida del pueblo y el progreso social, ha dado muestras de heroísmo y buscado formas de oposición a la dominación.

Fue precisamente la Revolución Mexicana iniciada hace 75 años, un profundo movimiento revolucionario democrático-burgués, anti feudal y antimperialista que de que planteo y profundizó los anhelos de los luchadores por la Independencia de 1810 y la Reforma de mediados y finales del siglo pasado.

A lo largo de la Revolución Mexicana, nuestro pueblo fue organizándose para librar cada una de las etapas y las tareas centrales que el momento exigía. Primero por borrar los vestigios de la dictadura y consagrar en una nueva posición los derechos de la nación sobre sus recursos naturales, los derechos de los ciudadanos y los derechos sociales, así como normas que buscará el desarrollo democrático, pero las leyes en sí mismas no aseguraban el progreso del pueblo y fue necesario con la fuerce la movilización dar cumplimiento muchas de las reivindicaciones populares.

La Reforma Agraria, la educación popular bajo la orientación del Artículo 3º. Constitucional, los derechos obreros y la nacionalización de empresas estratégicas, como el petróleo, adquirieron dimensiones extraordinarias por la combatividad popular y la resistencia de las fuerzas reaccionarias el imperialismo.

No obstante los avances de la Revolución Mexicana en la educación popular, la nacionalización de empresas básicas, la importante participación del estado en la economía los derechos políticos, hoy día, nuestra patria en nuestro pueblo vive una situación particularmente grave que obedece no solamente la profunda crisis económica (tanto a nivel mundial del capitalismo, como doméstico) que nos afecta, sino también a algo más profundo y peligroso, el abandono de parte de algunos sectores del gobierno de los postulados revolucionarios que le dieron razón de ser, fuerza y apoyo popular.

Vemos que las posiciones vacilantes, conciliadoras con el gran capital, con del imperialismo, avanzan, en tanto que los sufrimientos populares crecen y se profundizan.

Los partidos políticos de la derecha: el Partido de Acción Nacional y el Partido Demócrata Mexicano, así como el clero político con el claro y cínico apoyo del imperialismo yanqui orquestan una intensa campaña de desprestigio del gobierno pretendiendo hacerlo cambiar el rumbo de la política exterior, pero también presionando para que realice una política que más beneficie sus intereses.

En esta difícil situación es importante tener en cuenta la fuerza, la cohesión y la conciencia política de las clases sociales y de los partidos políticos como representantes de sus intereses.

En México, el desarrollo del capitalismo ha generado el fortalecimiento de la burguesía, la creación de un proletariado cada día más numeroso, pero también transformaciones importantes de los sectores campesinos hasta convertirlos en jornaleros o peores asalariados , así como el crecimiento de grandes sectores asalariados, tales como empleados públicos, profesionistas, técnicos, etcétera.

Nuestro partido ha insistido en que sería un error considerar que la burguesía es una clase social, económica y políticamente homogénea.

Existe un criterio fundamental para diferenciarla, por decirlo forma esquemática, en dos grandes bloques, la burguesía nacionalista que se resiste a sucumbir a la penetración del capital extranjero y la que utiliza la fuerza del aparato estatal para detenerse, por un lado, y la burguesía pro imperialista que vive gracias a los nexos de dependencia contra el imperialismo. Estos los grandes bloques actúan dentro y fuera del gobierno, dentro y fuera del poder oficial y que libran una sorda lucha por hacer prevalecer sus intereses, en el aparato estatal.

Últimamente la burguesía más reaccionaria y pro imperialista, sin dejar de actuar dentro del propio partido oficial, ha venido fortaleciendo sus instrumentos electorales y de presión política, es decir, a los Partidos de Acción Nacional y Demócrata Mexicano. Esta política le permite ganar más posiciones de poder y demostrar que ella no sólo tiene fuerza económica y el respaldo imperialista, sino también el poder de canalizar a sectores populares inconformes.

Mientras más avanzar esta burguesía pro imperialista, la política económica y social del gobierno provoca mayores consecuencias negativas para el país y el pueblo trabajador.

Actualmente, el movimiento obrero se encuentra una situación compleja porque, por un lado existe, una gran dependencia del gobierno por encontrarse las centrales obreras incrustadas dentro del partido en el poder, siguiendo una marcada actitud reformista, conciliadora, exactamente la política que al gobierno le interesa, a través de la penetración y control de cuadros dirigentes en las organizaciones de la clase trabajadora.

El movimiento juvenil no escapa a la influencia del movimiento popular. Cuando la clase obrera ha logrado conquistar su unidad, elevar su conciencia de clase, pelear exitosamente por las reivindicaciones de sus agremiados, incide profundamente la lucha por la independencia económica y el progreso del país, también los movimientos juveniles estudiantiles tuvieron un importante auge. En los años 30`s y 40´s se logró la unidad del movimiento obrero y ello se reflejó en la unidad del movimiento juvenil.

La división de las filas obreras y campesinas, unas veces por él sectarismo y oportunismo, otras por la labor agresiva de la burguesía o por la confusión y represión auspiciadas por el gobierno y su partido llegó necesariamente a las filas juveniles. Ya en los años 50´s y 60´s quedaban algunos núcleos juveniles y estudiantes combativos pero con grandes vicios que les hicieron más vulnerables hasta quedar destruídos.

1968 es una fecha que marca la destrucción, desmembramiento y atomización del movimiento estudiantil. De esa fecha en adelante sucumbieron las pocas organizaciones que, a pesar de sus fallas, vicios y errores, eran un instrumento de lucha que hoy no existen.

Hoy día el movimiento juvenil carece de una experiencia relativamente asequible, de tradiciones democráticas y unitarias recientes, nosotros decimos que se haya huérfano de organizaciones de masas.

Este ambiente división y desorganización es campo fértil para grupos aventureros que se abrogar la representación de "todos" los estudiantes y los llevan muchas veces a enfrentamientos desventajosos. Este ambiente también sirve a las fuerzas reaccionarias para utilizar más y mejor a sus grupos de choque, porros o grupos fascistas clericales.

La dependencia económica de nuestro país, la negativa política económica del gobierno, la falta de independencia de las organizaciones gremiales respecto al estado y al partido oficial, la debilidad del movimiento juvenil y estudiantil, así como la penetración cultural imperialista y la febril actividad de las organizaciones reaccionarias y clericales, son factores que coincide en para agravar la situación de todo el pueblo y especialmente la juventud.

Es precisamente en la joven generación donde más crudamente se refleja las consecuencias de la profunda crisis que vivimos. Esta ha hecho menos accesible para los jóvenes sus derechos más elementales. La mayor proporción de desempleados y subempleados son jóvenes menores de 30 años.

En educación, una proporción cada vez mayor de aspirantes se quedan sin la posibilidad de estudiar en niveles medio, medio superior y superior. El acceso a la salud, la recreación y el deporte se ven también cada día más alejados de las posibilidades de la mayoría de los jóvenes mexicanos.

Las organizaciones políticas y sociales de nuestro país en general ponen poca atención hacia la juventud. No existen programas y políticas destinadas a ayudar a resolver los más graves problemas que enfrenta la juventud mexicana.

La situación de las demás organizaciones juveniles políticas no es mejor que la nuestra. Simplemente no existe otra organización que tenga un trabajo permanente hacia la juventud, ni siquiera la organización juvenil del partido en el poder. Esta organización es solamente utilizada como un camino para hacer carrera política; es un trampolín para llegar a posiciones dentro del partido oficial y el gobierno, lo que no le permite estar verdaderamente propaga y decidida a luchar para defender los intereses de los jóvenes. El PSUM no cuenta con una organización juvenil. Tiene una Comisión Juvenil encarga de este tipo de trabajo, pero que no cuenta con recursos suficientes de todo tipo ni tiene posibilidades reales de desarrollo trabajo ser y permanente en el seno de la juventud.

Por la misma situación se encuentra las demás organizaciones y comisiones juveniles políticas con escasa organización, sin influencia real y con problemas internos, etc.

Respecto a la política oficial, el gobierno preocupado en que la juventud se convierta en un sector con potencialidades de movilización y en la lucha por sus derechos inmediatos, trata de conducir a los jóvenes en general y a sus organizaciones a que manifiesten sus inquietudes, todo a través del Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA), adoptando con esto la misma actitud del gobierno como con el movimiento obrero y campesino. El CREA ha realizado algunas acciones dirigidas a la juventud. Pero estos intentos lo llegan a ser una política coherente, con suficiencia de recursos y que atiendan realmente las principales demandas juveniles. Es un aparato burocrático, ajeno a las principales preocupaciones y problemas de la nueva generación, su propia fracción es organizar en una misma línea a las organizaciones juveniles. Es un aparato administrativo, ajeno a las principales preocupaciones y problemas de la nueva generación, su preocupación es organizar en una misma línea a las organizaciones juveniles, tanto de los partidos políticos progresistas como de los partidos reaccionarios y pro imperialistas, (¡qué ingenuos!). Se preocupan más por las pandillas y el rock "progreso" que por los problemas más apremiantes de los jóvenes obreros, campesinos y estudiantes.

Este es el panorama general externo que sirve de marco al desarrollo de nuestra organización juvenil. Una juventud sin orientación y sin medios para desarrollarse, sin perspectivas claras y sin acceso a sus derechos más elementales.

Derivado de esta situación y de la que existe en el interior de nuestra organización deberán desprenderse tareas que permitan resolver los problemas más apremiantes que vive la JPS.

Algunas Reflexiones Sobre la Historia del Desarrollo de la JPS

Al señalar las causas externas hemos logrado, por un lado, tener un panorama del contexto en el que vive la juventud, y, por el otro, conoce las características económicas, políticas, sociales y organizativas de los jóvenes mexicanos, elementos que necesariamente influyen el desarrollo de la Juventud Popular Socialista. No obstante, estando no son las únicas existen otras de carácter interno que trataremos denunciar y analizar.

En primer lugar trataremos de encontrar en la historia de la JPS -una historia ya de 38 años-los fenómenos que han afectado al desarrollo de nuestra organización y que da como resultado final el actual nivel que ya hemos enunciado.

De tal manera que no haremos una historia sucinta de la JPS, sino que sólo destacaremos los acontecimientos que queremos más importantes para dar luz en la búsqueda que pretendemos.

Por cierto que en ello hemos encontrado ciertas dificultades debido a que lo que está a nuestro alcance para conocer nuestra historia realmente poco, por lo que es urgente emprender una investigación de rescate del desarrollo y de las experiencias de la Juventud Popular Socialista.

El maestro Lombardo siempre concedió gran importancia a la formación revolucionaria de la nueva generación aun antes de la formación del Partido Popular y, después, desde su responsabilidad de dirigente del partido.

Como es conocido por todos nosotros, ya en la etapa organizativa del Partido Popular, se efectuó una reunión con jóvenes estudiantes que se interesaban en contribuir a la formación del nuevo partido. En este acto, realizado el 22 de agosto de 1947, el maestro Lombardo en una importante intervención conocida como "Misión Histórica de la Juventud de México". En ella refiere su concepción sobre la nueva generación, crítica las tesis falsas que existen sobre ella, analiza el problema de la juventud y muestra el camino de la organización de los jóvenes en una organización propia como medio para impulsar la solución de sus problemas.

En este discurso, VLT señala las características que deberán contener la nueva organización de la juventud mexicana - que no es otra cosa que señalar las características que debería contener nuestra organización-, menciona que deberá ser una organización de tipo político, "una organización política de la juventud (……..) Ante todo y por encima de todo, una organización juvenil". Afirma que "una organización política de la juventud ha de ser, en primer término una institución educativa. No en el sentido escolar del término, si no en el sentido político de la palabra".

"El Movimiento de la Juventud Popular -quiero darle este nombre sólo para facilitar mi discurso, continua el maestro Lombardo-deberá ser ejemplo, en su organización interior y en sus método de trabajo, de régimen democrático, de/fraternal, de casa de cultura, de fuerza responsable y constructiva".

" Será una organización ligada al Partido Popular, guiada por el partido; pero con suficiente autonomía a su régimen interno ".

"Su independencia le permitirá ser manejada libremente por quienes la integren, contribuyendo a la formación del carácter de todos sus miembros, y a la preparación de dirigentes y de militantes capaces para las tareas del propio movimiento de la juventud".

"No será ni podrá ser ni un simple acompañamiento del Partido Popular ni una agrupación que corrompa política o moralmente a los jóvenes".

"Sus tareas eran múltiples y elevadas todas ellas".

"Su obra-sigue diciendo el maestro Lombardo-estará dirigida a los jóvenes que integra el Movimiento de la Juventud Popular; pero también a todo los jóvenes mexicanos, sin distinción de clases sociales, de preparación cultural, de creencias o de pensamiento político".

"Será ella misma un agrupación de los jóvenes que estudian, de los jóvenes que trabajan, y de los jóvenes que estudian y trabajan a la vez; de los jóvenes, provenientes de lo que llamamos la clase media y de los jóvenes obreros y campesinos".

"Será una organización de los hombres jóvenes y de las mujeres jóvenes para establecer entre ellos vínculos puros de afecte de fraternidad".

"Los jóvenes varones, dentro el Movimiento de la Juventud Popular, se educarán para hacer buenos ciudadanos y, al mismo tiempo, para ser buenos hijos, buenos Hermanos, factores útiles de los hogares mexicanos basado en el amor sincero, el respeto recíproco y en la solidaridad económica entre quienes lo integran".

"Las mujeres jóvenes del Movimiento de la Juventud Popular serán mañana ejemplo de ciudadanía, y para ello estarán preparadas; pero también para hacer buenas hijas, buenas hermanas, factores vivos y constantes del hogar mexicano".

"El Movimiento de la Juventud Popular se apoyará, en consecuencia, la familia, y se empeñará fortalecerla como asiento de la sociedad mexicana".

"Sobre estas bases,-concluye el maestro Lombardo-el Movimiento de la Juventud Popular podrá realizar sus tareas con eficacia, con alegría y con confianza en su aportación constructiva hacia la nación mexicana".

De esta manera, aL constituirse el Partido Popular, el maestro Lombardo llamaba a "todos los jóvenes con derechos de ciudadanos a incorporarse en sus filas; pero además, el Partido Popular se propone ayudar a los jóvenes a que se organicen en un agrupación regida por sus propias normas y concebida para realizar sus propios fines, con los cuales el Partido Popular, fuerza de progreso, sería plenamente identificado".

Así este llamamiento o iba dirigido a los jóvenes, "pero sin confundir a los jóvenes con los adultos".

Aun cuando tomamos como la fecha de fundación de la JPS el 22 de agosto de 1947, día en que se pronunció este discurso, la verdad es que habría de pasar todavía un accidentado proceso para llegar a la constitución real de la Juventud Popular en 1954.

En la Asamblea Nacional Constituyente del Partido Popular llevada a cabo el 20 de junio, de 1948, se eligió un Comité Nacional del Partido y dentro de él, una Comisión del Movimiento de la Juventud Popular.

En 1951, tres años después de fundado el Partido Popular, su IV Consejo resuelve integrar la Comisión Organizadora de la Juventud Popular, lo que muestra que los jóvenes del partido, ya por tres años, no habían constituido formalmente su organización propia.

Esta comisión organizadora hizo un llamado a los jóvenes para que impulsarán organización de la JP constituyendo asambleas y eligiendo comités estatales, lo que provocó que poco tiempo después, en la ciudad de México se hicieron acto de entrega de credenciales a los "miembros de la Juventud Popular".

También en 1951, en octubre, se lleva a cabo una Conferencia Nacional del Movimiento de la Juventud Popular suscitándose una interesante discusión sobre el carácter, los objetivos y la estructura de la organización.

Al clausurarse esta conferencia, VLT señala que "no fue posible sentar inmediatamente las bases de la organización de la Juventud Popular por las condiciones de pobreza y de persecución en que ha vivido el Partido Popular desde su nacimiento, hostilidad que ha sido mantenida por los círculos reaccionarios de México y por las fuerzas imperialistas de los Estados Unidos".

Producto de esta Conferencia surge un Comité Nacional Organizador que se aboca a preparar el Congreso Nacional Constituyente, no siendo posible realizarlo en 1952, como inicialmente fue planteado, debido a la campaña electoral con la postulación del maestro Lombardo como candidato a la Presidencia de la República ya que se requirió de toda las fuerzas del partido y, entre ellas, las de los jóvenes que estaban impulsando la Constitución de la Juventud Popular.

En julio de 1953 se inaugura, en la Ciudad de México, la Casa de la Juventud Popular, que brinda condiciones para reunir a los jóvenes que preparaban el Congreso Constituyente.

Finalmente, es hasta julio de 1954 que se lleva a cabo el Congreso Constituyente haciendo nacer, formalmente, a la Juventud Popular.

Hasta aquí podemos considerar la primera etapa la historia de la JPS, y, a partir de este momento, es decir del Congreso Constituyente de la Juventud Popular, se inicia la segunda, que concluirá en que 1962 con la transformación de la JP en JPS.

Dos años después de la fundación de la JPS, en 1956, se lleva a cabo el Primer Congreso Nacional Ordinario que tiene como uno de sus temas fundamentales precisar las relaciones entre la Juventud y el Partido. En las resoluciones se menciona que "la Juventud Popular no es un partido político. La JPS no aspira al poder. Trata sólo de agrupar en su seno al mayor número posible de jóvenes de todas las clases y sectores sociales que estén de acuerdo en la lucha por obtener el reconocimiento de los derechos que corresponden a cada nueva generación para lograr sus reivindicaciones inmediatas".

1956 también fue escenario de importantes acontecimientos en el movimiento estudiantil, en el que la JP mantenía significativa influencia través de la participación de sus militantes en la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos. En ese año los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional van a una huelga la con la que se solidarizan diversas universidades del país. Este movimiento concluye con la entrada del ejército a las instalaciones del IPN y el encarcelamiento de los compañeros Nicandro Mendoza y Mariano Molina, dirigentes de la FNET y conocidos militantes de la Juventud Popular. Estos compañeros estuvieron presos, acusados del delito de disolución social, hasta 1958.

Un importante acontecimiento en la vida de nuestra organización se da en 1957, año en que la Juventud Popular ingresa la Federación Mundial de la Juventud Democrática. En septiembre de 1957 se reúne el primer Congreso Nacional extraordinario de la Juventud Popular para analizar las causas, el desarrollo y las consecuencias del movimiento huelguístico del año anterior para resolver sobre la situación interna de la JP, generada, en parte, por la actuación en este movimiento de un grupo de miembros que habían estado ligados a ciertos elementos del Partido y que a la postre salieron de él. Esta situación provocó la reestructuración de los órganos de dirección debido a la aplicación de enérgicas medidas disciplinarias a quienes actuaban contrariamente la unidad y los principios de la organización.

Sin embargo, estos acontecimientos llevaron a una pérdida relativa-aunque no absoluta-de la influencia de la que JP en el movimiento estudiantil.

En 1958 la JP lleva a cabo la I Conferencia Nacional de la Juventud Trabajadora, y, en diciembre de ese año se realiza el II Congreso Nacional Ordinario.

En 1960, en su III Asamblea Nacional Ordinaria, el Partido Popular se transforma en Partido Popular Socialista, señalándose como un partido de la clase obrera, adoptando la filosofía marxista y enriqueciendo su programa hacia la perspectiva de la transformación de la actual sociedad capitalista por el socialismo.

En 1961 se forma la Brigada Francisco Villa con miembros del PPS y de la JP con el propósito de ir a combatir en solidaridad con la Revolución Cubana.

Finalmente, en 1962 concluye la segunda etapa de la vida de la JPS con la transformación de la Juventud Popular de Juventud Popular Socialista en el III Congreso Nacional Ordinario, en el que la organización se enriquece con los consecuentes cambios ideológicos, programáticos, estatutarios, estructurales y de métodos de trabajo para corresponder a una organización juvenil marxista leninista.

Al adoptar el marxismo-leninismo, tanto en el Partido como la Juventud se llevaron a cabo algunos desprendimientos de grupos que no aceptaron esta transformación. Sin embargo, se inició una nueva etapa con renovados ánimos que infundía el ser una organización que ahora también combatía por el socialismo.

A mediados de los años 60´s otro fuerte acontecimientos acude a la JPS. Esta vez, las tesis del foquismo guerrillero prende en un grupo de elementos ligados, animados y manejados por Rafael Estrada Villa, entonces miembro de la Dirección Nacional del Partido, que anti-estatutariamente influía en la Juventud con fines ajenos a la línea estratégica y táctica del propio partido, lo que valió la expulsión de las filas partidarias.

Estos acontecimientos provocaron la salida de la organización de la mayor parte de la Dirección Nacional de la Juventud, por lo que se nombró una Comisión Nacional Preparatoria del IV Congreso Nacional Ordinario.

Este Congreso se realizó en junio de 1968, prácticamente unas semanas antes del movimiento estudiantil de ese año. De tal forma que este trascendental movimiento en la vida juvenil y estudiantil de México, toma a la JPS en un proceso de recuperación y fortalecimiento recién iniciado. Sin embargo, la JPS, junto al partido y bajo su dirección política, llevaron su voz y su acción orientadora al seno del movimiento.

Al finalizar de manera trágica-en más de un aspecto -el conflicto estudiantil, aunque se reflejó en la desaparición y el debilitamiento o de la casi totalidad de las organizaciones juveniles estudiantiles, la Juventud Popular Socialista se mantuvo firmemente unida debido a la cohesión ideológica y política que habían logrado, en parte, como producto de las diversas experiencias vividas a lo largo de su historia.

No obstante, aunque la JPS salió, podemos decir, ilesa del movimiento del 68, éste tuvo graves consecuencias para el futuro desarrollo de todo el movimiento juvenil estudiantil mexicano, que hasta la actualidad no ha podido recuperar los niveles antes mostrados.

El 16 de noviembre de 1968, muere el maestro Lombardo Toledano, constituyendo este hecho, un duro golpe para el Partido, la Juventud y el pueblo de México, pues perdían a su preclaro guía e ideólogo.

En julio de 1969 se lleva a cabo el II Congreso Nacional Extraordinario que analiza el papel de la JPS en el movimiento estudiantil, el significado de la muerte del maestro Lombardo para la organización y elige una nueva Dirección Nacional.

Con el II Congreso Nacional Extraordinario se iniciará lo que podemos considerar la etapa moderna de la JPS.

En 1973 se lleva a cabo el V Congreso Nacional Ordinario; en 1975 el VI; en 1978 el VII y, en último, el VIII, en 1981.

En esta etapa, vale la pena mencionar la realización de la Conferencia Nacional Estudiantil y la de la Reforma Educativa en 1971, y, en 1980 la II Conferencia Nacional Estudiantil, así como la expulsión, en 1976, de algunos dirigentes de la organización juvenil del grupo anti partido que encabezó Gascón Mercado.

Pues bien, junto a esta somera exposición del devenir histórico de la JPS, podemos hacer las siguientes observaciones sobre el desarrollo de nuestra organización:1) Desde 1947 en que el maestro Lombardo pronuncia "Misión Histórica de la Juventud en México", en donde señala que las características de la nueva organización juvenil, pasando por la fundación del partido popular en 1948 hasta la constitución de la Juventud Popular en 1954, transcurrieron 7 años. Siete años en los que la constitución del organismo juvenil del partido popular estuvo como una preocupación, tiempo en el que se trató de impulsar ya el germen de la organización con el fin de que se fuera avanzando, por el partido y por los propios jóvenes, en el desarrollo de su organismo juvenil. En todo este periodo no había sido posible la fundación de la organización debido a que no se contaba con las condiciones propicias; entre otras cosas, por el intenso trabajo político y organizativo del periodo inicial del propio partido.

Durante estos siete años que no se contó con organización juvenil, los jóvenes militaban dentro del partido, dentro de la estructura partidaria y, aunque se le señalaba como tarea a crear su propia organización, estaban prácticamente dentro el partido, y, por lo tanto, reproducían, mejor dicho, eran parte de la vida del partido, de sus preocupaciones, de sus tareas objetivos y de sus métodos de trabajo.

Fueron estos jóvenes, formados en la militancia del partido los que fundaron a la Juventud Popular. Y aquí nos surge la inquietud por saber en qué medida estos jóvenes reprodujeron en el seno de la Juventud Popular la vida del partido, sus inquietudes y preocupaciones, sus tareas y objetivos, y sus métodos de trabajo; no dándose en cuenta de que no eran el partido, que se trataba de formar una organización juvenil, política y social, autónoma en su régimen interno y bajo la dirección política del partido.

Esta inquietud es importante dado que tal parece que este error de nacimiento se ha venido repitiendo, con distintos matices y por diversas causas, a lo largo de la historia de nuestra organización, lo que en alguna medida llega a desvirtuar a la organización juvenil, impidiéndole cumplir cabalmente con sus propias tareas de se reserva y auxiliar del partido.

II) La Juventud Popular, en correspondencia con el carácter del Partido Popular, era una organización juvenil que luchaba por " emancipar a México del imperialismo norteamericano, multiplicar las fuerzas productivas e industrializada el país con independencia del extranjero, elevar constantemente nivel de vida del pueblo, no permitir que se verán las garantías individuales y sociales, ampliar el régimen democrático, realizar una política internacional sin sometimiento los intereses del exterior. Además, la Juventud Popular, como instrumento de expresión de las inquietudes de la nueva generación mexicana, se propuso tareas propias de sus componentes, los estudiantes y los obreros y campesinos jóvenes, conoce bien la historia de nuestro pueblo, el territorio de nuestro país, los problemas insolutos del pueblo y de la nación y la forma justa de resolverlos, y defender a los jóvenes, asegurándoles el derecho a la cultura, al trabajo y a la salud). En 1962 al transformarse en Juventud Popular Socialista,

además de los objetivos señalados, tiene como tarea "prepararse seriamente en el conocimiento de la filosofía del materialismo dialéctico, del materialismo histórico y de la economía política, para que al ingresar al Partido Popular Socialista, voluntariamente, puedan actuar como cuadros políticos con y un orientación ideológica válida y contribuir al logro de las metas históricas del partido: la democracia del pueblo y del socialismo".

Pero además, se señalan cambios en la estructura, la democracia interna con la incorporación explícita del principio del centralismo democrático.

Sin embargo, entre los cambios reflejados en los documentos básicos y los cambios acaecidos en la realidad ayer a distancia. No es inmediato ni fácil romper con una cierta inercia en el funcionamiento de la organización, de tal forma que se entabla una contradicción, una lucha, una negación, entre la " forma de ser y de funcionar" después de él.

En el caso de la juventud este fenómeno se manifiesta de diversas formas. Un ejemplo: más fácil de lograr el alto nivel de disciplina, de moral, de preparación y de combatividad que exige nuevo tipo de cuadro y militante de una organización juvenil leninista. Hay resistencia, pesadez, para formarse como tal. Otro ejemplo: la Juventud Popular al igual que el Partido Popular tenían como fundamentos de su estructura la organización de base territorial y no preferentemente de carácter de centro de trabajo o, en el caso----------------------------------------------aunque no el último que podríamos dar-al transformarse la JP en JPS, lógicamente carencia de cuadros formados en la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-aunque quizás existieron algunas excepciones-. Tuvo que llevarse a cabo todo un proceso de educación en la Juventud para llegar a tener un mínimo de elementos con esta preparación, que pudiera ser un adecuado núcleo dirigente de la JPS.

Con esto queremos decir que nuestro necesario antecedente de organización juvenil marxista, es parte importante, y se combina con el proceso -por cierto nada sencillo, ni exento de contradicciones- de construir una verdadera organización juvenil marxista.

III) Como podemos observar, en varios momentos en la vida de la juventud, se ha llegado a situaciones que terminan con la salida o la expulsión de diversos elementos de dirección. Provocando un determinado debilitamiento en la organización. Los desprendimientos más significativos se han dado cuando elementos del partido, a la postre también desechados por el propio partido, han tratado de influir o manejar a la juventud o a un grupo dentro de ella. Esta desagradable experiencia ha sido plenamente asimilada por nuestra organización para evitar que volviera a suceder, lo que por otra parte, también ha mantenido la adecuada vigilancia de nuestro partido, de tal manera que podemos afirmar que afortunadamente hoy ya estamos prevenidos para asegurar la cohesión y la vida ideológica, política y orgánica de nuestra organización.

IV) un fenómeno que registramos en el desarrollo de la juventud, y que no está delegado del anterior, es lo que podríamos llamar rupturas generacionales, es decir, el relativo incumplimiento del principio de renovación permanente de los cuadros pero con la debida continuidad de los órganos de dirección. Esta situación, que ha sido generada por varias causas, ha provocado la inadecuada transmisión de la experiencia tan necesaria para la mejor formación de los cuadros y la consolidación de los órganos de dirección.

V) finalmente, aunque hemos puesto comprensiblemente el acento sobre las causas de las deficiencias a lo largo de la historia del organización, para tratar de superar las, es también necesario, para ser justos, señalan los factores positivos que, en la actualidad no llevan hacer la organización juvenil más estructurada, más organizada, mar responsable nuestro país, y, no dudamos en afirmarlo, con las mejores perspectivas de desarrollo.

Existen varios de estos factores positivos al desarrollo de la juventud: el esfuerzo y la entrega abnegada de las distintas generaciones de militantes de la JPS las cuales lo están exentas de jóvenes mártires que han tenido que pagar con la vida su decisión de combatir las filas de la JPS; las tradiciones revolucionarias de nuestro pueblo y su juventud; el apoyo de militantes del partido, etc. Podríamos mencionar otros, pero sólo queremos destacar uno de estos factores, permanente a lo largo de la historia de la Juventud Popular Socialista: la dirección y la orientación política que en ella ejerce partido. Sin duda, este es el factor más importante que mantuvo como norma permanente el maestro lombardo, manifestado su interés, su cariño, su estímulo y su preocupación por la juventud, actitud que mantiene su partido, el Partido Popular Socialista. Sólo ello explica-a pesar de las deficiencias-la existencia y el desarrollo de nuestra organización.

Causas Internas en el Panorama Actual De la JPS

Además de las reflexiones que hemos hecho sobre la historia de la JPS, -que deberán ser profundizadas y enriquecidas-podemos señalar otros múltiples causas internas del desarrollo de la juventud que son mostradas por el panorama actual de nuestro organización y que deberíamos poner al descubierto como datos imprescindibles en diseño de una adecuada estrategia de desarrollo.

Los problemas que vamos a considerar-que se llegan a constituir en trabas del desarrollo de la organización-no están aislados, cada uno de ellos se conectan y afecta a los demás. Sin embargo, a efecto de exposición, los señalaremos agrupando los por temas:

1. El carácter de la Juventud Popular Socialista.

Ya a lo largo de este documento hemos hablado sobre el carácter, los objetivos y las funciones de la Juventud Popular Socialista. Debe tenerse claro que la JPS es una organización juvenil político-social. Que a la vez que es cercana al partido -por ser precisamente su organismo juvenil-debe estar fundida con la juventud mexicana, debe ser una organización de la juventud mexicana.

También ya mencionamos que nos parece que a lo largo de la historia de la JPS no hemos logrado cabalmente constituirnos como una verdadera organización política juvenil de México. Esto, en parte, se ha debido a una incompleta comprensión de nuestros miembros sobre carácter de la JPS, pero también a la existencia de una serie de factores objetivos en diversos ámbitos en la vida de la organización. De tal forma que aún se llega a manifestar cierta tendencia inconsciente a olvidar nuestro carácter y a querer sustituir al partido en sus tareas.

Esta tendencia de pretender llevar a cabo las tareas del Partido hace que se deje de lado el cumplimiento de las tareas propias de la JPS, pero además tiene sus efectos sobre los métodos y el estilo de trabajo de nuestra organización creando un ambiente poco juvenil.

Toda esta situación da por resultado una pequeña influencia y un raquítico crecimiento entre los jóvenes debido a que nos apartamos de nuestro trabajo propiamente juvenil y a que nos convertiremos en una organización poco atractiva para las amplias masas de la juventud mexicana, llegándose, de esta forma al desvirtuamiento del carácter, las funciones y los objetivos propios de una organización juvenil como la JPS.

Debemos superar con urgencia esta situación si es que queremos avanzar firmemente en el cabal cumplimiento de nuestras tareas de ser reserva del Partido, para influir en la nueva generación y para ello también necesitaremos de la ayuda, la comprensión del Partido ya que, como decíamos, esta tendencia se ve alimentada por factores diversos, algunos de los cuales cae en el ámbito de las relaciones entre el partido y la juventud.

2. Las Relaciones entre el Partido y la Juventud.

El analizar el nivel de desarrollo de la JPS nos conecta necesariamente con el nivel de desarrollo del Partido, pues entre ellos existe una íntima relación con influencias y determinaciones que no podemos ignorar si es que queremos, en verdad, trazar una estrategia desarrolló que se apega la realidad y que de los efectos positivos que pretendemos.

Por ejemplo, no podríamos pensar en un partido fuerte e influyente con una organización juvenil enjuta, débil y sin influencia, o viceversa.

Creemos que si bien el desarrollo de la Juventud influye sobre el del Partido -ya que la juventud es su reserva y auxiliar-las influencias del desarrollo del Partido sobre de la juventud son aún más fuertes y, en algunos momentos, determinantes. No obstante, sería equivocado afirmar que "mientras el partido no se desarrolle, la juventud tampoco podrá hacerlo", pues esta posición nos llevaría el fatalismo y la desmovilización; pero tampoco debemos olvidar las relaciones objetivas de condicionamiento y determinaciones del desarrollo del Partido y el de su Juventud.

En todo caso, y en el marco de nuestra autonomía orgánica -y de la responsabilidad que ello nos implica-, corresponde a nosotros analizar y dar alternativas de solución a las trabas que se oponen al desarrollo de la Juventud, y mantener con el Partido una estrecha comunicación para que estudiemos las medidas que coordinadamente podríamos tomar para impulsar el crecimiento y la influencia de la JPS.

Hechos estos comentarios, pasaremos analizar algunos de los fenómenos más importantes en el ámbito o de las relaciones partido-juventud que tienen incidencia en el desarrollo de esta última.

Ya hablamos de la inadecuada o incompleta comprensión del carácter de la JPS por parte de sus miembros y de los efectos negativos que produce. Esta situación, comprensiblemente, también se da entre algunos miembros de organismos del partido-sobre todo en determinados niveles -y, lógicamente, esta falta de una adecuada concepción del carácter de la JPS no se queda sólo en eso, sino que tiene sus efectos en la actitud y las relaciones del Partido con la Juventud, llegando en ocasiones a entorpecer su desarrollo.

Sabemos -ya lo hemos afirmado-que los dos principios que norman las relaciones entre el partir de la Juventud son la autonomía la vida interna de la JPS, y la dirección orientación política que en ella ejerce el Partido.

Las experiencias en la historia de nuestra organización nos muestran que cuando se incumplen-ya sea por exceso o por deficiencias-estos los principios, ello se refleja, tarde que temprano, en una situación perjudicial para la JPS por lo tanto para el propio Partido.

Sabemos que el príncipe del autonomía en la vida interna de la organización juvenil no fue producto de un capricho de Lenin o del maestro Lombardo, sino que tiene el objetivo de lograr las mejores condiciones para la óptima educación política de los jóvenes, para de tal forma que cuando existe violación al autonomía orgánica , se traba o de plano se impide el desarrollo de la libre iniciativa creadora de los miembros de la organización juvenil, se dificultan las condiciones que propicien saludables experiencias políticas o se desautorizan totalmente los dirigentes juveniles con la consecuente merma a la disciplina y a la unidad de la organización.

Creemos que el Partido debe mantener su vigilancia, su orientación y, en su caso, su crítica fraternal, pero en tanto se han violado las normas de dirección y de democracia que señala el centralismo democrático de los propios estatutos de la JPS, la mejor actitud ha sido de haber otorgado el autoridad y confianza en el manejo de su vida interna a la propia organización juvenil.

El otro principio fundamental en las relaciones partido-juventud es el de la dirección y la conducción política que ejerce el partido. Ya también hemos señalado las razones para que ellos se así y no otra manera. Por lo que en este momento nos parece importante es precisar aún más las formas mediante las cuales ejercerá director partidaria.

Precisar las diversas formas tiene una importancia real, pues con ello se definirá un mayor margen de seguridad en la implementación de la orientación y la dirección de nuestro partido la educación revolucionaria de la nueva generación.

Algunas de estas formas son las normas estatutarias que tanto del partido como de la juventud aseguran esta dirección, las resoluciones políticas de los órganos de dirección del partido y la vigilancia y la orientación de los dirigentes del mismo. Pero queremos referirnos especialmente una de ellas, quizás la más importante y que no está debidamente formalizada en la vida de nuestra organización: hablamos del núcleo de miembros del Partido que trabajan en el seno de la JPS.

Esto también implica que no sólo podrán ingresar al Partido aquellos compañeros que por tener 28 años dejen de pertenecer a la juventud, sino también aquellos jóvenes que aún menores de esa edad, tengan merecimientos para ello, con lo que adquieren la responsabilidad el partido de asegurar la adecuada orientación política en la organización juvenil.

Esta forma, junto a las otras, podrá evitar que se repitan las experiencias vividas en otras etapas, de desviaciones políticas de uno u otro signo la vida de la JPS.

Una arista más de las relaciones entre el desarrollo de la juventud y el del partido, lo vemos en torno a ciertos casos de promoción de cuadros de la Juventud al Partido.

La JPS históricamente le ha entregado cuadros y miembros al Partido.

Ello es una de sus tareas esenciales. Sin embargo, el problema viene cuando en algunas regiones las necesidades del partido -necesidades que nosotros entendemos-hacen que algunos cuadros de la JPS que recién empezaban a consolidarse, pasen parcial o totalmente a integrarse las filas partidarias.

Cuando la incorporación es total, en ocasiones se rompe con el proceso de desarrollo de la JPS en determinado lugar, pues sus mejores elementos han pasado al Partido y aun no se habrían creado consolidado los nuevos dirigentes juveniles.

Existe otro caso, cuando la incorporación al Partido no significa la salida ni el abandono de sus responsabilidades en la juventud. Es el caso de varios compañeros dirigentes regionales de la JPS que tienen que atender tareas partidarias que en ocasiones son tan intensas que los obligan a desatender total o parcialmente sus tareas en la juventud.

Esta misma situación nos ha llevado presenciar ciertos casos en que no se sabe dónde termina dirigente juvenil y dónde empieza el dirigente partidario, o, aún más grave, dónde termina la organización juvenil y dónde empieza la organización partidaria, llegándose a una especie de "fusión" entre ambas, pero en todo caso con la pérdida del carácter y de las tareas de la JPS y de la interrupción del proceso de consolidación de sus cuadros dirigentes y de sus órganos directivos.

Otro fenómeno permanente en nuestra historia y que hasta la fecha no hemos podido enfrentar adecuadamente, es el de nuestra contribución a las campañas electorales del Partido.

Aquí sucede que las campañas electorales son de tal intensidad -recordemos que en algunos estados de la república se vive casi todo momento en campaña electoral-que llevan a la pérdida casi total de la estructura orgánica y también a desatender las tareas propias de la JPS.

Luego entonces debemos reflexionar sobre la mejor forma en que la Juventud debe contribuir con las campañas electorales de nuestro partido, de tal manera que no sólo conservemos y fortalezcamos una estructura, sino que con nuestros propios métodos y estilos de trabajo llevemos la campaña electoral fundamentalmente a las amplias masas de la juventud mexicana, cumpliendo así con las obligaciones de organización juvenil del partido. Creemos que no existe mejor forma que ésta de contribuir con nuestro partido.

Otro problema, relativamente fácil solución, es que en varios niveles no se mantiene una adecuada y permanente comunicación con el nivel correspondiente de la estructura partidaria.

Esto es falta de información mutua que en ocasiones llega a provocar algunos malos entendidos que enrarecen el ambiente entre nuestras organizaciones. Una última cuestión. Tenemos que reconocer que si la JPS no es todo la tractiva que quisiéramos para las masas juveniles de nuestro país, ello se debe no sólo por la serie de deficiencias propias que estamos analizando, sino también a la errónea idea que tiene algunos sectores de la población y de la juventud mexicana acerca del partido. Pues la JPS no solo es una organización juvenil, sino que es precisamente la organización juvenil del partido popular socialista.

Aquí se ponen de manifiesto los efectos de la actitud que desde siempre han mantenido los enemigos de derecha y de ultraizquierda del partido, que apoyados en los medios de información masiva tratan permanentemente de desprestigiarlo. Esta situación requiere de una decidida respuesta, por nuestra parte, desarrollando una amplia lucha ideológica, haciéndole ver a dichos sectores de la juventud mexicana que el Partido Popular Socialista es

un partido marxista-leninista, dignamente revolucionario, desenmascarando contundentemente a nuestros enemigos.

3. Composición de clase de la Juventud Popular Socialista.-

La actividad de la JPS debe estar dirigida no sólo -aunque si de manera preferente-a los jóvenes trabajadores.

Debe desplegarse entre las amplias capas de la juventud mexicana, entre todos los jóvenes de la mayoría de las clases sectores de la sociedad.

No obstante, es deseable una fuerte influencia entre los jóvenes obreros y los jóvenes trabajadores en general, para así tener un importante núcleo de militantes de la JPS extraídos de las filas obreras.

Hemos mencionado que aunque se han empezado a incorporar nuestras filas un creciente número de jóvenes trabajadores, aún es predominante la cantidad de los que provienen de las capas pequeño burguesas, particularmente los jóvenes estudiantes.

Creemos que éste es otro de los problemas que retrasan el desarrollo de la JPS pues esta composición de clase necesariamente tiene sus efectos en la vía de la organización, dadas las características de cada clase o sector social.

4. Política de Masas

Este es uno de los aspectos más importantes analizar en el camino de trazar una estrategia de desarrollo de nuestra organización, pues en la medida que avancemos en la influencia entre la juventud mexicana podremos cumplir nuestros objetivos.

Ya hemos mencionado el grado de influencia de la JPS entre los diversos sectores juveniles y hemos dicho que no estamos satisfechos con lo logrado.

Existen algunos factores que hasta ahora nos han impedido avanzar más aceleradamente en la ligazón de la JPS con las masas juveniles.

Podemos mencionar que aunque ya se cuenta con importantes elementos aun carecemos de una meditada y sistemática estrategia de penetración e influencia las masas; que no hemos profundizado en el estudio concreto de las características políticas, económicas, sociales y organizativas de los diversos sectores de la población juvenil y que aún se muestra evidente la falta de una mayor orientación y coordinación del trabajo de masas, así como de la sintetización y transmisión de las experiencias que tiene y ha tenido la organización.

5. Estructura

En la vinculación entre la estructura y el desarrollo de la organización, podemos poner de manifiesto algunos aspectos.

En primer lugar, nuestra estructura se basa y aterriza en la existencia de organizaciones de base. Sabemos que nuestras organizaciones de base son de tres tipos: territoriales, de centro de estudio y de centro de trabajo, y que son por excelencia el medio para influir entre la juventud.

Como ya hemos anotado, el tipo predominante de nuestras organizaciones de base es el territorial. Podemos observar, sin hacer ningún desprecio a las organizaciones de base territoriales, que son de gran utilidad, que dicha existencia está plenamente justificada, que el

tener una estructura orientada fundamentalmente hacia el ámbito territorial nos lleva alejarnos de los importantes sectores de la juventud trabajadora y de la juventud estudiantil.

Elementos fundamentales de la estructura de la JPS son sus órganos de dirección, pues son ellos los encargados de orientar e impulsar todas las actividades. El grado de consolidación de estos varía en los diversos niveles pero de cualquier forma se hace evidente la inexistencia de una política concreta de consolidación de los órganos directivos que deberá considerar la consecución de las condiciones para la profesionalización y la semiprofesionalización de los cuadros.

Esta política de consolidación es una necesidad urgente, ya que uno de los parámetros del desarrollo de la juventud es precisamente el grado de consolidación de sus órganos de dirección.

Por último, haremos mención de la necesidad de llevar a efecto ciertos cambios en los estatutos, pues existen algunas normas que no son las más adecuadas para el desarrollo de la JPS. No obstante, preferimos dejar esta discusión para el documento de cambios a los estatutos que discutiremos en este mismo congreso.

6. Mecanismos internos de trabajo.-

Dentro de este rubro podemos mencionar varios aspectos:

El primero de ellos está vinculado con la consolidación de los órganos de dirección a los que nos hemos referido, y a la necesidad de elevar en múltiples aspectos su papel de dirección política, acrecentar su nivel político-ideológico y aumentar su capacidad de análisis de los fenómenos a los que deben responder.

También podemos mencionar que carecemos de una sana tradición de sintetización, generalización y transmisión de las experiencias que tenemos en las distintas esferas del trabajo.

La información adecuada entre los diversos niveles de la estructura es imprescindible para lograr una mejor labor de dirección y coordinación de nuestras actividades.

El control de tareas no tiene la rigurosidad que debiera en función de la vigilancia revolucionaria que norma nuestra militancia. Existen casos en los que no mantenemos la vigilancia adecuada del cumplimiento de las resoluciones, incluso de órganos superiores como el Comité Central y la Dirección Nacional.

Aún no hemos llegado a definir claramente una política de promoción y formación de cuadros. Ello sería de gran utilidad dado nuestro carácter de organización educativa.

Aunque la JPS tiene su lema, su bandera, sus canciones es uniforme, nos hace falta sistematizar la emulación y los estímulos tan necesarios para los militantes de una organización juvenil, con el propósito de afianza la identidad y la mística de la organización.

7.-Educación Política, Prensa, Propaganda y Finanzas

Aunque muchos se ha avanzado, aún no hemos podido implementar plenamente un sistema nacional de educación política, propio de la juventud, que atienda al proceso de elevación constante del nivel político e ideológico de nuestros militantes.

En cuanto a la prensa, contamos con periódico JUVENTUD, pero aún es necesario impulsar la edición de órganos de difusión locales, propios para el trabajo entre las masas.

Respecto a la propaganda, si bien existe variadas formas, es necesario lograr la debida integración, además de que se requiere fortalecer la producción de la propaganda a nivel local.

En cuanto a las finanzas, continuamos dependiendo de nuestro Partido. Por ello debemos impulsar a fortalecer las finanzas propias para que no nos veamos en la situación de suspender algunas actividades debido a la falta de dinero.

8. Actividades culturales y recreativas.-

Estas son realizadas y dan continuidad de vida y, por lo general, solo involucran a miembros de la JPS, con lo que no las hemos utilizado para contribuir al deseable ambiente juvenil y como una forma efectiva de atracción de nuevos miembros y simpatizantes.

Estas actividades las hemos dejado en un plano secundario frente a otras más "políticas", pero debemos estar claros que la juventud tiene legítimo derecho y necesidad divertirse, hacer deporte, bailar o cantar, escuchar y ver, y por supuesto discutir y estudiar asuntos sobre política específicamente.

9.-Pioneros.-

No obstante que los estatutos de la Juventud nos señalan como los responsables del trabajo con los Pioneros, hasta ahora no hemos enfrentado adecuadamente esta actividad que puede ser muy redituable para la JPS, dado que con el correcto trabajo de la organización pioneril, podríamos asegurar un importante y permanente vía de ingresos y fortalecimiento de la propia Juventud.

Por todas las consideraciones anteriores el III Congreso Nacional Extraordinario de la Juventud Popular Socialista, Resuelve:

Reformas y adiciones al estatuto De la Juventud Popular Socialista

México, 1985.

La Juventud Popular Socialista es una organización política y social juvenil, reserva del Partido, responsable de aplicar su política del frente de las masas juveniles, bajo su dirección y vigilancia, y autónoma en su régimen interno.

La caracterización arriba señalada está establecida en los estatutos del Partido Popular Socialista y entre otras cosas implica que la JPS cuenta con estatutos propios donde se refrendan los principios y normas de organización marxista-leninista de su partido, la

democracia interna, la estructura y el estilo de trabajo que caracteriza a una organización juvenil revolucionaria.

Lo anterior le permite a la JPS desarrollar sus propios planes y programas de actividades derivados de los ligamentos generales trazados por su Partido pero encaminados a actuar en el seno de la juventud mexicana para lo cual la JPS necesita ser un organización marxista leninista con marcado carácter juvenil.

Lo anterior ha llevado a la JPS a discutir el marco de este Congreso una serie de lineamientos que le permitan cumplir con los objetivos señalados y ese mismo sentido modificar sus estatutos para que estos propician en un mayor y mejor grado de organización de nuestra juventud.

Por ello, consideramos que el problema de organización no es un fin en sí mismo, sino un medio que nos permite alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto en la presente etapa de nuestro desarrollo, que la organización es en primera instancia un medio para llevar a cabo la lucha revolucionaria y que las formas organizativas, deben estar acordes con nuestro grado de desarrollo y peculiaridades nacionales.

No consideramos que existe una forma absoluta de organización, válida para todas las condiciones en que se desarrolla nuestra actividad, sino que las formas deben estar supeditadas a las peculiaridades de la situación concreta en que se desarrolla la juventud mexicana y a las tareas que de ella se desprenden.

Y también que pese a los cambios y perfeccionamientos que la realidad nos exija, en nuestro estatuto o siempre buscaremos el fortalecimiento del centralismo democrático, el desarrollo de la democracia interna, la observancia de la dirección colectiva y el vínculo con las masas juveniles, fundamentalmente a través de nuestras organizaciones de base.

Pensamos que con las anteriores reformas estaremos fortaleciendo la unidad ideológica y orgánica de la JPS y que estaremos cumpliendo con el mandato leninista que expresa "preferimos el largo y difícil trabajo en lo que tiene porvenir y no la "fácil" repetición de lo que ha sido condenado en el pasado".

Los principios de organización que rigen nuestra actividad se convierten a través de nuestros estatutos en las correspondientes normas de organización que tiene las siguientes funciones:

a) define las normas de organización.

b) define los métodos de trabajo.

c) define la conducta de nuestros miembros.

La observancia de las normas de organización por todos y cada uno de nuestros militantes es condición para el sano desarrollo de la JPS, para la formación de sus miembros y el incremento del papel y el prestigio de la Juventud Popular Socialista.

Sin embargo, no toda las normas reglamentarias deben quedar en nuestros estatutos sino sólo aquellas que puedan ser consideradas válidas para todos los miembros que militen en cualquiera de sus organizaciones e independientemente del grado de desarrollo alcanzado en su entidad o región.

Por ello, podemos considerar a nuestros estatutos la ley fundamental de nuestra organización dejando los aspectos de medios específicos para los comentarios o documentos explicativos,

estando convencidos al mismo tiempo que cualquier controversia sobre la interpretación de los estatutos compete resolverlas a su Comité Central, organismo en el que nuestro Congreso, único organismo facultado para modificarlos, descansa su actividad cuando se encuentra reunido.

Lo anterior obedece en que en una organización como la nuestra la parte está supeditada los intereses en las tareas del todo, que lo particular debe guiarse por lo general, por ello los Congresos y el Comité Central fijan los principios programáticos y políticos fundamentales, mientras que las demás organizaciones, supeditadas a los organismos centrales, determinan los distintos modos y formas de su aplicación en concordancia con las peculiaridades uso respectivo ámbito.

Esta concepción de integridad de nuestra organización y el centralismo democrático, son incompatibles con la concepción de que es posible la más amplia autonomía de las organizaciones inferiores y que éstos pueden actuar sin subordinación a los organismos superiores, lo cual en la práctica propiciaría la acción independiente y distinta de las diversas partes que conforman el todo lo que convertiría a la JPS en una organización amorfa, difusa y carente de capacidad de combate.

De la misma manera se consideró necesario utilizar adecuadamente algunos conceptos de nuestro trabajo diario no diferenciados con claridad, así como el concepto organización utilizado exclusivamente para designar al conjunto de compañeros de un territorio determinado y el concepto organismo para la instancia superior de la organización o para su comité directivo.

Este Congreso tiene la obligación de elaborar un enfoque múltiple y no unilateral sobre las reformas necesarias a nuestro estatuto, para que las reformas sean coherentes, reflejen en la experiencia colectiva de la JPS y estén en consonancia con la perfección de las formas y métodos de trabajo que se aplican en nuestro trabajo cotidiano.

En la actualidad, nuestros estatutos, por la diversidad de reformas parciales realizadas en nuestros. Congresos, por lo repetitivo de algunos de sus postulados y por lo incompleto y a veces contradictorio de algunos de sus normas, representa un elemento que no contribuye al sano desarrollo de la JPS y propicia interpretaciones contrarias en algunos de nuestros miembros.

Esto de ninguna manera implica incapacidad o mala fe de quienes en su momento promovieron dichas reformas, sino que el desarrollo último de la JPS que y sobre todo la clarificación de sus tareas y su papel en el seno de las masas juveniles exigen un cambio como el señalado anteriormente, pero que no deforme los principios organización que nos caracterizan.

Sin considerar que las reformas estatutarias resolverán por sí solas las deficiencias de nuestro trabajo, es importante no olvidar las tesis leninistas que nos dice que "El estado rudimentario y efímero de la forma, no permite seguir haciendo progresos serios en el desarrollo del contenido, lo provoca un estancamiento vergonzoso, lleva a malgastar las fuerzas y hace que los actos no correspondan a las palabras".

Convencidos de que sólo la experiencia que da la práctica partidaria los puede llevar a realizar reformas adecuadas en materia de organización, de que no debemos menospreciar este importante aspecto de nuestra vida y de que es necesario en este momento ponerla no formas

organizativas en consonancia con nuestras tareas, fortalecer nuestras organizaciones, incrementar nuestra influencia en las masas juveniles, fortalecer nuestras organizaciones de base de las cuales depende la integridad y la fuerza de nuestra juventud porque a través de ellas la JPS se acerca a las masas juveniles, las orienta, las organiza, a través de ellas nuestros miembros participan activamente nuestra juventud y porque sólo a través de ellas podemos asumir el papel de vanguardia de la juventud mexicana, proponemos la siguiente reformas que a nivel general se explican a continuación:

A) capítulo I.-Se precisa las características de nuestros símbolos.

B) capítulo II.-Se precisa lo que implica ser miembro de la JPS, los mecanismos para afiliar en especial los que se refieren, a los elementos provenientes de los Pioneros y se incorporan a los deberes de miembros aspectos importantes de la lucha por la paz, el antiimperialismo, la solidaridad y los intereses del pueblo y de la nación, así como la obligación de promover y participar en actividades recreativas.

Además, se amplíaN los derechos de los miembros al abrir la posibilidad de que los asuntos de la JPS pueda ser discutidos a través de la prensa de la JUVENTUD, la obligación de dar respuesta por escrito los planteamientos de los integrantes de la JPS y la sanción a quienes a mordaz en la crítica.

Se incorpora también un artículo acerca de los estímulos, se precisa los mecanismos para aplicar las sanciones; las atribuciones de cada organismo y los pasos para expulsar a los que deba salir de la JPS.

C) capítulo III.-Se incorpora el principio territorial y de producción, se modifica el nombre de los distintos organismos superiores de nuestras organizaciones. Se precisa su democracia interna y la dirección colectiva.

D) capítulo IV.-Se precisan y amplían las atribuciones de sus organismos superiores.

E) capítulo V.-Se simplifica el capítulo referente a las organizaciones y organismos intermedios incorporando el seccional que deberá funcionar donde el desarrollo de la JPS lo requiera.

F) capítulo VI.-Se reafirma el carácter fundamental de las organizaciones de base, el papel de su Asamblea General y de su Comité así como se amplían y precisan sus tareas.

G) capítulo VII.-Se adecúa el capítulo de Pioneros al surgimiento formal de dicha organización.

H) capítulo VIII.-Se precisa el origen de los fondos de la JPS, se establece la cuota diferenciada para los que trabajan, se establece la cuota en % en base a una tabla móvil de salarios y se incorpora la obligación para contribuir al pago de la cuota a la FMJD y la contribución al fondo es hora de caridad de la JPS.

En este momento contribuir a hacer de la JPS la organización que nuestro partido quiere, es tomar los lineamientos esenciales que no debe caracterizar y que el maestro Vicente Lombardo Toledano trazada magistralmente a lo largo de su vida y que se contienen en trece esenciales documentos:

Misión Histórica de la Juventud en México", "La Juventud Debe Ser Como la Proa de la Nave" y "La Juventud y el Partido".

Al poner a su consideración a reformas siguientes pedimos las analicen individual y colectivamente para que nuestro congreso del marco de sus atribuciones resuelva la que más convenga a nuestra juventud.

Estatutos de la Juventud Popular Socialista

Capítulo I

Nombre, Lema, Emblema, Bandera y Uniforme

Artículo 1. El nombre de la organización es: Juventud Popular Socialista.

Artículo 2. El lema es: "por un México socialista".

Artículo 3. El emblema, de color solferino, está formado por un círculo con un águila azteca en vuelo ascendente su interior; en la parte superior del nombre de la organización y el lema.

Artículo 4. La bandera es de color blanco con el emblema en el centro.

Artículo 5. El uniforme es: camisa roja con el emblema en la manga izquierda.

Capítulo II

De los miembros

Admisión

Artículo 6. Puede ser miembro de la Juventud Popular Socialista todo joven mexicano que acepte la Declaración de Principios, el Programa y los Estatutos de la misma, participen en una de las organizaciones, cumpla las decisiones de la JPS y pague las cuotas establecidas.

Artículo 7. Las condiciones y requisitos para ingresar a la Juventud Popular Socialista, son las siguientes:

a) la afiliación es voluntaria e individual.

b) no tener menos de 15 ni más de 28 años de edad.

c) presentar su solicitud de ingreso a la organización de base correspondiente, el organismo inmediato o superior es el que aprueba el ingreso, señalando a cuál organización debe incorporarse.

c) quien haya militado en otra organización política es admitido según las normas generales, pero requiere la aprobación del Comité Estatal de la JPS.

f) Por excepción , seguirán siendo miembro de la JPS quien a pesar de haber rebasado la edad límite establecida por los estatutos ocupe cargos de dirección.

Deberes

Artículo 8. El miembro de la JPS tiene el deber de:

a) desempeñar por entusiasmo, lealtad y honradez las comisiones, tareas y cargos que le encomiende los organismos de la Juventud Popular Socialista.

b) aumentar en todas partes el prestigio de la JPS a través de su conducta personal y la defensa de los derechos de los jóvenes, esforzándose por afiliar permanentemente nuevos miembros a la Juventud Popular Socialista.

c) observar la disciplina y cumplir los acuerdos de la organización.

d) velar por la integridad, cohesión y unidad ideológica, política y orgánica de la JPS.

e) estudiar en forma sistemática, individual y colectivamente la obra del maestro Vicente Lombardo Toledano, la teoría marxista-leninista, los documentos del Partido y de la Juventud Popular Socialista, la historia de México, los problemas esenciales del pueblo y de la juventud mexicana, para elevar de esa manera su capacidad ideológica y política.

f) defender las causas del pueblo y de la clase obrera, asimilar y llevar a la juventud mexicana la política del Partido Popular Socialista y difundir la vida de la obra del maestro Vicente Lombardo Toledano entre los jóvenes.

g) difundir y defender las tesis ideológicas y programáticas de la Juventud Popular Socialista.

h) fortalecer los lazos de amistad con los pueblos y jóvenes de los países socialistas y practicar la solidaridad antimperialista con todos los pueblos que luchan por la paz, la independencia nacional y el progreso social.

i) emplear la crítica y autocrítica de manera honesta y constructiva; señalar los defectos y procurar que sean eliminados, combatiendo las formas presuntuosas de trabajo, el envanecimiento, la placidez y la simulación.

j) luchar intransigentemente contra las manifestaciones propias del individualismo, la apatía o desconfianza los fines de la juventud popular socialista.

k) promover y participar en actividades artísticas, culturales, deportivas, turísticas y recreativas en General que contribuyan a incorporar a otros jóvenes a la labor que desarrolla la JPS.

l) obtener su credencial de afiliado, evitando su uso indebido, e identificándose con ella cuando se lo requiera cualquier organismo de la JPS.

Derechos

Artículo 9. El miembro de la JPS tiene derecho a:

a) Elegir y ser elegido para los organismos de la JPS.

b) Discutir libremente las reuniones y organismos de los cuales forma parte, así como en la prensa de la JPS, las cuestiones de la política y la actividad práctica de la Juventud Popular Socialista y proponer a los organismos de la JPS toda clase de iniciativas, proyectos y gestiones que estime apropiados y útiles. Podrá en ambos casos defender abiertamente su opinión antes de que la organización haya tomado un acuerdo.

c) Los organismos de la JPS tienen la obligación de dar respuesta por escrito en un plazo no mayor de 30 días a los problemas y preocupaciones que les planteen los miembros de la JPS.

d) Apelar ante los organismos superiores contra las determinaciones de un organismo inferior, debiendo acatarlas mientras no se dicten resoluciones en contrario.

E) practicar la crítica a las actividades de los miembros y dirigentes de la Juventud Popular Socialista en las asambleas, conferencias, congresos y reuniones de los organismos de dirección de la JPS, haciéndola llegar en su caso los organismos correspondientes a fin de que adopten una decisión al respecto.

f) participar en las reuniones de la JPS y organismos de la misma, cuando se discuta la aceptación o no de su conducta.

g) Renunciar a la Juventud Popular Socialista.

Estímulos y Sanciones

Artículo 10. Los miembros y sus acciones que se destaquen el cumplimiento de las tareas de la JPS o por méritos extraordinarios, pueden:

a) ser elogiados en las asambleas, conferencias, congresos y reuniones o por los organismos de dirección de la JPS.

b) recibir felicitaciones de la Juventud Popular Socialista.

Artículo 11. En el caso de violaciones de los estatutos e incumplimiento de los acuerdos y resoluciones, los organismos de dirección de la JPS tomarán medidas disciplinarias. Estas tienen como finalidad afianzar el prestigio, la integridad de la unidad de las filas de la JPS. Las sanciones tienen un carácter educativo, en interés de la formación del miembro de la Juventud Popular Socialista.

Artículo 12. Además aplicarán sanciones a los miembros que:

a) Lleven a cabo cualquier acto que menoscabe el prestigio de la JPS.

b) Deje de pagar sus cuotas por más de tres meses sin motivo justificado.

C) Deje de asistir a las reuniones de la organización organismo del que forma parte, sin motivo justificado.

d) oculte o falsifique de forma hechos o datos en un informe rendido a cualquier organización organismo de la JPS.

e) Amordacen o persigan la crítica.

Artículo 13. Las sanciones consistirán en:

a) en el caso de faltas leves, se ejercerá la llamada de atención en privado o amonestación enérgica en la organización organismo del que forma parte.

b) los miembros, que a pesar de repetidas críticas no hayan mejorado su actitud o sean responsables de violaciones graves a los estatutos serán suspendidos temporalmente de sus derechos, la cual nunca será mayor a tres meses.

c) la expulsión de las filas de la JPS es la máxima sanción de la organización y solo se aplicará en el caso de violaciones graves a los estatutos, son actitudes incompatibles con la calidad de miembros de la JPS y si todos los intentos de la organización para que corrija su conducta hubiesen fracasado previamente.

Artículo 14. La expulsión de un miembro de las filas de la JPS se decide por la asamblea eneral de la organización de base correspondiente y sólo tendrá validez después se ratificada por el organismo inmediato superior.

Los expulsados tienen derecho a apelar, en el transcurso de 2 meses, ante los organismos superiores de la juventud, comprendido el Comité Central de la JPS.

Artículo 15. En las organizaciones organismos de la Juventud Popular Socialista no puede adoptarse una sanción en contra de un miembro que pertenezca a un organismo de dirección jerárquicamente superior. Es el caso de faltas cometidas por alguno de sus miembros las organizaciones y organismos tienen el derecho a entregar su opinión al organismo de dirección correspondiente.

El acuerdo sobre la aplicación de la sanción contra un integrante de los organismos de dirección es adoptado en una reunión del organismo correspondiente si por ella se manifiestan las dos terceras partes de quienes la integran.

Artículo 16. Las apelaciones de los miembros sancionados deberán ser examinadas en un plazo no mayor de 30 días a partir del momento de su presentación.

Artículo 17. Un miembro expulsado de la Juventud Popular Socialista puede ser reincorporado, siempre y cuando haya satisfecho a las exigencias y la confianza de los demás miembros y su

conducta apruebe que ha superado la o las faltas que motivaron la sanción. La reincorporación requiere la ratificación del comité estatal.

Capítulo III

Estructura Orgánica y Democracia Interna de la

Juventud Popular Socialista

Estructura

Artículo 18. El principio rector de la estructura orgánica de la JPS es el centralismo democrático, que indica lo siguiente:

a) todos los organismo de dirección de la JPS son electos democráticamente desde abajo hacia arriba.

b) los organismos de la JPS rindeN periódicamente informes sobre sus actividades ante las organizaciones que los eligieron y ante los organismos superiores.

c) disciplina rigurosa en el seno de la Juventud Popular Socialista hizo ordenación de la minoría la mayoría.

d) las decisiones de los organismos superiores son obligatorios para los inferiores.

Artículo 19. La Juventud Popular Socialista está organizada según el principio territorial y de producción.

a) las organizaciones de base son del fundamento de la estructura de la JPS. Esta se forma allí donde trabajan, estudian o viven los miembros de la Juventud Popular Socialista y se agrupan en organizaciones seccionales, municipales, regionales y estatales.

b) la organización actuante en una zona determinada es considerada superior respecto cualquier organización de la JPS que actúa en una parte de dicha zona.

Artículo 20. Toda las organizaciones de la JPS son autónomas en cuanto se refiera la solución de las cuestiones locales, siempre que sus decisiones no estén en contradicción con la política de la juventud popular socialista..

Artículo 21. El organismo superior de dirección de las organizaciones de la JPS es:

a) la Asamblea General para las organizaciones de base.

b) la Conferencia para las organizaciones seccionales, municipales, regionales y estatales.

c) el Congreso para la Juventud Popular Socialista.

Artículo 22. La asamblea General, la conferencia o el congreso eligen a su comité que es el organismo ejecutivo que dirige toda la labor cotidiana de la organización respectiva.

Democracia interna

Artículo 23. Los organismos de dirección a todos los niveles son electos por votación directa. Todos los miembros de la JPS que participen en la elección de los organismos de dirección tienen el derecho a recusar a los candidatos y criticarlos. La votación se efectúa por candidaturas individuales y se consideran elegidos aquellos por los que votan más de la mitad de los asistentes a la reunión.

Artículo 24. En las elecciones de todos los organismos de la JPS -desde las organizaciones de base hasta el Comité Central -se observa el principio de la renovación sistemática de sus componentes manteniendo la continuidad de la dirección.

Artículo 25. Los integrantes del Comité Central de la JPS que no justifiquen con su actividad la alta confianza que la Juventud Popular Socialista les ha otorgado, no pueden seguir perteneciendo a esta. La decisión de retirar a un integrante de este organismo lo decide el pleno del Comité Central, si por ella se manifiestan no menos de las dos terceras partes de quienes lo integran.

Artículo 26. La cuestión de retirar a un miembro de un comité estatal, regional, municipal y seccional la decide el organismo de dirección correspondiente si por ello se manifiestan las dos terceras partes de los miembros del comité respectivo.

Artículo 27. Los organismos superiores podrán desconocer a los organismos inferiores en el caso de que estos adopten resoluciones que estén en contradicción con la política de la JPS, con sus normas de organización o con su democracia interna y que pretendan rectificar su actitud. Debe seguir esta medida una amplia información a toda la base de la JPS y a los organismos afectados por la resolución.

Cuando en un determinado lugar no es posible la elección del comité respectivo, los organismos superiores podrán designar en forma provisional respectivo comité mientras se crea las condiciones necesarias para que se cree el organismo correspondiente.

Artículo 28. El examen libre y concreto de las cuestiones de la política de la JPS en sus diversas organizaciones o en toda la juventud es un derecho inalienable de cada uno de sus miembros y un importante principio de su democracia interna. Unicamente sobre la base de esa democracia interna puede desplegarse la crítica y autocrítica y fortalecerse la disciplina, en el seno de la JPS, que debe ser consciente y no mecánica.

Artículo 29. El principio supremo de dirección de la JPS es la dirección colectiva, condición obligada para la actividad normal de sus organizaciones, la educación acertada de sus miembros y el desarrollo de la actividad y las iniiativas sus integrantes.

La dirección colectiva implica que cada uno de los integrantes de los organismos de dirección asume la responsabilidad personal por toda la actividad de la dirección y por las tareas que le ha sido encomendadas.

Artículo 30. En el periodo comprendido entre los congresos y conferencias, los comités respectivos de la JPS informan sistemáticamente de su trabajo a las organizaciones correspondientes.

Artículo 31. Para conocer y comentar las decisiones más importantes de la JPS a todos sus niveles y trazar medidas para su cumplimiento, así como para examinar cuestiones de la vida social, se convocan a reuniones del activo de las organizaciones seccionales, municipales, regionales o estatales de la JPS.

Artículo 32. Todos los organismos directivos de la JPS tienen el deber de incorporar al mayor número de afiliados y simpatizantes en el desempeño de sus actividades, según sus aptitudes, aficiones y preparación.

Capítulo IV

Organismos Superiores de la Juventud

Congreso

Artículo 33. El organismo supremo de la Juventud Popular Socialista es el congreso de la JPS.

a) los congresos ordinarios son convocados por el Comité Central una vez cada 4 años, como mínimo.

b) la convocatoria del Congreso y su orden del día son anunciados con tres meses de anticipación por lo menos.

c) los Congresos Extraordinarios son convocados por el Comité Central por iniciativa propia o a petición de un tercio, por lo menos, del total de miembros de la Juventud Popular Socialista, a través de sus organizaciones.

d) los Congresos Extraordinarios se convocan con dos meses de anticipación y sólo podrán discutir los asuntos para los que se les convocan.

e) los Congresos de la JPS se consideran válidos si en ellos están representados no menos de la mitad de los miembros.

f) los delegados al Congreso son electos por las conferencias estatales de delegados. Las normas de representación el congreso de la JPS son establecidos por el Comité Central.

Artículo 34. El Congreso:

a) discute y aprueba los informes del Comité Central.

b) revisa, modifica, adiciona y aprueba la Declaración de Principios, el Programa, los Estatutos de la JPS.

c) determina la línea política de las tareas de la Juventud Popular Socialista.

d) determina las tareas de la Organización Nacional de Pioneros "Vicente Lombardo Toledano".

e) elige el comité central y determinar la cantidad de miembros y candidatos a miembros que integran.

Comité Central

Artículo 35. En los intervalos entre los Congresos, el Comité Central de la JPS:

a) dirige toda la actividad de la JPS y de sus organismos intermedios de dirección.

b) selecciona y distribuye los cuadros dirigentes.

c) crea distintos organismos e instituciones de la JPS y dirige su actividad.

d) designa las redacciones de los órganos de prensa que trabajan bajo su control.

e) administra los bienes y las finanzas de la JPS.

f) representa a la JPS en sus relaciones con otras organizaciones juveniles.

Artículo 36. Para ser integrante del Comité Central de la JPS, se requiere una antigüedad mínima de dos años en el seno de la misma, ser leal a la Juventud, haber militado regularmente la organización, conocer y dominar ampliamente los principios de la ideología de la Juventud Popular Socialista.

Artículo 37. El Comité Central informa regularmente de su labor a las organizaciones de la JPS.

Artículo 38. El Comité Central de la JPS se reúne en pleno por lo menos cada seis meses. Los miembros asisten a las sesiones de los plenos con derecho a voz y voto, los candidatos a miembros solo con derecho a voz.

Artículo 39. En caso de quedar vacante el puesto de algún miembro del Comité Central, este se cubre con uno de los candidatos a miembro, electos por el congreso.

Artículo 40. El Comité Central de la Juventud Popular Socialista:

a) elige de sus miembros a quienes deben integrar la Dirección Nacional la cual dirige el trabajo de la JPS en los periodos comprendidos entre los plenos del Comité Central, recibe de los organismos intermedios de dirección, seleccionar a los cuadros y controlar el cumplimiento de las tareas y resoluciones aprobadas por el congreso y los plenos del comité central.

b) elige el Secretario General del Comité Central, quien al mismo tiempo es el secretario General de la Dirección Nacional.

c) recibe y resuelve acerca del informe que la dirección nacional rinde en sus plenos y fija las próximas tareas de la Juventud Popular Socialista.

Dirección Nacional

Artículo 41. La Dirección Nacional se integra con el número de miembros que determine el Comité Central y tiene la autoridad de este durante los periodos comprendidos entre sus plenos.

Capítulo V

Organizaciones Estatales, Regionales, Municipales y Seccionales

Artículo 42. En su actuación, las organizaciones estatales, regionales, municipales y seccionales, así como sus respectivos comités, aplica la política de la JPS y organizar y controlar el cumplimiento de las directrices del congreso y del comité estatal de la Juventud Popular Socialista.

Artículo 43. Los deberes fundamentales de las organizaciones estatales, regionales, municipales y seccionales y de sus organismos de dirección son:

a) realizar las tareas de la juventud popular socialista en el ámbito de su responsabilidad.

b) impulsar la Organización Nacional de Pioneros "Vicente Lombardo Toledano".

c) efectuara labor política y organizativa entre las masas juveniles, defendiendo sus derechos e incorporándolas al combate general de las fuerzas progresistas contra el imperialismo, por la paz, la independencia nacional y los derechos del pueblo.

d) efectuar la labor ideológica llevar a las masas juveniles una orientación correcta de la historia de nuestro pueblo, de sus luchas y del camino que nos permita avanzar hacia estadios superiores de la vida social.

Artículo 44. el organismo superior de la JPS en cada entidad federativa, región, municipio sección es la Conferencia respectiva. La estatal que se convoca como mínimo cada 3 años y las regionales, municipales y seccionales se reúne como mínimo cada 2 años. Las Conferencias extraordinarias se convocan cuando lo cual el comité de respectivo y lo apruebe el organismo inmediato superior.

Artículo 45. Las Conferencias Estatales, Regionales , Municipales y Seccionales:

a) discute los informes del comité respectivo.

b) discuten otros problemas de la vida de la JPS.

c) discute y aprueba la forma en que habrá de aplicarse en su jurisdicción los lineamientos políticos y las resoluciones los organismos superiores.

d) elige a su Comité con el número de miembros que considere conveniente.

Artículo 46. La convocatoria para la realización de la Conferencia estatal, regional, municipal o seccional la expidió el Comité respectivo con la autorización del organismo en este acto superior.

La convocatoria deberá expedirse cuando menos con 30 días de anticipación debiendo señalar el lugar, fecha, forma de elegir a los delegados y temario, adjuntando los materiales de discusión.

Artículo 47. El Comité Estatal, regional, municipal o seccional tiene las atribuciones siguientes:

a) orientar las actividades de las organizaciones y comités del territorio que le corresponda.

b) presentar propuestas a los organismos superiores.

c) fomentar la emulación en el cumplimiento de las tareas entre las organizaciones y entre los miembros de la jurisdicción.

d) aprobar el trabajo de los organismos de las organizaciones inferiores y en especial de las organizaciones de base.

e) designan a los responsables de las actividades que demanda la actividad de la JPS y distribuir y asignar tareas a los miembros de la JPS.

f) informa al organismo inmediato superior y a su organización sobre el cumplimiento de sus responsabilidades.

g) Las instituciones y organismos que considere conveniente en su jurisdicción y manejar los recursos de la JPS.

Capítulo que VI

Organizaciones de Base

Artículo 48. El fundamento de la estructura de la Juventud Popular Socialista son sus organizaciones de base.

Las organizaciones de base de la JPS se crean en una fábrica, en un taller, en una escuela, en un ejido, en una población pequeña, en un barrio urbano, etc., según donde trabaje, estudie y vivan cuando 3 de sus miembros.

La formación y disolución de organizaciones de base deben ser aprobadas por el organismo inmediato superior donde aquella actúe.

Artículo 49. El organismo superior del organización de base de su asamblea General que se reúna cuando menos 15 días.

En la Asamblea General se procede a la información de todos los miembros sobre las resoluciones, la discusión de los asuntos políticos, la discusión y aprobación de las tareas del colectivo y de las de cada uno, al igual que el control de las actividadaes de la dirección, de la organización y de los miembros.

La Asamblea General elige por el periodo de un año al Comité del Organización de base, con el número de miembros que considere conveniente; aprueba el ingreso de nuevos miembros; conoce y dictamina el informe que rinde el comité y aprueba el plan anual de trabajo; conoce y determina la separación de algunos de sus miembros cuando se lo soliciten o por motivo de sanción, en ambos casos informal organismo inmediato superior.

Artículo 50. El Comité de la organización de base:

a) Llevar registro de los miembros.

b) Cobra las cuotas.

c) Administrar los recursos financieros.

d) Rinden informes a los integrantes de la organización de base ya el organismo inmediato superior de sus actividades y tareas.

Actividades de la Organización de Base son

a) Realizar las metas y tareas de la Juventud Popular Socialista en el sector de su competencia.

b) Organizar la educación política de sus miembros para el estudio de la teoría marxista-leninista, la vida y obra del maestro Vicente lombardo Toledano y los documentos del Partido y de la Juventud Popular Socialista.

c) Llevar a cabo la labor de agitación y propaganda entre las masas juveniles, educarlas en la lucha anti imperialista, en las luchas por el desarrollo independiente de la nación mexicana y luchar por organizarlas en la defensa de sus derechos y los de toda la juventud.

d) Crear múltiples posibilidades para la organización del tiempo libre de sus miembros y de los jóvenes no afiliados a la JPS en los terrenos político, cultural, deportivo y recreativo.

e) Reclutar nuevos miembros para la Juventud Popular Socialista.

f) Promover la creación de la Organización Nacional de Pioneros "Vicente Lombardo Toledano" en su jurisdicción.

g) Difundir a través de los diversos órganos informativos de la JPS, las ideas, metas objetivos y tareas del partido popular socialista y de la JPS, entre los jóvenes de su jurisdicción.

Capítulo VII

Organización Nacional de Pioneros

"Vicente Lombardo Toledano"

Artículo 52. La Juventud Popular Socialista, en todos sus niveles, impulsa, organiza y dirige en coordinación con el partido popular socialista a la organización nacional de pioneros "Vicente lombardo Toledano".

Artículo 53. El Comité Central de la JPS aprueba el reglamento de la Organización Nacional de Pioneros "Vicente lombardo Toledano".

Capítulo VIII

Finanzas de la JPS

Artículo 54. Los fondos de la Juventud Popular Socialista y de sus organizaciones se componen de las cuotas, de las colectas, venta de materiales, ayudas del partido, donativos de amigos y simpatizantes de la JPS y en general de actividades que con ese objetivo se llevan a cabo.

Artículo 55. Las portadas serán mensuales, se pagan al comienzo de cada mes y tendrán la cuantía siguiente:

Compañeros que perciben:

Hasta 1 vez el salario mínimo .6%

Hasta 2 veces el salario mínimo 1.0%

Hasta 3 veces el salario mínimo 1. 5 %

Más de 3 veces el salario mínimo 2.0 %

Los miembros que no cuente con ingresos, pagarán una cuota equivalente al

0.2% del salario mínimo de su región.

Artículo 56. Una vez al año los miembros de la JPS pagaran el .4 % del salario mínimo para la Federación Mundial de la Juventud Democrática.

Artículo 57. Para apoyar el trabajo de solidaridad de la JPS, cada miembro deberá aportar cada año un día de salario o el equivalente al .4 % del salario mínimo mensual para el "Fondo de Solidaridad" de la Juventud Popular Socialista.