Ruta en coche por los Pueblos Negros de Guadalajara

Los denominados pueblos negros toman su nombre de su aspecto negruzco, en el sentido literal de la palabra. Son pueblos donde la abundancia de pizarra ha provocado que dicha roca haya sido utilizada tradicionalmente como elemento central de su arquitectura, confiriéndoles ese característico color oscuro.Gracias al aprovechamiento de los recursos disponibles en su entorno que en su momento realizaron estos pueblos, hoy nos encontramos con la posibilidad de disfrutar de un bello y pintoresco paisaje. Donde además el tipo de construcción de las viviendas, con volúmenes compactos y pequeñas ventanas, nos hace intuir que los inviernos en esta zona no eran precisamente muy agradables.Esta arquitectura negra la encontramos a lo largo de las provincias de Madrid, Segovia y Guadalajara, gracias a las Sierras de Ayllón y Alto Rey. Si bien donde más abundan este tipo de pueblos es en Guadalajara, y es en esa provincia donde nos vamos a centrar para realizar una ruta en coche que nos permita contemplar este tipo de paisajes.Resulta tentador no dejar la provincia de Madrid fuera del artículo, por el simple hecho de hablar de Patones de Arriba, uno de los pueblos más encantadores de España. Sin embargo, nos vamos a conformar con este guiño y con la siguiente foto como aperitivo para comenzar nuestra ruta por los pueblos negros de Guadalajara.

Patones de ArribaLa ruta por los pueblos negros de Guadalajara consta de 5 localidades y tan solo 46 kilómetros de separación entre el primer pueblo y el último, aunque más adelante os vamos a proponer otro comienzo alternativo, por si se os queda corto.La ruta está formada por: Campillejo – El Espinar – Campillo de Ranas – Robleluengo – Majaelrayo. De todos estas localidades, Campillo de Ranas es la más representativa, siendo Campillejo, El Espinar y Robleluengo pedanías de la misma. Para que os hagáis una idea, entre todos estos cinco municipios su población total en 2.014 sumaba menos de 300 habitantes. Esa sensación de encontrarnos en lugares que transmiten haber sido abandonados y olvidados por la civilización, como si el tiempo se hubiera detenido en un momento del pasado,

le añade todavía si cabe mayor atractivo a ese color oscuro que tanta sorpresa genera al visitante primerizo, así como a esa sensación de homogeneidad, que si no fuera fruto de un aprovechamiento de los recursos naturales de la zona parecería concienzudamente planificada.

Fotos de Diputación de GuadalajaraDesde todos estos pueblos destaca la permanente presencia en el horizonte del pico Ocejón, con su sinuosa forma y sus 2.049 metros de altura, siendo el pico más alto de la Sierra de Ayllón, encargada de proporcionar pizarra a los pueblos de alrededor. La Sierra, que ya contaba con población en épocas prerromanas, y que durante varios siglos sirvió de frontera entre los reinos musulmanes y los cristianos, consolida sus actuales núcleos de población entre los siglo XVIy XIX.

Pico Ocejón (Foto por Sonsaz)Para los aficionados a las setas, que no se les olvide echarse la cesta en el equipaje porque es un zona bastante propicia para su recogida, especialmente níscalos. Además, como ya os podéis imaginar, en esta zona hay oferta de casa rurales, de restaurantes con cocina tradicional y de empresas de turismo activo, que posiblemente es lo que os pide el cuerpo por esta zona.Como os comentábamos, si la ruta se os queda corta, os vamos a proponer también la localidad de Tamajón, por varios motivos. Por un lado, la típica definición de “pueblo con encanto” le viene como anillo al dedo. Contando además con varios monumentos dignos de visita: Dos templos católicos que datan de los siglos XIII y XVI (Iglesia de la Asuncion y Ermita de la Virgen de los Enebrales), de estilos románico y renacentista, y un palacio de estilo plateresco que actualmente es utilizado como ayuntamiento.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Foto por Oilisab)Por otro lado, también dispone de un alto atractivo en lo que a naturaleza se refiere. A poco más de un kilómetro del pueblo, junto a la carretera GU-186 que conduce a Majaelrayo, descubrimos la denominada Ciudad Encantada de Tamajón en un entorno natural poblado de sabinas, enebros y encinas. En ella, la erosión que el agua ha ido provocando durante milenios en las formaciones rocosas, ha dado lugar a un conjunto de singulares y atractivas formaciones naturales como cuevas, oquedades, arcos o dolinas.