hdg 2105 noviembre 07 2021 xxxii ordinario

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presencia del Señor, confortada por el Espíritu Santo. Oremos. 2. Para que el Señor conceda, a los que go- biernan, el espíritu de sabiduría y de pru dencia, a fin de que rijan a sus pueblos en la paz y en la prosperidad de sus conciudadanos. Oremos. 3. Para que Dios Padre libere al mundo de toda hambre y miseria, y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados injustamente. Oremos. 4. Para que todos nosotros realicemos nues tro trabajo en espíritu cristiano y consi- gamos frutos abundantes por nuestras obras. Oremos. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Señor Dios, que sustentas al huérfano y a la viuda, haces justicia a los oprimidos y das pan a los hambrientos, haz que todos apren- damos a ayudar a los necesitados, a ejem- plo de tu Hijo, que se entregó libremente para salvarlos a todos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén. (sólo la reza el sacerdote) Mira con bondad, Señor, los sacrificios que te presentamos, para que, lo que celebramos en el misterio de la pasión de tu Hijo, lo alcancemos con sentimientos de piedad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. Te damos gracias, Señor, por el don sagra- do con que nos alimentas, e imploramos tu misericordia para que, mediante la acción de tu Espíritu, cuya eficacia celestial recibi- mos, nos concedas perseverar en la gracia de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén Jesús nos invita a pensar en dos hechos importantes: en el comportamiento de los maestros de la ley y en la ofrenda de la viuda pobre. La religiosidad de los escribas está llena de vanidad y ostentación, del deseo de sobresalir, dominar e imponerse. Además, con sus largos rezos, se aprovechan de los más débiles. Jesús, sin embargo, más que condenar a los escribas, advierte a los pastores de las comunidades para que sean servidores. Frente al arca de las ofrendas, Jesús obser- va que muchos ricos echan cantidades importantes de dinero mientras una viuda pobre deposita dos moneditas de cobre. Llama a sus discípulos y les comenta que Semanario Litúrgico Nº 2105 NuestraIglesia Arquidiócesis de Guayaquil XXXII DOMINGO ORDINARIO • CICLO B • NOVIEMBRE 07, 2021 Oración sobre las ofrendas 9 Oración para después de la Comunión 10 Confianza y Solidaridad LITURGIA DE LA EUCARISTÍA ella ha dado más que todos, porque lo ha hecho no desde lo que le sobra, sino de lo que necesitaba para vivir. El gesto de la mujer nos descubre el corazón de nuestra religiosidad: la confianza total en Dios y en la solidaridad de las personas. De hecho, lo mejor de la Iglesia sigue siendo la presencia de miles de hombres y mujeres generosos que siempre dan lo mejor de sus vidas. La viuda pobre, de esta forma, se transforma en el modelo de confianza y solidaridad. Una mujer que no busca honores ni prestigio social, sino que da lo mejor de sí misma, con lo cual nos desafía a seguir trabajando por un mundo familiar y social más generoso y solidario. Semanario Litúrgico Nº 2105 - Tiraje: ON-LINE. Director: P. César Piechestein @arquidiocesisgye www.arquidiocesisdeguayaquil.org.ec L 08 M 09 M 10 J 11 V 12 S 13 D 14 Santoral y Lecturas diarias | 08 AL 14 DE NOVIEMBRE DE 2021 B. ISABEL DE LA TRINIDAD, virgen Sab 1,1-7/ Sal 138/ Lc 17,1-6 DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN, fiesta Ez 47,1-2.8-9.12/(o Cor 3,9-11.16-17)/ Sal 45/ Jn 2,13-22 S. LEON MAGNO, papa y doctor de la Iglesia Sab 6,1-11/ Sal 81/ Lc 17,11-19 S.MARTÍN DE TOURS, obispo Sab 7,22-8,1/ Sal 118/ Lc 17,20-25 S. JOSAFAT, obispo y mártir Sab 13, 1-9/Sal 18/ Lc 17,26-37 DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL, fiesta Sab 18,14-16;19,6-9/ Sal 104/ Lc 18,1-8 S. SERAPIO, religioso y mártir Dan 12,1-3/ Sal 15/Heb 10,11-14.18/ Mc 13,24-32

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La lectura de hoy, nos presenta una historia donde se manifiesta con toda claridad que la verdadera caridad con- siste en dar, incluso aquello que necesi-tamos.

Del primer libro de los Reyes 17, 10 - 16

En aquel tiempo, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, un poco de agua para beber". Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: "Por favor, tráeme también un poco de pan". Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pe- dazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos".

Elías le dijo: "No temas. Anda y prepára-lo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor Dios de Israel: 'La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se ago tará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra' ".

Entonces ella se fue, hizo lo que el profe-ta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento ni

la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

El Señor siempre es fiel a su palabra,y es quien hace justicia al oprimido;él proporciona pan a los hambrientosy libera al cautivo.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

Abre el Señor los ojos de los ciegosy alivia al agobiado.Ama el Señor al hombre justoy toma al forastero a su cuidado.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

A la viuda y al huérfano sustentay trastorna los planes del inicuo.Reina el Señor eternamente,reina tu Dios, oh Sión, reina por los siglos.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

El sacerdocio de Cristo es muy superior al del Antiguo Testamento. Con su propia sangre, él sella el sacrificio que nos da la redención.

De la carta a los hebreos 9, 24-28

Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano

de hombres y que sólo era figura del verda-dero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercedien-do por nosotros.

En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.

Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para salvación de aquellos que lo aguar-dan y en él tienen puesta su esperanza.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

(Mt 5,3)R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los pobres de espíritu,porque de ellos es el Reino de los cielos.

R/. Aleluya.

Jesús desenmascara la hipocresía y la falsedad de los maestros de la ley. Ellos con su conducta voraz y arrogante, habían pervertido las prácticas religiosas de su tiempo.

Del santo Evangelio según san Marcos 12, 38 - 44

En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con am- plios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en

presencia del Señor, confortada por el Espíritu Santo. Oremos.

2. Para que el Señor conceda, a los que go- biernan, el espíritu de sabiduría y de pru dencia, a fin de que rijan a sus pueblos en la paz y en la prosperidad de sus conciudadanos. Oremos.

3. Para que Dios Padre libere al mundo de toda hambre y miseria, y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados injustamente. Oremos.

4. Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo en espíritu cristiano y consi-gamos frutos abundantes por nuestras obras. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Señor Dios, que sustentas al huérfano y a la viuda, haces justicia a los oprimidos y das pan a los hambrientos, haz que todos apren-

damos a ayudar a los necesitados, a ejem-plo de tu Hijo, que se entregó libremente para salvarlos a todos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Mira con bondad, Señor, los sacrificios que te presentamos, para que, lo que celebramos en el misterio de la pasión de tu Hijo, lo alcancemos con sentimientos de piedad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

Te damos gracias, Señor, por el don sagra-do con que nos alimentas, e imploramos tu misericordia para que, mediante la acción de tu Espíritu, cuya eficacia celestial recibi-mos, nos concedas perseverar en la gracia de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén

los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un castigo muy riguroso".

En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Lla- mando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir".

Palabra del SeñorR/. Gloria a ti, Señor Jesús.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Vir- gen, padeció bajo el poder de Poncio Pi- lato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resu-citó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre to- dopoderoso.Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Igle- sia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Oremos por todos los hombres y por sus

necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad, diciendo: Padre, escúchanos.

1. Para que la Iglesia viva en paz, se extien-da por todo el mundo y persevere en la

Jesús nos invita a pensar en dos hechos importantes: en el comportamiento de los maestros de la ley y en la ofrenda de la viuda pobre.

La religiosidad de los escribas está llena de vanidad y ostentación, del deseo de sobresalir, dominar e imponerse. Además, con sus largos rezos, se aprovechan de los más débiles. Jesús, sin embargo, más que condenar a los escribas, advierte a los pastores de las comunidades para que sean servidores.

Frente al arca de las ofrendas, Jesús obser-va que muchos ricos echan cantidades importantes de dinero mientras una viuda pobre deposita dos moneditas de cobre. Llama a sus discípulos y les comenta que

Semanario Litúrgico Nº 2105

NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil

X X X I I D O M I N G O O R D I N A R I O • C I C LO B • N O V I E M B R E 0 7 , 2 0 2 1

Oración sobre las ofrendas9

Oración para después de la Comunión10

Con�anza y Solidaridad

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

ella ha dado más que todos, porque lo ha hecho no desde lo que le sobra, sino de lo que necesitaba para vivir.

El gesto de la mujer nos descubre el corazón de nuestra religiosidad: la confianza total en Dios y en la solidaridad de las personas. De hecho, lo mejor de la Iglesia sigue siendo la presencia de miles de hombres y mujeres generosos que siempre dan lo mejor de sus vidas.

La viuda pobre, de esta forma, se transforma en el modelo de confianza y solidaridad. Una mujer que no busca honores ni prestigio social, sino que da lo mejor de sí misma, con lo cual nos desafía a seguir trabajando por un mundo familiar y social más generoso y solidario.

Semanario Litúrgico Nº 2105 - Tiraje: ON-LINE. Director: P. César Piechestein @arquidiocesisgye

www.arquidiocesisdeguayaquil.org.ec

L 08M 09M 10J 11V 12S 13D 14

Santoral y Lecturas diarias | 08 AL 14 DE NOVIEMBRE DE 2021B. ISABEL DE LA TRINIDAD, virgen • Sab 1,1-7/ Sal 138/ Lc 17,1-6DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN, �esta • Ez 47,1-2.8-9.12/(o Cor 3,9-11.16-17)/ Sal 45/ Jn 2,13-22S. LEON MAGNO, papa y doctor de la Iglesia • Sab 6,1-11/ Sal 81/ Lc 17,11-19S.MARTÍN DE TOURS, obispo • Sab 7,22-8,1/ Sal 118/ Lc 17,20-25S. JOSAFAT, obispo y mártir • Sab 13, 1-9/Sal 18/ Lc 17,26-37DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL, �esta • Sab 18,14-16;19,6-9/ Sal 104/ Lc 18,1-8S. SERAPIO, religioso y mártir • Dan 12,1-3/ Sal 15/Heb 10,11-14.18/ Mc 13,24-32

La lectura de hoy, nos presenta una historia donde se manifiesta con toda claridad que la verdadera caridad con- siste en dar, incluso aquello que necesi-tamos.

Del primer libro de los Reyes 17, 10 - 16

En aquel tiempo, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, un poco de agua para beber". Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: "Por favor, tráeme también un poco de pan". Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pe- dazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos".

Elías le dijo: "No temas. Anda y prepára-lo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor Dios de Israel: 'La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se ago tará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra' ".

Entonces ella se fue, hizo lo que el profe-ta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento ni

la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

El Señor siempre es fiel a su palabra,y es quien hace justicia al oprimido;él proporciona pan a los hambrientosy libera al cautivo.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

Abre el Señor los ojos de los ciegosy alivia al agobiado.Ama el Señor al hombre justoy toma al forastero a su cuidado.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

A la viuda y al huérfano sustentay trastorna los planes del inicuo.Reina el Señor eternamente,reina tu Dios, oh Sión, reina por los siglos.

R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.

El sacerdocio de Cristo es muy superior al del Antiguo Testamento. Con su propia sangre, él sella el sacrificio que nos da la redención.

De la carta a los hebreos 9, 24-28

Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano

de hombres y que sólo era figura del verda-dero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercedien-do por nosotros.

En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.

Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para salvación de aquellos que lo aguar-dan y en él tienen puesta su esperanza.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

(Mt 5,3)R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los pobres de espíritu,porque de ellos es el Reino de los cielos.

R/. Aleluya.

Jesús desenmascara la hipocresía y la falsedad de los maestros de la ley. Ellos con su conducta voraz y arrogante, habían pervertido las prácticas religiosas de su tiempo.

Del santo Evangelio según san Marcos 12, 38 - 44

En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con am- plios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en

presencia del Señor, confortada por el Espíritu Santo. Oremos.

2. Para que el Señor conceda, a los que go- biernan, el espíritu de sabiduría y de pru dencia, a fin de que rijan a sus pueblos en la paz y en la prosperidad de sus conciudadanos. Oremos.

3. Para que Dios Padre libere al mundo de toda hambre y miseria, y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados injustamente. Oremos.

4. Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo en espíritu cristiano y consi-gamos frutos abundantes por nuestras obras. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Señor Dios, que sustentas al huérfano y a la viuda, haces justicia a los oprimidos y das pan a los hambrientos, haz que todos apren-

damos a ayudar a los necesitados, a ejem-plo de tu Hijo, que se entregó libremente para salvarlos a todos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Mira con bondad, Señor, los sacrificios que te presentamos, para que, lo que celebramos en el misterio de la pasión de tu Hijo, lo alcancemos con sentimientos de piedad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

Te damos gracias, Señor, por el don sagra-do con que nos alimentas, e imploramos tu misericordia para que, mediante la acción de tu Espíritu, cuya eficacia celestial recibi-mos, nos concedas perseverar en la gracia de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén

los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un castigo muy riguroso".

En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Lla- mando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir".

Palabra del SeñorR/. Gloria a ti, Señor Jesús.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Vir- gen, padeció bajo el poder de Poncio Pi- lato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resu-citó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre to- dopoderoso.Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Igle- sia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Oremos por todos los hombres y por sus

necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad, diciendo: Padre, escúchanos.

1. Para que la Iglesia viva en paz, se extien-da por todo el mundo y persevere en la

Oración colecta1

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura2

Profesión de fe7

Dios omnipotente y misericordioso, apar- ta de nosotros toda adversidad, para que, con el espíritu y el cuerpo bien dispuestos, podamos aspirar libremente a tu voluntad.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén

Oración de los fieles8

Segunda Lectura4

Se dice Gloria

SANTO EVANGELIO6

Salmo responsorial3 [145]

Aclamación antes del Evangelio5