hdg 2036 xv ordinario 12 de julio 2020 online...xv domingo del tiempo ordinario • ciclo a •...

3
Jesús, para anunciar el Reino de los Cielos, recurre a las parábolas o comparaciones de la vida ordinaria de acuerdo con sus inter- locutores: agricultores, comerciantes, pescadores, amas de casa. San Mateo, en esta ocasión, nos presenta la parábola del sembrador. El Evangelio nos explica que el sembrador es el Hijo de Dios; la buena semilla, la Palabra de Dios; y los tipos de terreno, cada uno de nosotros. ¿Qué tipo de terreno somos? La respuesta nos la deberían dar las personas que están a nuestro alrede- dor, de acuerdo con los frutos que pueden cosechar. Como seguidores de Jesús, estamos llama- dos a sembrar la buena semilla. Pero ¿cómo hacerlo? Del evangelio, se despren- den al menos tres actitudes: generosidad, alegría y esperanza. Semanario Litúrgico Nº 2036 NuestraIglesia Arquidiócesis de Guayaquil XV DOMINGO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a quienes andan extraviados para que puedan volver al camino, concede a todos los que se profesan cristianos, rechazar lo que es contra- rio a este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén La palabra de Dios, es como una lluvia benéfica que baja a fecundar el corazón del hombre. Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10 - 11 Esto dice el Señor: “Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión”. Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor. R/. Señor, danos siempre de tu agua. Señor, tú cuidas de la tierra, la riegas y la colmas de riqueza. Las nubes del Señor van por los campos, rebosantes de agua, como acequias. R/. Señor, danos siempre de tu agua. Tú preparas las tierras para el trigo: riegas los surcos, aplanas los terrenos, reblandeces el suelo con la lluvia, bendices los renuevos. R/. Señor, danos siempre de tu agua. Tú coronas el año con tus bienes, tus senderos derraman abundancia, están verdes los pastos del desierto, las colinas con flores adornadas. R/. Señor, danos siempre de tu agua. Los prados se visten de rebaños, de trigales los valles se engalanan. Todo aclama al Señor. Todo le canta. R/. Señor, danos siempre de tu agua. Oración colecta 1 LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura 2 Salmo responsorial 3 [Salmo 64] Buena Semilla La generosidad nos impulsa a sembrar la Palabra a manos llenas, sin hacer acep- ción de personas; o, como nos dice San Pablo, a evangelizar a tiempo y destiem- po. La alegría de anunciar el evangelio debe ser tan grande que las personas no solo se sientan animadas sino que reciban, la buena semilla en sus vidas. La esperanza nos ayuda a comprender que la cosecha no depende de nosotros, sino de las personas que acogen y de la novedad y la fuerza de la semilla. Sembre- mos la Palabra de Dios con generosidad, alegría y esperanza.

Upload: others

Post on 17-Jul-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: HDG 2036 XV ORDINARIO 12 de julio 2020 online...XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 • Pág. 2Se pueden añadir algunas intenciones libres. Gracias, Padre,

Jesús, para anunciar el Reino de los Cielos, recurre a las parábolas o comparaciones de la vida ordinaria de acuerdo con sus inter-locutores: agricultores, comerciantes, pescadores, amas de casa. San Mateo, en esta ocasión, nos presenta la parábola del sembrador.

El Evangelio nos explica que el sembrador es el Hijo de Dios; la buena semilla, la Palabra de Dios; y los tipos de terreno, cada uno de nosotros. ¿Qué tipo de terreno somos? La respuesta nos la deberían dar las personas que están a nuestro alrede-dor, de acuerdo con los frutos que pueden cosechar.

Como seguidores de Jesús, estamos llama-dos a sembrar la buena semilla. Pero ¿cómo hacerlo? Del evangelio, se despren-den al menos tres actitudes: generosidad, alegría y esperanza.

Semanario Litúrgico Nº 2036

NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil

X V D O M I N G O O R D I N A R I O • C I C LO A • J U L I O 1 2 , 2 0 2 0

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Gracias, Padre, por el regalo de tu Palabra; haz que dé frutos abundantes. Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y concede a los creyentes que van a recibir-los crecer continuamente en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Después de recibir estos dones, te pedimos, Señor, que aumente el fruto de nuestra salva-ción con la participación frecuente en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén

Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a quienes andan extraviados para que puedan volver al camino, concede a todos los que se profesan cristianos, rechazar lo que es contra-rio a este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén

La palabra de Dios, es como una lluvia benéfica que baja a fecundar el corazón del hombre.

Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10 - 11

Esto dice el Señor: “Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Señor, tú cuidas de la tierra,la riegas y la colmas de riqueza.Las nubes del Señor van por los campos,rebosantes de agua, como acequias.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú preparas las tierras para el trigo:riegas los surcos, aplanas los terrenos,reblandeces el suelo con la lluvia,bendices los renuevos.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú coronas el año con tus bienes,tus senderos derraman abundancia,están verdes los pastos del desierto,las colinas con flores adornadas.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Los prados se visten de rebaños,de trigales los valles se engalanan.Todo aclama al Señor.Todo le canta.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

San Pablo se refiere a la universalidad de la redención, al decirnos que la creación entera, destrozada por el pecado, espera participar en la gloria de la resurrección.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 18 - 23

Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios.

La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió, pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa liber-tad de los hijos de Dios.

Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Aleluya, aleluya.La semilla es la Palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

Escucharemos la parábola del sembrador. Dios hará germinar su Palabra abundantemente en nosotros, si sabemos poner lo que está de nuestra parte.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 1 - 23

Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que Él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mien-tras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábo-las y les dijo:

“Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto; unos, ciento por uno; otros sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga”.

Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: “¿Por qué les hablas en parábo-

Oración colecta1

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura2

Salmo responsorial3 [Salmo 64]

las?”. Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más y nadará en abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.

En ellos se cumple aquella profecía, de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entende-rán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.

Escuchen, pues, ustedes, lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arreba-

ta lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino. Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la Palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la Palabra, pero las preocupa-ciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto.

En cambio, lo sembrado en tierra buena representa a quienes oyen la Palabra, la entien-den y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en DIOS PADRE, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepul-tado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Presentemos al Padre nuestras peticiones por la Iglesia y por el mundo, diciendo: Padre, escucha nuestra oración.1. Por la Iglesia, especialmente nuestra comunidad parroquial, para que sea terreno fértil,

donde germine el reino de Dios. Oremos.

2. Por los responsables de la enseñanza y catequistas, para que siembren la verdad en la mente de los niños y de los jóvenes. Oremos.

3. Por los responsables de los medios de comunicación social, para que repartan la semilla de la verdad, la honestidad y el respeto a la dignidad humana. Oremos.

4. Por nosotros, para que la Palabra de Dios eche raíces en nuestros corazones y produzca fruto cada vez mayor de fe, amor y esperanza. Oremos.

Buena Semilla

La generosidad nos impulsa a sembrar la Palabra a manos llenas, sin hacer acep-ción de personas; o, como nos dice San Pablo, a evangelizar a tiempo y destiem-po.

La alegría de anunciar el evangelio debe ser tan grande que las personas no solo se sientan animadas sino que reciban, la buena semilla en sus vidas.

La esperanza nos ayuda a comprender que la cosecha no depende de nosotros, sino de las personas que acogen y de la novedad y la fuerza de la semilla. Sembre-mos la Palabra de Dios con generosidad, alegría y esperanza.

Page 2: HDG 2036 XV ORDINARIO 12 de julio 2020 online...XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 • Pág. 2Se pueden añadir algunas intenciones libres. Gracias, Padre,

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 • Pág. 2

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Gracias, Padre, por el regalo de tu Palabra; haz que dé frutos abundantes. Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y concede a los creyentes que van a recibir-los crecer continuamente en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Después de recibir estos dones, te pedimos, Señor, que aumente el fruto de nuestra salva-ción con la participación frecuente en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén

Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a quienes andan extraviados para que puedan volver al camino, concede a todos los que se profesan cristianos, rechazar lo que es contra-rio a este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén

La palabra de Dios, es como una lluvia benéfica que baja a fecundar el corazón del hombre.

Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10 - 11

Esto dice el Señor: “Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Señor, tú cuidas de la tierra,la riegas y la colmas de riqueza.Las nubes del Señor van por los campos,rebosantes de agua, como acequias.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú preparas las tierras para el trigo:riegas los surcos, aplanas los terrenos,reblandeces el suelo con la lluvia,bendices los renuevos.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú coronas el año con tus bienes,tus senderos derraman abundancia,están verdes los pastos del desierto,las colinas con flores adornadas.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Los prados se visten de rebaños,de trigales los valles se engalanan.Todo aclama al Señor.Todo le canta.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

San Pablo se refiere a la universalidad de la redención, al decirnos que la creación entera, destrozada por el pecado, espera participar en la gloria de la resurrección.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 18 - 23

Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios.

La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió, pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa liber-tad de los hijos de Dios.

Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Aleluya, aleluya.La semilla es la Palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

Escucharemos la parábola del sembrador. Dios hará germinar su Palabra abundantemente en nosotros, si sabemos poner lo que está de nuestra parte.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 1 - 23

Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que Él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mien-tras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábo-las y les dijo:

“Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto; unos, ciento por uno; otros sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga”.

Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: “¿Por qué les hablas en parábo-

Segunda Lectura4

Profesión de fe7

Oración de los fieles8

SANTO EVANGELIO6

Aclamación antes del Evangelio5

las?”. Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más y nadará en abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.

En ellos se cumple aquella profecía, de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entende-rán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.

Escuchen, pues, ustedes, lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arreba-

ta lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino. Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la Palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la Palabra, pero las preocupa-ciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto.

En cambio, lo sembrado en tierra buena representa a quienes oyen la Palabra, la entien-den y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en DIOS PADRE, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepul-tado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Presentemos al Padre nuestras peticiones por la Iglesia y por el mundo, diciendo: Padre, escucha nuestra oración.1. Por la Iglesia, especialmente nuestra comunidad parroquial, para que sea terreno fértil,

donde germine el reino de Dios. Oremos.

2. Por los responsables de la enseñanza y catequistas, para que siembren la verdad en la mente de los niños y de los jóvenes. Oremos.

3. Por los responsables de los medios de comunicación social, para que repartan la semilla de la verdad, la honestidad y el respeto a la dignidad humana. Oremos.

4. Por nosotros, para que la Palabra de Dios eche raíces en nuestros corazones y produzca fruto cada vez mayor de fe, amor y esperanza. Oremos.

Page 3: HDG 2036 XV ORDINARIO 12 de julio 2020 online...XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 • Pág. 2Se pueden añadir algunas intenciones libres. Gracias, Padre,

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Gracias, Padre, por el regalo de tu Palabra; haz que dé frutos abundantes. Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y concede a los creyentes que van a recibir-los crecer continuamente en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Después de recibir estos dones, te pedimos, Señor, que aumente el fruto de nuestra salva-ción con la participación frecuente en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén

Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a quienes andan extraviados para que puedan volver al camino, concede a todos los que se profesan cristianos, rechazar lo que es contra-rio a este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén

La palabra de Dios, es como una lluvia benéfica que baja a fecundar el corazón del hombre.

Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10 - 11

Esto dice el Señor: “Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Señor, tú cuidas de la tierra,la riegas y la colmas de riqueza.Las nubes del Señor van por los campos,rebosantes de agua, como acequias.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú preparas las tierras para el trigo:riegas los surcos, aplanas los terrenos,reblandeces el suelo con la lluvia,bendices los renuevos.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Tú coronas el año con tus bienes,tus senderos derraman abundancia,están verdes los pastos del desierto,las colinas con flores adornadas.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

Los prados se visten de rebaños,de trigales los valles se engalanan.Todo aclama al Señor.Todo le canta.

R/. Señor, danos siempre de tu agua.

San Pablo se refiere a la universalidad de la redención, al decirnos que la creación entera, destrozada por el pecado, espera participar en la gloria de la resurrección.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 18 - 23

Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios.

La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió, pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa liber-tad de los hijos de Dios.

Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Aleluya, aleluya.La semilla es la Palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

Escucharemos la parábola del sembrador. Dios hará germinar su Palabra abundantemente en nosotros, si sabemos poner lo que está de nuestra parte.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 1 - 23

Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que Él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mien-tras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábo-las y les dijo:

“Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto; unos, ciento por uno; otros sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga”.

Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: “¿Por qué les hablas en parábo-

las?”. Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más y nadará en abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.

En ellos se cumple aquella profecía, de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entende-rán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.

Escuchen, pues, ustedes, lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arreba-

ta lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino. Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la Palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la Palabra, pero las preocupa-ciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto.

En cambio, lo sembrado en tierra buena representa a quienes oyen la Palabra, la entien-den y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en DIOS PADRE, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepul-tado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Presentemos al Padre nuestras peticiones por la Iglesia y por el mundo, diciendo: Padre, escucha nuestra oración.1. Por la Iglesia, especialmente nuestra comunidad parroquial, para que sea terreno fértil,

donde germine el reino de Dios. Oremos.

2. Por los responsables de la enseñanza y catequistas, para que siembren la verdad en la mente de los niños y de los jóvenes. Oremos.

3. Por los responsables de los medios de comunicación social, para que repartan la semilla de la verdad, la honestidad y el respeto a la dignidad humana. Oremos.

4. Por nosotros, para que la Palabra de Dios eche raíces en nuestros corazones y produzca fruto cada vez mayor de fe, amor y esperanza. Oremos.

Oración sobre las ofrendas10

Oración para después de la Comunión11

L 13M 14M 15

J 16V 17S 18D 19

Santoral y Lecturas diarias | 13 - 19 de Julio / 2020S. ENRIQUE, Memoria libre • Is 1,10-17/ Sal 49/ Mt 10,34-11,1S. CAMILO DE LELIS, Presbítero • Is 7,1-19/ Sal 47/ Mt 11,20-24S. BUENAVENTURA, Obispo • Is 10,5-7.13-16/ Sal 93/ Mt 11,25-27NUESTRA SRA. DEL CARMEN, Fiesta • Is 26,7-9. 12. 16-19/ Sal 101/ Mt 11,28-30B. TERESA DE S. AGUSTÍN, Mártires • Is 38,1-6.7-8.21-22/ Sal: Is 38/ Mt 12,1-8S. FEDERICO, Obispo • Miq 2,1-5/ Sal 9/ Mt 12,14-21S. JUSTA Y RUFINA, Mártires • Sab 12,13.16-19/ Sal 85/Rom 8,26-27/ Mt 13,24-43

Semanario Litúrgico Nº 2030 Tiraje: 130.000 ejemplares. Director: P. César PiechesteinImpresión: Editorial Arquidiocesana “Justicia y Paz”, Cdla. Pradera 1, Mz. B-3, solar 7

Teléfono: 2433 075 - Fax. 2498 849 • e-mail: [email protected]

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO • CICLO A • JULIO 12, 2020 • Pág. 3

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA