hatshepsut_ la reina hombre de egipto

(https://www.tususcripcion.com/revistanationalgeographic.html)

Hatshepsut: la reina hombre deEgipto

Egipto

Autor: Chip Brown Fecha: 2015-01-08

El resto de su gracia humana se haba desvanecido. La tela enredada alrededor de su cuello pareca un psimo intento por estar a la moda. Su boca, con ellabio superior cado sobre el inferior, era un rizo espantoso (provena de un famoso linaje de prognatas).

Las cuencas de sus ojos estaban repletas de resina negra; las fosas nasales, obstruidas inapropiadamentepor ajustados rollos de trapo. El odo izquierdo se haba hundido en la carne lateral de su crneo, y sucabeza careca casi por completo de pelo.

Me inclin sobre la vitrina abierta en el Museo Egipcio de El Cairo y mir lo que muy probablemente sea el

cuerpo de la faraona Hatshepsut, la extraordinaria mujer que rein en Egipto de 1479 a 1458 a.C., y quehoy es menos famosa por su reinado durante la era dorada de la dinasa XVIII que por haber tenido laaudacia de representarse a s misma como un hombre.

No otaba en el aire el seductor perfume de la mirra, slo un cido y acre olor que pareca haberseacuado durante los muchos siglos que permaneci en una cueva de piedra caliza. Era dicil conciliar estacosa postrada con la gran gobernante que haba vivido haca tanto empo y de la cual se escribi:

"Contemplarla era ms hermoso que nada".

El nico toque humano era el brillo del hueso en las puntas de sus dedos sin uas, donde se habareplegado la carne momicada, creando la ilusin de una manicura y evocando no slo nuestra esenciavanidosa, sino nuestras frgiles inmidades, nuestro breve y pasajero aprecio por el mundo.

El descubrimiento de la momia perdida de Hatshepsut acapar los encabezados hace dos veranos, pero lahistoria completa revel poco a poco un drama. La bsqueda de Hatshepsut mostr a qu grado laspequeas palas y pinceles de la tradicional caja de herramientas de los arquelogos se hancomplementado con escneres TAC y termocicladores de ADN.

En 1903, el renombrado arquelogo Howard Carter haba hallado el sarcfago de Hatshepsut en lavigsima tumba descubierta en el Valle de los Reyes -la KV20-. El sarcfago, uno de los tres que

Hatshepsut haba preparado, estaba vaco.

Los eruditos no saban dnde se encontraba la momia o si haba sobrevivido la campaa que, con el n deerradicar todo registro de su reinado, se llev a cabo durante el gobierno de su corregidor y lmosucesor, Tutmosis III, cuando casi todas las imgenes de ella como rey fueron reradas sistemcamentede templos, monumentos y obeliscos.

La bsqueda que parece haber resuelto el misterio la inici en 2005 Zahi Hawass, director del EgypanMummy Project y secretario general del Consejo Supremo de Angedades. Hawass y un equipo deciencos se enfocaron en una momia llamada KV60a, la cual, a pesar de haber sido descubierta ms deun siglo antes, no se crey tan importante como para rerarla del suelo de una tumba menor en el Vallede los Reyes.

La KV60a haba navegado por la eternidad sin el amparo de un atad, mucho menos con un squito degurillas que desempearan tareas reales. Tampoco tena qu usar: ni tocado, ni joyera, ni sandalias deoro, ni cubiertas de oro para los dedos de las manos y los pies; ninguno de los tesoros que se le habandado al faran Tutankamon, quien no era nadie comparado con Hatshepsut.

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MAS/12/02/01/HATSHEPSUT-

REINA-

HOMBRE-

EGIPTO)

Incluso con todos los mtodos de alta tecnologa empleados para descifrar uno de los casos de personasdesaparecidas ms notables de Egipto, de no haber sido por el descubrimiento fortuito de un diente, la

KV60a quiz seguira recostada sola en la oscuridad, con su nombre real y estatus desconocidos.

Actualmente es consagrada en una de las dos salas de Momias Reales del Museo Egipcio, con placas enrabe y en ingls que la proclaman como Hatshepsut, "La Reina Hombre de Egipto", reunida al n con suscompaeros faraones del Nuevo Reino.

Debido al olvido que cay sobre Hatshepsut, es dicil pensar en un faran cuyas esperanzas de serrecordado sean ms conmovedoras. Parece haberle temido ms al anonimato que a la muerte. Fue una de las mayores constructoras en una delas dinasas ms grandes de Egipto. Levant y renov templos y santuarios desde el Sina hasta Nubia.Los cuatro obeliscos de granito que erigi en el vasto templo del gran dios Amn en Karnak estaban entrelos ms magncos.

Encomend cientos de estatuas de ella misma y dej tesmonios en piedra -verdaderos e inventados- desu linaje, sus tulos, su historia, incluso de sus pensamientos y esperanzas, que a menudo expresaba conun candor poco comn. Las expresiones de preocupacin que Hatshepsut inscribi en uno de susobeliscos en Karnak an resuenan con una inseguridad casi encantadora: "Ahora se me vuelca el corazncuando pienso lo que la gente dir. Aquellos que vean mis monumentos en los aos por venir, y quehablarn de lo que he hecho".

Muchas incerdumbres plagan la historia temprana del Nuevo Reino, pero queda claro que cuando naciHatshepsut, el poder egipcio aumentaba. El que posiblemente fuera su abuelo, Amosis, fundador de ladinasa XVIII, haba expulsado a los formidables invasores hicsos que ocuparon la parte norte del Valledel Nilo durante dos siglos.

Cuando el hijo de Amosis, Amenhotep I, no tuvo un hijo que viviera para sucederlo, se acept en la

realeza, por haberse casado con una princesa, a un temible general conocido como Tutmosis. Hatshepsutera la hija mayor de Tutmosis y su Gran Esposa Real, la reina Ahmose, probablemente pariente cercana

del rey Amosis.

Pero Tutmosis tena un hijo de otra reina, Tutmosis II, quien hered la corona cuando su padre "descans

de la vida". Cindose a un mtodo comn para fortalecer el linaje real -y sin ninguno de los reparos dehoy para acostarse con su hermana- Tutmosis II y Hatshepsut se casaron. Tuvieron una hija; una esposa

menor, Isis, le dara a Tutmosis el heredero masculino que Hatshepsut no pudo procrear.

Tutmosis II no gobern por mucho empo, y cuando fue conducido hacia la vida eterna a causa de lo que

3,500 aos despus los escneres tac sugieren sera una enfermedad del corazn, su heredero, TutmosisIII, an era un nio. Como se acostumbraba, Hatshepsut asumi el control verdadero como reina regente

del joven faran.

As comenz uno de los periodos ms intrigantes de la historia angua de Egipto. Al principio, Hatshepsutactu en nombre de su hijastro. Aunque no tardaron en aparecer signos de que su regencia sera

diferente. Los primeros relieves la muestran desempeando funciones propias del rey, como hacer

ofrendas a los dioses y pedir obeliscos de las canteras de granito rojo de Asun.

Tras unos cuantos aos, haba asumido el papel de "rey" de Egipto, poder supremo en sus erras. Suhijastro ?quien para entonces habra sido ya capaz de asumir el trono? qued relegado a un segundo

plano. Ella procedi a gobernar durante 21 aos.

"Algo movaba a Hatshepsut a cambiar la forma en que se representaba a s misma en los monumentospblicos, pero no sabemos qu -dice Peter Dorman, renombrado egiptlogo y presidente de la American

University de Beirut-. Una de las cosas ms diciles de adivinar es su movacin".

Es posible que su lnea sangunea tenga algo que ver. En un cenotao de las canteras de arena de Gebelel-Silsila, su administrador y arquitecto Senenmut se reere a ella como "la hija primognita del rey",

disncin que acenta su linaje como heredera principal de Tutmosis I ms que como esposa real de

Tutmosis II.

Recordemos que Hatshepsut de verdad era de sangre azul, emparentada con el faran Amosis, mientrasque su esposo-hermano era descendiente de un rey adoptado. Los egipcios crean en la divinidad del

faran; slo Hatshepsut, no su hijastro, tena un vnculo biolgico con la realeza divina.

Aun as, quedaba el pequeo detalle del gnero. El reinado deba pasarse de padre a hijo, no a hija; la

creencia religiosa dictaba que el papel de rey no poda desempearse adecuadamente por una mujer.Saltar este obstculo debe haber requerido mucha sagacidad por parte de la mujer rey. Cuando su esposo

muri, Hatshepsut preri no usar el tulo de Esposa del Rey, sino el de Esposa del Dios Amon,nombramiento que algunos creen le allan el camino al trono.

Hatshepsut nunca mantuvo en secreto su sexo en los textos; sus inscripciones con frecuencia empleabanterminaciones femeninas. Pero en principio, pareca estar buscando formas de sintezar las imgenes de

reina y rey, como si un arreglo visual resolviera la paradoja de un soberano mujer.

En una estatua de granito rojo se muestra a Hatshepsut con el inconfundible cuerpo de una mujer perocon los smbolos del rey: el nemes ?tocado a rayas de la cabeza? y la cobra uraeus. En algunos relieves de

templos, Hatshepsut porta el apretado vesdo tradicional hasta los tobillos, pero ene los pies separados,

la postura pica del rey. Conforme transcurrieron los aos, parece haber decidido que era ms fcil eludirpor completo el asunto del gnero.

Se hizo representar exclusivamente como rey varn, con el tocado, la falda shen y la falsa barba, sin

rasgos femeninos. En los relieves del templo mortuorio de Hatshepsut, ella teji una fbula de suasuncin al poder como la realizacin de un plan divino y declar que su padre, Tutmosis I, no slo quiso

que ella fuera rey sino que adems pudo asisr a su coronacin.

En los paneles se muestra al gran dios Amn aparecindosele a la madre de Hatshepsut, disfrazado de

Tutmosis I. Este le ordena a Jnum, el dios de la creacin con cabeza de carnero que modela el barro de lahumanidad en su torno: "Anda, hazla mejor que a todos los dioses; dale forma por m a esta mi hija, a la

cual he engendrado".

A diferencia de la mayora de los contrastas, Jnum se pone a trabajar, respondiendo: "Su forma ser ms

elevada que la de los dioses, en su gran dignidad de Rey". En el torno de alfarero de Jnum, la pequeaHatshepsut es representada inequvocamente como nio. An se discute exactamente quin era la

audiencia prevista para semejante propaganda.

Es dicil imaginar que Hatshepsut necesitara apuntalar su legimidad con aliados poderosos, como altossacerdotes de Amn, o miembros de la lite, como Senenmut. Entonces, a quin le estaba montando esa

historia? A los dioses? Al futuro? A Naonal Geographic? Es posible que una respuesta se encuentre en

las referencias de Hatshepsut a las avefras, aves comunes de los pantanos del Nilo que los anguos

egipcios conocan como rekhyt.

En los textos jeroglcos, la palabra rekhyt suele traducirse como "la gente comn". Se repite confrecuencia en las inscripciones del Nuevo Reino, pero hace unos aos Kenneth Grin, ahora en la

Universidad Swansea en Gales, not que Hatshepsut hizo un uso ms extenso de la frase que otros

faraones de la dinasa XVIII.

"Sus inscripciones parecan mostrar una asociacin personal con el rekhyt inigualable en esta etapa", dice.Hatshepsut a menudo hablaba en posesivo de "mi rekhyt" y peda su aprobacin, como si la inusual

gobernante fuera populista de clset. Despus de su muerte, alrededor de 1458 a.C., su hijastro prosigui

a asegurarse su desno como uno de los ms grandes faraones de la historia egipcia.

Tutmosis III, como su madrastra, fue un constructor de monumentos, pero tambin un guerrero sin par, elllamado Napolen del anguo Egipto. En 19 aos condujo 17 campaas en el Levante mediterrneo,

incluyendo una victoria en contra de los cananeos en Megido, en el actual territorio de Israel, que an seensea en las academias militares.

Tuvo una multud de esposas, una de las cuales dio a luz a su sucesor, Amenhotep II. Durante la lmaetapa de su vida, cuando otros hombres se conformaran con recordar sus aventuras pasadas, Tutmosis III

se embarc en un pasaempo. Decidi borrar metdicamente de la historia a su madrastra, el rey.

Cuando Zahi Hawass emprendi la bsqueda para hallar a Su Majestad el Rey Hatshepsut, estaba casiseguro de una cosa: no era la momia desnuda que se encontr tendida en el suelo de una tumba menor.

"Cuando empec a buscar a Hatshepsut, nunca pens que descubrira que ella era esta momia", dice

Hawass.

Para empezar, no tena ninguna invesdura real aparente; era gorda, y como escribi Hawass en unarculo publicado en la revista KMT, tena "enormes pechos como pndulos", de la clase que ms

probablemente perteneceran a la nodriza de Hatshepsut. Meses antes, Hawass haba visitado la tumbade Hatshepsut, la KV20, en busca de pistas de su paradero.

Descendi 200 metros en una de las tumbas ms peligrosas del Valle de los Reyes. El tnel de frgilesquisto y caliza apestaba a excremento de murcilagos. Cuando Howard Carter lo despej en 1903, lo

describi como "uno de los trabajos ms fasdiosos que he supervisado".

En la tumba, Carter hall dos sarcfagos con el nombre de Hatshepsut, algunos paneles de caliza en lasparedes y un cofre canope, pero ninguna momia. Carter hizo otro descubrimiento en una tumba cercana, la

KV60, una estructura menor cuya entrada estaba tallada al principio del corredor de la KV19. En la KV60

Carter hall "dos momias de mujer muy despojadas y algunos gansos momicados".

Una momia estaba en un atad, la otra en el piso. Carter tom los gansos y cerr la tumba. Tres aosdespus, otro arquelogo llev a la momia del atad al Museo Egipcio. Ms tarde, se relacionara a la

inscripcin en el atad con la nodriza de Hatshepsut. La momia en el piso se dej como estaba, como

haba estado desde que fue escondida ah, probablemente por sacerdotes durante los reenerros de ladinasa XXI, alrededor de 1000 a.C.

Con el paso de los aos, los egiptlogos le perdieron la pista a la entrada de la KV60, y la momia en el

piso de la tumba efecvamente desapareci. Eso cambi en junio de 1989, cuando Donald Ryan,egiptlogo y profesor de la Pacic Lutheran University en Tacoma, Washington, fue a explorar varias

tumbas pequeas y no decoradas en el valle.

Incitado por la inuyente egiptloga Elizabeth Thomas, quien sospechaba que la KV60 podra alojar lamomia de Hatshepsut, Ryan la haba incluido en su solicitud para el permiso de invesgacin. Como elprimer da lleg demasiado tarde para empezar a trabajar, decidi pasear alrededor del sio para dejar

algunas herramientas.

Deambul hasta la entrada de la KV19 y, slo porque s, pensando que la KV60 podra estar cerca,

comenz a barrer el pasillo de la entrada con su escobella. Trabaj hacia atrs desde la puerta de laKV19. En media hora haba encontrado una rajadura en el corredor de roca.

Una escolla de piedra revel una serie de escalones. Una semana despus, con una casetera tocando la

sonata Patca de Beethoven, l y un inspector local de angedades entraron a la tumba "perdida". "Fueespeluznante ?recuerda?. Nunca antes haba encontrado una momia. El inspector y yo entramos conmucho cuidado. Haba una mujer tendida en el suelo. Oh, por Dios!".

La momia estaba acostada en una tumba que haba sido saqueada por ladrones en la angedad. Subrazo izquierdo estaba doblado sobre el pecho, en una posicin de enterramiento que algunos considerancomn para las reinas egipcias de la dinasa XVIII. Ryan se puso a catalogar lo que encontr.

"Hallamos la pieza facial destrozada de un atad y trozos de oro que haban sido raspados -recuerda-. Nosabamos qu tanto haba movido Howard Carter, as que lo documentamos como si se tratara de un sio

intacto". En una cmara lateral, Ryan encontr una enorme pila de vendajes, una pierna de vacamomicada y montones de "provisiones momicadas", paquetes de comida dispuestos para el largo viajepor la eternidad del difunto.

Entre ms estudiaba Ryan la momia, ms pensaba que podra tratarse de alguien importante. "Estaba muybien momicada -dice-. Y tena una postura real. Pens, 'Por qu? Es una reina!'. Podra tratarse deHatshepsut? De cualquier forma, no pareca bien dejarla, quienquiera que fuera, tendida desnuda sobre el

suelo en medio de un desorden de harapos.

Antes de cerrar la tumba, Ryan y un colega ordenaron un poco la cmara de enterramiento. Mandaronconstruir un sencillo atad en una carpintera local. Depositaron a la dama desconocida en su nuevo lecho

y cerraron la tapa. El prolongado periodo de anonimato de Hatshepsut estaba prximo a terminar.

Por mucho empo, los historiadores le han adjudicado a Hatshepsut el papel de la madrastra

malvada del joven Tutmosis III. La evidencia de su supuesta crueldad es la forma en la que su hijastro se la retribuy pstumamenteatacando sus monumentos y borrando su nombre de los monumentos pblicos. De hecho, Tutmosis IIIdevast la iconograa del rey Hatshepsut con el mismo rigor con el que aporre a los cananeos en

Megido.

En Karnak su imagen y su cartucho, o el smbolo de su nombre, se quitaron a cincelazos de los muros de

los santuarios; los textos en sus obeliscos se cubrieron con piedra (lo que, sin quererlo, los conserv enperfectas condiciones). En Deir el-Bahari, sio de su logro arquitectnico ms espectacular, sus estatuasfueron destrozadas y arrojadas a un pozo frente a su templo mortuorio.

Conocido como Djeser Djeseru, sagrado entre los sagrados, en la ribera oeste del Nilo frente al modernoLuxor, el templo est frente a un conjunto de acanlados color len que enmarca sus piedras rojizas comohace un nemes con el rostro del faran.

Con sus tres pisos, sus prcos, sus espaciosas terrazas unidas por rampas, su ahora desaparecidacalzada cubierta de esnges, las albercas de papiro en forma de T y rboles de mirra que dan sombra,

Djeser Djeseru se encuentra entre los templos ms gloriosos jams construidos. Fue diseado quiz paraser el centro del culto a Hatshepsut.

Sus imgenes como reina quedaron intactas, pero donde se proclamaba como rey, los trabajadores de suhijastro usaron sus cinceles en un acto vandlico cuidadoso y preciso. "La destruccin no fue una decisinemocional, sino polca", dice Zbigniew Szafraski, director de la misin arqueolgica polaca en Egipto que

ha estado trabajando en el templo mortuorio de Hatshepsut desde 1961.

Para cuando los excavadores despejaron de escombros el templo casi totalmente enterrado, a nales de lalma dcada del siglo XIX, el misterio de Hatshepsut se haba renado: qu clase de gobernante era

ella? La respuesta les pareci evidente a varios egiptlogos que se apresuraron a adoptar la idea de queTutmosis III haba atacado la memoria de Hatshepsut en venganza por su descarada usurpacin del poderreal.

William C. Hayes, curador de arte egipcio en el Museo de Arte Metropolitano y uno de los directores delas excavaciones de Deir el-Bahari en los aos veinte y treinta, escribi en 1953: "No pas muchoempo... antes de que esta vanidosa, ambiciosa e inescrupulosa mujer se mostrara tal como era en

realidad".

Cuando en los aos sesenta los arquelogos descubrieron evidencia que indicaba que el deserro del rey

Hatshepsut haba comenzado al menos 20 aos despus de su muerte, la telenovela del exaltado hijastrovengndose de su inescrupulosa madrastra se vino abajo.

Se concibi un escenario ms lgico en torno a la posibilidad de que Tutmosis III necesitara reforzar la

legimidad de la sucesin de su hijo Amenhotep II frente a los reclamos de otros miembros rivales en lafamilia. Y Hatshepsut, alguna vez desacreditada por su despiadada ambicin, ahora es admirada por suhabilidad polca.

Casi dos dcadas despus de que Donald Ryan redescubriera la ubicacin de la KV60, Zahi Hawass lespidi a los curadores del Museo Egipcio que reunieran todas las momias femeninas no idencadas quepudieran haber pertenecido a la familia real de la dinasa XVIII, incluyendo los dos cuerpos -uno delgado,

otro obeso- que se haban encontrado en la KV60.

La momia delgada fue rerada de su almacenamiento en el co del museo; la obesa, la KV60a, que

haba permanecido en la tumba donde fue hallada, se traslad desde el Valle de los Reyes. En un periodode cuatro meses, a nales de 2006 y principios de 2007, las momias pasaron por un escner TAC que lespermi a los arquelogos examinarlas a detalle y calcular su edad y causa de muerte.

El resultado del escaneo tac de las cuatro momias candidatas no fue concluyente. Entonces Hawass tuvootra idea. Se haba encontrado una caja de madera grabada con el cartucho de Hatshepsut en una granreserva de momias reales en Deir el-Bahari en 1881; se crea que contena su hgado.

Cuando se pas la caja por el escner, los invesgadores se sorprendieron al encontrar un diente. Eldensta del equipo lo idenc como un molar secundario al que le faltaba parte de la raz. CuandoAshraf Selim, profesor de radiologa en la Universidad de El Cairo, reexamin las imgenes de las

mandbulas de las momias, vio que la mandbula superior derecha de la momia obesa de la KV60a tenauna raz sin diente.

"Med la raz en la momia y en el diente y encontramos que coincidan", dice Selim. Para estar seguros, losciencos slo han probado con seguridad que el diente de una caja pertenece a una momia. Laidencacin est basada en la suposicin de que el contenido de la caja est marcado correctamente y

conene lo que alguna vez fueron las partes vitales de la famosa faraona.

Pero la caja inscrita con el cartucho de Hatshepsut no es el po de recipiente en el que suelen hallarse los

rganos momicados. Est hecho de madera, no de piedra, y pudo haberse usado para guardar joyera,aceites o pequeos objetos de valor. "Algunos diran que no hemos encontrado pruebas absolutas -diceSelim-. Y estara de acuerdo".

Pero, pregunta Hawass, cules son las probabilidades de que una caja idencada con Hatshepsut yhallada en una reserva de momias reales contenga un diente que encaja a la perfeccin con el hueco en lasonrisa de una momia que se encontr junto a la amada nodriza de la gran faraona egipcia?

Y es una maravilla que el diente estuviera ah para vincular el cartucho de Hatshepsut con una momia. "Siel embalsamador no lo hubiera tomado y puesto junto al hgado, no habra manera de que supiramos qule pas a Hatshepsut", dice Hawass. Los escneres TAC ya han cambiado la historia, disipando las teoras

de que Hatshepsut pudo haber sido asesinada por su hijastro.

Probablemente muri a causa de una infeccin por un absceso en el diente, complicada por un cncer de

hueso avanzado y posible diabetes. Hawass especula que los altos sacerdotes de Amn pudieron habermovido su cuerpo a la tumba de su nodriza para protegerla de los saqueadores; muchas personas de larealeza del Nuevo Reino estaban escondidas en tumbas secretas por seguridad.

En cuanto a las pruebas de ADN, la primera ronda comenz en abril de 2007 y an no ha probado nadadenivo. "Con los especmenes anguos nunca se ene una coincidencia de 100%, porque lassecuencias gencas no estn completas ?comenta Anglique Corthals, profesora de biomedicina y

estudios forenses en la Stony Brook University de Nueva York y una de los tres consultores que trabajancon los egipcios?.

Revisamos el adn mitocondrial de la momia que sospechbamos sera de Hatshepsut y el de la de suabuela Ahmose Nefertari. Existen probabilidades entre 30 y 35% de que las dos muestras no estnrelacionadas, pero debo hacer nfasis en el hecho de que slo se trata de pruebas preliminares". Pronto,una nueva ronda podra arrojar un veredicto ms claro.

La primavera pasada, el fotgrafo Kenneth Garre le pidi a Wafaa el-Saddik, directora del MuseoEgipcio en El Cairo, fotograar para este arculo una esnge de piedra caliza de Hatshepsut de las ruinas

de su templo, la caja de madera que contena el diente, un busto de la faraona con la apariencia de Osiris,dios del inframundo.

El-Saddik lleg al lmo arculo de la lista: el cuerpo momicado de Hatshepsut. "Quieres que reremos

el vidrio?", pregunt incrdula, como si la momia, abandonada por tanto empo, ahora poseyera algoindescripblemente preciado. El fotgrafo asin. La directora se estremeci. "Estamos hablando de lahistoria del mundo!", exclam.

Al nal, se decret que uno de los paneles de vidrio podra removerse de la caja en que estaba en la Salade Momias Reales sin poner en peligro la historia del mundo. Mientras se instalaban las luces parafotograar lo que quedaba de la gran faraona, me pregunt por qu era tan importante autencar su

cadver.

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sorprendentes que

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Por un lado, qu podra animar mejor la sorprendente historia del anguo Egipto que esa mujer que logrpreservarse desaando las fuerzas de la naturaleza y el deterioro? Ahora estaba aqu, entre nosotros,como un embajador de la angedad. Por otro, qu queramos de ella?

Antes que nada, acaso no haba algo opresivamente morboso en la curiosidad que atrajo a millones desgones a las salas de las Momias Reales e hizo un feche de la difunta real? Entre ms vea aHatshepsut, ms deseaba huir de sus inconmensurables ojos y de la sofocante adherencia de su carne sin

vida.

La mayora de nosotros vivimos de acuerdo con el credo del avefra, que es la antesis de la fe de losfaraones: cenizas con cenizas, polvo con polvo. Se me ocurri que Hatshepsut est mucho ms viva en sus

textos, pues incluso, despus de tantos miles de aos, an se puede senr el lado de su corazn.

Ms de Fotografa

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31 comentarios Ordenar por

Cristina Torres

Silvia Alberto Guerrero te aconsejo que leas el libro "La Dama del Nilo" si aun no lo as ledo,hay

podras conocerla un poquito mas

Me gusta Responder 9 4 de julio de 2015 7:36

Alejandra Ramirez Bogot

Es un excelente libro.


Isabel Balparda Trabaja en Administracin de los Servicios de Salud del Estado

Le el libro. Muy bueno!


Margarita Rodrguez Universidad Autnoma de Chihuahua

Muy buen libro, de ah surgi mi inters por Hatshepsut.


Mostrar 1 respuesta ms en esta conversacin

Gerardo Diaz Texas State University

facinado de unas de las culturas mas grandes de la historia de la humanidad sonar que existiera

los viajes en el tiemplo y viajar a esta epoca y contemplar su esplendor y conocerlo en tiempo real


Evelyn Ayres Lima

Hatshepsut Jeremetamon ha sido mi obsesin y motivo de estudio para m desde que tena 17

aos, van pues, 30 aos que no me pierdo nada de ella, pues fue la primera faraona que

gobern Egipto y so es un mrito siendo mujer en los aos 1400 A.C.


Gloria Nafarratt

Excelente Historia sobre "La Reina hombre de Egipto" Hatshepsut Jeremetamon Primera Dama de

Egipto

Me gusta Responder 15 de agosto de 2015 15:34

Angel J Torres Dr. Rafael Lopez Landron School

interesante y facinante ,me encanta la historia

Me gusta Responder 4 de julio de 2015 8:28 Editado

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