hacia el ser humano. resumen

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Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” Departamento de Filosofía Origen del Hombre Por Julio Alfredo Mendoza Pérez. Carné: 00008812. Resumen del libro Hacia el ser humano: la singularidad del hombre y la evolución. Sobre el autor: Ian Tattersall. Ian Tattersall (nacido en 1945) es un paleoantropólogo y actualmente es conservador emérito en la División de Antropología del Museo Americano de Historia Natural en la ciudad de Nueva York. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Yale en 1971. Sus áreas de investigación son la paleoantropología, la biología evolutiva y la teoría de la evolución. Ha realizado trabajo de campo primatológico y paleontológico en diversos países como Madagascar, Vietnam, Surinam, Yemen y Mauritius. También es un prominente interpretador de la paleontología humana al público. Es autor de varios libros, ha dado conferencias en varias partes del mundo y ha sido el responsable de varias exhibiciones en el Museo Americano de Historia Natural. En su libro, Tattersall explora lo que a los seres humanos nos hace singulares, las cualidades que nos separan de nuestros ancestros y el significado de nuestro conocimiento. El libro consta de seis capítulos y un epílogo. En los primeros cinco capítulos, sienta las bases para exponer en el último capítulo por qué somos únicos en el sentido evolutivo. En el epílogo, Tattersall presenta su perspectiva sobre nuestro futuro como especie humana. CAPÍTULO 1. La explosión creativa. Tattersall realiza un recorrido por el final de la última Edad del Hielo (ésta comienza hace unos 110 000 y finaliza hace uno 10 000 años) porque durante este período pueden observarse, según él, pruebas de la singular capacidad humana. Los Homo neanderthalensis habitaron Europa hasta hace unos cuarenta milenios y fueron rápidamente desplazados por el primer Homo sapiens europeo—que recibe el nombre de hombre de Cro-Magnon. Tabla I. Cuadro comparativo entre sociedad neandertal y sociedad cro-magnona. Neandertales Hombres de Cro-Magnon Figura 2. Caverna de Lacaux, Francia. Figura 1.

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Resumen de "Hacia el ser humano: La singularidad del hombre y evolución" de Ian Tattersall

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Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”Departamento de Filosofía Origen del Hombre

Por Julio Alfredo Mendoza Pérez. Carné: 00008812.

Resumen del libro Hacia el ser humano: la singularidad del hombre y la evolución.

Sobre el autor: Ian Tattersall.

Ian Tattersall (nacido en 1945) es un paleoantropólogo y actualmente es conservador emérito en la División de Antropología del Museo Americano de Historia Natural en la ciudad de Nueva York. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Yale en 1971. Sus áreas de investigación son la paleoantropología, la biología evolutiva y la teoría de la evolución. Ha realizado trabajo de campo primatológico y paleontológico en diversos países como Madagascar, Vietnam, Surinam, Yemen y Mauritius. También es un prominente interpretador de la paleontología humana al público. Es autor de varios libros, ha dado conferencias en varias partes del mundo y ha sido el responsable de varias exhibiciones en el Museo Americano de Historia Natural.

En su libro, Tattersall explora lo que a los seres humanos nos hace singulares, las cualidades que nos separan de nuestros ancestros y el significado de nuestro conocimiento. El libro consta de seis capítulos y un epílogo. En los primeros cinco capítulos, sienta las bases para exponer en el último capítulo por qué somos únicos en el sentido evolutivo. En el epílogo, Tattersall presenta su perspectiva sobre nuestro futuro como especie humana.

CAPÍTULO 1. La explosión creativa.

Tattersall realiza un recorrido por el final de la última Edad del Hielo (ésta comienza hace unos 110 000 y finaliza hace uno 10 000 años) porque durante este período pueden observarse, según él, pruebas de la singular capacidad humana. Los Homo neanderthalensis habitaron Europa hasta hace unos cuarenta milenios y fueron rápidamente desplazados por el primer Homo sapiens europeo—que recibe el nombre de hombre de Cro-Magnon.

Tabla I. Cuadro comparativo entre sociedad neandertal y sociedad cro-magnona.

Neandertales

Buscadores y cazadores. Pescaban, comiéndose los peces donde realizaban la

pesca. Dominaban el fuego de forma rudimentaria. Usaron y perfeccionaron herramientas de piedra. Practicaron ocasionalmente el entierro de los muertos

Hombres de Cro-Magnon

Recolectores y cazadores. Pescaban, pero llevaban los peces a sus emplazamientos

antes de comerlos. Tenían conocimiento de los hábitos de sus presas. Se instalaban en elaborados refugios al aire libre. Excavaron pozos en el permafrost para almacenar carne. Usaban lámparas de fuego para iluminar cavernas. Además de herramientas de piedra, elaboraron

herramientas de hueso y astas Construyeron entierros elaborados, decorosos y con

indicios rituales. Arte rupestre, representación simbólica.

Figura 2. Caverna de Lacaux, Francia.

Figura 1.

Durante la Edad de Hielo aparecieron varias culturas y éstas pueden distinguirse a partir de la cronología del arte. El arte de los hombres de Cro-Magnon reflejaba la riqueza de su entorno y los modos en que se explicaban a sí mismos su posición en él.

CAPÍTULO 2. El cerebro y la inteligencia: seres humanos y simios.

La inteligencia, dice Tattersall, tiene como principal uso contribuir al acto individual tan eficientemente como sea posible en el contexto de sus entornos físico, biótico y social. Una forma de estudiar este atributo desde una perspectiva evolucionista es estudiar el comportamiento de los simios, pues estos son los parientes vivos más cercanos con los que se puede experimentar.

En los chimpancés se ha observado comportamientos como caza cooperativa, asesinatos por competición, canibalismo, automedicación, grupos mantenidos por machos y hembras que se desplazan. Los chimpancés también usan herramientas. Por ejemplo, en África del Sur, hay un grupo de chimpancés que utiliza piedras como martillos para abrir nueces, mientras que en Tanzania hay chimpancés que usan ramitas delgadas para pesca de termitas. En chimpancés también se han hecho estudios de lenguaje, demostrando que éstos sólo producen vocalizaciones y no tienen capacidad de entender una gramática, aunque sí pueden reaccionar a frases cortas por condicionamiento. En los primates superiores se observan también formas de inteligencia social: organización jerárquica de grupos, formación de alianzas, manipulaciones sociales o engaños. Tattersall argumenta que aunque los primates tienen principios de comportamiento humano, no son suficientes para explicar el mismo.

El cerebro humano se ha desarrollado a partir de expansiones ad hoc que se han apilado sobre las viejas estructuras (en orden de desarrollo: médula espinal, cerebelo y otras estructuras cerebrales, neocórtex, córtex prefrontal).

CAPÍTULO 3. Evolución. ¿Para qué?

Se parte de la Teoría de la Evolución de Darwin para explicar el desarrollo de la Síntesis Evolutiva como una forma de describir más al detalle el mecanismo de selección natural y de especiación. Esto lo hace con el propósito de aplicar la Síntesis Evolutiva en el ser humano.

Tres autores contribuyeron al desarrollo de la teoría de la síntesis evolutiva entre las décadas de 1930 y 1940: Theodosius Dobzhansky, naturalista; Ernst Mayr, ornitólogo y George Gaylord Simpson, paleontólogo. La teoría básicamente sostiene que la evolución es un proceso lento y gradual en el que se acumulan variaciones genéticas y estos cambios en especies ocurren sin líneas divisorias entre las paternas e hija. Una especie era un segmento de un linaje que con fines prácticos tenía discontinuidades azarosas. La paleoantropología proveyó evidencia en contra de un gradualismo, pues había discontinuidades grandes en el registro fósil humano, inexplicables desde la síntesis evolutiva.

Niles Eldrege, colega de Tattersall, hizo más tarde una observación sobre la falta de cambio evolutivo. A partir del estudio de dos especies de trilobites, concluyó que había largos períodos de estabilidad en las especies interrumpidos por breves fenómenos de especiación, extinción y reemplazo. Stephen Jay Gould, experto en serpientes de tierra, había advertido una irregularidad de cambio similar en su propio campo de estudio. Juntos, Eldrege y Gould apuntaron que la evolución avanza en realidad a trancas y barrancas.

George Williams, biólogo, proponía que la unidad básica de evolución era el individuo y a veces en grupos enteros de organismos. Richard Dawkins, por su parte, propuso que los organismos individuales son poco más que vehículos para los genes y que el gen es la unidad básica de selección natural.

Tattersall enfatiza el carácter no perfeccionador de la selección natural y diferencia entre adaptación—característica útil de un organismo que fue fijada en el contexto ahora utilizada—y exapción—característica que originalmente surgió en un contexto y luego fue incorporada para el uso en otro.

Figura 3. Evolución del cerebro humano.

CAPÍTULOS 4 Y 5.

4. La partida.5. Hacia el ser humano.

Los capítulos 4 y 5 narran la filogenia del ser humano empezando hace unos 4.4 millones de años con el Ardipithecus ramidus hasta el actual Homo sapiens, explicando sus principales características, comportamientos y cambios evolutivos.

Figura 4. Filogenia del ser humano.

CAPÍTULO 6. El ser humano.

Con base en su exposición de los capítulos anteriores, Tattersall explica en qué consiste la singularidad humana. El ser humano tiene conciencia (percepción de sí mismo, del yo, y distinción del yo de lo demás).

Algunos psicólogos evolutivos creen que la conciencia es nada más un producto de la selección natural, pero Tattersall arguye que esta posición no termina de explicar nuestra capacidad de abstracción simbólica. Tattersall habla también sobre la no existencia de una condición humana. Para los seres humanos, la vida no es simplemente un asunto económico. Hay muchas complejidades sociales y simbólicas y hemos descubierto miles de formas de crearlas y tratarlas. Cada sociedad tiene su propio sentido moral que no sigue una ley natural. Es imposible reducir la explicación de nuestra especie a una

simple condición humana. Sin embargo, sí hay una limitante que tiene que ver con un autoengaño que proporciona una respuesta social que conduce a los cuerpos de mitos. Tattersall agrega que nuestra limitante también se ve reflejada en nuestra necesidad de concebir a Dios como un ser antropomórfico.

Un aspecto fundamental de sea lo que sea nuestra naturaleza humana es el anhelo a saber más acerca de nosotros mismos y de nuestros comportamientos. Si bien pueden extraerse un par de conclusiones a partir del estudio de simios y de fósiles de especies del linaje humano ya extintas, el comportamiento no es materia sencilla. Los genes sólo intervienen indirectamente en nuestro comportamiento. Para realmente entender nuestro comportamiento, realmente debe verse no a nuestros genes, sino a nuestro cerebro. Y el cerebro es un órgano muy complicado. Cuando un individuo toma decisiones, hay muchas entradas que influyen en el comportamiento final. La experiencia de cada individuo tiene que ver con la intuición y no directamente con una dicotomía intelecto/emoción.

Somos parte de un mundo. Hay una relación de interdependencia con la naturaleza y nuestra globalización no debe desentenderse de la salud de nuestro ecosistema mundial. Tenemos una responsabilidad ecológica.

“Así, ¿qué pasó?” La emergencia del lenguaje, con sus capacidades mentales y complejidades de comportamiento asociadas, son las que terminan de dictar nuestra singularidad. Sin embargo, no hemos aún sabido explicar cómo, cuándo, dónde o por qué fue adquirida nuestra conciencia. La mente humana, al menos, está condicionada por la larga historia evolutiva del cerebro. Finalmente, la explicación de nuestro modo de ser, según Tattersall, debe dejarse a los psicólogos, neurobiólogos, filósofos, novelistas, dramaturgos y otros.

EPÍLOGO

Dado que es necesario un aislamiento geográfico para que se dé la evolución y debido a que nuestra expansión mundial y flexibilidad de adaptación a casi cualquier ecosistema con ayuda de la técnica, nuestra evolución se ve truncada. La única posibilidad que existe para continuar evolucionando es que ocurra una catástrofe que provoque ese aislamiento. Por tanto, existen dos opciones: o evolucionamos, o continuamos cromo criaturas insondables apegadas a nuestra potencialmente peligrosa naturaleza. Si es la segunda, necesitamos urgentemente comprendernos mejor.